¿qué pintan los profesores?

37

Upload: ecea-cuenca

Post on 09-Mar-2016

238 views

Category:

Documents


6 download

DESCRIPTION

Primer "cuaderno de ECEA"

TRANSCRIPT

Page 1: ¿Qué pintan los profesores?
Page 2: ¿Qué pintan los profesores?
Page 3: ¿Qué pintan los profesores?

© Espacio Cuenca Educación Abierawww.ecea.es [email protected]

© de los textos, imágenes, pinturas y fotografías sus autores

D.L.: CU-60-2012

Imprime EUROGRÁFICAS SL. Avda./ Colón, 27 - 16002 Cuenca Telf.: 969 230 556

ECEA no comparte necesariamente las opiniones vertidas en esta publicación siendo responsabilidad de sus autores.

Page 4: ¿Qué pintan los profesores?

Presentación

Destápense, niñas y niños, señoras y señores, compañeras, compañeros:descúbranse,ofrézcanse,júntense,para que aparezca y resplandezca el artista que cada uno lleva adentro,ése que pinta o escribe o alza casas o inventa jardines o hace magias o cocina alegrías,y así cada yo emprenda su viaje hacia el nosotros,y juntos seamos capaces de crear el gran poema de nadie, que es obra de todos.

Eduardo Galeano

Juntos también seremos capaces de luchar por lo nuestro, por aquello que queremos, por defender lo que nos ha costado tanto, lo que creemos justo e igualitario, lo que nos hace e iden-tifi ca, lo que creemos mejor no para nosotros sino para lo que da sentido a nuestra expresión, a nuestras palabras, a nuestra labor diaria: los alumnos.

ECEA

Page 5: ¿Qué pintan los profesores?
Page 6: ¿Qué pintan los profesores?

5

Atisbos

Leíamos cuando entonces aquel librito en el que su autor, docente al cabo, daba cuenta de sus encuentros con el viejo profesor. Era el libro de moda y modo entre quienes, asimismo, aspirábamos a serlo algún día. Nos lo regalábamos aquí y allá, a veces por partida doble, con la misma fruición que años antes, en pleno chiquillerío, nos había visto sembrarnos unos a otros de principitos, plateros, alicias, momos y sal-vadores gaviota.

Transitábamos por esas páginas al amparo de los acuerdos y desacuerdos entre ambos protagonistas, de sus endiablados caracteres, de sus blancos humores salpi-mentados de fi na ironía, de sus arrebatadores encantos, de sus perlas de sabiduría sin encumbramiento y del cariño de quienes saben que la auténtica querencia depende más del fruto de la voluntad que del pellizco de la inspiración.

El viejo profesor, empero, se moría, siendo consciente de ello. Lo que nos dejaba de una pieza era su empecinamiento contra toda autocompasión en un trance en el que muchos otros hubieran optado por la huida, el egoísmo, el arrobo o el lamento. La última batalla del anciano era contra el poco tiempo disponible. Entendiendo que allí donde surge un problema existe también la oportunidad, supo aquel hombre que era en el diálogo donde iba a encontrar su mayor lenitivo, su paliativo y su estimulante. La última lección, la lección total.

Conversando nos conversamos, aprendiendo nos aprendemos, dando nos damos, amando nos amamos. Eso, más o menos, venía a decir la tesis postrera de aquel texto.

Quedó el librito relegado al anaquel de obras revisables, y, con el paso de los años, al estante de los buenos recuerdos. He trasteado estos días por algunos de aquellos párrafos al adivinar que en estos tiempos de penumbra pedagógica (sin abundar, ha-biéndolos, en ulteriores catastrofi smos de diverso calado) le prima a uno desempolvar ese mensaje con el mismo convencimiento que le llevó un día a soñarse dentro de un aula. La calamidad sobreviene, sin duda, en el mismo instante en que decidimos que informar vale más que comunicar.

Pero no es mi intención hacerle concesiones a la moralina ni a la perogrullada, sino dar fe de que yo también tuve la suerte de contar, entre todos los profesores, con un maestro de primera, alguien que bajó la guardia siendo ya anciano, cuando ya no importaban entre nosotros ni la impostura ni la gallofa del pudor. Se acercó a mí tímida-mente, merced a no sé qué raro instinto, cuando ya no me lo esperaba, y tuve el gran acierto de recoger el guante.

Todo comenzó el día en que él se decidió a escribirme. No se trataba de una carta al uso, en la que suelen volcarse emociones, anécdotas y fórmulas de cortesía, sino de una recopilación, en letra diminuta pero cuidada, de poemas tradicionales, refranes, epigramas y reliquias del acervo popular. Una especie de transmisión de última hora de conocimientos adquiridos a lo largo de una vida, y siempre en clave de homenaje al pensamiento de otros, nunca al propio.

