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Fundación Latino Americana de Ciencias Sociales
(FLACSO)
Universidad Autónoma de Madrid
(U.A.M)
Maestría en Psicología Cognitiva y Aprendizaje.
Título: “Evaluación del impacto de un programa educativo terapéutico en el
desarrollo cognitivo de un grupo de niños con autismo”
Director de Tesis: Dr. Daniel Valdez.
Autor: Lic. María Cecilia Agost Carreño.
Fecha: 1 de Septiembre de 2008.
Cohorte: 2004- 2007.
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RESUMEN
“Evaluación del impacto de un programa educativo terapéutico en el desarrollo
cognitivo de un grupo de niños con autismo”.
María Cecilia Agost Carreño.
El autismo es un trastorno del desarrollo cuya etiología se desconoce y que se
define en base a características conductuales y del desarrollo (Lord y Mac Gee, 2001).
A lo largo de los últimos años se han descrito muchos métodos de
intervención para el abordaje de niños con autismo, pero relativamente pocos se han
investigado y validado adecuadamente. Los programas que han mostrado un impacto
positivo son aquellos que integran varios abordajes como el Análisis Conductual Aplicado
(Lovaas y otros , 1981), las intervenciones basadas en el desarrollo como Floortime
(Greenspan y Weider, 1997) y aquellas que apuntan a mejorar la comunicación como
PECS (Bondy & Frost, 1994).
En este trabajo se analizará la efectividad del programa educativo terapéutico que
se lleva a cabo en el CETNA. Se realizó un diseño quasi experimental, analizando los datos
pre y post tratamiento con un intervalo de un año, en un grupo de 11 niños que asisten
durante 15 horas semanales. Los resultados mostraron diferencias estadísticamente
significativas en las 6 áreas del desarrollo evaluadas a través de una prueba
estandarizada. Estos resultados sugieren que el programa del CETNA sería un abordaje
efectivo para este tipo de población.
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ÍNDICE GENERAL:
1. Introducción...........................................................................................4
2. Caracterización de los trastornos del espectro autista. ......................6
2.1 Definición.......................................................................................6
2.2 Epidemiología. ..............................................................................14
2.3 Etiología. ......................................................................................16
Explicaciones neurobiológicas:
2.3.1 Estudios genéticos......................................................................17
2.3.2 Alteraciones neuropatológicas del SNC. .......................................18
2.3.3 Alteraciones neuroquímicas del SNC. ...........................................19
2.3.4 Alteraciones neurofisiológicas del SNC..........................................20
Explicaciones psicológicas: ..................................................................21
2.3.5 La teoría de la coherencia central. ..............................................22
2.3.6 La teoría de la disfunción ejecutiva. ............................................25
2.3.7 El déficit en la teoría de la mente. ..............................................26
2.3.8 Teorías ligadas al afecto. ...........................................................27
3. Métodos diagnósticos.…………………………………………..………………………….32
3.1 Instrumentos de detección de TEA:……………………………………….......33
3.1.1 Checklist for Autism in Toddlers (CHAT)……………………………....…..33
2
3.1.2 Autism Behavior Checklist (ABC).………………………………………....….34
3.1.3 Childhood Autism Rating Scale (CARS)………………………………………34
3.1.4 Autism Diagnostic Interview – Revised (ADI- R) y Autism Diagnostic
Observation Schedule (ADOS)………………………………………………...35
3.1.5 El Inventario del Espectro Autista (IDEA).....................................38
3.1.6 Los sistemas internacionales de clasificación................................42
4. Abordajes educativos y terapéuticos..................................................44
4.1 Abordajes educativos (modelo TEACCH).........................................46
4.2 Abordajes conductuales
4.2.1 Análisis Conductual Aplicado (A.C.A) ..........................................49
4.2.2 Pivotal Response Training (P.R.T)................................................52
4.3 Abordajes basados en entrenamiento de habilidades........................54
4.3.1 PECS..........................................................................................54
4.3.2 Habla signada.............................................................................55
4.3.3 Historias Sociales y Conversaciones en Forma de Historieta............56
4.4 Abordajes basados en la interacción (modelo D.I.R)........................57
5. Material y Método.................................................................................58
5.1 Descripción del programa del Centro Educativo Terapéutico para Niños y
Adolescentes (CETNA)....................................................................58
5.2 Participantes..................................................................................77
3
5.3 Material......................................................................................78
5.4 Procedimiento.............................................................................79
6. Resultados..........................................................................................80
6.1 Resultados pre test y post test……………………………………………………80
6.2 Análisis realizados.........................................................................81
6.2.1 Promedio........................................................................................82
6.2.2 Pruebas t pareadas .........................................................................83
6.2.3 Correlaciones...................................................................................84
7. Discusión...............................................................................................86
8. Bibliografía............................................................................................93
9. Anexos...................................................................................................101
9.1 Ejemplo de hoja de evaluación del PEP 3..............................................101
9.2 Ejemplo de PETI (Plan Educativo Terapéutico Individualizado)...............102
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1. Introducción.
El Autismo abarca un grupo heterogéneo de niños con deficiencias en la cognición
social y la comunicación, que presentan un abanico restringido de intereses y conductas
repetitivas (Rapin, 1998).
En las últimas dos décadas ha existido un número importante de trabajos que arrojan
resultados favorables sobre cambios significativos en la evolución de niños pequeños con
autismo luego de su participación en programas terapéuticos intensivos. Si bien existe un
conjunto cada vez más importante de datos que apoyan la efectividad de los tratamientos
individualizados e intensivos aún hay mucho por aprender ya que la respuesta al
tratamiento muestra grandes diferencias de un sujeto a otro. Los tratamientos más
utilizados en la actualidad son las intervenciones “pedagógicas”, pudiendo clasificarse
dentro de tres enfoques que se encuadran en tres modelos: el análisis conductual
aplicado, la teoría del desarrollo y la enseñanza estructurada.
Si consideramos que la principal forma de tratamiento del autismo es la educación,
la evaluación de programas educativo terapéuticos reviste gran importancia tanto para los
las familias como para los terapeutas. Es necesario tener en cuenta si el programa brinda
beneficios que puedan objetivarse mediante evaluaciones estandarizadas, detallando en
qué áreas y en qué medida se producen las mejorías, así como su impacto en la calidad de
vida de las familias.
En respuesta a las múltiples necesidades educativas especiales de la población con
autismo, y atendiendo a la falta de centros especializados en el abordaje de los niños con
autismo se creó en el año 2001 la Escuela Terapéutica del Centro Educativo Terapéutico
para Niños y Adolescentes (CETNA) en Escobar. El programa del CETNA integra diversos
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Abordajes (Análisis Conductual Aplicado, Floortime, enseñanza estructurada e Integración
Sensorial) que han sido probados como eficaces para el abordaje de niños con autismo. El
objetivo del programa es proveer de un modelo de tratamiento integral y comprensivo,
adaptado a las necesidades individuales de cada niño.
En este trabajo se hipotetiza que aplicado un programa educativo terapéutico con
una intensidad de 15 horas semanales que combina diversos abordajes , los niños que
asisten al mismo evidenciarán mejoras significativas en las áreas: cognitiva, lenguaje
receptivo y expresivo, imitación, motricidad fina y motricidad gruesa, a ser evaluadas
mediante el test estandarizado Psychoeducational Profile 3er. edition (P.E.P 3 . Shoppler y
otros, 2005).
Si bien el diseño de esta investigación es quasi experimental, se considera que la
evaluación de la efectividad del programa del CETNA posibilitará realizar ajustes del
mismo por parte del equipo terapéutico y documentar los beneficios que podrían ser útiles
para su generalización a otros centros educativos.
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2. Definición y caracterización de los trastornos del espectro autista
2.1 Definición:
L. Kanner, en Estados Unidos y H. Asperger, en Austria, describieron en 1943 los
cuadros clínicos que hoy se incluyen en los denominados Trastornos del Espectro Autista.
A lo largo de los años transcurridos desde entonces la comprensión y la clasificación de
estos trastornos ha ido variando, en función de los hallazgos científicos.
Según la Asociación Americana de Psiquiatría (1994) el autismo es uno de los cinco
trastornos incluidos bajo el nombre de Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD)
conjuntamente con el Síndrome de Asperger, el Trastorno Generalizado del Desarrollo No
Especificado, el Síndrome de Rett y el Trastorno Desintegrativo Infantil. Los primeros
síntomas generalmente se manifiestan durante los tres primeros años de vida y se
observan en tres áreas de la conducta: a) Interacción social; b) Lenguaje y comunicación
y c) Rango de intereses y actividades lúdicas. Según este sistema de clasificación los
criterios diagnósticos para el Trastorno autista son los explicados en la Tabla I.
Tabla I:
Criterios para el diagnóstico del Trastorno autista (DSM IV)
A. Existe un total de 6 (o más) ítems de 1, 2 y 3, con por lo menos dos de 1, y uno de 2 y de 3:
1. Alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las siguientes características:
(a) Importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales, como son contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social. (b) Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros adecuadas al nivel de desarrollo.
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(c) Ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras personas disfrutes, intereses y objetivos (p. Ej., no mostrar, traer o señalar objetos de interés). (d) falta de reciprocidad social o emocional.
2. Alteración cualitativa de la comunicación manifestada al menos por dos de las siguientes características:
(a) Retraso o ausencia total del desarrollo del lenguaje oral (no acompañado de intentos para compensarlo mediante modos alternativos de comunicación, tales como gestos o mímica). (b) En sujetos con un habla adecuada, alteración importante de la capacidad para iniciar o mantener una conversación con otros. (c) Utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o lenguaje idiosincrásico. (d) Ausencia de juego realista espontáneo, variado, o de juego imitativo social propio del nivel de desarrollo.
3. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados, manifestados por lo menos mediante una de las siguientes características:
(a) Preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de interés que resulta anormal, sea en su intensidad, sea en su objetivo (b) Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales (c) Manierismos motores estereotipados y repetitivos (p. ej., sacudir o girar las manos o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo) (d) Preocupación persistente por partes de objetos
B. Retraso o funcionamiento anormal en por lo menos una de las siguientes áreas, que aparece antes de los 3 años de edad: 1 interacción social, 2 lenguaje utilizado en la comunicación social o 3 juego simbólico o imaginativo.
C. El trastorno no se explica mejor por la presencia de un trastorno de Rett o de un trastorno desintegrativo infantil
El autismo descrito por Kanner no abarca en modo alguno, las amplias variaciones
que se pueden observar en personas afectadas de trastornos más o menos cercanos al
patrón autista puro. Por esta razón el DSM IV por un lado; y el ICD 10 (sistema de
clasificación diagnóstica desarrollado por la Organización Mundial de la Salud, 1993) ,
establecieron una categoría denominada Trastorno generalizado del desarrollo (TGD).
Dentro de los TGD se incluyen los citados en la Tabla II. El nexo común entre estos
trastornos es su conformidad con las tres características citadas al principio. Sin embargo,
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el trastorno de Rett (Tabla III), por sus peculiaridades clínicas y evolutivas, se aparta
bastante del resto de trastornos.
Tabla II:
Trastornos Generalizados del Desarrollo (DSM IV)
1. Trastorno autista.
2. Trastorno de Rett.
3. Trastorno desintegrativo infantil.
4. Trastorno de Asperger
5. Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Tabla III:
Criterios para el diagnóstico del Trastorno de Rett (DSM IV)
A. Todas las características siguientes:
1. Desarrollo prenatal y perinatal aparentemente normal. 2. Desarrollo psicomotor aparentemente normal durante los primeros 5 meses después del nacimiento. 3. Circunferencia craneal normal en el nacimiento.
B. Aparición de todas las características siguientes después del período de desarrollo normal:
1. Desaceleración del crecimiento craneal entre los 5 y 48 meses de edad. 2. Pérdida de habilidades manuales intencionales previamente adquiridas entre los 5 y 30 meses de edad, con el subsiguiente desarrollo de movimientos manuales estereotipados (p. Ej., escribir o lavarse las manos). 3. Pérdida de implicación social en el inicio del trastorno (aunque con frecuencia la interacción social se desarrolla posteriormente). 4. Mala coordinación de la marcha o de los movimientos del tronco. 5. Desarrollo del lenguaje expresivo y receptivo gravemente afectado, con retraso psicomotor grave
El trastorno desintegrativo infantil tiene como característica determinante la
existencia de un periodo de desarrollo normal que alcanza por lo menos hasta los dos
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años. Los criterios para el diagnóstico del Trastorno desintegrativo infantil se describen el
la tabla IV.
Tabla IV:
Criterios para el diagnóstico del Trastorno desintegrativo infantil (DSM IV)
A. A. Desarrollo aparentemente normal durante por lo menos los primeros 2 años posteriores al nacimiento, manifestado por la presencia de comunicación verbal y no verbal, relaciones sociales, juego y comportamiento adaptativo apropiados a la edad del sujeto. B. Pérdida clínicamente significativa de habilidades previamente adquiridas (antes de los 10 años de edad) en por lo menos dos de las siguientes áreas:
1. Lenguaje expresivo o receptivo 2. Habilidades sociales o comportamiento adaptativo. 3. Control intestinal o vesical 4. Juego 5. Habilidades motoras
C. Anormalidades en por lo menos dos de las siguientes áreas: 1. Alteración cualitativa de la interacción social (p. Ej., alteración de
comportamientos no verbales, incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros, ausencia de reciprocidad social o emocional)
2. Alteraciones cualitativas de la comunicación (p. Ej., retraso o ausencia de lenguaje hablado, incapacidad para iniciar o sostener una conversación, utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje, ausencia de juego realista variado)
3. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos, repetitivos y estereotipados, en los que se incluyen estereotipias motoras y manierismos
D. El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno generalizado del desarrollo o esquizofrenia.
Para el Trastorno de Asperger también resulta difícil marcar los límites que lo
separan del trastorno autista. En los criterios del DSM IV l(Tabla V), la diferencia está
determinada por las habilidades lingüísticas, mejor desarrolladas en trastorno de Asperger
que en el trastorno autista. Algunos autores, como Riviere (2001) han definido criterios
para el de Trastorno Asperger, según los cuales la alteración del lenguaje es una condición
obligada. Según este criterio, el lenguaje en personas con Trastorno de Asperger es
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siempre adquirido en forma tardía y anómala. En la tabla VI se muestra una definición
sintética del Trastorno de Asperger expuesta por Ángel Riviere (2001).
Tabla V:
Criterios para el diagnóstico del Trastorno de Asperger (DSM IV)
A. Deficiencia cualitativa de interacción social, según la manifestación de por lo menos dos de las siguientes características: 1. Deficiencia marcada en el uso de múltiples comportamientos no verbales tales como contacto visual, expresión facial, posturas del cuerpo y gestos para regular la interacción social. 2. incapacidad para desarrollar una buena relación con sus iguales apropiadas para el nivel de desarrollo. 3. falta de esfuerzo espontáneo para compartir placer, intereses o logros con otras personas (por ejemplo, por la falta de mostrar, traer o apuntar objetos de interés a otras personas). 4. falta de reciprocidad social y emocional. B. Patrones restringidos, repetitivos y esteriotipados de comportamiento, intereses y actividades, tal como se manifiesta al menos por una de las siguientes características: C. preocupación total con uno o más patrones estereotipados y restringidos de interés que es anormal ya sea en intensidad como en enfoque. D. adherencia aparentemente inflexible a rutinas y rituales específicos y no funcionales. E. formas motrices estereotipados y repetitivos (por ejemplo, el aleteo o torcedura de manos y dedos o movimientos complejos de todo el cuerpo). F. preocupación persistente en la manipulación de piezas de objetos. G. El trastorno causa una deficiencia clínicamente significativa en el aspecto social, ocupacional y en otras áreas importantes de funcionamiento. H. No hay un atraso general clínicamente significativo en el desarrollo del lenguaje (por ejemplo, las palabras sueltas utilizadas a la edad de 2 años, las frases comunicativas usadas a la edad de 3 años). I. No existe un retraso clínicamente significativo en el desarrollo cognitivo o en el desarrollo de destrezas de autoayuda de acuerdo a la edad apropiada, de comportamiento con capacidad de adaptación (además de la interacción social) y
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curiosidad acerca del medio ambiente de los niños. J. No se cumplen los criterios de otro Trastorno Generalizado del Desarrollo o Esquizofrenia específica.
Tabla VI:
Definición del Trastorno de Asperger (Riviere 2001)
1. UTrastorno cualitativo de la relaciónU: Incapacidad de relacionarse con iguales. Falta de sensibilidad a las señales sociales. Alteraciones de las pautas de relación expresiva no verbal. Falta de reciprocidad emocional. Limitación importante en la capacidad de adaptar las conductas sociales a los contextos de relación. Dificultades para comprender intenciones ajenas y especialmente "dobles intenciones".
2. Inflexibilidad mental y comportamental: Interés absorbente y excesivo por ciertos contenidos. Rituales. Actitudes perfeccionistas extremas que dan lugar a gran lentitud en la ejecución de tareas. Preocupación por "partes" de objetos, acciones, situaciones o tareas, con dificultad para detectar las totalidades coherentes.
3. Problemas de habla y lenguaje: Retraso en la adquisición del lenguaje, con anomalías en la forma de adquirirlo. Empleo de lenguaje pedante, formalmente excesivo, inexpresivo, con alteraciones prosódicas y características extrañas del tono, ritmo, modulación, etc. Dificultades para interpretar enunciados literales o con doble sentido. Problemas para saber "de qué conversar" con otras personas. Dificultades para producir emisiones relevantes a las situaciones y los estados mentales de los interlocutores.
4. Alteraciones de la expresión emocional y motora: Limitaciones y anomalías en el uso de gestos. Falta de correspondencia entre gestos expresivos y sus referentes. Expresión corporal desmañada. Torpeza motora en exámenes neuropsicológicos.
5. Capacidad normal de "inteligencia impersonal": Frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas.
Si bien el trastorno autista y el trastorno de Asperger tienen unos criterios
diagnósticos definidos, no ocurre lo mismo con la categoría trastorno generalizado del
desarrollo no especificado (TGD-NE). Este grupo aparece como residual, y en principio
debería reunir algunos pocos casos excepcionales que se apartan de los patrones típicos.
Esta categoría no está definida por criterios positivos, sino que se limita a dar cabida a los
trastornos que comportan una alteración severa en la interacción social y en la
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comunicación verbal y no verbal, pero que no cumplen todos los criterios de trastorno
autista, trastorno de Asperger o trastorno desintegrativo.
En los últimos años se incorporó el término Trastornos del Espectro Autista (TEA),
a partir de la aportación de L. Wing (1995). La idea de un espectro autista tuvo su origen
en un estudio de Wing y Gould (1979) quienes evaluaron niños con dificultades en su
capacidad de relación. En esta investigación encontraron que de 95 niños con este tipo de
deficiencias, sólo 7 entraban dentro de la categoría de autismo en sentido estricto. El resto
de los niños presentaban deficiencias sociales severas, con trastornos en la relación, el
juego simbólico, la capacidad de ficción, el lenguaje y la comunicación y la flexibilidad.
Descubrieron que a menor cociente intelectual de los niños, existía una mayor
probabilidad de presentar rasgos del espectro autista.
