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Presencia del Escorial en la Arquitecturadel Levante español

Francisco Javier DELICADO MARTÍNEZ

Universidad de Valencia

I. La influencia del Escorial en la arquitectura seiscentista delReino de Valencia.

- Real Colegio del Corpus Christi.- Real Monasterio jerónimo de San Miguel de los Reyes.- Monasterio mercedario de Santa María, de El Puig.- Cartuja de Nuestra Señora del Ara Christi.- Cartuja de Portacoeli.- Colegiata de Santa María, de Xátiva.- Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, de Benigánim.- Convento de carmelitas calzadas, de Nules.- Convento de monjas agustinas de San Martín, de Segorbe.- Convento de monjas agustinas de San Mateo (Castellón).- Iglesia de la Asunción, de Vistabella del Maestrazgo.- Palacio de los condes de Cocentaina.- Colegiata de San Nicolás, de Alicante.- Convento de Santo Domingo, de Orihuela.- Basílica de Santa María, de Elche.

II. La estela escurialense en la arquitectura de los siglos xvn yxvin en el Reino de Murcia.

- Iglesia de la Vera Cruz, del castillo de Caravaca.- Iglesia arciprestal de la Asunción, de Cieza.- Iglesia Colegial de San Patricio, de Lorca.- El Contraste, de Murcia.- Monasterio de San Jerónimo de La Ñora.- Basílica Arciprestal de la Purísima Concepción, de Yecla.

III. Conclusiones.

El Real Monasterio jerónimo de San Lorenzo del Escorial (1563-1584) es una creación manierista de Felipe II más que de sus arqui-tectos, en cuya traza esté presente la «Divina Proporción», culminala Contrarreforma y se convierte en baluarte del catolicismo, siendode subrayar que la Orden Jerónima, de raíz hispánica, contó siemprecon el patronazgo de la Casa de Austria.

Por los estudios llevados a cabo por el profesor René Taylor, sesabe que el monasterio fue dotado de una clave o idea profunda ', enla que se combinó la magia con la arquitectura y la astrología con elocultismo, además de constituir una recreación del Templo de Salo-món, en la división del Real Sitio en convento, palacio e iglesia, re-cordando la triple distribución de «domus sacerdotum, domus regiaet domus domini» (casa de sacerdotes, palacio regio y casa de Dios),que viene reforzada al situar los seis representantes de la familia deDavid en la fachada de la iglesia escurialense recayente al Patio delos Reyes (David y Salomón en el centro, más las figuras de Eze-guías, Josafat, Hosías y Manasés); idea cuya invención se atribuye aArias Montano.

El esquema base del Escorial procede de la construcción del pala-cio italiano, estando inspirada su gran forma rectangular en el Alcá-zar de Toledo, siendo el autor de la ingente obra el tracista y maestrode obras reales Juan Bautista de Toledo, a cuya temprana muerte su-cedióle su ,ayudante Juan de Herrera, verdadero protagonista de laexégesis del monasterio, de gran eco en obras posteriores de otros ar-quitectos dispersas por España. Se trata de una edificación' a la queprecedieron concienzudos estudios de las proporciones, con las que

1. TAYLOR, R., «Architecture and Magic: Considerations on the Idea of the Es-corial», en Essays in the History presented to Rudolf Wittkower. Nueva York 1967,pp. 81-109.

2. Acerca del proceso constructivo consúltese KUBLER, G., La obra del Esco-rial (versión española de Fernando Villaverde), Alianza Editorial, Madrid 1983(1.a ed.).

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se consiguió que el núcleo de sus dependencias se construyera segúnlas relaciones de medida del número áureo, y donde, desde el princi-pio, son evidentes unos presupuestos estéticos, siendo la primeraconstrucción estrictamente axial y simétrica de la arquitectura mona-cal en Occidente, en la que la iglesia, de planta de cruz griega concúpula, y el atrio conforman el centro y el eje de las estancias, ocu-pando de levante a poniente la zona central del gran rectángulo, queservía tanto de oratorio y cripta-panteón para la familia real españo-la como de iglesia monástica, estando situados al sur los edificios ypatios (entre ellos, el de los Evangelistas) del monasterio y al norte elpalacio, las escuelas y las dependencias de la servidumbre.

