MOMENTOSAño 1 I Nº 5 I Revista Dominical del Diario La Primera

chriSTiNaaguilEra

Después de alcanzar el éxito como cantante de pop y jazz, Christina aguilera decide dar el salto al cine con “Burlesque”, cinta musical en la que interpreta a una joven que intenta abrirse camino en el mundo del espectáculo. La película, de próximo estreno en nuestro país, ha recibido muy buenas críticas.

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uMbErTO EcOpOléMica pOr “El cEMENTEriO dE praga”

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íNdicEmiGUeL BOSÉ

FaCeBOOK22-23

Revista dominical del diario La PrimeraDirectora: Aurora Jimeno Sancho.Diagramación: Luis Chapoñán Guerra.Arte final: Manuel Patiño Málaga.Telfs: 447-1218 / Fax: 444-0883 / Av. Paseo de la República 5639 E-mail: momentos@diariolaprimeraperu.com

El conocido intérprete y compositor español nos habla de su otra pasión: la cocina y su incursión en los negocios en una entretenida entrevista que nos muestra el buen ojo del artista español por los buenos platos y las cosas sencillas de la vida.

La real identidad del creador de Facebook. Acusado de traidor y ladrón, Mark Zuckerberg es un personaje miste-rioso que a sus 26 años tiene una empresa valorizada en 26 mil millones de dólares.

FaVeLaS aLa ViSTa¿Son tan terribles las favelas como las pintan? Puede ser, pero algunos turistas que llegan a Rio de Janeiro des-cubren que también son un lugar para realizar un singular turismo de aventura.

COraZONeS rOTOS

eL maL eXiSTe

Solteros en Estados Unidos y Europa buscan al amor de sus vidas a través de muchos portales que ofrecen conocer a lindas chicas de Rusia. Lo que no saben, es que muchas de esas mujeres en lo único que están interesadas es en las cuentas bancarias de sus pretendientes.

Un sorprendente experimento llevado a cabo en los años ‘70 demostró que los seres huma-nos podemos fácilmente cruzar la línea del mal si las condicio-nes son seguras y garantizan la impunidad.

R E V I S T A m O m e N T O S

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UN CaFÉ CON BraDBUrYEl extraordinario cuentista nor-teamericano nos ofrece algunas reflexiones sobre la vida y el futuro. A sus 90 y tantos años, se mantiene como un hombre lúcido y con gran sentido del humor.

CHriSTiNaY CHerChristina Aguilera debuta en el cine a través de “Burlesque”, cinta en la que, ¡oh sorpresa!, interpreta a una joven artista que desea triunfar como cantante. En el reparto la acompaña Cher y la película, que se estrena en el Perú en enero, pretende recuperar el perdido encanto del cine musical.

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SiETE MOMENTOSSiempre en domingo

Desempleados Brasil y el mundial

¿Cómo serían los domingos si TVPERÚ no transmitiera en directo el lanzamiento de los candidatos a la Presidencia de la República? Como diría Homero Simpson: aburridos. Gracias a Dios estamos en elecciones y ahora el pueblo peruano podrá disfrutar cada domin-go de un evento que no tiene nada que envidarle a la ceremonia del Oscar. La selección de los pre candidatos ha llegado a su fin, y la emoción consume a la teleplatea peruana que espera ver cómo después de unas elecciones internas transparentes y democráticas, donde se ha respetado el voto de sus militantes, se anuncia al elegido para competir en las próximas elecciones generales. ¿Será Keiko la candidata por su partido? A lo mejor Castañeda es el favorito de su agrupación, o quizá no. Es algo difícil de predecir. El rating de TVPERÚ subirá hasta las estrellas.

Suponemos que después de saberse los montos co-brados por importantes funcionarios del Estado que fueron separados intempestivamente, o no, de sus cargos, la temida palabra “Despedido” ha perdido algo de su tenebroso significado. “Está usted despedi-do” escucha decir el gerente de alguna empresa públi-ca, y en lugar de imaginar a su familia pasando apuros económicos, sonríe feliz imaginando la casa de playa hecha realidad, el carro último modelo estacionado en el garaje o, finalmente, el anhelado viaje a Disne-ylandia para conocer al Pato Donald. ¿Estoy despedi-do? ¡Gracias, gracias! ¡Que Dios se lo pague!

El mundial de fútbol del 2014 se realizará en Brasil. Con esos datos y esas fechas, los peruanos empezare-mos a especular si nuestra selección de fútbol tendrá las cualidades técnicas y profesionales para llegar a Rio o Sao Paulo luego de vencer a sus rivales. A es-tas alturas es difícil saber si nuestro equipo clasificará. Pero lo que sí es una verdad del tamaño de una ca-tedral, es que los dirigentes de la selección peruana de futbol sí estarán en Brasil en el 2014. Y se tomarán muchas fotos.

Bye Leslie Toma y daca

el telefonito es una necesidad

Pase usted. No, usted primero

Cuando vemos a Leslie Nielsen en algunas de sus célebres comedias de los años ‘70 y ‘80, no podemos dejar de pensar en el tío borrachín que nos hacía reír y que a pesar de sus excesos siempre terminaba exonerado de sus culpas. Con la muerte de Nielsen se cierra de forma definitiva un estilo de comedia que si bien en la actualidad tiene muchos imitadores, solo ha servido para confirmar el mal gusto que existe en el cine contemporáneo.

Una conocida bebida energizante ha decidido auspiciar a los mototaxistas. Por los visto a los conductores de estos precarios vehículos se les estaban acabando las fuerzas para seguir ha-ciendo carreras en busca de pasajeros o com-petencias para saber qué chofer desafía más las leyes de tránsito. ¿Hará lo mismo esta com-pañía con los ómnibus interprovinciales? Quizá no. Los choferes de esas unidades no necesitan beber nada para darles alas a sus pasajeros. Los mandan al cielo sin tomar una gota.

Viendo la cantidad de teléfonos celulares re-quisados por la policía en uno de los más gran-des, peligrosos y saturados penales de Lima, nos preguntamos qué esperan las empresas de telefonía para abrir un coqueto puesto de recargas en ese centro penitenciario, en el que una amable señorita le ofrezca a los internos las fabulosas ofertas que cada cierto tiempo estas empresas lanzan al mercado. Sería el sueño realizado de toda compañía: tener un público cautivo.

A veces los titulares de algunos diarios nos hacen pensar que estamos en la Inglaterra del siglo XIX por sus buenos modales y extrema cautela a la hora de referirse a ciertos hechos. Por ejemplo, la policía interviene una embarca-ción y en ella encuentran 300 kilos de cocaína y la nota califica a los tripulantes de la nave como “presuntos” narcotraficantes. Pero quizá ten-gan razón al llamarlos “presuntos”. No hay que ser prejuiciosos. Al final puede ser que los 300 kilos estén destinados para el uso personal de la tripulación en sus momentos de ocio.

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lugarES

praga se nos presenta como una ciudad en un sueño, creada para escenario de cuentos con sus edificios como si hubieran sido dibujados para una fantasía de hadas, y sus calles y rincones nos atrapan en un sueño que, difícil-mente, se diferencia de la realidad, fundiéndose ambos

conceptos y dando como resultado esta maravillosa ciudad. Como referencia, referimos algo que oímos una vez y que decía que para visitar todos los palacios y casas palacios de Praga, a razón de 5 visitas diarias, se necesitarían 53 años, y de la que se sabe que ya

Por A. Rodríguez en el año 1.930 poseía 100 salas de cine, 20 teatros más otros 37 de-dicados a marionetas, 637 bibliotecas que albergaban unos 5 millones de libros y que apoyaban a las 7 universidades que existían. Todo ello define el carácter cultural de la ciudad desde épocas lejanas, y que alcanzó su esplendor con su rey Carlos I, fundador de la Universidad y realizador de grandes y perdurables obras como Iglesias, Catedral o el famoso Puente de Carlos, tan visitado en la actualidad, o la Ciudad Nueva entre otras.Paseando por sus calles, todo nos atrae la atención, las edificaciones majestuosas, los monumentos, el fluir de las gentes, las tiendas que

EurOpa SE viSTEdE praga

El reloj astronómico Orloj (1410), el más antiguo de su tipo en Europa. El Puente de Carlos, el puente más viejo de Praga, atraviesa el río Moldava.

También llamada La Ciudad Dorada, El Corazón de Europa.

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en esta zona próxima a la gran plaza rivalizan en la venta del apreciado cristal de Bohemia, otras con artículos turísticos y, cómo no, las espe-cializadas en música clásica.Entramos en una pequeña tienda decorada con madera en color oscuro con solera de muchos años, diligentemente nos atendieron y adquirimos un cassette de música clásica interpretada por una for-midable orquesta de una gran calidad y belleza de sonido. Poco más adelante, y siendo la hora del almuerzo, encontramos mesa en un restaurante situándonos junto a un ventanal a la calle, desde donde contemplamos, a pocos metros, un famoso reloj astronómico com-puesto por cuatro figuras que, cada hora, se mueven. Tres de ellas mueven la cabeza en sentido negativo, y una asiente afirmativamen-te. Esta última es la muerte. A la vez, Jesús y los doce apóstoles, desfi-lan hasta que se oye el canto del gallo con lo que finaliza la exhibición que es contemplada por una gran masa de turistas que, cada hora, se

concentran al pie de la torre para contemplar las evoluciones que se producen cada hora en punto.En el restaurante, los camareros no tienen mucha prisa por servir, pero con paciencia logramos pedir nuestros menús, compuestos por platos locales, consumirlos, pagarlos y proseguir nuestro recorrido por una estrecha calle, llena de comercios, hasta llegar a una esplén-dida vista de una robusta torre rodeada de muchos turistas para con-templar la antigua prisión, para nosotros La Torre del Puente, y que da paso al conocido Puente de Carlos, el cual nos sorprende por sus maravillosas esculturas religiosas que adornan sus lados, sumando 30 grupos escultóricos en total, cada cual más artístico, y que le dan un carácter monumental al famoso puente. Destaca el edificio del Ayuntamiento por la belleza de su fachada, y así mismo, el palacio de Liechtenstein, el Castillo, el Palacio Morzin y la Iglesia de San Nicolás, donde tocó el famoso Mozart, y cuyo interior se

El Puente de Carlos, el puente más viejo de Praga, atraviesa el río Moldava. Tradicional centro político, cultural y económico de la República Checa. La gran cantidad de torres y miradores le dio el apodo “la Ciudad de las Cien Torres”.

También llamada La Ciudad Dorada, El Corazón de Europa. Si enumeráramos las Ciudades con Historia no podríamos dejar de mencionar a Praga.

encuentra profusamente decorado con dibujos geométricos, no que-dando libre espacio alguno ni en paredes ni en columnas. Interesante de visitar es el antiguo barrio Judío, con la Sinagoga Espa-ñola, el cementerio, etc. y donde vivió el no menos conocido Kafka.El tranvía es también muy útil y comunica muy bien los diferentes barrios, es barato y se puede contemplar cómodamente la ciudad en su lento desplazamiento. Praga nos encantó por su belleza, so-briedad, el arte, la cultura y la tradición. La comida, rica en sabores, nos acompañó y ayudó a vivir las costumbres locales y los mercadi-llos callejeros, nos proporcionaron aquellos recuerdos que nos sir-ven para volver a vivir esta estupenda experiencia de conocer esta ‘Ciudad de sueños’. Una mañana soleada, con un poco de nostalgia, partimos con nuestro carro bastante cargado para continuar nues-tro viaje, transitando por interminables carreteras, rectas hasta el infinito.

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gaSTrONOMía

Miguel Bosé ha elegido ser el dueño de su tiempo, de su carre-ra, de sus amigos y de sus inversiones. A estas alturas de su vida el dinero sólo le interesa si le ayuda a cumplir sus sueños y uno de ellos es, como a él le gusta decir, “completar las cua-tro patas de la mesa: el vino, el jamón, el queso y el aceite”. Y, a

sus 53 años está cerca de lograrlo. Ésta es una entrevista en la que hablaremos casi exclusivamente de gastronomía, una de sus grandes pasiones.- El disco tiene su pequeño homenaje a la gastronomía, con una canción que lleva por nombre ayurvédico.- Es una canción-receta de cocina.Podría ser la banda sonora de una película de Bollywood. La compuse mien-tras estaba haciendo dieta ayurvédica.- ¿Fue duro hacer ese tipo de dieta?- Empecé tomando mucha cúrcuma, que es el mayor depurador que hay para

Por Pedro Javaloyes.

la cOciNa ES la MEjOr TErapia

MiguEl bOSé

Dedicado al mundo de la gastronomía, dueño de fincas y productos alimenticios de todo tipo, Bosé ha encontrado otro tipo de equilibrio fuera del arte musical: “algunos van al psiquiatra y otros hacemos conciertos o cocinamos”, afirma ‘sazonadamente’ el cantante.

