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1 Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe, 2ª Parte Escritura: Escrituras Seleccionadas Código: 1378 John MacArthur Como les mencioné esta mañana, vamos a tomar un pequeño descanso en nuestro estudio de las bienaventuranzas porque el Señor realmente ha colocado en mi corazón el compartir con usted a partir del libro de Hebreos un mensaje especial. Entonces, si me acompaña al libro de Hebreos, vamos a estudiarlo juntos. Ahora, como usted sabe, hace unas semanas atrás hablé del tema ‘examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe’. Fue en un domingo por la mañana. previo a nuestro tiempo de comunión y estaba muy preocupado porque había muchas personas aquí en Grace Community Church que venían y escuchaban y quizás inclusive creyeron, pero nunca habían entregado sus vidas a Cristo. Y se habrían quedado cortos en el día del juicio. Y continuamente enfrento ese temor. Sé que en la Iglesia hay trigo y cizaña. Sé que siempre estarán los falsos entre los verdaderos. Es tan fácil en una iglesia del tamaño de la nuestra, con muchos miles de personas, esconderse y nunca realmente ser confrontado con la realidad de si usted ha entregado su vida a Cristo no. Y usted puede simplemente vivir desaparecido con el resto de la gente; y mi corazón está muy preocupado por la realidad de que alguno de ustedes, personas muy preciadas, por quienes Cristo murió, han estado viniendo y han estado viniendo y han estado oyendo los mensajes y quizás inclusive creyendo que es verdad, pero realmente nunca han venido Jesucristo. Por alguna u otra razón se está resistiendo. Una dama me llamó por teléfono y expresó eso. Ella dijo ‘yo vengo pero no estoy soy cristiana, pero estoy interesada’. Y si oí eso de esa dama y he recibido cartas acerca de eso y un hombre me dijo ‘vengo, no creo lo que usted dice, pero me gusta el modo en que lo dice’. Y si eso es verdad, si es verdad con personas que hablan conmigo probablemente inclusive

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Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe, 2ª Parte Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 1378

John MacArthur

Como les mencioné esta mañana, vamos a tomar un pequeño descanso en nuestro estudio

de las bienaventuranzas porque el Señor realmente ha colocado en mi corazón el compartir

con usted a partir del libro de Hebreos un mensaje especial. Entonces, si me acompaña al

libro de Hebreos, vamos a estudiarlo juntos.

Ahora, como usted sabe, hace unas semanas atrás hablé del tema ‘examinaos a vosotros

mismos si estáis en la fe’. Fue en un domingo por la mañana. previo a nuestro tiempo de

comunión y estaba muy preocupado porque había muchas personas aquí en Grace

Community Church que venían y escuchaban y quizás inclusive creyeron, pero nunca habían

entregado sus vidas a Cristo. Y se habrían quedado cortos en el día del juicio. Y

continuamente enfrento ese temor.

Sé que en la Iglesia hay trigo y cizaña. Sé que siempre estarán los falsos entre los

verdaderos. Es tan fácil en una iglesia del tamaño de la nuestra, con muchos miles de

personas, esconderse y nunca realmente ser confrontado con la realidad de si usted ha

entregado su vida a Cristo no. Y usted puede simplemente vivir desaparecido con el resto de

la gente; y mi corazón está muy preocupado por la realidad de que alguno de ustedes,

personas muy preciadas, por quienes Cristo murió, han estado viniendo y han estado viniendo

y han estado oyendo los mensajes y quizás inclusive creyendo que es verdad, pero realmente

nunca han venido Jesucristo. Por alguna u otra razón se está resistiendo.

Una dama me llamó por teléfono y expresó eso. Ella dijo ‘yo vengo pero no estoy soy

cristiana, pero estoy interesada’. Y si oí eso de esa dama y he recibido cartas acerca de eso y

un hombre me dijo ‘vengo, no creo lo que usted dice, pero me gusta el modo en que lo dice’. Y

si eso es verdad, si es verdad con personas que hablan conmigo probablemente inclusive

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haya otros que se sientan de esa manera y escuchan y por uno u otro motivo, nunca hacen un

compromiso con Cristo. En cierto modo sólo permanecen pasivos, neutrales. En cierta

manera, están ahí escuchando. Y quizás usted ha estado viniendo conforme hemos estado

estudiando el Evangelio de Mateo, usted comprende que Jesús ha establecido los estándares

para estar en Su Reino.

Y para el día de hoy, usted ya sabe que Él dice “para estar en Mi Reino, usted debe ser pobre

en Espíritu, debe llorar por su pecado y ser manso. Y debe tener hambre y sed de justicia y

ser misericordioso y puro de corazón y ser un pacificador.” Y probablemente, ha oído que

cuando usted cumple con esos requisitos y busca a Dios en Cristo y es redimido, usted se

vuelve un poseedor del Reino. Se vuelve un destinatario de las bendiciones de toda la bondad

de Dios. Se vuelve un hijo de Dios en el sentido más puro. Pero aunque usted conoce los

requisitos y también inclusive conoce las consecuencias y las bendiciones de esto, quizás

todavía no se ha entregado a Jesucristo. Y me atrevo a decir que esto es verdad por todos

lados y por todo el mundo. Hay personas que saben, pero nunca hacen el compromiso. Nunca

dan el paso. Por uno u otro motivo su momento no ha llegado. Simplemente lo hacen un lado

y lo hacen a un lado y lo hacen a un lado.

Vaya conmigo por un minuto antes de que examinemos al libro de Hebreos a Juan capítulo

12. Y quiero que vea lo peligroso que es este retraso. En Juan capítulo 12, en el versículo 32

nuestro Señor dijo: “Y Yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a Mí mismo. Y decía

esto dando a entender de qué muerte iba a morir. Le respondió la gente: Nosotros hemos oído

de la ley, que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices Tú que es necesario

que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?” En otras palabras,

hemos oído que el Mesías va a venir. ¿De qué estás hablando que Él va a ser crucificado?

¿Quién es este Hijo del Hombre? “Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre

vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el

que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para

que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.”

¡Qué ilustración! Él dice: “Mas vale que crean mientras que pueden creer.” Y después, para

ilustrar eso Él fue y se escondió donde nunca podían hallarlo para que pudieran comprender

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lo que significaba no tenerlo cerca de ellos. Y en el versículo 37 dice: “Pero a pesar de que

había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en Él; para que se cumpliese la palabra

del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha

revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los

ojos de ellos y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos y entiendan con el

corazón, y se conviertan, y Yo los sane.”

Ahora observe, Jesús dice: “Más vale que crean cuando pueden creer. Más vale que entren a

la luz cuando la luz está disponible porque vendrá el tiempo cuando no esté disponible.” Y

después, lo ilustró con la profecía de Isaías que se cumplió. Ellos no creían, por lo tanto, no

podían creer. Y Dios cerró el día de la gracia. Eso es lo que Isaías está diciendo. Esta fue, por

cierto, la última apelación de Jesús. Una última invitación en el Evangelio de Juan. El día de

gracia estaba acabándose y en el siguiente capítulo Él se reúne con Sus discípulos el día

antes de Su juicio y en última, Su muerte. Esta es Su última invitación. Él dice: “No voy a estar

aquí por mucho tiempo. Más vale que actúen mientras que pueden actuar, antes de que sean

confirmados en la soberanía de Dios en su incredulidad.”

