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LA GLORIA Experimentando la atmósfera del cielo Por Ruth Ward Heflin

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LA GLORIAExperimentandola atmósfera del cielo

Por

Ruth Ward Heflin

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La Gloria, Experimentando la atmósfera del cieloCopyright © Ruth Ward Heflin, 1996

Publicado originalmente en Ingles bajo el tituloGlory, Experiencing the Atmosphere of Heaven

Copyright © Ruth Ward Heflin, 1990, 1996Traducción en Español por Iliana Garcia

Las citas bíblicas son tomadas de la Biblia ReinaValera, revisión de 1960, © Sociedades Bíblicas en

América Latina, 1960

Publicado por:

Editorial McDougalP.O. Box 3595

Hagerstown, MD 21742-3595

Impreso en Los Estados Unidos de Américapor distribución en todo el mundo

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La mayoria de los libros se escriben. Este, en su ma-yor parte, ha sido hablado. Es una recopilación de lasenseñanzas dadas en nuestros seminarios en Jerusalén,de los sermones predicados en las reuniones del cam-pamento en Ashland, Virginia, y de porciones demensajes presentados en Inglaterra, Australia, y otraspartes del mundo.

Una deuda de gratitud existirá siempre con elhermano Harold McDougal, quien, con gran dedica-ción, escuchó las cintas de cassette, y las editó por mí.Fue una gran labor de amor. Quienquiera que sea ben-decido por este escrito le adeudará a él especialesgracias.

Las gracias son también para el Sr. Glenn Bunch deBaltimore; para el Sr. Arlo Allen de Washington, D.C.,para la Sra. Dorothy Buss de Jasper, Arkansas, para elSr. Thom Garadner de Chambersburg, Pennsylvania, ypara el Sr. Edgar Ceballos de Long Island, New York,por los arreglos musicales.

Ruth HeflinJerusalén

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Una reproducción, en blanco y negro, de una acuarela,Los seres vivientes, de Susan Woodaman, Adis Abeba, Etio-pía, la primavera de 1967

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El primer ser viviente era semejante a un león; elsegundo era semejante a un becerro; el tercero te-nía rostro como de hombre; y el cuarto era semejantea un águila volando.Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seisalas, y alrededor y por dentro, estaban llenos de ojos;y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo,santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, elque es, y el que ha de venir. Apocalipsis 4:7-8

Miré, y he aquí en la expansión que había sobre lacabeza de los querubines como una piedra de zafi-ro, que parecía como semejanza de un trono que semostró sobre ellos. Ezequiel 10:1

Durante la noche del 20 de junio de 1971, yo fui visi-tada por los cuatro seres vivientes. En breves momentosmi vida dio un giro de ciento ochenta grados. Supe queviviría en Jerusalén y que sería parte del plan de Diospara esta ciudad y su gente. A través de los años, hevisto aspectos de los seres vivientes una y otra vez. Sonaquellos que ponen en alto el trono de Dios.

Los seres vivientes ejemplifican, para mí, el trono deDios, el círculo de la gloria alrededor del trono, y la ac-tividad del trono, y su autoridad en toda la tierra.

Tal como otros seres celestiales están sobre las nacio-nes o áreas de la tierra, personalmente creo que los seresvivientes son los que velan por Israel y el cumplimien-to de los propósitos de Dios en ella.

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A la memoria de mi piadoso padre, el pastor WallaceH. Heflin

A mi santa madre, la pastora Edith Heflin

A mi ungido hermano, el hermano Wallace H.Heflin, Jr.

A Canon Francis Collins de Storrington

A mis amigos creyentes, Susan Woodaman, IreneBredlow, Alice Ford, Janet Saunders Wheeler, NancyBergen y Carolyn Gard, con quienes yo he estado en lanube de la gloria de Dios

A los innumerables amigos y peregrinos de las na-ciones quienes han alabado y glorificado en la gloriacon nosotros en Jerusalén.

A todos los hambrientos que anhelan, como yo, a Ely Su gloria revelada en toda la tierra.

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Contenido

INTRODUCCION

La alabanza............................................................. 1La alabanza: instrumento de cosecha ................. 3La alabanza: celebración ..................................... 33La alabanza: un arte militar ................................ 43La alabanza: un ascenso ...................................... 71

La adoración ......................................................... 77La extensión natural de la alabanza .................. 79Adorando al Rey: majestad ................................ 95Adorando al Amado: intimidad ...................... 109

La gloria ..............................................................131El ámbito de gloria ............................................ 133La gloria trae libertad ........................................ 149La gloria trae revelación ................................... 155La gloria trae conocimiento .............................. 1??La gloria trae perspectiva ................................. 1??

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El indice de coros

Praise Waiteth For Thee .......................................... 4What Glorious Days .............................................. 32Come and Let Us Sing ........................................... 42You�re So Wonderful, Jesus .................................. 68Awaken My Heart .................................................. 78I Long To See the Face of My Savior ................... 94I Look Upon Your Face ....................................... 108He Is So Beautiful ................................................. 132Standing In the Glory .......................................... 148Let the Glory ......................................................... 154Hosanna ................................................................. 182No Limitations ...................................................... 194The Heavens Are Open ....................................... 202Jerusalem, A House of Prayer ............................ 208I Want to Consider You ....................................... 209The Glory Realm .................................................. 210Wheel Within A Wheel ........................................ 211I Ask For the Nations ........................................... 212He Gave Me .......................................................... 216And So We Wait ................................................... 218So Many Miracles ................................................. 221The Flutter of Their Wings .................................. 222Why Don�t You Let Go ........................................ 224I Will Remain ........................................................ 225

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INTRODUCCION

Nací en la gloria un domingo después del servicio dela tarde. Mis padres fueron pioneros pentecostales. Parael tiempo en que yo nací, ellos estaban viviendo en unpar de cuartos de la escuela dominical de la iglesia queellos fundaron en Richmond, Virginia. Yo nací en aque-llos cuartos en la gloria del Señor que era manifiesta enel ministerio de mis padres.

Cuando yo era una jovencita, iba directamente de laescuela a la iglesia en las tardes de los miércoles. Losfieles de la iglesia se reunían en oración de la una a lascuatro. Yo asistí a la mayoría de esas reuniones de ora-ción.

Durante las dos primeras horas ellos hacían sus peti-ciones e intercedían ante Dios. Durante la última horaellos tan sólo se reconfortaban al abrigo de Su presen-cia. Esos eran los mejores momentos. Toda petición enla que ellos pudieran pensar había sido hecha. Ahora,el Espíritu Santo tomaba dominio. Sonidos de gloriafueron rociados en mi espíritu de aquellos años y hanpermanecido en mí mientras he viajado alrededor delmundo en el ministerio.

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He estado en miles de reuniones, y he oído miles desermones. Pero la mayor influencia en mi vida han sidoaquellos gloriosos sonidos que surgían en las últimashoras de aquellas reuniones de oración donde el pue-blo de Dios tocaba el ámbito eterno.

Como el aire en la atmósfera de la tierra, la gloria esla atmósfera del cielo. Nos levanta sobre lo terrenal ha-cia la misma presencia de Dios.

Más tarde, cuando fui a Jerusalén para vivir y ado-rarle al Dios en el Monte de Sion, El me empezó amostrar la progresión de la alabanza, a la adoración, ya la GLORIA; y la relación entre estas tres. Me encontréa mi misma compartiento estas simples verdades conel pueblo de Dios alrededor del mundo.

Si puedes capturar los principios básicos de la ala-banza, la adoración, y la gloria, tan simples que a veceslos pasamos por alto, podrás tener todo lo demás quedesees en Dios. No importa si estás solo y no tienes anadie que se una contigo en oración. No importa en quéestado estés de tu desarrollo espiritual.

¡Muévete al ámbito de la gloria,y todo se hace posible!

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De Jehová es la tierra y su plenitud;El mundo y los que en él habitan.Porque él la fundó sobre los mares,Y la afirmó sobre los ríos.

¿Quién subirá al monte de Jehová?¿Y quién estará en su lugar santo?El limpio de manos y puro de corazón;El que no ha elevado su alma a cosas vanas,Ni jurado con engaño.El recibirá bendición de Jehová,Y justicia del Dios de salvación.Tal es la generación de los que le buscan,De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.Selah.

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,Y alzaos vostras, puertas eternas,Y entrará el Rey de gloria.¿Quién es este Rey de gloria?Jehová el fuerte y valiente,Jehová el poderoso en batalla.Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,Y alzaos vosotras, puertas eternas,Y entrará el Rey de gloria.¿Quién es este Rey de gloriaJehová de los ejércitos,El es el Rey de la gloria. Selah.

Salmo 24:1-10

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Alaba ... hasta que elespíritu deadoraciónllegue.

Adora ... hasta que lagloriallegue.

Luego ... ¡permaneceen la glo-ria!

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La alabanza

Alaba ... hasta que el espíritu de adoración llegue.

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La alabanza: instrumento de cosecha

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¡La alabanza es un poderoso instrumento de cosecha!Si hay algo que nosotros, el pueblo pentecostal, pen-

samos que sabemos hacer, es alabar al Señor. Podremosestar conscientes de otras cosas inadecuadas, pero cuan-do se trata de alabar, de alguna manera, sentimos queya tenemos un doctorado en ello.

Cuando el Señor nos llevó a Jerusalén para que resi-diéramos ahí, en el otoño de 1972, El nos habló en loconcerniente al ministerio a los judíos: �Ustedes no sa-ben nada. Pero, no se preocupen por no saber nada. Yoles enseñaré por Mi Espíritu�.

No me molesta la reprensión del Señor. Cuando lagente nos reprende, nos dejan sintiéndonos mal. Perocuando el Señor nos reprende, El nos da la respuesta aaquello que nos hace falta. Después de decirnos lo que

En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo res-ponderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra;Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite,y ellos responderán a Jezreel.Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré mise-ricordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi : Tú erespueblo mío, y él dirá: Dios mío.

Oseas

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estaba incorrecto, El dijo: �Yo les enseñaré el camino�.Habíamos estado en Jerusalén sólo unas semanas.

Junto con veinte y cinco jóvenes, provenientes de nues-tro campamento de ministerio de Ashland, Virginia,estábamos alabando y adorando al Señor en el Montede Sion cuatro noches en la semana en San Pedro enGallicantu (una bella iglesia católica construida sobreel sitio tradicional de la casa de Caifás, el sumo sacer-dote en el tiempo de Cristo). Durante el día, asistíamosa las clases de hebreo cinco horas diarias.

Una noche un ministro americano de visita, quienhabía estado trabajando en Nigeria, nos habló. Miró anuestro grupo de jóvenes, vio que todos eran saluda-bles y robustos, y tuvo la idea de que ellos debíanrepartir folletos evangélicos. Debido a su experienciapudo visualizar como podríamos alcanzar la totalidadde la ciudad de Jerusalén en poco tiempo, y estabacalculando cuántos miles de folletos podrían ser distri-buidos. �Deben salir a sembrar la semilla�, dijo.

Todo lo que el hermano dijo era bíblicamente verda-dero. Nosotros creíamos en sembrar la Palabra, yhabíamos hecho grandes programas de distribución dela Biblia y de porciones de ella en otros países. En Nepal,incluso rentamos helicópteros para llevarnos a remo-tas áreas con nuestros porciones, y cruzamos barreras,con la ayuda de la familia real, para distribuirlos. Peroen Jerusalén, habían ciertas restricciones. Si íbamos avivir ahí, tendríamos que atenernos a la ley para hacer-lo. Lo que el hermano dijo era bíblico, pero simplemente

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no era la respuesta de Dios para Jerusalén en ese mo-mento. Para cada país, Dios tiene un plan. No existenecesariamente una sola respuesta que funcione en to-das partes o una solución práctica que se ajuste a todasituación.

Mientras el hermano hablaba, sin embargo, pude sen-tir que nuestros jóvenes se sentían dispuestos a aceptarel desafío. Ya podía yo ver a veinte y cinco jóvenes ali-neados a la mañana siguiente diciendo: �¿Dónde estánlos tratados? Estamos listos para repartirlos�.

Esa noche oré: �Señor, dame Tu respuesta para ellos�.En medio de la noche, el Señor me habló y dijo: �Us-

tedes siembren en los cielos, y yo sembraré en la tierra�.Y, de esa manera, nació nuestro ministerio de alabanzaen el Monte de Sion.

Yo no tenía un versículo preciso de las Escrituras a lamano para respaldar lo que Dios estaba diciéndome. Yno entendía todavía todo lo que El quería decir con:�Ustedes siembren hacia el cielo, y yo sembraré haciala tierra�. Pero estaba decidida a aprender.

Noche tras noche, nos reuníamos para alabar al Se-ñor. El nos habló y dijo: �Ustedes están tan sóloempezando a alabarme. Yo les enseñaré por mi Espíri-tu cómo alabarme�. Todavía estoy aprendiendo.

Cuando ya lo habíamos alabado por un tiempo, reci-biríamos una palabra profética en la cual el Señor nosdiría: �Su alabanza me deleita, conmueve mi corazón,me agrada, pero quiero que me alaben más�. Prontoaprendimos que la alabanza deleita tanto al Señor quesiempre quiere más.

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Hay quienes dicen que �la alabanza es para el inma-turo, pero que la intercesión es para aquellos que sonespirituales�. No podría estar más lejos de la verdad.En Apocalipsis, uno de los más grandes libros de ala-banza en la Biblia (en verdad, es el libro de alabanza yadoración del cielo), leemos:

Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nues-tro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, asípequeños como grandes.Y oí como la voz de una gran multitud, como elestruendo de muchas aguas, y como la voz de gran-des truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señornuestro Dios Todopoderoso reina!

Apocalipsis 19:5-6

¿Quiénes son estos �siervos� que son llamados a ala-bar en el último tiempo del calendario de Dios, comoes el capítulo diecinueve de Apocalipsis? Son �todos�Sus siervos. Si la alabanza es inmatura, ciertamente de-beríamos llegar mas allá antes de la eternidad.

La gente que El llama a alabar en este pasaje son des-critos más adelante como �los que le teméis�, y finalmentecomo �así pequeños como grandes�. Todos nosotros de-bemos alabar al Señor. Este es un ámbito en el que todossomos iguales. El llama tanto a los �pequeños� como alos �grandes� a alabar. Todos nosotros somos uno en elámbito de la alabanza.

En respuesta al llamado de Dios, Juan describe lo que

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él oyó como �la voz de una gran multitud�. El mayor ins-trumento de alabanza que Dios nos ha dado es la voz.Aprende a levantarla hacia Dios.

Descubrimos que no sólo la alabanza deleitaba a nues-tro Dios, y que El deseaba más de ella, pero tambiénque a El le gustaba en alta voz. No solamente nos insta:�Alaben al Señor�. Nos habla de alabar con �voz de ac-ción de gracias� (Salmo 26:7), �con voz de júbilo� (Salmo47:1), y �con... voz de cántico� (Salmo 98:5).

La voz que Juan oyó era �la voz de una gran multitud�,�como el estruendo de muchas aguas�, �y como la voz degrandes truenos�. Nuestra alabanza se eleva hasta quetruene como las cataratas de Niágara o de Livingston.Tan grandioso es el torrente de sonido que surge de jun-tar una voz con otra. Crece hasta que es �como... grandestruenos�.

Las voces que Juan escuchó estaban diciendo: �¡Ale-luya, porque nuestro Dios Todopoderoso reina!� Una vozde alabanza es siempre una voz de victoria. Es por esoque el enemigo lucha contra la alabanza. No puedesestar alabando por mucho tiempo sin entrar en victo-ria. Puedes, a veces, orar por ciertas cosas, y mientrasmás declaras el problema y oras sobre ello, más tu feempieza a tambalearse. Al principio tú ves el problemacomo realmente es. Luego, se hace más grande de loque en realidad es. Y, finalmente, se hace abrumador.Pero cuando tú alabas, siempre entras en victoria. Ala-bar es entrar. �Entrad por sus puertas con acción de gracias,Por sus atrios con alabanza;� (Salmo 100:4).

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La alabanza no es el final. Es el principio. Es el en-trar. Mucha gente pentecostal y carismática hanaprendido a entrar a través de la alabanza, pero no hansabido cómo continuar hasta la adoración, y, más ade-lante, hasta la gloria. La alabanza es justamente el entraren la presencia de Dios. Entramos por puertas de ala-banza.

Para cuando llegó el día de Año Nuevo, habíamosestado alabando en el Monte de Sion cerca de seis se-manas, constantemente impulsados por el Señor paraalabar más y más profundamente. Estábamos alabán-dole no sólo con nuestros labios, le estábamos alabandocon aplausos, levantando nuestras manos, y con danza,todas maravillosas y bíblicas formas de alabanza.

El día de Año Nuevo, el Señor nos habló y dijo: �Aúnen estos momentos, mientras me están alabando, estoyderramando mi Espíritu en otra parte de la ciudad�.Nos entusiasmamos mucho. Difícilmente pudimos es-perar al siguiente día para ver lo que Dios había hechoen otra parte de la ciudad.

El siguiente día supimos que un grupo de veinte ycinco jóvenes árabes bautistas habían tenido una re-unión social en la tarde cuando de pronto el EspírituSanto había sido derramado sobre ellos, y habían em-pezado a hablar en otras lenguas. Veinte y cinco en esetiempo en Jerusalén eran como dos mil quinientos enotros partes.

¡Qué conmovidos estábamos! Estábamos aprendien-do, como dice el profeta Miqueas, en los caminos deDios.

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Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y su-bamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios deJacob; y nos enseñará en sus caminos, y andare-mos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley,y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Miqueas 4:2

Dios había prometido enseñarnos, y lo estaba hacien-do. La Iglesia ha tratado por mucho tiempo hacer la obrade Dios con los métodos del mundo. Hemos tratado dehacer la obra de Dios con los métodos del hombre. He-mos tratado de hacer la obra de Dios con nuestro propioentendimiento. Pero, cuando nosotros hacemos la obrade Dios a la manera de Dios, obtenemos los resultadosde Dios.

Teníamos tanto que aprender. No éramos tan intré-pidos y liberados como somos ahora. Dios ha venidotrabajando con nosotros por un tiempo. Pero, una vezque encuentras que algo funciona, quieres probarlo otravez. Empezamos a llegar a los servicios con mayor an-ticipación y a alabar al Señor con mayor fervor. Algunassemanas más tarde el Señor habló una noche y dijo:�Mientras ustedes me alaban, yo estoy derramando miEspíritu en Gaza�. Y empezamos a oír noticias delderramamiento del Espíritu Santo en Gaza.

Unas semanas pasaron. Dios nos habló de underramamiento de su Espíritu en Galilea. Sub-secuentemente oímos del derramamiento del Espírituen Galilea. Un poco de tiempo pasó, y el Señor nos ha-

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bló y dijo: �Vendré a mi pueblo, los judíos, y me reve-laré a Mí mismo a ellos donde ellos estén en los Kibuts,en los campos, en las fábricas�. Gente judía empezó allegar a nuestro lugar de alabanza, contándonos queellos habían recibido una revelación personal de Jesús.

Aprendimos que podíamos alabar a Dios en Jerusa-lén, sembrando en los cielos, y que Dios tomaría nuestraalabanza, y la sembraría en la tierra en Jerusalén, Gaza,y Galilea, en todo Israel. Más tarde nuestra mente seabriría a entender que esa alabanza, de la misma ma-nera, lograría una cosecha hasta los confines de la tierra.La alabanza es uno de los instrumentos más poderososen la cosecha del reino de Dios.

Hace algunos años, aparecieron en todas partes cal-comanías para guardachoques con la leyenda: �¡Alabaa Dios de todas maneras!� El significado era: �Alaba aDios si así lo sientes y también hazlo si no lo sientes así.Si llegas a rastras del trabajo, y has tenido un mal día,sólo levántate y comienza a alabar a Dios de todas ma-neras.� Cuando oía a alguien decir esto, turbaba miespíritu.

Le pregunté al Señor por qué ese concepto me dabatantos problemas. El me mostró en el Antiguo Testa-mento que cuando cualquier sacrificio era ofrecido aDios tenía que ser perfecto, sin mancha. Nosotros ha-bíamos sido enseñados que podíamos ofrecer cualquieralabanza a Dios, y que sería aceptada.

Yo dije: �Pero, Señor, es cierto. Hay veces cuando ve-nimos a la Casa de Dios en que no nos sentimos bien.

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No siempre nos sentimos como para alabarte. Hay unelemento de verdad en esta enseñanza. Enséñame la res-puesta a esto�.

Todos nosotros aprendimos el versículo concernien-te al sacrificio de alabanza:

Así que, ofrezcamos siempre a Dios, sacrificio dealabanza, es decir, fruto de labios que confiesan sunombre. Hebreos 13:15

Ciertamente habla del �sacrificio de alabanza�. Pero,muchos que usan este versículo, lo hacen con un signi-ficado de la palabra �sacrificio� que nunca existió en elpensamiento del Antiguo Testamento. Los judíos tie-nen muchos errores, pero nunca se quejaron de tenerque sacrificar a Dios. �Sacrificio�, para nosotros, se haconvertido en aquello que es difícil de hacer, aquellopor lo cual, aparentemente, hay que pagar un precio.De esta manera, la gente dice: �Vamos a ofrecer el �sa-crificio� de alabanza� queriendo decir: �sea que así losintamos o no�.

Un día yo estaba leyendo en Isaías:

Produciré [crearé] fruto de labios... Isaías 57:19

De pronto nació la luz en mí de que si vamos a ofre-cer un �sacrificio� y que el sacrificio es �fruto de [nuestros]labios�, y si Dios lo creó [lo produjo de la nada], no de-bería requerir un gran esfuerzo de nuestra parte.

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Cuando venimos a la Casa del Señor, podemos decir:�Dios, crea alabanza dentro de mí�. Entonces, de pron-to, empezamos a sentir un pequeño brote desde lo másprofundo de nuestro ser, y encontramos un �aleluya�,un �amén�, un �alabado sea Dios�, u otras palabras dealabanza que surgen. Nos encontramos alabando enformas en que nunca antes lo habíamos hecho.

Una vez vi a una dama de pie ante el Señor con unpequeño papel en su mano. Ella lo miraba ocasional-mente mientras alababa. �¿Qué es eso que tiene?�, lepregunté.

�Este es mi vocabulario de alabanza�, respondió. Nome molestó, sabía que era muy sincera. Ella quería ofre-cer a Dios bellas alabanzas. Pero, deja de preocupartepor un �vocabulario de alabanza�. Una alabanza crea-da que viene desde lo más profundo de nuestro ser, aúnsi es tan sólo un �amén�, es más grande que la másmagnífica de las alabanzas que sale sólo de los labios.En algún momento, me encontré repitiendo: �¡Amén!¡Amén! ¡Amén!� El Espíritu Santo me estaba enseñan-do que El es el Amén en mi vida, la Ultima Palabra, elAsí Sea, El que hace que algo pase, El que produce quealgo sea. Yo no lo leí de un libro, pero el Espíritu Santoempezaba a hacerlo nacer dentro de mí.

Si tú nunca dices nada más que �aleluya�, pero ese�aleluya� es un �aleluya� creado, es suficiente. Yo siem-pre le digo a la gente que el �aleluya� que yo acabo dedecir no es el �aleluya� que aprendí cuando de niña.Tampoco es un �aleluya� que le ofrecí a Dios la sema-

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na pasada en Jerusalén. Este �aleluya� es nuevecito. Estan sobrenatural como cuando mi boca se abre parahablar en lenguas. Es creado.

Cada uno de esos �aleluyas� tiene un profundo sig-nificado. Cuando dices: �Te amo� a tu esposo(a), esasdos palabras tienen un cierto significado básico, peroellas tienen también una revelación más completa. Unavez, las estás diciendo en un contexto, la próxima vezen otro. Las palabras no son estáticas. Ellas son fluidas.Tienen vida en ellas. Y esta es la vida que brota de laspalabras.

Eso es lo que ocurre cuando alabo. Ese �aleluya� noes estático. Es un �aleluya� que fluye con vida, con ala-banza a un Señor vivo.

Yo he hablado en lenguas desde que tenía nueve años.No entiendo nada de lo que digo en lenguas, ni siquie-ra una frase. En una ocasión, Dios me dio nombres depersonas o lugares en lenguas. Me acuerdo de aque-llos. De otra manera, no recuerdo nada más. El hablaren lenguas no viene a través de la mente. Viene por elEspíritu. Así, es la alabanza creada de la que hablo.

No estoy pensando, �Yo quiero alabar al Señor�. Ven-go a Su presencia, abro mi espíritu a El, y mi bocaautomáticamente empieza a proclamar sus alabanzas,mientras el Espíritu de Dios empieza a moverse dentrode mí. Me encuentro a mí misma alabando a Dios, y, através del ministerio de alabanza, vengo a conocerle aEl de maneras en que nunca antes Le conocí.

Esto es lo que Dios quiere decir con ofrecer �sacrificio

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de alabanza�. No es un sacrificio penoso. Este sacrificioes complaciente y aceptable al Señor y, también, paramí. Me encuentro a mí misma en la presencia del Se-ñor, no con las palabras trabadas, pero con afluencia,efervescencia, no pudiendo contenerme a mi misma.

Las palabras vienen fácilmente: �Eres tan maravillo-so, Jesús. ¡Cuán deleitable eres Tú! Tú eres hermoso,mi Amado, tan hermoso�.

Necesitamos leer el libro de los Salmos e internar suvocabulario en nuestra alma, hacer nuestro su conteni-do. Necesitamos leer el Cantar de los Cantares ypermitir a Dios causar que nuestra lengua se convierta,como dice la Escritura, en �pluma de escribiente muy lige-ro� (Salmo 45:1), una pluma que empiece a escribir ydeclarar las alabanzas del Señor. Dios desea que tenga-mos ese fluir del Espíritu en nosotros, de manera queno nos quedemos ahí callados.

Cuántas veces deseamos oír Su voz. Pero en el Can-tar de los Cantares, el novio le dice a la novia: �Quierover TU rostro. Yo quiero oír TU voz�. Dios nos ha dadouna voz para ser levantada en alabanza a El. Si no tene-mos nada más que ofrecerle, tenemos esa maravillosavoz.

Una vez estuve en un accidente automovilístico. Ten-go un pequeño hoyuelo en la quijada que me lorecuerda. Mi mandíbula me dolía mucho como para nohablar por un par de días. Yo oía a la gente decir: �Es lomismo, puedo alabar a Dios por dentro�. Yo descubríque no era lo mismo. Hasta esa entonces no había po-

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dido refutarles y decirles que era lo mismo o que noera lo mismo. Pero, cuando tuve esa experiencia de nopoder alabarle en voz alta, de pronto supe que no eralo mismo.

Existe una libertad que viene de poner tu alabanzaen palabras audibles. Libera al río de Dios para fluirfuera de ti, mientras abres tu boca, y empiezas a decla-rar la bondad del Señor en la tierra de los vivientes,declarando el milagro del Señor, declarando la sanidaddel Señor, declarando la victoria del Señor, declarandola novedad del Señor, usando tu voz como una trom-peta, haciendo sonoras las bendiciones del Señor.

Mientras más declaras Sus bendiciones, más tienespara declarar. Mientras más hablas de Su bondad, mástienes para hablar.

Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamen-te;De generación en generación haré notoria tu fide-lidad con mi boca. Salmo 89:1

Yo las daré a conocer, voy a usar esta voz, y la voy ausar para el reino de Dios. La usaré para la gloria deDios, alabándole.

Bienaventurados los que habitan en tu casa;Perpetuamente te alabarán. Selah. Salmo 84:4

No nos cansemos de alabarle. Alabaremos �perpetua-

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mente� al Señor. Yo quiero ser contada entre los que lealabarán �perpetuamente�. No estaré entre los criticoneso los murmuradores.

Una vez, cuando nuestros amigos fueron a Egipto, lahermana Susan volvió con una revelación maravillosa.Ella dijo: �Ruth, de pronto supe que el espíritu de mur-muración es el espíritu de Egipto�. Ese espíritu todavíaexiste ahí hasta el día de hoy. Dios no desea que tenga-mos ese espíritu de Egipto sobre nosotros de ningunamanera. El quiere que seamos como los ejércitos del cie-lo. Ellos le alaban. Nosotros tenemos una razón mayorpara alabarle. Hemos sido redimidos por la sangre pre-ciosa del Cordero. Sin embargo, ellos están en Supresencia continuamente, y nunca cesan de darle ala-banza, día y noche.

Para mucha gente, es difícil, en su joven espirituali-dad, entender el verso que habla de la alabanzacontinua. En medio de nuestras muchas actividades,hay momentos en que conscientemente alabamos y ado-ramos. Pero, una vez que nos internamos en la alabanzay la adoración, aún cuando estemos trabajando, hay unfluir inconsciente de alabanza que asciende hacia Dios.Aún cuando estás durmiendo, hay una alabanza y unaadoración inconsciente. Alguien podría oírte en la no-che hablando en otras lenguas. No es que seas tanespiritual, porque no implica un esfuerzo de su parte.

Tan involuntariamente como respirar, hay un ámbi-to en Dios de alabanza perpetua. Tú conoces la fidelidaddel Espíritu Santo, que El, el Espíritu dentro nuestro,

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ha tomado posesión, y alaba, aún en los momentos deansiedad. En un nivel, tú estás preocupado por la si-tuación próxima a ti. Y cuando, de pronto, te miras a timismo, miras que mientras en este nivel, tú has estadopreguntándote por la solución al problema, y has esta-do ansioso, en otro nivel el Espíritu Santo ha estadocantando una canción a través de ti. Has estado cantan-do todo el tiempo, sin saber, siquiera, que estabascantando.

Cuando, de pronto, te oyes cantando, te das cuentaque el Espíritu Santo estaba alabando, el Espíritu Santono estaba preocupado. El Espíritu Santo, dentro de ti,estaba en paz. Esa dimensión de alabanza estaba total-mente en control. Sólo necesitaste permitir que ese ladonatural marchara y que el Espíritu se manifestara y seelevara en alabanza.

Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas,todo el día y toda la noche no callarán jamás. Losque os acordáis de Jehová, no reposéis.

Isaías 62:6

Me gusta esto. ¿Ves el contraste en el verso? Por unlado, hay una intensidad: �no callarán jamás�, �no repo-séis�. Persistan en ello. Háganlo todo el tiempo. Por elotro lado, hay algo sencillo de hacer: �los que os acordáisde Jehová�.