Piqué, entré al trapo, mordí el anzuelo. Me puse manos a la obra, haciendo memoria,

Alberto González MartínIES “San José”. Cuenca

Page 7: ¿Qué pintan los profesores?

6

acopio y selección de todas aquellas perlas que hubieran hollado mi camino. Respondí, pues, en el mismo tono, instalándose entre nosotros el germen de una correspondencia fructífera, apasionada y creciente a vuelta de correo que duraría semanas, meses, acaso años. No puedo describir la emoción que me embargaba al abrir el buzón, pero sí puedo asegurar que aquella rutina le dio un sentido nuevo a una parcela de mi vida.

Nuestros encuentros cara a cara, cuando me permitía visitarlo aquí y allá, eran muy distintos. Mentiría si dijese que las conversaciones fl uían como las de aquellos con-tertulios televisivos de sobremesa. Más bien, sobrevenía en mi maestro su arcana ti-midez plagada ahora de monosílabos y lugares comunes. Disfrutaba, decía él, de mi compañía, pero toda vez que permaneciésemos en silencio, ya que era aquel su estado natural y opción vital cuando se trataba de estar con la poca gente que no le importunaba. De modo que la pasábamos callados, uno al lado del otro, mirando al horizonte, viendo la vida pasar, riendo por lo bajinis y regalándonos con la mirada. Ni una mención entonces a cualquier carta enviada previamente, ni a su contenido. Eso ya volvería a producirse después, cuando los kilómetros impusiesen de nuevo su rigor. Y a la callada nos fuimos mutuamente contando, aprendiendo, regalando, queriendo. Y el tiempo volaba, por dentro y por fuera.

Conservo todas las cartas de mi viejo maestro (término que prefi ero a profesor, más numerario, más taxonómico, más crematístico), y quiero creer que él conserva las mías, aunque tampoco me extrañaría, sin importarme, lo contrario, con permiso del bueno de Diógenes. Colecciono también esos impagables momentos de silencio y plenitud sonoros, canal alternativo para la verborrea espiritual. Los tengo puestos en el álbum de los buenos recuerdos, en el anaquel de los libros que merece la pena revisar de vez en cuando, allí donde nunca hay polvo ni se forman telarañas.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, decían preventivamente las pelis de anteayer (aunque hoy en día la inteligentzia de la pomada se cura en salud asegurando que es precisamente al revés, que es la realidad la que imita al arte). Fue así como mi maestro comenzó a espaciar sus epístolas obligando a las mías a mecerse en el vientecillo de los presagios y los pronósticos. Y aquel librito que leíamos cuando entonces se convirtió, para mi felicidad de párvulo, en funesta cartilla de iniciación a la vida, siempre en su umbral y ya en las postrimerías.

Ahora visito a diario al viejo maestro en su retiro lechoso, donde disfruta de una paz homogeneizada, desnatada, uperisada, edulcorada y pasteurizada. Todo es qui-rúrgica y asépticamente blanco en la antesala de los tránsitos, sobre todo los sonidos. Ahora el silencio ya no es ni elegido no asumido ni fomentado, sino la imposición desa-brida de los naipes del destino: la sombra de un eco de un susurro de un garabato de lo que verdaderamente signifi ca estar callado. Días que son noches, noches que son días.

Miro a mi padre un segundo y nuestras miradas se cruzan. Entiendo al punto que, en la duermevela, llevaba un rato observándome. No he de saber ya qué verso le anda rondando, pero sé por sus ojos que se trata de uno de los buenos, de los que conspiran en silencio más allá del runrún de las palabras. Y es tan dulce su melodía.

Música, maestro.

Page 8: ¿Qué pintan los profesores?

7

Amparo Ruiz LujánIES “Alfonso VIII”. Cuenca

¿Cuál es la fórmula de la luz?

A ver: haga usted cálculos señor profesor...Le espero... El profesor calcula... El poeta espera.

Al fi n: el profesor concluye. Y el poeta dice:

Muy mal, muy mal, señor profesor.Esto no es la fórmula de la Luz.Se ha olvidado usted de estos factores:de la inocencia,de la libertad,del amor,

Page 9: ¿Qué pintan los profesores?

8

del sueño de las vírgenes,del vuelo de los pájaros,de la mirada de los ciervos,de la voz adolescente...y sin estos factores, sin estos datos, sin estos milagrosque ha olvidado usted….

Sin estos milagros, que no están en su fórmula,no llegará usted nuncaa la justa defi nición de la Luz

“La Luz...-fíjese usted muy bien, señor profesor-“la Luz es la mirada de Dios -mística y poética-donde viven (eternamente, siempre, siempre)la aurora, el ángel y los sueños”

- León Felipe -

Al profesor Juan José Gómez Brihuega que encontró la fórmula de la Luz.Él es Luz y nos ilumina.

