la salud en las americas argentina[1]

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ARGENTINA Chubut Salta Buenos Aires Santa Cruz Río Negro Córdoba Mendoza Chaco Santa Fe La Rioja Neuquén Jujuy San Juan Catamarca Corrientes Formosa Entre Ríos 2 Santiago del Estero La Pampa Bolivia Misiones Tierra del Fuego Distrito Federal Chile Paraguay Uruguay 3 San Luis 3 1 Tucumán 2 Brasil ^ 0 500 250 km 1 Buenos Aires

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  • ARGENTINA

    Chubut

    Salta

    Buenos Aires

    SantaCruz

    RoNegro

    Crdoba

    Mendoza

    Chaco

    SantaFeLa Rioja

    Neuqun

    Jujuy

    San Juan

    Catamarca

    Corrientes

    Formosa

    EntreRos

    2 Santiago del Estero

    La Pampa

    Bolivia

    Misiones

    Tierra del Fuego

    Distrito Federal

    Chile

    Paraguay

    Uruguay

    3 San Luis

    3

    1 Tucumn

    2

    Brasil

    ^

    0 500250 km

    1

    BuenosAires

  • CONTEXTO GENERAL Y DETERMINANTES DE LA SALUD

    Argentina es una repblica federal con sistema presidencia-lista, regida por una Constitucin vigente desde 1853 y refor-mada por ltima vez en 1994. Los poderes Ejecutivo, Legislativoy Judicial son independientes entre s; el perodo de gobierno esde cuatro aos. El pas se divide geogrficamente en cinco re-giones: Noroeste (NOA), Nordeste (NEA), Cuyo, Centro o Pam-peana, y Sur, que agrupan a 24 jurisdicciones (23 provincias y laCiudad Autnoma de Buenos Aires, sede del Gobierno nacional).Cada provincia cuenta con su propia constitucin y elige a susgobernantes.

    Determinantes sociales, polticos y econmicosEn la segunda mitad de la dcada de 1990 las transformacio-

    nes de la estructura productiva nacional y las sucesivas crisis ex-ternas no solo provocaron el aumento del desempleo y la po-breza, sino que condujeron a una creciente desigualdad en ladistribucin del ingreso de magnitud hasta entonces descono-cida. A partir de 1998, como consecuencia de la cada del pro-ducto interno bruto (PIB), la pobreza y la desigualdad se profun-dizaron y la crisis econmica que sobrevino llev, a principios de2002, a derogar el rgimen de convertibilidad y a devaluar el pesoargentino. As, el ingreso anual per cpita pas de US$ 7.470 en2000 a US$ 3.670 en 2003 y a US$ 3.580 en 2004 (1). No obstante,la Argentina est situada en el grupo de pases con un ndice dedesarrollo humano (IDH) alto (0,849), que sube paulatinamentedesde 1975, ao en que dicho ndice fue de 0,784 (2).

    Los datos sobre pobreza e indigencia entre la poblacin proce-den de mediciones efectuadas por el Instituto Nacional de Esta-dstica y Censos (INDEC). Las cantidades de hogares y personasbajo la lnea de pobreza se obtienen de la Encuesta Permanentede Hogares (EPH) iniciada en 1972, y que desde 2003 realiza tri-mestralmente el INDEC. La EPH se releva desde 2006 en 31 aglo-merados urbanos (28 aglomerados hasta 2005) que incluyen las23 capitales provinciales, representativos de seis regiones: Metro-politana, Pampeana, Noroeste, Nordeste, Cuyo y Patagnica.

    Segn los ingresos de los hogares se establece si sus integrantesestn en condiciones de satisfacer sus necesidades esenciales ali-mentarias y no alimentarias. Para ello se utiliza una canasta b-sica de alimentos, bienes y servicios (indumentaria, transporte,educacin, salud, etc.) considerados esenciales. Para calcular laproporcin de hogares pobres se divide el nmero de los que notienen ingresos que superen el valor de la canasta bsica total porel total de hogares, y en el caso de la indigencia, la proporcin dehogares cuyo ingreso no supera la canasta bsica de alimentos,sin servicios ni otros bienes. La poblacin bajo la lnea de po-breza extrema (indigencia) aument durante la segunda mitadde la dcada de los noventa a un ritmo moderado: de 7,9% en1995 a 9,6% en 2000, pero la crisis de 2001, la ms profunda en lahistoria reciente del pas y que afect a las condiciones de vida deamplios sectores de la poblacin, llev esta cifra a ms de 25% en2002, segn estimaciones de la Oficina Regional del Banco Mun-dial en la Argentina, que define el nivel de pobreza extrema porun ingreso menor de US$ 1 por persona por da, un nivel inditoen el pas. Esta alza del porcentaje de poblacin indigente sedebi al aumento de personas y familias sin ingresos, resultadodel incremento de la tasa de desocupacin, que entre 1990 y 2002pas de 6,1% a 21,5%, as como al deterioro del poder adquisitivode los ya muy bajos salarios de quienes estaban ocupados.

    A partir de 2003, y en el marco de un extraordinario superviten la balanza comercial, el ordenamiento de las cuentas fiscales,la normalizacin del sistema financiero y la intervencin cambia-ria consiguieron frenar la dinmica explosiva que haba mostradola economa. Algunos trimestres consecutivos de crecimiento, lareevaluacin moderada del peso argentino ($Arg 2,90 = US$ 1, enagosto de 2005), la reduccin de los niveles de desempleo de15,4% en el segundo semestre de 2003 a 12,5% en el primer se-mestre de 2005 (datos de la EPH), y una disminucin de la po-breza de 14 puntos porcentuales entre el segundo semestre de2003 y el segundo semestre de 2005, constituyen signos de mejo-ra econmica. En este perodo, la pobreza se redujo en ambossexos y en todos los grupos de edad, y disminuy ms fuerte-mente la poblacin bajo la lnea de indigencia en comparacincon la que est bajo la lnea de pobreza no indigente (Cuadro 1).La evolucin del desempleo y la pobreza seala una mejora que

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    La Argentina tiene una extensin de 2.791.810 km2 en el continente americano y sos-tiene derechos de soberana sobre 969.464 km2 en el sector antrtico. De norte a sur, laextensin continental es de 3.694 km, y la mxima de este a oeste es de 1.423 km. Lalongitud de su costa martima sobre el ocano Atlntico es de 4.725 km, y la de fronteras con

    pases limtrofes (Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay) es de 9.376 km.

  • est en fase de consolidacin si se tiene en cuenta la tasa de cre-cimiento del pas, que se sita en torno a 9% anual.

    En el pas, la pobreza y la indigencia se distribuyen en formamuy desigual con disparidades entre las provincias y dentro deellas que ponen de manifiesto condiciones bsicas de vida muydiferentes en cuanto a la proteccin de los derechos sociales yeconmicos de los argentinos. Dos regiones del pas (NEA yNOA) presentan tasas de pobreza en los conglomerados urbanosmuy superiores al promedio nacional (Figura 1), tanto en lo quese refiere a los hogares como a las personas.

    Un componente fundamental del deterioro social, que tienerelativa independencia de la evolucin de la pobreza e indigencia,es la desigualdad en la distribucin del ingreso. En el primer tri-mestre de 2006, el INDEC comenz a publicar datos del ingresoper cpita familiar (es decir, el promedio de ingreso por personadel hogar). Los resultados indican que 20% de la poblacin puedegastar entre 0 y $Arg 140 (US$ 45) al mes. El 10% ms pobre dela poblacin tendra un ingreso promedio de $Arg 50 (US$ 16) yel 10% ms rico de $Arg 1.823 (US$ 590), lo que supone una bre-cha de ingreso de 36, medida de desigualdad que resulta de divi-dir el ingreso del decil ms rico (10% de la poblacin) por el deldecil ms pobre. El cuadro 2 presenta la evolucin de la brecha deingresos en el perodo 2003-2005.

    De acuerdo con una investigacin realizada por el Centro deEstudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Uni-versidad Nacional de La Plata, entre 1992 y 2005 se observ uncrecimiento del coeficiente de Gini del ingreso per cpita fami-liar, que pas de 0,45 a 0,50, segn datos del primer semestre de

    2005, en tanto que la participacin del quintil ms pobre en elconjunto del ingreso nacional baj, en el mismo perodo, de 4,8%a 3,1%, y la del quintil ms rico aument de 50,6% a 54,7% (3).Teniendo en cuenta estas dos medidas en un contexto de mejorade los porcentajes de pobreza e indigencia, se puede concluir quela desigualdad es una de las cuestiones sociales ms importantesque quedan por resolver.

    A partir de 2003 el gobierno coloc la poltica de derechos hu-manos en un lugar central de la agenda de trabajo. As, se encarla anulacin de las leyes de impunidad, la creacin de la Unidad deInvestigacin en el mbito de la Comisin Nacional por el Derechoa la Identidad, la apertura del Espacio de la Memoria, en lo quefuera la sede de la Escuela de Mecnica de la Armada (ESMA), yse dio un nuevo impulso a las investigaciones sobre la suerte co-rrida por los miles de desaparecidos vctimas del terrorismo deEstado. No obstante, persisten en el pas situaciones que afectan alos derechos humanos de grupos especficos de poblacin, comolos nios y jvenes infractores de la ley penal, los pacientes psi-quitricos institucionalizados, as como casos de explotacin in-fantil y denuncias de tortura y otros malos tratos de personas de-tenidas en comisaras o establecimientos penitenciarios.

    El pas ha mostrado avances en cuanto a la igualdad de g-nero. A nivel institucional se destaca la incorporacin de todoslos tratados de derechos humanos a la Constitucin Nacional,entre los que se cuenta la Convencin sobre la Eliminacin deTodas las Formas de Discriminacin contra la Mujer (CEDAW,segn su sigla en ingls); en 2006 el Congreso Nacional aprob elProtocolo Facultativo de este tratado, por el cual las mujeres ar-

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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    CUADRO 1. Poblacin de los 28 aglomerados urbanos segn condicin de pobreza, sexo y grupos de edad, Argentina,segundos semestres de 2003 y 2005.

    Grupos de edadSexo y condicin Total 0 a 13 aos 14 a 22 aos 23 a 64 aos 65 aos y msde pobreza 2003 2005 2003 2005 2003 2005 2003 2005 2003 2005

    Total (en miles) 23.163 23.410 5.870 5.553 3.585 3.669 11.054 11.735 2.654 2.453% % % % % % % % % %

    No pobre 52,2 66,2 36,6 50,5 42,2 58,1 58,3 72,3 74,4 84,4Pobre 47,8 33,8 63,4 49,5 57,8 41,9 41,7 27,7 25,6 15,6

    No indigente 27,3 21,7 33,4 29,0 31,9 26,8 25,0 18,6 17,4 12,1Indigente 20,5 12,2 30,1 20,5 25,9 15,1 16,7 9,1 8,2 3,6

    Mujeres (en miles) 12.213 12.314 2.892 2.752 1.768 1.845 5.942 6.225 1.611 1.492% % % % % % % % % %

    No pobre 53,5 66,8 37,0 49,8 44,3 59,8 58,4 72,0 75,2 85,5Pobre 46,5 33,2 63,0 50,2 55,7 40,2 41,6 28,0 24,8 14,5

    No indigente 26,5 21,1 33,0 28,8 31,0 25,8 24,7 18,6 16,6 11,2Indigente 19,9 12,1 29,9 21,4 24,7 14,4 16,9 9,4 8,1 3,3

    Varones (en miles) 10.950 11.096 2.978 2.801 1.817 1.824 5.113 5.510 1.043 961% % % % % % % % % %

    No pobre 50,6 65,4 36,1 51,3 40,2 56,4 58,2 72,6 73,1 82,6Pobre 49,4 34,6 63,9 48,7 59,8 43,6 41,8 27,4 26,9 17,4

    No indigente 28,2 22,3 33,7 29,1 32,6 27,7 25,3 18,6 18,6 13,4Indigente 21,2 12,3 30,2 19,6 27,2 15,9 16,5 8,8 8,4 4,0

    Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares.

