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MISIONEROS RELEVADOS DE LA MISIN MEXICANA

Marva BeckAbril 9 de 1949

Mary WhiteMayo 14 de 1949

Claudio Villalobos

Abril 11 de 1949

Sara Gonzlez

Mayo 14 de 1949Ruth Marshall

Mayo 10 de 1949

MISIONEROS NUEVOS

Cari G. BownManti, Utah

Wayne D. WhiteFort Stockton, Texas

Franklin D. Taylor

Chandler, Arizona

t a 1| o aLA GLORIA DE DIOS ES INTELIGENCIA

$uno 1 o de 1949

ao xiii No. 6

DIRECTORES:

Presidente Arwell L. Pierce.

Presidente Lorin F. Jones.

EDITORES:

Maurice D BowmanVenna Rasmussen

rgano (Dfirial ir las Hiaumpa JUrxtrana

t Biapannmprurana bt la Slglraia bt 3p-

anrriatn Jp loa dantos i>r loa Kltimoa laa

Publicaba utpnaualntpntr

Registrado como artculo de 2a. clase en la Administracin de Correos de Mxico,D. F., el 27 de Febrero de 1945.

NDICEEDITORIALES

Sansn fu un Dbil Del Church News 224Que Dios los Bendiga! Del Church News Ultima de Forros

ARTCULOS ESPECIALESSendero Escabroso Cuento Frank Richardson Pierce 23GUn Apstol habla a Juan y Mara del Matrimonio. Spencer W. Kimbali 242

ARTCULOS CONTINUADOSLiteratura del Nuevo Testamento Russell B. Swensen 233El que Busca la Verdad y el Mormonismo Joseph F. Merrill 22i>

SECCIONES FIJASSeccin Misionera No Busque una Seal Beth Crook 24')Seccin del Hogar Suplemento para un Ao Ivie H. Jones 243Sociedad de Socorro La 119' Conferencia Mary D. Pierce 251Seccin Infantil Los Peregrinos y El Da Sbado A. H. Reiser 253

VARIOSMisioneros Nuevos de la Misin Hispanoamericana 2a. de Forro?Grupo de Misioneros de la Misin Hispanoamericana 2a. de ForrosMisioneros Relevados de la Misin Mexicana 3a. de ForrosMisioneros Nuevos de la Misin Mexicana 3a. de Forros

LA CARTULARepresenta a uno de tantos "Pueblos Fantasmas" que abundan en el sur-oeste de la Unin Americana.

MISIN MEXICANA: Monte Lbano No. 520. Lomas de Chapultepec, Mxico, P. f,MISIN HISPANO AMERICANA; 3631 Fort Bpwlevard, $ P*Q, Tm*

frlitctiaf

Manan $u un dit(Tomado del "Church News" de enero VI de 1948.)

Sansn es conocido como el hombre de mucha fuerza del anti-guo Israel. Mat a un len y a un oso con las manos. Mat a mil sol-dados Filisteos bien armados con un garrote. Rompi fuertes cuerdascomo si fueran hilo, y por ltimo hizo caer un gran edificio con unsolo empujn, causando la muerte de una multitud de sus enemigos.

S, Sansn era fuerte de una manera fsica. Pero an era un d-bil. Por cunto cont la fuerza de su gran cuerpo cuando se lepresentaba la tentacin? Cunto significaba ser un gigante en esta-tura cuando la primera cara bonita lo desviaba de su propsito? Ycunto significaba su poder militar si no conoca la significacin ver-dadera de la lealtad?

Sansn estaba bajo un convenio. Era el siervo de Dios, apartadopara hacer la obra del Seor. Estaba entregado a la edificacin de 1Reino de Dios. En muchos sentidos, fu un fracasado en la vida. Por-qu lo era?

Sansn estaba bajo un convenio de servir a Dios y edificar suReino. Quebrant ese convenio. No cabe duda que no tena la inten-cin de hacerlo. No sali con premeditacin para Quebrantar su pro-mesa solemne. No era como nosotros decimos, rebelde. Probablemen-te l pensaba en su corazn que sus deseos eran justos.

Pero se rehus a controlarse a s mismo. Pas por un pobladode los Filisteos y all vio una mujer que le gust. La quera or es-oosa. Haba mal en eso? No era un deseo natural y normal? Pro-bablemente se justific al pensar que s era.

Sin embargo Dios le haba prohibido a su pueblo que tomaranpor esposa a una incrdula, y los Filisteos estaban en esa clase. Peroesta mujer era tan encantadora a los ojos de Sansn. Y empez adebilitarse. Deba rendirse a sus deseos personales y casarse con es-ta mujer "prohibida''? O deba ser fiel a su reliVin? Esto era lapruebaesto decidi su fuerza o su debilidad. Qu deba hacer?

All entre los Filisteos, el seor pareca estar muy retirado. Enmedio de la inmunidad de ellos, la exactitud, de su propia religinpareca ser innecesaria. Qu tena que ver si se casaba con la mu-jer Filistea? Seguramente Dios no hablaba de ella cuando les pro-hibi a los de Israel que se casaran con los incrdulos.

Como dbil que era, puso a un lado los principios para gratifica

r

a sus deseos de ese momento, y quebrant la lev.Este matrimonio acab con tristeza para el hombre fuerte, pero

todava no haba aprendido su leccin. Fu al valle de sorec, y all seenamor de otra joven Filistea. Esta era Dalila. Esta mujer era tan

(Contina en la pg. 257)

Vm7P"^y^^g?, ' "" "" ..U"- ' ' ' *********

*******

%ak e endeko de a 9nma.tatLdad

y, Ca*ULda Eterna

Por J. Rubn Clark, Hijo.

Nmero 18

LA RESTAURACIN DELSACERDOCIO

En una de las conferencias ante-iores de esta serie, bajo el nombre"Desaparece la Organizacin de laIglesia Primitiva", citamos de la eps-

tola de Pablo a los Hebreos, en lacual l discuti el Sacerdocio Aar-nico o Levtico y el Sacerdocio de Mel-quisedec, e hizo una distincin entreellos. Observamos con cunto cuida-do el Apstol demostr que el Sacer-docio de Melquisedec era superior aiSacerdocio de Aarn o Levtico. Pa-blo explic

:

"Si pues la perfeccin era por elsacerdocio Levtico (porque debajode l recibi el pueblo la ley) qunecesidad haba aun de que se levan-tase otro sacerdote segn el orden deMelquisedec, y que no fuese llamadosegn el orden de Aarn?" 1

En dicha conferencia dijimos:Pablo tambin indic que Cristo vi-

no de la tribu de Jud, "sobre cuyatribu nada habl Moiss tocante alsacerdocio", y que este sumo sacer-dote, Cristo, "nombrado por Dios Pon-tfice segn el orden de Melquise-dec", 2 "no es hecho conforme a la leydel mandamiento carnal, sino segnla virtud de vida indisoluble. . . porquerada perfeccion la ley; mas hzoiola introduccin de mejor esperanza,por la cual nos acercamos a Dios".En toda su epstola Pablo hizo ver

a los Hebreos la importancia del Sa-cerdocio de Melquisedec contrastn-dolo con el Sacerdocio Levtico o Aa-nico. Exhort a sus hermanos aque consideraran "el Apstol y Pon-tfice de nuestra profesin Cristo Je-ss. . . porque de mayor gloria queMoiss ste es estimado digno".4 Yms adelante : "... Tenemos un granpontfice que penetr los cielos, Je-ss el Hijo de Dios". 5 "Porque todopontfice, tomado de entre los hom-bres, es constituido a favor de loshombres y lo que a Dios toca. . . ninadie toma para s la honra, sino elque es llamado de Dios, como Aa-rn". (; Hablando del Sacerdocio deMelquisedec, Pablo afirm

:

1 Heb. 7:11. 2 Heb. 5:10; 6:20. 3 Heb. 7:14-16,19, 25. 4 Heb. 3:1, 3. 5 Heb. 4:14. 6 Heb. 5:1, 4.

Junio, 1919 LIAHONA 225

"Sin padre, sin madre, sin linaje;que ni tiene principio de das, ni finde vida, mas hecho semejante al Hi-jo de Dios, permanece sacerdote pa-ra siempre. . . Mas ste, por cuantopermanece para siempre, tiene un sa-cerdocio inmutable." 7 Y hay muchosotros pasajes.

Desde Adn hasta el da presente,Dios ha preservado con celoso cuida-do el ejercicio de los derechos y fun-ciones de su Santo Sacerdocio.

Abel ofreci un sacrificio acepta-ble; Can no, y por esta causa lo re-prendi Dios. s

Los antiguos patriarcas, Abrahm,Isaac y Jacob ofrecieron holocaustosal Seor."

Moiss, huyendo de la ira de Fa-ran, se refugi con Jetro, sacerdotede Madin (de quien recibi el Sa-cerdocio de Melquisedec). 10 Junto conAarn, su portavoz, ejerci los pode-res del sacerdocio, contendiendo con-tra los poderes malignos que se ma-nifestaron por medio de los encanta-dores egipcios, para vindicar los po-deres sacerdotales. Antes de drselea Aarn la investidura especial delSacerdocio Levtico (por conducto deMoiss), 11 ste ofreci sacrificio mos-trando que tena el derecho y el po-der, 12 y Jetro, quien lo visit pocodespus, ofreci holocausto a Dios. 33

Israel, incitando a Aarn a que hicie-ra un becerro de oro, ofreci sacrifi-cios a dicho dolo. Obedeciendo lasinstrucciones de Dios, Moiss baj delmonte, hizo pedazos el becerro, loredujo a polvo, lo esparci sobre lasaguas, "y dilo a beber a los hijos deIsrael." 14

Despus de instituido el SacerdocioAarnico o Levtico, Aarn y Marase rebelaron contra la autoridad deMoiss y el sacerdocio mayor, el deMelquisedec, pero Dios justific aMoiss. 15

Despus que fu establecida la ob-servancia del ritual levtico, Nadab yAbi murieron por ofrecer fuego pro-fano. 10 No se puede jugar con el Sa-cerdocio de Dios.Cuando l establece su sacerdocio,

y ordena y consagra sus sacerdotes,otros que no han sido comisionadosno pueden pretender poderes sacer-dotales. As fu en el caso de Cor,Dotan y Abirn, quienes afirmarontener tanta autoridad como Aarn, yDios mand un rpido castigo sobreestos rebeldes por su sacrilegio. 17

Igual cosa sucedi ms tarde cuandoDios manifest que haba escogido alos levitas haciendo que floreciera lavara de Aarn y produjera almen-dras. 18

Hay ocasiones en que Dios justifi-ca su sacerdocio, aun en presencia deuna multitud, como repetidas vecessucedi con Moiss y Aarn delantede Faran; con Elias cuando desafia los profetas de Baal y Dios mani-fest su poder con gran claridad de-lante de todo Israel. 19

Y as ha acontecido en toda la his-toria de las relaciones de Dios conIsrael y con la Iglesia primitiva.

El Sacerdocio de Dios es la autori-dad que l delega al hombre paraobrar en su nombre en los asuntosque l determina cuando confiere lafacultad, y al grado que l dispone.

Siempre que Dios coloca el sacer-docio verdadero sobre la tierra, sepresenta un sacerdocio falso que fin-ge los poderes del sacerdocio verda-dero. As aconteci con Can, con losmagos de Faran, con los profetas deBaal y otros muy numerosos, y estasfalsificaciones son tan bien hechasque engaan a muchos. Pablo hizo

7 Heb. 7:3, 24. 8 Gen. 4:2 en adelante. 9 Gen.22; 26:25; 31:54. 10 D. v C. 84:6, 17 en ade-lante. 11 Lev. cap. 8. 12 xodo 17:15. 13 xodo18:12. 14 xodo 32:20. 15 Nos. 12:1 en adelan-te. 16 Nos. 3:1-4. 17 Nos. 16:1 en adelante. 18Nos. 17:8. 19 1 Reyes 18:15 en adelante.

226 LIAHONA Junio, 1949

esta amonestacin: "El mismo Sata-ns se transfigura en ngel de luz."20

El sacerdocio falso siempre perduray funciona despus que se ha perdi-do el sacerdocio verdadero por lastransgresiones de los hombres.

