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Oración de Abril 2018
CURSO:_________
I n t e n c i on e s d e l a I g l e s ia p ar a e l me s de Ab r i l
Para que el mensaje del Santo Padre sea acogido por la
comunidad cristiana, profundizado a la luz de la Palabra
en la celebración eucarística dominical y vivido en lo
cotidiano.
PRESENTACIÓN
¿QUÉ CELEBRAMOS EN EL TIEMPO PASCUAL?
El TIEMPO PASCUAL comprende cincuenta días (en griego = "pentecostés") "los cincuen-
ta días que median entre el domingo de la Resurrección hasta el domingo de Pente-
costés se han de celebrar con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día
festivo, como un gran domingo" (Normas Universales del Año Litúrgico, n 22).
El TIEMPO PASCUAL es el más fuerte de todo el año, que se inaugura en la Vigilia Pas-
cual y se celebra durante siete semanas, hasta Pentecostés. Es la Pascua (paso) de
Cristo, del Señor, que ha pasado de la muerte a la Vida, a su existencia definitiva y glo-
riosa. Es la Pascua también de la Iglesia, su Cuerpo, que es introducida en la Vida Nue-
va de su Señor, por medio del Espíritu que Cristo le dio el día del primer Pentecostés.
Oremos como comunidad en este tiempo vital y preparemos el corazón para la venida
del Espíritu Santo.
Evangelio de Mateo 28, 8-15
Lunes 02 de abril
Saludo Muy buenos días. Iniciamos esta semana con la fe puesta en que Jesús hace nuevas todas las cosas, nos
mira con amor y nos da la oportunidad de amar. Comenzamos esta oración. En el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Francisco de Paula /
Sta. Elba
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y corrieron a
dar la noticia a los discípulos.
La aparición de Jesús a las mujeres
De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense». Ellas se acercaron y, abra-zándole los pies, se postraron delante de él. Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que va-yan a Galilea, y allí me verán».
El soborno a los soldados
Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido. Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, con esta consigna: «Digan así: “Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos”. Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encar-garemos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo». Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy.
Palabra de Dios.
Decir que hoy es fiesta, que Cristo resucitó y la fiesta está dispuesta. Anunciemos por las calles, colegios, plazas, por caminos y veredas que ¡Jesús ha resucitado!
Que el amor, como sol brilla. Anun-ciemos de puerta en puerta que no hay nada igual, que la muerte está bien muerta, con la alegría de ser amigos de quien ha vencido a la muerte.
Amén
Oración
Iluminación
¡En verdad, Cristo ha resucitado! estas palabras son un grito de alegría y una invita-
ción a la esperanza. Si Cristo ha resucitado, observa san Pablo, nuestra fe no es va-
na. Si hemos muerto con Cristo, también hemos resucitado con él; por tanto, ahora
debemos vivir como resucitados! (Homilía Pascua de resurrección, San Juan Pablo II)
En este tiempo de Semana Santa ¿Qué experiencias significativas viviste? ¿A qué
te sentiste invitado(a)? Al resucitar Cristo ¿Qué sientes que ha resucitado en ti?
EVANGELIO DE SAN JUAN 20, 11-18
Martes 3 de abril
Saludo
En esta mañana que comienza, compartamos las buenas noticias de nuestra Comunidad
Educativa, al igual como aparece descrito en el Evangelio del día de hoy. En el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Ricardo
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Estaba María junto al sepulcro llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuer-
po de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Ellos le dijeron : «Mujer,
¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto». Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pe-ro no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré». Jesús le dice: «María». Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -. Jesús le dijo: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios». Fue María Magdalena y dijo a los discí-pulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.
Palabra de Dios
Tú vives, has resucitado de entre los muertos. Tú vives, ha sido un milagro pa-tente. Tú vives, la muerte ha sido venci-da. Tú vives, la vida es más grande que la muerte.
Amén
Oración
Iluminación
En el Evangelio del día de hoy María Magdalena había ido a la tumba del Maestro para recordar sus
palabras, gestos, milagros. Y de pronto Jesús se aparece detrás de ella. El gozo que tuvo creo que sólo
es comparable al de una madre que estrecha entre sus brazos al hijo que regresa a casa después de
muchos años. No es sólo el recuerdo de un muerto el que María Magdalena abraza, es el Señor resuci-
tado, el Camino, la Verdad y la Vida
María fue y anunció a los discípulos: “He visto al Señor”. Viviendo la alegría de la resurrección, ¿Qué
buena noticia me gustaría entregar, a un amigo (a), a mi familia, a mi colegio?
