[gf] toradora! v03

Upload: gotazafansub

Post on 07-Aug-2018

227 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    1/124

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    2/124

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    3/124

    ÍNDICE

    Capítulo 1 5Capítulo 2 28Capítulo 3 50Capítulo 4 71Capítulo 5 96

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    4/124

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    5/124

    5

    CAPÍTULO 1

    — ¡Tú tienes la culpa! — exclamó ella insistentemente, con un tono desagradable que

    irrumpía a través de los pasillos silenciosos que había alrededor de aquella sala deurgencias — . ¡Solamente tú la tienes! ¡Estás muy equivocado!

    Taiga, que se encontraba sentada en el borde derecho de aquel sofá, no paraba derecalcar su opinión. Al otro lado, en el borde izquierdo, estaba sentado Ryuuji, que mirabasus propias uñas. Ya sabía que, dijera lo que dijera, estaría perdiendo el tiempo. Además, nole quedaban fuerzas para seguir discutiendo, y tampoco era el momento adecuado parahacerlo.

    Se vio pasar una ambulancia por la ventana. La sirena provocó un sobresalto enRyuuji. De repente, dejó de sonar y solo quedó la luz giratoria, cuyos destellos proyectabanlas sombras de Ryuuji y de Taiga por el suelo. Parecía que la sección de urgencias de aquelhospital universitario tenía más trabajo que nunca, a pesar incluso de que fuese una nocheentre semana.

    — ¿Qué hora es? — preguntó Taiga, con la excusa de que se había olvidado el reloj, aRyuuji, pero sin llegar a mirarlo.

    Ryuuji hizo el esfuerzo de no sentirse molesto y abrió el móvil. — Casi las diez — respondió de forma seca.Había pasado una hora desde que llegaron allí en taxi. Ryuuji, decaído y cansado, dio

    un suspiro. Taiga también suspiró, y empezó a rizarse el pelo con los dedos. Ryuuji, al verlahacer eso, le dijo:

    — Puedes irte a casa si quieres. — Bah, un perro pulgoso se preocupa por mí. He tocado fondo, ¿eh? ¡Métete en tus

    asuntos, anda! Como vuelvas a decirme otra tontería...

    La atmósfera que rodeaba a Taiga se tiñó del color de la sangre. Ella crujió losnudillos de su mano derecha. Si antes había evitado mirar a Ryuuji, ahora no le quitaba ojo.Se respiraba el peligro.

    En condiciones normales, Ryuuji no era menos en lo relacionado a unas aparienciasaterradoras. Sus ojos negros y sus rasgos faciales, que aunque causaban pavor, eransimplemente herencia de su padre.

    — ¿Sí? Pues haz lo que te dé la gana — contestó él en voz baja.Ryuuji no aguantaba seguir sentado en el mismo sofá que aquella bestia, así que se

    levantó y fingió indiferencia.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    6/124

    6

    Taiga, que ahora gozaba de un sofá para ella sola, dejó deslizar su trasero ligeramente.Después, soltó un bufido y alzó la barbilla. Seguía siendo una fiera carnívora, un tigresalvaje.

    Pero, con aquella cara hermosa y aquel cuerpo delicado, no aparentaba ser unaestudiante de instituto de segundo curso. Llevaba un vestido de una pieza con unestampado de flores y muchos lazos y volantes. Tanta delicadeza en conjunto, más propiade una muñeca, y tanta elegancia, como una rosa, no se correspondían con la dosis de veneno que ella era capaz de segregar en cualquier dirección.

    En resumen, aquella chica cruel, despiadada y feroz era el Tigre de Bolsillo.Después de todo lo que habían vivido juntos, el único capaz de resistir los envites del

    Tigre de Bolsillo era Ryuuji. Sin embargo...

    — Ah...Ryuuji se frotó los ojos con las dos manos. La cosa iba de mal en peor. Él, que

    normalmente guardaba la compostura, estaba muy tenso. No podía hacer otra cosa queesperar en aquel hospital. El médico aún no había salido para contarles qué clase detratamiento iban a emplear o cómo estaba la situación. El tiempo pasaba y los nervios deRyuuji empeoraban.

    — ¿Qué estarán haciendo ahí dentro? — preguntó ella entre murmullos. No movió ni

    un dedo, pero tal vez Taiga estaba sintiendo los nervios. De hecho, quizás había llegado aasumir que ella tenía parte de la culpa, contrariamente a sus acusaciones anteriores.

    «Yo también quiero saber qué está pasando dentro. Como haya malas noticias...»,pensó Ryuuji, pero no quiso darle muchas más vueltas. Cerró los ojos y agitó la cabeza paratratar de desembarazarse de aquellos pensamientos negativos. Justo entonces...

    — ¿Takasu? Puede pasar.Una voz le llamó y Ryuuji se apresuró.

    — ¡¿Qué tal está?! ¡¿Bien?! — Calma. Entre.Las luces de los focos de aquella sala de diagnósticos le cegaron por un instante.

    Cuando recobró la vista, vio la silueta de un miembro de su familia que estaba tumbadodelante de él.

    — ¡Oh, no! — No notó a simple vista señales de vida en aquel cuerpo. Taiga, detrás de Ryuuji, también contuvo la respiración por un segundo. Dio un paso

    atrás hacia la pared.

    El médico puso la mano sobre el hombro de Ryuuji, que temblaba, y señaló al cuerpo.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    7/124

    7

    — Menuda cara desagradable, ¿verdad? — dijo mientras tocaba con el dedo el pico deaquel paciente . Aquella lengua azulada no era demasiado típica de un loro — . Pero sigue vivo.

    Hubo un momento de silencio. — ¡¿Eh?! — exclamó Ryuuji. — ¡Venga ya! ¡Esa cosa está muerta del todo, ¿no?! — apuntaló Taiga. Aquel médico, que en realidad era el veterinario, negó con la cabeza. — Sigue vivo. No le pasa absolutamente nada.Ryuuji, incrédulo, se acercó a Inko, su mascota tan preciada. El loro continuaba allí,

    tumbado bocarriba, con las patas tiesas. Tenía el pico entreabierto y los ojos en blanco.Puesto que le faltaban varias plumas, presentaba ciertas desigualdades estéticas por elcuerpo.

    — Inko... Soy yo. ¿Me oyes?No obtuvo respuesta.

    — ¡Inko! ¡Si estás vivo, di algo, por favor! ¡Contéstame! — insistió Ryuuji. Tampoco hubo suerte.Inko, que parecía un cadáver, se había puesto a rodar de manera bastante extraña sin

    emitir ningún sonido. Todo indicaba a que se trataba delrigor mortis . — ¡Oiga! ¡No responde!

    — Los loros tampoco emiten tanto su voz, la verdad — le contestó el veterinario. — ¡Pero Inko sí!Ryuuji, ante la desesperación, dio tres pasos atrás y pensó: «¿Por qué está tan

    tranquilo?». El propio veterinario había llamado desagradable a Inko. Justo cuando Ryuujiparecía a punto de perder los papeles...

    — Espera. Échate a un lado — dijo Taiga, empujando a Ryuuji — . Si estáperfectamente, entonces, dicho de otra forma, ¿ha estado fingiendo una enfermedad?

    Taiga se acercó a Inko y lo observó detenidamente de cerca. — ¡Taiga! Un momento. ¿Qué vas a hacer? — Conque fingías, ¿eh? ¡Fingías! Nos has hecho preocuparnos bastante. Nos hemos

    gastado dos mil yenes1 en un taxi para venir aquí. ¡Y resulta que fingías! — le replicó aInko — . ¿No te parece gracioso, Ryuuji? — añadió, a él.

    No obstante, Taiga no mostraba ningún signo de jovialidad. Taiga prosiguió: — Si vas a hacer como que estás enfermo, ¿por qué no te esfuerzas un poco más en

    tu actuación? ¿Eh, pajarraco feo?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    8/124

    8

    Inko, repentinamente, pestañeó, algo que Ryuuji vio y que Taiga, con bastanteprobabilidad, también. El parlamento de Taiga no terminó aún:

    — ¿Los pájaros tienen vértebras y esas cosas?El loro siguió fingiendo estar muerto.

    — Aunque no presente una sintomatología somática, eso no quiere decir que no lepase algo de verdad. Podría tratarse de un cuadro psíquico — aportó el veterinario.

    Ryuuji se fijó en que caían unas gotas por el pico de Inko. Aparentemente, aquellaespecie sudaba.

    — ¡Inko! ¡Abre los ojos! — ¡Ryuuji, atrás! Con tantos mimos y tantas gaitas que le has dado siempre, mira

    cómo ha acabado comportándose.

    — ¡Puedo volar! — dijo una voz que no era la de Taiga, la de Ryuuji o la del veterinario.

    — ¿Eh?No fue realmente un vuelo, sino un brinco. Inko dio un salto enorme hasta casi llegar

    al techo. Misterios de la vida. Su dueño, al ver aquello, se alegró. — ¡Bien! ¡Inko, has vuelto!Inko cayó de nuevo en la camilla. La fuerza de la gravedad no se había dejado de

    aplicar, por supuesto. El veterinario corrió a por Inko y lo examinó. — ¡Mentecato! — reprochó Taiga. — No parece haberse hecho ninguna herida. Pero hay algo que no me convence.

    Tiene un aspecto horrible, feísimo. ¿Dónde lo has comprado? ¿Es que alguien vendía a esteloro? — dijo el veterinario, antes de proseguir, aunque pareciera que ya había dicho todo loque tenía que decir — . ¿Te importa que le saque una foto? A mi hija le va a encantar de verdad. Solo tiene seis años y ya está empezando a insensibilizarse con las imágenesdesagradables.

    — ¿Está seguro de eso?Ryuuji cogió a Inko y lo apretó contra su pecho. No le había gustado aquello que el

    veterinario dijo sobre su mascota. De hecho, decidió no volver a traer a Inko nunca más allí.Ryuuji había buscado en las páginas amarillas un lugar donde atendieran a mascotas

    en horario nocturno, y aquel hospital universitario tenía unas dependencias para animales. — Bueno, menos mal que no era nada serio. ¿Verdad, Inko? — dijo Ryuuji. — Nko, nko, ko, ko — contestó su mascota.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    9/124

    9

    — Sí, sí, tienes razón. — Ryuuji acarició a Inko repetidas veces — . Por poco Taigaacaba contigo. Ya ves lo que le gusta gritar cuando se enfada.

    — ¡¿Cómo?! Taiga no había escuchado exactamente lo que Ryuuji había dicho, pero sí había

    entendido su nombre. — ¿Lo has escuchado? — ¿Quién grita cuando se enfada? — preguntó antes de dar un golpe con el puño a la

    camilla — . Qué... Qué... ¡¿Qué pasa contigo?! Taiga volvió a cometer una de sus torpezas: el golpe tuvo la fuerza suficiente como

    para dar la vuelta a una bandeja con instrumentos médicos, que acabaron desparramadospor la camilla.

    — ¡Aaah! ¡Acababa de desinfectarlos! ¡¿Cuánto tiempo más van a quedarse aquíustedes dos?! Ya les he dicho que Inko está completamente bien. Me están agotando lapaciencia, ¿saben? — dijo el veterinario con cierto enfado.

    Taiga se puso a recoger el estropicio. El veterinario estaba tan cansado como ellosdos. Se calmó un poco y les dijo:

    — Me da la sensación de que discuten a menudo ustedes dos. Las mascotas son muyreceptivas, por lo que, si su dueño está de mal humor, la mascota lo percibe y también sufre.

    — ¿Discutir, nosotros? — Taiga se encogió de hombros, estiró las manos y soltó unacarcajada — . Resulta que este chucho que viene conmigo siempre piensa con la entrepierna,así que va por ahí engañándose a sí mismo y siempre requiere que le corrija su conducta.Cualquiera pasaría de él, pero yo no puedo permitir que alguien vaya dando la impresión deque es un tonto de remate. ¡Jo, jo, jo!

