resumen ranciere desacuerdo

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Introduccin qu es la filosofa poltica? La fia se convierte en poltica cuando toma la apora que resulta de la actividad poltica. La actividad poltica tiene por principio la igualdad, que se transforma en distribucin de las partes de la comunidad en forma de un aprieto, ese aprieto es tomado como objeto de reflexin de la fia: de qu cosas hay y no hay igualdad.

Hiptesis: La fa poltica toma la apora (paradoja, confusin) dela poltica como su objeto de reflexin para terminar con la poltica, para suprimir el escndalo del pensamiento, que es el desacuerdo, propio del ejercicio de la poltica. El desacuerdo es una situacin de habla en la que uno de los interlocutores entiende y a la vez no entiende lo que dice el otro. Los dos dicen lo mismo pero no entienden lo mismo o que el otro est diciendo lo mismo, es decir, uno dice blanco, y el otro tambin, pero no entienden lo mismo ni que el otro est diciendo tambin blanco. En una situacin extrema de desacuerdo, X no ve el objeto comn que le presente Y porque no entiende que los sonidos que emite Y son palabras y ordenamientos similares a los suyos. Esta situacin extrema concierne a la poltica porque refiere a quienes son contados como partes de la comunidad y quienes no. Quienes tienen logos y quienes no. Volviendo a la hiptesis, la poltica es escandalosa pq su actividad tiene como racionalidad propia la racionalidad del desacuerdo. La hiptesis sostiene que la fia poltica, plantea un desacuerdo de la poltica misma, por ende, de la racionalidad del desacuerdo. Entonces, se identifica con el proyecto de hacer verdaderamente poltica, pq plantea un desacuerdo con aquello que la poltica es.

ProcedimientoPara tratar de corroborar la hiptesis Ranciere va a: 1- definir el logos propio de la poltica, que la filosofa lo va a rechazar primero con Platn y volver a apropirselo con Aristteles. 2- Desde Aristteles va a tratar de reflexionar acerca de qu de especfico puede pensarse con el nombre de poltica. Para definir lo que es POLITICA va a diferenciarla de POLICIA. 3- A partir de esa distincin va a definir: A- La lgica del

desacuerdo propia de la racionalidad poltica. B- El principio y las grandes formas de filosofa poltica comprendida como cobertura especfica de la diferencia ente poltica y polica. 4- De ah se van a deducir una serie de puntos para tratar de definir lo que es DEMOCRACIA y su diferencia con las prcticas de la DEMOCRACIA CONSENSUAL.

Captulo 1 - El comienzo de la poltica Trata de definir lo propio de la poltica. Aristteles plantea que slo el hombre posee la palabra, y que es eso lo que lo diferencia de los otros animales. La voz que sirve para indicar dolor o placer es propia de todos los animales, la palabra slo es posesin del hombre, y est presente para manifestar lo til de lo nocivo, en consecuencia, lo justo de lo injusto. Este paso de lo til a lo justo en contraposicin a lo nocivo es problemtico, y all va a encontrarse el corazn del problema poltica. En primer lugar, lo que marca el destino poltico del hombre es la posesin del logos, la palabra que manifiesta lo til y lo nocivo, en consecuencia lo justo y lo injusto. La diferencia entre hombres y animales es la diferencia entre dos maneras de tener parte en lo sensible: placer y sufrimiento; el bien y el mal. la funcin del logos, su funcin es justamente manifestar una configuracin de lo sensible compartida. En el pasaje de lo til a lo justo se encuentra el centro del problema poltico. Este pasaje se hace mediante la mediacin de sus contrarios, nocivo e injusto, relacin entre contrarios que presenta algunos problemas: Nocivo refiere a la consecuencia negativa que un individuo recibe de su acto o de la accin de otro, por lo tanto, implica comnmente la idea de una relacin entre dos partes. Util refiere a la ventaja que un individuo o una comunidad obtienen de una accin, por ende marca una relacin consigo mismo, no implica la relacin con otro. Por lo tanto R plantea que son falsos opuestos. Concluir que lo til es aquello que no es nocivo es una falsa conclusin Ahora, tanto para Aristteles como para Platn, lo justo de la ciudad en un estado donde las ventajas no tienen ninguna consecuencia negativa para otro, desparece entonces la distorsin, entendida como producto de un dao, como una cuenta errnea que es constitutiva de la poltica misma. La poltica no es asunto de vnculos entre los individuos y sus relaciones con la comunidad, es la cuenta de las partes de la comunidad, la que siempre es una cuenta errnea.

Aristteles define tres axiai de la comunidad: 1-la riqueza de la oligarqua. 2-la virtud de la aristocracia. 3- la libertad del pueblo. Ranciere plantea que esta supuesta armona slo la riqueza de la oligarqua es fcil de reconocer. La libertad del pueblo no es propia del pueblo sino tambin de las otras axiai, esa es la DISTORSION FUNDAMENTAL, la cuenta errnea: el pueblo se atribuye como parte propia la que le pertenece a todos los ciudadanos. La libertad es la cualidad de aquellos que no tienen otra (ni mrito, ni riqueza), y a la vez es lo que le permite al pueblo identificarse con el TODO de la comunidad, esa es la cuenta errnea, la distorsin: lo propio del demos no le es propio en absoluto. Lo que aporta a la comunidad es el litigio, su propiedad es litigiosa pq no le pertenece pero a la vez esta propiedad litigiosa no es ms que un comn-litigioso. El pueblo, la masa son propiedad, se identifica con la comunidad en nombre del dao que no dejan de hacerle las otras partes. Es a travs de la existencia de la parte de los sin parte que la comunidad existe como comunidad poltica, es decir, dividida por un litigio fundamental que refiere a la cuenta de las partes de la comunidad. El pueblo no es una clase entre otras, es la clase de la distorsin, no hay poltica sino por la distorsin, la interrupcin, producto de un dao, que detiene la corriente: La poltica existe cuando el orden natural de la dominacin es interrumpido por la institucin de una parte de los que no tienen parte Antes que el logos que discute sobre lo til y lo nocivo est el logos que ordena y da derecho a ordenar En sntesis, hay poltica porque el orden natural es interrumpido por una libertad que viene a actualizar la igualdad ltima sobre la que descansa el orden social. Hay orden en la sociedad pq unos mandan y otros obedecer, pero para obedecer hay q comprender la orden y comprender q se debe obedecer, para eso, es necesario se igual a quien nos manda. Esa igualdad carcome todo orden natural: la desigualdad slo es posible por la igualdad. Hay poltica cuando la lgica natural de dominacin es atravesada por el efecto de esa igualdad. Esta interrupcin produce un dispositivo especfico: una divisin de la sociedad en partes que no son verdaderas partes (partes reales de la sociedad, categoras correspondientes a sus funciones), es la institucin de una parte que se iguala a todo en nombre de una propiedad que no le es propia. El proletariado no es una clase, es la disolucin de todas las clases, no es una categora que se corresponde con su funcin, no son los trabajadores, no son los obreros,. Unen al nombre de una parte de la sociedad el ttulo de la igualdad de cualquiera

