LA PARUSÍA Y LA APOSTASÍA AHORA

La Iglesia de Dios de la Fé de Jesús Tomo: V, No. 201 “PERO RESPECTO A LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y NUESTRA REUNIÓN CON ÉL, OS ROGAMOS, HERMANOS, QUE NO OS DEJÉIS MOVER FACILMENTE DE VUESTRO MODO DE PENSAR, NI OS CONTURBÉIS, NI POR ESPÍRITU, NI POR PALABRA, NI POR CARTA COMO SI FUERA NUESTRA, EN EL SENTIDO DE QUE EL DÍA DEL SEÑOR ESTÀ CERCA, NADIE OS ENGAÑE EN NINGUNA MANERA; PORQUE “NO VENDRÁ” SIN QUE ANTES VENGA LA APOSTASÍA, Y SE MANIFIESTE EL HOMBRE DE PECADO, EL HIJO DE PERDICIÓN”. (2 Tesalonicenses 2:3) ¿Qué es la apostasía? ¿Cuándo vino o vendrá? ¿Se trata aquí de la presencia o de la venida del Señor? ¿Venida y presencia es lo mismo? ¿Cómo será nuestra reunión con él? ¿Esto está cumplido o se cumplirá todavía? ¿Por qué los profetas de hoy están tan desorientados sobre esto? Estas letras son una denuncia, que pone al descubierto los fabulosos errores, de quienes después de tantos siglos de predicciones sobre “el pronto regreso de Cristo”, todavía en pleno siglo 21, pretenden que sus incumplidos vaticinios, tienen base en los escritos de la biblia. Jesús no vendrá otra vez físicamente a la tierra, como lo señalan las profecías futuristas, el adventismo y sus incumplidas profecías se sostienen por el hecho de que siempre la venida se anuncia para el futuro, porque nadie puede viajar allá para verificar si es cierto. Aquí veremos que no lo es. Los que anunciaron la venida del Señor en fechas pasadas y fracasaron, no olviden que sus falsas profecías están vivas en la historia. Los falsos profetas no se han extinguido, sino crecido, y siguen sosteniendo sus errores, la iglesia católica, a quien los señores feudales le donaron grandes fortunas al oír que Cristo volvería al finalizar el primer milenio, ahí está. La iglesia adventista que predijo la segunda venida para 1844, y tuvo dos grandes chascos, y remendó el error diciendo que lo que anunciaron se cumplió en el cielo, en donde igual que al futuro no se puede ir a comprobar. Los Testigos de Jehová que vieron fallar sus cálculos y luego salieron con la gracejada de que Jesús y sus testigos ya reinan en el cielo desde 1918, y así se protegieron, ya que nadie puede ir al cielo, donde de seguro no hay nada de lo que dicen. La mayoría de las denominaciones, siguen sosteniendo la doctrina del segundo advenimiento, aunque ya son más cautos porque aprendieron que poner fechas a la venida de Cristo resulta mal. Ahora solamente nos dicen que vendrá “muy pronto” y no se atreven aponerle fechas, como hicieron los predicadores de “El Rapto” en Filipinas y Corea, donde los predicadores fueron bajados a golpes de los púlpitos, al no venir Cristo el 2 de Octubre de 1994; de este fracaso dió cuenta la prensa internacional y tenemos en nuestro poder uno de sus folletos con la fecha predicha. Ya todos parecen haber olvidado que todavía por los años sesentas y cincuentas y más en

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los anteriores en el pasado siglo veinte, todas las denominaciones “Evangélicas” PREDECÌAN LA SEGUNDA VENIDA, A MÀS TARDAR PARA EL AÑO DOS MIL. y ahí están sus libros para reactivarles la memoria, ahora empiezan a decir que quizá se tarde diez o veinte años ò tal vez más. Pero ya no tienen ninguna solvencia para seguir engañando, mientras no contesten la pregunta: ¿Por qué no vino Cristo antes del año dos mil? ¿Por qué no han dado ninguna explicación? ¿O acaso creen que¨ su silencio hará olvidar su error y que se borre de la historia? Ellos, igual que sus antepasados, morirán sin ver cumplidas sus predicciones y sin embargo vendrán otros diciendo lo mismo, porque el futuro está allí y constituye su mejor protección contra la duda y la objeción. Pero no piense usted que también Jesús y la biblia fallaron, ¡NO!, los que han fallado son sus intérpretes, “representantes” y profetas de la desilusión. Lo que Jesús dijo sobre su regreso ya está cumplido, tal y como Él lo dijo y como lo registra la biblia, aunque muchos todavía no logran verlo. Lo que los falsos profetas de hoy nos están diciendo, sólo tiene base en una mala traducción, en interpolaciones del texto sagrado, y en interpretaciones tendenciosas con ideas halagüeñas y aquí ofrecemos las pruebas de ello.

