Pero, ¿acaso Dios no reina también fuera del cielo? ¿No es Dios el Soberano de todo el Universo? ¿Qué papel juega el ser humano en este reino? ¿Necesitamos morir físicamente para tener acceso al Reino de los Cielos? ¿Dónde está este Reino? Dejemos que la misma Biblia nos resuelva este misterio.

¿Qué Dice la Biblia Sobre el Reino de

los Cielos? Todo Rey gobernante tiene un reino sobre el cual ejerce su dominio. El reino de los cielos parece inmediatamente sugerirnos aquel lugar llamado Cielos donde Dios reina.

Durante los 400 años entre el Antiguo y Nuevo Testamento, el pueblo judío desarrolló un temor de usar el nombre de Dios. A ellos no les gustaba pronunciar el nombre de Dios (Iahveh o Jehová), por considerarlo un nombre muy santo. En este periodo los judíos reemplazaron el nombre de Dios con otras palabras, y la palabra “cielo” se volvió un sustituto común.

En el Nuevo Testamento podemos ver este principio. Jesús dijo:

“Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquél que está sentado sobre él.”

Mateo 23:22 Jesús nos explica que jurar por el cielo es

también jurar por Dios mismo. Así pues “cielo” es empleado como sinónimo de

“Dios”.

Un ejemplo de esta sustitución es cuando el hijo pródigo dijo: “Me levantaré, é iré á mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”. Lucas 15:18

Esto nos ayuda a entender que cuando los escritores del Nuevo Testamento hablan del Reino de los Cielos, ellos realmente se están refiriendo al Reino de Dios. Los judíos de la época entendían perfectamente este principio.

Él estaba diciendo que había pecado contra Dios y sin embargo uso la palabra “cielo” como sinónimo.

La definición de la Real Academia Española para la palabra reino es: “Territorio con sus habitantes sujetos a un rey.” Podemos decir que un reino es el espacio donde un rey tiene jurisdicción.

Este versículo nos revela que el reino de los hombres está bajo la jurisdicción de Dios; Su voluntad es eficaz en toda la

tierra. Si Dios tiene dominio sobre la tierra, ¿Podríamos considerar que el Reino de los Cielos está aquí presente?

Tomando estos significados, podemos definir el Reino de Dios o el Reino de los Cielos como: “Un reino espiritual establecido por el poder de la gracia divina, donde Dios gobierna.”

En Dios le dijo a Nabucodonosor:

“… y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.” Daniel 4:25

Jesús manifestó que existen misterios a cerca del Reino de los Cielos, pero Él aseguró que podemos descubrirlos.

“Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios* del reino de los cielos; mas a ellos no es concedido.” Mateo 13:11

*Misterio es todo aquello que no puede entenderse sin la asistencia del Espíritu Santo.

En el Sermón del Monte, Jesús nos dijo:

“Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.” Mateo 5:3 Jesús usa el verbo “ser” en tiempo presente, refiriéndose a que el reino de los cielos está presente. Jesús vuelve a decir lo mismo en Mateo:

“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos“. Mateo 5:10 La palabra “es” se entiende “aquí y ahora”. Jesús no dijo: “porque de ellos será el reino de los cielos”.

¿Dónde está el Reino de los cielos? En Lucas 17, Jesús aclara un misterio del Reino de Dios:

“Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.” (Énfasis añadido)

Lucas 17:20-21 También Pablo hizo referencia al Reino de los Cielos utilizando la expresión “lugares celestiales”. Él dijo:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Efesios 1:3

Nótese que el verbo “bendijo” está en tiempo pasado, haciendo referencia a las bendiciones que recibieron Pablo y los cristianos en la tierra.

Cuando en el Nuevo Testamento se usa: “El Reino de Dios”, “el Reino de los Cielos” y “los lugares celestiales”, no siempre se está refiriendo al lugar llamado “cielo”. Estas expresiones como ya vimos hablan de la esfera del dominio de Dios aquí en la tierra.

En Efesios Pablo nos dice, Pablo también aquí usa el tiempo pasado para referirse a los lugares celestiales.

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.”

Efesios 2:4-6

A pesar de que no estamos en el cielo todavía ya podemos estar en los lugares celestiales.

¿Si el Reino de Dios está presente en la tierra, somos todos (creyentes e incrédulos) parte de su Reino?

La primera condición que Jesús manifestó es entrar (aquí y ahora) en el Reino de los Cielos:

“Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.”

Mateo 23:13

Jesús también aclaró cómo entrar:

“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

Juan 3:5 “Nacer del Espíritu” claramente se refiriere a la salvación. Jesús indicó los 2 requisitos para entrar en el Reino de Dios: arrepentirnos de nuestros pecados y creer en Él:

“diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.”

Marcos 1:15Jesús nos deja clara esta verdad al decirle a Nicodemo:

“…De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Juan 3:3

Por lo tanto “Entrar en el reino de los cielos” es una alusión a ser salvado.

Cualquiera a quien Dios salva, entra en el Reino de Dios, queda bajo la jurisdicción de Dios, y deja de ser hijo de Satanás. A los creyentes Jesús les regaló la preciosa promesa:

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”

Juan 1:12

Pero a los Fariseos Jesús les dijo:

“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. ….” Juan 8:44

El lugar llamado “cielo” es una comunidad de santidad y de compañerismo con Dios. Será un lugar de gozo, paz y amor. Lo maravilloso es que podemos experimentar parcialmente eso mismo ahora y disfrutar lo que algún día viviremos en la eternidad pues tenemos una vida en Dios y gozamos de Su gracia. Aunque no vivamos en el cielo, sí vivimos en los lugares celestiales y nos debemos preocupar por las cosas celestiales. Por eso dice Pablo:

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.” Filipenses 3:20

Si el Reino de Dios está presente en la tierra, ¿Dios también lo está? ¡Pablo predicó que Dios sí estaba cerca, más cerca de lo que nos imaginamos!

Debemos dejar de pensar que Dios está en un lugar muy lejos de nosotros, más allá de la luna y las estrellas. Dios está presente y gobierna en su Reino, el Reino de los Cielos, y Dios nos concede el privilegio de ser nuevas criaturas y participar de su dominio.

“Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.” Hechos 17:27-28

¡Pablo afirma que Dios no solo está cerca de los creyentes, sino que ellos viven en Dios y se mueven en Él!

Nuestra comisión es cumplir con lo que Jesús dijo:

”Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.”

De esta forma más personas podrán empezar a gozar del reino de los cielos aquí en la tierra.