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La crisis de/liberalismo en Salvador de Madariaga PEDRO CARLOS GONZÁLEZ CUEVAS * INTRODUCCIÓN En las luchas políticas contemporáneas se ha tendido a considerar mu- tuamente implicados «liberalismo» y «democracias>. Así se llegaría, con el tiempo, al vocablo «demoliberalismo». Sin embargo, las ciencias sociales —y en primerísimo lugar la historia— han demostrado que «liberalismo» y «democracia» son dos nociones no ya separables. sino muy distintas y, en cierto modo, contrapuestas. Por otra parte, han sido los mismos libera- les quicíles. reaccionando contra dicha implicación. se han encargado de establecer diferencias y deslindar claramente ambos conceptos. Así, uno de nuestros liberales más ilustres. el filósofo José Ortega y Gasset. decía en 1925: «Democracia y liberalismo son dos respuestas a dos cuestiones de derecho político completamente distintas». Mientras para Ortega la demo- cracia contesta a la pregunta sobre el sujeto del poder público, haciendo recaer éste sobre la colectividad de los ciudadanos, el liberalismo contesta a la pregunta sobre las limitaciones de dicho poder y sostiene que éste no puede ser absoluto, por tener las personas derechos previos a toda interfe- rencia del Estado. Y significativamente añadía: «De esta suerte aparece con suficiente claridad el carácter heterogéneo de ambos principios. Se puede ser muy liberal y nada demócrata o, viceversa, muy demócrata y na- * Departamento de Historia Contemporánea. Centro de Estudios Históricos. C. 5, i. C. Madrid, Cuadernos de Historio Gontemporónea, o.> II. 989 Editorial Universidad Complutense. Madrid

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La crisis de/liberalismoen SalvadordeMadariaga

PEDRO CARLOS GONZÁLEZ CUEVAS *

INTRODUCCIÓN

En las luchaspolíticascontemporáneasse ha tendidoa considerarmu-tuamenteimplicados«liberalismo»y «democracias>.Así sellegaría,coneltiempo, al vocablo«demoliberalismo».Sin embargo,las cienciassociales—y en primerísimolugar la historia—handemostradoque«liberalismo»y «democracia»son dos nocionesno ya separables.sino muy distintasy,en cierto modo,contrapuestas.Por otraparte,hansido los mismoslibera-les quicíles.reaccionandocontradicha implicación.se hanencargadodeestablecerdiferenciasy deslindarclaramenteambosconceptos.Así, unode nuestrosliberalesmásilustres.el filósofo JoséOrtegay Gasset.decíaen1925: «Democraciay liberalismoson dos respuestasa dos cuestionesdederechopolítico completamentedistintas».MientrasparaOrtegala demo-craciacontestaa la preguntasobreel sujeto del poderpúblico,haciendorecaeréstesobrela colectividadde los ciudadanos,el liberalismocontestaa la preguntasobrelas limitacionesde dicho podery sostieneque éste nopuedeserabsoluto,por tenerlaspersonasderechospreviosa toda interfe-renciadel Estado.Y significativamenteañadía:«De estasuerteaparececon suficienteclaridad el carácterheterogéneode ambosprincipios. Sepuedesermuy liberal y nadademócratao, viceversa,muy demócratay na-

* Departamentode Historia Contemporánea.Centro de Estudios Históricos. C. 5, i. C.

Madrid,

Cuadernos de Historio Gontemporónea, o.> II. 989 — Editorial UniversidadComplutense.Madrid

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da liberal (...). Sería, pues,el másinocenteerror creerquea fuerzade de-mocraciaesquivamosel absolutismo.Todo lo contrario.No hay autocra-cia másferozquela difusae irresponsabledel demos»‘. De estaforma, ladoctrinaquevincula «democracia»a un ilimitado poderdel pueblo,inter-pretado frecuentementecomo poder de las clases popularessobre lasminoríaspropietarias,ha sido criticadapor los liberales,quevenen ella elfundamentode la tiraníadelas masassobreel individuo. Así entendida,la«democracia»viola la libertadindividual; introduceuniformidade iguala-ción,cuando«libertad»ha de servariedady pluralidadsocial.No es extra-ño, pues,queun liberal comoFrangoisGuizotafirmara,trasla revoluciónde 1848: «Hoy el caosse ocultatrasunapalabra:democracia(...). ¡Idea fa-tal quesuscitay fomentade continuoentrenosotrosla guerrasocial! Estáes la ideaquees precisoextirpar.La pazsocial tieneun precio.Yjunto a lapaz social, la libertad, la seguridad,la prosperidad,la dignidad, todoslosbienes.moraleso materiales,quesólo ella puedegarantizar»2 Y es queelliberalismo,como autoconcienciade la burguesíaes. ante todo,una filo-sofíade la sociedad,desdecuyaperspectiva«libertad»no significatansó-lo libertadespolíticasy. porlo tanto,condicionesde la propia democracia.«Libertad»significa aquíigualmentey sobretodo libertad de propiedadprivada,las libertadesconexasa esederechoy que le confierensu valorconstitutivoen la sociedadcapitalista:la libertadde contratación,de fuer-zade trabajo,industrialy comercial.En definitiva. el conjuntode liberta-desque el liberalismoconsideraanterioresal poder estataly quelimitansu actuaciónordenadoratambiéncuandoéste se halla democráticamenteregido.«Los principios del liberalismo—afirmará el economistaLudwigvon Mises— se condensanen unasencillapalabra:propiedad;es decir.control privadode los factoresde producción(...). Todaslas restantesexi-genciasliberalesderivan de tal fundamentalpresupuesto»~.

Tras un continuoprocesode luchasreivindicativaspor partede las cla-sesdominadas—ningunade las grandesrevolucionesburguesasestable-cerá por sí misma la «democracia»—,el sistema demoliberalintentaráconciliar estosdosprincipios: la voluntadmayoritaria,expresadamedian-te el sufragio universal,y la propiedadprivadade los mediosde produc-

JosÉ ORT[:GA Y GASSIIr: «Notas del vago estio>,. en «III Espectador».Tomos V-Vt.Revista deOccidente,Madrid, 1972, ppll-33.

2 FRxNyoís Guízor:«De la democraciaen Francia»,Centrode EstudiosConstituciona-les. Madrid, 1981, pp. 91-93. Afirmaciones muy semejantesserian suscritaspor Ortega—granadmirador,como essabido,de los «doctrinarios»franceses—,enparecidacoyunturael año1917: «Loque hoy sellamademocraciaesunadegeneraciónde los corazones(.4. Loque hoy llamamos opinión pública’ y democracia no es. engranparte,sino la purulentasecrecióncíe esasalmas rencorosas»(José Ortegay Gasset:«Democraciamorbosa»,enLIEspectador Tomo II. Espasa-Calpe~Madrid. 966. pp. 24-25).

Ltjoww voN Mísrs:«Liberalismo»,Segunda edición,Unión Editorial, Madrid. l982,p. 37.

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cion.con todala situaciónsocial quesobreellase funda.A partir de aquíla teoríay la praxisdel sistemademoliberaloscilaráconstantementeentreaquellosdos polos: y. por lo general,la historia nos dice queno se hadudadoen sacrificarel primero,cuandose le consideraperturbadordel«orden».en beneficiodel segundo.

Los cambiosestructuralesdel capitalismo,el desarrollodel movímíen-to obrero, los peligros que amenazabanla hegemoníade la burguesía,apartir sobretodo de la revolución soviéticade 1917,pondránunavez másde manifiestodichascontradicciones.El períodollamado de «entregue-rras»(1919-39)se caracterizaen Europapor unaprofundacrisis de domi-nación y. sobretodo, política. El sistemaliberaldemocráticono resiste,enalgunospaíses,ni lasexigenciasni lascontradiccionesde la sociedadpos-terior a la primera conflagraciónmundial.En estecontexto,algunosinte-lecluales.adscritoshastaentoncesal horizonteideológicodel liberalismoburgués,dudaránde la capacidaddel sistemaparlamentarioparaafrontarlos nuevosretos sociales.La obradel economistay sociólogoliberal Vilfre-do Pareto.muy influyenteen aquellacoyuntura,seráunade lasmanifesta-cíonesmásexplícitasde ese«nuevoliberalismo»t queproclamaríaabier-tamentequeno se podíaconfiar en las masasy queéstasdebíanserguia-daspor unaélite política.Lascríticasparetianasa lospolíticosparlamen-tarios enfermosde timidez,incapacesde enfrentarseal «nuevofeudalismode los sindicatos»~. expresanla progresivadesapariciónde los aspectosmas«democráticos»del liberalismoburguésy el desarrollode un libera-lismo fuertementeconservador,prestoa aceptar.en casode peligro revolu-cIonario, el «estadofuerte». Pareto recibirá positivamente,aunquecon

RLiNi-iARn KUHNL: «Liberalismoy fascismo,Dos formasdedominio burgués».Fonta-nella, Barcelona.1982. pp. 97 y ss. Kúbnl establececronológicamentela apariciónde este«nuevoliberalismo»a finalesdcl siglo xix y principio del xx. A nuestroentender,sin embar-go. los primeros atisbosdedichaactitud estánpresentesen la obracíe Ernesto Renán. Filó—sofo c lí istoriadcr. Renán —que, a juicio cíe Mussolini - tuvo «i Iuininacionesprefascistas»(Benitu Mussolini: «El fascismo»,Ecl tonal Bao, Barcelona.1976. p. 20)— someterá,en suobra o [.a reforma intelectual y moral», escritaal calorcíe los sucesosde la Comuna,a cinacritica fulminante la democracia«superficial» en la que veia la principal causade la crisispor la que atravesabaFrancia,Renán estimaque el sistema parlatnentario. basadoen elsufragio a;’ i versal,esu bsíírdo, ¿lacIo el escasonivel i n lelectua1 dc lasmasas,A su juicio, sólouna organizaciónaristocráticade la sociedad,que reconozcala superioriclací nattíral de losn divicio os puede fu nclar tina nación fuerte, preocupadapor sus interesesa largo plazo:

mientras cíoc la masaignorante (le los obrerosy campesinossólo poseeuna visión superfi-cial del interésdel paísy permaneceajena a toda finalidad por pocoelevadaquesea.Uno delos primeros reniecliosparafavorecertal sociedadcsla modificación del sufragio riniversal,constituyendodoscámaras: u u a de ellas, la cámarade los comp etentes.formada por lasélitcs sociales,económicase i nlelcctuales: y otra, elegida por sufragio universal,donde seprevennumerosasprotecciones:sufragio indirectoendosgí-ados.vomo familiar, etc, (ErnestoRcnáo -«la reformaintelectualy moral ». Península.Barcelona.1972. pp. 47—49, 87—88 y ss).

Vi Ii-RLi>O PAR[1TO~«La transformaciónde la democracia»,Editorial Revistade Dere-cho Privado, Madrid, 1985, pp. 53-54.

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algunasmatizaciones,la subidaal poderdeMussolini.que.antiguoalum-no suyo, le nombrarásenadorEn la revista teóricadel PartidoFascista,Gerarchia, Paretoescribiráun artículo titulado «Libertá»,dondealababaal fascismopor sucapacidadde guardarel «orden»6 Dicha actitudno es,en modo alguno,un hechoaislado,sino que se inscribeclaramenteen unprocesode altaconflictividad social,originadapor las transformacionesylas crisis experimentadaspor el capitalismoen aquellaépoca.

Españano sólo no escaparáa este signo de los tiempos,sino quesusituaciónse verá dramáticamenteagravadapor las propiascaracterísticasdc su evolución social. El procesorevolucionario burguéspresentaennuestropaís inequívocosperfilesde inacabamiento.particularmenteensusaspectossocloeconómicos.Ciertamentelosobstáculosal desarrollodelcapitalismohabíansido eliminados;peroello no bastapara alcanzarelestadiodeun capitalismoindustrializado,quees 1-a consumaciónde dicharevolución t De ahí queel régimenliberal, cuyasbasesse establecenen laRegenciade Mala Cristina y cuyosrasgosesenetalespermaneceránporespaciode casi un siglo —propiamentehasta1931.conla SegundaRepú-blica—. acusaesacarenciade transformaciónradical de las estructurassociocconómicas.El régimenliberal españolfue, en buenamedida,resul-tadodela transacciónentrelas clasesdominantestradicionalesy las frac-cionesmáspoderosasde la burguesíapropietaria.Históricamente,el «blo-queen el poder»surgidode la revoluciónburguesay cristalizadoen el sis-tema de la Restauraciónestaráconstituido por la articulación de laburguesíaagraria—en cuyo senoexistirá un poderosonúcleo dc origennobiliario—, la financiero-especuladoray la industrial,bajola hegemoníade la primera y ocupandola terceraun papelsubordinado.

