QueridaMarta: te extraarrecibir esta carta. Me sientosolo, te necesito, quiero hablar con vos, quieroestar cerca de ti, quieroque me digasuna palabra de aliento. Estoy en mi celda, quin sabe dnde estars vos a esta horay cmo estars, y en qu pensars, y necesidad de qu tendrsPero te voy a escribir esta carta, aunque nunca te la mande, quin sabe lo que pasarpero dejame que te hableporque tengo miedode que me explote algo adentrosi no me desahogo un poco. Si pudiramos hablar vos me entenderasporque en este momento no podra presentarme ante mis compaeros y hablarles, me dara vergenza ser tan dbolMarta, siento que tengo derecho a vivir algo ms, y a que alguien me eche un poco demielsobre las heridasadentro estoy todo llagado, y solamente vos me vas a comprenderporque vos tambin fuiste criada en tu casa limpia y cmoda para gozar de la vida, y yo como vos no me conformo con ser un mrtir, Marta, me da rabia ser mrtir, no soy un buen mrtir, y en este momento pienso si no me equivoqu en todoMe torturaron, y no confes nadaclaro que me ayudaba que yo nunca supe los nombres verdaderos de mis compaeros, y les dije los nombres de batalla, porque con eso no podan avanzar en nada, pero adentro mo tengo otro torturadory desde hace das no me da treguaEs que estoy pidiendo justicia, que intervenga la providenciaporque yo no me merezco podrirme para siempre en esta celda, o ya s, ahora veo ms claro, Martatengo miedo porque estoy enfermoy tengo miedomiedo terrible de morirmey que todo quede ah, que mi vida se haya reducido a este poquito, porque pienso que no me lo merezco, que siempre actu con generosidad, que nunca explot a nadiey que luch, desde que tuve un poco de discernimientocontra la explotacin de mis semejantes.Y yo, que siempre puti contra las religiones, porque confunden a la gente y no dejan que se luche por la igualdadestoy sediento de que haya una justicia...divina. Estoy pidiendo que haya un Diosun Dios que me vea, y me ayude, porque quiero salir algn da a la calle, y que sea pronto, y no morirme. Y a veces me pasa por la cabeza que nunca, nunca ms voy a tocar a una mujer, y no puedo conformary cuando pienso en las mujeresno te veo en la imaginacin ms que a vos, y casi sera un alivio creer que en este momento, de aqu a que termine esta carta, vos vas a pensar en my te vas a pasar la mano por tu cuerpo que tan bien recuerdopor tu cuerpo que tan bien recuerdo, y vas a pensar en mi manoy qu consuelo tan grande serami amor, que pudiera ocurrir esoporque sera como tocarte yo mismo, porque algo de m te qued adentro tuyo, verdad?, como a m tambin me qued dentro de la nariz tu perfumitoy debajo de la yema de los dedos tengo tambin la sensacin de que tengo tu pielcomo memorizadame entends? Aunque no es cuestin de entenderes cuestin de creerlo, y a veces estoy convencido de que me llev algo tuyoy que no lo perd, y a veces no, siento que no estoy en esta celda ms que yo soloy que nada deja huella, y que la suerte de haber sido tan feliz junto a vos, de haber pasado esas noches, y tardes, y maanas de puro goce, ahora no me sirve para nada, al contrario, todo eso se vuelve contra mporque te extrao como un loco, y lo nico que siento es la tortura de mi soledad, y en la nariz tengo nada ms que el olor asqueroso de la celda, y de m mismoque no me puedo baar porque estoy enfermo, debilitadsimo, y el agua fra me podra dar una pulmona, y debajo de la yema de los dedos lo que siento es el fro del miedo a la muerte, en los huesos ya siento ese froQu terrible es perder la esperanza, y eso es lo que me ha pasadoel torturador que

tengo adentro me dice que ya se acab todo, que esta agona es mi ltima experiencia sobre la tierray hablo como un cristiano, como si despus viniera otra vida, que no la hay, verdad que no?...