En Juan, capítulo 8, y aquí Él dice lo mismo por lo menos en tres veces. En el versículo 12:

“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en

tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Ésa es la primera invitación. Él está diciendo “si

me siguen, pueden caminar en la luz.” Pero después, Él dice en el versículo 21: “Otra vez les

dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde Yo voy,

vosotros no podéis venir.”

Esta es la segunda invitación realmente porque es una advertencia, que si no aceptan la luz,

mientras que la luz está disponible, vendrá un día cuando la luz no estará disponible. Y

después, en el versículo 24 repite la advertencia por tercera vez: “Por eso os dije que moriréis

en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo soy, en vuestros pecados moriréis.” Como

puede ver, Jesús siempre estaba extendiendo Su amor; pero siempre diciéndoles que había

un límite.

Regrese al capítulo 7, versículo 33: “Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré

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con vosotros, e iré al que me envió. Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré,

vosotros no podréis venir.” Ésa es la misma idea. ¿Sabe una cosa?, antes de que Dios

enviara el Diluvio en Génesis capítulo 6, en el versículo 33, Dios dijo: “Mi Espíritu no siempre

contenderá con el hombre.” En otras palabras, en llega un momento en el que a Dios se le

acaba la paciencia. Y después, vino el Diluvio y el mundo entero fue destruido. En Isaías,

capítulo 63, lo encontramos ilustrado en los versículos 7 al 10. El profeta Isaías dice: “De las

misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que

Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha

hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades.” ¡Qué versículo! Habla

de la misericordia y la alabanza y la bondad y la clemencia de Dios. “Porque dijo: Ciertamente

Mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador.”

¡Qué retrato de Dios! Él fue tan amoroso, Él fue tan misericordioso. Él fue tan amable. Él fue

tan lleno de gracia. Él fue su Salvador. Y versículo 9: “En toda angustia de ellos Él fue

angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en Su amor y en Su clemencia los redimió, y los

trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.” ¡Oh, qué retrato! ¡Qué Salvador tan

amoroso! Pero el versículo 10 viene como un shock, como un relámpago que sale de lo azul

para despedazar la paz de la escena. “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar Su santo

espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y Él mismo peleó contra ellos.” ¿Puede usted creer

en ese tipo de cambio en la sección de tres versículos? Dios es paciente, Dios es amable,

Dios es bueno, Dios es un Dios de gracia, Dios es misericordioso, Dios no quiere que ninguno

perezca, pero la misericordia de Dios tiene límites. Más vale que venga a la luz mientras que

la luz está disponible. Ése es el mensaje.

Ahora, el libro de Hebreos nos da un retrato vívido de esta maravillosa verdad, esta invitación

de advertencia maravillosa de Dios. Y quiero que vea Hebreos y vamos a ver lo que tiene que

decir. Ahora, el libro de Hebreos básicamente es escrito a cristianos, cristianos judíos. Esa es

la razón por la que su título es Hebreos. Eran creyentes judíos pero, escuche esto, intercalado

a lo largo del libro de Hebreos, el cual es escrito a cristianos judíos, hay advertencias,

advertencias. Advertencias para confrontar a esas personas que conocen el Evangelio

intelectualmente, que entienden el llamado de salvación pero nunca hacen el compromiso.

Muy bien. Entonces, conforme el escritor desarrolla el libro escribiéndole a los creyentes de

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vez en cuando, se detiene y él dice “ahora yo sé que en esta congregación algunos conocen

que la Verdad pero nunca han hecho el compromiso. Y de esta manera, están estas

advertencias.

En el caso de los lectores de esta carta a los Hebreos, ellos eran judíos. Ellos estaban

intelectualmente convencidos de que el Evangelio era verdad. Ellos estaban intelectualmente

convencidos de que Jesús era el Mesías. Pero ellos no comprometían su vida con Él. No

tomaban ese acto simple de fe semejante a la de un niño y se arrojaban en Su gracia y

misericordia. No venían a Cristo. Tenían miedo de ser aislados de su comunidad. Tenían

miedo de ser rechazados por sus familias. El precio a pagar era demasiado alto y entonces

ellos estaban ahí en la reja temiendo ser perseguidos o aislados o rechazados y que tuvieran

que dejar a un lado, rendir su estilo de vida actual.

Ahora, usted quizás encaja ahí en algún lugar. Usted conoce la Verdad. Usted sabe que

Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Usted conoce el Evangelio y cree que es verdad,

pero usted se resiste a hacer el compromiso personal con Cristo porque teme ser aislado por

su familia, teme ser rechazado por sus amigos o las personas con las que está o con las que

usted trabaja. O usted tiene miedo de que quizás sea perseguido y el precio a pagar sea muy

alto. O quizás simplemente usted no quiere rendir su pecaminosidad actual y entonces, usted

se queda ahí sabiendo que es verdad pero nunca hace el compromiso. Bueno, si ese es el

caso, entonces Hebreos le habla a usted directamente.

Leamos los cinco pasajes de advertencia de manera breve y veamos lo que dice. Capítulo 2,

versículos 1 al 4, es el primero. Capítulo 2, versículo 1 al 4. “Por tanto,” ¿qué significa “por

tanto”? Nos lleva de regreso al capítulo 1 y eso habla de la majestad de Jesucristo. Todo

acerca de la gloria de Jesucristo, todo trata acerca del que ascendió para estar a la diestra de

la majestad de las alturas, la diestra de la majestad de Dios. El que es mejor que los ángeles,

Jesucristo mismo. Debido a lo que hemos aprendido y lo que hemos aprendido acerca de

Jesucristo, debido a que sabemos quién es Él, debido a que ahora sabemos cómo Dios lo ha

exaltado, debido a quien Él es en Su majestad, “Por tanto, es necesario que con más

diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”

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Escuche, si usted sabe que Él es quien es y si usted ha oído el mensaje, entonces el escritor

está diciendo ‘más vale que pongan atención a lo que han oído no sea que nos deslicemos’.

Siempre pienso en el hombre que había reducido su fortuna entera a un diamante, el cual el

colocaba en su bolsillo para llevárselo a Europa. Y mientras que él estaba ahí en un barco, él

lo estaba aventando al aire. Y el barco se movió y el diamante cayó al mar. No sea que nos

deslicemos.

Versículo 2: “Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles” ¿Cuál fue la palabra dicha

por medio de los ángeles? Esa fue la ley del Antiguo Testamento, la ley de Dios, dada por

Dios en el monte de Sinaí. Esa ley fue ministrada por los ángeles. Entonces, si la ley del

Antiguo Testamento, si la ley mosaica, si los diez mandamientos hablados por los ángeles fue

firme, esto es la gente tenía que guardarla y toda transgresión y desobediencia recibió justa

retribución. En otras palabras, si Dios dio la ley mosaica y demandó obediencia absoluta y

juicio en contra de todos los que desobedecieron, ¿cómo escaparemos nosotros si

descuidamos una salvación tan grande como la que está en el nuevo pacto en Jesucristo?

¿Se da cuenta?

