perfil motivacional y rendimiento acadÉmico...

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  • “PERFIL MOTIVACIONAL Y RENDIMIENTO ACADÉMICO EN

    ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS. ESTUDIO COMPARATIVO DE DOS

    INSTITUCIONES PÚBLICAS”

    TESIS

    Que para obtener el título de licenciado en psicología

    Presenta

    María Guadalupe Leyva Valenzuela

    CD. Obregón, Sonora. Diciembre de 2012

  • i

    RESUMEN

    El presente estudio identificó en estudiantes universitarios de dos instituciones

    públicas cómo se orientan los factores motivacionales (autoeficacia, ansiedad,

    orientación a metas de logro hacia el resultado, valor de la tarea y control de

    aprendizaje), además se obtuvo la relación existente entre los factores

    motivacionales y el rendimiento académico. Los estudiantes que participaron

    fueron 733, de los cuales 460 correspondieron al Instituto Tecnológico de

    Sonora (ITSON) y 273 a la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). A los

    estudiantes se les aplicó una adaptación de la escala de motivación del

    Motivated Strategies Learning Questionnaire (MSQL) de Pintrich, Smith, García

    y Mckeachie (1991). Los resultados mostraron que en ambas instituciones más

    del 50% de los estudiantes evaluados puntuaron alto en autoeficacia,

    orientación a metas de logro hacia el resultado y valor de la tarea. Así también,

    más del 50% de los participantes manifestaron ansiedad y control de

    aprendizaje en un nivel moderado. El factor motivacional predominante en los

    estudiantes universitarios fue la orientación a metas de logro hacia el resultado.

    Se encontró diferencia significativa entre las dos universidades en el valor que

    los estudiantes le otorgan a la tarea, siendo los estudiantes del ITSON los que

    le dan un mejor valor a la tarea que los de la UADY. En cuanto a la relación

    entre los factores motivacionales y el rendimiento académico se encontró que

    existe correlación significativa pero muy débil en los factores de autoeficacia,

    ansiedad y control de aprendizaje, siendo únicamente ansiedad el factor que

    presentó una correlación negativa.

  • ii

    ÍNDICE

    RESUMEN….. ......................................................................................................... i

    ÍNDICE .................................................................................................................... ii

    LISTA DE TABLAS ................................................................................................ iv

    CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN .............................................................................. 1

    1.1 Antecedentes ............................................................................................. 2

    1.2 Planteamiento del problema ...................................................................... 6

    1.3 Objetivos .................................................................................................... 9

    1.4 Justificación ............................................................................................... 9

    1.5 Delimitaciones del estudio ....................................................................... 12

    CAPÍTULO II. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA .................................................... 13

    2.1 Motivación ................................................................................................... 13

    2.1.1 Motivación física, social y emotiva y cognitiva en relación con la

    motivación académica .................................................................................... 15

    2.1.2 Motivación académica ........................................................................... 15

    2.1.3 Indicadores de motivación ..................................................................... 16

    2.1.4 Factores que influyen en la motivación hacia la escuela ....................... 17

    2.1.4.1 Orientación a metas ........................................................................ 18

    2.1.4.1.1 Metas de orientación intrínseca o metas dirigidas hacia el

    proceso .................................................................................................... 19

    2.1.4.1.2 Metas de orientación extrínseca o metas dirigidas hacia el

    resultado .................................................................................................. 20

    2.1.4.2 Valoración de la tarea ..................................................................... 22

    2.1.4.3 Creencias de autoeficacia ............................................................... 24

    2.1.4.4 Creencias de control ....................................................................... 27

    2.1.4.4.1 Lugar de control o locus de control ........................................... 27

  • iii

    2.1.4.4.2 Causación personal .................................................................. 28

    2.1.4.5 Ansiedad ......................................................................................... 30

    2.2 Rendimiento académico .............................................................................. 33

    2.2.1 Factores asociados al rendimiento académico ...................................... 38

    CAPITULO III. METODOLOGÍA ........................................................................... 42

    3.1 Participantes ................................................................................................ 42

    3.2 Instrumento .................................................................................................. 43

    3.3 Procedimiento .............................................................................................. 44

    CAPÍTULO IV. RESULTADOS ............................................................................. 47

    4.1 Factores motivacionales .............................................................................. 47

    4.1.1 Autoeficacia ........................................................................................... 47

    4.1.2 Ansiedad ............................................................................................... 48

    4.1.3 Orientación a metas de logro hacia el resultado ................................... 49

    4.1.4 Valor de la tarea .................................................................................... 50

    4.1.5 Control de aprendizaje .......................................................................... 50

    4.2 Comparación de los factores motivacionales entre las instituciones

    (ITSON y UADY) ............................................................................................... 51

    4.3 Rendimiento académico .............................................................................. 51

    4.4 Correlación entre factores motivacionales y rendimiento académico .......... 52

    CAPÍTULO V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ................................. 53

    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ...................................................................... 57

    APÉNDICE............................................................................................................ 64

  • iv

    LISTA DE TABLAS

    Tabla 1. Factor motivacional autoeficacia en estudiantes universitarios ............... 48

    Tabla 2. Factor motivacional ansiedad en estudiantes universitarios ................... 49

    Tabla 3. Factor motivacional orientación a metas de logro hacia el resultado en

    estudiantes universitarios ..................................................................................... 49

    Tabla 4. Factor motivacional valor de la tarea en estudiantes universitarios ........ 50

    Tabla 5. Factor motivacional control de aprendizaje en estudiantes universitarios50

    Tabla 6. Comparación de los factores motivacionales entre las instituciones a

    través de la prueba t de Student ........................................................................... 51

    Tabla 7. Rendimiento académico de los estudiantes universitarios ...................... 52

    Tabla 8. Relación entre los factores motivacionales y el rendimiento académico. 52

  • CAPÍTULO I

    INTRODUCCIÓN

    La motivación parece incidir sobre la forma de pensar y con ello sobre el

    aprendizaje. Así pues, parece probable que el estudiante motivado obtenga

    mejores calificaciones lo cual se puede traducir a un mejor aprendizaje (Alonso

    Tapia, como se citó en Rinaudo, Chiecher y Donolo, 2003).

    El concepto motivación ha sido utilizado de tan diversas formas en psicología

    que actualmente no existe un acuerdo general sobre el tipo de conducta que

    puede ser clasificada como conducta motivada. Lo que sí parece existir es el

    acuerdo de que la característica peculiar de dicha conducta es que va dirigida y

    orientada hacia una meta (Martínez, 2003).

    Desde diversas posiciones teóricas e investigaciones, tales como las de Alonso

    Tapia, 1995; Braten y Olaussen, 1998; García y Pintrich, 1996; Huertas, 1997;

  • 2

    Limón y Baquero, 1999; Pintrich y García, 1993; Pintrich, 2000; Schiefele, 1991;

    Solé, 1999; Wolters y Pintrich, 1998 (como se citó en Rinaudo et al. 2003), han

    enfatizado la importancia de atender no sólo a los componentes cognitivos

    implicados en el aprendizaje, sino también a los componentes afectivos o

    motivacionales, ya que la motivación es probablemente uno de los términos

    más utilizados para tratar de explicar el éxito o fracaso de muchas tareas

    humanas y la importancia de este elemento se multiplica en el contexto

    educativo (Cantos, 1997).

    Es un hecho que la motivación influye en el aprendizaje, hasta el punto de llegar

    a ser uno de los principales objetivos de los profesores: motivar a sus

    estudiantes. Sin embargo, la falta de motivación es una de las causas

    importantes que se debe valorar en el fracaso de los estudiantes,

    especialmente cuando se fundamenta en la distancia establecida entre los

    actuantes del proceso de enseñanza-aprendizaje (Polanco, 2005). Cuando no

    logramos los resultados esperados en el aprendizaje, nos preguntamos qué es

    lo que ha fallado y aunque todos sabemos que existen muchos factores que

    condicionan tanto el desarrollo de una clase como el aprendizaje de los

    alumnos, la motivación es uno de los fundamentales (Ruiz, 2008).

    Con base en las anteriores consideraciones, el presente estudio evalúa en

    estudiantes universitarios los siguientes aspectos motivacionales: autoeficacia,

    ansiedad, orientación a metas de logro hacia el resultado, valor de la tarea y

    control de aprendizaje, que en su conjunto, con excepción de la que refiere al

    nivel de ansiedad, permiten obtener una apreciación general acerca de la

    motivación de los participantes. Además se presenta la relación de estos

    factores motivacionales con el rendimiento académico.

    1.1 Antecedentes

  • 3

    A continuación se describen algunas investigaciones que se han realizado

    sobre la motivación, ya que es un constructo que puede dar respuesta a

    nuestros comportamientos y por ende a los logros académicos que obtenemos.

    Al respecto, Rinaudo et al. (2003) en su estudio con universitarios, obtuvo a

    partir del Motivated Strategies Learning Questionnaire (MSLQ) que los

    estudiantes mostraron un perfil motivacional relativamente positivo que podría

    aportar ciertos beneficios al aprendizaje. En primer lugar, los estudiantes

    encuestados presentaron una orientación motivacional intrínseca antes que

    extrínseca. En segundo lugar, los estudiantes informaron una alta valoración de

    las tareas que se les presentaban. En tercer lugar, presentaron un nivel

    relativamente alto en cuanto a sus creencias de control de aprendizaje; lo que

    mostró que los sujetos presentaban un locus de control más bien interno. En

    cuarto lugar, los estudiantes encuestados informaron también un nivel

    considerable en cuanto a las creencias de autoeficacia; ésto es, se percibían

    capaces y competentes para resolver las actividades que se les proponían. En

    quinto lugar, el grupo de alumnos manifestaron un grado medio de ansiedad.

