la patria nuestra de cada día. tomo 2 - febrero

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Calendario histórico ecuatoriano. Febrero

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Pedro Saad Herrera

La Patria nuestra de cada da

FEBRERO

Quito, 2008

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Unas palabras previasEn el proemio de un libro reciente1, incurriendo en la relativa impudicia de desnudarme intelectualmente en pblico, deca: La Historia no es slo el pasado; tal vez ni siquiera sea fundamentalmente el pasado. Y hace falta estudiarla para saber. Para entender qu mismo es uno. Algo de lo que todos los ciudadanos deben ser responsables, porque ellos mismos deben ser los dueos. As que a eso me dedico: a volver a contar la Historia, y a se concepto est consagrado el librito que tienen en las manos. Repito ahora lo que dije entonces. Pero con agravantes (como se dice en derecho penal: con premeditacin, alevosa, escalamiento, sevicia, nocturnidad y ventaja) sta es mi Historia del Ecuador. Por supuesto que otra persona cualquier otra persona puede tener la suya. De hecho, aunque todos los historiadores leemos y releemos los mismos documentos, cada uno selecciona de ellos las partes y segmentos que considera ms trascendentes, y esa seleccin proviene de su ideologa o cosmovisin.2 El libro que el lector tiene en las manos es parte de una obra que, en su conjunto, podra superar los cuatro millones de caracteres, equivalentes a unas 2,500 pginas. Felizmente la forma adoptada para el relato (da por da y en orden del calendario y no de los aos) haca coherente dividir el material en 12 libros (uno por mes) y aadirles un dcimo tercero con los ndices y materiales complementarios, de las fechas cuando todava no rega el calendario. En ese formato no pasaran de las 200 pginas por tomo. En cuanto el lector hojee cualquiera de estos volmenes percibir que est dividido en artculos signados por da. Pero no slo hay 365 de esos artculos, porque hay muchos das en los cuales ha ocurrido ms de un suceso a lo largo de la historia.

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Antes del Amanecer: antecedentes de la independencia. Edit. CNCC. Quito, 2008 Los alemanes, que tienen unas palabras fesimas pero muy precisas, llaman a esto Weltanschauung.

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Hasta el momento de escribir esta pgina, constato que esos artculos suman 635. Son los acontecimientos que han ido conformando el pas que hoy tenemos. Tenemos de verdad verdadera un pas? A lo mejor usted, amigo lector, a veces lo duda. A veces me ocurre a m tambin. Cuando una presta un poco de atencin a los discursos de la Asamblea Nacional Constituyente que est reunida al momento de escribir estas lneas (marzo de 2008), salta a la vista que hay una confusin con los trminos. En dependencia del origen tnico o la orientacin ideolgica de quien habla, hay por lo menos seis palabras que se emplean con sentido diferente: 1. Nacin, que unos emplean como sinnimo de Ecuador; 2. Nacionalidad, que unos (de origen indgena) usan como sinnimo de pueblo o etnia; pero que otros identifican con ciudadana; 3. Pueblo que, como queda dicho, unos usan como nacionalidad; pero otros como clases pobres y todava unos terceros como toda la poblacin y hasta hay unitos que (aunque no lo dicen) estn seguros de que pueblo es solamente la parte del pueblo que me apoya a m; 4. Estado, que unos emplean como nacin, otros como gobierno y finalmente algunos que entienden por Estado al gobierno central y centralista; 5. Ciudadano(a) o ciudadana, que para unos es sinnimo de nacionalidad, porque as dicen el pasaporte y la cdula y para otros es exclusivamente la parte de la poblacin que tiene conciencia de sus derechos y deberes sociales; y 6. Patria, que nadie se atreve a definir, pero algunos se apresuran a decir que ya es de todos. Entonces Cmo se puede contar la historia de un pas que es un desorden? Se puede? S, s se puede (como gritamos a veces en el estadio para intentar, a fuerza de pulmones, ganarle a Brasil o a la Argentina), pero slo a condicin de no pretender establecer un orden, sino intentar que armemos ese pas entre todos. Como si fuera un rompecabezas. As que aqu tenemos unas 635 piezas dispersas para tratar de armar una Historia de Ecuador. Usted puede considerar que hay muchas otras historias o historietas que no estn aqu. O que hay algunas de estas 635 que salen sobrando. Es posible. stas son las piezas que yo, el ciudadano Pedro Antonio Saad Herrera, autor de esta obra, luego de largos aos de estudios, anlisis y comparaciones, he 3

considerado que son las que deben estar para configurar aquello que sigue siendo un rompecabezas. Tambin es un rompecorazones. Al momento de escribir estas lneas, todava no s si les pondr como ttulo general Calendario Histrico, que sera el nombre ms descriptivo y el que se emplea en varios textos, o 600 piezas para armar una Historia de Ecuador, que tiene la ventaja de ser un ttulo que ya viene con portada diseada (como rompecabezas, claro), o La Historia nuestra de cada da, que es un nombre que se me acaba de ocurrir, pero que me suena bonito En fin. Lo cierto es que estos 600 y ms artculos estn ordenados en funcin del calendario (por meses y por das, y no en la sucesin de los aos), de modo que un da cualquiera (digamos el 11 de octubre) puede corresponder al ao 1922, el da siguiente,12 de octubre, a 1492 (430 aos antes) y el da posterior, 13 de octubre, a 1812 (320 aos despus). Y no estn escritos como algo que ocurri hace mucho tiempo, sino como si hubiera sucedido ayer noms, sin la solemnidad de la Historia (as con maysculas, como si fuera la Eternidad), sino con la cotidiana alegra del periodismo. Claro que este sistema tiene tambin sus aspectos negativos, como por ejemplo, que el narrador no sabe lo que va a venir despus (o sea que, al contar que Sucre durmi en Chillogallo el 23 de mayo de 1822, por ejemplo, todava no sabemos que al da siguiente va a tener lugar una batalla y que morir Abdn Caldern y habremos conseguido nuestra emancipacin poltica). El lector lo notar en seguida, al ver que aqu no nace nadie (porque en un sistema republicano los recin nacidos todava no han hecho nada digno de mencin) y en cambio se muere todo el mundo (porque es el nico momento cuando se puede contar toda la vida). En fin. Yo me he divertido como loco al escribirlos, y espero que usted los disfrute igualmente al leerlos. Y, antes de darle paso a su lectura, quiero aclarar cmo utilizo aqu aquellas seis palabrejas que crean confusin. Pienso que lo mejor es emplearlas como las define la Academia: 1. Uso Nacin para significar Conjunto de personas de un mismo origen tnico y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradicin comn. Por Nacionalidad entiendo Condicin y carcter peculiar de los pueblos e individuos de una nacin. Aqu usaremos Pueblo como Conjunto de personas de un lugar, regin o pas. 4

2. 3.

4.

En cuanto a Estado lo entenderemos como Conjunto de los rganos de gobierno de un pas soberano; pero, cuando opinemos sobre el sistema federal llamaremos estado (con minsculas) para la porcin de territorio cuyos habitantes se rigen por leyes propias, aunque sometidos en ciertos asuntos a las decisiones del gobierno general. Cuando usemos ciudadano comprenderemos por tal al habitante de las ciudades antiguas o de Estados modernos como sujeto de derechos polticos y que interviene, ejercitndolos, en el gobierno del pas. Finalmente por Patria entenderemos fundamentalmente un sentimiento de vnculo para con la tierra natal o adoptiva ordenada como nacin, a la que se siente ligado el ser humano por vnculos jurdicos, histricos y afectivos.

5.

6.

Y esta Historia personal est consagrada a las siguientes convicciones de su autor:

1. Todo es HistoriaLa poltica, el tenis, la guerra, los bomberos, el ftbol, la comida, los terremotos, la literatura, la natacin, los sueos Todo. Hasta el Congreso.

2. Siempre es HistoriaLo muy antiqusimo (como los Amantes de Sumpa), lo que vino despus (como la batalla de Yaguarcocha), y ms despus (como la captura de Atahualpa), y mucho despus (como las juergas que organizaba Antonio de Morga en Quito o los pcaros gobernadores de Guayaquil), y mucho-mucho despus (como la recluta de soldados ecuatorianos para ir a independizar el Per o como el comienzo de las montoneras alfaristas), y tan despus que parece ayer (como los discursos de Velasco Ibarra o como los golpes de Estado del coronel tal y del general cual y del almirante aquel), y hasta el futuro es Historia, porque el futuro es resultado de todo esto. Pero sobre todo, la Historia es Aqu y Ahora: lo que hacemos (y lo que dejamos de hacer), lo que decimos (y lo que nos callamos)

3. Todos somos Historia.Los presidentes y los artesanos; los generales y los lustrabotas; los polticos y los otros pillastres; los obreros, los sembradores, los obispos, las mujeres (todas ellas), los maestros, los empresarios, los negros, los indios, los empleados de las bolsas de valores, los periodistas, los poetas, los ancianitos y los recin nacidos, los que se van y los que ya se fueron, todos, todos Pero sobre todo: usted y yo, que los miramos pasar a todos ellos. Y finalmente 5

4. La Historia no muerde.No tiene por qu ser solemne y aburrida. De hecho, es algo muy entretenido y alegre. Y a uno no le cobran por pensar en el pasado. Ni lo mandan a la (No. Iba a decir que no lo mandan a la crcel por pensar en la Historia, pero no siempre es cierto. A usted s lo pueden mandar a la crcel por pensar en la Historia y sobre todo por querer cambiarla, pero eso ser slo si usted ha permitido que llegue un gobierno que manda a la crcel por pensar en la Historia). Bienvenid@ a los sucesos ocurridos durante el mes de febrero.

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Agradecimientos

Estos libros no hubieran sido posibles (o habran sido mucho peores y ms aburridos) sin la colaboracin de varias personas, en distintos mbitos: Julio Csar de la Roche, quien pas largas noches y pesados das colaborando con la investigacin, la redaccin y el armado de estas pginas; Jorge Nez Snchez, a quien le adeudo el impulso, el inters y el ejemplo para la dedicacin a este oficio de los papeles viejos; Galo Martnez Merchn, gerente y director de El Expreso, que crey en este modo de contar la Historia cuando nadie ms le tena fe; Adulcir Saad Vargas, quien se hizo cargo con amor e inteligencia de la edicin y correccin de estos textos; y Ral Vallejo Corral, hermano en las convicciones y en el amor a las letras. Si al leer estas pginas usted, amigo lector, tiene algo bueno por decir de ellas, crame que las felicitaciones implcitas van para estas personas. Pero debo aclarar que son completamente inocentes de todos los errores u olvidos que se hayan deslizado.