Este término resalta la noción dimensional de un continuo en lugar de una
categoría, en el que se altera cualitativamente un conjunto de capacidades en la
interacción social, la comunicación y la imaginación. Así, se considera al autismo como un
conjunto de síntomas que puede asociarse a diferentes trastornos neurobiológicos y a
niveles intelectuales diversos. El concepto de espectro autista implica la idea de un
continuo que se presenta en diferentes grados en diversos cuadros del desarrollo. Esta
forma de denominación facilita la comprensión de la realidad social de estos trastornos e
impulsa el establecimiento de apoyos para las personas afectadas y sus familiares. En la
tabla VII se presentan las dimensiones del continuo autista desarrolladas por Riviere
(2001). Este autor diferenció seis dimensiones en el espectro autista: 1. Trastornos de la
relación social. 2. Trastornos de las funciones comunicativas. 3. Trastornos del lenguaje.
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4. Limitaciones de la imaginación. 5. Trastornos de la flexibilidad mental y de la conducta.
6. Trastornos del sentido de la actividad propia.
Dimensiones del continuo autista (Riviere, 2001)
1. Trastornos cualitativos de la relación social
1. Aislamiento completo. No apego a personas especificas. A veces indiferenciación personas/cosas.
2. Impresión de incapacidad de relación, pero vínculo con algunos adultos. No con iguales.
3. Relaciones inducidas, externas, infrecuentes y unilaterales con iguales.
4. Alguna motivación a la relación con iguales, pero dificultad para establecerla por falta de empatía y de comprensión de sutilezas sociales.
2. Trastornos de las funciones comunicativas.
1. Ausencia de comunicación, entendida como "relación intencionada con alguien acerca de algo"
2. Actividades de pedir mediante uso instrumental de las personas, pero sin signos.
3. Signos de pedir. Sólo hay comunicación para cambiar el mundo físico.
4. Empleo de conductas comunicativas de declarar, comentar, etc., que no sólo buscan cambiar el mundo físico. Suele haber escasez de declaraciones "internas" y comunicación poco recíproca y empática.
3. Trastornos del lenguaje.
1. Mutismo total o funcional (este último con emisiones verbales no comunicativas)
2. Lenguaje predominantemente ecolálico o compuesto de palabras sueltas.
3. Hay oraciones que implican "creación formal" espontánea, pero no llegan a configurar discurso o conversaciones.
4. Lenguaje discursivo. Capacidad de conversar con limitaciones. Alteraciones sutiles de las funciones comunicativas y la prosodia del lenguaje.
4. Trastornos y limitaciones de la imaginación.
1. Ausencia completa de juego simbólico o de cualquier indicio de actividad imaginativa.
2. Juegos funcionales elementales inducidos desde fuera. Poco espontáneos, repetitivos.
3. Ficciones extrañas, generalmente poco imaginativas y con dificultades para diferenciar ficción/realidad.
4. Ficciones complejas, utilizadas como recursos para aislarse. Limitadas en contenidos.
5. Trastornos de la flexibilidad.
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1. Estereotipias motoras simples (aleteo, balanceo, etc.).
2. Rituales simples. Resistencia a cambios mínimos. Tendencia a seguir los mismos itinerarios.
3. Rituales complejos. Apego excesivo y extraño a ciertos objetos.
4. Contenidos limitados y obsesivos de pensamiento. Intereses poco funcionales, no relacionados con el mundo social en sentido amplio, y limitados en su gama.
6. Trastornos del sentido de la actividad.
1. Predominio masivo de conductas sin propósito (correteos sin meta, ambulación sin sentido, etc.)
2. Actividades funcionales muy breves y dirigidas desde fuera. Cuando no, se vuelve a (1).
3. Conductas autónomas y prolongadas de ciclo largo, cuyo sentido no se comprende bien.
4. Logros complejos (por ejemplo, de ciclos escolares), pero que no se integran en la imagen de un "yo proyectado en el futuro". Motivos de logro superficiales, externos, poco flexibles
2.2: Epidemiología:
Los TEA se encuentran en todo tipo de razas, nacionalidades y clases social,
con la misma frecuencia. No existen datos en nuestro país acerca de la prevalencia de los
TEA pero hay un consenso internacional general sobre el aumento del número de casos de
autismo en los últimos años (Center for Disease Control and Prevention, 2000; Kadesjo,
Gillberg & Hagberg, 1999; Baird, Charman, Baron Cohen y otros , 2000).
Wing y Potter (2002) en un trabajo realizado en el Reino Unido consideran
como posibles causas del aumento en la cantidad de casos de autismo los cambios en los
criterios diagnósticos, el desarrollo de un concepto más amplio del espectro autista, la
diferencia en los métodos utilizados en los estudios, un aumento en el conocimiento de
padres y profesionales sobre este trastorno, así como un verdadero incremento en la
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cantidad de casos. También explican que si bien se han sugerido diferentes causas
ambientales, como las vacunas, no existe evidencia científica hasta el momento que lo
confirme, mientras que hay una evidencia firme del rol de factores genéticos complejos en
la etiología de estos trastornos. Concluyen en su estudio que la evidencia sugiere que el
aumento en la cantidad de casos de autismo se debe a los cambios en los criterios
diagnósticos y a una mayor conciencia de los profesionales. Dejan abierta la pregunta de
la posible existencia de un aumento genuino de la incidencia del autismo.
TFombonne T(2005) realizó una revisión de 34 trabajos publicados en
revistas de idioma inglés, cuyo objetivo fue el estudio de la prevalencia de los TEA en 14
países diferentes. La prevalencia media, según estos 34 trabajos, fue de 8.7 cada 10.000
personas. De acuerdo a este autor, considerando los estudios a partir del año 87 la
prevalencia varía entre 11 y 18 casos cada 10.000. Si bien los últimos estudios indican un
aumento marcado de casos, según Fombonne (2005) este fenómeno podría atribuirse a
una combinación de factores que incluyen un cambio en los criterios diagnósticos, como la
inclusión de formas más leves de este trastorno, un mayor conocimiento por parte de los
profesionales médicos y al perfeccionamiento de su pesquisa.
Rutter (2005) publicó un trabajo con el objetivo de analizar la evidencia de
las investigaciones epidemiológicas en relación a la hipótesis del efecto causal de la
vacuna MMR en los TEA. Según este trabajo la incidencia de los TEA se encontraría en el
rango de 30 – 60 casos cada 10.000 personas, lo cual implica un aumento significativo en
relación a los 4 casos cada 10.000 estimados en los estudios de hace 40 años. Rutter
concluye que este aumento es producto de una ampliación en los criterios diagnósticos y
de un mayor conocimiento de los TEA. De todos modos no descarta que existan factores
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ambientales a descartar. En su revisión no encontró evidencia para la hipótesis del rol de
la vacuna MMR en la etiología de los TEA. Finalmente sugiere que sería necesario integrar
investigaciones biológicas y epidemiológicas para avanzar en la evaluación de las hipótesis
del riesgo ambiental.
2.3: Etiología:
A- Explicaciones neurobiológicas:
La historia del autismo nos muestra que, desde la primera definición del
síndrome (1943) y hasta la década de los 60, las teorías sobre las causas del trastorno
eran fundamentalmente de tipo psicógeno. Concretamente, se postulaba que la conducta
que presentaban aquellos niños y niñas era consecuencia de un trastorno psicológico
surgido durante la génesis de los primeros vínculos afectivos con los padres, los cuales
eran personas muy frías emocionalmente y con poco interés en las relaciones humanas.
Esta situación no empezó a cambiar hasta mediados de los años sesenta y a
raíz de los estudios de seguimiento. Específicamente, fue la observación de que al llegar a
la adolescencia una proporción importante de los individuos con autismo manifestaban
crisis epilépticas, lo que despertó las sospechas de que los factores orgánicos tenían que
desempeñar, por fuerza, un papel relevante en el origen del síndrome. A partir de este
momento se iniciaron las investigaciones biológicas para intentar determinar las causas
concretas del autismo, investigaciones que fueron progresivamente en aumento y que
aunque hasta la fecha no han permitido precisar los procesos etiológicos y patogénicos
concretos, sí que han puesto en evidencia que las teorías psicógenas del autismo no están
sustentadas por los datos empíricos, y que el origen de este trastorno hay que buscarlo en
factores genéticos, metabólicos o víricos que, individual o conjuntamente, provocan una
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alteración prenatal que conduce a un desarrollo anormal del SNC y que se expresa
posteriormente a través de una amplia sintomatología conductual.
2.3.1 Estudios genéticos:
Después de muchos años sin que se valorara la posibilidad de que la
etiología del autismo tuviera un componente genético, dos hechos modificaron
sensiblemente esta perspectiva. En primer lugar los resultados de ciertos estudios que
pusieron en evidencia una importante asociación entre el autismo y trastornos genéticos
específicos (Síndrome X- Frágil, esclerosis tuberosa) y en segundo lugar el descubrimiento
de una mayor prevalencia en hermanos de niños con autismo que en la población general.
En los últimos años los estudios genéticos sobre el autismo se han multiplicado,
centrándose en tres líneas de investigación: riesgo genético, marcadores genéticos y
asociaciones con trastornos genéticos conocidos.
Las investigaciones de riesgo genético de casos idiopáticos (no asociados a
ningún trastorno médico conocido) se realizan a través de estudios gemelares y familiares.
Los trabajos pioneros en este campo fueron los de Folstein y Rutter (1977) y de
Steffenburg (1989). Entre los más actuales se encuentran los trabajos de Bolton (1994) y
Bailey (1995). Los resultados de todos ellos hacen pensar en un factor genético
importante en los casos de autismo idiopático. En el estudio de Bayley (1995), por ejemplo
se hallaron concordancias de autismo muy elevadas en los pares de gemelos
monozigóticos (60%) y muy bajas en dizigóticos (0%).
Con respecto a los estudios correspondientes a la asociación del autismo
con trastornos cromosómicos específicos, se concluye que existen dos entidades con las
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que se hallaron asociaciones importantes con el autismo, que son el síndrome X – Frágil y
la esclerosis tuberosa.
Si bien existen diversos grupos que han encontrado regiones cromosómicas
implicadas (cromosomas 2q, 7q, 15q y 16 p) los estudios siguen encontrando nuevas
regiones que no han sido descubiertas en trabajos previos. Mónaco y Bailey (2001)
sugieren que esto puede deberse a la heterogeneidad de los genes que predisponen al
autismo, a la complejidad del fenotipo conductual del autismo así como al pequeño
tamaño de las muestras tomadas en los estudios. Según Rutter (1999) es esperable dicha
heterogeneidad genética, siendo necesario determinar como la misma puede ser
reconocida clínicamente.
La conclusión de los diversos estudios, hasta momento, es que los TEA serían
trastornos genéticos, que comparten genes comunes quienes, mediante mecanismos
todavía desconocidos, pueden proporcionar susceptibilidad al trastorno esencial y a las
variantes menos graves y ser también responsables del funcionamiento más alto y/o más
bajo de los niños afectados, y, acaso también, de ciertos trastornos psiquiátricos
asociados.
2.3.2 Alteraciones neuropatológicas del SNC:
Así como los estudios genéticos intentan determinar los factores etiológicos
básicos, las investigaciones centradas en la detección de anomalías en el cerebro, ya sean
estructurales o funcionales, apuntan a establecer los procesos patogénicos responsables
de los síntomas clínicos.
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Actualmente se sospecha que la amígdala es una de las zonas patológicas en las
personas con autismo. Bauman y Kemper (2005) realizaron estudios post mortem de
cerebros de personas con autismo. Entre sus hallazgos reportaron anormalidades
anatómicas en el sistema límbico, el cerebelo y la oliva inferior. En el sistema límbico, el
hipocampo, la amígdala y la corteza mostraron un menor tamaño celular y un aumento en
la densidad de los grupos neuronales. En el cerebelo observaron un menor número de
células de Purkinje, especialmente en la zona posterior inferior de los hemisferios.
Schumann y otros (2004) realizaron resonancias magnéticas a niños y adolescentes
con autismo encontrando que la amígdala tenía un mayor tamaño en niños con autismo
pero no en adolescentes con esta patología. Además informaron en su investigación que el
hipocampo era de mayor tamaño en todas las edades.
En un trabajo más reciente de Schumann (2006) analizó las neuronas de la
amígdala de 9 personas fallecidas con TEA y lo comparó con 10 sujetos control. En
relación al tamaño total de la amígdala este autor no encontró diferencias entre los
sujetos con autismo y los controles, pero sí halló menor cantidad de neuronas en la
amígdala, específicamente y en sus núcleos laterales.
2.3.3 Alteraciones neuroquímicas del SNC:
Las investigaciones, tanto genéticas como anatomopatológicas y funcionales,
coinciden en que el metabolismo de uno o varios neurotransmisores está involucrado en la
patogénesis del autismo.
Se estudiaron tres neurotransmisores: la serotonina, la dopamina y los opiáceos.
20
En las personas con autismo se ha documentado hiperserotoninemia hasta en el
25% de los sujetos con autismo (Cook y Leventhal, 1996).Este hallazgo reviste
importancia teniendo en cuenta que la serotonina es un neurotransmisor cerebral
implicado en numerosas funciones mentales como la conducta, el sueño, la agresividad, la
ansiedad y la regulación afectiva. Además actúa como factor trófico y modulador de la
diferenciación neuronal durante el desarrollo. Se ha demostrado que los niveles de
serotonina son más altos en los niños durante el desarrollo cerebral que en los adultos, así
como que dichos valores declinan en la pubertad. (Morant y otros, 2001).
En relación a la dopamina, se han hallado niveles elevados de dicho
neurotransmisor (Cook, 1990). Un hecho que avala estos datos es la mejoría en los
movimientos estereotipados, rabietas y tics cuando se administran en estos pacientes
antagonistas de la dopamina (Morant u otros, 2001)
La investigación acerca de la función de los sistemas opióides en el desarrollo de la
conducta social es controvertida. La teoría opioide propone que el autismo se debe a una
sobrecarga de péptido opiáceos sufrida por el sistema nervioso central, que afecta a los
neurotransmisores cerebrales, de probable origen exógeno y derivados en gran parte de la
incompleta digestión del gluten y la caseína de la dieta. Esta teoría fue planteada
inicialmente por Panksepp en 1979 y ampliada por Reichelt y otros con posterioridad
(1991).
2.3.4 Alteraciones neurofisiológicas del SNC:
La neurofisiología en el campo del autismo incluye estudios con
electroencefalograma (EEG) y con potenciales evocados.
21
En la población con autismo hay un mayor riesgo de padecer epilepsia que en la
población general. Aún sin llegar a sufrir crisis, los niños con autismo presentan
alteraciones en su EEG. Según los diferentes estudios estas crisis varían entre el 13 y el
83%. En determinados casos la regresión autista, que se produce con mayor frecuencia
entre los 18 y 2 meses de edad, se ha relacionado con epilepsia o con un EEG patológico
(Morant, 2001).
B- Las explicaciones psicológicas:
Desde que Leo Kanner (1943) y Hans Asperger (1944) describieron por primera
vez lo que hoy llamamos trastornos del espectro autista, se han sucedido diferentes
formas de explicar las características que definen a estas personas, así como las causas
que provocan el trastorno. Estas explicaciones (Riviere, 2001) han variado desde teorías
psicodinámicas, que hacían hincapié en el origen emocional del trastorno, debido a la
ruptura de vínculos afectivos con la figura de crianza en los primeros meses de vida, hasta
los actuales planteamientos que postulan un origen biológico del trastorno (probablemente
multicausal) con incidencia directa en los niveles cognitivo y conductual (Happé, 1998),
constituyendo el enfoque evolutivo el más idóneo para entender el trastorno y ayudar a
las personas con el mismo a desarrollarse de manera más normalizada (Riviere, 2001).
Centrándonos en el nivel cognitivo de explicación, en los últimos quince años se
han desarrollado diferentes teorías que intentan comprender y explicar el aspecto principal
del desarrollo psicológico desviado, en relación al modelo normal de evolución
ontogenética, que de cuenta de las alteraciones que se producen desde edades tempranas
en las personas con autismo.
22
De esta manera, los importantes déficit comunicativos y sociales en el autismo se
intentan justificar relacionándolos con una alteración psicológica primaria, siendo las
principales hipótesis las del un déficit en “teoría de la mente” ( Baron-Cohen y otros,
1985), dificultades en la “coherencia central” ( Frith, 1991), una alteración básica del
desarrollo emocional (Teorías socio afectiva de Hobson (1995) y de la diátesis de los
afectos de Stanley Greenspan (2001), un trastorno en la capacidad de “atención conjunta”
(Mundy, 1989), o de la “función ejecutiva” (Ozonoff, 1995).
2.3.5 La teoría de la coherencia central
Uno de los modelos cognitivos que intenta explicar las disfunciones propias de
autismo es la teoría de la coherencia central. Frith (1989) propuso la hipótesis de la falta
de coherencia central como base de los síntomas nucleares propios del autismo. Según
esta autora las personas con desarrollo típico tienden a interpretar los estímulos de forma
global, teniendo en cuenta el contexto y logrando así dar significado a la información. Esto
nos permite adquirir un recuerdo integrado de lo esencial a expensas de los detalles. Las
personas con autismo, en cambio, procesarían la información parte a parte, sin lograr una
idea de globalidad. Esta tendencia a percibir una gestalt fue denominada por Barlett como
“impulso hacia el significado”.
A partir de los primeros trabajos de Frith (1989) y Happé (1999, Frith & Happé,
1994) el interés por la teoría de la coherencia central ha ido en aumento, publicándose
más de 60 trabajos, según la revisión realizada por ambas autoras en una reciente
publicación (Happé y Frith, 2006). A partir de los diferentes hallazgos empíricos, la teoría
de la coherencia central ha sufrido modificaciones en relación a las ideas originarias de
Frith (1989) en tres diferentes aspectos. En primer lugar la idea original de Frith de un
23
déficit nuclear en el procesamiento central pasó de ser considerada un problema primario
a uno secundario, enfatizándose una posible superioridad en el procesamiento local o
procesamiento focalizado en los detalles. En segundo lugar, la idea de un déficit central
dio lugar a la hipótesis de una predisposición en el procesamiento o estilo cognitivo
particular que puede evidenciarse en tareas que requieren de procesamiento global para
ser resueltas. Por último, ha habido un cambio en relación al lugar que se le da a la teoría
de la coherencia central en la explicación del autismo, reconociéndose que la misma
podría ser uno más de los aspectos del perfil cognitivo de estos sujetos, más que la causa
que explicaría el déficit en la cognición social.
El estudio del procesamiento global puede realizarse sirviéndose de tareas
jerárquicas o de síntesis. Tradicionalmente, se ha observado que los individuos con
autismo tenían peor rendimiento en las tareas que exigían un procesamiento global, como
identificar figuras imposibles, mientras que en aquellas en las que se requería el
procesamiento parcial, como la detección de figuras ocultas, los resultados eran
superiores. Estos resultados parecerían estar relacionados con una orientación perceptiva
hacia las partes en vez de hacia el todo con lo que habría una ausencia de la interferencia
generada por el estímulo cuando es considerado globalmente (Shah & Frith, 1993).
En el plano clínico, una de las características que con frecuencia se puede observar
en los sujetos con autismo es su singular procesamiento de la información auditiva. Esta
singularidad tiene, en muchos casos, dos manifestaciones complementarias. Por un lado,
se puede observar una hipersensibilidad a los ruidos: el niño con autismo frecuentemente
muestra reacciones de rechazo a los ruidos, tapándose los oídos con las manos y
expresando desagrado. En algunos casos, esa reacción se da, incluso, ante ruidos de baja
24
intensidad no molestos para la mayoría de las personas. Al mismo tiempo, muchos de
estos niños tienen respuestas de orientación espontánea diferentes a las observadas en
niños sanos (Siegel, 1996). Por otro lado, con frecuencia de un modo complementario al
anterior, un grupo importante de estos niños presentan una especial habilidad para la
reproducción de piezas musicales que les lleva a ser capaces de repetir, con gran precisión
y exactitud, melodías recientemente escuchadas (Applebaum y otros, 1979).