    Así mismo, Cardozo (2008) analizó la consistencia del MSLQ en estudiantes

    venezolanos de primer año universitario y su relación con el rendimiento

    académico en la asignatura de matemáticas, encontrando que la correlación del

    dicho instrumento con el rendimiento en matemáticas, evidenció una relación

    significativa entre ésta y los puntajes obtenidos en el MSLQ y entre ambas

    escalas; asimismo, se detectó una buena congruencia interna en relación con el

    área de motivación (93%) y para el área de estrategias de aprendizaje (82%).

    Los resultados indicaron que los estudiantes alcanzaban sus metas de

    aprendizaje no sólo mediante el uso de estrategias cognitivas, metacognitivas y

    volitivas sino también mediante el despliegue de estrategias motivacionales.

    Este estudio complementa al anterior de Rinaudo et al. (2003), ya que en

    ambas investigaciones se utilizó el MSQL, teniendo como resultado, que la

  • 4

    motivación influye en el aprendizaje de los estudiantes. En comparación,

    Manassero y Vázquez (2000) realizaron una validación de dos escalas de

    motivación con criterios externos como las calificaciones del alumnado. Los

    resultados indicaron que las variables de motivación causal cubren

    significativamente la varianza de las calificaciones superando a las variables de

    motivación académica, por lo que se concluyó que la Escala Atribucional de

    Motivación de Logro (EAML) representa una medida de la motivación más

    válida que la Escala de Motivación Académica (EMA), en lo que se refiere al

    criterio externo de las calificaciones. Además se obtuvo que los predictores más

    significativos de las calificaciones, aparecidos en el proceso de regresión

    múltiple de la motivación causal, fueron la motivación de examen, de esfuerzo,

    y de tarea/capacidad. En este estudio se aplicó un instrumento diferente al

    MSQL, sin embargo, también se concluyó que la motivación tiene relación con

    el rendimiento académico.

    Por otra parte, Blázquez, Álvarez, Bronfman y Espinosa (2009) encontraron en

    su estudio que el factor autoconcepto fue la variable que tuvo la mayor relación

    causal sobre las distintas dimensiones motivacionales de los escolares (interés,

    probabilidad de éxito, satisfacción y relevancia). El factor autoconcepto fue

    directa y significativamente influenciado por el apoyo en el hogar y el apoyo de

    los profesores. Mientras el factor apoyo de los profesores tuvo un efecto

    significativo sobre las dimensiones de motivación por las matemáticas, el factor

    apoyo en el hogar sólo fue levemente significativo para una dimensión de

    motivación (probabilidad de éxito). Este resultado implicó que, dado el contexto

    actual de la educación nacional, la labor motivacional de los profesores sería

    más influyente que la entregada en el hogar. Es decir, los pensamientos y

    acciones de los profesores influyeron de manera importante por sobre los de los

    padres en el autoconcepto de los alumnos y, por ende, en la motivación de los

    escolares por escoger una carrera científica/matemática.

  • 5

    Además, Ortiz, Palafóx, Velazquez y Osnaya (2011) en su estudio con

    universitarios, se concluyó que a pesar de que el riesgo de reprobación es

    multicausal, los resultados arrojaron que la motivación fue la variable

    estadísticamente significativa; en cuestión de género, el sexo femenino fue el

    que se vió más influenciado a tener un índice de reprobación alto debido a que

    fueron ellas las que necesitaban de una motivación positiva puesto que le

    daban mayor importancia a la influencia que causaba una calificación baja o

    alta y le daban mayor significado al grado de satisfacción que en ellas

    provocaba esta situación. De acuerdo al cruce de tablas realizado entre las

    variables de nivel socioeconómico y el índice de reprobación se obtuvo que el

    nivel socioeconómico no influyó de manera considerable para que pudiera

    llevarse a cabo la reprobación.

    Estudios realizados en México, como el de González, Caso y Urias (2011) en

    estudiantes de secundaria, se obtuvo que los alumnos de alto rendimiento

    académico estaban más motivados hacia el estudio, poseían más estrategias

    cognitivas y tenían expectativas más elevadas sobre su futuro académico, sin

    embargo, paradójicamente, no se esforzaban demasiado en la planeación, sus

    familias no ejercían un especial control en sus tareas escolares y no se

    divertían en el aula. Por su parte, los alumnos con bajo rendimiento se

    caracterizaron por lo contrario, estaban poco motivados para estudiar, no

    utilizaban estrategias cognitivas y sus expectativas académicas fueron pobres.

    Sin embargo, sí se veían obligados a planear y organizar su estudio, sus

    familias ejercían mayor control sobre las tareas y se divertían en el aula. Por lo

    que este estudio corrobora el hecho de que la motivación influye en los

    resultados académicos que obtienen los estudiantes.

    En otro estudio hacia la escuela secundaria en estudiantes mexicanos realizado

    por Flores y Gómez (2010), los resultados indicaron que el rendimiento

    académico se relaciona con la forma como se percibe la motivación, que los

  • 6

    alumnos cambian su percepción de ésta en el transcurso de su vida escolar y

    existen diferencias entre hombres y mujeres sólo en algunos aspectos.

    Por su parte, Sotelo (2007) en su estudio con universitarios, mostró que existe

    una relación significativa aunque muy débil entre todas las variables

    motivacionales (autoeficacia, valor de la tarea, orientación a metas de logro

    hacia el resultado, ansiedad, control de aprendizaje y orientación a metas de

    logro hacia el proceso) y la calificación final obtenida en la materia de lenguaje

    matemático, siendo autoeficacia la variable que destacó con una correlación

    mayor.

    Estas investigaciones permiten conocer que la motivación es de suma

    importancia en el ámbito educativo.

    1.2 Planteamiento del problema

    Inicialmente el éxito y el fracaso escolar constituyen un problema de

    extraordinaria importancia dentro del sistema educativo actual (Maquilón y

    Hernández, 2011). Para los estudiantes y sus familias, para las universidades y

    para la sociedad, el producto principal de la educación universitaria es el

    graduado, sin embargo, la finalización de la vida universitaria del estudiante se

    da por abandono o por graduación (Di Gresia, Porto y Ripani, 2002).

    Cada año, numerosos estudiantes abandonan sus estudios después de algunas

    semanas o algunos meses de haberlos comenzado. La mala orientación, la

    ausencia de un método de estudio, un bajo nivel de competencias, la falta de

    motivación, problemas de tipo económico son causas diversas y complejas.

    Ante esta situación, la institución universitaria se cuestiona sobre su eficacia

    para retener y promover estudiantes, así como su función como prestadora de

    un servicio educativo de calidad (Artunduaga, 2008).

  • 7

    El bajo rendimiento académico, el excesivo tiempo invertido en el estudio de

    una titulación, el abandono de los estudios, son problemas comunes a todos los

    países de nuestro entorno cultural y económico. Este tema no sólo preocupa a

    las autoridades educativas, sino también a los responsables políticos, que en

    tiempos de ajustes presupuestarios comprueban cómo el gasto público en

    educación no produce los resultados deseados. Tras revisar los principales

    estudios en los que se ha contemplado la regularidad académica de los

    alumnos o sus calificaciones, dentro del ámbito universitario, se puede afirmar

    que las bajas notas medias, los altos porcentajes de no presentación a examen

    y la alta tasa de repetición (años de estudio), no son un fenómeno reciente y se

    mantienen a lo largo de los últimos años (Tejedor y García, 2007).

    El desempeño de los estudiantes universitarios es una preocupación recurrente

    para las universidades: los alumnos compiten por sus calificaciones, por plazas

    en cursos o admisión en programas de intercambio; el desempeño estudiantil

    es asociado cada vez más a cuestiones presupuestarias; un mejor rendimiento

    estudiantil se asocia a una tasa de graduación más elevada; las universidades

    se ven forzadas a mejorar los estándares de desempeño debido a presiones de

    las agencias de acreditación, requerimientos de empleadores prospectivos y

    competencia con otras universidades. El poder identificar los factores asociados

    al rendimiento e identificar grupos con rendimientos bajos puede contribuir al

    desarrollo de políticas orientadas a atenuar el costo institucional y a preservar la

    buena reputación de la universidad, así como a paliar el efecto de tal situación a

    nivel individual (Rodríguez y Ruíz, 2011).

    Un supuesto que llama la atención es que, pese a que todos los estudiantes

    que ingresan en la universidad poseen actitudes muy favorables hacia el

    estudio, muchos de ellos obtienen resultados deficientes (Garzón, Rojas,

    Riesgo, Pinzón y Salamanca, 2010). Por eso es importante mantener motivados

    a los estudiantes.

  • 8

    Desde las instituciones educativas se plantea como objetivo prioritario de

    intervención ofrecer una educación y formación profesional de calidad, además

    de plantear soluciones reales a los problemas de fracaso y abandono, aunque

    las reformas educativas realizadas desde los años ochenta siguen sin dar una

    respuesta satisfactoria a este problema (Carabaña, como se citó en Maquilón y

    Hernández, 2011 ).

    Por su parte, los profesores en la búsqueda de solución al problema se

    preocupan por desarrollar una motivación en sus estudiantes “la motivación

    para aprender”, la cual consta de muchos elementos, entre los que se incluyen:

    la planificación, concentración en la meta, conciencia metacognoscitiva de lo

    que se pretende aprender y cómo se pretende aprenderlo, búsqueda activa de

    nueva información, satisfacción por el logro y ninguna ansiedad o temor al

    fracaso (Maquilón, como se citó en Maquilón y Hernández, 2011).