Oímos la expresión: �Necesitamos bombardear el cie-lo con nuestras peticiones�. Dios dice: �no callarán jamás

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los que se acuerdan de Jehová�. Hay una suave libertad enello. Es esa canción del Señor, esa alabanza del Señor,no un duro esfuerzo de oración.

Hacemos de la oración algo tan duro que todos nece-sitamos ser �Atlas� o �Supermanes� espirituales. Esono es necesario. Tan sólo acuérdate del Señor. Di, �Je-sús, Tú eres tan maravilloso. Bendito sea el nombre delSeñor�. Sólo sigue cantando, sigue alabando.

Y, si despiertas en la noche, en vez de sentirteangustiado y turbado, puedes cantar.

Ni le deis tregua [a Dios], hasta que restablezca aJerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra.

Isaías 62:7

Dios ha escogido a Jerusalén, y en Su deseo nada haymás grande para la Ciudad Santa que ponerla poralabanza, y ponerla por alabanza en toda la tierra. Esoes lo que Dios desea de ti y de mí. A veces nuestraspropias aspiraciones son muchas. Pero si fuéramos tansólo un pilar de alabanza, una torre de alabanza, unaalabanza en medio de la tierra, una alabanza en mediode la gente, Dios nos levantaría.

Poco tiempo después de haber empezado a sembrarhacia el cielo en Jerusalén, alguien nos señaló la verdadde Oseas 2:21-23.

En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo res-ponderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra;

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Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, yellos responderán a Jezreel .Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré miseri-cordia de Lo-ruhama , y diré a Lo-ammi : Tú erespueblo mío, y él dirá: Dios mío.

La palabra Jezreel significa �Dios siembra�. El Señor,que se sienta en los cielos, oye lo que sembramos haciael cielo. El dice: �yo responderé a los cielos, y ellos respon-derán a la tierra�. En respuesta, porque hemossembrado hacia los cielos, Dios siembra en la tierra. Elno es solamente el Cosechador, es el Sembrador. Nun-ca hemos tenido problemas en reconocerle a Dios comoel Cosechador, El es el Cosechador en Jefe de los cam-pos. Sabemos eso. Lo que no sabíamos era que El estambién el Sembrador en Jefe. Pensábamos que había-mos hecho toda la siembra. ¡No! El es el Sembrador enJefe. Cuando me paro y empiezo a alabarle a El, estoysembrando hacia el cielo. En respuesta, la tierra estárecibiendo �el trigo, el vino y el aceite�, símbolos de avi-vamiento.

Algunos encuentran difícil de creer que ellos puedenquedarse en casa alabando a Dios y, que, de esta mane-ra, ayudan a traer un avivamiento a su comunidad. Túpodrías afectar no sólo a tu comunidad al sembrar ala-banza, puedes quedarte en un lugar y ministrar al Señory efectivizar un avivamiento hasta en los fines de la tie-rra. Siembra hacia el cielo.

Si no tenemos cuidado, las cosas que aprendimos

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cuando éramos niños en Cristo, más tarde las aprende-remos �mejor�. Por lo menos creeremos que lasaprendemos �mejor�. Abandonamos los primerosconceptos por verdades significativamente �más pro-fundas�. Entonces, Dios tiene que remecernos yrecordarnos que El todavía desea la simplicidad que Elya nos ha enseñado.

Hace algunos años estaba en camino a Australia. Ad-quirí un pasaje especial en un vuelo de las Aerolíneas�Cathay Pacific� que salía de Londres y que iría porHong Kong. Cathay Pacific había estado volando poraños desde Hong Kong a Sydney y a Melbourne, Aus-tralia. De camino a Londres, sin embargo, vi la ruta devuelos de Cathay Pacific en el bolsillo del asiento, y mesorprendí al ver que ellos volaban ahora desde HongKong a Perth. Volar directamente a Perth me ahorraríacuatrocientos o quinientos dólares. Pero, ¿estarían dis-puestos a hacer un cambio en mi pasaje? Usualmentelas aerolíneas rehusan hacer cambios en los pasajes com-prados con descuento en el precio.

La hermana Alice Ford me estaba esperando en elaeropuerto de Hong Kong. �¿Qué tiempo tienes dispo-nible?�, ella preguntó.

�Bueno, si voy a Sydney, tengo cuatro o cinco horas.Pero, si voy a Perth, entonces puedo quedarme la no-che. Espérame un momento, y déjame ver lo posible�.

Cuando lo chequeé con la agente de la aerolínea, dijo:�Sí, estaremos gustosos de cambiarlo para que puedavolar a Perth�.

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Nadie en Perth sabía que llegaba, pero cuando lleguéahí, el pastor Don Rogers estaba muy complacido, y mepreguntó: �Enseñarías tu para nosotros sobre la alaban-za, la adoración, y la gloria por tres noches?� Estabafeliz de hacerlo.

Enseñé ahí tanto como lo hago ahora, volviendo a con-tar las experiencias que teníamos en Jerusalén. Despuésde un día o dos, el pastor me dijo: �Hermana Ruth, estoes lo que hemos aprendido: La manera en que lo hacía-mos hace tres años, cuando fundamos esta iglesia, erala manera correcta. Lo estábamos haciendo de esa ma-nera porque el Espíritu Santo nos estaba guiando.Después, en estos dos últimos años, habíamos aprendi-do ´mejor´. Dios la envió aquí para hacernos saber quela simplicidad con la que comenzamos era el caminodel Espíritu. Todo lo que necesitábamos para recobrarel fluir del Espíritu era hacerlo como Dios nos habíaenseñado al principio�.

NUNCA progresarás tanto en Dios que podrás des-cartar la alabanza. ¡NUNCA! Cuando oigas a alguiendecir: �La alabanza es poco profunda�, sabrás que estapersona necesita una revelación más profunda de la ala-banza.

El Señor nos guía hacia ámbitos mayores, hacia capa-cidades mayores, habilidades mayores, destrezasmayores. El nos enseña como rendirnos mejor a El entodos nuestros miembros. Nos enseña cómo pro-funizarnos en la fe para la alabanza, cómo hacer denuestra fe operante en el área de alabanza. (Así como

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tenemos nuestra fe operando cuando oramos por losenfermos o ministramos la necesidad de alguien, avan-zamos un paso hacia nuevas áreas de alabanza en Dios).Pero, nosotros seguiremos alabándole por todas las eda-des sin fin de la eternidad. Nunca hiperdesarrollamosla alabanza. La alabanza es eterna, así como Dios lo es,y nosotros lo somos.

Nosotros podemos alabarle �con el entendimiento� enespañol, en francés o en inglés. En las reuniones del cam-pamento, a veces tenemos cerca de treinta idiomasrepresentados entre la gente. En Jerusalén, tenemos gen-te de más o menos cien naciones que vienen anualmentea alabar y adorar con nosotros. Qué maravilloso cuan-do todos nosotros podemos alabar a Dios juntos ennuestros idiomas de origen. Luego, Le alabamos en to-das las bellas lenguas que el Espíritu da.

Daniel pudo ver en el futuro que todas las lenguasservirían a Dios (Daniel 7:14). Ellas Le sirven mientrashablamos palabras de alabanza y adoración.

Algunas personas tienen problemas en alabar a Dioscon danza. Lo entiendo. Yo era una de aquellos quecreen que danzar era bíblico pero estaba feliz que otroslo hacían por mí. En aquellos días, los años sesenta, sólopocas personas danzaban en nuestra iglesia, mi mamáy otros dos o tres. El danzar no se había difundido comoahora. Siempre me cerré cuando el espíritu de regocijoestaba en medio nuestro.

Una de las cosas que se aprende en el trabajo de laiglesia es cómo mantenerse ocupada con �actividades

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santas�, �negocios santos�. Yo siempre estaba en el pia-no o en el órgano. Yo estaba siempre fuera de laposibilidad de danzar. Entonces, en un día de julio de1965, el Señor me habló en lo que concierne al momen-to en que David volvió a Jerusalén danzando delantedel Señor. Cuando él regresó a la ciudad, trayendo elarca de Dios, danzó a lo largo de todo el trayecto.

Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová habendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tie-ne, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, yllevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.Y cuando los que llevaban el arca de Dios habíanandado seis pasos, él sacrificó un buey y un carne-ro engordado.Y David danzaba con toda su fuerza delante deJehová; y estaba David vestido con un efod de lino.Así David y toda la casa de Israel conducían el arcade Jehová con júbilo y sonido de trompeta.Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de Da-vid, aconteció que Mical hija de Saúl miró desdeuna ventana, y vio al rey David que saltaba y dan-zaba delante de Jehová; y le menospreció en sucorazón. 2 Samuel 6:12-16

El Señor me mostró que si quisiéramos traer el arcade Dios, tendríamos que danzar también.

Después que David había devuelto exitosamente el

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arca a su lugar, él recompensó a todos los hombres ymujeres que lo habían ayudado con un pedazo de car-ne, una rebanada de pan y una torta de pasas (2 Samuel6:19). Así, se convirtió en el único en todas las Escritu-ras que haya alimentado a una nación.

Jesús alimentó a cuatro mil en una ocasión y a cincomil en otra. Otras experiencias milagrosas son relatadasen las Escrituras en las que otros fueron alimentados.Sin embargo, nadie jamás, excepto David, pudo alimen-tar a una nación.

El Señor me dijo: �Si tú quieres alimentar a una na-ción, y si quieres darle triple porción, debes danzar�.No me dijo que debía danzar para ser salva. No me dijoque tenía que danzar para ir al cielo. No me dijo quetenía que danzar para ser parte de lo que estaba pasan-do en la iglesia local. El me estaba haciendo saber quela danza trae una unción que alimenta naciones, el de-rramamiento del Espíritu de Dios. Si yo quería alimentara las naciones con una triple porción, tenía que empe-zar a danzar.

Yo ya había estado por las naciones. Había servido alSeñor en Hong Kong desde 1958 a 1962, había predica-do en el Japón, Taiwán y la India. En la India, habíapredicado a multitudes. Ya había sido bendecida. Ha-bía sido testigo del avivamiento en cualquier lugar adonde había ido. Ahora, Dios me estaba hablando deuna dimensión mayor del ministerio, un lugar másamplio, en el cual pararme en Dios.

¡Yo amo los desafíos del Señor! Debemos vivir por

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los desafíos del Espíritu Santo. Algo en nuestra natura-leza humana hace que nosotros nos rebelemos cuandoalguien nos da una buena sugerencia. Pero cuando elSeñor nos habla, mejor escuchamos. También necesita-mos aprender a ser tan receptivos con los siervos delSeñor como lo somos con Dios. El siervo de Dios es lavoz de Dios para nosotros en muchas circunstancias.

Esta era una palabra dura para mí. En realidad, tuvemás lucha con esto que cuando el Señor me llamó parael pueblo chino a mis quince años. Dejar el hogar y lafamilia para ir a Hong Kong cuando tenía dieciochoaños fue fácil en comparación de lo que Dios me estabapidiendo hacer ahora.

El Señor se mantuvo pendiendo ante mí esa golosinaespiritual: �Si tú quieres alimentar a una nación, debesdanzar�. El me habló de eso hacia principios de las re-uniones del campamento ese año. Yo me decía en mimente cada día que durante esa reunión yo iba a dan-zar. Las reuniones del campamento duraron como unmes entonces. Ahora continúan por diez semanas ymedio. El primer día, yo esta tan consciente de mí mis-ma, tan segura de que todos me miraban, de que todospodrían verme. En nuestras reuniones del campamen-to cada uno es tomado por el Espíritu de tal maneraque difícilmente sabe lo que los otros están haciendo.Cuando el poder de Dios llega, cuando la unción cae,podrías pensar que cada ojo está sobre ti. Pero podríasperderte en la multitud fácilmente, aún si no hubierauna multitud. Hay una multitud de ángeles y de la un-

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ción. Y muchas cosas están pasando alrededor de ti.El primer día no creo haber hecho más que mover

mis dedos dentro de mis zapatos. Entiendo los proble-mas que otros tienen en esta área. A menudo digocuando enseño a la gente: �Si no haces nada más quebalancear tu peso de un pie a otro, ése es el principio�.Pero cada día fui haciéndome a mí misma más asequi-ble para danzar delante del Señor. Día a día, me sentímás y más libre. Al final del mes el Señor me habló através de mi madre proféticamente. Ella no sabía lo queDios me estaba diciendo. Nadie se había dado cuentade que yo estaba tratando de danzar un poco. El Señorme dijo: �Voy a cambiar tu ministerio. Voy a enviarte areyes, reinas, potentados y gente de posición, y les ha-blarás a ellos de Mí�.

Yo creo que danzar trae una unción para las nacio-nes. Nunca dejo pasar un día sin danzar. He danzadoen los pequeños baños de los 707, 747 y DC10. ¿Cómolo hago? Para arriba y para abajo.

Necesitas esa unción fluyendo en ti cada día, y dan-zar la trae. Si estás ministrando en algún lugar dondeno tienes esa libertad, métete en algún cuarto privadoy danza un poco ante el Señor. Si tú tienes esa danza entus pies, tendrás una unción para alimentar con pan,carne y vino a las naciones.

Durante esa misma palabra profética, mamá vio envisión la palabra �Katmandú�. No mucho después deello, el Señor me mandó a Katmandú en Nepal, parahablar a la familia real sobre Jesús. (Esta historia y otras

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como ésta son para otro escrito). El Señor dijo que nosenviaría a alimentar a las naciones, y El ha sido fiel aesa promesa; pero ha venido a través de una unciónpara danzar. ¡Alabar en la danza es poderoso!

Hay ciertos conceptos de medio oriente que son aje-nos a nosotros y que nos ayudan a entender a Dios.¿Cómo fue que Salomé pudo obtener la cabeza de JuanBautista? Su danza complació tanto al rey que estabalisto a darle cualquier cosa. Engatusada por su madre,ella pidió la cabeza de Juan. En este caso la danza fueutilizada en un sentido negativo.

En un sentido positivo, cuando nuestra danza y nues-tra alabanza agradan al Rey, podemos obtener cualquiercosa que deseemos. La alabanza crea una atmósfera enla que ocurren milagros.

Cuando yo danzo, siempre siento la unción en mispies, y yo sé que la promesa es que dondequiera quepisen las plantas de nuestros pies, la tierra es nuestra.

Todo lugar que pisare la planta de vuestro pieserá vuestro,... Deuteronomio 11:24

Puedo estar parada en América, y mientras la unciónviene sobre mí, yo puedo danzar en el Espíritu alrede-dor de las murallas de Jerusalén. Yo danzo aquí por laPuerta de Damasco, y más abajo por la Puerta deHerodes, alrededor de la de San Esteban, y por la Puer-ta Bella, y por la Puerta del Muladar, y por la Puerta deSion, y luego hacia arriba, hacia la puerta de Jaffa, otra

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vez por la Puerta Nueva, y vuelvo a la Puerta de Da-masco. Yo puedo danzar alrededor de los muros deJerusalén con pies ungidos, todo mientras me paro, ycreo en Dios por la ciudad. De manera similar, he dan-zado de nación en nación. Encontré que, al danzar porlas naciones en el ámbito del Espíritu, Dios le dará laoportunidad de danzar en ellas físicamente.

Soy miembro de la Junta Administrativa de la Escue-la Bíblica Católica en Nutbourne, Chichester, WestSussex, Inglaterra. Joan y Michael Le Morvan son losfundadores y directores. Joan dijo: �Ruth, recuerdo laprimera vez que te oí decir que habías danzado mu-chas veces por el mapa de Inglaterra, aún antes de jamáshaber ministrado aquí. Pensamos que era la afirmaciónmás extraña que jamás habíamos escuchado�.

Bueno, extraño o no, lo hice. No puse literalmente unmapa bajo mis pies para danzar sobre él, pero conocíael perfil de Inglaterra. Muchas veces dancé por el Mardel Norte, de Escocia a Portsmouth, crucé las Islas Bri-tánicas y fui a Irlanda y País de Gales. Lo hice por lacarga y la visión del Señor.

¿Es poderoso? Es poderoso. Puedes quedarte en tupueblo natal y poseer las naciones. Danzar es una delas formas más efectivas de hacerlo. Dios te dará todala tierra en la que tú pises por El. Nuestros pies estánungidos para poseer. Muchas iglesias tienen marchasde Jericó. Bueno, es tan sólo una marcha de Jericó en elEspíritu cuando la construcción no es visible ahí.

Por momentos, Dios me ha tomado en el Espíritu y

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he danzado alrededor de la Casa Blanca, hacia arribapor un lado de la calle y hacia abajo por el otro, y haciaatrás, y adelante. Tú puedes hacerlo también. Vé por laavenida Pennsylvania, y por la Calle Dieciséis, y atrásrodeando el Mall. Tú, de esta manera, recogerás bendi-ciones y victorias para nuestra nación.

De modo parecido, he danzado por el Palacio deBuckingham, por el número 10 de la calle Downing ypor las Casas del Parlamento en Londres. He danzadoen la Plaza Roja, alrededor del Kremlin (para la libera-ción de los judíos soviéticos de Rusia) y alrededor delas Alemanias (por su reunificación). Mientras lo hacía,recordé la visión que mi querida amiga, DebbieKendrick, había recibido, ocho o nueve años antes, enlo concerniente a la reunificación y la palabra de profe-cía que ella había dado concerniente al mismo punto.Yo he danzado por la Casa de Estado y los Sitios deGobierno de nación tras nación. Raro es el día en queyo no dance en todos los continentes mayores.

Hay poder en la danza. Hay una unción para las na-ciones. Verás que tendrás una unción para nutrir a lasnaciones mientras empiezas a danzar más delante delSeñor. No dejes pasar un día en que no dances. Alaba aDios en la danza. Deja esa unción ir de tu cabeza hastala planta de tus pies. ¡Alaba a Dios en la danza!

¡La alabanza es un poderoso instrumento de cosecha!

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La alabanza: celebración

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El Señor tuvo que cambiar mucho de mi pensamien-to. Todos nosotros creemos tener la manera correcta depensar. Pero Dios está trabajando en todos nosotros paracambiar nuestro pensamiento. Tenemos tantas concep-ciones erradas, y Dios está trabajando para borrarlas.

Yo empecé a danzar en 1965, y no fue hasta 1972 enque fuimos a vivir a Jerusalén. Recuerdo a una jovenque me decía con relación a la danza: �A veces, cuandodanzamos en nuestra iglesia, nos acercamos y tomamosla mano de alguien, y danzamos con ellos�.

Yo pensé: �¡Qué herejía! Imagínense acercarse y...�.Nosotros danzábamos delante del Señor individual-

mente. Dios nos había liberado un poco, pero todavíayo no me hubiera acercado y tomado la mano de nadiepara danzar juntos delante del Señor. Me hubiera pa-recido demasiado �terrenal�.

Ciertamente volverán los redimidos de Jehová;volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrásobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y eldolor y el gemido huirán.

Isaías

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En 1971, después de ministrar proféticamente al Em-perador Haile Selassie, volé de Etiopía a Jerusalén porun par de semanas vía Bután para ser la invitada delrey ahí. Vi un aviso de un �ulpan�, un curso de lengua-je hebreo, por veinte días durante las principalesfestividades Rosh Hashana, Año Nuevo, Yom Kippur,el Día de la Redención, Succot, la Fiesta de los Taberná-culos, y Simhat Torah, el Día del Regocijo por la Ley.Susan y yo nos inscribimos en el Ulpan Akiva enNetanya, donde el director es Shulamit Katznelson.

No aprendí mucho hebreo en veinte días, pero fueuna introducción a Israel. Los viernes por la noche, ce-nábamos todos juntos. Se llamaba �Oneg Shabbat� quesignifica �el placer del sabático�. Los judíos dan la bien-venida al sabático como darían la bienvenida a uninvitado o a una reina. Con la bienvenida del sabático,venían las danzas, los cantos y la alegría.

Después que habíamos tomado la sopa, canciones he-breas merodeaban la mesa. La gente cantaba tanexuberantemente, y yo me preguntaba: �¿Qué significaesto? ¿Qué están diciendo?� Me imaginé que sería unacanción popular, la última del �hit parade�. Descubríque cantaban canciones como: �Sacaréis con gozo aguasde las fuentes de la salvación�, �Alegraos con Jerusalén, ygozaos con ella, todos los que la amáis�, y �Sobre tus muros,oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la nocheno callaran jamás�. Entre plato y plato, más canciones secantaban.

De pronto, cada persona puso su brazo alrededor de

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la persona de al lado y cantaban: �Mirad, cuán bueno ydelicioso es habitar los hermanos juntos en armonía�. Y to-dos se mecían juntos de atrás para adelante.

Al final de la comida, después de que nos habían ser-vido el postre y café (al estilo europeo), cada uno selevantó para danzar. Nuevamente imaginé que ellosdanzaban una canción popular, la número diez de lalista de �hits�. Pero, estaban cantando de las Escritu-ras, y estaban danzando de las Escrituras. Y, también,estaban juntando sus manos mientras danzaban.

Me sentí tan encantada de haber tenido libertad paradanzar antes de ir a Israel. Ahora, todo lo que tenía quehacer era entrar en aquello de tomarse la manos y dan-zar con alguien delante del Señor. También, esta danzaera más espontánea que a la que yo estaba acostumbra-da. Me sobrepuse a mis ideas, me acerqué, y tomé lasmanos de la gente, y entré en ese regocijo.

El siguiente año fuimos a Jerusalén a vivir con nues-tro grupo de jóvenes, y teníamos servicios durantecuatro noches a la semana en el Monte de Sion. Danzá-bamos libremente durante esos servicios y durantenuestras reuniones de oración. Nunca tuvimos un ins-tructor israelí que nos enseñara ninguna de las danzasjudías, pero el Espíritu Santo nos enseñó.

Estábamos en una reunión de oración un día, yo es-taba hablando de China, China estaba totalmentecerrada todavía. Dios nos dio una palabra profética ynos dijo que El abriría una puerta a China. Estábamostan entusiasmados por la palabra profética que salta-

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mos y danzamos. Uno de los jóvenes, sin que nadie selo pidiera (y luego nos dimos cuenta qué había pasado)puso sus manos hacia arriban como cuando los niñosjuegan �el puente se va a caer, a caer...�, alguien máspuso sus manos en el otro lado para formar una puer-ta. Dios había dicho que El abriría la puerta a China, y,antes de darnos cuenta, todos estábamos danzando através de la puerta abierta.

Cantábamos un simple refrán: �La puerta a China seabre� o tal vez: �Puerta abierta, puerta abierta� mien-tras alabábamos al Señor juntos y danzábamos a travésde la puerta. ¡Qué extasiados estábamos!

Y, si una puerta es maravillosa, dos son aún mejor.Alguien más hizo otra puerta. Entonces, de pronto ha-bían muchas puertas por las que podíamos danzar.

Unas semanas más tarde llegó el Día de la Indepen-dencia, uno de mis tiempos favoritos en Israel. Es enMayo. Algunas de las calles principales son bloqueadasy todos danzan en las calles. Hay plataformas altas cadauna o dos cuadras con una pequeña banda y músicamuy alta. La música es toda de las Escrituras. Las callesse repletan de los que celebran.

Nosotros estábamos ahí regocijándonos con los judíos(tanto israelitas como judíos del extranjero), así comocon los turistas, en el milagro de Israel. Danzábamos lahora (la danza en círculo), cuando uno de los jóvenesgritó: �Hermana Ruth, mire aquí. Mire a esos soldados.Ellos están danzando nuestra danza ´de la puerta´ �.

Yo miré y, en verdad, ellos estaban llevando a cabo

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la misma danza. Nosotros la llamamos �la danza de lapuerta� por la manera en que Dios nos la dio. Pero re-sultó ser una danza tradicional judía. Nunca leshabíamos visto llevarla a cabo. El Espíritu Santo noshabía enseñado.

Otra mañana, en la reunión de oración, el Señor nosdio una palabra sobre el regocijo. Uno de los jóvenespuso su mano hacia adentro como en el centro de unarueda. Rápidamente otros pusieron su mano en ese cen-tro formando los radios de una rueda. Como no habíamucho espacio para que todos pusieran sus manoscomo radios, cada uno puso su mano libre alrededorde la persona de a lado. Danzamos y nos regocijamospor un tiempo juntos en esta �rueda�, como una ruedadentro de otra rueda que vio Ezequiel.

Como una semana más tarde, uno de nuestroshermanos que vivía en Askelon, vino muy entusiasma-do: �Hermana Ruth�, dijo, �Cuando regresé a Askelon,fui a la sinagoga Yemenite, y ¿adivine qué? Ellos esta-ban danzando nuestra misma danza de la rueda. Fuihacia ellos y les pregunté: ́ ¿Tiene esta danza algún sig-nificado?´�

Ellos dijeron: ´Sí, esta es la danza nupcial dela victoria´�.

El Espíritu Santo nos había enseñado esa danza, y no-sotros danzábamos y danzábamos enseñados por elEspíritu del Señor.

No es malo acercarse y tomar la mano de alguien ydanzar con él, tanto como no es malo danzar solo. Lo

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esencial es que necesitamos alabar al Señor en la dan-za. Hay una gran unción en danzar delante del Señor.

Yo he danzado delante del Señor en las calles de Mos-cú, como en la gran muralla China. Yo he danzadodelante del Señor en las calles de todo el mundo. Hayuna unción para las naciones, una unción para proveeruna triple porción.

Cuando David se iba, saltando y danzando delanteel Señor, su esposa lo menospreció. Pudiera haber al-gunos que te menosprecien a ti. Cuando fuimos porprimera vez a Jerusalén, éramos los únicos cristianosen la cuidad que danzaban. Algunos amigos se burla-ban de nosotros. Nos llamaban: �las vírgenes danzantesdel Monte de Sion�. No nos molestaba. Mientras queellos nos estaban criticando, nosotros estábamos sien-do bendecidos.

Los judíos jamás nos criticaron. Ellos no tenían nin-gún problema con danzar. Todos ellos danzan. El alcaldede Jerusalén, Teddy Kollek, danza públicamente delantedel Señor durante la Fiesta de los Tabernáculos. El oc-tavo y último día es día de Asamblea Solemne y esllamado �Simhat Torah�, que quiere decir �el día deregocijo en la ley�. Salimos al parque Liberty Bell. Ahí,a dignatarios, jefes rabinos, y líderes de la ciudad, seles da el honor de danzar dos o tres veces, llevando elrollo del Torah (las Escrituras en un rollo), en uno delos círculos. Mientras estos grandes hombres danzanen la plataforma, el resto de nosotros danza y goza deun momento maravilloso en el parque.

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En razón de que permanecimos fieles a esta libertad,y no retrocedimos cuando las críticas llegaron, difícil-mente hay un grupo en la ciudad que no dance ahora.Aquellos que una vez nos criticaron, suben a grandesplataformas en el mundo entero, y danzan delante delSeñor. Nosotros no hicimos caso de las críticas, y vi-mos a Dios cambiar las cosas. Todos ellos estándanzando delante del Señor ahora y alabando Su nom-bre.

¿Por qué es esto importante? Porque Dios es un Diosde celebraciones, y debemos ser un pueblo que celebra.No es sino hasta estos últimos años que la palabra �ce-lebración� se ha hecho parte de nuestro vocabulario enlos círculos carismáticos. Me siento feliz. El Dios queservimos es un Dios que celebra.

Los que visitan a Jerusalén, empiezan a hacerse másconscientes de este hecho. Dios ama las festividades.Es por eso que ha dado tantas a los judíos. Cada dosmeses, hay otra razón para regocijarse delante del Se-ñor, otro maravilloso día de fiesta. El lo ha planeadotodo en Su calendario. Y lo que El ha planeado es tanbello.

Para los cristianos, Jerusalén es una ciudad de proce-siones. En días importantes de festividades cristianas(especialmente la navidad, domingo de ramos, y la pas-cua), miles de creyentes llenan las calles en procesiones,cantando, regocijándose, y llevando pancartas, celebran-do al Señor.

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Has cambiado mi lamento en baile;Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré ca-llado.Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.

Salmo 30:11-12

La primera vez que vi a danzantes adiestrados ado-rando delante del Señor fue en la iglesia de la hermanaCharlotte Baker, El Templo del Rey en Seattle, Washing-ton. Las jóvenes, vestidas con sencillez, danzaban dearriba a abajo por los pasillos, inteligentemente sin obs-truir, mientras la congregación alababa y adoraba alSeñor audiblemente. Nunca puedo oír el coro �Salve,Rey Jesús�, sin recordar la gloria de aquella mañana.

Mi amiga, Mary Jones, una encantadora miembro dela iglesia episcopal de Sydney, Australia, es directorade la Hermandad Internacional de la Danza.

Quizás uno de los mejores ejemplos de este tipo dedanza hacia el Señor puede verse, año a año, en lacelebración cristiana de la Fiesta de los Tabernáculos,auspiciada por la Embajada Cristiana en Jerusalén. Laadoración es coreografiada y dirigida por la hermanaValerie Henry y por el hermano Randall Banes.

Así, como hay canto congregacional y un coro de mú-sica, así hay danza congregacional y danzantesadiestrados. Los dos son válidos para la gloria de Dios.

Más y más, las danzas y canciones hebreas están vi-

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niendo al Cuerpo de Cristo, trayendo un incrementoen la unción.

Si alguno de ustedes tiene problemas con danzar,deshazte de eso hoy. Permítele a Dios darte una unciónpara danzar. Y, para aquellos que han danzado, peroquizás no el han dado el énfasis que debería tener, dejaque Dios te ensanche. Resuélvete a danzar delante delSeñor con todo tu poder, con toda tu fuerza. Alaba alSeñor en la danza.

¡Celebra la presencia del Señor!

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El levantar las manos es una de las más poderosasmaneras de ministrar alabanza que tenemos. Es tanpoderoso como danzar. Dios dijo:

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar,levantando manos santas, sin ira ni contienda.

1 Timoteo 2:8

Cuando estoy ante el Señor en Jerusalén, yo no man-tengo mis manos a �media asta�. Yo las pongo en alto,porque necesito la fuerza que viene de lo alto. A vecesno necesitamos decir nada. Tan sólo necesitamos pa-

Y habido consejo con el pueblo, puso a algunosque cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de or-namentos sagrados, mientras salía la gentearmada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, por-que su misericordia es para siempre.Y cuando comenzaron a entonar cantos de alaban-za, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moaby del monte de Seir, las emboscadas de ellos mis-mos que venían contra Judá, y se mataron los unosa los otros.Porque los hijos de Amón y Moab se levantaroncontra los hijos del monte de Seir para matarlos ydestruirlos; y cuando hubieron acabado con los delmonte de Seir, cada cual ayudó a la destrucciónde su compañero.Y luego que vino Judá a la torre del desierto, mi-raron hacia la multitud, y he aquí yacían en tierramuertos, pues ninguno había escapado.

