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N° 1 . Publicación digital de distribución gratuita Año 2017. Córdoba. Argentina ISSN 2591-5177 Caja de dibujo de Mariquita Quiroga PH: Jorge Ramacciotti

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N° 1 . Publicación digital de distribución gratuita

Año 2017. Córdoba. ArgentinaISSN 2591-5177

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Nodo Verano 2017

En esta oportunidad sumamos y seguimos creciendo, además de la propuesta en sala, lanzamos la revista digital Nodo 940 arte en revista, cerrando así el segundo año de trabajo continuo en Nodo940.Una gestión mancomunada en compañía de muchas personas que apostaron a un proyecto diferente en el circuito privado del arte de Córdoba. Gabriela Barrionue-vo en diciembre del 2015 invita a Vanina Seguí y a Claudio Cassia a formar parte del equipo de gestión y de esta manera la galería se impulsa en la escena creando lazos entre artistas y público.

Agradecemos a los artistas que hacen po-sible nuestras ideas, al público que nos acompaña en cada presentación que au-menta nuestras ganas de seguir, y a los pasantes de la Universidad Provincial de Córdoba que con tanto esmero ayudan a nuestra idea principal de seguir generan-do redes.

Para esta exposición invitamos a tres artistas, Cecilia Luque compartiendo las acciones de Náufragos y sus mensajes; Carolina Britos con grabados, gofrados y su árbol de familia; y Julieta Gulle con la curaduría de Claudio Cassia, realiza una intervención con metales en Lucera. Es-tos artistas a su vez convocan respecti-vamente a Martín Vassallo con xilografías y gofrados, a Adrián Marcucci y Germán Mercol Echeverría con dibujos en técnicas mixtas.

¡Muchas gracias por seguir compartiendo!

EDITORIAL

Vanina SeguiCuradora. Noviembre 2017

sumario

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staff

A propósito del problema de un caballo

por Carlos Lista

nodo 0.7

Trazos por Gabriela Barrionuevo

Cecilia Luque

Proyecto Náufragos

Martín Vassallo

Julieta Gulle

“Óxido” por Claudio Cassia

Germán Mercol Echeverría

“Un fragmento” por Germán

Mercol

Carolina Britos

Adrián Marcucci

nodoLUCERA por Claudio Cassia

Trazos y recorridos por Déborah Gomez

Archetti

Proyecto NODO 940 - primera entrega33

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ISSN 2591-5177

Editora:Nodo 940 - Galerìa de arte- [email protected] +54 9 351 5081128Calle 9 de julio 40 1er y 2do piso CP: 5012

Dirección: Gabriela BarrionuevoCuraduría: Vanina Seguí / Claudio CassiaAsistencia de producción:Julia Cecato / Déborah Gómez ArchettiSilvana Mancho / Antonella RoccettiLautaro Salva

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staff

Bienal de arte de Venecia 2017A propósito del problema de un caballo

Carlos Lista

El envío argentino a la 57ª Bienal de Arte de Venecia de 2017, una instalación de sitio específico de Claudia Fontes (Buenos Aires, 1964), muestra un instante congelado en el que un gran caballo erguido sobre sus patas traseras domina la escena. Una joven para-da frente a él apoya su agigantada mano derecha sobre el hocico, mientras que con la izquierda se tapa los ojos. Con ese gesto parece detener o apaciguar al animal. Ubi-cado más adelante, un muchacho agachado mira (¿examina?) una de las 400 piezas que representan rocas esparcidas sobre el piso o suspendidas en torno a las figuras. La obra es de gran impacto visual, al me-nos, por tres aspectos combinados: el tama-ño del caballo, el color blanco del conjunto (apenas interrumpido por los ojos celestes del animal) y la textura lisa y uniforme de las tres figuras. Los visitantes a la muestra se detienen frente al conjunto; la cabeza cer-cana del caballo es el foco de atención de la mayoría: toman fotos e incontables selfies o posan frente a las figuras. La ubicación de la instalación en un área de mucha circulación, la ausencia de vallas, advertencias, censores y/o personal de sala facilitan el acercamien-to a ella y permiten el contacto físico. “El problema del caballo” –denominación que la artista dio a su creación- es palpable.

La arquitectura de la sala asignada a Argen-tina en el Arsenale condiciona fuertemen-te la composición de la instalación, que en gran parte se encuentra enmarcada por una doble fila de columnas. El espacio, combina-do con la dimensión de la figura del caba-llo, hace que la obra aparezca comprimida, lo cual aumenta la percepción de la escala monumental de la figura animal. La vuelve colosal.

Un dato no menor es la iluminación. El es-pacio, que opera a modo de pasillo, tiene cuatro entradas vidriadas (tres se abren ha-cia el exterior) con siete ventanas de gran tamaño y ausencia de cortinas o alguna otra forma de veladura. En momentos de mucha luminosidad esto hace que las superficies de las figuras se aplanen. Es recomendable visitar “El problema del caballo” cuando la intensidad lumínica de Venecia disminuye y hace posible apreciar los volúmenes gene-rados por las luces y las sombras. Consideración aparte merece la fundamen-tación curatorial de Andrés Duprat, miem-bro del jurado de selección del envío a Ve-necia y actual director del MNBA y la que ofrece la propia artista, la cual ha sido exten-samente reproducida por la prensa especia-lizada nacional. En mi opinión, la obra está sobre-fundamentada y peca de excesos in-terpretativos con tendencia a la intelectuali-zación innecesaria. La ausencia de catálogos en el espacio de exhibición, al menos du-rante las tres oportunidades en que visité la puesta, no es justificable. Embalajes vacíos que generan situaciones incómodas. De no tratarse de la representación de mi país es-tas serían risibles. Visitantes abriendo cajas y mostrando su decepción, como fue mi caso.

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Las fotografías fue-ron tomadas por Carlos Lista durante su visita a la Bienal de Venecia

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El texto curatorial en italiano e inglés poco ayuda (otros países agregan una versión en el idioma propio). Resulta críptico y es difícil vincularlo con la obra y lo que ella estaría re-presentando. Una visitante, manifiestamente molesta por las idas y venidas de su compa-ñera entre el texto curatorial y la instalación, en aparente búsqueda interpretativa, expre-sa imperativamente con marcado acento británico “Es lo que es, detengámonos a mi-rarla”. Otro día, una joven italiana, que dis-cute acaloradamente con sus acompañan-tes sobre el significado de lo que observa, concluye relajadamente “La interpretación es libre, es propia, es nuestra”. Es obvio que ambas tienen razón, “El problema del caba-llo” vale por sí misma, más allá de su nombre y su explicación.

Desde mi punto de vista, el concepto y la fundamentación que da la artista, reprodu-cida por la prensa nacional hasta el cansan-cio y reiterada por el texto curatorial, gene-ran más dudas y perplejidad que claridad y exceden lo que la instalación representa en su materialidad, o mejor dicho, marchan por caminos diferentes. En el observador, la convergencia entre texto y obra impone un desafío, un ejercicio con muchos escollos. Es más placentero y productivo renunciar al esfuerzo intelectual y abandonarse a la ex-periencia estética personal. Como decían las pragmáticas visitantes, la obra es lo que es y la interpretación es libre. Tanto en este caso como en otros.

La estética, la técnica utilizada y el material (resina con polvo de mármol) favorecen las interpretaciones poéticas del trabajo de la artista, más que su asociación con grandes relatos épico-críticos sobre el fundamento de nuestra nación, sobre las consecuencias de la modernidad o la simbología atribuible al edificio que alberga la instalación.

