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Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav) bajo deficiencias y diferentes
niveles de nitrógeno, fósforo y potasio
Claudia Helena Ramírez Soler
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Agrarias
Bogotá D.C., Colombia
2017
Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav.) bajo deficiencias y diferentes
niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Claudia Helena Ramírez Soler
Tesis de grado presentado como requisito parcial para optar al título de:
Magister en Ciencias Agrarias con Énfasis en Fisiología de Cultivos
Director (a):
Ph.D., Stanislav Magnitskiy
Codirector (a):
Ph.D., Bióloga, Luz Marina Melgarejo
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Agrarias, Departamento de Agronomía
Bogotá D.C., Colombia
Mayo, 2017
A mi Padre Celestial, al amor de mi vida mi padre Carlos Alberto Ramírez Ramírez
(Q.E.P.D) y a la mujer que más amo y admiro a mi madre Gloria Marcela Soler Sosa, por
su inconmensurable amor y dedicación.
Jehová es mi pastor; nada me faltará. En
lugares de delicados pastos me hará
descansar; junto a aguas de reposo me
pastoreará.
Confortará mi alma; me guiará por sendas de
justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán
aliento.
Salmo 23
Resumen y Abstract VII
Agradecimientos
Agradezco infinitamente a mi Padre Celestial por siempre bendecirme con mi familia, mi
padre Carlos Alberto Ramírez Ramírez (Q.E.P.D), mi madre Gloria Marcela Soler Sosa,
mis hermanas Angie Cruz Soler, Laura Ramírez, a mis primos Juan Carlos Soler y Johan
Juez Soler, y a Fabio Martínez Maldonado infinitas gracias por su amor, dedicación, guía
y apoyo incondicional. Doy gracias al Padre Celestial por la posibilidad de seguir creciendo
académica y profesionalmente.
Agradezco a la Universidad Nacional de Colombia como alma mater para mí, por
permitirme realizar estudios de maestría y crecer en el aspecto personal, académico,
profesional y espiritual.
A Colciencias por la financiación a través de la Red Nacional para la bioprospección de
frutos tropicales; contrato 459/2013.
Agradezco a mis maestros, mi director el Doctor Stanislav por su constante apoyo,
enseñanza y orientación, a mi codirectora la Dra Luz Marina Melgarejo por su orientación,
confianza, enseñanzas, dedicación, consejos y apoyo.
De mismo modo agradezco a las personas del laboratorio de fisiología vegetal del
departamento de Biología, a mi amiga Luisa Fernanda Quiroga, a mis compañeros Sara
María Cruz, Mildred Mayorga, Nicholay Díaz, Oscar Archila, Fernando Jiménez y Natalia
Flechas, muchas gracias por su tiempo, consejos, compañerismo y paciencia. A los
profesores del departamento de biología, Fagua Alvarez por el apoyo en la descripción de
anatomía.
VIII Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav) bajo
deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
A la profesora Sandra Esperanza Melo por su valiosa asesoría en estadística para el
análisis de los resultados obtenidos. Al profesor Manuel Iván Gómez de INGEPLANT por
su asesoría y materiales brindados.
La presente tesis hace parte del proyecto de Colciencias “Ecofisiología, nutrición mineral
y manejo integrado de plagas y enfermedades en aguacate, curuba, gulupa y tomate de
árbol orientados hacia su manejo agronómico, como materia prima para el desarrollo de
productos de interés comercial”, de la Red Nacional para la bioprospección de frutos
tropicales, financiado por el Departamento Administrativo de Ciencias, Tecnología e
Innovación - COLCIENCIAS, y ejecutado por la Universidad Nacional de Colombia.
Código: 110154332012; contrato 459/2013. Se agradece también al Departamento de
Biología y la Facultad de Ciencias Agrarias como centros de mi educación integral.
IX
Resumen
Los macroelementos son necesarios para las plantas cultivadas y presentan funciones
fisiológicas importantes para el crecimiento y desarrollo; sin embargo, se desconoce la
respuesta del cultivo de tomate de árbol a deficiencias de macroelementos primarios. En
el presente trabajo se evaluó el efecto de deficiencias de nitrógeno, fósforo y potasio sobre
el crecimiento, la anatomía y fisiología de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum)
en estado vegetativo. Para esto se establecieron dos fases de análisis; en la primera fase
se evaluó, el efecto de la deficiencia absoluta (0%) de -N, -P y -K, sobre el crecimiento, el
comportamiento fotosintético, el daño oxidativo (peroxidación de lípidos), la acumulación
de osmolitos compatibles, la anatomía foliar y finalmente la expresión de síntomas de
plantas establecidas en arena cuarcita. En la segunda fase se evaluó, en plantas
establecidas en suelo, el cambio en las variables de crecimiento, fisiológicas y la
sintomatología externa bajo diferentes niveles de -N, -P y -K que incluyeron la adición del
100% de dosis comercial, un nivel bajo (10% de la aplicación comercial), un nivel alto
(200% de la dosis comercial, y ninguna aplicación de nutrientes (solo suelo). Los
resultados de la primera fase mostraron que en plantas deficientes de N y K hay un
detrimento en el crecimiento (acumulación de biomasa) y en los parámetros de intercambio
gaseoso, observados como incrementos en la resistencia estomática (RS) y reducciones
en el punto de compensación lumínica (Ic), la tasa máxima fotosintética (Amax), la eficiencia
cuántica potencial del fotosistema II (Fv/Fm), la transpiración (E) y el contenido de
pigmentos (Chl a, Chl b, Chl total y Carotenoides). Adicionalmente la deficiencia de N,
ocasionó aumento en la concentración de azúcares totales, y junto con el déficit de K
ocasionaron cambios a nivel anatómico. Para esta fase la deficiencia de P no afectó los
parámetros evaluados. En la segunda faseI, se observó que la no aplicación de nutrientes
(control suelo), Bajo N y Bajo K disminuyeron la Fv/Fm, E, el contenido de clorofila total y
las tasas e índices de crecimiento. El tratamiento con Alto K, presentó los mayores valores
en parámetros de crecimiento y tasas de crecimiento. Por último, al suministrar niveles
bajos de P en la planta de tomate de árbol no se afectó ningún parámetro fisiológico, lo
que coincide con lo reportado en la primera fase.
Palabras clave: Sintomatología visual externa, anatomía foliar, curvas de luz, eficiencia
cuántica potencial del fotosistema II (Fv/Fm), intercambio gaseoso, resistencia estomática,
azúcares totales y tasas e índices de crecimiento.
X Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav) bajo
deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Abstract
Macronutrients are necessary for cultivated plants and present physiological functions
important for growth and development. However, the response of the tomato tree (Solanum
betaceum) crop to deficiencies of primary macronutrients is unknown. In the present work,
the effect of nitrogen, phosphorus, and potassium deficiencies on the growth and the
anatomic and physiological response of tomato tree plants was evaluated in vegetative
growth phase. For this, two phases of the experiment were established evaluating, in the
first phase, the effect of the absolute (0%) deficiency of N, P and K on the growth,
photosynthetic, oxidative cell damage (lipid peroxidation), accumulation of compatible
osmolytes, foliar anatomy, and the expression of plant symptoms in quartzite sand. In the
second phase, the change in growth, physiological and external symptomatology variables
under different levels of N, P, and K were evaluated in plants established in soil, which
included the addition of 100% commercial fertilizer dose, a low level (10% of the
commercial application), a high level (200% of the commercial dose) and a treatment with
no application of nutrients (soil only). The results of the first phase showed that, in plants
deficient in N and K, there was a detriment in growth (biomass accumulation) and in
photosynthetic parameters, observed as increases in stomatal resistance and reductions
in the light compensation point, the maximum photosynthetic rate, the quantum efficiency
of the photosystem II (Fv/Fm), the transpiration (E), and the contents de pigments
(chlorophyll a, chlorophyll b, total chlorophyll, and carotenoids). In addition, N deficiency
caused an increase in the total sugars concentration and, together with the K deficiency,
caused changes at the anatomical level. For this phase, the P deficiency did not affect the
evaluated parameters. In phase 2 of the experiment, it was observed that the non-
application of nutrients (soil control), low N and low K decreased Fv/Fm, E, total chlorophyll
content, and growth rates and indexes. The treatment with high K presented the highest
values in parameters of growth and growth rates. Supplying low levels of P to the tree
tomato plant did not affect any physiological parameter, which coincides with that reported
in phase 1.
Keywords: External visual symptomatology, foliar anatomy, light curves, potential
quantum efficiency of photosystem II (Fv / Fm), stomatal resistance, total sugars and index
and growth rates.
XI
Contenido
Pág.
Resumen………………………………………………………………………………………... VIII Lista de figuras………………………………………………………………………………. XIII Lista de tablas………………………………………………………………………………... XVI Introducción…………………………………………………………………………………. 20 1. Capítulo 1 Efecto de las deficiencias de nitrógeno (N),fósforo (P) y potasio (K) sobre parámetros de intercambio gaseoso, fotosíntesis, bioquímicos, crecimiento y sintomatología interna y externa en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo……………………………………………………………………………………….
27
1.1 Estado del arte…………………………………………………………………………. 27 1.2 Métodos………………………………………………………………………………….. 30 1.2.1 Parámetros Fisiológicos………………………………………………………….. 32 1.2.2 Determinaciones bioquímicas…………………………………………………… 32 1.2.3 Parámetros de crecimiento 34
1.2.4 Sintomatología externa visual y cambios a nivel anatómico por déficit de ……….elementos minerales…………………………………………………………………
35
1.3 Análisis estadístico…………………………………………………………………….. 36 1.4 Resultados y discusión……………………………………………………………... 38
1.4.1 Parámetros fisiológicos……………………………………………………………. Curva de luz inicial…………………………………………………………………. Transpiración, resistencia estomática y fluorescencia de la clorofila a……….. Curva fina de respuesta a la luz.…………………………………………………… Contenido de pigmentos……………………………………………………………
38 38 38 40 43
Determinaciones bioquímicas…………………………………………………….. Contenido de prolina de hojas……………………………………………………... Malondialdehido (MDA)……………………………………………………………. Contenido de azúcares totales…………………………………………………….. Contenido de azúcares reductores…………………………………………………
44 44 45 46 47
1.4.3 Parámetros de crecimiento………………………………………………………... 47 1.4.4 Sintomatología por deficiencia de macroelementos -N, -P y -K…………………. ……………..Cambios anatómicos por déficit de nitrógeno (N), fósforo (P) y ……………..potasio (K)………………………………………………………………………...
Sintomatología externa visual por déficit de -N, -P y -K………………………..
51 54
Análisis foliar (medición adicional a los 135 DDT) …………………………… 58 2. Capítulo 2. Efecto de los niveles de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) sobre los parámetros fisiológicos, crecimiento y sintomatología externa visual en
XII Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav)
bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio
plantas de tomate de árbol en estado vegetativo, sembradas en suelo……………………………………………………………………………………………..
59
2.1 Estado del arte…………………………………………………………………………. 2.2 Métodos………………………………………………………………………………….
59 62
2.2.1 Parámetros fisiológicos…………………………………………………………... 2.2.2 Parámetros de crecimiento……………………………………………………….
2.2.3 Sintomatología externa visual por diferentes niveles de …………….macroelementos minerales………………………………………………………
64 65 65
2.3 Análisis estadístico…………………………………………………………………... 65 2.4 Resultados y discusión……………………………………………………………...
2.4.1 Parámetros fisiológicos………………………………………………………… 2.4.2 Parámetros de crecimiento……………………………………………………
2.4.3 Sintomatología externa visual diferentes niveles de -N, -P y -K en ………………plantas de tomate de árbol en estado vegetativo…………………………...
67 67 69 74
3. Conclusiones y recomendaciones………………………………………………… ………….3.1 Conclusiones…………………………………………………………………. 3.2 Recomendaciones……………………………………………………………...
Productos…..……………………………………………………………………
79 79 80 81
A. Anexo 1: curva de luz inicial antes de someter las plantas de tomate de árbol a tratamientos de deficiencia de nutrientes…………..…………………………………………………………………
83
B. Anexo 2: Análisis de suelo fase II………………………………………………..
C. Anexo 3: Análisis de tejidos fase I (deficiencias)……….…………………...…
D. Anexo 4. Análisis de agua…………….…………………………………………….
84 85
Bibliografía…………………………………………………………………………………….
85 86
XIII
Lista de figuras
Pág.
Figura 1-1: Muestreo para la determinación de cambios anatómicos bajo deficiencias de
N, P K .a) cortes transversal en hojas de tomate de árbol; b) cortes transversal en
tallo……………………………………………………………………………………………....36
Figura 1-2 Parámetros fisiológicos en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
Completo (C); Deficiencias de Nitrógeno (-N); Fósforo (-P) o Potasio (-K).a) Tasa de
transpiración (E); b) resistencia estomatica (R.S) y c) Rendimiento cuántico máximo
potencial del fotosistema II (Fv/Fm). Barras representaron el error estándar (n=4 plantas
por cada tratamiento). Diferencias estadísticamente significativas del nivel 0.05 están
indicadas por * Tests de
Tukey…………………………………………………………………………………………..…39
Figura 1-3 Curvas de saturación lumínica de la fotosíntesis en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo (A vs PPFD). a) Control (R2= 0,94); b) Sin nitrógeno -N (R2= =0.83); c) Sin fósforo -P (R2 =0,99);d) Sin potasio -K (R2 =0,99). En la parte inferior de cada gráfica se encuentra la ecuación resultante del ajuste a un modelo de Mitscherlich (n=3 plantas por cada tratamiento)……………………………………………………………………………………....40
Figura 1-4 Contenido de prolina en hojas de plantas de tomate de árbol en estado
vegetativo. Completo (Control); deficiencia de nitrógeno (-N); deficiencia de fósforo (-P) y
deficiencia de potasio (-K). Barras representan el error estándar para cada tratamiento. Las
diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de 0,05 (n=3 plantas
por tratamiento)…………………….............................................................………45
Figura 1-5 Contenido de malondialdehido (MDA), en hojas de plantas de tomate de árbol
en estado vegetativo. Completo (Control); deficiencia de nitrógeno (-N); deficiencia de
fósforo (-P) y deficiencia de potasio (-K). Barras representaron el error estándar para cada
tratamiento. Las diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de
0,05 (n=3 plantas por
tratamiento)………………………………………………………………………………………46
XI
V
Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav)
bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio
Figura 1-6 . a) Contenido de azúcares totales y b) contenido de azúcares reductores, en
plantas de tomate de árbol en estado vegetativo. Completo (Control); deficiencia de
nitrógeno (-N); deficiencia de fósforo (-P) y deficiencia de potasio (-K). Barras
representaron el error estándar para cada tratamiento. Las diferencias significativas se
realizaron con la prueba Tukey con un alfa de 0,05 (n=3 plantas por
tratamiento)………………………………………………………………...… ……………….47
Figura 1-7 Tasas e índices de crecimiento en plantas de tomate de árbol bajo deficiencia
de nitrógeno (-N), fósforo (-P), potasio (-K) y Control (sin deficiencias). a) Índice de área
foliar (IAF); b) Duración de área foliar (DAF); c) Tasa de asimilación neta (TAN); d) Tasa
de crecimiento absoluto (TCA) y Tasa de crecimiento del cultivo (TCC). (n=4 plantas por
tratamiento).…………………………………………………………………………………… 50
Figura 1-8 Cortes histológicos en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo
sometidos a deficiencias de macroelementos a los 135 DDT. En el panel de la izquierda
se observan cortes transversales de hoja (4X), panel central se observa el corte trasversal
de hoja (10X) y en el panel derecho se observa el corte transversal de tallo (4X). a) Control;
b) deficiencia de nitrógeno (-N), c) deficiencia de fósforo (-P); y deficiencia de potasio (-
K)………………………………………… …………………………..52
Figura 1-9 Efecto de las deficiencias de Nitrógeno (-N) en plantas de tomate de árbol (S.
betaceum) a los 60, 90, 120 y 150
DDT…………………………………………………..…..………………………………………55
Figura 1-10 Efecto de las deficiencias de Fósforo (-P) en plantas de tomate de árbol (S. betaceum) durante: 60, 90, 120 y 150 DDT)………………………………………………….56
Figura 1-11 Efecto de las deficiencias de Potasio (-K) en plantas de tomate de árbol (S.
betaceum) a los 60, 90, 120 y 150 DDT………………………………………………………57
Figura 2-1 Parametros fisiolóogicos en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
Control comercial (CC); control sólo suelo (CS); Nitrógeno al 10% (Bajo N); Fósforo al 10%
(Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y
Potasio al 200% (Alto K).a) diferencia de resistencia estomática (R.S); b) Tasa potencial
de transpiración (E); c) Rendimiento cuántico máximo potencial del fotosistema II (Fv/Fm)
y d) Clorofila total (µg/cm2). Barras representaron el error estándar para cada tratamiento
(n=3 plantas por cada tratamiento). Las comparaciones importantes del nivel 0.05 están
indicadas por * Tests t de Tukey…………………………………………….…68
Figura 2-2 Parámetros de crecimiento en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
Control comercial (CC); control solo suelo (CS); Nitrógeno al 10% (Bajo N); Fósforo al 10%
(Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y
Potasio al 200% (Alto K).a-b) índice de área foliar (IAF); c-d) Tasa de crecimiento absoluto
(TAC); e-f) Tasa relativa de crecimiento (TRC) g-h) Tasa de crecimiento del cultivo (TCC);
XV
i-j ) Tasa de asimilación neta (TAN). (n=3 plantas por tratamiento).
..…………………………………………………………………………….……73
Figura 2-3 Sintomatología de niveles de -N, -P y -K en plantas de tomate de árbol en
estado vegetativo. Control comercial (CC); control suelo (CS); Nitrógeno al 10% (Bajo N);
Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al
200% (Alto P) y Potasio al 200% (Alto K)……
……………………………………………………………………………...……………...………..……..76
X
VI
Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav)
bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio
Lista de tablas
Pág.
Tabla 1-1: Fase I: Concentración de elementos minerales (mg L-1) modificadas con
base en soluciones madre (Hoagland y Arnon 1950) y en los requerimientos nutricionales
reportados para la especie (Fischer, 2012).. ................................................................... 31
Tabla 1-2 Fórmulas y unidades para Índices de crecimiento en Vegetales (Gardner et al.,
1990)………………………………………………………………………………………………35
Tabla 1-3 Parámetros obtenidos a través de Curva A vs PPFD realizada en plantas de
tomate de árbol en estado vegetativo a los 135 DDT. Control (completo), - N (deficiencia
de nitrógeno), -P (deficiencia de fósforo) y -K (deficiencia de potasio). Se realizaron
medíante el ajuste de modelos Mitscherlich. P ó A máx.= Fotosíntesis a saturación por luz
ó fotosíntesis máxima, Ic=punto de compensación lumínico. n=3 plantas por
tratamiento)…………………………………… …………...…………...…………...…………..41
Tabla 1-4 Contenido de pigmentos en hojas de plantas de tomate de árbol en estado
vegetativo. C (completo sin deficiencias), - N (deficiencia de nitrógeno), -P(deficiencia de
fósforo) y -K (deficiencia de potasio).Chl a: clorofila a; Chl b: clorofila b; Chl total: clorofila
total y Carotenoides. Promedios ± error estándar (n=3 por tratamiento). *** indican
diferencias estadísticas significativas con un valor P<0.05 (Tukey)…
…………………………………………………………………………………………….............44
Tabla 1-5 Efecto de la deficiencia de nitrógeno (– N), fósforo (-P) o potasio (-K), en los
parámetros de crecimiento a los 135 DDT (días después de trasplante). Promedios ± error
estándar. Las diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de
0,05 (n=4 plantas por
tratamiento)………………………………………………………………………………….……48
Tabla 1-6 Características morfológicas de hojas de S. Betaceum en los distintos
tratamientos. Control= control (sin deficiencia de nutrientes), -N= deficiencia de nitrógeno,
XVII
-P= deficiencia de fósforo y -K: deficiencia de potasio. Promedios ± error estándar (n=4 por
tratamiento). Las diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa
de 0,05 (n=3 plantas)….…..….…..….…..….…..….…..….…..….…..….…..….………54
Tabla 2-1 Aplicación de elementos (g/planta) con fertilizantes comerciales ajustada con
base en requerimientos de la especie Fischer (2012) y el análisis de
suelo……………………………………………………………………………………………..63
Tabla 2-2 Tratamientos de niveles de elementos -N, -P y -K (g/planta) a los 15 DDT con
fertilizantes comerciales y dosificación ajustada con base en requerimientos de la especie
Fischer (2012) y el análisis de suelo. CS: control suelo; CC: control comercial; Nitrógeno
al 10% (Bajo N); Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200%
(Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y Potasio al 200% (Alto
K)………………………………………………………….……………………………………….64
Tabla 2-3 Efecto de diferentes niveles de -N, -P y -K en los parámetros de crecimiento a
los 135 DDT (días después de trasplante). Control comercial (CC); control solo suelo (CS);
Nitrógeno al 10% (Bajo N); Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno
al 200% (Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y Potasio al 200% (Alto K).Promedios ± error
estándar. Las diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de
0,05 (n=3 plantas por
tratamiento)……………………………………………………………………………..……….70
19
Lista de Símbolos y abreviaturas
Símbolos con letras latinas Símbolo Término Unidad SI
Amax
Tasa fotosintética máxima hallada a través de curvas de respuesta fotosintética a la luz
E Tasa transpiratoria RS Diferencia de resistencia estomática Fv/Fm=
Máxima eficiencia cuántica potencial del fotosistema II
Ic Punto de compensación por luz PAR Radiación fotosintéticamente activa PSII= Fotosistema II PPFD Densidad de flujo fotónico
PPFDmax Radiación a la cual se obtiene la fotosíntesis máxima en la curva A/PPFD
ɸPPFD Rendimiento cuántico hallado a través de curvas de respuesta fotosintética
Abreviaturas Abreviatura Término
-N Nitrógeno
-P fósforo
-K Potasio MDA Malondialdehido
20 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Introducción
Los elementos esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas se clasifican en
macroelementos (C, H, O, N, P, K, Ca, Mg y S) los cuales son requeridos en altas
cantidades y aquellos requeridos en bajas concentraciones son los microelementos (Fe,
Mn, Cu, Zn, Mo, B, Cl y Ni) (Mengel et al., 2001). Cada elemento cumple una función en la
planta, de tipo fisiológica, bioquímica y/o estructural (Taiz y Zeiger, 2002).