Crónicas

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rarnos con nuestras manos levantadas, y el hecho mis-mo de estar en la presencia de Dios con nuestras manoslevantadas es, en sí mismo, una poderosa declaración.

Cuando la lucha se ardía, y Moisés tenía sus manoslevantadas, la batalla se desenvolvía a favor de Israel.Pero, cuando sus manos empezaban a decaer, la bata-lla se tornaba en contra de Israel. Aarón y Hur vieronesto y se precipitaron al lado de Moisés para sostenersus manos en alto, hasta que Israel hubiera prevaleci-do.

Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Is-rael prevalecía; mas cuando él bajaba su mano,prevalecía Amalec.Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que to-maron una piedra y la pusieron debajo de él, y sesentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus ma-nos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo ensus manos firmeza hasta que se puso el sol.

Exodo 17:11-12

En noviembre de 1987, estaba orando en Jerusaléncuando vi una visión de Moisés con sus manos levan-tadas. Y vi el poder que prevalecía manifestado. Luego,el Señor rápidamente me llevó a la próxima generación,y vi a Josué liderando a los israelitas contra losamorreos. Israel tenía todo lo que necesitaba para ga-nar la batalla, excepto TIEMPO. De repente, la fe cayóen el espíritu de Josué para hacer algo, para lo cual no

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había precedente, de tal manera que hubiera tiempopara ganar. El mandó tanto al sol como a la luna a quese detuvieran.

Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehováentregó al amorreo delante de los hijos de Israel, ydijo en presencia de los israelitas:Sol detente en Gabaón;Y tú, luna, en el valle de Ajalón.Y el sol se detuvo y la luna se paró,Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemi-gos.¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol separó en medio del cielo, y no se apresuró a ponersecasi un día entero.Y no hubo día como aquel, ni antes ni después deél, habiendo atendido Jehová a la voz de un hom-bre; porque Jehová peleaba por Israel.

Josué 10:12-14

Dios me dijo que quería que yo fuera a Manila, Fili-pinas, para ponerme en la posición de interceder conmanos en alto por la presidenta Corazón Aquino, y quequería que yo diera mandato al tiempo a su favor. Unasemana después de haber llegado a Manila, había unafoto de ella en la revista Time con el título �Orando portiempo�. Dios le había enviado ayuda a ella. Una se-mana más tarde, gracias a la bondad de la suegra deella, Doña Aurora Aquino, me senté frente a la presi-

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denta en su oficina del Palacio de Malacañang, tomé sumano, y le ministré proféticamente. Dios, en Su gracia,le había concedido tiempo, y las Filipinas experimen-tan un glorioso derramamiento del Espíritu Santo.

Demasiado a menudo la alabanza es ensenada comomanera de recibir respuesta a nuestras oraciones, peroes mucho más poderoso que eso.

Yo sé que funciona en esa dimensión. Cuando éra-mos niños nunca se nos dijo sobre las necesidades encasa o las necesidades en la iglesia. Sabíamos que algoestaba pasando. Mamá diría: �No voy a atender el telé-fono hoy día. No voy a atender la puerta hoy día. Sialguien desea verme, no estoy disponible. (Usualmen-te ella siempre estaba disponible). Voy a alabar al Señortodo el día�. A lo largo del día, ella iría por la casa consus manos en alto, alabando al Señor. Más tarde, cuan-do la victoria llegaba, cuando la respuesta llegaba, laoiríamos decir: �Dios ha forjado una maravillosa victo-ria�.

Cuando ella pasaba el día alabando, nosotros sabía-mos que había una gran necesidad. Ella sólo recurría aello en último extremo. Pero en último extremo siem-pre funcionó. Aparte de hacerlo en último extremo, laalabanza es poderosa en el avance del reino de Dios.

Tus alabanzas cambian la atmósfera. Tus alabanzaspueden cambiar la atmósfera en tu casa. No todos no-sotros vivimos en casas donde todos son llenos delEspíritu, y a veces tú tienes que contender con atmós-feras que no son correctas. Si quieres cambiar esa

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atmósfera, tan sólo alaba al Señor. Tu alabanza pene-trará en el lugar con la fragancia del Señor y cambiarála atmósfera de tu hogar.

De la misma manera, tus alabanzas pueden cambiarla atmósfera en el lugar donde trabajas.

¿Quieres cambiar la atmósfera en tu iglesia? Deja decriticar, murmurar, y quejarte. Llega a la iglesia tem-prano y alaba. Quédate atrás un poco después y alabaun poco más. A menudo aquellos que están a cargo es-tán tan preocupados como tú por las diferentessituaciones, pero no saben cómo cambiarlas. La alaban-za cambia la atmósfera. Ve a tu iglesia, y cambia laatmósfera, llenándola con la alabanza de Dios.

Hace algunos años, acababa de regresar a casa en Je-rusalén luego de ministrar en Australia. En una denuestras reuniones diarias de oración, María Deans, unahermana de Poona, India, tuvo una visión. Ella vio unalínea partiendo de Jerusalén hacia la mitad de la costanoroccidental de Africa, continuando hasta el medio dela costa oriental de América del Sur, y, luego, proce-diendo hacia arriba hasta la costa oriental de los EstadosUnidos, al estado de Virginia, donde las reuniones delcampamento pronto comenzarían.

Y aunque no tenía intenciones de dejar Jerusalén tanpronto, sabía que Dios había trazado un itinerario paramí. Estaba acostumbrada a esto, ya que Susan y yo ha-bíamos viajado por visión y revelación por todo elmundo por años antes de que nos radicáramos en Jeru-salén, y los nuestros habían hecho lo mismo.

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Yo telefoneé al hermano Ade Jones y a su esposa, pas-tores de la iglesia Betel, en Freetown, Sierra Leona, parapreguntarles si ellos podrían usar mi ministerio ahí poruna semana. Ellos habían estado con nosotros muchasveces en Jerusalén. Me dijeron que fuera. Yo llegué aFreetown en medio de la noche para un �tratamientoespecial con alfombra roja�. Literalmente la alfombraroja fue desenrollada ante el avión. Nos presentaronramos de flores y habían dignatarios ahí para darme labienvenida. Y la congregación estaba allí cantando can-ciones de bienvenida. Era emocionante.

Cuando los llamé, no hice estipulaciones. Solamentequería ser una bendición, y estaba dispuesta a minis-trar en cualquier capacidad que ellos desearan. Mesorprendí al saber que ellos habían rentado el audito-rio municipal. Noche tras noche, estaba programada.El alcalde y su esposa concurrieron, como también laesposa del presidente y su familia. Hubo una tremen-da respuesta al Señor por parte de la gente. Comprendíque era la primera reunión en que Freetown fuera tantocada por el poder de Dios.

Luego, partí de Freetown hacia Lagos en Nigeria y aRío de Janeiro en Brasil. Me registré en el hotel de laplaya frente a Copacabana, y me fui a dormir. Al si-guiente día, fui a la cima de la montaña, donde alabé,adoré y profeticé con las manos en alto a Río de Janeiroy a todo el Brasil, consciente de que Dios estaba cam-biando la atmósfera en la ciudad y en la nación. Regreséal aeropuerto, donde abordé el avión hacia Miami y aRichmond, Virginia.

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El jueves, llamé a mi amigo, John Lucas, pastor enCalgary, Canadá. Le dije lo que había acabado de ha-cer. Me dijo que él sabía por qué lo había hecho. Elevangelista Morris Cerullo estaba teniendo una granacometida evangelística en el Brasil. Fue catalogadacomo el cuarto evento más grande dentro de la comu-nicación en América ese año. Tuvo una transmisión víasatélite hacia diez estadios en el Brasil y como a sesentao setenta auditorios en los Estados Unidos y Canadá.

Inicialmente, él quería conducir la reunión en SaoPaulo porque la atmósfera espiritual en esa ciudad eramejor que en Río. Pero, por razones técnicas, tuvo quellevar a cabo la reunión en Río. Esto era el jueves. Yohabía estado en la cima de la montaña el martes, y lareunión iba a empezar el sábado. Dios había tenido cui-dado por la atmósfera espiritual de la ciudad de Río deJaneiro.

Oí de la esposa de un pastor del área de Detroit quedecía que el poder de Dios era tan evidente mientrasella miraba la cursada que se halló a sí misma postradaen el piso por el poder del Espíritu Santo. Nosotros so-mos �colaboradores suyos� (2 Corintios 6:1).

Tu voz es un poderoso instrumento de guerra. Túpuedes traer la gloria a cualquier lugar en el mundopor medio de tu voz. Comienza a alabar, y, en un mo-mento, tú oirás la gloria en tu voz. Y llenará lahabitación.

Todos nosotros hemos estado en reuniones que eranhabitualmente simples hasta que alguien dio una pala-

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bra profética o habló de alguna otra manera ungida. Lagloria llegó a la habitación por aquella voz y cambió lavida de la gente. Y fue diferente a partir de entonces.

Bendeciré a Jehová en todo tiempo;Su alabanza estará de continuo en mi boca.En Jehová se gloriará mi alma;Lo oirán los mansos, y se alegrarán.Engrandeced a Jehová conmigo,Y exaltemos a una su nombre. Salmo 34:1-3

Otro aspecto de la alabanza que es muy poderoso yque necesitamos utilizar más y más es el canto. Hacealgunos años, Dios empezó a hacer algo nuevo entrenuestros hermanos en Jerusalén en este respecto. Elempezó a darnos una nueva canción. Ahora, sucede entodo el mundo. Oigo mensajes en muchos círculos con-cernientes a cantar una nueva canción al Señor.

El Señor nos habló, y nos dijo que le cantáramos unanueva canción. Nosotros no sabíamos realmente lo queEl quería decir. Pero cuando Dios nos habla, y noentendemos, El continua diciéndolo hasta que enten-damos. O El envía a alguien más para decirnos la mismacosa, hasta que ésta empieza a surgir en medio del pue-blo.

Dios es muy persistente. El puede tener el mismomensaje por un largo tiempo. Si estamos oyendo el mis-mo mensaje una y otra vez, es, tal vez, porque no hemospodido pisar en ese terreno firmemente todavía. El Se-

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ñor se moverá rápidamente a algo más si captamos rá-pidamente lo que El está diciendo.

El continuó diciéndonos que cantáramos una �nuevacanción�. No estábamos seguros si El quería decir can-tar con un diferente ritmo, cantar con una melodíadiferente, o cantar con un estilo diferente. No sabíamoslo que El quería decir. Ninguno de nosotros era parti-cularmente talentoso en la música. Un día, mientrasalabábamos, empezamos a cantar una pequeña canciónque nunca antes habíamos oído, aprendido, o memori-zado. Simplemente la cantamos de nuestros espíritusespontáneamente. Hay mucho más en nuestros espíri-tus, con lo cual bendecir a las naciones, que lo que jamáspudiéramos utilizar si vamos a permitir que esto sealiberado en Dios. Todavía le estamos pidiendo a Diosque nos llene mas. �Llénanos, llénanos�.

El nos esta diciendo: �Comparten lo que tienen.Comparten lo que tienen�.

�Señor, lo comparto si tengo algo para compartir�,decimos.

Ya está ahí, pero porque tu fe no está trabajando enesta área, no le das libertad de fluir.

Cuando Dios nos está llevando a algo nuevo, nos sen-timos inseguros de nosotros mismos, y vamos despacio.Metemos nuestros dedo del pie en ello, y lo volvemos aquitar, entonces lo metemos otra vez para probar elagua. Dios nos bendijo cuando cantamos espontánea-mente. Al principio, sólo lo hicimos en nuestrasreuniones de oración en Belén. Cuando estábamos en

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la iglesia, en el Monte de Sion, conducíamos el serviciocomo acostumbrábamos a hacerlo.

El Señor nos dijo: �¿No pueden confiar en Mí? Si pue-den cantar espontáneamente en la reunión de oración,¿por qué no pueden cantar espontáneamente en el Mon-te de Sion?�

�Pero, Señor�, dije �la gente viene de diez millas decamino para estar en un servicio. No queremos come-ter errores en frente de ellos. ¿Qué si no funciona?�Personalmente, me gusta un tartamudeo o un balbu-ceo ocasional en un servicio. Cuando somos demasiadopulcros, puede ser porque lo hayamos hecho de esamanera muchas veces. Lo estamos haciendo de rutina,y carece de frescura. La vacilación indica que la gentese está moviendo a un territorio nuevo, llegando ahípor revelación del Espíritu Santo.

El nos insistió hasta que empezamos a cantar espon-táneamente también en los servicios regulares. Desdeentonces, no hemos mirado hacia atrás. Cantamosespontáneamente en nuestros servicios. El Espíritu San-to nos enseña de esta manera.

¿Cómo fue que David obtuvo esa riqueza de mate-rial que llamamos el libro de los Salmos? Lo cantó. Looyó por primera vez cuando salió de sus labios. Oímosla nueva canción por primera vez cuando le damos voza una unción profética. Es la canción profética del Se-ñor que está fluyendo. David no se sentó y pensó encada Salmo, compuso la música, y luego puso las pala-bras y la música juntas. Su lengua se hizo �la pluma de

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escribiente muy ligero�, mientras empezó a alabar a suSeñor.

Y, en razón a la versatilidad de experiencia que tuvoDavid en Dios, también tuvo versatilidad de experien-cia en el canto. Porque la vida le trajo diferentes tiposde pruebas, pudo cantar acerca de sus enemigos. Elpudo cantar acerca de sus alegrías. El pudo cantar acercade sus triunfos.

En el exterior de la capilla griega en Belén, donde ora-mos las mañanas de los viernes y los sábados poralgunos años, teníamos un gran rótulo: REUNIONPENTECOSTAL DE ORACION de 8 a 12. Después depoco, ese rótulo me avergonzó. Pensé: �Realmente yano oramos más�. Habíamos vivido, haciendo oracionesde petición con afán y dolor, y practicando la interce-sión. Y ahora, pasábamos la mayor parte de nuestrostiempo cantando, danzando, y regocijándonos. Y, no fuehasta muchos años más tarde que aprendí que en mu-chos lugares de la Escritura donde se habla de orar seestá hablando de cantar. Hay oración que canta:

Hablando entre vosotros con salmos, con himnos ycánticos espirituales, cantando y alabando al Se-ñor en vuestros corazones; Efesios 5:19

Hay tantas maneras de cantar al Señor. Hay cancio-nes de amor, canciones de alegría y acción de gracias,canciones de petición, y muchas otras.

Me sentí avergonzada porque no estábamos formal-

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mente orando. Sin embargo, fue durante ese tiempo queel Señor me dio la canción �Pido por las naciones�. Me ladio espontáneamente en una reunión de oración, y pa-samos la mañana entera pidiendo por diferentesnaciones. Pero no lo estábamos haciendo en la maneraformal que conocíamos de antes.

Dios nos estaba hablando sobre la nación y mostrán-donos la respuesta al problema. Entonces estábamosdeclarando la victoria, profetizando que así sería y re-gocijándonos de ver que llegaba a suceder. Noestábamos agonizando, gimiendo y suplicando comoantes. Ni siquiera teníamos la idea de pedir así.

Un poco más tarde el hermano Edward Miller, de lafama del avivamiento argentino, me invitó a hablar enlo que él consideraba ser �las iglesias de mayor alaban-za en América� y arregló un tour de conferencias paramí. Al cruzar América, uno se da cuenta lo que la gentepiensa. En cada iglesia la gente hacía las mismas pre-guntas. Después de cerca de diez días, sabía el asuntoque estaba en mente de todo el mundo: �¿Qué acercade la intercesión y el afán al pedir en oración?�

Mi respuesta a ellos fue: �Yo solía ser una autoridaden el tema. Si me hubieran preguntado esto unas sema-nas atrás, hubiera podido darles todas las respuestas.Pero, Dios está haciendo algo nuevo y diferente. Noestoy segura de lo que El está haciendo�.

Muchas veces somos culpables de hacer las cosascomo siempre las hemos hecho, cuando Dios está avan-zando de alguna manera nueva. Estamos viajando por

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el viejo y acostumbrado carretero, cuando El ya ha abier-to una nueva autopista para nosotros. Pero siemprehemos viajado por el viejo carretero. El viejo carreterote llevará a un punto determinado, pero la autopista nosufre del tráfico local y de los impedimentos que detie-nen tu avance en el viejo carretero. Aparentementenosotros todavía pararemos ante cada luz roja. Así queDios nos deja hacerlo a nuestra manera, mientras El yaha abierto otras vías en lo celestial.

�No sé lo que Dios está haciendo�, le dije a esa gente.�Nos encontramos a nosotros mismos cantando muchoen nuestras reuniones de oración, y aunque parezcararo, sentimos una tremenda libertad en el Espíritu, ysabemos que Dios ya nos ha oído en lo concerniente alas naciones y a las necesidades de la gente�.

Fui a casa a Virginia para las reuniones del campa-mento. Mamá me pidió que tomara a cargo el serviciodel domingo en la mañana. Era un domingo de santacena. Dios dijo: �Ve a Isaías 53�. Yo leí:

Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetán-dole a padecimiento. Cuando haya puesto su vidaen expiación por el pecado, verá linaje, vivirá porlargos días, y la voluntad de Jehová será en su manoprosperada.Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedarásatisfecho; Isaías 53:10-11

Cuando yo leí ese verso, de pronto vi que no sólo la

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salvación estaba en la expiación, y la sanidad en laexpiación, pero el afán y la aflicción estaban en la ex-piación. Y, porque el afán y la aflicción están dentro dela expiación, yo nunca necesitaré afligirme y afanarme.Si puedo apropiarme de ello, El ya lo ha hecho. Nuncanecesitaré afligirme y afanarme.

Cuando lo vi, era tan liberador. Y ten en cuenta esto:

Por tanto yo le daré parte con los grandes, y conlos fuertes repartirá despojos; por cuanto derramósu vida hasta la muerte, y fue contado con los pe-cadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, yorado por los transgresores. Verso 12

Dios, el Padre, le da una porción a Jesús con los gran-des. Y Jesús, entonces, divide su porción con �los fuertes�.¿Quiénes son �los fuertes�? Los que alaban.

Cuando Jesús habló de perfeccionar la alabanza en laboca de los niños y de los que maman, El estaba citan-do el Salmo 8:

De la boca de los niños y de los que maman, fun-daste la fortaleza,A causa de tus enemigos,Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Salmo 8:2

Jesús lo dijo de diferente manera:

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Pero los principales sacerdotes y los escribas, vien-do las maravillas que hacía, y a los muchachosaclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna alHijo de David! se indignaron, y le dijeron: ¿Oyeslo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leis-teis:De la boca de los niños y de los que mamanPerfeccionaste la alabanza? Mateo 21:15-16

�Fundaste la fortaleza� se convirtió en �perfeccionaste laalabanza�. Después de que se había afligido, Jesús re-parte despojos con los fuertes. Nuestra alabanza haceque entremos y poseamos nuestra herencia. Y la toma-mos por medio de la alabanza.

�Sí, Señor�, dije, �ahora entiendo que no necesito afli-girme. Pero, ¿cómo hacemos para apropiarnos de ello?�(Hay dos maneras para apropiarnos de todas las cosasque Dios tiene para nosotros).

El dijo: �Continua leyendo�.Las divisiones por capítulos fueron añadidas para

ayudarnos a no perdernos. Tenemos nombres de callesy números como ayuda para localizarnos unos a otros.Estos números sólo sirven para encontrar dónde esta-mos en la Biblia. El rollo fue escrito y el capítulo 53 fluíaen el 54. �¿Qué hago, Señor?�, le pregunté.

El dijo: �Canta�.�¿Canto? ¿Puedo apropiarme de ello al cantar?��Canta�, dijo El.

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Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levantacanción [prorrumpe en canto] y da voces de júbilo,la que nunca estuvo de parto; porque más son loshijos de la desamparada que los de la casada, hadicho Jehová. Isaías 54:1

Considera �canta� y �prorrumpe en canto�. Hay doscosas diferentes. La mayoría de ustedes canta. Algunosde ustedes están aprendiendo a prorrumpir en canto.Cantar es usar las cuerdas vocales. Pero hay un pro-rrumpir en canto, en el cual Dios pone una canción entu espíritu. Te vas con ella a la cama por la noche. Tedespiertas con ella durante la noche. Todavía la tienesen la mañana.

¿Cuántas veces te ha pasado esto? Estás en una situa-ción en que te quedas perplejo. Estás anonadado. Nosabes qué hacer, y tu mente va a alta velocidad, tratan-do de entender la situación. De pronto llegas a una señalde alto. El carro es sacudido. Con la sacudida enfocashacia el momento, y descubres que estás cantando. Hasestado cantando todo el tiempo que tu mente ha estadotrabajando.

El Espíritu Santo ha estado cantando la respuesta atu espíritu, mientras has estado buscando la respuestaen tu mente. �¡No es esa la fidelidad del Espíritu San-to!�, dices. �He estado tratando de elaborar la respuestaen mi mente, y todo el tiempo el Espíritu Santo me haestado dando la respuesta. Gracias, Dios, por la señalde alto que me forzó a oír la canción del Espíritu�.

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En ningún momento debemos estar sentados, profe-tizando a nosotros mismos. El ministerio de profecía espara otros. Pero la canción libera la voz del Espíritu pordentro en tu idioma, y te levanta, como lo hace el ala-bar en el Espíritu. La gente que se profetiza a sí mismahan caído en muchos errores. Pero, yo puedo cantar.Puedo dejar que la canción del Señor salga de losprofundo de mi ser. Algunas de las más grandes reve-laciones que he oído han venido en canción, cuandohemos estado cantando, y cada persona ha ido dandoun pequeño verso de la canción.

Si preguntamos: �¿Ha tenido alguno revelación estamañana?� Todos responderán: �¡Oh, no!� La palabra�revelación� es demasiado grande. Es interesante. Enlos círculos carismáticos católicos, ellos usan la palabra�cuadro� en vez de la palabra �visión�. �¿Ha tenidoalguien un ́ cuadro´ esta mañana?� La razón por la cualellos hacen esto es porque la palabra �visión� parecedemasiado grande e imponente. �No, no he tenido una´visión´� Pero, sí, vi un ´cuadro´. No, no he tenido una´revelación´. Pero, tengo una ´canción´ �.

A menudo, cuando permitimos que una pequeña can-ción surja, ésta contiene tanta revelación. Es Diosperfeccionando la alabanza de la boca de los niños y delos que maman. Es tan hermoso, tan maravilloso. Yoguardo un libro cada año en Jerusalén. Cuando me sien-to al piano, frases espontáneas vienen a nosotros.Hermosa visión y revelación sale de la boca de la gen-te. �Canta�.

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Quiero que tú cantes de hoy en adelante más de loque has cantado antes. No cantes tan sólo los coros fa-miliares que tú ya conoces. Deja que una pequeñacanción salga de tu espíritu. Mantenla simple, un versoa la vez. No te compliques.

Cantar una nueva canción hace dos cosas por ti. Teenseña cómo concentrarte en Dios, y te enseña la sim-plicidad. Es posible cantar un coro que tú conoces bieny, al mismo tiempo, estar planeando un menú. Tú nopuedes hacer eso con la nueva canción. La perderás.Tienes que concentrarte en el Señor para cantar la nue-va canción. Luego, necesitamos la simplicidad paraseguirla repitiendo.

Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levantacanción y da voces de júbilo, la que nunca estuvode parto; porque más son los hijos de la desampa-rada que los de la casada, ha dicho Jehová.Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tushabitaciones sean extendidas; nos seas escasa; alargatus cuerdas, y refuerza tus estacas.Porque te extenderás a la mano derecha y a la manoizquierda; y tu descendencia heredará naciones, yhabitará las ciudades asoladas. Isaías 54:1-3

Dios quiere traer extensión, y El traerá ese extensióna través del canto. Canta, y prepárate a extenderte. Can-ta, y extiende tu canto desde dentro, y prepárate aextenderte a la derecha y a la izquierda.

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Después que el Señor me mostró que ya no necesita-ba afligirme y afanarme más, alguien a quien respetomucho vino a visitarnos a Jerusalén y ministrar la viejaenseñanza sobre la aflicción y afán. Esa enseñanza noes incorrecta. Tan sólo Dios nos está mostrando cami-nos más fáciles. Pienso que quiero comprar unamáquina de escribir porque pertenezco a la generaciónde las máquinas de escribir. Pero cualquiera que sepacómo usar un computador piensa que las máquinas deescribir son obsoletas. �¿Para qué quieres una máquinade escribir?�, preguntan.

Las máquinas de escribir todavía cumplen un propó-sito útil. Pero si hay un computador, ¿para qué compraruna máquina de escribir? ¿Ven lo que quiero decir? Sihay algo que puede ser más efectivo, ¿por qué regresara lo familiar? Dios está avanzando. Yo no compré unamáquina de escribir.

Es lo mismo con la oración por los enfermos. Hay unnúmero de fórmulas en la Palabra de Dios para minis-trar a los enfermos, y todas ellas funcionan. Yo nuncaunjo a nadie con aceite. Yo siento que Dios me ha dadoun don de sanidad, así que no caigo bajo la mismacategoría que los ancianos que ungen con aceite. Fre-cuentemente, la gente me da botellas con aceite. Yo evitousarlas con toda la delicadeza posible. �Hermano, us-ted puede ungirlos, yo oraré con usted�, digo. Yo estoyfluyendo en una diferente unción. Dios me ha dado unarevelación, y yo quiero fluir en esa revelación.

¿Quiere eso decir que Dios no sana a través del

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ungimiento con aceite? No, no quiere decir eso. Diostrabaja en una variedad de formas.

Cuando yo oí a esta persona hablar del pedir en ora-ción en el sentido tradicional: �... nos arrodillamos, yoramos hasta que sentimos en nuestro espíritu los do-lores de parto, sentimos la carga por la gente, como unamujer dando a luz, y damos a luz a los individuos en lasalvación, damos a luz aún a naciones...� etc, yo dije alSeñor: �Yo, realmente, quiero saber si te entendí correc-tamente. Dame un poco más de información conrespecto a esta novedad�.

La esposa de una de nuestras parejas estaba esperan-do un bebé. Ella no sabía lo que yo había pedido alSeñor. Ella me dijo más tarde: �Ese siguiente día Diosme despertó con este verso: �Antes de que Sion tuvieralabor de parto, dio a luz� �.

�Qué quiere decir, Señor�, preguntó.Ese día ella y su esposo estaban ocupados, y, de pron-

to, ella sintió una punzada molesta. Ella se lo mencionóa él, y él sugirió que hicieran una parada en la casa dematernidad, ya que estaban cerca.

�Yo sé que el bebé no viene todavía�, protestó ella.�Estas no son labores de parto�.

�No nos hará daño parar ahí�, insistió. �Estamos cer-ca�.

Así que fueron, y el doctor estaba ahí. La recostó paraexaminarla, y empezó a chequearla.

�El bebé viene en camino�, dijo sorprendido.�No puede ser�, dijo ella. �No he hecho lo que se su-

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pone debía hacer todavía�. (Ella y su esposo habían to-mado algunas lecciones sobre lo que ellos debían hacer).

�No puedo remediarlo�, dijo el doctor, �el bebéestá aquí�.

Cuando ella me lo dijo, dije: �¡Gracias, Jesús!¡Gracias, Jesús!�

Cuando escucho cómo la gente está siendo instruidapara orar, me apeno por ellos. Tengo un amigo que selevanta a las cinco de la mañana y practica una fórmulade un hombre, otra fórmula de otro hombre y aún otrauna fórmula de un tercer hombre. Al practicar todasesas fórmulas, ya estaría consumida.

Hago lo mejor que puedo para enseñar la simplici-dad de venir a Su presencia. Pero, aún, si lo hacemostodo mal, El hace que todo salga bien.

En nuestras reuniones de campamento teníamos, aveces, ministros visitantes que nos dan veintiún pasoshacia la fe, o siete maneras de ser sanado, etc. Mi queri-da y santa madre, a menudo, toma el micrófono y dicela cosa más espiritual que se ha hablado en toda la tar-de. Por ejemplo: �No se requiere mucha fe para tocar aDios�. Es cierto. �Antes de que Sion tuviera labor de parto,dio a luz�. Yo estaba tan emocionada por ello.

Después, yo estaba de camino a Australia otra vez.Yo salía de Hong Kong en Quantas Airways haciaSydney. El viaje iba a dar término, y, hacia el final delviaje, tú lees cualquier cosa. Yo tomé una revista paraleer. Era la Mujer australiana en la semana. Habían re-cetas, la última moda, y una novela o dos. Y, justo en

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medio de todos esos títulos habían unas líneas: �CAN-TA EN TU RUMBO A UN ALUMBRAMIENTO SINDOLOR�. El artículo estaba escrito por un famosoobstetra francés. El decía que no se refería solamente alcantar que sale de la boca, pero el cantar en el cual lamujer entera se involucra. Cuando ella es capturada enel canto, dice él, ella puede tener un alumbramiento sindolor.

En Jerusalén, nuestras madres en espera utilizan unpequeño hospital de maternidad. El esposo va, y sequeda a un lado de su esposa, y yo voy, y me quedo alotro lado. Empezamos a cantar en el Espíritu. El doctormusulmán sabe que estaremos ahí cantando en lenguas.Nos concentramos, y fluimos cantando en el Espíritu,y, en pocos momentos, viene el bebé. Eso es lo que Diosquiere que sepamos.

Si cantamos, no tendremos que entrar en ese ámbitode petición con afán y aflicción. ¿Por qué? Porque elgozo del Señor trae una liberación de la fe, y la fe haceel trabajo. En un momento como este, podemos liberarmás fe por Israel y ver más cumplimiento que habien-do orado cinco noches por toda la noche en el ámbitode nuestro entendimiento.

Estamos creando la atmósfera para milagros. El cie-go Bartimeo sólo clamó: �Hijo de David, ten misericordiade mí�, y fue sanado. Cuando Jesús está presente, lascosas suceden fácilmente. Y, Dios lo hará fácilmentepara nosotros.

