payne, stanley - franco, el perfil de la historia

Upload: davidsalo

Post on 03-Apr-2018

229 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    1/150

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    2/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    2

    B I O G R A F A SE S P A S A

    Nuestro Tiempo

    Stanley G. Payne

    FrancoEl perfil de la historia

    Diseo y cubierta: Jos Fernndez Olas.Fotografas de la cubierta: EFEDirector de la coleccin: Ricardo Lpez de Uralde.

    TRADUCCIN DEL INGLS: CARLOS CARANCI

    Impreso en EspaaPrinted in Spain

    ES PROPIEDAD

    Stanley G. Payne Espasa-Calpe, S.A., Madrid, 1992,

    para todos los pases y lenguas.

    Depsito Legal: M.1.165-1993IBSN: 84-239-2264-2

    Talleres grficos de la Editorial Espasa-Calpe, S. A.Ctra. de Irn, km 12,200. 28049 Madrid

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    3/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    3

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    4/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    4

    Contraportada

    Stanley G. Payne, que actualmente ocupa la ctedra Hilldale-JaimeVicens Vives de historia europea en la Universidad americana deWisconsin Madison, es uno de los historiadores ms prestigiosos de laEspaa Franquista. Ms de diez libros anteriores avalan por su seriedad yequilibrio su capacidad de acercamiento y perspectiva sobre su biografiado.

    En el centenario de su nacimiento (1892-1992), esta obra pretende trazarcon desapasionamiento el autntico perfil del hombre, del militar y elpoltico que durante casi cuarenta aos del siglo XX ha ocupado un lugardecisivo en la historia de Espaa.

    Su capacidad de maniobra es considerada como uno de sus rasgos mscaractersticos, en esta biografa que culmina con la evaluacin del lugar de Franco en la historia deEspaa y del mundo contemporneo.

    Nuestro Tiempo

    LOS PERFILES QUE CONFIGURAN NUESTRA HISTORIA

    ndice

    1. El general ms joven de Europa2. Caudillo nacional en la guerra civil3. La segunda guerra mundial: tentacin, peligro y cambio4. Franco, aislado: primera metamorfosis (1945-1950)5. Franco, rehabilitado (1950-1957)6. La segunda metamorfosis (1959-1973)7. El ocaso del rgimen

    8. La muerte de Franco9. Conclusin. El lugar de Franco en la historia

    Bibliografa citada

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    5/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    5

    1

    el general ms joven de Europa

    e ha dicho que Francisco Franco fue la figura con mayor poder en la historia de Espaa desde lostiempos de Felipe II. Ciertamente tuvo en sus manos mayor autoridad personal que ningn rey

    anterior, ya que uni las prerrogativas del dictadorregente a los poderes de control administrativo ypoltico de un estado del siglo XX, poderes tan grandes que en un momento dado de los comienzos delrgimen se le reconoci nicamente responsable ante Dios y la historia. Todava es demasiadopronto para saber el juicio de la historia sobre todos los aspectos de la vida de Franco, pero ya antes desu muerte su forma de gobernar dio lugar a una enorme cantidad de publicaciones, la mayora de lasveces propaganda laudatoria proveniente de la misma Espaa, si bien siempre contrastada por unaamplia bibliografa de denuncia, que ha ido aumentando considerablemente desde 1975.

    Francisco Franco Bahamonde naci en El Ferrol el 4 de diciembre de 1892, en las postrimeras deun siglo XIX particularmente denso de acontecimientos en Espaa, pero lleno de frustraciones. Antes

    de cumplir los seis aos, Espaa perda casi todo lo que en otros tiempos constituyera el primer imperiodel mundo, desapareciendo en humillante derrota sus ltimas posesiones de importancia. De modo queFranco crece a la sombra de el desastre como se sola llamar al ao 1898y en medio de unclima de confuso pero vehemente regeneracionismo que aspiraba a superar las derrotas y fracasos delpasado reciente por medio de nuevos logros en el siglo XX que comenzaba. Aunque Espaa era uno delos pases pioneros en la adopcin del liberalismo moderno el trmino espaol liberalhaba entradoa formar parte de casi todas las lenguas modernas, los ultraconservadores y los regeneracionistas msderechistas consideraban que la forma y doctrina del liberalismo era responsable de gran parte de estafrustracin, propugnando la alternativa de un lder fuerteun cirujano de hierro que uniese el pas yresolviese sus problemas. Y este regeneracionismo nacionalista, derechista y autoritario se convertiraen uno de los componentes de la mentalidad de Franco desde su primera madurez, aunque, en realidad,

    sabemos poco sobre cualquier idea poltica especfica suya anterior a los aos veinte.Franco era el hijo segundo de una vieja familia de marinos, originaria de Andaluca por parte depadre, que haba proporcionado oficiales de Marina, por su lnea masculina directa, durante seisgeneraciones sin interrupcin en El Ferrol, a lo largo de casi dos siglos. Los padres de Franco noformaban precisamente una buena pareja. Su padre, Nicols, oficial de intendencia de la Armadaespaola, era un buen profesional que se retir con el rango de vicealmirante. Aun cuando las historiassobre su aficin a la bebida y al juego pueden ser exageradas, Nicols Franco no era un oficial superiorde Marina corriente, pues era agnstico y librepensador que se mofaba de gran parte de la moralconvencional. Era un hombre muy decidido y vehemente que educaba a su hijo con cierta rudeza, y queconsideraba que la piedad y el moralismo catlico de su esposa, algo ingenua y poco imaginativa, seiban haciendo cada vez ms desagradables a medida que pasaban los aos. La madre de Franco, Pilar

    Bahamonde, era diez aos ms joven que el marido, de quien era muy diferente en temperamento y ensu modo de ver las cosas. La familia Bahamonde descenda en parte de la pequea nobleza gallega yestaba emparentada lejanamente con la novelista Emilia Pardo Bazn, y hay alguna indicacin de quelos Franco de Andaluca tenan algunos antepasados con algn grado de aristocracia. 1 Doa Pilar

    1 Carecen de base clara los rumores, persistentes, respecto a unos presuntos antepasados judos de Franco. Sin embargo,debemos recordar que en los siglos XV y XVI fueron absorbidos ms judos, proporcionalmente, en las sociedades espaolay portuguesa que en las de cualquier otro pas europeo a lo largo de su historia. Una parte significativa de las poblaciones deEspaa y Portugal posee algn remoto antepasado judo; si esto fuese as en el caso de Franco, su situacin no sera muydistinta a la de otros millones de espaoles.

    S

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    6/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    6

    parece haber sido una esposa y una madre de clase media, amable, de noble carcter y muy sacrificada,tpica de su poca, que consideraba incomprensibles las extravagancias personales y filosficas de sumarido. Don Nicols haba tenido un hijo ilegtimo cuando haba estado en Filipinas como oficial deMarina2, aunque esto no fue revelado al resto de la familia hasta 1950. Y en 1912, cuando fuedestinado a Madrid, abandon a la familia, y estableci una nueva casa junto a una criada, con la quevivi el resto de su vida (evidentemente, pasando por el simulacro de matrimonio popular no

    catlico) y de la que pudo tener o nouna hija3.

    Los Franco tuvieron cuatro hijos,que fueron, en orden de edad,Nicols, Francisco (conocido porPaco o Paquito), Pilar y Ramn (unasegunda hija muri cuando era muynia). De los chicos, Paco era, sinduda, el ms afectado por el dramafamiliar, identificndose con sumadre y tomando de ella unasmaneras tranquilas, estoicismo,moderacin, autocontrol, religiosidadcatlica, solidaridad familiar yrespeto por los principiostradicionales. Al mismo tiempo, fueincapaz de absorber su mansedumbrey su capacidad para eclipsarse.Muchos aos despus, tras la muertede Franco, el dramaturgo JaimeSalom escribi un drama titulado Elcorto vuelo del gallo, anunciadocomo la historia de Franco a travsde la vida ertica de su padre. Detodos sus hijos, el padre parece habertenido menos simpata por elcompulsivo y reservado Paco, cuyapersonalidad se pareca ms a la de lamadre. Pese a esto, parece ser queFranco tuvo una infancia normal y noespecialmente infeliz, si bien l sentahacia su padre la misma antipata.Aunque, ms tarde, los dems hijos,ya adultos, visitaron a su padre de vezen cuando, no hay ninguna evidenciade que Franco hiciera otro tanto. Eincluso no est claro que volviese a

    2 Vase Carlos Fernndez,El general Franco, Barcelona, 1983, pg. 23 El mejor retrato de Nicols Franco es el pintado por su nieta mayor, Pilar Jaraiz Franco, Historia de una disidencia,Barcelona, 1981, pgs. 53-55.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    7/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    7

    ver a su padre despus de 1912, y cuando la madre muri, en 1934, los hijos ignoraron al padre, en loposible, con ocasin del funeral.

    Los tres hermanos tenan personalidades diferentes, compartiendo nicamente un afn poco usualpor su mejora personal y por obtener el reconocimiento de los dems. Nicols, el mayor y el nico deestatura normal, era el ms convencional. Siguiendo la tradicin familiar, pudo ingresar en la carreranaval en una poca de graves restricciones y fuerte competencia, obteniendo el despacho de oficial deingenieros navales. Ms tarde pas al cuerpo de Construcciones Navales, que dispona de escasopersonal y poda proporcionar ascensos rpidos, y en 1921 alcanz un grado equivalente al de unteniente coronel del Ejrcito, a una edad ligeramente inferior a la que su mucho ms famoso hermanoalcanz el mismo grado. A los treinta y cinco aos abandon el cargo para convertirse en director de unboyante astillero civil de Valencia. Nicols, que era un sibarita y un poco dandy, dedicaba su tiempo alos negocios y a continuacin a una extravagante vida nocturna (hasta horas extraordinariamenteavanzadas de la noche), sin manifestar la misma sed de hechos heroicos que sus hermanos menores.Amigo de gastar bromas y contar chistes, era, con mucho, el ms convencionalmente humano de loshermanos4.

    La drstica reduccin del nmero de admisiones al cuerpo de oficiales de Marina en la primeramitad del siglo impidi que Paco y Ramn siguieran el camino de su predecesor. Pero Paco s pudoingresar, en cambio, en la Academia de Infantera de Toledo, convirtindose en cadete a la edad decatorce aos, el ms joven y uno de los de menor estatura de los candidatos a oficial, pues meda 1,645metros. En la academia, Franco demostrara ser un cadete resuelto, aunque no particularmentedistinguido, gradundose con el nmero 251 de una clase de 312. Puede que no haya sido objeto dedemasiadas novatadas y ridiculizaciones, como a veces se ha dicho, pero s es cierto que continuarsiendo conocido por el diminutivo, de una forma u otra, durante muchos aos. Ya adulto, Francomedir 1,67 metros, y lo llamarn, al referirse a l, Franquito o incluso (cuando ya era oficial) tenienteFranquito. Y esto se deba no slo a su corta estatura (pues haba muchos oficiales bajos en el Ejrcitoespaol en aquellos aos, algunos ms bajos que Franco), sino tambin a causa de su voz poco enrgicay ceceante, decididamente aguda, quiz por haber sufrido a lo largo de su vida problemas de los senosnasales o de los bronquios5.