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Pedro Saad Herrera

La Patria nuestra de cada da

FEBRERO

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El 1 febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1570 Real Cdula de Felipe II dirigida al Presidente de la Audiencia de Quito, creando dos escribanas de provincia que prestarn sus servicios en la Audiencia. Ordena que estos empleos sean sacados a remate pblico y que, cuando hubieren sido rematados, se le comuniquen los nombres de las personas que los adquirieron. 1578 Desde la ciudad de Quito, el clrigo Miguel Cabello Balboa enva al Rey una representacin, por medio de la Audiencia de Quito, dndole a conocer la expedicin que hizo en la Provincia de Esmeraldas desde el 16 de septiembre de 1577 hasta el 24 de enero de este ao. 1586 El Rey de Espaa, Felipe II, expide en Valencia una Real Cdula dirigida al Presidente de Quito, doctor Barros de San Milln, envindole el informe del Padre de la Orden de la Santsima Trinidad, Fray Alonso de Espinosa, fechado en Quito el 22 de mayo de 1585, sobre la expedicin que hizo en la Provincia de Esmeraldas desde 1583 hasta 1585. 1643 La Real Audiencia de Quito dirige una carta al Virrey del Per, informndole que se continuar la fabricacin de la plvora en Latacunga, porque es un artculo muy importante para la economa de la Audiencia. 1648 Como en Quito se haban sublevado unos dominicos, en esta fecha el Rey de Espaa, Felipe VI, ordena a la Audiencia que se les impongan los castigos correspondientes. 1842 Se inaugura Colegio S. Vicente en Guayaquil. * 1888 En la ciudad de Guayaquil circula el primer nmero del peridico "Diario de Avisos", fue uno de los ms acreditados y ms populares rganos de la prensa guayaquilea, fundado por don Manuel Martnez Barreiro y don Belisario V. Torres. 1906 Se funda el partido Liberal Obrero. ** 1930 Inauguracin de luz elctrica en el cantn Pias (El Oro) 1938 Se crea el Consejo Nacional de Proteccin Social. 1943 Inauguracin de los nuevos estudios de Radio Quito (ver 13 de febrero) 9

Martes, 1 de febrero de 1842 (I) Un Colegio en GuayaquilEl Gobernador del Guayas, don Vicente Rocafuerte, con autorizacin del gobierno central del pas, ha inaugurado hoy un nuevo plantel educativo, al que ha puesto el nombre de su patrono: San Vicente. Como rector del establecimiento de estudios secundarios se ha designado al ilustre educador don Teodoro Maldonado. En medio del beneplcito de la ciudadana, hay la firme conviccin de que es seguro que algn da este plantel educativo lleve el nombre de su fundador y pueda llamarse orgullosamente Colegio Nacional Vicente Rocafuerte.

Para saber msDe Federico E. Trabucco: Sntesis Histrica de la Repblica del Ecuador.Edit. Santo Domingo. Quito, 1967.

Jueves, 1 de febrero de 1906 (II) Surge un Partido Poltico Liberal-ObreroEs indudable que el movimiento gremial y el obrerismo, como se ha dado en llamar a la gestin por la superacin de los trabajadores manuales, han alcanzado un gran desarrollo en Ecuador (y especialmente en Guayaquil), pero quiz el mayor avance se haya producido este jueves, 1 de febrero de 1906, al conformarse el denominado Partido Liberal-Obrero, que ha presentado a consideracin de la ciudadana un extenso programa, que cubre muchos puntos del convivir social. Como es lgico, este crecimiento de la organizacin y la importancia obreras se debe a la introduccin de centros industriales en el pas y especialmente en nuestra ciudad, como ya lo hiciera notar el sabio Teodoro Wolf hace unos aos, cuando l constataba (1892) la existencia de una fbrica de gas y otra de 10

hielo; fundiciones de hierro, talleres mecnicos, aserraderos, molinos, chocolateras, etc. Y, naturalmente, junto con el aparecimiento de fbricas, han surgido los gremios de obreros que hace pocas semanas, el 31 de diciembre de 1905, constituyeron la Confederacin Obrera del Guayas, que fue resultado de la unin de la Sociedad de Tipgrafos de Auxilios Mutuos (promotora de la iniciativa de crear la Confederacin), la Sociedad Hijos del Trabajo, el Club Guayas, la Unin de Panaderos, la Sociedad de Abastecedores del Mercado, la Unin de Peluqueros, la Unin de Carpinteros y la Sociedad de Sastres. Como se ve, son varios y muy activos los gremios asociados en la Confederacin Obrera. Es digno de considerar que, a diferencia de lo que acontece en la capital, en Guayaquil la preponderancia poltica es liberal, aunque de un liberalismo de tipo nuevo, que algunos consideran que podra ser la presencia en el pas de movimientos sociales que en otros pases adquieren el nombre de anarquistas o, ms precisamente, de anarco-sindicalistas. En Quito, por el contrario, el movimiento obrerista que tambin ha crecido mucho se inscribe bajo la direccin de la Iglesia y puede, en consecuencia, considerarse una extensin del partido conservador. En todo caso, el nuevo partido poltico, que presenta demandas especficamente obreras, como tiempo mximo de duracin de la jornada de trabajo, jubilacin, indemnizaciones por accidentes laborales, tarifas especiales para el transporte y otras, es por su misma esencia y definicin un hecho poltico, que representa un grado diferente de organizacin popular, con proyectos de administracin general del Estado. Algunos observadores generalmente bien enterados del acontecer mundial estiman que este nuevo partido, a pesar de algunas proclamas entre ingenuas y simplonas, podra representar una de las secciones de la llamada Asociacin Internacional de Trabajadores que ha creado en Europa el filsofo alemn Carlos Marx y que ya se trat de poner en vigencia en nuestro pas por parte del desaparecido Juan Montalvo. Slo el tiempo podr decirnos definitivamente si este Partido podr o no convivir dentro de las mltiples tendencias liberales, o deber finalmente adquirir su propia identidad ideolgica.

Los Liberales Obreros y la MujerQuiz el campo donde con mayor claridad se ve la paradoja del contenido utpico-moralista y revolucionario-conservador del nuevo Partido es en su visin sobre el papel de la mujer en la sociedad ideal que nos presenta su programa. Por un lado se habla de el derecho de todos, para ocupar todos 11

los puestos pblicos, conforme a sus aptitudes; pero de inmediato se establece que uno de los postulados Liberal-Obreros es la redencin de la mujer, mediante la concesin y goce de los derechos polticos, civiles y sociales en el mismo grado que el hombre, su indigno opresor por codicia, maldad o estupidez, y su derecho a ocupar puestos pblicos subalternos. El extrao machismo-pro-feminista de estos libertarios se evidencia en dos postulados que transcribimos textualmente Considerando que el exceso de poblacin femenina es casi un 5% ms que la masculina; que, al casarse todos los hombres, quedara una porcin considerable de mujeres privadas, contra sus deseos, de los inefables goces del matrimonio; que esta aberracin social moderna contra las leyes naturales (el matrimonio) priva tal vez a la humanidad de las mejores madres de familia; que el matrimonio obligatorio y a perpetuidad es, en la mayora de los casos, causa de enfriamiento, desamor o infidelidad, irresistibles por la misma falta de libertad o imposicin () se procurar la abolicin civil y eclesistica del matrimonio, quedando en su lugar el voluntario. Aun ms detallada y entretenida es la prohibicin contenida un poco ms adelante en el mismo documento programtico del Partido, con referencia a los hbitos de cortejo No permitir ningn socio (del partido Liberal-Obrero) que sus hijas o hermanas sean enamoradas desde la ventana o la calle, y menos en altas horas de la noche, con detrimento de su propia honra y la de sus parientes (como acostumbran hacerlo las personas que se llaman decentes), por inmoral, escandaloso y depravado; y, por el contrario, ser un deber suyo procurarles discretamente novios dentro de la casa, y ayudarlas a conocerlos, para que escojan como maridos a los que ms les convengan y adquieran hbitos de sociedad o tertulias, en vez de dejarlas a sus propios esfuerzos, para que se salgan o se dejen raptar por el primer advenedizo o desconocido de ellos, y labren su infelicidad y el remordimiento eterno de padres y hermanos, que no pudieron o no quisieron, en hora oportuna, servirles de consejeros y ayuda en cosa tan lcita y natural (), lo que puede causar la desgracia de sus parientes, o conducirlas a la prostitucin, por culpa de una torpeza, proveniente de la falta de mundo o experiencias de la vida. Finalmente, todo el lenguaje seudo-cientfico termina en la siguiente afirmacin filosfica: A pesar de los prejuicios de la sociedad, se declara que no hay inmoralidad en que un hombre, si tiene bienes propios suficientes para mantener separadas dos familias, pueda tener una segunda familia legtima como mximum, pues ms de este nmero s sera atentatorio para los derechos de los otros hombres. Sin comentarios.

Para saber ms12

El primer tomo de la Historia del Movimiento Obrero Ecuatoriano (Edit. CEDIME. Quito, 1984. 2 edicin) del muy tempranamente desaparecido Patricio Ycaza C. es lectura indispensable para cualquiera que desee conocer este aspecto definitorio de la Historia nacional.

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El 2 de febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1558 En el Cabildo de la Ciudad de Cuenca, presenta Pedro Len el real ttulo de Teniente de Guarda Mayor que le fue otorgado por el Gobernador, Capitn Gil Ramrez Dvalos, en la ciudad de Zamora y es reconocido en ese alto empleo por el Cabildo de aquella ciudad, debiendo tener el primer voto en las sesiones del Ayuntamiento. 1620 Diego Parrales y Francisco Vergara venden sus haciendas a los frailes mercedarios, en cincuenta patacones; las ovejas, a seis reales, chicas y grandes; las vacas, a cinco patacones; las yeguas, a cuatro reales. Estos frailes llegaron a conformar uno de los mayores latifundios de la Presidencia de Quito: la Hacienda Pesillo. 1620 Y otros datos de la vida diaria en Quito.* 1660 Felipe IV expide una Real Cdula dirigida al Presidente de Quito, doctor Pedro Vzquez de Velasco, comunicndole que ha prohibido las fundaciones de obrajes en el distrito de la Audiencia de Quito, porque estos obrajes causan perjuicios a los indios, pues sus dueos les obligan a trabajar forzosamente sin casi pagarles sus jornales respectivos. 1747 Se realizan en Quito las ceremonias correspondientes a las exequias de Felipe V. 1807 El Obispo de la ciudad de Quito, Doctor Jos Cuero y Caicedo, dirige un oficio al Presidente, Barn de Carondelet, comunicndole que habindose sentenciado el juicio del matrimonio casi clandestino que contrajo en la Parroquia de Santa Prisca, don Francisco Antonio de la Pea con doa Rosa de Alava, el 4 de octubre de 1806, ha ordenado que Pea sea sacado de la crcel, y que el da 8 del presente mes se encuentren los esposos con las cabezas descubiertas, a las doce del da, como penitencia, y que despus se realice la ceremonia de la velacin. 1821 El Coronel realista Basilio Garca, uno de los fugitivos de la batalla de Boyac, est al frente de los irreductibles realistas de la inaccesible Provincia de Pasto. 1857 Primeras bombas contra incendios.