No permitas que nadie cante por ti. Si tienes que em-

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69La alabanza: un arte militar

pezar en el auto, entonces empieza en el auto. Muchosde nosotros pasamos mucho tiempo conduciendo elauto para nuestro propio provecho. Así que no moles-taremos a nadie. Tan sólo canta. Yo tengo un amigo, unhombre de negocios koreano, que me llama por largadistancia desde Seul cuando tiene problemas de nego-cios. Después que nos hemos saludado, cantamos juntosen el Espíritu. A veces, cantamos por diez o quince mi-nutos.

Cuando somos levantados en canto, Dios empieza adarnos las respuestas. Primero, El nos levanta por enci-ma de las preocupaciones, los problemas, y lasnecesidades. Existe un ámbito de libertad en Dios. No-sotros hacemos difíciles las cosas espirituales. El quierehacerlas fáciles. El quiere que el Rey de Gloria venga ypelee nuestras batallas por nosotros.

La mayor parte del tiempo estamos tan ocupados pe-leando nuestras propias batallas que no le dejamos alSeñor hacerlo. Recuerda cuando Josafat fue contra losreyes, los cantores y los que danzaban, el equipo de ala-banza, fueron por delante del ejército. Y, porque los quealababan fueron por delante del ejército, ellos ni siquieranecesitaron pelear (2 Crónicas 20:21-24). Y tú nunca ne-cesitarás pelear tu propia batalla, si te trasladas a esteámbito de alabanza y adoración al Señor.

Alguna vez tuvimos un número de casas en Israeldonde los visitantes y los peregrinos vivían. Una veztuvimos a una hermana que se quedó con nosotros, lacual estaba en medio de un largo ayuno. Siempre da-mos la bienvenida a tales visitantes. El problema era

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70 La gloria

que ella no quería ir a la iglesia con nosotros. Yo noquiero que nadie que venga y ayune con nosotros noquiera ir a la iglesia. Cuando tú ayunas necesitas launción del culto. Si ayunas sin ir a la iglesia, experi-mentarás dificultades.

Le mandé mensajes por todos los medios apropiados,pero siempre obtuve una respuesta negativa. Me sentímás y más turbada por ella. Una mañana en oración, elSeñor me habló: �¿Por qué no me dejas manejarlo?�

Yo casi me reí. ¿Se ha reído alguno de ustedes algunavez ante Dios? Pensamos que hemos estado dejándolemanejarlo. Pensé para mí misma: �Si el Señor puedehacer algo con ella, El puede hacer algo con cualquie-ra�.

�De acuerdo, Señor�, respondí. �Tú peleas la bata-lla�. Y me olvidé de ello. Siempre hay otra docena deproblemas que surgen mientras tanto.

Cuando llegué a la iglesia esa noche, quién no seríala persona que me esperaría a la puerta de la iglesiasino ella que continuamente había rehusado venir. Ellano sólo me esperaría sin haber sido presionada a hacer-lo, sino que me esperaría con una disculpa. �Yo estabaorando hoy�, dijo. �Dios me dijo que mi espíritu ha es-tado mal y que mi actitud ha sido incorrecta. Lo siento�.

�Qué tontos somos�, pensé. �Pensamos que estamosdejando a Dios pelear las batallas, pero no lo estamoshaciendo realmente�. Mientras más cantemos a El, máspeleará El las batallas.

¡La alabanza es una poderosa arma de lucha!

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La alabanza: un ascenso

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Puedes alabar a Dios cuando todo a tu alrededor estotalmente frío y creer que Dios creará alabanza dentrode ti. Cuando vengo a la Casa de Dios y empiezo a ala-barle, debo estar consciente de que estoy ascendiendo.Estoy ascendiendo por el monte de Dios. Estoy subien-do al lugar alto del Señor.

¿Has andado en carro alguna vez con alguien queestá recién aprendiendo a manejar sin transmisión au-tomática y utiliza el embrague en subida? (Jerusalénestá construida en colinas, y muchos de nuestros ca-rros no tienen transmisión automática). Yo he ido encarro con algunas personas que no tienen ni idea decómo usar el embrague todavía. Cuando empiezan asubir una cuesta, suben un poco, y resbalan hacia atrásotro poco, suben un poco, y resbalan otro poco. Resul-

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,Y alzaos vosotras, puertas eternas,Y entrará el Rey de gloria.

David

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74 La gloria

ta una ida dando tumbos. ¿Has estado en un serviciode alabanza que era así? Es malo. Se sale herido.

La persona que conduce el servicio empieza a can-tar, y te sientes a ti mismo ascendiendo. Entonces, hacealgo más o quizá cambia de ritmo, y sientes que te des-lizaste hacia abajo. Con la siguiente canción vas un pocomás alto, y retrocedes otra vez. Al terminar el serviciode alabanza, sientes maltratado y herido.

A veces es mejor cantar menos canciones. Cuando launción cae en una canción en particular, continua conla canción hasta que llegues a la cumbre. Lo importan-te no es la canción, es la unción. La unción es como lagasolina en un carro que te llevará hasta la cumbre.

Muchos que conducen la alabanza insisten en cantarun coro dos o tres veces sin importar lo que el Espíritude Dios esté haciendo. Canta hasta que llegues a la cimade la montaña. Sé consciente de que estás ascendiendoal monte de Jehová. No dejes de alabar hasta que lle-gues al ´lugar santo´.

A veces lleva quince minutos de cantar y alabar. Aveces podría tomar diez. Otro día, en otro servicio, po-dría tomar veinte. En otro momento, podría tomarsolamente siete. O podrías tener tanta sed de Dios quesubieras corriendo por el monte del Señor, y llegarasen tres minutos. El tiempo variará, pero siempre existi-rá el ascenso. Siempre está el entrar. Venimos delmundo de fuera. Y nosotros siempre tenemos que obe-decer el salmista:

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Entrad por sus puertas con acción de gracias,Por sus atrios con alabanza;Alabadle, bendecid su nombre. Salmo 100:4

La alabanza es el entrar, y la alabanza es el ascenso.Jerusalén está a más de 2000 pies (casi 700 metros) de

altura. A través de las Escrituras hay referencias de lastribus subiendo a Jerusalén y hacia arriba a la Casa delJehová. La �Casa� de Jehová estaba construida en el�Monte� de Jehová, de tal manera que el �Monte� deJehová se hizo sinónimo de la �Casa� de Jehová y del�Lugar Santo�.

En hebreo, siempre se utiliza el verbo �laalot�, �ir ha-cia arriba� cuando se trata de Jerusalén. La palabra laalotno se usa en relación a ninguna otra ciudad en el mun-do. Aún, si se vive en una ciudad de mayor altitud queJerusalén, todavía se habla de ir hacia arriba o subir aJerusalén.

Es la consciencia de que Jerusalén en la tierra repre-senta a la Jerusalén del cielo. Así que, en la alabanza,siempre se debe estar consciente de subir al LugarSanto.

¿Quién subirá al monte de Jehová?¿Y quién estará en su lugar santo? Salmo 24:3

La ya fallecida hermana Jashil Choi, la suegra del doc-tor Cho, era mi buena amiga. A veces, ella me llamabadesde Korea. Teníamos que hacer uso de un intérprete.

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Su vocabulario en inglés consistía en �aleluya�, �gra-cias Jesús�, y dos o tres frases similares. Ella tenía unalista de cuatro cosas que hacer para ser espiritual. Meencanta su cuarto punto en la lista, que era �HAZLO�.Podemos asistir a diez seminarios de alabanza y ado-ración, podemos obtener los mejores apuntes y lasmejores grabaciones sobre el tema y oír a la más altaautoridad en el mundo, pero a menos que lo hagamos,nada sucede. HAZLO. Comienza a alabar a Dios.

Siempre ha habido alabanza en la Iglesia, pero esta-mos viviendo en un período de mayor revelación en loque toca a la alabanza. Un día almorcé en Australia conAnita Ridge, la esposa del señor Don Ridge, y con sumadre, la señora Kliminock, una querida santa de Diosque había venido desde Polonia, había conocido el mi-nisterio en Europa con su esposo, y habían sido pionerosen las obras en Australia. Una de entre las muchas co-sas que le pregunté ese día fue: �¿Qué es diferente enel día de hoy de los días en que empezó?�

�No teníamos la revelación de la alabanza como latenemos hoy�, dijo. �Amábamos al Señor y orábamos,pero hoy es mucho más fácil por la alabanza. Hoy esun día diferente. No conocíamos la alabanza de la mis-ma manera que hoy�. Nunca ha habido día en que estarevelación se hiciera más fuerte que, a través de la ala-banza, podemos llegar más rápido a la presencia deDios.

Mucha gente, cuando oyen a una persona predicarsobre la oración con particular énfasis, los siguen, olvi-

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dándose de la alabanza y la adoración. Luego, alguienmás viene y enseña sobre otro aspecto de la oración,entonces, ellos lo hacen así por otro tiempo. Lo que ne-cesitamos es una combinación de todos los aspectos dela oración. Yo enseño sobre aquellas cosas que piensohacen falta en el cuerpo particular donde estoy minis-trando.

Estaba ministrando en el Sur de India. Después dehaber predicado una mañana sobre la sangre de Jesús,un hermano de ese país me dijo: �Nunca pensé que Ud.pudiera predicar de otra cosa que no fuera el EspírituSanto�. Bueno, en los días en que él me escuchó yoestaba ministrando a una gente que necesitaba desespe-radamente el derramamiento del Espíritu Santo. Asíque, mensaje tras mensaje fue sobre el Espíritu Santo elllenarse del Espíritu, el poder que da el Espíritu, el mi-nisterio del Espíritu, el confortarnos del Espíritu, etc.

Cuando Dios envía un ministerio es para llenar losvacíos, para poner en orden un área de necesidad. Esono quiere decir que Dios no está diciendo nada más yque podemos tirar todo el resto que creemos. Necesita-mos la combinación de las verdades para que podamosfluir juntos en la voluntad de Dios.

¡Sube al monte de Dios en alabanza!

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La adoración

Adora ... hasta que la gloria llegue.

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La adoración:la extensión natural de la alabanza

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Jesús dijo a sus discípulos que El necesitaba ir aSamaria. Ahí, El se sentó con una mujer en el pozo ytuvo una conversación. Ella le preguntó muchas cosas.El le dio una de las más grandes revelaciones.

¿Por qué digo que fue una de las más grandes reve-laciones? Porque ella muestra lo que Dios desea. El estábuscando adoradores. Si tú quieres vivir en el ámbitode la gloria, debes ser uno que adora. Debes adorarlemás. �El Padre tales adoradores busca que le adoren�. Esoes lo que El desea de la tierra.

La revelación dada a la samaritana está siendoenfatizada hoy en día al Cuerpo de Cristo universal-mente por el Espíritu Santo. Dios está buscandoadoradores. Cada domingo en la mañana asistimos al�culto de adoración�. Participamos en la liturgia o en

Créeme, que la hora viene cuando ni en este mon-te ni en Jerusalén adoraréis al Padre.Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros ado-ramos lo que sabemos; porque la salvación vienede los judíos.Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verda-deros adoradores adorarán al Padre en espíritu yen verdad; porque también el Padre tales adora-dores busca que le adoren.Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu yen verdad es necesario que adoren.

Jesucristo

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84 La gloria

el patrón que se ha establecido. Pero, es posible estaren un �culto de adoración� y nunca adorar.

Ponemos en el boletín de la iglesia �Domingo por lamañana: ADORACION 11 a.m. La verdad es que te-nemos más de todo, excepto adoración en nuestro cultode �adoración�. Llamamos al culto entero de �adora-ción�. Relativamente pocos corazones son sinceramentelevantados en adoración durante nuestros cultos. Diosestá buscando adoradores.

La adoración nos ayuda a deshacernos de muchasfrustraciones naturales y espirituales de la vida. A tra-vés de la adoración Dios trae a nosotros una unidad enel cuerpo, mente y espíritu. Dios está refinando nues-tro entendimiento de la verdadera adoración. Laadoración verdadera viene del corazón, en amor y ado-ración al Señor.

Durante los años sesenta y setenta, el Espíritu de Diosestaba dando a conocer el mensaje de la alabanza. Y laalabanza es esencial. Es el medio para entrar en la pre-sencia del Señor. Entramos por sus puertas conalabanza, y entramos por sus atrios con alabanza. Laalabanza es el entrar. Pero en el pasado, una vez quehabíamos llegado allí, a menudo, no sabíamos qué ha-cer a continuación. O bien no hacíamos nada, ocambiábamos el orden del culto.

Es como una visita a la Casa Blanca en Washingtonpara ver al Presidente Americano. Se hace todo esfuer-zo por llegar hasta ahí, se toman todos los pasos paraconseguir permiso. Cuando éste finalmente es conce-

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dido, uno conduce hacia la Casa Blanca, pudiendo verla hermosura de su entrada. Después de pocos momen-tos es conducido al �Oval Office�. Mira a su alrededorun poco, y entonces dice: �Muy bien, podemos regre-sar a casa ahora, sólo quería ver cómo era�.

¿Saldrías tu de la Casa Blanca sin sacar ventaja de laoportunidad de ver al Presidente?. Sin embargo, eso eslo que hacemos con Dios. Hacemos un esfuerzo porvenir a Su presencia. Pero, una vez que llegamos, sólomiramos alrededor y decimos: �Eso fue bonito. Adiósahora. Nos veremos la próxima vez�. ¿Por qué has ve-nido? ¿No es para adorar al Rey en toda Su gloria, y entoda Su majestad?

El Señor nos hace saber que no hay un lugar en parti-cular donde uno debe adorar. �Casas de Dios� seconstruyen, y está bien. A mí me gusta adorar a Diosen una iglesia, un lugar para adorar, un lugar dedica-do y separado para encontrarnos con Dios. Al momentoestamos adorando en nuestra casa en Jerusalén. La glo-ria desciende ahí. Si pudiera escoger, sin embargo,preferiría un lugar separado, dedicado al Señor. Estopudiera contradecir a aquellos que promueven la ado-ración en las casas. Pero, lo esencial no es el lugar dondeadoramos. Un corazón puede encontrarse con Dios encualquier lugar que quiera encontrarse con El, y en cual-quier momento. Puedes encontrarlo en un avión.Puedes encontrarlo en una oficina, sentado frente a tuescritorio.

La mayoría de nosotros pasamos muy poco de este

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tiempo de calidad en la presencia del Señor. Sí, oramospor las naciones. Sí, pedimos a Dios que bendiga a Sussiervos. Oramos por los programas de nuestra iglesia.Creemos en Dios por �la gente que está en las calles�para que sea salva. Pero, cuando se trata de El, y de Elsolo, simplemente no tenemos tiempo.

El Señor tendrá un pueblo que le adore. ¿Qué hare-mos nosotros en las edades sin fin de la eternidad?Habremos de alabarle y adorarle. Comencemos ahora.

Yo veo la diferencia entre alabar y adorar como si yofuese parte de la procesión del Domingo de ramos. Meuno a los otros mientras nos sacamos nuestros abrigosy los tiramos para que el Señor pueda pasar sobre ellos.Arrancamos hojas de palma y las batimos, aún despa-rramándolas en Su camino. Gritamos junto con lamultitud entera: �¡Hosana, Hosana! Bendito el que vieneen nombre del Señor�. Eso es alabanza.

De pronto diviso un pequeño burro avanzando porel camino del Domingo de ramos. Continua su caminohasta que pasa justo frente a mí. Se detiene. Jesús, elRey de reyes y Señor de señores, está sentado en eseburro. Me mira y dice: �Ruth, te amo�. Y las lágrimascorren por mis mejillas.

Ahora, ya no bato mi palma y grito �¡Hosana!� Meinclino en adoración y digo: �Mi Señor y mi Dios�. Pa-reciera que la multitud no está allí. En realidad, lamultitud todavía está alrededor de mí. Otros todavíaestán batiendo sus palmas. Todavía están gritando:�¡Hosana!�. Pero estoy totalmente ausente de lo que estásucediendo a mi alrededor.

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El me mira, y todo el amor de la eternidad se derra-ma en mi alma. En este momento, yo sé cuánto El meama. Yo conozco Su majestad de una manera en quenunca antes la conocí. Nadie tiene que decirme que Eles Rey. Yo lo sé, y le adoro, inclinándome ante El, reco-nociendo Su majestad, Su posición de realeza.

Adorar es cuando tú te encierras con Dios. En mediode la más atestada calle de la ciudad, en el restaurantemás concurrido de la ciudad, en medio de la mayoractividad del día encuentras pequeños momentos paraestar a solas con el Señor. Gracias a Dios que puedenhaber muchos momentos a lo largo del día en que sóloestán tú y el Señor. Aún cuando muchas cosas esténsucediendo a tu alrededor, te encierras en ti misma conEl.

Hace algunos años, uno de nuestros hermanos tuvouna visión en la que vio multitudes aproximándose altrono de Dios. Estas multitudes de todas las nacionesdel mundo venían en alabanza. El se preguntaba si ha-bría espacio para él en el trono. Se vio a sí mismoacercándose más y más. Cuando estuvo ante el trono,cayó en reverencia y adoración. Dio una mirada a sualrededor y fue consciente de que nadie más estaba ahí.Tan sólo él y el Señor.

¿Cómo será cuando estemos ahí como parte de lasmultitudes ante él? Será tal y como es en la verdaderaadoración. Muchos otros están ahí, pero tú no tienesconciencia de que están ahí. Tú estás a solas con el Se-ñor.

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El Señor me ha mostrado cuán fácil es la adoración.En los círculos pentecostales experimentábamos lo quecomúnmente llamábamos �momentos en lo alto enSion� cuando yo era niña. Teníamos cultos en los quela presencia y la gloria del Señor eran manifestadas.Después, nos preguntábamos cómo hacerlo de nuevo.No estábamos seguros de saberlo.

Yo me encontraba ministrando en algunos lugares deInglaterra, preparándome para una reunión en el RoyalAlbert Hall de Londres, patrocinada por Lady Astor.Mientras estaba enseñando sobre la alabanza y laadoración en una iglesia pentecostal una noche, expe-rimentamos la gloriosa presencia de Dios. El pastor medijo luego: �Sólo una cosa me preocupa, hermana Ruth.¿Cómo lo reproduciremos?�

Pienso que cada pastor ha experimentado lo mismomuchas veces. Cada director de la alabanza ha experi-mentado el mismo sentimiento. �Tuvimos éxito estanoche. Esa canción fue ungida. ¡La gloria descendió!¿Podremos hacerlo de nuevo la próxima vez?� Y por-que una canción en particular fue ungida durante elservicio la noche anterior, el director de la alabanzaprueba con ella la próxima vez, y falla por completo.Dios permite que esto suceda para mostrarnos que lagloria no está en la canción. La gloria está en Su pre-sencia. La gloria es Su presencia. Cuando un pastor hatenido un culto particularmente bendecido, a menudotratará de hacerlo exactamente igual otra vez. Y no fun-ciona.

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Ahora, Dios nos está enseñando los secretos de suspatrones para la alabanza. Si fluimos dentro de Su pa-trón, sin importar la canción que cantemos, traerá lagloria. Podemos experimentar la gloria en cada culto.

Uno de los primeros secretos de la adoración es cómodifiere de la alabanza. Cuando yo alabo a Dios, yo quie-ro [con mi voluntad] alabarle. Cuando yo vengo a lacasa del Señor, yo ofrezco mis labios y quiero [con mivoluntad] alabarle. Pero tú no quieres [como acto con-trolado por la voluntad] adorarle. El espíritu deadoración viene [surge] con el encuentro y debe venirsobre ti.

Es de ayuda cantar canciones que no sean complica-das. Las cosas espirituales son sencillas. Si tu mentetiene que estar muy concentrada en las palabras, estásmuy ocupado pensando. Tu espíritu no asciende. No-sotros queremos que nuestros espíritus asciendan enalabanza mientras la unción aumenta.

Utiliza un coro simple. No te preocupes por la belle-za de las palabras y las ideas. No estés preocupado porpensamientos complicados. Deja al coro cantar los him-nos complicados. Permite a la congregación alabar yadorar con simplicidad, y cada uno puede sumirse enla adoración sin importarle su alrededor.

Los retroproyectores son una bendición para los vi-sitantes que no conocen los coros que se están cantando.Si la congregación, sin embargo, todavía necesita laayuda de una pantalla, entonces la música es muy com-plicada como para una verdadera adoración. Mientras

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más simples sean las canciones que cantas, el espíritude adoración llegará.

Nunca antes hubieron canciones más hermosas dealabanza y adoración para el Cuerpo de Cristo que hoy.Tan gran variedad, tan amplia alternativa. Usalas paratraer el espíritu de adoración.

Yo lo siento moviéndose en mis hombros o en lo pro-fundo de mi espíritu. Cuando ocurre, nadie tiene quedecirme: �Adora a Dios�. Aún cantando las cancionesmás rápidas, mi espíritu suaviza el ritmo, y soy cons-ciente de que estamos sólo, yo y el Señor. Y yo le adoro.

Cuando el que dirige la alabanza es consciente de quela unción ha crecido hasta el punto en que llega el espí-ritu de adoración, debe pasar rápidamente a unacanción de adoración. Habrán menos palabras que enun coro de alabanza. Cuando adoras, no necesitas de-cir grandes cosas. Ustedes, queridas damas podríanhablar y hablar con sus esposos de los hijos, de las cuen-tas, y de otras obligaciones de la vida diaria. Pero,cuando un momento romántico y tierno llega, estoysegura de que las palabras serán pocas, y saldrán delcorazón.

Ahora, no están hablando de las cuentas. No estánhablando sobre los problemas. No están hablando so-bre las compras. No están hablando de los niños quevan a la escuela. Simplemente están disfrutando de lapresencia el uno del otro. Así debe ser cuando adora-mos a Dios.

El ministrar alabanza incrementa la unción en el ser-

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vicio, e incrementa la unción en el individuo. Pero elministrar adoración trae la gloria. Alabar trae la un-ción para adorar, y adorar trae la unción de la gloria.

Así como alabamos hasta que la adoración venga, así,si queremos la gloria, adoramos hasta que llegue. Cuan-do alabas, llega la adoración, y si quieres una granprofundidad de adoración, entonces debes tener unagran altura de alabanza que te permita llegar a la cimade la montaña.

A veces, cuando estamos cerca de un cuarto del as-censo de la montaña, decimos: �Ahora, vamos a cantaruna canción de adoración�. La cantamos. Nuestros la-bios producen las palabras, ¿pero adora nuestrocorazón? Tratamos de adorar antes de entrar en la at-mósfera de adoración.

Otras veces esa atmósfera viene fácilmente. Derrama-mos lágrimas delante del Señor. Le adoramos conprofundidad. Sentimos Su majestad. Sentimos Sudistinción de rey.

Con cada movimiento de Dios viene la alabanza. Enel pasado, hubo poca adoración en proporción a la ala-banza. Eso cambiará conforme el avivamiento crezca.Alabaremos menos y adoraremos más.

Cuando empezamos a cantar la nueva canción, y acantarla espontáneamente, aprendimos mucho. Apren-dimos mucho de nuestra relación con Dios. Nos dimoscuenta de que era más fácil utilizar una frase que tu-viera un verbo. �El Señor sana, El salva, El bautiza, Elconforta, El cuida de nosotros, El provee�. Pero en la

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adoración, nuestro foco de atención es la persona deDios. Quien es El, y no lo que hace. Cuando tratamosde adorar sin hacer uso de los verbos, experimentamoslargos períodos de silencio. Así que volvimos a los usua-les cánticos de alabanza con verbos de acción. A travésde ellos volveríamos a la presencia de Dios para ver loque nos enseñaría. Nos llevó tiempo aprender a adorarla persona del Señor.

Si tu relación con tu esposo es una en que él proveeel sustento, él saca la basura, el conduce el auto, él hacealgunas diligencias, entonces no es una relación pro-funda. Eso ocurre con muchos matrimonios. Es unarelación basada en lo que él hace.

Muchos esposos, de la misma manera, dicen de susesposas: �Es una gran cocinera. Mantiene la casa lim-pia. Cuida de los niños�. Antes de que se casaran, ¿hacíaella las comidas, limpiaba la casa, cuidaba de los chi-cos? ¿Qué fue eso que hizo que tú la amaras?

�Bueno, fueron esos hermosos ojos�.¿Has olvidado que ella todavía tiene esos hermosos

ojos?�Bueno, fue esa sonrisa�.¿Has olvidado que ella todavía tiene esa sonrisa?�Había algo tan maravilloso y chispeante en su

personalidad�.Las mujeres también olvidan aquello que les hizo

enamorarse de sus maridos.�Sí, era la manera en que se paraba. Había algo en él.

Podía sentir su fuerza.� Esa era la manera en que ella

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93La adoración: la extensión natural de la alabanza

pensaba de él antes de que se casaran. Después, ellapiensa solamente en lo que él hace. El piensa sólo en loque ella hace.

Es lo mismo en nuestra relación con el Señor. La pri-mera vez que nos encontramos con El, El no había hechonada por nosotros de lo que estuviéramos conscientes.Pero vimos que El era maravilloso. �Oh, yo le amo alSeñor con todo mi corazón�, se apresuran a decir losnuevos convertidos.

Después de ser salvos por un tiempo, pensamos enEl de manera diferente: �El me salvó. Me llenó con elEspíritu Santo. Me sana cuando estoy enfermo�. Pero,¿qué de El como persona?

�Bueno, cuando necesité de El para pagar mis cuen-tas, El me dio el dinero�. Pero ¿qué del Señor comopersona?

Nuestra alabanza se orienta a las acciones que El rea-liza. Olvidamos quien es El. Si nos enamoramos de Elsin conocerle, ¿no traería el conocerle una relación másprofunda de amor y adoración? Los ángeles en el cieloadoran, y nunca han sido redimidos. Ellos adoran acausa de la persona del Señor. Ellos le adoran porque leconocen, no porque han sido salvados, sanados o lle-nados por el Espíritu Santo.

No estoy minimizando el alabar a Dios por lo que Elhace. Nunca debemos dejar de hacerlo. No, solamenteestoy enfatizando que Dios quiere que lo conozcamos,Quien era, Quien es, y Quien ha de ser, que sintamosSu presencia, que vengamos a Su presencia de tal ma-

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nera que le adoremos en la hermosura de la santidaden Su monte santo. Su voluntad es que busquemos seradoradores por sobre todas las cosas.

Fui entrevistada en Inglaterra por un hombre que tra-baja con el Parlamento Inglés, viaja al ParlamentoEuropeo, y a los parlamentos de otros países europeosindividuales. Habiendo oído algo de lo que Dios habíahecho por mí, me preguntó: �¿Cuáles son sus aspira-ciones para el futuro?�

Pensé que se estaba refiriendo a nuestra próxima re-unión en el Royal Albert Hall. Así que respondí:�Creemos que mientras la gente llegue, y mientras le-vantan sus voces en alabanza, mientras adoran en elEspíritu, una gran nube de gloria caerá sobre el RoyalAlbert Hall, sobre todo Londres, y sobre toda Inglate-rra. Creemos que esto bendecirá y cambiará a la nacióny levantará un avivamiento�.

�¡No, no!�, dijo. �No quise preguntar sobre sus aspi-raciones en lo concerniente a la reunión. Quiero saber,ya que ha tenido tan maravillosas experiencias en lavida y ha conocido a tanta gente maravillosa, ¿Cuálesson sus aspiraciones personales para el futuro?�

�Simplemente quiero ser una adoradora�, le dije, �yquiero que Dios me dé la habilidad de impartir el de-seo de adorar a otros�.

Y era eso lo que en verdad quería decir. Si el Padreestá buscando adoradores, entonces tú y yo necesita-mos ser esos que respondan al corazón del Padre y leadoren en Espíritu y en verdad. No dejes pasar un díasin adorarle.

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Dentro del movimiento carismático, aquellos de no-sotros con un trasfondo protestante somos buenos parala alabanza, pero muchos de nosotros no somos gran-des adoradores. Los católicos saben como adorar, perono han sido muy vibrantes al alabar. Mientras que ellosaprenden como alabar y nosotros aprendemos comoadorar, estamos levantándonos en una tremenda fuer-za.

Es la adoración la que trae la gloria, y el último de-seo de Dios es que la gloria del Señor �cubra la tierracomo el agua cubre la mar�. La gloria descenderá comonieve. Los que alaban lo hacen hasta que el espíritu deadoración se levanta. Los que adoran lo hacen hastaque la gloria se manifiesta.

Podemos llevar la gloria en nuestras voces. Podemostraer la gloria a nuestros cultos, a nuestras casas, a nues-tra comunidad, a una ciudad, por medio de nuestrasvoces. Primero, rendimos nuestra voz en alabanza, lue-go rendimos nuestra voz en adoración, y finalmentedejamos que la gloria de Dios se manifieste en noso-tros.

Mi madre se paró en medio de la enseñanza que yodaba una mañana en las reuniones del campamento enVirginia, en Febrero de 1989, y empezó a profetizar.Ella vio una visión del avivamiento de estos últimosdías. Dios le mostró que el avivamiento de los últimosdías sería más grande que todo lo que hayamos podi-do ver desde la crucifixión y la resurrección. Espoderoso, ¿no es así? Más grande que el derramamien-

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to en la calle Azusa en Los Angeles. Más grande que elavivamiento de 1948. Más grande que el día de Pente-costés. Pentecostés fue el primer fruto. Yo creo queestamos a las puertas de ese avivamiento, en los comien-zos de esos días en Dios. La manera de prepararse paraese avivamiento es a través de la alabanza y la adora-ción.

Ningún libro se ha escrito sobre lo que Dios ya va ahacer. Nadie ha estado en este camino antes para po-der decirnos: �Ve a la derecha, luego a la izquierda, yahora recto�. Sabremos si ir a la derecha o a la izquier-da si hemos estado en Su presencia en el Espíritu, sihemos aprendido a estar a gusto con El, confiados y enlibertad.

¡Adórale!

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Adorando al Rey: majestad

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Cuando empezamos a adorar, algunas de las prime-ras visiones que tenemos son los pies del Señor. Lavisión a menudo comienza a sus pies. Cuando vemosSus pies, adoramos a Sus pies, lavamos Sus pies connuestras lágrimas, derramamos ungüento perfumadosobre Sus pies. Adoramos en Su trono. Empezamos aconocerle en Su posición de reinado.

Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, untrono establecido en el cielo, y en el trono, uno sen-tado.Y el aspecto del que estaba sentado era semejante apiedra de jaspe y de cornalina; y había alrededordel trono una arco iris, semejante en aspecto ala esmeralda.

¿Quién es este Rey de gloria?Jehová de los ejércitos,El es el Rey de la gloria.

