fe y realidad. adaptación del religioso conquistador por martha barriga tello

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 FE Y REALIDAD: ADAPTACION DEL RELIGIOSO-CONQUISTADOR Martha Barriqa Tel-l-o A través de1 anál-isis documental- se puede establ-ecer l-os mecanismos ideológicos por los cuales 1a lglesia logró consol-idar los ideafes de poder de la Corona española, así como los propios. Muchos de los primeros cronistas del siglo XVI mencionan a l-os religiosos en sus relatos, integrados al- grupo expedicj-onario y sin establecer distincíones notables entre el-l-os y los civiles. Salvo 1os casos en que sus acciones implicaran un aporte sustancial a1 contenido narrativo, son ignorados. No son narrados sus hechos puntuales como tampoco aquellos protagonizados por cada arcabucero, hombre a cabal-fo o soldado. Comprobamos Ia incorporación de 1os religiosos a los grupos expedicionarios por 1a clara mención que e1 25 de julio de 1529 hizo la reina a Francisco Pízarto que: tten cvanto saLiéredes destos nuestros Reynos e L7egásedes a La dicha provincia del- Perú, hayais de l-l-evar o tener con vos a fos dichos oficial-es de nuestra hacienda que por nos esten y fuesen nombrados y, asi mismo, Las personas religiosas y ecTesiásticas que por Nos serán señal-adas para instrucción de fos indios y naturaTes de aqueTTa Provincia a Nuestra Sancta Fe CatóLica, con cuyo parecer y no sin eLLos habeis de hacer 7a conquista, descubrimiento y pobTación de l-a tierra. . .,, (7) Una vez llegados a 1os nuevos territorios y entrar a l-a vida activa, los rellgiosos preferían puestos que les reportaran beneficios económicos, más que los que les permitieran una labor eficaz en l-a propagación de la fé. Algunos optaron por regresar España cuando haber alcanzado un capital suficiente. Las Ordenes mendicantes recibieron mayor apoyo para establecerse, tanto del- estado como de1 pueblo. Esto conl1evó una separación entre éstas y los cIérlgos, en cuanto la capacidad económica gue lograban. Determinados religiosos recibían beneficios debido a sus influencias y rel-aciones sociales ó al dinero, con que podían acceder a las mejores plazas. Los menos favorecidos debÍan conformarse con un puesto de pocas posibilidades, o con ser asalariados de Ios anterj-ores para cubrir el trabajo que éstos rechazaban. Esto 1os obligó muchas veces a emigrar en busca de otras perspectivas a sus aspiraciones. (2) En eI Perú 1os sacerdotes secul-ares llegaron con los conquistadores, siendo mayor su número que eI de los frail-es. Lockhardt señala muy ampliamente que 'rsolo estaban interesados en obtener ganancias económicas" (3) . Lo cierto es que entre ellos pocos eran los que traían un nombramiento. Se encontraban desconectados de la jeraquía, y por 1o tanto desprotegidos ante cualquier event.uaLidad. Debido a esta circunsLancia los encontramos participando en las guerras civil-es como combatientes, en las que no esLuvieron ausentes los regulares. Incluso los cl-érigos que llegaban con un nombramj-ento real o cédulasr pdrá que se encarg'aran de una parroquia y ganaran un suefdo, Do recibían 1o suficiente. Toribio de Mogrovejo afirmaba de ellos que: "a Lo que entiendo pasaron de ciento fuera de más de trescientos de menores órdenes que se mueren de hantbre y andan buscando misas que decir para poderse sustentar", porque todas las doctrinas estaban en manos de frailes (a) . Ya desde los primeros años se dice gue había en el- Perú ,,una casta de sacerdotes-empresarios que se enriqueció en esa atmósfera de fanática riqueza y que Tuego retornó rápidamente a España" (5) Los frailes presentaban un situación dj-ferente. Llegaban respaldados por una congregación con casa matriz en España, gu€ Ios enviaba en grupos

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Artículo escrito por la Dra. Martha Barriga Tello para la Revista Sequilao Nº 8 (1995). Páginas 31 - 42.