En este día pidamos por las personas que necesitan escuchar buenas noticias, las que se encuentran
solas y desesperanzadas. Oremos juntos la oración que nos hace hermanos de Jesús Resucitado.
EVANGELIO DE SAN LUCAS 24, 35-48
Jueves 5 de abril
Saludo
En este tiempo donde damos un paso de la oscuridad a la luz, en el cual se renuevan
todas las posibilidades, oremos como comunidad de curso. En el Nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Vicente Ferrer
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo
habían reconocido al partir el pan.
La aparición de Jesús a los Apóstoles
Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes». Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: «¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo». Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los
discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo para comer?». Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo to-mó y lo comió delante de todos.
Últimas instrucciones de Jesús
Después les dijo: «Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesa-
rio que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos». Entonces les abrió la inteligencia para que pudie-ran comprender las Escrituras, y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusa-lén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto.
Palabra de Dios.
Quédate con nosotros, Señor.... para que no se apague nuestra fe, ni se ocul-te tu rostro... Quédate con nosotros, Se-ñor... en los momentos de dificultad, pa-ra que no nos falte ilusión, fortaleza en el dolor y luz en los momentos de confu-sión. Quédate con nosotros, Señor.... pa-ra que nuestro corazón arda al calor del tuyo... Quédate con nosotros, Señor... para que nuestro amor se manifieste, nuestra entrega se afiance y podamos acogerte a Ti en cada hermano. Qué-date con nosotros, Señor.... para que vi-vamos con esperanza. Amén
Oración
Iluminación
En el Evangelio de hoy se nos recuerda que el “contenido del testimonio cristiano no es una teoría, no es
una ideología o un complejo sistema de preceptos y prohibiciones o un moralismo, sino que es un men-
saje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y úni-
co Salvador de todos. Él puede ser testimoniado por quienes han hecho una experiencia personal de Él,
en la oración y en la Iglesia, a través de un camino que tiene su fundamento en el Bautismo, su alimento
en la Eucaristía, su sello en la Confirmación, su continua conversión en la Penitencia”. (Homilía de S.S. Francis-
co, 19 de abril de 2015).
¿Dónde esta puesta nuestra confianza? ¿Dónde puedo encontrar a Cristo en el día de hoy? ¿Somos
conscientes de su presencia?
EVANGELIO DE SAN JUAN, 21. 1-14
Viernes 6 de abril
Saludo
Finalizando esta semana, oremos en comunidad, teniendo en nuestro corazón a tantas
personas necesitadas de compañía. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
SANTORAL
Sta. Edith
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Aparición junto al mar de Tiberíades
Después de esto, Jesús se apareció otra vez a los discípulos a
orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Si-món Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar». Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros». Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada.
Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no
sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?». Ellos respondieron: «No». Él les dijo: «Tiren la red a
la derecha de la barca y encontrarán». Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrar-la. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: «¡Es el Señor!». Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla.
Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar». Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tie-rra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rom-pió. Jesús les dijo: «Vengan a comer». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres?»,
porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pesca-do. Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.
Palabra de Dios.
Tú has resucitado, Señor, ahora nos toca a nosotros seguirte, alejarnos de los malos ejemplos, firmar con amor grande nuestro compromiso contigo Señor. Amén
Oración
Iluminación
Antes de la aparición de Jesús a sus discípulos, ellos se encontraban solos, sin saber qué hacer, pero al
reconocer al Señor al partir el pan, la alegría volvió a sus corazones. Esta es la tercera aparición de Jesús.
En los momentos de soledad ¿Buscas a Dios? ¿cómo?
Pidamos al Señor que aquiete tu corazón para buscarlo, que no permita que nos paralicemos ante el
dolor de nuestros hermanos. Que nos transforme en servidores capaces de anunciarlo con alegría. Có-
mo (niño/a. joven) ¿Cuál podría ser tu compromiso solidario para con los que sufren? Unamos nuestras
manos y oremos juntos.