David

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Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; yvi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos,vestidos de ropas blancas, con coronas de oro ensus cabezas.Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; ydelante del trono ardían siete lámparas de fuego,las cuales son los siete espíritus de Dios.Y delante del trono había como un mar de vidriosemejante al cristal; y junto al trono, y alrededordel trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos de-lante y detrás.El primer ser viviente era semejante a un león; elsegundo era semejante a un becerro; el tercero te-nía rostro como de hombre; y el cuarto era semejantea un águila volando.Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seisalas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos;y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo,santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, elque es, y el que ha de venir.Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria yhonra y acción de gracias al que está sentado en eltrono, al que vive por los siglos de los siglos,los veinticuatro ancianos se postran delante del queestá sentado en el trono, y adoran al que vive porlos siglos de los siglos, y echan sus coronas delantedel trono, diciendo:Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y elpoder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu

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voluntad existen y fueron creadas.Apocalipsis 4:2-11

Juan miró a la gente de Dios, una y otra vez, comoadoradores. En esta lectura él vio a los seres vivientesadorando a Dios. El vio a los veinticuatro ancianosechando sus coronas ante el Señor. Ellos estaban ado-rando. Les oyó diciendo: �Digno eres de recibir la gloria yla honra�.

En el ultimo capítulo, Juan dice:

Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y despuésque las hube oído y visto, me postré para adorar alos pies del ángel que me mostraba estas cosas.Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soyconsiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y delos que guardan este libro. Adora a Dios.

Apocalipsis 22:8-9

Después de haber sido inmerso en la gloria, viendotodas las cosas que serán, habiendo tenido las más gran-des visiones que ningún otro hombre de su generación,Juan recibió este simple mensaje: �Adora a Dios�.

Ya, en este momento, él debía haber tenido un docto-rado en revelación. ¿Por qué este simple mensaje: �Adora aDios�? Después de todo, eso es tan básico. ¿No hemosestado adorando a Dios ya? Estamos tan inmersos queolvidamos que el mensaje de Dios es la simplicidadde adorarle.

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El está dispuesto a enseñarnos por Su Espíritu cómoser adoradores. El está dispuesto a dejar que Su Espíri-tu se mueva sobre nosotros para hacernos extender másy más, de tal manera que aquello que le ofrezcamossea aceptable a Su vista.

Un día, todas las naciones se reunirán en Jerusalénpara adorar al Señor, el Rey de reyes y Señor de seño-res. Yo quiero estar ahí en ese día.

La actividad de que Juan fue testigo era: �alrededordel trono�, �salía del trono�, �delante del trono�, �en mediodel trono�.

Muchos cristianos sólo saben una Escritura sobre eltrono de Dios. Si les pides citar algo, responden con:

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de lagracia, para alcanzar misericordia y hallar graciapara el oportuno socorro. Hebreos 4:16

Justo en el momento de orar decimos: �Acerquémonosconfiadamente ante el trono de la gracia y hagamos nuestraspeticiones conocidas delante del Señor�. Estamos orienta-dos a las peticiones. Hay un ámbito en Dios tan grandeque, aún si vinieras con una docena de peticiones, des-pués de adorar, El pregunta: �¿Había algo que queríasdecirme?�, tú contestas: �No, Señor�.

�¿Había algo que querías preguntarme?��¡No, Señor!�. No hay preguntas, no hay pedidos.

Todo ha sido satisfecho.En Su presencia las cosas que parecían grandes para

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nosotros se hacen insignificantes. Nos preguntamos porqué permitimos que el diablo embistiera aquella cosasobre nosotros, haciéndola tan importante, y agran-dándola tanto.

Cuando estamos en la presencia de Dios, las cosasque pensamos son tan insignificantes se hacen grandes.El nos muestra lo que verdaderamente es objeto de suatención. Nos deja saber: �Yo realmente me preocupopor Israel, Israel no está al final de Mi lista. Yo real-mente me preocupo por China. Quiero que esté primeroen tu lista�.

Hay un gran cambio que viene por la adoración an-tes que por ningún otro medio. Si quieres ser cambiado,la adoración es la clave. Cuando estás adorando, túmiras Su rostro, y eres transformado de gloria en glo-ria. Nos hacemos parecidos a aquello que adoramos.Nos hacemos como El a Quien adoramos.

Puedo sentarme y leer todos los libros que se hayanescrito sobre la santidad, y podría desarrollar algún con-cepto. Pero puedo adorar un minuto y sentir Susantidad y saber lo que es. No sólo eso, puedo estudiarsobre la santidad y enojarme mientras lo hago; peroadoro y quiero ser como El.

Y levantándose el rey David, puesto en pie dijo:Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía elpropósito de edificar una casa en la cual reposara elarca del pacto de Jehová, y para el estrado de los

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pies de nuestro Dios; y había ya preparado todo paraedificar. 1 Crónicas 28:2

El lugar de adoración es el estrado de los pies delSeñor.

Entraremos en su tabernáculo;Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

Salmo 132:7

Algunas personas no han llegado a la alabanza a pesardel avivamiento de alabanza que hemos experimenta-do en los últimos treinta años. Dios los está trayendo ala alabanza. Muchos no se han movido a la revelaciónde adoración de los años ochenta todavía. Así que elSeñor les está enseñando. Algunos de nosotros tene-mos hambre de la gloria. La gloria es la revelación deDios para los años noventa. Estamos listos a adorar anteel estrado de Sus pies.

Cada culto necesita de los dos aspectos: la alabanzay la adoración. Alabamos hasta que el espíritu de ado-ración llega, y, luego, adoramos hasta que llega la gloria.La alabanza trae un aumento de la unción. Pero la ado-ración trae la majestad de Dios en medio del pueblo.La alabanza es usualmente más exuberante, tiene máspalabras. La adoración tiene esa santa quietud, tienemenos palabras, y, a veces, aún sin palabras. A veces,en silencio total, derramamos nuestros corazones alSeñor.

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El Salmo 24 dice: �Y entrará el Rey de gloria�. Despuésque has levantado tus puertas y que has levantado laspuertas eternas, el Rey de Gloria entra. ¿De quién estáhablando el Salmo? Es bien claro: �Jehová el fuerte y va-liente, Jehová el poderoso en batalla. Jehová de los ejércitos.El es el Rey de la gloria�. Cuando nosotros alabamos yadoramos, El entra.

Nosotros Le conocemos como Salvador. Le conoce-mos como Sanador. Le conocemos como el Bautizadoren el Espíritu Santo. Le conocemos como Proveedor,Jehová Yireh. Le conocemos en otras capacidades. Aho-ra, es tiempo de conocerle como el Rey de la gloria.

Cada experiencia en Dios tiene un propósito, y estepropósito es conocerle.

Nosotros vivimos por fe, dependiendo totalmente delSeñor para nuestras necesidades diarias, no porque nopodamos encontrar otra manera de financiarnos a no-sotros mismos. Podríamos. Vivimos por fe porquequeremos conocerle como Proveedor. Queremos esaconstante reafirmación de que El está velando por to-dos los asuntos de nuestra vida.

Cuando confiamos en El como Sanador, no es que nohayan otras opciones. Hay otras opciones. Pero quere-mos conocerle como Sanador.

Y estamos llegando a conocerle como el Rey de la glo-ria. La gran imagen que ves en el libro de Apocalipsises la del Rey de gloria viniendo por Su Iglesia gloriosa.El viene por una Iglesia que le conoce como el Rey dela gloria. El pelea nuestras batallas. El es el Señor de

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los ejércitos, poderoso en batalla. Pero, es solamente enel ámbito de la gloria que podemos vivir en el lugardonde El pelea todas nuestras batallas por nosotros.

Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salíauna espada aguda de dos filos; y su rostro era comoel sol cuando resplandece en su fuerza.

Apocalipsis 1:16

Entrégale a El las luchas y los problemas. El puedelidiar con ellos. Conoce al Rey en Su poder.

Canadá tiene una relación muy estrecha con Inglate-rra. Paul, el joven hijo del pastor Lucas en Calgary, amamuchísimo a la familia real. Y la ha estudiado min-uciosamente. Cada cumpleaños y cada navidad le danun nuevo calendario, otro trimestre actualizado de lafamilia real, complementado con fotografías premiadas.Cuestan mucho dinero, pero su amor es tan grande quesus padres no se atreverían a desilusionarlo.

Nosotros tenemos un privilegio aún mayor. Nos esdado conocer al Rey y conocer Su reino. Nos es dadoconocer cada cosa que pertenece al Rey y al reino. Pue-des familiarizarte con los palacios del cielo y con lascortes del Señor mucho más de lo que una persona enInglaterra podría familiarizarse con el Palacio deBuckingham, el Castillo de Windsor, y el Balmoral, lacasa de verano de la familia real. Nos es dado conocerlos misterios del reino de Dios.

Tantas veces, cuando hablamos de tener las llaves del

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reino, nos orientamos hacia la acción. En verdad, hayllaves del reino que traen acción:

Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todolo que atares en la tierra será atado en los cielos; ytodo lo que desatares en la tierra será desatado enlos cielos. Mateo 16:19

Pero, debemos estar orientados hacia el Rey del rei-no, no solamente hacia los actividades del reino.

Yo he tenido algunas experiencias maravillosas conla realeza. Hay algo tan maravilloso y misterioso acer-ca de su posición.

Dios me dio el privilegio dos veces de visitar y mi-nistrar al emperador Haile Selassie de Etiopía enprofecía. La segunda vez que fui, Dios me habló y dijo:�Ruth, yo te honraré esta vez más de lo que te honré laprimera vez�. Sentí que había sido muy honrada la pri-mera vez. El emperador no sólo me había recibido, perohabía recibido más tarde a nuestra amiga, Sarah Rush.

En la segunda ocasión, yo volé hacia allá una maña-na y tenía que salir en el vuelo de la mañana siguiente.Mis amigos decían: �Ruth, es una tontería de tu parte,llegar y esperar ver al emperador en un día, cuando élni siquiera sabe que irás�.

Todo lo que pude decir era: �Este es el calendarioque Dios me dio. Sólo puedo llegar en este vuelo y sa-lir en el avión mañana por la mañana, de manera quepueda ajustarme a Su horario�.

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A pesar de sus dudas, llamé a palacio y hablé con elministro del palacio, su excelencia Teferawerk. El dijo:�Lo siento, pero el emperador tiene una reunión con elconcilio de ministros�, y, empezó a listar todas las otrasreuniones que tenía para ese día.

Le dije: �Su excelencia, tenga la bondad de ver quépuede hacer�.

En la tarde, fui llamada a palacio. La primera vez quehabía ido al Grand Palace, fui a la cámara de audien-cia, donde el emperador recibía a los embajadores ydiplomáticos. Esta vez, fui invitada al Jubilee Palace,su hogar. Me sentía muy honrada. Su pequeño perro,Lou Lou, estaba ahí, Lou Lou y yo jugamos juntos. Di-cho sea de paso, Lou Lou fue honrado al ser el únicoperro al que le permitieran entrar en Disneylandia.

Más tarde el emperador me dijo: �Ruth, cuando Diosde te dé una palabra para cualquier cabeza de estado,no dudes, ve y cúmplelo�. Sentí que esa era una de lasmayores indicaciones que recibiera de cómo mi visitale había ministrado.

Supongo que fui una de las últimas personas que leministró antes que los problemas llegaran. En la profe-cía Dios le previno de lo que iba a suceder y le dio unarespuesta.

En la presencia de un rey, existe un gran sentido demajestad y temor reverente.

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él pusosu diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy

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el primero y el último; y el que vivo, y estuve muer-to; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos,amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Apocalipsis 1:17-18

Hay una hermosa canción que nació del avivamien-to de los años cincuenta:

¡Mirad! ¿qué clase de hombre es esteque está entre Dios y el hombre?Sus ojos son como flama de fuego.Su aventador está en Su mano.Juan lo miró en las siete iglesias.Como el sol en su brillo¡Mirad! ¿Qué clase de hombre es este?¿Qué clase de hombre es El?

Coro:El es el Señor de la gloria.El es el gran Yo Soy.El Alfa y Omega.El Principio y el FinSu nombre es Admirable.El Príncipe de Paz es El.El es el Padre EternoPor toda la eternidad. � por Phyllis Speers

El Rey es terrible, imponente y sublime. Servir al Reyno es, sin embargo, algo que deba causar temor. No

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entiendo por qué pensamos que la voluntad de Diossiempre tiene que ser algo difícil. Muchos cristianosestán tan confundidos en este punto, que si algo es duro,entonces piensan que debe ser la voluntad de Dios.

Servir al Rey es un gozo. Yo he sido tan bendecida.La voluntad de Dios ha sido deleitable. Ha sido pla-centera. Es verdad, que un día he estado en un palacio,y al otro en un suelo de barro en algún pueblito remo-to. Pero ambas experiencias fueron igualmentegratificantes. Cuando tú vas como embajador del Reyde reyes, las circunstancias de la vida no importan más.

El Rey de la gloria merece una generación escogida.El merece un sacerdocio santo. El merece una naciónsanta. El merece un pueblo único. El merece que �anun-ciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a suluz admirable� (1 Pedro 2:9).

Póstrate delante de El.

¡Adora al Rey!

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Adorando al Amado: intimidad

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En los primeros días, durante el desarrollo de mi re-lación con el Señor en adoración, frecuentementemiraba Sus pies mientras me postraba ante El. Tal pa-recía ser que hasta ese punto se extendía mi fe enadoración; pero, según mi fe fue creciendo, El no medejó ahí, a Sus pies. Poco a poco, la relación creció has-ta que me paré ante Su presencia, y Le miré cara a cara.

Empezamos por conocerle como Rey. Eso, en sí mis-mo, es glorioso. Pero El quiere llevarnos más lejos. Elquiere que Le conozcamos, no solamente como Rey, sinocomo el Novio Celestial. El quiere que Le conozcamoscomo el Amado, el Amante de nuestras almas, y El aQuien nuestras almas aman.

Cuando adoramos, derramamos nuestros corazonesa El. Derramamos nuestro amor a El. Nosotros, en oc-

¡Oh, si él me besara con besos de su boca!Porque mejores son tus amores que el vino.A más del olor de tus suaves ungüentos,Tu nombre es como ungüento derramado;Por eso las doncellas te aman.

Salomón

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cidente, vacilamos en permitir que nuestras emocionesse hagan evidentes. Continuamente las suprimimoshasta que necesitan ser despertadas nuevamente. Diosdesea que cada uno de nuestros sentidos estén vivospara El. El desea que tú te emociones profundamentecon el sonido de Su voz. El desea que tú te estremezcascon el toque de Su mano. El desea que tú sientas unaviva emoción a la vista de Su rostro. El desea que túestés profundamente conmovido cuando El se acerca.

Cuando alguien está empezando a adorar, y se ve así mismo no tan conmovido como deberían estar por lapresencia del Señor, yo lo animo a ayunar un poco. Elayuno disminuye lo natural e incrementa nuestra sen-sitividad en el Espíritu. Uno desarrolla una agudeza.Da libertad a esa cualidad de ser sensitivos que hemossuprimido una y otra vez.

Cuando el aliento del Espíritu Santo sopla hacia ti,debe haber una respuesta inmediata de tu parte: �Teamo, Señor. Te adoro�. Permite que tus labios se con-viertan en �la pluma de un escribiente ligero�. Derrama tualma a El.

Podrías estar sintiendo que todos pueden adorar me-jor que tú. Todos los demás parecen ser tan elocuentes,tan hábiles para articular las palabras, mientras que túluchas con tus inhibiciones. Eso no es verdad. Tal vezellos pueden hacer una mejor pizza que tú. O podríanhacerlo mejor que tú en un trabajo en particular. Perotu alabanza se distingue, es única, tuya. Ella toca el co-razón de Dios. El anhela oír TUS palabras de amor, la

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expresión de TU corazón, los gemidos de TU espíritu.Aún, si ella brota como la más simple expresión de tuslabios, aún siendo tan sólo suspiros, no te compares ati mismo con los demás. Dios desea TU adoración.

Tu esposo se casó contigo porque te amaba a ti. Nofue porque no hubieran millones de otras mujeres. Sucorazón se sintió atraído a ti. De la misma manera, elcorazón de Dios se siente atraído a nosotros individual-mente, como si no hubiera nadie más en el mundo. Túpodrías decir: �El tiene todos esos otros cristianos quele aman�. Pero El no estará satisfecho a menos que TUderrames TU amor hacia El. No puedes esperar quealguna hermana en el coro realice la adoración por ti.Debes realizarla tú mismo. El espera por TI.

Clama en Su presencia, no de dolor, sino de éxtasis.El quiere que nosotros conozcamos el éxtasis de estarelación íntima con El. Adórale. Póstrate ante El. ElPadre buscaba adoradores.

Como adoradores necesitamos conocer ese gran li-bro de adoración, el Cantar de los Cantares. Procuraconocerlo hasta que se haga parte de ti. Después depoco, casi lo sentirás como si tú mismo lo hubieras es-crito. Salomón sólo se te adelantó un poco, y lo pusopor escrito en el papel. Al principio, sentirás que ojaláhubieras podido tener esa habilidad para escribirlo. Mástarde, mientras te adentras más y más en la adoración,sabrás que bien podrías haberlo escrito tú mismo, pues-to que sientes las mismas experiencias donde Dios hacehablar los labios �de aquel que duerme�. Dios abrirá tu

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corazón y tocará la profundidad de tu ser, exactamen-te de la misma manera.

En hebreo, llamamos este libro �Shir Hashirim�, �ElCantar de los Cantares�, en vez de �El Cantar de Salomón�(como, a veces, es traducido). No temas a sus palabras:

¡Oh, si él me besara con besos de su boca!Porque mejores son tus amores que el vino.A más del olor de tus suaves ungüentos,Tu nombre es como ungüento derramado;Por eso las doncellas te aman.

Cantar de los Cantares 1:2-3

Recientemente, unos arqueólogos, excavando en Is-rael, encontraron una botella de dos mil años de edadcon aceite todavía dentro de ella. Ellos informaron queel aceite era como la miel en consistencia, y que esta-ban seguros de que éste era el tipo de aceite utilizadopara el ungimiento sacerdotal.

Usualmente imaginamos el santo aceite de la uncióncomo ligero. Era espeso, denso y pegajoso. ¡Quémaravilloso aceite! �Tu nombre es como ungüento derrama-do�.

Enamórate de Jesús tanto que tengas especial cuida-do al mencionar Su nombre. Siempre dilo con amor ylleno de expresión. A veces, la adoración más grandees tan sólo susurrar: �Jesús�, sólo decir Su nombre ypermitir que la fragancia de Su nombre inunde tu alma.He estado en reuniones donde la fragancia de Dios de

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pronto ha inundado un auditorio. El ha caminado en-tre nosotros, mientras pronunciábamos Su nombre.

En la primavera de 1989, yo estaba en una reunióncomo esas. De repente, parecía que alguien hubieraabierto el más caro de los perfumes para derramarlo.Era algo que París nunca hubiera podido duplicar.Cuando la fragancia llenó la habitación, había una sen-sación de la gloria de Dios. Era hermoso.

Hace algunos años, la hermana Janet Saunders y yofuimos juntas a la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusa-lén el viernes santo. La Semana Santa es muy especialen Jerusalén, aún más especial que la Navidad en Be-lén. Nosotros, a menudo, estamos presentes para elservicio del lavado de los pies el jueves en el patio, perono siempre vamos el viernes santo, porque las multitu-des son increíbles. Aquel día yo me abrí paso por lamultitud hacia la �piedra de la unción� donde, deacuerdo con la tradición, ellos dejaron a Jesús (cuandoLe habían bajado de la cruz), para ungirle y poner es-pecias en Su cuerpo antes de sepultarlo. Lo que miréahí era profundamente conmovedor. Humildes pere-grinos de Chipre, Rodas, Creta y Grecia, como tambiénde Jerusalén, habían venido, cada uno con un frascodel mejor perfume. Los miré acercarse a la piedra de launción, quitar la tapa y derramar el perfume, sin guar-dar ni siquiera una gota.

Algunos tomaban flores, arrancaban los pétalos y losesparcían por el alrededor. Habían rosas y claveles, etc.mezclando sus varias fragancias.

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Los que adoraban estaban llorando. Mi trasfondo nolitúrgico no me preparó para semejante visión. Pero miespíritu fue profundamente tocado. Me quedé allí ho-ras llorando. Pensé: �Jesús, en todos mis años deservirte, nunca había sido testigo de tan grande amorderramado hacia Ti por tanta gente al mismo tiempo�.Yo sólo sentía no haberlo sabido antes para llevar unfrasco de perfume y derramarlo al Señor.

El último viernes santo estuvimos muy ocupados. Al-gunos grupos turísticos habían estado en la ciudad lasemana anterior. Teníamos dos servicios, uno en lamañana, y otro en la tarde del Viernes Santo. Me pasépensando todo el día que me gustaría ir a la Iglesia delSanto Sepulcro. Pero, no fue posible.

Cuando la hermana Paracleta (una humilde monjade una familia de origen real de Nigeria) vino al servi-cio del Amanecer de Pascua, me di cuenta de que no lahabía visto esa semana.

�Querida, ¿dónde ha estado?�, pregunté.�¡Oh, mama mía!�, exclamó entusiasmada en italia-

no, (ella vivió y estudió en Roma por un tiempo).�Estuve en la Iglesia del Santo Sepulcro toda la sema-na santa. Me quedaba ahí por la noche y oraba noche ydía�.

Difícilmente podía contener su emoción mientras con-tinuaba: �¿Recuerda el perfume que nos trajo cuandovolvió de su último viaje a América? Yo guardé el mío.Ni siquiera usé una gota. Lo llevé a la piedra de la un-ción el viernes. Estaba tan emocionada de tener perfume

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para ofrecer al Señor. Quité la tapa y derramé todo elfrasco de perfume�.

Me alegré de que alguien a quien conocía lo hubieraderramado. Sentí como si yo misma hubiera estado ahíderramando el mío.

Cuando tú y yo adoramos, estamos destapando nues-tro frasco de perfume y derramándolo. De ningunamanera seamos escasos, dándole a El tan sólo ungolpecito o dos. Seamos pródigos, generosos. Vamos adejar que el amor fluya desde el fondo de nuestro ser.Vamos a adorarle con palabras de amor. ¡El es digno!¡Adórale!

¿Qué es lo que quieres ser? Yo quiero ser adoradora.¿Qué es lo que esperas del futuro? Yo quiero

ser adoradora.¿Qué es lo que el Padre está buscando? El Padre está

buscando adoradores.Dios nos enseñará cómo adorar. El nos ungirá con

adoración. El creará adoración de dentro de nosotros.El tocará lo profundo de nuestro ser y nos permitiráser de aquellos que verdaderamente Le adoran en Es-píritu y en verdad.

Una vez, cuando ministraba a unos amigos católicosen Inglaterra sobre este tema, uno de ellos dijo: �Measombra que Ud. enfatice el Cantar de los Cantares y ellibro de Apocalipsis. Estos eras los libros con los quelos grandes santos del primer siglo, los padres de laIglesia estaban familiarizados. Mucha gente no lee elCantar de los Cantares porque no lo entiende, y mucha

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gente lee el Apocalipsis solamente desde el punto devista de las aflicciones y los eventos del fin del tiempo,más que del punto de vista del aspecto de la gloria�.

El Cantar de los Cantares no es una alegoría. Si algu-na vez has leído una carta de amor, o un diálogo en elcual ves:

El dijo: �...�Ella dijo: �...�El dijo: �...�Ella dijo: �...�El dijo: �...�Ella dijo: �...�... y luego un comentario de lo que él dijo, y de lo

que ella dijo, no deberías tener ningún problema coneste libro. Es el poema de amor del Novio para la No-via y de la Novia para el Novio.

Algunos dicen: �Ni siquiera puedo leer palabrascomo esas�. Había un hermano entre nuestros fieles quesiempre titubeaba cuando yo enseñaba sobre el Cantarde los Cantares. Aquellas tiernas palabras lo descon-certaban.

¿Diría el Señor: �Tu eres mi amor, tú eres mi paloma?�,se preguntaba. El no era el único que tendría dificultadal leer esas palabras en alta voz. Entonces el Señor em-pezó a darle una nueva y hermosa experiencia. Elempezó a profetizar en poesía. Probablemente, él nun-ca antes había leído poesía. Sin embargo, su expresiónprofética brotaba con una hermosa forma poética. El se

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sentaba y lloraba, anonadado por la belleza que Dioshacía brotar de sus burdos labios.

Dios quiere que tú tengas la habilidad de hablar pa-labras de amor para El. Estoy segura de que la mayoríade nosotros no Le hemos hablado con la ternura que Elquisiera. Hagámoslo en los días subsiguientes. El leerel Cantar de los Cantares te ayudará. Ampliará tu ha-bilidad de adorar. Te dará la habilidad de decir al Señorcuánto Le amas. Algunas de las descripciones del Se-ñor que se encuentran ahí son tan bellas.

Mi amado es para mí un manojito de mirra,Que reposa entre mis pechos.Racimo de flores de alheña en la viñas de En-gadiEs para mí mi amado.He aquí que tú eres hermosa, amiga mía;He aquí eres bella; tus ojos son como palomas.He aquí que tú eres hermoso amado mío, y dulce;Nuestro lecho es de flores. 1:13-16

Como el manzano entre los árboles silvestres,Así es mi amado entre los jóvenes;Bajo la sombra del deseado me senté,Y su fruto fue dulce a mi paladar. 2:3

¡La voz de mi amado! He aquí él vieneSaltando sobre los montesBrincando sobre los collados.Mi amado es semejante al corzo,

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O al cervatillo.Helo aquí, está tras nuestra pared,Atisbando por las celosías. 2:8-9

¿Quién es esta que sube del desierto como columnade humo,Sahumada de mirra y de inciensoY de todo polvo aromático? 3:6

¿Qué es tu amado más que otro amado,Oh la más hermosa de todas las mujeres?¿Qué es tu amado más que otro amado,que así nos conjuras?Mi amado es blanco y rubio,Señalado entre diez mil.Su cabeza como oro finísimo;Sus cabellos crespos, negros como el cuervo.Sus ojos como palomas junto a los arroyos delas aguas,Que se lavan con leche, y a la perfección colocados.Sus mejillas, como una era de especias aromáticas,como fragantes flores;Sus labios, como lirios que destilan mirra fragante.Sus manos, como anillos de oro engastados dejacintos;Su cuerpo, como claro marfil cubierto de zafiros.Sus piernas, como columnas de mármol fundadassobre basas de oro fino;Su aspecto como el Líbano, escogido como los ce-dros.

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Su paladar, dulcísimo, y todo él codiciable.Tal es mi amado, tal es mi amigo,Oh doncellas de Jerusalén. 5:9-16

Hay un propósito en todo esto. El quiere que tú veasSu rostro. El quiere que tú mires Sus ojos. El quiere quetú mires Sus mejillas. El quiere que tú le conozcas deuna manera en que nunca antes Le hayas conocido hastahoy.

Los judíos creen que el Cantar de los Cantares se dioen la dedicación del Templo. Algunos dicen que estecantar era más importante que el Templo, y, aunque esun libro breve, ha sido de tanta bendición para noso-tros.

Si tienes cintas de cassette de la Biblia, busca aquelladel Cantar de los Cantares. Hazla tocar en tu carro yescúchala una y otra vez. Permítela internarse en tu es-píritu. Entonces, cuando adores, encontrarás que tienesuna nueva profundidad de expresión.

Dios desea despertar tu corazón al amor. El quieredespertar tu corazón a la adoración. El quiere desper-tar en ti la habilidad de adorarle.

En su libro �La cuarta muralla, Jerusalén y China�, Susanha hablado sobre la iglesia en China, �The Three-SelfMovement� es la iglesia reconocida en China (en base atres principios que rigen su autonomía), y ha sido se-veramente criticada por algunos en Occidente, quieneshan pensado de ella como de un instrumento del go-bierno. No creemos que eso sea así.

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Yo he estado en muchas de las iglesias oficiales a tra-vés de toda China, y he descubierto que es la únicaiglesia en el mundo donde cuando dices a la gente: �Va-mos a orar�, todos los presentes oran. Ellos no oranaudiblemente, pero tú puedes ver el espíritu de ora-ción de ellos. Qué hermoso ver una congregación entera,sin que nadie esté mirando distraído, o soñando de día,o planeando el menú de la cena de hoy, o haciendo cual-quier otro plan. Ellos oran. Y se concentran, de talmanera que se olvidan de todo lo demás.

La verdadera adoración es como esto. Debemos po-der ir a casa, saliendo de la Casa del Señor sabiendoque en algún momento en el culto hemos derramadonuestros corazones en amor y adoración ante El. Si nosresolvemos a que nunca iremos a la Casa del Señor sinque derramemos lo profundo de nuestro espíritu a Elen adoración, El se agradará. El se deleita en un pue-blo que se deleita en El, no solamente en lo que El hacepor nosotros, sino en Quien es El.

La adoración es una actitud del corazón, en la cual elcorazón se postra ante Dios. Nadie más está presente.No hay otro pensamiento en tu mente que no sea Dios.No has venido con una petición. No has venido por-que necesitas ser curado. No has venido en razón deotra necesidad. Has venido porque Le amas tanto y sien-tes la necesidad de expresar ese amor. La adoraciónson momentos de amor. El derrama Su amor a noso-tros, y nosotros derramamos nuestro amor a El.

La novia que aguarda en el Cantar de los Cantares

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125Adorando al Amado: intimidad

no dice: �Yo Le amo porque El me ha sanado; me sal-vó, me libró; me guió�. Ella dice: �Este es mi Amado.Este es mi Amigo�.

El Señor quiere que Le conozcamos tan íntimamenteque podamos presentárle a otras personas describién-dole, compartiendo de nuestra experiencia personal, dehaberle visto, de haber oído Su voz, de haber sentidoSu toque.

Por años, he guiado a la gente en alabanza por el mi-crófono. La primera vez que traté de conducir laadoración congregacional, me sentí tan inhibida. Laadoración es tan íntima. Me sentí desnuda y al descu-bierto en frente de la congregación. Pensé: �Nunca podréhacerlo�. El Señor me dijo que si yo no lo hacía, enton-ces quién ayudaría a enseñar a la gente como adorarlea El en la intimidad. Por Su gracia he continuado avan-zando al guiar a los demás en adoración pública. Todosnosotros nos estamos sintiendo más libres en Su pre-sencia.