    El hermano pequeo, Ramn, que doa Pilar habra querido dedicar al sacerdocio, lo hizo muchomejor, al convertirse en oficial, siendo antes galonista y gradundose con el nmero 37 de unapromocin de 413, si bien tena la ventaja de ser un ao mayor que Paco cuando ingres en laacademia. Pronto Ramn se present voluntario para una nueva y atractiva arma, la Aviacin militar, ylleg a ser, a la edad de treinta aos, en 1926, el Charles Lindbergh espaol, primer piloto del PlusUltra, el avin con el que realiz el primer vuelo transatlntico hasta Buenos Aires. Por aquellas fechasera, sin duda, ms famoso y desde luego ms popular que el hermano que estaba en el Ejrcito, Paco.Temerario y amante de la publicidad, el diminuto Ramn (ms bajo an que Franco) emul la vidapersonal de su padre, pero busc un reconocimiento incluso mayor tratando de organizar el primervuelo espaol alrededor del mundo, proyecto condenado a verse frustrado. Como alternativa se volvihacia la poltica, en el marco de la izquierda radical, y fue uno de los militares que conspiraron en favordel advenimiento de la Segunda Repblica en 19316.

    Franco obtuvo el diploma de alfrez en 1910, a la edad de diecisiete aos. Su peticin, en un primermomento, de ser asignado al servicio operativo en Marruecos le fue denegada, quiz debido a su edad y

    4 Ramn Garriga,Nicols Franco, el hermano brujo, Barcelona, 1980; es la nica biografa.5 En su libro de memorias Cuarenta aos junto a Franco, Barcelona, 1981, el doctor Vicente Gil, mdico personal deFranco durante largo tiempo, cita una entrevista con el odontlogo del Caudillo, doctor Jos Iveas, en Sbado Grfico, en laque declaraba que el general sufra una desviacin de tabique nasal y deba respirar por la boca, lo que afectaba a la cualidadde voz (pg. 42). Gil aade que Franco tena grandes dificultades para realizar tcnicas fundamentales de aclarado de lagarganta, tales como toser o hacer grgaras.6 Ramn Garriga,Ramn Franco, el hermano maldito, Barcelona, 1978.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    8/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    8

    al hecho de no tener un currculum especialmente distinguido, pero dieciocho meses ms tarde acabsiendo enviado all; era este el nico camino para un ascenso rpido en el Ejrcito es paol. Su primerturno de servicio en Marruecos dur ms de cuatro aos, de 1912 a 1916. Franco hizo gala de valor,disciplina y decisin en sus primeros encuentros con las cabilas nativas hostiles y sali de los primeroscombates sin un rasguo. El estilo de los africanistas (oficiales que haban servido o servan enMarruecos) sola ser ms bien despreocupado, basado ms en las agallas y en el aguante que en laplanificacin o en la tcnica. Su autocontrol, su actitud prctica e impersonal, su valor ejemplar y suinsistencia en el orden y en la disciplina le permitieron ser un eficaz comandante de seccin y luego decompaa, a pesar de su juventud. Result tener ms recursos como mando en combate de lo que sucurrculum poda haber hecho esperar, y acab perteneciendo a esa minora de oficiales que tratseriamente de servirse de mapas, fortificaciones y de la preparacin tcnica de las columnas armadas.En vez de irse de juerga, a jugar a las cartas, a beber vino y con prostitutas, como muchos de suscamaradas, Franco se dedicaba al trabajo7. Rpidamente fue recomendado para teniente y luego paracapitn, y acab siendo herido gravemente en el abdomen el 29 de junio de 1916, cuando mandabatropas en combate cerca de Ceuta.

    Comenzaba ya a ser conocido que el valor de Franco se igualaba slo con su ambicin. En elEjrcito espaol, a los oficiales que sufran heridas de consideracin en combate se les ascendarutinariamente; cuando esto le fue negado a Franco en un primer momento, debido a que era demasiadojoven, no descans hasta que su peticin no fue presentada al rey. Finalmente fue ascendido acomandante antes de cumplir los veinticuatro aos, lo que resultaba asombroso en el cuerpo deoficiales espaol de la poca, inflado y dominado por los de mayor edad, convirtindose en su jefe (uoficial superior) ms joven. En 1917, el comandantn, como se le llamaba, inici un perodo deservicio en la metrpoli como comandante del batalln de Infantera de la guarnicin de Oviedo. Pidila admisin en la Escuela Superior de Guerra para complementar su limitada preparacin tcnica, perono se la admitieron, basndose en que su grado era ya demasiado alto como para permitir que sematriculase en estudios. Franco volvi a Marruecos para contribuir a la organizacin de los nuevosTercios de la fuerza de lite denominada Legin. Destinada a servir como fuerzas de choque, losvoluntarios del Tercio se ganaron el macabro apodo de Los novios de la muerte. De losaproximadamente veintin mil hombres que formarn los ocho batallones de la Legin que servirndurante las campaas de Marruecos, unos dos mil sern muertos y ms de seis mil heridos. Durante losintensos combates de 1921-1922, Franco ser propuesto para el ascenso en dos ocasiones, pero esto eraimposible hasta que no cumpliese treinta aos. En 1923 ser nombrado comandante de la Legin 8, una

    7Tres aos despus de la muerte de Franco apareci un librito con el hiperblico ttulo Las cartas de amor de Franco

    (Barcelona, 1978), redactado por Vicente Gracia, que contena las reproducciones de numerosas postales que en 1912-1913haba enviado a Sofa Subirn, hija de un coronel de una de las guarniciones de Marruecos, a la que admiraba. Las misivasson amigables y correctas, pero no puede decirse que sean verdaderas cartas de amor.

    Despus de la muerte de Franco, Sofa Subirn, que por esas fechas era una viuda ya de edad, se dice que describi aFranco joven como "un poco soso, muy timidito. Buena persona, pero muy decidido. Muy callado, reservado () Comohombre era muy fino, atento, todo un caballero. Un poco de genio s tena, pero era en plan fino. Me trataba con unadelicadeza exquisita, como si yo fuera una cosa sobrenatural. Era muy serio. Demasiado serio. Es que era gallego, muysuyo (). Franco haca patinaje, pero no era bailarn. Era bastante patosillo para esto. Estaba a mi lado sentado y hablaba",

    Intervi, nm.79, 1977, citado en Enrique Salgado,Radiografia de Franco, Barcelona, 1985, pg. 69.8 El escritor Arturo Barea, que fue recluta en Marruecos en esos aos, parafrasea las observaciones de un veterano

    legionario como sigue:Mira, Franco No, mira: el Tercio es algo as como estar en un presidio. Los ms chulos son los amos de la crcel. Y

    algo de esto le ha pasado a ese hombre. Todo el mundo le odia, igual que los penados odian al jaque ms criminal delpresidio, y todos le obedecen y le respetan, porque se impone a todos los dems, exactamente como el matn del presidioentero. Yo s cuntos oficiales del Tercio se han ganado un tiro en la nuca en un ataque. Hay muchos que quisieran pegarleun tiro por la espalda a Franco, pero ninguno de ellos tiene el coraje de hacerlo. Les da miedo que pueda volver la cabeza,

    precisamente cuando estn tomndole puntera.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    9/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    9

    vez que su antecesor en el puesto, como otros muchos oficiales de este cuerpo, hubo muerto encombate.

    En estos aos Franco desarroll, en un primer momento, ambiciones periodsticas que ms tardeexhibira slo peridicamente. El nico libro completo que escribi fue Marruecos. Diario de unabandera (en la Legin, bandera equivale a batalln), publicado en 1922, cuando era comandante delTercio. Hay rumores que afirman que el manuscrito fue escrito en parte por un negro, el periodistacataln Juan Ferragut, aunque no hay pruebas concluyentes de ello. Junto al libro, y posteriormente,aparecer una serie de artculosen la Revista de TropasColoniales.

    Diario de una bandera erauna memoria militar parca,directa, a veces tcnica. Contodo, de manera ms general,ensalzaba los valores militares ydefenda el papel de Espaa ensu Protectorado marroqu, altiempo que mostraba unacreciente conciencia de laimagen pblica del autor y unacada vez mayor preocupacinpor aqulla.

    Siendo nio haba vivido eldesastre de 1898 en la principalbase naval espaola, y cuando yaera un oficial maduro, haba sidotestigo de otra humillacin nacional, cuando el frente oriental marroqu se haba hundido totalmente enla derrota de Annual de 1921. Por ello insista en que slo la accin militar podra tener xito en lapacificacin del Protectorado, y a su vez esto no sera posible a menos que el gobierno y la opininnacional apoyasen al Ejrcito. Franco se lamentaba de que stos fueran indiferentes al sacrificio delos militares en Marruecos, y rechazaba categricamente la propuesta de crear un ejrcito colonial

    .. Pero con Franco no es difcil. Se pone a la cabeza y bueno, es alguien que tiene riones, hay que admitirlo. Yo lohe visto marchar a cabeza de todos, completamente derecho, cuando ninguno de nosotros nos atrevamos a despegar losmorros del suelo, de espesas que pasaban las balas.

    Creme, es un poco duro ir con Franco. Puedes estar seguro de tener todo a lo que tienes derecho, puedes tenerconfianza de que sabe dnde te mete, pero en cuanto a la manera de tratar... Se le queda mirando a un fulano con unos ojosmuy grandes y muy serios y dice: "Que le peguen cuatro tiros".

    Y da media vuelta y se va tan tranquilo. Yo he visto a asesinos ponerse lvidos porque Franco los ha mirado una vez dereojo. Adems, es un chinche! Dios te libre si falta algo de tu equipo, o si el fusil est sucio o te haces el remoln. Sabes?,yo creo que este to no es humano, no tiene nervios. Adems es un solitario. Yo creo que todos los oficiales le odian, porqueles trata igual que a nosotros y no hace amistad con ninguno de ellos. Ellos se van de juerga y se emborrachancomo cadahijo de vecino despus de dos meses en el frente, y este se queda solo en la tienda o en el cuartel, como uno de esosescribientes viejos que tienen que ir a la oficina hasta los domingos. Nadie le entiende, y menos an siendo tan joven",Arturo Barea,La forja de un rebelde (Madrid, 1984).

    No todos los aspectos de esta descripcin tienen por qu ser admitidos como plenamente cuidados, pero s ayudan a mostrarel tipo de impresiones que Franco suscitaba en sus contemporneos militares. Aos ms tarde, Franco haca observar a su

    primo Salgado Araujo que una vez haba ejecutado a un legionario insubordinado simplemente con una orden directa suya,sin recurrir debidamente a una corte marcial. Ya haba ordenado al resto del batalln que marchase junto al cadver, y luego

    justific todo el procedimiento por la rpida y completa restauracin de la disciplina (Francisco Franco Salgado-Araujo,Misconversaciones privadas con Franco, que de ahora en adelante citaremos como Conversaciones privadas, Barcelona, 1979,

    pgs. 184-185).