  • gentinas podrn reclamar internacionalmente el efectivo cumpli-miento de sus derechos ante un organismo imparcial confor-mado por expertos. Tambin en 2006 el Congreso Nacional san-cion la Ley N 26.130 de Anticoncepcin Quirrgica y la Ley N26.150 de Educacin Sexual Integral. La Ley Nacional de Cupo N24.012/91 permiti incrementar la presencia de mujeres en car-gos electivos en el mbito del Poder Legislativo, que pas de 1,4%en 1998 en la Cmara de Senadores de la Nacin a 34,7% en 2001y a 41,7% en 2003. Asimismo, la mayora de las provincias hanaprobado a su vez leyes locales que recogen los aspectos sustan-ciales de la ley nacional; as, la participacin femenina en las le-gislaturas provinciales pas de 22,2% en 2000 a 26,6% en 2004.

    El gobierno reiter en octubre de 2003 el compromiso de al-canzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Tras uncomienzo lento, marcado por reestructuraciones de la unidad gu-bernamental encargada de coordinar los ODM, el gobierno con-cluy en 2005 un informe de evaluacin del proceso y redefini-

    cin de algunas metas. Mientras tanto, se priorizaron los diferen-tes objetivos a nivel sectorial; as, por ejemplo, los ODM 5 (mejo-rar la salud materna), 6 (combatir el VIH/sida y otras enferme-dades), 7 (garantizar la sostenibilidad del medio ambiente) y 8 (crear una alianza mundial) estn plenamente identificadostanto en la agenda del Ministerio de Salud como en el Plan Fede-ral de Salud 2004-2007. Por otra parte, surgi inters por losODM a nivel subnacional, y provincias como Tucumn, Mendoza,La Rioja y San Juan fijaron sus propias metas para alcanzar losODM, o estn en proceso de hacerlo (Cuadro 3).

    El pas se encuentra prximo a dar cumplimiento al ODM 2 (lograr la educacin primaria universal), como lo expresan latasa neta de escolarizacin en la escuela primaria (98,1%), la de supervivencia en el quinto ao/grado (90,7%), y la de alfa-betizacin de las personas de 15 a 24 aos de edad (98,9) (4).Segn el INDEC (censos 1991 y 2001), la proporcin de poblacinanalfabeta disminuy de 3,7% en 1991 a 2,6% en 2001, con igual

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    CUADRO 2. Brechas de ingresos por medianas y promedios del ingreso per cpita familiar, total de 28 conglomeradosurbanos (trimestres sin aguinaldo), Argentina, 20032005.

    2003 2004 2005

    Trim. 4 Trim. 2 Trim. 4 Trim. 2 Trim. 4

    Mediana del 10 decil / Mediana del 1er. decil 31 29 27 27 24Promedio del 10 decil / Promedio del 1er. decil 47 41 38 37 32

    Fuente: Encuesta Permanente de Hogares.

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    FIGURA 1. Incidencia de la pobreza e indigencia en el total urbano EPH y por regin estadstica, Argentina,segundo semestre de 2005.

    Total urbano

    Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares.

    EPHCuyo Gran Buenos

    AiresNoreste

    Regiones

    Noroeste Pampeana Patagonia

    Porc

    enta

    je

    Hogares bajo la lnea de indigenciaPersonas bajo la lnea de indigencia

    Hogares bajo la lnea de pobrezaPersonas bajo la lnea de pobreza

  • porcentaje en hombres y mujeres, pero todava existen importan-tes brechas en este indicador entre provincias. As, las del nor-deste (el Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones) superan el 6%de personas analfabetas. Entre los mayores de 64 aos el analfa-betismo en el pas alcanza 6,2%, porcentaje que se triplica en lasprovincias antes citadas (20,2%, 20,7%, 18,8% y 16,3% respecti-vamente), y aparece una brecha de 2 a 3 puntos porcentualesentre mujeres y hombres, favorable a estos ltimos.

    En 2001, aproximadamente 6% de la poblacin total haba al-canzado el grado universitario completo, dos puntos porcentua-les ms que en 1991. Si se considera la poblacin mayor de 15aos, los hombres presentan mejores porcentajes en los niveleseducativos medios o bajos (primario incompleto, completo y se-cundario incompleto), mientras que las mujeres superan a loshombres en el porcentaje de secundario completo, universitarioincompleto y completo. Segn datos del Censo Nacional de Po-blacin 2001 elaborados por la Direccin de Estadsticas Secto-riales del INDEC, 8,7% de la poblacin mayor de 15 aos alcanzel nivel universitario completo (7,0% de los hombres y 10,3% delas mujeres). A juzgar por los datos de la EPH, en el segundo se-mestre de 2004 y solamente referido a los conglomerados urba-

    nos, se observ mayor equilibrio en el nivel educativo entre hom-bres y mujeres, a excepcin del universitario completo, que man-tuvo la diferencia de 3 puntos porcentuales a favor de las mujeres.Datos de la Direccin de Estadsticas Sectoriales del INDEC ba-sados en el Censo Nacional Docente 2004 del Ministerio de Edu-cacin, Ciencia y Tecnologa de la Nacin, sealan que el nmerode docentes que trabajaban en establecimientos de educacinformal en 2004 alcanz la cifra de 821.726, es decir, 25,3% msque en 1994. La Encuesta Nacional de Salud y Nutricin 2005 in-dic que 32,2% de los 311.000 hogares encuestados recibanalgn tipo de ayuda alimentaria, con extremos entre 0,1% en laProvincia de San Luis y 50,3% en el Chaco.

    De los hogares registrados en el Censo Nacional de Poblacin,Hogares y Vivienda 2001, 96,6% utilizaban agua corriente de red,de los cuales 84,1% contaban con agua de red dentro de la vi-vienda y el restante 12,5% dispona de agua de red dentro de loslmites de su terreno. La falta de abastecimiento de agua seguraes preocupante en todo el territorio: aun en el rea Metropolitanade la Provincia de Buenos Aires se observan grandes deficiencias(5), no solo en zonas marginales sino tambin en reas residen-ciales en las que todava no se dispone de red pblica de agua o,

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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    CUADRO 3. Objetivos de Desarrollo del Milenio seleccionados: indicadores y metas, Argentina, 2007, 2011 y 2015.

    Dato de ltimo datoreferencia disponible Metas

    Indicador Ao Valor Ao Valor 2007 2011 2015

    Mejorar la salud materna (ODM 5) TMM por 100.000 n.v. 1990 52,0 2004 40 3,7 1,3% de nacidos vivos asistidos por mdico o partera 1990 96,9 2004 99,0 99,0 99,0Coeficiente de Gini para la TMM 1990 0,346 2004 0,303 0,344 0,311

    Combatir el VIH/sida, el paludismo y otras enfermedades (ODM 6)Tasa de prevalencia de VIH en embarazadas entre 15 y 24 aos (%) 2000 0,64 2003 0,39 0,35 0,32

    Tasa de prevalencia de uso de preservativos en jvenes de 15 a 24 aos (%) 2003 61,0 67,0 75,0

    Tasa de mortalidad por VIH/Sida (por 100.000 hbts.) 1990 0,9 2003 4,2 3,8 3,5Tasa de incidencia de VIH/Sida (por 100.000 hbts.) 1990 17,0 2003 49 42,0 37,0Tasa de morbilidad por TB (por 100.000 hbts.) 1990 38,1 2003 32,0 23,1Tasa de mortalidad por TB (por 100.000 hbts.) 1990 4,26 2003 2,4 2,1 1,21% de casos de TB detectados y curados con TAES 1989 64,6 2003 77,6 82,0 90,0Tasa de mortalidad por paludismo (por 100.000 hbts.) 1990 0,0 2004 0,0 0,0 0,0% de pob. de zonas de riesgo de paludismo que aplica medidas

    eficaces de prev. y tto. 1990 100,0 2004 100,0 100,0 100,0ndice parasitario anual (por 1.000 hbts.) 1990 0,765 2004 0,057 < 0,1 < 0,1% de provincias endmicas que certificaron la interrupcin

    de la transmisin vectorial de Chagas 2001 21,1 2004 26,3 42,1 100,0

    Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente (ODM 7)Superficie cubierta con bosque nativo (%) 2002 11,60 11,2 11,3Superficie total del territorio protegido para mantener

    la biodiversidad (%) 2003 6,30 7,3 8,3 > 10Toneladas equivalentes de petrleo para generar US$ 1.000 del PIB 2003 0,2 0,2 0,2 Participacin de las fuentes renovables en la OTEP (%) 2003 9,90 9,9 > 10 > 10Poblacin con acceso a agua potable de red pblica (%) 80,8 82,4 > 84Poblacin con desages cloacales (%) 47,9 51,5 > 55Hogares en vivienda deficitaria en situacin de tenencia irregular (%) 2005 6,4 5,6 4,8 3,9

  • cuando esta existe, no se asegura su calidad sanitaria. Es el casodel alto contenido de nitratos en el agua de red, cuyo consumo nose aconseja para lactantes, nios y mujeres embarazadas. Asi-mismo, la presencia de diversas sustancias txicas en las napasde agua utilizadas para el consumo humano agrava el problemaen algunas localidades, por ejemplo, la contaminacin por ars-nico, cuya ingesta continua puede dar lugar a hidroarsenicismocrnico regional endmico (HACRE). Se ha determinado que34% de los habitantes de la Provincia del Chaco se encuentran enriesgo de hidroarsenicismo, en La Pampa 45%, en San Luis34,5%, en Santiago del Estero 24% y en Santa Fe 26,5% (6).

    La tasa de delincuencia (que incluye cualquier tipo de delito:contra las personas, la integridad sexual, la propiedad, la libertad,el Estado y la comunidad, contra la Ley de Estupefacientes y leyesespeciales) mostr tendencia ascendente en la ltima dcada, sibien se observ un descenso en 2003 respecto de 2002 (350,2 por10.000 frente a 369,7 por 10.000), segn la Direccin Nacional dePoltica Criminal del Ministerio de Justicia, Seguridad y DerechosHumanos de la Nacin. La misma fuente indic que la poblacinalojada en institutos carcelarios ha venido aumentando regular-mente desde 1999 y lleg a 9.246 personas en 2003; sin embargo,el informe de 2005 de Amnista Internacional seala una pobla-cin reclusa de 62.500 personas, que se encontraran en grave si-tuacin de hacinamiento.

    Demografa, mortalidad y morbilidadLa poblacin de la Argentina proyectada para 2005 era de

    38.592.150 habitantes. La tasa de crecimiento ha venido dismi-nuyendo en forma sostenida en los ltimos quinquenios: 1,3% en19901995, 1,1% en 19952000 y 0,9% en 20002005. En estosdos ltimos quinquenios se negativiz la tasa de migracin neta(0,06% y 0,05% respectivamente). Entre 1980 y 2005 se observaun paulatino proceso de envejecimiento de la poblacin: el ndicede envejecimiento (poblacin mayor de 65 aos dividida por lapoblacin menor de 15 aos, multiplicada por 100) pas de 26,6a 37,9, y el ndice de Fritz (poblacin de 0 a 19 aos dividida porla de 30 a 49 aos, multiplicada por 100) baj de 161 a 143. Por lotanto, la estructura poblacional del pas ha cambiado, y ahora lapoblacin madura ha aumentado en relacin con la poblacinjoven; sin embargo, la estructura de la poblacin activa (la po-blacin de 40 a 64 aos dividida por la poblacin de 15 a 39, mul-tiplicada por 100) era ms joven en 2005 que en 1980 (ndices deestructura de poblacin activa de 63,5 y 67,2 respectivamente)1.

    La tasa de natalidad anual media por 1.000 habitantes ha ve-nido descendiendo en forma sostenida desde el quinquenio19801985 (23,1) hasta el quinquenio 20002005 (18,0), y se es-tima que esta tendencia se mantendr al menos hasta el quin-quenio 20102015. Igualmente, la tasa de mortalidad general por1.000 habitantes experiment una ligera disminucin desde

    19801985 (8,5) hasta 20002005 (7,9). El promedio de hijos pormujer descendi de 3,2 en el quinquenio 19801985 a 2,4 en elquinquenio 20002005, mientras que la tasa general de fecundi-dad pas de 97,0 a 72,2 por cada 1.000 mujeres en el mismo pe-rodo. Se estima que en el quinquenio 20102015 el nmero dehijos por mujer descender a 2,2 y la tasa general de fecundidadse situar en torno a 66 por cada 1.000 mujeres.

