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LA FRASE DEL FILÓSOFO 30 FilosofíaHoy E s el mártir por antono- masia de la filosofía, aunque otros filósofos murieran por sus ideas antes que él (como Ze- nón de Elea, que murió a manos del tirano de su ciudad antes de confe- sar el nombre de los que se habían organizado para derrocarle y tras cortarse la lengua con los dientes y escupírsela a la cara) y también después, como Hipatia, Tomás Moro o Giordano Bruno. Sócrates ejemplifica la persona que vive tal como piensa y que lleva sus ideas has- ta sus últimas consecuencias; el individuo a quien no le importa morir con tal de no renunciar a sus principios. Con el ejemplo de su muerte y con la manera en la que la sobrellevó, Só- crates representa un nuevo tipo de reflexión filosófica que ya no se en- carga de examinar la naturaleza, si- no a los seres humanos. De ahí que Cicerón dijese que “Sócrates fue el primero que hizo bajar la filosofía del cielo, la introdujo en nuestras casas y la obligó a ocuparse del bien y el mal”. O como dice Martha Nussbaum –reciente Premio Prínci- pe de Asturias de Ciencias Sociales– en El cultivo de la humanidad, de Paidós (ver artículo en pág.12), “su contribución característica fue que el rigor y la firmeza del argumento filosófico tuviera efecto en los asuntos de interés público”. El primer psicólogo Al incorporar la reflexión filosófica a los pro- blemas cotidianos de las personas, Sócrates CON SÓCRATES, LA FILOSOFÍA DEJA DE INTERESARSE POR LOS FENÓMENOS NATURALES Y PASA A OCUPARSE DEL SER HUMANO, DE CÓMO DEBEMOS VIVIR NUESTRA VIDA. “El hombre no tiene un mal mayor que una opinión falsa” GORGIAS Él considera que no hacemos el mal porque seamos malvados, sino porque no sabemos lo que es el bien SÓCRATES LA FRASE-FILO13.indd 30 11/6/12 10:48:33

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LA FRASE DEL FILÓSOFO

30 � FilosofíaHoy

Es el mártir por antono-masia de la filosofía, aunque otros filósofos murieran por sus ideas antes que él (como Ze-nón de Elea, que murió a manos del tirano de su ciudad antes de confe-sar el nombre de los que

se habían organizado para derrocarle y tras cortarse la lengua con los dientes y escupírsela a la cara) y también después, como Hipatia, Tomás Moro o Giordano Bruno.

Sócrates ejemplifica la persona que vive tal como piensa y que lleva sus ideas has-ta sus últimas consecuencias; el individuo a quien no le importa morir con tal de no renunciar a sus principios. Con el ejemplo de su muerte y con la manera en la que la sobrellevó, Só-crates representa un nuevo tipo de reflexión filosófica que ya no se en-carga de examinar la naturaleza, si-no a los seres humanos. De ahí que Cicerón dijese que “Sócrates fue el primero que hizo bajar la filosofía del cielo, la introdujo en nuestras casas y la obligó a ocuparse del bien y el mal”. O como dice Martha Nussbaum –reciente Premio Prínci-pe de Asturias de Ciencias Sociales– en El cultivo de la humanidad, de Paidós (ver artículo en pág.12), “su contribución característica fue que el rigor y la firmeza del argumento filosófico tuviera efecto en los asuntos de interés público”.

El primer psicólogoAl incorporar la reflexión filosófica a los pro-blemas cotidianos de las personas, Sócrates

CON SÓCRATES, LA FILOSOFÍA

DEJA DE INTERESARSE POR LOS

FENÓMENOS NATURALES Y PASA

A OCUPARSE DEL SER HUMANO,

DE CÓMO DEBEMOS VIVIR

NUESTRA VIDA.

“El hombre no tiene un mal mayor que una

opinión falsa”

GORGIAS

Él considera que no hacemos el mal

porque seamos malvados, sino

porque no sabemos lo que es el bien

SÓCRATES

LA FRASE-FILO13.indd 30 11/6/12 10:48:33

LAS CLAVES

} Sócrates es el primer mártir de la fi losofía, el patriarca de todos los fi lósofos y el punto de referencia inexcusable de todos los fi ló-sofos prácticos.

