las raices de la religion

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lI fá¡ nafce¡ de la rcllgfón eo 1 Fl t q & ¡ -dil I E* ^.rr: ext¡¿ordinario ttabio, -.F::, -_4. D. Sújov analiza ef.*$rt# ,'., y. desarrollo dg*la religio¡r *l,furl -r,:.-r ctrversos estadiós- de la historia, üÉsi*F',: i:Jtqtl';*Í",r,§#'i1,".$o*# lismo. En el libro, animátismo,;dl+;;A; mrsmo, politeísmo y monoteísrno aparecen comb cleformaciones fan- , '!' § i F LD. st Jov tásticas de Iá realidad, derivadas?L las relacio-nes sociales y del nivef' dc conocimientos del hombre. . . Sújov examina el complejo de fenómenos sociales qo. .U"i" .i -"-o?g.pto de raíccs s,xiales de la re_ tigiir ,*: t 'nbién su relación .o" i", caqoúías dcl materialismo históri_ gg + igrEl mdo que ta .orr.roán- dqq1 crrt hs rríes sciales áe h. {giii y hs ccmóoir*, c¡asistas C Élrll-rC . Lr -rrI3ifo, ererc h iníancia A U .t-liüi ¿ejercro rura tn_ rtsb lrrfia o, f^lr ei comra_ rq,- iF¡E"i icmpá f,"rrír"- * rjrF pr d progr€§o sBchir EtE lr eras grandes iÉerrosan_ l¡¡ F_*orda Sújov de {orma foc_ E, a;8, ¡rntna, docqpcatada. afir_ q{c. i/u q-r -tl comunrsmo GFrcgca ¡ar ¡?rcea socrates v q5uftias de ia reiigiér,. - - ' - *di.S no compartijse las bri_ -I¡ Er5 cc..o-*a, O"io.-.r, Ef--l m .iejará de rccónocerse io serio, de ,3f.a¡-g#** ;¡¡ A. D. SUJOY las ralces la religiqp

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Raices sociales y gnoseológicas de la religión desde el punto de vista del materialismo histórico marxista

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Page 1: Las Raices de La Religion

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fá¡ nafce¡ dela rcllgfón eo

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-_4. D. Sújov analiza ef.*$rt# ,'.,y. desarrollo dg*la religio¡r *l,furl -r,:.-r

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. Sújov examina el complejo defenómenos sociales qo. .U"i" .i-"-o?g.pto de raíccs s,xiales de la re_tigiir ,*: t 'nbién su relación .o" i",caqoúías dcl materialismo históri_gg + igrEl mdo que ta .orr.roán-dqq1 crrt hs rríes sciales áe h.{giii y hs ccmóoir*, c¡asistasC Élrll-rC

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A. D. SUJOY

las ralces

la religiqp

Page 2: Las Raices de La Religion

A. D. Sújov

LAS RAIGES

DE LA

REL¡GIO}I

Versión al español de

José tr,IarÍa Bravo

ffi\\ EE-d /\ey

EDITORIAL GRIJALBO, S. A.MÉxrcr, D. l'., 1Í,f,8

Page 3: Las Raices de La Religion

r20

coLEccrorTO

LAS RAICES DE LA RELTGION

Titulo de la obra original en ruso:

TJTS R.AICES SOCIALES Y GNOSEOI,OGICAS DE LA RELIGION

\¡ersión al español de José María Bravo, de la edieión rusade Editorial Progreso, Moscú, 1967.

G) 196?, EditSrial Progreso, Moscú.

D. R. O, 1968, sobre la versión española por EditorialGrilrlbo, S. A., avenida Granjas, 82, México, 16, D. F.

PBIMERA EDICION

Resat«dos todos los derechos. Este libro no pteile set re-prcdueido, en todo o en po,rte, en fortta, algu,tto, sin pertniso,

t1{DtcE

Pú9.

¡r.ITRoDucc¡óN 7

I nlfcns socrALEs »e ¡,e Rn¿¡cIóN ü!

1 Esencia de las raices sociales de la religión ... .f5

2 Raices sociales de la religión en el régimen de

la comunidad primitiva Y

3 Raices sociales de la religión en la sociedad cla-

sista 12

4 La sociedad comunista y la religión S

U RAfcs cNosEo¡.ócrc s DE LA BELrcróN LCn

1 La actividad de la conciencia y la religión . .. . lU!

2 El pensamiento abstracto y la religión 1Z¡

3 La metaflsica y la religlón U5

4 El reflejo flgurado de la realidad en la religióu L0

5 La práctica y la rellglón L¡¡

CONCLUSIóN 1ñ

EE3 E5 ETDIE Gf EO

Page 4: Las Raices de La Religion

lntroducclón

Es sabido que cierta parte de los ciudadanos de lasociedad socialista se encuentran aún bajo la influen-cia de diferentes creencias religiosas. A la propagandaatea científica se Ie plantea la importante tarea de

ayudar a estos trabajadores a liberarse cle los prejui-cios religiosos. En particular, hace falta explicarleslas causas originarias de la religión, en otras palabras,aclararles sus raíces sociales y gnoscológicas. I:-s

tanrbién necesari<l investigar estas cucstiones p:rracomprencler tlcs<le el punto de vista materialist¿t lahistoria de la religión, cuya base mctodológica es

la doctrina marxista de la religión.¿ Qué representan las raíces sociales y gnoseológi-

cas de lá religión ?

La religión es el producto de una época históricadeterminada; por eso, la cuestión relativa a sus raí-ces sociales es Ia de las condiciones sociales quc laoriginan. Pero la religión no puede surgir indepen-dientemente de la conciencia del hombre. Para quese manifieste es necesario que en la cabeza humana sereflejen determinadas relaciones sociales. Por eso,aparte de las raíces sociales, la religión se caracterizapor las raíces gnoseológicas (cognoscitivas). El pro-blema de las raíces gnoseológicas de la religión es elproblema de cómo bajo la influencia de determinadosfactores sociales aclquiere fo¡ma la religión en la con-ciencia del hombre, cómo la actividad de la concienciahumana da lugar a un reflejo deformado de Ia reali-dad. Las raíces sociales y gnoseológicas de la religiónconstituyen una determinada unidad.

Page 5: Las Raices de La Religion

Al marxismo le corresponcle el mérito de haberplanteado y resuelto el problema de las raíces socia-les y gnoseológicas de la religión.

La filosofía premarxista no podía cumplir esta ta-rea. El idealismo no era capaz, naturalmente, de darun paso relativamente serio en este sentido. Pero elmaterialismo premarxista tampoco estableció las cau-sas esenciales que motivaron la aparición de la reli-gión. Ello se debe a las deficiencias, condicionadashistóricamente, del materialismo premarxista, que nose extendió a la esfera de los fenómenos sociales. Aun-que materialistas en lo referente al estudio de lanaturaleza, continuaban siendo idealistas en los pro-blemas relativos a la sociedad. Y sin estudiar las re-laciones sociales desde posiciones materialistas eraimposible descubrir las raíces sociales de la religión.

Descubrir las raíces sociales de la religión signi-fica explicar su existencia en una sociedad concreta,a través de sus condiciones y contradicciones sociales.El materialismo premarxista sólo era capaz, en elmejor de los casos, de reducir la religión a su baseterrenal, demostrar que la religión es un reflejo de-iormado de las relaciones terrenales. En ello radicaconcretamente el gran mérito histórico del materia-lismo feuerbachiano en su lucha contra la religión.Pero el materialismo de Feuerbach (lo mismo queel materialismo premarxista en general) se limitó aproporcionar estos datos, que constituían para él latarea principal. Veamos lo que escribía el propioFeuerbach sobre esta cuestión: "Nuestra tarea prin-.ipal ha sido armpli.l- Hemos reducido la esenciacxtr:rterreael, sobrsnatural y sobrehumana de Dios al,es partes integrentcs de la esencia del hombre comoa s¡rs elcocatos esci¿les"" r

El marxismo sc irn:gin- de otra forma la tarea de

r L tH¡\ ú¡ ñdb¡ c.olr¿-.

t

explicar las causas que dan lugar a la existencia de lareligión. C. Marx en sus Tesis sobre Feuerbach es-cribia que, después de que éste había reducido lareligión a su base"ierrenal, faltaba por hacer lo prin-cipal. "En efecto, 'él hecho de que la base terrenalse separe de si misma y se plasme en las nubes comoreino independiente, sólo puede explicarse por el pro-pio desgarramiento y la contradicción de esta baseterrenal consigo misma. Por tanto, lo primero quehay que hacer es comprender ésta en su contradic-ción, luego revolucionarla prácticamente eliminandola contradicción." 2

Por consiguiente, el marxismo considera que eneste campo su labor fundamental consiste no en re-ducir la religión a su base terrenal, sino en sacarlade la base terrenal que la originó. El ateísmo pre-marxista estableció, ya en rasgos generales que lareligión es un reflejo fantástico de la realidad querodea al hombre, y gue, por lo tanto, posee una baseterrenal. Pero ¿ por qué este fundamento terrenal dalugar a la religión? A semejante pregunta, el ateísmopremarxista no podía dar una respuesta acertada ycientíficamente fundamentada. El marxismo encuentralas causas que hacen posible que la religión surja yexista en la sociedad humana, y que son producto deunas condiciones sociales determinadas. Con ello des-cubre las ¡aíces sociales de la religión y señala, enconsecuencia, las formas de suprimirlas.

En este eficaz planteamiento consiste la diferen-cia radical entre el materialismo dialético en su lu-cha contra la religión y todo el materialismo pre-marxista precedente.

En lo que se refiere al establecimiento de lasfuentes gnoseológicas de la religión, ya la filosofíapremarxista realizí cierto trabajo. Es necesario sub-

¿ C, Man¡ y F. Engels, Obrae eseogitkt.

Page 6: Las Raices de La Religion

{rayar, especialmente, el papel de L. Feuerbach, quemostró la importancia que tienen clistintas facetas dela conciencia humana en el nacimiento de la religión.Al analizar este proceso, Feuerbach dedica gran aten_ción al papel del pensamiento abstracto y áe la fan_tasía. Sin

-en.rbargo, debido a su caráctei metafísico,el materialismo premarxista trataba los fenómenossociales desde posiciones idealistas en lo esencial, pre_sentaba un carácter.contemplativo y no veía el pipelde la práctica social en el conociÁiento. para esta_blecer las raíces gnoseológicas de la religión era ne_cesario, por otro lado, crear la teoría matérialista dia_lética del conocimiento. por eso, el materialismopremarxista no clescubrió las raíces sociales y gno_seológicas de la religión, limitánclose a .rt"¿1oJ

"r_pectos. aislados del problema. Solamente partien<lo desu unidad pueden ponerse científicamente .cle mani_fiesto dichas raíces.

Y aunque esta tarea Ia llevó a cabo el marxismo.eso no constituye menoscabo alguno para el papeldesempeñado por el materialir*J p..-"rxista en sulucha contra la religión. Este, al sómeterla a una in_geniosa e implacable crítica, ofreció en su tiempobastantes muestras de insuperable ateísmo militante.El ateísmo marxista se deiarrolló sobre la base detodo el ateísmo precedente, asimilanclo de él lo me-jor que había logrado acumular. pero el ateísmo mar_xista- corresponde a una fase cualitativarnente nuevaen el desarrollo del ateismo. la cual se halla condi_u-ionada a la-s nuevas circunstancias históricas. ,,De_bcr¡"-'s t-ombedr la religión _ dicc Lcnin_. Ese es elabccolerio de todo

':1 rnaterialismo \-. ¡lor consiguien-r¡r cei rr!¿r-risrno- Pero e] manrismt no es un mate_d¿nrs¡r¡r qE€ sc .ietenga en el abecedario. El marxis_=* §s"¡lc ¿dcl¿nte_ Ilir-e eue har que saber combatirla reiiqlir- Y grare ellc. her qr"-.*pli..r rle un modo

I t''

materialista a las masas la fuente de la fe v de lareligión." 3 'Al desarrollar. la doctrina de C. Marx y F. Engels

sobre la religión como un reflejo fantástico de la fea-lidad, originado por la asfixii que experimenta elhombre bajo el peso de las fuerzis de ü naturalezay la sociedad, V. I. tenin introdujo en la ciencia elconcepto de raíces sociales y gnosáológicas de la re_ligión. Afirmaba que en loi paises

"ipitrlirt", .on-temporáneos el papel fu¡rdamental lo desempeñan lasraíces sociales de la religión. Al mismo tiempo sub_rayaba que tanto Ia religión como el idealismo filo_sófico poseen también áí.., gnoseológicas. f."i"escribe que el clericalismo ,,esl sin duáa, una florestéril, pero que crece en el árbol vivo, fructífero,real fuerte,_omnipotente, objetivo v absoluto del co_nocimiento humano,,.4

En la Unión Soviética, p. N. Fedoséiev, I. A. Kri_véliev, Y. A. Levacla y algunos otros investigadoresse han ocupado del problema relativo u lu, ,"i.", ,á_ciales y gnoseológicas. No obstante, no se puede ccin_siderar que en Ia actualidad esta cuestión haya sidoestudiada en todos sus aspectos. Concretamente, noha sido tratado lo suficiente el siguiente círculo deproblemas : qué complejo de fenómfnos sociales abar_ca el concepto de raíccs sociales de la religión, cuáles la relación entre este concepto y categorías delmaterialismo histórico tales comó cl modo a-" p.áau._il:r:^P:,clase3.y.la.lucha de clases, la ideoiogía vtas relaciones ideológicas; cuál es la correspond-enciaentre las raíces socialcs ctc li rcligión y lis econó_micas, clasistas e ideológicas. No".r" fra investigadolo suficiente el problerno=¿" to. ."ÁLlo, que experi_mentan las raíces sociales de la religión en las dife-rentes formaciones y de las transformiciones que sigue

3 V. I. Lenin, Ob¡as.r lbfdem.

ll

Page 7: Las Raices de La Religion

con este motivo el carácter de la ideología religio-sa- También es discutible el problema de cómo se

manifiesta en el socialismo la debilitación de las raí-ces sociales de la religión. No ha sido profundizadalo suficiente la cuestión relativa a las raíces gnoseo-lógicas de la religión y de sus conexiones con lassociales.

De todos estos problemas se ocupará el presentetrabajo. RA¡CES SOCIALES

DE I.ARELIGIOI{

13

Page 8: Las Raices de La Religion

1. Esencia de las talces sociales de la religión

Las raíces sociales de la religión son el conjuntode relaciones y condiciones sociales que la originany hacen posible su existencia. Sería erróneo limitarlas raíces sociales de la religión a una de las causasque la engendran, por muy importante que sea. Enparticular, sería equivocado sustituir el término "raí-ces sociales" por el de "raíces de clase" considerán-dolos conceptos idénticos, ya que las raíces de clasede la religión no abarcan íntegramente las raícessociales de su existencia. Para englobar todo el con-junto de condiciones sociales que originan y conser-van la religión hay que referirse a sus raíces sociales.Es precisarpente el sentido que I-enin le da en susobras. El concepto de "raíces sociales" de la religiónes más universal que el de "raíces de clase".

Las raíces sociales de la religión existen no sóloen la sociedad clasista, sino que también existieron enIa sociedad sin clases. La religión surgió por vezprimera en una socieclad que no conocía las clases,durante la época correspondiente al régimen de lacomunidad primitiva. En él estaban presentes lasraices sociales de la religión. yu que ésta, lo mismoque cualquier ideología. aparece, existe v se clesarro-lla como resultado de condiciones sociales. pero in-cluso en Ia sociedad dividida en clases antagónicas.las causas sociales de la religión no "pueclen ii..u.rs-cribirse a causas clasistas. Las raíces clasistas y socia-les de la religión constituyen una parte y un todo, elcual no tiene que incluir obligatoriamente dicha parte.I-as raíces económicas, de clases e ideológicas de lareligión son parte integrante de sus raíces sociales.

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Para descubrir las causas que motivan la apari-ción y la existencia de la religión hay que analizarlas condiciones en que transcurre la vida de la so-ciedad.

En primer lugar, ¿cuáles son las causas económi-cas, como decía Lenin, las ralces económicas de lareligión?

La condición material esencial en la vida de lasociedad es el modo de producción, que es lo quedetermina en definitiva toda la formación económico-social. Por eso, sin tener en cuenta la producción yla historia de los modos de producción que se hansucedido es imposible comprender las causas del na-cimiento de la religión, su grado de extensión endeterminados períodos del desarrollo histórico, el pa-pel de la religión y de la Iglesia en la vida social,el carácter y el contenido de la ideología religiosa y,finalmente, su extinción en la formación comunista.

Las fuerzas productivas, que reflejan la actitudde los hon'¡bres hacia la naturaleza en el proceso dela producción, tienen una importancia doble en laformación de la ideología religiosa. En primer lugar,determinan el carácter de la relaciones de produc-ción, cuvo conjunto constituye la base de la socie-dad, sobre la cual se levanta la superestructura ideo-lógica y a la que corresponden determinadas formasde conciencia social. Las fuerzas productivas influ-¡ren de manera indirecta, a través de la base: lareligión nace como resultado cle un determinado con-junto de relacioues de pro<lucción. que correspondea un nivel especifico de desarrollo de las fuerzasproductivas. En segurido lugar. en la religión tambiénejerce influencia el carácter de las relaciones delhombre con la naturaleza, el grado de dependenciaen que se halle con respecto a los fenómenos de lamisma. En sus relaciones con la naturaleza, el hom-bre recorre un camino que va desde su casi total

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impotencia ante sus fuerzas y fenómenos hasta lle-

gai a dominar sus leyes y utilizarlas.corr eficacia en

i"nterés y beneficio de toda la humanidad' El dcminiode las fuerras y fenémenos de la naturaleza scbre el

hombre, la impotencia de éste ante ellos son uno de

los factores que dan lugar a la religión' Fue preci-

samente la ¿éUitida¿ del hombre en su lucha con lanaturaleza la que motivó por vez primera en la his-

toria de la sociedad la aparición de la ideología reli-giosa. La dependencia ante las fuerzas y los fenó-ll"r,ot de la naturaleza y la impotencia de la lucha

con ellos es, ante todo, consecuencia del bajo nivel

tle desarrollo de las fuerzas productivasOtro aspecto del modo de producción lo constitu-

yen las reláciones cle proclucción, las cuales se mani-iiestan como importantísima base social de la religión'

Si se prescinde del régimen de comunidad primiti-va, en todas las formaciones precomunistas, estas re-

laciones son explotadoras. A consecuencia de ello, laimpotencia (o debilidad) del hombre en su enfrenta-miento con la naturaleza se ve acrecentada por el

desamparo de los explotados en su lucha con los ex-

plotadores.En la sociedad en que el individuo no puede ejer-

cer su dominio sobre las fuerzas naturales y sociales,

el propio proceso histórico-social se desarrolla esen-

cialmente de forma espontánea. De igual modo que

hasta cierto momento los hombres son incapaces de

controlar las fuerzas de la natufaleza, tampoco se ha-llan en condiciones de domeñar las fuerzas espontá-neas del desarrollo social, que originan la explotacióndel hombre por el hombre, las guerras, el enriqueci-miento de unos y la ruina de otros, los ascensos ycaídas de diferentes Estados, etc. En la sociedad ex-plotadora, la opresión del hombre por el hombre, que

abona el terreno a la religión, se manifiesta de distin-tas formas: no se trata sólo de la explotación en

l7

Page 10: Las Raices de La Religion

tT

el proceso de la producción, sino también del yugonacional y colonial, así como de las relaciones iarñi_liares, basadas en la desigual posición que ocupa lamujer. La explotación del hombre por ef hombre im_plica la miseria de las masas populares y el bajonivel cultural de los trabajadores.

Estas son las causas de la amplia difusión que lareligión encuentra entre las *ara, populares.

Con frecuencia, la formación económico-social noofrece un cuadro homogéneo, concretamente en logu. :9 refiere al aspecto económico. {Jn modo de pro_ducción puede coexistir junto a los vestigios de otromodo caduco, que tiende a desaparecer, y tambiéncon los.gérmenes de uno nuevo, que empieza a abrirsepaso. Las relaciones de producción dominantes con_viven con frecuencia con otras que no lo son, todolo cual complica la estructura económica de la socie-dad. El desarrollo de tal o cual tipo de formacióneconómico-social tiene lugar a rn".rodo en condicioneshistóricas diferentes Por eso, determinado tipo dciormación económico-social puede manifestarse en losmás variados aspectos, lo que influye también nota_blemente en la ideología religiosa.

-Sinrmbargo. el marxismo está muy lejos de extraertoCo el contenido de tal o cual ideálogía exclusiva_r.lente del modo de producción, de reducir toclas las.aus¿i que motir-an la existencia de la ideología re_iiE;.,-.a' a las condiciones económicas, a las iiraícest¡r,ci-,r¡it-¿s". Seria erróneo v constituiría una toscar-.¡!gzrizaiá:: ,lel nrarxismo ,le.ltrcir el caráct". y-.i¡.-,::teririo rie Ia relig:án ,lirecta r- únicamente di tal,,cual n:..-!,, "le nrqduiri,,,n.

EI marsisrcr_N trel-{,r:,-rre únicarrente el hecho de que!a conrlicif_rn deterrninante s decisiva en el desarrollorle cualquier irleología *. .r, última instancia, elrnrrrlr, rle pnrlucción- \unca ha consi,lerado que ésta:ea la fuente única e inmediata de la ideolágía, en

l8

particular de la religiosa. Pero, sin embargo, hav quetener en cuenta que otras fuentes sociales de la re-ligión tienen por ,base causas económicas. A la vezque dan lugar a !a religión, ellas mismas deben suorigen a un modo de producción determinado. A se-mejantes fuentes sociales de la religión pertenecen,ante todo, las relaciones cle clase de la sociedad anta-gónica ("raíces clasistas" de la religió.,), y tambiénciertas relaciones ideológicas y las correspondientesformas de la ideología. El modo de producción, lasrelaciones ideológicas y de clase y la ideología de lasociedacl se hallan en constante interacción. No obs-tante, el modo de producción constituye el factor de-cisivo de esta interacción.

Detengámonos en las raíces de clase de la reli-gión.

Toda la historia de la socieclacl dividida en clasesantagónicas es la historia de la lucha de clases. Enla sociedacl clasista, la ideología, en particular la re-ligiosa, refleja el modo de producción a través de lalucha de clases, entrelazándose en ella. La estructuraclasista de la sociedad ejerce gran influencia sobreia ideología religiosa, al orientar en determinado sen-'::,ic, el proceso de su formación.

I - estructura de clase de la sociedad viene con-dicionada. en primer lugar, por las clases principa-les. cuvas relaciones de proclucción constiiuyen labase de Ia formación económico-sociat en cuestión.En la sociedad esclavista las clases fundamentaleseran los dueños de esclavos y los esclavos; en la feu_dal, los terratenientes y los iie.,*ro.; en la capitalista.los capitalisras y los obreros. El iarácter de las re_iaciones entre las clases esenciales de la sociedaddetermina la orientación clasista de la ideología reli_FoÍ.- Pero junto a las clases principales, ón cadasociedad clasista existen otras que aun sin ser iun_damentales ejercen una notable influencia en el ca-

l9

Page 11: Las Raices de La Religion

Vrácter de la estructura clasista de la mencionacla so-ciedad. Así, en la socicdad esclavista, los pequeñosproductores libres constituían una clase no principal,que se conservó desde los tiempos del régimen dccomunidad primitiva, siendo de señalar que, en todauna serie de países, la comunidacl campesina ha per-sistido a través de la formaciones sociales que se hanido sucediendo. Tampoco pertenecían a las clases esen-ciales los colonos y los terratenientes, que se forma-ron en la sociedad esclavista correspr¡ndiente a laépoca del Imperio Romano, y que representaban elsistema de producción feudal, que surgió y se des-arrolló en el seno del régimen esclavista. En la so-ciedad feudal pertenecían a las clases no principalesla burguesía y el proletariado, que nacieron en suseno. En Ia sociedad capitalista, a las clases no esen-ciales pertenece, por ejemplo, el campesinaclo, que seva diferenciando y cuyos elementos van engrosandolas clases principales de la sociedad burguesa, fun-damentahnente el proletariado. Las clases no funda-mentales de la sociedad son clases transitorias, querepresentan a la vieja sociedad, en trance de desapa-recer, o a la nueva que empieza a surgir. l,a existenciae¡l la sociedad de clases no esenciales, así como susrelaciones con las principales y también entre sí, ejer-cen una gran influencia sobre el carácter de la ideo-logía religiosa. El distinto grailo r1e desarrollo en losdiferentes países de las clases no principalcs de lasociedad. da lugar a que dentro de una misma forma-ción varie el carácter de la religión v su papel en lar-ida_social. Por e.iemplo. la cxistencia en Ios paísestlel Oriente feudal rle en,:rmes masas de campésinosha constituido. corno rerenir:;s rnás adelante. una delas condiciones decisira= ,ft ia gran diierencia en_tre las reiig'iones del antiguo Oriente v la ideologíareligiosa del mundo grecGromano.

I-a religión oficial que domina en la sociedad es

n

un instrurnento icleológico de la lucha de clases enmanos de la clase que rige cconómica y políticamentcla socicdad. Pero aparte de ello, la hisioria conociócasos (sobre todo en el período medieval), en quebajo la forma de herejías religiosas se realizaba unacrítica del régimen social existente y de la religióndominante.

De este modo, la religión refleja el hecho de queen la sociedad existen clases en iucha, y constituvela expresión ideológica de rleterminadas clases. porser la religión üna manifestación ideológica de losintereses clasistas, ciertas clases la utilizan de formaactiva. Pero ante todo, la religión es fundamental-mente un instrumento en manos de las clases do_minantes y explotadoras tle Ia sociedacf, a las quesirve cle ayuda para mantener sometidas a las claiesoprinridas. Es precisamente ahí donde se manifiesta.en primer lugar, la esencia clasista de la religión.

En determinadas circunstancias, la lucha áe cla_ses es una fuente social de la ideología religiosa. Co_mo se sabe, las insurrecciones máJ importantes deesclavos y de.campesinos contra sus opresores ter_minaron con la derrota. Ese fue el déstino de lasublevación <le Espartaco en la antigua Roma, dela guerra campesina en la Alemania m"edieval, del le_r-antamiento encabezado por Razin y pugachov e,Rusia y de otros muchos movimientoí poprilares. Lasderrotas en la lucha de clases, que se

"eii" oUfigJ".a sufrir con frecuencia las -ás"s populares f Or"agudizaban aún más la situación de ^los

trabaiidores,¡eforzaban la ideología religosa. .La lucha de clasede los explotados en contra -d" ,r, explotadorgs, quellevaba emparejados duros sacrificios por parte delas masas populares, no logró clurante'largá tiempodar salida a la situación que se había .r.ádo, liái_ú:rdose en el mejor de los casos a sustituir una for_rnr de explotación por otra.

2l

Page 12: Las Raices de La Religion

La lucha de los esclavos contra los esclavistas nopoCía dar el triunfo a los trabajadores, ya que los pri-meros no constituían la clase históricamente progresivaa quien pertenecía el futuro. Las sublevaciones cam-pesinas contra el feudalismo, si bien le hicieron tam-balear, con lo que favorecieron su descomposiciónv su fin, no eran tampoco la fuerza histórica inde-pendiente, capaz de acabar con el caduco régintensocial. Los movimientos campesinos, encabezados porla burguesía, tan sólo facilitaron el triunfo del capi-talismo sobre el feudalismo, es decir, la sustituciónde una forma de explotación por otra. Sólo la lucha declase del proletariado contra la burguesía, al abrir lasperspectivas de la supresión definitiva de cualquierexplotación clel hombre por el hombre, crea las con-diciones para que las capas más avanzadas de lasmasas trabajadoras se aparten de la religión. Perola lucha de clase del proletariado contra la burguesíaen el seno de la sociedad capitalista no proporcionaaún a las masas populares las posibilidades de su-perar íntegramente la iileología religiosa, ya que todoei conjunto de condiciones sociales de la sociedadcapitalista vuelve a engendrar una y otra vez la re-ligión.

La lucha de clase dc los explotadores Contra losexplotados fue enca.minada a aplastar la resistenciaque los últimos ofrecen a los primeros. Se ve acom-pañada del vugo clasista, que constituve uno de losfactores sociales más importantes que engendran lareligión. La opresión v el atraso de los trabaiadorcsv lt-,s explotados son una rle las condici,',rrcs primor-diales rle la difusión que la ide',1,,sía rr'lisiosa alcanzarntre las nlasas populares.

Por su parte. la lucha de clase de i,,,s trabajadores.!É¡ra sus opresores produre en és:¡s una inseguri-,l:.,1 en su situación {'especialmente durante el período,ir ¡i>is de la vieja sociedad). lo cual hace que se

,2

extienda la ideología religiosa entre las propias cla-ses dominantes. Pero ello no modifica la esencia clasis-ta de la ideología religiosa, que representa uno delos más importantes factores ideológicos llamados aconsolidar el régiinen existente. Por eso, las clasesdirigentes de la socieclad explotadora propagan porto<los los medios la ideología religiosa.

Con el fin de reforzar la religión, los ideólogos delas clases dominantes recurren con frecuencia al en-gaño patente y a la falsificación, especulando con laignorancia y el atraso de las masas. Son harto cono-cidos los casos en que los creyentes son engañadospor los icleólogos religi«rsos. Los teólogos del cris-tianismo comenzaron a recurrir al llamado engañopiadoso incluso durante el proceso de estructuraciónde la religión cristiana como una corriente religiosanueva. Ya entonces efectuaron interpolaciones en lasobras de los autores antiguos, con el fin de demos-trar la historicidad de Jesucristo y de hacer coincidirel contenido de un mito con determinados aconteci-mientos históricos.l

Entre los eclesiásticos son frecuentes los que sededican a engañar cínicamente a la gente sobre laideología que ellos mismos propagan. A semejantetipo de personajes pertenece, por ejemplo, el papaBonifacio VIII, que, según la tradición, dijo una vez:"¡ Cuántos beneficios nos ha aportado la fábula deCristo !" 2 Seres así abundan entre el clero actual.

Del engaño a que sometían a las masas populareslos ideólogos eclesiásticos eran ya conocedoies losateos del período premarxista, que lo denuncian deforma magistral en su crítica de la ideología religiosa.

. : Acerc: de las interpolaciones véase: Marcello Craveri, Vi-d¿ de Jemis, Editorial Grijalbo, México, 196g; R. y. Vípper, Romai el .erisfionisrno fnimitioo; y. A. Lentsman, Orígenes ace¡ct il¿l-:¡:i,- r i-qo.

: S. Reinach, Orfeo. Historia general ile las religíones.

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para mostrar que era fuente y causa de la opresiónde las masas. Sin embargo, en su conjunto, el ateísmopremarxista exageraba el papel del engaño en la re-ligión. Eso se refiere especialmente a los ilustradosfranceses del siglo xvnr, los cuales consideraban queel engaño y la ignorancia son la base del origen dela religión. P. Holbach, por ejemplo, en su obra Elsistema de la naturaleza, que constituye la enciclo-pedía del materiatismo francés del siglo xvnl, escri-bía lo siguiente: ". . . flubo personas que se presen-taban como sacerdotes al servicio de Dios, que lehicieron hablar, descubrieron sus intenciones ocuitasy declararon la infracción de sus leyes como el crimenmás horrendo; los pueblos ignorantes aceptaron sinsometer a crítica estas órdenes divinas." s

De esta forma, el materialismo francés declara quela religión es, ante todo, el resultado de un engaño,por un lado, v de la ignorancia por otro; deduciéndoseque el mejor medio de combatirla es la instrucción.

Naturalmente que el engaño y la ignorancia tie-nen no poca importancia en la existencia y la difusiónde la religión. Pero eso, son causas secundarias den-tro del complejo gracias al cual se mantiene, y de-bido a ello, la instrucción, que desempeña un singu-lar papel en la lucha contra la religión, no es elmedio más importante de llevarla a cabo. La exten-sión de la instrucción, cualquiera que sea la formaque adopte, no puede acabar con Ia religión en lascondiciones de una sociedad basada en la explotacióndel hombre por el hombre y en la opresión clasista.I-a lucha contra la religión es, ante todo. la luchacontra el régimen social que la crea. La propia ig-norancia de las masas populares v el engaño basadoen su ignorancia es resultado de determinadas con-,liciones de la vida material de la socieclad.

: P. Holbach, El sistema ile h naturaleza.

aa

Veamos por último las raíces ideológicas de lareligión.

EI problema de la relación entre la conciencia so-cial y la existencip social es la cuestión principal dela filosofía, en lo que respecta a su estudio de losfenómenos sociales. La solución materialista de esteproblema consiste en que la forma social de vida de-termina la conciencia social. Todas las formas deconciencia social tienen su origen en la existenciasocial.

La parte de la congiencia social determinada porel régimen económico de la sociedad y en la que,dentro de la sociedad clasista, se manifiestan los in-tereses de determinadas clases, y dentro de la socie-dad sin clases antagónicas, los intereses de tod¿ lasociedad, pertenece al campo de la ideología. De ellaforman parte, por ejemplo, la ideología política 1'jurídica, así como la moral y la religión. A las di-ferentes formas de ideología corresponden determina-das relaciones sociales, las cuales, cuando surgen,deben pasar a través de la conciencia de las personasque intervienen en dichas relaciones. Por eso, Leninlas llamaba ideológicas.{ A la ideología política yjurídica y a la moral les corresponden relacionespolíticas, jurídicas y morales.

Es necesario delimitar la ideología de las relacio-nes ideológicas. Sin embargo, al hacerlo hay que te-ner en cuenta que determinadas formas de ideologíase hallan estrechamente ligadas a las correspondieniesrelaciones ideológicas. Y tanto las diferentes formasde ideología, como las relaciones ideológicas corres-ponclientes a ellas, influyen en el carácter de la ideo.togía religiosa.

Sería erróneo deducir cualquier forma de ideolo-gía única y directamente de la existencia social. Enprimer lugar, las distintas formas de ideología guar-

r V. I. Lenin, Obros.

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dan diferente relaci<in con respecto a la existenciasocial. \[ás próximas a ésta se hallan tales Iormas<ie ideología como la política, la jurídica y la mo-ral, las cuales tienen su origen directo en la exis-tencia social. El desarrollo de formas de ideología,como la religión y la filosofía, depende ya no sólode la existéncia social, sino también del desarrollo deaquellas formas de ideología que proceden directa-mente de ésta. En segundo lugar, las distintas formas.ie ideología se hallan ligadas entre sí y se influvenmutuamente. En tercer lugar, cada forma de ideolo-gia es relativamente independiente en su desarrollo,¡- su contenido tan sólo puede ser comprendido conacierto si se tiene en cuenta la relativa independenciav sucesión en que se manifiestan en el desarrollo deta ideología.