Si bien el desequilibrio entre el tamaño y la potencia del caballo y la joven mujer es ma-nifiesto, me resulta difícil percibir el sentido de paradoja, espanto, tragedia y crisis de los que hablan o escriben el curador, la artista,

y los periodistas. En la escena representa-da, el movimiento se congela y la estética toma o se aproxima a imágenes de un cuen-to ilustrado para adolescentes. Quizás por ello, me pregunto sobre los posibles instan-tes que preceden y suceden a la escena que observo y en el intento de dar sentido a la obra, me interrogo sobre la narrativa de las “hojas” de ese libro que imagino y del cual la instalación parece formar parte. A pesar de sus dimensiones, el trabajo de Fontes me re-sulta más intimista que alegórico, épico-his-tórico o crítico.

La instalación se divide en dos escenas que el observador puede o no relacionar. La es-casa atención que parece despertar la figura del muchacho arrodillado, ubicado en un espacio anterior, en plano bajo ¿se ajusta al significado que la artista ha querido dar a la instalación en su conjunto? Una pared blan-ca acompaña a esta parte, lo cual refuerza su separación de la escena central, en la que el foco de atención está puesto en la rela-ción de la joven y el caballo.

La impronta de la tecnología digital es ma-nifiesta, no hay trazos que revelen la acción física de la artista sobre el material. Sumado a la ausencia de color y de variación de tex-turas esto hace que la obra se aleje del rea-lismo. Me surgen otros interrogantes: ¿qué significa que la única mirada visible sea la de los ojos celestes del caballo?, ¿por qué la jo-ven se cubre los ojos?, ¿qué evita ver?, ¿por qué su mano derecha se agiganta?, ¿de qué manera todo esto se integra al significado del conjunto? Las respuestas quedan libra-das a la sensibilidad y capacidad interpreta-tiva de cada visitante.

Una idea se me impone. El carácter argen-tino de la creación de Fontes aparece en su título y su fundamentación. Es muy ar-gentino comenzar una frase con un proble-ma, como también lo es sobre-abundar en teorizaciones y elucubraciones intelectuales que alejan la interpretación de su referente empírico, en este caso una pieza de arte.

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Deseo compartir siete recomendaciones con quienes tengan oportunidad de ir a la Bienal de Arte de Venecia 2017 (cierra el 26 de noviembre) y ver “El problema del caba-llo”. Primero, no leer antes los comentarios de prensa, ni el texto curatorial (si se desea, hacerlo después para compararlos con la experiencia propia); segundo, acercarse a la obra sin prejuicios (o al menos ponerlos en suspenso); tercero, plantarse frente a ella como lo hace la joven frente al caballo y de-jarse impresionar; cuarto, confiar en la pro-pia sensibilidad y percepción; quinto, permi-tirse vivir una experiencia estética personal; sexto, irse y volver más tarde u otro día, para cotejar nuestras reacciones (no temer el cambio de opinión); séptimo, extender la mano y tocar el caballo, se puede.

Si tiene tiempo suficiente, repetir la expe-riencia en otros espacios de la Bienal, ex-cepto el último punto. Pueden llamarle la atención de mala manera.

Carlos ListaVenecia, 21 de julio de 2017

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Exposición en nodo 940 | 23 de noviembre

nodo 0.7 | verano | 2017

Trazos por Gabriela Barrionuevo

Dibujar es pensar. Esta premisa que se man-tiene a lo largo de nuestra historia humana desde el periodo gravítense o quizás más lejos en el tiempo aun, no pierde su vigencia en la contemporaneidad. En este nodo 07 se entrecruzan los elementos del dibujo y del grabado dando cuenta del trazo, el tex-to, el punto, la línea, la materialidad de las matrices y soportes, el papel, el alambre, pero sobretodo la intencionalidad concreta de “disegnare” y llevar ese “disegno” al plano de obra acabada.

En su Tratado de la Pintura Leonardo Da Vinci dice sobre el dibujo: “al arte del di-bujo se le puede llamar con propiedad, madre de todas las artes y ciencias, y por medio de gratas semejanzas nos hace de alguna manera creer que vemos lo que en realidad no vemos.”

Hoy nos encontramos a una distancia bas-tante considerable del momento en que Leonardo escribiera estas palabras y pode-mos comprobar cómo el dibujo ha mutado y se ha vuelto en sí mismo una entidad pro-pia, ya despegada de la idea de apoyatura a otros campos.

Julieta dibuja con alambre, óxido y hierro, se describe a sí misma en el aire con ele-mentos y objetos encontrados de manera etérea y caprichosa. Germán usa el color y las puntadas de la máquina de coser de su abuelo para dibujar un abrazo, abraza a un hermano, su hermano. Cecilia dibu-ja lazos con el otro (los disegna), planifica una acción que otros terminarán de cons-truir, un intercambio, un dar y recibir cir-cular y permanente que invita a ser parte, a buscarse en los demás.

Martín genera en la estampa una trama boscosa que intenta atraparnos y a la vez in-dica un recorrido, un tumulto de ramas que se diversifican y contienen. Carolina apues-ta desde el grabado a la sutileza del grano fotográfico que no es más que un punto y reordena la composición y deja al volumen del gofrado las otras lecturas que pudieran surgir. Adrián se concentra en los elemen-tos básicos del dibujo desentramando un mundo infinito y complejo en donde la línea reina y se hace cómplice de la imaginación impulsada.

Terminaré citando a Juan José Gómez Mo-lina y a su equipo de trabajo en “Las Leccio-nes de Dibujo”:

“Gran parte de la magia del dibujo, resi-de en su inherente naturaleza subjetiva; pues los trazos proporcionan semejanzas con la experiencia”.

Profesora Gabriela BarrionuevoNoviembre, 2017

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Náufragos por Cecilia Garzón Maceda

¿Cuántas veces estamos a punto de naufra-gar, en pensamientos, en palabras, en acti-tudes, en la vida misma?

¿Qué tenemos o reconocemos tener en co-mún con estos pequeños cuerpos de cor-cho?

¿Será la necesidad de mantenernos a flote, como única posibilidad de seguir el curso de nuestras vidas? ¿A veces con pleno control de ella, y otras tantas necesitados de un empujoncito o de una mano cuidadosa que nos ponga a resguardo? Nos rescate.

Cecilia Garzón Maceda. 2017

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Sobre Cecilia Luque trayectoria

Nace en Córdoba, Argentina, el 18 de Fe-brero de 1966.Grabadora e investigadora en nuevos so-portes.Se formó en la Escuela Superior de Bellas Artes Dr. Figueroa Alcorta. Desde 1991 está a cargo de las cátedras de Grabado I y III de la tecnicatura en dicha institución. Desde el 2004 es Profesor Asistente en la Cátedra de Grabado III. Se desempeñó como Directora Disciplinar Académica del Departamento de Artes Visuales de la facultad de Artes, Uni-versidad Nacional de Córdoba, desde no-viembre del 2014 hasta enero de 2017.Es invitada al workshop 2000 en la Universi-dad Nacional de New York, con la presencia del artista Rimer Cardillo. Ha desarrollado su actividad artística desde 1987 en muestras, salones y eventos nacionales e internacio-nales.

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Proyecto NÁUFRAGOS de Cecilia Luque

La muestra “mares para contemplar” tra-jo muchos mensajes, para muchos….