El estudio de estos comportamientos de los sujetos con autismo ante los estímulos
auditivos ha generado numerosos trabajos de investigación que, a su vez, han planteado
diversas hipótesis sobre los posibles mecanismos de procesamiento de la información
auditiva en esta población. Entre otros hallazgos, se ha podido observar que los niños con
autismo, comparativamente con niños sin problemas del desarrollo, tienen una mayor
habilidad para asociar tonos y figuras. Sin embargo, los rendimientos de ambos grupos
son equivalentes en las tareas de asociación de material lingüístico y figuras (Heaton et
al., 1998). Además, también se ha podido objetivar que, frecuentemente, poseen una
excepcional memoria a largo plazo del material musical (Sloboda et al., 1985).
En los trabajos de investigación revisados por Frith y Happé (2006) se encontró
que otros grupos comparten con el autismo la misma predisposición al procesamiento
local, como personas con esquizofrenia, Síndrome de Williams, depresión y lesiones en el
hemisferio derecho.
Con respecto a los posibles mecanismos para explicar el déficit en la coherencia
central, según Frith y Happé (2006), no existe hasta la actualidad, una especificación del
mecanismo que subyace a esta tendencia a procesar focalizándose en los detalles, propia
25
de sujetos con autismo. Quedan sin responder preguntas tales como si debemos pensar
en un mecanismo único central que integra la información de diferentes módulos para
lograr un configuración con sentido, o si debemos pensar a la coherencia central como
una propiedad de cada subsistema, que se repetiría a diferentes niveles. Es necesario
reunir nueva información sobre el rendimiento de los sujetos en tests de coherencia en
diferentes áreas para responder estas preguntas.
Es de destacar que esta teoría no sólo explica la ausencia de capacidades, como la
atención conjunta y la teoría de la mente, si no que constituye una hipótesis sobre las
habilidades extraordinarias de las personas con autismo.
2.3.6 La teoría del déficit en la función ejecutiva.
La función ejecutiva fue definida por Ozonoff (1991) como la capacidad para
mantenerse en un entorno de solución de problemas con un objetivo futuro, incluyendo
conductas como planificar, controlar impulsos, inhibir respuestas irrelevantes, mantener la
acción, buscar de manera organizada y flexibilizar pensamiento y acción.
Existe una serie de conductas propias de los sujetos dentro del espectro del
autismo que parecieran explicarse por un déficit en la función ejecutiva. Ejemplos de estas
conductas son las perseveraciones, los intereses restringidos, las estereotipias, rituales, los
comportamientos impulsivos y la ausencia de planificación a largo plazo.
El déficit en la función ejecutiva es, según Ozonoff (1991), el único presente en
todos los grupos de personas dentro del espectro autista, y podría ser primario en el
origen de los demás.
26
La primera investigación en un grupo de personas con autismo fue realizada por
Rumsey y colaboradores (1985), quienes utilizaron el test de Wisconsin comparando el
rendimiento de estos sujetos con los de un grupo control. Descubrieron que los sujetos
con autismo tenían dificultades para cambiar el criterio de selección de las tarjetas que
debían clasificar.
Diversos estudios han intentado establecer una correlación de procesos cognitivos
con imágenes cerebrales (ejemplo: Tomografía por Emisión de Positrones) registradas en
el momento de realización de tareas que evalúan la función ejecutiva (como el test de
WISC o la Torre de Hanoi). Esta parece una vía prometedora para comprender las pautas
de intervención de núcleos neuronales específicos. Teniendo en cuenta que el autismo es
un trastorno del desarrollo, es preciso además contar con una perspectiva evolutiva acerca
de estas funciones.
Si bien está en discusión si el déficit en la función ejecutiva es primario en la
explicación del autismo, es importante destacar que este déficit genera problemas ligados
a las dificultades en la flexibilidad de pensamiento y acción que impactan la interacción
social (Harris, 1993) e influyen en las capacidades mentalistas así como en la capacidad de
integrar acciones en un plan global que les de sentido (Riviere, 1996). Según Riviere
(citado por Martos Pérez, 2005) deben tenerse en cuenta cinco aspectos esenciales sobre
la noción de sentido: en primer lugar, el sentido remite a algo futuro, explica una acción
en función de una meta pre- presentada por el sistema cognitivo y establece un vector
para su acción, en segundo lugar el sentido es algo que otorga coherencia a una acción,
situación o representación, en tercer lugar el concepto de sentido tiene que ver con la
relación entre la acción y el contexto, en cuarto lugar el concepto de sentido es
27
esencialmente semiótico y, por último, remite a una dimensión social de la acción. Todos
estos aspectos son relevantes a la hora de pensar estrategias de intervención en personas
con autismo, que les permitan compensar sus limitaciones en la capacidad de asignar
sentido a las acciones propias.
2.3. Teorías ligadas al afecto.
En los últimos años se ha dado una mayor relevancia al rol de las interacciones
afectivas en el desarrollo humano. Estudios recientes sugieren que la interacción
emocional durante los primeros años de vida no solo influye en el desarrollo de
habilidades sociales (auto estima, control de impulsos y establecimiento de relaciones), si
no también en la adquisición de capacidades cognitivas y lingüísticas.
En este marco, el Dr. Stanley Greenspan, psiquiatra y docente de la Universidad
George Washington y presidente de ICDL (Interdisciplinary Council on Developmental and
Learning Disorders), desarrolló junto a la psicóloga Serena Wieder el modelo DIR
(Developmental Individual-Differences, Relationship Based), que constituye un modelo de
evaluación e intervención para niños con dificultades en la comunicación e interacción. La
letra “D” de la sigla se refiere a la necesidad de identificar el nivel de desarrollo del niño y
proponerle interacciones adecuadas a dicho nivel. La letra “I” acentúa la importancia de
comprender el perfil sensorial individual, las capacidades de procesamiento y de
planeamiento motor en la planificación de la intervención terapéutica. La letra “R” destaca
la necesidad de poner el énfasis en optimizar patrones interactivos en el marco de las
relaciones afectivas, ya que es en dicho contexto donde se puede promover el logro de las
capacidades de desarrollo fundamentales. Estas habilidades son:
28
1. La doble habilidad de interesarse en las miradas, sonidos y sensaciones del mundo, y
calmarse a sí mismo. Los infantes tratan de procesar lo que ven, oyen y sienten, e
instintivamente voltean hacia un rostro complaciente o una voz suave. Ellos aprenden a
disfrutar, comprender y usar aquellas sensaciones placenteras para calmarse a sí mismos.
Esta habilidad para auto–regularse nos permite recibir y responder al mundo que nos
rodea.
2. La habilidad para conectarse en relaciones con otras personas. En las experiencias más
tempranas con nuestros padres, aprendemos a enamorarnos. Los reconocemos como
quienes nos nutren gozosamente; los buscamos y confiamos en ellos. Esta habilidad para
la intimidad nos permite formar relaciones cálidas y confiables con las personas que pasan
por nuestras vidas.
3. La habilidad para conectarse en una comunicación de dos vías. Mamá me sonríe, yo
respondo con una sonrisa. Papá me envía rodando una pelota, yo respondo prontamente
devolviéndosela. Estos esfuerzos tempranos en la comunicación de dos vías nos enseñan
sobre nuestras intenciones, nos brindan el primer sentido de causalidad, de hacer que las
cosas ocurran, y comenzar a establecer nuestro sentido de sí mismo. A medida que estas
interacciones tempranas se hacen más complejas, aprendemos a comunicarnos con gestos
y a comprender las intenciones y las comunicaciones de los otros. Construimos la base
para participar, más tarde, en conversaciones mucho más sofisticadas.
4. La habilidad para crear gestos complejos, para encadenar una serie de acciones dentro
de una secuencia de solución de problemas elaborada y deliberada. El deambulador corre
para saludar a papá en la puerta, estira sus brazos buscando un abrazo y luego se aleja,
29
diciendo a través de su comportamiento, “Papá, estoy feliz que hayas vuelto a casa,
abrázame ¡y ahora persígueme!”.
5. La habilidad para crear ideas. El juego simple, como por ejemplo el apilar bloques, se
transforma en un juego de fantasía complejo – los bloques se convierten en un fuerte
donde los buenos y los malos pelean-. El niño usa estas escenas para experimentar con un
amplio rango de sentimientos e ideas que descubre a medida que su mundo se hace más
grande. También usa palabras para indicar deseos e intereses: “¡Quiero jugo!”
6. La habilidad para construir puentes entre ideas que sean lógicas y acordes a la
realidad. El niño comienza a expresar sus ideas, en el juego y con palabras, para describir
sus sentimientos en lugar de actuarlos, y a encadenar ideas que formen pensamientos
lógicos, originales: “¡Estoy enojado porque me sacaste el juguete!”
La Hipótesis de la Diátesis de los Afectos (HDA) fue elaborada por Greenspan con
el objetivo de explicar el déficit central en las personas con trastornos del desarrollo. Esta
hipótesis evalúa el rol de las interacciones afectivas en la autorregulación, comunicación,
lenguaje, creación de significados y construcción del sentido de realidad.
Según Greenspan (1998), el déficit nuclear presente en personas con autismo
podría involucrar una dificultad para conectar el afecto (por ejemplo: la intención) con las
capacidades de planeamiento motor, capacidades de secuenciación y formación de
símbolos.
En niños de desarrollo típico, la capacidad para conectar afecto con planificación
motora y símbolos se hace evidente entre los 9 y los 18 meses, cuando el niño logra pasar
30
de patrones sencillos de interacción y reciprocidad a cadenas complejas de reciprocidad
afectiva que implican interacciones basadas en la resolución de problemas. Un ejemplo de
ello sería un niño de 14 meses que toma la mano de su padre y lo lleva al estante de los
juguetes, señalando el juguete deseado. Mientras el padre se acerca al juguete, el niño
sonríe y vocaliza con placer. Para que esta interacción compleja, basada en la resolución
de problemas ocurra, el niño debe tener un deseo o interés en un plan de acción (Ej.:
conseguir el juguete). El afecto y el plan de acción juntos permiten que el niño pueda
crear un patrón de interacción social, significativo y que implique resolución de problemas.
Sin la conexión entre el afecto y el plan de acción, no es posible generar este tipo de
interacciones complejas. Los planes de acción sin significado o sin una intención se
convierten en acciones repetitivas, perseverativas y autoestimulatorias.
Con el surgimiento de la habilidad de formar símbolos, el niño necesita conectar
sus afectos internos (intención) con los símbolos para crear ideas con sentido, que luego
formarán parte del lenguaje funcional, la imaginación, el pensamiento lógico y creativo. El
uso significativo de símbolos proviene de las interacciones tempranas significativas,
mediadas por el afecto y basadas en la resolución de problemas. Los símbolos que no se
conectan con el afecto se emplearán de manera repetitiva y perseverativa, por ejemplo en
forma de ecolalia o repetición de diálogos.
La capacidad de conectar el afecto con planes de acción es parte de una
transformación del afecto, que va desde patrones afectivos globales y catastróficos (en los
primeros meses de vida) a patrones recíprocos. La capacidad para involucrarse en un flujo
continuo de interacciones afectivas recíprocas permite al niño modular su conducta,
estado de ánimo, comunicación preverbal y pensamiento. También le permite al niño
31
pequeño una percepción flexible del entorno, ya que el niño va obteniendo una
retroalimentación de lo que ve.
Las personas con autismo, según esta teoría, muestran dificultades para pasar de
patrones sencillos de interacción a interacciones complejas mediadas por el afecto que
implican resolución de problemas. La atención conjunta, por ejemplo, implica capacidades
de referencia social y resolución de problemas de manera compartida y dependería del
afecto que cumple la función de guiar la conducta de interacción social. La capacidad e
empatía y la teoría de la mente implican la habilidad para comprender los afectos y
sentimientos propios y ajenos así como el proyectar la mente propia en la de otra persona.
Esta compleja habilidad cognitiva y emocional comienza con la capacidad para
intercambiar señales afectivas con otra persona y, a través de estos intercambios aprender
sobre las intenciones propias y del otro construyendo un sentido de sí mismo en
interacción con el otro. De manera similar, las habilidades de pensamiento abstracto de
alto nivel, como por ejemplo, la capacidad para realizar inferencias, depende de la
habilidad para generar nuevas ideas a partir de las experiencias afectivas propias y luego
reflexionar sobre ellas y categorizarlas.
En resumen, los estudios llevados a cabo por Greenspan y sus colaboradores
refieren cómo las emociones y el sistema nervioso central son indispensables para el
desarrollo de la inteligencia y cómo estas emociones están construidas sobre la base de
las experiencias que cada bebé acumula a través de la relación que establece con sus
padres y posteriormente con su entorno. Describen el papel fundamental que la
maduración del cerebro y del sistema nervioso tienen para analizar las ideas de origen
32
emocional pero también encuentran que las experiencias individuales ponen a prueba y
modulan el potencial biológico de cada niño.
Frente a los autores que ponen el énfasis en lo biológico o en lo intelectual o en lo
emocional o en el ambiente de forma casi excluyente, lo novedoso de esta teoría es la
integración de todos estos aspectos como motor del desarrollo del niño.
3. Métodos diagnósticos.
Aunque el autismo se considera un trastorno neurobiológico, no existe una prueba
o procedimiento médico que confirme dicho diagnóstico. Ante la falta de marcadores
neurológicos específicos, es fundamental lograr identificar adecuadamente los criterios
diagnósticos.
El diagnóstico de autismo debería basarse en la observación del niño en situaciones
estructuradas y no estructuradas, incluyendo entrevista a los padres o cuidadores, e
información de diversas fuentes, como informes escolares e historia médica.
El Grupo de Estudios de Trastornos del Espectro Autista, del Instituto de Salud
Carlos III (en Madrid) elaboró un documento en el año 2005, en el cual destaca que no
basta llegar al diagnóstico categorial de autismo, sino que es necesario valorar las
habilidades cognitivas, comunicativas, sociales y conductuales del individuo, así como su
situación familiar y social. Este grupo señala que la elaboración de un diagnóstico de
autismo es una tarea multidisciplinar que requiere un nivel adecuado de especialización y
dominio de los instrumentos y técnicas de evaluación y de apoyo a la persona y las
familias. El diagnóstico implica una intervención terapéutica que tiene que estar disponible
33
una vez dado el diagnóstico. El diagnóstico debe incluir también información sobre riesgo
genético y posible riesgo de TEA en hermanos.
3.1 Instrumentos de detección de TEA:
Existen diversos instrumentos para la detección de los TEA, los más utilizados son
los cuestionarios para screening (Ej.: Checklist for Autism in Toddlers o CHAT, el Autism
Behavior Checklist o ABC), las entrevistas a padres como el ADI- R (Autism Diagnostic
Interview - Revised) y los basados en la observación directa de la conducta, como el ADOS
Autism Diagnostic Observation Schedule o el Childhood Autism Rating Scale (CARS). Todos
estos tests se basan en información histórica sobre la conducta del niño (en general esta
información la proveen los padres), la observación directa del niño por parte de un
profesional o una combinación de ambos métodos.
3.1.1 Checklist for Autism in Toddlers (CHAT)
El CHAT es una lista de chequeo que fue desarrollada por Baron – Cohen, Allen y
Gillberg (1992). Esta lista contiene preguntas sobre interacción social, juego imaginativo,
habilidades de comunicación e imitación. Estas preguntas se formulan a los padres o
pediatras familiarizados con el niño. Los autores de este instrumento han identificaron de
manera exitosa niños de 18 meses que luego fueron diagnosticados con autismo a los 30
meses de edad. Es importante destacar que si el CHAT sugiere la posibilidad de un
diagnóstico de autismo, es necesario realizar una evaluación completa. En caso de que no
resulte positivo el resultado de este cuestionario, si se siguen observando síntomas es
34
fundamental efectuar un seguimiento del niño, ya que la identificación temprana
dependerá de la severidad de los síntomas.
3.1.2 Autism Behavior Checklist (ABC).
El ABC es una lista de preguntas que se le formulan a los padres sobre la conducta
del niño. Fue publicado en 1980 (Krug y otros), y es parte de un instrumento más amplio,
el Screening Instrument for Educational Planning (ASIEP) (Krug y otros, 1978).
Este test fue diseñado para ser completado de manera independiente por los
padres o maestros, quienes luego lo entregan al profesional para que lo puntúe e
interprete. Consta de 57 preguntas divididas en 5 categorías: (1) sensorial, (2) interacción,
(3) uso de los objetos y del cuerpo, (4) lenguaje y (5) social y autovalimiento.
Si bien inicialmente fue diseñado para identificar niños con autismo en una
población de niños en edad escolar, el ABC ha sido utilizado en niños desde los 3 años de
edad.
3.1.3 Childhood Autism Rating Scale (CARS).
El CARS es uno de los instrumentos estandarizados más utilizados para realizar el
diagnóstico de autismo en niños a partir de los 2 años de edad. Fue publicado en 1980
(Shoppler y otros, 1980) correlacionaba inicialmente con el DSM- III y luego con el DSM-
III- R. Su administración lleva unos 20 a 30 minutos y debe ser tomado por un profesional
entrenado.
Los 15 ítems del CARS incluyen: Interacción, Imitación, Afecto, Uso del cuerpo,
Interacción con objetos, Adaptación a los cambios del ambiente, Respuesta visual,
Respuesta auditiva, Reacción ante la ansiedad, Comunicación no verbal, Nivel de
35
actividad, Funcionamiento Intelectual, Respuesta a un receptor cercano e impresión
general del profesional evaluador.
El CARS es útil como parte de la evaluación de niños de los cuales se sospecha
autismo en una variedad de contextos, tanto en escuelas y como en centros de salud. Se
trata de una herramienta práctica, si bien no se ha investigado ampliamente su uso en
niños menores de 3 años. Incluye un puntaje según severidad , por lo cual es útil para
realizar un seguimiento de la evolución a largo plazo.
3.1.4 Autism Diagnostic Interview – Revised (ADI- R) y Autism
Diagnostic Observation Schedule (ADOS)
El desarrollo de instrumentos como el ADOS- G (Lord y otros, 2000) y el ADI- R
(Lord y otros, 1994), ha permitido a los profesionales que evalúan al niño la obtención de
una información más detallada en lo referente al funcionamiento en las diferentes áreas.
Las personas con autismo suelen mostrar una amplia variedad de déficit en diferentes
áreas, por lo cuál resulta muy útil contar con instrumentos como estos que tengan en
cuenta las posibles dificultades en las áreas cognitiva y social y que brinden un dato
cuantitativo del grado de impedimento en cada uno de los dominios afectados. Los datos
obtenidos de esta entrevista a padres y de la observación semi estructurada del niño
permiten obtener un perfil de fortalezas y debilidades que pueden ayudar a la elaboración
de planes de intervención.
