guardo la memora de mis antepasados como un deber (pagina 2)

2
El Comercio _ _ _  domingo 9 de setiembre del 2012 _ _ _ País l a7 CASONA TISOC. Sobre la plaza San Francisco, donde hay un hotel. San Blas en Cusco. En la familia esta rama es conocida como la de Limacpampa. Ellos abandonan el Centro Histórico de la Ciudad Imperial después el terremoto de 1950 y algunos se instalan en Lima [contactamos a un des- cendiente directo de Clemente Tisoc, pero no estuvo d ispuesto ahablarpara estereportaje]. No es de extrañar que con tan- tos personajes de su familia regis- tradosenlahistoria,doñaMaría  Anto nieta sea unaentus iast a in-  vestig ador a del pasad o. En esta tarea familia r, ella sucedió a su madre María Cleofé Tisoc Alfa- ro, quien había sido la heredera principal de su tía Carlota Tisoc Salas. Y Carlota, a su vez, hab ía sido hija de Anselmo Tisoc, pro- bablemente un hijo ilegítimo del cacique Mariano Tisoc. TAREA PENDIENTE La tía Carlota representaba la otra rama de la familia. Ella era dueña de una casona en la plaza San Francisco de Cusco. En su testamento de 1921 ella nom- bra a su sobrina como heredera principal porque, según María  Anto nieta , era la única sob rina legítima. “ Todos los otros hijos de sus hermanos eran ilegíti- mos”,asegura. María Antonieta nunca se ca- só, pero sabe que su tarea no ter- mina con ella. Su sobrina María Emperatriz Callo Tisoc (su her - mano mayor también se casó con una Tisoc) vive en Canadá, pero mantiene vínculos fuertes con Cusco y sus tradiciones. El próximo año la sobrina será la encargada de la Virgen de los Remedios del Convento de Santa El r ey-sacerdot e y el Inti Raymi ¿Protectores o explotadores? DoñaMaríaAntonietadescien- de de un linaje sagrado, de aque- llosqueduranteelimperioinca tu- vieronasucargoelCoricancha,yla adoraciónalSol.LloqueYupanqui, suancestro,fueel tercerreyinca deladinastíaHurin,y esconsidera- do un rey-sacerdote. Su ayllu Hahuaynin era, según el profesor Tom Zuidema en su libro “El calendari o inca”, el res- ponsable de los rituales del mes que corresponde a junio. Este empezaba, expl ica el autor, el día 9 con la primera luna llena después de la reaparición de las Pléyades, observadas desde el Coricancha (el T emplo del So l en Cu sco). Su momento de clímax se pro- ducía durante el solsticio de junio, cuando se desarrollaba un Inti Raymi distinto del que se realiza hoy, alrededor del 21 y 22 de junio. Durante este mes los sacerdotes seguían el movimiento del Sol en procesiones diarias, sacrifican- do una llama en la montaña Hua- nacauri, una llama en el Corican- cha y una tercera en la montaña Quiancalla. De este modo anunciaban y fa- cilitaban el regreso del Sol, para que les proveyera de calor y envi- ra la lluvia para el primer riego. Existe una corriente de opinión que señala que los caciques y los nobles incas fueron traidores y explotadores. ¿Qué dicen sobre esto los académicos que han es- tudiado el tema? David Garrett reconoce que hubo muchas litigaciones de co- munidades contra sus caciques por abuso de poder pero, al mismo tiempo, hubo caciques que su- plían la falta de tributo hipote- cando sus propiedades, y repre- sentaban a sus comunidades en asuntos legales. Cuando se anulan los títulos de cacique en 1825, los indios tribu- tarios se quedan sin ningún res- paldo y, según Garrett, eso da pie a que muchos hacendados tomen las tierras de las comunidades. Por su parte, la historiado- ra Scarlett O’Phelan Godoy, de la Universidad Católica, añade que “con las reformas borbónicas del siglo XVIII la posición del corregi- dor creció en importancia”. Hasta ese momento, el poder colonial confirmaba en el cargo de caci- Clara en la c elebración del Cor- pus Christi en Cusco. Un ca rgo que tenía su tía e n 1998.  Al terminar la conversa ción en la sala de su vivienda en San Jerónimo se pone de pie y se acerca a la ventana de su sala.  Allá a lo lejos, se ven l os cerros que tantas historias guardan  y que ahora se están poblando de manera desordenada. María  Antonieta haceun gesto de des- aproba ción.“Si todavíasiguiéra- mos con los valores y normas de los incas –afirma– nada de esto estaría sucediendo” . que a indígenas nobles. “Pero con la presencia de los corregidores, estos empezaron a nombrar caci- ques a personas que los iban a be- neficiar, y allí entran españoles, mestizos y mulatos”. Muchos caciques nunca fue- ron confirmados oficialmente, lo que hacía su posición muy vul- nerable. “Un ejemplo de esto fue José Gabriel Condorcanqui, más tarde Túpac Amaru II. Él nunca fue nombrado oficialmente cacique” y esta fue una de las razones q ue alimentaron su rebelión. El primer acto de su revuelta fue ejecutar al corregidor Antonio de Arriaga. Los caciques solían ser los miembros de la nobleza inca. LINAJE SAGRADO. Se descubrió que sus ancestro s fueron rey es-sacerdotes, a carg o del Coricancha, ha sta la llegada de los españoles.

