harta milpa

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17 de julio de 2010 Nmero 34Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payn VelverSuplemento informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payn VelverSuplemento informativo de La Jornada TEMA DEL MES17 de julio de 20102La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Me-dios, SA de CV; avenida Cuauhtmoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegacin Benito Jurez, Mxico, Distrito Federal. Telfono: 9183-0300.Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitlhuac 3353, colonia Ampliacin Cosmopolita, delegacin Azcapotzalco, Mxico, DF, telfono: 5355-6702. Reserva de derechos al uso exclusivo del ttulo La Jornada del Campo en trmite. Prohibida la reproduccin total o parcial del contenido de esta publicacin, por cualquier medio, sin la autorizacin expresa de los editores.Suplemento informativo de La Jornada 17 de julio de 2010 Nmero 34 Ao IIIDesmesurada,extravagante,excesiva, barroca; as se percibe la milpa desde elclasicismosimplndeunmono-cultivoqueveconfusindondehay complejidad. En un sentido ms profundo, la mil-pa es barroca por cuanto sus partes, aun si hetero-gneas, son inseparables del todo. Lo es tambin porque, como el paradigma esttico del que viene elconcepto,lamilpanoesuniformesinoque adoptamodalidadesdistintassegnloslugaresy los tiempos. Y como el barroco latinoamericano, lamilpaessincrtica,contaminada,hbrida,un agrosistema mestizo al que se fueron incorporan-do especies y prcticas agrcolas de diferentes or-genes. No es casual que nuestro barroco haya flo-recidoenMesoamricayenlosAndes,regiones que fueron cuna de dos grandes culturas milperas.Decirmazesdecirmilpa,porquelagramnea es el alma de mltiples combinatorias agrcolas, el ncleo de las diversas milpas. Y lo es por tratarse de un cereal de excepcional rendimiento por unidad de superficie y ms an por semilla sembrada. Ge-nerosidadposiblegraciasaunfollajeamplioque recibe abundante luz solar para la fotosntesis y una raz extensa que captura harta humedad y nutrien-tes. Esto hace que su densidad sobre el terreno sea bajaencomparacinconotroscereales,losque puedensembrarseesparciendolassemillasmien-trasqueelmazdebeserplantadodemanerain-dividual. En compensacin, esta prctica permite cultivarlo en laderas de mucha pendiente y suelos pedregosos tipo de terrenos predominantes en la Amrica equinoccial pues no requiere roturacin y se puede establecer al piquete, es decir abriendo agujeros con la coa, para depositar las semillas. La necesaria distancia entre las plantas es afortunada para una imaginacin barroca que rechaza el vaco, pues puede emplearse para desarrollar otras espe-cies que bien seleccionadas no slo no compiten con el cereal sino que apoyan su crecimiento salu-dable fijando nitrgeno (frijol y otras leguminosas), preservando la humedad y evitando el crecimiento demalezas(calabaza),repeliendociertasplagas (chile), etctera. Adems de consentir o inducir la presenciadeyerbassilvestrescomolosquelites, que son comestibles y tambin fijan nitrgeno, as como magueyes, nopales y diversos rboles frutales que delimitan las parcelas, infiltran el agua y prote-gen del viento contrarrestando la erosin.Elfrijolylacalabazasonlacompaamsfre-cuente del maz, pero es habitual encontrar junto a l tomatillo, huahuatle, cacahuate, cha, huahu-zontle, chayote, chilacayote, camote, yuca, jcama, entreotrasespecies;enreascaribeascomola pennsula de Yucatn se usa que en la milpa haya yuca, y hortalizas como meln y sanda; mientras que en los Andes el maz y el frijol se acompaan de especies locales como quinua, achita y una in-agotablevariedaddepapas.Enestasvariopintas asociaciones,laprdigagramneaaportaporlo generallamayorcantidaddeprotena,mientras que las otras plantas compensan sus insuficiencias nutricionales y le dan diversidad a los alimentos.Al diseminarse por el mundo, el maz se incorpo-r a otras milpas. A China lleg desde el siglo XVI conelcacahuate,elcamoteylapapa,integrn-dosemuyprontoalacomplejajardineraquees la agricultura campesina oriental. Va las Antillas arribafricadondeseincorporalpolicultivo tropical ah predominante, compartiendo espacios con la mandioca. En Europa permiti intensificar loscultivos,puessesiembraenveranomientras quetrigo,centeno,cebadayavenasesiembran en primavera o invierno. En estos casos la globa-lizacin de la gramnea americana enriqueci los policultivostradicionalespreexistentes,peroms tarde en otras latitudes sin antecedentes agrcolas, comolapampahmedaargentinaylaspraderas estadounidenses, que cuentan con tierras planas y lluvias regulares, el maz se aclimat como cultivo especializadoyestablecidoenextensoscampos roturados, apartndose as del paradigma milpero nacido en tierras quebradas y temporales errticos.El maz puede sembrarse slo o acompaado, en sistema de roza o de barbecho; puede cultivarse en pendiente o haciendo terrazas, se le encuen-traensofisticadossistemasderiegocomola chinampayenelrendidorcalmilabonadocon desperdicios domsticos. Y esta multiplicidad de modos de sembrar la gramnea es parte de la di-versidad virtuosa y entreverada que llamo milpa. Concepto amplio, que no se reduce a su modali-dad parcelaria, de modo que puede incluir a los grandes maizales y otras siembras especializadas, si stos se articulan en un conjunto agrcola di-verso,holistaysostenibledondelosmodosde cultivo se adecuen a las condiciones agroecolgi-cas y respondan a las necesidades sociales.Plausible estrategia de cultivo, la milpa es tambin pa-radigma de vida buena compartido por muchos pue-blos agrcolas. Porque la forma en que se produce el sustento se traduce en cosmovisin, y en las culturas mesoamericanas y andinas la milpa es espacio forma-tivo por excelencia. En el libro Educacin, autonoma y lekil kuxlejal, Antonio Paoli, nos habla de la ense-anza entre los tseltales: Teme yalbat te atatkonic ta jkltik, ja lek jun ya to yakanah tsumbajel, tsun ixim, chenek, chum. Jich yak anop, pero ta slekilal, ta sto-hil kop. (Si te dice tu pap vamos a nuestra milpa,, qu bueno porque aprenders a sembrar maz, frijol, calabaza. Entonces aprendes de buena manera, con palabra recta...). Y efectivamente, nos dice Paoli, ah se ensea a definir las tcticas combinatorias (para sembrar) segn la pendiente, la humedad, el tipo de suelo;perotambinlaunidadcontraelenemigo comn,comoestrategiaparacombatirlasplagas. En la parcela el nio tendr que compenetrarse de una gran diversidad (...) articulada al todo de la mil-pa. Pero esta conciencia ecolgica est asociada a la familia y la comunidad, de modo que se aprende a sembrar al tiempo que se aprende a vivir.Sin duda la vieja Mesoamrica no era un edn y los mexicas fueron imperialistas. Pero tambin eran respetuosos de la diversidad cultural de los pueblostributariosyhastaadoptabanaalgunos desusdioses,demodoquealallegadadelos espaoles les fue fcil aceptar que stos tuvieran otrareligin,noasquequisieranimponerla. Porqunosuponerqueelparadigmamilpero estdetrsdelosrasgospluralistasytolerantes del despotismo tributario precolombino?LacosmovisinescribeLpezAustinenEl ncleoduro,lacosmovisinylatradicinmeso-americanatienesufuenteprincipalenlasac-tividades cotidianas (...) de la colectividad que, en sumanejodelanaturalezayensutratosocial, integra representaciones colectivas y crea pautas deconducta.YenTamoachanyTlalolcan,am-pla el concepto: Sobre el ncleo agrcola de la cosmovisin pudieron elaborarse otras construc-ciones(...)productodelesfuerzointelectual(...) individualizadoyreflexivo.Sinembargo,los principiosfundamentales,lalgicabsicadel complejo, siempre radic en la actividad agrcola, y sta es una de las razones por las que la cosmov-isin tradicional es tan vigorosa en nuestros das.El paradigma milpero, como cosmovisin tradicio-nal, ha resistido durante ms de 500 aos al racio-nalismooccidentalbasadoenladescomposicin analtica, la causalidad lineal y las estrategias espe-cializadas, debido sobre todo a que el pensamiento de los pueblos originarios se mueve en un terreno distintoaldelinvasor.Mientrasqueelraciona-lismopositivistaesundiscursocientficoquese transmite a travs de abstracciones, la cosmovisin profunda es mito y es rito; discurso alterno y prc-ticaotraqueseproducenyreproducenconbase en la experiencia cotidiana y la labor productiva.Lossaberesyhaceresquehundensusracesen la tradicin son una ciencia de lo concreto, que dira Lvi Straus en El pensamiento salvaje, una ciencia no primitiva sino primera, no menos penetrantequelasdisciplinasacadmicascon-vencionales; una reflexin salvaje que, segn el clebre etnlogo, sigue siendo sustrato de nues-tra civilizacin y hoy resulta liberadora por cu-anto muestra los lmites de la ciencia positivista.Donde menos lo esperas salta la milpa, y qu mejor queelprodigiosoimaginariodeCarlosMonsivis (quesinningunaconsideracinnoshadejadocu-andomslonecesitbamos),paradocumentarla vitalidad del paradigma. En un mundo de monocul-tivos esterilizantes y especializacin empobrecedora, Carlossiembramaz,frijol,calabaza,chile,chayo-te..., por decir que ejerce un pensamiento abarcante, integrador,omnisciente.Cuandolosintelectuales disciplinados tratan de hacer slo economa, slo so-ciologa, slo antropologa..., en la parcela de Carlos como en el Museo del Estanquillo todo encuentra acomodo, todo se relaciona con todo, todo cobra sen-tido como parte del todo. Mientras los expertos orde-an interminablemente su nica y raqutica vaquita, Carlos es universal, omnvoro, renacentista. Fsica e intelectualmente ubicuo, Carlos est en todas partes, todo lo ha ledo, todo lo ha visto, todo lo sabe.UnimpresorleyendolaBiblianoencuentrasino las erratas, escribi K. G. Chesterton, lo que le da pie al joven Carlos, que a sus 20 aos era miembro del Comit Directivo y secretario de redaccin de larevistaMedioSiglo,paraescribireneleditorial delnmero3-4,aparecidoenseptiembrede1957: Este tipo de especializacin tan nefasto y tan pecu-liar en nuestro medio, se convierte en negacin del humanismo. Y poniendo manos a la obra publica ahmismoComercioexterior,unsesudotexto deeconoma,yenotrasentregassendosensayos sobre ciencia ficcin y sobre novela policaca; poco despus,en1958,escribirunacrnicadelmov-imiento estudiantil contra el alza de los pasajes.La inaudita capacidad de Carlos para captar el es-pritu de los tiempos, los sentimientos de la nacin, el imaginario colectivo, el nimo popular o como se diga, le viene de su insaciable (gatuna?) curio-sidad,ydeundisciplinadopensamientotransdis-ciplinario que no es sociologa, ni antropologa, ni sicologa social, ni anlisis de coyuntura, ni crnica costumbrista,niinvencinliteraria,ninotaroja, sinotodoestojuntoymuchoms.Lostextosde Carlos son ensayo en el sentido ms librrimo del trmino. Y son ejemplo inigualable de que la excn-trica,desmelenada,barrocamilpapuedesertam-bin paradigma intelectual. Hagamos milpa! PORTADA: Hernn Garca CrespoElena lvarez-Buylla y Adelita San Vicente fueron coeditoras del presente nmero del suplementoCOMIT EDITORIALArmando Bartra CoordinadorLuciano Concheiro SubcoordinadorEnrique Prez S.Lourdes E. RudioHernn Garca CrespoCONSEJO EDITORIALElena lvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Brquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damin, Plutarco Emilio Garca, Francisco Lpez Brcenas, Cati