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N°3 Enero 2011

El 18 de Abril de 1995 falleció en

Princeton Estados

Unidos, el que es

considerado el científico más

genial del siglo XX:

Albert Einstein.

Aunque él había

solicitado ser

incinerado, los médicos estimaron

que uno de sus

órganos era demasiado valioso

para convertirse en

humo y cenizas. Así que el médico

Thomas s. Harvey

extrajo el cerebro del cráneo, a fin de

realizarle estudios,

donde señalo que

sería necesario un conocimiento

científico, es decir un

pensamiento en el cual se utilizaran

métodos científicos,

investigaciones y experimentación

para aproximarse

a la realidad o dar solución a un

determinado

problema.

Los resultados que fueron

obtenidos en

las investigaciones

, se

fundamentaron en que el

cerebro de

Einstein era más ancho de

lo normal, y que

contaba con

enormes cantidades de

células gliales

(las estructuras que dan

soportes a las

neuronas). También se

aseguró que

contaba con un hemisferio

izquierdo de un

15% más grande, lo que

le permitía que

fuera más

abundante en neuronas a

diferencia de

cualquier mortal.

La crioterapia es una de las técnicas

médicas que más dan de que hablar. Y

encima, además de curar, adelgaza; es lo último en tratamientos de estética.

El frío ha comenzado a desplazar la

tradicional liposucción y el calor que se utilizaba hasta ahora para disolver la grasa;

ésta nueva técnica quiere venir a dar

respuesta a las exigencias de la sociedad para reducir las “lonjitas”, pero de una

manera más segura, rápida y que pronto

veremos al alcance de todos; conocimientos

científicos aplicados que vienen a dar respuestas a las necesidades actuales de la

sociedad.

La criolipólisis tiene el sello de la Universidad de Harvard, desarrollada por

dos punteros de la dermatología, Dieter

Manstein y Rox Anderson, éste último, inventor también de la depilación láser.

La liposucción sin bisturí se aplica de

momento en la zona

del abdomen, aunque ya se están

realizando pruebas

en muslos y cara. No necesita

anestesia, puesto

que la baja

temperatura insensibiliza la piel y

evita que se

produzcan molestias. Además

no daña el tejido

que rodea la grasa. Desde hace tiempo,

la medicina también

congela tejidos mediante nitrógeno

líquido para tratar

algunos tipos de tumores, como el de

la próstata. Las

células tumorales

se destruyen cuando se produce

el deshielo, y

además tiene la ventaja de que el

paciente puede irse

a casa el mismo día de la intervención.

Una mañana de primavera de 1976, el pequeño de 7 años, Julián Fabricus corría por los campos de Worcester, Sudáfrica, cuando al intentar atrapar

una mariposa cayó al pasto e inmediatamente comenzó a sentir molestias en su ojo izquierdo.

Al regresar a su casa le contó a su mamá lo ocurrido y lo llevó al oculista Cornelius Kooy que, al no encontrar la fuente de la molestia, le recetó unas gotas lubricantes y

anestésicas a fin de evitar más molestias, a los tres días ya no había rastro de inflamación.

Un año después el pequeño mencionó que ocasionalmente,

en su ojo izquierdo presentaba molestias como comezón y a veces la vista se le nublaba, el padre de Julián le examinó el ojo y noto un pequeño objeto blanco en la córnea, cerca de la pupila. Tras llevarlo nuevamente con el oculista, él les dijo que parecía ser una especia de hierba de 4 mm. de longitud y de color blanco.

El 20 de diciembre de 1977 el pequeño se sometió a una microcirugía de 30 minutos efectuada por el cirujano Solomon Abel; después del examen

biológico del objeto en el ojo se dijo que el objeto era una planta de la especie Compositae. Según la hipótesis es que al caer el niño en la hierba, la semilla entró a su ojo y se incrustó en la córnea y permaneció en estado latente hasta que comenzó a crecer debido a lo propicio del ambiente.

El conocimiento de aquella planta se dio por casualidad de la vida es decir, al azar, lo que permite a los seres humanos conducirse en su vida y las diferentes actividades que desarrollan, les permite salir de la rutina. Un tipo de conocimiento muy claro seria el empírico ya que es propio de las personas sin formación, pero que tienen conocimiento del mundo exterior, lo que les permite actuar y determinar acciones, hechos y respuestas casi por instinto, de aquí que su fuente principal de conocimiento son los sentidos.