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FE Y REALIDAD: ADAPTACION DEL RELIGIOSO-CONQUISTADOR

Martha Barriqa

Tel-l-o

A travs de1 anl-isis documental- se puede establ-ecer l-os mecanismos ideolgicos por los cuales 1a lglesia logr consol-idar los ideafes de poder de la Corona espaola, as como los propios. Muchos de los primeros cronistas del siglo XVI mencionan a l-os religiosos en sus relatos, integrados al- grupo expedicj-onario y sin establecer distincones notables entre el-l-os y los civiles. Salvo 1os casos en que sus acciones implicaran un aporte sustancial a1 contenido narrativo, son ignorados. No son narrados sus hechos puntuales como tampoco aquellos protagonizados por cada arcabucero, hombre a cabal-fo o soldado.Comprobamos Ia incorporacin de 1os religiosos a los grupos expedicionarios por 1a clara mencin que e1 25 de julio de 1529 hizo la reina a Francisco Pzarto que: tten cvanto saLiredes destos nuestros Reynos e L7egsedes a La dicha provincia del- Per, hayais de l-l-evar o tener con vos a fos dichos oficial-es de nuestra hacienda que por nos esten y fuesen nombrados y, asi mismo, Las personas religiosas y ecTesisticas que por Nos sern seal-adas para instruccin de fos indios y naturaTes de aqueTTa Provincia a Nuestra Sancta Fe CatLica, con cuyo parecer y no sin eLLos habeis de hacer 7a conquista, descubrimiento y pobTacin de l-a tierra. . .,, (7)Una vez llegados a 1os nuevos territorios y entrar a l-a vida activa, los rellgiosos preferan puestos que les reportaran beneficios econmicos, ms que los que les permitieran una labor eficaz en l-a propagacin de la f. Algunos optaron por regresar a Espaa cuando creyeron haber alcanzado un capital suficiente. Las Ordenes mendicantes recibieron mayor apoyo para establecerse, tanto del- estado como de1 pueblo. Esto conl1ev una separacin entre stas y los cIrlgos, en cuanto la capacidad econmica gue lograban. Determinados religiosos reciban beneficios debido a sus influencias y rel-aciones sociales al dinero, con 1o que podan acceder a las mejores plazas. Los menos favorecidos deban conformarse con un puesto de pocas posibilidades, o con ser asalariados de Ios anterj-ores para cubrir el trabajo que stos rechazaban. Esto 1os oblig muchas veces a emigrar en busca de otras perspectivas a sus aspiraciones. (2)

En eI Per 1os sacerdotes secul-ares llegaron con los conquistadores, siendo mayor su nmero que eI de los frail-es. Lockhardt seala muy ampliamente que 'rsolo estaban interesados en obtener ganancias econmicas" (3) . Lo cierto es que entre ellos pocos eran los que traan un nombramiento. Se encontraban desconectados de la jeraqua, y por 1o tanto desprotegidos ante cualquier event.uaLidad. Debido a esta circunsLancia los encontramos participando en las guerras civil-es como combatientes, en las que no esLuvieron ausentes los regulares. Incluso los cl-rigos que llegaban con un nombramj-ento real o cdulasr pdr que se encarg'aran de una parroquia y ganaran un suefdo, Do reciban 1o suficiente. Toribio de Mogrovejo afirmaba de ellos que: "a Lo que entiendo pasaron de ciento fuera de ms de trescientos de menores rdenes que se mueren de hantbre y andan buscando misas que decir para poderse sustentar", porque todas las doctrinas estaban en manos de frailes (a) . Ya desde los primeros aos se dice gue haba en el- Per ,,una casta de sacerdotes-empresarios que se enriqueci en esa atmsfera de fantica riqueza y que Tuego retorn rpidamente a Espaa"(5)

Los frailes presentaban un situacin dj-ferente. Llegaban respaldados por una congregacin con casa matriz en Espaa, gu Ios enviaba en grupos

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organizados directamente a Ia sede de la misma en Amrica. Agu se les encomendaba misiones especficas y se l-es destinaba a lugares determinados por 1os superiores y de acuerdo a lineamienLos establecidos de poltica interna. Salvo 1os religiosos que arribaron con 1os primeros grupos expedicionarios, y qre debieron afrontar las mismas vi-scisitudes que el-1os, 1os dems encontraron e1 terreno debidamente al-l-anado. La mayora pasaron a doctrinas en las que ejercieron labor misional.Un aspecto a considerar es aquel por eI que se establ-ece una distincj-n entre Ias congregaciones religiosas que reciban subsidio estatal- y aquellas que no contaban con este aporte. Las primeras, dominJ-ca, franciscana y agustina, estaban encargadas de Ia evangelizacin. Los mercedarios figuran en el- segundo grupo, pero por haber participado del contingente inicial expedicionario recibieron donacin de encomiendas, junto con los dominicos. Los franciscanos, a pesar de gozar de1 beneficio del subsidio no recibieron encomiendas por encontrarse ausentes en e1 primer momenLo, igual que 1os agustinos. El trato a las Ordenes es similar al- dado a los soldados de Ia expedicin. Los llamados "de Ia conquistarr, recibieron encomiendas independientemente de su ori-gen social. Los que llegaron posteriormente Aal'ri arn nar I ^ menos ser hidalgos o haber prestado servicios importantes a los caudillos. (6)