El nitrógeno es uno de los elementos más importantes para el crecimiento y desarrollo de
las plantas, influyendo en la producción de hojas, tallos y frutos (Ahmed et al., 2014;
Vijayalakshmi et al., 2015). Las fuentes tienen la desventaja de presentar lixiviación de
nitratos en el suelo y problemas de contaminación en la capa de ozono (Hakeem et al.,
2012; Vijayalakshmi et al., 2015). El aumento del uso de fertilizantes nitrogenados produce
el ciclo global del N, el agotamiento de la capa de ozono y también causa problemas de
lixiviación de nitratos del suelo (Vijayalakshmi et al., 2015). Por otro lado, el Nitrógeno,
cobra importancia debido a que es constituyente de hormonas, ácidos nucleicos y
proteínas (Salisbury y Ross, 1994; Baloch et al., 2014).
En casos severos de deficiencia de N, las hojas se tornan cloróticas y caen, disminuyendo
la capacidad de fotosíntesis de la planta, la fuente de carbohidratos para procesos
metabólicos y el rendimiento. Numerosos estudios han investigado los efectos sobre la
respuesta fisiológica de las plantas bajo deficiencia de N, los cuales indican que la falta de
este nutriente afecta la fotoquímica del PSII, la síntesis de clorofila y la biosíntesis y
funcionamiento de enzimas involucradas en el proceso fotosintético (Abadía, 1992; Ciompi
et al., 1996; D’Hooghe et al., 2013; Kalaji et al., 2014). Adicionalmente, los efectos sobre
21
las estructuras fotosintéticas causan una baja demanda de vertederos en condiciones de
deficiencia de nitrógeno (Kalaji et al., 2014). La baja asimilación de CO2 bajo condiciones
de deficiencia genera exceso de energía de excitación que principalmente conduce a una
sobre reducción de la cadena transportadora de electrones (Evans y Terashima, 1987).
Para sostener la alta eficiencia de la conversión de la energía fotosintética, las estructuras
fotoquímicas ubicadas en el cloroplasto se ajustan para que el transporte de electrones y
protones asociados con la producción de NADPH y ATP puedan estar en equilibrio con la
disminución de la necesidad de energía destinada para la asimilación de carbono (Lu et
al., 2001).
En plantas de olivo bajo déficit de nitrógeno Remans et al. (2006) reportaron una reducción
significativa de los contenidos de nitrógeno y clorofila a en la hoja, junto con una reducción
significativa en su capacidad fotosintética y un incremento de carbohidratos, especialmente
almidón, manitol, sacarosa y glucosa, como consecuencia de la reducción del crecimiento
de los órganos vertedero como tallos y área foliar.
A nivel celular las respuestas a la deficiencia incluyen la removilización de N almacenado
a partir de compuestos nitrogenados como proteínas y/o nucleótidos, la reducción de la
expresión y síntesis de la maquinaria fotosintética, la alteración del metabolismo del
carbono y finalmente el incremento de la producción de antocianinas (Kant et al., 2010).
Además se ha reportado el incremento de transportadores de N de alta afinidad
dependiendo del transportador que esté activo en respuesta a los niveles ambientales o
celulares de N (Forde, 1999).
El potasio es crucial para el crecimiento de la planta, desarrollo, defensa, señalización,
procesos de transporte (Demidchick, 2014), mejora la absorción de agua y nutrientes,
participa en la síntesis de celulosa y se involucra en la resistencia inducida ante ataque de
patógenos (Lawrence et al., 2007). Es clave en una variedad de procesos fisiológicos que
involucran crecimiento y desarrollo y, por lo tanto, se encuentra en altas concentraciones
en tejidos reproductivos y de formación (Davis, 2012). Ha sido implicado en cerca de 60
reacciones enzimáticas, las cuales están implicadas en muchos procesos en la planta,
tales como fotosíntesis, respiración, metabolismo de carbohidratos, translocación y
22 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
síntesis de proteínas (Dong et al., 2010). También desempeña un importante rol en el
mantenimiento del potencial osmótico y absorción de agua (Hawkesford et al., 2012). Este
elemento, es esencial para el transporte de H+ a través de las membranas de los tilacoides
(Shingles, 1994). También es importante para el establecimiento del gradiente de pH
transmembranal, necesario para la síntesis de ATP (fotofosforilación) (Hawkesford et al.,
2012; Zörb et al., 2013).
Numerosos experimentos, tanto en cultivos hidropónicos como en materas con sustrato
inerte libre de K+, han demostrado que se afectan negativamente los parámetros
fisiológicos y de crecimiento de las plantas en ausencia de este nutriente (Cakmak, 2005;
Barker y Pilbean, 2007; Wang et al., 2015b; Srinivasarao et al., 2016). La deficiencia de K+
altera la distribución de asimilados en la planta y esto conduce a la generación de cambios
en las concentraciones de metabolitos en los órganos vegetativos (Hawkesford et al.,
2012). La acumulación de azúcares en las hojas maduras es la consecuencia, tanto de la
inhibición del transporte desde estas hojas, como de la baja demanda por los órganos
vertederos, tales como hojas en formación (Gerardeaux et al., 2010) y frutos carnosos
(Kanai et al., 2007a). El efecto sobre la fotosíntesis se da vía su función en la regulación
estomática, que se refleja en un aumento en la resistencia estomática en hojas deficientes
en este nutriente (Zörb et al., 2013). Sin embargo, en hojas deficientes en K se presenta
una mayor concentración de CO2 interno, lo que indica que la disminución fotosintética es
más afectada por la resistencia del mesófilo de la hoja, que la resistencia estomática (Zörb
et al., 2013).
La deficiencia de K+ resulta en una menor carga de sacarosa en el floema, quedándose
en las hojas (Zörb et al., 2013). Es probable que esto suceda como una consecuencia de
la exportación de sacarosa por el proceso de senescencia de las hojas, en lugar de una
limitación de la fotosíntesis (Zörb et al., 2013). Esto se comprueba en los experimentos de
Cakmak et al. (1994) y Hermans et al. (2006), donde no se alteraron las reacciones
fotoquímicas o la tasa de fotosíntesis, como consecuencia de una deficiencia de K+.
Peoples y Kooch (1979) afirmaron que un incremento en la concentración de K+ en la hoja
se correlaciona con un incremento en la asimilación de CO2 y con una disminución en la
23
respiración mitocondrial. Con el estímulo de la luz, se requiere una entrada adicional de K+
desde el citosol, con el objetivo de mantener un pH alto en el estroma, necesario para una
óptima actividad de la RuBP carboxilasa (Hawkesford et al., 2012). Con una disminución
de la concentración de K+ en la hoja, no solo la tasa de fotosíntesis y RuBP carboxilasa
disminuyen, sino también la foto respiración (Hawkesford et al., 2012).
El fósforo (P) es un elemento que interviene en la transferencia de energía, fotosíntesis,
respiración (Marschner, 2012), es constituyente de macromoléculas de ARN y ADN,
moléculas que transfieren energía (ATP y ADP) y participa en procesos de división celular
(Mengel y Kirkby, 2001) y en la síntesis y metabolismo del almidón y azúcares. Este
elemento es un componente de membranas, debido a que forma lecitina y cefalinas, las
cuales tienen parte hidrofílica e hidrofóbica y se encuentran ampliamente distribuidas en
la planta (Duff et al., 1989). Los niveles de fosfato inorgánico Pi en las hojas pueden regular
la fotosíntesis y la partición de carbón. El Pi a nivel foliar determina la tasa fotosintética
debido al desplazamiento de Pi, un antiporter ubicado en la membrana interna de la
envoltura del cloroplasto, facilitando el contra intercambio de Pi, PGA (fosfoglicerol) y
triosas fosfato. Se piensa que la concentración de la hoja Pi influye en la tasa fotosintética,
debido a que el traslocador Pi permite el transporte de triosa fosfato desde el estroma al
citosol medíante un intercambio uno a uno para Pi (Duff et al., 1989; Marschner, 2012).
Este traslocador Pi facilita el transporte de la triosa fosfato desde el estroma hasta el citosol
(Stitt y Quick, 1989). Este Pi debe ser generado en altas cantidades para mantener la
fijación de carbono. Además, la mayoría de este Pi, es generado a partir de la síntesis de
sacarosa a partir de triosa fosfato; es decir, Pi se libera debido a la acción de la FBPasa
(fructose -bisphosphate) citosólica, la sacarosa-P fosfatasa y la pirofosfatasa después de
la formación de UDPG (uridine-diphosphoglucose) (Marschner, 2012).
El P presenta baja movilidad en el suelo y baja disponibilidad para los cultivos,
principalmente en suelos tropicales ácidos derivados de ceniza volcánica (Castro Ardila,
2005). Es uno de los nutrientes que más limitación presenta en los ecosistemas agrícolas
(Obersteiner et al., 2013). El déficit de este nutriente causa un atraso en el crecimiento,
pérdida de turgencia y marchitamiento en las plantas- El exceso puede interferir en la toma
de Mg y Ca causando bajas tasas fotosintéticas (Marschner, 2012). Sin embargo, bajo
24 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
deficiencia de P existen reacciones que conservan el ATP y reciclan el Pi, ayudando a la
planta a sobrevivir bajo este estrés. La baja acumulación de biomasa, se debe a la
disminución de la fotosíntesis (Wissuwa et al., 2005) y a la acumulación de asimilados que
no pueden emplearse para el crecimiento (Fredeen et al., 1989). Plénet et al. (2000)
concluyeron que la reducción del crecimiento del maíz, bajo la deficiencia de P, resultó
antes de la disminución de la fotosíntesis, lo que indica que la limitada disponibilidad de P
genera un efecto directo sobre el crecimiento por medio de la limitación de la fuente.
La nutrición mineral desempeña un rol muy importante en las plantas, debido a que con
una adecuado manejo de la nutrición se aumentan los rendimientos (Marschner, 2012),
hay un menor desarrollo de enfermedades (Lawrence et al., 2007) y se aumenta la calidad
del órgano de interés. Así mismo, los rendimientos de las especies incrementan
linealmente con el suministro de elementos minerales que absorben en el ciclo del cultivo
(Taiz y Zeiger, 2002).
Por otro lado, el tomate de árbol (Solanum betaceum Cav.) conocido también como
tamarillo, se encuentra como un frutal promisorio con alto potencial de exportación en la
industria de bioprospección. Por consiguiente, la oferta de cultivos con alto rendimiento y
calidad de frutos para exportación, requieren soporte tecnológico como estudios de
respuesta ante deficiencias y diferentes niveles de nutrientes durante su crecimiento y
desarrollo.
El tomate de árbol, es una planta que pertenece a la familia Solanaceae, originaria de los
bosques Andinos específicamente del Sur de Bolivia y Norte de Argentina (García- Álzate
et al., 2001). Es una planta perenne que alcanza alrededor de 2 a 3 metros de altura en
estado natural, presenta un tallo semileñoso que se ramifica en la parte de la copa. Posee
frutos tipo baya carnosa, bilocular y ovoide que varían de color según el ecotipo (amarillo
o rojo). Esta fruta presenta altas cantidades de provitamina A y vitamina C, azúcares,
ácidos orgánicos, flavonoides, pectinas, P, Fe y Ca (Torres, 2012). Además, en una
especie considerada como exótica, ocupando el tercer lugar de exportación después de la
uchuva y la granadilla (MADR, 2014). El cultivo de tomate de árbol es catalogado como
uno de los cultivos más importantes en la región Andina de Colombia, debido a su potencia
25
en bioprospección en la industria de alimentos, cosméticos, farmacia y consumo fresco
(Enciso, 2007).
La producción en condiciones de Colombia inicia entre los 12 y 14 meses después de la
siembra. El manejo agronómico del cultivo determina la fase productiva del cultivo (Bernal
et al., 2003). Esta especie se cultiva en climas fríos y templados de los trópicos, en altitudes
entre 1.500 hasta 2.600 msnm, con temperaturas anuales que oscilan entre 15 y 25°C
(García-Álzate et al., 2001; Bernal et al., 2003; Acosta- Quezada et al., 2011;). Los
principales departamentos productores son Antioquia 50,3% (82.390 t), Cundinamarca
20,7% (42.120 t), Tolima 6,7% (10.905 t), Boyacá 4,0% (6.543 t) y Huila 2,6% (4.307 t)
(DANE, 2014). Las exportaciones se dirigen principalmente a los Países Bajos, Francia,
Alemania, Portugal, entre otros, sumando USD 1,4 millones (641.136 kg) (DANE, 2014).
Actualmente, la disminución en las áreas de los cultivos como el caso del tomate de árbol
se debe en parte al inadecuado manejo de la nutrición y fertilizantes. La información sobre
aspectos nutricionales en plantas de tomate de árbol es considerablemente escasa, en
comparación con otras solanáceas como uchuva (Martínez et al., 2008) y tomate
(Barbazán, 1998), para las que existen estudios relacionados con las alteraciones de tipo
fisiológico, anatómico y acumulación de biomasa ocasionadas por el desbalance
nutricional. Entre los elementos de mayor estudio debido al mayor uso y demanda son los
macroelementos nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) (Ahmed et al, 2014); siendo el
tomate de árbol, del mismo modo que otras plantas cultivadas, altamente demandante de
estos macroelementos (Muñoz, 1979).
Es indispensable comprender los efectos de la deficiencia y diferentes niveles de
elementos nutricionales en la respuesta fisiológica, sintomatológica y en el crecimiento de
las especies vegetales de importancia económica en el país. Actualmente, se ha generado
disminución en las áreas de cultivo en Colombia a razón del inadecuado manejo de las
plantaciones y el uso inapropiado de fertilizantes causando mayor presión de
enfermedades, baja calidad del fruto y metabolitos de interés, altos costos de producción
y bajos ingresos al agricultor. En la actualidad se presenta uso inadecuado de fertilizantes
químicos debido al desconocimiento de dosis adecuadas a aplicar y la posterior aparición
de sintomatología visible de desbalance nutricional por exceso o defecto de macro y/o
26 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
micronutrientes que afectan la productividad del cultivo (León et al., 2004). El tomate de
árbol, de mismo modo que otras plantas cultivadas, es demandante de altas cantidades
de macroelementos primarios como -N, -P y -K (Muñoz, 1979). Asimismo, los rendimientos
de las especies incrementan linealmente con el suministro de elementos minerales que
absorben en el ciclo del cultivo (Taiz y Zeiger, 2002).
Dada la importancia económica del cultivo de tomate de árbol y su alto potencial para la
bioprospección (industria farmacéutica, salud, alimentación y cosmética), es necesario
ampliar los estudios de estas plantas en el campo de la nutrición, con el fin de ofrecer a
los mercados plantas vigorosas, con alto rendimiento y alta calidad de metabolitos
secundarios. Por lo anterior el objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de la deficiencia
y diferentes niveles de N, P, K sobre la respuesta fisiológica, crecimiento y la
sintomatología en tomate de árbol (Solanum betaceum) en estado vegetativo bajo
condiciones de invernadero.
27
Capítulo 1. Efecto de las deficiencias de nitrógeno (N),fósforo (P) y potasio (K) sobre los parámetros fisiológicos, crecimiento, cambios anatómicos y sintomatología externa visual en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
El en capítulo 1, se desarrollaron los siguientes objetivos específicos:
Evaluar el efecto de las deficiencias de -N, -P y -K sobre los parámetros de intercambio
gaseoso y fluorescencia de la clorofila en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
Determinar el efecto de las deficiencias -N, -P y -K sobre el crecimiento de plantas de
tomate de árbol.
Caracterizar la sintomatología externa visual y cambios anatómicos foliares causados por
el déficit de -N, -P y -K en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
1.1 Estado del arte
Los elementos nutricionales presentan funciones específicas y de esencialidad en el
metabolismo y desarrollo de las plantas actuando como catalizadores de reacciones
enzimáticas, componentes de moléculas orgánicas (proteínas y ácidos nucleicos) y
osmorreguladores (Barker y Pilbeam, 2006; Marschner, 2012). Las plantas emplean
mecanismos para ajustar su metabolismo por deficiencia de nutrientes minerales,
modificando patrones de distribución de biomasa (Marschner, 2012). Las alteraciones
metabólicas inducidas por deficiencias nutricionales frecuentemente se pueden visibilizar
(Mengel et al., 2001)
Parámetros fisiológicos como el intercambio gaseoso, el contenido de pigmentos, la
acumulación osmolítos compatibles y las variables de crecimiento son algunos de los
parámetros evaluados en plantas sometidas a estrés nutricional. El intercambio gaseoso
subraya el papel de la fotosíntesis como abastecedor de fuerza conductora para el
28 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
metabolismo de órganos demandantes (Foyer, 1994). La fotosíntesis, involucra dos fases;
la primera es la transducción de energía o fase lumínica, que involucra la absorción de luz
que a su vez excita electrones que son destinados a la cadena trasportadora de electrones
en la membrana tilacoidal del cloroplasto, para finalmente producir energía en forma de
ATP y NADPH (poder reductor) (Taiz y Zeiger, 2002). La eficiencia de esta fase se estima
por medio de la propiedad de la fluorescencia de la clorofila a, la cual representa el estado
y la eficiencia del aparato del fotosistema II (PSII). Lo anterior es debido a que cuando la
luz es absorbida por las clorofilas puede tener tres vías: i). Pasar por la cadena
transportadora de electrones para la producción de energía en el proceso fotosintético, ii).
Emisión de energía en forma de longitud de onda larga como fluorescencia y iii). Disipación
de energía en forma de calor por medio del ciclo de las xantofilas. Si una de estas tres vías
aumenta, las otras dos disminuyen, por esta razón al medir la fluorescencia de la clorofila
se puede dilucidar en qué vía se está registrando la mayor participación de la energía
(Maxwell y Johnson, 2000; Baker, 2008; Murchie y Lawson, 2013). El PSII es considerado
como un indicador muy sensible, indicando el nivel de estrés de la planta especialmente
cuando se presenta una condición de estrés que genere fotoinhibición (Baker, 2008).
