PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

TRABAJO FINAL

LA INESTABILIDAD EMOCIONAL DE LOS NIÑOS EN LOS ALBERGUES LIMEÑOS

2012-1

INTEGRANTES:

Vania SimichSilvana SaroliKaren Schang

Andrea CabreraMaria Alejandra Delgado

Andrea Ladrón de Guevara

27. 06. 2012

ÍNDICE

IntroducciónMetodología

Marco TeóricoInestabilidad Emocional

Definición y características de la Inestabilidad emocional. Importancia de la estabilidad emocional en la vida de un niño. Factores que determinan que un niño es emocionalmente estable.

Cuerpo e Informe de la Investigación

Situación de los albergues limeños

Explicación de las principales características de los albergues limeños. Características de los niños en albergues limeños. Problemas y consecuencias de los albergues limeños que desencadenan

la inestabilidad emocional en los niños Recomendaciones y soluciones para mejorar el ambiente emocional de

los niños de los albergues limeños.

Comparación entre el programa de Acogimiento Familiar de INABIF (Perú) con el programa Sueños de Verano de Kidsave (Colombia)

¿Qué es INABBIF? ¿En qué consiste el programa de Acogimiento Familiar? ¿Qué es Kidsave? ¿En qué consiste en programa Sueños de Verano? Comparación entre el programa de Acogimiento Familiar y el programa

Sueños de Verano

Modelo para tratar la inestabilidad emocional: Terapia Icónica

¿Qué consiste la terapia icónica? Modelo explicativo de la conducta inestable

AnálisisComentariosBibliografíaAnexosINTRODUCCIÓN

Desde hace mucho tiempo, e incluso desde los inicios de la civilización, ha estado presente el abandono de los niños por parte de los padres y el hecho de que los niños puedan quedar huérfanos, sin ningún otro familiar que pueda hacerse cargo de ellos. También, desde siempre, han existido orfanatos o casas de acogida para estos niños desamparados, pero estas, por más que tengan la mejor intención de brindar ayuda a estos niños, no presentaban las condiciones necesarias para un buen desarrollo de estos niños. Además, siempre se ha visto perjudicada su estabilidad emocional, pues no les dan el afecto suficiente y el hecho de estar cambiando de lugar constantemente, los agobia. Por eso, para este trabajo, quisimos enfocarnos en la inestabilidad emocional de los niños de los albergues de nuestra ciudad, Lima, porque nos parece muy importante realizar un estudio de este tema, por lo que los niños que no viven con sus familias biológicas están bastante desatendidos en nuestra sociedad.

METODOLOGÍA

Este trabajo va ser desarrollado a partir de la información recolectada de diferentes fuentes y las visitas a dos albergues. El primero, es la “Casa-Hogar Villa Martha”, un albergue que no depende del Estado, ubicado en distrito de Pachacámac, el cual albergaban a niños de 0 a 18 años huérfanos o abandonados; y el segundo albergue, es el “Hogar Transitorio San Luis de Chorrillos” un albergue temporal en donde se acoge a niños de 2 a 6 años por un periodo de dos años, tiempo que se le da a los padres para que logren cierta estabilidad, puedan mantener y dedicarse a sus hijos. Por medio de estas visitas hemos observado el comportamiento de los niños, la interacción con sus cuidadores, las condiciones del albergue, y además conocer algunos de los problemas que presentan estos niños a través de distintas conversaciones con ellos y con los miembros del hogar. Una de las limitaciones que tuvimos fue que se nos hizo imposible visitar un albergue que pertenezca al Estado, pues no conseguimos el permiso necesario para realizar una investigación en dichas instalaciones.

MARCO TEÓRICO

Definición y características de la inestabilidad emocional

La inestabilidad emocional es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por la variación de estados emotivos y sentimientos. Es lo opuesto a la estabilidad emocional, la cual es uno de los cinco grandes factores de personalidad.

Se manifiesta a través de:

Periodos de tristeza

Estados de euforia Poca perseverancia Baja tolerancia a las frustraciones Débil control emocional Baja autoestima

La inestabilidad emocional se presenta en determinadas personas, esta puede ser genética o aparecer por causas, épocas o circunstancias de la vida. Cuando son casos genéticos, se presenta un cuadro de bipolaridad, el cual es más grave y exagerado.

Esta inestabilidad trae confrontaciones y enfados con otras personas, lo cual complicará la vida de la persona que sufra de esta. Además, que no podrá ser completamente feliz, ya que si no logra dominar sus emociones no puede controlar su felicidad. Uno es quien debe de decidir qué hacer y cómo hacerlo sin dejar que las emociones se impongan y no nos permitan actuar adecuadamente. Es por esto, que la inestabilidad emocional es algo que se debe de combatir y corregir, ya que del modo contrario la persona estará triste, desganada y poco motivada.

Para combatir la inestabilidad emocional se debe de tener una sana autoestima y una vida correcta, es decir, tener una vida equilibrada que te llene. Para lograr esto se debe de aceptar su nivel de vida y estar satisfecho con este, tener un buen círculo social, sentirse bien consigo mismo y tener aspiraciones y proyectos. Lo más importante para que esta no se presente es el ser uno mismo, y para esto se debe de tener un ambiente que apoye a la persona a desarrollar sus capacidades al máximo y que no la limite.

Es necesario también que la persona pueda controlar sus emociones y saber dar prioridad a lo que sí es importante y a lo que no. Hacer las cosas porque uno se siente feliz con esto.

Como la causa de la inestabilidad emocional tiene su eje en nuestra propia mente y es allí donde puede corregirse. Para superarla hay que desarrollar la metacognición, es decir, aprender a pensar sobre nuestros pensamientos, vigilar la mente, analizarla para detectar patrones, pauta o tendencias de pensamientos. Reconocer los esquemas mentales negativos permite sustituirlos por formas mentales positivas y nuevas.

Una de las consecuencias es la dificultad de separar los aspectos de su vida y suelen ser dependientes e inseguros.

Importancia de la estabilidad emocional

La estabilidad emocional es muy importante en la persona, ya que, el pensamiento actúa conjuntamente con el sentimiento, todo lo que hacemos está acompañado de un sentimiento de nosotros mismo y de los demás. Es decir, la emoción interviene constantemente en la vida de todo ser humano, ya que se encuentra en cada experiencia y a lo largo de nuestro desarrollo.