Frenteadichostatu quo.la industrializacióncapitalista,surgidaprinci-paltnenteen algunospuntos de la periferia, va a potenciara la burguesíaindustrial y comercial,interesadaen el crecimientodel mercado,y a lasclasesmedias,cuyo nivel de vida dependíadc la expansióncapitalistadelos servíctos;al tiempo que el desarrollodcl proletariadoindustrial supo-nía unaseriaamenazatanto parala estructurade poderoligárquicocomoparalas aspiracionesevolutivasde las clasesmediasurbanas.

Así, toda la herencia«regeneracionista»y noventayochistasobreel<¿problemade España»va a cobrarsu significadoconcretodentro de unprocesode lentay trabajosatoma deconcienciade las fraccionesburgue-sassubordinadas.La obrade un Ramirode Maeztu—en suprimeraetapa,claroestá—o la de un Ortegay Gasset.por ponerdosejemplospalmarios.forma partede la legitimación ideológicade ese indecisoy contradictorio

6 RAYMoNu ARON: «Vilfredo Pareto».en «Las etapasdel pensamientosociológico».

lómo II. EdicionesSiglo XX. BuenosAires., ¡976, p. ¡99.JoseAcosrA SÁÑCIIUI: «El desarrollocapitalistay la democraciaen España(apl-oxi-

mación metodológica)».Dirosa, Barcelona.1975, pp. 89, 97 y ss.

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movimiento de afirmación de la hegemoníaburguesa.Se trataba,antetodo, de favorecerla evoluciónde las arcaicasestructurasde la formaciónsocial española,sin poneren cuestiónsus fundamentosesenciales,ni lasinstitucionespolíticas. De ahí que. en un primer momento,no se hagacuestiónde la forma de gobierno.Pero,ante la incapacidadmanifiestadelsistemade la Restauracióndc reformarsus basesy de integraraquellasfuerzassociales,optaránfinalmente,aunqueno sin recelosy reticencias,por la República. Sin embargo.el desarrollode un potentemovimientoobrero,queponiaen cuestiónel precariostatuquo burgués,les harádudar.comoen otrospaiseseuropeosya habiaocurrido,de la viabilidaddel siste-ma demoliberal.

Quizá seaen la producciónideológicadesarrolladapor SalvadordeMadariagaduranteel períodorepublicanodondepodemosver con mayordiafanidaddicha actitud.A travésdesu lecturacontemplamosel repliegueideológico de una fracción de la burguesíaespañola—proclive, hastaentonces,a solucionesdemoliberales—.que intentapreservarsu statusygarantizarsu hegemoníafrente a las nuevasfuerzassocialesque rrum-píanen el escenariohistórico, mediantela instauraciónde un Estadodecorteautoritarioy corporativo.Aunquela obra de Madariagaabundaencontradicciones.~,ésta sólo puedecomprendersea partir de las relacionesconel conjuntodeesarealidadconflictiva. De estaforma,la víademolibe-ral era,una vez mas,negadaen España.peroen estaocasiónporaquellosque se autodefiniancomo «liberales».

LAS LÍNEAS DOCTRINALES DEL PENSAMIENTO POLÍTICO DE MADARIAGA

Salvadorde Madariagay Rojo nació en La Coruñael 23 dejulio de1886.en el senode unaacomodadafamilia de tradiciónmilitar: su padre.Darío JoséMadariaga,era oficial del Cuerpo de Intendencia.Trasladadasu familia a Madrid en 1898.estudiaráel bachilleratoen el InstitutoCar-denalCisneros;y, finalizadosdichosestudios,marcharáa Francia.dondeingresaen el Instituto ChaptaldeParís.Terminadoelbachilleratofrancés,su vocaciónle llamabahacia los estudiosliterarios; pero su padreestimóque una formación técnica sería muchomejor. e ingresa en la EscuelaPolitécnicay de Minas de Paris.dondeobtendráel título de ingeniero.Asu regresoa Españaencontrarátrabajoen la Compañíade Ferrocarrilesdel Norte,comotécnicoenla explotacióncentralde Madrid. Sin embargo.suvocacióny aquelempleocontinuabansiendo«enemigosdeclarados»ÑLo suyoera la literaturay el periodismo,en el quecomenzaráa colaborarbajo pseudónimo.

SAíNADoR DL MADARIAGA: «Memorias de un federalista»,Editorial Sudamencana,BuenosAires, 1967. p. 29.

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Durantesuestanciaen Madrid,Madariagaentraráen contactocon lostntelectualesdel grupodela InstituciónLibre de Enseñanza,cuyo máximorepresentante.FranciscoGinerde los Ríos,ejerceráunaprofundainfluen-cia sobresu pensamiento.Madariagaveía en la Instituciónun instrumen-to parala transformacióndel paíspor mediode la educación.«La Institu-ción —nombrequeyabastaen España—es un establecimientode educa-ción, libre detoda injerenciade la Iglesiao del Estado,por mediodel cualconsiguióGiner aplicarsus ideaspedagógicas,actuarsobreel pueblodeEspañade maneramáseficazqueen política y crearunaEscuelamodelo.no sólo paraEspaña.sino, en no flOCO5 aspectos.paratodaEuropa»~.

En 1914 manifestarásuadhesión,junto a otros intelectualescomoLuisdeAraquistain,Pablo de Azcárate.Luis Bello. AméricoCastro,RamirodeMaeztu.etc., a la Liga de EducaciónPolítica,trasla resonanteconferenciade su principal mentor,JoséOrtegay Gasset.«Vieja y nuevapolítica». Elprogramade la Liga, dirigido a la intelectualidady a los sectoresde laburguesíaprofesional,se proponía la reformade la sociedadespañolaatravésde los presupuestosde un liberalismomodernoit)

A la altura de 1916.conoceMadariagaa JohnWalter, propietario delfamosodiario londinense«The Times»,quebuscabaun escritorespañolquepudieraencargarsedel mundohispánicoenel serviciodeinformaciónsobrela guerramundial.Madariagaaceptarála ofertade Waltery marcha-rá a Londres.convirtiéndoseen uno de los directoresde la propagandaaliada en España.De sus colaboracionesen variosperiódicosy revistassaldrá su primer libro, La guerra desdeLondres, apasionadoalegato enfavor delas potenciasaliadas.MientrasAlemaniaera la representanteporexcelenciadel autoritarismo,Franciay GranBretañalo erandel progresoy la libertad. «Frentea esta posicióncristiana,cosmopolitay pacifistadelos dosgrandespaísesliberalesde Occidente.Alemaniarepresentael prin-cípio anticristiano,nacionalistay belicoso.Contrael librecambiosin fron-teras,el proteccionismoquecavael fosoy acumulaelementosdecombateen la fortaleza.Contrala igualdady la libertadde los pueblos,el derechode una naciónfuerte a regir los destinosde las demás.Contrala fratcrni-dad de los hombres,la obligacióndc imponerporlas armasla superiori-dad de una razaescogida»

Madariagaeraoptimistarespectoal resultadode la guerray las conse-cuenciaspolíticasde la victoria de las potenciasaliadas.Las instituciones

SALvADOR I)L MADARiAGA: « Notassobreclon Francisco Giner cíe Ic,s RiOs», en « Role—tin de la Institución Libre deEnseñanza».núm. 48, tomo XLVIII. 1924, p. 61.

Sobre la Liga de EducaciónPolitica: JosSORTLc;Á Y Gsssrr.«Vieja y nuevapolítica».Revistade Occidente,Madrid. 1973. Pp. 177-236.Y la sugestivaobra dc ANiONiO FLOR/A:« La razóny la sombra.Una ledora política cíe Ortegay Gasset»,Editorial Anagrama.Bar-celona, l984, PP. 75 y ss.

SALVADOR DL MADARIAGA: «La guerra desdeLondres», Madrid. 1918, Pp. 27-28.

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demoliberalessaldrían reforzadasy triunfarían en todos los paísesdeEuropa.«Rusiatieneya públicapromesade sufragiouniversal,y acabaráel año,o bajoun monarcademocráticoo bajoun presidenterepublicano.Alemaniaestá abocadafatalmentea unarevolución democrática,desdearriba o desdeabajo. O, quizá, desdelas trincheras.La absurdadoblemonarquíadarávidaconsu muertea variospaísesde régimenconstitucio-nal. Poloniaseráautónomao independiente.Y la mismaInglaterrasaldrádel conflicto conun sufragiomásamplio,extendidoa las mujeres,con unaautonomíaconcedidaa Irlanday conleyessocialesquehacedosañoserautópico imaginar» ~

En agostode 1921. Madariagaingresaen la SecretaríaGeneralde laSociedaddeNaciones;y al añosiguienteseránombradojefe de la Secciónde Desarme.«Mi entradaen Ginebracomofuncionariodela SociedaddeNaciones—comentaMadariaga—se debióa un conjuntodeamigosfran-ceseseingleses,a cuyacabezaestabael delegadode Inglaterraen el Con-sejo. H. A. L. Fisher»~3.Y en 1928 ocuparála «CátedraAlfonso XIII» deliteratura española,en la Universidadde Oxford.

Su actuaciónpolítica era, pues,la de un típico liberal cosmopolitayeuropeizante,que confiaba,como tantos hombresde su generaciónyextraccionsocial, en la evolución del sistemapolítico españolhacia unrégimen plenamenteliberal y democrático.Sin embargo,esta posiciónliberal y. por aquelentonces,máso menosreformista,no debeocultarnosel sesgo fundamentalmenteconservadorde su pensamientosocial ypolítico, el cual se irá radicalizandoprogresivamentea medida que laluchadeclasesse vayaagudizandoy pongaen peligro los fundamentosdela sociedad.Frente a lo que han sostenidoalgunosautores,Madariagaencaja perfectamenteen la concepciónconservadoradel mundo y de lavida.

Comoha señaladoSimonedeBeauvoir,elpensamientoconservadorsecaracterizapor suyeta«idealista»,queencuentrasu última determinaciónen la división social del trabajo,desdela queel «intelectualorgánico»dela burguesíaes capaz de «superar»las contradiccionesefectivas de lasociedadpor la misma marginalidadde su trabajo,apartadode todocon-tactoinmediatocon «las resistenciasdel mundoreal» 4

Para Madariaga—como para toda una generaciónde intelectualesespañolesquemarginaronde sus perspectivaslas realidadesde tipo eco-nómico a la hora de analizary enfrentarsecon el «problemade Espa-

12 MADARiAGA: op. cir., p. 53.

SAivADOR DE MADARIAGA: «España.Ensayode historia contemporánea».EditorialSudamericana,BuenosAires. 1974. p. 672.

4 SíMt)NE DE BEAuvoiR: «El pensamientopolitico de la derecha».Fdhasa.Barcelona.1971. p, 14.

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ña» í< la situacióneconómicade los hombreses un datomarginal,queno parececontar sino de manerasecundaria.Lo queimporta,ante todo,son las relacionessubjetivas, psicológicas. <4...) como liberal que soy—dirá Madariaga—doy importanciamínimaa lo económico,la medianaa lo político y la máximaa lo humano»t6 La necesidadeconómicaapare-ce como unameraabstracción,que,como la política, depende,en últimainstancia,de una entidad mítica: el «carácternacional».Pocos autoresemplearáncon tantaarbitrariedady mayordespegotan socorridotópico.En sustitucióndela interpretaciónclasistade la desigualdadpolítica realsurge. así, la interpretaciónantropológicade la prácticapolítica de losespañoles.La dinámicade las clasessocialesse difumina bajola explica-ción de la marginalidadsocial y política, del «caciquismo»a travésdel«yoísmo»,dela «indisciplinasocial»de los españoles.«Todasestascarac-terísticasactúanen Españacontrael establecimientode un sistemademo-cráticodegobiernosobrebasesfuertes(..). El españoles demasiadorealis-ta paradar importanciaa su voto y demasiadoindividualistaparamulti-plicarlo por cooperacióncon otros votantes.Además,en virtud de sustendenciasa invertir los valoressociales.clasificándolesporordenegocén-trico, elespañolsuelevotarporrazonescompletamenteajenasa lapolíticaobjetiva, por ejemplo,para seragradablea un amigo» t7 Igualmente.laguerracivil, lejosde serefectode la violenciageneradapor las anquilosa-das estructurasde la formación social española,se debió al «carácternacional»,demasiadopropensoa la violencia. «Essencillamenteridículoexplicar todo esto con las consabidasvariaciones sobreel tema delNeudáiismo” y otrasingenuidadesqueabarrotabánlás páginasdé nume-rososlibros consagradosa la Españadeaquelentonces(.4 Fuedebida(laguerracivil) a la combinaciónde las dospasionespolíticasquedomina-hanal español:dictaduray separatismo.Fuedebidaa la escasezdeaguayal excesode fuego en el temperamentoespañol» ~.

