revista anual revelando no2

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Revista Anual Revelando: de memorias, procedimientos y persistencias 2009-10-19 Segundo número de esta publicación. Revelando es una propuesta de comunicación para sacar a la luz historias, pensamientos, pérdidas, agresiones, resistencias y amparos de los defensores de derechos humanos en Colombia.

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Page 1: Revista Anual Revelando No2
Page 2: Revista Anual Revelando No2

elandoVelandoVrereEl Programa Somos Defensores - (Programa No Gubernamental de Protección a Defensores de Derechos Humanos – PNGPDDH)- es un espacio de protección adscrito a las ONG: Asociación MINGA; Benposta Nación de Muchachos-Colombia; CINEP y la Comisión Colombiana de Juristas.

Comité DirectivoGloria Flórez Schneider José Luis Campo RodicioGustavo Gallón Giraldo Mauricio García Durán S.J

Fotografías• Portada: Programa Somos Defensores - PNGPDDH- Carlos Andrés Guevara Contraportada: Damian Fellous• Archivo del Programa Somos Defensores - PNGPDDH-

EditoraCarolina Aldana García

Corrección de EstiloMaría del Pilar Hernández Moreno

Diseño y DiagramaciónRicardo Álvarez Gallego - [email protected]

ImpresiónPendiente

Se autoriza la reproducción total o parcial, citando la fuente.

Esta publicación es posible gracias al auspicio de la Unión Europea a través del proyecto: “Garantías y protección para los defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia CRIS 2006/131-828”.

El contenido de esta revista es responsabilidad de sus autores y no compromete a la Unión Europea.

Calle 19 No. 4 -88 oficina 1302Teléfonos: 2813048 – 2814010 www.somosdefensores.org [email protected]á, septiembre de 2009

UNION EUROPEA

Revista anual para la protecciónde los Derechos Humanos

reVelando es una propuesta de comunicación para sacar a la luz historias, pensamientos, pérdidas, agresiones, resistencias y amparos

Page 3: Revista Anual Revelando No2

La sociedad civil colombiana es vibrante y diversa. Hace contribuciones de valor

inconmensurable al discurso público y a la concientización en derechos humanos. Sin

embargo, los defensores de derechos humanos suelen ser intimidados y amenazados, y a

veces asesinados, a menudo por actores privados. Hay funcionarios de alto nivel que los

acusan de ser guerrilleros o terroristas, o de ser cercanos a ellos. Estas declaraciones también

se han hecho contra fiscales y jueces. Estas declaraciones estigmatizan a aquellos que trabajan

para promover los derechos humanos, y propician un entorno en el que pueden llevarse a

cabo actos específicos de amenazas o asesinatos por parte de actores privados. Es importante

que los funcionarios de alto rango pongan fin a la estigmatización de estos grupos.

Profesor Philip Alston, Relator Especial de las Naciones Unidas para las ejecuciones arbitrarias Misión a Colombia del 8 al 18 de junio de 2009

Page 4: Revista Anual Revelando No2

elandoVreRevista anual para la protección de los Derechos Humanos

Integrado por:

Programa Somos Defensores - PNGPDDH -

Asociación para la Promoción Social Alternativa - MingaBenposta Nación de Muchachos - Colombia

Centro de Investigación y Educación Popular - CINEPComisión Colombiana de Juristas

Financiada por:

Page 5: Revista Anual Revelando No2

Contenido3 -

7 -

16 -

25 -

32 -

39 -

45 -

49 -

Presentación: De memorias, procedimientos y persistencias

Coyuntura: Víctimas, hegemonía y opinión públicaDiana Sánchez

Coyuntura: La Minga de Resistencia Social comprendida en una secuenciade tres imágenesCarlos Duarte

Voces regionales - Cauca: Asonasa y la OPIC, dos organizaciones y unasola estrategia para fragmentar al movimiento indígenaTejido de Comunicación de la ACIN

Voces regionales - Huila: El Huila, la tierra del olvido, el miedoy la indiferenciaAndry Gisseth Cantillo Hermida

Memoria: Yaneth Bautista: El temple del amor y la memoriaCarolina Aldana García

Voces regionales - Sierra Nevada de Santa Marta: Militares violansitios sagrados en la SierraRafael Mojica

El derecho a defender: Los defensores de derechos humanos acusadossin fundamentoAndrew Hudson y Elizabeth Jordan

Experiencias de protección: Comunidades afrocolombianas del Pacífico caucanoCOCOCAUCA

Logros del proyecto Unión Euopea: Ejes de protección

60 -

75 -

Page 6: Revista Anual Revelando No2

La defensa de los Derechos Humanos en Colombia es cada vez más

una tarea ardua y difícil, porque para el Gobierno y para los actores

del conflicto armado este oficio resulta fastidioso, molesto e incómodo

y porque, además de muchas otras consideraciones, pone en evidencia

que los colombianos somos vulnerables y podemos ser en cualquier

momento el blanco perfecto de agresiones, calumnias y persecuciones

como en varias oportunidades lo han evidenciado organismos

internacionales y ONG colombianas.

De memorias,procedimientosy persistencias

PresentaciónPresentación

Page 7: Revista Anual Revelando No2

reVelando

de atentados, de dolor y de tortura han ido

ganando, contra viento y marea, un espacio

importante en el país, entre la opinión pública,

los medios de comunicación y las altas esferas

del poder. La periodista concluye que todos los

movimientos creados por las víctimas son

fundamentales porque a partir de ellos Colombia

puede recuperar su memoria y valorarse más a

sí misma.

Con su artículo, La Minga de Resistencia Social

comprendida en una secuencia de tres imágenes,

Carlos Duarte, recrea, analiza, estudia y revisa

la historia reciente de Colombia, basado en tres

hechos abiertamente violatorios de los derechos

humanos: el primero de ellos, el Banquete de la

Muerte, sobre la Masacre de 16 indígenas Cuibas

en la Rubiera en 1967. Este hecho tal como lo

asegura el autor contiene “los ejes articuladores

del porvenir”. Bastaría entonces ver lo que está

sucediendo hoy con las comunidades indígenas

del Cauca y de otras regiones que están siendo

exterminadas por grupos armados ilegales.

La segunda imagen, Handel y la ciudadanía

multicultural, plantea el paralelo entre la aparente

entrada triunfal de los movimientos

indígenas al plano de la

p o l í t i c a y l a

realidad: por un

lado se habla de

democracia, pero

por otro se sigue

extinguiendo a los

m o v i m i e n t o s

indígenas que no

negocian tierras, ni

En muchos casos esta vulnerabilidad enajena,

debilita e insensibiliza y, por tanto, se convierte

en otra conquista más de quienes pretenden

acallar las voces de los que se empeñan en

desvelar tanto atropello. Pero, al mismo tiempo,

y como las grandes crisis, se muestra como una

oportunidad para no desistir en la solidaridad,

en las soluciones y en la búsqueda de caminos

que reclaman y necesitan los miles de

colombianos perseguidos.

De eso se trata la presente edición de esta revista.

De contar las historias que hay detrás de una

aparente calma en las regiones. De revelar las

injusticias, los maltratos, las mentiras, las injurias,

las calumnias, los procedimientos y toda la

barbarie que es capaz de cometer un ser humano

contra otro; de lo que hacen unos y otros para

privar de la libertad y de los mínimos derechos

a sus vecinos, a sus hermanos, a sus paisanos;

de lo que se hace en nombre de ideologías que

ya no funcionan y que se quedaron repitiendo

los que ostentan el poder o aspiran a él por

medio de la fuerza.

Así, el texto de

Diana Sánchez

Víctimas, hegemonía

y opinión pública

d e s c r i b e c o n

claridad cómo a

fuerza de luchar y

de un trabajo duro,

las víctimas de

hechos terroristas,

de violación de

derechos humanos,

4

Page 8: Revista Anual Revelando No2

presentación

principios ni se meten a la guerra ni creen en

ninguno de sus actores.

Finalmente, Duarte habla de ¿Cuáles símbolos

patrios?, para referirse a la protesta consciente y

organizada de los pueblos indígenas cuando el

Presidente Uribe les pide respeto a los símbolos

patrios, pero al mismo tiempo pretende

desconocer su dignidad como seres humanos y

como colombianos.

En Voces Regionales se presenta un panorama de

lo que sucede en materia de derechos humanos

en el Huila, el Cauca y la Sierra Nevada de Santa

Marta. Estos textos han sido escritos por hombres

y mujeres que defienden los derechos humanos

y por hacer ésto, varios de ellos están lejos de sus

territorios, de sus familias.

Para la sección Memoria, Carolina Aldana García,

hace un perfil humano y cálido sobre Yaneth

Bautista, convencida defensora de los derechos

humanos que cuenta pormenores de su entrega

humana a esta actividad y de los retos que le

plantea el futuro para lograr una Ley que

realmente dignifique a las víctimas del conflicto.

Con el texto titulado Los defensores de derechos

humanos acusados sin fundamento de Andrew

Hudson y Elizabeth Jordan, de la organización

Human Rights First, describen cómo, de manera

injusta, los fiscales señalan, persiguen, fustigan e

investigan a los defensores de derechos humanos,

haciendo uso de declaraciones falsas y de toda

clase de procedimientos arbitrarios y en contra del

debido proceso, para al final acusarlos de terroristas,

de simpatizantes de la guerrilla

o de grupos armados al margen de la ley.

5

Page 9: Revista Anual Revelando No2

6reVelando

El texto Comunidades afrocolombianas del Pacífico

caucano es un amplio resumen de toda la historia

de expropiación de tierras a la que han sido

sometidas las comunidades afro del Pacífico

colombiano, en el marco de un proceso que

busca favorecer, especialmente, a agentes

asociados a megaproyectos farmacéuticos,

mineros, madereros, cocaleros y de los

agrocombustibles. Pero, sin perder la esperanza,

este texto cuenta también cómo los Consejos

Comunitarios articulados a Cococauca, persisten

en alternativas de vida.

Finalmente, para esta edición las personas que

han sido parte fundamental de la labor del

Programa Somos Defensores, cuentan su

experiencia en las tres áreas del proyecto

financiado por Unión Europea. Sus palabras

son muestras de estos dos años de siembra por

la protección y las garantías para los defensores

de derechos humanos en Colombia.

Page 10: Revista Anual Revelando No2

Víctimas, hegemoníay opinión pública

Coyuntura

Diana Sánchez*

Colombia ha sido gobernada y dirigida

históricamente por una clase política

caracterizada por su ideología hegemónica,

excluyente y violenta que en el ejercicio del

poder siempre ha negado a importantes sectores

sociales, políticos y culturales del país, los ha

desconocido en sus diferencias y en su otredad

y ha impedido su opinión y participación en la

construcción de esta sociedad, al punto que ha

preferido extinguirla físicamente antes que

posibilitar su reconocimiento. Esa racionalidad

de negación permanente es la causa central de

nuestra violencia política.

Pero, no se trata solamente de la violencia física

y social, pues en medio de ese proceso de

construcción excluyente, también se van

edificando pensamientos y opiniones públicas

muy limitadas y estrechas que responden a esa

lógica de negación del otro: ése es el caso

colombiano. En consecuencia, en lo que se

entiende por opinión pública en Colombia, o

por lo menos, en las mediciones de opinión, que

*Periodista, investigadora social de la Asociación MINGA

Page 11: Revista Anual Revelando No2

8reVelando

responden a esas mismas lógicas, no cuentan

otras facetas del país.

Años atrás, las víctimas y las organizaciones

defensoras de derechos humanos no existían

para las empresas encuestadoras, a pesar del

protagonismo que han tenido en tantos años de

violencia política y social. Hoy, en medio de un

contexto desfavorable, donde el Gobierno de

Álvaro Uribe se ha trazado como política

estigmatizar y señalar al movimiento de víctimas

y de derechos humanos como aliados del

terrorismo y áulicos de la guerrilla, una encuesta

realizada en mayo de 2007 por el Centro

Nacional de Consultoría, muestra cómo el 76

por ciento de la opinión nacional tiene una

imagen positiva de las ONG de derechos

humanos , ante un 24 por ciento desfavorable1.

En tanto el 97 por ciento de esa misma opinión

considera que es justo que las víctimas reclamen

sus derechos y un 89 por ciento cree que la

sociedad colombina debe reconocerlos2.

Ciertamente se trata de un indicador justo y

oportuno que muestra el resultado del

acumulado de varios años de labor persistente

y digna, en medio de condiciones adversas.

Pero, sobre todo, da cuenta del lugar que han

ido ganando las víctimas y los defensores de

derechos humanos en la sociedad colombiana.

Este artículo pretende dar una mirada

retrospectiva a la forma como las víctimas han

venido construyendo un espacio importante y

estratégico en el imaginario colectivo de un país

que niega al otro.

Aniquilar al otro

Cuando a principios de la década del 80 el

establecimiento colombiano (ganaderos,

terratenientes, políticos, empresarios,

funcionarios públicos, entre otros) decidieron

crear y apoyar grupos paramilitares, lo hicieron

con un objetivo: silenciar y devastar físicamente

un importante sector de la opinión pública y

presión política del país. Es decir, al movimiento

social y popular colombiano. Así, se lanzaron

al exterminio de sindicalistas, defensores de

derechos humanos, líderes populares, indígenas,

afrodescendientes, partidos políticos de

izquierda, organizaciones sociales y

comunidades enteras. El marco fue una guerra

sucia, que arrasó igualmente con periodistas

críticos, intelectuales, académicos, estudiantes,

fiscales, jueces, mujeres organizadas, entre

muchos.

Desaparecer toda posibilidad de oposición

política y de opinión distinta a la ideología de

derecha que ha gobernado históricamente el

Page 12: Revista Anual Revelando No2

9 coyuntura

país, fue la apuesta estratégica. Sin duda, en su

momento, ese criminal objetivo lo alcanzaron.

Los partidos de izquierda quedaron diezmados

o desaparecidos como es el caso de la Unión

Patriótica. El movimiento campesino

prácticamente fue aniquilado; miles de pueblos,

incluidos indígenas y afros, fueron destruidos

y su población fue desplazada forzadamente a

centros urbanos; los sindicatos perdieron su

capacidad de movilización pues parte de sus

mejores exponentes fueron asesinados. Basta

hacer una mirada muy parcial de algunas cifras,

recogidas por verdadabierta.com, para

comprender la dimensión de la criminalización

en Colombia3. Miles de redes de derechos

humanos locales, desarticuladas.

Conclusión: ese espectro de opinión pública

distinta a la del establecimiento fue inmovilizado

y silenciado por varios años.

Durante ese periodo de horror y barbarie que

duró más de veinte años, los medios de

comunicación se referían a las víctimas como

una noticia más, con titulares sensacionales y

pasajeros, pero sin ir más allá para indagar

quiénes estaban detrás de tal criminalidad, a

qué racionalidad obedecía tanto odio y mucho

menos para ahondar en temas de derechos.

En tanto, el establecimiento en general se

lamentaba de tan crueles hechos. Mientras los

gobiernos prometían investigaciones exhaustivas

por medio de instituciones, muchas veces

dirigidas por los mismos victimarios. Haciendo

loa de la coherencia, la comunidad internacional

condenaba políticamente, pero sin tomar

medidas económicas contundentes que tocaran

las fibras de los responsables. Así, en la opinión

pública se legitimaba la versión de una guerra

sucia en medio del conflicto armado, donde el

Estado no tenía capacidad para actuar y mucho

menos responsabilidad… Mientras, las millones

de víctimas corrían de un lado para otro,

huyendo del peligro y del horror, cargando

tragedias inmensas y tratando de rehacer sus

vidas, especialmente las mujeres con sus hijos,

padres y suegros sobrevivientes.

Paralelo a ello, los victimarios y sus financiadores

disfrutaban a manos llenas los triunfos de la

guerra y la satisfacción de la tarea cumplida. En

adelante ya no tendrían opositores, no habría

más protestas, nadie reivindicaría justicia social;

los campesinos, los indígenas, los afro-

descendientes, los sindicalistas, los pobres y

desplazados ya no tendrían forma de pelear

derechos; estaban desarticulados e inmóviles en

zonas periféricas de las grandes ciudades o en

territorios marginados, sin posibilidad de exigir.

Nacen movimientos de víctimas

Luchando contra ese pensamiento, el

movimiento de derechos humanos trabajaba

por la justicia en instancias nacionales e

Page 13: Revista Anual Revelando No2

internacionales, de la mano de muchas víctimas

que buscaban la verdad y el castigo para los

responsables de los crímenes. Sin embargo, el

grueso de las víctimas de las masacres, asesinatos

selectivos, desapariciones forzadas,

desplazamiento forzado, torturas, violaciones,

etc., sobrevivían con la angustia y el miedo en

barrios marginales, resistiendo en zonas

apartadas, bloqueadas y confinadas por la guerra.

Aún así, en medio de esas condiciones adversas,

precarias e inhumanas, los hijos e hijas, viudas,

madres y hermanos y demás, armados de

dignidad, emprendieron un proceso,

inicialmente silencioso, de reconstrucción de la

memoria, de exigencia de la verdad, búsqueda

de justicia y reclamación de reparación.

Desde sus comienzos, las diferentes

organizaciones de víctimas han tenido una

dinámica permanente. Hacen parte del universo

de actividades de las víctimas en Colombia:

demandas jurídicas, encuentros regionales y

nacionales, foros académicos, movilizaciones,

incidencia ante la comunidad internacional,

reconstrucción de la memoria, por medio de la

narrativa, pero también con galerías visuales;

audiencias ciudadanas por la verdad, audiencias

congresionales en busca de una verdadera ley

de víctimas, campañas contra el olvido.

Así, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de

Estado (Movice), nacido en junio de 2005, ha

realizado, en su corta edad, cuatro encuentros

nacionales y sus capítulos regionales han hecho

permanentemente lo propio4. Sin precedentes,

en julio de 2007 se cumplió en Bogotá el

Encuentro Nacional de Víctimas Pertenecientes

a Organizaciones Sociales donde participaron

alrededor de 2.000 víctimas procedentes de todo

el país. En marzo de 2008 se realizó la gran

marcha nacional e internacional en homenaje a

las víctimas del paramilitarismo y del Estado, a

pesar de la oposición del gobierno nacional y

un año después, el Movice congregó de nuevo

en Bogotá, a un número importante de víctimas

de ejecuciones extrajudiciales.

El Movimiento de Hijos e Hijas por la Memoria

y contra la Impunidad, fundado en julio de 2006,

se ha caracterizado por realizar campañas

nacionales y regionales por la memoria de

diferentes líderes asesinados y su debate

académico. Amén de un sinnúmero de iniciativas

que las diferentes organizaciones realizan a lo

largo y ancho del país.

Recientemente en el Seminario taller Las víctimas

en la construcción de la paz desarrollado en Bogotá,

convergieron más de 100 organizaciones

regionales de víctimas y analizaron su capacidad

de incidir en la opinión nacional. La conclusión:

las víctimas ya existen en la agenda pública del

país, han ganado capacidad de generar opinión

y han logrado alterar la distorsión construida

por la historia oficial sobre la violencia política

y social del país. Esto implica igualmente que

han potenciado su capacidad de interlocución

e injerencia en sus regiones y localidades.

Luchas jurídicas

El Movice nació en septiembre de 2005, en un

contexto marcado por el debate de la Ley 975

10reVelando

Page 14: Revista Anual Revelando No2

11 cuyuntura

de Justicia y Paz. Así, una de sus búsquedas ha

sido enfrentar al Gobierno nacional en su

intensión de desconocer las reclamaciones de

las víctimas y pretender una reparación

administrativa, individual e inocua, sin los

mínimos estándares internacionales de los

derechos humanos.

Ello ha significado una demanda permanente

contra la Ley de Justicia y Paz; aspirar a que las

víctimas se conviertan en parte civiles en procesos

contra los paramilitares; generar un

proceso político contra los

parapolíticos; recurrir a

la justicia internacional,

al sistema constitucional

y a la participación en

las audiencias de los

desmovilizados, entre

muchos otros5.

La extradición de los

principales jefes

paramilitares a Estados Unidos ha significado

también un nuevo ejercicio para las víctimas, al

tener que plantear nuevas estrategias jurídicas

de carácter internacional para evitar la total

impunidad.

Construcción de la memoria

Las víctimas organizadas se propusieron como

búsqueda central, la reconstrucción de la

memoria histórica, de tal manera que el país

conozca esa otra faceta de la violencia política

y social en Colombia. Desde sus localidades,

regiones y a nivel nacional vienen trabajando

en ese propósito. Además de un ejercicio político

lo es también intelectual, como lo evidencia el

movimiento Hijas e Hijos por la Memoria y

Contra la Impunidad, quienes también desde

los debates académicos, nacen con el propósito

de reivindicar un pasado particular de la historia

del país y para que las prácticas de exterminio

de la oposición y organizaciones sociales no se

repita nunca más6. Luchar contra el olvido y

recuperar el recuerdo de esa otra historia, hace

parte de la reconstrucción de la memoria, “la

selección del olvido y/o el recuerdo permite la

posibilidad de procesos identitarios con ciertos

proyectos políticos, o su negación, o la búsqueda de

caminos alternativos”7.

Hoy este proceso organizativo ha logrado incidir

en parte la institucionalidad, espacios sociales,

académicos, de cooperación internacional,

mediáticos; lo que ha permitido tener una mayor

comprensión del significado de conocer la

verdad y reconstruir la memoria.