Al exterior, el edificio presenta una imponente masa de piedra degranito en sus cuatro costados. Las grandes fachadas de cuatro pisosse manifiestan desnudas e interminables; desnudez que produce unaimpresión de fuerza consciente, haciendo resaltar el valor de las to-rres angulares con sus apiramidados chapiteles (de gran eco en infi-nidad de construcciones posteriores) y, con mayor fuerza, el ordengigante (las enormes columnas) de la fachada occidental, inspiradaen modelos italianos de Vignola.

Los seguidores directos del arquitecto Juan de Herrera 3 prontoiban a romper con su personal estilo; sin embargo, la presencia delEscorial va a ser determinante en otras latitudes de la geografía his-pana durante la primera mitad del siglo xvii, y, con más vigor, du-rante el transcurso del siglo XVIII en época del neoclasicismo —enépoca de los borbones—, de la mano de artífices formados a la som-bra de la «octava maravilla del mundo», particularmente en tierrasvallisoletanas, burgalesas y toledanas, entre los que cabría citar al ar-quitecto Francisco de Mora, autor del soberbio Palacio Ducal de Ler-ma (de 1604), elevado sobre una colina dominando el río Arlanza, yde la iglesia del Monasterio de la Orden santiaguista de Uclés, conexteriores dignos del propio Herrera y cenobio considerado por elprofesor Chueca Goitia como «una especie de taller de la invenciónarquitectónica»; a Juan de Tolosa, ejecutor del Hospital de Medina

3. El arquitecto Juan de Herrera, ayudado por su díscípulo Francisco de Mora,llevó a cabo a fines del siglo xvi la traza de unos bellísimos . dibujos sobre los dise-ños de la planta, perspectivas, alzados y secciones del Monasterio de San Lorenzodel Escorial, que fueron luego grabadas en Madrid en planchas de cobre por PietroPerrete y estampadas, por los artistas toscanas Francesco Testa y Jerónimo Gaeta,siendo finalmente puestas a la venta en 1590. Para un completo estudio sobre dichasestampas véase CERVERA VERA, L., Las estampas y el sumario de El Escorial porJuan de Herrera, Editorial Tecnos, Madrid 1954.

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del Campo (1591-1619); y a Sebastián de la Plaza, al que se atribuyeel Colegio de Málaga, de Alcalá de Henares.

Otros focos de raíz herreriana durante el siglo xvii, y aún poste-riores, también significativos, son los situados en la franja mediterrá-nea, correspondientes a los antiguos reinos de Valencia y Murcia,que son objeto del estudio que sigue.

I. LA INFLUENCIA DEL ESCORIAL EN LA ARQUITECTURA

SEISCENTISTA EN EL REINO DE VALENCIA

En el levante español -tal y como recuerda George Kubler 4- lasprovincias de la costa mediterránea, en su trayectoria artística, mues-tran más conexión con Italia y Francia que con la meseta central o lasprovincias andaluzas, persistiendo los hábitos constructivos medie-vales (naves de templos que cubren todavía con bóveda de crucería).No obstante, debe de subrayarse que, aunque contados, notables sonlos templos, monasterios y cartujas erigidos en tierras valencianas ymurcianas, donde perviven los recuerdos escurialenses en ámbitosconstructivos (claustros y cúpulas) y elementos estructurales (porta-das de templos) y ornamentales (empleo de bolas y pirámides en re-mates aterrazados de torres-campanarios).

En la ciudad de Valencia el Real Colegio del Corpus Christi(1586-1601) 5 , obra de Guillem del Rey, auspiciado por el patriarca-arzobispo San Juan de Ribera, y próximo al edificio de la Universi-dad, constituye -en docta opinión del profesor Chueca Goitia- «elmonumento más importante de todo el manierismo valenciano y unade las instituciones más memorables e interesantes de toda Espa-ña» 6 . En él, la cúpula sobre el crucero de la capilla —un auténticotemplo y nuevo modelo eclesial en Valencia-, que tomará como mo-delo la del Escorial, realizada en albañilería, cubierta con teja vidria-

4. KuBLER, G., «Arquitectura de los siglos XVII y xviii». ARS HISPANIAE (His-toria Universal del Arte Hispánico). Madrid, Editorial Plus Ultra, S.A.„ 1957. Vol.xiv, p. 25.