    Ryuuji captó el insulto y no se quedó callado. — ¡Eh! No digas lo primero que se te ocurra. ¡Tú te tiras todo el día pegando voces!

    Sabes que Inko no soporta eso.En realidad, las acciones de Ryuuji sí que se correspondían con la definición de

    impulsivo o imprudente. Quizás en aquel momento había dicho demasiado. — ¡Oh, conque no estás aceptando micorrección tan amable que te estoy ofreciendo!

    En ese caso, ¿por qué no ponemos las cartas sobre la mesa? ¡Explícame por qué estoydescargando mi ira con Inko! ¿Por qué estoy cabreada? ¡No tengo ni idea, así que, gransabelotodo, ilústrame!

    La mirada de Taiga se volvió más brusca y afilada. Ryuuji contuvo la respiración por

    un momento, pero decidió contestar. Si tenía que morir, que fuese quedándose a gusto.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    10/124

    10

    — ¡No te guardes todo lo que tengas que decirme! ¡Venga! ¡Que tengas todo el día esacara enfurruñada me resulta fastidioso y no me gusta!

    Unos segundos de silencio. Taiga acercó la mano derecha a la oreja correspondiente,se inclinó hacia Ryuuji, alzó la barbilla y puso la mano izquierda sobre la cintura.

    — ¿Y qué más?Solo aquellas tres palabras.«En todo este mundo, solo hay una persona capaz de expresar tanto con un

    movimiento de barbilla: ella», pensó Ryuuji. — A ver...Ryuuji no pudo responder. Taiga no iba a dejarlo correr, y le daba igual la diferencia

    de estatura que había entre los dos. Ella abrió la boca y...

    — ¿Sabes qué, Ryuuji? Voy a aprovechar para hablarte con claridad. No tengo tiempopara hacerle compañía a un perro tan inepto como tú. A partir de ahora, cada vez que vayasa decir algo, ten en cuenta estas tres cosas: si va a ser algo necesario, si van a ser buenasnoticias y si va a merecer la pena que yo lo sepa. ¿Entendido?

    — ¿Qué rayos estás diciendo? ¡Si eres tú la que siempre está con el lloriqueo y lasrabietas!

    — Oh, vaya.

    Taiga no lo expresó todo con aquella respuesta en voz baja. Las pupilas se lecontrajeron un poco. El estómago de Ryuuji, consciente del peligro, se revolvió. Unamirada de Taiga podía enviar a cualquier persona al otro barrio. Lo que se salía de la normaera el volumen de la respuesta. No obstante, continuó:

    — Te has pasado de la raya. Me has cabreado pero bien. — Taiga, que empezó amover las manos como un muerto viviente, agarró a Ryuuji del labio inferior de la boca — .Hay un único motivo por el que esto no me parece gracioso. Siempre tienes ideas estúpidas.Estoy harta de que digas tantas idioteces sin sentido.

    — ¡Ay, ay, ay, suéltame! Taiga no soltaba a Ryuuji. Inko, por su parte, empezó a desplumarse. El veterinario

    soltó un gemido y les dijo a los dos: — Márchense.

    «Estás de mal humor». «No, no lo estoy». «¿Y por qué pones esa cara si no?».«Porque dices tonterías como: “Estás de mal humor”». No podía saberse la cantidad de

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    11/124

    11

    veces que aquel bucle de palabras había tenido lugar. ¿Qué es lo que había ocurrido cincohoras antes?

    Ami le estaba tomando el pelo, básicamente.Ryuuji no era un muchacho tan ingenuo como para no saberlo. Aunque le sorprendía,

    intentó seguirle la corriente, allí en aquel apartamento.Entre Ryuuji Takasu y Ami Kawashima había una relación complicada, pero, después

    de una serie de acontecimientos, se había estrechado un poco. Visualmente, el hecho deque los dos estuvieran abrazándose bajo la ventana podría dar a entender aquello mismo.De hecho, más bien parecía que uno de los dos estaba debajo de la otra persona.

    Sin embargo, Yasuko, la madre de Ryuuji, fue la primera testigo, y no le pareció para

    nada una broma o una tomadura de pelo. Tras soltar de inmediato las bolsas de la compra,le dio una severa regañina a su propio hijo, aunque Ryuuji no prestó demasiada atención.

    — Venga ya... Aquellas palabras procedían de detrás de Yasuko. Era la voz de Taiga, quien, cubierta

    hasta arriba de barro y yendo a hombros de Kitamura, había mostrado su opinión. Taiga y Ami eran enemigas acérrimas, por lo que ver a Ami allí en una situación tan

    embarazosa y a Taiga recién llegada era, prácticamente, otro malentendido más según el

    parecer de Ryuuji. Y no tardó el Tigre de Bolsillo en explotar.Ninguna jaula podía contener en aquel momento a Taiga, al límite de desatar su ira.

    No había duda, el apartamento acabaría destrozado. Incluso cabía la posibilidad de que ellase cargara a alguien. Puesto que era el famoso Tigre de Bolsillo, la plausibilidad estabagarantizada.

    — Esto no es... lo que parece.Ryuuji, que tras decir aquello apartó el cuerpo de Ami, se sentó en el suelo. No debió

    haber abierto la boca. Taiga abrió los ojos al máximo para poder abarcar a Ryuuji y a Ami en su campo de

    visión. Por supuesto, Ami no iba a buscar ninguna explicación que disculpase a Ryuuji. En vez de eso...

    — ¿Oh? ¿Qué ocurre? ¿Van a interrumpirnos? — susurró ella y soltó una risita. — Mmmm... Esto... Mmmm... Yasuko no salía de su confusión. Tampoco paraba de mover los dedos y de rascarse

    la cabeza.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    12/124

    12

    Kitamura, con una expresión indescriptible en la cara y las gafas torcidas, retrocediósin decir nada. Taiga no protestó a medida que Kitamura, que cargaba con ella, daba pasoshacia atrás. Justo cuando iban a pasar por la puerta, Taiga agarró el marco superior y apretócon las piernas a Kitamura, como si fuera un gancho, hasta que consiguió que se detuviera.

    — ¡Pero...! ¡Aisaka! — ¿Es que vas a escapar, Kitamura? ¿No le ibas a pedir a Ryuuji que te dejara la

    ducha? No hace falta irse, hombre. A pesar de todo, Taiga estaba exhibiendo una fuerza sobrehumana para que

    Kitamura no siguiera retrocediendo aunque ello supusiera arrancar del todo el marcosuperior.

    — A ver, a ver. Taiga, según mis cálculos y, bueno, Ryuu... Esto... Aaaah.

    Yasuko no sabía qué decir. Taiga se bajó y caminó pasando por al lado de Yasukohasta llegar donde estaban Ami y Ryuuji. Entre el pelo lleno de barro y hecho un lío, sepodía entrever el resplandor de un ojo; la mirada de una asesina.

    — ¡Ryuuji Takasu es mío! ¡No le pongas las manos encima! — Aquel grito de Taigalos dejó a todos sin habla — . Sí, bueno, creías que iba a decir algo así, ¿verdad?

    Ryuuji, impertérrito, debió habérselo esperado. — Pues es un chiste... sin gracia — respondió Ami sin mostrar temor.

    — Es que no tengo por qué decir una cosa así. Seguramente te he decepcionado, AmiKawashima, pero, de verdad, no me interesa con quién quiere liarse este perro salido — dijocon una sonrisa antes de darse la vuelta — . Haced lo que queráis, que yo me voy a casa.Kitamura, no te lo he dicho antes, pero vivo muy cerca de aquí. Aunque te hayas molestadoen traerme, prefiero ir a ducharme a mi propia casa.

    Después de decir aquello, Taiga se fue.Por fin todo había acabado, pero Ami, con un par de pestañeos, añadió:

    — Se me había caído una lentilla y Takasu me la había encontrado. Aquella explicación resultó creíble tanto para Kitamura como para Yasuko. Tras

    ducharse, Kitamura llevó a Ami a su casa. La paz se había restablecido. Al cabo de un rato, y como de costumbre, Taiga volvió al hogar de la familia Takasu

    para cenar. Era la oportunidad perfecta para Yasuko. — ¡Qué bien, Taiga! Creía que estarías molesta y no vendrías a cenar — dijo mientras

    se preparaba para ir a trabajar. — Claro que iba a venir. ¿Por qué no? ¿Por qué iba a estar molesta? — respondió

    Taiga riéndose, aunque mirando al televisor. Estaba claro que tenía la suficiente cabeza

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    13/124

    13

    como para no perder la compostura delante de Yasuko — . ¡Ah, casi se me olvida! Ryuuji,hoy has mojado, ¿eh? Eres un grande. ¿Qué hay para cenar? ¿Algo rico? ¡Jua, jua! — añadió,a Ryuuji, también entre risas, pero con una mano en la cintura y otra en la boca. Sus ojosno denotaban alegría, no obstante.

    Aquello requería aclaración, o eso es lo que Ryuuji pensó mientras hacía la cena en lacocina. Pero, en el fondo, no entendía por qué tenía que aclarar nada. Claro, del dicho alhecho hay un trecho.

    — Mmm... ¿Taiga? Taiga era una chica normal... siempre y cuando no se transformase en el Tigre de

    Bolsillo. — Te veo muy relajado, ¿no, pajarraco feo? ¡Jua, jua!

    Se encontraba acuclillada en el suelo y tenía la jaula de Inko agarrada con las dosmanos. Desprendía maldad.

    Por el bien de mantener una atmósfera de convivencia, había veces en las que hacíafalta disculparse incluso si no se había hecho nada malo. Así que Ryuuji se preparó paraello.

    — Taiga... — ¿Qué quieres?

    Ryuuji caminó hasta ella y le dio unos toquecitos en la espalda. La risa de Taiga sedetuvo en seco. El único sonido en la residencia de la familia Takasu era el del secador depelo que estaba usando Yasuko.

    — Veamos cómo te lo digo... Lo que ha pasado esta tarde... — ¿Qué? ¿Qué, qué, qué? No tengo ni idea de nada — contestó ella sin darle la cara. — Kawashima se estaba riendo de mí. Estoy seguro de que te has dado cuenta. No ha

    pasado nada más que eso. Lamento haberte hecho enfadar.Inko soltó un gimoteo repentino. El loro vio lo que Ryuuji no pudo ver: la expresión

    de Taiga. Inko se cayó del posadero. — ¿Es eso algún tipo de disculpa? ¿Y por qué? ¡Ah, ya sé! ¡Hoy voy a cenarme a este

    pájaro feúcho! Tráeme un poco de arroz — dijo ella alargando la mano para pedir el tazóncon arroz.

    — ¿Qué más quieres? ¿Algo de pescado o...? — Lo que sea, pero échamelo con el arroz. Y que sea un tazón de los grandes. Y que

    tenga vinagre.

    Así, Taiga consiguió cenar de espaldas a Yasuko y Ryuuji, que no dijeron nada.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    14/124

    14

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    15/124

    15

    — Bue... Bueno, yo me tengo que ir a trabajar ya.En cuanto dijo aquello, Yasuko se marchó. Más pronto de lo normal, por cierto.Ryuuji se quedó sin más compañía que Taiga, e intentó hacer como si no hubiera

    pasado nada. El único ruido que se oía era, en aquella ocasión, el de la televisión. Ryuuji seacercó a Taiga y cogió la jaula.

    La reacción de Taiga fue tan rápida como un relámpago; miró a Ryuuji en silencio. — Ya va siendo hora... de tapar a Inko, que necesita dormir. — ¿Por qué? ¿No es aún pronto? — Sí, pero fíjate. Se le ve cansado. — Quiero seguir mirando a tu mascota. Suelta la jaula. Taiga cogió la jaula por debajo. El agua del pobre loro se derramó un poco.