Algunas de las más hermosas expresiones de amorhan salido de entre la gente joven, de los jóvenes cre-yentes. �De la boca de los niños y de los que maman� hemosoído a Dios perfeccionando la alabanza. Su amor porel Señor es tan fresco, tan contagioso. Dios desea quecada uno de nosotros Le ame tanto que sea contagiosoque otros quieran amarle de la misma manera.

Cuando estaba sirviendo al Señor en Hong Kong sien-do una jovencita, una de las críticas que recibí era quetendía a venir a la iglesia �en las nubes�, ilusionada

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por Jesús. Muchos de mis amigos en la iglesia teníanun trabajo de tiempo completo de 8 a 4 en la iglesia.Muchos de ellos sentían que si trabajaban de 8 a 4 paraDios, no querían llevar su trabajo a casa con ellos. Sisalían socialmente, no querían hablar de Dios en la tar-de. Dios era su trabajo de 8 a 4. Ellos querían hablar decualquier otra cosa durante el resto del tiempo. Recibímuchas críticas por hablar de Dios después de las ho-ras de trabajo. No puedo evitar hablar de El todo eltiempo, en cualquier momento, en cualquier lugar, entodo lugar.

Tu amor por Jesús debe ser tan contagioso que otrosdigan: �Yo quiero amar a Dios como esa persona. Quie-ro una nueva relación. Yo quiero poder describirle comoel amor de mi alma. No quiero inhibirme en mis ex-presiones de amor para el Señor�. (Si podemos hablarlibremente sobre cualquier otra cosa, Dios quiere quenosotros tengamos la habilidad de hablar íntimamentesobre El).

Cuando comenzó el derramamiento carismático, fuimuy bendecida porque estaba en Hong Kong, y tuve elprivilegio de ayudar a organizar conferencias para hom-bres como el hermano David du Plesis, el hermano EdStube, y otros. Estos hombres, a menudo, decían quelas palabras más difíciles de pronunciar para el cristia-no nominal eran: �Te amo, Jesús�. Esto es hasta quefueron llenos del Espíritu Santo. Después de hablar enlenguas, sin embargo, estas fueron las primeras pala-bras que se hablaron en su propio idioma.

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127Adorando al Amado: intimidad

Dios está trayendo un nuevo día de gloria en el queseremos capaces de derramar nuestro amor continua-mente a El sin vacilación, sin ninguna confusión odesconcierto. Nuestra descripción de El debe ser: �Supaladar, dulcísimo, y todo él codiciable�.

En el Cantar de los Cantares, El nos llama a los cam-pos. El dice: �Ahí yo te daré mis amores�. El nos llamaaparte de manera que podamos oír Su voz, esa voz�como el sonido de muchas aguas�.

Enamórate de El, adórale. Mientras más Le adores,más íntimamente Le conocerás. Mientras más íntima-mente Le conozcas, más querrás saber de El. Sirealmente conoces al Señor, no hay lugar para la indi-ferencia. Si todavía estás manchado por la indiferencia,estás viviendo muy cerca del mundo. Estás demasiadoinvolucrado en las cosas de la vida. Mientras más cer-ca vivas de El, más querrás oír Su voz. ¡Oh, la emociónviva de Su voz durante la noche, aún cuando esté co-rrigiéndonos!

Estaba en el hogar de la Doctora Elizabeth Vaughany la Señora Geri Morgan en Dallas. Un día cruzaba laciudad conduciendo el Rolls Royce de Beth. Si el Señoriba a reprenderme, no debió haberlo hecho mientrasconducía aquel hermoso Rolls. Me dijo tan claramente:�Mis caminos no son tus caminos. Mis pensamientosno son tus pensamientos�. Me emocioné. Estaba sien-do reprendida, pero estaba siendo reprendida por elSeñor. ¡Qué maravillosa voz! ¡Reprendida por el Señor!No me molestaba para nada.

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128 La gloria

�Háblame, Señor, aún si es Tu amante reprensión�.Me emocioné tanto ese día.

�Mis caminos no son tus caminos. Mis pensamientosno son tus pensamientos�.

Pensaba que sí estaba conociendo Sus caminos y Suspensamientos.

�Mis caminos no son tus caminos. Mis pensamientosno son tus pensamientos�.

Sus caminos son más altos. Sus pensamientos son másaltos. El continuamente nos llama de lo terrenal a locelestial, de lo natural a lo sobrenatural. ¡Oh, el sonidode Su voz! El puede reprenderme cuando El quiera.

Como norteamericanos, uno de nuestros problemases que oímos muchos sonidos. Oímos muchas voces.Hay aún demasiados sonidos del ministerio. Yo bro-meo con la gente (ya que yo misma tengo misgrabaciones a disposición) diciéndoles que quiero pro-ducir una cinta de audio titulada �Aprendiendo a oírla voz del Señor� para venderla en toda América. Ycuando la pones en tu tocacintas, sólo oirás el silenciopor una hora entera.

�Aprendiendo a oír la voz del Señor� ¡Una horade silencio!

Aquellos de nosotros que vivimos en el extranjero nosencontramos a nosotros mismos en lugares donde nohay nadie con quien podamos hablar. He viajado entrenes, en buses, en aviones cuando no había nadie mása quien hablarle en inglés. Así que aprendí a estar encomunión íntima con el Señor.

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129Adorando al Amado: intimidad

En los Estados Unidos estamos constantemente bom-bardeado de sonido. Debemos aprender a sintonizarnoscon la suave voz del Salvador. �Su voz es como el sonidode muchas aguas�. ¡Oh, la viva emoción de Su voz! Nopuede haber emoción más grande en el mundo. Si ledamos la espalda, si suprimimos el oír Su voz, si noapreciamos Su voz y más bien oiremos algo más, El seirá a otro lugar y le hablará a otro. Pero, si amamos elsonido de Su voz, El nos hablará con regularidad.

¿Alguna vez has llamado a alguien para decirle �Ex-traño el sonido de tu voz�? ¿Has entrado en la presenciade Dios para decirle: �Déjame oír Tu voz; no Te pidoque me digas que soy bueno, no Te pido que me digasque soy maravilloso, ni siquiera Te pido que me digasalgo que hacer o a dónde ir, sólo quiero oír Tu voz�?Deberías hacerlo. El espera oírlo.

Con deleite, la Novia en el Cantar de los Cantaresdice:

¡La voz de mi amado! He aquí el vieneSaltando sobre los montes,Brincando sobre los collados. 2:8

Y como respuesta, El tiernamente nos dice:

Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía;Has apresado mi corazón con uno de tus ojos,Con una gargantilla de tu cuello.¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposamía!

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¡Cuánto mejores que el vino tus amores,Y el olor de tus ungüentos que todas las especiasaromáticas!Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa;Miel y leche hay debajo de tu lengua;Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía;Fuente cerrada, fuente sellada.Tus renuevos son paraíso de granados, con frutossuaves,De flores de alheña y nardos;Nardo y azafrán, caña aromática y canela,Con todos los árboles de incienso;Mirra y áloes, con todas las principales especias aro-máticas.Fuente de huertos,Pozo de aguas vivas,Que corren del Líbano. 4:9-15

Yo dormía, pero mi corazón velaba.Es la voz de mi amado que llama:Abreme, hermana mía, amiga mía,paloma mía, perfecta mía,Porque mi cabeza está llena de rocío,Mis cabellos de las gotas de la noche. 5:2Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa;De desear, como Jerusalén;Imponente como ejércitos en orden.Aparta tus ojos de delante de mí,

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131Adorando al Amado: intimidad

Porque ellos me vencieron.Tu cabello es como manada de cabrasQue se recuestan en las laderas de Galaad.Tus dientes, como manadas de ovejas que suben dellavaderos,Todas con crías gemelas,Y estéril no hay entre ellas.Como cachos de granada son tus mejillasDetrás de tu velo.Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas,Y las doncellas sin número;Mas una es la paloma mía, la perfecta mía;Es la única de su madre,La escogida de la que la dio a luz.La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventu-rada;Las reinas y las concubinas, y la alabaron.¿Quién es esta que se muestra como el alba,Hermosa como la luna,Esclarecida como el sol,Imponente como ejércitos en orden? 6:4-10

El nos ama tanto.Es bueno comparar al Señor con todas las mejores

cosas de la vida. Sé que no hay comparación, pero a Elle gusta oírnoslo decir. Ustedes caballeros, sus esposassaben que ellas son las mejores, pero les gusta que se lodigan. Ellas quieren que se les recuerde porqué ellasson las escogidas. Dile al Señor porqué El es �el máshermoso entre diez mil�.

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No le temas a la intimidad. En el Cantar de los Can-tares, la relación varía: El es Rey, Pastor, el Amor delalma de ella, el Amado. Acércate a conocerle de todasestas maneras.

Algunas personas se enojan con Dios. Si debes eno-jarte, enójate con cualquiera, pero no lo hagas con Dios.

Cuando mamá y papá salieron por primera vez en elministerio, habían invertido todo su dinero en una car-pa. Los dos habían dejado sus trabajos. Durante elprimer avivamiento que condujeron, una tormenta echóabajo la carpa. Papá estaba tan enojado que decidióvolver a casa y regresar a su trabajo secular. Debe ha-ber estado hablando contra Dios porque recuerda quemamá empezó a llorar y le dijo: �Wallace, no hables deJesús de esa manera�. Eso conmovió a papá. El era tanfuerte y mamá tan frágil.

�Si mi pequeña esposa puede tomar este revés y notambalear, si ella puede aceptar las pruebas, entoncesyo también. Yo soy un hombre grande y fuerte�. Elnunca quiso volverlo a repetir. Fueron las palabras demi madre las que le conmovieron.

Si te enojas, no hables contra Jesús. En toda situacióntodo en El es hermoso. No encuentro falta en El. TodosSus caminos son altos. Todos Sus caminos son santos.Todos Sus caminos son gloriosos.

¡Adora al Amado en la intimidad!

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La gloria

Luego ... ¡permanece en la gloria!

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El ámbito de gloria

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¿Qué es el ámbito de gloria? Es el ámbito de la eter-nidad. Es la revelación de la presencia de Dios. Es lamanifestación de Su presencia. El es la gloria. El estáen todo lugar, pero la gloria es la manifestación de esarealidad. La tierra tiene aire en la atmósfera, mientrasque la atmósfera celestial es la gloria, Su presencia.Cuando la gloria desciende, es como un poco de la at-mósfera del cielo descendiendo a nosotros, unaparticipación de Su presencia manifiesta.

¿No podemos ver el aire, no es así? Pero todos noso-tros estaríamos muertos si no lo respiráramos. Noestamos conscientes del aire, a menos que veamos elviento que sopla las hojas de los árboles. Sin embargo,la tierra está cubierta por él. De la misma manera, nisiquiera una pulgada del cielo carece de gloria. Ahora,

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara des-cubierta como en un espejo la gloria del Señor,somos transformandos de gloria en gloria en lamisma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Pablo

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138 La gloria

Dios nos está permitiendo gustar de esa gloria, el Cielomanifestado en la tierra.

Dios está revelando Su gloria visible a muchas per-sonas. Yo estaba dando una charla en la iglesia del Dr.Fucia Pickett en Dallas. Un hermano vino a mí despuésdel servicio y me dijo: �Hermana Ruth, mientras Ud.estaba hablando, vimos la gloria como una nube entrary empezar a levantarse en los corredores, cubriendolentamente a la congregación. Mientras más hablaba,más la nube se levantaba. Para cuando Ud. terminó,estaba sobre las cabezas de toda la gente. Ud. estaba enla plataforma, y la gloria continuó levantándose hastaque todo lo que pudimos ver que era su cabeza.

Han habido ocasiones cuando yo he hablado en quela gente ni siquiera ha podido verme. Ellos pudieronver solamente la luz de la gloria de Dios. Muchas ve-ces, la gente me ha dicho que mientras yo estabapredicando ellos miraban una nube como la figura deun hombre que se quedaba a mi lado mientras minis-traba. La nube también ha sido vista sobre mí, a ladomío, detrás de mí, frente a mí, y sumergiéndome.

A veces, la gloria desciende como gotas de rocío. Aveces, desciende como gotas doradas de lluvia. A ve-ces, viene como un pilar de nube. A veces, viene comoun pilar de fuego. A veces, viene como niebla. Algunaspersonas ven pequeños destellos, el polvo de gloria quecae de Sus vestiduras. Algunos la ven como humo griso amarillo. La gente la ve de diferentes maneras. Noimporta exactamente cómo veas la gloria, sólo mírala.

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139El ámbito de gloria

Uno de nuestros jóvenes en Jerusalén vio la gloria yla describió como un gigante confite de malvavisco.Bueno, si se veía como un marshmallow para él, está bien.Algunos ven el fuego de Dios descendiendo como unabola de fuego o en lenguas de fuego. El vocabulariocon el que describimos la gloria no es lo importante.Experimentarla es lo importante. Dejemos que la glo-ria caiga en medio del pueblo de Dios, la gloria de Supresencia.

Así como creemos en una alabanza creada y en unaadoración creada, creemos en una gloria creada.

Y creará Jehová sobre toda la morada del monte deSion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nubey oscuridad de día, y de noche resplandor de fuegoque eche llamas; porque sobre toda gloria habrá undosel [cubierta a manera de techo], Isaías 4:5

Sólo estamos empezando a ver del Día glorioso delSeñor. Dios nos ha mostrado que cada día podemos ex-perimentar la gloria a través de la simplicidad de laalabanza y la adoración. No es que no hayamos tenidoalabanza en la iglesia. No es que no hayamos tenidoadoración en la iglesia. Y no es que no hayamos tenidogloria en la iglesia. Pero, no sabíamos cómo la alaban-za y la adoración funcionaban juntas para traer la gloria.

No importa si estoy orando sola, con tres o cuatromás, o con tres o cuatro mil; si yo alabo y continúo ala-bando hasta que el espíritu de adoración llegue, y

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continúo adorando, pronto la gloria llega. Debemostomarnos tiempo para adorar, como nos hemos toma-do tiempo para alabar.

No debe tomarnos horas. A medida que aprendes afluir en el Espíritu, puedes llegar más rápidamente allugar secreto.

Jacob vio la escalera con los ángeles ascendiendo ydescendiendo. En Hebreo, la palabra para escalera es�sulam�. Tiene un valor numérico de 136. De manerasimilar, la palabra que significa voz, �kol�, tiene el va-lor numérico de 136. Entonces la voz se convierte en laescalera de ascenso. Los ángeles regularmente nos es-tán mirando en nuestras reuniones. Ellos vienen porquenuestra alabanza y adoración crea la atmósfera del cie-lo. La alabanza y la adoración traen la atmósfera delcielo. El Señor hace descender la gloria hacia nosotrosy nos hace subir hasta la gloria. ¿Tienes hambre de lagloria?

Nunca pienses que has ido más allá de la alabanza.La alabanza siempre es necesaria. Es la llave, es el en-trar, es el ascenso. A menudo, la gente trata de empezarel servicio adorando. Simplemente no funciona de lamisma manera. Dios nos honra en razón del hambrede nuestros corazones. Pero, si queremos experimen-tar una adoración profunda, necesitamos una alabanzavibrante primero. Si tenemos una alabanza vibrante,tendremos una adoración profunda después. Y tendre-mos la totalidad de la gloria de Dios manifestada.

Tal vez nunca has oído el sonido de la gloria. Hace

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141El ámbito de gloria

algunos años, un domingo de Pascua en Jerusalén, tu-vimos un día muy atareado. Mi hermano partía esamañana temprano con el grupo de su tour para cruzarla frontera del Jordán de camino de regreso a los Esta-dos Unidos. El día empezó para nosotros con el serviciodel amanecer. Luego, recibimos mucha gente para eldesayuno y fuimos a despedir al grupo. Tuvimos nues-tro servicio del domingo y luego el almuerzo. En latarde, fuimos a oír un coro cantar �El Mesías�. Para cuan-do llegamos, más o menos cerca de las seis, para elservicio de la noche, me preguntaba si nuestra genteestaría demasiado cansada como para que el culto noresulte bueno.

Mientras comenzábamos el servicio, Karen Stage, unade nuestras jovenes dio una palabra. No estoy segurade que fuera una palabra de alabanza o de profecía,pero había un sonido de eternidad en su voz que eratan glorioso. Fue refrescante. Fue como si en un segun-do hubiéramos tenido todo un mes de vacaciones.Estábamos listos para el servicio. Ella trajo la eterni-dad a la reunión con su voz. Era el sonido de la gloria.

Si Hitler pudo controlar a las masas en un sentidonegativo con su voz, entonces Dios tendrá un puebloque tenga unción en sus voces. Cuando ellos hablen, lagloria de Dios será manifestada.

Algunos criticaban al hermano Roland Buck y sus ex-periencias con los ángeles las cuales relata en su libro:�Angeles en Asignación�. Cuando el libro fue publica-do por primera vez, mamá trajo una copia consigo

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cuando visitó Jerusalén. Mientras lo leía en alta voz paramí, llorábamos juntas. Nos sentíamos tan bendecidaspor las historias que contaba. Ella leía un poco, y llorá-bamos un poco. Entonces ella leía un poco más yllorábamos un poco más. Nosotros sabíamos que erade Dios.

Durante el tiempo en que más lo criticaban, alguiennos trajo las grabaciones en las cuales él contaba la mis-ma historia del libro. Mientras escuchaba los cassettes,pude oír el sonido de eternidad en su voz. Yo conocíaese sonido del cielo. Yo conocía ese sonido glorioso. Nisiquiera tenía que oír lo que él decía. Yo reconocía elámbito del Espíritu. Hay un sonido de gloria queministra hasta lo profundo del espíritu.

William Branham tenia un sonido de gloria en su voz.Dios ha usado a Harold Bredeson, un ministro lleno

del Espíritu de la Iglesia Reformada Holandesa, parabendecir a mucha gente. Siempre fui bendecida por suministerio porque había un sonido de gloria en su voz.

Ciertas personas lo tienen, aún cuando no estén ala-bando o adorando. Pueden estar hablando del preciodel fréjol, sobre el arroz en China, y todavía tener esesonido de gloria en sus voces.

Jesús tenía ese sonido en Su voz. Y Dios desea poner-lo en nuestras voces. Lo obtendremos a medida queusemos nuestras voces más y más para alabarle y ado-rarle a El.

Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conoci-miento de Dios y de nuesto Señor Jesús.

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143El ámbito de gloria

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y ala piedad nos han sido dadas por su divino poder,mediante el conocimiento de aquel que nos llamópor su gloria y excelencia, 2 Pedro 1:2-3

No es suficiente que la gloria de Dios sea reveladaen China, Africa o Asia. Yo debo vivir en el ámbito degloria revelado en mi vida. Mientras la gloria se reve-la, yo comienzo a tener gracia y paz multiplicadas paramí. La gloria actúa en nosotros para hacernos venceren todos los aspectos. La gloria trabaja en nosotros parahacer brotar la excelencia. Debemos ser conocidos comoaquellos que tienen excelentes espíritus y excelentesministerios. La única manera en que podemos obteneresa excelencia es por conocer el ámbito de la gloria deDios.

Algunos de ustedes estarán pensando: �HermanaRuth, pensé que queríamos la gloria para ver milagrosde sanidad y liberación�. Sí, también queremos eso, yviene con la gloria. Pero no todos están enfermos, y to-dos y cada uno necesitamos paz y gracia.

Hace muchos años el Señor me habló en Jerusalénque debíamos tener enseñanza sobre la gloria en nues-tro Escuela Bíblica. Sentí que no estaba equipada paraenseñar sobre el tema. Así que llamé a la hermanaVictorine Cheek, muy experimentada en el movimien-to Pentecostal, quien había enseñado la Biblia pormuchos años. Ella enseñaba para nosotros una vez porsemana. �Hermana Victorine�, le pregunté, �¿quisiera

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enseñarnos sobre la gloria? Dios me dijo que quería querecibiéramos algunas lecciones sobre el tema�.

Ella dijo: �Sí�. Pero más tarde lo pensó mejor y llamópara decir que no creía estar preparada para enseñarsobre la gloria.

Bueno, yo sabía que Dios quería que nosotros apren-diéramos más sobre la gloria, así que decidí enseñar loque sabía. �Les voy a enseñar todo lo que sé de la glo-ria�, les dije a nuestros alumnos el primer día, �ydespués tendremos que creer que la revelación de Diosbrotará sobre el campo de la gloria�. Y eso es lo quehicimos.

Cuando predicas sobre la salvación, la gente se sal-va. Cuando predicas sobre la sanidad, la gente se sana.Cuando predicas en lo que concierne a una provisiónfinanciera, la gente empieza a actuar dentro de la pro-visión de Dios. Y cuando predicas sobre la gloria,empiezas a tener una revelación de la gloria de Dios.

Dios, en Su fidelidad, empezó a enseñarnos. Ymientras mirábamos lo que la gloria significaba, encon-tramos, sin embargo, que el enemigo de nuestras almastenía una diversidad de tácticas para tratar de desviarnuestros ojos del Señor y Su gloria hacia los problemasdiarios de la vida. Dios le dio a uno de nuestros jóve-nes un coro:

¿Qué saldrá del fuego del Señor?¡Solamente GLORIA! ¡Solamente GLORIA!¿Y qué desearemos?

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¡Solamente la GLORIA! ¡Solamente la GLORIA!¿Y a Quién desearemos?¡Solamente a JESUS! ¡Solamente a JESUS!

Nos decidimos a que nada nos evitaría o distraería einsistimos en la gloria. Ahora, difícilmente hay una vez,cuando nos reunimos, en que una bella sensación de lagloria de Dios no llegue en medio nuestro.

Cuando inicialmente empezamos a utilizar la iglesiacatólica, San Pedro en Galicantu (Galicantu quiere de-cir el gallo cantó era una increíble oportunidadecuménica que iba mucho más allá de cualquier otroacontecimiento ecuménico en Jerusalén en ese tiempo.

No sabíamos por cuánto tiempo tendríamos el privi-legio de adorar en el Monte de Sion. No conocíamostodos los propósitos de Dios para nosotros, sólo el prin-cipio. Así que le prometimos a Dios que cada noche lealabaríamos y adoraríamos a El con todo lo que tenía-mos dentro. Aún en noches muy frías, el Señor nos ayudóa cumplir la  promesa.

Cada noche adoramos como si fuera la única nocheque podíamos adorar en el Monte de Sion, aunque, enrealidad, tomamos prestada la iglesia por cerca de diezaños, y todavía tenemos una estrecha relación con lospadres.

La alabanza es entrar en la presencia del Señor. Elespíritu de adoración viene mientras entramos en ellugar de gran unción.

Alguien ha dicho que tenemos que profundizar más

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para ir más alto. Yo creo que es como la pregunta delhuevo y la gallina: ¿Quién es primero: el huevo o lagallina? Personalmente creo que debemos ir más altopara profundizar más. En la alabanza ascendemos.Mientras más exuberante es la alabanza, mayor serála profundidad de la adoración.

La alabanza trae la unción, pero la adoración trae lagloria. Si quieres la gloria en cada culto, también debehaber adoración en cada culto. Y, así como alabamoshasta que la unción crece, así debemos adorar hasta quellegue la gloria.

En algunos servicios, podemos tomar más tiempo enla adoración. Me gustan los cultos de la mañana, por-que podemos darnos la libertad de alabar y adorar pormás tiempo, de manera que la gloria pueda llegar.Cuando la gloria llega, dos cosas ocurren. Uno, el espí-ritu de revelación empieza a trabajar en nuestroscorazones. Dos, somos cambiados por la gloria.

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Es-píritu del Señor, allí hay libertad.

2 Corintios 3:17

Esa libertad viene mientras adoramos. El verso 18dice:

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descu-bierta como en un espejo la gloria del Señor, somos

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transformandos de gloria en gloria en la mismaimagen, como por el Espíritu del Señor.

Entra en el ámbito de gloria y mira las maravillosascosas que Dios tiene esperando por ti.

Uno de los más importantes ingredientes para tenerla gloria revelada es la unidad. Vimos que podíamosestar cantando la misma canción y danzando la mismadanza sin estar en el mismo espíritu. Cuando llegamosa tener el mismo espíritu, brota la unidad. Y cuandobrota la unidad, inmediatamente cae la gloria. Tu de-seo por la gloria te hace estar gustoso de poner de ladotodas las cosas menores por las cuales luchaste en elpasado y que, en realidad, no tienen importancia a laluz de la eternidad.

En una orquesta, cada músico afina sus instrumen-tos, y luego siguen al director. No están chequeandopara ver si están sincronizados con cada uno. Más bien,mientras están sincronizados con el director, automáti-camente van al mismo tiempo que cada uno de losmúsicos restantes. El Señor nos mostró que si, en unmomento dado, cada uno está centrado en el Señor, esoes unidad.

Me gustan tanto las frases del coro:

Olvidemos nuestro seralabemos al Señor

con el corazón

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Una mañana todos vinimos a la reunión de oraciónen Belén un poco cansados de una reunión que habíaterminado tarde la noche anterior. Un hermano esa ma-ñana, en más o menos dos minutos, subió al monte deDios y ya estaba en la cima agitando su bandera. �¡Es-toy aquí! ¡Estoy aquí!� Nadie más había alcanzado nilas faldas del monte todavía.

En los primeros años del movimiento Pentecostal,cuando alguien era bendecido, otros se alegraban deque haya sido bendecido, y se mantuvieron mirándolea el mientras que se gozaba. Ahora, no es así. Yo lepalmeé el hombro, y le dije: �Baja, y vamos a subir to-dos juntos�.

Este no es un día en el que una persona mira la gloriay el resto sólo nos sentamos a escuchar sus alabanzas.¡Oh, no! Este es el día en que toda carne la verá juntocon todos. No hay nada más maravilloso que la gloriasiendo revelada colectivamente a una congregaciónentera.

Esa mañana el hermano bajó, y nosotros continua-mos alabando, subiendo, hasta que cada uno empezó afluir con los demás. Fluyendo juntos subimos más ymás alto. Entonces empezamos a adorar, y la gloriavino. Después que habían pasado como dos horas, lepalmeé el hombro y le dije: �¿No es mejor así?�.

�Sí�, admitió, �es mejor cuando todos nosotros ve-mos la gloria juntos�. Dios nos está enseñando comohacerlo. Lo que previamente pasó individualmente

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149El ámbito de gloria

está ocurriendo ahora congregacionalmente. Fue elaspecto congregacional de la alabanza lo que resultónuevo a la gente cuando llegamos por primera vez aJerusalén.

Alaben la misericordia de Jehová,Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.Exáltenlo en la congregación del pueblo,Y en la reunión de ancianos lo alaben.

Salmo 107:31-32

Pastores, y líderes de la alabanza, no se turben cuan-do tratando de conducirse en esta forma y no siempreparezca funcionar. Dios les enseñará. A veces, apren-demos más por las veces en que no lo logramos. Ahora,por lo menos, estamos conscientes de que no lo logra-mos. Antes, ni siquiera estábamos conscientes de ello.Simplemente continuábamos con nuestros patrones ynuestra manera de adoración.

Queremos que la gloria de Dios sea manifestada enmedio de la gente en estos días. Y Dios nos está ayu-dando a saber cómo debemos alabarle, a saber cómoadorarle, hasta que la gloria de Dios sea revelada.

En el ámbito de la adoración, estamos más conscien-tes de la calidad del amor de Dios. Pero en el ámbitode la gloria estamos más conscientes de Su santidad.Es por eso que los ángeles claman: �¡Santo! ¡Santo!�

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Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo,santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está lle-na de su gloria. Isaías 6:3

Cuando entramos en el ámbito de la gloria, no sola-mente entendemos porqué los ángeles claman santo,¡sino que nos unimos a ellos!

¡El ámbito de la gloria es el ámbito de la eternidad!

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La gloria trae libertad

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La primera cosa que notamos acerca del ámbito degloria es la libertad o desenvoltura que trae consigo.La gloria trae desenvoltura en todas las dimensionesde ministerio. La gloria trae una facilidad, por ejem-plo, en el ministerio de sanidad. Podremos haber oradopor los enfermos en una dimensión, pero cuando nostrasladamos al ámbito de la gloria, la sanidad simple-mente se produce, no hay esfuerzo.

La gloria trae facilidad en el área de las finanzas.Donde hemos pedido a la gente que dé al Señor, y, talvez, hemos tenido que apremiarlos a hacerlo a veces,cuando la gloria viene, ellos pronta y gustosamentevacían sus billeteras.

Lo que sea que Dios nos ha llamado a hacer, en cual-quier ámbito del ministerio, la gloria trae una facilidad

Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, paraque ninguno caiga en semejante ejemplo de des-obediencia.

Pablo

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154 La gloria

a ello, y se lleva la lucha, el forcejeo y el esfuerzo. Tehace sentir como si estuvieras en un trineo del EspírituSanto que va deslizándose. Simplemente le dejas al Reyde Gloria hacer el trabajo.

�¿Qué hago en las situaciones extremas de la vida?�Si puedes estar a solas con Dios y empezar a alabarle,luego trasladarte a la adoración, y permitir que la glo-ria descienda, te encontrarás a ti mismo como untriunfador. Encontrarás a Dios trabajando a tu favor.

Unos años atrás, cuando acababa de volver de un viajeal extranjero, entré y me interné entre nuestros herma-nos en Jerusalén. Nunca había sentido la gloria de Dioscomo la sentí ahí ese día. Había una majestuosa sensa-ción de Su presencia. Nunca había sentido tal reverenciaantes o desde entonces. Muchos han experimentado loque llamamos ese �silencio santo�. Después de una granalabanza y regocijo y mucha adoración, pareciera queel líder hubiera llevado a la orquesta a una quietuddespués del crescendo, y todos permanecen en totalquietud, sintiendo la majestuosa presencia de la gloriade Dios.

Ese día en Jerusalén me sentí como nunca antes. Depronto tuve la comprensión de cuán fácilmente era le-vantar a los muertos y sanar cualquier forma deenfermedad. ¡Cuán fácil es en el ámbito de la gloria!¡Cuán fácil ver a la gente saltar de la silla de ruedas yfuera de sus camillas! ¡Cuán fácil es ver los ojos ciegosabrirse y los sonidos sordos destaparse! En ese ámbitonada es imposible.

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155La gloria trae libertad

Esa gloria debió haberse quedado con nosotros pordos o tres horas. Dios nos estaba dando un anticipo,como lo hace a menudo, de un día mayor, de maneraque podamos estimularnos a nosotros mismos, y a losdemás, a trasladarnos a ese ámbito de la gloria.

