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I S S N 2 0 0 7-2 4 6 5 PERf ORMANCE XALAPA I COATEPEC I VERACRUZ EJEMPLAR GRATUITO INTERPRETACIONES SOBRE INTERPRETACIONES MEMORIA EL LENGUAJE DE NADIE JUAN VICENTE MELO ENSAYO VISIONES DE OCTAVIO PAZ EN XALAPA JOSÉ HOMERO ENSAYO ROSTROS DE JUAN VICENTE MELO JUAN JAVIER MORA-RIVERA CREACIÓN ARMANDO GONZÁLEZ TORRES Y LUIS BUGARINI NUEVA ÉPOCA I AÑO X ABRIL DE 2014 NÚMERO 196 OCTAVIO PAZ JOSÉ REVUELTAS CENTENARIOS PARA RECORDAR ESPECIAL IX ANIVERSARIO PERf ORMANCE

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I S S

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PERfORMANCE

XALAPA I COATEPEC I VERACRUZEJEMPLAR GRATUITO

INTERPRETACIONES SOBRE INTERPRETACIONES

MEMORIA EL LENGUAJE

DE NADIEJUAN VICENTE

MELO

ENSAYO VISIONES DEOCTAVIO PAZEN XALAPAJOSÉ HOMERO

ENSAYO ROSTROS DE

JUAN VICENTE MELO

JUAN JAVIERMORA-RIVERA

CREACIÓN ARMANDOGONZÁLEZTORRESY LUIS BUGARINI

NUEVA ÉPOCA I AÑO X

ABRIL DE 2014

NÚMERO 196

OCTAVIO PAZJOSÉ REVUELTASCENTENARIOS PARA RECORDAR

ESPECIALIX ANIVERSARIO

PERfORMANCE

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TAN ATENIENSE COMO SIEMPRE

ARTURO MENDOZA MOCIÑO

EL TEATRO: ESPACIO DE ENCUENTROS, DESENCUENTROS Y GUERRAJOSUÉ CASTILLO

La poesía

y el pensamiento

son un sistema

de vasos

comunicantes.

La fuente de ambos

es mi vida: escribo

sobre lo que he

vivido y vivo. Vivir

es también pensar

y, a veces,

atravesar esa

frontera en la

que sentir y pensar

se funden:

la poesía.

Octavio Paz

I S S

N 2

0 0

7-2

4 6

5

PERfORMANCE

XALAPA I COATEPEC I VERACRUZEJEMPLAR GRATUITO

INTERPRETACIONES SOBRE INTERPRETACIONES

MEMORIA EL LENGUAJE

DE NADIEJUAN VICENTE

MELO

ENSAYO VISIONES DEOCTAVIO PAZEN XALAPAJOSÉ HOMERO

ENSAYO ROSTROS DE

JUAN VICENTE MELO

JUAN JAVIERMORA-RIVERA

CREACIÓN ARMANDOGONZÁLEZTORRESY LUIS BUGARINI

NUEVA ÉPOCA I AÑO X

ABRIL DE 2014

NÚMERO 196

OCTAVIO PAZJOSÉ REVUELTASCENTENARIOS PARA RECORDAR

ESPECIALIX ANIVERSARIO

PERfORMANCE

NO. 196 I SEGUNDA ÉPOCA AÑO X I ABRIL DE 2014 Director General José Homero

Consejo de EdiciónRafael AntúnezNina CrangleJuan Carlos GarcíaRaciel D. MartínezJosé Luis Martínez SuárezJuan Javier Mora-Rivera

Diseño Pablo MoyaFoto de portada Otto L. BettmannFormación Jobanni Díaz ArenasJefa de Redacción Nina Crangle Secretario de Redacción Carlos RomeroAsistente de Redacción Jonathan Flores Lira

Cartelera Ezra [email protected]ías Jorge Castillo I AVC Noticias I Gina Collins I Jorge Rufinelli I Marcelo UribeAdministración Susan y AsociadosRedes sociales Ezra CrangleDistribución César Vázquez

CorrespondenciaAv. Murillo Vidal 506, tercer pisoFraccionamiento Ensueño91060 Xalapa, Veracruz

Teléfono (228) 8 178 535

[email protected]@gmail.comperiodicoperformance.blogspot.

PERFORMANCE Interpretaciones sobre interpre-taciones es una publicación quincenal editada por José Homero Hernández Alvarado, con domici-lio en Murillo Vidal 506, tercer piso, C.P. 91060, fracc. Ensueño, Xalapa, Ver. Tel.: (228) 8 178 535. Editor Responsable: José Homero Hernández Al-varado.Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2013-022511482500-101, ISSN 2007-2465; ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Reserva de derechos sobre licitud y con-tenido en trámite.Impreso por talleres de Diario AZ, 20 de Noviembre 621, col. Badillo, C. P. 91190, Xalapa, Veracruz. Tél.: (228) 8 121 363.Este número se terminó de imprimir el 25 de abril de 2014 con un tiraje de 5 000 ejemplares.Las opiniones expresadas por los autores no reflejan la postura del editor de la publicación.Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de José Homero Hernández Alvarado.

índice

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3 EDITORIALPERFORMANCE:PRUEBA DEL NUEVE

DORMIR EN TIERRAO EL LENGUAJE

DE NADIEJUAN VICENTE MELO

OCTAVIO PAZEN LA CALZADADE LOS POETASJOSÉ HOMERO

LA RUMBAALUCINADA

RAFAEL TORIZ

LA ESENCIADE UN LEGADORAÚL CRIOLLO

UN GATO TETOVÍCTOR BENÍTEZ

CARTELERA

EL ROSTROSIEMPRE DISTINTO

DE JUAN VICENTE MELOJUAN JAVIER MORA-RIVERA

INFANCIAARMANDO GONZÁLEZ TORRES

FORMAS DELA NOVEDADLUIS BUGARINI

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erformance nace con un objetivo nítido: ser el periódico de Xalapa en temas de cultura. Una paradoja dis-

tingue a esta ciudad, célebre por su oferta cultural: todos los periódicos, diarios o se-manarios, ofrecen información cultural, nin-guno crítica cultural. Cuando Performance emergió no existía periódico ni publicación alguna dedicada a la crítica de la cultura. Tampoco hoy. Interpretaciones sobre in-terpretaciones, la asunción de una postura con respecto a lo que es esencialmente una interpretación, un acto de creación efímera, que es una de las acepciones de la palabra anglosajona performance.

Nuestra publicación registra la vario-pinta actividad cultural de Xalapa, no con un listado de actividades sino mediante el análisis. Aunque nuestra cartelera es la más completa de Xalapa somos eminentemen-te un medio de reflexión, creación. Es decir: de encuentro. Hay en Performance una idea viva de la cultura y la convicción de que sólo a través de la crítica y el análisis pode-mos transformar la vida. En una época en que la pasión crítica se observa con recelo y la sospecha y la superficialidad relevan ar-gumentos y posturas estéticas, Performance se afianza y se erige como un bastión de un concepto de cultura, aquella que exige transformar la vida.

Performance es tenaz, emprendedor, lúci-do y desafiante. Quiere ser juvenil y a la vez sabio y reflexivo. Confía en la inteligencia y como tal la crítica y la ironía lo distinguen.

Nuestros orígenes se remontan al suple-mento cultural Graffiti, edición dominical del diario El Sol Veracruzano en el periodo 1985-1987. De manera independiente, la publicación continúa, pero ya como revis-ta –de circulación nacional– en un periodo que va de 1989 al año 2000. Como tal, me-reció en dos ocasiones de la beca del Pro-grama Cultural Tierra Adentro Edmundo Valadés de Apoyo a la Edición de Revistas Independientes del Conaculta en los pe-

riodos 1990-1991 y 1991-1992; además de una beca del Fonca dentro del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Cul-turales en el área de Literatura en el periodo 1994-1995.

Performance surgió en 1998, en su pri-mera época, siendo manifestación de una generación entonces joven. Casi todos los

colaboradores en principio formamos par-te de una generación nacida en los sesenta, que podríamos decir acusa la huella de la posmodernidad, su impacto. Graffiti, junto con La Pus Moderna, fueron las primeras revistas en registros variopintos; se reseña-ba e incluían críticas y reflexiones lo mismo sobre Octavio Paz o Carlos Monsiváis que

EDITORIAL i IX ANIVERSARIO

PERFORMANCE:PRUEBA DEL NUEVE

sobre el entonces emergente en medios rock mexicano, las conmemoraciones del punk o la dimensión filosófica del tatuaje. Posteriormente, se han incorporado her-manos menores, diríamos, nativos de los setenta y los ochenta quienes continúan ejerciendo la crítica, el reportaje. Somos una revista abierta e incluyente con las nuevas generaciones.

En abril de 2005 apareció el primer nú-mero de la segunda época de Performance. Cumplimos con la edición que tienes en tus manos nueve años y continuamos cre-ciendo. Para celebrarlos hemos cambiado el diseño, transformando nuestra imagen para adecuarla al minimalismo contemporáneo. Estamos conscientes de que sólo median-te el cambio la vida continúa. Nueve años parecen pocos y sin embargo para una pu-blicación cultural es toda una vida. En este viaje nos hemos enfrentado a diversa pro-blemática pero podemos decir con satis-facción que nuestro proyecto de cultura ha durado más y sin duda funcionado mejor que los programas y proyectos de las insti-tuciones de cultura de Veracruz.

Más allá de nuestra fe y confianza en el camino de la cultura como pivote de la transformación de la sociedad, confesamos que entre las satisfacciones que no se com-paran listamos ver a alguien leyendo nues-tro quincenario en las bancas, la sala de espera de los autobuses, una mesa de resto-rán. Nuestro público es amplio, cabal y crí-tico. Buscamos y damos voz a los creadores, a aquellas personas sensibles que persiguen como nosotros esa mejor sociedad a través de la cultura, que parafraseando al querido Ezra, es aquello bueno que conservamos.

Por los hombres que buscan la libertad a través de la creación, por los ciudadanos que buscan transformar la sociedad, exis- timos.

Gracias por estos años. Gracias por com-partir los sueños.

José Homero

Nueve años de Performance: Retablo de portadas

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

rimero es una especie de caos: el asunto esencial de la historia y aque-llos otros motivos y consecuencias

–ramas paralelas y hermanas– que con él se gestan, el ritmo (ese ritmo que tiene la prosa de José Revueltas, progresivamente sostenido, a veces incisivo y cortante, inte-rrumpido siempre por un momento impre-visto, un ritmo no del todo ajeno a aquellos “pujantes, dinámicos, táctiles, visuales” de su hermano Silvestre, el músico admirable; ritmo, en suma, eminentemente musical), los colores, y la palabra –la palabra enlu-tada, aterradora en su ácida verdad, en su grandeza miserable, en esa muerte que lleva encima como signo único de vida– dan-zan y combaten por hacerse ver y oír –por nacer– en un universo de tinieblas, en un mundo que se va formando y afinando, múltiple y diverso y disonante, mundo de muerte y desastre en el que todo, sin em-bargo, apenas comienza.

Colores y personajes, asuntos y ritmos, y las palabras –vivientes mientras no son dichas– son como piedras calcinantes e hi-rientes que ordenan y organizan el terrenal edificio que Dios ha construido fuera de las posibilidades del hombre, la inhumana habitación en que todo intento de comu-nicación –es decir de vida– resulta inútil, imposible. De pronto la luz se hace (una luz mortecina y lúgubre) y aquel caos inicial se disuelve –hacia delante, hacia atrás– y las criaturas arrancadas del momento límite en que José Revueltas las sorprende, se ponen a vivir frenéticamente, trastornándose en la situación vital que supone su existencia en la particular historia que nos es conta-da, destruyéndose antes de cumplir su más inmediata y elemental función, su objetivo primero y último, su definitiva razón de ser: el milagro –poder y gloria– de la comuni-cación. Cada uno de los ocho cuentos de José Revueltas, incluidos en Dormir en tierra (decimosexto volumen de Ficción, colec-ción de la Universidad Veracruzana al cui-dado de Sergio Galindo) nos revela que la condición esencial del ser humano reside en la soledad, en la absoluta, profunda, total imposibilidad de comunicación. “Lenguaje

de nadie”, las palabras mueren al vivir, son la muerte misma, la invencible frontera que separa a los hombres. Amputadas, las cria-turas de Revueltas arrastran el minuto vo-raz, el fuego impotente de su soledad que contamina todo lo que toca. No el anhelo de la muerte sino el silencioso incendio pre-side sus nombres y figuras; no la resignación sino el derrumbe, lento y total, de toda es-

dos) aprendieron a reverenciar como letra muerta al ejemplar autor de El luto humano, Los días terrenales y Dios en la tierra, distraí-do, pervertido o esterilizado por las pelícu-las pomposas de Roberto Gavaldón. Con envidiable lucidez y con una calidad crítica poco común en nuestro medio, José de la Colina ha puesto en claro, otorgándoles su justo valor, las virtudes literarias, el fondo,

CENTENARIO i JOSÉ REVUELTAS

DORMIR ENTIERRA O ELLENGUAJE DE NADIEJUAN VICENTE MELO

y luminoso a la vez, dé testimonio de esa envoltura terrenal. Y si en ese cuento –“La frontera increíble”– únicamente el mori-bundo comprende que la patria, el terri-torio, la habitación de los todavía vivientes está limitada por la palabra, en “La palabra sagrada”, el admirable relato que inicia el li-bro, se logra esa comunicación mediante la única que es justa, la que marca, indeleble, a toda mujer. Más también esos dos cuentos nos advierten de la absurda y grotesca esce-na en que transcurren sus torpes relaciones: el cuarto cerrado del moribundo que es una prolongación de la infantil habitación en la que Alicia toma conciencia de su ser. Y en ambos vemos también cómo sus ac-ciones y palabras son consecuencia de su-cedidos anteriores que se hermanan con los propios, que los esclarecen y justifican. (Re-cuérdense los accesos histéricos de Alicia y los gemidos de la tía Enedina; las últimas palabras de Cristo en la cruz y el tránsito del moribundo anónimo en la oral circuncisión de vinagre). El silencio tenso, poblado de ruidos casi fantasmagóricos, que inunda por los cuatro costados a los personajes de “Los hombres en el pantano”, se vuelve, en “Lo que solo uno escucha”, melodías que no serán escritas, inútil trascendencia de un violinista agonizante. Y esa guerra inhuma-na, a veces salvada por telegráficos signos de comprensión, terminará en la muerte ridícula (“El lenguaje de nadie”), en la anóni-ma consumación del amor (“Noche de Epi-fanía”), en la oreja arrancada por la boca fu-riosa del niño que no distingue dónde está la muerte y la vida, desesperada mordida que intuye la impotencia auditiva (“Dormir en tierra”). La muerte total de “La frontera increíble” es idéntica a aquella, transitoria, que experimenta el contramaestre al dor-mir, por única vez, en tierra con la mujer acuática y a aquella otra, no menos transi-toria, del mismo contramaestre en el mar despoblado de signos humanos.

