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Para alentar el espíritu de una nación familias latinas, escuelas católicas y oportunidades educativas Un reporte de El Equipo de Trabajo de Notre Dame respecto a la participación de los niños y familias latinas en escuelas católica El por qué Para integrar de manera exitosa a la comunidad latina, el segmento con mayor incremento en la población de los Estados Unidos, en una plena participación cívica y económica en la vida de los Estados Unidos requiere enfrentar el tema de justicia social para asegurar el respaldo del bien común. A pesar de que la nación ha vivido un rápido aumento de alumnos latinos, las escuelas no han podido atender las necesidades de estos alumnos. Hay una notable brecha en rendimiento que afecta en particular a los latinos e impide el bien común. Algunas estadísticas que hay que tomar en cuenta son: Sólo el 53% de latinos se gradúan de la preparatoria en cuatro años. Sólo el 16% de latinos se consideran preparados para ingresar a la universidad. Sólo el 25% de latinos entre las edades de 18 y 24 años matriculan en la universidad. La brecha de bajo rendimiento es el equivalente a una recesión permanente en el crecimiento económico del país. Las escuelas católicas, sin embargo, proveen un buen servicio para las comunidades latinas y otras minorías lo cual implica que son una fuente de esperanza para el sector hispano. En las ciudades americanas, las escuelas católicas proveen la máxima calidad de educación disponible para las familias y los niños latinos. Además, la investigación revela que los niños que asisten a escuelas católicas se benefician de las ventajas que ayudan a disminuir las diferencias en rendimiento. Por ejemplo, los latinos que asisten a escuelas católicas tienen un 42% más de probabilidad de terminar la preparatoria y además son 2.5 veces más probables de graduarse de la universidad a comparación de otros estudiantes en escuelas públicas. Asimismo, los buenos resultados de las escuelas católicas son particularmente efectivos en ayudar a aquellos con ‘varias desventajas’, es decir, a estudiantes minorías de familias con muy bajos recursos que han batallado en escuelas públicas y cuyos padres no tuvieron una educación universitaria. A pesar de las ventajas, sólo un 3% de padres de familias latinas inscriben a sus hijos en escuelas católicas. A la vez, hay casi 700,000 bancas vacías en las escuelas católicas en el país, lo cual representa una enorme oportunidad para proveer una alternativa de educación católica para la comunidad latina. La mayoría de las escuelas católicas operan por debajo de su capacidad, pero se pueden convertir en RESUMEN OFICIAL

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Para alentar el espíritu de una naciónfamilias latinas, escuelas católicas y oportunidades educativas

Un reporte de

El Equipo de Trabajo de Notre Dame respecto a la participación de los niños y familias latinas

en escuelas católica

El por qué

Para integrar de manera exitosa a la comunidad latina, el segmento con mayor incremento en la población de los Estados Unidos, en una plena participación cívica y económica en la vida de los Estados Unidos requiere enfrentar el tema de justicia social para asegurar el respaldo del bien común. A pesar de que la nación ha vivido un rápido aumento de alumnos latinos, las escuelas no han podido atender las necesidades de estos alumnos. Hay una notable brecha en rendimiento que afecta en particular a los latinos e impide el bien común. Algunas estadísticas que hay que tomar en cuenta son:

• Sólo el 53% de latinos se gradúan de la preparatoria en cuatro años.

• Sólo el 16% de latinos se consideran preparados para ingresar a la universidad.

• Sólo el 25% de latinos entre las edades de 18 y 24 años matriculan en la universidad.

• La brecha de bajo rendimiento es el equivalente a una recesión permanente en el crecimiento económico del país.

Las escuelas católicas, sin embargo, proveen un buen servicio para las comunidades latinas y otras

minorías lo cual implica que son una fuente de esperanza para el sector hispano. En las ciudades americanas, las escuelas católicas proveen la máxima calidad de educación disponible para las familias y los niños latinos. Además, la investigación revela que los niños que asisten a escuelas católicas se benefi cian de las ventajas que ayudan a disminuir las diferencias en rendimiento. Por ejemplo, los latinos que asisten a escuelas católicas tienen un 42% más de probabilidad de terminar la preparatoria y además son 2.5 veces más probables de graduarse de la universidad a comparación de otros estudiantes en escuelas públicas. Asimismo, los buenos resultados de las escuelas católicas son particularmente efectivos en ayudar a aquellos con ‘varias desventajas’, es decir, a estudiantes minorías de familias con muy bajos recursos que han batallado en escuelas públicas y cuyos padres no tuvieron una educación universitaria.

A pesar de las ventajas, sólo un 3% de padres de familias latinas inscriben a sus hijos en escuelas católicas. A la vez, hay casi 700,000 bancas vacías en las escuelas católicas en el país, lo cual representa una enorme oportunidad para proveer una alternativa de educación católica para la comunidad latina. La mayoría de las escuelas católicas operan por debajo de su capacidad, pero se pueden convertir en

RESUMEN OFICIAL

instituciones fuertes y destacadas, leales a su misión, al admitir a más estudiantes hispanos.

El crecimiento de la población latina representa un cambio demográfico que conmueve a mejorar las oportunidades educativas para los estudiantes latinos en el país, por el bien común y la democracia americana. Para el año 2050, el 30% de los americanos se identificarán como hispanos, y por lo tanto, la fortaleza de la nación depende de la calidad de educación que reciben estos americanos y sus hijos hoy día.

La iglesia católica en los Estados Unidos también enfrenta un cambio crítico demográfico. En los Estados Unidos, el 70% de los católicos practicantes, menos de 35 años de edad, son latinos. La iglesia católica en los Estados Unidos debe responder con urgencia e imaginación a su creciente población latina.

Las escuelas católicas están desapareciendo rápidamente a pesar de ser instituciones particularmente poderosas para ejercer el bien común y que muchas veces son fuentes de vida para las familias hispanas. A partir del año 2000, casi 1,500 escuelas católicas han sido cerradas y con cada escuela cerrada, también desaparece la capacidad de que las generaciones de niños latinos del futuro puedan aprovechar las ventajas de las escuelas católicas.

Misión

El 12 de diciembre del 2008, el R.P. John Jenkins, CSC, Rector de la Universidad de Notre Dame comisionó un Equipo de Trabajo de Notre Dame respecto a la Participación de Familias y Niños Latinos en Escuelas Católicas para investigar las causas de la brecha de bajo rendimiento de los latinos, las ventajas de las escuelas católicas y la imprescindible necesidad de mejorar las oportunidades educativas para la creciente comunidad latina. El Equipo de Trabajo atendió una pregunta importante y central: ¿Qué se puede hacer para disminuir la falta de rendimiento académico mediante la diseminación de las ventajas de las escuelas católicas a un mayor número de latinos?

La misión de este Equipo de Trabajo, el cual refleja un deseo complementario de cerrar la brecha de bajo rendimiento y revitalizar las escuelas católicas, es de duplicar el porcentaje de latinos que asisten a escuelas católicas de un 3% a 6% para el año 2020. Debido a las estadísticas respecto al

crecimiento de la población, esta meta implica aumentar el número nacional de matriculación de niños latinos en escuelas católicas de 290,000 a más de 1 millón de estudiantes.

El Reporte del Equipo de Trabajo, publicado el 12 de diciembre del 2009, Día de la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, traza un esquema concreto para llevar a cabo esta misión. La estrategia propuesta por el Equipo de Trabajo respalda una amalgama de acciones las cuales son aumentar la demanda, desarrollar la capacidad y transformar las instituciones para llenar bancas vacías, volver a abrir escuelas cerradas y construir nuevas escuelas católicas en áreas que han presenciado un incremento en la población latina.

