jaime sabines

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Conocí a Jaime Sabines por casualidad. Alguien, por Internet, me envió un poema suyo, no recuerdo bien cuál fue... ¿“ No es nada de tu cuerpo”, “Me dueles”, “Espero curarme de ti” ...? No importa, pero desde aquel momento sentí la necesidad de perseguirle, de buscarle dondequiera que estuviere escondido. Quería encontrar aquel hombre que era capaz de expresar con tanta sencillez, pero también con tanta verdad, lo que es el corazón del hombre cuando sufre, cuando siente, cuando goza o cuando se siente solo, irremediablemente solo. Quería saber más de aquel que sabía describir tan acertadamente el sabor intenso, crudo, feliz o doloroso del amor. Me interesó al principio, sobre todo, el Sabines del AMOR. Luego paso a paso y a medida que me iba acercando a él, que iba conociéndole mejor y me iba contagiando, conocí más Sabines... el de la VIDA, el de la MUERTE. El Sabines amante de sus paisanos chiapanecos, de las prostitutas :” Canonicemos a las putas. Santoral del sábado: Betty, Lola, Margot, vírgenes perpetuas, reconstruidas, mártires provisorias llenas de gracia, manantiales de generosidad...”,de la cojita embarazada, del canto de los pájaros, de la luna, del peatón , de las “muchachas que ofrecen sus senos en las salas oscuras”... El Sabines al que le encanta Dios “ese viejo magnífico que no se toma en serio. Al que le gusta jugar y juega y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente” y al Jaime que se le parte el alma al evocar la muerte de su tía Chofi: “tan miserable que se pasó dando su vida a todos” o el que se siente incapaz de recitar en público la bella elegía que dedicó a su padre, el Mayor Sabines, (“¡Mal- dito el que crea que esto es un poema!”). Este es el Sabines que me hizo estremecer en varias ocasiones el que “repartió su vida inútilmen- te entre el amor y el deseo, la queja de la muerte y el lamento de la soledad”. Quería saber más de su vida, de sus raíces, del porqué de este borbotón de sentimientos hechos palabra, hechos poesía viva, poesía “inevitable”. Porque los poetas “ son gente descarnada, perso- nas que van por el mundo sin piel , en carne viva” que les duele todo y les afecta las cosas más que a otros a los que la vida no les duele tanto. Sabines y el AMOR. No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma, de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti. Cuando Sabines habla del amor las palabras le salen a borbo- tones, como un galope de caballos desbocados que nadie pudiera con- tener. Sabines apenas retoca los poemas porque la expresión de un sentimiento necesita la urgencia de tomar cuerpo en forma de pala- bra, es la plasmación de un momento y cualquier retoque posterior sería como una traición a la espontaneidad de ese instante. Las pala- bras le llegan « ¡ Ellas llegan! Muchas veces aunque no las llame, pero me doy cuenta al momento de escribir. Escribo como va a quedar el Poeta mexicano nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; el 25 de marzo de 1926. Hijo de un libanés emigrado. Vivió alternativamente ahí y en la ciudad de México. Estu- dió medicina, pero abandonó estos estudios, posteriormente estudió letras en la Universidad Nacional Au- tónoma de México (UNAM), donde se licenció en Lengua y Literatura Española. En su juventud participó en programas de radio. Fue diputa- do federal por el estado de Chiapas de 1976 a 1979 y diputado en el Congreso de la Unión en 1988 por el Distrito Federal. Fue poeta califi- cado por el presidente de México, Ernesto Zedillo, como uno de los más importantes del país en el siglo XX, falleció el 19 de marzo de 1999 en México, Distrito Federal, víctima de un cáncer a la edad de 72 años. Sus poemas son viajes al fondo os- curo de las emociones, siempre con fuerza y siempre desgarradores. De su interior sacó poemas toscos y abruptos. A veces acertó y a veces no, pero cuando lo logró, sus poe- mas, hablan del amor o de la muer- te del padre, tienen una fuerza y una tenacidad en donde el ritmo del lenguaje y la potencia de las expre- siones dejan sin aliento al lector, seguro de haber tocado una verdad. Fue Premio Villaurrutia en 1973 y Premio Nacional de Literatura en 1983. Sus libros son Horal (1950), La señal (1951), Adán y Eva (1952), Tarumba(1956), Yuria (1967), Maltiempo (1972), Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (1973) y Uno es el hombre (1990). Su obra está recopilada en Nuevo recuento de poemas (1977).Uno es el poeta. Antología (Visor) Internet: http://www.avantel.net/~eoropesa/poesia/ jsabines3.html http://sololiteratura.com/sabinesprincipal.htm http://www.poemas-del-alma.com/jaime- sabines.htm A quien me devolvió las ganas de escribir , me leyó con atención, y compartió conmigo la emoción de estos poemas

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Sabines . la poesía inevitable

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Page 1: Jaime Sabines

Conocí a Jaime Sabines por casualidad. Alguien, por Internet,me envió un poema suyo, no recuerdo bien cuál fue... ¿“ No es nada detu cuerpo”, “Me dueles”, “Espero curarme de ti” ...? No importa, perodesde aquel momento sentí la necesidad de perseguirle, de buscarledondequiera que estuviere escondido. Quería encontrar aquel hombreque era capaz de expresar con tanta sencillez, pero también con tantaverdad, lo que es el corazón del hombre cuando sufre, cuando siente,cuando goza o cuando se siente solo, irremediablemente solo. Queríasaber más de aquel que sabía describir tan acertadamente el saborintenso, crudo, feliz o doloroso del amor.