Escrito con pasión, Dormir en tierra de-vuelve a la literatura mexicana a José Re-vueltas. Y lo devuelve con vigor, íntegra-mente. De él se puede decir, con auténtica justicia, que es un escritor viviente. [1960]

la forma y el trasfondo de los cuentos de José Revueltas en quien ve, luminosamente, el camino que deben seguir los jóvenes es-critores mexicanos. Dueño, paradójicamen-te, de un lenguaje propio y profundamente comunicativo, Revueltas ha logrado, con Dormir en tierra, el mejor libro de cuentos escrito en México en los últimos años).

Este volumen presta espléndido material para estudiar ese mundo tajado que separa a los hombres, cuarto cerrado en el que el moribundo traspasa, como “planeta de fue-go, dios furioso sin límites”, el círculo lloroso de “ese mar de los cuatro seres de su carne y de su sangre que lo rodeaban como una túnica, mortaja humana incomprensible”, esperando su palabra, la impronunciable, “el último signo de vida” que, reconfortante

peranza de vida verdadera. La rebelión es in-útil porque la mudez ha aniquilado la tierra consistente de su razón. En ese mundo en que la magia es inadmisible, se mueven sus-pendidas en un tiempo sin sueño que corre en el vacío; dominadas, manejadas por el sexo, por un insaciable apetito carnal, regre-san al caos primero, intentando la última y fatal comunicación que sólo se cumple en el completo abandono de toda palabra: en la muerte.

(Los escritores de la más reciente gene-ración veían a José Revueltas como un es-critor “que fue”. La indiferencia y el silencio acompañaban a los jóvenes lectores respec-to de su figura, y los críticos (en conside-rable desventaja con respecto al talento de los primeros y a la asiduidad de los segun-

Arriba: José Revueltas y Jorge Lobillo, bar El Barón Rojo, hotel María Victoria, Xalapa, 1975.Sobre estas líneas: Publio Romero, Ema Barrón, José Revueltas, Jorge Lobillo, Luis Arturo Ramos

y Antonio Pino. [Agradecemos a Jorge Lobillo su generosa colaboración con estas fotos].

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Publicado en Revista Mexicana de Literatura en 1960 (núms. 12-15), en este ensayo Juan Vicente Melo saluda de manera entusiasta la aparición

de Dormir en tierra, integrado por ocho espléndidos cuentos, título imprescindible en la bibliografía del inolvidable José Revueltas (1914-1976).

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Ciertamente era extraño sobre toda extrañeza, y no ocuparé espacio in-tentando explicarlo: mientras que en todas las demás líneas de inves-tigación teníamos que habérnoslas con fantasmas y polvo, meros ecos de ecos, nunca hubiéramos presta-do atención a la única fuente viva de información que se había demorado hasta nuestro tiempo.

Los papeles de AspernHenry James

Uno

as postrimerías de la vida literaria de Juan Vicente Melo Ripoll (Veracruz, 1932-1996) parecían una versión de

Los papeles de Aspern: la mítica leyenda de un autor cuyos últimos escritos termina-ron perdidos y extraviados, a pesar de ser referidos con fechas, años y casas editoriales precisas. Las tramas de esas páginas habían sido ya imaginadas, trazadas y concluidas por otros, e incluso existían comentarios de críticos que sostenían haberlas leído en ex-clusiva, poniendo como constancia de sus afirmaciones su prestigio personal. Melo, aún en vida, había pasado de ser el gran au-tor de la Generación del Medio Siglo o de La Casa del Lago a una leyenda literaria, suma-mente identificado pero pocas veces leído.

Prueba de ello la otorga Guillermo Villar cuando, en el prólogo a La rueca de Onfa-lia, rememora la noche en que un supuesto periodista alababa exageradamente a Melo. Villar, molesto por la ignorancia del advene-dizo –esas alabanzas exageradas parecían falsas, sonaban huecas–, le sugiere: “si vamos a hablar de literatura, por qué no hablamos también de otros libros y otros escritores; de Los muros enemigos o La obediencia noc-turna, por ejemplo. El tipo, mirándome fu-rioso, me contestó: ‘Usted no es otra cosa que un majadero, y no vamos a hablar de esos libros porque son insoportables, traté de leerlos y terminé tirándolos a la basura’ ”.

A diferencia de la novela de Henry James, Juan Vicente pudo presenciar y sufrir todo lo que sus “atentos lectores” inventaban y el valor que tenía su literatura para sus “cono-

cedores y críticos”; y en lugar de combatir tal cantidad de equívocos y malentendidos, decidió cultivarlos, pues veía en ellos un juego que le divertía, tal vez porque sólo él conocía la verdad de cada hecho y de cada dicho; tal vez porque esa serie de mentiras e inventos, construidos y alimentados por él mismo (siempre invento cosas: de mí, de lo que sucedió respecto a mí, de lo que pasó en una fiesta, de mi personal comporta-miento), le permitían sobrellevar esa reali-

dad que él definía como insoportable, de la cual descansó sólo hasta su muerte.

Tal como sucede con Jeffrey Aspern, la posible existencia de un puñado de escritos mantiene entre algunos el interés por la obra de Melo. A diferencia de la novela de James, esos escritos míticos mantendrán con vida a Melo hasta el último suspiro. “Uno creería que usted espera encontrar en ellos la res-puesta al enigma del universo”, afirma la Se-ñora Prest al narrador en la novela de James.

Tal vez esa misma razón podría ser la que llevaba a Melo a construir verdades alter-nas: como una estrategia para encontrarle sentido a su atormentada existencia, don-de imaginar, inventar y escribir le ayudaban a superar el agobio del mundo cotidiano.

DosReviso varios de los libros de Juan Vicente Melo hasta ahora editados y advierto ciertos rasgos en común: sólo se consigna su obra como cuentista, crítico musical y novelista; se refiere su formación profesional como médico, con especialidad en Dermatología, a partir de sus estudios realizados en París. Se agrega que luego de renunciar a ejercer su profesión –en una familia entregada y obsesionada a la medicina–, fungió como responsable de un efímero suplemento cul-tural de El Dictamen, director de la Casa del Lago de la UNAM, del Museo de la Ciudad de Veracruz, del Departamento Editorial de la uv y de su revista insignia, La Palabra y el Hombre, además de que recibió varios homenajes en vida por su labor literaria.

Se citan La noche alucinada (1956), Los muros enemigos (1962), Fin de Semana (1964), Juan Vicente Melo [Autobiografía] (1966), La obediencia nocturna (1969), El agua cae en otra fuente (1985), Notas sin música (1990), La rueca de Onfalia (1996) y Cuentos comple-tos (1997) –que incluye “Al aire libre”–, todas con sus respectivas reimpresiones y redicio-nes; alguno consigna la traducción al francés de La obediencia… (La différence, 1992, ver-sión de Viçent Gimeno).

Casi ninguno repara en su interés por el ensayo literario o su labor como traductor, plasmada en Revista Mexicana de Literatura o S.Nob. No se menciona que fungió como coordinador de mesas redondas y confe-rencias en el Instituto Francés de América Latina (IFAL) o la UV; que trabajó en el Co-mité Organizador de los xix Juegos Olím-picos en México, dentro de la Olimpiada Cultural.

Sólo la Historia de la literatura mexica-na: desde los orígenes hasta nuestros días de

LITERATURA i LA VIDA VERDADERA

EL ROSTROSIEMPRE DISTINTODE JUAN VICENTE MELO JUAN JAVIER MORA-RIVERA

Antes y después: dos versiones de Juan Vicente Melo. [Crédito: Héctor Darío Vicario]

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Inéditos como conjunto, los ensayos de Juan Vicente Melo queintegran La vida verdadera, publicado recientemente por el Instituto Literario de Veracruz, revelan las simpatías y complicidades del escritor veracruzano,

“un clásico secreto de nuestra literatura”. Presentamos un fragmento del prólogo que antecede a esta ejemplar antología.

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

Carlos González Peña consigna que había publicado De música y músicos (Imprenta Madero, 1967). O bien, que Notas sin mú-sica tenía como inspiración La música de nuestro tiempo de Antoine Goléa, el libro que Melo tradujo para Ediciones Era en 1967, dos años antes de la publicación de La obediencia nocturna.

En cambio se habla de El festín de la ara-ña, el “relato largo” que nunca fue editado, a pesar de que algún diccionario de escrito-res mexicanos lo consigna como publicado. Algún estudioso de la obra de Melo explica que se trata de un “libro perdido, alguna vez publicado dentro de la colección Alacena de Era”. Desde 1967 al menos, el título se re-fiere en varias de las contraportadas de sus libros y es multicitado por varios investiga-dores, coincidiendo todos en su supuesta trama, sin que nadie hasta ahora confirme su hallazgo. Tratando de explicar el origen del tal confusión, Luis Arturo Ramos aduce que ese nombre fue posiblemente uno de los que Juan Vicente manejó para la póstu-ma La rueca de Onfalia, pues esa es la idea presente en el texto: un relato que se teje y desteje para volver a replantearse conforme se avanza en la lectura, o bien el delirio de una mujer que, en pleno trance de melan-colía, obsesivamente repasa su historia de desamor juvenil. Otra versión apunta a que Melo tradujo el libreto de un ballet de Al-bert Roussel, intitulado justamente Le festin de l’araignée; y la desidia y falta de rigor críti-co permitió que la atribución se continuara hacia alguna narración de Melo: de ello han dado cuenta, desde la literatura y la música, José Homero y Luis Ignacio Helguera, quie-nes denunciaron varias veces la persistencia de ese error.

José de la Colina sostiene que Juan Vi-cente Melo es, ante todo, un clásico secreto

de nuestra literatura. El autor de Ven, caba-llo gris tal vez se refiera no al tipo de escritu-ra de Melo o a la manera en que aún circula entre las nuevas generaciones, sino a la indi-ferencia que la academia ha tenido para con su obra; al desinterés de los responsables de las instituciones culturales (¡un titular de alto nivel de la cultura de Veracruz afirma-ba en público, durante la presentación de una reciente antología de cuentos de Juan Vicente Melo, con profunda seguridad, haber leído con vehemencia e interés La desobediencia nocturna!); a la leyenda negra que pesa sobre la vida de Melo después de 1969, construida a partir del burdo acoso y la sucia persecución orquestadas por Gas-tón García Cantú que fijó en Juan Vicente a su chivo expiatorio, cuando su propósito fundamental era librarse no sólo del poeta Jaime García Terrés –responsable de Difu-

sión Cultural de la unam–, sino también de los integrantes de la Generación del Medio Siglo que laboraban en varias dependencias de universidad, cuando conformaban la tan envidiada maffia literaria, según lo explican por separado Huberto Batis y Eugenia Re-vueltas.

Concluyo por ahora que no hay razón para que parte de la información omitida por otros y referida líneas arriba sea de obli-gada cita en cualquier otra edición de Melo. Sin embargo creo que a Colina le asiste toda la razón. Melo es ese clásico secreto, inédito aún, que se encuentra a la espera de nue-vos lectores; y a pesar de dicha condición, los ecos de su escritura, manifiesta hoy en esta breve reunión de sus ensayos, bajo el título de La vida verdadera –publicados a iniciativa y generosidad no sólo del Insti-tuto Literario de Veracruz, Rafael Antúnez, Rebeca Piña, sino también de los herederos literarios de Juan Vicente Melo–, adquieren sentido a partir de lo declarado por Melo a Huberto Batis en una entrevista de 1964, publicada en Cuadernos del Viento: “Mi vida verdadera serán los libros que algún día escribiré”. Esta breve selección de ensayos, dispersos hasta ahora, escritos desde ayer, nos permiten ver el rostro siempre nuevo de Juan Vicente Melo.

Tres¿Persiste en los ensayos literarios de Juan Vi-cente Melo la “prosa musical” propia de su narrativa, de acuerdo con la crítica especia-lizada? No es una pregunta sencilla de res-ponder, considerando que se habla de dos expresiones literarias distintas, de intencio-nes diferentes. Más aún, la “prosa musical” señalada por la crítica, advertida por Melo mismo (se ha convertido ya en un lugar co-mún que me fastidia), podría sólo apreciarse en la obra narrativa.

En el ensayo Melo tiene otra serie de in-tenciones y lo organiza de forma distinta. Para Juan Vicente, faro y guía en este géne-ro fueron Tomás Segovia y Octavio Paz, no sólo como inspiración literaria sino como un ejemplo de lo que implicaba ejercer la crítica: “en un mundo regido por cadáveres, tanto Octavio Paz como Tomás Segovia nos obligan a sentir confianza en nosotros mismos, confianza en el arte […] En la poe-sía, en el ensayo, en su investigación crea-dora, han señalado nuevos caminos, han puesto en vigencia mitos enterrados, han hecho brillar soles extinguidos, han exami-nado al hombre y su lenguaje como objetos mágicos y como estructuras”, escribe nues-tro autor. De Segovia adquiere la disciplina, el acercarse a temas filosóficos y del arte; de Paz, las ideas e interpretaciones acerca del significado de la escritura y la búsqueda que se persigue en la literatura, detallados en El arco y la lira, lo que resulta evidente en toda su generación –desde Arredondo hasta Co-lina, pasando por García Ponce, Elizondo, Valdés, Pacheco o Becerra– y en sus obras, se trate de poesía, cuento, novela o ensayo.

Melo, es cierto, es identificado como el creador de la crítica musical en México, pero también fue un intenso difusor de las letras francesas en nuestra lengua –como también lo era Tomás Segovia, o Juan Gar-cía Ponce, Carlos Valdés y Salvador Elizon-do de los autores germanos o Isabel Fraire de los norteamericanos del siglo xix y xx–. Melo, para decirlo más claro y sin menos-precio de sus contemporáneos fue quien tenía más por perder al decidir ser escritor. A diferencia de todos, Melo había estudia-do una carrera profesional, y era uno de los especialistas más brillantes en Dermatolo-gía a principios de los años sesenta, pero como casi todos sus amigos era origina-rio de la provincia, espacio que volvieron ficción y poesía una y otra vez a partir de temas universales. Como en parte hicieron García Ponce y Arredondo, renunció a una herencia familiar por alcanzar su afán de es-cribir libros tan excepcionales como La obe-diencia nocturna o Fin de semana. Junto con Pacheco y Pitol posee una obra narrativa y ensayística brillante e impecable. Al igual que en el caso de Colina, Valdés, Ibargüen-goitia o Arredondo, ahora su obra no se lee y se estudia poco.