    La motivación impregna todos los aspectos del aprendizaje y la enseñanza. Los

    estudiantes motivados muestran interés en las actividades, se sienten eficaces,

    se esfuerzan para conseguir realizar con éxito las tareas y, habitualmente,

    utilizan estrategias eficaces cognitivas, autorreguladoras y específicas para

    resolver la tarea a la que se enfrentan. Los profesores motivados sienten que

    pueden ayudar a sus alumnos a aprender, dedican tiempo extra a la

    planificación instruccional y trabajan con los estudiantes para asegurarse de

    que aprenden y dominan el conocimiento y las habilidades fijados como

    objetivos de aprendizaje. Cuando la motivación disminuye, otros resultados del

    aprendizaje pueden resentirse. Los profesores no solo deben impartir

    conocimiento y enseñar habilidades, sino también desarrollar un entorno de

    aprendizaje motivante (Pintrich y Schunk, 2006).

    Por todo lo anterior, surgen las siguientes interrogantes: ¿Cuál es el perfil

    motivacional de los estudiantes del Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) y

    los de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY)? y ¿Cómo es la relación de

  • 9

    los factores motivacionales con el rendimiento académico de los estudiantes de

    ambas instituciones?

    1.3 Objetivos

    Objetivo general:

    Identificar cómo se orientan los factores motivacionales en los estudiantes

    universitarios del ITSON y la UADY, y conocer la relación existente entre los

    factores motivacionales y el rendimiento académico.

    Objetivos específicos:

    Describir los factores motivacionales en los estudiantes universitarios.

    Comparar los factores motivacionales entre los estudiantes del ITSON y

    la UADY.

    Describir el rendimiento académico de los estudiantes universitarios.

    Determinar la relación que existe entre los factores motivacionales y el

    rendimiento académico de los estudiantes de ambas universidades.

    1.4 Justificación

    La motivación y la calidad de la enseñanza influyen en el rendimiento del

    alumno en la escuela (Keogh, 2006). Por lo que, analizar las motivaciones que

    guían a los estudiantes hacia el aprendizaje, es de gran utilidad para diseñar

    propuestas de intervención que mejoren la calidad de sus aprendizajes, ya que,

    tanto los estudiantes de ciclos formativos de grado medio, como de grado

    superior necesitan una supervisión y una formación especializada en todos los

    aspectos relacionados con las motivaciones y estrategias de aprendizaje

    (Maquilón y Hernández, 2011).

  • 10

    La patente evolución de los estudios de formación profesional en los últimos

    años y el modo especial de afrontar las diferentes situaciones de aprendizaje

    por parte de los estudiantes de formación profesional está siendo objeto de

    estudio e investigación (Carabaña, como se citó en Maquilón y Hernández,

    2011).

    Conforme pasa el tiempo, el interés por el aprendizaje decrece, los estudiantes

    se perciben menos competentes en sus habilidades para cumplir con la

    demanda escolar; hay un aumento en la evasión de actividades académicas y

    un efecto negativo creciente de las formas de evaluación en las que los

    exámenes tienen el mayor peso para la calificación (Flores y Gómez, 2010).

    Se han identificado diversos problemas que afectan al Sistema de Educación

    Superior tales como la deserción escolar, el rezago estudiantil y los bajos

    índices de eficiencia terminal. Para su atención, se insistió en la necesidad de

    que las instituciones educativas trabajaran en acciones tendientes a

    incrementar el rendimiento de los estudiantes, mejorar los índices de

    aprovechamiento y de eficiencia terminal, así como reducir la reprobación y el

    abandono escolar (Romo, 2004).

    El informe Regional de la UNESCO "Educación para Todos 2011” revela que en

    México, el número de alumnos en las escuelas disminuye conforme avanzan en

    su trayecto escolar. En educación superior, México llega sólo al 24% de

    cobertura, mientras que en Cuba es del 87%, en Venezuela del 76%, en

    Argentina del 58% y en Perú del 33%. Por lo que México se ubica en el lugar 15

    de 23 países al comparar el porcentaje de alumnos que acceden a la educación

    superior. El informe identifica como los principales desafíos para la región: la

    repetición y el abandono en la enseñanza primaria y secundaria; ampliar la

    extensión de la oferta y la conclusión de los estudios para jóvenes en educación

    media superior y superior, y mejorar la calidad de los aprendizajes (Del Valle,

    2011).

  • 11

    El país se ve beneficiado al tener mayor número de personas con estudios, ya

    que mientras la cifra de trabajadores menos capacitados va en aumento, la

    población de ciudadanos que demanden servicios del gobierno será mayor,

    aunque este no consiga retribuir lo suficiente en impuestos para hacer frente a

    pagos como las pensiones o el desempleo (Moreno, 2008).

    Una buena motivación supone un paso fundamental para lograr un buen

    rendimiento. Aunque la inteligencia y el rendimiento previo ostentan la primacía

    como predictores del rendimiento académico, diversos modelos de aprendizaje

    escolar y una gran cantidad de investigaciones empíricas destacan que la

    motivación es uno de los factores que es necesario optimizar para favorecer el

    rendimiento, es decir, la motivación influye en el nivel y en la calidad del

    procesamiento de la información. La inteligencia, para sacar su máximo

    provecho, requiere de la motivación. A pesar de la edad y de las ideas propias

    del estudiante, la motivación siempre es necesaria, igual que lo sigue siendo

    posteriormente en el ámbito laboral (González, como se citó en Mosquera,

    2003).

    La motivación representa un condicionante fundamental del rendimiento

    académico, y así lo reconocen padres, profesores e investigadores sobre el

    tema. Junto a otras variables, como las aptitudes personales o a las estrategias

    de aprendizaje, la motivación académica se revela como uno de los mejores

    predictores del ajuste escolar logrado por el alumno: sus reacciones afectivas,

    las estrategias de aprendizaje utilizadas, el esfuerzo, la persistencia y los

    resultados obtenidos (González, 2007).

    Por lo que la motivación es uno de los factores a los que se recurre con

    frecuencia para dar una explicación a los posibles “desajustes” que se producen

    en el aprendizaje escolar (González, Valle, Núñez y González-Pienda, 2002).

    Ya que la motivación es la palanca que mueve toda conducta.

  • 12

    La motivación, según De La Fuente y Justicia (como se citó en Maquilón y

    Hernández, 2011), es una variable muy importante ya que no hay un modelo de

    aprendizaje que no incorpore una teoría de la motivación sea implícita o

    explícitamente.

    1.5 Delimitaciones del estudio

    El presente estudio se realizó con el objetivo de conocer el perfil motivacional

    de los estudiantes del ITSON y la UADY, así como la relación de los factores

    motivacionales con el rendimiento académico. La muestra se conformó con un

    total de 733 estudiantes de diferentes programas educativos a quienes se les

    administró una versión adaptada de la escala de motivación del instrumento de

    Pintrich, Smith, García y Mckeachie (1991).

  • CAPÍTULO II

    FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

    En este apartado se revisarán los conceptos teóricos relacionados con el

    constructo de motivación. Entre ellos se revisará su definición, sus indicadores y

    los factores por los que se ve influida; también se abordará el rendimiento

    académico y sus factores.

    2.1 Motivación

    El concepto motivación ha sido utilizado de tan diversas formas en psicología

    que actualmente no existe un acuerdo general sobre el tipo de conducta que

    puede ser clasificada como conducta motivada. Lo que sí parece existir es el

    acuerdo de que la característica peculiar de dicha conducta es que va dirigida y

    orientada hacia una meta (Martínez, 2003).

  • 14

    Según Werner Correll (como se citó en Ruiz, 2008), la motivación es un estado

    en el cual se manifiestan los motivos que tienen como objetivo reducir la tensión

    de las necesidades. El término motivación deriva del latín movere que significa

    moverse. La motivación es el proceso que nos dirige hacia el objetivo o la meta

    de una actividad, que la instiga y la mantiene. Esta definición es consistente con

    el enfoque cognitivo, ya que este punto de vista, defiende que son los

    pensamientos de los individuos, sus creencias y emociones los factores que

    más influyen en la motivación (Pintrich y Schunk, 2006).

    La definición antes mencionada dice que:

    La motivación es más un proceso que un producto, ya que no podemos

    observarla directamente, sino que la tenemos que inferir de ciertas

    conductas como la elección entre distintas tareas, el esfuerzo, la

    persistencia y en las frases que se dicen (por ejemplo, realmente quiero

    trabajar en esto).

    La motivación implica la existencia de unas metas que dan ímpetu y

    dirección a la acción. La visión cognitiva lleva implícita en sí misma el

    énfasis y la importancia que da a las metas.

    La motivación requiere cierta actividad física y mental. La actividad física

    implica cierto esfuerzo, persistencia y otras acciones manifiestas. La

    actividad mental incluye un abanico de acciones cognitivas como la

    planificación, ensayos mentales, organización, supervisión, toma de

    decisiones, resolución de problemas y evaluación de cada progreso. La

    mayoría de las actividades en las que los estudiantes se ven

    comprometidos se organizan con el propósito de lograr sus metas.

    Cualquier actividad motivada está instigada y sostenida. Dirigirse hacia

    una meta involucra un compromiso, un desafío y dar los primeros pasos

    con acierto. La motivación intenta explicar cómo las personas responden

    a las dificultades, a sus problemas, a sus fracasos y a los inconvenientes

    que aparecen cuando persiguen sus metas. Esos procesos

  • 15

    motivacionales implican expectativas, atribuciones y afectos que sirven

    de ayuda para sostener cualquier motivación.