Page 10: ¿Qué pintan los profesores?

9

¿Qué quiero pintar?

Hoy lo que más quiero es volver a meterme en “mi aula” y disfrutar como tantas veces con mis muchísimos alumnos, pues los maestros de música tenemos muchos alumnos y muy poco tiempo con ellos…

Ana Mª Contreras CastellanoCIP “Ciudad Encantada”. Cuenca

Page 11: ¿Qué pintan los profesores?

10

¿Qué pinta el profesorado?

Una gran cuestión que nos planteamos todos los días muchos docentes. ¿Qué pinta-mos...? Pues esta claro, una MIERDA. Solo somos unos peones que nos mueven por el tablero y que nos dejan caer según sus intereses; somos un grupo craqueado que solo cumple órdenes como borregos sin reacción fi rme ante sus decisiones. Como protesta lo único que somos capaces de hacer son comentarios de pasillo, mejor dicho, de sala de profesores, aunque a la hora de la verdad cumplimos con sus mandamientos. Dichas órdenes, a su vez, son órdenes de los intereses políticos y sobre todo del mercado. Somos sus herramientas para adoctrinar a generaciones según sus interés y no por el interés de la educación. No debemos olvidar que la educación es el sueño y la realidad de toda sociedad, que la comunidad educativa es el futuro y no la cloaca en la que nos quieren convertir.

O de ayudar al alumnado a ser personas, a trabajar por un fi n común, y no desde un enfoque competitivo con el objetivo fi nal convertirlos en grandes consumidores, y personas individualistas y egoístas.

Nosotros, el profesorado, no debemos permitir estos intereses y debemos luchar, ac-tuar por el bien de la educación, del alumnado y en general de la sociedad.

Angel AlbaladejoIES Molina de Aragón. Guadalajara

Page 12: ¿Qué pintan los profesores?

11

Beatriz Francés ClementeCIP “Isaac Albeniz”. Cuenca

Page 13: ¿Qué pintan los profesores?

12

Carmen Lozano ValladolidCRA “Elena Fortún”. Secc. Arcas. Cuenca

Page 14: ¿Qué pintan los profesores?

13

Ignacio Cotillas CruzIES “Diego Jesús Jiménez”. Priego (Cuenca)

“La educación es más que educación física, pero es muy poco sin ella a la vez. Nos enfrentamos a un mundo en el que las enfermedades cardiacas y vasculares, y la obesidad acosan cada vez más a nuestra población infantil, lo que hacen de la educación física algo muy necesario en el contexto escolar. Si además unimos todo esto, a la crisis de valores existentes, hacen de ella algo muy necesario, para desde un ambiente relajado potenciar el espíritu de sacrifi cio personal, el esfuerzo, el disfrute de la naturaleza... Y todo ello siempre desde una perspectiva recreativa y de disfrute, en la que el profesor es fundamental como canalizador de esa dinámica”.

Soy profesor

El verano toca a su fi n, las frías noches de agosto en Cuenca me obligan a ponerme mi sudadera, mientas desde la terraza mis amigos y yo debatimos sobre lo que nos deparará este año el destino.

¿Qué nos deparará?, ¿dónde terminaremos este año?, ¿y nuestra vida?. Oigo a los chicos del pueblo jugar en la calle. Yo tengo muy claro qué quiero, sea donde sea, y a pesar de las difi cultades que me ponen “Soy Profesor”, pienso para mis adentros.

Page 15: ¿Qué pintan los profesores?

14

Sí, esas risas de los chicos que oigo mientras se divierten, me hacen recordar que no importa que no sea más que un número para muchos, que a dos días del inicio del curso, todavía no se sepa dónde voy a estar, o siquiera si voy a estar. No importa que a mis 29 años, y mi condición obligada de interino, tras tres oposiciones aprobadas con las mejores notas de la región, siga sin tener resuelto mi futuro, porque yo… “Soy Profesor”. ¡No importa nada, yo he nacido para esto!, me digo a mí mismo, mientras oigo caerse a uno de los pequeños de su bici.

No importa, porque no podría ser otra cosa. En todo el verano mi cabeza no ha parado de ingeniar nuevas unidades didácticas, nuevos proyectos que iniciar con mis alumnos.

-¿En qué piensas?, me preguntan. Respondo que llevo todo el verano con mi ordena-dor, papel y boli, buscando y preparando nuevos materiales para los chicos.

Botan un balón, juegan ahora con una pelota.Son muchos los días de verano, vacaciones, pero igual que lo vi en mi padre, MAES-

TRO todos los días del año, mi cabeza no respeta horario, mi corazón trabaja sábados y domingos llevándome a los chavales de aquí para allá, preparando clases por las tardes, haciendo de padre, hermano mayor, psicólogo, confi dente y confesor en los recreos, de animador socio-cultural del centro, promotor y dinamizador de la comarca y sólo por verlos a ellos disfrutar. Porque mis alumnos son los que realmente lo merecen. Se oye, una comba golpear en el suelo “al cocherito leré, le dijo anoche, leré”, llega a mis oídos desde la calle.

Huele a humedad, el suelo empieza a estar mojado, llueve, se oye un trueno, luego un relámpago, la tormenta se acerca y los chavales se recogen corriendo a sus casas entre gritos, y alegrías.

-Nacho, ¿y si no te llaman este año?, me vuelven a interrogar. A lo que yo respondo alto y orgulloso: seguiré siendo profesor.

Page 16: ¿Qué pintan los profesores?

15

Javier Chaler CIP “Fray Luís de León”. Cuenca

Réquiem per les teves llàgrimesvessades en iniciar el matí.Des de l’alba a l’ocàsles teves ales van cantar dolçorxipollejant en tolla aliena.

És que converteixesel descans en vigilia?

Réquiem pels teus ullsde mirada fi xa en el passat.Vas deixar històries trobadesa l’ombra del salzeenmig d’amistats efímeres.

Què gratitudplourà demà?

Réquiem por tus lágrimasderramadas al iniciar la mañana.Desde el alba al ocasotus alas cantaron dulzurachapoteando en charca ajena.

¿Acaso conviertesel descanso en vigilia?

Réquiem por tus ojosde mirada fi ja en el pasado.Dejaste historias encontradasa la sombra del sauceen medio de amistades efímeras.

¿Qué gratitudlloverá mañana?

Réquiem

Page 17: ¿Qué pintan los profesores?

16

Joaquina Herreros BrizCIP “El Carmen”. Cuenca

Page 18: ¿Qué pintan los profesores?

17

José Alfonso Cruces HernansaizCIP “Santa Ana”. Cuenca

Page 19: ¿Qué pintan los profesores?

18

José Enrique López Casín CRA “Miguel de Cervantes” Secc. Cardenete (Cuenca)

Page 20: ¿Qué pintan los profesores?

19

¡Crucifi cadle!

Dedicado a Esteban.

Salvando las distancias, y sin querer crear más confl icto del que ya tenemos, este trabajo es el reconocimiento a un buen docente, una buena persona, una víctima de su propia libertad y de su implicación con la profesión; a quien una corte de Fariseos, Saduceos y afi nes condenaron con el beneplácito de un cobarde Pilatos que se lavó las manos dándola por callada.

Jose Félix López LópezCIP “Isaac Albéniz”. Cuenca

Page 21: ¿Qué pintan los profesores?

20

José María AlbaredaIES “Fernando Zóbel”. Cuenca

Page 22: ¿Qué pintan los profesores?

21

Lucía Sánchez NadalIES “Pedro Mercedes”. Cuenca

Page 23: ¿Qué pintan los profesores?

22

Danzan aquellos que por temor u olvido creen que la gracia les ha sido concedida. Se equivocan aquellos que piensan que los dioses son generosos por naturaleza y que ellos están eternamente bajo su protección. Se esconden bajo un círculo de luz falso y débil para ocultar la palabra amarga y la mirada traicionada. Con lo fácil que sería dar tan solo un paso, un gesto, una sacudida y romper la atadura que les crucifi ca y condena.

María José Sanz Vázquez Alejandro Dolz García

IES “Santiago Grisolía”. (Cuenca)IES “Hervás y Panduro”. (Cuenca)

Page 24: ¿Qué pintan los profesores?

23

¡Resistiré!

Pese a los recortes, la intolerancia, el abuso del poder de la Administración, la falta de democracia, la ausencia de incentivos y de apoyos, la falta de respeto al profesora-do....... ¡RESISTIRÉ!

Mª Jesús Escobedo SáizCRA “Miguel de Cervantes”. Secc. Cardenete (Cuenca)

Page 25: ¿Qué pintan los profesores?

24

Y, mientras tanto, ¿qué pinto yo?

Desde hace diecisiete años sigo los dictados de mi vocación y, a día de hoy, me siento orgullosa de seguir soñando con querer dedicarme a la Educación. Algún día lo conseguiré y llegaré a ser la directora del IES “Alfonso VIII”, como mi amiga Carmen. Si hoy día pinta poco un docente aún menos pinta una persona que está en la “bolsa” como yo. Y, mientras tanto, ¿qué pinto yo? Un cuadro, mi cuadro, mi sueño.

Mª Jesús González IzquierdoInterina

Page 26: ¿Qué pintan los profesores?