Marielle, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Par, Enrique Prez S., Vctor Quintana S., Alfonso Ramrez Cuellar, Jess Ramrez Cuevas, Hctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudio, Adelita San Vicente Tello, Vctor Surez, Carlos Toledo, Vctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal. Publicidad 56 88 7591 / 56 88 7913 Diseo Hernn Garca Crespo BUZN DEL CAMPOtwitter.com/jornadadelcampoissuu.com/la_jornada_del_campo iTe invitamos a que nos enves tus opiniones, comentarios y dudas a [email protected] BARROCAS, PENSAMIENTOS SALVAJESFOTO: Enrique Prez S. / ANECEltrminonhuatlmilpavinedemilli:sembradoy pa: lugar,ydesignacualquiersementera.Porlogeneralse laidencaconunpoliculvocuyocentroeselmaz: la planta ms socorrida en Mesoamrica y el rea andi-na,yexcepcionalejemplodedomescacin.ElCdice Chimalpopoca da cuenta de algunas especies culvadas por los mexicas: el maz blanco, el negro, el amarillo y el colorado, el frijol, el amaranto, la cha, el michihuantli (...), pero adems estn la calabaza, el jitomate, el chile y muchas otras. Diversidad de plantas que por lo general se culvaban entreveradas en mlples combinaciones, dependiendo del suelo, el clima y los gustos de la gente.Los barrios de Tenochtln, idencados por la disn-taocupacindesushabitantes,sontesmoniodela importante divisin del trabajo en las grandes culturas precolombinas, pero en la agricultura, pese a que ha-ba diferentes maneras de culvar, en las sementeras haba siempre diversidad. Y si la milpa es un policul-vo, hacer milpa que es como los campesinos mexi-canos designan la accin tradicional de culvar, pue-detambininterpretarsecomounaformapolifnica depensarydevivir,comounaestrategiasocialcuya fuerza nace de la entreverada y solidaria diversidad de quienes la comparten.Msalldesusendoagrcola,milpaesunmodelo basadoenlapluralidadvirtuosa,unparadigmacivili-zatorio disnto y opuesto al del individualismo, la es-pecializacin y la uniformidad, que es el dominante. Si adoptamos esta interpretacin del trmino, descubri-remos que el mundo que nos rodea est formado por conjuntosserialeshomogneosyporsistemasplura-listas complejos, es decir, milpas.Y como en algn momento tendremos que elegir, entr-nese desde ahora amigo lector: en los pares de imge-nes de esta pgina descubra cul de las dos es la milpa.17 de julio de 20104Rodrigo Megchn RiveraDon Mario, un tzel-tal que habita en la SelvaLacandona, sostieneungrano de maz entre sus dedos para explicar que cada semilla tiene corazn y en ese corazn radica sucapacidadparamultiplicarseincansable-mente, mientras el trabajo de los hombres y las mujeres que lo cultivan y desde su perspecti-va de las entidades que lo sustentan (la lluvia, los rayos, el panten divino) lo permitan.Ms an, una narracin del origen del maz, reproducida por estos tzeltales, establece que fueunsologranoelqueDiosregalalos hombres, mismo que al ser sembrado dio na-cimiento a una mazorca. Al sembrar sta, fue alumbrada una milpa primigenia, de la cual provienen todas las semillas de maz que han existido en el mundo a lo largo de infinitos ci-clos. Tal es parte del proceso de reproduccin del maz reconocido y celebrado por los suje-tosqueformanpartedeestacultura,yslo uno de los palpitantes valores culturales que germinan en el mbito de la milpa tzeltal.En efecto, para esta poblacin, como para tantos otros grupos tnicos y campesinos, la milpa no es slo un espacio de produccin alimentaria o econmica, sino adems de reproduccin socio-cultural:surcadoporvalores,cosmovisiones, saberes e identidades. As nos los muestra la his-toria relativamente reciente de esta poblacin.En el caso de los tzeltales que colonizaron la Lacandona (a partir de los aos 30s y 40s del siglo pasado), la posibilidad de hacer mil-pasensuspropiastierrasgenerciertomar-gen de independencia para los miembros del grupo.Antesdepoblarlaregin,lamayora deestostzeltaleshacasusmilpasentierras que no les pertenecan (en las fincas), por lo que slo reciban una parte de lo producido. Posteriormente, el reparto agrario estatal qui-so que esta poblacin se asentara en la selva: un entorno sin gran vocacin agrcola, a partir delainsospechadafragilidaddesusuelo.A pesar de ello, el grupo busc reproducir ah su universocultural:elactofundacionaldelas comunidades de la selva fue hacer una milpa.En la mayora de los casos, pequeos grupos dehombres,padresdefamilia,localizaron aquellos sitios en los que fuera posible cultivar y establecerse. Entonces, desmontaron la sel-vaysembraronmaz,frijolycalabaza,entre otros alimentos que componen la milpa. Con celo, cuidaron sus plantaciones de la invasin deplantassilvestres,hastaquelaecuacin desuesfuerzoydesdesuperspectivala gracia de la Santa Madre Tierra brind frutos.Losprimerosxilotesfueronlainequvoca seal de que la bsqueda de un espacio en el cualreproducirsuuniversohabaterminado. Entonces pudo llegar el resto de la familia. De esta manera, la milpa representa la base de la autorreproduccingrupal,alaqueposterior-mente se aadieron otras actividades (el cultivo comercial del caf, la ganadera y la migracin). Asimismo, la milpa es cultura en cuanto repre-senta un elemento central de modificacin del entorno. Vaya, si planteamos lo natural como aquello al margen de la actividad humana, para estapoblacinlamilparepresentalaprinci-palactividadquelosvinculaconelentorno. Enestemuygeneralrecuentodelasmilpas tzeltales de la Lacandona cabe sealar que el impulso que el gobierno en sus distintos nive-leshadadoaloscultivostransgnicosesac-tualmente interpretado por los pobladores de laregincomounregresoaladependencia delasfincas.Eslaexperienciahistricadel grupo la que les permite interpretar y calificar el suceso. Desde la perspectiva de esta pobla-cin, en trminos de la independencia grupal, denadavaldrelhaberobtenidolatierra,si las semillas debern comprarse en cada ciclo (contrario a su naturaleza de reproduccin in-finita). A decir de los sujetos, por esa va ven-dr la futura sujecin, tan semejante a la pa-sada. De cara a ello, la totalidad de indgenas campesinos locales han acordado, ms all de supertenenciapoltica,noaceptarelmaz transgnico;parapreservar,noslosusmil-pas,sinotambinsuuniverso.Decualquier forma, como sealan, la amenaza sigue laten-te, pues, ante la necesidad econmica, es fcil presionar a algunos grupos, y con ello afectar al conjunto de la poblacin.Como se hecha de ver en esta pequea narra-cin (en frase que es lugar comn entre algu-nos grupos religiosos), la milpa no es un sus-tantivo, sino un verbo: se hacen milpas y con ello, caminos. La milpa debe cuidarse de las plagas que amenazan a ese espacio y a quie-nes lo sustentan. La milpa implica el trabajo decididodeloshombresymujeres,pueses tambin un modo de preservar culturas. Antroplogo, investigador del proyecto Las Regiones Indgenas de Mxico al Nuevo Milenio del INAHEmanuel GmezLamilpaeslabase material,culturaly agroecolgicaque permitelarepro-duccinsocialcampesina,lasoberanaali-mentariaylaconstruccindealternativas locales a la crisis climtica. As se resume el planteamiento poltico de los productores de mazparaautoconsumodeChiapasymu-chas otras regiones de Mesoamrica.Sembrarlatriadamesoamericanaenun mismo terreno, maz-frijol-calabaza, se hace a contracorriente de los agroqumicos, ferti-lizantesysemillashbridasdelarevolucin verde, paradigma tecnolgico neoliberal que loscentrosdeinvestigacinagrcolaylas instituciones de desarrollo rural repiten cual dogma de fe desde hace 40 aos.Laprcticamilperasiguesiendolaaccin msimportantedemilesdefamiliasdees-casosrecursosque,alseleccionarlassemi-llas de maz segn su tamao, color, raza o dureza, reafirman su arraigo a la tierra y dan vigenciaalosconocimientosheredadospor padres y abuelos.La produccin de milpa es diversa y no apli-can frmulas de trabajo; por ejemplo, en una mismacomunidadcomoEmilianoZapata, Yajaln, en los lmites de Los Altos con la Sel-va Tzeltal-Chol, hay dos sistemas milpa: en la partealtasesiembramazconfrijolyenla baja slo frijol. Esto es por los tipos de suelos, por lo que podemos afirmar que la milpa es unaseriedeagroecosistemascreadosporel ser humano tras siglos de adaptacin.Paralosmilperostradicionales,ellegado ms importante son las semillas nativas, crio-llas o autctonas, ms valioso incluso que la tierra, aunque hablamos de un valor intangi-ble y no comercial. Es el caso de los descen-dientes de los pueblos mam, quienes salieron de Guatemala hace 150 aos para internarse a Mxico; dejaron sus tierras, pero no sus se-millas.Unpuadodeellasenlabolsafue suficiente para reproducir variedades que el bancodegermoplasmadelInstitutoNacio-nal de Investigaciones Forestales, Agrcolas y Pecuarias(INIFAP)enTuxtlaGutirrezno tiene registradas, como el maz jarocho.Eldebateestabierto:NstorEspinosa,del INIFAP,afirmaqueenelmbitointerna-cional se han presentado estudios que com-paranlaresistenciayproductividaddelas semillasnativasconlashbridasomejora-daspatentadas porlaboratorios. En tiempos deestabilidadclimtica,comofuehace40 aos, cuando empez la revolucin verde, las semillashbridaseranmsproductivasque las criollas, pero hoy, con el cambio de rgi-men de lluvias, sequa y vientos huracanados propios de la crisis climtica, las criollas tie-nenmayorcapacidadderesistenciaporlle-varsigloseinclusomileniosdeadaptacin climtica micro-regional.Un factor adicional hace ms viable la pro-duccin de semillas nativas que las hbridas o transgnicas:elfinanciero.Lospaquetestec-nolgicos de la revolucin verde fertilizantes qumicos,herbicidas,semillasmejoradasy ahora incluso transgnicas, acompaados de crditosalproductorparaimpulsarelmaz como monocultivo, con uso de tractores, m-quinas semilleras e infraestructura de riego y contratacindejornaleros,nosonviablesen Mxico y son el origen de la prdida de la so-berana alimentaria y el inicio de la dependen-cia tecnolgica: los productores que se dejaron engaar por este sistema, como los de la Fra-ylesca, el Soconusco y el Valle del Grijalva, las regionesdealtaproductividaddeChiapas, cargan una deuda con la banca de desarrollo rural que resulta impagable, y no pueden rom-pertanfcilmenteladependencia,pueslos suelos se han hecho adictos a los fertilizantes.Lossuelosconaltacargadefertilizantes sevuelvencidos,ylosinsectosquelogran sobrevivirsesalendecontrol,volvindose plagas,comoelgusanoGallinaCiega.Los ros arrastran residuos de agroqumicos y las aguas dulces se vuelven cidas, al grado que enlascostasdelGolfodeMxicoydelPa-cficohayzonassinvidamarinaosistemas lagunaresazolvados,contaminados,loque aumenta el riesgo de inundaciones.Loscidosdenitrgeno,azufreyotrosderi-vados de los agroqumicos, como el protxido de nitrgeno (N2O) y el metano, son gases que provocan el cambio climtico, tan peligrosos como el CO2, segn el plan de accin clim-tica del gobierno mexicano. Y sin embargo, en lugar de limitar la explotacin petrolera, apo-yar la transicin a la agricultura sustentable y reconocereinvertirenlastcnicasagroeco-lgicasdelosproductoresdeautoconsumo, sepromuevelaproduccindeagrocombus-tibles,loqueamenazaampliarlafrontera agrcolacontralasselvasylosbosquesque sobrevivieron a la colonizacin del trpico h-medo, la deforestacin, la ganadera extensiva y la urbanizacin de los 30 aos anteriores.En el diseo de las polticas climticas que su-puestamente reducirn la emisin de gases de efecto invernadero, los