con cualquiera por la cual todas las clases se desunen y existe la poltica. Cap 2: La distorsin: poltica y polica. Define lo que es la poltica diferencindola de lo que denomina Polica. En la poltica siempre hay una doble distorsin. Hay poltica porque el logos nunca es solamente la palabra, siempre es tambin la cuenta en que se tiene esa palabra : la cuenta por la cual una emisin sonora es entendida como palabra y no como ruido. El litigio que funda la escena poltica da cuenta de ese doble sentido del logos: 1-reconocimiento de un nuevo sujeto que tiene palabra 2- inscripcin simblica en la comunidad. La lgica de la poltica est fundada en esta dualidad del logos, palabra y cuenta de palabra. Su funcin especfica es hacer manifiesta una nueva particin de lo sensible. No hay poltica porque los hombres ponen en comn sus intereses gracias a la palabra. Hay poltica pq quienes no son contados como seres parlantes se hacen contar e instituyen una comunidad por el hecho de poner en comn la distorsin Para establecer qu es la poltica R la diferencia de algo que generalmente se confunde con poltica y que l va a llamar Polica. Por polica se refiere a un orden que dispone lo sensible en lo cual los cuerpos se distribuyen en comunidad. Es un orden de los cuerpos que define las divisiones entre los modos del hacer, los modos del ser y los modos del decir, que hace que los cuerpos sean asignados por su nombre a tal lugar y a tal tarea. Es un orden de lo visible y de lo decible, que hace que tal palabra sea entendida como perteneciente al discurso y tal otra al ruido. EJEMPLO: es una ley de polica que hace del lugar del trabajo un espacio privado no regido por los modos del ver y del decir de lo que se denomina espacio privado, donde el tener parte del trabajador se define por la remuneracin de su trabajo. Poltica en cambio es una actividad antagnica a la primera, la poltica rompe la configuracin sensible donde se definen las partes. La actividad poltica es la que hace ver lo que no tena razn para ser visto. Hace escuchar discurso donde slo haba ruido. Hay poltica cuando hay un lugar para el encuentro de dos procesos heterogneos, el primero es el proceso policial. El segundo es el proceso de la igualdad. Hay poltica cuando se produce un choque entre la lgica policial que establece lo visible

y lo decible, y la lgica de la igualdad. Una accin poltica no tiene un objeto, o un lugar donde se ejerza sino solamente una forma, que es la inscribe la verificacin de igualdad en la institucin de un litigio. Ninguna cosa es en s misma poltica, la poltica existe por un principio que no le es propio, que es el de la igualdad. La igualdad no es ni un dato que la poltica aplica ni su meta. Es una presuposicin que debe dejarse ver en las prcticas que pone en accin. Debe dejarse ver hasta en el discruso que pronuncia la desigualdad. Ejemplo: Menenio Agripa explica a los plebeyos que estn dominados por los patricios, pero para ensearles su lugar desigual debe suponer que ellos entienden su discurso, debe suponer la igualdad de los seres parlantes que contradice el orden policial. Es decir, para que haya poltica, la lgica policial y la lgica igualitaria deben tener un punto de coincidencia, debe suceder que el principio de igualdad se toque con la desigualdad. Pero la igualdad es vaca, es una propiedad vaca como lo es la libertad del pueblo. Vaca porque como es una propiedad de todos termina siendo de nadie. La igualdad no es en s misma poltica, puede no provocar ningn efecto en el orden social, o lo provoca en la forma especfica de la distorsin, es la distorsin la que transforma la lgica igualitaria en lgica poltica, ya que instituye a la comunidad como comunidad de litigio, dado que interrumpe el orden policial (natural). En la poltica, el rasgo igualitario se convierte en el argumento de una distorsin, que va de la mano con un litigio determinado en la polica, en la distribucin de las ocupaciones, las funciones y los lugares. Este choque es posible por unos dispositivos de subjetivacin especficos. La poltica es asunto de modos de subjetivacin, subjetivacin es la produccin de una instancia y una capacidad de enunciacin que no eran inidentificables en un campo de experiencia dado, cuya identificacin, posibilita una nueva representacin del campo de la experiencia. La subjetivacin poltica produce una multiplicidad cuya cuenta se postula como contradictoria con la polica. Pensar en obreros o mujeres es una identidad que no presenta misterios, vemos de quien se trata. La subjetivacin poltica arranca esa evidencia. El obrero, o proletario, mide la distancia entre su parte y su ausencia de parte, entre su parte del trabajo como funcin social y su ausencia de parte en el comn de la comunidad, la privacin de los derechos polticos. El argumento de la lgica policial que juzga que los proletarios no

son trabajadores sino desclasados y que los militantes de los derechos de las mujeres son ajenos a su sexo, tiene fundamentos, ya que, toda subjetivacin es una desidentificacin, arranca lo natural de un lugar, es la apertura de un espacio de sujeto donde cualquiera puede contarse porque es el espacio de una cuenta de los incontados. La diferencia entre la distribucin desigualitaria de los cuerpos sociales y la igualdad de los seres parlantes. La subjetivacin poltica produce el encuentro violento de la igualdad del logos. EJEMPLO: En un proceso a Blanqui en 1832, l responde proletario cuando le preguntan por su profesin, a lo que se le responde que esa no es una profesin. Y el dice que es la profesin de x cantidad de franceses que viven de su trabajo y estn privados de sus derechos polticos Es decir, para quien encarna la lgica policial, profesin quiere decir oficio. Como poltico, para Blanqui, quiere decir una declaracin de pertenencia a un colectivo. Ahora, proletario, no define un conjunto de propiedades (trabajador manual, trabajador industrial, miseria, etc) sino que corresponde a un proceso de subjetivacin que es la exposicin de una distorsin. La subjetividad no es ni el trabajo ni la miseria, sino la cuenta de los incontados, la diferencia entre la distribucin desigualitaria de los cuerpos sociales y la igualdad de los seres parlantes. Con el nombre de proletarios se inscribe a los incontados en un espacio donde son contables como incontados. La poltica est hecha de estas cuentas errneas, es la obra de clases que no lo son, que inscriben la distorsin que separa y rehune la lgica policial con la igualitaria. Ya sea que esa inscripcin se hace con el nombre partcula de una parte excepcional, como en el caso de Blanqui, o con el nombre de un todo de la comunidad, como la libertad del pueblo. Hay poltica en razn del universal de igualdad que asume la figura de la distorsin. La distorsin funda un universal singular, un modo de subjetivacin, donde bajo un nombre singular entran todos los incontados. El tratamiento de la distorsin pasa por la constitucin de sujetos especficos que toman a su cargo esa distorsin y a partir de una serie de argumentos y demostraciones que reordenan la relacin de la palabra y su cuenta y vuelven a recortar el campo de la experiencia, deshace y recompone las relaciones entre los modos de hacer, los modos del ser y los modos del decir que definen la organizacin sensible de la comunidad. La poltica construye relaciones entre cosas que no tienen relacin. Una subjetivacin poltica produce escenarios polmicos, paradjicos que hacen ver la contradiccin de esas dos lgicas.

EJEMPLO: Una huelga obrera rene dos cosas que no tienen anda que ver una con la otra, la igualdad que proclaman los derechos del hombre y el asunto de las horas de trabajo (choca lgica policial y lgica igualitaria y produce la visibilidad de una contradiccin que resulta de relaciones entre cosas que no tienen nada que ver entre s). Supone que una multiplicidad de relaciones entre empleador y empleado se postule como una relacin colectiva, que el lugar privado del trabajo se plantee como dominio de una visibilidad pblica. EJEMPLO 2: Jeanne Deroin produce un escenario polmico en 1849 cuando se presenta a una eleccin legislativa a la que no puede presentarse, demuestra la contradiccin de un sufragio universal que excluye al sexo femenino de esa universalidad. Muestra al sujeto las mujeres como incluidos en el pueblo que disfruta del sufragio universal y de la igualdad de todos ante la ley, y al mismo tiempo como radicalmente exlcludos. Esta demostracin no es slo una denuncia, es la puesta en escena de la contradiccin. Esta demostracin es poltica porque pone en evidencia la parte y la ausencia de parte, entre la parte de las mujeres y su ausencia de parte en lo comn de la comunidad. Captulo III: La razn del desacuerdo. Describe el acto de habla especfico de la poltica, y trata de separarlo de la irracionalidad. Ranciere dice que la racionalidad poltica slo es pensable si se deja de lado la alternativa donde el racionalismo quiere encerrarla: o bien directamente en lo irracional, o en el intercambio entre locutores que ponen en discusin sus intereses. Esta ltima alternativa supone la identificacin de la racionalidad poltica con un acto de habla especfico, con la racionalidad del dilogo de locutores que se dirigen uno al otro, segn la modalidad gramatical de la primera y la segunda persona donde resulta una comprensin y una intercomprensin. Pero es justamente en la diferencia del trmino comprender la que funda la racionalidad poltica, no el acuerdo. R establece que las expresiones que contienen el verbo comprender son las que ms deben ser interpretadas de manera no literal. Una expresin como me comprendi? es una falsa interrogacin cuyo contenido afirmativo es este: No necesita comprender, no est en condiciones de hacerlo, lo nico que debe hacer es obedecer Entonces, comprender quiere decir dos cosas diferentes, comprender un problema y comprender una orden. Hace entender que hay gente que comprende los problemas y hay gente que tiene que comprender las rdenes que los primeros les dan. Es un designador de la particin de lo sensible