    La esperanza de vida al nacer aument en los ltimos 25 aos.En el quinquenio 19801985 fue de 70,2 aos (66,8 para loshombres y 73,7 para las mujeres) mientras que en el quinquenio20002005 alcanz una media de 74,3 (70,6 para los hombres y78,1 para las mujeres).

    En el perodo 20012005, la Capital Federal y las provincias deBuenos Aires, Catamarca, Crdoba, La Pampa, La Rioja, Neuqun,Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz y Tierra de Fuego, fueron re-ceptoras de emigracin interna. En el mismo perodo, el saldomigratorio internacional fue de 70.000 hombres y 30.000 mu-jeres. En el censo de 2001 constaron 1.531.940 extranjeros empa-dronados en la Argentina (699.555 hombres y 832.385 mujeres).Ms de 900.000 provenan de pases limtrofes, gran parte deellos (325.046) de Paraguay, seguido de Bolivia (233.464). De Eu-ropa se destac la inmigracin italiana y espaola, si bien res-ponde a un proceso antiguo, ya que la mayora supera los 65aos. Segn datos del INDEC correspondientes a 2005, los pue-blos indgenas con mayor poblacin son el mapuche en la Pata-gonia, el kolla en Jujuy y Salta, el toba en el Chaco, Formosa ySanta Fe y el wichi en el Chaco, Formosa y Salta. Estos cuatro pue-blos representan 53% de las 402.921 personas incluidas en la en-cuesta nacional. El resto de la poblacin se reparti en otros 17pueblos indgenas. En 2,8% de los hogares del pas, al menos unode sus miembros se reconoce como perteneciente o descendientede un pueblo indgena.

    Las tasas de mortalidad general ajustadas por edad son lige-ramente superiores en las regiones ms deprimidas del pas,sobre todo en las mujeres. Las tasas ajustadas de mortalidad portumores son ms elevadas en las provincias y regiones con mejornivel socioeconmico, situacin que se invierte al observar lamortalidad por enfermedades infecciosas. Al analizar la raznestandarizada de mortalidad del perodo 19992001 se observa-ron razones elevadas estadsticamente significativas en los de-partamentos del NEA para enfermedades infecciosas y causasexternas en ambos sexos, y para cncer de tero en mujeres,mientras que los tumores tienen razones estadsticamente signi-ficativas altas en algunos departamentos de las provincias deBuenos Aires y Entre Ros, y el suicidio en departamentos delcentro y sur del pas (7).

    En 2004 la mortalidad por enfermedades del sistema circula-torio fue de 247,2 por 100.000 habitantes en hombres y de 229,0por 100.000 en mujeres. Llama la atencin el descenso brusco delas enfermedades cardiovasculares entre 1990 y 2004 y el ascensode la mortalidad en el grupo otras causas. Expertos nacionalesconsultados coinciden en que si bien se observa un descenso dela mortalidad real por enfermedades cardiovasculares, gran parte

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    1Los datos bsicos de toda esta seccin tienen como fuente al INDEC; los ndicesdemogrficos presentados son de elaboracin propia, basados en aquellos.

  • de esta diferencia obedecera a un cambio del hbito en la certi-ficacin mdica que estara incrementando la certificacin de ru-tina de insuficiencia respiratoria, incluida en este informe enresto de causas. Esta prctica estara enmascarando un volu-men importante de causas mal definidas, problema que estnabordando las autoridades de salud (Cuadro 4).

    La tasa de mortalidad por tumores malignos se mantuvo esta-ble tanto en hombres como en mujeres, segn se verifica al com-parar la tasa de 2004 con la de 1990. Las tasas de defuncin porcausas externas disminuyeron en ambos sexos en 2004 respectode 1990, sin embargo, la mortalidad por enfermedades infeccio-sas aument en ese perodo. La mortalidad por afecciones origi-nadas en el perodo perinatal se redujo prcticamente a la mitadentre esos dos aos. El agrupamiento del resto de causas s mos-tr un aumento en ese perodo, al igual que las mal definidas. Laprincipal causa de mortalidad en el perodo 20022004 fue la in-suficiencia cardiaca, seguida de la enfermedad isqumica del co-razn en los hombres y las enfermedades cerebrovasculares enlas mujeres. Las dos causas que ocasionaron mayor cantidad deaos potenciales de vida perdidos (APVP) fueron las causas pe-rinatales y las anomalas congnitas en ambos sexos. La terceracausa en hombres fueron los accidentes de trnsito, y en mujereslas enfermedades cerebrovasculares.

    En un informe de un grupo de trabajo sobre la mortalidad sujeto a revisin y an no publicado, se analiz la velocidadde cambio de los aos potenciales de vida perdidos (APVP) entre0 y 75 aos para el perodo 19972003. En hombres, los APVPpor enfermedad isqumica del corazn e insuficiencia cardiacadisminuyeron a razn de 4,3% y 6,2% anual, respectivamente. Seha observado un aumento general de la mortalidad por septice-mia, diabetes, infecciones respiratorias agudas, enfermedades delsistema urinario y, especialmente, por lesiones autoinfligidas(7,2% anual) y agresiones (5,7% anual). En las mujeres los APVPpor tumores malignos de mama y tero disminuyeron 2,5% y3,6% anual respectivamente. En ambos sexos, los APVP por des-nutricin disminuyeron a un ritmo superior a 3% anual.

    Las principales amenazas, ya sea naturales o causadas por elhombre, a las que el pas se encuentra expuesto son: inundacio-nes (75%), tempestades (15,9%), incendios urbanos (7,4%),nevadas (5,2%) e incendios forestales o de vegetacin (3,8%),adems de los riesgos de terremotos, volcanes y desastres tecno-lgicos. Las inundaciones ms importantes tienen lugar en laCuenca del Plata, que incluye los ros Paran, Paraguay, Iguaz,Uruguay y sus afluentes principales y emisarios menores, y afec-tan a las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ros, Formosa,el Chaco y Santa Fe, y en la llanura pampeana, donde afectan a lasprovincias de Buenos Aires, La Pampa, sur de Santa Fe y sur deCrdoba.

    SALUD DE LOS GRUPOS DE POBLACIN

    Salud de los nios menores de 5 aosEste grupo comprende 3.349.278 habitantes y representa 9,2%

    de la poblacin del pas. Entre 1990 y 2004, la mortalidad infantildescendi 43,8%. Aunque el peso de las muertes por causas evi-tables ha disminuido, todava explicaban en el ao 2000 casi dosde cada tres muertes infantiles. En 2003, 53% de las muertes in-fantiles se debieron a afecciones originadas en el perodo perina-tal, 22% a malformaciones congnitas, 10% a afecciones del sis-tema respiratorio, 5% a enfermedades infecciosas y parasitarias y3% a accidentes. En 2004, 57% de la mortalidad posneonatal eraevitable mediante prevencin y tratamiento adecuado, y 56% dela mortalidad neonatal por medio de diagnstico y tratamientooportuno durante el embarazo y el parto, y al recin nacido. Eneste mismo ao se observaron diferencias entre provincias quevan desde tasas de mortalidad infantil de 25,1 por 1.000 nacidosvivos en Formosa 21,8 en Catamarca, situadas en el NEA y NOArespectivamente, hasta 4,1 en Tierra de Fuego u 8,7 en la CapitalFederal (8). El NEA es la regin que present la tasa de mortali-dad infantil ms elevada en 2004 (20,0 por 1.000 nacidos vivos) yla regin Patagonia la ms baja (12,2 por 1.000 nacidos vivos). La

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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    CUADRO 4. Mortalidad por grandes grupos de causas, Argentina, 2004.

    Grupo de edad

    Total 0 a 4 5 a 9 10 a 19 20 a 59 60 y ms

    # % # % # % # % # % # %

    Enfermedades del sistema circulatorio 90.993 31% 171 1% 37 4% 179 6% 11.798 22% 78.660 35%

    Tumores malignos 54.956 19% 126 1% 126 15% 298 9% 13.558 25% 40.742 18%Causas externas 18.094 6% 803 7% 320 39% 1 851 57% 9.757 18% 5.273 2%Enfermedades

    infecciosas 13.343 5% 536 4% 51 6% 114 4% 3.241 6% 9.364 4%Perinatales 5.538 2% 5 538 45% Resto 89.374 30% 4 367 36% 262 32% 685 21% 12.024 22% 71.834 32%Mal definidas 21.753 7% 681 6% 35 4% 122 4% 3.408 6% 17.394 8%

  • desigualdad en la distribucin provincial de la mortalidad infan-til, medida con el coeficiente de Gini, aument entre 1990 y 2002,y disminuy nuevamente a partir de 2002. Un estudio clasific latendencia de la mortalidad infantil a nivel departamental en elperodo 19942003 en cinco categoras: marcadamente descen-dente, moderadamente descendente, indefinida, moderadamentecreciente y marcadamente creciente (9). Se observan brechasmucho ms importantes si se analiza la mortalidad infantil pornivel educativo de la madre. En efecto, en el trienio 20022004 elriesgo relativo de los nacidos vivos de madres analfabetas encomparacin con los nacidos de madres con carrera universitariacompleta fue de 15,1 (tasa de mortalidad infantil de 97,6 por1.000 nacidos vivos en madres analfabetas y de 6,5 por 1.000 na-cidos vivos en madres universitarias). Sobre la base de los datosofrecidos por la Direccin Nacional de Estadsticas de Salud, delMinisterio de Salud, se puede concluir que para el trienio 19951997 el riesgo relativo entre estos dos grupos fue de 10. El co-eficiente de concentracin en 2004, utilizando como variable so-cioeconmica el porcentaje de necesidades bsicas insatisfechas(NBI), fue de 0,103.

    En el pas se mantiene para la mortalidad infantil la meta delos ODM fijada internacionalmente (en 2015 cada de las dos ter-ceras partes de la tasa de 1990), y se considera la posibilidad dealcanzarla antes de ese ao. En agosto de 2006 se public la tasade mortalidad infantil de 2005 (13,3 por 1.000 nacidos vivos),que muestra un acercamiento hacia la consecucin de esa meta.

    Tambin en los ltimos 15 aos se observ una reduccin enla mortalidad de menores de 5 aos que, entre 1990 y 2004, pasde 29,6 defunciones por 1.000 nacidos vivos a 16,6 por 1.000 (o de 622,5 por 100.000 habitantes a 365,9 por 100.000 habitan-tes). En este caso, como en el anterior, el coeficiente de Gini mos-tr un aumento de la desigualdad entre las jurisdicciones, alpasar de 0,113 en 1990 a 0,132 en 2002, mientras que en 2003 fuede 0,120, lo que indica una ligera disminucin. El gobierno asu-mi una meta adicional al firmar los ODM: la reduccin de 10%de la desigualdad entre provincias en cuanto a la mortalidad in-fantil y en los menores de 5 aos entre 1990 y 2015, medida conel coeficiente de Gini.

    En 2004, las afecciones de origen perinatal y las anomalascongnitas ocasionaron 53% y 22% respectivamente de las de-funciones en este grupo de edad, mientras que la influenza y neu-mona fueron responsables de 4,0% y 4,2% respectivamente.

    Salud de los nios de 5 a 9 aosEste grupo de poblacin, segn el censo 2001, estaba inte-

    grado por 3.471.217 habitantes (9,6% de la poblacin total). En2004 se produjeron 831 defunciones en nios de 5 a 9 aos, loque supone una tasa especfica de 23,9 por 100.000 habitantes,muy inferior a la de 1990, que fue de 33,5 por 100.000. Las causasexternas siguen siendo la causa ms comn de defuncin, con38,5% de todas las causas, porcentaje que en hombres alcanz

    43,1%. Los accidentes de transporte fueron la causa ms impor-tante de muerte en este grupo, tanto en mujeres como en varones,seguidos de las malformaciones congnitas en las nias y las neo-plasias malignas del tejido linftico en los varones.