Ningn cristiano dudar que elCristo confiri el sacerdocio a susapstoles ni que ms taide ellos loconfirieron a otros, como mostramosen nuestra conferencia sobre "La Or-ganizacin de la Iglesia Primitiva."(nmero 8).A principios del segundo ao de su

ministerio, Jess escogi y orden aDoce "para que estuviesen con l, ypara enviarlos a predicar.''- 1 CuandoMatas fu elegido y ordenado, Pe-dro declar : "Comenzando desde elbautismo de Juan, hasta el da quefu recibido arriba de entre nosotros,uno sea hecho testigo con nosotros desu resurreccin", 22 con lo que quedaindicado que una especial virtud es-piritual se reciba con la ordenacin,porque la ordenacin no convertiraen testigo ocular de la resurrecin aaquellos que no haban fsicamentevisto al Cristo resucitado.

Jess envi a los Doce con "virtudy potestad sobre todos los demonios,

y que sanasen enfermedades",-' 3 y cla-ramente indic el poder y autoridaddel sacerdocio. Los Doce "saliendo,predicaban que los hombres se arre-pentiesen, y echaban fuera muchosdemonios, y ungan con aceite a mu-chos enfermos, y sanaban." 24 Diri-gindose a Pedro, en Cesrea de Fi-lipo, a principios del tercer ao de suministerio, Cristo dijo

:

"Y a ti dar las llaves del reino, delos cielos; y todo lo que ligares en latierra ser ligado en los cielos; y to-do lo que desatares en la tierra serdesatado en los cielos." 25

Ms tarde cumpli esta promesaconfiriendo estos poderes, no nica-

mente sobre Pedro, sino sobre todossus discpulos, diciendo

:

"De cierto os digo que lo que liga-ris en la tierra, ser ligado en el cie-lo

; y todo lo que desataris en la tie-rra, ser desatado en el cielo." 26

En la tarde del da que resucit,afirm a los Doce

:

"Paz a vosotros; como me envi elFadre, as tambin yo os envo." 27

Entonces les dio el gran manda-miento de remitir y retener pecados,y soplando sobre ellos dijo, "Tomadel Espritu Santo.

"

2S Aadi a esto lacomisin de predicar el evangelio, debautizar, exponiendo el estado ben-dito del creyente y el castigo del in-crdulo, y repiti las bendiciones queacompaaran a los que creyeren. 29

En cuanto al Espritu Santo, debeobservarse que Jess haba dicho an-teriormente que el "Consolador, el Es-pritu Santo" 30 no vendra a menos quel se fuera, "mas si yo fuere, os ioenviar." 31 Y el da de su ascensinmand a los Doce "que no se fuesende Jerusaln, sino que esperasen lapromesa del Padre, que osteis, dijo,de m. Porque Juan a la verdad bau-tiz con agua, mas vosotros serisbautizados con el Espritu Santo nomuchos das despus de stos. . . Re-cibiris la virtud del Espritu Santoque vendr sobre vosotros." 32 El Es-pritu Santo lleg el da de Pentecos-ts con un gran estruendo del cielo"como de un viento recio que corra. .y se les aparecieron lenguas reparti-das, como de fuego, que se asent so-bre cada uno de ellos. Y fueron to-dos llenos del Espritu Santo." 33

La investidura de estos poderes yautoridad no fu rogatoria, es decir,una oracin al Padre que l confirie-

20 2 Cor. 11:14. 21 Marcos 3:14. 22 Hechos 1:22. 23 Lucas 9:1-2. 24 Marcos 6:12-13. 25 Ma-teo 16:14-19. 26 Mateo 18:18. 27 Juan 20:21. 28Juan 20:22-23. 29 Mateo 28:18-20; Marcos 16:15 en adelante. 30 Juan 14:26. 31 Juan 15:20;16:7. 32 Hechos 1:4-5, 8. 33 Hechos 2:1-4.

Junio, 1949 LIAHONA 227

ra estos poderes, autoridades y ben-diciones, sino una investidura real delsacerdocio, y de sus poderes y auto-ridades.Ya para mediados del siglo III, se

haba perdido totalmente este sacer-docio. La ordenacin ms antigua quese menciona, acreditada a los Cno-nes de Hiplito (236 aos despus deJesucristo) ni siquiera pretende unainvestidura real de poder y autori-dad. Solamente es una oracin a Diosque l conceda ciertos poderes y au-toridad. Adems, este ritual no cum-ple con los requisitos para conferir elsacerdocio que algunas de las gran-des iglesias modernas que afirmanposeerlo exigen ahora. Las dems or-denaciones que se efectuaron despusde Hiplito son igualmente defectuo-

A lo menos en una de estas gran-des iglesias se adopta el principio (yes obviamente seguro) de que uno nopuede delegar un poder sacerdotalque no posee. Por consiguiente, yaque estas ordenaciones o rituales noconferan el sacerdocio en aquellosdas, segn sus propias normas y re-quisitos actuales, y en vista de quelos candidatos a favor de quienes seofrecan las oraciones de los ritualesno reciban nada porque nada les eradado, ellos a su vez no daban nadar. otros; y as es que el Sacerdocio deMelquisedec, llamado anteriormenteel Santo Sacerdocio segn el Ordendel Hijo de Dios, 34 haba desapareci-do de la tierra para mediados del si-glo III.

Habindose perdido, tendra que serrestaurado, si ha de hallarse sobre latierra

; y en verdad fu restauradopor seres celestiales en ceremoniasque efectivamente y en trminos cla-ros lo confirieron, no oraron por l,sobre aquellos que ordenaron.

Se restaur el Sacerdocio mediantedos ordenaciones : primero el Aarni-co y ms tarde el de Melquisedec.

La restauracin del Sacerdocio Aa-rnico se efectu de esta manera, se-gn lo ha anotado el profeta JosSmith:

"Continubamos an la obra de latraduccin, cuando en el siguientemes (mayo de 1829) nos retiramosal bosque un cierto da, para orar ypreguntar al Seor acerca del bau-tismo para la remisin de los peca-dos, del cual vimos que se hablaba enla traduccin de las planchas. Mien-tras a esto nos dedicbamos, orandoe implorando al Seor, descendi unmensajero del cielo en una nube deluz

; y, habiendo puesto sus manos so-bre nosotros, nos orden, diciendo

:

"Sobre vosotros, mis consiervos, enel nombre del Mesas confiero el Sacer-docio de Aarn, el cual tiene las lla-ves de la ministracin de ngeles, ydel Evangelio de arrepentimiento, ydel bautismo por inmersin para laremisin de pecados; y este sacerdo-cio nunca ms ser quitado de la tie-rra, hasta que los hijos de Lev dnuevo ofrezcan al Seor un sacrificioen justicia.

"Declar que este sacerdocio Aar-nico no tena el poder de imponer lasmanos para comunicar el don del Es-pritu Santo, sino que se nos conferi-ra ms tarde

; y nos mand que fu-ramos a bautizarnos, instruyndonosque bautizara yo a Oliverio Cwdery,y que despus me bautizara l a m.

"Por consiguiente, fuimos y nosbautizamos. Yo lo bautic primero,y luego me bautiz l a m despusde lo cual puse mis manos sobre sucabeza y le confer el Sacerdocio deAarn, y luego l puso sus manos so-bre m, y me confiri el mismo sacer-docio puesto que as se nos habamandado.

34 D. y C. 107:2-3.

(Contina en la pg. 261)

228 LIAHONA Junio, 1949

C q,ut &uca la Ue\dad

y, t ITLa^marUma

(Traduccin del libro "The Truth Seeker

and Mormonism" por el Eider Joseph F.

Merrill, por Maurice D. Bowman).

PROLOGO

Este libro es una reproduccin de los vein-

tisiete discursos pronunciados por Joseph F.

Merrill en el programa de radio de la Iglesia,

cada domingo por la noche en la estacin

KSL durante los ltimos seis meses del ao1945. Los discursos representan un esfuerzo

para ayudar a los amigos no-miembros igual-

mente como personas en la Iglesia, ignoran-

tes de algunas de estas cosas, que tomen el

inters de estudiar las afirmaciones del Mor-

monismo, especialmente estudiantes en las

universidades y otros que tienen dificultad en

reconciliar las enseanzas de la ciencia y la

religin.

Muchos de nosotros creemos que una fe

sana religiosa, aplicada prcticamente en nues-

tra vida diaria, da un equilibrio, una gua yuna inspiracin al creyente y da a su vida

cierto significado, de valor y dulzura por lotanto valiendo enteramente la pena. Pero tal

f viene a la mayor parte de la gente solo

por el esfuerzo. No nacen con ella. Sin em-bargo, esta f es de una naturaleza que aque-

llos que la obtienen, gozan en ayudar a sus

semejantes a adquirirla tambin. Si tienen

xito en hacerlo, se ha rendido un gran ser-

vicio, algunos de nosotros creemos: "Y sifuere que trabajareis todos vuestros das... y

me trajereis, aun cuando fuere una sola alma,Cuan grande no ser vuestro gozo con ella

en el reino de mi Padre!

EL HOMBRE ES RELIGIOSO PORNATURALEZA

N

ser diferente, cierta parte de l essacado del campo de la ciencia; y elauditorio ser individual, sentados so-los no en multitudes. Esto sugiere unmtodo de presentacin conversacio-nal.

Saben ustedes que al hablar al mi-crfono de una estacin difusora tanpoderosa como KSL. el orador admiteel tener sentimientos extraos, si losquiere entretener. Esto, son a causade su auditorio es grande o peque-o, compuesto de amigos, o descono-cidos, de miembros, o no-miembros, ode los dos ? Yo me sentira muy hon-rado si me escucharan no-miembros.

Una pregunta incontestable es,cuntas personas edcuchan al ora-dor? Claro que no s si tengo diez odiez mil, ms o menos, por auditorio.Pero de todos modos s que estoy ha-blando a grupos de aproximadamenteuna a tres personas estilo por arri-ba de la mesa, si gusta usted. Por esopropongo que hablemos con el estiloconversacional informal como con unmaestro de escuela, lo que fui por 3Caos. A veces habr un grupo msgrande un "Fireside group" se lla-ma, compuesto de amigos jvenes. Misentira muy honrado en tener muchosde tales grupos como auditorio.

Tema de Discursos

Una palabra acerca el tema de misdiscursos El Que Busca la Verdady el Mormonismo. Yo he escogido es-te tema pensando que es el ms apro-piado para con -lo que quisiera ha-blarles. No es cierto que todo alum-no, a toda persona que se respeta as misma, esa joven o vieja, le gustaser llamado buscador de la verdad ?Y a la verdad, toda persona normal,a cierto grado por lo menos, es un bus-cador de la verdad y debe tener elinters de saber algo del Mormonis-mo por curiosidad, aunque no ha-

ya otra razn ; tambin muchos miem-bros de la Iglesia que represento sonbuscadores vehementes de la verdadconcerniente a las cosas relacionadasa su religin. Como es generalmenteconocido, los Mormones hacen afir-maciones maravillosas de su religiny en este da de maravillas sin fin, elque busca la verdad generalmente lle-ga a saber que es para su bien elaprender algo de estas maravillas.Cuando el mtodo maravilloso de "ra-dar" y las miras de precisin parabombardear se empezaron a usar porlas naciones aliadas en esta guerramundial, los poderes enemigos estabanintensamente interesados en averi-guar los secretos de tales cosas. Perolas maravillas del Mormonismo, sison verdaderas (como espero probar),deben ser mucho ms importantes alindividuo que la informacin acercadel "radar" y las miras para bom-bardear eran para los Alemanes y Ja-poneses, aunque cuan grandes eran,porque estas maravillas tienen quever con su eterno bienestar, y lo creofirmemente.

El Valor de la Religin

Pero hay el hecho que los busca-dores no estn, aparentemente, inte-resados en el Mormonismo o cual-ouiera otra religin. Ustedes notanque uso la palabra aparentemente, eavez de la palabra verdaderamente,porque la imparcialidad que demues-tran por fuera, tal vez no es una re-fleccin verdadera de sus sentimien-tos interiores. Yo hago esta declara-cin por la autoridad de escolaresque se han especializado en la natu-raleza humana. En un libro excelen-te titulado "Las Religiones Vivas delMundo", su autor, Dr. Robert ErnestHume, discute brevemente el tpico,diciendo entre otras cosas lo siguien-te:

230 LIAHONA Junio, 1919

"La religin es la mayor caracte-rstica diferenciante del hombre. . .ciertos seres humanos s parecen ca-recer del inters religioso, as comoles faltan los intereses morales ymentales en un grado ms alto, yan as el gnero humano en generales umversalmente religioso.

"En la historia entera del gnerohumano nunca ha habido una tribude hombres sin alguna forma de reli-gin. Hasta los indgenas de Austra-lia central y los indios de la Patago-nia, que representan la forma msbaja de la vida humana que existe,guardan algunas creencias en el mun-do espiritual, y emplean alguna for-ma de adoracin. En los monumentosms antiguos del hombre civilizado,como se ve en las pirmides de Egip-to y las tempranas escrituras "Ve-das" de la India, hay evidencias deconvicciones religiosas, anhelos, y ri-tos.

"La religin ha sido uno de los fac-tores ms potentes en la historia hu-mana. Otros aspectos de la vida hu-mana han sido a la verdad importan-tes, pero la caracterstica sumamentenoble del hombre por toda su histo-ria ha sido su religin. Se ha conven-cido que tiene ciertas relaciones conalgo sobre-humano, y cree que ha re-cibido ayuda sobre-humana.

"La religin da al hombre lo queno puede obtenerse en ninguna otrafuente, una confianza en el resulta-do de las batallas de la vida por unaconeccin personal con el poder o lo?poderes superiores del mundo. Tociareligin hace mucho por el individuoreligioso y generalmente tambin pa-ra la sociedad. Por ejemplo : avudaen proveer al individuo poder adicio-nal y satisfaccin; lo ayuda a sufrirlas penas de la vida sin quejarse

;

ofrece una solucin al problema delmal ; mejora las cualidades de estavicia ; ofrece la esperanza de una vi-

da mejor en el futuro ; hace el diseode una sociedad ideal

; y pone unplan para obras de salvacin". (ElMormonismo a la verdad hace estascosas para el que lo vive).

"La funcin de distincin de la re-ligin, en contraste con la filosofa yla tica, o cualesquiera otras activi-dades culturales, es el dar a la hu-manidad la suprema satisfaccin desu vida por relaciones fundamentalesicn lo que el reconoce como el podero los poderes sobre-humanos, en elmundo".

Si es la verdad lo que el Dr. Hume(y personas de experiencia saben ques lo es) Qu persona con menter.ormal pasaba por alto las afirma-ciones de la religin verdadera ? Ansin duda ustedes conocen a personasque no les interesa la religin nohaciendo diferencia quien la ense-a. Y tambin estas personas sonbuenos vecinos y buenos ciudadanos.Son honrados y justos en los nego-cios, amables y tolerantes en su con-tacto con sus semejantes, tienen cui-dado y caridad para la gente necesi-tada, y exhiben otras buenas cualida-des adems de estas. Pero conocenustedes a alguna persona que sea ver-daderamente un ateo negando laexistencia de Dios? Yo he odo de al-gunos pocos de tales personas, perosu nmero parece ser muy pequeo.Nada de lo que yo diga les afectar

;

no me escucharn de ninguna mane-ra. Por naturaleza, la mayor parte delos seres humanos son religiosos, sedice. Tendr que haber una razn poresto. Saben ustedes qu es esa ra-zn? El Mormonismo, llamado co-mnmente el Evangelio Restaurado,tiene la respuesta a la que me refe-rir en un momento.

Es Natural Creer

Hay diferentes trminos que seaplican correctamente a la gente en

Junio, 1949 LAHONA 231.

relacin de su actitud concerniente ala religin y la Deidad. Algunos deestos trminos son : infiel, librepen-sador, escptico, agnstico, descredo,

Ateo. Pero segn el diccionario deWebster, el ateo es el nico que ver-daderamente niega la existencia deDios. Hablando estrictamente, cadauno de estos trminos tienen un sig-nificado algo diferente a los dems,a pesar de que a menudo se usan co-mo sinnimos. Pero tal vez la pala-bra agnstico juzga mejor la actitudde la mayora de aquellos que notienen inters en las religiones orga-nizadas, (vase el diccionario).

Thomas Paine y Roberto G. Inger-soll, que eran importantes entre losescritores de la historia Americana yque tal vez se opusieron ms duramen-te a la Iglesia Cristiana, escribieron es-to : "Yo creo en un Dios, y nada ms

;

tengo la esperanza de felicidad des-pus de esta vida. . . creo que los de-beres religiosos de uno son de obrarcon justicia, tener misericordia y tra-tar de hacer felices a nuestros prji-mos". En los servicios funerarios desu hermano Ebon, el elocuente Inger-soll dijo : "De los labios sin voz delos silenciosos muertos no viene pala-bra; pero en la noche de la muerte,la espeanza ve una estrella y escu-chando el amor puede or el sonidode una ala. El que duerme aqu, mien-tras mora, murmur con su ltimosuspiro : 'Ahora estoy mejor.' Crea-mos, aunque hay dudas y dogmas, te-mor v llanto, que estas palabras sonciertas de todos los muertos." Inger-soll declar ser agnstico, uno quedetiene el juicio suspendido unoque no sabe.Yo hablo de Paine e Ingersoll

contra-Cristianos para ilustrar loque se ha dicho como hecho que esla naturaleza del hombre el creer enla vida ms all de la tumba. Por-

qu es cierto esto? El Mormonismotiene la respuesta:

Nosotros somos hijos espirituales deDios, nuestro Padre Celestial, y vi-vimos con El en su dominio antes deque nacisemos en la mortalidad.Aunque la memoria de nuestra exis-tencia pre-mortal nos fu quitadacuando entramos en la mortalidad,no es razonable an, pensar que losatributos y gustos que adquirimosmientras estuvimos all, vinieron encierto grado con nosotros a la morta-lidad? El negar esto, no creen us-tedes? es igual que el negar que novivimos en un mundo pre-mortal. Detodas maneras la doctrina de nues-tra existencia premortal es una ense-anza fundamental del Mormonismoy, como ustedes saben, una que es es-critural, refirindose a ello varios pa-sajes Bblicos. El buscador de la ver-dad tal vez querr buscar estas re-ferencias y leerlos.

Si el ser humano es naturalmentereligioso, tal vez preguntarn ustedes,porqu es que hay tantas personas aquienes no les interesa la religin or-ganizada? Es una pregunta muy jus-ta y se puede responder en variasmaneras, porque varios factores sonincluidos, pero una razn muy impor-tante es que muchos maestros y pro-fesores de religin parecen ser no-ra-zonables al buscador de la verdad,quienes son, a causa de eso ahuyen-tados en vez de atrados a cualquieraIglesia. Hablar de estas enseanzasen otras ocasiones. Tendr por pro-psito en estas plticas el ayudar alauditorio a quitar de ellos las dudas,de resolver sus problemas religiosos,y de aumentar su fe, y ciertamente ala mayor parte de nosotros nos harabien un poco ms de fe. Para llegara este fin, usar material para el te-ma, que en parte, a lo menos, no se

(Contina en la pg. 258)

232 LIAHONA Junio, 1949

ttebatuAa de Ylueu~a UleltanterUaPor Russel B. Swensen

La Iglesia Cristiana Primitiva

D. LA ORGANIZACIN DE LAIGLESIA PRIMITIVA TAL COMOSE REFLEJA EN EL NUEVO TESTA-MENTO.

Cuando la Iglesia principi a ex-tenderse entre los gentiles por causadel esparcimiento de los Cristianos acentros de afuera como Damasco, Ai-tioqua, etc., y un programa misione-ro activo se llevaba acabo, ciertoshombres como Pablo y Bernab, fue-ron llamados a ser apstoles. Estosmisioneros especiales con el llama-miento de apstol no eran miembrosdel quorum de los doce, pero tenanfunciones ejecutivas sobre las variasiglesias que ellos haban fundado pormedio de sus conversiones. La carre-a de Pablo es un buen ejemplo de laclase de control ejercitado por talesapstoles.

En los Hechos dice que cuando Pa-blo y Bernab haban establecido unacongregacin de Santos en una ciu-dad, que ordenaron ancianos y lospusieron como autoridades locales ensus respectivas iglesias. Sin embargo,en las Epstolas de Pablo, no mencio-na ningn anciano en lo particular,aunque s se refiere a aquellos quie-nes tienen el derecho del gobierno.Que un cuerpo de ancianos llevaranel gobierno tanto en una cinagogajuda como en los clubs populares enla sociedad gentil fu general. 8acontrol fu semejante al control deuna organizacin en stos das por unamesa directiva.En Los Hechos no hace mencin o

da un clara alusin a los obispos co-mo oficiales separados. En Los He-

chos 20 :28, Pablo, al hablar a los an-cianos de la Iglesia a quienes l haballamado para encontrarle, les llamaobispos. Es improbable que tuvieraun grupo grande de obispos legti-mos, en el postrero sentido, en unaIglesia. Pablo llam a todos los an-cianos obispos, un trmino comun-mente usado en el griego para desig-nar a cualquiera persona que tenasuperintendencia o cargo de algnasunto. En realidad, la palabra obis-po significa tener vigilancia de algu-na cosa. Ms tarde, cuando los debe-res y preocupaciones de los ancianosllegaron a ser tan pesados y onerosos,

Junio, 1949 LIAHONA 23;

uno de los ancianos fu elegido porlos otros para tener control ejecutivosobre los dems y sobre la iglesia unese territorio. Sus deberes fueron ma-yormente monetarios y disciplinarios.Cuando la crisis de persecucin y he-rejas se puso tan amenazadora, losobispos se vieron obligados a obrarcon rapidez eficaz para salvar laIglesia. Tambin haba problemas decaridad y desocupacin que necesita-ban direccin capaz. Estos problemasse resolvieron tan hbilmente por losobispos que su poder aument in-mensamente. Las Epstolas de Timoteoy Tito ilustran sta tendencia con su-mo respeto y sumas calificaciones queeran parte del oficio de un obispo.

Los profetas se mencionan en LosHechos 13 :1 como teniendo conside-rable influencia y bastantes fundo-res. En la misma cita tambin se re-fiere a los maestros.

Pablo menciona a ambos en suscartas como teniendo posiciones muyimportantes de direccin, especial-mente en el control de adoracin ypredicacin. Parecen haber sido cris-tianos quienes eran considerados espe-cialmente dotados con el espritu depredicacin y enseanzas. Mientrasque el anciano tena cargo de la San-ta Cena, los fondos, y el lugar de reu-nin o asamblea, de stos lderes seesperaba la proclamacin del mensa-je tanto a los miembros como a losno-miembros.

La clase de servicios celebrados enla iglesia primitiva fu muy sencillo,informal pero ferviente. Pablo bata-ll en Corinto contra el demasiado pa-labrero y desorden exttico. El hizolo mejor que pudo para introducirms del orden y templanza de la si-nagoga y no apagar el espritu. Pli-nio y los escritores cristianos de lossiglos dos y tres, Justino Mrtir y Ter-tuliano tambin describen los servi-cios. Durante el Nuevo Testamento,

es muy patente que las reuniones deldomingo fueron celebradas en unahabitacin particular, por lo generalla casa de uno de los miembros msopulentos. Se juntaban antes del ama-necer porque tenan que trabajar enlos domingos. En esos tiempos no ha-ban das festivos semanales legaliza-dos. Haba himnos, oraciones, y pre-dicaciones de naturaleza informal. Enla tarde una cena de amor, una cenacomunal, era seguida con la SantaCena. Despus que la Cena del Seorhaba sido distribuida entre los fie-les, una pequea colecta monetariase juntaba para los pobres y necesi-tados entre ellos. Ejemplares de tem-pranas predicaciones cristianas sepueden ver en los sermones de Pabloen el libro de Los Hechos, uno enAtenas, uno en Antioqua de Pisidia,y tambin en el ltimo discurso deEsteban, el mrtir ante el populachosanguinario.

