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rición, dentro del marco de Documenta Madrid, de la publicación Las voces del cambio. La palabra en el documental durante la Tran- sición en España, el festival ofrece un ciclo que permitirá repasar algunas de las producciones más paradigmáticas de los años 1973 a 1982 y descubrir algunas otras que, pese a su interés, apenas han sido exhibidas. Interpretados en su día como auténticos ejercicios de la libre expresión tras años de represión y censura, los documentales inclui- dos en la retrospectiva aportan una mirada privilegiada a esos años de cambio, así como a las nuevas maneras de representación que se pusieron en práctica dentro del ámbito del documental. En el ciclo conviven propuestas que se acercan a determinados pasajes de la historia reciente del país desde una perspectiva inédita (Rocío, El proceso de Burgos) con otras que demuestran, a partir de la experiencia vital y emocional de individuos concretos, los efectos de la represión emprendida por el régimen franquista (Queridísimos verdugos, El desencanto, Función de noche); películas que retoman y actualizan el espíritu del cine clandestino surgido en la década de los sesenta (Informe general..., Númax presenta…, Después de…) con otras cuya audacia estilística va vinculada a su condición de pie- zas a contracorriente (Animación en la sala de espera, Cada ver es…); así como largometrajes que se internan en ambientes y per- sonajes vinculados a una cierta marginalidad (La tercera puerta) junto a otros que transmiten, de manera lúdica y en ocasiones cer- cana al homenaje, la fiesta de una libertad recién adquirida (La nova cançó y Canet Rock). El corpus elegido pone de manifiesto el deseo de ruptura respec- to a las formas que se asimilaban al discurso oficial franquista (representadas por No-Do), presente en la mayor parte de la pro- ducción documental de esos años. Pero, sobre todo, es una mues- tra de las múltiples maneras en las que el documental interactuó con una sociedad en pleno cambio, participando de (y promoviendo) una predisposición a la transformación política, social y cultural aca- ecida en esos años. Laura Gómez Vaquero IMAGINEINDIA XII: Heynowsky y Scheumann en Vietnam El Estudio H&S: Taller fímilco de la R.D.A. Este estudio existe desde el primero de mayo de 1969 pero el núcleo del colectivo se formó ya en 1965, durante el rodaje de El hombre que ríe (Der lachende mann, 1966), permaneciendo unido hasta entonces. H&S significa Heynowski y Scheumann, autores, directores y jefes del Estudio. Walter Heynowski era redactor jefe en la prensa, director de programas de la televisión y director de numerosas películas dignas de atención; Gerhard Scheumann, pro- fesor en la escuela radiofónica, jefe de una redacción de radio y fundador y director de la revista Política Interna. Los colaboradores permanentes del estudio suelen desempeñar varias funciones y cargos simultáneamente. El Estudio tiene talleres: para el trucaje y sonidos fílmicos, y, también, su propio archivo. El estudio produce filmes documentales para la televisión, cortometrajes para los cines. Hasta mediados de 1978 rodó 40 películas. En los primeros años predominaba la entrevista-retrato; y, se ampliaron las formas: reportaje, documental, análisis, etc. Las películas suelen durar, por regla general, una hora aproximadamente, pero se ha rodado tam- bién una película en varias partes (Pilotos en pijama), que dura cinco horas El Estudio produce documentales políticos. Su contenido es una información de los esfuerzos políticos exteriores fundamentales de la sociedad de la R.D.A. Ahora bien, la inspiración de los temas con- cretos depende, ante todo, de los autores. Películas como Pilotos en pijama y El testigo no fueron meras informaciones sobre la gue- rra de Vietnam, sino un análisis de sus métodos. La serie de 14 pelí- culas rodadas hasta la fecha se ha convertido en símbolo de la vic- toria de la revolución nacional y social. El estudio produce documentales antiimperialistas. Esto constituye el denominador común de las tendencias principales de las distintas películas que dan la batalla al racismo, la instigación de guerras, el chovinismo, el oscurantismo, el colonialismo y el revanchismo. Las realizaciones de H&S se orientan por el materialismo dialécti- co y registran la contradicción de los fenómenos en su polaridad dinámica. Es decir, una polémica con la realidad que, en la medida de lo posible, evita las ilusiones y no se afana sólo en ilustrar deter- minados juicios, no oculta sus simpatías y, por medio de recursos artísticos, documenta categóricamente y con pasión sus puntos de vista. H&S son polémicos; su ideología y mentalidad personal están ligadas a la provocación productiva mediante bocetos satíricos. El documentalista debe ser un descubridor, no puede construir a su libre albedrío los episodios, sino que debe saber descubrirlos y ligar- los. Esto lo demuestran plenamente las películas del Estudio, donde la precisión de los episodios y su armonía llevan a sospechar (aun teniendo los materiales un origen diverso) si no han sido escenifi- cados conforme a un guión previamente preparado. Cierto, el guión existe, aunque no esté escrito. En el caso de H&S, va surgiendo paulatinamente en el curso del rodaje. Robert Michel en Heynowski y Scheumann, Filmoteca Nacional de España, 1979. otro lado, la actividad cinematográfica durante este periodo fecundo no se limita a los largometrajes: al programar un concierto de rock cuya filmación organiza (Noise, 2006); al transformar su participa- ción en la película colectiva Paris, je t'aime en experimentación per- sonal; al realizar una videoinstalación para la exposición 'La fuerza del arte', al filmar junto con un coreógrafo, Angelin Prejlocaj, que tra- baja con un compositor, Karleheinz Stockhausen (Eldorado, 2007), no deja de explorar nuevas vías. Y, en 2010 presenta triunfalmente en Cannes Carlos, concebida como una serie de 3 capítulos de 5 horas y media para ser emitido en tv. Este retrato del terrorista más famoso de los años 70 y 80 se convierte en la narración sin aliento y cosmopolita de veinte años de la historia del mundo, en toda su complejidad, conducida por un excepcional soplo espectacular. Jean-Michel Frodon, en Olivier Assayas, 7 Films, Institut Français. Recuerdo de Jorge Semprún A 24 recuerdos por segundo La docena de guiones que Jorge Semprún escribió para el cine - además de un par de series para televisión- se concentran entre 1966 y 1997, en paralelo al grueso de su producción novelística, y se sustentan sobre tres nombres propios: Alain Resnais, Costa-Gav- ras e Yves Boisset. Detrás de estos grandes cineastas palpitan otros tantos pilares comunes a Semprún: la memoria, la Historia y el compromiso político. La primera incursión cinematográfica del autor de la Autobiografía de Federico Sánchez fue La guerra ha terminado (Alain Resnais, 1966), un anticipado retrato en celuloide del militante comunista desencantado de las directrices del partido. Semprún volvería a colaborar con Resnais en Stavisky... (1974), un retrato de la crisis política francesa anterior a la II Guerra Mundial, e Yves Montand, protagonista del primero de estos filmes, también repetiría como álter ego de Semprún en Las rutas del sur (1978), una suerte de secuela que refleja el regreso a una España posfranquista. El guionista había frecuentado al actor en las reuniones que Mon- tand y Simone Signoret celebraban los fines de semana en la locali- dad normanda de Autheuil-sur-Eure y allí apareció Costa-Gavras. De ese triángulo nacieron Z (1969) y La confesión (1970), sendos ajus- tes de cuentas con la dictadura griega de los coroneles y las purgas del estalinismo en Checoslovaquia. A ese díptico se añadiría, en este caso sin Montand, Sección especial (1975), una denuncia del vergonzoso colaboracionismo del Gobierno de Vichy con la ocupa- ción nazi. "¿Por qué singular aberración, una de las páginas más trá- gicas de nuestra historia, adquiere en la pantalla una involuntaria comicidad?", escribió un airado crítico comunista a propósito de lo que consideraba la descarada intromisión de un cineasta griego y un guionista español en asuntos internos de la historia francesa. Los héroes de Semprún son siempre incómodos y heterodoxos, y él mismo, ciudadano del mundo y extranjero en sus países de origen y de adopción, los ha multiplicado a través de las llagas abiertas del antisemitismo de El caso Dreyfus (1994) o del secuestro del oposi- tor marroquí Ben Barka en El atentado (1972), ambos dirigidos por Yves Boisset. Protagonista de una biografía que podría dar lugar no a una sino a varias películas -la infancia en el Madrid republicano, la resistencia contra el nazismo, Buchenwald, las incursiones clandestinas en la España franquista o la disidencia comunista- que pusieran imágenes a su obra literaria, Semprún había iniciado sus vinculaciones con el cine mucho antes de ser guionista. A partir de 1953, el campamen- to base de sus viajes clandestinos a Madrid para agitar a los intelec- tuales en contra del franquismo fue el hogar de Ricardo Muñoz Suay. Fue allí donde se nutría de su deslumbrante biblioteca, donde su hija Berta lo rebautizó como Pajarito, y donde su anfitrión le contagió del virus del cine hasta el punto que publicó una crítica de la berlanguia- na Novio a la vista (1954) en la revista Objetivo, firmada como Fede- rico S. Artigas, seudónimo de seudónimos, y tuteló el proceso de producción de Viridiana (1961), manzana de la discordia que, además de irritar al