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    10/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    10

    separado para el Protectorado. Opinaba que el servicio en Marruecos representaba el mejoradiestramiento para las fuerzas armadas, que necesitaba urgentemente experiencias de este tipo paratodas las unidades.

    Mientras se calificaba a s mismo de modesto, ingenuo y sencillo (ninguno de estos adjetivos eraadecuado para su caso, pues en realidad era ambicioso, astuto y complicado), insista en la importanciadel espritu patritico, del orgullo y de la devocin al honor nacional. Como la mayora de los oficialesserios, tambin l quera que el Ejrcito dispusiese de las mejores y ms modernas armas y, al serdefensor de la movilidad, aprob con entusiasmo la formacin del primer pelotn de vehculosblindados y de minicarros de combate en 1922. Franco no era un gran innovador, pero daba granimportancia al valor de un material adecuado y a saber manera.

    Franco se cas en octubre de 1923 con Carmen Polo y Martnez Valds, hija de una rica familiaasturiana de clase alta. La haba visto cuando tena quince aos en una merienda de sociedad enOviedo, seis aos atrs, y despus de haber sido rechazado por el padre de otra muchacha pertenecientea la clase alta gallega a la que haba hecho la corte, Franco persigui a la joven asturiana con latenacidad y decisin que demostraba en su profesin. Carmen Polo, segn la describe uno de susmejores bigrafos, sin ser una belleza, posea un perfil aristocrtico, unos movimientos elegantes yuna vivacidad de buena ley9.

    Pronto ella correspondi al inters y afecto de su pretendiente, viendo en l a un atractivo hroenacional que, pese a su introversin bsica, poda ser hablador y vivo en los encuentros de sociedad.

    El hecho de tener una voz fina yaguda y de que fuese un poquitoms bajo que ella no pareca ser unobstculo para el amor. Elimpedimento era el esnob padre deCarmen, que tena poco respetopor los oficiales jvenes conmedios modestos, y una vez se leoy decir que dejar que se casecon ese individuo es como dejarque se case con un torero, o bienalguna frase semejante. Elnoviazgo qued interrumpidodurante dos aos y medio a causadel servicio de Franco enMarruecos entre 1920 y 1923, peroCarmen era tan fiel y decididacomo su amado. La reputacinpersonal de Franco se vioaumentada entre sus hombresgracias a la leyenda que afirmabaque haba tenido que posponer dosveces su matrimonio para cumplircon sus deberes en el frente debatalla; el combate era algo quemuchos oficiales espaoles de lapoca evitaban a toda costa.Cuando por fin se celebr el

    9 Ramn Garriga,La seora de El Pardo, Barcelona, 1979, pg. 18.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    11/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    11

    matrimonio durante un breve permiso o ausencia de la Legin, el prestigio de Franco se habaincrementado tanto que haba sido nombrado gentilhombre de cmara de Alfonso XIII, cuyorepresentante personal fue padrino en la ceremonia.

    Este matrimonio de amor, pues eso fue realmente, result ser, desde todos los puntos de vista, muyafortunado. La pareja cre un hogar convencional, catlico, de clase media alta, bendecido finalmente,tres aos despus, por el nacimiento de una nica hija, llamada tambin Carmen (aunque ms conocidapor Carmencita)10. Su vida familiar feliz y segura reforz ulteriormente los valores conservadores yreligiosos de Franco, y sirvi para mantener en pie su identidad catlica que, segn algunos, habacomenzado a atenuarse en sus primeros aos de oficial11.

    Sin duda, Franco dio la bienvenida a la instauracin de la dictadura de Primo de Rivera enseptiembre de 1923, pues se opona ya al parlamentarismo liberal, al que consideraba fuente dedebilidad y divisin. Como oficial en activo, naturalmente, no participaba en los asuntos polticos, perohizo que sus puntos de vista fuesen conocidos cada vez ms en los asuntos militares. En 1924, Primode Rivera se vio obligado a llevar a cabo una retirada estratgica en la porcin oriental del Protectoradocon el fin de acortar las lneas espaolas. En una comida de campaa improvisada en el campamento dela Legin de Ben Tieb, al suroeste de Melilla, el 19 de julio de 1924, Franco se hizo el portavoz de lapreocupacin de los oficiales africanistas sobre los planes de Primo de Rivera. La atmsfera de lacomida se hizo tensa y emocional, aunque las relaciones entre Franco y el relativamente indulgentedictador pronto quedaron restablecidas durante un segundo encuentro, unos das ms tarde.

    Franco jug un papel importante en las decisivas campaas de Marruecos de 19241925 quequebrantaron la resistencia de la insurgencia nativa. l mand la primera oleada de ataques tras eldesembarco en la costa norte de la fortaleza del lder rifeo Ben Abd elKrim, que fue posiblementela mayor y ms lograda operacin anfibia bajo fuego enemigo de la historia militar hasta esa fecha. Yla leyenda de la baraka (buena suerte) de Franco se consolid ms que nunca; los legionarios y otrosveteranos afirmaban que nunca resultaban derrotados cuando Franco los mandaba. Recin cumplidoslos treinta y tres aos fue ascendido a general de brigada, lo que lo converta, segn se deca, en el msjoven general en servicio activo de toda Europa. El perodo de catorce aos de servicio en fricallegaba a su fin, pero haba echado las bases de su fama y de su ascendiente personal en el seno delEjrcito espaol. En los ltimos aos de su vida, los das de frica fueron los que l recordaba connostalgia. Para l fueron tiempos de herosmos juveniles y de un patriotismo sin complicaciones,tiempos de felicidad personal que el matrimonio llev a su clmax. De ahora en adelante, su vida sehar cada vez ms complicada y cada vez ms involucrada en la poltica.

    Durante los dos aos siguientes a Franco se le asigna el mando de la Primera Brigada de guarnicinen Madrid, lo que le da oportunidades de hacerse con algn conocimiento de la poltica y la cultura dela capital, de relacionarse con otros sectores de la lite social, leer ms y mejorar sus contactos y sueducacin profesional. En realidad, la dictadura de Primo de Rivera nunca fue especialmente popularentre los militares, cuyas prioridades y estructura intent manipular, y diversos elementos de laoficialidad tramaron y conspiraron contra aqul desde el principio hasta el final. Pese al incidente deBen Tieb de 1924, Franco apoy al dictador, y ste, a cambio, apreciaba la profesionalidad de Franco,su disciplina y el que no se mezclara en las intrigas polticas. Primo de Rivera decidi acabar con elescaso adiestramiento y el sectarismo entre los cuerpos del Ejrcito, reinstaurando la Academia General

    10 Los hermanos Franco, decididamente, no eran muy prolficos. Slo tuvieron un hijo cada uno, Nicols un solo hijo de dosmatrimonios, Ramn slo una hija de dos matrimonios. Por el contrario, Pilar, la nica hermana, realiz un matrimonioconvencional de clase media alta con un ingeniero civil de origen carlista y tuvo diez hijos, que tuvo que criar ella mismatras haberse quedado viuda pronto. Para su versin de la historia de la familia, vase Pilar Franco, Nosotros, los Franco,Barcelona, 1980.11 Respecto a la devocin religiosa de Franco, debemos observar que a la edad de dieciocho aos, cuando era alfrez,ingres en la asociacin seglar de la Adoracin Nocturna, en 1911 (Luis Surez Fernndez, Francisco Franco y su tiempo(de ahora en adelante lo citaremos con las letrasFF), Madrid, 1984, I, pg. 99).

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    12/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    12

    Militar de Zaragoza, para proporcionar un adiestramiento profesional unitario a todos los nuevosoficiales de carrera. Cuando la academia abri sus puertas en 1928, su primer director fue Franco.

    Por esas fechas, Franco careca de experiencia en el mando y en la organizacin militar a gran escalay no haba progresado en sus conocimientos tcnicos. S tena una gran experiencia en combate conunidades pequeas y medias, y organiz una nueva escuela de adiestramiento de oficiales que insistien los fundamentos militares, en la logstica y en la organizacin bsica, poniendo especial nfasis en lamstica profesional y patritica. Franco consideraba la moral y la actitud de la mxima importancia yprocur crear una psicologa profesional firme y animosa proporcionando adiestramiento gracias aalgunos de los mejores instructores tcnicos que poda ofrecer al Ejrcito espaol. Personalmente, tratde completar su limitada educacin formal con una serie de lecturas y hall incluso algo de tiempo parala literatura contempornea, y afirmaba que su autor favorito era su paisano, el escritor gallego Valle-Incln.

    Los aproximadamente tres aos y medio que Franco pas en Zaragoza fueron felices y gratificantes,e incluyen el primero y nico viaje al extranjero, una breve visita profesional a Alemania, donde leinteres especialmente la Academia de Infantera de Dresde. En Zaragoza tuvieron los Franco suprimer xito social importante, al relacionarse con la lite provincial. En 1929, una calle de la capitalaragonesa recibi el nombre de Franco. Su atractiva cuada, Zita, que vivi con ellos durante untiempo, se comprometi con un suave y astuto abogado del Estado, Ramn Serrano Ser. Hombreatildado, guapo, con los ojos azules, Serrano Ser estaba bien relacionado con los crculos polticos dederechas y posteriormente jugara un importante papel en el desarrollo de la carrera poltica de sucuado.

    A finales de los aos veinte, Franco, el hroe militar, se haba convertido tambin en parte de laclase poltica dirigente. Al ser gentilhombre de cmara del rey, quedaba identificado con la monarqua,y por su nombramiento para la Academia Militar, con la dictadura. Franco observ con ciertaconsternacin el declive y la cada de Primo de Rivera en 1929-1930; ms tarde incorporara losaspectos ms importantes de la poltica del dictador, en especial lo referente a su eclecticismo ysincretismo, con lo que trataba de formar un gobierno de expertos con llamamientos al populismo y alas clases medias, todo ello en un entramado corporativista. Con todo, Franco estaba lejos de ser unadmirador incondicional de Primo de Rivera, y tom nota de su torpeza, de su tendencia a la irreflexiny a la improvisacin, y a provocar la hostilidad poltica gratuitamente. Pero mucho peor que la cada dela dictadura fue para Franco la subsiguiente cada de la monarqua, que puso en peligro los principiosbsicos de la autoridad, el patriotismo derechista y la continuidad tradicional que Franco habaaprendido a amar desde su niez. El proceso de concesiones y de liberalizacin haba quedadodescontrolado totalmente, y es muy posible que esta experiencia ensease a Franco como sugierenalgunos bigrafosque una vez asumida la autoridad nunca deba dejarse a un lado o reducirse, puespoda derrumbarse toda la estructura. E instintivamente sali en defensa de la monarqua; en tiempos dela primera y minscula rebelin militar republicana de Jaca, de diciembre de 1930, Franco movilizinmediatamente a sus cadetes y los envi a cerrar el paso por el sur a los sublevados.