EVANGELIO DE SAN LUCAS 1, 26-38
Lunes 9 de abril
Saludo Una nueva semana comienza y queremos hacerlo recordando a la persona que dijo “Si” primero
y que tuvo la fortaleza de ser fiel a su compromiso, oremos por tantas mujeres que luchan día a
día por vivir en un mundo más equitativo. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Demetrio
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
El anuncio del nacimiento de Jesús
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciu-
dad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba compro-metida con un hombre perteneciente a la familia de David, llama-do José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se pre-guntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de Da-vid, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su
reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubri-
rá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.
Palabra de Dios.
Iluminación
Cuando pensamos en el "Sí" de María a la propuesta de Dios, lo podemos imaginar en un ambiente
casi de novela "romántica", y olvidar que con ese "Sí", toda su vida quedó comprometida. La respuesta
que ella dio no era algo espontáneo o "lógico". María dirá que sí, más por confianza y fe, que por co-
nocimiento. Ella apenas podía entender lo que le había sido explicado y sin embargo, dice que "Sí".
Además, la fe de María será puesta a prueba cada día. Ella quedará encinta. No sabe bien cómo,
pero lo cierto es que su corazón está inundado por una luz especial. Aunque su querido José dude,
ella vive inmersa en el misterio sin pedir pruebas, vive unida al misterio más radical que existe: Dios. Él
sabrá encontrar las soluciones a todos los problemas, pero hacía falta fe, hacía falta abandono total a
su voluntad.
¿Qué opinas del “Si” de María? En la actualidad ¿Dónde podemos encontrar a mujeres con ese tipo
de compromiso social? ¿Cómo podemos hacer que esta sociedad comprenda el rol de la mujer ac-
tual?
Dios mío, gracias por quedarte en la Eu-caristía y por darme a María como ma-dre y modelo de mi vida. Conocer su gozo, su actitud de acogida y acepta-ción, su humildad, me motivan a ser me-jor persona.
Amén
Oración
EVANGELIO DE SAN JUAN 3,7-15
Martes 10 de abril
Saludo
En este tiempo Pascual preparemos el corazón como comunidad de curso, orando todos
juntos como hermanos. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Ezaquiel
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
No te extrañes de que te haya dicho: “Ustedes tienen que renacer de lo al-to”. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde
viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíri-tu». «¿Cómo es posible todo esto?», le volvió a preguntar Nicodemo. Jesús le respondió: «¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del
cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que
el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
Palabra de Dios.
Señor Jesús, por el bautismo somos marca-dos en tu Espíritu. Sin embargo, la preocu-pación por lo material nos domina con de-masiada facilidad y no vivimos de acuerdo a las grandes bendiciones que hemos recibi-do. Por eso confío en que esta oración nos lleve a poner en primer lugar lo que Tú quie-res, antes que nuestros planes.
Amén
Oración
Nicodemo, hombre culto y magistrado judío, ¿comprendió lo que Jesús le dijo? Nico-
demo sabía por las escrituras que Moisés levantó una serpiente para librar a su pueblo
del veneno de las serpientes, pero no llegaba a comprender que Cristo también sería
levantado para librar, no ya a un pueblo concreto con un número determinado de
personas, sino que libraría a todos los hombres de las picaduras del pecado. ¿Qué
pensó Nicodemo cuando años después vio a Cristo en la cruz? Tal vez se acordaría de
aquellas palabras que escuchó de Jesús y que no comprendió porque el Padre revela
los secretos del reino a quienes Él se los quiere revelar, pero que ahora ante la figura
de Cristo muerto, ya lo comprendería con el corazón y no por el conocimiento que le
daba su ciencia.
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 1, 11-19
Miércoles 11 de abril
Saludo
A mitad de semana, oremos en comunidad para que podamos notar en la convivencia
diaria la presencia de Jesucristo. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
SANTORAL
Sta. Gema
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la car-
ne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios. Y la Palabra se hizo carne y habi-tó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él, al declarar: «Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo». De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que es Dios y está en el seno del Padre.
Palabra de Dios.
Jesús, Me doy cuenta de que Tú viniste al mundo para amar y pa-ra enseñarme a amar. Ayúdame a vivir como Tú en la entrega gene-rosa y delicada a los demás.
Amén
Oración
El Evangelio del día de hoy nos afirma que la Persona de Jesucristo en sus dos natura-
lezas, la humana y la divina, han quedado inseparablemente unidas. Esto era lo que
experimentaba cada uno que se acercaba a Jesús: estando en todo igual a noso-
tros, era al mismo tiempo tan diverso.