La hermandad ntima social y re-ligiosa en estas pequeas juntas eramuy cercana e intensa. Estas reunio-nes fueron avivamientos espiritualesdonde se encontraron sus parientesespirituales y emanaban fuerza e ins-piracin para mantener su fe cristia-na. Fu aqu donde oan a un apstolviajante, tal como Pedro o Pablo.Aqu oan relatos de hroes mrtiresy otras personas constantes y fuer-tes. Las escrituras del Nuevo Testa-mento, especialmente los evangelios,se lean juntamente con los de los pro-fetas del Antiguo Testamento. Esrofu hecho por mucho tiempo antesque estas escrituras fueran conside-radas como de igual inspiracin co-mo el Antiguo Testamento. En estasjuntas, exhortaciones y enseanzasmorales fueron una parte importante.Plinio dice:

Estaban acostumbrados a congre-garse en un da citado antes de salirla luz del da y cantar un himno a

234 LIAHONA Junio, 1949

Cristo como un Dios, y tambin secomprometan por juramento, no porningn fin de malicia, sino para evi-tar hurto, robo, o adulterio, nuncapara romper su palabra o repudiaruna fianza al ser pedida. . .*

1 Cartas de Plinio a Trajano. Nm.97.

Los sacramentos u ordenanzas dela iglesia primitiva fueron el bautis-mo y Santa Cena. El primero fu he-cho por inmersin en seguida de laconversin del candidato. Fu habi-tual que los apstoles impuciesen lasmanos sobre las cabezas de los candi-datos para comunicarles el don delEspritu Santo. El significado del bau-tismo primeramente descansaba sobrosu importancia moral. Fu un signo dededicacin a vivir una vida ms alta ynoble. Segundo, fu un medio paraobtener la remisin de pecados. Ter-cero, haca a uno un miembro de laIglesia cristiana. Cuarto, fu un me-dio de regeneracin espiritual ; traaal cristiano a una unin completa conCristo en un sentido altamente ms-tico. Fu tan importante para la sal-vacin del individuo que hasta fupracticado con relacin a los muer-tos. (1* Corintios 15 :29). La Santa Ce-na era celebrada durante la junta re-gular y tambin en una cena de amorllamada gape, que con mucha fre-cuencia se haca en la tarde de undomingo. Los Santos, juntamente, dis-frutaban de una comida o cena. EnI Corintios 11 :20-34, Pablo relata c-mo cada uno traa su propia comida,que unos tenan ms que los dems.Unos cuantos bebieron tanto que seembriagaron. Al fin de la comida, loselementos simblicos del cuerpo delSeor fueron dados a los creyentes.Pablo sinti que el comportamientogrosero e indmito de algunos deellos antes mencionados trajo sobres mismos un castigo divino porque

no participaban de ello con la reve-rencia y sobriedad requerida.

E. CREENCIAS CRISTIANAS PRI-MITIVAS.

Los cristianos en los tiempos delNuevo Testamento tuvieron una teo-loga sencilla. Sin embargo haba unadiversidad considerable, porque notenan ninguna teologa elegante y sis-temtica, y porque las iglesias fre-cuentemente estaban esparcidas. La.divinidad mesinica de Jess fu iacosa principal en sus creencias. Esta-ba a la diestra del Padre Celestialdespus de Su resurreccin. El man-d su Espritu para dirigir la iglesiay los apstoles y otros lderes en >utrabajo eclesistico. Ellos realizaronque la iglesia fu basada en un mila-gro, la resurreccin de Jess y susapariciones a los apstoles. Este fuel principio fundamental del mensa-je que daban al predicar. Pablo, des-pus de no aventajar gran cosa conun discurso intelectual en Atenas, re-solvi de ah en adelante predicaracerca de Jesucristo y Su crucifixiny nada ms. Su vida terrenal fuasombrosa en gran manera por laimportancia divina de Su resurrec-cin; por lo tanto, Pablo apenas serefiere a ello. Sin embargo, los evan-gelios igualmente ponen nuevo nfa-sis en su vida terrenal y las grandesobras y enseanzas que El trajo a laluz. El Evangelio de Juan lo describecomo una gran Deidad pre-existente,quien cre los cielos y la tierra, y esel gran poder que contiene el univer-so. En cuanto a una creencia en Diosel Padre, sus creencias fueron muysemejantes a las de los judos. El fula Suprema Deidad y un padre cari-oso, tal como lo expona Jess. P?-10 Jess gan sus corazones y lealtad

(Contina en la pg\ 255)

Junio, 1949 LIAHONA 235

Edmundo sonri discretamente y sefrot las manos. Haba sido un granverano. Con nada ms un aeroplanoy unos cuantos litros de gasolina alprincipio, haba hecho un negocio re-gular transportando los mineros delpoblado a los ros. Los campos de ate-rrizar no eran muchos, pero l cono-ca algunos lugares en el ro que ser-van muy bien para eso. Aqu y allhaba tumbado algunos rboles, y enmuchas comunidades mineras cuandovieron un aeroplano por primera vez,hicieron unos lugares que se pare-can, siquiera, a los campos de aterri-zaje.

"Tendr que meterles el gancho alos viejos este invierno", inform a sumecnico. "Este verano tenan du-das, y las chalupas en los ros esta-ban listas para llevarlos, si mi precioera ms de lo que queran pagar. Pe-ro no he tenido que aterrizar forzo-samente, no he tenido accidentes, yles empieza a gustar. Este inviernono tendr la competencia de los bar-cos del ro".

Un tantito de desdn le vino a lacara cuando mir al viejo Juan Tur-ner en el otro lado de la calle.

Turner tena perros que usaba eneJ invierno en la nieve, y siempre lostendra. Poda hacer ms con un tirod perros que cualquier hombre enla regin. Durante los meses del ve-rano haca trabajitos aqu y all enel poblado, pescaba y secaba el sal-

& e ti d e *i aPOR FRANK RICH

mn para la comida de sus perros, yde otras muchas maneras se prepa-raba para el invierno. En el otoo ca-zaba un poco y guardaba carne demorsa y de vez en cuando la carnede una oveja para variar. Luego cuan-do vena el invierno fleteaba un po-co ; ayudaba al cargador del correoa veces, y como cosa ltima pero msimportante, transportaba a MarceloOven a sus varias propiedades. Poresto reciba la cantidad de quinientosdlares. Sus otros trabajos le dabanun modo de vivir modesto y pagabasus gastos. Los quinientos dlares quele daba Marcelo representaban lasganancias del ao.Juan Turner chiflaba mientras ha-

ca unas reparaciones en su trineo yotras preparaciones para la llegadade Marcelo Oven. Edmundo mir alviejo arriero por varios minutos. "Elviejito no sabe lo que est escrito enla pared," rezong l, "yo he escritoa Marcelo Oven, y creo que lo he con-vencido que su tiempo es de dema-siado valor para malgastarlo yendoen el trineo por la nieve cuando yo lopuedo dejar en sus propiedades enseis horas y tenerlo junto a una vade ferrocarril para el da siguiente.El estar aqu en la maana, pero yovoy a la estacin que est antes dellegar y asegurarlo antes de que lovea Turner. Estos viejos son buenospara apoyarse el uno al otro".Cuando se par el tren en la esta-

cin Barto para que se bajara un hom-bre con su trineo y siete perros. Ed-mundo lo abord. "Marcelo Oven",dijo brevemente al conductor.

"All en el Pullman, un hombreci-llo escondido atrs de un peridico".

236 LIAHONA Junio, 1949

i fi a ^ftiaARDSON PIERCE

Edmundo hall a Marcelo Ovenmuy bien escondido atrs de su pe-ridico como si se estuviera escondien-do del mundo. El piloto extendi lamano, "soy Edmundo," anunci.

"A, s, el aviador. Yo no s acercade este negocio de volar, Edmundo.Admito, estoy muy apurado, perochirrin, el volar en el verano es unacosa, pero en el invierno es otra cosa.Yo conozco esta regin bien, Edmun-do, y tengo mis dudas".

"Quiere escuchar mi argumento?"insisti Edmundo.

"Seguro. Yo lo escucho. Es nadams decente".Edmundo habl mucho entre la es-

tacin Barto y Ro Descubierto. Cuan-do se baj del tren llevaba las male-tas de Marcelo Oven, y sonrea conalegra insolente.

Juan Turner vio aquella sonrisa ysinti algo que se enfri y se muridentro de su pecho. "Ha convencidoa Marcelo que lo haga", murmur l.

"Bueno eso acaba con mi viaje paraafuera este ao. Estaba pensando enir a que me arreglaran los dientes".Luego su espritu natural lleno de

esperanza reaccion, y sonri amplia-mente mientras extenda la mano."Hola Marcelo" dijo l, "estoy listoa cualquiera hora"."Me alegro en verte, Juan. Me ale-

gro bastante. No pareces ni un dams viejo de lo que eras la ltimavez que te vi, ni un da. Juan, te ten-go que chasquear. Voy a volar esteao. Me hace falta el tiempo, ves?No me gusta por nada hacerlo, y sque quiere decir que tengo que de-jar por esta vez el placer que siem-pre he tenido contigo en la veredaYo te haba alquilado, y sers paga-do como siempre, pero t entiendes,verdad Juan?

"Seguro, yo entiendo, pero no pue-do tomar tu dinero cuando no lo heganado. No, no digas nada, Marcelo,porque no ganars nada. T recuer-das cuando has tratado de cambiar-me de opinin. Y adems no me quie-ro herir el amor propio". Juan Turnerparado all en sus mocasines con sugorra de piel en la mano y su pelogris batiendo en el aire que daba fropor fuera, tena un semblante que pa-reca que no iba a cambiar de opi-nin.

"No dir nada, Juan, pero te pa-gar en algn otro modo. No tengomucho tiempo, ves?, y volando, es-toy pasando por un atajo, diremos".Marcelo Oven todava estaba un po-co nervioso con todo el asunto. Sesenta como si fuera un traidor. Y eraun poco injusto por parte de Edmun-do, el encontrarlo en el tren. Esa cla-se de competencia era justa afuera,pero aqu en el Norte no pareca ca-ber, exactamente.

Junio, 1949 LIAHONA 237

Esa noche Juan Turner sonri en laobscuridad, cuid de su dolor de mue-las, prendi sus perros, y se hecho ala vereda. El tiempo era agradable !aprimera semana de su viaje, pero eloctavo da cambiaron las condiciones.Sigui su camino por un paso expuestoal viento y entr a una nueva regin.El fro era intenso, y varias veces pa-lo a calentarse mientras se pasaba unpoco el aire. Luego continuaba la lu-cha. Le haca falta Marcelo Oven eneste pedazo "mal camino" lo lla-maba Marcelo el dueo de minassiempre ayudaba con la carga. Le pa-reca gustar la lucha, como si se recor-dara de los das pasados.Lentamente Juan Turner camin

a un terreno ms bajo en donde ha-ca ms fro, pero no haba tanto vien-to y el fro no pasaba la ropa.Una cabana de diez por doce pies

de tamao, casi tapada con nieve, setapujaba atrs de un cerrito en don-de escampaba un poco la fuerza dela tormenta. El perro que Turner te-na de gua, agarr por instinto, ca-mino hacia la cabana y el arriero losigui. Limpi la entrada y dej queentrara el aire fresco, luego hizo unalumbre, desprendi sus perros y lospuso en las perreras cercanas. A ca-da uno le dio un salmn helado, lue-go prepar su propia comida.

Dos veces durante la noche sali yescuch. Todo estaba quieto ademsdel ruido de las luces del norte y aveces el aullar de un lobo distante.Una hora despus de la madrugadase oy el ruido de un motor. Mirabael cielo, una muesca entre dos picosque le recordaban una mira de rifle,pero pas mucho tiempo antes de queviera el avin. Vino muy despacio, aveces pareca que se detena, cuandouna rfaga de aire de repente lo tra-taba de arrojar hacia atrs. Lenta-mente se acerc, luego como si seresbalara por una inclinacin invisi-

ble, Turner lo vio venir hacia la tie-rra. Segua rpidamente hacia la tie-rra, y con un pequeo salto de miedo,Turner oy que estaba silencio elmotor. Pas por sobre su cabeza msde mil pies y desapareci. Escuch,pero no oy ningn choque de mate-rial contra hielo. Un gran suspiro deconsuelo se escap de sus labios, lue-go sonri lentamente y por el momen-to olvid su dolor de muelas.