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1870 Se coloca la primera piedra del Noviciado de Santo Domingo, en la ciudad de Quito. 1907 Se acepta la propuesta formulada por don Eduardo Morley, para la construccin del Ferrocarril de Huigra a Cuenca. 1932 Son apresados, en Quito, don Modesto Larrea Jijn, Bolvar Valdivieso, Augusto Yepez, el Comandante Maximiliano Dvila, Coronel Bartolom Vinelli y otros. La situacin de efervescencia creada por el momento poltico que viva el pas, con motivo de la eleccin de don Neptal Bonifaz a la Presidencia de la Repblica, fue incubando los lamentables acontecimientos sucedidos en este ao. Quito vivi, una vez ms, horas de angustia y dolor. 1963 Derrumbe y tragedia en Biblian (Caar) ** 1942 Victoria sovitica en Stalingrado. Fin del principio de la II Guerra Mundial. ***

Lunes, 2 de febrero de 1620 (I)Casos y cosas de la vida de Quito en 1620

Insidias, Malversaciones, Cuernos y Denuncias (y todo sin secreto de confesin)Da vergenza ponerlo por escrito, pero los ciudadanos deben estar al tanto del grado de corrupcin e insidia al que se ha llegado en la capital de la Audiencia, pues el conocimiento de estas cosas podra ser el primer paso para intentar superarlas. Como bien lo saben nuestros lectores, el Oidor Diego de Zorrilla mantiene amores ilcitos con la guapa cuzquea Tomasina de Esquivel, la que est casada con el abogado de la Audiencia Francisco Rodrguez Plaza, persona mayor que, por lo visto, tolera estos cuernos de su joven y fogosa cnyuge. Como tambin la requiere de amores el Presidente, nuestro inefable Antonio de Morga, sobre el cual ya hemos escrito algunas veces (ver Calendario Histrico de octubre 22 y noviembre 5), ste no ha encontrado mejor medio que denunciar pblicamente a Zorrilla, haciendo notorio que se ha casado en secreto con la rica Catalina Ospina y Medenilla, quien quedara viuda cuando su marido muri misteriosamente el 14 de mayo del ao pasado. 15

Con esto, el tringulo conformado por la cuzquea Esquivel, su marido Rodrguez y su amancebado Zorrilla, se ha convertido en un enredadsimo pentgono, pues se han aadido al embrollo esa tal Catalina y nada menos que el Presidente Antonio de Morga. Zorrilla no ha podido negar su matrimonio, y se dice que la Esquivel, sintindose engaada por su mancebo, ha formado un escndalo maysculo, lindose casi pblicamente con el Presidente Morga. El viejo marido, Francisco Rodrguez Plaza, que ya haba tolerado los cuernos con uno, pero al que dos le parecieron demasiados, se junt con Zorrilla, y juntos han escrito una carta al rey, denunciando los abusos econmicos del Presidente, a quien se acusa de malversaciones, coimas, sobornos y trampas en los naipes. Para ocultar su autora de la carta, le han pedido a Sebastin Daz de Pineda que copiara la denuncia con su letra; pero ste, convencido de haber cometido con esto un pecado, corri hoy (lunes, febrero 2 de 1620) donde su confesor, el Provincial de la Orden Dominicana, fray Pedro Bedn, y le cont que era l quien haba escrito la carta, y por instrucciones de quines lo haba hecho. El Presidente Morga, que ya estaba asustado de que el Monarca enviara un Visitador para residenciarlo, se ha puesto al habla con su flamante barragana (la ya mencionada Esquivel), y, conociendo el vengativo carcter del presidente, se esperan graves consecuencias contra Zorrilla y Bedn. (ver Calendario de febrero 27 y junio 26). Se desconoce si los complotados atentarn tambin contra la vida del tolerante esposo Rodrguez Plaza.

Para saber msYa hemos tenido ocasin de ponderar las virtudes de la obra de don Ricardo Descalzi sobre el Quito colonial, que l resumi de sus libros de cabildos. Es una obra que merece una reedicin.

Sbado, 2 de febrero de 1963 (II) Mueren ms de 100 nias en un derrumbe en Biblin16

Por el momento es imposible establecer el nmero exacto de vctimas fatales de este trgico sbado, 2 de febrero de 1963, cuando la capilla del colegio Corazn de Mara en el austral cantn de Biblin se desplom inesperadamente, enterrando a decenas de nias estudiantes y a varias maestras del establecimiento. Desde Cuenca y Azogues se han movilizado de inmediato varias autoridades, incluyendo personeros de la Cruz Roja, el ejrcito nacional, la polica y los bomberos, y las actividades de rescate continuaban al amanecer de hoy, habindose logrado recuperar un total de 64 cadveres (60 nias y 4 maestras) de en medio de los escombros. Sin embargo, por los reclamos de los padres y las ausencias constatadas, se estima que el nmero de vctimas podra llegar a 106. El derrumbe se produjo aproximadamente a las tres y media de la tarde de ayer viernes, cuando las alumnas se encontraban en la capilla ubicada en el segundo piso. La causa del hundimiento se atribuye provisionalmente a la falta de bases de sustentacin de aquel piso, pues en los actuales momentos se encuentran en reparaciones tanto las aulas cuanto los patios de recreo de la planta baja. Sbitamente, y con un estruendo que llam la atencin en toda la ciudad, la capilla se derrumb integralmente, sepultando a las decenas de vctimas fatales y dejando varios otros heridos, entre ellos a la superiora del centro de estudios. Al momento del cierre de nuestra edicin, las brigadas de salvamento luchan denodadamente por rescatar a los supervivientes que pudiesen encontrarse bajo los escombros.

El Presidente en ManabEl Presidente de la Repblica, Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy, fue informado de lo ocurrido cuando se hallaba en Manta, invitado especialmente por el Concejo de aquella ciudad para inaugurar el llamado Centro de Reconstruccin de Manab, que quiz llegue a ser conocido por sus siglas, CRM. Luego de la condecoracin otorgada al Dr. Gonzalo Abad Grijalva, ilustre manabita Ministro de Educacin, el Presidente se resisti a recibir la condecoracin de Husped de Honor que le entregaba el Concejo Cantonal, pues, segn dijo, mientras Manta no tenga agua potable y obras portuarias, l no era merecedor de ninguna presea, observacin sta que fue ruidosamente aplaudida por el numeroso pblico asistente. Entrevistado por los periodistas en torno a los rumores de una posible crisis ministerial, el seor Gustavo Ycaza Borja, Secretario General de la Administracin, desminti totalmente aquellos rumores.

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Para saber msDe Humberto Oa Villarreal: Fechas histricas y hombres notables del Ecuador.s/e Quito, 1988.

Martes, 2 de febrero de 1943 (III) Victoria sovitica en StalingradoEl recientemente ascendido Mariscal de Campo Friedrich von Paulus, al mando de los 91,000 supervivientes de sus tropas, se han rendido hoy ante las fuerzas soviticas en la ciudad de Stalingrado, dando as fin a la que muchos consideran la ms sangrienta batalla de la historia universal. En el verano del ao pasado, las tropas nazis llegaron a esta ciudad del Volga, intentando conquistarla por s misma (pues es un importante centro industrial), pero sobre todo en un afn por cortar los abastecimientos petroleros que llegan a la parte central de la URSS desde el Cucaso por va fluvial. La firme resistencia del Ejrcito Rojo impidi que las fuerzas alemanas tomaran la ciudad, y dio comienzo un cerco, que fue firmemente resistido por el 62 ejrcito ruso, al mando del general Vasily Chukov. Para el 19 de noviembre, los soviticos lanzaron un doble ataque (desde el interior, comandado por Chukov y desde fuera, bajo el mando del general Yuri Zhkov). La operacin se realiz en una accin con forma de pinzas, cercando ambos generales rusos al mismo tiempo al 6 ejrcito de von Paulus, en una extraa operacin de crculos concntricos. Para el 23 de noviembre todo estuvo resuelto, y fue slo la tozuda orden personal del gobernante alemn, Adolf Hitler la que llev al holocausto de casi 300,000 soldados alemanes, hasta que, en esta fecha, desobedeciendo las rdenes del Fhrer, von Paulus decidi que toda resistencia ulterior era intil y se rindi. Para muchos observadores, esta victoria sovitica puede marcar el punto de viraje de toda la guerra, pues ahora las tropas del Ejrcito Rojo podran pasar a la ofensiva.

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El 3 de febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1504 El quinto de las minas para el Rey.* 1795 Nace Antonio Jos de Sucre.3 1829 En la poblacin de Oa, el mariscal Jos de Lamar rechaza una propuesta de Sucre para lograr una conciliacin sin batalla. 1879 Es trasladado a la Crcel Pblica, desde el Cuartel de Artillera de Guayaquil, donde se encontraba detenido, don Eloy Alfaro. 1901 Se funda el Seminario Mayor de Ibarra. 1917 En esta fecha el Presidente de la Repblica, Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, ofreci para funcionamiento del Crculo Militar, la casa que fue de la Zona Militar, en Quito. Esta casa haba estado, anteriormente, ocupada por el Colegio Juan Montalvo.

Sbado, 3 de febrero de 1504Para qu sirven las Indias?

Los Reyes Catlicos exigen el 20% de todo el oroQuiz en el futuro todo se vea distinto; pero este sbado, 3 de febrero de 1504, la Cdula dictada por Sus Majestades Fernando e Isabel, reservando para la Corona el llamado Quinto Real (o sea el 20 por ciento) de todos los metales, parece la nica solucin posible para que la aventura de Indias no sea considerada un fracaso completo.

3

Por el estilo adoptado en este Calendario Histrico, los datos sobre la vida del Gran Mariscal de Ayacucho los podr usted hallar en el artculo correspondiente al 4 de junio de 1830, fecha de su muerte.

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En efecto, cuando la Reina accedi a lo que muchos consideraban la locura de Cristbal Coln, aquello fue una mezcla de varios factores: 1.- La euforia por haber completado (el 2 de enero de ese mismo ao de 1492) la fase denominada de La Reconquista. Como inercia de aquel entusiasmo, todo pareca posible y todo til, incluso estos proyectos de circunnavegacin que el genovs presentaba insistentemente. 2.- Como buen Monarca de Aragn, don Fernando se orientaba ms hacia los progresos y avances en el Mediterrneo que por el lado del Atlntico, y ya tena adelantados los proyectos de ataques a Miln y Npoles, sin la participacin de Castilla. Era apenas lgico que doa Isabel se preocupara por mantener el equilibrio (Real y conyugal), si quera que aquello de Tanto monta; monta tanto Isabel como Fernando siguiera siendo cierto. 3.- El proyecto original, de llegar a Catay y Cipango (otros prefieren respectivamente China y Japn) navegando hacia occidente pareca muy atractivo a los Reyes de Espaa, que no podan competir con los portugueses en la ruta del Cabo de Buena Esperanza por donde los lusitanos llevan una amplsima ventaja. 4. La aventura de Coln, o como quiera que pudiera llamarse, le sala casi gratis a la Corona, pues era financiada en lo fundamental con medios privados, especialmente dados o gestionados por el Tesorero Real, don Luis de Santngel, quien a pesar de su cristiansimo nombre es de origen judo. 5.- Finalmente, sin que tuviera toda la importancia que se le dio por razones publicitarias, pero siendo algo ms que un estorbo intelectual, la posibilidad de catequizar y cristianizar a unos paganos era siempre atractiva para la mentalidad de unos Reyes, con justicia llamados Catlicos. Visto desde la ptica de la Corona de Castilla, fue as como se autoriz el zarpe de Cristbal Coln. Desde la mira del propio Almirante, habra que aadir 6.- Los autnticos afanes por comprobar en la prctica la forma esferoide de la Tierra y la posibilidad de verdaderamente alcanzar el oriente navegando en direccin opuesta; y 7.- El legtimo prurito de gloria personal (cientfica, militar y econmica) que acompaara cualquier descubrimiento. En resumen: el flamante Almirante no tena nada que perder, pues era pobre de solemnidad y desconocido para unos y loco para otros, mientras podra retornar inmensamente rico y con aureola de hroe. Cuando don Cristbal sopes todos los pros y contras, decidi que emprender el viaje era el mejor riesgo posible.

