historia de los bomberos de badajoz

8/7/2019 Historia de Los Bomberos de Badajoz

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PRIMERA PARTE:DE LA CREACIN A PRINCIPIOS DEL

SIGLO XX

1869-20091869-2009

140 AOS DE LOS140 AOS DE LOSBOMBEROS EN BADAJOZBOMBEROS EN BADAJOZ

Fernando Bermejo Martn

Inspector Jefe de Bomberosdel Ayuntamiento de Badajoz


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NDICE

INTRODUCCIN 9

ANLISIS HISTRICO DE LA PROFESIN DEL BOMBERO 10

LA HISTORIA DE LA LUCHA CONTRA EL FUEGO 11

EVOLUCIN DEL EQUIPAMIENTO PARA BOMBEROS 14

LA CIUDAD DE BADAJOZ HASTA EL SIGLO XIX 18

LOS BOMBEROS EN BADAJOZ 19

LOS BOMBEROS OCASIONALES 19

DE LA ACADEMIA DE GIMNASIA A LA ESCUADRA DE BOMBEROS 19

LA CREACIN DEL PRIMER SERVICIO DE BOMBEROS ORGANIZADO 20

EL SISTEMA DE ALARMAS 21

LOS PRIMEROS PROBLEMAS 22

LA SEGUNDA ETAPA. EL PRIMER REGLAMENTO 22DE NUEVO PROBLEMAS 24

LA PRIMERA OFERTA DE MATERIAL 24

OTRA VEZ DISOLUCIN 28

LA REORGANIZACIN DEFINITIVA? 28

EL PRIMER UNIFORME OFICIAL 30

LA CAMPANA DE ESPANTAPERROS 31

SIMULACROS, PRCTICAS Y EXHIBICIONES 32

RETENES DE PREVENCIN 33

EL REGLAMENTO DE 1881 33

REFERENCIA A SINIESTROS DE LA POCA 36

EL NUEVO PARQUE DE BOMBEROS 36

LA PROFESIONALIZACIN: AO 1887 37

LA PREVENCIN DE INCENDIOS EN LA POCA 39

LOS BOMBEROS FUERZA ARMADA? 42

EL REGLAMENTO DE LAS SEALES DE SILBATO 42

LAS RACES DE LOS BOMBEROS EN LA CIUDAD 44

TRASLADO DEL PARQUE DE BOMBEROS 47

LOS BOMBEROS EN LOS ACTOS DEL CUARTO CENTENARIO DEL

DESCUBRIMIENTO DE AMRICA 47

INUNDACIONES EN 1892 47

LA LLEGADA DEL SIGLO XX 48

EL PRIMER ACCIDENTE LABORAL 50

EPLOGO 51

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INTRODUCCIN

La imagen de un camin de bomberos circulando por

nuestras calles, con sus sirenas y luces, despierta

sentimientos contradictorios en los espectadores.

Por un lado, un sentimiento de an-

gustia al pensar en el destino final

del mismo, en el que personas o

bienes estn en peligro. Por otro

lado, un sentimiento de admiracin

hacia aquellos que han elegido una

profesin de servicio a los dems,

en la cual su vida se pone en juego

para salvaguardar la de sus vecinos

y sus pertenencias.

Los bomberos son hroes para los

nios y motivo de admiracin para los

mayores, aunque la crtica hacia sus ac-

tuaciones siempre est en el aire cuandoalgo falla. A fin de cuentas, bajo el uniforme

que les imprime el carcter propio, hay per-

sonas como otras cualquiera, con sus mismas

vivencias y problemas personales.

Las pginas que siguen recogen un

pedazo de la historia de Badajoz, la re-

lacionada con los bomberos.

Tomaremos el hilo de la historia en la

segunda mitad del siglo XIX, aunqueharemos un parntesis previo para des-

cribir el origen de esta profesin, desde

la poca romana hasta la creacin del

primer Cuerpo de Bomberos en nuestra

ciudad, en el mes de mayo de 1869.

La historia de los Bomberos en Bada-

joz ha sido recopilada fundamental-

mente de los documentos existentes en los archivos municipales.

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1869-2009 CIENTO CUARENTA AOS DE LOS BOMBEROS EN BADAJOZ

PRIMERA PARTE: DE LA CREACIN A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX


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ANLISIS HISTRICO DE LA PROFESIN DEL BOMBERO

Desde los comienzos de la lucha contra el fuego organizada, el xito de los bomberos ha de-

pendido de su coraje, dureza y capacitacin. La carencia de herramientas y de equipos de pro-

teccin, exiga a los primeros bomberos que desarrollasen un gran esfuerzo fsico y que

asumiesen enormes riesgos.

En el bombero de antao, era

un requisito imprescindible dis-

poner de una gran fuerza mus-

cular que le capacitase para los

grandes esfuerzos que le exi-

gan algunas intervenciones de

rescate.

En el siglo XXI, sigue siendo

un requisito fundamental para elbombero tener un gran coraje y

determinacin, adems de una

buena preparacin fsica y men-

tal, pero el gran incremento del

arsenal de equipos permite intervencio-

nes ms seguras y las herramientas me-

cnicas, elctricas e hidrulicas facilitan

la realizacin de trabajos imposibles en

otras pocas.

El bombero moderno debe tener unos

amplios conocimientos tcnicos para

aplicar, utilizar y explotar toda la tecnolo-

ga a su alcance para incrementar las

posibilidades de salvar vidas.

Del mismo modo, las tcnicas de pre-

vencin de incendio han sufrido extraor-

dinarios avances. Desde el comienzo de

la utilizacin del fuego por el hombre co-

menzaron a utilizarse medidas de prevencin. Existen mltiples testimonios escritos de medi-

das preventivas para evitar incendios y para combatirlos, utilizadas por las antiguas

civilizaciones egipcia, griega, y otras.

Hoy se dispone de multitud de sistemas e instalaciones capaces de detectar, controlar e in-

cluso apagar automticamente un incendio, alertando a los ocupantes en peligro para que pue-

dan ponerse a salvo. Las tcnicas constructivas han avanzado sensiblemente y los nuevos

cdigos constructivos hacen las edificaciones ms seguras cada da.

Desde la antigedad hasta hoy en da, la lucha contra el fuego ha sido la principal tarea de

los Cuerpos de Bomberos, aunque en la actualidad las tareas asignadas a los Bomberos son

de una amplia naturaleza aadindose a las del combate de incendios no solo actividades de

rescate diversas, sino incluso actuaciones en defensa del medio ambiente.

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LA HISTORIA DE LA LUCHA CONTRA EL FUEGO

El contacto del hombre con el fuego se remonta a los orgenes de la humanidad. El hombre

pronto aprendi a manejar y controlar un fenmeno natural que, provocado por rayos o erupcio-

nes volcnicas, resultaba un peligroso enemigo. El control del fuego permiti al hombre defen-

derse del fro y de otros animales, transformar los alimentos incrementando sus propiedadesnutritivas, y, posteriormente, transformar otros materiales.

Los restos ms antiguos de fuego hallados en Espaa (Capellades, Barcelona) corresponden

a 15 hogueras de 53.000 aos de antigedad, y demuestran que el fuego centralizaba la mayo-

ra de las tareas de los asentamientos de los hombres de Neandertal, que se organizaban en

funcin de cmo se distribuan los hogares.

Cuando el hombre aprendi a hacer fuego, haciendo saltar chis-

pas golpeando pedernales, o frotando maderas entre s, transform

al inicial enemigo en un potente aliado, con lo que se inici una ex-

traordinaria revolucin en todos los rdenes, que tambin debitraer aparejadas las primeras catstrofes derivadas de un uso in-

correcto o descuidado del fuego.

Las religiones y mitos asignaron al fuego un papel primordial en

todas las civilizaciones, comenzando a asignarle un lugar en tem-

plos y hogares, no solo para usos prcticos como cocinar o calen-

tarse, sino como objeto de culto, lo que increment los riesgos de

incendio.

El fuego pronto pas de ser una herramienta domstica a una po-

tente arma en los enfrentamientos con los enemigos. Eso oblig a la

adopcin de medidas no solo para apagar los incendios incontrolados,

sino a protegerse de los que pudieran ser provocados durante los

conflictos con otras tribus vecinas. As, algunos pueblos cubran los te-

chos de sus chozas con barro para protegerlas del fuego utilizado

como arma por sus enemigos.

Es de suponer que los pueblos primitivos se defendan de los in-

cendios utilizando mtodos simples, golpeando las llamas con ramas o arrojndoles tierra. Es

tambin probable que de la observacin de que el agua de la lluvia apagaba el fuego, se derivase

el comienzo de la utilizacin de este elemento natural para apagar los incendios.

La gran velocidad de desarrollo de los incendios oblig tambin a reforzar las medidas dealarma, dado que aunque los pequeos incendios podan controlarse con cantidades de agua no

demasiado importantes, los grandes incendios resultaban absolutamente incontrolables. Por ello,

se sabe de la existencia en las civilizaciones egipcia, griega y romana de esclavos o funcionarios

pblicos encargados de vigilar durante la noche y dar la alarma en caso de incendio para iniciar

las tareas de extincin lo antes posible.

Con diversa organizacin, las grandes ciudades egipcias, hebreas, romanas y griegas, aten-

dieron comunitariamente la extincin de los incendios acaecidos en las mismas. Sin embargo, es

el Imperio Romano el que da a este Servicio una organizacin compleja y estructurada.

La primera organizacin seria de la que ha quedado constancia histrica, con una organizacinsimilar a los Bomberos actuales se cre durante el Imperio Romano. A raz de un gran incendio

en Roma, en el ao 22 antes de Cristo, el Emperador Augusto organiz una verdadera milicia en-

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cargada de combatir los incendios. Se les denomin vigiles y constituyeron un cuerpo de 600

esclavos, al frente de los cuales haba un Prefecto. Su misin era la de vigilar y acudir a sofocar

los incendios que se produjesen en la capital del Imperio. La organizacin tena carcter para-

militar y una estructura jerrquica, siendo su misin principal la vigilancia nocturna.

El equipamiento de los primeros bomberos de la poca romana era muy elemental. Tenan

cubos, hachas y, alguna escalera. Posteriormente fabricaron bombas de pistones, que permitanlanzar el agua a distancia.

En el ao 6 despus de Cristo, Augusto reorganiz este cuerpo, mantenindolo a las rdenes

del Prefecto de Vigiles, pero subdividindolo en siete cohortes encargadas cada una de una zona

de la ciudad, y a cargo cada una de un Tribuno.

Cada cohorte tena un total de 1.000 hombres, to-

talizando pues 7.000 vigiles.