Si la gente bajo la economía mosaica que nunca escapó del juicio de Dios, ¿qué le hace

pensar que usted lo hará? Si la gente que vivió en el Antiguo Testamento antes de Cristo no

escapó el juicio de Dios y Dios era más tolerante en ese entonces, ¿qué lo hace a usted

pensar que escapará por rechazar la gran salvación en Jesucristo? Eso es lo que está

diciendo. Y el nosotros aquí, ‘nos’. Él dice cómo escaparemos nosotros. La idea aquí es

pluralidad en el versículo 3; es judía en el contexto, es nacional. “Si nosotros que somos de

Israel, que hemos oído el Evangelio, si nosotros sabemos que aquellos que estaban en la

economía antigua no escaparon cuando negaron la Palabra de Dios, ¿qué nos hace pensar

que nosotros escaparemos si negamos la Palabra de Dios?” Es un pasaje poderoso. Juicio

cierto resultará. Dice en el versículo 2: “Toda transgresión y desobediencia recibió justa

retribución.” Es una recompensa negativa. ¿Cree usted que puede darle la espalda a

Jesucristo? ¿Cree usted que puede darle la espalda a una salvación tan grande como la que

Él ofrece y escapar a pesar de eso? No. Ellos no pudieron escapar bajo el pacto antiguo,

mucho menos bajo el nuevo.

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Veamos la segunda advertencia en Hebreos capítulos 5 y 6. Hebreos, capítulos 5 y 6. No

tenemos tiempo para entrar a todo esto a detalle, pero simplemente veamos el capítulo 6 y

nos saltaremos parte del principio. Pero Él está diciendo en el versículo 12, esta es una

advertencia: “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad

de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios.”

Las palabras de Dios son las leyes del Antiguo Testamento. En otras palabras, él dice:

“ustedes deberían ser maestros del Evangelio, tienen suficiente información como para ser

maestros del Evangelio. Pero en lugar de eso, alguien necesita enseñarles de nuevo las leyes

del Antiguo Testamento. Son primitivos cuando deberían ser avanzados. No han respondido a

lo que un oído.” Ahora, vaya al versículo 4 y Él los advierte: “Porque es imposible que los que

una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu

Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y

recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí

mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.”

Ahora escuche, ésta es de nuevo es una advertencia. Esto no es para cristianos y esto no es

para no cristianos abiertos, desafiantes. Esto es para el que está neutral. Esto es para la

persona que dice ‘sé que es verdad, pero nunca he hecho el compromiso’. Y lo que Él está

diciendo es esto: ‘Miren, si han sido iluminados” - en otras palabras, iluminados es

comprensión mental, entendimiento mental; “si han gustado el don celestial” ¿y quién es el

don celestial sino el Espíritu de Dios? ¿Y cómo han gustado del Espíritu de Dios? Porque el

Evangelio predicado a ellos había sido confirmado por señales y maravillas y dones del

Espíritu como dice en el capítulo 2, versículos 3 y 4. Entonces, el Espíritu de Dios había

estado operando en medio de ellos. Lo habían gustado. No habían comido y participado, en

un sentido lo habían probado. Y en un sentido completo necesitaban participar. Pero en cierta

manera, eran participantes parciales y buscadores parciales. Inclusive gustaron de la Palabra

de Dios, gustaron del poder de la época venidera. Como puede ver, los milagros que fueron

realizados en la primera Iglesia y los milagros que fueron hechos en el tiempo apostólico

fueron un precursor de los milagros que serán hechos en el Reino.

Y los milagros, claro, que Cristo hará cuando Él regrese. Entonces les dice “su mente ha sido

iluminada y han tenido una probada de lo que el Espíritu ha hecho.” Y como usted sabe,

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muchos judíos, el Espíritu Santo fue el poder a través de Cristo que alimentó a los cinco mil. Y

todos los que comieron pescado y pan ese día cuando Jesús los alimentó estaban probando

lo que el Espíritu había hecho. Habían participado de Sus milagros, habían participado de Su

enseñanza, habían participado de Su palabra, pero nunca lo habían hecho suyo, propio. Y

entonces Él les dice ‘si han tenido esta revelación y han probado y han visto y el poder ha sido

desplegado y le dan la espalda y ustedes se apartan, es imposible que se salven’. El punto es

este, si usted rechaza cuando tiene la revelación plena, usted no tiene esperanza. Porque,

qué más podría ser Dios, ¿verdad?

Por cierto, ningún término el versículo 4 o 5, ni el término iluminado, gustado del don celestial,

participantes del Espíritu Santo, han gustado de la buena palabra o los poderes venideros,

ninguno de esos términos es usado en ningún lugar en ningún momento en la Biblia para

salvación. Estos no son términos de salvación. Son términos que están hablando de ser

expuesto al Evangelio y ser expuesto al poder de Dios y ser expuesto a la vida de Cristo. Ya

habían visto suficiente y habían oído suficiente y si con toda esa información se apartaban,

nunca podían ser salvos porque escuchen amados, si usted no acepta a Jesucristo cuando

tiene la luz completa, usted nunca lo aceptará. Porque Él no puede hacer más que eso.

Entonces, es una advertencia severa, un juicio severo, un juicio cierto.

Después, Él da una ilustración en los versículos 7 y 8. “Porque la tierra que bebe la lluvia que

muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es

labrada, recibe bendición de Dios;” ¿No es eso algo hermoso? Él dice “La tierra recibe la lluvia

y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada.” ¿Y sabe cuál es el retrato

ahí? Es el retrato de un corazón que está listo y la lluvia del Evangelio cae. Y el corazón que

está listo recibe la lluvia y produce el fruto de salvación. Pero el versículo 8 dice: “Pero la que

produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser

quemada.” La lluvia es verdad espiritual. La lluvia es el Evangelio. La lluvia es alumbramiento

espiritual. Un pedazo de tierra produce hierbas buenas, uno produce espinos. Y los espinos

son el fruto del esfuerzo religioso. Como puede ver, es un sistema de justicia por obras. No

produce nada, producen lo equivocado, ¿se da cuenta? Están, muy ocupados, son muy

productivos pero no son hierbas que pueden comer, son espinos. Y lo único que quiere hacer

con los espinos es mantenerlos alejados de su camino. Son inútiles. El esfuerzo religioso

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personal es maldecido.

Y entonces, Él le dice a estos judíos, escuchen: “Se pueden quedar en su judaísmo y pueden

producir toda esa justicia personal y cuando todo haya sido hecho y dicho, ustedes van a

tener espinos. O pueden recibir la lluvia de este alumbramiento, pueden oír el Evangelio y

pueden creer en su corazón y dejar que entre en la tierra de su vida y producir lo que Dios

quiere que produzca.” La decisión es de ustedes. La decisión es de ustedes. Esa es otra

advertencia.