"Le toc 'mal camino' all tam-bin", murmur. "All tambin pue-de ser muy malo, as como est maloaqu. Creo que saldr a la vereda unpoco".Uno por uno trajo sus perros de las

perreras. Con cuidado ajust las guar-niciones, luego sali con el trineo va-co. "Adelante, muchachos!" grit,"adelante!" La fila de perros se en-derez y sali corriendo fuerte. Aquestaba el terreno muy nivelado pormillas en cualquiera direccin. En elverano era un pantano lleno de mos-quitos, pero en el invierno se helabay era muy duro.

Turner vio brillar las alas del aero-plano primero, luego las figuras dedos hombres que venan hacia l. De-tuvo la sonrisa.

Pero Marcelo sonri cuando reco-noci a Turner. "Cmo en truenos?empez a decir."No importa como es que estoy

aqu, pero aqu estoy. Tuve el pre-sentimiento que Edmundo no tena elradiador protegido bastante contra elfro, y se le cuaj. Este es uno de loslugares ms fros en el mundo y elcamino es un poco malo a veces. Es-taba esperando esto".

Marcelo sonri otra vez. "Creo quele dije algo a Edmundo acerca de loaprendido por la experiencia ; bue-no, cuando empez la desgracia, legrit que aterrizara tan cerca posi-ble a la cabana. Pens que podra-mos tener amparo siquiera, pero nun-

238 LIAHONA Junio, 1949

ca pens que estuviera a la mano elviejo confiable. Nosotros, o a lo me-nos yo, me rindo, Juan. Cul es tuprecio? Nos tienes en una esquina,porque te necesitamos a t y a tus pe-rros".

El arriero mir al aviador. "Quedice Edmundo, cuanto me necesi-tas?"

"Tengo que llegar a Ro Descu-bierto para traer un mecnico y unradiador". Mentalmente hizo cuentadel costo del accidente en trabajoperdido. El poda pagar quinientosdlares, hasta un mil por un viaje r-pido. "Te doy quinientos si me llevasa Ro Descubierto y volver en docedas".

Turner dirigi sus ojos hacia arri-ba. Hmmmm ! Parece que viene otratempestad. Vale ms mirar el aero-plano de una vez".

Mientras iba hacia el aeroplanoabandonado, sus pensamientos pasa-ban rpidamente por su mente. Lacada del avin haba cambiado lascosas. El dueo de minas y el avia-dor ahora estaban haciendo posturael uno contra el otro. El piloto paga-ra todo lo que pudiera; el dueo deminas teniendo ms dinero ofrecerauna cantidad ms grande por el usode Juan Turner y su fila de perros.Los dos hombres lo seguan, y cuan-do el miraba hacia atrs, ellos lovean con su semblante lleno de du-das. Marcelo Oven resoplaba furio-samente en el aire fro.

Turner par su fila cerca del avin,y por un momento los diferentes mo-dos de viajar en el norte le llam elinters sus perros, lentos pero se-guros; el aeroplano muy rpido, pe-ro siendo mecnico, no siempre se-guro. Los perros olieron las correde-ras del avin luego miraron a su amo.Esto era algo nuevo para ellos. Tur-ner movi su cabeza dudando, luegoprendi a sus perros.

"Si podemos sacarlo de esa posi-cin", dijo l, "con los perros y unaspalancas tal vez lo podamos mover.Despus de eso nuestro trabajo esguardarlo en movimiento hasta llegara ese matorral. All estar protegi-do".Era una vista extraa la que se con-

templaba con el sol desanimado delnorte. Una fila de perros moviendolentamente a un aeroplano, mientrashombres atrs empujaban todo lo quepodan para ayudar a los perros. So-n un ltigo, oyronse las palabrasde Turner "vamos muchachos" que ve-nan entre soplidos y gruidos; pulga-da por pulgada, pie por pie, el avincaminaba hacia el amparo. Pasaronvarias horas antes de que se comple-tara la obra. Lentamente regresarona la cabana para pasar la noche. Smiraban los hombres desde un ladode la mesa a la otra mientras coman.Fu Marcelo Oven quien habl pri-mero.

"Es el que propone el precio msalto, Juan. Yo te doy mil dlares sime llevas en el viaje ordinario a lasminas."

El aviador respiraba ansiosamen-te. El vea lo que estaba escrito en lapared. Ahora tambin, Juan Turnerera un competidor para l. A la ver-dad, l le haba quitado su negocio aTurner. "Yo doy mil ciento cincuentadlares, Turner," dijo l. "Tengo quetener ese radiador. No conozco el te-rreno, solamente desde el aire, y nopodra llegar solo sin que los perrosllevaran el alimento y la mochila".

El viejo arriero mir a MarceloOven. "Mil quinientos, Juan." Paral tambin era un juego. Le dio unasonrisa al aviador. "No das ms, Ed-mundo VEdmundo estaba casi plido. Sac

un lpiz y apunt unas figuras las

(Contina en la pg. 259)

Junio, 1949 LIAHONA 239

YLo Ruqut una &efaC

Hermana Beth CrookHeber City, Utah.

Si ustedes pudieran juzgar el xi-to de una misin por las sanidades mi-lagrosas, la conversin de un grannmero de gente, o el presenciar deun milagro por el misionero, dirnque mi misin no ha salido bien.

Vivimos en un mundo donde loshombres esperan una seal para per-suadirles de la veracidad de un men-saje. La fe de nuestros antepasadosha sido reemplazada por una gene-racin que busca una seal. No me-nos que dos veces Cristo respondi atales hombres, "la generacin mala y

adulterina demanda seal ; mas se-al no le ser dada sino la seal deJoas, profeta."

La misin, a m, ha sido una fuentede fortaleza por causa de aconteci-mientos pequeos y comparativamen-te insignificantes que han transpira-do durante el corto tiempo que he pa-sado en el campo de la misin.

Recientemente una de nuestras her-manas muri, una hermana que fufiel en sus deberes, que cumpli vir-tuosamente su misin aqu en la tie-rra. El ltimo ao de su vicia no lopas en paz. Su cuerpo fu atormen-tado por el dolor del cncer. Ella es-taba sola en este mundo ; su familiaera, los miembros de la Iglesia. Noquiso pasar sus ltimos meses fuerade su casa. Su deseo fu hecho posi-ble por la Sociedad de Socorro. Vo-luntariamente las hermanas entraronen su casa y la cuidaron bien hastaque vino la llamada de su Hacedor.La hermandad de la Iglesia fu ense-ada en una manera que no la olvi-daremos.

Hace ms de un ao vino a la es-cuela Dominical en Douglas, Arizona,un hombre que dijo que buscaba en-tre las diferentes sectas una iglesiaque hoy da se pareca a la IglesiaPrimitiva. Cuando vino el tiempo pa-ra repartir la Santa Cena, l dio evi-dencia de no haberse fijado en elSacramento que estaba puesto, por-oue sac la bolsa de dinero, pensan-do que era la cesta de coleccin. Al

240 LIAHONA Junio, 1949

ver su equivocacin, volvi a meterel dinero en la bolsa. No fu el he-cho que nos impresion, pero el pen-samiento en que se basaba el hecho.El hombre acostumbraba comprarla palabra de Dios. Quizs fuera larazn porque andaba l de una Igle-sia a otra tratando de obtener lomejor por su dinero.

Recibimos palabras de consejode los verdaderos siervos de Dios degracia. Las estimamos, o las atesora-mos como cualquier don?Han estado perdidos ustedes en

una ciudad que conocan bien ? El ve-rano pasado mi compaera y yo nosperdimos andando de la plaza a nues-tra casa. Tal vez hubiera buen pro-psito. Estbamos volviendo a nues-tra casa temprano para alistarnospara una fiesta que la A.M.M., quela rama pensaba verificar en el par-que. Empezamos a andar al norte envez de al poniente, la direccin de lacasa. En nuestras mentes no habaduda a nuestro rumbo. Sabamos queviajbamos al poniente. No fu hastapasar la hora a que habamos de lle-gar al parque que nos dbamos cuen-ta de que habamos seguido el malcamino. En aquel tiempo habamosllegado a una buena distancia de lacasa, y no tuvimos el conque para te-lefonear o subir al camin. Llegamosa la capilla una hora ms tarde y de-cidimos irnos al parque y hallar elgrupo. Nuestros esfuerzos fueron va-nos. Rodeamos el parque varias ve-ces, pero nunca omos sonar una vozconocida. Despus supimos que pasa-mos cerca del sitio donde se verificla fiesta. Cansadas, volvimos a la ca-sa al momento que empez a tronar.Fuimos en seguida a la capilla por-que recordamos que las ventanas es-taban abiertas. Cuando llegamos, unrelmpago peg en la cocina de lacapilla, porque al abrir la puerta vi-mos quemar el cordn del radio, y

cerca estuvieron papeles que las lla-mas habrientas pudieran haber usa-do para comida. Sera imposible loque hubiera pasado si no hubiramosestado perdidas, siguiendo un caminopor el cual habamos andado muchasveces.

S, mi testimonio ha sido reforzadopor estos sucesos que han sido multi-plicados mil veces por experienciasparecidas. He hallado una fe reno-\ada en la hermandad, un aprecionuevo del Evangelio, y he visto laevidencia de la gua de Dios.

No todos pueden presenciar lo ex-traordinario, pero todos tienen laoportunidad de ver la mano de Diosen su vida diaria. Ojal que nuncanecesiten ustedes una ^eal paraguardar viva su fe. Qudense conten-tos con las bendiciones que Dios pro-mete a los fieles bendiciones queaaden ms a sus testimonios quecualquiera otra cosa. Yo puedo darmi testimonio que as es. Cuando salde mi casa para la misin, el presi-dente de la estaca me prometi quesi cumpla bien mi llamamiento comomisionera que la misin sera un ins-trumento para traer a mi

1

cuada, a,un conocimiento del Evangelio. Reci-b, el otro da, una carta de ella di-cindome que ha decidido ser bauti-zada. No fu un milagro, era unabendicin basada sobre la obediencia.

Miles han dado sus testimonios dela veracidad de esta obra sin habervisto una seal que el Evangelio esverdadero. Quiero aadir el mo conlos dems. S que Jos Smith fu unprofeta escogido para restaurar elEvangelio a la tierra, que ya tene-mos profetas que tienen el derecho^de hablar por Dios, dejndonos pro-mesas de ricas bendiciones segnnuestra obediencia.

Amn.

Junio, 1949 LIAHONA 241

Al otro lado de mi escritorio se sien-ta una pareja joven y agradable. Hanvenido a pedirme que verificase paraellos la ceremonia matrimonial, ma-ana en el templo del Seor. El es al-to, joven, con ojos oscuros y pene-trantes, cabello quebrado y una son-risa cautivadora. La seorita es pe-quea, viva y bonita, su cabello rubiohaciendo juego con su bello rostro, yviendo con frecuencia y con adora-cin a su guapo compaero. Aqu seencuentra el amor de la juventud ensu apojeo y dulzura. Y cuando se en-cuentran cmodamente sentadosel uno junto al otro de tal manera quelas manos de ambos de vez en cuandose tocan, yo les digo

:

i As es que se van a casar, Juany Mara ! Y maana ser el gran da

!

Cuanto gozo tengo para vosotros alacercarse esta hora sacra! Os felicitoy os deseo eternidades de felicidad.Esto queris, esto podris tener si hi-cieseis las cosas de las cuales os direste da.