El ADI- R es una entrevista estandarizada, semi estructurada que se toma a los
padres o cuidadores del niño o adulto a evaluar. Fue desarrollada teniendo en cuenta los
criterios de los dos sistemas de clasificación diagnóstica más utilizados: el DSM- IV (APA,
1995) y el CIE- 10 (OMS, 1992). Si bien inicialmente fue pensado como un instrumento de
36
investigación, actualmente se utiliza como herramienta clínica. La misma debe ser tomada
por un evaluador entrenado en su administración y puntuación. La entrevista a padres
tiene una duración de 90 minutos y hace hincapié en los patrones de conducta y en el
funcionamiento actual del niño. Esta entrevista se centra en tres áreas que se encuentran
afectadas en el autismo: comunicación y lenguaje, interacción social recíproca y conductas
repetitivas, restrictivas y estereotipadas. Para recibir el diagnóstico de autismo, se debe
llegar a un criterio de autismo en las tres áreas mencionadas. Además debe existir
evidencia de desarrollo atípico antes de los 3 años de edad.
El ADI- R ha resultado exitoso en la identificación de niños con autismo, aunque
tiende a sobre diagnosticar a los niños con coeficientes intelectuales menores a 18 meses
(Cox y otros, 1998). Es decir, no distingue entre individuos con retraso mental (edad
mental menos de 18 meses) de sujetos con autismo. El ADI- R ha mostrado una buena
validez convergente con otros instrumentos como el CARS y el ABC.
El ADOS- G es un protocolo estandarizado de observación de la conducta
comunicativa y social para niños con diagnóstico presuntivo de TEA. Es una combinación
de dos instrumentos previos: el Pre – linguistic ADOS (PL- ADOS) (DiLavore, Lord &
Rutter, 1995) y el ADOS (Lord & Rutter, 1994). El ADOS – G se divide en cuatro módulos
que se administran según la edad y las habilidades de lenguaje expresivo del sujeto. Este
instrumento puede tomarse a niños desde los 12 meses hasta adultos, incluyendo a
personas sin lenguaje expresivo hasta aquellas con un lenguaje muy fluido. Este
instrumento provee una serie de actividades que se le presentan al sujeto para observar
sus habilidades de interacción, como inicia y responde a situaciones de interacción social.
37
Los resultados se cuantifican y reflejarían los criterios diagnósticos delimitados en el DSM
IV-R (APA, 1995) y el ICD-10 (OMS, 1992).
En un trabajo reciente (Mazefsky C. A, Oswald DP., 2006) un grupo de
investigadores de la Universidad de Pittsburg evaluaron la utilidad y habilidad de
discriminación de tres instrumentos diagnósticos: el ADI – R, el ADOS- G y el GARS
(William Autism Rating Scale) en un grupo de sujetos derivados a un centro de
diagnóstico, a lo largo de 3 años. Los resultados indicaron que con el ADOS- G y el ADI- R
se obtuvo un 75% de de acuerdo con los diagnósticos del equipo de profesionales, siendo
la mayoría de las inconsistencias falsos diagnósticos positivos basados en estas medidas.
El GARS fue en general poco efectivo para discriminar entre niños con varios diagnósticos
dados por el equipo terapéutico, subestimando la posibilidad de un diagnóstico de
autismo.
Otro grupo de la Universidad de Connecticut (Ventola P.E, Kleinman J., Pandey J.,
2004) evaluó el acuerdo entre cuatro instrumentos diagnósticos para autismo: el ADOS-G,
el ADI-R, el CARS, y el uso clínico de los criterios del DSM-IV en una población de niños
deambuladores. Los resultados indicaron que el ADOS – G, el CARS (Childhood Autism
Rating Scale) y el juicio clínico concordaron entre sí, pero no lo hicieron con el ADI – R.
Muchos de los niños que fueron diagnosticados como dentro del espectro autista por otras
pruebas no fueron clasificados como autistas por el ADI- R, por que no mostraban
suficientes conductas repetitivas e intereses estereotipados. Estos resultados indicarían
que los niños pequeños con TEA pueden no mostrar conductas repetitivas e intereses
estereotipados y que para deambuladotes el ADI- R podría tener una mayor sensibilidad si
38
se incluyera el diagnóstico de Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado, cuyo
requerimiento de la presencia de conductas estereotipadas es menos restringido.
3.1.5 El Inventario del Espectro Autista (IDEA)
En 1.997 el profesor Ángel Riviére desarrolla el I.D.E.A. (Inventario de Espectro
Autista). Se trata de una evaluación cualitativa, donde a través de doce dimensiones
alteradas en estas personas, con 4 niveles de afectación en cada una de ellas, se
representa todo el espectro del autismo. Estas dimensiones son:
1. Trastornos cualitativos de la relación social.
2. Trastornos de las capacidades de referencia conjunta (acción, atención y
preocupación conjuntas).
3. Trastornos de las capacidades intersubjetivas y mentalistas.
4. Trastornos de las funciones comunicativas.
5. Trastornos cualitativos del lenguaje expresivo.
6. Trastornos cualitativos del lenguaje receptivo.
7. Trastornos de las competencias de anticipación.
8. Trastornos de la flexibilidad mental y comportamental.
9. Trastornos del sentido de la actividad propia.
10. Trastornos de la imaginación y de las capacidades de ficción.
11. Trastornos de la imitación.
12. Trastornos de la suspensión.
39
Estas dimensiones se agrupan de tres en tres, formando cuatro bloques que
se corresponden con los cuatro apartados de Lorna Wing: Socialización, Lenguaje y
Comunicación, Anticipación y Flexibilidad, y Simbolización.
Dimensión Social
1. Trastorno de las Relaciones sociales.
1.1 Aislamiento completo. No apego a personas específicas. No relación con adultos o
iguales.
1.2 Incapacidad de relación. Vínculo con adultos. No relación con iguales.
1.3 Relaciones infrecuentes, inducidas, externas con iguales. Las relaciones más como
respuesta que a iniciativa propia.
1.4 Motivación de relación con iguales, pero falta de relaciones por dificultad para
comprender sutilezas sociales y escasa empatía. Conciencia de soledad.
2. Trastorno de las Capacidades de referencia conjunta.
2.1 Ausencia completa de acciones conjuntas o interés por las otras personas y sus
acciones.
2.2 Acciones conjuntas simples, sin miradas "significativas" de referencia conjunta.
2.3 Empleo de miradas de referencia conjunta en situaciones dirigidas, pero no abiertas.
2.4 Pautas establecidas de atención y acción conjunta, pero no de preocupación conjunta.
3. Trastorno de las Capacidades intersubjetivas y mentalistas.
3.1 Ausencia de pautas de expresión emocional correlativa (i.e. Intersubjetividad
primaria). Falta de interés por las personas.
3.2 Respuestas intersubjetivas primarias, pero ningún indicio de que se vive al otro como
"sujeto".
3.3 Indicios de intersubjetividad secundaria, sin atribución explícita de estados mentales.
No se resuelven tareas de Teoría de la Mente.
3.4 Conciencia explícita de que las otras personas tienen mente, que se manifiesta en la
solución de la tarea de TM de primer orden. En situaciones reales, el mentalismo es lento,
simple y limitado.
Dimensión de Comunicación y Lenguaje
40
4. Trastorno de las Funciones comunicativas.
4.1 Ausencia de comunicación (relación intencionada, intencional y significante), y de
conductas instrumentales con personas.
4.2 Conductas instrumentales con personas para lograr cambios en el mundo físico (i. e.
Para "pedir"), sin otras pautas de comunicación.
4.3 Conductas comunicativas para pedir (cambiar el mundo físico) pero no para compartir
experiencia o cambiar el mundo mental.
4.4 Conductas comunicativas de declarar, comentar, etc., con escasas "cualificaciones
subjetivas de la experiencia" y declaraciones sobre el mundo interno.
5. Trastorno del Lenguaje expresivo.
5.1 Mutismo total o funcional. Puede haber verbalizaciones que no son propiamente
lingüísticas.
5.2 Lenguaje compuesto de palabras sueltas o ecolalias. No hay creación formal de
sintagmas y oraciones.
5.3 Lenguaje oracional. Hay oraciones que no son ecolálicas, pero que no configuran
discurso o conversación.
5.4 Discurso y conversación, con limitaciones de adaptación flexible en las conversaciones
y de selección de temas relevantes. Frecuentemente hay anomalías prosódicas.
6. Trastorno del Lenguaje receptivo.
6.1 "Sordera central". Tendencia a ignorar el lenguaje. No hay respuesta a órdenes,
llamadas o indicaciones.
6.2 Asociación de enunciados verbales con conductas propias, sin indicios de que los
enunciados se asimilen a un código.
6.3 Comprensión (literal y poco flexible) de enunciados, con alguna clase de análisis
estructurales. No se comprende discurso.
6.4 Se comprende discurso y conversación, pero se diferencia con gran dificultad el
significado literal del intencional.
Dimensión de Anticipación/Flexibilidad
7. Trastorno de la Anticipación.
7.1 Adherencia inflexible a estímulos que se repiten de forma idéntica (p.e.: películas de
vídeo). Resistencia intensa a cambios. Falta de conductas anticipatorias.
41
7.2 Conductas anticipatorias simples en rutinas cotidianas. Con frecuencia, oposición a
cambios y empeoramiento en situaciones que implican cambios.
7.3 Incorporadas estructuras temporales amplias (por ej. "curso" vs "vacaciones"). Puede
haber reacciones catastróficas ante cambios no previstos.
7.4 Alguna capacidad de regular el propio ambiente y de manejar los cambios. Se prefiere
un orden claro y un ambiente predecible.
8. Trastorno de la Flexibilidad.
8.1 Predominan las estereotipias motoras simples.
8.2 Predominan los rituales simples. Resistencia a cambios nimios.
8.3 Rituales complejos. Apego excesivo a objetos. Preguntas obsesivas.
8.4 Contenidos obsesivos y limitados de pensamiento. Intereses poco funcionales y
flexibles. Rígido perfeccionismo.
9. Trastorno del sentido de la actividad
9.1 Predominio masivo de conductas sin meta. Inaccesibilidad a consignas externas que
dirijan la actividad.
9.2 Sólo se realizan actividades funcionales breves con consignas externas. Cuando no las
hay, se pasa al nivel anterior.
9.3 Actividades autónomas de ciclo largo, que no se viven como partes de proyectos
coherentes, y cuya motivación es externa.
9.4 Actividades complejas de ciclo muy largo, cuya meta se conoce y desea, pero
sin una estructura jerárquica de previsiones biográficas en que se inserten.
Dimensión Simbolización
10. Trastorno de la Ficción y la imaginación.
10.1 Ausencia completa de juego funcional o simbólico y de otras competencias de
ficción.
10.2 Juegos funcionales poco flexibles, poco espontáneos y de contenidos limitados.
10.3 Juego simbólico, en general poco espontáneo y obsesivo. Dificultades importantes
para diferenciar ficción y realidad.
10.4 Capacidades complejas de ficción, que se emplean como recursos de aislamiento.
Ficciones poco flexibles.
11. Trastorno de la Imitación.
42
11.1 Ausencia completa de conductas de imitación
11.2 Imitaciones motoras simples, evocadas. No espontáneas.
11.3 Imitación espontánea esporádica, poco versátil e intersubjetiva.
11.4 Imitación establecida. Ausencia de modelos internos.
12. Suspensión (capacidad de crear significantes).
12.1 No se suspenden pre - acciones para crear gestos comunicativos. Comunicación
ausente o por gestos instrumentales con personas.
12.2 No se suspenden acciones instrumentales para crear símbolos enactivos. No hay
juego funcional.
12.3 No se suspenden propiedades reales de cosas o situaciones para crear ficciones y
juegos de ficción.
12.4 No se dejan en suspenso representaciones para crear o comprender metáforas o
para comprender que los estados mentales no se corresponden necesariamente con las
situaciones.
Para cada dimensión establece cuatro niveles: el primero es que caracteriza
alas personas con un trastorno mayor, un cuadro más severo, niveles cognitivos más
bajos y frecuentemente a los niño más pequeños. El nivel cuarto es característico de los
trastornos menos severos y define a las personas que presentan el síndrome de Asperger.
Según Martos Pérez (2001) esta herramienta sistematiza la observación
permitiéndonos una valoración cuidadosa de las dimensiones que se alteran en el autismo
y en las personas con espectro autista y, nos proporciona pistas muy adecuadas para el
diseño de los necesarios programas de intervención.
3.1.6 Los sistemas internacionales de clasificación:
Los sistemas internacionales de clasificación, como el DSM IV y el CIE 10 se
basan en la presencia o ausencia de determinados síntomas que configuran un trastorno.
43
De acuerdo al DSM_IV (APA, 1994) los niños diagnosticados con Trastornos
Generalizados del Desarrollo (TGD) presentan déficit severos y generalizados en las
habilidades de interacción social recíproca, habilidades de comunicación y manifestación
de conductas, intereses y actividades estereotipadas. El déficit cualitativo que define estos
cuadros es distinto en su gravedad de acuerdo al nivel de desarrollo o edad mental de los
sujetos.
De tal manera, el DSM-IV incorpora dentro de los Trastornos Generalizados del
Desarrollo, además del autismo, el Síndrome de Rett, el Síndrome de Asperger, el
trastorno Desintegrativo Infantil y el Trastorno Generalizado del Desarrollo no
Especificado, diferenciándose con respecto al autismo en cuanto a que los niños y adultos
con síndrome de Asperger no presentan deficiencias estructurales en su lenguaje a pesar
de presentar limitaciones pragmáticas y prosódicas; además su Coeficiente Intelectual es
normal. Por su parte el trastorno de Rett es un trastorno que se asocia a un nivel profundo
o severo de retraso mental, a microcefalia progresiva, presenta alteración de patrones
respiratorios y es usual identificar las estereotipias de “lavado de manos”, el Trastorno
Desintegrativo de la niñez presenta una pérdida de las funciones y capacidades que
previamente habían sido desarrolladas en el niño y por último el Trastorno Profundo del
Desarrollo no especificado es aquel que presentando características similares no cumple
con todos los criterios para especificarlo en alguno de los anteriores síndromes.
Como todos los sistemas de clasificación, hay sujetos que no encuadran
prolijamente en la descripción que proveen dichos sistemas. Esto suele suceder
especialmente en niños pequeños, de entre 2 y 3 años de edad, que pueden no cumplir el
criterio completo para autismo si se los evalúa con estos sistemas, pero que entrarían en
44
una categoría más amplia dentro del espectro de autismo (por ejemplo: Trastorno
Generalizado del Desarrollo No Especificado o TGD NE). Sin embargo hay un grupo de
estos niños cuyos síntomas luego empeorarán y eventualmente cumpliría criterio de
autismo unos años más tarde.
4. Abordajes educativos y terapéuticos:
Una vez realizado el diagnóstico las familias se enfrentan con el desafío de
encontrar el tratamiento apropiado para sus hijos. Si bien el autismo es un trastorno que
actualmente no tiene cura, las personas que reciben este diagnóstico pueden mejorar su
calidad de vida y realizar progresos importantes. La detección temprana y el consecuente
inicio del tratamiento tienen una gran influencia en el progreso de los niños.
Existen diferentes abordajes terapéuticos para niños y jóvenes con autismo,
algunos de los cuales son: la terapia conductual, los tratamientos educativos, aquellos con
orientación médico – fisiológica, el entrenamiento de habilidades específicas y la terapia
basada en el vínculo.
Dawson and Osterling (1997) describieron los elementos comunes a diferentes
programas educativos que resultaron ser efectivos y que han publicado estudios con datos
clínicos de los progresos de sus alumnos. Los seis elementos son:
1) Currículas: las currículas de los programas efectivos enfatizaron en 5 áreas básicas:
comprensión y uso del lenguaje, imitación, juego apropiado, interacción social y atención a
los elementos del ambiente necesarios para el aprendizaje.
2) Ambientes de aprendizaje altamente estructurados y estrategias de generalización:
Estos programas primero trataban de enseñar las habilidades centrales en ambiente
45
altamente estructurados y luego trabajaban para generalizar dichas habilidades a
ambientes más complejos y naturales.
3) Rutinas y predictibilidad: debido a que la conducta de los niños con autismo puede
alterarse fácilmente por cambios en el ambiente y rutinas, los programas que resultaron
efectivos utilizaban estrategias para asistir a los alumnos en la transición de una actividad
a otra.
4) Abordaje funcional de las conductas problema: considerando que los niños pequeños
con autismo generalmente muestran problemas de conducta, los programas intentaban
prevenir el desarrollo de dichas conductas a través de la estructuración del ambiente. Si el
problema de conducta continuaba, utilizaban un abordaje funcional que consistía en:
registrar la conducta, desarrollar una hipótesis sobre la función que dicha conducta
cumplía, cambiar el ambiente para apoyar una conducta apropiada que permitiera al niño
lidiar con la situación y enseñar una nueva conducta para reemplazar la conducta
problema.
5) Planificación para la transición al preescolar: los programas enseñaban habilidades de
“supervivencia” que los niños necesitarían más adelante para funcionar de manera
independiente en el preescolar.
6) Compromiso familiar: estos programas incluían a la familia como un componente
crucial de la intervención. El compromiso de la familia es un factor importante que influye
en el éxito del programa, ya que son los padres los que pueden proveer un visión única
del plan de tratamiento así como brindar horas adicionales de intervención. Además, la
inclusión de los padres puede facilitar la generalización y mantenimiento de habilidades.
46
4.1 Abordajes educativos modelo TEACCH:
Un número importante de investigaciones ha encontrado que la educación es la
clave para lograr el progreso de los niños diagnosticados con autismo ( Lord y Rutter,
1994). La educación, al requerir pocos pre requisitos y proveer de entrenamiento en las
áreas de mayor debilidad, ha demostrado ser una herramienta efectiva en el trabajo con
esta población.
El uso de estrategias efectivas, como el modelo TEACCH (Treatment and Education
of Autistic and Related Communication Handicapped Children Model; Schopler y Reichler,
1971) puede tener un impacto positivo en la disminución del estrés familiar y en el logro
de una interacción más positiva entre los padres y sus hijos (Koegel, Bimbela, &
Schreibman, 1996).
Los abordajes educativos utilizados en los alumnos con TEA tienen características
diferentes a lo que habitualmente entendemos por educación. Los métodos de enseñanza
apuntan a áreas básicas como autovalimiento, habilidades sociales, comunicación y
habilidades de independencia.
A comienzos de los años 70 aún estaba en discusión si los abordajes educativos
lograban mejores resultados que los psicoterapéuticos. Bartak y Rutter (1974) realizaron
un trabajo en el cual compararon sistemáticamente tres abordajes diferentes: uno con
énfasis en psicoterapia, otro con técnicas combinadas con métodos de educación especial
y el tercero proveía de un ambientes estructurado con énfasis en la enseñanza de
habilidades específicas. Los resultados mostraron que el progreso más importante se dio
en los niños que recibieron el tercer tipo de tratamiento, subrayando la importancia de los
métodos educativos.
47
Durante los años 70 y 80 se generó un fuerte desarrollo de abordajes educativos y
conductuales para el tratamiento de niños con TEA, así como la realización de trabajos de
investigación con el fin de evaluar la eficacia de los mismos. Los resultados de estos
estudios sobre la eficacia de los programas de intervención mostraron una limitada
generalización a la vida diaria de las conductas aprendidas en la escuela. Este problema
fue remediado por una serie de programas que apuntaron al trabajo con los padres en
relación a las conductas de sus hijos en su casa (ver Rutter 1999).Así, Schopler y su
equipo de trabajo (Lansing & Schopler, 1978; Schopler & Reichler, 1971) organizaron el
programa TEACCH. Este programa consistía en una currícula con orientación conductual,
donde los padres funcionaban como co - terapeutas y cuyos objetivos estaban
individualizados y basados en el nivel del niño así como en las prioridades de los padres.
El componente principal del abordaje TEACCH se denomina enseñanza
estructurada. Este tipo de enseñanza tiene como objetivo mejorar las habilidades de los
alumnos en un ambiente educativo organizado. Tanto el ámbito escolar como el del hogar
son modificados para adaptarse a las necesidades de los sujetos con autismo. Un ejemplo
de ello sería el uso de apoyos visuales para ayudar a los alumnos a comprender
instrucciones, reglas, horarios, etc. Este tipo de estrategia se basa en que, en la mayoría
de los casos, las personas con TEA tienen como fortaleza habilidades de procesamiento de
la información presentada visualmente. Esta estructura reduce la ansiedad y confusión que
se producen como resultado de las dificultades en la comprensión y posibilitarían un
manejo más independiente.
El aprendizaje de un trabajo independiente es uno de los objetivos principales de la
enseñanza estructurada. A través de una adecuada organización, el ambiente se torna
48
más comprensible y predecible para los individuos con autismo y esto disminuye la
necesidad de programas de intervención para reducir conductas negativas (Lord & Rutter,
1994).
En resumen el propósito del tratamiento TEACCH es maximizar la adaptación de
cada sujeto a través del trabajo para mejorar las habilidades para la vida y de la
estructuración del ambiente. Los objetivos del tratamiento incluyen:
1. Desarrollar formas especiales en las cuales el sujeto pueda disfrutar y
comprender a otras personas y vivir más armoniosamente en su casa.
2. Incrementar la motivación y la habilidad del sujeto para explorar y aprender.
3. Mejorar el desarrollo disarmónico de las funciones intelectuales.
4. Superar las dificultades en las áreas de motricidad fina y gruesa a través de
ejercicios físicos y actividades de integración óculo manual.
5. Ayudar a la familia a reducir el estrés de vivir con una persona con autismo.
6. Ayudar a los niños para el logro de una buena adaptación escolar.
Se realizaron varios trabajos en los cuales se describía el progreso de los niños que
habían recibido los servicios de TEACCH, evaluando la satisfacción de padres y terapeutas
(Mesibov, 1997). Además se realizaron estudios de seguimiento describiendo el progreso
de sujetos que recibieron los servicios de TEACCH en los cuales se encontró que existía
un significativo aumento del Coeficiente Intelectual de niños no verbales que fueron
diagnosticados tempranamente (Lord y Schopler, 1989b).
49
Ozonoff y Cathcart (1998) realizaron un trabajo evaluando un programa de
TEACCH en el cual se capacitaba a las maestras para el trabajo con niños con autismo en
sus hogares. Este programa de 10 horas, fue comparado con el trabajo realizado en un
aula (basado en la metodología de ensayos discretos) pero que no incluía la terapia a
domicilio. Ambos programas abordaban las áreas cognitiva, pedagógica y habilidades pre
laborales. Esta investigación demostró que luego de 4 meses de intervención el grupo que
había recibido tratamiento domiciliario mostró mayores avances en las habilidades de
imitación, motricidad fina y gruesa, así como en los tests de habilidades conceptuales no
verbales, en comparación con el grupo que solo recibió tratamiento en el aula.
En un trabajo más reciente (Panerai, 2002) se evaluó en Italia la efectividad del
programa TEACCH en comparación con un programa de integración. El programa TEACCH
fue implementado con un grupo experimental, mientras que el grupo control fue integrado
a escuelas comunes con una maestra acompañante. Se administraron los tests Vineland
Adaptative Behavior Scale y el Psycho-Educational Profile-Revised con un año de intervalo,
poniéndose de manifiesto que el grupo experimental logró un aumento mayor en los
puntajes de los tests que el grupo control.
4.2 Abordajes conductuales:
4.2.1 Análisis Conductual Aplicado (ACA)
Los abordajes conductuales se han convertido en Estados Unidos en una de las
estrategias más utilizadas en la intervención de niños con autismo. Ivar Lovaas y su
equipo de la Universidad de California en Los Ángeles publicaron un trabajo en el cual
mostraban el éxito en el tratamiento de niños de 3 años con autismo utilizando un
programa altamente estructurado de modificación de la conducta. En dicho trabajo
50
(Lovaas, 1987) documentó que, luego de dos años de tratamiento el 42 % de los niños
evidenciaron logros en su desarrollo intelectual y social y que el 47 % de los niños fueron
integrados a la escuela común de manera exitosa, considerándose que no se los podía
diferenciar de los niños con una inteligencia promedio y conducta típica.
El tratamiento propuesto por Lovaas y su equipo consistía en el trabajo individual
(“uno a uno”) en la casa utilizando la metodología de ensayos discretos, basado en una
currícula conductual. El tratamiento hacía hincapié en el desarrollo de habilidades de
lenguaje y cognitivas, así como en la disminución de conductas inadecuadas como
rabietas, agresión y conductas no funcionales (ej: autoestimulaciones). Este estudio fue
cuestionado en cuanto a la metodología utilizada, poniéndose en duda aspectos como la
selección de los grupos experimentales, la certeza del diagnóstico de los niños y la
supuesta recuperación total de los mismos (Schopler, Short, y Mesibov, 1989).
No obstante, el Análisis Conductual Aplicado (Applied Behavior Analysis;
siglas A.B.A) continua siendo uno de las intervenciones más utilizadas en el trabajo con
niños con autismo. En este tipo de abordaje se identifican y analizan las habilidades que el
sujeto requiere para mejorar su rendimiento y funcionamiento. Una vez realizada esta
evaluación, se desarrolla la enseñanza sistemática para el logro de la conducta o
respuesta deseada.
El entrenamiento en Ensayos Discretos es un método a través del cual se
implementa el Análisis Conductual Aplicado. Esta forma de enseñanza se lleva a cabo de
manera individual siguiendo una secuencia de consigna – respuesta – consecuencia,
reforzándose la conducta deseada. Una vez lograda la respuesta de manera
51
independiente, se entrena al alumno para que pueda generalizarla a otros ambientes más
naturales.
Si bien el ACA es considerado una de las estrategias de intervención más eficaces
en el trabajo con niños con autismo, tanto ACA como la metodología de Ensayos Discretos
generan gran controversia. Hay, por lo menos, cuatro puntos que generan esta
controversia: la exclusividad, el uso intensivo, el personal y los logros.
El ACA es una herramienta eficaz, pero si se defiende su uso exclusivo, se excluyen
otros métodos, lo cual implicaría que dichos métodos son menos efectivos, cuando en
realidad en muchos casos se obtienen mejores resultados con programas más fácilmente
generalizables y no solamente en un trabajo uno a uno.
En relación al uso intensivo, en los últimos años se está cuestionando el
entrenamiento de 40 horas semanales durante varios años. Si bien este esquema de
tratamiento puede ser útil para muchos niños, podría ser inadecuado para otros. Es
fundamental individualizar la estrategia adaptándola para los sujetos para los cuales fue
designada.
Gresham y MacMillan (1998) publicaron un artículo en el cual investigaron la
validez interna y externa del trabajo de Lovaas y su equipo, encontrando problemas
metodológicos, tanto en la muestra, como en el diseño y análisis de los datos.
Sheinkopf y Siegel (1998) evaluaron las técnicas de ensayos discretos empleando
un grupo control. Encontraron mejoras en el puntaje del C.I, en las medidas cognitivas y
en los síntomas de autismo. En este modelo, a diferencia del de Lovaas, constaba de 28
horas semanales de trabajo. No encontraron diferencias entre el grupo control y el
52
experimental en cuanto a horas de tratamiento basado en la metodología de ensayos
discretos.
Finalmente, el tema del personal también ha sido discutido entre las personas que
investigan los tratamientos para el autismo. Smith, McEachin, and Lovaas (1993)
explicaron que las dificultades para replicar su modelo de trabajo se debían a que, para
que el tratamiento tuviera éxito el terapeuta debía adquirir entrenamiento supervisado, y
conocimiento de los principios teóricos que guían la práctica. Este tipo de capacitación
podría requerir por lo menos entre 6 meses y un año de tiempo.
4.2.2 Pivotal Response Training (PRT)
El método Pivotal Response Training (PRT) está basado en los principios del
Análisis Conductual Aplicado (ACA), si bien las situaciones de enseñanza se dan en
ambientes más naturales.
PRT es un método para aumentar la motivación y el aprendizaje en niños con
autismo. En este método se hace hincapié en la búsqueda de refuerzos naturales para
enseñar habilidades durante las rutinas diarias. La motivación se aumenta en la medida
que se enseñan habilidades importantes, en especial el aprendizaje del lenguaje.
Varios estudios han probado que con este abordaje se ha logrado aumentar las
habilidades de lenguaje de niños con autismo (Koegel y otros , 1987; Koegel, Koegel, y
McNerney, 2001).
Stahmer (1995) realizó un trabajo con el objetivo de evaluar la utilidad del PRT
para la enseñanza de otras habilidades a niños con autismo, como la de juego simbólico.
Los resultados del estudio mostraron que luego de un entrenamiento específico en juego
53
simbólico utilizando este modelo, todos los niños del grupo experimental habían aprendido
a realizar juego simbólico creativo y complejo a niveles similares a controles típicos con el
mismo nivel de lenguaje. En la mayoría de los casos estos niños pudieron generalizar su
juego a nuevos juguetes, ambientes y compañeros de juego y continuaron realizando
juego simbólico después de un período de tres meses. (Stahmer, 1995).
En otro trabajo (Koegel y otros, 1999) el modelo PRT mostró ser efectivo luego de
un seguimiento a largo plazo en un grupo de diez niños. Los primeros 6 niños tenían
edades similares de lenguaje al ingreso, pero se diferenciaban en cuanto a su nivel de
iniciación de interacciones. En el momento del seguimiento se encontró que los mayores
niveles de iniciativa al ingreso predecían una ubicación escolar menos restrictiva y
puntajes mayores en lenguaje y conducta adaptativa. Los otros cuatro niños del estudio,
quienes tenían menor nivel de iniciativa para interactuar en el momento del ingreso
recibieron entrenamiento específico con el objetivo de iniciar interacciones de manera
independiente. Luego del seguimiento tres de los cuatro niños estaban integrados en
escuelas comunes y habían mejorado significativamente en los puntajes de pragmática,
conducta adaptativa (evaluado con el Vineland Adaptive Behavior Scales, Sparrow, Balla,
y Cicchetti, 1984) y conductas autistas (evaluado con el CARS, Schopler y otros, 1986).
Si bien la mejoría en este estudio fue notable, debido a la ausencia de un diseño
experimental, estos logros no pueden ser atribuidos directamente a la intervención.
54
4.3 Abordajes basados en el desarrollo de habilidades:
4.3.1 Picture Exchange Communication System (PECS)
El uso de Sistemas Alternativos y Aumentativos para la Comunicación es una
práctica cada vez más extendida en la educación y tratamiento de personas con
alteraciones del lenguaje y comunicación.
El PECS (The Picture Exchange Communication System - Sistema de Comunicación
por Intercambio de Figuras) es uno de los Sistemas que en la actualidad más se ha
difundido y se emplea, dado a su alto nivel de flexibilidad que le permite adaptarse a
cualquier necesidad socio – comunicativa. Consecuentemente su aplicación se extiende no
sólo a niños, jóvenes y adultos con severas dificultades en el habla sino a aquellos cuya
comunicación oral es poco funcional.
Este es un sistema de comunicación alternativa basado en los principios del Análisis
Conductual Aplicado, que fue desarrollado por Bondy y Frost (1994), que apunta a
mejorar el funcionamiento de las personas con autismo en el área de comunicación. El
sistema PECS es uno de los más utilizados especialmente para el trabajo con niños con
autismo sin lenguaje expresivo. Este sistema utiliza dibujos u otros símbolos para
desarrollar un sistema de comunicación funcional dentro de un contexto de actividades
que motiven al niño.
Este programa paso a paso consta de 6 fases e incorpora técnicas conductuales
durante la etapa de enseñanza, como son el modelado, guía física, encadenamiento
directo e inverso y desvanecimiento de ayudas.
55
Es frecuente que los niños con autismo utilicen objetos como forma de comunicar
sus necesidades (por ejemplo: entregar una taza para pedir algo de beber) . El sistema
PECS se apoya en esta inclinación natural así como en la fortaleza visual propia de las
personas con autismo, para ayudar a los sujetos a lograr una comunicación más funcional,
en el contexto de un intercambio social.
Una de las ventajas del PECS es que no requiere de prerrequisitos tales como
imitación, orientación facial o habilidades motoras.
Finalmente, y en un nivel empírico, como evidencia de una gran proporción de
chicos que se iniciaron en el uso de PECS y desarrollaron un habla funcional, la utilización
de este método o modalidad, no inhibe ni retrasa el desarrollo de un lenguaje funcional.
4.3.2 Comunicación total- Habla signada:
El programa de comunicación total de Schaeffer (Schaeffer, 1980) fue diseñado
para ayudar a sujetos no verbales y verbales con graves alteraciones del lenguaje y de la
comunicación. Es un programa que incluye dos componentes que lo definen y diferencian
de otros procedimientos de intervención. El primer componente es el Habla Signada
(producción por parte del sujeto de habla y de signos de forma simultánea); el segundo, el
de Comunicación Simultánea (empleo por parte de las personas que se comunican con el
niño de dos códigos simultáneos: Código Oral o habla y Código Signado o signos).
Este programa no solo enseña signos, sino que también enseña una estrategia de
interacción social en el que enseñamos al niño a dirigirse al adulto (por medio de signos)
para conseguir algo deseado. Su utilización no entorpece ni dificulta la aparición del
56
lenguaje, si no todo lo contrario, lo favorece e influye en la aparición y el incremento de
éste. Otra de las ventajas del Programa de Comunicación Total es que no es necesario
enseñar prerrequisitos para empezar el sistema, si no que es necesario interpretar lo que
el niño ya sabe y utilizarlo más funcionalmente. El único requisito de este método es la
intención de acción, la realización de un acto-conducta con la finalidad del logro de un
deseo.
En este programa se enseñan dos tareas: por un lado la topografía (el signo, con
sus componentes de forma, posición y movimiento final) y por el otro la función. Esta
función estaría definida por el uso de una estrategia de relación interpersonal de carácter
imperativo. Esto es, se enseña a realizar una acción específica (el signo) dirigida a una
persona y con la intención de que éste le proporcione el objeto o acción deseados.
4.3.3 Historias Sociales (HS) y la Conversaciones en forma de historieta (CSC).
Las historias sociales (HS) y las conversaciones en forma de historieta (CSC, Comic
Strip Conversations.) son una estrategia desarrollada por Carol Gray (1995) con el objetivo
de incrementar las habilidades sociales y de la comunicación y disminuir los problemas de
conducta.
Las HS y Conversaciones en forma de Historieta describen de manera clara y
concreta situaciones sociales específicas a través de un relato corto y escrito de manera
positiva (Gray, 1995). Estas historias pueden estar acompañadas por dibujos tipo
historietas. Cada HS se diseña de modo que proporcione predictibilidad a una situación
que, desde la perspectiva del sujeto con autismo , es confusa, atemorizante o difícil de
interpretar. Reconociendo que la predictibilidad ha demostrado mejorar la respuesta social
57
y el comportamiento en el juego en los niños con autismo, la comprensión de lo
desconocido puede ser imprescindible para el éxito social de esta población.
Según Quill (1995) las intervenciones que incorporan el uso de apoyos visuales han
sido efectivas en la educación de niños con trastornos del espectro autista. Las HS y
Conversaciones en Forma de Historieta son estrategias con un componente visual que
ayudan a que los padres y profesionales comuniquen conceptos e ideas con el apoyo de
palabras escritas, dibujos, símbolos y colores. Se ha probado que este tipo de estrategia
puede incrementar las habilidades sociales y de comunicación, así como ayudar a los
sujetos a comprender ciertos conceptos, como las emociones y pensamientos de otras
personas, lo cual resulta difícil de entender para las personas con este perfil (Gray, 1993).
No obstante, las HS no son medios unilaterales para producir un cambio en el
comportamiento de la persona con autismo, si no una estrategia mas de intervención.
4.4 Abordajes basados en la interacción y el desarrollo (modelo DIR).
Los abordajes basados en la interacción enfatizan la importancia del área socio
afectiva, y buscan facilitar el afecto y el vínculo interpersonal de las personas con TEA.
Uno de los abordajes basados en la interacción más difundidos es Floortime,
desarrollado por Stanley Greenspan (1992). El término “Floortime” (tiempo en el piso)
surge en alusión a que la mayoría de las actividades de los niños ocurren en el piso.
Floortime es un abordaje sistemático que busca reestablecer la secuencia evolutiva de la
comunicación e interacción. El objetivo principal de este abordaje es fomentar el placer, la
calidez y la intimidad en las interacciones (Weider, 1996).
58
La propuesta de Floortime busca involucrar al niño en relaciones espontáneas y
placenteras, oponiéndose a la enseñanza exclusiva de habilidades aisladas que, sin
focalizar en la interacción, pueden empeorar las dificultades de los niños con TEA
(Greenspan, 1992). Floortime utiliza diferentes técnicas para fomentar la interacción, la
comunicación de dos vías y la elaboración de significados compartidos (Greenspan, 1992).
Debido a que Floortime pone el énfasis en la interacción, el terapeuta que trabaja con el
niño se une a las actividades que él realiza, siguiendo el “liderazgo” del niño. Un
componente importante de esta forma de trabajo es el concepto de “círculo de
comunicación”, que se define como una unidad de interacción gestual, a partir de la cual
se construye la comunicación (Greenspan, 1992).
Floortime no pretende enseñar habilidades específicas, si no el desarrollo de
interacciones placenteras del niño con otros. Los terapeutas deben ajustar su modalidad
de interacción al perfil individual de cada niño, incluyendo su perfil sensorial.
Existe un número creciente de estudios que provee apoyo empírico al uso de este
abordaje en niños con autismo(Greenspan y Weider, 1997; De Gangi y Greenspan, 1997;
Weider, 1996; Greenspan y Weider, 1998). En 1997 Greenspan y Weider analizaron las
historias clínicas de 200 casos brindando datos que validan la efectividad de esta forma
de tratamiento.
5. Material y método:
5.1 Descripción del programa del Centro Educativo Terapéutico para Niños y
Adolescentes (CETNA):
El CETNA es un centro especializado en proveer una educación intensiva e
individualizada, desarrollada en torno a las necesidades educativas y terapéuticas de cada
59
niño y su familia. Los niños y adolescentes que ingresan al CETNA, lo hacen derivados por
indicación del Plan Terapéutico Individualizado realizado por el equipo de admisión.
Los objetivos se centran en el apoyo y estimulación del aprendizaje a través de
diferentes abordajes educativo terapéuticos, actividades de socialización, académicas,
recreativas y lúdicas, adaptadas al perfil de cada niño. Las intervenciones apuntan a
poder desarrollar en cada niño la seguridad e iniciativa necesaria para que puedan
participar en forma adecuada en su entorno, para lo cual se procura la organización de
redes para el logro de la inclusión comunitaria, integración escolar y o ocupacional /
laboral, para aquellos alumnos que se encuentren en potencialidad de hacerlo.