    Tres meses despus de llegar al poder en 1931, el gobierno de la Segunda Repblica clausur laAcademia General Militar por militarista y elitista y por tratar de formar un espritu de cuerpoequivocado. En un notable discurso de despedida a sus cadetes, el director saliente dej clara su lealtada la monarqua, al tiempo que urga a los oficiales a observar estricta disciplina bajo el nuevo rgimen.Tras esto, a Franco no se le asign ninguna tarea activa en seis meses, y durante los tres aos siguientesestara polticamente a la defensiva. El conflicto con la Repblica puede incluso haber alterado lasmanifestaciones externas de su personalidad. El Franco de los aos veinte era alegre, vivo y hablador,como lo demuestran las tomas de los noticiarios de la poca. Siempre fascinado por el cine, haba

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    13/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    13

    actuado brevemente en una pelcula. Pero el Franco extravertido, jovial, amigo de tertulias, seconvierte para siempre, desde 1931, en el Franco retrado, monosilbico, indeciso12.

    En un primer momento, la experiencia republicana fue mucho ms agradable para los hermanos.Nicols se llevaba bastante bien con los polticos liberales moderados, como los del Partido Radical,mientras que Ramn se convirti inmediatamente en un hroe del nuevo rgimen. Haba sido uno delos dirigentes de la rebelin militar frustrada contra la monarqua a finales de 1930 y fue nombrado,durante un breve perodo, director de Aviacin por el nuevo gobierno republicano, y luego elegido paralas Cortes Constituyentes para la candidatura radical socialista lo que Franco considerextremadamente mortificante.

    El Ejrcito era uno de los principales blancos del reformismo republicano. Manuel Azaa, el nuevoministro de la Guerra, estaba decidido a republicanizar y al mismo tiempo a modernizar el Ejrcito.Uno de los primeros problemas era la hipertrofia del cuerpo de oficiales, que una muy generosa polticade retiro voluntario con la paga completa redujo en un 37 por 100 en poco ms de un ao, pasando deunos veintids mil a menos de doce mil cuatrocientos oficiales. Los ascensos llevados a cabo por ladictadura se revisaron, pero no se revocaron drsticamente, y Franco conserv su grado de general debrigada, aunque no la misma antigedad. Se hizo un intento de democratizacin y se cre una nuevaestructura especial para un cuerpo de grado intermedio, el de suboficiales, pero sin introducircambios bsicos en la estructura del cuerpo de oficiales. No se llev a cabo una reorganizacinestructural drstica, sino ms bien una nueva combinacin de las unidades bsicas, en un sistema msamplio de divisiones orgnicas. En 1932, los gastos militares bsicos se vieron reducidos en ms del15 por 100, aunque esto se vio ms que compensado por los costes del nuevo sistema de retiro. Elestado del material, que siempre haba sido ms bien precario, no mejor.

    El Ejrcito apenas haba movido un dedo en defensa de la monarqua, y, por lo general, no era hostila la Repblica, al menos en sus comienzos. Pero en menos de un ao esta actitud comenz a cambiardebido al carcter sectario de la administracin republicana, al creciente desorden poltico y social, y ala actitud de aversin gratuita hacia los militares. Es probable que las reformas tuviesen escaso efectosobre la capacidad militar de las fuerzas armadas, pero su impacto poltico y psicolgico fueconsiderable.

    Un puado de oficiales empezaron a conspirar contra el nuevo rgimen ya en el otoo de 1931.Franco, que evitaba meterse directamente en poltica y que actuaba como si no le interesasen estascosas, no particip en absoluto en la intentona. Aunque monrquico de corazn, era respetuoso con elorden establecido, y durante estos aos no se mostraba reacio a llegar a un modus vivendi con unliberalismo republicano responsable. En 1932, haba vuelto al mando activo como comandante de laguarnicin de Infantera de La Corua, en su Galicia nativa.

    Franco evit verse comprometido en la rebelin abortada de Sanjurjo de agosto de 1932, estimandocorrectamente la superficialidad y futilidad del intento. A su vez fue premiado con el nombramiento decomandante militar de las islas Baleares cargo ms importante en un clima ms suaveen febrerode 1933. Se lanz, asimismo, a la elaboracin de un nuevo plan defensivo para las islas que le ocupargran parte del tiempo durante el ao y medio siguiente. Como era habitual, lo acompaaba, comoayudante de campo, su primo carnal y amigo durante toda la vida Francisco Franco Salgado-Araujo,llamado Pacn por sus familiares e ntimos (para distinguirlo de Franco, que era Paco). Salgado-Araujo haba sido ayudante del general durante varios aos y lo haba seguido en cada cambio dedestino. Teniendo en cuenta los cambios continuos en los asuntos espaoles en esos aos, sin duda eratil disponer de un pariente prximo y de un amigo como ayudante principal y confidente. En lasBaleares, Franco reanud asimismo contactos profesionales con un joven y capaz teniente de Marina, elcejudo Luis Carrero Blanco, que a la sazn estudiaba en la Escuela de Guerra Naval francesa, y al quehaba conocido en tiempos de las campaas de Marruecos.

    12 Ricardo de la Cierva,Historia del franquismo, I, Barcelona, 1976, pg. 99.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    14/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    14

    La victoria electoral del centroderecha en noviembre de 1933 alter completamente la situacinpoltica, y para Franco fue personalmente muy ventajosa. Las relaciones de Franco con la nuevaConfederacin Espaola de Derechas Autnomas (CEDA), el nuevo partido catlico de derechas quese haba convertido en el mayor grupo poltico espaol, eran excelentes, pues su cuado, RamnSerrano Ser, era diputado por la CEDA y pronto sera un importante lder de su movimiento juvenil.Los lderes del Partido Radical, que entonces accedieron al gobierno, haban mantenido siemprecontactos positivos con los militares, y el propio Franco mantena buenas relaciones con variospolticos radicales, uno de los cuales, Diego Hidalgo, el nuevo ministro de la Guerra, lo ascendi ageneral de divisin en marzo de 1934.

    Desde finales de 1933 Franco pudo pasar cada vez ms tiempo en Madrid, de permiso, donde habaconservado la casa que ocupaba en 1926. Y aqu fue donde, en febrero de 1934, una infeccin depulmn se llev a su madre a la tumba casi de improviso, cuando todava no haba cumplido setentaaos. Con el paso de los meses, aumentaron los contactos de Franco con los polticos de centroderecha; por primera vez en su carrera, estuvo a punto de convertirse claramente en un general poltico,identificado con las ideologas de derechas13. En esto, una carta personal urgente del lder falangistaJos Antonio Primo de Rivera, del 24 de septiembre de 1934, en la que adverta a Franco que estuviesealerta ante una inminente insurreccin revolucionaria de la izquierda, no le hizo saber nada que ya nosupiese.

    La rebelin estall el 5 de octubre, y en menos de veinticuatro horas el gobierno haba colocado aFranco en el Ministerio de la Guerra en calidad de asesor tcnico encargado de coordinar la represin.Lo que se llev a cabo efectivamente en poco ms de dos semanas, pero no sin un no pequeoderramamiento de sangre, acompaado por excesos y atrocidades por ambas partes. Franco continu enel Ministerio hasta febrero de 1935, cuando se le concedi la Gran Cruz del Mrito Militar y fuenombrado comandante en jefe de las fuerzas espaolas en el Protectorado de Marruecos.

    El nuevo gobierno de centroderecha de Alejandro Lerroux y de la CEDA quera restablecer lasinstituciones militares y garantizar el apoyo del notable sector antiizquierdista del cuerpo de oficiales.En los tres meses siguientes, en Marruecos, Franco se esforz en mejorar la capacidad de combate delas fuerzas del Protectorado y conservar su condicin de mejores unidades militares del Ejrcitoespaol.

    As pues, Franco se haba visto catapultado por los acontecimientos y las relaciones polticas alpapel de figura clave del Ejrcito espaol, y con el gobierno de centroderecha se convirti,irnicamente, en el general nmero uno de la Repblica, segn la irnica frase de La Cierva, aunqueno por ello en un importante general republicano en sentido poltico. El lder de la CEDA, Gil Robles,ofrecer ms tarde la siguiente descripcin de la reputacin de Franco en ese momento:

    Impresionaron a los militares de su generacin una serie de cualidades que le rodearon de un prestigioindiscutible. El valor, menos teatral que el de otros compaeros de las campaas marroques, pero que,sometido en multitud de ocasiones a la prueba decisiva del fuego, lleg a convertirse en legendario; laprevisin y el certero instinto con que saba medir las fuerzas del enemigo, para atacarle framente cuandoestaba debilitado; el culto a la disciplina, que no vacilaba en mantener con los medios ms duros que fueran

    precisos, sin perjuicio de velar con exquisito cuidado por el bienestar de la tropa y de esforzarse por ahorrarvidas en el combate; la preparacin cuidadosa de las operaciones, indispensable en un tipo de guerra colonial,donde es ms importante huir de improvisaciones peligrosas que desarrollar grandes concepciones

    13 Para alivio de Franco, su hermano Ramn haba comenzado a entrar en razn. ste haba hecho bastante el ridculo en lasCortes tras su eleccin en las listas del Partido Radical-Socialista en 1931. Hacia 1933 haban desaparecido sus ambiciones

    polticas, lo mismo que su brutal comportamiento de los primeros aos, cuando iba a pegar a los maricas con susamigotes de Aviacin por los bares de homosexuales de Madrid. Su primer matrimonio con una cabaretera fue disuelto, y,con una nueva mujer, acab sentando la cabeza y formando un respetable hogar de clase media. En 1934, el nuevo gobiernolo destin a Washington D.C. como agregado areo, cargo que parece ser le gust a Ramn. Su primera mujer, CarmenDaz, dej unas memorias,Mi vida con Ramn Franco (Barcelona, 1981).

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    15/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    15

    estratgicas; el conocimiento exacto de los puntos vulnerables del adversario, lo mismo en el orden materialque en el moral; el apartamiento de cualquier gnero de disipacin que le alejara del logro de sus propsitos,maduramente concebidos e implacablemente realizados (..). Todo contribuy a rodear a Franco de unaaureola, que reconocan propios y extraos, y a crear en torno suyo una zona de aislamiento y reserva, que almismo tiempo realzaba sus cualidades14.

    La imagen fsica de Franco no era la de un hroe atractivo. A su baja estatura se aada una

    constitucin ms bien carnosa, que en los ltimos aos haba adquirido considerable peso, engrosandosu figura, acentuado todo ello por el corte ms bien desmaado de los uniformes de la poca. Su voz,suave y aguda, no le ayuda tampoco mucho, al ser ms adecuada para rdenes tranquilas yconversaciones privadas que para la oratoria pblica. Con todo, estas limitaciones fsicas simplementeponan de relieve el hecho de que no haba nada postizo o superficial en el prestigio profesional deFranco, en su carisma personal entre los militares, pues se basaba en logros slidos y en la experienciapersonal de mando.