    2.1.1 Motivación física, social y emotiva y cognitiva en relación con la

    motivación académica

    En primer lugar, la motivación física proviene de la psicología conductista y se

    basa en los motivos de hambre, sed, sexo y miedo; por lo que a priori no es

    importante para el aprendizaje, solo en situaciones de sobrevivencia. En

    segundo lugar, la motivación social puede ser: por un lado, el motivo de logro,

    de modo que las situaciones más favorables para el aprendizaje sería la

    dificultad intermedia de las tareas; y por otro lado, existe la afiliación hacia los

    compañeros de clase. En tercer lugar, la motivación cognitiva que hace

    referencia a los planes y las metas que se plantean para lograr objetivos. En

    cuestión de tiempo, las metas a corto plazo tienen la ventaja de que aumentan

    el compromiso del estudiante y su rendimiento, mientras que las metas a largo

    plazo aumenta la motivación intrínseca, y por lo tanto, son más duraderas (Ruiz,

    2008).

    2.1.2 Motivación académica

    La motivación se define como el grado en que los alumnos se esfuerzan para

    conseguir metas académicas que perciben como útiles y significativas. El

    propósito de la motivación consiste en despertar el interés y dirigir los esfuerzos

    para alcanzar metas definidas (Santos, como se citó en Polanco, 2005).

    Por motivación académica se entiende la motivación general de los alumnos

    ante el aprendizaje; se trata pues de una medida genérica (Beltran y Bueno,

    1995). Aunque ninguna teoría de una respuesta global al problema, de casi

    todas ellas se puede sacar alguna conclusión que sirva de fundamento para

    poder proponer actuaciones y orientaciones encaminadas a desarrollar la

  • 16

    motivación de los alumnos. La mayoría de las teorías de la motivación

    relacionadas con el aprendizaje se centran sobre todo en la relación de las

    creencias, los valores y las metas con las conductas de aprendizaje de los

    alumnos. Nadie discute que las capacidades intelectuales influyen en el mayor

    o menor nivel de aprendizaje de un alumno y, sobre todo, en la facilidad de

    aprendizaje. Pero para que esas capacidades se pongan en juego es preciso

    que previamente el estudiante haya decidido hacerlo. Para alcanzar un

    rendimiento óptimo, parece necesario poseer capacidades suficientes y

    ponerlas en práctica, utilizar estrategias de aprendizaje eficaces, y sobre todo

    estar motivados. Además, hay que tener presente que todos estos factores se

    dan al mismo tiempo en una misma persona e interactúan entre sí (García,

    2008).

    2.1.3 Indicadores de motivación

    La mayoría de los expertos están de acuerdo en que se puede inferir la

    presencia de motivación de una serie de indicadores del comportamiento de los

    estudiantes. Un primer indicador es la elección entre distintas tareas o

    intereses, cuando los estudiantes tienen opción de elegir, su elección indica

    dónde radican sus intereses y motivación, sin embargo, a pesar de que

    intuitivamente es un indicador útil, la elección a veces no puede usarse como

    medida de motivación en el aula, porque en muchas clases los estudiantes

    tienen pocas oportunidades para elegir (Pintrich y Schunk, 2006).

    El esfuerzo es un segundo indicador de motivación de los estudiantes, ya que

    con frecuencia aprender no es fácil por lo que a los estudiantes motivados para

    el aprendizaje no les importa esforzarse tanto física como mentalmente para

    conseguir los resultados deseados. La utilidad del esfuerzo como índice de

    motivación está limitada por su nivel de habilidad, porque en la medida que ésta

    aumenta, se puede realizar la tarea correctamente con menos esfuerzo.

  • 17

    El tercer indicador sería el de persistencia o tiempo dedicado a una tarea. Los

    estudiantes que están motivados hacia el aprendizaje suelen persistir en la

    actividad, sobre todo cuando encuentran un obstáculo para su realización ya

    que de esta manera no se darán por vencidos y los llevará a mayores logros.

    Como pasaba con el esfuerzo, la utilidad de la persistencia como medida de

    motivación está limitada por el nivel de habilidad que se tenga debido que a

    medida que aumenta el nivel de habilidad, disminuye el tiempo que se emplea

    en la realización de la tarea. Sin embargo, la persistencia es una medida muy

    significativa sobre todo cuando los estudiantes encuentran obstáculos.

    Finalmente los logros o los resultados de los aprendices suelen verse como una

    medida indirecta de motivación porque probablemente los estudiantes que

    eligen enfrentarse a una tarea, esforzarse y persistir logren un rendimiento

    superior al de los que no eligen la tarea, se esfuerzan menos y persisten poco

    cuando encuentran dificultades (Pintrich y Schunk, 2006).

    2.1.4 Factores que influyen en la motivación hacia la escuela

    Al estudiar la motivación se han considerado diferentes constructos, ya que los

    estudiantes manifiestan su motivación de diversas formas: pueden buscar

    aprender de una actividad escolar o sólo buscar la calificación; pueden

    involucrarse en una actividad escolar o evitarla; sentirse capaces o

    incompetentes al realizarla; buscar el éxito o evitar el fracaso (Flores y Gómez,

    2010). Para explicar estas diferencias se han estudiado con amplitud tres

    variables motivacionales: la percepción de autoeficacia, las atribuciones de

    éxito y fracaso, y la motivación de logro (Murphy y Alexander, como se citó en

    Flores y Gómez, 2010).

    Así también, Pintrich (como se citó en Sotelo, 2007) concibe la motivación como

    un constructo con múltiples elementos o factores, tomando en cuenta en su

  • 18

    instrumento, los siguientes factores motivacionales: metas de orientación

    intrínseca, metas de orientación extrínseca, valoración de la tarea, creencias de

    autoeficacia, creencias de control y ansiedad. Por lo que enseguida se

    abordarán estos factores.

    2.1.4.1 Orientación a metas

    La motivación de logro se define por una norma de excelencia para el

    desempeño en una actividad; generalmente en la escuela se establece con las

    calificaciones. Las diferencias en la motivación de logro se explican a partir de

    las metas, ya que determinan la forma en que un estudiante se involucra en las

    actividades académicas y el valor que les concede (Flores y Gómez, 2010).

    Hay un cierto número de variantes de teorías de meta sobre el comportamiento

    de logro, pero el principal constructo implicado es el de orientación a meta, que

    refiere a los propósitos de los individuos para iniciar y desarrollar conductas

    dirigidas al logro. La teoría de orientación a meta se interesa por explicar por

    qué los individuos quieren conseguir la meta y cómo enfrentan y realizan la

    tarea. La orientación a meta representa un patrón integrado de creencias que

    conduce a diferentes modos de aproximarse, implicarse y responder a las

    situaciones de logro (Pintrich y Schunk, 2006).

    La orientación a meta no incluye solo propósitos o razones para el logro, sino

    que refleja también los criterios mediante los cuales las personas juzgan su

    ejecución en la tarea y el éxito o fracaso respecto a la consecución de la meta.

    El término de orientación a meta se utiliza, más que solo para referirse a las

    metas, para destacar el carácter integrado de las creencias y los patrones que

    generan (Pintrich y Schunk, 2006).

    Se destacan dos tipos de metas que pueden comprenderse desde una

    orientación más de tipo intrínseca a una orientación más de tipo extrínseca. Con

  • 19

    la primera se habla de metas de aprendizaje, centradas en la tarea o de

    dominio; mientras que en la segunda orientación se habla de metas de

    rendimiento o ejecución, centradas en el “yo” (Rinaudo, De la Barrera y Donolo,

    2006). Por su parte, Sotelo, Vales y Serrano (2009) mencionan que dentro de la

    orientación a metas de los estudiantes se identifica la motivación intrínseca o

    metas dirigidas hacia el proceso y la motivación extrínseca o metas dirigidas

    hacia el resultado.

    2.1.4.1.1 Metas de orientación intrínseca o metas dirigidas hacia el

    proceso

    Los estudiantes que se mueven por el deseo de saber, curiosidad, preferencia

    por el reto, interés por aprender, están orientados hacia la consecución de

    metas intrínsecas. En este sentido, se dice que tienen una motivación intrínseca

    porque supone un interés por parte del sujeto de desarrollar y mejorar la

    capacidad. Estos estudiantes tienden a adoptar un patrón denominado de

    dominio, aceptando retos y desafíos para incrementar sus conocimientos y

    habilidades (Cortese y Gaynor, s.f.).

    Aquellos alumnos orientados hacia metas de aprendizaje tienen la intención al

    momento de aprender de obtener conocimientos, de desarrollar su

    competencia; están convencidos de que el esfuerzo es la base del éxito o del

    fracaso, conciben a la inteligencia como un aspecto variable, modificable o

    transformable. Los problemas difíciles no se constituyen en obstáculos sino más

    bien se convierten en un reto o desafío a enfrentar, pensando siempre al error

    de manera constructiva e implicándose más en estrategias de procesamiento

    profundo de la información (Rinaudo et al. 2006).

    Los estudiantes orientados más intrínsecamente tienden a comportarse de

    manera más autorregulada, se hallan potenciados a un mayor uso de

    estrategias, parecen confiar en sí mismos y se implican y comprometen en

  • 20

    problemas que conllevan desafíos, atribuyéndose a sí mismos el mérito del

    éxito (Rinaudo et al., 2006). Estas metas favorecen la aparición de procesos

    cognoscitivos complejos que repercuten en un mejor aprendizaje, el logro de la

    autonomía cognoscitiva y la aparición de reacciones afectivas positivas en la

    realización de las tareas; de aquí que se considere que tienen un valor

    intrínseco (Flores y Gómez, 2010).