Los vigiles eran esclavos libertos, pero no podan

ser ciudadanos de Roma. Posteriormente, la legis-

lacin les permiti obtener la ciudadana romanatras seis aos de servicio como vigiles.

Este primer servicio de bomberos organizado de

la antigedad sufri diversas reorganizaciones. Se

les dot de cuarteles especficos, que llegaron a

contar con gimnasio y vivienda para los vigiles.

Se les asign incluso una pensin econmica

para los que se jubilaban tras veintisis aos de

servicio y alcanzaron un gran reconocimiento so-

cial. Utilizaban herramientas sencillas, hachas, es-

calas, cubos, etc. e incluso bombas manuales de

pistn.

El prefecto era asimismo juez para casos de in-

cendios intencionados o de conductas negligentes que provocaran incendios o dificultaran la ex-

tincin. Por ejemplo, si alguien obstrua el paso de los equipos de Vigiles, el Prefecto poda

ordenar su arresto y juzgarle de modo inmediato.

Se dictaron normas que exigan a los propietarios de viviendas disponer de tinajas con agua en

la entrada, para su utilizacin en caso de incendio,

que eran comprobadas por los vigiles.

Esta ejemplar organizacin tuvo sus ramificaciones

en Hispania, donde importantes ciudades romanas

como Mrida (Emerita Augusta), Zaragoza (Caesa-

raugusta), Tarragona (Tarraco), Sevilla (Hispalis) o

Barcelona (Barcino), e incluso otras ciudades meno-

res tuvieron su propio cuerpo de vigiles.

La historia romana describe importantes incendios,

algunos de ellos acaecidos en la Espaa antigua.

Los bomberos italianos actuales reciben su nom-bre de Vigili del Fuoco, derivado del de aquellos antiguos vigiles.

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Restos deuna bomba

utilizadadurante elImperioRomano


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Los Vigiles constituan asociaciones profesionales, como las de otros colectivos de artesanos

o comerciantes. Estas asociaciones, denominadas collegia estuvieron muy extendidas. En His-

palis, la actual Sevilla, hubo un colegio de este tipo, compuesto por cien individuos en la poca

del Emperador Antonino Pio, (86 -161 D.C).

El miedo a que estas asociaciones se politizaran impidi que algunas ciudades del Imperio con-

tasen con cuerpo de Vigiles. En el ao 111 Plinio el Joven, gobernador de la Bitinia a orillas delMar Negro, estaba regresando de una inspeccin de su populosa y rica provincia cuando un in-

cendio devast la capital, Nicomedia. Plinio pidi al emperador Trajano autorizacin para crear un

cuerpo de Bomberos con 150 hombres. Trajano le respondi rechazando la iniciativa alegando

que esa provincia estaba controlada por ese tipo de asociaciones

Es conocido que el corrupto Marco Licinio Craso obtuvo parte de su gran fortuna ordenando pro-

vocar incendios y controlando la actuacin de las Brigadas de Bomberos, ofreciendo a los pro-

pietarios de los edificios incendiados y adyacentes comprrselos a bajo precio, bajo la amenaza

de dejarlos arder hasta su destruccin total.

Tras la cada del Imperio Romano desaparecen los vigiles no volviendo a existir testimonios decuerpos de bomberos organizados hasta la Edad Media. En dicho perodo, algunas organizacio-

nes gremiales se organizan para proteger a sus barrios de los incendios que proliferaban por el

abigarramiento de las construcciones y el tipo de edificacin utilizado.

Coincidiendo con importantes incendios en patrimonios singulares, aparecen diversas normas

de prevencin en distintas partes del mundo.

Hay alguna constancia histrica de la creacin de brigadas de vigilancia nocturnas para preve-

nir crmenes e incendios en el siglo XIII.

Con la aparicin del seguro y de las compaas aseguradoras en el siglo XVI, vuelven a tomar

protagonismo los cuerpos de bomberos organizados.

A raz del gran incendio de Londres en 1666, los propietarios de edificios comenzaron a ase-

gurar sus edificios contra las prdidas por incendio. Esto llev a las compaas aseguradoras a

proteger sus riesgos mediante la creacin de sus pro-

pias brigadas de bomberos.

A finales del siglo XVII, en Londres, diversas

Compaas de Seguros tenan su propio Cuerpo

de Bomberos que protega a las edificaciones

por ellas aseguradas. Cada compaa asegura-

dora colocaba una placa en los edificios que ase-guraban para que sus Bomberos supieran las

propiedades que deban proteger. Dado que ha-

bitualmente haba edificios de varias compaas

amenazados por el mismo incendio, las Briga-

das de las diversas aseguradoras competan entre s incluso para

utilizar las mismas tomas de agua.

Esta competencia entre las diversas compaas privadas de

bomberos caus nefastos estragos. En Londres las compaas

ms importantes llegaron a ponerse de acuerdo en 1832 para

crear una nica Brigada de Bomberos, la London Fire Engine Es-tablishment.

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Placas usadas porcompaas de segu-

ros inglesas paramarcar los edificios

por ellas aseguradas


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La evolucin de los servicios de bomberos transform estas Brigadas de Bomberos privadas en

entidades de servicio pblico, buscando que prestasen servicios ms efectivos.

Esas entidades, en su mayora pblicas, son las que han llegado hasta la actualidad, aunque

la organizacin de las mismas puede revestir sensibles diferencias de un pas a otro, e, incluso

dentro del mismo pas, de una ciudad a otra.

El siglo XIX supuso la generalizacin de los Bom-

beros por todo el mundo. En algunos casos con ca-

rcter voluntario, en otros casos con personal

profesional remunerado, y en algunos otros como

compaas de bomberos militares. Ejemplos de este

ltimo caso es el cuerpo militar de Zapadores Bom-

beros de Pars, creado por Napolen en 1811 y que

contina con dicho carcter militar en la actualidad,

o el creado en 1846 en la ciudad alemana de Dur-

lach.

Las herramientas y tcnicas de los primeros bom-

beros no les permitan controlar grandes incendios.

En estos casos casi no tenan ms alternativa que

ser espectadores impotentes de como el fuego destrua todo cuanto alcanzaba.

Los Bomberos actuales no solo disponen de equipos de alta tecnologa que hacen ms segura

y rpida la lucha contra el fuego, sino que la formacin y las tcticas han evolucionado permitiendo

mejoras sustanciales en la eficacia aprovechando la experiencia constante de intervenciones pro-

pias y ajenas. La lucha contra el fuego se ha convertido en una disciplina compleja que exige for-

macin permanente y un coordinado trabajo en equipo.

EVOLUCIN DEL EQUIPAMIENTO PARA BOMBEROS

Es de suponer que los pueblos primitivos se de-

fendan de los incendios utilizando mtodos simples,

golpeando las llamas con ramas o arrojndoles tie-

rra. Es tambin probable que de la observacin de

que el agua de la lluvia apagaba el fuego, se deri-

vase el comienzo de la utilizacin de este elemento

natural para apagar los incendios.

Uno de los principales problemas que el ingeniohumano debi resolver para combatir los incendios

es como transportar el agua y como lanzarla hacia el

fuego con el menor riesgo posible. Los aljibes de los

edificios se utilizaron tambin como depsitos de

agua para combatir incendios, e incluso se llegaron

a disponer tinajas en las entradas de las viviendas con este objetivo.

El cubo de cuero fue la primera herramienta utilizada para transportar

y lanzar el agua en los incendios, pero ese mtodo supona acercarse en

demasa a las llamas, por lo que era poco efectivo y muy arriesgado. Los

cubos se pasaban de mano en mano, formando cadenas humanas desdela fuente de suministro hasta el fuego.

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Junto al cubo, el hacha, que permita abrirse paso y demoler partes de las edificaciones en lla-

mas fue otra de las herramientas ms tiles en la lucha contra el fuego. Se utilizaron tambin

ganchos para la demolicin de edificios y he-

rramientas que combinaban ambas utilidades.

El hacha se convirti en la herramienta por ex-

celencia del bombero, hasta tal punto que per-

dura en numerosos escudos de Servicios deBomberos.

A lo largo de los aos las innovaciones tc-

nicas en la lucha contra el fuego han marcado

el progreso en la efectividad de las tareas de extincin. Diversos inventores aportaron su ingenio

y habilidad para conseguir lanzar la mayor cantidad de agua posible a la mayor distancia posi-

ble. As, sobre el ao 440 antes de Cristo (A.C.) se lleg a utilizar, con poco xito, un artefacto

formado por el estmago y los intestinos de un buey, que servan de tanque y manguera res-

pectivamente: La presin ejercida por varios hombres sobre el recipiente haca salir el agua por

el extremo de la manguera.

La primera bomba de agua fue inventada por

el sabio griego Ctesibios (siglo III A.C.), que vivi

en Alejandra y perfeccionada por otro griego,

Hern de Alejandra (siglo I D.C.), posiblemente

discpulo del anterior. Consista en una bomba

de doble accin operada manualmente y for-

mada por dos pistones de bronce conectados a

una sola salida. Los cilindros estaban ajustados

a una base de madera qu se sumerga en el

agua. El artefacto permita lanzar un chorro hasta

el incendio. Ests bombas se generalizaron en

Grecia y en varias ciudades del Imperio Romano.

Con la desintegracin del Imperio Romano y la cada en el olvido de las bombas de pistones,

el hacha y el cubo volvieron a ser las herramientas ms tiles en la lucha contra el fuego.

El precedente del extintor porttil fue la jeringa, que, como las utilizadas actualmente para

otros usos, consista en un cilindro que se llenaba de agua y un pistn que se deslizaba dentro

del cilindro para proporcionar la presin que

haca salir al agua por la boquilla. Este sencillo

aparato comenz a utilizarse en el siglo tercero

A.C. en el Imperio Romano, pero su uso se pro-

long durante siglos.

Uno de los primeros diseos de las bombas

de incendio consista en una bomba manual fi-

jada a un tanque de agua. El tanque iba mon-

tado en un carro que se desplazaba hasta el

lugar del incendio, a mano o tirado por caballe-

ras. Varios hombres manejaban la bomba me-

diante palancas situadas a ambos lados de la

bomba, generando un chorro pulsante que era

lanzado desde una boquilla montada en la parte

superior del tanque. Este se llenaba con cade-nas de cubos.

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La aparicin de las mangueras flexibles

mejor notablemente la efectividad de las

intervenciones en incendios permitiendo

a los bomberos acercarse ms al fuego

sin ponerse en peligro y logrando ms

precisin en la direccin del agua. La pri-

mera manguera contra incendios verda-deramente efectiva se fabric en Holanda

en el ao 1672. Esta primera manguera

contra incendios era de cuero y cosida a

mano.

