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Ecografía de la mama

La ecografía en el estudio de la mama 1Javier Amorós Oliveros, 2Giancarlo Dolfin 1Novelda (Alicante) 2Turín. Italia

Amorós Oliveros FJ, Dolfin G. La ecografía en el estudio de la mama. EuroEco 2010;1(1):8-9.

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Con el paso de los años la patología mamaria está destinada a tener un papel cada vez más importante, considerando sobre todo el alarga-miento de la vida y el relativo aumento del riesgo oncológico.

El cáncer de mama, el tumor más frecuente en la mujer menopáusica y el segundo globalmente tras el cáncer de piel, presenta aspectos clínicos considerablemente variables; tanto es así, que la búsqueda de parámetros diagnósticos y predicti-vos sobre su evolución es un objetivo fundamen-tal para lograr el mejor y más precoz enfoque te-rapéutico.

En Estados Unidos en 2009 se han registrado 192.360 nuevos casos de cáncer infiltrante de mama y 40.170 muertes. Por sí solos, estos nú-meros indican la magnitud del problema para la población femenina (American Cancer Associa-tion). En los últimos tres decenios se ha registra-do un incremento de la incidencia de esta patolo-gía desde 82 mujeres afectadas de cada cien mil en 1973 a 118 mujeres de cada cien mil en 1998. Esto corresponde también al incremento de los cánceres in situ detectados mediante mamogra-

fía; pero tal dato no se corresponde con una dis-minución de la incidencia en el diagnóstico de cáncer infiltrante (hecho que ha producido una discusión abierta sobre la posibilidad de sobre-diagnóstico por cribado, relativo a casos clínica-mente insignificantes).

Estos datos revelan que no se ha producido una reducción porcentual de la mortalidad por cáncer de mama. El esfuerzo diagnóstico realiza-do con el cribado, sobre todo mamográfico, no ha conllevado un diagnóstico tumoral con diámetros inferiores y, por lo tanto, con menor probabilidad de difusión. De ello se deduce que resulta esen-cial conseguir el diagnóstico más precoz para aproximarse a la reducción de las cifras relativas de mortalidad.

La mamografía, la ecografía y la resonancia magnética nuclear (RMN) representan instrumen-tos de diagnóstico válidos, cada uno con peculia-ridades que justifican su integración. Tratándose de técnicas diferentes, que se caracterizan por sus propiedades físicas distintas, no pueden compararse entre ellas; además, sus aplicaciones en la investigación diagnóstica están limitadas por las mismas leyes físicas que favorecen su uti-lización, aunque optimizadas al máximo de sus características. Las limitaciones de estos métodos se pueden comprender plenamente si se tiene un buen conocimiento no sólo de la anatomía y de la fisiopatología, sino también de las leyes físicas que, de una parte, individualizan los presupues-tos técnico-biológicos de los medios físicos utili-zados, y, de otra parte, regulan las relaciones con la estructura de los tejidos que se desean exami-nar (Michel Teboul).

En el estudio de todos los órganos, tanto en las patologías médicas como en las quirúrgicas, se procura la máxima precisión anatomopatológi-ca mediante estudios complementarios (RMN, TAC...); curiosamente, esto no siempre se produ-

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Amorós Oliveros FJ, Dolfin G. La ecografía en el estudio de la mama. EuroEco 2010;1(1):8-9.

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ce en la evaluación de la patología mamaria.

Se considera que solamente un estadiaje lo más cuidadoso posible permite al cirujano un procedimiento terapéutico válido, exacto y com-pleto, que lleve a la paciente a la prosecución de las terapias en las mejores condiciones de éxito. La cirugía oncológica moderna de la mama tiene como objetivo ideal y fundamental la extirpación radical de la neoplasia con el fin de evitar la po-sibilidad de recidivas, pero sobre todo de metás-tasis. Todo esto es posible hoy día por el progreso tanto de los estudios diagnósticos (equipos de al-ta resolución) como por las biopsias con aguja (con extracción citológica o histológica), que pue-den guiar al cirujano en la elección de una inter-vención que determine un resultado óptimo, tan-to desde el punto de vista radical como del estéti-co. En definitiva, el objetivo es la curación con la mejor calidad de vida posible para la paciente.

La ecografía, por sus extraordinarias condi-ciones de accesibilidad y fiabilidad, constituye una herramienta utilizable en cualquier medio por cualquier médico interesado en las enferme-dades de la mama. Dotada de las características técnicas y físicas que permiten la visualización de los tejidos de la mama a escala milimétrica y de sus variaciones fisiológicas, constituye un ele-mento de estudio anatómico idóneo y, por tanto, de las alteraciones que se puedan producir tanto benignas como malignas en la mama. CONCLUSIONES

La ecografía es actualmente una técnica enor-memente eficaz en:

• La investigación del diagnóstico precoz del cáncer.

• En la nada despreciable valoración de la fre-cuente multifocalidad o multicentricidad del cáncer de mama, con su decisiva consecuen-cia en la terapéutica a aplicar.

• En la valoración de las extensiones del carci-noma infiltrante, tanto ductal como lobulillar o ducto-lobulillar.

• En la facilitación diagnóstica de las muy fre-cuentes alteraciones benignas que en la mama se producen y que a menudo tanta incerti-dumbre ocasionan, con la consecuente ansie-dad para la mujer; además evita hasta un 40% de intervenciones quirúrgicas innecesarias (FDA-USA) que se producen por las dudas mamográficas, puesto que la ecografía es tam-bién más precisa en la definición de las lesio-nes benignas.

• En la facilitación para dirigir la aguja de pun-ción al lugar preciso.