Permítame llevarlo a la tercera advertencia en el capítulo 10. La tercera advertencia en el

capítulo 10, versículo 26. Y aquí está el mismo pensamiento. Él va confrontar de nuevo a

estas personas que están en la orilla. Estas personas que siguen viniendo pero nunca hacen

un compromiso, estas personas que lo oyen todo pero nunca hacen nada al respecto. Estas

personas que dicen ‘todo es maravilloso y creo; y un día, voy a hacerlo. Lo voy a hacer.’ Y Él

los vuelve a confrontar. Y dice: “Porque si pecáremos…” Y el pecado aquí es el pecado del

rechazo, “voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad,” no ha

recibido la salvación, recibió el conocimiento del mismo, usted sabe lo que es, usted lo

entiende y si usted lo rechaza deliberadamente, entonces, “…Porque si pecáremos

voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más

sacrificio por los pecados.”

Él les está diciendo a los judíos: “Ustedes pueden matar a todos los corderos que quieran,

pueden matar a todos los cabritos que quieran, pueden matar a todos los animales que

quieran, pueden matar a todos los bueyes que quieran, pueden matar a todas las palomas

que quieran, pero ya no hay más sacrificio si rechazan a Jesucristo. No hay nada. Si conocen

la verdad y le dan la espalda a Cristo, no hacen nada acerca de Cristo. No hay otra cosa que

puedan hacer. No hay otro sacrificio.”

Y como puede ver, estas personas judías no querían venir a Cristo, ellos tenían miedo de ser

expulsados de la sinagoga, usted sabe, sacados de la sinagoga, perder a todos sus amigos y

a toda su familia. Y entonces, continuaban en su judaísmo y no venían a Cristo sino que

mantenían sus sacrificios. Y Él dice “eso es ridículo, si le dan la espalda Jesucristo, si pecan

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voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la Verdad, ya no queda más

sacrificio por los pecados. Ustedes están condenados por lo que sólo Cristo puede hacer.” Y

lo que sucederá, dice el versículo 27 es que habrá: “una horrenda expectación de juicio, y de

hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.” En otras palabras, Dios va a venir en

juicio.

Ahora, usted dice ‘bueno, creo que Dios probablemente va a ser más amable con la gente que

más conocía y venía más a la Iglesia y recibió más información.’ ¿Quiere saber la verdad? Él

va a ser más duro con ellos. Entre usted menos sepa, será mejor para usted en la eternidad.

Y si usted se ha expuesto a usted mismo, por la gracia de Dios, a la totalidad de la Verdad de

Dios, usted es el más responsable de todos. Y el hervor del juicio lo está esperando a usted si

rechaza a Jesucristo. Y eso es exactamente lo que dice en los versículos 28: “El que viola la

ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.”

Escuche, usted simplemente desprecia a la ley mosaica, la ley que fue dada en la tierra, la ley

que vino en el monte Sinaí, si usted sólo despreciaba las tablas de piedra, usted era matado.

¿Por qué? “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios…”

Si usted violaba a Moisés y moría, ¿Que cree usted que va a pasar si usted viola el hijo de

Dios? ¿Se da cuenta? Ese es el punto. Si usted ha tenido “…por inmunda la sangre del

pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia” Como puede ver,

desobedecer la ley era morir. Tratar el pacto con falta de respeto era morir. Violar la ley era

morir. Cuanto más severo será el castigo para el que le da la espalda al hijo de Dios y

considera la sangre de Su pacto algo inmundo y menosprecia el Espíritu de gracia. “Pues

conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. “ Y después,

versículo 31: “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”

Hombre, eso es bastante fuerte. Esa es una advertencia para usted si usted conoce la Verdad

y le da la espalda: “Mía es la venganza, Yo daré el pago, dice el Señor.” Horrenda cosa es

caer en manos del Dios vivo.” Un problema tan serio. Y entonces, Él vuelve a advertir que si

usted conoce la Verdad y no la recibe hay una responsabilidad más profunda y mayor porque

usted está pisando al Hijo de Dios. ¿Puede imaginarse eso? Usted dice “yo nunca haría eso,

todavía no me he decidido.” No, así no es como la Biblia lo ve. Usted lo puede ver como estar

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indeciso, Dios lo ve como pisar al Hijo de Dios.

Hay una cuarta advertencia en Hebreos capítulo 12, versículo 25. Y resume básicamente el

mismo pensamiento, es lo mismo. Dice: “Mirad que no desechéis al que habla.” Por cierto, ese

es Dios. Ese es Dios. Él es el orador principal en este capítulo. Más vale que no deseche a

Dios. Ahora escuche, “Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los

amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los

cielos.” ¿Sabe usted cuándo es que Dios habló desde la tierra? Al dar la ley. Y Dios pronunció

Su voz desde el monte Sinaí, ahí en la tierra. Dios habló desde la tierra y las montañas

temblaron; y Él dice “si ellos no escaparon cuando desecharon al que habló en la tierra, ¿qué

le hace pensar que van a escapar cuando rechazan al que habla desde el cielo?” Usted

preguntará quién es ese. Ese es Dios. Dios dijo desde el cielo varias veces. “Y la voz dijo

desde el cielo varias veces este es Mi Hijo amado, a Él oíd.” ¿Ve eso?

En el Antiguo Testamento, Dios habló desde una montaña terrenal y dijo “Hagan esta ley.” En

el Nuevo Testamento, Dios habló desde el cielo y dijo: “Oigan a Mi Hijo.” Y si ellos no

escaparon cuando escucharon la voz de Dios en la tierra, ¿qué le hace pensar que escaparán

si rechazan lo que Dios ha hablado desde el cielo? El los resúmenes versículo 29 diciendo:

“Porque nuestro Dios es fuego consumidor.” Él es fuego consumidor y un día, Él no sólo va a

conmover a una montaña sino que va a conmover los cielos mismos en Su juicio. ¡Qué

advertencia!

La advertencia final y quiero compartirla. Está en los capítulos 3 y 4; capítulos 3 y 4. Ahora

quiero que usted piense conmigo a medida que avanzamos de una manera más bien rápida.

Porque es la advertencia más larga en el libro, simplemente voy a leer algunos versículos y

hacer algunos comentarios. Capítulo 3, versículo 7, aquí de nuevo el Espíritu Santo se detiene

y le dice a la persona sentada en la congregación: “Oye, tú que conoces la verdad, tú que lo

has oído todo, tú a quien se te ha dado todo, tú que quieres ser religioso, tú que sabes que es

la verdad, por favor, mientras que la luz todavía está disponible, antes de que sea demasiado

tarde, antes de que se acabe la gracia de Dios, antes de que se termine la misericordia de

Dios, por favor, dile ‘sí’ a Jesucristo.” Observe el versículo 7, “por lo cual,” y después hay un

paréntesis hasta el final del versículo 11, “como dice el Espíritu Santo, si oyereis hoy Su voz,

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no endurezcáis vuestros corazones.” ¿Ve eso? Hoy, él dice. Se oye como Pablo en 2 de

Corintios 6:2, “hoy es el día de salvación, hoy; ahora es el momento.”

Hoy, Él dice. Es ahora y aquí ahora. Siempre pienso en D. L. Moody en la noche que predicó

en Chicago y dijo “quiero que vayan a casa y piensen en lo que he dicho y vengan de regreso

mañana en la noche listos para tomar una decisión para Cristo.” Y esa noche hubo un

incendio en Chicago y una gran parte de su audiencia murió. Él dijo: “Nunca le vuelvo a decir

a alguien ‘mañana’.” Hoy, si oyereis Su voz no endurezcáis vuestros corazones. Y Él da una

ilustración, “como en la provocación.” ¿Qué fue eso? “En el día de la tentación en el desierto.”