    En mayo de 1935 aument el poder de la CEDA, cuando Gil Robles entr a formar parte delgobierno con el cargo de ministro de la Guerra. En cuestin de das nombr a Franco jefe de EstadoMayor del Ejrcito, con el encargo de supervisar el refuerzo y reorganizacin de las fuerzas armadasespaolas. El lder de la CEDA lo consideraba el ms apropiado, pues los militares tenan su mirada

    puesta ms sobre Franco que sobre cualquier otro, y porque cubra completamente las exigenciaspolticas de la CEDA: era disciplinado y legalista, firmemente catlico y derechista.

    Haba mucho que hacer si se quera reconstruir el Ejrcito en cuanto institucin militar, pues elequipo y el adiestramiento de combate eran muy escasos. Esto no haba sido as por falta dedesembolso, pues la generosa poltica de retiros de Azaa haba dado por resultado el incremento delpresupuesto total, aun cuando los gastos de material haban quedado reducidos ligeramente. Lascarencias tcnicas del Ejrcito espaol eran muy anteriores a la Repblica. Con Gil Robles y Francouna serie de nuevos nombramientos haban colocado al Ejrcito, una vez ms, bajo la direccin deprofesionales conservadores que anteriormente haban sido sustituidos o apartados del mando. Se gastalgo ms en el equipo de combate y en la preparacin para las operaciones. El general Emilio Mola, excomandante en jefe en Marruecos y ltimo director general de Seguridad con la monarqua, expulsado

    del cuerpo de oficiales por la Repblica, fue reinstalado en su grado y se le confiri el encargo depreparar un nuevo plan de movilizacin. En julio el gobierno haba aprobado un programa de rearmetrienal. Adems, Franco haba comenzado a elaborar fichas de las actitudes polticas de los oficiales ydel porcentaje de soldados rasos afiliados a organizaciones izquierdistas (alrededor de un 25 por 100,segn los resultados).

    Esta poltica se vio amenazada de inmediato por la cada de la coalicin gobernante cedorradical, acomienzos de diciembre. El presidente de la Repblica, Alcal Zamora, se neg a autorizar una nuevacoalicin parlamentaria, pero nombr un nuevo gobierno provisional extraparlamentario, quepreparara nuevas elecciones. La miope visin de Alcal Zamora justificaba esto diciendo que dara laoportunidad al gobierno de alcanzar una nueva coalicin de centro que fuese capaz de mantener elequilibrio entre la izquierda y la derecha, pero las elecciones podran dar tambin a la derrotada

    izquierda la posibilidad de volver al poder directamente. Nunca despus de la insurreccin de 1934haba aparecido en el horizonte una posibilidad tan neta de que estallase una guerra civil, y variosgenerales del Ministerio de la Guerra propugnaban un golpe de Estado para prevenirla. Esto, sinembargo, habra contradicho toda la poltica de Gil Robles y de la CEDA, que insista en obtener yconservar el poder por medios constitucionales. Ms tarde, Gil Robles declar que no poda apoyardirectamente un golpe de Estado, pero remiti el asunto a su jefe de Estado Mayor. Aproximadamenteun ao antes, Franco, entonces consejero especial, haba vetado las propuestas de golpe de Estado en

    14 Jos Mara Gil Robles,No fue posible la paz, Barcelona, 1968, pg. 777.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    16/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    16

    un momento en que varios dirigentes de izquierda haban sido amnistiados. En las ms dramticascircunstancias del 11 de diciembre de 1935, volvi a insistir en su postura, diciendo que los mandos delEjrcito estaban muy divididos polticamente como para tomar la responsabilidad de unpronunciamiento, apreciacin que era totalmente correcta.

    El gabinete provisional que gobern a Espaa durante los dos meses siguientes cambi el destino devarios altos mandos nombrados recientemente, pero dej a Franco en su puesto de jefe de EstadoMayor. El dilema del 11 de diciembre se repiti el 17 de febrero de 1936, el da despus de la estrechapero absolutamente decisiva victoria del Frente Popular en las ltimas elecciones republicanas. Variosgenerales importantes y algunos polticos derechistas presionaron a Franco y al primer ministro interinoPortela Valladares para que tomasen medidas para anular los resultados electorales y declarasen elestado de excepcin. Aunque un general trat de levantar a la guarnicin de Madrid y llevarla a larebelin, Franco se neg una vez ms a actuar salvo por autorizacin de sus superioresconstitucionales. A pesar de que inst al gobierno a que declarase la ley marcial y a intervenir en elproceso electoral, se neg categricamente a aceptar tal responsabilidad slo para el Ejrcito. Dos dasms tarde, Manuel Azaa formaba un nuevo gobierno republicano de izquierdas.

    Aunque varios pequeos grupos de oficiales comenzaron a conspirar contra el nuevo gobierno casiinmediatamente despus de su formacin, Franco no se mostr ni extremista ni catastrofista. Deacuerdo en cierta medida con Jos Antonio Primo de Rivera, seal que tcnicamente slo el sectorms moderado del Frente Popular estaba representado en el gobierno, que la izquierda estaba dividida yque lo peor se haba evitado. Treinta aos ms tarde recordaba: Siempre dije a mis compaeros:Mientras haya alguna esperanza de que el rgimen republicano pueda impedir la anarqua o no seentregue a Mosc, hay que estar al lado de la Repblica (sic), que fue aceptada por el reyprimeramente, por el gobierno monrquico despus y luego por el Ejrcito.15

    La poltica militar de la nueva administracin consisti en reducir el programa de rearme y cambiara muchos de los altos mandos, sustituyendo a los oficiales ms conservadores con republicanos deconfianza o moderados en la mayora de los puestos de importancia. Franco fue trasladado al mandomilitar de Canarias, cuyo cuartel general es taba en Tenerife. Aunque se trataba de una humillacinimportante, Franco respondi con su cautela habitual. A comienzos de marzo se entrevist en Madridcon cierto nmero de sus ms prximos colegas militares a quienes se estaba asignando nuevosdestinos, acordando mantenerse en contacto y estar preparados en caso de que se deteriorase lasituacin poltica, pero intentar una insurreccin militar directa slo si la izquierda revolucionariatomase el poder. Mientras tanto, se intentara mantener la coordinacin por medio de un comit flexiblede unos nueve generales que iban a permanecer en Madrid, algunos de los cuales sin mando activo.

    La crisis espaola de la primavera y el verano de 1936 fue, en los aspectos importantes, una meravariante espaola de las crisis revolucionarias o prerrevolucionarias que afectaron a varios pases de laEuropa central y oriental entre 1917 y 1923. El caso espaol era nico en el sentido de que se produjomedia generacin despus y de que no fue causado por la guerra mundial o por un hundimiento debidoa una derrota. En Espaa, la movilizacin popular y la polarizacin se vieron impulsadas, por elcontrario, por una excepcional convergencia de factores: a) las consecuencias asimtricas del perodode ms rpido desarrollo econmico de toda la historia de Espaa, entre 1910 y 1930, pues los efectosiniciales de la rpida modernizacin suelen ser fragmentarios y desestabilizadores; b) el primer avancecompleto de la democracia electoral en tiempos de la Repblica, que proporcion las mximasoportunidades para una movilizacin poltica y para el conflicto, pero que era demasiado nueva einmadura como para alcanzar la estabilidad; c) el impacto de la gran depresin econmica de 1929, queen proporcin fue menos grave en Espaa que en otros pases, pero cuyas consecuencias aumentaroninevitablemente las tensiones sociales, y d) la situacin internacional, cada vez ms inestable, con el

    15Conversaciones privadas, pgs. 522-523.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    17/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    17

    avance del fascismo y la amenaza de cambios revolucionarios, cuyas influencias directas sern cadavez ms pronunciadas.

    Bajo la presin de los movimientos obreros, la poltica republicana se movi rpida peroincoherentemente hacia la izquierda, llevando a cabo importantes cambios en la economa y en lapropiedad, mientras que continuaba aumentando la violencia poltica. Despus de que la Comisin deActas del nuevo Frente Popular tom la decisin de anular la eleccin de cierto nmero de diputados dederechas, la fuerte mayora izquierdista originaria en las Cortes se transform en un margen de casi dosa uno, y la oposicin parlamentaria quedar impotente. El ltimo garante institucional de lamoderacin, el presidente Alcal Zamora, fue acusado y depuesto, para ser sustituido en la presidenciapor el lder de Izquierda Republicana Manuel Azaa. Cada vez ms, el gobierno republicano ibaperdiendo sin ms el control de la situacin y en ciertos casos no hizo grandes esfuerzos para aplicar laley, mientras que se estaba produciendo una escalada de disturbios callejeros y asesinatos polticos porparte de socialistas, comunistas y falangistas. Con todo, la izquierda estaba muy dividida como loestaba el propio Partido Socialista, y ningn grupo era capaz de elaborar un plan concreto parasustituir a la administracin de Izquierda Republicana por un rgimen revolucionario.

    Sin embargo, un proceso tan pluralista e indeterminado tambin retras las mltiples conspiracionesmilitares contra la izquierda. La conspiracin contra el gobierno fue obra simultnea de: a) la juntatitular de generales de Madrid; b) la junta central y los grupos locales de la Unin Militar Espaola(UME), una asociacin semiclandestina de oficiales profesionales del Ejrcito que se haba formado enlos tres aos anteriores (a la que Franco no se haba unido y cuya tendencia a la insubordinacindesaprobaba); c) varios comandantes y oficiales de provincias, individualmente; d) los falangistas, sinmandos desde que el partido haba sido declarado ilegal a mediados de marzo y la mayor parte de susdirigentes principales detenidos, pero que iba engrosando sus filas con miles de nuevos miembrosprovenientes de la derecha; e) los carlistas, que estaban organizando su propia milicia de Requets,sobre todo en Navarra, y f) varios otros grupos derechistas de provincias. El principal organizador erael general Emilio Mola, que los lderes de la UME de las provincias del centronorte habanreconocido como jefe de una accin antigubernamental por parte de las fuerzas de esa regin. Dado queninguno de los generales ms antiguos en activo quera ponerse al frente, los conspiradores optaron porvolverse hacia el general Jos Sanjurjo, que haba encabezado la rebelin frustrada de 1932. ste vivaen el exilio de Lisboa, por lo que transfiri su autoridad personal como coordinador a Mola,comandante de la guarnicin de Pamplona. Estos planes no se completaron hasta finales de mayo, y poresas fechas Mola comenz a elaborar planes para hacer converger a las fuerzas rebeldes sobre Madrid ytomar el poder en la capital. Con todo, las relaciones con los grupos polticos derechistaspermanecieron relativamente distantes, pues Mola y los dems conspiradores tenan pocas ganas deverse comprometidos con aqullos.