Dios me mostró ese día que si la muerte no está obran-do en mí, si no hay amargura, si no hay contienda, sino hay crítica (nada relacionado con la muerte), puedomandar sobre la muerte. Si la muerte está obrando enmí, no tengo autoridad sobre la muerte. Si solamentela vida está fluyendo a través de mí, tengo la autoridadsobre la muerte y puedo ordenarle en el nombre delSeñor. Debemos trasladarnos al poder de la resurrec-ción de Dios. A medida que vivimos en el ámbito de lagloria, veremos lo milagroso, como el mundo nunca loha visto.

Katherine Kuhlman ministró en el ámbito de la glo-ria. Ella simplemente puso en palabras, dijo al pueblolo que vio que Dios estaba haciendo.

William Branham ministró en el ámbito de la gloria.Hay algunos individuos hoy en día que están apren-

diendo a fluir en el ámbito de la gloria. Pero el Señorva a sacar congregaciones enteras en todo el mundoque sabrán cómo trasladarse a ese ámbito.

Si hemos aprendido a alabar, y nos hemos hecho unpueblo que alaba (donde no era así en el pasado), sihemos aprendido a adorar, y nos hemos hecho un pue-blo que adora (donde no era así en el pasado), ¿no

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156 La gloria

puede Dios hacernos ser un pueblo de gloria con unaunción de gloria?

Las Escrituras dicen:

Porque la tierra será llena del conocimiento de lagloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.

Habacuc 2:14

Dios no está diciendo que Su gloria descenderá so-bre el mundo, así no más. ¡No! Dios siempre hautilizado vías terrenales. Así que, si vamos a ver un in-cremento de la gloria en la tierra, será a través depersonas como tú y yo. Debemos sentirnos familiariza-dos con la gloria. Debemos experimentar el ámbito dela gloria como nunca antes.

Cada hijo de Dios lleno del Espíritu tiene el privile-gio de traer la gloria y la libertad a un culto, a suspropias vidas, a sus hogares, a sus iglesias, a sus co-munidades, y a su nación. Lo hacemos con nuestrasvoces. El levantar la voz trae una atmósfera diferente aun lugar.

Mi amigo, Don Walker, dice: �La productividad dela semilla no está determinada por la semilla en sí mis-ma. Está determinada por el suelo. El suelo preparadopor el Espíritu recibe la semilla, que, en su tiempo, pro-duce cien veces más�. En el ámbito de la gloria, somosterreno fértil, y podemos producir cien veces más.

Cuando la gloria está presente, ya no necesitas traba-jar en tu ministerio de la manera que acostumbrabas a

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157La gloria trae libertad

hacerlo. Ya no tienes que trabajar en tu negocio comosolías hacerlo. Ya no tienes que trabajar con tu familiacomo lo hacías. Hay un descanso, una facilidad o liber-tad en el ámbito de la gloria.

Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para queninguno caiga en semejante ejemplo de desobedien-cia. Hebreos 4:11

El apóstol Pablo nos presenta una paradoja. Hay unalucha, una labor. Procurar requiere esfuerzo. Pero, lu-chas sólo para entrar. Una vez que entras conoces eldescanso.

¡La gloria trae libertad!

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La gloria trae revelación

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La gloria trae revelación. A medida que Su presenciase manifiesta, comienzas a mirar en ese ámbito de lagloria.

La revelación siempre principia con el Señor. La re-velación puede ser simple, al principio, mientrasempiezas a mirar al Señor. Algunos ven tan sólo Suspies. Algunos ven sólo Su mano. Algunos ven Su ros-tro.

¿De dónde viene esa �iluminación del conocimiento dela gloria de Dios?� Viene de la misma �faz de Jesucristo�.Es por eso que vengo al culto y empiezo a alabar. Lue-go, continuo con la adoración. Y, entonces, a medidaque adoro, empiezo a mirar al Señor. La gloria traeunción para mirar. Estoy segura de que muchos de us-tedes nunca han mirado el rostro del Señor. Puedo

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas res-plandeciese la luz, es el que resplandeció ennuestros corazones, para iluminación del conoci-miento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

Pablo

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162 La gloria

asegurarte que si tú adoras hasta que la gloria llegue,empezarás a mirarle. Mientras más adores, y mientrasmás llegue la gloria, más verás. Llegarás al lugar don-de nunca adorarás sin mirar el rostro de Jesús.

�El conocimiento de la gloria de Dios� nace del �rostrode Jesucristo�. Por lo tanto, debemos ser de aquellos quemiran Su rostro. No es meramente un privilegio conce-dido a un grupo selecto de gente. Es dado a cada unode nosotros el tener ojos con una unción para ver.

En los primeros días de movimiento Pentecostal, nonos fue enseñado que todos nosotros podíamos ver.Creíamos en tener visiones, y siempre existieron aque-llos que tuvieron visiones. Y, en razón de que no se nosenseñó en creer para ver, muchos de nosotros hemosestado sin mirar por años. Dios nos habló un día enJerusalén y dijo que el hombre completo (en lo natural)ve, oye y siente. Si alguno no oye, decimos es �sordo�.Y si oye un poco, decimos �oye poco�. Si no puede vernada, decimos es �ciego� o, si ve sólo un poco, deci-mos �ve oscuramente�. Sin embargo, nunca se nosenseñó que todos nosotros podíamos ver en el Espíri-tu.

Dios quiere llevarnos en visión hasta Su trono. Quie-re mostarnos el rostro de Jesús. Cuando veo a Jesús,soy cambiada. Cada vez que me paro en la gloria, soycambiada un poco más. Cada vez que miro Su rostro,tengo el deseo de ser más como El. El es el ejemplo. Esen la gloria que yo Le miro y deseo ser como El.

Puede haber un deseo general de ser como El, fuera

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de la gloria. Pero, en la gloria, yo sé lo que es ser comoEl. Sé como se siente Su compasión. Sé como se sienteSu santidad. Sé como es Su amor. Sé como es Su mise-ricordia. En la gloria, yo Le conozco como de ningunaotra manera pudiera conocerle.

El Señor quiere que seamos ungidos para ver. Cadacosa que Ezequiel miró, tú y yo podemos verlo. Sim-plemente, nosotros no hemos enseñando lo suficienteacerca de ver en el Espíritu. Dios me mostró que si lagente es enseñada, es muy fácil para ellos ver el rostrodel Señor. Lo probé en las reuniones del campamentode verano.

La hermana Gladys Faison, quien había asistido anuestra iglesia por quince o veinte años, vino a la pla-taforma llorando una noche esa semana.

�Hermana Faison, por qué está Ud. llorando?�,le pregunté.

�He sido tan bendecida�, dijo, �Todos estos años heestado luchando, deseando tener una visión del Señor.He luchado, deseando mirar lo celestial. He luchado,esforzándome por entrar en algo eterna. Esta semana,mientras hemos estado cantando en el Espíritu, he vis-to al Señor cada día. He visto el cielo. Y todo ha venidotan fácilmente. Nunca supe que era tan simple�. Doce-nas de otros tuvieron experiencias similares.

A veces, voy a iglesias que tienen algunos cientos depersonas, y ninguno de ellos ha visto jamás el rostrodel Señor. Y mientras la congregación de pie adora pordiez o quince minutos, por lo menos cincuenta de ellosmiran al Señor por primera vez.

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164 La gloria

¿Por qué ocurre en ese momento y surge tan fácil-mente? Porque han sido enseñado que pueden ver yhan mirado esperando ver. Cuando miras esperandover, empiezas a ver.

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Es-píritu del Señor, allí hay libertad.Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descu-bierta como en un espejo la gloria del Señor, somostransformados de gloria en gloria en la misma ima-gen, como por el Espíritu del Señor.

2 Corintios 3:17-18

No importa cuánta experiencia tengas en Dios, nun-ca tendrás nada más estremecedor que mirar Su rostro.En la gloria, tú gradualmente aprendes como venir yver Su rostro más seguido. Su rostro no es, entonces,tan difuso. Y, tampoco, lo ves oscuramente a través deun cristal. Le miras cara a cara.

Recuerdo una vez en que anhelaba verle así. Algu-nos de mis amigos le habían visto cara a cara y yo no.No sabía cómo hacerlo. Ojalá alguien hubiera dictadoun seminario sobre el asunto. Tenía tanta hambre, tan-ta, tanta hambre de ver Su rostro. Me siento tanagradecida de que El me enseñó como.

Recuerdo los días en que Irene lloraba porque todoslos demás tenían visiones y ella no. Ahora, el espíritude revelación actúa tan bellamente en ella que es ungozo estar en una reunión con ella.

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165La gloria trae revelación

Si tú alabas hasta que el espíritu de adoración llegue,y si adoras hasta que la gloria descienda, verás al Se-ñor. El se mostrará a Sí mismo a ti en tantas maravillosasmaneras. Le verás más y más claramente, y le conoce-rás más y más íntimamente, hasta que tu corazón bullacon tanto amor por El que puedas escribir tu propioCantar de los Cantares.

Por muchos años no pude entender por qué el Señordecía tantas veces en las Escrituras: �Buscad mi rostro�.Desde que me convertí en una adoradora, he aprendi-do que la voluntad de Dios y los propósitos de Diospueden ser vistos en el rostro del Señor. Cuando estásmirando Su rostro, conoces Sus propósitos. Conoces Sumente. Conoces Sus deseos. Miras Su corazón.

He mirado en Su rostro, y he visto los prados para lacosecha del mundo. He mirado en Su rostro, y he vistoel mapa del mundo.

La experiencia de Juan es un buen ejemplo para no-sotros. Todo lo que él miró podemos verlo nosotros.Casi cada capítulo del Apocalipsis contiene la palabra:�Vi� o �Miré�.

Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; yvuelto, vi siete candeleros de oro.

Apocalipsis 1:12

Juan se dio vuelta para ver. Gracias a Dios por el vol-vernos que nos permite ver en el ámbito de la gloria.Algunas personas están cansadas de los cambios. Otros

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tienen miedo de los cambios. Dicen: �No me pidas vol-verme más allá para ver a Dios�, cuando quizás el másleve giro les traería al lugar donde es posible mirar. Note canses del esfuerzo personal cuando se trata de bus-car a Dios. Juan se dio vuelta y miró.

¿Qué vio? Vio siete candeleros de oro. Al final delcapítulo vemos que los siete candeleros de oro son lassiete iglesias. Si tienes problemas con ver al Señor, sabeesto: El siempre será encontrado entre Su pueblo, enmedio de la congregación. A veces, cuando la gente estápasando por las angustias de la vida, cuando tienencargas y son severamente probados, se van de la igle-sia. Huyen de la religión. Huyen de aquellos que aman.

�Estoy harto�, dicen. �He tenido suficiente�.Siempre encontrarás al Señor en medio de las igle-

sias, sin importar cuán imperfectas sean. Ese es el lugardonde El desea ser encontrado. Ese es el lugar dondeEl será visto. El ama a la Iglesia y se dio a Sí mismo porella.

No importa el lugar donde nos congreguemos, si enuna catedral gótica o en una casa en los suburbios. Elama a la Iglesia y siempre será encontrado en mediode ella. Si quieres ver al Señor, mira en la Iglesia. Juanse dio vuelta, y vio siete candeleros de oro.

Y en medio de los siete candeleros, a uno semejanteal Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llega-ba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cintode oro.

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167La gloria trae revelación

Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blancalana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

Apocalipsis 1:13-14

Yo he mirado en esos ojos flameantes, y he sentidoSu amor como fuego ardiente. Ese fuego de amor nopuede ser apagado hasta que todos Sus propósitos parael mundo sean cumplidos. Esa pasión por las almas delos hombres y por la humanidad perdida nunca puedeser disminuida. He mirado en Sus ojos, y he visto lasnaciones del mundo. He mirado en Sus ojos, y he vistoel clamor de Su corazón (dependiendo del período detiempo y de lo que ha estado pasando en la tierra).

Si quieres ver el corazón de Dios, mira en Sus ojos.Verás Su corazón. Conocimiento y sabiduría provienende los ojos del Señor.

Pudieras ver Su boca u otras partes. Entonces, mien-tras esperas en Su presencia, El podría enseñarte otrascosas, si tú tienes tiempo. (Nosotros no siempre tene-mos tiempo para lo que El quiere enseñarnos). El podríaenseñarte partes del cielo. Podría enseñarte su hermo-so jardín de rosas, su jardín de amor, más grande quelos jardines de Shalimar en Kashmir, India, o que cual-quier otro jardín famoso en el mundo. No hay espinasen las rosas, y las flores nunca se marchitan. El podríaenseñarte los árboles que están floreciendo en los cie-los.

Podría llevarte a la cámara de música del cielo. Cuan-do vi ese cuarto era muy parecido a las grandes

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bibliotecas con montones de libros en alto y una esca-lera para alcanzarlos. Vi ángeles sacando manuscritosy poniéndolos en las bocas de los creyentes que que-rían cantar un nuevo cántico al Señor. Podrías ver unángel bajando algunas nuevas canciones y aprestándo-se a impartírtelas.

El podría enseñarte todas las bellezas que ha prepa-rado para aquellos que Le aman.

Podría llevarte a la cámara de mando del cielo y mos-trarte cómo El ordena la actividad de Sus ángeles enese momento. Podrías ver los ejércitos celestiales sien-do enviados. Podrías verle mandando y comisionandoa algunos ángeles en particular para ayudar en ciertasáreas en particular en el mundo.

Dios me ha mostrado tantas cosas maravillosas delcielo. Una de las cosas que más me impresiona sobre elámbito del cielo es que no hay barreras, no hay límites.En lo natural, no puedes ir muy lejos sin que encuen-tres alguna barrera de algún tipo. Pero, cuando estásen el Espíritu y estás en lo celestial, no hay barreras, nohay limitaciones. Hay millones de millas abiertas a cadalado tuyo.

Muchos han compartido con nosotros sus experien-cias del cielo. Mi tío, el Doctor William A. Ward, tuvoexperiencias tan maravillosas en el cielo que compar-tió con nosotros. Fue levantado una y otra vez a locelestial. Dios desea que todos nosotros seamos ungi-dos para ver.

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169La gloria trae revelación

Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,Ni han subido en corazón de hombre,Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

1 Corintios 2:9

Pero, ese no es el fin de la idea:

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíri-tu... Verso 10

Dios desea que vivamos en el ámbito de revelación.Y nosotros podemos vivir en ese ámbito de revelacióna medida que vivimos en la gloria del Señor.

Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carnejuntamente la verá; porque la boca de Jehová hahablado. Isaías 40:5

El tiempo está llegando en que toda carne juntamen-te verá la revelación de la gloria de Dios. En estos díasDios está viniendo a nosotros individualmente paramostrar Su gloria, Su poder, a Sí mismo.

Hemos experimentado períodos de varias semanasen Jerusalén en que la gente miraba al Señor, no sola-mente en visiones, sino personalmente. El venía a ellosen forma física. Ellos lo miraban caminar por las callesde Jerusalén. El les estaba hablando. Hemos tenidomuchas gloriosas visitas angelicales en las que la gentese sentó al lado de los ángeles y habló con ellos. Ellos

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170 La gloria

estuvieron con ángeles y fueron ministrados por ellos.Ellos podrían hablar por horas acerca de esas experien-cias. Sucede en la gloria.

Tú podrías decir: �Hermana Ruth, no soy tan espiri-tual como para todo eso todavía. Soy un nuevocreyente�. A menudo, vemos que los nuevos creyentesentran en estas cosas más fácilmente porque no tienennada que des-aprender. Muchos tienen la impresión deque estas cosas son para unos pocos selectos. Yo mis-ma, estuve dispuesta a vivir y viajar, por años, oyendola voz de Dios, pero sin tener ninguna visión. Pero,desde el momento en que Dios me despertó para com-prender el hecho de que yo necesitaba ver también, mivida ha llegado a ser completa, de una manera que an-tes no experimenté.

En lo natural, no sé de nada peor que la ceguera, deno poder ver las bellezas de la naturaleza. Para un cris-tiano, no ver al Señor, y simplemente caminar a ciegas,es igual de malo. Ver es una de las maneras en que Diosnos habla.

No hay necesidad de que caminemos a ciegas. La glo-ria de Dios es revelada. Si podemos tener fe para quela gente sea sanada, si podemos tener fe por las finan-zas, si podemos tener fe para ir a las naciones, ¿nopodremos tener fe en el área de la adoración y creerque veremos la gloria de Dios? No dijo el Señor: �Sicrees, verás la gloria de Dios� (Juan 11:40). Dios quiereque seamos ungidos de esta manera, que tengamos esedeseo en nuestro corazón, para ver la gloria de Diosrealizada.

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171La gloria trae revelación

En nuestros campamentos, a través de los años, he-mos tenidos gloriosas visitas angelicales. Hemos tenidoexperiencias en la noche en las que la gloria de Dios havenido y ha ministrado a la gente. El Rey de la Gloriaestá presente, como Dios prometió. Pero, en estos últi-mos días, veremos un incremento tanto de Su presenciacomo de aquella de Sus ejércitos celestiales.

Cuando levantan sus cabezas en alabanza y son le-vantados por el Espíritu a la adoración, el Rey de Gloriavendrá. El peleará tus batallas por ti. Traerá una facili-dad a tu ministerio y a tu vida personal. Sus ángelesserán vistos cada vez más, la armada de Dios estarápresente en nuestros cultos, hasta la venida del Señor.La gloria del Señor será revelada, y toda carne la verájuntamente.

Si quieres ser un intercesor eficiente, debes conocerel ámbito de la gloria. De otra manera, vivirás en elámbito del entendimiento humano, y pasarás muchode tu tiempo orando acerca de cosas erradas. Cuandote trasladas al ámbito del Espíritu, El te muestra dóndehacer blanco.

Por un período de tiempo, un diplomático de la Em-bajada australiana en Tel Aviv venía a Jerusalén cadasemana para asistir a nuestros cultos. Ese era el tiempoen que China se abría, y había mucha actividad en Me-dio Oriente. El tenía acceso a las valijas oficialesdiplomáticas de información confidencial, a la infor-mación de inteligencia del Mossad (el servicio deinteligencia israelí), de la CIA, de la Inteligencia Bri-

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172 La gloria

tánica, de Australia, y de otros países occidentales. Erasu trabajo enviar telex a la oficina el en extranjero enCamberra en lo concerniente a nueva información onuevos acontecimientos. Nos dijo que la informaciónque surgía en el Espíritu en nuestras reuniones de ora-ción acerca de China estaba seis meses adelantada a lade las valijas oficiales diplomáticas.

Un día, mientras estábamos en oración, Dios nosmostró que Siria entraría en la guerra en el Líbano.Hasta esa entonces, no estaba activamente involucra-da, y se había mantenido en su territorio.

Este hombre estaba muy emocionado acerca de lo queDios nos estaba mostrando y quería actuar sobre ello.Sin embargo, no podía enviar un telex diciendo: �Yoestaba en una reunión de oración en el Monte de Sion,y Dios nos mostró una visión, y sabemos que Siria en-trará en la guerra�. El necesitaba algo más concreto.Buscó en las noticias locales cuidadosamente por algoque así lo indicara.

Después de uno o dos días, el Primer Ministro,Menahem Begin, hizo el comentario de que Siria entra-ría en la guerra pronto. Armado con esa nuevainformación, el diplomático fue a su embajador dicien-do: �Creo que debemos enviar esta información aCamberra�.

�Eso fue sólo una afirmación hecha de improviso�,le respondió el embajador. �No podemos construiralgo en base a una afirmación de paso�. (Claro quesé que Menahem Begin nunca hace una afirmación deimproviso).

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173La gloria trae revelación

Cuando nuestro amigo trató de poner por escrito elasunto, el embajador replicó: �Mira, tengo una cena estanoche con muchos de los embajadores. Déjame haceralgunas tentativas primero. Siempre es posible enviarel mensaje mañana�.

Cuando llegó a la oficina a la mañana siguiente,dijo: �¡Envíalo!�

Dentro de pocos días Siria entró en la guerra.Por otras tantas ocasiones hubieron situaciones simi-

lares en las que el Espíritu Santo fue muy fiel. Diosdesea nuestra alabanza y adoración para llevarnos a lagloria y al ámbito de revelación, de manera que sea-mos efectivos en la oración.

Justo antes de que los tiempos difíciles financierosllegaran a Dallas en los ochentas, fui presentada a unapareja acomodada de creyentes. Mientras estaba senta-da en frente de ellos en el aeropuerto Fort Worth deDallas, compartiendo un refresco antes que llegara eltiempo de partir, empecé a ver una bola de hilo rojoenredada con nudos. No podía distinguir el princi-pio ni el fin de la hebra. Supe instantáneamente quela bola enredada representaba sus finanzas. Empecé adescribir la visión.

�Veo una bola de hilo enredado, y Dios me está mos-trando que es su situación financiera. Sus finanzas estántan enredadas que no pueden encontrar el principio niel fin�.

�Veo la mano de Dios que llega, toma la punta, y latira de ella desenredando todo�.

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174 La gloria

Eso fue todo lo que dije, pero las lágrimas llenaronsus ojos. En tan solo un par de minutos, Dios habíaministrado a la necesidad de sus vidas. Se produjo tanfácilmente.

Mientras estaba en Houston en 1988, una amiga dioun almuerzo para presentarme a sus amigos. Cuandome dieron mi plato y me fui a sentar, la gente de allado mío estaba hablando acerca de la carne de Texas.Si bien que tan pronto me había sentado recibí una vi-sión de la dama a mi lado. Vi tres o cuatro flechas quese clavaban en su corazón en los dos lados. Empecé adescribirle lo que veía.

Vi la mano del Señor tomando una tras otras las fle-chas. En tan solo unos momentos, cada una de esasflechas se había sacada frente a mis ojos.

Tan pronto como yo le describí la visión, Dios hizo eltrabajo. Las lágrimas corrían por sus mejillas. Se diotan fácilmente.

Yo estaba saliendo de China una vez, y tenía la in-tención de volar directamente a Jerusalén. El Señor mehabló y dijo: �Quiero que vayas a Japón. No tienes tiem-po de ministrar ahí, pero te enviaré a uno que hablaráen muchas convenciones. Quiero que le digas sobre quéhablar�.

�¿A quién me estás enviando?�, le pregunté al Se-ñor.

El me recordó que hace dos años Susan y yo había-mos pasado un tiempo en el Monte de Oración en Koreacon la hermana Choi. Ella no hablaba inglés, y noso-

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175La gloria trae revelación

tras no hablábamos en koreano, pero ella sí hablaba ja-ponés como muchos otros koreanos (en razón de laocupación japonesa). Un hermano japonés estaba ahíde visita, ella le hablaba a él, y él interpretaba sus pala-bras para nosotras en inglés.

La única cosa que yo podía recordar de aquel herma-no japonés era a él diciéndonos que había acabado deconstruir una iglesia entre el aeropuerto de Narita yTokyo. (Eso es como decir que acababa de construir unaiglesia entre Los Angeles y San Diego). Ahora que elSeñor me estaba diciendo que fuera a ver a este hom-bre, no tenía manera de saber nada más acerca de él.

Volé a Tokyo, fui directamente a uno de los hotelesdel aeropuerto, fui al teléfono, y empecé a llamar a lasiglesias del área. Primero, llamé a los Bautistas. Les dijequien era, que era de Jerusalén, que había conocido aun hombre en Korea que había construido una iglesiaen los últimos años que probablemente era pentecostalo carismática, y que estaba localizada en algún lugarentre Narita y Tokyo. No pudieron ayudarme, pero medieron el número de la iglesia de las Asambleas de Dios.

Llamé a la iglesia de las Asambleas de Dios. Ellos noconocían al hermano que yo estaba buscando, y tam-poco sabían nada de esta iglesia, pero conocían a unhombre que trabajaba en el círculo carismático. Me die-ron su número.

Llamé al hermano, y empecé con la misma introduc-ción por tercera vez.

�Hermana Ruth�, respondió, �No la conozco perso-

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176 La gloria

nalmente pero algunos de los hermanos nuestros fue-ron a Jerusalén y asistieron a su Escuela Bíblica.Conozco al hermano del que Ud. está hablando. Déje-me darle su número telefónico�.

Cuando terminó nuestra conversación, marqué elnúmero que él me dio. �Hermano�, dije, �Ud. proba-blemente no me recuerda. Soy una de las dos hermanasde Jerusalén que le conocieron donde la hermana Choien el Monte de Oración hace algunos años�.

�Oh sí, las recuerdo a Uds., las hermanas de Jerusa-lén�, respondió. �¿Dónde está ahora?�

�Bueno, estoy en el aeropuerto�, le dije. �Tengo unmensaje del Señor para Ud. Vine al Japón solamentepara verle.�

�Oh hermana, lo siento�, dijo, �Estoy saliendo parauna conferencia�.

�Lo sé�, le dije.�¿Lo sabe?�, preguntó. �Bueno, estoy empacando, y

me iré ahora un poco más tarde. ¿Podría Ud. venir en-seguida?� Y me dio indicaciones para tomar el tren.

Cuando todavía estaba en el avión de Hong Kong, lehabía preguntado al Señor: �¿Cuál es el mensaje queeste hombre debe predicar en la conferencia?� El merecordó que el día anterior a mi partida de Jerusalényo estaba orando y El me había dicho: �Kabuki�.

Kabuki, según yo sabía, era una forma de arte japo-nés, una comedia tradicional. Pero, cuando Dios me dijo�Kabuki�, no pensé que estuviera hablando de come-dias. ¿Qué querría El decir?

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177La gloria trae revelación

Teníamos un hermano japonés entre nuestros herma-nos en Jerusalén en ese tiempo y pensé: �Cuando tengatiempo, no debo olvidar preguntarle al hermano quésignifica kabuki�. Pero, olvidé hacerlo.

Ahora en el vuelo de Hong Kong a Tokyo, cuando lepregunté al Señor cuál era el mensaje, El me dijo otravez: �Kabuki�.

Llamé a la azafata y le pregunté: �¿Qué significala palabra �Kabuki�?�

�Es una comedia japonesa clásica�, dijo.�Sí�, dije. �Sé que es una comedia japonesa clásica.

Pero ¿qué significa la palabra �kabuki�?�Lo pensó por un momento, y luego replicó: ��Ka� sig-

nifica �canción�, �bu� significa �danza� y �ki� significa�arte��.

Comprendí inmediatamente que Dios estaba hablan-do de arte de alabarle con canción y danza.

Cuando llegué a la estación del tren, el hermano meencontró y me llevó a la iglesia donde él y su esposavivían en unos cuartos adicionales. Hablamos un pocode mi viaje a China y sobre Israel mientras tomábamosté japonés.

Cuando terminamos de tomar el té, él estaba listo parahablar de la razón que había causado nuestra reunión.Me preguntó: �Hermana, por qué ha venido?�

�He venido�, le dije, �para darle el mensaje que Ud.debe hablar en las conferencias�.

�Esta es la primera conferencia a la que he sido invi-tado a hablar�, me dijo. �Pero, ya he sido invitado aotras. ¿Cuál es el mensaje?�

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178 La gloria

�La respuesta para el avivamiento en el Japón�, ledije, �se puede encontrar en una sola palabra japonesa,�kabuki��.

Me miró extrañamente, pensando posiblemente en lacomedia japonesa.

Repetí la palabra sílaba por sílaba: �Ka-bu-ki, el artede alabar al Señor con canción y danza�. Lágrimas lle-naron sus ojos.

�Yo he estado orando por el mensaje de la conferen-cia�, me dijo. �Cada vez que oré Dios me dijo quehablara sobre cantar y danzar. Le dije al Señor que sa-bía que cantar jugaría un papel importante en elavivamiento en Japón, pero no la danza, que es mun-dana. Cada vez que oré Dios me dio la misma respuesta,y cada vez la rechacé�.

Dios me había llevado todo el camino de Jerusalén aChina para decirle que el avivamiento en el Japón ven-dría a través del cántico y la danza.

Le ministré proféticamente. Me llevó a la estación deltren. Volví al hotel del aeropuerto, tomé mis maletas, yabordé el siguiente vuelo a Jerusalén.

El espíritu de revelación actúa en medio de la gloriarevelada. Esa gloria nos revela lo que ojo no ha visto niel oído oyó.

Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sa-biduría oculta, la cual Dios predestinó [ordenó]antes de los siglos para nuestra gloria.

1 Corintios 2:7

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179La gloria trae revelación

Hay una cierta sabiduría que Dios ha ordenado paranuestra gloria. Pablo decía que nosotros hablamos esasabiduría. A menudo, estamos deseando hablarla. Que-remos hablarla. Pero, Pablo dice que nosotros estamoshaciéndolo ya. El dijo que nosotros estamos hablandola sabiduría de Dios en misterio. Estamos hablando aúnla sabiduría oculta que Dios había ordenado desde lafundación del mundo para nuestra gloria.

Porque el que habla en lenguas no habla a los hom-bres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunquepor el Espíritu habla misterios. 1 Corintios 14:2

Así que, ¿qué estamos haciendo cada vez que habla-mos en lenguas? Estamos hablando misterios. Estamoshablando la sabiduría de Dios. Aquellas palabras quepensabas eran tan insignificantes son, en realidad, unprofundo misterio en Dios. Aún que no sea millonario,tú puedes hablar los misterios de Dios. ¡Sí! ¡Tú puedes!Hablamos la sabiduría de Dios en misterio. Esto ha sidoordenado para nuestra gloria.

Cuando hablamos en otras lenguas, estamos hablan-do misterios. �Pues nadie le entiende�. Muchas veces lagente ha utilizado esta segunda parte del verso comouna crítica sobre el hablar en lenguas. El Apóstol Pablono la está usando negativamente. Está diciendo que estoes algo mejor. El está diciendo en esencia: �Gracias aDios que nadie entiende. Gracias a Dios que tu enten-dimiento queda sin fruto. Gracias a Dios que no estás

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simplemente viviendo en el ámbito de tu lógica. Estásponiéndote por encima hacia el hombre del Espíritu.El Espíritu está hablando. El Espíritu está orando. ElEspíritu está entendiendo�.

El ojo no lo ha visto. El oído no lo ha oído. El corazóndel hombre no ha percibido todavía lo que Dios ha pla-neado. Pero, El lo revela por Su Espíritu.