La religión es la forma de cr¡nciencia social que,junto con la filosofía, se halla más alejada de la exis-tencia social que la ha originado, y constituye algoasí como el nivel superior de la ideología. "Las idco-logías aún más elevadas -escribía

Engels-, es de-cir, las que se alejan todavía más de la base material,de la base económica, adoptan la forma de filosofía¡; de religión. Aquí, la concatenación de las ideas con

=us concliciones materiales de existencia aparece ca-da vez ¡nás embrollada, cada vez más oscurecida poria interposición de los eslabones intermedios." s

Dentro de la sociedad clasista, todas las formasCe ideología de las clases dominantes -política,

de-recho, moral, filosofia- están llamadas a consolidarel régimen explotador. a mantener sometidos a lostrabajadores. Estas formas ideológicas aparecen co-nlú fuentes sociales de la religión. -\si. en ia sociedad;-¿sista antagónica, el derecho conr-iene. en realidad,i lcs trabajadores en persnas exenta-i tie todo dere-cbo. ¡ La rnoral trata de transfc,rmarlos en esclavos,

, L Iar y f. E¡¡tl* Obr¡¡ ¿¡cogl&¿¡"

Á

no por mieclo, sino por la conciencia. Todo ello au-menta la presión a que sc hallan sometidas las masastrabajadoras, 1o cual Iavorece la difusión en su am-biente de la ideología religiosa.

I-a religión, al igual que la filosofía, refleja laexistencia principalmente a través de otras formas deideología, es decir, en lo fundamental, no directa,sino indirectamente i y hay que señalar que las distin-tas formas de ideología, junto a la existencia socialque las origina, participan en el proceso de formaciónde la ideología religiosa. La religión, como interme-cliario de otras formas de ideología hace suyos nu-merosos principios que son propios de cstas formascle ideología, t en gran parte extrae cle cllos su con-tcnido. Lo írnico que hace bs dar a dicho contenidoun tinte sobrenatural. Penetran en ella numerososprincipios inherentes a la política, a las normas delderecho y la moral, conclusiones de la filosofía idea-lista, adquiriendo un contenido que corresponde enla sociedacl clasista a los intereses de las clases do-minantes. Como parte de la ideología, la religión sehalla estrechamente ligada a otras formas suyas. Yen todo este proceso, los apologistas de la religiónprocuran presentar la cuestión de tal modo que, endeterminadas circunstancias históricas, las formas deideología que resultan ligadas a la religión (por ejem-plo, la moral) sean imposibles fuera de ella. De he-cho, el papel de Ia religión se re<luce a santificar ya tergiversar del modo más fantástico diferentes prin-cipios extraídos de estas formas de ideologia. La re-ligión influve en sentido contrario en otras formasde ideología que se hallan más próximas a la existen-cia social, las cuales, sin embargo, pueden subsistirinclependientemente de la religión.

Al analizar los vínculos que existen entre Ia re-ligión y otras formas de ideologia, hay que tenersiempre en cuenta el hecho de la desigualdad que se

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manifiesta en el desarrollo de la ideologia: en de-terminadas condiciones, una u otra forma de ideologíase desarrolla con mayor o menor rapidez, progresao retrocede, desempeñando diferente papel en la vidasocial. Tal o cual modo de producción y todo el ré-gimen social condicionado por é1 llevan a primerplano determinadas formas de ideología. Todo ellono puede dejar de influir en las relaciones mutuasentre sus distintas formas. Por consiguiente, la irre-gularidad que se observa en el desenvolvimiento dela ideología la explica, en primer lugar, el desarrollode la producción, la sucesión que se produce en losmodos de producción. Por ejemplo, en comparacióncon el modo esclavista de producción, el feudal dioun grnn impulso a la religión, dando lugar a que se

propagase mucho más que antes. La religión, quese hallaba condicionada por otras formas y que pasóa ocupar el prinrer lugar, ejerció durante la llcla<l\{edia la mayor influencia en to<las las formas de ideo-logía, encerrándolas en sus redes v obligándolas a des-arrollarse dentro de la envoltura religiosa.

De todas las formas de ideología, la política y lajuridica son las que se hallan más próxin,as al ré-gimen económico de la sociedad. La ideología polí-tica refleja los intereses de una u otra clase social,su actitud hacia las restantes clases, hacia el poderpolítico y el Estado. El derecho es la voluntad ele-vada a ley de la clase dominante, voluntad que estádeterminada por las condiciones materiales de vidade la sociedad. El derecho legaliza la política de laclase que ejerce el poder. La ideología política )' iurí-dica influve notablemente sobre el contenido de lardeología religiosa que predomina en la sociedad.Gracias a esta influencia. la religión adquiere orien-ración po!ítica. sin'e a los explotadores. es utilizadaco*o instrumento de la lucha de clases en manos:e -a cl¿se dominante v defiende el orden establecido

,*

en la sociedad clasista. La esencia cle clase de la re-ligión se forma bajo la influencia rectora de la ideo-logía política y jurídica. Pero al mismo tiempo que

es objeto de semejante influencia por parte de ella.la religión influye á su vez en esta ideología, san-tificando la politica y el derecho de la clase domi-nante.

Es evidente que en la ideología política y jurídicanacida <lirectamente de la existencia social, los inte-reses de las clases rlominantes se manifiestan de unaforma más definida -y clara que en cualquier otra ideo-logía. La política es expresión concentrada de la eco-nomía. EI derecho, que legaliza la política de la claseclor.ninante, se haya íntimamente ligado al Estado.máquina en manos de esa clase, el cual le confieresanción coercitiva. La religión, en cambio, que estállamada a ser una medida persuasiva, se dirige a laconciencia de las personas. Por eso se halla relacio-nada más estrechamente con otra forma de ideología,que, si bien refleja también los intereses de las cla-ses dominantes, no lo hace de una forma tan definiday clara como la política y el derecho, sino con mayorsutileza y disimulo. Esta forma de icleologia es lamoral.

A diferencia de las normas jurídicas, que gozande aquiescencia por parte del Estado, las morales seapoyan en la fuerza de la opinión pública. En la so-ciedad dividida en clases, la moral siempre es cla-sista y refleja los intereses de una clase determinada.La ideología que rige en la sociedad es la de la clasedominante. Por eso, la moral que también goza tleta más amplia propaganda es la de la clase domi-nante, es decir, la moral que establece unas normasde comportamiento que corresponden a los intereses dedicha clase. Para las clases dominantes es importantepredicar a los explotados unas normas de comporta-miento que garanticen la conservación Cel orden de

»

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cosas existente. La religión, que está llamada a in-fluir en la conciencia cle las personas, a educar enIas masas el espíritu de sumisión hacia sus opreso-res. resulta mucho más ligada a la moral que cual-quier otra forma de ideología. La religión se impregnade los principios de la moral correspondiente, loscuales, al asimilarse a la religión, se convierten enparte inseparable de ella. La moral de las clases ex-plotadoras tiende, ante todo, a proteger la propiedadprivada y a justificar Ia explotación del hombre porel hombre. Iguales son los fines que persigue la re-Iigión, la cual adopta y santifica la moral de la clasedominante. El contacto entre la religión y la moralse estrecha especialmente bajo el feudalismo, en elque aumenta extraorclinariamente la importancia dela religión como medio que avuda a mantener some-tidas las capas más amplias de las masas populares.En la época del capitalismo esta relación se intensi-fica aírn más.

Los apologistas de la religión tratan de presentarel asunto de tal forma como si fuese la moral la queno puede existir sin la religión, e incluso que es éstaquien la origina, siendo en tal sentido el cristianis-mo quien va más lejos. Incluso L. Feuerbach no supoevitar este tipo de errores: ". . . El cristianismo

-es-cribía- trajo al mundo otro medio de cultura: lamoral, la doctrina sobre el comportamiento de laspersonas. . ." 6 Los sociólogos burgueses que defien-den la religión utilizan su conexión con la moralpara afirmar que la moral ha sido creada por la re-ligión, sin la cual no puede existir. Presentan la luchacontra la religión como una lucha contra la moral vcalifican el ateísmo dc doctrina amoral. En realidad,sucede toclo al revés. No es Ia religión la que ha ori-ginado la moral, sino que. por el contrario. esta úl-tima es una de las fuentes de Ia ideología religiosa.

¡ L Feue¡bach, Obrcs !íloo!ícas errrryifus.

m

"I.a religión no crea la moral -escribía Plejánov-,

lo único que hace es santificar sus normas, que sur-gen sobre la base de un régimen social determinado." T

La moral no fue creada por el cristianismo: comoforma de concienciá social surgió mucho antes deque éste apareciera. La moral se formó en la sociedadprimitiva (moral de la comunidad primitiva) y con-tinuó desarrollándose en la sociedad esclavista (mo-ral esclavista), mientras que el cristianismo apaieciócasi en los inicios del feudalismo. En efecto, el cris-tianismo se halla ligado a la moral más estrechamenteque las religiones anteriores, pero la causa no se debea su "valor ético", sino que. en comparación conaquéllas, representa para las clases dominantes uninstrumento más potente de influencia ideológica so-bre las masas populares. Su mayor conexión con lamoral se debc a que se ha percibido más intensa-mente la influencia de la moral de la clase dueña delpoder y hace suyos los principios de dicha moral.Es evidente que si el aspecto fundamental en las re-laciones entre la religión y la moral corresponde aesta última, eso significa que puede existir indepen-dientemente de la religión, a la cual, en cambio, esimposible imaginársela sin la savia que le proporcio-na la moral de una clase determinada. Por eso esfalso que el ateísmo, que combate la religión, nieguelas normas de la moral y sea una "doctrina amoral".El negar la religión no significa en modo alguno quese niegue la moral. Además, el que se niegue la moralburguesa no representa que se renuncie a la moral engeneral, ya que aparte de la burguesa existe actual-mente una forma más elevada de móraf la comunista.

No se puede tampoco prescindir de la 'influenciaque ejerce Ia filosofía idealista sobre la ideología re-ligiosa. Una de las funciones más importantes de la

? J. V. Plejámov, Obraa lilonficos e*ogidas.

3l

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iilosofía idealista es la de fundamentar y mantenerla ideología religiosa. Por ejemplo, durante el procesode formación e instauración del cristianismo, des-

empeñaron un gran papel corrientes filosóficas idea-listas como el estoicismo y el neoplatonismo. Perono sólo la cscolástica medieval proporcionó "argu-mentos" en favor de la necesidad de la ideologíareligiosa, sino que también los sigue proporcionandola filosof ia idealista burguesa actual. Como señalaLenin, el iclealismo filosófico "siempre se reduce, de

una u otra forma, a defender o apoyar la religión".8En la filosofía idealista actual, así como en la teolo-gia, ha adquirido gran amplitud la tendencia a re-conciliar 1a conciencia y la religión, delimitando sus

esferas de influencia, aunque reduciendo las "exce-sivas pretensiones de la ciencia". "Si el saber es fuer-za

-declara E. Fascher-, Ia fe es aún más potente." e

"Nuestro mundo de movimiento -escribe

L. Bickel-es relativamente imaginable entre un número infinitode otros. Como nosotros constituimos un objeto den-tro del mundo y nuestra naturaleza es la naturalezadel movimiento, tiene solamente importancia la ver-dad de la ciencia o el materialismo. Pero el funda-mento eterno de la naturaleza no radica en el mundo,sino en Dios: por eso para nosotros la verdad últimao absoluta no constituye el materialismo de la cien-cia, sino el idealismo del espíritu." 10 No obstante,toda la práctica histórica de la humanidad impugnala afirmación del idealismo filosófico sobre las dife-rentes esferas de aplicación de la ciencia y la reli-gión. Toda la historia de la ciencia es la historia desu lucha contra la religión. Y hay que señalar quea lo largo de la historia se va ampliando paulatina-mente la esfera de aplicación de la ciencia v se ha

s V. I. L¿nin, Obros.e E. Fascher, 5N Jah¡e Chrrgi¿ntum"

:o L Bickel, Kultu¡.

9,

ido reduciendo más y más el. campo dominado porla religión. La ciencia penetra constantemente en es-feras donde aún impera la religión y acaba con susdogmas; los descübrimientos científicos gue hacenépoca, obligan con'"frecuencia a la religión a trans-formar radicalmente su fisonomía. Pero de por sí,el desarrollo de la ciencia no puede conseguir latotal eliminación de la ideología religiosa. Para elloes necesario acabar con las raíces sociales de la re-iigión.

Estas son las raíces sociales más importantes dela religión.

No obstante, ha de tenerse en cuenta que las raí-ces sociales no agotan las causas de existencia de la.religión. Debido a la independencia relativa de quela religión goza efl su desarrollo, logra atrapar en susredes a gran número de personas. La prédica de losdogmas corre a cargo de la Iglesia y también deorganizaciones religiosas especiales. También es im-portante el hecho de que la religión posea una tra-dición milenaria de existencia. Es más, cada una delas religiones que existen en uno u otro Estado, enuno u otro pueblo tienen sus propias tradiciones.Las nuevas generaciones suelen adoptar la religiónque está extendida en la sociedad en que viven. Elateo americano E. Engersol señaló agudamente queIa mayoría de las personas nacidas en Turquía sonislamitas y creen en la leyenda de que Mahoma seencontró en el cielo con Gabriel, el cual tiene losojos tan separados que sería necesario un camellopara recorrer la distancia entre ellos: una personaque haya nacido en la India deberd. creer en el diostricéfalo y un cristiano en tres dioses con una solacabeza.ll Los fundadores del marxismo-leninismo se-ñalaron repetidas veces la fuerza de la tradición re-

rr Véase: Anua¡ío ilel Museo de historia d,e ta reltgün g iteloteísnw.

¡..r,s n¡cps.-233

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ligiosa. Lenin, al subrayar el condicionamiento his-tórico de la religión, escribía que ésta tiene sus raíceshistóricas. Pero no se puede dejar de tener en cuentaque sin raíces sociales no podría existir. Por consi-guiente, las restantes circunstancias que consolidanla religión dependen, en fin de cuenta, de sus raícessociales.

En condiciones históricas diferentes, las raíces so-ciales de la religión se manifiestan de distinta forma.Por eso es necesario analizar en las diferentes etapasde desarrollo de la sociedad las raíces sociales de lareligión y los rasgcJs esenciales de la ideología reli-giosa determinados por ella.

2. Raíces sociales de la religiónen el régimen de la csmunidad primitiva

La religión surgió dentro del régimen de la co-munidad primitiva, la formación económico-social pri-maria de la sociedad humana. El problema de cuándoapareció la religión en determinado estadio de la so-ciedad primitiva sólo se puede resolver con la parti-cipación conjunta de la antropología, ciencia que es-tudia el origen, los cambios y el desarrollo del tipofísico del hombre; la arqueología, que se ocupa delpasado histórico de la humanidad sobre la base defuentes reales, y la etnografía, que proporciona datosacercA de las tribus primitivas, todo lo cual ayuda acomprender una serie de problemas relacionados conla institución de la sociedad humana.

La aparición de la religión presupone el desarro-l1o, tanto del hombre como de la sociedad en que vi-ve, es decir, que son necesarias determinadas premi-sas sociales y cognoscitivas (gnoseológicas).

En contra de las afirmaciones teológicas e idea-listas de que la religión es propia del hombre desdesus comienzos, la ciencia avanzada actual, basán-

31

dose en hechos auténticos, niega categóricamente laposibilidad de que la religión y el hombre aparecieransimultáneamente. E'n la actualidad la cienóia ha re-suelto esta cuestión de una manera definitiva. Loúnico discutible es "el establlcimiento de la etapa enque surgió la religión.

¿ Cuáles son las condiciones sociales que motiva-ron la aparición de la religión en la sociédad primi-tiva ?

El marxista alemán H. Eildermann, en su intere_sante libro, dedicado en gran parte al origen de lareligión, relaciona ésta con determinado nivél de des-arrc¡llo de las fuerzas productivas,t, pero al mismotiempo interpreta erróneamente su dependencia res-pecto de Ia existencia de las clases y de las contradic-ciones clasistas. "La religión y la sociedad divididaen clases -escribe- son categorías que dependenuna de otra en todos los tiempos.,, 18 Esta telis nopuede considerarse acertada, ya que la sociedad pri-mitiva no conoce las clases.

Al vincular el origen de la religión a la apariciónde las clases, Eildermann extiende 1a categoríá de so-ciedad clasista al período de la historia dl la huma-nidad en que las clases no existían. Según é1, en lasocieCad primitir-a ios ancianos son una clase espe-cial. En realidad, los ancianos de la tribu no eianmás que representantes del poder de la colectividadprimitiva, el cual no descansaba en el dominio econó-mico, sino en la autoridad. El poder de los ancianossólo podía apoyar con su autoridad la religión exis-tente en la sociedad, pero era incapaz de originarla.. Lenin. escribía que la religión debe su origén a laimpotencia del salvaje en su lucha con la naturaleza.ra

r2 Véase: H. Eildermann, Dle ÍJrgesellschaft. lhre Verwan,,s-chaftsorganisatíonen unil íhre Retígión.rs Ibídem.

11 V. I. Lenin, Obras.

35

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El bajo nivel de las fuerzas productivas, que rnotiva

esta impotencia, fue la principal fuente social de lareligión en la sociedad primitiva. Sotrre -esta

base sur-

gieán por vez primerá imágenes- fantásticas, en las

f,ue las^fuerru, y los fenómenos de la naturaleza ad-

quirían una encarnación sobrenatural y extraterrena'La forma más temprana de religión fue la fe en

la existencia de espíritus y almas, es decir, el ani-

mismo.l6 Sin embargo, esta primera forma de religiónno surgió en el vacío. Para su aparición existían ya

determínadas premisas. Antes de desdoblar la reali-

dad y "poblarÉ" de almas y espíritus,-el hombre pri-mitiío ttmaba las cosas y fenómenos de la naturalezapor seres vivos y por manifestaciones de la actividadáe los mismos. Én esta fase de desarrollo, el hombre

no distinguía aún entre 1o vivo y 1o inanimado, y no

siendo capaz de diferenciarse é1 mismo de la natura-leza, ideniificaba los procesos de ella con su propia

actividad.Todos los conceptos de la realidad circundante se

le figuraban al hombre primitivo se¡es vivos' L' Y'Shteinberg muestra ejemplos de pueblos atrasados de

Siberia, q-ue han conservado semejante concepción

de la naturaleza junto con creencias animistas sur-gidas más tarde. Cuenta que los guiliaki (nivji) 10 del

río Amur le aseguraron numerosas veces que una

roca que se alzaba en el mar, no lejos de la costa,

había llegado de lejos, del norte, después de haber

reñido con su hermana. Shternberg escribe que pa-

ra é1 quedaron claros los motivos que habían dado lu-

rs El término anirnis¡tto se emplea en las obras cientfficascon üstintos significados. Para nosotros el animisno no es el"mini¡no" de cualquier religión (8. Taylor), sino la reügiónprimitiva, basada en la creencia en los espíritus y las almas'

-U igu"l que los términos políteí.stnn y morlrteíxrw, la catego-::a áe "animisno" caracteriza una forma de religión en deter-

=::ad¿ etapa de desarrollo.'-e Ls gtiliyo,lci (nioji) son un grupo étnico, gue yive- e-n-ta

¡-rrccadu¡e del iío Ai¡rur y en la ista de Sajalín (N. del f)'

36

gar a semejante mito, cuando él mismo vio en aque-

ilas latitudes los enormes bloques de piedras que

trasladan los témpanos de hielo empujados por lacorriente marítima.

Tomemos otro éjemplo del propio Shternberg, ob;

servado por él en una yurta órochi 1? en la Bahía del

Emperadbr. Para determinar cuál era la enfermedad

de ún hombre que yacía en la yurta, el chamán ataba

a una cuerda una pesada piedra a la que preguntabahasta que co*et ru6a a oscilar, lo cual era considerado

como resPuesta afirmativa.lsV. G. Bogoraz escribía respecto a semejantes con-

cepciones lo-siguiente: "Las piedras, los árboles, las

.oiinu, o las riubes y también los fenómenos de larraturaleza (el viento, la lluvia, etc.), se consideran

vivos . . . El objeto se mueve; por consiguiente es-

tá vivo. Exactamente igual, el hombre primitivo con-

vierte en seres animados a los árboles que susurran,

al viento que sopla, a la piedra, que durante largotiempo permanece tranquila en su sitio, pero que pue-

de hacer tropezar a quien pase junto a el1a; a los

lagos, los ríos y arroYos y a las colinas que se elev.a¡

so'b.e la llanurá y proyectan sobre ella su sombra." 10

Shternberg, haciendo uso de la terminología de

\farett. da a semejante concepción de la naturalezael nombre de animatismo, que en esencia consiste

en considerar todas las cosas de la naturaleza como

seres vivos, semejantes al hombre. Es la "vivifica-ción general de la naturaleza". Pero en sí, el anima-

tismo aún no es religión.

r¡ l-os órochi constituyen un reducidg grupo étnico que ha-bita la parte meridional de la región de Jabárovsk, en Ia

R.S.r.s.R. (IÍ. det T.)re L. Y. Shternberg, La, religwn primititta a'la luz d¿ b

etnografía.t, i. C. Bogoraz, Los ctulkchis. Los ch¿lcchis son un puéblo

que habita la península de los chukchis' que es la que foqqadesde territoriJ soviético el Estrecho de Behring (N' del T,) '

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Page 20: Las Raices de La Religion

La religión comienza con el animismo, el cual secaracteriza porque tras las cosas de la realidad se ocul-ta, según el hombre primitivo, la actividad de nume-rosas almas y espíritus, que pueden serle favorableso desfavorables al hombre, y a los cuales, median-te determinadas acciones, se les puede inclinar enfavor de unos o, por el contrario, predisponerles en sucontra.

La única definición totalmente científica de la re-ligión, es la marxista: ". . . la religión no es más queel reflejo fantástico, en las cabezas de los hombres,de los poderes externos que dominan su existenciacotidiana: un reflejo, en el cual las fuerzas terrenascobran forma de supraterrenas.',20

- Pero para que las fuerzas terrenas adquieran laforma de extraterrenas es necesario desdoblár el mun-do real en el del más acá y del más allá, en terrenaly extraterreno, colocar el mundo no terreno encimadel terrenal. Engels dice en Ludwig Feuerbach, queel desdoblamiento del mundo comienza con la crea-ción de las ideas acerca del alma.2l

El animatismo, que surgió en una etapa determi-nada de desarrollo de la sociedad primitiva, no cons-tituye aún una forma de religión, ya que no existeel desdoblamiento del mundo y la oposición de ésteen extraterreno y terrenal. Las fuerzas terrenas nohabían adquirido aún la forma de extraterrenas. Aun-que el animatismo todavía no es religión, es el ca-mino para crearla.

_ En lo que respecta al totemismo, el fetichismo yalgunas otras formas de manifestación de Ia ideologíáprimitiva, hay que reconocer que de hecho to sonindependientes. De un modo o de otro se hallan rela-cionados con el animatismo o el animismo. Cuando,

:o F. Engels, Antl-Düh.nng, Editorial Grijalbo, S. .A., Méxicof§, pas. 313.:: C. Ma¡x y F. Engels, Obrcs escogridas.

-i8

por ejemplo, el hombre primitivo ve en el animal unser idéntico a é1, eso es una manifestación de anima-tismo. En cambio, el considerar que los espíritus exis-ten con apariencia de animales o reconocer que losanimales tienen alma, cae de lleno en el campo delanimismo. Hay que tener también en cuenta quedurante el predominio del animismo existían nume-rosas reminiscencias del animatismo, que se conservanen parte también en religiones posteriores.

Por consiguiente, el animismo es la primera formade religión, que predomina en lo fundamental hastael fin de la sociedad primitiva.

Como ya hemos dicho, en las condiciones propiasde la sociedad primitiva la religión era consecuenciatanto de las enormes dificultades que encerraba parael hombre la lucha con la ¡.aturaleza y la propia exis-tencia, como del carácter primitivo de las fuerzas pro-ductivas. La impotencia del hombre ante la naturale-za, condicionada por el bajo nivel de desarrollo de laproducción social, era un fenómeno social, el cualcreó por vez primera las condiciones para que sur-giese la concepción religiosa del mundo.

Las relaciones de producción del régimen de lacomunidad primitiva, ¡elaciones de colaboración yayuda mutua, no constituían la fuente social de lareligión. Pero estas relaciones de producción eranresultado del débil desarrollo de las fuerzas produc-tivas, que condicionaban la impotencia del hombreen su lucha con la naturaleza, la imposibilidad deproducir individualmente y, al mismo tiempo, de ex-plotar el trabajo de otras personas, ya que el trabajodel hombre primitivo no proporcioflaba aún productoexcedente. La base económica de la comunidad primi-tiva era la propiedad colectiva de los medios de pro-ducción. No había clases, no existía la explotación delhombre por el hombre, y la distribución se realiza-ba en beneficio de todos los miembros de la sociedad.

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Naturalmente, de lo expuesto no se desprende quelas relaciones de producción del régimen de comuni-dad primitiva no influyeran absolutamente sobre elcarácter y el contenido de las concepciones religio-sas. El sistema económico de aquella sociedad hacíaimposible una diferenciación notable de los espíritusen las religiones primitivas, al suprimir en ellos di-ferenciaciones jerárquicas. Los espíritus aparecen for-mando una especie de conjunto, están poco indivi-dualizados y se diferencian tan sólo por pertenecera una u otra categoría. Así es como se separan de lamasa general los espíritus de las aguas, de los árbo-les y de los bosques, de los volcanes, etc. La dife-renciación ulterior de las fuerzas sobrenaturales estárelacionada con la división de la sociedad, la apari-ción de elementos de explotación y el nacimientó delas clases.

Los ideólogos burgueses tratan por todos los me-dios de embellecer el papel que desempeña Ia religróncuand<.¡ aparece. Por ejemplo, el francés A. Mallverhabla de "los enormes méritos de las religiones anti-guas para con la humanidad".22 Considera que du-rante la infancia de la humanidad, la religión ejercroun influencia attamente benéfica. Constituía entonces----escribe- el órgano fundamental del progreso, ysin ella la humanidad seguiría hundida en la barba-rie".23 F. Brentano afirma que "la religión propor-ci<¡na al hombre la máxima felicidad".2a

Pero semejantes afirmaciones de los ideólogosburgueses no merecen siquiera ser objeto de crítica.La religión, que tiene su origen en la opresión queexperimenta el hombre bajo el peso de las fuerzas dela naturaleza, no podía por menos de reflejarla, y aconsecuencia de ello, debido al propio carácter de

:z A Mallevefi, Cietci¿¡¡ lbfdem,,¿ f. Breutano, Religb

y "eliry,ioe-

utd, Philoaofiúe.

la provección religiosa, que eleva las fuerzas terre-nales al rango de supraterrenas, deificó y perpetuóesa dependencia de las fuerzas de la naturaleza. ¿C6-mo se puede hablar de carácter progresivo, de "in-fluencia benéfica" y de "enormes méritos" respectode una ideología que es resultado de la debilidad yla impotencia? ¿Puede una ideología que refleja laopresión de fueizas externas ser instrumento del pro-greso histórico? La religión ha infundido siempre enel hombre la esperanza de una ayuda sobrenatural,debilitando su lucha por el progreso social.

El desarrollo progresivo de la sociedad no se hallevado a cabo gracias a la religión, sino a pesar deella. Lenin, al criticar las concepciones de los teó-gonos que afirmaban que la religión es un complejode ideas, las cuales despiertan y organizan los sen-timientos sociales y refrenan el "individualismo zoo-lógico", escribía: "En realidad, no fue la idea de Diosla que refrenó el «individualismo zoológico» sinoque lo refrenaron la horda y la comunidad primiti-vas. La idea de Dios siempre ha adormecido y debi-Iitado los <<sentimientos sociales>>, sustituyendo lo vi-vo por la carroña, despertando siempre ideas deesclavitud (de la peor esclavitud, de la irreparable)." 20

La religión ha constituido también un gran perjuiciomaterial para la sociedad, ya que los sacrificios, losenterramientos y los demás ritos, han obligado alhombre a gastar de forma improductiva sus bienes depor sí escasos, sus alimentos, etcétera.

Hay que tener en cuenta, además, otro aspecto dela cuestión: la circunstancia de que la ause.rcia de re-ligión en los estadios iniciales de " la sociedad hu-mana se deba al nivel aún más bajo en que se en-contraban la sociedad, el hombre y el pensamientohumano. Por eso, el nacimiento de la religión no só-

25 V. I. I-enin, Obras.

,,r04l

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Lo es consecuencia de la debilidad del hombre pri-mitivo en su lucha con la naturaleza, sino tambiéndel desarrollo de su intelecto en dicha etapa.

3. Raíces sociales de la religión en la sociedad clasista

Cuando surge la sociedad clasista, aparecen las

nuevas causas que originan la religión, debido a locual ésta modifica ampliamente su forma.

La sociedad esclavista fue la primera formaciónclasista antagónica en la historia de la humanidad. Demodo semejante a como en cualquier sociedad divi-dida en clases, las ideas dominantes son las de la cla-se que ejerce su poderio en las esferas económica ypolitica, las religiones de la sociedad esclavista ex-presan, ante todo, los intereses de las clases de losdueños de esclavos.

La explotación de los esclavos por sus propietariosconstituyé, como se sabe, la más dura y cruel de todas

las formas de explotación.A primera vista parece que esta explotación su-

prema debería verse completada con la más intensaesclavización espiritual de las masas trabajadoras pormedio de la religión. Sin embargo, la realidad es muydistinta.

Con los esclavos, a quienes no interesaban en ab-soluto los resultados de su labor, se empleaban, paraobligarles a trabajar, los más bárbaros procedimien-tos de violencia física. Para los esclavistas no eranpersonas, sino cosas; los esclavos se regían por ,lasi"y"r qr" regulaban la posesión de los objetos.20 Sus

dueños los miraban como a instrumentos parlantes,v por eso no utilizaban la religión en calidad de pro-teáimiento para crear en la conciencia de la masa

de esclavos el espíritu de sumisión hacia los señores.

:e Véase: A. ltrallon, Hístoitr de h, eschtiútt/l, e¡ el munilolr¡!ryo.

a^,

Las leyes de la sociedad esclavista despojaban a losesclavos de todos los derechos civiles --el derechoal matrimonio, a la familia y a la propiedad- y delderecho a participar en las ceremonias religiosas.2?Los dueños ¡o forntntaban entre los esclavos la re-ligión. Simplemente, lo que hacian era no dejarlestiempo para ocuparse de ella. Los ideólogos de losesclavistas consideraban que el esclavo debía traba-jar o dormir, aunque dedicando al sueño el menortiempo posible.2s

Naturalmente, semejante forma de explotacióncarecía para el esclavo de todo fundamento y justifi-cación ideológicos, y no había ideología capaz de re-conciliarle con semejantes formas de existencia. En'su resistencia a los amos, los esclavos les oponíanla fuerza material, recurriendo a la constante inuti-lización de los instrumentos de trabajo y levantándosecontra sus señores con las armas en la mano.

La ciencia histórica posee pocos datos acerca delas ideas que servían de bandera a las sublevacionesde los esclavos. En general, sólo se puede decir queo bien trataban de restablecer las relaciones del ré-gimen gentilicio o bien intentaban convertirse ellosmismos en dueños y poner a los esclavistas en sulugar.2e Al referirse a los más importantes movi-mientos de esclavos en el mundo antiguo, F. Bdmerrelata que ni la sublevación de Espartaco ni la deEuno de Euna poseían antecedentes filosóficos o re-ligiosos.so

Los esclavos, como clase social que ocupaba de-

zz A. Vallon, Historía ile la esclauituil en el munilo antigerc.28 Véase: A. I. Tiuménev, Hisúoria ile los socieila"des esct¿-

uistas ontíguas.2e Véase: L, A. El¡ritski, "Sobre la historia de Ia ideología

revolucionaria del helenisno", en Boletín ile histot'ta ile la anl-ttro mund.íol, 195?, ns 6.

30 F. B6mer, Untersuchungen über ilie Reli9ion il¿r S*l¿oe¡i¡ Gneche¡lonil unil Rom.

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terminado lugar en el sistema de la producción, ca-recían de religión clasista propia y no manifestabansu protesta en forma religosa.sl Constituían una masaheterogénea, eran personas pertenecientes a naciona-lidades distintas, que hablaban idiomas diferentes ycuyos puntos de vista no podían tener una continui_dad más o menos trascendental, ya que, por reglageneral, carecían de familia ,, y lu clase que integia_ban se complementaba corrientemente deide fueia.sELa esclavización de la población libre del país (es_clavitud por deudas) estaba limitada, y e, 1".

'ro_

ciedades esclavistas desarrolladas, incluso prohibidapor la ley.8a Los esclavos conservaban en io funda_mental Ia religión que habían heredado del período enque eran libres, y gue, debido naturalmerite a su dis_tinta procedencia, no era la misma para todos. Bajola esclavitucl, las propias condiciones de existenciareforzaban su fe en las fuerzas sobrenaturales. perouna ideología religiosa común, propia de los esclavoscomo tal clase, no existía. En la iociedad esclavistano hubo movimientos religiosos, semejantes a losde_ Ia principal clase explotáda de la soéiedad feudal-los siervos-, y mediante los cuales manifestaba

-31 "No se puede hablar de una verdadera religión de losesclavos como de la religión ae un est"m""ii o ¿" una capasocial"; esa es la concluJión "

q"" fi.g" ñ. -É6_""

en lhnter_strchungen über ili,e Retígíon der- Sktaoíi tn ér¡echentand undRarn.32 Los esclavos solo tenían la posibiüdad de crear una fa_milia en _c_asos muy especiales, -*o ,"rrrtt"aá au ar. servicioirre-prochable. véase: M. N. Meiman, ,.r*J"*-u"to" económicosde la sociedad esclavista',, en revista ir";.d"*;i" istnrii o shkoleiErrseñanza de la Historia en la escueial,-ilSól

"o r._ 33 En Atenas, en el siglo $ a. n. e., el esclavo típico erael comprado. (Véase: E. r.. Kazab€vich, ,El termino ¡oÁo, V-LicoDcepto de .esclavo, en Ia Ate¡as del siglo ¡v a. n. ál',,

""Boletht de historla antigiuo, 1g56, ns 3. r

^ -:, I,a esclavitud por deu.t"c fue afuüda err el Atica porSoión {s!gl_-o u 1: n. e.), pero ya había Sao li-itaaa anteri-or_:oote. lVéase: Y. A. Lentsnan, ,T.os esclavos en tas leyái deSo¡oB-, ea Boletín de hiattaztr- o*i¡¡ua, 19Sg, J ll

-

ésta su protesta contra el régimen (en forrna de he_rejías religiosas). Semejantes herejías, que reflejasenlos intereses de clase de los esclavás, no-las conoce lahistoria de la sociedad esclavista. Tampoco fue reli_gión de la clase de los esclavos el crisiianismo, quesólo surgió durante el proceso d.e descomposición'dela sociedad esclavista, como resultado del nacimientodentro de ella de un nuevo régimen, el feudal. Esdecir, que el cristianir*o

"po*.ió como productoideológico de un nuevo régimen social en g"rtu.ió.,(sobre ello trataremos más adelante).a6

En la sociedad esclavista la retigíón no consiguióalcanzar el valor de nexo explícito -entre la clase ex_plotadora y la de los exploiados, no logró unir losuficiente a estos últimos

"r, ,., fe hacia la divinidadde los explotadore..rl {".obstante, sería erróneo pen_sar que en dicha sociedad la religión no represeniabaun instrumento de explotación.

