europa en el siglo xix

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Europa en el Siglo Europa en el Siglo XIX XIX

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sintesis de los principales Procesos Históricos ocurridos en europa y el Mundo que afectaron la estructuración del Mundo contemporáneo

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Page 1: Europa en el siglo XIX

Europa en el Siglo XIXEuropa en el Siglo XIX

Page 2: Europa en el siglo XIX

• Napoleón Bonaparte puso fin al proceso revolucionario con un régimen personal que, investido del poder imperial, intentó imponer en toda Europa el dominio francés y las ideas de la Revolución.

• Su genio militar y la superioridad de su ejército fueron instrumentos de una desmedida ambición que, finalmente, sucumbió ante la reacción combinada de las naciones europeas.

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La Europa del Congreso de Viena

Derrotado Napoleón, las potencias europeas trataron de anular toda la obra de la Revolución francesa y restaurar el

absolutismo. El Congreso de Viena estableció un equilibrio europeo basado en la

solidaridad de las monarquías frente a cualquier intento revolucionario de signo

liberal.

Una vez restaurada la monarquía en Francia en la persona de Luis XVIII (1814-1824), las potencias que habían vencido a Napoleón decidieron

unirse para poner en práctica dos objetivos:

•Restaurar el Antiguo Régimen sobre la base del legitimismo monárquico.

•Lograr el equilibrio entre las potencias, para lo cual se creó un nuevo mapa de Europa sin tener en cuenta la diversidad étnica y lingüística.

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• El liberalismo y el nacionalismo, dos nuevas fuerzas políticas que había desatado la Revolución francesa extendiéndolas por toda Europa, combatieron el orden europeo del Congreso de Viena.

• Una primera oleada revolucionaria, entre 1820 y 1830, sacudió el continente en demanda de sistemas constitucionales y derechos para las naciones oprimidas.

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Sus principios fundamentales eran:

1. La defensa de las libertades y los derechos individuales.

2. La igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.

3. La soberanía nacional, cuya materialización es la Constitución, ley fundamental de la nación que está por encima de todos, incluido el rey.

4. La división de poderes, según la teoría de Montesquieu

5. El control de la gestión pública a través de la publicidad y la libertad de prensa.

El liberalismo

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Las Nacionalidades, como comunidad de raza, lengua e historia; se resisten frente a las fronteras artificiales creadas por los derechos patrimoniales de las monarquías.

En contra del mapa de Europa reconstruido en el Congreso de Viena , los nacionalistas propugnaban:

1. La unificación de comunidades nacionales separadas en distintos Estados, como Alemania e Italia (nacionalismo centrípeto).

2. La independencia de pueblos sometidos a Estados multinacionales, como el Imperio austriaco o el turco otomano (nacionalismo centrífugo).

El nacionalismo:

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Al restaurar el mapa de Europa, el Congreso de Viena no tuvo en cuenta los deseos de unificación de alemanes e italianos, ni tampoco los anhelos de

independencia de las naciones sometidas a Rusia, Austria y el Imperio otomano en el Este de Europa.

El nacionalismo contribuyó así a resquebrajar el orden de la Restauración.

La Europa del nacionalismo

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En el Congreso de Viena , Italia quedó dividida en siete estados:

1. El reino de Piamonte-Cerdeña, bajo la dinastía de Saboya. 2. El reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia), bajo los Borbones. 3. Los Estados Pontificios (Romaña, Marcas, Umbría, Lacio, Pontecorvo y Benevento). 4. Los ducados de Parma, Módena y Toscana. 5. Lombardía-Véneto, en poder de Austria.

El movimiento cultural conocido como Risorgimento impulsó la unidad italiana desde el reino de Piamonte. Giuseppe Mazzini (1805-1872), Garibaldi y el conde de Cavour (1810-1861) fueron los principales impulsores de la unificación.

La unificación de Italia

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La Confederación Germánica, creada en 1815, estaba formada por treinta y nueve estados.

• Austria ejercía la presidencia, pero Prusia rivalizaba con ella en poder e influencia.

• Otros cuatro reinos importantes eran Sajonia, Baviera, Hannover y Württemberg. •La creación del Zollverein o Unión Aduanera del Norte (1834), que suprimió impuestos y otros obstáculos para el comercio, supuso un primer paso hacia la unidad.

•El artífice del proceso de unificación fue el canciller prusiano Otto von Bismarck, durante el reinado de Guillermo I (1861-1888).

Guerra de los Ducados (1864):

a la muerte de Federico VII de Dinamarca, Bismarck ocupó los ducados de Schleswig y Holstein, que fueron cedidos a Prusia y Austria en régimen de condominio.

Guerra austro-prusiana (1866):

la victoria prusiana en Sadowa, conseguida por el general Helmut von Moltke (1800-1891), permitió a Bismarck crear la Confederación del Norte de Alemania (1867), de la que quedó excluida Austria.

La guerra franco-prusiana (1870),

en la que los prusianos vencieron a Francia, culminó la obra de la unificación alemana con la incorporación de Alsacia y Lorena. En 1871 se proclamó el Imperio alemán, o II Reich, con Guillermo I como soberano.

La unificación de Alemania

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•Una nueva oleada revolucionaria convulsionó Europa en 1848.

• A las ideas liberales y nacionalistas defendidas por la burguesía se unieron en esta ocasión las inquietudes sociales y los planteamientos democráticos de la nueva clase social que empezaba a adquirir protagonismo: • el proletariado.