    — Pero si nunca le has prestado atención a Inko. — ¿Es que no puedo? ¿Te parece mal? ¿Raro? ¿Molesto?Durante unos instantes, ninguno contestó nada. Tan solo se dedicaron ambos a tirar

    de la jaula hacia sus respectivas direcciones. — ¡Vale, me ha quedado claro, pero dame a Inko ya! — ¿Qué es lo que te ha quedado claro, exactamente? ¿Puede saberse? — Que estás enfadada.

    — ¿Enfadada, yo? ¿Lo parezco? Crees que por haberte visto a ti y a Ami Kawashimahacer el tonto me iba a enfadar, a poner celosa o cualquier cosa de esas y has sentido lanecesidad de disculparte, ¿no? ¿Es eso? ¡Ay de mí, que, como eres tan popular entre laschicas, tengo que sufrir por verte con otra! Increíble...

    Taiga se levantó y dio un paso adelante. Ryuuji agarró la jaula y retrocedió, perodetrás no había más que la pared.

    — Cálmate. Lo que digo es que solo quiero paz y tranquili... — ¡Pero si has dicho que estoy enfadada! ¡Es lo que has estado insinuando todo el

    tiempo! Yo estoy como siempre, pero ¡eres tú el que no para de insistir en que estoyenfadada! Si tanto me quieres ver enfadada, ¡lo vas a conseguir! Que sepas que me he caídoen una zanja, me he hecho una herida en la rodilla, me he llenado de un pestazo enorme, hequerido llorar como nunca... y todo esto lo ha visto Kitamura, que, a pesar de todo, me hallevado a sus espaldas. Y, al final, cuando llegamos aquí, te veo tonteando con esa...estúpida repugnante. — Taiga dio otro paso más adelante y arrugó la nariz. Parecía estarmostrando una pequeña sonrisa — . ¡Pero lo que más me cabrea de todo es que te lo tienes

    tan creído que hasta has sacado conclusiones y te has atrevido a decirme aquello en lo que

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    16/124

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    17/124

    17

    Taiga frunció el ceño e incluso estuvo dispuesta a arrancar esa parte del vestido. Sinembargo, Ryuuji se acercó a ella y dijo:

    — ¡Que lo vas a romper! ¡Tira con suavidad!Ryuuji se arrodilló y trató de ayudar a desenganchar el vestido.

    — ¡A la porra!El sonido de rotura fue alto y claro. Le endosó a Ryuuji la jaula de Inko y miró a otro

    lado. — Esto no lo aguanto... — Hay que reflexionar sobre lo que ha pasado. Gracias a nuestra discusión sin

    sentido, Inko lo ha pasado mal. Ryuuji, tú tienes parte de la culpa. Como tienes esaimaginación tan rara, piensas cosas absurdas como que estoy enfadada.

    — ¿Eh?Ryuuji se apresuró y comenzó a caminar al lado de ella, tratando de averiguar qué

    expresión llevaba. — Sé que no he sido muy compasiva, pero no he estallado porque me hace gracia lo

    tuyo con esa tía. Te lo estoy diciendo en serio. Tus asuntos no me interesan.En aquel momento, Ryuuji se quedó sin fuerzas para quejarse. Taiga se apartó el pelo

    y sonrió ligeramente a Ryuuji. Prosiguió:

    — Me voy a adelantar. Yo, personalmente, me niego a caminar al lado de un chuchoasqueroso.

    — ¿No te parece eso un pelín ofensivo? Taiga aumentó el ritmo hasta que su silueta se perdió entre la bruma nocturna.

    Aquello fue un mensaje muy claro de que quien se atreviera a detenerla acabaría muerto. Al final, Taiga consiguió que un taxi parase. Aunque ella y Ryuuji eran vecinos, él no

    quería ir sentado al lado de ella, pero, aun así, Taiga le llamó desde la lejanía para que viniera y se montara. Ryuuji accedió, aunque aquello le pareció realmente el corredor de lamuerte. Taiga permaneció en silencio durante todo el trayecto. Ella misma pagó la carrera y,sin mirar a Ryuuji, se apeó del taxi.

    Y la cosa no paraba de empeorar.

    * * *

    «¡Argh! ¡Esto es irritante! ¿Qué he hecho para que me pase esto? ¡No lo aguanto, nolo aguanto más! Cuando se haga de día, una vez más tendré que aguantar la ira de Taiga. Y,

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    18/124

    18

    cuando lleguemos a clase, Taiga y Ami se encontrarán irremediablemente y esa misma iracrecerá hasta ser enorme. No quiero, no quiero y no quiero». Los pensamientos de Ryuujino pararon de circular por su cabeza. No pudo dormir bien.

    — ¡¿Eh?!Ryuuji abrió los ojos lentamente y se preguntó por qué no había podido oír la alarma

    del despertador. Vio que eran las ocho y cinco y su cerebro se activó enseguida. — Mierda, mierda...«¡Me he pasado una hora! ¡Va a haber problemas! ¿Qué hago, qué hago?». Ryuuji

    recordó que, puesto que tenía que ir a recoger a Taiga, ya que ella era incapaz dedespertarse a tiempo por su cuenta, llegarían tarde con seguridad.

    No había otra opción. Debía usar su arma secreta, preparada desde quién sabe

    cuándo para una situación como aquella: una escoba.Ryuuji abrió la ventana, tratando de no mirar abajo, puso un pie en el alféizar y

    extendió la mano con la que llevaba la escoba para dar unos golpes en la ventana de Taiga. — ¡Taiga, despierta! ¡Que llegamos tarde!No hubo señales de que Taiga se hubiera despertado. «No creo que se haya ido sin

    mí a clase, ¿no?», pensó. Era posible, pero Ryuuji tenía dudas. «Después de lo que pasó ayer,¿cómo reaccionaría si la despertara como de costumbre? ¿Acaso debería no despertarla y

    dejar que siga durmiendo? No, no, si no la despierto, será peor. Lo intentaré una vez más.Si no contesta, yo, al menos, habré cumplido». Ryuuji alargó una vez más la escoba y...

    — ¿Qué rayos estás...? ¡Ah! — ¡Ostras!La ventana de Taiga se había abierto sin que Ryuuji se hubiese dado cuenta, y el

    mango de la escoba había impactado con la frente de una persona bastante disgustada, esdecir, Taiga. Ella se cayó hacia atrás como una ficha de dominó.

    — ¡Taiga! ¡¿Puedes levantarte?!Después de unos segundos...

    — Esto duele... que no veas. Taiga se incorporó apoyándose en el alféizar. Parecía estar a punto de llorar. — ¡Lo siento! ¡Me he quedado dormido y son más de las ocho! — ¿Eh? ¿Cómo? Ay, qué dolor. — Taiga se frotó los ojos al igual que una niña

    pequeña y se secó las manos. Aún no era consciente de lo que estaba pasando — . ¿Qué haypara desayunar? ¿Por qué me has despertado hoy de esta manera?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    19/124

    19

    Parecía haber olvidado toda la ira. Tampoco había estallado. ¿Un golpe de suerte paraRyuuji?

    — ¡No tengo preparados ni los desayunos ni los almuerzos! ¡Corre, lávate la cara,cepíllate los dientes y vístete! ¡Es una emergencia! ¡Como no salgamos de aquí dentro decinco minutos, llegaremos tarde!

    — Mmm...No estaba claro si lo había entendido. Taiga pestañeó y, luego, asintió con la cabeza.

    Ryuuji interpretó aquello como una respuesta afirmativa y regresó al interior de la casa. Tras ver a Taiga cerrar la ventana, quedó confirmado. Sí que no se dio cuenta de que habíasalido en calzoncillos a la ventana a despertar a Taiga.

    — Menos mal que todavía no está despierta del todo. Y menos mal que nadie me ha

    visto. Tengo que espabilar yo también.Ryuuji se puso los pantalones y se abrochó la camisa. «Ya tengo los dientes cepillados,

    pero me vendría bien un chorrito de agua en la cara». Cuando buscó los calcetines en loscajones...

    — ¡Ah! ¡La comida para mi madre! ¡Y la de Inko! ¡Y el agua!... ¡No tengo tiempo!Dejó una nota en la que le pedía a Yasuko que cuidara de Inko y de ella misma.

    Después, se dispuso a destapar el paño que cubría la jaula. Inko, que había pasado una

    noche de puro trajín, estaba durmiendo en el posadero, con los ojos en blanco y las pocasplumas que le quedaban.

    — Perdona por lo de ayer. Que descanses.En ese mismo momento, se oyó una voz por detrás:

    — ¡Aaaaah! ¡¿Inko está... muerto?!Era Yasuko, que se había despertado repentinamente tras el estupor inducido por el

    alcohol y estaba rodando por el suelo. No tardó mucho en volver a quedarse dormida. — ¡Cómo va a estar muerto!La contestación de Ryuuji probablemente no llegó a los oídos de Yasuko. Él tapó a

    su madre con una manta y, después, se puso los calcetines, cogió la cartera y salió por lapuerta.

    Aunque había algo de niebla, el sol brillaba. Ryuuji entrecerró los ojos por la luz ycorrió hacia el edificio de al lado. Pulsó con insistencia el portero automático, pero noobtuvo respuesta. Tras unos momentos de angustia...

    — ¡Calla ya!

    La puerta se abrió y salió Taiga malhumorada.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    20/124

    20

    — ¡Ya estás despierta! — Hombre, después de ver cómo me has despertado, ¿qué te esperabas? ¡Y la frente

    me duele que te cagas! Taiga lanzó una mirada fugaz llena de furia y desprecio a Ryuuji. — ¡Agh! — En realidad no estaba despierta del todo, pero sí que parecía recordar

    todo lo que había sucedido. Ryuuji sintió un escalofrío que le recorrió el cuerpo entero — . Taiga, tenemos que pasar primero por un supermercado y comprar algo o no tendremosnada que almorzar. — Ella no le respondió — . ¿Me oyes? — Taiga le propinó una patada — .¡Eh, no me des patadas ahí!

    — ¡No vayas a creerte ahora que soy tu amiguita del alma, perro asqueroso! ¡Ya te heoído decir lo del supermercado!

    Ryuuji entendió que, para poder comunicarse con Taiga aquel día, o gritaba muy altoo debía ignorar la actitud que ella mantenía.

    El mal humor de Taiga y su forma de ser hacia Ryuuji eran invariables. Sin embargo,Ryuuji pensaba que Taiga estaba siendo un poco más violenta de lo normal. ¿Se debía a lamanera en que la despertó? ¿Se debía a que se había quedado dormido? A pesar dereflexionar sobre aquello, llegó a la conclusión de que ella estaba enfadada por lo queocurrió el día anterior.

    Taiga giró la cabeza y evitó contacto visual con Ryuuji. «Ah... ¿Otra vez voy a tenerque aguantar esos ataques irritantes como ayer?», pensó él, alicaído.

    — Pezones negros... — ¿Eh?Ryuuji creyó haber oído a Taiga murmurar entre los dientes.

    — Tengo en mi retina la imagen de tus sucios pezones negros. ¡Qué asquerosidad!Por tanto, el motivo del enfado de Taiga de aquel día eran los pezones de Ryuuji. No

    tenía nada que ver con lo ocurrido anteriormente. — Tampoco son tan... oscuros, ¿no? — ¡Como el carbón! ¡Tus puercos pezones han invadido mis globos oculares! Aquel día de su decimosexto año de vida, Ryuuji Takasu descubrió un motivo nuevo

    por el que avergonzarse de su cuerpo.Llegaron hasta el cruce donde siempre solía esperar Minori, pero, debido a la hora

    que era, Ryuuji ya había perdido la oportunidad de ver a su querida diosa.

    — ¡Ah! ¡Por fin llegas! ¡Gracias por ayudarme ayer!