Uno de los parámetros reportados al medir la fluorescencia a de la clorofila es el Fv/Fm
(en hojas adaptadas a la oscuridad), el cual indica la máxima eficiencia cuántica del PSII,
lo que se traduce en la eficiencia potencial a la cual la luz es absorbida por el PSII para la
reducción de la plastoquinona A en la cadena transportadora de electrones (Baker, 2008;
Flexas et al., 2008). Valores registrados alrededor de 0,83 revelan un buen funcionamiento
del PSII (Maxwell y Johnson, 2000). .
La segunda fase de la fotosíntesis, revela la fase bioquímica y consiste en la reducción y
fijación del CO2 a compuestos orgánicos como lo son los hidratos de carbono. La
fotosíntesis descrita para especies C3 se extiende en el ciclo de Calvin o ciclo reductivo
de pentosas fosfato (RPP) (Taiz y Zeiger, 2002), donde la enzima Rubisco (Ribulosa-1-5-
bifosfato carboxilasa oxigenasa) hace la carboxilación el CO2 al aceptor RuBP (ribulosa-
1,5-bisfofato), formando el 3 PGA (3- fosfoglicerato), y como resultado final produciendo la
síntesis de almidón y sacarosa. Esta ruta metabólica se mide como tasa fotosintética y se
traduce en el potencial de captación de CO2 y la producción de fotoasimilados que
participan en el proceso de crecimiento (Taiz y Zeiger, 2002). Los asimilados, producidos
por la fotosíntesis en los órganos “fuente” (especialmente las hojas), son distribuidos vía
floema entre los diferentes órganos “sumideros o demandantes” de una planta. Para lograr
un acelerado crecimiento inicial de las plantas jóvenes, es esencial un incremento de la
superficie foliar en esta fase, debido a que una gran fracción de la radiación solar incidente
no es interceptada (Peil y Galvez, 2005).
Del mismo modo, existen mediciones para evaluar la respuesta fotosintética de las plantas
a diferentes niveles de intensidad de luz, como lo son las curvas de actividad fotosintética
vs la intensidad de luz (A/PFD). Estas curvas de luz proporcionan información sobre el
punto de compensación por luz (Ic) el cual indica que el mismo CO2 fijado en la fotosíntesis
29
es igual al que se pierde en la respiración, por lo tanto la fotosíntesis es igual a 0. La tasa
de respiración nocturna (Rd), indica que existe mayor liberación y menor fijación de CO2;
la fotosíntesis máxima (Amax) indica que si al aumentar la cantidad de luz no habrá un
aumento en la fijación de CO2, se presentará una limitación en la tasa de transporte de
electrones, la actividad de Rubisco y las triosas fosfato. El rendimiento cuántico
fotosintético (фPPFD), derivado a partir de la pendiente inicial de la recta, se encuentra en
el rango de 0.04 a 0.06 μmoles fotones/μmol CO2; este valor cuando es 0 indica que no se
utiliza la energía luminosa para el prceso fotosintético, y 1 cuando se usa toda la luz
absorbida (Taiz y Zeiger, 2002). El rendimiento cuántico indica la relación entre la
formación de un producto dado dependiente de la luz (como la asimilación de CO2) y el
número de fotones de luz absorbidos. Finalmente, el punto de saturación por luz
(PPFDmax), indica el valor de la radiación al cual se presenta la máxima tasa de
fotosíntesis (Taiz y Zeiger, 2002).
Por otro lado, el estrés oxidativo ocasionado a nivel del cloroplasto, genera la degradación
de clorofila, ya que los cloroplastos son los principales lugares donde se genera daño por
ROS (especies reactivas de oxigeno), causando un daño severo a los componentes y
estructura celular (Cakmak, 2005). En los cloroplastos hay dos vías por las cuales se
produce ROS, la primera, se genera en la transferencia de un electrón molecular en el
fotosistema I (PSI) donde se presenta la formación del radical superóxido O2-. La segunda
vía mediante la transferencia de energía desde la clorofila triplete excitada (3Chl*) al
oxígeno molecular, formando el oxígeno singlete (1O2) en el PSII, estas especies reactivas
de oxígeno son las causantes del estrés oxidativo en el PSII, y algunos estudios señalan
que también inhiben la regeneración de la proteína D1 (Xiaoling et al., 2011). Bajo
deficiencia de nutrientes el estrés oxidativo generado ocasiona peroxidación lipídica y por
consiguiente daño celular. El mecanismo de respuesta de la planta es mediante la
producción de Malondialdehido (MDA) durante la oxidación de los ácidos grasos
poliinsaturados de la membrana celular (Cakmak et al., 1994).
El déficit de nutrientes ocasiona un aumento en los niveles de prolina, principalmente en
hojas jóvenes (Claussen, 2012; Albert et al., 2012), funcionando como fuente de nitrógeno
y carbono (Szabados y Savoure, 2010). La prolina puede estabilizar las membranas
celulares (proteínas y membranas) relacionándose con fosfolípidos, y puede actuar como
un eliminador de radicales hidroxilo (•OH) además de tener un papel importante en la
tolerancia a estrés gracias a su impacto en la removilización y utilización del nitrógeno,
especialmente bajo deficiencias de N (Albert et al., 2012; Singh et al., 2015). En ausencia
de estrés, la prolina también actúa como una molécula señal que influye en la expresión
de varios genes para el crecimiento y desarrollo de las plantas (Mattioli et al., 2008).
30 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
1.2 Métodos
El trabajo se realizó bajo condiciones de invernadero de cubierta plástica, en el
departamento de biología de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, con
valores promedio diurnos de temperatura de 20,3°C, humedad relativa del aire del 70% y
radiación fotosintéticamente activa (PAR) de 200 µmol de fotones m2.s1. Ubicación
geográfica de 4° 38’ 8´Latitud Norte y 74° 4´58´ Longitud Oeste y altitud de 2.630 msnm.
Plántulas de tomate de árbol (Solanum betaceum Cav), ecotipo Rojo Común (epicarpio y
mesocarpio rojo - naranja), provenientes de un vivero certificado ubicado en el municipio
en Pasca – Cundinamarca (Colombia), de tres meses de edad, fueron empleadas. Estas
plántulas presentaron en promedio tres hojas verdaderas totalmente expandidas.
Fase I: 0% deficiencia de -N, -P y -K
Las plántulas fueron sometidas a un lavado de raíces con agua. Posteriormente, fueron
trasplantadas a bolsas de plástico color negro con capacidad de 8 Kg, que contenían en
su interior una mezcla de arena cuarcítica (tamaños 0.7 y 1.5 mm), en proporción 1:1, con
una conductividad eléctrica (CE) de 0,012 dS.m1. Una vez trasplantadas las plantas, fueron
sometidas a un pretratamiento (aclimatación) mediante el suministro de solución completa
de nutrientes (100%) (Control, tabla 1-1), aplicadas con frecuencia semanal y volumen de
riego de 100 mL por planta (mL de solución tabla 1-1 y completar con 100 mL con agua)
durante un mes, con el fin de homogenizar el material antes de someterlo a los
tratamientos.
Al cumplir el tiempo de aclimatación en arena, se suspendió la aplicación de las soluciones
y se irrigó con agua destilada. Posteriormente, se realizó aplicación de ácido cítrico (25 mL
ácido cítrico L-1 de agua) cada tercer día durante una semana, con el fin de lixiviar
partículas de sales presentes en el sustrato. Trascurrido el mes de aclimatación y la
aplicación del ácido cítrico, se realizó la aplicación de los tratamientos.
Los tratamiento correspondieron a un tratamiento control (100% de todos los elementos en
la solución nutritiva) y tratamientos con deficiencias absolutas de nitrógeno (-N), fósforo (-
P) y potasio (-K). Fueron establecidos en un diseño completamente aleatorizado (DCA),
con cuatro repeticiones y cuatro unidades experimentales. Los demás elementos macro y
menores se ajustaron a las soluciones nutritivas de acuerdo a Fischer (2012) y Hoagland
y Arnon (1950). De la solución stock preparadas en 1000 mL de agua destilada (tabla 1-1)
se agregaron 7,2 mL (tratamiento -N), 17,5 mL (tratamiento -P), 9,0 mL (tratamiento -K) y
15,1 mL (Control) cada uno en 1000 mL de agua, después de mezclado se agregó un
31
volumen de riego de 100 mL por planta. Los tratamientos se aplicaron 2 veces por semana
durante el estado vegetativo.
Tabla 1-1. Fase I: Concentración de elementos minerales (mg L-1) modificadas con base en
soluciones madre (Hoagland y Arnon, 1950) y en los requerimientos nutricionales reportados para
la especie (Fischer, 2012).
Solución stock 1M para Tomate de árbol
ml disueltos en 1L de agua para preparar soluciones stock, cantidad para aplicación de 2 meses (para 10 plantas)
Elemento Fuente Tratamientos
MACRONUTRIENTES Sin N Sin P Sin K Control
N NH4NO3
62,5 107,1 71,4
K
KCl2 89,5 54,4
51,2
KNO3
73,5
70,3
Ca
CaCl2 3,1 3,1 3,1 3,1
Ca(NO3)2.4H2O
46,8 12,5 12,5
MgCl2*6H2O 10,3 20,6 15,4 20,6
MgSO4 10,3
5,1
S K2SO4
17,5
11,7
MICRONUTRIENTES
B H3BO3 0,579 0,579 0,579 0,579
Mn MnCl2.4H2O 0,455 0,455 0,455 0,455
Zn ZnS04 0,191 0,191 0,191 0,191
Cu CuSO4.5H2O 0,096 0,096 0,096 0,096
Mo MoO3 0,013 0,013 0,013 0,013
Gramos de sales por aplicación en 100ml planta (se aplican por separado para evitar precipitación)
MACRONUTRIENTES Sin N Sin P Sin K Control
K KH2PO4 0,104
0,104
Ca
Ca(H2PO4)2*H2O 0,257
0,257 0,257
CaSO4.2H2O 0,201 0,101 0,168 0,101
MICRONUTRIENTES
Fe FeSO4*7H2O 0,0117 0,0117 0,0117 0,0117
1.2.1 Parámetros fisiológicos
Empleando un equipo IRGA LCiPro+ (BioScientific Ltd. Hoddesdon, UK), se realizaron
curvas de luz (A/PAR) en los puntos 1.200, 1000, 800, 700, 600, 500, 400, 300, 200, 100,
50, 40, 30, 20, 10 y 0 μmol fotones/m2s entre las 7:00 – 12:00 h, al inicio del ensayo (punto
32 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
0, sin aplicación de tratamientos) y al final (135 días después de trasplante), en tres plantas
por tratamiento. Una vez obtenidos los datos, fueron procesados en el programa, mediante
un modelo hiperbólico del cual se obtuvo el punto de saturación por luz y punto de máxima
fotosíntesis (Solarte et al., 2010)
Durante los 0, 15, 30, 45, 60, 75, 90, 105,120 y 135 días después de trasplante (DDT) en
tres hojas totalmente expandidas y sanas, del tercio medio, en cuatro plantas por
tratamiento, se evaluaron las variables tasa transpiratoria (E), resistencia estomática (RE)
(porómetro Li-cor Li-1600 Steady, Lincoln, Nebraska USA) y fluorescencia de la clorofila-
a, (fluorçometro no modulado Handy pea de Hansatech, Inglaterra). Las mediciones con
el fluorómetro, se realizaron en las mismas hojas usadas para medidas de intercambio
gaseoso, aclimatadas con clips a condiciones de oscuridad por treinta minutos. Además,
las mediciones se llevaron a cabo de 8:00 – 10:00 am, tiempo en el que se da el mayor
pico de intercambio gaseoso (establecida por curva diaria realizada con anterioridad)
1.2.2 Determinaciones bioquímicas
Contenido de pigmentos
Se cuantificó al final del experimento mediante el método de Lichtenthaler y Wellburn
(1983). Se tomaron 0,05 g de tejido vegetal fresco (hojas del tercio medio) y se maceraron
en 1 mL de acetona al 80% a 4°C. Posteriormente el extracto se centrifugó a 2,500 rpm
por un lapso de 10 minutos y el sobrenadante se aforó a 2 mL con acetona. Finalmente la
absorbancia fue medida a los 470, 646 y 633 nm en un espectrofotómetro (BIO-RAD Smart
SpecTM 3000, USA). Expresando los resultados obtenidos en mg.g-1 de peso fresco (PF),
para la concentración de clorofila a (Chl a), clorofila b (Chl b) y carotenoides (x+c) siguiendo
las ecuaciones.
Chla a = 12.21 A663 - 2.81 A646
Chla b = 20.13 A646 - 5.03 A663
Cx+c = (1000 A470 - 3.27 [Chla a] -107 [Chla b])/229 (1.1)
Contenido de prolina
El contenido de prolina fue determinado al final del experimento, por medio del método
modificado de Bates et al., (1973). Se realizó curva de calibración con patrón de prolina
(anexo A1). Para la cuantificación, se pesó 0.05g de material vegetal fresco (hojas del
tercio medio) y se maceró previamente con nitrógeno líquido. Posteriormente se adicionó
33
5.0 mL de solución extractora de ácido sulfosalicílico 3% (p/v), agitando horizontalmente
durante 60 minutos a 10 °C, y después centrifugando a 6.000 rpm durante 30 minutos a
10 °C en condiciones de oscuridad. A continuación en tubos de vidrio recubiertos con papel
aluminio, se adicionó 1,0 mL del sobrenadante, 1.0 mL de ninhidrina (recién preparada) y
1,0 mL de ácido acético glacial (tibio), los cuales fueron llevados hasta puntos de ebullición
durante 60 minutos. Después de este tiempo, las muestras se disponen en cámaras de
hielo hasta llegar a temperatura ambiente, y al estar frías se les adicionaron 3mL de
tolueno. Finalmente, colectando la fase superior se procedió a leer la absorbancia a 520nm
en un espectrofotómetro (BIO-RAD Smart SpecTM 3000, USA), expresando el contenido
de prolina/material fresco (µg/g).
El contenido de Malondialdehido
El contenido de Malondialdehido se determinó de acuerdo al procedimiento propuesto por Wang et al. (2013a). A 0.05g de tejido foliar (hojas del tercio medio), esta cantidad de macero con nitrógeno líquido y después se adicionaron 2 mL de solución TCA al 10%, agitando en vortex por 20 segundos; seguidamente se centrifugó por 30 minutos a 5000 rpm a ±10°C. Se tomó 1 mL de sobrenadante y adicionando 4 mL de solución de TBA al 0,5% (preparada en TCA al 10% y agitada vigorosamente), agitando en vortex por 20 segundos. La mezcla fue calentada a 95°C por 30 minutos y luego enfriada en hielo hasta temperatura ambiente. Después de centrifugar a 5000 rpm por 15 minutos, fue registrada absorbancia a 450, 532 y 600 nm, el blanco es TCA al 10%. El contenido de MDA se
determinó aplicando la fórmula propuesta por Wang et al (2013a): MDA (mmol/mL)=
[(A532- A600)/155000] 106
Azúcares totales
Los azúcares solubles fueron obtenidos al final del experimento por medio del método
modificado de Dubois et al. (1956) y realizando una previa curva de calibración (anexo B2).
Se pesó 0.05g de material vegetal fresco (hojas del tercio medio), después se maceró con
nitrógeno líquido, se adicionaron 5mL de agua destilada y se agitó a temperatura ambiente
durante 60 minutos. Después se centrifugó a 6.000 rpm durante 30 minutos a 12 ºC.
Posteriormente, fueron extraídos 30 µL de sobrenadante (extracto) y fueron mezclados en
un tubo de reacción de 2,0 mL junto con 180 µL de agua destilada. Esta determinación
fue realizada por triplicado. Sobre la mezcla se adicionó 200 µL de fenol 80% recién
preparado. Adicionalmente, fueron agregados 1,0µL de ácido sulfúrico concentrado,
agitando en vortex durante 1 minuto. Después de estar a temperatura ambiente y en
oscuridad, se procedió a leer absorbancia a 490nm con un espectrofotómetro (BIO-RAD
Smart SpecTM 3000, USA). El contenido de azúcares totales fue expresado en Azúcares
totales/ material vegetal fresco (µg/mg).
34 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Azúcares reductores
Los azúcares reductores fueron determinados al final del experimento, por medio del
método modificado de Nelson (1944)- Somogyi (1952). Se realizó curva de calibración con
patrón de glucosa (anexo C3). Se pesaron 0.05g de material vegetal fresco (hojas del tercio
medio), después fue macerado con nitrógeno líquido. Posteriormente, en tubos de reacción
fueron adicionados 4.0 mL de buffer acetato de sodio 50 mM pH 5.0, agitando
horizontalmente y centrifugando a 6000 rpm durante 30 minutos a 12°C. La determinación
fue realizada por triplicado. Del sobrenadante se extrajeron 30 µL, a los cuales se les
adicionó 240 µL de buffer acetato de sodio, 250 µL de reactivo somogyi I y 50 µL de reactivo
de somogyi II, agitando en vortex por 20 s. Luego, las muestras fueron llevadas a baño de
maría (85-90 ºC) durante 60 minutos. Una vez llegaron a temperatura ambiente, se agregó
lentamente 500 µL de reactivo de Nelson, y agitando fuertemente. En agitación fueron
agregados 500 µL de agua destilada, centrifugando por 30 minutos a 14000 rpm a 12 ºC.
Finalmente, la absorbancia fue medida a los 660 nm con un espectrofotómetro (BIO-RAD
Smart SpecTM 3000, USA). El contenido de azúcares reductores fue expresado en
Azúcares reductores/ material vegetal fresco (µg de glucosa /mg).
1.2.3 Parámetros de crecimiento
Cada quince días, se registraron la altura de planta, longitud de la raíz principal, número
de hojas verdes expandidas y materia seca de hojas, tallo y raíz (secado en estufa). El
área foliar se obtuvo con el programa ImageJ® (2004). Con la información de las variables
de área foliar y materia seca se calcularon los siguientes índices de crecimiento: Índice de
Área Foliar (IAF), Duración de Área Foliar (DAF), Tasa de Asimilación Neta (TAN), las
Tasas Relativas de Crecimiento total (TRC), Tasa absoluta de crecimiento (TCA) y la Tasa
de Crecimiento del Cultivo (TCC) (Gardner et al., 1990) (Tabla 1-2).
Tabla 1-2. Fórmulas y unidades para Índices de crecimiento en Vegetales (Gardner et al., 1990).
Índice de crecimiento Ecuación Unidades
Tasa de crecimiento del cultivo (TCC)
1/(AS)*[(P2-P1)/ t2-t1)]2 g.m-2*día -1
Tasa de asimilación neta (TAN)
[(P2-P1)/t2-t1)]*[(LnAF2- LnAF1)/ (AF2-AF1)]y g.cm-2*día -1
35
Tasa relativa de crecimiento (TRC)
(LnP2-LnP1)/(t2-t1) g.g-1*día -1
Índice de área foliar (IAF) [AF2+AF1)/2]*(1/AS) Adimensional
Duración de área foliar (DAF)
(IAF1+IAF2)* (t2-t1)/2 Tiempo
Tasa absoluta de crecimiento (TAC)
(P2-P1)/(t2-t1) g.g-1*día -1
AS: área de suelo; P2: peso final; P1: peso inicial; t2: tiempo final; t1: tiempo inicial; AF2: área foliar final; AF1: área foliar inicial
Finalmente, con el objetivo de comprobar la deficiencia de los elementos en estudio, se
realizó un muestreo destructivo del cual se obtuvo el análisis químico foliar (Anexo D4).
1.2.4 Sintomatología externa visual y cambios a nivel anatómico por déficit de elementos minerales
Cambios anatómicos
Al final del experimento (135DDT) (días después de trasplante) se realizaron cortes
transversales de hoja y tallopara la descripción de sintomatología interna o cambios a nivel
anatómico, seleccionando tres plantas por tratamiento y una hoja del estrato medio por
planta. De cada hoja fue obtenido un corte de 2cm2 el cual se realizó en la parte apical (a
3 cm del ápice en hoja, y a los 5 cm del ápice en tallo) como se ilustra en la Figura 1-1.