. -Toda Ia población de la sociedad esclavista se di_vidía. en libres y esclavos. Las clases principales eranlos dueños y los esclavos. Sin embar§o, la poblaciónlibre. no la integraban únicamente los"esclavistas, en_tre los que figuraban los grandes terratenient.r, lo,propietarios de los talleres de esclavos y tambiénlos comerciantes, los usureros y los recaudadores decontribuciones. A la población libre pertenecía tam_bién la clase de los pequeños-produ.tores, integra_da por campesinos y artésanos.Bi

- as F5to misno se refier-e, probablemente, al islamisn6. .,Tas1níces del islamisno ---cscriú'ñ. ;. pig"iiá1,j."1"_ estaban sinduda -alguna Iigadas a la apariciá" á":1".J*raciones feuda_les.. ." (El woblena de t* :;Vf--l"t*i¿iñ""' esctatsista y to99""ry d.et feuitati.srno, revista Vrer;A -ír¡;;; _Cuestiones dehistoria-.)

e0 Ió dicho no se reJie¡e al cristianismo, que no surgió co-mo resultado de las relaciones sociales aet'r3gimen u*i"ri"t".- sr- Sobre esto véase con más detalte: §. f,. flt"fr""¡.", ; S"¡*las . clases y la estructura ae cUsus á" l.-.oii"a"a esclavistaantigua", et Boletín ile historia, oitls"i, f95f,"i, l.

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El régimen esclavista se basaba en la explotacióndel trabajo de los esclavos. Pero también erán explo-tadas las amplias masas de pequeños producto-res,aunque no de forma tan grosera, ya que con ellosse alternaban las medidas coercitivas con las persua-sivas. Al contrario de los esclavos, los pequeñós pro-ductores eran, en lo fundamental, de la-misma .r".io-nalidad, hablaban igual lenguaje y tenían grandesposibilidades de comunicarse unos con otros. Dispo_

i"." d." más -tiempo para ocuparse de la religi'ón.Bajo el peso de las fuerzas de la naturaleza, expiota-d.os .n9r los grandes esclavistas, obligados a lucharsin éxito con el trabajo de los esclavós, mucho máseconómico, y cuya competencia, en fin de cuentas, nolograban resistir, los campesinos y los artesanos sevolvían de cara a la religión. La ólase de los peque-ños productores fue una de las causas qr. p"i-iti"-ron la existencia del régimen esclavista, a pesar deno ser la principal dentro del mismo. Semejante esta_mento de ciudadanos libres sirvió para completar elejército que necesitaba dicha socieáad.

Los esclavistas estaban interesados en mantenersumisa a esta masa de productores libres, y en estesentido la religión representaba para ellos una granayuda.

Tampoco era totalmente idéntica la situación deIos djferentes grupos de esclavos.B8 La explotaciónmás feroz recaía sobre los que trabajaban en la agri_cultura. Esa era, por ejemplo, la situación de

-losque se hallaban adscritos a los latifundios, las gran_des posesiones de la aristocracia esclavista roriana.

se En la anügUa 9"""i" s¡i5fían va¡irq decerps de términospara denominar las diferentes categorías de esclavos. Semejanteabundancia de términos refleja, "ñU" oU""

-coor, 1"" distintasfu_entes de la esclavitud y lai diferencias qu"- oe""¡r. la situa-ción de unas u otras canai. de es-cJavos fiail, y. .d I*;til;,

"-Sobre los términos del^ griego "U"i"o

p'r."-I"oo-irrr" a los es-clavos", en Boletlw de histoña ontisual Uái-ií Z.l

16

También eran muy duras las condiciones de los quetrabajaban en los grandes talleres, las minas, etc.Algo más suave era la vida de los esclavos cualifi-cados, de los que ejercían el servicio doméstico y deIos esclavos por deudas. Ciertos grupos de esclavos,cuya situación era relativamente más llevadera, tam-bién podían adherirse a la ideología religiosa que do-minaba en la sociedad esclavista; sin embargo, esono se refiere a la masa fundamental de esclavos, paÍaquienes la religión de dicha sociedad era totalmenteextraña.80

El papel de la religión, la intensidad de su in-fluencia en los diferentes aspectos de la vida socialde la sociedad esclavista, dependía en gran medida delpapel que desempeñaban las clases no esenciales. Eraproporcional a la irnportancia que ejercía la clase delos pequeños productores en la producción social.Cuanto mayor era el desarrollo de la sociedad escla-vista, menor era en la producción el papel de loscampesinos y los artesanos, cuyo trabajo se veía des-plazado por el de los esclavos. Por eso, la sociedadesclavista desarrollatla estaba integrada esencialmentepor esclavistas y esclavos. La influencia de los pe-queños productores en la vida social era mucho me-nor, y de ahí la escasa importancia de la religión.

El mundo greco-romano representa la fase supe-rior de desarrollo de Ia sociedad esclavista, que hallóen él su culminación y su representación más pura.Por eso, para poder caracterizar la religión del ré-gimen esclavista es necesario recurrir ante todo a lospaíses en que la esclavitu d alcanzó su mayor flore-cimiento, es decir, a la Grecia de los siglos v-rv a. n. e.y a la Roma <le los siglos rr-r a. n. e.,40 aunque sin

sg "El Estado -y el culto oficial era parte de dicho Estado-era en Roma tabú para los esclavos,', escribe F. Biimer, U¡-terzuchen über die Religian iler Sklaaen in Griechenl.onil, lunilRom.

¡o Sobre el florecimiento de la esclavitud en el mrrndo en-

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olvidar, al mismo tiempo, las particularidades de laesclavitud en otros períodos de la historia y en otrospaíses.

El número de esclavos en los países del mundogreco-romano alcanzó una cifra extraordinaria, quesuperó en mucho el número de ciudadanos libres.alPara conservar su poder sobre tan enorme masa deesclavos, los esclavistas se vieron obligados a agru-par a su alrededor a la población libre, dándole cier-ta participación en los resultados del trabajo reali-zado por los esclavos. Esa parte se reflejaba en lasdistribuciones que efectuaban por cuenta del erario,en los espectáculos públicos que organizaban, etc. Laconsoliclación de la población libre agudizaba al má-ximo la contradicción principal de la sociedad escla-vista, que se manifestaba como contradicción entrelos esclavos y los hombres libres. El desarrollo al-canzado en el mundo greco-romano por la democra-cia esclavista se basaba en la explotación más ferozde eno¡mes masas de esclavos. Esta democracia y elpapel, relativamente pequeño, desempeñado por lareligión en la sociedad esclavista desarrollada, teníanuna base económica común.

El bajo nivel de expansión de las fuerzas pro-ductivas en la sociedad esclavista y la circunstanciade que la religión no pudiera ser utilizada como armaideológica contra los esclavos, dieron lugar a que enaquella etapa de su desarrollo desempeñasen un granpapel Ias fuerzas personificadas de la naturaleza. Noes casual que los dioses supremos en los países delmundo antiguo fueran Zeus (en Grecia) y Júpiter (enRoma), que encarnaban las terribies y potentes fuer-

tigtto, véase: A. L Tiuménev. Histori¿ d,¿ los socíedndes escl¿-oístas antíguas.

¿l Sobre el número de esclavos en la antigua Grecia véase:A. Bonnard, La cíuílizacun $íego; A Wallon, Historu ile laesclaoituil en el mtnilo ontrgruo; J. Bu¡ckha¡d\ Gesam,m.elteWerke.

-+8

zas de la naturaleza. Las esposas son respectivamenteHera y Juno, diosas del cielo. Dioses muy importan-tes eran Poseidón, al que corresponde en Roma Nep-tuno, señores de 'las aguas. Toda la naturaleza se

hallaba poblada d'b diferentes divinidades (náyades,dríadas, sátiros, nereidas, tritones, etc., en la religiónde la antigua Grecia). Al mismo tiempo se divini-zaban también fenómenos sociales como la guerra, lajusticia, etc., pero su personificación aún no llegó aocupar una situación preponderante dentro de lasfuerzas sobrenaturales.

La vida social del mundo greco-romano, en la épo-ca de su florecimiento, se caracteriza por una ciertalibertad de pensamiento, hecho que señala Marx.a2

El hecho de que la religión tuviera relativamentepoca importancia en la vida social de los Estadosesclavistas desarrollados facilitó el auge de la cien-cia, el arte y la cultura. La debilidad de la ideologíareligiosa y el florecimiento de la cultura en la socie-dad esclavista tienen como base el sistema esclavistade producción, que en el mundo greco-romano erael imperante. Por ejemplo, al período de mayor des-arrollo de la sociedad esclavista de la antigua Greciase hallan ligados los extraordinarios éxitos de la fi-losofía (Heráclito, Demócrito, Epicuro, Aristóteles).Lo mismo sucede al arte, el cual dio al mundo crea-ciones que continúan "sirviendo, en cierto sentido, denorma y de inigualable modelo".§ También fueronmuy grandes las realizaciones de la literatura (Es-quilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes), la escultura(Mirón, Policleto, Fidias, Escopas, Praxiteles, Lisi-po), la arquitectura 1el Partenón),"etcétera.

A la debilidad de la ideología religiosa correspon-día una relativa debilidad de los sacerdotes, tantoen el aspecto económico como político, la cual no les

rz C. Marx y tr.. Engels, Obrcs.rs lbídesr.

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Page 26: Las Raices de La Religion

p€rmitía influir activamente en las distintas facetasde la vida social. Este hecho io-..frir" incluso loshistoriadores reacciona.rios de l; ,;ii;;", q;";;.;;:gan a todos los vientos el papel b"r?fi.o que, segúnelloq jue*a la..religión .r, '1"'"id; e"; pueblo. ,,Los

grregos -escribe A._ Menzis_ fueron "i pr.fio qr"me.nos experimentó

-la influencia de la autoridad re-ligiosa." aa En Grecia no existá-iliüro, sagrados,,,"rF!1 poco desarrollado el aspecto dogmático de lareligión y los sacerdotes no ilágaron I .", ros recto-res del desarrollo de la ciencñ. L;r- sacerdotes noconstituían una casta especial, y ut pro""dimientopara obtener el cargo solL ser'"í -irrrro que se uti_lizaba con resoecto a otras fu.,.iorres de direccióndel Estado.a6

Eso no quiere decir, cl¿ro está, que los sacerdotescareciesen totalmente de fuerza "" il ,""¿o artiguoy que.,no influyeran en la vida social. La negativa acumplir con el culto implicaba el pJig;" de ser acu_sado de_ateo, lo que se ca-stigaba á;lr:. con la penacapital. La historia conoce-loJp.o."ro, á" arr"*agár-"{Protágoras y Sócrates, en los que la

"."r""i¿., de ateís-rno fue, si no la causa, po, ü menos ,i "f p*t"*tá.También es conocida la'importan;i;;;" se daba enel mundo antiguo a las profeci". a. lol-o.¿.rloq qr;frecuentemente ejercían g.r,lifr*""ir' ,ou." la mar_cha de tos acontecimienios p"irti;;;.;i papel de lareligión y de los sacerdotes

""."u"11tr.- notablementedurante-los períodos ae c.isis!u"'-.l"Jr."aian en lassociedades esclavistas antiguas. I-"

-li-üt"¿ de pen_samiento del mundo antigu"o

"r" ;;i';;lativa, y sólo::j:,1,I::ta,al comparai"l pap"iáírá ,.rigión y susorganrsmos en algunas otrás instituciones sociales.Fn. comparación con el .mundo gr".o_ro*"no, l¿esclaritud en el antiguo oriente ,."iiri"rt" una serie

r+ A. Menzies, Hísto¡ia it¿ ta religür,..5 l'éase: A. Bonnard, 14. -;íD;i;;;á

$iesa.3l

de particularidades. Se caracteriza por su lento rit_-g q" desarrollo y porque no llega a alcanzar el ni-vel de Grecia y Roma, .r,

"o*puinción con los cua_

les constituye una f¿se mucho más inferior. El númerode esclavos era bastante reducido en Oriente, y encomparación con los hombres libres nunca tiega alas cifras del mundo greco-romano.ao

. Lo-r rasgos especificos que ofrece el desarrollo dela esclavitud en el antiguo briente sirvieron para de_terminar las particularidades del régimen social y laideología de los Estaclos que lo inÉgraban.

l.a-actividad principal del Oriente era la agricul_tura de regadío. I-os desbordamientos periódiás delos grandes ríos exigían de la población complicadasmedid.as de_ irrigación, lo que oLligaba a preparar es_pecialistas lo suficientemerte aptof para plrticipar enla producción, así como a intereürlor'.,

"i."ruttido de

su labor, cualidades que no poseian los esclavos. poreso, en Orierte, junto a lá chse de los esclavos,Ia comunidad rural adquiere gran importancia en eldesarrollo económico. Sir, .*b'argo, lás comunidadesaisladas no se hallaban en cond"iciones de efectuarcomplicados trabajos de irrigación y mantener enDuen estado Ios sistemas de regadío. Era necesariocoordinar en todo el país la actiiridad de las diferen_tes colectividades rurales.

-. f,a agricultura comunal fue Ia base económica quedio.lug¿r a. Ia aparición de los déspoias orientales.r ooas las tlerras del país se hallaban en manos delEstad.o. T-.a posesión comunal de las iierras estabacompletada por la propiedad estatal del suero. Sora-T"lJ" el Estado, con su poder, estaba en situaciónde llevar a cabo en todo "i t..rito.io lis trabajos deirrigación. Si la consolidación ¿e ta pl¡lación librehabía dado lugar en .los países á"i *'""a, greco_ro_mano a la democracia eiclavis ta, y ei papel de la

re Véase, V. I. Avdíev, Hístoría d,el antiguo Oriente.

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religión en la vida de la sociedad era bastante redu_cido, en cambio la estratificación de la población libreen Oriente condujo al despotismo escüvista, qr"-r.vio complementado por el papel importante que des_empeñó la religión en los Estados que lo irrtágrat"i.

Las comunidades campesinas esiaban oblig"adas apagar enormes imptestos y a realizar diferentás pres_taciones en beneficio del Éstado esclavista. En Orien_te adquirió gran importancia el sistema de la servi_dumbre por deudas. Todo ello permitía a los grandesesclavistas explotar no sólo a Iás esclavos de

"su p.o_piedad, sino también a las masas de campesiro, qu"

integraban las comunas, debido a lo cual la religián,como factor de explotación, adquiere en Orient. !rr"importancia.

La religión cultivaba ampliamente los elementosque justificaban la explotación de las amplias masastrabajadoras por el Estado esclavista. Los^dioses, queal principio personificaban las fuerzas de la .,aiuia_leza, se convierten en protectores del poder estatal.Por ejemplo, el dios dél sol, Shamash, se convierteen protector del poder- del rey de Babilonia. En pro_tectores del Estado, del rey y del poder real se trins_f,o,lman en Egipto paulatinaáerte, po, e;emplo, Ori.i.ldios de la naturaleza- que muere y qúe resucita) yHorus (antiguo dios dei sol). pero lu'.o., no se de_

::"^,]" f,t _este. apoyo q"."

. !3 religión presta al poderrear. _b.l proplo rey es deificado.az Loi monarcas quese hallan a la cabeza de los E,stados son declaradosdioses. En los manusc.ritos del antiguo Egipto seutiliza

"1.."I:T" jeroglífico pu." ,"pñ.entar a diosv al rey.as Sólo los reyes están facujtados para efec_

r: Véase: V. I. Avdíev, ,.La. ideología de Ia deificacióu delrey y del poder real en el antiguo EgT'a;, eI revista lstarik_mar¡isr lEl historiador marxistaf, 1$s:;;rl ii. m el mundoeatiguo, la deificación a. U páúir" d"i ;; ü'tan solo propiacle lif llltimas etapas de a""ári"-ú.-tJ'ú'i"il=no-"rrol.ti A. Erman, Dic Relision ¿"r'Á"iñá'." '

52

tuar los ritos religiosos de gran trascendencia. En Ioque respecta a ellos, el culto a los muertos adquiereextraordinaria solemnidad y esplendor.

En el Oriente esclavista, donde reinaba una con_cepción religiosa del mundo y donde la ideología re_ligiosa impregnaba ampliamente .toda la cultira, elsistema sacerdotal desempeña en Ia vida social unpapel más importante que en el mundo g.reco_romano.En Oriente, los sacerdotes poseían incalculables ri-quezas y constituían una potente organización eco_nómica. Tal era, por ejemplo, el caso aá fgipto, clondelos sacerdotes eran dueños de 1/S a l/{ áe toda lasuperficie del país.ae

En Oriente hace ya su aparición una literaturaritual (por ejemplo, el Libro dé los muertos, en Egip_to), y todo el sistema de la enseñanza y la educac-=ió.,va a parar a manos <le los sacerdotes, así como laactividad científica, que pasa a ser monopolio de sucasta. En cuanto a la formación de los nuevos sacer_dotes, son ellos quienes se encargan de llevarla acabo. Todo esto ejerce un reflejo négativo en muchosaspectos de la vida social del antiguo Orientc. Losintentos del poder real de limitar la fuerza clel ins_tituto sacerdotal fracasaron inevitablemente, comoles sucedió en \{esopotamia a los reyes de la dinas_tía de Ur-Nanshe en el siglo xxrv a. n.

". .ryo intento

de acabar con el poder sacerdotal fracasó, ?ando lu_sar a su total restablecimiento y a la desaparició¡de la dinastía. Los sacerdotes egipóios también lnfluíannotablemente en toda la política estatal. Los esfuer_

_ re Véase: M. A. Reisner, I_as iil,eóloé" ¿" O¡iente" ,,Con

YI*r üI (XIX,din3$a), et cual aánd a tos templos 113,483esc-ravos, ,Ios templos tebanos poseían un territorio ae Z,$S k;r,911?,:scl3vos y a!t,362-cabezaq ¿" á"".a..-i-" ternplos de He_r.ropous eran dueños de {41 kmz de tierra, 12,g68- esclavos y§.5ll c"bezas de ganado, los de tvlenri;,;;'?.t km¿ de tiena,3,0?9.esclavos y.100tz cabezas d" ;-;á;.;jCi Enschten, Ori-ger dc b rclisiiin.)

53

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zos de los faraones para acabar con su preponderan-cia no dieron el resultado apetecido. Amenhotep IV(Ikhnatón, 1424-1388 a. n. e.) adoptó grandes mcdi-das contra los sacerdotes principales de Tebas, conel fin de realizar una reforma religiosa que sustitu-yese los cultos anteriores por el culto al dios únrcodel sol, Atón. Sin embargo, sólo logró tambaleartemporalmente la potencia de los sacerdotes. Duranteel reinado de lc¡s sucesores de Ikhnatón, el poder sa-cerdotal fue restablecido, volviéndose a los antiguoscultos, incluyendo el del dios tebano Amón. La épo-ca de las reformas religiosas acabó con el triunfo delpotente sacerdocio tebano.6o

Las relaciones sociales de la sociedad esclavistacondicionaron, en fin de cuentas, la forma específicade las religiones esclavistas, el politeísmo. Al mismotiempo que se diferencia la sociedad lo hacen las fuer-zas sobrenaturales. De la masa general, poco dividi-da, de espíritus del animismo surgen los dioses delpoliteísmo. A diferencia de los espíritus, que se dis-tinguían únicamente por categorías, los dioses estánindividualizados, tienen nombre, y su número es mu-cho menor que el de los espíritus. Cada dios perso-nifica determinadas cosas de la naturaleza y de la vidasocial. Así, en Grecia, Zeus era considerado como elseñor del cielo; Poseidón, como el rey del mar; Ate-nea, la protectora de los oficios; Hermes, como elprotector dcl comercio; Deméter, la diosa del trabajoagrícola, etc.á1 E,n difcrcntes épocas y lugares, a las"funciones" principales de uno u otro clios se le agre-gan otras complementarias; pero, a pesar cle ello,cada divinidad es la personificación de fuerzas y fe-nómenos específicos de 1a realidad. Entre los dioses

s0 Véase: V. I. Avdíev, Lo refonna del antig:tto Egipfo,. R.A¡thes, Die Maat iles Echnaton t,an Ama.rna.

sr Véase: F. F. Zelinski, Lo rehglrl ilel ontígu,o Egi.pto;§. A Kun, Legendas y mitos d.e to onttg.ua G¡ecb.

del politeísmo se destacan los dioses supremos, queson los señores de los restantes dioses. Sin embargo,estos dioses supremos del politeísmo se diferencian ra-dicalmente del dios monoteísta. No son omnipotentes,en algunos casos 'los otros dioses actúan en contrade su voluntad (como sucede, por ejemplo, en muchosepisodios de la guerra de Troya, que refleja }{omero,y también los mitos). En los momentos de másresponsabilidad, el dios supremo decide, después deconsultar con los restantes dioses. A veces, los diosesllegan a luchar, incluso con éxito, contra el dios supre-mo. En la Iliada, por ejemplo,52 se describe el intentode Poseidón, Hera y Atenea de apoderarse de Zeusy de encadenarle, y sólo con la ayuda de otros dio-ses logra éste conservar el poder. En los Diálogos delos dioses, Luciano ironiza sobre el hecho de que Zeus"lleno entonces de miedo no sabía qué hacer, a pesarde que eran sólo tres, y de no haber intervenido Tetis,que sintió lástima de él y llamó en su ayuda a Bria-reo,63 el de los cien brazos, se hubiese dejado enca-denar, junto con el trueno y el relámpago".t4 Seme-jantes episodios, naturalmente, son inconcebibles enlas religiones monoteístas. En el Oriente esclavista,el poder del dios supremo era mayor que en las reli-giones de Grecia y Roma, pero incluso allí existíannumerosos dioses que manifestaban con respecto a éluna mayor o menor libertad de acción.

La idea de un autócrata celestial potente y únicono era propia de las religiones de la sociedad escla-vista desarrollada, que tenía una ideología religiosarelativamente libre. En Criente, en cambio, donde elpapel de esta ideología en la vida social fue muchomás importante que en Grecia y Roma, el politeismose hallaba más próximo al monoteísmo, llegando a

sz Homero, Lo llíailo.53 Briareo, mitológico gigante de cien brazos, hijo de Posei-

dón. Tetis, diosa del Mar.5r Luciano de Samosata, Obras ateas escogid¿s.

55

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veces, incluso, a transformarse en él (es el caso de lareligión judía durante los últimos siglos antes denuestra Era). Pero aun así, en el Oriente esclavista,la forma típica de religión era el politeísmo.

Un rasgo característico de las religiones de la so-ciedad esclavista es que eran religiones nacionales.Cada grupo étnico tenía su religión, cuyos dioses "de-fendían" a su pueblo y eran, al mismo tiempo, enemi-gos de todos los dioses de otras religiones. "Los dio-ses, moldeados de este modo en cada pueblo

-escribeEngels-, eran dioses nacionales, cuyo reino no pa-saba de las fronteras del territorio que estaban lla-mados a proteger, ya que del otro lado había otrosdioses indiscutibles que llevaban la batuta." 66 En losimperios esclavistas existían diferentes cultos religio-sos, de acuerdo con el conglomerado rle tribus y gru-pos étnicos que los integraban. Ni siquiera la uniónestatal más firme de la Antigüeclad -el Estaclo escla-vista romano- fue capaz de conseguir un culto úni-co. Los intentos de implantar, junto a los diosesromanos, la adoración de dioses más venerados porlos pueblos sometidos a Roma y de establecer unpanteón único para todos los dioses del imperio, fra-casaron. La religión única surge tan sólo durante elproceso de creación de una nueva sociedad en el senode la sociedad antigua, la esclavista, cuando se gestala crisis, la descomposición y la ruina del régimenesclavista, es decir, cuando se descompone el Impe-rio Romano. En la época de predominio del régimenesclavista, no hubo religiones mundiales, las cualesson propias de las formaciones antagónicas ulteriores.

El carácter nacional de las religiones esclavistaslo explican, en resumi<las cuentas, las particularidadesque encierra la explotación del trabajo de los escla-\-os. v es consecuencia inevitable de las relacionessociales existentes en la sociedad esclavista.

:; C. Marx y F. Engels, Obras escogiilns.

La explotación esclavista tiene un carácter exclu-sivamente coercitivo, que debido a su rapacería con-duce al rápido desgaste de la fuerza de trabajo. Coneste motivo, a la sociedad esclavista se le plantea elproblema de repori"er la clase de los esclavos, y comolos dueños no consideraban provechoso formarlos,óola única fuente de mano de obra éran el comercio deesclavos y la guerra. Los choques permanentes condistintos pueblos a consecuencia de la faerza de tra-bajo y las constantes guerras entre los Estados escla-vistas se manifestaban en cierto grado en el naciona-lismo de las religiones. Además, como la clase de Josesclavos se completaba a costa de otros grupos étni-cos, tanto los esclavos como los dueños eran funda-mentalmente representantes de esos distintos grupos.Los esclavistas procuraban reunir los esclavos a basede individuos pertenecientes a distintos grupos.67 Laheterogeneidad étnica de los esclavos facilitaba suexplotación y dificultaba en cierto grado las evasionesen masa y las rebeliones. Es decir, que los escla-vistas, que constituían la clase dominante, pertene-cían, al mismo tiempo, al grupo étnico más importan-te. Los esclavos, en cambio, a la vez que constituíanla clase de los explotados, eran los representantesoprimidos de otros grupos étnicos. Tácito reproduceel discurso del senador romano Gayo Casio con mo-tivo de la muerte, a manos de un esclavo, del prefectode Roma. Gayo Casio dice que los esclavos "son ex-tranjeros (nationes; palabra que denominaba a lospueblos extraños a Roma), y, además, personas cu-yos ritos no se parecen en nada a los nuestros, y suscreencias religiosas, si las tienen, qon también distin-tes a las nu€stras. A esta chusma (colluvries) no se

se Véase: A. Bonnard, La chtilízoción gríega.s: Véase: M. N. Meimad, Fundomentos ecotwnúcos ile b

Éi¿¡led, esclooirta".

57

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la puede dirigir más que aterrorizándola,,.5E La acti-tud despectiva de los esclavistas para con los esclavosiba acompañada del desprecio hacia ellos como repre-sentantes de otros pueblos. Al mismo tiempo ,e brr_laban de sus religiones, a las que consideraban extra_ñas. y enemigas. Todo ello halló su expresión en elcarácter nacional de las religiones de la^ sociedad es_clavista.

La doctrina del mundo de ultratumba, de los cas_tigos "en la otra vida", el infierno y el cielo consti_tuyen el instrumento más importante para esclavizara

- Los trabajadores, que permite a loi explotadores

educar a los esclayos en un espíritu de sumisión alrégimen existente. El juicio en la otra vida de lascuestiones terrenas trata de atemorizar a las masasexplotadas y, al mismo tiempo, consolarlas, prome_tiéndoles en el más allá recompensa y castigol inde-pendientemente de su posición social. pero como enla sociedad esclavista, la religión, según se ha dichoantes, no podía ser utilizada, por regla general, contrala principal clase trabajadora y eiploiada _los es_s!¿ye5-, la doctrina del castigá ,,en Ia otra vida,, noa.lcanz6 el significado que luego tuvo en las religionesde las sucesivas formaciones clasistas antagóniüs.

Los rasgos esenciales de la doctrina áel mundode ultratumba en las religiones de la socied.ad escla-vista se reducen a representar la existencia en el másallá como una continuación directa de ia vida terrena.La situación "en el otro mundo,, la d.eterminaba, antetodo, la posición social que el muerto ocupaba en vida,l¡ no en el cumplimiento de determinadas reglas mo-r-al9s, es. dec-ir, que se seguía conservando la áesigual-dad social. La "existencia en la otra vida,,, de li ge_neralidad de mortales, no se diferenciaba en nada teIa que habían tenido en este mundo. por ejemplo,

ss Cita tomada del libro de R. y. Vipper, Rotw g el crirtü¡*¡¡trro prbnítioo.

ia

según la creencia de los antiguos griegos, los reyescontinuaban en la otra vida administrando justicia,las almas de los so-ldados se dedicaban a realizar ejer-cicios militares, etc. Lo mismo hallamos en las reli-giones del antiguo Egipto.ú En este sentido, las re-ligiones esclavistas se diferencian radicalmente de lascorrespondientes a las sociedades clasistas posteriores,por ejemplo, del cristianismo.

En general, las religiones de la sociedad esclavistano se extendían a los esclavos,o que eran la masatrabajadora principal, y por eso la doctrina del mun-do de ultratumba y del castigo en la otra vida noocupó un importante lugar en las religiones de lasociedad esclavista desarrollada. En las religiones delmundo antiguo, donde las contradicciones de la so-ciedad esclavista se manifestaban en la más pura for-ma, la doctrina sobre el mundo del más allá estabapoco desarrollada, no se hallaba dogmati zad.a, y poreso se interpretaba de los más distintos modol, va-riando con la época y los lugares.0l S. Reinach señalaque los griegos tenían numerosas y variadas .,ideassobre el mundo de ultratumba, pero'no se tomaron eltrabajo de formar con ellas un sistema estructura-do. . . ".62

Pero como en el Oriente esclavista la diferencia-ción_ de la población libre fue más considerable queen Grecia y Roma, y las contradicciones entre los is-clavistas y los pequeños productores jugaron un ma-yor papel en la vida de la sociedad, lJ doctrina delmundo de ultratumba adquirió más importancia que en

. tn H: von Glasenapp habla de la analosía que existía, en lai:lerfretación de los egipcios, entre el otro mundo y el terrenal.(H. von Glasenapp, Die ni.chtch¡i,sttichen Relígíonen.)eo Las excepciones referentes a ciertos grupos dL esclavos,

cuya situación era relativamente menos durá, han sido señala_d"s anteriormente.6r Véase: S. Reinach, Orfeo.sz lbídem.

59

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las religiones greco-romanas. Sin embargo, en Orien'te también se consideraba que la salvación "en laotra vida" dependía más de la observación de losritos religiosos y determinados formulismos del cultoa los difuntos que del cumplimiento de las normasmorales en la vida terrenal. En Egipto el Libro delos muertos no podía faltar en ningún enterramiento.Los exorcismos que encerraban estos papiros prote-gían al muerto de los peligros que podía correr en eltranscurso de su viaje al trono de Osiris y duranteel propio juicio. La negación de los pecados en el jui-cio, 1o cual era posible gracias a los exorcismos con-tenidos en el Libro de los muertos, daba lugar a laabsolución. I)urante el embalsamamiento del difunto,se le extraía el corazón para que cuando fuese coloca-do en la balanza no testificase en contra suya.63 Ade-más, como señaló con razón J. Pléjanov, "la perspec-tiva del juicio divino no significaba que los egipciosdejasen de creer que las personas pertenecientes adiferentes clases sociales tendrían en la otra vida exis-tencias distintas".6a E,n otras palabras, la oposición delas clases seguía conservándose en el más allá.

Los apologistas de la religión cristiana señalan conraz6n la oposición que existe en este punto entre lasreligiones de Ia Antigüedad y el cristianismo. A. Men-zis escribe, por ejemplo, que el egipcio "creía podersuperar todo 1o que le era hostil si tenía preparadosdeterminados actos mágicos, aunque no poseyese uncorazón puro".6l Este rasgo de las religiones de tra

Antigüedad debe también su explicación a que la fun-ción de clase de la religión aún no había alcanzadoen la sociedad esclavista la importancia necesaria; a

63 V. V. Struve, E[ problema social ea d culto de los di-funtos cn el antiguo E8ipto, Ia ¡elisión I b &&d, colec-eión de artículos dedicados al estuüo de los fundamentos so-ciales de los fenómenos religiosos del muado a¡rti8uo,

6{ J. V. Plejánov, Obras ftb¡pfir,og err.pfui.o¡ A. Menzies, Hisúoria dé la rehgión.

0

que la religión no exigia de los esclavos servir a sus

dueños "de todo cotazón" -como

dice el propio Men-zis-, ya que no se dirigía a ellos, al no considerarlospersonas. Pero el $ominio de la ideología religiosa en

Oriente y el papel que desempeñaron los sacerdotesmotivaron el gran desarrollo que alcanzó el culto a

los difuntos y la doctrina de la vida de ultratumba,lo cual sirvió a su vez para consolidar la religión y re-forzar el papel de los sacerdotes en la vida socia1.66

Los pecados que se castigan en la otra vida se dis-tinguen también de los que condenan las religionesde las formaciones económico-sociales posteriores, en-tre otras, el cristianismo. En este caso la condena es

fundamentalmente indirecta, lo mismo que sucediacon los pecados contra los dioses en las religionesesclavistas, en las que semejante hecho constituía unaexcepción. Por ejemplo, en la mitologia griega tansolo son merecedores de sufrimientos eternos los mor-tales que realizaron acciones muy graves contra losdioses, como, por ejemplo, fxión, que faltó al respetoa Hera; Tántalo, que descubrió a los hombres el se-creto de los dioses; Titán, que ofendió a Latona, ma-dre de Apolo y Artemisa, etcétera.

En general, las medidas que se adoptaban eranmenos crueles. Por ejemplo, en la religión del antiguoEgipto, si el juicio de ultratumba era favorable al di-funto, este último se asimilaba a Osiris e iba a pararal país de los bienaventurados. En cambio, si el jui-cio era condenatorio, seria entregado a un monstruo"devorador" y destrozado por é1.67 Entre las religio-nes esclavistas, la doctrina del "castigo eterno" en elotro mundo no constituía aún un fasgo característico.

ee Sobre el papel de la doctrina del mundo de ultratumbaen la religión del antiguo Egipto, véase: V. V. Struve, EIailto o las ilifuntos en el antig.to Egipto; M. E. Matie, §obtz14 hürtoriir il,el ltbrepensa¡miento en el anttgao Egipto. Cues-tiotlee ile l.a histúi+ ile lo relr4ün g el atásmo.

t? V. V, Struve, El c¡rtlta a los ilifuntos en el Anttguo Eopto.