Haciendo memoria en el tiempo, todo co-mienza en noviembre de 2013,…y todo lo ponían en común…era la leyenda que acom-pañó la propuesta ese año. Poner en común lo que somos, lo que pensamos, lo que sen-timos y porque no lo que esperamos. Dejar una huella para así tejer un lugar común, que varía en sus dimensiones de sentidos, físicas, y espirituales, donde todos somos uno. En este encuentro de multiplicidades se pensó la propuesta. Esta obra la construyó el espectador-actor en el año 2013, dentro de la exposición del colectivo artístico PRO-TEGJER, donde los elementos que estaban en las diferentes salas fueron simples dispa-radores y mediadores para que el especta-dor-actor accione, teja y construya. En sala 6, una plataforma a modo de apacheta, y una fuente con sellos, donde el espectador/actor, fue dejando huellas; multiplicidad de mensajes, señalamientos, que fueron ar-mando y construyendo este tejido de R-una. En el transcurso de los días la obra se fue transformando, mutando, cambiando y combinando en la lectura de los mensajes, (a modo de cadáver exquisito), una impre-sión sobre otra, con otra/s, una huella sobre otra, con otra/s, una impronta sobre otra, con otra/s, en fin…un latir con otros.

En mayo de 2016, esa multiplicidad de hue-llas se unen a través de un hilvanar conti-nuo, en un solo mar: “Mar de muchos”. 36 parcelas de 1,00 x 0,50 ms., donde convi-ven los 3000 mensajes, aproximadamente, impresos sobre papel. Un tejido simple y a la vez complejo, cargado se sentidos, en la pluralidad y la unicidad de los muchos que dejaron una huella en aquella “Apacheta”, R-una, desde el anonimato, en noviembre/diciembre de 2013.

Hoy este mar trae mensajes, de vida, con una mirada renovadora de la vida, esperan-zadora, quizás, sobre esta cultura compleja en su incapacidad de sumar puntos de vista o visiones diferentes para poder comple-mentar y de esta manera construir un tejido sin fisuras, solido y común a todos. En pala-bras de Bourriaud: “El arte es un estado de encuentro”.

“En las dos últimas décadas, el proyecto esté-tico-en vez de una obra de arte- se ha pose-sionado, sin duda, en el centro de la atención del mundo del arte. Cada proyecto estético puede presuponer la formulación de un ob-jetivo específico y de una estrategia diseñada para alcanzarlo, pero en general se desco-noce el criterio que nos permite afirmar si el objetivo del proyecto se ha alcanzado, si se necesitó un tiempo excesivo para alcanzarlo o incluso si el objetivo es por definición inal-canzable. Nuestra atención, por lo tanto, se desliza desde la producción de una obra (en-tre ellas la obra de arte) hacia la vida en el proyecto estético, una vida que no es funda-mentalmente un proceso productivo, que no está diseñada para el desarrollo de un pro-ducto, que no está orientada hacia la pro-ducción de resultados. Bajo estos términos, el arte ya no se entiende como la producción de obras de arte sino como la documenta-ción de una “vida-como-proyecto”, más allá de sus resultados. Esto tiene, claramente, un efecto en el modo en que hoy se define el arte, ya que el arte ya no se manifiesta como un nuevo objeto de contemplación producido por el artista, sino como el heterogéneo mar-co temporal del proyecto estético que es do-

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cumentado como tal”. Boris Groys, “Volverse pú-blico”, Las transformaciones del arte en el ágora con-temporánea, Pág. 76-77

En este sentido como lo expresa Groys, la vida como proyecto y viceversa, la docu-mentación a cerca de la producción que el artista va generando, abriendo al juego en la observación, primeramente sobre esa producción, hasta finalmente concluir en ese encuentro interactivo con el espectador/ac-tor/espectador.

En el transcurso de estos meses, la gente, sin saber mucho para que fuera, sin preguntar demasiado, adhirió y se sumó a la recolec-ción de lo que sería el soporte fundamen-tal de esta nueva propuesta: 1100 corchos. Simplemente sentirse parte de un todo, de colaborar con la propuesta misteriosa de otro…..sumarse. Buscó el encuentro, simple-mente con la colaboración, poco visible de una propuesta. (Esta acción de recolectar, tiene continuidad con la acción de recolec-ción propia del material corcho, actividad manual, técnica dura y laboriosa. El corcho parece ser fruto de la evolución de la espe-cie para la protección contra el fuego, fre-cuente en ese clima de veranos tan secos.)

En estas circunstancias el corcho es el pro-tector de estos mensajes, sus características físicas y naturales garantizan que lleguen hasta la otra orilla.

Sobre el soporte “La naturaleza de los corchos”

El corcho es la corteza del alcornoque (Quercus suber), un tejido vegetal que en botánica se denomina felema y que recubre el tronco del árbol.Propiedades: El corcho posee cualidades únicas e inigualables que ningún ingenio humano ha logrado imitar o mejorar:

En este trabajo, el corcho es el soporte que permite que los mensajes que provienen de algún margen, puedan flotar y atravesar el mar hacia otra/s orilla/s.

El verbo flotar fue tomado del francés flot-ter (ser llevado sobre un liquido, flotar). Se atestigua por primera vez hacia el año 1100. De este radical también se forma la palabra francesa flot (marea ascendente, oleada), que se genera con el influjo del latín fluxus (flujo, oleada).

La poética del corcho

Uno imagina, mientras voy trabajando con cada corcho, a modo de ritual: “…rito, acción estereotipada o espacio institucionaliza-do del comportamiento social. Sin puentes efectivos entre la palabra y la acción, entre la fórmula y el rito, el mundo permanecería estático, y al no renovarse, actualizarse, la cultura estallaría”. Adolfo Colombres, “Mitos ritos y fetiches, pag. 119En ese rito, imagino…pienso…en qué cir-cunstancias fue abierto ese vino, ese cham-pagne, esa bebida: para celebrar algo, para compartir, para disfrutar simplemente de lo que implica tomar alguna bebida alcohólica, con otro, con otros, o en soledad. A su vez, cada corcho es particular, diferente en sus calidades y cualidades físicas y morfológicas.

Ligereza | Elasticidad | Coeficiente de rozamiento elevado | Impermeabili-dad | Gran poder calorífico | Fácilmen-te manejable | Bajo contenido en agua | Aislante térmico

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1-Fase de la investidura/piel

En relación a la intervención manual sobre cada corcho, hay una capa que lo recubre: papel de revista de medicina de los años 1943, aproximadamente; los mismos que se usaron como soportes en los “Mares para contemplar”. Pegado, numerado, barniza-do con barniz marino mate, para reforzar su sentido de protección y permanencia en el tiempo, y resistir al agua. En la parte su-perior incrustado un mosquetón, elemento usado en el deporte de la pesca, y que el mismo permitirá ser colgado en la “Platafor-ma Calesita”. Finalmente lo envuelve un hilo encerado que además sostiene el mensaje, texto escrito sobre papel transparente, el mismo que también se usó en la propuesta de “Mares para contemplar”.

En otras circunstancias, más dolorosas, ese modo de clasificación fue usado para los archivos de aquellas personas que estaban privadas de su libertad; podríamos hacer re-ferencia en este sentido a la artista chilena Voluspa Jarpa, como así también la artista argentina Cristina Piffer.

Voluspa Jarpa, “En nuestra pequeña región de por acá”, es una muestra site-specific: el espacio expositivo del museo ha configurado la forma misma de las obras presentadas. En primera instancia, la muestra propone una revisión de los archivos desclasificados de la CIA en catorce países latinoamericanos. Los documentos, dedicados al registro de infor-mación de inteligencia y de operaciones po-líticas a largo plazo, son presentados en

una gran instalación que permite apreciar su volumen y características principales. Mu-chos de ellos presentan tachaduras y censu-ras y, a causa de esas marcas gráficas, ya no pueden ser considerados meramente como textos para ser leídos sino que adquieren el estatus de imágenes que pueden ser obser-vadas. La instalación juega en ese espacio difuso entre el texto y la imagen.