Él dice, ‘les quiero dar una ilustración: Hubo un pueblo que endureció su corazón, hubo un

pueblo quien tuvo un día de puebla, un tiempo en el desierto. Y en lugar de decirme ‘sí’ y en

lugar de responder y oír Mi voz, endurecieron sus corazones.’ ¿Cuándo fue? Versículo 9:

“Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.” Ahora

sabemos dónde estamos, ¿verdad? Tenemos el desierto en el versículo 8. Cuarenta años en

el versículo 9. Estos son los 40 años de Israel en el desierto.

Y el versículo 10 dice: “A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: ‘Siempre

andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No

entrarán en mi reposo.’” La palabra reposo ahí significa Canaán. Esas personas no van a

Canaán. Y eso es lo que pasó, ¿verdad? ¿Qué le pasó a toda la generación en el desierto?

Todos murieron. Dios juró ‘no entrarán en Mi reposo’. Y hasta lo último de esa generación

murió en el desierto y nunca entró a la tierra prometida.

Y entonces, él dice, versículo 12: “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros

corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;” más vale que vea su propia vida y

se asegure de no hacer lo mismo. Aquí Dios está listo para llevarle a Su reposo. Aquí está

Dios listo para llevarlo a Su Reino, aquí Dios está listo para llevarlo a la salvación; pero usted

endurece su corazón y es sorprendido en el acto malo de incredulidad, apartándose del Dios

vivo. ‘¡Oh, no dejes que eso te pase a ti!,’ dice él, ‘como le pasó ellos.’

Como puede ver, hubo un día cuando se le acabó la paciencia a Dios. Él fue paciente por un

tiempo y después dijo ‘fue suficiente’. Y ellos murieron en el desierto y nunca llegaron a la

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tierra que debía ser su reposo. Cuatrocientos años de esclavitud, cuarenta años de dar

vueltas. ¡Oh, cuánto anhelaban llegar a Canaán, la tierra que fluye con leche y miel y nunca

llegaron ahí! Murieron en el desierto debido a la incredulidad. Ellos no creyeron en Dios. Así

de simple. Y le voy a mostrar a usted por qué en un momento. Versículo 13 dice: “antes

exhortaos los unos a los otros cada día.” Y es por eso que estoy haciendo este mensaje.

Exhorten a la gente diariamente. Díganle: “…entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno

de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.” Hoy es el día. No deje que pase otro

día. Si usted rechaza a Cristo y será más fácil mañana. Si es más fácil mañana, será más fácil

al día siguiente y así continúa; y usted se endurece a sí mismo.

Porque, versículo 14: “Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos

firme hasta el fin nuestra confianza del principio.” Esa es la prueba, si realmente somos

redimidos, “entre tanto que se dice: Si oyereis hoy Su voz, No endurezcáis vuestros

corazones, como en la provocación.” Y todo esto es citado del Salmo 95. “¿Quiénes fueron los

que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de

Moisés? ¿Y con quién estuvo Él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron,

cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en Su reposo, sino

a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.” Y

la incredulidad es la razón final por la que no viene a Cristo.

Usted no cree. Usted no cree lo suficiente. Usted no cree que Él puede transformar su vida.

Usted no cree que vale la pena. Usted no cree que Él puede hacer de su vida lo que debe ser.

Usted quiere aferrarse a lo que tiene. Usted no quiere arrojarse en fe a Él. Usted quiere

proteger su reputación, quiere proteger su ocupación, quiere proteger sus relaciones

familiares. No quiere ser perseguido. No está listo para dar un paso de fe y entregar su vida a

Jesús. Y entonces, debido a la incredulidad terminan muriendo en el desierto y sus cadáveres

terminan ahí; y nunca entran al reposo de Dios.

Bueno, esta es una ilustración vívida, ¿no es cierto? Vívida. ¿Puede imaginarse lo vívido que

debe haber sido ver los cadáveres de un par de millones de hijos de Israel ahí en el desierto?

Bastante vívido. Murieron a causa de incredulidad. Nunca entraron en Su reposo. Ahora, todo

eso es un retrato de lo que el escritor de Hebreos quiere decir en el capítulo 4. Y quiero que lo

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vean conmigo. Proverbios 29:1 dice: “El hombre que reprendido endurece la cerviz, de

repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.”

Ahora escuche, Dios ofrece un reposo a la gente. Está disponible. Y entramos al reposo de

Dios por fe. Creo que el reposo del que está hablando aquí es la salvación. Y le mostraré

conforme avanzamos lo claro que es. Yo creo que es la salvación. Y hemos estado viendo el

Sermón del Monte y hemos visto que es un camino muy estrecho, ¿verdad? Y que no muchas

personas lo encuentran. Es un camino difícil y es un camino estrecho, pero, ¡cuán maravilloso

es reconocer que Dios también lo llama un reposo! ¿No es eso maravilloso? Usted dirá:

‘bueno, ¿cómo puedes equiparar eso, un camino comprimido, estrecho difícil con un reposo?’

Es esto, es tan difícil y tan estrecho que usted no lo puede hacer y entonces, se entrega a

Jesús. Usted reposa en Él y Él lo hace por usted. Como puede ver, éste es el reposo. Y

entonces Él dice ‘quiero que entrena Mi reposo, no es un sistema de obras’. Usted entra por

creer, así es como usted creer, así como usted es dejado afuera por no creer. No es lo que

usted hace o no hace, es lo que usted cree o no cree.

Ahora, quiero que entienda esto conforme vemos el capítulo 4. Quiero que vea, en primer

lugar, la disponibilidad del reposo. Quiero que oiga la invitación que Él le hace a la gente que

está sentada ahí de manera neutral. Escuche, versículo 1: “Temamos,” nuevamente en plural.

Esta es la congregación judía a la que le está hablando, les estoy hablando a ustedes.

“Temamos pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en Su reposo, alguno

de vosotros parezca no haberlo alcanzado.” Digo, lo que está diciendo es “Oh, ¿no sería

terrible saber que Dios nos ha dado la promesa del reposo pero quedamos cortos de ella?”

¿Puede imaginarse si usted fuera usted uno de esos hijos de Israel viviendo en esclavitud en

Egipto, cómo habría sido usted oprimido y cómo habría sido empujado como esclavo de una

cosa a la otra tratando de hacer ladrillos sin paja, y habría sido golpeado y abusado y

golpeado? Y durante años y años su familia habría atravesado por eso siglo, tras siglo, tras

siglo, tras siglo. Y finalmente, Dios envía un liberador, un liberador poderoso llamado Moisés.

Moisés tuvo una vida dispuesta y la entregó a Dios. Y Dios hace que saque a estas personas.

¿Puede imaginarse cómo el Mar Rojo se abrió y pasaron por ahí, y se voltearon y vieron al

ejército del faraón ahogarse? Y continuaron, regocijándose, listos para ver lo que Dios había

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preparado para ellos, la tierra de Canaán, la tierra fluyendo con leche y miel. Saliendo del

esclavitud increíble y nunca la vieron, ¿se da cuenta? Quedarán muertos, con los cadáveres

ahí en el desierto.