Hoy en día las prendas de vestir pueden adquirirse a costos muy bajos aunque, hay opciones para todo tipo. En la

antigüedad las prendas pasaban de mano en mano, los cuales por su durabilidad eran parte de herencia de los padres a sus

hijos, hoy se desechan con gran facilidad por presentar algún emparentada con el acto de robar, ya que los pueblos

germánicos, que invadieron la Península Ibérica entre los siglos V y VIII, se llevaban como botín, no sólo armas y objetos de valor, sino las vestimentas y el calzado. Raub, que en

germánico significa “robo”, ”rapiña”,” saqueo” o “botín” ;

derivó al español ropa y redujo su significado al de las prendas con que nos vestimos. Con esta investigación, que incluye el

estudio individual de millones de personas en su vestimenta, nos da resultados que en conjunto permiten ver el gran cambio

cultural, ético y moral que se está desarrollando en la humanidad, tipo de deterioro o haber pasado de moda, sin embargo, en el siglo XIX la ropa se consideraba una posesión

valiosa.

Datos curiosos… Personalidades con estilo

Luis XIV El rey Sol impuso una lujosa y

rebuscada moda para los hombres. El

atuendo que extravagantemente vestía el

rey consistía de calzón, chaqueta, casaca y

llamativa peluca.

George Sand Fue una escritora

francesa conocida por usar

vestimenta masculina en una

época en que la sociedad se regía

por estrictos códigos de

comportamiento y etiqueta. Su

forma de arreglarse, así como sus

múltiples amantes, rodearon su

vida de escándalo.

Frida Kahlo La célebre pintora

mexicana destacó por vestirse con

atuendos autóctonos y trajes típicos. Su

guardarropa estuvo compuesto por

prendas de distintas regiones de México

y Guatemala, blusas y huipiles bordados

y faldas tradicionales.

¿Por qué le interesa la pintura impresionista de Monet a un científico? ¿Qué le revelan sobre las leyes de la naturaleza esos cuadros?

Claude Monet (1840-1926) Creador del impresionismo francés tuvo una serie de 30 cuadros en la que representa pajares.

Robert Laughlin, premio Nobel de Física comenta que las imágenes de Monet le permiten visualizar sus ideas sobres el mundo de la física:

“Es un cuadro impresionista, el significado de la imagen está en su totalidad. Si vemos las partes de este cuadro, no son nada, no tienen ningún sentido. Solo te atrapa conforme lo ves desde más lejos. Cuando ves unos de estos cuadros de cerca únicamente se aprecian pequeños puntos, el significado no solo se aclara conforme te alejas, sino que se vuelve muy preciso. El científico señala que el resultado de esta indagación artística nos da testimonio maravilloso sobre la mente humana. A partir de lo imperfecto surge lo perfecto. Laughlin señala que la reproducción de Monet sirve para comunicar emociones, pensamientos, sentimientos, además de descubrir la belleza y sencillez de las cosas. Que se podría definir como un conocimiento artístico aunque cabe señalar que no se puede transmitir pues este es propio del individuo que lo posee y solo puede ser desarrollado por él.

Durante la excavación de una pirámide sagrada han salido a la luz evidencias de rituales sangrientos pero, hasta ahora, no hay indicio alguno del monarca más temido del Imperio Azteca. En el célebre Zócalo de la Ciudad de México, cerca de las ruinas de la pirámide azteca llamada Templo Mayor, fueron hallados los restos de un animal –tal vez un perro o un lobo– sacrificado hace unos 500 años y depositado en un tiro vertical limitado con bloques de piedra de dos metros y medio de profundidad. Es posible que el cánido no tuviera nombre ni amo aunque, seguramente, fue importante para alguien, pues estaba adornado con un collar de cuentas de jade, orejeras de turquesa y ajorcas con pequeños cascabeles de oro en las patas traseras. El equipo arqueológico de Leonardo López Luján se topó con el “aristocánido” en el verano de 2008, tras dos años de excavaciones que comenzaron cuando los trabajos de cimentación de un edificio nuevo revelaron un objeto asombroso: un monolito rectangular de arenisca rosada y 12 toneladas de peso, fracturado en cuatro pedazos que componen la espeluznante efigie de Tlaltecuhtli, diosa azteca de la Tierra y símbolo del ciclo de la vida y la muerte, acuclillada para dar a luz mientras bebe su propia sangre y devora el fruto de sus entrañas. Junto con la célebre Piedra del Sol o Calendario Azteca (de basalto negro y 24 toneladas, descubierta en 1790) y el disco de la diosa lunar Coyolxauhqui (de ocho toneladas, desenterrado en 1978), este es el tercer hallazgo fortuito de un relieve monolítico en las inmediaciones del Templo Mayor.

Luego de años de trabajo difícil en un profundo tiro situado junto al monolito, Leonardo López Luján y su equipo han conseguido rescatar algunas de las ofrendas más extrañas jamás vistas. Al retirar un parche de estuco en el piso de la plaza, los arqueólogos encontraron 21 cuchillos rituales de pedernal blanco, decorados con pigmento rojo y que simulan los dientes y encías del monstruo terrestre, cuya boca se abre para recibir a los muertos. Conforme profundizaban en la excavación, dieron con un bulto de hojas de agave que contenía punzones de hueso de jaguar, utilizados por los sacerdotes aztecas para ofrendar su sangre a las deidades; a un lado de esos implementos se encontraban barras de copal, una especie de incienso sacerdotal usado en la purificación espiritual. Punzones e incienso estaban cuidadosamente envueltos en el atado, junto con gran variedad de plumas y cuentas de jade. Con gran sorpresa, López Luján encontró una segunda ofrenda a pocos centímetros debajo del bulto: una caja de piedra que contenía las osamentas de dos águilas reales (símbolos solares) con los cuerpos vueltos hacia el poniente y, alrededor, 27 cuchillos rituales de los cuales 24 habían sido “vestidos” con pieles y diversos ornamentos, cual muñecas que representaban a las divinidades asociadas con el sol del ocaso.

En enero de 2010, el equipo había rescatado un total de seis ofrendas del tiro, la última situada a siete metros bajo el nivel de la calle e integrada por una vasija de cerámica que contenía 310 cuentas de piedra verde, orejeras y figurillas. La ubicación de cada artefacto obedecía a una lógica compleja que recreaba la cosmología del Imperio Azteca. En el fondo de la caja que encerraba la segunda ofrenda, López Luján halló los restos del animal ricamente adornado, cubierto con conchas marinas y restos de langostinos, cangrejos y caracoles traídos desde el Golfo de México, el mar Caribe y el océano Pacífico. El arqueólogo sabía que, según la cosmología azteca, esa organización peculiar representaba el primer nivel del inframundo, donde el perro debía guiar el alma de su amo a través de un río peligroso.

Pero ¿de quién era esa alma? Desde que Hernán Cortés conquistó México, en 1521, jamás se han encontrado los restos de algún emperador azteca y, no obstante, los registros históricos confirman que tres monarcas fueron incinerados y sus cenizas se depositaron al pie del Templo Mayor. Cuando se descubrió el monolito, López Luján se percató de que Tlaltecuhtli tenía un conejo con 10 puntos en la garra de la pierna derecha. En el sistema de notación azteca, la fecha 10-conejo corresponde al año 1502, en el cual, según los códices que sobreviven de aquella época, fue sepultado con gran pompa el soberano más temido del imperio, Ahuítzotl. López Lujan señala que esta investigación documental, se ha dado por medio de las piezas arqueológicas que se han encontrado, no obstante es importante menc ionar que si se llega a encontrar el sepulcro de Ahuítzotl, culminará un esfuerzo notable de 32 años por desentrañar los secretos de uno de los imperios más mitificados y menos comprendidos en la historia del hemisferio occidental.