El desarrollo satisfactorio del ser humano depende de la atención que se presta a sus necesidades afectivas. El rasgo más importante que define a un hombre pleno es su estabilidad emocional, y es por esto que es tan importante lograr que esta se consolide. Existe una estrecha interdependencia entre el rendimiento intelectual y la afectividad.

Es por esto que los sentimientos encontrados, conflictos internos, tales como el abandono en el caso de los niños sobre los cuales trabajamos en este proyecto, pueden conducir a perturbaciones profundas de la personalidad, por lo cual, es tan importante tratar de lograr que estos conflictos sean tratados y solucionados. Es necesario que haya un equilibrio afectivo en la persona, ya que este marcará los límites de la autorrealización de la persona y su bienestar.

Es responsabilidad de todos, el guiar a los niños, para que estos logren autocomprenderse y autodeterminarse, lo cual llevará a que los niños puedan llegar a la estabilidad emocional y tener una vida más tranquila, y con menos conflictos.

Factores que determinan que un niño es emocionalmente inestable

Son amplios los factores que determinan la inestabilidad emocional en un niño. Entro ellos se encuentra la explosión de la conducta, que se da como resultado de la suma de la ansiedad sufrida por el niño y un problema que se le presente. El niño, será impulsivo, ante esta situación.

Otro factor que determina la inestabilidad emocional de un niño, es su dificultad para socializar con los demás niños, causado principalmente con la timidez. Este factor causare estrés en el niño, al no poder socializar. Sera necesario que se le de la confianza necesaria al niño para que pueda lograrlo.

Además, problemas como maltrato o violencia familiar, también son determinantes para crear una inestabilidad emocional en el niño, convirtiéndolo en un ser vulnerable y frágil.

Los niños también tienen constantes pesadillas, que no les permite dormir por lo que también sufren de un constante cansancio. Tienen una predisposición a mentir, y su rendimiento escolar es bajo.

Para garantizar la estabilidad emocional del niño es necesario que se dé un apego seguro con sus progenitores, sobre todo con la madre. Esto le dará confianza al niño en

sí mismo y seguridad para poder explorar e interactuar con las demás personas y el medio que lo rodea. Además, le permitirá sentirse seguro al momento de enfrentar un problema, y así evitar la frustración, que lo podría llevar a una inestabilidad emocional.

INFORME DE LA INVESTIGACIÓN

SITUACIÓN DE LOS ALBERGUES LIMEÑOS

Explicación de las principales características de los albergues limeños.

Los albergues infantiles son instituciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, que se encargan de acoger a niños que no pueden ser mantenidos por sus familias biológicas. Estos albergues pueden ser a su vez temporales como permanentes. Los temporales, son aquellos que reciben a estos niños por cierto tiempo, ya sea porque sus padres no tienen los recursos suficientes o porque se encuentran en cumplimiento penitenciario. En cambio, los albergues permanentes, atienden a niños que han sido abandonados o que son huérfanos y no cuentan con familiares que los puedan acoger en su casa. Para esta oportunidad, nos centraremos en los albergues permanentes, que atienden a los niños y esperan que alguna familia los adopte.

En el Perú, existe este tipo de albergues en cada provincia del país. El marco de estos lo proporciona el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que es el organismo encargado de velar por el bienestar de los niños que carecen de familia o que se encuentren en extrema pobreza. Sin embargo, ninguna de las instituciones cumple con la totalidad de las normas que propone la ley mencionada.

Lo ideal de un albergue es que cuente con una apropiada infraestructura y un adecuado personal que sepa brindar a los niños la educación y atención que necesiten. Además es importante brindarles alimento, ropa limpia y cama.

Si bien se tiene una clara idea de cómo deberían ser los albergues infantiles para el óptimo desarrollo de los niños, en la realidad, los albergues se alejan mucho de ella. Los albergues del Perú cuentan con muchos déficits. Entre ellos, no cuentan con la cantidad necesaria de personal para tratar temas tan importantes como son la salud, la alimentación y la educación de los niños que se encuentran ahí. Además, la infraestructura que presentan no es la adecuada para crear un ambiente acorde para el desarrollo mental y psicológico de los niños que viven dentro. Muchos albergues se encuentran en similar situación, lo que nos hace ver que no basta con la legislación, ni las ganas de su personal para el logro de objetivos, sino además de un apoyo brindado por parte del Estado (en temas como destinar mayores partidas de dinero y

contratación de un mayor número personal) que logre llenar las necesidades básicas a las que todo niño tiene derecho. Es también importante para los niños contar con el apoyo del Estado para el logro de la superación personal y la inserción de ellos en la sociedad gozando de una mejor atención en temas tan relevantes como su educación, salud física y emocional para disfrutar de la vida que merecen cada uno de ellos.

Para este trabajo, creímos pertinente visitar dos albergues de los dos tipos, uno temporal y el otro permanente. Como le estamos dando un mayor énfasis a los albergues permanentes comenzaremos por la Casa-Hogar “Villa Martha”, un albergue que no depende del Estado, ubicado en Parcela Nº H-6, Unidad Catastral Nº12032, Predio Picapiedra, Distrito de Pachacámac, Lima. Este albergue contaba con una infraestructura bastante amplia, compuesta por tres pabellones, un patio y un gran espacio de áreas verdes utilizado como chacra. Aquí, se albergaban a niños de 0 a 18 años huérfanos o abandonados. Además, contaba con diferentes espacios y aulas en donde se les enseña a los niños cursos que le servirán para su vida futura. Uno de estos cursos eran panadería, cocina, agricultura y ganadería. Pudimos notar, afortunadamente que no todas las personas encargadas del cuidado de los niños mostraban una actitud muy incoherente a la responsabilidad que estas tienen, pues algunas de ellas no les daba un buen trato a los niños y no mostraban afecto por ellos. Otro aspecto desfavorable, era que habían demasiados niños y muy pocas personas encargadas de su cuidado y por eso, esto no era el óptimo para un buen desarrollo de los niños. Como consecuencia de esto, en nuestra visita pudimos observar la falta de afecto que estos niños tenían al llamarnos “mamá” y porque se encariñaban muy fácilmente con nosotras.