¿Soy consciente de que Jesús, al hacerse Niño, se acerca a mí a pesar de mis fragili-
dades y pecados? ¿Creo en Jesús?¿Por qué? ¿Cómo podemos acercarnos más a
Cristo a través de nuestras acciones en el curso?
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 3, 31-36
Jueves 12 de abril
Saludo
Esta mañana de jueves queremos compartir este bello mensaje del Evangelio orando por
cada una de las personas que conforman esta Unidad Educativa. En el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Julio/ San Arnaldo
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él».
Palabra de Dios
El hombre no se contenta con las cosas de este mun-
do. Si ha ganado un millón, quiere más. Si consigue un
puesto, busca otro mejor. ¿Por qué nunca quedamos
saciados de nada? Porque el hombre es el único ser
sobre la tierra que está abierto a lo infinito: puede co-
nocerlo todo y siempre le quedará algo, puede tener-
lo todo y siempre habrá algo que le falte.
Este deseo tan profundo sólo se colma definitivamen-
te en la vida eterna. Y, ¿en qué consiste la vida eter-
na? Dice el evangelista San Juan: Padre, ésta es la vi-
da eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verda-
dero y a tu enviado Jesucristo. El cielo es el conoci-
miento total de Dios. Dios es infinito, por eso, al cono-
cerle a Él nuestra inteligencia alcanza su plenitud y
posesión. Y al consistir también en la posesión de Dios,
como es el "Ser" por excelencia, rebasa a todos los
pequeños "seres" o cosas que tanto nos llaman la
atención.
Iluminación
Jesús, gracias por el don de la fe. Ayúdame a ejerci-tarme en esta virtud a través de todos los aconteci-mientos ordinarios de la vida y a manifestar en mis palabras y obras, mi fe en Ti.
Amén
Oración
EVANGELIO DE SAN JUAN 6, 1-15
Viernes 13 de abril
Saludo
Una nueva mañana, un nuevo milagro, una nueva oportunidad, demos gracias a Dios
por sus maravillas. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
SANTORAL
Sta. Aída
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Después de esto, Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo
seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfer-mos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba
la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a él y dijo a Felipe: «¿Dónde compraremos pan para darles de comer?». Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: «Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan». Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: «Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gen-
te?». Jesús le respondió: «Háganlos sentar». Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hi-zo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discí-pulos: «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada». Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gen-te decía: «Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo». Jesús, sabiendo que querían apoderar-se de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.
Palabra de Dios
Enséñame Jesús a ofrecer lo que tengo, a compartirlo con otros, a darlo con generosi-dad. Enséñame Jesús a dar mis cinco pa-nes y dos pescados. A compartir mis bienes, a vivir con lo necesario, a ser generoso y desprendido. Enséñame Jesús a compartir mis dones.
Cinco panes y dos pescados no son mucho pero alcanzan cuando se comparten. Por-que cuando uno da lo que tiene la solidari-dad hace el resto, y alcanza para la vida de todos. Esa es tu gran enseñanza, Jesús, que entregaste hasta la propia vida.
Amén
Oración
Para Jesús no hay límites en su preocupación por los demás. Viendo a los discípulos
tan complicados en darles de comer a tanta gente, realiza el milagro de la multipli-
cación. Pero sería importante ir más allá de lo extraordinario que nos puede parecer
este milagro. Quedémonos en la imagen del niño que comparte lo que tiene, cinco
panes y dos pescados. Era poco para la multitud, sin embargo, Jesús lo toma y da
gracias al Padre Dios por lo que tiene. Dar gracias a Dios por lo que nos regala cada
día es un acto de amor tan grande que es capaz de multiplicar lo poco que tene-
mos en una gran riqueza para dar. Cuando todos quedan satisfechos, Jesús invita a
otro gesto lleno de riqueza, «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda
nada». Los regalos no son para botarlo a la basura, sino para valorarlos. Tres ense-
ñanzas para rescatar: Agradecer lo poco, compartir lo poco y no derrochar lo que
se nos ha regalado. ¿Somos agradecidos por lo que tenemos? ¿O somos quienes se
quejan por no tener más?
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 6, 22-29
Lunes 16 de abril
Saludo
Comencemos esta nueva semana juntos, pidiendo a Jesús Resucitado que nos explique
las Escrituras y haga arder nuestro corazón mientras nos habla en su Palabra. En el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Flavio
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Discurso sobre el Pan de Vida
Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discí-
pulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos. Mientras tanto, unas barcas de Ti-beríades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo lle-gaste?». Jesús les respondió: «Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello».
Ellos le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?». Jesús les respondió: «La obra
de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado».
Palabra de Dios
Te ruego Señor que aumentes mi Fe. Que pase lo que pase, nunca decaiga sino que cada vez sea más fuerte y sólida para poder anunciarte con alegría. Ayúdame a permanecer fiel a Ti Señor, para poder ser motivo de fe para otros.
Amén
Oración
Iluminación
“La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que Él ha enviado”, dice Jesús.
¿Qué significa para ti creer en Dios? “La fe es hacer espacio a este amor de Dios, es
hacer espacio a la potencia, al poder de Dios pero no al poder de uno que es muy
potente, sino al poder de uno que me ama, que está enamorado de mí y que quie-
re la alegría conmigo. Esta es la fe. Esto es creer: hacer espacio al Señor para que
venga y me cambie”. (Papa Francisco) Pidamos al Señor, dador de vida nueva, que
aumente en nosotros la fe y podamos crecer día a día en la confianza de ser hijos
de Dios.
EVANGELIO DE SAN JUAN 6, 30-35
Martes 17 de abril
Saludo
Al comenzar nuestra jornada, te pedimos Jesús amigo, que nos acompañes y nos ayudes
a vivir con sencillez y humildad. Ilumina nuestro día Señor, para que la vida compartida se
haga oración. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Benito Labré
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Y volvieron a preguntarle: «¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra reali-zas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura:
Les dio de comer el pan bajado del cielo».
Jesús respondió:
«Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo;
porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo».
Ellos le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan». Jesús les respondió:
«Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
Palabra de Dios
Oración
Iluminación
¿Cuál es la razón por la cual te levantas cada mañana? ¿Qué te motiva? ¿Para qué
te esfuerzas todos los días? ¿Estás buscando como los que seguían a Jesús, signos pa-
ra creer en Él? “El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás ten-
drá sed”, dice el Señor. Declaremos que el Señor es la respuesta a nuestras búsque-
das. Esfuérzate por estar a su lado y todas tus “hambres” quedarán satisfechas. Ofrez-
camos al Señor nuestras intenciones.
EVANGELIO DE SAN JUAN 6, 35-40
Miércoles 18 de abril
Saludo
Gracias Jesús por este nuevo amanecer. Gracias por tu presencia que nos acompaña en
el caminar. Iniciamos esta jornada escolar con entusiasmo, con alegría, con ilusión nueva.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Wladimir
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Jesús les respondió: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí ja-más tendrá sed. Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.
Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió. La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día».
Palabra de Dios
Cuando Jesús habla de quienes tienen
hambre y sed, no tan solo se refiere al
hambre de alimentos y sed de agua. Una
pista orientativa: No sólo hay hambre de
cosas materiales (las necesidades básicas
del alimento, la ropa, el computador, ce-
lular, la casa, etc.), también hay otras
“hambres”, como por ejemplo: hay ham-
bre de la verdad (y no olvidemos que sólo
en Jesús se encuentra la verdad de Dios);
hay hambre de vida (y no olvidemos que
sólo en Jesús encontramos vida en abun-
dancia); hay hambre de amor (sólo en Je-
sús se encuentra el amor de supera las he-
ridas, el dolor…) Sólo Jesús puede satisfa-
cer esa hambre más profunda que nos
mantiene constantemente insatisfechos.
¿Qué “hambre” (necesidad) traemos este
día? Pongamos en común nuestras inten-
ciones personales. Por todas nuestras in-
tenciones, roguemos al Señor.
Iluminación
Oración
Jesús, me doy cuenta que el
ideal de cumplir siempre tu volun-
tad es costoso. El orgullo, la pere-
za espiritual o el miedo son obs-
táculos que necesito vencer, pe-
ro frecuentemente olvido que só-
lo tu gracia podrá lograr esa
transformación de mi egoísmo y
soberbia en amor a Ti y a los de-
más.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 6, 44-51
Jueves 19 de abril
Saludo
Unidos como grupo curso iniciamos la oración de la mañana, teniendo en cuenta lo que
nos dice Jesús: “El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá
sed. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San León/ Sta. Ema/San Expedito
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza,
viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro
que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto comieron el maná y mu-rieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo». Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su car-ne?». Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre,
no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en
el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.