Estamos trasladándonos, entonces, a la revelación deDios. Dios lo revela para nosotros por Su Espíritu. ¿Quées revelado para nosotros? Lo que ojo no vio. ¿Qué esrevelado para nosotros? Lo que oído no oyó. ¿Qué esrevelado para nosotros? Lo que el corazón del hombreno ha percibido todavía. Dios hace que nosotros sepa-mos por revelación los mismos misterios que nosotrosya habíamos hablado en un lenguaje que no sabíamos.Y, en medio de esas palabras, había sabiduría oculta.De pronto nos damos cuenta que empezamos a hablaresa sabiduría porque la revelación empieza a brotar ennuestras vidas.

Si quieres vivir en el ámbito de la revelación sobre-natural, ora en lenguas mucho. Canta en lenguasmucho. Estás alimentando el pozo. Estás cantando parael pozo que hará brotar la liberación de información.Fluirás en conocimiento por revelación. Podría no su-ceder al momento. Cuando te encuentres en unasituación donde lo necesites, estará ahí.

Cuando fui a Hong Kong para servir al Señor, sien-do una jovencita, trabajaba con un grupo de hombresadinerados en la Hermandad de los Hombres de Ne-

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gocios del Evangelio Completo ahí. Como cincuenta deellos eran millonarios. A menudo uno u otro de ellosme llamaban con preguntas de negocios. ¿Qué sabía yo?Tenía dieciocho años y no más de cincuenta dólares almes para arreglármelas. No tenía experiencia en losnegocios. Pero Dios había prometido que si yo buscabaSu rostro, El sería mi sabiduría.

Una y otra vez me sentaba para escuchar las respues-tas que Dios me daba, y me quedaba asombrada, comosi alguien más estuviera respondiendo por mí. Era mivoz la que yo oía. Era mi boca la que estaba siendo usa-da. Pero las palabras eran palabras de revelación. Habíaorado mucho en lenguas. Así que, cuando necesitabaconocimiento por revelación, ese conocimiento por re-velación estaba ahí.

Dios te lo dará a ti también. Su conocimiento por re-velación puede ser aplicado, no solamente al ámbitode lo espiritual, sino también al ámbito de las cosasnaturales.

Alcanzamos este ámbito de revelación a través de laoración en el Espíritu. Ninguno de nosotros lo ha he-cho lo suficiente. Yo no oro lo suficiente en el Espíritu.Periódicamente me gusta enseñar sobre la oración enel Espíritu porque me conmuevo a mí misma, y me en-cuentro a mí misma despertando en medio de la nocheorando en lenguas.

Si tú quieres vivir en el ámbito del conocimiento porrevelación, entonces necesitas hablar la sabiduría deDios en misterio. Dios nos ha revelado el misterio a

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nosotros por su Espíritu. Aquellos que lo hablaron pri-meramente en misterio vienen a entenderlo luego. ¿Porqué? �Porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundode Dios�.

Hay cosas que a todos nosotros nos encantaría sabersobre Dios. Pero no tenemos idea de en qué libro debe-ríamos buscarlas o en qué parte de la Biblia están.Nuestras concordancias y otras ayudas de estudio nopueden ayudarnos a enfocar las cosas que a veces tene-mos en nuestro espíritu que queremos que Diosresponda. Pero, gracias al Señor, que tenemos al Espí-ritu Santo, quien es el Escudriñador.

Los profesores universitarios, cuando están hacien-do un tratado, tienen algunos investigadores querealizan todo el trabajo de contexto y organizan el ma-terial. El autor solamente lo pone junto de manerasignificativa. Nosotros tenemos al Espíritu Santo. Elescudriña las verdades profundas y escondidas. El esmejor que la más poderosa computadora que haya.

Dios da conocimiento sobrenatural, aquel que es porrevelación, a aquellos que Le buscan, orando en el Es-píritu, a aquellos que permiten a la revelación venir.Nosotros hablamos la sabiduría de Dios en misterio.�El Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios�.

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas delhombre, sino el espíritu del hombre que está en él?Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sinoel Espíritu de Dios.

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183La gloria trae revelación

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mun-do, sino el Espíritu que proviene de Dios, para quesepamos lo que Dios nos ha dado.

1 Corintios 2:11-12

Quiero animarte a orar en el Espíritu y a cantar en elEspíritu más de lo que nunca antes lo has hecho. Aprincipios de 1989, prediqué en una iglesia Metodistade Carolina del Norte, le animé una y otra vez a unpastor de visita a que orara en lenguas. El dijo: �En estasemana, he hablado en lenguas más que en los diez añosque llevo de haber recibido esta experiencia�.

Dios no solamente nos lo ofrece como un regalo. Elnos lo da para que seamos eficientes en el reino de Dios.Necesitamos ser de aquellos que oran en el Espíritu,que cantan en el Espíritu. Podemos alabar en lenguas.Podemos adorar en lenguas. Si lo hacemos, viene la re-velación.

Sé que cantar en el Espíritu será gran parte del avi-vamiento por venir. Habrá cultos enteros en los quecongregaciones se paren en la gloria y adoren enel Espíritu.

Desde el día en que Dios me habló de esto, he canta-do en el Espíritu cada día. Tengo muchos amigos quecantan en el Espíritu bellamente. Su canto casi suenacomo celestial. Al principio, dudaba de cantar en elEspíritu, porque mi canto no era tan bello como el deellos. Me propuse de todas maneras cantar en el Espí-ritu cada día hasta que mi habilidad de someterme al

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Espíritu Santo en esa manera se hiciera mayor. Cuan-do Dios nos revela una verdad espiritual, tenemos quefluir en ella, aún de manera elemental hasta que la ma-durez llegue a nosotros en esa dádiva. (La dádiva nomadura, pero nuestra habilidad de someternos al Es-píritu y fluir en ello sí).

Yo no tenía visiones. Otros tenían visiones y revela-ciones, y yo siempre me estremecía de oír lo que Diosles estaba mostrando. Yo oía la voz de Dios claramen-te, pero personalmente, no recibía visiones. La razón,en parte, es que no fuimos enseñados para creer porello. Nosotros debemos ejercitar la fe en la adoración.La ejercitamos para la salvación, para la sanidad, parael bautismo en el Espíritu Santo y para milagros finan-cieros. Pero rara vez se nos enseña a ejercitar nuestra feen la adoración. Vamos a usar nuestra fe para trasla-darnos al ámbito de la gloria, de manera que podamosver y saber.

Mi otro problema era que yo nunca había pedido ver.Cuando comencé a pedir, empecé a ver. Una de las ra-zones por las que no había pedido antes fue el haberentendido mal lo que Jesús le dijo a Tomás:

Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Juan 20:29

Yo aceptaba el hecho de que estaba bien si no veía.Muchos años más tarde, cuando Dios empezó a

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incentivarme a ver, El me hizo saber que este verso notenía nada que ver con mi vista en el ámbito del Espíri-tu.

Lo que Dios está haciendo hoy en día no es nuevo,pero El lo está haciendo por más gente. Solíamos estarcontentos de tener una o dos personas bendecidas enun culto en particular. Nosotros íbamos a casa regoci-jándonos de que la hermana Jones haya sido bendecida.Ahora Dios está haciendo algo diferente. El quiere quenosotros todos tengamos las mismas experiencias. Enlo natural, todos nosotros podemos sentarnos frente altelevisor, sintonizar el mismo canal, y mirar el mismoprograma. En el ámbito de la gloria, todos nosotrospodemos tener una visión corporativa. Podemos teneruna revelación corporativa. Todos nosotros podemosver y saber y percibir por el Espíritu de Dios. Permiteque la gloria te levante al ámbito de revelación.

El caso de Tomás era diferente. El estaba tratando dehacer que Dios le probara algo. Pide visiones, y recibi-rás visiones.

Susan, quien era episcopal, empezó a tener visionesa partir del momento en que fue llena del Espíritu. Diosle enseñó de la Biblia por visión. Un día me dijo: �Ruth,tú sí ves visión�.

�Oh no, yo no lo veo�, respondí. �No veo visión�.(Algunas personas se sienten orgullosas de que no lasven: �Otras personas necesitan eso. Yo no necesito ayu-das ni señales para ayudarme a oír de Dios�).

�¡Oh, no! Yo no tengo ninguna visión�, le aseguré.

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�¡Sí! Tú ves visiones�, insistió.�No, no es así�, continué obstinadamente.�¿Por qué es entonces�, me preguntó, �que cuando

profetizas, yo te oigo decir: �Veo esto y aquello�?�Tuve que pensarlo por un momento. Sé que no mien-

to, y ciertamente no mentiría mientras profetizaba sien verdad mentí. �Bueno�, respondí, �Yo veo, pero noveo�.

Empleamos tanto tiempo [[explicando]] algo que Diosya nos ha dado: �Veo, pero no veo�.

Desde aquel día, empecé a tomar muy en cuenta loque pasaba mientras profetizaba, y me di cuenta de queella tenía razón. Y, aunque la visión no es lo más im-portante, Dios me estaba dando ayuda a medida queprofetizaba sobre esta gente. La visión me estaba reve-lando lo que habría de decir. La visión es una de lasformas importantes en que Dios nos habla.

Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirma-ré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá...Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, ydeclárala en tablas, para que corra el que leyere enella. Habacuc 2:1-2

¡La gloria trae revelación!

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La gloria trae conocimiento

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�A vosotros os es dado saber�. Hay un regalo del Señor,el regalo del conocimiento, conocer por el Espíritu, co-nocer por la vista del ojo espiritual, conocer por laaudición del oído espiritual. Este es un don de Diosque opera en la gloria.

Dios desea que nosotros seamos aquellos que cono-cen el misterio del reino. El quiere que ese conocimientopor revelación esté en nuestros espíritus. No todo ha

El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os esdado saber los misterios del reino de los cielos;mas a ellos no les es dado.Porque a cualquiera que tiene se le dará, y tendrámás; pero al que no tiene, aun lo que tiene le seráquitado.Por eso les hablo por parábolas: porque viendono ven, y oyendo no oyen, ni entienden.De manera que se cumple en ellos la profecía deIsaías, que dijo:De oído oiréis, y no entenderéis;Y viendo veréis, y no percibiréis.Porque el corazón de este pueblo se ha engrosa-do,Y con los oídos oyen pesadamente,Y han cerrado sus ojos;Para que no vean con los ojos,Y oigan con los oídos,Y con el corazón entiendan,Y se conviertan,Y yo los sane.

Jesús

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sido revelado todavía. Ese conocimiento por revelaciónestá actuando todavía, y Dios desea poner conocimien-to y entendimiento en tu espíritu. El está dirigiendonuestra mirada hacia arriba a lo celestial. El quiere queno estemos tan sumergidos en aquellas cosas de nues-tro alrededor, pero que estemos sumergidos en aquellascosas que están por encima y en el mundo eterno.

No he podido encontrar suficiente gente con avidezde aprender las cosas del Espíritu. Nosotros fuimos ben-decidos porque mi abuela fue una gran erudita de laBiblia, no sólo desde el punto de vista intelectual, peroespiritualmente, en razón de su hambre de la Palabra.Ella buscaba las cosas. Escribía a hombres considera-dos como grandes eruditos de la Palabra y lesformulaba algunas de sus más difíciles preguntas. Es-tas no eran las preguntas usuales de la Biblia, pero cosasde las riquezas profundas de la Palabra de Dios. Ellabuscaba esas verdades como un minero lo haría por undiamante raro o por una veta de oro. La Escritura diceque la Palabra de Dios es más deseable que el oro (Sal-mo 19:10).

Mi abuela le escribió al Dr. Evans y a otros muchosgrandes hombres, preguntándoles lo que ellos pensabansobre un buen número de asuntos. Ellos contestaban ydecían: �Hermana Ward, no hemos pensado en la res-puesta todavía. En realidad, ni siquiera habíamospensado en la pregunta hasta que Ud. la formuló�.

Es bueno para nosotros tener preguntas (no desde elpunto de vista de ser crítico, o de dudar. Algunas per-

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sonas están siempre cuestionando en su mente y nuncallegan a entender la respuesta). Tener preguntas mues-tra que nosotros estamos buscando a Dios. Nosotrosqueremos saber más. Nos preguntamos acerca de lascosas. Nos preguntamos quién tendrá la revelación.

En varias ocasiones Dios me ha enviado a grandeshombres de Dios para instruirlos un poco más en algoacerca de lo cual ellos Le estaban buscando. El me en-vió a mostrarles la verdad desde un ángulo que ellosno habían mirado antes. En otros ámbitos, ellos esta-ban muy por delante de mí. Pero, en el área en que Diosme había guiado, yo podía darles algo de ayuda. Nosiempre tenemos el lujo de sentarnos con alguien quenos entiende y nos habla inteligentemente acerca de lascosas que nos causan problema.

Cuando tenía quince años, tuve una experiencia ma-ravillosa. Mamá estaba predicando en Callao, Virginia,varias veces por semana, y, ya que ella no conducía enaquellos días, yo la llevaba allí. Todo el viaje de ida ytodo el viaje de vuelta podía hacerle preguntas y escu-char fijamente sus respuestas. Ella siempre estuvo biendispuesta a responder cada pregunta, aunque estoy se-gura de que a veces le cansaba.

En algún momento del año próximo, manejaba unanoche y regresábamos las dos a casa de una conven-ción en Atlanta, Georgia. En medio de la noche estabaconsciente de haber virado equivocadamente en algu-na parte del camino. Mamá estaba cabeceando de sueñoen el asiento del frente. Le dije: �¿Mamá, podrías ver si

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la ruta en la que se supone debemos estar es la 544?�Oh, querida�, contestó muy cansada, �estoy tan can-

sada. Espera a mañana y discutiremos lo que significaMateo 5:44�.

�Mamá�, le dije, �no te estaba preguntando sobre laBiblia. Te estaba preguntando sobre el camino�.

El incidente se convirtió en un chiste familiar.He sido bendecida en tener gente espiritual a la cual

volverme. Pero más tarde, durante muchos años de mivida, viajé entre gente que no hablaba mi lengua. Enconvenciones de diez mil personas, en la India, a ve-ces, sólo una persona hablaba inglés. Y porque era miintérprete, cuando no estaba traduciendo para mí opredicando él mismo, estaba realizando trabajo admi-nistrativo. La mayor parte del tiempo viajé sola por laIndia y por otros países en buses, barcos, en trenes yaviones. Durante aquellos períodos, empecé a desarro-llar con el Señor esa misma relación que habíadesarrollado con mi madre. �Señor, ¿y qué acerca deesto? ¿Qué de eso?� El quiere que insitentemente que-ramos más de las riquezas de Su Reino, así como losniños en la época de los por qué. El no quiere que nosquedemos como bebés.

Cuando Susan recibió aquellas tempranas visiones so-bre la Biblia, fue porque noche tras noche ella sequedaba sobre sus rodillas por horas en el altar. Cuan-do ella me decía lo que había visto, yo sabía que ellanunca había leído sobre aquellas cosas. Yo le decía dón-

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de encontrarlas en la Biblia, para que ella pudiera leer-las por sí misma y ver como Dios le estaba enseñandopor el Espíritu.

La mayoría de nosotros, cuando caemos bajo el po-der de Dios (o �descansamos en el Espíritu�, como dicenalgunos) nos levantamos demasiado rápido. Dios quiereque nos quedemos ahí. El no nos pone en el piso sólopara mostrarnos que El puede hacerlo. Esa es Su mesade operaciones. A veces, ni siquiera estamos conscien-tes. Pero, estés consciente o no, deja fluir la visión.Permite a Dios mostrarte cosas.

�Pero, ¿qué si eso no está pasando?�, puedo oír a al-guien preguntando. Bueno, simplemente quédate ahíalabando y adorando. Dios pondrá cosas en tu espíritusin que tú siquiera te des cuenta de ello. Entonces, cuan-do te paras para ministrar, te pararás con mayorautoridad, y enseñanzas saldrán de tu boca que te pre-guntarás de dónde las aprendiste. Sabe que Dios laspuso en lo profundo de tu alma, las puso en tu enten-dimiento, las puso en tu espíritu mientras estabas bajoel poder.

Debemos permanecer por más tiempo en Su altar ypermitirle a El hacernos saber. Nos es dado saber.

Por sueño, en visión nocturna,Cuando el sueño cae sobre los hombres,Cuando se adormecen sobre el lecho,Entonces revela al oído de los hombres,Y les enseña su consejo, Job 33:15-16

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Si los creyentes debieran tener una característica so-bresaliente, debería ser la confianza de que tendránconocimiento en su vida. Los creyentes deben avanzaren confianza. Si ellos no tienen otra característica posi-tiva, pueden avanzar, sabiendo que el Dador de losHechos está entre ellos y en ellos, eso es suficiente. Traegran confianza. Aquellos que lo poseen son inamovi-bles, nada los puede sacudir.

Es la naturaleza del creyente saber. Si te es dado co-nocer, entonces debe ser la naturaleza del creyente saberno sólo saber el ABC, sino los misterios.

Cuando sale de nuestra boca, cuando lo hablamos, elmisterio ya no es más un misterio. Dios empieza a traer-lo a luz, de manera que tengamos un conocimiento yentendimiento de aquellas cosas que hablamos en len-guas, en el Espíritu.

Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios;mas las reveladas son para nosotros y para nues-tros hijos para siempre, para que cumplamos todaslas palabras de esta ley. Deuteronomio 29:29

¿Interpretas en seguida lo que dices? No. Puedes orarhoras en lenguas. Luego, cuando te levantas a hablar,la revelación puede venir en dos o tres oraciones. Peroserá tan poderosa revelación que podría alimentar amultitudes. Debemos alimentar a la gente con maná delo alto, y ese maná de lo alto es ese conocimiento porrevelación. Dios quiere que alimentemos con él a las

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naciones del mundo. El no te dio simplemente lo sufi-ciente para tu casa. El te dio lo suficiente para la casade la fe, para el Cuerpo de Cristo, universal.

Cuando yo era una jovencita el Señor me dijo: �Nodesees conocimiento terrenal o sabiduría terrenal. Si túbuscas Mi rostro, yo te daré Mi conocimiento y Mi sa-biduría�. Más tarde El me demostró Su fidelidad aldarme conocimiento y sabiduría.

Mi buena amiga, la Sra. Bruce Crane Fisher, es due-ña de Westover, en el río James, el mejor ejemplo de laarquitectura Georgiana en América. La gente viene detodo el mundo a Virginia a verlo. Un día, mientras es-taba viajando al extranjero, de pronto me di cuenta quehabían cosas sobre ella que yo no sabía y que queríasaber. Habíamos sido amigas por algunos años. Había-mos orado juntas, y habíamos compartido muy buenosmomentos. Sin embargo, yo siempre había estado tanocupada, corriendo de arriba para abajo, que habíancosas de ella que yo no sabía.

Decidí que la primera cosa que haría cuando volvie-ra a Nueva York sería llamarle y buscar un momentopara visitarle.

�¿Por qué no vienes a almorzar mañana?�, dijo.Fui sin decirle lo que tenía en mente. Fue una visita

linda. Descubrí, por primera vez, que ella había creci-do en Praga, Checoslovaquia. Su abuelo había sido elembajador de los Estados Unidos en Pekín durante lapresidencia de Wilson, y su padre fue el embajadoramericano en Checoslovaquia cuando ella era niña. Su

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tío, el Sr. Charles Crane, era consejero del rey Iben Saud.Y, a medida que hablamos más, eventualmente habla-mos más acerca de cosas personales. Llegué a sabertanto de mi amiga.

Toma tiempo conocer a alguien. También, tú debesdesear saber. A veces le decimos al Señor: �Todo lo quequieras que yo sepa, sólo dímelo�.

El ansía la presencia de alguien que Le ame lo sufi-ciente para decir: �Señor, quiero ver como se ven Tusvestimentas. ¿Podrías enseñarme, Señor? ¿Pudiera yover Tus ojos más claramente? ¿Señor, pudieras decir-me algo? ¿Me dirías lo que piensas sobre China en estosmomentos?�

Yo siempre me río cuando mamá relata como le pre-guntó al Señor cuando es que vendrán la lluviatemprana y la tardía en el mismo mes. Ella le dijo alSeñor: �Si Tú pudieras decirme, tan insignificante quesoy, ...�.

El nos está diciendo: �Pensé que nunca lo pregunta-rías. Tengo tantas cosas que quiero decirte, que hedeseado compartir contigo, que yo deseo revelártelas ati. Pero eras tan indiferente a Mi presencia�.

�Tú has sido como aquellos que se apresuran a lle-gar a la ventana del servicio al parqueadero deMcDonald para obtener una hamburguesa rápida. Notenías tiempo para sentarte y disfrutar del ambiente.No querías disfrutar la música. No querías disfrutar dela decoración. No querías sentir el ambiente del lugar.Sólo querías entrar y salir rápidamente�.

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197La gloria trae conocimiento

�Quiero que te sientes conmigo en Mi reino. Quierorevelarte muchas cosas a ti. Quiero que te sientes con-migo en Mi trono. Te ha sido dado saber�.

�...Mas a ellos no les es dado�. ¿Por qué? Porque su co-razón no buscaba sinceramente las cosas de Dios. Ellosquerían el conocimiento por el conocimiento. Ellos que-rían el conocimiento para poder argumentar. Ellosquerían el conocimiento para dar discursos. Ellos que-rían el conocimiento para que la gente los reconocieracomo grandes oradores. Ellos, en realidad, no queríansaber.

Algunos quieren saber. Yo quiero saber. Y quiero co-nocerle a El. Yo quiero saber aquellas cosas que tienenque ver con El. Yo quiero saber aquellas cosas que per-tenecen a Su reino. Yo quiero saber Sus misterios.

Un misterio es simplemente una cosa escondida, unsecreto. Yo quiero saber las cosas secretas, las cosas ín-timas de Dios. Ellas están encubiertas, pero El quiererevelarlas, y yo quiero conocerlas.

Si tú tienes el mismo deseo, dale a El un poco más detu tiempo. Siéntate más con El. Hazle preguntas comole hacían los profetas:

�Señor, ¿qué significa esto?��¿Qué significa el otro?��Señor, ¿qué de esto?�El se deleita en mostrarnos la respuesta por su Espí-

ritu.

Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; yvuestros oídos, porque oyen.

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Porque de cierto os digo, que muchos profetas y jus-tos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír loque oís, y no lo oyeron. Mateo 13:16-17

¡Tú eres bienaventurado! Eres bendecido por ver yoír. Y Dios desea que veamos y oigamos más en los díaspor venir. Entra en la gloria, a través de la alabanza yla adoración, y recibe el conocimiento del Espíritu.

¡La gloria trae un saber!

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La gloria trae perspectiva

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La revelación de Dios empieza con el rostro de Jesu-cristo y continua con las glorias del cielo, pero siempretermina en la tierra. Hasta que Jesús venga, Su sola pre-ocupación es la tierra. La diferencia es que cuando Elte enseña la tierra, tú la verás desde el punto de vistadel cielo, desde Su perspectiva. Cuando ves la tierra deesa manera, sus problemas no son tan abrumadores.

El te mostrará las inquietudes de Su corazón, tal vezun lugar, una situación de la que tú no sabías. El te dejavislumbrarlo desde el punto de vista de la eternidad, ydeja caer un poco de ese entendimiento en tu espíritu,de manera que tú puedas orar y creer por ese lugaro situación.

En la enrarecida atmósfera del Tibet, a quince mil piesde altura, ves las cosas diferentes. Pareciera que pue-des mirar por siempre. El agua se ve diferente. El cielo

Y las naciones que hubieren sido salvas andarána la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán sugloria y honor a ella.

Juan

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202 La gloria

se ve diferente. Todo se ve diferente. Cuando estamosparados en el monte de Dios, todo se ve diferente. Ve-mos con ojos diferentes.

Dios debe levantarnos al ámbito de la gloria, de ma-nera que podamos ver la tierra desde la perspectivacelestial. Hemos vivido en este nivel terrenal tanto tiem-po que vemos las cosas totalmente fuera de perspectiva.

Cuando Jim Irwin fue a la luna, la cosa que más leasombró fue que la tierra parecía ser del tamaño de unacanica. El lleva consigo una canica a dondequiera queva como un recordatorio de esa perspectiva. Vemos lascosas totalmente fuera de perspectiva, ¿no es así?

Si alguien no te da la mano, el asunto se hace unamontaña. El enemigo es el lente de aumento. El magní-fica las cosas fuera de proporción. Aún, cuando notenemos grandes problemas, vemos las cosas peque-ñas magnificadas. Nuestra vida de oración está guiadapor la magnificación terrena y no por el punto de vistacelestial. De manera que, cuando somos levantados ala gloria, y vemos al Señor, siempre terminamos conuna nueva perspectiva de la tierra.

Necesitamos más enseñanza sobre esto. La mayoríade personas, una vez que han visto al Señor, sientenque eso es suficiente. Están tan emocionados: � ¡He vistoal Señor! ¡He visto al Señor!� Pero El quiere mostrar-nos algo más. La visión completa debe mostrarnos algode la tierra. Necesitamos ver esta tierra desde la pers-pectiva del cielo.

Si no tenemos cuidado, tomaremos el periódico, lee-remos acerca de algún problema, y empezaremos a orarpor ese problema. A veces ese problema toma todo

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203La gloria trae perspectiva

nuestro tiempo de oración. Tal vez Dios quería que orá-ramos por alguna necesidad que no estaba mencionadaen el periódico. No fue mencionada en la televisión. Elquiere un pueblo que El pueda levantar en el Espírituy hacerlos enfocar en una necesidad en particular enalgún lugar del mundo. Podemos ser eficaces en la ora-ción cuando hemos visto la necesidad desde el puntode vista celestial.

Recientemente tuve una experiencia en el Espíritu enla que la cabeza de un águila vino sobre mi cabeza, casicomo una máscara en una fiesta de disfraces. Enton-ces, la cabeza de un becerro vino sobre la mía. A medidaque busqué en las Escrituras encontré que la cabeza deláguila y la cabeza del becerro estaban en el mismo ladode los seres vivientes. El águila representa la visión, elaspecto de revelación, mientras que el becerro repre-senta el servicio del Cuerpo de Cristo.

Cuando la gente enfoque sus visiones en si mismo,hay una tendencia a estar fuera de balance. Cuando lavisión y la revelación están ligadas al servicio al Cuer-po de Cristo, estos dos aspectos se mantienen en correctarelación con el todo.

Toma la perspectiva del cielo.

Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíri-tu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré tam-bién con el entendimiento; cantaré con el espíritu,pero cantaré también con el entendimiento.

1 Corintios 14:14-15

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204 La gloria

Quiero que puedas ver las prioridades de Dios.Usualmente lo hacemos al revés. Oramos con el enten-dimiento y �también� con el Espíritu. La mayor partedel tiempo oramos en inglés o cualquiera sea nuestralengua madre. Después, �también� oramos un poco enlenguas. Pero, el énfasis del Espíritu Santo es �Orarécon el espíritu, pero oraré también con el entendimiento;cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendi-miento.� Mientras más estés en el Espíritu, más vas ahablar y cantar y alabar y adorar en otras lenguas porel Espíritu del Dios viviente.

Deja que la gloria cambie tus prioridades. Toma laperspectiva de Dios. Vé como El ve. Veremos tal aviva-miento en la tierra que naciones enteras vendrán alreino.

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna quebrillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina,y el Cordero es su lumbrera.Y las naciones que hubieren sido salvas andarán ala luz de ella; y los reyes de la tierra traerán sugloria y honor a ella. Apocalipsis 21:23-24

¿Naciones salvas? Algunos de ustedes difícilmentepueden creer por sus esposos a que se salven. Entra enlo celestial, y no sólo creerás por tu esposo(a), creeráspor las naciones. Si permaneces en el ámbito terrenal,tendrás problema en creer simplemente por la personade al lado. Pero si entras en el Espíritu, puedes creerpor continentes.

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205La gloria trae perspectiva

La Palabra de Dios dice que habrá naciones salvas.Veremos un gran avivamiento. Israel será una de lasnaciones salvas. Lo sé porque el Apóstol Pablo profeti-zó �Y luego todo Israel será salvo� (Romanos 11:26).

Pero Israel no será la única nación salva. �Y las nacio-nes que hubieren sido salvas...� En ese ámbito de lagloria, tu fe es liberada para creer por cosas mayoresque Dios tiene. Tú empiezas a conocer al Rey de la Glo-ria. Tú sabes que El es Aquel que pelea las batallas. Eles Aquel que trae las victorias.

Cuando era una jovencita en Hong Kong, ya tuve unavisión por las naciones. Algunos de mis compañerosno podían entender eso. Se preguntaban por qué noestaba satisfecha con simplemente Hong Kong.

Ellos me preguntaban: �¿Cuando nació este concep-to de las naciones en tu espíritu?� No lo sé. Pero yocrecí en la gloria, y cuando Dios está hablando, El siem-pre habla con una visión completa. Su visión es siempredel mundo entero. Cuando tú oyes mucho hablar aDios, empiezas a tomar las ideas de Dios para tu espí-ritu, y empiezas a estar consciente de lo que El estápensando.

Sus deseos son para las naciones. En diecisiete añosde vivir en Israel, yo rara vez digo: �Jerusalén�, sin in-cluir a �Israel y a todas las naciones�. La bendición deDios para Jerusalén y para todo Israel es para que através de Jerusalén y a través de Israel todas la nacio-nes sean bendecidas y salvas.

¡La gloria trae perspectiva!

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Alaba ... hasta que elespíritu deadoraciónllegue.

Adora ... hasta que lagloriallegue.

Luego ... ¡permaneceen la glo-ria!

Page 219: La Gloria - Ruth Ward Heflin

Ministry address:

Mount Zion FellowshipMiracle Prayer Chapel

Halcyon House 12816 Westbrook Drive13 Ragheb Nashashibi Centreville, VA 22020Sheikh Jarrah Tel. 703 830-1816Jerusalem, Israel Fax. 703 830-6588Tel. (02) 828964Fax. (02) 824725

P.O. Box 20897

Services: Friday - Saturday - Sunday10:30 A.M. & 7:00 P.M.

Prayer Meetings: Monday - Tuesday - Wednesday - Thursday2:00 - 3:00 P.M

� Prayer requests may be sent by mail, FAX or phone. �

Calvary Pentecostal Tabernacle11352 Heflin Lane � Ashland, VA 23005 � Tel. (804) 798-7756 � Fax. (804) 752-2163

10 1/2 Weeks of Summer Campmeeting

Friday, June 21st through Labor Day, September 2nd

With 3 great services daily

Ruth Heflin will be speaking nightly June 21st through July 7th.

Ministry tapes and song tapes are also available upon request.

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