En una situacin de argumentacin poltica se debe partir de esa particin preexistente de una lengua de los problemas y una lengua de las rdenes. En una situacin de argumentacin poltica, la respuesta a Me comprenden? va a desmultiplicarse: En un primer nivel, se va a responder: lo comprendemos porque comprendemos, porque compartimos como usted la misma facultad de comprender Es decir, se establece el principio de igualdad. En un segundo nivel, se va a instaurar un litigio al poner en evidencia la diferencia entre lengua de las ordenes y lengua de los problemas, que es a la vez la diferencia interior del logos, diferencia entre quienes tienen la palabra y de quienes tienen tb la cuenta de la palabra. Ac entonces se va a responder: comprendemos que lo que en realidad dice es no necesitan comprender, deben obedecer. Advertimos que al decir eso divide el mundo entre quienes mandan y quienes obedecen. Es decir, en este segundo nivel, se da lugar a la distorsin propia de la poltica, a la interrupcin del orden natural, o policial. Se construye entonces un escenario de habla especfico donde se trata de construir otra relacin explicitando la posicin del enunciador. El enunciado Me comprenden? es sustrado de la situacin de habla en la que funcionaba naturalmente y se lo pone en otra situacin donde ya no funciona, donde es objeto de un examen. En este espacio, las pretensiones de validez del enunciado son puestas a prueba. Lo que es naturalmente aceptado se pone a prueba, se instituye un litigo en torno a lo que es comn de la comunidad, y eso es lo propio de la poltica. Se da lugar a una tercera persona bajo la mirada de la cual todo se congela como objeto. Se produce una tercera persona, enunciada por una primera, que institucionaliza el conflicto social. Es la del representante obrero que declara: los trabajadores no aceptarn, etc. Los juegos de la tercera persona son esenciales para la lgica de la discusin poltica. En este juego, el ellos cumple una triple funcin: 1- Designa al otro como aquel con quien se debate no solamente un conflicto de intereses sino la situacin misma de los interlocutores como seres parlantes 2- Se dirige a una tercera persona ante la cual plantea virtualmente esta cuestin. 3- Instituye la primera persona del interlocutor nosotros) como representante de una comunidad. (yo o

El conjunto de estos juegos forma lo que para R es la opinin pblica poltica, una opinin que juzga la manera en que se habla, no es la discusin de los problemas. R plantea que en el corazn de toda argumentacin y litigio poltico hay una argumentacin que refiere a lo que implica la inteligencia del lenguaje. De esa inteligencia puede producirse nada o algo trastocante. Que un inferior comprenda una orden puede llevar a deducir que la orden fue bien dada o, ac lo trastocante, puede deducirse que como el inferior comprendi la orden del superior, participa en la misma comunidad de seres parlantes. Se deduce entonces que la desigualdad de los rangos sociales funciona en la igualdad de los seres parlantes. Se produce el choque propio de la poltica entre la lgica policial y la lgica igualitaria. La construccin de un escenario comn de la palabra dado que el inferior entiende lo que dice el superior slo puede darse por la institucin de un desacuerdo, bajo la forma de un desacuerdo: estn quienes creen en la igualdad de los seres parlantes en tanto tales y estn quienes no lo creen, pero la paradoja propia de la poltica est en que aquellos que s creen no pueden hacer valer su deduccin ms que bajo la forma del conflicto, del desacuerdo, ya que deben hacer visible lo que el orden policial no permite ver. Para esto la interlocucin poltica siempre mezcl juegos del lenguaje y siempre singulariz lo universal en unas secuencias demostrativas. El desacuerdo no plantea una situacin donde el problema es entenderse entre gente que habla lenguas diferentes o remediar fallos del lenguaje, es saber si los sujetos que hablan son o no son, si hablan o si hacen ruido. La disputa no refiere a contenidos del lenguaje, refiere a la consideracin de los seres parlantes como tales. Ahora, claramente no se dice que los proletarios modernos no son seres parlantes, pero se presupone que el hecho de que hablan no tiene relacin con el de que trabajen. La lgica policial, quienes hacen funcionar el orden existente, no ven el trmino medio que reune al ser parlante y al obrero que desempea una profesin determinada. No ven de qu manera la parte recibida por un obrero, el salario, podra convertirse en un asunto de la comunidad, en el objeto de una discusin pblica. A partir de ah, el desacuerdo que se establece, denominado movimiento social o movimiento obrero, consisti en decir que ese mundo comn exista, que la cualidad comn entre obreros y patrones exista, y era su pertenencia a la misma esfera de comunidad por la tanto, los asuntos del trabajo, tambin eran

objetos dependientes de la discusin pblica entre sujetos especficos. El hacer ver lo que no tiene lugar en el orden policial implica un escenario de argumentacin particular, que es el de la argumentacin politca. El sujeto obrero que se hace contar en el escenario como interlocutor debe hacer como si el escenario existiese, porque ese mundo no existe, no hay un mundo comn, en la forma de un espacio pblico, donde patrones y obreros intercambian argumentos. Y para que eso no sea slo revuelta es necesario poner como objeto de examen la palabra de los patrones, all empieza la poltica. Las palabras de los patrones que niegan el derecho de lo obreros a hacer huelga son una confirmacin de ese derecho dado que implican una no comunidad, una desigualdad. Esto establece un escenario de desacuerdo, la calificacin misma de la relacin entre las partes, a partir de ah, es posible argumentar como si se produjera la discusin. La afirmacin de un mundo comn se realiza en una puesta en escena paradjica que rene a la comunidad con la no comunidad sealada por el reconocimiento de la desigualdad. En suma, produce el choque entre la lgica policial y la lgica igualitaria. Esta demostracin del derecho o manifestacin de lo justo es nueva representacin de particin de lo sensible. La demostracin poltica es una esttica de la manifestacin. Demuestran esa comprensin manifestando su estructura de diferencia, s estructura de relacin entre lo comn y lo no comn Antes aclarar que la demostracin propia de la poltica tiene en comunidad argumentacin y metfora (los dos tipos de actos de lenguaje sealados por Habermas), siempre es al mismo tiempo argumentacin y apertura al mundo donde la argumentacin puede ser recibida y hacer efecto. No slo hay argumentacin, es decir, encadenacin de ideas, sino que hay que hacer ver ese mundo donde la argumentacin puede ser recibida, donde, por ejemplo, los asuntos de trabajo son de dominio pblico. Volviendo entonces, la demostracin poltica es indisoluble de una esttica de la manifestacin, la esttica es lo que pone en comunicacin dos rgimenes separados de la expresin. La configuracin esttica donde se inscribe la palabra del ser parlante siempre fue la apuesta del litigio que la poltica viene a inscribir en el orden policial. R establece que la poltica siempre es esttica, pero seala una diferencia entre la poltica antigua y la moderna. La esttica moderna se plantea como un discurso autnomo determinante de un recorte auntnomo de lo sensible que se separa de todo juicio acerca de su uso y define una comunidad virtual o exigible por encima de la distribucin de los rdenes y funciones. (la

posibilidad de ver en un castillo algo ms que su uso como vivienda o su emblema de majestad). De esta manera autnoma, la esttica podra pensarse como, primero, la liberacin con respecto a las normas de representacin, en segundo lugar, es la constitucin de un tipo de comunidad de lo sensible que funciona de acuerdo al como si (apertura de mundo), que incluye a quienes no estn incluidos haciendo ver un modo de existencia que est sustrado de la reparticin de las partes. Esta autonomizacin de la esttica forma parte inevitablemente de la configuracin moderna de la poltica. La poltica antigua obedece nicamente a la cuenta errnea de ese demos que es parte y todo, y as instituye al pueblo como sujeto decisor de la comunidad, dado que demos se identifica con el todo de la comunidad. En la poltica moderna se produce una separacin de esa identificacin que volva al demos sujeto decisor. La poltica moderna, en cambio, obedece a la multiplicacin de operaciones de subjetivacin, obedece a los dispositivos de demostracin que son a la vez argumentacin y apertura de mundo, donde el sujeto que argumenta es siempre uno de ms, no es un cuerpo colectivo. La relacin del nosotros del sujeto de enunciacin con el sujeto enunciado, slo se define por el conjunto de operaciones y relaciones de la secuencia demostrativa. Ni el nosotros ni la identidad que se le asigna definen un sujeto. somos todos judos alemanes pone en evidencia la diferencia de la subjetivacin poltica con toda identificacin.

Captulo IV: De la Arquipoltica a la Metapoltica. Filosofa politca no designa ninguna especificacin de la filosofa, es el nombre de un encuentro donde se expone la paradoja de la poltica: la ausencia de fundamento propio. La poltica slo existe por la efectivizacin de la igualdad de cualquiera con cualquiera que desarregla toda cuenta de las partes. La igualdad no aparece propiamente dicha, sino que aparece bajo la figura de la distorsin que desarregla toda cuenta de las partes. La igualdad nunca es pura, sino que existe solamente cuando la comunidad y la ley cambian de estatuto por la adicin de la igualdad a la ley y por la aparicin de una parte idntica al todo posibilitada por dispositvos de subjetivacin. La filosofa poltica comienza por la exhibicin de este escndalo, de esta estado infundado de la poltica (la poltica no tiene fundamento, su principio de igualdad no le es propio y no aparece puro). La filosofa poltica se presenta como una alternativa a este estado infundado de la poltica por lo tanto, se

pretende estar haciendo la poltica de verdad R seala que bajo la forma de la democracia la poltica ya est all. El demos ya est all con sus tres caracteres: la constitucin de una esfera de apariencia para el nombre del pueblo, la cuenta errnea de ese pueblo que es todo y parte al mismo tiempo, la exhibicin paradjica del litigio por una parte de la comunidad que se identifica con el todo de sta en el nombre del dao que le inflige la otra parte. El discurso inaugural de la filosofa poltica puede resumirse en dos frmulas: 1-la igualdad no es la democracia, 2- la justicia no es el comportamiento de la distorsin. R seala que esas dos frmulas son exactas: la igualdad no se hace presente en la democracia ni la justicia en la distorsin. La poltica acta siempre en la diferencia que no hace formar parte a la igualdad ms que bajo la figura de la distorsin, pero para R la cuestin est en cmo se interpreta esa diferencia. Con Platn, la polmica filosfica hace de esa diferencia el signo de una falsedad, bajo la idea de que una poltica que no es la efectivizacin de su principio no es poltica. La armona de la justicia se opone a la distorsin. El programa de toda fia poltica se propone realizar la verdadera poltica de la que la democracia es slo la apariencia Pero poner la verdadera idea de la comunidad y del bien asociado a su naturaleza, en lugar de la igualdad como distorsin, supone suprimir la diferencia entre poltica y polica, ya no hay posibilidad de actualizacin de lo sensible. El principio de la poltica de los filsofos es la identificacin de su actividad con la de la polica, en tanto que definicin de las partes, los lugares y las funciones. Platn opone la politeia a las politeiai. La politeia es el buen regimen de la comunidad fundado en su esencia, donde todas las manifestaciones de lo comn dependen de un mismo principio, mientras que las politeiai son los malos rgimenes (para Platn) que funcionan como una ronda, que van girando. La politeia es lo uno de la comunidad y las politeiai es lo mltiple de las combinaciones de la distorsin. La politeia es la identidad de la poltica y la polica, es la distorsin convertida en lo imposible, no hay multiplicidad posible. Esta identidad no significa que la fia poltica sea equivalente a la naturalidad policial, sino que la fia poltica existe pq esa naturalidad se perdi, porque la democracia propone la paradoja, una parte de los que no tienen parte, como un problema a resolver por la fia. La politeia de Platn, no es slo el retorno a un orden natural, es tambin una solucin a la paradoja de la democracia. Identificar la poltica con la polica es tb identificar la

polica con la poltica, construir una imitacin de la poltica. Y es a partir de este doble aspecto de la identidad que se construyen las tres grandes figuras de la fia poltica. Arquipoltica: Su modelo lo da Platn. Es el proyecto de una comunidad fundada sobre la realizacin integral del principio de la comunidad, reemplazando la configuracin democrtica de la poltica, es decir, dando una solucin lgica a la paradoja de la parte de los sin parte. Establece una ciudad en la que la superioridad no significa ninguna relacin de dominacin. Donde los artesanos son miembros de la comunidad por el hecho de hacer la obra propia a la cual la naturaleza los destina exclusivamente, por el hecho de no tener otro espacio-tiempo que el de su oficio. Lo que suprime esta ley de exclusividad dada como caracterstica propia del ejercicio de todo oficio, es el espacio comn que la democracia recortaba como lugar de ejercicio del poder de ese demos que actualiza la parte de los sin parte, el tiempo paradjico que dedican a ese ejercicio quienes no tienen tiempo. La repblica plantea un arreglo inicial a la paradoja de la democracia: el demos se descompone en sus miembros para que la comunidad se recomponga en sus funciones. Es el relato de reunin ms ejemplar de la fia poltica donde los individuos ponen en comn sus necesidades e intercambian sus servicios, relato ideal para limpiar del territorio de la ciudad al demos, de su libertad y de los lugares y tiempos de su ejercicio. El planteo es que los artesanos (ni nadie, ni los magistrados) deben ocuparse de otra cosa que no sean de sus asuntos. Esa virtud se denomina moderacin (sophrosyne), que es la virtud de la clase inferior. Y es una rplica de la libertad del pueblo, esa virtud de los artesanos es tambin la virtud comn, pero funciona a la inversa que la libertad del demos ya que no pertenece en absoluto a los artesanos, no es otra cosa que el sometimiento al orden segn el cual no son ms que lo que son y no hacen ms que lo que hacen, no hay un tiempo posible para esa virtud, no les pertenece, no un hay tiempo ni un espacio para que los artesanos den cuenta de esa virtud, la de ocuparse de sus propios asuntos. El orden que rige el movimiento se manifiesta como temperamento de un organismo vivo, donde el ciudadano no acta segn la ley sino segn el espritu de la ley. La arquipoltica es la realizacin integral de la naturaleza en ley (physis en nomos) Concilia as las maneras de ser y las maneras de pensar. Platn sustituye con esto el rgimen de la distorsin por la repblica donde la ley posibilita una armona donde cada uno tiene su parte y hace funcionar al todo orgnico. Y esto supone la

eliminacin de los dispositivos polmicos de la poltica. Parapoltica: Como toda filosofa poltica tiende a identificar tambin, en ltima instancia, la actividad poltica con el orden policial. Quien da su modelo es Aristteles, ste seala: sera preferible que los mejores gobernaran en la ciudad, y que lo hicieran siempre. Pero este orden natural de las cosas es imposible cuando nos encontramos en una ciudad en la que todos son iguales por naturaleza Por lo tanto, la parapoltica seala como justo, sin importar si sea bueno o malo, que todos participen en el mando y que esto se manifieste es una imitacin de la poltica, es decir, en la alternancia entre el lugar del gobernante y el del gobernado. El proyecto de la parapoltica se basa en proponer la realizacin de un orden natural de la poltica como orden constitucional a travs de la inclusin de lo que obstaculiza todo orden constitucional: el demos. El demos por el cual existe la poltica se convierte en una de las partes de un conflicto poltico que pasa a ser el conflicto por la ocupacin de los puestos de mando y el ejercicio del poder. Es otra forma de dar respuesta a la paradoja de la poltica: el conflicto de la lgica policial y la lgica igualitaria se convierte en el conflicto de las dos partes que se baten para ocupar los puestos de mando. El problema pasa por cmo hacer que una ciudad sea conservada por un gobierno cuya lgica es la de dominacin sobre la otra parte mediante la cual se alimenta la disensin que arruinara la ciudad. La respuesta aristotlica podra ejemplificarse de esta manera: La tirana sirve exclusivamente al inters del tirano, lo que posibilita la rebelin que hara perecer a la tirana. Pero, si se sirvieran a los intereses del pueblo, o si al menos simularan hacerlo, su poder estara consolidado. El buen rgimen es el que hace ver la oligarqua a los oligarcas y la democracia al pueblo. El demos se integra, pero su integracin alcanza su perfeccin en una ausentizacin: Aristteles plantea que la mejor democracia es la campesina, porque en ella el demos est ausente de su lugar. La dispersin de los campesinos en los campos distantes y su trabajo les impiden ir a ocupar el lugar de su poder. Tienen el ttulo de soberana (el pueblo soberano), pero dejan su ejercicio concreto a la gente de bian. La comunidad entonces contiene al demos sin padecer su litigio. Entonces, resumiendo, la arquipoltica proponen sanar la poltica sustituyendo la apariencia litigiosa del demos por la verdad de un cuerpo social que se comporta como un organismo.

Por su parte, la parapoltica, propone la realizacin de la idea del bien mediante la mmesis exacta del trastorno que obstaculiza esa realizacin: la idea de pueblo soberano. Es decir, la realizacin de un orden constitucional mediante la inclusin del demos que obstaculiza la posibilidad de tal orden. R seala que existe tambin una parapoltica moderna, cuya frmula fija Hobbes, y lo hace como crtica a la fia poltica de los antiguos. Hobbes plantea que los conceptos que la fia poltica sustrae de la poltica para posibilitar una comunidad sin litigio son retomados por la poltica como elementos de un nuevo litigio. Si antes se sealaba que un buen tirano era como un rey, que satisfaca sus intereses y al mismo tiempo aparentaba satisfacer los de la comunidad, entonces, seala Hobbes, queda abierta la puerta a establecer que un tirano es un falso rey, alguien que ocupa su lugar ilegtimamente y por tanto, es legtimo expulsarlo. Por otro lado, la diferencia del pueblo soberano con la realidad del ejercicio del poder se convierten en los elementos de un nuevo litigio. Por lo tanto, para Hobbes el problema est en suprimir esa cuenta errnea del pueblo. Para eso, segn H, es preciso refutar la idea de una politicidad natural del hombre y establecer que sta es slo secundaria, no es ms que en favor de un principio de conservacin, frente a lo ilimitado del deseo que pone a cada uno en guerra contra todos (hombre es el lobo del hombre). Lo que hace H es, en definitiva, trasponer el razonamiento aristotlico, desplaza ese razonamiento del plano de las partes en el poder al de los individuos, de una teora del gobierno a una teora del origen del poder, en el que los individuos le ceden una parte de su poder al Estado para su conservacin. De esta manera, la politicidad slo existe por la alienacin de la libertad que es nicamente de los individuos. La soberana entonces, no sera la dominacin de una parte sobre otra. No hay parte de los sin parte, no hay ms que individuos y el poder del Estado. No hay ms que individuos que le ceden el poder al Estado para poder vivir en comunidad. La parapoltica moderna descompone al pueblo en individuos. Ahora, en la frmula de H, se vislumbra una paradja: la fbula de origen que debe fundar la paz social es la que en definitiva dar lugar a un litigio ms radical. Porque detrs de la fbula de origen se proclama la igualdad de cualquiera con cualquiera, no hay ningn principio de dominacin de un hombre sobre otro. Sobre el fondo de esta igualdad se disponen los elementos de un nuevo litigio poltico. De la fbula de origen se desprende el ttulo

de cualquiera a poner en cuestin al Estado. Se posibilita as una nueva distorsin, que enfrenta al verdadero soberano (el pueblo), contra los usurpadores de la soberana. Es dentro de este panorama donde se forja la tercer gran figura de la fia poltica: la METAPOLITICA. La metapoltica, como las otras fias polticas, tambin revela una verdad de lo poltico, pero esta verdad es particular. No es la idea de justicia o de la verdadera igualdad que permitira fundar una verdadera comunidad en lugar de la mentira poltica. Por el contrario, para la metapoltica, la verdad de la poltica est en lo que ella oculta. La metapoltica ve que la poltica no est hecha ms que para ocultar. La metapoltica es el discurso sobre la falsedad de la poltica. Es Marx quien la formula. Su blanco es el mismo, en algn punto, que el de Platn: la democracia como perfeccin de una mentira. Su principio es dado por la distancia de un ideal identificado con la soberana ciudadana y la realidad del ejercicio del poder. Para entender la empresa metapoltica es necesario entender la ambigedad del concepto de clase. En el sentido policial, una clase es una agrupamiento de hombres cuya actividad les designa un rango un status particular. En el sentido poltico, una clase es algo completamente diferente, es un operador del litigio, un modo de subjetiviacin sobreimpreso a toda realidad de los grupos sociales, en el sentido de que no se identifica (literalmente) con ninguno. (el proletariado en cuyas filas se incluye el burgues Blanqui es una clase de este tipo). Marx define al proletariado como clase de una sociedad que ya no es una clase de la sociedad. Por lo tanto, da una definicin de lo que es una clase en el sentido de la poltica. El nombre del proletariado es un modo de subjetivacin. Marx vuelve a nombrar las clases que las otras fias polticas queran liquidar, pero lo hace de un modo paradjico. El concepto de clase equivale a lo verdadero de la mentira poltica, pero este verdadero oscila entre dos polos. Por un lado, es el movimiento verdadero de la soeciedad, es la fuerza social que lleva a estallar la ilusin poltica. En este polo, la clase obrera son positividades sociales. Pero, en el otro polo, se define por su negatividad de no clases, lo que seria la falsedad de los modos de subjetivacin de la poltica. La metapolitca intenta demostrar la verdad de la falsedad de la poltica. Para esto Marx invent la palabra ideologa, que no slo designa el simulacro, sino la verdad que no es otra cosa que la puesta en evidencia de su falsedad, la verdad como una construccin que determina lo sensible. A la vez, es el concepto

mediante el cual se declara a cualquier cosa como dependiente de la poltica (y de la demostracin politca de su falsedad). Es entonces, el concepto donde se anula toda poltica, si se afirma que todo es poltico, entonces nada lo es. La metapoltica oscila entre un radicalismo de la verdadera poltica y un nihilismo de la falsedad de toda poltica. Lo que en el lenguaje policial se llama fin de lo poltico no es otra cosa que la consumacin del proceso mediante el cual la metapoltica, que todo envuelve con el nombre de poltico, lo hace desaparecer. El fin de la poltica es el fin de la relacin tirante de la poltica y la metapoltica que caracteriz la poca de las revoluciones sociales modernas. Esa relacin tirante se bas en la interpretacin de la diferencia del pueblo y el pueblo soberano. Hay dos formas de pensar y tratar esa diferencia. Una es la de la metapoltica, que ve en la diferencia un signo de la no verdad del pueblo soberano. Define a la democracia como democracia formal donde las instituciones gubernamentales estn fundadas en el concepto falso de soberana del pueblo. Esta interpretacin separa en dos todo escenario poltico: estn quienes jugan el juego formal (reinvindicacin de los derechos, combate por la representacin, etc) y quienes conducen la accin destinada hacer que ese juego de las formas se desvanezca. Es decir, por un lado el pueblo de la representacin poltica, y por el otro, el pueblo del movimiento social, que suprime las apariencias de la democracia. Por otro lado, est la forma poltica. Para ella, que el pueblo sea diferente a si mismo no es un escndalo a denunciar, sino que es la condicin primera de su ejercicio. Hay poltica desde que existe la esfera de apariencia de un sujeto pueblo del que lo propio es ser diferente a s mismo. Por lo tanto, la idea de igualdad que declaran los derechos de los hombres no son ideas que deban ser desmentidas por ser apariencias, son un modo de aparecer del pueblo efectivo. Para la poltica, el problema no es desmentir la apariencia sino confirmarla. Donde este inscripta la parte de los sin parte, se crea una esfera de aparecer del demos y el problema consiste en extender la esfera de ese aparecer creando casos de litigio por la demostracin de la diferencia del pueblo consigo mismo. El problema es construir una relacin donde no hay relacin. No se trata de interpretar la diferencia del pueblo consigo mismo, sino de interpretar en el sentido teatral. Inventar el argumento (lgico y dramtico, los dos tipos de lenguajes que usa la poltica) que encuentra relacin donde no hay relacin.

Proletariado, en la poltica, fue el nombre de un sujeto que organiza un litigio, un sujeto universalizante de la distorsin. Un modo de subjetivacin poltica que se trata de un sujeto que no tiene cuerpo. De esta manera, proletariado fueron los nombres de actores de un doble proceso: actores de la poltica, que exponen y tratan la distancia del pueblo consigo mismo, y, por el otro, figuras metapolticas, actores del moviendo REAL postulado para romper con la apariencia poltica. Por lo tanto, el movimiento social tambin debi volver a representar las relaciones de lo visible y lo invisible. Pero para hacerlo, tom argumentaciones que vinculaban lo justo a la verdad social y lo injusto a la falsedad poltica. Aparece lo social como uno de los homnimos fundamentales en la modernidad, que hizo que se unieran y desunieran la lgica policial y la lgica poltica. En la poca del movimiento social, lo social desempe varios papeles: por un lado fue el nombre policial de la distribucin de los grupos y las funciones. Tambin fue el nombre bajo el que algunos dispositivos de subjetivacin impugnaron la naturalidad de esos grupos y fue tambin, el nombre metapoltico de un verdadero de la poltica que asumi dos formas: la positividad del movimiento real llamado a encarnarse en un nuevo cuerpo social, y la negatividad de la demostracin interminable de la verdad como falsedad. Por lo tanto, la ciencia social, fue la forma de la existencia de la fia poltica en la era de las revoluciones sociales. La metapoltica, termina en ltima instancia identificndose con la policia pq denuncia que los modos de subjetivacin politca no son verdaderos, pero al hacerlo, se iguala a la policia pq pretende o necesita que esos modos se puedan identificar con partes ya establecidas de lo social. A modo de resumen (en relacin a la ciencia social): La ARQUIPOLITICA dio su modelo a la primera ciencia social, la comunidad orgnica. La PARAPOLITICA (moderna) constituy un segundo modelo de ciencia social, el de una comunidad sabiamente puesta a distancia de si misma para asegurar el funcionamiento de la ciudad. El ltimo modelo, ue se desprende de la METAPOLITICA, es la exposicin de la pura regla de juego, el desplazamiento entre el verdadero cuerpo social oculto bajo la apariencia de la poltica y la afirmacin interminable, como producto de una verdad cientfica, de la falsedad de la poltica. Es la era del vaco que los socilogos a veces enuncian como el fin de lo poltico, y que es lo mismo que la fia poltica llama

retorno de lo poltico, idilio donde la realizacin del bien comn es llevada a cabo por el gobierno de las elites ilustradas apoyado en la confianza de las masas. Captulo V: Democracia o Consenso. R plantea que el idilio que ve la fa poltica se denomina democracia consensual, que tratar de demostrar que se trata de una conjuncin de trminos contradictorios, por lo que la llamara posdemocracia. Este nuevo regimen parece ser una victoria de la democracia como prctica de lo poltico. La historia del movimiento democrtico occidental haba estado obsesionado por una duda respecto de la democracia y la diferencia consigo misma. Duda que surgi de la oposicin marxista entre democracia formal y democracia real. Pero esa duda desaparece con la quiebra de los llamados estados totalitarios, que es una quiebra con respecto a lo que era su legitimacin: el argumento de la eficacia, su capacidad para procurar las condiciones materiales de una nueva comunidad. De ese quiebra se extrae una legitimacin reforzada del rgimen llamado democrtico: la idea de que garantiza, a la vez, las formas polticas de la justicia y las formas econmicas de produccin de la riqueza. En ese sentido, a partir de la quiebra de los estados totalitarios parece posible valorar las formas de la llamada democracia (entendidas como los dispositivos institucionales de la soberana de pueblo, la identificacin de democracia con Estado de derecho, Estado de derecho con liberalismo). En sntesis, reconocer en la democracia la realizacin de la naturaleza del hombre emprendedor y deseante como ley de la comunidad. Por otro lado, R plantea que el xito de esta democracia se puede atribur a la renuncia de sta a postularse como el poder del pueblo. Abandona la doble figura del pueblo (pueblo real y pueblo soberano) que posibilit la poca de las revoluciones modernas. Este abandon se posibilita por la creencia en que ese pueblo constitua un obstculo al verdadero contrato poltico por el cual los individuos se ponen de acuerdo sobre las formas jurdicas y polticas aptas para asegurar la coexistencia de todos. Todo esto es el esquema de legitimacin de la democracia. Ahora, este esquema conduce a una paradoja, porque este derrumbe de los mitos del pueblo y de la democracia real debera conducir a una rehabilitacin de la democracia formal, al fortalecimiento de los dispositivo institucionales de la soberana del pueblo y de representacin parlamentaria, y no ocurre as.

En cambio, hoy en da esto se invierte, hay una sensible falta de adhesin a estas formas. Pero la paradoja se redobla, se identifica a la democracia con su ser sensible (la adecuacin de las formas del ejercicio democrtico al modo de ser de una sociedad), pero esta identificacin se manifiesta en la desafeccin. La democracia remitira a una forma de experiencia sensible que no es sentida, como si la democracia no surtiera efecto ms que al precio de vaciarse de su sentimiento propio. Esta forma desafectada implica el retorno del pueblo pero bajo una forma especfica: el pueblo tnico fijado como identidad en s, como cuerpo uno que se constituye contra el otro. Pero la democracia dio origen a las fias polticas porque no es un rgimen entre otros sino que es una manera de ser de lo poltico, es el modo de subjetivacin poltica. Es el nombre de una interrupcin singular del orden policial a travs de un dispositivo de subjetivacin que se resume en tres aspectos: 1- La democracia se define por la existencia de una esfera de apariencia especfica del pueblo, una apariencia que no se opone a lo real sino que lo duplica (como si fuera una sobreimpresin), ya que es la introduccin de un visible, en el campo de la experiencia, que modifica el rgimen de lo visible. 2- El pueblo de la esfera de la apariencia no es definible por propiedades de tipo tnico ni con ninguna parte que la sociologa identifique como parte de la poblacin ni con la suma de sus partes. El pueblo por el cual hay democracia no consiste en ningn grupo social, son sujetos que no coinciden con las partes del Estado o de la sociedad, sujetos flotantes que desajustan toda representacin de los lugares y las partes. 3- El lugar de la apariencia del pueblo es el lugar de la conduccin de un litigio. Un litigio politco se diferencia de todo conflicto entre partes por sus intereses dado que es un conflicto sobre la cuenta misma de las partes. Es una interlocucin que pone en juego la situacin misma de interlocucin (no es una discusin entre interlocutores). La democracia instituye comunidades polmicas que ponen en juego la oposicin de la lgica policial y la lgica poltica del trato igualitario. Hay democracia si hay una esfera especfica de apariencia del pueblo, actores especficos que no son ni agentes del dispositivo estatal ni partes de la sociedad, y un litigio dirigido en el escenario de manifestacin del pueblo por un sujeto no identitario.