Page 15: Revista Anual Revelando No2

12reVelando

En escena están puestas un número importante

de galerías alusivas a las víctimas de la violencia.

Tal vez, la primera que se construyó en el país

fue en 1995, liderada por la Fundación Manuel

Cepeda y la Asociación MINGA. Hoy son

innumerables, algunas más tradicionales, otras

más artísticas, otras itinerantes y hasta

interactivas. Estas propuestas sensoriales y

testimoniales han ido generando un impacto

visual más universal que rompe las limitantes

ofrecidas por los medios de comunicación

masivos.

En este ejercicio las víctimas han ido más allá.

El movimiento de Hijos e Hijas está en el proceso

de una construcción teórica y conceptual sobre

su papel como sujetos históricos, sociales y

políticos, y especialmente en la construcción de

una verdadera sociedad democrática. Partiendo

de que ellos (las víctimas) son producto de una

historia hegemónica y de un proyecto de nación

que ha negado y silenciado otras historias8, sus

esfuerzos apuntan a romper tanto la historia

homogénea que la versión oficial ha creado pero,

sobre todo, a contribuir a procesos de apertura

de esas historias negadas en el país.

Audiencias ciudadanas por la verdad

En su iniciativa de construir la verdad, allanar

el camino de la justicia y visibilizar las crisis

humanitarias que persisten en las regiones del

país, el Movice junto con otras organizaciones

sociales y de derechos humanos, de la mano de

la Comisión de Derechos Humanos del Senado,

presidida por el senador Alexander López y la

Comisión de Audiencias Públicas y Paz de la

Cámara de Representantes, ha realizado desde

2007, seis audiencias ciudadanas por la verdad:

Sucre, Buenaventura, Sur de Bolívar, Arauca,

Catatumbo9. Más de seis mil personas han

participado en estas audiencias congresionales.

Estos escenarios regionales, testimoniales, de

denuncia y visibilización de la situación de las

víctimas, acompañados por Senadores y

Representantes, han sido una herramienta clave

para que la Fiscalía y los entes de control del

Estado tengan mayor información y elementos

en los procesos jurídicos que se adelantan por

los crímenes de lesa humanidad cometidos por

los paramilitares y los militares.

También han permitido que diversos sectores

regionales y las mismas víctimas reconstruyan

los hechos de violencia de manera ordenada y

Page 16: Revista Anual Revelando No2

coherente con los intereses, responsables,

cómplices y causas que gestaron la criminalidad

de la que han sido protagonistas sin haberlo

escogido. Sus resultados ya son parte de la

reconstrucción de la verdad.

Movilización por una verdadera ley de víctimas

Con ocasión del tránsito en el Congreso de la

República del proyecto de ley para la reparación

de las víctimas, el movimiento de víctimas en

Colombia, movilizó su capacidad organizativa

en la realización de 14 audiencias regionales y

una nacional, que congregaron alrededor de 4

mil víctimas para discutir su contenido e incidir

ante los congresistas para que su texto se ajustara

a las normas internacionales de derechos

humanos. Este proceso implicó un ejercicio

pedagógico, académico, de análisis, pero sobre

todo de incidencia política importante, que si

bien no logró mover la bancada uribista del

Congreso, sí comprometió a congresistas liberales

como Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera,

quienes jugaron a fondo por alcanzar una ley

que garantizara plenas garantías y derechos

para las víctimas10.

Si bien la movilización de ese alto número

víctimas en dichas audiencias no logró modificar

la posición hegemónica y antidemocrática de la

bancada uribista en el Congreso, lo cual dio al

traste con esta búsqueda de contar con una ley

reparadora como lo merecen las víctimas, sí se

logró generar un cambio de percepción en gran

parte de parlamentarios sobre el valor estratégico

de las víctimas en el futuro del país. Como lo

advierte el Representante a la Cámara, Guillermo

Rivera, los procesos de paz hasta ahora han sido

parciales, al no tener en cuenta a las víctimas,

por lo tanto se ha tratado de procesos

incompletos, de ahí que una política de paz

integral que perdure y conduzca al país a la

reconciliación, debe contar con la voz y mirada

de las víctimas y para empezar, es necesario

construir una política seria de reparación de las

víctimas11.

Verdad abierta y Nación invisible

Aunque los medios masivos de comunicación

aún no han incorporado dentro de sus líneas de

investigación el tema de víctimas, especialmente

en un aspecto clave sobre el cual pueden

contribuir, como la búsqueda de la verdad y

edificación de la memoria, es necesario destacar

el portal virtual creado por Mi Semana.com

denominado verdadabierta.com.

Sin duda, la contribución que Verdad Abierta

está haciendo desde noviembre de 2008, cuando

fue creado como fuente universal de información

para apoyar la reconstrucción de todo lo

acontecido en los años de paramilitarismo en

Colombia: la historia, los protagonistas, los

cómplices, las víctimas, la lógica económica y

política que hubo detrás de él12, es un valor

agregado en este camino recorrido y por recorrer.

Verdadabierta.com se ha convertido en un

instrumento de investigación, aportes

académicos, testimonios y demás documentos

que ayudan a conocer parte de la verdad de

esos años aciagos de Colombia.

coyuntura13

Page 17: Revista Anual Revelando No2

14reVelando

En concordancia con el interés de que la voz y

opinión de las víctimas también haga parte de

ese centro documental, organizaciones sociales,

de derechos humanos y de víctimas, también

cuentan con un espacio propio en el portal:

Nación Invisible. Ordenar los testimonios de miles

de víctimas y ubicarlos en el contexto histórico

hace parte de la construcción de una nueva

narrativa que integra al país, pero no desde la

hegemonía del poder, sino desde el valor de sus

diferencias.

La actitud de su directora, la periodista María

Teresa Ronderos de fortalecer un centro de

documentación virtual, de acompañar a las

víctimas en foros académicos, debates políticos

y otros ejercicios, es un estímulo para que otros

comunicadores intervengan en la construcción

de otro tipo de opinión pública, más universal,

que rompa la mirada estrecha que se ha tejido

en la sociedad colombiana.

Comunidad y cooperación internacional

En concordancia con el papel estratégico que

vienen ganando las víctimas en la demanda de

la verdad, justicia y reparación, en la

reconstrucción de la memoria histórica, en la

búsqueda de la paz y una verdadera

reconciliación nacional, la comunidad

internacional, expresada en agencias de

cooperación internacional, gobiernos acreditados

en Colombia, Unión Europea, Sistema de

Naciones Unidas, entre otras, viene aportando

recursos económicos y apoyos políticos

importantes en este sentido.

Así por ejemplo, la Unión Europea apoya una

importante convocatoria de cooperación por

medio del Instrumento de Estabilidad, que

congrega al menos a 25 organizaciones de

derechos humanos y de víctimas. Se trata de

una propuesta holística que combina estrategias

y metodologías de atención y acompañamiento

integral e interdisciplinario a las víctimas:

asistencia legal, asesoría jurídica, memoria,

campañas e incidencia política y de opinión

pública, fortalecimiento organizativo, atención

psicosocial. Sus resultados se evidencian en el

robustecimiento del movimiento de víctimas,

en su posicionamiento ante la opinión pública

y en el esclarecimiento de la verdad.

En tanto, gran parte de las agencias de

cooperación internacional con representación

en el país, han incorporado dentro de sus

estrategias el respaldo y acompañamiento a

víctimas como parte de la búsqueda de verdad,

justicia y reparación.

Page 18: Revista Anual Revelando No2

15

Las víctimas como valor estratégico

A manera de conclusión: diez años atrás, la

opinión nacional no tenía conciencia del

significado de las víctimas en una sociedad como

la nuestra. Hoy, producto de esa labor ardua

que conjuga la incidencia política, movilizaciones,

fortalecimiento organizativo, paciencia,

dedicación, disciplina y claridad de su papel en

la construcción de una sociedad más justa, el

movimiento de víctimas es un sector escuchado,

respetado y reconocido por diversos estamentos

nacionales e internacionales.

Ya se comienza a entender que las víctimas son

un valor estratégico del país. Han contribuido

a develar el verdadero rostro de la violencia

política y sus responsables. Como hijos naturales

de la exclusión histórica ejercida desde el poder

hegemónico y gubernamental, tienen una

apuesta política y social de transformación en

una sociedad justa. Por tanto, en adelante, todo

proceso o política de paz, debe incluir a las

víctimas, de lo contrario no se puede hablar de

una sincera reconciliación nacional.

Así, en medio del desconocimiento del Gobierno

nacional de las víctimas, el país ha venido

comprendiendo los valores ético y moral que

ellas representan. En consecuencia, medios de

comunicación, sectores políticos, comunidad

internacional, el mundo académico e importantes

sectores de opinión están apostando y apoyando

sus voces. Al lograr el reconocimiento a su

existencia, éstas han avanzado ante quienes

quisieron desaparecer todo vestigio de esa otra

Colombia. Si el pasado fue de los victimarios,

el presente y futuro es de las víctimas.

1 Tan populares como Uribe, en: El Espectador.com Política, 27 de mayo de 2008.

2 Ídem.

3 Las 8.003 víctimas de masacres ocurridas entre 1993 y 2004, según estadísticas oficiales. * Los 12.148 homicidios políticos cometidos entre 1997 y 2004, según el CINEP, o los 25.574 que contabiliza la Comisión Colombiana de Juristas desde 1997 hasta 2003. * Los 1.215 secuestros cometidos por las AUC y los 12.545 perpetrados por la guerrilla entre 1996 y 2005, según la Fundación País Libre. * Los 502 indígenas asesinados entre 2002 y 2005, según el Gobierno.* Los 3.500 líderes sindicales asesinados en los últimos 15 años, de acuerdo con la CUT. www.verdadabierta.com

4 El Primer Encuentro se realizó en 2004; el Segundo en junio de 2005, cuando se constituyó como tal; luego, se volvió a reunir nacionalmente el 9 de julio de 2006 y en marzo de 2008 celebró el Cuarto Encuentro. Recientemente, en marzo de 2009, convocó al Encuentro de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales en Colombia.

5 Entrevista al dirigente del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, Iván Cepeda, www.movimientodevictimas.org

6 Para No Olvidar, Hijos e Hijas por la Memoria y Contra la Impunidad, Antípoda No. 4, enero – junio de 2007, Universidad de Los Andes, Bogotá.

7 Ídem. Para no olvidar, página 6.

8 Ídem. Para No olvidar, página 7.

9 Audiencias ciudadanas por la Verdad: San Onofre (Sucre), 27 de noviembre de 2006; Buenaventura (Valle), 4 de junio de 2007; Barrancabermeja (Sur de Bolívar y Magdalena Medio) ,11 de agosto de 2008; Arauca (Arauca), 27 de septiembre de 2007; Ocaña (Región del Catatumbo y Norte de Santander), 4 de diciembre de 2008.

10 Intervención del Representante a la Cámara, Guillermo Rivera en el Seminario Taller Las Víctimas en la Construcción de la Paz, Bogotá, 20 de abril de 2009.

11 Ibídem

12 www.verdadabierta.com

coyuntura

Page 19: Revista Anual Revelando No2

La Minga de ResistenciaSocial comprendida en una secuencia de tres imágenes Carlos Duarte*

“La historia tiene tantas posibilidades hacia atrás

como el futuro las tiene hacia delante.”

Pedro Gómez Valderrama.

Durante las últimas décadas los pueblos

indígenas han ejercido una gran influencia en

el sistema político colombiano por medio de un

largo proceso de lucha, que responde a la

permanencia de demandas sociales emanadas

de la discriminación cultural, la exclusión política,

la explotación económica y las presiones

geopolíticas que han existido en sus territorios

ancestrales.

A lo largo de este proceso se ha consolidado un

discurso que, en términos generales, apunta a

la participación política, a la interculturalidad y

a la autonomía, mediante propuestas, acciones

de gobernabilidad y diversos tipos de

interpelación política en espacios de cooperación,

interlocución y movilización social.

Coyuntura

*Antropólogo - Universidad Nacional de Colombia. Miembro del Centro de Estudios RAIZ-AL.

16reVelando

Page 20: Revista Anual Revelando No2

Al amparo de la anterior trama de relaciones La

Minga por la Resistencia Social y Comunitaria

puede entenderse como la expresión organizada

más representativa del movimiento indígena y

social colombiano luego de los reconocimientos

constitucionales de 1991.

Después de una década de entusiasmo

generalizado, hoy existe un ambiente escéptico

con respecto a las garantías y promesas que se

desprendieron de dicho proceso. En este sentido,

el movimiento indígena ha vivido diversos

momentos que van desde una fase de reflexiva

participación en los ámbitos institucionales,

pasando por la toma de una posición crítica con

relación al incumplimiento y desmonte de los

derechos constitucionales, hasta una fase de

reactivación de las alternativas propias de la

movilización social, en respuesta a la

estigmatización gubernamental y de los actores

armados del conflicto.

Conviene anotar que esta última fase ha

desarrollado un momento inédito en el marco

de las movilizaciones sociales contemporáneas

colombianas: asistimos al llamado de la

superación simbólica del enclave étnico y a la

convocatoria de los movimientos sociales y las

representaciones civiles del conjunto de la

sociedad nacional, para movilizarse de manera

coordinada y llevar al Gobierno a una mesa de

negociación conjunta fuera de los clásicos

espacios sectoriales. Para comprender su

relevancia no basta entender la Minga en sus

efectos y causas últimas sino en el marco de

todo un proceso, que propongo comprender

con la revisión de tres imágenes -momentos

17 coyuntura

históricos- de la relación entre las organizaciones

indígenas y el Estado-nación colombiano.

Los Recuerdos del Porvenir

“La identidad nacional se compone de símbolos”1,

escribiría alguna vez un etnógrafo europeo

contemporáneo, en tierras americanas. Dichas

representaciones se privilegian sobre otras y se

registran en la superficie de una memoria

compartida. Así, sería posible aislar entre el

heterogéneo conjunto de símbolos que

componen nuestro repertorio nacional, algunas

imágenes que permitieran sintetizar, tal vez

comprender, el pasado. Pero si el pasado tan

solo tiene lugar en el presente, posiblemente las

imágenes, además de estar predestinadas a

convertirse en vestigios del pasado, contienen

en su interior destellos que recuerdan el futuro.

Nuestro etnógrafo proponía dos imágenes que

desde su presente permitían comprender la

identidad nacional en referencia a los sectores

étnicos: las guahibiadas y la participación indígena

en la Constitución de 1991. A este dúo de

representaciones sugiero anexar una más: la del

debate ocurrido a finales de 2008 entre la vocera

de la Minga de Resistencia Social y el presidente

Uribe Vélez.

Imagen número 1: el Banquete de la Muerte

La primera imagen sería el Banquete de la Muerte,

nombre con el que la prensa colombiana daría

a conocer la Masacre de 16 indígenas Cuibas en

la Rubiera en 1967.

Page 21: Revista Anual Revelando No2

18reVelando

En el relato de Óscar Collazos2 podemos

encontrar un atisbo de su significado. De acuerdo

con este autor: “[…] los culpables del genocidio

trataron de ocultar las pruebas del delito: los

cadáveres habían sido amarrados a la cola de

las mulas y se pretendía conducirlos a un lugar

cercano para proceder a la incineración. No lo

consiguieron. Y aquí empieza la historia de un

genocidio que habría de encontrar en los dos

únicos sobrevivientes, Antuko y Cevallos, a los

únicos relatores de los hechos. Habían observado

la matanza subidos en lo alto de unos árboles.

Pero no sólo se había producido la matanza. No

sólo se había conseguido que los indios acudieran

al encuentro fatal. ¡Habían sido agasajados!

“Comiendo con la mano en una mesa y sentados

en la mesa -diría uno de los testigos-, después

la gente llegó a la mesa por ambas partes de la

cabeza, y llegaron a matar, y los perros salieron

a morder y en la mesa cayeron Doris y

Carmelina, la niña de Doris, y los demás

huimos”.

La descripción del indígena Antuko es

escalofriante, incluso en su entrecortado y

deficiente castellano. Sin embargo, cinco años

después se abrió proceso a los colonos acusados

de la matanza, y el primer día de juicio se oyó

por boca de los acusados una de las frases más

significativas de la sesión y acaso la clave

antropológica del caso. “No creíamos que matar

indios fuera malo”, fue la explicación dada por

los colonos. Las razones de estos colonos de

rostros esculpidos por el sol horizontal de la

planicie no eran excepcionales: “Un colono

blanco decidía sobre la vida de los indígenas,

en algunos casos asalariados o trabajadores

temporeros en sus fincas. La historia podía

remontarse a tiempos más lejanos: todas estas

tribus, guahibas, sálivas, piapocos, ciubas y

amorúas, habían sido desposeídas de sus tierras

y condenadas a sobrevivir en el nomadismo,

sombra siniestra de una casi aceptada herencia

colonial”3.

Esta primera imagen es entonces -retomando

nuestro etnógrafo europeo- la síntesis de una

historia que permitió construir un lazo de

continuidad entre aquellos colonos de la Rubiera

y un Cristóbal Colón tomando posesión de los

territorios y las poblaciones de ultramar. Los

pueblos indígenas se encontraron a lo largo de

esta primera imagen de 500 años, entre dos

fuegos: por un lado las políticas liberales

abogaban por su disolución y, por otro lado, los

dogmas conservadores los trataban como

criaturas inferiores. Existió en aquel momento

un “acuerdo preestablecido entre el presente y

el pasado”4. Una alianza que guardaría su

fundamento ideológico en la Ley 89 de 1890,

"Por medio de la cual se determina la manera

Page 22: Revista Anual Revelando No2

como deben ser gobernados los salvajes que

vayan reduciéndose a la vida civilizada".

En su seno tal imagen contendría los ejes

articuladores del porvenir. Mientras que la

democracia no existía para las poblaciones

indígenas, para la gran mayoría del país fue

menos que un eufemismo. Sí. El siglo XIX no

sería otra cosa que una guerra prolongada entre

los señores regionales, quienes establecieron

cerca de 15 constituciones diferentes, cada una

fundada con el signo de la guerra. El siglo XX,

por su parte, se mantendría a lo largo de su

segunda mitad bajo la dictadura del estado de

sitio5. Aquellas palabras de justificación de los

campesinos de la Rubiera, no eran tan

altisonantes cuando se revisa lo que estaba por

venir. Un “estado de emergencia permanente”6,

que significó en la práctica, vivir alojado dentro

del sistema nervioso del Leviatán estatal. Una

democracia bajo la política de las armas7. El

terror “[…] corría de boca en boca, de página

en página, de imagen a cuerpo por toda la

nación”8, atestiguó otro etnógrafo extranjero en

su trabajo de terreno. “La concepción de

Benjamín sobre la historia como un estado de

sitio era absolutamente pertinente en este caso.

[…] donde lo arbitrario del poder cercena lo

legítimo de la autoridad, donde la razón y la

violencia producen su pequeño dúo”9.

Imagen Número 2: Handel y la ciudadanía

multicultural

Una segunda imagen fue la entrada en la política

nacional de las comunidades indígenas. Aquel

19 coyuntura

4 de julio de 1991 saldrían del Salón Elíptico del

Capitolio Nacional, en medio de los acordes de

El Mesías de Handel interpretado por la Orquesta

Sinfónica de Colombia, los dos constituyentes

indígenas, Lorenzo Muelas y Francisco Rojas

Birry, elegidos por voto popular y que

participaron en la redacción de una Constitución

que tuvo que aguardar 105 años para

modificarse. “La Constituyente mostraba, por

su composición interna, que la separación entre

país real y país formal -tan denunciada como

un ingrediente esencial de la democracia

restringida prevaleciente en el país- no era tan

insuperable como parecía. Esto, que era

propiamente impensable hace apenas unos años,

y altamente improbable cuando se tomó la

decisión de elegir esta Asamblea, se ofrecía a la

mirada de todos como uno de los símbolos más

significativos del nuevo orden social que el país

reclamaba”10, anunciaba nuestro primer testigo

etnográfico.

Este proceso desembocaría en el reconocimiento

del carácter pluricultural y multicultural de la

nación colombiana (Artículos 7 y 70). Desde las

comunidades indígenas se vería con esperanza

el reconocimiento de una serie de derechos

particulares: la ampliación y legitimación de los

territorios indígenas utilizando la figura de los

resguardos (Art. 286); la promesa de autonomía

que se avizoraba desde la creación de las

Entidades Territoriales Indígenas ETIS (Art 287);

el derecho a transmitir la cultura indígena por

medio de la educación bilingüe y bicultural

(Artículo 10); la participación en la política

nacional a través de la circunscripción especial

en la Cámara y el Senado de la República

Page 23: Revista Anual Revelando No2

20reVelando

(Artículos 171 y 176) y, finalmente, la aceptación

del Estado colombiano del derecho a la Consulta

Previa con respecto a la explotación de recursos

naturales en territorios indígenas (Convenio 169

de la OIT, ratificado mediante la Ley 21 de 1991).