6l

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Pero después de la muerte son muy pocos los que al-canzan la "bienaventur.anza eterna", la cual queda re-sen-ada a los preferidos de los dioses. La mayoría delos mortales continúa llevando "en la otra vida" igualvida que "en ésta". Los enterramientos estaban deacuerdo con semejante idea. En los sepulcros se que-maban o colocaban junto al difunto los objetos deque se había servido en vida.68

Por consiguiente, las particularidades de las rela-ciones sociales en la soiiedad esclavista eran, en re-sumidas cuentas, el factor decisivo en la ideologíareligiosa, la cual se caracterizí por los siguientesrasgos:

1) Ia religión no desempeñó un gran papel en lavida de la sociedad esclavista desarrollada (mundogreco-romano), de ahí la poca importancia que al-canzó el instituto sacerdotal;

2) la personificación de los fenómenos sociales nollegó a alcanzar en la religión un papel predominante;

3) la forma religiosa típica del régimen esclavistaes el politeísmo;

4) las religiones esclavistas ofrecen carácter na-cional;

5) la doctrina del mundo ultraterreno representaIa existencia "en la otra vida" como una prolongaciónde la vida terrenal.

Otra cuestión en la que es necesario detenerse esel origen de la religión cristiana.

Si comparamos la ideología de la sociedad escla-vista, por un lado, y de la feudal, por otro, podremosobservar importantes diferencias en toda una serie decasos. Las religiones esclavistas se caracterizan porel politeísmo, por su espíritu nacional )' por la afir-

os Sobre el carácter de los enteramientos véase: H. Kees,!-oqnelauben ung Jenseitstsmstellunget il¿t a.ltzlt Aerypter; O.§euber! Tut-Ettch-Amun Gott in golder.e:l. sdrger.

6¿

mación de que las diferencias sociales se mantienenen el más allá. Las religiones feudales son monoteís-tas, adquieren carácter supranacional y defienden laidea de que en la ótra vida la existencia no dependede la situación social de las personas, sino de habercumplido en este mundo determinadás normas mo-rales. Estos principios dogmáticos son producto delas relaciones e intereses sociales que se manifiestanen aquel período.

Desde los mismos comienzos, el cristianismo sediferencia notablemente de la ideología religiosa es-clavista, y al mismo tiempo le son inherentes los ras-gos propios de las religiones existentes en la sociedadfeudal desarrollada.

Naturalmente, no se puede considerar casual lasubversión aportada por el cristianismo a la ideología,ni desligarla de los cambios experimentados poi laeconomía. El proceso formativo del cristianismo fueparalelo a la aparición en el seno de la sociedad es-clavista del Imperio Romano, de elementos corres-pondientes a las nuevas relaciones feudales.

Ese cristianismo surgió en el Imperio Romano, esdecir, en un Estado esclavista. Pero no fue resultadode las relaciones de producción esclavistas en tran-ce de desaparecer, sino de los gérmenes de las nue-vas relaciones feudales que se manifiestan dentro de lasociedad esclavista, fenómeno sobre el que llamaronpor primera vez la atención Marx y Engels:

"Cuando se habla de ideas que revolucionan todauna sociedad, se expresa solamente el hecho de queen el seno de la vieja sociedad se han formado loselementos de una nueva, y la disolución de las vie-jas ideas marcha a la par con la disolución de lasantiguas condiciones de vida.

"En el ocaso del mundo antiguo las viejas religio-nes fueron vencidas por la religión cristiana.,, og

as C. Marr( y F. Gngels, Obras escogi.il,as.

63

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A comienzo§ de la nueva era, la esclavitud entraen P.oma en una fase de crisis.To El modo de produc-ción esclavista había agotado sus posibilidades. Enaquel entonces la esclavitud no era rentable económi-camente. Las relaciones de producción dejan de co-

rresponder a las fuerzas productivas y entran en

conflicto con ellas. El creciente nivel de las fuerzasproductivas en la sociedad esclavista exige nuevas re-laciones de producción.?l Comienza vna reestructura-ción paulatina de todo el sistema económico escla-

vista. Los esclavos alcanzan la posibilidad de crearfamilias.?2 Se van suprimiendo poco a poco las ergás-tulas (cuarteles en los que se mantenía encerrados a

los esclavos), con su característico régimen presidia-rio. I-os esclavos empiezan a ser adscritos a parcelas

agrarias, a cambio de lo cual tienen que entregar unapárte de la cosecha o trabajar para el dueño un tiem-po determinado. De esta forma, la economía esclavis-ia se va transformando en régimen de servidumbre'Otro elemento del proceso de gestación de las rela-ciones de producción feudal es el colonato, sistemaque adquiere gran auge en aquella época y que con-

zo Ia mayoría de los historiadores soviéticos fechan el co-mienzo de la crisis, es decir, el conflicto entre las fuerzas pro-áudivas y las relaciones de produc'ción, a finales del siglo u'§itt "-b."go,

con anterioridad se observaron ya algunos de losfenómenos-característicros de este período. Eso se refiere espe-ci¿mente a las regiones en que la esclavitud estaba más des-a¡rollada. Véase: E. M. Shtaerman, L¿ crisis clel régnwn esclo'oistt en las pruñnfu.s occidentobs ilel lrnperb Romano.

?1 Entonces se inventó un nuevo tipo de a¡ado, que co¡s-tih¡.vó un importante perfeccionamiento de la tecrrica agríc'ola;t --¡i¿n adqrieren gran difusión las segadoras, los molinos de

agua, ete. Sobre el crecimiento de las firerzas productivas enáá'perlodo r¡éase: ,L P. KarüdáD' "Sobre algunas¿¡""oiiUf"t en la historia del establecimiento de las relacionesfeudates en el Imperio Rma¡o", en Boüetía d¿ h'sb'ü orttigttt',1!§I, ne 3.

zz En la época del Imperio, las famili¡< de e*lavos Se CorI-

vierten en un fenómeno c¡orriente. Vé¿s: A L Tiuménev" Ilis-t¿¡¡ir ¡le hs nctcilaÁ¿s each,oittu o*agw-

a

siste en explotar las tierras por medio de arrendata-rios, libres al principio, pero que terminan siendosojuzgados. Parte de los esclavos se convierten en co-lonos.?3 Paulatinariiente van desapareciendo las dife-rencias entre estos'distintos grupos sociales y todosellos pasan a integrar la clase única de los campesi-nos semidependientes. En la artesanía, los libertos pa-san a desempeñar el trabajo que realizaban los escla-vos. A principios del Imperio, la emancipación de losesclavos artesanos alcanza proporciones ingentes.?a

Este crecimiento de las nuevas relaciones progresamás y más en el transcurso de los dos primeros si-glos de nuestra era, y paralelo a él se va formando elcristianismo y ampliando su esfera de acción.76 Hayque señalar que, como sucede siempre en estos casos,la esfera práctica iba a la vanguardia de la jurídica.

La mayoria de los autores que participaron en ladiscusión relízada en el transcurso de 1953-1956 a tra-vés de las páginas de la revista soviética Véstnikdrevni istorii (Boletín de historia antigua. N. delT.), y que estuvo dedicada a la caída del régimenesclavista, aceptaron la tesis de que las relaciones deproducción feudal se desarrollaron en el seno delrégimen esclavista del Imperio Romano. Resumiendola discusión, el Consejo de Redacción de la revistaseñaló especialmente que "la clase a que pertenecetal o cual grupo social no la determinan naturalmente

z3 La masa eseucial de esclavos se funde paulatinamentecon la dase de los c.olonos. Véase: E. M. Shtaerman, .,El pro-blena de le caída del regimen esclavista", et Boletín ib hísto¡ioonbgr¿, 195i1, ne 2.

74 Véase: A. J. Tiuménev, Hisúoria ile.Ias socieiloiles escla-tsisfuts antigruos,

z5 En contra de la tradición eclesiástica, hasta la mitad delsiglo u, el cristianismo era poco conocido, Véase: A. B. Itano-vich, Los clríticos antígntos ilel crutinni^cltlo. No obstante, a fi¡ra-les del qigl6 ¡ y comienzos del ru, el cristianis¡ro alcanza rá-pidos éxitas. Véase: E. M. Shtaerman, "ras persecuciones decristiaDos e¡r el siglo 8", en Boletín ile histori.a antígrua, 1g10, nc 2.

us ¡r¡c*.--S65

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aspectos jurídicos, sino, ante todo, el lugar que ocu_pa en el sistema de la producción social,*6- No obstante, la situación jurídica de los explota_9or, y en particular de los esólavos, también .rruii"br.Baste decir, que ya durante la primera mitad del si-glo rr, bajo el emperador Adriano, los dueños teníanprohibido dar muerte a los esclavos.?r Más arriba noshemos detenido en el desarrollo del colonato y susreiaciones y en el paso de una parte de los esclJvos adicho sistema.

El cristianismo surgió, en todo caso en su corrien_te principal, como la ideología de las amplias masaspopulares, que manifestaban en forma ieligiosa suprotesta contra el régimen existente. La situáción delos agricultores libres, que se vieron transformados91 .sjerv9s, empeoró notablemente; no mejoró la con_dición de los esclavos, para quiene, u ,rrra forma deexplotación vino a sustituirla otra. Además, el Impe_rio Romano explotaba amplias capas de pueblos q^ueRoma había sojuzgado. En un principio, á través áelcristianismo se pusieron de manifieito los interesesde estas capas oprimidas.T8

El concepto de la primera etapa del cristianismocomo la religión de los esclavos, que tiene relativadivulgación en las publicaciones soviéticas, nos pa_rece unilateral.

En calidad de clase de la sociedad esclavista, los

¡a El problema ile la eaíila. ilel régimen esclal[sta. (,.Sobreras conclusiones de la discusión,,), . eátiiti i" ixt¡¡no á"Áin*,1956, ne 1.t_2,

-Hístoria Uniuersal, Moscú, El esclavo que no puede ..servendido, comprado ni muerto como un ""i^"il-a" h;ho ya ;;es esclavo, no se le nuede explotr.

""su;- ioi vie¡os proce_dimientos.

1t 9oTo señala Engels, .,el c¡istiani.uro surgió como unIrovrTrenb cfe los oprirnidos: al principio 5s h,nifesüi s6msla religión de los esclavg! y los ü¡"rt"l,- a" lJs pobres y loss| .!er9,Orq y de los puebloi sometidos t'R"-.--" airp".soi po.ell"". (C. Marx y F. Engels, Sobre lo ,it$U;nl

6

esclavos no podían expresar su protesta en forma re-ligiosa (de ello ya hemos hablado anteriormente),siendo esto posible únicamente cuando la sociedad cá_mienza a hacerse feudal.

Los cambios producidos en la situación de losesclavos hicieron posible su participación, junto conotras masas de oprimidos y explotados, en el movi_miento religioso. Sin embargo, ál hablar de la situa_ción social de los esclavos que manifestaban ,, p.o_testa en f<¡rma _religiosa, hay que tener en cuenta quelos esclavos adscritos a las parcelas agrícolar, urrr_que jurídicamente continuaron durante átgir., tiempocomo esclavos,T0 de hecho eran siervos, ei decir, ,e_presentantes del nuevo régimen social, y no del an_tiguo. Los libertos que se dedicaban a la artesanía,también mantenían con sus antiguos dueños deter_minadas relaciones, análogas a las cle los coionos conrespecto a los terratenientes. Con motivo de la eman_cipación en masa de los esclayos también se modificó1a situación de los que aún no habían alcanzado lalibertad.

En aquellas condiciones históricas, la lucha de lasmasas populares contra el yugo de la explotación nopo,iía dar los resultados necesarios. La lucha de losesciaros contra los esclavistas terminó con la des_trucción de las clases que participaron en ella. Lalucha <ie la clase en formación de los siervos contralas nueras íormas de explotación tampoco podía te-ner. éxito, v no sólo por el aislamiento en que sehallaban unos de otros, sino debido a la auseniia delas condiciones económicas necesarias para liberarse

- - tt 'jEl concepto de escl¿oo eri el siglo i a" .r. e. y comienzos*l .iglo rr., carece ya de_ un contenid-o único,, (O. e. not¡u"!,Sobre Ia diferenciacíón ile los esclauo, i" ño"ü en eL síglo t* ?. ". y comienzos d.el siglo lt, Memniias- áii nsátuto" pe-dtsós;ao Lenin d,e Moseú). Áa"-ár,

"orno * 1l ai"fro en pá_¡-=Jos anteriores, también' se modificó ta .ifu"ciOn jurídica del¿s esclavos.

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de la dependencia a que les sometía el régimen de ser-vidumbre. La clase trabajadora y explotada que aca-baba de surgir tenía aún que arrastrar durante losmuchos siglos que duró la Edad Media su pesadoyugo. Las sublevaciones de las masas populares noalcanzaban el resultado apetecido. Todo ello determi-nó la pasividad de su protesta, lo que reflejaron enforma religiosa.

El cristianismo fue la religión que se encargó deconsolar a las masas populares, las cuales elevaronsus miradas al cielo. Les hacía conformarse con lavida que llevaban, ofreciéndoles mejorarla en el otromundo. Todo ello permitió a las clases dominantesutilizar la religión cristiana en beneficio suyo y encontra de las masas trabajadoras, convirtiéndola en ins-trumento de explotación.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el cris-tianismo primitivo desempeñó un determinado papelen el movimiento progresivo de la sociedad. Engelsdenomina a este cristianismo "importante movimientorevolucionario".s El cristianismo primitivo refleja laprotesta de las masas populares contra el orden decosas existente. Si las religiones de la sociedad escla-vista, con las cuales hubo de enfrentarse, eran antetodo religiones de los esclavistas, es dssir, de los ex-plotadores, el cristianismo primitivo, en cambio, al-canzó amplia profusión entre las masas sojuzgadas yexplotadas, que, aunque de forma pasiva, protestabancontra el régimen.

Lenin señala el espíritu democrático y revolucio-nario del cristianismo primitivo,sl espíritu que se ma-nifiesta, primero, en su prcpagación entre las ampliasmasas populares, segundo, en que el cristianismo noera producto de la propia sociedad esclavista, sino delnuevo régimen social en gestación, que surge en el

so C. Marr( y F. Engels, §obte la flhgiort.tl V. I. Lenin, Obros,

68

proceso de descomposición de la esclavitud' El cris-tianismo, fruto de unas relaciones económicas nuevas,

estaba orientado de hecho contra la vieja ideologíaesclavista y contra las religiones de aquel período y,por consiguiente, db modo indirecto, contra el vetus-to régimen esclavista. El espíritu del cristianismo eracontrario a toda la ideología precedente. Como señalaEngels, "entró en profunda contradicción con todaslas religiones existentes hasta entonces".82 El cris-tianismo se diferencia de las religiones de la sociedadesclavista, ante todo, en que fue en él donde se ex-presó por vez primera "la igualdad negativa de todoslos hombres ante Dios como pecadores, y, en versión 'más estrecha, la igualdad de todos los hijos de Dios,redimidos todos por igual por la Gracia y sangre de

Cristo".83 Para las religiones de la sociedad esclavis-ta semejante idea era inconcebible, ya que el conceptode cosas que del esclavo tenían los ideólogos del es-

clavismo excluía la igualdad de esclavos y dueños,incluso ante los dioses. La doctrina de las sancionesen el otro mundo no se extendía a los esclavos. Lasreligiones esclavistas, al elaborar la doctrina relativaa los castigos en la otra vida, no tenían absolutamenteen cuenta a los esclavos. El cristianismo, al orientar-s€ contra las religiones de la sociedad esclavista en

traoce de desaparecer y contra las religiones que san-tificaban aquella sociedad, desempeñó cierto papelprogresivo. En el primer período coadyuvó de formaobjetiva a sustituir una forma de explotación por otramás elevada.e Naturalmente, al ser suprimida la es-

82 C, Marx y F. Engels, §obre lo relígün.s3 F. Engels, Anti-Diibíng, Editorial Grijalbo, S. A., México,

196{, pá9. Íll}4.a¿ Este hecho lo señalan numerosos investigadores. El Aca-

démico K. V. Ostrovitiánov escribe: "En el período de descom-posición de la esclavitud y aparición del feudalisno, la doctrinacristiana desempeñó un papel bastante progtesivo, ayudando a

la sociedad a pasar del estadio de esclavitud a una fase superior,el desa¡zollo feudal" (K. V. Ostrovitiánqv, Ensoyos sobre lo ecr.

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cl¿¿vitud y- sustituida por el feudalismo, el cristianis_mo. primitivo perdió su carácter democrático y revo_lucionario.

Claro esNá que no se puede exagerar el carácterprogresivo ni siquiera del cristianismo primitivo. Sibien. es verdad que el cristianismo e*prerába en ciertamedida los intereses- de las masas populares y las nue_vas relaciones sociales cn gestación y refte¡abu

"r, Já_

terminado grado la necesidad de avanzar que teníala sociedad, lo hacía de un modo defor*ado y fantás_tico, religioso, dando a las fuerzas terrenalás el ca_rácter de ultraterrenas. Era progresivo porque al prin-cipio manifestaba en cierto g.uáo las neceiidadei detdesarrollo social. Pero era reaccionario al hacerlo eniorma religiosa.

- Las capas de las clases domirrantes que participa_ban en el movimiento cristiano eran, por su natura-leza. social,. grypos pertenecientes a la nobleza, que seestaba haciendo feudal, y en cuanto a su origen pro_cedían de los medios esclavistas. Estaban intiresádosen la desaparición de la esclavitud, que había dejadode ser ventajosa, pero querian que áso sucedierá deuna forma paulatina y pacífica; al mismo tiempo noeran contrarios al mantenimiento de aquellas iemi-niscensias suyas que favoreciesen la coniolidación desu poder sobre los productores de los bienes mate-riales. Por eso, la ideología cristiana, que expresabaactivamente los intereses de esta recién formida cla-se explotadora, no se oponía de forma tan decidida yconcreta a la clase de los esclavistas, perteneciente áuna época caduca, como sucedió, por éjemplo, con la

ttonta. .d,e _las formaciones precapitattstas). ,,8 cristiani.mo -+s-

cribe A. Bgnnard- prometía la salvación a todas tas pe.sonas,d"o: v pobres, Iibres y esclavos, igualando "

todo, *;t -óios;precisamente fue eso lo que te hizo biunfar y socavar desde.lertro Ja sociedad antigua, deskuyendo ," t** e"clavi$",,

-¡Á.Bor:nard, I-a. ci¡:ttizacwn grieW).

;'-.

ideología de la burguesia francesa en su lucha contra

el feuáalismo. La i<leología cristiana, aunque de he-

cho trataba de acabar con el viejo régimen social, no

lo hacía, sin embafgo, de una forma consecuente' Este

es uno de los rasgbs característicos del cristianismo,que paulatirra*et t" se va transformando en la reli-gión

-oficial y dominante. Las supervivencias de laásclavitud se mantuvieron durante largo tiempo,8ó ylas clases dominantes las utilizaron en interés pro-pio; pero no fueron estas supervivencias las que de-

t"r.,riratot el modo de producción y las correspon-dientes nuevas formas de ideología, incluyendo el

cristianismo. Huy que señalar que el cristianismo, que

invitaba a los esclavos a obedecer a sus señores (como

"esclavos" eran considerados no sólo los que lo eran

propiamente, sino, en general, todos los explotados),áe hecho combatía la esclavitud. Testigo de ello son,

concretamente, las decisiones de los concilios que

tuvieron lugar en los siglos rv y v. Los conciliosamenazaban con condenas eclesiásticas a quienes vol-viesen a esclavizar a los libertos que no hubiesen co-

metido faltas.86

Bajo el gobierno de Constantino, que convirtió el

cristianismJen religión oficial, el Imperio era un Es-

ta,io de grandes teñatenientes, que explotaban direc-

tamen¡e -a productores que disponían de medios de

producción ¡' estaban aáscritos a la tierra y-no al

señor, es deiir. que ya no eran esclavos' Este Estado

es En Bizancio, la esclavitud (sobre todo en forma de escla-

vitud doméstica) se conservó hasia los siglos xrv y xv' No obs-

trr,t", y" a partir del siglo rv, dejó,de jqgar un papel- preponde-

;;i; á; la producción, la ciudad v ei campo' (Véase: E' F,Lipshits, "EI problema de la caída del régimen esclavista y del.oiti"nrb del ]eudalisrno en Bizancio", et Boletín ile htstoria' sw

agua.)- se'Véase: A. R. Korsunski, §obre Iu s¿tuacwn d'e los escb-

"os, tos

-lil"rto" y los colonos en l,os ptooínilas occiilentoles d¿l

Im¡efu Romono en los siglos w Y v.

7L

Page 37: Las Raices de La Religion

luchó tanto contra el movimiento revolucionario delas masas como contra los residuos de las capas so_ciales en decadencia.8? La formación esclavista vivíasus últimos momentos.

En comparación con el sistema esclavista, durantela época del régimen feudal las fuerzas productivascontinuaron progresando. Sin embargo, su desarrollose hallaba limitado por el estrecho marco de las re-laciones feudales de producción. El papel preponde-rante de la economía lo desempeñaba la a§.icultura.La producción la llevaban a cabo pequeños producto_res campesinos, que dependían de los terrátenientesen calidad de siervos. Las condiciones de dispersión enque se hallaba la producción limitaban extraordinaria_mente el perfeccionamiento de los instrumentos detrabajo. La productividad del trabajo de los cam-pesinos era muy baja y la producción se desarrollabacon gran lentitud. Bajo el feudalismo el nivel de lasiuerzas productoras continuaba siendo relativamentebajo, debido a lo cual el hombre no pod.ía superar ladependencia en que se hallaba .erpe.io de las fuerzasde la naturaleza.

. - La base del régimen feudal radica en la propiedad

del señor sobre los medios de producción y su pro-piedad incompleta sobre el trabajador, el Áiervo. Elseñor feudal no estaba autorizado para dar muerte alos campesinos, pero podía comprarl,os y venderlos. Lapropiedad feudal se complementaba con la propiedadde los siervos y también de los artesanos sobre losinstrumentos de trabajo, que les pertenecían, y sobrela- economia privada, basada en él trabajo pársonal.El modo de producción feudal se apoya en la servi-dumbre del campesino con respecto ai terrateniente,es decir, en una coerción no econó-ica

-muv diferen-te. sin embargo, de la esclavista-, la cual se ve comple_

- ¡: Véase: E. M. Shtaermat, El pl¡úlrrna ü b cllído ilel ¡é-gbrl c*úoittt.

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mentada por el interés económico del campesino ensu economía individual. Con este motivo, para el ex-plotador, junto a .las medidas coercitivas, juegan unimportantísimo papel las medidas de influéncia id.o-lógica. El carácter de la religión bajo el feudalismoy el papel que ésta desempeña en la vida de la socie-datl feudal se hallan determinados por las relacionessociales que existen en dicha etapi, y correspondeníntegramente a estas relaciones.

La necesidad de completar las medidas coercitivassobre los campesinos siervos, que constituian la masaprincipal de la población trabajadora y explotada, conmedidas de influencia ideológica da lugar,'en el perío-do de transición de Ia sociedad esclavista ala feudal,a cambios profundos en la ideología religiosa. Bajo elfeudalismo, la religión, como instiurn.rá de la luchade clases en manos de las clases explotadoras, es uti_lizada contra la principal clase expl,otada, ligando sulucha por modificar el sistema vigénte con li fe en elcarácter divino de la explotación. Los señores feu_dales estaban plenamente interesados en propagar laideologíá religiosa, que les ayudaba muy eficazmentea explotar a la totalidad de los siervos.-

Al mismo tiempo, las condiciones de,vida de loscampesinos favorecían la propagación y consolidaciónde la ideología religios, e, .u áedio. Los siervos de!a gleba se sentían aplastados por la opresión de lasfuerzas de la naturaleza y de la sociedrá. Lo,

"r-p"_sinos_eran pequeños productores, y el carácter indi_vidual de su economía dificultaba'sú agrupación comoclase y su lucha contra el feudalismol fi .**p.rinosólo podía triunfar aliándose con o.tras clases de lasociedad y bajo su dirección. Sin embargo. los camDe_srnos no eran ya una clase tan desintegrada como losesclavos, ya que su comunidad étnic; y lingüísticafacilitaba en alto grado su comunic""iá". La más am_ptra cohesión de los siervos de la gleba, que cons_

IJ

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tituían la mayoría de la población en los países feu-dales, obligaba a las clases dominantes a adoptarmedidas especiales, para mantener sumisos a los tra-bajadores, no sólo de tipo coercitivo sino tambiénideológico, entre las cuales la religión era la más efi-caz. Al mismo tiempo los nexos más estrechos queexistían entre los siervos (en comparación con losesclavos) creaban las premisas reales para que lasmasas explotadas se forjasen una ideología religiosay para adoptar una que viniese de fuera.

Debido a que en la sociedad feudal la religiónayuda a los explotadores a mantener sumisas a lasmás amplias capas populares, adquiere una enormeimportancia en la vida social. El ateo francés del si-glo xvrrr S. Marechal llamó a la Edad Media "el siglode oro del oscurantismo clerical".88 "La Edad Media

-escribe Engels- anexionó a la teología, convirtió

en apéndices suyos, todas las demás formas ideoló-gicas: la filosofía, la politica, la jurisprudencia. Conello, obligaba a todo movimiento social y político arevestir una forma teológica." 8s

La intensificación del papel de la religión en lavida social correspondía al reforzamiento del papel delas organizaciones religiosas. La Iglesia se convierteen la fuerza económica y política más importante,llegando a concentrar en sus manos la tercera partede las tierras de cada país. La influencia en los acon-tecimientos políticos de !a época feudal es de sobraconocida. Engels habla de la dictadura espiritual dela Iglesia en la Edad Media.eo

Los historiadores burgueses de la religión tratande presentar desde un punto de vista favorable la ac-tividad de la Iglesia durante la Edad lfedia, presen-

ee S. Marechal, Obr¿s ateas escogidas.as C. Marx y F. Engels, Obras esco6ridas.so F. Engels, Diatéctíca d,e lo ¡atutaleza, Editorial Grijalbo,

S. A., México, 1961, pág. 4.

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tándola_ como _ei portavoz del progreso y la civiliza_ción. "La sociedad medieval

-esiribe §. Reinach_debe mucho a la .Iglesia. Negárselo, sería reconocerque su larga existencia fue un milagro.,,cl G. Kroppescribe en un libro publicado no hacl mucho que ,:.iMedievo cristiano, por ser una época que se tasabaen el human-ismo y debido a la correspondencia entrela te y el saber, dio ya al mundo occidental Ia unidadque de nuevo tratamos hoy de alcanzar,,,e2

En ¡ealidad, la fglesia áesempeñó durante la épo_ca. feudal un papel profundameite reaccionario. ñosólo no conservó la herencia cultural de las é;o;",históricas precedentes-, sino que, por el contrario,-ia.destruyó del moclo más bárbaio.'fiiro desaparecer losmejores monumentos de la cultura antigua. Dificultóla actividad científica, ya que la cicncia se oponía e ladieología religiosa p.ópaga.i.a pcr elia. La historiano conoce métodos más salvajei de p".s"cución a laciencia que los utili"ados po, í, Iglesia y por su cria_tura, la-Inquisición, bajo ál feudaüsmo. Voltrir" .o*_paraba la_Europa medieval con ,.un enorme patíbulo,::Lr-:..t: d"

":.'g.usgs^y víctimas y rodeado ai ir""".,esblrros y público,,.ss Baste decir, que uno de losnumerosos jueces, el teólogo y juristi alemán Bene_dicto Karptsov (1595-16ffi\, á tral áiir.,ru¡" haberleído la Biblia 53 veces- ¿es¿e et prir"ipio hásta elfin, pronunció o ratificó Z0 *if .á"á."as a muerte

sólo- por acusaciones-de brujería.o{ La Iglesia persi_guió en la Edad Media toda manifestación clel libre-pensamiento. Tal era Ia misión ,,cultural,, de la fgfá.rio,

tan_ensalzada por la historia burguesa de la ,"i;giár.Los historiadores burgueses p-reslntan f" ,"U'giJ"y la Iglesia como fuerza ñotriz aef progreso histórico

s1 S. neinach, Orfeo.ll 9-. tftoPP, Von Lao-tse zu Sartre.e: "Los rewresentantes a" l" ilirirá'ción Írancesa itet sigtoxr¡¡ mbre la religión.,'*r [L Fucbsz, Hat díe Bi.itel ¡echt?.

7s

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e incluso como defensora de los intereses de las ma-sas populares. La religión cristiana

-escribe A. Men-

zies- "no es un yugo que constriñe y humilla a laspersonas, sino una lterza inspiradora, capaz de pe-netrar en toda clase de vida y hacer que los individuosse eleven y mejoren cualquiera que sea su ocupa-ción".06 La religión cristiana -dice S. Reinach- "leera muy conveniente al pueblo trabajador. La lglesia,entre otras cosas, declaró el trabajo obligatorio, in-cluso para los frailes; el cristianismo no fue, o mejordicho, si 1o fue sólo se trató de casos excepcionales,la religión de los parásitos, los vividores y los va-Sos".go Todas estas patrañas las necesitaban los soció-logos burgueses para embellecer la religión y crearuna aureola alrededor de ella y de la lglesia.

Sin embargo, los hechos desmienten todas estasinvenciones de los apologistas burgueses de la reli-gión, la cual fue siempre una carga para el pueblo,obligándole a soportar el yugo de la explotación. Estepapel se intensifica especialmente bajo el feudalismo,ya que es a partir de entonces cuando, en calidad deprocedimiento para influir ideológicamente en las cla-ses explotadas, abarca a toda la masa trabajadora ysubyugada. El cristianismo es precisamente la "re-ligión de los parásitos, los vividores y los vagos", yaque era y es un instrumento en manos de los explo-tadores, que llevan una existencia parasitaria a costadel pueblo. El cristianismo representa un freno parael progreso social, ya que santifica el sistema existen-te, al que considera de origen sobrenatural y divino.

En su forma más pura el feudalismo existió en losprincipales países euroPeos. En los países de Oriente(China, India, Japón, etc.), las relaciones feudales se

combinaron con la esclavitud e incluso con el patriar-cado tribal. Por eso, para analizar el carácter de la

ss A Menzies, Hísto¡i¡- ib b' ¡eligió*ge S. Reinach, OrJeo.

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ideología religiosa feudal lo más cómodo es hacerlosobre la base del cristianismo, que es la religión tí-pica de la sociedad feudal y la que alcanzí mayor di-fusión durante todo el período del feudalismo.

En oposició, a ias ieligiones de la sociedad escla-vista, en las que el papel preponderante correspondíaa la personificación de las fuerzas de la naturaleza,en el cristianismo dicha personificación, si bien ocupaun sitio importante, se halla relegada a un segundoplano, en comparación con las fuerzas de la sociedad,que figuran en el lugar principal. Ello se debe a quea partir del feudalismo la religión se convierte enel factor ideológico más importante, que sirve paraconsolidar la explotación del hombre por el hombre.

El cristianismo atribuye gran importancia a la mo-ral, a la que se halla estrechamente ligado, pero lasnormas morales que predica corresponden a los inte-reses de las clases dominantes y tienen por fin primor-dial educar a los oprimidos en la obediencia a susseñores y en el respeto hacia el orden de cosas exis-tente. Bajo el cristianismo adquiere singular trascen-dencia la doctrina del mundo de ultratümba, de loscastigos en la otra vida, del paraiso y del infierno.Esta doctrina tiene por objeto en primer lugar, atemo-rizar al pueblo, arnenazándolo con los castigos a quese verá sometido "en la otra vida" si desobedece enésta a sus opresores. "Quitadle al cristiano el terrorante el infierno

-escribía Diderot- y suprimiréis su

fe." 0? Por otro lado aspira también a consolarle, ofre-ciéndole una vida mejor en el futuro a cambio de suresignación y sumisión y de su completa obedienciaen este mundo.

En pposición a las religiones del régimen escla-vista, que eran nacionales, las del feudalismo son su-pranacionales. En él adquieren gran extensión las

g: D. Diderot, Obros oteas eseogídos.

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llamadas religiones mundiales: el cristianismo, er ís-Iamismo y el budismg, q-re no son predicadas; po;_blos aislados, sino a los iabita.,t", áe-to¿a una seriede regiones del globo.Es característica la existencia en toda Europa deuna r-eligión única (el cristianismo), a pÉsar de lagran fragmentación territorial p.opiá' del feudalismo.Además, los misionerg: .. e.,.argalan d" pr";ú;;'üreligión cristiana en diferente, p;;;;, jel mundo. In_cluso actualmente el cristianisir" y"J,r", religionesmundiales se hallan muy extendidás entre distintasnaciones. ,,Los milagros áel cr;stianismt _escribe L.Feuerbach-, que lo caracterizan tan bien como losmilagros del Antiouo tertam"ntá .i.r.,..ir"r, al ju_daísmo, no favore?en ei bien ,l"-u-J; otra nación,sino el bien del hombre, p..o .ótt ;;i q;. cree incon_dicionalmente en Cnsto. . .,, e8

En la sociedad fe.udal explotadores y explotadosno pertenecel ya a diferentes grupos étnicos sino auno mismo, hablan el mismo idloma I.i;"r"r, la mis_ma religión. Debido al propio .u.*i". de la explo_tación feudal, el terrateniente 1.a- no pr.A" consideraral siervo como un objeto. L", ilor., '"iito,ud", ,o ..integran con contingentes humarro, -fio."aentes

depueblos extraños, sino que salen cle ,u'iropio pueblo.Todas estas circunstanlias, qr" á.i.ráinan las re-laciones de proclucció" que'.tgl; ;;-;;".".iedad feu_dal y caracterizan su explotJción, dan lugar a quela religión- pierrla su carácter "r.;.;;i, a que tal ocual religión deje cle ser monopolio de un solo pueblo¡' pu.eda_ser aceptada-por otros pueblos o serles im_pu.esla. La religión adquiere un ca.ácte. supranacio_ral.. P.or ejemplo, el Nuevo ,|.rtu-.riá'ái.", ,,No hay

-r-a judío ni .qentil, no haJ- esclar-o ;i ;;;;,;" i"i'r;:rón ni hembra, pues tódos ,osot.os-rros sois en

;¡ L. Feuerbach, Obrcs !ítosóficas escogid.as,

:i

Cristo Jesús." te "Porque en un mismo Espíritu todosnosotros fuimos bautizados, ya judíos, ya

-griegos, ya

esclavos, ya libr_es, en razón de- formar un-soló cuér_po. Y a todos se._ nos dio a beber un mismo Espíri_tu." loo T,os apologistas de la religiá; cristiana eipli_can su difusión entre los distintoJpueblos y ,a.ioi",como resultado de los elevados ideales del cristianis_mo..Sin embargo, el carácter supranacional del cris_tianismo es consecuencia del caücter de las relacio_nes sociales del feudalismo, que constituían la basesocial, sobre la cual se desarrólló la ideología .eligio_sa feudal.