El otro albergue que visitamos fue el Hogar Transitorio San Luis de Chorrillos, como lo indica su nombre, este es un albergue temporal en donde se acoge a niños de 2 a 6 años por un periodo de dos años, tiempo que ellos consideran necesario para que sus padres que encuentren aptos para mantenerlos. Este albergue cuenta con un colegio en donde se inscriben niños que no son parte del hogar también, así es como recaudan los fondos para los niños albergados. Cuenta con un pequeño pabellón en donde se encuentran 15 dormitorios con 5 camarotes cada uno. También, cuenta con un patio y un jardín de juegos. Dentro de los aspectos negativos que presenta este hogar transitorio, encontramos que, como el albergue anterior, hay muy poco personal que se encarga del cuidado de estos niños y no muestran hacia ellos el afecto necesario para que se sientan satisfechos emocionalmente. Por eso, como en el albergue anterior, cuando fuimos de visita nos llamaron “mamá” y crearon un vínculo afectivo con nosotras bastante rápido.

Como mencionamos anteriormente, no tuvimos la posibilidad de visitar albergues infantiles pertenecientes a entidades del Estado. Pero, la madre encargada de todo el aspecto administrativo del hogar transitorio San Luis, nos comentó que ella usualmente visitaba muchos de los orfanatos del Estado y nos dijo que la situación en

la que se encontraban era muy deprimente, pues, la infraestructura no se encontraba en las mejores condiciones para los niños y muchas veces se veían un poco ajustados con los víveres. Además, la relación entre la cantidad de niños albergados y personal encargado de cuidarlos era muy desproporcionada, pues había un aproximado de 30 niños por cuidadora. Con esto, podemos ver que tampoco se podrían generar lazos afectivos con estas.

Características de los niños en albergues limeños.

Los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de abandono físico, moral y material, reciben atención integral en diferentes modalidades de centros de acogida: Aldea Infantil, Casas Hogar, Casa Estancia, Casa de la Mujer, entre otros.

En el Perú habría más de 19 mil niños, niñas y adolescentes institucionalizados; de ellos 4.500 se encuentran en los 36 Hogares del INABIF, 2.054 en las 27 Aldeas Infantiles de los Gobiernos Regionales, 1.019 en los 20 Albergues de la Beneficencia Pública y 12.300 en los 246 Centros de Atención Residencial Privados. Los niños, niñas y adolescentes albergados en el INABIF, permanecen en estos centros por un promedio de 3 a 5 años. El INABIF a través de la Unidad Gerencial de Protección Integral, atendió a un promedio mensual de 2.248 usuarios durante el año 2009, contando para ello con 35 Centros de Atención Residencial (CAR). Actualmente, se tienen 478 niños, niñas y adolescentes institucionalizados, es decir, población albergada en los Centros de Atención Residencial con perfil de discapacidad.

Cuando un menor ha pasado mucho tiempo en un orfanato o con cuidadores y cuidadoras que no han sabido transmitirle afecto, desconoce la manera de crear un vínculo afectivo. Esta carencia afectiva se produce cuando un niño crece sin recibir la atención que cualquier bebé requiere, desde cosas tan simples y básicas como que alguien lo toque, le hable, lo mire a los ojos, entienda sus “señales” así como responder ante un lloro o balbuceo. Sin embargo, un niño que está en un orfanato no va a tener esa respuesta inmediata porque lo normal es que las atenciones que reciba sean muchas menos que en un hogar ya que normalmente el número de cuidadoras no es suficiente para el número de niños que albergan. Por otro lado, las atenciones son muy automatizadas, ya que, a todos los niños se les da el biberón o se les cambia el pañal de la misma manera ya al mismo tiempo. Cuando un niño es pequeño necesita recibir una atención especial y establecer un vínculo de apego con una persona de referencia. Esto le ayudará a desarrollar una óptima autoestima que le ayudará en el futuro en el ámbito personal, familiar, escolar y social. Además influye en que nos sintamos capaces de llegar a metas, ideales, objetivos, etc. Se relaciona también con la racionalidad, el realismo, con la creatividad, la independencia, la flexibilidad y la capacidad para aceptar los cambios, con el deseo de admitir los errores y la disposición a cooperar. Mientras que una autoestima baja se correlaciona con la irracionalidad y la ceguera ante la realidad, con la rigidez, el miedo a lo nuevo, con la conformidad, con la

sumisión o el comportamiento reprimido y la hostilidad a los demás. La alta autoestima ayuda al niño a poder comunicarse abiertamente, expresando lo que siente, ayuda a resolver problemas, etc.

El establecimiento del vínculo se produce desde el nacimiento hasta alrededor de los ocho meses. A esa edad, el niño tiene que haber experimentado que es especial para alguien, que se siente protegido, que hay un entorno cálido que le va a ayudar cuando tenga una necesidad. En cualquier lugar donde los menores no reciban la atención que necesitan o no perciban que sus necesidades emocionales están satisfechas, sentirán una carencia afectiva.

Esta carencia puede ser más frecuente porque va asociada a ciertas características del Perú, que generalmente no se tiene presupuestado una cantidad de dinero destinada para albergues, por lo tanto carecen de personal, cosas materiales y hasta de alimentos.

Muchos de los niños que viven en albergues, sufren de depresión y estrés además de trastornos menores como los que se relacionan con la alimentación, retracción emocional, ansiedad, movimientos estereotipados (autoacunamiento) y rabietas desproporcionadas.

Problemas y consecuencias de los albergues limeños que desencadenan la inestabilidad emocional en los niños

En lima, muchas de las políticas de los albergues y sus condiciones favorecen a la inestabilidad emocional de los niños. Por medio de las visitas a los dos hogares, la Casa-Hogar Villa Martha y el Hogar Transitorio San Luis de Chorrillos, hemos identificado cinco grandes problemas que causan e intensifican la inestabilidad emocional.

El primer problema, es la permanencia de los niños a la larga espera de ser adoptados durante varios años, cuando lo ideal es que este proceso ocurra, lo antes posible, en los primeros meses de vida. Esta situación es muy grave, ya que pone en riesgo la etapa más crítica y vulnerable del desarrollo de la persona, en la cual se sientan las bases del desarrollo emocional, pues todo niño para ser emocionalmente estable y tener un desarrollo saludable necesita y tiene derecho a contar con un padre y madre que le brinden afecto, cuidados, un ambiente estimulante y receptivo, y la estabilidad emocional de contar con un hogar sólido, en el cual se sienta comprendido y respetado. Si bien se deben buscar para cada niño los padres adecuados según sus características y carácter para de esta manera garantizar el bienestar del niño y asegurar que éste pueda identificarse con éstos y desarrollar una buena relación, es importante que los procesos de adopción sean más rápidos y sin trabas; es decir, las

pautas y lineamientos para la adopción deben ser rigurosas en la evaluación de los padres adoptivos, pero además de ello, el Estado debe darle a estos casos la importancia que tienen, pues consideramos que son situaciones de emergencia en la que se pone en riegos la salud emocional del niño que será la base del resto de su desarrollo, y tomar las medidas necesarias para agilizar los trámites, los papeles y la entrevista a los padres.