Cristina Piffer propone reflexionar acerca de las tensiones que existen entre el discur-so oficial y las voces silenciadas de los prota-gonistas de distintos episodios de la historia argentina del siglo XIX: los enfrentamientos entre unitarios y federales, la organización y constitución del Estado Nacional y los pro-cesos de concentración de la propiedad de las tierras productivas, tras el genocidio in-dígena durante la Conquista del Desierto. Al mismo tiempo, Piffer cuestiona el sentido que la historia oficial le ha dado a categorías como Identidad, Patria y Nación.

2-Fase de la numeración/huella/ identidad

En este caso la numeración refiere u otorga identidad sobre un mensaje que porta vida, numeración en acromático negro, dando solamente un sentido individual y propio a través solo de un número, pero que el mis-mo es único e irrepetible; que van del 0 al 1100(número aproximado que refiere al año que comenzó a utilizarse el verbo flotar). Esto reforzado naturalmente a través de la impronta e historia propia del soporte corcho, que conlleva natural y circunstan-cialmente, cualidades y calidades también únicas e irrepetibles. Cada 220 corchos, aparecerá como si fuera una boya, -la boya es en otro color (anaran-jado)-*, que va indicando la dirección de un camino, especie de identificación que nos acompaña en esta travesía de objeto/cor-chos que van de una orilla a otra. *Una boya es una baliza flotante situada en un río o en el mar y generalmente anclada al fondo, a modo de emergencia, en cuyo caso cumplen la misma fun-ción que la bandera alfa, aunque el código de señales marítimas no la reconoce.

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Colaboraron con este soporte “corcho”

Alejandra Romanutti Analia Giaroli

Cecilia Arguello Cecilia Garzón Maceda

Cecilia IrazustaClara Cacciavillani

Familia Luque SalasJulia GiménezLaura AzzariniLiliana Aguirre

Magdalena ButelerMarcela Petra

María de los Ángeles Jaimes RondineMartin Vassallo

Micaella TrocelloSilvana Martínez

Stela Maris MartínezValentina Caro

Simbología delos corchos

• Tapón cilíndrico de este tejido que se usa para cerrar botellas.

• “sacar el corcho a la botella”

En la parte inferior de los corchos de cava se encuentra grabado un símbolo:

Estrella de cuatro puntas. Nos indica que es un cava elaborado por el método champagnoise. Esto es, que se ha realiza-do el cava como se realiza en la región de champagne. El CO2 se logra por la propia fermentación y se caracteriza por una bur-buja más pequeña que en el resto de vinos espumosos.

Rectángulo de 7mm x 2mm. Significa que la fermentación del cava se ha realizado en botella. Nos indica que la segunda fermen-tación se ha realizado en botella durante un período de reposo de 2 meses y no ha pasa-do por el proceso de degüelle y extracción de impurezas, sino que simplemente se ha cambiado de botella.

Triángulo equilátero de 7mm de lado. Quiere decir que es un vino espumoso con una calidad media y al cual se le ha añadido de una forma artificial gas carbónico.

Circunferencia de 5mm de diámetro. Ello significa que la bebida se ha realizado por el método Granvás (También denomina-do Charmat). El método Granvás o Charmat es el proceso de fermentación del cava en grandes tanques para su posterior embote-llamiento y comercialización.

3 – Fase impresión/icono/sopor-te-corcho

El símbolo para estos corchos refiere al ico-no de mensaje.

Según la clasificacion que hace Roland Bar-thes sobre los signos, enumera tres clases de signos: los signos icónicos, los signos motivados y los signos arbitrarios. Este sig-no de mensaje estaria dentro de los “signos icónicos”. En principio funcionan según un principio de semejanza. Estos tienen cuatro caracteristicas: ser naturales, convenciona-les, analógicos y de estructura digital.

Tipos / texturasdel soporte corcho

De origen natural.De origen sintético.Gracias al avance en la industria de los po-límetros y sus métodos de transformación en el último cuarto del siglo pasado ha per-mitido diseñar un tapón sintético que reúna todos los requisitos tecnológicos que el ta-pado de vinos tiene.

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Sobre los textosde los mensajes

4-Fase mensajes / mochila

Son textos escritos sobre papel transparen-te, en una máquina de escribir marca OLI-VETTI Studio 44. Estos pertenecen a distin-tos autores y libros:

• …”y todo lo ponían en común”.(Hechos de los Apóstoles 2, 42-47)

• …Soy, las ganas de vivir, las ganas de cruzar, las ganas de conocer lo que hay después del mar”. (Calle 13)

• …”Pero también me encantan las grandes co-rrientes. Las bocas abiertas de los ríos cuando se unen al mar. Los lugares donde el agua se une a otras aguas”. (Raymond Calver)

• …”Cuando bebas agua recuerda la fuente”. (Pro-verbio Chino)

• Este mar nos propone una medida de salvataje, y esa es: “todos juntos”. (Cecilia Garzón Maceda)

• “en la otra orilla alguien me espera con un du-razno y un país” (Mario Benedetti)

• “El arte es una respuesta a la vida”. (Antonio Ber-ni)

• “Si se ama inmediatamente se admira, se teme, se custodia.” (Gastón Bachelard)

• “El amor no es un sentimiento…es una acción.”• “El agua nos lleva, nos acuna, nos adormece. El

agua nos devuelve a nuestra madre”. (Gastón Bachelard)

• ...pero de pronto ahí está, delante de ti, rebosan-te de color y vida, esperándote… ShuanTan

• “…y voy flotando por el rio, descansando en la corriente”. Gustavo Cerati

• “…aunque a simple vista uno no vea lo que su-cede en su interior, hay semillas que germinan, que se abren, que crecen, que serán parte de nosotros.” Laura Esquivel

• “El individuo no es la suma de sus impresiones generales, es la suma de sus impresiones singu-lares.” (Gastón Bachelard)

• “La vida debe flotar como un sueño.” (Gastón Ba-chelard)

• “No apliques a la verdad solo el ojo, sino todo eso sin reservas que eres tú mismo.” (Paul Clau-del)

• “Todo lo que el corazón desea puede reducirse a la figura del agua.” (Paul Claudel)

• “Más se que nada de lo que vivimos tiene senti-do, si no tocamos el corazón de las personas...” Cora Coralina

Instalaciónespacio / tiempo

La propuesta será instalada sobre la Plata-forma que se utilizó para el proyecto PRO-TEGJER, noviembre de 2013.

Esta “Apacheta” será reutilizada, y resigni-ficada en su función, antes como platafor-ma para que el espectador-actor-especta-dor dejara un mensaje, una huella. Ahora a modo de calesita, el espectador-actor se lleva una “sortija”, un mensaje y deja otro sobre otro soporte papel transparente. El espacio donde se desarrolla y despliega la obra, es un espacio de interacción, un espa-cio de apertura al diálogo.

Según Boris Groys: “…el espacio de la expo-sición se concibe como un lugar vacío, neu-tral y público, una propiedad simbólica del público. La única función de tal espacio es hacer que los objetos que están ubicados en él, sean fácilmente accesibles a la mirada del visitante.” Boris Groys, “Volverse público”. Pag.51

Sortijamensaje / corcho

La “sortija” en las calesitas, era el elemen-to que, mientras giraba ésta, el calesitero sorteaba hasta que algún pasajero sustraía intempestivamente la sortija, lo que garan-tizaba la posibilidad de una vuelta gratis; y son un invento argentino como la milonga y el dulce de leche. La sortija es un instru-mento metálico insertado en una pieza de madera con forma de calabaza.

Esta pieza se introdujo en la calesita en los años 30, época en la solía encontrarse a ca-lesiteros nómades, que armaban sus calesi-tas en cualquier potrero, donde permane-cían un tiempo y luego se mudaban a otro sitio.