De la misma forma, abundaen la obra de Madariagael recursoa la«naturaleza»comorealidadinmutable.Así concebidala idea de «natura-leza» contradicela de «praxis»y favoreceal quietismo fatalista. De estamanera,la desigualdadsocial, en lugar de ser concebidacomoresultadodeprácticascolectivas,determinadasporcl carácterde los procesossocia-

5 «Durantevarias décadas—ha señaladoAntonio Elorza—. la crisis de la conciencianacional suscitadapor la derrota del 98 loe contempladacomoun hechoindependiente,desligadodetodo contextoeconomíco»(ANToNIo E[oRzA: «La utopia anarquistabajo laSegundaRepública».Ayuso. Madrid, 1973. p. 211).

‘> SAí.vAooR DE MADARIAGA: «A la orilla del río delos sucesos».EdicionesOrbis.Barce-lona. 1984. p. 66.

“ SALVADOR DF MADARIAGA: «lngteses,francesesy españoles».Editorial Sudamericana,BuenosAires, 1969, p. 211.

SAiVADOR DF MADARIAGA: «España.Ensayode historía contemporánea».EditorialSudamericana.BuenosAires. 1974. Pp. 438 y 442.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga Sí

les capitalistas,es presentadacomo unanecesidadinscrita en una«natu-ralezahumana»ahistórica.«(..) la desigualdaden sí no es un mal (...); lonaturalno es la igualdad,sino la desigualdad(...). ¿Dóndeestála justiciaen la naturaleza?(..) El naceres unalotería.¿Quiénjuega?Todoslos sereshumanosen los umbralesde la vida. Antesde entrar la suertedecidequeuno va a salirtonto del puebloy otro Leonardoda Vinci. Losquemirandereojo a los afortunados(¿lo son?)olvidan que todos corrieron idénticoalbur antesde nacera las puedasdel planeta-Alguien teníaquellevarselos premios» i9

Lasclasessocialesson,pues,un «hechosocial natural».Puedenconsi-derarsecomomanifestaciónsocialdela existenciadesereshumanosdota-dosde mayoro menorgrado de espíritu de iniciativa sobrela cual, comosobreel tallo máso menosvigoroso,vienen a injertarsecombinacionesdecualidadesy defectos,de tendencias,paraemplearunapalabraneutra,ennúmeroilimitado» 20

Intimamente unida a dicha perspectiva,encontramosotra de lasvertientes dominantesde su pensamientopolítico: el «organicismo».Madariagase autodefiniríacomo «liberal organicista»2i Susrelacionesconlos intelectualesde la InstituciónLibre de Enseñanzadebiófamiliari-zarleconaquellateoría de la sociedad.Herederosdel krausismo,los insti-tucionistaselaborarian.en oposiciónal atomismopropio del liberalismodoctrinario,unadoctrina social,que,comohanseñaladoalgunosautores,guardaabundantesanalogíascon el tradicionalismo22 La sociedadserápresentadacomoun «todoorgánico»,en el queexistenarmónicamente,ala manerade un cuerpohumano,cabezay miembros,órganosy funciones.Es claro que,desdeestaperspectiva,todoconflicto social —y no digamosuna revolución— se consideracomo unasituaciónpatológica:unaenfer-medadqueintentaejercerfuncionesdiversasa las que le correspondenyqueacabadesbaratandola «armonía»del conjuntosocial 23 Así, antelatensióninternageneradapor la lucha de clases,unaclasesocial hegemó-nícaproponesus interesesdegrupocomointeresesgenerales,En todassus

~ SALvADoR SL MADARIA, ;A: «Ojo,vencedores»,Editorial Sudamericana,BuenosAires,1945, p. 125.

~AL~ADORtSE MADARiAGA: «Anarquia o jerarquía’>.Aguilar. Madrid, 1970, pp. lOO-101.

21 SAíNAíxR DL MADARIAGA: «Discursosinternacionales’>,Aguilar. Madrid, 1934. p. 102.“ ENRíQurTiERNo (jALvÁN: «Costa y el regeneracionismo».en«Escritos(1950-1960)».

fecnos,Madrid. 197t. p. 369, JosÉLttis LópEz ARANGtIRItN: «Moral y sociedad.La moralsocial españolaen el siglo xix’>. Edicusa,Madrid. 1974, Pp. 142-143.GONzALO FERNÁNDEzDE LA MORA: «El organicismokrausista’>.en«Revistade EstudiosPoliticos». núm. 22. julio-agostode 1981. pp. 99-185.

23 Sohre la teoría social krausistae institucionistason interesantes:Juan JOSÉ GILCREMADES: «Krausistasy liberales».Seminarioy ediciones.Madrid, 1975. ELtAs DtAz: «Lafilosofia socialdel krausismoespañol».Edicusa, Madrid, 1973.

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obrasde carácterpolítico. Madariagaserádecididodefensorde dichadoc-trina. «La sociedadva formando sus tejidos socialescomo el cuerpohumano,concélulasde origen comúnque gradualmenteespecializa.Delseno del pueblo hace surgir seresalgo más vigorososde intelectoo devoluntad. Si el pueblolo ve con agrado.es decir, sin envidia, los retoñosque así despuntanpasana nutrir los tejidos orgánicos,otrasclases.Así.por selección,se formanlas clasesy órganoscolectivosde que el paíshamenester»24

El «organicismo»de Madariagarecibirá,además,otra influenciadeci-siva: la del «guildismo» inglés. Su encuentroconRamiro de Maeztu,enLondres,será,segúnsuspropiaspalabras.unode los hitosmásimportan-tes de aquellaetapade su vida 25, Por aquelentonces.el escritorvasco,yaabandonadossus escarceosliberal-socialistas,colaborabaen el órgano«guildista»«The New- Age»,del queMadariagaera asiduolector 26

El movimiento«guildista»—o socialismo«gremial»—tuvo su origenen el libro del arquitectoArthur JosephPenty, ¡‘he restoration of the gulldsystern. Admirador del medievoy contrario a la civilización industrial,Pentyabogabaporla vueltaal artesanadoyala producciónenpequeñaesca-la, bajo la inspecciónreguladorade los gremios.Más tarde,la revista «TheNew Age». dirigida por Alfred RichardOrage,aprovecharía,siguiendolasídeasde SamuelGeorgeHobson,la doctrina de Penty,convirtiéndolaenalgo bastantediferente.No compartíaHobsonel medievalismode Penty,sino que,al contrario,partidariocomoerade las nuevasformasde produc-ción, concebíaa los gremioscomo «grandesagenciasdemocráticamentecontroladasparaencargarsedela industria» 27 El socialismo«gremial»seoponía,así,tantoal socialismode Estadode raíz fabianacomo al marxis-mo, afirmando«la libertaddel individuo y delgrupo» 2>, Ahorabien,entresus componentesexistían diferencias.Mientras Hobson y Oragedefen-díanunaestructurade los gremiosquecontrolaseny organizasenla pro-ducciónbajoel reconocimientodel Estado,otros, comoCole,contrariosala idea de Estado soberano,proponíanuna doctrina del «pluralismo»político, basadaen el principio de «función». «Sosteníamos—comentaCole— queningún hombrepodíaverdaderamenterepresentaraotro. Lomásqueun hombrepodíahacereraactuarcomorepresentantede los pro-pósitoscomunesquecompartíaconotros.Porconsiguiente,todaverdade-ra representaciónteníaqueser funcional;y no podíahaberningunaauto-

24 SALVADOR DE MADARiAGA: «0jo, vencedores,’,Ediiorial Sudamericana,BuenosAires,

1945, p. 130.~ SALVADOR DE MADARIAGA: «Memorias de un federalista». Editorial Sudamericana.

BuenosAires. 1967, p. 36.26 SAtVADoR DL MADARIAcÁA: «Españolesde mi tiempo».Planeta,Barcelona.1974. p. 147.27 (3, 0, II,: CoLE: «Historia del pensamienlosocialista»,Tomo III. Fondo dc Cultura

Económica,México, 1964. p. 235.2> CoLE.: op cii>. p. 237.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 83

ridadsingularquerepresentasea todosen todossuspropósitos»29 Dichasideas significaban. indudablemente,un desafío a la teoría clásica delgobiernorepresentativo;y. como reconoceel propio Cole,podíancompa-ginarsecon un ideario democráticoo jerárquico>~.

A estaúltima tendenciadel socialismo«gremial»pertenecíaRamirodeMaeztu.que. a la altura de 1916, publicaríauna de sus obrasde mayorinfluencia.«Autority, liberty and funetion in the ligth of the war»,traduci-da tresañosmástardeal castellanoconel título deLa crisis del humanismo.En estaobra. Maeztu,influido por las ideas gremialistas,por el antirro-manticismodeThomasErnestHulme,por el objetivismoético de GeorgeEdwardMoore y porel sindicalismode LeónDuguit. someteráaunacríti-ca implacablelos fundamentosesencialesde la ideología«humanista»,cuyaexaltaciónsin límitesde la individualidaderala causade lacrisis porla queatravesabael mundo.Frenteal individualismoilimitado, quedege-nerabaen relativismo.Maeztuproponía.siguiendolas ideasfilosóficasdeMoore, un objetivismo axiológico en el que las «cosas»—es decir, los«valores»—tendríanprimacía sobre las apetenciasdel individuo. Así,podría construirseuna teoría objetiva de la sociedad.No existíanvaloressubjetivos,nacidosdel individuo y. por tanto, tampocoexistíanderechosinherentes.Todos los derechosnacíande la «función» social que cadaindividuo desempeñaba.Dicha ideaconducíaa unaestructuragremialistao corporativade la sociedad.El sistemagremial limitaría tantoelpoder delos individuos como el de las burocraciasestatales,a las que Maeztuacusabade tendenciasimperialistas y cuya progresivaabsorciónde lasociedadcivil contemplabaconviva preocupación31

La crisis del humanismoinfluirá indudablementeen el pensamientodeMadariaga.que recibirá, en un primer momento,entusiásticamentesupublicación~ En Anarquía o jerarquía, criticará el antiindividualismodeMaeztu:paraMadariaga.no existíanvaloresfuera de la esferaindividual.Sin embargo, aceptaráel principio «funcional». «El individuo, comomiembrodela colectividad,tienequecumplir ciertasfunciones.Estasfun-cionesimplicanciertos podereso libertades.Es menesterqueel individuolos tenga.Constituyensu libertad funcional y se traducenen desigualda-desfuncionales»~. Posteriormente.se referirá a La crisis del humanismocomo precedentedel fascismoy aun del falangismo~

Cuí: op. cii>. p. 238.Cuí ti: op. cii,. p. 239.RAMIRO OE M AE/Tt :: «La crisis del bu manismo”, en «Obra». Editora Nacional.

Madrid. 1974. Pp. 492,5<1<)y ss.32 «España’>.núm. III. 28-XII-1916. La opinión de Madariaga sobre eí «guildismo»

podemosverla tambiénen «El Imparcial». 28-l-l918.SALVADOR Dli MAoARiAGA: «Anarquia o jerarquia”,p. 93.

“ SALVADOR mi MADARIAGA: «España.Ensayo...».p. 561. Ahora bien, la obra de Maeztuc<>nti n tLará ejerciendo i n lluencia sobre su pensamiento. En uno de sos últimos ensayos.