5. Para un más amplio estudio véase BENITO DOMÉNECH, F., La arquitectura delColegio del Patriarca y sus artífices. Valencia, 1981; BÉRCHEZ GÓMEZ, J. y GÓMEZ-

FERRER LOZANO, M., «Real Colegio del Corpus Christi (Valencia)», Monumentos dela Comunidad Valenciana: Valencia. Arquitectura religiosa. t. x. Valencia, Conse-lleria de Cultura, 1985, pp. 156-171.

6. CHUECA GOITIA, F., Historia de la Arquitectura Española: Edad Moderna yEdad Contemporánea. t. u. Ávila, Fundación Cultural Santa Teresa, 2001, p. 203.


da blanca y azul, elevada sobre esbelto tambor y rematada por unalinterna, tendrá honda repercusión en el medio constructivo valen-ciano —según recuerdan Joaquín Bérchez y Mercedes Gómez-Fe-rrer', siendo modelo a seguir para multitud de templos manieristas ybarrocos, entre los que cabe destacar la basílica de la Virgen de losDesamparados, la iglesia de la Compañía, la capilla de la Comunióndel convento del Carmen calzado, la iglesia del Monasterio de SanMiguel de los Reyes y la Cartuja del Ara Christi (El Puig, Valencia);cúpula, la del Patriarca, de gran severidad y rigor clásicos, y de con-figuración semejante a la del Escorial, conocida aquélla por estam-pas publicadas en 1590.

No muy alejado del anterior, a extramuros de la ciudad y a tres ki-lómetros de la misma en dirección norte, junto al viejo Camino deBarcelona y en medio de la huerta, se halla el Real Monasterio jeró-nimo de San Miguel de los Reyes (1548-1573-1775) 8 , hoy sede de laBiblioteca Valenciana tras su rehabilitación, que presupone la obramás ambiciosa que a fines del siglo xvi se plasmó en Valencia, perosu complejidad y su coste, unido a diversos avatares, interrumpieronla construcción hasta el punto de dejarla inacabada (el claustro nor-te), interviniendo en la obra los tracistas y maestros canteros JoanBatista Abril (que había trabajado en El Escorial), Juan Ambuesa,Gaspar Gregorí, Juan Cambra y Pedro Ambuesa.

La gran fundación, que había de albergar los restos de los funda-dores (don Fernando de Aragón, duque de Calabria, y su consorte vi-rreina doña Germana de Foix), como arios más tarde haría el Escorial,se encomendó en 1546 al toledano Alonso de Covarrubias, en calidadde arquitecto de la casa madre del Monasterio de jerónimos de Lupia-na, en Guadalajara, cuyas obras quedaron luego interrumpidas.

7. BÉRCHEZ GÓMEZ, J. y GÓMEZ-FERRER LOZANO, M.: «Real Colegio del Cor-pus Christi o del Patriarca (Valencia)», en Monumentos de la Comunidad Valen-ciana. Valencia: Arquitectura religiosa. t. x, Conselleria de Cultura, Valen-cia 1995, p. 164. •

8. Para un estudio detallado consúltense BENITO DOMÉNECH, F., «El Monasteriode San Miguel de los Reyes (Valencia)», Catálogo de Monumentos y Conjuntos dela Comunidad Valenciana. t. n, Conselleria de Cultura, Valencia 1983, pp. 659-676;BENITO, F. y BÉRCHEZ, J., Preséncia del Renaixement a Valéncia. Arquitectura i Pin-tura. Institució Alfons el Magnánim, Valencia 1982, pp. 71-76, GÓMEZ-FERRER, M.,

«Monasterio de San Miguel de los Reyes (Valencia)», en Monumentos de la Comu-nidad Valenciana. Valencia: Arquitectura religiosa. T. x, Conselleria de Cultura, Va-lencia 1995, pp. 190-203; ARCINIEGA GARCIA, L., El Monasterio de San Miguel delos Reyes. 2 vols., áeneralitat Valenciana, Valencia 2001.


Evidente es, pues, el paralelismo del actual monasterio valencia-no con el madrileño, de ahí que se hiciera con las miras puestas en ElEscorial, ya que ambos respondían a funciones de egregio panteón,iglesia conmemorativa de la fama de su fundador y monasterio jeró-nimo, como foco cultural al albergar la biblioteca del duque de Cala-bria, de riquísimos fondos en manuscritos e incunables, que, tras dela desamortización, pasarían a la Universidad.

