la protesta humana_53
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7/23/2019 La Protesta Humana_53
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l o r o y l o s s a l a r i o s
Hace tres
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cuatro meses que el
tema corriente en la prensa burgue-
sa es el oro y cuanto con l se re-
laciona. No han faltado los macana-
sos ni la grita contra la baja ha de-
jado de dar resultados, pues el cam-
bio del metlico ha tenido sus re-
puntes y aunque la baja al fin se ha
declarado francamente, es sta len-
ta , ha perdido la rapidez, la violen-
cia que fue la caracterstica de
los
dos primeros meses de la goberna-
cin roquista.
Y ahora que amain la tormenta
7 los bajistas yazistas han llegado
una entente, tcanos nosotros
preocuparnos de ese asunto de ver-
dadero inters nica y esclusiva-
mente para la clase trabajadora que
como en todas las cuestiones bur-
guesas es el plato de la boda.
A la clase obrera le conviene la
baja del cambio del oro?
Qu consecuencias le puede ac-
wfi pi es la actitud que kobrero
OT^Ttomar en este asunto?
Procuraremos contestar concisa y
claramente estas tres preguntas
fin de que no nos sorprendan los
acontecimientos y podamos con pre-
visin y energa rechazar cuanto pue-
da perjudicarnos.
En primer lugar la clase obrera
no le convien la baja del cambio
del oro, porque trae aparejados se-
rios incovenientes para su bienestar.
La baja del oro establece en Europa
una fama para la Repblica Argen-
tina de prosperidad y bienestar, fa-
ma que divulgan los peridicos tro-
che
y
moche haciendo que los obre-
ros de all corran esta regin, au-
mentndose el nmero de brazos y
originando como consecuencia au-
mento de desocupados y baja en los
salarios. Y tan es as, que segn las
estadsticas que diariamente inser-
tan muy contentos los peridicos bur-
gueses, la inmigracin ha alcanzado
en estos ltimos meses cifra no co-
nocidas en la Repblica.
El aumento de poblacin en esa
forma, por decir as, violenta, tiene
que encarecer los alquileres y has-
ta los artculos de primera necesi-
dad, lo cual no ser muy bueno que
digamos para ios trabajadores.
Aun sin ese aumento de gente, los
salarios sern reducidos por los pa-
trones, pues ellos dirn que no pue-
den pagar hoy tres pesos de jornal,
por ejemplo, con el oro al 210 f
o
,
igual que cuando estaba al 400 f
o
,
pues ahora tres pesos son
siete fran-
cos y medio,
jornal elevadisimo
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7/23/2019 La Protesta Humana_53
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cedad, pura metafsica, cuanto po r el
dolce
far miente,
peo* sus riquezas, por la satisfac-
cin d e todo capricho. Es por esto que todos
los poderes se dirigen la opresiD del obre-
ro
erigindose laa clases privilegiadas en man-
goneadoras de la cosa pblica. Y por esto es
tambin que el obrero se v e condenado per-
petua miseria y servidumbre.
Por tanto, ia propiedad es otra causa de
profundo malestar, y contraria la naturaleza
y la igualdad.
Militarismo
El militarismo es 7a
razn de la fuerza
en
oposicin
la fuerza de la razn,
que debiera
imperar entre seres conscientes, civilizados.
"Una cualidad propia del autoritarismo es
la imposicin de la voluntad de quien lo ejer-
c e;
y como quiera que la imposicin exc ita la
resistencia, por el espritu, de libertad natu ral
en todo ser, de aqui la necesidad en que se
han hallado todos los dominadores de rodear-
se de una fuerza capaz de aplastar los des-
contentos del yugo que sufren.
El militarismo, pues, tiene esa misin: de-
fender todos los privilegios, incluso el suyo, y
todos lus privilegiados, atropellando quien
quiera que reclame contra el despotismo. Es
el brazo derecho de todos los poderes religio-
8 0 8
polticos y econmicos. De l se valen to -
dos los explotadores y opresores, para asegu-
rarse su dominio. Lo que se llama la fuerza p-
blica es el complemento del privilegio. As, por
la fuerza, se sujeta la gran colectividad
obrera, productora de toda la riqueza social;
as vive desheredada; as so lleva que los mia-
mos desheredados sean soldados, carne de ca-
n con tra sus hermano s; as se forma la for-
taleza del privilegio, sobre la cual gira toda
la sociedad.
Nada de osto puede admitirse como condi-
cin natural.
Y todo ello explica por qu siempre somos
pobres y esclavos, y otros son siempre ricos y
libres.
rogr so
.JBmcrraao s todo adelanto, toda tendencia
raciones nuinanas, por la cual van obteniendo
ms ilustracin, ms libertades, ms goces.
Todo conocimiento adquirido, es un progreso,
realizado; y asimismo el desvanecimiento de
errores sufridos. Una verdad sabida
es
un
manantial de muchas otras verdades, y ariete
destructor de grandes preocupaciones. As, pro-
gresando, ha podido el hombre elevarse desde
la pura animalidad en que se hallaba, al ran-
go del ser ms conscien te, caminando hacia la
realizacin del estado social ms posiblemente
perfecto. Este evolucionismo constituye la ley
natural
e l
progreso.