84 Pedro Carlos González Cuevas

Por otra parte,su posición respectoal socialismode raíz marxistaerade frontal rechazo.PuededecirsequeMadariaganuncaconocióprofun-damenteel pensamientomarxistay queteníaunaidea másbiencaricatu-rescarespectoal materialismohistórico. En primer lugar, no aceptani el«economicismo».ni la teoría del valor-trabajo.«(...) lo económicono pue-de primar sobrelo humano(..); la riquezamaterialno procededel trabajo.sino de la mentehumana».Existe, además,otra objeción, que revelaelcarácterelitista y burguésde supensamiento.Madariagaestimasaludableparala sociedadla existenciadeunaclaseociosa,dedicadatan sólo al flo-recimientode las artesy las letraso. simplemente,a «gandulear».«Si afir-mamosdesdeluegoqueel trabajodebeserregla,insistimosen queel ociotienederechoa serla excepción(...). Primero,porqueno estamosconvenci-dos de la esterilidaddel ocio, en cuya vasta heredad,al pareceren barbe-cho,creceny florecen [osproductosmáspreciadosde la mentehumanayvienen a posanselas palomasde la invención,y segundo,porqueconvienequeel mundotengasutanticode irregularidad,quehayagentequeno tra-baje —ya paracontemplar,ya paragandulear»>~,

Sin embargo,no todo en el socialismo era negativo.Así, distinguiráentresusprincipios y el método.El principio segúnel cual los problemaseconómicosdebenabordarsedesdeel puntode vista de la colectividad,leparecejusto: mientrasqueel método,es decir,el colectivismo,es rechaza-ble. El principio «socialista»le sirve paradeducir,como haríacualquierideólogo fascista,principios corporativos.«Aún dejandoal libre ejerciciode las iniciativas individuales (convenientementevigiladas) la actividadeconómicageneral,es menesterdaralgunaaplicaciónpositivaal principiobásicodel socialismo:quela actividadeconómicaha de ejercersedesdeelpunto de vista de la colectividad.Disciérnense.por lo menos,dos conse-cuencias:la primeraes que el derechoa la huelgay el «lock-out»es unconceptobárbaroy digno de esa especiede Edad Media de la economíaquees el siglo xíx. No, nadietiene derechoa quebrantarla vida del con-junto por unaquerellalocal.Peroelconjuntotienela obligacióndeprevery resolverlos conflictos locales.Consecuencias:obligacióny derechodelEstadoa organizarlaproduccióndesdeelpunto devista de las relacionesentreobreros,patronosy sociedad.Régimencorporativo.La segundacon-secuenciaes elderechoy la obligaciónde las especialidadeseconómicasaactuarcomoconsejerosdel Estadoen materiade economia(...), cadacuer-

Madariagautilizará la ideade Maeztusobrela «burocracia»comoclaseimperialista,paracriticar la teoria marxistasobreel colonialismo,«Obsesosconel milico capitalismo,los crí-ticos marxistasno hanprestadola debidaatencióna otrascausasdela colonización,tina delas cualesya hace muchosaños comentóRamiro de Maeztu con agudeza.La clasemásdirectamenteinteresadaen la expansióncolonial ha solido ser la burocracia»(SalvadordeMadariaga:«A la orilla del rio de los sucesos»,Orbis, Barcelona, 984,p. l06).

» «El Sol’>. 26-V-1928.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 85

po y profesiónquedaríaorganizadoen forma autónomacomoun Estadoespecial.dentro del Estadopolítico» 36

No es extrañoque, como tendremosoportunidadde ver. Madariagarecibierapositivamentelas reformascorporativasqueMussolini llevabaacaboen Italia. Aquéllas deberíanser asumidas,a su juicio, por los verda-derosliberalesconel fin de evitar la lucha de clases,quellevabaal ocasode la civilización. Perodicho programaserá desarrolladopor Madariagadurantela SegundaRepública, cuando las luchas socialesllegarían alparoxismo.

MADARIAGA ANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA

El advenimientodel régimenrepublicanosorprenderíaaMadariagaenMéxico, cuandodabaunaseriede conferenciasen la Universidad.Ante lanoticia. se mostróescépticorespectoa la viabilidad de una Repúblicaenun paíscomo España,aunquecelebrabael modo pacífico con que sehabíainstauradoel nuevorégimen.«Intuía queel puebloespañolestaríaconla república,perovislumbrabatrespeligros:el idealismointransigentedelos extremistasde izquierda,queriendoimponerunaArcadiaparahoymismo: el coletazoo contramareade la extremaderecha:y las rivalidadesideológicasquedesmenuzaríanal centro.Mi conclusiónes quehabíaqueaceptar.aunqueno era probableque la Repúblicadurasemuchoni queviviera en paz interior» ~.

Abandonadasu cátedraen Oxford, ante la invitación a participarenlas institucionesdel nuevorégimen,Madariagafigurará en la promociónde intelectualeselevadosa cargosdiplomáticos.designándoseleembaja-dor en Washingtony representantede Españaen el Consejode la Socie-daddeNaciones.

Elegidodiputadopor La Coruña.en las listas del partidoautonomistagallego.O. R. G. A., seránombrado,además,vicepresidentecuartoen lasCortesconstituyentesde 1931.A su mododever, los republicanosno estu-vieron,en aquellaocasión,a la alturade lascircunstancias.En lasCortes,seopondráa su política religiosa,quejuzgabasuicida parael nuevorégi-men: y consideraráinviable la nueva Constitución.«La mayoríade losdiputadoscarecíandeexperienciaparlamentaria,y un númerono peque-ño de entreellos eran hombresde espíritu doctrinarioy dogmático.Estacircunstanciafue un verdaderoinfortunio parala República,puesllevó aponeren pie unaConstituciónque no eraviable.La tiojeza del ejecutivo.la falta de senadoy la separaciónde la Iglesia y el Estado—todostres

«El Sol”, l 7-VI-l928.~ SAlVADOR DL MADARIAGA: «Memorias(1921-1936). Amanecersin mediodía’>.Espasa-

Calpe.Madrid, 1978. p. 246.

86 Pedro Carlos González Cuevas

debidosa la inexperienciapolítica y al espíritu de animosidadcontra ladictaduraquecaracterizabaaquellajuvenil asamblea»>~

Trassietemesesa cargode la embajadaen Washington.se leencomen-daríala de Paris.a cuyo cargoestaráigualmentemuy pocotiempo. En laseleccionesde 1933,optarápor no presentarse,al no estardeacuerdo,segúnsu propio testimonio,con ninguno de los partidospolíticos actuantesysobretodo,porno disponerde bienespersonalesparapoderdedicarseconindependenciaa la política ~. Sin embargo,el GobiernopresididoporAlejandroLerroux le ofrecería,en 1934.la carterade InstrucciónPública,traslas negativasdel doctorGregorioMarañóny Teófilo Hernando;cargoqueMadariagaaceptaría.Igualmente,ocuparápor brevetiempola deJus-ticia, ante la dimisión del anteriorministroAlvarez Valdés.

De otro lado,susdiscrepanciascon la aúnrecienteexperienciarepubli-cauaerancadavez másradicales.MadariagacontempiabadesdeEspañay desdeEuropa los fracasosestrepitososde las democraciasparlamenta-rias y el ascensodelos sistemastotalitarios.Segúnapuntaen susMemorias.fue en aquelmomentocuandopasóporuna fasede «fermentación»de susideassobrela democraciay el liberalismo.De la misma forma que otrosliberales.Madariagadisociabacompletamentelostérminos«democracia»y «libertad».La democraciapodíaserplausibleen el casode quela hege-monia de la burguesíano estuvieseen cuestión:enel casocontrario,cons-tituía unaseriaamenaza,consupermisividadrespectoa los partidosrevo-lucionarios,y entoncesse debíaprescindirde ella. «Todaslas sedicentesdemocraciassientenantagonismohacia la libertad (...). La esenciade lacultura está en la libertad. La esenciadel Estadoestá en la cultura. Si lademocraciase ahondaen caucepor dondediscurra tranquilay soberanala libertad, seamosdemócratas.Y si no, no» <~. Ya conocemos,por otraparte.susideascorporativistas:y no debeextrañarnosqueviera enla expe-cienciaqueMussolini llevabaa caboen la Italia fascistaun ejemplodignode tenerseen cuenta.Así, en su discursopronunciadoen la Sorbona,el 25de noviembrede 1933, conocasiónde la aperturadel Centrode Estudiosdc la RevoluciónFrancesa.Madariagatoma notadela profundacrisis porla queatraviesanlasdemocraciasparlamentarias,que,porun lado,engen-dran demagogia.y, por otro, resultanincapacesde dar soluciónsatisfacto-ria a los nuevosretossociales.Las realizacionesdel fascismo,en caínbio.le parecían.en principio, plausibles.Una de sus principales virtudesconsistíaen su exaltaciónde lasjerarquíasnaturales,frente a la concep-ción igualitaria y estadísticapropia del liberalismo democrático.«Es dejusticia reconocerquedebemosal fascismoitaliano el servicio de haberpuestode relievedesdesuscomienzoseste síntomade nuestrasdemocra-

~> SAI NADOR 1)17 MADARIAGA: «España.Ensayo...».p. 384,~“ MADARIAGA: op. cii,. p. 675.

«Ahora», 17-IV— 1935.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 87

cias enfermas.Mientras queun historiadorfrancésmuy siglo XíX decía:“No hay minoría selecta,son meraspalabraspresuntuosas”,el fascismoitaliano titulaba Jerarquía, la revista de sus teorizantes»4i

Al mismotiempo,el ejemplodel sistemacorporativofascistapodíaserde granutilidada la horade perfilarun nuevosistemapolítico, quehicierainviable la prácticade la luchadeclases.«Losensayosde constitucióncor-porativa del Estadoque. con circunspeccióny perseveranciaadmirables,vtenehaciendoel Duce,merecenla atenciónmássostenidade los verda-derosdemócratas.Trátasede un organicismo,si se mepermitela palabre-ja, de buenaley. Desdeluego, nosalejamosasídela luchade clases,de lashuelgasy del lock-out» 42 Madariagano creequeello signifique un aban-donode su fe liberal, sino queéstadebeadecuarsea las nuevasrealidades.La democraciahabíade retornarhacia su verdaderosentidoorgánicoyjerárquico,lejosde los inútilesaditamentosigualitarios.Ideasquedesarro-llará másdetenidamenteen su obra política másimportante.Anarquía ojerarquía.

En dichaobra,Madariagapartede un hechoqueanalizacongransuti-leza: la «crisis de hegemonía»en que se debatela sociedadespañola.Latoma de concienciadel proletariado,en tanto«claseparasi», independí-zandosede las ideologíasburguesas,es, a sus ojos, un hechosumamentegrave,queponeen peligro las basesmismasde la civilización. «(...) coneladvenimientodel socialismoempiezaacircular la ideadequelos partidosy los modosde pensarno son sino formaspolíticasde las realidadeseco-nómicas(...), los trabajadoresno creenya quelos partidosconservadoresyliberales—reprobadosjuntoscomopartidosburgueses—sientansincera-mentelo quediceny aúnlo quepiensan:al contrario,los trabajadoresesti-manque los partidosburgueseshacende sus ideas cortinasde humodepensamientopolítico para defendersusprivilegios socialesy económicos.Esti pues,amenazadanuestracivilización por llevar dentroun cisma.undivorcio cordial y mentalentresusclasestrabajadorasy susclasesburgue-sas»~.

En este contexto,el sistema demoliberal significaba a la vez «malgobierno y malagarantíade gobiernoparael pueblo»;además,envolvíauna «fuerte predisposicióna la anarquía»~ Por su parte.la República.quenació mal, era incapazde resolver satisfactoriamenteaquellosretossociales.«Creemosquelo del 14 de abril. tal y comosalióde las Constitu-yentesdel 31, no correspondeni a la realidadíntima de Españani a unconcepto razonable de la vida colectiva, sea cualesquieratiempo y

“ SALVADOR DE MADARIAGA: «Discursosinternacionales”,Aguilar Maclrid, 1934. pp. 99-ltX).