Con un lenguaje clasicista, de formas severas y orientado hacia elÉste, posee dos grandes claustros en simetría axial, separados poruna soberbia iglesia a lo largo del eje central del conjunto. Dos cam-panarios cuadrados herrerianos, rematados por balaustre con bolas ypináculos, flanquean la fachada barroca del templo; una cúpula, tra-bajada de cantería, copia evidente de la del Escorial, corona majes-tuosamente el conjunto, trasdosada de tejas ,blancas y azules, mien-tras que cuatro recias torres cuadradas, al igual que en el monasteriocastellano, quedarían situadas en los ángulos extremos del edificiomonacal, de gran planta rectangular.

El claustro sur (fig. 1) es una trasposición próxima al Patio de losEvangelistas escurialense, aunque de menor tamaño y tosco carácter.Cuadrado, consta de dos plantas con superposición de columnas dó-ricas y jónicas, ordenado mediante arquerías de medio punto, rema-tando el conjunto una balaustrada o «apitrador». Opuesto a éste, sehalla el claustro norte, inacabado, y en la rehabilitación reciente su-gerido de líneas.

La iglesia, de planta de cruz latina y cúpula sobre el crucero —co-mo ya se ha señalado- tiene la particularidad de que su bóveda de ca-ñón está elaborada de cantería, con lunetos en sus cinco tramos (co-rrespondientes al presbiterio, crucero y tres capillas por lado) y coroa los pies. La decoración interna del templo desarrolla gigantescaspilastras dóricas con fuste acanalado y cañas en el tercio superior,barroquizándose en las portadas gemelas del crucero con fantasíascasi escenográficas, de acentuado sabor manierista. Sobre el planodel presbiterio, elevado a considerable altura, como en El Escorial,por situarse debajo el panteón, se inscribe el retablo mayor, mientrasque a ambos lados se sitúan los cenotafios de los duques de Calabriaque hasta época de la francesada conservaron las estatuas de los fun-dadores en oración, con abundante decoración de relieves, que tie-nen su antecedente en los monasterios jerónimos del Parral (Sego-via) y del Escorial.

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Figura I . VALENCIA. Monasterio de San Miguel de los Reyes. Claustro sur y cúpula de laiglesia (Foto Javier DELICADO, abril de 1999).


La arquitectura del Monasterio de San Miguel de los Reyes en elámbito valenciano producirá notables encuentro influyendo en elMonasterio de Santa María de El Puig, en la Cartuja del Ara Christi,en las iglesias parroquiales de Liria, Chelva y Benigánim, y en con-ventos de Segorbe.

Algo más al norte del anterior y situado a 18 kilómetros de la ciu-dad de Valencia se halla enclavado el Monasterio mercedario deSanta María de El Puig (1590-1671), obra del maestro Antón Roxa-do. La traza del edificio se inspiró en el estilo desornamentado queirradiaba desde El Escorial y que en la ciudad de Valencia había en-contrado su eco en el monasterio jerónimo de San Miguel . de los Re-yes, comenzado con anterioridad y con el que es grande su deuda.De ahí, que se conjugara con líneas de pesadez escurialense y quesus únicos elementos decorativos lo constituyeran la cornisa y el an-tepecho que corona sus anchas torres cuadradas atenazadas de susángulos, provistas en sus perfiles de bolas herrerianas y remates api-ramidados en las esquinas'. El resto es pura masa arquitectónica,asentada sobre una plataforma rectangular elevada, construida a ba-se de sillarejos, que cede sus ángulos para cadenas de sillares y solointerrumpe la monotonía de sus muros con series de ventanas unifor-mes para cada una de las plantas, que repiten el formulismo del Es-corial, adquiriendo el aspecto de fortaleza y disponiendo de un granclaustro interior, obrado de ladrillo en el transcurso del siglo xviii, deimpronta manierista.

En el enclave geográfico del municipio de El Puig se localiza,asimismo, la Cartuja de Nuestra Señora del Ara Christi (1597-1800...) ' 0, cuyos orígenes se remontan a fines del siglo XVI, siguien-do el modelo de la cartuja aragonesa del Aula Dei, prolongándose lasobras hasta 1636 por el fraile practicón Antonio Ortiz. La iglesia(hoy abandonada a su suerte), seiscentista, es de planta de cruz lati-na, muy severa, con amplio crucero con cúpula y linterna, de tradi-ción escurialense, desarrollada (junto a otras dependencias y ele-mentos cartujanos, como la fachada de la iglesia, el refectorio y laportería) a la poderosa sombra del Monasterio de San Miguel de losReyes y del Colegio del Corpus Christi (El Patriarca), de Valencia.