    El principal obstculo para la organizacin de la rebelin era, en primer lugar, la actitud de lospropios oficiales del Ejrcito, la mayora de los cuales se neg a comprometerse en la accin. Elactivismo militar haba sido siempre desastroso para la poltica espaola entre 1917 y 1931; la mayorade los oficiales lo saba, y lo que menos queran era verse metidos en la refriega. Adems, la situacinpresente se mostraba cada vez ms polarizada entre la revolucin y la contrarrevolucin; la intensapropaganda de la izquierda dejaba claro que en el caso de confrontacin violenta, los militaresdisidentes derrotados no seran tratados con suavidad.

    Dadas estas dudas e indecisiones, algunos de los principales aspirantes a rebeldes acabaroncomprometindose plenamente con la conspiracin slo despus de llegar a la conclusin negativa deque sera mucho ms peligroso no hacerlo. El mejor ejemplo de esto es el del propio Franco. De una uotra forma, se haba visto involucrado en la conspiracin contra el Frente Popular desde un comienzo,y, sin embargo, se mostraba muy reticente a comprometerse en cualquier propuesta especfica derevuelta armada. Para Franco, la primavera de 1936 fue un perodo de gran tensin. Desde su llegada aTenerife, haba sido recibido con pintadas en las paredes de carcter izquierdista, que deseaban su

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    18/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    18

    muerte, y algunos subordinados fieles acabarn montando guardia durante veinticuatro horas alrededordel comandante y de su familia con el fin de evitar ataques personales. Su actitud se hizo cada vez mssombra, volvindose ms que antes hacia la religin. Parece ser que las prcticas religiosas casi diariasde Franco datan de esta poca. La intensificacin de la vida religiosa contribuy a su vez a lo que acabsiendo un sentido de misin, especialmente providencial, manifestado en su labor nacional.

    Los polticos conservadores recomendaron que Franco diese su nombre para una lista de derechasen ocasin de elecciones parlamentarias especiales en Cuenca en mayo. El nuevo gobierno habaamnistiado a todos los revolucionarios implicados en la revolucin de 1934, mientras que habacomenzado a detener y procesar a algunos de los que haban actuado para hacer respetar laConstitucin. Se tema que Franco fuese el siguiente en la lista del gobierno; por lo que un escao enlas Cortes podra haber garantizado quiz la inmunidad. Pero el intento no prosper debido al lderfalangista Jos Antonio Primo de Rivera, cuyo nombre haba sido incluido tambin en la lista de laderecha por Cuenca, con la esperanza de que la obtencin de un escao parlamentario le habrapermitido salir de la crcel. Jos Antonio insisti para que la candidatura de Franco fuese retirada, puessus connotaciones de extrema derecha y militares podran provocar una oposicin an mayor, por partede la izquierda y del gobierno, a la lista conservadora. Adems, Jos Antonio, que siempre habaconsiderado a Franco un mando clave en el seno del Ejrcito, haba quedado desilusionado por su nicaentrevista con Franco, en la que ste haba evitado discutir los asuntos fundamentales, desviando laconversacin hacia temas sin importancia y frases amables16costumbre muy arraigada en el cautogeneral. Observ, adems, que Franco no estaba preparado para la vida parlamentaria, al carecer deexperiencia poltica regular y de capacidad oratoria, lo que lo habra puesto en ridculo en los hostiles eintensos debates de las Cortes. Este ltimo punto quiz tuvo una mayor influencia en Franco que losargumentos polticos de Jos Antonio, pues saba muy bien que su hermano Ramn haba fracasadoestrepitosamente cuando era diputado en el Parlamento y que su prestigio haba descendido netamente,por lo que estuvo de acuerdo en retirar su nombre de la lista. En un famoso discurso posterior, el 2 demayo, el dirigente socialista moderado Indalecio Prieto salud la retirada de Franco con palabrasprofticas, alertando sobre los peligros de una rebelin militar: el general Franco por su juventud, porsus dotes, por la red de sus amistades en el Ejrcito, es hombre que en un momento dado puedeacaudillar, con el mximo de posibilidades, todas las que se deriven de su prestigio personal, unmovimiento de este gnero17.

    Con todo, el propio Franco no estaba convencido de la necesidad ni del xito de un movimientomilitar. Su reticencia era tal que uno de los ms antiguos conspiradores, el general Luis Orgaz,desterrado por el gobierno a Canarias, trat de convencerlo de que jugar un papel dirigente en larebelin sera como comer una perita en dulce, y que si no quera, cualquier otro aprovechara sinms la oportunidad de ponerse en su lugar. Franco no se dej engatusar por estas razones, pues l sabaque, en el mejor de los casos, una rebelin militar era algo arriesgado y extremadamente difcil. Por unlado, negoci con Mola la posibilidad de obtener un mando clave, el de las unidades de combate delite en Marruecos, pero dud mucho en comprometerse. Todava el 23 de junio escribi una cartapersonal al nuevo primer ministro, Casares Quiroga, dada la doble responsabilidad de ste, comoministro de la Guerra, de protestar no tanto por los graves problemas de la patria cuanto del trato queentonces el gobierno daba al Ejrcito y a los mandos superiores conservadores. Afirmaba que faltan ala verdad quienes presentan al Ejrcito como desafecto a la Repblica y peda medidas deconsideracin, ecuanimidad y justicia18. Todava el 12 de julio Franco envi, al parecer, un mensaje

    16Ramn Serrano Ser,Entre el silencio y la propaganda, la historia como fue: Memorias, Barcelona, 1977, pg. 56.

    17 Jos Pla,Historia de la Segunda Repblica Espaola, IV, Barcelona, 1940, pgs. 437-438.18 Esta famosa carta, que al parecer nunca tuvo respuesta, ha sido citada numerosas veces, como en Ricardo de la Cierva,

    Francisco Franco: un siglo de Espaa, I, Madrid, 1972, pgs. 430-43

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    19/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    19

    urgente a Mola, manifestando de nuevo su escaso entusiasmo en continuar con la rebelin. Se dice quealgunos de los conspiradores comenzaron a referirse a Franco llamndolo Miss Canarias de 1936,debido a la coquetera de sus continuos ses y noes.

    La mayora de los oficiales actuaran slo bajo rdenes directas de arriba, que no pareca probableque llegasen. La conspiracin se vio debilitada ulteriormente por el hecho de que se basabaprincipalmente en consideraciones precautorias. Pareca que una contrarrevolucin con xito slopodra ser movilizada ante una amenaza revolucionaria madura, pero las fuerzas de la izquierda, encierta medida, estaban como en suspenso. Es cierto que el desorden econmico estaba muy extendido,haba considerable violencia en ciertas zonas, y el gobierno no ocultaba que estaba inclinado hacia laizquierda. Sin embargo, la izquierda, en conjunto, se mostraba desunida, y por el momento no sevislumbraba ninguna accin revolucionaria encaminada al derrocamiento inmediato del gobierno deCasares Quiroga.

    El golpe final en la avalancha de huelgas, disturbios, incendios, confiscacin de propiedades,desrdenes callejeros y asesinatos polticos fue dado en Madrid en la noche del 12 al 13 de julio. JosCastillo, teniente socialista de los Guardias de Asalto, fue muerto a tiros mientras se diriga a su destinonocturno; los pistoleros eran seguramente falangistas o carlistas. En venganza, agentes de polica deizquierdas, algunos de los cuales acababan de ser nombrados de nuevo por el gobierno, en colaboracincon un grupo de milicianos socialistas, detuvieron ilegalmente al portavoz jefe de la oposicinmonrquica en el Parlamento, Jos Calvo Sotelo, y lo asesinaron en un camin de los Guardias deAsalto a pocos metros de su casa. Era un crimen sin precedentes en los anales de los gobiernosparlamentarios europeos, pues nunca antes las fuerzas de seguridad de un gobierno, en colaboracinilegal con revolucionarios armados, haban secuestrado y asesinado a sangre fra a un lder importantede la oposicin. Para muchos, esto indicaba que el radicalismo revolucionario era incontrolado y que elsistema constitucional llegaba a su fin. A lo largo de los siguientes treinta aos los partidarios de larebelin militar se referirn a ciertos documentos que es fcil comprobar que eran inventadosquedemostraran que el asesinato de Calvo Sotelo no fue sino el preludio de un complot comunistadestinado a hacerse con el poder para finales de julio. En realidad, no hay evidencia ninguna de queexistiese el complot, y adems el relativamente pequeo Partido Comunista Espaol no estaba encondiciones de intentar semejante maniobra. Por otro lado, todos los grupos polticos revolucionarioshaban reiterado que consideraban que los das del gobierno parlamentario estaban contados yesperaban algn tipo de rgimen revolucionario para un prximo futuro. Todo esto se decaabiertamente en las mltiples declaraciones realizadas en la primavera y verano de 1936.

    Gil Robles haba avisado ya en las Cortes que media nacin no se resigna a morir en manos de laizquierda, y la trgica muerte de Calvo Sotelo decidi finalmente a miles de indecisos. Est claro queeste hecho fue tambin el dato final que necesitaba Franco para decidirse. Ya se haban completadoplanes elaborados para hacer que volase hasta Marruecos en un avin britnico alquilado, y sus ltimasdudas desaparecieron ante la clara demostracin de que ni siquiera la inmunidad parlamentaria iba adetener a los seguidores del Frente Popular.

    La rebelin militar fue fijada por Mola para que estallase los das 18, 19 y 20 de julio en una serie dezonas, irradiando de Marruecos al sur de Espaa y luego a las guarniciones del Norte. Su estallido seprecipit en Marruecos el 17 de julio, y aqu los rebeldes pudieron controlar rpidamente todo elProtectorado, pese al hecho de que la mayora de la poblacin de origen metropolitano haba votado enfavor del Frente Popular.

    El gobierno republicano de Azaa y Casares Quiroga se vio presionado por ambos lados, por laizquierda revolucionaria y por las fuerzas de la derecha. Si bien el gobierno cedi ante los primeros, notom tampoco ninguna medida decisiva contra los segundos, calculando que los militares no serancapaces de llevar a cabo con xito una rebelin, y temiendo que el debilitamiento de los militaresconvertira al gobierno en inerme prisionero de los revolucionarios. El gobierno no apreciaba lainsistencia y determinacin de los rebeldes ms duros, totalmente convencidos de que haba llegado la

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    20/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    20

    ltima oportunidad de salvar a Espaa de la destruccin a manos de los revolucionarios. El gobiernoconfiaba demasiado en los generales superiores progubernamentales, pero no calibraba bien ladebilidad de estos viejos y a veces ineptos burcratas de la estructura militar. En Marruecos y en ciertonmero de guarniciones clave los comandantes fueron barridos sin ms. La del 18 de julio no fue unarebelin de generales en el sentido estricto del trmino; a ellas se unieron slo siete de los veintisietegenerales de divisin y veinte de los treinta y cinco generales de brigada. La mayora de los generalesfueron leales al gobierno o bien no hicieron nada.