funcionarios ignoran los riesgosdelosagrocombustiblesylospromue-ven, y se ofrece que 125 mil hectreas de maz dejarn de sembrarse para entrar en un proceso de reconversin productiva a frutales. Sin maz, qu comer la poblacin? Manzanas?Una tcnica que tambin permite la reconver-sinproductivaperosinabandonarlamilpa es lasugeridapor investigadoresdelColegio de Posgraduados y del INIFAP: la milpa inter-calada con rboles frutales (MIAF). Si se in-virtiera en procesos de capacitacin y experi-mentacin en los dos mil 500 municipios del pas, se demostrara la efectividad de la MIAF en mucho ms que las 125 mil hectreas que elgobiernoproponeparareconversin,pero se hara con base en la milpa, y no en contra de la poblacin, su economa y cultura.FOTO: Carl E. LewisChiapasMAZ CRIOLLO EN REDChiapasSEMILLAS CON CORAZN EN LA SELVA LACANDONASembrar la triada mesoamericana en un mismo terreno, maz-frijol-calabaza, se hace a contracorriente de los agroqumicos, fertilizantes y semillas hbridasla milpa no es slo un espacio de produccin alimentaria o econmica, sino adems de reproduccin socio-cultural: surcado por valores, cosmovisiones, saberes e identidadesFOTOClELi17 de julio de 20105Antonio PaoliLaproduccindela milpa y de otros cul-tivossehavenido alterandocongra-ves perjuicios para la gente del campo: en su salud, educacin, nutricin y economa, y en deterioro de la integracin familiar.Un factor clave de la educacin en el mun-docampesinohasidoquelosniosacom-paen a los adultos a la milpa, pero con los gravescontaminantesqueseusanhoyen da, muchos padres prefieren ya no llevarlos. Porotraparte,losherbicidashanlimitado los productos que se obtenan en las milpas. Enlaszonastropicalestradicionalmente secosechabanalrededorde50productos: frijolesdiversos,calabaza,chayotes,chiles variados,yuca,hongossabrososdemuchos tipos, hierbas silvestres comestibles como los quintonilesylasverdolagasymultitudde otrosms.Ensearlesaloshijoselmanejo deestapequeagranplantacinfamiliary tradicional ha sido por siglos una labor capi-tal para el manejo ambiental, la educacin y el desarrollo cultural de muchos pueblos. El policultivo de la milpa ha brindado un abas-todehierroyotrasmaravillasnutricionales quehoysevenmuydeterioradas.Antesdel uso de los herbicidas y otros insumos agrco-las, la madre y los hijos se preguntaban qu traer pap de la milpa para la cena?Laempresaprivadaymuchosdesuspro-ductosparaelcampo,paramejorarla produccincampesina,hancausadograv-simos problemas a la salud y a la vida social engeneral.Losgobiernosparecennodarse cuenta o, peor, no importarles esta dramti-ca situacin.Veamosunodelosmltiplesejemplosde estatragediabiolgica,social,cultural,eco-nmica y ecolgica: la regin de La Fraylesca, Chiapas, cuya cabecera es la ciudad de Villa-flores y cuya produccin maicera para el mer-cado ha sido la ms importante de ese estado, hoy vive bajo la amenaza de los agroqumicos. Enestareginelcncereslacausanmero unodemuerte.Ajuiciodelospobladores, estosedebealosherbicidas,enespecialel Gramoxone, el cual no requiere permiso para su venta; incluso se regala para obtener votos. Este veneno es arrastrado por la lluvia y conta-mina los ros: emponzoa los niveles freticos, infecta la atmsfera, impide muchos otros cul-tivos y causa cncer. Por supuesto que hervir el agua no sirve de nada contra l.Siustedconsultaliteraturasobreestepro-ducto, por ejemplo, si ve la pgina web www.fitosanitario.com/pdfs/gramoxon,veralgo delodainoqueesesteherbicida.Esgra-vsimo para las personas, para el ambiente y para la fauna.Ypensarqueproductoscomoste,prohibi-dos en otros pases, se venden libre e incons-cientementeennuestropas.ElEstadono se molesta en impedir su uso. Por qu? Ig-norancia? Mochada? Inopia? Indiferencia frente al dolor y la muerte? Helda MoralesAntelacrisisambientalyalimentaria urgereconocerquemuchasdelasso-lucionesestnenmanosdeloscampe-sinosmesoamericanos.Durantecinco mil aos han provedo alimentos y contribuido a la conservacin delabiodiversidad,enfrentndoseyresistiendopresionespolti-cas, econmicas, culturales y climticas.La agricultura a pequea escala como las milpas que an preva-lecenenMesoamrica es sinnimo debiodiversidad agrcolao agrobiodiversidad, ya que intercala maces, frijoles, calabazas, chi-les y muchas plantas ms en un mismo espacio, lo que los agroe-clogosnombramospolicultivos.Lamilpa,ademsdeproveer recursos genticos y plantas comestibles, brinda recursos para or-ganismos silvestres y servicios ambientales o ecosistmicos, como la prevencin de ataques de plagas.Lamentablementelaagrobiodiversidadseestperdiendodema-nera alarmante. La mayora de la poblacin mundial se alimenta de no ms de 12 especies de plantas. Para incrementar la seguridad alimentaria, los gobiernos se enfocan en proveer raciones de maz, arroz,trigoypapas,productosdelaagriculturaindustrial.Esta estrategia nos mantiene llenos pero amenaza la biodiversidad, las estrategias de vida de los campesinos y la calidad de la dieta, ade-ms de que propicia la obesidad y enfermedades como la diabetes.El estudio del aporte de los sistemas agrcolas de los campesinos alaseguridadalimentariaylabuenanutricinnoesprioridad de los grandes centros de investigacin, pero los datos disponibles sugieren que hay una relacin positiva entre biodiversidad, segu-ridad alimentaria y salud. Nuevos estudios cientficos sealan los beneficios de una dieta variada para incrementar la longevidad y reducir las tasas de enfermedades degenerativas crnicas.Afortunadamente, todava existen campesinos mesoamericanos, guardianesdeladiversidadalimenticia,cultivandovariedades adaptadas a las condiciones locales y colectando alimentos silvestres.En el Colegio de Posgraduados se document que las hierbas de lasmilpasdelvalledeTolucaseutilizancomoalimento,me-dicina y ornato, incrementando las ganancias en 55 por ciento. En la regin semirida de la reserva de la biosfera de Tehuacn-Cuicatlan,IsabelleBlanckaertycolegasencontraron161espe-cies de plantas silvestres, de las cuales 92 por ciento es utiliza-doparaalimentacin,medicina,forrajeuornato.Lasusadas para forraje disminuyen la inversin en alimentos industriales y aumentanlasobrevivenciadelganadodurantelasequa.Otro estudio muestra que en Chiapas los indgenas tseltales pueden reconocermsdemil200especiesdeplantas,muchasdelas cualescontribuyenalmantenimientodesushogares.Enlas milpas de los Altos de Chiapas hemos encontrado hasta 28 espe-cies de rboles frutales y maderables.La milpa permite una dieta basada principalmente en tortillas, frijol, chile, calabaza y un alto consumo de hierbas como el bledo, quelite o quintonil, la hierba mora o macuy, el ppalo y el epazo-te. Esta dieta con un alto contenido en cido flico, vitamina A, omega 3 y 6, ayuda a prevenir la osteoporosis, reducir el colesterol, la anencefalia, la espina bfida, la ceguera infantil, las cataratas y la degeneracin macular relacionada con la edad. Las variedades tradicionales de maz contienen altos niveles de protenas. Los es-tudios realizados en 1950 por Ricardo Bressani en Centroamrica muestranqueestosmacespuedenproveer73porcientodela niacina recomendada.NuestrotrabajoenlosAltosdeChiapasyGuatemaladocu-mentaque,ademsdesucontribucinalanutricin,estesis-temamantenidoporelconocimientoindgenaprestaservicios ambientales. La diversidad de cultivos y otras especies asociadas de la milpa son el sustento de su productividad. Los agricultores reportanquelaasociacindecultivoshacequelosinsectosno lleguenocomanpocoporquelosrepeleconsusoloresfuertes. Segn la teora agroecolgica, los policultivos en general tienen menos ataques de plagas porque hay plantas repelentes que alejan alosinsectosdelasparcelas;porquealgunashierbasasociadas son preferidas por los insectos y los distraen de los cultivos; por-que la mezcla de cultivos hace difcil para los insectos encontrar su alimento, y porque proveen recursos para los depredadores de las plagas, como las araas, catarinas, avispas y pjaros. Las inves-tigacionesdeAdrianaCastrosugierenquelasracesdeltomate de cscara son el alimento favorito de la gallinas ciega. Esto po-dra explicar las observaciones de que la presencia de esa planta hace que esta plaga ataque menos a las races del maz. Si hay to-mate, por qu alimentarse de las duras races del maz? Tambin hemos aprendido que los rboles dentro de la milpa atraen a unas 50 especies de aves silvestres que se alimentan de insectos, hecho que disminuye significativamente el dao que stos causan.Ensuempeoporcultivarlamilpa,muchoscampesinosestn luchando por su soberana alimentaria y protegiendo al resto de la humanidad con los beneficios que la milpa brinda. Aprendamos de ellos y apoymoslos. ChiapasENVENENAR MILPA Y MILPERO?Serequierenmetasdelargoplazo, como la restauracin ambiental de las comu-nidades. Las prcticas campesinas de manejo de laderas con sistemas artesanales de riego, lo que denominamos milpa sustentable, son un excelente inicio. La diversidad de cultivos, la milpa, que se basa en maz-frijol, y que puede incluirdecenasdeplantasmedicinales,hor-talizas, rboles frutales y maderables e incluso flores ornamentales, es la base para recuperar la soberana alimentaria por familia.Para que los productores de maz en monocul-tivo, los maiceros, rompan su dependencia fi-nanciera y tecnolgica, tendran que iniciar una transicin a la agricultura orgnica, con base en elsistemamilpayreducirpaulatinamentelos fertilizantes qumicos al tiempo que incorporan cada vez ms abonos orgnicos y bacterias que dinamicen el suelo y lo desintoxiquen. Es ms fcil iniciar la transicin a la agricultura susten-tableconlosproductoresdeautoconsumo,los milperos, pues su pobreza no les permiti adqui-rir los insumos de la revolucin verde. Una demanda central de los milperos es que se les reconozca el trabajo de seleccin de semillas nativas. En Chiapas, dos mil productores de 50 comunidades indgenas de la Red Maz Criollo han logrado que subsidios como los del progra-maMazSolidarioseantransformadosenun proceso de transicin a la agricultura sustenta-ble con base en la reproduccin de las semillas nativas. Por otro lado, la Comisin Nacional de reas Naturales Protegidas (CONANP), insti-tuyen2009elProgramaMazCriollo,con muchaslimitacionesdecoberturageogrfica, pues se limita a las zonas protegidas. Tenemos el reto de cambiar el planteamiento original del ambientalismo por uno nuevo, que permita pa-sar de la conservacin de la biodiversidad a la reproduccin de la misma, con base en la agro-biodiversidad no slo de la milpa, sino tambin del potrero y otros agroecosistemas.Comisin de Enlace de la Red Maz Criollo Chiapas [email protected] del uso de los herbicidas y otros insumos agrcolas, la madre y los hijos se preguntaban qu traer pap de la milpa para la cena?mesoamricaENFRENTADO LA CRISIS ALIMENTARIA Y AMBIENTALFOTO: Enrique Prez S. / ANECExposicin "El maz es nuestra vida" en 2007, del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental17 de julio de 20106Mara Gabriela Garrett y David Prez GonzlezLaagriculturaoto-m-tepehuadela SierraOrientaldel estadodeHidalgo se debe entender en parte como una adaptacin a un medio ambiente que impone varios retos.Lalimitadapresenciadeterrenosplanosyla fluctuacindealmenosdostiposdeclimas montaososconsusrespectivasvegetaciones densos pinos en sus partes altas y selva tropi-cal en las bajas y