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Algunas sortijas en la historia

Este artefacto es semejante en sus formas y en su función, principalmente, al corcho en esta instalación. Si bien no garantiza una vuelta gratis en calesita, si sugiere y propone gratuitamente una mirada renovadora so-bre de vida…”La forma de una obra de arte se extiende más allá de su forma material: es una amalgama, un principio aglutinante di-námico. Una obra de arte es un punto sobre una línea”. Nicolas Bourriaud, “Estética relacional”, pag. 21

“Ningún chico se iba de “la calesita de Don

Luis” sin haber pescado esa sortija que de

ratos parecía esquiva, pero siempre caía al

final en unas anhelantes manos pequeñas,

como un trofeo mayor, un tributo generoso

al piberío que lo adoraba”.

Espectadordepositor de un nuevo mensaje

5-Fase transacción

El espectador/actor se llevará una de los corchos/mensaje, a cambio de otro mensaje que deberá escribir sobre otro papel trans-parente, usando lápiz grafito. Esta acción se hará sobre un tableau empotrado en una de las paredes del espacio. A posteriori este papel se ubicará en el mismo lugar donde estaba el corcho, remplazándolo.

Esta plataforma empotrada en una de las paredes del espacio, en una de sus caras habrá 13 colgantes con 80 papeles/men-saje (cada uno) aproximadamente, donde el espectador/actor/mensajero, dejará otro mensaje usando lápiz grafito, 4B.

Este cruce, esta trans-acción, este intercam-bio de un mensaje por otro, pone en eviden-cia la necesidad de que el otro nos devuelva algo, a su manera. “La obra busca captar mi mirada como la del recién nacido busca la de su madre: Tzvetan Todorov explicó, en la vida en común, que la esencia de lo social necesita del reconocimiento, mucho más que de la competencia y la violencia.” Nicolas Bourriaud, “Estética relacional”, pag. 25, según Tzve-tan Todorov, “La vie commune”

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“Escribo esta carta en nombre de todos los miem-

bros del grupo de Facebook “Yo fui a la calesita de

don Luis” a modo de un homenaje muy sentido. El

viernes 28 de junio nos dejó un ser de luz, único y

maravilloso que marcó la infancia de varias gene-

raciones del barrio de Villa Luro, Liniers y sus alre-

dedores. La noticia provocó en todos nosotros una

gran tristeza y trajo a nuestra memoria los mejores

recuerdos; el muro del grupo se llenó de mensajes,

anécdotas y fotos en la calesita de Don Luis que

todos guardábamos como un tesoro.

La gente del barrio, de manera espontánea, se acer-

có a la esquina de Ramón Falcón y Miralla para

colmar de flores y cartas las rejas de la calesita y

así demostrar el amor que todos sentíamos por él.

Don Luis dedicó toda la vida a su oficio”

Grupo de facebook: yo fui a la calesita de Don

Luis”

La fachada que envuelve la calesita, fue completándose posteriormente a su falle-cimiento, por otros mensajes que la gente fue, en el transcurso de días, meses, dejando a modo de ofrenda, devolviendo de alguna manera el reconocimiento a esas “cosas” de Don Luis.Cosas…esa inmaterialidad que redefine en un proceso y transformación constante so-bre la materialidad de los objetos: pueden ser las circunstancias, el tiempo, el clima, la afectividad, etc., según el filósofo Timothy Ingold.

También podríamos hacer referencia a esta obra que estuvo desde el 18 al 25 de julio de este año en el museo Malba: “Pieza para atrapar deseos”, árboles cargados de men-sajes, plagados de huellas irresistibles a ser manipuladas y leídas por los espectadores. - Las instrucciones de Yoko Ono son muy distintas a la que los chicos reciben de forma cotidiana en sus casas, escuelas y hasta en espacios de recreación. Pieza para atrapar deseos propone recrearlas a partir de accio-nes concretas, que serán el punto de parti-da para descubrir los objetos y rituales que caracterizan la obra de Yoko. La muestra se podrá recorrer con la ayuda de un mapa a fin de registrar las ideas, pensamientos y sensaciones que generan sus propuestas. -

Los pequeños textos atados, el omikuji: ti-ras de papel que contienen escritos de ma-nera aleatoria la fortuna y que se distribuyen en los santuarios sintoístas y templos budis-tas en Japón.

Nuevo mensajeespectador / actor

El espectador, en caso de retirar un corcho/mensaje, deberá dejar otro mensaje sobre un papel transparente. En este caso, el pa-pel lleva impresión del mismo icono pero de forma invertida, antes en sentido negativo, ahora en sentido positivo. La huella impresa es en acromático blanco, en línea y siguien-do el concepto de transparencia, en el con-junto, en lo colectivo instalado, una vez que finalice la exposición.

“…La exposición es un lugar privilegiado don-de se instalan estas colectividades instan-táneas, regidas por diferentes principios: el grado de participación exigido al espectador por el artista, la naturaleza de la obra, los modelos de lo social propuestos o represen-tados…..El arte es un estado de encuentro.” Nicolas Bourriaud, “Estética relacional”, pag.17

Cecilia Luque – Septiembre de 2016

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Bibliografía

BARTHES Roland, “Los elementos de semiologia”, Editions du Suil - 1964BOURRIAUD Nícolas, “Estética relacional”, Edit. Adriana Hidalgo - 2008COLOMBRES Adolfo , “Mitos ritos y fetiches”, Ediciones Del Sol - 1991GROYS Boris, “Volverse público”, Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea. Edit. Caja Negra - 2014INGOLD Timothy, Neo-materialismo””, Conferencia: Prof. Diana Angoso – Neo-materialismo y ecología de los materiales en Timothy Ingold.Revista LA NACION, articulo Eduardo Constantin, “Un proyecto crece cuando es de todos”, Septiembre de 2016

Páginas web:https://es.wikipedia.org/wiki/Corchohttps://es.wikipedia.org/wiki/OmikujiGrupo de facebook: “yo fui a la calesita de Don Luis” www.quintadelalba.com/blog/consejos/simbologia-de-los-corchos-del-cava.html

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En el bosque: Obra por Martín Vassallo

El trabajo presentado es una derivación de un proceso que empezó comenzó con di-bujos a lápiz; la mezcla de figuras humanas con la hibridación de vegetación, plantas y árboles.

Los cuales se humanizaron progresivamen-te. Entre ellos puedo nombrar un retrato de un familiar. El cual represente con la postura y su vestimenta, pero su cabeza es transfor-mada en un árbol grande y frondoso. Ha-ciendo icono de lo hereditario, aquello que la naturaleza, la genética transfiere a las ge-neraciones. Desde el aspecto humano es el pasado que este árbol proyecta sobre cada uno de sus brotes, como una sombra.El trabajo evoluciono en simbolizar esta hu-manización de lo humano/vegetal en la ale-goría de la “madre naturaleza”, xilografía. Esta visión de una mujer, donde su cabeza esta coronada por una copa de árbol, ro-deada por ramas; donde su cuerpo se pre-senta solido erguida, como un tronco toté-mico, negro. Sin brazos pero aun así tiene ramas y aunque uno no lo vea raíces.

Esta figura se multiplica una y otra vez trans-formando su ambiente en un bosque ro-deado por otros pares.Cuando salimos al mundo, nos alejamos de nuestro nido materno, nos adentramos a nuevas experiencias y relaciones.Generando tramas, ramificaciones de cone-xiones y emociones. Dichas crecerán o no según sea nutridas.

Los personajes se corren para dar lugar a la simpleza de la línea/s-forma/s orgánicas. Los espacios- silencio blancos con los ne-gros. Estos espacios se superponen, se amplían y mezclan, cruzándose en el ojo del que lo percibe, vive.Adentrarse en el bosque, deambular, cons-truir un camino por donde el sendero no está marcado, se encuentra rodeado de otros árboles que se mezclan generando un nuevo paisaje. Donde la luz del sol pene-tra entre las hojas troncos, donde las som-bras se unen creando formas en donde las criaturas y seres se mimetizan.

Los cuentos toman al bosque como el lugar de lo salvaje y desconocido. Son un lugar de horrores y pesadillas; pero que el pro-tagonista debe penetrar, deambular por él, escapando y/o siendo buscado.

Martín Antonio Vassallo, 2017

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Sobre Martín Vassallotrayectoria

Nací el 6 de noviembre de 1985. Desde que tengo uso de razón el dibujo es la primera acción artística que realizo desde mi ciudad natal, San Francisco, hasta mi arribo a Cór-doba; en la Universidad conocí y me apa-sione por la gráfica, su producción y multi-plicidad. Egresando, 2010, como Licenciado y Profe-sor en Bellas artes con orientación en Gra-bado.Participe en las cátedras de Grabado IV, UNC, a cargo de Oscar Gubiani; como en

la Cátedra de Grabado III en la Escuela Fi-gueroa Alcorta, a cargo de Cecilia Luque. Ampliando mi experiencia en la enseñanza del grabado y las posibilidades infinitas de una matriz.Hoy me desempeño en la docencia, en nivel medio, trasmitiendo mi pasión por el arte así como la búsqueda de uno mismo en las propias manos de la creación.En el ámbito artístico si bien he participado de ferias y muestras grupales; hay todo un bosque por recorrer…

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En el bosque: Poética por Martín Vassallo

La vida se presenta inhóspita, desconocida e inesperada.

Caminamos en un rumbo, fijo o no, hacia situaciones y lugares desconocidos.

Soy uno más.

Una semilla que fue fruto.

Que rodo de sus padres.

Se hundió en tierra.

En el camino de la vida muchos relaciones se entrelazan crecen, reverdecen y secan.

La familia es un gran árbol que empieza con nuestros ancestros, donde “los hijos de

los hijos heredaran la tierra”.

Lentamente construimos lazos ramificacio-nes que conectan con otros ramas raíces.

Adentrarse, penetrar. Caminar entre ramas y hojas.

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Óxido Instalación de objetos encontrados y escultu-ras en hierro. Medidas variables. 2014 - 2017

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Sobre el tiempo... por Julieta Gulle

Lo maravilloso de trabajar con el hierro fue lo alquímico con que me encontré. Eso tan duro puede doblarse, eso tan frío puede quemarte.

El color del hierro caliente, ese rojo peligro-so y tan débil que sólo en un instante deja acontecer la unión, la forma, la magia. Esa chispa divertida al cortar, como una fiesta ruidosa, de un particular olor, adictivo. La alquimia que también transcurre sola en el proceso inevitable de la oxidación, de lo corroído.

Ese mismísimo color del tiempo.... el óxido.

Acumulando extrañezas de lo más patológi-co de un ciruja.

Mi tiempo transcurre en intentar hacer cuer-po con todo esto. Con lo que no deja de co-rroer, en el sentido más pleno de la palabra, no deja de inquietar.

Julieta Gulle, 2017

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Julieta Gulle “Óxido” por Claudio Cassia

Óxido es una instalación de sitio especifi-co, donde la artista Julieta Gulle nos invita a transitar un paisaje de acumulación en que el “objeto” y su proceso natural de desgaste son la matriz y configuración de un pensa-miento acerca del todo. Óxido nos adentra no sólo en los modos de gestar lo temporal sino también en los movimientos a través de los cuales poder des-ocultarlo. Oxido es vida y muerte, es re-surrección, duda y alquimia. Julieta es oxido y oxido es en Julieta. Todo se aglomera y se acumula, todo dialoga en una interrumpi-da danza de disgregación donde el tiempo marca el tiempo. Por otro lado, una serie de trazos van con-formando una caligrafía singular; líneas que se van torciendo y plegando sobre sí mis-mas en una escritura que solo conserva lo gráfico y lo estilístico. Son tanto fragmen-tos que no alcanzan a representar palabras como palabras que representan fragmentos.

. Signos que arman una escena, construyen un objeto que apenas podemos vislumbrar al mismo tiempo que invaden el espacio de un modo fecundo donde los persona-jes están inmersos. Lo especular del objeto que fue útil y su centralidad imaginaria son atravesados por la caligrafía como un regis-tro del pensamiento del artista que lo ubi-ca en un tiempo y en un espacio. El gesto que la hace visible se consuma en el mis-mo acto que la produce. No hay un antes o un después, solo quedan sus indicios en una voluntad de forma que permanece en el límite de lo reconocible, lo que alguna vez fue una bicicleta, un resorte, una puerta o un fragmento de hierro de algo útil hoy son oxido, solo una masa, ¿es solo una masa? o es respuesta. Julieta pregunta, duda, teme, confía, aprende, acumula y despoja. Julieta es humana.

Claudio Cassiacurador nodoLUCERA, 2017

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Sobre la obra de Germánpor Julieta Gulle

Por que es un hermano que habla de un hermano. De manera casi reparadora.

Uniendo pedazos.Armando, rearmando piezas.

Cuerpo.Fragmentos de historia.

Maquinaria que cose, que une.Perfora, reconstruye.

Da cuerpo al cuerpo herido.Da color, da forma a una muerte

increíblemente viva.Protege con transparencias

sin cubrir una ausencia Presente.

Acá estamos!

Julieta Gulle, 2017

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Sobre Germán Mercol Echeverría | trayectoria

Artista plástico, por opción naturalizado ar-tista de plástico, nacido en Córdoba criado en Córdoba vivido en Córdoba estudiado por cordobeses y en instituciones cordobe-sas, recibido de Técnico Superior en Artes Visuales, en la Escuela Superior de Artes Visuales Dr. José Figueroa Alcorta, criado en las calles y formado por los avatares de la economía nacional, no olvido el 2001 ni perdono a los asesinos, comprometido he militado en el P.T.S. y me he perdido tam-bién de ahí, pero sigo siendo. De lo cual no reniego y estoy convencido no hay solución a los problemas de la humanidad si no des-aparece el capitalismo.

También he perdido a un padre cuando era muy chico , y a un hermano asesinado cuando ya era grande , he perdido muchas bese y muchas cosas , la inocencia , la niñez , la adolescencia ,pero nunca perdí las ga-nas de jugar y ser feliz el arte es un juego y es felicidad y liberación ,de las perdidas es muy difícil volver….pero solo el amor salva y enamorado de una gran mujer y compañe-ra amiga , amante madre Marcela .yo padre por decisión de un hermoso hijo llamado Benjamin Arian Mercol Puddu , un día nos fuimos lejos … tan lejos que estamos mas cerca de nosotros mismos que de los demás , en Salsipuedes hacemos nuestra vida y de-venimos en gente del monte , amamos la naturaleza y honramos la pachamama.