Sin embargo, a esta fotografía de dos indígenas

saliendo triunfantes del Capitolio, vale la pena

adjuntar otra que, junto con la anterior, constituye

la otra cara de una misma moneda y, como en

las imágenes precedentes, anticipa algunas pistas

para entender los acontecimientos futuros. El

16 de diciembre de 1991, buscando ampliar su

territorio, serían asesinados 20 indígenas nasas

en la Hacienda del Nilo al norte del Cauca11. Ese

mismo año, cuando se garantizaba una

ciudadanía multicultural largamente negada,

habitantes del Resguardo de Huellas, acudieron

a una cita aparentemente convocada por los

nuevos dueños de ese predio para discutir la

presencia de la comunidad indígena, así como

para reconocer las mejoras efectuadas por ellos

al terreno, en los últimos cuatro años. A las 9:00

de la noche, aproximadamente, hombres

fuertemente armados se presentaron en el lugar.

Una vez reunidos todos los indígenas que vivían

en la Hacienda, identificaron a los supuestos

líderes de la comunidad y los fusilaron12.

Nuevamente, como en 1967, las comunidades

indígenas debieron llevar su caso a los tribunales.

Esta vez, a diferencia de la Rubiera, con la

flamante investidura de ciudadanos

multiculturales, pretendían exigir justicia y

reparación, porque se pensaba que no estaba en

duda su humanidad, a diferencia de aquellos

lejanos días del Frente Nacional. Sin embargo,

los resultados fueron tan sorprendentes como

las palabras de aquellos colonos, 25 años atrás.

En palabras de Rafael Coicue, uno de los

sobrevivientes de la masacre: “Después, con la

pelea que se dio, se pusieron abogados para

seguir buscando justicia, en eso fue asesinado

el asesor del CRIC, Abogado Óscar Elías López,

el 30 de mayo 1992, por ayudarnos a pelear por

nuestros derechos, por ayudar a los campesinos.

También amenazaron a dos abogados más. Esto

pasó un año después de la masacre y en el 93

pusieron una bomba en el CRIC para frenar las

demandas y los reclamos por la Masacre de El

Nilo. En Bogotá a la ONIC le hicieron

allanamientos en las oficinas y le robaron todos

los expedientes y cuando estaba de Senador el

finado Anatolio Quirá le tocó hacer huelga de

hambre para que se reabriera el proceso de

investigación por la masacre. Además de eso

nos tocó hacer una marcha a Popayán porque

el caso había sido cerrado en dos ocasiones”13.

Page 24: Revista Anual Revelando No2

21 coyuntura

Por increíble que parezca, en la nueva nación,

respetuosa de la diferencia, se agotaron todas

las instancias de denuncia para buscar justicia.

Nunca se logró conseguir nada más allá de otro

asesinato, persecuciones y amenazas a cualquiera

que se interesara por el caso. Entonces, “[…] las

autoridades indígenas llegaron a la conclusión

de que no había condiciones para la justicia y

que adicionalmente el Gobierno no tenía

voluntad para esclarecer los hechos. Fue cuando

se decidió hacer la demanda ante la Corte

Interamericana de Derechos Humanos de la

OEA con el apoyo del Colectivo de Abogados

José Alvear Restrepo, porque en Colombia no

se haría justicia y porque allá no podían atacar

a tantos abogados juntos”14.

Imagen número 3: ¿Cuáles símbolos patrios?

Eventos como la masacre del Nilo nos abren las

puertas para entender porqué después de una

década se generó, en diversos espacios del

movimiento indígena, un ambiente de

desconfianza creciente hacia cualquier proyecto

de modificación de las leyes del 91. En este marco

de sucesos alcanzamos una tercera y última

imagen. El debate sostenido el 2 de noviembre

de 2008, como corolario de la Minga de

Resistencia Social y Comunitaria, entre La

Consejera Mayor del CRIC, Aída Quincué, en

calidad de vocera de La Minga y el Presidente

Álvaro Uribe Vélez.

Quizás uno de los hechos más dicientes de aquel

encuentro, por fuera de las argumentaciones y

contraargumentaciones del caso, se daría al

principio del evento, cuando el presidente Uribe

reclamara a los indígenas haberse sentado en el

momento en que comenzaron a sonar las notas

del Himno Nacional. “Hemos escuchado, con

todo el respeto, el himno de los hijos del Cauca

(...) de la guardia indígena y hemos escuchado,

con parcial respeto, el Himno Nacional”15, dijo

el presidente. Luego de este llamado de atención,

la Consejera Mayor del CRIC, contrapunteó:

“[…] que no era un irrespeto con el Himno

Nacional, sino una prueba de su

resistencia y de protesta contra un

Estado excluyente”16. La Consejera

señaló, además, la necesidad de

coherencia gubernamental,

pues en el mismo sitio que

ocupaba en ese

momento e l

señor Uribe, la

fuerza pública, sus

soldados de la patria,

días antes habían

quemado la bandera

de Colombia y la

bandera del CRIC en

un acto de saña,

mala conducta e

irrespeto con

s í m b o l o s

nacionales17.

Page 25: Revista Anual Revelando No2

22reVelando

¿Quién debía ser reprendido entonces? Era la

pregunta que quedaba en el aire, en medio de

una atmósfera cargada de tensión. La respuesta

en este caso sería expedita. Un mes después, el

16 de diciembre, sería asesinado a manos de

efectivos del Ejército colombiano, Edwin Legarda

esposo de la Consejera Mayor, en un atentado

que, de acuerdo con Aída

Quincué, iba dirigido

contra ella.

Para dimensionar esta

tercera imagen, primero

se debe señalar que este

encuentro evidenció la

r e l e v a n c i a d e l

movimiento indígena

porque obligó a uno de

los presidentes menos

proclives al diálogo y a la

negociación en la historia

c o n t e m p o r á n e a , a

desplazarse hasta el

resguardo de La María.

Segundo, es importante

señalar la importancia simbólica que ha ganado

el Territorio de Convivencia, Diálogo y

Negociación de La María18 para los movimientos

sociales colombianos, sobre todo en el

suroccidente. De acuerdo con Elides Pechené,

un viejo líder guambiano de mil batallas “Si el

Gobierno y las Farc tienen un espacio en el

Caguán, donde son bien recibidos los políticos

y los representantes de los gremios, pero las

organizaciones sociales no tienen oportunidad,

y mucho menos el resto de los colombianos,

entonces ¿por qué la sociedad civil no puede

tener otro para discutir los cambios que

quiere?”19. A mediados de 1999, ésa era la

pregunta que rondaba entre cientos de indígenas

reunidos en una asamblea extraordinaria del

CRIC. En ese contexto, las comunidades

indígenas del Cauca ofrecieron ese territorio a

los sectores sociales, para

que fuera utilizado como

espacio propio de la

sociedad civil en la idea

de constituirse como actor

dentro del proceso de

solución negociada del

conflicto social y armado.

Tercero, más allá del deseo

de mostrar la necesidad

de visibilizar a la sociedad

civil como un actor que se

debe tener en cuenta en

caso de llevar a la práctica

un proceso de paz, el

Territorio de Convivencia,

Diálogo y Negociación

contiene un significado más profundo que habría

que rastrear hasta 2001, cuando en Cota

(Cundinamarca) se reunieron las tres

organizaciones indígenas más representativas

del país20, en torno al lema: “Por la vida y

dignidad para los pueblos indígenas y para los

colombianos también”. Ese evento implicaría,

por lo menos en el discurso, dejar de lado el

enclave étnico que había producido un

distanciamiento entre indígenas y campesinos,

ganadores y perdedores respectivos de la

Page 26: Revista Anual Revelando No2

23 coyuntura

Constitución del 91 y convocar al resto de

organizaciones sociales del país a reconstruir

un sujeto popular.

Cuarto, es necesario recordar la serie de procesos

que se desencadenaron como consecuencia de

los factores mencionados anteriormente y que

confluyeron en la Minga de Resistencia Social

y Comunitaria. i) El 13 de mayo de 2006 se

realizó la Cumbre Nacional Itinerante, con

acciones que rebasaron el tradicional binomio

indígena y caucano y se extendió al resto del

país y al conjunto de los sectores sociales; ii) El

lanzamiento del Parlamento Indígena y

Popular21; y iii) la Campaña de Liberación de la

Madre Tierra22.

A modo de conclusión: caminar la palabra para

levantar la voz

Los elementos asociados a esta tercera imagen

dejan de manifiesto la pugna de poderes que se

juegan actualmente entre las relaciones de los

procesos indígenas y sociales colombianos y el

Gobierno y sus instituciones. Parece evidente

que hoy la diversidad étnica y social se reconoce

en la medida en que se unifique en virtud del

mercado y no contradiga la acumulación de

capital. ¿De qué otra manera puede entenderse

la ineficiencia estatal para implementar las leyes

que apuestan por procesos divergentes a la

lógica capitalista; y su comprobada eficiencia,

para implementar los procedimientos que

permitan asegurar su acumulación?

Page 27: Revista Anual Revelando No2

6 Taussig, Michael. Un gigante en convulsiones. Gedisa Editorial. 1995.

7 El Decreto 0070 de 1978 concedió a la policía y a los miembros de las Fuerzas Armadas, una inmunidad criminal especial en caso de homicidio cometido durante la investigación de un crimen relacionado con el secuestro, la extorsión o el tráfico de drogas.

8 Taussig, M. (Op Cit.:15).

9 Ibídem: 23

10 Gros, C. Op Cit.

11 En 1987 decenas de familias provenientes del Resguardo Indígena de Huellas Caloto y otras comunidades vecinas decidieron entrar a la Hacienda El Nilo, debido a la crónica falta de tierra. Ellos no tenían la suficiente para sembrar, para criar los animales y menos para vivir. La poca tierra donde aún permanecen es estéril, está erosionada y cansada de la explotación de los terratenientes. Además un gran porcentaje de ella es de vocación forestal. Estas familias hablaron con el propietario de la hacienda para que las dejaran trabajar allí mientras se gestionaba con el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora), la respectiva compra para la comunidad, pero esta entidad no agilizó ni tuvo la voluntad política para adquirir la finca y así pasaron cuatro años hasta que el propietario se cansó de esperar.

12 Archivo de casos - Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.

13 Tejido de comunicaciones de la ACIN – Santander de Quilichao, 21 de enero de 2008.

14 En el 92 se firmó el acuerdo oficial del aporte de tierras para las comunidades, donde el Estado se comprometió a comprar 15.663 hectáreas de tierra plana, que debían ser entregadas en tres años. En octubre de 1998 la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA hizo unas recomendaciones al Estado después de comprobar la participación de la Fuerza Pública en la Masacre. Estas recomendaciones incluían organizar mesas de trabajo en temas prioritarios para la comunidad.

15 Periódico El Tiempo, 3 de noviembre de 2008.

16 Ibídem.

17 CRIC. Cartilla de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria – Documento de trabajo interno. 2009.

18 El resguardo de La María se ubica sobre la carretera Panamericana a 15 minutos del casco urbano de Piendamó, en el corazón del departamento del Cauca.

19 Testimonio recogido por Adriana Espinel, en el Boletín Hechos del callejón. Febrero de 2006.

20 La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), las Autoridades Indígenas de Colombia, (AICO) y La Organización de los Pueblos de la Amazonía (OPIAC).

21 El XII Congreso del CRIC en 2005 y el Congreso Extraordinario de La María en 2007 indicaron la necesidad de una instancia que proponga e identifique normas que rectifiquen el proceder del Parlamento gubernamental que afecta los derechos de los pueblos indígenas, tomando como base el Derecho Mayor y la Ley de Origen. Con esta iniciativa las comunidades indígenas del Cauca, la ONIC, y varias organizaciones sociales conformaron el Parlamento Indígena y Popular.

22 Esta Campaña fue lanzada desde septiembre de 2005 cuando las autoridades indígenas del Cauca se cansaron del incumplimiento del Gobierno con los acuerdos de El Nilo. Pero, igualmente, junto con otras organizaciones sociales, la Campaña se manifestó en contra de la creciente concentración de la tierra en el país; del conjunto de leyes que, desde su punto de vista, están dirigidas a privatizar los recursos naturales y de la creciente violación a los derechos humanos que implicó este proceso. La Campaña de Liberación de la Madre Tierra comenzaría con la disputa de la finca de la Emperatriz.

1 Gros, Christian. Derechos Indígenas y una nueva constitución en Colombia, en Análisis Político, No 19. 1993.

2 Collazos, Óscar Collazos. Genocidios, en Con-Fabulación.

3 Ibídem.

4 Tal como lo señaló Dumezil para explicar el espíritu guerrero alemán dentro de la mitología germana y, sugerir de paso, sus sutiles pervivencias en el Tercer Reich de la preguerra. Dumezil, Georges. Los dioses de los germanos: ensayo sobre la formación de la religión escandinava. México, Siglo XXI Editores. 1990.

5 Desde 1948 hasta 1986 se decretó en 15 oportunidades el estado de sitio. Si se suman los años en el que el país fue gobernado bajo el estado de sitio resulta un total de veintiocho años sobre un periodo de treinta y ocho años.

Los movimientos indígenas y sociales

colombianos parecen darse cuenta de la manera

como ha sido reordenado el tablero del juego,

bajo la lógica del reconocimiento y la

participación neoliberal. En concordancia, se

vuelve a recurrir a la organización para la

autonomía, mirando los espacios de

participación democrática como trincheras para

la resistencia y se acude a la edificación de una

institucionalidad propia. Un ejemplo de esta

actitud fue la tercera imagen escogida. El espacio

donde se dio el debate entre la Minga y el

Gobierno no era un lugar cualquiera, sino que

representaba, a través del ejercicio del derecho

propio, la voluntad de extender una autonomía

aceptada en el discurso pero negada en la

práctica. Sin saberlo, el presidente Uribe

compadeció ante el Parlamento Indígena y

Popular: primero, por ocupar militarmente un

territorio que como La María funciona para fines

eminentemente diplomáticos; y segundo, por

oponerse al primero de los mandatos del

Parlamento: la liberación de la madre tierra.

24reVelando

Page 28: Revista Anual Revelando No2

Asonasa y la OPIC,dos organizacionesy una sola estrategiapara fragmentar al movimiento indígena

Tejido de Comunicación de la ACIN

Voces regionales – Cauca

Estas palabras exponen ante el mundo una estrategia preocupante: "Quisiera saludar a la

Organización de Pueblos Indígenas del Cauca (Opic), que se conformó en un evento con más de

3.000 indígenas (...) una organización que no comparte con el accionar del CRIC (...), apoyaron al

presidente Uribe y a su política de seguridad democrática (...) y le dieron respaldo a las fuerzas

militares y la policía", dijo Viviana Manrique, Viceministra del Interior de Colombia, durante la

25 coyuntura

Page 29: Revista Anual Revelando No2

26reVelando

audiencia pública de la Comisión Interamericana

de Derechos Humanos (CIDH) en Washington,

que se realizó el 23 de febrero de 2009 y que

tenía como objetivo escuchar a los pueblos

indígenas organizados en la Organización

Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y su

difícil situación de derechos humanos.

Tal vez el saludo de la alta funcionaria del

Gobierno colombiano era equivocado y estaba

fuera de contexto o tal vez recogía el verdadero

interés del Gobierno del presidente Uribe de

demostrar ante la comunidad internacional su

supuesto apoyo a los pueblos indígenas, a través

del reconocimiento de la Opic, una facción de

reciente creación, cuestionada y cuestionable en

su legitimidad y que no representa a estos

pueblos. Tan evidente era esta equivocación y

maniobra que el propio Relator para Pueblos

Indígenas de la CIDH, Víctor Abramovich,

cuestionó el saludo de la Viceministra del Interior

manifestando: “Me llama mucho la atención

que la Viceministra iniciara su presentación, en

una audiencia pedida por la ONIC, saludando

la conformación de la Opic, (...) La pregunta es,

¿esto implica algún desconocimiento del

Gobierno a la representatividad que ejerce la

ONIC?”.

Hoy existen motivos y evidencias suficientes

para cuestionar esta estratagema del Gobierno:

el acompañamiento del Ministro del Interior,

del Gobernador del Cauca, entre otras

personalidades, al lanzamiento de la Opic el 21

de marzo de 2009 en un acto público en Popayán,

con todo el respaldo de la prensa.

Posteriormente, se publicitaron de manera

destacada en medios comerciales, las fotografías

que muestran al presidente Uribe con una de

las líderes de esta organización, Ana Silvia Secúe,

durante un consejo comunitario en Popayán,

anexando el contenido de su discurso en el que

manifiesta apoyo total y absoluto al Gobierno

y al presidente y presentando la intervención

completa de esta maestra durante el consejo.

Intervención que, además, fue publicada en su

totalidad en la página oficial de la Secretaría de

Prensa de la Presidencia de la República , entidad

que no suele publicar los abundantes

planteamientos oficiales de las autoridades

indígenas legítimas y donde intencionalmente

no aparece ningún vínculo a las múltiples y

abundantes declaraciones de organizaciones

indígenas y sociales que cuestionaron y

rechazaron en su momento todo este espectáculo

y a la propia Opic.

Sobre la base de estos y otros hechos mediáticos

y políticos, evidentemente premeditados y

preparados, resulta evidente que la OPIC ha

sido creada como brazo político o politiquero

indígena al servicio del Gobierno, para

movilizarle apoyo popular en el preciso

momento en que se debate de manera irregular,

el referéndum reeleccionista. Mientras el Comité

Regional Indígena del Cauca (CRIC) plantea

una agenda democrática de paz y de

transformación social e invita al país a

considerarla y a movilizarse con ideas y

propuestas alrededor de la misma, es evidente

que crear la Opic solamente puede beneficiar a

un Gobierno carente de argumentos serios para

responder a las demandas de la más antigua,

Page 30: Revista Anual Revelando No2

27 coyuntura

sólida y legítima organización indígena de

Colombia.

Aunque la Viceministra del Interior, Viviana

Manrique asevere que la Opic está ejerciendo

su derecho a asociarse, que este es un derecho

constitucional que también ejercen otras

organizaciones en el país y que el Ministerio del

Interior no ha estipulado ninguna agenda,

trasciende, a la luz de los hechos, que se le quiere

dar a la Opic un estatus de organización social

que la visibilice a nivel nacional, pero con una

marcada inclinación de respaldo (sin

fundamento en la realidad de los hechos) a las

políticas del actual Gobierno y en especial, a la

política de seguridad democrática que es objeto de

investigación jurídica, por sus aparentes vínculos

con acciones criminales contra nuestros pueblos.

Se trata, a todas luces, de crear otra organización

paralela al CRIC, que respalde de manera

irrestricta a un Gobierno cuestionado y bajo

escrutinio jurídico por crímenes de lesa

humanidad, a cambio de ofrecerle el goce de las

ventajas del apoyo oficial.

El proceso indígena del

Cauca del CRIC se ha

convertido en una piedra en

el zapato para el Presidente

Uribe. Por eso, las acciones

realizadas, en particular la

Minga de Resistencia Social

y Comunitaria, siempre

reciben respuestas violentas,

como el asesinato de Edwin

Legarda, compañero de la

Consejera Mayor del CRIC,

Aída Quilcué y el reciente atentado contra su

hija Mayerli, de 12 años de edad; hechos que

han sido objeto de rechazo en los ámbitos

nacional e internacional. En muchas ocasiones

se les ha señalado falsamente de ser terroristas

y guerrilleros buscando desacreditar las

iniciativas de este sector. Pero ha logrado

prevalecer su resistencia civil y el rechazo a

todos los actores armados legales e ilegales. Ante

la creación y lanzamiento público de la Opic,

las autoridades indígenas han manifestado de

manera contundente que no es la primera vez

que un Gobierno trata de dividir el movimiento

indígena y de deslegitimar por esa vía su lucha.

Esta lucha que se busca invisibilizar y acallar,

no es solo indígena; hoy se sabe que la Minga

Social y Comunitaria, que sigue caminando

desde diversos sectores y procesos en Colombia,

la asumen, la estudian y actúan desde sus

diversas experiencias y dolores para hacerla

realidad. La declaración de inexequibilidad del

Estatuto de Desarrollo Rural, por parte de la

Corte Constitucional, es un

paso adelante de la Minga,

que llamó a la derogatoria

de la legislación de despojo

representada por esta ley. La

movi l ización de un

conglomerado articulado de

sectores sociales, sindicales,

estudiantiles, campesinos,

ambientalistas, mineros,

entre otros, que caminan la

agenda de cinco puntos,

contra el Estatuto y a favor

de una ley rural alternativa,

Page 31: Revista Anual Revelando No2

28reVelando

ha sido un triunfo de la Minga. A raíz de la

sentencia de inconstitucionalidad de esta ley del

despojo, por la ausencia de consulta previa a los

Pueblos Indígenas y Afrocolombianos (que fue

lo que ocurrió también con la Ley Forestal de la

Honorable Corte Constitucional), es muy

probable que tanto respaldo, acompañamiento

y visibilidad a la Opic del Gobierno y a través

de los medios de comunicación, tenga el

propósito de contar con una organización de

bolsillo, que apruebe a ojos cerrados las leyes y

programas que favorecen a grandes intereses

económicos y transnacionales.

Esta misma estrategia se ha utilizado para ganar

la legitimidad de otros sectores sociales. Es de

amplio conocimiento la manera como el

Gobierno ha pretendido crear organizaciones

sindicales y sociales paralelas que salen a

promover temas como los tratados de Libre

Comercio en contra de la posición formal

de las organizaciones legítimas de

estos sectores.