Palabra de Dios
Oración
Jesús, tú que amaste a los tuyos con
gran predilección, escucha la súplica
que te hacemos, y por tu misericordia
concede a aquellos que Tú te has lleva-
do de nuestro hogar, el gozar del eterno
descanso en el seno de tu infinito amor.
Amén
Todos tenemos familiares o personas conocidas que ya han partido de este mun-
do, que ya no están con nosotros, pero que aún viven en nuestra memoria. Jesús
dice que Él es el Pan Vivo y el que come de él vivirá eternamente. Pidamos al Se-
ñor por todos los que ya partieron, para que estén junto a Él disfrutando de la vi-
da eterna. (Invitar a nombrar a los familiares fallecidos)
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 6, 51-59
Viernes 20 de abril
Saludo Jesús se entrega por amor a nosotros, él no rechaza el dolor, lo asume. Ofrezcamos esta mañana a todas las personas
que sabemos que están sufriendo, pasando por alguna necesidad. Asumamos su intención y convirtámosla en nuestra
intención. Comencemos nuestra oración. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Edgardo
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es
mi carne para la Vida del mundo». Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?». Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tie-ne Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me co-me vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente». Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.
Palabra de Dios
Oración
Te pido, Jesús, estar siempre preparado
para recibirte en la Eucaristía. Necesito
encontrarme contigo en el pan que ali-
menta y da vida. Que nunca me falte el
hambre de Dios, las ganas de que llenes
mi corazón. Que nunca sea indiferente
al hambre que sufren tantos hermanos, y
que viva solidario para ayudar.
Amén
Iluminación
Jesús dice que Él es el Pan que ha bajado del Cielo y el que come de ese Pan no
morirá jamás. En la Eucaristía comemos el Cuerpo de Jesús, que nos asegura que vi-
viremos por Él, dándonos la fuerza que necesitamos para poder seguir sus huellas y
vivir a su estilo. ¿Ya has recibido el Cuerpo del Señor? ¿Te gustaría recibirlo? Si ya lo
recibiste ¿cuándo fue la última vez? Cuando lo recibes ¿piensas que Dios te toma
en sus brazos con un abrazo de Padre que te recibe lleno de cariño porque te ha
echado de menos? ¿Qué piensas hacer para comer con frecuencia el Pan del Cie-
lo y recibir su abrazo?
EVANGELIO DE SAN JUAN 10, 1-10
Lunes 23 de abril
Saludo
Ofrezcamos al Señor esta nueva semana de clases y de manera especial, nuestros
proyectos y tareas. Comencemos nuestra oración En el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Jorge/Adalberto
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
El buen Pastor
«Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ove-
jas, sino que salta por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a las suyas por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz». Jesús les hizo esta com-paración, pero ellos no comprendieron lo que les quería de-cir. Entonces Jesús prosiguió: «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El
que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para ro-bar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.
Palabra de Dios
Pronunciar el nombre de Cristo, escucharle y reconocerle en nuestro interior, sólo
nace de las almas que verdaderamente han hecho esa experiencia amorosa con
Él. Una experiencia que no se reduce a un simple recitar de oraciones, o a un com-
promiso obligatorio dominical, sino que más bien se eleva a un contacto frecuente
e íntimo con el Señor en la oración de todos los días, en el trabajo cotidiano, e in-
cluso, en los sufrimientos que podamos padecer y ofrecer por amor a Él.
Jesús es la puerta del corral de las ovejas. ¿Qué características tiene un buen pas-
tor? ¿Siento que Jesús es mi pastor? ¿Por qué? ¿Has sido pastor de alguien? ¿Qué
has sentido? ¿Crees que podrías trabajar para poder tener algún día las caracterís-
ticas de un buen pastor? ¿por qué?
Iluminación
Oración
La parábola del Buen Pastor me permite
recordar que Tú eres quien debe guiar
mi vida. Buscas mi bien y por eso me invi-
tas a entrar por la puerta de la fe, para
que pueda realmente tener un encuen-
tro personal contigo en la oración y mi
vida sacramental. Ayúdame a nunca
temer, que me atreva a abrir, entrar y
recorrer el camino que me señalas, por-
que es el camino a la felicidad
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 10, 22-30
Martes 24 de abril
Saludo Nos ponemos delante de Ti, Señor, con el deseo de estar un rato contigo. Jesús entregó su vida
por nosotros y nos dejó el signo de la entrega hecha servicio. Comencemos nuestra oración. En el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. María Eufrasia Pelletier
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Jesús, Hijo de Dios
Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se pa-
seaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón. Los judíos lo rodearon y le preguntaron: «¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente». Jesús les respondió: «Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es
superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola co-sa».