    Salud de los adolescentes (1014 aos y 1519 aos)El grupo de 10 a 14 aos estaba constituido en 2001 por

    3.427.200 habitantes y el de 15 a 19 aos por 3.188.304 (9,5% y8,8% de la poblacin total, respectivamente). Ese ao se registra-ron un total de 3.249 defunciones (1.003 en el grupo de 10 a 14aos y 2.246 en el de 15 a 19 aos), con tasas especficas de 0,29y 0,67, respectivamente, y una razn hombre/mujer de 2,1:1. Enel grupo de 10 a 14 aos las causas externas ocasionaron 40,7%del total de defunciones, porcentaje que lleg a 63,5% en el grupode 15 a 19 aos. El suicidio alcanz una tasa de 16,65 por 100.000habitantes en el grupo de varones de 15 a 19 aos. Para el grupoen su conjunto (10 a 19 aos), en el perodo 2002-2004, la pri-mera causa de muerte en hombres fueron los homicidios, y enmujeres, los accidentes de trnsito; la segunda causa en ambossexos fue el suicidio. A diciembre de 2005 haba 1.671 casos deVIH/sida registrados en el pas en personas de 13 a 19 aos, conuna razn hombre/mujer de 1,96:1 en diagnosticados de sida yde 0,8:1 en VIH positivos.

    La prevalencia de vida de consumo de bebidas alcohlicas enjvenes de 12 a 15 aos en 2004 fue de 38,7%, y de consumo detabaco, 11,2%. En cuanto al uso de sustancias ilcitas, la preva-lencia fue de 0,8%; la marihuana ocup un lugar destacado en laspreferencias de los jvenes que consumen este tipo de sustancias(0,6%). La prevalencia en el ao anterior al momento de la en-cuesta fue de 34,0% para el alcohol, 8,7% para el tabaco y 0,7%para las sustancias ilcitas. En lo que atae al consumo durante elltimo mes antes de la encuesta, estos porcentajes fueron de15,2%, 6,4% y 0,2% respectivamente (10).

    De los adolescentes de 14 a 19 aos de edad, 61,4% manifesta-ron haber tenido relaciones sexuales al menos una vez en la vida(68,4% de los hombres y 54% de las mujeres). La media, medianay moda de edad de la primera relacin es de 15 aos (15,1 en lasmujeres y 14,8 en los hombres). El 73,3% de los adolescentes uti-lizaron preservativo en la primera relacin (11).

    En 2004, se produjeron cinco defunciones en adolescentes de10 a 14 aos por problemas relacionados con el parto y 24 en elgrupo de 15 a 19 aos; el nmero de nacidos vivos de madres de10 a 14 aos fue de 2.629 y de 103.809 en el grupo de 15 a 19aos. De los nacidos vivos en 2004, 14,6% tenan madres meno-res de 20 aos.

    Salud de los adultos (20-59 aos)En 2001, el grupo de 25 a 59 aos de edad estaba constituido

    por 17.952.174 habitantes (49,5% de la poblacin total). Entre1990 y 2004 se produjo un descenso en las tasas de mortalidad

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  • por tumores en hombres y mujeres de estas edades, y un au-mento de la mortalidad por enfermedades infecciosas. La pri-mera causa de muerte en hombres en el perodo 20022004 fuela enfermedad isqumica del corazn y, en mujeres, la neoplasiamaligna de mama; la segunda causa en ambos sexos fueron lasenfermedades cerebrovasculares. En 2005, de las mujeres de 18 a59 aos con NBI, 72,7% tenan solamente cobertura pblica deservicios de salud, mientras que en los hombres el porcentaje co-rrespondiente fue de 67,8%. De las mujeres sin instruccin,68,5% tenan solo cobertura pblica de servicios de salud, frentea 9,8% en las mujeres que haban finalizado sus estudios univer-sitarios; en los hombres los porcentajes fueron 64,8% y 9,6%, res-pectivamente. Las mujeres pobres (con NBI), si bien tienen unaprevalencia de tabaquismo prcticamente igual que las que tie-nen satisfechas sus necesidades bsicas (30,4% y 29,4%), presen-tan un porcentaje de abandono del tabaco mucho menor (7,9% y13,9%); esta diferencia se acenta si se compara la proporcin deex fumadoras entre mujeres sin instruccin (4,3%) y universita-rias tituladas (17,3%). Sin embargo, en los hombres la propor-cin de fumadores entre los pobres (48,1%) es mayor que entrelos que tienen cubiertas las necesidades bsicas (37,5%). Enambos grupos, las proporciones de ex fumadores fueron de15,1% y 17,6%, respectivamente. Entre los varones se mantiene laimportante diferencia en la proporcin de ex fumadores segn elnivel educativo (13,0% en los carentes de instruccin y 23,8% enlos universitarios titulados). Solamente 19,6% de las mujeresms pobres se haban realizado alguna vez una mamografafrente 44,9% de las que tienen satisfechas sus necesidades bsi-cas. La proporcin de mujeres sin instruccin que haban reali-zado esta prueba fue de 17,5%, frente a 64,4% de las universita-rias tituladas. En lo que atae a la prevencin del cncercervicouterino, se haban realizado la prueba de Papanicolaou62,2% de las mujeres con NBI frente a 78,1% de las tenan satis-fechas sus necesidades bsicas. El 57,2% de las mujeres sin ins-truccin se haban realizado algn examen de Papanicolaoumientras que la proporcin correspondiente entre las universita-rias tituladas alcanz a 90,8%.

    La proporcin de mujeres no instruidas que no se cuidan enlas relaciones sexuales fue de 39%, mientras que entre las univer-sitarias tituladas fue de 29%. En los varones, el comportamientorespecto a los cuidados en las relaciones sexuales es similar al delas mujeres (28,7% y 26,9% con y sin NBI), pero es marcada-mente peor si se considera el nivel educativo (55,4% en los noinstruidos y 31,5% en los titulados universitarios) (12).

    La mortalidad materna experiment pocas variaciones en laltima dcada (vase el cuadro 3), y la razn nacional se situ entorno a las 40 defunciones por 100.000 nacidos vivos. No obs-tante, s hay diferencias entre las provincias, con valores muchoms elevados en las del NEA y NOA (Corrientes 104, La Rioja 136y Jujuy 131), mientras que en la Capital Federal fue de 20 en 2004.El coeficiente de Gini fue de 0,303 en este ao, lo que indica unamarcada desigualdad en la distribucin de la mortalidad ma-

    terna entre las provincias del pas. El coeficiente de concentra-cin en 2004, utilizando como variable socioeconmica el por-centaje de NBI, fue de 0,234 (8).

    Salud de los adultos mayores (60 y ms aos)El porcentaje de personas mayores de 60 aos en 2001 era

    de 13,4% (4.871.957 habitantes), el de mayores de 65 aos era de9,9% y el de mayores de 80 aos, 2,1%. Entre 1990 y 2004 au-ment la mortalidad por enfermedades infecciosas y disminuyla ocasionada por causas externas en ambos sexos. La insuficien-cia cardiaca fue la primera causa de muerte en hombres y muje-res; la segunda causa fue la enfermedad isqumica del coraznen hombres y las enfermedades cerebrovasculares en mujeres. Laesperanza de vida a los 65 aos en hombres era de 14 aos y enmujeres de 19 aos, mientras que a los 80 aos era de cuatro aosen hombres y de seis en mujeres.

    En 2001, 19,6% de las personas de 65 y ms aos vivan solas,44,6% en hogares de familia nuclear (incluye la pareja sola yambos cnyuges o uno de ellos con hijos solteros), 34,9% en ho-gares de familia extensos o compuestos y 0,9% en hogares no fa-miliares, categora que puede contener hogares de acogida demayores y hogares geritricos no identificados como tales. Enmayo de 2002, 30,3% de los adultos mayores que habitaban enzonas urbanas vivan por debajo de la lnea de pobreza. En 2001,81,3% de la poblacin mayor de 65 aos tena cobertura de saludpor obra social, plan mdico o mutual. Segn la Encuesta Nacio-nal de Factores de Riesgo de Enfermedades no Transmisibles, en2005, entre las mujeres de ms de 60 aos con NBI, 52,7% no te-nan cobertura de seguridad social, frente a 11,3% en las mujeressin NBI; 54,4% de las primeras perciban su salud general comoregular o mala, frente a 40% de las segundas (12). De los mayoresde 65 aos residentes en zonas urbanas, 46,6% estaban afiliadosal PAMI (institucin de seguridad social de los jubilados), 12,5%no tenan ningn tipo de afiliacin (ni al PAMI ni a ninguna obrasocial, seguro prepago o mutual), y el resto estaban protegidospor otras obras sociales o mutuales (combinacin de PAMI yobra social o seguro prepago privado). Entre 2001 y 2005 se ob-serv un aumento de la cobertura de salud de uno u otro tipopara los adultos mayores, de 6,2%, si bien en 2001 la informacinfue censal y en 2005 por encuesta. De este grupo de poblacin,12,7% requera ayuda de terceros para desarrollar actividades dela vida diaria o actividades instrumentales de la vida diaria (o ac-tividades del da a da como la capacidad de hacer compras, pre-paracin de alimentos, trabajo de casa, habilidad para manejarlas finanzas)2. En el grupo de 65 a 69 aos, 5,4% necesitaba laayuda de terceros, este porcentaje aument a 9,6% en el grupo de70 a 79 aos, y a 30,9% en los mayores de 80.

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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    2Esta capacidad en los adultos mayores se mide con la escala IADL, desarrolladapor M.O. Lawton y E.M. Brody, que evala el nivel de independencia, dependen-cia parcial o dependencia total.

  • Salud de los trabajadoresLas aseguradoras de riesgos del trabajo, encargadas de brin-

    dar cobertura mdica a los trabajadores, denunciaron 494.847accidentes en 2004, 19,4% ms que en 2003; 83,5% son casos deaccidentes en el lugar de trabajo, 0,16% de los accidentes causa-ron la muerte de la persona afectada (12% ms que en 2003). Lamayor accidentabilidad corresponde al rubro de la construccin,con un ndice de incidencia de accidentes de trabajo y enferme-dades profesionales (II AT/EP) de 165, que expresa la cantidadde trabajadores damnificados por el hecho o en ocasin del tra-bajo en un perodo de un ao, por cada 1.000; le siguen las in-dustrias manufactureras, con un II AT/EP de 116 y la agricul-tura, con un II AT/EP de 113; pero si se considera el ndice deincidencia de fallecidos (IIf) que expresa la cantidad de tra-bajadores damnificados que mueren por el hecho o en ocasindel trabajo en un perodo de un ao, por cada 1 milln de traba-jadores cubiertos, la actividad con mayores muertes corres-ponde a la minera y canteras (IIf 600,6), seguidas por la cons-truccin (IIf 317,1), y la agricultura (IIf 286,9). El mayor ndicede accidentes laborales tiene lugar en la pequea y mediana em-presa (PyME) (13).

    Debido a la crisis de 2001, muchos trabajadores formales per-dieron su puesto e ingresaron a los circuitos informales, con unavariacin absoluta de 446.686 trabajadores que salieron del sis-tema de cobertura de las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo(ART) (13). En consecuencia, un alto porcentaje de la poblacinse qued sin cobertura mdica y debi acceder a los servicios de salud pblica, que vieron as desbordada su capacidad deatencin, crisis que se agrav an ms por la falta de insumosmdicos.

    De esta crisis, un sector qued fuertemente establecido: el delos recuperadores urbanos de basura. Las condiciones laborales ysanitarias de este sector, que qued ubicado fuera de los circuitosformales de los trabajadores, merecen especial atencin. En estesentido, es preocupante el alto porcentaje de nios y adolescentes(50% del total de recuperadores en la Ciudad Autnoma de Bue-nos Aires) que trabajan en las ciudades (14) expuestos a agentesinfecciosos y a sustancias txicas, as como al riesgo sufrir acci-dentes, cortaduras y afecciones de la piel.