Asonasa se vuelve Opic

Asonasa nace en el municipio de Villa

Rica, en 2004. Es una organización con base

evangélica, como muchas otras que hay

dentro de los territorios indígenas.

Además de diferenciarse por una

posición cristiana fundamentalista e

intolerante, tras un supuesto proyecto

social cristiano ha ido congregando

y organizando de manera selectiva

a personas que expresan algún

resentimiento o frustración contra el proceso o

los cabildos.

Aprovechan la pobreza, la exclusión, las

necesidades de salud, educación, vivienda, la

falta de tierras para las familias indígenas,

situación que se debe a la acción y omisión del

Estado y señalan además a los cabildos de ser

colaboradores de la guerrilla, corruptos y de no

suplir las necesidades de las comunidades.

Mediante un comunicado público piden detener

las transferencias a los resguardos indígenas.

Tras la fachada cristiana se conjuga lo religioso

y lo económico para fragmentar las comunidades

organizadas y ofrecer ayudas monetarias con la

condición de hacer que las familias

renuncien al proceso organizativo

indígena. Compran a la

gente y la atraen mediante la

espiritualidad.

Este libreto bien financiado es

una estrategia diseñada para

infiltrar y destruir desde dentro

el movimiento indígena, de por

Page 32: Revista Anual Revelando No2

29 coyuntura

sí sometido al ataque constante e integral que

implica la carencia de recursos, el

incumplimiento de acuerdos y convenios, la

falta de tierras, la invasión militar y económica

del territorio, la propaganda adversa y toda una

agenda legislativa a favor del Libre Comercio que

busca despojar a los indígenas de su identidad,

de su cultura y de sus territorios.

Pero Asonasa no solo está desprestigiando al

movimiento indígena sino que se ha ensañado

contra los grupos evangélicos que acompañan

y buscan el fortalecimiento de las comunidades

indígenas, señalando a los líderes religiosos de

ser mandaderos y empleados de los cabildos, porque

no comparten las intenciones divisionistas de

esta organización.

Esta Asociación ha llevado a sus seguidores a

rechazar los rituales indígenas que califican

como celebraciones paganas. Llaman a las

comunidades a renunciar a su identidad cuando

les aconsejan que se retiren del censo indígena,

a que los niños y niñas reciban una educación

cristiana que incluye aprender inglés de manera

obligatoria. Asonasa es, por todo lo dicho, una

secta excluyente, a pesar de que dicen sus líderes

y miembros, que son una organización

pluricultural. Quienes tuvieran interés de

documentar estos hechos pueden acercarse, por

ejemplo, a la vereda El Roblar del resguardo de

Munchique Los Tigres, en el municipio de

Santander de Quilichao, donde lograron aplicar

toda la estrategia.

En su preámbulo doctrinal se habla de inversión

en infraestructura, dotación, cobertura en salud,

educación, vivienda, vías, electrificación, entre

otras. Esto es lo que ofrecen a las personas y

hace parte del nuevo censo que desarrollan.

Adicionalmente, se comprometen a hacerlas

realidad a cambio de que las personas y familias

censadas se unan a Asonasa. Pero, ¿de dónde

saldrán los recursos?, ¿quiénes los financian?,

¿a cambio de qué?

Además de mostrar su apoyo a la seguridad

democrática y otras políticas del Gobierno

nacional, el plan de trabajo de esta organización

está abierto a hacer acuerdos o convenios con

Alcaldías y con la gobernación del Departamento

del Cauca para hacer efectivo el proyecto social

cristiano. Es decir, quienes se unen a Asonasa

o a la Opic son utilizados por actores externos

como una estrategia política para difamar y

destruir el proceso indígena, que se implementa

desde las bases, en las comunidades, llegando

a la gente en sus hogares y aprovechando la

miseria como estrategia de reclutamiento.

Asonasa, en pleno, participó en el lanzamiento

de la Opic el pasado 21 de marzo en Popayán,

en presencia del Ministro del Interior, Fabio

Valencia Cossio, el Gobernador del Cauca,

Guillermo Alberto González, entre otros

delegados, y puso en evidencia su claro respaldo

e integralidad con la Opic. Al parecer, la primera

fase de este proceso de invasión en los

resguardos, culmina con el lanzamiento de la

Opic que se presenta en el ámbito internacional

por medio de voceros oficiales como la

Viceministra del Interior, como una organización

de pueblos indígenas, para beneficio del actual

Gobierno.

Page 33: Revista Anual Revelando No2

30reVelando

Con el reconocimiento de la Opic se desconocen

los pueblos originarios y los procedimientos de

orden colectivo y la vocería la asumen los

gobernadores de cabildo, autoridades zonales

o regionales, orientadas desde la máxima

autoridad de amplias asambleas y congresos en

los que se definen las políticas del proceso que

tanto incomoda al Gobierno, y a quienes

impulsan y apoyan a la Opic y a Asonasa como

una de las muchas estrategias de infiltración y

ocupación territorial.

Por tal motivo el XIII Congreso del CRIC que

se realizó entre el 26 y el 30 de abril del presente

año en el territorio de Diálogo, Convivencia y

Paz del resguardo de La María (Piendamó),

rechazó las difamaciones y señalamientos de la

Opic, como estrategias de división, que surgen

de oscuros intereses, e incluso, con la anuencia

del mismo Gobierno nacional quiere

deslegitimar los procesos organizativos

de los pueblos indígenas. Reiterando

que la tolerancia es fundamental para

la convivencia, el Congreso asume

y exige el respeto al Otro y a lo

Otro. Durante este espacio de

reflexión y decisión se

manifestó la disposición

al diálogo: "Tienen

p l a n t e a m i e n t o s

importantes desde la

comunidad evangélica

que participó en este

congreso. Y hay que

revisarnos nosotros mismos

internamente para ver qué está

pasando. Es importante, si hay disconformidad,

saber disentir sin hacerle daño al otro; establecer

el por qué no hay acuerdo y por qué

hay disconformidad, pero

dialogando y, con ese

diálogo fortalecer la

unidad", dijo Elides

Pechené, nuevo

Consejero Mayor

del CRIC.

Page 34: Revista Anual Revelando No2

Calle 19 No. 4-88 Oficina 1203

Teléfonos: (57-1) 3804380 -3804400

[email protected]

www.asociacionminga.org

Bogotá, D.C., Colombia

MINGA orienta su proyecto institucional hacia la transformación de las condiciones políticas, económicas y sociales existentes en Colombia, que permitan superar la crisis de derechos humanos, la crisis humanitaria, la impunidad y el conflicto armado; aportando a la construcción del desarrollo humano integral, sostenido en un real Estado Social de Derecho, soberano y en paz.

Para ello trabaja en articulación sinérgica con la diversidad de actores sociales del país, especialmente con indígenas, campesinos, trabajadores, mujeres, jóvenes, niños y niñas, iglesias y académicos, así como con instituciones públicas nacionales e internacionales.

Page 35: Revista Anual Revelando No2

El Huila, la tierra del olvido, el miedo y la indiferencia Andry Gisseth Cantillo Hermida*

*Periodista, defensora de los derechos humanos

“Lo más malo de las acciones de la gente mala,

es el silencio de la gente buena.”

Mahatma Gandhi

Enmarcado por el espléndido ecosistema

reinante en los Andes colombianos, el

departamento del Huila es un territorio poseedor

de incalculable patrimonio cultural, humano,

arqueológico y natural, reconocido además como

capital del desarrollo surcolombiano. Paralelo

a esta belleza, el Huila también es una de las

regiones más golpeadas por el trasegar del

conflicto armado. Durante años ha constituido

una zona de especial interés para todos los

actores armados del conflicto colombiano y se

ha consolidado entonces como una de las zonas

más agredidas donde la población civil, como

en casi todo el país, es generalmente la que pone

los muertos.

Voces Regionales - Huila

Page 36: Revista Anual Revelando No2

vocesregionales

El departamento del Huila tiene 19.890

kilómetros cuadrados, el 1.8 por ciento de la

superficie nacional y un índice poblacional

aproximado de 1.006.797 habitantes. Ocupa un

lugar geoestratégico privilegiado en la región y

de enorme interés económico, político y militar

nacional e internacional. En él confluyen los

ecosistemas Andino y Amazónico: al sur se

levanta el imponente macizo colombiano,

también nombrado estrella fluvial colombiana,

donde nacen tres de los principales ríos del país:

el Caquetá, el Cauca y el río grande de la

Magdalena.

En el Huila se identifican claramente cuatro

corredores geoestratégicos del conflicto donde

se evidencia la permanente presencia de actores

armados que disputan territorios: i) El Sumapaz,

en la zona norte, en límites con los

departamentos de Meta, Tolima y

Cundinamarca; ii) El occidente,

con proyección hacia el Pacifico,

e n l í m i t e s c o n l o s

departamentos de Tolima y

Cauca; iii) El Piedemonte

Amazónico Norte, en límites

con Caquetá y los municipios

de San Vicente del Caguán y

Florencia y iv) El Piedemonte

Amazónico Sur que

comprende zonas de

Caquetá, Putumayo y la Bota

Caucana.

En el Huila, y especialmente en

la zona sur, limitando con los

departamentos del Caquetá,

Cauca y Putumayo, cada uno de los actores

armados del conflicto llámese paramilitares,

guerrilla, Ejército, Policía, los ahora grupos

emergentes o Águilas Negras, confluyen en una

disputa por territorio y poder que incrementa

a diario las cifras de violaciones a los derechos

humanos e infracciones al Derecho Internacional

Humanitario.

Dadas las anteriores circunstancias, podríamos

decir que el Huila vive una guerra sin cuartel

donde la población siempre lleva la peor parte.

Durante los últimos tres años, uno de los

problemas que más a afectado a los huilenses

son las ejecuciones extrajudiciales, más conocidas

como falsos positivos, que de acuerdo con la

definición extendida en el Derecho Internacional

Humanitario, es la privación arbitraria de la

vida de una o varias personas a manos

de agentes estatales.

Según las misiones de verificación

de la situación de derechos

humanos realizadas en el sur

del Huila por miembros del

Observatorio Surcolombiano

de Derechos Humanos

(OBSURDH), con e l

a c o m p a ñ a m i e n t o d e

delegados de la Oficina del

Alto Comisionado de las

Naciones Unidas para los

D e r e c h o s H u m a n o s

(OACNUDH), el PNUD y la

Defensoría del Pueblo, se han

recogido testimonios de

familiares de víctimas y de un

33

Page 37: Revista Anual Revelando No2

34reVelando

sobreviviente, esto sólo en las regiones centro y

sur del departamento. Cifras con las que se

puede asegurar que la vida en el Huila como

en gran parte del territorio nacional, es un

derecho que se encuentra en máximo riesgo.

Según un informe de Amnistía Internacional1

“los graves abusos contra los derechos humanos

se mantienen elevados sobre todo en zonas

rurales pese a la constante reducción de ciertos

tipos de violencia asociada al prolongado

conflicto armado interno en Colombia, en

particular los secuestros. Todas las partes

implicadas en el conflicto: las fuerzas

de seguridad y los paramilitares respaldados

por el Ejercito Nacional, así como los grupos

guerrilleros sobre todo las Fuerzas Armadas

Revolucionarias de Colombia (Farc EP), y el

Ejército de Liberación Nacional (ELN), este

último en menores proporciones, continuan

cometiendo abusos contra los Derechos

Humanos y vulnerando el DIH y son

responsables de crímenes de guerra y de crímenes

de lesa humanidad; hubo nuevos ataques contra

sindicalistas y defensores de derechos humanos

principalmente cometidos por grupos

paramilitares; continuaron los informes de

ejecuciones extrajudiciales perpetradas por

miembros de las fuerzas de seguridad, así

como los homicidios selectivos y secuestros

por parte de grupos al margen de la ley”.

Este informe de Amnistía Internacional no podría

ilustrar de mejor manera la grave situación de

derechos humanos que, como gran parte del

país, padece el departamento del Huila. Sólo

entre los años 2006 y 2008 las regiones centro y

sur del Huila

reportan según el Banco de Información del

Observatorio Surcolombiano de Derechos

Humanos (OBSURDH)2, alrededor de 160

Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales, casos

que en la actualidad son llevados por la justicia

penal militar y que por obvias razones no

presentan un avance favorable para las víctimas

y sus familiares y se mantienen en la impunidad.

El modo de operación es casi siempre el mismo:

informantes al servicio del Estado se acercan a

las víctimas fingiendo entablar una amistad u

ofreciéndoles un empleo para luego de haber

ganado cierta confianza, invitarlos a dar un

paseo, llevarlos al supuesto trabajo, ofrecerles

algún dinero en préstamo o convidarlos a una

fiesta, siempre en zona rural, para luego

entregarlos a miembros del Ejército o de la

Page 38: Revista Anual Revelando No2

35

Policía. Horas o días más tarde aparecen como

muertos en combate, culpados de ser

extorsionistas o pertenecer a algún bloque

guerrillero3.

Sin duda, el Huila es una bomba de tiempo a la

que se enfrenta el presidente Álvaro Uribe quien

basa gran parte de su política de seguridad

democrática en la recompensa a civiles que

informen sobre ubicación de guerrilleros, lo cual

desencadena un perverso negocio de muertos,

según lo advirtiera en su momento, el Fiscal

General de la Nación, Mario Iguarán.

Igualmente, el presidente defiende una absurda

estrategia que pretende dar incentivos a los

militares según el número de bajas en combate.

De los casos de ejecuciones extrajudiciales

reportados hasta el momento, más de 300

ocurrieron en las cuatro subregiones que

conforman el departamento del Huila.

A las cifras por violaciones a los derechos

humanos y al DIH se suman los daños colaterales

generados por el narcotráfico que encontró en

el sur del Huila la ubicación perfecta para su

centro de negocios, lavado de activos y el

ambiente propicio para el desarrollo de su

actividad de producción y comercialización,

generando aún más desplazamiento, homicidios,

secuestros, extorsiones y, sobre todo, terror entre

la población civil.

En el Huila, como en el resto del país, este

irracional conflicto, en el que hace rato dejaron

de reconocerse los ideales políticos, tampoco se

discrimina entre actores armados y población

civil. Todos ellos golpean por igual a niños,

jóvenes, ancianos, campesinos, indígenas,

afrodescendientes, docentes, sindicalistas,

obreros, estudiantes y, por supuesto, los

defensores de derechos humanos que han tenido

que abandonar su tierra con tal de no perder la

vida pues son considerados como la piedra en

el zapato por un Gobierno que señala de terrorista

a todo aquel que opina y piensa diferente o que

ejerce control ciudadano a las políticas

gubernamentales.

A todos estos casos de homicidios, ejecuciones

extrajudiciales, desplazamiento forzado,

amenazas, campañas de intimidación y terror

se suman los constantes abusos de la Fuerza

Pública contra los habitantes de sectores

vulnerables a los que a priori se les considera

delincuentes y que van desde detenciones

arbitrarias hasta desapariciones forzadas y

asesinatos. Uno de los casos más evidentes es

la situación de un menor de 14 años, consumidor

de drogas psicoactivas que, un día a las 6:00 de

la mañana, mientras esperaba a su hermana

para ir al colegio, en la puerta de su vivienda y

con una botella de bóxer en las manos, unos

policías le ordenaron que se levantara y ante la

negativa del joven, los agentes le dispararon en

dos oportunidades en una de sus piernas. El

menor no recibió atención médica en un centro

hospitalario pues los agentes lo amenazaron de

muerte si llegaba a denunciar.

Pero si en el sur llueve en el norte no escampa.

Los habitantes de Algeciras llevan sobre sus

espaldas un estigma con el que ya no pueden

más: dondequiera que llegan son catalogados

por la Fuerza Pública como delincuentes,

vocesregionales

Page 39: Revista Anual Revelando No2

terroristas o personas de dudosa reputación,

por el sólo hecho de haber nacido, crecido o

habitar en una zona que años atrás fue

reconocida como de alta influencia guerrillera

de las Farc.

En Colombia (Huila), en límites con Tolima y

Cundinamarca, por cada 10 mil habitantes hay

8 mil efectivos de la Fuerza Pública. En esa zona

del departamento, hasta el hecho de pensar

constituye un riesgo para sus habitantes.

A mediados del primer semestre de 2009, el

Huila también fue uno de los departamentos

afectados por la campaña de intimidación más

violenta de los últimos años en Colombia, en la

que bandas emergentes de paramilitares,

conocidas como Águilas Negras, Mano Negra,

AUC nueva generación y la Oficina de Envigado,

sembraron terror entre la población civil cuando

por medio de panfletos anunciaron operaciones

de limpieza social en las que incluían a ladrones,

prostitutas, delincuentes y a todas aquellas

personas que se cruzaran por su camino o que

desafiaran sus balas

animándose a salir a las calles luego de las 7:00

de la noche.

Y pese a que las autoridades desestimaron

cualquier veracidad de estos panfletos, los

muertos no se hicieron esperar: empezaron a

aparecer cuerpos mutilados a orillas de las

carreteras, en los basureros, en los cementerios;

asesinaron población vulnerable que luego

abandonaron en las puertas de sus viviendas y,

además, amenazaron a defensores de derechos

humanos y a líderes sociales.

El 16 de marzo de 2009, Enrique Diego Pérez

Pérez, de 26 años de edad y uno de los más

notables dirigentes juveniles, representante de

los estudiantes al Consejo Superior Universitario

en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia

(UNAD) y también miembro activo del Nodo

Sur del Observatorio Surcolombiano de

Derechos Humanos, fue asesinado. Dos sujetos

que lo esperaban a pocos metros de su vivienda

ubicada en la vereda Betania, zona rural del

municipio de Pitalito, con ocho disparos y sin

m e d i a r palabra, acabaron con

su vida y borraron su joven

sonrisa para

siempre.

reVelando36

Page 40: Revista Anual Revelando No2

El caso

más reciente

sucedió el 16 de abril de

2009 cuando tres defensores

integrantes del Nodo Sur del Observatorio

Surcolombiano de Derechos Humanos,

recibieron en sus viviendas un panfleto firmado

por un autodenominado grupo de Águilas

Negras, que les daban 24 horas para abandonar

el municipio de Pitalito o de otra manera

atentarían contra sus vidas y las de sus familiares.

Durante tres años estos defensores de derechos

humanos investigaron y denunciaron casos de

ejecuciones extrajudiciales y poco a poco se

convirtieron en blanco de una persecución

sistemática que incluía llamadas telefónicas,

seguimientos y amenazas, que les condujeron

hoy al exilio en un país lejano, ajeno a sus

costumbres, con tal de preservar su integridad.

Todos estos hechos, sumados a otros cientos de

casos, han sido en su mayoría denunciados ante

las autoridades civiles y militares que

cínicamente continúan asegurando que los

paramilitares son historia, que las Águilas Negras

nunca han existido y han anunciado en

municipios como Pitalito, uno de los más

golpeados por esta campaña de terror, que en

adelante no recibirán más denuncias por

panfletos o amenazas pues según ellos son

hechos sin fundamento a los que no hay que

prestar ninguna atención. Esta situación

preocupó a miembros del Senado de la

República, como la senadora Gloria Inés Ramírez

que afirmó en plenaria del Congreso:4 “El

mandato constitucional del que están instituidas

las autoridades para proteger a todas las personas

en su vida, honra, bienes, creencias y demás

derechos y libertades, en Pitalito y en el Huila

es letra muerta”.

El desolador panorama de la guerra y las cifras

de violaciones a los derechos humanos en el

Huila, les da la razón a los defensores de derechos

humanos y a las víctimas: la guerra no es el

camino. Por eso se debe insistir en el valor de la

vida, en el diálogo, en la salida negociada a los

conflictos, en la verdad, la justicia y la reparación

y en que tal vez un día, basados en el principio

del perdón, pero nunca olvido, la sociedad pueda

responder sin miedo el llamado histórico de

poder levantarse contra el odio, la opresión, la

impunidad, el abandono y constituir así entre

todos, sin el temor a perder la vida, un país más

justo, con oportunidades dignas para todos y

todas, un país que crea en el poder de la unidad,

la solidaridad, un país que respete la vida en

toda su extensión.

1 Amnistía Internacional Informe: El estado de los Derechos Humanos en el Mundo. www.amnistiainternacional.org.

2 Voces y Silencios Una aproximación a la situación de Derechos Humanos, D.I.H. y violencia en el Departamento del Huila 1, 2, 3 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos y Violencia (OBDSURDH).

3 Manrique Sabogal, Winston. Falsos positivos en Colombia. Diario El País. España, 17 de noviembre de 2008.

4 Ramírez Ríos, Gloria Inés. Senadora de la República Intervención en plenaria, 28 de abril de 2009.

37 vocesregionales

Page 41: Revista Anual Revelando No2

El trabajo de la Comisión Colombiana de Juristas está orientado a contribuir al desarrollo del derecho internacional de derechos humanos y del derecho internacional humanitario de conformidad con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, y a la plena vigencia del Estado social y democrático de derecho en Colombia.

Concebimos los derechos humanos como un valor en sí, que no puede estar supeditado a otros propósitos. Constituimos una organización pluralista, aconfesional, no vinculada a partidos políticos.

Para lograr nuestros objetivos, realizamos labores de recolección y análisis de información sobre derechos humanos y derecho humanitario; hacemos pública esa información y promovemos el conocimiento y uso de los instrumentos jurídicos que protegen los derechos humanos y el derecho humanitario.

Calle 72 No. 12- 65 Piso 7

Tels: (571) 3768200 – 3434710 Fax: (571) 3768230

[email protected]

Bogotá, D.C., Colombia

Page 42: Revista Anual Revelando No2

Yaneth Bautista:El temple del amory la memoria

39 memoria

Carolina Aldana García*

Memoria

* Periodista. Magistra en Estudios Latinoamercanos. Coordinadora del Programa Somos Defensores.

Aquel día de junio de 2009, cuando la bancada

uribista obedeció la orden de la Casa de Nariño

y enterró con sus votos el estatuto de víctimas

que se tramitaba en el Congreso colombiano, se

escuchó una voz: “Ante el desprecio del

Gobierno con las víctimas, nuestra lucha debe

continuar”. Era Yaneth Bautista, reconocida

defensora de derechos humanos, quien recordó

otras derrotas del pasado, pero también victorias,

que al final honran la dignidad humana.

Por eso, a pesar de que la noticia no es buena,

Yaneth no pierde la convicción, esa que se ha

forjado en el amor a tantos familiares víctimas

del conflicto armado. En el amor a su hermana,

Nydia Erika Bautista y al esposo de Yaneth,

militantes del M-19, que en 1987 fueron detenidos

y desaparecidos por militares de la Brigada XX

del Ejército.

Page 43: Revista Anual Revelando No2

40

Desde entonces, Yaneth asumió la búsqueda de

justicia como la razón de ser de su vida. Se

vinculó a la Asociación de Familiares de

Detenidos Desaparecidos (Asfaddes) que había

surgido cinco años atrás para buscar a 12

estudiantes de la Universidad Nacional, un líder

campesino y un obrero, desaparecidos por

integrantes del F-2, organismo de inteligencia

de la Policía.

La dura iniciación

Me encontré con Yaneth dos semanas después

del hundimiento de la ley de víctimas, llegó

puntual a nuestra cita de las 10:00, con mucha

memoria en cada respuesta, en cada pausa, en

cada reflexión.

Al igual que lo sucedido en el sur del continente,

cuando en los años 70 los familiares de tantas

víctimas de las dictaduras de Uruguay,

Argentina y Chile, se organizaron para exigir el

regreso a casa de sus familiares, víctimas de

detenciones arbitrarias y desapariciones, en

Colombia desde la década del 80 Asfaddes fue

la primera organización de víctimas que empezó

a movilizarse y a entender el fenómeno de la

desaparición forzada como una estrategia política

de represión, utilizada por sucesivos gobiernos

para perseguir y aniquilar las voces disidentes,

los militantes de izquierda, los estudiantes de

universidades públicas y habitantes de zonas

marginales de muchos lugares de nuestra

geografía.

Yaneth recuerda cómo empezó: “Yo llegué en

un momento en el que el archivo de Asfaddes

estaba en cajas en el Cinep, el lugar donde nos

reVelando

reuníamos con los defensores de derechos

humanos, Javier Giraldo y Eduardo Umaña,

personas que motivaron la creación de

Asfaddes”.

Hasta entonces Yaneth trabajaba como secretaria

ejecutiva, no tenía ninguna experiencia política

ni era militante como su hermana y su

compañero, pero el deseo de conocer la verdad

y obtener justicia, la llevaron a trabajar en

Asfaddes como familiar asociada, aportando su

conocimientos en la organización de los archivos

y las relaciones cotidianas con otros familiares,

con defensores y autoridades, le ayudaron a

comprender la desaparición forzada, a identificar

hechos comunes, nexos entre las víctimas,

prácticas y responsables de su desaparición y

los efectos psicosociales de este crimen.

Page 44: Revista Anual Revelando No2

41 memoria

El obligado exilio

En poco tiempo Yaneth fue secretaria de la

Asociación y, posteriormente, su presidenta

entre 1992 y 1995. Pero fueron unos años muy

duros. Los familiares de desaparecidos y el

movimiento de derechos humanos estaban

comprometidos en promover la Ley contra la

desaparición forzada que fue discutida en seis

ocasiones en el Congreso, en medio de múltiples

presiones, amenazas y solidaridades.

Además del caso por Nydia Erika “que nos ha

dejado huellas en el cuerpo y en el alma”, la

lucha por la Ley contra la desaparición forzada

fue una de las más duras, porque fue una disputa

directa contra los militares, que no debió haber

sido así porque los familiares no querían una

discusión con ellos sino con el poder civil del

Estado y del Gobierno colombiano. Pero los

miembros de la Fuerza Pública intervinieron

desde las primeras propuestas legislativas

cuando calificaron de peligrosas las opiniones

del defensor Eduardo Umaña sobre recortar

facultades a las fuerzas armadas para hacer

cumplir la ley. Los uniformados sostenían que

una ley de desaparición forzada era una norma

contra las fuerzas armadas, por eso asistían al

Congreso con todo el espíritu de cuerpo, desde

el general hasta el soldado más raso,

acompañaban los debates, hablaban a los medios,

intervenían constantemente para hundir las

diversas propuestas.

“Recuerdo que una vez salió en el periódico El

Tiempo, en primera página, un titular que decía:

Las águilas contra las palomas. Donde las palomas

eran los militares y las víctimas éramos las

águilas. Gloria Herney Galíndez, secretaria de

Asfaddes y yo estábamos embarazadas,

escondidas por las amenazas en algún lugar de

Bogotá y vimos por televisión cómo hundían la

Ley”.

Sin embargo, a pesar de los sucesivos fracasos,

el 10 de julio de 2000 fue aprobada la Ley 589

que condena la desaparición forzada, el

genocidio y el desplazamiento forzado como

conductas punibles hasta con 30 años de prisión.

Para entonces, obligada por las amenazas,

Yaneth, con sus afectos, incluido el hijo de Nydia

Erika, ya llevaba tres años fuera de Colombia.

“En ese época el apoyo fue del movimiento de

derechos humanos y de la comunidad

internacional que durante 14 años apoyó esa

Ley. Recuerdo campañas, avisos pagados por

colectivos de agencias de cooperación, recuerdo

entrevistas, informes de las agencias

internacionales pidiendo la aprobación de la

Ley. En cambio ahora, con la Ley para las

víctimas, nos sentimos muy solos por el bajo

perfil que asumió en este debate la comunidad

internacional y no sé por qué”.

Foto: arcoiris.org

Page 45: Revista Anual Revelando No2

42

Defensora universal: La desaparición forzada

en otros pueblos

Desde que partió de Colombia Yaneth afirmó:

“Me voy pero me quedo” y así fue. En el exterior,

asumió la presidencia de la Federación

Latinoamericana de Familiares Detenidos

Desaparecidos (Fedefam). En Alemania, creó la

Fundación Nydia Erika Bautista con varios

defensores exiliados de México, Guatemala y

Colombia. Recibió los premios Shalom (1997) y

el de Amnistía Internacional Alemania (1998)

por su lucha a favor de los derechos humanos,

la memoria y la libertad.

“Desde que salimos dijimos: no nos van a matar

políticamente, vamos a seguir haciendo el trabajo

humanitario que estamos haciendo. Con otros

defensores del mundo continuamos el trabajo

en Naciones Unidas, promovimos la Federación

Asiática de Desaparición Forzada, trabajamos

con familiares de Argelia, presentamos 500 casos

al grupo de trabajo 'Sábado de Turquía',

acompañamos a familiares de Yugoslavia, de

Filipinas, Sri Lanka y a los familiares de las

mujeres desaparecidas de Ciudad Juárez

(México)”.

En todos estos procesos el impulso a la

Convención Internacional sobre Desaparición

Forzada fue, sin duda, la cúspide de tantos años

de trabajo. Producto de los conflictos internos

en Centroamérica, Colombia y Perú y de la

represión generalizada que han utilizado, tanto

gobiernos populistas como dictaduras militares,

los latinoamericanos tienen una experiencia

infinita en la lucha popular y en la definición

reVelando

del concepto de impunidad. Para Yaneth

Bautista, la lucha contra la impunidad se

convierte en un eslabón para llegar a otros

pueblos, para comprender la desaparición

forzada en otras latitudes, en otras culturas,

donde el dolor siempre es el mismo.

“Muchas familias abren sus casas para ponerlas

al servicio de la lucha por los desaparecidos,

pero hay diferencias. En Sri Lanka desaparecen

a las personas por razones étnicas. Allí la

presencia de los hombres en las organizaciones

es prevalente sobre la de las mujeres. En Argelia

hay mucho condicionamiento religioso que

impide la participación pública de las mujeres.

En India, el que toma la palabra en los talleres

y reuniones es el abogado de la familia. En

Turquía, las señoras que no hablan turco sino

dialectos de las subregiones, son condicionadas

por el traductor, que es como su representante.

Dependiendo del control de los grupos armados

o de otro tipo, según las capacidades que les

reconocen a las mujeres, en las distintas culturas,

ellas pueden participar, hablar, organizarse. En

Filipinas, ellas encontraron a sus esposos

desaparecidos luego de muchos meses y años,

estaban encarcelados, pero esas mujeres se

quedaron en las organizaciones, porque se

enamoraron de esa lucha y ahora son líderes en

sus pueblos”.

Como le sucedió a Yaneth, la desaparición

forzada les cambia la vida a las mujeres, las

convierte en sujetos sociales, las vuelve líderes,

porque “llevamos el amor a otras dimensiones:

a la política, a la interlocución con el Estado, a

lo social, comprendiendo lo que debe ser

Page 46: Revista Anual Revelando No2

43 memoria

humano, justo. En el fondo lo que nos mueve a

todos es el amor por nuestros seres queridos.

Ante tantos obstáculos no te caes, resistes, te

levantas, te afirmas”.

El regreso a territorio propio

En México, Yaneth empezó el retorno a

Colombia. Como defensora vinculada a

Amnistía Internacional asesoró a familiares de

mujeres desaparecidas y asesinadas de Ciudad

Juárez. Allí confirmó la necesidad de tener bancos

de datos para llevar el registro de los casos; la

influencia que tiene para futuros procesos

jurídicos la mala recolección de pruebas en la

escena del crimen, como por ejemplo, el

tratamiento que se les da a los cadáveres de las

mujeres violadas para obtener los fluidos que

el agresor dejó en sus cuerpos.

Pero Colombia le deparaba nuevos retos. Desde

2007 Yaneth está en el país comprometida como

siempre. “Para nuestra familia, nuestra vida

pasa por nuestro territorio. Ninguno de la familia

quiso quedarse afuera. Primero, regresaron mis

hijos Andrea y Erik y dos años más tarde regresé

con mi esposo y mi otra hija. Fue una decisión

consensuada, el único obstáculo era el miedo a

la violencia, el miedo a las represalias, pero

volvimos y aquí estamos”. Apoya la creación

de otra fundación, Familiares Colombia y amplía

el trabajo de la Fundación Nydia Erika con

propuestas que fortalezcan la acción de familiares

en la exigencia de justicia, salud mental y

alternativas humanitarias.

Regresar al país significó una nueva etapa: no

hay ambiente para la reconciliación. Las víctimas

como Yaneth no perdonan. El perdón no está

en su lenguaje todavía, tiene que pasar mucho

tiempo, mucho arrepentimiento de verdad,

mucha justicia para que las familias piensen en

un camino de reconciliación. La impunidad

continúa, el Estado revictimiza a las víctimas

con la indiferencia, la falta de investigación y

con las puertas que se cierran en la cara de los

familiares.

Y por el otro lado, los victimarios siguen en la

calle, cometiendo crímenes. En los últimos dos

años el escándalo de las muertes de civiles fuera

de combate cometida por militares, generó una

nueva sensibilidad sobre la desaparición forzada

en Colombia.

Hoy nuevas historias de dolor son narradas por

madres, esposas, hermanas e hijas de hombres

pobres que fueron seducidos por ofertas de

empleo en otros lugares del país. ¿Qué les puede

decir una defensora de derechos humanos a

estas mujeres? “Que tengan mucha fuerza como

la han tenido hasta ahora, que piensen que sus

hijos, sus hermanos, las están mirando desde el

cielo que si ellas fueran las desaparecidas, sus

Page 47: Revista Anual Revelando No2

44reVelando

hombres también estarían removiendo cielo y

tierra por ellas. Aunque la vida es muy difícil y

la desaparición forzada plantea muchos

problemas para las familias, como la pobreza,

el abandono, el dolor; como el amor es el que

nos mueve, que sigan adelante, que se capaciten

en derechos humanos, para que sepan porqué

les pasó eso, que se encuentren con otros

familiares de desaparecidos para aprender de

la experiencia y del conocimiento de ellos”.

Desde la Mesa de Víctimas pertenecientes a

Organizaciones Sociales, Yaneth se compromete

con la propuesta del estatuto de víctimas,

iniciativa que fue construida con audiencias

regionales en las que éstas se encontraron,

hablaron, pero sobre todo, hicieron sus aportes,

sembraron esperanzas que el Congreso nacional

finalmente silenció, acogiendo las razones

económicas del gobierno. Pero, como afirma

Yaneth, esta derrota no es el final.

“La tarea es regresar a las regiones: Contarle a

la gente el papel nefasto que cumplió el Gobierno

para hundir la ley; la injerencia del poder

ejecutivo vulneró el Estado de derecho y la

democracia porque Álvaro Uribe cada día les

ordenaba a sus bancadas qué hacer y ellas

obedecían sin ningún criterio humanista. Eso

evidenció la debilidad que tiene esta

democracia”.

Mientras Yaneth persiste en la incidencia política

y en la vía legislativa, otras personas y

organizaciones han pensado que sería bueno

llevar la propuesta de ley a un referendo. Sin

embargo, ella no está de acuerdo: “Poner en

manos de un referendo una ley de víctimas no

se ajusta al derecho internacional porque los

derechos de las víctimas no pueden negociarse

ni pueden someterse a mayorías, que, como en

este país están manipuladas por muchas razones.

Los derechos existen por sí mismos, los tienen

las personas por el simple hecho de ser personas

y lo que debe hacer el Estado es cumplirlos,

respetarlos, garantizar que se den y si hace leyes

que van contra ellos, lo que tenemos que hacer

las víctimas es pedir su nulidad. Así se hizo en

Argentina, en Chile, en Uruguay. Durante 30

años las Madres de Plaza de Mayo pidieron la

nulidad de leyes y lo lograron. Por iniciativa de

la sociedad y la persistencia de los familiares, el

Congreso que había aprobado las leyes de

nulidad, de obediencia debida y punto final fue

el mismo órgano que las anuló mucho tiempo

después por una ley donde las víctimas ahora

son más respetadas. Y yo como víctima no aspiro

a nada más que eso: que algún día un Congreso,

que sea independiente del Ejecutivo, declare la

nulidad de leyes como la 975 o que de ser

aprobada una ley de víctimas en nuestra contra

como lo pretende el presidente Uribe, también

sea anulada”.

Esta es Yaneth Bautista: la mujer, familiar de

desaparecidos, abogada y defensora, militante

de la causa de los derechos humanos en el

mundo, que en quince años se ve abuela, mamá

y esposa, pero en últimas haciendo siempre lo

mismo, al lado de muchas mujeres, creando

cosas, llorando y riendo por las luchas

“echándonos el dolor a la espalda y saliendo a

la calle como siempre lo hemos hecho”.

Page 48: Revista Anual Revelando No2

* Comunicador Wiwa. Organización Gonawindúa Tayrona. Artículo publicado en actualidadetnica.com

Voces regionales - Sierra Nevada de Santa Marta

Militares violansitios sagradosen la Sierra Rafael Mojica*

Resulta irónico que entre tantos terrenos los militares escojan precisamente los lugares sagrados

donde se realizan los pagamentos, donde se llega a reflexionar; que sean estos los lugares más

adecuados para hacer campamentos, fogatas, huecos trinchera con vasijas llenas de cuarzos.

Por donde pasan arrasan con todo, sin pensar que están robando.

45 vocesregionales

Foto: sacredland.org

Page 49: Revista Anual Revelando No2

46reVelando

En Makutama, uno de los lugares sagrados del

pueblo Kogui, ubicado en el departamento de

la Guajira, en la cuenca del río San Miguel, no

se le permite el paso a nadie. Sin embargo, los

miembros del Ejército, sin pedir permiso llegaron

a finales de abril y permanecieron varios días

sólo para hacerle daño a la madre tierra, porque

lo que hicieron fue dañar los sitios donde se

depositan las ofrendas, dejar bolsas, latas y

llevarse todos los materiales sagrados que había

ahí. Cuando, según ellos, vienen a proteger a

los pueblos de los grupos ilegales ¿de qué forma

los protegen?

El mama Serankwa estructuró y organizó estos

sitios sagrados, cada uno con funciones diferentes

y específicas para cumplir la normatividad de

convivencia, legado de nuestros padres

espirituales para cuidarlos y mantener el

equilibrio con la naturaleza.

Gonawindúa (a quien llamamos el corazón del

mundo) la montaña más alta de la Sierra Nevada

de Santa Marta y los

demás que se

encuentran en sus

alrededores están

siendo fuertemente

afectados. También,

a cada elemento que

dejó en la naturaleza

le fue asignado un

jefe (guardián) para

que el hombre, con

su debida consulta

y permiso, pudiera

andar o hacer uso

de tales recursos sin arriesgarse a tener peligros.

He aquí la importancia de la Sierra y donde sólo

los mamos que están purificados pueden rendir

tributo espiritual y material en los respectivos

sitios.

Pero hoy el hermanito menor llega hasta el

último rincón de la Sierra para causar estos actos

y llevarse lo que no es de él. "Cuando se meten

al nujue (casa donde se reúnen los hombres) y

nos roban el poporo eso nos duele, pero lo

hacemos nuevamente o cuando se llevan las

mochilas, volvemos a tejer otra, no se ha perdido

nada; pero cuando se llevan estos materiales no

tenemos cómo recuperarlos, no hacemos piedra,

ni cuarzos infinitamente, los perdemos para

siempre. Por eso le pedimos a los militares que

por favor nos regresen todo lo que se han llevado

de nuestro territorio y también que nos dejen

las piedras que rodaron en las pendientes, en

su respectivo lugar", dijo Manuel Díngula, Mama

de Makutama.

Las bolsas plásticas, baterías y latas que tiran los miembros del Ejército atentan contra el equilibrio dela naturaleza.

Foto: Rafael Mojica

Page 50: Revista Anual Revelando No2

47 vocesregionales

¡Si en Makutama llueve en Surivaca no

escampa!

A finales de mayo de 2009 otro de los lugares

sagrados sufrió otro abuso. Surivaca está ubicado

en el departamento del Cesar, en la cuenca del

Río Badillo.

Según la Saga María Mojica "nosotros

pensábamos que estábamos solos, pero cuando

nos dimos cuenta estábamos rodeados de gente

extraña de lado a lado en los lugares frágiles

donde ni siquiera a nosotros se nos permite

llegar. A simple vista vemos que son cerros,

piedras, cuarzos, pero en realidad son como

nosotros ellos son los que nos cuidan y nosotros

también los cuidamos a ellos a través de

pagamentos, ceremonias y confesiones.

“Esto fue dejado así desde el origen y somos

nosotros los responsables de protegerlos. Cuando

los militares llegaron por acá pensamos que iban

para otra parte pero no nos imaginamos que se

fueran a quedar a vivir por acá y menos que nos

fueran a causar daño. Pero miren lo que han

hecho: se han llevado los cuarzos, oro, piedra y

han arrancado las piedras; las parten, las botan

para otra parte o las tiran por las pendientes.

Han llegado en helicóptero y a pie hasta el cerro

Gonawindúa al que nosotros llamamos corazón

del mundo, y al pie de éste se encuentra la laguna

conocida como Abu Dumena donde nace el Río

Badillo. Hacen fogata en la orilla, tiran las bolsas,

las baterías, y las latas al agua. Aquí sólo pueden

llegar los mamas cuando van a hacer los

pagamentos. Si bien sabemos que el agua nos

sirve a todos, no solamente a nosotros los

indígenas, están cometiendo un acto violento

contra la madre tierra y contra nosotros".

Centenares de indígenas se reunieron para

protestar contra el daño ambiental que las tropas

de alta montaña están causando en la Sierra

Nevada y lo que se busca con esto es que el

Ejército respete los lugares sagrados y cambie

su actitud en los territorios indígenas que están

ocupando en estos momentos para que los

pueblos originarios sigan cumpliendo con la ley

de origen.

Además de la profanación están dañando a

nuestra madre con bolsas, baterías y otros

materiales contaminantes que afectan el agua.

Cuando las bolsas se degradan en un promedio

de cien años, al igual que la batería, contienen

un compuesto tóxico y son dejados en cualquier

parte.

El daño que los uniformados le están haciendo a la Sierra Nevada

es irreparable.

Foto: Rafael Mojica Gil

Page 51: Revista Anual Revelando No2

48reVelando

"Oigo que ustedes tienen retenes, peajes y lugares

privatizados, que para entrar hay que pedir

permiso o pagar el peaje para andar por esa

carretera. Así mismo es la Sierra, hay lugares

donde no se puede pasar sin pagar a los padres

del agua, del viento, de las piedras, de los cerros,

de los bosques, es decir, a todos ellos se les pide

el permiso para estar en paz con la naturaleza.

Cuando ellos arrancan una piedra que está

cumpliendo la función de recibir y protegernos

es como atentar contra la vida de un mama y,

sin embargo, no creen que están cometiendo ese

acto. ¿Por qué el Ejército actúa de esa manera?

Por eso decidimos reunirnos los mamas y

autoridades para mandarles un mensaje

a los hermanos menores sobre el daño

que nos están causando y también les

pido el favor que nos ayuden a

cuidar la Sierra Nevada", comentó

el mama Felix Mojica. Si los

hermanitos menores siguen así,

¿qué será de nuestro futuro y

el de nuestros hijos?

Foto

: mul

dsig

aba.

org

Page 52: Revista Anual Revelando No2

49

El derecho a defender

Los defensores dederechos humanosacusados sin fundamento

Andrew Hudson y Elizabeth Jordan*

* Human Rights First

Presos y señaladosen Colombia

En un sistema de justicia penal destacado por

sus niveles de impunidad, la tenacidad de los

fiscales colombianos que llevan casos en contra

de los defensores de derechos humanos es

impresionante. Los problemas estructurales de

corrupción y acciones arbitrarias del sistema

judicial que afectan a la gran mayoría de

colombianos tienen un doble impacto sobre las

personas que defienden los derechos humanos:

además de enfrentar investigaciones y procesos

derecho adefender

Page 53: Revista Anual Revelando No2

penales sin fundamento, los casos judiciales se

hacen públicos desde el primer momento, lo

que mina la legitimidad de los defensores y

frecuentemente los expone a ataques de grupos

paramilitares.

En febrero de 2009 Human Rights First publicó

un informe que revela y analiza, por primera

vez, el uso de procesos penales sin fundamento

contra 32 defensores de derechos humanos. Si

bien no sólo los defensores son objeto de

investigaciones fabricadas ad hoc, su persecución

como grupo se caracteriza por el tipo de cargos

imputados y los métodos empleados para

recoger y falsificar la evidencia. Por lo general

son acusados de rebelión y pertenencia a las

organizaciones guerrilleras y hay patrones típicos

en las investigaciones y los procesos penales en

su contra, como el uso de

testimonios

falsos de ex combatientes y de archivos de

inteligencia y demás pruebas ilegales.

Aparte de lo anterior, la rápida investigación de

las denuncias penales contra los defensores

contrasta marcadamente con la falta de

indagaciones sobre los ataques, las amenazas y

las otras formas de intimidación que los afectan

a ellos o a la población civil en general. El Estado

colombiano tampoco investiga o judicializa a

los funcionarios públicos que instigan procesos

penales artificiosos.

Los cargos penales sin fundamento son dañinos

para los defensores de derechos humanos de

muchas formas:

• El señalamiento de los defensores como

colaboradores de terroristas los expone a

amenazas y a actos violentos a manos de

los paramilitares y de las nuevas bandas

criminales integradas por desmovilizados

de estos grupos.

• Los procesos penales obligan a los

defensores a gastar tiempo y recursos en

su propia defensa, lo que limita su

capacidad de trabajar en favor de los

derechos humanos.

• Los cargos desprestigian a los defensores

y empañan sus perfiles como activistas

legítimos de derechos humanos y

• La amenaza de un proceso penal tiene un

efecto intimidante en el que los defensores

se autocensuran y limitan sus actividades.

reVelando 50

Page 54: Revista Anual Revelando No2

51 derecho adefender

Patrones generales de investigación

Generalmente, un fiscal regional inicia una

investigación previa y secreta de un defensor,

que puede incluir la recolección de informes de

inteligencia del Ejército, la policía judicial u otras

entidades estatales de seguridad, que suelen

contener información irrelevante y calumniosa.

Después el fiscal obtiene declaraciones falsas,

incoherentes o contradictorias de testigos que

reciben beneficios del Estado por ser ex

combatientes en proceso de reinserción. En esta

etapa es común que el defensor sea capturado

y detenido y, a veces, pasado un tiempo

significativo, se le acusa de rebelión por ser,

presuntamente, un terrorista o un guerrillero.

Human Rights First no conoce ningún caso en

el que un defensor hubiera usado la violencia o

las armas. Sin embargo, las acusaciones suelen

basarse en la supuesta pertenencia clandestina

de los defensores a las Farc.

Es frecuente que un fiscal superior archive o

deseche la investigación después de que la

defensa solicite una revisión del caso. No

obstante, no hay un proceso automático de

revisión y la defensa tiene que acudir a una

variedad de herramientas legales para apelar la

decisión del fiscal inicial y solicitar la revisión

de otro fiscal o juez. Se puede cerrar una

investigación después de solo unos días, pero

en algunos casos ésta y las detenciones

relacionadas se extienden por años. En ocasiones,

el fiscal lleva el proceso penal a juicio y en esos

casos es muy común que el juez declare inocente

al defensor. Sin embargo, muy pocas veces, se

declara culpables de rebelión a los defensores,

aun cuando las pruebas no indican objetivamente

ese resultado.

Cuando se archiva oportunamente la

investigación, de todas maneras los defensores

ya han sido señalados como terroristas y el riesgo

de ser atacados aumenta: muchos defensores

son acusados sistemáticamente por paramilitares

y a raíz de ello tienen que buscar asilo en otros

países.

Ejemplo: las grabaciones de conversaciones

telefónicas revelen la práctica de fabricación de

cargos

El 7 de octubre de 2008 los

medios de comunicación

colombianos reportaron una

conversación telefónica entre

el General (r) Rito Alejo del

Río y el antiguo Ministro del

Interior y Justicia, Fernando

Londoño Hoyos. Los dos

hombres hacían planes para

denunciar a la Comisión

Intereclesial de Justicia y Paz

(CIJP) y a uno de sus fundadores, el Padre Javier

Giraldo. La CIJP es una organización de derechos

humanos reconocida a nivel internacional, que

trabaja pacíficamente a favor de la protección

de los derechos de comunidades marginadas

como los pueblos afrocolombianos e indígenas.

Por muchos años el Padre Giraldo y la CIJP han

denunciado las violaciones de derechos humanos

cometidas presuntamente por el General del

Padre Javier Giraldo

Page 55: Revista Anual Revelando No2

52reVelando

Río, cuando dirigió la XVII Brigada del Ejército

en Urabá.

En la grabación, Del Río y Hoyos hablan de

cómo desprestigiar a la CIJP. El general retirado

indica que anteriormente había intentado

promover otras investigaciones penales falsas

contra defensores. La conversación telefónica

revela que un antiguo general del ejército y un

alto funcionario del Ministerio del Interior y

Justicia creen que es aceptable intimidar y

desprestigiar a los activistas que denuncian las

violaciones de derechos humanos. También

muestra la conexión entre el señalamiento

público y los procesos penales, explicando que

las acusaciones públicas crean un contexto en

el que es más fácil acusar a los defensores.

El 11 de febrero y el 10 de marzo de 2009 un

fiscal ordenó abrir investigaciones penales contra

el Padre Javier Giraldo y el director de la

Corporación Jurídica Libertad, Elkin Ramírez.

El fiscal los acusa de falsa denuncia, injuria y

calumnia. Estas pesquisas fueron reanudadas

con base en las denuncias hechas en los años

2004 y 2005 por el Coronel Néstor Iván Duque

López, comandante de la Brigada Militar

involucrada en la masacre de San José de

Apartadó de 2005.

Human Rights First teme que las acusaciones

fueron motivadas por las denuncias hechas por

Giraldo y Ramírez sobre la participación del

Coronel en la masacre de San José de Apartadó.

El 8 de abril de 2009 un fiscal emitió una

resolución de preclusión y reconoció que la

investigación contra ellos fue errónea.

Los problemas con los testimonios de testigos

Las investigaciones penales contra defensores

suelen basarse en testimonios de ex combatientes

o informantes de las guerrillas con relaciones

cercanas a funcionarios del Gobierno. Estos

testigos, sean desertores de las Farc o de otros

grupos, buscan las garantías brindadas a los

miembros de grupos armados que se

desmovilizan y reinsertan a la sociedad. La

jurisprudencia en Colombia, tanto de la Corte

Suprema de Justicia, como de la Corte

Constitucional, enseña que el testimonio de tales

testigos debe manejarse con precaución porque

proviene de personas que no son imparciales y

que se benefician de su colaboración con las

autoridades.

Mientras que los testimonios de tales personas

son, por su carácter, poco confiables, también

hay indicios de que algunos

funcionarios han

influenciado sus

declaraciones.

Además de

usar testigos

poco creíbles,

con frecuencia

los fiscales, las

Andrew Hudson, deHuman Rights First

Page 56: Revista Anual Revelando No2

53

fuerzas armadas o el DAS interfieren con su

testimonio. Aparentemente, algunos fiscales los

preparan y les guían directamente sobre lo que

debe aparecer en sus manifestaciones. Por

ejemplo, en algunos casos, los fiscales y jueces

que revisaron los casos citaron secciones de

declaraciones de diversos testigos que tienen

frases completas, idénticas entre sí, lo que

muestra que fueron instruidos por el fiscal inicial

en el caso.

Revelaciones inconsistentes, contradictorias y

vagas aparecen sistemáticamente en las

investigaciones penales en contra de los

defensores de derechos humanos. Con

frecuencia, los testigos no pueden describir,

identificar ni nombrar al defensor o defensora

con claridad como el líder guerrillero al cual

acusan. Afirmaciones incoherentes o

inverosímiles no cumplen con los estándares

básicos de pruebas y no deberían ser usadas

como evidencia. No obstante, en estos casos, ni

se evalúa ni se corrobora con bastante rigor su

testimonio, porque muchos fiscales regionales

lo consideran verosímil y real.

Ejemplo: El uso del sistema judicial para señalar

a los defensores de derechos humanos: Príncipe

Gabriel González

Príncipe Gabriel González Arango es un

reconocido líder estudiantil en el departamento

de Santander. El 4 de enero de 2006 fue detenido

en Bucaramanga bajo cargos falsificados de

rebelión y del liderazgo de una milicia urbana.

En ese entonces, González era Coordinador

Regional del Comité de Solidaridad con los

Presos Políticos (CSPP). Después de 15 meses,

lo liberaron de la cárcel y un juez lo declaró

inocente de todos los cargos. El juez reconoció

que el sistema judicial había sido manipulado

y desechó las pruebas de testigos, al menos

parcialmente “por la preocupación por su

utilización para direccionar la acción de la justicia

en contra de aquellos que reivindican las luchas

sociales por los cauces democráticos.” El otro

testigo en el caso le dijo al CSPP que había dado

sus declaraciones bajo presión de miembros de

la policía y del CTI en Bucaramanga. A pesar

de ser liberado, González continúa recibiendo

amenazas de muerte y aparece en las “listas de

muerte” enviadas por los paramilitares.

Lamentablemente, la

Fiscalía decidió apelar

su absolución. En una

decisión del 24 de

febrero de 2009, el

Tribunal Superior de

B u c a r a m a n g a

encontró a González

culpable de rebelión y

lo sentenció a 7 años

más de prisión. La

preocupante decisión

del tribunal citó el

trabajo de González por los derechos humanos

y por abogar por los presos, como evidencia de

su participación con la guerrilla. Su caso ha sido

reconocido por el Alto Comisionado de las

Naciones Unidas para los Derechos Humanos,

el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas

Príncipe Gabriel González

derecho adefender

Page 57: Revista Anual Revelando No2

54reVelando

para las Detenciones Arbitrarias, el Relator

Especial de las Naciones Unidas para los

defensores de Derechos Humanos y el gobierno

de los Estados Unidos en su informe anual de

derechos humanos.

La dependencia ilegal de informes de

inteligencia falsos y sin fundamento confiable

El uso de testigos poco fiables que han

sido preparados por fiscales se agrava

con una segunda fuente de pruebas

imperfectas en los casos de cargos contra

defensores y defensoras: informes o

archivos de inteligencia que no han sido

corroborados. Regularmente, sólo con estos

informes, los fiscales inician o siguen una

investigación penal, a pesar de que el

derecho Colombiano prohíbe claramente

esta práctica.

Hay buenas razones por las cuales los informes

de inteligencia no constituyen evidencia

admisible: frecuentemente contienen

información fallida e incendiaria sin pruebas

concretas de la participación de un defensor en

grupos guerrilleros e incluyen declaraciones

generales basadas en opiniones que confunden

la defensa de los derechos humanos con el

terrorismo. Los informes de inteligencia suelen

ser sólo una suma de declaraciones dudosas de

testigos sin otras pruebas que corroboren esas

declaraciones. En el avance del proceso legal,

los fiscales empeoran el problema cuando

suscitan afirmaciones de testigos que repiten las

especulaciones contenidas en los informes, como

se mencionó atrás.

Las organizaciones de derechos humanos en

Colombia sugieren que oficiales militares

aprovechan los falsos informes

de inteligencia que

Page 58: Revista Anual Revelando No2

incriminan a defensores para presionar a los

fiscales para que abran investigaciones en su

contra. Además, muchas veces estos los usan

como información para los medios de

comunicación, lo que pone en peligro las vidas

de los defensores por señalarlos falsa y

públicamente como terroristas o guerrilleros.

Los problemas en la investigación previa

En el derecho penal colombiano hay garantías

procedimentales que pretenden prevenir el uso

de pruebas sin fundamentos y que promueven

la revisión sin sesgos de la evidencia. Algunos

ejemplos de esas garantías son los límites de

tiempo para realizar las investigaciones y la

obligación de informar a las personas que están

bajo investigación. Sin embargo, es común que

los fiscales descuiden estas garantías y, a su

turno, detengan a los defensores por periodos

de tiempo que sobrepasan los límites y realizan

investigaciones sin informar sobre el estado de

la investigación o consiguientes cargos. Por

ejemplo, aunque la etapa inicial del proceso

jurídico está limitada a seis meses por la ley, hay

casos que estaban bajo investigación, sin

conocimiento del acusado, hasta por cinco años.

Un problema relacionado, pero más serio, es el

incumplimiento de la norma de informar a los

defensores de los cargos en su contra una vez

que se haya terminado la investigación previa,

y, a veces, aún después de haberlos capturado.

En estas circunstancias, parece que el propósito

de las investigaciones previas es intimidar, callar

o disuadir a los defensores de seguir trabajando

en favor de los derechos humanos.

La detención arbitraria de los defensores de

derechos humanos

Según el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la

Detención Arbitraria, una detención es arbitraria

“cuando la privación de libertad resulta de un

enjuiciamiento o una condena por el ejercicio

de derechos o libertades”. Frecuentemente los

defensores son detenidos sin una orden de

captura válida, se les mantiene en detención

preventiva o bajo medida de aseguramiento sin

justificación y sufren condiciones inaceptables

de detención. La privación de la libertad de los

defensores de derechos humanos sucede en el

marco de una coyuntura de una alta incidencia

de detenciones arbitrarias de la población en

Colombia. La Coordinación Colombia, Europa,

Estados Unidos (CCEEUU) documentó 6,912

aprensiones arbitrarias de civiles entre agosto

de 2002 y julio de 2006. La mayoría de estos

casos se presentó en grupos de diez o más

personas.

derecho adefender55

Page 59: Revista Anual Revelando No2

56reVelando

Si bien la detención arbitraria de toda persona

es una violación grave del derecho internacional

y del colombiano, la que se ejerce sobre los

defensores de derechos humanos es

particularmente dañina al pleno disfrute de los

derechos humanos por dos razones: primero,

despierta la preocupación de que el defensor

fue detenido por haber ejercido sus derechos y

libertades fundamentales, como la libertad de

expresión y de asociación. Segundo, tiene un

efecto inquietante al mostrar a la comunidad en

general que cualquier persona puede ser privada

de su libertad. Miembros de la sociedad civil

colombiana expresan sus inquietudes ante el

hecho de que las Fuerzas Armadas, el DAS y

los fiscales se coordinan para intimidar a los

defensores con sus detenciones.

Ejemplo: la detención de defensores por su

ejercicio de derechos fundamentales: Martín

Sandoval

El 4 de noviembre de 2008

varios defensores de

derechos humanos fueron

detenidos en Arauca

como parte de una

operación que se parecía

a una detención previa de

otro grupo de defensores.

Aparentemente, una fiscal

local autorizó la operación,

acusando a los defensores

de rebelión. La Policía, el

DAS y el CTI, realizaron

la detención del grupo,

incluyendo a Martín Sandoval, Presidente del

Comité Permanente de los Derechos Humanos

(CPDH) en Arauca, defensor de derechos

humanos bien conocido porque ha revelado la

historia de abusos de derechos humanos en

Arauca, particularmente en temas de

detenciones arbitrarias, desplazamiento forzado

y ejecuciones extrajudiciales.

Conclusiones y recomendaciones

En Colombia, como en cualquier Estado, los

fiscales tienen la responsabilidad de investigar

y realizar procesos penales que aseguren que

haya justicia para los responsables: pero, las

investigaciones deben ser realizadas de acuerdo

con el derecho colombiano y las normas

internacionales. Este artículo ha mostrado que

frecuentemente las investigaciones en contra de

los defensores de derechos humanos se inician

con sustento en evidencia fabricada o inverosímil

de testigos a los que les falta objetividad o de

informes de inteligencia falsos e inadmisibles;

también deja ver que las frecuentes detenciones

arbitrarias se hacen para coartar la labor de las

organizaciones.

Dado que los defensores están sufriendo este

tipo de persecución es necesario crear soluciones

que se enfoquen específicamente en ellos.

Aunque no hay ninguna evidencia de que exista

una política central de formular procesos penales

maliciosos contra los defensores de derechos

humanos, altos funcionarios del Gobierno han

realizado investigaciones penales falsas y es

rutinario que promuevan la percepción de que

Martín Sandoval

Page 60: Revista Anual Revelando No2

57

los defensores son terroristas. Funcionarios de

todos los niveles, y hasta el Presidente de la

República, niegan la legitimidad del trabajo de

defensa de los derechos humanos y a la vez

fomentan la creencia equivocada de que el trabajo

a favor de los derechos humanos está

íntimamente vinculado con actividades

subversivas. El Gobierno central también tiene

responsabilidad en no haber tomado acciones

para corregir un problema sistémico.

En muchos de los casos de defensores de

derechos humanos, un fiscal o juez superior

levantó los cargos eventualmente. Aún así, la

investigación nunca debió iniciarse y la revisión

del proceso debió suceder más temprano. Y a

pesar de que el proceso se cerró, el defensor ya

fue señalado como insurgente

y terrorista y es posible que

enfrente amenazas de

muerte y tenga miedo de ataques por el resto

de su vida. La realidad de que se hayan

desechado tantas investigaciones en contra de

los defensores no muestra un buen

funcionamiento del sistema jurídico, sino el

carácter endémico y extensivo de los problemas

fundamentales.

Hay varias soluciones que el Estado colombiano

debe promover para acabar con la práctica de

procesar sin fundamento a los defensores de

derechos humanos: primero, es necesaria una

coordinación centralizada que garantice la

revisión de cada investigación contra los

defensores de una manera oportuna y objetiva.

La existencia de un mecanismo así, por ejemplo

en la Unidad de Derechos Humanos de la

Fiscalía General de la Nación, puede disuadir

el inicio de tantas investigaciones.

Segundo, es necesario impulsar cambios en el

comportamiento de los fiscales

colombianos en las

investigaciones en contra

de defensores: los

f i s c a l e s d e b e n

r e c h a z a r

c o m p l e t a m e n t e

cualquier testimonio

inverosímil, dejar de

influenciar a los

tes t igos en su

r e n d i c i ó n d e

declaraciones y

evaluar con cuidado

el testimonio de los

ex combatientes que

derecho adefender

Page 61: Revista Anual Revelando No2

58reVelando

reciben beneficios del proceso de reinserción.

También deben ofrecer las pruebas que

cuestionen la credibilidad de los testigos a los

acusados, y finalmente, deben cesar el uso de

los informes de inteligencia como evidencia en

los procesos penales o administrativos, así como

dejar de hacer pública la información contenida

en los citados informes.

La sociedad colombiana, y específicamente los

fiscales y jueces, siguen cuestionando el carácter

del trabajo de defensa de los derechos humanos

de una manera inapropiada. Todo funcionario

colombiano debe abstenerse de hacer

declaraciones que desprestigien el trabajo de

defensa de los derechos humanos o señalen a

los que realizan tal labor, como guerrilleros. El

Presidente de la República debe emitir una

nueva Directiva Presidencial a tal fin, parecida

a las emitidas por administraciones anteriores.

Con estos cambios, la labor esencial que realizan

los defensores de derechos humanos

colombianos se podrá desarrollar sin los

impedimentos de los procesos penales sin

fundamento y sin el señalamiento como

terroristas que pone en peligro sus vidas.

Page 62: Revista Anual Revelando No2
Page 63: Revista Anual Revelando No2

Comunidades afrocolombianas delPacífico caucano

reVelando

Experiencias de protección

COCOCAUCA*

*Coordinación de Consejos Comunitarios del Pacífico Caucano

Para los grupos étnicos negros e indígenas y las comunidades campesinas

en Colombia, los territorios y las tierras son un espacio sagrado para el

florecimiento de la vida porque allí se garantiza, entre otros, la soberanía

alimentaria y la realización de sus actividades culturales. En la región del

Pacífico (segundo pulmón del mundo) el territorio es espacio de relacionamiento,

de sostenibilidad ambiental y de convivencia con la biodiversidad. Ante tanta

riqueza, la gente ha estado sometida a la presión, despojo y desalojo de sus

sitios bajo diversas modalidades que han agudizado la guerra y han servido

de cultivo al surgimiento de las guerrillas.

Históricamente y con la complicidad del Estado, las tierras han sido usurpadas

y expropiadas a las comunidades campesinas y a los grupos étnicos negros

Comunidades afrocolombianas delPacífico caucano

60

Page 64: Revista Anual Revelando No2

61 protección

e indígenas, inicialmente por grupos de

terratenientes, luego por agroindustriales y, en

las dos últimas décadas, por agentes asociados

a megaproyectos farmacéuticos, mineros,

madereros, cocaleros y de los agrocombustibles.

Cultivos de uso ilícito y fumigaciones

En la década de los 80, la coca penetra los

territorios de los campesinos en el oriente del

país y luego se expande por la zona central, se

traslada con mayor intensidad al sur del país

hasta finales del siglo XX. En estos sitios se

recrudece la guerra con alta intensidad, con una

disputa de los grupos armados legales e ilegales

por el control de los territorios y el negocio de

los ilícitos. En este escenario del conflicto

se violan los Derechos

Humanos y el Derecho Internacional

Humanitario.

Para atacar el flagelo del narcotráfico se pone

en marcha el Plan Colombia desde el periodo

de gobierno 1998 - 2002, hasta nuestros días,

como estrategia fundamentalmente militar en

la que interviene de manera directa el Gobierno

de los Estados Unidos, con el pretexto de asumir

una arremetida contrainsurgente que afecta en

especial a la población civil. Durante este periodo

la producción de la coca se mantiene y la frontera

agrícola de este cultivo se traslada a sitios

previsibles como la región occidental del país

que hasta ese momento estaba libre de coca.

La pregunta es por qué, si el Estado colombiano

conoce los procesos migratorios del cultivo de

la coca, no asume una estrategia preventiva y,

por el contrario, permite su ampliación. Una de

las razones que se destaca es que desde

comienzos de la década del 90, el gobierno de

ese entonces adopta la apertura económica

neoliberal y enfoca la mirada a los territorios

del Pacífico colombiano como zona económica

estratégica, catalogada el mar del

siglo XXI; pero la otra razón es

que allí se daría por primera

vez la titulación colectiva de

aproximadamente cinco

millones de hectáreas a las

Page 65: Revista Anual Revelando No2

62reVelando

comunidades negras. O sea que, por un lado,

se reconocían derechos conquistados por los

negros y consagrados en la Constitución

Nacional de 1991 y, por otro, se permitía de

manera pasiva la proliferación de los cultivos

de uso ilícito, que serviría de justificación para

ampliar los factores de guerra.

Por supuesto que ese territorio región de grupos

étnicos negros e indígenas ubicado en la cuenca

del Pacífico, rico en biodiversidad y puerta de

entrada y salida al comercio internacional, no

podía estar en manos de negros e indígenas,

que lo habían cuidado por más de 300 años,

lo conservaban

e impulsaban

un desarrollo

sostenible que no

encajaba en el

modelo neoliberal.

P o r e s o s e

trasladan a esta

área del país todos

l o s f a c t o r e s

generadores de

guerra y por tanto

se gesta la mayor violación histórica a los

Derechos Humanos y al Derecho Internacional

Humanitario (DIH) que han sufrido las

comunidades negras e indígenas a manos de

los actores armados legales e ilegales: se

presentan, por ejemplo, las masacres en la región

del Naya en el Cauca, en abril de 2001, cuando

los paramilitares actuaron bajo la complicidad

del Estado, apoyados por la fuerza pública, tal

como lo reconoció el jefe paramilitar Ever Veloza

alias 'H.H.', en audiencia con la Fiscalía (después

de su proceso de negociación con el Gobierno

de Uribe).

Así, lentamente en el Pacífico caucano son más

frecuentes las muertes selectivas permanentes

y diarias, la violación de niñas y mujeres, el

reclutamiento forzoso, las amenazas, los procesos

de confinamiento en sus lugares, la restricción

en el suministro de comida y víveres, los

bombardeos sin control, las supuestas

fumigaciones a cultivos de coca en áreas como

el ecosistema de los manglares y la estrategia

de desterritorialización y desplazamiento

forzoso.

Por otra parte, los

grupos armados

ilegales convierten

la región Pacífica

e n c o r r e d o r

estratégico para el

tráfico de drogas y

de armas, por sus

características

geográficas de

salida al mar.

Es evidente que el establecimiento de estos

cultivos en la región no lleva más de 10 años,

pero son muy profundos e incalculables los

efectos negativos causados a la población infantil,

las mujeres, los adultos y, en general, a la

dinámica organizativa tradicional y de

reivindicación social. Cuando estos grupos violan

los Derechos Humanos y el DIH causan, además,

daños al medio ambiente y generan el

Page 66: Revista Anual Revelando No2

rompimiento estructural de valores étnicos y

culturales entre la población.

Sin embargo, el Estado colombiano ataca al

cultivador como el primer eslabón de la cadena

(que recibe los mínimos beneficios del negocio)

y actúa con pasividad ante los productores y

expendedores de los precursores químicos, que

reciben las ganancias de esta industria y tienen

una alta dosis de responsabilidad sobre los

problemas que afectan a las comunidades negras

e indígenas.

Esta actitud ambigua del Estado colombiano,

que permite la expansión de la coca y luego

fumiga los territorios colectivos de los grupos

étnicos, genera inseguridad alimentaria, produce

desplazamiento poblacional y desalojo territorial.

Como solución al problema que se intensifica,

el Gobierno involucra en el conflicto armado a

la población civil por medio de diferentes

programas como familias guardabosques,

acompañados del establecimiento de los cultivos

de palma africana como monocultivos para

producir agrocombustibles, en un territorio

catalogado con la más alta biodiversidad del

mundo de especies por unidad de superficie y

con un significativo patrimonio cultural material

e inmaterial de los grupos étnicos.

El Gobierno nacional sin ningún grado de

concertación comunitaria, y acabando con la comida

tradicional de la gente, mantiene su política de

fumigación aérea a las comunidades negras e

indígenas en los territorios colectivos étnicos,

situación que atenta contra la vida integral en su

conjunto.

Durante 2008 se fumigaron más de tres veces los

Consejos comunitarios de los municipios de Guapi

y Timbiquí.

Del 13 al 15 de marzo de 2009 se fumigaron los

territorios colectivos de los Consejos comunitarios

de comunidades del municipio de Guapi (Cauca).

Lo mismo sucedió del 3 al 5 de abril de 2009 con

los territorios colectivos de los Consejos

comunitarios de comunidades del municipio de

Timbiquí (Cauca).

Los agrocombustibles sobre la gente

El Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez

considera prioritario la producción de

combustibles vegetales en especial con palma

africana, para garantizar la inserción del campo

colombiano en los mercados globales con

vinculación de los Estados Unidos. So pretexto

de consolidar el control del territorio combate

los cultivos de uso ilícito y lucha contra las

drogas y el terrorismo, con fundamento en la

política de seguridad democrática.

protección63

Page 67: Revista Anual Revelando No2

El asunto de fondo está soportado en la estrategia

del comercio internacional teniendo en cuenta

que existen compradores de aceite de palma

como Reino Unido, Alemania y España. Por eso

el Ministerio de Agricultura anuncia que “La

palma de aceite es el cultivo de mayor

crecimiento en Colombia, lo que se traduce en

ser el primer productor de aceite de palma en

América, seguido por Ecuador, Costa Rica y

Honduras y el quinto en el mundo”. (Citado

por Salinas, Indepaz. 2008).

Con ese enfoque sus acciones apuntan a ocupar

6.1 millones de hectáreas en el territorio nacional

para este propósito (de acuerdo con los estudios

de tierras aptas para siembra de palma realizado

por Corpoica y Cenicaña en 1999).

La ocupación de tierras para siembra de palma

africana en la región del Pacífico, con la

complicidad del Estado, es ilegal e ilegítima. En

los territorios de los grupos étnicos se ha

establecido este cultivo a sangre y fuego, bajo

amenazas, intimidación y engaño. Se ha violado

el derecho al consentimiento previo, libre e

informado contenido en el Convenio 169 de la

OIT y en la Ley 21 de 1991 integrados al bloque

de constitucionalidad y, por tanto, se ha puesto

en marcha un proceso de

contrarreforma

agraria

y

de enajenación sobre los territorios colectivos

étnicos.

Por ejemplo en la zona de frontera con Ecuador,

las comunidades negras del municipio de

Tumaco fueron desalojadas por los palmeros

de las empresas Salamanca y Palmeiras. La

entidad estatal Incoder expidió una resolución

para que fueran devueltas las tierras a sus

legítimos dueños y declaró a estas empresas

como poseedores de mala fe, pero las empresas

aún no han devuelto las áreas ocupadas.

Situación similar se vivió en la zona norte del

Pacífico fronterizo con Panamá que fue ocupada

por una alianza entre parapolíticos y empresarios

sobre los títulos colectivos de las comunidades

negras de Jiguamiandó y Curvaradó en el Chocó,

entre otros, por empresas como Urapalma y la

extractora Bajirá. Mientras tanto, las víctimas

luchan porque el Estado les brinde las garantías

de derecho a la vida, la verdad, la justicia, la

reparación integral y la seguridad de no

repetición porque fueron desplazadas por el

Bloque Elmer Cárdenas de los paramilitares.

La apropiación de tierras para fines de

ampliación del modelo de agrocombustible con

palma africana se establece sobre

los extremos norte y sur

del Pacífico y ahora

se ubica en el

centro

o

reVelando 64

Page 68: Revista Anual Revelando No2

65 protección

corazón de la región en el municipio de Guapi

- departamento del Cauca (área de influencia

de la Regional COCOCAUCA), como medida

para romper los procesos y copar de maneras

estratégica y acelerada el territorio región de

grupos étnicos culturalmente diversos.

Para tal efecto la entidad estatal Corpoica está

al frente del proceso de promoción de la palma

africana en Guapi, en un escenario de incremento

del rearme paramilitar y de una concentración

de los programas de gobierno sobre esta

localidad. De esta manera el Gobierno nacional

está cumpliendo con uno de sus propósitos y

es la consolidación del control del territorio, sin

importarle el rompimiento de los valores de las

comunidades y de sus derechos como pueblo

fundamentados en la vida.

Finalmente se resalta que "usar tierras agrícolas

productivas para producir comida que será

quemada como biocombustible es un crimen

contra la humanidad". (Jean Ziegler, ex relator

de Naciones Unidas para el derecho a la

alimentación, citado por Salinas, Indepaz. 2008).

En la región del Pacífico, el establecimiento de

la palma se ha impuesto sobre las comunidades

a sangre y fuego. La empresa Salamanca S.A.

ubicada en Tumaco (Nariño) inicia el proceso

de negociación en Guapi.

Los empresarios que negociaron se distancian

y Corpoica, como entidad del Estado, asume la

dirección, supervisión, administración, y asesoría

técnica. Por otra parte, el programa Presidencial

Acción Social desarrolla todos sus proyectos en

la localidad.

La palma africana como política del Gobierno

nacional en Guapi (Cauca), que se inició en

2007, cuenta, a la fecha, con cerca de 200

hectáreas sembradas (13 hectáreas con 100.000

semillas híbridas en etapas de previvero y

vivero). La meta es llegar a 15.000 hectáreas a

cualquier costo.

En la actualidad 117 familias reciben del Banco

Agrario créditos en especie por valor de

$ 15.190.082/ ha /familia ha,

para 6 ha/familia = $ 91.140.492.

Se engaña a la gente con falsas promesas de

enriquecimiento fácil. Además, se le amenaza e

intimida. Por tanto, no se aplica el derecho al

consentimiento previo, libre e informado (Convenio

169 de la OIT), y se apunta a la contrarreforma

agraria y de enajenación sobre los territorios

colectivos étnicos y a la violación al proceso de

titulación colectiva consignado en la Ley 70 de

1993. Con lo anterior el Gobierno expone a la

población a una nueva modalidad de

desplazamiento forzado.

Page 69: Revista Anual Revelando No2

66reVelando

El tratamiento a las mujeres

Con este estado de guerra y de ofertas del

Gobierno de involucrar a las comunidades en

el conflicto, las mujeres son víctimas porque los

unos y los otros con sus dineros y armas han

generado serios problemas como la activación

de la prostitución de niñas, jóvenes y mujeres

adultas de las localidades. Al igual que los

hombres, las mujeres son sometidas a

reclutamiento forzado, por medio del engaño,

con la seducción de las armas y el dinero. Ellas

se enrolan voluntariamente a las filas de la

guerrilla y los paramilitares; otras hacen oficios

de apoyo porque se enamoran de estos hombres

y luego se convierten en objetivo militar del

bando contrario. En 2004, una joven de 17 años,

habitante del Pacífico caucano, fue novia de un

guerrillero; en 2005 fue enamorada por un

paramilitar y más tarde la asesinaron: le

prendieron fuego a su cuerpo con gasolina. En

la región, y en especial en la zona rural ribereña,

impera la psicología del terror y del miedo

generado por el poder de quienes tienen las

armas.

Las mujeres que son baluarte de la cultura de

los pueblos son seducidas o abusadas para otros

fines distintos a la reafirmación de identidad de

los actores armados que hacen presencia en los

territorios colectivos étnicos, situación que

agudiza el conflicto armado y pone en riesgo la

permanencia de la cultura y de la identidad.

El domingo 7 de junio de 2009 varias personas se

dieron cuenta de que una joven fue ultimada a

tiros a las 11:00 de la noche en el barrio San Pablo,

en la Carrera 4ª, entre calles 10 y 11, al parecer

por un jefe paramilitar de 'Los rastrojos'. Al

presunto personaje paramilitar la policía lo detuvo

por unas horas y el lunes 8 de junio de 2009 lo

liberaron con el pretexto de que fuera a enterrar a

la difunta, cuyo nombre nunca se identificó, pero

el asesino luego se fue del municipio en una lancha

de alto cilindraje.

Desmovilización, rearme paramilitar y demás

actores armados

A pesar de la desmovilización acordada con el

Gobierno nacional en 2005, en el área del Pacífico

de Colombia todavía se mantienen las

estructuras paramilitares y se han rearmado al

amparo de diversas denominaciones como 'Las

águilas negras', 'Los rastrojos' y 'Las nuevas

generaciones'. Sin embargo, el Gobierno

denomina a estos grupos bandas de criminales al

servicio del narcotráfico, pero son los mismos

y actúan guiados por la misma orientación y

modalidad.

Page 70: Revista Anual Revelando No2

67 protección

Pero la verdad que ven y viven los pueblos

negros del Pacífico es que el rearme paramilitar

existe. Estos nuevos grupos armados ilegales

ahora están ubicados en los sitios donde se

encuentra la fuerza pública y continúan

delinquiendo y asesinando a la gente,

intimidando, amenazando, promoviendo y

controlando el negocio de la droga.

El miércoles 9 de abril de 2008 fue asesinado en

su vivienda, en presencia de sus hijos menores de

edad, Isaías Quintero, el único curandero de las

comunidades de un río del Consejo Comunitario

de Sanjoc de la Regional COCOCAUCA.

El 17 de agosto de 2008 se inició un enfrentamiento

entre las Farc y el Eln y después sobrevino la

incursión de la fuerza pública que originó el

desplazamiento de 1.200 personas, incluidas 400

- 450 niñas y niños, es decir, todas, del Consejo

Comunitario de Sanjoc de la Regional

COCOCAUCA.

Al igual que la política de seguridad democrática

del Gobierno nacional con las fumigaciones, los

actores armados legales e ilegales han generado

serios problemas de desplazamiento silencioso

y masivo.

Por otro lado, las fuerzas guerrilleras intentan

cooptar las acciones de las organizaciones étnico-

territoriales afro, conocidas por legislación

especial como Consejos Comunitarios de

comunidades negras.

El sábado 9 de mayo de 2009 a las 3:15 de la tarde,

durante el Consejo Comunal de Uribe en Guapi

(Cauca), estalló una bomba en el parque generador

de energía eléctrica, que se sintió en todas las casas

de la cabecera municipal, cuya población asciende

a las 16.500 personas, aproximadamente. El hecho

ocurrió justo en los momentos en que los discursos

elogiaban los éxitos de la seguridad democrática y

cuando a esta parte del país, al igual que a la región

Pacífica en su conjunto, las políticas del Estado

las hunde en medio de la tormenta creciente de los

Page 71: Revista Anual Revelando No2

68reVelando

factores generadores de la guerra, los asesinatos

selectivos, las muertes injustificadas y las

fumigaciones aéreas que están matando la vida,

entre otras.

El 20 de mayo de 2009, a las 4:30 de la mañana

estalló una bomba de bajo poder explosivo en la

Estación de Policía de Guapi que afectó parte de

sus instalaciones. Por fortuna no hubo heridos,

pero fueron destrozados ventanales, puertas, techos,

equipos de cómputo y otros enseres y materiales

de la Casa Cural del Vicariato Apostólico de

Guapi, así como de dos viviendas vecinas. En la

Alcaldía Municipal también se afectaron ventanas

de la tesorería y del programa Familias en Acción.

El hecho fue atribuido a las Farc.

Las comunidades sometidas a la violación de

los Derechos Humanos

A las comunidades ubicadas en esta región del

sur del Pacífico colombiano se les violan de

manera permanente los Derechos Humanos y

el DIH tal como se advierte en las vivencias de

la población, de los líderes, hombres y mujeres,

y que se manifiesta en:

Las escuelas de las comunidades, así como

el restaurante escolar son ocupados por los

actores armados legales e ilegales, lo que

impide el normal desarrollo de las clases.

Los docentes que habitan en las

comunidades han dejado de hacer

presencia por miedo a los armados. Por

tanto, los niños no reciben sus clases.

En algunos territorios colectivos de la etnia

se instalan campamentos y “cocinas” para

el procesamiento de narcóticos.

La comunidad experimenta zozobra

permanente ante el temor por el

enfrentamiento de los armados que hacen

presencia dentro de sus territorios.

Los retenes, impuestos por los armados en

el río (zona de paso obligado como vía de

tránsito), generan pánico entre los

moradores.

Aumenta la presencia de personas ajenas

a la comunidad, en su mayoría mestizos,

que promueven los cultivos para uso ilícito

mediante la oferta de dinero, préstamos,

semillas e insumos.

El uso de insumos químicos y las

fumigaciones aéreas impulsadas por el

Gobierno nacional contamina las fuentes

de agua para el consumo de la comunidad.

Es preocupante el bombardeo y el

ametrallamiento de la fuerza pública, a

escasos metros de las localidades, como

ocurrió en la comunidad de Cabecitas

(Consejo Comunitario de Playón), que dejó

lesiones directas, como esquirlas y

quemaduras, a 20 personas, entre ellos

niños y mujeres.

El daño psicológico ha provocado en la

comunidad una situación de miedo y

deseos de abandonar el territorio.

Los niños y niñas de la comunidad son

acífico

Page 72: Revista Anual Revelando No2

69 protección

sometidos por los actores armados a

preguntas de toda índole, que solo buscan

sacarles información del bando contrario.

Los cocaleros pagan a unos y a otros de los

actores armados para que les permitan el

tránsito de combustible y de drogas.

La presencia del ejército oficial en el área

urbana del municipio de López de Micay,

incentiva la drogadicción en los jóvenes.

Los reinsertados se convierten en actores

de riesgo para las familias, parientes y

allegados.

Las embarcaciones son sometidas a penosas

requisas en altamar.

Las autoridades locales étnicas pierden su

autonomía.

Como se puede observar la población civil está

en situación de riesgo permanente, pero el pie

de fuerza oficial y su incremento tampoco es la

solución ni significa más seguridad y, por el

contrario, crea condiciones de inestabilidad

máxime ante los altos índices de corrupción y

nexos de la fuerza pública con actores ilegales

y narcotraficantes. En el primer semestre de

2008, dos comandantes y seis policías fueron

retirados de sus cargos por nexos con grupos al

margen de la ley.

El sábado 24 de enero de 2009 en horas de la

mañana, el batallón fluvial de infantería de marina

No. 10 con sede en Guapi (Cauca), les decomisó

el ACPM a las personas responsables de su

movilización desde el Puerto de Buenaventura

(Valle del Cauca) hacia la comunidad de Puerto

Saija (Consejo Comunitario Parte baja del Saija)

- municipio de Timbiquí (Cauca), y los soldados

se llevaron la embarcación con el combustible hasta

el batallón Baflim No. 10 en Guapi.

La comunidad trae el ACPM desde el Puerto de

Buenaventura con destino específico a la planta

de energía para el alumbrado eléctrico. Esta es una

modalidad adoptada por todos los pueblos del

litoral Pacífico que dependen de la energía eléctrica

no interconectada. Cuando el ACPM escasea en

cualquier comunidad, sus moradores se quedan a

oscuras hasta que llegue el preciado líquido (en el

caso de Puerto Saija se ofrece de 6:00 de la tarde

a 10:00 de la noche). Sin este combustible, aumenta

la intranquilidad y la inseguridad entre las

poblaciones, que además están sometidas a toda

acífico

Page 73: Revista Anual Revelando No2

70reVelando

clase de presiones por los actores del conflicto

armado y el estado de guerra.