Un fragmentopor Germán Mercol Echeve-rría

Un fragmento, una porción, una parte, si existe una parte inevitablemente existe lo otro, la parte es inexistente sin lo otro, la nada existe porque existe lo otro lo todo, ¿cómo hacer un sustento de la nada to-do-nada? Si no existiera lo “algo” no existiría

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compromiso , una fragmento de suerte, un fragmento de ideales , un fragmento de ali-mentos , un fragmento de producto bruto interno, un fragmento de estadísticas, un fragmento de colectivo, un fragmento de familia, un fragmento de estudio, un frag-mento de órganos, un fragmento de música , un fragmento de imágenes , un fragmento de miradas , un fragmento de recuerdos, un fragmento de disgustos , un fragmento de muerte . Nada escapa a la fragmentación a la división, la corporisacion de partes y de retratos de uno mismo. Nada escapa… todo se divide todo se atomiza, la propia imagen es la fragmenta-ción de lo otro del recuerdo de lo que nos devuelve lo otro, como imaginarse un es-pejo que devuelva a uno una imagen com-pleta de uno mismo y no una segmentación de partes-fragmentos-fracciones de uno mismo, como mirarse atrás y adelante al mismo tiempo, como imaginarse la vida sin uno mismo, imposible, ¿te imaginas la vida sin vos? ¿Se imagina la vida sin usted? Yo sí. Una llave un fragmento de una cerra-dura, la necesidad del fragmento-la parte-el todo y la nada, la llave sola es decorativa la cerradura sola está cerrada. Usted solo es decorativo, pensar el fragmento de un frag-mento de un fragmento de una fragmen-to, un ADN, molecular y así y todo una sola molécula es decorativa. ¿El dolor es un fragmento de lo feliz? o ¿solo el recuerdo lo convierte en saudades? El recuerdo es una construcción, uno solo recuerda algunas cosas ya que el subcons-ciente elimina todo lo que no necesita, los hechos mecánicos desaparecen automá-ticamente del recuerdo, trate de acordar-se de todas la veces que realizo el camino para llegar a este lugar? Estoy seguro que su recuerdo es una sola imagen, trate de acordarse de todas la veces que se subió al colectivo, al auto o a su bicicleta, y seguro no recuerda las caras de su alrededor, todo lo mecánico en el recuerdo es un fragmento de espacio desaparecido de tiempo muerto de nada misma.

Germán Mercol Echeverría

la nada, ni la parte ni el fragmento, siempre es necesaria la existencia de LO ALGO para nombrar, la palabra existe en su porción en su fragmento porque existe lo nombrado, lo que le da forma o apariencia. El ser es diciendo y para el materialismo haciendo, El fragmento-todo por oposición lo entero lo completo-nada, una porción de tiempo, un cenicero lleno, un recorte de un diario, un recorte de un libro de Cesar Bruto, (nada más bruto que recortar un libro de Bruto), ¿cómo relatar algo? ¿que solo es una parte sin dejar afuera la nada? La parte compone al todo y el todo necesariamente necesita de la parte; como pararse al frente del mar y cargar un frasquito de arena, o meterse en el bolsillo un cenicero lleno después de haber esperado, eso sería un fragmento de tiempo, o recortar un obituario de un diario, un fragmento de vida, una foto un fragmen-to de recuerdo ¿cómo recortar la parte? En medicina se separa la parte enferma (u el trasplante) eso es una HABLACION cuando se corta algo ya no vivo o vivo pero enfermo o sano y deja de ser parte, en psicología, el objeto perdido es el objeto A, el trauma por perder una mano y que la mano pique y que el sujeto se rasque… el trauma del fragmen-to perdido, la madre, el padre, un diente, el apéndice, la niñez, la eterna adolescencia.

Un espacio de tiempo recorrido es un frag-mento de vida, una vida en su inicio es un todo, un hijo es un todo siempre, por más cercano que este a su cero, un año es un fragmento al igual que ¼ kilo de criollos en la panadería, una cuadra es un fragmento de un camino recorrido, el filo de una mi-rada es un fragmento del rabillo de un ojo, un beso es un fragmento de una comisura de los labios, un orgasmo es un fragmento de la muerte. Un sujeto es un fragmento : un fragmento de vida, un fragmento de afecto , un frag-mento de tiempo , un fragmento de amor , un fragmento de sueños, un fragmento de historia, un fragmento de dinero , un frag-mento de ovarios y testículos , un fragmentode sexo , un fragmento de corrección, un fragmento de sociedad , un fragmento de

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Cartas al cielopor Carolina Britos

En este proyecto lo que me planteo es re-crear un álbum familiar, contar mi historia aunque solo tomo el periodo en que viví en mi casa paterna, mi niñez y la adolescencia.

Este trabajo es un intento de lucha contra el olvido, contra la muerte, busco activar mi memoria y al mismo tiempo reactivar la me-moria del que lo observa.

Intento romper con la idea de que cada fa-milia es un mundo, romper esa intimidad y volverlo una idea colectiva, que los que la observen busquen también sus propias his-torias familiares, en ese instante de contem-plación volverlo suyo y que surjan nuevos relatos.

Que es lo que no se dice, que es lo que se oculta, volvamos visible nuestra memoria, descifremos lo que no está, descifremos la ausencia.

Carolina Britos noviembre 2017

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Sobre Ana Carolina Britos trayectoria

Ana Carolina nace en Córdoba en 1970. Cursó sus estudios de plástica en la Univer-sidad Nacional de Córdoba donde obtiene el título de Licenciada en Grabado.

Durante 2003 y 2010 se desempeña como docente titular en cátedra de Historia del Arte e Historia del pensamiento en la Escue-la de Música “La Colmena”.

En el año 2001 cursó estudio de lenguajes contemporánemos en el Centro de la Ima-gen en la ciudad de México DF, con la artis-ta Penélope Umbrico de la School of Visual Arts de Nueva York y de imaginería del color con el fotógrafo norteamericano Jeff Jacob-son de Magnum Photo.

Durante los años siguientes ha realizado cursos de perfeccionamiento con destaca-dos grabadores de la ciudad de Córdoba.Su interés por el desarrollo plástico y la in-terdisciplina la llevó a desarrollar el diseño y la puesta escenográfica y producciones fo-tograficas para ciclos de música.

Sus trabajos han sido expuestos en muestras individuales y colectivas de en la Galeria de Arte Contemporáneo y Experimental del a UNC, XXII Salón Nacional de Pequeño For-mato en el Museo de Bellas Artes de Tandil 2015 y el II Encuentro de Pintores Museo al Cielo Abierto de Mendiolaza.

En el 2016 es seleccionada para la FA 2016 Córdoba. Exponiendo sus obras en el Mu-seo Histórico y Cultural de Villa Allende y este mismo año participa de la Manifesta-ción Publica Colectiva: “Una mirada de mu-jer sobre la mujer “que tuvo lugar en Paseo Buen Pastor y la Legislatura de Córdoba, en-tre otros.

Actualmente vive y tiene su taller en Valle del Sol. Su principal interés es el grabado en collagraph, bajo la consigna de grabajo no-tóxico a la vez que investiga en torno a nuevos sistemas e innovación en sistemas de impresión.

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Sobre Adrián Marcucci trayectoria

Nace en Buenos Aires en los revoluciona-dos 70, en los 80 estudia en el politécnico de oficios ECEA, en los 90 estudia arquitectura en Córdoba en la UNC en paralelo tomo ta-lleres con Adrián Ferrero, Martin Kovenski, Eduardo Medicci, Ana Roldan y Marcela Ar-garañas en escultura y cerámica.

Exposiciones:Desde 1992 que hizo su primera muestra en el salón Rizzuto de villa Carlos Paz, lugar en el cual realiza una muestra todos los años desde esa fecha. Otras:

Municipalidad de Villa Carlos paz Municipalidad de Villa dolores Municipalidad de Villa Dolores Comuna de Cabalango Municipalidad de villa Allende Sala de Convenciones de Villa Carlos Paz Avance Encuentros de los poetes de tramas

Desde hace 5 años trabaja en su taller ex-perimental con alumnos y colegas donde gesta su obra.

Participa y genera distintos programas de radio, el primero en ciclos de unos 20 mi-nutos en Radio Ciber en Villa Carlos Paz hablando de arquitectura y arte, formado parte en el 2016 en el programa arq etéreo en la misma ciudad y hoy armando lo que se va a llamar Cultura a Martillazos su tercer programa de arte arquitectura y filosofía en la misma ciudad.