    Se estim que en 2001 trabajaban 4,7% de los nios de 5 a 14aos (6,6% de los varones y 2,9% de las mujeres) y que 3,6% lohacan con cierta regularidad. Sin embargo, se apreciaron dife-rencias considerables segn edad y sexo: en el grupo de 10 a 14aos trabajaban 7,8% de los nios, mientras que en el de 5 a 9aos, 1,7%; 65% de estos nios ayudaban a sus padres, familiareso vecinos y 35% trabajan en forma independiente del crculo so-cial inmediato. Una de las principales consecuencias del trabajoinfantil es la desercin escolar o la repeticin de grados. De losnios que trabajaron durante el ao, 7,1% no asistieron a la es-cuela, un porcentaje tres veces mayor que el de los que no traba-jaron (2,1%) (4).

    Un estudio sobre el comportamiento de los trabajadores se-xuales en ciudades argentinas realizado en 2005 (15) indic quela edad media de inicio en el trabajo era de 20,9 aos, la cual sereduce tres aos en los hombres y travestis. Las necesidades eco-nmicas, junto con la imposibilidad de conseguir otro trabajo,constituyeron las motivaciones mayoritarias para el inicio deltrabajo sexual, mientras que, segn el estudio mencionado, la ne-cesidad de dinero para adquirir droga no tuvo relevancia entrelos motivos de iniciacin: 93,8% de los encuestados afirmaronusar siempre preservativo en las relaciones vaginales, 90,3% enlas anales y solo 8,5% en las orales. De las personas encuestadas,88,9% afirmaron haberse realizado alguna vez la prueba de VIH.Este porcentaje disminuy a 78,4% en los hombres.

    Salud de las personas con discapacidadEn el perodo 20022003, 7,1% de la poblacin que viva en lo-

    calidades de ms de 5.000 habitantes sufra algn tipo de disca-pacidad y 20,6% de los hogares de estas localidades albergabanal menos una persona con discapacidad. En las regiones de Cuyo(8,9%), Pampeana (7,9%) y NOA (7,6%) el porcentaje de pobla-cin con discapacidad era superior al promedio nacional. De lapoblacin de 65 aos y ms, 28,3% sufra algn tipo de discapa-cidad. El 73,9% de las personas discapacitadas estaban afectadaspor una sola discapacidad, 20,2% por dos y 5,9% por tres o ms.El 32% de las discapacidades eran solo motoras, 14% solo visua-les, 12% solo auditivas, y 12% solo mentales. No contaban con co-bertura de seguridad social 38,4% de los afectados y apenas14,6% tenan certificado de discapacidad (16).

    Salud de los grupos tnicosLas estadsticas sanitarias de la Argentina no discriminan la

    pertenencia tnica y eso impide contar con la informacin nece-saria para realizar un diagnstico preciso de la situacin de saludde la poblacin indgena. El Ministerio de Salud implement elPrograma Nacional de Salud de los Pueblos Indgenas, orientadoal desarrollo de acciones especficas basadas en el respeto a la di-versidad cultural. Las provincias en las que se ejecuta este pro-grama son el Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta y Tucumn.El programa pretende fortalecer el papel de los agentes sanita-rios, promover la creacin de un espacio intercultural, sensibili-zar a los equipos de salud, favorecer el mejoramiento, cuidado yproteccin del ambiente, desarrollar acciones de educacin parala salud y mejorar la seguridad alimentaria y nutricional, ascomo coordinar acciones con otros programas ministeriales y or-ganismos (17). El informe sobre la situacin del VIH/sida en2005 incluy los resultados de un estudio de comportamientos yconocimientos sobre esta enfermedad en los pueblos originarios(18). El VIH se visualiza como un problema de afuera, de losblancos; el desconocimiento de la enfermedad y el rechazo aluso del preservativo estn generalizados en esta poblacin (19).

    ARGENTINA

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  • CONDICIONES Y PROBLEMAS DE SALUD

    ENFERMEDADES TRANSMISIBLES

    Enfermedades transmitidas por vectoresDesde 1966 no se registran casos de fiebre amarilla en el

    pas, y a partir de 1998 los estudios serolgicos realizados enmuestras negativas para dengue y otras arbovirosis resultaronnegativos para fiebre amarilla. En julio de 2001, el Sistema Na-cional de Vigilancia Epidemiolgica alert sobre la existencia deuna epizootia iniciada dos meses antes entre monos aulladores,en territorio fronterizo del estado de Rio Grande do Sul, en el Bra-sil. La presencia de nichos ecolgicos bien definidos, la falta deuna vigilancia adecuada y las bajas coberturas de vacunacin an-tiamarlica, se ponderaron como ejes fundamentales para un es-cenario de riesgo de fiebre amarilla selvtica similar al de 1966.La presencia de ndices elevados de Aedes aegypti en grandes ciu-dades cercanas a la frontera acrecent el riesgo, por la posibilidadde urbanizacin de la fiebre amarilla. En respuesta, se intensificla vacunacin, logrndose 98,9% de cobertura en las zonas deriesgo. Los ndices de infestacin por A. aegypti se redujeron pordebajo de 2% del ndice de vivienda en las comunidades en elrea de riesgo.

    Desde 1997 hasta fines de 2005 se produjeron 2.799 casos dedengue y cinco brotes, en los aos 1998, 2000, 2002, 2003 y 2004;durante este ltimo ao se notificaron 1.522 casos. Las provin-cias de Salta, Jujuy, Formosa y Misiones notificaron casos autc-tonos. La Provincia de Salta contribuy con 72,5% de los casos enese perodo. Los 34 casos notificados en 2005 se consideraronimportados de pases vecinos. En el perodo 19982004 circula-ron los serotipos DEN-1, 2 y 3, en 1998 DEN-2, en 2000 y 2002DEN-1, en 2003 DEN-1, 2 y 3 (en la Provincia de Salta), y en 2004DEN-3. En abril de 2006 se declar un brote de dengue en las pro-vincias de Misiones, Formosa, Salta y Jujuy, con casi 300 sospe-chosos y 56 casos confirmados, concentrados en Puerto Iguaz.Se identific el serotipo DEN-3.

    Con respecto a la enfermedad de Chagas, desde el punto devista del control de la transmisin de Trypanosoma cruzi el paspresenta realidades muy diferentes que van desde zonas donde seha alcanzado la interrupcin de la transmisin hasta zonas condemostracin fehaciente de transmisin vectorial a travs de lanotificacin de casos agudos vectoriales y que requieren enrgi-cas acciones de control. Se estima que residen en zonas endmi-cas alrededor de 4.810.000 habitantes, en 962.000 viviendas, lo-calizadas en 19 provincias, aunque concentradas en las zonasperiurbanas y rurales. Los sectores ms pobres de la poblacinson los ms afectados.

    Las provincias han sido clasificadas en las siguientes catego-ras: siete provincias se consideran de alto riesgo (Formosa,Chaco, Santiago del Estero, Crdoba, La Rioja, San Juan y Men-doza), siete de mediano riesgo (Salta, Tucumn, Catamarca, SanLuis, Santa Fe, Corrientes y Misiones), cinco de bajo riesgo (Jujuy,Entre Ros, La Pampa, Neuqun y Ro Negro) en las que se ha cer-

    tificado la interrupcin de la transmisin vectorial, y el resto solocon riesgo de transmisin no vectorial. En 2004, los ndices de in-festacin por Triatoma infestans intradomiciliario en las provin-cias de alto riesgo variaron de 5% a 26%. Aument la coberturade control en bancos de sangre, hallndose una prevalencia de3,2% (1%13%). No se ha logrado optimizar la captacin de laembarazada infectada y solo se detectan 15% de los 1.500 recinnacidos por ao potencialmente infectados y pasibles de trata-miento. El principal indicador de impacto, la prevalencia en me-nores de 5 aos, medido en 13 provincias, fue de 4,2%. Las metasfuturas del programa de control de Chagas pueden verse en elcuadro 3.

    En la actualidad la regin endmica de malaria en el pascomprende una zona de mediano riesgo, que abarca los departa-mentos de Orn y San Martn, en la Provincia de Salta, de unos28.000 km2, con un ndice parasitario anual (IPA) inferior a 1%.La zona de bajo riesgo comprende el resto de la Provincia deSalta, Jujuy, Misiones y Corrientes. En 2000 se obtuvieron 440muestras positivas, 215 en 2001, 125 en 2002, 124 en 2003, 116 en2004 y 215 en 2005. Entre 50% y 75% de los casos son importa-dos del exterior.

    En el marco del Convenio de Cooperacin Tcnica BilateralArgentina/Bolivia (ARBOL II), desde 1996 se llevan a cabo accio-nes de vigilancia y control con personal de la Coordinacin Na-cional de Control de Vectores en poco ms de 140 localidades bo-livianas fronterizas. En 2006 se registr un brote en la Provinciade Misiones, en el rea de Puerto Iguaz, cercano a la triple fron-tera con Paraguay y el Brasil. Este brote se produjo simultnea-mente con un brote de dengue clsico en la misma localidad. Sedetectaron 14 casos de malaria. Las acciones de vigilancia y con-trol realizadas por el programa nacional y provincial incluyeronel control vectorial por medio del rociado espacial de insectici-das, y la bsqueda activa en la poblacin para descubrir casos nodetectados por el sistema de salud.

    Desde que el hantavirus comenz a identificarse en el pas, en1992, se confirmaron 714 casos. La tendencia de la notificacin esascendente: en 2002 se lleg a 89 casos. En el pas se han descritovarios tipos de virus Hanta relacionados con enfermedad en hu-manos: Andes; tres virus tipo Andes (Hu39694, Lechiguanas yOrn); Laguna Negra-like, y Bermejo. Se han definido tres regio-nes endmicas: norte (Salta, Jujuy), centro (Buenos Aires, SantaFe y Entre Ros), y sur (Neuqun, Ro Negro y Chubut). El au-mento observado es a expensas de la regin centro, donde se no-tificaron 60% de los casos, mientras que las regiones sur y nortese mantienen estables. El comportamiento de las poblaciones deroedores involucrados en cada zona de riesgo produce diferen-cias en la dinmica de la enfermedad entre las regiones, y eso serefleja en la aparicin de casos con una estacionalidad propia decada regin, con aumentos de casos entre los meses de abril yjunio para el sur y centro, y entre octubre y diciembre en el norte.Para la captacin oportuna de casos se implement, en una pri-mera etapa en las provincias con casustica, la vigilancia del sn-drome febril inespecfico. En 2004 y 2005 se identificaron zonas

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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  • nuevas como la costa del ro Uruguay (Entre Ros), el tramo nortedel ro Paran en Misiones y la ciudad de Santa Fe.

    En el perodo 19932005 se notificaron 1.747 casos de fiebrehemorrgica argentina y se confirmaron 641. En 1998 se pro-dujo un pico en las notificaciones para luego iniciarse un des-censo continuo hasta 2005, ao en que se registr un nuevo au-mento. La letalidad original de la fiebre hemorrgica argentina,que superaba 50%, se logr reducir a 30% con la estandarizacindel tratamiento de sostn, para luego bajar a 2%-12% con la dis-ponibilidad del tratamiento especfico (plasma inmune). El desa-rrollo de la vacuna a virus Junn vivo atenuado (Candid #1), efi-caz para prevenir la enfermedad, y su aplicacin en la poblacinde ms alto riesgo significaron un logro importante en la dismi-nucin de la incidencia, que en promedio, comparando perodosde 10 aos prevacunales y posvacunales, disminuy de 9,8 a 2,6casos por 100.000 habitantes.

    En el pas, el virus de la encefalitis de San Luis se ha recono-cido desde 1963.Anlisis serolgicos retrospectivos realizados enpacientes de la zona templada revelaron la aparicin de enferme-dades febriles agudas asociadas a este virus en 0,9% a 1,8% delos pacientes estudiados. Entre 2002 y 2004 solo se notificaronsiete casos. En enero de 2005 se declar un brote en la Provinciade Crdoba, con 55 casos (en la capital y Gran Crdoba funda-mentalmente) y nueve defunciones. El virus se aisl en un lote demosquitos Culex quinquefasciatus capturados en los peridomici-lios de los casos. Durante 2006 se notificaron casos en las provin-cias de Crdoba, Santa Fe y Entre Ros.