una diferencia de ms de mil metros sobre el nivel del mar entre Tenango de Doria y Huehuetla nos muestran la importan-cia que tiene la posibilidad de manipulacin de la tierra, cualesquiera que sean sus cualidades.Compartiendo la matriz agrcola mesoame-ricana,lamilpaseintegraprincipalmente por maz, frijol y chile, ocupando el primero una posicin privilegiada en la atencin del agricultor,debidoalantimarelacinque comparte el ciclo de siembra y cosecha con elcicloritual.Enmenormedida,podemos encontrar chayote, calabaza, caa y algunas especiesfrutalescomopltanoopapaya. Enfechasrecientesdesdefinalesdelsiglo XIXsehadifundidolaintroduccindel cafcomoalternativaproductiva,llegando inclusoasuperarlasuperficiecultivadadel sustento alimenticio por excelencia, el maz.As, al recorrer el viajero la carretera que sale delmunicipiodeMetepec,adentrndose enlaSierraOriental,pasandoporlosmu-nicipios de Tenango de Doria y San Bartolo TutotepecyculminandoenHuehuetla,ob-servar que sus cerros dejan ver las cicatrices delaaccinhumana,rectngulosdetierra sembrada con maz, cafetales que crecen a la sombra de naranjos y platanares y salpicadu-ras de caa de azcar, y entre ellos se refle-jan con el sol las lminas de techos dispersos que ocultan los rostros de una vida dura.El maz y el caf son los principales produc-tos que crecen en la regin. Cada uno tiene sus tiempos y sus cuidados. En la comunidad de San Antonio el Grande el maz se siembra dos veces al ao: en febrero, cuando la tierra todava no est tan seca, y a finales de junio, justo al concluir la fiesta patronal, despus de baar a los santos para que llueva, dicen.El maz que se siembra por estos rumbos es criollo. Si la semilla es grande y apta para el cultivo,entonceslaseparandelresto.Para preparartamalesoechartortillaseparanel granorotodelfino.Anteselmazdabados o tres mazorcas, ahora apenas da una o a ve-ces dos y la tierra se agota luego: ya sembrar esunadecepcin,unotieneunpedazode monte, tarda uno en desmontar y a veces has-ta pide ayuda, luego uno tiene que esperar a que la tierra est buena para sembrar y luego no llueve o lleve mucho y no se da la cosecha. Tanto que trabaja uno, por eso usted ve tanto monte porque ya la gente no quiere trabajar.Por otro lado, existe un lazo indisociable entre elhombreyelentornonaturalexplicitadoen lasactividadesagrcolas.Porello,abundanlos smbolosrelacionadosconlasespeciesvegeta-les, celebrando sus frutos y su morada: la San-ta Tierra. Predominan montes y cuevas donde habitan los espritus de las semillas de toda es-pecie, a los cuales se ofrenda en persona al representarlas en figuras de papel recortado a quienes sern destinatarias de las oblaciones di-rigidas por un hombre sabio. Se ofrece lo que se quiere pedir, nos dice una seora; pedimos siempre a la Madre Tierra, al Sol, a la Sirena, a las Semillas para que se acuerden de nosotros. Ytambinsegenerauncrculovicioso: mientras la gente se va porque su campo no da,lanaturalezacastigaporqueyanose acuerdan de ella.Loscampesinosotomesytepehuassaben leer su medio y los riesgos que conlleva des-cuidar las fuerzas de la naturaleza que tienen untemperamentohumano.Porellodeben siemprenegociarconlosdueosdeidades poderosasquerigenunlugaroelemento para cuidar su milpa y su caf; deben hacer los rituales propicios para evitar su enojo. A veces obtienen el sustento y hasta sobra para la ven-ta,perocuandolanaturalezaseencapricha comocuandoseechaperderelcafcon las heladas de enero y febrero, la gente debe buscar alternativas de subsistencia, como con-tratarse de jornaleros en las tierras de los ricos o salirse de la comunidad para buscar trabajo en la Ciudad de Mxico o en Estados Unidos.As,lamilpaesmedioyfinparaelcampe-sino de la regin. Medio, porque permite la consecucin de un ciclo de desarrollo hom-logo entre hombre y tierra mediante un tra-bajo recproco; fin, porque al tratar con defe-rencia a la tierra y sus semillas, actualiza el potencial de fertilidad y crecimiento de cada plantapropiciandoeventospositivostanto para su milpa como para su comunidad. Investigadores asociados del INAH-Museo Nacional de Antropologa, Subdireccin de EtnografaTeresita de Jess Oate OcaaXochiatipan,florso-bre el agua en refe-renciaaunazona deliriosacuticos queselocalizacercadelacabeceramuni-cipal,esunodelosmunicipiosmsmargi-nados de Hidalgo, con una fuerte presencia indgena nahua.Casi un centenar de comunidades macehua-les como ellos se nombran sobreviven con dificultadenmediodeestatierrahuasteca, contradictoriamentevigorosayprdiga. Parahacerlohantenidoqueaprenderaser necios, obstinados. Slo el que ha tumbado montaa, para despus sembrar milpa, sabe lo obstinada que puede ser la vegetacin. El macehual debe ser ms necio que la misma necedad verde para que, volviendo una y otra vez a rozar y escardar, le arranque a la tierra lo necesario para vivir.La tierra generosa, por varios siglos, les ha permitidovivirabasedelmaz.Elmaz, junto con el frijol, ha ido tejiendo su historia, sus mitos, sus leyendas, los ha ido haciendo yformandocomopueblo,comohijosdel maz. El entorno fsico, con las dificultades y situaciones que les plantea como pueblo, ha ido forjando en ellos toda su riqueza y sabi-dura, su deseo de permanecer en colectivo, de trabajar, de celebrar, de ser comunidad.En Xochiatipan cada milpa indgena nahua, la milpa tradicional, permite la recreacin de una increble variedad de especies animales y vegetales. Esto, en parte por los mtodos tradi-cionales de labranza, por el no uso de qumi-cosagrcolasyporlautilizacindesemillas criollas con elevada variabilidad gentica.El maz en Xochiatipan es de varios colores: amarillo (costic), blanco (chipahuac) y negro (yahuitl). Adems se siembra el chaparro, el tardo y el alto. El maz se siembra en varias fechas al ao; el que se siembra en enero es eltonalzintliomazdetiempodeseca.Si lamilpasesiembraenjunioparaelinicio deltemporal,sellamaxopalmil.Elmaz que se siembra en octubre o noviembre es el huajzintli. Tambin se acostumbra que unos siembren para el da de la Santa Cruz y otros en septiembre, o en la fiesta de Xantolo o en cualquier viernes de cuaresma.As, casi durante todo el ao vemos maz en diferentes etapas de desarrollo. Esto que es una gran alegra para los nios y para la fa-miliaengeneralayudaaafrontarriesgos, pues como siembran en varias fechas, si algu-na milpa no se da porque no llovi o porque llovidemasiado,seguramentealgnotro pedazo s se les dar. Para ellos es importante contar con elotes tiernos, maz y frijol fresco para la fiesta de Xantolo, as que programan sus fechas de siembra para lograrlo.Siembranelfrijolasociadoconelmazo solo.Tambintienendiferentesvariedades de frijol: de gua (chichimecatl), de mata (pit-zaetl)yotrosqueseconocenconnombres nahuas como el frijol bayo (etecolotl), el frijol grande y ancho (epatlach), el frijol cuajetl, el frijol arroz o frijol de cucaracha (chopepejetl) y el frijol nescaf. Otras leguminosas como la lenteja de rbol son tambin sembradas en asociacin con el maz, aunque algunas son arbustos como el waxi.Alpiedelamilpa,formandobarrerasque dividenunpedazodeotro,encontramos granvariedadderbolesfrutalescomoel chalahuijtle,mangocriollo,papayacriolla, cuatzapotl,tepetzapotl,ojuxtli,pemuche, aguacate criollo, pahua, guayaba, xalxocotl, anona (cuca), anona silvestre (tepecuca). En cuantoapltanos,lavariedadeslaregla: nelcuaxilotl,sancuaxilotl,manzanilla,roa-tano, macho y otros ms de todos tamaos, colores y sabores.Sucedealgosimilarconlosrbolesmade-rablesoparaconstruccinqueseencuen-tran generalmente en las orillas o marcando linderoscomoelcedrotiocuahuitl,pioche, otate,chaca,ocuilocuahuitl,xiloxochitlcu-ahuitl, palo de rosa, quebrache, etctera.Enlasmilpasencontramosgranvariedad deplantascomestiblescomoelchayote (cuatlacayotl) espinoso, liso, grande, media-noypequeocomounaguacatecriollo;el cebolln; el tomatillo; chiltototl, chile piqun, amaranto(huactli),meln,sanda,jcama, calabaza(ayoctli),cuecuetlaxochitl.Yuna gran variedad de camotes y tubrculos: tlal-camojtli,tlalcamojtlicostic,camojtli,tlalca-mojtli chipahuac, yuca cuacamojtli, quequex-quetl, acaxilotl, cuatzapato, etctera.Tambin en la milpa, en pequeos espacios se reproducen especias y hierbas medicinales yaromticascomo:hierbabuena,cilantro, epazote, mesis (iljiaquilitl), ruda, zempoalxo-chitl, oloxochitl, epatlapazotl, zopiloxonacatl, piste,aquexcuahuitl,etctera.Yunbuen nmerodequelitesyhierbasconusosy propiedadesalimenticiasymedicinalesque durante las pocas de escarda se acostumbra consumir o bien se conservan algunas matas parautilizarsecuandoserequieran,como mozotl, ezmecatl, cacahuaxochitl, xoloquilitl, nelquilitl, mazaquilitl, trbol, etctera.De algunos rboles que tambin crecen alre-dedor de las milpas se acostumbra consumir sus flores o sus hojas tiernas como la flor del izote,flordepemuche,brotestiernosdel cuacamojtli, semillas del ojuxtli, semillas del chalahuijtle,laflordelquebrache,lavaina olorosa del waxi, etctera.Aunquesesiembranenpedazosapartey enreducidasextensiones,encontramos caf, cafecillo cuacafe, cacahuate criollo. Al-gunas familias conservan todava semillas de algodn, del que hay dos tipos y siguen sem-brndolo. Y desde luego no pueden faltar los ctricoscomolima,limn,naranja,naranja cimarronayms.Losdueosdelatierra siembranlimasycuandoelrbolhacreci-dosuficiente,seleinjertalimn,naranjao mandarina de clase, porque, por el tipo de suelo, slo las races de la lima prosperan.No mencionaremos con detalle la gran varie-dad de flores, hierbas, arbustos, enredaderas y rboles silvestres que se encuentran en las ori-llas de las milpas, por las veredas, junto a los arroyos o como proteccin de los manantiales.Todas las especies que enlistamos se pueden encontrarenunespaciomenoraunahec-trea, dando ejemplo de la riqueza gentica que los indgenas nahuas poseen, conocen y conservanenlascomunidadesdelaHuas-teca hidalguense. Ciertamente conforme el progresoylamigracinavanzan,seempie-zan a utilizar qumicos que han hecho que se pierda la riqueza mencionada, seala Too, quien es catequista y campesino indgena de lacomunidaddeChiapa,Xochiatipan,Hi-dalgo. La milpa descrita aqu es la suya. Este escrito fue realizado en 1992 y forma parte del documento con el que la autora recibi el grado de maestra de Desarrollo Rural en la UAM Xochimilco. Los recorridos en las milpas fueron hechos entre 1990 y 1992.Hidalgo"FLOR SOBRE EL AGUA"la milpa se integra principalmente por maz, frijol y chile, ocupando el primero una posicin privilegiada en la atencin del agricultor, debido a la ntima relacin que comparte el ciclo de siembra y cosecha con el ciclo ritualHidalgoMAZ Y CAFETALESFOTO: Enrique Prez S. / ANEC17 de julio de 20107Carlos Beas TorresLaschahuiterasson lariquezaagrcola delIstmodeTe-huantepec.Aqu llamamoschahuitesalasricastierrasde humedadubicadasenlasmrgenesdelos numerososrosyarroyosqueformanparte delacuencaaltadelosrosCoatzacoalcos yPapaloapan.Estastierrassonricaspues producen hasta tres cosechas de maz al ao y hay parcelas donde se obtienen hasta siete toneladas de este grano por hectrea.Durantesiglos,lascomunidadesindgenas de la regin obtuvieron una amplia gama de alimentos de la milpa que se cultivaba en esas tierras de aluvin. A pesar de las condiciones adversasdevida,ladesnutricinylasenfer-medades no eran un problema grave para los pueblos. As