El segundo problema que hemos identificado son los constantes cambios de los niños, los cuales son llevados de un albergue a otro cuando cumple determinada edad, ya que dentro de las políticas de las casas hogares, éstas se han clasificado por rangos edad. Esta situación, también incrementa la inestabilidad de los niños, ya que ello involucra que el niño rompa el vínculo afectivo que se estableció con alguno de sus cuidadores o la figura de apego que tuvo en el albergue anterior. Los adultos que asumen la responsabilidad de amparar al niño deben ser siempre los mismos hasta que el éste entre en contacto con una familia. Romper bruscamente este vínculo afecta la imagen que el niño se ha ido construyendo de sí mismo y genera en éste gran sufrimiento y depresión. Las consecuencias de este cambio son graves, ya que éstos en el albergue se cerrarán a la cercanía y el contacto con otras personas, muchos de ellos se vuelven más rebeldes, caprichosos y toscos; con alguna dificultad y dependiendo de las características de cada niño, establecerán nuevos vínculos y encontrarán la confianza para expresar sus sentimientos y compartir con otros. Si bien es importante, que el niño interactúa con personas de su misma edad, consideramos que si un niño pasa a ser el mayor en el albergue en el que vive, ello no lo afectará tanto como el romper los vínculos con sus cuidadores y los demás niños del centro, que son una fuente afectiva y emocional muy importante, por lo que creemos que estos cambios de albergue son innecesarios, y más bien se debe incentivar la adopción para que los niños puedan permanecer en un solo hogar hasta su adopción, y no haya necesidad de preocuparse por la edad del niño.

El tercer problema es la falta de personal que se dedique al cuidado y la interacción con los niños; y además, que no esté lo suficientemente capacitado para brindarle al niño los cuidados, el afecto y la educación que merecen. En muchos de los albergues el número de adultos que se encargan del hogar no está en una adecuada proporción con la cantidad de niños que se tienen. Además, las personas que están al cuidado de los niños deben recibir constante capacitación para realizar un buen trabajo y actuar de acuerdo a la mejor manera de acercarse a estos niños, pues se debe tener en cuenta que son niños difíciles de tratar, que necesitan de mucha paciencia y comprensión por parte de los cuidadores. En algunos hogares, los niños muchas veces reciben un trato no adecuado que no contribuye a la estabilidad de su desarrollo emocional, en algunos casos, cuando se presenta un conflicto, se les grita rápidamente, no son escuchados, no les da la oportunidad de explicar lo que pasado, y no se intenta comprender las razones de sus comportamientos.

El cuarto problema que identificamos es el número elevado de niños en los albergues, lo cual no permite focalizar la atención en los niños y brindarles los cuidados que se merecen a partir de las características y necesidades individuales de cada uno de ellos. Cada niño es diferente, por ello, para asegurar un desarrollo adecuado en todos los aspectos físico, cognitivo y emocional es necesario que cada niño sea tratado y estimulado según sus particularidades; de este modo, no sólo se llega a conocer y comprender mejor el comportamientos y las actitudes de los niños, sino que además, éstos se sienten más queridos, y así, se favorece su estabilidad emocional, ya que reciben la atención adecuada sólo para ellos y el afecto que merecen y necesitan para alcanzar la estabilidad emocional.

El último problema identificado que contribuye a la inestabilidad emocional de los niños es la difícil situación emocional de la que han sido recogidos (abandono, maltrato familiar, padres irresponsables, y otros problemas), lo cual no es fácil de reparar, requiere de una relación íntima con el niño basada en mucha confianza. La inestabilidad emocional se debe a que los infantes no cuentan con la oportunidad de ser acompañados en este difícil proceso una vez que llegan al albergue. Amparar es también cuidar la realidad psíquica del niño, dialogar con todo aquello que pueda estar afectándole y encontrar métodos dinámicos para que éste pueda por medio de sus fortalezas superar esos problemas; por ello, es muy importante la relación que se dé entre los niños albergados y los cuidadores. Los adultos que se encargan de ellos deben ser empáticos, tolerantes, pacientes y tener la capacidad de conectarse sensiblemente con las emociones, ansiedades y sentimientos del niño; de tal manera, que todos los cuidadores puedan ayudar a los niños a conocerse a sí mismo, a moldar su personalidad, a expresarse libremente y a controlar sus impulsos y sentimientos.

Recomendaciones y soluciones para mejorar el ambiente emocional de los niños de los albergues limeños.

Luego de nuestra visita a los dos albergues y del análisis sobre los principales problemas y que desencadenan la inestabilidad emocional en los niños y sus consecuencias, consideramos necesario emprender acciones para mejorar la estabilidad emocional infantil, entre ellas:

1. Incentivar la adopción y al mismo tiempo, agilizar los procesos de adopción para que los niños sin esperar tantos años, puedan salir lo antes posible del albergue con una familia. Se debe contar con más personal que se dedique exclusivamente a los procesos de adopción, de tal manera que los trámites y la entrevista a los padres, se realicen de manera rápida y sin dejar de cumplir con las pautas y los lineamientos rigurosos para encontrar en cada uno de los casos la familia más adecuada, que sintonice mejor con el carácter y las

particularidades del niño. Promoviendo la adopción, además, ya no será necesario que los niños sean traslados de un hogar a otro cuando cumplen determinada edad y aún no han sido adoptados.

2. Incentivar que los niños permanezcan en un solo albergue hasta su adopción, de tal manera que el vínculo formado entre el infante y sus cuidadores no sea roto y no se genere una causa más de sufrimiento en el niño que incremente su inestabilidad emocional, pues cuando un niño es trasladado a un albergue distinto, se aisla, se vuelve más rebelde, caprichoso y tosco, le costará adecuarse a las reglas del nuevo albergue y difícilmente se entablará nuevas relaciones de confianza.