Por ella nos damos cuenta de los grandes
errores primitivos, cuyas funestas consecuen-
cias aun sufrimos; por ella conocemos la arbi-
trariedad social dominante; por ella recaba-
mos nuestro derecho, nuestra libertad, nuestro
biene star; y por ella, en fin, concebimos el e s-
do social que corresponde para que la ley na-
tural no nea ms violada, y la sociedad sea
libre, igualitaria y fraternal.
Sociedad libre
Para que la aociedad realice sus fines, ha
do armonizarse con la naturaleza y la ciencia.
La sociedad es un compuesto de individuos
agrupados para obtener por medio de ella
cuanto aisladamente no podra el hombre con.
seguir; asi, vivir en sociedad, no puede ni deb-
comprenderne la ms mnima sujecin del in-
dividuo, sino facilitarse mutuamente los mejo-
res medios do vida, ms goces, ms libertad.
Si la sociedad cohibe ul iudividuo, hay tirana;
si el individuo so impone la sociedad, hay
despotismo; en ambos casos, resulta la arbi-
trar iodud social.
La nica frmula ijue correspoude es sta:
el itulividuo ts xhreen la Ubre
aoeiedcul
Esto es:
la resultante de la agrupacin de libres indi-
vidualidades; pues por el mero hecho de ser
libres, se produce la libre sociedad.
Ciuu puede alcanzarse este perfecciona-
miento social, hacer compatible y armnica la
coexistencia de la sociedad con la plena liber-
tad y bienestar del individuo? Restableciendo
la sociedad sobre bases naturales.
Cules s*n stas?
Por su orden las momeraroffiQ.
.Trabajo
La primer necesidad del hombre es vi virj j
para vivir fen, es indispeasalifo tra ba r.
Siendo el trabajo primordial condicin de vid
L
debe l ser elevado la ms alta potenc a
social. ;>?
Antiguam ente slo los esclavos trabajaban,
proveyendo los seores haraganes de cua
ci-
to necesitasen. Hoy son los pobres,- los desle-
redados del comn patrimonio, los forzados
trabajar para los ricos privilegiados, loe mo-
dernos seores.
Antes y ahora, pues, slo una parte de;la
humanidad ha trabajado y trabaja, emplewojdo
el mximum de sus fuerzas para que nada fkl-
te los znganos de la colmena social.
Abolida la explotacin del hombre por
j
el
hombre, y sean libres el trabajo y el trabajador,
el trabajo ser la primera, la ms important^ y
slida baee social.
Asociacin
El trabajo, necesidad individual, integra
tambin la asociacin, para que esa necesidad
pueda satisfacerse amplia y desahogadamente.
La divisibilidad en el trabajo facilita la per-
feccin y la abundancia de los productos, como
tambin el empleo de la maquinaria para des-
canso del obrero. El seccionamiento en la labor
de todos los artculos forma u na ser ie de; n
cieos distintos y especiales, convergentes, sin
embargo, un comn objetivo y una gran
asociacin. Cada fbrica repre senta mucfhas
agrup acione s, y la vez la intelige nciaeiji y
reunin de todas ellas: esto es, una asociacin
bien determinad a en sus propsitos y en j sus
fines: la elaboracin de tales cuales artcelos.
La asociacin, pues, surge expontnea y| n e -
cesariamente en la primera ineludible fun-
cin humana, el
trabajo socializado,
verificn-
dose con esa asociacin la organizacin} de
numerosos grupos de individuos, que por la
simple relacin productora abarca todo un pue-
b l o
sin imposicin ninguna.
He au ui cmo el instinto de la consetva-
el deseo de hacer agradable y sin JatgaHBf
trabajo crea la asociacin, y cmo el aprove-
chamiento de todos los productos necesarios
impone la inteligenciacin de las agrup aciones,
resultando de hecho la organizacin del trabajo
para el abastecimiento de todos los elementos
necesarios para la vida y la salud de todos los
seres que componen la comuna.
Y como no solamente de pan vive el hombre,
sino que otras necesidades afectivas, intelec-
tuales, recreativas ejercen en l atraccin irre-
sistible, y no siendo posible que cada uno pue-
da lograr Ja realizacin de sus deseos por su
solo esfuerzo, de ello se sigue lgicamente que
tiene que recurrirse la asociacin; puesto que
con ella puede conseguirse todo. Y as, por
estas aspiraciones muy naturales y muy posi-
tivas, y en gran nmuro en una sociedad libre
ilustrada fndanse todas aquellas institucio-
nes que nuestra cultura exige: teatros, museos,
ateneos, gimnasios, parques, jardines, etc.,
conforme al ca rcter de cada pueblo-
De este modo, la libre asociacin funda y
desarrolla la libre organizacin social, tan
compleja como sean los anhelos de los indi-
viduos y de la colectividad.
La asociacin libre para to das las cosas, es
la ina fecunda en buenos resultados, porque
se adapta estrictam ente los deseos de los
que la utilizan, satisfacen las necesidades tal
y como se presentan, y desaparece coa la nece-
sidad, sin atormentar nadie.