lo recuerdan los ancianos mixes.Ademsdemaz,seobtenanenestaspar-celas una gran variedad de alimentos, como sonlosquintoniles,verdolagas,chiltepin, cebollines,miltomate,chileyfrijolejotero; todos estos productos eran parte central de la dieta de las familias campesinas, cuyos exce-dentesademseranfcilmentevendidosen los mercados de la regin.Sinembargo,haceunos40aoslosexten-sionistas del gobierno empezaron a promo-ver el uso de agroqumicos y, si bien en estas tierrasnosonnecesarioslosfertilizantes, pocoapocoloscampesinosfueronadqui-riendo y utilizando principalmente herbici-das,conlocuallamilpadesaparecicasi totalmente y con ello una gran cantidad de alimentos. La dieta de la poblacin regional seempobreciyaparecieronysedesarro-llaronenfermedadesquenoexistan.La modernidad atentaba en contra de la milpa y en contra de la calidad de vida de las fami-lias campesinas.Ante esa situacin, la Unin de Comunida-desIndgenasdelaZonaNortedelIstmo (UCIZONI), desde hace ms de 20 aos ha venido impulsando un conjunto de acciones en defensa de la milpa. Por un lado, para evi-tar el uso de herbicidas, se ha recomendado elusodelapica-picamansaonescaf,con lo cual se evita la aparicin de hierbas y zaca-tales que ahogan al maz. En cinco ejidos de la regin se ha logrado recuperar ms de 350 hectreas de milpa con este mtodo.Sinembargo,larecuperacindelamilpa esdifcilpuesrequieredemuchainversin en mano de obra, ya que la limpieza se debe hacercontarpalayelpreciodeventadel maz criollo se ha venido abajo con la entra-dademacesamarillosprovenientesdeSi-naloaodeEstadosUnidos.Esporelloque UCIZONItambinhageneradoprogramas deestmulosalaproduccindemazyde comercializacindirectadelgrano,conlo cual ha obligado a los grandes acaparadores a mejorar las ofertas de compra.Enladefensadelamilpa,sonlasmujeres lasqueestnenprimerlugar,puescomo dice doa Mine, del pueblo de Mogoe, de lamilpasacamostodoelalimento,ahest nuestra comida del da y no necesitamos dine-ro para tenerla. Son las mujeres indgenas las principales reproductoras de la cultura tradi-cional, y en ese importante papel, para ellas la milpa ocupa un lugar central de su atencin.Una de las principales demandas de UCIZO-NIeselapoyoalosproductoresdegranos bsicos,apoyoquenecesariamentepasapor polticas pblicas y programas que promuevan el empleo rural, la soberana alimentaria y el financiamientoparalosgruposdemujeres que cuidan la milpa y venden directamente en los mercados locales alimentos baratos y sanos.La milpa es una tradicin pero tambin ah se en-cuentra el futuro de nuestros pueblos. La defensa de la milpa es la defensa misma de la vida. Unin de Comunidades Indgenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI)Lourdes Baez CuberoCuandonaceun nioenNaupan, municipionahua de la Sierra Norte de Puebla, la manera de expresar el sexo del recinnacidoesdiciendo:naciunyelotl,elote, para referirse a un varn, o si es nia: naciuntamalle,tamal.Estoilustrade manera clara el entramado de relaciones que losnahuashantejido,alolargodevarios siglosyhastalafecha,entreelhombreyel maz.Vnculoquenosesuscribealplano metafrico,sinosehaconfiguradoenuna relacindesustancialidentidadquelosar-ticulaademsdelplanoalimenticio,enel mitolgico, en el ritual, en el lenguaje y en laconducta.Esenfuncindeestasemilla quesepiensaelprocesoevolutivodetodos los seres que habitan el universo.En virtud de su origen divino, el maz repre-senta la totalidad de lo que el hombre nece-sita. Gracias a esta planta el hombre vive, se mueve y es lo que le da fuerza para trabajar. Esinnegableelaporteenergticodelmaz, que no se sustituye por ningn otro alimen-to. El vnculo de coesencia que existe entre ambos tiene lugar por medio de la circulari-dad del flujo de energa csmica, que va de ladivinidadalasformasdevidainterme-dias, es decir, del maz, y de stas al hombre, para retornar de nuevo a la divinidad, segn loexpresaAlessandroLupo(ensuartculo El maz es ms vivo que nosotros. Ideologa yalimentacinenlaSierradePuebla,en Scripta Ethnologica, Vol. XVII, Bs.As., 1995), quien trabaja entre los nahuas de Cuetzalan, Sierra Norte de Puebla.As, el maz se convierte en el vnculo verda-dero entre el hombre y las divinidades ya que stas le transmiten su energa por medio del consumodelaplanta.Elhombredebeini-ciarsuprocesodeincorporacinalmundo socialsloapartirdeposeeryconsumirel grano, por ello es fundamental para la inte-gracin de la persona. Esta nocin ya estaba presenteentrelosantiguosnahuas,quienes alreferirsealcuerpohumanoentodasu integridad lo nombraban Tonacayo, que sig-nificanuestroconjuntodecarne,queera como denominaban tambin a los frutos que latierraotorgabaaloshombres,particular-mentealmaz,elalimentoporexcelencia de los hombres. As lo seala Alfredo Lpez Austin, en su libro Cuerpo humano e ideolo-ga. Las concepciones de los antiguos nahuas, (IIAUNAM, 2 Vols., Mxico, 1984).Almazseleatribuyencualidadeshuma-nas: hace varios aos los dueos de una mil-paenNaupan,situadaaorillasdelacarre-tera, decidieron vender el terreno porque en eselugarsumaznocrecaynodeseaban seguir arriesgando su dinero en la siembra ni tampocoperjudicaralespritudelaplanta. Esto lo atribuan a que junto a su milpa ha-ba un poste de luz. La familia deca que el maz, al igual que los hombres, deba dormir de noche; si haba luz todo el tiempo, no des-cansaba y por tanto no creca como deba ser.Esenelplanoritualdondelaasociacin simblicaentreelhombreyelmazesms evidente. Esta correspondencia deriva de un origen comn: la tierra, ente tambin anima-do y antropomorfizado que posee las mismas cualidades y defectos que los hombres. En su seno se origina la vida del hombre, animales y plantas, y es tambin su receptculo cuando concluye su ciclo terrenal. Las siguientes pa-labras pronunciadas por una ritualista nahua ilustrancerteramenteestaafirmacin:La tierra es en sta que comemos y sembramos cualquier cosa para sobrevivir, y otra vez ella nos come. Esta frase coloca en el centro del problemalanocindeciclicidadenlaexis-tencia de hombres, animales y plantas.Tanto el ciclo de vida de los hombres, como eldelasplantas,enparticulardelmaz, contempla etapas cruciales que se enfatizan mediantecelebracionesrituales;enambos ciclostienenlugarprocesosdegestacin, nacimiento, desarrollo y muerte. En Naupan estacorrelacinseconfirmaconlapartici-pacin en los dos ciclos de un personaje cru-cial:laabuelita,otocitzin,comoesnom-brada en nhuatl. Esta especialista ritual es laencargadadedirigir,pasoapaso,cada etapadeamboscicloshastacompletarlos, cerrarlosritualmente.Enritualesdenaci-miento debe ser ella la que entrega a la tierra laprimeraofrendadelrecinnacidoabase de maz: tamales, para solicitar la proteccin de sus dueos y para reiterar su condicin comoserhumanollegadorecientementeal mundo de los hombres.En el plano cosmolgico, a la principal divi-nidad, Cristo, los nahuas lo identifican con el Sol y la tortilla. Esta equiparacin se en-fatizaba, hasta hace algunos aos, con el tr-minoTotecotzi,Nuestrovenerableseor. Esta asociacin CristoSoltortilla tiene su lgica porque Cristo, en calidad de sol, es el que hace crecer al maz sobre la tierra irra-diando su calor sobre la milpa, mientras que durantesurecorridocomosolnocturno, identificado con el fuego domstico, permi-tequeelmazsecuezaenelcomalenla forma de tortilla.Conestossucintosejemplos,sesubrayel papel que detenta el maz en el pensamien-tonahua,quenosesuscribesloalnivel desuvaloralimenticio,sinoalnivelonto-lgico,pueslaarticulacinexistenteentre hombreymazhaconfiguradounareal identificacin en el plano identitario y cos-movisional. Investigadora del INAH-Museo Nacional de Antropologa OaxacaDEFENDIENDO LA VIDApueblaNACI UN YELOTLLa dieta de la poblacin regional se empobreci y aparecieron y se desarrollaron enfermedades que no existan. La modernidad atentaba en contra de la milpa y en contra de la calidad de vida de las familias campesinasEn virtud de su origen divino, el maz representa la totalidad de lo que el hombre necesita. Gracias a esta planta el hombre vive, se mueve y es lo que le da fuerza para trabajarLa milpa es una tradicin pero tambin ah se encuentra el futuro de nuestros pueblosILUSTRACIN: Vintage Printable FOTO: Lourdes Edith Rudio17 de julio de 20108Diecinueveco-munidadesde lareginCen-troyMontaa de Guerrero trabajan desde 1994 en procesos de cuidado y mejora de los territorios campesinos y para fortalecer la agricultura de autoconsumo ylaautonomaalimentaria.Lamilpa,porsu-puesto, est en el centro de estos esfuerzos.Los participantes asambleas comunitarias y sus autoridades; comits de agua y reforesta-cin;animadoresagroecolgicos;colectivos de mujeres, nios, nias y jvenes (Jornadas por la Madre Tierra); algunas escuelas; comi-ts de padres de familia; promotores campe-sinos, y ms realizan estos esfuerzos en el marco del Proyecto Integral Regional de Or-ganizacin Comunitaria del Territorio (PIR-Ocote),elcualtieneunacompaamiento del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) y lacolaboracindediversosgruposcomola organizacincampesinaSanzekanTinemi, laUniversidadAutnomadeGuerreroyla radioeducativacomunitariaUanMilauak Tlajtolli (La Palabra Verdadera), entre otros.ElPIR-Ocotereportaqueauncuandola produccin maicera de la regin es de auto-consumo y all prevalece la milpa, nosotros observamos una disminucin de policultivos como la milpa, que es amenazada por el n-fasis que se le da a monocultivos industriales y comerciales, con uso intensivo de agroqu-micosyconsemillasdemaceshbridos,y este modelo de agricultura genera beneficios para muy pocos y ha tenido efectos desastro-sossobreelmedioambienteylascondicio-nes de vida en la regin.Las consecuencias de la agricultura intensiva, dicen,sondediversandole,social,agron-mica,econmica,culturaletctera.