quien recay 1a primera designacin significativa dentro de la jeraqua de 1a T^1 ^^l ^ ^f rgresl-a, at ser nombrado obispo del Cuzco y Protector de los Indios (7). Los franciscanos participaron en la expedicion de Francisco Pizarro con fray Marcos de Niza, quien lIeg a Piura en 1532 (8) " otros misioneros arribaron a partir de L534, y en Lima figuran dos en 1535, entre ellos Francisco de Ia Cruz. Recibi los solares que correspondieron a su Orden, pero poco despus se ausent de l-a ciudad (9). Por su parte los agust.inos se establecieron en mayo de 1551 en Lima. AI ao^r ^.i -,.i ^-L^ sr-gur-enEe, eL de marzo, la Audiencia inform gue de acuerdo a las disposiciones de la Corona, se haba adquirido t.Llna casa e sol-ar y que se pag de fa Hacienda Real- de su Magestad en eJ cuaT sitio 7os frayTes han fundado iglesia y casa de Las Limosnas que an avido't, en el mismo documento se haca hincani en la buena labor que realizaan y en la importancia que se expandieran y aumentaran (10) . De 1os mercedarios se afirma que estuvieron con Pzarro en Cajamarca en nmero de tres, pero no se, mencionan en las crnicas que son las fuentes que hemos considerado. "ian tsra en Piura en 1534 es el- mercedario Fray Miguel de orenes fundador del- convento mayor en Lima. EI Cabil-do Secular de Lima inform el 1 de marzo de 1553 que: ttEn esta ciudad de Los Reyes est edificado un monasterio de fa orden de Nuestra Seora de 7a Merced, que es eL ms antiguo que en e77a hay de ninguna arrfan ntta attaql4n pasat aca aTgunos reTigiosos de su orden, porque 7os que hay de77os, adems de ser pocos en nmero... no pueden conseguir su buen propsito y conbendra y sera muy provechoso y necesario que oviese mas. . . tenemos entendido que han menester ayuda para sustentarse a causa de averl-es quitado ef ayuda que ^^r^ pala eDLv +^^:-* cctttat) como ms largo informar a vuestra Seora y mercedes e1 padre fray Bartofom Orenes,, (77) .

Ent,re todas, la Orden de Santo Domingo mantuvo e1 papel relevante que vena desempeando desde Europa, por l-o que recibi especial atencin de 1a Corona. Ingres con Pizarro a Cajamarca representada por fray Vicente de Valverde, sobre

El 14 de agosto de 1543 se embarc en Sevilla un grupo de franciscanos, 9u en su equipaje incluy ttorganos, Tibros, campanas/ ornamentos, imgenes, y otras II^---^^^ ):^L^ uuDaD vsc De ttev.sr] a dicha provincia [Per] , para sus monasterios" (72). Por32

BARRIGA/ ADAPTACION DEL RELIGIOSO CONOUISTADOR

encargo deI prncipe Felipe, eI 22 de febrero de 1545 parti otro contingente al Francisco de l-a Cruz al que se provey de los ornamentos y todo 1o necesario para su ministerio. Este grupo estaba constitudo por 12 frailes, pero Farina ar zra ^^inin que deberan viajar ms. A1 ao siguiente, el 11 de octubre, se embarc un nuevo lJrupo al Per (13). La preocupacin del- Prncipe hizo que el 16 de mayo de 1548 diriqiera una comunicacin a la Audiencia de Lima en 1a que afirmaba que: t'Fray Josepe de San BartoLom de l-a Orden de San Francisco... me ha echo refacin .nic ?r1 e77as hav comenzados a hazer aTqunos monasterios de fa diCha orden... e ^u"ho hacer otros de nuevo donde fuesen necesarios o como La "onu"t'n mi merced fuese e porque quiero ser informado de l-a orden que se ha tenido en La nhr tr aiFi-;^ de 7os monasterios que estan comenzados a hacer en esas provincias de l-a dicha Orden de San Francisco y de 1a que convern tenerse para se acabar e hacer otros de nuevo... me envies Relacin particuTar del1o para quevisto mandemos r^r/r la mta , -cnvenga a7 servicio de Dios Nuestro Seor o bien desa tierratt (74) ,mando de .fuan

En fanh -osterior nuevos franciscanos engrosaran progresivamente el nmero de misi-oneros en el- Per, siempre auspiciados por la Corona. Encontramos dj-ferencias en e1 compromiso de 1os religiosos frente a la realidad en formacin, as como en su capacidad de respuesta ante las dificul-tades. Cuando eI sitio de Lima, que mantuvo en sosobra a 1a poblacin (1536-L537) se afirma que "Los fraiLesf ranei s.ens

ni rlieron

soTo quedaron l-os c7rigos de La iglesia mayor y 7os fraiLes dominicos y de 7a merced, con e7 marqus." Pizarro intent convencerlos "con Lagrimas en Los ojos" " r=a^isen en Ia ciudad, pero ell-os "Lo dejaron con crueLdad" (75). Entonces abandonaron e1 solar que se les haba asiqnado.