franquismo, provocó cismas en las filas comunistas. La guerra ha terminado, su primer guión, escrito poco después de haber sido expulsado del PCE, contiene una lúcida premonición cuando un inspector de la policía francesa advierte a su protagonis- ta: "La política es siempre complicada. Hay tipos que son clandesti- nos y un buen día los nombran ministros". La proposición de cola- borar en el filme le había llegado de la mano de la que entonces era la esposa de Resnais, Florence Malraux, hija del novelista. Y el cír- culo se habría podido cerrar con el guión que, en los últimos años, barruntaba con Costa-Gavras para recrear el rodaje de L'Espoir bajo las bombas de la Guerra Civil, otro de sus temas predilectos. A él le dedicó su única incursión como realizador con un documental titula- do, Las dos memorias (1974) como, tratándose de Semprún, no podía ser de otro modo. Esteve Riambau, El País, 09/06/2011 DOCUMENTA MADRID: El documental durante la Transición en España Los años de la Transición constituyen una de las etapas doradas de la historia del cine documental en España. Con motivo de la apa- en un país europeo imaginario con el nombre de New Holland. Des- pués de Mars Attacks!, sátira caprichosa sobre una América al borde de la explosión (poblada por promotores agusanados, por adeptos New Age y por militares fascistas), y a partir de Sleepy Hol- llow, que toma como marco una comunidad de inmigrantes holan- deses recién llegados a Estados Unidos, Burton reajustó su trabajo alrededor de una nueva geografía. Decidió acercarse física y estéti- camente a Europa. Y lo hará a través de un Londres 'muy Jack el Destripador' en Sweeney Todd o de las referencias inglesas a Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolate) o de Lewis Carroll (Alicia en el país de las maravillas). ¿Qué significa este desplazamiento de centro de gravedad? ¿Y si Burton era el más europeo de los cine- astas americanos? ¿Y si era el más moderno de esta descendencia de escenógrafos ilusionistas que inventaron, con el cinematógrafo, el encanto y el miedo? "Las películas llaman a la puerta de nuestros sueños y nuestro subconsciente. Aunque esta realidad varíe según las generaciones, las películas tienen un impacto terapéutico como los cuentos de hadas en otro tiempo". Matthieu Orléan, Texto de introducción al catálogo de la exposi- ción que la Cinémathèque Française le dedicó en 2012. Olivier Assayas Olivier Assayas, cuántas nuevas vidas En 25 años, el cine de Olivier Assayas se ha consolidado como una de las grandes obras del cine francés, y como una de las pro- puestas más importantes en el cine contemporáneo de todo el mundo. La belleza, la fuerza y la peculiaridad de cada película sólo se sienten cuando se las ve una por una; la gran diversidad de temas y estilos no impide discernir a la vez la coherencia del con- junto y las etapas de una carrera, de una evolución. Las fuentes de la obra de Olivier Assayas, nacido en 1955, son muchas. Es posible vincular a su herencia paterna (es el hijo de Jac- ques Rémy, uno de los grandes guionistas franceses de posguerra) su sentido de la narración, su gusto por la ficción, un talento de guio- nista confirmado muy tempranamente, sobre todo al lado de André Techiné Rendez-vous (1985) y Le Lieu du crime (La escena del cri- men, 1986) antes de sumergirse en sus propias obras. También se le puede atribuir una apertura a las culturas extranjeras y a la diver- sidad del mundo. De su adolescencia ha conservado un gusto y un conocimiento enciclopédico de la música y de la cultura rock, así como de sus orígenes, y un deseo insaciable de saber que lo con- vierten en un verdadero conocedor de la literatura, de las artes, de la Historia o de la política internacional. Esto tampoco es algo tan común entre los directores... En 1980, cuando ya había realizado un cortometraje (Copyright, 1989), se convierte en crítico de Cahiers du Cinéma, donde desa- rrolló dos enfoques personales importantes: por una parte, la aper- tura al cine de género, sobre todo el fantástico y el cine de terror; por otra parte, la exploración de cinematografías extranjeras , sobre todo del cine chino. Desde el número de 'Made in Hong Kong' de 1984, se convirtió en uno de los mejores conocedores occidentales de la cinematografía oriental, y fue capaz de comprender las pecu- liaridades y los enriquecimientos que pueden aportar al lenguaje cinematográfico tanto las películas de acción de Hong Kong como las obras de los maestros taiwaneses que se convertirán en sus amigos, Hou Hsiao-hsien y Edward Yang. De varias maneras, todas estas características están activas en la obra inaugurada en 1985 con Désordre, dedicada a un grupo de rock cuyos miembros deben tomar decisiones al final de la adolescencia. Este tema también se sitúa en el centro de las siguientes películas (L'Enfant de l'hiver, 1989; Paris s'eveille, 1992; Une nouvelle vie, 1993; L'Eau froide, 1994), pero esta coherencia sólo pone de mani- fiesto aún más la diversidad de tonos y estilos con los que Assayas construye su cine. La elegancia de la dirección cinematográfica, explícita desde el ini- cio, queda reforzada por la capacidad de trabajar con jóvenes acto- res, y, sobre todo, actrices, a menudo noveles (especialmente Ann Gisel Glass, Anouk Grimberg, Nathalie Richard, Judith Godrèche, Virginie Ledoyen...), mientras que se crea al lado del director un equipo de estrechos colaboradores: el montador Luc Barnier, los directores de fotografía Denis Lenoir y Eric Gautier y la directora de producción Sylvie Barthet. Irma Vep (1996) y el documental consagrado a Hou Hsiao-hsien, HHH (1997) marcan la apertura del cine de Olivier Assayas hacia nuevas dimensiones. Ahora encuentra la capacidad para hacer dia- logar películas inscritas en una tradición y problemática francesas (Finales de agosto, principios de septiembre, 1998; Les Destinées sentimentales, 2000; Las horas de verano, 2008), con una narración y una justeza poco frecuentes, con películas que exploran los desa- fíos más vastos y más contemporáneos, donde la globalización y los avances tecnológicos cambian el mundo y lo imaginario (Demonlo- ver, 2002; Clean, 2004; Boarding Gate, 2007). Fijar tal separación entre estas películas no es justo, dado que, por una parte, los desafíos más amplios están presentes en las pelí- culas más íntimas y 'locales', y, por otra, que la sensibilidad a las personas, a las emociones, a lo cotidiano se encuentra en los pro- yectos más 'globales' y en las formas plásticas más arriesgadas. Por protegerlos, un argumento poético y un trabajo plástico particular- mente sofisticado: la reactivación de un antiguo método de anima- ción, stop-motion, que da a la película un virtuosismo y una senci- llez inigualable. El cine como escapatoria Burton es un cineasta cuya cinefilia precoz alimenta las vidas de sus propios personajes. Los pequeños extraterrestres de Mars Attacks!, no son sino la prueba de la relación con Planet 9 from Outer Space (1959) de Ed Wood, que el joven Burton había descu- bierto mientras vivía en Burbank, urbanización a las afueras de Los Ángeles, "un universo sin historia, sin cultura, sin pasión", pero muy cerca de los estudios Walt Disney y Warner Bros. Para Tim, el cine nunca estuvo lejos, y se convirtió, desde su infancia, en su escapa- toria principal: "siempre me gustaron las películas de monstruos. Ellos nunca me dieron miedo. Todos soltaban algo que me gustaba enormemente.". Gracias a su imaginación desbordante, el adoles- cente introvertido consigue sobrepasar el sentimiento de opresión que siente en este medio ambiente puritano, lanzándose a dibujar y a realizar cortometrajes desconocidos hasta hoy. Es en las formas de espectáculos de más fácil acceso, como las atracciones de feria y las fiestas rituales, donde Burton encuentra los temas que explo- ra en sus primeros trabajos. Aunque no muestra ningún corto, su talento hace que se lleve varios premios en los concursos munici- pales . A la edad de dieciocho años, entra en la prestigiosa Califor- nia Institute of the Arts, fundada por Walt Disney con vistas a for- mar a sus futuros artistas. Después de haber pasado allí dos años, Tim Burton presenta en 1979 su proyecto de fin de estudios, que le valdrá una plaza en el Departamento de Animación de los Estudios Disney. Trabaja allí durante cuatro años como animador, y después como artista-dise- ñador en Taron y el Caldero mágico. Al no ser utilizadas sus pro- puestas en la versión final de estos dibujos animados, el futuro cine- asta se concentra en proyectos más personales y en encuentros con las personas que lo acompañarán durante su carrera: "El direc- tor artístico Rick Heinrichs se asocia hasta tal punto con mi univer- so que formamos una pareja de cine comparable a la de Dean Mar- tin y Jerry Lewis. Fue capaz de materializar en 3D todos los dibujos raros que yo hacía". Gracias al apoyo de dos compañeros del estu- dio, verán la luz Vincent y Frankenweenie (1982), pero el estudio no los distribuyó por considerarlos demasiado mórbidos. La filiación en cuestión Vincent Price, ídolo de Burton hasta el punto de haberle realizado un retrato a los veinte años, acepta ser el narrador del cortometraje de animación Vincent. Él interpretará más tarde, en 1990, en dos escenas en flash-back (que son su último trabajo en cine) al inven- tor paternal del joven Eduardo Manostijeras. La cuestión de las rela- ciones padres/hijos se encuentra en el corazón del reino burtoniano. Para poner en escena esta juventud que le fascina, el cineasta elige coreografías donde se expresan