    La motivación intrínseca es aquella cuyo interés se centra en la elaboración y

    realización de la propia tarea y no en la obtención de refuerzos externos. A nivel

    escolar, hablamos de motivación intrínseca cuando la acción del estudiante se

    orienta hacia el aprendizaje, hacia la adquisición de conocimientos. Su interés

    no está promovido por el deseo de reconocimiento social ni por la obtención de

    recompensas externas o materiales, si no por la satisfacción personal que les

    genera sentirse competentes y capaces de resolver las tareas escolares

    buscando nuevas y más creativas soluciones (Cuadrado, 2008).

    2.1.4.1.2 Metas de orientación extrínseca o metas dirigidas hacia el

    resultado

    La orientación a meta extrínseca, consiste en obtener buenas notas para ser

    premiado o para evitar ser castigado y no tener problemas (Castejón y Navas,

    2009). Los estudiantes que están orientados hacia la consecución de metas

    extrínsecas les interesa, la obtención de notas, recompensas, juicios positivos,

    aprobación de padres y profesores, y evitación de las valoraciones negativas.

    Estos estudiantes tienen motivación extrínseca ya que reflejan el deseo de

    mostrar a los demás su competencia y de obtener juicios positivos, más que el

    interés por aprender. Además, conducen a un patrón denominado de

    indefensión, en donde tratan de evitar los retos o desafíos escolares por miedo

    a manifestar poca capacidad para realizar con éxito una tarea (Cortese y

    Gaynor, s. f.).

  • 21

    Los alumnos orientados hacia metas de rendimiento se preocupan

    fundamentalmente por demostrar su capacidad, creyendo que es esta la causa

    del éxito y del fracaso. Conciben a la inteligencia como un aspecto fijo y estable,

    y sólo pueden considerar a los problemas difíciles como un posible fracaso,

    implicándose frecuentemente en el uso de estrategias de bajo nivel de

    complejidad. Se caracterizarían por tomar pocos riesgos durante sus estudios,

    prefiriendo obtener valoraciones positivas sobre tareas fáciles que recibir una

    valoración negativa ante una tarea más desafiante y significativa, puesto que

    para ellos lo importante es ir a lo más seguro (Rinaudo et al., 2006).

    Los estudiantes orientados de manera más extrínseca, tienden a utilizar

    estrategias de tipo superficiales, que otorguen una solución rápida al problema

    y a atribuir el éxito a factores incontrolables por su parte (Rinaudo et al., 2006).

    Estas metas favorecen la aparición de procesos cognoscitivos simples, pueden

    implicar la aproximación a la tarea si es sencilla y favorece el alcanzar un

    beneficio o la evitación si la tarea es desafiante y una realización incorrecta

    provoca críticas o juicios negativos, de aquí que se considere que estas metas

    poseen un valor extrínseco (Elliot y Church, como se citó en Flores y Gómez,

    2010).

    La motivación extrínseca es aquella dirigida hacia la obtención de beneficios

    materiales o externos. En el plano académico, este tipo de motivación guía la

    actividad del estudiante hacia la superación de unas determinadas

    calificaciones, hacia la búsqueda del elogio y reconocimiento de los demás,

    hacia la evitación del fracaso, por poner algunos ejemplos. Su interés se centra

    en alcanzar la solución del problema que les permita obtener las recompensas

    externas que esperaban, aunque para ello tengan que memorizar la información

    utilizada o reproducir los pasos seguidos pese a que no se comprendan. Por

    tanto, el aprendizaje queda relegado a un segundo plano. Los errores son

    percibidos como fracasos y obstáculos para conseguir determinados refuerzos

    de carácter externo (Cuadrado, 2008).

  • 22

    2.1.4.2 Valoración de la tarea

    Una de las teorías que intentan explicar el fenómeno de la motivación humana

    es la desarrollada por Eccles y sus colegas (como se citó en Beltrán y Bueno,

    1995). Los modelos de expectativa-valor nacen de una perspectiva cognitiva

    general y reflejan la metáfora de que el individuo es un tomador de decisiones

    activo y racional. El constructo de expectativa refleja las creencias y juicios de

    una persona a cerca de sus capacidades para realizar una tarea con éxito y le

    concierne la respuesta a la pregunta: ¿puedo hacer esta tarea? Los valores se

    refieren a las diferentes creencias que los estudiantes tienen sobre las razones

    por las que deberían implicarse en una tarea, se trata de responder a las

    preguntas, ¿quiero hacer esta tarea?, ¿por qué? (Pintrich y Schunk, 2006).

    En los modelos de expectativa-valor de la motivación es importante entender

    tanto el papel de las expectativas y el valor que se le otorga a la tarea para

    poder predecir la conducta futura del estudiante en términos de elección,

    implicación, persistencia y logro. Los estudiantes pueden tener confianza en

    que son capaces de hacer algo y hacerlo bien, pero si no dan valor a la tarea,

    se implicarán menos en ella. Del mismo modo, los estudiantes pueden creer

    que una tarea o actividad es interesante o importante para ellos, pero si piensan

    que no van a poder hacerla, no se implicarán en ella (Pintrich y Schunk, 2006).

    En el modelo expectativa-valor (de la tarea), Wigfield y Eccles (como se citó en

    Pintrich y Schunk, 2006) definen el valor de logro de la tarea en términos de

    cuatro componentes y cada componente puede influir sobre las conductas de

    logro (persistencia, elección y rendimiento). El primer componente es el valor

    otorgado o importancia y se define como la relevancia de hacer bien la tarea y

    el grado en que la realización de ésta conlleva la confirmación o rechazo de los

    aspectos centrales del autoesquema de ese individuo. El segundo componente

    del valor de la tarea es el interés o valor intrínseco, que se define como el grado

    en que un individuo disfruta al realizar una tarea o su interés en el contenido de

  • 23

    ésta, se refiere al placer que despierta una tarea y no a la utilidad que pueda

    tener como medio o fin. El tercer componente es el valor de utilidad, el cual se

    define como la medida en la que una tarea resulta instrumental para alcanzar

    una meta futura y hace referencia al aspecto de los fines dentro de los análisis

    medios-fines. El cuarto y último componente del valor de la tarea es el costo

    percibido, definido como los aspectos negativos que una persona percibe que

    pueden derivarse de la realización de una tarea. Cuando las personas se ponen

    a realizar una tarea, ello suele conllevar que no puedan realizar otras al mismo

    tiempo.

    Se asume que estos cuatro componentes del valor de la tarea operan juntos

    para determinar el valor de logro que una tarea puede tener para una persona.

    De acuerdo con esto, los individuos podrán habitualmente hacerse idea del

    valor otorgado, el interés, el valor de utilidad, así como de los costos asociados

    a una tarea (Pintrich y Schunk, 2006).

    Del modelo general de expectativa-valor, aparece el diseñado por Pintrich

    (cómo se citó en Beltrán y Bueno, 1995), quien introduce como elemento

    determinante un componente afectivo. El componente valorativo, incluye las

    creencias del alumno acerca de la importancia, utilidad o interés de la tarea,

    está compuesto por dos subcomponentes básicos: la orientación del estudiante

    hacia la meta (orientación intrínseca o extrínseca según los casos) y el valor de

    la tarea. El componente expectativo incluye las creencias del estudiante acerca

    de su habilidad para llevar a cabo una tarea, sus juicios acerca de la

    autoeficacia y el control, y sus expectativas de éxito para la tarea (probabilidad

    subjetiva de éxito o fracaso). Y el componente afectivo incluye las reacciones

    emocionales del estudiante ante una tarea (ansiedad ante un examen) y su

    evaluación en términos de autovalía o autoestima. Estos tres componentes se

    cree que están relacionados con el uso de estrategias cognitivas y

    metacognitivas de los alumnos en situaciones académicas.

  • 24

    2.1.4.3 Creencias de autoeficacia

    El concepto autoeficacia se define como los juicios de un individuo sobre sus

    capacidades, en base a los cuales organizará sus actos de modo que le

    permitan alcanzar el rendimiento deseado. Este concepto fue propuesto por

    Bandura (como se citó en Kohler, 2009) al identificar que la autopercepción que

    tiene una persona sobre su competencia es relevante en la dirección y control

    de su conducta para el logro de resultados deseados.

    La autoeficacia se enmarca dentro de la teoría social cognitiva propuesta por

    Bandura (como se citó en por Kohler, 2009), quien sostiene que el

    funcionamiento y actividades humanas se basan en tres factores:

    comportamientos, pensamientos y condiciones ambientales. A esta triada, la

    denominó determinismo recíproco. Así también, menciona que los fenómenos

    autorreferenciales (lo que uno se dice a sí mismo) son los medios por los cuales

    el hombre es capaz de actuar sobre su ambiente. Los individuos poseen un

    sistema interno que le proporciona un mecanismo de referencia que es la base

    sobre la cual perciben, regulan y evalúan su conducta, de tal forma que, la

    interpretación que hacen las personas sobre los resultados de sus acciones, les

    proporciona información sobre ellos mismos y, altera su desempeño posterior.

    En consecuencia, las creencias de autoeficacia (sistema interno) constituyen

    uno de los determinantes más importantes de la conducta, y ejercen un

    importante impacto sobre el desarrollo humano y su adaptación. La eficacia

    percibida determina la elección de actividades, la motivación, el esfuerzo y la

    persistencia en las mismas ante las dificultades, así como los patrones de

    pensamiento y las respuestas emocionales asociadas. Los individuos con un

    alto sentido de autoeficacia aumentarán su funcionamiento sociocognitivo en

    mucho dominios y afrontarán las tareas difíciles percibiéndolas como

    cambiables, más que como amenazantes. Además, se implicarán en

    actividades con un alto interés y compromiso invirtiendo un gran esfuerzo en lo

  • 25

    que hacen y aumentando su esfuerzo ante las dificultades y contratiempos. Por

    el contrario, si un individuo cree que no es capaz de realizar y coordinar las

    acciones necesarias para producir los resultados deseados, entonces su

    motivación para llevar a cabo dicha acción disminuye. Las personas con un bajo

    nivel de autoeficacia se sienten amenazadas cuando se encuentran con

    situaciones difíciles y tratan de evitarlas. Asimismo, están menos

    comprometidos con las metas establecidas, atribuyen el fracaso a la falta de

    capacidad y no persisten frente a la adversidad (Kohler, 2009).