En 1960, una amante de los animales llena de vida y sin formación científica montó un campamento en la Reserva de Caza del Arroyo Gombe, en Tanganica, para observar los chimpancés. En la actualidad, el nombre de Jane Goodall es sinónimo de protección de una querida especie. En Gombe –sitio de uno de los estudios de mayor duración y más detallado sobre cualquier animal salvaje– aún se genera información nueva sobre los chimpancés. La mañana del 14 de julio de 1960, Jane arribó a un remoto tramo de la orilla oriental del Lago Tanganica. Llegaba por vez primera a lo que más tarde se llamaría la Reserva de Caza del Arroyo Gombe, una pequeña área protegida. Llevaba consigo una tienda de campaña, unos platos de estaño, una taza sin asa, unos binoculares de muy mala calidad, un cocinero africano llamado Dominic y, como acompañante, por insistencia de quienes temían por su seguridad, a su madre. Había ido para estudiar a los chimpancés. O, por lo menos, para intentarlo. Observadores ocasionales esperaban que fracasara. El paleontólogo Louis Leakey, la persona que la había contratado para esa tarea en Nairobi, creía que podría lograrlo. La joven Goodall no tenía una formación científica cuando empezó, ni siquiera un título universitario. Durante las primeras semanas en Gombe pasó apuros, tratando de hallar una metodología; perdió tiempo por una fiebre que probablemente era malaria; alcanzó a ver pocos chimpancés, hasta que un macho viejo de barba canosa tuvo un inesperado y vacilante gesto de confianza. Ella llamó a ese viejo chimpancé David Barba gris.

Lo importante en la investigación de Jane Goodall era establecer una nueva norma, una muy alta, para el estudio conductual de los simios en estado natural, centrándose tanto en las características individuales como en los patrones colectivos. Creó un programa de investigación, un conjunto de protocolos y aspectos éticos, un impulso intelectual –de hecho, Jane estableció una relación entre el mundo científico y una comunidad de chimpancés– que se convirtió en una investigación cualitativa.

Dos médicos del hospital Sainte Anne de Paris, Francia,

han usado la resonancia magnética para diagnosticar si

los pacientes que sufren Alzheimer realmente lo tienen

o se trata de otra enfermedad degenerativa o

consecuencia de algún trauma psicológico o craneal.

Según el doctor Jean Claude Monfort. Psiquiatra,

geriatra y neurólogo del hospital parisino este avance

podría evitar el diagnostico erróneo de enfermedades

que se tratan como el Alzheimer pero que en realidad

responden a otro tipo de trastornos serios.

Monfort afirmo que el principal objetivo es encontrar

respuestas o soluciones a problemas específicos, es

decir, llevar a cabo una investigación particular. En el

caso de un afectado con este mal las fibras nerviosas

posteriores del cuerpo calloso están destruidas de

forma simétrica. Esta estructura situada en la parte

profunda del cerebro, conecta los hemisferios

cerebrales derecho e izquierdo y coordina las funciones

de ambos.

El detonante con el que se logró este avance fue el

caso de una mujer octogenaria que presentaba un

cuadro de alteración de la conciencia y estupor. Al

analizar su cerebro calloso estaba en buenas

condiciones solo había sufrido una tremenda angustia y

no una enfermedad de la memoria.

Quizá uno de los virus más temibles sea el ébola. Una potencial arma biológica y de riesgo sanitario en África . Debido a su naturaleza, y a que no existen vacunas o tratamientos disponibles, los científicos deben trabajar bajo estrictas medidas de seguridad. Un equipo de investigadores de la universidad de Wisconsin -Madison, Estados Unidos, desarmo genéticamente a este virus y lo hizo seguro para su estudio bajo condiciones de biocontención menos exigentes. Para lograrlo, se le quito un gen conocido como VP30, lo cual le impide crecer al no poder generar las proteínas necesarias para replicarse en las células huésped. Este grupo de científicos afirmo que se trataba de una investigación básica, a fin de que con las investigaciones realizadas se pudo construir más conocimiento sobre este virus por lo que, tal vez sería posible el desarrollo de vacunas y compuestos antivirales más eficaces.

MEDICINA

¿Qué es la cirrosis? La hepatitis y el alcoholismo pueden causar que el tejido hepático muera y sea

reemplazado por un tejido llamado cicatrizal, con una consistencia más densa

que el hígado normal y sin la capacidad de actuar como tejido sano en la eliminación de toxinas y la secreción de hormonas. La

cirrosis puede causar problemas metabólicos o permitir el desarrollo de un

tipo de cáncer llamado carcinoma hepatocelular.