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    21/124

    21

    En efecto, había llegado justo a tiempo para la clase. Ami le había recibido a Ryuujicon su resplandor particular. Obviamente, era pura apariencia, ya que por dentro era unchihuahua con una personalidad terrible. Le brillaban los ojos. Alargó sus pálidos brazos y,con las manos, frotó el tupé que se le había formado a Ryuuji al dormir. Prosiguió ella:

    — Vaya, vaya. ¿Has visto cómo llevas el pelo? ¡No me digas que tú también te quedasdormido, Takasu! — Ami adoptó la sonrisa que solía emplear en las sesiones defotografía — . ¡Qué monada!... ¿Mmm? ¿Qué pasa? — preguntó al ver que Ryuuji nocontestaba.

    «¿Que qué pasa? Pues que hoy también sigues con esa tontería de hacerte pasar porun ángel. Te he descubierto hace mucho tiempo. No solo eso, la gente ya ha visto cómoeres en realidad, ¿y piensas que todavía puedes engañarnos a todos?», pensó Ryuuji. Ami

    siguió hablando: — ¡Ah, no te equivoques! ¡Qué monada... soy yo, no tú, Takasu! ¡Tú eres del montón,

    de esos indistinguibles si los juntas a todos en un mismo grupo! — Del montón... Ami formó una uve con los dedos y los llevó al lado de sus ojos2.Ryuuji no pudo hacer otra cosa salvo suspirar y pensar: «¿Y qué le hago? Con estas

    pintas de criminal que he heredado...».

    — Jo, jo. Va, ¿qué pasa? — ¿Ya estás actuando tan temprano? Ten cuidado, a ver si te va a dar un calambre en

    los músculos de la cara. — Soy una profesional. No me va a pasar.La máscara de Ami había desaparecido por un momento, pero la sonrisa volvió al

    instante. Ami le sacó la lengua a Ryuuji. Pero, después, soltó un pequeño alarido. — Aparta, chihuahua.El Tigre de Bolsillo, que estaba justo detrás de Ryuuji, fue quien provocó la pérdida

    de compostura en Ami. Por supuesto, el golpe que le dio en el estómago con la esquina dela cartera ayudó bastante.

    — Aisaka... Ugh... Te veo de mal humor esta mañana... — Buenos días, Kawashima. ¿Ya tienes dolores? Pobre de ti. Taiga miró alternativamente a Ami y a Ryuuji. Luego, se dio la vuelta con frialdad. — ¡Ah, por cierto! — Ami dio una palmada — . Aisaka, ¿estás molesta por lo que pasó

    ayer? ¡Solo ha sido un malentendido! ¿Por qué estás tan celosa? ¡Vaya, los celos y la envidia

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    22/124

    22

    no son típicos de ti, Aisaka! ¡Ah... qué dolor de cabeza! Soy tan despistada que por esocauso tantos malentendidos...

    Taiga se detuvo en seco y se giró lentamente. — Conque no te has enterado de nada, ¿eh, señoritinga? — Taiga sonrió con

    fiereza — . No me importa lo más mínimo lo que...De repente, Taiga empezó a flotar en el aire. ¿Estaba levitando? Ryuuji se quedó con

    la boca abierta, pero vio que, en realidad, alguien muy sonriente había levantado a Taiga delsuelo.

    — ¡Buenos días! ¡Taiga, Takasu, habéis llegado justito a tiempo! — Minorín... Bájame.Minori había levantado a Taiga por las axilas con bastante facilidad.

    — ¿Sabes, Taiga? Pesas muy poco. ¿Cómo puede ser? Si comes lo mismo que yo... — Deja de usarme como una pesa. — Pero es que necesito ejercitar mis brazos — respondió Minori Kushieda mientras

    subía y bajaba a Taiga como, efectivamente, una pesa. Aquella chica era el propio sol, la mujer más perfecta del mundo para Ryuuji. Puesto

    que llevaban el uniforme de verano, la silueta se le remarcaba mejor, lo que provocó queRyuuji desviara la mirada instintivamente. Tras sufrir el trato vejatorio de Taiga desde la

    noche anterior, Ryuuji encontró en la dulzura de Minori un bálsamo. Él no paraba de mirara un lado, comportamiento en el que no reparó Minori.

    — Kawashima, tú también eres muy delgada, ¿no? ¿Has estado saliendo a correrúltimamente?

    Lo que estaba haciendo Minori era analizar la cantidad de grasa de las demás chicas.En otras palabras, amor sin corresponder para Ryuuji. Él dio un suspiro y se preguntó sialguna vez Minori se daría cuenta de lo que sentía por ella. Minori prosiguió:

    — Os veo un poco... No sé. Taiga, Takasu, ¿no será que os habéis quedado dormidosy no habéis desayunado? Si es así, no os preocupéis. Tengo algo de picoteo. Tomad.

    Fuese aquello una genialidad o una estupidez, Minori sacó una bolsa, metió la manodentro y dijo:

    — ¡Los pezones negros! — Sacó un par de uvas pasas y, cogiendo una con cada mano,se las llevó a la altura de su propio pecho — . ¡Tengo muchas, coged las que queráis! ¿Eh?¿A qué viene esa cara, Takasu?

    Taiga puso la mano en el hombro de Minori y contestó por él:

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    23/124

    23

    — Ahora mismo, el ego de Ryuuji es un trotamundos solitario que está perdido entreuna utopía ilusoria y la vida real.

    — ¡Oh, qué profundo suena eso! En fin, buena suerte, Takasu. ¡Batea fuerte y... esascosas! — dijo Minori, ofreciendo la uva pasa del pezón derecho a Ryuuji y la uva pasa delpezón izquierdo a Ami — . Kawashima, ¡perdón por lo de ayer! ¡He reflexionado mucho!Fui yo a la que se le ocurrió la idea, pero no tuve más remedio que marcharme por motivosde trabajo... Lo siento. ¿Te pasó algo? Me ha contado Kitamura hace un rato queconseguisteis libraros del acosador, ¿no?

    — ¡No hay por qué disculparse! Sí, estoy bien. Debería darte yo las gracias a ti portodo lo que has hecho, Minori. ¡Acepto este pezón negro!

    Minori se volvió hacia Taiga y Ryuuji.

    — Quiero disculparme con vosotros también. — Minorín, no tuviste elección. No pasa nada. — Lo siento mucho.Minori se inclinó varias veces como disculpa. Los ojos, que miraban directamente a

    Ryuuji, hicieron que él se olvidara de sus preocupaciones acerca de los pezones. Estabamuy nervioso como para hablar, pero, tras ver la cara de Minori, agitó la mano como señalde que no hacía falta la disculpa. Taiga hizo de intérprete:

    — Ryuuji dice que no pasa nada. — Taiga miró a Ryuuji — . ¿Verdad?Ryuuji asintió. Estaba agradecido de que Taiga le estuviera ayudando en un momento

    como aquel. Aunque solo fuese por unos instantes, para Ryuuji, ella era una buena persona. Taiga añadió:

    — Por cierto, Minorín, ¿sabes que el hecho de que te tuvieras que ir desencadenó unaracha de buena suerte para Ryuuji? Kitamura y yo nos caímos en una zanja y no pudimoscontinuar con la misión, así que Ryuuji se quedó solo con Kawashima, la llevó a su propiacasa y...

    — ¡Uah!Ryuuji, casi como acto reflejo, tapó la boca de Taiga, pero no fue suficiente. Ella

    apartó la mano y continuó: — Ayer, en la casa de Takasu, los pillamos a los dos muy juntitos y...Desesperado, Ryuuji agarró a Taiga de la misma manera que había hecho Minori

    antes y la alzó con todas sus fuerzas. — ¡Suéltame, perro pervertido!

    — ¡No hasta que bajes la voz!

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    24/124

    24

    Ryuuji, con Taiga en volandas, se dio la vuelta y... — ¡Oh, buenos días, Aisaka! Yuusaku Kitamura estaba prácticamente cara a cara con Taiga. Él la saludó con la

    mano. Taiga perdió toda la fuerza al instante. Incluso se olvidó de seguir protestándole aRyuuji.

    — Bue, bue, bue, bue... — ¿Qué tal? ¿Ya estáis jugando y bromeando como siempre? Os lleváis muy bien los

    dos, ¿verdad que sí?Kitamura dio unos toquecitos a Taiga, que había vuelto al suelo, y otros cuantos a

    Ryuuji en el hombro. Luego, miró a Taiga y dijo: — Ah, se me olvidó devolverte esto ayer y me la llevé a casa.

    — Oh... Claro... — Había algunas astillas sueltas, así que la he lijado bien. ¿No te importa? — Para nada... Gracias... Allí estaban Taiga, completamente ruborizada y temblorosa, y Kitamura, el

    representante de la clase. Otro caso de amor sin corresponder. — De todas formas, ten cuidado, que las armas son peligrosas. — Vale...

    Kitamura le había devuelto a Taiga la espada de madera. Ryuuji ya sabía lo que eraprobar el filo de aquella espada, por lo que tuvo un sentimiento agridulce.

    — ¿De qué hablan? — preguntó Minori a Ryuuji. — ¿Mmm?Sin pensarlo, Ryuuji se dio la vuelta. Minori estaba con la cabeza ladeada, y le miraba

    fijamente. — ¿Sabes de qué está hablando Taiga con él, Takasu? — Ni... Ni idea...Ryuuji estaba a punto de explotar en su interior. Tantos nervios eran como una

    bomba de relojería. Intentó buscar ayuda y miró en la dirección en la que se suponía quedebía estar Ami, pero ya había desaparecido de allí. Se encontraba ahora junto a Maya y aNanako, y hablaban de ropa y de compras. ¿Quizás era otro golpe de fortuna?

    — Bueno, si tú lo dices, Takasu, te creeré... Pero recuerda que si haces que Taiga nosea feliz, yo misma no tendré piedad contigo... ¡Es broma!

    Minori hizo un gesto cortante en el aire. Que la media naranja no correspondida de

    Ryuuji le dijera eso a él mismo era doloroso. Y al unísono...

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    25/124

    25

    — Una cosa, Aisaka. Lo que pasó ayer con Takasu y Ami... Resulta que Takasu estabaayudando a Ami a buscar una lentilla que se le había caído. Tú no te preocupes, ¿vale? Note enfades con él, que no ha hecho nada. ¡Estoy seguro de que seguiréis llevándoosperfectamente! ¡Adiós! — dijo Kitamura a Taiga.

    — Ah... Tanto Taiga como Ryuuji querían que la tierra los tragase. Ninguno de los dos había

    conseguido avanzar con su respectiva media naranja. Deseaban que hubiera habido algúncambio... No obstante, sí que hubo uno:

    — ¡Tú tienes la culpa! ¡Kitamura se alegra de que salgamos juntos! — ¡Eso mismo debería decirte yo a ti! ¡Eso te pasa por intentar fastidiarme antes!

    ¡Castigo divino!

    Ambos se pisaron el uno al otro y mantuvieron una batalla de miradas. Sí, el únicocambio en la relación entre Taiga y Ryuuji era que se había vuelto más áspera.

    * * *

    Aquel era el día de suerte para Yuri Koigakubo, soltera y de veintinueve años de edad. — ¡Buenos días a todos!Nadie en toda la clase comprendía por qué ella, la tutora de la clase 2-C, llevaba

    pestañas dobles. Sí que sabían que había una profesora nueva, de veintisiete años, a la quesu novio le había propuesto contraer matrimonio, que le había preguntado a Yuri qué lehabía pasado a sus ojos.