    Bandura (como se citó en Flores y Gómez, 2010) define la autoeficacia como

    los juicios que hace cada persona sobre su capacidad para llevar a cabo una

    actividad. Influye en el esfuerzo dedicado a una actividad escolar, en la

    perseverancia ante los obstáculos que ésta implica, en las estrategias de

    aprendizaje empleadas y en las reacciones emocionales que se experimentan

    al realizarla. Por lo que la autoeficacia afecta a la elección de las actividades, al

    esfuerzo y la persistencia.

    En el dominio académico, los estudiantes realizan juicios de eficacia respecto a

    sus capacidades, habilidades y conocimiento para dominar las tareas escolares,

    pero tienen también expectativas de resultado sobre las notas que podría

    conseguir en la tarea. Las expectativas de resultado son las consecuencias que

    se esperan de las acciones que uno realiza. En el dominio académico, es

    probable que las creencias de autoeficacia de los estudiantes estén altamente

    relacionadas con sus expectativas de resultado. La autoeficacia está

    relacionada tanto con la elección de la tarea, como con la de la carrea

    profesional, también está fuertemente relacionada con el esfuerzo y la

    persistencia en la tarea. Además, la calidad en cuanto al uso de estrategias de

    procesamiento más profundas y de la implicación cognitiva en el aprendizaje ha

    sido estrechamente relacionada con la autoeficacia (Pintrich y Schunk, 2006).

  • 26

    La autoeficacia es un importante mediador de todos los tipos de conducta de

    logro, así como de otros tipos de comportamiento. La autoeficacia es similar al

    autoconcepto específico de la tarea y a las autopercepciones de competencia,

    porque todos ellos hacen referencia a la estimación de las capacidades que

    hacen los propios individuos. Al mismo tiempo, la autoeficacia es más

    específica de la situación que otros constructos que miden expectativas. Esta

    idea ha llevado a los investigadores a medir la autoeficacia en tareas que sean

    situacionalmente sensibles y a nivel microanalítico (por ejemplo, medir la

    autoeficacia para problemas académicos muy específicos como los problemas

    de sustracción de dos dígitos sin llevar). Relacionado con esta especificidad

    situacional, las creencias de autoeficacia se consideran más dinámicas,

    fluctuantes y modificables que las correspondientes al autoconcepto y a la

    autocompetencia, más estáticas y estables. La autoeficacia para una tarea

    específica en un día determinado podría fluctuar debido a la preparación

    individual, la condición física (enfermedad, fatiga), el estado de ánimo y

    afectivo, así como a condiciones externas como la naturaleza de la tarea

    (extensión, dificultad) y el medio social (condiciones generales de la clase). Por

    el contrario, otras perspectivas de la autocompetencia la ven de modo más

    global (por ejemplo, la competencia matemática) y están menos preocupadas

    con la inestabilidad de las creencias en el nivel micro (Pintrich y Schunk, 2006).

    Los estudiantes que tienen una meta están preparados para poder

    experimentar la autoeficacia para alcanzarla e implicarse en actividades que

    creen que les conducirá a lograrla: ponen atención en la instrucción que

    reciben, repasan la información que tiene que recordar, ponen esfuerzo y son

    persistentes. Las expectativas de autoeficacia se generan mientras los

    aprendices observan su progreso hacia la meta, lo que significa que están

    adquiriendo las habilidades necesarias para realizar la tarea. El establecimiento

    de metas y la autoeficacia tienen una influencia especialmente poderosa en la

    consecución de logros académicos (Pintrich y Schunk, 2006).

  • 27

    Un estudiante que se considera autoeficaz se plantea metas personales que

    representan un reto acorde con su capacidad, son próximas en el tiempo y

    están claramente definidas; de esta manera aun cuando tenga un resultado

    menor al esperado continúa esforzándose. En cambio, un alumno que se

    percibe poco eficaz no advierte que pueda alcanzar logros mayores y aunque

    tenga el resultado esperado no procurará ir más allá (Pajares, como se citó en

    Flores y Gómez, 2010).

    Una de las líneas de investigación en la que se ha prestado mayor atención a la

    autoeficacia, dada su trascendencia, es la educativa. La importancia de la

    autoeficacia en la educación se fundamenta en los hallazgos de diversas

    investigaciones en las que se ha encontrado que, un elevado nivel de

    autoeficacia percibida se ha mostrado como un elemento protector que hace

    aumentar la motivación y la consecución académica. En cuanto a los dominios

    de competencia más importantes se encuentran la autoeficacia social, la

    emocional y la académica. Este último dominio de autoeficacia académica se

    refiere a las creencias relativas a la competencia académica. El concepto de

    autoeficacia académica, o la percepción de confianza en la capacidad de

    ejecutar acciones para alcanzar las metas académicas es, desde hace tres

    décadas, un pilar en la investigación de la psicología educativa (Kohler, 2009).

    2.1.4.4 Creencias de control

    El concepto de percepción de control sobre la implicación en la tarea y sobre los

    resultados ocupa un lugar central en muchos puntos de vista sobre la

    motivación intrínseca. Dos perspectivas importantes sobre el control son el

    lugar de control y la causación personal (Pintrich y Schunk, 2006).

    2.1.4.4.1 Lugar de control o locus de control

    Rotter (como se citó en Pintrich y Schunk, 2006) amplió su teoría del

  • 28

    aprendizaje social para incluir el lugar de control, que es una creencia

    generalizada sobre el grado en que el comportamiento influye en los resultados

    (éxitos o fracasos). La gente con un lugar de control externo cree que sus

    acciones tienen poco impacto en los resultados y que es poco lo que pueden

    hacer para alterar estos últimos. Por el contrario, aquellos con un lugar de

    control interno creen que los resultados dependen de sus acciones y están en

    gran medida bajo su control.

    Se considera que el lugar de control afecta al aprendizaje, a la motivación y a la

    conducta. Los alumnos que creen que tienen control sobre el hecho de tener

    éxito o fracasar deberían estar más motivados para implicarse en el trabajo

    escolar, esforzarse y persistir cuando las tareas son difíciles que aquellos que

    creen que sus acciones tienen poco efecto en los resultados (Pintrich y Schunk,

    2006).

    El locus de control se refiere a las creencias de una persona acerca de poder

    controlar, o no, los eventos en su vida. Algunas personas se sienten

    directamente responsables por las cosas que les suceden. A estas personas se

    les denomina internas. Otras sienten que los eventos en su vida son

    determinados por fuerzas fuera de su control, como el destino, la suerte y otros

    agentes. A estos agentes se les llama externos (Varela y Mata, 2004).

    De acuerdo con Varela y Mata (2004), el locus de control es predictor de

    diferentes conductas sociales como: logros en el aprendizaje, conformismo,

    toma de riesgo, influencia social, etc., por lo cual este concepto es muy

    importante para la investigación científica en psicología, en su afán por explicar

    la habilidad del ser humano para controlar su medio ambiente. Además, se ha

    observado que un nivel alto en el locus de control externo, se asocia con riesgo

    de fallo educacional, niveles altos de ansiedad, baja autoestima, y depresión.

    2.1.4.4.2 Causación personal

  • 29

    El papel de la causación personal en la motivación intrínseca fue esclarecido

    por De Charms (como se citó en Pintrich y Schunk, 2006), al señalar que es la

    iniciación de una conducta decidida por el propio sujeto con el fin de alterar el

    entorno. Este mismo autor postulaba que la gente se esfuerza por ser agente

    causal y que una motivación primaria es producir cambios en el entorno. Así

    también, diferenciaba entre personas que son el origen de la acción y personas

    que son marionetas, es decir, que hacen lo que quiere otro. Una persona origen

    es la que percibe que sus elecciones están determinadas por sus propias

    elecciones, mientras que una persona marioneta es aquella que cree que su

    conducta está determinada por fuerzas externas que están más allá de su

    control.

    De modo similar a la distinción interno-externo de Rotter (como se citó en

    Pintrich y Schunk, 2006), los sentimientos propios de la persona origen reflejan

    una conducta intrínsecamente motivada, mientras que la percepción de ser una

    persona marioneta sitúa el lugar de causalidad fuera de uno mismo. Las

    persona orígenes se ponen metas realistas, conocen sus fortalezas y

    debilidades, deciden las acciones que pueden realizar para conseguir sus

    metas y evalúan su progreso hacia ellas.

    Dentro de la teoría de la autodeterminación hay una subteoría, denominada

    Teoría de la Evaluación Cognitiva (TEC) por Deci y Ryan (como se citó en

    Pintrich y Schunk, 2006), que se centra en la motivación intrínseca. La

    percepción de control, es un determinante importante de la motivación

    intrínseca. Skinner, Wellborn y Connell (como se citó en Pintrich y Schunk,

    2006) distinguen tres tipos de creencias que contribuyen a la percepción de

    control y que son importantes en la escuela.

    En primer lugar, las creencias sobre su capacidad, son las que tiene el individuo

    a cerca de sus capacidades personales en relación con su habilidad, su

  • 30

    esfuerzo, los otros y la suerte (por ejemplo, no puede parecer que me esfuerzo

    demasiado en la escuela). Estas creencias reflejan la convicción del sujeto que

    tiene los medios para conseguir algo y son similares a los juicios de eficacia,

    sobre el hecho de que es uno mismo el que decide – el agente -. En segundo

    lugar, las creencias sobre las estrategias, que son las expectativas o

    percepciones a cerca de los factores que influyen en el éxito en la escuela, tales

    como la habilidad, el esfuerzo, los otros o factores desconocidos, por ejemplo,

    para mí, el mejor modo de conseguir buenas notas es trabajar de firme. Estas

    creencias se refieren a la percepción de que los medios están ligados a los

    fines, esto es, de que si uno usa las estrategias también conseguirá la meta que

    persigue. Se ha denominado también a estas creencias expectativas de

    resultado y creencias sobre la relación entre medios y fines. En tercer lugar, las

    creencias sobre el control, que son las expectativas acerca de las posibilidades

    personales de tener éxito en la escuela, sin considerar los medios específicos

    (por ejemplo, en la escuela puedo tener buenos resultados si quiero). Estas

    creencias se refieren a la relación entre el que actúa - el agente - y los medios o

    las metas, y se les ha denominado también creencias acerca de las

    expectativas de control.

    2.1.4.5 Ansiedad

    La ansiedad es un concepto muy popular, pero no siempre bien entendido. Aquí

    se define como un estado subjetivo de incomodidad, malestar, tensión,

    desplacer y alarma que hace que el sujeto se sienta molesto. Se trata, por lo

    tanto, de una emoción que aparece cuando el sujeto se siente amenazado por

    un peligro que puede ser interno o externo (Jarne, Talarn, Armayones, Horta y

    Requena, 2006).

    La ansiedad puede ser definida como un sentimiento o estado emocional

    desagradable que tiene concomitancias fisiológicas y conductuales, y que se

  • 31

    experimenta ante los exámenes formales u otras situaciones de evaluación

    académica (Dusek, como se citó en Pintrich y Schunk, 2006).

    De esta manera, Zeidner (como se citó en Pintrich y Schunk, 2006) define la

    ansiedad ante los exámenes como un conjunto de respuestas fenomenológicas,

    fisiológicas y conductuales que acompañan a la preocupación sobre posibles

    consecuencias negativas o el suspenso en un examen o situación de

    evaluación similar. El aspecto fenomenológico del constructo normalmente

    incluye componentes cognitivos y emocionales. Por lo que, los tres

    componentes fundamentales a la hora de caracterizar la ansiedad ante los

    exámenes se describen a continuación. El componente cognitivo o de

    preocupación que se refiere a las cogniciones que acompañan a la ansiedad,

    tales como la preocupación y pensamientos de no poder terminar un examen,

    no saber contestar los ítems y la vergüenza por obtener una mala nota. El

    componente emocional se refiere al miedo, a la inquietud general o la

    intranquilidad general. Hay que señalar que la mayoría de las personas sí

    sienten alguna ansiedad cuando se encuentra en una situación en la que tienen

    que ejecutar la tarea, especialmente si esta ejecución se produce bajo

    observación. Sin embargo, para los individuos ansiosos ante los exámenes, el

    nivel de ansiedad que sienten se vuelve agobiante e interfieren con su habilidad

    para realizar una tarea que ya han llegado a dominar en situaciones en las que

    no se les evalúa. El aspecto fisiológico puede incluir síntomas de excitación

    fisiológica, como palmas de las manos sudorosas, trastornos estomacales y un

    latido de corazón más rápido de lo usual.

    La ansiedad intensa ante las evaluaciones provoca errores productos de la

    inseguridad y del temor, e inquietud psicomotora, lo que afecta la atención y la

    memoria, esenciales para un buen desempeño. La ansiedad acompañada de

    hábitos de estudio deficientes frecuentemente forman parte de la constelación

    de los factores asociados al bajo rendimiento escolar. El bajo rendimiento en

    estos casos está en función del trastorno ansioso que el alumno presenta, y de

  • 32

    deficiencias severas en sus hábitos de estudio, también afectados por la tensión

    emocional (Jadue, 2001).

    El Gabinete de Comunicación de la Universidad de Almería (2009) ha reportado

    que la ansiedad ante los exámenes consiste en una serie de reacciones

    emocionales negativas que algunos alumnos sienten ante esta situación. Pero

    este sentimiento no siempre conlleva consecuencias negativas, ya que cuando

    estos niveles no son muy elevados, esta situación lleva a estados de mayor

    actividad tanto física como mental, que proporciona una mayor rapidez en la

    actuación cognitiva, fisiológica y motora. Sin embargo, cuando la ansiedad se

    presenta con niveles muy elevados puede interferir seriamente en el adecuado

    desarrollo de la vida de las personas. De hecho, no sólo repercute

    negativamente en el rendimiento ante los exámenes, sino que puede llegar a

    desequilibrar la salud, como puede ser, insomnio, dolores de cabeza, náuseas,

    vómitos, etc., de los alumnos ante este tipo de situaciones.

    Jadue (2001) menciona que toda demanda del ambiente que crea un estado de

    tensión o amenaza y que requiere de cambio o adaptación provoca trastornos

    de ansiedad en algunos individuos. La presión que sienten los alumnos por

    obtener un buen rendimiento escolar puede provocar en ellos una exacerbación

    de la ansiedad. La evidencia empírica indica que las personas que sienten que

    no están en control de los sucesos estresantes en sus vidas, son más

    propensas a experimentar trastornos de ansiedad que aquellas que creen tener

    control sobre esos sucesos. La ansiedad depende del concepto que el alumno

    tiene de las demandas que se le formulan en relación con la capacidad de

    comprensión y de control que encuentra en sí mismo. El estudiante enfrenta

    constantemente situaciones académicas cuyas exigencias debe comparar con

    sus propios medios. Cuando su evaluación de las demandas de la escuela lo

    llevan a concluir que son más de lo que él puede rendir, afronta una situación

    de peligro, de humillación, a veces, suficientes para justificar el rechazo a la

    escuela.

  • 33

    Es necesario, para el éxito escolar del alumno ansioso, trabajar en el manejo de

    la ansiedad y en el desarrollo de adecuados métodos de estudio y de

    evaluaciones que consideren el aspecto emocional en la interacción educativa,

    como factor importante en el proceso y resultados del aprendizaje. La

    intensidad de la tensión emocional que el alumno experimenta depende en

    parte de las valoraciones cognoscitivas que haga de las evaluaciones, del grado

    en que las perciba como amenazantes y de la medida en que se perciba como

    incapaz de afrontarlas (Jadue, 2001).

    2.2 Rendimiento académico

    Los estudios del rendimiento académico en la educación superior parecen ser

    en la coyuntura mundial actual de suma importancia, debido al dinamismo que

    experimenta el sector universitario en el marco de una sociedad caracterizada

    por el rápido avance del conocimiento, la fluidez en la transmisión de la

    información y los cambios acelerados en las estructuras sociales. En ese

    contexto adquiere valor la calificación del capital humano y ello va en estrecha

    vinculación con los resultados e investigaciones sobre el rendimiento

    académico de los estudiantes universitarios (Garbanzo, 2007).

    El rendimiento académico es un indicador de eficacia y calidad educativa. Las

    manifestaciones de fracaso como el bajo rendimiento académico, la repetición

    de los cursos y la deserción, expresan deficiencias en un sistema universitario.

    Las causas del fracaso estudiantil deben buscarse más allá del estudiante

    mismo. No es éste el único responsable de su fracaso, lo es también la

    institución educativa (Artunduaga, 2008).

    El rendimiento académico de los estudiantes universitarios constituye un factor

    imprescindible y fundamental para la valoración de la calidad educativa en la

    enseñanza superior, debido a que es un indicador que permite una

    aproximación a la realidad educativa (Garbanzo, 2007).

  • 34

    El rendimiento en sí y el rendimiento académico, también denominado

    rendimiento escolar, son definidos por la Enciclopedia de Pedagogía /

    Psicología (como se citó en Reyes, 2003) de la siguiente manera: Del latín

    reddere (restituir, pagar) el rendimiento es una relación entre lo obtenido y el

    esfuerzo empleado para obtenerlo. Es un nivel de éxito en la escuela, en el

    trabajo, etc. Al hablar de rendimiento en la escuela, se hace referencia al

    aspecto dinámico de la institución escolar. El problema del rendimiento escolar

    se resolverá de forma científica cuando se encuentre la relación existente entre

    el trabajo realizado por el maestro y los alumnos, de un lado, y la educación (es

    decir, la perfección intelectual y moral lograda por éstos) de otro, al estudiar

    científicamente el rendimiento, es básica la consideración de los factores que

    intervienen en él.

    El rendimiento académico es la suma de diferentes y complejos factores que

    actúan en la persona que aprende, y ha sido definido con un valor atribuido al

    logro del estudiante en las tareas académicas. (Garbanzo, 2007).

    La evolución conceptual hace que el rendimiento académico pase a definirse

    como el resultado del esfuerzo y la capacidad de trabajo que ha tenido el

    estudiante durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este resultado se

    manifiesta con la expresión de sus capacidades cognoscitivas o competencias

    adquiridas a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje (Manzano, como se

    citó en Maquilón y Hernández, 2011).

    Por su parte, Jimenez (como se citó en Garzón et al., 2010) postula que el

    rendimiento, desempeño o aptitud escolar es, un nivel de conocimientos

    demostrado en una área o materia comparado con la norma de edad y nivel

    académico. Según Spinola (como se citó en Garzón et al., 2010), el

    cumplimiento de las metas, logros u objetivos establecidos en el programa o

    asignatura que está cursando el estudiante.