42 MAIARIAGA: op. cii>, p. 100.~ M.~í#~í~c~:«Anarquiao jerarqoiao, p. 134.~ MADARIAGA: Of! <U.. p. 42.

88 Pedro Carlos González Cuevas

lugar» ~ Su proyectopolítico exigía.a diferenciadelas reformaspropug-nadas por otros intelectualesrepublicanos~,como el socialista JuliánBesteiro46, un nuevo Estado: la TerceraRepública,orientadahacia un«conceptomodernoemparentadocon el Estadototalitario»: la democra-cia orgánicaunánime~.

Ante todo. el proyectopolitico de Madariagapersiguecomo objetivofundamentalgarantizarla hegemoníadela burguesíaespañolaen sucon-junto.Ahora bien,la burguesíaespañolaera débil; no se habíadesarrolla-do suficientementedesdeel puntodevista culturaly económico.El proble-ma que Espata debería resolver no era otro que la creaciónde unaburguesíaquepudieradar al país«unaaristocraciao. en otros términos.en hacerseconunaclasetécnicay culta queel día de mañanapuedadarleunaclasegobernante»4~. Sin embargo,ello chocabaconel obstáculode laexistenciade un poderosomovimiento obrero revolucionario,queponiaen cuestiónlos fundamentosde la sociedad.Con unaclaraconcienciadeclase.Madariagacontemplabacon tonosapocalípticosel ascensode eseproletariado,en quienveía la antítesisde la burguesía,un entedesarraiga-do. dispuesto,en cualquiermomento,a la violenciay a la subversión.«Elobreroes un desarraigadode la tradiciónsocial,quetodavíano ha tenidoarraigo en la cultura (...). El proletariadoes extremistay aspira a la trans-formación de la sociedad,queconcibecomo una abstracción(...). Pueblo

~> MAnAnIAGÁ: op. cii>, p. 163.46 Ya en losañosveinte.Besteirobabiapropugnadoun bicameralismointegradoporun

congresoelegidoporsufragiouniversaly porunacámaracorporativaelegidapor lascorpo-racionescompetentesen materiaeconóínica(EMiI lO LAMO Di ESPINOSA: «Filosofia y políti-

ca en Julián Besteiro».Edicusa, Madrid, 1974. p. 338). Y en 1934 reiterarásusposiciones.Pero,en estaocasión,le saldráal paso el diputadomonárquicoAntonio Goicoechea.diri-gentedel partido monárquico«RenovaciónEspañola».paraquien las ideas del diputadosocialistaeraporcompletoinsuficientes,alno llegar a la raíz<le los problemas,El corporati-vismo. en opinión de Goicoechea,o era un sistemacompletoo no eranada:y. paraserlo,exigía la transformacióndel Estado.e<.’n la abolición de los partidospolíticosy la lucha declases,Vistas así las cosas,el proyectode Besteiroenmodo algunosuponíaunaalternativaal sistemademoliberal(«Diario deSesionesdelasCortes”,15-lli-1934. pp. 1568-1569).Ensucontestacióna Goicoechea.Besteirorechazaráel modelodecorporativismointegral.En suopinión,las reformasquepi-opugnabano suponíanla abolición dela lucha declases,queeraunarealidad¡nesquivableen la sociedadcapitalista:su objetivoeraquela luchadecía-sesdiscurrieraporcaucescivilizados(ANDRSs SAnoltrí: «El pensamientopolitico deJuliánBesteiro,>.Senminarioy ediciones.Madrid, 1974. p. 258). Sin embargo,a pesardesu rechazodel corporativismolhscista.en la Italia mussolinianasus ideas no pasarondesapercibidas.En la obra deRIiNLo DL FaltE: «Mussolini. fi Duces>,se insertaun comunicadosobrelosmovimientosfascistasen el mundo,realizadoen t934. donde,en su referenciaa España,sehace menciónpositivamentea los proyectosde Besteiro(Renzode Felice: «Mussolini. ilDuce, Cli annidel consenso.1929-1936”.Giulio Einaudi,Secondaedicione.Tormo. 1974,p.912.

<~ M~uA~í~c;~: «Anarquíao jerarquía»,p. 134.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 89

desarraigado,masaflotanteen lo económicocomoen lo psíquico,es unadesdichanacional (...)» ~

ParaMadariaga.el «enemigo>’.en el sentidoschmittianodel término.es el movimiento obrero,al quees precisodesmovilizar«Ennuestraopi-nión. el movimientoobrero,de no cambiarprofundamentey pronto(...) esun peligro parael porvenir de Españacomo nación civilizada (..). por sutácticaobstruccionistay porsu afición a la violenciaconstituyeunafuerzadisyuntiva,tantomáspeligrosacuantomásimportantessonlaspiezasquela claseobreramanejaen la maquinarianacional»SO

Así, pues,elproblemaqueMadariagase planteaes el de la recomposi-ción de la integraciónsocial,sin subvertirlosórdenesjerárquicosdedomi-nto. La cuestiónsocial tendríaque resolversefuera del marxismo,respe-tando las estructurascapitalistasde producción.LasideaseconómicasdeMadariagaeranlas de un liberal ortodoxo.El sistemaeconómicotendríaque descansarprincipalmenteen la iniciativa privada5k Madariagaquedabamuy atrásrespectoa las teoríasde integraciónsocial elaboradasporlos sectoresmásdinámicosde la burguesía.En modoalgunose propu-so la edificaciónde un Estadoquese acercaralo másmínimo alo quehoyllamaríamosun «Estadodel bienestar».Los subsidiosy las ayudasestata-les no servían,en suopinión, másqueparadesmoralizaralos individuosycausarcrisis financieras:«(...) elsubsidioes unallaga en elcuerpopolíticoquecrea gangrenamoral y corrupción.Sus efectos son tan deplorablesparael individuo como parala sociedad,porquepriva al individuodel res-peto a sí mismo,acostumbrándolea vivir de forma económicamentemal-sana;y en cuantoa la sociedad,apartede sus desastrosasconsecuenciasfinancieras.el subsidioequivalea una subvenciónqueconcedeel parla-mentoa los quele eligen» ~

A lo másque llega Madariagaen sus «concesiones»al proletariadoesal establecimientodc un salario mínimo y a las mejorashigiénicasen loslugaresde trabajo.

Por contra,el Estadotendríaqueserautoritario.No tolerada«ni huel-gasni Iock-outs, ni asociacionesobrerasde lucha,ni asociacionespatrona-les llamadasa su defensa»“. Aunqueafirma considerara la libertad deexpresióny pensamientocomo un derechoesencial,éstostendrían unoslímites muy precisosqueel Estadomarcada.«Toda colectividades intole-rante paralas doctrinasy accionesqueamenazansus creenciasfunda-mentales.El Estadomodernoserá intolerantepara quienesimpiden su

~> «Ahora>’. 18—11—1936.>< MADARIAGA: «Anarquiao jerarquía’>,p. t90.51 MADARIAGA: op. cii>. p. ¡20.~‘ MADARIAGA: op<ii>. pp. 54-55. Estosematiza respectoa tasempresasdeámbito estatal

(p. 144).“ MADARIAGA: O~. oit., p. 1<)?.

90 Pedro (‘arlos González Cuevas

propio funcionamientoo amenazansu constituciónesencial»~ En unademocraciaorgánicaplenamenteconsolidadaquedaríamuy pocoespaciolibre paralos partidospolíticos; y la esferade la opinión se reduciríaa «lomerameneinstrumentaly práctico»,abarcandola unanimidadlo esen-cial ~.

El sufragiouniversalno tendríacabidaen el sistema,pues,en su opi-nión, conducíafatalmentea la demagogia.El primer pasoparala instau-ración del nuevoEstadoseríala restricciónde la ciudadanía,quedejaríade serun «tributoautomático»paraconvertirseen unadignidadconcedi-da a quienesse mostrasena la vez deseososy dignos de ella 56~ Quedaríanexcluidossistemáticamentede la ciudadanía,entreotros,aquellosque sealzaranen armascontrael Estadoo estuvieranafiliados a partidosilega-les, al igual que los analfabetos—es decir,un 40 por 100 de la poblaciónespañola—y los mendigos~. A partirde estaspremisas,Madariagaelabo-raríaun esquemainstitucionalparala nuevaRepública.Distingueformal-mentenuestroautorentreEstado«político»y Estado«económico».Al pri-merocorresponderíanlas decisionessoberanasy al segundola direccióngeneralde la produccióny la distribución.

Las institucionesdel Estado«político» son los Ayuntamientos,cuyosrepresentantesseránelegidospor la élite de los ciudadanosactivos,no porsufragio universal: las diputacionesregionales,designadaspor los conce-jales;el Parlamento,nombradopor los diputadosregionales:y el Gobier-no. elegidopor el Parlamentodurantecuatroaños.

El Estado«económico»estaríacompuesto.de un lado,por corporacio-nesde propiedadmixta —estataly privada—,que englobana las indus-trias de interés nacional;y. de otro, las de propiedadprivada.El Consejode cadacorporaciónseríaelegidopor todoslos trabajadoresdel sectorEnestosconsejostrabajaríantres órdenes,el de los obrerosmanuales,técni-cos y administrativos.Un CongresoNacional Corporativo seria elegidoporel Gobiernoa partirdela ternaquele presentaraelCongresoCorpora-tivo Nacional.Las dosCámarasse distribuiríanel poderlegislativosegúnmateria;pero la economíase subordina,en última instanciaa la política.

Madariagadarátambiéngranimportanciaal temade la educación.Suobjetivo de crearuna burguesíafuerte y conscientede su mision soctalexigía unamejoreducaciónde lasélitesdirigentes.Así, pide,por ejemplo,

> MADARIAGA: op. cii, - p. 1119.“ MAí~ARí~c;~: op. cii>. p. 135.>6 MAI)ARIAGA: op. cii>, p. 249. Dicha idea habíasido desarrolladaanteriormentepor

Ramiro cíe Maeztuduraiste las deliberacionessobreel proyectocíe Conslituciónde la dicla-duraprímorrevirí sta,« El Estado—dirá Maeztu—esun conjuntocíe voluntadesunidas en lafi isal dadcíe mantenertío ordenjo rictico, Quienesno lo compartendebenserprivadosde laciucladania» (AsambleaNacional. Proyectocíe Constitución,Archivo de las Cortes,SerieGeneral,Legajo667. SesiónnómneroIt), l6-XII-1927, p. lth

~ MADARIAGA: op. cii>, p. 251.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 91

«la coordinaciónde los estudiossuperioresparafacilitar la cohesióny elfomentodel espíritu nacionalen las clasesdirectoras»% Contrario a lapolílica religiosaseguidaporlos republicanosde izquierda,estimabaque.en esteaspecto,la laborde la Iglesia,a la quereconocíaelderechoa regen-lar escuelas,podíaserde gran ayuda. De otro lado, la escuelaprimariasenaun buen instrumentode adoctrinamientodel pueblo,al que se sacadade su «hoscoindividualismo»,por mediode laenseñanzade la Historia y delas glorias nacionales.«Si se hubieraaplicadocon perseveranciaen losúltimos cincuentaaños—añadeMadariaga—quizá no tuviera hoy Espa-ña el pavorosoproblemadeunaclaseobreraen anarquíamentaly enacti-tud de intransigenterebeldía»~“.

El contenidodc Anarquía o jerarquía no pasaríadesapercibidoa lasdiversasfuerzaspolíticas.En general,la derechaespañolarecibiría favora-blementesusideas: lo cual no era nadaextraño,puescoincidiancon susexpectativasde clase. El mismo Madariaganarra, en sus Memorias, suencuentro,a instanciasde RamónPrieto Bances,con el generalFranco.«Comimosjuntosen el Hotel Nacionalen octubrey estuvimosjuntoslostres cosa de tres horas».Franco le llamó la atenciónpor «su inteligenciaconcretay exacta»;y luego enviaríaal futuro Caudillo un ejemplardeAnarquía o jerarquía, que éste anotaríacon interés«> Otra personalidadsignificativa del franquismo.RamónSerranoSúñer.confiesahabersidolector de Anarquíao jerarquía, quele impresionóporquecoincidíacon unmomentode crisisde su fe política y, segúnél. le ayudóa tomarotrocami-rio

En el órganotnáscoherentede la extremaderechatradicional,AcciónEspañola,no apareceningún comentarioni glosa al libro de Madariaga.Sin embargo,uno de suscolaboradoresmásimportantes,el tradicionalistaVíctor Pradera,se haráeco de uno de los discursospronunciadospor elintelectualgallego en las Cortes constituyentesde la República,dondeMadariaga se declarabaadversariodel sufragio «estadístico»y elitista.«¡Confesióninapreciable—exclamaráPradera—en quien ha sido y siguesiendoservidorde la Repúblicademocrática!»62

Pasadoslos años,algunosde los hombresde Acción Españolaseñala-rían suscoincidenciasconMadariaga.Así, EugenioVegasLatapiése refe-nra, en un comentariode las ideasvenidasen Anarquía o jerarqula, a sussimilitudesconlos planteamientosdeCharlesMaurras.«Creoquemereceser estudiadacon el mayor detenimientola doctrina maurrasianade la

‘> MAl )ARIAGA: op. cii>. p. 211.» MADARIAGA: op cii>. p. 221.“< SAIVADOR DL MAoARIM>x: «Memorias(1921-1936).Amanecwrsin mediodia’>.pp.53l-532.

