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La noción
del más allá
en adultos
mayores
Felipe R. Vázquez
Palacios
Allá en el cielo, allá en el cielo, allá en el cielo,
No habrá más llanto, ni más tristeza, ni más dolor.
Y cuando estemos los redimidos allá en el cielo.
¡Alabaremos al Señor!
Mientras llegamos a aquella casa de paz eterna,
Luchar debemos contra las fuerzas de Satanás
Y vigorosos siempre triunfantes con Él iremos
¡Adelante con Jesús!
Estribillo evangélico sobre la morada eterna.
La noción del más allá se va construyendo con el
paso de los años, moldeándose por los estilos de
vida, con base en las acciones y prácticas, con
los contextos culturales, históricos, socio-
económicos, religiosos, entre otros.
3 autores claves
• Thomas (1983)
• Ariès (1987)
• Delumeau (2000)
Planteó que las personas de
edad avanzada de acuerdo a
sus circunstancias, estilos
de vida y concepciones
religiosas, construyen su
visión del más allá,
adecuándola y
reinterpretándola en cada
momento de su vida, con la
finalidad de generar
expectativas de bienestar
De dónde se obtuvo la información
• 27 entrevistas
• 7 rurales y 20 urbanos
• 13 hombres y 14 mujeres
• 18 católicos, 2 metodistas, 2 adventistas, y 5 pentecostales.
• 2 grupos de edades: de 60 a 75 años y de 76 y más años de
edad.
Análisis de la información
• 90% habían reflexionado el tema, para el 10% era un tema desconocido.
• 90% hicieron referencia a un espacio determinado, más que a un tiempo sin
fin. Algunos los denominaron como el “paraíso”, otros como “el cielo”,
algunos lo llamaron “la gloria”, otros más dijeron que era “el reino de Dios o
patria celestial”.
• Los de 60 a 75 años de edad su visión de la eternidad era lejana y muy
general
• Los de 75 y más años su visión era más clara y precisa.
“La vida en el más allá va a ser tranquila, estaremos en un paraíso. Yo creo que va
a ser como un potrero grande donde viva toda la gente, allí no va a haber
enfermedades, hambres, sufrimientos, nada de que tenga sed, nada de eso. Dios
va a dar todo en abundancia, …ya no habrá más religiones, todos tenemos que
convivir como hermanos, sin guerras, miedos, inseguridades…”
“…En el más allá, usted va a hacer
amistad con todos, no como aquí que te
dicen: quítate idiota, no allá no. Todos
te echarán la mano. Con todos te vas a
llevar bien, ya no habrá individualismo,
ni intereses personales. Allá, habrá
mucha paz. (EPF, 79 años).
El más allá es una indefinición
que va del plano espiritual al
terrenal y viceversa.
Para los católicos
“ …En el cielo viviremos con
nuestra virgencita de
Guadalupe, ella estará rodeada
de ángeles y querubines, de
santos y santas y almas
buenas.” (SAR, 79 años)
Para los evangélicos:
“Dios nos tiene
preparado un lugar de
oración, en donde
juntamente con Moisés,
Abraham, y demás hombres
de fe, estaremos en una
Iglesia muy grande, rodeada
de bellos jardines muy
hermosos que nos motivarán
a la adoración y alabanza a
nuestro Dios.” (CPA, 73
años).
La figura central en el más allá será la presencia de Dios padre
Cuando lleguemos a
aquella casa de paz
eterna, Jesús estará la
entrada dándonos un
abrazo de bienvenida y
detrás de él estarán
todos nuestros seres
queridos queriéndonos
abrazar. Así como en la
terminal de autobuses
cuando nos están
esperando” (CPA, 73
años).
“En la En el más allá, no necesitáramos ni de sol ni de luna, pues la presencia de
Dios nos alumbrará en todo momento. Me imagino ese lugar una gran luz que
alumbra a todos los rincones, guiándonos a cada instante, dándonos su calor y
amor por siempre.” (FVM, 83 años).).
“…Estaremos igual que aquí en la tierra, viviendo
en una ciudad, pero sin basura, tráfico, violencia,
sin problemas económicos, todos teniendo lo
necesario y suficiente en nuestras casas para vivir
en armonía y en paz.” (BPR, 71 años).
“
“…Si estamos en
el cielo,
caminaremos entre
nubes suaves y
tersas, no
necesitaremos de
techos, ni de
casas, ni edificios,
se formarán
espacios
agradables con
nubes con tonos
multicolores. Así
como son los
atardeceres, o
cuando empieza a
salir el sol en la
mañana. Nunca
habrá oscuridad.”
(REG, 65 años).
“…Habrá una playa muy hermosa,
rodeada de palmeras y verdes campos en
donde habrá una iglesia muy grande,
donde todos nos reuniremos.” (PAP, 61
años).
“En el cielo, estaremos rodeados de
plantas y árboles en grandes valles y
ríos de aguas limpias, habrá
montañas en donde podremos
escalar y contemplar toda la
hermosura que Dios ha hecho para
nosotros, viviremos en cabañitas
muy bonitas.” (LHP, 66 años).
Tanto el mundo real como el mundo
imaginario, conforman una unidad, que
está en constante interacción y
reciprocidad de manera cambiante.
Ambos mundos se necesitan para
poder subsistir.
“Si seguimos sus pisadas tal como lo
marca la Biblia, llegaremos al lugar que
nos tiene preparado ¡Gloria a Dios!,
Alegres y gozosos de haber sido fieles
seguidores. Todos estaremos listos para
las actividades que Él nos mande.” (EPF.
79 años).
Todo más allá necesita su realidad, y toda realidad necesita encontrar su más allá.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN