mural de la memoria

12
Jorge Piñó Sandoval Mural de la memorIa 20 de Febrero de 1953 Querido Baltasar Dromundo: He aquí los datos ... Nació el Muralismo Mexicano en mi calle de San Ildefonso. Recuérdese que hacia 1923 los pintores llegaban al Anfiteatro de la Preparatoriajustamen- te por la puerta de la Preparatoria que da a San 11- defonso. Lo de Anfiteatro Bolívar es posterior y no exento de curiosidad coincidente: la calle de Bolí- var lleva ese nombre porque en una casa de ella vi- vió el caraqueño Simón Bolívar y, a la postre, en!a misma casa, según anda contándolo don ArtemlO de Valle-Arizpe, hizo su vida de pobrísimo estu- diante don Justo Sierra. Nada másjusto, así, que el Anfiteatro Bolívar esté en Justo Sierra... Pero esto no viene a nuestra historia. La primera obra mural de proporciones colosales fue la de Diego Rivera en el Anfiteatro. Técnica: a en- cáustica. Efectos: inicialmente adoptaron la mIsma encáustica -de la que hablaremos más delante- David Alfaro Siqueiros, Fermín Revueltas, Amero y otros. A esas alturas Diego, ya en la de Educación, se entregaba al fresco, caminO segUIdo a la postre por todos, dominando rápidamente su técnica José Clemente Orozco. Para mayor comprensión de estos apuntes, me permitirás, a continuación, que te haga la breve presentación de los personajes que me tocó cono- cer por aquellos días. Y si me pongo por delante, sólo es para consolidar mi posesión de testigo y partícipe en algunos sucesos... Jorge Piñó Sandoval, nombre periodístico. Jorge Pugnaut Sandoval, nombre Nac,ió el 10 de julio del año de 1912 en San LUIS PotoSI. Su padre, francés, se llamaba George Pierre Pugnaut; su ma- dre, mexicana, Ana María Muro Sandoval. Esta última fue la última de numerosísima familia zaca- tecana. Una de sus hermanas, Josefa, casó con don Elías Amador, quien, a su vez, había enviud.ado, quedándose con tres hijos de su primer matrImo- nio: Neftalí Amador, el más activo y silencioso agente de la Revolución de 1910, y Lidia Amador hoy viuda de López. El otro, falleció muy niño. Conviene detenerse unos instantes en la venera- ble figura de don Elías Amador. Nació el 16 d.e marzo de 1848 en la Hacienda de Pozo Hondo, VI- lla de Cos, partido de Fresnillo, Zacatecas. Tomó parte activísima, fiel a su credo liberal, en la de Reforma y contra el segundo Imperio, a las or- denes del general González Ortega. Periodista de provincia, maestro, estudioso, funcionario llegó a ser miembro de la Academia de HIstOrIa. De su segundo matrimonio, con doña Josefa Muro Sandoval tuvo veintidós hijos. Al comenzar la Revolución 1910, vivían dieciséis, más Neftalí y Lidia. Jorge Piñó Sondoval (1902-1976 Jfue célebre en los años 40 por columna "A mañana, tarde y noche", publicada en las tres nes del periódico Excelsior. Fundó el Diario relámpago del aire con Alvaro Gálvez y Fuentes y las revistas de oposición Don TI- Don Elías entregó a sus hijos varones a la Revo· lución. Y casi todos ellos quedaron por ahí, nunca fusilados, sino en combates salvo Neftalí, el que, a consecuencias de sus andanzas tenía una vieja le- sión en una pierna. Ya consolidado el gobierno constitucional y siendo alto funcionario de Rela- ciones, le vino gangrena. Y falleció en su cama. Tanto en la familia Amador como en la Muro Sandoval, la tradición era antigabacha. Cuando la menor de las Muro Sandoval casó con un francés, la cosa no fue muy agradable. Y eljoven matrimo- nio prácticamente se vio aislado. De este matrimo- nio nació Jorge Piñó Sandoval. Cuando Piñó tenía tres meses y estaban en San Luis Potosí, donde su padre vendía máquinas de coser Singer, murió arrastrado por' una epidemia de tifo. Era el mes de octubre de 1912. La joven viuda vino a México para morir un año después. Los vecinos dieron cuenta a la policía, que recogió al chiquillo. Se hizo cargo de él un temible comisa- rio llamado "El Ratas", quien dio aviso por la prensa. Doña Josefa Muro Sandoval de Amador, don Elías y los hijos recogieron al chico. Y como aquellos ya eran personas de edad, lo adoptaron le- galmente dos de sus hijos más jóvenes: Armando C. Amador (la C es de Cuitláhuac), hoy Jefe de Co- mercio Exterior, y Alicia Amador, hoy señora de Ricardo Guajardo. Esto ocurría en 1913. Otro de los hijos de donElías y doña Josefa fue- ron·el pintor Severo Amador, que falleció demen- te. El arquitecto Juan Amador, entregado a la fecha a exploraciones geológicas, siempre lejos de la me-' trópoli; Graciela Amador, introductora en México del Teatro Gignol y gran folklorista; Octa- vio Amador, ya retirado del Ejército, y que fue uno de los dos ayudantes que acompañaron hasta el fin a don Venustiano Carranza. Octavio casó con Con- ,suelo Soní, hermana de Mariano Soní, el hoy cono- cido gerente de la Remington Rand. Al enviudar, contrajo segundas nupcias con distinguida dama aguascalentense... Hidalgo Amador, ingeniero, que militó en el zapatismo ... Tal era la familia que acogió a "Jorgito", quien, en su infancia, se llamó Jorge Amador. Tengamos muy presentes, de esta familia, a Oc- tavio, el militar de carrera revolucionaria, y a Gra- ciela. Y pasemos a otro personaJe... José David Alfaro Siqueiros, hijo de doña Teresa Siqueiros y de don David Cipriano .Alfaro, ella de Chihuahua; él de Irapuato, GuanaJuato. En su infancia y adolescencia y primera juven- tud nuestro personaje siempre fue José Alfaro o Alfaro o Alfarito .. EI es a 1932. Y el David sobreVinO a raIZ de su prImer ma- trimonio, hacia 1918. Gusta el actual Siqueiros pasar por chihua- huense y ser nativo de Santa Rosalía. Para cierta morato y Presente, que le costaron el exilio a Aires. Pu- blicó dos libros: Angela Celeste. Picaresca mexicana (1951 Jy La grande o el fuego nuevo (1976 J. que se publicó el día mismo de su muerte,en Joaquín Mortiz.

Upload: tranduong

Post on 31-Jan-2017

225 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: Mural de la memorIa

Jorge PiñóSandoval

Mural•de la memorIa

20 de Febrero de 1953

Querido Baltasar Dromundo:

He aquí los datos...

Nació el Muralismo Mexicano en mi calle de SanIldefonso. Recuérdese que hacia 1923 los pintoresllegaban al Anfiteatro de la Preparatoriajustamen­te por la puerta de la Preparatoria que da a San 11­defonso. Lo de Anfiteatro Bolívar es posterior y noexento de curiosidad coincidente: la calle de Bolí­var lleva ese nombre porque en una casa de ella vi­vió el caraqueño Simón Bolívar y, a la postre, en!amisma casa, según anda contándolo don ArtemlOde Valle-Arizpe, hizo su vida de pobrísimo estu­diante don Justo Sierra. Nada másjusto, así, que elAnfiteatro Bolívar esté en Justo Sierra...

Pero esto no viene a nuestra historia. La primeraobra mural de proporciones colosales fue la deDiego Rivera en el Anfiteatro. Técnica: a l~ en­cáustica. Efectos: inicialmente adoptaron la mIsmaencáustica -de la que hablaremos más delante­David Alfaro Siqueiros, Fermín Revueltas, Ameroy otros. A esas alturas Diego, ya en la S~cretarí~ deEducación, se entregaba al fresco, caminO segUIdoa la postre por todos, dominando rápidamente sutécnica José Clemente Orozco.

Para mayor comprensión de estos apuntes, mepermitirás, a continuación, que te haga la brevepresentación de los personajes que me tocó cono­cer por aquellos días. Y si me pongo por delante,sólo es para consolidar mi posesión de testigo ypartícipe en algunos sucesos...

Jorge Piñó Sandoval, nombre periodístico. JorgePugnaut Sandoval, nombre le~al. Nac,ió el 10 dejulio del año de 1912 en San LUIS PotoSI. Su padre,francés, se llamaba George Pierre Pugnaut; su ma­dre, mexicana, Ana María Muro Sandoval. Estaúltima fue la última de numerosísima familia zaca­tecana. Una de sus hermanas, Josefa, casó con donElías Amador, quien, a su vez, había enviud.ado,quedándose con tres hijos de su primer matrImo­nio: Neftalí Amador, el más activo y silenciosoagente de la Revolución de 1910, y Lidia Amadorhoy viuda de López. El otro, falleció muy niño.

Conviene detenerse unos instantes en la venera­ble figura de don Elías Amador. Nació el 16 d.emarzo de 1848 en la Hacienda de Pozo Hondo, VI­lla de Cos, partido de Fresnillo, Zacatecas. Tomóparte activísima, fiel a su credo liberal, en la gue~ra

de Reforma y contra el segundo Imperio, a las or­denes del general González Ortega. Periodista deprovincia, maestro, estudioso, funcionario í~teg~o,

llegó a ser miembro de la Academia de HIstOrIa.De su segundo matrimonio, con doña Josefa

Muro Sandoval tuvo veintidós hijos. Al comenzarla Revolución d~ 1910, vivían dieciséis, más Neftalí yLidia.

Jorge Piñó Sondoval (1902-1976 Jfue célebre en los años 40 por~ucolumna "A mañana, tarde y noche", publicada en las tres edlc~o­

nes del periódico Excelsior. Fundó el Diario relámpago del airecon Alvaro Gálvez y Fuentes y las revistas de oposición Don TI-

Don Elías entregó a sus hijos varones a la Revo·lución. Y casi todos ellos quedaron por ahí, nuncafusilados, sino en combates salvo Neftalí, el que, aconsecuencias de sus andanzas tenía una vieja le­sión en una pierna. Ya consolidado el gobiernoconstitucional y siendo alto funcionario de Rela­ciones, le vino gangrena. Y falleció en su cama.

Tanto en la familia Amador como en la MuroSandoval, la tradición era antigabacha. Cuando lamenor de las Muro Sandoval casó con un francés,la cosa no fue muy agradable. Y eljoven matrimo­nio prácticamente se vio aislado. De este matrimo­nio nació Jorge Piñó Sandoval.

Cuando Piñó tenía tres meses y estaban en SanLuis Potosí, donde su padre vendía máquinas decoser Singer, murió arrastrado por' una epidemiade tifo. Era el mes de octubre de 1912. La jovenviuda vino a México para morir un año después.Los vecinos dieron cuenta a la policía, que recogióal chiquillo. Se hizo cargo de él un temible comisa­rio llamado "El Ratas", quien dio aviso por laprensa. Doña Josefa Muro Sandoval de Amador,don Elías y los hijos recogieron al chico. Y comoaquellos ya eran personas de edad, lo adoptaron le­galmente dos de sus hijos más jóvenes: ArmandoC. Amador (la C es de Cuitláhuac), hoy Jefe de Co­mercio Exterior, y Alicia Amador, hoy señora deRicardo Guajardo.

Esto ocurría en 1913.Otro de los hijos de donElías y doña Josefa fue­

ron·el pintor Severo Amador, que falleció demen­te. El arquitecto Juan Amador, entregado a la fechaa exploraciones geológicas, siempre lejos de la me-'trópoli; Graciela Amador, introductora enMéxico del Teatro Gignol y gran folklorista; Octa­vio Amador, ya retirado del Ejército, y que fue unode los dos ayudantes que acompañaron hasta el fina don Venustiano Carranza. Octavio casó con Con­,suelo Soní, hermana de Mariano Soní, el hoy cono­cido gerente de la Remington Rand. Al enviudar,contrajo segundas nupcias con distinguida damaaguascalentense... Hidalgo Amador, ingeniero,que militó en el zapatismo...

Tal era la familia que acogió a "Jorgito", quien,en su infancia, se llamó Jorge Amador.

Tengamos muy presentes, de esta familia, a Oc­tavio, el militar de carrera revolucionaria, y a Gra­ciela.

Y pasemos a otro personaJe...José David Alfaro Siqueiros, hijo de doña Teresa

Siqueiros y de don David Cipriano .Alfaro, ella deChihuahua; él de Irapuato, GuanaJuato.

En su infancia y adolescencia y primera juven­tud nuestro personaje siempre fue José Alfaro oPe~e Alfaro o Alfarito ..EI Siqu~iros es p~sterior a1932. Y el David sobreVinO a raIZ de su prImer ma­trimonio, hacia 1918.

Gusta el actual Siqueiros pasar por chihua­huense y ser nativo de Santa Rosalía. Para cierta

morato y Presente, que le costaron el exilio a ~uenos Aires. Pu­blicó dos libros: Angela Celeste. Picaresca mexicana (1951 Jy Lagrande o el fuego nuevo (1976 J. que se publicó el día mismo de sumuerte,en Joaquín Mortiz.

Page 2: Mural de la memorIa

Diego Rivera

La Creación (Fragmento)

gente propensa a las fobias, es refugiado español.y su apodo de "El Coronelazo", debido a Rojitacuando trabaja en Excélsior, carece de anteceden­tes militares.

He aquí la escueta verdad. José David Alfaro Si­queiros nació el 29 de diciembre de 1898 en Irapua­to, Guanajuato. Fueron tres hermanos: Lucha, be­llísima, que murió; él, y Jesús Alfaro Siqueiros,creador de un indefinido arte mímico y fonético.

Era don Cipriano un hombre serio, siempre ves­tido de negro, con bombín. Gustaba usar para­guas. Y su saludo consistía en apuntarlo, comogolpe de florete, a la barriga de las personas. Pade­cía una eterna neuralgia que le mantenía inmovili­zado medio rostro, del lado derecho. Persona muycatólica, llegó a Caballero de Colón. Administrabafincas y, entre ellas, la Hacienda de San Gabriel, enpuente de Ixtla, Morelos, donde nació Gilberto Fi­gueroa, una de las propiedades de don EmanuelAmor, padre de Carito Amor, Inés Amor, PitaAmor...

Vivía don Cipriano, que enviudó poco despuésde nacido Jesús -llamado Chucho- en Altamira­no 101. Y envió a sus dos varoncitos a estudiar aMascarones, deseando que David llegara a sacer-

32

dote y Jesús siquiera a Obispo.Al morir doña Teresa, muy chicos los mucha­

chos, don Cipriano casó de nuevo. Algún día seanalizará que esta segunda boda produjo en losmuchachos una exaltación tal de la madre muerta,que, pasados los años, Siqueiros optó por ser deChihuahua, como ella.

En cuanto a los antecedentes militares de Siquei­ros, son mexicanísimos y, secundariamente espa­ñoles.

Muy niño, David sentía la vocación por la pintu­ra. E ingesó a San Carlos. Uno de sus primeros tra­bajos fue hacer modelos de pupilas para los clien­tes de un oculista. Debía copiar los iris de los tuer­tos. Y ya captado el color, el oculista mandaba "lasacuarelitas" a Alemania. Por cada ojo le pagabandos pesos. Y aquello perdura en él una vivencia: Si­queiros, frente a un espejo, invierte hasta quinceminutos en examinarse los ojos cada mañana. Or­teguita, en alguna ocasión, lo describió "como unmarino de pupilas azules". Los tiene verdes. Unade mis tareas, cuando me convertí en su ayudante,consistía en ponerle gotas Murine.

Tenía catorce o quince años -1912-13- cuandose inscribió en San Carlos. Entre sus maestros esta­ban Saturnino Herrán y Mateo Herrera. Condiscí­pulos: José Clemente Orozco, Juan F. Olaguíbe1;amigos de palomilla: Jesús Ibarra, Raziel Cabildo,Jesús S. Soto. Y, director de San Carlos, el Dr. Atl,quien en 1914, sin mayores preámbulos, inflamadopor el constitucionalismo, ardiendo en santa iracontra Victoriano Huerta, anhelante de sacar a losyanquis de Veracruz, invitó a esos y otros mucha­chos a ir a fundar un periódico, La Vanguardia, aOrizaba.

Se fugaron de sus respectivas casas, con ese fin,Siqueiros, Olaguíbel y Chucho Soto.

Antes, el Dr. Atl, para allegarse fondos para lacausa, derribó los árboles del Zócalo, vendiéndo­los por leña en tres mil pesos. Era un procedimien­to rápido para transformar la madera en papel.

La mente de los muchachos no era propiamentela Revolución. Deseaban ir a Europa. Y consa­grarse en París. De Orizaba siguieron a Veracruz,con disgusto del Dr. Atl, quien para entonces yahablaba de sus Batallones Rojos y de la Casa delObrero Mundial. Sin embargo, el propio Dr. Atl,sabedor de que sus adictos estaban poco enteradosde cuestiones geográficas, les entregó una cartapara Lugones, domicilio conocido, Buenos Aires,Argentina.

Con ese documento llegaron a Veracruz. Vestíangruesos abrigos, botines, chalecos de punto, melas'hasta los hombros. Y ni un centavo.

Allí entendieron el drama de México.Y, a cambio de dormir sobre virutas de impren­

ta, trabajaron en El Dictamen. Siqueiros y Olaguí­bel dibujaban caricaturas contra los invasores, ba­sados en lo mucho que entendían los jarochos y lopoco que se los permitían los dueños de la plaza.

Page 3: Mural de la memorIa

Las Fuerzas de la Creación (Muro derecho)

Jorgito. Don Elías llamó a doña Pepita, y le dijo:- Llévate al niño.Luego añadió:- Ayúdame... , mejor.Ella, diminuta, casi cargó a aquel hombre alto,

de bigotes canos oxidados por la nicotina. Lo llevóal cuarto contiguo. Y lo recostó en amplia cama.

Luego hubo llantos.Don Elías había muerto. Fue algo del corazón.Acudieron a dar el pésame muchos amigos, en-

tre ellos los compañeros de Octavio. Y entre éstosiba Alfarito.

Nació el noviazgo de Alfarito y Graciela, Gachi­tao

Pretexto para las citas: Jorgito.Esto es: Gachita llevaba a Jorgito al Paseo de la

Reforma. Y por allí aparecía Alfarito.Mientras tanto, parece que durante las fiestas de

Septiembre de 1917, hubo un "gran" desfile. Parti­cipó el magisterio. Y como abanderada de él unahermosísima maestrita. Era Consuelo Soní.

Fue su chambelán el capitán Octavio Amador.Sobrevino el noviazgo. Y el matrimonio.

Jorgito pronto se hizo el "consentido" de los So­ní, que vivían en la antigua de Medinas.

Era la familia Soní -y no han dejarlo de serlosus miembros- lo más modesta, decente y estima­ble. Don Mariano, un viejo gruñón, enorme, depelo gris, era telegrafista. Pero por encima de todo,amaba los periódicos. En un cuarto de su casa seamontonaban varias toneladas de periódicos de to­das las épocas, religiosamente clasificados. Nadiepodía entrar allí... Sólo Jorgito, que pronto pusofin a la clasificación.

Pero don Mariano lo perdonaba todo, tratándo­se de la pequeña bestia.

Marianito, el hijo, estudiaba para dentista. Sucuñado Octavio, hallándose enfermo, lo llamópara la extracción de una muela. Y la cosa se hizoen frío. La cosa desagradó al paciente, pero tam­bién al "doctor". Y al salir de allí se puso a venderchácharas. Trabó conocimiento con un americanoque buscaba un representante. Y, sin saber muchode la cuestión, nació el representante de la Reming­ton Rand.

Si el matrimonio de Octavio y Consuelo merecíatodas las bendiciones, en cambio el de Alfarito conGachita sólo produjo censuras. Octavio, el mismoOctavio que tanto había hablado de Alfarito, era elprincipal irreconciliable con la nueva situación. Siantes contaba divertidas anéctodas, ahora salíanlas espantosas verdades: Alfarito, entre otras cosasexecrables, era un ladrón de calcetines. A él, a to­dos los oficiales del Estado Mayor, les robaba loscalcetines. Los usaba entre dos y tres semanas e in­curría en nuevo robo. La cosa no hubiera tenidoimportancia pero una vez que se los quitaba, le ve­nían los remordimientos. Y los reintegraba a losguardarropas de sus legítimos dueños, transforma­dos casi en materia sólida.

33

Olaguíbel partió un buen día a Mérida, luego a Cu­ba... , pero tuvo que regresar, para posponer suviaje a Europa hasta estos días. Siqueiros y Chu­cho Soto se dieron de alta con las tropas de Ca­rranza. y me parece que allí trabaron conocimien­to, por afinidad artística, con un joven pintor jalis­ciense: José Guadalupe Zuno.

Siqueiros pasó a formar parte del Estado Mayordel general Diéguez. Y allí, con el mismo grado,conoció a Octavio Amador.

Participaron en muchos combates. Siqueiros sa­có un balazo en una pierna y el grado de capitán se­gundo. En 1917 formaba parte del Estado Mayorde don Venustiano, esto es, del Estado Mayor Pre­sidencial.

i 1917! ¡Cuántos acontecimientos nacionales,afilados en la Constitución! iPero cuántos aconte­cimientos dentro de la familia!

"Jorgito" aún no cumplía los 5 años. Los Ama­dor ocupaban el último piso de Rosales 19. Era unpiso inmenso, que a la fecha -y por años- setransformó en casa de huéspedes.

Un mediodía, en el comedor de maderas negras,con lámpara de madera, se sentaban don Elías y

David Alfaro Siqueiros

Page 4: Mural de la memorIa

José Clemente Orozco

Esto último todavía podría admitirse, en un ras­go de amplísima generosidad. Lo malo era que losdevolvía no sólo sucios, sino rotos. Y los rompíano nada más del talón -cosa fácil de corregir en un

· cuartel-, sino "del juanete".Octavio y Alfarito, distanciados por el uso inde­

bido de calcetines y la devolución indecorosa de losmismos, ahondaron su distanciamiento por causade la boda.

Alfarito, para entonces, dejaba de pensar en lamilicia. Quería ser artista. Y halló acogida en lasrevistas de la época, haciendo carátulas. Quien re­vise Revista de Revistas de entonces verá las figurasmás acarameladas por Alfaro, porque Alfaro tam­bién fue cursi, como la época.

El matrimonio se refugió en una casa de huéspe-·des de la calle Colón, a espaldas de lo que ahora esel Regis. Era una casa llena de jaulas. Y éstas mate­rialmente atiborradas de pájaros. Se entraba y olía

· a alpiste, a mosco y a plátano macho.Pero Alfarito no había roto sus amarras oficia­

les. Un buen día don Venustiano le ordenó a Cán­. dido Aguilar, el Secretario de Relaciones, que

mandara a aquel muchacho a Europa.Gachita, la joven y linda esposa, esperaba en la

casa de huéspedes. Jorgito estaba allí. Llegó Alfari­to y vertió sobre la cama un río de monedas de oro.

y desaparecieron. Estaban en Europa.Otro de los Amador, Armando, acaba de ingre­

sar al Servicio Exterior. Lo destinaron a algún lu­gar de América. Parece que a Río. Luego, gracias alas gestiones de un amigo muy querido, fue a cola­borar con él a Montevideo... El amigo se llamabaAmado Nervo. Y cuando este murió, Armando re­gresó con sus restos. Estuvo en Honduras, dondecasó con María, su bellísima mujer... Después haescalado casi todo el escalafón. Su última tempora­da de prolongada ausencia -unos diez años- fueen China.

En la casa de Rosales 19 quedaban una viudadoña Pepita, y dos hijos menores: Alicia y Elías,llamado Perico, por la forma de su nariz, por laque le salía la voz. También estaba Jorgito.

La familia se cambió a "La Mascota" número26, una de las privadas de El Buen Tono, en la últi­ma de Bucareli. Entre otros vecinos estaban allí losRocabruna y Rafael Lara Grajales, que luego, por1934, fue asesinado en Puebla por su pistolero.

Jorgito fue inscrito en la Horacio Mann -Cha­pultepec y Abraham González-, donde llegó a ter­cer año. Los domingos, junto con la chiquillería,iban a ver salir oe su casa a Rodolfo Gaona.

Jorgito era insoportable. Decidieron enviárseloa Octavio, uno de los primeros colonos de la Colo­nia del Valle. Octavio y familia estimaron que Jor­gito no llegaba a lo detestable, pero estaba aproxi­mándose con firmes pasos a este concepto. Y, a es­tas alturas - fines de 1921-, regresaron Alfarito yGachita, quienes, sin mayores trámites, se hicieroncargo, gustosísimos, del tal Jorgito.

34

Se fueron a vivir a otra casa de huéspedes, en laColonia de los Doctores, donde también se alojóun francesito con su mamá y una perrita llena depelos. El francesito se llamaba Jean Charlot.

Siqueiros no había permanecido ocioso en Euro­pa. Fundó la Revista Americana, recorrió museos,trabó conocimiento con los grupos radicales, ad­miraba a Lenin y con él a la Revolución Rusa, re­cién nacida. Ella, Gachita, que era una gran pianis­ta -la primera y más firme esperanza de ManuelM. Ponce-, venía impregnada de música moder­na...

Pero ¿no había sido Alfarito carrancista? ¿No elmismo Venustiano lo había enviado a Europa?México se le cerraba... Sólo que pronto aparecie­ron dos resquicios: Chucho Soto y José GuadalupeZuno, que alejándose de la pintura, llegaba a go­bernador de Jalisco, identificado con el obregonis­mo.

Probablemente a través de Chucho Soto llegó Si­queiros hasta Vasconcelos, encontrándose ya ins­talado Diego Rivera.

Vasconcelos hizo a un lado los matices políticosy sólo vio una cosa: pintores. Acogió, por igual, aDiego, a Siqueiros, a Orozco, a Amero, a Leal, aAmado de la Cueva. Y éstos, a su vez, arrastraronconsigo aJean Charlot, a Xavier Guerrero y aotros muchos.

Sonaba la hora del muralismo y aquellos hom­bres no la desdeñaron.

Siqueiros adoptó como ayudante a Jorgito.Sueldo de Siqueiros en aquella época: $ 90.00

mensuales, pagaderos en decenas de $ 30.00Gachita puso orden en la economía hogareña.

Era un despilfarro gastar $ 0.40 diarios en los pasa­jes del camión "Piedad-Zacatecas". Allí estabanlas cifras: $ 12.00 al mes. O sea un ingreso neto de$ 78.00. Además, la señora de la casa de asistenciaestaba encajándose. Inclusive a doña Pepita le pi­dió $ 100.00 que nunca le pagó.

Por si fuera poco, Diego, más vivo, en vez de vi­vir tan lejos, vivía en Mixcalco 12, a unas cincocuadras de Educación. Total: Gachita salió a bus­car casa. Y encontró una en el tercer patio, cuartopiso de Uruguay 160: dos piezas, cocina, baño sintina ni regadera: $ 30.00

Encargado de las finanzas: Jorgito.Tarea, obtener $ 100.00 semanarios para mate­

riales y sueldos de ayudantes. Unico responsablede poner los vistos buenos en los recibos: José Vas­concelos, Secretario de Educación Pública.

Técnica: aparecía Vasconcelos muy tempranoen la Secretaría e iba a echar un vistazo furtivo alos murales. Jorgito lo esperaba detrás de una co­lumna y, de pronto, caía sobre él como un leopar­do. El señor Ministro -como debía Ilamársele­invariablemente no llevaba lapizo Jorgito le ofrecíauno. El señor ministro firmaba y se guardaba ellá­piz. Jorgito llegaba hasta su bolsa y se lo quitaba.El señor Ministro estimaba que aquello era un des-

q

Page 5: Mural de la memorIa

pajo y, disgustadísimo, desaparecía por la puertaque da a González Obregón. El recibo se presenta­ba a la caja. El cajero pedía un lápiz, se le entrega­ba, pagaba. Y se quedaba con el lápiz. Al rendircuentas, se deducía el importe hasta de cinco lápi­ces.

y así, hacia 1923, también fue nuestra la calle deSan I1defonso.

Fue de Diego, que salía de su casa de Mixcalcoy, paso a paso, siempre parsimonioso, torcía enLoreto, cruzándolo diagonalmente, para coger SanI1defonso y llegar a Educación.

Fue de Siqueiros y Revueltas, que llegaban aella, viniendo de Uruguay, por Correo Mayor yCarmen. Lo era de Xavier Guerrero, que vivía casiesquina con Ay.untamiento y Bucareli, abandona­ba su camión en Tacuba y Brasil, llegaba a Donce­les y la alcanzaba por Argentina, ruta idéntica a lade Charlot, quien a veces entraba por Luis Gonzá­lez Obregón, puesto que le tocó hacer un mural enEducación.

Lo era de los ayudantes, Juan Manuel Anaya,"Manzana", y Roberto Reyes Pérez, hermano delmalogrado pintor Francisco, que vivían hacia elnorte, por Peña y Peña. Roberto Reyes Pérez, a la

35

postre maestro, ha permanecido dentro de los ínti­mos de Lázaro Cárdenas.

Y, en mismo San I1defonso, en la llamada Prepa­ratoria Chica, se pasaba la vida aquel viejo nota­ble, el Dr. AtI, quien ocupaba, para vivir en ella, latorre de San Pedro y San Pablo.

Una vez encerró en la torre a Nahui Olín -comola bautizó- y ésta, que era su modelo, demandóauxilio. Fue a rescatarla un estudiante de medici­na, valiéndose de cuerdas. Ese estudiante es hoy eldoctor Gilberto Bolaños Cacho.

Siqueiros, reuniéndose con los demás pintores yescultores, pronto les propuso un plan: organizar­se. Y así fundaron la Cooperativa de Pintores y Es­cultores "Tres Guerras" y el Sindicato Revolucio­nario de Pintores. Una mañana, junto a los anda­mios del mural de los mineros, de Diego Rivera,donde está inscrito un poema de Gutiérrez Cruz,surgió la palabra "machete". Siqueiros la paladeóunos momentos, y dijo:

-¡Qué buen nombre para un periódico!Y se resolvió hacer El Machete, órgano de los

pintores y escultores.¿Contra quién pelear?La cosa estaba clara: contra el academismo, con­

tra el arte por el arte; contra los puristas que ya se

Page 6: Mural de la memorIa

Fermín Revueltas

agrupaban literariamente a través del llamadoGrupo Ulises.Orozco preguntó:

-¿Y qué ponemos en la pintura?Siqueiros, tajante, respondió:-Contenido revolucionario.Para entonces, Siqueiros pintaba en la escalera

del patio chico de la Preparatoria un San Cristó­bal, con el Niño Dios sobre el hombro derecho, sir­viéndole de modelo para San Cristóbal Reyes Pé­rez y, parcialmente para Niño Dios, Jorgito. Oroz­ca, ferozmente criticado semanas después, llevabaa más de la mitad, en uno de los corredores del Pa­tio Grande la Preparatoria, sus vírgenes, con otroNiño Dios. Y Fermín Revueltas, en el cubo del za­guán grande, que da a San Ildefonso, había con­c1uído, como coronación de su magnífica obra, a laVirgen de Guadalupe.

Entonces se produjo el más serio fenómeno. Laconversión precipitada hacia la izquierda...

Dos hombres delgados, uno extremadamente al­to, el otro bajito, se presentaron en la casa de Si­queiros, en Uruguay 160, sitio ya acreditado comola redacción de El Machete. Uno, el bajito, era Ra­fael Carrillo; el otro, el alto, de enormes narices ygruesos lentes, era Rosendo Gómez Lorenzo.

Trabaron conversación con Siqueiros. Y éste, asu vez, los llevó con los demás.

Carrillo y Gómez Lorenzo eran los representan­tes del Partido Comunista. Y, sin mayores preám­bulos, El Machete se transformó en órgano delPartido Comunista de México.

Sometidos los temas pictóricos a discusiones delcomité central, se abominó de aquella pintura fran­camente contrarrevolucionaria. Las críticas máspunzantes y afonesivas, revestidas de autocrítica,fueron dirigidas contra José Clemente Orozco. Yéste, ingenuo, bueno, candoroso, las aceptó comopecados espantosos. Desde ese momento se dio a lle­nar los murales que le restaban de estrellas rojas, ho­ces y martillos.

Detengámonos un poco respecto a Carrillo y aGómez Lorenzo. Hagámoslo porque ju'stamenteen San Ildefonso floreció el comunismo en Méxi- ,ca... Y la mayor responsabilidad fue de Orozco,puesto que los demás no llegaron a cuajar los te­mas que se les ordenaban.

Gómez Lorenzo, recién llegado a México, trabóconocimiento con Carrillo, Vargas Rea y otroscuando en México prendió la lucha inquilinariainiciada en Veracruz por Herón Proal. Los deslum­bró la Revolución Rusa y, a las primeras de cam­bio, rompieron con la cosa inquilinaria y con la lla­mada CGT, por estimar que esta última eraanarco-sindicalista y anarquista. El 16 de septiem­bre de 1919 fundaron, por su cuenta, el Sindicatode las Juventudes Comunistas. Y le mandaron suadhesión a Lenin.

El camarada Lenin turnó el asunto a alguna desus oficinas y, pasados algunos meses, recibieron

36

indicaciones respecto a la organización comunista.Tras las indicaciones apareció un enviado especial.Y éste dio vida a dos agrupaciones: el Partido Co­munista de México, órgano de la III InternacionalComunista, y la Federación de Juventudes Comu­nistas de México.

Transcurrieron cuatro años sin pena ni gloria,hasta que El Machete cayó en manos de los repre­sentantes de la 111 Internacional. Y así, mediantesuscripción de los pintores y escultores, el PC tuvoórgano periodístico.

El Machete pronto abandonó los temas artísti­cos para atacar violentamente a las autoridades. Y,entre éstas, el elegido fue el Presidente Obregón,quien se puso furioso al ver una caricatura en laque aparecía abrazado al arzobispo Mora y delRío... Autor de la caricatura: José Clemente Oroz­ca.

Vasconcelos llamó al orden a los pintores. Diegofue el primero en someterse. Después los demás. Yel único que hizo frente a la situación, fue Siquei­ros. Consecuencia: cancelación de su contrato en laPreparatoria.

Ahora un paréntesis.,.El tal Jorgito, mientras estuvo con Siqueiros en

la Preparatoria, aprendió a preparar los colorespara la encáustica y el fresco. Su habilidad paraello le sirvió para hacerles trabajos semejantes aDiego y a Orozco y a Revueltas.

La encáustica, como su nombre lo dice, se aplicaa fuego. Se muelen las tierras, se mezclan con copalpreviamente tratado al baño de María, con cera yotros ingredientes. Al muro se le aplica copal, afuego, con un soplete. Y se pinta también a fuego.El procedimiento, eterno, es costoso. Y lento. Talvez por ello 10 abandonaron todos los muralistasmexicanos. Máxime que el ingrediente principal esla esencia de alhucema, que entonces, comprada enBeick Félix, costaba $ 40.00 el kilo.

El fresco es una mezcla de arena bien cernida ycal previamente apagada. Orozco lavaba las arenascon cianuro, de ahí que obtuviera mejores resulta­dos, principalmente contra el salitre y la "palomi­lla" o sean los puntos de cal que a la postre aflora.Esto último se debe a que la cal no la apagan abso­lutamente. Esto es: se necesitarían unos tres mesesde decantación.

Y bien... , el otro ayudante, hecho bajo la escuelade Orozco, fue un muchacho indígena, de la regiónde Xochimilco. Era dulce, afectuoso y extremada­mente sensible. Su aptitud para la pintura era asom­brosa. Comenzó a fulgurar. Y un día desapareció sindejar huella ... Se llamaba Máximo Pacheco.

Para Jorgito el panorama era maravilloso... Vi­vía entre aquellos hombres notables. Su principaltarea, primero, eran los cobros. Después, ya consueldo de tostón diario, consistía en preparar loscolores. Y, por cuenta de las señores de Siqueiros yRevueltas, debería cuidarlos, evitando, hasta don­de fuera posible, las tertulias de cantina...

Page 7: Mural de la memorIa

Pero esto último era imposible. Tomaban lacopa en la cantina contraesquina de Leyes. O cercade San Carlos. O en un bar que estaba en los bajosdel ya desaparecido Hotel Seminario, en la esquinade Seminario y la rinconada que tapaba la perspec­tiva del Sagrario.

Todos tomaban tequila. Diego nunca iba a lascantinas. Pero era un gran bebedor de tequila. Másde una vez empinó una botella entera de un trago.

Y, por un instante, dejemos a los J?intores y es­cultores en México, para seguir a Siqueiros.

Principiaba 1925 y David se había quedado sincontrato. Amado de la Cueva, de Guadalajara, leescribió... Acababa de obtener del gobernadorZuno los murales de la Universidad de Guadalaja­ra, en la nave de un viejo templo. Deseaba compar­tir con David aquel trabajo. Además, Zuno le ofre­cía otro pequeño contrato, para decorar la biblio­teca de su casa, en la esquina Del Bosque, ColoniaReforma, a Xavier Guerrero.

Siqueiros y Gachita abandonaron Uruguay 160.y dejaron a Jorgito a cargo... , de la embajada, so­viética, en las calles del Rhin.

Muchos recuerdos quedaban en Uruguay 160.Allí se había hecho Jorgito preparador de colores,

37

cobrador, cuidador, pero, sobre todo, gracias a laconfección de El Machete, habíase iniciado, no sinpasión, primero en la tipografía. Y luego en el pe­riodismo. Su primer trabajo, como limpiador demáquinas, fue en los talleres de Rivadeneyra, enBelisario Domínguez.

Al irse David y Gachita, para semblantear elambiente de Guadalajara, la hermana de Gachita,Alicia, casada con el industrial Ricardo Guajardo,le gestionó trabajo a Jorgito. Ricardo, asociado conSalvador Huici y con Alejandro del Río, tenía en lacalle de Balderas, esquina con Pugibet, una fábricade fonógrafos, marca" Magnatone". El modelo másbarato valía $ SO.oo, se daban $ 16.00 de enganche y"abonitos" de$ 2.oosemanarios. La demanda defo­nógrafos -y los había hasta de $ 360.00- los indu­jo a abrir una agencia en la entonces calle de Capu­chinas IS-A. Jorgito primero fue off/ce boy de la fá­brica. Y luego chícharo de la agencia.

Era un negocio casi doméstico. Ricardo, el fabri­cante, empleaba a su tío. Su esposa, Alicia, obtuvoempleo para Elías, su hermano, como encargadode la contabilidad, y para Jorgito. Jorgito, prime­ro, vivía con Ricardo y Alicia, en una de las prime­ras casas de las Lomas de Chapultepec-antiguacalle de Chapala-, llamadas entonces Chapulte­pec Hights. Ricardo tenía un coche con toldo dehule negro y pintado de rojo. Era un Dodge. Jorgi­to debía lavar el coche. E irse al trabajo enseguida.Luego, los días de cine, fungía como ayudante. Enotras palabras, debía cuidar el coche mientras elmatrimonio acudía, de preferencia, al Salón Rojo.

Todo habría sido perfecto... Pero Jorgito, en suafán de vender fonógrafos, tenía una mano incon­trolable. Les daba cuerda con tal rapidez y violen­cia, que, ya amarrada la operación, la cuerda, in­conforme con el cliente, hacía: "¡ Crac!" Y, en vís­peras de romper la cuerda número cien, el consejode la fábrica optó por aconsejar al vendedor quebuscara horizontes menos musicales. El comisio­nado para notificar el cese fue Salvador Huici.

Ante situación tan deprimente, de la que estabanal tanto David y Gachita, Jorgito fue asilado en laLegación de la URSS.

Ahora bien, conviene conocer algo de esa Lega­ción. Y otros pormenores curiosos.

Al quedarse Siqueiros sin el contrato de la Pre­paratoria, del que se obtenían cien pesos semana­rios para materiales y ayudantes, que iban a parara El Machete, su sueldo se contrajo, por muy pocotiempo, a una clase de dibujo que jamás dio. Estoes, a algo así como $ 45.00 mensuales.

Gachita, que empleaba a dos muchachas - Em­peratriz y Enedina- hijas de los porteros del edifi­cio, las colocó en la Legación. Eran dos lindas mu­chachas, sobre todo Emperatriz. Procedían de Ja­ral. Y tenían un hermano, llamado Efrén, que lue­go se hizo chofer de la línea Roma-Piedad. El pa­dre era un albañil taciturno. La madre era un almade Dios.

Page 8: Mural de la memorIa

Dr:Atl

Resuelto el problema de las muchachas, se pre­sentaba otro: el propio de la familia. Y Gachita ob­tuvo un empleo para ayudar en sus estudios a unniño bizco, flacucho, muy nervioso. El matrimoniovivía en la Colonia del Valle. Lo formaban don Ra­món P. de Negri (la P. es de Pérez), entonces Mi­nistro de Agricultura, y su señora, doña Ceide. Elniño, llamado Picha, era Carlitas, a la postre Car­Ias Denegri.

Jorgito acompañaba a Gachita a las clases de Pi­cha - David era extremadamente celoso con ella­y muchas veces los señores De Negri iban a la casade Uruguay. Carlitas deseaba ser artista de cine. Ypasado algún tiempo, ya sus padres en NuevaYork, hizo airosamente el papel de Rofolfo Valen­tino, en Sangre y Arena. Se alejó de México, siem­pre en plan familiar, y, ya hombre, regresó a Méxi­co después de haber sido un gran adicto a los repu­blicanos españoles. Jorgito, para entonces perio­dista, le propició su ingreso a Excélsior, donde per­manece hasta la fecha.

Vayamos a la Legación de la U RSS.Los primeros enviados soviéticos fueron Esta­

nislao Petskowski, su señora -una rusa menudita,agobiada- y la hija de ambos, Jenia, una chiquillade siete u ocho años. Pronto hicieron amistad conel grupo de los artistas. Y los recibían con frecuen­cia. Petskowski no tenía arriba de 26 años. Peroaparentaba más de cuarenta. Tenía una espesa bar­ba negra. Y relataba que pasó varios años en Sibe­ria, cuando áún era un niño. Su primer secretarioera un tal Hikes -pronúnciese "Jaikes" -, alma dela legación e instructor del grupo comunista. El ca­marada Jaikes sedujo a Emperatriz, la hermosamuchacha sirvienta, y, cuando México rompió susrelaciones con la URSS, la abandonó miserable­mente, con una criatura.

Poco tiempo permaneció Jorgito en la Legaciónde la URSS. Acaso una semana. Indemnizado porHuici, con un azteca, la emprendió con destino aGuadalajara. El viaje, en segunda, le costó $ 15.90.Llevaba una muda de ropa envuelta en un sarapeverde, blanco y colorado.

Era 1926. Jorgito aún no cumplía los catorceaños. A pausas, en clases nocturnas, había llegadoal cuarto de primaria. Y para entretener las espe­ras, en la Preparatoria, se colaba, de oyente, en lascátedras, fascinado, principalmente, por las delmaestro Castellanos Quinto.

Sin sentirlo, por otra parte, estaba incorporadoal movimiento comunista. Es más, al abandonarMéxico, recibió instrucciones de ir a formar a Jalis­co la agrupación de los "pioneros rojos".

- ¿Qué es eso?- U na palomilla de chamacos. Todos deben ser

valientes y entrones.Siqueiros y De la Cueva trabajan en los muros

del viejo templo. Nunca pintaron allí al fresco, sinoal temple. Los siguió, asimismo, Roberto ReyesPérez.

38

Y al concluir el contrato, Zuno les dio la pinturade brocha gorda del Mercado Libertad, levantadopor él en lo que era San Juan de Dios. Fue cuandose mató Amado de la Cueva, en un accidente. Leenloquecía tripular una Harley Davison. Y se es­trelló con ella, una noche, en la calle Juárez, dondeluego se abrió el Politécnico, sitio ya desaparecido,pues González Gallo amplió la tal Juárez.

Siqueiros se quedaba con el trabajo del mercado.Y se valió de él para hacer su entrada en el convul­so mundo de los líderes sindicales. La cosa fueasombrosamente sencilla... Un día comisionó aJorgito para poner un anuncio -$ 4.60- en El In­formador. Se ofrecía trabajo, en él, a todos los pin­tores de Guadalajara. Llegaron unos doscientosobreros famélicos. Los reunió bajo las naves de lavieja iglesia y les dijo que había trabajo para todos,siempre y cuando formaran un sindicato. Todosaceptaron. Y él se constituyó en secretario genera!.Inmediatamente fue a la Confederación Obrera deJalisco, donde admitieron a la nueva agrupación.Y así, antes de tres días, acudía autorizadameilte alas sesiones del consejo confedera!.

Los pintores hicieron el trabajo y, acabado éste,.todos quedaron sin trabajo. Pero, en cambio, per­maneció siempre en pie de lucha, vigoroso, pujan­te, el Sindicato de Pintores de Jalisco. Ya en el con­sejo, Siqueiros se lanzó a organizar la FederaciónMinera de Jalisco. Y pronto pudo advertirse su ac­ción: se decretaba una huelga contra la AmparoMining Ca. en Cinco Minas, La Mazata, Ampa­ro... Triunfó la huelga y con las indemnizacionesse compró un camión que se llamaba "El NovilloDespuntado". Siqueiros fue a parar como repre­sentante obrero a la Junta de Conciliación. Y pro­movió nueva huelga general...

Entonces vino algo muy serio... El conflicto reli­gioso.

Ya para entonces era gobernador Margarita Ra­mírez, quien le ofreció a Siqueiros una diputación.Este la rechazó. Era un líder puro y nada más. An­daba en bicicleta y se tocaba con un sombrerito deboy scout.

Jorgito había formado a los pioneros, Gachitadirigía orfeones revolucionarios, Reyes Pérez ma­nejaba a los pintores, Siqueiros encabezaba a losMineros... Y nacieron nuevos periódicos: primeroEl Martillo, después El 130, anticlerical rabioso.

Fue una lucha cruel, despiadada, sin cuartel. ..Se prolongó hasta marzo de 1929, cuando lo de Es­cobar. Entonces el PC dio órdenes de hacer la revo­lución social...

Pero, veamos con mayor detenimiento la gestiónde aquellos hechos.

Al estallar el conflicto religioso, el Partido Co­munista, dirigido por enviados especiales de Mos­cú, se puso del lado de Calles. Sólo que en aquellaépoca la "lucha" se daba en varios "frentes". Clasi­fiquemos:

Page 9: Mural de la memorIa

l. Lucha contra Machado, en Cuba. Asiladosen México, Julio Antonio Mella, Cotoño Valdez,Montalván y otros muchos.

2. Lucha contra Juan Vicente GÓmez. Asiladosen México, los venezolanos Machado, Salvador dela Plaza y otros.

3. Lucha de Sandino en Nicaragua, ó sea lucha"antimperialista" desde México contra la UnitedFruit.

4. Lucha contra los cristeros, en todos los fren­tes de México.

Sumemos a esto el asesinato de Alvaro Obre­gón... Y, para decirlo claro, nunca Toral ni sus ad­miradores supusieron el enorme partido que saca­ría el Partido Comunista de aquel magnicidio. Esmás, nadie en México, ni los mismos comunistaslocales, percibían la trascendencia de sus pasos.

La muerte de Obregón trajo consigo que ellicen­ciado Portes Gil convocara a elecciones. Fuecuandoya se creía que el candidato oficial sería AarónSáenz. Y fue cuando Calles optó por postular a OrtizRubio. .

En medio de aquella mescolanza y del agrieta­miento que padecían los revolucionarios mexica­nos, apareció por vez primera el más nefasto y no­velesco enviado de la Internacional Comunista.

39

Entró al país como Enea Sormentti, de indiscutibleprocedencia italiana. Pronto, para significar que erala cabeza del Comité Central del PC, tomó lasiniciales del referido CC -entre comunistas esmoda hablar en siglas-, transformándose en .Car­los Contreras. Su verdadero nombre -o el más in­ternacionalmente conocido es el de Mario Vitoria.

Había ido a desempeñar una comisión de la In­ternacional Comunista a Canadá: paralizar las mi­nas carboníferas. Y otra en Detroit: poner en huel­ga la industria automovilí¡¡tica, golpe que dio en elhígado de Henry Ford. Y, a la postre, precipitó elfamoso crack de 1929-30, al que todavía andanbuscándole explicaciones los expertos yanquis.

Al llegar a México, su sanguíneo rostro, sus ce­jas peludas, su cuerpo achaparrado y vigoroso, seestremecieron de gozo. México, según fiel interpre­tación leninista, presentaba "todas las contradic­ciones del caduco sistema capitalista". Y fomentó,con ayuda oficial, la aparición de El Bonete, revistacontra los cristeros, de hipócrita adhesión al Go­bierno. Formó la Liga Antimperialista de las Amé­ricas, con su órgano, El Libertador, manejado porMachado y Salvador de la Plaza. Facilitó dinero-porque lo del oro de Moscú no es una leyenda­para alquilar el local de Mesones 54. Y al enterarse

Page 10: Mural de la memorIa

de las andanzas de Siqueiros en Jalisco, del que enel acto se hizo fraternal, alentó la formación de laCSUM -Confederación Sindical Unitaria de Mé­xico-.

Hagamos sitio, por haberles llegado el turno, ados personajes. Uno es Hernán Laborde. El otro esValentín Campa.

Recuérdese que en 1926 estalló la huelga ferro-ocarrilera. Laborde y Campa eran dos honradotesburócratas. Trabajaban en la desaparecida Esta­ción Colonia, donde hoy está el Monumento a laMadre. Y, al destacarse, según informes que lleva­ba al PC un obrero llamado Juan González -a lapostre empleado de planta de la Legación de laU RSS-, fueron "trabajados" y sumados a las filasdel Partido. Ellos, a su vez, jalaron a otros más in­genuos que ellos: Vicente Guerra y Leopoldo Qui­roga.

A la muerte de Obregón, todos eran figuras. Ysu "experiencia" y su "origen sindical" o "proleta­rio" merecía alta respetabilidad. Piénsese que elPC siempre se ha ostentado como "la vanguardiadel proletariado", sólo que son contadísimos los"proletariados" que ha tenido. Añádase que lospocos "proletarios" siempre han visto con asco yhorror, fruto de su complejo de inferioridad, a los"intelectuales" .

Sormentti supo hacer las cosas... Por el lado sin­dical jaló a esas gentes, o sean a Siqueiros, Labor­de, Campa, Guerra, Quiroga y otros más, entreellos a Carlos Rendón, a un tal Barrios, a Velasco,de Orizaba, etcétera. A través de la LADLA -conla divisa antimperialista y secundado por los asila­dos Mella, De la Plaza, Machado, el peruano Te­rreros y muchas docenas más-, la acción se enfocóhacia los sectores de Educación y de la Universi­dad. Descartado poco antes Ursulo Galván, seconcentró todo el amor de Sormel)tti en el líderagrarista durangueño Guadalupe Rodríguez, asícomo en Pedro V. Rodríguez Triana. Y como ya elpaís estaba en elecciones, formó el Bloque Obreroy Campesino que también se precipitó en la luchapor la presidencia de la República, llevando comocandidato a Rodríguez Triana y, como jefe de lacampaña, a Diego Rivera.

A Laborde se le asignó la dirección del PartidoFerrocarrilero Unitario. Y como Sormentti procla­mara a cada momento que el ideal era que el Parti­do Comunista llegara a la ilegalidad cuanto antes,en previsión de ello constituyó el SRI, o sea el So­corro Rojo Internacional.

Ahora bien: El Bonete, El Libertador y El Ma­chete, tres periódicos,. los administraba un solo in­dividuo: el venezolano Salvador de la Plaza. Lacosa sindical la manejaban, indistintamente, Cam­pa o Siqueiros, quienes, a su vez, estaban dentrodel Comité Central. Laborde o Carrillo ostentabanla representación del Partido. La Juventud Comu­nista la dirigían Jorge Piñó Sandoval -que ya noera Jorgito-, Luis Islas García -llamado entonces

40

"El Sacristán Rojo" -, José Gallardo, un mucha­cho sin oficio, muerto a la postre por el Grupo Ac­ción de Atlixco; Gustavo Sánchez hoy Mario Cla­raval; Eduardo Calero y sobre diez o quince mu­chachos y muchachas de origen eslavo, que confor­me llegaban establecían talabarterías, zapaterías,camiserías y otros negocios.

Cuando el PC se enfrentó al PNR en calidad deBloque Obrero y Campesino, comenzaron las difi­cultades. Margarita Ramírez y sucesores, ya can­sados en Jalisco de la actividad roja, iniciaron lasrepresalias. Y así, de la noche a la mañana, converdadero alborozo, se cumplió el ideal de Sornen­tti: se alcanzaba la ilegalidad ...

Al estallar la revuelta de 1929, Sormentti, desdeun despacho de la Avenida Hidalgo 49, conminó ahacer la Revolución Social. Salieron enviados a Ja­lisco, Nuevo León, Durango, Veracruz, Puebla yotros lugares. La cosa habría carecido de impor­tancia, a no ser por un acontecimiento que prece­dió a aquellos días: la muerte de Julio Antonio Me­lla.

Mella, estudiante de Derecho, atlético, simpático,conquistador, chocó desde un principio con Sor­menti. Mella sólo pensaba en una cosa: la libertaddeCuba. Y tenía ídolo: Martí. .. Pero Mella, de veinti­cinco años de edad, era también un ingenuo.

He aquí algunos datos relacionados con su fin ...Sormentti, italiano, sostenía relaciones amorosas

con la "compañera" Tina Modotti, italiana, discí­pula del fotógrafo Weston. Lugar de la cita, el do­micilio de ella, en la azotea del viejo edificio deAbraham González y Atenas. Sormentti instruyó aTina para que cediera a los galanteos, muy cuba­nos, de Mella. Y los dejó vivir maritalmente, ente­rándose así de cuanto pensara el otro. A principiosde 1929 Sormentti planteó, con lenguaje feroz, laexpulsión de Mella. La reunión fue en Mesones 54.Las acusaciones fueron "chauvinismo" y, quizás,"trotskismo". Y se acordó la expulsión de Mella,sin notificársela, como es regla comunista.

Mella, la noche del 10, conforme al hábito quehabía sembrado por semanas, fue por ella al Parti­do. Y ambos caminaron sobre la ruta también tra­zada con toda anticipación. Cuando llegaron a laesquina de Avenida Morelos y Abraham Gonzá­lez, Tina, que iba del brazo de Mella, se apartó deél. Detrás de una barda de tepetate, sonaron variostiros. Uno destrozó el codo izquierdo de Mella.Otro se alojó en las vértebras lumbares. Mella fuellevado a la Cruz Roja, en las calles de San Jeróni­mo. y murió al amanecer del día 11.

La noticia, proporcionada por Sormentti, fue:"vil asesinato perpetrado por pistoleros del opro­bioso dictador Machado, de Cu ba".

Pasados los años, durante la guerra española,Sormentti reapareció como jefe supremo de las bri­gadas internacionales. Se hizo famoso como "elcomandante Carlos". Y lo acompañaba una mu­jer: Tina Modotti.

Page 11: Mural de la memorIa

Al éxodo, Carlos Contreras, español, y TinaMorales, española, regresaron a México, alojándo­se en un departamento de las calles de Morelos, auna cuadra donde diez años atrás fue "el vil asesi­nato ordenado por Machado". Sormentti, pues noera otro, trabó relación con una "compañera" másjoven. Tina, una tarde, perdió la vida a bordo deun taxi. Y el camarada Carlos desapareció de nue­vo.