A principios del siglo XIX los remaches

de cobre sustituyeron a las costuras de las mangueras, y

adaptadores de unin fabricados en bronce permiti la

unin de los tramos de manguera que podan alcanzar

hasta 15 metros de longitud. A finales del siglo XIX se em-

pezaron a fabricar mangueras de caucho recubiertas dealgodn. Las mangueras modernas se fabrican casi en su

totalidad de fibras sintticas, lo que permite una mayor re-

sistencia y flexibilidad.

Las bombas contra incendio fueron mejorando tcnicamente en una lenta evolucin, desde las bombas ma-

nuales de pistn, con uno o dos mbolos, hasta la aparicin de la primera bomba de vapor lo que supuso una

revolucin en la extincin de incendios.

Aunque las primeras bombas accionadas a vapor se fabricaron a mediados del siglo XIX, eran tan pesadas

que no podan ser transportadas y manejadas adecuadamente, por lo que no fue hasta finales de ese mismo

siglo cuando se tuvieron bombas de vapor realmente

efectivas.

Al recibir la llamada de incendio, y mientras se en-

ganchaban al carro las caballeras, un bombero en-

cenda el carbn de la caldera que permita generar el

vapor que accionaba la bomba. Los bomberos, con

sus cascos, botas y tnicas suban al carro que tras-

ladaba a bomba y bomberos al lugar del fuego. Al prin-

cipio los carros-bomba no disponan de ningn

dispositivo de aviso, de modo que los bomberos de-

ban ir pidiendo paso a gritos. Posteriormente se do-

taron de campanas.

Las bombas fueron evolucionando hasta llegar a las

bombas centrfugas accionadas por motores de explosin que se usan en la actualidad.

Los modernos equipos de lucha contra el fuego, utilizando agua y sus aditivos, potencian la utilizacin de

bombas capaces de suministrar altas presiones y lanzas que proporcionan agua finamente pulverizada, lo que

incrementa la capacidad de extincin con menores daos por agua.

La necesidad de alcanzar los pisos superiores de los edificios llev a la aparicin de las escalas de varios

tramos, que inicialmente iban soportadas en carros con ruedas, pero que acabaron, como las bombas, insta-

ladas sobre vehculos motorizados, incluso con tramos de manguera incorporados para poder lanzar aguadesde posiciones elevadas. Posteriormente, a mediados del siglo XX, las autoescaleras comenzaron a dispo-

ner de accionamiento hidrulico.

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Manguera de cuerocon remaches


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En los primeros tiempos el equipamiento de los bomberos se trasladaba al lugar de la inter-

vencin en carros de traccin humana, que dieron paso posteriormente a otros de traccin ani-

mal.

Con la introduccin del motor de combustin interna

a principios del siglo XX, los bomberos se motoriza-

ron. El primer coche con un nico motor tanto para labomba como para propulsarse se fabric en Esta-

dos Unidos en 1907. En 1925 los coches a motor

haban reemplazado completamente a los de vapor.

La incorporacin del automvil a los Servicios de In-

cendios supuso un importante cambio en la eficacia

de la lucha contra los incendios.

Las dotaciones en equipamiento de los Bomberos

han ido incrementndose al tiempo que evolucio-

naba la tcnica industrial. Las diferentes herramien-

tas han ido adaptndose para permitir rescates msefectivos y mayor seguridad tanto para los bomberos como para las vctimas de siniestros.

La seguridad de los bomberos ha ido ganando un papel preponderante a lo largo de los aos.

A finales del siglo XIX los bomberos se protegan del humo con pauelos o dejndose crecer la

barba para utilizarla como filtro. Los modernos equipos respiratorios

se combinan con alarmas personales automticas para poder loca-

lizar a cualquier bombero perdido o atrapado.

No siempre la incorporacin de nuevas tecnologas a los Bom-

beros ha sido rpida, pero segn ha ido mejorando el nivel de vida

de la sociedad, la seguridad ha ido ganando importancia en el

concepto de calidad de vida de los ciudadanos. Esta

mayor demanda de seguridad ha exigido el incre-

mento de los medios de intervencin de los bombe-

ros, y la incorporacin de las nuevas tecnologas a la

lucha contra el fuego, y a los equipos de rescate.

Hoy en da, el equipamiento de los bomberos es

muy sofisticado y complejo. Ello ha permitido mejorar

sensiblemente la eficacia en las intervenciones, incremen-

tando la seguridad de los ciudadanos, y permitiendo

una mejor proteccin de las vidas, los bienes, y el

medio ambiente. Pero esta revolucin tecnolgicaen los Servicios de Bomberos, no slo ha supuesto

una mejora en la prestacin de las tareas que tie-

nen encomendadas, tambin ha significado una

mayor demanda de preparacin tcnica de los pro-

pios bomberos.

El bombero moderno tiene que ser un tcnico

cualificado, preparado para manejar con eficacia

equipos sofisticados. A las cualidades de arrojo y

valenta tradicionales del bombero, se debe unir

ahora una preparacin tcnica de alto nivel paraconseguir obtener el mximo rendimiento de los equipos que el avance tecnolgico de la socie-

dad ha puesto en sus manos.

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LA CIUDAD DE BADAJOZ HASTA EL SIGLO XIX

La ciudad de Badajoz ha tenido una caracterstica predominante en el transcurrir de la historia:

su situacin estratgica que la proporcion su mayor grandeza y condicion enormemente su fu-

turo. Sus ms remotos orgenes se fijan en un poblado celtibrico que existi en el cerro que do-

mina la ciudad, lugar ocupado posteriormente por un asentamiento romano y despus por otro

visigodo, de los que no se conservan muchos vestigios.

A finales de la poca visigoda, la ciudad haba tomado importancia, y tras la invasin de la pe-

nnsula por los rabes, estos pusieron inters en ella, tanto por la fertilidad de sus tierras como

por su ubicacin en lo alto del Cerro de la Muela, en la confluencia del ro Guadiana con el arroyo

Rivillas. A partir de ese momento, comenz una poca de mayor importancia histrica, con el flo-

recimiento de la ciudad, teniendo su mayor auge en el siglo XI, tras la cada del Califato de Cr-

doba.

Badajoz se convirti en la capital del reino Taifa de la prestigiosa dinasta de los Aftases, con-

tinuando posteriormente con los almorvides y almohades, llegando a estar bajo su influencia un

vasto territorio que incluy la entonces aldea de Lisboa.

Durante la dominacin rabe, la ciudad se convirti en fortaleza prcticamente inexpugnable y,

por tanto, muy codiciada. La ciudad estaba albergada casi en su totalidad por las murallas de la

Alcazaba, que se conservan en la actualidad, aunque haba asentamientos fuera del recinto amu-

rallado.

El paso de los siglos

en la ciudad estuvo

constantemente ligado

a guerras, duros ase-

dios y ocupaciones,

debido a su situacin

estratgica y a su con-

sideracin posterior de

enclave fronterizo con

Portugal.

La fortificacin abaluartada, levantada abarcando los nuevos barrios, con un carcter eminen-

temente militar y dotada de fosos y baluartes, es otra muestra de este aspecto histrico del que

Badajoz fue protagonista, y, al mismo tiempo, vctima, hasta comienzos del siglo XIX.

En la segunda mitad del siglo XIX, olvidados los avatares militares, la ciudad vuelve a resurgir

culturalmente de la mano de sociedades culturales y recreativas. Ese siglo vio llegar a ferroca-rril, la dotacin de agua corriente, la luz elctrica, y, como un smbolo de ese renacer, el Teatro

Lpez de Ayala, concebido inicialmente para poder albergar a 1400 personas, que, con unas ca-

ractersticas arquitectnicas y constructivas excepcionales, fue sede de numerosas representa-

ciones teatrales, peras, etc., a partir de su inauguracin en 1886.

Pero este siglo vera tambin el nacimiento de una nueva corporacin de servicio pblico: los

Bomberos.

Es de suponer que las circunstancias histricas de la ciudad hicieron que los incendios en la

misma fueran relativamente frecuentes, no obstante lo cual, apenas se conservan algunos testi-

monios histricos de este tipo de sucesos anteriores al siglo XIX, aunque s algn vestigio ar-queolgico.

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LOS BOMBEROS EN BADAJOZ

Realmente, la historia de los Bomberos de Ba-

dajoz comienza en la segunda mitad del siglo

XIX.

El 3 de abril de 1865, el Gobernador emiti uninforme en el que se relacionaban las mejoras

que, a su juicio, necesitaba la ciudad. Entre ellas

se citaba la creacin de un servicio contra in-

cendios, no con bomberos, pues sera muy cos-

toso, pero s organizar a los albailes para que

acudan a las casas siniestradas.

LOS BOMBEROS OCASIONALES

No se ha localizado algn documento en el queconste alguna decisin relativa a solucionar la

carencia citada anteriormente, pero cabe supo-

ner, como lo denota que existiera en el Ayunta-

miento cierto material de lucha contra incendios,

que la extincin de estos estaba encomendada a

personal municipal contratado para otros me-

nesteres.

No obstante, no existan normas especficas ni

preparacin al efecto, de lo que resultaba que la

efectividad de las tareas de extincin recaa fun-

damentalmente en la libre iniciativa, diligencia y

arrojo del vecindario.

Teniendo en cuenta la proliferacin de cons-

trucciones de baja calidad, con abundancia de

madera en ellas, los resultados son fcilmente

imaginables.

DE LA ACADEMIA DE GIMNASIA A LA ES-CUADRA DE BOMBEROS

Una de las mltiples instituciones culturales de

que dispona la ciudad en la segunda mitad del

siglo XIX, era una Academia de Gimnasia con

gran prestigio.

El 28 de febrero de 1869, veintids miembros

de la misma, junto con D. Eduardo Daniel, su di-

rector, solicitan del Ayuntamiento permiso para

constituir un Cuerpo de Bomberos, as como

ayuda econmica para la adquisicin de los ti-

les necesarios para realizar el trabajo propio detal cuerpo.

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Sr. Presidente del Iltre. Ayuntamiento

Los que suscriben, Director y Discpulosde la Academia de Gimnasia de esta Capital,con el respeto debido a V.S. exponen:

Que en virtud de tener adquiridos algu-nos principios en los ejercicios gimnsticosy, segn la opinin del Director, hallndoseya en aptitud para poder organizar unCuerpo de Bomberos, en donde se alistaranquince o veinte jvenes, agregndole al Ba-talln Voluntarios de la Libertad, y comohasta la fecha no hay ninguno establecido enesta Capital, desean que V.S. les concedapermiso para poder formarlo y que les ayude

el Iltre. Ayuntamiento a llevarlo a efecto,proporcionndole los escasos aparatos quese necesitan conforme vayan haciendo falta,aparatos que no deben ser de mucho im-porte, dando de esto modo un impulso nota-ble a esta clase de adelantos, y no dudandoque de este modo pueden ser utiles a la hu-manidad, en los incendios tanto en las perso-nas como en los intereses materiales, puesbien conocidos los servicios que han pres-tado y aun prestan en otras Capitales endonde los hay y por ultimo que, adhirindosea la idea de progreso del presente siglo, secolocar esta Capital a la altura de las pri-meras de Espaa, y por tanto:

Suplican a V.S. que teniendo en cuenta lasrazones expuestas no deseche su peticinque juzgan que es justa y desinteresada,pues dicho Cuerpo no les ofrece ms garan-tas que el trabajo y la exposicin de su vidaen los incendios, pero todo lo salvan por serutiles a sus semejantes. Cuya gracia no

dudan que V.S. les conceder. Dios guarde aV.S. muchos aos. Badajoz 28 de febrero de1869.