9. BENITO, F., y BÉRCHEZ, J., o.c., pp. 76-77 y 174.10. Sobre este edificio puede interesar el estudio de FERRER ORTS, A., La Reial

Cartoixa de Nostra Senyora d'Ara Christi. Una aproximad() a la seua histbria i art(segles xvi y xvil), Fundació del Puig, Valencia 1999.


También, en la parte norte de la provincia de Valencia pero haciael interior de la serranía, se encuentra la Cartuja de Portacoeli, sien-do significativo el claustro del cementerio, obra del ario 1588 delcantero Guillem del Rey, para el que se tomó el modelo de la Galeríade Convalecientes del Monasterio de San Lorenzo del Escorial, sien-do sobrio de líneas, con empleo de serlianas (combinación de arcoentre dinteles) sin interrupción, con apeo en columnas toscanas.

Al sur de Valencia, y a 50 kilómetros de la capital, hallamos enXátiva la Colegiata de Santa María, de miras catedralicias y muy len-ta construcción, obra de Juan de Pavía iniciada en 1596 (luego conti-nuada por el enguerino mosén Juan Aparisi y no concluida hasta lasprimeras décadas del siglo xx), para la que tuvo en cuenta los severoscánones escurialenses, patentes en la nave central y en el crucero, dealtísimas pilastras toscanas, pero sin atender a proporciones. Es unade las obras de mayor envergadura entre las de su clase, solo aventa-jada en dimensiones por las catedrales de Toledo y Burgos.

De igual modo, en el lugar de Benigánim, e influida por la Cole-giata de la vecina Xátiva, la Iglesia parroquial de San Miguel Arcán-gel (fig. 2), concluida en 1637, de grandes proporciones, tiene de no-table interés, influida por el retablo mayor del Escorial, la grandiosaportada del templo labrada en piedra de sillar y elevada sobre una es-calinata, organizada a modo de gran retablo (en la guerra civil perdiólas esculturas de sus siete hornacinas), que apenas sobresale en plan-ta, con la clásica disposición de órdenes superpuestos, la utilizaciónde ménsulas de talón en lugar de capiteles y pirámides, y bolas de re-mate en el ático.

En la parte meridional de la provincia de Castellón, un ejemplomuy tardío de la impronta escurialense es el Convento de carmelitascalzadas de Nules (1675-1717), de estructura afín a la de otros con-ventos de la Orden, del que sólo queda en pie la iglesia, obra del frai-le practicón José de la Concepción, que había trabajado en tierras ca-talanas, con ingreso tripartito en la severa fachada con un gran fron-tón de remate y empleo de pináculos y bolas, incluso en el atrio conel murete de piedra que lo recerca.

Junto al valle de Almonacid, en el interior, se halla la ciudad deSegorbe, en la que el Convento de monjas agustinas de San Martín(1620) se halla muy vinculado al patriarca Juan de Ribera. Su igle-sia, de nave abovedada con capillas hornacina, se relaciona estrecha-mente con la iglesia de Santa Ursula de Valencia. La portada, situada


Figura 2, Benigánim (VALENCIA). Iglesia parroquia( de San Miguel Arcángel. Portada(Foto Javier DELICADO).


en un costado del templo, según Fernando Benito y Joaquín Bérchezse cobija en un gran arco rehundido en el muro, al modo de la deltemplo de Ayora, presentando pilastras a los lados y frontón partidode enroscadas volutas, ático central y coronamiento de bolas herre-lianas ".

Interesante es, también, en la población de San Mateo, situada enel Bajo Maestrazgo, el Convento de monjas agustinas (fig. 3), funda-do en 1590. La iglesia fue edificada en los inicios del siglo XVIII, deltipo jesuítico, de tres naves con tribunas y coro alto, destacando sufachada de cantería, con pórtico tripartito de columnas toscanas y to-rres cuadradas que flanquean el cuerpo central, de patente improntaherreriana, con remate de bolas en las terrazas y de composición si-milar a las del Monasterio de San Miguel de los Reyes.