En este género, en la breve selección incluida en La vida verdadera, Melo aspira con rigor, orden, disciplina y análisis críticos a desentrañar la búsqueda y transforma-ción del otro, el encuentro con Dios, la so-ledad como forma de subsistencia y de de-fensa ante el dolor ocasionado por el amor, la imaginación y el deseo como opciones para vencer a la muerte, el descubrimiento de la noche (nuestra parte nocturna diría Paz) como elemento esencial e inherente del hombre, los vínculos entre el amor pro-

Los niños Melo en las fiestas decembrinas: Beatriz, Guillermo, María Elenay Juan Vicente Melo Ripoll. Foto cedida por Guillermo Melo; archivo personal.

Melo con el chelista Pablo Casals en la casa paterna de los Melo en Veracruz. Foto cedida por Guillermo Melo; archivo personal.

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ABRILDE2014 I NÚMERO196

fano y el amor divino, sus hallazgos de nue-vos autores…. Podemos reconocer en sus palabras un espejo en el cual se proyecta la obra de los autores que admira y le obse-sionan respondiendo preguntas que tal vez de tan obvias parecieran no requerir más explicaciones. Ejemplo de lo anterior sería la nota de Juan Vicente para atender la edi-ción de Dormir en tierra de José Revueltas, publicada originalmente en Revista Mexica-na de Literatura, aunque lo antes afirmado sirve también para referir sus ensayos sobre George Bernanos, Julien Green, Max Aub, Tomás Segovia, José Emilio Pacheco o sus

comentarios a la obra de los poetas que le deslumbran: Paz, Pellicer, Becerra, Hernán-dez…

El horizonte de producción de los en-sayos de Melo, en su mayoría, correspon-de al periodo que va de 1959 a 1988, años en los que “vivió en una suerte de vérti-go los que fueron, seguramente, los años más importantes de su vida”, como afir-ma Guillermo Villar. Luego de esos años Melo no dejó de escribir y es posible ubi-car notas y comentarios dispersos hasta el mismo año de su muerte, aunque su prosa manifestaba menor contundencia.

Definitivamente no encontraremos en el ensayo literario de Juan Vicente Melo esa prosa musical que hipnotiza a los lectores de sus novelas y cuentos. Melo supo ver en el ensayo el campo fértil para la construcción de una poética personal, útil también para explicar su universo literario, convirtien-do sus palabras en logro estético que fuera más allá de lo periodístico al aspirar, como recomendaba Paz, a la voluntad por el co-nocimiento y el saber, exento siempre de pretensiones personales. Melo nos guía en el descubrimiento de los modos de pensar y de sentir de sus autores, deslindando razón,

moral o buenas costumbres en cada obra literaria analizada y advirtiendo la búsqueda que cada autor o personaje realiza de la parte nocturna de su ser. Sueño e imaginación con-tinúan presentes en estos párrafos, enfrenta-do a Melo la disyuntiva: entre dos posibles explicaciones de un fenómeno o un hecho, pudiendo optar entre el argumento racional y el maravilloso, Juan Vicente elige aquel que da paso a la fantasía, a lo extraordinario, no sólo porque le parece el más convincente, sino porque le permite explicar y enfrentar la intolerable realidad.

IIIDe niño, uno entabla una fuerte relación tanto

con las privaciones y aflicciones más concretas como

con los hechos sobrenaturales.

Cuando éramos niños una palabra poderosa sembraba primero

el asombro, y luego hacía estallar, redoblada, la algarabía.

Tras una palabra que le place, que le suena bien, el niño siente

una explosión de burbujas en la cabeza.

Toda palabra se eleva como en un juego de vértigo infantil, y cae

mareada, mirando al porvenir.

Identificarás a quien escribe porque es alguien que nunca ha

dejado atrás el juego infantil del remolino.

Girar, girar sin descanso, como un niño, hasta provocar un

vómito de miedo o de alegría.

IVPara un niño es fácil confundir a los hombres con árboles que

vociferan.

AFORISMOS

INFANCIAARMANDO GONZÁLEZ TORRES

Un niño también puede confundir a las mujeres con rocas que

susurran y sollozan.

Para el niño, al igual que para los animales, el hombre es una

especie solemne y amenazante.

En la niñez, los adultos son seres torvos y difusos, sólo los

animales y los fantasmas son nítidos y verdaderos.

VDe niños sabíamos que un profesor malvado sólo se impone

a quienes tienen palabras débiles y no saben contraatacar con

mímica y risotadas.

Cuando era niño envidiaba el ladrido y la cola de los perros, y lo

sigo haciendo.

Hemos olvidado esa máxima infantil que sólo conservan

algunos grandes artistas: correr desbocadamente y sin miedo,

antes de saber caminar.

Uno deja de ser ese algo inconfundible y esencial que es el niño,

cuando aspira a ser alguien.

Un gran artista mira a sus contemporáneos como niños que

fueron derrotados.

Una buena página entonces es una página desbordada de bullas,

alborozos y travesuras.

Aforismos del libro en preparación con dicho título.

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

CREACIÓN i CUENTO

FORMAS DELA NOVEDADLUIS BUGARINI

oberto logró publicar, después de grandes esfuerzos, tres libros en una editorial de respetabilidad notoria.

La crítica, en sus vaivenes insondables, califi-có su obra como prometedora y nada más. Se sintió satisfecho por este dictamen, pues no era para menos. A continuación, imagi-nó que para perpetuar la permanencia de su obra, escribiría otro libro cuyo manuscri-to se disputarían las universidades en subas-tas de pujas increíbles.

Imaginó la obra: el original debía ser escrito a mano y estar anegado de embo-rronamientos, tachaduras, correcciones, adiciones y suturas; finales varios –al menos seis–; un léxico distante del que utilizaría en el resto de su labor, lo que concluiría en una tentativa vanguardista que trascendería tiempo y espacio. Esta decisión, pensó, ten-dría a los estudiosos del mundo peleando por identificar el sentido que dejé para los textos. Así, los debates durarían tantísimos años y a golpe de repeticiones su nombre jamás se-ría olvidado. Vislumbró que esas polémicas, iniciadas en revistas especializadas, saltarían a las páginas de cultura de los diarios, y de ahí, a los programas culturales del gobierno en turno. Solventar los problemas suscita-dos por ese original se volvería un asunto de política pública. Plan perfecto y sin fallas, se dijo, en tanto se congratulaba por su ca-pacidad intuitiva respecto a las formas del destino humano.

Todo estaba dispuesto y sólo faltaba la redacción de la obra. Entonces se dio a la ta-rea. Cada noche, después de una jornada la-boral dedicada al desarrollo y perfecciona-miento del aparato cultural, dedicaba horas a la elaboración de su texto. El agotamiento físico se superaba con dosis de creatividad. Se sentía feliz y más satisfecho que nunca. Conforme avanzaba el trabajo, concibió la posibilidad de incluir un apéndice –o nota introductoria, aún no lo decidía– en don-de se explicara –de manera falsa– el senti-do último del texto. Ampliar sin medida la ambigüedad de la obra, pensó, enriquecerá el carácter interpretativo de las palabras. No cesaba de celebrarse a sí mismo y a las dos horas iniciales que comenzó dedicando a la redacción de su escrito, adicionó cuatro más. Las ojeras y perder tres kilos de peso en menos de dos meses, le confirmaron su calidad de artífice de una nueva estética.

Cuando se aburría de la composición, saltaba sin aviso a la escritura del apéndi-ce, que al final se confundían sin que él lo percibiera. La vida de un escritor, a pesar de haber concebido una obra maestra, no es sencilla. Él vivía de colaborar en diarios y re-vistas. Al mes debía entregar, al menos, cin-co colaboraciones. Los temas eran variados y podía escogerlos de manera libre. Sus inte-reses, múltiples y caprichosos, eran variados e iban desde una nueva interpretación del mito de Teseo a la cantidad de levadura que utiliza el panadero del vecindario. Roberto tenía un lugar en el mundo de las letras y, según se jactaba, lo había ganado a sangre y fuego. La redacción de su obra y la organiza-ción del apéndice le hicieron olvidar la escri-tura de dos novelas que ya tenía iniciadas, la reunión de sus ensayos dispersos y la elabo-ración de una antología de poesía patrióti-ca iraní –previa a la revolución del ayatolá Jomeini–. Tal era el tamaño de su pasión.

A la tarea de urdir el original, se unió la de imaginar cuál sería el medio adecuado para dar a conocerla sin publicarla. Sintió temor ante la posibilidad de verse plagiado. ¿Dar algún avance a un diario de circula-ción nacional? Imposible. Hasta donde sus conocimientos literarios daban, nadie en la historia de las letras había emprendido una tarea similar. Difícil hacerla pública sin reper-cusiones entre los colegas. Desechó la op-ción por su alto riesgo. Lo mejor es acelerar su terminación y darla a conocer justo antes de morir, se dijo. Sólo así podría coronarse como forjador de una resurrección artística y quizá podría visitar la academia sueca con los gastos pagados. ¡Naderías!, se reprochó, lo que importa es trabajar. La obra le to-maba más tiempo del que había dispuesto para su conclusión. El alba lo sorprendía en el escritorio y su dedicación laboral quedó eclipsada. Ya no sólo eran sus proyectos ini-ciados los que sufrieron este deterioro, sino el volumen de sus colaboraciones periódi-cas. De cinco bajó a cuatro y, cuando podía hacerlo, rechazaba nuevos ofrecimientos. Pero los editores acudían a él, a la manera de un comodín. No sabía de todos los te-mas y autores, pero tenía capacidad para informarse en poco tiempo y escribir con humor sobre cualquier tema y esto vende.

Así que de cuatro bajaron a tres, ya no por decisión propia, sino por decisión de los

editores. Entregaba sus textos con demoras, erratas y a juicio del menos instruido, con manufactura que refleja prisa y hasta des-dén por el oficio. Comenzaba su declive, aunque lo ignoraba. Sin embargo, lejos de preocuparle esa indiferencia por parte del mundo cultural, utilizó el tiempo que dedi-caba a esas notas, a la redacción de la obra que lo haría un escritor indispensable. A fin de cuentas, las grandes obras de literatura –como él lo había estudiado en la escue-la– se habían realizado en condiciones de sacrificio y continencia. Así lo confirmaban las vidas de Dante, Cervantes y Flaubert. Las páginas de la obra se multiplicaban a una velocidad perturbadora. Su escritorio, que alguna vez presumió de conservar con pul-critud, se escondía debajo de pilastras de hojas garrapateadas. Las notas, ideas y va-loraciones, llenaban la estancia. Comenzó a pegar papeles en los muros para recordar fragmentos a la hora de escribir. Dudaba llegar a su objetivo, pero se consolaba pen-sando que si no alcanzaba el nivel de ile-gibilidad requerido para sus estándares, al menos la longitud del mamotreto descon-solaría al más paciente. Y jamás perdió la fe.

Lector de la mística española, estaba con-vencido de que los hombres, sin la gracia de Dios, era poco lo que podían lograr. Confiaba en la misión redentora de su labor. Además de abandonar sus colaboraciones periódicas casi por completo, se alejó del mundo litera-rio. Salía apenas, se dejó la barba y cambiaba su ropa sólo cuando tomaba un baño –muy esporádico, por otra parte–. De ese alejamien-to sólo conservó la cercanía de un amigo de su generación. Un escritor que lo estimaba y creía en él. En una de sus charlas telefónicas, y ya un poco angustiado de que su nombre se esfumaba del mundo de las letras, le deslizó un comentario a Manuel sobre esa obra que auguraba un viraje en el panorama estético del país. Éste, fingiendo templanza aunque ardiendo por dentro, diseminó la noticia y como una llama su nombre volvió a encender al interior de la vida intelectual. Todos espera-ban noticias del libro. Fragmentos, adelantos, comentarios, críticas, lo que fuera.

Roberto supo que Manuel no podría contenerse, y lo utilizó como un agente involuntario de prensa. Al desdén por sus trabajos iniciados y sus participaciones pe-riódicas, abandonó por completo las nove-las que prometió para la concesión de una beca. Esto no sólo le valió la condena de los escritores y becarios, sino también –y qui-zá más doloroso– perder la posibilidad de obtener otra más en el futuro. Un escritor que no cumple con su plan de trabajo es como un perro que no cuida la casa. Pero él se consoló pensando que la calidad de la obra que fabulaba valía cualquier sacrificio y que, una vez que obtuviera el reconoci-miento, las becas, premios y doctorados ho-noris causa, saltarían debajo de las piedras.

El tiempo era un aliado y no lo dejaría solo.Se concentró en su creación. Los papeles

se multiplicaban y las hojas se reproducían. No sólo llenaron el escritorio. Ahora esta-ba en el suelo, la alcoba y las repisas vacías. El manuscrito había expropiado su vida. Siguió trabajando impávido, pues nada lo alejaría de su labor. La comunidad literaria sugería el fin de su carrera literaria. La obra, que tanto prometió a su amigo y cuya exis-tencia jamás quiso confirmar, no aparecía por ninguna parte. De tal suerte que evita-ron invitarlo a presentaciones, conferencias, mesas redondas y reuniones informales. Asimismo, su obra fue ignorada por cuan-tas antologías aparecían con sus compañe-ros de generación. Un crítico aventuró que, dada la precocidad de su labor, su talento acaso habría llegado a su fin; otro refirió que ninguna antorcha dura lo que debie-ra. Pero Roberto resistía estoico y el hecho de no leer críticas, ni periódicos, ni revistas, le dio energía para concluir su trabajo. Las palabras eran su sustento y fortaleza. Sólo por su amigo se enteró de la indiferencia de sus conocidos, que atribuyó a la envidia del mundo literario. Él seguiría escribiendo con tesón y paciencia.

Incapaz de poner orden o delimitar el original, se concretó a seguir elaborándola sin descanso. Según él, ese “caos era parte integral del objetivo”, pues “si el sentido de confusión y ambigüedad resultaba autén-tico, debía por principio, embrollarlo a él mismo”. Escribía sin detenerse y, según creía, una voz le dictaba las palabras. Su mano se movía como un compás rítmico, y él se li-mitaba a dejarse llevar. Se lo atribuía a las musas y se sintió un agraciado. Un creador destinado a recibir el consejo de la pasión creadora, infinita y generosa. Pero de escri-tor notable pasó a ser un loco, poseído por llenar hojas y hojas de palabras sin sentido, se decía.

Luego de diez años de trabajo, la dio por concluida y quiso publicarla para exorcizar-se. Estaba cercano el tiempo del reconoci-miento. Los últimos arreglos le tomaron seis años. Y así, después de más de quince años de sacrificio y de casi perder la vista revi-sando originales, buscó a quien había sido su editor en tiempos más felices. Le contó su historia mientras éste lo miraba perple-jo. No le interesaba si llevaba bajo el brazo una obra maestra, pero sentía respeto por sus años de labor. Todos, al final, estaban al tanto de su pérdida del camino. El editor le recibió el manuscrito y le prometió una res-puesta en dos meses. La espera se prolongó un año. Una tarde en que regresaba de su empleo como redactor en el sindicato de electricistas, encontró en el buzón una car-ta con la respuesta. Ésta se limitaba a agra-decerle la confianza de enviarle su trabajo, pero que dados los tiempos la búsqueda de la novedad había dejado de ser lo último.