Las Primeras Experiencias20

Desde los primeros momentos (y de ello dej constancia el Almirante en su Diario y en la bitcora de la Santa Mara), don Cristbal tuvo el pensamiento puesto en el oro, ya que ste es tan poderoso que llega a echar las almas al paraso, tanto como de la apertura de nuevas rutas martimas y flamantes descubrimientos geogrficos. Pero, al llegar a las costas de Indias, la realidad fue muy distinta. A todos les qued en claro que estas tierras, frtiles y quiz tiles, podran ser de beneficio para la Corona, pero ciertamente no eran ni Catay ni Cipango. Slo el Almirante insista en que estaban a punto de llegar donde El Gran Jan, para quien era portador de una misiva de los Reyes Catlicos. Lo pensaba realmente Cristbal Coln, o slo era una manera de defender sus conceptos ante los compaeros de viaje que haban arrostrado los peligros del mar por llegar a esas tierras? Quiz nunca podremos saberlo, y las intenciones ocultas o los pensamientos ntimos no son materia de la Historia. Lo cierto es que Coln lo afirm una y otra vez: Cipango est a la vuelta de la esquina. Cuando lleg a Espaa de regreso de su primer viaje, fue recibido como un hroe salvador, y su prestigio lleg a ser tan grande como el que mereca El Gran Capitn, Gonzalo Fernndez de Crdoba. Tambin fueron varias las razones: 1. Estaban vivos. Muchas mujeres e hijos que vieron partir a sus esposos y padres (que fueron sacados de las crceles para que acompaaran a Coln), creyeron que nunca volveran a encontrarlos. Que llegaran sanos y salvos, luego de aventura tan riesgosa, era suficiente causa de regocijo. 2. Haban efectuado un descubrimiento. Y, no importa cun trascendente fuera este hallazgo, aquello en s mismo era la demostracin de que se podra competir con los portugueses que don Enrique, el Navegante, enviaba cada dos o tres meses a efectuar nuevas hazaas. 3. Lo que traan era extico. Ms extico, mucho ms, que los botines que regresaban de Africa o de las tierras moras. Estos indios, estos animales, estas frutas, estos collares y qu era aquello que brillaba? Pareca S, era oro! Y fue el oro, bien que escaso en este primer viaje, lo que motiv a que se volviera a incurrir en los grandes costos de nuevas expediciones. Pero ahora que se saba de su existencia, la Corona tendra que normar su participacin en el negocio.

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Ese es el trasfondo de la Cdula de hoy: la Corona ha puesto precio a su presencia. Un quinto de todos los metales (Con la esperanza de que el oro aumente as se vayan ocupando nuevos territorios). El 20% de las nuevas tierras.

Para saber msDoa Angeles Masi realiz una interesante y bien escogida antologa de Historiadores de Indias (Edit. Bruguera. Barcelona, 1971).

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El 4 de febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1652 Inicia su funcionamiento en Quito, el Convento de Carmelitas, cuya acta de fundacin se suscribi el 27 de enero de este mismo ao. 1797 Se produce una grave convulsin que afecta al territorio comprendido entre Popayn, en Colombia, hasta Loja, en el Ecuador, que se prolong por 30 das. Fue un hundimiento de la Cordillera de los Andes, en casi 8 grados. Hubo grandes estragos en Ambato, destruyendo, adems, las iglesias, conventos, edificios pblicos y particulares de la ciudad de Riobamba, que sufri unas 13 mil vctimas.* 1837 Por Bula del Papa Gregorio XVI, se erige el Obispado de la ciudad de Guayaquil. 1844 El presidente Juan Jos Flores promulga la Ley de Monedas, para intentar poner fin a la circulacin de dinero falso.** 1879 Son detenidos, entre otros, los doctores Paz y Cuevas, editores del peridico "El Heraldo", de Guayaquil. 1883 Don Santiago Murillo, vecino de Machala, desembarca en la Bocana, reuniendo 30 hombres contra Veintemilla. Fueron dispersados. 1883 Se produce un combate en El Salado, entre fuerzas del Gobierno y las Restauradoras. Es el fin de la dictadura de Ignacio de Veintemilla. 1884 La Asamblea Constituyente, reunida en la ciudad de Quito, expide la dcima constitucin de la Repblica del Ecuador. 1889 Se firma Convencin sudamericana para el ejercicio de varias profesiones libres. Ecuador slo adherir el 22 de mayo de 1928, 39 aos ms tarde. 1956 Fue bendecido, en la ciudad de Guayaquil, el destructor de la Marina Nacional, Presidente Velasco Ibarra. En ese momento es el buque ms poderoso de nuestra armada, aunque la fragata Guayas sigue siendo la nave insignia de la pequea flota del pas. 1997 La popularidad del presidente Abdal Bucaram cae y su gobierno puede tambalearse.*** 23

Sbado, 4 de febrero de 1797(I)

Nuestro Peor TerremotoHoy, 4 de febrero de 1797, se ha iniciado el que tal vez ha sido el peor terremoto de nuestra historia. A partir de esta fecha, y por un plazo de 30 das, graves movimientos ssmicos sacudieron a toda la nacin, desde Popayn, al norte, hasta Loja, al sur. El origen de la conmocin ha sido un hundimiento de la Cordillera de los Andes, que algunos especialistas estiman en 8 grados. Daos particularmente trgicos se han sentido en la Sierra central, muy especialmente en Ambato y Riobamba. Algunas gentes de Quito afirman que el movimiento telrico vino del lado del Pichincha, y agregan: Empez lento, pero apur despus tanto su movimiento que no se ha visto igual en Quito, ni ms largo. Poco despus del temblor hizo un estruendo que denotaba erupcin... y segn el celaje se teme repeticin. Han padecido detrimento todas las casas y templos. Las noticias que iban llegando a las autoridades desde el centro del pas eran terribles: Se deca que los montes de las cordilleras se haban derrumbado sobre el callejn interandino. Que haba muerto la mayora de los pobladores de varias ciudades. Que todos los cerros haban vomitado fuego, lava y lodo hediondo. Juan Fras, vecino del pueblo de Guano, testimoni que la onda ssmica lo alcanz mientras andaba cerca de Ambato y que fue arrojado al suelo con su caballo por tres o cuatro veces, y que luego vio que el cerro de Igualata se abri por cinco partes, despidiendo por las bocas que abri llamaradas de fuego y ros de lodo envueltos con el fuego, los que habiendo tomado el Camino Real lo aterrorizaron..., agregando que por donde pasaba (la lava) asolaba cuanto encontraba: casas, heredades y ganados.

Para saber msEl siempre creativo Jorge Nez escribi un excelente resumen del sismo en la Pgina del Consejo Provincial de Pichincha: http://www.edufuturo.com.

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Domingo, 4 de febrero de 1844 (II)El Presidente Flores trata de poner orden en el caos

Se Promulg la Ley de MonedasFinalmente este domingo, 4 de febrero de 1844, el Presidente Juan Jos Flores ha promulgado la Ley de Monedas que la Convencin aprob el 19 de junio del ao pasado, y que ha salido publicada en el rgano oficial, la Gaceta del Ecuador. Aunque formalmente la nueva ley parece no contener otro cambio que uno de diseo en las monedas, es considerablemente ms profundo, cuando se penetra un poco en lo ocurrido en los ltimos aos. Es que habamos llegado al fondo del caos. Segn muchos observadores, en los actuales momentos son ms numerosas las monedas falsas que las verdaderas, y los llamados cuartillos no han conseguido eliminar del todo la falta de moneda fraccionaria y las aberraciones del circulante que esa carencia ha trado consigo. Efectivamente, como bien lo saben nuestros lectores, hace poco ms de un ao slo existan las monedas hasta de medio real (o sencillamente medio como la gente prefiere llamarlas). Las fracciones inferiores, que abundan en la vida diaria del pueblo, carecan de expresin monetaria, generando un autntico caos. Piense el lector: iba a la tienda de abarrotes para adquirir dos panes, por ejemplo (a 1.5 centavos cada uno), y un pequeo trozo de queso (3 centavos), para un total de 6 centavos, y el tendero y usted se encontraban ante un dilema, con pocas soluciones: 1. Si el tendero era casero y conocido, le cobraba un medio (5 centavos) y le apuntaba 1 centavo, que ya se vera cundo habra de ser cubierto. 2. Otra solucin era que usted le pagara un real completo (10 centavos) al tendero, y l le consignaba su crdito (4 centavos) para ser usado en ulteriores compras. 3. Finalmente, muchas tiendas, especialmente las de abarrotes, haban emitido sus propias monedas, llamadas seas, que equivalan a esas fracciones; pero que, como es lgico, slo eran de curso legal en la tienda de emisin. 25

En fin, un caos. Para 1837, don Vicente Rocafuerte propuso la incorporacin de monedas fraccionarias de cobre, que se propona importar de los Estados Unidos, donde aquel metal es utilizado para las monedas de un centavo (pennies), pero el Congreso Nacional rechaz la propuesta con dos observaciones extremadamente pueriles: 1.- Que aquellos pases de donde se originara el cobre podran inundar el Ecuador con esta moneda fraccionaria para llevarse el oro y la plata; y 2.- Que el pas quedara mal en su imagen internacional al emitir monedas de cobre. Felizmente aquella negativa se super por decreto del 13 de septiembre de 1842, cuando se autoriz a la Casa de la Moneda a acuar 500 pesos en monedas de 2.5 centavos (que se conocen como cuartillo o cal), de aleacin de plata y cobre. Lo curioso (y significativo del caos nacional) es que cuando se expidi el decreto, ya las tales monedas estaban en circulacin y con un diseo diferente del autorizado legalmente. Esperemos que la Ley promulgada hoy ponga coto a todas estas incoherencias.

Para saber msQuiz la mejor de las investigaciones en esta rea era la Historia Numismtica del Ecuador de Carlos Ortuo A, Edit. Banco Central. Quito, 1978. Luego sali a la luz la lujosa edicin de La moneda ecuatoriana a travs de los tiempos, de Melvin Hoyos. Edit. El Conejo. Quito, 1998.

Martes, 4 de febrero de 1997 (III) El gobierno de Abdal Bucaram se resquebrajaEn todos los medios audiovisuales de comunicacin de masas se transmite una cadena nacional ordenada por el gobierno. Parece una situacin de regateador de feria cuando termina el da. En su desesperacin al ver que la unanimidad en su contra sigue creciendo da por 26

da, el presidente Abdal Bucaram ha comenzado a dar marcha atrs en todos sus planteamientos econmicos. Encandilado con las luces de los reflectores que alumbraban su tribuna de cantante y actor, y convencido de que los aplausos y halagos de sus empleados en Palacio son representativos de la opinin nacional, Abdal no vio la gravedad de las reacciones que estaba provocando. Cuando dict las terribles medidas econmicas que destruan lo poco que quedaba de esperanza en el presupuesto familiar de los barrios pobres, lo hizo inculpando al Congreso, que le haba negado sus tributos maosos, y afirm que era responsabilidad del parlamento que l se viera obligado a emplear otros recursos para financiar el presupuesto. El gas, que es el precio ms visible y fcil de calcular, ha pasado de 2,900 sucres por un cilindro de 15 kilos a 10,000 sucres por el mismo tanque. Un incremento de tres veces y media. Ahora, cuando el paro nacional anunciado para el 5 es ya un hecho irrefrenable, Abdal ha comenzado a dar pasos atrs. A medida que pasa el tiempo, l, personalmente o por intermedio de su cuado Pablo Concha, Ministro de Finanzas, va reduciendo el precio de 10,000 a 6,000, primero; de esos 6,000 a una cifra indeterminada que sera menor, despus, y, finalmente, en un acto que resume su extrema desesperacin, cuando las manifestaciones ya estn en la calle, dice que todo queda derogado y que el precio del gas se mantiene en los mismos 2,900 sucres que costaba antes. El presidente consigue exactamente lo contrario de lo que busca. Si deseaba apaciguar al pueblo, lo que ha logrado es enfurecerlo ms, porque el razonamiento que me hace el taxista que me lleva es impecable: - Si de verdad exista el dficit, puede suprimir el alza del gas, pero va a tener que subir otras cosas dice. No le parece? Y a saber con qu nos va a salir ahora?! - Y si no era cierto lo del dficit? -le pregunto. Entonces, para qu subi, pues?