Eila debe ser, pues, otra base de la so-
ciedad.
(Continuar)
Cesare Lombroso se propuso pa-
sar la humanidad entera por de-
bajo de la pierna y f que lo est
consiguiendo, Ni el infusorio, qu
digo el infusorio ni el protoplasm
se escapa de esta lluvia 4e locura y
eppsis.
Resu lta ahora que la locura y la
epiMfjsis. son una consecuencia d la
civilizacin actual y los literatos y
artistas coterrpornos una taifa
de orates que tfetiari ta~xhifta3ifura
travs de las paredes craneanas.
Ha descubierto, igualmente, que los
clsicos de la antigedad no partici-
paban de los desquilibrios que pa-
recen ser inherentes al individuo
moderno. Pero en medio de desdi-
cha tanta como Lombroso nos pro-
nostica por intermedio de su desgra-
ciada escuela antropolgica, nos d
tambin ocasin para que nos rego-
cijemos. Siendo, como l dice (y en
estocosa extraa,tiene, razn) los
desconciertos actuales, producto de
la civilizacin, podemos alimentar la
esperanza de que modificando cam-
biando esta
civilizacin
suprimire-
mos ese tipo ideal que por doquie-
ra persigue Lombroso,
y
en fuerza
de tanto perseguirle dar con l en
un manicomio.
Sin embargo, lucha con la rabia
que la impotencia presta, para hacer
creer al gnero humano que en me-
dio de este enjambre de cabezas des-
equilibradas ideas amorfas y or-
ganismos contrahechos slo aparece
un A donis m odelo de belleza fsica,
de equilibrio moral y de solidez in
telectual, que se deja pequeito al
mismsimo nio de la bola.
Y este privilegiado mortal, elegido
por natura para depositar en l to-
das sus gracias y dones, bien se v
que es el profesor de
marras,
qu e
parece haber nacido en unin de la
A Leopoldo Lugones le dio ahora
por convertirse en turiferario de li-
teratos que ni el mismo demonio con
sus buena? entendederas es capaz
de entender y cuyas
producciones
no podra engullirse sin sentir ma-
reos y desvanecimientos y angustias
mil.
Sobre la cabeza de Rubn Daro ha
volcado Lugones la naveta del in-
cienso, echndole unos piropos que
sern capaces de enternecer al enig-
mtico poeta al extremo de disparar-
nos algn canto que ser menester
enviar al Oiimpo para que nos le
traduzcan al sentido comn. Y el
mismo Lugo nes no descuida su
persona en materia de alabanzas y
nos recuerda los mritos y virtudes
que posee, por lo cual d Dios las
ms repetidas gracias. Declara que
es amantsimo de la verdad, y como
prueba de ello, se muestra m uy agra-
decido al Todopoderoso por los be-
neficios que de l ha recibido. Tam-
bin declara que es amantsimo de la
libe rtad ... gramatical, pues en la
activacin
castellana quisiera l que
los acadmicos le concedieran ms
atribucione s, ms libertad; que le de
clararan
autnomo.
Y estos
decadentes
forman tai ga-
limatas con el lenguaje castellano,
que slo ellos pueden leer lo que
garrapatea n escriben. Y lo que
estos poetas grrulos y parleros es-
criben, sin un solo pensamiento y
sin una sola idea por base, se le lla-
ma arte, y quien as divaga se le
hace la ofensa de llamarse artista.
De cartn, digo yo,
Emilio Castelar, el gran tribuno,
el rey de la palabra, que.en los co-
. mienzos de la iusurrecciu cubana
pasaba la mano por el lomo la
burguesa norteam ericana y se amos-
caba con todos aquellos que vean
en los yankees tendencia la ane-
xin, passe ahora la otra alforja
y canta la palinodia como un qui-
dam cualquiera y pronostica la de-
cadencia de la nacin am ericana con
esa gravedad que le es peculiar dav
do sus frases, cual nuevo David,
el tono majestuoso que tan mal cua-
dra su poca certeza.
El ltimo zoquete de la clase pro- 1
letaria vio y predijo con acierto lo
que Castelar no pudo ver con toda
la historia universal metida en la
mollera, con su prctica en la potr|
tica y en las funciones del Estado^:
Lo cual bastar para dem ostrar
muchos idlatras que Castelar es e |
mayor de los zoquetes.
Errare humanum est.
Muy pronto se cumplir el cuarto
centenario de la muerte de Cristbal
Coln y an hay en el mundo quiett-
emplea gran sabidura en averigua
si Coln fue chino holands.
Un Celso Garca de la Riestrl
presentse la Sociedad GeogrcS
de Madrid con un verdadero niOQM
ment de datos y antecedentes his-
tricos tendentes probar que el
descubridor de Amrica fue gallega
hijo de Pontevedra.
Segn las noticias que tenemosli
- te ^aiM mP?
n
l?bW m
lucubracin y pesquisicin pers^jjrante, cuanto por la claridad en su
exposicin y profundo sentido lgiq
Y por aquello de que nada s