25

Marta Fernández AlcaldeIESO “Ítaca”. Villamayor de Santiago (Cuenca)

Esta poesía, que acompaña a mi cua-dro, es alguno de los recuerdos que tengo de mis primeros años en parvulitos, van dedicados con toda mi admiración y cari-ño a mis maestros y profesores. A ellos les debo lo que hoy en día soy, “profesora de la escuela pública”.

Dedicado a ellos:Maestros y alumnos del Colegio Público

San Antonio.Profesores y alumnos del IES “Lorenzo

Hervás y Panduro”.Profesores y alumnos de la Facultad de

Ciencias Geológicas de la Universidad Pública Complutense de Madrid.

Los peces van a la escuela

Hay un colegioen el fondo del mar,y allí los “bonitos” bajan a estudiar. Y el que más escribees el calamar, y el que menos sabeno sabe la «a».

A dar la lección «Pez Espada» va, lleva su puntero para señalar:

«Con olas y barcas, el Norte del mar, y limita al Este con playas sin par...» Y después, muy serios, todos a rezar: Pupitre de perlas, bancos de coral, encerado verde y tiza de sal. Muchos pececitos ríen al sumar. Y el buzo a los peces bajaba a asustar, con su cara blanca dentro de un cristal.

Gloria Fuertes.

Page 27: ¿Qué pintan los profesores?

26

Miguel Ángel Ortega PrietoIES “Pedro Mercedes”. Cuenca

Al atardecer

Al atardecer, muchos animales se juegan la vida. Allí afuera, la noche está llena de ruidos, aunque casi nunca son los de la muerte sino los de los movimientos por esquivar la propia o procurar la de quien ha de alimentarnos. Las mantis también se arriesgan. Pasan el día quietas, mimetizadas entre vegetación de su mismo color. Cuando una presa pasa cerca, la atrapan y se la comen mientras todavía está viva. Se dice que sus patas delanteras pueden cazar una mosca al vuelo. Cuando llega la noche, abandonan su posadero y vuelan buscando otro mejor. Lo hacen así, lo de volar por la noche, para no ser vistas por sus depredadores. También ellas tienen miedo.

Page 28: ¿Qué pintan los profesores?

27

Paloma Ortega RubioIES “Alfonso VIII”. Cuenca

La verdad es quegrietasno faltanasí al pasar recuerdolas que separan a zurdos y diestros…

a mayúsculas y minúsculas….

a mujeres y feministas ….

a agnósticos y monaguillos….a corto o a larguísimo plazotodas son sin embargo

remediableshay una sola grietadecididamente profunday es la que media entre la maravilla del hombrey los desmaravilladoresaún es posible saltar de uno a otro bordepero cuidadoaquí estamos todosustedes y nosotros…

Fragmento poema Grietas de Mario Benedetti:

Destemplanza

Page 29: ¿Qué pintan los profesores?

28

Querido Juan Antonio, quiero contestar al correo que como casi todos los días me envías y hacerme eco de los comentarios sobre la educación y los profesores que te inquietan como agudo observador de la realidad pero, so-bre todo, como oyente de las muchas quejas que la enseñanza pública desata entre tus convecinos.

La actualidad manda y ahora se necesita más que nunca una aclaración, una explicación porque, según tú y desde todos los ámbitos de la sociedad, se pide un replanteamiento del ejercicio docente. Tu enfoque va dirigido, sobre todo, a la formación del profesorado y lo planteas así…

… Desde hace ya muchos años se vienen vertiendo críticas a la formación del profesorado más que a su labor; hay quien dice que existe una crisis en el profesorado que está directamente ligada con la crisis de los centros y de los distintos sistemas educativos. Pre-cisamente se podían leer no hace mucho tiempo estas preguntas en un foro dedicado concretamente a los problemas del profesorado: ¿Cómo cambiar la escuela moderna, concebida hace muchos años, en una institución que responda a las necesidades de un mundo globali-zado, de una cultura más mediática, de unos niños que sobre algunas cosas saben más que nosotros, de un mercado de trabajo fl exibilizado cuyas demandas formativas mutan constantemente? ¿Cómo confi ar en lo que enseñamos si las certezas científi cas y la confi anza ilustrada en el progreso indefi nido del conocimiento están siendo profundamente cues-tionadas?

Una enseñanza reglada, igual para todos, tiene el peligro de en-señar las mismas cosas en sitios distintos, con necesidades distintas y con distintos modos de vida de la sociedad; y para ello al maestro, al profesor, se le dota de unos conocimientos para impartirlos durante toda una vida, porque se sigue pensando que hay profesores que desde que aprobaron las oposiciones al día de hoy, cada año sueltan la misma his-toria en sus clases, mientras el mundo y la sociedad van avanzando…

A este respecto pones un ejemplo –muy cercano a ti– de profesores que du-rante toda su carrera docente no se reciclaron jamás, no se adaptaron nunca a los tiempos que corrían, estableciendo una separación cada vez mayor entre la sociedad y la escuela. Y te preguntas el tipo de formación, de conocimien-to que permiten al profesor hacerse una idea de cómo avanza el mundo en su materia; una visión por muy personal que sea de cómo el mundo avanza

Pilar Gómez CousoIES “Pedro Mercedes”. Cuenca.