Estas formas de mafiestacin producen inscripciones de igualdad y ponen en discusin las inscripciones existentes. Posdemocracia, para R, no es el modo de la democracia en la poca posmoderna. Sino que es un trmino que designa la paradoja que con el nombre de democracia pone en relieve la prctica consensual que borra las formas del obrar democrtico. La posdemocracia es la prctica gubernamental posterior al demos, una democracia que liquid la apariencia, la cuenta errnea y el litgio, reducida entonces al simple juego de los dispositivos estatales y la armonizacin de los intereses sociales. Es una identificacin e los dispositivos institucionales y la disposicin de las partes de la sociedad, idneo para hacer desaparecer al sujeto y al obrar propios de la democracia. Es lo que se llama democracia consensual, la idea de un acuerdo razonable entre individuos y grupos sociales que prefieren la discusin, antes que el conflicto. Pero para que las partes discutan, antes que combatirse, es necesario que primero existan como partes. Por lo tanto, el consenso es un rgimen determinado de lo sensible, donde se presupone que las partes ya estn dadas, lo que presupone es entonces, la desaparicin de la poltica. Un mundo donde todo se ve y donde todo puede arreglarse por la va de la objetivacin de los problemas. Es la conjuncin de un rgimen determinado de la opinin con un rgimen determinado del derecho. Como rgimen de la opinin, la posdemocracia se propone hacer desaparecer la apariencia del pueblo y su cuenta errnea, a partir de la presentificacin continua del pueblo. Sistemas de encuestas y simulaciones que identifica al pueblo con la opinin pblica. De esta manera el pueblo nunca ms es incontable. Siempre esta a la vez presente y totalmente ausente. En este aspecto R seala una diferencia respecto al analisis de la simulacin y el simulacro hechos por Baudrillard. Este seala que la simulacin se efecta bajo el signo de la exhibicin integral y permanente de lo real: todo se ve y nada aparece porque todo ya est ah. Lo real y su simulacin son indiscernibles. A partir de ah resultan dos tipos de interpretaciones de la prdida de lo real. La primera pone el acento en la manipulacin, como el principio que posibilita la identificacin entre lo real y la simulacin (Baudrillard). La segunda celebra la prdida de lo real como principio de una nueva poltica. La tcnica meditica, reduce el mundo a la sucesin de sus imgenes y las libera de la tirana de lo verdadero. Suprime entonces el mundo de los objetos

desconocidos y abre el camino a una emancipacin de lo mltiple (Vattimo) Para R ambas interpretaciones omiten un aspecto decisivo: que la simulacin no se opone tanto a lo real como a la apariencia y sus poderes. El rgimen del todo visible no libera la apariencia, sino que es su prdida. Ese rgimen dispone un real donde la apariencia no tiene posibilidad de suceder y producir sus efectos de duplicacin y divisin. R seala que la apariencia, sobre todo la poltica, no es lo que oculta la realidad sino lo que la duplica. Introduce objetos de litigio que interrumpen el modo corriente en el que los objetos se identifican. Para R, este rgimen no libera una nueva poltica de lo mltiple sino que es la figura policial de una poblacin que es idntica a la enumeracin de sus partes, por ms mltiples y locales que estas sean. Desde ese momento, nada puede suceder con el nombre del pueblo ms que el balance de sus opiniones y los intereses de sus partes enumeradas. La efectividad del pueblo soberano se ejerce como idntica a los clculos de una ciencia de las opiniones de la poblacin, como unidad de la ciencia y la opinin. L identidad entre pueblo soberano, poblacin emprica y poblacin cientficamente conocidas es la identidad de opinin (enemiga de Platn) y ciencia. El reino de la simulacin es la realizacin paradjica del programa arquipoltico: la comunidad gobernada por la ciencia que pone a cada uno en su lugar, con la opinin que conviene a ese lugar. La opinin posdemocrtica es la identidad del pueblo y la poblacin experimentada como rgimen de interioridad de una comunidad que se conoce como la identidad de la ciencia del todo y la opinin de cada uno. En cuento al litigio, se convierte en el nombre de un problema, y todo problema se reduce a la falta o al retardo de los medios de su solucin. Entonces, la manifestacin de la distorsin es sustituida por la identificacin y el tratamiento de la falta: objetivacin de los problemas que la accin estatal tiene que conocer, y las partes del cuerpo social implicadas para discutirlo. De ah deriva la armonizacin de las opiniones en el sentido de la solucin que se impone como la ms razonable, que es en definitiva, la nica posible. Y se afirma el rgimen determinado del derecho: la adecuacin entre el estado gestionarlo y el estado de derecho por la ausencia del demos y las formas de litigio. Su ausencia permitira la libre circulacin del derecho en el cuerpo social, la libre iniciativa econmica y social por la

ampliacin de los derechos. El reino del derecho se vuelve idntico a la supresin de la distorsin, el consenso supone un modo particular de visibilidad del derecho como principio de la comunidad. Ahora, derecho tambin es un homnimo de cosas diferentes: diposiciones jurdicas de los cdigos y las maneras de ponerlas en prctica, ideas filosficas de la comunidad y lo que la funda, estructuras politcas de la distorsin y modos de gestin policial de las relaciones entre el Estado y los grupos e intereses sociales. El Estado de derecho rene todos esos homnimos en uno, el reino incuestionado del derecho, armona entre los derechos de los individuos y la inventiva de los abogados. El derecho se manifiesta como el espritu de la comunidad donde la accin legislativa est sometida a un poder jurdico sabio que sealan lo que est de acuerdo con el espritu de la constitucin y la esencia de la comunidad que la constitucin define. Pero ese control de la constitucionalidad hace desaparecer la poltica. Es una mmesis estatal de la prctica politca del litigio que lo tranforma en un problema dejado en manos a un saber de expertos. Transforma el litigio poltico en problema jurdico, lo cual no da lugar a la distorsin porque las leyes y las instituciones ya estn ah, determinadas, y si no lo estn, se adelantan al litigio posible. Se multiplican y redefinen los derechos, que se introducen en todos los circuitos de la sociedad, adaptndose a todos sus movimientos y anticipndolos. As, los derechos de propiedad se van extendiendo a las propiedades inmateriales ligadas a las nuevas tecnologas. Los parlamentarios votan leyes para reglamentar el lmite de la corrupcin de sus partidos. De igual manera el derecho al trabajo se hace flexible y se puede modificar a partir del marco de los contratos de trabajo, porque las empresas tambin tienen sus derechos. El derecho se aferra entonces a todo litigio posible y lo descompone en un problema, donde las partes implicadas ya estn determinadas. Se identifica el derecho con el sistema de garantas estatales, la imposibilidad de que el estado sea injusto, cuando no sea por error, y as se legitima. El poder del estado de derecho se identifica con el poder de legitimacin del Estado sabio, con la prueba de que ste no hace otra cosa que lo nico posible, lo que ordena la necesidad del contexto de las economas del mercado mundial. Entonces, la legitimacin del Estado se da por la afirmacin de su impotencia, su ausencia de eleccin frente a la necesidad