    La rebelin fue un xito en, aproximadamente, slo un tercio de las guarniciones peninsulares, y aunas, principalmente en las localizadas en las ms derechistas provincias del Norte y del Noroeste, dondeexista gran apoyo a una iniciativa antiizquierdista organizada y donde las fuerzas revolucionarias eranms dbiles. En la mayora de las grandes ciudades la rebelin fue un completo fracaso, y no pudotampoco obtener el apoyo de la mayor parte de la Marina y de la Aviacin, y en el caso de la primera,debido sobre todo a motines masivos por parte de marineros revolucionarios. Adems, la rebelin tuvoel paradjico efecto de desencadenar precisamente lo que trataba de evitar: el estallido de la revolucinen la mayor parte de lo que ahora era ya la zona republicana, y la toma del poder en numerosasprovincias por parte de las organizaciones revolucionarias. As, la revolucin temida por los rebeldesacababa de comenzar en aproximadamente la mitad de Espaa.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    21/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    21

    2

    caudillo nacional en la guerra civil

    riginariamente, la rebelin del 17-20 de julio de 1936 se llev a cabo nominalmente como unlevantamiento republicano, y no monrquico, fascista, ni siquiera totalmente militar. Excepto por

    el obligatorio Viva Espaa!, el eslogan ms comn en las primeras proclamas militares era Vivala Repblica!. Algunas declaraciones fueron incluso ms lejos: la primera declaracin oficial deFranco en Marruecos el 19 de julio terminaba con una invocacin a la Fraternidad, Libertad eIgualdad (sic). Casi todas las fuerzas insurgentes combatieron bajo bandera republicana durante lasprimeras semanas de la guerra civil. No parece que hubiese ninguna comprensin clara ni ningn

    acuerdo sobre los fines exactos en las mentes de la mayora de los oficiales que apoyaban la rebelin,salvo por lo que respecta a suprimir la administracin de Azaa, acabar con los revolucionarios einstaurar un gobierno ms moderado y nacionalista.

    Sin embargo, Mola y la mayor parte de los dirigentes importantes haban planeado desde elprincipio sustituir el sistema republicano, tal como estaba constituido a la sazn, por un directoriomilitar, al menos por el momento. La aparicin de moderacin o de liberalismo en muchas de lasprimeras declaraciones militares locales fue debida a la confusin o a las diferencias entre los mandosregionales, y tambin al hecho de que Mola y otros dirigentes prefirieron dejar que el movimientopareciese relativamente liberal, al menos durante los primeros das, con el fin de no fomentar laoposicin. Por otro lado, si la rebelin hubiese obtenido un xito rpido, el directorio militar de 1936habra conservado probablemente ms elementos moderados o liberales, si se compara con el riguroso

    rgimen de Franco al que se lleg bajo las condiciones de la guerra civil revolucionaria.Mola y otros principales conspiradores siempre haban deseado que Franco jugase un papel demayor importancia en la rebelin, pero nunca se haba barajado de otro nombre que no fuese el de JosSanjurjo para el puesto de dirigente supremo. Aunque era ms antiguo que la mayora de losprincipales jefes rebeldes, la primaca de Sanjurjo se basaba en que haba encabezado la rebelinfrustada de 1932 y en que lo reconocan todos los dems conspiradores. Se envi un avin para que lotrasladase de su exilio lisboeta a territorio rebelde el 20 de julio. Pero a causa del accidente e incendiodel avin al despegar, Sanjurjo muri y dej al movimiento rebelde sin jefe.

    Franco, como era usual, tena mucha ms suerte. El avin privado britnico fletado para conducirlo aTetun, capital del Protectorado de Marruecos, hizo el viaje sin problemas el 19 de julio1. Durante lassiguientes semanas Franco trabaj febrilmente preparando las fuerzas para la marcha sobre Madrid,

    mas qued aislado temporalmente a causa del control republicano del mar.1Se tomaron tambin otras disposiciones para conducir a la esposa e hija de Franco a bordo de un carguero alemn con

    destino a Francia, donde pasaron tres meses con la institutriz de doa Carmen. Ella misma record todo esto en "CarmenPolo de Franco, qu haca usted mientras su marido se alzaba en armas?", en Y. Revista para la mujer nacional-

    sindicalista, junio de 1938.Segn Ramn Garriga, tripulantes izquierdistas del Uad Arcila, caonera espaola que las traslad al barco alemn, trataronde rebelarse mientras estaba a bordo la familia de Franco, pero fueron reducidos. Mas en la mayor parte de la Marina larebelin y la toma del mando por parte de los marineros tuvo xito, por lo que la hija y la mujer del general estuvieron a

    punto de caer en manos de la izquierda. Vase garriga, La seora de El Pardo, pgs. 91-93, y Los validos de Franco,Barcelona, 1981, pgs. 28-30.

    O

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    22/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    22

    Esta situacin desesperada condujo a sus tempranos contactos, a iniciativa propia, con Roma iBerln, en busca de alguna forma de apoyo y ayuda para el traslado logstico de sus tropas y reunir mspara llevar a cabo un ataque por el Sur. Todo esto lo apart tambin de los primeros pasos polticosemprendidos por Mola en plena zona rebelde.

    El 19 de julio, tras declarar laley marcial en Pamplona, Molareedita su primer plan poltico paraun nuevo directorio militar. Elnuevo borrador propugnaba unrgimen econmico corporativo,un sistema de cooperativas, y laprosecucin de un programa dereforma agraria moderada. Sepermitira plena libertad deinstruccin, pero se prohibirarigurosamente la defensa de laanarqua y la pornografa. Elmemorndum de Mola declaraba:Somos catlicos y respetamos lascreencias de los que no lo son.Entendemos que la Iglesia debequedar separada del Estado porqueas conviene a aqulla y a ste2.En general, este plan era un reflejoexacto de una peculiarcombinacin de autoritarismo yliberalismo que caracterizaba a lasactitudes polticas de Mola. Almenos en dos ciudades, Zaragoza yMahn (en Menorca), el primergobierno municipal instaurado porlos militares rebeldes no estabaformado por derechistas, sino porpersonal del Partido Radical yotros elementos de centro.

    Cuatro das ms tarde, el 23 de julio, Mola form oficialmente una Junta de Defensa Nacional desiete miembros, en Burgos, con la funcin de servir de direccin ejecutiva del movimiento militar. Lapertenencia a esta Junta se basaba en parte en la antigedad, pero estaba pensada tambin para reflejar atodos los diversos sectores de la oficialidad que haban participado en la rebelin. El presidentenombrado fue el general Miguel Cabanellas, el ms antiguo de todos los generales rebeldes y uno delos menos entusiastas. Su cuartel general de Zaragoza era uno de los responsables del nombramiento delas lumbreras locales del Partido Radical para puestos importantes Cabanellas haba sidoanteriormente diputado radical a Cortes. Haba hecho concesiones rpidamente con el fin de evitar elsentimiento antimilitarista, y los dems dirigentes rebeldes le consideraban dubitativo e indeciso. Enpoco ms de cuarenta y ocho horas Mola haba decidido sustituir a Cabanellas en Zaragoza por uncomandante ms decidido y duro, pero debido a su grado slo pudo ser cesado hacia arriba ynombrado presidente de la Junta.

    2 Citado en Flix Maz,Alzamiento en Espaa, Pamplona, 1956, pgs. 307-310.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    23/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    23

    Adems de Cabanellas, la Junta estaba formada en un primer momento por Mola, los generalesretirados Miguel Ponte, Fidel Dvila y Andrs Saliquet (que haban desempeado papeles clave en larebelin de Castilla la Vieja y anteriormente formado parte de la junta de generales en la sombra,conspirando en Madrid) y dos tenientes coroneles de Estado Mayor, Federico Montaner y FernandoMoreno Caldern. El 30 de julio, un representante de la Marina, el capitn Francisco MorenoHernndez, fue aadido a la Junta. El 3 de agosto, cuando sus unidades africanas comenzaban sumarcha hacia el Norte, en direccin a Madrid, Franco fue invitado a convertirse en el noveno miembro,seguido por los generales Gonzalo Queipo de Llano y Luis Orgaz.

    En agosto los insurgentes haban bautizado a su movimiento con el calificativo de nacional.Aunque los rebeldes trataron de tranquilizar a las clases inferiores respecto a sus fines econmicos, elgrueso del apoyo les lleg de la pequea burguesa y de la clase media y del norte conservador engeneral, por lo que el trmino nacional se consider inmediatamente como sinnimo de defensa de lareligin, de la tradicin y del patriotismo espaol.

    Fue sobre todo el desencadenamiento de una violenta revolucin de masas en la zona republicana,con la quema de iglesias, confiscaciones econmicas y muchos miles de muertos, lo que unirpidamente a la mitad ms conservadora de Espaa a la causa nacional. De importancia casi anlogafue la identificacin de la rebelin con la religin, que pronto acab convirtiendo a aqulla en unacruzada oficial y le proporcion su principal apoyo cultural, emocional y espiritual.

    El nico plan firme de la Junta de Burgos parece haber sido mantener en pie un gobierno formadoslo por militares, al menos hasta que se ganase la guerra. La organizacin era flexible, y la Junta nohizo ningn esfuerzo para gobernar directamente la porcin meridional de la zona nacional. El ncleode sta se hallaba bajo el gobierno personal de Queipo de Llano, que controlaba toda la Andalucaoccidental (y por tanto gran parte de la porcin meridional de la Espaa nacional) desde su cuartelgeneral de Sevilla. Las principales unidades de tierra que avanzaban hacia el Norte estaban mandadaspor Franco, comandante del llamado oficialmente Ejrcito de frica y del Sur, que estaba muy ocupadopor los asuntos militares.

    El primer general que plante el problema de la naturaleza del futuro rgimen nacional fue elmonrquico Alfredo Kindeln, uno de los creadores de la Fuerza area espaola en tiempos de AlfonsoXIII, amigo personal y fiel seguidor del ex rey, y comandante de la exigua aviacin del Ejrcito del Surde Franco. Al tomar el mando de las fuerzas de Marruecos, Franco haba pedido que Kindeln enviaseun mensaje oficial a don Alfonso (que resida en Roma).

    Franco, deliberadamente, dirigi la misiva a Su Real Alteza don Alfonso de Borbn y no a SuMajestad Alfonso XIII, como habran preferido los monrquicos.

    En una entrevista con un periodista portugus, el 10 de agosto, Franco declaraba categricamenteque Espaa es republicana y seguir sindolo. Ni el rgimen ni la bandera han cambiado. El nicocambio ser que el crimen ser reemplazado por el orden y los actos de bandolerismo por el trabajohonrado y progresivo. Y luego aadi, ms amenazador: Espaa ser gobernada por un sistemacorporativo semejante al que ha sido instaurado en Portugal, Italia y Alemania3. Tal distincin echabastante por tierra las garantas que Franco parece dar en sus primeras afirmaciones.