El Director

Eduardo Daniel

(Siguen la firma de Luciano Samperez y

otras veinte firmas)

Texto de la carta en la que el Director de laAcademia de Gimnasia solicitaba autoriza-cin para crear una Brigada de Bomberos.


14/46

Argumentan su peticin en la preparacin f-

sica de que disponen, a su afn de ser tiles a

sus semejantes defendiendo su vida e intere-

ses materiales, y a su inters en colocar a Ba-

dajoz entre las principales capitales de Espaa

en este tema, ofreciendo como nica garanta,

su trabajo y la exposicin de sus vidas.

LA CREACIN DEL PRIMER SERVICIO DEBOMBEROS ORGANIZADO

El 24 de mayo de ese mismo ao de 1869, el

Ayuntamiento, cuyo Alcalde era D. Jos Mara

Domnguez, accede a la peticin del Director

y los miembros de la Academia de Gimnasia,

fijndose un premio de doce escudos para el

primer miembro de la Brigada que se presenteen el lugar del siniestro, si bien la uniformidad

se fija por cuenta de sus componentes, segn

un modelo establecido por la Corporacin Mu-

nicipal.

El texto del escrito que recoge la aceptacin

municipal se expone al margen.

Del Reglamento de Bomberos, redactado

por el Maestro de Obras D. Emilio Beltrn, que

se cita en dicho escrito no se conserva nin-

guna copia.

En junio, el Ayuntamiento provee a la Com-

paa de Bomberos, que es el nombre adop-

tado por los primeros Bomberos de Badajoz,

de un local situado en la calle Lagares, hoy

Zurbarn, en las traseras del edificio en el que

estaba el Hospital Provincial, cuya fachada

principal daba a la plaza de Minayo, edificio

que abandon su uso hospitalario a finales del

siglo XX, y para el que posteriormente se

adopt la decisin de convertirlo en ParadorNacional.

En el patio trasero de dicho Hospital, des-

aparecido en una remodelacin del edificio en

la segunda mitad del siglo XX, en una pequea

dependencia, se mont lo que podra conside-

rarse el primer Parque de Bomberos de Bada-

joz.

La ubicacin de esta primera sede no era ca-

sual, ya que la Academia de Gimnasia, entidada la que pertenecan todos los Bomberos de

esa primera poca, estaba situada en la calle

20

La Comisin contestando a la solicitud delDirector y alumnos de la Escuela de Gimna-sia, pidiendo la concesin de la formacin deuna seccin de bomberos, ha hecho cargo delo que en su solicitud se expresa y del pro-yecto del Reglamento p la instalacin de

otra compaa de la misma ndole, presen-tado por D. Emilio Beltrn, Maestro deObras de esta Plaza.

Examinados con escrupulosidad estos do-cumentos, es de opinin que se conceda a lossolicitantes el permiso para la formacin dedicha seccin siempre que, a mas de losalumnos se admitan otros obreros que des-een suscribirse en la Compaa y se compro-metan a cumplir con las obligaciones que lesimpone esta institucin, y que, se expresa-rn en un reglamento especial; que se uni-

formen a por su cuenta conforme a unespecial y econmico modelo que les dar elMunicipio; que se obliguen en fin a prestarlos servicios convenientes, en cambio deestar relevados de los dems a que se obligaa toda la fuerza Ciudadana.

La comisin es de parecer, en vista deesto que se les provea de local, con tal que nopase su precio de cuarenta a cincuenta r. enel cual podr haber una habitacin para eldepsito de bombas y tiles; que a medidaque el municipio vaya estando en disposicinde comprar los instrumentos y herramien-

tas, se les vayan suministrando por cargo ainventario; y por ultimo que se seale un pre-mio de doce Escudos para el primero que sepresente dispuesto a prestar el servicio enel sitio del siniestros.

Texto del escrito en el que se manifiesta laaceptacin de la Corporacin a la constitu-cin de la Brigada de Bomberos de Badajoz

Donde hoy est este jardn, en las traserasdel que fue Hospital Provincial, estuvo el pri-

mer Parque de Bomberos de Badajoz.


15/46

San Sisenando, que desembocaba justo junto a

la entrada del patio posterior del Hospital.

As pues, la primera Compaa de Bomberos

de Badajoz se estableci en nuestra ciudad en el

ao de 1869, y estaba compuesta por 20 volun-

tarios al frente de los cuales estaba D. EduardoDaniel, primer Jefe de Bomberos de Badajoz.

EL SISTEMA DE ALARMAS

En esta primera poca, la existencia de un in-

cendio se anunciaba con un toque de campana

especial, y un nmero de toques que identifica-

ban el distrito de la ciudad en que ste se pro-

duca.

A tal efecto, la ciudad, que estaba delimitada

por las murallas Vauvn, se dividi en 13 distri-

tos que agrupaban las diversas calles de la

misma.

Este sistema de alarma se corresponde con el

tradicionalmente utilizado en la poca en otras

ciudades, prolongndose su uso en el tiempo,

substancialmente igual, hasta la utilizacin del

sistema telefnico.

Era tradicional la costumbre, de la que en

nuestra ciudad se conservaban muestras re-

cientemente, de fijar una placa en la puerta de

las viviendas de los bomberos con la inscripcin

Aqu vive un bombero, sistema que facilitaba el

aviso a estos en caso de siniestro.

21

Cuando lleguen los bomberos al lugar delincendio, que la autoridad haga que todas laspersonas intiles se marchen a fin de que lasmaniobras de los bomberos no sean impedi-

das por la afluencia de las gentes, porque enlos incendios van tres clases de gentes: 1Los curiosos intiles, 2 los bien intenciona-dos, y 3 los ladrones.

Prrafo del primer escrito del Jefe de Bomberosa la Corporacin, tras la constitucin de la Com-paa de Bomberos. Era una peticin de herra-mientas, y de un local, pero inclua esta curiosapeticin de que las fuerzas de orden colaboren

en los siniestros.

EL PRIMER MATERIAL DE LA BRIGADADE BOMBEROS

El primer material especfico con que cont

la Compaa de Bomberos fue el siguiente,

segn relacin textual:

Cascos Dos bombas con sus carros Dos juegos de mangas

Seis hachas cortantes y puntiagudas Cuerdas y ganchos de palo con hierro Hachas de alumbrado

No consta el material de que estaban he-

chas las mangueras. Algunas en la poca es-

taban confeccionadas en cuero, por lo que en

poco tiempo se deterioraban, endurecindose

y agrietndose. Otras ms modernas eran de

lona o de caucho (caouchouc como aparece

textualmente en algunos catlogos)

EL PRIMER PRESUPUESTO

La primera dotacin presupuestaria para los Bomberos, de la que se tiene noticia, correspondeal ao de 1872, con las asignaciones siguientes:

Alquiler del local del Parque........................................................ 182 pts c/ 90 ctms. Recomposicin de los tiles........................................................ 182 pts c/ 90 ctms. Gratificaciones por deterioro en el Vestuario del personal 635 pts.

Total ............................................................... 1.000 pts c/ 80 ctms.

Estas cantidades no eran suficientes para un adecuado mantenimiento del Servicio, teniendo encuenta que las calidades de los materiales que se utilizaban eran muy bajas, lo que, unido a unmnimo mantenimiento preventivo, daba lugar a frecuentes deterioros.


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LOS PRIMEROS PROBLEMAS

En 1873, siendo ya Jefe de la Compaa D. Luciano Samperez, se plantean los primeros pro-

blemas al no atender el Ayuntamiento un acuerdo contrado de reparar las bombas que estaban

averiadas, y no abonarse las compensaciones por deterioro del vestuario del personal, as como

por la escasa dotacin existente de mangas, cubos y otros tiles necesarios.

El Jefe de la Compaa, solicit de la Corporacin la creacin de una Comisin Municipal que

estudiase los problemas y las mejoras necesarias para la Compaa de Bomberos.

Aparentemente la situacin se complic, y lleg a disolverse la Compaa en 1874 por un breve

perodo de tiempo que no est documentado, pero reorganizndose al ao siguiente. Aunque no

constan documentalmente las circunstancias concretas de esta breve etapa, cabe entender que

la Corporacin accediese a solucionar las carencias citadas, y que ello hiciese que los Bombe-

ros se reincorporasen a su actividad.

Durante esta primera etapa, la Comandancia de Artillera ubicada en Badajoz, colabor con laCompaa de Bomberos suministrando material propio en algunos casos para poder atender las

emergencias, supliendo as a las carencias antes citadas.

LA SEGUNDA ETAPA. EL PRIMER REGLAMENTO

En 1875 se redact un Reglamento en el que se expresan las condiciones exigibles a los aspi-

rantes a Bomberos para su ingreso en la Compaa. Estas condiciones eran textualmente las si-

guientes:

1. Tener buena conducta

2. Ser mayor de diez y ocho aos y no pasar de los cuarenta y cinco

3. Residir constantemente en esta Capital, y

4. Tener aptitud fsica bastante para esta clase de trabajo.

La Compaa Municipal de Bomberos se estructura en dos Secciones, cada una de ellas com-

puesta por un mnimo de veinte individuos, y un Cabo como Jefe de Seccin. Asimismo, se es-

tablece un Jefe como rgano director, bajo la dependencia inmediata de la Comisin de Polica

Urbana y Obras Pblicas.

Se establece la primera retribucin fija, si bien sta era en especie, y consista en la atencin

mdica y farmacutica gratuita para cada bombero y los familiares que con l conviviesen y, ade-

ms, una retribucin econmica para los que en da de incendio estn de servicio, consistente

en 10 reales.

Se estableci asimismo una prioridad para la contratacin de este personal en las obras muni-

cipales y una gratificacin, cuya cuanta no se fija, para la Seccin que se distinga en el cumpli-

miento de su deber.