Palabra de Dios
Oración
Señor, me muestras el camino que debo
seguir, si quiero ser feliz. Sin embargo,
desconfío en que realmente Tú lleves mi
carga. Necesito verte y escucharte, no
con mis sentidos sino con mi espíritu, pa-
ra que cuando vengan los problemas te
busque inmediatamente en la oración,
porque eres la roca sobre la cual puedo
edificar mi vida.
Amén
Seguir a Jesús es entrar en el camino del bien. Hoy reunidos en el colegio que muchas
veces valoramos y otras, nos da lata venir, pensemos en todo el bien que nos hace
permanecer en este espacio, compartir con nuestros compañeros, profesores, auxilia-
res, etc. El Papa Francisco dirigiéndose a unos estudiantes les preguntó: “Queridos chi-
cos, si ahora les hiciera la pregunta: ¿por qué van a la escuela, qué me contestarían?
Probablemente habría muchas respuestas dependiendo de la sensibilidad de cada
uno. Pero creo que se podría resumir todo diciendo que la escuela es uno de los am-
bientes educativos en los que crecemos para aprender a vivir, para ser hombres y
mujeres adultos y maduros, capaces de caminar, de recorrer el camino de la vida.
¿Cómo les ayuda a crecer su escuela? Les ayuda no sólo a desarrollar su inteligencia,
sino a tener una formación integral de todos los componentes de su personalidad”.
¿Has pensado que estar hoy estudiando en el colegio es algo que agrada mucho a
Jesús? Claro, porque él quiere que desarrolles los talentos que tienes. Que aprove-
ches este espacio para aprender a compartir y adquirir conocimientos ¿Cómo podre-
mos servir mejor a nuestros hermanos, sino adquirimos herramientas para hacerlo?
Agradezcamos todo los frutos que hemos recibido en el paso por nuestro colegio.
(Dejar un momento para compartir)
Iluminación
EVANGELIO DE SAN MC. 16,15-20
Miércoles 25 de abril
Saludo
Señor toma mi vida nueva… dice la Canción “Alma misionera” oremos en esta mañana
por todos(as) los(as) Misioneros(as) del Mundo. En el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Marcos
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la
Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios
acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las ser-pientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán». Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fue-ron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confir-maba su palabra con los milagros que la acompañaban.
Palabra de Dios
Nos encontramos en el Monte de los Olivos, en el mismo lugar donde cuarenta días antes, Jesús
era entregado por uno de sus discípulos y donde todos los demás le abandonaron. Pero las co-
sas han cambiado y ya no son los mismos apóstoles de antes, la Resurrección los ha cambiado.
Y Jesús se da cuenta de esto, por eso, les da una nueva misión: predicar el evangelio a todos
los hombres, suscitar la fe, transmitir la salvación mediante el bautismo: he aquí la misión de los
apóstoles después de la Resurrección. Y nosotros católicos somos hoy en día esos apóstoles re-
sucitados .
¿Estamos dispuestos a salir a contar a otros esta buena noticia? ¿Qué actitud debo tener para
dar un buen testimonio de vida? ¿Qué cosas me impiden poder ser consecuente con este lla-
mado?
Iluminación
Oración
Señor Jesús, para poder evangelizar necesito
tenerte en el centro de mi vida. Y eso, ¿qué
implica? Tenerte presente a lo largo de todo
el día, en mis diversas actividades, para lle-
gar a ser una persona de oración y de ac-
ción, que podrá presentar la belleza de tu
amor con naturalidad y alegría, con astucia y
constancia, de modo que, sobre todo mi tes-
timonio, sea una ayuda para que otros quie-
ran conocerte, amarte y seguirte.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 13, 16-20
Jueves 26 de abril
Saludo
En esta mañana oremos por nuestra comunidad y compromiso ante la adversidad. En el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
SS. Marcelino y Cleto
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. Uste-des serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he
elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí.
Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy. Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió».