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ENTREVISTA i EDUARDO ANTONIO PARRA

TAN ATENIENSE COMO SIEMPREARTURO MENDOZA MOCIÑO

a voz de Eduardo Antonio Parra es la del añejo fumador y es también la del viajero que ha visto y vivido de

masiado como para dejarse engañar con los espejismos y las confusiones que luego pro-vocan los grandes eventos culturales.

Con esa sonrisa y bonhomía que lo dis-tinguen se encuentra afuera del Palacio de Bellas Artes en el corazón de la c iudad de México tras la entrega de la Medalla Bellas Artes a La Poni, Elenita, es decir Elena Po-niatowska, quien dentro de unas semanas partirá hacia España para recibir el Premio Cervantes el equivalente al Premio Nobel de Literatura en lengua hispana y que, con

anterioridad, recibieron Octavio Paz (1981), Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005) y José Emilio Pacheco (2009).

Nacido en Guanajuato en 1965, pero cur-tido en diferentes ciudades fronterizas, Parra emula a su mentor, el ya fallecido novelista Daniel Sada, e imparte talleres literarios en distintos rincones del país. Por eso no duda en afirmar que si un escritor desea encontrar la felicidad en tierra debe ir a esa ciudad ve-racruzana:

—Si como escritor vas a Xalapa te encon-trarás con un chorro de lectores, los cuales se te acercan y te comentan los libros. Por supuesto que hay una universidad y una fa-cultad de letras que los está poniendo al día de lo que ocurre en la escena literaria. Y eso es lo que más me llama la atención porque no nada más ven a los autores ya consagra-dos sino que están sobre la marcha y saben muy bien lo que está sucediendo.

Las ondulantes calles, en ocasiones ne-blinosas y fantasmales, estimulan a Parra, acostumbrado a espacios abiertos y áridos, golpeados siempre con la furia del sol y el ca-lor áspero. Por eso, para el autor de los libros de relatos Los límites de la noche y Tierra de nadie y las novelas Nostalgia de la sombra y

Juárez, el rostro de piedra, nada como cami-nar por Xalapa y corroborar una y otra vez que es una ciudad que se presta mucho para la cultura.

—Ahora voy a la feria universitaria y siem-pre que voy me da mucho gusto. Me han invitado a dar varios cursos sobre la cultura norteña para entender mejor lo que se está escribiendo en el norte. Y en cada curso confirmo que Xalapa, por la calidad de sus lectores, después de ciudad de México, es la segunda ciudad per capita con más lectores, por encima de Guadalajara y Monterrey. Y eso lo digo porque también estoy yendo muy seguido a Guadalajara y no encuentro allá esa efervescencia cultural que veo en Xalapa. Lo que sí es cierto es que ahora Gua-dalajara está bien frente a Monterrey, que estaba genial en los años noventa, pero poco a poco Guadalajara ha ido subiendo, pero nada de lo que hace se compara en nada con Xalapa.

¿A qué se deberán esas diferencias?Mucho tiene que ver con el apoyo gu-

bernamental y quién está en los puestos culturales. Por ejemplo en la época dorada de Monterrey estaba Alejandra Rangel en Conarte y Janet Clariond y Nina Zambrano en la iniciativa privada cercana a la cultura, gente muy comprometida con la literatura y con la cultura en general. Cuando llegó a la gubernatura José Natividad González Parás, puso esos elementos políticos que siempre echan a perder el trabajo cultural porque to-man su puesto como un hueso.

Aunque con González Parás se hizo el Fórum de las Culturas.

El fórum sólo sirvió para gastar miles de millones de pesos y no creo haya dejado mucho a Monterrey. Luego veías a los que encabezaban la cultura y todos eran huesos políticos. Ahorita digamos que la cultura re-giomontana está a medios chiles: no es gente con mucha trayectoria cultural, aunque sí la tiene, pero también ha pasado que muchos de los escritores se fueron, algunos nos fui-mos antes, otros se fueron por la violencia y otros persiguiendo alguna vieja polaca como David Toscana (risas). Es entonces que te pre-guntas quién va a hacer escuela si hay tantos regiomontanos fuera. Así se pierden ciertas referencias.

En cambio, Guadalajara está bullendo.En Guadalajara encuentras lectores como

los encontrabas en Monterrey en los años noventa y como los encuentras aquí en ciu-dad de México o en Xalapa; se trata, sobre todo, de lectores más jóvenes.

Guadalajara es interesante porque sus lec-tores tienen en autores como Antonio Ortuño, Juan Pablo Villalobos, Bernardo Esquinca, sus primeros referentes.

Hay muchos más escritores en Guadala-jara. Lo que pasa es que es una ciudad muy grande y como que se atomiza todo el ro-llo mientras que en ciudades más pequeñas

En la capital veracruzana viven 666 mil 535 personas de las cuales237 mil 455 son estudiantes.A juicio del narrador regiomontanoEduardo Antonio Parra esta ciudad mexicana es el paraíso en tierra para cualquier escritor porque tiene lectores avezados y el mejor apego a las actividades culturales.

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como Xalapa la convivencia de la comuni-dad literaria y los lectores es más cercana y fraterna. Lo que sí es común en ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Xalapa, en fin, en todo el país, es que la grilla cultural está durísima y eso reteniendo y obstaculi-zando el desarrollo cultural del país.

Por eso surgen los héroes culturales, a la manera de Arnaldo Orfila, Joaquín Diez-Ca-nedo, José Vasconcelos, ante la incapacidad gubernamental de brindar cultura como fac-tor de desarrollo social. Y son ellos son los que crean más comunidad cultural cuando abren sus cafés, sus revistas o sus galerías.

Son personas admirables que un día, har-tos de los burócratas, dicen: “Voy a hacer un centro cultural y poner un cafecito, voy a fundar una editorial”. Y todo eso es bastan-te heroico. Por ejemplo, acabamos de estar mi editor, Marcelo Uribe, y yo en Mérida en la Casa Elena Poniatowska que ha pues-to su hija Ana Paula. Y ese espacio tiene un cineclub y talleres y un montón de cosas. Está, obviamente, en la calle 68 y está padrí-

Arriba, Eduardo Antonio Parra: echando una miradita. Sobre estas líneas: Elenita enmedallada.

sima. Lo de los emprendedores culturales sí que son heroísmos porque todo aquel que ponga un centro cultural ayuda a todos los creadores artísticos porque siempre estamos navegando en el desierto y, aunque haya, no hay todo lo que se requiere, poner una casa de la cultura siempre significa un gran esfuer-zo y creo que es lo más necesita este país.

Las palabras de Parra son idénticas a las que dijeron en el siglo XIX varios viajeros extranjeros que pasaron por Xalapa y que, gratamente sorprendidos por las veladas musicales y literarias con las que fueron aga-sajados, consideraron a Xalapa “la Atenas ve-racruzana”, donde los escritores encuentran los lectores que desean, entre nieblas, cafeci-nes y espejos de tinta.

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

DÍA MUNDIAL DEL TEATRO

EL TEATRO: ESPACIO DE ENCUENTROS, DESENCUENTROS Y GUERRAJOSUÉ CASTILLO

esde 1961 se celebra, gracias al es-fuerzo del Instituto Internacional del Teatro (IIT), el Día Mundial del

Teatro. Como parte de los festejos se cele-bran varios eventos nacionales e internacio-nales a lo largo del mundo por los centros IIT y la comunidad teatral. Uno de los ac-tos más importantes es la difusión de un mensaje signado por alguna personalidad mundial relacionada con el teatro. El prime-ro fue escrito en 1962 por el dramaturgo y poeta francés Jean Cocteau. Hay que des-tacar que el tema de este mensaje, por lo general, versa sobre la relación del arte dra-mático con la paz o su participación en la sociedad, sin embargo revisar el archivo de dichos mensajes nos muestra la polifonía de voces que conforman quienes realizan arte teatral: mientras que Cocteau convoca a una comunión de los pueblos a través del encuentro antagónico, pues en el intercam-bio de ideas donde nos encontramos con el otro, Darío Fo, emisor del mensaje del 2013, nos recuerda que aquellos que han asumi-

do el poder político en distintas naciones han declarado la guerra a los comediantes: rastrea la crisis actual del teatro (la falta de espacios, de financiamiento, de público) hasta la contrareforma, cuando el papa Ino-cencio XII decretó el desmantelamiento de todos los espacios teatrales, especialmente en Roma, debido a que la Iglesia, según el cardenal Carlos Borromeo, está compro-metida a “erradicar las malas hierbas”, por lo que hicieron “lo posible por quemar textos que contienen discursos infames, para ex-tirparlos de la memoria de los hombres, y al mismo tiempo perseguir a todos aquellos que divulgan esos textos impresos”, por lo tanto “es urgente sacar a las gentes de tea-tro de nuestras ciudades, como lo hacemos con las almas indeseables”.

Máquina de guerraDarío Fo, creyente y apóstol del teatro com-prometido, propone rescatar las potencias políticas del teatro: para Fo éste es a la vez

un frente de batalla y una máquina de gue-rra. Para combatir recurre a una estrategia distinta de las que, en otros tiempos, han echado mano dramaturgos comprometi-dos con alguna causa política: aquí no se trata de conmover al público hasta las lá-grimas ni llenar de miedo el corazón del es-pectador; los medios de Fo son más sutiles, más agudos, en resumen más revoluciona-rios: la sátira y el humor, porque “la sátira es el arma más eficaz contra el poder: el poder no soporta el humor, ni siquiera los gober-nantes que se llaman democráticos, porque la risa libera al hombre de sus miedos”.

Esta convergencia entre la risa y el com-bate puede encontrarse también en el del teatro de títeres, arte que quizá debido a los avances en el arte teatral y la dictadura del gusto de los críticos ha sido, cada vez más, confinado a la esquina de eso que llaman los “géneros menores”, aquellos destinados a niños, a los adolescentes, a todos aquellos que estén por debajo de la soberbia y pa-tanería de esos hombres con gafas y títulos que se creen capaces de decidir qué pasará o no a la posteridad.

Durante una entrevista realizada el año pasado Pavel Ortega, novelista gráfico y actor que, gracias al programa Rutas Escé-nicas, recién regresaba a Xalapa después de recorrer parte de Europa presentando su versión con títeres de Donde está mar-cada la X del dramaturgo norteamericano Eugene O’Neill, habló un poco sobre el tema. Rescatamos un fragmento de aquel encuentro.

Josué Castillo: Pavel, cuéntanos sobre las posibilidades del teatro de títeres como herra-mienta para la lucha política.

Pavel Ortega: “El origen del títere es bastante contestario. Si tú ves, por ejemplo, Mr. Punch o Monsieur Guignol, notas que es una alegoría de la lucha contra el poder. No sé a quién se le ocurrió que eso era teatro para niños y ahora ya carga con ese estigma, incluso en Francia: allí actué en varios foros y la gente no está acostumbrada a ver títe-res. En donde vi más respeto por el trabajo de los titiriteros fue en República Checa y los países que formaron parte del bloque del este, en donde tienen una gran tradi-ción en el teatro de marionetas. Además el teatro de títeres está muy dirigido al pue-

blo: en Europa la entrada al teatro costaba, como en el teatro isabelino, cierta cantidad pero el titiritero actuaba en la calle y ganaba lo que era la voluntad del público. Eso lo acercaba más a la gente. Hay un caso muy conocido: hubo un titiritero que se metió con un rey y lo sometieron a un juicio por-que no te podías meter con él. Entonces en el juicio el titiritero dijo que no había sido él quien había dicho tal cosa contra el rey sino que había sido el títere; no sé cómo estuvo el caso, la cuestión es que ganó el titiritero: este arte te da ese poder de separarte, de no ser tú, de darle vida a un objeto inerte, lo que te permite poder decir ciertas cosas desde allí, lo que hace que la gente las acep-te mejor: puedes decir cosas muy tristes en el teatro tradicional y serían necesariamente muy dramáticas, pero en el rollo del teatro de títeres puedes decir las cosas sin decirlas, porque el títere está dentro del reino de la metáfora y en la metáfora puedes meter lo que quieras.”

Esta tendencia contestataria, burlona y, en muchas ocasiones, violenta puede en-contrarse en muchos montajes actuales, incluso podríamos considerarla la bandera de la dramaturgia actual, sin embargo para que esta crítica fuera posible fue necesario, al menos en el terreno nacional, batirse en algunas batallas que a más de uno costaron su nombre y reputación.

Frente de combateEl mundo de las artes está muy lejos de ser una reunión de té. Por el contrario, con una mirada sincera y algo maliciosa, es decir, po-niendo un poco de atención, podremos ver a grupúsculos, individuos e instituciones enfrascadas en luchas que, muchas veces, parecen sinsentidos. Podríamos pensar que estos encuentros y desencuentros, estos dramas de sobremesa no interesan más que a los ociosos cronistas de nuestra vida cul-tural, cuyo arte podría reducirse al conoci-miento profundo de a quién emborrachar y en dónde, pero en estas tensiones se lle-ga a definir, muchas veces, el futuro de las disciplinas del espíritu. Por ello, vale la pena recordar la sangre derramada, y afortunada-mente decimos esto de forma metafórica, para que nuestro teatro se haya construi-do el rostro que tiene ahora.

A partir de 1961, cada 27 de marzo se conmemora en el ámbito internacional el Día Mundial del Teatro. Un arte que se niega a morir,

el teatro y sus artistas han sido aplaudidos por el pueblo y perseguidos por el poder. Josué Castillo se remonta al Teatro Ulises, el primer gran experimento

del teatro mexicano que tuvo lugar en las postrimerías de la décadade 1920, bajo el patrocinio de María Antonieta Rivas Mercado.

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Situémonos en el México de posgue-rra: un país devastado por enfrentamien-tos fratricidas y las traiciones a granel que esto implica. Tras la matanza una pregunta se extiende por todos lados como fantas-ma: ¿quiénes somos como nación, como sociedad, como individuos? “Somos mexi-canos”, fue la respuesta inmediata que cayó como un rayo desde las cumbres del poder, pero pronto notaron que hacer de esta una idea de circulación común no iba a ser fácil: sería necesario que todos los estratos de la sociedad se unieran en una sola tarea, quizá, según los revolucionarios, la más digna a la que puede un hombre aspirar: formar un nacionalismo que nos dé algo de certidumbre ontológica. Para ello iba a ser necesario un esfuerzo no sólo real, es decir político y económico, sino también simbólico, es decir: cultural.

Uno no se acerca volando al sol sin padecer las consecuencias, y pronto esa ingenuidad que caracteriza a los artistas jóvenes se convirtió, gracias a la malicia de los súper machos (los supervivientes a la Revolución que ahora llevaban las riendas del país), en soberbia y dictadura. Pronto, todo arte que no estuviera al servicio de la nación tendría que ser desterrado del país, no sin antes ser tildado de amanerado, ho-mosexual, burgués y reaccionario.