3. Para que los niños sean entendidos reciban el afecto que merecen necesitan, se debe dar formación y apoyo constante a los profesionales que se encargan de los niños, y evaluar los resultados de su trabajo de forma regular, de tal manera que haya en la conciencia de todos los cuidadores la necesidad de ser empático, tolerantes, pacientes y tener la capacidad de involucrarse sensiblemente con los problemas y las necesidades de los niños.

4. Reducir el número de niños por albergue, para así focalizar la atención en cada uno de los niños y poder brindarles los cuidados que se merecen según sus características y necesidades individuales, de tal modo que los niños se sientan respetados, escuchado s, comprendidos y queridos, y así, asegurar su adecuado desarrollo en todos los aspectos, físico, cognitivo, social y de la personalidad.

5. Para poder sobrellevar la carga psicológica de los niños, consideramos necesario que en cada albergue haya un profesional de la salud mental, entre ellos psicólogos, para que así, los niños sean acompañados en este proceso y cada uno reciba la terapia más conveniente para superar los problemas con los que llegó al albergue y las experiencias pasadas, y así, el niño pueda ir conociéndose a sí mismo, expresarse libremente y controlar sus emociones.

COMPARACIÓN ENTRE EL PROGRAMA ACOGIMIENTO FAMILIAR DE INABIF (PERÚ) CON EL PROGRAMA SUEÑOS DE VERANO DE KIDSAVE (COLOMBIA)

En el Perú, uno de los programas más conocidos es El Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF). Este es un programa cuyo objetivo es brindarle apoyo a toda persona en una situación desfavorable y de abandono o que tenga algún problema corporal o psicosocial que impida su correcto desarrollo humano. Este programa va dirigido a todos los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres, adultos, adultos mayores, etc. La finalidad de este es alcanzar el bienestar de estas personas, desarrollando sus capacidades para que, de esta manera, se puedan convertir en personas útiles a la sociedad.

INABIF ofrece diversos servicios, entre los cuales está el llamado Acogimiento Familiar, el cual va dirigido a todos aquellos menores de edad que no cuentan con una familia que vele por su bienestar. Este servicio se inició en mayo del 2007 y va dirigido a todas aquellas familias que están interesadas en acoger temporalmente a niños, niñas y adolescentes en situación de abandono físico o moral, para que así les puedan ofrecer la protección de una familia. Cabe resaltar que los beneficiarios de este programa, en algunos casos cuentan con una familia biológica, sin embargo esta no puede garantizarles lo que estos necesitan para desarrollarse. Las familias acogedoras son las encargadas de recibir al adolescente o niño mientras la familia biológica se recupere y tenga la capacidad de encargarse de este. Este programa no es un programa de adopción, sino es como lo dice su nombre es la búsqueda de un hogar temporal. Los niños y adolescentes en abandono moral pueden crecer en esta familia temporal sin perder contacto con su familia biológica.

El proceso de selección de las familias temporales o acogedoras se realiza mediante una evaluación, la cual incluye aspectos sociales, psicológicos y legales de los solicitantes. Además de esta evaluación, se hace una capacitación a la familia acogedora antes de recibir al niño o adolescente. Esta capacitación tiene como objetivo que las familias acogedoras se informen y tengan conocimientos teóricos y prácticos sobre la atención que deben darle al niño o adolescente.

En nuestro país, este programa, a través de las familias acogedoras puede darles la oportunidad a aquellos niños o adolescentes de gozar de los beneficios de crecer en el seno de una familia, la cual puede proporcionarles lo que estos precisan para crecer sanamente, además estos niños o adolescentes tienen la opción de seguir en contacto con sus familias biológicas. En el Perú, estos programas suelen realizarse, sin embargo, no siempre cuentan con la aceptación necesaria, ya que existen muchas familias con el deseo de acoger a niños o adolescentes en estas condiciones, sin embargo, son tantos los trámites y tanta la desorganización que al fin y al cabo muchas de estas familias interesadas desisten, lo que ocasiona que muchos de estos niños se queden sin un hogar y sin las posibilidades de desarrollarse con los recursos necesarios.

En países como Colombia, existen programas que se enfocan en que estos niños o adolescentes en abandono, puedan no sólo desarrollarse en una familia, sino también tengan la oportunidad de conocer otros países, lo que les permite tener mayores experiencias de vida y mayores oportunidades. Este es el caso de la organización llamada Kidsave, la cual fue creada en 1997 en los Ángeles, California por dos madres adoptivas. La principal motivación que tuvieron estas mujeres fue que observaron que existían diversas instituciones de protección, en las cuales se encontraban niños, que al superar la mayoría de edad, no contaban con ninguna opción de adquirir competencias para la vida.

Esta organización, al comienzo trabajaba solo con niños y niñas rusos, a estos niños los mandaban a otros países con otras familias durante las vacaciones, fines de semana y fechas especiales. Después de unos años, la organización se extendió a Estados Unidos y se inició un programa llamado “Sueños de Verano”, el cual consistía en mandar niños y niñas de Rusia, Kasajistán y Colombia a pasar 5 semanas en Estados Unidos. En el año 2003, fue cuando Kidsave empezó a desarrollarse en Colombia e invitó a 14 niños a pasar vacaciones en Estados Unidos. Luego, en el año 2006, Kidsave firmó un acuerdo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en el cual se señalaban los procesos para la selección, capacitación y apoyo a los niños de difícil adopción mayores de 8 años.

Sueños de Verano va dirigido a niños y niñas de 7 a 14 años de edad que se encuentran en situación de abandono. Este programa utiliza el modelo de Inclusión Familiar con familias norteamericanas. El objetivo de este programa es que estos niños puedan establecer vínculos afectivos a largo plazo en el trayecto de sus vacaciones. El niño, al viajar a otro país en sus vacaciones de verano, experimenta un intercambio multicultural, ya que se va a un lugar que no conoce, con personas que no conoce, las cuales tienen costumbres y formas de vida diferentes. La familia que acoge al niño es previamente seleccionada y capacitada por la organización. Los beneficios de este programa son diversos, entre los cuales está la oportunidad que tiene el niño de experimentar otra cultura, otra lengua, visitar sitios nuevos, además de vincularse con muchas personas.