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Baja una y sube la otra.Momento de montaje en donde los artistas Teresa Maluf y Javier Bellomo Coria se encuentran en el intercambio de instalacionesen la lucera.

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Reseña sobre un espacio siempre a intervenir

nodoLUCERA | por Claudio Cassia

Nodo940 cuenta con un sitio específico para la instalación de obras volumétricas. La Lu-cera es un espacio que se encuentra ubica-do en el centro de la galería Nuevo Pasaje Muñoz, y al igual que el resto del edificio forma parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad de córdoba. Desde sus inicios la galería comercial se comprometió fuerte-mente con el escenario del arte y la cultura de nuestra provincia, agraciando así a dife-rentes proyectos expositivos; como la gale-ría de arte Selene, con la colaboración del artista plástico Enrique Mónaco o la Galería de Arte María José Granillo entre otras.

Pero no fue sino hasta el año 2004, cuando se decide realizar una gran renovación es-tético-estructural a cargo del Arq. Guillermo Centeno. “La Lucera” tomo un papel prota-gónico aun mas espacial. La iluminación y decoración de góndolas y la reubicación del espacio de cafetería en formato de atolón; le aportaron a esta un carácter visual predo-minante, y configuro el espacio para que en

el año 2012 Rojo productora de arte, bajo la Dirección de Natalia Mónaco y la cura-duría de Marcela López Sastre, incluyan a “La Lucera “como otra opción dentro de sus espacios expositivos, proyecto que requeri-ría de un fuerte compromiso curatorial y un osado labor de montaje. Es así como el es-pacio se erige, muta y se acondiciona para dar lugar a diversas instalaciones artísticas, albergando obras como las de Lorena Arce, Sara Goldman, Sofía torres Kosiba, Julia Ro-mano entre otras. http://www.rojoproducto-radearte.com/.

Hoy la lucera sigue formando parte activa del circuito local del arte, transformándose en un nodo, Nodo- lucera se interrelaciona y conforma un sistema interconectado, que busca generar nuevos contextos diversos y dinámicos, mientras que empalma a su vez con otros lenguajes y modos de comunica-ción, así también como con otros espacios físicos o abstractos.

Claudio Cassia, abril 2016

El curador del nodoLUCERA, Claudio Cassia junto a la artis-ta Julieta Gulle, trabajan en el montaje de la obra “Óxido”

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“Nodo940”…Las preguntas que flotan en el aire podrían resumirse en ¿Qué conden-san esas palabras escritas en un nombre? ¿Qué se encuentra al subir por las escaleras? A lo que me responderé qué, si uno busca encontrar algo hay una demanda, hay un deseo en movimiento, probablemente haya un lugar de encuentro.

Compleja la tarea de escribir, ¿Cómo con-densar en pocas líneas, un año de este reco-rrido? miles de momentos vividos, instantes, el instante, como el accidente baconiano qué, como un rizoma, abre múltiples líneas de sentido.

Si hablamos de descubrimiento, particular-mente puedo decir que me encontré con varios decires en circulación, el de Gaby, Vani, Claudio, el de los otros pasantes, los artistas, coleccionistas, el público y demás. Diferentes rostros, voces, gestos, modos. Di-versos enigmas.

¿Qué es lo que pasa ese que pasa? Transi-tar por un espacio, por un segmento, por las bambalinas, por la galería. Encontrar-me entre, rodeada, inundada, sumergida en el arte.

Desde mi óptica, el lugar de asistente de producción esta imbuido de múltiples fun-ciones, una se aventura a la intemperie de la no certeza y las va descubriendo día a día, en el hacer, en el recorrido. La ritualización de algunas prácticas cotidianas, que dan cuenta de la aprehensión de un espacio, de una noción de grupalidad, el entramado que se gesta en cada montaje, en la prepa-ración para la inauguración, así como en los silencios entre cada estación.

Conocer el detrás de escena, la trastienda de cada obra, de cada proyecto. Cual es el sentido que subyace a cada manifestación. Adentrarse en el proceso, charlar con el ar-

tista y saber que eso que se ve no es lo que es, sino que es una amalgama de ideas, sentimientos; un decir no dicho, un decir distinto, el entredicho entre la palabra me-diatizada por la imagen. Que, detrás de la ingenuidad de la primera vista, se esconden diversas cuestiones ligadas a una singulari-dad que solo pide ser mirada.

Conocer el taller, el hacer, el escribir, el pro-yectar. Mirar las manos que construyen arte e intentar conocer una pequeña porción de sus pensamientos, leer las anotaciones dia-rias en bitácora de viaje para llegar a desti-no.

Inaugurar un Nodo, una construcción co-lectiva una cadena asociativa de artistas e ideas, de formas, relieves, bordes, que se interconectan, y van entretejiendo nuevos sentidos, nuevas interpretaciones que in-terpelan al espectador. Un espectador invo-lucrado, sorprendido, reflexivo, activo; que en gran cantidad de ocasiones desconoce la motivación que suscita una obra, siendo esto muchas veces el mejor camino posible para aproximarse a ella, esta ingenuidad nos acerca a lo aurático de la misma, a ese aquí y ahora único e irreproducible.

Estas, y otras cosas, fueron en las que se detuvo mi mirada a lo largo de un año de recorrido en “Nodo940”. Cuatro estaciones cargadas de emociones gratificantes, risas multiplicadas, trabajo en equipo, mucho aprendizaje y lazos construidos. Solo agra-decer y aguardar la lluvia de verano en un nuevo Nodo.

Deborah Gomez Archetti, noviembre 2017

Reflexiones sobre las pasantías

Trazos y recorridos

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Primera entrega

Proyecto NODO 940

Un nodo es un espacio en el que confluyen partes de las conexiones de otros espacios reales o abstractos que comparten sus mis-mas características y que a su vez también son nodos. Todos se interrelacionan de una manera no jerárquica y conforman una red, un sistema interconectado. Bajo esta idea surge nodo940, que se pro-yecta como un punto de confluencia en donde los constructos artísticos y los dife-rentes agentes del circuito se conecten ge-nerando nuevas posibilidades e intercam-bios a través de proyectos de participación colectiva.

La idea curatorial apunta a generar pro-puestas que conlleven una interrelación hi-pertextual, entendiendo al hipertexto como un entorno de información en el que el ma-terial textual y las ideas se entrelazan de ma-neras múltiples (Nicholas C. Burbules Thomas A. Callister, 2001).

En este proceso de construcción y decons-trucción nos interesa asociar datos aparen-temente inconexos, identificar y generar vín-culos entre ellos y viabilizar los recorridos mediante estrategias que hagan visible esta estructura que forma nuestra escena artísti-ca y que tanto el que presenta como el que visita se sienta parte activa de la misma. En donde la idea de construcción de presente o de instante tejido como red, asentada en la conciencia de estructuras pasadas, per-mitan que los constructos presentes y las redes futuras que se formen, sean cada día más factibles y dinámicas.

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La artista Mariquita Quiroga interviniendo los muros del primer piso en el nodo 0.0 inaugural. 2016

“Un rizoma establece incesantemente conexiones entre cadenas semióticas, organizaciones de poder y circunstancias relativas a las artes, ciencias y conflictos sociales (…) puede romperse, quebrarse en un punto, pero surgirá en alguna de sus antiguas líneas, o en una nueva. (…) Estas líneas están siempre enlazadas con otras. Por eso nunca se puede plantear un dualismo o dicoto-mía, ni siquiera bajo la forma rudimentaria del bien y el mal. (…) El rizoma no admite ningún mo-delo estructural ni generativo. Es extraño a toda idea de eje genético o estructura profunda. (…) Un rizoma es algo absolutamente distinto, un mapa y no un proyecto.” (Giles Deluze y Félix Guattari, 1983)

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