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t icrnag a las rntc iban atados con cuerdas" (46). La crueldad de36

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7OS

BARRIGA/ ADAPTACION DEL RELIGIOSO CONQUISTADOR

quien fuera miembro del Santo Tribunal de Ia Inquisicin fue apenas mas benigna con sus compatriotas rebeldes, e incluso con los leales. De regreso a Espaa fue premiado el- xit.o de su gestin con el- Obispado de Pal-encia, en 1551.

Estos son algunos nombres que reportan 1as crnicas sobre religiosos rel-acionados a los hechos de su tiempo. Observemos que entre el1os l-os dominicos, mercedarios, y clrigos tienen papeles relewantes, tanto a nivel militar como sol-dados, estrategas y espas, as como a nivel poltico. La alta jerarqua organizaba la batal1a, l-as menores luchaban en eI campo. De fos francj-scanos fray Jodoco Ricke destac entre l-os otros que participaron. Estn ausentes 1os agust.inos porque recin se esLablecieron en 1551, cuando 1a peor parte haba concludo y eI Virreinato estaba en proceso de pacificacin.Entre otras actividades, en las que por grado o fuerza figuran religiosos, est la de Ia exploracin de los terriLorios alejados de Ia costa y aquellos hacia eI sur, en l-o que hoy es Chile. Las crnicas informan sobre religiosos protagoni-zando historias propias de l-os que se avenLuraron a descubrir nuevas tierras. Trasponiendo Ia cordi11era, sorteando obstculos naturales, vadeando ros, pasando hambre. Aveces formando parte de expediciones mayores con civiles, en otras sol-os. Fray.fos de Acosta, Pedro Ceza de Len, .Tos de Arriaga, eI ,fesuita Annimo, incertan en sus textos 1os testimonios directos de estos religiosos. Religiosos que incluso se creen envueltos en hechos maravillosos o rodeados de riquezas incalculables, en un territorio que promete posibilidades insospechadas, increbles y hasta mgicas. Fray caspar de Carbajal decidi aos despus de su travesa por el Amazonas hasta eI Atlntico con Ore1lana, contar sus peripecias para reinwidicar a su capitn. Su narracin esta plena de todo aquello que hemos mencionado. Carbajal siente que la mano de Dios 1o gua a anternarse en esa realidad exhuberante de l-a selva amaznica, ante 1a que en ningn momento deja de asombrarse, y de dar gracias a Dios, quien "no mirando nuestros pecados de nos sacar destos peJigros y hacernos tantas mercedes que no permitl que nos murisemos de hambre,, (47). Por todo e1Io, en esta primera etapa del asentamiento espaol en Per, no fue mucho l-o que a favor de l-a cristianizacin de l-os puebl-os hicieron los religiosos l-os indios, "ahora ni tienen ni guardan 1ey suya ni l-a nuestra, ni sirven ai que antes adoraban por su Dios ni tampoco a7 qse verdaderamente 7o es; porque pueso caso que se -l.es ha predicado y predica e7 Evangel-io; han visto y ven en Los que Les dicen que vinieron a ensearl-o tan mal-os ejempTos y contrarios a 7o que 1es predican, que casi ninguna impresin ha hecho en eTlos en Lo interior, segun Las muestras se ven. . .tt (48) .

Posteriormente y hasta finales de siglo e1 afan de imponer la cultura europea, conllev destruccin y maltrato as como la perdida de, 1o que "Parecil-e a un doctrinero que todo aqueTTo deba de ser hechizos y arte mgica, y porfi gue ,se haban de quemar... Lo mismo ha acaecido en otras cosas, que pensando Los nuestros que todo es supersticin, han perdido muchas memorias de cosas antiguas y ocuLtas, que pudieran no poco aprovechar. Esto sucede de un ceTo necio, que sin saber, ni aun querer saber fas cosas de l-os indios, a carga cerrada dicen que todas son hechiceras. . . Los que han querido con buen modo informarse de el-Los, han haJ-l-ado muchas cosas diqnas de consideracin" (49).

La causa de estos daos radicaba, no sofo en l-a escasa preparacin de muchos de l-os religiosos en l-a poca, sino tambin en el- que la f ormacin inicial que haban recibido era distinta y hast.a opuesta a la religiosa.

SEQUILAO 8

narrinin=i-

haban afTojado,' (50).a lnq

Terminada su mj-sin en el Per, Pedro de la Gasca "procur La conversin de 7os indios que aun no eran baptizados, e que continuase 7a predicacin y 7a doctrina cristiana por 7os obispos frail-es y c7rigos; porque con fas guerrasde su con 1a de los soldados - leales o rebel-des - junto a los que Los hubo habil-simos en cuestiones de g'uerra destacando al-gunos por,

reTiain