Este programa se desarrolla en Colombia desde el 2003 con el apoyo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, como antes lo hemos mencionado. Hasta la fecha ha invitado a más de 166 niños y niñas colombianos a compartir nuevas experiencias con familias norteamericanas en 11 comunidades de Estados Unidos, entre ellas New York, Conneticut, New Yersey, Washington D.C, Los Angeles y San Diego en California, Montana, Ohio, Texas y Atlanta. El resultado de este programa en niños Colombianos ha sido que el 86% de los niños han consolidado vínculos afectivos con las familias que los acogieron, asimismo, en el 82% de los casos se han consolidado procesos de adopción y en el 4% se han establecido relaciones de padrinazgo. En el caso de aquellos niños que no consolidaron vínculos, Kidsave los apoya en el desarrollo de su proyecto de vida.

El programa Sueños de Verano, además de brindarle al niño la oportunidad de establecer vínculos afectivos con las familias que los reciben, le da la oportunidad al niño de vivir nuevas experiencias en otro país, además de aprender a interactuar con muchas personas diferentes. Es una experiencia enriquecedora para estos niños, los cuales normalmente crecen en albergues, con pocas posibilidades de superación y sin conocimiento del mundo. Este programa es una buena opción para el niño en abandono, ya que es una forma diferente de incentivarlo a que salga y conozca el

mundo. Por otro lado, el programa brindado por INABIF en nuestro país también es beneficioso para el niño, ya que le permite a este tener una familia que le garantice los cuidados que este necesita, sin embargo, como mencionamos antes, muchos de estos programas en nuestro país no funcionan adecuadamente, además no existen la suficiente cantidad de familias de acogida para todos los niños en condición de abandono. Asimismo, los niños que permanecen viviendo en los albergues peruanos porque no han encontrado a familias que los cuiden, no son bien cuidados ni reciben el apoyo moral que necesitan. Es por esta razón, que se deberían crear programas como este en nuestro país, es decir, buscar familias de acogida no sólo en el país, sino también en otros países, para que así los niños además de conocer otros países, puedan vincularse con gente de diferentes lugares aprender nuevas cosas y establecer vínculos afectivos que les permitirán sentirse queridos, lo que les servirá en el futuro para desarrollarse adecuadamente.

MODELO PARA TRATAR LA INESTABILIDAD EMOCIONAL: LA TERAPIA ICÓNICA

Existen ciertas personas vulnerables al estrés, las cuales sienten frustración al no poder cumplir con las metas que se han planteado. Sentir frustración es algo común, sin embargo, el problema radica en cómo afrontamos estas frustraciones. La terapia icónica, fue creada para las personas que sufren de inestabilidad emocional. Su objetivo es hacer que la persona emocionalmente inestable aprenda a manejar sus emociones de manera óptima. Es importante que una persona identifique las reacciones que tiene ante situaciones desfavorables, si estas son positivas o negativas para sí mismo y para las personas que lo rodean.

Esta es un modo de intervención psicológica que utiliza imágenes simbólicas para representar aquellos conceptos de la terapia, los cuales deben ser recordados por la persona en momentos de impulsividad o de conflicto emocional. Los iconos presentados, favorecen la evocación y la rapidez en el recuerdo, lo que a su vez facilita la aplicación de la terapia en la vida cotidiana de la persona, previniendo así conductas impulsivas. Mediante el recuerdo visual de los íconos, el paciente evoca una serie de pautas de actuación para responder ante la frustración rápidamente. Esta rapidez con la que evoca estas pautas le permite anticiparse ante al impulso.

Modelo explicativo de la conducta inestable

Esta terapia dispone de un modelo explicativo de la conducta inestable. En este modelo se describe el círculo cerrado de emociones que la persona inestable presenta: “frustración ->conductas impulsivas (autoagresivas, heteroagresivas y de escape) –> nuevos problemas -> nueva frustración -> nueva conducta impulsiva…etc.”

La autoagresión se refiere a la agresión que la persona comete contra sí mismo, incluye comentarios como: “yo no sirvo”, “yo no puedo”, “prefiero morirme”, etc. La heteroagresión se refiere a la agresión hacia otros, incluye comentarios como “ellos tienen la culpa”, además de insultos y amenazas. Finalmente, la conducta de escape es cuando la persona decide evitar la situación. Todas estas conductas lo único que traen son nuevos problemas, lo cual, según el modelo, genera más frustración, esto a su vez ocasiona que se de otra conducta impulsiva. La frustración se da por la vulnerabilidad de la persona, por una baja autoestima o un pensamiento dicotómico.

La estabilidad emocional depende mucho de las experiencias que se den en los primeros años de vida de una persona. Una persona inestable emocionalmente es poco tolerante a las frustraciones, lo que la convierte en una persona propensa a la depresión. Es por esto que puede tener muchos problemas en el futuro por su incapacidad de manejar sus emociones.

La inteligencia emocional es uno de los requisitos para que una persona pueda lograr el éxito, tanto en el ámbito profesional, como en el ámbito personal. Los líderes son aquellas personas que poseen inteligencia emocional, es decir, la facultad de manejar sus emociones positivamente, impidiendo que estas influyan de manera negativa en su vida.

En el caso de los niños que viven en los albergues limeños, como hemos mencionado anteriormente, no son emocionalmente estables, debido a diversos factores, entre los principales el hecho de no contar con una familia bien formada que los apoye, además de la imposibilidad de establecer vínculos afectivos estables a largo plazo. Esto no permite que se puedan desenvolver adecuadamente, ni sentirse queridos, lo que afecta directamente la autoestima de estos.

Es importante investigar acerca de posibles terapias que traten la inestabilidad emocional, en nuestro caso, la terapia icónica. Esta terapia, mediante su modelo explicativo de la conducta inestable, nos permite saber cómo es que se siente una persona inestable emocionalmente en los momentos en los cuales enfrenta algún conflicto. Para poder entender a estos niños, es importante tener una explicación acerca de lo que una persona en esta condición experimenta al enfrentarse a algún problema. Además, es fundamental saber cómo es que se trata la inestabilidad emocional, así como también como es que se evitar.