Muerto Mella, Sormentti organizó los funeralesmás revolucionarios, desde el punto de vista comu­nista, de que se tenga memoria. Se ordenaron asal­tos a la embajada de Cuba. Y también contra la delos Estados Unidos. Se dispuso "agudizar" la lu­cha contra los cristeros, "reblandecida" por PortesGil. Se ordenó abrir el fuego, por igual, contraVasconcelos y Ortiz Rubio... Y, el resultado deello, es que México, sorprendido, incrédulo, enten­dió, de golpe y porrazo, que el comunismo era ungigante, de ahí que al girarse las consignas de la re­volución social, en marzo, Sormentti mandó al ma­tadero a otros. Entre ellos, en Durango, al líderagrarista José Guadalupe Rodríguez, que fiel a lasórdenes, se apoderó de una partida de caballos delEjército y les puso el fierro de la hoz y el martillo.

El coronelazo

41

Asimismo, proclamó el Soviet. Fue capturado y fu­silado, junto con una· docena más.

Islas García, ya en vísperas de salir para Moscú,recibió órdenes de ir a algún lugar del interior. Ab­dicó del comunismo.

Gustavo Sánchez, modestísimo empleado de laProcuraduría del Distrito, que entonces estaba enla cárcel de Belen, se hizo a un lado.

Relkin, un lituano, fue destacado a Monterrey,con instrucciones de acabar con la Fundidora deFierro y Acero "y algo más que se presentara".

Pero el baluarte era Jalisco... Y hacia Jaliscopartieron Siqueiros, Diego Rivera y Laborde. Conellos iba Piñó Sandoval. Entonces Sormentti lla­mó a Siqueiros, enviándolo a un congreso sindicalen Montevideo. Cuando regresó venía con la poeti­sa Blanca Luz Brum. Y ese fue el final de su matri­monio con la fiel Graciela Amador.

Entre tanto, a los dos o tres encuentros con lapolicía de Guadalajara, Diego abandonó la plaza,para venir a hacerse cargo de la dirección de laAcademia de San Carlos. Y Laborde, que había sa­lido diputado por un arreglo con el FerrocarrileroUnitario, también sintió la necesidad de ahuecar.Se quedó al frente de la situación Piñó Sandoval.Edad de este último, 17 años. Responsabilidad,unos tres mil mineros en huelga. ¿Qué más quería?Allí estaba la materia prima para la revolución so­cial. La cosa habría seguido adelante, pero PiñóSandoval fue encarcelado unas veinte veces, ya enla antigua inspección de Policía. O bien, en la desa­parecida Penitenciaría de Escobedo, un edificio ro­jo, al eje de la calle Juárez. Luego pudo fugarse. Yvino a dar cuenta de la situación.

Todos habían fracasado. Y el problema, ahora,por cuenta de Sormentti, ya no era la revolución.Consistía en acabar con el trotskismo. E inició unapurga. También resolvió acabar con el oportunis­mo. y la tomó contra Diego Rivera.

Diego, por entonces, vivía en el primer tramo delPaseo de la Reforma. Se reía de su nombramientode presidente del Bloque Obrero y Campesino, asícomo del candidato presidencial, Pedro V. Rodrí­guez Triana. Cultivaba, en cambio, amistadescomo la de Marte R. GÓmez. Y parece que por allíle salió la oferta más tentadora de su vida: decorar,"sin perjuicio de su filiación", la escalera central dePalacio Nacional. La condición era un plazo peren-

I torio, que reclamaba algo así como 48 horas diarias.La idea del Gobierno era tenerlo ocupado. Pero Sor­mentti no lo entendió así. Y dispuso que Diego re­chazara el contrato, escupiéndolo en unas declara­ciones.

Se efectuó otra sesión del Comité Central, estavez en la casa de Tina Modotti. Piñó Sandovallo­calizó a Diego y lo llevó. Y Diego censuró a Diegoacremente. Dijo que Diego no había entendido supapel de artista y, en cambio, por vanidad y osten­tación, había aceptado puestos políticos, de los quenada sabía. Como artista, centrándose en su papel,

Page 12: Mural de la memorIa

no debería desaprovechar la oportunidad de pintaraquel mural. Y servirse de él para una propagandaeterna. Tema central: Marx, Lenin, la revoluciónmundial. Y, con voz delgada, burlona concluyó:

-Como miembro del Comité Central y visto loexecrable de la actitud de Diego Rivera, yo, DiegoRivera, voto por la expulsión inmediata de DiegoRivera.

Levantó la mano. Recogió su automática 45,que había estado limpiando con un paliacate rojo,y en términos violentos se ordenó a sí mismo aban­donar aquel san~uario de la Internacional Comu­nista. Se le notaba el deseo de sacar a patadas aloportunista. Y realmente nadie se explica cómo nolo hizo.

Cuando se oyó el zumbar del viejo elevador, quelo conducía hacia cosas tan abominables como serdespués el hostelero de León Trotski, el ComitéCentral quedó perplejo. Y Sormentti, colérico, ex­clamó:

- ¡Porca madona!Ocho horas después, Diego, en persona, levanta­

ba los andamios en la escalera central de Palacio.1929 fue el año más negro para los comunistas

de México. Pero Sormentti traía entre ojos a otros

42

dos. Uno, Mella, estaba, según una frase del mis­mo Mella, "siendo útil hasta después de muerto".Diego era transformado rápidamente en ejemplode asco, material indispensable para fortalecer lasfilas de los fieles. Los otros dos eran Siqueiros y Pi­ñó Sandoval.

Lo curioso es que entre estos dos también se pro­ducía un fenómeno de distanciamiento. Piñó San­doval no podía ignorar los lazos de sangre conGraciela Amador. Esa sangre familiar, mexicana,lo había inducido, sin discernimiento, a correr lasuerte de ellos, donde fuera. Y ahora Siqueiros lle­gaba en compañía de la poetisa Blanca Luz y abo­minaba de su legítima mujer.

Sormentti dio en dar comisiones comunes a am­bos, siempre unidos. Y, acusándolos de desviacio­nes trostkistas, los comisionó para organizar lamanifestación del primero de mayo de 1930. Pre­viamente, ambos fueron expulsados.

La orden fue cumplida. Con un grupo inferior ala cifra de cien, se hizo frente a la policía. Cayeronpresos Siqueiros, Piñó Sandoval, Evelio Vadillo... ,y trece más. Ya presos supieron, por la edición ile­gal de El Machete, que el tumulto del primero demayo era un acto de "provocación" ordenado por"los agentes de la burguesía David Alfara Siquei­ros y su títere Piñó Sandoval".

Siqueiros estuvo preso unos seis meses. Luego li­beró aPiñó Sandoval, quien estuvo en la Peniten­ciaría 8 meses 17 días.

El primero optó por "reivindicarse" cerca delPe. El otro les juró guerra a muerte, como cree ha­bérselas sostenido. Y, según se entiende en su libroAngela Celeste, mediaron circunstancias muy espe­ciales para "encontrar a México" cuando cumplía

. veinte años. Desde entonces es un mexicanista. En1932 se inició en El Universal Ilustrado, luego en larevista Todo, se hizo diarista, entró a Excélsior y,hacia 1939 inició el columnismo en México, revo­lucionando la presentación de las noticias.

Siqueiros abandonó México con Blanca LuzBrum. Estuvieron en Los Angeles, de donde los ex­pulsaron, por vencimiento del permiso de estada.Fueron a Buenos Aires, donde se separaron. Ella,que al conocer a Siqueiros era viuda del poeta Pa·rra y Riego, vino con un hijo que le dejó éste. Hoyestá casada con un personaje político de Chile.Mientras permaneció en México, probando laspersecuciones y penas de Siqueiros, escribió un li­bro llamado Penitenciaría·Niño Perdido.

Después, David casó con Angélica Arenal, nosin antes haber adornado su vida sentimental convarias aventuras. Al estallar la guerra de España sealistó y... , Sormentti lo hizo coronel, o sea corone·lazo.

Diego reingresó al Partido Comunista, en francacomedia de arrepentimiento.

Y ninguno de ellos volvió a aparecerse por la Ca·lle de Sal1 Ildefonso.

Es todo, Dromundo.