RAMÓN SERRANO SÚÑER: «Memorias».Planeta.Barcelona.1977. p. 98.62 VÍCixiR PRADERA: «Historia de la SegundaRepóblica(IV)», en «Acción Española>’.

nurn. 84. tomoXVI. febrerode 1936, Pp. 336-337.

92 Pedro Carlos González Cuevas

democraciaorgánica(...). Entre los autoresespañoles.Salvadorde Mada-riaga. coincide sustancialmentecon el inspirador de L’Action Franyai-se» 63~ Otro antiguomiembrodeAcciónEspañola.FranciscoMorenoy Ile-rrera.marquésde la Eliseda.durantela SegundaRepública,y mástardecondede los Andes,recibiráconentusiasmolas ideasorganicistasy anti-democráticasde quien habíasido su profesoren Oxford. «El exministroradical de la SegundaRepúblicaespañola,Salvadorde Madariaga.estáclamandosin cesarporuna democraciacon integraciónorgánicaen sustnstitucionesy unacámaragremial.»Y destacabaigualmentesuscampa-ñascontra «lasfunestasconsecuenciasque.parala vida de lospueblos,sededucendel imperiodel sufragiournversalinorgánicocomofuentebásicade las estructuraspolíticas»64

Desdeotro ladodel espectroideológico,el doctorGregorioMarañón—a quien iba dedicadaAnarquía o jerarquía—. representanteconspicuodel liberalismoconservador,veíaen el proyectode MadariagaunaoriginalalternativaqueEspañapodría ensayar,trasel períodode caosrevolucio-nario,«Terminadala faseturbulentadela revolución.España,paísfunda-mentalmenterazonable,buscaunanuevay ajustadaestabilidad.El librode Madariagaes una lecciónde cómo estopuedelograrsecon un sentidooriginal, sin esassolucionesinocentesque consistenen querervestir alespañolde italiano, de alemáno ruso. Al español,cuya virtud —sí. vir-tud— fundamentales preferirandardesnudoa ir con un traje dc alma-cén»65

“ EuGr¿NioVEGAS LAI-APIÉ: «Consideracionessobrela democracia,>.RealAcademiadeCienciasMorales y Políticas.Madrid, 1965. p. 171.

<~ FRANcisco MoRENo y LIERRERA. condede los Andes:«Ensayospolíticos».Organiza-cion SalaEditorial, Madrid. 1972, Pp. 137 y 140.

» oAbora’>, lt)-Vtl-1935. La evolución política e ideológicade GregorioMarañónes,aesterespecto.muy significativa y muchomenoscontradictoriaque la desu amigo Madaria-ga.Opuestoala dictadura.Marañónconspirarácontraella, lo quelesupondrámultasy per-secuciones,Tras lacaídade Primo deRivera,formaráparte,conOrtegay PérezdeAyala.dela «Agrupaciónal Serviciode la República”.ElegidodiputadoporZamora.en las eleccio-nesde 1931, su actuaciónen las Cortesrepublicanasfue nula, Sus enemigospublicaránunlibro titulado«Los discursosdel dc,ctorMarañóneneí Parlamento»,cuyaspáginasaparecíancasicompletamenteen blancí,, El desarrollode los acontecimientosi’á minandosu confiatizaenel sistemademocrático:y se desinteresaráde la ~idapolítica activa hastael estallidodc laguerracivil, Duranteel conflicto seexilió del territorio republicano,y desdeel extranjeroescribirádecididosmanifiestosen apoyoal generalFranco,ParaMarañón,la Repúblicaseencontrabaen manosdelos comunistas,En su opinión,los liberalesespañoleshabíanincu-rrido en el tremendoerrorde hacercasoomiso a las profecíasde los reaccionariosquedenunciabana la Repúblicacomoantesalade la revolucións<,eíal. <1...) lo queno admitedudaesquelasprofeciasdelas derechasextremaso monárquicasqueseoponianala Repú-blica serealizaronporcompletot .4. El liberal oyó estasprofecíascondespreciosoicida(..).

Cualquieraqueseael porvenirpolítico deEspaña.no cabedudaqueenestafasedela histo-ria, fue el reaccionarioy no el liberal, acostumbradoa vencer, el queacertó»(GregorioMarañón:«L¡beralismoy comunismos>,EdicionesO. 1>. ‘1. P R. E. BuenosAires. 1938. Pp.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 93

La izquierda.en cambio,descargaríasus iras sobreMadariagay suproyectopolítico. Así, FranciscoCarmonaNenclaresharáunaverdaderadeclaraciónde guerra,desdelas columnasdel órganosocialistaLeviatán,ala Tercera República de Madariaga.«Nosotrosno tenemosnada quehaceren unaRepúblicaen que.segúnla conclusióndel señorMadariaga:“La cuestiónobreratieneque resolversefuera del marxismoy respetandola libertadindividual aúnen lo económico.Lucharemosporhundirla,ésteseránuestroquehacer»66

La animadversiónde la izquierdaespañolacontraMadariagase acen-tuaráaún mása causade su actuacióncomo delegadoen la SociedaddeNacionesdurantela crisis deAbisinia. Madariagase declarópartidariodeunarevisióndel Pactodela Sociedadde Naciones,limitando la aplicacióndel artículo16 (sancionesa losvioladores)a la voluntadindividual de losEstadosmiembros,en tantono se cumplieranlas previsionessobredesar-me y se lograsela universalidaddela Sociedad.Envió copiasde unanota.dondedesarrollabadicha idea,a Madrid. y unade ellas fue filtrada a laprensa.Duranteel mesdejunio de 1936,la izquierdaespañolaatacaríalainiciativa de Madariaga.queconsiderabacontrariaa las directricesde supolítica internacional.«El Socialista»,trascalificar de «insólito» el docu-mentode Madariaga.pedirá su destitución.«El señorDe Madariagaesmuy útil a Francia,es imprescindiblea Inglaterra,le hacemucha falta aAlemania, Italia no podría renunciara él y los EstadosLtnidos le necesi-tan. Realmentees a Españaa la queno le hacela menorfalta» 6? «Clan-

12-13). Al términode laguerra,celebraráel triunfo franquistay caracterizaráasoliberalis-mo comocontrarioa la democracia,«Uno delos grandeserroresdel liberalismo,comosectapolítica, ha sido precisamenteel suponerque el liberalismoes cosaequivalentey. en todocaso,indefectiblementeunidaa la democracia»(GregorioMarañón:«Obrascompletas».Tomo IV. Espasa-Calpe.Madrid. 1968. p. 526). Y refiriéndosea Tácitc,, perocaracterizando.al mismo tiempo, su posiciónpolítica, dirá: «El. comoliberal, consideraba(.) queera lalibertad inexcusableparael progresodel mundo:perocomprendíala razónde la dictadura:y en todo caso la preferíaal caosanárquico’>(Marañón.op. cii>, p. 527), En su prólogo a lafamosaot7ra tic Miguel Artola: «Los afrancesadios».Marañón,ti-as una¡-otundadescaíitica—ción de la ReVoluciónfrancesay del liberalismode cortejacobino.se definirácomo«jove-llanista»y comopartidariode un liberalismo muy conservador.aúnal despotismoilustra-do. «El despotismoilustradosignificabay significa.porquehoy estáenvigenciaen variospaises.el reconocimientode la libertad y de la necesidadde progreso,peroadministradodesdeel poder.Tenía el despotismoilustrado sus inconvenientes.Pero,para los pueblosincapacesdeusardeta libeitad y dela cultura,no se hainventadonadamejorU) ensu ori-gen y en so esencialoe, y escasisiempre,la únicaforma posiblede liberalismo(.4. A vecesinclusoel mati, despóticoesel verdaderamenteliberal: sobretodo,aunqueparezcaparadó-jico, en los pueblosviejos, trabadospor largasy profundasculturas,creadorasde formascasianticíviles,desdeluego. antiliberales,de la individualidad»(Gregorio Marañón,prólo-go a «Los afrancesados’,,de Miguel Artola, Sociedadde Estudiosy Publicaciones,Madrid,1953. pp. XVI-XVtI). ¿Cabemejorjustificación del franquismo?

«Leviatán»,núm. t4. junio de ¡935, p. II?.>~ «El Socialista».20 y 23-Vt-1936.

94 Pedro (Darlos González Cuevas

dad»,porsuparte,le acusaráde intentarfavorecera Italia y desersimpati-zante de «estos ejemplaresEstados fascistasque tanto debeadtnirarMadariaga.entreotrasrazonesporqueha prohibidoun hechoquea él lemolestaprofundamente:la lucha de clases»%

Ante tal avalancha.Madariagaabandonarásu puestoen la SociedaddeNacionesel lO dejulio de 1936; y regresaráa España.Retiradoen unapequeñafinca cercanaa Toledo, le sorprenderáel Alzamientodel 18 dejulio. Traído a Madrid en automóvil por unosmilicianos,estuvoa puntode morir fusilado, al pasarpor Villaverde, cuandose le confundióconeldiputadodela C. E. D. A., Dimasde Madariaga.queseríaasesinadopocodespués.Optó entonces,don Salvador,por abandonarel territorio domi-nadopor la República,y pasóa Franciay mástarde a Inglaterra.

Traducidaal francésy al inglésen 1937.Anarquía ojerarquía seráobjetode glosasy comentariosen diversaspublicacionesde ambospaíses.Parti-cularmentedura será la crítica del historiador Lewis Mumford. Paraelautorde Técnica y civilización, la doctrina política de Madariagareunía«lospeoresaspectosde las pasadasoligarquiasy de las presentesdictaduras».El EstadoeconómicoesbozadoenAnarquía o jerarquía no eraotra cosa,ensu opinión,queun «calco»del Estadocorporativomussoliniano.En defi-nitiva, sentenciabaMumford,Anarquía o jerarquía erala obra de un hom-bre que intentabaasumirpartesesencialesde la doctrina fascistasin atre-versea suscribirla totalidad,Anarquía o jerarquía es. en efecto,un intentodc asimilarel santoy la señadel fascismo,sin aceptarde pleno susmitosdevoluntariosabrutalidad,su antagonismoal libre pensamiento,su infan-til adulaciónde la guerra.Pero por el hechomismo de queMadariagaseinclina hacia el fascismo en sus finalidadesprácticasy se apartade lademocracia,exceptoen el osoverbal, su libro se ficha a sí mismo comopertenecienteno al futuro,sino a unapartemuy muertadelpasadorecien-te 60

Durantela guerracivil. Madariagaintervendráanteel gobiernofrancése inglésparaqueintercedieranen los dosbandosbeligerantesconel obje-tivo delograrun armisticio y”. Perono haráningunadeclaraciónni aclara-

<> «Claridad,’.19—VI —1936. Lo mismo n sinuara uno dc los órganosdel izquierdismore-publicano.«Política,,: «No dejadeserinteresanteseñalarquelasprimerasrevelacionesso-bre los trabajospersonalesdel señorMadariagasc hacenconunaevidentesimpatíapor laprensa dirigida dc Italia» («Política”. núm. 245. 2 l-VI-1936). Ante tales insinuaciones.Madariagareaccionaránegandosu supuestaafinidad con el fascismo, al que acusarádeconculcarlas Ii bertactesi nci i viduales. Sin embargo,se co cíará muy muchode incluir en sucrítica al corporativismo(oAhora».5-VII-1936 y 21-Vlt-1936).