ANÁLISIS

Al igual que muchos autores y especialistas en el desarrollo del niño, consideramos que los primeros años de vida son cruciales para sentar las bases de un adecuado desarrollo emocional. En lima, es una triste realidad la situación de muchos niños

limeños que debido al maltrato familiar, padres irresponsables, abandono, entre otros graves problemas, son llevados a albergues, en los cuales tienen que enfrentarse no sólo a la larga espera de ser adoptados por una familia, sino que además, sufren las consecuencias de las malas políticas con las que disponen los albergues limeños, pues en muchos de ellos, hay condiciones que favorecen la inestabilidad emocional de los niños albergados; entre ellas, el cambio de hogar del niño, pues muchos de éstos, sólo son hasta cierta edad; la falta de personal dedicado y especializado; el elevado número de niños ; y la inadecuada intervención en la carga psicológica con la que los niños llegan a estos albergues.

Consideramos que el gran problema de los albergues limeños es la larga espera del niño a ser adoptado; con respecto a este punto, algunos autores, sostienen que el orfanato incluso sólo durante los dos primeros años de vida podría traer graves efectos a largo plazo sobre el comportamiento social y afectivo del niño como: hiperactividad, agresividad, conducta antisocial, conductas depresivas, inseguridad y dificultad para comunicar sus sentimientos y pensamientos. Además, cabe resaltar, que todo niño necesita y tiene derecho a contar con un padre y una madre para desarrollarse de forma saludable, por lo que es necesario que los procesos de adopción sean más rápidos para poder brindarles a los niños este derecho y garantizar en ellos un desarrollo integral.

Con respecto al problema de que los niños tengan que ser cambiados de hogar, situación que les genera gran sufrimiento y depresión al ya haber entablado con sus cuidadores un vínculo afectivo, y al haber estado acostumbrados un rutina y a un ambiente determinado, los especialistas de la primera infancia sostienen que el ser humano en sus primeros años de vida necesita un cuidado individualizado, intenso y recíproco, y para ello, es necesario crear un apego en base a una relación fija no intercambiable. Por ello, consideramos que cambiar de cuidadores y de hogar cada cierto periodo de tiempo, y mientras los estos niños esperan a ser adoptados, genera graves consecuencias emocionales en los niños e incrementa su inestabilidad.

Carmen Amorós Azpilicueta, cuenta a partir de su experiencia clínica en el trabajo con niños de orfanatos, que gran parte de la inestabilidad emocional de los niños se debe a que no han tenido la oportunidad de ser acompañados en los problemas psicológicos que genera el abandono, por lo que recomienda la adecuada preparación de los cuidadores de los hogares para desempañarse como profesionales que sean un acompañamiento para el niño en este difícil proceso. Ella sostiene que el diálogo, la empatía, el acompañamiento, la escucha y el afecto, pueden dar muy buenos resultados enfrentar los problemas de inestabilidad emocional en los niños.

Por otro lado, consideramos que el Estado debe tomar medidas correctivas frente a las malas políticas de los albergues limeños. Silvia Ochoa Rivero, sostiene que existe por parte del Estado una franja muy amplia de improvisación frente al cuidado y la

atención de la infancia. Frente e este punto, creemos que es importante la actuación del Estado para cambiar esta realidad, ya que éste tiene la obligación de garantizar el bienestar de todos sus niños, más aún, cuando el problema radica en una realidad en la que muchos de ellos, lamentablemente, no cuentan con hogares funcionales capaces de brindarles un afecto y las condiciones necesarias para su desarrollo íntegro.

COMENTARIOS

Karen Schang:Todo niño tiene derecho a recibir el afecto de una familia bien conformada, así como también los cuidados necesarios para su formación. Sin embargo, no siempre se puede cumplir esto, debido a que aquellos niños que no cuentan con una familia que se encargue de ellos, no se pueden desarrollar adecuadamente en un ambiente favorable. Este es un derecho que no se está cumpliendo. El Estado peruano es el principal responsable de garantizar el bienestar de todos los ciudadanos en general, es decir, este es el responsable de que no se esté cumpliendo con los derechos de estos niños. Existe muy poca inversión por parte del Estado en albergues de nuestra capital, es decir, muy poco dinero destinado a los servicios que ofrecen estos, así como también una notable desorganización en los procesos de adopción de los niños, una falta de programas innovadores que incentiven la adopción y escases de profesionales calificados que trabajen en los albergues. En consecuencia, una característica principal de los niños en los albergues limeños es, como lo hemos mencionado antes en este trabajo, la inestabilidad emocional, producto de no tener un hogar estable, ni vínculos afectivos estables. Los afectados en esta situación no sólo son los niños, sino el país en general, ya que en el futuro estos niños no podrán desenvolverse adecuadamente en la sociedad, ni tener las oportunidades para superarse. Esto se debe a que la estabilidad emocional se debe tener en cuenta en la formación del niño a temprana edad, ya que le permite ser una persona segura y evitar la depresión.

Vania Simich:Es necesario que todo niño reciba afecto y crezca en un ambiente en el cual se satisfagan tanto sus necesidades fisiológicas, como sus necesidades afectivas. Muchas veces los niños abandonados son metidos en los albergues, los cuales se preocupan principalmente porque éstos satisfagan sus necesidades fisiológicas, que tengan que comer, un lugar para dormir, etc. Sin embargo, en muy pocos albergues se preocupan por los conflictos o problemas que pueda presentar la persona debido al abandono que ha sufrido, por lo cual, muchas veces estos chicos no logran superarse completamente e incluso presentan problemas en el futuro, ya que tienen conflictos internos sin resolver. Esto se debe a la inestabilidad emocional con la que crecen estos chicos, lo cual les impide desarrollarse plenamente. Es labor del Estado el intervenir en este aspecto y ayudar a estos chicos cuando entran a los albergues a solucionar los

conflictos con los que vienen, para que así puedan explotar sus capacidades y habilidades sin que nada los limite. Es por esto que me parece necesario incrementar este tipo de trabajo en los niños de todos los albergues limeños, para que así puedan tener la misma oportunidad que todos los otros niños, todavía falta bastante en este campo, para que logremos alcanzar la meta deseada. Sin embargo, si el Estado tomara en cuenta el problema de la inestabilidad emocional y empezara a realizar acciones, probablemente este iría disminuyendo cada vez más.