Y él dice “más vale que teman, no sea que Dios habiendo colocado frente a ustedes el mismo

tipo de promesa, el mismo tipo de Canaán, el mismo tiempo de tierra de leche y miel nunca

lleguen ahí. Aunque en un sentido han escapado de la esclavitud, es como Pedro dice. “Han

escapado de las corrupciones del mundo, han sido sacados de las corrupciones del mundo

pero nunca entran en el Reino de Dios, ¿se da cuenta? Ustedes tienen una reforma, no una

regeneración. Hay mucha gente que quiere a Jesús como Salvador, quieren a un liberador

que los saque de la esclavitud. Nada más que no quieren a un Señor en quien confiar para

llevarnos a Canaán, ¿se da cuenta? ¿Y sabe lo que le pasa a las personas que sólo quieren a

un salvador? Mueren en el desierto, nunca conocen a Dios. Él es Salvador y Señor.

Y entonces, él dice: “Queda en un reposo para nosotros,” versículo 1. ¿Sabe una cosa?, esa

simplemente fue una ilustración ahí atrás. Canaán, ése fue un retrato. Todavía hay un reposo.

No es demasiado tarde. Él les dice a estos judíos. No es demasiado tarde. Dios tiene otro

reposo. No es un reposo de Canaán, sino un reposo espiritual. Y es salvación. Y todavía está

disponible y está ahí. ¡Oh, qué tragedia sería si ustedes quedarán cortos de eso como sus

ancestros quedaron cortos de Canaán! El reposo del cual habla es la salvación, entonces es

la disponibilidad del reposo. Dios ha extendido Su amor a ustedes, Dios ha abierto Sus

brazos. Y dice que hay un reposo para ustedes. Es reposo, reposo de su actividad personal

de justicia personal, reposo de sus temores, reposo de sus ansiedades, reposo de sus

frustraciones, reposo de la culpabilidad del pecado. Reposo que está disponible. Y Jesús dijo:

“El que a Mí viene, no le echo fuera.” No le echo fuera. Está disponible para cualquier persona

que viene. Y que todo aquel que quiera, venga. Es un reposo.

¿Pero sabe una cosa? Usted puede saber acerca de Él, creer en todo esto y sentarse ahí

escucharlo y quedarse corto y su cadáver morirá en el desierto de la incredulidad y nunca

entrará en la tierra prometida. Así es como son muchas personas. Quieren un salvador para

sacarlos de la esclavitud. Quieren un salvador para liberarlos de la esclavitud. Pero no quieren

a un Señor para encomendar su vida a Él. Observe la base del reposo, versículo 2 en

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adelante.

Usted preguntará cómo obtenemos este reposo. Muy simple: “Porque también a nosotros se

nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la Palabra, por

no ir acompañada de fe en los que la oyeron.” ¿Sabe a cosa?, no importa lo que Dios dice si

usted no lo cree. ¿Sabe lo que Dios le dijo a esas personas? Les dijo ‘los voy a llevar a esa

tierra, los voy a meter en esa tierra, voy a colocar esa tierra debajo de sus pies, voy a poner

esa tierra a sus pies, les voy a dar a esa tierra de arriba hacia abajo desde Dan hasta

Beerseba; les voy a dar esa tierra desde el Éufrates al Mediterráneo. Esa es su tierra. Es dada

a ustedes por Mí, es Mi regalo a ustedes, su tierra.’ Él lo presentó.

Y usted sabe, Números capítulo 14, llegaron al fin de la tierra y Josué dijo: “bueno, vamos a

revisarla.” Y entonces, él escogió a 12 hombres. Y él les dijo que fueran e investigaran todo

acerca de la tierra. Doce hombres entraron, diez hombres salieron y dijeron “Josué, nunca

hemos visto personas tan altas en nuestra vida. Ellos son gigantes en la tierra y nosotros

somos como saltamontes. Nos van a pisar, Josué. No podemos tomarla.” Más bien, eso se lo

dijeron a Moisés, me confundí con mis hombres. Josué y Caleb salieron y dijeron “Está bien,

podemos hacerlo. Podemos enfrentarlo. Con Dios de nuestro lado, no hay problema.” Y claro,

¿a quién le creyó el pueblo? Le creyeron a los 10 espías, ¿verdad? Les creyeron a los espías

en lugar de creer a los dos. ¿Y sabe lo que pasó? Debido a que no le creyeron a Dios,

murieron en el desierto. Dios le dio toda la información. Dios les contó acerca de esto. Dios les

dijo que era el reposo pero debido a que no creyeron, fueron condenados a dar vueltas

durante 40 años y después morir. ¿Se da cuenta? ¿Y sabe una cosa? La única razón por la

que dieron vueltas era simplemente para que todos murieran. Sus cadáveres quedaron en el

desierto porque no creyeron.

Estaban listos para ser salvados de Egipto. Querían a un salvador, pero no estaban listos a

obedecer en fe y tener un Señor. ¿Y qué es lo que está diciendo? Miren, él está diciendo, la

disponibilidad del reposo es ofrecida. La base del reposo: deben oír el Evangelio y mezclarlo

¿con qué? Con fe. Tiene que creerlo. Tiene que creerlo. Todo predicador en el mundo podría

predicar hasta que muriera. Jesús mismo podría estar aquí y predicarle a usted el Evangelio.

Usted lo puede leer y podría oírlo hasta que muriera. Pero si usted nunca cree con su corazón

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y entrega su vida a las manos de Dios, usted morirá sin Dios. Francamente, no sé cuánto

tiempo usted tiene. La vida es como neblina que aparece por un poco de tiempo y después se

desvanece, dice Santiago. No sé cuánto tiempo usted tiene. No sé cuántos días usted vivirá.

No sé por cuánto tiempo estará disponible la luz. No sé por cuánto tiempo estará ahí antes de

que haya endurecido su corazón tantas veces, que Dios endurecerá su corazón y se acabará

y usted será un apóstata. Yo no sé eso.

Pero él dice ‘si no está mezclada con fe, no importa’. Versículo 3: “Pero los que hemos creído

entramos en el reposo.” Son sólo aquellos que creen los que entran. El siguiente dice: “De la

manera que dijo ‘Por tanto juré en Mi ira no entrarán en Mi reposo.’” Aunque las obras Suyas

estaban acabadas desde la fundación del mundo. ¿Sabe una cosa?, Dios desde el principio

del mundo estaba creando un paraíso. Es correcto. Versículo 4: “Porque en cierto lugar dijo

así del séptimo día ‘Y reposó Dios de todas Sus obras en el séptimo día.’” Él dijo: “Ahora va a

ser así, un paraíso para el hombre.” Él reposó de todas Sus obras. Y Él dice ‘aquí está el

reposo que le ofrezco al hombre.’” Pero el hombre escogió creerle al diablo en vez de a Dios y

el hombre perdió este reposo.