conjuntamente la gracia y la torpe- za de sus personajes. Por ejemplo, el baile de Kim (Winona Ryder) bajo la nieve, en simbiosis con el arte de Edward que talla escultu- ras de hielo (energía sexual de adolescente que arrastra la cámara cinematográfica y que la hace girar sobre si misma); la levitación ondulante de Lydia (otra vez Winona Ryder) con un pequeño vesti- do escocés en Bitelchús; el torbellino melódico que arrastra a Vic- tor, el joven prometido de La novia cadáver, en una jam-sesión en el momento de su encuentro en el más allá con la novia difunta; o el colorido ballet de los Oompa Loompa que propulsa la infancia del pobre Charlie (y la fábrica de chocolate) al descubrimiento del mundo. Para los héroes adultos de Burton, la cuestión de su genealogía- no está en absoluto clara. Se encuentra en el corazón de un nudo de sufrimiento, como lo materializan los recuerdos traumáticos de Wonka, rechazado por su padre (elección genial de Christopher Lee como vampiro-progenitor), el desgarramiento, a su pesar, de su hija por parte del barbero de Sweeney Todd (el mismo motor de su ven- ganza sanguinaria), o los cuentos rocambolescos de Ed Bloom, en Big Fish, que fueron durante años un obstáculo para hacerse querer por su hijo. Estas relaciones imposibles o tortuosas se manifiestan como el motivo de la máscara de un gran número de sus dibujos (sus series de Clowns y de Boys en los años 90), así como de sus dos adaptaciones de Batman. El maquillaje que disimula las defor- midades de la cara provoca pavor porque es la negación del tiempo que pasa. Batman es huérfano, movido por la búsqueda del asesino de sus padres, lo mismo que su enemigo, el Pingüino, ha sido aban- donado al nacer. Estos dos seres, sin edad, y con un dolor genealó- gico, se enzarzan en un combate arbitrado por Catwoman, vestida totalmente de látex, emanación de la feminidad absoluta, salvaje y atrayente como una heroína de Hitchcock, demiurgo tutelar al cual Burton se refiere dándole un toque más carnavalesco (el plano donde Batman está a punto de caer en el vacío recuerda el de James Stewart justo al principio de Vertigo). "Quiero a estos perso- najes, sus duelos, trabajados por la oscuridad y el deseo de luz". A Burton le gusta el intervalo, entre dos luces, entre película de autor y blockbuster. ¿El más europeo de los cineastas americanos? Frankenweenie (2012) es una nueva versión en stop-motion, que cuenta la misma intriga que la versión de 1984, pero sitúa su acción Introducción Este mes iniciamos la retrospectiva, que continuará en junio, de Tim Burton, a quien se le dedica por primera vez un ciclo en la Fil- moteca Española, tras la exitosa exposición y retrospectiva que le dedicaron el año pasado el MOMA y la Cinémathèque Française. Burton es un cineasta libre e inclasificable, uno de los directores de referencia del cine contemporáneo, autor de obras cruciales de la década de los noventa como Mars Attacks! o Ed Wood. Además, el ciclo continuo Cine para todos estará compuesto este mes por pelí- culas de este ciclo. Ampliando la reciente iniciativa del Institut Français, también dedi- camos por primera vez un ciclo a Olivier Assayas, uno de los más importantes herederos de la Nouvelle Vague y uno de los cineastas más prestigiosos del cine francés contemporáneo. El ciclo, que con- tinuará en junio, mostrará 13 de sus 17 largometrajes a la espera de que se confirme la fecha definitiva de estreno de Après mai, su últi- ma película. Además, en el mes de junio esperamos contar con su presencia. También rendimos homenaje a Jorge Semprún, fallecido en 2011. Se proyectarán 7 títulos, 5 de ellos como guionista para directores como Alain Resnais (La guerra ha terminado) o Costas-Gavras (Z, La confesión). En el marco de este recuerdo, también estrenamos la copia restaurada de Les Deux Mémoires (1974), la única película que Semprún dirigió, un documental sobre la guerra civil española y que sólo se proyectó dos veces en el año 1981 en la Filmoteca Española. La copia ha sido restaurada por la Filmoteca Española y la Cinémathè- que Française, con la colaboración de la Filmoteca de Catalunya. De los días 5 al 12, la Filmoteca albergará el festival Documenta Madrid, con un exhaustivo ciclo sobre cine documental de la Tran- sición. Este ciclo consta de 16 documentales, de los cuales 13 serán presentados por sus autores: Ventura Pons (Ocaña, retrat intermitent), Gonzalo Herralde (El asesino de Pedralbes), Imanol Uribe (El proceso de Burgos), Basilio Martín Patino (Queridísimos verdugos), Cecilia Bartolomé (Después de...), Fernando Trueba (Mientras el cuerpo aguante), Francesc Bellmunt (La nova cançó y Canet Rock), Josefina Molina (Función de noche), Miguel Trujillo (Animación en la sala de espera) y Álvaro Forqué (La tercera puerta). Como en años anteriores, colaboramos con el festival Imagi- neIndia en su 12º edición, lo que nos permitirá conocer la produc- ción india reciente con la sección oficial, compuesta por 7 largome- trajes, todos ellos de 2012. Además, se proyectará el interesante documental Celluloid Man, sobre el fundador de la Cinemateca de la India, y Eldra, un clásico hindú contemporáneo sobre una niña de etnia gitana. Muchas de las sesiones de ImagineIndia estarán pre- sentadas por distintas personalidaeds. También dentro de ImagineIndia se le dedica un ciclo a los docu- mentalistas alemanes Walter Heynowski y Gerard Scheumann, muy valorados en los setenta por su profundo compromiso político. En esta ocasión (en 1979 les dedicamos un exhaustivo ciclo y una publicación) se proyectarán todas sus películas sobre la guerra de Vietnam, incluyendo la película de 5 horas, Pilotos en pijama (1968). Además, se darán segundos pases de 4 de las películas de Tony Leblanc proyectadas en abril, y se presentará la novela de Alfonso Domingo, El enigma de Tina, biografía novelada de Tina Jarque, con la proyección de Carne de fieras (Armand Guerra, 1936), la única película existente de todas aquellas en las que participó. Asimismo, en colaboración con Off Limits, se estrenará Hola, estás haciendo una peli, una película colectiva, compuesta por 18 cortos, que se estrenará simultáneamente en Madrid y en Tánger. Tim Burton Excentricidad y ensueños visuales Nacido en 1958, Tim Burton forma parte de estos cineastas que siempre guardaron un lazo con su infancia y supieron hacer de este lazo la palanca mágica para crear un mundo con el cual el público se siente inmediatamente identificado. Un universo cinematográfico excéntrico, que pone en peligro los principios de una puesta en escena conceptual, para ir al contrario, hacia un trabajo de la imagen donde prime la emoción. Una manera de hacer un cine disidente, sin compromisos, en el interior mismo de una economía que es la de las superproducciones hollywoodienses. Tim Burton es el último gran artesano de Hollywood. No es casua- lidad que él mismo realizara en 1994 una película sobre Ed Wood, rey del cine B americano, que fue en los años 50 una especie de alter-ego premonitorio. Ambos hombres tienen en común haber hecho de la libertad la piedra angular de su ética. Esto no impide que, a diferencia de un Ed Wood siempre segado, Burton repre- sente la vertiente majestuosa y poderosa de este cine libre, fasci- nado por la ciencia ficción, el melodrama y el grotesque. En este biopic, Burton hace de Ed Wood, un ser menos desesperado de lo que fue, y, sobre todo, un espejo de su personalidad, desgranando sutilmente en el seno del cuento una profesión de fe. Wood había realizado Bride of the Monster en 1955. Burton realizará La novia cadáver en 2005, yendo más lejos todavía en la exploración de Ultra- tumba, sin interpretaciones kitschs. Burton tiene hacia los freaks de todo tipo una ternura sincera, dirigiéndose a ellos desde su propia infancia. Por ello elabora alrededor de sus "monstruos", como para MAYO 2012 Tim Burton (I) Olivier Assayas (I) Recuerdo de Jorge Semprún Documenta Madrid 2013: El documental durante la Transición en España ImagineIndia XII: Competición Oficial ImagineIndia XII: Heynowski y Scheumann en Vietnam Tony Leblanc (y II) Cine para todos Ciclos en preparación: Junio: Olivier Assayas (y II) Tim Burton (y II) La subversión del deseo en la Transición Recuerdo de…Erland Josephson, Tonino Guerra, Theo Angelopoulos, Patricia Medina Si aún no la ha visto... Centenario de Rafael Gil Nagisha Oshima Recuerdo de Leonardo Favio La Gran Depresión de 1929 Recuerdo de José Luis Borau Agradecimientos : Cecilia Bartolomé, Madrid; Cinémathèque de Toulouse (Francesca Bozzano); Classic Films, Barcelona; Filmoteca de Catalunya, Barcelona; Filmoteca de Zaragoza; Films 59, Barcelona; Galatée films, París (Dimitri Billecocq); Gonzalo Herralde, Barcelona; Hollywood Classics, Londres (Luke Brawley); Institut français, Madrid (Nicolas Peyre, Aline Herlaut); IVAC-La Filmoteca, Valencia; KG Productions, París (Florence Masset); La Linterna Mágica, Madrid; Park Circus, Glasgow (Nick Var- ley); Sabre Producciones, Madrid; Svenska Filminstitutet, Estocolmo (Jon Wengström); Teide PC, Barcelona; The Festival Agency, Paris (Claire Thibault); TriPictures, Madrid; Vértigo Films, Madrid; Video Mercury, Madrid; Warner Sogefilms, Madrid Pee-wee's Big Adventure (La gran aventura de Pee-Wee, Tim Burton, 1985). Suscripción a la alerta del programa mensual del cine Doré en: http://www.mcu.es/suscripciones/loadAlertForm.do?cache=init&layout=alertasFilmo&area=FILMO Ocaña, retrat intermitent (Ventura Pons, 1978). Informe general sobre algunas cuestiones de interés para una proyección pública (Pere Portabella, 1977).