Lo dice golpeando el volante con tal fuerza, que el claxon atrae la atencin de los transentes. A Bucaram ya no le queda nada pienso para mis adentros. Ya perdi el corazn del pueblo. Contina maana

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El 5 de febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1726 Se levanta el pueblo de Quito, ante la disposicin Real de nombrar Colector para el "concierto de los entierros, misas, funerales y otras providencias". 1820 El general John Illingworth, al servicio de la independencia de Guayaquil, ha cruzado hoy el istmo de Panam, llevando prcticamente en hombros su embarcacin, para caer sobre los espaoles del lado del Atlntico.* 1814 El Teniente Coronel Antonio Jos de Sucre, combate en Agua Negra, Venezuela, a las rdenes del General Santiago Mario, contra las fuerzas del General realista Boves, en la que triunfan los patriotas. 1885 Las fuerzas liberales combaten en Esmeraldas. 1997 Manifestaciones en Quito contra el gobierno de Abdal Bucaram.**

Sbado, 5 de febrero de 1820 (I)Ha sido el primero en pasar al Atlntico

El general Illingworth cruz el istmo de PanamA ratos hubo que llevar la corbeta Rosa de los Andes en hombros de sus navegantes, y a momentos todo pareci perdido; pero finalmente este sbado, 5 de febrero de 1820, don Juan Illingworth llev las banderas americanas del un lado al otro del continente, convirtindose en el primer marino que cruza la ruta interocenica con la que han soado todos los hombres de mar desde el descubrimiento europeo del Pacfico en septiembre de 1513 (ver Calendario Histrico de septiembre 25).

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Apuntes Biogrficos del HroeNacido en Inglaterra, el 10 de marzo de 1786, Illingworth no quiso seguir la carrera mercantil a que lo orientaba su familia, y prefiri la marinera, sirviendo en distintos buques durante el bloqueo que Napolen Bonaparte trat de imponer a los ingleses. En 1817, terminados aquellos conflictos europeos, Illingworth vino a Chile con Lord Cochrane, en la goleta La Rosa, de unas 400 toneladas, que rebautizaron La Rosa de los Andes, y armaron con 36 bocas de fuego. El cambio de nombre fue mucho ms que un acto formal, pues de consuno San Martn y OHiggins reconocieron de inmediato las bondades que podra representar para la causa americana el tener una embarcacin como La Rosa, encargada a la vez de las tareas econmicas (actuando como privateer) y para mantener a raya a las tropas realistas, al obligarlas a permanecer en puertos. Pero, los dos generales sureos reconocieron tambin que el nico hombre que podra comandar una accin como sta, de envergadura estratgica y de enormes riesgos tcticos, era Illingworth. Para 1819, Illingworth, ya para entonces al servicio de Chile, combata contra las naves espaolas, y as lleg a nuestras costas, luchando contra La Piedad a la altura de Santa Elena, quedando averiada en esa accin su goleta, y retirndose a las islas Galpagos para carenarla. De all zarp hacia Panam y, de regreso y, como quien no quiere la cosa, liber Tumaco, Izcuand y Buenaventura, canjeando prisioneros, pues siempre se le ha reconocido una caballerosidad que muchos consideran britnica, distinguindose por igual en la guerra y los salones.

Una hazaa inmortalPero, por grandes que ya sean sus servicios a la causa americana, que le garantiza imperecedera memoria con reconocimiento y respeto, su inmortalidad la ha ganado ahora, en este 5 de febrero de 1820. Hacia agosto o septiembre del ao pasado, los espaoles resolvieron enfrentar los peligros marinos de modo tajante en dos frentes que se presentaban como enteramente distintos: en Cartagena de Indias, por un lado, y sobre la costa del Pacfico, por otro. Don Juan se enter que los espaoles haban lanzado una escuadra en su contra y busc replegarse hacia el norte, hallando refugio en la Baha de Cupica, una de las muchas ensenadas al sur del Golfo de Panam. All se enter que los realistas buscaban un ataque a las fuerzas patriotas por la espalda, organizado desde Cartagena de Indias, y se le ocurri una estratagema militar que cualquier otro hubiese considerado imposible Nada 29

menos que el cruce de los estrechos, para caer sobre los godos en el lado del Atlntico. La operacin era tan audaz, que parecera que slo la coment con uno de sus oficiales, el siempre leal Desseniers, aunque otros afirman que igual coment la futura hazaa con el bravo (pero indisciplinado) oficial norteamericano Raymond Morris, de quien se dice que acometer cualquier empresa luego de empujarse un par de botellas de ron. Pero, aquello son ancdotas. Lo cierto es que Illingworth naveg hacia el norte, buscando el Darin y, con un reducido destacamento de apenas cien marineros, llev a hombros la embarcacin, atravesando todo el istmo de Panam y, habiendo partido del Pacfico, cay sobre los realistas en el Atlntico, derrotndolos y salvando con ello los progresos de los ejrcitos de tierra. Es imposible narrar esta hazaa en mejores trminos que lo ha hecho el chileno Vicua Mackena, y as la dejamos Realiz su obra el atrevido marino con gigantescos esfuerzos. Navegando en unas ocasiones contra las corrientes. En otras, arrastrando a brazos su esquife por entre las rocas; deslizndolo a veces por las cimas escarpadas y as, al fin, el 4 de febrero de 1820, lleg al trmino de su expedicin. Recuperando su ingls natal, el general escribe con fecha de hoy, 5 de febrero: Creo haber sido el primero en idear atravesar el istmo de la manera como se ha hecho. El atrevido marino tena razn. El ya citado Vicua Mackena dice que la alta y duradera gloria de haber pasado del Pacfico al Atlntico, llevando a cuestas una pesada embarcacin, cabe slo a los que en las costas de Colombia pelearon por la libertad de ella. Un maravilloso da para nuestra Historia, que ojal no sea olvidado nunca.

Para saber msDon Camilo Destruye, l mismo descendiente del hroe, escribi una bastante completa Biografa del Gral. Juan Illingworth. Edit. AHG. Guayaquil, 1986.

Mircoles, 5 de febrero de 1997 (II) Quito se levanta contra Abdal

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La multitud est en las calles. Como no hay una nica concentracin de las masas, es imposible establecer con alguna precisin su nmero. Lo nico que puede decirse es que son varias decenas de miles de personas. Quiz un centenar de miles, lo que equivaldra a un gigantesco 6 7 por ciento del total de la poblacin de la ciudad. Cerca de la llamada Plaza del Teatro me encuentro con una turista norteamericana que deambula entretenida por las calles y que se ha colgado un cartel en el pecho. Slo soy curiosa. Por favor, no dispare dice ese letrero. Sonro. Me parece altamente significativo de la firme conviccin gringa de que en el subdesarrollo todo es posible, pero que ellos mismos, incluso como individuos, estn protegidos por otra suerte de destino manifiesto. Algo que los pone a resguardo del mal o los peligros. Decido jugarle una mala pasada. Tenga cuidado -le digo en ingls-. Los que disparan suelen ser analfabetos. Ella se queda desconcertada. Yo apresuro mi paso, porque no quiero responder a demasiadas preguntas. Quito est agitada y contenta, como una mujer satisfecha. La ciudad entera est repleta de manifestantes que gritan, agitan los puos, lanzan consignas con rimas ingenuas y un poco forzadas, pero completan la consonante con el ritmo de las palmas que aplauden y aplauden, no dejan de aplaudir Esto de los gritos tiene su propia doctrina. Como si fueran grafitis orales. Cuando yo era muchacho, nos limitbamos a unos Vivas y unos cuantos Abajos, que no tenan otra finalidad racional que permitirnos sacar de dentro las furias, o la frustracin, o la rabia, o por lo menos un exceso de adrenalina producido por la presencia de los chapas, como se los llamaba entonces, que cargaban sables, como se usaba entonces, y montaban caballos, como andaban entonces. Ahora es diferente. Bueno, cada vez es diferente. Ahora los gritos pueden servir para algo, porque se repiten en el curso de toda la marcha, al menos con la esperanza de convocar a alguien nuevo. Pero algunos que se han vuelto casi mecnicos nete, pueblo. nete a la luchar. Contra este gobierno Antipopular.

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Es lo mismo que escucho desde hace dos dcadas, y la consigna no ha cambiado nada. Bueno, quiz los gobiernos tampoco As que el Movimiento Popular Democrtico (MPD) considera que, puesto que todos son antipopulares (ya que son ajenos), se ahorran gasto en creatividad al conservar el grito. Pero hay muchas cosas nuevas. Ahora emplean malas palabras Vamos a ver Quin lleva la batuta Si el pueblo organizado O los hijos de puta. Me molesta. Incluso mi pasin de lucha fue educada en un tiempo cuando haba que hablar con cierta galanura y sin emplear estos vocablos. Recuerdo haber corregido las faltas de ortografa en el pliego de peticiones de una huelga. Pero no me molesta excesivamente. Condenado a pensar, como a cadena perpetua, trato de decirme que para ellos (ellos son estos jvenes de ahora, el yo de antes) ya no hay malas palabras, porque todas tienen el mismo rango. O acaso es ms sencillo. Tal vez las buenas palabras las devaluaron los diputados, o los profesores, o los padres, o la gente como yo En fin, alguien. O sea que s igualamos las palabras, pero para abajo. O sea que quiz ahora todas son malas. Hay un peligro en esto. Pero hay cosas que no tienen sentido. O al menos yo no les encuentro el sentido. Por ejemplo, ha comenzado a llover y, en medio de los gases lacrimgenos que pueblan todo el centro de la ciudad, viene un grupo de la Escuela Politcnica con un enorme ttere articulado, con cara de Bucaram y manos de ladrn. Suben por la calle Venezuela y, al llegar a la esquina de la Espejo, donde hay un grupo de policas, comienzan a saltar sobre los charcos que ya se han formado en la calle. Repiten unos cuantos de estos mismos gritos; pero de pronto surge otro, adecuado al instante, pero que ya no tiene contenido pltico Que chucha que llueva La Poli no se ageva. Y lo repiten, mientras se van corriendo por la Espejo hacia la Flores. Aqu s que las malas palabras son intiles. Aunque no. Es posible que slo sean imprecisas. Recuerdo Pars, en mayo de 1968. Hubo un momento cuando el terico trotskista belga Ernest Mandel se trep sobre una de las barricadas del Barrio