A la fecha no se conoce uso diferente de este

combustible (ACPM) al propósito enunciado, por

consiguiente es un abuso y exceso de autoridad

decomisar sin explicación y sin ningún argumento

válido este líquido, que se usa para tener entre 4

y 6 horas de luz eléctrica, en unos pueblos

abandonados por el Estado.

El sábado 24 de enero de 2009 día del decomiso

arbitrario del ACPM comunitario, una delegación

de la comunidad de Puerto Saija, en compañía del

“Inspector de Policía” (modalidad civil de autoridad

en algunas comunidades delegado por el Alcalde

municipal), se trasladó al municipio de Guapi con

el fin de que les devolvieran el combustible, pero

el asunto no se resolvió y les dijeron en el Baflim

No. 10 que regresaran el lunes 26 de enero. Es de

anotar que la movilización de Puerto Saija a Guapi

al igual que en casi toda la costa Pacífica se hace

por las vías fluvial y marítima, con motores fuera

de borda, lo que encarece cualquier desplazamiento.

El lunes 26 de enero regresó a Guapi la delegación

de la comunidad de Puerto Saija,

pero hubo total negligencia y los

enredaron en el Baflim No. 10,

trabaron la devolución del líquido y no les

resolvieron nada. Al final, y ante las circunstancias,

los pobladores se vieron obligados a conseguir un

abogado que atendiera el caso.

El abogado evidenció que el Baflim No. 10 no tenía

interés en devolver el líquido comunitario. Por su

parte, el Fiscal de Guapi, Arvey Rodrigo Gómez

Galindo, se mantuvo en su posición de que tenían

que devolver el ACPM a la comunidad a pesar de

que los militares le insistían (presionaron) para

que ayudara a trabar la petición y no le regresaran

a la comunidad la posibilidad de contar con luz

eléctrica.

Finalmente el viernes 30 enero de 2009 después

de muchas correrías, la Capitanía de Puertos con

sede en Guapi (Institución que está bajo el mando

de Baflim No. 10), le impuso una multa a la

comunidad de un millón de pesos m/cte.

($1.000.000), (¿Se puede leer como soborno desde

la legalidad y con las fuerzas armadas?), aduciendo

que la embarcación que transportaba el ACPM

no contaba con matrícula, cuando ninguna de las

canoas (embarcación tradicional y ancestral

elaborada en madera) lo requiere ni existe una

política clara y visible que promueva este

procedimiento en la costa pacífica.

Page 74: Revista Anual Revelando No2

71 protección

Protección ante el despojo y las violaciones

permanentes

Ante los desplazamientos forzosos se procura

el retorno en condiciones dignas antes que

reubicación en otro lugar, esto último es el deseo

de los empresarios y sectores de la economía

nacional y multinacional para apoderarse de los

territorios. Por eso, la apuesta de las comunidades

negras es de resistencia en sus territorios y para

alcanzar esto, es prioritario construir planes de

protección. Nuestra experiencia de protección

contiene varios aspectos:

A.- El conflicto armado y el territorio

Principios: 1) Neutralidad ante todos los actores

del conflicto 2) Resistencia a los cultivos de uso

ilícito 3) Equidad de género y generación de la vida.

Herramientas: 1) Ordenamiento, control interno

y defensa de los territorios colectivos étnicos

condensados en siete planes de manejo ambiental

territoriales y seis reglamentos internos,

construidos por los Consejos comunitarios de

comunidades negras, con apoyo del nuevo

Fondo Holanda - Ecofondo. 2) Mecanismos

legales de defensa y protección de los derechos

humanos; 3) El Derecho Internacional

Humanitario.

Acciones: COCOCAUCA dialoga con las

instituciones nacionales responsables de hacer

cumplir y respetar nuestros derechos humanos,

esto se hace en acciones como:

Conversaciones con instituciones

humanitarias para que actores armados

como guerrilla, paramilitares y fuerza

pública desalojen los caseríos y lugares

protegidos por el DIH.

Encuentros con Vicepresidencia de la

República, para que la fuerza pública

salga de los espacios que ocupan las

comunidades y la población civil; veeduría

para que sus actuaciones no estén

relacionadas con grupos ilegales.

Solicitudes para que la Vicepresidencia, la

Defensoría o la Procuraduría capaciten a

miembros de la fuerza pública en temas

como el uso proporcionado de la fuerza,

la relación con la población civil y el respeto

a los derechos humanos y al DIH.

Fortalecimiento de espacios de

coordinación regional desde los consejos

comunitarios y organizaciones sociales del

Pacífico para desarrollar algunos

encuentros temáticos, visitar comunidades,

verificar la situación de riesgo o amenaza

que enfrentan, y participar activamente

en la Mesa de Protección Humanitaria del

Cauca.

Page 75: Revista Anual Revelando No2

72reVelando

B.- Desarrollo propio

Nuestra protección se sustenta también en el

diseño de una propuesta de desarrollo propio,

que sea alternativo a las fumigaciones y de

respeto del medio ambiente, empezando por el

fortalecimiento de proyectos de seguridad y

soberanía alimentaria.

C.- Gobernabilidad

Nos afirmamos en que los Consejos

Comunitarios puedan ejercer su propio gobierno

como una forma de autoprotección y defensa

del territorio. Nuestra gobernabilidad es

reconocida por el Convenio 169 sobre pueblos

indígenas y tribales de 1989. Organización

Internacional del Trabajo, Ginebra, ratificado

por Colombia en 1991 e incorporado al bloque

de constitucionalidad por la Ley 21 de 1991.

También la Constitución colombiana, la Ley 70

de 1993 y la jurisprudencia constitucional,

reconoce que las comunidades afrocolombianas

tenemos derecho a la propiedad colectiva de

nuestros territorios ancestrales, al uso,

conservación y administración de los recursos

naturales, y a la realización de la consulta previa

sobre asuntos que afecten el territorio donde

habitamos y nos pertenece.

D.- Acompañamiento

La protección de las comunidades negras del

Pacífico requiere de un gran acompañamiento

nacional e internacional. Por eso, desde

COCOCAUCA promovemos:

Capacitación en derechos, DIH,

gobernabi l idad, protecc ión y

autoprotección, con acompañamiento de

organizaciones nacionales defensoras de

los Derechos Humanos, en especial del

Programa Somos Defensores, PNGPDHH,

con el que aprendimos a formular los

planes de protección.

Jornadas de capacitación sobre el derecho

a la reparación integral de las comunidades

indígenas y afrocolombianas con

acompañamiento de la articulación

Procuraduría General de la Nación -

Page 76: Revista Anual Revelando No2

Delegada Preventiva de Derechos

Humanos y Asuntos Étnicos, Embajada

de Suecia - ASDI, Consejo Noruego de

Refugiados.

Taller de reflexión local y de actualización

informativa con acompañamiento de la

Defensoría del Pueblo.

Información puntual y oportuna a la

comunidad nacional e internacional sobre

situaciones que ponen en riesgo la vida de

los pobladores y sus líderes, de tal manera

que se pueda actuar con celeridad desde

otros niveles.

Visitas a las localidades de las misiones de

observación en acción conjunta con

organismos de derechos humanos, nacional

e internacional, entre ellas el Sistema de

Naciones Unidas.

Participación en espacios departamentales

y nacionales donde se presentan las

situaciones que afectan a las comunidades

campesinas, indígenas y afro; se diagnostica

la situación y se elaboran los planes de

atención y de prevención.

La regional COCOCAUCA hace parte de

la Red de comunidades e iniciativa de paz

desde las bases, que acompaña y apoya

SUIPPCOL (Programa suizo para la

promoción de la paz en Colombia).

Esta Red de Base es un espacio de coordinación

y articulación de 25 iniciativas locales y regionales

de paz conformada por organizaciones de

mujeres, campesinos, indígenas y

afrocolombianos de distintas regiones de

Colombia, donde se fortalecen las comunidades

y sus procesos mediante el intercambio de

experiencias, con actos de solidaridad por la

defensa de sus derechos y eficacia en incidencia

política en aras de detener los impactos del

conflicto social y armado, defender el Estado

Social de Derecho y aportar a la construcción

de una paz duradera y con justicia social. En la

Red de Base se tiene el convencimiento de que la

paz no se decreta, sino que se construye desde

las comunidades, las víctimas y con todos los

sectores de la sociedad, que reconocen la

diversidad, la inclusión integral y la justicia

social.

De esta manera, se implementan medidas de

Protección ante las expresiones de agresión, que

no son suficientes por el tamaño del conflicto,

pero contribuyen de manera eficaz a aminorar

y amortiguar sus efectos y, al mismo tiempo, se

hacen esfuerzos de paz como ejemplo de que el

futuro puede ser distinto.

73 protección

Page 77: Revista Anual Revelando No2
Page 78: Revista Anual Revelando No2

EJE DE PROTECCIÓN Y PEDAGOGÍA

Ramón González es un campesino de 49 años de edad, es viudo y

casado por segunda vez. Tiene siete hijos que han sido testigos y

cómplices de cuatro experiencias que Ramón repite con orgullo.

En los 80 hice parte del movimiento campesino de la Costa Atlántica y hasta

directivo de la Asociación de Usuarios Campesinos, a los 28 años de edad.

En los 90 cuando la violencia me sacó de mi tierra, con cuatro hijos, conocí

la capital de Colombia, me integré a un sindicato de vendedores ambulantes

y durante siete años abrí otros caminos de dignidad para mi familia y para

otras ochenta más que vendían libros usados en el centro de Bogotá. Fueron

años muy intensos porque aprendí que lo que nosotros hacíamos como

campesinos no era otra cosa que defender los derechos. Bueno, también aprendí

los derechos humanos con la nueva Constitución.

Pero la tierra es un imán poderoso. El sonido del río cada día se

escondía más y más en los rincones de la memoria y el olor de la

tierra cuando pasaba la lluvia ya no era igual. Por eso, en 1998 decidió

75 logros

Logros del ProyectoUnión EuropeaGarantías y protección para los defensores ydefensoras de derechos humanos en Colombia-CRIS2006/1318228- Año Dos

Page 79: Revista Anual Revelando No2

76reVelando

intentar el retorno con otras

familias campesinas, pero ésta vez

a La Guajira, donde sin saber, lo esperaba un

nuevo amor frente al mar Caribe. Allí se casó y

los tres hijos de esta relación también han sido

testigos de la tercera experiencia que hace brillar

sus ojos negros que siempre se asombran de

todo.

En La Guajira, me metí de nuevo a la organización

campesina a través de varios procesos por vida digna

y propiedad de la tierra. En el año 2005, el primer

predio con el que logramos la titulación luego de siete

años de trabajo, se constituyó en la experiencia modelo

de negociación y producción del suelo, tanto para

instituciones el Estado como para cinco organizaciones

campesinas en varios municipios del departamento.

En el 2008 recibí amenazas en mi celular donde me

advertían que si seguía promoviendo la recuperación

de tierras, me iba a suceder lo mismo que viví en

Sucre, cuando tuve que salir corriendo p'a Bogotá.

Unos días después también amenazaron a otras

personas de mi familia.

Ante este peligro inminente, con el apoyo de

una organización campesina nacional y de la

Defensoría del Pueblo, Ramón pudo salir de la

región. En un lugar seguro, Ramón fue protegido

por el Programa Somos Defensores con una

pasantía nacional que le permitió desarrollar su

trabajo en otra ciudad de Colombia, contar

su experiencia de trabajo a otras

organizaciones hermanas y

gestionar ante las autoridades

competentes, una presencia

efectiva en La Guajira para

que la organización

campesina continuara su

labor y lograr el retorno de él

en condiciones de seguridad,

como en efecto sucedió.

Ahora que estoy en la finca con mi familia y la

comunidad, soy de nuevo yo. En los tres meses que

estuve lejos, todo el equipo de Somos Defensores me

apoyó en una ciudad ajena, también recibí ayuda

psicológica y médica. Con el dinero de la pasantía

pagué una vivienda, tuve para mis gastos básicos. El

tiempo de la pasantía me sirvió para afianzar mi

trabajo, aunque hay mucha dificultad económica y

organizativa sobre todo para la movilización social.

Para mí lo mejor, fue tener un poco de tranquilidad,

recuperar fuerzas p'a volver con las mismas

convicciones que las de antes.

A través de la estrategia pedagógica y de

acompañamiento en terreno, se formulan planes

de autoprotección para organizaciones y

defensores de derechos humanos.

Durante los dos años del proyecto se han

formulado el 90% de los Planes de protección y

estrategias de comunicación con organizaciones

Page 80: Revista Anual Revelando No2

de mujeres, indígenas, afrocolombianos,

campesinos, víctimas, ONG de derechos

humanos, varias plataformas nacionales y

regionales de derechos humanos y paz que

trabajan en 21 departamentos de Colombia.

Hombres y mujeres defensores de derechos

humanos aprenden a identificar los riesgos y

diseñar planes de protección según el trabajo

que adelantan en ciudad o en campo; de acuerdo

al grupo étnico, el sector social, el género.

Estos planes enfocados en la prevención,

protección y acción inmediata para evitar

agresiones, se articulan con acciones de

incidencia política, gestión de medidas ante el

Ministerio del Interior y Justicia y con la

protección directa que implementa el Programa

Somos Defensores con pasantías nacionales

(modalidad proyecto productivo ayuda de

emergencia) e internacionales.

Las pasantías nacionales e internacionales han

protegido la vida de 40 defensores y líderes

sociales y por intermedio de ellos, se ha logrado

brindar estabilidad familiar, económica y social

a 125 personas.

EJE DE COMUNICACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN

En abril de 2009, la noticia el asesinato de 17

indígenas Awá llego a los oídos de miles de

colombianos a través de los medios de

comunicación, no hubo duda del estupor e

indignación que ello causó en la sociedad civil

nacional y en la comunidad internacional con

o sin presencia en Colombia. Las comunidades

indígenas de distintas partes del mundo

enviaron sus mensajes de apoyo a los indígenas

Awá a raíz de semejante acto de barbarie y

exterminio ejecutado por la guerrilla de las Farc.

Pero, después de declaraciones oficiales y de

distintos sectores de la sociedad, un anuncio

rompió el silencio y la indolencia aparente: Los

indígenas Awá convocaban una “Minga

Humanitaria” para entrar al territorio donde se

encontraban los cadáveres de sus hermanos

asesinados a fin de darles una sepultura digna.

Lo que nadie conocía era a lo que se enfrentaban

estos valerosos indígenas en tan inusual y titánica

empresa.

El sector donde ocurrió la masacre (Resguardo

Indígena Tortugaña - Telembi ubicado en el

municipio de Barbacoas - Nariño, suroccidente

de Colombia), es una zona que además de tener

un clima, geografía y vegetación selvática agreste,

tiene alta presencia e injerencia de actores

armados ilegales como las Farc, el Eln, los

Rastrojos, la Organización Nueva Generación,

77 logros

Page 81: Revista Anual Revelando No2

78reVelando

y por supuesto con un alto grado de ocurrencia

de combates y bombardeos, con el agravante

de que gran parte de este territorio se encuentra

sembrado con minas antipersona. Ante este

panorama, los indígenas se avocaron a enfrentar,

con nada más que la sabiduría de sus pueblos,

los peligros que la guerra les impuso.

Toda la información sobre la Minga Humanitaria

pudo salir desde las entrañas de la selva

nariñense, a la luz pública, gracias a un intenso

trabajo en comunicaciones, realizado por la

Organización Indígena de Colombia - ONIC,

la Organización Indígena Awá - UNIPA, otros

colectivos de comunicación alternativa,

organizaciones no gubernamentales de Derechos

Humanos y el Programa Somos Defensores a

partir de la implementación de una estrategia

de visibilización para la Minga Humanitaria.

Esta estrategia estuvo compuesta por acciones

de difusión y contacto con prensa nacional e

internacional; generación de noticias y boletines

de prensa emitidos por teléfono celular desde

los resguardos indígenas y complementada

con información desde Bogotá y Pasto

(Capital de Nariño); cubrimiento

fotográfico de la movilización;

elaboración de videos

y cortos

documentales con testimonios y evidencias

visuales de la travesía, y otros productos

comunicativos, como la producción de

contenidos en internet, que mantuvieron la

atención nacional antes, durante y después de

la Minga Humanitaria.

La Minga Humanitaria fue calificada como un

completo éxito para los indígenas Awá, ya que

lograron la presencia más de 700 personas en

su territorio, indígenas Awá, Nasa, Embera y

de diversas etnias de Colombia, y absolutamente

todos salieron ilesos, con 8 de los 17 cuerpos

que esperaban encontrar.

Page 82: Revista Anual Revelando No2

79 logros

A través de la comunicación para la protección,

se brinda asesoría en comunicaciones a

organizaciones beneficiarias y Plataformas

aliadas en actividades como: producción de

información, estrategias de divulgación,

formación a voceros y voceras, técnicas de

comunicación y seguridad informática.

Para divulgar la esencia del trabajo de los

defensores, el Programa facilita contactos con

directores, editores y periodistas de medios

masivos para difundir las actividades y generar

espacios de análisis sobre la defensa de los

derechos humanos.

Durante el segundo año del proyecto, se

realizaron 19 videos y un spot publicitario sobre

las víctimas, población indígena, defensores,

defensoras y líderes sociales.

Se apoyó la difusión de 35 eventos de ONG,

Plataformas, movilizaciones sociales y

situaciones regionales de derechos humanos

que fueron divulgadas con más de 150 notas de

prensa, radio, televisión,somosdefensores.org,

semana.com, nacioninvisible y Youtube.

Se logró que la organización Avaaz de Argentina

respaldara una carta dirigida al Presidente

Álvaro Uribe, promoviendo el diálogo con los

indígenas del Cauca y la no violencia. Durante

ocho días, se recolectaron 19,480 firmas en todo

el mundo.

EJE DE INCIDENCIA

He tenido la oportunidad de participar en varias

reuniones para hablar de la situación del Cauca en

Bogotá. Nosotros antes hacíamos muchas cosas pero

no las contábamos, no sabíamos con qué ni cómo

hacerlo.

Nosotros con el Programa Somos Defensores hemos

hecho cuatro actividades de incidencia muy fuertes,

muy importantes: En 2007 fuimos un grupo de seis

líderes de los Consejos Comunitarios a Bogotá, allá

aprendimos cómo preparar las reuniones, cómo hacer

las presentaciones con nuestras palabras y con unos

videos cortos para que los diálogos con las autoridades

de Gobierno, del Estado y con la comunidad

internacional fueran más efectivos.Aprendimos que

las reuniones de incidencia son importantes porque

se comparte con gente diferente que puede tomar

decisiones sobre los problemas que nosotros conocemos.

En 2008, la presencia en Guapi de la Mesa de

Protección Humanitaria del Cauca y la divulgación

sobre la situación humanitaria de 1135 personas

desplazados en López de Micay, fueron un respaldo

muy grande para la población afro. Y en 2009, en los

contactos con la prensa nacional e internacional, poco

a poco se ha logrado sacar a la luz lo que está sucediendo

en el Pacífico, mostrar el trabajo de los líderes y las

comunidades.

En estos dos años nosotros hemos aprendido que los

informes deben estar siempre sustentados, que se debe

ir a la fuente, que no se puede especular: lo que se

dice, debe ser acorde con lo que sucede. Que un

defensor de derechos humanos debe conocer el Estado,

Page 83: Revista Anual Revelando No2

80reVelando

saber qué funciones cumple una institución y qué

solicitudes se pueden o no hacer a los servidores

públicos de acuerdo al mandato que tienen.

A través de reuniones de incidencia con

autoridades, organismos nacionales e

internacionales, se formulan propuestas sobre

la protección y se generan garantías políticas

para el trabajo que adelantan los defensores y

defensoras.

Los directores del Programa, la Coordinadora

del Proyecto, en conjunto con organizaciones

beneficiarias y Plataformas aliadas, han

elaborado durante este período, 7 documentos

para llamar la atención sobre diversas situaciones

que afectan la labor de defensa de los derechos

humanos en Colombia y exigir garantías al

Estado colombiano.

El área de Comunicaciones ha promovido y

acompañado tres misiones de prensa a las

regiones para brindar protección a la labor

periodística que adelantan comunicadores de

las organizaciones: ONIC, OIK y ACIN.

Se ha logrado establecer un espacio de análisis

y seguimiento sobre los riesgos que enfrentan

las organizaciones y defensores de derechos

humanos de Nariño. El diálogo interinstitucional

que se abrió con las reuniones del Crer en Pasto

sirvió para que el gobernador de Nariño diera

apoyo político a los defensores y líderes sociales

y para reducir la tensión con las autoridades

militares y de policía.

El trabajo de incidencia con la comunidad

internacional ha influido favorablemente para

que el gobierno nacional acepte un espacio de

diálogo sobre garantías para la labor que

adelantan los defensores y defensoras de

derechos humanos en varias regiones de

Colombia.

Page 84: Revista Anual Revelando No2

PROYECTO CRIS2006/131828

PROGRAMASOMOS DEFENSORESPROGRAMA NO GUBERNAMENTAL DE PROTECCIÓN A

DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS