Nuestro Proyecto de Murillo comenzó cuando un día vimos en la pantalla digital el cuadro de una virgen muy bonita. Antonio y María nos contaron que era la Inmaculada de Murillo. Pero… ¿Y quién era Murillo? Comenzó así una lluvia de ideas en la que nos dimos cuenta que había algunas cosas que ya sabíamos pero otras muchas que no. Además, Ana nos comentó que en la cabalgata de los Reyes Mayos hubo una dedicada a Murillo y eso nos extrañó mucho. ¿Por qué iba a dedicarle Sevilla una carroza a Murillo y no a otro pintor? Así que decidimos que sería buena idea ponernos manos a la obra y empezar a investigar para resolver todas las dudas.

Para que nos sirviera de guía, lo primero que hicimos fue apuntar en folios qué sabíamos y qué queríamos saber:

Después nos pusimos a pensar dónde podríamos encontrar información y quien podría ayudarnos… ¡Nuestras familias! Así que decidimos escribirles una carta para pedirles su colaboración.

A partir de ese día nuestro Rincón de Murillo se empezó a llevar de imágenes de sus cuadros, videos, un montón de información… ¡Cómo se lo curraron las familias!

Lo primero que vimos fue su autorretrato. Lo observamos muy bien y nos llamó la atención tanta oscuridad.

- A lo mejor tenía las luces de su casa apagadas, dijo Lucía. - ¿Y cómo pudo pintarse a sí mismo? - ¡Con un espejo!, dijeron todos.

Nos parecía algo muy difícil de hacer, y para comprobarlo nosotros también podríamos intentarlo…

Trajimos de casa un espejito para imitar a Murillo en su autorretrato. Lo primero fue observar muy bien nuestros rasgos. Cada uno observó durante un ratito cómo era la forma de su nariz, de los ojos, la boca, el color de las cejas y el pelo, la forma de su cara y orejas… Y después nos pusimos ¡manos a la obra!

Pudimos comprobar la dificultad que tiene plasmar nuestra imagen tan bien como Murillo lo hizo, pero nos esforzamos tanto que, como podéis comprobar, conseguimos captar nuestra esencia.

Durante un ratito cada día, hemos revisado la información que íbamos trayendo, leyendo, subrayando o contándoles a los compañeros y compañeras aquello que habíamos descubierto en casa.

Entre la información encontramos el nombre de la calle donde está la casa de Murillo. Aún sigue en el mismo lugar, pero ahora es un museo sobre su vida y obra.

Se nos ocurrió buscar la calle Santa Teresa en Google Earth. Nos llamó mucho la atención lo grande que es.

También encontramos la profesión de su padre y ha sido de las cosas más curiosas. Era barbero-cirujano y sangrador, una profesión muy prestigiosa que hoy en día ya no existe (por suerte), pero cuyas prácticas realmente nos impresionaron… Así pudimos resolver una de nuestras dudas: Murillo vivía en una familia acomodada ¡incluso antes de hacerse famoso!

Quino nos trajo un dibujo del autorretrato de Murillo precioso, pero que además venía acompañado de un descubrimiento nuevo. Resulta que se hizo dos autorretratos a lo largo de su vida, el otro que no conocíamos lo realizó siendo mucho más joven.

Cuando lo vimos nos dimos cuenta de que… ¡Esa imagen era la que veíamos por mucho sitios de Sevilla!

Cuando nos enteramos de que Sevilla le estaba dando tanta importancia a Murillo no solo porque era sevillano, sino porque se cumplían 400 años de su nacimiento, aprendimos cuál era la operación matemática que usaron nuestras familias para averiguarlo. Nosotros lo practicamos con otros años de nacimiento y para averiguar nuestra edad (aunque algunas veces era un poco difícil porque eran restas con llevadas).

Eduardo nos enseñó que Murillo fue bautizado en la iglesia de la Magdalena, que está en el centro y en la que muchos de nosotros ya había estado.

Las siguientes sesiones se centraron en el análisis de sus obras. Las hemos observado detenidamente siguiendo el siguiente guion:

- ¿Quién aparece en el cuadro?

- ¿Qué están haciendo los personajes?

- Parecen ¿tristes? O ¿contentos?

- ¿Qué colores utiliza?

- ¿Son colores oscuros o claros?

Así hemos descubierto que Murillo siempre pintaba con tonos oscuros y un foco de luz, y que era un

estilo de pintura muy común en su época, conocido como tenebrismo.

También aprendimos la importancia del trabajo cooperativo jugando con unos puzles que nos trajo Bosco y nos encantaron:

Todo lo que hemos ido descubriendo lo hemos recogido en nuestras libretas de Murillo, que han quedado preciosas.

Así nuestro Proyecto llegó a su fin. Con la ayuda de todos hemos aprendido muchísimas cosas mientras investigamos, y no solo sobre Murillo… Casi sin darnos cuenta hemos practicado Lengua, Mates, Plástica…

Y aún nos espera una sorpresa en el Museo…

¡MUCHAS GRACIAS, MURILLO!