    — ¡Tengo algo bueno que comentaros! — prosiguió ella.¿Exactamente qué? Que había ido a un restaurante familiar sola y que se había

    bebido una botella de cerveza que compró en un supermercado. Que apenas veía a sus

    amigas de cuando ella estudiaba y que a lo mejor no era demasiado tarde para llamarlas porteléfono. Que una de ellas, Risa, cogió el teléfono y le dijo que se había comprometido conun hombre. Que los padres de Risa la presionaban y que otra amiga, Saiya, había dado a luz.Que si ella y Risa querían ir a ver al bebé juntas la próxima vez y que desde que otra amiga,Miyu, se había casado, ya no se veían nunca. Que si un tío le había entrado durante laGolden Week y que si había cuajado aquello. Que se había bebido tres latas de cerveza deun tirón y que, sin conformarse, había abierto una botella de vino con la que aliñó variosplatos de alta carga calórica. Que se había echado a llorar durante un rato enorme y quefinalmente se había quedado dormida. Por último...

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    26/124

    26

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    27/124

    27

    — ¡Van a abrir la piscina esta semana! Estáis emocionados, ¿eh? ¡Mantened vuestroscuerpos en forma y superad todos los retos!

    Aquella tutora soltó varios gritos de ánimo. Los chicos se rieron, pero las chicas sequejaron de que les sobraba grasa por varias partes del cuerpo — barriga, muslos, brazos — y de que no les entraba el bañador.

    Yuri dejó escapar un suspiro. — Qué tontería. ¡Aún estáis en plena juventud! ¡¿Qué tiene de malo eso?! — ¿Eh? ¿En este instituto tengo que bañarme con los chicos? ¡No quiero, me da

    vergüenza! — replicó Ami. — ¡Ami Kawashima! ¡¿No eres superdelgada y supermona?! ¿No eres una modelo?

    ¿De qué tienes tú que avergonzarte? Por favor...

    — ¡Profesora, ¿podemos dar por concluida la tutoría?! — ¡De acuerdo!Kitamura, el representante de la clase, asumió el resto de las labores y ordenó a sus

    compañeros que se levantaran e hicieran una reverencia.En aquel momento, la tutora se dio cuenta casi sin querer. ¿Por qué se sentía

    afortunada aquel día?La alumna problemática que siempre le daba tantos sustos, Taiga Aisaka, más

    conocida como el Tigre de Bolsillo, no había gruñido ni una vez. En vez de eso, habíapermanecido en silencio todo el tiempo, mirando por la ventana.

    Tal vez no estaba enferma ni desganada. Quizás solo estaba ignorando a la tutora ysolo quería observar el horizonte.

    La mañana transcurrió en paz. No hubo ninguna carnicería; hecho suficiente paraque la tutora se contentara.

    Incluso llegó a pensar que, con otra pizca de suerte, podría llegar a pescar algúnmarido. Ya había encontrado las fuerzas para levantarse un día más.

    Pero no supo que su clase iba a convertirse en el reino del amor y el odio al cabo depoco.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    28/124

    28

    CAPÍTULO 2

    — ¡Que no estoy enfadada!

    A pesar de que Taiga dijo eso mismo, ya la había liado bien grande mucho antes. Larelación entre Ryuuji y Taiga había seguido congelada durante varios días.

    No se aguantaban demasiado el uno al otro, pero Taiga insistía en hacer las cosascomo siempre. En otras palabras, no tenía intención de dejar de ir a la residencia de lafamilia Takasu para cenar, quedarse hasta tarde y comportarse con insolencia. Si Ryuujiintentaba explicar algo sobreel incidente o si le preguntaba a Taiga por qué estaba enfadada...ella respondería que no.

    Básicamente,el incidente se había convertido en un tema tabú en el hogar de Ryuuji.Sin embargo, el propio hecho de que fuese tabú ponía a Taiga más gruñona de lo habitual.

    Ryuuji no sabía qué había hecho, en realidad, así que solo pudo contener los nervioshasta que un día...

    — ¡Taiga! ¡Prometimos hacer esto!Ella no contestó. La otra interlocutora insistió:

    — ¡Te dije que hoy no tenía nada que hacer con el club! Taiga siguió sin contestar como si fuera una estatua de piedra. Su mejor amiga,

    Minori Kushieda, la agarraba del hombro y la agitaba con fuerza. — ¡Taiga!Ryuuji, por supuesto, se dio cuenta de los gritos de Minori. Normalmente, se

    levantaría, se acercaría y preguntaría qué estaba pasando; cualquier oportunidad para hablarcon Minori era de oro. No obstante, cuando pensó en la relación tan deteriorada quellevaba con Taiga desde hacía días, dudó en acercarse adonde estaba la estatua de piedra.

    Era consciente de la presencia de Minori, pero solo podía mirar desde lejos con

    aquellos ojos tan terroríficos. Cosas de los sentimientos durante la pubertad.La ayuda vino desde un frente inesperado.

    — ¿Qué ocurre, Minori? Ami, que ya iba a marcharse, sintió la necesidad de intervenir y se acercó a ellas con

    una sonrisa angelical. Taiga dejó de ser una estatua de piedra y sacó los colmillos. — ¡Eh! ¡Quieta! — dijo Minori a la vez que agarraba a Taiga de la nariz de una manera

    bastante dolorosa.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    29/124

    29

    «Jamás hubiera sabido que algo tan sencillo podría desarmar por completo a Taiga.¡Esto tengo que apuntarlo!», pensó Ryuuji antes de sacar el cuaderno.

    — Kawashima, perdónanos. No sé por qué, pero Taiga hoy está intratable.Prometimos ir de compras por la zona de la estación a ver si nos hacíamos con unosnuevos bañadores, pero dice que ya no quiere ir...

    — ¿Bañadores? Ah, claro, que van a abrir la piscina mañana. ¡Qué ganas! — Kawashima, ¿tú ya te has comprado uno? — Bueno, tengo uno que me servirá. Tiene un diseño sencillo para competición.

    Espero que eso no importe. Es liso, de color gris, aunque tiene algunas rayas naranjas a loslados.

    — ¡Ese no te va a valer! El insti solo permite bañadores lisos de color negro o azul

    oscuro. Además, solo sirven rayas blancas. — ¿Eh? Vaya. Taiga alzó la cabeza lentamente para ver a Minori conversar con Ami. Ryuuji observó

    cómo Taiga cogía su cartera, se agachaba y pasaba por debajo de las piernas de Minori.Parecía querer escabullirse.

    — ¡Que se escapa! ¡Takasu, cógela! — ¿Eh? ¡Oh!

    Ryuuji alargó el brazo y agarró a Taiga, que había pasado justo por al lado. Fue purachiripa.

    — ¡Suéltame, chucho guarro! ¿Cómo te atreves a rebelarte contra tu ama? ¡Traidor!¡Parásito!

    Ryuuji ignoró los insultos y llevó a Taiga hasta Minori. — ¡Gracias! — De nada.Minori miró a Taiga.

    — ¡¡¡Taiga!!! ¿Adónde creías que ibas? — ¡Nunca prometí nada! Cuando dijiste que querías ir a comprar un bañador, tan solo

    dije que me parecía bien. No dije expresamente que iría yo también. — ¡¿Por qué?! — ¡Porque no quiero comprarme un bañador! — ¡¿Y qué vas a hacer?! ¡El que tienes del año pasado está para el arrastre! Taiga asintió con la cabeza. «Eso es lo que te pasa cuando no lavas bien el bañador

    después de ponértelo», murmuró para sí mismo Ryuuji en su cabeza. Minori prosiguió:

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    30/124

    30

    — ¡Por eso te tienes que comprar uno nuevo! ¿Cómo vas a ir a Educación Física si notienes bañador?

    — Me saltaré las clases y ya está. — ¡¿Es que no te estás escuchando?!Minori suspiró desesperada y le dio unas palmaditas en la espalda a Ryuuji. Aquello

    era una señal para que él continuara con la persuasión. Ryuuji se preguntó cómo le habíanmetido en aquella conversación. En cualquier caso, tomó el testigo y dijo:

    — ¿Qué vas a hacer cuando te suspendan por no haber ido a ninguna clase deEducación Física?

    — ¡A ti qué te importa!Ryuuji sintió la mirada asesina de Taiga, pero estaba justo delante de Minori, así que

    no podía irse sin más. Se le ocurrió una idea. — ¡Eh, Kitamura! ¡Di tú algo!Kitamura, que también estaba a punto de marcharse, oyó la llamada de Ryuuji, se dio

    la vuelta, se ajustó las gafas y se acercó. — ¿Mmm? ¿Qué pasa? — ¡Taiga dice que se va a saltar las clases de natación! — Espero que esto no vaya en serio.

    La cara de Taiga era todo un poema. «Para que te enteres», pensó Ryuuji. Kitamuramiró a Taiga y prosiguió:

    — Aisaka, ¿es que no te sientes bien? — No... — Tienes que asistir a clase. Aunque parezca que ir a nadar es una tontería, una clase

    es una clase. Lo entiendes, ¿verdad? ¡Nos vemos mañana! — dijo antes de despedirse con lamano y marcharse.

    — ¿Has cambiado de idea ya? Venga, Taiga. Oh, Kawashima, ¿por qué no vienes connosotras? — añadió Minori.

    — ¿Eh? Pero... Ami se giró hacia Taiga y la vio totalmente cabreada, con los mofletes hinchados, a

    punto de atacar. No era prudente acercarse a ella. — ¡Taiga! ¡Deja de poner esa cara! Kawashima se ha mudado hace poco y,

    seguramente, no sabe adónde puede ir a comprar un bañador. — No pasa nada, Minori — contestó Ami negando con la cabeza y sonriendo — . Iré

    con Takasu — expresó tras dar un paso atrás — . ¿A que no te importa, Takasu? ¿Puedo?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    31/124

    31

    — ¡¿Qué?! Ami extendió el brazo y se apoyó ligeramente sobre Ryuuji, como si quisiera

    agarrarse a él. — ¿No puedo? — ¿Eh? Pero... ¿tú y yo?Ryuuji tragó saliva y miró a Ami. Sabía que aquella cara era solo una máscara, pero

    había quedado hipnotizado. Aquellos ojos casi llorosos, aquellos labios temblorosos yaquella cara de chihuahua. Acabó por asentir con la cabeza.

    — ¿Sí? ¡Bien! ¡Siempre se puede confiar en ti, Takasu! ¿Te parece bien que vaya con él, Aisaka?

    Aquella provocación indirecta llegó hasta Taiga. Minori se quedó confusa y solo

    pudo mirar a Taiga y a Ami. Ryuuji no movió ni un dedo. — Me da igual — contestó Taiga agitando la mano — . Ryuuji ha dicho que sí, ¿no?

    Pues hala. Él puede hacer lo que quiera con quien quiera. ¿Por qué debería...?«¿Por qué deberías qué? ¿Qué intentas decir?», pensó Ryuuji. Un estruendo resonó.

    Taiga había intentado inclinarse para terminar lo que iba a decir, pero se pasó de la raya y sedio un golpe en la frente contra la mesa. El invencible Tigre de Bolsillo sufría de dolor.

    — ¡Taiga!

    — ¡Oh! Eso ha tenido que doler...Ryuuji y Minori se acercaron para auxiliar a Taiga.

    — Aisaka, ¿es que eres... tan torpe de nacimiento? Ami ladeó la cabeza como si hubiera descubierto un secreto del mundo, aunque de

    secreto tenía poco.

    * * *

    — ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tengo que aguantarte?! Preferiría que te hubieras ido conRyuuji a tomar viento a algún lugar lejano. No sé, a Europa, al círculo polar ártico, aShinjuku.

    — ¡Venga! No ha sido a propósito. Él ha dicho que este es el único sitio donde venden bañadores. ¡Oh! ¡Probablemente este te siente bien, Aisaka! Pone que es de tamañoinfantil, para niñas de entre seis y nueve años. ¿No te gusta? Es de dos piezas.

    — Tal vez deberías llevar tú este, Kawashima. Le vendría que ni pintado a unchihuahua con las hormonas a flor de piel. ¡Mira, cinco centímetros de anchura!