Las muestras fueron fijadas en FAA (formol, etanol y ácido acético glacial), posteriormente
se sometieron a diferentes soluciones de etanol e HistoChoice® de acuerdo a la
metodología descrita por Molist et al. (2011). Los bloques de parafina, fueron cortados con
un micrótomo rotatorio modelo 820 Spencer (American Optical, Delhi), realizando cortes
transversales en la hoja abarcando la nervadura central con un grosor de 13 µm. Los cortes
transversales obtenidos fueron dispuestos y fijados en láminas, posteriormente fueron
teñidos con la doble tinción de Astra-Blue, Fuchsina básica (Kraus et al., 1998). De los
montajes se obtuvieron imágenes digitales con una resolución de 40X de objetivo y 10X
de ocular, en un microscopioOlympus®CX31 (New York Microscope Company), con
adaptación a cámara. Medíante el programa Image-ProPlus® (Medía Cybernetics,
Rockville, MD) se realizaron las mediciones de: grosor de lámina (GL), grosor de
36 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
parénquima esponjoso (GPE), grosor deparénquima de empalizada (GPP), grosor de
epidermis superior (ES) y grosor de epidermis inferior (EI) (Figura1-1).
Figura1-1. Muestreo para la determinación de cambios anatómicos bajo deficiencias de N, P K .a) cortes realizados en hojas de tomate de árbol; b) cortes realizados en tallo.
Sintomatología externa visual
En cada muestreo, se realizó el registro fotográfico de las pantas en cada tratamiento,
escogiendo cinco plantas referencia por tratamiento, donde se registró el avance de los
síntomas por déficit de cada macroelemento (-N, -P y -K) como: clorosis, necrosis o
cambios en la apariencia de la planta.
1.3 Análisis estadístico
Se evaluaron los supuestos de normalidad y homogeneidad de varianzas con ayuda del
paquete estadístico SAS, los datos de las variables E y RS que no presentaron normalidad
en los residuales fueron transformados con raíz. Se realizó un ANAVA y las diferencias
entre los tratamientos se determinaron mediante prueba de Tukey (P<0.05) Se usó el
paquete estadístico SAS (Statistical Analysis System), versión 9.1.
Las variables peso seco (PSTotal) y área foliar (AF) fueron ajustados a un modelo logístico
tal y como se define a continuación:
𝑌:𝐾
1 + 𝐵𝑒(−𝐴𝑡)
37
En donde K es el máximo valor que alcanza la variable, (%), A es el producto entre el valor
inicial “a” por el máximo “K”, B es un parámetro de escala sobre el tiempo t que influencia
la tasa de crecimiento.
38 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
1.4 Resultados y discusión
1.4.1 Parámetros fisiológicos
Curva inicial de respuesta a la luz
Las curvas de luz (Anexo 1) realizadas sobre plantas de tomate de árbol antes de
someterse a tratamientos (punto 0), permitieron establecer que bajo condiciones de
invernadero la fotosíntesis máxima fue de 9,5 µmol CO2 m2 s-1, alcanzado un punto de
saturación lumínica de 369,48 μmol fotones/m2s. Los datos calculados en la curva de luz,
se utilizaron para realizar determinaciones a través del tiempo entre las 8:00 am y 11:00
am donde se presenta la máxima tasa de fotosíntesis.
Transpiración, resistencia estomática y fluorescencia de la clorofila a
La transpiración (E) presentó menores valores a partir de los 90 DDT para todas las
deficiencias en comparación con el control (plantas sin deficiencia). Los valores más bajos
se observaron a los 120 y 135 DDT (Figura1-2a). En general, los valores de resistencia
estomática (RS) presentaron tendencia al aumento en plantas con las diferentes
deficiencias. En deficiencia de N, las diferencias más evidentes con respecto al control,
se observaron a partir de los 105 DDT. Por su parte, las deficiencias de P y K presentaron
un comportamiento similar desde los 120 DDT (Figura1-2b). La eficiencia cuántica
potencial del fotosistema II (Fv/Fm), tendió a ser menor en plantas deficientes de N; no
obstante, los valores fueron significativamente menores a partir de los 105 DDT. La
deficiencia de K, ocasionó una disminución únicamente observable a los 135 DDT
(Figura1-2c). Esto indica que la conversión de la energía fotosintética por parte de la
clorofila a fue afectada por estas deficiencias nutricionales (Lichtenthaler et al., 1996;
Wang et al., 2015b).
Particularmente, para la deficiencia de N, la disminución de E (Figura1-2a) en respuesta
de la elevada RS (Figura 1-2b) y acompañado de un bajo Fv/Fm (Figura1-2c), son
indicativos de una baja tasa fotosintética, coincidiendo con lo reportado por otros autores
(Seepaul et al., 2016; Zhao et al., 2005; Reddy y Matcha, 2010 y Pan et al., 2011) en
trabajos de plantas bajo deficiencia de nitrógeno.
Los resultados observados indican que la deficiencia de P en plantas de tomate de
árbol no afecta significativamente la Fv/Fm (Figura1-2c) ni la RS (Figura 1-2b) lo que
coincide con lo reportado por (Liu et al., 2015). Bajo deficiencia de P no se afecta la
eficiencia del fotosistema II, posiblemente a causa de la disipación de excesos de energía
en forma de calor para prevenir un fotodaño (Sing y Reddy, 2015).
39
Los resultados muestran que la reducción en la tasa de transpiración ocasionada por la
deficiencia de K, probablemente reducen la difusión de CO2 lo que provoca una reducción
en la conductancia estomática (variable no medida) generando bajas tasas fotosintéticas.
Resultados similares fueron reportados por Pervez et al. (2004). El efecto de la deficiencia
de -K sobre E también fue reportado por Wang et al. (2015b) en plantas de soja. Esta
respuesta se debe al importante rol del K en el mantenimiento de la presión de turgor,
variable fundamental para la apertura estomática (Hawkesford et al., 2012).
Figura1-2. Parámetros fisiológicos en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
Tratamientos: Completo (C); Deficiencias de Nitrógeno (-N); Fósforo (-P) o Potasio (-K).a) Tasa de
transpiración, b) resistencia estomática (R.S); (E) y c) Rendimiento cuántico máximo potencial del
0
2
4
6
8
10
12
14
0 15 30 45 60 75 90 105 120 135
Em
ol H
2O
m2
s
Control
Sin N
Sin P
Sin K
b
*
* * *
---
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
0 15 30 45 60 75 90 105 120 135
RS
(S.c
m)
ControlSin NSin P Sin K
*
*
*
---
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
0 15 30 45 60 75 90 105 120 135
Fv/F
m
Ddt (Dias despues de trasplante)
Control
Sin N
Sin P
Sin K
c
---
a
b
40 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
fotosistema II (Fv/Fm). Barras representan el error estándar (n=4 plantas por cada tratamiento).
Diferencias estadísticamente significativas del nivel 0.05 están indicadas por * Tests t de Tukey.
Curva final de respuesta a la luz
Las curvas de luz A/PPFD realizadas al final del experimento, indican la respuesta que
presentaron las plantas a diferentes intensidades de luz bajo deficiencias de elementos
nutricionales (Figura 1-3)
En las curvas de respuesta a la luz, fue posible observar que las plantas bajo deficiencia
de -N, -P y -K presentaron menores valores de A (fotosíntesis) en comparación al control.
La deficiencia de K, presentó menores valores de A en todos los puntos de exposición a
la luz. Bajo deficiencia de N se evidenció que la planta únicamente registró valores de A
hasta los 350 µmol fotones/m2s, por encima de este valor los valores de A eran negativos
(Figura1-3) lo que significa que posiblemente la planta primordialmente realiza respiración
o que se presenta fotoinhibición a altas intensidades de radiación.
Figura1-3. Curvas de saturación lumínica de la fotosíntesis en plantas de tomate de árbol en estado
vegetativo (A vs PPFD). a) Control (R2= 0,94); b) Sin nitrógeno –N (R2= 0.83); c) Sin fósforo –P (R2
=0,99);d) Sin potasio –K (R2 =0,99).En la parte inferior de cada figura se encuentra la ecuación
resultante del ajuste a un modelo de Mitscherlich (n=3 plantas por cada tratamiento).
La mayor tasa fotosintética (Amax) (6,8 µmol CO2/m2 s) se registró en plantas sin
deficiencias nutricionales (control).En contraste, los valores más bajos fueron registrados
a b
c d
41
en los tratamientos bajo deficiencia de N (0,95 µmol CO2/m2 s), K (2,3 µmol CO2/m2 s), no
obstante las plantas bajo déficit de P no presentó una disminución severa del Amax (6,5
µmol CO2/m2 s-1) (tabla 1-3). De mismo modo Los puntos de compensación lumínica (Ic)
más bajos se presentaron bajo deficiencia de N y K (31,9 y 12,17 μmoles de fotones m2s,
respectivamente) en comparación al control (35,1 μmoles de fotones m2s) lo que indica
una posible menor necesidad de luz para que la fotosíntesis supere la respiración (Bauer
y Martha, 1981). Por su parte, la deficiencia de P presentó un valor más alto de Ic que el
encontrado en plantas sin deficiencia (tabla 1-3).
Tabla 1-3. Parámetros obtenidos a través de Curva A vs PPFD realizada en plantas de tomate de
árbol en estado vegetativo a los 135 DDT. Control (completo), - N (deficiencia de nitrógeno), - P
(deficiencia de fósforo) y -K (deficiencia de potasio). Se calcularon mediante el ajuste de modelos
Mitscherlich. P ó A máx.= Fotosíntesis a saturación por luz ó fotosíntesis máxima, Ic=punto de
compensación lumínico. n=3 plantas por tratamiento)
Tratamiento Modelo R2 Amax μmoles de (CO2 m2s)
Ic (μmoles de fotones m2s)
Control Mitscherlich 0,94 6,8 ±0,044 ±35,1 -N Mitscherlich 0,83 0,95±0,023 ±31,9
-P Mitscherlich 0,99 6,5±0,031 ±41,13
-K Mitscherlich 0,99 2,3±0,047 ±12,17
La menor tasa fotosintética observada en plantas de tomate de árbol bajo deficiencia de
N, coincide con lo reportado para tomate (Singh et al., 2016), y otras especies (Boussadia
et al., 2010; Seepaul et al, 2016). Esto puede deberse a que probablemente la ausencia
de este elemento afecta diferentes proteínas relacionadas con la fotosíntesis y la cadena
de transferencia de electrones en los tilacoides (Suresh et al., 1996). Además, la
deficiencia de N está estrechamente asociada a una menor síntesis y velocidad de
carboxilación de Rubisco (limitación no estomática) (Marchner, 2012; Zong y Shangguan,
2014). Más de la mitad del N total (75%) en la hoja se asigna para el aparato fotosintético
y participa en varios procesos del metabolismo del carbono (Chapin et al., 1996; Boussadia
et al., 2011).
La deficiencia de P, se registró como el único tratamiento que aumentó el Ic con respecto
al control, indicando altas tasas de respiración (Bauer et al., 1983) (tabla 3) y mayores
necesidades de luz para alcanzar un máximo valor de fotosíntesis (Fig. 1-3). La carencia
de P no afectó severamente la capacidad fotosintética, posiblemente debido a que se
puede generar el reciclaje de fosfolípidos, liberando Pi de la parte superior (cabeza) de los
fosfolípidos existentes. Durante esta deficiencia la proporción de mono- di-galactolípidos
y sulfolípidos aumentan en las membranas del tilacoide, lo que favorece el proceso de la
fotosíntesis a pesar del bajo contenido de fosfolípidos (Yu et al., 2002). Hernández y
Munné-Bosch, (2015) indican que el reciclado o sustitución consisten en que el glicerol-3-
fosfato posiblemente es convertido a glicerol y a Pi por fosfatasas ácidas dentro del
estroma del cloroplasto, lo que genera la disponibilidad de Pi bajo deficiencias de P
(Hammond et al., 2004). Otra fuente de Pi reportado, es mediante el aumento en la síntesis
42 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
de fosfatasa ácidas y RNAasas las cuales degradan compuestos inorgánicos (fosfolípidos,
ácidos nucleicos y metabolitos pequeños) que contienen P liberando Pi (Hammond et
al.,2004). Otra vía de reciclaje de P, es mediante la exudación de ácidos orgánicos
provenientes del TCA (Ciclo de Krebs) en forma de malato y ácido cítrico, liberando el Pi
(Marschner, 2012).
La deficiencia de K generó una disminución severa en la tasa fotosintética (tabla 1-3), así
como de transpiración según los resultados obtenidos (figura 1.2a). Reportes similares
fueron encontrados para plantas de Arabidopsis sp (Armengaud et al., 2009) y algodón
(Zhao et al., 2001b). Posiblemente la deficiencia de –K en plantas de tomate de árbol,
afecta diferentes enzimas determinantes en el proceso fotosintético. Taiz y Zeiger, (2006)
indican que K es un activador de enzimas que participan en el proceso fotosintético como
la piruvato quinasa y las fosfofructoquinasas. Bajo deficiencia de -K, no hay activación de
la piruvato quinasa, la cual es usada para catalizar el PEP (fosfoenopiruvato) para producir
ATP y piruvato en la glucolisis (Taiz y Zeiger, 2006). Armengaud et al. (2009) concluyeron
que bajo deficiencia de K se evidencia una inactivación de la piruvato quinasa debido a un
bajo contenido de K citoplasmático en células de la raíz. De mismo modo, el estado de
nutrición potásica afecta la fotosíntesis vía su función en la regulación estomática, que se
refleja en un aumento en la resistencia estomática en hojas deficientes en este nutriente
(Hawkesford et al., 2012). Con una disminución de la concentración de K en la hoja, no
solo la tasa de fotosíntesis y RuBP carboxilasa disminuyen, sino también la fotorespiración,
debido a que el K mantiene un pH alto en el estroma, necesario para una óptima actividad
de la RuBP carboxilasa (Hawkesford et al., 2012).
En general, se evidenció un detrimento sobre el Amax, y el Ic indicando una baja tolerancia
de las plantas de tomate de árbol ante una deficiencia de -K y -N. Asociando el crecimiento
de la planta, los 90DDT son cruciales e influyentes debido a que posiblemente se inicia e
incrementa el crecimiento exponencial de la planta aumentando la demanda de los
elementos para el crecimiento, en donde se expresa con mayor intensidad la
sintomatología por déficit y se afectan negativamente los parámetros fisiológicos.
Contenido de pigmentos
Las plantas bajo deficiencias de -N, -P y -K presentaron reducciones en el contenido de
clorofila a del 74,1, 22,4 y 48,2% respectivamente, en comparación con plantas sin
deficiencias (control). Por su parte el contenido de clorofila b se redujo con respecto al
control en un 16,1, 35,4 y 22,5% bajo deficiencias de -N, -P y -K, respectivamente. El
contenido de clorofila total se disminuyó a diferencia del control en un 48,3, 25,8 y 39,3%
en las plantas sin -N, -P y -K, respectivamente. El contenido de carotenoides en hojas de
tomate de árbol se redujo en plantas con deficiencias de N en un 34% a comparación del
43
control. Las deficiencias de P y K, no presentaron diferencias significativas con respecto al
control (Tabla 1-4).
El tratamiento N presentó una reducción significativa de la Chl a y carotenoides, mientras
que la cantidad de Chl b y Chl total no presentaron diferencias significativas con respecto
al control (tabla 1-4). Posiblemente esta deficiencia afecta la formación de clorofila, a razón
de la disminución en la síntesis de la 5-ácido aminolevulínico, precursor de la clorofila
(Porras, 1974; Naeem et al, 2012). Naeem et al. (2012) indican que al aumentar las
concentraciones de nitrato en las plantas, se aumenta la velocidad de síntesis del ácido 5-
aminolevulínico (ALA) y por consiguiente la cantidad de clorofila y el crecimiento de la
planta. Adicionalmente se observó afectación en la tasa de transpiración luego de varios
días de deficiencia (figura 1-2a), así como el detrimento en la Amax (tabla 1-3). Stewart et
al. (2001) encontraron que en plantas de tomate los bajos contenidos de clorofilas totales
para el tratamiento N, afectó el proceso fotosintético posiblemente generado por la
acumulación de almidón, lo cual condice a una mayor sensibilidad a altos contenidos de
luz. La clorofila se asocia con las proteínas fotosintéticas de unión al pigmento del complejo
cosechador de luz y a los centros de reacción en la membrana tilacoidal, por consiguiente
al disminuir la cantidad de pigmentos se ve afectada la capacidad fotosintética (Stewart et
al. 2001).
La carencia de K, aunque no presentó diferencias significativas con respecto al control,
presentó la tendencia a disminuir el contenido de pigmentos en las plantas de tomate de
árbol (tabla 1-4). Las deficiencias de K frecuentemente se encuentran asociadas a una
deficiencia de Nitrógeno, resultando probablemente en menor contenido de pigmentos
(Armengaud et al., 2009). Por su parte, Wang et al. (2012c). indican que esta deficiencia
induce la senescencia debido a una alteración hormonal. Además, algunos estudios
señalan que la clorosis o degradación de clorofila puede deberse a los daños generados
por ROS (especies reactivas de oxígeno) como peróxido de hidrógeno (H2O2) (Wang et al.,
2012c; Cakmak, 2005) y radical superperóxido (O2•–) (Cakmak, 2005) desarrollados en el
cloroplasto durante el transporte de electrones en el proceso fotosintético (Cakmak, 2005).
Los tratamientos con la deficiencia de P no presentaron diferencias significativas (Tabla 1-
4) con el control. El tratamiento -P no afectó el contenido de clorofilas, posiblemente debido
a que bajo deficiencia de P se aumenta el contenido de Chl (Bojović, 2006), resultando en
un color verde oscuro intenso en las hojas (Zhao et al., 2015c), lo anterior concuerda con
la sintomatología encontrada en el presente estudio. El contenido de carotenoides se
aumentó ligeramente a comparación con el control, posiblemente debido a que bajo P se
aumenta la síntesis de carotenoides y violaxantina (Stewart et al., 2001; López-Ráez et al.,
2008).
Tabla 1-4. Contenido de pigmentos en hojas de plantas de tomate de árbol en estado vegetativo. Control (Control, completo sin deficiencias), - N (deficiencia de nitrógeno), -P (deficiencia de fósforo)
44 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
y -K (deficiencia de potasio).Chl a: clorofila a; Chl b: clorofila b; Chl total: clorofila total y Carotenoides. Promedios ± error estándar (n=3 por tratamiento). *** indican diferencias estadísticas significativas con un valor P<0.05 (Tukey).
Chl a Chl b Chl Total Carotenoides
mg chl a/g MVF mg chl b/g MVF mg chl b/g MVF mg car /g MVF
Control 0.58±0.096 0.31±0.032 0.89±0.117 0.56±0.073
-N 0.15±0.112*** 0.26±0.169 0.46±0.267 0.19±0.114***
-P 0.45±0.089 0.20±0.056 0.66±0.139 0.54±0.050
-K 0.30±0.057 0.24±0.058 0.54±0.100 0.64±0.225
En general se observó, que la deficiencia de P aumento (tendencia) el contenido de
carotenoides, lo que posiblemente ayudo para que no se disminuyera drásticamente la
tasa fotosintética. Ya que los caroteniodes desempeñan un rol muy importante a la hora
de disipar los excesos de energía mediante el ciclo de las xantofilas (Pascal et al., 2005),
lo que puede ser generar que las tasas fotosintéticas en esta especie no se vean afectadas
bajo –P. Sin embargo las deficiencias de N y K registraron los datos más bajos de
pigmentos, lo que se asocia a las bajas tasas fotostáticas y la disminución en la eficiencia
cuántica del fotosistema II.
1.4.2 Determinaciones bioquímicas
Contenido de prolina en hojas
Bajo deficiencia de los macronutrientes -N, -P y -K no se presentaron diferencias
significativas en la acumulación de prolina con respecto al control (Figura1-4); lo que indica
que posiblemente la prolina no se acumula bajo las deficiencias evaluadas, y que la
observada es parte constitutiva y para el funcionamiento de la planta. No obstante, se
observó que plantas deficientes de nitrógeno (-N) presentaron una tendencia de
disminución frente al control; posiblemente se debe a la degradación de este aminoácido
por la actividad de prolina deshidrogenasa, para producir glutamato y a partir de este
sintetizar otros aminoácidos ante el déficit de N (Dandekar y Uratsu, 1988). Del mismo
modo, al presentarse una menor síntesis de prolina a causa de la deficiencia de N, se
registra menor expresión de genes (prolina actúa como molécula señal) que influyen en el
crecimiento y desarrollo de las plantas (Mattioli et al., 2008).