Me interesó al principio, sobre todo, el Sabines del AMOR.Luego paso a paso y a medida que me iba acercando a él, que ibaconociéndole mejor y me iba contagiando, conocí más Sabines... el dela VIDA, el de la MUERTE. El Sabines amante de sus paisanoschiapanecos, de las prostitutas :” Canonicemos a las putas. Santoraldel sábado: Betty, Lola, Margot, vírgenes perpetuas, reconstruidas,mártires provisorias llenas de gracia, manantiales de generosidad...”,dela cojita embarazada, del canto de los pájaros, de la luna, del peatón ,de las “muchachas que ofrecen sus senos en las salas oscuras”... ElSabines al que le encanta Dios “ese viejo magnífico que no se toma enserio. Al que le gusta jugar y juega y a veces se le pasa la mano y nosrompe una pierna o nos aplasta definitivamente” y al Jaime que se leparte el alma al evocar la muerte de su tía Chofi: “tan miserable que sepasó dando su vida a todos” o el que se siente incapaz de recitar enpúblico la bella elegía que dedicó a su padre, el Mayor Sabines, (“¡Mal-dito el que crea que esto es un poema!”). Este es el Sabines que mehizo estremecer en varias ocasiones el que “repartió su vida inútilmen-te entre el amor y el deseo, la queja de la muerte y el lamento de lasoledad”.

Quería saber más de su vida, de sus raíces, del porqué deeste borbotón de sentimientos hechos palabra, hechos poesía viva,poesía “inevitable”. Porque los poetas “ son gente descarnada, perso-nas que van por el mundo sin piel , en carne viva” que les duele todoy les afecta las cosas más que a otros a los que la vida no les dueletanto.

Sabines y el AMOR.

No es que muera de amor, muero de ti.Muero de ti, amor, de amor de ti,de urgencia mía de mi piel de ti,

de mi alma, de ti y de mi bocay del insoportable que yo soy sin ti.

Cuando Sabines habla del amor las palabras le salen a borbo-tones, como un galope de caballos desbocados que nadie pudiera con-tener. Sabines apenas retoca los poemas porque la expresión de unsentimiento necesita la urgencia de tomar cuerpo en forma de pala-bra, es la plasmación de un momento y cualquier retoque posteriorsería como una traición a la espontaneidad de ese instante. Las pala-bras le llegan « ¡ Ellas llegan! Muchas veces aunque no las llame, perome doy cuenta al momento de escribir. Escribo como va a quedar el

Poeta mexicano nacido enTuxtla Gutiérrez, Chiapas; el 25 demarzo de 1926. Hijo de un libanésemigrado. Vivió alternativamenteahí y en la ciudad de México. Estu-dió medicina, pero abandonó estosestudios, posteriormente estudióletras en la Universidad Nacional Au-tónoma de México (UNAM), dondese licenció en Lengua y LiteraturaEspañola. En su juventud participóen programas de radio. Fue diputa-do federal por el estado de Chiapasde 1976 a 1979 y diputado en elCongreso de la Unión en 1988 porel Distrito Federal. Fue poeta califi-cado por el presidente de México,Ernesto Zedillo, como uno de losmás importantes del país en el sigloXX, falleció el 19 de marzo de 1999en México, Distrito Federal, víctimade un cáncer a la edad de 72 años.Sus poemas son viajes al fondo os-curo de las emociones, siempre confuerza y siempre desgarradores. Desu interior sacó poemas toscos yabruptos. A veces acertó y a vecesno, pero cuando lo logró, sus poe-mas, hablan del amor o de la muer-te del padre, tienen una fuerza yuna tenacidad en donde el ritmo dellenguaje y la potencia de las expre-siones dejan sin aliento al lector,seguro de haber tocado una verdad.Fue Premio Villaurrutia en 1973 yPremio Nacional de Literatura en1983.

Sus libros son Horal (1950), Laseñal (1951), Adán y Eva (1952),Tarumba(1956), Yuria (1967), Maltiempo(1972), Algo sobre la muerte del MayorSabines (1973) y Uno es el hombre(1990). Su obra está recopilada en Nuevorecuento de poemas (1977).Uno es elpoeta. Antología (Visor)Internet:http://www.avantel.net/~eoropesa/poesia/jsabines3.htmlhttp://sololiteratura.com/sabinesprincipal.htmhttp://www.poemas-del-alma.com/jaime-sabines.htm

A quien me devolvió las ganas deescribir , me leyó con atención, ycompartió conmigo la emoción de

estos poemas

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poema definitivo y siempre corrijo en el momentode escribir. El de la corrección es un acto simultáneo al dela escritura. Tengo muy pocas correcciones». Algunos pen-sarán que es desigual, y quizás lo sea, pero para él lapoesía es algo más que un valor estético, o más bienesteticista, porque el poeta ha de entregarse en cuerpoy alma y eso es lo que hace de él un mundo de lectoresde amplio espectro.

¿Qué putas puedo hacer entre los poetas u ni-formados

por la Academia o por el comunismo?¿Qué entre los vendedores o políticoso pastores de almas?¿Qué putas puedo hacer, Tarumba,si no soy santo, ni héroe, ni bandido,ni adorador del arteni boticario,ni rebelde?

El amor del que habla Sabines es un amor siem-pre aparaentemente atormentado, perodesgarradoramente tierno . Es un amor apasionado, pa-radójico «que va diciendo adiós yendo a tu lado», un amorque «duele como un panal y es sabroso como la uva decera». Porque a Sabines el amor le duele: «mansamente,insoportablemente me dueles». Es como una enferme-dad del alma de la que necesita curarse, una especie deadicción de la que debe desasirse debe dejar de «beber-lo», de «fumarlo» y para el que se prescribe a si mismotiempo, abstinencia y soledad.