Page 30: ¿Qué pintan los profesores?

29

fuera de las aulas; las expectativas que tiene de que su aportación personal se materialice en una mejora de la enseñanza en su centro; el saber que la política puede dar al traste con sus ideas o con sus pensamientos o con sus innovaciones; o por el contrario si el conocimiento adquirido y esa burocracia y esas jerarquías en la enseñanza, no le permiten otra cosa que seguir dando los mismos temas toda la vida.

He de confesarte, desde mi dilatada experiencia como docente y de mi con-vencimiento de la necesidad de formación y adaptación a los nuevos tiempos de la escuela y del profesorado, que si bien tienes razón en que la formación en algunos sectores del profesorado se ha hecho exclusivamente por obliga-ción –sexenios, concursos de traslados, mejorar la localización del puesto de trabajo, etc.– en gran parte de ellos se ha sabido ver el futuro próximo con la evidencia que las palabras de Gibran Kh.Gibrán nos manifi estan y que, sin duda, se han convertido para mí, en una máxima, independientemente de los tiempos que corren…

DE LA ENSEÑANZA Nadie puede revelarnos más de lo que reposa ya dormido a medias

en el alba de nuestro conocimiento.El maestro que camina a la sombra del templo, en medio de sus discí-

pulos, no les da de su sabiduría, sino, más bien, de su fe y de su afecto.Si él es sabio de verdad, no os pedirá que entréis en la casa de su

sabiduría, sino que os guiará, más bien, hasta el umbral de vuestro propio espíritu.

Y en esto, en lo que se refi ere a la fe y al afecto, he de decirte que estamos todos los que nos dedicamos a esta profesión o casi todos, porque si no fuera así, no hubiéramos podido resistir todas las reformas que oportunas o no, opor-tunistas o sí, han venido produciéndose en la enseñanza, al albur del partido político de turno.

Como sabes, nuestra profesión es básicamente vocacional, creo que si no, sería muy difícil con los tiempos que corren poder ejercerla con dignidad. Y porque trabajamos con personas y porque nos gusta lo que hacemos y porque no hay mayor satisfacción –y te lo digo con treinta y muchos años de ejerci-cio– que ver la cara de un niño con una sonrisa de satisfacción y con los ojos abiertos como platos ante algo que, con tu ayuda, acaba de descubrir.

Como profesores, trabajamos “la socialización secundaria” con los “alum-nos”, por ello necesitamos que la “socialización primaria” esté fuertemente consolidada y aquí, creo yo, que se produce uno de los problemas que lleva a la situación actual de la enseñanza. Afi rma Fernando Savater en El valor de educar:

Page 31: ¿Qué pintan los profesores?

30

El alumno, cuando llega a la escuela ya tiene la socialización prima-ria adquirida, es decir, ya ha experimentado la infl uencia educativa del medio familiar y de su medio social, que será determinante no solo en estos primeros momentos de vida del niño, sino que seguirá siendo du-rante toda la educación primaria y parte de la secundaria: el niño en su entorno familiar y social y antes de tener contacto con el maestro, debe aprender a hablar, obedecer a los mayores, asearse, vestirse, compartir, proteger a los más débiles… Más tarde la escuela, los amigos etc., le conducirán a la “socialización secundaria”, en cuyo proceso adquirirá competencias y conocimientos más específi cos.

Al producirse en muchos casos un vacío en la “socialización primaria” de-bido a la situación de la sociedad actual –crisis económica, crisis de valores, crisis de familia, etc.– la socialización que ha de hacerse en segundo lugar, en la escuela, está menos fortalecida, tiene bases que fácilmente se tambalean y produce un desencanto generalizado en los distintos sectores que contribuyen a la tarea educativa –alumnos, profesores, sociedad en general…– He aquí una de las principales causas del desencanto generalizado.

A continuación, en tu correo afi rmas que…

Solemos mirar el sueldo de los profesores en otros países de la CEE, donde sabemos que no existe el elevado índice de fracaso escolar que tenemos en España, pero de manera alguna queremos sus horarios y mu-cho menos el tener en verano un solo mes de vacaciones; posiblemente podamos seguir como estamos pero es inevitable un cambio en el profe-sorado, una adaptación a los nuevos tiempos, a las nuevas tecnologías de las que los alumnos saben más que ellos, unos circuitos de formación y capacitación, porque sea cual sea el sitio donde desarrollen su labor y la modalidad que enseñen, lo que deben ser concientes es que como ciudadanos deben contribuir a producir en el mundo en el que viven.