  • 35

    El rendimiento académico es un indicador del nivel de aprendizaje alcanzado

    por el alumno, por ello, el sistema educativo brinda tanta importancia a dicho

    indicador. En tal sentido, el rendimiento académico se convierte en una "tabla

    imaginaria de medida" para el aprendizaje logrado en el aula, que constituye el

    objetivo central de la educación. Es pertinente dejar establecido que

    aprovechamiento escolar no es sinónimo de rendimiento académico. El

    rendimiento académico o escolar parte del presupuesto de que el alumno es

    responsable de su rendimiento. En tanto que el aprovechamiento escolar está

    referido, más bien, al resultado del proceso enseñanza-aprendizaje, de cuyos

    niveles de eficiencia son responsables tanto el que enseña como el que

    aprende (Reyes, 2003).

    Desde la perspectiva operativa del término, se define como la “nota o

    calificación media obtenida durante el período universitario que cada alumno

    haya cursado” (Tejedor, como se citó en Gómez, Oviedo y Martínez, 2011). Por

    lo que al rendimiento académico se le expresa en una calificación cuantitativa y

    cualitativa, una nota que si es consistente y válida será el reflejo de un

    determinado aprendizaje y del logro de unos objetivos preestablecidos (Pita y

    Corengia, como se citó en Gómez et al., 2011).

    Las calificaciones son las notas o expresiones cuantitativas o cualitativas con

    las que se valora o mide el nivel del rendimiento académico en los alumnos. Las

    calificaciones escolares son el resultado de los exámenes o de la evaluación

    continua a que se ven sometidos los estudiantes. Medir o evaluar los

    rendimientos escolares es una tarea compleja que exige del docente obrar con

    la máxima objetividad y precisión (Reyes, 2003).

    Las notas obtenidas, como un indicador que certifica el logro alcanzado, son un

    indicador preciso y accesible para valorar el rendimiento académico, si se

    asume que las notas reflejan los logros académicos en los diferentes

  • 36

    componentes del aprendizaje, que incluyen aspectos personales, académicos y

    sociales (Rodríguez, Fita y Torrado, 2004).

    Cada universidad determina criterios evaluativos propios, para obtener un

    promedio ponderado (valoración) de las materias que cursa el estudiante,

    donde se toman en cuenta elementos como la cantidad de materias, el número

    de créditos y el valor obtenido en cada una de ellas. En las calificaciones como

    medida de los resultados de enseñanza hay que tomar en cuenta que son

    producto de condicionantes tanto de tipo personal del estudiante, como

    didácticas del docente, contextuales e institucionales, y que todos estos

    factores median el resultado académico final (Garbanzo, 2007).

    Un sistema de calificación que clasifica a los alumnos de acuerdo con el

    rendimiento académico puede generar: una mayor preocupación por las

    calificaciones que por lo que puedan aprender; participación en actividades

    escolares basada en un principio de mínimo esfuerzo; percepción de sí mismos

    como aprendices poco competentes, especialmente en asignaturas difíciles;

    poca disposición a afrontar retos; deterioro en el interés en ciertas asignaturas

    hasta llegar, incluso, a aborrecerlas; valoración de actividades académicas –

    como hacer tareas o preparar exámenes– sólo por el puntaje que significan

    (Flores y Gómez, 2010).

    Por sus características, hay consenso en la comunidad de especialistas de lo

    difícil que resulta identificar el rendimiento académico en la educación superior,

    debido a que es problemático y confuso identificar el rendimiento académico

    con las notas. Al respecto, se debe diferenciar entre el rendimiento académico

    inmediato, el cual se refiere a las notas, y el mediato, que se refiere a los logros

    personales y profesionales (Garbanzo, 2007).

    Desde un punto de vista práctico, lo habitual es identificar rendimiento con

    resultados, debiendo distinguirse entre éstos dos categorías: inmediatos y

  • 37

    mediatos o diferidos. Los primeros estarían determinados por las calificaciones

    que obtienen los alumnos durante su carrera hasta la obtención del título

    correspondiente y se definen en términos de éxito/fracaso en relación a un

    determinado período temporal. Por otro lado, el rendimiento diferido hace

    referencia a su conexión con el mundo del trabajo, en términos de eficacia y

    productividad, se vincula, sobre todo, con criterios de calidad de la institución.

    Aún cabe, al referirnos al rendimiento inmediato, precisar más y diferenciar a su

    vez entre dos tipos de rendimiento; por una parte, el rendimiento en sentido

    estricto, medido a través de la presentación a exámenes o éxito en las pruebas

    (calificaciones), que se traduce en unas determinadas tasas de promoción

    (superación de curso), repetición (permanencia en el mismo curso más de un

    año) y abandono (alumnos que dejan de matricularse en cualquiera de los

    cursos de la carrera); por otra, el rendimiento en sentido amplio, medido a

    través del éxito (finalización puntual en un período de tiempo determinado) o del

    fracaso (retraso o abandono de los estudios).También se habla de regularidad

    académica, cuando el concepto de rendimiento académico se presenta

    mediante las tasas de presentación o no a las convocatorias de exámenes.

    Igualmente en este concepto de rendimiento en sentido amplio cabe incluir la

    referencia al tratamiento de las actitudes de los alumnos hacia los estudios,

    hacia la institución. La consideración, por otra parte, de las condiciones

    institucionales que pueden contribuir a producir un determinado rendimiento en

    el alumno, nos conduce directamente a la necesidad de valorar la satisfacción

    de los alumnos con dichas condiciones. Queda así concretada una concepción

    amplia del rendimiento: calificaciones, tasas de éxito/fracaso (individuales y

    colectivas), actitudes y satisfacción (Tejedor y García, 2007).

    Estudios indican que el rendimiento académico se relaciona con la disposición

    del estudiantado hacia las actividades escolares. Aquellos con alto rendimiento

    sustentan su aprendizaje en estrategias cognoscitivas más complejas, son más

    autónomos en sus actividades académicas, perciben que son competentes para

    tener éxito en la escuela, sus metas están más enfocadas en desarrollar nuevos

  • 38

    conocimientos, perciben mayor control sobre las situaciones de aprendizaje y

    manejan de forma adecuada situaciones de estrés derivadas de las

    obligaciones escolares. En cambio, los estudiantes con bajo rendimiento

    académico basan su aprendizaje en estrategias y conocimientos pobremente

    desarrollados, muestran una mayor dependencia al aprender, un menor interés

    por desarrollar nuevos conocimientos, una percepción pobre de sí mismos

    como aprendices, y se les dificulta manejar situaciones de estrés (Flores y

    Gómez, 2010).

    2.2.1 Factores asociados al rendimiento académico

    Las universidades en México, dentro de sus compromisos de generar

    egresados preparados para su entorno, hacen esfuerzos, entre otros, por

    establecer cuáles son los factores que determinan el rendimiento del estudiante.

    Todo proceso educativo busca mejorar el rendimiento del estudiante, de ahí su

    importancia y la necesidad de considerar los factores que intervienen en él

    (Gómez et al., 2011).

    Por lo menos en lo que a la instrucción se refiere, existe una teoría que

    considera que el rendimiento escolar se debe predominantemente a la

    inteligencia; sin embargo, lo cierto es que ni si quiera en el aspecto intelectual

    del rendimiento, la inteligencia es el único factor. Al analizarse el rendimiento

    escolar, deben valorarse los factores ambientales como la familia, la sociedad y

    el ambiente escolar. Sin embargo, en el rendimiento académico, intervienen

    muchas otras variables externas al sujeto, como la calidad del maestro, el

    ambiente de clase, la familia, el programa educativo, etc., y variables

    psicológicas o internas, como la actitud hacia la asignatura, la inteligencia, la

    personalidad, el autoconcepto del alumno, la motivación, entre otros (Reyes,

    2003).

  • 39

    Según, Tejedor y García (2007) los factores o determinantes que influyen en el

    rendimiento académico de los alumnos, son:

    Variables de identificación (género, edad)

    Variables psicológicas (aptitudes intelectuales, personalidad, motivación,

    estrategias de aprendizaje, etc.)

    Variables académicas (tipos de estudios cursados, curso, opción en que

    se estudia una carrera, rendimiento previo, etc.)

    Variables pedagógicas (definición de competencias de aprendizaje,

    metodología de enseñanza, estrategias de evaluación, etc.)

    Variables socio-familiares (estudios de los padres, profesión, nivel de

    ingresos, etc.)

    Por otra parte, Garbanzo (2007), menciona que el rendimiento académico, por

    ser multicausal, envuelve una enorme capacidad explicativa de los distintos

    factores y espacios temporales que intervienen en el proceso de aprendizaje.

    Existen diferentes aspectos que se asocian al rendimiento académico, entre los

    que intervienen componentes tanto internos como externos al individuo. Pueden

    ser de orden social, cognitivo y emocional, que se clasifican en tres categorías:

    determinantes personales, determinantes sociales y determinantes

    institucionales, que presentan subcategorías o indicadores.

    Determinantes personales

    En los determinantes personales se incluyen aquellos factores de índole

    personal, cuyas interrelaciones se pueden producir en función de variables

    subjetivas, sociales e institucionales. Los determinantes personales incluye

    diversas competencias: la competencia cognitiva, motivación, condiciones

    cognitivas, autoconcepto académico, autoeficacia percibida, bienestar

    psicológico, satisfacción y abandono con respecto a los estudios, asistencia a

  • 40

    clases, inteligencia, aptitudes, sexo, formación académica previa a la

    universidad, nota de acceso a la universidad.

    Determinantes sociales

    Son aquellos factores asociados al rendimiento académico de índole social que