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Latino y no pudo contener la emocin esttica, a pesar del relativo peligro que corra. Tal vez gracias a l. - Ah, qu bello es! dijo entonces Es la revolucin! No era. Al final, el Partido Comunista Francs decidi que los manifestantes, que habamos puesto en jaque al gobierno del viejo general De Gaulle durante semanas, no ramos ms que unos jvenes pequeo burgueses, que objetivamente servamos al enemigo del proletariado al intentar derrocar al rgimen, instaurar el poder de unos cuantos sueos (ni siquiera de todos), de modo que De modo que los obreros de Renault, la fbrica de automviles que sirve como de ensea para la clase obrera parisina (o que serva para eso, porque no s si todava existe una clase obrera en Pars), nos cerraron las puertas en las narices y tuvimos que regresar al territorio del Quartier Latin que, l s, nos aguardaba como una esposa que estuviera dispuesta a perdonar la infidelidad de una tarde. Pero, al final, ni siquiera los cabezones franceses (que podan ser mucho ms cuadriculados que nuestros comunistas ortodoxos) pudieron impedir que renaciera algo que haba casi desaparecido desde 1830 1848 1871, cuando haban sido las ltimas barricadas del siglo pasado. Era algo muy parecido a esto que siento hoy nacer en Quito. En Pars haba existido, y slo haba que reconstituirlo despus de toda la ocupacin nazi, y de la colaboracin con los nazis, y de la avalancha de dogmatismos y sectarismos que le cay encima a la gente que se haba salido de La Otra Iglesia, precisamente porque estaba harta de ser dogmtica y sectaria. All haba que renacerlo (que puede ser un verbo transitivo). Aqu hay que engendrarlo (que siempre es un verbo transitivo). Aunque, no. Si uno trata de producirlo de un modo consciente, se vuelve metdico y sistemtico, y entonces se pasma, como diran estos muchachos. Slo hay que dejarlo nacer. Quedarse calladito en un rincn, con los ojos muy abiertos, con los odos muy atentos pero con la boca muy cerrada. Porque se pasma. Cranme. Yo estuve en Pars en 1968. Pero tambin estuve en 1969. Se pasma.

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As que no traten de hacerlo nacer porque aborta. Slo hay que dejarlo nacer. No una clase social. Ni una doctrina. Ni una organizacin tumultuaria ni un grupo guerrillero. Ni una vanguardia, ni un sindicato, ni un gremio. Ni la Cmara del Pueblo (como si fuera de Industrias o Comercio). Ciertamente no un partido poltico. Tal vez deba ser todo lo contrario que un partido poltico. Pero tampoco ser un Grupo de Inters o de Presin (como Fundacin Natura o la CTE). Y jams una ONG, que es como llaman ahora a los sindicatos de los desempleados o a las Cmaras de los que no tienen empresas. Ser otra cosa. Algo que no puedo bautizar. En realidad, quiz tenga miedo a pretender bautizarlo, porque estamos tan saturados de palabras que, si uno le pone nombre, pronto habr de esfumarse y de perderse entre mil otros conceptos. Y entonces este sentimiento de alegra que me est llenando el pecho, esto de sentirme y de saberme por fin otra vez parte de algo no sera ms que otra frase en el discurso de un diputado o de un candidato con ganas de ser productor de televisin o de un profesor o de un comentarista de televisin con ganas de ser diputado o de un profesor con nfulas de ser candidato - Pedro? Quien me llama la atencin es una compaera de trabajo que ha venido conmigo hasta el centro de la ciudad. Para evitar la contaminacin y respirar aire puro, que es como se llaman los gases lacrimgenos cuando el pueblo se levanta. Estoy contento de verla. Result ser mucho menos nia bien de lo que pareca. Incluso cuida a veces de los hijos de su hermana, que ahora est metida en la ocupacin de la Catedral.

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- Pedro?, insiste. La miro a los ojos. - Se puede llamar a esto una revolucin? No. Todava no. Todava no es una revolucin. Es una fiesta. Pero los nacimientos que son siempre dolorosos requieren de que antes haya habido un engendrar. Un copular con la historia. Un inseminar y un fecundar. Una fiesta. Estos prrafos se escriben para dejar testimonio de que el cinco de febrero de mil novecientos noventa y siete, siendo mircoles, y estando a slo dos das de que comenzara el ao chino del Buey, Ecuador, un pequeo pas en la Amrica del Sur, que haba sido ofendido y arrastrado al cieno de la corrupcin, el nepotismo, la prepotencia grosera al interior y la ms abyecta humillacin externa, se levant en todas sus regiones y con todas sus clases sociales y reuni a todas sus generaciones de hombres y mujeres y sali a reapropiarse de sus calles y sus plazas, de sus caminos y de los oratorios al pie de sus montaas; y que lo hizo en paz, aunque gritando; y que lo hizo con alegra, aunque con rabia. Estos prrafos se han escrito para que no olvidemos que supimos todos, todos cmo convertir al pas en una fiesta. Y que si pudimos una vez podremos siempre.

Para saber msEscrito sobre la marcha, mientras ocurran los acontecimientos La cada de Bucaram de Pedro Saad Herrera. Edit. El Conejo. Quito, 1997. Contina maana

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El 6 de febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1560 Francisco de Carvajal denuncia maltratos a los indios.* 1630 Muere, en Potos, el que fuera Obispo de Quito, Fray Francisco de Sotomayor. 1883 Los Coroneles Medardo Alfaro, Luis Vargas Torres y Martnez Pallares, derrotan en la ciudad de Esmeraldas, a los partidarios del General Veintemilla. 1919 Se crea la escuela "Tres de Noviembre", la primera de instruccin laica en la ciudad de Cuenca, dirigida por la profesora Dolores J. Torres. Recordamos que la revolucin alfarista tuvo lugar en 1895: 24 aos antes. 1939 El Congreso Extraordinario dispone la vigencia de la Constitucin del ao 1906, por no haberse alcanzado a expedir la Carta Fundamental en 1938. 1952 Se constituye la empresa comercial Ecuadorean American Pirethrum Co. con la finalidad de impulsar el cultivo del piretro en el Ecuador. 1953 El Concejo Municipal de la ciudad de Quito aprueba la creacin del Instituto Municipal de Cultura. 1991 El Frente Unido de Trabajadores (FUT) lleva adelante la exitosa XVII Huelga Nacional. 1997 El Congreso Nacional destituye al presidente Bucaram.**

Martes, 6 de febrero de 1560 (I)Fray Francisco de Carvajal acusa:

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Graves Denuncias Sobre Maltratos a los IndiosEste martes, 6 de febrero de 1560, el padre Fray Francisco de Carvajal se ha dirigido a Su Majestad, Felipe II, incluyendo varias y graves denuncias sobre la situacin general de la Nueva Granada, y en especial sobre el trato que se da a los indios, a los 25 aos, aproximadamente, de que la conquista castellana se llevara a cabo. Concluye el sacerdote su desgarradora relacin, dejando constancia de que muchas autoridades han tratado por todos los medios de impedirle dejar consignada su protesta por los maltratos y vejmenes, y dice textualmente que me impidieron salir de Cartagena para llegar a Santaf, ciudad-sede de la Audiencia.

Muchos aspectos diferentesResumiendo el conjunto de las acusaciones, ellas pueden agruparse en varios capitulos diferentes: 1.- Relacin de las autoridades con los sacerdotes y los enviados Reales; 2.- Maltratos econmicos a los indios; 3.- Abusos sexuales y malos ejemplos; y 4.- Aberraciones extremas. En cuanto a las relaciones de las autoridades con los sacerdotes, Fray Francisco insiste varias veces en que las autoridades civiles dan mal ejemplo con sus vidas y que slo de casualidad vienen a misa, y nunca a los sermones. Incluso narra el caso inslito de Fray Juan de Barrios, Obispo de la Dicesis, quien fue interrumpido durante un sermn por uno de los Oidores, desacato frente al cual el Obispo opt por guardar silencio. El padre Carvajal afirma que los encomenderos no nos dan (a los religiosos) favor ninguno para la doctrina y conversin de los naturales, de modo que muchos de ellos ni osan predicar el evangelio. Por lo que toca a los abusos econmicos, cuenta el buen sacerdote que los indios son obligados a transportar grandes cargas, pudiendo traer bestias y aun carretas, llegndose al caso de obligarlos a cargar tres arrobas (75 libras) y aun ms, pese a que muchos de los indios obligados a este servicio son muchachos, mujeres y viejos. Adems, como no les dan ninguna cosa para comer, ...de hambre se mueren por los caminos en cantidad. 37

Pero los abusos econmicos no se refieren nicamente al trabajo, sino que llega a humillaciones muy profundas, como la violacin de sepulcros con fines de pillaje. El padre Carvajal lo dice de modo dramtico: Hay grandes robos, tomando a los indios sus santuarios y las sepulturas de sus padres, y es tan comn este hecho, que hay muchos hombres que no viven de otra cosa. En cuanto al cobro de tributos, las denuncias son igualmente terribles. Tinenles impuesto a los indios muy excesivos tributos dice don Francisco, y si no pueden pagar al tiempo que les es mandado, traen a los caciques y capitanes a las crceles pblicas y, para atemorizarlos, los meten en los cepos y grillos. El hecho bien conocido de que los indios son tratados como esclavos, a pesar de existir expresas disposiciones reales en contrario, es descrito al detalle por el padre Carvajal, quien constata que es muy comn a todos los encomenderos tener indios para alquilar en las obras y otras granjeras, y los tratan de piezas cuando se trata de venderlos, y aclara que un horno de ladrillo, tiza y cal, por ejemplo, vale entre 40 y 50 indios. Los naturales son usados, adems, como instrumentos de la opresin, pues, segn constata el padre Carvajal, muchos encomenderos toman a un cacique y le ofrecen la cuarta parte de todo lo que ste pudiera robar a los suyos, de modo que se dedica a exacciones monstruosas por su 25%. En cuanto al nombramiento de Corregidores, que ltimamente se ha puesto de moda, fray Francisco de Carvajal seala que como a los corregidores se les asigna 50 pesos por todo salario, stos se dedican a la ms cruel explotacin de los indios, y son quienes impiden que vayamos los doctrinas (es decir, los sacerdotes), para que no veamos sus abusos y crueldades. Por lo tocante a las aberraciones y abusos sexuales, fray Francisco recuerda que hay muchos encomenderos que tienen varias indias para sus suciedades, constatando que hay hombres tan desvergonzados que tienen diez o doce; e incluso sealar al oficial de Vuestra Alteza que es pblico y notorio que tiene 15 20 indias para lo que tengo dicho. Y, claro, despus que estn hartos de ellas, las dan a otros para el mismo efecto, y ellos sacan otras nuevas de los pueblos. Y ni siquiera son slo los encomenderos, pues si el encomendero tiene algn negro, ste les toma las mujeres y las hijas, y acaece delante del propio cacique tomarle su mujer, que es gran afrenta y dolor. Tras esta desatada lujuria se esconden incluso aberraciones de pederastia y sodoma, pues constata Carvajal que tmanles sus mujeres e hijas e hijos 38

para sus suciedades, haciendo gala de aquellos pecados, que incluyen el pecado nefando. Finalmente, como para completar el horror del cuadro descrito, dice el padre Carvajal que, en ocasiones, se ve a los indios explotados vender sus propios hijos y, como corolario, que el buen curita ha visto a ms de un cristiano, que sacrifica a un indio para dar de comer su carne a los restantes, y ahorrarse as el mnimo costo de un mendrugo de pan. Y todo esto en nombre de Jess.