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    32/124

    32

    — ¿Ese no es de hombre? — Oh, es verdad. Si la estrafalaria Ami Kawashima llevara esto puesto, se le vería

    todo el vello corporal, ¿no? — ¡¿Por qué dices esas cosas tan alto?!Se estaba librando un duelo venenoso en una esquina de aquella tienda.

    — ¿Esto, embarazoso? No, lo siguiente...Ryuuji, a quien habían llevado hasta la sección de bañadores femeninos, estaba

    sonrojado y, además, tenía que soportar aquella discusión. — Lamento que te haya involucrado en esto, Takasu. — Bueno, no pasa nada...Minori, que estaba al lado de una planta decorativa, parecía estar más radiante que

    nunca. Si no fuera porque ella estaba allí, Ryuuji habría caído en una espiral dedesesperación. Aguantaba gracias a nadie más que Minori.

    Tan solo eran las cuatro de la tarde, y estaban en una de las tiendas del centrocomercial de la estación de tren. Apenas había más gente, y mucho menos allí en la secciónde bañadores. Una música de corte hawaiano sonaba de fondo.

    Minori estaba buscando con detenimiento un bañador liso mientras conversaba conRyuuji.

    — ¿Tú tienes bañador, Takasu? La sección para hombres está allí, donde aquellacolumna.

    — El del año pasado sigue intacto. — Vale. Sé que no dejarías que se echara a perder, no como hace Taiga. — Taiga debería tener un poco más de cuidado. — Sí — contestó Minori sonriendo mientras cogía un bañador — . El mío aún está en

    buen estado, pero creo que me voy a comprar uno nuevo. ¿Qué te parece este?Ryuuji sabía que si respondía, sería el comienzo de una charla como nunca había

    tenido antes. Sin embargo, notó algo extraño en su garganta y no pudo contestar. «¡Soy unzoquete! ¡Esta es una oportunidad única en la vida!», pensó.

    Minori no se dio cuenta de la frustración interna de Ryuuji. — ¿No te parece la parte de abajo un poco estrecha? — dijo ella comparando con los

    dedos el bañador con su cintura. Luego, volvió a dejar el bañador donde estaba y fue amirar otros de una marca diferente — . Por cierto, me he fijado en que siempre llevas tantoel uniforme de clase como el de deporte en perfecto estado, Takasu. Los planchas, ¿verdad?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    33/124

    33

    «Es... ¿Es eso un cumplido?». La mente de Ryuuji se quedó en blanco, pero intentópermanecer tranquilo.

    — ¿Eh? Bueno... Mi madre suele estar trabajando, así que me tengo que encargar yo.No me disgusta hacerlo, la verdad...

    — ¡Qué pasada! ¿Tú mismo haces esa clase de tareas?Ryuuji giró la cabeza por el rubor, tratando de que no pareciera un movimiento

    descarado, hacia otros bañadores, e incluso llegó a agarrar los pechos de un maniquícercano. Minori, por su parte, dijo algo más sensacional todavía:

    — Taiga me dijo que sabías apañártelas muy bien con los quehaceres del hogar y queeras capaz de hacer muchas cosas que ella no. Para que Taiga hable bien de un chico, no teimaginas... De hecho, ¡creo que fue la primera vez que la oí hablar bien de uno! Menuda

    sorpresa me llevé. — Minori por fin cayó en la cuenta de lo que Ryuuji estaba haciendo — .¡Ah, Takasu, no hagas eso! ¡Es un maniquí! ¡Como sigas apretando, vas a despachurrárselas!

    — ¿Que Taiga ha... hablado bien de mí? — Ryuuji creyó que era algo imposible, yaque Taiga siempre le estaba insultando. Llegó a la conclusión de que Minori le estabamintiendo para tratar de emparejarlo con Taiga — . Qué broma tan mala.

    — ¿No me crees? Bueno, tú decides creerme o no — contestó ella encogiéndose dehombros y sonriendo — . Es una lástima — añadió susurrando.

    «Es que no puedo creer algo así, aunque me lo diga la chica de la que estoyenamorada. Si casi no nos aguantamos últimamente. Que no, que es imposible que hayahablado bien de mí», pensó una vez más Ryuuji. Alguien llamó la atención de Ryuuji y deMinori desde detrás.

    — ¿Qué os parece este bañador? Tanto Ryuuji como Minori se dieron la vuelta. — ¡Hala! — ¡Ostras! Aquella visión les hizo olvidar por un momento que estaban dentro de un centro

    comercial.No había ni rastro de vello corporal en aquella piel tan blanca y tan suave.

    — ¿De verdad que me queda bien? ¿No creéis que daré el cantazo con un bañadortan soso como este? ¡Me daría vergüenza llevarlo puesto delante de los tíos!

    — ¡¿Cómo puedes tener esas piernas tan largas?! ¡Esto es demasiado! — dijo Minorien un tono alocado.

    Ryuuji estaba de acuerdo con ella. Ami abrió los ojos lo más que pudo y agitó el pelo.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    34/124

    34

    — ¿Eh? ¡Pero si he escogido uno liso! ¿Cómo va a ser demasiado? No lo comprendo.Unas semanas antes descubrieron que estaba ocultando grasa sobrante en el

    estómago, pero, en aquella ocasión, había adelgazado su figura considerablemente. Quizásse debía a que ya no comía de forma impulsiva por la presión a la que estaría sometida.

    El bañador le daba un aspecto de madurez. Una figura esbelta y alta, una caraatractiva y un par de ojos radiantes. El corazón de cualquiera se detendría.

    «Así que este es el cuerpo de una modelo profesional...», pensó Ryuuji. Ami seguíasin comprender la opinión de Minori mientras se miraba una y otra vez al espejo. «Es...perfecto. ¡Piernas largas! ¡Está delgada! ¡Piel blanca! ¡Demasiado...!». Minori, como si sehubiera despertado de un sueño, caminó hasta Ami.

    — ¡Kawashima, ¿de qué marca es ese bañador? No quiero comprarme el mismo, pero

    me gustaría verme tan bien como tú. ¡Voy a coger uno de esta marca! — Hay un montón en los probadores. ¿Y si llevamos unos conjuntados? — No, gracias. Ya sabes...«¡De ninguna manera voy a permitir que me dejes a la altura del betún!», se dijo a sí

    misma Minori antes de marcharse a por un bañador.

    La mirada de Ami, quien estaba mirándose en el espejo, cambió de repente. Ryuujiintuyó que ella iba a volver a hacer una de las suyas, aunque permaneció quieto.

    Ami decidió la postura que debía adoptar: un brazo apoyado en la cintura y el otro enla boca, mientras el cuerpo está inclinado ligeramente hacia adelante para realzar la zonapectoral.

    — ¡¿Por qué soy tan bella?! ¡Me da hasta miedo! ¿De verdad puedo ser tan guapa? ¡Esque lo soy más que el año pasado! ¡Más que ayer! ¿Hasta qué punto de belleza supremallegaré? Incluso si llevo este bañador tan normalito, que no cuesta ni diez mil yenes3... ¿Y sillevara un bikini irresistible? ¿Cuán grande sería mi hermosura? — Se la veía bastantesatisfecha — . ¡Tanta hermosura me da miedo! ¿Y si me metiera a modelo de ropa interior?¡Debe ser ilegal ocultar una figura tan perfecta! Eh, Takasu, ¿verdad que piensas lo mismo?

    — ¿No te da vergüenza andar con eso puesto? Estamos en una tienda, ¿sabes? — ¿Eh? Qué cosas dices, Takasu. Soy tan guapa que no siento vergüenza alguna.

    ¡Cualquiera que me viese sabría que es su día de suerte! Estoy pensando en cobrar tres milyenes4 a cada uno solo por verme. ¿Qué tal tres mil yenes por cada segundo?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    35/124

    35

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    36/124

    36

    Ami ya se había quitado su máscara angelical. Estaba revelando una mirada traviesajunto con una sonrisa juguetona. Era el tipo de vanidad típico de las chicas que saben queson muy guapas. No, no planeaba nada bueno. Ami prosiguió:

    — ¡Ni que decir tiene que me he depilado!Dejó ver a propósito sus axilas totalmente desprovistas de vello.

    — Oye... — Ah. ¡Pero qué guapa estoy hoy también!«Está de muy buen humor. Parece que de verdad está satisfecha con cómo le queda

    el bañador», pensó él.En aquel momento, Ryuuji debía mantener la calma con otra cuestión...

    — ¿Qué tal este? No me está del todo bien, pero...

    Minori sacó la cabeza por entre las cortinas del probador. — ¿Eh? ¿Cuál? ¡Déjame ver! — le contestó Ami a ella mientras se acercaba haciendo

    ruido con las sandalias.Ryuuji también quería acercarse haciendo ruido con unas sandalias imaginarias hasta

    Minori, pero... no debía. Fingió que miraba las toallas y las gafas de buceo a medida que seaproximaba muy lentamente y agudizaba el oído para intentar escuchar algo.

    — ¡Minori, sal ya! ¡Nunca sabrás si te queda bien hasta que no te mires en el espejo!

    — insistió Ami. — ¿Eh? Pero, pero, pero... ¡No, no puedo! — ¡Si vas a tener que llevarlo puesto mañana delante de todos! — ¡Pero eso es diferente! ¡Aaaah! — ¡Vaya, vaya! ¡Claro que te queda bien! No te sobra grasa y la piel de tus hombros

    está genial. — ¿De... veras? ¿Me queda bien? ¿Sí? — ¡Por supuesto! Ya que estamos, enseñémoselo a Takasu. La opinión de un chico es

    muy importante. ¡Eh, Takasu! — ¡No, no, no, no! ¡No vengas, Takasu! ¡Y no mires!Ryuuji permaneció anclado en el suelo durante diez segundos. «Ha dicho que no mire

    y no miraré», se dijo. Era imposible determinar si Ryuuji estaba batallando con losdemonios de la lujuria, pero sus ojos emitían un brillo peligroso. Al final, el raciocinio loconvenció para que dejara de fingir y decidió no acercarse más ni mirar. Hasta que no oyóque Minori había entrado de nuevo en el probador, no se dio la vuelta.

    — Qué raro — le dijo Ami a Ryuuji.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    37/124

    37

    — ¿Qué es raro? — respondió él. Ami, que aún llevaba el bañador puesto, miró a Ryuuji y no ocultó para nada los

    pensamientos que tenía en mente. — Parece que no puedes aguantar la visión de Minori en bañador, ¿eh? — ¡Claro que no! Me ha dicho que no mirase, así que... — ¿Por qué estás tan nervioso? En fin, voy a quitarme esto. Ami soltó las sandalias y caminó descalza hasta la esquina de los bañadores. «No le

    interesa mi excusa lo más mínimo. ¿Qué estará tramando?», pensó él.Ryuuji empezó a darse cuenta de que los demás clientes y los dependientes le estaban

    mirando a él. Era extraño que un estudiante de instituto estuviera a solas en la sección debañadores para mujer. Ryuuji empezó a mirar a su alrededor...

    — ¿Dónde está Taiga?La chica a la que estaba tan acostumbrado a ver cada día había desaparecido. «Los

    cuatro probadores están separados por toda la tienda; uno de ellos está vacío y en los otrosdos están Minori y Ami», se dijo a sí mismo. Caminó hasta el probador restante y vio unpar de zapatos de tamaño pequeño bajo la cortina. «¿Qué pasa, Taiga? ¿Has estado aquímetida todo el rato?». Las cortinas se abrieron unos centímetros y Taiga sacó la cabeza.Parecía buscar algo bastante ansiosa. Probablemente, por la expresión de la cara, buscaba

    ayuda. — Ryuuji. Taiga lo había visto. Le hizo señas con el dedo para que se acercara. Ryuuji recordó la

    guerra fría que mantenía con ella, así que, aunque receloso, contestó. — ¿Qué?«Sé que no va a salir nada bueno de esto, pero aun así he respondido. ¿Es que mi

    destino es ser un perro?», pensó. — Ven, ¡más cerca! ¡Aquí! ¡Vamos! Taiga frunció el ceño. Bajó la voz con rapidez y agitó la mano a Ryuuji, quien se

    aproximó a ella obedientemente. — ¿Acaso no llevas nada pues...? ¡Uah! Taiga había tirado de Ryuuji hacia dentro del probador. Cerró la cortina con tanta

    vigorosidad como una planta carnívora al capturar a su presa. Ryuuji estuvo demasiadoaterrado como para hacer algún ruido. Perdió el equilibrio y se golpeó contra el espejo.