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rición, dentro del marco de Documenta Madrid, de la publicaciónLas voces del cambio. La palabra en el documental durante la Tran-sición en España, el festival ofrece un ciclo que permitirá repasaralgunas de las producciones más paradigmáticas de los años 1973a 1982 y descubrir algunas otras que, pese a su interés, apenas hansido exhibidas.Interpretados en su día como auténticos ejercicios de la libre

expresión tras años de represión y censura, los documentales inclui-dos en la retrospectiva aportan una mirada privilegiada a esos añosde cambio, así como a las nuevas maneras de representación quese pusieron en práctica dentro del ámbito del documental. En elciclo conviven propuestas que se acercan a determinados pasajesde la historia reciente del país desde una perspectiva inédita (Rocío,El proceso de Burgos) con otras que demuestran, a partir de laexperiencia vital y emocional de individuos concretos, los efectosde la represión emprendida por el régimen franquista (Queridísimosverdugos, El desencanto, Función de noche); películas que retomany actualizan el espíritu del cine clandestino surgido en la década delos sesenta (Informe general..., Númax presenta…, Después de…)con otras cuya audacia estilística va vinculada a su condición de pie-zas a contracorriente (Animación en la sala de espera, Cada veres…); así como largometrajes que se internan en ambientes y per-sonajes vinculados a una cierta marginalidad (La tercera puerta)junto a otros que transmiten, de manera lúdica y en ocasiones cer-cana al homenaje, la fiesta de una libertad recién adquirida (La novacançó y Canet Rock).El corpus elegido pone de manifiesto el deseo de ruptura respec-

