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lio Verhaeren, tan sinceramente amada por Nicolás Beaudltin,'y tl¡.n ampliamente dignificada y com­prendida por todos los a~ti-stas de vanguardia. Al fin, 'Ios tranvía';!, .han sido redi:tnidos dél' dicteriode prosaicos, en que prestigiosamente loo había va.lorizado la burll'uesía ventruda con hijas~ras por tantos años de retardarismo sucesivo e intransig;enCia melancólica d~ 'archivos cronológicos.

,Chopín a la silla eléctrica! He aquí una afirmación higienistay deterooria. Ya los futuristas ant¡:s'elenégráficos, 'pidiéron en le­tras de molde el asesínato del -cJaró de 1una, y dos ultraistas'aspa-

.•ñoles, transcriben" por voz de Rafael Cansinos A9sens, 'la liquida­ción de las hojas secas, reciamente ,agitad'a en periódicos y hoj88subversivas. Como ellós, es de' urgencia'telegr{.fica empÍear un me­todo .radicalista y eficiente. Chopin a lasidla elétrica! (M. M. A.trade mark) es nna preparación maravillOBa; en veinte y cuatro ho­

i'-:¡;.....~-":- ras extermina todos los gérmenes de da literatura putrefacta y suuso es agradabilísimo y benéfico. Agítese bien antesde úsarse. lo,sisto. Perptuemos nuestro crimenen el melancolismo trasnochado de los "Nocturnos", y proclamemos, sincrónicamente, la aristocra­cia de 1a gasolina. El humo azul de los tubos de escape; que huele a 'modernidad y a dinamismo, tie­ne, equivll!lentemente, el mismo valor emocion'al que las 'venas adorables de nuestras correlativas yexquisitas actualistas.

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Es necesario exaltar en todos lós tonos estridentes de nues­tro diapasón propagandista, la belleza actualista de las má­quinas, de los puentes gímnicos reciamente extendidos sobrelas vertientes por músculos de acero, el humo de las fábricas,las emociones cubistas de los grandes trasatlánticos con hu-"meantes chimeneas de rojo y negro, anclados horoscópica­mente -Ruiz Hidobro-- junto a los muelles efervescentes ycongestionados, el régimen industrialista de las grandes ciu­dades palpitantes, las bluzas azules de los obreros explosivos

en esta hora emocionante y conmovida; toda esta belleza del siglo, tan fuertemente intuida por 'Emi-

llumin'adones Subversivas de Renée"Ounan, ~:F. T. Marine·.::'?11i-,6uiUermode Torre, Lassode ~Ia Vega,: Salvat·

-Papasséit, etc~, y" Algunas Cristalizaciones Marginales.

. ',"Un automóvil en movimiento, es más bello que la Victoria deSamocraci'a". A esta eclatante afirmación del vanguardista ita­'ano Marrnetti, exaltada por L1!cini, BuzZi, Cavacchioli, etc.,

apongo mi apasionamiento desisivo por las máquinas de es­cribir" y mi amor efusivísimo por la 1it!Jl'atura de los avi,sos eco­nómicos. Cuanta mayor, y más honda emoción he logrado vivir !

en un recorte de periódico arbitratio y 'sugerente, que en todos;esos Qrganillerismoi¡ pseudo-Iíricoo y bombones m!Jlódicos, pararecitales de changarro gratis a la,s señoritas, declamatoriamen­

te infeÍidos'anté el audirorio disyuntivo de niñas fox-troteantes y espasmódicas y burgueses teme­rosos por SJ.lS concubinas y sus cajas de caudales, como valientemente afirma mi hermano espiritualGuillermo de Torre, en su manifiesto yoista leído en la primera explosión ultráica de Parisiana, y és­to, sin perforar todas esas poematizaciones (sic) entilsiastamente aplaudidas en charlotadas litera­rias, en que sólo sejustifica el-reflejo cartonario de algunos literaturípedos "specimen".