Así como durante la época esclavista la forma re_ligiosa típica fue el politelsmo, a partir ¿"f i"r¿"flr-mo pasa a serlo el monoteísmo. Es verdad. que nin_guna religión es consecuentemente monoteísia. porejemplo, en el cristianismo junto al Dios padre existeel.Dios Hljo r el Dios Espiritu Santo (la T.i"id;ái,así .como la Virgen, los sántos, etc. ,,Él ,rú*".o í"santos

-escribe el historiador francés de ta reUgiánA. Mallevert* crea.d.os por las leyendas y las tradi_ciones es innumerable. bn el siglo "u ér .""á"igt

Passo decía que, aunque ras fiestai se lerebrasen cadaminuto, para festejar a todos los santos el año seríainsuficiente. Debid-o a ra imposibiltdrü; incluir den-tro del calendario tal cantidád de días, pur" ,,o omitira ninguno se decidió_dedicar un día láli¡o a la festi_vidad de Todos 165 s¿¡1e5.,, 101

No obstante, el cristianismo y otras religiones mo_noteístas se diferencia-n radicaim"nt"- po. su formadel politeísmo. Como hemos señalado interiormente,incinso los dioses supremos d"l p;iit"ír;o no eran niomnividentes ni omnipotentes. Sirfr*""t. el dios mo_noteísta es omnipotenle, omnipr..""l. -f

ornnividente"ss Eúlstola a los Gálatas.

!?9 l'iry:,y Epístola a los corintios.ror A. Mallevert, Ciencia u ,á¡iüi."'

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Las relaciones entre semejante dios y otras fuerzassobrenaturales se distinguen notablemente de las re-laciones existentes entre los dioses politeístas.

El dios del monoteísmo es un déspota omnipoten-te, no sólo con respecto a los hombres sino tambiénen lo que concierne a otras fuerzas sobrenaturales,que tan solo son ciegas ejecutoras de la voluntad di-vina. Las religiones de la sociedad esclavista, con larelativa libertad de pensamiento'característica de ellay el papel no muy grande que jugaba la religión, notenían necesidad de un dios omnipotente. En la so-ciedad feudal, la religión era mucho más importanteque en la esclavista. Incluso bajo los despotismos escla-vistas orientales su importancia en la vida social nollegó a alcanzar nunca el grado que tuvo con el feu-dalismo. Precisamente cuando crece el papel de lareligión en la vida social es cuando surge la imagendel dios monoteísta único, y es precisamente en talescircunstancias cuando se pasa del politeísmo al mo-noteísmo. Engels señala que el dios único no hubierasido posible sin un rey único, que la unidad de dioses una copia del déspota oriental único.l@ Y hay quetener en cuenta que en el despotismo oriental únicolo típico era la religión con numerosos dioses, y nocon uno solo. El monoteísmo se implantó definitiva-mente después, cuando los despotismos esclavistasorientales se hallaban ya en decadencia. Sin embargo,para la formación de la imagen del dios único del mo-noteísmo, sirvió de "prototipo" el potente déspotaoriental ya dcsaparecido. Precisamente en ese sentidoel dios monoteísta (por ejemplo, del monoteísmo cris-tiano) es copia del déspota oriental único. El mono-teísmo debe su aparición al dominio exclusivo y ab-soluto de la religión en la esfera de la concienciasocial.

ro: Q. l\r[¿¡¡ y F. Engels, Obrcs.

sll

Debido a estas condiciones, en la Europa feu<lal,por ejemplo, que se distinguía por su fraccionamientoeconómico y'político, se extendió el cristianismo, re-ligión monoteísta'en cuanto a su forma. Si en la so-ciedad escl4vista,'a un rey único le correspondíannumerosos dioses, en la socieda<l feudal a numerososreyes les corresponde un dios único.

Como hemos dicho anteriormente, en las religio-nes de la época del feudalismo, a diferencia de lasexistentes en el régimen de la comunidad primitiva yen el esclavismo, el reflejo fantástico de los fenómenossociales ocupa el lugar preponderante. No ostante,junto a ello sigue habiendo sitio para la dependenciaen que se halla el hombre respecto de las fuerzas yfenómenos cle la naturaleza y para las dificultades queexperimentan las amplias masas campesinas en sulucha contra la naturaleza.

La producción agraria -base

de la producción feu-dal- dependía en grado sumo de las condiciones na-turales. En la vida de los campesinos los años de ma-las cosechas eran frecuentes. Todo ello favorecía lapersonificación de las fuerzas de la naturaleza y f.or-talecía y mantenía la fe en los protectores celestesde la economía. A los dioses del politeísmo'les susti-tuyó el culto a los santos, muchos de los cuales en-carnaban a las fuerzas de la naturaleza y a los protec-tores de la producción agraria. En la Iglesia ortodoxarusa, a semejante categoría de santos pertenecen, porejemplo: san Vlasio (patrón del ganado de labor),san Zósimo y san Sawati (patrones de las abe-jas), san Yegori (patrón de la agricultura, especial-mente de la ganadería), el profeta Ilyá (patrón delos labradores) y también los santos Nikola, yeremei.Zapriagálnik, Flor y Lavr, Boris y Gleb, etc. La reli-gión refleja en forma fantástica la opresión real queejerce la naturaleza sobre el hombre.

Por consiguiente, las relaciones sociales del feu-

81

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dalismo, como base social del desarrollo de la reli-grgn en_ dicha etapa, determinaron en la ideología re-ligiosa los siguientes rasgos específicos:

. -1)_L? religión desempeña un papel ingente en lavida de la sociedad feudal, lo que conviert-e a la Igle_sia en una organización potente desde el punto devista económico y político.

2) La encarnación de las fuerzas de la naturalezapasa a un segundo plano. El lugar principal 1o ocupaen la religión la personificación de las fuerzas de lasociedad.

3) La doctrina del mundo del más allá, del casti_go moral, el infierno y el paraíso, adquieren completodesarrollo.

4) La religión predica la necesidad de las clasesy de la explotación del hombre por el hombre, la re-signación y la humildad del pueblo ante las ciasesdominantes.

5¡ I-as religiones del feudalismo tienen caráctersupranacional.

6) En la época feudal el monoteísmo constituvela forma típica de religión.

El ulterior auge de las fuerzas productivas está li-gado al capitalismo. La transición del feudalismo alcapitalismo se manifiesta en un desarrollo impetuosode la producción, que la historia no había cónocidohasta entonces. En menos de cien años de su domi-nio como clase, la burguesía creó unas fuerzas pro-ductivas más numerosas y más grandiosas que tóclaslas generaciones anteriores juntas.

Con ello -se-

superó en cierto grado la opresión queen la sociedad ejercían las fuerzas de la

-naturale)a,

gracias a 1o cual su encarnación dejó de jugar ,. pa_pel importante en la ideología religiosa.. Sin embargo, a pesar del gran progreso de la

ciencia y la técnica, la impotenciá del ho-b." ante los

Q-)

elementos de la naturaleza sigue estando presente enel capitalismo, lo cual se debé a que los emprcsarios,e-n su carrera por conseguir los máximos beneficios,llevan la economía de forma Íapaz, dilapidando las ri-quezas naturales, §in parar mientes en las lejanas con_secuencias de semejante actitud. Al capitalismo le esorgánicamente ajena la planificación i largo alcan-ce y en escala estatal. Como resultado de semejanteactitud, la acción de las fuerzas de la naturaleza semanifiesta a veces con tod.o su poder destructor, cosaqr"_li siquiera niegan los portavoces del capitaíismo.

El conocido estadista norteamericano A. Harri-man escribió, después de visitar la Unión Soviética,lo siguiente: "Cuando uno compara nuestros desoi-denados procedimientos de cultivar las tierras, cuyoresultado, por lo menos parcialmente, es la erosió.,de las mismas y la formación de ,,desiártos de polvo,,,con.la prudencia y el cuidado que manifiesian losagrónomos soviéticos con respecto a las nuevas tie_rras de Kazakstán, es difícil ,o llegar a la conclusiónde- que semejantes catástrofes son Lucho menos pro_bables en su país." 1oB

En Ia época del imperialismo, las relaciones deproducción capitalistas no favorecen ya el desarrollode las fu-erzas productivas, sino que lo f.enan (lo cuaino significa, naturalmente, que ie paralice poi .onr-pleto). Tan solo la sr.rpresión- de la propiedaá privada1. de la anarquía de la producció" puede hacer posibleel dominio de la natuialeza. por otra parte, el des_arrollo de las fuerzas productivas ,ro

", igual en lasdiferentes ramas de la producción capitalista.

.E,l fundamento de las relaciones" de producción ca_pitalistas radica en la propiedad del capitalista sobrelos- medios de producción, la cual no es extensiva altrabajador

-el obrero asalariado_, Qúe desconoce

::-. Pta»da, E de enero de 1g60.

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ya la dependencia personal. pero como los medios de!,tdrg:i?.. no le-pertenecen, se ve obligado a venderat caprtalista su fuerza de trabajo.. La sociedad capitalista, al igual que las d.emás so_ciedades clasistas que la pr".ái"ron, se basa en laexplotación del hoábre poi el hombre. La propiedaá

capitalista está complemintada por la propiedad p.i_vada, basada en el trabajo personal de los campesinosy artesanos, libres de dependencia personal. §n em_bargo, en el transcurso del desarrollo del capitalisrio,estas clases se van desintegrand.o, con l" dra;;;;;a.engrosar las clases fundamentales de la sociedád ca_pitalista: la clase capitalista y t J;" obrera. porotra parte, dentro del capitaliimo la ciudad .*pfoi,al campo.

En Ia época-capitalista, lo mismo que en las for_maciones precedentes, existe la opresión social de lasmasas trahajadoras y la acción espontánea d.é las fuer_za.s. sociales que causa desastres inconmensurables amillone.s de_oprimidos. ,,La opresión social de las ma_sas trabajadoras, la aparente impotencia total de és_tas ante las fuerzas ciegas del capitalir*o,

"l "u"ll|:_qr:. c.ada día y.cada ño.u r tos á¡reros ordinarios¡urrrmrentos y suplicios miles de veces _ás horrárá_:: l..T:_lltroces.

que los hechos más inauditos, comoras guerras, Ios terremotos, etc., es precisamente larazón actual más nrofunda a" lá ."fi'gión,,, dice Le_nin." lot

La explotación del hombre por el hombre, la opre_sió-n de clase, la miseria de las amptias capas traba_iadores son los rasgos que caracterizan la vida delmundo capitalista. Incluso un dirigente sindical norte_americano tan reaccionario como

"O. 1t""r,", presiden_,i._9:l comité ejecutivo de la AFOL_CIO (Federación

--rmencana del'I'rabajo_Congreso de Organizaciones10. V. I. Lenin, Ob¡as.

Industriales), en su intervención de marzo de 1960ante la Comisión del Senado "n"r.gua, de los prJI"_mas del trabajo y.del bienest". ;;;i;; ,e vio obligadoa. reconocer que "por lo menos veinte milloneJ deobreros americanos .,se hallan á

""i"Ao permanentede,pobreza o peor

"úr,,, qu.

"""lJr" Lr,"¿os Unidosmillones de hombres y ,nri".", están condenados a"vivir toda su vida.en l, *ir..i",i-ñ.'nt.rr" declaróque la situación de los obreros .*l'álUuidos empeo_raba, en lugar de mejorar. ,,y-;;.;^;ta de un hecho

-dijo-- que el tiempo.lo ".rr.gi9, p",

"l contrario, eltiempo lo ha emoeoiado aún i"¿.,1'de forma verti_ginosa." lod Aún i,. -!, a"., i"?á.]¿" det enormeejército de parados. ¡Ese es "l d;;;;; del obrero en

[if"rl"O", Unidos, el país más ¡.á'Li mundo capi_

El carácter de la_ s¡plelación- capitalista exige aúnmás que el feudalismo- el emple. iá",." Ias masastrabajadoras no sólo d" _;ál'd;; jJ""o"..i¿r, sinotambién de influencia ideofági.". O"" la defensa del

ll1"i d".:gsas capitalisá s.;;'."p; ái.,u¿o burgués,que -co_nstituye

en- manos ¿. lur.j"r.l-dominantes l,maqurna encargada de sofocar l" ."ri.t"n.ia popular.I gu a I m i s i ó n c rim o I e e I d e-r^e"c-tiá ;;.#: :'.. o e c i a I m e n t esu legislación u.,iiobr.ra..pero ..*T j;; procedimien_tos coercitivos resulta, .inrrfi"ier;;r';r" mantenerel poder en manos d" ü;;ü;; 5;" necesariastambién las medida...d" i"iil¿;-ia?"iá*i.., una delas cuales es la difu.sión ¿"-1, ,"lkd, "cuyo objetivoen las condiciones capitalistas

", ürrrálidur el ordende cosas existentes.Y hay que señalar que

J3 ideología religiosa realizaesta labor sin ¿r¡!¿gig. Va.,en iEgj,''et papa LeónXIII escribía que ,,erá.imposibi; ;;;irntr en er mun_do la desigualdad .".i"Ií*'t""iir,*," de todos

:1 *"A", t9 de mauo de 19fl.:r. cita tomada d. i;-";;d"á*iohre b relisün.&r

85

Page 44: Las Raices de La Religion

los tiempos nos enseña -escribía en noviembre de

1939 Pío XI.I- que - siempre hubo pobres y ricos y

que _siempre los habrá; esa es la conclusiór, á que oo,conducen los rasgos invariables de la naturaléza ht¿,-mana." 107 Al mismo tiempo, el Vaticano y otras or-ganizaciones religiosas de los países capitálistas con-denan con toda decisión ei comunisrno. En 1949 píoXII excomulgó a todos los adeptos de la doctrina delcomunismo científico y que apoyasen al partido Co_munista. En abril de 1959, Juan XXIII promulgóidéntico decreto, confirmando una vez más lá irrvará_bilidad, por parte del Vaticano, de su política anti_comunista.

Al igual que las relaciones de producción de todaslas formaciones clasistas antagónñas precedentes, lasrelaciones sociales capitalistas, qr" ,on relaciones deexplotación y de dominio y subordinación, constitu_yen la fuente social de la ideología religiosa, y comotal presentan una serie de .asgos .orrirrres ton lasrelaciones feudales de producción. na;o el feudalismoel siervo de la gleba depende personalmente del te_rrateniente. Bajo el capitalismo, el obrero asalariadoestá libre de semejante dependencia, pero para dispo-ner de medios de existencia tiene que vendei su fueizade trabajo, lo que le ata a la empresa capitalista. Esverdad que el obrero puede cambiar de pairón, al pa_sar de una empresa a otra, y vender más ventajosa-mente su fuerza de trabajo, pero eso no cambia laesencia -de la explotación capitalista. por otro lado,en las circunstancias de desempleo crónico, el paso dáuna empresa a otra resulta muy difícil, y el obrerodepende de hecho del capitalista que le ha tomado. Lomismo que con el feudalismo, bjjo el capitalismo, elexplotador no puede considerar ai obrero-a quien ex_plota como a una cosa y no puede ignorar que es un

_ 10? Cit¿ tomada de Cuestio¿es ret¿ti¡;os a la htstoría ite lo,rebg@n U el ateísnao.

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hombre, lo cual hace no sólo posible sino necesaria lapropaganda de la ideología religiosa por parte de lasclase-. dominantes y expiotadorás (teiratenientes, ca_pitalistas). Por -otro lado, eso permite ¿ las ciasesexplotadas (campesinos y obreios) crear o adoptaruna ideología religiosa. dentro de una sociedad ¡aüaaen la explotación del hombre- por el hombre. Todoello condiciona el hecho de que las religiones que al_canzaron difusión durante el feudalismo (por ejem_plo, el cristianismo, el budismo y el Islamj'persístanen la sociedad capitalista. La análogía (relátiva, natu_ralmente) entre las relaciones de pioducción feudalesy capitalistas determina también la semejan za en laideología religiosa de ambas sociedades, .i en la tran_sición de la sociedad esclavista a la feudal se produjouna verdadera revolución religiosa, que dio iugar'ala creación de religiones mundiales,

"io ,o sucede al

pasar del feudalismo al capitalismo. Las religionesque habían alcanzado difusión bajo el feuda'iismo,continúan existiendo con el capitalismo, con sólo cier_tas modificaciones y con la aparición de nuevas va_riantes.

Los historiadores de la religión burgueses inter_pretaban el hecho de la larga existencia áel cristianis_mo como consecuencia de las elevadas virtudes queposee. "Procedente de las profecías hebreas _....ib.S. Reinach-, el cristianismo era superior por su sen-cillez y pureza: fueron precisamenti estas cualidadeslas que- aseguraron su triunfo y permitieron su exis_tencia hasta nuestros días.,, ros- J*u"1 punto de vistamantiene A. Menziesr ,,pl.qu. p-.o-rigó la religilicristiana es digno de verdadera aáoraciói. La doctiinano.desaparccerá jamás.', 1og ¡,Sus nunlerosas ventajas-dice F. Brentano refiriéndose al cristianismo__ Ls_tá. tan patentes, que se podría afirmar sin más, ta in_

S. Reinach, Orfeo..1- llfenzies, Historio d.e la relígión.

87

Page 45: Las Raices de La Religion

comparable superioridad de esta religión si no se su-piera que el apasionamiento en la hostilidad puedecegarle a uno ante lo más fidedigno y extraordina-rio." 110 No obstante, como hemos mostrado en párra-fos anteriores, la explicación de la prolongada exis-tencia del cristianismo y de otras religiones mundialesno radica en las supuestas virtudes de que se las quie-ren hacer acreedoras, sino en la larga permanenciade determinadas estructuras económicas de la socie-dad v en la duración de ciertas formas de explotación(la feudal y la capitalista).

El cristianismo fue en un tiempo la religión tipicade la sociedad feudal. Ahora es la religión típici dela sociedad capitalista. Para la sociedad de producto-res de mercancías, dice Marx "la forma de religiónmás adecuada es, indudablemente, e! cristianis-o, .onsu culto del hombre abstracto, sobre todo en su mo-dalidad burguesa, bajo la forma de protestantismo,deísmo,

"1a.tt.111El cristianismo continúa siendo en manos de lasclases dominantes el instrumento ideológico encargadode aplastar la resistencia de los trabajadore. y 1",clases explotadas de la sociedad. Sigue predicando lanecesidad de las clases y fundamentando la necesidadde la explotación del hombre por el hombre. Continúapropagando la necesidad de humilda<l y resignaciónde las clases oprimidas hacia los opresores. En la re-ligión cristiana tiene extraordinaria importancia la doc-trina dcl otro mundo, de los castigos en el más allá,del infierno y del paralso. Al igual que antes, estadoctrina tiene por objeto atemorizar af pueblo con laposibilidad del castigo "en la otra vida', v cons<¡larleal mismo tiempo con la felicidad suprema a cambiode una existencia paciente y sumisa ,,en esta vida,,.R. Engersoll, al tratar de a quién a1,uda Ia doctrina

110 F.. Brentáno, Relígion und philoophíe.11r C. Marx, El Capital.

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del infierno en la sociedad capitalista, decía: "¿A quiénfrena la cloctrina del infierno? ¿Al grande, al ricc,, alfuerte? ¡No!A'l pobre, al débil, al despreciable. ¿Ila-béis oído alguna vez que haya ido al in.fierno algunapersona fallecida en Nueva York y que valiera unmillón de dólares, o alguien, cuyos ingresos anualesfueran de 25.000 dólares? ¿Lo habéis oído?... Nun-ca." Los señores, al hablar de sus activos, dicen : "Elinfierno no es para mí, sino para los pobres. Yo tengotodo 1o que quiero, por eso, dejad el infierno al po-bre." 112

La religión de la sociedad capitalista, lo mismo quela de la feudal, tiene carácter supranacional. A lascausas que se desprenden de la estructura económicadel feudalismo y que se conservan merced a la estruc-tura económica de la sociedad capitalista, se agreganfactores como el incremento en el capitalismo de lasrelaciones comerciales entre los diferentes países, eldesarrollo de otras formas de comunicación y tambiénel cosmopolitismo que ofrece la burguesía en su con-cepción del mundo.

Bajo el capitalismo la religión cristiana conservasu forma monoteísta, lo cual constituye la última fasede desarrollo religioso. Como ya hemos señalado enpáginas anteriores, el paso del politeísmo al monoteís-mo se realiza en lo fundamental durante el proceso detransición del esclavismo al feudalismo. La forma re-ligiosa monoteísta (a la cabeza de las fuerzas terre-nales y ultraterrenas se halla un dios omnividente yomnipotente) corresponde por completo al contenidode una religión llamada a conso.lidar ideológicamentela explotación del hombre por el hombre. Además,dentro de la sociedad capitalista, con su elevado nivelde desarrollo de la ciencia, se hace imposible la idea demúltiples dioses de carácter antropomorfo. La religión

:12 Cita tomada de: Arntario ilel Mueeo ile hísto¡ia ile lo n-ffiír y el ot¿ínno,

89

Page 46: Las Raices de La Religion

más cómoda para el capitalismo es la que representaa Dios como una fuerza sobrenatural única, que ad-quiere un carácter abstracto.

Pero la ideología religiosa de la época capitalistapresenta ciertas particularidades en comparación conla del período feudal. Su papel en la vida de la socie-,iad capitalista es mucho menor, hecho que se venobligados a señalar afligidos tanto los estadísticos bur-gueses como las dignidades eclesiásticas de los paisescapitalistas. Así, el doctor Konrad Krieger, directordel departamento de Estadística de Baviera, escribeque la indiferencia hacia la religión y la inclinaciónhacia el materialismo causan al cristianismo sensiblespérdidas. K. Krieger señala que en Estados Unidoscerca de 65 millones de personas no se hallan vincu-ladas a ninguna organización religiosa y que, por tan-to, destle el punto de vista de su pertenencia a la Igle-sia deben ser consideradas como no creyentes.lrsSemejante cuadro se observa también en otros paísescapitalistas. El clerical francés Daniel Rops escribesobre esta cuestión: "La estadística... muestra enor-mes regiones de la Tierra, en las que el hombre vivecomo si Dios hubiera muerto en realidad, e inclusoen países en los que el ateísmo no se ha convertidoaún en dogma oficial, clases sociales enteras vivencomo si el problema de Dios no existiera.t'lla f¡stss6el papa Pío XI se vio obligado en 1932 a hacer laelocuente declaración de que "el ateísmo ha penetrado]-a en amplias masas populares..., trabaja infatiga-51"rnarr1"".115

Durante largo tiempo la Biblia fue el libro máspopular del mündo. No obstante, va perdiendo cadavez más su influencia. En la actualidad, no sólo en

113 K. K¡'ieger, Weltbeltiilkerung tnil 'Weltreligione-tr. ..,Stú-dium generale."

11. Cita tomada de Cuestiones relafirc¡ o, b, hkto¡ta ite lateligton g el ateímw.

lls Cita tomada de La oerihcl rbre La rcligot .

s

lo que respecta a su influencia ideológica, sino inclu-so numéricamente se ve postergada por las obras de\¡. I. Lenin, más traducidas que Ia Biblia.

La decadencia de la religiosidad en el mundo ca-pitalista actual no bs inmotivada. Como veiemos másadelante, en el período de desarrollo de Ia sociedadcapitalista la práctica social se convierte en criteriopara determinar con acierto la ideología religiosa delas masas populares. Esa es la causa principal de surelajamiento y del auge del ateísmo en los mediosobreros. Si la sociedad feudal se apoyaba en un niveltodavía bajo de las fuerzas productivas, a consecuen-cia cle lo cual la producción -rutinaria y excesiva-mente simple, al ser resultado del trabajo disperso depequeños productores, ignorantes y atemorizados-no estaba suficientemente ligada a la ciencia, la pro-ducción capitalista, en cambio, no puede prescindirde ella. Los propios capitalistas se hallan interesadosen que en la producción los obreros no se guíen porlos principios religiosos, sino por los datos de la cien-cia y la técnica. Las consecuencias del desarrollo ca-pitalista en el campo son las mismas que en la ciudad.En general, el auge del capitalismo es imposible sinla utilización de los descubrimientos científicos.

Para vencer la competencia, el capitalismo tieneque perfeccionar continuamente el proceso de la pro-ducción, lo cual es imposible sin recurrir a la cienciay la técnica. A partir del Renacimiento tiene lugar undesarrollo rápido y constante de la ciencia. Si los ideó-logos de Ia sociedad feudal se limitaban a poner laciencia al servicio de la teología, los teólogos contem-poráneos se contentan con delimitar las esferas cle laciencia y la religión, predicandó la "coexistencia" deuna y otra.

El progreso de la ciencia limita indefectiblementeel campo de la religión y debilita la influencia de laideología religiosa.

9t

Page 47: Las Raices de La Religion

Pero en las condiciones propias del capitalismonunca será posible superar la concepción religiosadel mundo, ya que la explotación capitalista y lasrelaciones de producción de esa sociedad vuelvena crear de nuevo Ia ideología religiosa. "El reflejoreligioso del mundo real -dice Marx-, sólo podrádesaparecer por siempre cuando las condiciones dela virla diaria, laboriosa y activa, representen paralos hombres relaciones claras y relacionadas entre sív respecto a la naturaleza. La forma del proceso socialde vida, o lo que es lo mismo, del proceso material deproducción, sólo se despojará de su halo místico cuan-do ese proceso sea obrá de hombres libremente so-cializados y puesto bajo su mando consciente y ra.cional. Mas, para ello, la sociedad necesitará contarcon una base material o con una serie de condicionesmateriales de existencia, que son, a su vez, fruto na-tural de una larga y penosa evolución." 116 El capita-lismo no ofrece aún estas condiciones materiales deexistencia, v las fuerzas naturales actúan espontánea-mente, lo que da lugar a que las grandes masas detrabajadores no puedan comprenderlas y a que, fre-cuentemente, se manifiesten con una enorme fuerzadestructora. Por eso, aunque las posiciones de la re-ligión y la Iglesia no sean tan sólidas como bajo elfeudalismo, ambas siguen constituyendo en el mundocapitalista una fuerza muy seria, como lo ilustra pal-pablemente la riqueza de la Iglesia en los países ca-pitalistas.

Ejemplo evidente de ello es la Iglesia católica.Aparte de los ingresos que percibe dé los creventesen forma de contribuciones l- donativos. obtiene enor-mes beneficios de sus bienes raíces, v de las fábricas,plantas industriales y bancos que posee. En Italia Iepertenecen cerca de 50.000 hectáreas de tierras aptaspara el cultivo (sin contar sus posesiones en bosques

116 C. Ma¡x, El Copitol.

y2

y pastos). En España y Portugal 6.000.000, es decir,12 veces más. En estos paises, aproximadamente el20 por cien de la tierra cultivada pertenece a la lglesia.En Estados Unidos sus propiedades abarcan una su-perficie superior a- 1.100.000 Ha. Sus posesiones enAmérica Latina son enormes. En Colombia alcanzancerca de 100.000 Ha, en Ecuador 20.000 Ha, en Pa-raguay 9.000, en Perú 70.000, en Uruguay 50.000, enBrasil más de 1.000.000, en Bolivia 100.000. A 350.000Ha. ascienden sus bienes raíces en Alemania Occi-dental.

Pero la Iglesia no sólo es terrateniente; tambiénes de los mayores capitalistas y un potentísimo mag-nate financiero. Las acciones que posee actualmenteel Vaticano se valoran en la cifra de 12 mil millonesde dólares.1l? Estos datos son prueba elocuente de queIa Iglesia continúa jugando un importante papel enlos países capitalistas.

En las religiones de la época feudal, Ia encarnaciónde las fuerzas de la naturaleza, annque pase a segun-do plano, sigue ocupando un lugar importante. Esose debe a que el nivel de las fuerzas productivas de lasociedad sigue siendo todavía bastante bajo en aquelrégimen. En cambio, las fuerzas productivas dela sociedad capitalista permiten someter ampliamen-te las fuerzas de la naturaleza. Con el capitalismoel pueblo depende infinitamente más de las fuerzassociales que de las naturales. Debido a ello, la perso-nificación de las fuerzas sociales ocupa en las religio-nes del período capitalista una situación preponderan-te. En párrafos ahteriores hemos demostrado cómodefiende la religión el orden de coqas capitalista. Enla actualidad las religiones de la sociedad capitalistaatribuyen un papel muy importante a lo referente alas normas de conducta. En la etapa actual la religiónse halla ligada muy estrechamente a la moral bur-

117 G. Heyden, H. Ull¡ich. Im, Namz¿n Gotte¡

93

Page 48: Las Raices de La Religion

guesa, que tiene por misión consolidar el régimen ca-

pitalista. La moral burguesa, encubierta bajo la formareligiosa, se. transforma en una parte esencial de laideologia religiosa. Y eso no es casual. Ya con el feu-dalismo la moral ocupaba un importante lugar en lareligión, por ejemplo, en el cristianismo. Al consagrarla moral de la clase dominante y predicar unas normasde comportamiento ventajosas a las clases dirigentes,haciéndolas pasar por mandato divino, la religión tra-taba de encauzar en determinado sentido la actuacióndel pueblo. Bajo el capitalismo, cuando la personifi-cación de las fuerzas de la naturaleza no ocupa un lu-gar en la religión, la predicación de la moral de lailase dominante adquiere un carácter más diáfano. Elhecho de que la ideológía religiosa se halla imbuidade normas morales lo reconocen universalmente la so-ciología burguesa y la historia de la religión (es ver-dad, que dicha moral no la interpretan como burgue-sa, sino como perteneciente a toda la humanidad)'

He aquí lo que sobre el carácter divino de la mo-ral escribe un ideólogo burgués. "El hombre necesitainsistentemente la rígida dirección espiritual de unaelevada doctrina moral capaz de despertar en él labondad, de forma que aprenda a vivir según las leyesque nos han sido ofrecidas a este mundo como un dondel más allá..., las eternas leyes divinas." u8

Este es el procedimiento de que se sirven los so-

ciólogos burgueses cuando argumentan la necesidad

de combinar la religión y la moral y de que la reli-gión propague las normas morales burguesas.

Si bajo el feudalismo la ideología religiosa era elúnico procedimiento de esclavizar espiritualmente alas masas, con el capitalismo adquieren también granimportancia otros procedimientos de influencia ideo-lógica sobre los trahajadores mediante diferentes"doctrinas" políticas, éticas, filosóficas, etcétera.

lls V. C. Arland. Díe ewigen Geheirnnísse.

9+

Por consiguiente, las relaciones sociales de la so-

ciedad capitalista, relaciones de dominio y explota-ción, son ia fuente social de la ideología religiosa. Lasrelaciones sociales del capitalismo determinan los ras-

gos fundamentales de la ideología religiosa en la men-

cionada etapa de su desarrollo:

1) La religión continúa jugando un gran papel en

la vida de la sociedad capitalista, mucho menor, sinembargo, que en el feudalismo, ya que la práctica so-

cial alcanza un nivel que le permite convertirse en elcriterio de que disponen las masas populares para va-lorar acertaáamente la ideología religiosa, y tambiénporque la ciencia constituye un indispensable elemen-io de desarrollo de la producción capitalista. En las

últimas etapas del capitalismo, el ateísmo, que hastaentonces constituía la concepción del mundo de indi-viduos aislados, pasa a serlo de las masas; sin em-

bargo, dentro del marco capitalista, la religión nopuede ser superada.

2)) Las religiones de la sociedad feudal (cristia-nismo, budismo, islamismo, etc.), continúan siéndolode la sociedad capitalista.

3) Como anteriormente, la religión predica la ne-

cesidad de la existencia de las clases y de la explota-

" ción del hombre por el hombre, asi como la humildady la resignación dei pueblo hacia las clases domi-nantes.

4) La personificación de las fuerzas de la natu-raleza ocupa un insignificante lugar en las religionesde la sociedad capitalista desarrollada, siendo la en-carnación de las fuerzas sociales la que predominacasi por completo.

5) La doctrina del mundo de ultratumba, del casti-go moral, del infierno y del cielo, continúa ocupandoun importante lugar en la religión. Esta se vincula aúnmás estrechamente a la moral de la clase gobernante.

Page 49: Las Raices de La Religion

6) La religión conserva su carácter supranacional'

Z\ gt -oriot.írrno continúa siendo la forma típica

de lá religión de la sociedad capitalista'

4. La sociedad comunista y la religión

La única formación en gue las raíces sociales de

f" t"figiá" se debilitan t'oábl"-tnte y después se

destruyen por completo, es el comunismo'- -Ya'"r, * f"r" inferior -el socialismo- los éxitos

oue se consiguen en todas las esferas de la vida de

i"--t*i"á"{ 1r, la economia, la política' la ciencil

v la cultura son tan grandes, que constituyen un^ gol-'""';*i;i;;para la ,"'Íigión. Telmina la prehistoria de

í; t";ürá !- .o*i.,,,i su verdadera historia' la cual

; ;;;;-prtíble con el oscurantismo y los prejuicios

á" f"t Inu."r. En la sociedad socialista desaparecen

üt -ptl""rp¡es

factores sociales que alimentaban la

religión en la sociedad capitalista'- ---?"to

en el socialismo, óomo se sabe' continúa exis-

,i"rr¿o 1a religión. va que las causas que motivan

áicha e*irterrcia todatía no han sido totalmente eli-

-i""¿"t. Sin embargo' van desapareciendo paulatina-

r""it", a medida qrá t" sociedad avanza por la senda

á.1-.."iáfit-o y .i comunismo' La edificación del co-

*rrt it*o en táos los frentes crea las condiciones pa- "

i"-*p"t"t defiuitiramente la ideología religiosa' ---

Soio la sociedad comunista permite al hombre ejer-

.", ,, áo*inio sobre la naturaleza' Como dice Engels'

ior L.-uto se hacea por primera vez conscientes y

;;;;; reales de La naiuraleza, yt que se hacen due-

;;; á. su propia asociación'llo Los países socialistas

1"" 1"g."¿i, ¡t-* tan elevados en el aumento de

oro¿o.Iióo como tlo puede soñar ningún Estado ca-

;i*tltá del mundo- I-as relaciones de producción so-

rr¡ !. húd¡, .frtJ;'lrie9' Editoriral Grijalbo' S' A" Méxi-

o, tll' pfa: ,f

%

cialistas ofrecen amplio canlpo al desarrollo de las

Iuerzas productivas. El desenvolvimiento planificadode la próducción permite no sólo conocer las leyes de

la naturaleza, sino utilizarlas del modo más racio-nal en beneficio deL hombre. Dentro de la sociedadsocialista el progreso técnico no beneficia a gruPosaislados de personas, sino a toda la sociedad, Y Poreso abarca todas las ramas de la producción, ahorran-do trabajo y mejorando las condiciones del mismo.