} Aunque no escribió nada, su infl uencia en la fi losofía posterior es inconmensurable, aunque solo sea porque se suele decir que toda la fi losofía occidental no son más que las notas a pie de página de las obras de Platón, y el personaje principal de casi to-das ellas es el venerable Sócrates.

} Su énfasis en la fi losofía como práctica y modo de vida, y en el diálogo frente al monólogo, es una recomendación que no deberíamos olvidar nunca.

FilosofíaHoy ��45

Filosofar como

Sócrates

Oscar Breni! er Diálogo

Valencia, 2011

Vida de Sócrates

Antonio Tovar

Alianza

Madrid, 1999

La muerte de Sócrates.Héroe, villano,

charlatán, santo

Emily WilsonBiblioteca

Buridán

Barcelona, 2008

Elogio

de Sócrates

Pierre Hadot

Paidós

Barcelona, 2008

DARDOS

POR

ESCRITO

to de su alma, sino solo de cosas superfl uas co-mo estar delgado, tener dinero o ser famoso. “La mayoría de las personas con las que se enfrentó Sócrates –explica Nussbaum– lleva-ban vidas pasivas, vidas cuyas acciones y de-cisiones más importantes eran dictadas por las creencias convencionales. Estas creencias vivían con ellos y los modelaban, pero nunca las habían hecho propias, porque en realidad nunca habían mirado dentro de ellas, pregun-tándose si habría otra manera de hacer las co-sas, y cuáles eran en verdad dignas de guiar sus vidas en lo personal y en lo político”.

Son célebres las palabras que Sócrates dirige a los 500 miembros del jurado que más tar-de le condenarán a muerte por corromper a la juventud e introducir nuevos dioses, y que Platón refl ejará en su Apología de Sócrates: “Mientras tenga vida y pueda, no dejaré de fi -losofar, de aconsejaros y de exhortar a todo el que me encuentre del modo que acostumbro: ‘Amigo mío, ¿cómo es que siendo de Atenas, la ciudad mayor y más famosa por su poder y sabiduría, no te avergüenzas de no pensar si-

no en acumular riquezas, gloria y honores, sin preocuparte lo más mínimo de la sabiduría, de la verdad ni de perfeccionar tu alma?’. Y si algu-no de vosotros me contradice y me asegura que sí se preocupa de tales cosas, no le dejaré in-mediatamente,

sino que le interrogaré, le examinaré y le haré ver que no dice la verdad. Pues voy, en efec-to, por todas partes sin otra fi nalidad que convencer a jóvenes y a viejos de que no os ocupéis tanto del cuerpo ni de acumular riquezas, pues lo primero es el cuidado y el perfeccionamiento del alma”.

El ser humano debe ocuparse de sí mismo, cuidar su interioridad, y para ello debe exami-nar su vida, lo que piensa y hace, pues lo que hace está determinado por lo que piensa. Só-crates considera que no hacemos el mal por-que seamos malos, sino porque no sabemos lo

se convierte en el primer psicólogo de la His-toria. Su preocupación fundamental ya no es cómo está constituido el universo y cuáles son los mecanismos que explican la realidad ma-terial, sino cuál es la vida que debemos llevar, en qué consiste la “vida buena” y cuáles son las motivaciones de nuestra conducta. Sin él no podemos entender lo que sucede después en fi losofía, el énfasis de las escuelas fi losófi -cas posteriores (cínicos, epicúreos y escépti-cos, pero especialmente los estoicos) en incor-porar la refl exión fi losófi ca a la vida cotidiana, en vivir fi losófi camente y concebir la fi losofía como un modo de vida (como diría Pierre Ha-dot en su Elogio de Sócrates) o como práctica sobre uno mismo y arte de vivir (en palabras de Foucault en La hermenéutica del sujeto).

Filosofía contra las desgraciasSiglos más tarde, fi lósofos como Séneca, Epícteto y Marco Aurelio insistieron en que la fi losofía puede ayudarnos a sobrellevar las desgracias de la vida (enfermedades, exi-lio, pobreza, muerte) y a vivir mejor, pues nos enseña a extirpar las creen-cias erróneas que desencadenan las emociones negativas (ira, tristeza, miedo, angustia, etc.). A partir de Sócrates, el fi lósofo se convierte en un “médico del alma” y la fi losofía en una especie de terapia psicológica que se encarga de “curar” las “enfer-medades del espíritu”, las pasiones que obnubilan la razón o las opinio-nes erróneas que enturbian el juicio. De ahí que el mayor mal para el hombre sea una opinión falsa, pues cuando un individuo tiene creencias inadecuadas sobre sí mismo o sobre la realidad, sus actuaciones no se adecuarán a ella y eso solo le podrá traer problemas.