Algunos entrarán, versículo 6. “Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y

aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de

desobediencia.” ¿Y qué es lo que está diciendo este versículo? Oh, dice esto. Dios siempre

tendrá un remanente, ¿no es cierto? Dios siempre tendrá algunos que entrarán. Siempre

habrá unos pocos. Y después, viene el ruego nuevamente en el versículo 7. Dice, y escuche

esto, “Otra vez determina un día.” ¿Escuchó eso? Determina un día. Diciendo después de

tanto tiempo, por medio de David como se dijo de regreso al Salmo 95: “Si oyereis hoy Su

voz, no endurezcáis vuestros corazones. ¿Se da cuenta? Es el mismo mensaje nuevamente.

Entonces, él dice que está disponible.

Usted preguntará cómo. ¿Cuál es la base de este reposo? La base es que usted lo mezcla

con fe, que usted lo crea. Si usted no cree, Dios jura que nunca entrará en Su reposo. Aunque

Él creó el mundo para que fuera para reposo. Aunque Él lo creó para que usted pudiera entrar

en Su salvación. Y aunque muchos rechazan, dice el versículo 6, algunos creerán.

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Entonces, Él regresa a su misma premisa. Hoy, si oyereis Su voz, no endurezcáis vuestros

corazones. “Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.”

¡Oh, qué gran afirmación! Si Israel hubiera entrado en el reposo en ese entonces, Josué no

habría tenido que hablar acerca de un reposo futuro. ¿Sabe usted que nunca conocieron el

reposo? Nunca lo conocieron. Inclusive los pocos que entraron en la tierra nunca conocieron

el reposo porque cuando entraron en la tierra, desobedecieron a Dios y nunca mataron a los

enemigos de la tierra, ¿verdad? Entonces, nunca conocieron el reposo. Algunos de ellos

murieron en el desierto y nunca entraron en el reposo. Aquellos que entraron en la tierra

nunca conocieron el reposo porque nunca mataron al enemigo. Nunca lo enfrentaron como

Dios le dijo que lo hicieran. La generación entera. Entonces, Dios tomó la idea entera de la

salvación para Israel y la pospuso. Y como dice Romanos 11, algún día Israel será salvo.

Todavía hay un reposo. Dios todavía está ofreciendo un reposo. No es el físico como Canaán,

es uno espiritual. Y el escritor de Hebreos está hablando y diciendo ‘el día de hoy, en este

momento, pueden entrar en el reposo de Dios por la fe en su corazón’. Y me encanta el

versículo 9. ¿Qué dice? “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.” En otras

palabras, ése no fue el fin. Dios no nada más dijo “Oh, queda maldecida la raza humana, se

acabó, es todo. No hay salvación, no hay más reposo. Renuncio. Me doy por vencido. He

hecho todo por ustedes. Ustedes me dan la espalda y ese es el final.” No, Él no dijo eso. Él

dijo “Bueno, si no van a tomar el reposo que les ofrezco aquí en Canaán que les ofrezco en un

sentido físico como un símbolo de la salvación que les ofrezco espiritualmente, mantendré Mis

armas de gracia abiertas hasta que lo reciban.” ¿No es eso maravilloso?

Entonces, en un sentido general, la gracia de Dios ha sido siempre extendida a Israel y a los

gentiles y al mundo entero. Los brazos de Dios todavía están abiertos y, dice el versículo 9,

que queda un reposo para el pueblo de Dios. Creo que aquí ‘el pueblo de Dios’ es un término

técnico para Israel. Él realmente está diciendo ‘todavía hay una oportunidad para el judío’. Y

todavía el día de hoy podemos decir eso, ¿no es cierto? ¿Sabe una cosa?, a pesar de que

Israel nunca entró a la tierra de Canaán del modo que Dios quiso, aunque nunca tomaron la

tierra como Dios quiso, a pesar de que crucificaron a su propio Mesías, Dios les dijo a través

de la predicación de Pedro en el día de Pentecostés: “Y mataron al Mesías.” Y en la siguiente

línea, él dice “pero todavía son los hijos del pacto.” No rompió la promesa de Dios. Hay

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todavía un reposo que permanece para Israel.

¿No es maravilloso que al día de hoy podamos ir con el pueblo judío y llamarlos en Jesucristo

para que sepan que todavía hay un reposo para ellos? ¿No es maravilloso que cuando

fallamos en el huerto Él no nos dio la espalda? ¿Cuando le fallamos a Dios en Canaán, Él no

nos dio la espalda? ¿Cuando todo el mundo se congregó, judío y gentil por igual para

crucificar a Su propio Hijo, Él no nos dio la espalda? Cuando la Iglesia sido apóstata, Él no

nos dio la espalda. Él todavía mantiene abiertos Sus brazos con amor. Todavía hay un reposo

para el pueblo de Dios. Y después, en el versículo 10 él dice: “Porque el que ha entrado en su

reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.” ¡Oh, qué gran

declaración! Usted entra por fe, no por obras. Usted entra por fe, no por obras.

Y usted vive por fe, no por obras. No es un sistema de obras, es un reposo en la obra de

Cristo. Y Él opera a través de nosotros. Nosotros no lo hacemos en nuestra carne,

procuremos pues, dice el versículo 11, entrar en aquel reposo. Ahora, ahí hay una dicotomía.

Él simplemente dice ‘hay un reposo y no entran por obras’ y después, él dice ‘trabajemos por

entrar’. Laboremos por entrar. ¿Qué quiere decir con eso? ¿De qué tipo de labor está

hablando? No es la palabra trabajo, es la palabra spoudazō. Y quiere decir ‘apúrense’.

Escuche, él dice ‘este es un reposo al que Dios quiere que entren’. Apúrense y entren para

que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. No sigan el ejemplo de Israel, no

fallen, no caigan.

Bueno, he tratado de mostrarle la disponibilidad del reposo, la base del reposo. El versículo 11

nos da la urgencia del reposo. Apúrense. Apúrense y entren. Usted preguntará por qué.

Versículo 12 y 13; y cerraremos con esto. Tiene que apurarse. ¿Por qué? “Porque la Palabra

de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el

alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las

intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en Su presencia; antes

bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquel a quien tenemos que dar

cuenta.” Deténgase ahí.

Ahora escuchn esto, él está diciendo apúrense, spoudazō. Apúrense. Apresúrense para entrar

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en el reposo. Y el reposo es la salvación. Él está diciendo ‘Por favor, adelante, entren. ¿Cómo

van a escapar si descuidan una salvación tan grande? ¿Que van hacer si pecan

voluntariamente después del conocimiento de la verdad? Va a ser imposible que ustedes sean

renovados al arrepentimiento una vez que han crucificado al hijo de Dios y lo han

avergonzado de manera pública.’ Si ellos no se rehusaban a decirle no al Dios que habló de

una montaña terrenal, ¿cómo van a escapar si oyen la voz de Dios que habló del cielo? Todas

estas advertencias están resumidas; y él dice en el versículo 11: “Apurémonos a entrar en el

reposo de Dios.” No lo haga a un lado, no lo deje para mañana. No digan ‘mañana’, no digan

‘cuando entienda más’. Hágalo ahora. Con diligencia. ¿Por qué? Porque la Palabra de Dios es

una espada, ésa es la razón.