Para saber msDon Juan Friede recopil muy acuciosamente las Fuentes Documentales para la historia del Nuevo Reino de Granada, y el Banco Popular (de Colombia) las edit en Bogot, 1975. Ojal alguien emprendiera una iniciativa semejante con la coleccin Vacas Galindo, por ejemplo.

Jueves, 6 de febrero de 1997 (II) El Congreso Nacional y Abdal BucaramEl H. Congreso Nacional debate el cese de funciones del Presidente Constitucional de la Repblica, abogado Abdal Bucaram Ortiz. En la administracin de Sixto Durn-Balln, Jorge Montero era diputado del PUR y (segn Vistazo N 658) estuvo enredado en problemas de uso de dineros pblicos para comprar un camin y un volquete para el municipio de Quilanga (Loja). Ahora es diputado otra vez. Pero esta ocasin por CFP. Cuando el honorable Montero pide la palabra, no se aguardan sorpresas. Franco Romero ha encargado la Presidencia a su experimentado coideario Ral Baca Carbo y, en general, todo parece desarrollarse normalmente, pese a la defeccin del diputado Illingworth, quien rehsa votar por el cese de funciones de Bucaram. Pero nadie espera lo que va a acontecer. Montero pide al secretario que especifique el artculo de la Constitucin en que se establece la capacidad del Congreso Nacional para nombrar Presidente de la Repblica, con carcter ya sea interino, provisional o definitivo.

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Tal artculo no existe. En el sistema electoral ecuatoriano, el presidente es nombrado en votacin universal, directa y secreta. En la mecnica actual, el Congreso ni siquiera debe confirmar los resultados que proclama el Tribunal Supremo Electoral. El secretario del Congreso, Fabricio Brito, dubita. Ral Baca pierde concentracin un instante y no acude en su ayuda. Pasan unos segundos, que en televisin parecen horas. El alboroto es grande. Se pone en evidencia que, segn la letra de la ley, el Congreso puede destituir al Presidente, juzgarlo, declararlo cesante, observar sus acciones, criticarlas, interpelar a sus ministros pero no puede nombrarlo. La jugada de pedir la lectura del artculo est destinada a impedir el nombramiento de Fabin Alarcn Rivera, presidente titular del Congreso y el ms fuerte postulante para la primera magistratura. Los opositores, que han logrado agrupar 45 votos, suficientes para decidir el cese de funciones, aceleran el paso y proceden a votar sin ms discusiones. El espectculo es grotesco. Los groseros y atrabiliarios bucaramistas, acostumbrados a vociferar y golpear, solicitan a gritos punto de orden. Es una distorsin monstruosa, pero ahora lucen como las pobres vctimas del abuso de una nueva mayora. Es una paradoja ms; pero es la realidad: en la forma y la apariencia, Bucaram fue relevado de su cargo con un procedimiento que slo puede calificarse de bucaramista, por lo burdo y grosero. Los problemas que surgen luego se originan -al menos parcialmente- en cinco errores estratgicos de la oposicin. 1.- No confan unos en otros.- La corrupcin poltica en el Congreso Nacional ha llegado hasta el punto en que parecera que nadie cree en la palabra de nadie. Los cambios de camiseta, el hombre del maletn, la compra de conciencias y cualquier otro apelativo que usted quiera usar (y que la prensa ha recogido profusamente) no hace ms que evidenciar casos de muy extraos giros, como el de Illingworth. Los honorables no confan en su respectiva honorabilidad. Se dira que muchos de ellos se dan las manos mirndose las uas y que slo caminan pegados a las paredes, por miedo a las pualadas por la espalda. Como el grupo de los 45 est integrado por gente de distintos partidos, con diferentes aspiraciones e intereses, la mocin general que presenta Franklin Verduga Vlez es el equivalente legislativo de una colcha de remiendos. Un lector cuidadoso y enterado puede identificar el origen de todas y cada una de las solicitudes y disposiciones que contiene. La razn de que todas figuren en un solo documento es que los diputados quieren estar seguros de que todos votan a favor de todo y no solamente por los puntos de su inters especfico.

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El reclamo de declarar cesante a Bucaram, que es el nico concreto y claro que ha movilizado a la gente en todo el pas, se ve ensombrecido por un gigantesco pliego de peticiones o memorial de agravios que cada uno de los grupos ha ido echando en la misma olla. El resultado es, por supuesto, ofensivo para el buen criterio jurdico, y por esas contradicciones formales entrarn, con voces engoladas y razonamientos acadmicos, los ltimos bucaramistas, los partidarios de la vicepresidenta, Rosala Arteaga y todo el variopinto enjambre de oportunistas y cadveres que va a reunirse en poco tiempo contra las decisiones del Congreso. Pero este abuso de la forma jurdica, provocado por la mutua desconfianza, no es el nico error que cometen los diputados de oposicin. Hay otros cuatro. 2.- Desestimaron el coraje de Bucaram.- La falta de provisiones defensivas o de mecanismos alternativos de continuidad slo pueden explicarse porque actuaron convencidos de que Abdal Bucaram fugara a Panam tan pronto alguien se atreviera a alzarle la voz. Lo creen un cobarde. Tienen fuertes razones para considerarlo as. sta es la forma como ha actuado antes, cuando abandon varios cargos pblicos, incluso la Alcalda de Guayaquil, en cuanto surgieron problemas que cuestionaron frontalmente su permanencia en el sitio. Pero esta vez ocurre algo distinto. Bucaram no huye. Para comenzar, no ha recibido las manifestaciones de los das 5 y 6 en su casa del puerto o en una base militar, sino en el viejo palacio de Carondelet, que el pueblo sola llamar del Carn de Leche. Ese sitio que abandon durante toda su gestin. Adems, si bien se ha parapetado con dotaciones excesivas de soldados de diferentes ramas, se mantiene en su sitio. Cuando Fabin Alarcn, que todava no se convence de que la actitud de Bucaram ha cambiado de la bravuconada al coraje, le lanza un ultimtum, Abdal se complace se refocila en obstinarse en permanecer en su sitio hasta pasadas aquellas fatdicas seis de la tarde (hora tope sealada por Alarcn), y se da el placer de organizar una rueda de prensa con el exclusivo propsito de recordar que son ya las siete y media y que no ha fugado, como evidentemente lo esperaban sus enemigos. El cambio de agallas en Bucaram le dura lo suficiente para seguir en Guayaquil, no presentar su renuncia, convocar a sus partidarios e, incluso, tratar de organizar algn pequeo contragolpe. Desestimar esta posibilidad fue claramente otro error de la oposicin parlamentaria. 3.- Pensaron que la comunidad internacional (y sobre todo los Estados Unidos) aprobara la cada de Bucaram sin ms requisitos de legalidad.En general, los polticos ecuatorianos cometen el grave error de pensar poco en los aspectos internacionales y en la aceptacin externa de sus actos. 41

Encerrados en el pequeo claustro que constrien el complejo nacional de inferioridad y su descarnada lucha a dentelladas por minsculos trocitos de parroquia, los polticos ecuatorianos somos (pues debo incluirme) aun ms pequeos que nuestro pequeo pas. Apenas somos de Pichincha. De Loja. De Manta Cuando escucharon el discurso del embajador gringo, Leslie Alexander, acerca de la gravedad de la corrupcin en Ecuador, leyeron esas palabras como algo equivalente a un cheque en blanco. Ecuador no puede seguir como va haba advertido el muy poco diplomtico embajador, pero ellos escucharon alguien tiene que cambiar al presidente. Nos da lo mismo quin lo haga. Infortunadamente, el mundo no es tan sencillo. En Estados Unidos, al presidente sucede automticamente el vicepresidente, hasta por razones etimolgicas. Debi ser obvio desde el primer momento que el derrocamiento de Bucaram, perfectamente legitimado por el movimiento popular masivo que lo demandaba, tena que ser legalizado con extrema precaucin para guardar las sutiles apariencias que las formalidades externas exigen. Es cierto que la poltica es ms -es mucho ms- que un debate retrico en foro abogadil, pero es evidente que tambin es un ejercicio leguleyo. Debi ser obvio para los 45. Pero no lo fue. 4.- Creyeron que las Fuerzas Armadas se limitaran a ser espectadoras de la lucha entre civiles.- Para ser diputado se requiere tener al menos 25 aos de edad segn la Constitucin. En la prctica, el promedio debe estar entre 35 y 40. Para los jefes de bloque, la edad media probablemente se aproxima a los 50. Esto es importante por la cultura poltica de aquellos honorables. Formados en un perodo histrico de rpida y continua sucesin de dictaduras militares, se acostumbraron a pensar de un modo maniqueo: o hay democracia (y en ella los soldados son perfectamente obedientes y jams deliberantes) o existe dictadura (y esos mismos soldados son groseramente desobedientes y -ojal!- deliberantes). Nada intermedio. Ese mundo, imperante en dcadas pasadas, se ha convertido en otra cosa. Por primera vez en toda su existencia, en Amrica Latina no hay ninguna dictadura militar. Pero las FFAA no han dejado de existir. Y en el caso ecuatoriano, luego de la guerra del Cenepa, esa existencia est rodeada de un halo de prestigio,

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reconocimiento pblico y gratitud nacional. Lejos de ser vistos con temor o desprecio, los soldados son contemplados con admiracin y agrado. Vista desde la perspectiva masculina, una mujer hermosa slo tiene un defecto: saber que lo es. Al saberse deseada y admirada, una mujer bella suele volverse casquivana, agresiva y posesiva. Desde una perspectiva civil, lo malo de los militares actuales no es que sean unas personas honorables, bien organizadas, mejor educadas y patriotas. Lo malo es que saben que lo son. Durante toda esta breve pero intensa crisis, muchos dirigentes de la sociedad civil han pasado de temer la injerencia militar a reclamarla; de protestar porque alguien apele a ellos como rbitros a exigir que desempeen esa comprometedora misin. Es parte de la misma esquizofrenia paranoica de toda la nacin. La verdad, la nica y simple verdad, es que slo hay dos cosas que los militares actuales del Ecuador parecen no hallarse dispuestos a aceptar. Y son los dos extremos. No darn un golpe de Estado tradicional, para instaurar una Junta y declarar el estado de emergencia, suprimir las garantas y apresar a los opositores al mismo tiempo que imponen censura de prensa y clausura de universidades. Pero no se conservarn en calidad de simples espectadores de la disolucin nacional ni de su desprestigio internacional extremo, sobre todo en condiciones de los actuales momentos de negociacin territorial, luego de la guerra del Cenepa. Se dira que todo lo dems puede ser considerado por el alto mando. Entonces, para el anlisis de correlacin de fuerzas, es evidente que las FFAA son un factor poltico, pero slo son un factor poltico de ltima instancia. Luce bastante claro que Bucaram crey que, por tener a su lado al general Bayas, los tena a todos Que los parlamentarios nunca hablaron con ellos, o que hablaron insuficientemente y sin transparencia Y que doa Rosala, la buena y dulce Rosala, la guagua linda de Sixto, la compaerita de Abdal s lo hizo. 5.- Menospreciaron a Rosala Arteaga.- La doctora Rosala Arteaga Serrano de Crdova, vicepresidenta de la repblica (o ex vicepresidenta, o presidenta, o incluso ex presidenta, ya que la situacin es tan fluida que en pocas horas puede haberse convertido en cualquier cosa), es una mujer fina, inteligente, elegante, hermosa, bien articulada, culta, delicada, suave, frgil, tierna, potica, honrada, digna, fiel En fin, que se dira que rene, y en sumo grado, todos los requisitos formales y esenciales de aquellas mujeres a quienes