El amor de Sabines es el amor de la ausencia,del vacío del otro, de la búsqueda ansiosa de una presen-cia añorada o perdida, quizás también soñada: «Me doycuenta que me faltas/ Y de que te busco entre las gentes,entre el ruido/ pero todo es inútil! ... Aquí a mi lado, juntoa mi, me faltas»

Esta ausencia aparece a cada paso en la poesíade Sabines , a todas horas: «Que nadie me mire a lastres de la mañana / paseando de un lado a otro de laestancia / loco, lleno de ti, enamorado».Lo busca por do-quier en el vacío que ha dejado en la cama, en la calle pordonde se pasean sus brazos vacíos, lo busca por loscines, los parques las tranvías...

El amor de Sabines es el amor de la soledad, elde la soledad de uno o la soledad de dos seres que seaman en silencio, con sus tristezas a cuestas, en que losamantes se besan como si besaran su retrato, mientraslas cosa, testigos mudos de estas soledades «se ponen aescuchar lo que no hablamos».

Pero el amor de Sabines es sobre todo una ne-cesidad vital, una razón de ser, una urgencia de vida: « Elamor se come como el pan,/ se muerde como un labio, /se bebe como un manantial».

El amor es el libro en que uno sabe leerse yaprenderse: « Me tienes en tus manos/ y me lees lo mis-mo que un libro/ Sabes lo que yo ignoro/ y me dices lascosas que no me digo/ Me aprendo en ti más que en mimismo».

Y el amor en Sabines es un Edén lleno desensualidades, de árboles de la vida cuajados de manza-nas hermosas que llevan dentro la amenaza la expulsiónde ese Paraíso, pero son un fruto que hay que mordercon ansia, con las ansias que despierta cualquier tenta-ción, cualquier fruta prohibida. La necesidad íntima derecorrer minuciosamente el cuerpo amado hecho geogra-fía de ternura, de acogimiento, de ansia, de reposo, de

Sabines y la VIDA

«Uno apenas es una cosa ciertaque se deja vivir, morir apenas

y olvida cada instante, de tal modoque cada instante, nuevo, lo sorpenda».

Jaime Sabines es un enamorado de la vida, desus gentes, de los paisajes, del mar y de la luna, un amorpor la vida paradojicamente urgido por la muerte que leempuja a vivir. «Alguien me habló todos los días de mivida/ al oído, despacio, lentamente / Me dijo: ¡Vive, vive,vive! / Era la muerte. «

Y Sabines se dedicó a vivir, desde el amancerhasta la noche en que la luz es distinta y lo llamamosDIA. Abrió los ojos para mirar todo y a todos: a la niña deojos sin nadie, a los árboles, a las putas, a la cojita emba-razada, a Miss X, la menuda Miss equis, al mar que semide por olas, al aire que descansa en las hojas de losárboles, a los amorosos que andan como locos, a las pa-lomas en el tejado del vecino, a las gentes envenenadaspor el trabajo... Y entre todos ellos preguntándose « ¿Cualhormiga soy yo de estas que piso?».

Vivió mostrándose, porque nunca trató de con-vencer a nadie. Esa era su forma de vivir la vida,desplegándose, abriéndose , desparramándose en formade poesía.» No quiero convencer a nadie de nada. Tratarde convencer me parece indecoroso, es atentar a su li-bertad de pensar o de creer o de hacer lo que le de lagana»

Se dedicó a amar y a alegrase ‘ por el sol quesale después de tantas horas, por los árboles que se es-tiran como quien sale de la cama. Se alegraba de que loscoches tuvieran gasolina y el tuviera amor’. Quería serbueno «como el que acaba de salir de la cárcel.»

«Lo bueno es vivir del mejor modo posible.Peleando, lastimando,acariciando, soñando (¡pero siempre se vivedel mejor modo posible!)»

Como la naturaleza Sabines tuvo sus estacio-nes, sus ciclos de vida, sus primaveras, sus veranos, susotoños y su invierno. Sus primeros años de estudiante enla ciudad de México. En la soledad de la gran urbe que leagobiaba, recién llegado de su Txutla natal, Jaime se re-fugiaba en la soledad de su habitación de estudiante ypor las noches vertía en sus libretas sus angustias , susemociones y escribía «dasaforadamente, compasivamen-te». Era una forma de huir de sus miedos, el hecho deescribir era una manera de romper aquella soledad y decomunicarse a través de la escritura con las personas ycon la vida. Para él el escribir, el escribirse, dio el verda-dero sentido a su vida.

Después de esta primera decepción estudiantil

juego, de recorrido interminable por «espaldas dulcísi-mas, por pechos exactamente reunidos, por muslos du-ros como el día o rodillas de marfil al fuego».

Nos morimos, amor, muero en tu vientreque no muerdo ni beso,en tus muslos dulcísimos y vivos,en tu carne sin fin, muero de máscaras,de triángulos oscuros e incesantes.Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.

Page 3: Jaime Sabines

regresó a Chiapas, a vender muebles en la tienda de suhermano, hasta que regresara de nuevo a la capital fede-ral para comenzar sus estudios de Filosofía y Letras. Mástarde regresaría de nuevo a Txutla. Durante sietelarguísimos años el poeta se convertiría en vendedor detelas. Fue un gran ejercicio de humildad, se sentía humi-llado y ofendido por la vida. «¿Cómo era posible que es-tuviese en aquella actividad la más antipoética del mun-do, la de comerciante?» Allí escribió «Tarumba», para es-capar de tanta asfixia y de tanta rutina.