Más hacia el oeste interesa destacar, en la población de Vistabelladel Maestrazgo, la Iglesia de la Asunción, cuya fachada ha sido rela-cionada por su ordenación clásica con el retablo mayor del Escorialy en la que la arquitectura se subordina al diseño arquitectónico. Setrata de una portada-retablo cobijada bajo un enorme arco apuntado,con un frontón con bolas escurialenses, cuyo cuerpo inferior se hallaconcebido a modo de un gran arco triunfal, flanqueado por dobleshornacinas; surmontado por un segundo cuerpo provisto de cincohuecos avenerados, entre columnillas jónicas, que subrayan su hori-zontalidad; y en el ático, con dos columnas, un Calvario, flanqueadopor roleos. Con esta portada se relaciona, también, la de la parroquialde Villafamés, de 1601, de bello diseño.

En la provincia de Alicante, en tierras norteñas, en Cocentaina, elnoble Palacio de los condes de Cocentaina posee un bello patio (por1600) de porte escurialense, inconcluso.

En la ciudad de Alicante, la Colegiata de San Nicolás (1616-1662), trazada por Agustín de Bernardino, es deudora del mundo de-sornamentado, y «una extraña combinación de formas medievales yrenacientes» —según estableció George Kubler—, tratándose de untemplo de amplísima nave con capillas entre contrafuertes y un enor-me crucero de tono escurialene (al igual que las dos portadas de lospies) que no sobresale en planta, sobre el que voltea una grandiosacúpula acasetonada. La obra recoge del herrerianismo su lección deausteridad, pero sin comprender el espíritu clásico ni sus proporcio-nes. «El efecto -en apreciación del profesor Pérez Sánchez- es de

11. BENITO, F. y BÉRCHEZ, J., o.c., pp. 177-178.


Figura 3, San Mateo (CASTELLÓN). Convento de monjas agustinas. Fachada de la iglesia(Foto Javier DELICADO, 1992).


sorprendente grandeza, a pesar de la severidad casi seca de su trata-miento» 12.

Al sur de Alicante, en Orihuela, la empresa más significativa delRenacimiento es, sin duda, el Convento de Santo Domingo, funda-ción de 1552 del obispo don Fernando de Loaces, creador de la dió-cesis oriolana, que también fue Universidad. De sus dos claustros(conventual y colegial) construidos en el siglo XVII, conviene desta-car el primero, denominado «patio grande», de pesadas líneas, so-brio y a la vez elegante, de evidentes recuerdos escurialenses, en cu-ya elaboración intervino también el arquitecto Agustín Bernardino.Se organiza en doble galería, a través de un cuerpo bajo de orden tos-cano y otro alto jónico, con entablamento con triglifos, rematando elconjunto un antepecho con dados y bolas a plomo sobre los pilares '3.

Y ecos del modo severo de San Nicolás de Alicante es la IglesiaArciprestal de Santa María de Elche, grandiosa creación de la arqui-tectura barroca de lenta construcción, obra de 1763 a 1784, de am-plia nave de cuatro tramos con profundas capillas, crucero con cúpu-la (de compleja montea), y presbiterio con girola y tribunas, ligadotodo a un carácter desornamentado.

II. LA ESTELA ESCURIALENSE EN LA ARQUITECTURA DE LOS

SIGLOS XVII Y XVIII EN EL REINO DE MURCIA.

Recuerda el profesor Pérez Sánchez que el siglo XVII murcianose abre bajo el signo del manierismo herreriano, donde predominala desnudez arquitectónica y la sobriedad decorativa, dentro del es-tilo desornamentado que invade Europa 14 , siendo más bien escasa ypobre la actividad constructiva en este período, debido a la crisiseconómica originada por la expulsión de los moriscos, quedandolimitada a la conclusión o continuación de las obras ya iniciadas enel siglo anterior. De tono menor serán las portadas de templos pa-rroquiales y remates de torres-campanarios, coronadas con pinácu-los y bolas, de eco escurialense, repartidas por tierras altomurcia-

12. PÉREZ SÁNCHEZ, A. E., Valencia. Arte. Fundación Juan March (de la colec-ción «Tierras de España»), Madrid 1985, p. 274.

13. ÍDEM., p. 275.14. PÉREZ SÁNCHEZ, A. E., Murcia. Arte. Fundación Juan March (de la colec-

ción «Tierras de España"), Madrid 1976, p. 221.


nas (iglesia vieja de la Asunción de Yecla) y de La Mancha albace-teña (La Roda).