(Sufri-mos)unaescasezcrecientedefuerzadetra-bajoruralporlamigracin.Hayprdidade conocimiento y tecnologas tradicionales por laausenciadelosjvenes,ynuestrossuelos agrcolasestnquedandodebilitadosporla erosinylautilizacinexcesivadeagroqu-micos, que son introducidos mayoritariamen-te por programas gubernamentales por medio de paquetes tecnolgicos y semillas hbridas.Por qu es necesario conservar la milpa? La milpa es importante para nosotros porque son losimportantesconocimientosquenoshan heredado nuestros antepasados y es la base de la alimentacin de nuestra regin desde hace aos;lamilparepresentaanuestracomuni-dad, nuestra identidad y es fiesta; no podemos perderla porque es un espacio de diversidad y diversificacindealimentos,deculturayge-neracin de saberes, nos permite relacionarnos conotrospueblospormediodelintercambio ya sea de semilla o de nuestras cosechas. Tam-bin es la base de nuestra economa familiar, por todo eso es importante conservarla y trans-mitirla a nuestros jvenes y nios.Ademsdeimpulsarelfortalecimientode lamilpa,elPIR-Ocoteesttrabajandoenel monte, con normas para la extraccin de lea, para mejorar las zonas de recarga de acuferos yparafomentarelmanejocomunitariode productosforestalesnomaderables,comoel maguey mezcalero. Tambin enlarecarga y cuidado de manantiales, en el almacenamien-to de agua para ganado y riego de emergencia; en valorar el trabajo de la mujer campesina y fomentar los alimentos sanos y variados en el hogar y la comunidad, entre otras cosas en pro del medio ambiente y las personas.ParticipanlascomunidadesdeElJagey, Atenxoxola, Tenexatlajco, El Peral, Ahuihui-yuco,Tepozcuautla,coloniaLaCandelaria, La Providencia y Santa Cruz en el municipio deChilapa;Topiltepecenelmunicipiode Zitlala, y Tlalcomulco, Mazapa, Hierbabue-na, Acateyahualco, Agua Zarca, Xocoyolzint-la,Totolzintla,TecuanapayOxtoyahualco en el municipio de Ahuacuotzingo (LER) Felipe Zeferino TefiloLos procesos sociales surgidos a fines de los70syprincipiosdelos80sseenfo-caron a impulsar la participacin ciuda-danayunasociedadmsdemocrtica, frente a los caciquismos regionales, Al iniciar los 90s emergi la preocupacin sobre el vnculo recursos naturales-hombre, y en ese marco, en la sierra de Soteapan y Pajapan, naci el Frente Popular de Organizaciones del Sureste de Veracruz (Freposev).En 1992 iniciamos las convivencias de la laguna,unespacioparareflexionarsobrelosrecursosna-turales, que ha generado acciones de reforestacin, cuidado de animales en extincin y de no quema.Desde1990seinicilainvestigacin,estudioy reflexin de la teologa tnica en las comunida-des popolucas de Soteapan, y en 1996 en la zona nhuatldePajapan,conlaparticipacincons-tante y entusiasta de un grupo de indgenas por recuperarsusritosytradicionessobreJomchuk (Dios del Maz para el pueblo popoluca) y Cin-tiopil (para el pueblo nhuatl). En 20 aos estos pueblosrecuperaronsusritosylosintegrarona su vida comunitaria.En mayo del 2003, en Chacalapa, iniciamos los encuentrosdeproductoresdemacesnativos. Fue un primer acercamiento con la gente que ya traa la experien-cia de estos procesos organizativos y agroecolgicos. En este mar-co surgi la preocupacin de la invasin de los maces pintados, que desplazan a los nativos, y hablamos de cmo obtener las semi-llas nativas cuando se les pierde por sequa, por plaga o por dejar de sembrar cuando no resulta redituable. En estos encuentros los ancianos comparten algunos cuentos sobre el maz y nos hablan de la forma de cuidar las semillas para que no se piquen, as como de mtodos para conservar las semillas nativas. Y se han integra-dolascompaerasqueutilizanelmazparadiversosalimentos, como el tamal, pozol, atole, pinole y las tortillas.Todoesteprocesodeencuentroscampesinos,aunadosareco-rridosdeparcelasyprcticasagroecolgicascomoelaboracin de compostas y fertilizantes foliares, uso de sembradora manual, rotacin de cultivo, siembra de leguminosas y conocimiento de plantasrepelentesalasplagasydelainf luenciadefasesluna-res en la agricultura, nos ha venido capacitando y nos ha hecho tomar conciencia de que no slo debemos defender el maz na-tivo, sino la manera de producirlo, que es la milpa, en donde el maznoestsolo,sinoacompaadodeltomatito,delcebolln, del chile, la calabaza, el pltano la yuca, el frijol, el cilantro, los quelites y ms. Y damos a conocer esto a todos en la regin y expresamos la necesidad de pro-ducirexcedentesdesemillasnativasparaofre-cerlos a quienes acuden a los encuentros y ferias campesinas.En 2008 fue importante la propuesta de la aso-ciacin Semillas de Vida, que nos proporcion los medios para realizar el sueo de cultivar una hectrea de maz nativo entre varios campesinos para obtener semillas de maces nativos y juntar 16 costales de maz seleccionado por los mismos campesinos, segn sus usos y costumbres, y ofre-cerlos en el encuentro de mayo del 2009.Cmologramosesto?Seplaticconloscom-paerosmsentusiastasenconservarelmaz; se realiz un pequeo diagnstico de los maces que se siembran en la regin: para qu los usan, cmo los cuidan, cuntos aos tienen de conservar sus semillas y por qu, y con qu cultivos asocian el maz.Finalmente se hizo un de equipo 16 campesinos, la mayora jve-nes y mujeres. Adems de su siembra habitual, cada uno trabaj una tarea (25X25 metros): se encargaron de preparar la tierra, sem-brarla, darle mantenimiento, cosecharla, seleccionar la semilla y sembrar el segundo ciclo (Tapachol), realizar las tareas necesarias hasta cosechar y volver a seleccionar semilla hasta entregar la cos-talilla de maz en el encuentro de mayo de 2009. Equipo Nahua PopolucaVeracruzPOR CONSERVAR LA SEMILLAGuerreroSEMBRAR PARA COMEREvento:OctavoCongresodelaAMER. Campesinosyprocesosrurales: diversidad,disputasyalternativas. Lugar:Sededelcongreso:Benemrita UniversidadAutnomadePuebla.Puebla, Pue.Fecha:24al27demayode2011.En breve,laconvocatoriaestardisponible tambin en la pgina web www.amer.org.mx Libro: Milpas y cafetales en los Altos de Chiapas. Autoras: Rosario Cobo y Lorena Paz Paredes. Introduccin y eplogo: Armando Bartra. Serie: Acciones / Nmero 7. Editores: Semarnat, Cobabio, Corredor Biolgico Mesoamericano Mxico, Global Environment Facility, Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural Maya.Revista: Rojo AmateInformes: http://rojoamate.blogspot.com/ Video: Sembrando un futuro. Alternativas agroecolgicasdelpueblouSaavi aladeserticacinenlaMixtecaAlta. Investigacin:EckartBoege/PhilDahl- Bredine. Realizacin: Martn Boege / Eckart Boege/PhilDahl-Bredine.Productores: CEDICAM, La Casa de la Milpa Sostenible, Fondo Genographic Legacy de the National Geographic Society y Asociacin Maryknoll.Evento:VIConcursoRegionalde GastronomaTradicionalyPrimer Encuentro Regional de Danza. Organiza: Cooperativa Tosepan Titataniske. Fecha: 31 de julio de 2010. Lugar: Cuetzalan, Puebla.Web: http://viacampesinanorteamerica.org/ (Pgina de Internet de La Va Campesina Regin Norte.FOTO: Elena lvarez-BuyllaFOTO: Pietro Andrea MattioliFOTOEllBll17 de julio de 20109Juan Jos LavaniegosAlpiedelCerrode LasCruces,a800 metros sobre el nivel del mar, caminan 15 hombres. Va por delante Juan Luis, el dueo del terreno donde hoy van a sembrar; su mula cargaunbultodesemillademazcriollo bien seleccionada, ofrendada, bendita.El trabajo ser largo y pesado como siempre, enpendientespronunciadasdondetanslo llegar es difcil, pero se respira un ambiente de fiesta entre ellos, son familia y saben que juntos pueden avanzar y protegerse de la ser-pientemahuaquite,cuyovenenoesmortal, como el veneno del individualismo.Mano vuelta le llaman al trabajo colectivo intensivo que hace posible una milpa sin dine-ro; se paga con trabajo y se trabaja con gusto.En un mundo donde todo cuesta, todo tiene precioytodotienedueo;dondecadaper-sona trabaja para ganar y acumular, la milpa otom se levanta para repartir y compartir los frutosdeuntrabajocomnenunterritorio comn. Nunca se hacen cuentas de lo que se gasta porque lo importante es tener maz crio-llo suficiente para comer sabroso todo el ao.Llegandoalterrenoconocidocomoloma delQuelite,JuanLuishacesuofrendaen elcentrodelamilpayreparteacadacom-paero un puo de grano para que sea el pri-mero que se siembre. Luego cada sembrador se hace responsable de una lnea y avanzan poco a poco, todos juntos y al mismo ritmo.Mientras,enlacomunidaddeElPericn,a treskilmetrosdelamilpa,ReynaBonilla preparaelhitacateparalostrabajadores;es comidadefiesta:moleconpollo,tortillas, agua fresca y aguardiente. Reyna es la esposa de Juan y camina con sus hijos la misma vere-da al pie del cerro; todos cargan algo. Al llegar a la milpa, el hijo menor le grita a su pap.Eslamitaddelajornadaylosfaenerosse sientanacompartirelalimento;seplatica del clima, de cmo est la tierra, de los que se fueron a trabajar al norte, de la semilla y el terreno que cada quien escogi para sem-brar, de los transgnicos, de los herbicidas...Laagriculturaorgnicanoesnadanuevo, sus abuelos la practicaron por siglos pero se fue perdiendo desde que las empresas y el gobier-no los convencieron de las ventajas en el uso de agroqumicos. En esta siembra de temporal Juan Luis apartar el pedazo ms parejo de su milpa para sembrar, junto con el maz, una le-guminosacriollaconocidacomofrijolarroz, que es buena para mejorar el suelo, para evitar el crecimiento de hierba y para comer.En estas tierras nadie corre el riesgo de pro-bar con semillas de fuera porque en la milpa estenjuegolasobrevivencia;ningunode loscomunerostienecuentabancaria,pero conservar la semilla criolla en este territorio es ms seguro que tener dinero en el banco, es la base de la autonoma y de una vida co-munitariaequilibradarealmentesustenta-ble, un banco de vida.El caso contrario es el de alguna gente que se va al norte dos o tres aos a juntar dlares; cuando regresaalacomunidadyanoquieresembrar porque le es ms fcil comprar el maz. Luego el dinero se acaba y otra vez abandonar la co-munidad para emigrar y arriesgar la vida.Los que no se van al norte permanecen aqu, en las montaas de la Sierra Madre Oriental, en lo que hace pocos aos la euforia capitalista con-siderabatierrasociosas.Aquestelpueblo otomjuntoconelnhuatlyeltepehuacon-servandoladiversidadcriollademazyfrijol, de yuca y pltano, de chile y tomatillo, de caf y pericn, de cedro y palo de rosa, de copal y plantas medicinales, de agua clara y aire limpio.Quincepersonassembraronlaparcelade Juan Luis en un da; los prximos 14 das l no descansar hasta haber terminado de ayu-dar a cada persona que le ayud.Luegolasmilyunanochesdevigiliapara cuidar la milpa, pedir que baje la lluvia sufi-ciente y a tiempo, que no llegue el viento del huracn, arrancar la mala hierba, ahuyentar a los animales silvestres que tambin tienen hambre, celebrar la fiesta de la cosecha, aca-rrear las mazorcas en bestia, acomodarlas en latroje,ycuidarlasparaquenosepiquen. Mucho trabajo todo el ao.Sindudaeselpeornegociodelmundo, peroeslamejorformadeconservarlavida en el mundo. Fomento Cultural y Educativo, ACMauricio Gonzlez GonzlezElpueblonahua delaHuastecao maseual,queen nhuatlsignifica campesino, palabra milenaria ntimamente cercanaaloquealgunoshoyllamancam-pesindio,tienevocacinagrcola.Enuna regin dotada por la gesta de dos ciclos pro-ductivos el tonalmilli de secas y el xopamillidelluvias,lamilpanahua,maseualmilli,se erigesobrependientesyplaniciesque,bajo brazosdehombresycadavezenmayorn-merodemujeres,alberganlosesfuerzosde maces multicolores (amarillos, rojos, negros, blancosypintitos),queseabrenpasoentre calabazas, yucas, camotes, frijoles, chiles, ca-cahuatesychayotes,bordeadospornutridas variedades de platanares, ciruelos, naranjos y papatlas, indispensables para envolver tamal.As,unprimeracercamientonospresenta loirremediable:quelamilpaencarnadi-versidad y que es hecha por diversos, no slo degnerosinotambindeedad,yaquelos ueyitatamej,losabuelos,siemprereservarn aliento para la milpa, fuente de fuerza vital. Perotambinlosnios,quienesdesdetem-pranaedadsernforjadosalcalordeella, iniciandoconpequeosmandadoshasta formarpartedelascuadrillasqueamano vuelta,esdecir,dandotrabajoyrecibien-doeldelosdems,harnproducirlatierra ysernproducidosporsta,puescomoen muchos otros pueblos con tradicin religiosa mesoamericana,ademsdelohumanoylo consignado como natural, en la milpa inter-viene el trabajo de existentes no humanos.Madre y padre Tierra sern fundamentales, pero tambin la intervencin de la duea del agua, Apanchane, ser sustantivo para que la matacrezca,siendolabenevolenciadeEje-katl, el Viento y Tonatij, el Sol, un factor tras-cendental.Todosellosinteractanentres, pero lo hacen con especial ahnco con el es-pritu de la semilla, Chikomexochitl. Es l del que dan cuenta los mitos, pues para sobrevivir super numerosas adversidades, pero tambin l es el que invent la msica y el baile, por lo que no es extrao que sea a l a quien se le ha-lague con ambas expresiones en cada ritual.Alrededordelciclodelamilpaunodecos-tumbres, de rituales, se entreteje. Cada evento reserva un espacio a cada una de las potencias enlistadas, marcando con ello la temporalidad delprocesoagrcola.Lasiembra,lasfasesde crecimiento y, muy en especial, las cosechas, estn signadas por un calendario ritual que a vecesdejaversucualidadmilpera,comoel sintlakualtilistli de la siembra o el elotlamani-listli de cosecha de elote, mientras otros como Xantolo, Todos Santos, encubren con la visita de los muertos el festn de la cosecha de aguas. La diversidad de humanos, no humanos y di-ferentes tipos de vida se suman a la diversidad milpera, conjuncin de muchos que en su sa-ber hacer se reconocen comunidad.Milpasvirtuosasenlasquesemantieneen acto la memoria de este pueblo, en las que los maceshbridospocohantenidoqueaportar, pues no cierran bonito y se les mete gusano, siendo el de los antepasados, el de sus padres, el queaguantams.Noobstante,comoentoda comunidadviva,lamilpatambinenfrenta problemasyunoserioeselquehalegadoel generalizadousodeherbicidasyplaguicidas, puesnumerososquelitesyanosonfcilesde encontrar y el chiltepin, chile paradigmtico de la regin, en algunos lugares ya no quiere dar. Eslamismadependenciaalosagroqumicos la que les exige dinero circulante, afectando no slo la reciprocidad en el trabajo, sino tambin el hacerlo en colectivo, pues para cargar la mo-chila fumigadora slo se necesita de uno.Sin embargo, tambin hay acciones ante hori-zonteadverso,porejemplo,lascomunidades organizadas en el Frente Democrtico Orien-taldeMxicoEmilianoZapata(FDO-MEZ),sostienenunacuerdoquenoacepta ningnpaquetetecnolgicoextraoalsaber tradicional,explicitandounclaroycontun-dente rechazo a la implementacin de maces transgnicos. A su lucha agraria legendaria su-man hoy otras que les impone el capital, pero no slo como resistencia, sino en franca eman-cipacin,promoviendoentreelloscampaas de rescate de maces y frijoles criollos. Centro de Investigacin y Capacitacin Rural, AC / Museo Nacional de Antropologa, INAHVeracruzEL PEOR NEGOCIO DEL MUNDOMaces multicolores (amarillos, rojos, negros, blancos y pintitos), que se abren paso entre calabazas, yucas, camotes, frijoles, chiles, cacahuates y chayotes, bordeados por nutridas variedades de platanares, ciruelos, naranjos y papatlas, indispensables para envolver tamalEn un mundo donde todo cuesta, todo tiene precio y todo tiene dueo; donde cada persona trabaja para ganar y acumular, la milpa otom se levanta para repartir y compartir los frutos de un trabajo comnNinguno de los comuneros tiene cuenta bancaria, pero conservar la semilla criolla en este territorio es ms seguro que tener dinero en el banco, es la base de la autonomaMASEUALMILLI: COMUNIDAD DE DIVERSOSVeracruzFOTO: Joan HartFOTO: Paul Williams17 de julio de 201010Csar Carrillo TruebaEssabidoqueelmazfuedomesti-cadoenMesoamricaalrededor deochomilaosa.C.,perocon frecuenciaseolvidaquesiempre estuvo acompaado de otras plantas, que su cultivoydiversificacinsedesarrollaronen todo el territorio bajo el sistema de milpa, es decir,quemilpa,mazyculturanacierony crecieron juntos en esta parte del mundo.De hecho, las primeras especies que presen-tan cambios debido a manipulacin humana son el guaje y la calabaza, seguidos del chile yelaguacate,yunapresenciaconstantede frijol silvestre. En Tehuacn los dos primeros eran sembrados en las barrancas que mante-nan una mayor humedad, mientras el chile se plantaba en los mrgenes del ro, junto con el aguacate, que no es nativo de esa regin. El maz hace su aparicin en este sitio, al igual queenTamaulipasyOaxaca,alrededorde dosmilaosdespus,bajolaformadeuna pequeamazorcaconminsculosgranos, comparadosconlosactualesque,sepiensa, debensutamaoaunamutacinsbitare-sultado de la estructura gentica de esta plan-ta, aunque hay polmica al respecto.Ladomesticacindeplantaseraparte deunaestrategiaquebuscabanivelarlas variacionesentrelacantidaddeproductos obtenidadelmanejodelavegetacinenla estacin de secas y en la de lluvias con el fin de mantener una cierta abundancia a lo lar-go del ao, un rasgo que se observa en todos aquellos lugares donde se origin casi simul-tneamente la agricultura en el orbe.No se sabe cmo ocurri, pero el cultivo de mazenmilpa,juntoconfrijol,calabaza, chileyotrasplantasmsfueadoptadopor pueblosdedistintoorigenylenguaper-tenecientesa16familiaslingsticasque ingresaronaloqueesactualmenteterrito-riomexicanoendiferentespocasyocupa-ronlasmuydiversasregiones:semiridas, templadas,clidasyhmedas,etctera. Allmoldearonsuhbitat,creandopaisajes tandiversoscomoelterritoriomismo,en dondeelmazocupunsitioprivilegiado ytramrelacionesconloscultivospropios decadareginyotrasplantassilvestres.La conjuncin de estos vegetales y las presas de caza,elpescadoyotrosrecursospropiosde cadazonaconformdietasmuyvariadasy estilosculinariosdistintos.Lasmuydistin-tasvariedadesdemazquehanexistidoen Mesoamricayanpersisten,ascomolos sistemas empleados para su cultivo, dan fe de semejante diversidad.Sin embargo, hay una unidad en la manera comosesiembratradicionalmente,yaque esmuysimilarentodoelterritoriomeso-americano:sehaceunpequeohoyocon bastnplantadorconocidotambincomo coa,espequeyotrosnombresysecoloca uno o varios granos para asegurar que algu-no brote, manteniendo cierta distancia entre cadahoyoafindeintercalarotroscultivos, principalmente calabaza, frijol y chile, pero tambin chayote, cebolln y muchos ms, ya sea al mismo tiempo o cuando el maz haya alcanzado cierta altura.La manera de preparar el terreno depende de distintos factores, pero sobre todo del sistema empleado,locualhavariadoalolargodel tiempo han existido de camellones, chinam-pas, terrazas, de riego, etctera; sin embargo, elmssencilloydifundidopareceserelco-nocido como roza, tumba y quema, en donde se devasta una pequea porcin de bosque o selva, se cortan rboles y arbustos y se queman. Al cabo de un breve lapso, al inicio de las llu-vias, se realiza la siembra, despus de lo cual es preciso cuidar regularmente la milpa, remo-viendo las hierbas que impiden el crecimiento del maz y alejando aquellos animales que lo perjudican. La cosecha se efecta a mano, sin ayuda de instrumento alguno.Estaformadecultivo,quedifiereporcom-pletodelaempleadaenlamayoradelos cerealesyseasemejamsalasllamadas prcticas de horticultura como el cultivo de tubrculos fue un factor fundamental en la conformacin de la manera de ver el mundo en Mesoamrica, en la forma de relacionarse dentro de las comunidades y de los distintos pueblos y entre stos.Gnesisdeunacosmovisin.Elmazyace as en el centro de la cosmovisin de los pue-blosmesoamericanosylaestructura.Esun elemento fundamental de los mitos de origen en algunos de ellos, el ser humano est he-chodemazoprocededeestaplanta,ysu aparicin marca un antes y un despus en la historia humana. Es metfora de la vida mis-ma, en especial del nacimiento, crecimiento, reproduccinymuertedelserhumano.Su cultivoenmilparigeelcicloanual,alrede-dordelcualseestructuralaobservacindel movimiento de los astros, y cuya caractersti-ca principal es la alternancia de la temporada de lluvias y la de secas, el tiempo de prepara-cin de la parcela y el inicio de la siembra, el transcurso del crecimiento y la cosecha. Este rasgoconstituyelaimprontadesuorigenenunazonadefuertecontrasteestacional, y se arraiga en las races de la visin dualista lluvias/secasconsolidndola,porloque,aun cuando en parte del territorio mesoamericano sellevaacabolasiembradeinviernoenla pocadesecas,lasprincipalesfiestassonen todas partes la de la Santa Cruz y la del Da de Muertos, que marcan, respectivamente, el fin de la poca de secas y el fin de la de lluvias.Tanpreponderanteeraelmazcomomet-foradelavidamismaque,cuentaSahagn, entrelosnahuasdelsigloXVI,cuandonaca unnioseleencomiabadicindole,estu salida el mundo. Aqu brotas y aqu floreces, y se le cortaba el ombligo sobre una mazorca de maz. Es verosmil explica Alfredo Lpez Austin que los antiguos nahuas creyeran que pasaba al maz parte de la fuerza de crecimien-to de la que estaba cargado el recin nacido. En efecto, la mazorca quedaba ligada a la vida del nio. Los granos se guardaban para su siembra, ysucultivoerasagrado.Lospadresdelnio usaban los frutos para hacerle el primer atole. Despus, cuando el nio creca, un sacerdote guardaba el maz reproducido y lo entregaba al muchacho para que sembrase, cosechase e hi-ciese con lo cosechado las ofrendas a los dioses en los momentos ms importantes de su vida.Todosestoselementosfueronconformando una visin del mundo muy elaborada, al inte-rior de la cual se desarrollaron conocimien-tos de gran precisin en diferentes reas as-tronoma, medicina, etctera y una religin compleja, manejada por una clase sacerdotal queretomlosmitosyritosexistentespara reelaborarlos y legitimar su dominio en una sociedad que cada vez se tornaba ms jerr-quica. La cultura olmeca marca el inicio de este proceso, alrededor de mil 200 a.C., y de ella se originan todas las dems.Con la irrupcin europea termin el auge de estas culturas, pero las zonas rurales mantuvie-ron su tradicin oral por sobre la escrita o pic-togrfica, un calendario ms ligado a los asun-tosagrcolas,unaorganizacinsocialmenos jerrquica y un saber en donde la teora no se separa de la prctica. Por ello, como lo explica LpezAustin,losprincipiosfundamentales, lalgicabsicadelcomplejo,siempreradic en la actividad agrcola, y sta es una de las ra-zones por las que la cosmovisin tradicional es tanvigorosaennuestrosdas...porsupuesto, acompaada de la milpa que la vio nacer. Facultad de Ciencias, UNAMLA MILPA Y LA COSMOVISIN DE LOS PUEBLOS MESOAMERICANOSEl cultivo de maz en milpa, junto con frijol, calabaza, chile y otras plantas ms fue adoptado por pueblos de distinto origen y lenguaEl cultivo en milpa rige el ciclo anual, alrededor del cual se estructura la observacin del movimiento de los astros, y cuya caracterstica principal es la alternancia de la temporada de lluvias y la de secas, el tiempo de preparacin de la parcela y el inicio de la siembra, el transcurso del crecimiento y la cosecha17 de julio de 201011Pablo Sigenza RamrezDe un rbol de cerezo situado en el cerco de una parcela campesina, bajunapequeaorugaysein-tern en la pequea milpa. Mien-trascaminabaentresurcos,semaravillde la variedad de plantas que all existan. A ella siempre le gust el color blanco de las flores, pues le pareca que era la luz hecha ptalos. Al ver tantos colores se pregunt en voz alta:Por qu no todas las flores son blancas, si es el mejor color sobre la Tierra?Sin esperarlo, escuch de pronto una voz que sala de una planta cercana: Yo soy la flor de ayote, en otros lados me llaman calabaza; no soy de color blanco, pero mis ptalos amari-llos son muy apetecibles para comer y cuando doyfruto,losayotestambinsonutilizados por muchos animales para alimentarse.Otra voz se escuch unos pasos ms all: Yo soy la hierbabuena, pocas veces llego a tener flor, pero el verde de mis hojas tieneun sa-boryunolorimportanteparalacocinade los seres humanos y para aliviar dolores en la pancita de nios y nias.A m me dicen jacaranda! se oy la voz fuertedeunenormerbolqueestabaen la esquina de la parcela En los meses de enero a marzo de cada ao mis f lores mora-das son recolectadas para aliviar a los hom-bresymujeresdeunosbichitosqueellos llaman amebas!Unaespigadorada,alaque