Ahora, algunas veces, usted oye a personas usar este versículo para hablar de lo confortante

y lo hermoso y lo maravilloso que la Biblia es. No está hablando de eso. La Palabra de Dios

es una espada de venganza. La Palabra de Dios es una espada de ira. Y los dos filos

significan que usted no puede escapar. De ambos lados. Entra en ambos lados. Adonde

quiera que usted se mueva, le va a llegar. Como puede ver, va a penetrar y va a dividirlo en lo

más profundo y lo va a dividir en las profundidades de su ser y va a revelar sus motivos y lo va

a abrir en su totalidad. Eso es lo que está diciendo. Todo esto es un retrato de una espada

que es metida en un individuo que abre las coyunturas y los tuétanos. Discierne los

pensamientos. Discierne los motivos. Escuche, la Palabra de Dios penetrará el corazón de un

individuo. Y aunque han sido religiosos y aunque han ido a la Iglesia y han estado ahí en la

orilla e inclusive han creído con su mente, la palabra de Dios va a diagnosticar la verdadera

condición del corazón. Dios penetrará el corazón de un individuo. Y aunque han sido

religiosos y aunque han ido a la Iglesia y han estado ahí sin tomar una decisión es inclusive

han creído con su mente, la Palabra de Dios va a diagnosticar la verdadera condición del

corazón, va a mostrar si la profesión es real o falsa y lo va a abrir en su totalidad delante de

Dios.

Ahora, como puede ver, aquí la Palabra es presentada como una espada que es usada en

juicio. Está viva. Es poderosa. Es eficaz. Divide. Discierne. Y nada escapa. Usted nunca

escapará a esto. Eso es lo que el versículo 13 dice. “Y no hay cosa creada que no sea

manifiesta en Su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos

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de Aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Usted nunca escapará porque Él sabrá. Escuche.

Esta pequeña frase es poderosa “Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de

Aquel a quien tenemos que dar cuentas.” En tiempos antiguos, cuando un criminal era llevado

a juicio, una daga con la punta hacia arriba era colocada debajo de su barba, y estaba

amarrada a su cuello de tal manera que su rostro fuera empujado hacia arriba por esa daga y

no podía bajar la cabeza. ¿Por qué hacían eso? Porque era común que un criminal ante un

juez inclinara su cabeza en vergüenza buscando esconder su rostro.

Lo que el escritor de Hebreos está diciendo es que en ese día, su rostro va a ser colocado

hacia arriba para ver ojo a ojo el juicio de Dios. Usted no podrá ocultar nada. Y la Palabra va a

desenmascarar la verdad de que si usted conoció a Dios o no. Ahora, éste no es un mensaje

fácil de predicar y no estoy tratando de destruir la esperanza de nadie. Sólo quiero que

conozca a Jesucristo. Quiero que usted entre al reposo de Dios. Sabe una cosa, sé lo que va

a pasar. La Biblia me lo dice. Va a haber muchos cadáveres en el desierto y serán de

personas muy religiosas, muy religiosas.

Ellos pueden creer que Jesús murió y resucitó, podrían haber querido que alguien los sacara

de la esclavitud de su vida. Pero nunca se sometieron a un Señor en quien creyeron y

entonces, morirán en el desierto, personas religiosas. Oh, creen que va a estar bien pero no

es así. No va a estar bien en el final. Va a ser terrible en el final cuando la espada del juicio de

Dios caiga. Hoy, hoy es el día para entrar en su reposo.

Escuche esto, el explorador Edward Parry estaba explorando el polo Norte. Él llevó a su

tripulación a las extremidades de ese desierto blanco y se esforzaron por caminar lo más lejos

que pudieran en dirección al norte. Los días eran largos, lo más lejos que pudieron en

dirección al norte. Entonces, mientras que la noche continuaba y estaban rastreando las

estrellas y determinando su posición exacta y después caminaron por horas y horas y horas y

horas hasta que finalmente volvió a oscurecer. Habían caminado por esa región blanca por

horas. Conforme las estrellas salieron, examinaron las estrellas y volvieron a revisar para ver

qué tan lejos habían avanzado. Para su sorpresa, descubrieron que estaban más al sur de

cuando comenzaron. La realidad es que estaban caminando hacia el norte en un flujo glaciar

que iba hacia el sur.

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Y me atrevo a decir que muchas personas que están esforzándose, caminando de manera

vigorosa en un flujo glaciar de obras en las que están ocupados para hallarse que están más

al sur que cuando comenzaron. Escuche, si usted está tratando de llegar ahí por sí mismo, o

usted cree que simplemente saber o conocer la Verdad es suficiente, usted está equivocado.

Hasta que usted se entregue a Jesucristo, usted estará viviendo en un peligro inminente del

juicio de Dios. Oremos.

Padre, Te damos gracias por la claridad con la que nos hablas en Tu Palabra. ¡Oh, cómo

penetra! Padre, simplemente oro tanto en este momento con todo mi corazón por aquellos

que pueden estar aquí en esta situación. Señor, no sé cuántos hay aquí. Y no sé quién esté

escuchándome predicar en este mismo sermón pero oh Dios, si hay alguien que sabe que es

verdad pero todavía no ha abierto su corazón a Jesucristo, que éste sea el momento en el que

hagan eso.

Mientras que sus cabezas están inclinadas y sus ojos están cerrados, permítame hacerle una

pregunta al cerrar. ¿Por qué no entrega su vida al Señor en esta noche? ¿Por qué no se

arrepiente y por qué no le dice ‘Señor, quiero saber si realmente soy cristiano’? Simplemente,

examínese a sí mismo. No debería tener miedo de hacer eso si realmente lo conoce. Si tiene

algunas dudas y no sabe si realmente ha hecho ese compromiso con Cristo, entonces

probablemente no lo ha hecho. Y quizás necesite decir “Señor Jesús, he sido pasivo durante

mucho tiempo y he conocido la Verdad durante mucho tiempo y ahora quiero entregarle mi

vida a Jesucristo, someterme al Rey. Quiero dejar mi pecado, quiero comer someterme a Él.

Quiero aceptar Su salvación. Quiero caminar bajo Su Señorío.” Quizás usted simplemente

necesita decir “Cristo, dejo mi pecado. Creo en Ti, me someto a Ti como Señor.”

Realmente no sé qué pasó en su corazón, obviamente. El Señor sí. Espero que no salga en

esta noche y diga ‘mañana’ y diga ‘bueno, voy a hacer eso’. Quizás no hay un mañana para

usted. Quizás esto no suceda. Y el mañana puede ser peor que hoy. Porque usted ha dicho

‘no, una vez más, será más fácil la próxima vez’. Si usted sabe que necesita a Jesucristo y

sabe que es la verdad, en una fe semejante a la de un niño diga ‘Señor, yo creo. Me entrego a

Ti. Límpiame de mi pecado. Me arrepiento y reina como Señor.”

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Padre, Te damos gracias en esta noche por Tu Palabra y te damos tantas gracias por su

verdad tremenda. Señor, cómo toca la vida. Es tan obvio que es Tu libro porque nadie podría

conocer estas cosas, todas estas cosas que pasan en nuestros corazones más que Tú.

Gracias por hablarnos. Bendice a toda persona aquí. Que ninguna persona se acueste en

esta noche al dormir que no haya recibido a Jesucristo y se haya arrepentido y haya nacido de

nuevo en Su Reino. Oramos esto en Su maravilloso nombre. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org

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