Debo, ante tus afi rmaciones, responder con las palabras de Tedesco en El nuevo pacto educativo, que me parece que ilustran perfectamente la situación actual hablando sobre la crisis que, no solo ahora sino en épocas anteriores, ha venido planeando sobre la Educación.

No proviene (la crisis) de la defi ciente forma en la que la educación cumple con los objetivos sociales que tiene asignados, sino que, más grave aún, no sabemos qué fi nalidades debe cumplir y hacia dónde fectivamente, orientar sus acciones.

Page 32: ¿Qué pintan los profesores?

31

Por ello, y siguiendo de nuevo a Savater, creo que el problema es mucho más grave que el fracaso escolar, que ocupemos un puesto mediocre –por debajo de la media– en el informe PISA, que la escuela no cumpla –entre otras cosas, porque no puede ante la ingente avalancha– con la tarea que se le ha encomendado, el problema es que se ha producido un “desdibujamiento” cuando no “contradicción” de los propios fi nes y objetivos que debe cumplir la institución escolar. Nos preguntamos con Savater, se preguntan la escuela y la sociedad…

¿Debe la educación preparar aptos competidores en el mercado la-boral o preocuparse por la formación integral?, ¿ha de potenciar la au-tonomía y labor crítica de cada individuo o la cohesión social?, ¿debe desarrollar la imaginación creadora o respetar identidad tradicional del grupo? ¿Mantendrá neutralidad ante las distintas ideologías, confesio-nes religiosas, sexuales, etc. o propondrá modelos de excelencia?, ¿hay obligación de educar a todo el mundo de la misma manera o debe ha-ber diferentes tipos de educación, según a quiénes se pretenda educar?

Estamos, mi querido amigo, ante las preguntas clave que, hasta que no lo-gremos enfocar, no tendrá sentido lo que estamos haciendo; más bien lo que están haciendo los poderes públicos que no son capaces de aunar voluntades y esfuerzos para establecer un PACTO DE EDUCACIÓN por encima de sus partidistas diferencias ideológicas e intereses electorales.

Tu carta continúa…

No somos capaces de avanzar ni de mejorar por eso creo que tras el paso de varios gobiernos, a lo mejor hay que pensar en lo que yo siempre he dicho, que se invierte mal en enseñanza, porque los países que están en la cabeza de los resultados, no son los que más invierten, y eso nos debe hacer refl exionar. Se trata de invertir bien, de no tirar el dinero en paparruchas y sí hacerlo en el profesorado, que debe estar capacitado, reciclado y motivado, y por descontado los centros deben contar con el número sufi ciente de profesorado. Ese ha sido siempre mi pensamiento: se trata de invertir en formación y sobre todo en formación de calidad.

Quizá el hecho de que se considere la escuela –como ya he mencio-nado más arriba– como previsora y correctora de los problemas que atañen a la sociedad, así como capaz de subsanar las carencias cultu-rales, ha llevado a que, ante las pocas posibilidades de abarcar todo, a no valorar el papel social de maestros y maestras. Pero, y a pesar de

Page 33: ¿Qué pintan los profesores?

32

estar de acuerdo en que la labor preventiva de la escuela es básica para un desarrollo integral del individuo, ¿ha dedicado la sociedad los esfuer-zos oportunos para dotar a los centros educativos con todo lo necesario para poder desarrollar esta labor?, ¿se ha preparado a los docentes y se les han proporcionado los útiles necesarios para cumplir con este objetivo?, ¿son valorados socialmente por la labor que desarrollan? ¿O por el contrario, se piensa que son profesionales que se dedican a esta porque no han podido conseguir otra?

Me alegro que concluyas con tu idea de la formación; estoy de acuerdo contigo, es necesaria una formación de calidad para los profesionales de la enseñanza, siempre que todos tengamos muy claros los objetivos que preten-demos con la educación.

Concluyes tu carta con:

Y eso conlleva un algo muy especial a mi modesto modo de ver, Pilar: ver la vida y el mundo con otros ojos, con una mentalidad mucho más abierta, menos dogmática, tener contacto con el mundo del trabajo fue-ra de las aulas, con la universidad, con los centros de negocio, y eso sin duda signifi ca ampliar conocimientos sobre todo en nuevas tecnología y en nuevos métodos de enseñanza y signifi ca tener otros horarios y otros modos de enfrentarse a los alumnos.

Ante estas palabras, puedo decir que si la Educación Primaria y los maestros y maestras que son los encargados de la formación de los alumnos en esta etapa, los que los guían en los primeros momentos de su aprendizaje, con los que se empiezan a adquirir los hábitos en infundir los valores que formarán parte de nuestra vida, no son considerados socialmente como profesionales de primer orden y centro de la atención institucional, poco vamos a avanzar.

A pesar de que existe cierto fatalismo cuando se habla de educación, se ha dicho que durante el s. XX estaba en crisis, al igual que en el corto periodo de tiempo que llevamos del s XXI , desde mi modesto punto de vista, desde mi dilatada experiencia en el campo que nos ocupa y des-de mi apasionamiento por el tema, he de reconocer que hemos tenido infi nita paciencia al soportar, mis compañeros y yo la jerga de ciertos pedagogos modernos y algunas reformas que nos han parecido insufri-bles. Felizmente, el docente ql que su profesión le fascina, ha sabido en cada momento seleccionar de todo lo que le ha caído encima, aquello que le ha parecido oportuno para ayudar a sus alumnos a descubrir el conocimiento por sí mismos y a plantearse cuestiones nuevas que los

Page 34: ¿Qué pintan los profesores?

33

actuales avances les sugerían… Por todo ello, y a pesar de lo que nos está cayendo, creo que debemos refl exionar sobre la educación con optimismo porque es lo único que nos puede hacer avanzar, porque educar es creer en que el hombre se puede perfeccionar, en su capa-cidad innata de aprender, en que hay cosas que merecen la pena ser sabidas y en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros a través del conocimiento.

Quiero despedirme de ti, mi querido Juan Antonio, con unas palabras de F. Savater, en el citado libro El valor de educar donde juega con dos acepciones de la palabra “valor” que, como has podido deducir, me han guiado en mis refl exiones.

…quiero decir que la educación es valiosa y válida, pero también que es un acto de coraje, un paso al frente de la valentía humana. Co-bardes o recelosos abstenerse. Lo malo es que todos sentimos desánimo e impotencia y por eso la profesión de maestro es la tarea más sujeta a quiebras psicológicas, a depresiones, a desalentada fatiga acompaña-da por la sensación de sufrir abandono en una sociedad exigente pero desorientada.

Puedes comprender que me quedo con estas palabras como conclusión y con la escueta acepción que el DRAE hace de la palabra VALOR.

“Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros”.

BIBLIOGRAFÍA:

SAVATER, Fernando.: El valor de educar. Edit. Ariel S.A. Barcelona,1997.Gibrán Khalil Gibrán.: El profeta 1923. www.formarse.com.ar.

Page 35: ¿Qué pintan los profesores?

34

La inocencia de tu pequeñez me hace mirar esos movimientos de tus manos:Manos que se dan las manos, manos que juntáis y separáis; manos que recogen lo

que alrededor tenéis; manos que cogen el lápiz, el punzón o los juguetes; manos que dibujan lo que te viene de tu interior, para avanzar, madurar y crecer en la dulzura de tu ser.

Inocencia que queda grabada en mi corazón y después te veré convertido en un gran halcón, volando y esparciendo tu calor.

Te estás abriendo al despertar de los sentidos, no sólo a los tradicionales, sino a todas las experiencias que te puedan etiquetar como hombre o mujer .

Tu creatividad te llevará a ser receptivo y abierto a lo que aún no tiene nombre, y, con tus manos y con tu corazón, irás haciendo la conexión de cada pieza que encaja-rás para disfrutar sin angustia de lo bueno de crecer.

Sé que he aportado a crear lo que quieras ser y que podrás afrontar y enfrentar tu interior y exterior con valor, aquellos momentos de deseo de huída y recordarás que alguien te dio parte de la dirección de saber explorar.

Tú harás del porvenir un entorno de creación para la siguiente generación y os daréis permiso para aprovechar y compartir cada oportunidad de todo lo aprendido.

Y vuestras manos brindarán del gozo de conocer.

Raquel Ferreras GómezCIP “Fuente del Oro”. Cuenca

Huellas de amor

Page 36: ¿Qué pintan los profesores?

35

Sembrando

La humanidad se debate entre su existencia externa, tan mercantilista como falsa, y su existencia interna, verdaderamente humana; o como se diría desde un punto de vista religioso, una existencia con alma. Las fricciones de la avaricia están en el origen del terremoto que hoy en día lucha por el triunfo de la falsa existencia que pretende y quiere derribar los cimientos de la escuela, la cual es, el semillero del alma. Pero a pesar del despiadado ataque que se cierne sobre nosotros, los profesores seguiremos sembrando pacientemente para que el árbol de la vida fl orezca sobre la tierra seca de los mercados.

Vanesa Gusano Sánchez IES “Duque de Alarcón”. Valera de Abajo (Cuenca)

Page 37: ¿Qué pintan los profesores?