A LA LUZ DE OTRAS VERSIONES

Presentamos a su digna consideración, el difícil pasaje inicial, de la manera que lo traducen diferentes escrituristas a fin de comprender el pensamiento de Pablo en esta carta. En primer término, debe señalarse que, en traducciones como Reina y Valera antigua, versión Moderna de Pratt y otras, aparecen en el texto palabras y frases en un tipo de letra diferente al texto general, y llamadas letra cursiva, esta diferencia indica que son palabras que no existen en el texto griego, y que fueron suplidas por el traductor a fin de aclarar el sentido según su propio entender, que muchas veces no es el sentido correcto. Estas palabras o frases deben ser omitidas por no ser inspiradas y por ser generalmente tendenciosas. Este es el caso de la frase “no vendrá” del versículo tres. Estas añadiduras o interpolaciones, aparecen ya sin ningún recato como parte del texto inspirado en la revisión de 1960. Sin embargo Ud. verá que en otras versiones como las de Taizè y Bonnet etc., esta frase no aparece. Pasemos entonces a la transcripción de (2 Tesalonicenses 2:3). en otras versiones: Nácar y Colunga y Taizè asientan: “Pero con respecto a la parusía (Presencia)...NO OS DEJÈIS MOVER DE VUESTRA MANERA DE PENSAR, EN EL SENTIDO DE LA INMINENCIA DEL DÌA DEL SEÑOR.” La versión actualizada Traduce: “como que ya hubiese llegado el día del Señor.” La versión del Nuevo Mundo dice: “que el día del Señor esté aquí.” La versión de Bonnet Señala: “Como que está presente el día del Señor.”

ANALISIS Aquí hay muchas cosas que ver, en primer lugar, es altamente significativo, que Pablo se refiere no a la venida, sino a la Parusía o Presencia del Señor. Esta palabra no ha sido traducida mal por error, sino con el fin deliberado de darle fundamento a la incumplida e incierta venida escatológica que el adventismo interdenominacional sigue predicando. Es igualmente notorio que en la frase “NUESTRA REUNIÒN CON ÈL”; el Dr. Pratt de quien Juan Estraubinger dijo: “Lleva al lector español de hoy al verdadero sentido de los escritos inspirados”, traduce: “NUESTRA CONGREGACIÒN EN TORNO DE ÈL”, o como el mismo Straubinger traduce: “NUESTRA COMÙN UNIÒN CON ÈL.” Estas traducciones nos hablan más bien de nuestra actual unión y congregación en torno de la presencia espiritual viva y constante con el

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Señor, PRESENCIA Y UNIÒN COMUN, que en los días de Pablo y los Tesalonicenses ya era una gloriosa realidad. (Mateo.20:28 y 18:20; 2 Corintios 6:16; Juan.11:52 y 10:16)

PRESENCIA Y NO VENIDA

En el contexto de este capítulo, es evidente que Pablo trata los dos aspectos y tiempos de la presencia del Señor, primero con los suyos ya unidos a él y también la manifestación de su presencia “EN LLAMA DE FUEGO”, para castigo y destrucción de “EL HOMBRE DE PECADO”. véalo en el versículo 8 comparado con el cap.1: 8-9.

LA APOSTASÌA YA ESTABA PRESENTE

Llama también la atención el hecho de que la existencia de la apostasía y los opositores de los cristianos, se describan con el mismo término de “Parusía” que en el versículo 9 que en la interpolada biblia de Reina Valera se vierte como “Advenimiento” de manera totalmente impropia, porque Pablo está diciendo que aquel “misterio de iniquidad” ya estaba en acción, (verso 7) aunque alguien estaba conteniendo su acción. “SÓLO FALTA QUE DESAPAREZCA EL QUE AHORA ESTÀ IMPIDIENDO”, (versión de Taizè) Por esto el versículo 9 no debe traducirse “cuyo advenimiento es”, sino “cuya presencia es” como puede verse en la V.N. Mundo; porque el vocablo griego ESTÌN, significa ES o ESTÂ.

