rev trabajo social 76

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20 09 J U L I O 76 Escuela de Trabajo Social Política y práctica social basada en la evidencia: ¿Una nueva ideología o un imperativo de Derechos Humanos? ANN BUCHANAN ¿Cómo hacen investigación los trabajadores sociales? Una primera aproximación a las experiencias de investigación de una generación de profesionales chilenos MARÍA GABRIELA RUBILAR Miradas del Trabajo Social sobre violencia y criminalidad en el Brasil contemporáneo MYRIAM MITJAVILA Y PRISCILLA GOMES MATHES Entendiendo la supervisión Una ayuda para enfrentar nuevos desafíos MAUREEN COLE Argumentación y toma de decisiones en Trabajo Social: Desafíos para la formación profesional FABIOLA CORTEZ-MONROY Palabras y cosas para el Trabajo Social: Sentidos y significados presentes en las estrategias de intervención utilizadas por los y las trabajadores sociales en la Región Metropolitana ALEJANDRA GONZÁLEZ Y LORENA PÉREZ Equipos interdisciplinarios: Nuevas formas de prestar servicios de salud, nuevas oportunidades para el Trabajo Social KARLA GONZÁLEZ El voluntariado juvenil en América del Sur: Un análisis de su orientación y formalización utilizando la teoría de los orígenes sociales de la sociedad civil RENÉ OLATE Profesionalidad del Trabajo Social chileno PATRICIA CASTAÑEDA Y ANA MARÍA SALAMÉ Familias, Estado y políticas sociales. La trama de nuevas formas de gobierno MÓNICA DE MARTINO

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  • 2009

    J U L I O

    76

    Escuela de Trabajo Social

    Poltica y prctica social basada en la evidencia: Una nueva ideologa o un imperativode Derechos Humanos?ANN BUCHANAN

    Cmo hacen investigacin los trabajadores sociales? Una primera aproximacin a las experiencias de investigacin de una generacin de profesionales chilenosMARA GABRIELA RUBILAR

    Miradas del Trabajo Social sobre violenciay criminalidad en el Brasil contemporneo MYRIAM MITJAVILA Y PRISCILLA GOMES MATHES

    Entendiendo la supervisin Una ayuda para enfrentar nuevos desafos MAUREEN COLE

    Argumentacin y toma de decisionesen Trabajo Social: Desafos para la formacinprofesional FABIOLA CORTEZ-MONROY

    Palabras y cosas para el Trabajo Social: Sentidos y signi cados presentes en las estrategias de intervencin utilizadas por los y las trabajadores sociales en la Regin MetropolitanaALEJANDRA GONZLEZ Y LORENA PREZ

    Equipos interdisciplinarios: Nuevas formas de prestar servicios de salud, nuevas oportunidades para el Trabajo SocialKARLA GONZLEZ

    El voluntariado juvenil en Amrica del Sur: Un anlisis de su orientacin y formalizacin utilizando la teora de los orgenes sociales de la sociedad civilREN OLATE

    Profesionalidad del Trabajo Social chilenoPATRICIA CASTAEDA Y ANA MARA SALAM

    Familias, Estado y polticas sociales. La trama de nuevas formasde gobiernoMNICA DE MARTINO

  • Facultad de Ciencias Sociales

    2009

    J U L I O

    76

    Escuela de Trabajo Social

    Poltica y prctica social basada en la evidencia: Una nueva ideologa o un imperativo de Derechos Humanos?ANN BUCHANAN

    Cmo hacen investigacin los trabajadores sociales?Una primera aproximacin a las experiencias de investigacin de una generacin de profesionales chilenosMARA GABRIELA RUBILAR

    Miradas del Trabajo Social sobre violenciay criminalidad en el Brasil contemporneo MYRIAM MITJAVILA

    Entendiendo la Supervisin- una ayuda para enfrentar nuevos desafos MAUREEN COLE

    Argumentacin y toma de decisiones en Trabajo Social:Desafos para la formacin profesional FABIOLA CORTEZ-MONROY

    Palabras y cosas para el Trabajo Social: Sentidos y signicados presentes en las estrategias de intervencin utilizadas por los y las trabajadores sociales en la Regin MetropolitanaALEJANDRA GONZLEZ Y LORENA PREZ

    Equipos interdisciplinarios:Nuevas formas de prestar servicios de salud, nuevas oportunidades para el Trabajo SocialKARLA GONZLEZ

    El voluntariado juvenil en Amrica del Sur:Un anlisis de su orientacin y formalizacin utilizando la teora de los orgenes sociales de la sociedad civilREN OLATE

    Profesionalidad del Trabajo Social chilenoPATRICIA CASTAEDA Y ANA MARA SALAM

    Familias, Estado y Polticas Sociales.La trama de nuevas formas de gobiernoMNICA DE MARTINO

  • Escuela de Trabajo SocialPontificia Universidad

    Catlica de Chile

    Revista Trabajo SocialJulio / No 76 / 2009

    FICHA TCNICA La Revista de Trabajo Social es una publicacin semestral de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Catlica de Chile. Revista fundada en 1970. Permitida la reproduccin total o parcial de los artculos, citando la fuente. ISSN 0716-9736 Santiago/ Chile.

    DIRECTOR RESPONSABLE Mg. Margarita Quezada Venegas

    EDITORA PhD. Carolina Muoz Guzmn

    COMIT ASESOR EDITORIAL Mg. Margarita Quezada Directora Escuela de Trabajo Social U, [email protected]

    PhD. Fabiola Cortez-Monroy Acadmica Escuela de Trabajo Social UC, [email protected]

    PhD. Teresa Matus Acadmica Escuela de Trabajo Social UC, [email protected]

    Mg. Mara Olga Solar Silva Acadmica Escuela de Trabajo Social UC, [email protected]

    PhD. Rodrigo Flores Acadmico Escuela de Trabajo Social UC, [email protected]

    Mg. Liliana Guerra Acadmica Escuela de Trabajo Social UC, [email protected]

    PhD. Pablo Salvat Acadmico Departamento Ciencias Polticas y Gobierno UAH, [email protected]

    PhD. Aldo Mascareo Director Departamento Sociologa Universidad Alberto Hurtado, [email protected]

    PhD. Leonardo Onetto Acadmico Escuela de Trabajo Social Universidad Catlica de Valparaso, [email protected]

    COMIT ASESOR INTERNACIONAL

    Mg. Maestra Graciela Casas Torres Escuela de Trabajo Social UNAM, [email protected]

    PhD. Lena Dominelli School of Applies Social Science, Durham University, [email protected]

    PhD. Edward Lawlor Prof. George Warren Brown School of Social Work, Washington University en St. Louis, [email protected]

    PhD. James Midgley University of California, Berkeley, [email protected]

    PhD. Jos Paulo Netto UFRJ Brasil, [email protected]

    Prof. Alberto Parisi Universidad Nacional de Crdoba, [email protected]

    PhD. Ana Mara Quiroga ISER Ro de Janeiro, [email protected]

    PhD. Margarita Rozas Universidad de la Plata, [email protected]

    Prof. Sal Karsz Asociacin Prcticas Sociales de Pars, [email protected]

    PhD. Luis Zayas Prof. George Warren Brown School of Social Work, Washington University en St. Louis, [email protected]

    PhD. Clifton David Hollister School of Social Work, University of Minnesota, [email protected]

    PhD. Dario Menanteu Social Work, University of Minnesota; [email protected]

    PhD Alberto Godenzi Dean School of Social Work Boston College, [email protected]

    PhD. James Lubben Director PhD. Program, School of Social Work, Boston College, [email protected]

    DISEO Y DIAGRAMACIN Diseo Corporativo UC de la Vicerrectora de Comunicaciones y Asuntos Pblicos

    IMPRESIN Salviat Impresores

    Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Sociales Universidad Catlica de Chile, Campus San Joaqun. Vicua Mackena 4860, Telfono 0056-2-354 4606, Fax 0056-2-354 4667 www.trabajosocialuc.cl

  • Sumario

    Editorial

    7 Poltica y prctica Social basada en la evidencia: Una nueva ideologa o un imperativo de Derechos Humanos?Evidence based social policy and practice: a new ideology or a Human Rights imperative?ANN BUCHANAN

    17 Cmo hacen investigacin los trabajadores sociales? Una primera aproximacin a las experiencias de investigacin de una generacin de profesionales chilenosHow research is done by social workers? A rst approach to the research experiences of a generation of Chilean professionalsMARIA GABRIELA RUBILAR

    35 Miradas del Trabajo Social sobre violencia y criminalidad en el Brasil contemporneoSome glances of Social Work on urban violence and criminality in Contemporary BrazilMYRIAM MITJAVILA

    43 Entendiendo la supervisin - una ayuda para enfrentar nuevos desafos

    Understanding supervision-helping to meet new challenges MAUREEN COLE

    53 Argumentacin y toma de decisiones en Trabajo Social: Desafos para la formacin profesionalArgumentation and decision making in Social Work: Challenges for Social Work educationFABIOLA CORTEZ-MONROY

    65 Palabras y cosas para el Trabajo Social: Sentidos y signicados presentes en las estrategias de intervencin utilizadas por los y las trabajadores sociales en la Regin Metropolitana Words and artifacts for Social Work: perspectives and meanings of intervention strategies applied by social workers in Metropolitan RegionALEJANDRA GONZLEZ Y LORENA PREZ

    79 Equipos interdisciplinarios: Nuevas formas de prestar servicios de salud, nuevas oportunidades para el Trabajo SocialInterdisciplinary teams: New ways of delivering health services, new opportunities for Social Work EducationKARLA GONZLEZ

    93 El Voluntariado juvenil en Amrica del Sur: Un anlisis de su orientacin y formalizacin utilizando la teora de los orgenes sociales de la sociedad civilYouth Volunteerism in South America: An analy-sis of its orientation and formalization using the theory of social origins of civil societyREN OLATE

    111 Profesionalidad del Trabajo Social chilenoChilean Social Work professionalizationPATRICIA CASTAEDA Y ANA MARA SALAM

    119 Familias, Estado y Polticas Sociales. La trama de nuevas formas de gobiernoFamilies, State and Social Policy. The plot of the new forms of governmentMNICA DE MARTINO

  • La Escuela de Trabajo Social de la Universidad Ca-tlica de Chile cumple 80 aos desde su fundacin en 1929. Por el afn que ha marcado su existen-cia de cambiar para permanecer, es que podemos sostener que despus de 80 aos, esta Escuela es vieja y nueva, en el sentido de resguardar inclu-mes a travs del tiempo el principio de la excelencia acadmica, de la innovacin y del vinculacin al medio. Pero tambin en el sentido de entender que las formas de llegar a la excelencia, la innovacin y la vinculacin al medio son histricas, contextuales y por lo tanto, siempre nuevas.

    No es extrao entonces que en sus primeros treinta y cinco aos el origen diferenciador y constitutivo de la Escuela estuviera centrado en la docencia, y en promover la caridad estando sta al servicio de la justicia social y de la dignidad de las personas; buscando como sello diferenciador su carcter ca-tlico y su nfasis en la nocin de vocacin. A partir de 1965 se vislumbra una nueva poca donde la misin de la Escuela se dene un continuo entre investigacin e intervencin social en proceso inte-ractivo. En este marco es que emerge la necesidad de plasmar el conocimiento en una Revista, as, en 1970 se public el primer nmero de la Revista Trabajo Social, mantenindose su divulgacin hasta la fecha, con breves intercepciones de perodos de reexin y renovacin. Los distintos hitos del Tra-bajo Social fueron registrados por la Revista, entre ellos el movimiento de reconceptualizacin, el cual inuy la docencia, la intervencin y la investiga-cin. En este perodo, que naliza en 1991, en la Escuela se avanza pioneramente en la formacin de postgrado de los acadmicos, y en el establecimien-to de mbitos propios de la intervencin social. Posteriormente, entre 1992 y el ao 2002, la Es-cuela consolida su cuerpo acadmico, da valor a la investigacin articulada con la intervencin y asu-me la existencia de una relacin insustituible entre intervencin y un sistema de interpretacin social construido en base al contexto, las diversas pers-pectivas conceptuales y enfoques epistemolgicos,

    a los marcos tico/polticos y los mecanismos de gestin que operacionalizan los tres anteriores. En una tercera etapa, reejada en los ltimos 6 aos, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Ca-tlica de Chile se ha consolidado como un centro de formacin acadmico de primer nivel nacio-nal, desarrollando investigaciones e intervenciones sociales y adems ha complejizado su oferta acad-mica, avanzando en la formacin de postgrado: a partir del 2003, la Escuela ofrece el primer Progra-ma de Magster en Trabajo Social del pas.

    Sumado a lo anterior, la Escuela reconoce el nue-vo orden global como un imperativo desde donde comprender lo social, y consolida sus vnculos internacionales con prestigiosas universidades y asegura la formacin de nivel de doctorado para su planta acadmica, facilitando su insercin en cen-tros acadmicos de calidad, con la expectativa de contar al ao 2011, con un cuerpo acadmico que, en su gran mayora, cuente con el grado de doctor.

    Los diversos nfasis puestos en cada una de las eta-pas descritas evidencian el esfuerzo de esta Escuela por estar atenta a los signos de los tiempos, y, sien-do el a sus principios originales, lograr apropiarse y dar respuestas a las nuevas demandas contextua-les, buscando en cada una de esas respuestas un fundamento en la excelencia, la innovacin y la vin-culacin con el medio.

    Queda todava mucho camino por recorrer, y pre-cisamente por esto, es que en este nmero hemos querido convocar a distintos acadmicos y profe-sionales del Trabajo Social del mundo, a dar cuenta de sus estudios sobre formacin en Trabajo Social y sobre intervencin social. Son justamente estos temas los que han ocupado gran parte del queha-cer de nuestra Escuela y a travs de este nmero, esperamos plasmar nuevos desafos de la disciplina y hallazgos reveladores de buenas intervenciones sociales, de modo de establecer parmetros y pre-guntas para la permanente labor intelectual a la que es llamada el Trabajo Social

    Margarita Quezada VenegasDirectora

    ESCUELA DE TRABAJO SOCIALPONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    Editorial

    5

  • 7ISSN 0716-9736 / Revista Trabajo Social / No 76 / Julio / 2009 / P. 7-16

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    Poltica y prctica social basada en la evidencia: Una nueva ideologa o un imperativo de Derechos Humanos?*Evidence based social policy and practice: A new ideology or a Human Rights imperative?

    PHD. ANN BUCHANAN Ann Buchanan, PhD, M.A (Oxon), CQSW; es Directora del Oxford Centre for Research into Parenting and Children, adems es profesora en Work at Bamett House y Fellow de St Hildas College. Direccin postal: Department of Social Policy and Social Work, Barnett House, 32 Wellington Square, Oxford OX1 2ER, UK Direccin de e-mail: [email protected]

    ResumenEn este artculo se sostiene que el Trabajo Social y la poltica social basados en la evidencia son un imperativo de derechos humanos. Ya no es aceptable que al momento de formular polticas socia-les los gobiernos o los agentes de Trabajo Social, como los trabajadores sociales, se involucren en la vida de las personas sin una evidencia que demuestre que lo que hacen puede ser benecioso -o al menos no daino- para quienes son el objetivo de la poltica o la intervencin. Este estudio sostiene que cuando los profesionales y legisladores intervienen en la vida de los dems sin una evidencia que muestre que lo que hacen podra ser benecioso para los involucrados, no son me-nos culpables del dao causado y de abuso de derechos humanos simplemente porque pretendan hacer el bien. Este trabajo se divide en dos partes. La primera considera el caso del Trabajo Social y sus implicancias para la enseanza de Trabajo Social, y la segunda considera la poltica social.

    Palabras clave. Trabajo Social, poltica social, prctica basad en la evidencia, derechos humanos.

    AbstractThis paper argues that evidence based social work and social policy is a human rights imperati-ve. It is no longer acceptable, for governments when formulating social policies or social work agents, such as social workers, to become involved in peoples lives without some evidence that what they are doing may be benecial or at the very least not harmful to those who are the target of the policy or intervention. This paper suggests where professionals and policy makers intervene in the lives of others without evidence that what they are doing is likely to be benecial to the individuals involved, they are no less culpable of harm caused and human rights abuse simply because they intended to do good. This paper is in two parts. The rst part considers the case of social work and it implications for the teaching of social work and the second part considers social policy.

    Key works. Social work, social policy, evidence based practice, human rights.

    IntroduccinEn las dos ltimas dcadas, ha nacido un movimiento dinmico para mejorar la proteccin social y de salud entregada por profesionales. Una revisin rpida de Google Scholar en marzo de 2005 arroja que 8.600 artculos en ingls contenan las palabras evidence-ba-sed social (social basado en la evidencia) en el ttulo: Trabajo Social basado en la evidencia; proteccin so-

    cial basada en la evidencia; servicios sociales basados en la evidencia; poltica social basada en la evidencia. En marzo de 2006, un estudio similar revel un total de 1.500.000 artculos, libros y ponencias sobre Tra-bajo Social basado en la evidencia y asistencia social basada en la evidencia, y 1.260.000 sobre poltica basada en la evidencia. Por qu ha aumentado tan masivamente el inters? Se trata solamente de una nueva ideologa o es ms que eso?

    * Ponencia presentada en el 33 Congreso Mundial de Trabajo Social IFSW/IASSW, Chile 2006.

  • 8ANN BUCHANAN

    8

    En este artculo se sostiene que el Trabajo Social y la poltica social basados en la evidencia son un im-perativo de derechos humanos. Ya no es aceptable que al momento de formular polticas sociales los gobiernos o los agentes de Trabajo Social, como los trabajadores sociales, se involucren en la vida de las personas sin una evidencia que demuestre que lo que hacen puede ser benecioso o al menos no daino para quienes son el objetivo de la poltica o la intervencin. La historia est llena de ejemplos de abusos de derechos humanos perpetrados por profesionales supuestamente bondadosos, quie-nes han sometido a otras personas a experimentos deliberados. Este estudio sostiene que cuando los profesionales y legisladores intervienen en la vida de los dems sin una evidencia que muestre que lo que hacen podra ser benecioso para los involucra-dos, no son menos culpables del dao causado y de abuso de derechos humanos simplemente porque pretendan hacer el bien. Este trabajo se divide en dos partes. La primera considera el caso del Trabajo Social y sus implicancias para la enseanza de Traba-jo Social, y la segunda considera la poltica social.

    Los principios de los Derechos Humanos son la esencia del Trabajo SocialEn este encuentro de trabajadores sociales y pro-fesores de Trabajo Social, resulta apropiado que recordemos los objetivos del Trabajo Social y sus metodologas.

    Result interesante leer el documento nal de discu-sin que circul sobre Estndares globales para la educacin y capacitacin en Trabajo Social (IASSW, 2004). Dadas las amplias diferencia internaciona-les en la prctica de Trabajo Social, debe haber sido

    un documento difcil de preparar. El escrito resume de manera excelente los estndares en cuanto a la diversidad cultural y tnica, adems de la inclusivi-dad de gnero. Los estndares acerca de currculos centrales tambin estn bien presentados, y se en-fatiza la importancia de un entendimiento cabal de deciencias socio-estructurales: un conocimiento del comportamiento humano y de la transaccin persona en ambiente y cmo las creencias y cos-tumbres culturales inuyen en el funcionamiento humano; conocimiento de profesiones anes para fa-cilitar la colaboracin interprofesional; conocimiento de polticas, servicios y leyes de bienestar social; la importancia de la defensa y empoderamiento de las personas, la identicacin de fortalezas en las fami-lias y una apreciacin de la diversidad. Si bien los currculos recomendados son de utilidad para com-prender estos temas, parecan decientes en cuanto a lo que el trabajador social hace realmente para pro-mover el cambio social, la resolucin de problemas en las relaciones humanas y el empoderamiento y la liberacin del pueblo para incrementar el bienestar. Ms preocupante resulta el hecho de que mientras el trabajador social tenga los valores correctos, hay muy poco que sugiera que l o ella realmente puede hacer dao. Si bien la denicin de Trabajo Social indica que sus metodologas se basan en un cuerpo sistem-tico de conocimientos sustentados en la experiencia y derivados tanto de la investigacin y evaluacin de la prctica, existe poca evidencia de esto en los currculos recomendados. Quizs deberamos dudar de que podemos estar seguros de que los derechos humanos y la justicia social son realmente la esencia del Trabajo Social, mientras soltamos un ejrcito de trabajadores sociales en el mundo con el potencial de hacer un dao considerable (IASSW, 2004).

    Denicin IFSW de Trabajo Social

    La profesin de Trabajo Social promueve el cambio social, la resolucin de problemas en las relacio-nes humanas y el fortalecimiento y la liberacin del pueblo para incrementar el bienestar. Mediante la utilizacin de teoras sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el Trabajo Social interviene en los puntos en los que las personas interactan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Social.

    Metodologa

    ... El Trabajo Social basa su metodologa en un cuerpo sistemtico de conocimientos sustentados en la experiencia y derivados tanto de la investigacin y evaluacin de la prctica, incluyendo los contextos locales e indgenas (IFSW, 2006).

  • 9POLTICA Y PRCTICA SOCIAL BASADA EN LA EVIDENCIA: UNA NUEVA IDEOLOGA O UN IMPERATIVO DE DERECHOS HUMANOS?

    Ejemplos de daoPara quienes nos recibimos en los aos 70, una lec-tura obligatoria era Medical Nemesis de Ivan Illich (Illich 1976). La esencia de su provocador mensaje era la nueva epidemia de lo que l llam iatrog-nesis. Iatrognico haca referencia a un trastorno o enfermedad causada de manera involuntaria por el mdico, debido a un diagnstico o tratamiento incorrecto. Segn Illich, el mdico se convierte en el agente patgeno. El libro contena buenos argu-mentos y ejemplos excelentes. Cuarenta aos ms tarde, todava lo tengo grabado en mi memoria. A pesar de que le el libro Can Social Work Survive? de Brewer y Lait (1978), nadie sugiri que lo que yo hara podra empeorar la vida de mis pacientes. Recuerdo que cuando comenc la prctica, pensaba que se me haba entregado mucha informacin acer-ca de cmo ocurran los problemas sociales, pero muy poca sobre qu hacer con dichos problemas. Ah estaba yo, con una licencia de Trabajo Social para experimentar con la vida de las personas.

    Los ejemplos de dao abundan. Est la historia del estudio Cambridge-Somerville. En este estudio, un grupo de nios con un alto riesgo de convertirse en delincuentes se repartieron al azar entre la opcin de no intervencin y la opcin de entrar a una es-trategia planicada de apoyo social y psicolgico. Treinta aos despus, se descubri que la interven-cin haba hecho una diferencia muy signicativa en cuanto a criminalidad, alcoholismo, psicosis y muerte temprana. Aquellos que participaron en el programa de apoyo social haban tenido ms pro-blemas que quienes no participaron en el programa (McCord, 1992).

    En otro ejemplo ms prctico, muchos creen que un debrieng1 psicolgico tras un incidente grave pre-viene el trastorno por estrs postraumtico (TEPT). Las investigaciones no respaldan esta creencia. Hasta ahora, los datos acerca de la efectividad del debrieng son abrumadoramente negativos, par-ticularmente en evaluaciones de seguimiento. Por ejemplo, segn Carlier et al. (1998), entre los po-licas que acudieron a un accidente areo, aquellos que se sometieron a un debrieng mostraron un nmero signicativamente mayor de sntomas de hiper-alerta relativos al desastre en un seguimien-to 18 meses despus que quienes no recibieron el tratamiento. De acuerdo a Mayou et al. (2000),

    entre las personas que acudieron a un hospital tras un accidente de trnsito, aquellas que recibieron CISD2 tenan un resultado signicativamente peor en tres aos, en trminos de sntomas psiquitri-cos generales, ansiedad de viaje y nivel general de funcionamiento. Segn Bisson et al. (1993), entre una muestra de vctimas de trauma de quemadu-ra un 26% del grupo de debrieng tuvo TEPT en el seguimiento tras 13 meses, comparado con un 9% del grupo control. Es importante sealar que de acuerdo al Informe Cochrane de 11 ensayos clnicos no se encontr evidencia de que el debrieng redu-jera la morbilidad psicolgica general, depresin o ansiedad, y se recomendaba la suspensin del de-brieng obligatorio para vctimas de trauma (Rose, et al. 2001). Sin embargo, el debrieng de inciden-tes graves contina siendo una terapia generalizada, a pesar de la evidencia que muestra que hace dao.

    En un rea ms parecida a la poltica social, otro ejemplo es la emigracin de nios y nias sin acompaamiento a Canad y Australia. Hasta la dcada de los 60 y de manera bien intencionada, Barnardos una respetada ONG del Reino Uni-do envi a nios y nias sin acompaamiento desde sus hogares residenciales, en el Reino Uni-do a una nueva vida en Canad. Muchos padres no estaban del todo conscientes de lo que ocurra con sus hijos e hijas. Se estima que Barnardos llev ms de 20.000 nios y nias a Canad (Barnardos 2005). De manera similar, entre 1947 y 1953 se recibieron en Australia ms de 3.200 nios y nias desde el Reino Unido y Malta. En muchos de es-tos proyectos, los nios y nias fueron ubicados en hogares dirigidos por instituciones religiosas y gru-pos de proteccin social como Christian Brothers, Barnardos y el movimiento Fairbridge (National Archives of Australia 2006).

    Si bien a muchos de estos nios les ha ido bien, otros recibieron un cuidado deciente y/o sufrie-ron de negligencia o abuso, y muchos dicen hoy estar traumatizados por la experiencia de haberse separado de sus familias y no tener un sentido de identidad. En esa poca se crea que la emigracin les dara a los nios un maravilloso nuevo comienzo en un mundo nuevo. En 2004 los representantes de estos nios emprendieron acciones legales en con-tra de Barnardos por el dao que haban sufrido (Barnardos 2005). Existen muchos otros ejemplos,

    1 Anlisis, revisin (N. E).2 Critical Incident Stress Debrieng (CISD), o revisin de un incidente crtico de stress, es un tipo de intervencin basada en una sesin

    grupal nica, para vctimas expuestas a un evento traumtico usado para prevenir post traumatic stress disorder. (N.E.).

  • 10

    ANN BUCHANAN

    pero todos refuerzan el hecho de que los trabajado-res sociales deben saber ms acerca de la prctica basada en la evidencia si no quieren convertirse en el agente patgeno.

    Qu es el Trabajo Social basado en la evidencia?

    Denicin de Trabajo Social basado en la evi-dencia:

    Es la integracin de la mejor evidencia cientca con experiencia clnica y valores (Sackett, Straus, Richardson, Rosenberg & Haynes, 2000 p1)

    Es el uso conciente, explcito y juicioso de la mejor evidencia actual en la toma de decisiones sobre la atencin de pacientes individuales (Sa-ckett et al, 1997, p2)

    La atencin de salud basada en la evidencia se reere al uso de los mejores conocimientos ac-tuales en la toma de decisiones sobre grupos y poblaciones (Gray 2001)

    En la primera denicin se destacan los tres com-ponentes: mejor evidencia cientca, experiencia clnica y valores. Los valores no slo se relacionan con comprender la diversidad y los valores cul-turales. Se sostiene que es ticamente inaceptable experimentar con la vida de las personas a menos de que exista alguna evidencia que indique que lo que se hace en el nombre del bien realmente puede ser de ayuda.

    Implementar enfoques basados en la evidencia es un gran desafo. Implica un cambio de actitud y hu-mildad para aceptar nuevos perspectivas. Una de las mayores barreras en la prctica basada en la eviden-cia es la tradicin: siempre hemos hecho las cosas de esta manera. Otra es: a las personas les gusta

    lo que hacemos. Por muy bien intencionadas que sean, las costumbres ms tradicionales pueden ha-cer dao, como lo demuestran numerosos ejemplos en todo el mundo.

    Qu debe hacerse antes de llegar a las intervenciones basadas en la evidencia?Hay cinco etapas en el desarrollo de la prctica ba-sada en la evidencia.

    El punto de partida es la identicacin de un comportamiento o una condicin como problema social. Al decidir qu es un problema social, deber contextualizarse de acuerdo a las normas y valores, tica y moralidad, y la identidad grupal/nacional en una sociedad en particular. Distintas sociedades en pocas diferentes tendrn visiones distintas acerca de lo que es o lo que no es un problema social (Bu-chanan, 2000).

    Cuando se ha denido un problema social, las si-guientes dos etapas son descubrir el alcance del problema social (o epidemiologa) y lo que se cree son las causas (etiologa). A nivel de Trabajo Social, en un rea local se pude querer establecer un pro-yecto para prevenir que los jvenes cometan delitos. En este caso, se recopilar informacin acerca de la cantidad de delitos, el nmero de delincuentes juveniles conocidos y las caractersticas de los de-lincuentes juveniles, y se investigar la literatura internacional para ver si los delincuentes juveniles de occidente compartan caractersticas similares. De ser as, podra ser adecuado replicar una te-rapia efectiva de los Estados Unidos y adaptarla a las necesidades locales. En los Estados Unidos se ha invertido en numerosos Ensayos Clnicos Alea-torizados y Controlados (ECAC). Al igual que en la medicina, los pacientes o en este caso los delin-cuentes juveniles se reparten de manera aleatoria en dos tipos de tratamiento. Al nal del tratamiento,

    FIGURA 1ETAPAS PARA LA PRCTICA BASADA EN LA EVIDENCIA (de Buchanan et al 2000)

    Un problema social en su contexto cultural

    Etiologa Pruebas de ecacia

    Epidemiologa Pruebas de efectividad

    Difusin

  • 11

    POLTICA Y PRCTICA SOCIAL BASADA EN LA EVIDENCIA: UNA NUEVA IDEOLOGA O UN IMPERATIVO DE DERECHOS HUMANOS?

    se ve a qu grupo le ha ido mejor. Estos ensayos se llaman Pruebas de Ecacia y suelen llevarse a cabo en centros de excelencia. En este caso se procede a las Pruebas de Efectividad, lo que implica po-ner a prueba el programa modelo en un entorno no clnico. Funciona este modelo de tratamiento en nuestro entorno? La etapa nal es la difusin, donde se replica un programa efectivo en un pas o rea que tenga caractersticas similares (Buchanan, 2000). En la actualidad, muchos programas ofrecen capacitacin a los profesionales para garantizar -delidad, es decir, que el programa se lleve a cabo segn lo esperado.

    Existen otros problemas sociales que pueden ser ms complejos. Por ejemplo, el VIH/SIDA tiene una etiologa muy diferente en distintas partes del mun-do. En los Estados Unidos se trata de un problema que afecta principalmente a la comunidad homo-sexual, en frica es un problema heterosexual y en algunos lugares de Asia es un problema que afecta a las mujeres afectadas por el comercio sexual. Por lo tanto, no tendra sentido replicar un programa de Estados Unidos que podra tener como objetivo un sector equivocado de la poblacin. Antes debe llevarse a cabo un anlisis de necesidades o buscar-se ms informacin acerca de la epidemiologa y la etiologa (los factores de riesgo y proteccin).

    Existe mucho debate acerca de los estndares de evi-dencia. Se necesita una evidencia cientca slida para evitar conclusiones, resultados o resultados espera-dos invlidos. Generalmente se aceptan los Ensayos

    Clnicos Aleatorizados y Controlados (ECAC) como el patrn oro en las investigaciones. Sin embargo, muchas intervenciones de Trabajo Social involucran a poblaciones, escuelas y comunidades enteras don-de puede ser ms difcil y costoso organizar ECAC. Ac pueden ser muy tiles los datos estadsticos. Otros diseos, como los cuasi-experimentales y los estudios cualitativos donde el consumidor com-parte sus experiencias, tambin pueden ser de real utilidad. Quizs la evidencia ms slida venga de diversos estudios de investigacin utilizando distin-tas metodologas en diferentes contextos. Al nal, el trabajador social debe tomar una decisin en base a las investigaciones disponibles y en el contexto en el que trabaja, con respecto a qu intervenciones tienen las mejores probabilidades de ser tiles y las menores probabilidades de causar dao.

    El profesional competente - Trabajo Social basado en la evidenciaEileen Gambrill (2005) cree que cuando se trabaja a nivel del individuo, la evidencia cientca es solo una parte del todo:

    Primero el profesional debe comprender las carac-tersticas del paciente y las circunstancias en las que vive l/ella o la familia. En este sentido, los tra-bajadores sociales deben conocer tanto el alcance del problema como sus posibles causas. Luego, el profesional competente debe establecer las prefe-rencias y deseos del paciente. En un mundo ideal

    FIGURA 2UN MODELO PARA LAS DECISIONES BASADAS EN LA EVIDENCIA EN LA PROTECCIN SOCIAL

    (Gambrill, 2005)

    Caractersticas del cliente y sus circunstancias

    Preferencias y acciones del cliente

    Evidencia cientca

    Pericia clnica

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    ANN BUCHANAN

    se podra preguntar al paciente: cul sera su es-cenario ideal? Luego, este escenario ideal debe ajustarse a las realidades actuales de la situacin de cada paciente. Por ejemplo, en casos de delincuen-cia, maltrato infantil y salud mental, esto puede signicar asegurarse de que el paciente comprenda las repercusiones legales de sus actos. Posterior-mente, el profesional aplica lo que conoce en base a la evidencia cientca. Por ejemplo, en una si-tuacin de maltrato infantil donde el padre es muy agresivo, puede haber un programa local para el control de la ira que podra ayudar. Pero esto no es todo. Cada persona es nica. Al nal existe un elemento de experiencia clnica al decidir cules pueden ser las mejores intervenciones para ayudar al paciente.

    Oxford - un centro de actividad basada en la evidenciaEn el Reino Unido, Oxford ha estado en el centro de gran parte de este movimiento. En 1993 Sir Ian Chalmers fund la Cochrane Collaboration. Sir Ian era un mdico general que senta que los mdicos se confundan con la cantidad de investigaciones y los distintos tratamientos recomendados para los mismos sntomas. El juramento hipocrtico no hacer dao sustenta la prctica mdica en todo el mundo, pero cmo podra un mdico general mo-derno asegurarse de que su prctica se basa en la mejor evidencia de que est ayudando a no daar al paciente?

    Ian Chalmers ren la metodologa de las revisio-nes sistemticas. Se trata de revisiones que analizan sistemticamente los hallazgos de diversos estudios de investigacin acerca de un tema en particular y llegan a una conclusin general acerca de los m-ritos de tratamientos especcos para problemas especcos. Actualmente la Cochrane Collaboration es una organizacin internacional e independiente sin nes de lucro, dedicada a elaborar informacin actualizada y precisa sobre los efectos de la atencin mdica disponible en el mundo. Produce y circula revisiones sistemticas de intervenciones de aten-cin mdica y promueve la bsqueda de evidencia en la forma de ensayos clnicos y otros estudios de intervenciones. El principal producto de la Colla-boration es la Cochrane Database of Systematic Reviews [Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemticas], que se recopilan en The Cochrane Li-brary (Cochrane, 2006) y que estn disponibles en Internet sin costo. Muchos de nuestros estudiantes utilizan revisiones publicadas por Cochrane Libray para sus tesis de Magster.

    La Campbell Collaboration - la divisin de educacin, bienestar social y justicia penalEl siguiente paso lgico fue la idea de que las investigaciones sobre intervenciones sociales tam-bin deban revisarse de manera ms sistemtica. En diciembre de 2000, el Centro Cochrane en el Reino Unido transri los elementos de educacin, bienestar social y justicia penal de su trabajo a una nueva organizacin, la Campbell Collaboration. Esta organizacin comenz a aumentar el archi-vo de inmediato. Hoy existen casi 12.000 ensayos aleatorios y posiblemente aleatorios sobre educa-cin, bienestar social y justicia penal. Cada registro en el archivo contiene informacin sobre citaciones y disponibilidad, y por lo general incluye un resu-men. El pblico puede acceder a ellos sin costo a travs de Internet.

    Magster en Trabajo Social basado en la evi-dencia de la Universidad de OxfordLa Barnett House, en la Universidad de Oxford, tiene una larga trayectoria en investigaciones sobre problemas sociales, enseanza y prctica. Como tal, quizs fue la precursora del actual movimien-to basado en la evidencia. Se estableci en 1914 en memoria de Canon Barnett, un antiguo rector de Toynbee Hall, la primera residencia universita-ria que se haba fundado en Whitechapel 30 aos antes para dedicarse a los ideales del servicio so-cial e investigacin social. La nueva institucin en Oxford sera un centro para el estudio de problemas sociales y econmicos, adems de la educacin y preparacin de hombres y mujeres para el Trabajo Social y la investigacin social.

    En aos recientes, ha habido dos corrientes interre-lacionadas en el Departamento. Por un lado, existe un Programa de Magster en Poltica Social Compa-rativa, y por otro est el Magster en Trabajo Social Profesional. En los diversos centros de investigacin se realizan importantes programas de investigacin, particularmente: el Centro de Investigacin Basado en la Evidencia, del cual soy miembro, el Centro de Investigacin sobre Desventaja Social, el Centro Oxford para el Derecho de Familia; mi propio cen-tro, el Centro para la Investigacin de Paternidad e Hijos y el Proyecto Oxford de Poblacin (OXPOP).

    En el ao 2003, en un emocionante nuevo desarro-llo, naci el Magster en Trabajo Social Basado en la Evidencia. Con l se reemplazaba el programa de capacitacin profesional anterior para trabajadores sociales, y se expanda la corriente doctoral (www.apsoc.ox.ac.uk). Recientemente los gobiernos del Reino Unido, Suecia, Noruega y otros han solici-

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    POLTICA Y PRCTICA SOCIAL BASADA EN LA EVIDENCIA: UNA NUEVA IDEOLOGA O UN IMPERATIVO DE DERECHOS HUMANOS?

    tado al Departamento que realice un nmero de revisiones sistemticas para informar sobre polticas y prcticas futuras. Importantes ensayos de inter-vencin tambin dicen relacin con intervenciones de paternidad, divorcio y una importante nueva corriente liderada por Don Operario sobre interven-ciones sociales para el VIH/SIDA.

    Entonces, qu hemos aprendido?Los ltimos tres aos han sido una rpida curva de aprendizaje. Nuestros estudiantes vienen de todos los continentes en el mundo: Chile, Argentina (to-dava no Brasil), los Estados Unidos, Canad, pases europeos post-comunistas, Rusia, India, China y Australasia. Al comenzar el curso nos propusimos encontrar intervenciones basadas en la evidencia. Los estudiantes utilizaron Internet para encontrar evidencia que apoyara las intervenciones para con-diciones como la depresin posparto, el VIH y el abuso de drogas. Recuerdo muy bien el primer ao. En el grupo de depresin, el alumno de los Estados Unidos encontr diversos ECAC que mostraban que la Terapia Cognitivo-Conductual individual era efectiva para tratar a mujeres con depresin. El alumno de Rumania seal que era esplndido, pero en Rumania haba un trabajador social por al menos cada 1.000 mujeres con depresin, y no haba cmo organizar un tratamiento individual. El alumno de India dijo que l tambin tena un problema, ya que en India no existe la palabra de-presin. Los estudiantes continuaron la discusin. No se trataba de que en India no hubiese madres con depresin. La tasa de suicidios de madres lo desmenta, pero era un tema sensible. Entonces, cmo podan ayudar a estas madres sin causarles un estigma potencialmente daino? Finalmente los estudiantes decidieron que, ya que la mayora de las madres asistan a algn tipo de clnica de servicio social para nios y nias, era necesario capacitar a los trabajadores para identicar y obtener un apoyo discreto para las madres con depresin.

    La enseanza sobre VIH ha sido igualmente dra-mtica. Actualmente Don Operario trabaja en una investigacin sobre intervenciones sociales para re-ducir la frecuencia de VIH/SIDA en China. En ese pas la homosexualidad es ilegal, por lo que el VIH/SIDA contrado mediante ese tipo de relaciones debe manejarse con especial sensibilidad. Muchas per-sonas tambin se han infectado al comprar sangre que venden las personas pobres de las reas rurales, algunas de las cuales estn infectadas con VIH. Lo que Don debe hacer es comprender la naturaleza de las sensibilidades del problema antes de que pueda

    realizarse alguna intervencin. El potencial de hacer ms dao es muy alto.

    Tal vez lo ms importante es que hemos aprendido que existe una jerarqua de evidencias. Si bien el Ensayo Clnico Aleatorizado y Controlado puede ser el patrn oro, este mismo tiene sus limitacio-nes, ya que solo hace referencia a una muestra en particular, en un momento en particular, y puede no ser culturalmente apropiado. Ahora sabemos que la mejor evidencia tiene mltiples focos que vienen de distintas investigaciones, y que ha uti-lizado metodologas y muestras diferentes en distintas partes del mundo. Lo que hemos debido hacer es entrenar a nuestros estudiantes para que sean crticos con respecto a la investigacin y que comprendan lo que las investigaciones pueden y no pueden decir.

    Principalmente, hemos aprendido que quienes in-tervienen en la vida de los dems, particularmente como agentes del estado, sin importar en qu parte del mundo trabajen, necesitan estar conscientes de que pueden hacer dao. El hecho de que no exis-tan investigaciones disponibles en su rea o en su tema no es excusa. El trabajador social debe des-cubrir lo que se sabe de otras reas, juzgar cun relevantes pueden ser los hallazgos para su trabajo y luego decidir si una intervencin efectiva conoci-da de otra rea debe adaptarse a las necesidades de sus pacientes. Adems, debe asegurarse de evaluar lo que est haciendo e informar a otros sobre sus hallazgos. Es as como construimos el banco del conocimiento.

    Poltica social basada en la evidenciaEn cuanto a la poltica social, la tarea es ms di-fcil. La poltica basada en la evidencia todava se encuentra en una etapa embrionaria. En muchas sociedades, las fuerzas polticas dominantes son fuertemente ideolgicas, y estos gobiernos estn menos interesados en utilizar las investigaciones para informar acerca de polticas. A John Milton Ke-ynes se le atribuye el haber dicho: no hay nada que los gobiernos odien ms que estar bien informados, porque hace que los procesos de tomar decisiones sean mucho ms complicados y difciles. Tambin se dice que Ronald Reagan tom la mayora de sus decisiones basado en la astrologa, y la verdad es que le sirvi bastante! (Mulgan, 2006). Pero los tiempos estn cambiando.

    Actualmente, las instituciones globales, la OCDE, el Banco Mundial, las reformas de mercado europeas y el PNUD estn haciendo estudios comparativos for-

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    ANN BUCHANAN

    males acerca de cun bien les va a los distintos pases (por ejemplo, el Informe de las Naciones Unidas so-bre el Desarrollo, 2004). Una de las fuerzas para el cambio ms potentes del gobierno britnico ha sido aprender cun bien les ha ido comparado con otros pases. Esto demostr que el Reino Unido tenda a compararse con los Estados Unidos, pero a los Es-tados Unidos por lo general les iba mucho peor que al Reino Unido en temas como el crimen, la poltica social y los nios y nias viviendo en la pobreza, mientras que a otros pases en Europa les estaba yen-do mucho mejor. La globalizacin del conocimiento hace difcil esconder los resultados de malas polti-cas de gobierno. Los medios estn en todos lados, demostrando distintos estndares de vida, discrimi-nacin y abusos de derechos humanos. Con Google, en 0,14 segundos cualquier ciudadano puede reunir un conjunto creble de informacin sobre cualquier asunto para el cual desee buscar una respuesta. Pero hasta qu punto podemos discutir que un mal go-bierno - o un gobierno que ignora la evidencia para implementar mejores polticas - est cometiendo abusos de derechos humanos? La Enciclopedia Fi-losca Stanford (0,84 segundos en Google) resume los derechos inherentes en la Declaracin Universal de Derechos Humanos, 1948.

    Declaracin Universal de Derechos Humanos (Naciones Unidas 1948)

    a. Derechos de seguridad - proteccin contra el asesinato, masacre, tortura y violacin.

    b. Derechos de libertad: proteccin de la li-bertad en reas como creencia, expresin, asociacin, reunin y movimiento.

    c. Derechos polticos: reuniones, protestas, vo-taciones, servicios en cargos pblicos.

    d. Derechos al debido proceso que protegen contra los abusos del sistema legal, como encarcelamiento sin juicio, juicios secretos y castigos excesivos.

    e. Derechos de igualdad; ciudadana igualitaria, igualdad ante la ley.

    f. Derechos de bienestar (o derechos econ-micos y sociales): provisin de educacin, protecciones contra propiedad y hambre.

    Cualquier pas que ratica un acuerdo de derechos humanos de las Naciones Unidas se compromete a respetar e implementar los derechos cubiertos por el acuerdo. Tambin se compromete a aceptar y responder a un escrutinio internacional y crtica de

    su cumplimiento. El PIDCP seala que los estados participantes deben informar peridicamente acer-ca de su cumplimiento del acuerdo. Los derechos humanos son una aspiracin... se trata de evitar lo terrible en lugar de lograr los mejores estndares mnimos (Stanford Encyclopedia, 2006). El dilema es que en un mundo globalizado los estndares es-tn cambiando y que lo terrible y lo mnimo son objetivos en movimiento. Deberan los ciudadanos estar felices con polticas inecaces para aliviar la pobreza y mejorar la educacin y la salud cuando las investigaciones pueden demostrar que hay me-jores maneras de alcanzar los mismos nes por un costo similar? Los gobiernos democrticos pueden estar impulsados por las ideologas y ser bien in-tencionados, pero no es un abuso de los derechos humanos negar remedios ecaces a los ciudadanos para sus males sociales?

    Por supuesto, los gobiernos tienen otras conside-raciones. La evidencia o el conocimiento viene en muchas formas (Mulgan, 2006). Existe el conoci-miento de poltica: por ejemplo, qu funciona para combatir el crimen? Luego est el conocimiento cientco: qu es responsable del cambio climtico? Tambin est el conocimiento profesional, el cono-cimiento que viene de ensear acerca de la prctica mdica o de bienestar social. Algo muy importante en las sociedades democrticas es el conocimiento de la opinin pblica, que puede o no coincidir con el conocimiento cientco. El desafo para el ser-vicio pblico en cualquier pas es cmo entender todos estos distintos tipos de conocimiento.

    Otra dicultad es que en algunas reas existe un amplio consenso acerca de lo que se sabe, por ejem-plo, microeconoma, mercados laborales, algunas reas de la medicina - ac el conocimiento de polti-ca es similar a la ciencia natural. Pero en otras reas existe un gran desacuerdo sobre lo que se sabe, y la evidencia es muy delgada. En estos campos, los go-biernos democrticos tal vez deban adelantarse a las investigaciones para responder a los requerimientos de sus constituyentes, pero siempre estar disponi-ble una fuente de conocimiento bastante conable. Cuando falta conocimiento, quienes experimentan los males sociales pueden ser informantes cona-bles sobre el impacto de las polticas de gobierno.

    Cmo puede la poltica basarse en la evidencia?En el Reino Unido, recientemente conclu una revi-sin sobre el impacto de polticas gubernamentales en nios y familias en riesgo de exclusin social (Buchanan et al. 2004). Esto puso en relieve las

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    POLTICA Y PRCTICA SOCIAL BASADA EN LA EVIDENCIA: UNA NUEVA IDEOLOGA O UN IMPERATIVO DE DERECHOS HUMANOS?

    muchas maneras aunque aun son imperfectas en que el Reino Unido de Blair intenta incorporar la evidencia a los procesos de elaboracin de polticas. En la etapa de formacin de polticas, grupos in-teresados claves realizan sondeos, generalmente en focus groups en los que participan acadmicos, y en las mismas condiciones con usuarios y proveedo-res de servicios. Le sigue un proceso ms amplio de consulta, tal vez en la forma de un Libro Verde. Una vez que se formula una poltica el gobierno publica Acuerdos de Servicio Pblico (PSA, por sus siglas en ingls), que sealan los objetivos de la poltica en un rea en particular, por ejemplo para aumentar logros educativos entre los jvenes. Para monitorear la poltica, los documentos gubernamentales des-criben indicadores de desempeo, que mostrarn si la poltica va por buen camino. Estos sern, por ejemplo, los niveles que han logrado nios que vi-ven en la pobreza en las Pruebas de Rendimiento Estandarizado (SAT, por sus siglas en ingls) a los 7, 11 y 14 aos en diversos colegios. Otro indica-dor es la cantidad de ausentismos escolares en un perodo en particular. Se publican objetivos acerca de lo que el gobierno espera lograr mediante sus polticas: por ejemplo, para aumentar el nmero de nios que reciben comidas gratis o que alcanzan el nivel 4 en las SAT, o para reducir el nmero de das educativos perdidos por ausentismos injusticados. Luego se entregan fondos a las organizaciones para enfrentar bajos niveles de desempeo y altos niveles de ausentismo.

    Para evaluar la poltica, el gobierno tiene una va-riedad de datos potenciales. Tiene los datos de tendencia o las estadsticas de los indicadores de desempeo recopilados por estadsticos guberna-mentales. En muchos casos estos se publican para nombrar y avergonzar, por ejemplo, autoridades educacionales con bajo desempeo. El Gobierno tambin solicita evaluaciones de distintos aspectos de sus polticas a evaluadores externos. Para nues-tro trabajo para la Unidad de Exclusin Social, se nos pidi que hiciramos una revisin de todas las evaluaciones y de la literatura formal y gris. Finalmente, para este proyecto tambin solicita-ron estudios de caso: entrevistas cualitativas en profundidad con padres e hijos que podran verse afectados por el problema.

    En los Proyectos de las Naciones Unidas para el Desarrollo se utiliza un enfoque muy similar. Por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) representan un conjunto de metas y objetivos mensurables y sujetos a limitaciones de tiempo para combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades,

    el analfabetismo, la degradacin medioambien-tal y la discriminacin hacia las mujeres. Surgidos de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas de 2000, los objetivos son el medio para acelerar el paso del desarrollo en el mundo y para medir resultados concretos (UNDP 2004). En un mundo globalizado es difcil ignorar la evidencia, en espe-cial cuando hay slidas investigaciones sobre cmo se puede mejorar la proteccin y el bienestar de los ciudadanos, respetando costumbres culturales y reconociendo la disponibilidad de recursos eco-nmicos. En este trabajo diramos que hacer eso ignorar la evidencia sera un abuso de derechos humanos.

    Trabajo Social y poltica social basados en la evidencia. Una nueva ideologa o un imperativo de Derechos Humanos?El viaje recin ha comenzado. En el Trabajo Social y en la educacin de trabajadores sociales tenemos un largo camino que seguir antes de que podamos decir que nuestra prctica est basada en la eviden-cia. Cuando comenc mi prctica como trabajadora social, un sabio psiquiatra mayor me dijo en 1970: en mi vida, no hemos sabido realmente lo que les haremos a las personas, pero en tu vida podran saberlo. El banco de conocimientos en el Trabajo Social est creciendo. La poltica social basada en la evidencia tiene tal vez un viaje mucho ms largo. Recin estamos comenzando a saber cmo hacer un mejor uso del conocimiento que est disponible. Sin embargo, insisto en que la poltica y prctica basadas en la evidencia no son solo una nueva ideo-loga; son un imperativo de derechos humanos. El solo hecho de que tengamos buenas intenciones no nos hace menos culpables del dao hecho a los de-ms que si nuestros actos fuesen deliberados.

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    ISSN 0716-9736 / Revista Trabajo Social / No 76 / Julio / 2009 / P. 17-34

    Cmo hacen investigacin los trabajadores sociales? Una primera aproximacin a las experiencias de investigacin de una generacin de profesionales chilenosHow research is done by social workers? A rst approach to the research experiences of a generation of Chilean professionals

    MARA GABRIELA RUBILAR Mara Gabriela Rubilar es Doctor por la Universidad Complutense de Madrid, actualmente es acadmica de la Escuela de Trabajo Social, P. Universidad Catlica de Chile. Su direccin postal es Av. Vicua Mackenna 4860, Macul - Campus San Joaqun. Su correo electrnico: [email protected]

    ResumenEn este artculo sintetiza los resultados de una investigacin que analiz el quehacer investigativo de un grupo de trabajadores sociales chilenos, titulados entre 1995 y 2005.Se asume como punto de partida de este trabajo, que el quehacer de los trabajadores sociales se encuentra estrechamente vinculado con prcticas investigativas, que desde distintos caminos complementan y enriquecen el desarrollo profesional.El estudio se realiz siguiendo las directrices del mtodo biogrco interpretativo, lo que hizo posible la construccin de una tipologa que identica tres perles profesionales, diferenciados de acuerdo al modo cmo los trabajadores sociales se aproximan a la investigacin social y la forma como la desarrollan.Estos perles, constituyen un primer paso en la construccin de una tipologa de investigacin en Trabajo Social, dado que fueron elaborados a partir de las identidades de los profesionales que participaron en este estudio, la que se espera continuar profundizando con aportes provenientes de otras investigaciones.

    Palabras claves. Prctica Investigadora - Mtodo biogrco/interpretativo Investigacin Social Quehacer profesional.

    AbstractThis abstract analyzes the investigation developed by a group of Chilean social workers gradua-ted between 1995 and 2005. It is assumed as a starting point that, though this investigation constitutes a eld that is still developing for this profession, the social workers work is closely linked with investigative practices which, through different ways, complement and nurture the professional development. The study of the social workers research was carried out following the guidelines of the biogra-phical interpretation method. This allowed the construction of a typology that identies three professional proles which are differentiated according to the way in which the social workers get nearer to we social investigation and to the way in which it is developed. These proles constitute a rst typological construction because they were drawn up starting from the professionals identities who participated in this investigation. This investigation is ex-pected to deepen thanks to contributions coming from other investigations.

    Key words. Investigative practices biographical interpretative method social investigation - workers work.

  • MARA GABRIELA RUBILAR

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    Introduccin

    El sentido de una indagacin del ocio inves-tigativo de los trabajadores socialesReconociendo que la articulacin entre investiga-cin e intervencin, constituye en una preocupacin de larga data para el Trabajo Social, este artculo muestra qu hay ms all de la tensin inicial1, qu puentes o conexiones se producen entre investiga-cin y accin social, y el modo como sta se expresa en determinadas actuaciones.

    El trabajo se inicia constatando que la preocupa-cin en torno a la relacin entre investigacin e intervencin estaba presente, aunque con otras denominaciones, en los primeros escritos de la pro-fesin2. En el contexto latinoamericano, algunos autores como Grassi (1995), Kisnerman (1998), Heler (2002) y Matus, Aylwin y Forttes (2004) plantean que, desde el inicio del Trabajo Social, los profesionales han hecho investigacin, pero sta suele encontrarse encapsulada o silenciada. Y, por lo mismo, se desarrolla en forma marginal o desde mbitos que cuentan con escasa difusin e inciden-cia pblica. Desde esta perspectiva, la investigacin no sera antagnica a la intervencin, sino ms bien una dimensin a potenciar y complementar, reco-nociendo con ello el carcter complejo de ambos procesos y sus mltiples interrelaciones3.

    Este planteamiento, encuentra entre sus fundamen-tos un supuesto central, que este artculo aborda cuando se propone desentraar el modo cmo hacen investigacin los trabajadores sociales. Constituyn-dose en la pregunta gua de esta investigacin, que

    toma como referente inicial una serie de escritos y publicaciones que abordan la historia del Trabajo Social y que sealan que, desde sus orgenes, los trabajadores sociales han contado con instrumentos y herramientas orientadas a conocer e indagar en las en problemticas sociales que afectan a determina-das personas y colectivos4.

    El diagnstico social, la visita domiciliaria, el informe social y la entrevista sociofamiliar son ins-trumentos metodolgicos presentes desde el inicio de la formacin de los trabajadores sociales. Estas tcnicas, que fueron impulsadas con el propsito de objetivar, obtener evidencia, y asignar un ca-rcter cientco a la asistencia social (Richmond, 1917), han sido reinterpretadas en el transcurso del desarrollo de la profesin, alcanzando hoy en da distintas aproximaciones segn los enfoques o perspectivas que las sustentan5. Desde la pers-pectiva de esta investigacin, estos instrumentos tradicionales de intervencin profesional, presentan importantes similitudes con algunas de las tcnicas e instrumentos utilizados en la investigacin social, especialmente aquella que se desarrollan desde un enfoque cualitativo. La observacin, la conversa-cin, el uso de tcnicas narrativas6, se encuentran a la base de estas aproximaciones que, aparentemen-te, persiguen propsitos distintos.

    Callejo y Viedma (2005) en una publicacin re-ciente dan cuenta precisamente de esta relacin, al profundizar en las orientaciones actuales de la investigacin y los alcances que la investigacin puede lograr desde la perspectiva de la interven-cin social. Especial atencin brindan en su trabajo

    1 Por lo general, los debates y discusiones sobre esta cuestin suelen abordarse desde dos polos: uno, dedicado a conocer, describir e interpretar; y el otro dedicado a la accin. Desde una mirada tradicional cada polo se opone al otro, percibindose como una tensin que hace que los profesionales del Trabajo Social se ubiquen preferentemente en el plano de la accin, dejando de lado la generacin de conocimiento.

    2 En los aos 20, la estadounidense Mary Richmond (1917 y 1922) planteaba la necesidad aplicar tcnicas e instrumentos que permitieran asignar un carcter cientco a la asistencia. Unas dcadas antes, en Espaa, Concepcin Arenal asuma una posicin similar en su libro La benecencia, la lantropa y la caridad, publicado en 1894.

    3 Los planteamientos de Daniel Bertaux rearman lo anterior cuando seala ... lo social no es jo; es poltico y opera bajo la presin de fuerzas contrarias y cambiantes. Si estructura el campo de la praxis, es a su vez el objeto, el foco de la praxis. Una sociologa que no se limitara a analizar el orden establecido, sino que tratara de aprehender las contradicciones que dicho orden engendra y las transformaciones estructurales resultantes, debera esforzarse por unicar el pensamiento de lo estructural y el de lo simblico, y sobrepasarlos para llegar a un pensamiento de la praxis (1999, p. 6).

    4 Matus, Aylwin y Forttes en La reinvencin de la memoria, sealaron que desde sus inicios como profesin, el Servicio Social cuenta con una tradicin escrita, donde existen narrativas, modelos y formas de registro de sus intervenciones y donde se le asigna tempranamente un papel de relevancia a la investigacin social (2004, p. 28). Sus argumentos coinciden con los planteamientos de Haluk Soydan (2004) y Carlos Marchevsky (2006)

    5 Desde distintas posiciones, autores como Karsz, 2007; Mazzola, 1998; Seden, 1999; Vass, 1986, dan cuenta de estos elementos como componentes esenciales de la habilidades y competencias de los trabajadores sociales.

    6 Especialmente entrevistas. Constatando que a las ya tradicionales orientaciones entregadas por Mary Richmond (1917 y 1922), le han seguido una serie de manuales y compendios entre los que se destacan los trabajos recientes de Cceres, Oblitas y Parra, 2000; Rosell, 1989; y Travi, 2006, por sus especicidades para el Trabajo Social.

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    CMO HACEN INVESTIGACIN LOS TRABAJADORES SOCIALES? UNA PRIMERA APROXIMACIN A LAS EXPERIENCIAS DE INVESTIGACIN DE UNA GENERACIN DE PROFESIONALES CHILENOS

    a las conexiones entre proyectos de investigacin e intervencin, aportando nuevas reexiones meto-dolgicas en el campo de la investigacin-accin e investigacin social participativa, as como en el diseo de investigaciones que combinan tcnicas diversas de recopilacin y anlisis de informacin. Sus argumentos encuentran importantes simili-tudes con los planteamientos desarrollados por el norteamericano Donald Shn (1983 y 1987) quien dos dcada antes, analiz las prcticas de los tra-bajadores sociales, centrando su investigacin en la forma cmo los profesionales aprenden. Al estudiar el quehacer de los trabajadores sociales, Shn7 des-cubri que en el Trabajo Social hay una distancia entre la teora y la prctica profesional, como la hay en toda situacin donde la teora analiza aquello que llamamos realidad.

    Tomando en cuenta lo sealado por Shn, esta in-vestigacin concibe la relacin entre investigacin y Trabajo Social como una realidad con mltiples interconexiones y signicaciones. Y es desde esta posicin, que se analiza de manera exploratoria, las vinculaciones que los profesionales establecen entre investigacin y accin profesional, y los signica-dos que le atribuyen. La investigacin se desarroll siguiendo las directrices y orientaciones que pro-porciona el enfoque interpretativo8, dado que se consideran que las visiones y concepciones que los profesionales tienen de la investigacin social, son dependientes de las interpretaciones que tienen los sujetos participantes en este estudio, incluidas las visiones de la autora de esta investigacin9.

    Desde este enfoque se entiende que la propuesta tipolgica que se ofrece en el cuerpo principal de este artculo es una interpretacin, entre otras, que avanza en la construccin de perles o tipologas profesionales. Otras lecturas son posibles, y desde

    ya queda abierta la invitacin a pensar en otras posi-bilidades que contribuyan a la reexin disciplinar en torno a la relacin entre investigacin y Trabajo Social10.

    Las opciones metodolgicas de esta investigacin: El enfoque histrico biogrco, los testimonios de investigacin y la identicacin de una tipologa.Siguiendo como lineamiento central la pregunta cmo hacen investigacin los trabajadores socia-les? se desarroll una prctica investigadora, cuyos resultados se suman a aquellas posiciones que dan cuenta de la existencia de interconexiones entre las herramientas e instrumentos que los trabajadores sociales utilizan en sus actuaciones profesionales y determinadas tcnicas de investigacin social.

    Se opt por analizar en profundidad el quehacer investigativo de un nmero acotado de trabajado-res sociales con el propsito de estudiar y analizar las prcticas de investigacin que estos profesiona-les han desarrollado; la formacin recibida en este mbito; los enfoques y perspectivas metodolgicas utilizadas en el desarrollo de sus investigaciones, as como la valoracin de los alcances asignados a su trabajo. Del mismo modo, se analizaron las mo-tivaciones que les llevaron a estudiar la carrera, la forma como conciben la relacin entre investiga-cin e intervencin, y en el modo cmo articulan los conocimientos all generados a su quehacer profesional11.

    El enfoque histrico biogrco fue la propuesta metodolgica utilizada para el desarrollo de esta investigacin, cuyo principal referente investiga-tivo fue la construccin de ocho testimonios de

    7 Este autor plantea en su trabajo que el estudio de la prctica profesional es un reto para la investigacin, en la medida que los profesionales utilizan en su quehacer una mezcla de acciones, ideas, retazos de diversas teoras, habilidades personales, adaptaciones a las situaciones particulares, entre otros elementos (Shn, 1983). Plantearse el estudio de las prcticas investigativas de los trabajadores sociales signica, de alguna forma, asumir este desafo, al intentar develar un mbito de la profesin oscurecido por creencias, debates, polmicas y tensiones hasta ahora no resueltas.

    8 Al respecto Claudio Ramos seala: en el paradigma interpretativo las relaciones estudiadas remiten ms bien a entrecruzamientos de eventos, a secuencias de procesos histricos (2005, p. 108).

    9 Este posicionamiento se hace tomando la sugerencia formulada por Denzin y Lincoln (2005) acerca de la conveniencia de iniciar una investigacin haciendo un reconocimiento de los condicionamientos histricos y socioculturales del investigador.

    10 En este contexto, resulta especialmente signicativas lo escrito por Juan Francisco Marsal (1979) en Pensar bajo al Franquismo, cuando reconoce el carcter condicionado de su anlisis, y por lo mismo invita al lector a formular sus propias interpretaciones.

    11 Especcamente con esta investigacin se esperaba: (1) Indagar en la formacin investigativa de los trabajadores sociales, analizando el papel que ha jugado la formacin a lo largo del desarrollo profesional; (2) Conocer su quehacer investigativo, analizando el modo como hacen investigacin, los enfoques o perspectivas utilizadas, el tipo de conocimiento generado, as como las tcnicas e instrumentos privilegiados en este labor; y (3) Analizar la forma como se dan las interacciones entre intervencin e investigacin desde el Trabajo Social.

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    investigacin de trabajadores sociales titulados de una universidad chilena entre 1994 y 200512. Este enfoque que articula dimensiones sociales e indivi-duales extradas de los testimonios, permite abordar el problema de la investigacin desde la narracin de la propia historia profesional, donde el relato es comprendido en s como una expresin identi-taria, ya que implica un trabajo de construccin y reexin sobre s mismo y sus circunstancias.

    Este enfoque ha tomado una fuerza inusual en las ltimas dcadas, producto de una serie de traba-jo publicados a inicio del 2000 entre los que se destacan las aportaciones de Prue Chamberlayne, Johanna Bornat & Tom Wengraf, 2000; Tom Wen-graf, 200113; Gabriele Rosenthal 2004; Kip Jones 2004, entre otros14.

    Pese a su actual vigencia, en esta investigacin el acercamiento histrico-sociolgico se sustenta bsicamente en las orientaciones metodolgicas entregadas por Daniel Bertaux a principios de los 80, que buscaban hacer visible, a travs de testi-monios, las coordenadas histrico-biogrcas de los participantes en la investigacin. Adems de las aportaciones de este autor, el nfasis otorgado al mtodo biogrco sigue esencialmente las tradi-ciones de las historias de vida de William Thomas y Florin Znaniecki (1919); William Whyte (1953); Oscar Lewis (1961 y 1964), y Juan Francisco Marsal (1979). De igual forma, se consideraron las orien-taciones metodolgicas que brindan practicantes contemporneos del mtodo biogrco en Hispa-noamrica, como Juan Jos Pujadas (1992), Ana La Kornblit (2004), y Miguel Valles (2006 y 2007).

    Para el anlisis de las prcticas investigadoras y la construccin de los perles sociobiogrcos, se sigui la tradicin investigativa de los testimonios escritos, en directa vinculacin con los relatos e historias orales (Lejeune, 1994). Siete de los ocho

    testimonios presentados fueron elaborados a partir de entrevistas cualitativas, mientras que el testimo-nio restante sigui la tradicin de las autobiografas o autoentrevistas, en la lnea propuesta por Reed-Danahay (1979), Boufoy-Bastick, (2004) y Miguel Valles (2006)

    La identicacin de regularidades al interior de cada testimonio y entre los testimonios fue lo que hizo posible la construccin de tres perles de tra-bajadores sociales, diferenciados a partir del modo cmo estos profesionales conciben y hacen inves-tigacin social. Cada perl se congura a partir de un eje o tpico central, desde el cual se despliegan elementos y rasgos que le caracterizan: El primer perl posee como componente central los procesos de toma de decisiones de polticas sociales, y es de-sarrollado en su mayora por consultores y expertos quienes recurren a la investigacin para orientar las actuaciones pblicas. El elemento central que ca-racteriza a los profesionales que integran el segundo perl es precisamente la investigacin y el inters que han demostrado estos trabajadores sociales por dedicarse profesionalmente a ella. A diferencia del perl anterior, en el tercer y ltimo perl, ser la intervencin la que determina el modo y la forma como se desarrolla el quehacer investigativo.

    Una propuesta de anlisis con tres perles de trabajadores socialesLas primeras referencias que evidenciaron la exis-tencia de rasgos o elementos diferenciadores entre los entrevistados, surgieron al momento construir los testimonios autobiogrcos15. Fue en esta fase donde emergieron los primeros elementos y relacio-nes que conforman una tipologa que identica tres perles de profesionales. Cada perl dara cuenta de un modo o forma de entender y hacer investiga-cin desde el Trabajo Social.

    12 Utilizando entrevistas biogrcas, se construyeron los testimonios de investigacin de ocho trabajadores sociales, titulados en una de las primeras Escuelas de Trabajo Social del pas que imparti la Licenciatura en Trabajo Social, con ello ampliando la formacin investigativa de sus egresados. Sus testimonios y experiencias de investigacin se constituyen en el principal material emprico utilizado en esta investigacin, que recurre a un nmero acotado de casos para analizar en profundidad una experiencia o quehacer determinado.

    13 Especial relevancia adquiere en esta investigacin el trabajo de Tom Wengraf, quien ha utilizado el enfoque biogrco en el estudio de las prcticas de profesionales. Su estudio publicado en el ao 2004 con el ttulo Boundaries and Relationships in Homelessness Work: Lola, an Agency Manager analiza el quehacer profesional de una administradora de servicios sociales y los conictos que ella enfrenta en su labor, realzando el papel de las experiencias personales en sus investigaciones.

    14 La mayor parte de estos autores utilizan una tcnica de entrevista que consiste en una sola sugerente pregunta narrativa inicial (pasiva, minimalista), para provocar una extensa e ininterrumpida narracin.

    15 Las entrevistas fueron trabajadas bajo el formato de testimonios, siguiendo esencialmente las orientaciones de edicin proporcionadas por Miguel Valles, el que toma como referente el trabajo de Oscar Lewis (1973), quien a propsito de la preparacin de su libro Los hijos de Snchez, escribi: al preparar las entrevistas para su publicacin, he eliminado mis preguntas y seleccionado, ordenado y organizado sus materiales en autobiografas congruentes[0]. Con ello se sigue una tradicin ya iniciada por Allport en 1942, quien sealaba que las autobiografas podan ser, adems de completas, temticas y corregidas (en Valles, 2008, p.20).

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    CMO HACEN INVESTIGACIN LOS TRABAJADORES SOCIALES? UNA PRIMERA APROXIMACIN A LAS EXPERIENCIAS DE INVESTIGACIN DE UNA GENERACIN DE PROFESIONALES CHILENOS

    Antes de presentar los rasgos que caracterizan a cada perl, se considera conveniente precisar que los perles sociobiogrcos no son tipolo-gas puras, sino ms bien, el encadenamiento de un conjunto de visiones y concepciones en torno a la investigacin social que van conformando un modo de hacer de los trabajadores sociales. Hay, por tanto, perles mixtos y, posiblemente ms po-sibilidades que las que se exploran inicialmente en esta investigacin16.

    Por lo mismo, se reitera en este estudio que los tres perles identicados son ms bien aproximaciones iniciales, en torno a los cuales es posible continuar investigando, y de ellos deviene su carcter inacaba-do. El ltimo de los perles es el que presenta mayor imbricacin (o indenicin) y por lo mismo es una construccin sujeta a revisin y anlisis en una si-guiente etapa de investigacin. Tampoco existe una relacin unvoca entre los testimonios y los perles identicados, de hecho es posible encontrar testimo-nios que responden a tipos mixtos17 o que combinan rasgos que pertenecen a ms de un perl.

    Las diferencias se establecen con mayor claridad entre los profesionales de Trabajo Social que corres-ponden a un perl, que denominamos experto y aquellos trabajadores sociales cuyo quehacer se asemeja ms a un investigador en formacin, cuyo perl hemos denominado investigadores acadmi-cos. El tercer perl tuvo distintas apelaciones en el transcurso de la investigacin, lo que denota desde un principio la dicultad de nombrar una categora que sigue siendo imprecisa18.

    A continuacin se delinean los rasgos que caracteri-zan y conforman cada uno de los perles, siguiendo un esquema que intenta responder a las preguntas directrices planteadas al inicio de esta investigacin: Qu hacen los profesionales que se identican con este perl? Qu los caracteriza o diferencia de otros profesionales de Trabajo Social? Cmo y desde qu referentes conciben la investigacin? y Cmo ha-cen investigacin?

    Perl uno. Expertos, analistas y asesores de polticas socialesLa primera imagen que se puede vincular a este per-l que hemos denominado experto se asocia con un tipo de profesional que se desempea en funcio-nes de analista o asesor en temas o problemticas de inters pblico. Siguiendo el testimonio de los entrevistados, este perl se correspondera mejor con un tipo de profesional, especializado en una te-mtica o problemtica social que le vuelve en algn sentido experto19 o informante clave ante otros in-vestigadores y decidores pblicos.

    Por lo general, la autoridad de estos profesionales ha sido forjada a partir de su experiencia profesional20, que se constituye en una plataforma privilegiada para la observacin y anlisis de fenmenos sociales concretos. Por lo mismo su experticia posee una di-mensin prctica, que los entrevistados reconocen con claridad.

    Se autoconciben como operativos de ideas, por su capacidad de plasmar y poner en marcos de po-sibilidad, los planteamientos y decisiones de los directivos. En su quehacer profesional, suelen desa-rrollar un rol de analista, o de apoyo a una direccin o unidad institucional determinada, aportando elementos para la toma de decisiones que, articu-lan tanto aspectos poltico e institucionales, como dimensiones operativas relacionadas con las pro-puestas e iniciativas que se esperan implementar.

    Entre los rasgos que caracterizan a estos profesiona-les se encuentra la capacidad de mediar y articular mundos y realidades, que por lo general se encuen-tran separadas (como las condiciones que enfrentan las personas que viven en situacin de pobreza o exclusin social, con las decisiones que respecto de ellos, toman las autoridades polticas o administra-tivas). Lo que nos remite a un modelo de generacin de polticas pblicas que combina elementos de un diseo top down, donde las decisiones pblicas son tomadas desde arriba hacia abajo; con un modelo bottom up, donde la gestacin de alternativas de

    16 Al inicio de este artculo se sealaba que en esta investigacin no hay una sola lectura interpretativa. De hecho un mismo actor puede realizar ms de una lectura, tal como ha ocurrido en este proceso investigativo cada vez que se revisan los materiales reunidos.

    17 La existencia de perles mixtos, ya haba sido advertida por Miguel Valles en su investigacin I+D Medicin de la Xenofobia en Espaa (2007c y 2008).

    18 Cabe sealar que los nombres de los perles que aqu se presentan son provisorios, y sujeto a las revisiones y aportaciones que los propios lectores puedan realizar. Desde ya, queda abierta la invitacin a pensar y revisar estas categoras iniciales.

    19 En el sentido sealado por Dexter (1970).

    20 Los protagonistas de los testimonios uno y dos, son quienes que ms se acercan a este perl. Ambos tienen ms de 10 aos de experiencia profesional y la mayor parte del tiempo se han desempeado en la misma temtica. Sin embargo, es importante constatar que el tiempo trabajado en un mbito determinado, no es una condicin unvoca para transformase en experto, hay elementos claves para su conformacin como la validacin por parte de una contraparte o de sus propios pares.

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    poltica se produce desde dimensiones o factores que se encuentran en el origen del problema21.

    La idea de la mediacin, aportada por uno de los testimonios, result especialmente interesante al momento de analizar la relacin entre intervencin e investigacin y la forma cmo hacen investiga-cin estos trabajadores sociales22. Tomando en cuenta lo anterior, no resulta extrao que los pro-fesionales ms vinculados a este perl, se conciben desarrollando un rol de mediador entre distintos espacios y mbitos, siempre desde un plano que los entrevistados denominan tcnico u operativo, dado que en ellos no recae directamente la toma de decisiones. Por lo mismo, se autodenen como traductores, puentes o vinculadores para la toma de decisiones de otros.

    Si bien, estos profesionales sealan que su labor de apoyo o asesora se circunscribe a un mbito esen-cialmente temtico, gradualmente observan que su espacio de inuencia se va ampliando, involu-crando otros aspectos decisionales, ms vinculado a dimensiones polticas o estratgicas de carcter organizacional23. Dado lo anterior, los protagonistas de los testimonios uno y dos son enfticos en reco-nocer la autoridad e inuencia que manejan, la que denen como poder tras las sombras. Estatus que se ha cimentado en buena medida por el dominio que poseen de informacin y la capacidad de rela-cionar y anticipar eventos relevantes24.

    La ambigedad, la tensin constante y la inestabili-dad, son los elementos que caracterizan el quehacer de estos asesores, quienes en ocasiones desarrollan su labor sin contar con especicidades acerca de sus competencias o responsabilidades. Los entrevis-tados denen su papel como un cargo de conanza

    y por lo mismo, su estabilidad depende esencial-mente del mantenimiento de esta condicin en la relacin con sus superiores o con quien acta como contraparte25.

    Por las caractersticas de su prctica profesional, declaran estar sometidos a tensin constante, es-pecialmente por la expectativa que se generan acerca de su labor y la necesidad de decir algo inte-resante. Se asume que, por el cargo o funcin que desempean, poseen una competencia o especia-lidad que en ocasiones trasciende a su formacin inicial. En sus relatos se observa que los fantasmas y amenazas que enfrenta este ser experto estn asociados a la temporalidad y futilidad de su rol, que pone permanentemente a prueba a quien lo desempea26.

    Es precisamente este carcter ambiguo e inestable, que caracteriza el rol de experto, el que determi-na el modo y la forma como estos profesionales se aproximan y entienden la investigacin social27. En trminos generales se puede armar que los traba-jadores sociales que integran este perl:

    Tienen una visin parcial de la investigacin, por lo general acotada a determinados momentos del proceso (delimitacin del problema, criterios para la seleccin de informantes, revisin de ins-trumentos y retroalimentacin de los resultados y conclusiones). Dado que su contribucin se en-cuentra centralmente circunscrita a lo temtico, su participacin en las investigaciones es acotada metodolgicamente y relevada por su aporte pro-gramtico.

    Delimitan los problemas y denen agendas: desde esta posicin de experto, reconocen la

    21 De acuerdo a lo sealado por Eugenio Lahera (2002) es posible identicar dos lgicas o racionalidades que han predominado en la implementacin de polticas pblicas y programas sociales. La implementacin desde arriba hacia abajo o modelo top down y las perspectivas de implementacin que invierten esta lgica predominante, denominada modelo bottom-up.

    22 En este perl, se observa tambin que la funcin mediadora podra ser asimilada a la nocin de personas puente, concepto tomado por Miguel Valles, a partir del trabajo de Richard Sennett (2003: 34), y que corresponde a uno de los tipos estratgicos identicados en el proyecto I+D Medicin de la Xenofobia en Espaa (2007, p.15 y 2008. p. 16).[0]

    23 A la luz de los propios entrevistados, los expertos son personas informadas, saben lo que pasa en su tema y en mbitos relacionados como ciencias sociales, poltica, y economa. Articulan sus observaciones con experiencias y aprendizajes de otros pases y establecen conexiones entre distintos mbitos.

    24 Los protagonista de los testimonios uno y dos, reconocen que por lo general a un experto se le pide una opinin y por lo mismo, ambos imprimen una perspectiva de anlisis estratgico a su quehacer profesional, que les lleva a esforzarse por hacer las cosas bien y a poner en prctica lo aprendido.

    25 En este caso la conanza es entendida como lealtad a un proyecto o a unas directrices por lo general de tipo poltico o institucional.

    26 Reconocen que es una labor solitaria, aunque paradjicamente detrs de cada entrevistado se constata la existencia de un equipo de profesionales, tcnicos y recursos que dan sustento a su rol.

    27 Del anlisis de los testimonios se puede colegir tambin que exista algo as como un camino de hacerse experto, lo que podra explicar el carcter ambiguo de este rol, en la medida que se puede situar a los entrevistados en trnsito o en una direccin que gradualmente los va conduciendo por este camino.

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    CMO HACEN INVESTIGACIN LOS TRABAJADORES SOCIALES? UNA PRIMERA APROXIMACIN A LAS EXPERIENCIAS DE INVESTIGACIN DE UNA GENERACIN DE PROFESIONALES CHILENOS

    posibilidad de instalar e insertar, en la agenda de investigacin, determinados temas, como resultado del poder que se les atribuye en este contexto, a quienes son identicados como in-formantes claves. Pos lo mismo, son actores que conocen con detalle la agenda investigadora, a los equipos, investigadores y a los centros de estudio que desarrollan investigacin en su res-pectiva rea28.

    Su visin de la investigacin se construye con-tradictoriamente: se aprecia desencanto con el resultado de las investigaciones en las que han participado, reconocen una cierta instrumentali-zacin de su trabajo, y escasa incidencia de esta en las problemticas que les ataen. De lo ante-rior se desprende que la investigacin en estos actores es vista como un insumo o respaldo para la intervencin a mediano y largo plazo, dado que reconocen que hay urgencias y necesidades que la investigacin social no puede abordar con los tiempos y prioridades requeridas.

    Se ubican en el polo de las investigaciones apli-cadas: principalmente de tipo consultorial, dado que sus trabajos se encuentran vinculados a es-tudios e indagaciones nanciadas por la misma institucin donde se desempean y cuyos resul-tados permanecen en la esfera interna. De sus testimonios se desprenden, tambin importantes crticas a la investigacin social base, especial-mente cuando observan la distancia que sta presenta con los contextos y necesidades en los cuales se desenvuelven.

    La investigacin base la conciben como un reducto de las universidades y de institutos espe-

    cializados y por lo mismo, sus visiones incluyen importantes observaciones al modo cmo se rea-liza la investigacin en estos organismos, la que es connotada como una comunidad elitista y en algn sentido cuestionada por los nes o pro-psitos con que sta se realiza29. Es esta visin crtica, la que les lleva a plantear la necesidad de traducir los resultados de la investigacin, tanto a los destinatarios como a los directivos pbli-cos. Con ello ponen en evidencia la necesidad de difundir y presentar sus resultados en formatos y lenguajes ms accesibles que los que imperan en la investigacin acadmica, rearmando su concepcin como puentes o mediadores de rea-lidades30.

    Si se toman en cuenta estas concepciones, es posible comprender mejor el quehacer de los trabajadores sociales que conforman este perl. stos se apre-suran en claricar que el trabajo que realizan no responde a las investigaciones cientcas conven-cionales. Su labor consiste ms bien en realizar estudios breves en mbitos o temticas muy deter-minadas, con reportes recurrentes a quienes los han encargado y con formatos bastante denidos31. Este tipo de investigacin, que uno de los entrevistados denomina investigacin de mbito poltico-ins-titucional, se desarrolla bajo un esquema que se distancia bastante del modelo de investigacin base o investigacin acadmica, que estos profesionales aprendieron durante su formacin universitaria. Declaran que el modelo de investigacin que desa-rrollan, presenta ms semejanzas con las directrices y referentes investigativos que utilizan las ONGs y consultoras que realizan estudios de opinin y de mercado32, con ello reconocen las distancias entre

    28 Lo anterior se observa al constatar que desarrollan un seguimiento sistemtico de su tema en la prensa especializada y de opinin pblica en general.

    29 Especial relevancia adquieren sus observaciones acerca de la utilizacin de las vivencias de las personas pobres o en situacin de vulnerabilidad, por parte de investigadores y agencia de investigacin. Cuestionamiento que los ubica en el centro de los debates que en torno a este tema se han desarrollado en el pas, y que a llevado a organismos como el Fondo Nacional de Desarrollo Cientco y Tecnolgico (FONDECYT) a la creacin, en el ao 2005, de un Comit Asesor en Biotica responsable de velar por el cumplimiento de los estndares ticos y bioticos que regulan la actividad cientca y la proteccin de quienes forman parte de la investigacin. Recuperado el 27 de marzo de 2009 de http://www.fondecyt.cl/578/propertyvalue-57382.html.

    30 Sealan que los directivos esperan que uno resuma los resultados del trabajo en tres hojas e idealmente vaya acompaado de una presentacin en Power Point. Esta visin tambin es compartida por el FONDECYT, quien en sus sugerencias para escribir un consentimiento informado en estudios con personas seala: el texto debe ser fcilmente legible, utilizando frases cortas, prrafos breves, evitando trminos tcnicos y recurriendo a un lenguaje comprensible para personas sin educacin cientca. Recuperado el 27 de marzo de 2009 de http://www.fondecyt.cl/578/articles-27522_recurso_1.pdf.

    31 En sus reportes se consignan los antecedentes del problema a estudiar, se analizan las alternativas y cursos de asignacin y se incluye una opinin o sugerencia a seguir.

    32 Las empresas consultoras que realizan estudios e investigaciones surgen en Chile a mediados de los aos 80, coincidiendo con el proceso de transicin a la democracia y a la redenicin del rol desempeado por las ONGs hasta ese momento. De hecho, en los 90 un nmero signicativo de Organismos No Gubernamentales formaron sus propias empresas de consultora y estudio, o se aliaron a otras para conformar empresas asociad