queremos vivir en paz en nuestro territorio
DESCRIPTION
La Autoridad Nacional de Gobierno Indígena (ONIC), condena y repudia la muerte de la indígena, María Andrea Onogamá Arcila, y de su bebé por militares de la Octava Brigada del Batallón San Mateo, a causa de un “error militar” ocurrido el pasado 21 de junio en la vereda Itaurí del Resguardo Unificado en Pueblo Rico, Risaralda. ORGANIZACIÓN NACIONAL INDÍGENA DE COLOMBIA-ONIC HECHOS: Bogotá; Junio 25 de 2012 Consejería de Derechos de los Pueblos Indígenas, Humanos, DIH y PazTRANSCRIPT
ORGANIZACIÓN NACIONAL INDÍGENA DE COLOMBIA-ONIC Consejería de Derechos de los Pueblos Indígenas, Humanos, DIH y Paz
RISARALDA: “QUEREMOS VIVIR EN PAZ EN NUESTRO TERRITORIO”
Bogotá; Junio 25 de 2012
No bastan las razones para soportar la muerte de un indígena, nos duele la muerte
de una madre y de su bebé; los impedimentos de los grupos armados para el libre
desarrollo de las prácticas propias; y la justificación de una guerra que sólo deja a
los indígenas desplazados, muerte, y deterioro de su cultura.
La Autoridad Nacional de Gobierno Indígena (ONIC), condena y repudia la muerte de la
indígena, María Andrea Onogamá Arcila, y de su bebé por militares de la Octava
Brigada del Batallón San Mateo, a causa de un “error militar” ocurrido el pasado 21 de
junio en la vereda Itaurí del Resguardo Unificado en Pueblo Rico, Risaralda.
HECHOS:
1. En la vereda Itaurí del Resguardo Unificado, el jueves, 21 de junio de 2012, en
horas de la noche una pareja indígena en compañía de dos menores de edad del
pueblo Embera-Chami, se dirigieron a pescar en el río Tarama.
2. Cuando regresaban a su casa, aproximadamente a las 10 p.m. la pareja y los
menores de edad recibieron disparos por miembros de la Octava Brigada del
Batallón San Mateo, al creer que era guerrilleros, la mujer María Andrea
Onogamá Arcila, de 22 años, quien se encontraba en estado de embarazo resultó
herida; al igual, que su compañero Orlando Guatiquí Nayasa, de 28 años de edad.
Como consecuencia del ataque, María Andrea, perdió a su bebé de ocho meses de
gestación la mujer fue trasladada al hospital San Jorge de Pereira, donde quedó en
coma hasta el sábado en la madrugada, donde falleció.
3. Después de la verificación de los hechos, el Coronel Marcos Evangelista Pinto
Lizarazo, a nombre de la Octava Brigada del Batallón San Mateo asume la
responsabilidad del hecho y pide disculpas al Crir por el error cometido.
Para la Organización Nacional Indígena de Colombia y Jesús Queragama, Consejero del
Crir, “es un hecho lamentable, la muerte de nuestra compañera y de su bebé a causa de un
error militar, que no remedia en ninguna medida las disculpas de los autores, sino,
acciones dirigidas para que estos hechos no vuelvan a ocurrir”. Por esta razón, apoyamos
las solicitudes realizadas por el CRIR para realizar la denuncia formal de este hecho e
impedir que quede en la impunidad.
La muerte de María Andrea Onogama y de su hijo por parte de miembros del Ejército
constituye una grave violación de los derechos: a la vida, a la pervivencia, al territorio y a
la autonomía como Pueblos Indígenas. Este hecho, pone en evidencia que la presencia de
ORGANIZACIÓN NACIONAL INDÍGENA DE COLOMBIA-ONIC Consejería de Derechos de los Pueblos Indígenas, Humanos, DIH y Paz
grupos armados legales e ilegales en territorio indígena viola indiscriminadamente la
pervivencia de los pueblos indígenas; en especial, la de las mujeres indígenas, quienes,
quienes han sido reconocidas por el Decreto Ley 4633 de 2011, “como personas de especial
reconocimiento y protección”, en concordancia con la Constitución Política de 1991, que
establece medidas de protección, especialmente, para las mujeres en estado de embarazo.
ANTECEDENTES:
Al Consejo Regional Indígena de Risaralda-Crir le preocupa la manera como el territorio
es escenario de conflicto armado. Por un lado, la guerrilla reformista ocupando el territorio;
y por el otro, el Ejército Nacional tras la excusa de lucha contra la insurgencia militariza la
vida de los indígenas. “..Sabemos muy bien que la guerra en el país obedece a intereses
políticos y económicos, y es así que el desplazamiento forzado ha beneficiado a los
“grandes señores de la guerra” que se han adueñado de nuestras tierras. El gobierno
nacional ha utilizado la estrategia de guerra contra la droga para militarizar los territorios,
fumigar los cultivos, criminalizar a los dirigentes y desatar persecución contra los procesos
organizativos de la comunidad”.