Y de nuevo a Méjico, visita a Cuba, su paso porla política como diputado federal por Chiapas, su decep-ción y su desencanto. En la última década de su vida letocó pasar por la estación de su invierno golpeado por laenfermedad, su fractura en la pierna y sus 35 operacio-nes... Hasta que un 19 de marzo de 1999 Jaime Sabinesdecidió no luchar más contra la enfermedad y se despidióde su mujer y de sus hijos. « No hay que llorar la muerte,es mejor celebrar la vida»

Sabines y LA MUERTE

“La muerte no mata,no es muerte.

La muerte recibe, acoge,Es blanda y maternal y triste

Es la vida la que mata.”

Esto escribió Jaime Sabines en su poema “In-troducción a la muerte”, escrito en 1948, y publicado en1954 en la revista América. Fue un poema que no quisoincluir en ninguno de sus libros porque no lo considerababueno. La muerte es un tema recurrente en su poesía yen su vida. La muerte no como sufrimiento, sino comodescanso, como reposo y también como sustento de vidaque alimenta la urgencia y la necesidad de vivir. La muer-te que nos va pisando los talones para incitarnos a vivir.

Más de una vez pide a gritos una pausa en estavida para descansar un poco y volver a vivir: “ Me dis-pongo a dormir/morir una semana, un mes... Quiero dor-mir/morir un mes, un año, dormirme/morirme. Y si ha-blo dormido, no me hagan caso...Hagan cuenta que es-toy enterrado y que ustedes no pueden hacer nada hastael día de mi resurreccion” . O grita: “ ¿Cuándo la vida medará un recreo? / ¡Carajo, estoy cansado! / Necesitomorirme siquiera una semana”, exclama en su“Autonecrología”.

La muerte es su muerte y la muerte de su seresmás queridos: gritar la muerte del Mayor Sabines, supadre: “Me avegüenzo de mi hasta los pelos / por tratarde escibir estas cosas./ ¡Maldito el que crea que esto esun poema!)” . La muerte de su tía Chofi: «Amanecí tristeel día de tu muerte, tía Chofi, / pero esa tarde me fui alcine e hice el amor. / Yo no sabía que a cien leguas deaquí estabas muerta / con tus setenta años de virgendefinitiva.»O la muerte de Doña Luz, su madre: “Lloverásen el tiempo de lluvia, / harás calor en el verano, / harásfrío en el atardecer./ Volverás a morir otras mil veces. /Florecerás cuando todo florezca. / No eres nada, nadie,madre”.

Y la muerte es también el espectáculo salvajeque pasa por delante de su puerta y que no soporta, estaexhibición macabra de una dama que requiere todo elrespeto que se merece:

«Que costumbre tan salvaje esta de enterrar alos muertos! ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlosde la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles laposibilidad de revivir.

Yo siempre estoy esperando a que los muertosse levanten, que rompan el ataúd y digan alegremente:¿por qué lloras?»

Le sobrecogen esos entierros en que aseguranlas tapas de la caja, la cubren de paletadas, de polvo,como diciendo de aquí no sales. El, que desearía que losmuertos tuvieran una casa de reposo con ventilación,música y agua corriente para que los muertos pudieranlavarse la cara y levantarse dos o tres veces al día a vivir.

«Cuando tengas de morirteno alborotes tanto:muéretey ya»

En realidad Sabines se va entreando cada díapara morirse, llorando por el tiempo que se ha ido y porel que se va. Vive muriéndose cada día un poquito, comomuriéndose devorando trocitos de vida.

«Me muero todos los díassin darme cuenta, y estámi cuerpo girandoen la palma de la muertecomo un trompo de verdad....Yo soy el tiempo que pasa,es mi muerte la que vaen los relojes andando hacia atrás»

Este peronaje, esta persona, este poeta en car-ne viva es el que a mi me emociona , me conmueve, mehace sentir y vibrar con sus poemas escritos en carneviva. No me importa que sus versos rimen o no, ni lo quemidan, que a veces las palabras se le escapen , no laspuedo controlar para meterlas en el corsé de la métrica yla rima. ¡Qué más me da!

Pero detrás de su aparente sencillez , de su des-igualdad, se sometió a la disciplina de escribir. se dedicóa hacer poesía de sombra, como los boxeadores que seentrenan dando golpes y golpes a esas bolsas enormescontra las que sueltan sus puños. Mientras vendía telas ,durante treintas días, se sometió a la disciplina de escri-bir un soneto diario para acostumbrar su mano a escribir.Escribió a la manera de Neruda, de JuanRamón Jiménez,de Lorca hasta que fue notando que le salía su propiavoz.

Esta es la voz que he querido que se oiga enestas líneas , la voz cálida y ceceante de este Jaime Sabinesque era capaz de llenar el Bellas Artes de México con másde tres mil asistentes que esperaban ansiosos el levan-tarse del telón de cristal del Palacio . Gentes de todo tipo, algunos que quizá no frecuentran la poesía pero que sehan inscrito en esta Orden de los Amorosos y escuchanemocionados la voz de aquel poeta que va recitando ver-so a verso sus poemas desde su silla de ruedas . Emocio-naba y se emocionaba a la vez: «Híjole, qué lástimaque no traje mi caudal de lágrimas». Porque los aplau-sos «lastiman a uno».

A mi también me sigue emocionando.

Julio NIETO

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Jaime SABINES

poemas

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AMOR

TU CUERPO ESTÁ A MI LADO

Tu cuerpo está a mi ladofácil, dulce, callado.Tu cabeza en mi pecho se arrepientecon los ojos cerradosy yo te miro y fumoy acaricio tu pelo enamorado.Esta mortal ternura con que callote está abrazando a ti mientras yo tengoinmóviles mis brazos.Miro mi cuerpo, el musloen que descansa tu cansancio,tu blando seno oculto y apretadoy el bajo y suave respirar de tu vientresin mis labios.Te digo a media vozcosas que invento a cada ratoy me pongo de veras triste y soloy te beso como si fueras tu retrato.Tú, sin hablar, me mirasy te aprietas a mí y haces tu llantosin lágrimas, sin ojos, sin espanto.Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosasse ponen a escuchar lo que no hablamos.