mundial que lo domina. Los gobiernos son los simples agentes agentes de negocios de capital internacional (por eso tb la idea de posdemocracia como posterior al pueblo). La identificacin de la poltica con la gestin del capital ya no es un secreto es la verdad declarada con la que se legitiman los gobiernos. Legitimacin apoyada en la afirmacin de la impotencia. El Estado funda su autoridad en su capacidad de determinar el casi nada de lo posible del que dependen la prosperidad de cada uno y del lazo comunitario. Por un lado, ese casi nada es postulado como tan poco que no vale disputrselo a los gerentes estatales. Pero, por el otro lado, se postula como la nfima diferencia que separa la prosperidad de la miseria, por tanto, hay que dejrsela a los expertos. Esto marca la equivalencia del vaco y lo pleno que caracteriza a la metapoltica posdemocrtica. Ya no hay lugar para construir formas de comunidad de litigio. La misma lucha contra la exclusin es otro nombre del consenso. La exclusin determina un adentro y un afuera que invisibilizan la particin misma, borran las marcas que permitiran argumentar un dispositivo poltico de subjetivacin. Es la inclusin de todas las partes que prohbe la subjetivacin poltica de la parte de los que no tienen parte. Por otro lado, la guerra de todos contra todos, la constitucin de cada individuo como amenaza de la comunidad con el correlato de la bsqueda consensual de la comunidad realizada como identidad que se refleja en cada miembro del pueblo y de la poblacin. Esta identidad es ilustrada por las nuevas formas de racismo. El fin del conflicto de clases es el fin de la visibilidad del espacio colectivo, el fin de la distancia entre lo poltico y lo sociolgico, entre una subjetivacin y una identidad. El borrado de esos modos polticos tiene como consecuencia la aparicin brutal de una alteridad (definicin del yo, o del nosotros, como diferencia de otro que es pensado como radicalmente diferente al nosotros, aunque vivan en el mismo universo) De esta manera, el obrero se separa en dos: por un lado el inmigrante, y por el otro lado lo que se llama pequeo blanco. La buena voluntad consensual propone discutir el problema de los inmigrantes. Pero la objetivizacin del problema de la inmigracin va de la mano con la fijacin de una alteridad, de un objeto de odio absoluto. Se visibiliza al otro en la evidencia de su indiferencia intolerable. Ese es el modelo del nuevo racismo. A partir de l, la ley hace de su unidad el modo de reflexin de la

comunidad que se separa de su Otro. La ley, al ocuparse del problema de los inmigrantes, se propone hacer una obra de justicia y paz, pero el problema es que eso no puede hacer ms que dando figura a ese Otro que suscita los sentimientos de miedo y de rechazo. Aparece entonces la idea de co-sentir que determina la ley consensual. La ley realiza la naturaleza identificando lo que sta le seala como su enfermedad: la multitud que no termina de reproducirse. El consenso es una relacin de circularidad entre la naturaleza y la ley, que deja a la ley determinar la antinaturaleza que es experimentada como insoportable.

Captulo VI: La poltica en su era nihilista. La poltica deja de existir all donde toda comunidad se reduce a la suma de sus partes. Hay varias maneras de pensar el todo como la suma de sus partes: 1- La suma puede estar compuesta de individuos (parapoltica moderna), 2- puede estar compuesta por grupos sociales que discuten sus intereses como interlocutores (metapoltica), 3- Puede estar compuesta de comunidades reconocidas por su identidad y su cultura (democracia consensual). En las comunidades consensuales renace el rechazo a aquellos cuya etnia o raza no pueden tolerar. Porque el sistema consensual, an cuando se representa a s mismo como el mundo del derecho, en ese mundo los sujetos estn estrictamente identificados con su etnia o raza, y a partir de eso, en las guerras de tribus que combaten para conquistar el territorio de aquellos con quienes comparten su identidad se sucede el deseo de un mundo limpiado de identidades excedentes. Se pretende anunciar un mundo hecho de individuos y grupos que tienen en comn la humanidad. Lo que sucede, es que en esta idea de humanidad, el todo es igual a la nada, humanidad se transforma en la nueva figura de lo no poltico del todo igual a la nada. El predicado humano es atribuido al sujeto hombre. La humanidad ya no se le atribuye polmicamente al proletariado o a las mujeres, o a los negros, etc. Sino que la humanidad tiene una identidad inmediata con cualquier ejemplar de la especie humana. Por lo tanto, se anula cualquier dispositivo de subjetivacin que pueda poner a prueba esa inscripcin de igualdad. Precisamente por eso, la humanidad carece de palabra, queda excluida del logos, y sus derechos son confiados a la polica. Slo hay quejas, y se establece un rgimen humanitario que ejerce

los derechos del hombre enviando vveres, medicamentos, etcs. El rgimen de creencia del sistema consensual es el realismo: el espritu que se atiene a las realidades observables, es la lgica policial del orden que afirma no hacer ms que lo nico posible. Lo posible es el ltimo modo de verdad que la metapoltica consumada puede ofrecer. El realismo absorbe toda realidad y verdad a la categora de lo nico posible. Para ejemplicar esto es bueno pensar la provocacin negacionista acerca del holocausto que afirma la imposibilidad de establecer qe se trata de un crimen contra la humanidad. Establecen que s hubo declaraciones nazis propiciando el exterminio de todos los judos, pero las declaraciones por s solas nunca mataron a nadie. Afirman tambin, que s hubo planificaciones de cmaras de gas, pero que eso no implica que la funcin pensada para ellas haya sido el exterminio masivo. Afirman por ltimo, que hubo muertos en cmaras de gas, pero que eso no prueba que hayan sido vctimas de un plan sistemtico y no de verdugos sdicos. El argumento de los negacionista consiste en el punto en que no pueden conectarse esos hechos con la idea de un crmen absoluto para la humanidad. A partir de eso, el juez es invitado a convertirse en historiador para establecer la existencia de ese plan sistemtico por por parte de un Estado. Pero la historia no puede responder a dos argumentos: 1-no puede comprobar que hechos encadenados lleguen al punto de constituir un acontencimiento nico (el cirmen absoluto contra la humanidad), 2- el que dice que un acontecimiento slo se produce en un tiempo si ese tiempo hace posible su posibilidad. Entonces, el argumento negacionista se sostiene en la imposibilidad de comprobar el acontecimiento de exterminio por la imposibilidad de pensar ese exterminio en la realidad de su tiempo. El Estado alemn no tena ninguna necesidad, en ese tiempo, de exterminar a los judos. Lo que est en juego ac es la preservacin de lo nico posible como verdad ltima de la metapolitca, y su legitimacin. Impide que se exhiba el vaco de la argumentacin de lo impensable. Porque en definitiva, en la monstruosidad del holocausto no hay nada que est ms all de lo pensable, nada que supere las capacidades de crueldad de los estados modernos, nada de que los estados no sean capaces all donde el pueblo democrtico se incorpora como pueblo tnico. En este sentido, es la tica el pensamiento que aparece para hiperbolizar el pensamiento del crimen y lo devuelve al recuerdo

de su impotencia. La filosofa se convierte en el pensamiento del duelo, y con el nombre de tica toma a su cargo el mal, la inhumanidad del hombre que es el rostro oscuro de la democracia consensual. El obrar poltico de hoy se encuentra entre las policas estatales de la gestin y la polica mundial de lo humanitario. Por un lado, las policial estatales y las lgicas consensuales borran la cuenta errnea y el litigio transformandose en problemas a resolverse a partir de lo nico posible. Por el otro, convocan a la poltica expulsada de sus mbitos a establecerse en el terreno de la mundialidad de lo humano. Pero la idea de la humanidad como lo comn elimina toda comunidad poltica y toda posibilidad de litigio. Porque la poltica no surge de la pertenencia sino que tiene lugar por interrupciones, por fracturas, que surge al extraer rasgos entre identidades definidas e identidades que no tienen sitio en esa definicin. El sentimiento de la comn pertenencia humana, la compasin y la buena voluntad no bastan para posibilitar una subjetivacin poltica. La compasin por el dao que se le hace a x no crea poltica. Porque toda subjetivacin se produce por una desidentificacin con respecto a lo ya establecido que posibilita una apertura de mundo que haga visible lo invisible. Para que el mayo francs fuera posible, fue necesario que los manifestantes se desidentifiquen del sujeto francs que haba masacrado a los argelinos.