El Reglamento, que fue aprobado en sesin celebrada el 5 de enero de 1876, establece tam-

bin las obligaciones inherentes a otros funcionarios municipales, los toques de campana para

las alertas, y el material de lucha contra siniestros necesario, cuya relacin nominal era la si-

guiente: 2 bombas, 4 mangas, 8 picos, 6 hachas, 4 palas, 24 cubos de lona, 1 depsito, cuerdas,

1 escala de garfios, 1 manga de salvacin.

Es nombrado Jefe de la Compaa D. Luciano Samperez, que ya desempe dicho cargo en

la etapa anterior.

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La Compaa la formaban 1 guarnicionero, 7 herreros, 4 carpinteros, 20 albailes y 11 gim-

nastas, de los que dos eran Cabos, y los restantes bomberos, mas el Jefe de la Compaa. Esta

dotacin inicial se ampli posteriormente con 10 bomberos ms de similares profesiones.

Se fijaron obligatorios ejercicios de simulacro para mantener al personal adecuadamente pre-

parado.

23

Reglamentopara la Compaa de Bomberos

de esta Ciudad

Los que deseen ingresar en esta compaa losolicitarn del Iltre. Ayuntamiento justifi-cando en debida forma llenar las condicionesexigidas en el presente reglamento.

Para el ingreso, es preciso:1 Tener buena conducta.2 Ser mayor de diez y ocho aos y no

pasar de los cuarenta y cinco3 Residir constantemente en esta capital, y4 Tener aptitud fsica bastante para

esta clase de trabajo.Como compensacin a los tiles y sealados

servicios que estos individuos estn llamadosa prestar en la poblacin, el Ayuntamiento lesconceder gratis la asistencia del facultativoy las medicinas que puedan necesitar en susenfermedades, como tambin a las personasde su familia, siempre que estas vivan bajo sumismo techo.

Tambin sern preferidos en las obras otrabajos que se emprendan para la municipali-dad, siempre que no exijan mayor jornal queel que se venga abonando a los dems trabaja-dores maestros en ellos.

Los que en da de incendio presten serviciorecibirn como retribucin de su trabajo lacantidad de 10 reales.

La Compaa tendr un jefe que sern el en-cargado de ella y al cual obedecern todos enlos casos propios del servicio.

La compaa se dividir en dos secciones y

tendr cada una un cabo, que ser conside-rado como su jefe.Estos nombramientos sern del Ayunta-

miento, por medio de propuestas en ternahecha por la respectiva seccin a que haya depertenecer.

Cada Seccin se compondr de veinte indivi-duos en la forma siguiente:

Seis, destinado a maniobras en la Bomba;cuatro, que prestarn servicio con los picos;tres con las hachas; dos con las palas, y cinco,

gimnastas para prestar socorros o auxilios.

El Jefe y la compaa, quedan bajo la depen-dencia inmediata de la comisin de polica ur-bana y obras pblicas, a la cual acudir cuandonecesite tiles, recomposicin de ellos, o ten-

gan quejas que fundar.Si alguna de las dos Secciones se distin-

guiese en el cumplimiento de su deber, se ladar una gratificacin la cual nada tendr que

ver con lo que pueda corresponderle a cadaindividuo por su trabajo personal.El material y tiles estarn en poder del

Jefe, bajo inventario, y ste responder antela comisin de las faltas que pudiera haber.

Tan pronto como los municipales y serenosencargado de la vigilancia de la poblacin, ten-

gan conocimiento de un incendio, avisarn enla casa Ayuntamiento, para que por medio dela compaa destinada a este objeto, se daviso a los vecinos y las personas todas quepor medio de su cargo tienen el deber deasistir.

Para que no pueda caber duda, acerca deldistrito donde ocurra el incendio, la campanadespus de cada toque dar golpes que lo in-diquen en la forma siguiente: primer distrito,un golpe; segundo, dos y as sucesivamente.

Las secciones tendrn ejercicios simulandoincendios los das de fiesta que les seale lacomisin siendo obligatoria la asistencia aellos.

Con el objeto de que no se les prohiba la en-trada en las casas o edificios donde ocurra elincendio, los individuos todos usarn una gorracon las iniciales C.M.B. que los d a conocer.

Los barrenderos, Alguaciles y Serenos,

siempre que estos ltimos no se hallen pres-tando servicio de noche, estn obligados apresentarse en el lugar del siniestro, y ayudaren cuanto les sea posible a los Bomberos.

Material y tiles que se necesitanBombas .... 2 Cubos de lona ..........24Mangas .... 4 Depsitos .................. 1Picos ......... 8 Cuerdas..................Hachas...... 6 Escala de garfios...... 1Palas ......... 4 Manga de salvacin .. 1

Texto del primer Reglamento de la Compaa de Bomberos,

redactado a finales de 1875 y aprobado el 5 de enero de 1876


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DE NUEVO PROBLEMAS

Pese a la clara definicin de intenciones que

supuso el Reglamento, la carencia de liquidez

presupuestaria empez pronto a causar pro-

blemas, ya que los asistentes a los siniestrosno reciban las gratificaciones que por dicho

servicio se haban estipulado.

Esto hizo que comenzase el absentismo, que

fue objeto de un oficio remitido por el Jefe de

la Compaa al Alcalde, en que expresaba su

preocupacin de que algn da ocurriera al-

guna desgracia y no se presentase ningn

bombero a la llamada. Se acercaba el final de

1876.

LA PRIMERA OFERTA DE MATERIAL

Se conserva una oferta de material para elpronto ataque y extincin de incendios igual alque he suministrado al Excmo. Ayuntamientode Madrid, fechada en diciembre de 1876 ysuscrita por Florencio Santibez, domiciliado

en la calle Esparteros no 9 de Madrid.

La oferta iba adjunta a una carta en la que

se llamaba la atencin del Alcalde sobre que

descuidar por parte de los Ayuntamientos unservicio de tanta importancia, equivale a dejaral vecindario hurfano del ms eficaz peren-torio de los auxilios.

Refiere asimismo dicha carta la adquisicin

por el Ayuntamiento de Madrid, en mayo de

ese ao, de cuanto el ingenio moderno ha in-ventado para el salvamento de las personas ylos edificios.

No es la primera referencia a materiales con-

tra incendio existentes, ya que el primer cat-

logo que se conserva corresponde a 1859, ao

en que an no exista la Compaa de Bom-

beros, estando la extincin de incendios a

cargo de otros funcionarios municipales.

Algunos detalles de esta primera oferta, son

curiosos de analizar:

Para una de las bombas aspirantes e impe-

lentes de dos cilindros, con pistones de 125mm, se indica una fuerza racional de impul-

24

Madrid 12 de Diciembre 1876Ilmo. Sr. Alcalde Presidente del Ayunta-

miento de Badajoz.Tengo el honor de llamar la atencin de V.S.

hacia un particular que es del mayor interspara el municipio que con tanto celo e ilustra-cin preside.

El acopio de buen material para combatir losincendios, es hoy una de las primeras necesi-dades a que deben consagrar sus esfuerzos lasmunicipalidades previsoras que deseen ha-llarse preparadas para luchar y vencer encasos tan frecuentes como desgraciados, esossiniestros que destruyen en breves momentosla fortuna de los particulares y con ellas la dela localidad en que ocurren.

Descuidar por parte de los Ayuntamientosun servicio de tamaa importancia, equivale adejar al vecindario hurfano del mas eficaz yperentorio de los auxilios que puedan remediaruna de las mayores y aterradoras calamidades.

Estimndolo as, el Ayuntamiento de Madridha aumentado el material de apagar incendiosde que dispona, aceptando con ventajas parael servicio pblico, las proposiciones que tuveel honor de hacerle en 1 Mayo ultimo y com-pletando por tanto, un numeroso tren provisto

de cuanto el ingenio moderno ha inventadopara el salvamento de las personas y de losedificios.

De igual clase de material y con las mismascondiciones, tengo el honor de proponer tam-bin a la corporacin que preside V.S. el sumi-nistro del que crea necesario para el serviciode esa poblacin, y al fin de que pueda formarel presupuesto de su coste me permito reco-mendarle que fije su atencin en los detallesestampados al frente, restndome aadir ni-

camente que los precios marcados se entiendeen esta su casa y que sobre ellos solo habrnde aumentarse los gastos de conduccin alpunto adonde el material haya de llevarse.

En espera de sus apreciables rdenes, quedade V.S. at. Florencio Santibaes

sin de 12 hombres, para suministrar 785cuartillos de agua con 60 pistonazos al minuto,segn clculos tericos, estableciendo que arro-

jan agua a una distancia horizontal de 38 metrosy a una altura vertical de 30 metros.


19/46

El precio de esta bomba, la ms cara de la oferta, era de 2.299 pesetas, de las que 1.180 co-

rrespondan al cuerpo de bomba, y el resto al carro de transporte, boquilla de cobre para lanzar

agua, 16 metros de mangaje de 46 mm que se montaban sobre una devanadera (armn o juegodelantero de dos ruedas para conducir mangaje), hacha de maniobra y cordaje para subir man-gas, as como 2 palancas para el balancn, un manguito y dos tamices de mimbre.

Para que fuese aspirante, a esta bomba se le agregaba 1 El aparato de aspiracin(90 pe-setas), y 2 ocho metros de manga de Caouchouc guarnecidos interiormente de una espiral dealambre y recubiertos por el exterior de cuero cosido con alambre de latn(370 pesetas).

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Las mangas que se ofertaban podan ser de 35, 40, 45 o 50 mm de dimetro interior y confec-

cionadas de cuero claveteado con enchufes de bronce, igual pero cosido con alambres, o decaouchouc, tipo de los bomberos de Pars. Las mangas para aspiracin tenan una espiral dealambre en el interior, para no colapsarse por la depresin causada por la aspiracin.

Otros materiales ofertados eran: Escalera de corredera de 7,20 metros, pudindose duplicar(48 pesetas), Escalera de ganchos que puede doblarse, para trepar por los balcones a las ha-bitaciones incendiadas cuando no puede hacerse por la escalera de la casa(21 pesetas), Fa-roles adaptables a las bombas en sustitucin de los hachones(100 pesetas), y Cubos de lonapara alimentar de agua las bombas sin estropearlas(3 pesetas).


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La oferta inclua tambin un curioso aparato de respiracin, denominado textualmente Apa-rato impermeable para entrar en habitaciones sofocantes por el humo, con 25 metros de tubopara comunicar aire respiratorio al operario por medio de la bomba que se use en el mismo fuego(150 pesetas cada uno),

La imagen que sigue, tomada de un catlogo de la empresa Merryweather & Sons, recoge estey otros aparatos respiratorios para bomberos que empezaban a utilizarse en dicha poca.

27


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OTRA VEZ DISOLUCIN

El problema econmico subsiste como cons-

tante que se interpone en el buen funciona-

miento de la Compaa de Bomberos,

afectando tanto a las adquisiciones y manteni-miento del material, como a las retribuciones

del personal, lo que plantea dimisiones colec-

tivas de bomberos en la segunda mitad de

1877. El Jefe, D. Luciano Samperez, haba di-

mitido a finales de 1876.

Los miembros de la Escuela de Gimnasia,

volvieron a ella. Las exhibiciones gimnsticas

que se haban venido celebrando, junto con si-

mulacros de incendio, con el objetivo de re-

caudar fondos para el mantenimiento de losmateriales que se utilizaban para combatir in-

cendios, pasaron a destinarse a otros fines,

como es el caso de las exhibiciones celebra-

das en agosto de 1878, que tenan por objeto

recaudar dinero para redimir del Servicio Mili-

tar a Jos Recio, uno de los miembros de la

Academia, que tambin lo fue de la Compaa

de Bomberos. Esta exencin del Servicio Mili-

tar obligatorio mediante pago de una cierta

cantidad de dinero, era algo habitual en la

poca.

LA REORGANIZACIN DEFINITIVA?

De nuevo se volvi a organizar la Compaa

de Bomberos, si bien en esta ocasin el plan-

teamiento se realiza con mayor seriedad. Se

plantea un Reglamento de Organizacin y

Funcionamiento muy completo del que des-

pus nos ocuparemos.

Se trat de conseguir financiacin ajena paracolaborar en el mantenimiento de la Compa-

a, y se instruye a los restantes Servicios Mu-

nicipales en el modo de colaborar con los

Bomberos en situaciones de siniestro.

El promotor de esta etapa vuelve a ser nue-

vamente D. Luciano Samperez, que sera

nombrado Jefe de la Compaa Municipal de

Bomberos el 22 de agosto de 1880.

Previa a la constitucin definitiva, se mantu-vieron abundantes contactos tratando de con-

seguir apoyo econmico de otras entidades.

28

En primer lugar, el Ayuntamiento se dirigi a los

representantes en la ciudad de las Compaas

de Seguros El Fnix y El Medioda, con las que

se utiliz el argumento de que eran este tipo de

empresas unas de las entidades que se benefi-

ciaban del trabajo de los Bomberos.

Se cita en dichos comunicados la circunstancia

de que en otras ciudades existen Compaas de

Bomberos montadas y financiadas por entidades

aseguradoras. Este hecho cierto, sin embargo,

era oscurecido en ocasiones, dado que en mu-

chos casos estos Servicios de Bomberos priva-

dos solo atendan a los siniestros acaecidos en

edificios asegurados por la entidad que los fi-

nanciaba.

Sres. Representantes de las Sociedades deSeguros contra incendios El Fnix y El Medio-da, D. Federico Campo y D.Jos DominguezCodes.

Julio 19, 1880Entre las distintas mejoras que esta Corpo-

racin Municipal desea crear en beneficio delvecindario, se encuentra en primer trmino,como de mas utilidad y de necesidad pblica, lade formar una bien organizada Compaa deBomberos.

Se el estado financiero de este Municipio seencontrase a la altura de lo elevado de suspensamientos en esta materia, no molestara-mos la atencin de V. Mas por desgracia no su-cede as, y no creo que se rebaje en lo masmnimo la dignidad de este Cuerpo, en signifi-carle que cuenta de la cooperacin de las So-ciedades de Seguros contra incendios, por serestas las llamadas principalmente a disfrutarde los beneficios que esta clase de institucio-nes proporciona.

Sabido es, que estas sociedades, sin auxiliode nadie absolutamente, tienen montadas mag-nificas Compaas de Bomberos, tan bien mon-tadas y uniformadas, que compiten con las delos Ayuntamientos y aun las del Gobierno.

Teniendo en cuenta las razones expuestas, yque por ltimo a este Municipio le sera imposi-ble llevar a cabo tan laudable obre sin nocuenta antes con la ayuda de los elementos ci-tados, tengo el gusto de significarle, para quea su vez lo haga a la Sociedad que tan digna-mente representa, que se sirva manifestarmecon que cantidad podr coadyuvar para el plan-teamiento de citada Compaa de Bomberos.

Dios A..


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29

Las sociedades Amigos del Pas, Casino de

Badajoz, y Liceo de Artesanos, son otras de

las contactadas, as como la Junta de Comer-

cio.

Otra cita curiosa, en la comunicacin a staltima, es la que sita en esta fecha la conclu-

sin de las obras de instalacin de una red de

agua en la ciudad. La carta utiliza una compa-

racin muy potica: las aguas, como lasangre de nuestras venas, circula por las arte-rias de nuestras calles.

La Diputacin Provincial tambin recibi un

requerimiento de colaboracin econmica.

No consta en la documentacin consultada,si la colaboracin econmica se lleg a pres-

tar. Solo consta una negativa al efecto del

Liceo de Artesanos, sociedad cultural y recre-

ativa de gran prestigio en el Badajoz de esa

poca.

Las buenas intenciones con las que se

arranc en dicha poca, hicieron que se man-

tuviese incluso correspondencia internacional

con fabricantes de material contra incendios,

como fue el caso de la mantenida con la em-

presa Le Melle, sucesor de Jacques Lorin De-

lacour, ubicada en la Rue de la Fidelit, 3, de

Paris.

En la preparacin de la organizacin se rea-

liz un gran esfuerzo, incluso documental.

Consta una cita al Reglamento de Bomberos

de Granada, que se estudi por los responsa-

bles de la constitucin del Servicio, si bien no

se conserva el citado documento.

Todos los Servicios Municipales recibieroninstrucciones de ponerse a disposicin del Jefe

de Bomberos en caso de siniestro, y as, el En-

cargado de la Seccin de Barrenderos, el Ins-

pector de la Guardia Municipal, el Capataz

Guarda de Almacn de Material, el encargado

de la cuba de riego, y el Arquitecto Municipal,

reciben rdenes del Alcalde de Colaborar y de

poner a disposicin del Jefe de Bomberos sus

conocimientos y los medios a su cargo, perso-

nndose en los siniestros para colaborar con

los Bomberos en las intervenciones.

Sr. Arquitecto de este Excmo Ayunta-miento

En 21 de Agosto de 1.880El Excmo Ayuntamiento de mi presidencia

ha tenido a bien nombrar en su sesin de 22del corriente Jefe de Bomberos municipalesa Don Luciano Samperez.

Lo que tengo el gusto de participar a Vd. afin de que llegada la oportunidad de que ten-

gan aquella que prestarnos servicios, se per-sone en el sitio en que ocurra el siniestro ycontribuya con sus especiales conocimientos ahacerlos mas eficaces, imprimiendoles una di-reccin acotada con la indicacin del estadode seguridad de los edificios incendiados y delas partes de los mismos para aislar el fuegoy evitar progresos causando derribo poste-rior.

Dios guarde a V.Juan Calleja

Sr. Inspector de la Guardia MunicipalAgosto, 24 de 1880Desde esta fecha se pondr V,.con las es-

cuadras de su cargo, a disposicin del Sr.Jefe de la Seccin de Bomberos D. LucianoSamperez en todos los casos que se ocurrande incendios, hundimientos e inundaciones, afin de prestarle los auxilios que para el servi-cio de tales siniestros le reclame.

Badajoz...


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EL PRIMER UNIFORME OFICIAL

Se aprueba el da 8 de noviembre de 1880 el primer uniforme oficial de los Bomberos, del que

no se conservan imgenes, pero s una descripcin textual:

Casco de Zapador Bombero como los que se usan en Madrid

Guerrera color de ceniza, con vueltas de pelo y cuello derecho grana

Pantaln del mismo color, con dos franjas estrechas de grana

La referencia al cuello derecho, la interpretamos como cuello alzado.

Los uniformes no eran an suministrados por el Ayuntamiento, sino que deban proveerse de

ellos, a su costa, los propios Bomberos, aunque a partir de la aprobacin del Reglamento, fue el

Ayuntamiento el que los costeaba.

30

Parte de un catlogo en poder de la Brigada de Bomberos, en el que se reproducendiversos uniformes usados por los bomberos de la poca y que debieron servir debase para el diseo del uniforme de los bomberos de Badajoz, del que no se ha

localizado ningn registro grfico.


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LA CAMPANA DE ESPANTAPERROS

Otra referencia curiosa del citado ao de 1880

es la relativa a la destruccin y proyecto de re-

fundicin de la campana que se utilizaba habi-

tualmente para dar las seales de incendio.

La misma era conocida con el nombre de cam-

pana de Espantaperros, y haba sido trasladada

desde la Torre del mismo nombre, situada en la

Alcazaba, hasta el nuevo edificio del Ayunta-

miento construido sobre el emplazamiento del

anterior, en el Campo de San Juan, hoy Plaza de

Espaa, en el ao 1856.

Se deca que la campana en cuestin, que

tena un extrao son por estar cascada, se haba

venido utilizando para advertir a los vecinos delas incursiones de los moros, por lo que se le atri-

bua una gran antigedad, aunque investigacio-

nes posteriores determinaros que fue fundida en

1517, aunque probablemente aprovechando res-

tos de alguna antigua campana de tiempos de la

Reconquista.

La destruccin de la campana de Espantape-

rros trajo una gran polmica, porque algunos la

consideraban una pieza histrica de gran valor.

Como se destruy golpendola con un mazo,

estando colocada sobre su propia espadaa,

cuentan las crnicas que los vecinos sufrieron un

gran espanto, pensando que los golpes dados

para destruirla avisaban de algn enorme incen-

dio o de otro evento de extraordinaria importan-

cia.

A raz de la destruccin de la campana de Es-

pantaperros, fue el campanero de la Catedral el

responsable de dar las seales de incendio, tras

una peticin del Alcalde aprobada por el CabildoCatedralicio.

Posiblemente, un fallo de este acuerdo hizo

que el campanero no atendiese algn requeri-

miento para dar los oportunos toques de emer-

gencia. Esto hizo que se utilizase otra campana

en el Ayuntamiento, pero, a no tener suficiente

alcance el sonido por ella generada, el Alcalde

volvi a requerir al Obispo para que una cam-

pana de la Catedral diese tambin los toques de

rigor.

31

La campana encargada de dar la seal de in-cendio estuvo inicialmente en la Torre de

Espantaperros, y despus fue trasladada aledificio del Ayuntamiento en el Campo de San

Juan, hoy Plaza de Espaa.

Sr. Presidente del Iltr. Cabildo Catedral.Da 19 de Junio del 1880Consecuentemente con las autorizaciones

que V.S. se dign conceder a peticin de esteMunicipio, desde que se destruy la campanaconocida con el nombre de Espantaperros, sehan venido haciendo por una de las de esaSta. Iglesia Catedral las seales de incendioen los casos ocurridos desde entonces, den-

tro de la ciudad o de su trmino, en estrictasujecin a las instrucciones escritas facilita-das al campanero; ms en el fuego que tuvolugar en la noche de ayer, a pesar del avisooportuno que por los agentes de mi autoridadse le dio al expresado dependiente de V.S. nohizo las seales convenidas y como estas fal-tas pueden ocasionar perjuicio de considera-cin al vecindario, ruego a V.S.encarecidamente en bien del servicio pblico,reiterase sus rdenes al campanero de esaSta. Iglesia Catedral para que ejecute dichas

seales, si no hubiera en ello inconveniente,hasta que se realice la refundicin de la men-cionada campana de Espantaperros.


26/46

El Cabildo Catedralicio, al que el Obispo tras-

lad la peticin, acord atenderla, si bien fij

un plazo de seis meses como mximo, tr-

mino que se ha considerado suficiente para

que pueda fundirse la histrica campana de

Espantaperros que fue la destinada siempre adicho objeto.

A partir de ese momento, tanto la campana

del Ayuntamiento como la de la Catedral dan

los toques correspondientes del siguiente

modo: Seal de incendio, y, a continuacin,

un toque de igual al nmero del distrito en el

que ste se ha producido.

La campana de Espantaperros nunca fue

vuelta a fundir.

SIMULACROS, PRCTICAS Y EXHIBICIO-NES

La reorganizacin de la Compaa de Bom-

beros trajo tambin un cambio de su denomi-

nacin, pasando a denominarse Compaa de

Zapadores Bomberos, o Escuadra de Bombe-

ros.

Comenzaron a realizarse frecuentes ejerci-

cios programados para la formacin del per-

sonal, incluso en horario nocturno, y la

disciplina se atiende minuciosamente, expul-

sndose del Cuerpo a quienes faltaban en ex-

ceso o incumplan las normas de

funcionamiento establecidas.

A fin de poder adquirir ms material, se rea-

lizan exhibiciones en la plaza de toros, con el

objetivo de recaudar fondos. Estas exhibicio-

nes, como la realizada la tarde del 25 de di-ciembre de 1880, es decir el da de Navidad,

incluan ejercicios gimnsticos y simulacros de

fuego real.

En la exhibicin realizada el da citado, que

cont con la presencia de la principales auto-

ridades de la ciudad, el Alcalde, el Gobernador

Civil, el Capitn General del Distrito Militar,

entre otras, se incluy un simulacro de incen-

dio en una casa levantada sobre el ruedo a tal

efecto.

32

CircularEn la tarde del 25 del corriente, se efec-

tuar en la Plaza de Toros de esta Capital,un gran certamen gimnstico y simulacro deuna casa incendiada por la Escuadra de Za-

padores Bomberos, con objeto de allegarrecursos para uniformarse y adquirir tilespara llenar los fines de su instituto.

Por el adjunto programa se enterar V.ms detalladamente del espectculo y pre-cios de las localidades que le ruego encare-cidamente adquiera en el mayor nmeroposible, recomendando eficazmente su des-pacho entre las personas de su familia, ami-

gos y conocidos, en atencin al fin plausibleque nos proponemos y que como represen-

tantes de la Ciudad tenemos el deber depatrocinar.El enterado de la presente ruego a mis

compaeros se dignen firmarlo a continua-cin con expresin de las localidades quedeseen se les reserve.

Badajoz, diciembre de 1880El AlcaldeAntonio Gonzalez

La Campana de Espantaperros, que daba lasseales de incendio, estuvo instalada en el edificiodel Ayuntamiento hasta su destruccin. La espadaaque aparece en este grabado fue tambin demolida.


27/46

RETENES DE PREVENCIN

Comenzaron a adoptarse medidas pre-

ventivas, desplazndose una dotacin de

Bomberos a los espectculos pblicos en

los que se supona que haba especial

riesgo.

El primero de estos retenes del que se

tiene noticia escrita, es el realizado en el es-

pectculo celebrado en los salones del Con-

servatorio de la Orquesta Espaola,

organizado por el Ateneo de Badajoz, el da

29 de diciembre de 1880. Ambas entidades,

el Conservatorios de la Orquesta Espaola

y el Ateneo, eran dos de las ms sealadas

asociaciones culturales del Badajoz de la

poca.

EL REGLAMENTO DE 1881

Como se citaba anteriormente, la reorga-

nizacin de la Compaa de Bomberos en

1880, dio lugar a un movimiento en todos

los rdenes, redactndose un nuevo Regla-

mento que fue aprobado definitivamente en

1881, imprimindose en la imprenta de D.E.

Ordua, de la ciudad, y del que an se con-

serva un ejemplar.

Este Reglamento tuvo en su origen dos re-

dacciones distintas, con enfoques diversos.

El primero de ellos, segn redaccin del

Jefe de Bomberos D. Luciano Samperez, re-

coga profusamente la organizacin interna

de la Brigada, encontrndose en l una

mayor defensa y asistencia a sus miembros.

Estableca incluso una pensin vitalicia para

los familiares de los fallecidos en acto de

Servicio. Segn este proyecto, los mandosde la Brigada deban ser un Jefe Organiza-

dor o Primer Jefe, un Segundo Jefe, y cinco

Cabos que seran los Jefes de otras tantas

Secciones.

Las Secciones contempladas en el pro-

yecto de Reglamento de Luciano Samperez eran:

Una Seccin de Socorro, cuyos integrantes eran gimnastas

Una Seccin de Corte, cuyos cinco integrantes se deban encargar de abrir pasos, de los des-

escombros, etc.

Dos Secciones de Bombas, con tres individuos cada una, y Una Seccin de Cerco, cuya misin era evitar que los no integrantes de la Brigada estorba-

sen los trabajos de sta.

33


28/46

La parte organizativa de este proyecto de

Reglamento sirvi para regir el funcionamiento

de la Brigada, hasta la aprobacin del defini-

tivo en 1881.

Sin embargo, este Reglamento no fue el de-finitivamente aprobado, sino otro de carcter

ms tcnico, en el que el Arquitecto Municipal

aparece como Jefe Facultativo de la Brigada,

aunque la responsabilidad directa de la misma

sigue asignada al Jefe Organizador, que tiene

a su cargo la instruccin y gobierno de aquella,

y la custodia de los materiales.

El Arquitecto Municipal, como Jefe Faculta-

tivo, inmediatamente bajo el Alcalde o su De-

legado, solo tiene como funciones los informesde las solicitudes de ingreso y sobre las ad-

quisiciones de material.

Aparece tambin, curiosamente, en orden je-

rrquico por encima del Jefe Organizador, el

Capelln del Ayuntamiento y los Mdicos de la

Corporacin, cargos, estos dos ltimos, que

llevaban aparejados la exencin de todas las

cargas municipales, beneficio del que no dis-

frutaban ni los mandos de la Brigada ni los

Bomberos.

El Servicio sigue siendo voluntario, estable-

cindose solo compensaciones econmicas

en caso de intervencin, y premios por acudir

pronto al lugar del siniestro, persistiendo lo ya

establecido en aos anteriores de asistencia

mdico-farmacutica gratuita para los Bombe-

ros y sus familiares, y la preferencia para ob-

tencin de empleos municipales.

La dotacin que establece este Reglamento

es de veintids individuos y el Jefe, estructu-rada en tres Secciones, la 1 de Bomberos, las

2 de Zapadores, y la 3 de Cuberos.

Este Reglamento, que carece de los matices

y detalles organizativos del proyecto inicial-

mente presentado por Luciano Samperez,

tiene, sin embargo, un aspecto tcnico muy ex-

tenso, ya que establece con gran minuciosidad

la forma de atacar los incendios, describiendo

el tipo de material necesario, el reconocimiento,

la forma de establecimiento y alimentacin delas bombas, y el sistema de ataque segn el

tipo de incendios.

34

Captulo 4Del ataque de los fuegos

Art. 35. Se procurar siempre en todo in-cendio echar las llamas de dentro a fuera ycon este objeto la entrada, a ser posible, se

har por los portales a los pisos bajos, porlas trastiendas a las tiendas y por las esca-leras a los pisos altos, para conservar de estemodo las salidas.

Art. 36. Solo en ltimo caso se entrar porlas ventanas, a fin de evitar que, estable-cindose una corriente de aire de fuera adentro, se comunique el fuego a las habita-ciones interiores y escaleras, y sean ms di-fciles los establecimientos.

Llegado el caso extremo de tener que pe-netrar por las ventanas, se utilizarn alefecto las escalas de garfio.

Captulo 8De los fuegos en stanos y bodegas

Art. 46. Para atacarlos se principiar porcerrar todos los respiraderos a fin de evitarque se establezcan corrientes de aire.

Art.47. Practicada la operacin anterior, se

tomarn noticias de los habitantes sobre elmodo de llegar al stano, recodos que haya,obstculos que puedan encontrarse en el ca-mino y naturaleza de las materias en com-bustin.

Art. 48. Enseguida los individuos de la Bri-gada, encargados del ataque al fuego, se cu-brirn la boca y nariz con un paueloempapado en agua y vinagre, fijarn una cla-vija de hierro a la entrada del stano y bo-dega, sujetarn a ella una cuerda delgada,que cogern con la mano derecha y marcha-rn de espalda con el cuerpo muy cerca delsuelo, para respirar la capa de aire menoscargada de humo, pues este tiende siempre aocupar la parte superior y la corriente deaire, que el fuego establece, rasa la superfi-cie del terreno.

....Art. 52. Luego que se crea prximo a ex-

tinguirse el fuego, se harn abrir los respi-raderos para que salga el humo, aumentadoconsiderablemente con el agua que se hayaarrojado y se entrar en el stano o bodegacon una luz, apagada la cual, se retirarn los

individuos de la Brigada por ser esta sealevidente de ser all todava la atmsferairrespirable.

Algunos artculos del Reglamento de la Bri-gada de Bomberos de Badajoz de 1881


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En concreto se establecen cinco clases de in-

cendio:

Fuegos de stanos y bodegas

Fuegos de los pisos bajos, almacenes, tien-

das y tinglados Fuegos en los pisos altos

Fuegos en los desvanes, buhardillas y teja-

dos, y

Fuegos de chimeneas.

En el manuscrito original de la versin definiti-

vamente aprobada apareca otra divisin, la co-

rrespondiente a fuegos de campo y campia,

que sin embargo no apareci en la edicin final-

mente impresa.

Esta parte del Reglamento constituye un ma-

nual muy completo de lucha contra incendios,

segn el tipo de construccin y los medios de la

poca, que incluso en la actualidad aporta deta-

lles de inters para la formacin de los Bombe-

ros en incendios que ocurran en antiguos

edificios en los que la madera es ele elemento

fundamental de la construccin.

35

Portada del Reglamento manuscrito deLuciano Samperez, que sirvi de base

para el definitivamente aprobado.

Captulo 12De los fuegos en chimeneas

Art. 71. Reconocida la chimenea incendiada, se cerrarn las puertas y ventanas para evitar queel aire de la habitacin alimente la combustin del holln, se limpiar con una escoba el can a lamayor altura posible y se colocar inmediatamente delante de ella una sbana o manta mojada,cuya humedad se renovar con frecuencia, si estuviese en contacto con el holln incendiado, paraimpedir tambin el paso del aire a travs del tejido.

.....Art. 73. Si cerrados al aire todos los conductos conocidos, el fuego sigue, sin embargo, con

fuerza, uno de los bombeos, provisto de la correspondiente hacha, trepar sobre la cubierta y tra-tar de ganar la cabeza de la chimenea, destruyendo lo menos posible la techumbre.........Art. 74. Llegado que sea el bombero, que se encargue de esta misin a la cabeza de la chimenea,

romper con el hacha la mitra y har caer los escombros por el can abajo a fin de que, lanzadosestos con fuerza, choquen contra las paredes y arrastren consigo una parte del holln, y echar des-pus algunos cubos de agua por el can abajo o por el paso para el limpia-chimenea que dejar almomento, con objeto de extinguir las partes del holln que estn an encendidas..

Art. 75. No obstante lo dispuesto en el artculo anterior, si el can de la chimenea fuese detubos de hierro colado o batido, no se echar agua de modo alguno para que no se abran estos conla frialdad, sino que se cerrarn hermticamente los dos extremos para que el fuego, falto de ox-

geno, se apague por si solo.

Parte del captulo 12 del Reglamento de 1881,relativo a la extincin de fuegos en chimeneas.


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El proyecto inicial del Reglamento inclua una seccin dedicada al reglamento del silbato de r-

denes, instrumento que se utilizaba para transmitir de forma rpida las rdenes a distancia. Por

ejemplo refiere ...Para llamar al Jefe de la Seccin de Socorro, ser de un toque y un golpe.Para llamar al Jefe de la 1 Bomba ser un toque y tres golpes...., y as sucesivamente.

REFERENCIA A SINIESTROS DE LA POCA

En la documentacin existente, aparecen bastantes referencias a siniestros ocurridos en esos

aos, fundamentalmente aquellos en los que las caractersticas de los mismos supusieron es-

pecial riesgo para los Bomberos.

Como muestra citaremos el ocurrido el da 23 de diciembre de 1880, a las nueve de la noche,

en una vivienda de D. Juan Valladares, sita en la Plaza de Minayo, en el interior de la cual haba

almacenada una importante cantidad de plvora. La efectividad de la intervencin en este in-

cendio dio lugar a un premio especial para los individuos de la Brigada.

Aparecen tambin en algunos de los escritos que se conservan de esa poca, solicitudes del

Jefe de Bomberos de que se felicite pblicamente a alguno de los miembros de la Guardia Mu-

nicipal por su colaboracin con la Brigada en la extincin de incendios.

EL NUEVO PARQUE DE BOMBEROS

Por razn desconocida, no volvi a utilizarse el local que constituy el primer Parque de Bom-

beros. La ubicacin del nuevo Parque fue el n 18 de la calle Chapn, que despus de la guerra

civil cambi su nombre a Regulares Marroques, volviendo en la actualidad a su antiguo nombre.

Este local fue cedido gra-

tuitamente por el Jefe de

Bomberos, que era su pro-

pietario, aunque el Ayun-

tamiento acometi las

obras necesarias para

transformar una ven-

tana en puerta, de

modo que pudiesen

entrar los carros de

las bombas desde la

calle.

36

Situacin, respecto a un plano parcial del Badajoz actual, de la ubicacin del primer Parque de Bom-

beros (1) y de la ubicacin que sigui a esta, en la calle Chapn, hoy Regulares Marroques (2).


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LA PROFESIONALIZACIN: AO 1887

En el ao 1886 se comienzan a sentar las bases para la profesionalizacin del Servicio, ini-

cindose una reorganizacin que culminara el 9 de octubre de 1887, fecha en la que el Ayunta-

miento, cuyo Alcalde era D. Jos Vacas Garca, aprob un nuevo Reglamento Orgnico.

El Cuerpo adopt la denominacin de Escuadra de Zapadores Bomberos de Badajoz, que yahaba sido propuesto por Luciano Samperez en 1881.

Esta reestructuracin, y el Reglamento que la regul, presentan dos importantes novedades.

Una de ellas es el establecimiento de guardias fijas en el Cuartel de Bomberos, y otra la asigna-

cin de retribuciones fijas al personal de la Escuadra.

Nos encontramos pues, a partir de 1887, con un servicio profesionalizado, con una dotacin fija

de personal.

La Escuadra se estructur en dos Brigadas, una de Bomberos y otra de Zapadores, con cinco

operarios y un Patrn cadauna.

Se nombr Jefe Prctico

de la misma a D. Luciano

Samperez, quien, en su

instancia de solicitud de tal

puesto, alegaba haber sido

Jefe de la anterior Compa-

a de Bomberos, y haber

pertenecido a la Corpora-

cin de Salvadores Bom-

beros del Gremio

Humanitario de Portugal,

en la que alcanz el cargo

de Segundo Patrn.

Como auxiliares de la

Escuadra se nombraron al

Fontanero Municipal y a

sus auxiliares, a los Ba-

rrenderos, y a un Conserje

Guarda del Parque, a los

cuales el Reglamento con-templaba como miembros

de la misma, asignndoles

funciones concretas en

caso de siniestro.

As, el Fontanero y sus

auxiliares deban encar-

garse de la apertura y con-

trol de las bocas de riego

que se necesitase utilizar

en los incendios, y los ba-rrenderos eran los encar-

gado de la conduccin de

37


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los carros de bombas y material, y la manipulacin de las palancas de maniobra de las bombas,

a fin de que los Bomberos se destinasen exclusivamente al ataque al fuego y al rescate de las

personas y bienes siniestrados o amenazados.

Se establecieron las siguientes condiciones para el ingreso en la Escuadra, segn cita textual:

1. Ser vecino de esta Capital o estar domiciliado en la misma

2. No contar menos de 20 aos ni ms de 403. Tener complexin sana y robusta, comprobada por reconocimiento facultativo

4. Ser albail, carpintero, cerrajero o gimnasta

5. Observar buena conducta.

Se establecen como mritos preferenciales saber leer y escribir o pertenecer como suplente a

la Escuadra.

Estos suplentes actuaban

como los voluntarios de la ante-

rior etapa, colaborando en la

lucha contra los siniestros, perosin percibir retribuciones econ-

micas.

Habida cuenta de que el mate-

rial de lucha contra incendios

que se conservaba en poder del

Ayuntamiento, entre el que se

encontraban dos bombas de un

solo cuerpo, estaba muy deterio-

rado, se adquiri nuevo material,

segn acuerdo de 1 de marzo de

1886, entre el que destacan dos

bombas de doble cuerpo con de-

psito de aire, una escala de

garfios, una manga de las llama-

das de salvacin, mangueras,

hachas y picos.

No se especifica la marca de

las bombas citadas, si bien se

mantuvo abundante correspon-

dencia con distribuidores diver-

sos, conservndose excelentescatlogos de la poca.

Cabe deducir, analizando la

correspondencia que se con-

serva y de los catlogos que se

conservan, que las bombas

fueron probablemente de fabri-

cacin inglesa, y que se adqui-

rieron a travs de un

distribuidor portugus.

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LA PREVENCIN DE INCENDIOS EN LAPOCA

De la preparacin tcnica de los responsables

de la Escuadra de Zapadores Bomberos, dan fe

algunos documentos existentes. Se citaron ya

las peculiaridades del Reglamento de 1881 queexplicaba minuciosamente las tcnicas a seguir

en los ataques a incendios, y nos detendremos

ahora en otro interesante documento, redactado

el 1 de abril de 1888 por el Jefe de la Escuadra,

relativo a una inspeccin del Teatro Lpez de

Ayala, el ms importante de la ciudad, que haba

sido inaugurado dos aos antes.

Este reconocimiento fue realizado a fin de es-

tudiar las vas de evacuacin del edificio y el

mejor modo de trabajar en el mismo en caso desiniestro.

Del resultado de la detallada inspeccin, se de-

duca que las vas de evacuacin del edificio re-

sultaban suficientes. Se apuntaban algunas

modificaciones a realizar para mejorar la seguri-

dad, que incluan modificaciones de la ubicacin

de una boca de incendios situada en el escenario,

que poda verse obstaculizada por la colocacin

de los decorados.

Otras mejoras de seguridad que se proponan

eran el refuerzo de las balaustradas de los bal-

cones centrales del piso principal, para colocar

una manga de salvamento, la sealizacin de

accesos de emergencia tabicados para uso de

los bomberos, y la recomendacin de que dos

miembros del personal del Teatro estuviesen

acompaando al retn de guardia de bomberos

durante las actuaciones, a fin de encargarse de

auxiliar a estos en los trabajos de manipulacin

necesarios en caso de incendio del teln o de las

bambalinas.

Este informe indica que la preocupacin sobre

el tema de los incendios no se circunscriba a la

lucha contra los mismos, y que la prevencin lle-

gaba ms all del simple establecimiento de re-

tenes en los espectculos.

El Teatro Lpez de Ayala haba sido dotado de

las medidas de seguridad contra incendios ms

avanzadas en la poca.

El Diario de Badajoz publicaba una noticia en

la que se recogan las medidas de proteccin

39

Escuadra de Zapadores Bomberos Munici-pales de Badajoz

Como ya he tenido el honor de oficiar aS.S., el domingo 18 del pasado Marzo, tuvolugar, bajo la direccin del S. Arquitecto Mu-nicipal, el reconocimiento del Teatro Lopez

de Ayala, a fin de estudiar las entradas y sa-lidas del mismo, y la mejor manera de traba-jar en los casos de incendio.

Verificado este acto con toda escrupulosi-dad, resulta que este edificio se encuentraen las mejores condiciones para el pblico,dadas sus condiciones de solidez y desahogo.

No obstante creo de mi deber proponerciertas innovaciones y mejoras, las que ansiendo insignificantes por su poco costo, se-ran de suma utilidad en los casos de incen-dio, y estas son las siguientes:

1. La boca de incendio que se encuentra si-tuada dentro del escenario, prxima a lapuerta falsa del mismo, deber estar colo-cada en los corredores del pi

historia de los bomberos de badajoz

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