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Diseño de Carta “CAFÉ DEL ARCO”

En la asignatura Proyectos II, nos piden realizar el diseño de carta de un bar, café, restaurante

o similar. Lo primero, es decidirse entre un establecimiento (libertad absoluta) y ponerse en

contacto con él. Desde pequeña, siempre me ha fascinado el Café del Arco de la Plaza del

Romea, por su famoso cuadro de personalidades de todos los ámbitos regionales y porque lo

he visto como un lugar muy acogedor. Además, hace unos dos años lo reformaron, cambiaron

la carta dándole al bar un aspecto moderno y conceptual, sin dejar de ser uno de los bares con

más solera de la región. Me acerco al establecimiento y consigo hablar con la encargada que

me aconseja realizar las fotografías en dos días. Las de la carta (las tapas típicas) a una hora

punta y las del local a una hora en la que haya poca gente, me pongo de acuerdo con ella y

quedamos para realizar las de los platos un día de semana a eso de las 12 del medio día. Es un

día soleado y la iluminación será natural ya que me gusta más y además dentro está

demasiado oscuro. Me decanto por llevarme para estas fotografías mi focal fija de 35mm,

luminosidad 1.8 por la luminosidad y no creo que sea necesario el trípode. Cuando llego, el bar

está lleno y coincido con el jefe, que está encantado y no me pone ningún problema, a pesar

de que los empleados se muestran más inaccesibles e irritables, pues estamos en hora punta y

tienen mucho trabajo. El dueño, habla con el cocinero, especificando que platos prepara para

que yo los fotografíe. Éste, muy amable, comienza a preparar 6 platos típicos y famosos del bar

y a decorarlos con esmero. Fotografío los siguientes:

Su famoso Cappuccino Arco, con la taza con el logo del bar y muy bien preparado,

tomo diferentes vistas para revisarlas más tarde y decantarme por la que más me

convenza. El café no muestra demasiados problemas a la hora de ser fotografiado.

Café del Arco es famoso por sus cafés y creo conveniente incluirlos en la carta.

Brownie de chocolate. Famoso bizcocho del bar casero, en un plato decorado de

manera apetecible. El brownie presenta problemas a la hora de enfocar su textura y es

de hecho, para mí, el plato más complicado. Al final, cuando creo que he quedado

satisfecha y que tengo suficiente material, paso al siguiente plato. Café del Arco cuenta

con diferentes desayunos y la carta ha de incluir al menos uno.

Empanadillas de bonito y espinaca caseras, presentadas en un plato vertical que se

presenta complicado para fotografiar y con tomate frito a modo decorativo.

Alcachofa con boquerón y anchoa, presentadas en un bonito plato y sobre un charco

de aceite de oliva.

Patatas a lo pobre con huevo de codorniz. En éstas tomas, hago también verticales,

sobre todo por la forma en la que es presentado, es una especie de cuenco.

Tarta de queso y flan de café caseros sobre base de nata. Creo necesario que para el

diseño de la carta ha de haber también postres, por lo que le especifico al dueño que

incluya los más pedidos.

Los problemas que encuentro en general, es que las fotografías las tomo en exterior y

apoyando los platos sobre un taburete por no contar con mesas blancas, sino plateadas que

me crean muchos reflejos y brillos. Tendría que haberme planteado el hecho de ir acompañada

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de algún compañero para que me ayudase con un reflector o cualquier otro accesorio que

pudiese haber necesitado. En realidad, no me lo había planteado hasta enfrentarme a las

fotografías y tampoco me habían dado demasiado tiempo, el bar tenía prisa por la realización

de las fotografías, ya que a fin de cuentas estaba mermando el trabajo.

La realización de las fotos del local se hacen unos días más tarde, a eso de las 14:30 de un día

laboral, que apenas hay gente. Para la toma de estas imágenes me llevo el objetivo 18-55

porque necesitare algo de zoom dependiendo de las perspectivas y me llevo también trípode,

ya que serán exposiciones lentas porque dentro no es demasiado luminoso y quiero ante todo

luz natural. En éste tipo de fotografías, aprendes que las mesas y las sillas son estorbo. Pues

tengo que andar constantemente cambiándolas de lugar porque obstaculizan mis tomas. Hago

también fotografías del exterior y cuando creo tener suficiente material doy las gracias, pido

un contacto y me marcho.

Llega la edición, la parte para mí más complicada. Con la ayuda de Mónica, vamos

seleccionando y vamos también descubriendo que las imágenes de los platos están trepidadas

y en algunos casos demasiado oscuras. Error mío, pues me empeñé (creía que era lo correcto)

en trabajar con velocidad 1/30 aunque tuviese que cerrar diafragma. Lección aprendida.

Descubrimos también las aberraciones cromáticas (poco comunes) de mi objetivo, pero lo

solucionamos con Lightroom, que ofrece opción para ello.

Seleccionamos aquellas en las que no se nota demasiado éste problema de trepidación y

quedo satisfecha, sobretodo porque he aprendido.

Todo el proceso de edición y revelado lo hago con Lightroom 3.4.1, centrándome en aumentar

los cálidos para que la comida sea más apetecible, jugar con la curva para aportar luminosidad

y con las luces y las sombras para dar luminosidad a las fotografías que salieron demasiado

oscuras.

En las fotografías de arquitectura he tenido que retocar sobre todo las verticales y

aberraciones esféricas.

En cuanto al montaje, ha sido peor de lo que esperaba. Maquetar con Photoshop es difícil y

tampoco es un programa que controle demasiado. Además el tema de maquetación siempre

fue cosa de los diseñadores gráficos. Con la ayuda de Mónica y mucha paciencia, ha quedado

una carta presentable.

Adjunto a continuación las hojas de contactos del total de las tomas realizadas, tanto al bar

como a sus platos:

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