Las revoluciones de 1848

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Características de las nuevas revoluciones

En muchos aspectos, las revoluciones de 1848 estuvieron motivadas por las mismas causas que las de 1830, pero también hubo diferencias significativas.

Liberalismo y nacionalismo:

al igual que en 1830, se pretende acabar con el absolutismo y el autoritarismo de las monarquías.

Ideales democráticos:

en 1848 irrumpe con fuerza la reivindicación de la democracia, claramente separada de los planteamientos liberales. Se pide el sufragio universal, se exige un mayor contenido en las libertades constitucionales, se propugna una igualdad no sólo legal, sino social, y se defiende la República como forma de Estado.

Crisis económica:

las malas cosechas de 1847 hicieron subir los precios de los productos agrícolas y extendieron el hambre y las enfermedades. A ello se unió una crisis industrial, debida a un exceso de producción en un momento de caída de la demanda. La consecuencia fue un enorme aumento del paro.

Crisis sociales:

la pobreza y el paro hicieron aparecer formas incipientes de protesta obrera, frecuentemente dirigida contra las máquinas. Al mismo tiempo, los primeros socialistas, como Blanc, Blanqui

y Proudhon, aportaron a la revolución una nueva ideología.

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El imperialismo

A finales del siglo XIX, el desarrollo capitalista y la necesidad de las grandes potencias de exportar

productos, capitales y hombres, dio origen al imperialismo.

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Causas de la expansión colonial

En el último tercio del sigo XIX se aceleró la carrera de las potencias europeas en la formación de grandes imperios que les permitieran situarse en una posición

hegemónica a nivel mundial.

Varias causas impulsaron este fenómeno:

1. El desarrollo del gran capitalismo requería fuentes de materias primas y nuevos mercados para colocar los productos industriales.

2. La presión demográfica: Europa pasó de 300 a 450 millones de habitantes entre 1870 y 1914. Las colonias se convirtieron en una válvula de escape para el excedente de población, sobre todo para las clases humildes.

3. Los intereses políticos de las potencias para lograr ventajas estratégicas en el control de rutas y territorios. El nacionalismo también fue un importante factor político.

4. Factores culturales e ideológicos: con frecuencia se justificó la penetración colonial como una misión civilizadora o evangelizadora.

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El reparto de África

• África, casi inexplorada hasta el siglo XIX, fue el continente en el que se manifestó con mayor virulencia la rivalidad imperialista.

• Para intentar ordenar la actuación europea en el continente africano, el canciller alemán Bismarck convocó la Conferencia de Berlín en 1884.

• En ella se establecieron las «reglas del juego» de la colonización:

1. La potencia que hubiera ocupado una franja de la costa tendría derecho a entrar en el hinterland o zona interior correspondiente.

2. Internacionalización de la navegación por los grandes ríos africanos.

3. La posesión de un territorio requería su ocupación efectiva.

• La ambición de las potencias imperialistas fue ocupar grandes zonas transcontinentales.

• Inglaterra creó un corredor Norte-Sur desde El Cairo a El Cabo, mientras Francia intentó unir Senegal con Djibouti.

• Los choques fueron inevitables. Ingleses y franceses se encontraron en el Nilo, y los portugueses desistieron de unir Angola y Mozambique ante la resistencia británica.

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Las potencias imperialistas

Inglaterra construyó el mayor imperio que había conocido la historia Entre sus posesiones destacaban la India, gran parte de

África, Australia y Canadá.

Francia fue el segundo gran imperio colonial , con posesiones en África (Túnez, Senegal, Sudán, Guinea, Costa de Marfil,

Chad, Marruecos),

Asia (Unión Indochina), América (Guadalupe, Martinica, Guayana) y Oceanía.

Rusia extendió sus dominios a la costa del Pacífico, el Turquestán y el Pamir.

Alemania consiguió en África los territorios de Togo, Camerún y Tanganika, y en Oceanía parte de Nueva Guinea, las islas

Bismarck, las Carolinas y las Marianas.

Italia ocupó Eritrea, la costa somalí del océano Índico y Libia (Trípoli y Cirenaica).

Bélgica adquirió el Congo, bajo la soberanía personal de Leopoldo II hasta 1908.

Japón, en pleno proceso de modernización desde 1868, cuando comenzó la era Meiji, arrebató a China la isla de Formosa (1895) y, tras vencer en la guerra ruso-japonesa (1905),

adquirió el protectorado sobre Corea, el dominio de Port Arthur, el Sur de la isla Sajalín y la hegemonía sobre

Manchuria.

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El imperialismo estadounidense

•El rápido crecimiento demográfico y económico dio paso a una expansión exterior, impulsada por los gobiernos republicanos que se sucedieron hasta 1908.•La doctrina Monroe sirvió para disfrazar esta expansión imperialista: cuyos principales hitos fueron: •La compra de Alaska a Rusia por una ridícula cantidad de dinero. •La guerra contra España de 1898, que dio lugar a la intervención en Cuba y a la ocupación de Puerto Rico y las posesiones españolas en el Pacífico. •La apertura del canal de Panamá (1914), que facilitó el control sobre el Caribe y Centroamérica, donde el presidente Theodore Roosevelt (1901-1909) puso en práctica la política del big-stick o «palo duro». •En América del Sur también impuso el Gobierno estadounidense su influencia con el llamado «imperialismo del dólar». Mediante la concesión de grandes préstamos, los bancos y empresas norteamericanas conseguían la concesión de minas, obras públicas, cultivos, líneas ferroviarias, etcétera.

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