Silvana Saroli: La etapa más importante de una persona es la primera infancia, pues es a esta edad donde el niño descubre quien es, y es gracias al afecto y al entorno en el que viva que logra desarrollarse tanto física como cognitivamente. Existe un gran porcentaje de niños en Lima que son abandonados por sus padres generalmente por dos principales causas: el embarazo no es deseado o por falta de dinero para mantener al niño. Cuando estos niños no tienen a nadie quien los vele, son los albergues quienes los acogen. Lamentablemente, en Lima el gobierno aún no es consciente de la importancia que estos tienen para el adecuado crecimiento de los niños. Los principales problemas que se encuentran en los albergues son a nivel de infraestructura y de personal, el cual muchas veces es escaso e inapropiado. En estos lugares las cuidadoras tienen tantos niños a su cargo que no pueden realmente atender correctamente a todos y no pueden brindarles lo que realmente necesitan. Entre estas cosas afecto, ser atendidos, escuchados, jugar, etc. Por otro lado, no existe un seguimiento en el progreso de los niños. Por eso, el gobierno debería intervenir a través de un proceso donde se evalúe al niño que recién ingresa. Ver sus dificultades, para ayudarlo a sobrellevarlas siempre motivándolo y mostrándole apoyo. Una vez que el niño logre superar eso, podrá vivir más tranquilo y ser más saludable emocionalmente. Finalmente esto le permitirá al niño a seguir un proceso de exploración y aprendizaje que le permitirá seguir desarrollando distintas habilidades.

Andrea Ladrón de Guevara:Considero que la inestabilidad emocional en los albergues limeños es un grave problema, que requiere de la urgente intervención del Estado. Se sabe que todo niño tiene derecho a tener una familia con el fin de tener una infancia feliz y tener un adecuado desarrollo en los aspectos físico, cognitivo, emocional y social, de tal manera que la familia se convierte en la principal institución que le brinda al niño la protección, el afecto y los cuidados especiales que necesita. Sin embargo, lamentablemente, existen casos en los que las familias no son lo suficientemente funcionales como para encargarse de la formación de un niño, o incluso, hay casos en los que los niños son abandonado, situaciones ante las cuales, el Estado se ve en la necesidad de intervenir y llegar a éstos a un albergue permanente hasta que se consiga una familia que adopte al niño, o a un albergue temporal hasta que los padres o algún familiar estén en las

condiciones adecuadas como para encargarse del niño. Considero que esta intervención del Estado es buena, pues si un niño no cuenta con una familia responsable que se haga carga de él, el Estado debe ser responsable de buscar la manera de que dicho niño reciba protección. Sin embargo, a mi parecer, el problema es que los albergues limeños si bien se preocupan por la alimentación, la educación y la vestimenta de los niños, todas necesidades materiales, no se preocupan por la parte emocional de los niños que llegan a estos albergues. El desarrollo emocional del niño es sumamente importante para garantizar el buen desarrollo cognitivo, moral y social de los niños, por lo que no sólo los albergues y el Estado deben tener como prioridad sólo las necesidades materiales de los niños, sino además, preocuparse resolver los problemas emocionales de los pequeños, pues la carga psicológica con la que estos llegan a los albergues (abandono, maltrato, padres irresponsables, etc.) genera en ellos gran depresión y sufrimiento, que si no es atendido a tiempo, en los primeros años de vida, tiene graves consecuencias en la personalidad de los futuros adultos. Considero que nada sirve darle a los niños una buena alimentación, ropa y educación, si no se les da afecto y se sintoniza empáticamente en los problemas que tienen, pues éstos los arrastrarán hasta adultos, y no se habrá logrado entonces, hacer de ellos mejores personas.

Andrea Cabrera:Como hemos visto en este trabajo, la inestabilidad emocional es un problema muy grave que afecta a muchos niños en nuestro país, y que puede seguir afectándolos a lo largo de su vida si no es tratado, por lo que es común que este trastorno afecte también a la población adulta. En los albergues limeños de nuestro país, los niños se ven gravemente afectados por la inestabilidad emocional, puesto que no cuentan con un hogar y una familia estables, no tienen vínculos afectivos estables, lo que nos les da confianza en sí mismo y también los vuelve inseguros. El estado, actualmente no presenta una regulación en este aspecto, no se preocupa de manera adecuada por el bienestar de los niños, lo que también afecta a la sociedad. Tener una familia, un hogar y vínculos afectivos estables, permite el desarrollo integral del niño, lo que incluye su desarrollo moral, cognoscitivo y social. Los niños son los que en un futuro guiaran nuestra sociedad, y si actualmente, esta no vela por su bienestar, tampoco se estará garantizando un progreso de esta. Es por eso, que es importante que el Estado no solo se preocupe por las necesidades fisiológicas del niño como agua y comida, sino que también se preocupe por su bienestar emocional. Es importante que el estado garantice y se preocupe por el desarrollo integral del niño, para que este pueda desenvolverse de la mejor manera dentro de su entorno. Dándole una estabilidad emocional, se podrá conseguir este desarrollo integral y evitar consecuencias negativas en el futuro del niño.

CONCLUSIÓNES:

La inestabilidad emocional de los niños de los albergues limeños es un grave problema que requiere de la urgente intervención del Estado. Los albergues limeños si bien se preocupan por las necesidades materiales de los niños, no toman en cuenta el desarrollo emocional de los niños que llegan a estos albergues, cuando éste es sumamente importante para garantizar el buen desarrollo cognitivo, moral y social de los niños.

La carga psicológica con la que los niños llegan a los albergues (abandono, maltrato, padres irresponsables, etc.) genera en ellos gran depresión y sufrimiento, que si no es atendido a tiempo, en los primeros años de vida, tiene graves consecuencias en la personalidad de los futuros adultos.

Los niños de los albergues limeños necesita ser acompañados y entendidos en su soledad, tristeza y rabia. Muchos de ellos se cierran en el resentimiento y son reacios a nuevos vínculos afectivos, son testarudos e indisciplinados. Por ello, a partir del momento en que el niño se encuentra en abandono, son necesarias figuras adultas que entren en relación con él, las cuales deben asumir además, la responsabilidad de cuidar del niño hasta que entre en contacto con la familia adoptiva, ya que todo cambio en los niños genera una movilización de sentimientos y emociones que deben ser tomados en cuenta para la estabilidad emocional de los niño de los albergues limeños.

Es necesario que en cada albergue haya un profesional de la salud mental, entre ellos psicólogos, para que así, los niños sean acompañados en este proceso y cada uno reciba la terapia más conveniente para superar los problemas con los que llegó al albergue y las experiencias pasadas, y así, el niño pueda ir conociéndose a sí mismo, expresarse libremente y controlar sus emociones.

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