Como el propio Sócrates reconoce en el Gorgias, uno de los diálogos socráticos más emocionantes que escribió su discípulo Pla-tón: “¿Qué clase de hombre soy? Soy de esos que aceptan gustosos ser rebatidos, en caso de que diga algo falso, y de los que rebaten gusto-sos en caso de que alguien dijera algo falso; y, desde luego, no pertenezco con menos gusto a los que son rebatidos que a los que rebaten, dado que considero esto primero un bien ma-yor, por cuanto es un bien mayor verse librado uno mismo del peor de los males que librar a otro, pues creo que el hombre no tiene un mal mayor que una opinión falsa sobre las cosas que precisamente ahora está tratando nuestra discusión. Si tú también dices que eres así, discutamos; pero si te parece que es preciso dejarlo, acabamos ya la discusión”.

Ocúpate de ti mismoEl trabajo fi losófi co consistirá en profundizar sobre las opiniones del sujeto por medio del diálogo. Mediante las preguntas socráticas, eso que se conoce como mayéutica, Sócrates conducirá a su interlocutor hasta un estado de perplejidad que le hará dudar de sus ideas, de su supuesto saber, y darse cuenta de su igno-rancia (de que no sabía que no sabía), estadio necesario para que se produzca el verdadero aprendizaje. Sócrates, con sus preguntas y su diabólica ironía, examinará la vida de los que se le pongan a tiro para hacerles ver que viven como sonámbulos, que no se ocupan de sí mismos, que no se preocupan de lo que verdaderamente importa, el perfeccionamien-

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Desde Sócrates,

el fi lósofo es un

“médico del alma” y

la fi losofía, terapia

para “enfermedades

del espíritu”

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LA FRASE DEL FILÓSOFO

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acciones estén en consonancia con sus prin-cipios: convertirá la vida fi losófi ca en el im-perativo de todo ciudadano. Y para ello no dejará de importunar a todo el que se le cru-ce por su camino con preguntas para que dé explicaciones de por qué actúa como actúa, como se quejará un personaje del diálogo La-ques: “Ignoras que, si uno se halla muy cerca de Sócrates en una discusión o se le aproxi-ma dialogando con él, le es forzoso, aún si se empezó a dialogar sobre cualquier otra cosa, no despegarse, arrastrado por él en el diálogo, hasta conseguir que dé explicación de sí mis-mo, sobre su modo actual de vida y el que ha llevado en su pasado. Y una vez que ha pasa-do, Sócrates no lo dejará hasta que lo sopese bien y sufi cientemente todo”.

Pedagogía socráticaPero Sócrates no solo es el primer terapeuta de Occidente, sino también el primer gran pe-dagogo. La mayoría de los reformadores de la educación se han inspirado en la prác-tica socrática para desarrollar propuestas educativas innovadoras, desde Montaigne y Rousseau, pasando por Pestalozzi, Froebel o Dewey. Siguiendo esa estela, diversos fi ló-sofos del siglo XX han desarrollado distintas metodologías para fi losofar con grupos den-tro y fuera del aula, como Leonard Nelson, Matthew Lipman u Oscar Brenifi er.

El objetivo es ayudar a “que los alumnos refl exionen y ar-gumenten por sí mismos, en lugar de someterse a la tradición y a la autoridad. Se considera que la capacidad de ar-gumentar de ese modo constituye un valor para la democracia”, es-cribe Nussbaum en Sin fi nes de lu-cro (Katz, 2010). Pero la práctica

socrática no se limita al ámbito educativo. Desde hace unos años, un grupo de fi lósofos (el más conocido, Lou Marinoff con su Más Platón y menos Prozac) está usando el diálo-go socrático para ayudar a la gente con sus problemas personales, en la línea iniciada por Sócrates y que después desarrollaron otras corrientes fi losófi cas, como el estoicismo o el epicureísmo. Estos autores, entre los que está también Oscar Brenifi er (Filosofar como Sócrates, Diálogo, 2011), creen que el diálogo fi losófi co puede ser una herramienta muy útil para la vida cotidiana y que el trabajo socráti-co sobre uno mismo siendo hoy tan necesario como entonces. O más. Gabriel Arnaiz

que es el bien, porque creemos erróneamente que perseguir una determinada actividad (acumular riquezas aunque sea defraudando, corrompiéndose o robando) nos va a hacer felices, cuando en realidad no es así.