Bajo deficiencia de -P no se presentaron diferencias significativas con respecto al control;
sin embargo, esta deficiencia tiende a aumentar ligeramente el contenido de prolina con
respecto al control (Figura1-4). Contrario a los resultados registrados en el presente
trabajo, plantas de tabaco (Kakie, 1969) y lenteja (Sarker y Karmoker, 2011) bajo
deficiencia de P, indican que la cantidad de prolina aumentó con respecto al control, debido
a la mayor síntesis de este aminoácido bajo déficit de -P.
45
Figura1-4. Contenido de prolina en hojas de plantas de tomate de árbol en estado vegetativo (mg
de peso fresco de tejido foliar). Completo (Control); deficiencia de nitrógeno (-N); deficiencia de
fósforo (-P) y deficiencia de potasio (-K). Barras representaron el error estándar para cada
tratamiento. Las diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de 0,05
(n=3 plantas por tratamiento).
En general, el contenido de prolina en hojas de tomate de árbol bajo deficiencia de -N, -P
y -K no presentó diferencias significativas con respecto al control, sin embargo al no
presentar un aumento o mayor acumulación bajo este tipo de estrés, puede asociarse a la
disminución de los parámetros fotosintéticos (A, E, RS, Fv/Fm y contenido de pigmentos)
anteriormente descritos, indicando que no hay una síntesis o acumulación significativa de
este osmolíto compatible para la protección de las células de las hojas expuestas a déficit
de macroelementos en esta planta especialmente bajo déficit de -N y -K.
Malondialdehido (MDA)
Se observó aumento significativo en el contenido de MDA en plantas de tomate de árbol
deficientes de -P y -K con respecto al control, y pese a que no se presentaron diferencias
significativas en las plantas bajo déficit de N, se observa una tendencia al aumento en
comparación con el control (Figura1-5).
En el presente estudio se observó que la deficiencia de -P y –K, aumento el contenidod e
MDA, posiblemente indicando un daño a nivel de membranas por la peroxidación lipídica.
Shin et al. (2005), sugieren que bajo deficiencia de potasio y fósforo, se induce
rápidamente la producción y acumulación de especies reactivas de oxigeno (ROS),
provocando estrés oxidativo. Del mismo modo, Hernández et al. (2012) encontraron
diferencias significativas en plantas de tomate (Lycopersicon escutelum) bajo deficiencia
de K, presentando alta acumulación de ROS, aumentando paralelamente la cantidad de
MDA, lo que sugiere que la deficiencia ocasiona daño oxidativo en los lípidos y finalmente
clorosis. Además, Wei et al. (2016) reportaron que en plantas de algodón bajo déficit de K
0,0
0,1
0,1
0,2
0,2
0,3
µg
pro
liln
a/ m
g
Control
N
P
K
A A
A A
46 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
aumentó la cantidad de H2O2, lo cual aumentó la peroxidación lipídica reflejado en el
incremento del contenido de MDA. Por su parte, Lin et al. (2011b), encontraron en plantas
de arroz, que la deficiencia absoluta de N aumenta la cantidad de MDA resultado de una
mayor producción de ROS.
Figura1-5. Contenido de malondialdehido (MDA), en hojas de plantas de tomate de árbol en estado
vegetativo. Completo (Control); deficiencia de nitrógeno (-N); deficiencia de fósforo (-P) y deficiencia
de potasio (-K). Barras representaron el error estándar para cada tratamiento. Letras diferentes
indican diferencias significativas según la prueba Tukey con un alfa de 0.05 (n=3 plantas por
tratamiento).
En general, se evidencia un aumento significativo de MDA bajo déficit de -P y -K, lo cual
indica que una mayor exposición a déficit induce evidentemente la peroxidación lipídica.
Por su parte, el aumento en el contenido de MDA, genera la disminución en los parámetros
fotosintéticos, indicando un daño en el proceso fotosintético bajo deficiencias de -P y -K.
Contenido de azúcares totales
La cantidad de azúcares solubles totales se disminuyó significativamente, en los
tratamientos -K y -P, contrario al tratamiento -N, el cual registró el mayor contenido de
estos (Figura1-6a). La deficiencia de N, resulta en una acumulación de azúcares totales
en las hojas (Boussadia et al., 2010). El aumento de los azúcares totales solubles
posiblemente se debe a un sistema de protección de la célula contra el estrés por déficit
del elemento, haciendo un ajuste osmótico mediante polisacáridos como el almidón (Sami
et al., 2016). Por tanto para presente experimento, la reducción en la tasa fotosintética
bajo –N, es también una consecuencia por la acumulación de azucares como
posiblemente el almidón (Boussadia et al., 2010).
Bajo déficit de P no se evidenció un aumento significativo de los azúcares totales,
coincidiendo con lo reportado en plantas de tomate bajo deficiencia de -P, debido a que
esta deficiencia inhibe la fosforilación de hexosas tales como la glucosa y fructosa (Sung
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
MD
A (μ
mo
l mL-1
)
Control
N
P
K
AA
B B
47
et al., 2015). Del mismo modo, el P participa en la síntesis y metabolismo del almidón y
azúcares, y al presentarse déficit este proceso se verá negativamente afectado (Mengel
y Kirkby, 2001).
Bajo déficit de -K las cantidades de azúcares totales solubles disminuyeron
significativamente a comparación de los demás tratamientos con deficiencia. Resultados
similares fueron reportados por Jordan-Meille y Pellerin (2004) en plantas de maíz. Por
su parte, la carencia de K limita la formación de azúcares y almidones, transporte de
azúcares y síntesis de proteínas (Marschner, 2012), lo que concuerda, con una menor
cantidad de azúcares totales (glucosa, fructosa y sacarosa) hallados en hojas de plantas
de tomate de árbol bajo deficiencia de K.
Contenido de azúcares reductores
Pese a que bajo deficiencias de -N, -P y -K, no hay diferencias estadísticamente
significativas en la cantidad de azúcares reductores con respecto al control, se observa
una tendencia al aumento en plantas deficientes de -N y -K (Figura1-6b).
Figura1-6 a) Contenido de azúcares totales y b) contenido de azúcares reductores, en plantas de
tomate de árbol en estado vegetativo. Completo (Control); deficiencia de nitrógeno (-N); deficiencia
de fósforo (-P) y deficiencia de potasio (-K). Barras representaron el error estándar para cada
tratamiento. Las diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de 0,05
(n=3 plantas por tratamiento).
1.4.3 Parámetros de crecimiento
Una reducción significativa del área foliar (AF) se registró en plantas bajo deficiencia de -
N, -K y -P (230, 252 y 646 cm2, respectivamente) en comparación con las plantas sin
deficiencia. Así mismo el número de hojas (NH) fue un 77,6, 62,6 y 17,9% menor en las
plantas deficientes de -N, -K y -P respectivamente. Bajo deficiencias de -N, -P y -K la
0
10
20
30
40
Azu
car
tota
l µg
/g
Control
N
P
K
a
AB AB B
0
50
100
150
Azu
car
Re
du
cto
r µ
g/m
g
b
AA A
A
48 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
longitud de la parte aérea de la planta (LA) presentó reducciones de 43, 6,8 y 38,6 %
respectivamente. La longitud total de la planta (LT) presentó un comportamiento similar
(Tabla 1-5).
En general, el peso seco total (PST total) se redujo significativamente bajo las deficiencias
evaluadas. El peso seco de hojas (PSH) y el peso seco de tallo (PST) de plantas deficientes
de -N, -P y -K fue 20, 2 y 5 veces más bajo que el control (plantas sin deficiencias) (Tabla
1-5).
La cantidad de N por unidad de área está fuertemente asociada con la capacidad
fotosintética de la planta, al existir una deficiencia de N el área disminuye drásticamente
(Giorgi et al., 2009; Boussadia et al., 2010). Por su parte, la expansión de las hojas, está
asociada con la cantidad de K+ en las hojas (Marschner, 2012). En plantas de algodón
bajo déficit de K, se reduce el AF, el número de hojas y la turgencia (Wei et al., 2016). Los
parámetros de crecimiento se ven afectados bajo esta deficiencia, debido a que la falta de
K, limita la actividad de la bomba de protones ATPasa, la cual determina la expansión
celular. Por último, la deficiencia de P afecta los parámetros de crecimiento debido a que
este elemento participa en procesos de división celular (Mengel y Kirkby, 2001; Maejima
et al., 2014).
Tabla 1-5. Efecto de la deficiencia de nitrógeno (– N), fósforo (-P) o potasio (-K), en los parámetros de crecimiento a los 135 DDT (días después de trasplante). Promedios ± error estándar. Las diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de 0,05 (n=4 plantas por tratamiento).
Parámetros de crecimiento
Control N P K
AF 2752,6±207,3a 230,8±77,7c 646,4±197,5b 252,3±42,9c
NH 13,4±0,72a 3±0,4d 11,6±0,6b 5±0,28c
LR 28,93,2b 25,6±3,9a 26,4±1,2a 30,6±7,9ba
LA 37,8±2,6a 21,5±0,87c 35,2±2,08b 23,2±2,42c
LT 66, 8±3,0a 47,1±0,87c 61,6±2,08b 53,6±7,88b
PSH 7,814±0,42a 0,396±0,07c 3,368±0,58b 1,552±0,45cb
PST 9,16±1,40a 1,22±0,13c 4,06±0,16b 1,68±1,05c
PSR 14,91±1,6a 5,29±2,43b 9,82±1,63ba 5,45±1,05ba
PST total 31,89±1,98ª 6,908±2,54b 17,25±2,10b 8,69±1,75b
AF: área foliar (cm2); NH: número de hojas; LR: longitud raíz (cm); LA: longitud aérea (cm); LT:
longitud total (cm); PSH: peso seco de hojas (g); PST: peso seco de tallo (g); PSR: peso seco de
raíz (g) y PSTotal: peso seco total (g).
Bajo deficiencias de -N, -P y -K se observaron los menores valores de IAF siendo de 0,5
(136 DDT), 0,74 (137 DDT) y 0,84 (97 DDT) respectivamente, en comparación a las plantas
sin deficiencias (2,4 a los 125 DDT). Por su parte, se observa que a partir del 80-90 DDT
49
hay un incremento exponencial del IAF (Figura 1-7a), lo cual concuerda con el incremento
de AF (Tabla 1-5). Plantas con IAF óptimo presentan distribución de radiación solar,
permitiendo un mejor aprovechamiento de la luz, aumento en la eficiencia fotosintética,
menos respiración de mantenimiento y, por ende, mayores rendimientos agronómicos (Lee
et al., 2000).
La duración del área foliar (DAF) en plantas de tomate de árbol presentaron un
comportamiento similar desde los 0 hasta los 60 DDT, sin embargo, se observó que a partir
de los 60 DDT las plantas sin déficit de nutrientes aumenta la DAF (3014 días) en
comparación con las plantas expuestas a deficiencia de -N, -P y -K (357, 530 y 484 días,
respectivamente). También se observó que las plantas bajo deficiencia de N son las que
presentaron una menor DAF, seguida por plantas sin -K y -P (Figura1-7b). Lo anterior se
puede asociar con el mayor AF registrado para las plantas con deficiencias de -N, -P y -
K. La duración del área foliar depende de factores bióticos y abióticos (Kooman y
Rabbinge, 1996), se ha reportado que en plantas con deficiencia de elementos
nutricionales uno de los síntomas finales es la senescencia y finalmente la abscisión foliar
(Wang et al., 2012c; Zörb et al., 2013).
La mayor cantidad de biomasa producida por cada cm2 de la hoja en un tiempo
determinado, se describe con la tasa de asimilación neta (TAN). Al inicio del cultivo las
plantas presentaron los mayores valores de TAN debido al desarrollo de hojas (Segura et
al., 2006). En el tomate de árbol se presentaron elevados valores de TAN y disminuyeron
a partir los 15 DDT, momento que coincide con el aumento del peso seco total. Se observó
una disminución leve de la TAN en plantas bajo deficiencia de -N, -P y -K desde los 60DDT,
observándose con esto la baja cantidad de biomasa producida por AF bajo deficiencias
de estos elementos (Figura1-7c). Wardlaw (1990) sugiere que la disminución en la TAN es
debido al potencial incremento de la demanda (órganos vertederos) o al almacenamiento
temporal.
La tasa relativa de crecimiento (TCR) expresa la ganancia de masa seca a partir de una
masa inicial; ésta gráfica no se presentó en el documento, debido a la baja magnitud de la
ganancia de biomasa en plantas bajo déficit de -N, -P y -K. Sin embargo, se observó que
la curva disminuye ligeramente a través del ciclo de la planta, presentando una menor
ganancia de masa seca en plantas bajo déficit de estos macroelementos.). Barraza et al.
(2004b), indicaron que los valores de la TRC aumentaron inicialmente, y presentan una
disminución debido a la translocación de sustancias para el crecimiento a través del ciclo
de vida de la planta. De mismo modo, las plantas bajo deficiencia de macroelementos
nutricionales presentaron un crecimiento celular atrasado lo que se traduce en menor
ganancia de biomasa (Marschner, 2012).
La ganancia de peso seco (masa) en un tiempo determinado es descrita por la TCA (figura
1-7d) (tasa absoluta de crecimiento). Se observó un aumento en la ganancia de masa a
través del tiempo, siendo menor en las plantas con deficiencias. Por su parte, la TAC
máxima se presentó a los 135 DDT con valores de 0,07, 0,16 y 0,13 g/día en plantas
50 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
deficientes de -N, -P y -K, respectivamente a diferencia del control (0,17 g/día) (Figura1-
7d). Al relacionar la TAC con el AF se confirma que la deficiencia de elementos reduce el
área de captación de la radiación, disminuyendo la ganancia de peso seco. De acuerdo a
lo anterior, Hunt (1990b) señala que la tasa absoluta de crecimiento representa la
capacidad de vertedero de los órganos de la planta. Casierra y Cardoso (2009), señalan
que es fundamental optimizar las labores agronómicas con el fin de mejorar la ganancia
de masa en las plantas, las cuales se deben desarrollar en los puntos de mayor
acumulación o valor de la TCA.
La mayor tasa de crecimiento del cultivo (TCC) se evidenció en plantas sin deficiencia
alcanzando el mayor valor (0.60 g.m2.día) a los 116 DDT. Las plantas bajo deficiencia de
-N alcanzaron el mayor valor (0.197 g.m2.día) de TCC a los 10 DDT y se evidencia una
disminución a través del tiempo. Bajo déficit de -P, las plantas alcanzaron el mayor valor
(0.224 g.m2.día) de TCC a los 139 DDT. Y por último las plantas bajo deficiencia de K
alcanzaron el mayor valor (0.253 g.m2.día) de TCC a los 88 DDT (Figura1-7e).
En general se observa que todas las tasas de crecimiento estimadas, se ven afectadas
bajo deficiencias de -N, -P y –K, reflejando el detrimento de los parámetros fisiológicos
hallados para cada tratamiento con respecto a las plantas control. Esto indica claramente
que bajo deficiencia de –N, -P y -K, no hay una ganancia evidente de materia seca y que
si hay un mínimo de ganancia se obtiene en una menor velocidad con respecto a las
plantas control.
51
Figura1-7. Tasas e índices de crecimiento en plantas de tomate de árbol bajo deficiencia de
nitrógeno (-N), fósforo (-P), potasio (-K) y Control (sin deficiencias). a) Índice de área foliar (IAF); b)
Duración de área foliar (DAF); c) Tasa de asimilación neta (TAN); d) Tasa de crecimiento absoluto
(TCA) y Tasa de crecimiento del cultivo (TCC). En la tabla inferior se presentan los modelos
obtenidos para cada tasa e índice (n=4 plantas por tratamiento).
1.4.5 Sintomatología por deficiencia de macroelementos -N, -P y -K
Descripción de cambios anatómicos por déficit de nitrógeno (-N), fósforo (-P) y potasio (-
K)
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
-10 40 90 140
IAF
CNPK
---
0
1000
2000
3000
4000
-10 40 90 140
DA
F (d
ias)
C
N
P
K
---
0,0000
0,0002
0,0004
0,0006
0,0008
0,0010
0,0012
-10 40 90 140
TAN
(g.
cm2 *
dia
1)
CNPK
---
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
-10 40 90 140
TCA
(g/
día
)
CNPK
---
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
-10 40 90 140
TCC
(g.
m-2
*dia
-1)
CNPK
---
DDT (días después de trasplante)
a ba
ca
da
e
52 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Aunque la anatomía de la planta está influenciada genéticamente, al existir alteraciones
iniciales en la fisiología y el crecimiento provocado por el déficit de elementos nutricionales,
se genera una alteración en la estructura y anatomía foliar lo cual determina el intercambio
gaseoso. Como indica Hattersley (1984), la asimilación primaria de carbono se lleva a cabo
en las células del mesófilo, produciendo una reducción del carbono fotosintético en los
cloroplastos.
En la etapa vegetativa se observaron diferencias importantes de la anatomía de la hoja y
tallo de plantas de tomate de árbol bajo deficiencia de -N, -P y -K a diferencia del control.
La epidermis adaxial (ad) y abaxial (ab) del mesófilo son monoestratificadas y conformadas
por células rectangulares y cuboidales con una muy evidente cutícula. Por consiguiente,
se observó que las células de la epidermis adaxial (ad) de las plantas control fueron de
menor grosor que las células de las plantas sometidas a deficiencias. De mismo modo, se
evidenció un menor grosor de las células abaxiales (ab) de las plantas control (Figura1-8
b,e,h,k). En general, se observó que células abaxiales son más gruesas que las adaxiales
en las plantas de tomate de árbol (Figura1-8).
El parénquima de empalizada (P.P) no presentó alteración en la simetría de las células en
plantas control y sin déficit de -N y –P, sin embargo se observó que bajo déficit de –K hay
una alteración en la forma de las células de empalizada (P.P) (Figura1-8 b,e,h,k).
A nivel de las nervaduras se observó que los haces vasculares son bicolaterales,
presentando el floema alrededor del xilema (Figura1-8 a, d ,g, j). Con relación a la vena
media y su tejido vascular (Figura 1-8 a,d,g,j), se evidenció que el tejido fundamental de la
vena media de plantas bajo deficiencia de -N, -P y –K estuvo formado por células
pequeñas, menos abundantes y deformes en comparación con las plantas control. No
obstante, las células del parénquima esponjoso (P.E) que rodean los haces vasculares,
presentaron menor abundancia en plantas con déficit de nutrientes a diferencia de las
plantas control (Figura 1-8 a,d,g,j).
Se identificaron tricomas en forma de estrella y glandulares, los cuales predominan en el
envés de la lámina foliar o epidermis inferior, presentándose más cambios por unidad de
área en las plantas control. Sin embargo se observó que la cantidad de tricomas es escasa
en plantas bajo deficiencia de -N, -P y –K, lo que posiblemente este asociado con el
aumento de la temperatura de hoja (datos no presentados), disminuyendo la tasa de
transpiración y finalmente el proceso fotosintético (Figura1-8). Silvia y Acevedo (1984)
indican que bajo un estrés las plantas disminuyen el número de tricomas con el fin de
disminuir la temperatura de la hojas, además, cuando hay un estrés la planta como
estrategia de adaptación fusiona los tricomas con la epidermis aumentando el grosor de la
capa límite, con el fin de evitar la pérdida de agua, y por tanto influyendo negativamente
en el intercambio gaseoso.
53
En los cortes teñidos con Astra-Blue, Fuchsina básica, se observa una mayor intensidad
de la coloración en las plantas control a diferencia de las plantas con deficiencias de -N, -
P y –K, posiblemente debido a la mayor afinidad por los carbohidratos con esta tinción
(Moritz et al., 2008).
Por otro lado en la figura 1-8 (c,f,i,L), en los cortes transversales obtenidos del tallo se
observó que la simetría de las células del parénquima (P) se altera y son de menor grosor
(datos no presentados) a diferencia de las plantas control. También, se observó que la
organización y abundancia de las células que conforman el H.V presentaron reducción en
el desarrollo, se alteró la forma de estas células y se redujo en plantas bajo déficit de
nutrientes (Figura 1-8 f,i,L). La conformación del colénquima se observó definida en todas
las plantas evaluadas (Fig 1-8 c,f,i,L).