Contra el corsete nacionalista no tar-daron en aparecer voces disidentes y en-tre ellas hay que destacar a aquellos que iniciaron el proceso para el nacimiento de nuestro teatro contemporáneo: el Teatro Ulises, patrocinado por María Antonie-ta Rivas Mercado (quizá la mecenas más grande que ha tenido México) y María Lui-sa Block, que contó con la participación de algunos jóvenes escritores que, tiempo después, serían conocidos como los Con-temporáneos: Salvador Novo, Xavier Vi-llaurrutia, Celestino Gorostiza y Gilberto Owen. También participaron Julio Jiménez Rueda, Roberto Montenegro, Manuel Ro-dríguez Lozano, Bernardo Ortiz de Monte-llano, Isabela Corona y Clementina Otero.

Este viaje, nunca mejor dicho, tuvo como intención arrebatarle a la ideología nacionalista, de personajes planos y har-tos lugares comunes, el dominio sobre el re-naciente mundo del teatro. Ulises, ese proyecto que coqueteaba con las van-guardias europeas y la labor de picapedre-ro que hacían muchos del otro lado del río Bravo, tenía la intención de hacer entrar a México en el panorama mundial: sacar a las artes de esa visión estrecha y limitada, digámoslo: provinciana, que no le permi-tía a los creadores, y a la población gene-ral, ver más allá de su ombligo. Para ello,

Novo tradujo a O’Neill y a Synge; también se representaron obras de Jean Cocteau, Lord Dunsany, Claude Roger-Marx, Luigi Pirandello, Jean Giraudoux, Henrik Ibsen, August Strindberg, Charles Vildrac, Hen-ri-René Lenormand y varios otros. Esto, desde luego, causó un escándalo entre la comunidad artística que bienvivía del cobijo del Estado que desde entonces ya sabía cómo mimar a los intelectuales que se baten a duelo por su causa.

Ulises, el primer teatro experimental en México, a pesar de su corta existencia fue la semilla para lo que posteriormente

Fotogtafías: A la izquierda, María Antonieta Rivas Mercado mira a Darío Fo [en esta página] tocando la guitarra de aire.

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sería La Capilla, teatro liderado por Salva-dor Novo; los Escolares del Teatro de Julio Bracho; el PROA de José de Jesús Aceves y el Teatro de las Artes de Seki Sano, el introductor de Stanislavsky en México, y gracias, en gran medida, a quien existe el teatro xalapeño como lo conocemos. Sin embargo, considero, debemos pensar que el fruto mayor de Ulises y los Con-temporáneos fue la fundación del Teatro de Orientación, faro de luz que significó el triunfo del pensamiento moderno y le ganó al teatro mexicano el derecho de ser contemporáneo del mundo.

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

principios de los años cuarenta Oc-tavio Paz visitó Xalapa. Fue una ma-ñana fría. El viento agitaba las hojas

y las nubes rumiaban lluvia mientras la humedad maceraba a los poetas que rin-dieron tributo a Salvador Díaz Mirón visi-tando su célebre casa de Xalapa, aunque

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CENTENARIO

OCTAVIO PAZ EN LACALZADA DE LOS POETASJOSÉ HOMERO

Parque Miguel Hidalgo, Los Berros, donde estaban los bustos de poetas veracruzanos. Crédito: Jorge Castillo

compañeros no. Mucha chulería para ser tan joven, ¿es porque ha comenzado ya su carrera burocrática?

Octavio Paz, a la izquierda de Villaurru-tia, luce dubitativo, expectante. Contrario a Jorge, se mantiene apartado de Xavier, aun cuando sus pies casi se tocan. Es indicativo

que Villaurrutia adelante su pie izquierdo en dirección a Paz, delatando coqueto su preferencia. Pese al rostro sonriente, segura-mente a causa de un comentario en chan-za de González Durán, Octavio asume una actitud distante. Contrito el puño, torso er-guido, latente la tensión en su hombro. Sus zapatos estilo Boston están gastados, inno-bles, aunque las líneas de su saco de casimir no desmerecen ante el corte de Xavier. De no ser por las mangas…

Por la vegetación –helechos, se han de-tenido cerca de la otrora Calzada de los Poetas, donde bustos de Salvador Díaz Mirón, Rafael Delgado, Josefa Murillo, reali-zados por el escultor Carlos Bracho, circun-daban los muros de una antigua casona. Hoy nada queda: la rapiña y el descuido de las autoridades municipales terminó con esos bustos que honraban la tradición li-teraria de Xalapa gracias al mecenazgo de Adalberto Tejeda. El más hermoso parque

de Xalapa, donde bajo los altos eucaliptos y las roñosas araucarias se respiran aires de otros tiempos, con ramalazos de ese aban-dono pútrido que envenenó la imaginación decadentista, ha quedado trunco sin que a nadie le importe. Huera memoria de una ciudad que se ufana de culta.

Benito Coquet (1912-1993), a la sazón un célebre hombre de cultura y hoy en el completo olvido –lo cual es una injusticia, acaudillaba a comienzos de la década de los cuarenta (1941-43) la Dirección General de Educación Extraescolar y Estética, ante-cedente directo del Instituto Nacional de Bellas Artes. Como parte de su labor titáni-ca –anteriormente había sido delegado de la joven Universidad Veracruzana, secreta-rio de la Confederación Nacional de Estu-diantes y posteriormente crearía el Instituto Mexicano del Seguro Social además de ejer-cer como secretario del presidente Adolfo Ruiz Cortinez–, Coquet promovió el arte en sus facetales expresiones a lo largo del país. Presumiblemente los poetas de estas distin-tas edades y promociones estuvieron pre-sentes esa mañana para una lectura –Rafael Vargas dixit–. Coquet, joven ya integrado a los colaboradores de Manuel Ávila Cama-cho, había convocado a los miembros de Contemporáneos y a escritores como Mau-ricio Magdaleno para sus giras culturales.

El año del encuentro permanece dudoso; debió ser sin embargo 1942 o 1943, ya que González Durán se incorporó a las misiones culturales en los estados en 1942 y la direc-ción devino INBA en 1944.

Incluida por vez primera en el volumen Xavier Villaurrutia en persona y en obra de Octavio Paz (FCE, 1978), cortada y con información errónea –se lee Parque Díaz Mirón, siendo el nombre correcto parque Miguel Hidalgo, mejor conocido como Los Berros, y recuperada en el libro Octavio Paz, entre la imagen y el hombre (Conaculta, 2010), iconografía en blanco y negro firma-da por Rafael Vargas, esta imagen atestigua el encuentro de tres poetas.

Pocos saben que uno de los mecenas de Lola Álvarez Bravo y responsable del reco-nocimiento de su obra fue Benito Coquet, como expone Olivier Debroise en su libro sobre la fotógrafa: Lola Alvarez Bravo. In her own light (Universidad de Arizona, 1994). González Durán a su vez prologó una ex-posición de Álvarez Bravo en el Palacio de Bellas Artes.

Oriundo de Xalapa, francés de ascenden-cia, Coquet se había formado en las escue-las superiores de la ciudad y posteriormente cursó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. En 1947 recibió su títu-lo de abogado por la Universidad Veracru-

A partir de una fotografíade Lola Álvarez Bravo de principios de

los cuarenta, José Homero recreala visita a Xalapa de Xavier Villaurrutia

y Octavio Paz, acompañados deJorge González Durán, para una

lectura organizada por elantecedente del inba.

ninguno lo admirara especialmente. Jorge Cuesta, quien mejor comprendió la tenta-tiva satánica de los versos del veracruzano, había ya muerto. No quedan datos ni regis-tro de dónde se efectuó la lectura. Apenas un testimonio: la fotografía de Lola Álvarez Bravo con Xavier Villaurrutia como eje se-mántico y simbólico de la composición.

Villaurrutia, ya un poeta consagrado, vis-te un traje de raya diplomática con un pro-tector chaleco, perfecto el nudo americano de la corbata, ensaya sonriente una pose, los brazos cruzados, la sonrisa levemente iróni-ca mirando a la cámara. Lo flanquean dos jóvenes. Jorge González Durán, poeta de la promoción de Tierra Nueva, posa su mano izquierda sobre el hombro de Villaurrutia mientras guasón reclina el rostro . Siendo el más joven de los tres, viste informal y se comporta campechano, confianzudo. Mano en los bolsillos, suéter con cierre. Un detalle: sus zapatos relumbran, los de sus

Pedestal del busto robado de Salvador Díaz Mirón, Los Berros. Crédito: Jorge Castillo

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zana. Desde trincheras distintas, Coquet y Octavio Paz coincidieron en varios momen-tos. Cuando en 1934 Lázaro Cárdenas inten-tó uniformar la educación en México con un cariz marxista, Coquet emergió como el gran líder estudiantil –procedente de la Veracruzana– y acaudilló la protesta desde la Confederación Nacional de Estudiantes, junto a Bernardo Ponce. Hubo manifesta-ciones, debates, cartas públicas y un enco-nado encuentro en San Luis Potosí. Uno de los estudiantes que firmó esa carta de pro-testa, una entre 500 firmas, fue la de Octa-vio Paz. Otro de los opositores a la subordi-nación de la universidad al Estado fue Jorge Cuesta. En otra ocasión al rendir homenaje al poeta recientemente fallecido Miguel Hernández, Coquet invitó al joven Paz y a otros poetas del exilio español en México.

Más tarde, ya director del IMSS y mece-nas del teatro público, Coquet sumó a su equipo a Andrés Henestrosa, Octavio Paz y Jorge González Durán. Otro de sus legados: la creación del Premio Nacional de Cien-cias y Artes, surgido el 11 de septiembre de 1944 por una disposición de una ley del Congreso de la Unión, a iniciativa de cuatro diputados, entre los que destacan Coquet y Manuel Moreno Sánchez. Moreno Sánchez (1908-1993) había sido otro de los compa-ñeros de Paz en San Ildefonso y colabora-dor de Barandal. Finalmente en ocasión de los 75 años del poeta, Coquet publicó una bella carta a su amigo de juventud y colabo-rador antiguo.

Francisco Hernández en Imán para fan-tasmas ha escrito un poema en prosa –pero no está en prosa, sobre esta foto:

La carrera sin sed de los helechos –murmura Villaurrutia mientras posa, es lo que puede acelerarse ahora.

Lo rodea el brazo de González Durán y piensa Octavio Paz, joven, sonriente: “Estamos en un parque de Xalapa. La humedad es nostal-gia de la vida, Díaz Mirón es dispa-ro en la memoria y Xavier es palabra de poesía. Imposible determinar la hora, mas estaba nublado de seguro. Se adivinan los truenos en lo alto. El aguacero afila sus espuelas para po-der correr tras las estatuas.

Foto

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

odo sucedió de manera subrepticia, en un susurro, como una flama. De golpe y porrazo –y más bien por

los efectivos poderes seductores de radio Bemba– fui notificado de que Nicolas Jaar –master of puppets he’s pulling your strings!– tocaría una sola noche en Buenos Aires, ciu-dad que si de algo sabe, para gozo de los locales y envidia de la escena trendy latinoa-mericana, es de la hipsterización efectiva de la rumba alucinada.

Habiendo arrancado la noche en un célebre puterío conocido como Pampita, sugerido por un camarada a quien llama-remos Larry, pude observar un vestigio de lo que fue el auge menemista, ubicado en una zona que le daba, al grupo de estadis-tas argentinos de los dorados años noventa, acceso directo al club de golf, una discreta zona de moteles y todo tipo de apetitosas prostitutas.

Acidulada la voz con ron venezolano y un par de joints de manufactura casera –en Buenos Aires se cultiva el sano hábito de la plantación personal– partimos rumbo a Crobar, ubicado en los Bosques de Palermo que –sin ser el Roy– es mucho más que com-placiente (la ventaja de vivir en un país me-nos clasista es que las cosas están más cerca de las manos, como la belleza por ejemplo).

Llegamos temprano –ya he dicho antes que en la Argentina la fiesta empieza tar-de– debido a mi temperamento de grupi

desquiciada y porque no quería perderme un momento de la magia del niño genio. Desde hace varios años, en la Guardería Ri-veroll S.A. de C.V. sede Escandón, se ha ins-tituido la tradición de escucharlo al amparo del canto de las aves y las copas, por lo que la ocasión de presenciar un milagro predis-puso todo mi cuerpo.

Poco a poco la explanada del bar –que es grande– se fue llenando con todo tipo de elementos, algunos jóvenes y una buena medianía de gente pasada de treinta hasta algunos cuarentones que, en atención al ojo atento, darían una exótica lección de moda en alguna mezquina pasarela.

Un dj de medio pelo arrancó el triplete así que Larry sugirió, luego de que llegaran un par de chicas cuasi amables, que se acom-pañaran los tragos con un par de tachas.

El lugar ya estaba hasta la madre cuan-do apareció el jovenzuelo que ha puesto al mundo entero a bailar a su ritmo. Fresco como un jazmín, dio una cátedra de estilo y sobre todo de elegancia que Larry, su piruja y yo pudimos dimensionar en su justa me-dida gracias a generosas dosis de MDMA recién desembarcado de Europa.

Jaar llevó a la audiencia –predecible por naturaleza– a donde quiso. Fue anticlimáti-co pero seductivo; su presencia física es muy discreta, pero a los pocos minutos uno sien-te todo el poder de su talento atravesando el cuerpo. Jaar es el Bach del momento.

Con prontitud el caos se volvió una orgía demencial, la gente se brindó a la noche y el profeta compartió su evangelio. El concierto corrió ligero, con la espesura de los sueños vívidos así que decidí pisar a fondo y colo-carme el antifaz lisérgico, tecnología alemana que me tuvo despierto 36 horas de un rush pavoroso e intenso (vi el corazón de la locura y supe que tiene forma de poema. Todo lo vivo tiene sentido y el mundo es cruel y terri-ble, como un orgasmo del tiempo).

MÚSICA i NICOLAS JAAR

RUMBAALUCINADARAFAEL TORIZ

Se vino el día sin que me diera cuenta. Al final sólo quedaba un dj desconocido, algu-nos vampiros y las vestidas, puros cascajos del viento.

Caminé, con la pinta de un errante de-cadente, por los bosques insurrectos. Pude ver la luz con que despierta Buenos Aires y lloré, lloré por la vida y la belleza y la sole-dad y el sentimiento.

Me sobrepuse a mí mismo y ahora soy un hombre nuevo.

T

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LIBROS i SARA GARCÍA

LA ESENCIA DE UN LEGADORAÚL CRIOLLO

a investigación fílmica en México no se hace por sistema, ni es parte de un conjunto de valores académicos

como continuación de un proceso. Es ape-nas impulsada por algunas instituciones como parte de la catalogación de sus acer-vos o producto de iniciativas personales. La crítica cinematográfica también ha legado su gran divulgación, registro y compilación. Los críticos del cine mexicano han pasado a ser sus historiadores, gracias al esfuerzo, necedad y dedicación de un puñado de personas como Aurelio de los Reyes, Jorge Ayala Blanco, Emilio García Riera o Eduardo de la Vega Alfaro, entre algunos más.