to a las formas que se asimilaban al discurso oficial franquista(representadas por No-Do), presente en la mayor parte de la pro-ducción documental de esos años. Pero, sobre todo, es una mues-tra de las múltiples maneras en las que el documental interactuócon una sociedad en pleno cambio, participando de (y promoviendo)una predisposición a la transformación política, social y cultural aca-ecida en esos años.Laura Gómez Vaquero

IMAGINEINDIA XII: Heynowsky y Scheumann enVietnamEl Estudio H&S: Taller fímilco de la R.D.A.Este estudio existe desde el primero de mayo de 1969 pero el

núcleo del colectivo se formó ya en 1965, durante el rodaje de Elhombre que ríe (Der lachende mann, 1966), permaneciendo unidohasta entonces. H&S significa Heynowski y Scheumann, autores,directores y jefes del Estudio. Walter Heynowski era redactor jefeen la prensa, director de programas de la televisión y director denumerosas películas dignas de atención; Gerhard Scheumann, pro-fesor en la escuela radiofónica, jefe de una redacción de radio yfundador y director de la revista Política Interna. Los colaboradorespermanentes del estudio suelen desempeñar varias funciones ycargos simultáneamente. El Estudio tiene talleres: para el trucaje ysonidos fílmicos, y, también, su propio archivo. El estudio producefilmes documentales para la televisión, cortometrajes para loscines. Hasta mediados de 1978 rodó 40 películas. En los primerosaños predominaba la entrevista-retrato; y, se ampliaron las formas:reportaje, documental, análisis, etc. Las películas suelen durar, porregla general, una hora aproximadamente, pero se ha rodado tam-bién una película en varias partes (Pilotos en pijama), que duracinco horasEl Estudio produce documentales políticos. Su contenido es una

información de los esfuerzos políticos exteriores fundamentales dela sociedad de la R.D.A. Ahora bien, la inspiración de los temas con-cretos depende, ante todo, de los autores. Películas como Pilotosen pijama y El testigo no fueron meras informaciones sobre la gue-rra de Vietnam, sino un análisis de sus métodos. La serie de 14 pelí-culas rodadas hasta la fecha se ha convertido en símbolo de la vic-toria de la revolución nacional y social. El estudio producedocumentales antiimperialistas. Esto constituye el denominadorcomún de las tendencias principales de las distintas películas quedan la batalla al racismo, la instigación de guerras, el chovinismo, eloscurantismo, el colonialismo y el revanchismo. Las realizaciones de H&S se orientan por el materialismo dialécti-

co y registran la contradicción de los fenómenos en su polaridaddinámica. Es decir, una polémica con la realidad que, en la medidade lo posible, evita las ilusiones y no se afana sólo en ilustrar deter-minados juicios, no oculta sus simpatías y, por medio de recursosartísticos, documenta categóricamente y con pasión sus puntos devista. H&S son polémicos; su ideología y mentalidad personal estánligadas a la provocación productiva mediante bocetos satíricos. Eldocumentalista debe ser un descubridor, no puede construir a sulibre albedrío los episodios, sino que debe saber descubrirlos y ligar-los. Esto lo demuestran plenamente las películas del Estudio, dondela precisión de los episodios y su armonía llevan a sospechar (aunteniendo los materiales un origen diverso) si no han sido escenifi-cados conforme a un guión previamente preparado. Cierto, el guiónexiste, aunque no esté escrito. En el caso de H&S, va surgiendopaulatinamente en el curso del rodaje. Robert Michel en Heynowski y Scheumann, Filmoteca Nacional

de España, 1979.

otro lado, la actividad cinematográfica durante este periodo fecundono se limita a los largometrajes: al programar un concierto de rockcuya filmación organiza (Noise, 2006); al transformar su participa-ción en la película colectiva Paris, je t'aime en experimentación per-sonal; al realizar una videoinstalación para la exposición 'La fuerzadel arte', al filmar junto con un coreógrafo, Angelin Prejlocaj, que tra-baja con un compositor, Karleheinz Stockhausen (Eldorado, 2007),no deja de explorar nuevas vías. Y, en 2010 presenta triunfalmenteen Cannes Carlos, concebida como una serie de 3 capítulos de 5horas y media para ser emitido en tv. Este retrato del terrorista másfamoso de los años 70 y 80 se convierte en la narración sin alientoy cosmopolita de veinte años de la historia del mundo, en toda sucomplejidad, conducida por un excepcional soplo espectacular. Jean-Michel Frodon, en Olivier Assayas, 7 Films, Institut Français.

Recuerdo de Jorge SemprúnA 24 recuerdos por segundoLa docena de guiones que Jorge Semprún escribió para el cine -

además de un par de series para televisión- se concentran entre1966 y 1997, en paralelo al grueso de su producción novelística, yse sustentan sobre tres nombres propios: Alain Resnais, Costa-Gav-ras e Yves Boisset. Detrás de estos grandes cineastas palpitanotros tantos pilares comunes a Semprún: la memoria, la Historia yel compromiso político.La primera incursión cinematográfica del autor de la Autobiografía

de Federico Sánchez fue La guerra ha terminado (Alain Resnais,1966), un anticipado retrato en celuloide del militante comunistadesencantado de las directrices del partido. Semprún volvería acolaborar con Resnais en Stavisky... (1974), un retrato de la crisispolítica francesa anterior a la II Guerra Mundial, e Yves Montand,protagonista del primero de estos filmes, también repetiría comoálter ego de Semprún en Las rutas del sur (1978), una suerte desecuela que refleja el regreso a una España posfranquista.El guionista había frecuentado al actor en las reuniones que Mon-