La fuerza productiva más importante de la socie-dad socialista -la clase obrera- es de hecho unaclase nueva, que ha suprimido para siempre la explo-tación del hombre por el hombre, ha socializado losmedios de producción y encauzado la producción por.el camino del socialismo. Dentro del socialismo, tam-bién los campesinos, que son aliados de la clase obre-ra y participan en la producción socialista, se diferen-cian radicalmente de aquellos otros, que obligados a

someterse al sistema capitalista de desarrollo, vivendispersos, rinden poco en el trabajo, son explotadospor la ciudad y, en general, están condenados a laruina. El camino socialista de desarrollo del camPo

encierra enormes posibilidades. En cuanto a los inte-lectuales de la sociedad socialista, sus vínculos con el

pueblo son indestructibles.Naturalmente, no se puede consiclerar que en la

fase del socialismo se haya conseguido el completo do-

minio del hombre sobre la naturaleza' No existe aún

una total garantía contra catástrofes, como son, por

ejemplo, la-s sequías, las inundaciones, etc' Ello clifi-

.Lltu .r, cierto grado la superación cle los prejuiciosreligiosos. Por olro lado, todos sabemos que el frente

.upi"tuli.tu fue roto por primera ve2 en--un país relati-

vainente atrasado en el aspecto ecoriómico' Lo que

el capitalism o realízó en otros países, en la Unión So-

viétióa lo tuvo que llevar a cabo, en parte, el poder

soriético; y eso se refiere también al desarrollo de

¡.rs rr¡trs.497

Page 50: Las Raices de La Religion

las fuerzas productivas de la sociedad, que en la Ru-sia zarista se hallaban, en comparación con los paísescapitalistas más avanzados, en una fase inferior dedesenvolvimiento.

Sin embargo, la producción socialista, en constan-te crecimiento, está demostrando en la práctica queuna sociedad capaz de domeñar con ayuda de la cien-cia las fuerzas de la naturaleza infunde al individuoun sentimiento de seguridad en sus posibilidades, he-cho que comprueban, en particular, aquellos que hanroto con la religión. Por ejemplo, V. E. Sóshnikov,al hablar de las causas que motivaron su alejamientode la religión, escribe: "Mi fe en Dios la quebranta-ron definitivamente los últimos éxitos de la ciencia yla técnica, como es la construcción de centrales eléc-tricas atómicas; el lanzamiento, con ayuda de cohetesbalísticos, de satélites artificiales de la tierra, y, final-mente, las astronaves." 12o Por consiguiente, el desarro-Ilo de la producción socialista es, al mismo tiempo,un factor importante para Ia desaparición paulatinade la religión.

La base de las relaciones de producción de la so-ciedad comunista (incluyendo en ella el socialismocomo fase inferior) es la propiedad social de los me-dios de producción.

El socialismo ha dado origen a relaciones socialestotalmente nuevas, que la historia de la sociedad des-conocía. trln la sociedad socialista no existen explota-ción del hombre por el hombre ni relaciones de domi-nio y esclavitud. Sobre la base de la propiedad socialse crean, en el proceso laboral conjunto, relacionesde ayuda mutua y colaboración entre los miembros dela sociedad, ya que todos se hallan profundamente in-teresados en el desarrollo de la producción socialista.

La sociedad socialista hace que el nivel cultural yel bienestar del pueblo crezcan enormemente. Sin em-

r:o Colección de artículos: Nosoúros fuhnos bopüst¿,s.

s

bargo, las dificultades con que en una serie de casosse tropieza en este sentido pueden dar lugar a que aciertas capas de la población les sea diúcit ,upera,los prejuicios religiosos en el socialismo (sobre todoen las primeras etapas de su desarrollo y, en primerlugar, en aquellos países que han heredado dei capi-talismo un bajo nivel de producción). No obstanle,estas dificultades van desapareciendo a medida quecrece la producción socialista y se eleva la cultura.Todo ello coadyuva, y continuará haciéndolo en elfuturo, a que la ideología religiosa, que aún conservaparte de los habitantes de la Unión Soviética, vayadesapareciendo.

Como resultado de la revolución socialista y deltriunfo del sistema económico socialista, han sido su-primidas todas las clases explotadoras: los terrate-nientes, los capitalistas y los campesinos ricos. En elpaís del socialismo triunfante no existen clases inte-resadas en conservar y propagar la religión; tampocohav clases antagónicas. Entre los obreros y los cam-pesinos imperan relaciones de amistad. Dentro delpaís no hay razones para la lucha de clases ni para laopresión clasista. En consecuencia, también eitá ce-rrada esa fuente social de la ideología religiosa.

Pero en la actualidad el socialismo no es el únicosistema mundial. Paralelamente a él existe el sistemacapitalista. Las contradicciones entre los países so-cialistas y capitalistas son una manifestación de lalucha de clases. La existencia del sistema capitalistainfluye seriamente en el recrudecimiento de ios pre-iuicios religiosos, influencia que no se reduce á laesfera puramente ideológica. En el lasado, las poten-cias imperialistas organizaron la intervención militarcontra la Rusia Soviética, favoreciendo con ello el:e=ercadenamiento de la guerra civil. En 1941, a=---:ue¡cia de Ia agresión de la Alemania hitleriana,hs ::eblos de la Unión Soviética se vieron envueltos

99

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9n l-a segglda guerra mundial, que causó enormes per_juicios al Estado soviético. Los acontecimientos delperíodo bélico favorecieron cierta activación de la ideo-logía religiosa, empujando hacia la religión a los tra-bajadores menos estables. Y no sólo la propia guerra,sino también el peligro de guerra aciúa- en ciertogrado a favor de la ideología religiosa. por eso, juntoa la política exterior de paz del Estado soviético, tie-ne gran importancia en este sentido la tesis planteadapor el XX Congreso del Partido Comunista de laUnión Soviética de que en la etapa actual las guerrasno constituyen una fatalidad inevitable. por otro lado,la influencia del sistema capitalista es temporal ytransitoria, ya que se va debilitando a medida quluna serie de países se desprenden del sistema capita-lista y adoptan el modo socialista de desarrollo, y amedida que se amplía el movimiento obrero y ae U-beración nacional y se hunde el sistema colonial.

En oposición a las sociedades clasistas antagóni-cas, en las que todas las formas de la ideología rei-nante favorecen y nutren la religión, la ideología so-cialista lucha activamente contra ella. La educaciónde los trabajadores en el espíritu de la ideología so-cialista es un factor importante para superar la re-ligión. El pueblo soviético, educado por el Partido yel Komsomol, da muestras de gran fortaleza de espí-ritu en las circunstancias más dificiles, sin necesidadde recurrir a los consuelos de la religión. Ejemplotípico <le ello es el comportamiento heroico de cuatrosoldados soviéticos, que durante 49 días se mantuvie-ron a la deriva en las tormentosas aguas del océanoPacífico. Después de su salvamento les preguntó unperiodista americano : "¿ Rezaron ustedes durante latormenta?" A lo que respondió, no sin ironía, el sar-gento A. Ziganshin: "Sí, rezamos; incluso teníamosun «sacerdote», el soldado Iván Fedótov. El era quiennos hablaba cle los héroes del «Cheliuskin», de Aiexei

trfarésiev, de Iván papanin y de los héroes del fuertede Brest." r21

el contrario, la existencia de los prejuicios re_ligiosos en la sóciedad socialista se ha fjvoiecido porotras supervivencias capitalistas. Las réminir..rrii".burguesas en las relaciones entre. las personas, en lavida cotidiana y en. la conciencia

-la psicología ba_sada en la propiedad privada, el individüalismol etc._influyen con frecuencia seriamente en el mantenimien_to de los prejuicios religiosos dentro de la sociedadsocialista. Es sabido que los eclesiásticos y los repre_sentantes de diferentes sectas atraen con mayor iaci_lidad a los individuos que no participan activamenteen la vicla de la sociedad socialista, án la edificaciónsocialista y comunista, y que, por hallarse poco liga_dos a la comunidad, experimentan una sensación tesoledad. P. F. Darmanski, antiguo sacerdote y doctore.n.teología, que actualmente se ha separado áe la re-ligión y la lglesia, escribe en sus memorias, al recor_dar los motivos que le inclinaron a la religión: ,,tr{ifracaso en el ingreso en la Escuela Naval, la malacosecha, la vida introvertida que me veía obligado alle'r'ar, así como el aislamiento Ln que me hallab?, des_pertaron en mí con nueva fuerza los sentimientos re_ligiosos y la fe en Dios, la esperanza de obtener suayuda." r22 El estudio de las distintas sectas que exis_ten en la U.R.S.S. muestra que las integran piincipal_mente campesinos y artesanos individuales, propieta_rios de inmuebles que no trabajan, es decir,. individuosque no están ligados a la producción socialista, y encuya conciencia, por consiguiente, se mantienen du_rante más tiempo las diferentes "reminiscencias capi_talistas.

Por eso, la incorporación de dichas personas al tra_'-z'. P¡aoiln., 19 de marzo de 1960,::: Colección de artículos: por qué rotnpimos con b, rch4ió*,r*te fgfl¡.

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bajo social y la lucha contra toda clase de superviven-cias capitalistas, favorecen la desaparición de la ideo-logía religiosa.

La religión se mantiene en gran parte a conse-cuencia de que la conciencia del individuo va a lazaga de su existencia, de que la tradición es una granfierza conservadora de la historia. Hay que señalarque el modo de vida socialista es muy reciente en laUnión Soviética. En el período de transición del ca-pitalismo al socialismo se conservaban aún elementoscapitalistas I, por consiguiente, se mantuvieron, aunqueen escala reducida, relaciones de explotación tanto enla ciudad como en el campo. El dominio absolutode las relaciones de producción socialistas se con-siguió en el país tan solo a partir de 1930, despuésde haber sido suprimida la última clase explotadora,los kulaks. Lrnicamente hacia 1935, es decir, hace algomás de treinta años, en la U.R.S.S. acabó de edificar-se en lo fundamental, la sociedad socialista. Si se tieneen cuenta que del período de terminación de la socie-dad socialista y de transición paulatina al comunismocorresponden cuatro años a la Gran Guerra Patria yotros varios de posguerra a la reconstrucción de laeconomía, seriamente afectada por la-guerra, resultanevidentes Ios éxitos alcanzados en la lucha contra laideología religiosa, tan difundida entre el pueblo rusorlrrrante el zarismo

En la actualidad, algunos centros científicos de laUnión Soviética realizan estudios acerca de la situa-ción de las creencias religiosas en el país. Durante elverano de 1959, en la región de Tambov trabajó unaexpedición del Instituto de Historia de la Academiade Ciencias de la U.R.S.S., bajo la dirección de A. I.Klibánov, para estudiar las sectas religiosas. El ma-terial obtenido permitió llegar a la conclusión de queen los años de poder soviético ha disminuido notable-mente el número de miembros de dichas sectas. En la

r02

aldea y en el distrito rural de Rasskázovo había, en1915,4.673 molocanos y sabáticos.r23 p¡¡ la actualidad,en dicha aldea y en su región sólo hay cerca de 100adeptos a esas sectas. En la ciudad de Michúrinsk(antiguo Kozlov) los molocanos han disminuido eneste período de 600 a 30. En 1915, en la aldea y en eldistrito rural de Kirsánov habia 716 molocanos, 67baptistas, 316 flageladores, 19 adventistas y 163 viejoscreyentes.r2a Actualmente sólo quedan 40 baptistas.El número de baptistas en la región de Tambov hadisminuido de 2.500 a 700.1'6

La expedición compleja del Instituto de Etnogra-fía Miklujo-I\{aklai, de la Academia de Ciencias de laU,R.S.S., que estudió localidades rurales de las regio-nes de Kalinin, Kostromá, Gorki y Yaroslavl, obtuvonuevos datos, que permiten a sus miembros llegar aIa siguiente conclusión: "En los pueblos actuales lamayoría de los koljosianos tiene concepciones ateas.Hay toda una serie de pueblos y poblados cuyos habi-tantes se puede afirmar que están libres de toda in-fluencia religiosa. .. La tendencia a extirpar la reli-giosidad es un rasgo específico del campo soviético." r2c

Hay que subrayar que en la Unión Soviética la re-ligiosidad es mucho menor en aquellas regiones en queel socialismo comenzó a edificarse antes, que en lasque forman parte del Estado soviético desde hace

r23 ll[slp¿lnss, secta religiosa, que surgió en Rusia hacia1760, la cual predica el "autoperfeccionamiento" moral y niega.las ceremonias eclesiásticas. Sobdúicos, secta religlosa, que dedi-ca el sábado a los ejercicios divinos. (N. det T.)

12. Nitlogeladsres, secta cristiana de carácter místico, existenteen Rusia. Ailaentistot, secta que eE)era un segundo advenimien-to de Cristo. Yiexos cteyenúes, corriente. religiosa, que egrupa adistintas sectas, las cuales deben su origen aI cisma que surgióea la Iglesia rusa en el siglo xrm. (IV. del T,)_ ,-rt L N, Mitrojin, "Estudio del seetarismo en la región deT-bov", en Cuestiones de Fitosofía, 1g60, no 1.

_ -. I Pushkariova, G. Snésarev, M, Shmeliova, .,Las remi-¡E=Éas religiosas en las costumbres y modos de superarlas ,a tcrau¿¿ist, 1960, nQ 8.

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relativamente poco tiempo. En Ucrania, por ejemplo,como demuestran los materiales del censo de pobla-ción correspondiente a 1959 y los datos del registrode instituciones religiosas efectuado por los órganossoviéticos, éstas no se hallan distribuidas de modouniforme. Si en las regiones de Dniepropetrovsk, Za:porozhie, Lugansk, Stálinsk, Járkov y algunas otrashay una institución religiosa por cada 6.000 a 9.000habitantes, en cambio, en las regiones occidentales de

esa misma república hay una por cada 2.000.121

La ideología religiosa, que continúa manteniéndoseen la conciencia de una parte de los ciudadanos sovié-ticos, es herencia del régimen capitalista, el cual fuesuprimido en el transcurso de la revolución socialista.Es verdad que en las condiciones de la sociedad so-cialista, la religión ha modificado algo su aspecto, conel fin de adaptarse a las nuevas circunstancias.

Después del triunfo del régimen socialista y comoresultado de la unidad político-moral del pueblo so-viético, la religión no puede, naturalmente, predicarla explotación del hombre por el hombre. Al mismotiempo, en la persona de las clases explotadoras hasido destruida la base social que mantenía la religión.

Junto con la desaparición de las clases explotadoras,ia Iglesia ha perdido su importancia como instrumen-to di la opreiión clasista y ha adoptado una actitudleal hacia il poder soviético. La situación de la Igle-sia en las condiciones del socialismo triunfante se di-ferencia esencialmente de la que ocupa en la sociedad

explotaclora,Eso no significa, claro está, que dentro del socia-

lismo, la religión, al haber perdido su orientación ex-

plotadora clasista, se haya convertido en una ideolo-gí, qr" se aproxima en cierto modo a la ideología

12? V. I( Táncher, "Accrca de las car¡sas que moüvaron lasrupenriverrcias religiosas en l¡ U'8§§-", a ltlemol't ile b Es-anb SupeÁor. Cícncira¿ lílonfilan, 1959' nc {

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socialista. Esta se basa en la ciencia, mientras quela religión, que no tiene nada de común con ella, estotalmente anticientífica. También en las condicionespropias del sociálismo, la religión continúa oscurecien-do la conciencia"del individuo, le inculca la esperanzade una ayuda del más allá y paraliza su iniciativacreadora. Por eso, el Partido Comunista mantiene unalucha consecuente contra la ideología religiosa. Enla Unión Soviética se va superando paulatinamente lareligión a través de una activa propaganda ateo-cien-tífica, la cual opone los datos de la ciencia a los dog-mas religiosos. Cuanto más profunda y multifacéticasea la lucha contra los prejuicios religiosos, más rá-pidamente logrará la sociedad soviética acabar con losrestos de Ia ideología religiosa.

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I

RAICES

GNOSEOLOGICAS

DE LARELIGION

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En el capítulo anteiior hemos analizado las raícessociales de la religión. Pero las causas que motiv:ironsu existencia tienen otra faceta, la gnoseológica. Lasraíces sociales y gnoseológicas de la religión consti-tuyen una unidad. Las segundas no existen indepen-dientemente de las primeras, pudiéndose decir queambas se hallan "entrelazadas". Ello significa que endeterminadas circunstancias y bajo la influencia tleciertos factores sociales, unos u otros de los elementosque integran la conciencia son a veces la fuente dela religión.

Por consiguiente, las causas que motivan la exis-tencia de la religión tienen un aspecto no sólo socialsino también gnoseológico. En la actividad de la con-ciencia humana, bajo la acción de las condiciones ma-teriales de vida, la realidad se puede ver reflejadaerróneamente, de forma tergiversada.

Eso no significa, naturalmente, que haya dos tiposde pensamiento: el acertado o lógico y el equivocadoo prelógico. Semejante división la mantenía, por ejem-plo, el sociólogo burgués francés L. Lévy-Bruhl, clcual consideraba que la mentalidad primitiva era mís-tica y prelógica, mientras que la del hombre civiliza-do contemporáneo es lógica. Lévy-Bruhl opinaba queentre el pensamiento del hombre primitivo, de cuyoestudio se ocupa la etnografía, y el del hombre civi-lizado existe una diferencia esencial, de carácter cua-litativo. Al plantear su doctrina sobrc los dos tiposde pensamiento, escribia refiriéndose al "pensamientoprimitivo" : "Está orientado de forma totalmente dis-tinta. Sus procesos se desarrollaron siguiendo un ca-mino completamente diferente." 1

r L. Iáw-Bruhl, Lo mentolíilail primíthsq,,

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. En realidad, no hay_ ni puede haber dos tipos dis_tin-tos de pensamiento humino ni dos tipos de leyesdel mismo. La conciencia es una de las- propiedaáesde la materia en movimiento. Al ser secrlndaria conrespecto a la materia, tiene que reflejar la realidadque existe objetivamente. La Concienciá humana estállamada a proporcionar datos veraces acerca del mun_do.que nos rodea, a conocer las leyes del mundo ob-jetivo, con el fin de que el indiviáuo pueda a.rp"e,utilizar estos conocimientos en beneficio de sus inte_reses prácticos. ¿ Qué otro papel, más que de carácterneg¿tivo, podría haber jugadó en la vida del hombreel llamado pensamiento prelógico? Sólo habría servidopara desorientarle en su actividad práctica, para des_armarle en su vida práctica. No hubo ni pudo haberjamás hombres con Jemejante forma de pensar. Lévy_Bruhl considera que el áspecto prelógico del pensá_miento determina enteraménte ei cará"cter místico delas ideas y los conceptos de la sociedad primitiva. Enpáginas sucesivas mo-straremos lo lejos {ue semejantepunto de vista se halla de la realidád.

-

Lo material constituye la base de lo ideal, es loprimario col respecto a Ío ideal; sería, p.r"r, "quiro.r-do. oponer de forma incondicional y exagerada lo ideal

a 1o material. Si se opone absoluiamen"te la concien_cia a la existencia, entonces -dice Engels_ ,,hayqu.e asombrarse por fuerza de que concieñcia y natu_raleza, pensamiento y ser, leyás del pensamíento yleyes de la naturaleza coincidán hasta ial punto,,.2 dlpensamiento se subordina a las m;.smas leyes genera-les. que la propia realidad objetiva. La originalidaddel pensamiento con respecto a ella consiste" "" qr.la refleja. Por eso, el pensamiento se rige no sólo porleyes comunes a la realidad objetiva, lno por otraspropias, específicas, en virtud de las cuales lá realidad

,- 2 F. Engels, Antí-Dühnng. Editorial Grijalbo, S. A., México,1968, pág. 22.

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se refleja en Ia conciencia. Las leyes del pensamientoson las leyes que reflejan la reaiidad obletiva en laconciencia del hombre.

La deformación de- la realidad objetiva por partede la religión no -explica la existencía de un d;;"_Ti:"to- prelógico especial,_ con su particularid"a

"rf.-cífica de reflejar equivocadamente ia realidad objetiia,sino que la actividad mental se realiza en deteimina_das condiciones.

Las condiciones de la vida material determinan elcarácter de su reflejo. podrán hacer que éste seadeformado, pero nunca pueden dar lugar a la creaciónde un tipo especial de pensamiento, -cuya naturalezano permita reflejar adecuadamente la realidad. Noconducen a la creación de "diferentes estructuras men-tales",8 llamadas a reflejar la realidad en sentidos dia-metralmente opuestos.

La religión es un producto de la actividad del pen-s-amiento, pero no lo es de la actividad de cierto ,itipode pensamiento" especial o de una .,estructura

men_tal" sui géneris, con unas leyes especiales que re_flejan la realidad de forma inadecuada. Las raícesgnoseológicas cle la religión tienen por base el cono_cimiento humano, vivo,_poderoso y bmnipotente, quese realiza según leyes determinadas.

- No se puede decir- que a Io largo del proceso dedesarrollo histórico el pensamiento- no fr"y" *friáoningún cambio. Pero no ha habido diferentás tipos depensa¡niento, a pesar de que en el desarrollo de laactividad laboral y de la práctica el pensamiento noha permanecido en el mismo lugar, hábiéndose trans_formado. "Como el propio procáo.d.iscursivo dimanade cleterminadas condicionet

-escribía Marx a L. Ku_gelmann el 11 de julio de 1868-, como es un procesonatural, el pensamiento que concibe realmentó puede

¡ L Lérry-Bruhl, La mentaliilail primiürso.

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ser sólo uno, distinguiéndose únicamente en cuanto asu grado, en cuanto a la madurez de su desarrollo y,consiguientemente, en cuanto al grado de desarrolÍodel propio. órgano pensante. Todó lo demás es purodevaneo." 4

_ Tampoco admitía diferentes tipos de pensamientoel gran naturalist¿ y pensador ruso I. [.i. Sé.h"rorr,como lo reflejan las siguientes palabras suyas: ,,L.osrasgos fundamentales de la actividad mentai del hom-bre y su capacidad de sentir, permanecen invariablesen las .diferentes épocas de su existencia histórica,siendo independientes a la vez de la raza, la situacióngeográfica y el grado de cultura." 6

La doctrina que enfrenta el pensamiento del hom_bre primitivo al del

_ contemporáneo, es decir, la que

proclama dos tipos de pensamiento, conduce .indefec_

tiblemente a conclusiones racistas en cuanto a la in_ferioridad mental de los pueblos atrasados en su des-arrollo histórico.

La solución del problema nacional en la U.R.S.S.,como resultado de la cual grupos étnicos que anterior_mente se hallaban muy retrasados pudieron superaren corto plazo su atraso económico y cultural, ,éb"t"por completo la "doctrina" de la existencia de dife-rentes tipos de pensamiento.

- El hecho de que el hombre primitivo fuera capazde construir instrumentos de trabajo pone de máni_fiesto que poseía una mente lógica,

"únqu" el grado

de desar¡ollo de su pensamiento no fuera *uy ii"ro_do. Des<le los primeros momentos la actividad mentalse manifestó como un pensamiento lógico, que refle-jaba la realidad.."Suponer

-escribe tan relevante in-vestigador de la cultura primitiva como es el etnó-grafo inglés E. Taylor- que las Ieves de desarrollointetectual fueron distintas en Australia e Inglaterra,

I C. Marx y F. Engels, Obras escogidar.r I. M. Séchenov, Obros escogidas.

tt2

para los hombres de las cavernas y para los construc-tores de edificios de acero y concreto no tiene en ab-soluto mayor fundamento que considerar que las le-yes de las combináciones quimicas fueron.diferentesdurante el período de formación de la hulla y en nues-tro tiempo." 8

La religión es el resultado del pensamiento lógicoy no de la actividad mental prelógica, ya que nuncaha existido semejante forma de pensar. El pensa-miento lógico de la sociedad capitalista contemporá-nea no sólo acepta la religión, sino que vuelve acrearla en las formas más refinadas. Por consiguiente,el supuesto carácter prelógico de la mentalidad noguarda relación alguna con la creación de representa-ciones, ideas y conceptos religiosos. Al contrario, lacreación de la religión presupone precisamente la labordel pensamiento lógico, cle su actividad, su facultadde operar con conceptos abstractos y la participa-ción de la imaginación y las emociones, cuya funciónestá íntimamente ligada a dicha forma de pensar.

Por consiguiente, es la actividad del pensamientológico, y no del prelógico, lo que da lugar a la reli-gión.

Es más, la aparición de la religión presupone ungrado relativamente elevado de la mente humana, desu actividad, de su facultad de abstractión, del des-arrollo de la imaginación, etcétera.

Más adelante nos detendremos en las funcionesque realizan diferentes facetas del pensamiento huma-no, que en su conjunto y bajo determinadas condicio-nes dan lugar, en última instancia, a la religión.

l. La actividad de la conciencia y ta religión

IJn rasgo específico de la conciencia humana loconstituye su actividad, la cual se halla condicionada

e E. Taylor, La, anlhno prímitioa.

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por el carácter activo de la influencia material queel individuo ejerce sobre la realidad circundante. Laactividad de la conciencia se manifiesta en el carác-ter perfectamente orientado y consciente del reflejrrde la realidad y en la elaboración por la mente hu-mana del material sensorial que percibe de la realidadcircundante a través de los sentidos.

El reconocimiento de los ideales como algo que

9xlste y se desarrolla independientemente y a pesardel hombre y de la humanidad, es el ideálismó ob-jetivo. El materialismo dialéctico, en total acuerdo conlas ciencias naturales, ha demost¡ado que lo ideal esproducto de la materia altamente organizada. el ce-rebro humano. Al refutar el idealismo, el marxismorebate también el materialismo vulgar, que constituyeuna deformada reacción en contra suya. Si el idealismotransforma lo ideal en algo que no depende de lomaterial y que precede al fundamento material dela realidad, el materialismo vulgar reduce 1o ideal a lomaterial, los identifica y no ve el carácter específicode 1o ideal.

Lenin, al criticar los errores materialistas vulga-res del marxista alemán J. Dietzgen, esciibía: "Queel pensamiento y la materia son «reales», es decir,existen, es verdad. Pero llamar material al pensa-rniento significa dar un paso equivocado hacia la con-íusión del materialismo y el idealismo." r La concien-cia no sólo no es la existencia, sino que ni siquiera esun simple espejo suyo, que la refleja de forma pasivaComo señala Marx "lo ideal no es, por el contrario,más que lo material traducido y traspuesto a la ca-beza del hombre".8

La actividad de la conciencia permite al hombreexplicar acertadamente el mundo que le rodea y pre-ver los procedimientos para transformarlo.

z V. I. Lenin, Obra¡.t C. Ma¡5<, H, Copitol,

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Pero gracias al carácter activo de la concienciahumana, el pensamiento puede separarse de la reali-dad, separación que, en determinadas condiciones so-ciales, puede constituir la fuente gnoseológica de lareligión.

El reflejo de la realidad comienza con la contem-plación activa (fase sensorial de la cognición), cuyasiormas son las sensaciones, las percepciones y lasrepresentaciones. La contemplación activa pone alhombre en contacto directo con la realidad. Pero elproceso de reflexión de ésta no se reduce a Ia con-templación activa: a partir de ella continúa desarro-llándose hacia el pensamiento abstracto (fase.racionalde la cognición). En el proceso cognoscitivo se prci-duce un salto.

En la fase sensorial de la cognición es donde seefectúa el reflejo de los objetos y fenómenos singula-res de la realidad. Pero lo general se refleja tan soloen la medida en que es propio de tales objetos y fe-nómenos individuales. En la fase racional se separalo general de lo singular, se pone de relieve lo quetienen de general esos objetos y fenómenos individua-les. Si la contemplación directa descubre los fenóme-nos, el pensamiento abstracto pone al desnudo la esen-cia de los objetos y fenómenos de la realidad.

Pero las fases sensorial y racional del conocimien-to no pueden considerarse como independientes y ais-ladas una de otra. El proceso cognoscitivo constituyela unida«l de la contemplación clirecta y el pensa-miento abstracto.

La actividad del proceso cognoscitivo se pone yade manifiesto en la fase de la contemplación directa.La realidad se refleja ya activamente en las sensacio-ses, lo que se revela en que no se traduce en un proce-so de l¿ contemplación pasiva, sino en el de influencia¡Éntr¿ sobre el mundo, sobre la práctica. El proceso deprecpción de la realidad solamente puede ser com-

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prendido acertadamente si se parte de la unidad entrelas fases sensorial y racional de la cognición, de launidad entre la contemplación y el pensamiento, cuyabase fisiológica la constituye la unidad, descubierta porI. P. Pávlov, entre e[ primero y segundo sistemas deseñales de la realidad. El primer sistema de señalescorre a cargo de la actividad nerviosa superior, tantodel hombre como de los animales. En este caso las se-ñales parten directamente de la realidad, en forma desonidos, olores, etc. El segundo sistema de señalesde la realidad se halla ligado únicamente a la psiquedel hombre: en este caso la palabra es la que sirvede señal. Si la contemplación viva está ligada al pri-mer sistema de señales, el pensamiento abstracto loestá al segundo, el cual desempeña el papel rectoren la interacción de ambos sistemas. El segundo sis-tema de señales, propio tan solo del hombre, es elelemento principal de toda su actividad nerviosa su-perior. La base fisiológica de la unidad entre las dosfases de conocimiento de la realidad la constituyetambién la actividad de los analizadores (órganos delos sentidos), los cuales, como indicó Pávlov, son com-plejos mecanismos nerviosos, que comienzan en elaparato receptor externo y terminan en el cerebro.0

El proceso de la toma de conciencia de la realidadcomienza por la fase sensorial, que es la que reflejadirectamente la realidad. La religión tampoco surge"de la nada": aunque constituye una toma de con-ciencia tergiversada de la realidad, parte, sin embar-go, del material sensitivo obtenido por el hombre dela percepción de la misma; material que luego sufreuna deformación a lo largo de la actividad ulterior dela conciencia humana.

Algunos pensadores de la Antigüedad señalabanya que los dioses de las distintas religiones se aseme-jaban a los representantes de los pueblos que los ado-

e I. P. Pávlov, Obras compl.etas.

ll6

raban. El griego Jenofonte decía que los etíopes con-sideraban a sus dioses chatos y negros, mientras quepara los tracios eran ojizarcos y pelirrojos. En loscuadernos filosófibos cita Lenin el siguiente razona'miento de Jenofonte: "Si los toros y los leones tuvie-ran manos que les permitieran crear, como los hom-bres, obras de arte, también se habrían dedicado a

representar a los dioses y darles a sus cuerpos lasmismas formas que poseen ellos." 10 Acerca de este

pensamiento de Jenofonte observa Lenin: "Dioses a

imagen del hombre."Semejantes demostraciones del origen terrenal de

la religión podemos encontrarlas también en los ma-terialistas de la Edad Moderna. R. Engersoll escribía,refiriéndose a esta cuestión: "Los negros se figurana su dios con la piel negra y el pelo rizado; para los

mongoles es de color amarillento y sus ojos oscurosy oráludot. Si a los hebreos les estuviera permiticlorepresentar a Dios, veriamos a J4hvé con una espesa

barba, faz ovalada y natiz aguileña. Zeus era un ver-dadero griego y Júpiter tenía el aspecto de un sena-

dor romano." 1r

Los cliferentes conceptos, ideas y opiniones surgensobre la base del nTaterial sensorial que sc ha iclo acu-

mulando en el proceso de la contemplación directa'Pero después de haber surgido influyen en él en sen-

tido contrario.Por eso, la propia percepción de la realidad puede

ser errónea. Las personas que dependen en su acti-vidad práctica cle las fuerzas de la naturaleza y lasociedacl y son impotentes ante ellas, al ver que les

aplastan, perciben muy deformafla la realidad. Vea-mos un .ejemplo: "Cuando el mago, deseoso de des-hacerse de un enemigo, le afienaza con transformarse

:: V. I. Lcnin, Obros.:: Cita tomada dei libro Anuario ilel Üuseo de hístc¡io de b

{§riir y el otci*no.

l17

Page 60: Las Raices de La Religion

en tigre y despedazar a todos los miembros de sut¡ibu, sólo empieza a rugir cuando se halla a ciertadistancia de sus vecinos, aunque lo suficientementecerca para

-que éstos puedan oir su falso rugido. «Mi_rad

-vociferan éstos- cómo empiera a cubrirse demanchas su cuerpo>). «¡ Ved cómo le crecen las uñas !»

-exclaman aterrorizadas las mujeres, aunque ni si-quiera pueden ver al tramposo, que se ha ocultadoen su cabaña: el miedo hace aparecer ante su con_fusa mirada fenómenos que no existen en la reali-dad." 12

Las ideas religiosas influyen de forma activa en lapercepción de la realidad, dificultando seriamente suinterpretación acertada. El creyente ve el mundo d.eun

-modo- especial, tratando de hallar por doquier

confirmación a su concepción religiosa. So6re esta'basesurgen también las visiones de los llamados bien_aventurados, de los santos, etc., a excepción de aquellas"visiones" fruto de engaños conscienies. Las viiionesestaban_ muy difundidas entre los pueblos atrasados,que se hallaban en el estadio de li sociedad primiti_va, cosa que señalan numerosos etnógrafos. IIe aquí,por ejemplo, lo que cuenta el etnógrafó soviético L. I.Shternberg: "¿ Es que no ves

-deóía una vez al autorde estas líneas un guiliak,ls señalando a la luna llena-,pero es que no ves en ella a un guiliak, con el rostrocubierto de canosa barba?',.. .. ,,Otro guitiak que esta-ba presente me señaló a una muchachá q.r" ,á dirigíacon unos cubos a sacar agua del pozo. y los dosleextrañaron de que yo, a pesar de esforzarme, no lo_grase ver nada.. . De igual forma, durante el cre_púsculo o durante la aurora boreal, ven los chukchisa un miembro de su tribu, cubierto de resplandecien-tes vestidos y conduciendo un enorme rebáño de do-

rz F. Taylor; La culturo prímíti»o-rs Véa¡ue las notas 16 y 1? del cap. I. (¡V. d€t T.)

ll8

rados renos, a quien consideran el dueño del sol..." r{

En la Europa medieval, durante el desenfrenado pe-ríodo de los procesos de brujerías, no sólo los juecessino con frecueniia los propios acusados estaban con-vencidos de que ál hombre le era posible entrar encontacto con el "demonio".