El trabajo esmerado del maestro Eduar-do de la Vega Alfaro (profesor, investigador y doctor en Historia) ha permitido a los cinéfilos entender, desde la agudeza de la lectura fílmica (sentido del lenguaje, peso histórico, trascendencia de los realizadores y sus apuestas narrativas), al conjunto de la

obra estética que permanece, como en su libro Del muro a la pantalla. S. M.Eisenstein y el arte pictórico mexicano (Universidad de Guadalajara, Instituto Mexiquense de Cul-tura e Imcine, 1995) y el escenario personal de las figuras esenciales de nuestro cine (Ar-cady Boytler, Fernando Méndez, Roberto Gavaldón, Jorge Fons, Gabriel Retes…).

Parte de la agenda más importante del Festival Internacional de Cine de Guada-lajara 2014 (FICG 29) fue reconocer a dos figuras emblemáticas del cine nacional: Sara García y María Victoria. Con presencia de doña María, el festival cumplió con una de sus facetas recurrentes y celebradas de reco-nocer en vida a las estrellas que han cruzado nuestra pantalla. Por su parte, Eduardo de la Vega Alfaro presentó el libro Las películas de Sara García. Un recorrido “no biográfico, sino filmográfico”, por las 154 películas de la actriz, veracruzana de nacimiento (Orizaba, 1895), y mucho más que sólo –si bien es

parte de la esencia de su legado en el cine– “la abuelita del cine mexicano”.

Concluyendo una ruta de investigación que inició Emilio García Riera, De la Vega Alfaro –su amigo y discípulo– concluyó a iniciativa de Iván Trujillo, director del fes-tival tapatío, esta aproximación a la actriz, con una revisión rigurosa por cada una de sus cintas, permitiendo comprender el con-junto de una obra monumental de discipli-na histriónica en todos los géneros.

“Este libro” –precisa el autor– “es la suma filmográfica en primera instancia de Sara García, que también es un homenaje al tra-bajo de Emilio García Riera. Al trabajo que

hizo como filmólogo, filmógrafo y filmó-fago del cine mexicano […] Emilio lo dejó muy avanzado en la cuestión filmográfica, pero hacía falta una nota biográfica, una in-troducción. Y también hice una revisión de una buena parte de la filmografía para com-pletar datos, y agregarle mi punto de vista a algunas películas que me parecen impor-tantes y que a Emilio no le parecían tanto.”

El estreno de la película hispano-italiana Los dinamiteros (Juan García Atienza, 1962), nunca exhibida previamente en México, acompañó la presentación del libro firmado por De la Vega Alfaro y Emilio García Riera, con un diseño de buen gusto en estricto blanco y negro, como una permanencia de la memoria con que el cinéfilo nacional re-cuerda a la actriz. El libro fue diseñado por Amanda García, la hija de García Riera, y co-rregido por Cristina Martín Sarrat, la viuda del propio Emilio.

Aclara Eduardo de la Vega Alfaro: “En los casos de Caridad de Jorge Fons; Porque nací mujer de Rogelio A. González; o en Los dina-miteros de Juan García Atienza, yo tengo la impresión de que Sara era muy consciente de que su figura, de que su icono, de que su estereotipo, de que su arquetipo incluso, era utilizado con un sentido muy diferente al de la estructura industrial. Y le daba gusto eso, le satisfacía porque ese tipo de películas eran propicias para demostrar que era una gran actriz. Mujer con una disciplina riguro-sísima, espartana, estaba en el set a la hora que le decían, vestida, maquillada … era la que daba el ejemplo, de rigor y de pasión y de amor por su trabajo. En esa medida ella era muy consciente de que sus posibilida-des no fueron explotadas lo suficiente.”

Con una muy buena selección iconográ-fica, surgida de una gran búsqueda en los archivos de Filmoteca de la UNAM, la co-lección personal del cineasta Roberto Fies-co (dueño de más de 6 mil fotografías del cine mexicano), los cuadernos de la Cinete-ca Nacional y otros más, el libro conforma un documento atesorable de una de sus principales figuras del cine mexicano.

Las películas de Sara García de Emilio García Riera y Eduardo de la Vega Alfaro, publicado recientemente por el Patronato del Festival Internacional de Cine de Guadalajara y la Universidad de Guadalajara, ofrece el registro fílmico de uno de los íconos de la llamada edad de oro del cine mexicano. Raúl Criollo conversó con Eduardo de la Vega Alfaro en torno a la gran actriz veracruzana Sara García, “una mujer con una disciplina rigurosísima, espartana”.

Eduardo de la Vega Alfaro sí tiene abuela. [Crédito: Raúl Criollo]

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

TEATRO i LECHE DE GATO

UN GATO TETOVÍCTOR BENÍTEZ

sta vez llegué más temprano de lo que acostumbro llegar al teatro. Las últimas veces me quedé afuera por

no encontrar boletos o porque la compañía que se presenta es perfectamente puntual. Pero esta vez no fue así. Para Leche de gato de Lucila Castillo había boletos de sobra, tanto que esperaron casi una hora después de la programada para comenzar.

Son las 20:20, el Ágora de la Ciudad pare-ce lleno desde afuera. La gente entra y sale con celulares en mano. Muchos de los pre-sentes se conocen entre sí, se saludan. En el lobby, se forma una especie de fila que va culebreándose hasta llenar el lugar. Se encie-rra el calor. La función empezaba a las 19:30 horas y aún no entramos ni a la sala. Hay gente que desesperada por el tiempo, sube al parque a comprar una papitas y un refres-co, otros salen a fumar. Por fin, se abren las puertas y podemos pasar.

Busco el mejor lugar, me gusta sentarme no muy cerca para ver todo, alguien se me acerca y me pide que me mueva, que lle-ne primero los lugares del frente. Ya no dije nada y me moví, de cualquier manera la sala no se llenó.

En menos de dos minutos de entrar a la sala, aún cuando la gente no estaba bien

sentada o quizá no todos habían llegado a sus lugares, se dejaron caer las “tres llama-das” de un jalón. Así, sin recomendaciones ni sugerencias. Supusieron un público muy educado y comenzaron.

Comienza con un audio muy quedito, no se entiende. La imagen que proyecta un cañón sobre la pantalla en el escenario no coincide con la narración. Un intento más con el audio y por fin encaja. El audio es muy malo. Termina el video y no saben cómo apagarlo, o quitarlo, o lo que sea que quisieran hacer lo estaban intentando por primera vez en ese momento. Sólo se oía el murmullo de una discusión entre las perso-nas que operaban el video y que, por des-gracia, tenía frente a mí.

Va de lleno la obra, pero la voz de los actores no es suficiente. No se escucha con tanta fuerza como para opacar el crujir de las papas que se estaba comiendo un fulanito detrás de mí. De igual manera intento captar la idea de la obra y sigo con la historia.

Trato de poner más atención para oír pero las voces de los actores siguen siendo insuficientes, hasta que por fin se consigue el silencio del público. Entonces irrumpe una nueva voz. Quien quiera que sea que cuidaba la puerta no tenía el más mínimo

respeto por la gente que estaba adentro. Yo no sé de qué estaba platicando pero por un momento el público estaba mirándola más que a los propios actores, fue de lo más in-cómodo, pero eso no fue lo peor.

Ya dije que fue en el Ágora, y como al-gunos saben, el auditorio del Ágora tiene dos puertas laterales en medio de la sala, puertas que no dejaron de abrirse y cerrarse en el transcurso de la obra. Gente que se ponía hablar afuera de la sala sin cerrar la puerta. ¿Pues qué no han hecho funciones antes? Mejor la hubieran hecho en el foro abierto que se ubica al frente. Estaríamos preparados para la incomodidad del ruido y la distracción, pero en fin.

Nuevamente mi atención estaba al frente, en el escenario. Entonces se escucha en las butacas de atrás: ¿Verdad que está bien abu-rrida? ¡Ni tú te estás riendo! De mal gusto.

Definitivamente más de una vez pen-sé en que lo mejor era salirme, aunque la verdad eso me hubiera convertido en una distracción más y de alguna manera hay que ser congruentes. Decidí ser paciente y poner atención a la obra.

La gente ya estaba aburrida o tenían otras cosas que atender. Luces alrededor de la sala, todos con la cara al teléfono celular.

Lo más impactante fue definitivamente el final, y es que verdaderamente fue ines-perado. Es más, ni siquiera permitió que lle-gara la trama. Una historia medio teta que de pronto quiere ser profunda y otro tanto medio cómica, aunque más cómica que profunda, por supuesto.

Y es que si a esto le sumamos que entre cambios de escena no entraban a tiempo las luces, pues quien las dirigía parecía que lo es-taba haciendo por primera vez. No me ima-gino cómo habría estado el ensayo general.

Una historia que se cuenta en dos par-tes, una en diapositivas y otra con actores, una historia que para mí no tiene ni final. Una propuesta que no dudo que podría mejorarse, un guión que aún carece de po-sibles huecos que encerrarían una historia

más formal, una obra que no dé gracia por las repetidas mentadas de madre a gritos sino porque el chiste es bueno, un proyecto enriquecido por el posible talento que se-guramente tienen lo que llevaron a cabo la producción y que, sin embargo, viven de sus laureles pues hay que resaltar que la obra ganó Mejor montaje dirigido por estudian-tes en la XXI edición del Festival Nacional e Internacional de Teatro Universitario de la UNAM.

¿Entonces qué está pasando? ¿Este es el teatro que se está formando en las univer-sidades? ¿Este es el teatro que en general se está haciendo por parte de los jóvenes en los ámbitos nacional e internacional? ¿Este es el teatro que queremos? ¿Se debe pre-miar por los errores y justificarlos por su inexperiencia?

No se trata de ser Paco Beverido, Abra-ham Oceransky o Jorge Castillo para hablar de un buen teatro, pienso que se trata de hacer un teatro con seriedad y respeto. No creo que se trate de abrir funciones para que tus cuates vean con qué obra ganaste un premio. Yo creo que se trata de hacer teatro en serio.

Leche de gato de Lucila Castillo. Con el co- lectivo Nosotros, Ustedes y Ellos: Lucila Cas- tillo, Estefanía Ahumada, José Goró, Gina Cima, Jorge Tejeda, Sandy Deseano y Niza Rendón.

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Café TeaTro

Tierra Lunael son del corazón

Cartelera abril-mayo

RESERVACIONES: 812-13-01Rayón 18 Centro, por los Berros

[email protected]

Miércoles 23Hombre, animal o monstruo

21:00 h.Coop. $80.00

Jueves 24 Standoperos

21:00 h.Coop. $70.00

Viernes 25Western Lullaby

La Catrina y el Chamuco

21:00 h. Coop. $80.00

Sábado 26Iraida Noriega y la Groovy Band

21:00 h.Coop. $150.00

Jueves 15 y 22 mayoStandoperos

21:00 h. Coop. $70.00

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carteleraFESTIVALESADULTÍTERES 2014DEL 21 AL 26 DE ABRIL

LUNES 21THE FALLING LOVEEDWIN SALASPERFORMANCE STUDIO ₍D.F.₎20:30 HORAS I CASA DEL LAGO DE LA UVMARTES 22MANIPULACIONESCARLOS CONVERSO20:00 HORAS I ÁREA 51THE FALLING LOVEEDWIN SALAS PERFORMANCE STUDIO ₍D.F.₎20:30 HORAS I CASA DEL LAGO DE LA UV

DÍA INTERNACIONALDE LA DANZA MARTES 29 DE ABRIL10:00 HORAS I FACULTAD DE DANZA UV

EXPOSICIONESTOTEMISMOSPINTURA DE ARTURO TEMPA, JESÚS OSUNA, BRISEIDA CAMACHO, ROBIE ESPINOZA YARTURO GUERREROHASTA ABRILGALERÍA UNIVERSITARIARAMÓN ALVA DE LA CANAL

ENCRUCIJADASEXPOSICIÓN DE BYRON BRAUCHLIHASTA JULIOPINACOTECA DIEGO RIVERA

TERRITORIOS DEL NOPALPLÁSTICA DE IRMA VILLALOBOSHASTA ABRILSALA DE EXPOSICIONESTEMPORALES DEL MAX

GOLEMGRÁFICA DE SEBASTIÁN FUNDHASTA ABRILRECINTO SEDE DEL IVEC CANAL Y ZARAGOZA I VERACRUZ

COLORES DE MUJERCOLECTIVA DE PINTURA DEANA MORENO, BLANCA VARGAS, CELIA CASTELÁN, IRAN SOTO, MARÍA INÉS ALDAO, PAULINA VILLASEÑOR Y SUSANA BARRAGÁNHASTA ABRILCONGRESO DEL ESTADO DE VERACRUZ

ERGONOMÍA COGNITIVABÁRBARA CHILOIRO YPANCRAZIO DE PEDOVAHASTA MAYOGACX

ANIMÍSTICAPINTURA DE VICTOR GUHO SALDAÑAHASTA ABRILCONGRESO DEL ESTADO DE VERACRUZ

MIMETIZARTEPINTURA DE SÓCRATES BLANCOHASTA MAYOCENTRO RECREATIVO XALAPEÑO

TAMBIÉN EL OTRO ES MELODÍAEXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA DE JAZZ UVHASTA MAYOCENTRO DE ESTUDIOS JAZZ UV

MIÉRCOLES 23HOMBRE, ANIMAL O MONSTRUOTRICICLO DE METAL21:00 HORAS I CAFÉ TEATRO TIERRA LUNA

JUEVES 24LAS AVENTURAS DE KAT LEONARDPAVEL ORTEGA17:00 HORAS I AUDITORIO DEL ÁGORADE LA CIUDADEL SEÑOR DE LAS MOSCASCARACOLA PRODUCCIONES17:00 HORAS I EL RINCÓN DE LOS TÍTERES

VIERNES 25WESTERN LULLABYCARACOLA PRODUCCIONES ₍D.F.₎21:00 HORAS I CAFÉ TEATRO TIERRA LUNAHISTORIAS DE LA CATRINAY EL CHAMUCOPAVEL ORTEGA21:00 HORAS I CAFÉ TEATRO TIERRA LUNA

SÁBADO 26ARRULLO PARA DETENER UN CARRUSELMEREQUETENGUE YBAÚL TEATRO ₍MONTERREY₎18:00 HORAS I EL RINCÓN DE LOS TÍTERESOTRA GUERRA DE LOS PASTELESACERCARTE ₍PUEBLA₎20:00 HORAS I ÁREA 51