Edificio emblemático del expansionismo herreriano en tierras oc-cidentales murcianas lo constituye la Iglesia de la Vera Cruz del cas-tillo de Caravaca (1617-c. 1720), de perfil cúbico, cuyas trazas pu-dieran deberse a algún arquitecto de la corte. Labrada toda en piedrade sillería, constituye ejemplar único del xvn murciano, en el quetrabajaron diversos arquitectos, canteros y alarifes, significativosDamián Plán, Miguel de Madariaga, Lorenzo de Mora y José del Va-llés; y obra que fue considerada por el insigne Elías Tormo (quien lacreyó obra de Francisco de Mora) como «la mayor imitación que lo-gró en España el templo del Escorial» 15 , además de haber contadopara su erección con el apoyo de la corona (Felipe III) y unos mediosde financiación extraordinarios. Se trata de una creación grandiosa,muy pesada, de tres naves con tribunas sobre las laterales, con un in-terior desomamentado, subrayándose en su construcción una falta deelegancia (los arcos superpuestos del presbiterio) y una cierta torpe-za en la realización de los arcos en esviaje que se abren desde las na-ves laterales al crucero.

Más hacia el norte, de interés, también es la Iglesia arciprestal dela Asunción de Cieza, de tres naves con crucero y capillas entre loscontrafuertes, levantada entre los siglos xvn y XVIII, «del tipo herre-riano, acaso de los maestros de la Santa Cruz de Caravaca, pero yabarroca la portada de los pies» 16, y que pese a lo dilatado de su cons-trucción es patente el respeto a las trazas iniciales, conservando loselementos acuñados por el Renacimiento ''.

Al sur, la Iglesia Colegial de San Patricio, de Lorca, situada jun-to a la Plaza Mayor y monumento capital de la región, ve sus obrasprolongarse durante el siglo XVII, y la portada del lado del Evange-lio, de 1627, inspirada en modelos de Serlio, por su sobriedad re-cuerda al estilo herreriano más puro, organizándose mediante pilas-tras estriadas de basas y capiteles dóricos, arco de medio punto yfrontón triangular partido, muy liso, con pirámides a ambos lados ".

15. TORMO y MONZó, E., Levante: Provincias valencianas y murcianas. GuíasRegionales Calpe, Madrid 1923, p. 380.

16. TORMO, E., o.c., p. 328.17. HERNÁNDEZ ALBADALEJO, E. y SEGADO BRAVO, P., «Arquitectura y Contrarre-

forma». Historia de la Región Murciana. t. vi , Ed. Mediterráneo, Murcia 1980, p. 274.18. ÍDEM, p. 305; PÉREZ SÁNCHEZ, A. E., «Presencia de Lorca en el arte español».

11 ciclo de temas 1ot-citrinos. Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, Murcia 1982, p. 145.


En Murcia capital hay que hacer referencia al Contraste (1601-1608) ' 9, gran edificio público que estuvo situado en la plaza de San-ta Catalina donde se efectuaba el comercio sedero y se guardaban lasarmas, con bellas portadas realizadas de porte herreriano: la norte,por Juan Monte de Isla, y la oeste por Sebastián Pérez, siendo autorde los temas heráldicos Cristóbal de Salazar 20; edificio, que fue de-molido en 1932, conservándose ambas portadas reconstruidas hoyen el patio del Museo de Bellas Artes de Murcia21.

En los alrededores de la capital y en plena huerta, junto a Alcan-tarilla, se localiza el antiguo Monasterio de San Jerónimo de La Ño-ra, fundado en 1578, de estilo barroco, edificado de 1705 a 1738, lla-mado «El Escorial murciano», por la evidente analogía de su siluetacon la del monasterio madrileño 22.

Por último, en las estribaciones del noreste, anotar que, aunque ne-oclásica, la Basílica Arciprestal de la Purísima Concepción, de Yecla(1775-1868), obra de los arquitectos José López y Jerónimo Ros, es deporte catedralicio, de planta de cruz latina, de tres naves con girola, cú-pula muy vistosa sobre el crucero y capillas entre los contrafuertes,«siendo —según apunta Amador de los Ríos- grande, aunque propor-cionada la semejanza que guarda con la suntuosa iglesia del Monaste-rio del Escorial» 23 , e incluyéndose con frecuencia entre los edificiosconstruidos a fines del siglo xvi según prescripciones herrerianas 24.