EL DÌA NO HABÌA LLEGADO, PERO ESTABA CERCA Lo anterior prueba que la lucha estaba ejerciéndose, y revela que los viejos conceptos respecto al Anticristo también deben ser revisados para determinar correctamente su identidad y tiempo de acción. La presencia del Señor ya era una realidad espiritual entre los suyos, pero la manifestación de su presencia en ira y juicio para pago de los apóstatas y pervertidores del evangelio, estaba para venir en breve, quienes no lo entendían así decían “ya llegó”, “ya está aquí”, y no como tradujo Casiodoro de Reina “ESTÂ CERCA”, haciendo que el propio Pablo se contradiga cuando dijo: “EL SEÑOR ESTÀ CERCA” en (Filipenses 4:5). Aquella presencia de poderío glorioso, que el Apóstol denomina “una demostración del justo juicio de Dios”, Cap.1:5, era tan inminente que, el apóstol la ve ya en proceso de cumplimiento al decir: “vino sobre ellos la ira hasta el extremo”. (1 Tesalonicenses 2:16). Esta aseveración de Pablo, bien pudo ser en lo que algunos vieran “ya presente el día del Señor”. Porque en el versículo dos del pasaje de nuestro análisis el mismo apóstol asienta: “NI POR CARTA QUE SE NOS ATRIBUYA” (Taizè).

¿” ESTÀ CERCA” O “ESTÀ AQUÌ”?

Luis Bonnet dice: “No debe traducirse está cerca, pues todas las enseñanzas del Nuevo Testamento tanto de Jesús como de sus apóstoles, anuncian como cercano el día del Señor.” De ser así, entonces lo que aquí Pablo rechaza es la idea de que el día de la manifestación terrible del Señor, ya había llegado, aunque ciertamente estaba muy cerca y era inminente como hemos asentado. En esto hay algo luminoso y verdaderamente liberador. Note Ud. que el error que estaba corriendo, era “que el día del Señor había llegado.” (versiones Actualizada y Nuevo Mundo) Jamieson Fausset y Brown, en su comentario asientan que literalmente dice: “Como que el día del Señor esté presente”. Bonnet comenta: Se decía “El día de Cristo ahí está”, si esto podía decirse, al grado de ser engañados, movidos de su pensamiento y eran conturbados, sólo puede indicar que los Tesalonicenses no

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esperaban como los cristianos de hoy, una venida visible y en carne del Señor. Si así lo hubiesen creído, muy fácil les hubiera sido refutar a los engañadores, pues simple y sencillamente les podían preguntar: Si el Señor ya está aquí, ¿Dónde está? Es obvio que sin el Señor a la vista a nadie podían engañar, y menos preocupar. Esa es la razón por la que los traductores de nuestra común versión de Reina Valera, nos cambiaron la frase, “como que el día del Señor esté presente “, Por “como que el día del Señor está cerca”. a fin de ocultar la evidencia del significado del día del Señor y de su Parusía.

¿QUIÉN DETENÍA LA APOSTASÍA?

“Porque primero ha de venir la Apostasía” (V. Actualizada) De la que el mismo Pablo dice “YA ESTÀ OBRANDO” (verso 7) “Con todo engaño de iniquidad” (verso 10). Lo único que faltaba para que se manifestase plenamente, era la eliminación o desaparición de alguien que lo estaba impidiendo. “Vosotros sabéis lo que impide para que a su tiempo se manifieste” (verso .6). “Solamente falta que el que le retiene sea apartado de enmedio” (verso 7 N. Colunga) Mucho se ha especulado sobre ¿Quién es este poderoso ser que podía contener la apostasía? Pero los Tesalonicenses si lo sabían: “Vosotros sabéis lo que impide,” (verso 6) y el cristianismo auténtico heredero del espíritu y fe de aquellos también hoy lo sabe. Pablo asentó: “Porque yo sé que después de mi partida, (cuando fuere quitado de enmedio el que ahora impide) entrarán enmedio de vosotros” (tanto que se asiente en el templo de Dios). “Vosotros sois el templo de Dios” (2 Corintios 3:16) “lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres perversos”, (ya estaban entre ellos sólo faltaba que Pablo fuese quitado de enmedio) Todo esto es desconocido para el cristianismo contemporáneo, porque sus maestros, desde los traductores como hemos visto, hasta sus más ínfimos expositores, les han halagado el oído con fábulas y predicciones jamás cumplidas en las veinte centurias de Cristiandad. Y todo ello ha tomado asiento en el templo de Dios y nadie lo advierte, tal y como lo dijo Isaías: “Tú ves muchas cosas, pero no las guardas, los oídos están abiertos pero nadie escucha.”(Isaías 42:20)