XIX FESTIVAL AFROCARIBEÑODEL 23 AL 27 DE ABRILVERACRUZ, VER.INFORMACIÓN EN WWW.IVEC.GOB.MX

TERRITORIO COMPARTIDOEXPOSICÓN MULTIMEDIA DE LASOHASTA ABRILÁGORA DE LA CIUDAD

CAMINO DE MUNDOSPINTURA DE PAULINA VILLASEÑOR PELAEZHASTA ABRILCENTRO RECREATIVO XALAPEÑO

PAISAJES NATURALES, FRAGMENTOS URBANOSCOLECTIVA DE LA FACULTAD DE ARTES PLÁSTICAS Y DEL INSTITUTO DE ARTES PLÁSTICASCASA DEL LAGO DE LA UV

CINERENOIR ₍RENOIR₎DIR. GILLES BOURDOSCON MICHÈLE GLEIZER, CHRISTA THERET Y MICHEL BOUQUETDURACIÓN 112 MINUTOSCLASIFICACIÓN BCINÉPOLIS PLAZA AMERICAS

NOÉ ₍NOAH₎DIR. DARREN ARONOFSKYCON RAY WINSTONE, ANTHONYHOPKINS, EMMA WATSON, RUSSEL CROWEDURACIÓN 138 MINUTOSCLASIFICACIÓN BCINÉPOLIS PLAZA AMÉRICAS Y CINÉPOLIS PLAZA MUSEO

12 AÑOS DE ESCLAVITUD₍12 YEARS A SLAVE₎DIR. STEVE MCQUEENCON CHIWETEL EJIOFOR, VRAD PITT,LUPITA NYONG,ODURACIÓN 122 MINUTOSCLASIFICACIÓN B15CINÉPOLIS PLAZA AMÉRICAS

CINE CLUBCICLO: EL NUEVO CINE ESPAÑOLLOS VIERNES DE ABRIL I 18:00 HORASAUDITORIO DE LA GALERÍA DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE XALAPA

VIERNES 4TODAS LAS CANCIONESHABLAN DE MÍDIR. JONÁS TRUEBADURACIÓN 107 MINUTOS

VIERNES 11LA SOLEDADDIR. JAIME ROSALESDURACIÓN 133 MINUTOS

VIERNES 18LOS PASOS DOBLESDIR. ISAKI LACUESTADURACIÓN 86 MINUTOS

VIERNES 25EL MUERTO Y SER FELIZDIR. JAVIER REBOLLEDODURACIÓN 133 MINUTOS

CICLO: LA FOTO FIJA Y EN MOVIMIENTOLUNES Y MIÉRCOLES DE ABRIL18:00 HORASAULA CLAVIJERO

LUNES 7THE CAMERAMANDIR. EDWARD SEDGWICK Y BUSTER KEATONDURACIÓN 69 MINUTOS

MIÉRCOLES 9EL FOTÓGRAFO DEL PÁNICODIR. MICHAEL POWELLDURACIÓN 101 MINUTOS

PRÓFUGOS DEL METATEESCULTURA DE GLORIA CARRASCOHASTA MAYOJARDÍN DE LAS ESCULTURAS DE XALAPA

PASADO Y PRESENTEESCULTURA DE JEANNE WATERSHASTA MAYOMEZZANINE DEL MAX

¿CÓMO CUIDAR MICUERPO Y MI ENTORNO?MURALHASTA MAYOCENTRO DE ESTUDIOS JAZZ UV

PRELUDIOS Y PREÁMBULOSCOLECTIVA DE ARTE DE PER ANDERSON, ISRAEL BARRON, DANIEL BERMAN, BYRON BRAUCHLI, ET AL.CURADURÍA DE JERÓNIMO ROSALESHASTA ABRILMEZZANINE DEL MAX

GRÁFICA UNIVERSITARIACOLECTIVA DE GRÁFICA ESTUDIANTES Y MAESTROS DE LA INSTITUTE OF ART AND DESIGN, UNIVERSITY OF WEST BOHEMIA, PIZEN, REPÚBLICA CHECA Y LA ACADEMY OF FINE ARTS AND DESIGN, BRATISLAVA, ESLOVAQUIAHASTA ABRILGALERÍA DE ARTES PLÁSTICAS DE LA UV

HOMBRE ANIMAL O MONSTRUO

METATE

LINEAS

NARRATIVAS

TERRITORIOS DEL NOPAL

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PERFORMANCEINTERPRETACIONESSOBREINTERPRETACIONES

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LUNES 21DESEO DE UNA MAÑANADE VERANODIR. MICHELANGELO ANTONIONIDURACIÓN 108 MINUTOS

MIÉRCOLES 23EL AFICIONADODIR. KRZYSZTOF KIESLOWSKIDURACIÓN 117 MINUTOS

LUNES 28BAJO FUEGODIR. ROGER SPOTTISWOODEDURACIÓN 128 MINUTOS

MIÉRCOLES 30ESTÉN ENTRE NOSOTROSDIR. BANJONG PISANTHANAKUNDURACIÓN 97 MINUTOSCINE CLUB INFANTIL

CICLO: SÁBADOS DE MATINÉ INFANTILSÁBADOS DE ABRIL12:00 HORASAUDITORIO DE LA GALERÍA DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE XALAPA

DOMINGO 6ZAMBEZIADIR. WAYNE THORNLEY

DOMINGO 13LABERINTODIR. JIM HENSON

DOMINGO 20DONDE VIVEN LOS MONSTRUOSDIR. SPIKE JONZE

DOMINGO 27HORMIGASDIR. ERIC DARNELL

DOMINGO CINE DE TARDEDE 18:00 A 20:00 HORASAUDITORIO DEL JARDÍN DE LAS ESCULTURAS DE XALAPA

DOMINGO 6VERANO DE GOLIATDIR. NICOLÁS PEREDA

DOMINGO 13JUNTOSDIR. NICOLÁS PEREDA

DOMINGO 20¿DÓNDE ESTÁN SUS HISTORIAS?DIR. NICOLÁS PEREDA

DOMINGO 27PERPETUUM MOBILEDIR. NICOLÁS PEREDA

TEATROEL ORIGEN DE LAS ESPECIESDE ANA LUCÍA RAMÍREZ Y LUIS ENRIQUE GUTIÉRREZ ORTIZ MONASTERIOCOMPAÑÍA TITULAR DE TEATRO UVDIR. ALBERTO LOMNITZDEL 21 DE MARZO AL 13 DE ABRILVIERNES 20:30 HORAS,SÁBADOS Y DOMINGOS 19:30 HORASCOOPERACIÓN $60.00FORO MIGUEL HERRERA OLIVODE LA CASA DEL LAGO UV

CON Z DE ZOMBIECOLECTIVO SINETIKETAMIÉRCOLES 2 Y 9 DE ABRIL, 20:30 HORASJUEVES 3 Y 10 DE ABRIL, 20:30 HORASCOOPERACIÓN $80.00FORO MIGUEL HERRERA OLIVODE LA CASA DEL LAGO UV

EL MALENTENDIDOPRODUCCIONES CAÑANDONGADE ALBERT CAMUSDIR. ENRIQUE CANCIOVIERNES 4 DE ABRIL, 20:00 HORASDOMINGO 6 DE ABRIL, 19:00 HORASCOOPERACIÓN $80.00FORO RUECA DE GANDHI

LA BRUJA QUE SE COMIÓA FRANZ KAFKARAN RATAPLAN TEATRODE ANGEL HERNÁNDEZDEL 4 AL 27 DE ABRILVIERNES, 20:30 HORASSÁBADOS Y DOMINGOS, 19:30 HORASCOOPERACIÓN $80.00TEATRO LA CAJA

TÍTERESPERIPLO A LA MONTAÑASÁBADO 19 DE ABRIL, 17:00 HORASDOMINGO 20 DE ABRIL, 13:00 Y 17:00 HORASTEATRO EL RINCÓN DE LOS TÍTERES

ARRULLO PARA DETENER UN CARRUSELVIERNES 18 Y 25 DE ABRIL, 20:00 HORASSÁBADO 26 DE ABRIL, 18:00 HORASTEATRO EL RINCÓN DE LOS TÍTERES

MÚSICAMUSICA CLÁSICAAMOR Y ODIO: SHAKESPEARE SINFÓNICOOSXVIERNES 4 DE ABRIL10:00 HORAS Y 20:30 HORASTLAQNÁ, SALA DE CONCIERTOS

TITÁN: SINFONÍA NO. 1 MAHLERORQUESTA FILARMÓNICA DE XALAPADIR. EDUARDO CARLOS JUÁREZ LÓPEZSÁBADO 5 DE ABRIL, 16:00 HORASEXPLANADA DEL ÁREA DE ARTES UVDOMINGO 6 DE ABRIL ⁄ 12:00 HORASPLAZA ARTESANAL MANOS VERACRUZANAS

PASIÓN POR LA ÓPERASÁBADO 5 DE ABRIL ⁄ 18:00 HORASAUDITORIO DE LA GALERÍA DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE XALAPA

GUSTAV MAHLERSINFONÍA NO. 2 RESURRECCIÓNOSXVIERNES 11 DE ABRIL ⁄ 20:30 HORASSALA DE CONCERTOS TLAQNÁ

SÁBADO 5EL REINO SECRETODIR. CHRIS WEDGEDURACIÓN 102 MINUTOS

SÁBADO 12TADEODIR. ENRIQUE GATO

SÁBADO 19HOTEL TRANSYLVANIADIR. GENNDY TARTAKOVSKYDURACIÓN 92 MINUTOS

SÁBADO 26UN MONSTRUO EN PARÍSDIR. BIBO BERGERONDURACIÓN 90 MINUTOS

CICLO: LOS AMIGOS DEL CINESÁBADOS DE ABRILDE 18:00 A 20:00 HORASAUDITORIO DEL JARDÍN DELAS ESCULTURAS DE XALAPA

SÁBADO 5VERANO DE GOLIATDIR. NICOLÁS PEREDA

SÁBADO 12JUNTOSDIR. NICOLÁS PEREDA

SÁBADO 19¿DÓNDE ESTÁN SUS HISTORIAS?DIR. NICOLÁS PEREDA

SÁBADO 26PERPETUUM MOBILEDIR. NICOLÁS PEREDA

DOMINGOS DE MATINÉDE 11:00 A 13:00 HORASAUDITORIO DEL JARDÍN DELAS ESCULTURAS DE XALAPA

EL COLOR DE LA VOZSÁBADO 12 DE ABRIL, 18:00 HORASAUDITORIO DE LA GALERÍA DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE XALAPA

ACADEMIA BARROCA DELA OSX: STURM UND DRANGVIERNES 25 DE ABRIL ⁄ 20:30 HORASDOMINGO 27 DE ABRIL ⁄ 12:00 HORASTLAQNÁ, SALA DE CONCIERTOS

CANCIONES DE CINESÁBADO 26 DE ABRIL, 18:00 HORASAUDITORIO DE LA GALERÍA DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE XALAPA

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l Partido Nueva Alianza, cuya dipu-tada Sonia Rincón Chanona preside la comisión especial de la Cámara de

Diputados para celebrar los 100 años de Octavio Paz.

El laberinto de la soledad termina con una declaración tan radiante como feliz: “Somos, por primera vez en nuestra his-toria, contemporáneos de todos los hom-bres”. La conclusión resumía la tesis que sus-tenta el ensayo de sicología de las masas de Octavio Paz: el mexicano vive de máscaras y sólo a través del desamparo y la soledad puede incorporarse al diálogo occidental. Hoy podríamos decir que si ha habido un mexicano que sea contemporáneo de to-dos los hombres, un mexicano universal, éste ha sido Octavio Paz.

Nacido el 31 de marzo de 1914 en el entonces pueblo de Mixcoac en este año celebramos el centenario de su natalicio. La efeméride ha propiciado una conmemo-ración extraordinaria, como corresponde honrar al premio Nobel de Literatura y el poeta más grande de México, a la cual se han sumado no sólo la Presidencia de Mé-xico y los organismos propicios para la cul-tura, como el Conaculta, el INBA, el Colegio Nacional, sino igualmente otras institucio-nes. Singularmente el Partido Nueva Alian-za, cuya diputada Sonia Rincón Chanona preside la comisión especial de la Cámara de Diputados para celebrar los 100 años de Octavio Paz.

El 20 de marzo el presidente de Nueva Alianza en Veracruz, Eduardo Carreón Mu-ñoz, difundió que su partido decretó el 2014 como Año de Octavio Paz. El partido

además propuso instaurar el nombre del poeta con letras de oro en el muro de honor del Salón de Se-siones de la Cámara de Di-putados y editar una selec-ción de la obra del autor, en conjunción con otras instancias.

La comisión especial ha invitado a los congresos

locales a sumarse a esta celebración, por ello en Veracruz la bancada aliancista ha propuesto como punto de acuerdo que se decrete igualmente en Veracruz el 2014 como Año de Octavio Paz. Con ello sería el estado de la República número 17 en su-marse a tan especial fiesta.

La diputada Jaqueline García es quien propondrá al Congreso del Estado de Ve-racruz un Punto de Acuerdo para dicha declaratoria. Carreón Muñoz, acompañado de Jaqueline García, divulgaron los concur-sos de declamación para estudiantes de pre-escolar y primaria, los certámenes de oratoria para estudiantes de secundaria y preparatoria y el concurso de cartel, el cual ya se había celebrado anteriormente. Todos concursos que serán reconocidos por la co-misión especial del Honorable Congreso de la Unión.

Conversacióncon Jaqueline García

En conversación sostenida en las oficinas en el Congreso de Veracruz de la diputada Jaqueline García, Jaky, declaró encontrar-se coordinando las actividades y que pro-pondría al Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz, doctor Javier Duarte de Ochoa que Veracruz se sume a esta celebra-ción. Asimismo otorgarían al gobernador una de las medallas conmemorativas que la comisión especial acuñó para este festejo.

La diputada García expresó que otros de los actos enunciados incluyen la reedición de El laberinto de la soledad y la petición de que en los libros de texto gratuitos se in-

cluya la biografía del poeta y poemas suyos para que las nuevas generaciones lo conoz-can y evalúen la dimensión de su obra. Pre-cisó además que en los concursos dirigidos a los estudiantes, además del premio para el ganador, su escuela recibirá equipos de cómputo. Con ello además de propiciar la creatividad se otorga un beneficio social a la educación en Veracruz.

Se trata de una celebración especial para la cual la federación aportó 7 millones de pesos, precisó.

Comienzan los festejosEl jueves 20 de marzo la Cámara de Dipu-tados del Congreso de la Unión efectuó una sesión solemne para conmemorar el centenario del natalicio de Octavio Paz con presencia de su viuda, Marie José Tramini. A nombre del premio Nobel Marie José agra-deció el reconocimiento. Su mensaje leído por el presidente del Conaculta, Rafael To-var y de Teresa, invitó a los legisladores “a seguir su ejemplo de respeto y amor por las ideas y los ideales, de concebir la críti-ca como una forma de honestidad, de no uniformarse, de reconocer el debate libre en los momentos mayores de la democra-cia.” La primera intervención correspondió a la diputada Sonia Rincón Chanona, quien subrayó que el homenaje es también una reivindicación del pensador que ejerció la crítica sin concesiones.