Vivir fi losófi camenteY si uno no se ocupa de sí mismo, Sócrates lo acorralará con sus impertinentes preguntas hasta que lo reconozca, porque el trabajo del fi lósofo consiste en despertar al dormido para que viva una vida propia de un ser humano y no la de un animal que solo satisface sus ne-cesidades primarias. “Si hacéis que me maten –dirá Sócrates en Apología de Platón–, no en-contraréis fácilmente, aunque resulte ridícu-lo que lo diga, a otro hombre a quien el dios ha situado en esta ciudad como un tábano, junto a un caballo grande y noble, pero lento por su tamaño, que necesita ser aguijoneado. Para esto creo que el dios me ha colocado en esta ciudad, y no dejaré de exhortaros, de persuadiros y de reprocharos, posándome en todas partes y sin concederos ni un mo-mento de reposo. No, atenienses, no encon-traréis a otro como yo, y si me hacéis caso y miráis por vosotros, me dejaréis vivir. Pero si irritados, como quien es despertado cuando es-tá a punto de dormirse, me dais un manotazo y me condenáis a muerte a la ligera, haciendo caso a Ánito, pasaréis el resto de vuestra vidas dormidos, a no ser que el dios, preocupado por vosotros, os envíe a otro como yo”.

Para vivir una vida digna de un ser humano es imprescindible re-fl exionar sobre cuáles son nues-tros objetivos, si estos son adecua-dos; sobre si somos felices y sobre dónde está la verdadera felicidad (cuestiones que después tratará el cristianismo desde una óptica reli-giosa). Sócrates se preocupa de que los demás se ocupen de sí mismos, convierte en su ocupación princi-pal (es decir, en su vocación y en su “profesión”) ocuparse de sí mis-mo y que los demás se ocupen de ellos. Lo cuenta él en la Apología de Platón: “Esto es lo más difícil de haceros entender. Si os digo que eso sería desobedecer al dios y que, por ello, es imposible que lleve una vida tranquila, no me creeríais y pensaríais que hablo con ironía. Y menos me creeríais si digo que el mayor bien del hombre es conver-sar acerca de la virtud y de los otros temas que me habéis oído tratar cuando me examinaba a mí mismo y a los demás, y que una vida sin examen no vale la pena. Así son las cosas, ate-nienses, pero no es fácil convenceros”.

Con Sócrates, el objetivo de la fi losofía será que la gente lleve una “vida fi losófi -ca”, que actúe guiada por la razón y que sus

EL LIBRO

EL FILÓSOFO

> Es difícil elegir uno de los diá-logos de Platón para introducir el modo socrático de fi losofar. Nor-malmente se sue-le recomendar la Apología, Critón o Fedón (Akal ha reunido estos tres diálogos en una reciente traduc-ción), aunque la antigua tradición fi losófi ca reco-mendaba empe-zar por el Alcibía-des, enfoque que también se ob-

serva en alguno de los primeros diálogos so-cráticos, como el Laques, el Eutifrón o el Hipias menor. Otros autores recomiendan comenzar por los Recuerdos de Sócrates que escribió Je-nofonte (Alianza). Gredos ha editado todos los diálogos de Platón en nueve volúmenes, y ahora está empezando a sacar a precios ase-quibles algunos diálogos sueltos (Apología, Protágoras, Gorgias, Fedro, Fedón…) con ex-celentes introducciones. Cualquiera de ellos sería una buena elección para introducirse en la fi losofía socrática, pero nosotros elegimos una frase del Gorgias porque en este diálo-go (y en otros parecidos, como el Protágo-ras) queda la dialéctica socrática frente a la retórica de los so# stas. Entre la voluminosa bibliografía secundaria sobre los diálogos so-cráticos recomendamos dos libros recientes: Quince lecciones sobre Platón, de Mario Vegetti (Gredos) y Saber gozar: estudios sobre el placer en Platón (Trotta), de Beatriz Rossi.