Sin embargo, la felicidad es unacosa fugaz. Es un poco como el jarrode oro al fin del arco iris. Si vosotrosos dedicis para encontrarla, con tra-bajo la encontraris. Pero si cuidado-samente segus las instrucciones, nonecesitaris perseguirla. Os alcanzary permanecer con vosotros.La felicidad es una extraa co-

modidad. No se puede comprar condinero; sin embargo, tiene un precio.No depende de casas, ni terrenos, nii banos, ni diplomas, ni posicin, nicomodidades, porque muchas de laspersonas mas infelices del mundo tie-nen todas estas cosas. El millonariotiene comodidades y lujos pero notiene felicidad a menos que haya pa-gado el mismo precio que vosotrostambin podis pagar. Frecuentemen-te los ricos son los ms infelices.Si vosotros pensis que el ocio,comodidad y dinero son necesarios pa-

Un Jlfio-Ua-t fiara a\

del TaiiPOR SPENCER

ra vuestra felicidad, pre-guntad a vuestros padresu otros quienes estn en elotoo de la vida. General-mente os dirn que susdas de ms gozo no fue-ron cuando ya se habanretirado del trabajo conuna gran mansin, dos co-ches en el garage y dinerosuficiente para hacer unviaje alrededor del mun-do

;pero sus das gozosos

fueron aquellos cuandoellos tambin planearon ybuscaron la manera porla cual pudiesen obtenerlo esencial, cuando esta-ban rodeados con sus ni-os y completamente en-tregados a la vida fami-liar y trabajo de la Iglesia.As es que vosotrospodis vivir en una solapieza o en un jacalito yser felices. Podis pasearen camin o ir a pie en vezde pasear en un coche lujoso y anser felices. Podis usar vuestra ropams de un ao y aun ser felices.Preguntis qu es el precio dela felicidad ? Os sorprender por lasencillez de la respuesta. La tesoreradel gozo est sin candado y perma-nece abierta para aquellos que usenlas siguientes dos llaves: la primera,

tendris que vivir el evangelio de Je-sucristo en su pureza y sencillez, noun cumplimiento des animado, perosiempre trabajando duro. Y esto quie-re decir una consagracin completa-

242 LIAHONA Junio, 1949

$un y, Alaba acerca

W. K I M B A L L

mente dedicada al granprograma de salvacin yexaltacin de una manerapura. La segunda, tendrisque amar a vuestro com-paero ms que a vos mis-ma. Si hacis estas cosas,la felicidad ser vuestraen una grande e inagota-ble abundancia. Ahora, el vivir elevangelio no es una cosasolo escrita, sino del esp-ritu, y vuestras actitud ashacia ello son de muchams importancia que ] amecnica de ello; pero unacombinacin de hacer ysentir traer adelanto ydesarrollo espiritual, men-tal y temporal.Mara y Juan, os feli-cito por vuestra visin ye y vuestra disposicin enolvidar el laberinto de unaboda mundanal por unasencilla pero bella; el evi-

tar el encanto de una boda espectacu-lar por una quieta y humilde; el pa-sar por alto la farsa y pompa casisiempre asociada con la apariencia deuna boda de la pantalla, por una eter-na y dulce ceremonia que ser inos-tentosa y sagrada como vuestro naci-miento, bendicin, bautismo, adminis-tracin en enfermedad, o an muerte.Mara, tu gente es prspera, yo

creo que podas haber tenido todo loque el mundo pudiese dar para unaboda encantadora, con velas y flores,damas y pompa. Pero escogiste la ma-

nera sencilla y sagrada, la manera delSeor. Te felicito !Podais haber sido casados en un

"to vivo" como una pareja reciente-mente, se encontraron, c a m b iandoconvenios, montados en caballos pin-tados y de madera, por el cual ibana recibir todos los gastos, incluyendoropa vaquera y un viaje de boda. Vos-otros, Mara y Juan, no estabais ais-puestos a comercializar por va de es-ta ordenanza sagrada y vender vues-tra primogenitura por un montn depotaje. Tambin podais haber sidouna de dos mil parejas que cada daescriben a una compaa radiodifuso-ra pidiendo que durante cierto pro-grama sean casados, y si hubieseis si-do escojidos, podais haber r e cibidoregalos lujosos y un viaje de luna demiel completamente libre de todos losgastos, incluyendo tales cosas como ra-dios, muebles y coches nuevos. Perosois como muchas otras parejas fielesde los Santos de los ltimos Das,q u i enes prefieren ser casados en. aCasa del Seor. Y os encomiendo:Podis desear una recepcin en

seguida de la boda. Ofrece una opor-tunidad agradable para que los pa-rientes y amigos puedan traer rega-los y desearles bien, pero aqu de nue-vo viene la tentacin de irse al extre-mo en seguir al mundo en pompavistosa. Hay peligro que la manifes-tacin ostentosa pueda destruir y som-brear la boda sencilla. Con buen jui-cio y pensamiento despejado, yo seque graciosamente festejareis a vues-tros huspedes en una recepcin sa-na, amigable y digna, sin los excesosque a menudo se ven.Ahora, Mara, ya comprenders

que Juan no te podr soportar comotu padre, quien ha estado acumulan-do por un cuarto de siglo, Juan ape-nas principia.Y adems, con tu actitud sana ha-

cia la vida familiar, yo se que desea-

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ras dedicar tu vida a tu hogar y fa-milia, as que cuando renuncies de tutrabajo y jams tengas aquel sueldopara gastar en t misma, significarmuchos ajustes para t; pero tu hasconsiderado todas estas cosas y estsdispuesta. Ves, el Seor nunca inten-t que las mujeres casadas compitie-ran con los hombres en empleo. Ellastienen un servicio mucho ms grandee importante que rendir, as es que re-nuncia de tu empleo y dedcate paraser la reina del pequeo hogar nuevoque tu proceders a transformar enun cielo para Juan, este hombre aquien adoras. Juan trabajar duro yse esforzar hasta donde pueda paraproveerte con comodidades y an lu-jos mas tarde, pero esta es la maneraperfecta, "principiar de la nada" jun-tos.

Y t tienes mucho qu hacer du-rante estos meses de espera. Tal vezt, como muchas de las dems seo-ritas de la nacin, te has preparadopara una carrera que no seguirs. Unrector de un colegio dijo que como eln o v enta y dos por ciento de lasseoritas de su colegio estudiaron la-tn, matemticas y comercio, y cuandose casaron vieron que no solamenteel uso de su entrenamiento especialfue limitado, pero que tambin habanolvidado entrenarse para la gran ca-rrera que ahora iban a dedicar susvidas. Mara, t ya ests para ser unaseora de carrera en la carrera msgrande sobre la tierra : la de ser amade casa, esposa y madre. Por lo tanto,si has faltado en prepararte para lamaternidad y el cuidado de tu casacuando podas, puedes reponerlo unpoco si te dedicas a esas materias aho-ra. Durante tu tiempo desocupado yapuedes estudiar psicologa y discipli-na de nios, los rudimentos de la en-fermera, el arte de ensear, particu-larmente en cmo contar cuentos yensear a los nios; y ahora querrs

obtener toda la teora tanto como laprctica en la cocina, costura, formarel presupuesto de los gastos de la casay compras. El sueldo limitado de Juanllegar lejos si puedes a p r e nder acomprar eficazmente y cocinar exper-tamente para que nunca haya desper-dicio. Y su pequea c o m p e nsacinpuede llegar lejos si puedes aprendera hacer tu propia ropa y la de los ni-os y utilizar pedazos y aprovecharen las gangas. Y si aprendes los ru-dimentos de la enfermera podrs aho-rrar mucho en gastos de doctor y hos-pital al r e c o nocer sntomas y aten-diendo aflicciones de menos gravedad,y tambin puedes tener la satisfac-cin an de salvar las vidas de tu pro-pia preciosa familia al poder desem-pear la enfermera prctica. As esque tus propias eco nomas en granmanera podrn reponer la prdida detu propio sueldo. De todas manerasno q u e r ras trabajar por otro lado,porque de las seoras se espera quebusquen la vida nada mas en casosde emergencia, y ya sabrs que mu-chos son los hogares rotos que resul-tan cuando las seoras dejan sus lu-gares en el hogar. Si ambos, esposo yesposa, trabajan afuera de la casa yllegan cansados, puedes ver que escosa fcil que se levanten el desagra-do y desacuerdo. Por lo tanto, per-manecers en casa, hacindola atrac-tiva y celestial, y cuando Juan lleguecansado, tu estars fresca y agrada-ble, la casa estar en orden, la co-mida ser deliciosa y la vida tendrun significado verdico.Ahora, Juan y Mara, vendr una

tentacin para ir a vivir con los pa-dres del uno u otro, debido a la es-casos de casas. No cometis este errorterrible. Maana los dos constituirisuna familia nueva. Muchos hogareshan resultado rotos por causa de pa-rientes con buenos pensamientos. Nu-merosos d i v orcios se atribuyen a la

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interposicin de los padres quienespensaron que nada ms estaban prote-giendo a sus queridos hijos. Vivid envuestra propia casa aunque sea nada-ms una humilde casucha o tienda dec a mpaa. Vivid vuestra propia vida.Mara, es menester que no vayis contus padres en visitas largas ele variassemanas o meses.Y t, Juan, por supuesto hars

lo mejor posible para proveer el ho-gar y la vida. Pero no recibirs dos otres empleos para darle a Mara lu-jos, porque Mara ya ha hecho losajustes mentales y est dispuesta pa-ra seguir adelante con lo que tu ra-zonablemente puedes producir. Y ob-tendrs empleo que sea compatible abuena vida familiar. Juan, no acepta-rs un trabajo viajante que te quitarde tu hogar, solo en casos ele emer-gencia. Ambos, t y Mara preferi-ris tener menos sueldo y que puedasestar en tu casa en vez de tener mslujos y tener un trabajo que te quitede tu hogar. Y si tu trabajo te obligaa mudar permanentemente a otra lo-calidad, tu esposa ir contigo, aunquesignifique estar fuera de la familia yamigos y an en lugares menos desea-bles y con menos oportunidades. Se-ris casados por esa razn, que siem-pre podis estar juntos.

Vuestro amor tendr que ser nu-trido, como una flor. Vendrn ungran amor e interdependencia entreambos, porque vuestro amor es unamor divino. Es sagaz, inclusivo detodo, profundamente comprensivo. Noes como esa asociacin mundana quese mal-llama amor, pero que bien a

bien es pura atraccin fsica. Cuandoel matrimonio se basa nada ms en s-to, los individuos muy pronto se can-san el uno del otro. Viene la rotura yel divorcio, y una atraccin fsica msnueva y fresca viene con otro matri-monio, el cual a la vez permanecer

hasta que igualmente enrancie. Elamor del cual habla el Seor no es na-e] a ms una atraccin fsica, sinotambin fe, confianza, comprensin,y consorcio. Es devocin y compae-rismo, paternidad, ideales y normascomunes. Significa limpieza de viday sacrificio y nada de egosmo. Estaclase de amor nunca se cansa ni semengua. Sigue viviendo a travz deenfermedades y tristezas, a travs ceprosperidad o pobreza, y atravz deacontecimientos o desiluciones, a tra-vz de tiempo y eternidad. Juan yMara, yo siento que este es el amorque estis trayendo el uno al otro,pero an este amor ms rico y abun-dante se agotar y morir si no se ieda alimento, as es que tendris quevivir y tratar el uno al otro de tal ma-nera que vuestro amor crezca. Aho-ra es un amor demostrativo, pero enlos maanas de diez, treinta, cincuen-ta aos ser un amor mucho msgrande e intensificado, hecho msquieto y digno con los aos de sacri-ficio, sufrimientos, gozos, y consagra-cin mutua, a vuestra familia, y alreino de Dios.

Para que vuestro amor madure tangloriosamente, tendr que haber unaumento de confianza y comprensin,una menuda y sincera expresin deaprecio mutuo. Tendris que olvidarosdel yo y obtener una preocupacinconstante del otro. Tendr que haberun enfocamiento de intereses, espe-ranzas, y objetivos hacia una solava.

Ahora, muchas personas jvenespiensan posponer su vida espiritual,actividad religiosa, y el tener familiahasta que hayan recibido su bachille-rato doctorado o se establezcan fi-nancieramente

;pero para cuando es-

tn preparados, segn sus propiasnormas ambiciosas, ya han perdidomucha de la inclinacin, poderes ytiempo.