unescritorllamadoPablo Nerudadenominpuntade fuego sobre lanza verde, habl as: Yo soy la flor del maz; el fruto que sale de m en forma de mazorca ha servido para alimentar a miles decomunidadespormsdediezmilaos. Grandes pueblos se han desarrollado en estas tierras debido al uso que han dado a mi fruto. Las manos amorosas de seoras y seores es-cogen las semillas que luego siembran en la MadreTierra;elcuidadoquemeprocuran hace que tengan alimento de maz de colores varios: blanco, negro, amarillo y rojo.La oruga exclam: Vaya, eso no lo saba!La espiga de maz continu: Conmigo con-vivenfrijoles,ayotes,tomates,miltomates, chiles,lahierbabuena,palosdejacaranda, sacoyfrutales.Ves,amigaoruga,somos muchasplantasysomosdiferentes.Todas somos importantes, igual que t.Entonces, la pequea oruga vio con otros ojos la diversidad de colores y formas que haba en laparcela.Regresalrboldecerezoconla certeza de que la Madre Tierra es sabia. Estaba ansiosa por convertirse en mariposa. Con sus nuevas alas podra recorrer ms lugares, sentir-se con libertad y admirar los colores desde las alturas. Ella misma sera de mltiples colores: quiz roja como el jitomate, azul como la bo-rraja o amarilla como la flor de ayote. UN MITO TOTONACO()enunlugardelTotonacapan,lugar delsol,lugardeltruenoylugardelas risas()porqueelTotonacapane-netrescorazn,aunquelematenuno puede nacer otros dos para volver a ser tres corazones. En un lugar se reunieron todos los dioses, Dios del Agua, Dios del Cerro,DiosdelViento,DiosdelMazy todosyyahabagente.Losdiosesvie-ronquetena(n)que(darde)comera sushijos,entoncessereunieron;no haba nada que comer, ya haba gente y todo. Coman todo lo que encontraban en la calle. Pero el maz no exisa.Entoncesporunmo-mento estaban planean-doquibanacomer. Exisanlosdiosespero lo hijos qu iban a comer despus. Entonces planea-ban,entoncesloinvitaron avariospersonajes,(pero)ellosnolo aceptaronyprimeroloinvitaronaun joven ya grande, ya era guerrero, le dije-ron que tena que ser maz. Le explicaron lo que tena que pasar desde la siembra, desdeeldesgrano,desdeeldoblado, desdelapizca,desdedesgranarhasta llevaraprepararelmazcocido.Ydes-pus le contaron que tambin al hervir con cal lo van a lavar, lo van a moler y le van a hacer torlla, despus de cocer en el comal lo iban a comer y despus iba a tener el hombre y despus iba aEntonces el joven decidi, le dio miedo, sefueaesconderenlospeascos.Se volvieronareunirlosdioses.Invita-ronaunajovenquesellamamalvao malvarn,tambinloinvitaronyle expusieronqutenaquehacerpara sermaz.Cuandolaestabaninvitando le dijeron que si aceptaba, iba a comer pollo,peroporloquelecontaronno acept.Alamuchachatambinledio miedo,tambinsefueaesconderen losbarrancos,enloslugaresescondi-dos. Ahora ah nacen las malvas en los barrancos. Ahorita tambin da su maz.Poresoinvitaronaunnio.Comoes-tabaniotodavanoreexionaba.Le expusieronloquetenaquepasar,el sembrado hasta la torlla. Le dijeron el nio no te preocupes te vamos a hacer esta, vas a comer pollo, el nio humil-dementeloacept.Agarraronelnio y lo descuarzaron, lo cortaron en pe-dazosyesospedacitoslossembraron y al tercer da apareci planta de maz. Entonces lo ofrendaron el pollo, mata-ron el pollo para dar de comer a los que sembraron. Es su esta de maz. El nio lo mataron tambin. Nacieron las plan-tas y dieron frutos. Como descuarza-ron a todo el nio, entonces por eso sa-li el maz rojo que era su sangre, maz blancoqueerasushuesos,odientes, elnegroqueeransuscabellosuotras cosas; el amarillo los tutano ()Tambinsalieronhuesossalpicadosde sangre, por ah salieron esos maz pin-tos, de ah naci el maz. Por eso cada aocuandosesiembraaquenIxte-pec, ene que ser pollo para sembrar, enequeserforzosamentepolloylo ofrendan.Tambinmecontabanque anteslamadreerranoocupaban abonoqumiconinada,quecuando agujerabanlaerraqueeslamadre, quesangrabayporesoahnaceel maz. Entonces as naci el maz. Gteeirt Stiuos Guzu/u, Ixtrrrc, utezo cr 2007TODO CABE EN HACER MILPA, SABINDOLO ACOMODAR*Ni el campesino anda siempre de huaraches ni el indio en pura len-gua habla ni milpa ene que ser a fuerza una parcelita con maz, frijolycalabazaentreverados.Hacermilpaseempleaaqucomo concepto y designa la pluralidad virtuosa, la diversidad solidaria. En agricultura, hacer milpa no es sembrar puro tlacolol al piquete, sino culvar respetando la diversidad natural y social mediante manejos mlples y adecuados que sean ambientalmente sostenibles y cul-turalmente identarios. Porque hay erras de arado y erras que piden coa, campos buenos para sembrar puro maz, rotndolo al si-guiente ao con otro grano, y campos donde ms conviene el policulvo. Y de la misma manera, no todos los agroqumicos son agrotxicos ni todas las semillas mejoradas transgnicas. Hacer milpa no es receta, es concepto incluyente, plural, generoso como la siembra que lo inspira.* Acttetciu t ttcuuos cturrsiuos crt uoetr \ uoeorstr our sr sirutru uiucuurtcos.ado en elmpesina,aysein-pa. Mien-Unaespigadorada,alaqueunescritorllamadoPabloNerudadenominpuntadeLA ORUGA, LA MILPA Y LAS FLORESCuento para Ana LibertadCHULEANDO AL MAZ EN 1591JuandeCrdenas,mdicosevilla-noavecindandoenMxico,pu-blicen1591unlibrodemateria mdicaconelttulodeProblemas y secretos maravillosos de las Indias, enelquedecaconsorpresayen tonodereclamo:elmazesuna de las semillas que con mejor ttulo deben ser estimadas en el mundo, y esto por muchas razones y causas.DE SUS VIRTUDES SEALA LA PRIMERA POR SU GENERALIDAD, QUIERO DECIR POR SER COMO ES UNA SEMILLA QUE EN TIERRA FRA, EN CALIENTE, EN SECA, EN HMEDA, EN MONTES, EN LLANOS, DE INVIERNO Y VERANO, DE RIEGO Y DE TEMPORAL, SE COGE, CULTIVA Y BENEFICIALO SEGUNDO, POR SU ABUNDANCIA, QUE ES COMO DECIR QUE DE UNA HANEGA SE COGE CIENTO Y DOSCIENTAS, Y STAS NO CON DEMASIADO TRABAJO, SI NO FCIL Y DESCANSADAMENTE, NO AGUARDANDO CASI DE UN AO PARA OTRO, COMO SE AGUARDA EL TRIGO EN ESPAA, QUE SE SIEMBRA POR OCTUBRE Y SE COGE POR JUNIO Y JULIO, LO QUE NO HACE EL MAZ, PUES DENTRO DE TRES MESES Y A LO MS LARGO DE CUATRO Y AN EN PARTES DENTRO DE CINCUENTA DA SE COGE Y SE ENCIERRANotas de libro de Arturo Warman La historia de un bastardo: maz y capitalismoFOTO: Elena lvarez-Buylla17 de julio de 201012Catalina Rodrguez LazcanoLoprimerofuela accin:tarhni,voz purpechaquenos habladelactode labrarlatierraparadepositarsemillasydar inicio a la agricultura. Luego vino nombrar al instrumento primordial, tarhkwa (coa); al tiempodelabrarlatierra,tarhkukwa;ala persona que labraba, tarhri y a la tierra mis-ma, tarhta (milpa).Desdeentoncestarhtafuesinnimodel lugardondeprovenanlosmantenimientos obtenidos tras una serie de cuidados dedica-dos a las plantas, a diferencia del bosque y la laguna, donde se recolectaban y capturaban los bienes necesarios.Cultivarlamilpapurpechasiempreha sidodifcil.Enelaoslosesiembrauna vez, pues la tierra tiene pocos nutrientes y el ciclo es de 14 meses, por lo que se recurre al sistema de ao y vez. Las plantas dependen absolutamente de la lluvia y de la suerte para no ser perjudicadas por heladas y granizo. Al-gunos productores han incorporado tractores en la roturacin de la tierra, la siembra y las primeras escardas hasta que la planta alcan-za50centmetros.Losquenousantractor, propiooalquilado,empleanaradostirados por animales y para la siembra recurren a la tcnicadetapapiquealcanzaprecioalto enelmercadolaboral.Enesascondiciones, cada hectrea da poco ms de dos toneladas demazenpromedio,perolavariacines tremendaentreunaobuenoyunomalo: 930kilos,casiunatonelada.Buscandome-jorarelrendimientoseadoptaronlosfertili-zantes qumicos y ahora la tierra no produce sinellos;desafortunadamenteporsucausa ahorapalomillasygorgojosatacanalmaz guardado. Para evitarlo hay que comprar ms sustanciasqumicasycurarlo;otraopcin esdarloalosanimalescuandocomienzaa lloveryaparecenlasplagas.Apartirdeen-tonces hay que comprar para el gasto diario.Esta dificultades explican el panorama agrco-ladelamesetapurpecha.Enpocosaoslas milpas han cedido paso a la avena forrajera y a las huertas de aguacate. Todos coinciden en que este fruto seca la tierra, pero nadie quiere que-darse fuera del negocio, ante los escasos benefi-cios econmicos del maz. Sobre todo los cam-pesinos que tienen ms de dos parcelas, pues en unapuedenembarcarseenlaaventuradelos nuevos cultivos y en otras seguir fieles a la milpa.La recompensa viene con las cosechas, ver-daderos das de fiesta. La primera es en agos-to cuando las familias van al campo y prepa-ran su parhngua, u hogar de tres piedras en el que asan o cuecen elotes y chupan el jugo a las caas de maz. Es ocasin para recolectar flo-res de calabaza, hojas largas de la caa con las queseenvolvernlascorundasyelotespara llevar a la casa y preparar algunos platillos. Si esnecesario,secortanplantascompletasde mazparaadornarelaltardelavirgendela Asuncin o de alguna otra imagen cuya fiesta se celebre ese mes. La segunda cosecha ocurre en diciembre cuando se corta el frijol, el maz maduroyloquequededecalabazasychila-cayotes;lamismafamiliasehacecargoo,si la produccin es ms abundante, se contratan peones para el combate, ritual que en la an-tigedaderamuycomplejoyahoraconsiste en comida y bebida al final del ltimo da.El maz se almacena en el tapanco del troje o colgado en sartas, en especial el que va a servir de semilla para el siguiente ao; se selecciona por el porte de la mazorca y por el color, tama-oyconsistenciadelgrano.Loscampesinos estnconvencidosquesussemillascriollaso nativas son las ms adecuadas porque han visto fracasar los experimentos con hbridos y varie-dades mejoradas y por lo mismo calculan que no se han contagiado con polen transgnico. El resto de la cosecha se va ocupando a lo lar-go del ao para el gasto cotidiano, las comidas especiales y usos rituales. Para ello se escoge el color apropiado: tortillas, jawkatas y corundas se hacen con maz blanco, azul, pinto y amari-llo; nakatamales y atpakwa con maz blanco y amarillo;atoledezarzamoraconmazrojo,y atoledechaquetaconmaznegro.Cuando est tierno, en elote, el blanco es apreciado para atole de grano y huchepos y el rojo para pozole. En septiembre los elotes se ponen tokri (me-dio sazn), es el momento de comer toqueras. Razonessobranalostarhriecha(campesinos) paraapegarsealaagriculturatradicional.La milpalejosdeserunvestigioesunarealidad vigente en las comidas, en la organizacin fami-liar y social, en la vida religiosa. Muchos de los saberes en torno a la milpa se han perdido en el camino, pero otros los han sustituido probando suutilidadenlasdifcilescondicionesdepro-duccin y han conformado una estrategia siem-pre cambiante para conseguir su objetivo dentro de la lgica purpecha de intercambio, dar tra-bajo a la tierra para obtener frutos de ella. Investigadora de la Subdidreccin de Etnografa, Museo Nacional de AntropologaMarta Astier Caldern, Esperanza Prez Agis y Carmen Patricio ChvezEnlaregincono-cidacomoLago dePtzcuaroZi-rahun,enelcen-tro-occidentedeMichoacn,laagricultura campesinatradicionalbasadaenelcultivo de maz nativo, tambin llamado criollo, en asociacinconotroscomocalabaza,frijol yhaba,estructurapartedelaeconomade unas tres mil familias. Este sistema permite elsostenimientodelaactividadganaderay lacadenaalimentariamaz-tortillaartesa-nal.Enestaltimaseauto-empleanunas 650 mujeres, la mayora jefas de familia, que desplazan unas 30 toneladas an