Figura1-8. Cortes histológicos en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo sometidos a
deficiencias de macroelementos a los 135 DDT. En el panel de la izquierda se observan cortes
transversales de hoja (4X), panel central se observa el corte trasversal de hoja (10X) y en el panel
54 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
derecho se observa el corte transversal de tallo (4X). a, b y c) Control; d, e y f) deficiencia de
nitrógeno (-N), g, h y i) deficiencia de fósforo (-P); j, k y l) deficiencia de potasio (K).
El parénquima esponjoso (PE) fue de mayor grosor en hojas deficientes de -P (99.57µm),
ocupando la mitad del espesor de la hoja, superando al control (87.56 µm) (tabla 1-6). Las
plantas con deficiencia -N y -K presentaron los valores de PE más bajos siendo de 69.77
µm y 79.32 µm, respectivamente. De mismo modo, el parénquima de empalizada (PP) que
está conformado por células alargadas, se registró un mayor grosor en los tratamientos
deficientes en P (90,16 µm) y N (66,83 µm), superando al Control (51,87 µm), contrario a
los registrado en K (48,54 µm) el cual registró el menor grosor en comparación con el
control. Los mayores grosores en PE y PP obtenidos en el tratamiento -P, también influyen
en un mayor espesor de la hoja (254,9 µm) superando al tratamiento control (247,5 µm)
(tabla 1-6), inverso a lo registrado en los tratamientos deficientes en N (193,09 µm) y K
(177,1 µm). El grosor de la epidermis superior (Ep.Sup) aumentó significativamente en los
las plantas sometidas a déficit de -N (11,15 µm), -P (11,3 µm) y -K (12,2 µm), con respecto
al control (9,6 µm). El grosor de la epidermis inferior registró aumentos estadísticamente
significativos en las plantas deficientes de -N -P y K (14,1, 16,9 y 12,6 µm,
respectivamente) a diferencia de las plantas control (10,35 µm) (Tabla 1-6).
La expansión de la hoja está estrechamente ligada a la expansión celular (Ong y Baker,
1985). La expansión celular, y por ende el área foliar, es uno de los primeros procesos de
crecimiento que se ven afectados por el estrés nutricional (Hsiao et al., 1985; Marschner,
2012). Bajo una deficiencia de K se afecta la expansión y la turgencia celular, afectando
principalmente los tejidos del floema lo que dificulta el transporte de fotoasimilados
(Krasavina et al., 2005). Rubio et al. (2009), sugieren que el K está relacionado con el
transporte polar y la acumulación de auxinas en las regiones de crecimiento. Por su parte,
Zhang et al., (2009) indica que el déficit de K reduce la síntesis de auxinas y aumenta la
de etileno lo que se traduce en un menor crecimiento y expansión celular. Por otro lado,
Moreno-Sotomayor et al. (2002) indicaron que las deficiencias de N influyen en las
características anatómicas del maíz, alterando específicamente el espesor de hoja y las
proporciones de la vaina del haz. El N es asociado con la síntesis de citoquininas, ya que
esta hormona actúa como molécula señal de N debido a su rol en la regulación de genes
implicados en la absorción de nutrientes y la división celular en las plantas (Sakakibara et
al., 2006). Finalmente, la anatomía se ve influenciada también por el fósforo (P), debido a
que este elemento participa en procesos de división celular y la turgencia (Mengel y Kirkby,
2001). Rodríguez et al. (2015) señalan que plantas de Typha domingensis bajo deficiencia
de P presentaron una disminución en el parénquima de empalizada y el grosor de la hoja.
55
Tabla 1-6. Características morfológicas de hojas de S. betaceum en los distintos tratamientos.
Control = control (sin deficiencia de nutrientes), -N= deficiencia de nitrógeno, -P = deficiencia de
fósforo y -K: deficiencia de potasio. Promedios ± error estándar (n=4 por tratamiento). Las
diferencias significativas se realizaron con la prueba Tukey con un alfa de 0,05 (n=3 plantas) Tratamiento Espesor de la
hoja (µm) Grosor
Empalizada (µm)
Grosor Parénquima
esponjoso(µm)
Grosor epidermis superior (ó
adaxial) (µm)
Grosor epidermis inferior (ó
abaxial) (µm)
Control 247,59± 1,53a 51,87± 2,06c 87,56±6,35b 9,60±0,56b 10,35±0,32a
- N 193,09± 6,57b 66,83± 3,86b 69,77±0,78c 11,15±0,18a 14,10±0,18c
-P 254,94±3,98a 90,16±1,94a 99,57±6,75a 11,31±0,24a 16,91±2,01c
-K 177,10± 3,66b 48,54±2,31c 79,32±4,99cb 12,21±0,45a 12,60±0,99d
En general, el potencial fotosintético por unidad de área foliar se asocia con el espesor y
el tamaño de las células mesofílicas. Moreno-Sotomayor et al. (2002), indican que existe
una relación estrecha entre la fotosíntesis y la anatomía de la hoja, debido a que los rasgos
anatómicos facilita el movimiento de CO2 desde los estomas hasta el punto de
carboxilación. En plantas de tomate de árbol bajo déficit de -N, -P y -K, se evidencio un
cambio a nivel anatómico (variación en grosores) lo que posiblemente explica la variación
en la resistencia a la difusión del CO2 en la hoja resultando en bajas tasas fotosintéticas y
limitación en el crecimiento.
1.4.6 Sintomatología externa visual por déficit de nitrógeno (-N), fósforo (-P) y potasio (-K)
Deficiencia de Nitrógeno (-N)
Las plantas de tomate de árbol bajo deficiencia de N manifestaron tempranamente (desde
los 20 DDT) sintomatología visual externa de deficiencia como clorosis en hojas viejas
avanzando prolongadamente a todas las hojas de la planta como se observa a los 60 DDT
(Figura1-9). Después de los 60 DDT, la planta presentó clorosis generalizada en las hojas
del tercio inferior y avanzando progresivamente hacia todos los tercios, tallos delgados,
menor porte, expansión de la lámina foliar y mínima aparición de órganos; además de
menor elongación de la parte radical, a diferencia del control (planta sin deficiencias)
Finalmente a los 150 DDT las hojas se tornaron necróticas y ocurrió abscisión foliar (Figura
1-9).
Estas deficiencias coinciden con lo reportado por Riascos et al. (2009) en plantas de
tomate de árbol. Según Marschner (2012), la anterior sintomatología por déficit de
nitrógeno en la planta se presenta debido a la movilidad del elemento, el cual se moviliza
56 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
a las hojas del tercio superior (jóvenes) presentando deficiencia en las hojas ubicadas en
el tercio inferior (viejas).
Figura1-9. Efecto de las deficiencias de Nitrógeno (-N) en plantas de tomate de árbol (S. betaceum) a los 30, 60, 90, 120 y 150 DDT. Fotos fuente: Laboratorio de Fisiología y Bioquímica vegetal. Departamento Biología Deficiencia de Fósforo (P)
La deficiencia de fósforo en plantas de tomate de árbol, presentó sintomatología visual
después de transcurrido los 90 DDT, se visualizaron las hojas viejas con coloración verde
oscuro y opaco (Figura 1-10). A los 120 DDT hay una pérdida de turgencia en hojas viejas,
además, en algunas plantas se observó clorosis en las hojas del tercio inferior siendo más
significativa a los 150 DDT, también se evidenció una mayor longitud y biomasa de las
raíces. En esta especie, visualmente no se presentó acumulación de antocianinas
(coloración púrpura) o alteración en el crecimiento (Figura 1-10).
Resultados similares fueron reportados en plantas de uchuva (Martínez et al., 2008), en
tomate de árbol (Riascos et al., 2009) y en plantas de tomate (Stewart et al., 2001). Casson
y Lindsey (2003) señalan que bajo una deficiencia de P, las plantas aumentan el desarrollo
del sistema radical como respuesta a la activación de reguladores de crecimiento (etileno,
57
auxinas, citoquininas). El fósforo es una elemento que en algunas especies no exhibe
síntomas foliares visibles como clorosis a comparación de otros elementos nutricionales
(Pillimue et al., 1998; Barker y Pillbeam, 2007; Riascos et al., 2009;). Por otro lado, los
niveles de clorofila tienden a aumentar bajo deficiencias de P con hojas presentando una
coloración verde oscura (Barker y Pillbeam, 2007).
Figura1-10.Efecto de las deficiencias de Fósforo (-P) en plantas de tomate de árbol (S. betaceum) durante: 60, 90, 120 y 150 DDT). Fotos fuente: Laboratorio de Fisiología y Bioquímica vegetal. Departamento Biología
Deficiencia de potasio (K)
Las plantas de tomate de árbol bajo deficiencia de K manifestaron síntomas visuales de
deficiencia como clorosis leve en hojas del tercio medio y bajo, siendo más acentuada
hacia los bordes de la lámina foliar y avanzando hasta el centro; menor porte de la planta,
manchas necróticas en el centro de la lámina foliar que posteriormente avanzaron a toda
la lámina, escaso desarrollo de hojas y menor grosor de tallo, menor desarrollo radical y
raíces con ápices necróticos a diferencia del control Finalmente las hojas se necrosaron
completamente y hubo abscisión de estas (Figura1-11).
58 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Sintomatología similar fue reportada para uchuva (Martínez et al., 2008), tomate de árbol
(Pillimue et al., 1998) y lulo (Cabezas et al., 2002; Vargas et al., 2009) donde observaron
que bajo deficiencia de K se presentó retraso en el crecimiento y manchas necróticas en
las hojas viejas (tercio bajo). Los efectos de las deficiencias de K influyen en el crecimiento,
debido a que determina numerosos procesos metabólicos como la activación enzimática
y síntesis de proteínas (Barker y Pillbeam, 2007). Del mismo modo, Marschner (2012),
señala que la ausencia de este elemento afecta negativamente el crecimiento, debido a la
escasa activación de ATPasa para bombeo de protones en las membranas, ocasionando
una menor expansión celular.
Figura1-11. Efecto de las deficiencias de Potasio (-K) en plantas de tomate de árbol (S. betaceum) a los 60, 90, 120 y 150 DDT. Fotos fuente: Laboratorio de Fisiología y Bioquímica vegetal. Departamento Biología
59
Análisis foliar (medición adicional a los 135 DDT)
Finalmente, el análisis foliar muestreado en el tercio medio (medición adicional anexo 3),
se evidencio que con respecto al control, bajo déficit de N aumento la cantidad de Ca, Mg,
K, Mn, Fe, Zn, el P no presentó cambios ante el déficit de y se redujo la cantidad de Cu y
B. Bertsch (1998) señala que el déficit de N aumenta el contenido de Mg debido al efecto
antagonista del N sobre el Mg y P. Havlin et al. (1999), indica que la deficiencia de N
aumenta los contenidos de Ca. Bertsch (1998) señala que bajo déficit prolongado de N,
se disminuye la cantidad de P en la hoja, a razón de que estos elementos al estar en
desbalance limitan la absorción de estos elementos.
Bajo déficit de P, aumento la cantidad de Ca, Mg, K, Mn (al doble), Zn, Cu y B, y se redujo
la cantidad de Fe y N. Martínez (1995), señala que la falta de P disminuye la cantidad de
N debido al equilibrio que debe existir entre estos dos elementos para la absorción de los
mismos. Havlin et al., (1999) concluye que bajo déficit de P aumenta la cantidad de K y Mg
a nivel foliar.
Deficiencias de -K, incrementaron la cantidad de Ca (en menor medida), Mg, N, Mn, Cu y
B, y redujo la concentración foliar de P, Fe y Zn. La ausencia de K, incrementa el contenido
foliar de Mg debido al antagonismo entre estos elementos (Havlin et al., 1999). De mismo
modo, la carencia de -K disminuye la concentración de Zn a causa de que al ser elementos
móviles en la planta, existe una translocación de un elemento para remplazar el otro para
ocultar síntomas de deficiencia (Howard, 1992). Por su parte en este estudio se observó
que la falta de K aumento el K foliar, contrario a lo reportado por Bertsch (1998), el cual
indica que el -P y -K son antagonistas.
60 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Capítulo 2. Efecto de los niveles de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) sobre los parámetros de fisiológicos, crecimiento y sintomatología externa visual en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo sembradas en suelo
En el presente capítulo, se desarrollaron los siguientes objetivos específicos:
Evaluar el efecto de diferentes niveles de -N, -P y -K sobre los parámetros
fisiológicos en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo sembradas en
suelo.
Determinar el efecto de diferentes niveles -N, -P y -K sobre las tasas e índices de
crecimiento de plantas de tomate de árbol.
Caracterizar la sintomatología externa visual causada por diferentes niveles de -N,
-P y -K en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
2.1 Estado del arte
Elementos como el nitrógeno (N), fósforo (P) y el potasio (K) son conocidos como los “tres
factores esenciales” en la nutrición vegetal (Wei et al., 2016). En el caso del nitrógeno, se
presenta una mayor utilización por parte de la planta cuando existe una fijación biológica,
debido al proceso natural a través del tiempo y manteniendo la productividad del sistema
(Peoples et al., 1995). No obstante, frente a una deficiencia o bajo suministro de nutrientes,
61
la fijación biológica del N se ve interrumpida (Divito y Sadras, 2014). El fósforo (P), seguido
del N, es el elemento nutricional más limitante para los cultivos, debido a la limitación en
la disponibilidad cercana al 40% en el suelo (Vance et al., 2000). El potasio (K), es el
principal catión inorgánico que influye en procesos metabólicos y fisiológicos como la
activación enzimática, homeostasis del pH citoplasmático, potencial osmótico, actividad
estomática y translocación de fotoasimilados (Oosterhuis et al., 2014). Duke et al. (1980),
sugieren que el potasio (K), ejerce efecto sobre el crecimiento y la actividad de enzimas
involucradas en la asimilación de amonio, interconversion de aminoácidos y la traducción
de energía.
Se observa que es indispensable comprender los efectos de los diferentes niveles de
elementos nutricionales en la respuesta de la planta a nivel fisiológico, sintomatológico y
en el crecimiento de las especies vegetales de importancia económica en el país. En la
actualidad no existe suficiente bibliografía de la nutrición sobre los parámetros fisiológicos
y de crecimiento en el cultivo de tomate de árbol. Algunos de los estudios en el área de la
fertilización sobre el crecimiento son descritos a continuación.
En plantas de tomate de árbol, Muñoz (1979) reportó el efecto de la aplicación de
fertilizantes (0, 30, 60 y 90 kg/ha); K2O (0, 30, 60 y 90 kg/ha); P2O5 (0, 90, 180 y 270 kg/ha);
cal dolomita: 10 t/ ha y abono orgánico a una dosis de 2 t/ha. Se registró un mayor número
de frutos por planta (10-30 frutos) en los tratamientos con cal dolomita y abono orgánico
(porquinasza). Pillimue et al. (1998) indicaron que las deficiencias de N disminuyen el área
foliar, peso de la hoja, peso seco de raíz y parte aérea en plántulas de tomate de árbol.
Además, los autores señalan que la deficiencia de N, P, K en las plantas presentaron una
sintomatología característica a los 30 días después del trasplante, tales como: clorosis
generalizada en las láminas foliares del tercio inferior y disminución en el crecimiento de
la planta.
Clark y Richardson (2002), reportaron en plantas de tomate de árbol un aumento en la
acumulación de materia seca y nutrientes minerales. Registraron una estrecha correlación
entre la acumulación de materia seca y los nutrientes minerales individualmente. Además,
señalaron que el -N, -P y -K fueron los elementos más demandados en la planta a través
del tiempo, alcanzando en el año tres 109 Kg N/ha-1, 11 Kg P/ha-1 y 145 Kg K/ha-1,
62 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
removiendo al fruto cosechado el 39, 27 y 48%, respectivamente. Por otro lado, estudios
en diferentes formulaciones químicas en el cultivo de tomate de árbol, señalan que
utilizando el 100% del fertilizante Besacote 6M (16% N, 8% P2O5, 12% K2O, 2%MgO, 5%
SO4, 0,004% Fe, 0,05% Cu, 0,06% Mn, 0,02% Zn, 0,02% B, 0,015% Mo), se presentaron
los mayores valores en altura de la planta, área foliar, número de hojas y diámetro del tallo
en la etapa vegetativa (Pilco, 2009). Según los resultados de Montalvo (2010), en etapa
de floración y reproducción la formulación química Besacote utilizada al 100% (75 Kg/ha)
resultó en el mayor número, peso y diámetro ecuatorial de los frutos.
Osorio (1992), reportó las siguientes prácticas en el cultivo de tomate de árbol:
implementación del material vegetal comercial “rojo común” a una densidad de siembra de
625 plantas/ha y una distancia de 4,0 x 4,0 m; despunte del tallo principal a 30-40 cm del
ápice conservando de 3 a 4 tallos laterales; fertilización orgánica por planta por año de 8-
10 Kg. Conjuntamente, sugirió retirar las hojas del tercio inferior de la planta; fijar la
segunda rama (con hilos de tutorado) al tallo principal y fijar la segunda rama a un costado
del tallo.
Con el fin de conocer la respuesta productiva y desarrollo radical del cultivo de tomate de
árbol, García-Álzate et al. (2001) evaluaron seis sistemas de aplicación de fertilizantes en
corona, voleo y en chuzo a profundidades de 5 y 10 cm. Concluyendo que la fertilización
en chuzo obtuvo la menor desviación estándar de todos los tratamientos o sistemas.
Registraron que el mayor número de raíces se localiza en los primeros diez centímetros
del suelo. Además, observaron que el tamaño de las raíces se reducía conforme se
alejaba del tallo (García-Álzate et al., 2001).
Martínez (2002), estudió el estado nutricional (N, P, K, Ca, Mg, S, B, Zn, Cu, Fe y Mn) y la
caracterización del sistema radical de plantaciones de tomate de árbol (edad 10-15 meses)
en diferentes tipos de suelo, encontraron que el sistema radical responde positivamente
en un suelo de textura franca a diferencia de un arcilloso y arenoso, confiriéndole 50 cm
de distancia del tronco y 25 cm de profundidad de raíces así como mayor área de absorción
de nutrientes. Del mismo modo, señaló la necesidad de efectuar aplicaciones foliares de
KNO3 con el fin de corregir los bajos contenidos de K y N en las plantas evaluadas.
63
2.2 Métodos
Esta segunda fase, fue llevada a cabo en la Facultad de Ciencias Agrarias de la
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, bajo condiciones de invernadero, con
unos valores promedio diurnos de: temperatura de 17.3°C, humedad relativa del 71.5% y
radiación fotosintéticamente activa promedio (PAR) de 330 µmol de fotones m-2.s-1; con
una ubicación geográfica de 4° 38’ 8´Latitud Norte y 74° 4´58´ Longitud Oeste y a una
altitud de 2.630 msnm.
Se emplearon plántulas de tomate de árbol (S. betaceum Cav) ecotipo Rojo Común
(epicarpio y mesocarpio rojo - naranja) de tres meses de edad, provenientes de un vivero
certificado ubicado en el municipio en Pasca – Cundinamarca (Colombia). Estas plántulas
presentaron en promedio tres hojas verdaderas totalmente expandidas. Las plántulas
fueron trasplantadas en bolsas plásticas negras (0.80 m x 0.80 m de calibre 6) con
capacidad de 30 Kg. Se usó suelo proveniente del municipio el Rosal - Cundinamarca del
cual se obtuvo el respectivo análisis de suelo (anexo F6). Para esta fase en condiciones
de suelo, se evaluaron ocho tratamientos, cada uno con cuatro replicas, y estuvieron
compuestos de la siguiente manera:
CC (Control comercial): dosis comercial reportada para la especie (Fischer, 2012)
y ajustada al análisis de suelo (Anexo F6).
CS (Control absoluto): plantas sembradas en suelo sin aplicación de ningún
nutriente.
Bajo N: Nivel bajo al 10% de Nitrógeno, este elemento se aplicó al 10% de la dosis
comercial o del control y el resto de los elementos (K, P, Mg, Ca, S, B, Zn, Mn, Mo,
Fe, Cl, Cu) se aplicaron con base en la dosis comercial.