Conclusiones: obstáculos y oportunidades

El Equipo de Trabajo examinó el crecimiento demográfico, llevó a cabo estudios con grupos de enfoque compuestos por padres de familias latinas, hizo encuestas a varios grupos, y también investigó varias escuelas a través de los Estados Unidos que sirven a la comunidad latina de manera eficaz.El Equipo de Trabajo identificó varios obstáculos y oportunidades claves que se deben enfrentar para poder lograr la meta de matricular a más de 1 millón de estudiantes para el año 2020.

En estos obstáculos y oportunidades, el equipo de investigación identificó cuatro lapsos importantes que contribuyen a la brecha de falta de rendimiento de niños latinos y a la falta de inscripciones que han disminuido las oportunidades educativas disponibles en escuelas católicas urbanas. Cada uno de estos lapsos también representa una oportunidad y el comité ha desarrollado una serie de recomendaciones para vencer estos obstáculos y aprovechar las oportunidades.

Hay una disparidad económica.Muchas de las familias de bajos recursos simplemente no pueden pagar el invariablemente alto costo de una educación católica y por lo tanto hay que implementar modelos de ayuda económica para proveer el acceso a una educación católica. Gracias a convenios entre los sectores públicos y privados, incluyendo programas de becas y crédito

de impuestos, han facilitado la capacidad de brindar las ventajas de las escuelas católicas a más estudiantes latinos en muchos lugares.

Mientras que la preocupación financiera es importante, el Equipo de Trabajo descubrió que la situación económica no es la única explicación que justifique el por qué muy pocos latinos inscriben a sus hijos en las escuelas católicas. Los análisis demográficos y económicos del Equipo de Trabajo indican que la baja fuente de ingresos solamente explica una tercera parte de la baja asistencia a escuelas católicas por parte de los latinos. El equipo cree que se debe prestar atención a tres otras brechas—información, cultura y liderazgo—para duplicar el índice de asistencia y lograr la meta propuesta.

Hay una brecha de información.Las familias latinas han reportado una falta de información referente a las escuelas católicas, y a la vez los directores y los párrocos indican que necesitan asistencia en comunicación y mercadotecnia para poder aumentar la matriculación. Con mayor importancia, las escuelas católicas deben de acercarse decisivamente a la población latina. Los líderes de escuelas católicas deben de aceptar el cambio demográfico de la iglesia e implementar campañas para informar y educar a los latinos acerca de las ventajas de las escuelas católicas y oportunidades de asistencia económica.

Hay una brecha cultural.Las familias hispanas no se sienten “en casa” en las escuelas católicas en cuanto a su cultura, ya que muy pocos de los maestros son latinos, mientras que una cantidad aun más baja de maestros están capacitados para trabajar con estudiantes latinos. A pesar de las investigaciones educativas que brindan una serie de prácticas y disposiciones concretas para ayudar a los maestros a servir a estudiantes de diferentes culturas, los maestros y líderes de las escuelas católicas deben de estar preparados precisamente para responder a las necesidades de la comunidad hispana en los salones, las cuales van aumentando progresivamente.

Hay una brecha en liderazgo.Los latinos no cuentan con un sentido de pertenencia en escuelas católicas. Las escuelas católicas requieren

de más directores, maestros y junta directiva de latinos que se involucren y comprometan con la educación católica. Del mismo modo, se necesitan más líderes en la educación católica que estén dispuestos a adoptar a más latinos y a la cultura latina en la iglesia y las escuelas. La historia de la enseñanza católica en los siglos 19 y 20 se trató de cómo se brindó una educación a los inmigrantes, sus hijos y nietos. Por lo tanto, para que pueda sobrevivir el sistema, aquellos que se han beneficiado del legado deben asegurarse que el desarrollo de la educación católica en el siglo 21 trate de educar a los latinos, sus hijos y nietos.