69 Liwis MtJMF<)RI): «Anarquíao jerarquía’>.en oUltra». núm. 6, La 1labana,1937, Pp.336—337.El articulo de Mum lord habíasiclo pobíicado anieriormente en inglésen la revista«New Republie’>,núm. 91, New York. 9-VI-1937.

(iii Nt VE~A (iARc - tA Qiii! 1 Pt) DE Li ANO: «El fracasodeMadariaga.lii tentos mcdiadoiesen la guerracivil española”,en Ilisiorio 16, diciembrede 1985, pp. 11-18.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 95

ra su posturarespectoa laguerra.Estesilencioseráparaalgunos,como elhistoriadorHerbertRutledgeSouthworth.sinónimode traiciónala Repú-blica. «Recuerdohaberasistidoen Washington.en 1936 —comentaSouth-worth—. a unaconferenciacuyoanunciohabíaatraídounagran muche-dumbrecongregadaparaoír hablaral antiguoembajadorde Españaenlos EstadosUnidosdel temaqueocupabala atenciónde todos: la guerracivil española.El señorMadariagase negóa decirunasolapalabrasobreel asunto»21

MADARIAGA ANTE EL FRANQUISMO: CONTRADtCCION Y UTOPÍA

Trassu precipitadasalida,Madariagano volverá a Españahasta1976.Y desdesu exilio europeo,se convertiráen uno de los adversariosmastenacesdel régimenpolítico nacido de la guerracivil. Paradójicamente,elliberal españolque,de forma mássistemáticahabíacriticado la democra-cia republicanay esbozadouna alternativapolítica que en modo algunodifería cualitativamentede la instauradaen Españaapartir de 1939,pasadaporseruno de los patriarcasde la oposiciónantifranquista.De estamanera.su actividadpúblicay la doctrinapolítica sustentadaen susescritoscarac-terizaríanun largo desarrollo de contradicciones.PorqueMadariaga.apesarde sus críticasal autoritarismofranquista,no abjurará,enlo sustan-cial. de las ideasquehabíasostenidoen Anarquía o jerarquía.

ParaMadariaga,el régimenfranquistaeía«undespotismotiránico»; yFranco«un reaccionariobeatoy cuarteleroincapazdeconcebiry sentir lalibertad» 7> Negaba,además,quesu proyectode «democraciaorgánicaunánime»tuviera algoquever conla ideologíaoficial del franquismo.«ElgeneralFranco ha hechoa un periodistaamericanounasdeclaracionesexplicandoquesu régimenes unademocraciaorgánica.Comocreo habersido el primeroen haberexpuestoal público no sóloespañol,sino francéseinglés un sistemapolíticoasí llamado.¡nc voy a permitirexplicarporquéconsideroqueel régimenyugoespañolno tienenadade democraciani deorgánica(...), el generalFranco aludió a queel puebloespañolvota paraelegirsus municipios.Ami me parecemuy bienquese limite el sufragioala elecciónde municipiosy si de mí dependieraasí lo haría;perocontal dequese cumplantrescondicionessin lascualesestamedidase tornatiráni-caehipócrita: la primeraes unaprensalibre y una facultadintactade ele-gir a quien uno quiere:la segundaes quela soberaníapolítica implícita enla elección, se eleve progresivamentedel municipio a la comarca, a la

21 HER nFR r RUTLEDGE SotrrHWORii í: «El mito dIc la cruzada de Eraneo, Crítica biblio—gráfica”. Ruedoibérico, Paris.1963. pp. 146-147.

22 SALVADOR DL MADARIAGA: «General,márcbeseusted”, EdicionesIbérica. New York.

1959, p. II.

96 Pedro Carlos González Cuevas

región y a la nación poretapasde eleccioneslibérrimassucestvas:y la ter-cera,queel ápicedel Estado,ya sea un dictadoro un gobierno,no se arro-gueel derechode tirar abajotodo de un plumazosiemprequele vengaengana.En Yugoespañano se da ninguna deestastrescondiciones.No haylibertad de prensani de partidos; la soberanía.en vez de ir del pueblohaciaarriba, va del Pardohaciaabajo; y El Pardopuedehacermangasycapirotescon todoel tinglado cuandole vengaen gana»~3.

La crítica de Madariagaera certera;evidentemente,el régimen fran-quista no fue nuncaunadetnocracia.ni liberal ni «orgánica».Pero lo queMadariagaparecíahaberolvidado, en su requisitoriaantifranquista.erasu propioesquemade régimen político esbozadoenAnarquía o jerarquía.Allí se propugnaba.como hemosvisto, la restricciónde la ciudadanía.elsufragio indirecto, corporativo y limitado; la ausenciade partidospolít-icos. de derechoala huelgay de sindicatosde clase.Y todoello, conmásomenosvariantes,habíasido asumidopor el régimendel generalFranco.

Por otra parte,considerabaqueel sistemaeconómicoedificadopor elfranquismoera muy semejanteal colectivismode la Unión Soviética.«Laoposiciónentreel régimencomunistay el falangistano me pareciónuncaesencial.El comunismoes fascistaen política; y el fascismoes comunistaeneconomía.El 1. N. 1. es muy parecido,si no del todoidéntico, a lasinsti-tucionesestatalesde industriaqueexistenen la Unión Soviética»~. Esobvio queno pondremosaMadariaga.cuyasideaseconómicaseranabso-lutamente elementalesy que jamás comprendió las transformacionesexperimentadasporel capitalismoespañoly europeo,enla lista de loseco-nomistasy sociólogos.

Durante algún tiempo, Madariagaapostó por la causamonárquicapersonificadaen DonJuande Borbón.La monarquíale parecíainevitablecomosoluciónde recambioal régimende Franco;y. siguiendosuhabitualpsicologismo,sosteníaqueel sistemamonárquicoera másaptoparalospueblos del Sur que el republicano.«El sistema monárquicofracasarágeneralmenteentrelos pueblosdel Sur menosqueel republicano»~. Ellono significabaquesusideasrespectoal sufragio universaly la democraciahubierancambiado.Segúnel testimoniodeJoséMaría Gil Robles,conse-jero por entoncesde DonJuande Borbón.Madariaga,a la alturade 1947.era másadversariodel sufragio universalquenunca76

Su antifranquismoen modo algunosignificabaadhesióndoctrinal almodelo de democraciadominanteen Europao EstadosUnidos, tras la

~ MADARIAGA; sp..ck.pr133-l 2«~ MADARIAt,A: op. cii,, p. 161.~‘ SALVADOR DF MADARIAGA: «Ojo, vencedores».Editorial Sudamericana.BuenosAires.

1945. p. 43.~> ]ost MARtA (iii. ROBLÍs: «La Monarquiapor la queyo luché,,,Taurus,Madrid. [976,

p. 228.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 97

SegundaGuerra Mundial. La evolución de las sociedadesoccidentalesdesdeel liberalismohacia el «Estadosocial»era contempladapor Mada-riagacon profundapreocupacióny pesimismo.A su juicio, las democra-cias burguesascontemporáneasapenasdiferían cualitativamentede losEstadostotalitarios;ambossistemasteníanbasescomunesy análoganatu-raleza. «(...) guardémonosde exagerarel contrasteentrelas dictadurasylas democracias.Reconozcamos,antesbien,que entreunasy otrasla dife-rencíaes masde grado quede naturaleza»~.

Ello se debíaa la incidenciasocial del sufragio univeisal,medianteelcual las clasesdominadasreclamabanen su defensala intervencióndelEstado,lo queempujabaa las sociedadesaún«liberales»aunaprogresiva«estatización»dela vida, encarnadaen el «WelfareState»,antesala,segúnél, del comunismo.«El Estadoasistenciales unaconsecuenciainevitabledel sufragiouniversaldirecto.Bien esverdadqueha merecidoelogiosporatribuirselela derrotadel comunismoen los paísesquelo hanadoptado.Peroestoselogiospodríanresultarprematuros (...). el economieismoqueinspira al Estadoasistenciales en sí un mal seguro.El sufragio universaldirectotiendea exagerarlo.Los partidos.al disputarseen competencialosfavoresdel cuerpoelectoral,le brindanventajasmaterialestangibles.A suvez, la índole misma del sistemaasistenciales de por sí acumulativa.demodo que los gastosaumentancon el tiempo, lo que lleva a la inflación.Por último, el individuo se desmoraliza.pierde iniciativa, se habitúa acederlibertadparaganarseguridady se aborreguiza.Consecuenciastodasfavorablesa la implantacióndel comunismo»~><.

En el fondode las argumentacionespolíticasdeMadariagalatela nos-talgia de unasociedadliberal, una sociedadde pequeñosproductores,yasuperadapor la evolucióndel sistemacapitalista.Su alternativaque,esen-cialínentees la misma quehabíapropugnadoenAnarquía o jerarquía, des-tacapor su carácterutópicamenteregresivo.En primer lugar, la interven-ción económicadel Estadodebíaserreducidaal mínimo. El sistemaeco-nomico se basaría en la iniciativa individual sin restrícetones.

~ SALvADOR DL M ADARIAciA: « Dc la angustiaa la libertad>,, Editorial SucIamerícana,BuenosAires, 1966, p. 243.

~‘ SA¡vAooR 1)11 MADARiAc~A: oPresentey porvenir de Hispanoamérica»,Editorial Suda-merícana.BuenosAires. 1974, p. lOS. tdea queya habíadesarrolladoRamiro de Maeztu enlos años treinta: «El Estadocontemporáneoes la lista civil del sufragio universal, lo quequieredecirquesobancarrotaes infalible, hipótesisque la realidadconfirmacon la desva-lorización delibrasy liras,mareosy francos, que no ha i mpeclido queel ulterior incrementude los gastospúblicosvuelva a ponera los estadosentrancedenuevabancarrota.Es posiblequeestetipo dc Estadoestédestinadoa prevalecertemporalmenteenel mundo. Ello querríadecirquetodos los paiseshabríande pasarpor unaexperienciaparecidaa la deRusia y portristezasanálogasa la desu puebloesclavizadoy a la desu burocraciacomunista,que leha-ce trabajar” (Ramiro cíe Maeztu: « DefensadIc la Hispanidad»,en «Obra».Editora Nacio-nal, Madrid. 1974. p. 979).

98 Pedro Carlos González Cuevas

«(...) Creemosquehayque reducir al mínimo la intervencióndel Estadoen la vida económica:porqueel Estadodeshumanizatodolo quetocaporser demasiadograndepara manejaral individuo, de modo que resultacomoun elefantetratandodecomponerun reloj.Además.elEstadoes porsu mtsmaesenciaincapazde repararde verdadlasinjusticiassociales.Lamera redistribuciónde los ingresosde cadacual no sirve másqueparaembrollary confundirlas reglasdel juegosocial,queno es una loteríadepérdidasy dc ganancias,~stnoun juego sutil de éxitos y fracasos(...). Elindividuoes muchomáscreadorqueel Estado,másatrevido,másempren-dedor. La comunidadsale ganandoal confiar a sus ciudadanosmásemprendedoreslas tareasque implican riesgo(..). Al empresarioincumbeorganizarsu empresacomo le plazca»T>

Naturalmente,tan drástica reducción del papel de Estado en laeconomíateníaque repercutiren la superestructurapolítica. Madariagacombatiráácremente—como lo habíahecho durantela República—elsufragio universaly elparlamentarismo.«La demagogiainherenteal siste-ma parlamentarioestadísticoque hoy priva lleva fatalmentea la explota-ción de las minorías selectaspor la masay por las potenciasdel dinero.por medio del impuesto(.4. El objetivo de todosistemadegobiernodebeser quela oligarquíagobernanteseaunaaristocracia(enel sentidopuro yoriginal del vocablo). El sufragio universaldirecto tiendeprecisamenteaproducirel efectocontrario.Por mor de cantidad,el candidatotienequetirar porla bordala calidad;reglaempíricaqueempiezaporeliminardelacontiendaa los candidatosque se niegan a seguirla, que son los mejo-res(...). Por último. el sistemaes caro» 50 Y citabacomoejemploprobato-rio el fracasodela SegundaRepública.«La causamáseficazdelacaídadela Repúblicaespañolaha sido la demagogiadebida al sufragio univer-sal» fi

Tras la descalificación global de ambas instituciones,consideraránecesariala abolición de las eleccionesgenerales.La unidad electiva noera el individuo, sino la familia. Las familias elegirían, a travésde susrepresentantes,elConsejoMunicipal.A su vez, losconsejerosmunicipalesdesignarían,mediantevoto cualificado,el ConsejoProvincial. La terceratnstanciade su esquemade gobiernoera el Parlamentoregional.designa-do por los consejerosprovinciales.Y. por último. el SenadoNacional,nombradopor los parlamentariosregionales.Todosestoscuernoscolegia-dosse renovaríananualmenteporquintaspartes$ A nivel económico,lahuelga—«procedimientobárbaro.absurdoy antisocial»—sería ilegal, lomismo quelos sindicatosdeclase.Existiría, encambio,unaestructurasin-

~ SALvADOR DL MADARIAGA: «[)e la angustiaa la libertad”. pp. 283 y 288.MADARIAc.;A: op. cii., pp. 243 y 246.