Bajo P: Nivel bajo al 10% de Fósforo, este elemento se aplicó al 10% de la dosis
comercial o del control y el resto de los elementos (N, K, Mg, Ca, S, B, Zn, Mn, Mo,
Fe, Cl, Cu) se aplicaron con base en la dosis comercial.
Bajo K: Nivel bajo al 10% de Potasio, este elemento se aplicó al 10% de la dosis
comercial o del control y el resto de los elementos (N, P, Mg, Ca, S, B, Zn, Mn, Mo,
Fe, Cl, Cu) se aplicaron con base en la dosis comercial.
Alto N: Nivel alto al 200% de Nitrógeno, este elemento se aplicó al 200% de la
dosis comercial o del control y el resto de los elementos (K, P, Mg, Ca, S, B, Zn,
Mn, Mo, Fe, Cl, Cu) se aplicaron con base en la dosis comercial.
64 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Alto P: Nivel alto al 200% de Fósforo, este elemento se aplicó al 200% de la dosis
comercial o del control y el resto de los elementos (N, K, Mg, Ca, S, B, Zn, Mn, Mo,
Fe, Cl, Cu) se aplicaron con base en la dosis comercial.
Alto K: Nivel alto al 200% de Potasio, este elemento se aplicó al 200% de la dosis
comercial o del control y el resto de los elementos (N, P, Mg, Ca, S, B, Zn, Mn, Mo,
Fe, Cl, Cu) se aplicaron con base en la dosis comercial.
Para la dosificación, cada nutriente se ajustó (Tabla 2-1), con base en el manual para el
cultivo de frutales en el trópico (Fischer, 2012) y el análisis de suelo (Anexo F6). Los
tratamientos se aplicaron cada 45 días (según prácticas en campo) en estado vegetativo,
aplicando el fertilizante al suelo, en forma de corona, a 30 cm de distancia del tallo de la
planta. Las evaluaciones fisiológicas y destructivas (crecimiento) se realizaron de la
siguiente manera: 0 (antes de la aplicación de tratamientos o punto 0), 15, 30, 60, 105 y
150 días después del momento del trasplante (DDT) y después de la aplicación de los
tratamientos (tabla 2-2).
Tabla 2-1. Aplicación de elementos (g/planta) con fertilizantes comerciales ajustada con base en requerimientos de la especie Fischer (2012) y el análisis de suelo.
Aplicación de tratamientos
15 DDT 30DDT 60 DDT 105 DDT 150 DDT
Elementos g/planta g/planta g/planta g/planta g/planta
N 9,3 9,3 9,3 9,3 9,3
P2O5 15,3 3,8 3,8 3,8 3,8
K2O 11,2 11,2 11,2 11,2 11,2
CaO 8,1 2,0 2,0 2,0 2,0
MgO 2,2 2,2 2,2 2,2 2,2
B 1,0 0,2 0,2 0,2 0,2
Cu 0,01 0,003 0,003 0,003 0,003
S 0,4 0,4 0,4 0,4 0,401
Zn 0,02 0,006 0,006 0,006 0,006
Fe 0,01 0,003 0,003 0,003 0,003
Mn 0,08 0,02 0,02 0,02 0,02 *DDT: días después de trasplante.
Las fuentes usadas y ajustadas para este ensayo correspondieron a: Urea, Nitrato de
Calcio, DAP (Fosfato diamónico), KCl (Cloruro de potasio), Nutricomplet de Ingeplant (B,
Mg, Cu, Zn, Fe, S, Mn, Mo) y Boro de Cosmoagro.
Tabla 2-2.Fase II: Tratamientos de niveles de elementos -N, -P y -K (g/planta) a los 15 DDT con
fertilizantes comerciales y dosificación ajustada con base en requerimientos de la especie Fischer
65
(2012) y el análisis de suelo. CS: control suelo; CC: control comercial; Nitrógeno al 10% (Bajo N);
Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al 200%
(Alto P) y Potasio al 200% (Alto K).
2.2.1 Parámetros fisiológicos
Las variables fisiológicas medidas correspondieron a: la emisión de fluorescencia de la
clorofila-a, fue medida con un Fluorómetro no modulado (Handy pea de Hansatech,
Inglaterra), para evaluar el desempeño del aparato fotosintético en las deficiencias y
excesos de los macroelementos, obteniendo el rendimiento cuántico máximo fotoquímico
del fotosistema II (Fv/Fm). Las mediciones con el fluorómetro, se realizaron en hojas del
tercio medio, aclimatadas con clips a condiciones de oscuridad por treinta minutos. Todas
las mediciones se realizaron desde las 8:00- 10:00 am, a excepción de Fv/Fm la cual se
hizo en prealba. Para esta fase se usaron tres plantas por tratamiento y de cada planta se
midieron tres hojas (tercio medio).
El contenido de clorofila se determinó con un medidor portátil de clorofila SPAD 502
(Minolta, Spectrun Technologies Inc., Illinois, USA). Para determinar el contenido de
clorofila se realizó la curva de calibración para la especie medíante extracción de clorofilas
por el método de Lichtenthaler y Wellburn (1983) de discos foliares correspondientes a
hojas de diferente grado de color. Se compararon los datos obtenidos a través del tiempo
(anexo G7). Los datos obtenidos posteriores a la calibración se expresaron en clorofila
total (mg/cm2).
Tratamientos N P2O5 K2O CaO MgO B Cu S Zn Fe Mn
CS (control suelo- sin
fertilizantes)
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
CC (control comercial)
9,3 15,3 11,2 8,2 2,2 1,0 0,01 0,4 0,03 0,01 0,08
Bajo N 4,6 15,3 11,2 8,2 2,2 1,0 0,01 0,4 0,03 0,01 0,08
Bajo P 9,3 7,6 11,2 8,2 2,2 1,0 0,01 0,4 0,03 0,01 0,08
Bajo K 9,3 15,3 5,6 8,2 2,2 1,0 0,01 0,4 0,03 0,01 0,08
Alto N 14,0 15,3 11,2 8,2 2,2 1,0 0,01 0,4 0,03 0,01 0,08
Alto P 9,3 22,9 11,2 8,2 2,2 1,0 0,01 0,4 0,03 0,01 0,08
Alto K 9,3 15,3 16,9 8,2 2,2 1,0 0,01 0,4 0,03 0,01 0,08
66 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
2.2.2 Parámetros de crecimiento
En tres (3) plantas seleccionadas aleatoriamente azar, se registraron variables como altura
de planta desde la cicatriz cotiledonar hasta el ápice y longitud de la raíz principal con un
fluxómetro, número de hojas verdes expandidas, muestreos de materia fresca y seca de
hojas, tallo y raíz. El área foliar se obtuvo con el programa Image J® (2004).Los muestreos
destructivos se realizaron a los 0, 15, 30, 60, 105 y 150 DDT (días después de trasplante).
Se utilizaron las fórmulas para estimar los índices de crecimiento (Gardner et al., 1990) en
las plantas de tomate de árbol en estado vegetativo Tales como Tasa de crecimiento del
cultivo (TCC), Tasa de asimilación neta (TAN), Tasa relativa de crecimiento (TRC), Índice
de área foliar (IAF), Tasa absoluta de crecimiento (TAC).
2.2.3 Sintomatología externa visual por diferentes niveles de macroelementos minerales
En cada muestreo, se realizó un registro fotográfico de cada tratamiento, escogiendo tres
plantas referencia por tratamiento donde se registró el avance de los síntomas por
diferentes niveles de cada macroelemento (-N, -P y -K) como: clorosis, necrosis o cambios
en la apariencia de la planta.
2.3 Análisis estadístico
Se implementó un diseño completamente aleatorio (DCA), con tres repeticiones y quince
unidades experimentales. Los análisis de varianza (ANOVA) para cada variable se
realizaron con el paquete SAS versión 9.2. Una vez halladas las diferencias significativas
entre tratamientos, se utilizó la comparación de promedios mediante la prueba de
comparación de Tukey - Dunnet (P < 0.05). En este ensayo, se obtuvo un total de cinco
puntos para la medida de crecimiento (muestreo destructivo) y seis puntos para los
parámetros fisiológicos. Se realizó análisis descriptivo en las variables como:
sintomatología externa visual por niveles y mediante la tabulación de datos se obtuvieron
correlaciones, gráficas y tablas.
Las variables peso seco (PSTolal) y área foliar (AF) fueron ajustados a un modelo logístico
tal y como se define a continuación:
67
𝑌:𝐾
1 + 𝐵𝑒(−𝐴𝑡)
En donde K es el máximo valor que alcanza la variable, (%), A es el producto entre el valor
inicial “a” por el máximo “K”, B es un parámetro de escala sobre el tiempo t que influencia
la tasa de crecimiento.
68 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
2.4 Resultados y discusión
2.4.1 Parámetros fisiológicos
Los parámetros fisiológicos se describen desde el dia 60DDT debido a los dias 0, 15 y 30
DDT no presentaron diferencias estadísticamente significativas (Fig. 2-1). El parámetro
Fv/Fm presentó diferencias significativas desde los 60DDT siendo el tratamiento Control
suelo sin tratamiento y Bajo N donde se reportaron valores por debajo de 0.77, afectando
negativamente el PSII (fotosistema II). A los 150 DDT se observa una disminución de
Fv/Fm en el tratamiento Bajo K (0.75) Bajo N (0.77) y CS Control suelo sin tratamiento
(0.64) (Figura 2-1a). Demmig-Adams y Adams (2006) señalan que valores por debajo de
0.70 indican que se presenta algún daño en el PSII o nivel de estrés presentándose
probablemente el fenómeno de fotoinhibición. Se observó que bajos niveles de N y K
presentaron una tendencia a la disminución de Fv/Fm, datos que coinciden con lo
reportado en el cap.1, donde las deficiencias de N y K presentaron un efecto negativo
sobre la eficiencia del fotosistema II. De igual manera, las plantas del control CS (suelo sin
fertilizar) presentaron una reducción significativa sobre este parámetro, debido a que sin
la aplicación de nutrientes se presentarán inicialmente síntomas de deficiencia (análisis de
suelo anexo F6) de N, Mg, K y menores Cu, B, Mn y Zn. Lo anterior coincide con lo
reportado por Espinoza (1998), el cual señala que suelos de origen ándico, como el usado
en el experimento, presentan bajas cantidades de macro y microelementos.
Finalmente, se registró cómo los niveles de clorofila disminuyen significativamente desde
los 60 DDT hasta los 150Dtt en Control Suelo sin fertilizar y Bajo N. Del mismo modo a los
150 DDT, la cantidad de clorofila total disminuye significativamente en CC (dosis comercial)
y CS (sin aplicación de fertilizantes); y aumenta significativamente esta variable en el
tratamiento Bajo K. Se observó cómo los tratamientos con bajo y alto nivel de -N, -P y -K,
presentaron una tendencia al aumento en la cantidad de clorofila total en comparación con
el control sin aplicación de nutrientes (CS) y de la dosis comercial usada en campo (CC)
(Figura 2-1b). También, se detalla cómo a los 150DDT, el tratamiento con Bajo K aumentó
69
significativamente la cantidad de clorofilas totales en plantas de tomate de árbol, lo que
posiblemente puede asociarse a que el tomate de árbol aumenta la cantidad de pigmentos
a bajas cantidades de K , protegiendo el aparato fotosintético y manteniendo la dinámica
hormonal (Wang et al., 2012c). Wei et al. (2016), encontraron que al aumentar
severamente la cantidad de K en plantas de algodón, se disminuyen las enzimas
antioxidantes como APX, CAT y SOD generando que haya una mayor degradación de
pigmentos, a diferencia de un aumento ligero en la cantidad de K aplicado al sustrato.
Figura 2-1. Parámetros fisiológicos en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo. Control comercial (CC); control solo suelo (CS); Nitrógeno al 10% (Bajo N); Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y Potasio al 200% (Alto K).a)) Rendimiento cuántico máximo potencial del fotosistema II (Fv/Fm) y b) Clorofila total (µg/cm2). Barras representaron el error estándar para cada tratamiento (n=3 plantas por cada tratamiento). Las comparaciones importantes del nivel 0.05 están indicadas por letras diferentes con el Tests t de Tukey.
En general se observó, que las plantas de tomate de árbol sin aplicación de nutrientes (CS)
presentaron una alteración en la respuesta fisiológica de la planta, lo que puede asociarse
con la presencia de un estrés por déficit de nutrientes, afectando negativamente la Fv/Fm
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
60 105 150
Fv/F
m
CCCSBajo NAlto NBajo PAlto PBajo KAlto K
a
a
cb
ab a aabab a a a a a aa b ab
cab
bca ababab
0,000
0,005
0,010
0,015
0,020
60 105 150
Co
nte
nid
o t
ota
l de
cl
oro
fila
(μ
g/cm
2)
Ddt (Dias despues de trasplante)
CCCSBajo NAlto NBajo PAlto PBajo KAlto Kbc
c
bc abcbaba
a
abc
b
a
d
c
abb
ab abb
a
d
cb
bb
a a
70 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
y el contenido de pigmentos. Por su parte, los niveles altos de -N, -P y -K aumentan
contenido clorofila total. Se observó que Bajo K, aumenta la cantidad de clorofila total con
respecto a todos los tratamientos. De mismo modo se observó, como los bajos niveles de
N y K tienden a reducir la eficiencia cuántica potencial del fotosistema II, lo cual concuerda
con el capítulo I, donde se observa mayor limitación en los parámetros fisiológicos a causa
del déficit de N y K. Por último, al suministrar niveles bajo de P en la planta de tomate de
árbol no se afecta ningún parámetro fisiológico, lo que coincide con lo reportado en el
capítulo I.
2.4.2 Parámetros de crecimiento
En la Tabla 2-3, se observa reducción significativa del área foliar (AF) en plantas sin
fertilización (CS) (2668 cm2), seguida por plantas con Alto P (3083 cm2), en comparación
a las plantas con el tratamiento Bajo K (9488 cm2), la cual presentó el valor más alto en de
AF. Por su parte, el número de hojas (NH) presentó el menor valor sin fertilización (CS)
(13,3) a diferencia del valor más alto obtenido en el tratamiento Bajo K (27). Las plantas
con Bajo K presentaron un aumento en la longitud aérea (LA) (123,3 cm) a diferencia de
CS y Alto P los cuales exhibieron los menores valores (75 y 72, respectivamente)
El peso seco en hojas (PSH) se redujo significativamente para las plantas sometidas a Alto
P (18,7 g) y CS (16,1 g), siendo el tratamiento Bajo K el que presentó un aumento
significativo (61,9 g). La variable peso seco de tallos (PST) se redujo significativamente
para las plantas con Alto P, CS y Alto K (28,8, 34,1 y 70,3 g, respectivamente), en
comparación con las plantas con Bajo K las cuales presentaron el mayor valor (109,8 g).
Así mismo, en el peso seco de raíz (PSR) se observó una disminución significativa en
plantas sin fertilización (CS) del 76% en comparación con las plantas con Alto K, este
último tratamiento presentó el mayor valor. En general, el peso seco total (PSTotal)
presentó un decremento en plantas sin adición de fertilizantes (CS) (114.1 g) y el mayor
valor lo presentaron las plantas con Alto K (381 g) (Tabla 2-3).
El tratamiento con CS, registró una reducción en el peso seco (hojas, tallo, raíz y total),
número de hojas, longitud aérea y área foliar, posiblemente debido a la limitación de la
absorción en la toma de elementos como el N y Ca, debido a que la demanda de estos
71
elemento es alta en el estado vegetativo para el crecimiento y desarrollo de las plantas
(Giorgi et al., 2009). La carencia de N en la planta afecta el balance de fitohormonas,
debido a la interrupción de la exportación de citoquininas desde la raíz hasta los brotes,
así como la tasa de crecimiento de brotes vegetativos (Rodríguez-Falcón et al., 2006).
Por su parte, Havlin et al. (1999) señalan que plantas sin adición de elementos como el Ca
disminuyen la asimilación de nitrógeno, lo que se asocia a menor síntesis de proteínas,
menor actividad enzimática y menor crecimiento.
Por otro lado, se evidenció que el tratamiento Bajo K, aumentó las variables de crecimiento
en plantas de tomate de árbol a diferencia de una dosis comercial (CC) y de los demás
tratamientos. Probablemente, estas plantas en el estado vegetativo potencializan el
crecimiento con baja adición de K (10%). Jakobsen (1993) reportó que al aplicar bajas
dosis de potasio en el suelo se llega al punto de disminuir la cantidad de Ca (cuando está
alto en el suelo, caso del presente estudio) y aumentar en menor grado el magnesio
(Guerra y Bautista, 2002), lo que se traduce en un aumento de la actividad del K. Por su
parte, al estar disponible el K en la planta aumenta la división celular y expansión de células
meristemáticas (Marschner, 2012). Guerra y Bautista (2002) concluyeron que en plantas
de guayaba, la adición de K en el estado vegetativo es menor a comparación de un estado
reproductivo, debido a que en este último se demanda en mayor proporción este elemento
para la producción del fruto.
Tabla 2-3. Efecto de diferentes niveles de -N, -P y -K en los parámetros de crecimiento a los 135 DDT (días después de trasplante). Control comercial (CC); control solo suelo (CS); Nitrógeno al 10% (Bajo N); Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y Potasio al 200% (Alto K).Promedios ± error estándar. Diferentes letras presentan diferencias significativas según la prueba Tukey con un alfa de 0,05 (n=3 plantas por tratamiento).
AF (cm2) NH LR LA LT PSH PST PSR PSTotal
CC 4859,7±680
ab 21,7±2,
8 ab 91,7±2
,4 a 98,3±2,6
ab 190±4,6
a 40,6±0,3
ab 62,6±5,0
ab 141,9±17,
3ab 245,1± 22,3
abc
CS 2668,6± 276,9
b 13,3±0,
7b 79,7±2
,4a 75,0±5,9
b 154,7±5,5
a 16,1±0,8
b 34,1±5,0
b 63,9±3,7
b 114,1±1,9
c
Bajo
N 6748,7±31,6
ab 22,3±0,
7ab 102,7±2,7a
99,0±7,1 ab
201,7±8,3 a
44,1±4,5 ab
73,2±6,1 ab
106,3±13,4ab
223,6±5,5 abc
Alto N 8135,0±1736,1
ab 27,3±3,
9ab 74,3±3
,5a 85,3±9,1
ab 159,7±12,6
a 49,9±10,6
ab 167±153
ab 119±
35,8ab 336,1±144,
5 ab
Bajo P 6162,0±176,3
ab 23,0±3,
3ab 88,0±5
,8a 108,3±5,5
ab 196,3±11,2
a 46,4±6,7
ab 70,9±5,2
ab 206,5±42
ab 323,8±40,4
ab
72 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
AF: área foliar (cm2); NH: número de hojas; LR: longitud raíz (cm); LA: longitud aérea (cm); LT:
longitud total (cm); PSH: peso seco de hojas (g); PST: peso seco de tallo (g); PSR: peso seco de
raíz (g) y PSTotal: peso seco total (g).
El índice de área foliar (IAF) presentó aumento a través del tiempo (figura 2-2a, b). Las
plantas con Bajo K aumentaron este parámetro a diferencia de los demás tratamientos,
alcanzando un valor máximo de 15,04 a los 150 DDT (Figura 2-2a). Del mismo modo, las
plantas con Alto N y Alto K presentaron un máximo valor de 12,9 y 9,8 (respectivamente)
a los 150 DDT (Figura 2-2b).
A partir de los 100 DDT se observó un aumento en la ganancia de biomasa (TAC) de
plantas Bajo K, Bajo P y CC. Por su parte, las plantas Bajo K, Bajo P y CC alcanzaron el
mayor valor (7.7, 5.1, 3.7 g/día-1, respectivamente) a los 150 DD, contrario a las plantas
con Bajo N y CS (1.94 y 0.97 g/día a los 76 y 143 DDT, respectivamente) (Figura 2-2c).