Por consiguiente, la percepción equivocada de larealidad constituye una de las premisas gnoseológicasde su reflejo equivocado en la conciencia. Por suparte, la toma de conciencia equivocada ayuda a lapercepción errónea.

Ifna manifestación de la actividad de la mentehumana es la imaginación (fantasía). Sobre la basede las percepciones precedentes y de las imágenes'eideas creadas con anterioridad, surgen nuevas imá-genes e ideas. Al apreciar el papel de la imaginaciónén el proceso cognoscitivo, Lenin señalaba que 'rtam-bién en la generalización más simple, en la idea gene-

ral más elemental . . . existe cierto fragmento de fan-tasía".1ú La fantasía es una propiedad inalienablede la mente humana.

La imaginación ayuda al hombre a prever el futu-ro, a anticipar mentalmente los resultados de su acti-vidad práctica, a plantearse determinados objetivos ytratar de realizarlos. Como señalaba Marx, el peormaestro de obras aventaja a la mejor abeja en queprevé con antelación en su cerebro los resultados de

lu trabajo.lo Para transformar en la práctica la rea-lidad hay que hacerlo en la conciencia. Esa funciónde transformar mentalmente la realidad corre a cargo,precisamente, de la imaginación.

Pero la imaginación se puede "poner de manifiestoen otro sehtido. Con su ay'.rCa, la conciencia no sólopuede adelantarse a la realidad, sino desviarse de ella.

1{ L Y. Shternberg, Ia. ¡eligtón pinñtíoa o lo luz ile b ebrrprfir

ir ¡¡. L re¡in, Obros.r C lf¡E, El Copttal,

119

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El pensamiento puede deformarla de forma fantásticay tergiversarla. En la realidad existen, por ejemplo,ho.mbres y toros, leones y águilas. Sin embargo, [ra-cias a la imaginación puede surgir la idea del mino-tauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza detoro, y de los grifos. animales fabulosos con cuerpode león y cabeza y alas de águila. La imaginación escapaz de separar la propia actividad mental del hom-bre de su base material, haciéndola aparecer comointeligencia divina.

Gracias a la imaginación, lo subjetivo puede en-trar en conflicto con lo objetivo. En este caso, loideal se manifiesta como algo material, trasplantadoa la cabeza humana y cleformado por ella.

Si en un caso la imaginación es un estímulo de laactividad práctica, capaz de mover al hombre a trans-formar prácticamente la realidad en beneficio propio,en el otro, por el contrario, le distrae de la luchapor superar en la práctica a la realidacl, alejándolede ella, condenándole a una huera fantasía y presen-tando la realidad distinta de como es en efecto. ,,Elenfoque por parte de la inteligencia (del hombre) deuna cosa :rislada, la obtención de un molde (concep-to) de ella no constituye un acto simple, directo, unreflejo muerto, sino un acto complejo, bilateral y zig-zagueante, que implica la posibilidad de que la fan-tasía se despegue de la vida; más aún : hace posiblela transformación (imperceptible para el hombre, yde la cual no se da éste cuenta) clel concepto abstrac-to, rle la idea en fantasía (in letzter Instanz * -Dios)." rz

Semejante alejamiento de la vida por parte de lafantasía, que conduce a la religión, es tan sólo posibleen determinada situación social. Unicamente se ma-nifiesta en una situación de impotencia del hombre

'En última instancia (N. d¿¿ T.).1; V. I. Lenin, Ob¡¿s.

120

ante Ia realiclacl, cuando éste se ve asfixiado por lasfuerzas externas que se le oponen. Precisamente ensemejantes condiciones se le ofrece al hombre un am-plio campo a la deformación fantástica de la realidad.La separación enfre la fantasía y la vida se convierteen fuente gnoseológica de las imágenes, concepcionese ideas religiosas.

Sin embargo, no se puede considerar que en deter-minadas circunstancias el reflejo de la realidad se li-mite a deformarla. Carecen de consistencia las afir-maciones de L. Lévy-Bruhl, euien, partiendo de suteoría sobre el pensamiento prelógico, consideraba lamentalidad del hombre primitivo integramente mística.Hay que reconocer que las ideas religiosas desem-peñaban un gran papel en la vida de la sociedad pri-mitiva, pero el pensamiento del hombre primitivo nose limitaba a crear imágenes y conceptos religiosos.'foda su vida se basaba en concepciones acertadas deIa realidad. Sus ideas acerca del descubrimiento y per-feccionamiento de los instrumentos de trabajo y delmejoramiento de las condiciones de vida, eran total-mente racionales. E,l hombre primitivo explicaba deun modo completamente acertado una serie de fenó-menos de la naturaleza. Poseía grandes conocimientosacerca de los animales que cazaba o que criaba, asícomo de las plantas que recogía o cultivaba. Estosconocimientos acerca de los animales y las plantas lepermitían elegir para su reproducción los mejoresejemplares, realizando con ello un proceso al que Dar-n in denominó selección inconsciente. El pensamientodel hombre primitivo deformaba en cierta medida elmundo que le rodeaba, pero su actividad mental nose limitó nunca en su conquista a semejante defor-mación.

"EI conocimiento -escribía Lenin- puede serúuJ biológicamente, útil en la práctica del hombre,e. la conservación de la vida y en la conservación

tzr

Page 62: Las Raices de La Religion

de la especie sólo si refleja una verdad objetiva, inde-pendiente del hombre." 18

Si el pensamiento del hombre primitivo hubierasido totalmente místico, éste no habría sido capaz dedesarrollar sus fuerzas productivas y nunca hubierasalido del primitivismo. Por consiguiente, si partié-semos de la doctrina de Lévy-Bruhl tendríamos quellegar a la conclusión de que el hombre primitivo se

halla separado por una muralla infranqueable del"civilizado".

El hombre con un tipo de actividad mental comola que le atribuye Lévy-Bruhl no habría sido capazni siquiera de orientarse en el ambiente que le ro-deaba, es decir, que no habría podido existir bioló-gicamente. En sus trabajos, e[ propio Lévy-Bruhlmuestra, en contra de su concepción fundamental, queen toda una serie de casos el pensamiento del hombreprimitivo reflejaba acertadamente la realidad circun-dante.

De hecho, el hombre jamás dependió íntegramen-te de la realidad circundante, 1l no se sintió comple-tamente impotente ante dicha realidad ni total-tamente aplastado por ella. En cualquiera de los pe-ríodos históricos se daba cuenta en cierta medida de lasleyes de la naturaleza y la sociedad, y las utilizabaen beneficio propio. Por eso, la deformación fantásticade la naturaleza siempre se manifestó en él dentro deuna esfera delimitada. A lo largo de la historia, elhombre ha ido dominando más y más las leyes de larealidad, imperando con más fuerza sobre ellas y po-niéndolas cada vez más a su servicio.

Y paralelamente al desarrollo de este proceso his-tdrico, se ha ido reduciendo la esfera de la defor-mación fantástica de la realidad. En la formacióncomunista, el hombre domina no sólo las leyes de lanaturaleza, sino también las de la vida social, cono-

1t V. I. I-cnin, Obros.

t2,

ciéndolas y utilizándolas en su beneficio. Se superanlas condiciones sociales que dan lugar a que las perso-nas se sientan dominadas por las fuerzas de la realidadcircundante y, junto con ello, desaparece la posibili-dad de su reflejo fantástico, en forma de religión.

La actividad de la conciencia depende también dela percepción emotiva de la realidad. Al refleiar laactitud del hombre hacia los objetos y los fenómenos,las emociones constituyen un proceso de vivencia porparte suya de sus relaciones con el ambiente que lerodea. Y como este ambiente lo constituye, en cuantoal hombre se refiere, el medio social, las emocioneshumanas son un producto de la historia de la socie-dad. Las emociones constituyen un estímulo en laactividad humana. En Ludwig Feuerbach escribía En-gels que "no se puede en modo alguno evitar que todocuanto mueve al hombre tenga que pasar necesaria-mente por la cabeza; hasta el comer y el beber, pro-cesos que comienzan con la sensación de hambre ysed y terminan con la sensación de satisfacción, re-flejadas todas ellas en el cerebro. Las impresiones queel mundo exterior produce sobre el hombre se expre-san en su cabeza, se reflejan en ella bajo la forma desentimientos, de pensamientos, de impulsos, de actosde voluntad: en una palabra, de «corrientes ideales»,convirtiéndose en <<factores ideales» bajo esta for-ma".10 "En la historia de la sociedad -dice más ade-l¿nfs-, los agentes son todos hombres dotados deconciencia, que actúan movidos por la reflexión o lapasión, persiguiendo determinados fines." 20

Las sensaciones emotivas de los individuos, quesurgen sobre la base de la actividad máterial, de lapráctica, se convierten a su vez, en cierto grado, enestímulos y móvil de la actividad práctica.

E! papel de las emociones en la actividad práctica--l C- !l[arr(, Obras escogidos.a &jdeo" pag. 36{.

123

Page 63: Las Raices de La Religion

determina también su papel en el proceso cognosciti-vo, ya que se transforman en un estímulo, un impulsoy un móvil suyo, que sirve a la práctica, aunque nose limitan a eso, pues su misión consiste también enacompañar todo el proceso de reflexión de la realidaden la cabeza humana. La cognición siempre se hallaenvuelta en emociones, ya que la efectúa el hombre,que vive de una forma determinada en interrelacióncon el medio que ha de reflejar en su conciencia. Lasemociones orientan en un sentido determinado el pro-ceso cognoscitivo, influyendo en la labor imaginativaen caliclad de estímulo.

Las emociones no sólo son importantes en el pro-ceso cognoscitivo, en la creación de tales o cuales re-presentaciones, conceptos e ideas, sino que constitu-yen también una de las condiciones para conservarlos.

Por consiguiente, las emociones son el concomitante obligatorio de la actividad práctica y del procesocognoscitivo que la acompaña.

Pero en determinadas condiciones de la realidadsocial, las emociones pueden facilitar la deformaciónfantástica de dicha realidad, 1o que en fin de cuentaspuede conducir a la religión. De todas las emociones.la que desempeña mayor papel en este sentido es eltemor. El temor es una de las premisas más impor-tantes que determinan la aparición y existencia de lareligión. En este senti<lo, son cle gran interés los datosque ofrece el explorador polar y etnógrafo danés KnudRasmussen. Debido a su origen medio esquimal v aque dominaba su iclioma, gozaba <1e extraordinariaconfianza entre eltos. En una cotrversación que malt-tuvo con el chamán Aua, le dijo éste : "¡ Tenemosmiedo ! Tememos al mal tiempo, con el que lremosde luchar para arrancarles nuestros alimentos a latierra y al mar- Tememos a las privaciones v al ham-bre en nuestras frías chozas de nieve. Tememos a lasenfermedades, quc vemos diariamente junto a nos-

124

otros. No es la muerte lo que tememos, sino los su-frimientos. Sentimos miedo de las personas muertasy de los espíritus de las fieras que matamos en nues-iras cacerías. Tememos a los espíritus de la tierra y elaire.. . Sentimos 'miedo de lo que vemos a nuestroalrededor y de lo que nos cuentan las tradiciones ylas leyendas." 2r

Ei papel del temor en el proceso de la creaciónde las religiones primitivas lo ilustra muy bien uno de

los informis presentados en el siglo xvrrr por los mi-sioneros de las Islas de la Sociedad (Polinesia), en

el cual podemos leer: ". . . Ni siquier¿ al más celoso

ministro de cualquier divinidacl se le podía ocurrir que

el objeto de su adoración y sumisión pudiera darle

pruebas de cariño y benevolencia; incluso a él mis-iro,

"on todo su .álo y devoción, le era ajeno todo

sentimiento que pudiera pasar Por cariño' El terrorera la causa secreta del enorme poderio de los dioses'

El terror era el motivo principal, y a veces único,

que determinaba los actos de los ministros más tena-

ces de aquellos dioses." 22

Debido al nivel tan bajo de las fuerzas producti-vas, el hombre de la comunidad primitiva experimen-

taba con frecuencia la sensación de su impotencia en

la lucha con la nat:uraleza. El terror ante las temibles

fuerzas de la naturaleza era lo que daba lugar a las

ideas de seres sobrenaturales y ominipotentes' En este

sentido hay que comprender la conocida frase que

cita Lenin: "El temor creó a los dioses." 23

En el temor se basa no solamente la religión delrégimen de la comuiidad primitiva, sino también las

de todas las demás formaciones sociales, incluso las lla-madas grandes religiones mundiales. "La explicacióndel origen de la religión a partir del temor

-escribe:: K. Rasnussen, El gmn co,ttúno ile trtneos-¡: Cita tomada del libro: L. Iérry-Bruhl, Lo sob¡erlotu¡ol e7t'

L *r¿cfühd primitioo.a Y. L I¡nin, Obroc.

r25

Page 64: Las Raices de La Religion

L. Feuerbach- la confirma el hecho de que inclusolos cristianos, que, por lo menos en teoría, atribuyena..la religión origen y carácter totalmente suprajen-sible y divino, se predisponen hacia ella fundamen-talmente en aquellos casoi y aquellos momentos de la1_da en que en el individuo le despierta el «miedo>>.,,gEl miedo no sólo da origen a la ieligión, sino que laconserva, constituyendo en todo momento un sosténsuyo.

En Ia sociedad antagónica clasista, el temor no sebasa exclusivamente en la opresión que experimentael hombre.bajo el peso de las fuerzas áe la náturaleza,sino también a consecuencia de las fuerzas sociales.Tanto las segundas como las primeras se enfrentanal individuo como fuerzas exteiiores a é1, que le do-minan.

En la sociedad capitalista actual, el temor conti_núa siendo una de las fuentes emotivas de la religión.Dentro del marco del capitalismo, las leyes de

"des_

arrollo de la sociedad no pueden ser utilizadas cons-cientemente en beneficio suyo. El temor es la mani-festación del sentimiento de dependencia ante lasfuerzas de la sociedad capitalista, cuya acción no pue-den prever las amplias masas.

Entre las clases dominantes de la sociedad capita_lista, es también el temor quien mantiene la religión.Es el miedo a la posible ruina en las condiciones áe laencarnizada competencia capitalista y el miedo a la cri_sis, cada vez mayor y más profunáa, cle la sociedadcapitalista.

__ _Er sabido que clurante la guerra se observó en laUnión Soviética un recrudecim-iento de la actividad re_ligiosa, lo cual estaba ligado al temor de algunos ciu-dadanos, los menos estables, ante la posi6itidad dela ocupación alemana y de perder su hogar, sus fami_liares, etcétera.

zr L Feuerbactr, Obras filo«íficas err,og.dras.

t%

Aparte del miedo, el papel de otras emociones esmenos trascendental para la religión. En particular,la alegría, etc., intervienen en su creación

-y corser-

vación fundamentalmente en relación con el lemor. Ethombre, al sentifse oprimido por la realidad que lerodea, se alegra de que las fuerzas externas, a lascuales teme, no le hayan aplastado ni castigado. Encontra de las doctrinas teológicas contemporáneas,que tratan de hacer creer que la base de la religiónes el amor a Dios, los hechos evidencian de modoirrefutable que de todas las emociones el temor es elfactor principal que mantiene la concepción religiosa.

Por consiguiente, las emociones influyen en elproceso cognoscitivo. Pero también las ideas y lasopiniones, que surgen como resultado de la toma deconciencia de Ia realidad, condicionan el estado emo-tivo del individuo, su actitud hacia dicha realidall ylas sensaciones que ésta le produce. Bajo la influenciade las diferentes ideas y opiniones, de tal o cual con-cepción del mundo, los objetos y fenómenos de larealidad dan lugar en el hombre a diferentes estadosemocionales.

La concepción religiosa del mundo, originada porel temor y por la fragilidad que el hombre experimen-ta ante las fuerzas de la realidad, que se le oponen,al sembrar la realidad que le rodea de fuerzas sobre-naturales, amenazadoras y potentes, intensifican aúnmás el miedo que ésta le inspira.

2. El pensamiento abstracto y la religión

I-a abstracción, es decir, la facultad d'el hombrepara prescindir mentalmente de determinadas propie-dades y facetas de los objetos y fenómenos que analizav estudia, constituye la facultad más importante desi actividad mental. Gracias a ella el pensamientopaede destacar en la realidad circundante los rasgos

Page 65: Las Raices de La Religion

y nexos esenciales, olvidando los accidentales: el pen-samiento puede generalizar, es decir, descubrir lo quehay de general en los objetos y fenómenos de la réa-lidad. El pensamiento abstracto opera con conceptosabstractos, los cuales reflejan la realidad de foimamediata, a través del material sensitivo que ésta ofre-ce a los órganos sensoriales. Pero al desiubrir lo ge-neral y lo esencial en los objetos y fenómenos delmundo circundante, el pensamiento abstracto propor-ciona lo que nunca está al alcance de la contempla-ción directa. "El pensamiento

-señala Lenin-, alremontarse de lo concreto a 1o abstracto, no se aleja,si es acertado . . . de la realidad, sino que se aproximaa ella. I.a abstracción de la materia, de la ley de lanaturaleza, la abstracción del valor, etc., en una pa-labra, todas las abstracciones científicas (acertadas,serias, no absurdas) reflejan la naturaleza más pro-fundamente, mejor dicho, más completamente." 26

Sólo gracias a la facultad de abstracción del pen-samiento, que destaca de lo parcial y accidental logeneral y esencial, es posible descubrir y poner alservicio del hombre las leyes objetivas que existenindependientemente de su voluntad y conciencia. Lascategorías, es decir, los conceptos que reflejan aquelloque tienen de más general y esencial los objetos yfenómenos cle la realidad. "son escalones en el procesode destacar el mundo, es decir, en su conocimiento,puntos cruciales en la red, que ayudan a conocerla ydominarla".26

Todo ello muestra la importancia del pensamientoabstracto en el proceso de conocimiento de la realidad.

Pero en determinadas condiciones de la vida de lasociedad, la actividad de abstracción de la mente hu-mana puede conducir también a resultados diametral-mente opuestos.

25 V. I. I¿nin, Obros.zo lbldem.

ta

En el proceso cognoscitivo de la realidad, el pen-samiento debe resaltar inevitablemente algunas face-tas suyas.

Sin ello es imposible estudiar la realidad, distin-guir lo esencial de" lo accidental, lo general de losingular. No obstante, esta separación de unos y otrosaspectos de la realidad puede conducir, en determina-das condiciones históricas del desarrollo de la socie-tlad, a resultados que deforman la realidad. En circuns-tancias concretas, el lado ideal de la realidad puedeverse separado del lado material y aparecer como unser independiente, que condiciona y determina la exis-tencia de la base material.

Los conceptos abstractos, producto de la actividadde abstracción del órgano material que es el cerebro,pueden ser presentados como entes independientes,que no están condicionados de forma especial a laactividad de la matería organizada.

Por consiguiente, en determinadas condiciones so-ciales, cuando el hombre se ve oprimido por las difi-cultades de la lucha con la realidad, cuatáo adquiereconocimiento de la misma en circunstancias de cons-tante temor por la muerte que le espera, la actividadde abstracción de su mente, que es condición indis-pensable de cualquier actividad humana, puede seral mismo tiempo fuente gnoseológica de la religión"El desdoblamiento del conocimiento del hombre y laposibilidad del idealismo (- religión) están dados yaen la primera abstracción elemental..."27

Las imágenes religiosas surgen en parte considera-ble sobre la base de conceptos abstractos.

Ya el hombre primitivo, al destacar ciertosraspec-tos de la realidad, daba a los conceptos abstractoi laapariencia de entes que no dependían de la actividaddel cerebro humano encargado de la cognición. ,,Idea-lismo primitivo: lo general (concepto, idea) es un

2r V. L [-enin, Ob¡o¡.

¿rs nr¡cts.-5r»

Page 66: Las Raices de La Religion

ente aislado", escribe Lenin.28 Ya el hombre del ré-gimen de comunidad primitiva consideraba ciertosconceptos abstractos como seres vivos, independien-tes y concretos, al darles la forma de espíritus. Cuandonace la sociedad esclavista se forman las imágenes delos dioses del politeísmo. Por ejemplo, conceptos tanabstractos como la guerra, la, paz, la fertilidad, etc.,aparecen en forma de imágenes de los correspondien-tes dioses. Las imágenes religiosas pueden surgir tantosobre la base del reflejo de diferentes aspectos de larealidad como sobre la base de los conceptos abstrac-tos que reflejan la realidad.

Así cs como aparecieron las primeras imágenes re-ligiosas. De modo semejante se formaron también lasreligiones actuales. El monoteísmo, por ejemplo, cons-tituye un conjunto de propiedades abstraídas de larealidad circundante, un ente que se opone a dicha rea-lidad y que es quien la crea. El monoteísmo repre-senta el conjunto de abstracciones como a un Diosomnipotente.

Las imágenes religiosas reflejan 1o general a tra-vés de lo singular, de lo individual. En eso radica lasemejanza que existe entre las imágenes religiosasy las imágenes artísticas. Pero para el creyente laimagen religiosa no es un convencionalismo, sino unhecho real, no es un reflejo de la realidad, sino su crea-dor. Tal es la diferencia radical entre la imagen reli-giosa y artística. En las imágenes religiosas que surgende este modo, la realidad se refleja de un modo falso,fantásticamente, deformada. Sobre el reflejo de la rea-lidad en forma de imágenes por parte de la religióntrataremos en páginas sucesivas.

Sin embargo, la religión posee no sólo imágenes,sino también sus propios conceptos religiosos, susdogmas. En este sentido hay que señalar que si losconceptos abstractos acertados reflejan la realidad de

,t V. I. Lenin, Obrcs.

130

un modo más profundo y completo que la contempla-ción viva, los conceptos abstractos falsos lo hacen deforma equivocada, cosa que dificulta el proceso cog-noscitivo, en lugai de favorecerlo. Hay conceptoscientíficos, que reflejan correctamente la realidad, yconceptos no científicos, que la deforman; los religio-sos pertenecen a esta última categoría.

El conocimiento concreto de la realidad se lograa través del pensamiento abstracto, el cual, sin em-bargo, no puede reflejar directamente y en toda supluralidad concreta los distintos objetos o fenómenosde la realidad. La cognición ha de recorrer un largoproceso de desarrollo. Lo concreto es siempre el puntode partida del conocimiento, concretamente el punto departida de la contemplación viva. Todos los conoci-mientos humanos arrancan de la realidad concreta. Pe-ro en el proceso mental lo concreto se manifiesta comoresultado de la toma de conciencia de la realidad.El conocimiento, que va inicialmente de lo concretoa lo abstracto, recorre después el camino de lo abs-tracto a lo concreto. En los comienzos del procesocognoscitivo, uno u otro objeto o fenómeno de la rea-lidad se expresa en conceptos de forma muy pobre,indeterminada, unilateral y abstracta. A lo largo de sudesarrollo ulterior, el conocimiento de la realidad serefleja en los conceptos y en el sistema de los mismosde un modo cada vez más plurifacético, completo ydeterminado. Resultado de ello es que los conoci-mientos que adquirimos de la realidad no son abs-tractos y difusos, como al principio del proceso cog-noscitivo, sino cada vez más concretos.

En la formación de la religión, lp. concienci4.tam-H.éa va de 1o concreto a lo abstracto (arranca de larca': ad concreta) y recorre ei camino de 1o abstracto¿ .: concreto. Los conceptos e imágenes, propios de#:=er religión (por ejemplo, el cristianismo) tam-fe. :cn al principio muy pobres, generales y abs-

131

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tractos. En sus obras más tempranas -La revelaciónde San Juan y las Epístolas de San Pablo-, la doc-trina cristiana sólo comienza a formarse. En estasobras aparece formulada de un modo todavía muypoco concreto.

Engels, al analizar en su obra El libro de las re-velaciones la primera obra cristiana, El Apocalípsis,señala que "de todas las formas que han llegado hastanosotros, en él es donde el cristianismo aparece menospulido. Sólo domina un dogma: los creyentes se hanvisto salvados gracias al sacrificio de Cristo. Peropor qué y cómo, no hay forma de comprenderlo".2o ElApocalípsis encierra tan sólo los primeros elementosde la religión cristiana, que empieza a formarse enlas nuevas condiciones históricas. En su trabajo Con-tribución a la historia del cristianismo primitivo, En-gels señala también la forma tan poco desarrollada delcristianismo primitivo, en comparación con el dogma-tismo y la mitología tan acabados del cristianismoconvertido en religión estatal.so

El cristianismo inicial existía en forma de nume-rosas sectas, cada una de las cuales expresaba en for-ma religiosa algunas de las nuevas exigencias queplanteaba el clesarrollo social, reflejando y deformandofantásticamente tal o cual aspecto de la vida de lasociedad. "El mito del cristianismo inicial puro, que

iluminó cle una vez el mundo, se basó durante siglosy se basa hoy en la lectura sin espíritu critico de losiibro. qu" componen el Nuevo Testamento." sl Elcristianismo se formó sobre la base de la reestructura-ción de las doctrinas de las diferentes sectas. El pro-ceso de formación del cristianismo como nueva reli-gión se termina, en rasgos generales, sólo hacia el

siglo rv (Concilio de Nicea).

zs C. Marx y F. Engels, §obre üo rcltgb.so Ibídem.31 R. Y. Vípper, Romo y el c'ristianisrno pnnútíoo.

132

Lo mismo hay que decir respecto a la imagen de

Jesucristo. Si recurrimos a las obras cristianas másantiguas de las que integran el Nuevo Testamento,veremos que el concepto de redentor es muy general,indeterminado y abstracto. 'Iodavía no hay nada que

indique que Cristo puede ser un personaje histórico.La imagen de Cristo está muy lejos de alcanzar elperfil que le dan los Evangelios. Sólo poco a poco se

va relacionando la imagen mítica que se crea alrede-dor de Jesucristo con determinados acontecimientoshistóricos. Si en las Epístolas de San Pablo aún figuraCristo casi por completo fuera del tiempo y el espa-

cio, la idea que de él nos dan los Evangelios, creados

posteriormente, es la de un personaje histórico. R. Y.Vípper considera que el mito de Cristo y del apóstol

San Pablo como personajes históricos se remonta tansólo a la segunda mitacl del siglo tr d. n. e.32

Por conslguiente, las imágenes y conceptos cie¡tificos, cuando comienzan a desarrollarse, sólo permitenadquirir conciencia de la realidad de forma incomple-ta, abstracta y unilateral; no obstante, y a pesar de

ello, reflejan la realidad concreta con cierta exac-

titud, aunque unilateralmente.A medida que los conocimientos científicos se van

desarrollando, la realidad concreta se refleja en ellosde modo más completo y multilateral, I, Por tanto,más adecuado.

Por el contrario, en las imágenes y conceptos re-ligiosos la realidad se refleja no sólo de forma unila-teral, sino también deformada. Iln el transcurso de su

desarrollo también se van concretando, es decir, que si

al comienzo del proceso de formación de tal o cualreligión se reflejaban erróneamente en la concienciasólo aspectos, relaciones y nexos aislados de la rea-¡:¿d. al final ésta acaba siendo deformada en todos¡ cc:iunto. A medida que se van concretando las

E E Y. Yípper, Romo g el cristianis¡no primititto.

133

Page 68: Las Raices de La Religion

imágenes y los conceptos religiosos, continúa el pro-ceso de tergiversación fantástica de la realidad. perolo que la religión deforma constantemente es preci-samente la realidad: la religión no refleja eriórrea-mente la realidad, ni la sociedad, ni el pensamientoen general, sino la naturaleza concreta, la sociedad enuna determinada etapa de desarrollo, el pensamientode personas concretas, que realizan la actividad men-tal en condiciones específicas de su existencia. Lareligión no podría llevar a cabo su función de ins-trumento de lucha de clases en manos de la clasedominante si no reflejase relaciones sociales concre-tamente históricas.

Si la concreción de los conocimientos científicossignifica que el hombre va adquiriendo una nocióncada vez más completa de la realidad concreta, lade los religiosos experimenta una deformación cadavez más profunda de la realidad en la conciencia delhombre.

Cada época histórica se caracteri za pq una formaespecífica y concreta de religión. Al mismo tiempoque se modifican las condiciones sociales, se trans-forma la ideología religiosa de la sociedad. Las religio-ne.s ¡uevas reflejan nuevas condiciones. La religióncristiana surgió en condiciones histórico-co.r".-"tasnuevas, siendo un reflejo de las mismas, que, a pe-sar de ser al principio débil, indeterminaáo y aÉs-tracto, no por eso era menos deformado, ya que dabaa las fuerzas terrenas un carácter ultraterreno.

Posteriormente, en el transcurso de su desarrollo,la religión cristiana pasó a reflejar la realidad de unmodo más concreto, abarcándola con mavor amplitudy deformándola más prófundamente. Es precisámen-te la concreción del cristianismo, su tergiversaciónconcreta de las relaciones sociales, su concreción dela imagen de Cristo. su concepto del castigo ,,en laotra rida", del infierno y el cielo, etc., en una pala-

r34

bra, su deformación concreta de la realidad, lo quela llevaría a convertirse en la fuerza social que a lolargo de muchos siglos constituye un instrumento deopresión del pueblo.

La facultad dé llevar a cabo una actividad deabstracción en su forma más desarrollada es el rasgoespecífico del pensamiento humano.

La actividad psíquica del hombre se diferenciacualitativamente de la llamada actividad psíquica deIos animales superiores. Engels señalaba: "Toda ac-tividad discursiva. . . la poseemos en común con losanimales." 83 Pero el nivel de todos estos tipos deactividad discursiva, incluyendo la abstracción, pro-pios del hombre y de los animales, es cualitativa-mente diferente. Por eso Pávlov no hablaba de laactividad espiritual de los animales superiores sino de"la llamada actividad espiritual". "Yo -dice Pávlov-he añadido premeditadamente a las palabras <<activi-dacl espiritual» (de los animales superiores -,A'. S.)el epiteto de <<la llamada». Cuando el naturalista seplantea la tarea de llevar a cabo un análisis completode la actividad de los animales superiores, no puedeni tiene derecho a hablar de la actividad psíquica deestos animales, sin traicionar el principio en que sebasan las ciencias naturales." 3a

El pensamiento humano se distingue de la llama-da actividad psíquica de los animales superiores, enprimer lugar, por el grado, diferente y mucho máselevado, de su facultad de abstracción; en segun«lclugar, porque opera con conceptos abstractos y, entercero, porque estos conceptos abStractos se hallanencerrados en una envoltura lingüística.

La religión sólo es algo propio de la concienciahumana, aunque no faltan científicos burgueses quctratan <le descubrir manifestaciones de religiosidad

¡s F. Engels, Dialécti¡a clc la naturdl¿2o,.3. I. P. Pávlov, Obros con¡iletos,

135

Page 69: Las Raices de La Religion

.l lol.animales stlperiores. W. Braubach, por ejerrr_qlo,_"fi:"pba que entre los perros existe el culto aldueño.35 Posteriormente,_ alg-uno" roop.i.ólogo. t,o"intentado también descubrir- Ia religián en los ani_males.

Pávlov se mofaba con toda justicia de semejantes"investigaciones".BB En realidad, tales intentós detrasladar las relaciones humanai al mundo animal:or. d.. hech-o un puro devaneo reaccionario. La bio-log¡zacrón de la religión sólo sirve para proporcio_narle un carácter eterno e inevitable, y. q.r" ü .or_vierte. en un producto congénito

'de la actividadpsíquica. Desde las posicion.i del marxismo, el cualha establecido las veidaderas raíces de la religión, sepuede apreciar la indiscutible evidencia de serñejantesafirmaciones.

plifica el proceso cognoscitivo y que exagera el papelde algunas de sus facetas, resúltá posible ,"pr.i, inla imaginación lo ideal de lo materiil, contraponiendoambos conceptos y haciendo aparecer lo ideal comouna criatura independiente.

_El pensamiento metafísico hace que la religiónenfoque la realidad como un estado d. ."poso J ir,-movilidad, estancamiento e invariabilidad. ,IHe enten-dido

-leemos en el Antiguo Testamento- que todo

lo que Dios hace, eso será perpetuo: sobre aquellono se añadirá, ni de ello se disminuirá.. .,'. az .iguées lo que fue ? Lo mismo que será. ¿ eué es to q"e-t asido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nue-vo debajo del sol." 38 Y si la religión explica álgrnode los cambios que tienen lugar en la realidad ob-jetiva, l1o ve el origen de sernejantes transformacio-nes dentro de los objetos y fenómenos que se modi_fican, sino fuera de ellos, en la actividaá de fuerzassobrenaturales fantásticas que se oponen a la reali_dad en calidad de demiurgos suyos.-

"Para el metafísico -señala Engels-, las cosasy sus imágenes mentales, Ios corrceptos, son objetos

de- investigación dados de una ve, para'siempre, ais-Iados, uno tras otro y sin necesidád de contemplarel otro, firmes, fijos y rígidos. El metafísico piensasegún rudas contraposiciones sin mediación: su ien_guaje es- «sí, sí», y «no, no», que todo lo que pasade eso del mal espíritu procede.', s0 Interesa ,esilta,que para caracterizar los puntos de vista del meta_físico, Engels recurre al texlo del Nuevo Testamento.Veamos el correspondiente lugar del mismo: ,,Sinosea vuestro lenguaje: «Sí» por síi «No» por ho, y loque de esto pasa proviene del malvado.,,io No á, ."-

st Eelesiastés.ae lbldem.l1-I. E"e.l", Anti-Dührins, Editorial Grijalbo, S. A., Méxi-co, 196{, pág. T.to Eooogelío ile Son Mateo.

3. La metafísica y la religión

ll.aparición y la existencia de la religión estántambién estrechamente ligadas al pensamiánto meta_físico. Si la dialéctica conáuce de nianera consecuenteal materialismo, la metafísica lleva, en fin de cuen_j1, ,t. idealismo y a l? religión. El enfoque meta_trsrco de los objetos y fenómenos de la ,"uiidad, qt.retiene lugar en determinadas condiciones, puede ierfuente gnoseológica de la religión.- El proceso mental metafísico deforma las rela_

ciones que existen objetivamente en la realidad, des_truyendo la interconexión y el condicionamientá quemanifiestan los fenómenos. El pensamiento metafí_si9o. d-a lugar a la contradicción entre tas imáge;essubjetivas del mundo objetivo y el propi,o mundo ob-jetivo. Debido a semejante pro."ro'roátal, que sim_

*r"1i X;f,il,lYcü', Retísiótt, Mo¡at uú. phitoslphie it¿r Do¡uítr

¡o Véase: y. p. Frolov, Ioót pe*óobh páoloo_ Reeueúlot,

r36

137

Page 70: Las Raices de La Religion

sual- que -Engels recurra a la Biblia. Es precisamente

en la religión donde el pensamiento metafísico serevela con mayor claridad.