NO ES NADA DE TU CUERPO,

No es nada de tu cuerpo,ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,ni ese lugar secreto que los dos conocemos,fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.No es tu boca -tu bocaque es igual que tu sexo-,ni la reunión exacta de tus pechos,ni tu espalda dulcísima y suave,ni tu ombligo, en que bebo.No son tus muslos duros como el día,ni tus rodillas de marfil al fuego,ni tus pies diminutos y sangrantes,ni tu olor, ni tu pelo.No es tu mirada -¿qué es una mirada?-triste luz descarriada, paz sin dueño,ni el álbum de tu oído, ni tus voces,ni las ojeras que te deja el sueño.Ni es tu lengua de víbora tampoco,flecha de avispas en el aire ciego,ni la humedad caliente de tu asfixia

que sostiene tu beso.

No es nada de tu cuerpo,ni una brizna, ni un pétalo,ni una gota, ni un gramo, ni un momento:

Es sólo este lugar donde estuviste,estos mis brazos tercos

ESPERO CURARME DE TI

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar defumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Si-guiendo las prescripciones de la moral en turno. Mereceto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una sema-na? No es mucho, mi es poco, es bastante. En unasemana se pueden reunir todas las palabras de amorque se han pronunciado sobre la tierra y se les pue-de prender fuego. Te voy a calentar con esa hogueradel amor quemado. Y también el silencio. Porquelas mejores palabras del amor están entre dos gen-tes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral ysubversivo del que ama. (Tú saber cómo te digo quete quiero cuando digo: «qué calor hace», «dameagua», «¿sabes manejar?,»se hizo de noche»... En-trelas gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te hedicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quie-ro».)

Una semana más para reunir todo el amor del tiem-po. Para dártelo. Para que hagas con él lo que túquieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.Nosirve, es cierto. Sólo quiero una semana para enten-der las cosas. Porque esto es muy parecido a estarsaliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

ME DUELES

Mansamente, insoportablemente, me dueles.Toma mi cabeza. Córtame el cuello.Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma, búscame,escúchame.En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama,pide tu asombro, tu iluminado silencio.

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Atravesando muros, atmósferas, edades,tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)viene desde la muerte, desde antesdel primer día que despertara al mundo.

¡Qué claridad de rostro, qué ternurade luz ensimismada,qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.Soy como el hijo de tus ojos,como una gota de tus ojos soy.Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,del suelo, de la sombra que pisas,del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.Levántame. Porque he caído de tus manosy quiero vivir, vivir, vivir.

ME TIENES EN TUS MANOS

Me tienes en tus manosy me lees lo mismo que un libro.Sabes lo que yo ignoroy me dices las cosas que no me digo.Me aprendo en ti más que en mi mismo.Eres como un milagro de todas horas,como un dolor sin sitio.Si no fueras mujer fueras mi amigo.A veces quiero hablarte de mujeresque a un lado tuyo persigo.Eres como el perdóny yo soy como tu hijo.¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?¡Qué distante te haces y qué ausentecuando a la soledad te sacrifico!Dulce como tu nombre, como un higo,me esperas en tu amor hasta que arribo.Tú eres como mi casa,eres como mi muerte, amor mío.

TU NOMBRE

Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.Trato de escribir que te amo.Trato de decir a oscuras todo esto.No quiero que nadie se entere,que nadie me mire a las tres de la mañanapaseando de un lado a otro de la estancia,loco, lleno de ti, enamorado.Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,lo grita mi corazón amordazado.Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,lo digo incansablemente,

y estoy seguro que habrá de amanecer.

ME DOY CUENTA DE QUE ME FALTAS

Me doy cuenta de que me faltasy de que te busco entre las gentes, en el ruido,pero todo es inútil.Cuando me quedo solome quedo más solosolo por todas partes y por ti y por mí.No hago sino esperar.Esperar todo el día hasta que no llegas.Hasta que me duermoy no estás y no has llegadoy me quedo dormidoy terriblemente cansadopreguntando.Amor, todos los días.Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.Puedes empezar a leer estoy cuando llegues aquí empezar de nuevo.Cierra estas palabras como un círculo,como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,en mi garganta como moscas en un frasco.Yo estoy arruinado.Estoy arruinado de mis huesos,todo es pesadumbre.

DIGO QUE NO PUEDE DECIRSE EL AMOR...

Digo que no puede decirse el amor.El amor se come como un pan,se muerde como un labio,se bebe como un manantial.El amor se llora como a un muerto,se goza como un disfraz.El amor duele como un panal,y es sabroso como la uva de ceray como la vida es mortal.

El amor no se dice con nada,ni con palabras ni con callar.Trata de decirlo el airey lo está ensayando el mar.Pero el amante lo tiene prendido,untado en la sangre lunar,y el amor es igual que una brasay una espiga de sal.

La mano de un manco lo puede tocar,la lengua de un mudo, los ojos de ciego,

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decir y mirar.El amor no tiene remedioy sólo quiere jugar.

No es que muera de amor...