E MUERA EL CURA HIDALGOX ABAJO SAN ·RA..FAEL·S'AN1 .LAZARO--------------­T ESQUINA--...............O SE PROHIBE FIJAR ANUNCIOS I

Cotnpritnido , Estridentis:ta---de Manuel MaplesArce

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N nombre de la vanguardia actuaÍista de México; sinceramente horrorizada de,todas las placas notariales y rótulos' consagrados, de sistema caitulario, con veinte".iglos de éxito efusivo en farmacias y droguerías subvenciona.das por la Uey, me

':"0 en el vértice eclatante de mi' insustituible categoría presentista, equilá-A~ -:id2- • emi=~±.e.-xrvolucio'laria. m;wtraf Que ill~ d'l2:'¿S~ ...l,_

" flHJra del eje, se contempla esféricamente atónito con las manos torcidas,"';nperativa y categóricamente'afirmo, ,sin más excepciones a los "players" diametral.mente' explosivos en incendios fonográficos '.y gritos acorralados" que mi estriden­tismo deshiciente y acendrado para defenderme de las pedradas literales de los úl­

. timos plebiscitos intelectivos: Muera el Cura Hidalgo, Abajo San Rafael, San Lázaro, Esquina,, 'Se'prohibe, fijat anuncios.

Mi locura no está en los ,presupuestos. La verdad, no acontece ni sucede mm­ca fuera 'de nosotros. La vida es s610 un método sin puertas que se llueve aintervalos. De aquí que insista en ,la literatura insuperable en que se prestigian

•Ios teléfonos y diálogos perfumados que se hilvanan a:1 desgaire por hilos con­ductores. La vergad estétiCa, es tan sólo un estado de emoción incohercibledesenrrollado 'en un plano extrabasal de equi~alencia integralista. Las cosasno tlenen' vaJor -intrínseco posible, 'y su eqüivalencia poética, florece en sus· re- -laciones ycordinacion~s, las, qlle sólo s:e manifiestan en _un sector interno, másemocionante y rpás definjtiyo ,tIúe uUa. realidad, desmantelada, como puede

verse en fragmentos de una de mis. anticipaciones poemftticas noviTátitiidinales: '''Esas' Rosas Eléc­tricas ... " (Cosmópolis.-No. 34). Par¡l hacer una obra de'arte, como dice Pierre Albert-'Birot, esprecíso crear, y no copiar. "Nosotros buscamos la verdad'eJ.lla realidad pensada, y no en la realidad

--aparente". En este Instante. asIstimos al espectáculo de ~osotros mismos. Todo debe ser superación. y equivalencia en nuestros iluminados panoramas a que- nos Circunscriben los esféicos cielos actua·Iistas~-pues pienso con' Epstein, -que no debemos iinitar-a la Naturaleza, sino estudiar sus leyes, y

, comwrtarnos 'en el fondo 90mo e!Ia. ' .'., • , ' , . , "

Toda técnica de-arte, 'está destinada· a llenar una función espiritualen un momento determinado, 'C4a,ndo los nlediQS expresionistas soninhábÜe~ <> in~uticientes para traducir nuestras emociones personales,­única y elemental'finaliPad estética,~s necesario, y esto contra toda lafuerza, estacionaria y afirmaciones rastacileras de la crítica oficial, cor­tar la corriente y desnucar los "swichs". Uría pechera reumMica sehá carbonizado, pero no por esto he d,e ab~ndonar el juego: ¿ Quién si­gue? Ahora ,el cubilete l)stá en Oip~iano Max-Jacob, y es sensacionalí­

;limo por .10 que respecta a aquel periodista circunspecto, mientrasBlaise oeñdrar-s, que siempre está en-et pla. e sy,peración, sin perder el equilibrio, intencionalmen. ~té'equivócado, ignora,:si.aquello que tiene sobre los ojos es un cielo estrellado o.una gota de agu&-al

- microscopio.

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