<‘ MADARIAGA: op. cii,. p. 243.<2 MADARIAoA: op. cñ,. Pp. 230-240.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 99

dical corporativaa los diversosniveles,queconfluiríana nivel nacionalenun Consejo Económico,que sería la cámaraeconómicaconsultiva delSenado~. Si exceptuamosla inclusióndel voto ponderadode la familia yen los consejoscomarcalesy regionalessegúnel númerode votantes,nohay variacionesen su esquemade gobierno respectoal esbozadoenAnarquía o jerarquía.

En 1966. Madariagaenviaríauna cartaabiertaal generalJuanCarlosOnganía,quecl 28 dejunio de aquelmismo añohabíaprotagonizadoelgolpede Estadoquederribóal presidenteargentinolilia, instándolerespe-tuosamentea queinstauraraen Argentinaun sistemapolítico basadoensu doctrina.Madariagajustificabala intervencióndelas FuerzasArmadascuandola sociedad,ante el fracasode la democraciarepresentativa,sehallabaen crisis. «No creo incompatiblecon el verdaderoliberalismoaceptar,en épocasde crisis, un gobierno autocrático,ya que la crisisconsisteexactamentey resultade un manifiestofracasodel gobiernosurgi-do de las masasanónimas»~

No es extraño,pues,queel franquismosiguierasuspasos.Los ataquesprodigadosen susobrasa los socialistas—queeran,segúnél, los respon-sablesprincipalesde laguerracivil— y suscríticasal sistemademocráticose convertíanparael régimen en una buenabaza propagandística.En1960,los serviciosde propagandafranquistaspublicaríanun folleto, titula-do: Reflexiones políticas concitasdediferentesedicionesde susobrasEspa-ña, Anarquía o jerarquía y Democracy venus liberiy, que servían dejustifica-cion al alzamientode 1936 y de exaltaciónparala democraciaorgánicafranquista.«Enlas páginasde Anarquía o jerarquía —afirmaba un anóni-mo comentarista—.Madariagacantólos funeralesdela SegundaRepúbli-ca. quetodavíagozabade vida oficialmente»85

Madariaga reaccionará vehementementeante dicha publicación.alegandoquealgunode aquelloslibros estabanprohibidosen España86Sin embargo,comoafirmara tristementeIndalecioPrieto en un comenta-no de aquel incidente. Madariagano pudo desmentirla paternidaddecuantospárrafosse le atribuíanen el panfleto ~

<~ MADARIAGA: op. cii>, pp. 278 y 291.>4 «Pueblo,>, t9-X-1966. Por no faltar tampocofalta en Madariagala «justificación»del

golpede Estadoprotagonizadopor el Ejército chilenocontrael socialistaSalvadorAllende:«No habrápersonaimparcialquehayaconocidola Españade 1936 o el Chile de 1973 quepuedanegarque, enambospaises.la situacióneraintolerable(A. Allende creóunestadodecosastan inaguantable,el quererobligar al paísa tragarsesu revolución, que terminó porsuicidarse,Si Allende hubierarespetadolas reglasdel juegoenvez de empeñarseenobligaral paísa tragarsesu revoluciónhastaarruinarlo, hoy estaríaconvida Allende»(SalvadordeMadariaga:«Mi respuesta’>.Espasa-Calpe.Madrid. 1982, pp. 313-314y 317).

“ S~i.v~íx~DF MADARIAGA: «Reflexiones políticas’>. 5. 1. ¿1960?.p. 55.>6 SALVADOR DE MADARIAGA: «Mi respuesta».Espasa-Calpe.Madrid, 1981, pp. 131-t35.>2 INDAIrCIO PRIETO: «Convulsionesde España».tomo III. Oasis,México, 1969. p. 272.

loo Pedro Carlos González Cuevas

Por otra parte. el descubrimientode afinidades ideológicas entreMadariagay el franquismono eraalgo realmentenovedoso.Quizáel pri-mer intelectualfranquistaquepercibióconclaridaddichascoincidenciasfue JoséPemartínSanjuán(1888-1954).Ideólogo de la Unión Patrióticaymiembro señaladode Acción Española durante la República.Pemartínhabíasidodirectorgeneralde EnseñanzaSuperiory Media en el Ministe-rio de Educación,desde1938a 1942.Católicointegrista,monárquicoy tra-dicionalista.Pemartínconsiderabala obra de Madariagacomo «una delas másimportantesdelos últimos lustros»~. Los ataquesqueMadariagaprodigabaen susobrasal sufragiouniversaly a lasinstitucionesdemocrá-ticasserx-tanal ideólogointegristaparareafirmarseen susposicionespolí-ticas.«Esun “demócratajperonotrata—comotantosotros—deimponerun “clisé” único paratodos los países,un sufragio universaldondeno seestá capacitadopara ello, sino quecondicionael bien evidente.y muyespañol.de la democracia,a las citcunstanciasy configuraciónpsicológi-co-colectivaquepermitenconseguirlo»~.

Fascina,además,a Pemartínla descripciónde los «caracteresnaciona-les»queMadariagaprodigaba,consu habitualarbitrariedad,en sUs escrvtos;cosano extraña,ya queel propio Pemartíneramuy aficionado—y nomenosarbitrario— a semejantesjuegos «intelectuales»90 Y. por último.teníaengranestimalostrabajosdeMadariagareferentesa lahistoria de lacolonizaciónespañolade América, a los que consideraba«eficacísimoinstrumentode demoliciónde la leyendanegra»<>~

Posteriormenteotro intelectual del franquismo,Gonzalo Fernándezde la Mora, se ocuparíade la obra y trayectoriapolítica de Madariaga.Adscritoa la herenciadoctrinal deAcción Española. Fernándezdela Moraes, fundamentalmente,un renovadorde los viejos temasdel conservadu-rismo tradicional,que adaptaa las nuevasrealidadessocieconómicas.A

<> JostPEMARlÍN: «La obra deSalvadorde Madariaga”.en oArbor,>.núm. 95. noviem-bre de 1953. p. 173.

>“ Pi:MARrN: op. cii>. pp. 214-215. En el mismo sentido,RafaelCalvo Serer:«El escritorexiliado másconocido,salvador de Madariaga.presentauna ideologíahistórica y políticaque en mochosaspectoscoincidecon los intelectualesnacionales»(RafaelCalvo Serer:«Lalileratura universalsobrela guerradeEspaña’>.Ateneo,Madrid, 1962, p. 63)-Aso llegadaaEspaña.trascuarentaañosdeexilio, en 1976. Madariagaserácaliticadopor la revistaTriun-ib de «tonto útil» del franquismo,a causadeunasdeclaracionessuyasen queafirmabaquela prensaespañolatenia un acusadomatizprocomunista.Y el editorialistade la revista lerecordarásusposicionesideológicas.próximasa las del Estadofranquista:«En los semana-rios vemos,conalgunasorpresa,cómoa la oía cíe perseguidoresdeestareapariciónde la li-bertadde prensaseune la figura deun nuevocazadorde brujas,venidoconun prestigiodeliberal y deexiliado: deun exilio másdebidoa rabietadecascarrabiasque a incompatibili-daddeideasconun régimenmuy parecidoa los queél ha postuladoensusmanifiestosy suslibros’> («Don Salvadorde Madariaga.comotonto útil», en Triun/b. 17-IV-1976. p. 6).

PEMARTtN: op. <-it. pp. 189 y ss.91 PIÚMARitN: op. <‘it.. p. 197.

La crisis del liberalismo en Salvador de Madariaga 101

su juicio. Madariagaera el intelectualexiliado másconsiderabledespuésde ClaudioSánchezAlbornoz 92

Con ocasiónde la destacadaintervenciónde Madariagaen el contro-vertido «contubernio»de Munich. Fernándezde la Mora habíadestacadolas contradiccionese inconsecuenciasdel escritorgallego. «t.) comoestu-dioso del pensamientopolítico, lo quemásme sorprendedel acto muni-qués es que Madariaga,con escandalosacontradictoriedad.continúatnststiendoen representarun papelqueno es en absolutoel suyo(...). Por-queel programaconstitucionalde Madariagano respondeni siquieraalas másprimariasexigenciasdel demoliberalismopuro. y. salvo en susprejuiciosburgueses,apenasdifiere del espíritude nuestravigentelegisla-ción fundamental»»~.

A Fernándezde la Mora le interesa,sobretodo, la crítica queun inte-lectual liberal y exiliadocomoMadariagarealizaa los supuestosdel siste-ma democrático,«DesaparecidoGregorioMarañón,Salvadorde Mada-riagaes el único liberal españolnotorioquetieneel corajede enfrentarsecon lo que la inmensamayoríaconsidera,por lo menos,como “un fatalsigno de los tiempos” (...). Tengo para mí queMadariagaacierta plena-mentecuandodistingueentreel permanentey excelsovalor de la libertady esasadherenciascircunstancialesquesonel parlamentarismoy el sufra-gio inorgánico (...). Nuestroautorestá,pues,a la altura del tiempocuandotrata de encontrartécnicasdemocráticasmejoresque las del pasado.ycuandose esfuerzapor separarlo quees un fin de lo quees un procedi-miento» ~.

Ahora bien,es obvio queFernándezde la Mora no podíaasumir,en laépoca dorada del «Estadode obras» y del keynesianismo,el utópico yregresivoliberalismoeconómicopatrocinadopor Madariaga.«El libera-lismo económicopuro queMadariagaincrustadentrode su ideade Esta-do tiene todo el aspectode un fósil, Igualmenteresultade una fragilidadextremaafirmar queel Estadoes incapazde repararla injusticia social.Entiendo,por el contrario, que otro de los fines primordialesdel poderpolítico es la justa distribución de la riqueza»t

Y es que.en el fondo, incapazde comprenderelsignificadodel adveni-miento de la nueva sociedad de masas,antisocialista y antimarxista,Madariagaencarnala muerede los valoresde la vieja sociedadliberal.Por escxno dejade resultarirónico queotroliberal, Julián Marías,afirma-ra, en su necrologíade Madariaga.que el liberalismode éste,lejos de ser

<2 GONzAIU FFRNANDL/ DI lA MORA: «Pensamientoespañol, 1963”. Rialp. Madrid.

964, pp. 230-231.GoN,’A¡.o Fi RNÁNDLZ OLLA MORA: «El Estadodeobras>’, Doncel. Madrid. 1976, p. 368.

~ (;ONZALO l-iYRNÁNDLZ DL LA MORA: «Pensamientoespañol, 1967”, Rialp. Madrid.t9«8.pp. t73-t74.

Fí¿RNÁNDIBZ DL LA MORA: op. cii>. p. 174.

102 Pedro Carlos González Cuevas-

anacrónico,encarnabanadamenosque«la actitud de futuro» ~<‘ Claroque. comohace añosacertóa decir el sociólogonorteamericanoCharlesWright MilIs:

«(...) la másduraacusaciónquese le haceactualmenteal liberalismo y asusvariantesconservadorases queson tan absolutamenteprovincianosque carecende pertinenciarespectode los principalesproblemasquedebenafrontarseen numerosasregionesdel mundo»~‘,

‘~ «El País>’. l5-Xlt-1978,‘~ CíiAaírs Wpí<;uíi- Mijis: «Los n,ar.xjsías.o,Cuarta edición, Ediciones tira, México,

1976. p. 21.