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llamamos admirativamente damas. Parece un ejemplo de verticalidad y apostura. Slo lo parece. Rosala Arteaga es un feroz animal poltico, dispuesto a utilizar todas las artimaas de los animales polticos masculinos y, adems, sazonarlas con las mojigateras que la astucia femenina emplea para desarmar a los opositores frenados en su iracundia cuando descubren la maniobra por la misma cultura del machismo. La Guagua linda de Sixto Durn-Balln, ingres a su gobierno como subsecretaria de cultura, un cargo ambicionado por los intelectuales pero de muy poco peso poltico, y supo mantenerse en el sitio a pesar de las volteretas de aquella administracin, de modo que cay para arriba y apareci de Ministra de Educacin. Lo fue hasta que renunci oportunamente cuando aprobaron la Ley de Educacin Religiosa. Aquello le conquist el corazn y la mente de los intelectuales de izquierda, que ya le haban ofrecido sus ms tiernas miradas. Pero, cuando recogi todo lo que poda capitalizar en su flanco izquierdo, otra vez gir 180 grados y volvi a la derecha, en calidad de asesora del mismo gobierno del que haba salido. Entonces form un pequeo movimiento dedicado a recoger firmas para ser vicepresidenta, y hubo mujeres que se negaron a suscribir la adhesin porque, al preguntar y vicepresidenta de cul presidente va a ser Rosala?, reciban la respuesta de que ese detalle se resolvera en el camino. Y as lo hizo. Pact con unos y declar haber sido traicionada por ellos. Dialog con otros y afirm su incompatibilidad con sos. Y termin con Bucaram, cuya imagen suaviz segn todos los analistas periodsticos. El ejercicio del gobierno fue igual. Unas veces era la compaera y otras, la vctima. Unas veces era la cmplice y otras, la conspiradora. Tal vez todo fue cierto. Fina en su percepcin psicolgica, la doctora Arteaga comprendi que el bucaramato y los bucaramistas no tenan una tica por carecer de una ideologa (y viceversa), y que se poda actuar con ellos (o frente a ellos) en funcin exclusiva de los sucesos diarios. As lo hizo. Consigui vender su imagen con tanta finura que los parlamentarios de oposicin, cuando decidieron amontonar todos los reclamos de la sociedad civil en un solo documento, la dejaron de lado. Declararon el cese de Bucaram y nombraron en su reemplazo a Alarcn; pero no mencionaron siquiera a la vicepresidenta. Quiz esperaban que Rosala se contentara con permanecer en el cargo. Fue evidente que la haban menospreciado. Tan pronto ella vislumbr la grieta de que poda aceptar slo parcialmente lo actuado (la parte que le convena), penetr por ah. Se autoproclam Presidenta. No sali a la calle ni se refugi en Carondelet. Se traslad al Limbo. 44

Fue su ambicin la que arruin el proyecto histrico, que se hubiera resuelto si la lucha se centraba entre dos presidentes, porque entonces podan oponerse la moral a la corrupcin, la decencia a la grosera, el respeto a la prepotencia y el pueblo frente a la camarilla. Pero que Ecuador tuviera tres presidentes, dejaba de ser algo pico. Se volva ridculo. Y, an luego de estas constataciones, los parlamentarios volvieron a caer en el error de llegar a un acuerdo verbal con Rosala -el de la doble sucesin escalonada- y confiaron en que cumplira su palabra. Era no conocerla. Vea crnica de febrero 12.

Para saber msPedro Saad Herrera: La cada de Bucaram. Edit. El Conejo. Quito, 1997.

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El 7 de febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1552 Felipe II escribe a la Audiencia de Bogot, prohibiendo los castigos extremos a los indios. * 1823 Llega a la ciudad de Guayaquil, a las 8 de la noche, el Libertador Simn Bolvar. En los das siguientes preparar su expedicin al Per. 1845 Se expide, en este da, la Ley de Aduanas del Ecuador. 1846 Se erige el Cantn Puebloviejo, en la Provincia de Los Ros, que se inaugura oficialmente catorce aos despus. 1846 Clausura sus sesiones, en la ciudad de Cuenca, la Convencin Nacional reunida el 3 de octubre del ao anterior. 1925 Se estrena la pelcula ecuatoriana Un abismo y dos almas, escrita y dirigida por Augusto San Miguel. Es su tercera pelcula. (ver Calendario de agosto 7 de 1924).

Domingo, 7 de febrero de 1552A pesar de las Nuevas Leyes

Siguen los Maltratos a los IndiosAunque la Corona ha intentado repetidas veces ejercer algn control y poner siquiera un mnimo coto a los abusos de los encomenderos y autoridades, los terribles maltratos continan, aadindose ahora la impunidad en que tales violaciones quedan, debido al acuerdo (a veces tcito; otras, explcito) entre los Oidores y los tenedores de indios. Desde los primeros aos de la Conquista, cuando la presencia castellana se limitaba al mbito del Caribe, existieron los abusos y crmenes; pero, justo es reconocerlo, se hicieron presentes tambin las quejas y protestas.

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Quiz el primero de todos los castellanos compasivos y verdaderamente cristianos fue el fraile dominico Antonio de Montesinos, quien la noche de navidad de 1511 dirigi a sus feligreses un asombroso sermn Todos estis en pecado mortal les dijo entonces, y en l vivs y mors, por la crueldad y tirana que usis con estas inocentes gentes. Decid: con qu derecho y con qu justicia tenis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios. Las palabras de Montesinos llegaron hasta Espaa, de donde, con fecha 20 de marzo de 1512, el Rey Fernando se dirigi al almirante Diego Coln, pidindole que tratara de llegar a un acuerdo con el dominico y con algunos frailes que se haban solidarizado con l; pero advirtindole que, si tal acuerdo no se lograba, que deportara a los frailes quejosos a Espaa, pues cada hora que ellos estn en esa isla, estando de esa daada opinin en que se encuentran, harn mucho dao para todas las cosas della. Dicho y hecho. 3 das ms tarde, el 23 de marzo, el superior de los dominicos de Espaa, un tal Alfonso de Loaysa, amonest a Montesinos en una comunicacin oficial. En apariencia, el buen monje haba perdido su batalla por los derechos humanos de los indios. No fue as, ya que entre los asistentes a aquel clebre sermn de navidad se encontraba un sevillano que lleg al Nuevo Mundo hacia 1502, y que hasta entonces haba llevado la misma vida depredadora y pecaminosa de todos los conquistadores. Pronto el mundo entero conocera su nombre, pues se trataba de Bartolom de las Casas.

El Mejor Captulo de EspaaLas Casas renunci a su encomienda en 1514, y parti a Santo Domingo a predicar contra las crueldades que se cometan. Fue intil. Siempre es intil predicar a los poderosos el amor al prjimo, y Bartolom fue a Espaa al ao siguiente, decidido a no permitir que los crmenes continuasen. En la corte de Madrid, el escndalo fue enorme. Hasta entonces, los viajeros a las indias haban sido tenidos por sacrificados y heroicos cruzados, que haban partido a tierras lejanas con el solo propsito de llevar la palabra de Dios a los pueblos descredos. Pero ahora, cuando la verdad comenzaba a filtrarse, la bonachona imagen del bravo castellano que arriesgaba su vida en alta mar por catequizar y salvar las almas de unos indgenas paganos, adquirira su verdadero rostro de conquistadores despiadados y concupiscentes, interesados ms en acrecentar sus riquezas personales que el nmero de almas para el Seor, y dedicados a 47

una vida en que los ms bajos placeres alternaban con prcticas de gobierno y administracin que muchas veces parecieron ms cerca de las psicopatas que de la bsqueda de un beneficio. Y fue entonces cuando advino simultneamente la peor de las horas de la nacin espaola y el mejor de los momentos de la historia hispana. Es que, mientras los conquistadores seguan ac, alternando la exaltacin del crimen con la embriaguez del oro, all en acto de contricin sin paralelo en el mundo la Corona dict las llamadas Nuevas Leyes, expedidas en Barcelona, el 20 de noviembre de 1542, destinadas a proteger en algo a los indios de la voracidad al parecer insaciable de los conquistadores. Tambin fue intil. Y as se ha demostrado este domingo, 7 de febrero de 1552, cuando S.M. Felipe II ha debido dirigirse una vez ms a la Audiencia de Santaf, en el Reino de Nueva Granada, intentando poner freno a los maltratos Nos han hecho relacin que en aquella tierra se han hecho muchos malos tratamientos a los indios; a unos empalndolos y quemndolos y aperrendolos vivos, y a otros cortndoles las manos, narices y tetas y ahorcndoles de los garrones (testculos) y hacindoles otros muy malos tratamientos y crueldades. No se limita a aquello la carta del Rey, sino que cuenta que, cuando envi al licenciado Miguel Daz, para que viniese a poner algn freno a estos abusos, lo corrompieron y por ddivas y otras ilcitas negociaciones que hubo entre l y los delincuentes, disimul el castigo dello. El Rey insisti. Vino un tal licenciado Zorita, por lo visto ms honrado y menos dispuesto a recibir coimas y sobornos que aquel Daz y, cuando los encomenderos descubrieron que no podan comprarlo, optaron por otro recurso, que el propio Monarca menciona en su nota El licenciado Zorita, nuestro Juez de Residencia en aquellas tierras dice el Rey Felipe comenz a conocer de lo susodicho, y los Oidores de la Audiencia Real de aquella tierra le quitaron los procesos de entre las manos, y despus l ha sabido que los han quemado, a fin de que los dichos delitos no sean castigados. Provoca creer que, si queran realmente servir a la justicia, en lugar de pasarse intentando predicar el amor y la paz a los espaoles, Montesinos y Las Casas debieron haber predicado la dignidad y la guerra a los indgenas.

Para saber msLas Ediciones de Cultura Hispnica realizaron en 1973 una preciosa edicin facsimilar de la Recopilacin de Leyes de las Indias. Si usted quiere ir ms all de lo que se ha llamado la Leyenda Negra o su contrapartida, la Leyenda Blanca (que inculpan y exculpan a Espaa, respectivamente), aqu encontrar las Cdulas, las cartas y las disposiciones verdaderas al respecto. 48

El 8 de febrero en la historia ecuatorianaLos sucesos sealados con asterisco son los desarrollados en artculos. Ellos no se numeran en orden cronolgico. 1538 El Capitn Sebastin de Benalczar, Gobernador de Quito, nombra para su Teniente al Capitn Diego de Torres. 1660 Prohibicin de los obrajes en el territorio de la Audiencia de Quito.* 1816 El Almirante Guillermo Brown, con cuatro buques enarbolando la bandera argentina, llega al puerto de Guayaquil, invitando a los pueblos a sublevarse contra el poder espaol. 1825 Por decreto del Gobierno de Buenos Aires se reconoce a las provincias altoperuanas (Bolivia), el derecho de fijar sus propios destinos. Hasta este da, estas provincias haban sido parte de las Provincias Unidas del Ro de la Plata. 1883 Se firma el Acta de Pronunciamiento de Pasaje, desconociendo la dictadura de Veintemilla y adhirindose al Gobierno de Quito. 1892 Se erige el Vicariato Apostlico de Mndez y Gualaquiza.

Domingo, 8 de f