Marco teórico de la intervención:
El modelo utilizado profundiza el conocimiento conjunto de los aspectos vinculares
(modelo D.I.R), el análisis conductual aplicado (A.C.A), la enseñanza estructurada
(TEACCH) y la integración sensorial (I.S) aplicados a las intervenciones educativas y
terapéuticas. Pone el acento en la responsabilidad de que el alumno aprenda sobre el
medio (docentes, monitores y entorno educativo), partiendo de la base de que siempre
puede aprender y que es el medio el que debe adaptarse al perfil individual de aprendizaje
de cada niño.
La pedagogía implementada es una pedagogía científica, basada en la aplicación
del Análisis Conductual Aplicado (A.C.A ) al diseño de currículas educativas y a la puesta
en práctica de métodos de enseñanza que han probado ser eficaces en la población con
autismo. El A.C.A es la aplicación de los principios fundamentales de la teoría del
60
aprendizaje para mejorar las conductas, habilidades o aptitudes humanas socialmente
significativas. Mediante la aplicación de los principios de análisis de la conducta se pueden
establecer una serie de condiciones que probablemente van a dar lugar a cambios
conductuales positivos o socialmente relevantes. Los métodos terapéuticos o de
instrucción específicos pertenecientes a esta metodología y que se aplican en el CETNA
son: La enseñanza de Ensayo Discreto (DTT siglas en inglés de Discrete Trial Training), el
uso de refuerzos, las técnicas como encadenamiento inverso y directo, el modelado, el
moldeado de conductas, el desvanecimiento de ayudas.
Además en el CETNA se incluyen herramientas del programa de intervención
TEACCH. Este modelo subraya la importancia de comprender y reforzar los puntos fuertes
del individuo con autismo. Las estrategias empleadas para promover el funcionamiento
independiente se adaptan a esos puntos fuertes en función de las necesidades particulares
de cada individuo. Las estrategias que se utilizan incluyen cronogramas o agendas
visuales, sistemas de trabajo independientes, tiras que ilustran las tareas con imágenes y
otros métodos y apoyos instructivos presentados de forma visual. Además, se provee un
entorno de aprendizaje físico muy organizado.
El modelo DIR® es otro de los pilares de la intervención. Este modelo, basado en
el desarrollo, las diferencias individuales y las relaciones (DIR, del inglés Developmental
Individual-Difference, Relationship-Based Model, habitualmente llamado „tiempo de suelo‟)
es un modelo orientado por el niño y llevado a cabo por los padres, que utiliza los
principios de la terapia del desarrollo para ayudar a los niños a elaborar sus aptitudes
sociales, comunicativas y afectivas. El tiempo de suelo (Floortime) se basa en la teoría que
61
sostiene que los niños con TEA tienen un procesamiento biológico deficiente que impide la
conexión entre el afecto y la intención y las habilidades de secuenciación y planificación
motora y las capacidades de procesamiento auditivo y del lenguaje. El tiempo de suelo
moviliza la expresión y la intención de los niños para facilitarles el progreso a través de
seis etapas distintas: la autorregulación, la intimidad, la comunicación bidireccional, la
comunicación compleja,
las ideas afectivas y el pensamiento afectivo.
La Integración Sensorial es otro de los abordajes que constituyen uno de los ejes
del trabajo en el CETNA. La integración sensorial se centra primariamente en tres sentidos
básicos: táctil, vestibular y propioceptivo. Estos tres sistemas empiezan a funcionar muy
temprano en la vida incluso antes del nacimiento y continúan desarrollándose a medida
que la persona madura e interactúa con su medio ambiente. En general la disfunción
dentro de estos tres sistemas se manifiesta de muchas maneras. Un niño puede tener una
respuesta hiper o hipo-sensitiva al input sensorial. El nivel de actividad puede ser
inusualmente alto o bajo, un niño puede estar en movimiento constante o fatigarse
fácilmente. Además, algunos niños pueden fluctuar entre estos extremos. En general el
niño tiene dificultades en el "filtrado" de la información que le llega de sus sentidos, para
decidir a que responder y que estimulos ignorar y por lo tanto aparece desorganizado y
fuera de sincronía con su medio ambiente. Los problemas en la coordinación motora
gruesa y/o fina también son comunes cuando estos tres sistemas son disfuncionales y
pueden observarse retrasos en el habla, el lenguaje y un bajo rendimiento escolar. La
evaluación y tratamiento de las disfunciones de integración sensoriales es realizada por
una Terapista Ocupacional entrenada específicamente en este campo. Los objetivos
62
generales son:
1) proveer al niño con información sensorial que lo ayude a organizar su sistema nervioso
central. 2) asistir al niño a inhibir o modular la información sensorial y 3) asistir al niño a
procesar una respuesta al estímulo sensorial más organizada. La Terapista Ocupacional
asesora a las maestras para incluir estrategias de IS en el trabajo diario.
Población atendida:
El CETNA recibe niños y adolescentes (hasta 16 años), que ingresan derivados por
indicación del Plan Terapéutico Individualizado realizado por el equipo de admisión. Las
características de los mismos ponen en evidencia marcadas barreras para el aprendizaje y
la participación, que no les permiten acceder, al momento del ingreso, a servicios de
escolaridad común o capacitación laboral en ámbitos normalizados o de educación
sistemática.
El CETNA se organiza en torno a Programas Educativo-Terapéuticos. El Programa
de Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) incluye a aquellos alumnos mayores de
3 años que cumplan con los criterios diagnósticos del Trastorno Generalizado del
Desarrollo NE o autismo. Las características diferenciales de este programa son:
Amplio rango de intervenciones pedagógicas reconocidas como las más efectivas en la
educación de niños con autismo (enseñanza estructurada, análisis conductual aplicado,
intervención relacional)
Maestras especialmente capacitadas en el trabajo con niños con autismo
Relación maestro-alumno óptima (1 a 1)
63
Énfasis en el desarrollo de las funciones de las habilidades de comunicación,
autovalimiento y reciprocidad e interacción social.
Énfasis en el desarrollo y consolidación de los niveles de funcionamiento intelectual y
emocional (Regulación y Atención; Vínculo e Intimidad; Comunicación intencional de
ida y vuelta ; Resolución de problemas sociales; Crear ideas; Pensamiento emocional).
Análisis funcional de la conducta para niños con trastornos de la conducta
Integración Sensorial
Coordinación y seguimiento del alumno en la escuela / comunidad. Posibilidad de
inclusión al sistema educativo oficial o inserción comunitaria.
Modalidad de concurrencia
Los alumnos concurren 3 horas diarias de Lunes a Viernes en Turno mañana o tarde, o
doble jornada (en este caso a contraturno se realizan actividades de recreación).
A continuación se describen las actividades realizadas durante el programa:
1. Rutinas Diarias:
Ronda de apertura: Es una rutina que se repite todos los días. Luego de saludar
a la maestra, los niños, por turnos, colocan el día, la fecha y el estado del tiempo
en un calendario que queda visible durante todo el día. Se trabajan conceptos de
ayer, hoy y mañana. También, se toma asistencia en una planilla donde cada chico
coloca su nombre y se tilda si está presente o se pone una cruz si no ha asistido a
la escuela.
Actividades académicas: Cada niño tiene un sector establecido en el cual
trabaja con un adulto en relación 1 a 1. Se realizan actividades académicas acordes
64
al nivel de funcionamiento individual. Éstas se alternan con períodos de juego y
recreo y se utilizan refuerzos (actividades o juguetes que sean del agrado del niño)
para estimular el logro de los objetivos.
Recreo: Se realizan actividades recreativas en el patio terapéutico y en la sala de
recreación.
Merienda: Es un momento óptimo para estimular el desarrollo de la
comunicación. Se propicia la toma de iniciativa de los alumnos para demandar los
alimentos y las bebidas. Se puede utilizar un sistema de intercambio de
figuras/objetos, como así también se favorece la aparición de aproximaciones
sonoras y/o palabras.
Despedida: Es una rutina que se repite todos los días. La maestra se sienta al
frente de los chicos que conforman un semicírculo y los saluda a cada uno y se les
muestra en el cronograma que el día terminó. Se les anticipa si es fin de semana y
que no vendrán al CETNA.
Actividades especiales: Las actividades especiales de Actividad Grupal
Sensoriomotora y Musicoterapia se realizan 1 vez a la semana con una duración de
30 minutos cada una, y la actividad de Natación es con una frecuencia quincenal.
Los Grupos de Lenguaje se realizan una vez por semana durante 30 minutos.
65
2. Actividades grupales:
2.1 Actividad Grupal Sensoriomotora
El procesamiento sensorial es la capacidad de organizar las sensaciones del propio
cuerpo y del entorno para su uso eficiente en el medio, de manera adecuada y adaptada a
la demanda del ambiente.
El objetivo de la actividad es guiar a los niños a través de una serie de ejercicios que
pongan a prueba sus habilidades para responder apropiadamente a la información
sensorial y para dar una respuesta exitosa y organizada. La adecuada y controlada
exposición hacia estas experiencias sensoriales, acompañado de un proceso terapéutico,
permitirán a los niños llegar a ser más capaces de ajustar la información sensorial y
regular sus respuestas físicas y emocionales hacia estos estímulos. Este proceso favorece
la auto-regulación de la información sensorial y mejora la habilidad de los niños para
responder al mundo de las sensaciones de una forma más adaptada. De esta manera
estaremos ayudando a los niños a sentirse cómodos con las sensaciones de este mundo y
a tolerar mejor las respuestas de sus cuerpos ante las mismas.
Durante la actividad grupal sensorio motora (AGSM) se le brindan experiencias
sensoriales, de manera controlada y organizada, a través de la información sensorial,
principalmente en relación a estímulos vestibular, propioceptiva y táctil en diferentes
estaciones en las cuales los niños participan, realizando la actividad sugerida para cada
estación, ayudados por las maestras
2.2 Musicoterapia
66
Las sesiones grupales de Musicoterapia tienen como finalidad brindar a los niños
oportunidades para el aprendizaje de habilidades de tipo no-musicales, que colaboren en
todas las áreas fundamentales de su desarrollo y estimulen su capacidad creativa. Es un
momento para acercarse a sus compañeros, compartir materiales, aprender mientras
escuchan sus canciones favoritas. También para explorar el espacio que los rodea y vivir
las diferentes sensaciones que le provee su cuerpo mientras bailan, saltan o forman parte
de un juego motor activo en grupo.
Los primeros 20 minutos son principalmente de trabajo cognitivo y de motricidad
fina y los últimos 10 restantes son de trabajo corporal (bailes). Las actividades se realizan
en un marco de enseñanza estructurada, con objetivos grupales e individuales. Se utilizan
técnicas tendientes a la adquisición de habilidades sociales, aprendizaje individual y
exposición a estimulación sensorial (visual, auditiva, táctil). Se diseñan actividades
musicales de tipo dirigidas y cooperativas y se brindan refuerzos positivos individuales y
grupales.
Se utilizan diferentes instrumentos tales como: toc - toc , guitarra, pandereta,
serrucho y otros materiales como pañuelos o pelotas. Se cantan diferentes canciones
indicadas a través de un cronograma, lo que les da a los niños mayor organización y les
permite aprenderlas más fácilmente.
2.3 Actividad Física:
67
Actividad física es una propuesta en la cual los chicos realizan diferentes
actividades de educación física, tales como: correr, saltar, embocar pelotas, pasar por
adentro de un aro, hacer circuitos con ciertas distancias, trotar, caminar, etc.
2.4 Actividad de pileta:
Los alumnos realizan esta actividad quincenalmente durante 45 minutos.
Los chicos entran al natatorio cada uno con una docente, se realiza el saludo en la
escalera y luego se trabaja individualmente con cada chico.
Todos los niños se encuentran en la etapa de ambientación y como objetivos se tomaron:
Que los alumnos:
Disfruten del agua.
Pierdan el miedo al agua.
Dominen su cuerpo dentro del agua.
Sumerjan la cabeza.
Se desplacen con elementos o el docente.
Se desplacen sin ayuda.
Descubran el medio acuático.
Interactúen con pares y docentes a través del juego.
2. 5 Grupos de comunicación y Lenguaje
El objetivo de estos grupos es realizar actividades lúdicas en las cuales se trabajen
diferentes temas para favorecer el desarrollo de la comunicación y lenguaje.
68
Se busca fomentar la comunicación de cada uno de ellos según sus posibilidades (
por medio de la palabra, señas, gestos, pictogramas, fotos, etc.) tratando de
proponer actividades lo más motivantes e interactivas posibles. Por esta razón las
actividades se plantean en un marco lúdico, ya que de esta manera se logra mayor
entusiasmo y participación por parte de los niños.
Se exponen diversos temas para desarrollar y ampliar el vocabulario, se mantiene el
tema durante 4 semanas para poder observar los avances en la incorporación y
adquisición de esos conceptos.
Se utiliza un cronograma o agenda con imágenes en la cual se les anticipa los
pasos que se irán realizando (saludo inicial, juego, saludo final), se usan todas las ayudas
necesarias ajustadas al nivel de cada uno. Algunos ejemplos de unidades temáticas que se
desarrolladas fueron:
Partes del cuerpo
Ropa
Animales
Partes de la casa
3. Actividades individuales:
Para la realización de estas actividades se trabaja con una relación maestro –
alumno 1 a 1 en un área establecida, libre de distractores.
Se detallan en este apartado las actividades que se realizan en el programa
educativo terapéutico del CETNA para abordar las habilidades que luego fueron evaluadas
69
en este trabajo (Motricidad fina y Gruesa, Imitación, Lenguaje Receptivo y Expresivo y
Cognitiva).
A) Área Motricidad Fina y Gruesa:
Éste área se aborda desde las actividades grupales de pileta, actividad física y
actividad grupal sensoriomotora. En el trabajo individual se realizan los siguientes
programas:
- Construcción con bloques: El objetivo de estos programas es que los niños
desarrollen la capacidad de imitar, de discriminar visualmente y de construcción viso-
espacial. Según el nivel de desempeño, se utilizan ayudas como plantillas con el modelo
dibujado, modelo con los bloques paso a paso, etc.
-Rompecabezas. El objetivo de este programa es el desarrollo de la discriminación visual
y manipulación de objetos. Se comienza con rompecabezas de dos cortes para ir
aumentando el nivel de complejidad, utilizando diferentes modelos (cortes rectos,
sinuosos, encastres, etc.) y distinto tipo de ayudas (el modelo impreso debajo, entrega de
las piezas de a una, el modelo impreso al lado, etc.)
- Trabajos en hoja: se realizan actividades gráficas y manuales como cortar y pegar,
trozar, pintar, unir con líneas, completar imágenes. Se emplean diferentes materiales,
tales como: plasticola de colores, lápiz, tempera, goma, plasticola, pinceles, marcadores,
70
crayones, tizas, rodillos. Se utilizan diferentes texturas (cartulina, papel brillante y papel
crepe).
- Uso de la tijera: se emplean en caso de ser necesario tijeras adaptadas, según
sugerencia de la terapista ocupacional. En el momento inicial se utilizan hojas gruesas o
cartulinas y se comienza por el corte de líneas rectas para ir complejizándolas.
- Actividades de la vida diaria: estas actividades varían según el desempeño de cada
niño, siendo algunos ejemplos: aprender a atarse los cordones, abrir y cerrar cierres
(cartuchera, mochila, etc.), enroscar y desenroscar envases, uso de los cubiertos, higiene,
etc.
- Otras actividades: Actividades de enhebrado, encastres, rompecabezas, ensartado.
- Imitación no verbal sin objetos: el objetivo es desarrollar las habilidades de
imitación utilizando su propio cuerpo.
B) Área Lenguaje Receptivo:
El área de Lenguaje se aborda desde el ámbito grupal tanto en las actividades de
Lenguaje y Comunicación, como en Musicoterapia. En el abordaje individual el objetivo de
los programas de Lenguaje receptivo en el nivel inicial es que los niños desarrollen la
capacidad de comprender verbalmente y de identificar diferentes objetos por su nombre.
Se realizan las siguientes actividades:
71
- Identificar objetos: Frente a la presentación de dos objetos diferentes, el niño debe
entregar el objeto pedido verbalmente por la maestra. En caso de ser necesario se
utilizan apoyos visuales como pictogramas, gestos o fotos.
- Bites: en esta actividad se le presentan imágenes y se las va nombrando para que el
niño pueda asociar el nombre con la imagen. Se seleccionan imágenes de palabras de uso
cotidiano y de interés para los alumnos. Ante la presencia de la tarjeta o foto, los alumnos
deben escuchar la palabra que denomina a esa figura. En algunos casos según el
desempeño y posibilidades de cada uno se intenta que repitan las palabras.
- Comprensión de consignas simples: el objetivo de estos programas es que el
alumno comprenda determinadas consignas simples y responda a ellas en forma adecuada
e independiente. Son acompañadas por gestos en algunos casos. A medida que cada niño
va logrando sus objetivos, se incluyen consignas fuera de la mesa de trabajo, consignas
de 2 pasos y en diferentes contextos (patio, merienda, etc.)
- Comprensión de verbos en contexto: se emplean objetos para que el niño realice
de manera práctica el verbo pedido. Por ejemplo, con un muñeco: “Dale algo de comer/
tomar/ ponelo a dormir”
- Reconocimiento de acciones en láminas. en esta actividad los niños identifican las
acciones pedidas por el adulto.
72
- Comprensión de pronombres: se realiza de manera estructurada y en ámbitos
naturales (ej: durante la merienda: “dame a mí”, “dale a él”, “mostrame tu vaso”, “
mostrame mi vaso”, etc.).
- Comprensión del uso de objetos. Consiste en identificar en una lámina la utilidad de
un objeto, por ej: cuál es para cortar el pelo, para limpiar el piso, para cortar papel, etc.
- Comprensión de conceptos descriptivos. Identificación de conceptos como: grande-
chico, seco-mojado, corto-largo, etc. en láminas con dibujos o fotos según el nivel de
cada niño.
- Identificación de partes del cuerpo: se trabaja para que los alumnos puedan
discriminar las diferentes partes del cuerpo. Según el nivel de cada niño, se realiza esta
actividad por imitación, con apoyos visuales, o solo dándoles información verbal. En una
primera instancia se trabaja sobre un muñeco y luego en el cuerpo del niño.
C) Área Lenguaje Expresivo:
- Funciones Comunicativas: se trabaja desde un comienzo para el desarrollo de las
siguientes funciones comunicativas: selección (entre varios objetos, fotos, pictogramas),
pedido (pictograma, “dame” o seña correspondiente), rechazo (“no” verbalmente o gesto),
73
finalización (“listo”, “terminé”), saludo (responder con el gesto – mano), llamado (tocar el
hombro/ brazo + vocalizaciones) y continuidad (“más” , seña o señalar pictogramas).
- Praxias orolinguofaciales: El objetivo es trabajar todos los elementos intervinientes
en la producción del sonido a fin de favorecer el acceso al lenguaje verbal, mediante
ejercicios de la zona músculo esquelética del aparato fonador.
- Nombrar acciones: El objetivo es desarrollar el lenguaje expresivo y la discriminación
visual. La maestra realiza una acción con o sin un elemento y le pregunta al alumno qué
está haciendo.
- Preguntas sociales: se trabaja para que los niños logren responder de manera
independiente a preguntas realizadas comúnmente como: “¿Cómo te llamás?”, “¿Cómo
estás?”, “¿Cuántos años tenés?”, “¿Cómo se llama tu papá, tu mamá, tu hermana, tus
abuelas?”.
D) Área Imitación:
En estos programas se utilizan técnicas como modelado, guía física,
encadenamiento, refuerzo de aproximaciones, etc. que luego se van desvaneciendo.