Recomendaciones

El Equipo de Trabajo describe una serie de recomendaciones designadas a cerrar la disparidad y avanzar la meta de duplicar el porcentaje de latinos que gozan de las ventajas de la educación católica. Cada recomendación está dirigida a un público en específico el cual incluye a líderes eclesiásticos y académicos, instituciones de educación superior, líderes y organizaciones latinas, la comunidad filantrópica y líderes cívicos. Además, el Equipo de Trabajo identifica una serie de iniciativas adoptadas por la Alianza para la Educación Católica (Alliance for Catholic Education), el Instituto para Estudios Latinos (Institute for Latino Studies) y el Instituto para Iniciativas Educativas (Institute for Educational Initiatives) en la Universidad de Notre Dame. Las recomendaciones incluyen:

I. Desarrollar la necesidad. Las escuelas deben informar y atraer a los latinos y bajar las barreras financieras. Las recomendaciones incluyen personalizar los esfuerzos de reclutamiento hacia los latinos, promover la educación católica durante la misa, y llenar las bancas vacías mediante una creativa asistencia en cuanto al costo de inscripción y la colegiatura. Las escuelas deberán emplear a personas que hablen español para acercarse a las familias hispanas, funcionar como centros comunitarios o recreativos en las tardes y los fines de semana, crear programas de desarrollo infantil y ofrecer un cuidado de alta calidad en las tardes al terminar las clases.

II. Desarrollar el acceso. Todos los grupos con interés deben de trabajar juntos para expandir la capacidad, abrir escuelas cerradas y construir nuevas instalaciones. Los líderes de la comunidad, la comunidad fi lantrópica y líderes de la iglesia deberán trabajar para crear y expandir las iniciativas de brindar más opciones para los padres de familia, explorar más posibilidades de becas, y considerar un cambio de gobierno y fi nanciamiento para aumentar el acceso.

III. Desarrollar líderes. Universidades, escuelas, arquidiócesis y diócesis deberán de preparar a sus directores para transformar la cultura de la escuela y así poder brindar un mejor apoyo y servicio a los niños latinos, contratar para posiciones de liderazgo a latinos altamente califi cados, y también invitar a líderes latinos a formar parte de la mesa directiva.

IV. Transformar los sistemas y escuelas católicas. Los grupos con interés deberán de trabajar juntos para crear escuelas católicas que puedan responder a la cultura. Las universidades tienen que trabajar con líderes académicos y diocesanos para implementar las prácticas y métodos más efi caces para la educación de latinos y diversos alumnos, expandir el servicio a estudiantes que estén aprendiendo el idioma, y crear un ambiente educativo acogedor y sensible a las diferencias culturales. Se deberán asignar recursos para explorar otras alternativas de modelos de administración, desarrollar convenios entre universidades y escuelas primarias y secundarias, además de fortalecer la infraestructura de la escuela.

Conclusión

Si cerramos las brechas previamente mencionadas, podemos eliminar la disparidad en rendimiento académico para millones de estudiantes y familias latinas, y a la vez eliminamos el bajo número de inscripciones que infestan las escuelas católicas en las ciudades. Las familias latinas podrán benefi ciarse de una mejor oportunidad educativa mientras que el sistema católico educativo recupera vida.

Aun más importante es que el bien común y la democracia americana serán favorecidas por una ciudadanía más preparada y diversa y con los requisitos necesarios para sobresalir en una economía global del siglo 21. Así como los obispos, sacerdotes, educadores de escuelas católicas, y feligreses darán la bienvenida a más de un millón de niños latinos en las escuelas católicas, las comunidades locales también deberán de aplaudir el renacer de un sistema de instituciones educativas altamente efi caces. Las escuelas hacen más que alentar el espíritu de sus hijos; sino que también las escuelas católicas americanas alienten el espíritu de una nación al acabar con el bajo rendimiento académico y crear oportunidades para millones de integrantes.

Para leer el reporte completo, aprender más y unirse a la campaña Notre Dame de mejorar las oportunidades educativas para niños latinos, por favor visite la página de internet:

http://catholicschooladvantage.nd.edu

To Nurture the Soul of a Nation: Latino Families, Catholic Schools, and Educational Opportunity

A R E P O R T O F

Participation of Latino Children and Families in Catholic Schools