    — ¡¿A qué viene eso?! — preguntó él.

    — ¡Calla! ¿Quieres que piensen que eres un mirón?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    38/124

    38

    Ryuuji cayó en la cuenta de que estaba compartiendo un espacio muy reducido con Taiga, que estaba sentada en el suelo con el uniforme puesto. Ella prosiguió:

    — ¡No sé qué hacer! — ¡Oye! Taiga cogió a Ryuuji por el hombro. Él vio que los ojos de ella se ponían de color

    rojo. «¡Mierda! ¿Va a ponerse a llorar?», pensó. Sin embargo, Taiga tiró de Ryuuji haciaabajo para que él se agachara. Ryuuji trató de calmarla.

    — ¡No llores, que Kushieda o Kawashima se van a hacer una idea equivocada! — Pero... ¡Es que no sé cuál coger! Taiga estaba rodeada de bañadores de color negro o azul oscuro. Daba la sensación

    de que se los había probado todos.

    — No sabes con cuál quedarte, ¿es eso? Entonces no hay por qué llorar. Buf,tampoco hacía falta dejarlos tirados por el suelo.

    — ¡Todos esos bañadores tienen un problema! — Taiga agitó la cabeza. Ryuuji sabíaque, tarde o temprano, empezaría el ataque físico.

    — Vale, vale. Tranquilízate y no llores. ¿Qué problema tienen? ¿El diseño? ¿El color?¿Quieres que escoja yo uno?

    Ryuuji había adoptado un comportamiento delicado, pero Taiga negaba con la cabeza.

    — ¡Nada de eso! Es... ¡el tamaño!Ryuuji comprendió finalmente. Que alguien con un cuerpo minúsculo llevase un

    bañador de adulto era pedir demasiado. — En ese caso, ¿por qué no coges uno más pequeño? — ¡No! ¡Deja de decir lo mismo que Ami Kawashima! — dijo gruñendo mientras

    alzaba la cara. — Por cierto, ¿no sería mejor que les preguntaras a Kushieda o a Kawashima? — ¿No crees que lo habría hecho ya si hubiera podido? Las dos han encontrado

    bañadores que les vienen bien. ¡Me daría mucha vergüenza ser la única que no! ¡¿Cómoquieres que les diga algo como eso?! ¡¿Y cómo demonios siquiera me propones considerarpedirle ayuda a esa loca de la doble personalidad?!

    — Bueno, pero ¿qué quieres que haga yo? Ah, ¿qué te parece este? — Ryuuji, queestaba colocando los bañadores en sus perchas, le había enseñado uno más pequeño quelos demás — . Es de tamaño XS. ¿Te servirá? ¿Quieres probártelo o lo descartas?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    39/124

    39

    — Ya me lo he probado. Es... normalito. El problema está relacionado... con ciertaparte del cuerpo — respondió ella cada vez con voz más baja hasta apenas poder oírsele lasúltimas palabras.

    — ¿Y este? Si te entra más o menos bien, podría arreglarlo un poco yo mismo. Oh,este también es XS. Este no, es más grande. ¿Cuál de estos te gusta? Este tiene un buenprecio y el material parece resistente.

    Tras escoger un bañador, Ryuuji se lo entregó a Taiga. Ella, sorprendentemente, locogió. No paró de mirar a Ryuuji y al bañador.

    — Mmm... Bueno, vale, este...Ryuuji soltó un suspiro.

    Después de aquello, Minori y Ami propusieron ir al Sudoba, pero Taiga rechazó lainvitación. Puesto que Ryuuji no se sentía cómodo yendo con dos chicas, no le quedó másremedio que irse a casa con Taiga. Por el camino, Taiga no mostró señas de estar enfadadao nerviosa, algo que no había sucedido desde hacía bastante tiempo. Tan solo le remarcó aRyuuji el hecho de que él podría haberse ido con las otras dos.

    * * *

    Por algún motivo, el humor de Taiga parecía haber mejorado.Sin embargo, Ryuuji acabó dándose cuenta de lo equivocado que estaba hacia las seis

    de la tarde. — La cena ya está. Hay sopa demiso. Y pudin para después. Taiga no solo no había ayudado a preparar la cena, sino que se había dedicado a jugar

    con un trozo de lechuga que colgaba de la jaula de Inko con un sujetapapeles. No parecía

    estar centrada en nada, y suspiraba de vez en cuando. Tampoco se preocupaba por el pelotan alborotado que llevaba. Sencillamente, se había apoderado de ella la melancolía.

    Inko empujó el trozo de lechuga con el que Taiga estaba jugando. — ¿Quie... res? — pronunció el loro. — No — contestó ella a la vez que negaba con la cabeza. Taiga estaba conversando con Inko. Incluso un loro sentía pena por ella. Taiga tenía

    tanta energía como un cuerpo inerte flotando en el mar. «Me parece que no solo estáenfadada consigo misma, sino que se ha dado por vencida», pensó Ryuuji. Sabía que, con

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    40/124

    40

    bastante probabilidad, aquella pesadumbre tenía que ver con los bañadores, pero no teníaidea de qué, exactamente. «¿No se ha comprado ya el bañador? ¿Entonces?».

    — Taiga... voy a probar a preparar una nueva receta con el pollo. Va a ser la primera vez, pero espero que me salga bien. — Ella no le contestó — . ¡Y le voy a echar mayonesa! — Apelar a su apetito no daba ningún resultado.

    — ¡Oh, no! ¡Voy a llegar tarde! ¡Se me ha olvidado que hoy viene una chica por unaentrevista! ¡Solo tengo quince minutos! — dijo Yasuko, la madre de Ryuuji.

    — ¿Eh? ¿Y qué estabas haciendo? Date prisa y come... ¡Ah! No está mal eso quellevas puesto hoy.

    — ¿En serio? Tras oír aquello, Yasuko sonrió feliz y extendió los brazos hacia el techo. Ryuuji no

    supo qué clase de pose quería poner. Yasuko, que tenía un cuerpo que no daba la impresión de tener más de treinta años,

    llevaba una minifalda tan corta que casi se le podían ver las nalgas. Y el pecho lebamboleaba sin parar.

    «Las mujeres sí que lo tienen difícil con esas dos cosas colgando delante de ellas». Justo cuando aquello pasó por la mente de Ryuuji...

    — ¡Ah! ¡Taiga, qué pervertida eres!

    Taiga, que debía estar tumbada en el suelo, se había levantado y había ido a sobar lospechos de Yasuko.

    — ¡Taiga! ¡Deja de acosar sexualmente a las madres de los demás! — Bueno, Ryuu, no pasa nada. Taiga parece estar de mejor humor hoy. ¡Je, je! Aunque Taiga siguió moviendo los pechos de Yasuko, seguía teniendo la mirada

    perdida. — Ya he visto suficiente. ¡Daos prisa y cenad! ¡Y nada de jugar con los pechos!Ryuuji separó a las dos como pudo. Yasuko cogió los palillos y Taiga se sentó en

    silencio. — ¡A cenar! ¡Qué buena pinta! ¡Te quiero más que a nadie en el mundo, Ryuu!El busto de Yasuko seguía moviéndose sin parar.

    — ¡¡¡Oye!!! Taiga estaba tocando los pechos de Yasuko con los palillos.

    Después de que Yasuko se fuera, no sin antes coger su bolso de Chanel, la residencia

    de la familia Takasu volvió a caer en el silencio.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    41/124

    41

    Como siempre, Taiga había terminado de cenar y estaba tumbada en el suelomirando a ninguna parte.

    Ryuuji, que estaba lavando los platos, observaba a Taiga sin que ella se diera cuenta.«¿Qué le pasa? Estoy un poco preocupado, pero al menos no está tan agresiva como ayer. Tampoco ha causado ningún daño colateral. Tendré que hacer algo», pensó él.

    — Taiga, ¿has preparado todo lo necesario para las clases de natación de mañana? ¿Yatienes la toalla y eso? Ah, ¿quieres que te arregle el bañador que hemos comprado para quete encaje mejor?

    Ryuuji no podía dejarlo correr. Le parecía complicado no hablar del tema. Taigafingió no haber oído nada y le dio la espalda a Ryuuji. Él insistió:

    — Deja que te lo arregle, ¿vale? Pero, bueno, si no quieres, no lo hago.

    — ¿Por qué hablas tanto? — contestó ella con suavidad.Fue una respuesta con la que dejó claro que no quería decir nada más. Aquel tigre,

    aun herido, seguía siendo un tigre capaz de atacar.«Yo he hecho lo que he podido. Le he dicho que le arreglaría el bañador para ver si

    se anima. Estoy preocupado porque la veo muy deprimida. Y, con todo, va y me respondeeso. Ya está. Todas las discusiones que hemos tenido... por culpa de la bromita de Ami. Sí,me vio abrazado a ella, pero ¿por qué tengo que aguantar este trato? Ni siquiera admite que

    me está criticando. Tampoco admite que está enfadada y, encima, cuestiona por quédebería enfadarse por lo que hago. Me pone esa cara de rancia y... ahora va y me respondeeso».

    — Eres un pesado de narices...Ryuuji entrecerró los ojos con brusquedad. Se le había acabado la paciencia.

    — ¿Sí? ¡Pues ya no te molestaré más ni me preocuparé por ti! ¡A ver qué tal quedasmañana con ese bañador que no es de tu talla!

    — Pasaré de ir, así que... — Vas a tomarte el día libre, ¿no? ¡Tú verás! ¡Me importa una mierda si acabas

    repitiendo el curso! ¡Me tienes harto! ¡Eres una egoísta! ¡¿Por qué tengo que aguantar estetrato que me das solo porque me hayas visto abrazado con Kawashima?! ¡A ver si nosdejamos de resentimientos!

    Taiga se levantó. La atmósfera se tiñó de un negro lúgubre. Ryuuji se calló todo loque le quedaba por decir.

    — ¿Por qué has vuelto a mencionar eso?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    42/124

    42

    Taiga tenía los ojos rojos de furia. No le quedaba mucho para sacar los colmillos.Ryuuji había pisado una mina explosiva, básicamente.

    — Es que...Ryuuji empezó a retroceder, pero Taiga avanzó al mismo tiempo. Quería sangre.

    — ¿Sabes, Ryuuji? Te lo he dicho ya miles de veces. Me importa un carajo todo eso.No estoy enfadada. Si parece que lo estoy, es simplemente porque te encanta ir diciendo loque crees que la gente está pensando. No te enteras, ¿eh? No te enteras de nada, ¿eh? ¡¿Eh?!¡¿Eh?! ¡¿Eh?! ¡¿Eh?!

    — Ugh. Taiga apoyó el codo contra el pecho de Ryuuji, y también le pisó. Ryuuji ya no podía

    escapar.

    — ¡Venga, contéstame! — Lo que quería decir es... — ¡Cállate! ¡Escúchame bien! ¡Olvídate de todas esas mierdas de tu cabeza! ¡No

    tienen nada que ver! ¡¿Te ha quedado cristalino?! — Pero... ¿podrías aclararme entonces qué te molesta? — Me largo a mi casa.Después de decir lo que tenía que decir, Taiga dio media vuelta y se dirigió a la puerta.

    — ¡Quieta ahí! ¡¿Crees que puedes soltar lo que te da la gana y marcharte luego sinmás?!

    — ¡Por supuesto! ¡Eres un pesado y lo sabes!Ryuuji encaró a Taiga. Ya estaba entregado y se encontraba a merced del destino, así

    que intentó evitar que ella escapara. — Encima que vas a casa de otra persona a cenar y te tiras todo el rato con la cara

    larga, ¿crees que puedes largarte como si no pasara nada? ¿Qué te pasa en la cabeza? — ¡Si lo que quieres es quejarte, ve a hablar con la casera, chucho pulgoso! — ¡Muy bien, pero quiero saber por qué estás tan deprimida! — ¡Eso a ti no te importa! — ¿Por qué rehúyes de todo esto de la piscina? — ¡No sé nadar, para que te enteres! ¡Por eso! — ¡Y yo me lo creo! ¡Es imposible que me hayas dicho el motivo verdadero así de

    fácil! Taiga dio un chasquido con la lengua y trató de esquivar a Ryuuji grácilmente, o eso

    es lo que trató de hacer...

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    43/124

    43

    — ¡Uah! — ¡Ahora es mi oportunidad!«Taiga nunca falla en ocasiones como esta», pensó Ryuuji; en efecto, los resbalones o

    los tropiezos no eran poco comunes en ella. — ¿Por qué hay soja en el suelo? Taiga resbaló y se cayó de espaldas. Ryuuji aprovechó y puso el pie, no encima del

    pie de ella ni de la soja, sino encima de la falda de Taiga. — ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Perro estúpido! ¡Quita! ¡Que vas a dejar la marca de tu

    sucia pata! — ¡Esto, por llamarme pesado! Taiga trató por todos los medios de levantarse, pero como Ryuuji tenía la falda pisada,

    no pudo. Cada vez que se agitaba por el suelo, la falda se le deslizaba ligeramente, por loque era cuestión de tiempo que se le viera algo.

    — ¡Joder! ¡Basta de tonterías! ¡Es increíble que me hayas tendido una trampa con lasoja!

    — ¡No vayas echando la culpa a la gente porque sí! La soja se le cayó sin querer a Yasuko esta mañana.

    — ¿Yasuko? ¿Es que acaso bebe leche de soja?

    — ¿Desde cuándo tienes tú tantas confianzas con mi madre5

    ? ¡Eh, ¿qué haces?! Taiga lanzó varios granos de soja al aire y los tragó al vuelo. «¡Se está comiendo

    trozos de soja que ella misma ha pisoteado!», pensó él. — ¡Están asquerosos! ¡Quiero más! — ¡Te estás contradiciendo! ¿Qué mosca te ha picado? ¡Te va a entrar un dolor de

    barriga que no veas! — ¡Quiero reponer mi reserva de proteínas con soja! A Ryuuji se le iluminó la mente en aquel momento, mientras seguía mirando a Taiga,

    quien trataba de zafarse de aquella posición inmóvil. «Voy a beber leche de soja todos losdías a partir de ahora»; aquellas fueron las palabras que recordó de su madre. «Lo he vistoen la tele. Decían que las proteínas que provenían de la soja ayudaban a que crecieran los

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    44/124

    44

    pechos. Tendré problemas si se me encogen, así que tengo que tomar precauciones. ¡Peroqué lista soy!»; exactamente el resto de las palabras.

    «¿Proteínas de la soja? ¿Coger granos de arena del suelo y comérselos en el acto? ¿Nopoder elegir qué bañador llevar puesto? ¿Odiar la piscina?», pensó Ryuuji.

    — Taiga, no me digas que... — ¡No! ¡Ni se te ocurra... decirlo! Taiga sintió el miedo y miró a Ryuuji con ojos que buscaban compasión. Pudo por

    fin escaparse de Ryuuji, y retrocedió hasta la pared, donde agitó la cabeza repetidas veces. — Por favor, no — insistió ella.«Pero es que tengo que hacerlo. Tengo que comprobar si es eso». Aquel pensamiento

    de Ryuuji dio paso a la siguiente pregunta:

    — ¿Es que... eres plana? — Ugh...

    Los subsiguientes lamentos del Tigre de Bolsillo fueron la razón por la cual la caserasubió el alquiler a la familia Takasu, lo que provocó varios dolores de cabeza a Ryuuji. Peroeso nadie más lo supo, obviamente.

    * * *

    En comparación con lo deprimida que había estado un rato antes, Taiga estaba ahorabastante animada, como si se hubiera quitado un peso de encima.

    Tras lo ocurrido anteriormente, ambos salieron de la residencia de la familia Takasu yse dirigieron al edificio lujoso de al lado.

    «Tan exquisito como siempre, pero me sigue pareciendo un pelín grande para que

    Taiga viva sola», pensó Ryuuji mientras esperaba en el sofá a que Taiga saliera de suhabitación, donde se había escondido para hacer quién sabe qué. Antes de que hubieracerrado la puerta, le había dicho que esperara allí y que como se le ocurriera abrir la puerta,lo mataría.

    La lámpara de araña brillaba de forma tenue con una mezcla de luz blanca y amarilla.Había bastante silencio en aquella sala de estar, todo lo contrario que en el hogar de lafamilia Takasu. «Esta podría ser la calma antes de la tormenta».

    — ¿Qué más le dará la talla de pecho? — murmuró Ryuuji antes de coger un pañopara ponerse a limpiar el cristal de la mesa.

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    45/124

    45

    Desde que se conocieron en primavera, a pesar de que no había pasado muchotiempo, habían llevado una vida en la que se veían a menudo. «Siempre le está dando vueltas a lo más trivial», pensó.

    Al principio, lo que le preocupaba a Taiga era su estatura y su nombre. De hecho,cuando se encontraron por primera vez, casi se volvió loca por fallar una y otra vez en elintento de acercarse a su amor, Kitamura. Ahora, estaba deprimida por el tamaño del pecho.«Es demasiado sensible, y se le va la olla muy fácilmente. Pero tiene una cara muy preciosa,su mejor amiga es Minori y vive en un apartamento inmejorable. ¿Qué más quiere? A lomejor este apartamento es también un motivo de depresión», pensó a la vez que suspiraba.Consideraba que aquel apartamento era la prueba de que los padres de Taiga la habíanabandonado.

    «¿Su personalidad tan inestable será la consecuencia de un conflicto que haya tenidocon sus padres? Se enfada y se deprime con mucha rapidez. Cambia de humor en un abrir ycerrar de ojos. Es llorona, y siempre pide ayuda en el momento en que ya ha terminado deregañar a alguien. El Tigre de Bolsillo no tiene remedio». Aun así, Ryuuji no podía dejar a Taiga estar así. «Estamos en un mundo en el que nadie comprendería a Taiga. Creerían quees una bestia que debería estar en la selva».

    Ryuuji ya había terminado de limpiar la mesa. «Tengo que cambiar de actitud. Esta

    vez, me pondré de su parte. Yo soy un dragón, ella es un tigre... El dragón es la única bestiaque es capaz de hacerle frente al tigre». No encontraba ninguna razón por la que él debíadejarla sola. «¡Ya está! El problema no es el tamaño de los pechos. ¡Es el tamaño delcorazón!».

    — Ryuuji... — ¡Uah! — ¿Qué tal? — Ah... Mmm...Ryuuji, sorprendido, se cayó del sofá. Había visto algo impactante. Taiga había salido de su habitación. Para poder mostrarle a Ryuuji lo deprimida que

    estaba, se había puesto el bañador que había comprado sin quitarle la etiqueta siquiera.Su melena cubría aquel cuerpo tan pequeño.La iluminación indirecta hizo que su piel tan pálida reluciera como una perla.Cualquiera pensaría que sería una niña si se la juzgara por el tamaño. Nadie sabría

    que, en realidad, tenía una cintura esbelta.

    — ¿Por qué asientes con la cabeza?

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    46/124

    46

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    47/124

    47

    Aunque se la veía triste, aquella cara tan preciosa y tan delicada nunca había lucidotan espléndida. El hecho de ver a Taiga en bañador daba la necesidad a cualquiera dequerer vestirla como a una muñeca.

    — Apenas se... notan...El pecho de Taiga estaba apretado debajo de aquel bañador. Parecían dos minúsculos

    bultos justo debajo del cuello. «Tampoco está tan plana. Creo que el problema no es eltamaño, sino que son bastante suaves y se aplastan con la mínima presión», concluyómentalmente Ryuuji.

    Ni en las axilas ni en la espalda. No había ninguna parte de su cuerpo donde se vieracarne sobrante. Si no tenía cuidado, corría el riesgo de que el bañador se cayese por sucuenta mientras caminase, lo cual era bastante triste. Cierta parte del cuerpo era la razón

    por la que el bañador no le sentaba bien del todo. — ¿Y notas que el bañador se te vaya a caer? — No, pero... ja, ja, tal vez sí, no sé, ja, ja... Taiga puso una cara totalmente desprovista de emoción y se sentó en el sofá de cuero

    diseñado por un escandinavo famoso. Ryuuji notó algo extraño. — Ah, esto...Ryuuji quería investigar por qué veía a Taiga tan plana, pero comprendió que no

    podía mirarla directamente a ella. Aquella figura tan femenina, tan delicada, como si pudierahacerse añicos en cualquier momento, evocó en Ryuuji un sentimiento del que incluso éltenía miedo. «Mirarla sería sacrilegio. No puedo hacerlo», pensó.

    — Plana, ¿verdad? No tengo nada ahí... Por eso odio la piscina — dijo ella en voz baja.«Cuando Ami llevaba puesto el bañador en la tienda, estaba impresionante. Aquel

    cuerpo haría que todo el mundo fantasease, y no parecía importarle que la miraran. ¿Es esteel poder de ser modelo? Algo como que te miren es parte de la profesión, pero allí noestaba trabajando. ¿Y aun así? ¿No será porque es tan bella que no hay explicación alguna?Bueno, pero ese no es el problema...», pensó Ryuuji. Taiga prosiguió:

    — Ryuuji, ¿me estás escuchando? — Mmm... Bueno, ve a ponerte algo o pillarás un resfriado. Taiga accedió y regresó a su habitación a por una bata. Cuando Ryuuji vio que la

    puerta se cerraba... — Buf, buf, buf, buf, buf.Ryuuji se frotó la cara. «¿Qué pasa aquí? ¿Por qué me siento tan raro? Es que hasta

    me siento culpable y todo... ¡Y no he hecho nada! ¡¿Por qué?!».

  • 8/19/2019 [GF] Toradora! v03

    48/124

    48

    — Hasta el año pasado, nunca había estado tan frustrada — dijo Taiga tras ponerse labata — . Mejor dicho, nunca me había dado cuenta de lo plana que era, incluso ni siquieradurante las clases de natación en cursos mucho anteriores.

    Ryuuji volvió en sí y prestó atención a lo que le decía Taiga. Sí, estaban en elapartamento de ella, pero era él quien estaba preparando el té y los aperitivos. Taigacontinuó:

    — El año pasado, después de la última clase de natación, descubrí algo... Fotos de míen bañador que algunos chicos de otras clases habían sacado y que circulaban por ahí.

    — Vaya. Ya les vale hacer una cosa como esa... — Evidentemente, fui derechita a la sala del club de fotografía y la lie parda. — Así que fuiste tú la que provocó la disolución del club.

    — Estas son las fotos que confisqué. Cuando las veas, comprenderás mis penas. Taiga le entregó las fotos a Ryuuji con total normalidad. Él les dio la vuelta para

    verlas. — ¡Joder! ¡Se pasaron tres pueblos! — Snif...En la primera foto, Taiga, que estaba al lado de la piscina, tenía el pelo más corto y lo

    llevaba recogido. Alguien había dibujado con rotulador una flecha que apuntaba a sus

    pechos. No se sabía si lo hizo quien sacó la foto