- - EI pensamiento m-etafísico da lugar a la compren_sión equivocada de la relación enire lo absoluto ylo relativo. La comprensión metafísica de estos cori_geptos puede ser, en fin de cuentas, la fuente del idea_lismo en la religión.

El planteamiento -metafísico puede dar lugar a la

exageración.del papel de lo relaiivo, a su selaraciónd,e Io absoluto, senda que conduce al idealismo subje_tivo, que.no_ve-que lo relativo es el procedimiento dellegar a Io absoluto, y que la verdad absoluta la inte_gran la suma de verdades relativas. La variación delas ideas sobre el mundo objetivo la utiliza el idealis-rno subjetivo para negar su existencia.

. Pe¡o-el enfoque metafísico, que separa to abso-Iuto de Io relativo, es también irpr, á" conducir auna exageración deformada de la interpretación delpapel de lo absoluto, a la incomprensió., ¿"t ,"*oque guarda con lo relativo, lo cual puede llevar alidealismo objetivo y a la religión.

Cuando tales o .cuales repiesentaciones, concep_tos, ideas y puntos de vista nd se analizan como allohistóricamente limitado, relativo, que ha de ser

"bj"i;de . concreci-g" y ampliación, sino como algo incon_dicional, obligatorio para toáas las épocas y períodos

históricos, _eso lleva, en condiciorr"r

-..p."ífiüs, a lareligión. No se trata solamente de que la ,"iigiO"

convierte en absolutos algunos dogmas y tesis, iinotambién de que las tesis religiosai, al contrario delas científicas, no tienen caráóter de verdad,es oU¡e_tivas, ya que no se trata del reflejo aproximado, ñ;acertado, de la realidad, sino de su reflejo iuátárii-camente deformado.

. Los dogmas religiosos ofrecen un reflejo inexactoe inadecuado de la realidad, tergiversána,if" y á"rñ

138

gurándola. No tienen el carácter de verdades relati-vas, ya que en lugar de conducir a la verdad absolutadesvían de ella el conocimiento, cerrándole el caminopara conseguirla. Por eso, la historia del desarrollode los conocimientbs humanos, la historia de la cien-cia, es al mismo tiempo la historia de la lucha entreIa ciencia y la religión.

. Por eso, al ocuparse de los dogmas de la religión.hay que tener en cuenta que no son verdades iela-tivas, que los postulados que la religión da por ver-dades incondicionales y "eternas', nJ guardan- la me-nor relación con la verdad.

El dogmatismo (gnoseológico) se desprende de lacomprensión inexacta de la relación entri Io relativoy lo absoluto, Io cual se manifiesta en la exagéraciónhasta el absurdo del papel de lo absoluto en- el pro-ceso cognoscitivo.

- No -es casual precisamente el origen religioso de

tales términos como dogmatismo y ialmudismo.La religión, al separar lo absoluto de lo relativo

y lo infinito de lo finito, al separar los conceptos delos objetos reflejados por ellos, desdobla el mundo enel del más allá y del más acá. El dogmatismo no só-lo crea, sino que consolida este desdoblamiento reli-gioso del mundo.

El dogmatismo religioso ha sido siempre un obs-tá9¡!o para el desarrollo de la ciencia. Los dogmasreligiosos se oponen por completo a las conclusionescientíficas. Por otro lado, la religión dogmatiza de-terminados logros científicos, dificultando con esto suulterior desarrollo. Por ejemplo, la religión cristianadogmatizó en tiempos los descub"rimieátos de pto-lomeo en el campo de la astronomía, los de Galenoen biología y medicina, los de Aristóteles en filoso-fía, etc. Descubrimientos que en una época fueronprogresistas, se transformaron en un obJtáculo parael desarrollo ulterior de los conocimientos, ya que

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las verdades relativas eran ofrecidas como verdadesabsolutas, invariables y eternas. El dogmatismo, sinel cual es inconcebible la religión, es enemigo de laciencia, siendo ahí donde se manifiesta la oposicióngnoseológica de la ciencia y la religión.

4. El reflejo figurado de la realidad en la religión

La religión tiene mucho de común con el idealis-mo filosófico.

Como es sabido, el idealismo existe en dos f¡rmasprincipales: en forma de idealismo subjetivo y deidealismo objetivo.

El idealismo subjetivo considera el mundo comoexisteñte en forma de sensaciones, de conciencia deun sujeto aislado. El idealismo objetivo toma comobase de todo Io existente, no las sensaciones ni laconciencia de un sujeto aislado, sino lo ideal en ge-neral.

La religión es una forma del idealismo objetivo,la forma más burda y primitiva del idealismo. Almismo tiempo, la filosofía idealista es tan sólo unaforma refinada <le religión. Los clásicos clel marxismo-leninismo han señalado repetidas vcces la semejanzaexistente entre la filosofía idealista y la religión. Marxv Engels dividían el idealismo en filosófico y reli-gioso.al

La frontera entre el idealismo filosófico y la reli-gión es muy convencional. La afinidad espiritual dela filosofía idealista y la religión la reconocen lospropios representantes del campo idealista religioso."La filosofía

-escribe F. Mayer-Hillebrand, refirién-

rlose a la filosofía idealista-, al igual que la religión,trata ante todo de llevarnos a la convicción de quecxiste un creador v organizador del mundo. Ambasnos muestran además que el mundo creado por Dios

rr C. Marx y F. Engels, Obras.

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tiene que ser el mejor de los mundos posibles y, fi-nalmente, intentan establecer la idea de la espiritua-lidad y la inmortalidad del alma." 42

El protilema fundamental de la filosofía está di-rectamente ligadé a la religión.

La solución idealista del problema esencial de lafilosofía se manifiesta ya en el animismo. En la re-ligión primitiva -el animismo- existe ya la idea cle

que el alma precede al cuerpo, el espíritu a los fenó-menos de la naturaleza. Y a partir del animismo sedesarrollaron todas las formas sucesivas de idealismoy religión. Engels, cuando afirmaba que el gran pro-blema cardinal de la filosofía ya había sido planteadopor el hombre primitivo, al confirmarse en la creen-cia de que el alma era algo especial, diferente delcuerpo, escribía : "El problema de la relación entreel pensar y el ser, entrc el espíritu y la naturaleza,problema supremo de tod¿ la filosofía, tiene, pues,sus raíces, al igual que toda la religión, en las ideaslimitadas e ignorantes del estado de salvajismo." r¡En la solución idealista del problema esencial de lafilosofía radica la esencia gnoseológica de cualquierreligión.

Al analizar la relación del idcalismo de Hegel conla religión, escribía Feuerbach que la cloctrina hege-liana se contradice con la religión "sólo en lo queun pensamiento desarrollado y consecuenfe puedeoponerse al no desarrollado e inconsecuente, peroque expresa la misma idea".aa Lo que dice Feuerbachsobre la religión y el idealismo de Hegel se puedeampliar a la filosofía y la religión en general.

Sin embargo, junto a la semejanza esencial y deprincipio que manifiestan la filosofía idealista y la

r¿ F. Mayer-Hillebrand, Zur Einleitung. En el libro F. Bren-tano, Relígizn unil Phílosophíe.

re C, Marx y F. Engels, Obras escogiilas.¿r L, Feuerbach, Obros tílosó!ícas escogidas.

l4l

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religión, también existen entre ellas diferencias evi-dentes. La filosofía idealista suele ser patrimonioexclusivo de un limitado círculo de "elegidos',; en loque se refiere a las amplias masas, es ajena a ellas,ya que ni la comprenden ni está a su alcance. Encambio, la religión se difunde entre el pueblo y debeestar al alcance de las masas embrutecidas e igno-rantes.

La religión es un conjunto, fantásticamente de-formado, de propiedades abstraídas de la naturaleza,la sociedad v el pensamiento. Dichas propiedades,abstraídas de semejante forma, se convierten en algoabsoluto y se deifican. Ahí es donde radica la se-mejanza entre el idealismo filosófico y la religión,debido a lo cual las diferencias existentes entre ellosno son básicas.

Pero el proceso de formación de la religión no seagota dando carácter objetivo a los conceptos abs-tractos, ni convirtiéndolos en absolutos. "El idealis-mo es clericalismo

-escribe Lenin-. Eso es verdad.

Pero el idealismo filosófico es (aún más verdad yaparte de eso) el camino hacia el clericalismo através de uno de los matices del infinitamente com-plejo conocimiento (dialéctico) del hombre." 46 A di-ferencia del idealismo filosófico, la religión, al abstraerlas propiedades de la realidad, no sólo las transformaen seres independientes, sino que las presenta en for-ma de seres concretos que únicamente existen, natu-ralmente, en la imaginación. Por eso se puede decirque la religión es un idealismo traducido en imá-genes.

La religión expresa la abstracción en forma deimágenes. Ejemplo de ello puede ser la mitología,donde las diferentes facetas de Ia realidad han sidoabstraídas de ellas y encarnadas en las imágenes delos dioses. Como es natural, el contenido de la mi-

{6 V. I. Lenin, Obras.

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tología no se limita exclusivamente a la religión. Enla mitología, junto al reflejo fantástico y tergiversadode la realidad, figuran momentos de gran realismo,que la reflejan de modo adecuado. No obstante, lasrepresentaciones e-ideas religiosas son lo principal enlos mitos.

El contenido religioso también se halla encarnadoen forma de imágenes en toda una serie de obras delas religiones posteriores. A semejante categoríade obras pertenecen en gran parte, por ejemplo, loslibros "sagrados", como la Biblia y el Corán. Comoresultado de ello, la religión resulta mucho más alalcance de las masas populares que la filosofía idea-lista, la cual opera con abstracciones nebulosas .ypoco comprensibles.

Naturalmente, la religión no se reduce a un con-junto y un sistema de imágenes. En párrafos anterio-res hemos señalado el papel que desempeñan en ellalos dogmas. A los dogmas religiosos se deben opo-ner los datos de la ciencia. Sin embargo, no hay queolvidar otro aspecto de la religión, su carácter figu-rado, lo cual constituye un rasgo específico suyo, elde opio del pueblo, que es lo que la distingue de lafilosofía idealista.

5. La práctica y la religión

El proceso cognoscitivo se halla íntimamente li-gado a la actividad práctica del hombre. Por eso, alestudiar las raíces gnoseológicas de la religión, hayque detenerse también en la actitud que ésta adoptaanttl la práctica.

El descubrimiento de la práctica como base delproceso cognoscitivo y criterio de la verdad, cons-tituyó una de las generalizaciones más importantesdel marxismo. Tal descubrimiento determinó en gra-do sumo el viraje revolucionario que representaba el

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Page 73: Las Raices de La Religion

marxismo en la filosofía. Semejante interpretacióndel papel de ta orá.cti", áirtin-gu-Jl"ii."l*"r,te Ia fi_tosofía marxista, "1.

*"t"rilti.iio* áiJü"ti"o, no sólode la fitosofía idealista, .ir;';;;#';. todo el ma_

:::Htr-" anterior a 'é1,

dei-mli".inri.*o premar_

El marxismo mue-stra que en el proceso de Ia prác_tica la conciencia refleja fá-._i.a."i"li, pra.tica es,en última instancia, "f'

pr"to -a.-pirii¿"

de todas lasrepresentaciones, ideas -y

opi"iár[l,.ift r,o_¡r". Elconocimiento científico -rrrá¿

;;;1" fl ur." de tasn_ecesidades..d" !" práctica il.i"1. i, pla.ai." consti_tuye un estímulo r

i;,"i.;;jr:"!¡r¡¡u,u permanente para el desarrollo de

Pero no sólo son las ideas científicas, que reflejanacertadamente la realidad, t", q;; -;;;;en

y se des_arrollan sobre la base de f" pra"tiá' ,,fncluso lasformaciones nebulosas que se pioducen en el cerebrode las personas son támbié"'p;;;.;rs necesarios,algo así como emanaciones d.'r" ;r;;;so vital ma_terial, .el cual puede ,",

".i"büiáá l_pi.i.amenteÉiil,1rllg"o

a premisa' '"t"i'iJ;, "*'iuh" ürr* vLas representaciones, opiniones e ideas religiosas,que ofrecen un cuadro

-ineiacto, ¿.fárr""¿o y fantás_tico del mundo, también .urg"n ,"-r"'?"r"rrollan enel proceso dc Ia practrca."Todas las ideas están extraídas de la experiencia

il":"11i:,I:::'.?'on reflejos de ra rearid"a, "*,.-

religión es resultaclo de un nivel relativamentebajo de desarrollo de la práct¡.u .á.i"f. Se forma alo largo de la actividad piácticu ¿" ior'hombres,-ensus relaciones con la naturalo.za y con .Uo, _iráos,determinada etapa de desenvolviríi."io ¿. la práctica.

rc C. Marx y F. Engels, Obras.r; F. Engels, Anti-Diühr'ing.

t#

. L? religión cambia junto con tas variaciones dela. práctica, en el proceso de la mis*a. Negar esto yafirmar lo contrario, es decir, que la ."tigia"r, ," *un'_tiene aparte.de la..práctica, que se forma=y desarrollaiu.era e indepenflientemente de ella, equivaldría aadoptar el punto de vista del idealisáo, el cual con_sidera que la religión se fornra y desarrolla, bien gra-cias a una facultacl inmanente áel pensamiento, biengracias a una facultad inmanente áe la p.opia reli_gión. El punto de vista del idealismo consiste en:"-puol la religión d_e la práctica, ya que se consi_oera al margen de ella; es precisaments el idealismo

:,,^:1.._:.1:idcra quc Ia teoiía ", ;;; ;;.; y;;;::tic¿ otra conrplctlrnrcntc tlifercnte, quc la p.i_eia scdesarrolla aislada c in<lcpencli"rt.*J.rt. ,lc^ la .egrn-cla. Es ruás, esto significaría .on.ri,l..u. la religión

::i:_:l^, 1leglocia completamente especial, quJ seqesarrolla segrin Ieves totalmente distintas a otrai{e,ol1gía, a cualquier otra forma de conciencia so_.r11. ..y ese es precisamente el punto de vista de lareligión, del fideísmo y del .leiicatis*o.N¿turalmente, por bajo r¡ue sea el nivel de des-arrollo de la práctica soiial, en la actividad práctica

9:,,1_l: :"^':.:asi surs e n siem p re i d;r; ;- tpi n iones quereteJan acertadamente la realidad. Sin embargo, p"_ralelamente pueden surgir-ideas y opirion", que deiruna idea inexacta v fintásticaÁnti equivocada dela realidad.

, L?.base de_cualquier religión es la deificación clelos ob¡etos y fenómenos de importancia práctica pa_ra el hombre, de los objetos y fer,óme.,os de los cua_les depende éste en su actividad práctica. E. Taylorseñala que "la adoración al sol ,io ., g"r"ral entrelas tribus primitivas".{B Er culto at sJeltá extendidosobre todo entre las tribus y los puebl* qu" se de_dican a la agricultura. En "tup". ;;;;;;i".", _en el

ra E. Taylor, Lm cultu¡a primititso.

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mundo antiguc- el culto al sol adquirió el máximoauge en el Oriente (los cultos a Ri y a Amón enEgipto),

-ya qle es precisamente allí áonde la agri-cultura alcanzó un papel predominante en la e"oio-mía.

Naturalmente, la religión puede dar tan sólo unageneralización deformada de la práctica. Al tergiver-sarla dificulta la solución real de los problemai queplantea en su desarrollo. En la sociedad antagónicaclasista, la religión desfigura la práctica en beñeficiode las clases dominantes.

Para el marxismo la práctica es el criterio de larealidad. Las ideas, opiniones y teorías no sólo par-ten de la práctica y de sus necesidades, sino que eitána su servicio, se le subordinan y se compiueban através de ella. El criterio de la práctica tiene valorobjetivo. Por eso, sólo la práctica puede, en últimainstancia, confirmar o rebatir tal o cual planteamientoteórico. Es ella la única capaz de responder definiti-vamente a la pregunta de la veracidad o la falsedadde tal o cual idea, opinión o teoría.

La práctica descubre la autenticidad de los datosque ofrece la ciencia y revela su valor como verdadesobjetivas. Separa lo verdadero de lo falso, perfeccio_na las teorías científicas, las concreta y las dlsarrolla.

Al- mismo tiempo, constituye la refutación máscategórica de todas las excentrióidades idealistas y re-ligiosas.

- Pero el problema de la actitud de la religión haciala práctica no se puede simplificar, ya que áe lo con-tra¡io resultaría imposible comprender por qué la re-Iigión, que es un reflejo fantástico y tlefoimado deIa realidad, que surgió durante el período paleolíti-co, continúa hoy día envenenando la conciencia de lasamplias masas populares. A lo largo de toda la his_toria de la sociedad humana. la piáctica desempeñósiempre el papel de criterio rie la realidad. Incluso

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para que el hombre se orientase en el espacio eranecesario que sus ideas sobre el medio que le rodeabafuesen acertadas y tuviesen el valor de verdades ob-jetivas, y para ello hacía falta que dichas ideas hubie-sen sido comprobadas y confirmadas por la actividadpráctica de las personas.

Para comprender bien la circunstancia de que apesar de la existencia del criterio de la práctica, lareligión no ha podido ser destruida en el transcursode milenios, hay que tener en cuenta la tesis refe-rente a la relatividad del criterio de la práctica.

La teoría la determina la práctica. Pero ésta noes algo petrificado e inmóvil, dado de una yez parasiempre. La práctica recorre diferentes etapas en sudesarrollo, y con ella se va perfeccionando la teoría.

La religión se halla vinculada al bajo nivel dcdesarrollo de la práctica, y la práctica social no haalcanzado aún el nivel capaz de rebatirla. Todavíael pueblo no ha tenido ocasión de convencerse en lapráctica de la inconsistencia de la concepción religio-sa del mundo. Es verdad que la civilización antiguaconoció toda una serie de extraordinarios críticos dela religión, como fueron Heráclito, Demócrito, Epicu-ro, Lucrecio (Tito Caro), Luciano de Samosata, etc.La burguesía, en el período en que combatió al feuda-lismo, dio también al mundo relevantes ateos. Cuandola burguesía estaba en su fase ascendente y constituíauna clase progresiva de la sociedad, sus ideólogosconsiguieron grandes éxitos en la lucha contra la re-ligión y en el desarrollo del ateísmo. De todos sonconocidos los nombres de Diderot, Holbach, Helve-tius, Feuerbach y otros. También desempeñaron ungran papel en la historia del ateísmo los demócratasrevolucionarios rusos V. G. Belinski, A. f. Herzen.N. A. Dobroliúvov, y N. G. Chernishevski. Sin em-bargo, en aquel entonces el ateísmo no era la con-cepción del mundo de las amplias masas populares.

r47

Page 75: Las Raices de La Religion

. . A lo largo de siglos, las masas populares lucharoninfructuosamente por liberarse de ia explotación. In_cluso en los casos en que lograron ,er"e. al régimenantiguo, no eran ellas quienás recogían los fruás desemejante triunfo, sino üs nuevas .Ér., explotadoras,que sustituían a las anteriores. El puebló continuái:fll._1{b?¡" :1peso.de la explotaci'á, la miseria yta rgnorancia. Iil cambio de las formas de explota_ción'-daba lugar a determinadas transformaciones cnla religión, pero lo que naturalmente no podía con_seg.ui.r

-era suprimirla como forma de la conciencia

social. La práctica de la lucha de clases no sólo nolograba acabar con la religión ,i"o qr", al contrario,la consolidaba en cierto sentido, deteiminanclo su des_arrollo ulterior. Basta recorclar la aparición del cris_tianismo, los nrovim-ientos herét;.or,'iu l{eforma, etc.Con el. régimen de comunidad primitiva, así áomoen las sociedades esclavista y feudil, la productividacl

se hallaba en una fase reiativu-.r,t" ^baja de aes_arrollo y avanzaba con gran lentitud. En ia sociedad

esclavista y en la fu.ud"! el pueblo se hallaba muyoprimido, tanto por las fuerzas de la natur aleza co_mo por las sociales.Dentro de la sociedad capitalista l¿ práctica so-cial vuelve a dar lugar al rásurgimiento cle la reli_gión. Sin embargo, ei imposible "no

clarse cuenta delas profundas diferencias que existen entre la prác_tica social de la sociedad iapitalista y la de las for_

li:.¡:l:: frecapitalistas. Duiante et período en queras. relacrones capitalistas de pro«lucción correspondiana. Ias fuerzas productivas, consiguieron dar á estasúltimas un impulso tan grande .t-o no había cono_cido hasta entonces la historia. La opresión qucejercían en el hombre las fuerzas dc ia naturalezacircund_ante fue superada en gran parte.

Si dentro de las formaciones .o.i"1.. precapitalis-tas, la lucha de clases no podía dar lugir , ü p.o_

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pagación del ateísmo entre las .amplias masas popu_lares, en cambio con el capitalism'o la situación semodifica notablemente. En la sociedad capitalista, lasfuerzas sociales_continúan oprimierrdo al hombre: elobrero puede perder su trabijo en cualquie, _o_"n_to y convertirse en.u_n mendigo, y la ieligión sigueteniendo raíces sociales. pero" no' ." pr"á. olvi"rlarotra tendencia que manifiesta el capitalismo en suoesarroilo,-y es que paralelamente crece también yse consolida su sepulturero: el proletariado. Sólo cnla socredacl capitalista pueden los trabajadores y lasmasas populares unirse, lanzarse al asálto del ;iet;:Í.*]-:i,-social, y suprimir to¿a fo.ma de explota_cron. boto en la so-ciedad capitalista surge una clasecapaz de dirigir a las masas-populares y conducirlasal triunfo sobre los explotadoies. La p.opia actividadpúctica de las masas populares se convierte en elcriterio.g"" ri1. para comprobar la veracidad de Iaconcepción relisiosa del mu]rdo.

$ partir de dicho momento, la práctica infundee1 la-s amplias masas- popula.es h áeguriaad de sutriunfo sobre los exploiaáores. La .ür" obr"r" "r_trecha sus filas, se organiza bajo la ái.ección de lospartidos marxistas, ariebata

_a iu b.riguesía una po-sición l.r5 oll" y prepara la revolu?ión socialista.La partrcrpacrón del proletariado en la lucha revolu_cionaria contra el viéjo régimen ,o.i"f favorece suliberación de la influe"cia .""tigiár;. ---'

. Y "g.sólo el propio triunio de la clase obrera,sino taml,,ién la luchá por_conseguirlo constituyenuna fuente de su ateismb. Dentro- del marco de lasociedad capitalista, el ateísmo halla cacla vez ma_yor difusión entre los obreros más progresistas yconscientes, y Io que antes no habían cánsóguido másque individuos aislados se convierte en concepcióndel mundo para las masas.

Por el contrario, la práctica de la clase dominante,

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condenada a un rápido hundimiento, favorece el in-cremento de la religión en su medio y, aunque dentrodel ámbito de la sociedad capitalista, la práctica dela clase obrera no permite a ésta superar completa-mente la religión, le sirve ya de criterio valorativode la concepción religiosa del mundo.

Hay que tener también en cuenta el hecho de quehasta mediados del siglo xrx la práctica social nopodía servir de punto de partida a una teoría cientí-fica y acertada del desarrollo social. El marxismo,que hizo extensivo el materialismo al estudio de losfenómenos sociales, era, ante todo, resultado de la ge-neralización de la práctica de la clase obrera. Con ellologró desplazar la religión y el idealismo de su últimaesfera de dominio, del estudio de los fenómenos socia-les. El ateísmo premarxista no fue capaz ni siquiera desuperar teóricamente la religión, ya que no pudo des-cubrir sus raíces sociales y gnoseológicas. El insu-ficiente nivel de desarrollo de la práctica no permitíasuperar la religión, no sólo práctica, sino tampocoteóricamente. IJnicamente el marxismo, que la des-enmascaró hasta el final como fenómeno social, pudoser la base teórica que permitió formar la concep-ción ateísta de las masas populares.

Por consiguiente, podemos decir que las causasfundamentales que, como resultado del insuficientenivel de la práctica social, impedían vencer la reli-gión eran las siguientes: primero, porque en el pro-ceso de dicha práctica aún no habían sido superadastales fuentes de la religión como son el bajo nivelde las fuerzas productivas, la explotación del hom-bre por el hombre, la falta de recursos y la miseriade las masas populares y el escaso nivel cultural delos trabajadores, y, segundo, porque en el procesode esta práctica no se había creado aún (hasta me-diados del siglo xrx) la teoría cientifica capaz de inter-pretar con acierto los fenómenos de la vida social.

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La religión refleja una determinada concepción,un sistema de puntos de vista sobre el mun¿t. Bsuna ideologí, qil. se halla difundida entre las capasmás amplias del pueblo. y para poner al descubieitolos vicios y las insuficiencias de una concepción delmundo, es necesario que el nivel de desarrollo detodo el conjunto de la práctica social sea lo suficien_temente elevado. Para rebatir la religión no basta condesarrollar un tipo específico de púctica, por ejem_plo, la del experimento científico. para qrrá t" p.a._tica se convierta en un criterio que sirva a las masaspopulares para valorar acertadaÁente la religión, ha_ce falta un nivel suficientemente elevado "de

iodoel conjunto de actividades prácticas de las propiasmasas populares. Só1o Ia práctica del socialisáo y elcomunismo (la práctica de la producción socialísta,Ia práctica de la lucha por la cónstrucción de la so_ciedad comunista, la práctica de los experimentos yobservaciones en la que participan las piopias -"r"',populares) puede descubrir la inconsistencia de lareligión y poner de manifiesto ante los ojos de todoel pueblo su esencia reaccionaria. por grande quesea el papel de la instrucción en la luchá contra lareligión, no es ella de por sí, sino ante todo la prápiaactividad- práctica, lo que constituye la fuente de laconcepción atea de las masas_popuiares. Eso no quie_re decir, naturalmente, que el mirxismo subestime elenorme papel de la instrucción y, en particular, lapropagación del ateísmo científico en ei proceso deformación de la concepción atea. Se trata sólo de labase en que se apoya la concepción atea del mundo.En el proceso de edificación

-ddl socialismo' en la

UR.S.S., se ha confirmado plenamente la tesis de losclásicos del marxismo-leninismo sobre el papel pre-pondera.nte de la práctica social en la luihá poi t"desaparición de la religión y Ia formación de li con-cepción atea del mundo en las masas populares.

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Page 77: Las Raices de La Religion

Por consiguiente, para que todo el conjunto de lapráctica social pueda servir a las masas popularesde criterio valorativo de la religión, debe alcanzarun elevado nivel de desarrollo.

La práctica sólo sirve de criterio para valorar laconcepción del mundo, cuando se la considera en suconjunto y en su desarrollo. La práctica de un soloindividuo e incluso de toda una generación puedeservir de criterio de la verdad únicamente en un gradomuy limitado. El criterio de la práctica sólo se ma-nifiesta en todo su valor a lo largo de toda una su-cesión de generaciones humanas, Io cual es muy im-portante tener en cuenta cuando se trata de ideologíasmuy alejadas de str base material.

Para desenmascarar la religión hasta el fondo hacefalta un gran desarrollo de toda otra serie de for-mas de conciencia social, cuyo nivel lo determinael alcanzado por la práctica social.

En este sentido, el desarrollo de la ciencia tieneextraordinaria importancia.

La rcligión, lo mismo que el idealismo, se basaen aquello que la mente humana todavía no ha lo-grado conseguir. No se puede superar la religión enla práctica sin desenmascararla teóricamente, lo cualexige un elevado nivel de desarrollo <le la ciencia."Tan sólo el conocimiento real de las fuerzas de lanaturaleza

-escribe Engels- elimina a Dios o a losclioses dc rura csfera .tras otra. . . En la actualidadcste proccso ha avanzado tanto, que teóricamente se'le puede corrsiclerar acaba<lo." 4e

Hay que tener en cucnta también la circunstanciade que sólo el marxismo considera de forma conscien-te la práctica como base de la teoría del conocimiento.lividentcmentc, Ia práctica siempre constituye elfundarnento dcl proceso cognoscitivo. pero no siemprese tienc conciencia de este factor. El idealismo y la

rr, F. Engels. Anti-Diihring.

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religión consideran que no es la práctica la que con-diciona la teoría, sino al contrario. La doctrina reli-giosa es revelación divina, y la práctica debe con-cordar con estd revelación.

Entre la reli§ión y la práctica existe siempre ciertaseparación. Es verdad que la religión se halla, enúltima instancia, condicionada por la práctica. Perojamás se puede conseguir, ni siquiera en la época demayor dominio de la religión, el total acuerdo de lapráctica y la doctrina religiosa. Ninguna persona, porreligiosa que sea, aplica constantemente durante suvida los principios de la religión. Esta separaciónentre la doctrina que promulga la religión y su cum-plimiento en la práctica la caracteriza la Iglesia comopecado. He aquí 1o que dice uno de los númcros dela Revista del patriarcado de Moscú: "Por desgra-cia la fe parece que no nos obliga a nada a muchosde nosotros (se refiere a los creyentes - A. S.). Ellava por un lado y toda nuestra vida por otro, y todosnuestros pensamientos, y sentimientos y actos sehallan rnuy lejos de nuestra fe." m

La aplicación consecuente en la práctica de la con-cepción religiosa del mundo habría hecho totalmenteimposible la existencia de la sociedad humana. Poreso, la religión se contradice con la práctica, la cualla rebate a cada paso. Pero una práctica insuficiente-mente desarrollada es incapaz de acabar con la reli-gión.

La práctica de la clase obrera es su lucha contrael capital, es la que por primera vez socava seria-mente el imperio de la ideología en las masas popu-lares. Pero sólo la práctica de, la edificació.n socia-lista y comunista es capaz de acabar para siemprecon la religión.

6o Reoistt ilcl pott'uteod,o ile Mosan, 1950, nri¡n. ?.

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Page 78: Las Raices de La Religion

CONCLUSIOIII

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Aunque los científicos burgueses han acumuladogran cantidad de datos acerca de la historia de lareligión, no han sido capaces de descubrir las causasreales de la existencia y desarrollo de las ideas re-ligiosas. Para explicar la aparición, existencia. ydesarrollo de la religión, tienen que recurrir a laspropiedades del espíritu humano, a la birsqueda de res-puestas a las preguntas que surgen al tratar de ex-plicar la realidad, así como a otros móviles puramenteideales. "Es una necesidad de la naturaleza humanay, en cualquier forma. el hombre creará siempre di-vinidades, incluso en contra de su propia voluntad",escribe el conocido historiador alemán A. Erman.l

Muchos historiadores burgueses recurren simple-mente a la intervención divina. Tal es la posiciónteológica que defiende, por ejemplo, A. Menzies ensu Historia de la religión: "Sin la llamada y la direc-ción divinas, el hombre no habría podido comenzartan pronto a buscar a Dios y a seguir sin desviarsepor este camino, a pesar de sus desengaños." 2 E. D.Price considera que la propaganda de las concepcio-nes religiosas por parte de la Iglesia se realizó con"ayuda de la bienaventuranza divina".8 Semejante po-sición adopta también E. Brinkmann-Móller: "Tanverdadera y profunda sensación religiosa constituyepara el hombre u¡ra revelación divina, un rayo deluz; comienza una nueva y piadosa sensación de vi-da, se renuevan el oído y 'la vista; el corazón se .di-rige hacia una fe nueva y ardiente." a

r ¿L &¡nan, Die. Religian il¿r Aewpte¡.z A. Menzies, Historío ile lo relígión.s E D. Price, Ilisto¡i¿ de las relígiones.r E. Brinkmann-Mdller, Mettsch unil'Welt. K;unst unil Leben.

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De ahí extrae el autor la conclusión de la eterni-dad de la religión: "La religión es indestructible --di-ce-, es una propiedad congénita de la naturalezahumana y continuará siéndolo mientras exista el hom-bre." 6 La afirmación de que la religión es innata alhombre figura en todas las enciclopedias burguesas.o

La fijación de las raíces sociales y gnoseológicasde la religión y el descubrimiento de las verdaderascausas a que debe su origen sirve así mismo pararebatir las teorías de su carácter innato, de su origendivino, etc. Estas teorías también las impugna lapráctica con el crecimiento general del ateísmo, so-bre todo en los países socialistas.

En la sociedad socialista, las raíces sociales dela religión se van debilitando, y en el proceso de laedificación comunista se superan paulatinamente lascausas de su existencia. Al mismo tiempo desapare-cen sus raíces gnoseológicas.

Las raíces gnoseológicas de la religión son la po-sibilidad de que ésta dispone. En determinadas con-diciones sociales semejante posibilidad se transformaen realidad. Pero la propia posibilidad de la religiónno es eterna, sino que está condicionada histórica-mente y existe tan sólo en determinadas circunstan-cias sociales, cuando el hombre tiene la posibilidadde ser creyente o ateo, posibilidad que varía con lascircunstancias. Pero en la sociedad comunista noexistirá la propia posibilidad de ser creyente. Natu-ralmente, eso se refiere a la sociedad comunista des-arrollada.

En la sociedad comunista desarrollada, las perso-nas sólo conocerán la religión a través de la literatura,y ofrecerá para ellos un interés puramente histórico.Naturalmente, persistirá la posibilidad de cometererrores aislados en el proceso cognoscitivo, pero ta-

o E. Brinlr¡¡¡ann-tr1[6lhr, terLrr] s*il WcI* Rl¿¡st mil l*ben.6 Det Grosse Brockh'ou.

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les errores no llegarán a convertirse en un sistema deconcepción deformada del munclo, como es la religión.Por consiguiente, la supresión de las raíces soc-íalesde la religión iiiplica inevitablemente y en definitivala desaparición 'ile sus raíces gnoseológicas.

Dentro del comunismo -régimen sácial del futu-ro- reinará totalmente Ia concepción atea del mundo.

I

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Page 81: Las Raices de La Religion

'§@,\,\¡¡

Este libro se terminó dc' imprimir el día25 de marzo de 1968 en los talleres de

"La Impresota, Lzteca,", S. do R. L.,Avenida Poniente 140, N'o 681, ColoniaIndustrial Vallejo. - México, 16, D. F.

Fecha de edición: 30 de marzo de 1968.

Se imprimieron: 5.@0 ejemplares.