Palabra de Dios
La traición y la infidelidad a Dios son realidades que tocan continuamente a las puer-
tas de nuestra alma. Por encima de nuestros fallos y pecados están la gracia y la mise-
ricordia de Dios. A Jesucristo no le importan mis caídas sino la lucha constante. Cristo
me amó y se entregó por mí en la cruz. Él me conoce y me acepta porque yo soy su
hijo y Él es mi Padre. No podemos dejar al Señor solo, es necesario poner todos los me-
dios que tenemos a nuestro alcance para ser fieles a su amistad y no herir ese Corazón
con nuestra ingratitud. Jesucristo espera que le ame, que sea un cristiano enamorado
y convencido de su amor. No puedo fallarle. ¿Cuáles son los motivos o circunstancias
por las cuáles he podido ofender a Jesús?
Iluminación
Oración
Ayúdame, Señor mío, a vivir cada momento de mi existen-
cia de cara a ti. Si alguna vez te he fallado u ofendido quie-
ro pedirte perdón a través del sacramento de la reconcilia-
ción. Estoy dispuesto a levantarme y a seguir luchando por-
que te amo y quiero que estés al centro de mi vida. Te re-
conozco, Dios mío, como mi Señor y Creador. Lejos de ti,
Padre Santo, a dónde puedo ir. Apartado de tu gracia qué
sentido y qué valor puede tener mi vida. Ayúdame a perse-
verar en la fe hasta el final.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 14, 7-14
Viernes 27 de abril
Saludo En esta mañana, oremos por los sueños, anhelos y compromisos que tenemos como comunidad
de curso. Pongamos en Jesús nuestra confianza. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén
SANTORAL
Sto. Toribio de Mogrovejo
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto».
Jesús, revelación del Padre Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta». Jesús le respon-
dió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créan-me: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré to-do lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.
Palabra de Dios
Oración
Jesucristo, gracias por permitirme encon-
trarme contigo. Gracias por enseñarme
que mi vida sólo tiene sentido contigo. Tú
nos dijiste que harías cualquier cosa que
pidiéramos en tu nombre, y yo quiero pe-
dirte tan sólo que aumentes mi fe para
que, creyendo más en ti, pueda confiar
más en tu poder y, así, pueda amarte
más.
Amén
En el Evangelio del día de hoy se nos invita a dejarnos conquistar por Jesús, estar con Él e
invitar a otros a compartir esta compañía indispensable. La reflexión podría versar sobre es-
to: ¿Qué tanto me he dejado conquistar por Cristo? ¿Le estoy dando a Cristo algún espacio
en mi vida? ¿Busco momentos para encontrarme con Cristo o sólo acudo a él en los mo-
mentos de dificultad? El invitar a otros a compartir la experiencia de Cristo es el verdadero
apostolado, es el compromiso que brota espontáneamente del cristiano que conoce, ama
e imita a Cristo.
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 14, 21-26
Lunes 30 de abril
Saludo
Al finalizar este mes demos gracias a Dios por los frutos obtenidos, teniendo en cuenta las
cosas que debemos ir mejorando. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
SANTORAL
San Pío V
Ciclo: B
Tiempo: Pascual
El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él». Ju-
das –no el Iscariote– le dijo: «Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y
no al mundo?». Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les ense-ñará todo y les recordará lo que les he dicho.
Palabra de Dios
Oración
Gracias, Señor, Contigo, lo fácil y lo difícil, es posible,
por eso te pido que me ayudes a cumplir en cada mo-
mento tu voluntad.
Amén
Iluminación
En el Evangelio de hoy se nos recuerda que no es fácil, amar a Dios sobre todas las
cosas, no es fácil, pero llena el alma de felicidad. Es un camino difícil pero no com-
plicado, Cristo lo ha caminado primero y está dispuesto a caminarlo contigo otra
vez. Cuando te cueste, cuando te parezca imposible, mira a Cristo crucificado, y
estarás seguro de que su amor es suficiente para darte fuerzas. Entre los que somos
cristianos, el desaliento, la desesperanza, no caben, porque sabemos que si es ver-
dad la primera parte, cruz, sufrimiento, dolor... no es menos verdad la segunda, fe-
licidad, resurrección, esperanza, amor...
¿Qué es lo que más me cuesta dejar para seguir a Jesús? ¿Qué debemos hacer
como comunidad para incluir elementos del ejemplo que nos da Cristo?
FUENTES DE INFORMACIÓN
http://www.sobicain.org/shell.asp?p=Biblia
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