Las plantas con altos contenidos de K también aumentaron la ganancia de masa seca a
partir de los 100 DDT, presentando un mayor valor a los 150 DDT de 10.4 g/día-1; no
obstante, se registró una disminución de la TCA para las plantas con Alto N, CC, Alto P y
CS (1.77, 3.7, 2.21 y 0.97 g/día-1) (Figura 2-2d). En general, la TRC (tasa relativa de
crecimiento) máxima se alcanza en los primeros días (punto 0) con 0.39 g.g.día-1, luego
decreció a partir de los 15 DDT (0.04 g.g.día-1), finalmente los valores disminuyen a los
150 DDT (0.015 g.g.día-1) (Figura 2-2 e,f). Los anteriores resultados concuerdan con lo
reportado por Jarma et al. (1999), donde señalan que la TRC presenta valores altos al
inicio del ciclo del tomate y disminuyen a través del ciclo de vida. Además, los mismos
autores señalan que estas disminuciones en la TRC se presentaron a causa del inicio de
floración. Barraza (2000) indica que esta disminución se debe a que al entrar en periodo
reproductivo, las hojas entran en senescencia y pierden peso para pasar a ser fuente de
las flores y frutos.
Alto P 3083,0±212,6
b 15,3±0,
7ab 82,3±5
4a 72,3±5,4
b 154,7±10,8
a 18,7±0,8
b 28,8±4,4
b 99,7±13,6
ab 147,2±10,4
bc
Bajo K 9488,2±413,2
a 27,0±0,
5 a 132,7±0,3 a
123,3±4,8a
256±4,9 a
61,9±0,1 a
109,8±15,3a
144,9±24,9ab
316,6±34,8ab
Alto K 6205,2±1375,4
ab 19,3±2,
0ab 90,3±0
,3a 104,0±10,
7ab 194,3±10,9
a 39,4±9,3
ab 70,3±17,5
ab 271,3±55,
6 a 381,0±64 a
73
La TCC (tasa de crecimiento del cultivo) presentó un aumento conforme avanzó el
crecimiento de las plantas. No obstante, se observó que las plantas con Bajo K y Alto K
alcanzaron los mayores valores (12.4 y 16.6 g.cm2.día-1, respectivamente) a los 150 DDT.
Los valores más bajos de TCC se alcanzaron en las plantas con Bajo N, Alto N, Alto P y
CS (3.11, 2.83, 3.5 y 1.5 g.cm2.día-1, respectivamente) (Figura 2-2 g, h). Posiblemente, los
tratamientos Bajo K y Alto K presentan una mayor eficiencia fotosintética (variable no
medida en esta fase); sin embargo, se observa que registraron los valores más altos de
AF. Barraza (2000) señala que la TCC y el área de las hojas determina la efectividad de
absorción de energía lumínica para la generación de asimilados.
La TAN (tasa de asimilación neta) presentó los máximos valores para las plantas con Bajo
P, Bajo K, CS y CC (0.0014, 0.0056, 0.0026 y 0.68 g.cm-2*día-1, respectivamente) a los 10
DDT. Por su parte, las plantas con Alto N, Alto P y Alto K alcanzaron los mayores valores
(0.0026, 0,00164, 0.00089, 0.0017 g.cm-2*día-1) a los 23, 35, 56 y 148 DDT. De acuerdo
con lo anterior, se puede decir que las plantas con la fertilización comercial (CC) superaron
al resto de los tratamientos (Bajo P, Bajo K y CS) a los 10 DDT. Del mismo modo, las
plantas con Alto K, alcanzaron la mayor ganancia de biomasa por cm2 a los 149 DDT, lo
cual se asocia con la ganancia final de materia seca total de la planta (Figura 2-2 i, j). Esta
respuesta de mayor acumulación de biomasa se relaciona con el AF presente en los
primeros días del cultivo, donde las hojas están más expuestas a la radiación y hay menor
sombrío de las hojas, lo cual las hace más eficientes en la asimilación de CO2 (Hunt, 1982;
Barraza et al., 2004).
En general se observó un acercamiento del crecimiento de la especie de tomate de árbol
bajo diferentes niveles de N, P y K. Al ser un frutal semi perenne se observó una curva
normal de crecimiento en estado vegetativo, sin embargo se observó que este crecimiento
se ralentiza o es menor a medida que no se aplican fertilizantes al suelo (CS) o que se
exponen a bajos y altos niveles de N y P, y se aceleran con bajo y alto K en el suelo de la
sabana (bajo las condiciones experimentales del presente trabajo).
74 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
0
5
10
15
20
0 50 100 150
IAF
CC
CS
Bajo N
Bajo P
Bajo K
0
5
10
15
0 50 100 150
IAF
CCCSAlto NAlto PAlto K
0
5
10
15
0 50 100 150
TAC
(g/
día
)
CCCSBajo NBajo PBajo K
0
5
10
15
0 50 100 150
TAC
(g/
día
)
CCCSAlto NAlto PAlto K
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0 50 100 150
TRC
(g/
g.d
ia-1
)
CC
CS
Bajo N
Bajo P
Bajo K
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0 50 100 150
TRC
(g/
g.d
ia-1
)
CC
CS
Alto N
Alto P
Alto K
0
5
10
15
0 50 100 150
TCC
(g.
cm-2
*dia
-1) CC
CS
Bajo N
Bajo P
Bajo K
0
5
10
15
20
0 50 100 150
TCC
(g.
cm-2
*dia
-1)
CCCSAlto NAlto PAlto K
0
0,002
0,004
0,006
0,008
0 50 100 150
TAN
(g.
cm-2
*dia
-1)
Ddt (Dias despues de trasplante)
CC
CS
Bajo N
Bajo P
Bajo K
0
0,002
0,004
0,006
0,008
0 50 100 150
TAN
(g.
cm-2
*dia
-1)
Ddt (Dias despues de trasplante)
CCCSAlto NAlto PAlto K
a b
c d
e f
g h
i j
75
Figura 2-2. Parámetros de crecimiento en plantas de tomate de árbol en estado vegetativo. Control comercial (CC); control solo suelo (CS); Nitrógeno al 10% (Bajo N); Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y Potasio al 200% (Alto K).a-b) índice de área foliar (IAF); c-d) Tasa de crecimiento absoluto (TAC); e-f) Tasa relativa de crecimiento (TRC) g-h) Tasa de crecimiento del cultivo (TCC); i-j ) Tasa de asimilación neta (TAN). (n=3 plantas por tratamiento).
En los parámetros de crecimiento, para todos los tratamientos entre los 50 y 150 DDT se
registró una disminución en la velocidad de asimilación neta de fotoasimilados. Barraza
(2000) indica que a medida que se produzcan más hojas las de estratos inferiores quedan
sombreadas y sus tasas fotosintéticas se reducen en relación con la radiación. De mismo
modo, se observó que las plantas con el tratamiento Bajo K presentaron los parámetros de
crecimiento más altos, lo que posiblemente se debe a la menor necesidad de este
elemento en la fase vegetativa (y según el análisis de suelo). Se puede identificar que a
medida que se presenta una disminución en la velocidad de asimilación neta de
fotoasimilados después de los 50 DDT hay una respuesta significativa de los parámetros
Fv/Fm. Caso por el cual solo se ilustran los valores de Fv/Fm y Clorofilas totales desde los
60 DDT.
2.4.3 Sintomatología externa visual a diferentes niveles de N, P y K en plantas de
tomate de árbol en estado vegetativo.
Las plantas de tomate de árbol sembradas en suelo (figura 2-3) con características ándicas
y sin adición de nutrientes (CS) presentaron una notable y típica sintomatología de
deficiencia de nitrógeno de N, manifestándose tempranamente desde los 30 DDT, lo cual
coincide con la deficiencia de –N descrita en el capítulo 1 (Figura. 2-3a). Adicionalmente,
plantas a los 150 DDT bajo el control CS, presentaron escasa bifurcación, hojas cloróticas
y foliolos de menor tamaño. De mismo modo, se observó sintomatología asociada a
deficiencia de N, K y Mg en las plantas sin adición de fertilizantes (CS), lo cual concuerda
con las bajas cantidades halladas en el análisis de suelo del presente estudio.
Bajo la dosis comercial (CC), las plantas exhiben hojas plegadas con un color verde
brillante y mayor bifurcación, sin embargo la longitud aérea de la planta no presento
aumentos significativos bajo esta dosis (Figura 2-3b).
La menor proporción de nitrógeno (Bajo N) se caracterizó por presentar clorosis
generalizada en hojas del tercio bajo, coincidiendo con los datos obtenidos en el capítulo
1. Además, las hojas presentaron clorosis y color verde intenso en las nervaduras.
76 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Posiblemente para las condiciones del presente experimento la baja adición de N cause
una deficiencia de Mg, la cual se manifiesta en la plantas desde los 105 DDT (Figura 2-
3c). La sintomatología exhibida en plantas con Bajo N, se asocia además, con una posible
deficiencia de Mg+, donde las hojas adultas o viejas son las primeras en expresar
situaciones de deficiencia, porque el Mg migra a las hojas más jóvenes, y la clorosis se
vuelve muy típica porque se dispone de forma intervenal; ya que, por alguna razón, las
células del mesófilo próximas a los vasos retienen la clorofila más tiempo (Azcón- Vieto y
Talón, 2008). Bajo estas condiciones experimentales la baja adición de N se asocia con
una deficiencia de Mg, posiblemente por el bajo contenido de Mg reportado en el análisis
de suelo.
Al aumentar la concentración de N (Alto N) en plantas de tomate de árbol, se observa cómo
las hojas presentaron una coloración verde opaca, sin embargo, a los 150 DDT, se
presentó una clorosis parcial entre nervaduras en las hojas del tercio inferior (Figura.2-3d).
La sintomatología anteriormente descrita concuerda con lo señalado por McCauley et al.,
(2011), donde indica que las plantas con altos niveles de N, exhiben una toxicidad
manifestada en coloraciones verdes intensas en hojas adultas, resultando en una
reducción en el crecimiento. Por otro lado, el exceso de N, genera sintomatología asociada
con déficit de Mg y P, donde posiblemente esta condición de exceso (Alto N) genere
deficiencia de Mg y P. Bertsch (1998), indica que el N ejerce un efecto antagonista sobre
Mg y P (Havlin et al. 1999), por lo que al estar uno en exceso los otros disminuirán y
manifestaran deficiencia. En general, Altos niveles de N, restringe el crecimiento del tomate
de árbol.
Plantas de tomate de árbol, con la disminución de la concentración de P (Bajo P)
presentaron hojas del tercio alto una coloración verde intensa, coincidiendo por lo
encontrado en el capítulo 1, donde se concluye que la deficiencia de P exhibe hojas de
color verde opaco y clorosis en hojas del tercio bajo (Figura. 2-3e).
Al someter las plantas a una concentración alta de P, se encontró una sintomatología
asociada a una ondulación hacia arriba de las hojas ubicadas en el tercio medio e inferior,
también, se registra que las hojas presentaron una consistencia lisa, nervaduras de color
verde intenso y hoja clorótica (Figura.2-3f). Lo anterior posiblemente se puede asociar a
una sintomatología característica de deficiencia de Mg y Ca. Marschner (2012), señala que
el exceso P puede interferir en la toma de Mg y Ca.
Bajos niveles de K (Bajo K), a los 105 DDT, genera un tipo de consistencia acartonada en
hojas del tercio inferior acompañada de clorosis algunas hojas del tercio medio, no se
observa ondulamiento en la hoja. Se observó que la baja adición de K en plantas de tomate
de árbol en estado vegetativo en condiciones de suelo de la sabana no exhibe síntomas
de deficiencia, ya que a los 150 DDT no presenta sintomatología por déficit ni exceso
(Figura. 2-3g). De mismo modo, al aplicar bajas cantidades de K no se ve afectado el
crecimiento ni parámetros fisiológicos en plantas de tomate de árbol. Lo anterior, es
77
posiblemente debido a que se presente la condición de sustitución del K+ con el catión
sodio (Na+), debido a la baja presencia del macroelemento; donde funciones como
elongación celular y transporte de cationes a larga distancia son remplazadas o
potencializadas por Na+ (Subbarao et al., 2003).
Al aumentar la concentración de K en plantas de tomate (Figura. 2-3h), se observó que
las plantas presenta una menor bifurcación, clorosis en hojas del tercio bajo y después se
tornan cloróticas y caen al suelo. En este tratamiento se presentan síntomas de toxicidad,
las cuales son acompañadas por clorosis y puntos necróticos en el margen de la hoja.
Marschner (2012) señala que la necrosis en el margen de las hojas está asociada con una
toxicidad de elementos nutricionales
a
b
c
78 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Figura 2-3. Caracterización de sintomatología de niveles de -N, -P y -K en plantas de tomate de
d
e
f
g
h
79
árbol en estado vegetativo sembradas en suelo. Control comercial (CC); control suelo sin fertilizante (CS); Nitrógeno al 10% (Bajo N). Fósforo al 10% (Bajo P) y Potasio al 10% (Bajo K); Nitrógeno al 200% (Alto N); Fósforo al 200% (Alto P) y Potasio al 200% (Alto K).
80 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
3. Conclusiones y recomendaciones
3.1 Conclusiones
En el capítulo I, en general se registró un efecto significativo a los 135 DDT sobre las
variables E, RS y Fv/Fv, en las plantas de tomate de árbol bajo déficit de -N, -P y -K,
siendo las más severas N y K. También se observa que la tasa de transpiración de una
planta depende del tamaño y número de hojas, y bajo deficiencia de N hay menor
producción y tamaño de estas.
La deficiencia de N fue más contundente o severa en el estado vegetativo del tomate de
árbol, afectando negativamente la capacidad fotosintética, el contenido de pigmentos,
morfología y crecimiento. La deficiencia de P no afectó negativamente el crecimiento de la
planta y se manifiesta con una coloración verde oscura. Las deficiencias de K afectaron
negativamente la acumulación de clorofilas y carotenoides en las hojas y el crecimiento de
las plantas.
Las plantas de tomate de árbol bajo déficit de N aumentan la concentración de osmolítos
compatibles como los azúcares totales en hojas y no presentaron aumento en la
concentración de prolina en hojas, mientras que las plantas bajo tratamientos de
deficiencia de P y K disminuyen significativamente los niveles de azúcares totales.
Las plantas de tomate de árbol presentaron una menor acumulación de biomasa y AF
bajo deficiencia de N y K. La eficiencia fotosintética (Fv/Fm) no se ve afectada por las
deficiencias de fósforo para esta especie.
Se observó en este estudio, que los parámetros de crecimiento, se vieron negativamente
afectados especialmente bajo deficiencia de N y K, lo que se puede asociar con las bajas
tasas fotosintéticas, menores tasas estimadas de transpiración, mayor resistencia
estomática, bajo Fv/Fm, disminución en el contenido de clorofilas y mayor cantidad de
MDA. Además, el IAF se relaciona usualmente con la producción de materia seca en la
planta, ya que en la medida que la superficie foliar se incrementa, se espera que la
producción de materia seca derivada del proceso de fotosíntesis también se incremente.
81
En el capítulo 2, la falta de adición de nutrientes y la deficiencia al 10% de N en la plantas
de tomate de árbol ocasiona un detrimento en el parámetro Fv/Fm. Afectando
directamente los parámetros y tasas de crecimiento.
La adición del 10% de K (Bajo K) mejora la dinámica de los parámetros fisiológicos y de
crecimiento y la alta adición del 200% K (Alto K) aumenta los valores de las tasas de
crecimiento.
En condiciones de suelo de la sabana, la disminución en la fertilización con K (10%) debe
ser menor a lo reportado comercialmente, debido a que con esta baja dosis de K se
aumentan los parámetros de crecimiento.
Alto K evidencia mayores tasas de crecimiento, sin embargo en la sintomatología visual
asociada a toxicidad por elementos.
Conclusiones generales
En las dos fases se corroboró que la deficiencia o niveles bajos de N, K, presentaron una
sintomatología similar, resultando en clorosis generalizada en hojas del tercio bajo y
detrimento en el crecimiento.
En condiciones de suelo al igual que en condiciones de arena, se evidencia que la
deficiencia de P o bajos niveles de P, presentaron una sintomatología característica como
lo es la coloración verde intensa opaca y mayor masa radicular.
Las dosis de N, P y K recomendadas por las casas comerciales, no presentaron aumento
en los parámetros y tasas de crecimiento, a diferencia de la adición de Bajo K. indicando
una posible reevaluación de las dosis a aplicar en campo.
Se evidencio en la fase I, que -N y -K son las más severas y cruciales en el estado
vegetativo, alterando el potencial fotosintético, el crecimiento y la anatomía foliar.
3.2 Recomendaciones
Basado en el hallazgo actual, se requieren aplicaciones bajas de K para el tomate de árbol
en estado vegetativo. Sin embargo, como en este estado aumenta la demanda de
macronutrientes, es importante verificar periódicamente el estado K del suelo y órganos de
la planta.
82 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
Se recomienda realizar mediciones de NPQ (quenching no fotoquímico), fotosíntesis y
contenido de pigmentos a través del tiempo para las dos fases de estudio. Además, realizar
un análisis final de tejidos en plantas bajo condiciones de arena y suelo (Fase I y II).
Para la fase II (condiciones de suelo), es evidente la importancia de realizar el análisis de
órganos (hojas, tallo y raíz), con el fin de complementar el acercamiento de la demanda de
nutrientes para la nutrición de las plantas de tomate de árbol en estado vegetativo.
Además, se sugiere realizar más puntos de muestreos destructivos con el fin de tener un
comportamiento más definido de los diferentes niveles de N,P y K sobre las tasas de
crecimiento.
83
PRODUCTOS
Presentación oral del trabajo titulado “Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol
(Solanum betaceum Cav.) a la deficiencia de nitrógeno” XVI Simposio Hispano-Luso de
Nutrición Mineral de las Plantas - NutriPLANTA2016, organizado por las Sociedades
española y portuguesa de Fisiología Vegetal, en San Pedro del Pinatar, Murcia (España).
En revisión Artículo científico denominado “EFECTO DE LA DEFICIENCIA DE N, P, K, Mg,
Ca y B EN LA RESPUESTA FISIOLÓGICA DEL TOMATE DE ÁRBOL (Solanum
betaceum)” autores: Claudia Helena, RAMÍREZ SOLER; Sara María, CRUZ OSPINA;
Harold Nicholay, DÍAZ ARDILA; Stanislav, MAGNITSKIY; Sandra Esperanza, MELO
MARTINEZ; Luz Marina, MELGAREJO MUÑOZ.
En revisión Capítulo Capitulo de Nutrición del Tomate de árbol (Solanum betacea Cav.).
Autores: Claudia Helena Ramírez-Soler, Sara María Cruz Ospina, Harold Nicholay Díaz
Ardila, Luz Marina Melgarejo Muñoz.
84 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
AGRADECIMIENTOS
El autor agradece a Colciencias al proyecto #1 denominado “Ecofisiología, nutrición
mineral y manejo integrado de plagas y enfermedades en aguacate, curuba, gulupa y
tomate de árbol orientados hacia su manejo agronómico, como materia prima para el
desarrollo de productos de interés comercial”, de la Red Nacional para la bioprospección
de frutos tropicales, financiado por el Departamento Administrativo de Ciencias,
Tecnología e Innovación - COLCIENCIAS, y ejecutado por la Universidad Nacional de
Colombia. Código: 110154332012; contrato 459/2013. Además, el autor agradece al
departamento de Biología de la Universidad Nacional, a mi codirectora Luz Marina
Melgarejo y director Dr Stanislav Magnitskiy, a la Universidad Nacional de Colombia- sede
Bogotá. Además, a la Facultad de Ciencias Agrarias por la financiación en la participación
en el XVI Simposio Hispano-Luso de Nutrición Mineral de las Plantas - NutriPLANTA2016,
organizado por las Sociedades española y portuguesa de Fisiología Vegetal, en San Pedro
del Pinatar, Murcia (España).
85
A. Anexo 1: Curva de luz inicial antes de someter las plantas de tomate de árbol a tratamientos de deficiencia
Con los datos obtenidos mediante el equipo IRGA correspondientes a A (fotosíntesis) y
PAR (radiación fotosintéticamente activa), se realizó un modelo hiperbólico del cual se
obtuvo el punto de saturación por luz y punto de máxima fotosíntesis En este anexo se
presentan los resultados obtenidos a través del programa Statistix 9® (Analytical Software,
2008).
86 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
B. Anexo 2: Análisis de suelo fase II.
87
C. Anexo 3: Análisis de tejidos fase I (deficiencias)
D. Anexo 4. Análisis de agua
88 Respuesta fisiológica de plantas de tomate de árbol (Solanum betaceum
Cav) bajo deficiencias y diferentes niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
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