Upload: ronaldelward

Post on 04-Apr-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

7/29/2019 Guardo la memora de mis antepasados como un deber (pagina 2)

http://slidepdf.com/reader/full/guardo-la-memora-de-mis-antepasados-como-un-deber-pagina-2 1/1

El Comercio___ domingo 9 de setiembre del 2012___ País l a7

CASONA TISOC. Sobre la plaza San Francisco, donde hay un hotel.

San Blas en Cusco. En la familiaesta rama es conocida como la deLimacpampa. Ellos abandonanel Centro Histórico de la CiudadImperial después el terremotode 1950 y algunos se instalanen Lima [contactamos a un des-cendiente directo de ClementeTisoc, pero no estuvo dispuestoa hablar para este reportaje].

No es de extrañar que con tan-tos personajes de su familia regis-trados en la historia, doña María

 Antonieta sea una entusiasta in-

 vestigadora del pasado. En estatarea familiar, ella sucedió a sumadre María Cleofé Tisoc Alfa-ro, quien había sido la herederaprincipal de su tía Carlota TisocSalas. Y Carlota, a su vez, habíasido hija de Anselmo Tisoc, pro-bablemente un hijo ilegítimo delcacique Mariano Tisoc.

TAREA PENDIENTE

La tía Carlota representaba laotra rama de la familia. Ella eradueña de una casona en la plazaSan Francisco de Cusco. En sutestamento de 1921 ella nom-bra a su sobrina como herederaprincipal porque, según María

 Antonieta, era la única sobrinalegítima. “Todos los otros hijosde sus hermanos eran ilegíti-mos”, asegura.

María Antonieta nunca se ca-só, pero sabe que su tarea no ter-

mina con ella. Su sobrina MaríaEmperatriz Callo Tisoc (su her-mano mayor también se casócon una Tisoc) vive en Canadá,pero mantiene vínculos fuertescon Cusco y sus tradiciones. Elpróximo año la sobrina será laencargada de la Virgen de losRemedios del Convento de Santa

El rey-sacerdote y el Inti Raymi

¿Protectores o explotadores?

Doña María Antonieta descien-de de un linaje sagrado, de aque-llos que durante el imperio inca tu-vieron a su cargo el Coricancha, y laadoración al Sol. Lloque Yupanqui,su ancestro, fue el tercer rey incade la dinastía Hurin, y es considera-do un rey-sacerdote.

Su ayllu Hahuaynin era, segúnel profesor Tom Zuidema en sulibro “El calendari o inca”, el res-ponsable de los rituales del mesque corresponde a junio. Esteempezaba, expl ica el autor, el día 9con la primera luna llena despuésde la reaparición de las Pléyades,observadas desde el Coricancha

(el Templo del So l en Cu sco).Su momento de clímax se pro-

ducía durante el solsticio de junio,cuando se desarrollaba un IntiRaymi distinto del que se realizahoy, alrededor del 21 y 22 de junio.Durante este mes los sacerdotesseguían el movimiento del Sol en

procesiones diarias, sacrifican-do una llama en la montaña Hua-nacauri, una llama en el Corican-cha y una tercera en la montañaQuiancalla.

De este modo anunciaban y fa-cilitaban el regreso del Sol, paraque les proveyera de calor y envi-ra la lluvia para el primer riego.

Existe una corriente de opiniónque señala que los caciques y losnobles incas fueron traidores yexplotadores. ¿Qué dicen sobre

esto los académicos que han es-tudiado el tema?

David Garrett reconoce quehubo muchas litigaciones de co-munidades contra sus caciquespor abuso de poder pero, al mismotiempo, hubo caciques que su-plían la falta de tributo hipote-cando sus propiedades, y repre-sentaban a sus comunidades enasuntos legales.

Cuando se anulan los títulos decacique en 1825, los indios tribu-tarios se quedan sin ningún res-paldo y, según Garrett, eso da piea que muchos hacendados tomenlas tierras de las comunidades.

Por su parte, la historiado-ra Scarlett O’Phelan Godoy, de la

Universidad Católica, añade que“con las reformas borbónicas delsiglo XVIII la posición del corregi-dor creció en importancia”. Hastaese momento, el poder colonialconfirmaba en el cargo de caci-

Clara en la celebración del Cor-pus Christi en Cusco. Un ca rgoque tenía su tía en 1998.

 Al terminar la conversaciónen la sala de su vivienda en SanJerónimo se pone de pie y seacerca a la ventana de su sala.

 Allá a lo lejos, se ven los cerros

que tantas historias guardan y que ahora se están poblandode manera desordenada. María

 Antonieta hace un gesto de des-aprobación. “Si todavía siguiéra-mos con los valores y normas delos incas –afirma– nada de estoestaría sucediendo”.

que a indígenas nobles. “Pero conla presencia de los corregidores,estos empezaron a nombrar caci-ques a personas que los iban a be-neficiar, y allí entran españoles,mestizos y mulatos”.

Muchos caciques nunca fue-ron confirmados oficialmente, loque hacía su posición muy vul-nerable. “Un ejemplo de esto fueJosé Gabriel Condorcanqui, más

tarde Túpac Amaru II. Él nunca fuenombrado oficialmente cacique”y esta fue una de las razones q uealimentaron su rebelión. El primeracto de su revuelta fue ejecutar alcorregidor Antonio de Arriaga.

Los caciques solían ser los

miembros de la nobleza inca.

LINAJE SAGRADO. Se descubrió que sus ancestros fueron reyes-sacerdotes, a cargo del Coricancha, ha sta la llegada de los españoles.