    Enfermedades inmunopreveniblesEl pas contina libre de poliomielitis y sarampin. El l-

    timo caso de poliomielitis por poliovirus salvaje registrado fueen 1984 y el ltimo caso de sarampin se notific en el ao 2000.Los indicadores regionales de vigilancia establecidos por la OPSse cumplen en general de manera satisfactoria y desde 1995 lascoberturas de vacunacin son superiores a 90%, aunque tantolos indicadores como las coberturas presentan alguna variacinentre las provincias. Por ejemplo en 2004 las coberturas paraDTP-Hib (difteria, tos ferina, ttanos y Haemophilus influenzaetipo b) alcanzaron un promedio nacional de 95,3%, pero dosjurisdicciones (Ciudad Autnoma de Buenos Aires y San Juan)presentaron coberturas inferiores a 90%. Para la vacuna tripleviral (sarampin, rubola, parotiditis), el promedio del pas fuede 100%, pero la Provincia del Chubut obtuvo una cobertura de88%.

    El ttanos neonatal ya no constituye un problema de saludpblica tal como lo define la OPS (menos de 1 caso por 1.000 na-cidos vivos), y los casos de ttanos en todas las edades disminu-yeron de 220 en 1980 a 14 en 2005.

    Con excepcin de la tos ferina, prcticamente todas las enfer-medades inmunoprevenibles muestran un marcado descenso enlos ltimos 10 aos (19962005). Los nicos brotes de estas en-fermedades que se han observado en el perodo 20032005 hansido de tos ferina en por lo menos cuatro provincias: Catamarca

    y Neuqun en 2004, y Salta y Tucumn en 2005. Las tasas de ata-que ms altas se registran en el grupo de nios menores de 5aos, y se concentran en los menores de 1 ao, aunque tambinse han notificado casos en adolescentes y adultos.

    La vacuna contra la rubola se introdujo en el esquema na-cional de vacunacin a partir de 1998, con dos dosis de la vacunatriple viral (al ao de vida y al ingreso escolar). En 2003 secomenz a vacunar con vacuna SR (doble viral: sarampin y ru-bola) a todas las mujeres despus del puerperio o post-abortoinmediato, y a los 11 aos a todos los nios sin antecedentes deal menos dos dosis despus del ao de vida. Las coberturas al-canzadas desde la introduccin de la vacuna se sitan entre 90%y 100%. Con el propsito de eliminar el sndrome de rubolacongnita se efectuara en septiembre y octubre de 2006 unacampaa nacional de vacunacin antirrubelica dirigida a todaslas mujeres de 15 a 39 aos, estimadas en 7.400.000, y a hombresen riesgo.

    La Argentina est ubicada entre los pases de endemicidad in-termedia con focos de alta endemicidad para la hepatitis A, porlo que, en 2005, se introdujo la vacuna contra la infeccin por elvirus de la hepatitis A en el esquema nacional de vacunacin. Seaplica a todos los nios una sola dosis a los 12 meses de edad.Est prevista una evaluacin para medir el impacto de esta es-trategia y poder decidir si una segunda dosis es necesaria. Segndatos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiolgica, durante2004 se notificaron 63.006 casos de hepatitis A y sin especificar(173,8 por 100.000 habitantes). Esto supuso un aumento res-pecto de 2003 (139 por 100.000 habitantes). En 2004 las regionesdel NOA y Cuyo presentaron tasas superiores a la nacional (251 y201, respectivamente).

    Con apoyo de la OPS el pas comenz la vigilancia de diarreaspor rotavirus en centros centinelas desde 2004. Resultados par-ciales indican que la enfermedad por rotavirus es un problemaimportante de salud pblica en la Argentina. Se han realizado di-versos estudios que analizan la carga de enfermedad por rotavi-rus en el pas (20, 21, 22). La Autoridad Regulatoria Nacional yaregistr la vacuna contra rotavirus y se est aplicando desdeprincipios de 2006 en el sector privado, pero todava no est pre-vista su incorporacin a corto plazo en el esquema nacional.

    Enfermedades infecciosas intestinalesSon escasos los datos de prevalencia de parasitosis intesti-

    nales en el pas. Un estudio de 2002 realizado en Santa Fe, enzonas de marginalidad extrema, mostr una prevalencia de asca-ridiasis en escolares superior a 80% (23).

    Enfermedades crnicas transmisiblesEn general, los casos de tuberculosis en todas sus formas han

    descendido, con 38,1 por 100.000 habitantes en 1990 y 29,1 por100.000 en 2005. En este mismo ao las provincias con tasas denotificacin por cada 100.000 habitantes ms elevadas fueronSalta (79,4), Jujuy (70,5) y el Chaco (48,2), y las ms bajas Men-doza (7,9), San Juan y La Rioja (8,7 en cada caso).

    ARGENTINA

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  • En el bienio 20032004 el coeficiente de concentracin, utili-zando como variable socioeconmica las necesidades bsicas in-satisfechas (NBI) de los departamentos del pas, fue de 0,22. El20% de la poblacin residente en departamentos con mayor por-centaje de NBI acumul cerca de 35% de los casos de tuberculo-sis. En 2005, 85,3% de los casos correspondieron a formas pul-monares, 13,3% afectaron a menores de 15 aos y, entre los casospulmonares en mayores de 15 aos, la confirmacin bacteriol-gica fue de 72,6%. En el mismo ao se notificaron ocho casos demeningitis tuberculosa en menores de 5 aos, de los cuales sieteresidan en la Provincia de Buenos Aires.

    En 2005, 3,9% de las personas con sida estaban co-infectadascon tuberculosis (445 casos de tuberculosis en 11.242 casos desida), porcentaje muy similar al de 2003 y 2004 e inferior al regis-trado en 2001, ao en que alcanz el porcentaje ms alto, 6,4%. Latasa de mortalidad por tuberculosis se redujo de 3,6 a 2,2 casos por100.000 habitantes entre 1990 y 2004, lo que signific un descensode 39,8%. Las provincias con la mayor mortalidad por 100.000 ha-bitantes en el bienio 20032004 fueron Jujuy (9,0), Formosa (7,1),y el Chaco (6,1), y las que presentaron tasas de mortalidad meno-res fueron La Pampa (0,6), La Rioja (0,7) y Neuqun (0,9).

    En 2003 se obtuvo informacin sobre el resultado del trata-miento de 78,5% de los enfermos tuberculosos con baciloscopiapositiva. Entre ellos, la tasa de xito fue de 76,6%, la de abandono10,8% y la letalidad 6,9%. Hubo cinco jurisdicciones con tasas deabandono superiores al promedio nacional, entre ellas la Provin-cia de Buenos Aires y la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, queconcentraron 39% de los casos con baciloscopia positiva evalua-dos, con tasas de abandono de 14,4% y 12,8%, respectivamente.Las provincias de Formosa, Mendoza y Corrientes tuvieron tasasde abandono de 13,5%, 15,1% y 26,3%, respectivamente. El por-centaje de los enfermos con baciloscopia positiva que recibierontratamiento acortado estrictamente supervisado -TAES (DOTSpor sus siglas en ingls) fue de 57,8%, con un rango entre juris-dicciones comprendido entre 0% y 100%. En ocho jurisdiccionesla cobertura de DOTS fue superior a 95%: las cinco de la reginSur (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Ro Negro y Neuqun),el Chaco, Santa Fe y Crdoba. Por otra parte, cuatro jurisdiccionespresentaron una cobertura de DOTS inferior a 40%: la CiudadAutnoma de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires, Misio-nes y Santiago del Estero, con valores de 33,9%, 31,3%, 23,6% y0%, respectivamente. Los avances hacia las metas de los ODM re-lacionados con reduccin de la tuberculosis pueden observarseen el cuadro 3.

    La endemia de lepra, distribuida en 12 provincias principal-mente del NEA, NOA y Centro, se caracteriza por su moderadamagnitud. La tendencia de la deteccin de casos se estabiliz enla ltima dcada entre 450 y 500 casos nuevos por ao, y la pre-valencia decreci de 0,82 por 10.000 habitantes en 1997 (ao quemarc el logro de la meta de eliminacin como problema desalud pblica) a 0,22 por 10.000 en 2005. En ese ao el cocienteprevalencia/deteccin fue de 1,5, mientras que en 1997 era de

    5,3. Predominan las formas multibacilares en los mayores de 15aos, y se observ un nmero decreciente de casos con discapa-cidad grado 2 al momento del diagnstico. La estrategia actual,con una prevalencia nacional inferior a 1 por 10.000 habitantes,da prioridad a la bsqueda activa de casos y a la estimacin de laprevalencia oculta.

    Infecciones respiratorias agudas Durante el perodo 19972005 se notificaron al Sistema Nacio-

    nal de Vigilancia Epidemiolgica entre 800.000 y 1.000.000 decasos anuales de sndrome tipo influenza. Los aos epidmicosfueron 1999, 2003 y 2004, y en ellos aumentaron las internacioneshasta el desborde, especialmente en los hospitales peditricos. En2005 se notificaron 959.046 casos de enfermedades tipo influenza,lo que signific una tasa de notificacin de 2.644,9 por 100.000habitantes. En ese mismo ao, la vigilancia por laboratorio reali-zada sobre 22.480 muestras de pacientes con infeccin respirato-ria aguda baja (IRAB) determin 2,8% de diagnsticos positivospara influenza A y 0,5% para influenza B y en 2.436 muestras depacientes con sndrome tipo influenza detectados en las unidadescentinela, se obtuvieron 5,6% de FLU A y 1,1% FLU B.

    VIH/sida y otras infecciones de transmisin sexualEstimaciones realizadas durante 2005 por el Programa Con-

    junto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), la Or-ganizacin Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Nacional deLucha contra los Retrovirus Humanos, Sida y Enfermedades deTransmisin Sexual (PNS) mostraron que aproximadamente127.000 (valores extremos de 115.000 a 134.000) personas vivancon VIH/sida en la Argentina, de las cuales 60% desconoceran susituacin serolgica. Desde que se registr el primer caso en elpas en 1982 hasta el 31 de diciembre de 2005, se notificaron alPNS un total de 30.496 casos de sida y 32.411 infectados por elVIH. Las principales caractersticas de la epidemia son las si-guientes: 1) impacta cada vez ms en mujeres, lo que incrementael riesgo de transmisin vertical, y la mayor concentracin decasos se presenta en edades sexualmente activas; 2) afecta funda-mentalmente a los grupos en edades econmicamente activas deambos sexos, es decir entre los 25 y 34 aos; 3) se transmite cadavez ms por relaciones heterosexuales (55,6% de los casos en2004), y 4) afecta a los sectores ms pobres y de menor nivel deinstruccin. La tasa de incidencia de la infeccin por el VIH por100.000 habitantes muestra una tendencia creciente con valoresde 1,5 en 1990, 4,03 en 2000, y 10,01 en 2004. La relacin hombre/mujer para el sida pas de 6,5:1 en 1990 a 2,4:1 en 2004; para lainfeccin por el VIH fue de 1,3 hombres por cada mujer en 2004.La mitad de la poblacin con sida tiene entre 25 y 34 aos. Losnios menores de 13 aos representaron 9,7% del total de casosregistrados, y 94,8% de ellos tienen como causa la transmisinvertical. El sida se concentra en los principales ncleos urbanos:Gran Buenos Aires, Rosario, Crdoba y Santa Fe. La tasa de mor-talidad por sida en 2004 fue de 3,8 por 100.000 habitantes.

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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  • Con respecto a otras infecciones de transmisin sexual (ITS),en 2002 se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia Epide-miolgica 675 casos de sfilis congnita; en 2003, 742 casos, y en2004 y 2005, 838 y 583, respectivamente, lo que supone tasasentre 0,9 y 1,2 por 1.000 nacidos vivos. Las regiones ms afecta-das fueron el NOA y el NEA. En esta ltima, en el perodo 20022005, las tasas fueron 4,5 veces mayores que la tasa global delpas; 3,7 veces en 2003, 2,6 veces en 2001 y 2,1 veces en 2005. Sepresentan en el cuadro 5 las tasas de sfilis congnita y de otrasITS, por regiones, entre 2002 y 2005.