Incorporada la función se utiliza para la enseñanza de otros objetivos.
- Imitación no verbal sin objetos: el objetivo es desarrollar las habilidades de
imitación utilizando su propio cuerpo.
74
- Imitación con objetos: se apunta al desarrollo de la capacidad de imitar utilizando
diferentes objetos, u objetos en relación. Por ejemplo: ponerse un sombrero, o darle de
tomar o comer a un muñeco.
- Imitación de gestos. El objetivo es que los niños incorporen formas no verbales de
comunicación. Se trabaja inicialmente con gestos que son utilizados de manera funcional
para realizar pedidos de elementos altamente motivantes.
- Imitación verbal. El objetivo es que los niños incorporen formas verbales de
comunicación. La actividad consiste en la repetición de sonidos, sílabas o palabras.
- Imitación de trazos: El niño debe copiar el modelo de la maestra, en un primer
momento con guía física (mano sobre mano), luego copiando los trazos realizados paso a
paso y por último de manera independiente.
E) Área Cognitiva:
En este área se trabajan en el momento inicial los pre requisitos para el aprendizaje:
permanecer sentado, prestar atención, seguir consignas. Luego se abordan los programas
específicos que se detallan a continuación:
- Seguimiento Visual: el objetivo es desarrollar las posibilidades atencionales y
seguimiento visual para aumentar su amplitud atencional y vigilancia. Este programa
75
consiste en colocar dentro de un vasito (son tres, uno con el objeto) un objeto de su
interés para que deba seguir con su mirada el movimiento de los vasos y levantar aquel
que lo posea.
- Aparear: los objetivos son el desarrollo de la atención, la discriminación visual y la
habilidad para igualar imágenes u objetos por sus características en común. Esta actividad
se realiza en progresión según el nivel de dificultad: objetos idénticos, imágenes idénticas,
objetos con imágenes, imágenes con objetos, colores, formas, letras, números, objetos no
idénticos y objetos por asociación.
- Clasificación: el objetivo es que los niños puedan agrupar objetos en clases según
corresponda. Se trabaja clasificación con objetos concretos, fotos, dibujos yendo desde lo
más concreto a lo más abstracto (por ejemplo: clasificar fotos con diferentes emociones)
- Identificación de colores, figuras geométricas, tamaño: se realiza a través de
tarjetas donde se presentan en un primer momento dos opciones y el niño debe señalar o
entregar el item pedido por el adulto.
- Identificación de letras/ sílabas/ palabras y números : el terapeuta va
nombrando las letras/ sílabas/ palabras/ números y el niño debe ir entregando las tarjetas
correspondientes.
76
- Programas de matemática: luego de la identificación de números se continúa
progresivamente con tareas de ordenar números, conteo de objetos concretos, conteo de
objetos dibujados, asociación número – cantidad, cálculos y resolución de problemas.
- Programas de lecto escritura: estos programas se abordan utilizando un método de
lecto escritura secuenciado, que va progresivamente de la letra a la sílaba, de la sílaba a la
palabra y luego a la frase. Según el perfil cognitivo de cada niño puede utilizarse un
método de alfabetización global o sintético.
F) Interacción y Comunicación:
En cuanto a la interacción, se realizan diariamente sesiones de Floortime donde se
busca favorecer el desarrollo emocional de los niños siguiendo los 6 niveles propuestos por
el Dr. Stanley Greenspan y Dra. Serena Wieder:
Nivel 1: autorregulación e interés en el mundo y atención
Nivel 2: vínculo e intimidad
Nivel 3: comunicación intencional de ida y vuelta
Nivel 4: comunicación compleja
Nivel 5 creación de ideas (símbolos)
Nivel 6: Pensamiento emocional (construcción de puentes entre ideas).
Con respecto a la comunicación, se detallan las estrategias utilizadas para favorecer la
comunicación (verbal y no verbal):
77
- Uso de cronogramas visuales con objetos, dibujos, fotos o palabras representativos
de cada actividad. Estos cronogramas permiten anticipar las distintas actividades
programadas dentro de la rutina diaria y favorecer la comprensión.
- Señalamientos, señas, gestos y expresiones faciales: se utiliza todo tipo de apoyo
no verbal para acompañar el mensaje hablado. Esto también facilita la comprensión de
consignas y promueve a la imitación de las mismas de forma espontánea.
- Comunicación Aumentativa Alternativa (CAA): se emplean recursos como displays
de selección (comunicador portátil) para pedir acciones/ objetos del interés de cada niño,
displays de actividad (plantillas con vocabulario en pictogramas de una misma actividad y
distintas funciones comunicativas como pedido, comentarios, saludo, reguladores, etc.)
durante distintas actividades y displays de selección encadenados (2-3 opciones) a fin de
ampliar los círculos de comunicación, el vocabulario, las funciones comunicativas, la
comprensión, etc. durante las actividades.
5.2 Participantes:
Se evaluaron 11 niños (9 varones y 2 mujeres) 6 de ellos fueron diagnosticados
con Autismo y 5 con Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado (T. G. D- NE).
Sus edades estaban comprendidas entre 3 años 5 meses y 9 años 2 meses. La media de la
edad fue de 7.3 años. Los niños eran todos alumnos del CETNA y asistían diariamente a
dicho centro durante 3 horas.
78
Los niños fueron seleccionados teniendo en cuenta:
Diagnóstico de Autismo o T. G. D NE (según criterios del DSM IV), realizado por un
equipo interdisciplinario en el CETNA, utilizando la batería estandarizada ADOS
(administrada por una lic. en psicología cerificada oficialmente en la administración del
test) y el criterio clínico de un médico psiquiatra o neuropediatra.
Ausencia de impedimentos sensoriales (ej: hipoacusia, disminución visual).
Ausencia de enfermedades genéticas.
Concurrencia al CETNA durante 3 horas diarias.
Autorización por escrito de los padres para participar en la evaluación y para ser
filmados.
Con respecto a la escolaridad, 4 de los 11 niños se encontraban con proyecto de
integración en escuelas comunes, asistiendo diariamente con acompañantes; 1 de los
niños concurría diariamente a una escuela de educación especial y los 6 restantes asistían
al CETNA realizando a contraturno actividades recreativas.
En relación al nivel de lenguaje verbal, 4 de los niños carecían del mismo, 5
producían palabras aisladas y sólo 2 formulaban frases. 1 sólo de los niños tenía ecolalia.
Todos los niños evaluados tenían estereotipias y 9 de ellos conductas disruptivas.
5.3 Material:
Se utilizó el Perfil Psicoeducacional Revisado (PEP 3 .Shoppler y otros, 2005) que
se administró al inicio, a los 6 meses y al año de tratamiento.
79
El PEP 3 es un test que mide el nivel de funcionamiento de niños entre 6 meses y 8
años de edad y permite trazar un perfil de fortalezas y debilidades.
Como el PEP 3 fue especialmente diseñado para niños con Trastornos
Generalizados del Desarrollo, está dividido en habilidades verbales y no verbales, no es
necesario que los niños hayan adquirido el lenguaje para poder ser evaluados.
Se seleccionaron los subtest de rendimiento, que permiten obtener dos puntajes
compuestos: Comunicación y Motricidad. Dichos subtest son: Cognitivo verbal-preverbal,
Imitación, Motricidad Fina, Motricidad Gruesa, Lenguaje Receptivo y Lenguaje Expresivo.
Para conocer el nivel intelectual de los niños se empleó la escala Leiter
International Performance Scale-Revised (Leiter-R), de Roid y Miller. Esta escala es no
verbal, por lo cual es ideal para ser administrada en niños o adolescentes con déficits
auditivos o sin lenguaje expresivo. Puede utilizarse en niños de los 2 hasta los 21 años.
5.4 Procedimiento
Los niños fueron evaluados dentro de su horario escolar, y en presencia de sus
terapeutas, con el objetivo de garantizar la mayor confiabilidad posible. Los terapeutas
aportaron datos sobre el uso de incentivos o apoyos visuales (agendas, sistemas de
premios) , con el fin de lograr la máxima colaboración por parte de los niños. La
evaluación se realizo en 2 días diferentes, permitiendo recesos intermedios para evitar la
fatiga.
El test fue administrado por una psicopedagoga con capacitación en la
administración del PEP 3 y 7 años de experiencia en el trabajo de evaluación de niños con
trastornos del espectro autista.
80
En cuanto al ambiente de trabajo, el mismo fue ámbito silencioso y libre de
interrupciones por lo cual se considera que la evaluación es válida.
Los terapeutas desconocían el material que se utilizó, y tuvieron contacto con el
mismo únicamente en los momentos de evaluación (es decir, no hubo práctica con dicho
material por parte de los niños).
6.Resultados:
6.1 Resultados pre y post test:
Se detallan en la tabla 1 y el gráfico 1 a continuación los resultados obtenidos por
los niños evaluados antes y después del tratamiento en el test PEP 3. Los mismos están
expresados en edad equivalente (meses).
Tabla 1: Resultados obtenidos en los subtests del PEP 3 antes y después del tratamiento.
Subtests del PEP 3
Cognitivo pre verbal/
verbal Lenguaje
Receptivo. Lenguaje Expresivo.
Motricidad Fina
Motricidad Gruesa
Imitación Visomotora
Pre Post Pre Post Pre Post Pre Post Pre Post Pre Post
38 42 27 31 16 21 39 46 38 38 30 40
60 65 30 38 25 43 51 51 32 36 40 40
31 34 19 23 11 11 30 36 38 38 31 34
31 34 21 23 19 21 25 29 34 38 32 37
37 41 23 26 18 19 33 46 36 38 37 37
41 65 27 48 18 28 39 55 38 38 30 37
29 36 22 30 11 13 36 46 33 38 24 31
24 31 21 23 11 13 22 25 25 31 29 32
19 23 11 16 11 13 23 30 22 31 19 21
56 83 64 64 46 68 42 55 38 38 34 40
26 34 11 24 11 16 29 39 30 32 29 31
Gráfico 1: Promedio de la edad equivalente en meses obtenida antes y después del
tratamiento en los 6 subtests del PEP 3
81
Promedio de edad equivalente en meses
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
Cognitivo Lenguaje
R.
Lenguaje
E.
M Fina M
Gruesa
Imitac.
subtests
ed
ad
eq
.
Pre
Post
6.2 Análisis realizados:
Para realizar el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS versión 14.0 para
Windows.
En un primer momento se creó la variable “cambio” que consistió en restar la
diferencia en meses entre el puntaje obtenido en la segunda evaluación con el puntaje
obtenido en la primera. Asi se obtuvo un puntaje de “cambio”, definido como la diferencia
en meses entre el pre test y el post test. Luego se realizó un promedio de cada uno de los
subtests y de los Puntajes Compuestos.
Considerando que se evaluó a los sujetos en dos ocasiones, antes y después del
tratamiento, se utilizó la prueba-t pareada para muestras dependientes. Estas pruebas se
realizaron para cada uno de los 6 subtests del Pep 3 con el objetivo de determinar si
82
existía alguna diferencia estadística entre la evaluación inicial y la evaluación post
tratamiento en los 11 casos evaluados. Además se realizaron pruebas T pareadas para los
2 puntajes compuestos del PEP 3 (Comunicación y Motricidad) y para la Edad de
Desarrollo Total.
También se efectuó un análisis de correlación con el objetivo de relacionar los
progresos en las diferentes áreas evaluadas por el PEP 3 y diferentes variables (C.I, nivel
educativo de los padres, edad de inicio del tratamiento, cantidad de años de tratamiento,
presencia de ecolalia, conductas disruptivas y estereotipias) para determinar si dichas
variables pueden ayudar a predecir un mayor progreso en los niños.
6.2.1 Promedio:
Luego de crear la variable “cambio” se obtuvo un promedio de la diferencia en
meses entre el pre test y el post test, después de un año de tratamiento (Tabla 2). Se
observó que el área en la cual se evidenció un cambio mayor fue la Cognitiva verbal –
preverbal seguida por las de Motricidad Fina, Lenguaje (Receptivo y Expresivo) y por
último las áreas de Imitación y Motricidad Gruesa.
Con respecto a la escasa diferencia observada en el área de Motricidad Gruesa, se
hipotetiza que la misma puede deberse a que los niños evaluados obtuvieron puntajes
iniciales muy altos en relación a los obtenidos en los demás subtests, por lo cual la
diferencia puede no ser tan significativa, habiendo además alcanzado muchos de ellos el
techo del subtest a los 6 meses de tratamiento.
Tabla 2: Promedio de diferencia en meses para cada uno de los subtests del PEP 3
83
Subtest PEP 3 Promedio de la diferencia en meses
Cognitivo pre verbal – verbal 8,72
Motricidad Fina 8,09
Lenguaje Receptivo 6,36
Lenguaje Expresivo 6,27
Imitación 4,1
Motricidad Gruesa 2,91
6.2.2 Pruebas T pareadas
Se realizaron múltiples pruebas T pareadas para cada uno de los 6 subtests del
Pep 3 y para los puntajes compuestos. La tabla 3 que se presenta a continuación muestra
los resultados de estas medidas. La Tabla 4 muestra los resultados de las pruebas T
pareadas para los Puntajes compuestos y el Puntaje Total de Desarrollo.
Tabla 3: Resultados de las pruebas t pareadas para los 6 subtests del PEP 3 luego de un año de tratamiento.
Subtests T Df Significación
Motricidad Fina -5,560 10 0,000
Imitación -4,271 10 0,002
Lenguaje Receptivo -3,486 10 0,006
Cognitivo verbal pre verbal
-3,411 10
0,007
Motricidad Gruesa -3,236 10 0,009
84
Lenguaje Expresivo -2,825 10 0,006
Tabla 4: Resultados de las pruebas t pareadas para Puntajes Compuestos del PEP 3 luego de un año de tratamiento.
T Df Sig. (2-tailed)
Motricidad -9,120 10 0,00
Edad de Desarrollo Total
-5,785 10
0,00
Comunicación -4,000 10 0,03
6.2.3 Correlaciones:
Para realizar este análisis se ingresaron en un mismo bloque de variables
independientes : nivel intelectual, tiempo de tratamiento, edad de inicio del tratamiento,
nivel educativo de los padres, integración escolar, estereotipias, conductas disruptivas,
nivel de lenguaje verbal y ecolalia, correlacionándolas con la variable “cambio” para cada
uno de los 6 subtests del PEP 3 y para los puntajes compuestos.
La tabla siguiente (5) muestra las correlaciones estadísticamente significativas
halladas a partir de este análisis.
Tabla 5: resumen de correlaciones estadísticamente significativas.
Correlaciones Significación
Subtest de Lenguaje Expresivo (PEP 3) y C.I (Escala Leiter) 0,00
Tiempo de Tratamiento y el progreso en Edad de Desarrollo Total (PEP 3)
0,03
85
Nivel Educativo de los padres y progreso en Edad de Desarrollo Total (PEP 3)
0,02
Subtest Cognitivo (PEP 3) y progreso en Lenguaje Expresivo (PEP 3)
0,02
Subtest Cognitivo (PEP 3) y progreso en Motricidad Fina (PEP 3) 0,03
Nivel de Lenguaje verbal inicial y progreso en el subtest de Lenguaje Expresivo (PEP 3)
0,04
En relación a la presencia o ausencia de lenguaje verbal al inicio del tratamiento,
se observó una notable diferencia en las medias de los puntajes de los subtests Cognitivo
(niños sin lenguaje verbal media de logro de 4,5 meses y niños con lenguaje verbal media
de 11,14 meses) y de Lenguaje Expresivo (niños sin lenguaje verbal media de logro de
2,25 meses y niños con lenguaje verbal media de 8,57 meses) evidenciándose un mejor
progreso en aquellos niños con presencia de lenguaje verbal al comienzo del tratamiento.
No fue significativa la diferencia en los subtests incluidos en el puntaje compuesto de
Motricidad. Los niños que no poseían lenguaje verbal al comienzo del tratamiento,
lograron un avance de mayor en los subtests que no implicaban el uso del lenguaje
(motricidad fina y gruesa e imitación visomotora).A continuación se detallan los resultados
de la comparación de medias en la Tabla 6.
Tabla 6: Comparación de medias en los subtests del PEP 3, considerando la presencia o no de lenguaje verbal..
Subtests Niños SIN Lenguaje Verbal
N= 7
Niños CON Lenguaje verbal
N= 4
Media de diferencia en
meses Media de diferencia en
meses
Cognitivo 4,50 11,14
86
Lenguaje Receptivo. 5,25 7,00
Lenguaje Expresivo. 2,25 8,57
COMUNICACIÓN 4 meses 8, 9 meses
Motricidad Fina. 7,50 8,43
Motricidad Gruesa. 3,50 2,57
Imitación Visomotora 5,50 3,28
MOTRICIDAD 5,50 4,76
EDAD DE DESARROLLO TOTAL
4,75 6,83
7. Discusión:
Uno de los objetivos de este trabajo fue evaluar la evolución de un grupo de 11
niños dentro del espectro autista en el desempeño cognitivo luego de un año de
tratamiento, estableciéndose la hipótesis que dado un programa educativo terapéutico con
una intensidad de 15 horas semanales, los niños que asisten al mismo lograrían
resultados estadísticamente significativos en las diferentes áreas de su desarrollo.
Las tablas presentadas anteriormente muestran que hay una tendencia consistente
en todos los niños evaluados a evidenciar un progreso en sus habilidades cognitivas y
motrices luego de 1 año de tratamiento. Las pruebas T pareadas arrojaron resultados
estadísticamente significativos (sign. = ó < a 0.05) en los 6 subtests del PEP 3. Los
puntajes compuestos que engloban tres áreas: Comunicación, Motricidad y Edad de
Desarrollo total muestran también diferencias estadísticamente significativas. Esto
implicaría que los 11 niños lograron mejorar en todas las áreas de funcionamiento
87
cognitivo, incluyendo resolución de problemas, memoria verbal y comprensión del
lenguaje oral, así como en expresión verbal y gestual. Además se observó una mejoría en
el funcionamiento motor, que involucra habilidades de coordinación motriz fina, control de
su propio cuerpo e imitación de tareas visuales y motrices. Estos resultados adquieren
mayor importancia al tener en cuenta que se trata de una muestra pequeña (N= 11).
Otro de los objetivos del trabajo fue determinar en qué área del desarrollo de los
niños evaluados se producían cambios más significativos luego de un año de tratamiento.
Según lo analizado, el mayor progreso medido en meses, se observó en el área Cognitiva
en la cual los niños lograron progresar 8,72 meses , seguida por las de Motricidad Fina
(8,09 meses) , Lenguaje (Receptivo 6,36 y Expresivo 6,27) y por último las área de
Imitación ( 4,1 meses) y Motricidad Gruesa (2,91).
También se buscó relacionar diferentes variables que podrían influir en el
pronóstico, intentando identificar en este grupo de niños los factores predictores de una
mejor evolución citados en la bibliografía y su relación con la mejoría en el rendimiento
luego de un año de tratamiento.