tand y Simone Signoret celebraban los fines de semana en la locali-dad normanda de Autheuil-sur-Eure y allí apareció Costa-Gavras. Deese triángulo nacieron Z (1969) y La confesión (1970), sendos ajus-tes de cuentas con la dictadura griega de los coroneles y las purgasdel estalinismo en Checoslovaquia. A ese díptico se añadiría, eneste caso sin Montand, Sección especial (1975), una denuncia delvergonzoso colaboracionismo del Gobierno de Vichy con la ocupa-ción nazi. "¿Por qué singular aberración, una de las páginas más trá-gicas de nuestra historia, adquiere en la pantalla una involuntariacomicidad?", escribió un airado crítico comunista a propósito de loque consideraba la descarada intromisión de un cineasta griego y unguionista español en asuntos internos de la historia francesa. Loshéroes de Semprún son siempre incómodos y heterodoxos, y élmismo, ciudadano del mundo y extranjero en sus países de origeny de adopción, los ha multiplicado a través de las llagas abiertas delantisemitismo de El caso Dreyfus (1994) o del secuestro del oposi-tor marroquí Ben Barka en El atentado (1972), ambos dirigidos porYves Boisset.Protagonista de una biografía que podría dar lugar no a una sino a

varias películas -la infancia en el Madrid republicano, la resistenciacontra el nazismo, Buchenwald, las incursiones clandestinas en laEspaña franquista o la disidencia comunista- que pusieran imágenesa su obra literaria, Semprún había iniciado sus vinculaciones con elcine mucho antes de ser guionista. A partir de 1953, el campamen-to base de sus viajes clandestinos a Madrid para agitar a los intelec-tuales en contra del franquismo fue el hogar de Ricardo Muñoz Suay.Fue allí donde se nutría de su deslumbrante biblioteca, donde su hijaBerta lo rebautizó como Pajarito, y donde su anfitrión le contagió delvirus del cine hasta el punto que publicó una crítica de la berlanguia-na Novio a la vista (1954) en la revista Objetivo, firmada como Fede-rico S. Artigas, seudónimo de seudónimos, y tuteló el proceso deproducción de Viridiana (1961), manzana de la discordia que, ademásde irritar al franquismo, provocó cismas en las filas comunistas.La guerra ha terminado, su primer guión, escrito poco después de

haber sido expulsado del PCE, contiene una lúcida premonicióncuando un inspector de la policía francesa advierte a su protagonis-ta: "La política es siempre complicada. Hay tipos que son clandesti-nos y un buen día los nombran ministros". La proposición de cola-borar en el filme le había llegado de la mano de la que entonces erala esposa de Resnais, Florence Malraux, hija del novelista. Y el cír-culo se habría podido cerrar con el guión que, en los últimos años,barruntaba con Costa-Gavras para recrear el rodaje de L'Espoir bajolas bombas de la Guerra Civil, otro de sus temas predilectos. A él lededicó su única incursión como realizador con un documental titula-do, Las dos memorias (1974) como, tratándose de Semprún, nopodía ser de otro modo.Esteve Riambau, El País, 09/06/2011

DOCUMENTA MADRID: El documental durante la Transición en EspañaLos años de la Transición constituyen una de las etapas doradas

de la historia del cine documental en España. Con motivo de la apa-

en un país europeo imaginario con el nombre de New Holland. Des-pués de Mars Attacks!, sátira caprichosa sobre una América alborde de la explosión (poblada por promotores agusanados, poradeptos New Age y por militares fascistas), y a partir de Sleepy Hol-llow, que toma como marco una comunidad de inmigrantes holan-deses recién llegados a Estados Unidos, Burton reajustó su trabajoalrededor de una nueva geografía. Decidió acercarse física y estéti-camente a Europa. Y lo hará a través de un Londres 'muy Jack elDestripador' en Sweeney Todd o de las referencias inglesas a RoaldDahl (Charlie y la fábrica de chocolate) o de Lewis Carroll (Alicia enel país de las maravillas). ¿Qué significa este desplazamiento decentro de gravedad? ¿Y si Burton era el más europeo de los cine-astas americanos? ¿Y si era el más moderno de esta descendenciade escenógrafos ilusionistas que inventaron, con el cinematógrafo,el encanto y el miedo? "Las películas llaman a la puerta de nuestrossueños y nuestro subconsciente. Aunque esta realidad varíe segúnlas generaciones, las películas tienen un impacto terapéutico comolos cuentos de hadas en otro tiempo".Matthieu Orléan, Texto de introducción al catálogo de la exposi-

ción que la Cinémathèque Française le dedicó en 2012.

Olivier AssayasOlivier Assayas, cuántas nuevas vidasEn 25 años, el cine de Olivier Assayas se ha consolidado como

una de las grandes obras del cine francés, y como una de las pro-puestas más importantes en el cine contemporáneo de todo elmundo. La belleza, la fuerza y la peculiaridad de cada película sólose sienten cuando se las ve una por una; la gran diversidad detemas y estilos no impide discernir a la vez la coherencia del con-junto y las etapas de una carrera, de una evolución. Las fuentes de la obra de Olivier Assayas, nacido en 1955, son

muchas. Es posible vincular a su herencia paterna (es el hijo de Jac-ques Rémy, uno de los grandes guionistas franceses de posguerra)su sentido de la narración, su gusto por la ficción, un talento de guio-nista confirmado muy tempranamente, sobre todo al lado de AndréTechiné Rendez-vous (1985) y Le Lieu du crime (La escena del cri-men, 1986) antes de sumergirse en sus propias obras. También sele puede atribuir una apertura a las culturas extranjeras y a la diver-sidad del mundo. De su adolescencia ha conservado un gusto y unconocimiento enciclopédico de la música y de la cultura rock, asícomo de sus orígenes, y un deseo insaciable de saber que lo con-vierten en un verdadero conocedor de la literatura, de las artes, dela Historia o de la política internacional. Esto tampoco es algo tancomún entre los directores...En 1980, cuando ya había realizado un cortometraje (Copyright,

1989), se convierte en crítico de Cahiers du Cinéma, donde desa-rrolló dos enfoques personales importantes: por una parte, la aper-tura al cine de género, sobre todo el fantástico y el cine de terror;por otra parte, la exploración de cinematografías extranjeras , sobretodo del cine chino. Desde el número de 'Made in Hong Kong' de1984, se convirtió en uno de los mejores conocedores occidentalesde la cinematografía oriental, y fue capaz de comprender las pecu-liaridades y los enriquecimientos que pueden aportar al lenguajecinematográfico tanto las películas de acción de Hong Kong comolas obras de los maestros taiwaneses que se convertirán en susamigos, Hou Hsiao-hsien y Edward Yang.De varias maneras, todas estas características están activas en la

obra inaugurada en 1985 con Désordre, dedicada a un grupo de rockcuyos miembros deben tomar decisiones al final de la adolescencia.Este tema también se sitúa en el centro de las siguientes películas(L'Enfant de l'hiver, 1989; Paris s'eveille, 1992; Une nouvelle vie,1993; L'Eau froide, 1994), pero esta coherencia sólo pone de mani-fiesto aún más la diversidad de tonos y estilos con los que Assayasconstruye su cine. La elegancia de la dirección cinematográfica, explícita desde el ini-

cio, queda reforzada por la capacidad de trabajar con jóvenes acto-res, y, sobre todo, actrices, a menudo noveles (especialmente AnnGisel Glass, Anouk Grimberg, Nathalie Richard, Judith Godrèche,Virginie Ledoyen...), mientras que se crea al lado del director unequipo de estrechos colaboradores: el montador Luc Barnier, losdirectores de fotografía Denis Lenoir y Eric Gautier y la directora deproducción Sylvie Barthet.Irma Vep (1996) y el documental consagrado a Hou Hsiao-hsien,

HHH (1997) marcan la apertura del cine de Olivier Assayas hacianuevas dimensiones. Ahora encuentra la capacidad para hacer dia-logar películas inscritas en una tradición y problemática francesas(Finales de agosto, principios de septiembre, 1998; Les Destinéessentimentales, 2000; Las horas de verano, 2008), con una narracióny una justeza poco frecuentes, con películas que exploran los desa-fíos más vastos y más contemporáneos, donde la globalización y losavances tecnológicos cambian el mundo y lo imaginario (Demonlo-ver, 2002; Clean, 2004; Boarding Gate, 2007). Fijar tal separación entre estas películas no es justo, dado que,

por una parte, los desafíos más amplios están presentes en las pelí-culas más íntimas y 'locales', y, por otra, que la sensibilidad a laspersonas, a las emociones, a lo cotidiano se encuentra en los pro-yectos más 'globales' y en las formas plásticas más arriesgadas. Por

protegerlos, un argumento poético y un trabajo plástico particular-mente sofisticado: la reactivación de un antiguo método de anima-ción, stop-motion, que da a la película un virtuosismo y una senci-llez inigualable.El cine como escapatoriaBurton es un cineasta cuya cinefilia precoz alimenta las vidas de

sus propios personajes. Los pequeños extraterrestres de MarsAttacks!, no son sino la prueba de la relación con Planet 9 fromOuter Space (1959) de Ed Wood, que el joven Burton había descu-bierto mientras vivía en Burbank, urbanización a las afueras de LosÁngeles, "un universo sin historia, sin cultura, sin pasión", pero muycerca de los estudios Walt Disney y Warner Bros. Para Tim, el cinenunca estuvo lejos, y se convirtió, desde su infancia, en su escapa-toria principal: "siempre me gustaron las películas de monstruos.Ellos nunca me dieron miedo. Todos soltaban algo que me gustabaenormemente.". Gracias a su imaginación desbordante, el adoles-cente introvertido consigue sobrepasar el sentimiento de opresiónque siente en este medio ambiente puritano, lanzándose a dibujar ya realizar cortometrajes desconocidos hasta hoy. Es en las formasde espectáculos de más fácil acceso, como las atracciones de feriay las fiestas rituales, donde Burton encuentra los temas que explo-ra en sus primeros trabajos. Aunque no muestra ningún corto, sutalento hace que se lleve varios premios en los concursos munici-pales . A la edad de dieciocho años, entra en la prestigiosa Califor-nia Institute of the Arts, fundada por Walt Disney con vistas a for-mar a sus futuros artistas.Después de haber pasado allí dos años, Tim Burton presenta en

1979 su proyecto de fin de estudios, que le valdrá una plaza en elDepartamento de Animación de los Estudios Disney. Trabaja allídurante cuatro años como animador, y después como artista-dise-ñador en Taron y el Caldero mágico. Al no ser utilizadas sus pro-puestas en la versión final de estos dibujos animados, el futuro cine-asta se concentra en proyectos más personales y en encuentroscon las personas que lo acompañarán durante su carrera: "El direc-tor artístico Rick Heinrichs se asocia hasta tal punto con mi univer-so que formamos una pareja de cine comparable a la de Dean Mar-tin y Jerry Lewis. Fue capaz de materializar en 3D todos los dibujosraros que yo hacía". Gracias al apoyo de dos compañeros del estu-dio, verán la luz Vincent y Frankenweenie (1982), pero el estudio nolos distribuyó por considerarlos demasiado mórbidos.La filiación en cuestiónVincent Price, ídolo de Burton hasta el punto de haberle realizado

un retrato a los veinte años, acepta ser el narrador del cortometrajede animación Vincent. Él interpretará más tarde, en 1990, en dosescenas en flash-back (que son su último trabajo en cine) al inven-tor paternal del joven Eduardo Manostijeras. La cuestión de las rela-ciones padres/hijos se encuentra en el corazón del reino burtoniano.Para poner en escena esta juventud que le fascina, el cineasta eligecoreografías donde se expresan conjuntamente la gracia y la torpe-za de sus personajes. Por ejemplo, el baile de Kim (Winona Ryder)bajo la nieve, en simbiosis con el arte de Edward que talla escultu-ras de hielo (energía sexual de adolescente que arrastra la cámaracinematográfica y que la hace girar sobre si misma); la levitaciónondulante de Lydia (otra vez Winona Ryder) con un pequeño vesti-do escocés en Bitelchús; el torbellino melódico que arrastra a Vic-tor, el joven prometido de La novia cadáver, en una jam-sesión en elmomento de su encuentro en el más allá con la novia difunta; o elcolorido ballet de los Oompa Loompa que propulsa la infancia delpobre Charlie (y la fábrica de chocolate) al descubrimiento delmundo.Para los héroes adultos de Burton, la cuestión de su genealogía-

no está en absoluto clara. Se encuentra en el corazón de un nudode sufrimiento, como lo materializan los recuerdos traumáticos deWonka, rechazado por su padre (elección genial de Christopher Leecomo vampiro-progenitor), el desgarramiento, a su pesar, de su hijapor parte del barbero de Sweeney Todd (el mismo motor de su ven-ganza sanguinaria), o los cuentos rocambolescos de Ed Bloom, enBig Fish, que fueron durante años un obstáculo para hacerse quererpor su hijo. Estas relaciones imposibles o tortuosas se manifiestancomo el motivo de la máscara de un gran número de sus dibujos(sus series de Clowns y de Boys en los años 90), así como de susdos adaptaciones de Batman. El maquillaje que disimula las defor-midades de la cara provoca pavor porque es la negación del tiempoque pasa. Batman es huérfano, movido por la búsqueda del asesinode sus padres, lo mismo que su enemigo, el Pingüino, ha sido aban-donado al nacer. Estos dos seres, sin edad, y con un dolor genealó-gico, se enzarzan en un combate arbitrado por Catwoman, vestidatotalmente de látex, emanación de la feminidad absoluta, salvaje yatrayente como una heroína de Hitchcock, demiurgo tutelar al cualBurton se refiere dándole un toque más carnavalesco (el planodonde Batman está a punto de caer en el vacío recuerda el deJames Stewart justo al principio de Vertigo). "Quiero a estos perso-najes, sus duelos, trabajados por la oscuridad y el deseo de luz". ABurton le gusta el intervalo, entre dos luces, entre película de autory blockbuster.¿El más europeo de los cineastas americanos?Frankenweenie (2012) es una nueva versión en stop-motion, que

cuenta la misma intriga que la versión de 1984, pero sitúa su acción

IntroducciónEste mes iniciamos la retrospectiva, que continuará en junio, de

Tim Burton, a quien se le dedica por primera vez un ciclo en la Fil-moteca Española, tras la exitosa exposición y retrospectiva que lededicaron el año pasado el MOMA y la Cinémathèque Française.Burton es un cineasta libre e inclasificable, uno de los directores dereferencia del cine contemporáneo, autor de obras cruciales de ladécada de los noventa como Mars Attacks! o Ed Wood. Además, elciclo continuo Cine para todos estará compuesto este mes por pelí-culas de este ciclo.Ampliando la reciente iniciativa del Institut Français, también dedi-

camos por primera vez un ciclo a Olivier Assayas, uno de los másimportantes herederos de la Nouvelle Vague y uno de los cineastasmás prestigiosos del cine francés contemporáneo. El ciclo, que con-tinuará en junio, mostrará 13 de sus 17 largometrajes a la espera deque se confirme la fecha definitiva de estreno de Après mai, su últi-ma película. Además, en el mes de junio esperamos contar con supresencia. También rendimos homenaje a Jorge Semprún, fallecido en 2011.

Se proyectarán 7 títulos, 5 de ellos como guionista para directorescomo Alain Resnais (La guerra ha terminado) o Costas-Gavras (Z, Laconfesión). En el marco de este recuerdo, también estrenamos lacopia restaurada de Les Deux Mémoires (1974), la única película queSemprún dirigió, un documental sobre la guerra civil española y quesólo se proyectó dos veces en el año 1981 en la Filmoteca Española.La copia ha sido restaurada por la Filmoteca Española y la Cinémathè-que Française, con la colaboración de la Filmoteca de Catalunya.De los días 5 al 12, la Filmoteca albergará el festival Documenta

Madrid, con un exhaustivo ciclo sobre cine documental de la Tran-sición. Este ciclo consta de 16 documentales, de los cuales 13serán presentados por sus autores: Ventura Pons (Ocaña, retratintermitent), Gonzalo Herralde (El asesino de Pedralbes), ImanolUribe (El proceso de Burgos), Basilio Martín Patino (Queridísimosverdugos), Cecilia Bartolomé (Después de...), Fernando Trueba(Mientras el cuerpo aguante), Francesc Bellmunt (La nova cançó yCanet Rock), Josefina Molina (Función de noche), Miguel Trujillo(Animación en la sala de espera) y Álvaro Forqué (La tercera puerta).Como en años anteriores, colaboramos con el festival Imagi-

neIndia en su 12º edición, lo que nos permitirá conocer la produc-ción india reciente con la sección oficial, compuesta por 7 largome-trajes, todos ellos de 2012. Además, se proyectará el interesantedocumental Celluloid Man, sobre el fundador de la Cinemateca dela India, y Eldra, un clásico hindú contemporáneo sobre una niña deetnia gitana. Muchas de las sesiones de ImagineIndia estarán pre-sentadas por distintas personalidaeds.También dentro de ImagineIndia se le dedica un ciclo a los docu-

mentalistas alemanes Walter Heynowski y Gerard Scheumann,muy valorados en los setenta por su profundo compromiso político.En esta ocasión (en 1979 les dedicamos un exhaustivo ciclo y unapublicación) se proyectarán todas sus películas sobre la guerra deVietnam, incluyendo la película de 5 horas, Pilotos en pijama (1968).Además, se darán segundos pases de 4 de las películas de Tony

Leblanc proyectadas en abril, y se presentará la novela de AlfonsoDomingo, El enigma de Tina, biografía novelada de Tina Jarque, conla proyección de Carne de fieras (Armand Guerra, 1936), la únicapelícula existente de todas aquellas en las que participó. Asimismo,en colaboración con Off Limits, se estrenará Hola, estás haciendouna peli, una película colectiva, compuesta por 18 cortos, que seestrenará simultáneamente en Madrid y en Tánger.

Tim BurtonExcentricidad y ensueños visualesNacido en 1958, Tim Burton forma parte de estos cineastas que

siempre guardaron un lazo con su infancia y supieron hacer de estelazo la palanca mágica para crear un mundo con el cual el público sesiente inmediatamente identificado. Un universo cinematográficoexcéntrico, que pone en peligro los principios de una puesta enescena conceptual, para ir al contrario, hacia un trabajo de la imagendonde prime la emoción. Una manera de hacer un cine disidente,sin compromisos, en el interior mismo de una economía que es lade las superproducciones hollywoodienses.Tim Burton es el último gran artesano de Hollywood. No es casua-

lidad que él mismo realizara en 1994 una película sobre Ed Wood,rey del cine B americano, que fue en los años 50 una especie dealter-ego premonitorio. Ambos hombres tienen en común haberhecho de la libertad la piedra angular de su ética. Esto no impideque, a diferencia de un Ed Wood siempre segado, Burton repre-sente la vertiente majestuosa y poderosa de este cine libre, fasci-nado por la ciencia ficción, el melodrama y el grotesque. En estebiopic, Burton hace de Ed Wood, un ser menos desesperado de loque fue, y, sobre todo, un espejo de su personalidad, desgranandosutilmente en el seno del cuento una profesión de fe. Wood habíarealizado Bride of the Monster en 1955. Burton realizará La noviacadáver en 2005, yendo más lejos todavía en la exploración de Ultra-tumba, sin interpretaciones kitschs. Burton tiene hacia los freaks detodo tipo una ternura sincera, dirigiéndose a ellos desde su propiainfancia. Por ello elabora alrededor de sus "monstruos", como para

MAYO 2012

Tim Burton (I)Olivier Assayas (I)

Recuerdo de Jorge SemprúnDocumenta Madrid 2013: El documental durante la Transición en España

ImagineIndia XII: Competición OficialImagineIndia XII: Heynowski y Scheumannen VietnamTony Leblanc (y II)Cine para todos

Ciclos en preparación:

Junio:Olivier Assayas (y II)Tim Burton (y II)La subversión del deseo en la TransiciónRecuerdo de…Erland Josephson, Tonino Guerra, TheoAngelopoulos, Patricia Medina

Si aún no la ha visto...Centenario de Rafael GilNagisha OshimaRecuerdo de Leonardo FavioLa Gran Depresión de 1929Recuerdo de José Luis Borau

Agradecimientos:

Cecilia Bartolomé, Madrid; Cinémathèque de Toulouse (Francesca Bozzano); Classic Films,Barcelona; Filmoteca de Catalunya, Barcelona; Filmoteca de Zaragoza; Films 59, Barcelona; Galatéefilms, París (Dimitri Billecocq); Gonzalo Herralde, Barcelona; Hollywood Classics, Londres (LukeBrawley); Institut français, Madrid (Nicolas Peyre, Aline Herlaut); IVAC-La Filmoteca, Valencia; KGProductions, París (Florence Masset); La Linterna Mágica, Madrid; Park Circus, Glasgow (Nick Var-ley); Sabre Producciones, Madrid; Svenska Filminstitutet, Estocolmo (Jon Wengström); Teide PC,Barcelona; The Festival Agency, Paris (Claire Thibault); TriPictures, Madrid; Vértigo Films, Madrid;Video Mercury, Madrid; Warner Sogefilms, Madrid

Pee-wee's Big Adventure (La gran aventura de Pee-Wee, Tim Burton, 1985).

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Ocaña, retrat intermitent (Ventura Pons, 1978).

Informe general sobre algunas cuestiones de interés para una proyección pública (PerePortabella, 1977).