No es que muera de amor, muero de ti.Muero de ti, amor, de amor de ti,de urgencia mía de mi piel de ti,de mi alma, de ti y de mi bocay del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,de nosotros, de ese,desgarrado, partido,me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,en mi cama en que faltas,en la calle donde mi brazo va vacío,en el cine y los parques, los tranvías,los lugares donde mi hombroacostumbra tu cabezay mi mano tu manoy todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al airepara que estés fuera de mí,y en el lugar en que el aire se acabacuando te echo mi piel encimay nos conocemos en nosotros,separados del mundo, dichosa, penetrada,y cierto , interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimosentre los dos, ahora, separados,del uno al otro, diariamente,cayéndonos en múltiples estatuas,en gestos que no vemos,en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientreque no muerdo ni beso,en tus muslos dulcísimos y vivos,en tu carne sin fin, muero de máscaras,de triángulos oscuros e incesantes.Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.En el pozo de amor a todas horas,inconsolable, a gritos,

dentro de mi, quiero decir, te llamo,te llaman los que nacen, los que vienende atrás, de ti, los que a ti llegan.Nos morimos, amor, y nada hacemossino morirnos más, hora tras hora,y escribirnos y hablarnos y morirnos.

Tú tienes lo que busco

Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo queamo,tú lo tienes.El puño de mi corazón está golpeando, llaman-do.Te agradezco a los cuentos,doy gracias a tu madre y a tu padre,y a la muerte que no te ha visto.Te agradezco al aire.Eres esbelta como el trigo,frágil como la línea de tu cuerpo.Nunca he amado a una mujer delgadapero tú has enamorado mis manos,ataste mi deseo,cogiste mis ojos como dos peces.Por eso estoy a tu puerta, esperando.

TE QUIERO PORQUE TIENES

Te quiero porque tieneslas partes de la mujer en el lugar precisoy estás completa.No te falta ni un pétalo,ni un olor, ni una sombra.

Colocada en tu alma,dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,leche de luna en las oscuras hojas.Quizás me ves,tal vez, acaso un día,en una lámpara apagada,en un rincón del cuarto donde duermes,soy la mancha, un punto en la pared,alguna raya que tus ojos, sin ti,se quedan viendo.

Quizás me reconocescomo una hora antiguacuando a solas preguntas, te interrogas

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con el cuerpo cerrado y sin respuesta.

Soy una cicatriz que ya no existe,un beso ya lavado por el tiempo,un amor y otro amor que ya enterraste.Pero estás en mis manos y me tienesy en tus manos estoy, brasa, ceniza,para secar tus lágrimas que lloro.

¿En qué lugar, en dónde, a qué deshorasme dirás que te amo? Esto es urgenteporque la eternidad se nos acaba.Recoge mi cabeza. Guarda el brazocon que amé tu cintura. No me dejesen medio de tu sangre en esa toalla.

Amor mío, mi amor...

Amor mío, mi amor, amor halladode pronto en la ostra de la muerte.Quiero comer contigo, estar, amar contigo,quiero tocarte, verte.

Me lo digo, lo dicen en mi cuerpolos hilos de mi sangre acostumbrada,lo dice este dolor y mis zapatosy mi boca y mi almohada.

Te quiero, amor, amor absurdamente,tontamente, perdido, iluminado,soñando rosas e inventando estrellasy diciéndote adiós yendo a tu lado.

Te quiero desde el poste de la esquina,desde la alfombra de ese cuarto a solas,en las sábanas tibias de tu cuerpodonde se duerme un agua de amapolas.

Cabellera del aire desvelado,río de noche, platanar oscuro,colmena ciega, amor desenterrado,

voy a seguir tus pasos hacia arriba,de tus pies a tu muslo y tu costado

SOLEDAD - MUERTE

Autonecrología VIEl mediodía en la calle, atropellando ángeles,violento, desgarbado;gentes envenenadas lentamentepor el trabajo, el aire, los motores;árboles empeñados en recoger su sombra,ríos domesticados, panteones y jardinestransmitiendo programas musicales.¿Cuál hormiga soy yo de estas que piso?¿qué palabras en vuelo me levantan?

«Lo mejor de la escuela es el recreo»,dice Judit, y pienso:¿cuándo la vida me dará un recreo?¡Carajo! Estoy cansado. Necesitomorirme siquiera una semana.

Del mito

Mi madre me contó que yo llore en su vientre.A ella le dijeron: tendrá suerte.

Alguien me hablo todos los días de mi vidaAl oído, despacio, lentamente.Me dijo: ¡ vive, vive, vive!Era la muerte.

He repartido mi vida inútilmente entre el amory el deseo,La queja de la muerte, el lamento de la soledad.Me aparte deLos pensamientos profundos, y he agredido ami cuerpo conTodos los excesos y he ofendido a mi alma conla negación.Me he sentido culpable de derrochar la vida ybo he queridoQuedarme en casa a atesorarla. Tuve miedo delfuego y me Incinere.Amaba las paginas de un libro y corría a lascalles a aturdirme.Todo ha sido superficial y vació. No tuve odiosino amargura,Nunca rencor sino desencanto. Lo espere todode los hombres yTodo lo obtuve. Solo de mi no he sacado nada:en esto me parezcoA las tumbas.

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¿ pude haber vivido de otro modo ? Si pudierarecomenzar,¿lo haría?

Mi corazón me recuerda que he de llorarPor el tiempo que se ha ido, por el que se va.

Agua del tiempo que corre, muere abajo,Tumba abajo, no volverá.

Me muero todos los díasSin darme cuenta, y estaMi cuerpo girandoEn la palma de la muerteComo un trompo de verdad.

Hilo de mi sangre, ¿ quien te enrollara ?

Agua soy que tiene cuerpo,La tierra la beberá.Fuego soy, aire compacto,No he de durar.

El viento sobre la tierraTumba muertos, sobre el mar,Los siembra en hoyos de arena,Les echan cal.

Yo soy el tiempo que pasa,Es mi muerte la que vaEn los relojes andando hacia atrás.

Quiero una caja de muerto que este có-moda,No vaya a estar angosta o corta.La almohadilla no muy altaY el color que quieran.Herméticamente cerradaPara que no entre nada de la vida.

Soy mi cuerpo.

Y mi cuerpo esta triste y cansado. MeDispongo a dormir una semana, un mes; no mehablen.

Que cuando abra los ojos hayan crecido losniños y todas lasCosas sonrían.

Quiero dejar de pisar con los pies desnudos el

frío. EchenmeEncima todo lo que tenga calor, las sabanas, lasmantas,Algunos papeles y recuerdos, y cierren todaslas puertasPara que no se vaya mi soledad.

Quiero dormir un mes, un año, dormirme. Y sihablo dormidoNo me hagan caso, si dijo algún nombre, si mequejo. QuieroQue hagan de cuenta que estoy enterrado, yque ustedes noPueden hacer nada hasta el día de mi resurrec-ción.

Ahora quiero dormir un año, nada mas dormir.

Yo no lo se cierto, pero supongoQue una mujer y un hombreAlgún día se quieren,Se van quedando solos poco a poco,Algo en su corazón les dice que están solos,Solos sobre la tierra se penetran,Se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. ComoSe hace la luz dentro del ojo.El amor une cuerpos.En silencio se van llenando el uno al otro.

Cualquier día despiertan, sobre los brazos;Piensan entonces que lo saben todo.Se ven desnudos y lo saben todo.

(yo no le se de cierto. Lo supongo)

Algo sobre la muerte del Mayor SabinesMorir es retirarse, hacerse a un lado,ocultarse un momento, estarse quieto,pasar el aire de una orilla a nadoy estar en todas partes en secreto.

Morir es olvidar, ser olvidado,refugiarse desnudo en el discretocalor de Dios, y en su cerradopuño, crecer igual que un feto.

Morir es encenderse bocabajohacia el humo y el hueso y la caliza

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y hacerse tierra y tierra con trabajo.

Apagarse es morir, lento y aprisatomar la eternidad como a destajoy repartir el alma en la ceniza.

Muero de ti, amor...de amor de ti,de urgencia miade mi piel de ti..

De mi alma de tiy de mi boca..y del insoportableque yo soy sin ti..

Muero de ti y de mi,muero de ambos,de nosotros, de ese..

Desgarrado, partido,me muero, te muerolo morimos..

Morimos en mi cuartoen que estoy solo,en mi cama en que faltas..

En la calle donde mibrazo va vacio..en el cine y los parqueslos tranvias..

Los lugares donde mi hombroacostumbra tu cabeza,y mi mano tu mano..y todo yo te secomo yo mismo..

Morimos en el sitio quele he prestado al aire..para que estesfuera de mi..

Y en el lugar en que

el aire se acabacuando te echo mipiel encima ..

Y nos conocemos en nosotros,separados del mundo..dichosa, penetrada..y cierto, interminable..

Morimos, lo sabemos,lo ignoran.. nos morimosentre los dos,ahora.. separados,del uno al otro, diariamente...

Cayéndonos en múltiplesestatuas, en gestosque no vemos.. en nuestrasmanos que nos necesitan..

Nos morimos, amor,muero en tu vientreque no muerdo ni beso..

En tus muslosdulcísimos y vivos,en tu carne sin fin,muero de mascaras,de triangulos obscurose incesantes..

Muero de mi cuerpoy de tu cuerpo,de nuestra muerte,amor, muero..morimos..

En el pozo de amora todas horas,inconsolable, a gritos,dentro de mi, quierodecir, te llamo..

Te llaman los quenacen, los que vienende atras, de ti,

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los que a ti llegan..

Nos morimos, amor..y nada hacemossino morirnos mas,hora tras hora,y escribirnos yhablarnos y morirnos...

VIDADel mito

Mi madre me contó que yo llore en su vientre.A ella le dijeron: tendrá suerte.

Alguien me hablo todos los días de mi vidaAl oído, despacio, lentamente.Me dijo: ¡ vive, vive, vive!Era la muerte.

En el saco de mi corazón caben todas las co-sas, desde la ignominiaA la ternura, desde las uvas de mujeres amadashastaLas corcholatas que me tiran los niños. Cadahora deposita enMi corazón un objeto distinto, y cada vez queextraigo de elUn recuerdo sale con sangre.

Yo me multiplico incansablemente. Estrenomanos y bocas todosLos días, cambio de piel, de ojos y de lengua, yme pongoUn alma cada vez que es preciso.

Desde el amanecer hasta la noche la luz es dis-tinta y se le llamaDía. Así me llaman jaime. Pero yo duro tam-bién en la oscuridad,Mas alla del momento impenetrable en quehago recuento de misEstrellas.

He repartido mi vida inútilmente entre el amory el deseo,La queja de la muerte, el lamento de la soledad.

Me aparte deLos pensamientos profundos, y he agredido ami cuerpo conTodos los excesos y he ofendido a mi alma conla negación.Me he sentido culpable de derrochar la vida ybo he queridoQuedarme en casa a atesorarla. Tuve miedo delfuego y me Incinere.Amaba las paginas de un libro y corría a lascalles a aturdirme.Todo ha sido superficial y vació. No tuve odiosino amargura,Nunca rencor sino desencanto. Lo espere todode los hombres yTodo lo obtuve. Solo de mi no he sacado nada:en esto me parezcoA las tumbas.¿ pude haber vivido de otro modo ? Si pudierarecomenzar,¿lo haría?

Horal

El mar se mide por olas,El cielo por alas,Nosotros por lagrimas.

El aire descansa en las hojas,El agua en los ojos,Nosotros en nada.