El punto central fue la entrega a la viu-da de un reconocimiento y una medalla en conmemoración de los 100 años del natalicio. La diputada por Chiapas, Rincón Chanona señaló que en el pensamiento de Paz: “la justicia social es un imperativo ca-tegórico sin el cual las libertades no están completas y la democracia no echa raíces.”

En esa misma sesión se canceló el timbre postal y se presentó el billete de Lotería Na-cional conmemorativo.

Los festejos continuarán durante todo el año. En los meses por venir sobresalen, en-tre muchos otros actos, una exposición en la Cámara de Diputados sobre poetas que

fueron legisladores, a lo largo de la historia del congreso; el homenaje en mayo a Oc-tavio Paz en la plaza Gómez Farías frente a su casa familiar; en julio el escritor oriun-

DECLARATORIA2014 AÑO OCTAVIO PAZ

do de Tuxpan Braulio Peralta presentará la reedición de su libro El poeta en su tierra y en septiembre se celebrará una segunda jornada pública de lectura con la obra del escritor con la Participación de invitados especiales y Legisladores de esta LXII Legis-latura de la H. Cámara de Diputados.

BasesQuien esté interesado en participar en los concursos que la comisión especial ha ins-taurado para celebrar a Octavio Paz puede consultar el sitio web www.nuevaalian-za-veracruz.mx y destacó que será el día 10 de abril que el Presidente Nacional de Nueva alianza, maestro Luis Castro Obre-gón, acompañado de Diputados Federales y Locales que premien a los ganadores de todas las disciplinas.

Jacqueline García, diputada de Nueva Alianza

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ENCRUCIJADAS:SEGUNDA MIRADARETROSPECTIVA DEBYRON BRAUCHLISUSANA CASTILLO

imágenes de borregos o vacas pastando son escasas, pues el campo ha sido aban-donado. Ante estos hechos se preguntó: ¿cómo hablar de este ecocidio?”.

La respuesta está en las piezas que por su contenido no están inanimadas. Para el fotógrafo, “las técnicas en las cuales están impresas presentan a la vez una disyunción entre forma de presentación y el contenido de las imágenes, pues plantea el contraste entre la nostalgia que el formato de pre-sentación conlleva y los resultados de una expansión industrial y consumista”.

La reflexión estará a cargo de quienes se sumen a estas Encrucijadas que dan pie a percibir, explicar y representar el paisaje de otra forma.

En la actualidad, Byron Brauchli es aca-démico e investigador de la Facultad y del Instituto de Artes Plásticas, respectivamen-te. Nació en Boulder, Colorado, y fue en la preparatoria que tomó sus primeras leccio-nes formales de fotografía.

Después hizo lo propio en la Universi-dad de Texas, en Austin, y en la de Nuevo México. Ahí, como alumno del historiador de arte y fotógrafo Beaumont Newhall, los

heliograbados de Alfred Stieglitz fueron re-velados ante sus ojos. Supo que esta técnica antigua y delicada es una veta para obtener imágenes que permanecen durante mu-chos años, con rasgos tonales y relieves que las hacen únicas. El gusto por los procesos históricos se fijó para siempre.

Dejó Estados Unidos para retratar Lati-noamérica. Llegó a Xalapa en 1981 y per-maneció en México hasta 1985. Las idas y vueltas entre este país y el suyo continuaron hasta 2001, año en el que regresó a la capital veracruzana para quedarse a vivir.

Aquí fundó Ediciones Izote, taller de grá-fica y grabado en el que participan Leticia Mora, integrante del Instituto de Investiga-ciones Lingüístico Literarias, y el impresor Guillermo Espinosa (egresado de esta casa de estudios).

Desde este espacio, uno de los tres en su tipo que existen en México y en el que han impreso creadores como Francisco Mata, Pedro Meyer, Antonio Turok, Cristina Kahlo, Arturo Fuentes y Saraí Ojeda, entre otros, promueve el rescate, producción y difusión de técnicas históricas cuya calidad de impresión difícilmente puede igualarse.

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trapó sus primeras imágenes con una cámara de plástico. Tenía 12 años y pocos dólares para comprar

un rollo. Superado el primer inconveniente y una vez agotadas las tomas, Byron Brau-chli descubrió que revelar e imprimir tam-bién era costoso. Así se interesó en apren-der cómo hacerlo.

El académico e investigador de la Univer-sidad Veracruzana, especialista en procesos históricos de producción e impresión de imágenes, muestra parte del trabajo que ha realizado en Encrucijadas. Segunda mirada, exposición retrospectiva en la Pinacoteca “Diego Rivera” de Xalapa.

Se trata de 100 imágenes tomadas con cámaras de distintos formatos e impresas con procesos antiguos como el heliograba-do (1800), paladio platino (1830), cianioti-pia (1842), fotograbado (1830) y Van Dyke (1844), así como con técnicas mixtas.

Registradas a partir de 1981 y hasta los

últimos meses, las piezas que conforman Encrucijadas son un recuento de la mirada de Brauchli, así como de la devastación que han sufrido algunas regiones de Veracruz y Puebla, y sus secuelas.

Respecto de porqué esta muestra es una segunda mirada, comentó: “En 1996, en colaboración con la Galería Sin Fronteras (Austin, Texas), publiqué un portafolio de paisajes, Encrucijadas, con el tema de la de-vastación del medio ambiente; representó los cambios ecológicos que había visto des-de mi primer contacto con la entidad, en 1981, hasta la fecha de publicación”.

Para documentar las imágenes, revisitó algunos de esos lugares. Al respecto, la in-vestigadora Leticia Mora Perdomo apuntó: “Pudo constatar que los bosques se han ta-lado para construir casas; los ríos anidan en basura; hay menos niebla, y los pueblos-ciu-dades tienen tantos problemas urbanos como las grandes metrópolis. Las bucólicas

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a galería del mezzanine del Museo de Antropología de Xalapa (MAX) exhibe la obra Pasado y presente, ce-

rámica y pintura de Jeanne Waters. Nativa de San José, California, Estados Unidos, Wa-ters estudió en la Inmaculate Heart College de Los Ángeles, California; el Instituto Na-cional de Bellas Artes y el Instituto de Di- seño y Artes Visuales, en México, D.F.; y en la Shoreline Community College, AAS, E. E. U. U.

Desde 1973 ha realizado más de 15 ex-posiciones individuales entre las que desta-can: galería Sloane Racota y museo Carrillo

a exposición colectiva Humano, com- puesta por 24 obras que incluyen fotografía, pintura, cerámica y graba-

do, fue inaugurada el 4 de abril en el vestí-bulo de la Unidad de Servicios Biblioteca-rios y de Información (USBI) de la Universi-dad Veracruzana.

Las piezas pertenecen al acervo de la Dirección General de Difusión Cultural (DGDC) y del Instituto de Artes Plásticas (IAP) e incluyen cinco obras del fotógrafo mexicano Pedro Meyer, considerado el pio-nero de la fotografía digital en México; así como trabajos de Byron Brauchli y de Héctor Darío Vicario.

La participación del IAP consiste en 14 piezas, también seleccionadas del acervo del instituto. En esta ocasión se muestran la ce-rámica de Rabí Montoya; obras pictóricas de Beatriz Sánchez Zurita, Robin Matus, Maite González Linaje y Miguel Ángel Acosta; gra-bados de Pepe Maya y obra fotográfica de Javier Pucheta y Manuel González de la Parra.

En opinión de Ana María Salazar, directo-ra de la USBI Xalapa, las exhibiciones que se realizan en ese espacio ejemplifican la siner-gia desarrollada entre las diversas entidades universitarias para beneficio de la sociedad.

“Hace poco se inauguró Ciclos, pinturas de María Inés Aldao en el área de videocon-ferencias y ahora, gracias a la coordinación que realiza la DGDC con el IAP se presenta Humano, que integra el trabajo de importan-tes artistas”, dijo.

¡Los historiables, siguen haciendo historia!

HUMANOCOLECTIVA EN LA USBI DE 24 OBRAS MARCELO SÁNCHEZ CRUZ

Gil, INBA en México; y en las ciudades de Kirkland, Seattle y Auburn, E. E. U. U. Ha par-ticipado en más de 20 exhibiciones colecti-vas, entre ellas Bienal de textil, Bienal de tapi-ces, Salón anual de pintura, Trienal escultura y Bienal de cerámica, realizadas en la galería del Auditorio Nacional de México.

Así como la Exposición internacional de cerámica, en La Habana, Cuba; Festival de Mujeres en las Artes, Universidad de Was-hington, EU; I Bienal Mundial de Cerámica Corea 2001, Ichon, Corea del Sur, de la cual recibió mención Honorífica; y Bemis Fall

2013 Artist Open House, Bemis Arts, Seatt-le, 2013, entre otras.

Para Elsa Naveda: “Los colores, las textu-ras y la inspiración de lo que la rodea hacen aparecer dunas, olas, fósiles, bosques, pai-sajes lluviosos, dobleces y sombras. Todo flotando en la quietud. Es como si rascan-do descubriera lo que busca o hacia dónde quiere dirigirse. Al utilizar engobes para es-

grafiar y hacer incisiones en la superficie del cuerpo de sus esculturas revela sus secretos íntimos y hace aparecer lo invisible; una capa interna queda al descubierto desde las dos capas de tierra de diferente color”.

Pasado y presente permanecerá hasta el 4 de mayo en la galería del mezzanine del MAXde 9:00 a las 16:45 horas, de martes a domingo.

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PASADO Y PRESENTEEN EL MAXMUESTRA DE JEANNE WATERS

Cerámica de Jeanne WatersL

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SEGUNDO COLOQUIO SOBRE TÍTERES Y ARTES ESCÉNICASDEL 27 AL 30 DE ABRILADRIANA VIVANCO

l II coloquio “El Títere y las Artes Es-cénicas” se llevará a cabo del 27 al 30 de abril en las instalaciones del

Centro de Estudios de la Cultura y la Co-municación (CECC).

El evento es organizado por la Univer-sidad Veracruzana, a través de la Facultad de Teatro, la Maestría en Artes Escénicas, el Centro de Estudios de Creación y Do-cumentación de las Artes (CECDA), los cuerpos académicos (CA) Teatro y el de Es-tudios de la Cultura y la Comunicación en América Latina y el CECC; en conjunto con Merequetengue Artes Vivas, A.C.; la Uni-versidad Iberoamericana (departamentos de Comunicación y de Letras), y el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral “Rodolfo Usigli”.

Octavio Rivera Krakowska, coordinador de la Maestría en Artes Escénicas y del co-loquio, explicó que es una experiencia enri-quecedora para la investigación y el trabajo académico de las artes escénicas porque

ha sido poco explorado, probablemente porque se le liga al teatro infantil, que en sí mismo recibe poca atención.

“Dentro de las líneas de investigación de la maestría hay una que se llama ‘Artes escénicas en México’, donde hemos tenido la suerte de que estudiantes de las dos ge-neraciones han llegado con la intención de hacer estudios sobre títeres, a partir de esto los alumnos decidieron realizar un coloquio sobre títeres, tomando en cuenta que su es-tudio en México no es muy vasto y es bas-tante restringido”, señaló Rivera Krakowska.

Aunque considera que el CECC no es el primer espacio que realiza un evento de esta naturaleza, añadió que sí es la primera instancia universitaria que le está dando a los títeres un lugar y una profundidad den-tro de los estudios académicos.

“El problema al que se han enfrentado los títeres es que han sido considerados en nuestro país como un género menor que no necesita estudio y por ello es que hay

poco material de consulta. Bajo este esque-ma es que el coloquio aparece como una iniciativa que abre las puertas a todos los in-teresados en dialogar acerca del tema desde una perspectiva académica”, agregó.

En la primera emisión del coloquio hubo 26 ponencias y en esta ocasión participarán 35 ponentes, prueba fehaciente del éxito de la primera edición y del interés que existe en esta área de las artes escénicas.

Esta vez se abordarán diferentes líneas temáticas entre las que destacan: La crea-ción escénica y los títeres; Dramaturgia para títeres; Historia de los títeres en México; Técnicas de animación de títeres; Forma-ción profesional en el arte de los títeres, entre otras.

Participarán estudiantes y académicos, así como de las universidades Iberoame-ricana, Autónoma del Estado de México, Autónoma Metropolitana, Nacional de Colombia y el Sarah Laurence College.

El evento inaugural será a las 11:30 ho-

ras del 27 de abril, seguido de la exposición gráfica Ejercicios creativos de Aram Huerta, y una función de teatro dirigida por David Aarón Estrada en el teatro El Rincón de los Títeres de Merequetengue.

El lunes 28 de abril, a las 10:00 horas en el CECC se llevará a cabo la conferencia “Apuntes sobre la dramaturgia para títeres” por Carlos Converso, con esto iniciarán los trabajos de las mesas que concluirán el 30 de abril con la puesta en escena Este chivo es puro cuento.

V COLOQUIO INTERNACIONAL SOBRE ARTES ESCÉNICASADRIANA VIVANCO

l Centro de Estudios, Creación y Do-cumentación de las Artes (CECDA), en conjunto con la Facultad de Tea-

tro de la Universidad Veracruzana (UV), in-vita al V Coloquio Internacional sobre Ar-tes Escénicas “En torno a la comunidad”, a celebrarse del 18 al 20 de septiembre en la Unidad de Artes de la UV.

El Instituto Hemisférico de Performance y Política, la Asociación Internacional de Teatro Español y Novohispano de los Siglos de Oro, y la Asociación Mexicana de Inves-tigación Teatral, son algunas de las instan-cias partícipes en el coloquio.

Octavio Rivera Krakowska

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Antonio Prieto, organizador del coloquio

La convocatoria está dirigida a especialis-tas en teatro, danza y disciplinas que estu-dien a las artes escénicas en el contexto de las comunidades. Se recibirán ponencias en-caminadas a cuestionar cómo se imaginan, construyen y deconstruyen escénicamente las comunidades; la situación del teatro co-munitario y del teatro regional en México y en el mundo, la transformación de la es-cenificación del imaginario nacionalista, la utilización del teatro en las luchas sociales, el papel del público en la escena actual, la relación entre el teatro y la danza con la co-munidad a través de la historia, comunidad

y artes escénicas en el estado de Veracruz, la contribución de las artes escénicas en la construcción del tejido social y las nuevas teorías para analizar estos fenómenos.

Se recibirán propuestas de publicacio-nes, intervenciones o demostraciones escé-nicas. Para mayores informes escribir a los organizadores del coloquio por correo elec-trónico. Los coordinadores del CECDA son Antonio Prieto ([email protected]) y Octavio Rivera ([email protected]).

Las inscripciones cierran el 23 de mayo.

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