    Adems, slo cinco das ms tarde, en una gran ceremonia con ocasin de la fiesta de la Asuncin(15 de agosto) en Sevilla, Franco sustituy la bandera republicana por la tradicional roja y gualda de lamonarqua, saludndola como a la autntica bandera de Espaa por la que los patriotas haban dado suvida en centenares de batallas.

    Cuando Kindeln le pregunt en privado si realmente tena intencin de trabajar por larestauracin, Franco contest que la vuelta de la monarqua deba ser la meta final, pero que por elmomento eso no poda tratarse pblicamente, pues haba demasiados republicanos o al menos nomonrquicosen las filas del Movimiento Nacional.

    3The Times, Londres, 11 de agosto de 1936.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    24/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    24

    Tranquilizado en cierta medida, Kindeln insisti en que lo ms pronto posible haba de crearse unsolo mando militar unificado. Confiando en la discrecin de Franco y conociendo sus cualidades dejefe, sugiri que ste deba convertirse en comandante en jefe y ser nombrado regente hasta que fueseposible hacer volver al rey. Sin embargo, Franco rechaz la idea de una regencia, diciendo que habradebilitado la unidad del Movimiento. Tampoco hay datos respecto a que, en un primer momento,estuviese ansioso de que sus partidarios personales se afanaran por convertirle en comandante en jefedel Ejrcito nacional. Quiz recordando la suerte de Primo de Rivera, estimaba que la posicin de undirigente o dictador interino no era slida. Por otro lado, la situacin de Franco como comandante delEjrcito de frica y del Sur de Espaa le daba el control de la parte ms importante de las fuerzasnacionales y no implicaba ninguna de las responsabilidades y compromisos del mando poltico.

    No hay duda de que Franco se encontraba en una situacin individual ms fuerte que la de cualquierotro general nacional, y de que desde su mando haba ejercido un liderazgo directo desde el principio.Sus mensajes y proclamas en los primeros das y semanas no hicieron referencia alguna a Sanjurjo, aMola ni a la Junta de Defensa Nacional. Desde el principio, los periodistas extranjeros, lo mismo que elcnsul alemn en Tetun, se referan a Franco como lder principal del movimiento rebelde. Adems dela obediencia incondicional de sus propias fuerzas, Franco dispona tambin del ms cualificado estadomayor para organizar este sector. Se basaba en oficiales veteranos del Protectorado y en un ncleo deoficiales de confianza que haban servido con l en Tenerife, encabezados por el astuto y enrgicocomandante Lorenzo Martnez Fuset, del Cuerpo Jurdico Militar. Dispona tambin de un pequeogrupo poltico y de propaganda, dirigido por su hermano Nicols. Asimismo, Franco haba mejorado suposicin al mostrarse ms activo que Mola en establecer contactos con los gobiernos alemn e italiano.Por ello, las primeras remesas de material suministradas por Mussolini y Hitler fueron enviadas a lasfuerzas de Franco, y los contactos italianos y alemanes dejaron claro que consideraban a Franco comoel jefe militar espaol ms importante.

    El mes de agosto se emple casi en su totalidad en resolver asuntos militares, a medida que Francoiba arrebatando el control de toda la Espaa suroccidental a las fuerzas del Frente Popular. Enseptiembre, sus fuerzas penetraron en la cuenca del ro Tajo y comenzaron a dirigirse hacia el noreste,directamente hacia Madrid. Cuando la guerra entr en una fase decisiva se hizo cada vez ms urgenteresolver el problema del mando.

    Pese a su creciente preponderancia, en un primer momento Franco mostr escasa inclinacin aimponer su liderazgo poltico. Segn el hijo de Cabanellas, no era dado Francisco Franco acompromisos ni a exteriorizar sentimientos. Aparentemente sincero en su forma externa decomportarse, campechano en el trato, ms propenso a escuchar que a formular opiniones, nuncadispuesto a discutir, rgido en su disciplina en relacin a superiores y familiar en el trato con sussubordinados...4. Es dudoso que hubiese propuesto su nombre para jefe del Movimiento Nacional sino hubiese tenido la ayuda y el vehemente apoyo de un pequeo grupo de devotos partidarios. Elprimero de todos ellos era su hermano Nicols, que haba ayudado en la obtencin de apoyo por partedel rgimen portugus y que ahora actuaba de secretario suyo en Cceres (cuartel general de Franco enel mes de septiembre); el general Alfredo Kindeln; varios otros monrquicos, tales como el veteranogeneral Luis Orgaz, estrecho colaborador suyo, y Jos Sangrniz, consejero diplomtico de Franco; elplurimutilado Milln Astray, ex comandante de la Legin, en calidad de una especie de jefe depropaganda, y el coronel Juan Yage, uno de los pocos oficiales falangistas y comandante de lasunidades de choque que avanzaban hacia Madrid.

    En cuanto al grado, Mola era simplemente general de brigada y haba manifestado ya que no tenaninguna ambicin de convertirse en comandante en jefe. Aunque Franco no era, con mucho, el msantiguo, Cabanellas era un masn liberal, Queipo de Llano haba sido republicano de orgenes dudososy escaso prestigio poltico, y Saliquet, que era de ms edad, no era nada polticamente.

    4 Guillermo Cabanellas, Cuatro generales, II, Barcelona, 1977, pg. 327.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    25/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    25

    El problema comenz a resolverse a mediados de septiembre, cuando las tropas se acercabanfinalmente a Madrid. Ahora poda producirse la batalla decisiva y se requerira la mximacoordinacin. La necesidad de un comandante en jefe militar era algo lgico y evidente, pues Franco yahaba tenido considerables fricciones con Queipo en el Sur, y se producan fuertes discusiones entreMola y Yage en el frente del centro. Por ello, la peticin de Franco de que se celebrase una reunin deuna Junta de Defensa ampliada para discutir los problemas del mando militar unificado fue acogidarpida y positivamente y convocada para el 21 de septiembre; la sesin principal tuvo lugar en unafinca privada cerca del campo de aviacin de Salamanca.

    La nica versin de que disponemos se debe a Kindeln:

    En la reunin matinal, que dur tres horas y media, nos dedicamos a discutir varios asuntos provistos deinters, pero que no lo tenan tanto como el mando nico. As lo manifest por tres veces sin conseguir quepusiramos a discusin este asunto primordial, a pesar de haber sido apoyado activamente en este deseo porel general Orgaz. Me pareci observar, con cierta desilusin, que mis propsitos no encontraban ambiente enla mayora de los reunidos.

    Reanudada la junta a las cuatro de tarde, plante resueltamente el asunto, sin ambages ni rodeos,encontrando acogida displicente en varios vocales. Hubo la decidida y clara oposicin del general Cabanellas,quien sostena que la cosa le pareca prematura an, y que no era imprescindible para el mando nico que ste

    recayera en una sola persona, pues haba dos modos de dirigir la guerra: por un Generalsimo o por unDirectorio o Junta. Yo asent, precisando: En efecto, existen esos dos modos de dirigir las guerras; con elprimero se ganan, con el segundo se pierden. Por fin, se puso a votacin mi propuesta, que fue aprobada conel solo voto en contra del general Cabanellas, fiel a su conviccin. Passe a votar en seguida el nombre de lapersona que haba de ser nombrada Generalsimo, y como, al comenzar de moderno a antiguo, los doscoroneles se recusaron como votantes, por su grado, yo, para evitar soluciones violentas y romper el hielo,ped votar el primero y lo hice a favor de Franco, adhirindose a mi voto Mola, Orgaz, Dvila y Queipo deLlano, y, sucesivamente, los dems asistentes, salvo Cabanellas, quien dijo que, adversario del sistema, no lecorresponda votar persona alguna para un cargo que reputaba innecesario5.

    El Anuario Militar de 1936 situaba a Franco slo en el puesto nmero veintitrs en cuanto aantigedad entre los generales de divisin, y en cuanto a aos de servicio se vea superado por

    Cabanellas, Queipo y Saliquet, aunque ningn otro tena la misma experiencia en guerra y el mismoprestigio militar, ni tampoco igual tacto poltico ni la misma influencia en el exterior. Franco haballegado ya a una especie de compromiso con las autoridades marroques del Protectorado para protegerla retaguardia de los nacionales, proporcionndoles una zona utilizable y miles de combativosmercenarios. No slo el nombre de Franco era el mejor conocido entre los generales rebeldes, sino quese lo asociaba menos directamente con la actividad poltica, odiosa para la opinin espaola noextremista. A Mola se lo recordaba todava como el jefe de la polica de la dictablanda de 19301931 y comenzaba a ser conocido como el general carlista debido a las decenas de miles de requetsque iban llegando al Ejrcito del Norte. Su nombre haba adquirido una connotacin negativa, inclusoreaccionaria, y el general, hombre sencillo, de elevada estatura, con gafas, no lo ignoraba. No hayevidencia alguna de que Mola desease de modo particular obtener el mando nico, y tampoco de que

    hubiese, por su parte, ninguna oposicin a Franco. La reunin termin con el acuerdo de que laeleccin de Franco como comandante en jefe debera permanecer secreta hasta que fuese anunciadaformalmente por la Junta de Burgos.

    Adems, lo que se haba acordado era slo el nombramiento de Franco como comandante en jefe, nocomo dictador o jefe de Estado. La Junta de Defensa no sufri cambios, ni se fij una fecha topeconcreta para la asuncin de poderes. Pasaron varios das sin que desde Burgos llegase una sola

    5Alfredo Kindeln,La verdad de mis relaciones con Franco, Barcelona, 1981, pg. 29.

  • 7/29/2019 Payne, Stanley - Franco, El Perfil de La Historia

    26/150

    Stanley G. Payne Franco, el perfil de la historia

    26

    palabra, sin ninguna indicacin de ningn anuncio oficial. Asimismo, el puesto de generalsimo militarslo era considerablemente menos de lo que queran los partidarios de Franco. Nicols Franco,Kindeln, Milln Astray y Yage se reunieron con el general y lo convencieron de que convocaseinmediatamente otra reunin de la jerarqua nacional, esta vez para delimitar y fijar los poderes degeneralsimo y definir su posicin como jefe del Estado mientras durase la guerra. Parece ser queYage jug un importante papel, que haba dejado el mando de las unidades en campaa en el suroestede Madrid el da 21 y haba dedicado la siguiente y crucial semana a la intriga poltica. En un actopblico delante del cuartel general de Franco en Cceres, el da 27 tras el anuncio del avance de lasfuerzas nacionales para liberar a los defensores del Alczar de Toledo Yage salud a Francopblicamente como jefe nico.

    La reunin decisiva de la Junta de Defensa se celebr en Salamanca al da siguiente, el 28 deseptiembre. Nicols Franco lleg la vspera para garantizar el apoyo poltico local, y en el aeropuertoestaban estacionadas varias compaas de las milicias carlistas y falangistas para proteger y aplaudir aFranco, pero tambin, posiblemente, para intimidar cualquier oposicin. Kindeln present el borradorde un nuevo decreto, en el que el artculo 3 declaraba: La jerarqua de Generalsimo llevar anexa lafuncin de Jefe del Esta