    Zoonosis Durante 2005 se elaboraron los programas para la prevencin

    de la entrada en el pas de la influenza aviar y de la encefalopataespongiforme bovina, y se realiz un simulacro de preparacinpara la contingencia, en el que participaron instituciones del sectorpblico y privado. Se contina ejecutando en todo el territorio na-cional el programa de control de la fiebre aftosa, para mantener lacategora de libre con vacunacin.La rabia animal sigue siendo unproblema endmico en el norte, con casos notificados en perros yen bovinos en las provincias de Jujuy y Salta.En 2005 se notificaron66 casos de rabia animal a nivel nacional (34 en bovinos, 16 en pe-rros y gatos, ocho en murcilagos y ocho en otros animales).

    En abril de 2006, y por primera vez en el pas, se declar unbrote en equinos de virus del Nilo occidental (VNO) en la Pro-vincia de Entre Ros. La deteccin y el diagnstico de laboratoriofueron rpidos y se activ el sistema de vigilancia. El pas cuentacon recursos humanos y de laboratorio para el diagnstico de in-feccin por este virus.

    ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES

    Enfermedades nutricionales y del metabolismoSegn la Encuesta Nacional de Nutricin y Salud 2005, del Mi-

    nisterio de Salud, casi la mitad de las mujeres del pas presentansobrepeso u obesidad (Cuadro 6). Segn un estudio que com-prendi a cuatro ciudades del rea central del pas, entre 22,4% y30,8% de las personas mayores de 20 aos eran obesas, y entre6,5 % y 7,7% de ellas tenan diabetes mellitus (24).

    Enfermedades cardiovascularesDiferentes investigaciones sobre la presin arterial mostraron

    gran variabilidad en cuanto a la prevalencia de hipertensin. Enun estudio realizado en Crdoba en poblacin de 15 a 85 aos deedad, la prevalencia fue de 29,9% y solo 13,0% de los hipertensosestaban tratados y normotensos (controlados) (25). En otro estu-dio que comprendi a cuatro ciudades del rea central del pas laprevalencia de hipertensin en mayores de 20 aos oscil entre27,9% y 43,6%; la hiperlipidemia vari entre 24,2% y 36,4% (24).En la Encuesta Nacional de Nutricin y Salud (2005), aproxima-damente una mujer de 10 a 49 aos de cada cinco tiene el coles-terol elevado.

    Segn la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfer-medades no Transmisibles (2005), 56,8% de la poblacin sin ins-truccin se midi alguna vez en su vida el colesterol, y de ellos,44,4% manifestaron que lo tenan elevado. Las proporciones fue-ron 79,1% y 26% entre la poblacin con formacin universitariacompleta. De los argentinos mayores de 18 aos sin instruccinentrevistados, 49,2% manifestaron que no tenan la presin ele-vada frente a 72,7% de los universitarios titulados. De acuerdocon los datos de dicha Encuesta Nacional, 15,8% de la poblacinmayor de 18 aos sin instruccin manifest que tena la glucemiaelevada frente a 5,3% de los titulados universitarios.

    Neoplasias malignasEntre 1997 y 2004, las defunciones por tumores malignos

    constituyeron la segunda causa de muerte, a continuacin de lasenfermedades del sistema circulatorio, y representaron entre18% y 19% del total de las defunciones. Entre 1980 y 2001 se ob-serv una disminucin en la tasa de mortalidad por cncer depulmn de aproximadamente 1% anual en los hombres. Contra-riamente, para las mujeres, en todas las regiones, salvo en Cuyo,donde las tasas se mantuvieron prcticamente constantes, se re-gistr una tendencia creciente de alrededor de 1,5% anual. Encuanto al cncer de mama, se observa que a partir de 1991 lastasas de mortalidad disminuyeron entre las mujeres menores de65 aos, mientras que a partir de 1980 aumentaron 1,6% anualentre las mayores de 74 aos. En el pas en general, y en especialen algunas provincias, el cncer del tero constituye un grave

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    CUADRO 5. Tasas* de sfilis congnita y otras infecciones de transmisin sexual por regiones, Argentina, 20022005.

    Sfilis congnita Otras ITS

    2002 2003 2004 2005 2002 2003 2004 2005

    Centro 0,5 0,8 1,0 0,8 41,0 39,4 33,7 30,0Cuyo 0,1 0,1 0,6 0,5 29,3 28,6 41,6 23,0NEA 4,5 4,2 3,2 1,7 236,7 313,0 371,9 339,8NOA 1,0 0,8 1,3 0,9 287,6 310,8 344,2 274,3Sur 0,3 0,4 0,2 0,3 44,5 49,8 59,7 66,1Total pas 1,0 1,1 1,2 0,9 86,8 95,7 102,9 88,4

    *Las tasas de sfilis congnita se expresan por 1.000 nacidos vivos y las de otras ITS por 100.000 habitantes.Fuente: Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiolgica (SINAVE), Ministerio de Salud.

  • problema de salud pblica. Se observ una ligera disminucin dela mortalidad por este cncer desde 1991, a excepcin de la re-gin Noroeste, que present un leve crecimiento de 0,2% anual.

    OTRAS ENFERMEDADES O PROBLEMAS DE SALUD

    DesastresLa base de datos de los desastres ocurridos en la Argentina en

    los ltimos aos mostr un predominio de inundaciones. En laszonas vulnerables a inundaciones, los actores comunitarios debe-ran capacitarse en la gestin del riesgo para encontrar las solu-ciones ms adecuadas de acuerdo al contexto natural, econmico,social y poltico particular (26). El peor desastre natural de los l-timos aos fue sin duda la inundacin de la ciudad de Santa Fe enabril de 2003, que dej bajo el agua a ms de 30% de la poblacinde la ciudad, y produjo 75.036 evacuados, daos a 20.000 vivien-das y la prdida de 13% de las camas hospitalarias disponibles.

    Violencia y otras causas externasLa Encuesta de Victimizacin del Ministerio de Justicia, reali-

    zada en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires en 2003, mostrque 37,5% de los mayores de 14 aos declararon haber sido vc-timas de al menos un delito (mayormente delitos contra la pro-piedad), porcentaje inferior a los de 2000, 2001 y 2002, segn laDireccin Nacional de Poltica Criminal.

    El Sistema de Vigilancia de Lesiones (SIVILE) comenz a fun-cionar en septiembre de 2004, y hasta junio de 2006 se haban in-corporado paulatinamente un total de 36 unidades centinela. Losdatos acumulados hasta esa fecha y referidos a un total de 27.836accidentes indican que 81,3% son no intencionales, 10,4% inten-cionales por agresin, 1,7% autoinfligidos, y el resto no determi-nados. La mayora de los accidentes se concentran entre los 15 ylos 29 aos de edad (34,6%) y entre los 30 y los 44 (19,6%); 68,4%son leves, 25,9% moderados y 5,7% graves. Se producen en hom-bres 66,9% de los accidentes, con una razn hombre/mujer de

    2,02:1, y 0,56% de los eventos de lesiones determinan la muerte dela persona afectada, con una razn hombre/mujer de 2,8:1.

    Salud mental y adiccionesNo se dispone de datos epidemiolgicos nacionales actualiza-

    dos sobre salud mental, a excepcin del resultado de la encuestade discapacidades. En 2004, 7,8% de la poblacin de 16 a 65 aoshaba consumido alguna vez en su vida alguna sustancia psico-activa ilegal, 2,1% lo hizo en el ltimo ao y 0,8% en el ltimomes. La marihuana y la cocana son, en este orden, las sustanciasms consumidas.

    Salud oral En base a experiencias previas favorables, tales como la reduc-

    cin del ndice CPO (dientes cariados, perdidos, obturados) dems de 40% en la Provincia de Santa Fe entre 1990 y 2000, desde2005 se ha venido reactivando la poltica de fluoruracin del aguapara consumo humano en aquellas provincias donde se requiere.Se espera que en 2010 cerca de 50% de la poblacin est reci-biendo agua fluorada. Por otro lado, se unificaron los criteriospara efectuar un relevamiento epidemiolgico en todas las juris-dicciones provinciales.

    Sndrome urmico hemolticoLa tasa en menores de 5 aos se situ en torno a 8,5 por

    100.000 entre 1995 y 2000; a partir de 2001 nunca descendi de10,4 y en 2005 alcanz su nivel ms alto (13,9). La letalidad semantuvo estable en el perodo 19952005, con un promedio de3,3%, un mnimo de 2,2% en 1998 y un mximo de 4,8% en 2001.En 2005 la letalidad fue de 3,4%. En este ltimo ao se notifica-ron 464 casos de sndrome urmico hemoltico, 62% de ellos me-nores de 2 aos. La mayora de los casos se presentaron en losmeses clidos (55%). Las provincias con mayor tasa de notifica-cin hospitalaria por 100.000 nios menores de 5 aos fueron LaPampa (34,4) y Neuqun (31,6).

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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    CUADRO 6. Deficiencias nutricionales y del metabolismo (%) por regiones, Argentina, 2005.

    Argentina GBA Cuyo NEA NOA Centro Sur

    Bajo peso para la edad 3,8 3,3 4,0 5,8 3,9 3,7 2,6Baja talla para la edad 4,2 3,7 3,5 4,8 4,0 4,9 3,6Bajo peso para la talla 1,2 1,1 2,8 1,2 1,2 1,1 1,0Alto peso para la talla 6,6 8,3 5,1 3,0 4,4 7,2 6,3Anemia en nios de 6 meses a 5 aos 15,9 17,9 10,0 22,1 14,0 13,8 15,6Anemia en nios de 6 a 23 meses 33,2 34,9 23,5 33,2 44,0 30,1 30,9Sobrepeso en mujeres de 19 a 49 aos 24,9 24,8 24,4 20,2 28,1 24,9 26,5Obesidad en mujeres de 19 a 49 aos 19,4 18,2 15,9 21,1 20,4 20,5 22,6Anemia en mujeres de 10 a 49 aos 17,1 20,6 14,7 21,8 15,7 12,6 16,2Colesterol >170 mg/dl en mujeres de 10 a 19 aos 21,5 23,2 30,5 19,4 19,9 34,3 17,0Colesterol >200 mg/dl en mujeres de 20 a 49 aos 23,4 27,2 12,0 19,8 17,3 28,1 20,4

    Fuente: Encuesta Nacional de Nutricin y Salud 2005.

  • RESPUESTA DEL SECTOR SALUD

    Polticas y planes de salud Desde 2002 funciona un Consejo Consultivo como espacio

    para la discusin y el logro de acuerdos sectoriales en materia desalud a nivel nacional. Este Consejo est integrado por diversosactores del sistema de salud, incluidos representantes de organi-zaciones comunitarias, prestadores, financiadores, profesionales,universidades, instituciones y personalidades de reconocida tra-yectoria. El Consejo tiene a su vez cuatro comisiones permanen-tes: Recursos Humanos, Costos y Financiamiento, Tecnologa, yEnfermedades no Transmisibles.

    Por mandato constitucional las provincias son las entidadesterritoriales responsables del cuidado de la salud de la poblacin.Los municipios, en especial los de mayor poblacin y capacidadeconmica, tambin programan y llevan a cabo acciones desalud. La transferencia, a comienzos de la dcada de 1990, de unconjunto de hospitales e institutos especializados que estaban acargo de la Nacin, fue uno de los ltimos pasos de la poltica dedescentralizacin de los servicios de salud. La complejidad deeste proceso determin significativas diferencias, que se traduje-ron en distintos grados de autonoma hospitalaria, de gestin ad-ministrativa y financiera, de poltica de recursos humanos y detipo de servicios prestados a la poblacin. Esta diversidad no per-miti que hubiera un nivel nico de cobertura de atencin p-blica de salud para todos los habitantes. Adems, la localizacingeogrfica condiciona el acceso a las unidades pblicas de salud.