Con respecto la pronóstico de los niños con autismo, Riviére (1997) afirmó que la
naturaleza y la expresión concreta de las alteraciones que las personas con espectro
autista presentan dependen principalmente de seis factores: la asociación o no del
autismo con retraso mental, la gravedad del trastorno, la edad, el sexo (en mujeres el
autismo muestra un mayor grado de alteración), la educación y la eficacia de los
tratamientos utilizados, así como el compromiso y el apoyo de la familia. Según el Grupo
de Estudio de Trastornos del Espectro Autista del Instituto de Investigación de
Enfermedades Raras- Instituto de Salud Carlos III (2004) “…hay varios aspectos que
88
influyen en el pronóstico. Unos son inherentes a cada caso concreto; así, aquellos niños
que tienen una inteligencia – al menos una inteligencia no verbal – normal y adquieren
lenguaje a los cinco – seis años tienen mejor pronóstico que quienes no cumplen ambos
criterios. Se puede decir que cuantas más capacidades tiene la persona, mejor será su
pronóstico. Otros elementos fundamentales para el pronóstico, dependen de factores
externos: cuanto antes se inicie una tratamiento es mejor y si existen recursos
comunitarios idóneos, la calidad de vida de las personas con autismo y la de sus familiares
es radicalmente diferente.”
Sutera y otros (2007) en un artículo sobre factores que pueden predecir un mejor
pronóstico en niños diagnosticados a los 2 años con autismo, mencionan que las
características de cada niño previas al inicio del tratamiento fueron mejores predictores
de progreso que otras variables como la cantidad de horas de intervención o la aplicación
del tratamiento por parte de los padres o profesionales. Estas características individuales
incluían el C.I, el nivel de lenguaje receptivo y expresivo, las habilidades de imitación,
habilidades sociales y de adaptación. Otros autores como Fein y col. (1999) y Gabriels,
Hill, Pierce y otros (2001) también encontraron que el nivel cognitivo no verbal fue el
único y mejor predictor de la trayectoria del desarrollo.
Con respecto a las variables independientes asociadas a un mejor pronóstico en
nuestro trabajo se hallaron como significativas cuatro variables: el C.I, la presencia o no
de lenguaje verbal, el nivel educativo de los padres y el tiempo de tratamiento, variables
que parecerían influir en la mejoría en el desarrollo global de los niños de este grupo.
En relación a la primer variable predictora mencionada, el C.I, sabemos que los
niños con trastornos del espectro autista tienen habilidades cognitivas muy irregulares,
89
que varían entre el retraso mental profundo hasta capacidades superiores. Desde los años
sesenta se conoce el hecho de que el C.I es el mejor predictor pronóstico en los casos de
autismo (Rapin, citada por Fejerman, 1994, Rutter y Schopler, 1987, Lord y Schopler,
1988). Además posee en esta población propiedades de fiabilidad, estabilidad a lo largo
del tiempo y validez semejantes a las que se dan en otras poblaciones.
En nuestro trabajo también se encontró una correlación significativa entre el CI y
el progreso en el subtest de Lenguaje Expresivo, evidenciándose que el puntaje en el C.I
previo al tratamiento parece tener una influencia importante en el logro de un mayor
progreso en la adquisición de habilidades de Lenguaje Expresivo. Por otro lado, el puntaje
pre tratamiento obtenido en subtest Cognitivo del PEP 3 se correlacionó de manera
significativa con el C.I evaluado a través de la escala Leiter, lo cual sugeriría que dicho
subtest podría ser una potencial herramienta de screening del área de funcionamiento
intelectual en este tipo de población.
En relación a la presencia de lenguaje verbal, en la bibliografía consultada la mayor
parte de los autores coinciden en señalar la importancia, desde el punto de vista de la
evolución posterior, del nivel de competencia comunicativa mostrado por las personas del
espectro autista como uno de los predictores del pronostico del trastorno validados
experimentalmente (Martos Pérez y Ayuda Pascual, 2005).
En el presente trabajo los niños que tenían lenguaje verbal al inicio del
tratamiento, mostraron una evolución hasta dos veces mayor en los subtests cognitivo y
de lenguaje expresivo, así como un mejor rendimiento en la Edad de Desarrollo Total. La
presencia de lenguaje verbal, parecería ser una variable clave para predecir un mejor
90
rendimiento, no sólo en el desarrollo futuro del lenguaje expresivo si no en el desempeño
cognitivo de los niños dentro del espectro del autismo. Los niños que no utilizaban
lenguaje verbal antes de iniciar en la primera evaluación, mostraron una mejor evolución
que aquellos con lenguaje verbal en los subtests que evaluaban aspectos no verbales,
como los de imitación visomotora y motricidad gruesa.
En relación al tiempo de tratamiento, si bien se había hipotetizado que los cambios
en el área cognitiva y del desarrollo en general serían más significativos en los momentos
iniciales del tratamiento en el CETNA, es decir, en aquellos niños que no habían recibido
tratamiento antes de la evaluación inicial. Según lo analizado existe una correlación
significativa entre el tiempo de tratamiento y una mejor evolución en la edad de
desarrollo total, observándose que el progreso es significativo estadísticamente aunque lo
niños se encuentren en tratamiento hace 4 años, lo cual implicaría que continúan
adquiriendo habilidades nuevas.
En lo que respecta a la edad de inicio del tratamiento, han sido estudiadas las
ventajas del diagnóstico y el tratamiento temprano, ya que los mismos permiten
proporcionar el asesoramiento y los apoyos necesarios para el niños y su familia desde
edades muy tempranas, reduciendo considerablemente el estrés y la angustia familiar. En
los últimos diez años se ha reunido evidencia de que una intervención temprana intensiva
en un ámbito educativo óptimo conduce a una mejoría en el pronóstico de la mayoría de
los niños con autismo, incluyendo incrementos en el lenguaje, y en el ritmo de progreso
evolutivo en el rendimiento intelectual (Dawson y Osterling, 1998; Rogers, 1996, 1998;
en Fillipek, P.A y col., 1999). Oponiéndose a esta visión, Howlin (1997) explica que no hay
pruebas consolidadas que respalden la afirmación que el desenlace clínico del autismo
91
mejore como consecuencia de la rápida puesta en marcha de intervenciones pedagógicas
intensivas. En nuestro trabajo, no se hallaron diferencias estadísticamente significativas en
la evolución de este grupo de niños en relación a la edad de inicio del tratamiento.
La presencia de estereotipias y ecolalia no pudo ser analizada en este trabajo de
manera comparativa, ya que solo un niño del grupo presentó ecolalia y todos ellos tenían
estereotipias. Si bien se analizó estadísticamente la variable de la presencia o no de
conductas disruptivas, la misma no se correlacionó significativamente con ningún subtests
del PEP 3.
El diagnóstico temprano de autismo es generalmente permanente y estable a lo largo
del tiempo (Eaves y Ho, 2004; Lord, 1995; Moore y Goodson, 2003; Stone y otros, 1999).
A lo largo de los últimos años se han descrito muchos métodos de intervención
pedagógica específicos para el abordaje de niños dentro del espectro del autismo, pero
relativamente pocos se han investigado y validado adecuadamente. Sin embargo, los
tratamientos más empleados para estos trastornos siguen siendo las intervenciones de
tipo pedagógico (Lord y Mc Gee, 2003).
Si bien actualmente no podemos curar el autismo, sabemos que podemos mejorar la
calidad de vida de las personas con este trastorno. Surge entonces la necesidad de
continuar realizando trabajos de investigación sobre la intervención, tanto desde el área
médica como pedagógica, para poder validar las metodologías que utilizamos
cotidianamente en el trabajo con los niños.
Investigaciones futuras deberían centrarse en la búsqueda de un grupo control que
posibilite generalizar los resultados obtenidos a otros niños lo cual permitiría demostrar
que los logros significativos obtenidos por este grupo de niños se deben a intervención
92
realizada a través del programa educativo terapéutico del CETNA, además de posibilitar la
réplica del modelo a otros centros terapéuticos del país.
93
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101
9.Anexos: 9.1 Ejemplo de hoja del protocolo del PEP.
PEP – R Nombre y apellido: Edad: Fecha de nacimiento: Fecha actual:
COGNITIVO VERBAL-PREVERBAL
Objetivos y materiales Logrado No Logrado
Emerg.
BURBUJAS Luego de la demostración, realiza algunas burbujas
CAMPANA Orienta la cabeza hacia el sonido
TABLERO DE FORMAS GEOMÉTRICAS Indica el lugar correcto de las tres formas en el tablero
TABLERO DE OBJETOS Coloca las piezas en el tablero
ROMPECABEZAS DEL GATO Indica el lugar correcto de cada pieza
ROMPECABEZAS DE LA VACA Coloca las 6 piezas del rompecabezas
PLANCHA MAGNÉTICA Y ROMPECABEZAS DEL NIÑO Arma el niño correctamente con las 8 piezas
CASTAÑUELA, CAMPANA Y CUCHARA Luego de la demostración puede utilizar los tres instrumentos.
CUADERNILLO DE DIBUJOS, MEDIA, VASO, CEPILLO DE DIENTES, CUCHARA, TIJERA, PEINE Y LAPIZ Iguala los objetos con su dibujo correspondiente
TAZA Y ALGÚN ELEMENTO FAVORITO Encuentra el objeto escondido completamente
LIBRO Muestra interés en los dibujos del libro
CUADERNILLO DE DIBUJOS Representa el uso de 5 objetos dibujados
LETRAS Iguala 9 letras
102
9.1.2 Ejemplo de Programa Educativo Terapéutico Individualizado:
P.E.T.I.
Área Educativa-Terapéutica
Período desde: Febrero 2007 hasta Diciembre 2007
Programa: Trastornos Generalizados del Desarrollo Apellido y nombre: Tadeo Fecha de nacimiento: 21.11.01 Edad: 5 años, 3 meses Profesional a cargo: Fecha de revisión: Nombre F.de inicio F. de cambio Maestra Maestra Maestra ................................. ................ ..................... Maestra ................................. ................. .................... Maestra ................................. ................ .....................
103
CURRÍCULA AÑO 2007
ÁREA: COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
Lenguaje Receptivo Nivel de desempeño actual:
Tadeo responde a su nombre.
Responde a ordenes simples (“parate”, “sentate”, “traé”, “dame”, etc)
Puede comprender emociones de enojo y alegría en el otro.
Reconoce la palabra “chau” y responde en consecuencia levantando su mano.
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
Que Tadeo logre: Identificar objetos de uso cotidiano (vaso, cuchara, plato, silla, botella, tenedor, papel)
Identificar fotos familiares (mamá, papá, Alejo, Belu, Paz)
Identificar sus juguetes preferidos a través de imágenes (collar, pelota, resorte, hielo)
Identificar objetos iguales.
Lenguaje Expresivo Nivel de desempeño actual:
Tadeo ha aumentado notablemente su intención e iniciativa comunicativa.
Puede hacer pedidos a través de gestos o tomándote de la mano y llevándote al objeto deseado.
Responde con “no” de manera consistente, acorde a sus necesidades.
Señala algo en respuesta a: “¿Qué querés?”
Señala algo que quiere espontáneamente.
Imita y repite sonidos y palabras bisílabas (mamá, papá, coca, sopa, pato, mano, mono, Tato, ojo)
Se hace entender con gestos y expresiones cuando algo le agrada o desagrada.
Responde al “¿Quién quiere...?” con “yo”.
Espontáneamente cuando desea algo dice: “ más”, “yo”.
Tadeo logra recordar y relatar la secuencia numérica hasta 10 (verbalizándola con las sílabas conocidas por él).
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
Que responda apropiadamente con: “si” y “ no”.
Repita más palabras bisílabas.
Nombre imágenes conocidas para él dándole el sonido inicial de cada palabra. Ejemplo (mamá y decirle “ m...”, coca y decirle “c....”) Que salude a sus maestras y compañeros verbalizando “hola”.
Que utilice nuevas tarjetas (fotos/pictogramas) para comunicarse.
104
ÁREA: Desarrollo emocional, socialización y juego
Nivel de desempeño actual:
Tadeo es un niño muy cariñoso, alegre que disfruta de la presencia del otro cuando está
regulado. Tiene buena intención comunicativa. Tadeo demanda la presencia del adulto para satisfacer numerosas necesidades. Se lo observa atento a la presencia del otro (maestras y compañeros), registra su presencia
y sonríe frecuentemente. Durante los momentos de juego con personas de referencia logra abrir y cerrar numerosos
círculos de comunicación, propone sus juegos preferidos (generalmente sensorio-motores), sostiene interacciones por más de 5 minutos.
Expresa emociones básicas (alegría y enojo) durante el juego. Se esta acercando más a sus compañeros/as acariciándolos o agarrándolos de la mano.
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
Nivel 1 – Atención conjunta -Tadeo deberá sostener la atención compartida con un adulto en un juego interactivo sensorio motor usando modalidades motoras y sensoriales placenteras por periodos hasta 5 minutos. - Regulará su sistema sensorial para poder sostener su atención conjunta con ayuda.
Nivel 2- Vínculo-intimidad - Tadeo deberá formar relaciones y sostener el enganche a través de interacciones placenteras con el adulto hasta 5 minutos aproximadamente. -aumentará el vínculo y los círculos de comunicación a través de un amplio rango de emociones durante 5 minutos.
Nivel 3- Interacciones intencionales de doble vía -Tadeo deberá cerrar círculos de comunicación iniciados por el adulto, en temas de interés y placer. ( en 3/4 oportunidades). -Tadeo iniciará círculos de comunicación ( gestos, palabras, contacto visual, expresiones, etc) y luego cerrara los mismos siguiendo la respuesta del adulto. ( 3/ 4 oportunidades.) - Tadeo incrementara a los círculos e interacciones la combinación de gestos, vocalizaciones y palabras con modelado e imitación o sin apoyo. ( durante 5 minutos).
Nivel 4 – Comunicación compleja – resolución de problemas - Tadeo deberá expresar intención comunicativa a través de gestos o palabras para obtener algo que desea. (Durante aprox. 5 minutos en varias oportunidades) - secuenciará una serie de acciones (planificación motora) a fin de ejecutar una idea. ( durante 5 minutos en 3/4 oportunidades)
ÁREA: COGNITIVA
Habilidades de igualación por características comunes, atención y discriminación visual Nivel de desempeño actual:
105
Tadeo aparea tarjetas iguales (por color, forma, letras, números) y no idénticas (animales, transportes).
Corresponde algunas imágenes con sus correspondientes pictogramas. Tadeo logra igualar las letras de su nombre a color con un 70% de éxito.
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
- Tadeo igualará las letras de su nombre con un 100% de éxito presentadas en color, luego en blanco y negro, con letras de diferentes formas y tamaños. Una vez logrado se trabajará en la composición del nombre ubicando las letras en el lugar correspondiente.
- Logrará igualar tarjetas pertenecientes a diferentes clases (animales, medios de transporte, frutas, comidas).
- Igualará tarjetas con los nombres de su familia (mamá, papá, Alejo y Tadeo).
- Realizará correctamente rompecabezas de hasta 3 cortes.
Habilidades de imitación Nivel de desempeño actual:
Tadeo imita acciones simples presentadas por la maestra dentro y fuera del área de trabajo, utilizando objetos, utilizando su propio cuerpo (imitación sin objetos y praxias oro-faciales). También, imita sílabas y palabras.
Imita movimientos correspondientes a la letra de canciones presentadas por la maestra. Ej: “había una vez un avión”, “había una vez una mano”, etc.
Tadeo realiza trazos verticales, horizontales y circulares por imitación. Utiliza la masa para hacer bolitas, víboras, cortarla, trozarla, etc. Imita acciones con la pelota: encestarla, patear al arco, arrojarla a la maestra, hacerla picar, entre
otras. Observación: en Tadeo está presente la habilidad de imitar por lo que se continuará utilizando para la enseñanza de nuevas habilidades más complejas.
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
- Tadeo imitará nuevas sílabas y palabras.
- Planificación motora: a través de la imitación, Tadeo logrará planificar y ejecutar secuencias de acciones más complejas. Ejemplo: buscar diferentes objetos para treparse y conseguir algo deseado, superar obstáculos, utilizar sus habilidades de motricidad fina para conseguir un objeto aplicando nociones aprendidas con objetos (tijeras, cierres).
Habilidades de motricidad fina y gruesa Nivel de desempeño actual:
Tadeo logra enhebrar fichas de madera, abrir broches, encastrar bloques y fichas dentro de agujeros pequeños.
Corta líneas rectas de 2 cm con tijera adaptada (con resortes). Manipula y usa diferentes tipos de materiales como témperas, plasticolas, marcadores, conociendo
el uso funcional de cada uno de ellos. Utiliza la barra espaciadora del teclado de la computadora para programas donde se requiere
apretarla para continuar.
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Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
- Tadeo coloreará entre líneas.
- Repasará formas con crayón y dedos.
- Armará la figura humana (con imanes) de 6 piezas.
- Realizará encastres en tableros con figuras geométricas y diferentes objetos.
- Utilizará la tijera sin apoyos para cortar líneas rectas.
- Realizará trazos dentro de plantillas caladas con las vocales y algunas consonantes.
ÁREA: MUSICOTERAPIA
Nivel de desempeño actual: participación activa sostenida en bailes corporales de activación vestibular,
mayor tiempo de permanencia sentado en el grupo, mayor conexión con la Músicoterapeuta, crecimiento en el interés para utilizar instrumentos musicales.
Habilidades a desarrollar: Académicas: atención, contacto visual, memoria, capacidad de anticipación. Motrices: imitación de praxis motoras finas y gruesas, planeamiento motor. Musicales: reconocimiento de melodías de canciones, exploración de instrumentos. Emocionales: reconocimiento de emociones a través de temas de canciones, capacidad para crear sonidos y/o copiarlos. Sociales: compartir materiales, conducta social, interacción, espera por turnos Sensitivas: atención y discriminación auditiva, memoria musical, exploración de instrumentos con distintas texturas y pesos, bailes corporales de activación vestibular
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
Tadeo logrará: * Interactuar en juegos de contacto físico e interacción con compañeros.
* Aumentar la atención e interés en la actividad.
* Imitar acciones motoras simples.
* Poder pasar de mirar los objetos musicales a ejecutar con los mismos.
* Aumentar la curiosidad y la conexión con la musicoterapeuta al serle presentado objetos y juegos musicales.
* Aumentar la intención comunicativa.
ÁREA: NATACIÓN
Nivel de desempeño actual: Tadeo se encuentra en el período de adaptación al medio acuático, permanece sentado en la escalera de la pileta jugando con elementos, hace burbujas abajo del agua, aunque no sumerge la cabeza en forma total, lo hace parcialmente.
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Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
- Que pierda el miedo al agua. -Que domine su cuerpo dentro del agua. -Que logre sumergir la cabeza.
-Que realice desplazamientos con elementos o con la docente y desplazamientos sin ayuda.
- Que interactúe con pares y docentes a través del juego.
ÁREA: Autovalimiento
Nivel de desempeño actual:
Tadeo logra controlar esfínteres. Va al baño de manera independiente cuando lo desea. No recibe asistencia.
Se lava sus manos recibiendo asistencia para buscar el jabón. Consigue abrir las canillas, mojar sus manos, cerrarlas, buscar la toalla y secarse.
Se saca sus prendas de vestir independientemente (zapatillas, medias, pantalón). Se baja y sube los pantalones de manera independiente.
Se pone y saca la remera y el sweater. Alimentación: utiliza de manera correcta la cuchara y el tenedor.
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
- Tadeo logrará ponerse las prendas del tren superior e inferior sin asistencia.
- Logrará enhebrar los cordones de las zapatillas y hará el nudo con asistencia.
- Tadeo se cepillará los dientes con moderada asistencia.
- Tadeo se higienizará luego de ir al baño.
Hogar
Objetivos específicos 1 evaluación 2 evaluación
- Tadeo logrará utilizar tarjetas y comunicadores en su hogar.
Observaciones:......................................................................................................................................
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