La violencia y las acciones de las fuerzas militares, se han ensañado contra los indígenas
Embera-katío y Chami que habitan en este territorio, límites entre Chocó y Risaralda, cuya
situación es crítica y se agrava cada día con hechos lamentables y prevenibles, como este.
Pero no es sólo hoy que ha sido vulnerada la vida, la integridad, la cultura y la autonomía
de este pueblo, sus derechos han sido violados sistemáticamente, a través de la historia
desde cuando llegaron los “conquistadores” europeos y quisieron despojarlos de sus
principios identitarios y de su territorio, luego fueron abocados a una horrible casería por
parte de “poderosos” patrones que les esclavizaron en socavones mineros.
Luego vino el auge colonizador y los terratenientes sometieron a sangre y fuego a los
Embera para quedarse son su territorio. La historia transcurría y la pervivencia indígena se
consolidaba pese a las adversidades. No obstante, vino la época de la violencia donde los
indios pusieron su cuota de sangre, a ello lo sucedió el boom del oro que además de
someterlos nuevamente los puso a pelear entre ellos y pronto causó enemistad entre mismas
familias lo cual produjo un nuevo aniquilamiento colectivo, especialmente en el Alto
Andágueda. Como si eso fuera poco vino el desarrollo del conflicto armado y las
comunidades rurales, entre ellos los indígenas, quedaron expuestos al mejor postor, muchos
murieron y otros quedaron en medio de las guerrillas, el ejército y los paramilitares.
Además de la crisis humanitaria, los megaproyectos aportaron al despojo territorial al que
han sido sometidos; y hoy cuando los indígenas procuran conciliar su trágica historia
suceden hechos como este que amenazan nuevamente su pervivencia. La historia evidencia
ORGANIZACIÓN NACIONAL INDÍGENA DE COLOMBIA-ONIC Consejería de Derechos de los Pueblos Indígenas, Humanos, DIH y Paz
que la violación de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas es sistemática,
y ello lo reafirman algunos hechos ocurridos durante este año y que presentamos a
continuación:
Junio 22 de 2012, Cinco comunidades indígenas del Resguardo Unificado del Río
San Juan se desplazaron al corregimiento de Santa Cecilia a causa de combates
entre la Guerrilla de las FARC y el Ejército en las veredas Waisur y Arenal.
Junio 10 de 2012, El día 10 de Junio del presente año siendo las 8:15 de la noche
fue asesinado el señor CARLOS DARIO ARCE BERNAZA y quedaron dos
heridas las señoras GILMA ARCE BERNAZA y YOLANDA CORTEZ ARCE
en la comunidad de Puerto de Oro en el municipio de Mistrató (Risaralda) dentro
del Resguardo Unificado Embera Chamí, por un encapuchado.
Junio 2 de 2012, en las horas de la mañana, se presentaron las capturas por parte
del Gaula-Risaralda de los líderes y comuneros, DANIAL WUASORNA
AIZAMA, JUAN ANTONIO SIAGAMA ARCE, FERNAIN SIAGAMA,
líderes de las comunidades indígenas del municipio de Pueblo Rico, JOSE ABEL
WUASORNA, líder indígena del municipio de Mistrató, ORLANDO
QUERAGAMA ARCILA Autoridad del Consejo Regional Indígena Risaralda-
Crir. Además, se tiene información de 10 indígenas de los municipios de Mistrató y
Pueblo Rico, con órdenes de captura por parte de La Fiscalía.
Mayo 24 de 2012, se desplazan 437 indígenas Embera-Chami y Katio al
corregimiento de Santa Cecilia (Risaralda) a causa de combates entre el Ejército y el
frente Aurelio Rodríguez de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC). Ante este hecho, la Organización hace un llamado para denunciar; la
invisibilización por parte del Ejército de los enfrentamientos y hostigamientos en
esta zona; y las afectaciones contra la población civil, además de la ausencia de un
presupuesto por parte de la Alcaldía Municipal de Pueblo Rico para brindar ayuda
humanitaria a la población desplazada.
Por esta razón, como Autoridad Nacional de Gobierno Indígena (ONIC), reiteramos las
solicitudes hechas por el Consejo Regional Indígena de Risaralda-Crir para la creación
de un espacio interinstitucional que permita implementar inmediatamente los
mecanismos para la protección de los derechos de los pueblos indígenas solicitados
en el Auto 004 de 2009, ejecución del “Programa de Garantías y Plan de Salvaguarda
de la Nación Embera”
AUTORIDAD NACIONAL DE GOBIERNO INDÍGENA (ONIC