    En las provincias, el cumplimiento de las funciones esencialesen salud pblica est a cargo de ministerios o secretaras de saludcon diverso grado de desarrollo institucional, segn el tamao dela poblacin y los recursos disponibles. Los servicios de salud seprestan a la poblacin mediante redes de carcter pblico pro-vincial, as como del sector privado. En las provincias de mayorpoblacin y recursos econmicos los municipios administranservicios de salud de primer nivel de atencin, y en algunos casoshospitales de mayor complejidad, aunque, proporcionalmente,muy pocos establecimientos asistenciales son de carcter muni-cipal. Algunas provincias se encontraban en 2006 en un activoproceso de municipalizacin de los servicios del primer nivel deatencin. En el sector de la seguridad social y en el sector privadoexiste una clara divisin de funciones, ya que las entidades res-ponsables de administrar el financiamiento (obras sociales y ase-guradoras) no suelen tener servicios propios y contratan estos l-timos con prestadores pblicos y privados en todo el territorionacional.

    Estrategias y programas de saludDurante la emergencia social y econmica que vivi el pas a

    comienzos del perodo 20012005, se consolidaron los canales dedilogo entre los diversos actores en salud y los distintos nivelesdel Estado. El dilogo continu en aos posteriores, y finalmente,

    en el Consejo Federal de Salud (COFESA), uno de los principalesmbitos donde se formulan las polticas sanitarias en forma con-sensuada entre las provincias y la Nacin, se acordaron las basesdel Plan Federal de Salud 20042007, presentado por el Presi-dente de la Repblica en mayo de 2004. El plan estableci cuatroejes de accin, considerando la estrategia de atencin primariade salud como el factor organizador del sistema. Se dio prioridadal fortalecimiento de la equidad en el acceso a la atencin desalud, y a la promocin de la participacin comunitaria en todoslos niveles. Se establecieron metas que se complementaban con elacuerdo que la Repblica Argentina firm en relacin con los Ob-jetivos de Desarrollo del Milenio.

    Organizacin del sistema de saludEl sistema de salud tiene las caractersticas propias de un pas

    federal en el que las jurisdicciones provinciales conservaron lasatribuciones correspondientes a la rectora y atencin de salud ensu territorio. El sistema est compuesto por tres subsectores: p-blico, privado y de la seguridad social. Los dos ltimos subsecto-res estn muy relacionados entre s, dado el alto grado de contra-tacin de servicios de salud que hacen las institucionesresponsables de la gestin de la seguridad social (obras sociales)con prestadores privados de servicios de salud de diferente tipo ytamao (Figura 2).

    Hacia 2006, el sistema de salud sufra un alto grado de seg-mentacin y fragmentacin que produca: articulacin deficienteentre los subsectores, desigualdad en los niveles de financiacin,inequidades en la calidad de la atencin, y una variedad de ba-rreras de acceso para algunos grupos poblacionales. Las obrassociales (instituciones de seguridad social) cubran en 2003 a al-rededor de 17,5 millones de personas (47,2% del total de la po-blacin), distribuidas en casi 300 entidades de distinta magnitude importancia. Se estima que el subsector pblico cubra 17,8 mi-llones (48%), y adems la medicina prepaga cubra 2,8 millonesde personas, de las cuales 1 milln tenan doble cobertura.

    A lo largo de su historia, el sistema de salud se fue estructu-rando con defectos de eficiencia y equidad. La oferta heterogneade coberturas afecta a los 24 sistemas pblicos provinciales,cerca de 300 obras sociales nacionales, 24 obras sociales provin-ciales, varias decenas de sistemas de medicina prepaga, segurosprivados de salud, y gran cantidad de mutuales, adems del Ins-tituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensiona-dos, habitualmente identificado bajo la sigla PAMI. En 1993 se in-trodujo la libre eleccin de obras sociales nacionales por partede los trabajadores vinculados a ese rgimen, en el marco de unproceso de desregulacin y bsqueda de eficiencia. La fragmen-tacin y la falta de coordinacin y articulacin de este conjuntode instituciones han limitado la conformacin de un sistema desalud solidario, eficiente y universal. La seguridad social, de estamanera, se gestiona por instituciones sumamente heterogneasen cuanto al tipo de poblacin que agrupan, la cobertura que

    ARGENTINA

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  • brindan, los recursos financieros por afiliado, las modalidades deoperacin y las redes de servicios de salud que contratan paraatender a sus afiliados.

    El Ministerio de Salud es responsable de determinar los obje-tivos y polticas del sector y de ejecutar los planes, programas yproyectos del rea de su competencia elaborados conforme a lasdirectivas que imparta el Poder Ejecutivo Nacional. Asimismo, elMinisterio efecta la fiscalizacin del funcionamiento de los ser-vicios, establecimientos e instituciones relacionadas con la salud,y conduce la planificacin global del sector en coordinacin conlas autoridades sanitarias de las jurisdicciones. Tambin tiene asu cargo el dictado de normas y procedimientos de garanta decalidad de la atencin mdica, de manera consensuada con lasprovincias, e interviene en la aprobacin de los proyectos de es-tablecimientos sanitarios que sean construidos con participacinde entidades privadas. Por intermedio de la Administracin Na-cional de Medicamentos, Alimentos y Tecnologa Mdica(ANMAT), el Ministerio interviene en los aspectos relacionadoscon la elaboracin, distribucin y comercializacin de productosvinculados directamente con la salud. La ANMAT es responsablede aplicar y velar por el cumplimiento de las disposiciones lega-les, cientficas, tcnicas y administrativas comprendidas dentrodel mencionado mbito de competencia.

    La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) es el ente deregulacin y control de los actores del Sistema Nacional del Se-guro de Salud (seguridad social). Por otra parte, en el Congresode la Nacin, las comisiones de Salud y Deporte del Senado y de Accin Social y Salud Pblica de la Cmara de Diputados,

    son responsables de dictaminar sobre salud y acciones mdico-sociales, higiene, sanidad, medicina preventiva y nutricin, sub-venciones y subsidios a hospitales, sociedades, corporaciones oinstituciones que desarrollan actividades inherentes a la salud.

    Servicios de salud pblicaEl Plan Federal de Salud 20042007 establece la prioridad de

    la atencin primaria y dispone una asignacin creciente de re-cursos para acciones de promocin y prevencin. Se plantea elavance progresivo hacia la descentralizacin de estas acciones enforma sistemtica y organizada, y que sean los gobiernos localeslos que concentren sus esfuerzos en desplegar esta estrategia apartir del desarrollo de polticas saludables, informando y mode-lando conductas.

    En el pas se ejecutan diversos programas nacionales orienta-dos a la prevencin y control de determinadas enfermedadesque, por su importancia, requieren un abordaje especial por partede las autoridades y de la sociedad civil. Se describen a continua-cin los principales programas y sus objetivos.

    El Programa Nacional de Lucha contra los Retrovirus Huma-nos e Infecciones de Transmisin Sexual tiene como objetivosprevenir la transmisin sexual y perinatal; evitar la transmisinpor sangre, hemoderivados, trasplantes y durante procedimien-tos invasivos; prevenir la infeccin entre usuarios de drogas;reducir el impacto individual, familiar y socioeconmico de laepidemia; reforzar el anlisis de la situacin y tendencia de la epi-demia, y consolidar sus aspectos administrativos y de gestin. El

    SALUD EN LAS AMRICAS, 2007. VOLUMEN IIPASES

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    FIGURA 2. Esquema general y coberturas poblacionales estimadas en el sistema de salud, Argentina, 2001.

    Poblacin total: 37,1 millones

    SUBSECTOR PBLICO SUBSECTOR DE LA SEGURIDAD SOCIAL SUBSECTOR PRIVADO

    Fuente: Adaptado de: Gonzlez Garca G., Tobar F. Salud para los argentinos 2003. Estimaciones basadas en el Censo Nacional de Poblacin y Vivienda 2001(INDEC) y de la Encuesta de Calidad de Vida 2001 (Sistema de Evaluacin y Monitoreo de Polticas Sociales [SIEMPRO], del Ministerio de Desarrollo Social yMedio Ambiente).

    Poblacin cubierta pormedicina prepaga

    2,8 millones

    De esta poblacin 1,0 milln tiene doblecobertura con obrasocial

    Poblacin cubierta porobras sociales (institucio-nes de seguridad social)

    17,5 millones (47,2%)

    (Principalmente a travs de prestadores privados de servicios de salud

    Poblacin cubierta por lared pblica de prestacinde servicios de salud

    17,8 millones (48%)

    (Principalmente a cargo en forma directa de lasprovincias y, en pocoscasos, de los municipios y la Nacin)

    Poblacin cubierta con programas de salud pblica a cargo del Estado nacional y de los estados provinciales: 37,1 millones (100%)

  • programa provee medicamentos antirretrovirales a las personasinfectadas por el VIH.

    El Programa Nacional de Control de Tuberculosis est inte-grado a la estructura de salud del pas, de manera que sus activi-dades se ejecutan por intermedio de los servicios de salud; constade cuatro niveles (central, provincial, intermedio y local), con res-ponsabilidades bien delimitadas: el nivel central se ubica en elMinisterio de Salud, asume esta responsabilidad el Instituto Na-cional de Enfermedades Respiratorias Dr. Emilio Coni, pertene-ciente a la Administracin Nacional de Laboratorios e Institutosde Salud (ANLIS) Dr. Carlos G. Malbrn, con sede en la ciudadde Santa Fe; el nivel provincial tiene representacin en las 23 pro-vincias del pas y en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires. Losobjetivos de este programa son reducir la morbilidad y mortali-dad por tuberculosis, la transmisin de la infeccin tuberculosay la resistencia de Mycobacterium tuberculosis a los antimicrobia-nos; adems, el programa se plantea como objetivos estratgicosfortalecer la estrategia de tratamiento breve bajo observacin di-recta (DOTS, por sus siglas en ingls) en todas las jurisdiccionesdel pas y concentrar esfuerzos en los departamentos prioritariossegn la magnitud de la enfermedad.

    El Programa Nacional de Control de la Enfermedad de Chagas,integrado por 19 programas provinciales, realiza actividades ba-sadas en la promocin de la salud, la prevencin y el diagnsticoy tratamiento especfico de la enfermedad. El programa no con-templa ninguna actividad referida a la rehabilitacin, aunque sprocura mejorar el sistema de red hospitalaria en la atencin decardiopatas y trasplantes. Diferentes efectores planifican y ejecu-tan las actividades: agentes de las jurisdicciones nacionales yprovinciales, profesionales sanitarios o promotores de salud, fun-cionarios municipales y lderes comunitarios, con el apoyo y su-pervisin de la comisin nacional de control de vectores.

    El Programa Nacional de Desparasitacin Masiva, lanzado porel Ministerio de Salud, inici por intermedio del Programa Re-mediar (que distribuye medicinas de forma gratuita a gruposvulnerables) una intensa campaa durante 2004-2005, que co-menz con la identificacin de los focos ms problemticos en laProvincia de Santa Fe, para luego extenderse progresivamente alresto de las provincias afectadas. El programa distribuye meben-dazol en zonas donde la poblacin carece de los servicios sanita-rios bsicos.

    El Programa de Control del Tabaco basa su estrategia en cincoaspectos centrales: restriccin de la publicidad, incremento delprecio de los cigarrillos, fuerte campaa de comunicacin social,ambientes libres de humo y servicios para encarar el abandonodel tabaco.

    El Programa de Salud Renal, que ejecuta la Administracin deProgramas Especiales del Ministerio de Salud, est destinado a laprevencin de las enfermedades renales y a la promocin de lasalud en el mbito de las obras sociales nacionales. Asimismo,conjuntamente con la Superintendencia de Servicios de Salud, laSociedad Argentina de Cardiologa y la Federacin Argentina de

    Cardiologa, ha desarrollado el Programa de Identificacin deFactores de Riesgo y Prevencin Primaria de Enfermedades Car-diovasculares, dirigido a varones de 30 a 49 aos y a mujeres de40 a 59 aos.

    El Programa Nacional Salud Sexual y Procreacin Responsa-ble fue establecido en 2002 mediante la sancin de la Ley 25.673.Este Programa en sus primeros aos de implementacin estuvodirigido al fortalecimiento de los programas provinciales a travsde acciones de asistencia tcnica, capacitacin y financiamientode recursos humanos para reforzar los equipos existentes. Du-rante 2006 se logr el acceso gratuito a mtodos anticonceptivoshormonales dispositivos intrauterinos (DIU) y preservativos,para 1.925.950 usuarias y usuarios del siste