> Sócrates nació en Atenas aproximadamen-te en el año 470 a. C. y murió en esa misma ciudad en 399. Como Kant muchos siglos después, nunca salió de su ciudad, salvo pa-ra guerrear dos batallas. Sócrates pertenecía a una clase social bastante humilde, aunque no se le conoce que trabajase en nada. Se casó dos veces, a una edad avanzada: pri-mero con Jantipa, que por lo visto tenía un carácter muy fuerte, y luego con Mirto, con las que tuvo tres hijos. Sócrates dedicaba su tiempo libre (que era todo) a fi losofar con todo el mundo, pero especialmente con jóvenes bellos, ricos y nobles de Atenas. Ins-piró las escuelas fi losófi cas posteriores que concebían la fi losofía como un modo de vi-da, como los cínicos (Antístenes, Diógenes), los cirenaicos (Aristipo) o los estoicos. Cuan-do contaba casi 70 años, fue condenado a muerte por un tribunal de 500 hombres por corromper a la juventud e introducir nuevos dioses en la ciudad. Gracias a Platón, que dramatizó de manera magistral diversos episodios de la vida de su maestro como el juicio en Apología de Sócrates, la discusión sobre su posible huida en el Critón y sus últi-mos momentos en el Fedón, hemos conoci-do el legado de Sócrates.

PROTÁGORAS,

GORGIAS,

CARTA SÉPTIMA

Platón

Alianza, Madrid

9 €

Guía para no entender a SócratesGregorio Luri

Medrano

Trotta

Madrid, 2004

La muerte de SócratesRobin Water! eld

Gredos

Madrid, 2011

Sócrates: Solo sé de amorRicardo O.

Moscone

Biblioteca Nueva

Madrid 2010

"SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA" Y ALGO MÁS

“Mi consejo es que te cases: si encuentras una buena esposa serás feliz, si no, te harás fi lósofo”. “Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros”.

�“La belleza es un reino muy corto”. �“Solo es útil el conocimiento que nos hace mejores”. �“La hermosura es una tiranía de corta duración”. �“Filosofar es aprender a morir”. �“El hombre que no piensa

sino en vivir no vive”. �“El mayor de todos los misterios es el hombre”. �“Las verdaderas batallas se libran en el interior”. �“Únicamente te ama quien ama tu alma”. �“Pesa las opiniones, no las cuentes”.

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Sócrates convierte en su ocupación principal hacer que los demás se ocupen de sí mismos

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Gabriel Arnaiz
Nota adhesiva
reflejada de manera magistral

PREGUNTAS DIDÁCTICAS

DE COMPRENSIÓN

1. ¿Qué significan las siguientes palabras: mártir, obnubilar, rebatir, mayéutica, perplejidad, ironía, sonámbulo, superfluo, apología, exhortar, inconmesurable, venerable, tábano, imperativo, importunar, impertinente, dialéctica, retórica?

2. ¿Qué tipo de hombre ejemplifica Sócrates?3. ¿Qué nuevo tipo de reflexión se inaugura con él (y con los sofistas)?4. ¿Qué dijo Cicerón de él?5. ¿Cuál fue su principal aportación, según Nussbaum?6. ¿En qué se convierte Sócrates?7. ¿Cuál fue su preocupación fundamental?8. ¿En qué otras corrientes filosóficas posteriores influyó Sócrates?9. ¿Cómo concibe Sócrates la filosofía?10. ¿Qué tres filósofos estoicos se citan?11. ¿Cómo puede la filosofía ayudarnos a vivir mejor, según los estoicos?12. ¿Por qué “el mal mayor para el hombre es una opinión falsa”?13. ¿Qué clase de hombre era Sócrates?14. ¿Qué es un bien mayor?15. ¿Para qué sirve el diálogo?16. ¿Para qué es necesaria la ignorancia?17. ¿De qué deberíamos preocuparnos, según Sócrates?18. ¿Cómo viven la mayoría de las personas, según Nussbaum?19. ¿De qué deberían avergonzarse los atenienses?20. ¿Qué es lo primero para Sócrates?21. ¿Qué es lo determina lo que hacemos?22. ¿Qué es lo que creemos erróneamente?23. ¿En qué consiste el trabajo del filósofo?24. ¿Con qué se compara Sócrates? ¿Qué quiere decir con esta metáfora?25. ¿Qué tenemos que hacer para vivir una vida digna?26. ¿De qué se preocupa Sócrates?27. ¿Cuál es el mayor bien del hombre?28. ¿Qué quiere decir Sócrates con que “una vida sin examen no vale la pena”?29. ¿Cuál será el objetivo de la filosofía después de Sócrates?30. ¿A qué te obligará Sócrates con sus preguntas?31. ¿Además de ser el primer terapeuta, qué otra primera cosa es Sócrates?32. ¿Cuál es el objetivo de la educación socrática, según Nussbaum?33. ¿Qué autores contemporáneos han continuado la práctica socrática?34. ¿Con cuál de los otros aforismos de Sócrates te quedas? 35. ¿Por qué fue condenado Sócrates? ¿Cuántas mujeres tuvo? ¿En qué trabajó?

DE AMPLIACIÓN

36. ¿Cómo murieron Hipatia (se ve en la película Ágora, de Amenábar), Tomás Moro (se puede ver en la película Un hombre para la eternidad) o Giordano Bruno (aparece en la peli Galileo, de L. Cavani)? ¿Conoces algún otro mártir de la filosofía, además de los que se citan en el texto?

37. ¿Quién es Martha Nussbaum y por qué es conocida?38. ¿Qué dicen Foucault y Hadot sobre cómo se vivía la filosofía en la

Antigüedad?39. ¿Qué propugnaban los cínicos? ¿Cuál es su representante más destacado

(del que Platón dijo que era “un Sócrates desquiciado”)? ¿Y los epicúreos? ¿Y los estoicos?

40. ¿Quién fue Gorgias? ¿Por qué Platón escribió tantos diálogos contra ellos?

Gabriel Arnaiz

41. ¿Cómo se produjo el juicio a Sócrates? ¿Cuántas votaciones se produjeron? ¿Por qué el jurado fue más duro en la segunda? Se puede ver en esta película.

42. ¿Quién dijo eso de que toda la historia de la filosofía no son más que notas a pie de página de las obras de Platón?

43. ¿Qué otros aforismos terapéuticos de Sócrates elegirías? (de tres a cinco)44. ¿Qué es el intelectualismo moral? (Una de las frases destacadas del artículo

lo explica)45. ¿Quién fue Mathew Lipman? ¿Qué programa implantó? ¿Cómo funciona?46. ¿Qué tiene que ver Dewey con Sócrates y con Lipman?47. ¿Quién es Oscar Brenifier y por qué es conocido? ¿Qué variaciones ha

realizado con respecto a Lipman?48. ¿Quién es Lou Marinoff? ¿Por qué es famoso? ¿Qué es la orientación

filosófica?49.Montaigne difundió la frase socrática de que “filosofar es aprender a morir”.

¿Qué quería decir con esta afirmación?50.Analiza uno de los aforismos de Sócrates (entre 5 y 10 líneas).51. ¿Cuáles son las anécdotas de Aristipo que más te ha impactado?52. ¿Cuál de los diálogos de Sócrates que se mencionan te gustaría leer?53. ¿En qué se diferencia la dialéctica de la retórica?

DE PROFUNDIZACIÓN

54. ¿Cuál es el fin de la discusión? ¿Y del diálogo? ¿Son lo mismo?55. ¿Por qué a la gente le molesta tanto que se rebatan sus opiniones?56. ¿Son respetables todas las opiniones? (recuerda lo que decía Savater)57. ¿Sigue siendo hoy pertinente la queja de Sócrates? ¿Por qué crees que

seguimos igual que entonces?58. ¿Qué es más importante: cuidar lo de fuera (apariencia, dinero, poder...) o

lo de dentro (tu alma)? 59. ¿Donde está la felicidad: fuera o adentro, en las cosas o en nosotros?60. ¿En qué consiste una vida buena? ¿Es lo mismo que la “buena vida”? 61. ¿En qué consiste hoy una vida virtuosa? ¿Y una vida lograda? ¿Son lo

mismo?62. ¿Crees, como Sócrates, que es mejor sufrir una injusticia que cometerla?63. ¿Crees, como Sócrates, que nadie hace el mal voluntariamente?64. ¿Puede la filosofía convertirse en una práctica? 65. ¿Puede la filosofía ayudarnos con nuestros problemas personales? ¿Puede la

filosofía ayudarnos a ser más felices?

Gabriel Arnaiz