III. CONCLUSIONES

Tomando como modelo, bien la planta o algunos de los elementosestructurales (iglesia, claustro) o portantes que conforman el Monas-

19. Sobre la historia y vicisitudes del edificio véase BELDA NAVARRO, C., «ElContraste de la Seda y las reformas urbanas de la plaza de Santa Catalina (Murcia)en los comienzos del siglo XVII». Anales de la Universidad de Murcia. Vol. xxx,Curso 1971-1972, pp. 115-140.

20. PEÑA VELASCO, C. de la, «La ciudad de Murcia y la política del Concejo enel Barroco». Verdolay (Revista de/Museo de Murcia). 4 (Murcia 1992) 218.•

21. PÉREZ SÁNCHEZ, A. E., Guías artísticas de España. Murcia-Albacete y susprovincias. Madrid, Ed. Aries, 1961, p. 68.

22. ÍD, p. 111; PÉREZ SÁNCHEZ, A.E., o.c., p. 162.23. AMADOR DE LOS Ríos, R., España, sus monumentos y artes. Su naturaleza e

historia: Murcia y Albacete. Establecimiento Tipográfico — Editorial de Daniel Cor-tezo y C.a , Barcelona 1889, pp. 759-760.

24. OLIVER, A., Crónica y guía de las provincias murcianas. Madrid, EspasaCalpe, S.A., 1975, pp. 296-297.


terio de San Lorenzo del Escorial, y a través de esquemas tomadosde los Tratados de Arquitectura de Serlio y de Vignola, y dentro deun carácter severo y contrarreformista diversas son las fundacionesde monasterios y fábricas de templos que van a marcar la pauta cons-tructiva en los antiguos Reinos de Valencia (su valedor fue el Pa-triarca Juan de Ribera) y Murcia, en época del manierismo tardío,siendo de destacar en cuanto al primero las fábricas del Colegio delCorpus Christi (su cúpula de gran difusión), del Monasterio de SanMiguel de los Reyes y de la Colegiata de Xátiva (obra de fuerte pre-dicamento que luego incidirá en la Colegiata de San Nicolás, de Ali-cante), y en el segundo la de la Iglesia de la Vera Cruz de Caravaca,obras todas de grandes naves, desnudos muros y cúpulas clasicistas,deudoras del mundo desornamentado escurialense.

Cuando no 'o, son muchas las iglesias de lenta construcción alo largo del siglo Avll, cuyas portadas-retablo de piedra, casi planas,se mantienen dentro de una extraordinaria sobriedad, con superposi-ción de órdenes, y el empleo de frontones partidos, hornacinas en losintercolumnios y remates de pirámides y bolas, de lo que son ejem-plo los templos de las poblaciones de Vistabella del Maestrazgo, Vi-llafamés, Ayora, Zorita, Benigánim y Chelva, influidas por el retablomayor de la iglesia escurialense y relacionados con lo castellano.

Elementos importantes dentro del conjunto estructural son las to-rres, construcciones de sección cuadrada, de carácter pesado y maci-zo, como' ue flanquean los Monasterios de San Miguel de losReyes y . Puig, y la Iglesia de Monjas Agustinas de San Mateo(Castellón), con remates abalaustrados de pináculos y bolas.

Con el Concilio de Trento había renacido la religiosidad y los ele-mentos de la arquitectura manierista iban a configurar un nuevo len-guaje arquitectónico, depurado de formas, que iba a ser manifiestodurante el siglo XVII, a lo que habría que añadir el influjo del Escorialy de su arquitecto Juan de Herrera, reforzado por la presencia de laOrden Jerónima en tierras valencianas (Monasterios de Segorbe, SanMiguel de los Reyes, la Murta y Cotalba) y en tierras murcianas(Monasterio de La Ñora), tratándose de obras esencialmente funcio-nales, construidas en una época de gran febrilidad constructiva enValencia y de plena crisis económica en Murcia (mermada por la ex-pulsión de los moriscos en 1609), contándose con la presencia decanteros y marmolistas genoveses, algunos de los cuales habían tra-bajado en El Escorial.

presencia del escorial en la arquitectura del levante …la que se combinó la magia con la...

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