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Juan, t eres la cabeza de la fami-lia. T tienes el sacerdocio. Dale aesta familia pequea direccin rec-ta. Maana al fin de vuestro primerda perfecto de matrimonio, ambosdeberis hincaros al lado de vues-

tra cama antes de acostaros para ce-lebrar vuestra primera oracin fami-liar y darle gracias al Seor por elamor que os ha unido el uno haciael otro, por todas vuestras ricas ben-diciones, y pedirle que os asista enpermanecer fieles a vuestros conve-nios y guardaros limpios, dignos, yactivos. Nunca dejes pasar un da sinvuestras devociones matutinas y ves-pertinas. Ahora es el tiempo de pla-near la ruta de vuestras vidas. De-terminaris en asistir a vuestros cul-

tos de sacerdocio y sacramento cadada sbado, fielmente pagar vuestrosdiezmos, sostener hasta en el ltimohecho a las autoridades y soportarel programa de la Iglesia, visitar eltemplo a menudo, rendir servicio enlas organizaciones, y en guardar vues-tros pensamientos limpios, vuestrasacciones constructivas, y vuestras ac-titudes sanas.

Maana cuando repita las frases queos ligar por toda eternidad, os dir lasmismas palabras impresionantes quedijo el Seor a aquel joven guapo ysu novia bella en el Jardn del Edn

:

"Fructificad y multiplicad y henchidla tierra". El Seor no desperdiciapalabras. Dio a entender lo que dijo.

No vinisteis nada ms para "comer,beber y divertiros." Vinisteis cono-ciendo bien vuestras responsabilida-des. Vinisteis para obtener para smismos un cuerpo mortal que puedeser perfeccionado e inmortalizado, yentendisteis que habais de actuar enconsorciabilidad con Dios para pro-veer cuerpos para otros espritusigualmente ansiosos de venir a la tie-rra para propsitos rectos. As es queno pospondris la paternidad y ma-

ternidad. Habr racionalistas que ci-tarn numerosas razones para pospo-ner este privilegio. Por supuesto, se-r ms difcil obtener vuestros ttu-los del colegio a principios financie-ros con una familia, pero fuerza co-mo la que vosotros tenis no ser de-rrumbada al frente de obstculos di-ficultosos . Tendris vuestra familiatal como el Seor lo intent. Por su-puesto es caro, pero encontraris lamanera, y adems, son aquellos hijosquienes crecen enfrentados con respon-sabilidades y dificultades quienes confrecuencia llegan a manejar al mun-do y su trabajo. Tampoco limitarisvuestra familia como lo suele hacer elmundo. Ahora pienso el por dondeme hubiese encontrado si mis padreshubiesen decidido arbitrariamente queuno o dos hijos bastaran, o que treso cuatro seran todos los que pudie-sen soportar, o an hasta cinco serael lmite

;porque yo fui el sexto de

once hijos. No vayis a pensar queamaris menos a los ltimos ni quetendris menos cosas materiales quedarles. Tal vez como Jacob, amarisel onceavo, ms. Jvenes, tendrisvuestra familia, amarla, os sacrifica-ris por ellos, ensendoles la recti-tud, y seris bendecidos y gozosos to-dos los das de vuestras eternas vi-das.

Ahora, Mara y Juan, hay un ele-mento indispensable en esta felicidadque vosotros deseis. Tendr que ha-ber fidelidad y confianza. Juan, thas tenido una oportunidad legtimay propia en estos ltimos aos parabuscar por todo el mundo una espo-sa, de citar numerosas seoritas, y decomparar y contrastarlas la una conlas otras, considerando sus virtudes yatracciones, y por fin, de todas ellas,has escogido a Mara como la msbonita, con la cual deseas ser asocia-do para siempre, aquella quien al-canza a tal altura de perfeccin en

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tus ojos que es digna de ser no nadams tu idnea sino tambin la madrede tu posteridad. Has erigido un pe-destal para Mara, y al ponerla so-bre el, nunca permitirs a cualquieraotra compartir el lugar con ella. Ellaes tu reina, tu contraparte, tu amora travs de las eternidades. Y t .Ma-ra, has tenido el mismo privilegio decomparar todos los jvenes que vi-nieron a verte, y tu has escogido aJuan como el mejor ejemplar de vi-rilidad joven, y el compaero msdeseable para ser tu esposo y el pa-dre de tus hijos, y ahora habiendohecho tu eleccin, sto ser la conclu-sin de tu bsqueda. T has erigidoun pedestal sobre el cual has puestoa Juan, y ningn otro jams puedecompartir el lugar con el. Nunca ja-ms llegars a ver a otro hombre co-mo has visto a Juan, porque ahora les tu compaero, novio y esposo porlas eternidades.

De hoy en adelante vuestros ojosjams vagarn; vuestros pensamien-tos jams se extraviarn; en un sen-tido muy literal os guardaris el unopara el otro, tanto en mente como encuerpo y espritu. Recordaris que elSeor Jesucristo dijo

:

"Osteis que fu dicho : No adulte-rars :

"Mas yo os digo, que cualquieraque mira a una mujer para codiciar-la, ya adulter con ella en su cora-zn".

Tambin se puede poner en par-frasis y decir ". . . aquella que mira un hombre para codiciarlo, ya adul-ter con el en su corazn." Y tambinos quiero decir que el coquetear en-tre personas casadas, aunque ellos locrean inocente y limitado, es un pe-cado peligroso y es el camino que conel tiempo os puede llevar al fracaso.Segn los reportes el noventa por cien-to de todos los divorcios tienen suorigen en la infidelidad de uno o am-

bos esposos, as es que podis ver laimportancia que existe para or staadvertencia y evitar estrictamente aunla aparicin o proximidad hacia elmal.

Juan y Mara, siendo humanos, al-gn da podis tener diferencia deopinin que hasta pueda dar por re-sultado contenciones pequeas. Nin-guno de vosotros ser tan infiel siotro para ir con vuestros padres oamigos a discutir con ellos vuestrasdiferencias pequeas. Esto sera des-lealtad estpida. Vuestra vida ntimaes vuestra propia y no debe ser com-partida con, ni confiada en otros. Noiris con vuestra gente en busca desimpata pero batiris vuestras difi-cultades hasta que todo camine bienotra vez.

Supongamos que se ha infligido unainjuria; palabras mal sonantes sehan dicho ; los corazones se han ro-to; y cada uno siente que el otro esel de la culpa. Nada se hace parasubsanar la herida. Las horas pasan.Hay palpitacin de corazones a tra-vz de la noche, un da de malhumore infidelidad y ms mal entendimien-tos. Injuria se hecha sobre injuriahasta que se emplea el abogado, serompe el hogar, y las vidas de los pa-dres e hijos son arruinadas.

Pero hay un blsamo curador, elcual, si se aplica temprano, en unoscuantos minutos os regresar a pensa-mientos sanos; sepan que con tantoqu perder vuestro amor, vosotrosmismos, vuestra familia, vuestros idea-les, vuestra exaltacin, vuestras eter-nidades no os conviene arriesga-ros. Tendris que tragaros vuestro or-gullo y con valor, t Juan dirs: "Ma-ra, preciosa, lo siento. No intentlastimarte. Perdname, por favor.'' Yt Mara, responders: "Juan, mi vi-da, fui yo la de la culpa ms que t.

(Contina en la pg. 254)

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SECCIN DEL HOGARPor Ivie H. Jones=====

iEupemetda pxiKa un aa.

El secar los alimentos en el sol, esel- modo ms antiguo de conservar-los que conoce el hombre. Este mto-do se us extensivamente en los Es-tados Unidos, hasta 1868, en cuyotiempo fu perfeccionado el mtodode evaporacin usando calor artifi-cial.

Siendo que los alimentos "secos"se guardan fcilmente, toman muypoco espacio en el hogar, y se pue-den preparar de diversas maneras,tienen un papel muy importante en elproyecto de "suplemento para un ao"'.La gente mexicana e indgena, en ge-neral, ya conocen mucho sobre los ali-mentos "secos", porque los han usa-do por siglos, pero unas ideas acercadel mejor mtodo de guardarlos po-dan ser de ayuda mientras pensa-mos en guardarlos por un ao o mas.

Secamiento en el Hogar

Probablemente, la desventaja msgrande en el proyecto de secar losalimentos en el hogar, es el muchotiempo que toma para hacerlo, requi-riendo atencin diaria hasta que seseca bien el producto, y la ama decasa generalmente cesa de hacerloantes de que seque bastante para usode la familia. Cajoncitos o cajas lige-ras de madera se deben preferir encomparacin del mtodo antiguo decolgar el producto en alambres o en

la cerca, dejndolo expuesto a lasmoscas y la tierra. Con los cajonci-tos, se puede poner una tela muy del-gada que no admitir a los insectos,pero deja pasar el sol y el aire queson esenciales en el proceso.Aunque se usan diferentes mto-

dos ele secar el alimento, el no se-carlo bien es una de las dificulta-des ms comunes. Hay algunas leyesmuy rgidas acerca de la cantidad dehumedad que debe quedar en la fru-ta o la legumbre que se seca para elmercado. Si no se secan bien las fru-tas, tienden a perder su color, enmo-hece!* y agriarse.

Algunas Ventajas

Con nuestros mtodos modernos d2enlatar y conservar alimentos, hemosdesarrollado una preferencia por lasfrutas, legumbres y carnes enlatadasen vez del alimento "seco" ; sin em-bargo, los productos secos tienen unagran ventaja en nuestro suplementopara un ao. En muchos de los hoga-res en los Estados Unidos, y piensooue la misma condicin existe en

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cierto grado en Mxico, nos faltaequipo propio y la informacin cien-tfica concerniente cmo enlatar al-gunos alimentos. Las facilidades deguardarlos son insuficientes, y es unaparte importante, no tan solo en loshogares de los mexicanos, sino enmuchos hogares en toda la Iglesia.Los alimentos "secos" toman menosespacio como se ver con los clculosque siguen.Una fanega de manzanas pesa co-

rno 50 libras. De esta cantidad 4 5libras se desperdician con el pellejo,y el corazn. Toma mucho menos es-pacio guardar las 8 libras de manza-nas secas, que es ms o menos la can-tidad que se obtiene de una fanegabien seca, que para guardar la fane-ga de manzanas, y todava menos es-pacio para guardar 8 libras de unafanega de manzanas enlatadas por-que en el proceso de enlatar se lesagrega ms agua. Claro, que nadierecomendara que se secaran tedaslas manzanas que se quieren conser-var, pero estos productos secos tie-nen tantas ventajas que no podemospasar por alto sus virtudes. En nues-tro suplemento para un ao personal,siempre hemos tenido los siguientesalimentos secos: frijol, chcharo, tri-go, manzanas, chavacanos, ciruelas,pasas, duraznos, maz, y para dar sa-zn, nunca nos faltan algunas de lashierbas secas, como el perejil, salvia,cominos, laurel, hierbabuena, romeroy otras. ltimamente hemos aadidola hoja de alfalfa seca, por su valormedicinal.

Y mientras hablamos de la alfalfa,nuestros lectores podrn interesarseen algunas palabras citadas acerca delas "posibilidades de la alfalfa" to-madas de un artculo publicado en unboletn del gobierno con la fecha defebrero 23, de 1949, y preparado es-pecialmente para las secciones de mu-jeres en los peridicos y para los pro-

el gramas de radio. "La alfalfa tienemucho que ofrecer adems de la pro-tena. Se ha usado con ventaja comoalimento humano, y los qumicos nosdicen que variedades blandas y tier-nas de esta planta se producirn, talvez, especialmente como legumbrepara nuestra mesa. Cientficos Ingle-ses, han reportado que se ha usado dospor ciento de alfalfa en cereales es-peciales para nios que les falta nu-tricin, porque contiene mucha vita-mina A. Cientficos en Sur frica,han publicado un boletn acerca delas posibilidades de esta planta co-mo alimento humano, sealando quelas hojas de la alfalfa tienen muchoms de la vitamina C que las naran-jas, o las toronjas, o cualquier legum-bre de hojas, y que la alfalfa tam-bin provee protenas, minerales, ylas vitaminas A y K. Estos hombre*tambin dicen que las hojas de la al-falfa se podrn usar en ensaladasverdes, en huevos fritos, cocidos so-los, o secos y luego en un t", (fin dela cita).