Parece que sales y soles,Nosotros y nada...

Me alegro de que el sol haya salido despuésde tantas horas: mealegro de que los arboles se estiren como quiensale de la cama;me alegro de que los carros tengan gasolina yyo tenga amor; mealegro de que este sea el día 26 del mes; mealegro de que nonos hayamos muerto.

Me alegro de que haya gentes tristes, como esamuchacha quepodría quererme si no quisiera a otro. Me ale-gro del buenode dios que me deja alegrarme.

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¡tilin, tilin! Yo estoy alegre: quiero hacerlotodo. No emborracharmecon este vaso de tequila sino curar tu alma. Pa-rarme de cabeza paraque rías Sacarte la lengua para que te aprietesla barriga.

Te muerdo debajo de la oreja, te ensalivo elpezón izquierdo,y se que estoy cerca de tu corazón, ciertamen-te.

Mira, día: vamos a ser buenos amigos. No darénada a nadie.Seré generoso: me arrodillare en una esquina yextenderé mismanos abiertas. Que me den un centavo el sol,el hombre quepasa, las niñas que van a la escuela y hasta lasviejecitasque vienen de la iglesia. Quiero ser bueno,como el que acabade salir de la cárcel.

¡salud, esqueletos!

No quiero convencer a nadie de nada.

Tratar de convencera otra persona es indecoroso, es atentar contrasu libertad depensar o de creer o de hacer lo que le de lagana. Yo quierosolo enseñar, dar a conocer, mostrar, nodemostrar. Que cadauno llegue a la verdad por sus propios pasos, yque nadie lellame equivocado o limitado. (¿ quien es quienpara decir “estoes así”, si la historia de la humanidad no es masque unahistoria de contradicciones y de tanteos y debúsquedas?)

Si a alguien he de convencer algún día, esealguien he de seryo mismo. Convencerme de que no vale lapena llorar, ni afligirse, ni pensar en la muerte. “la vejez, laenfermedad y la muerte”,de buda, no son mas que la muerte, y la muerte

es inevitable. Taninevitable como el nacimiento.

Lo bueno es vivir del mejor modo posible.Peleando, lastimando,acariciando, soñando. (¡pero siempre se vivedel mejor modo posible!)

mientras yo no pueda respirar bajo el agua, ovolar (pero de verdadvolar, yo solo, con mis brazos), tendrá quegustarme caminar sobrela tierra, y ser hombre, no pez ni ave.

No tengo ningún deseo de que me digan que laluna es diferentea mis sueños.

Se mecen los arboles bajo la lluvia

Tan armoniosamenteQue le dan ganas a uno de ser árbol.Bajo los truenosY atravesados por el vientoLos arboles parecen muchachas dormidas depieA las que el sueño del amor lleva de un lado aotro la cabeza

Estos arboles de la ciudad, tan esbeltos ysolitarios,Rodeados de casas y de alambres,Se alegran bajo la lluvia en lo altoY son la nube misma y el cielo.

¿ tiene uno, como la naturaleza, susestaciones, sus ciclosDe vida ? En el curso de quince o veinte díaspasa una primaveraY un verano en el fondo del alma, y luegoviene un día violentoEn que nos quedamos sin hojas, y fríos, einmovibles.

Alma mía, cosechadora de lo que siembro conel sudor de miFrente, con el frío sudor de mi frente, ¿ puedesdecirme a queHoras nos encontramos, en que sitio desiertovamos a vernos ?

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El diablo no hace caso de mis citas, y dios essordo desde haceTiempo: ven tu, alma mía, testigo mío, dametodo lo que tienesEs tus manos, lo que no te pertenece, tusonrisa, tus lagrimas.

¿ que voy a hacer con ello ? Nada. Quisieraecharte gasolinaEncima y prenderte fuego, alma mía. Pararecuperarme.

LOS AMOROSOS

Los amorosos callan.El amor es el silencio más fino,el más tembloroso, el más insoportable.Los amorosos buscan,los amorosos son los que abandonan,son los que cambian, los que olvidan.Su corazón les dice que nunca han de encon-trar,no encuentran, buscan.Los amorosos andan como locosporque están solos, solos, solos,entregándose, dándose a cada rato,llorando porque no salvan al amor.Les preocupa el amor. Los amorososviven al día, no pueden hacer más, no saben.Siempre se están yendo,siempre, hacia alguna parte.Esperan,no esperan nada, pero esperan.Saben que nunca han de encontrar.El amor es la prórroga perpetua,siempre el paso siguiente, el otro, el otro.Los amorosos son los insaciables,los que siempre «¡qué bueno!» han de estarsolos.

Los amorosos son la hidra del cuento.Tienen serpientes en lugar de brazos.Las venas del cuello se les hinchantambién como serpientes para asfixiarlos.Los amorosos no pueden dormirporque si se duermen se los comen los gusa-nos.

En la obscuridad abren los ojosy les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sábanay su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevastemblorosos, hambrientos,a cazar fantasmas.Se ríen de las gentes que lo saben todo,de las que aman a perpetuidad, verídicamente,de las que creen en el amor como en unalámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,a tatuar el humo, a no irse.Juegan el largo, el triste juego del amor.Nadie ha de resignarse.Dicen que nadie ha de resignarse.Los amorosos se avergüenzan de toda confor-mación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,la muerte les fermenta detrás de los ojos,y ellos caminan, lloran hasta la madrugadaen que trenes y gallos se despidendolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,a mujeres que duermen con la mano en el sexo,complacidas,a arroyos de agua tierna y a cocinas.Los amorosos se ponen a cantar entre labiosuna canción no aprendidaY se van llorando, llorandola hermosa vida.