Para guardarse

En los climas ordinarios, los ali-mentos que se han secado correcta-mente, se pueden guardar bien porun corto tiempo en bolsas de papel.Es natural el suponer que si hay de-masiada humedad en el aire, el pro-ducto seco tomar esta humedad yse enmohecer fcilmente y se echa-r a perder. Esto es cierto, especial-mente con las frutas. Las semillas co-mo el frijol, el chcharo, y el arrozno les hace tanto dao la humedad,pero los insectos s les causan dao.

El Frijol Seco

Los frijoles se guardan bien en uncostal durante el invierno, pero a ve-ces cuando viene la primavera, el

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gorgojo del frijol se pone a comer yhace agujeritos en el frijol. Si pasaeso, no se debe perder tiempo, se de-ben matar luego para evitar que ha-ya ms prdida o dao. Si los frijo-les muestran seales de que hay enellos este gorgojo, pngalos inmedia-tamente en bandejas ligeras y dje-los en el horno como 45 minutos auna temperatura baja. La temperatu-ra de 135 F. es bastante baja que nose quemarn los frijoles, pero s ma-tar a los insectos. El horno se debedejar abierto para cuidar bien el fri-jol, removindolo de vez en cuando.Despus de que se hayan calentadolos frijoles, se deben poner inmedia-tamente en botes o frascos que sepueden tapar bien. Siempre hay quecambiar el frijol cuando hay cose-cha nueva. A nosotros, personalmente,nunca nos ha faltado lugar para elsuplemento, y por lo tanto hemosadoptado el mtodo de comprar losfrijoles en cantidad en el otoo, lue-go, mientras bamos abriendo los fras-cos de fruta u otros productos paranuestro uso, llenbamos los frascoscon los frijoles. Sin embargo, estemtodo no tendr mucho xito, si nose compran los frijoles al tiempo dela cosecha, o un poco despus, por-que se podrn infestar con el gorgo-jo antes de que salgan de la tienda.La cosa ms segura es calentarlos an-tes de guardarlos, pero de cualquie-

ra manera siempre tenga un suple-mento de frijoles en la despensa de"suplemento para un ao".

Frutas Secas

Como hemos dicho antes, las fru-tas secas, estn sujetas a las condi-ciones atmosfricas. Si el aire estdemasiado seco y caliente la frutaseca se hace muy dura y seca ; si elaire est lleno de humedad, como es

el caso de muchas regiones en dondellueve bastante en los meses del ve-ano, la fruta tomar la humedad yse enmohecer fcilmente. Por lotanto las frutas secas se deben guar-dar en vidrio o en hoja de lata queest bien tapada. Como a los insec-tos les agrada mucho el sabor de lafruta, no debe esperarse que aparez-can antes de proteger la fruta de susapetitos pilladores. Las frutas secasse deben calentar en el horno tal co-mo el frijol, pero debe estar uno se-guro que no est bastante calientepara cocer la fruta o daar el sabor.Inmediatamente al sacarla del hornose debe poner en los frascos bien ta-pados para evitar que entren los in-sectos y la humedad.

Para Cocinar

El arroz y el frijol no se necesitanponer en agua antes de cocinar, perolas frutas siempre se deben remojarpara reponerles la humedad que seperdi durante el proceso del seca-miento. El mtodo ms moderno pa-ra preparar las ciruelas-pasas, parala mesa, es no cocinarlas. Sin embar-go para utilizar ste mtodo, es ne-cesita un refrigerador, porque las ci-ruelas-pasas nada ms se ponen enun frasco cubiertas de agua por 3 o4 das. Mientras la fruta absorbe eiagua, tambin pierde algunos de susjugos en el agua, haciendo una mieldulce. Entre ms se dejan las cince-las, ms espesa y ms dulce se hacela miel. Es razonable pensar que elmtodo se utiliza nicamente cuan-do hay un lugar fro en donde poner] a fruta, porque fcilmente se echa-ra a perder en tres o cuatro das sihubiera esa inconveniencia.

(Contina en la pg. 262)

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LA 119* CONFERENCIA DE LAIGLESIA

Por Mary D. Pierce

El 3 de abril de 1949 por la maa-na se vieron grandes grupos de miem-bros fieles de la Iglesia de Jesucris-to de los Santos de los ltimos Dascongregarse en la manzana del Tem-plo para la 119a. conferencia anualde la iglesia.

Desde lugares lejanos tal como delugares cercanos haban venido miem-bros- de la iglesia restaurada en 1830por la instrumentalidad de Jos Smithpara reunirse en la Ciudad de LagoSalado y unnimamente adorar anuestro Bendito Padre dentro las som-bras del gran Templo y or los conse-jos de los lderes de la Iglesia.

Al efectuarse la organizacin de laIglesia, nada ms seis miembros es-tuvieron presentes, pero ahora, cientodiecinueve aos despus, el nmero delos miembros de la iglesia es ms deun milln.

Todos los miembros de la Iglesiase sintieron grandemente agradecidospor la recuperacin de la enfermedaddel Presidente Jorge Alberto Smithy su regreso de California a tiempopara presidir las sesiones de la Con-ferencia.

Hubieron como quince mil almaspresentes en el Tabernculo, en elSaln de Asambleas, y en el suelo dela manzana del Templo. Se cree queste es el mayor nmero que jamsha asistido a la conferencia general.En "la unin hay fuerza" y tal co-

mo dijo el Seor, "Si no sois uno, nosois mos". Al realizar sto, vemosque a este cuerpo de hombres y mu-jeres quienes son miembros de laIglesia ahora, le puede venir un granpoder que puede llevar los pensa-mientos de un mundo agobiado y di-rigir directamente los propsitos deDios.

Es una maravillosa oportunidad elpoder or las instrucciones inspiradasde la Primera Presidencia y las Au-toridades Generales.En la tarde del domingo, 3 de abril,

fu la centsima celebracin del ani-versario de la organizacin de la Es-cuela Dominical. En esa tarde seabri una caja que se haba llenadoy sellado hace cincuenta aos. Fumuy interesante el ver los retratos, pa-peles, etc., y or la lectura de los es-critos de eventos que ocurrieron tan-to tiempo ha. Durante este ao, unacaja ms grande ser llenada, sella-da, y almacenada para ser abierta dehoy en cincuenta aos 1999.La Escuela Dominical es una orga-

nizacin maravillosa y ha sido unainfluencia en las vidas de los miem-

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bros de la Iglesia en los ltimos cienaos. Los grandes procesos de ense-anza de la Escuela Dominical siem-pre avanzarn. La educacin dentrode la verdad es la llave en el arco dela salvacin. Jams ha venido al mun-do un concepto ms alto del lugar enel cual se encuentra la inteligencia yconocimiento del plan divino para laexaltacin del hombre que el Evan-gelio Restaurado de Jesucristo. Aliniciarse la obra, el Seor decret quecada hombre debera aprender su de-ber. Y el aprendizaje en la verdad,jams cesar.Fu una experiencia conmovedora

el entrar al gran tabernculo y orla radiodifusin del famoso coro,acompaado por el asombroso rga-no del Tabernculo. Muchos miles depersonas escuchan a esta radiodifu-sin cada domingo por la maana yest haciendo una obra misioneraprodigiosa.Hay casi cinco mil misioneros en-

seando las verdades del Evangeliorestaurado al mundo y la obra misio-nera est progresando muy rpidoen todas partes del mundo.

Nuestros lderes nos dijeron de lagran responsabilidad que tiene cadamiembro de la Iglesia en vivir elEvangelio cada da de sus vidaspara que pueda ser un t e s t i m o-nio a todos con los cuales puedan aso-ciarse. "As alumbre vuestra luz de-lante de los hombres, para que veanvuestras obras buenas, y glorifiquena vuestro Padre que est en los cie-los." (>an Mateo 5:16). De esa ma-nera, cada uno de nosotros podemosayudar para que siga adelante lagran obra misionera.La conferencia general de la Socie-

dad de Socorro se verifica cada aoen el mes de octubre, pero en estaconferencia de abril, las esposas delos presidentes de misin se reunieronen culto con la Mesa General de la

Sociedad de Socorro. Es asombrosoor las muchas cosas maravillosas quese estn llevando a cabo en las mi-siones de la Iglesia a travs de todoel mundo. Las Sociedades de Socorroestn haciendo su parte en llevar acabo el trabajo del Seor.

El Presidente Jorge Alberto Smithamonest a los miembros de la Igle-sia a que sigan la obra del Seor. Lesdijo que recordasen la parte del Pa-dre Nuestro donde dijo el Seor,"Venga tu reino. Sea hecha tu vo-luntad, como en el cielo, as tambinen la tierra." Tambin dijo, "Os in-cito a que guardis en mente nuestroprivilegio de ser parte de la tierracuando sea del Cielo. Que Dios osbendiga a todos".

Trad. por Elias R. Torres

Supngase usted que no sabe na-dar. Qu hara si se ahogase ?Pedir auxilio.Y si no hubiera nadie?Me valdra de las calabazas.Y si no las tuviera?Mire, acabemos de una vez. Us-

ted lo que quiere es que me ahogue.^ ;K *"Dispense usted seor Martnez.

He tenido relaciones con su hija des-de hace dieciocho aos"."Bueno! Y qu es lo que ustedquiere ?""Quiero casarme con ella"."Oh! Eso es todo? pues yocre que tal vez vena a pedirme unacomisin".

* * *

La joven hospedada en un hotel,habla telefnicamente con el encar-gado de la administracin para de-cirle que en su cuarto estaba un ra-tn. Dgale que baje a inscribirse!le responde el empleado.

252 LIAHONA Junio, 194D

INFANTILol Tiebeyno, ,e aCeykafran cuando- mena ti &ada

La primera compaa de peregri-nos que cruz los llanos, tard 111das en llegar. Quince de estos daseran domingo.

El tiempo entre estos das lo pasa-ban los peregrinos trabajando tanduro, que cuando al fin llegaba el DaSbado estaban contentos.

Les dio la oportunidad de descan-sar. Los peligros y opresiones y losdas de mucho trabajo durante la se-mana les ayudaba a comprender lasabidura de Dios cuando dijo a supueblo que descansara el Da Sbado.

Los diarios de los peregrinos de-can de los domingos as

:

"Abril 18, 1847. Los peregrinosguardaron este da como da de des-canso".

"Abril 25. Los peregrinos se levan-taron al sonar la trompeta, cuidaronde su ganado y guardaron el Da S-bado como un da de descanso y :lemeditacin, oracin y alabanza. To-do era armona, amor y paz en ocampamento, y un silencio sagradoprevaleci durante todo el da"."Como a las 5 de la tarde, los her-

manos fueron llamados a una reu-nin de adoracin. El presidenteYoung pidi que el coro cantara elhimno 'Esta tierra algn tiempo fu

jardn.' Heber C. Kimball ofreci laoracin, despus de la cual, varios delos hermanos hablaron brevemente,expresando sus sentimientos. MientrasJorge A. Smith estaba relatando lasinstrucciones del profeta Jos Smithde no matar a ningn animalito o p-jaro o cualquiera cosa que cre Dios,nada ms con motivo de destruirlo,sali del bosque un gran lobo y pasa la derecha del campamento no msde 50 metros de distancia de los ca-rros, y pareca decir, 'el diablo y yoestamos tratando de probar si practi-can lo que se ensea.' Todos los her-manos vieron el lobo, pero la reunincontinu"."Mayo 2 : Como era domingo, no

se hizo ningn movimiento en la ma-ana pero hubo oraciones en los va-rios carros".

En la maana de este da, uno delos cazadores de bfalos que fuerona cazar el da anterior en la gran ca-cera, relatado en la leccin anterior,lleg al campamento. Haba pasadola noche en la pradera tratando deproteger de los lobos, el bfalo que ha-ba matado. Haba hecho una lumbrepara correr a los lobos. Hizo una cercaalrededor del bfalo y vino al cam-pamento para que le fueran a ayu-dar a traerlo.

Junio, 1949 LIAHONA 253

"En la noche del sbado antes del9 de mayo que era domingo, los pe-regrinos hicieron el cam