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el bazo y el páncreas. Pero por lo demás no fue tan duro, porque a mí me encantan las verduras, las legumbres, la fruta y las especias. Eso sí, durante unas semanas no pude comer proteínas, sólo leche de soja.- a miguel le encanta cocinar para sus amigos. Uno de sus platos estrella son los arroces y ha llegado a declarar en alguna ocasión: “Me prometí a mí mismo que me dedicaría a esta profesión siem-pre que me quedara tiempo para hacer mermeladas”.¿Qué tipo de mermelada haces?- Se me da bien la de naranja.- Y lo de cocinar ¿de dónde te viene?- Mi historia de la cocina nace de una historia de amor con mi abuela materna; la seguía por todos los sitios y me parecía la mujer más bella del mundo y, como vivía en la cocina, allí aprendí a cocinar.- ¿Has visto la película Ratatouille?- Sí, claro.- ¿Dicen que el paladar está en la memoria, por eso los gastrónomos utilizan tanto la palabra memorable. ¿Qué sabor de tu niñez conser-vas en tu memoria?- El sabor a la merienda que nos daban en el campo: una rebanada de pan de hogaza; panes que duraban toda la semana y eran como de goma. Recuerdo que me las daban de dos maneras: o con aceite y sal o las que más nos gustaban, que eran con vino, mosto y azúcar. Chupábamos el vino y luego lamíamos el azúcar, así intentábamos que nos durase más.- ¿Y algún olor que te traslade a tu infancia?- Hay tres olores que para mí son brutales: el del pepino; el olor de la rama de la hoja de tomate y luego la torta de la pipa.- Confiesa un plato que detestaras de niño.- Siempre he odiado los sesos rebozados. Me acuerdo que intentaban engañarme diciéndome que eran lenguados, pero ni así.- ¿Con qué bebida te gusta celebrar tus triunfos?- Con un buen whisky de malta de alta graduación.- Y ahora una pregunta fácil: revélanos tu receta del éxito.- Si partimos de la base de que hay talento lo resumiría en tres pala-bras: trabajo, trabajo y trabajo.- ¿Y cómo se digieren los fracasos?- No se digieren bien ni con bicarbonato. La única receta es “por co-jones” porque no queda otra. Y se digieren mal, porque producen gases.- ¿Lees habitualmente las críticas gastronómicas de las revistas?- En general no me gusta nada la palabra crítica. Es una palabra muy fea; de pequeño ya me decían aquello de „es muy feo criticar’. Creo que los críticos deberían llamarse, ‘opinionistas’.- Está claro que no tienes demasiados amigos en la crítica gastro-nómica.- Muchos críticos gastronómicos no saben cómo cocinar un huevo y nunca han estado entre fogones ni han ido al mercado ni saben la penuria que es llevar un restaurante. Lo mismo ocurre con los críti-cos musicales, casi ninguno ha hecho música, ni saben componer una canción y nunca se han subido a un escenario.- Bueno, pues pasemos de las críticas a las recetas. ¿Eres de los que las recortan?- Yo creo que es muy importante que no se pierdan las recetas de toda la vida, las muy caseras, las que forman parte de restaurantes como Casa Fidel en Madrid. Soy muy defensor de la comida de la abuela, hecha con verduras y productos de temporada. Aunque a veces reco-nozco que me gusta disfrutar de algunas propuestas con más diseño a riesgo de ser indigestas.- Cuéntanos la última ciudad que te haya sorprendido desde el pun-to de vista gastronómico.

- A mí me divierte muchísimo Nápoles. Es una ciudad que ofrece la genialidad de las nuevas tendencias con unas materias primas de grandísima calidad; no hay que olvidar que tienen tierra, mar y puer-to. Los napolitanos son tipos muy geniales. Todo lo hacen con una profesionalidad brutal. Son capaces de ir a buscar el agua a un lugar determinado porque es la que le da el sabor adecuado a la hora de hervir los espaguetis o hacer el café. Con este detalle te puedes dar cuenta de lo exquisitos que son.- ¿Qué opinas de la cocina de autor?- Me parece que es fantástica pero es que no me atrevería a llamarla cocina; está más allá, es filosofía, es actitud, es arquitectura, es cultu-ra, es perfumería y es un viaje del paladar. Creo que la cocina de autor es necesaria e interesante y no hay que olvidar que la cocina fusión ha hibridado muchas culturas; pero tengo que reconocer que a mí me cansa. La base de mi comida tiene que ser la de toda la vida.- acabo de leer lo siguiente: “el huevo frito reúne todas las condi-ciones ‘gourmetianas’, es sabroso, intenso, retronasal, aromático, inmediato, tiene grasa y se come con pan”¿Algo más que añadir?- Cien por cien de acuerdo. A mí cuando me da el ataque de huevo frito no puedo comer otra cosa.- Hay tantas maneras de cocinarlos como personas, ¿cuál es la tuya?- Muy sencillo: primero hay que calentar bien el aceite, luego apagar el fuego, tirar el huevo en abundante aceite para que tenga su corona de rizo dorada y obviamente echarle el aceite encima para que blan-quee la yema y enseguida sacarlo; entonces le pongo sal y lo remato con dos gotas de vinagre.- el chef José andrés llegó a confesar: “Lo que hago mejor es hablar con los productos”. Creo que los entiendo bien y los escucho mejor, especialmente al tomate”. Y tú, miguel, ¿con qué producto te en-tiendes mejor?- Con el pimiento. A mí no me gustaba nada, pero después de mis via-jes a México empecé a familiarizarme con este producto. Allí tienen una variedad inmensa y lo mejor de todo es que tiene una capacidad enorme para ser cocinado.

- ¿Tienes bodega en casa?- En este momento me falta espacio hasta para los zapatos. Estoy de reformas y tengo todo patas arriba, no sé por dónde ir, es el ‘chabo-lismo de luxe’ más absoluto. Ahora no tengo bodega en casa pero la tuve y la tendré.- ¿Cómo será la cocina de tu nueva casa?- No estará en el centro físico de la casa, pero sí será el centro. En todas las casas que he tenido la cocina es un sitio grande y amplio donde se puede no sólo comer sino sentarte para leer, para pasar el tiempo, para escuchar, ver la tele. Es la zona más importante, por-que cocinamos todos.- Me contabas una vez que la cocina era para ti como el escenario de un concierto.Son los dos lugares donde realmente le pierdo el miedo a todo. Para mí, estar sobre el escenario o en mi cocina es terapia pura. Algunos van al siquiatra y otros, como yo, hacemos conciertos o cocinamos.- ¿Cómo empezaste en el negocio de la gastronomía?- Yo he crecido en el campo. No me olvido de que soy hijo de un torero, y el campo es algo que necesito tener cerca. Decidí com-prar una finca y una manera estupenda para sustentar la finca era tener ganado. Mi primera decisión era qué tipo de ganado tenía y elegí dos: oveja y retinto, que es la vaca. La vaca es un animal muy agradecido porque la dejas suelta y mientras tanto va abonando el campo. - Y después empezaste con el cerdo.- Eso es, cuando estaba todo hecho, pude dar con una parte de cupos de crianza de cerdo e hice un criadero donde empecé a diseñar el prototipo de cerdo ibérico que hoy da los productos a ‘Monsalud’.- Me han contado que tienes 14.000 cerdos- No los tengo yo, están repartidos en fincas donde se van criando hasta que tienen el peso adecuado y los recogemos. Yo tengo muy pocos, unos tres o cuatro mil, dependiendo de las piaras.- ¿Qué tipo de productos de cerdo tienes?- Dos marcas: Monsalud (alta gama) y Dehesano (buena gama pero más asequible).Empezamos con todos los productos ibéricos: lomo, morcón, ja-món, paleta, salchichón, chorizo, y vendía salchicha en fresco, toci-no, panceta. Luego me fui quitando hasta que compré el secadero de Montánchez y solamente hicimos paleta, jamón, lomo y lomito.- ¿Es rentable este negocio?- Al ibérico no le gustan las prisas. Es un negocio a largo plazo.- Y luego llega el queso.- De ahí pasamos a un intento de queso pero luego se deshizo por-que era muy complicado.- Y todavía está por llegar el aceite.- Yo creo que lo tendremos listo dentro de un par de años. Todavía no sabemos dónde lo vamos a producir. Sí tenemos claro que un producto como el jamón tenemos que hacerlo en Extremadura y el vino en Castilla-La Mancha, pero el aceite puede que sea en Aragón. Lo último será volver a intentarlo con el queso porque es lo más complicado. - Hay una escuela japonesa de filosofía que aconseja tener enemigos. Dicen que te ayudan a mejorar y mantenerte despierto. Un buen ene-migo, sentencian, es un buen aliado en la vida. Tú tienes enemigos?- Yo tengo muchos enemigos. Tengo detectados unos pocos pero la mayoría están ocultos. No los quiero ni ver. Yo creo que esa máxima es una cosa muy oriental. El enemigo es un hijo de puta y hay que tenerlo lo más lejos posible, que no interfiera en tu vida, que bastan-te tienes ya con tus amigos.

- Tú has estado con muchos presidentes latinoamericanos y euro-peos. ¿Comen bien nuestros líderes?- Comen muy mal y no aprecian lo que comen. Les puedes dar bu-ñuelos de mierda y, como están en otras cosas, no saben lo que están ingiriendo. No saben sentarse bien; no saben coger bien el te-nedor ni el cuchillo; no saben que no hay que arrimarse a la cuchara cuando comes sopa, esas cosas no las saben.- Estás en un restaurante y tienes que elegir un vino. ¿En qué te fijas primero?- Bueno, primero me fijo en el sumiller; es importante que me dé confianza y sepa recomendarme un buen vino que no sea necesa-riamente el más caro. Después me fijo en el tipo de uva porque hay algunas que me apetecen más que otras.

“a mí cuando me da el ataque de huevo frito

no puedo comer otra cosa”.

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vida EN cOMúN

el anonimato permite abandonar el autocontrol y reducir la responsabilidad personal sobre los propios actos.

un viernes de la primavera de 2004, un establecimiento de McDonald’s recibió la llamada telefónica de una persona que se identificó como el oficial Scott. El policía avisó a la encargada Jean Summers, de que iba a enviar una patrulla al restaurante para de-tener a una de las empleadas, que había sido acusada de robo.

Jean escuchó atenta la descripción física de la presunta delincuente. Coincidía con la de Louise Ogborn, una camarera que llevaba poco tiempo trabajando allí. Siguiendo las instrucciones que el policía le daba por el auricular, Jean retuvo a la chica en un almacén, donde la hizo desnudarse para registrarla mientras llegaba la patrulla. Pero el coche tardaba y el oficial —vía telefónica— comenzó a orde-nar un registro que se fue tornando delirante y que incluía instrucciones de hu-millaciones físicas a la camarera. De poco sirvieron las súplicas de Louise, Jean se convirtió en otra persona bajo las instrucciones del policía. Algunos trabajadores se negaron a participar en la detención y a obedecer las instrucciones telefóni-cas, pero nadie avisó a la policía, la de verdad. ¿Cómo pudo ocurrir algo así? Unos pocos datos telefónicos creíbles, y una actitud y un tono de voz que trans-mitieron autoridad, bastaron para que Jean obedeciera a un desconocido, ol-vidara sus principios morales, quebrantara las normas de la empresa y obviara que Louise era una pacífica compañera de trabajo incapaz de robar. Pero no nos precipitemos al juzgarla. Porque su actuación no es un hecho extraordinario,

sino una conducta humana previsible que se ha estudiado en situacio-nes experimentales. Un claro ejemplo de obediencia ciega a

la autoridad.

eL HOmBre De La BaTa BLaNCa En 1961 el psicólogo neoyorquino Stanley

Milgrarn sorprendió al mundo con los resultados de un experimento con el

que probó los límites de nuestra obe-diencia. Milgram reclutó a muchos

ciudadanos corrientes, haciéndo-les creer que participarían en un experimento sobre la memoria. En la sala de experimentación los voluntarios se encontraron

con un hombre vestido con una bata. Era el experto, la figura

de autoridad que les instruiría sobre lo que debían hacer y que

les acompañaría durante el experimento. Cada participante —de forma separada—

tenía que ir for-

mulando preguntas a una persona que se encontraba al otro lado de un cristal, en una habitación conjunta. Si ésta respondía incorrectamente, le aplicarían una descarga eléctrica, para ver si así mejoraba el aprendizaje. Cada respuesta erró-nea iría sumando 15 voltios a la cantidad de electricidad aplicada, pero se les decía a los voluntarios que no debían sentirse mal, que tenían un objetivo noble, ya que se trataba de ayudar a los que estaban tras el cristal a recordar.Aunque hay un detalle importante que los participantes desconocían: la persona que recibía las descargas era un actor que, en realidad, no recibía daño alguno. Todo era una pantomima. Sobre la mesa de la sala de experimentación descansa-ba el aparato que supuestamente aplicaba las descargas eléctricas. Bastaba tocar un mando para ir sumándoles voltaje. Al llegar a los 100 voltios, los participantes oían los gritos de la supuesta víctima pidiendo marcharse (recordemos que se trataba de un actor). Algunos preguntaban al experimentador qué ocurriría si se-guían aumentando la electricidad. La respuesta del hombre de la bata blanca era: “Yo soy el responsable y el experto, usted continúe”. Así hasta alcanzar el máximo de 450 voltios, una intensidad peligrosa. Es escalofriante pensarlo, pero dos de cada tres voluntarios aplicaron Ia descarga máxima, incluso creyendo que ma-tarían a la persona que gritaba al otro lado del cristal. De esta manera, Milgram demostró lo fácil que nos resulta seguir instrucciones, incluso las órdenes más crueles. La sociedad moldea desde la infancia nuestro comportamiento para que rectifiquemos las conductas incompatibles con las normas sociales. Un profesor, los padres, un médico... son figuras de autoridad a las que no nos cuesta obede-cer, simplemente porque creemos en sus buenas intenciones. Por tanto, cuando sentimos que la responsabilidad está por encima nuestro, cuando nos convencen de que nuestras acciones persiguen un bien mayor, podemos ser capaces de lle-gar a conductas extremas de castigo hacia los otros. En particular, cuando se nos despoja de nuestra identidad personal y se nos hace olvidar quienes somos como individuos, podemos llegar a niveles de docilidad que en circunstancias normales, nos resultanan totalmente inadmisibles. Esta tendencia es Ia que se utiiza, por ejemplo, en muchos regímenes totalitarios, en los que se uniformiza a los componentes de las fuerzas de seguridad: se les vuelve seres anónimos cubriéndoles el rostro, o vistiéndoles a todos igual. Por otra parte, se intenta deshumanizar a sus víctimas para que cueste menos verles como objetos en vez de como sujetos, para que no despierten empatía. Veamos un ejemplo de cómo el rol de verdugo y de víctima condicionan nuestra mente y nuestra forma de actuar.

De aCTiViSTaS CiViLeS a CrUeLeS CarC eLerOS Diez años después de Milgram, un psicólogo ítalo americano atrajo la atención internacional con otro polémico estudio. En 1971, Ia Universidad de Stanford (EE.UU.) era un nido de activistas de los derechos civiles. La mayoría protestaba contra la guerra de Vietnam. En ese entorno antibelicista, el psicólogo Philip Zimbardo seleccionó a un grupo de voluntarios que necesitaba para un experi-mento de resultados imprevisibles. Zimbardo quería estudiar las consecuencias psicológicas y conductuales de con-vertirse en prisionero o en guardia penitenciario. Para ello recreó el entorno físi-co y psicológico de una prisión en las instalaciones de la Universidad de Stanford. Después seleccionó a veinticuatro estudiantes con una salud mental impecable, a quienes ofreció escoger el papel de carcelero o de recluso. Al principio ninguno quería ser guardia, así que los papeles se decidieron lanzando una moneda al aire. El estudio se inició con la detención de los presos, que fueron conducidos a las instalaciones de la prisión simulada. Allí los guardias les desnudaron, unifor-maron y rociaron con un insecticida. Una media de nailon en la cabeza sustituyó al rasurado del cráneo y una cadena en el tobillo les recordaba constantemente su condición de prisioneros. En lugar de sus nombres debían usar números. Por su parte, los guardias recibieron bonitos uniformes, un silbato, una porra y unas gafas con lentes reflectantes. En ambos casos, estos cambios físicos les hacía

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un viernes de la primavera de 2004, un establecimiento de McDonald’s recibió la llamada telefónica de una persona que se identificó como el oficial Scott. El policía avisó a la encargada Jean Summers, de que iba a enviar una patrulla al restaurante para de-tener a una de las empleadas, que había sido acusada de robo.

Jean escuchó atenta la descripción física de la presunta delincuente. Coincidía con la de Louise Ogborn, una camarera que llevaba poco tiempo trabajando allí. Siguiendo las instrucciones que el policía le daba por el auricular, Jean retuvo a la chica en un almacén, donde la hizo desnudarse para registrarla mientras llegaba la patrulla. Pero el coche tardaba y el oficial —vía telefónica— comenzó a orde-nar un registro que se fue tornando delirante y que incluía instrucciones de hu-millaciones físicas a la camarera. De poco sirvieron las súplicas de Louise, Jean se convirtió en otra persona bajo las instrucciones del policía. Algunos trabajadores se negaron a participar en la detención y a obedecer las instrucciones telefóni-cas, pero nadie avisó a la policía, la de verdad. ¿Cómo pudo ocurrir algo así? Unos pocos datos telefónicos creíbles, y una actitud y un tono de voz que trans-mitieron autoridad, bastaron para que Jean obedeciera a un desconocido, ol-vidara sus principios morales, quebrantara las normas de la empresa y obviara que Louise era una pacífica compañera de trabajo incapaz de robar. Pero no nos precipitemos al juzgarla. Porque su actuación no es un hecho extraordinario,

sino una conducta humana previsible que se ha estudiado en situacio-nes experimentales. Un claro ejemplo de obediencia ciega a

la autoridad.

eL HOmBre De La BaTa BLaNCa En 1961 el psicólogo neoyorquino Stanley

Milgrarn sorprendió al mundo con los resultados de un experimento con el

que probó los límites de nuestra obe-diencia. Milgram reclutó a muchos

ciudadanos corrientes, haciéndo-les creer que participarían en un experimento sobre la memoria. En la sala de experimentación los voluntarios se encontraron

con un hombre vestido con una bata. Era el experto, la figura

de autoridad que les instruiría sobre lo que debían hacer y que

les acompañaría durante el experimento. Cada participante —de forma separada—

tenía que ir for-

mulando preguntas a una persona que se encontraba al otro lado de un cristal, en una habitación conjunta. Si ésta respondía incorrectamente, le aplicarían una descarga eléctrica, para ver si así mejoraba el aprendizaje. Cada respuesta erró-nea iría sumando 15 voltios a la cantidad de electricidad aplicada, pero se les decía a los voluntarios que no debían sentirse mal, que tenían un objetivo noble, ya que se trataba de ayudar a los que estaban tras el cristal a recordar.Aunque hay un detalle importante que los participantes desconocían: la persona que recibía las descargas era un actor que, en realidad, no recibía daño alguno. Todo era una pantomima. Sobre la mesa de la sala de experimentación descansa-ba el aparato que supuestamente aplicaba las descargas eléctricas. Bastaba tocar un mando para ir sumándoles voltaje. Al llegar a los 100 voltios, los participantes oían los gritos de la supuesta víctima pidiendo marcharse (recordemos que se trataba de un actor). Algunos preguntaban al experimentador qué ocurriría si se-guían aumentando la electricidad. La respuesta del hombre de la bata blanca era: “Yo soy el responsable y el experto, usted continúe”. Así hasta alcanzar el máximo de 450 voltios, una intensidad peligrosa. Es escalofriante pensarlo, pero dos de cada tres voluntarios aplicaron Ia descarga máxima, incluso creyendo que ma-tarían a la persona que gritaba al otro lado del cristal. De esta manera, Milgram demostró lo fácil que nos resulta seguir instrucciones, incluso las órdenes más crueles. La sociedad moldea desde la infancia nuestro comportamiento para que rectifiquemos las conductas incompatibles con las normas sociales. Un profesor, los padres, un médico... son figuras de autoridad a las que no nos cuesta obede-cer, simplemente porque creemos en sus buenas intenciones. Por tanto, cuando sentimos que la responsabilidad está por encima nuestro, cuando nos convencen de que nuestras acciones persiguen un bien mayor, podemos ser capaces de lle-gar a conductas extremas de castigo hacia los otros. En particular, cuando se nos despoja de nuestra identidad personal y se nos hace olvidar quienes somos como individuos, podemos llegar a niveles de docilidad que en circunstancias normales, nos resultanan totalmente inadmisibles. Esta tendencia es Ia que se utiiza, por ejemplo, en muchos regímenes totalitarios, en los que se uniformiza a los componentes de las fuerzas de seguridad: se les vuelve seres anónimos cubriéndoles el rostro, o vistiéndoles a todos igual. Por otra parte, se intenta deshumanizar a sus víctimas para que cueste menos verles como objetos en vez de como sujetos, para que no despierten empatía. Veamos un ejemplo de cómo el rol de verdugo y de víctima condicionan nuestra mente y nuestra forma de actuar.

De aCTiViSTaS CiViLeS a CrUeLeS CarC eLerOS Diez años después de Milgram, un psicólogo ítalo americano atrajo la atención internacional con otro polémico estudio. En 1971, Ia Universidad de Stanford (EE.UU.) era un nido de activistas de los derechos civiles. La mayoría protestaba contra la guerra de Vietnam. En ese entorno antibelicista, el psicólogo Philip Zimbardo seleccionó a un grupo de voluntarios que necesitaba para un experi-mento de resultados imprevisibles. Zimbardo quería estudiar las consecuencias psicológicas y conductuales de con-vertirse en prisionero o en guardia penitenciario. Para ello recreó el entorno físi-co y psicológico de una prisión en las instalaciones de la Universidad de Stanford. Después seleccionó a veinticuatro estudiantes con una salud mental impecable, a quienes ofreció escoger el papel de carcelero o de recluso. Al principio ninguno quería ser guardia, así que los papeles se decidieron lanzando una moneda al aire. El estudio se inició con la detención de los presos, que fueron conducidos a las instalaciones de la prisión simulada. Allí los guardias les desnudaron, unifor-maron y rociaron con un insecticida. Una media de nailon en la cabeza sustituyó al rasurado del cráneo y una cadena en el tobillo les recordaba constantemente su condición de prisioneros. En lugar de sus nombres debían usar números. Por su parte, los guardias recibieron bonitos uniformes, un silbato, una porra y unas gafas con lentes reflectantes. En ambos casos, estos cambios físicos les hacía

perder su identidad. Rápidamente los guardias se dedicaron a establecer elaboradas listas de normas para los prisioneros, que estos debían memori-zar y obedecer. Aunque el objetivo original de los recuentos era comprobar que los prisioneros estaban sanos y que ninguno ha-bía escapado, pronto se convirtieron en ceremonias de control y de castigos arbitrarios orquestados por los guardias. El segundo día los carceleros pidieron refuerzos a Zimbardo, afirmando que los presos eran peligrosos y que debían ser controlados. Entonces empezaron a usar la fuerza física para controlar a los prisioneros, aunque Zimbardo, que ejercía de director de la prisión, lo había prohibido. Al otro lado de las rejas, los reclusos también habían in-teriorizado su rol, olvidando que participaban en un experimento. Pronto se rebelaron contra los números y comenzaron a insultar a los guardias que, cuando sabían que Zimbardo no les vigilaba, infligían los castigos más terribles. A pesar de las advertencias del psicólogo a los carceleros, al día siguiente los maltratos empeora-ban todavía más. El sexto día, Zimbardo decidió dar por concluido el experimento, que en realidad estaba previsto que durase dos semanas.

¿SABEMOS QUIÉNES SOMOS?Estas historias de manipulación resultan inquietantes porque cuestionan la reconfortante frontera mental que trazamos entre buenas y malas personas. A principios de este año, McDonald’s se-guía litigando para evitar el pago de una indemnización millonaria a la encargada y a la empleada maltratada. El falso policía resultó ser un antiguo funcionario de prisiones. Finalmente fue detenido y se supo que había practicado el mismo engaño llamando a de-cenas de establecimientos. La principal víctima en este caso fue, sin duda, Louise Ogborn, pero no fue la única. Pensemos en la encargada de McDonald’s, que se vio súbitamente enfrentada a una identidad que desconocía. No resulta difícil imaginarla poco después del incidente, preguntándose a sí misma: ¿quién soy en realidad? En vista de lo anterior, uno se siente obligado a hacerse la misma pregunta.

en su libro “el efecto Lucifer: el por qué de la maldad.” Paidós 2008) Philip Zimbardo analiza las tres formas en las que una persona puede reaccionar cuando se encuentra ante circuns-tancias especiales. La maldad puede estar desencadenada por una autoridad fuerte que nos presiona para hacer daño a alguien, como en el experimento de milgran o el caso de ma-cdonalds, o por las reglas, que nos asignan un rol, y que segui-mos para integrarnos a un grupo, como demostró Zimbardo. La maldad por inacción correspondería a la actuación de los empleados de McDonalds, que, aunque no participaron direc-tamente en el registro de la camarera, no hicieron nada para impedirlo. Por último, personas corrientes realizan acciones altruistas que ponen de manifiesto lo mejor de la naturaleza humana. Lo asombroso es que muchas de estas personas in-sisten en que su acción carece de mérito porque cualquiera hu-biera actuado así en la misma situación. ahora sabemos que no es cierto. Son verdaderos héroes.

hErOíSMO,Maldad pOr acciÓN Y Maldad pOr iNacciÓN

aPUNTeS

El psicólogo Philip Zimbardo estudió las consecuencias psicológicas y conductuales de convertirse en prisionero o en guardia penitenciario.

La maldad puede estar desencadenada por una autoridad fuerte que nos

presiona para hacer daño a alguien, como en el experimento de milgran.

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Salud

lO quE ENgOrda: la vErdadl a creciente preocupación por seguir una dieta equilibra-

da para prevenir enfermedades y el alarmante culto a la delgadez han propiciado que las cuestiones relaciona-das con la alimentación nos preocupen cada vez más. Este gran interés ha permitido que surjan creencias

erróneas que confunden a las personas que desean mantenerse en peso o perder algún kilo, ya que demasiado a menudo se da sustento a ideas sobre nutrición que carecen de rigor científico. Los mitos en torno a la alimentación proliferan especialmente en estas fechas, en que se acerca el verano, por lo que es el momento de aclarar algunos conceptos básicos.

La eNerGía De LOS aLimeNTOS. CaLOríaSMuchas personas engloban los alimentos en dos grupos: los que engordan y los que no engordan. Esta simplista clasificación carece de fundamento nutricional y puede provocar que sigamos una dieta inadecuada.Todos los alimentos excepto el agua aportan energía, salvo que se queden en el plato. Un alimento por sí solo no tiene capacidad de engordar o no engordar. El valor energético de un alimento concreto o un plato está determinado por el contenido en macronutrientes del alimento o del plato, y por la cantidad que la persona consuma a lo largo del día o habitualmente. La clave: comer de todo de forma equilibrada y en las proporciones adecuadas.

aLimeNTOS qUe eNGOrDaN• el pan engorda: FaLSOEs la frase típica de quien se pone a dieta por su cuenta. También se dice que la pasta, el arroz, las legumbres o las patatas engordan, cuando no es así. Todos estos alimentos proporcionan hidratos de carbono, los nutrientes que el organismo requiere en mayor canti-dad y que deben suponer entre el 50% y el 55% del total de calorías de la dieta. Existe la creen-cia errónea de que los hidratos de carbono engordan. Su valor calórico es de 4 Kiloca-lorías por gramo, como el de las proteínas, mientras que el de las grasas es de 9 Ki-

localorías por gramo. Y no nos engañemos: en muchos casos lo que aumenta las calorías del pan es el acompañamiento (mantequilla, embutidos, bacón, quesos, etc.), la mayoría alimentos ricos en grasas.• Las frutas como el plátano, los higos y las uvas, engordan: FaLSOEstas frutas aportan más calorías por cada 100 gramos que otras como la manzana, la naranja, etc., por lo que tomando menos can-tidad, el aporte de calorías es similar al de una manzana o naranja medianas.Por 100 gramos: plátano: 85 Kcal; uvas: 65 Kcal; higos: 66 Kcal. • Cualquier fruta engorda tomada después de comer: FaLSOUna fruta aporta las mismas calorías antes o después de las comidas. Si se toma antes produce saciedad, ya que contiene fibra. El orden en que se ingieren los alimentos no influye en el total de calorías diarias, aunque sí puede afectar a la digestión de los mismos.• el agua tomada en la comida engorda: FaLSOEl agua no aporta energía, pues no contiene macronutrientes. Por lo tanto, no engorda aunque se tome antes, durante o después de las comidas. Si se bebe antes de comer puede provocar sensación de saciedad y así evitar el consumo de otros alimentos. Tomar mucha agua durante las comidas puede hacer que la digestión sea más lenta debido a que se diluyen en ella los jugos gástricos.• Los hidratos de carbono y las proteínas no se pueden combinar en la misma comida: FaLSOPrácticamente todos los alimentos son una mezcla de hidratos de carbono, proteínas y grasas, por lo que no resulta lógico separar unos alimentos de otros cuando su propia composición es una mezcla compleja. El aparato digestivo del hom-

bre está preparado para realizar la digestión de la más variada mezcla de alimentos. Sólo en determinadas circunstancias (por ejemplo, en caso de resistencia a la insulina), puede resultar más eficaz disociar el aporte de nutrientes en determinados momentos del día. No obs-tante, esta decisión corresponde al nutricionista, que la tomará tras un estudio dietético detallado que incluirá los análisis clínicos perti-nentes.Alimentos que no engordan (o que ayudan a adelgazar)• Los alimentos integrales no engordan: FaLSOLos alimentos integrales aportan más fibra que los refinados, pero la composición en el resto de nutrientes es similar. Es decir, a igualdad de peso aportan las mismas calorías. Lo interesante de la fibra es que mejora el tránsito intestinal, contribuye a reducir los niveles de gluco-sa y colesterol de la sangre y previene enfermedades como el cáncer. Se aconseja incluir en la dieta productos integrales por estas razones, pero no como método para reducir calorías.• el aceite de oliva no engorda: FaLSOEl aceite de oliva, al igual que el resto de aceites, aporta 9 calorías por gramo, tanto si se consume crudo o cocinado, por lo que se debe moderar su consumo en caso de exceso de peso. Una cuchara sope-ra (10 gramos) de aceite (oliva, girasol, maíz...) aporta 90 Kilocalorías. Cuidado al aliñar ensaladas...• Los alimentos light ayudan a adelgazar: FaLSOLos alimentos light aportan menos cantidad de calorías que su equi-valente normal si se toma la misma cantidad, pero eso no significa que sirvan para adelgazar.Muchos productos light siguen siendo calóricos por su propia natu-

raleza, pues buena parte de sus ingredientes son grasas necesarias para su elaboración, para conferirles su sabor, textura... Ejemplos de esto son la mayonesa light, las patatas fritas light o el paté light, que deben consumirse con

mucha moderación porque siguen siendo muy calóri-cos en comparación con otros alimentos no light.

Y es que si revisamos la etiqueta podemos comprobar que no to-dos los productos light son tan ligeros como parecen.

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pSicOlOgía

depresión, ansiedad, estrés, Alzheimer, autismo... no es extraño que personas desesperadas y cansa-das de deambular de un médico a otro en busca de un remedio para males como éstos traten de en-contrar una cura o alivio en tratamientos alternati-

vos alejados de la medicina convencional, un ejemplo de estas opciones menos oficiales lo encontramos en la musicoterapia.Basada en la música y en la terapia, se ha revelado como un mé-todo en ocasiones válido para ayudar a quienes padecen estas enfermedades como las citadas, ya que, al parecer, pueden so-lucionar discapacidades educativas y favorecer la rehabilitación social. En los últimos veinte años, la musicoterapia ha pasado de ser una disciplina desconocida y con un toque esotérico a contar con un sitio en los planes de estudio de algunas universidades. Quienes han optado durante este tiempo por esta especialidad declaran que su éxito yace en “el torrente de sentimientos que desata la música, un poderoso canal de comunicación entre el interior de la persona y el terapeuta que abre unas puertas a las que la palabra nunca llega”. En resumen, la musicoterapia se define como la aplicación cien-tífica del sonido, la música y el movimiento para, a través del entrenamiento de la escucha y la ejecución sonora, facilitar la comunicación, promover la expresión individual y favorecer la integración social.

MuSicOTErapiauN paSEO pOr El alMa

iNFLUeNCia De La múSiCaNumerosos científicos, filósofos y pensadores han reflexionado sobre la influencia de la música. Para Schopenauer, la música era pura metafísica que revelaba un orden maravilloso bajo un apa-rente desorden. Shakespeare decía que “la música puede originar la percepción de un silencio cada vez más elocuente, y tan fasci-nador, en ocasiones, que dulcifique al triste, y al bueno, lo incline hacia el mal”. Según Virey, “toda alma presiente una melodía apro-piada a un ritmo fisiológico”. Y en palabras de una de los precurso-ras de la musicoterapia en España, Candela Ardid, “si no hubiese otras razones suficientes para justificar la influencia de la música sobre nuestra salud bastaría con decir que está basada en el ritmo, como la vida misma”. Según los defensores de la musicoterapia, otro hecho que viene a demostrar que se escucha con el alma, pese a la importancia de tener un buen oído, es que uno de los mayores genios de la música, Beethoven, compuso parte de sus obras estando sordo.

eL TamBOr, La TeraPia máS aNTiGUaA lo largo de la historia, muchas civilizaciones han reconocido la influencia que tiene la música en las personas y, más aún, han utilizado los sonidos del tambor para efectuar terapias de grupo. En cambio, el uso terapéutico de los sonidos ha alcanzado ya su mayoría de edad recientemente y, hoy en día, sigue unas pautas definidas que, según los expertos, permiten encontrar ritmos vi-

tales y realizar interacciones creativas en grupo (para muchos terapeutas, la herramienta sonora más poderosa es el canto humano). En este sentido, la esencia de los sentimientos humanos pue-de reflejarse en toda la escala musical y, de hecho, mientras el bemol es el signo musical más expresivo del dolor, el sostenido presenta la frecuencia más clara de la alegría. Según algunas teorías, la escala de do mayor es noble y franca, la de re mayor, brillante; la de sol, guerrera y briosa; la de do menor, patética, y más tristes aún, las de fa y sol menor. Se dice también que se toca la música de Hadyn, con placer; la de Beethoven, con en-tusiasmo; la de Mozart, con pena en el corazón, y la de Mendel-son, con pasión. Según algunos musicólogos, la marcha fúnebre de Beethoven disminuye un octavo las pulsaciones del corazón, y los clásicos más curativos son Mozart y Bach, Vivaldi, los clási-cos de la India, y la música Taoísta.

qUÉ eFeCTOS TieNe Y DóNDe Se aPLiCa La mUSiCOTeraPiaLa música posee unos valores universales que afectan a todas las personas y que se definen por el ritmo, la armonía, la melodía y el tono. Un tono agudo provoca tensión, una armonía menor lle-va a la tristeza y un ritmo lento ralentiza la actividad fisiológica. Así, el musicoterapeuta debe descubrir la personalidad musical de cada paciente para seleccionar la música adecuada.

l Fisiología: produce cambios en el ritmo cardiaco y respiratorio, así como en la tensión muscular.l Comunicación: estimula la expresión de los problemas y las inquietudes.l Afectividad: favorece el desarrollo emocional y afectivo.l Sensibilidad: agudiza la percepción auditiva y táctil.l movimiento: estimula la actividad y mejora la coordinación motriz.l Sociabilidad: fomenta la interrelación social.

aPLiCaCiONeSl Educativas: ayuda en la formación, desarrollo personal y superación de discapacidades de

aprendizaje.l Psicoterapéuticas: ayuda a resolver problemas psicológicos y a cambiar conductas establecidas.l médica: apoyo psicológico y físico (puede redu-cir el dolor) a pacientes médicos que se enfrentan a situaciones difíciles como la cirugía, enfermeda-des terminales, cuidados intensivos...l Psiquiátrica: mejora la autoestima y la capaci-dad de comunicación de los enfermos.l Geriátrica: promueve la sociabilidad, el man-tenimiento de la memoria, la actividad física y la orientación en la realidad a las personas mayores.l rehabilitación social: ayuda en los procesos de desintoxicación de drogodependientes.

EfEcTOS

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la cENTral

Cada año, cientos, miles de hombres solteros, divorciados o viudos, son estafados anualmente en europa y los estados Unidos con el cuento de la novia rusa. a través de falsas agencias matrimoniales, estos corazones solitarios buscan a través de Internet a la mujer ideal que los acompañe en una relación sentimental que deberá ser para toda la vida. Al final terminan con el corazón roto y las cuentas de ahorros vacías.

deFiNiCióN De La PaLaBra “eSTaFa”: rOBO “a La rUSa”Las diferentes estrategias utilizadas por los estafadores no tendrán más que un solo objetivo: llevarlo a una si-tuación donde deba transferirles dinero. En general, no

se lo pedirá directamente sino que se lo solicitará como una ayuda excepcional de su parte para poder superar un problema que de otra forma podría dañar el desarrollo normal de la relación sentimental, en todo caso, la suma transferida no podrá ser recuperada.La estafa puede ser consumada por una sola persona, pero en ge-neral son bandas que administran cientos de direcciones de correos electrónicos que corresponden a hombres enamorados que creen haber encontrado la mujer de su vida.

meCaNiSmOA lo largo de las primeras cartas le será imposible saber si la persona con la que se cartea es honesta o si se trata de un estafador. Bien-venido al mundo de las relaciones virtuales. Es muy difícil detectar las trampas antes que la cuestión del dinero no se plantee ya que los estafadores tienen un buen conocimiento de la psicología de los hombres occidentales solteros o divorciados: las cartas enviadas por el estafador no difieren en nada de las letras enviadas por una mujer sincera y no se dará cuenta que se trata de una trampa. Y no tenga demasiada confianza en las fotos que le envía su “dulcinea”: éstas pueden haber sido compradas a un estudio de fotografía, o sustraídas a una mujer honesta o bien bajadas a través de Internet.

LOS PrimerOS SíNTOmaS De La eSTaFa- La dama con la que está en relación es estudiante o sin trabajo.- Ella tiene un aspecto de modelo y es mucho más joven que usted (la

dE ruSia SiN

aMOrvíctima en general tiene la edad para ser el padre de la chica). - Algo muy triste que pasó en la vida de la dama le inspira piedad: su ma-dre está muy enferma, su padre la abandonó cuando era pequeña, etc.Es casi imposible detectar una estafa a lo largo de las primeras cartas intercambiadas: al principio todo parece perfecto, sus sentimientos hacia ella crecen rápidamente. Es al cabo de 3 ó 4 cartas que algunos signos deben alertarlo, desgraciadamente algunos hombres ya están a esas alturas bajo la “seducción” de la dama con la que se escriben y serán ciegos a estos signos: - La dama evoca a menudo las nociones honestidad y de sinceridad (con el objetivo de adormecer su vigilancia).- Ella casi no responde a sus preguntas o las respuestas son agregadas al final de las cartas (usted puede pensar que se trata de una barrera de lengua pero en realidad la carta es simplemente un “modelo” al que alguien le agrega algunas particularidades al final).- Ella se enamora profunda y rápidamente de usted. - Las fotos que ella le envía son cada vez más sexys y provocativas.- Ella insiste en que desea ir a verlo muy rápidamente para poder pro-barle su amor. Para esto le pide mucho dinero para comprar la visa y o el billete de avión.Si usted duda en enviarle el dinero, ella lo tratará entonces más seca y agresivamente, le reprochará que los actos (entiéndase por esto que usted le transfiera el dinero que ella le reclame) valen más que las pa-labras lindas.

emPieZa eL SaNGraDOLOS “GaSTOS reLaCiONaDOS CON iNTerNeT”Después de algunos emails, sus sentimientos se incrementan y le confía su personalidad y lo que usted espera de ella. La joven le escri-be cartas maravillosas, abiertas y detalladas y parece más que intere-

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sada por su perfil. Al cabo de algunas semanas, empieza a esperar sus cartas con mucha impaciencia. De repente, sin prevenir, la dama le informa que le está escribiendo su último correo: su abono a Internet se ha terminado y su proveedor la amenaza con cortarle la conexión y ya no podrá comunicarse más con usted. Le pide algunos centenares de euros para pagar la conexión anual, suma que debe ser transferida de urgencia. Una vez que lo hace, la dama desaparece.

Si qUiere LLamarLa.Cuando el enamorado le escribe diciéndole que quiere llamarla por teléfono, recibe como respuesta que ella no tiene. Esto debería pa-recerle sospechoso pero aún así intenta otras formas. Será inútil, las respuestas serán:- Que no puede hablarle a causa de la barrera idiomática.- Que no sirve de nada que ella le dé su número telefónico ya que de todas maneras no está casi nunca en su casa. - Ella puede ser localizada solo en horarios muy precisos: esto significa que no vive en ese lugar.- En su trabajo o universidad no la dejan hablar por teléfono.Como consuelo, o estímulo, la dama le envía con cada mensaje una o varias fotos sexys : método muy eficaz utilizado con algunos hombres (todos en realidad) muy interesados en lo físico y que no han contac-tado a la dama por su interés en Dostoiewsky. Una vez que haya resuelto los problemas ligados al costo de Internet se perfila otro anzuelo en su camino, y este es enorme: los gastos ligados a la visa o al billete de avión. Esto porque después de algunos correos intercambiados será necesario pasar de la relación amorosa virtual al encuentro. Estudiaremos ahora el caso de la estafa más frecuente.

La SiTUaCióN DeL “ViaJe”Esta es la más corriente en términos de estafa. Si la relación por co-rreo pasa bien y parece que el amor se asoma, entonces le anuncia el cambio de email. Es una astucia del estafador afín de “organizar” sus contactos: da una dirección única de email a los hombres que ya “mordieron el anzuelo” para poder ordenar las cartas preescritas y no “pisar el palito”. Un estafador contacta cientos de hombres cada día con la finalidad de aumentar así sus posibilidades de “éxito” y debe por lo tanto mantener un orden entre los que van cayendo.Ella se enamora rápidamente de usted: lo encuentra muy diferente de los otros hombres que conoce en su país, quienes le parecen crue-les, infieles, alcohólicos, que solo se interesan por el sexo y tan poco en el amor. Ella le anuncia que quiere encontrarse en persona con usted y pasar el resto de su vida juntos. Usted aprecia esta situación aunque no está realmente seguro de amarla realmente. No está listo para hacer ese gran viaje pero ella insiste en viajar hasta donde está usted y abrazarlo. Entonces… ¿por qué no? Ella le escribe diciéndole que puede obtener la visa a través de una agencia de viajes y le pide entre 300 y 600 euros para la obtención del permiso. Esto le parece una suma razonable para encontrar a la mujer de su vida. Duda un poco y finalmente acepta transferirle la suma. Una vez que ella haya recibido el dinero para la visa, inmedia-tamente le pedirá dinero para el billete de avión. Le dice que tiene un familiar o amigo que trabaja en una compañía aérea y que usted debe transferirle entre 700 y 1200 euros. Una vez que el dinero llega a las manos de su amada, la joven desaparece súbitamente.

La SiTUaCióN DeL “aParTameNTO”Ella le dice que viaje a Moscú para conocerlo y nada mejor que al-quilar un departamento. La idea de pasar una temporada en Rusia en un discreto departamento al lado de una mujer bellísima resulta

demasiado tentadora. Además, el costo de un departamento siem-pre será más barato que el de un hotel, con los beneficios que trae la preparación de los alimentos, por parte de ella, y la sensación de estar viviendo una inesperada luna de miel. Usted transfiere el dinero para el alquiler del apartamento: la joven desaparece sin dejar huellas.

La SiTUaCióN DeL “amOr a Primera ViSTa” Esta situación es llamada también “la vaca lechera” ya que el estafador va a sustraerle pequeñas sumas de dinero en intervalos regulares de manera de no despertar sospechas. Luego de conversar por teléfono durante varias semanas, y confiar en todo lo que le dicen, le hace sa-ber que los fines de mes son difíciles y que ella está en una muy mala situación financiera. No le pide directamente dinero pero le hace en-tender que algunas decenas de euros podrían ayudarla a pasar por ese mal momento. Decide tener confianza y le envía regularmente (cada mes por ejemplo) pequeñas sumas comprendidas entre 50 y 100 euros. Durante los meses que le envía esa “pequeña cantidad”, recibirá cartas donde su futura novia estimulará su imaginación con-tándole lo felices que serán cuando al fin se encuentren. Algunos días antes de la partida para ir a encontrar a “la mujer de su vida”, esta le anuncia que tiene algo muy importante para decirle. No sabe por dónde comenzar, se siente culpable, pero debe decirle la verdad: ha encontrado la noche anterior a su amor de la juventud al cual no había visto desde hace años y se enamoraron nuevamente el uno del otro. Sacando cuentas, en esas semanas o meses le dio como 600 euros y tal vez piense que no fue mucho (la ilusión no tiene pre-cio), pero esa misma cantidad se la sacó a decenas de hombres a lo largo de varios meses.

La SiTUaCióN DeL “aCCiDeNTe”Usted se cartea con una bella mujer rusa, todo va bien, ella le escribe las más bellas cartas que usted ha recibido en su vida. Cuando todo queda listo para el encuentro, ¡paf! Un mensaje de su novia rusa di-ciéndole que su madre se ha enfermado muy gravemente y que debe ser hospitalizada de urgencia y si usted no la ayuda financieramente la señora morirá. Enviado el dinero, la novia desaparece.Estas, y otras historias, ocurren a diario y los engañados rara vez pre-sentan una queja. La vergüenza de haber sido engañados por una mujer que le robó el corazón y la billetera es muy grande y sólo le queda buscar el consuelo en otro lugar. Otros, tal vez piensen que vivir una ilusión tan intensa con una mujer que parecía sacada de un catá-logo de modelos, valió la pena.No hay que olvidar jamás que por más inteligente que sea un esta-fador, siempre terminará pidiendo dinero y si no hay dinero de por medio, no hay estafa.

La vergüenza de haber sido engañados por

una mujer que le robó el corazón y la billetera

es muy grande y sólo le queda buscar el

consuelo en otro lugar.

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Mirada al MuNdO

uNa TardEEN la favElacreo que la historia de hoy es, hasta ahora, la más im-

presionante que he contado desde que comencé esta aventura. Y seguramente también de lo que llevo de vida. Las cosas que no se esperan suelen ser más im-pactantes.

Lo cierto es que cuando venía para Río no pensaba ni acercarme a una favela. Estamos muy influenciados por las historias que cuentan los medios de comunicación, fascinados tambien por la cruda realidad de películas tan fabulosas como “Ciudad de Dios”. Quizá viciados.Pero luego, como dicen por acá, las cosas acontecen. Paseando por la playa de Copacabana (eso sí, sin sol y sin apenas ambiente), un hombre, argentino, se acercó y nos empezó a ofrecer sus servicios

TuriSMO difErENTE

Por Pedro Jareño de guía. Raúl, que así se llama este bonaerense, tiene ese don de saber ganarse a la gente si le das un tiempo para escuchar lo que tiene que contar. Y lo hizo. No sé decir la razón, pero terminamos confianzo en su palabra y en sus historias. En su labia. Y nos reco-mendó absolutamente visitar una Favela. Con él haciendo de guía y con la máxima seguridad garantizada. Nos dijo que no es lo que todos pensamos. Nos dijo que estar en la Favela para el turista es estar más seguro que en Copacabana. Nos habló de otros españoles que han ido con él y de que todos piensan que es la mejor excursión de Río de Janeiro.Y como hemos venido a jugar, que diría mi amigo Camina, allá que fuimos. Raúl nos había recomendado que fuéramos sin comer. Que nos iba a llevar a un sitio en el que se come mejor que en toda Copa-cabana. Que si después encontrábamos un sitio mejor, él se pagaba unas cervezas. Así que quedamos con él a las 2 de la tarde. Para que

se hagan una idea de cómo fue todo por la favela, les diré que llegamos al hotel a la 1 de la madrugada.Antes de subir, Raúl nos explicó todas las reglas. Son importantísimas. Funda-mentales. Cumpliéndolas bien, aseguraba, no tendrán ni un sólo problema. Las reglas para el turista en la favela son fáciles y conviene grabarlas a fuego:1. No hacer fotos cuando el guía diga que no hay que hacer fotos. Retratar a un traficante puede meterte en un buen lío.2. No mirar a las mujeres descaradamente y sobre todo no hablar con ellas si no lo hacen primero. Nunca sabes de quién puede ser la mujer, la hija, la hermana…3. No preguntar. Nunca. A nadie. Si preguntas, pueden sospechar de ti. Puedes ser policía infiltrado o miembro de una banda rival.En Río, según nos contó Raúl, hay cientos de favelas. Y hay tres grandes bandas de traficantes de drogas que controlan todas y cada una de ellas. Es territorio prohibido para los clanes rivales y más les vale. Cuando alguna banda intenta entrar en otra de las favelas para aumentar su negocio y controlarla es cuando hay problemas. Guerras civiles. Muertes. Asesinatos. Violencia. Es su ley.Nosotros fuimos a la favela de “A Rosinha”. La más “importante” de la ciudad. 200.000 personas viven allí en casas construídas por sus propias manos y que sorprenden totalmente al visitante. Por sus propias infraestructuras y por su realidad arrolladora.En A Rosinha todas las casas tienen título de propiedad. Se la construyen y se van al Gobierno a comunicárselo. Ellos les dan un título y les hacen pagar im-puestos. Aunque a menor coste que en la ciudad. Tienen luz en todas las casas. Y agua potable. Y televisión por cable. Y pantallas de plasma de 50 pulgadas. E Internet. Aunque las casas por fuera engañen y estén apiladas, sucias, tétricas… Dentro no son lo que parecen.El 80% de los que pueblan la favela son trabajadores. Como tú y como yo. Gente que regenta comercios, peluquerías, tiendas de comida, restauran-tes, bares, taxistas, conductores de autobús. Y el 20% están metidos en el negocio de las drogas. Y son los que generan sus propias leyes y las hacen cumplir a conciencia.

Pasear por las calles de la favela es estar continuamente con la boca abierta. La gente te saluda al cruzarte por las callejuelas laberínticas, niños y familias enteras juegan en las avenidas, centenares de motos suben y bajan constante-mente por las arterias principales y multitudes pasean por allí.Mientras, en cada esquina importante, ahí están. “Los chicos”, como los llama Raúl. Traficantes de droga. Al aire libre, sentados en una silla. Con unas mochilas y bolsas de plástico descubiertas. Sentados o en pie. Y espe-rando. Llegan clientes. A montones. y ahí, en vivo, ves la transacción. Uno que paga y otro que vende. Y esos niños jugando, y esas madres paseando, y esas familias comprando, al lado. Y nadie se sorprende. Y nadie denuncia. Y nadie lo nota como no cotidiano.Y, justo enfrente, a 50 metros, quizá 100, la Policía. Por si acaso ocurre algo que se salga de esa exótica rutina.El turista, cumpliendo las reglas, nunca siente amenazada su seguridad. Nunca. Ni un segundo. Eso sí, después de bajar ciertos callejones, en cualquier mo-mento, Raúl nos paraba: “En cuanto doblemos esa esquina, pueden seguir con la cámara en la mano pero no se les ocurra tomar fotos. Ahí están los trafican-tes. Los chicos”. En una de esas veces, una de las anécdotas más curiosas de la travesía: uno de los traficantes estaba rodeado de niños; seguramente sus hijos o hermanos pequeños. Como es costumbre, al pasar por delante nos saluda-ron. Y devolvimos el saludo. Los niños, con una sonrisa de oreja a oreja, nos de-cían en portugués: “Fotos, fotos. Hágannos fotos”. Y reían. Al lado, el traficante, simpático y más que agradable a nuestra vista: “No, no les hagan caso. Están locos. No saben lo que dicen”. Y reía mientras movía el dedo índice alrededor de su sién dibujando un círculo en el aire. Obviamente, no se nos pasó por la cabeza hacer caso a los niños. Inocentes.Al principio del paseo, Raúl nos llevó a un lugar de los más fascinantes que he visto nunca. Una casa particular con una azotea que permite subir al turista para ver unas vistas indescriptibles. A 700 metros de altura. Rodeado de pare-des enormes y naturales; y verdes; rodeado de casas hechas a mano. Un mira-dor en una favela. Vislumbrando tanques de agua potable en cada edificio (por cada tanque, una familia que vive en esa vivienda). Y con el barrio más rico de

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se hagan una idea de cómo fue todo por la favela, les diré que llegamos al hotel a la 1 de la madrugada.Antes de subir, Raúl nos explicó todas las reglas. Son importantísimas. Funda-mentales. Cumpliéndolas bien, aseguraba, no tendrán ni un sólo problema. Las reglas para el turista en la favela son fáciles y conviene grabarlas a fuego:1. No hacer fotos cuando el guía diga que no hay que hacer fotos. Retratar a un traficante puede meterte en un buen lío.2. No mirar a las mujeres descaradamente y sobre todo no hablar con ellas si no lo hacen primero. Nunca sabes de quién puede ser la mujer, la hija, la hermana…3. No preguntar. Nunca. A nadie. Si preguntas, pueden sospechar de ti. Puedes ser policía infiltrado o miembro de una banda rival.En Río, según nos contó Raúl, hay cientos de favelas. Y hay tres grandes bandas de traficantes de drogas que controlan todas y cada una de ellas. Es territorio prohibido para los clanes rivales y más les vale. Cuando alguna banda intenta entrar en otra de las favelas para aumentar su negocio y controlarla es cuando hay problemas. Guerras civiles. Muertes. Asesinatos. Violencia. Es su ley.Nosotros fuimos a la favela de “A Rosinha”. La más “importante” de la ciudad. 200.000 personas viven allí en casas construídas por sus propias manos y que sorprenden totalmente al visitante. Por sus propias infraestructuras y por su realidad arrolladora.En A Rosinha todas las casas tienen título de propiedad. Se la construyen y se van al Gobierno a comunicárselo. Ellos les dan un título y les hacen pagar im-puestos. Aunque a menor coste que en la ciudad. Tienen luz en todas las casas. Y agua potable. Y televisión por cable. Y pantallas de plasma de 50 pulgadas. E Internet. Aunque las casas por fuera engañen y estén apiladas, sucias, tétricas… Dentro no son lo que parecen.El 80% de los que pueblan la favela son trabajadores. Como tú y como yo. Gente que regenta comercios, peluquerías, tiendas de comida, restauran-tes, bares, taxistas, conductores de autobús. Y el 20% están metidos en el negocio de las drogas. Y son los que generan sus propias leyes y las hacen cumplir a conciencia.

Pasear por las calles de la favela es estar continuamente con la boca abierta. La gente te saluda al cruzarte por las callejuelas laberínticas, niños y familias enteras juegan en las avenidas, centenares de motos suben y bajan constante-mente por las arterias principales y multitudes pasean por allí.Mientras, en cada esquina importante, ahí están. “Los chicos”, como los llama Raúl. Traficantes de droga. Al aire libre, sentados en una silla. Con unas mochilas y bolsas de plástico descubiertas. Sentados o en pie. Y espe-rando. Llegan clientes. A montones. y ahí, en vivo, ves la transacción. Uno que paga y otro que vende. Y esos niños jugando, y esas madres paseando, y esas familias comprando, al lado. Y nadie se sorprende. Y nadie denuncia. Y nadie lo nota como no cotidiano.Y, justo enfrente, a 50 metros, quizá 100, la Policía. Por si acaso ocurre algo que se salga de esa exótica rutina.El turista, cumpliendo las reglas, nunca siente amenazada su seguridad. Nunca. Ni un segundo. Eso sí, después de bajar ciertos callejones, en cualquier mo-mento, Raúl nos paraba: “En cuanto doblemos esa esquina, pueden seguir con la cámara en la mano pero no se les ocurra tomar fotos. Ahí están los trafican-tes. Los chicos”. En una de esas veces, una de las anécdotas más curiosas de la travesía: uno de los traficantes estaba rodeado de niños; seguramente sus hijos o hermanos pequeños. Como es costumbre, al pasar por delante nos saluda-ron. Y devolvimos el saludo. Los niños, con una sonrisa de oreja a oreja, nos de-cían en portugués: “Fotos, fotos. Hágannos fotos”. Y reían. Al lado, el traficante, simpático y más que agradable a nuestra vista: “No, no les hagan caso. Están locos. No saben lo que dicen”. Y reía mientras movía el dedo índice alrededor de su sién dibujando un círculo en el aire. Obviamente, no se nos pasó por la cabeza hacer caso a los niños. Inocentes.Al principio del paseo, Raúl nos llevó a un lugar de los más fascinantes que he visto nunca. Una casa particular con una azotea que permite subir al turista para ver unas vistas indescriptibles. A 700 metros de altura. Rodeado de pare-des enormes y naturales; y verdes; rodeado de casas hechas a mano. Un mira-dor en una favela. Vislumbrando tanques de agua potable en cada edificio (por cada tanque, una familia que vive en esa vivienda). Y con el barrio más rico de

todo Río de Janeiro justo a diez pasos. De la última casa de la favela a la primera de Gavia sólo hay que cruzar una calle.Y a comer. De repente, nos encontramos en una calle plagada de negocios. Para que se hagan una idea de lo equivocados que esta-mos desde fuera, en la favela de A Rocinha hay 3 bancos. Dentro. Y numerosos comercios. Y restaurantes a los que va a cenar mucha gente también de fuera. Y en uno de ellos nos sentamos. Íbamos a comer en un restaurante en la Favela. En la mejor mesa, decía Raúl. Yo pido por ustedes. Al rato, un plato enorme con una carne exquisita (”Ojo, no le digas a la camarera que es exquisita. En brasi-leño significa asquerosa”, murmura Raúl), un sabrosísimo arroz con brócoli, patatas fritas, frijoles, huevo picado… Una comida deliciosa. Espectacular.Y la gente, al lado pasando. Y el panorama no deja de sorpren-der. “Pueden hacer fotos para dentro, con cuidado. Ni se les ocu-rra hacerlas para afuera. Esos de ahí enfrente, a 20 metros, están vendiendo. Los van cambiando. No duran mucho. O los matan o los meten presos”. Y, mientras comíamos, y con esa conversación

tan real como surrealista, la naturalidad del día a día en la favela pasaba delante de nosotros. Y cada vez más gente en la calle. Y más tránsito. Y todos, gente aparentemente normal. Hasta los traficantes. Ya digo que aparentemente. No ves pobreza. Buenas ropas. Como mucho, cada hora pasa un niño al que Raúl le ofre-ce un helado. Si estás paseando por las playas de Copacabana, ves mendicidad, pobreza. Aquí, nada de eso.Al rato, un tipo alto, fortísimo, con cuerpo de gimnasio y una enor-me cadena de oro en el cuello llega en una moto de gran cilindrada. Para en la puerta de nuestro restaurante. Saludo a Raúl y nos mira. “Amigos españoles, turistas”, le dice Raúl. Nos extiende su mano, nos da la bienvenida y nos dedica la mejor de sus sonrisas. “Encan-tado”, dice en portugués. Se va. Se acerca a los chicos de enfrente, habla un rato y se vuelve a ir por donde vino. “Es uno de los jefes. La estructura de este sistema delictivo es piramidal. Los chicos están ahí para sacarse, con suerte, 750 euros al mes. Los de arriba son los que ganan. ¿Víste el bulto que tenía en el pantalón? No es un celular… Es una pistola”. Afortunadamente, no lo vimos, no. “El otro día, con un matrimonio de Barcelona, empezaron a pasar por aquí, desfilando, con fusiles AK-47. Y granadas en el cinturón. Una vez, llegó un pibe con la bazooka. La dejó aquí en la mesa, y se sentó a comer al lado”, seguía contando Raúl.Y es que nuestro guía resultó ser la persona más sorprendente que he conocido nunca. Un guía absolutamente recomendable y de fiar. Y un tipo peculiar. Que vive al día. Pero de verdad, eh. Todo lo que gana cada día se lo gasta. “Me levanto cada mañana con 2 reales: uno para el periódico y otro para el café”. Luego, voy a trabajar. Y no tiene un pelo de tonto. Es la vida que ha elegido y está encan-tado con ella. Y nosotros con su conversación. Y así hasta la 1 de la madrugada. Viendo pasar. Saliendo de madrugada de una favela en Río de Janeiro. No sé si habré sabido transmitirlo; lo dudo. Pero, sinceramente, aún tengo la piel de gallina.

en la Favela nunca mires a las mujeres descaradamente y

sobre todo no hables con ellas si no lo hacen primero. Nunca sabes de quién puede ser la mujer, la hija, la hermana.

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uN café cON ...

Nunca debimos dejar de ir a la Luna. De hecho, deberíamos haberla colonizado. Aquel 20 de julio de 1969 fue el día más importante

para el género humano en un millón de años. Miramos hacia la Luna desde que vivíamos en cavernas, tardamos milenios en poder llegar ahí arriba y ahora sabemos que podemos hacerlo. Debemos volver.

E l otro día me llamaron de Yahoo. Querían que les diera permiso para subir a Internet mi novela “Crónicas Marcianas”. Les dije:

“¡Váyanse al diablo! ¡Ésa no es forma de leer un libro!”. Pienso lo mis-mo del puñetero e-book, para que lo sepan...

internet es una estupidez. Una pérdida de tiempo y una batalla perdida. Aún recuerdo cada buena película que vi en el cine de mi

barrio: aquello sí era maravilloso.

E scribo sobre lo que amo. Si los futuros escritores de ciencia ficción aceptan un consejo de este viejo gruñón, les diré lo que

tienen que hacer: escribir sobre lo que aman y amar lo que escriben. Así de simple, todo está en la pasión. Yo amo la vida y escribo sobre ella. No hay nada que reinventar.

S i queremos permanecer como especie deberíamos ir colonizan-do Marte en los próximos cien o doscientos años. Y de allí, saltar

hasta otros planetas más jóvenes por todo el universo. El ser humano no podrá ser inmortal si se empeña en quedarse en la Tierra.

crecí amando las películas de Walt Disney. Es increíble que no lo consideren como uno de los grandes del cine. ¿Pero es que no

han visto Fantasía? Es uno de los mejores filmes de la historia. Y no me refiero sólo a las películas de dibujos animados. Lo digo en gene-ral. Hace muchos años, en Navidad, estaba de compras en el centro cuando vi a un hombre viniendo hacia mí con la cabeza agachada y hasta arriba de paquetes y regalos. ¡Era Walt Disney! Me presenté, le dije que admiraba mucho su trabajo y que mi sueño era poder al-morzar con él. ¿Sabe lo que hizo? Me invitó a comer en su estudio al día siguiente... ¡el día de Nochebuena! Nos hicimos grandes amigos y tuvimos una hermosa relación. Para mí, Disneylandia es como un hogar lejos del hogar.

claro que he oído hablar de esa leyenda urbana sobre el Apolo XI. Que fue todo un montaje creado hábilmente en un decorado

de televisión y bla, bla, bla... ¿Que qué opino? Pues que la estupidez humana es como un pozo sin fondo.

l a película de ciencia ficción que más me ha gustado siempre es “Encuentros cercanos del tercer tipo”, de Steven Spielberg. Creo

que es un filme religioso, en el que Dios viaja por el Universo para tocar a Adán. Es como el famoso fresco que Miguel Ángel pintó en

Legendario escritor de ciencia ficción y fantasía, quien ha nutrido con sus relatos la imaginación de millones de lectores a lo largo de varias generaciones, ray Bradbury es nuestro primer invitado a tomarse un café con nosotros. Con más de 90 años, Bradbury ha tenido, y tiene, una vida feliz, y la edad no le impide seguir reflexionando sobre aquello que le preocupa o entusiasma, como…

raY bradburY

la bóveda de la Capilla Sixtina, pero en celuloide. La misma noche en que vi la película, llamé por teléfono a Spielberg. Le dije: “Necesito verle urgentemente. ¿Puedo ir mañana a su oficina?”. Él se quedó un poco extrañado, pero aceptó recibirme. Nada más verle en persona, le espe-té: “Es usted maravilloso. ¿Quiere ser mi hijo adoptivo? [risas]”. Ahora somos buenos amigos.

r onald Reagan ha sido el mejor Presidente que hemos tenido los norteamericanos. Me miran raro cuando lo digo, pero no soy el

único que lo piensa. Hace algún tiempo, coincidí en un almuerzo con Gorbachov; creo que fue en Washington, en 1992. Le pregunté: “¿Qué piensa de Reagan?”; y él me dijo: “Kennedy nunca lo dijo. Nixon tam-poco. Reagan, sí: ‘¡Tiren abajo el Muro!’. Reagan dio libertad a todos los países europeos, por eso fue el mejor”. Eso fue exactamente lo que me dijo Gorbachov. Y yo opino lo mismo.

Todos los grandes libros que leí y todas las grandes películas que vi, me afectaron de algún modo como escritor. Por suerte, crecí

entre la Gran Novela Americana y el Gran Guión de Hollywood. La verdad es que ya no voy mucho al cine. La última gran película que vi fue una de Jack Nicholson, “Mejor... imposible”, que se estrenó hace ya unos años. Grandes estrellas, un gran guión, un gran director... Así sí surgen buenas películas.

Me encantaría esparcirme por Marte. He pedido a diversos responsables de los viajes espaciales que, cuando mue-

ra, pongan mis cenizas dentro de una lata de sopa Campbell’s y la lleven hasta Marte. Mi deseo es que la depositen en un lugar llamado “Abismo Bradbury”. Ya no podré ser la primera persona viva en pisar el planeta rojo, pero al menos seré el “primer muerto” en llegar ahí arriba.

LiBrOSDe CUeNTOS• Crónicas marcianas (1950)• El hombre ilustrado (1951)• Las doradas manzanas del sol (1953)• El país de octubre (1955)• Icarus Montgolfier Wright (1956)• Remedio para melancólicos (1960)• Las maquinarias de la alegría (1964)• I Sing the Body Electric (1969)• Cuentos de dinosaurios (1983)• El convector Toynbee (1988)• La bruja de abril y otros cuentos (1994)• Más rápido que el ojo (1996)• A Ciegas (1997)• De la ceniza volverás (2001)• Algo más en el equipaje (2003)• El signo del gato (2005)

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iNTErNET

imagínese la situación. Si quisiera presentar a su jefe una brillante idea que pudiera in-teresar a la competencia, ¿la redactaría en una tarjeta postal que tuviera en el anverso un paisaje de Machu Picchu? Pues esa es la

forma habitual de proceder con el correo electró-nico. Rara vez se “cierra el sobre” en las comuni-caciones digitales, por lo que cualquiera que se encuentre en el recorrido del e-mail y tenga unas nociones mínimas de informática puede leerlo sin mayor impedimento. La inseguridad no es una característica inherente a Internet. La Red ofrece formas de lacrar digital-mente los envíos y hacerlos inviolables. Es lo que se conoce como cifrado o encriptación. La poten-cia de los ordenadores actuales y la calidad de los algoritmos desarrollados convierten en un juguete a las máquinas nazi Enigma que tuvieron en jaque a los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. La única posibilidad para desentrañar un mensaje cifrado con los métodos actuales consiste en la fuerza bruta: decenas de los supercomputadores más potentes trabajando en común durante años sólo podrían desenmascarar un único mensaje.

Firma DiGiTaLCon la firma digital el receptor puede comprobar si el remitente es quien dice ser y si el mensaje ha sido manipulado. No obstante, la encriptación también tiene sus problemas. No todo el mundo está dispuesto a sufrir el engorro de cifrar y desci-frar cada mensaje que le llega. Con la aplicación apropiada, el receptor puede comprobar si el remitente es quien dice ser, y, lo que es aún más importante, si el mensaje ha sido manipulado du-rante su trayecto por el ciberespacio.

eSTeGaNOGraFía: OPCióN máS aVaNZaDaPor cierto, para los más precavidos está la este-ganografía. En la criptografía clásica, el remiten-te está seguro de sólo las personas autorizadas entenderán el mensaje. Sin embargo, lo que el emisor no podrá ocultar será que la comunicación ha tenido lugar. Un ejemplo, si encontramos una carta cifrada de Pedro a Juan no la podremos leer, pero sí sabremos a ciencia cierta que Pedro le ha dicho algo a Juan. Ahí entra en juego la estegano-grafía, una técnica que oculta la existencia de la comunicación. Hay programas de computación capaces de empotrar cualquier información en

las fotos digitalizadas de la última visita al parque de atracciones...Y es que, ¿quién se va a molestar en intentar la desencriptación de una información que no parece estar encriptada?

DemOCraTiZaCióN DeL CiFraDOUn juez puede decretar la intervención de un co-rreo o de una línea telefónica, pero, no hay forma física de descifrar un mensaje sin la colaboración de su propietario. Organizaciones de defensa de la libertades civiles en Internet, como la Electronic Frontier Foundation, defienden el uso de la crip-tografía argumentando que el hecho de prohibir las técnicas de cifrado sólo ayudará a los crimina-les, ya que las técnicas están tan extendidas que ellos no tendrán problemas en seguir usándolas, mientras que el común de los mortales se verá privado de un derecho básico como es la privaci-dad. En definitiva, se trata del viejo debate sobre el equilibrio entre seguridad y libertad.

aBraCaDaBra• En el mundo digital las llaves no tienen por qué ser físicas. Las claves (palabras o números que el interesado cobija en su memoria) son indispensa-bles para encender el teléfono móvil, sacar dinero de un cajero automático, conectarse a Internet o leer el correo electrónico. En definitiva, para identificarnos como el usuario legítimo de esos objetos. • Pero, ¿cómo escoger una clave segura? Una su-cesión aleatoria de números y letras (como sX8-c76d) es prácticamente infranqueable, pero del todo inútil. Si la clave es demasiado complicada resultará difícil de recordar. Por el contrario, claves obvias como el equipo de fútbol o el nombre del perro pueden ser descubiertas con un poco de astucia por parte del asaltante digital. De hecho, cualquier nombre o palabra común es potencial-mente peligroso; hay programas concebidos para rastrear enormes diccionarios y probar miles de términos hasta encontrar con el que abre el ce-rrojo electrónico. La solución, como en casi todo, radica en el equilibrio entre comodidad y fiabili-dad, aunque hay pequeños trucos para conseguir passwords eficaces. • El sistema más habitual es utilizar palabras co-munes a las que se añade faltas ortográficas de forma intencionada: ecclipse, varko o hislote. Re-sultan fáciles de recordar (la evidencia del error ayuda a que se fijen en la memoria) y no hay dic-

Cifrar o firmar digitalmente los mensajes no es patrimonio exclusivo de usuarios avanzados. Cual-quiera que disponga de los tutoriales apropiados podrá instalar un programa de esta índole. Aquí los lugares más conocidos: • Kriptópolis Una de las webs españolas más completas sobre privacidad en la Red. • PGP Privacidad Bastante Buena (Pretty Good Privacy). Curioso nombre para uno de los sistemas de cifrado de documentos más laureados de todos los tiempos. • Electronic Frontier Foundations Organización que defiende las libertades civiles de los cibernautas.

cripTar a la carTaaPUNTeS

Los correos electrónicos pueden

cifrarse para que el emisor tenga la

certeza de que sólo el receptor accede a

su contenido.

cionario que pueda recoger el conjunto de altera-ciones posible. • Otra técnica más refinada, y que crea claves que podrían parecer aleatorias, es el uso de refranes o muletillas: clbdvvcpltar, lo que es lo mismo, las si-glas de “Cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. Cuanto más imaginativa

y personal sea la frase, menos posibilidades habrá de que alguien la averigüe. • Y, por supuesto, no se debe jamás apuntar la clave y mucho menos entregarla a nadie. No hay ninguna razón para que una empresa que le haya permitido tener una clave se la pregun-te después.

EMailS ENcripTadOS:

cOMuNicaciÓN a SalvO

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pErSONajE

como él mismo lo cuenta, la fotografía fue tomada en el interior de los cuarteles generales de Facebook, en Palo Alto,California, y colocada en el muro de su página para el deleite de amigos y curiosos que no dejan de poner comentarios en inglés, francés, alemán y español. Más de un millón de personas siguen a detalle

lo que sucede en la vida de este joven de bucles y ojos azules que en los últimos meses ha acaparado los reflectores como nunca antes. El estreno de la película La red social, que dirige David Fincher, famosos por El Club de la Pelea, Seven y Alien 3,ha provocado que todo el mundo se inmiscuya en su pasado y conozca las historias de plagio y traición que había mantenido en secreto hasta ahora.Aunque por años ha dicho que su objetivo es “ayudar a las personas a conec-tarse y compartir”, Zuckerberg protege con celo su privacidad. No le gusta aparecer en eventos públicos ni hablar con la prensa, lo que sólo ha hecho en muy contadas ocasiones. Como lo haría cualquier otro usuario, en su perfil de Facebook sólo ha incluido lo que quiere que se conozca de él, como que se graduó de la academia Phillips Exeter y que estudió en la Universidad de Harvard. También que es fan del comediante Andy Samberg y que entre sus músicos predilectos están Shakira, Taylor Swift y Green Day.Dice que tiene tres hermanas –Randi, Donna y Arielle–, que le interesa la co-rriente del minimalismo y que le apasiona la novela de ciencia ficción Ender’s Game, escrita por el estadounidense Orson Scott Card. Punto. No hay más datos sobre la vida privada del fundador y director general de Facebook, quien a pesar de ser uno de los millonarios más jóvenes de la historia, vive con su novia Priscilla Chan en una casa rentada en Silicon Valley y maneja un Honda Acura color negro bastante convencional.Nada se dice, tampoco, de las batallas legales de quienes lo acusan de haber-les robado la idea de crear la red social que le ha dado tanta fama y prestigio, ni de las millonarias sumas que ha tenido que desembolsar para remediar ese daño. Y es que según lo cuenta Ben Mezrich, autor de The Accidental Billionaires, el libro que da origen a la película de Fincher, con el surgimiento de Facebook nacieron también un sinfín de conflictos legales y de amistad. En 2004, los hermanos Cameron y Tyler Winklevoss, entonces también estu-diantes de Harvard, acusaron de plagio a Zuckerberg.Aseguraron que ellos comisionaron a Mark la creación de esa red social y que él, a sus espaldas, desarrolló y se adjudicó la idea. Tras una intensa batalla legal, la justicia les dio la razón y Mark debió pagarles 65 millones de dólares. Casi al mismo tiempo, Eduardo Saverin –el amigo más cercano de Mark y el único que financió inicialmente el proyecto– se apoyó en abogados para demandar a Zuckerberg por “robo intelectual”.En realidad, Saverin debió denunciar a Mark por traición. En pleno auge inicial de Facebook, el joven de la eterna camiseta gris decidió sacarlo del camino y quedarse con todo. Pero una vez más las cosas evolucionaron en su contra y al final Eduardo fue restituido como cofundador de Facebook y beneficiado con una cantidad de dinero que oficialmente nadie conoce pero que –según versiones– ascendió a mil millones de dólares.

eL CÉSar DiGiTaL Hace apenas un par de meses la revista Forbes anunció el ascenso de Mark Zuckerberg en la lista de los hombres más ricos del mundo, colocándolo en el lugar 35 con una fortuna que roza los 7 mil millones de dólares. Por si esto fuera poco, la edición de octubre de la revista Vanity Fair lo nombra el “nuevo César”, declarándolo así el hombre más poderoso e influyente del “nuevo orden”, por encima de Steve Jobs, cofundador de Apple, y del mag-nate de los medios de comunicación Rupert Murdoch.El imperio creado por Zuckerberg está valuado en 23 mil millones de dólares y su expansión parece imparable. Con 500 millones de usuarios activos es, sin duda, el planeta virtual más grande y complejo del universo. Difícil es

imaginar que la historia de esta gigantesca red social comenzó en la suite H33 del edificio Kirkland de la Universidad de Harvard. Justo en el interior de una especie de departamento de dos cuartos conectados por un pasillo y una estancia común. En cada uno de los cuartos había una litera, un pequeño escritorio, numerosas latas de Red Bull, ropa sucia regada en el piso y bolsas de papel con sándwiches sin terminar.Aunque a simple vista podría ser idéntico a cualquiera de los otros dormi-torios de Harvard,fue en el interior de esa suite donde Mark, entonces un estudiante de 19 años, dio click a su computadora para crear la página web que cambiaría el mundo. Era el 4 de febrero del año 2004. “La idea fue devastadoramente simple y consistía en proporcionar una herramienta de comunicación para informar entre amigos lo que estaba pasando”, nos dice la experta en historia y tecnología Elizabeth Day. “Originalmente no se trataba de conectar a extraños sino de vincular a los amigos reales, como si se tratara de un diario electrónico. Quizá, el mayor potencial que los estudiantes de la suite H33 encontraron en esta nueva herramienta fue que podía repre-sentar una forma de coquetear con las chicas universitarias con la relativa seguridad que brinda la pantalla de la computadora”.Elizabeth no está muy lejos de la verdad. El mismo Zuckerberg ha reconoci-do que en aquel momento le interesaba idear una forma de acercarse a las chicas y derrumbar la imagen de geek que se tenía de él. Esta idea es aprove-chada por Fincher al inicio de su película cuando Zuckerberg, interpretado por el inglés Jesse Eisenberg, aparece en un bar cortando con su novia, caracterizada por la actriz Rooney Mara, quien antes de abandonar la mesa le dice molesta: “Vas a ser exitoso y rico, pero vas a ir por la vida pensando que a las chicas no les gustas porque eres un adicto a la tecnología. Y desde el fondo de mi corazón quiero que sepas que eso no es verdad. Eso sucederá por que eres un imbécil”.

mUNDO ZUCKerBerGEl cuartel general de Facebook es un edificio de dos pisos que se encuentra al final de una calle tranquila rodeada de árboles. La mayoría de los emplea-dos son jóvenes y visten de jeans y camiseta. Todos se refieren a Mark como Bunker y lo tratan con completa informalidad. Hijo de un dentista y una psi-quiatra, Zuckerberg nació y creció en Nueva York. Siempre fue un apasio-nado de la tecnología y un tipo curioso, además de extravagante. Quienes lo conocen desde hace tiempo cuentan que no le importa usar sandalias sin calcetines, incluso durante el invierno. Mark se describe a sí mismo como un “hacker” pues, en sus palabras, no tiene miedo de romper cosas con tal de hacerlas mejor. David Kirkpatrick, autor del libro El efecto Facebook, prefiere comentar que Mark es un tipo de “enorme apertura” y un visionario. “Posi-blemente es la persona más influyente de su generación. Y eso no es ninguna exageración”, afirma. “En mi opinión, es el hombre de 26 años que ha teni-do más impacto en la historia de la humanidad. Es difícil pensar en cualquier otra persona de esa edad que haya provocado tal cambio en el mundo”.Para Jerome Maida, autor del cómic biográfico que está por aparecer en Estados Unidos, bajo el sello de editorial Bluewater Productions, Zucker-berg tiene una historia fascinante. “A Mark le ofrecieron grandes sumas de dinero cuando era más joven. También tuvo varias ofertas de trabajo y las rechazó porque su meta no era trabajar para alguien más. Incluso Bill Gates intentó contratarlo cuando todavía estaba en la secundaria y Mark no aceptó su oferta”, dice Maida. El mundo creado por Zuckerberg es una especie de directorio mundial en el que cualquier persona puede tener una identidad pública. Una de cada 13 personas ya tiene cuenta Facebook y cualquiera puede registrarse y compartir cualquier información personal. Aunque las batallas legales de Zuckerberg con los hermanos Winclevoss y su ex amigo Eduardo Saverin son cosa del pasado, a seis años de la creación de Face-book todavía quedan batallas por librar. Y esta vez la lucha no está ligada a

El crEadOr dE

NO TiENE aMigOSFACEBOOK

al fundador de Facebook, mark Zuckerberg, le gusta mantener su vida privada en secreto, aunque la Social Media suele ser señalada de no respetar los datos de los usuarios. Sin embargo, el estreno del filme La red social ha sacado a luz algunas de sus incógnitas. Detrás del joven de 26 años, considerado el millonario más influyente del mundo a esa edad, hay una historia de plagio y traiciones.

mark Zuckerberg.

Por Miryam Audiffred

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como él mismo lo cuenta, la fotografía fue tomada en el interior de los cuarteles generales de Facebook, en Palo Alto,California, y colocada en el muro de su página para el deleite de amigos y curiosos que no dejan de poner comentarios en inglés, francés, alemán y español. Más de un millón de personas siguen a detalle

lo que sucede en la vida de este joven de bucles y ojos azules que en los últimos meses ha acaparado los reflectores como nunca antes. El estreno de la película La red social, que dirige David Fincher, famosos por El Club de la Pelea, Seven y Alien 3,ha provocado que todo el mundo se inmiscuya en su pasado y conozca las historias de plagio y traición que había mantenido en secreto hasta ahora.Aunque por años ha dicho que su objetivo es “ayudar a las personas a conec-tarse y compartir”, Zuckerberg protege con celo su privacidad. No le gusta aparecer en eventos públicos ni hablar con la prensa, lo que sólo ha hecho en muy contadas ocasiones. Como lo haría cualquier otro usuario, en su perfil de Facebook sólo ha incluido lo que quiere que se conozca de él, como que se graduó de la academia Phillips Exeter y que estudió en la Universidad de Harvard. También que es fan del comediante Andy Samberg y que entre sus músicos predilectos están Shakira, Taylor Swift y Green Day.Dice que tiene tres hermanas –Randi, Donna y Arielle–, que le interesa la co-rriente del minimalismo y que le apasiona la novela de ciencia ficción Ender’s Game, escrita por el estadounidense Orson Scott Card. Punto. No hay más datos sobre la vida privada del fundador y director general de Facebook, quien a pesar de ser uno de los millonarios más jóvenes de la historia, vive con su novia Priscilla Chan en una casa rentada en Silicon Valley y maneja un Honda Acura color negro bastante convencional.Nada se dice, tampoco, de las batallas legales de quienes lo acusan de haber-les robado la idea de crear la red social que le ha dado tanta fama y prestigio, ni de las millonarias sumas que ha tenido que desembolsar para remediar ese daño. Y es que según lo cuenta Ben Mezrich, autor de The Accidental Billionaires, el libro que da origen a la película de Fincher, con el surgimiento de Facebook nacieron también un sinfín de conflictos legales y de amistad. En 2004, los hermanos Cameron y Tyler Winklevoss, entonces también estu-diantes de Harvard, acusaron de plagio a Zuckerberg.Aseguraron que ellos comisionaron a Mark la creación de esa red social y que él, a sus espaldas, desarrolló y se adjudicó la idea. Tras una intensa batalla legal, la justicia les dio la razón y Mark debió pagarles 65 millones de dólares. Casi al mismo tiempo, Eduardo Saverin –el amigo más cercano de Mark y el único que financió inicialmente el proyecto– se apoyó en abogados para demandar a Zuckerberg por “robo intelectual”.En realidad, Saverin debió denunciar a Mark por traición. En pleno auge inicial de Facebook, el joven de la eterna camiseta gris decidió sacarlo del camino y quedarse con todo. Pero una vez más las cosas evolucionaron en su contra y al final Eduardo fue restituido como cofundador de Facebook y beneficiado con una cantidad de dinero que oficialmente nadie conoce pero que –según versiones– ascendió a mil millones de dólares.

eL CÉSar DiGiTaL Hace apenas un par de meses la revista Forbes anunció el ascenso de Mark Zuckerberg en la lista de los hombres más ricos del mundo, colocándolo en el lugar 35 con una fortuna que roza los 7 mil millones de dólares. Por si esto fuera poco, la edición de octubre de la revista Vanity Fair lo nombra el “nuevo César”, declarándolo así el hombre más poderoso e influyente del “nuevo orden”, por encima de Steve Jobs, cofundador de Apple, y del mag-nate de los medios de comunicación Rupert Murdoch.El imperio creado por Zuckerberg está valuado en 23 mil millones de dólares y su expansión parece imparable. Con 500 millones de usuarios activos es, sin duda, el planeta virtual más grande y complejo del universo. Difícil es

imaginar que la historia de esta gigantesca red social comenzó en la suite H33 del edificio Kirkland de la Universidad de Harvard. Justo en el interior de una especie de departamento de dos cuartos conectados por un pasillo y una estancia común. En cada uno de los cuartos había una litera, un pequeño escritorio, numerosas latas de Red Bull, ropa sucia regada en el piso y bolsas de papel con sándwiches sin terminar.Aunque a simple vista podría ser idéntico a cualquiera de los otros dormi-torios de Harvard,fue en el interior de esa suite donde Mark, entonces un estudiante de 19 años, dio click a su computadora para crear la página web que cambiaría el mundo. Era el 4 de febrero del año 2004. “La idea fue devastadoramente simple y consistía en proporcionar una herramienta de comunicación para informar entre amigos lo que estaba pasando”, nos dice la experta en historia y tecnología Elizabeth Day. “Originalmente no se trataba de conectar a extraños sino de vincular a los amigos reales, como si se tratara de un diario electrónico. Quizá, el mayor potencial que los estudiantes de la suite H33 encontraron en esta nueva herramienta fue que podía repre-sentar una forma de coquetear con las chicas universitarias con la relativa seguridad que brinda la pantalla de la computadora”.Elizabeth no está muy lejos de la verdad. El mismo Zuckerberg ha reconoci-do que en aquel momento le interesaba idear una forma de acercarse a las chicas y derrumbar la imagen de geek que se tenía de él. Esta idea es aprove-chada por Fincher al inicio de su película cuando Zuckerberg, interpretado por el inglés Jesse Eisenberg, aparece en un bar cortando con su novia, caracterizada por la actriz Rooney Mara, quien antes de abandonar la mesa le dice molesta: “Vas a ser exitoso y rico, pero vas a ir por la vida pensando que a las chicas no les gustas porque eres un adicto a la tecnología. Y desde el fondo de mi corazón quiero que sepas que eso no es verdad. Eso sucederá por que eres un imbécil”.

mUNDO ZUCKerBerGEl cuartel general de Facebook es un edificio de dos pisos que se encuentra al final de una calle tranquila rodeada de árboles. La mayoría de los emplea-dos son jóvenes y visten de jeans y camiseta. Todos se refieren a Mark como Bunker y lo tratan con completa informalidad. Hijo de un dentista y una psi-quiatra, Zuckerberg nació y creció en Nueva York. Siempre fue un apasio-nado de la tecnología y un tipo curioso, además de extravagante. Quienes lo conocen desde hace tiempo cuentan que no le importa usar sandalias sin calcetines, incluso durante el invierno. Mark se describe a sí mismo como un “hacker” pues, en sus palabras, no tiene miedo de romper cosas con tal de hacerlas mejor. David Kirkpatrick, autor del libro El efecto Facebook, prefiere comentar que Mark es un tipo de “enorme apertura” y un visionario. “Posi-blemente es la persona más influyente de su generación. Y eso no es ninguna exageración”, afirma. “En mi opinión, es el hombre de 26 años que ha teni-do más impacto en la historia de la humanidad. Es difícil pensar en cualquier otra persona de esa edad que haya provocado tal cambio en el mundo”.Para Jerome Maida, autor del cómic biográfico que está por aparecer en Estados Unidos, bajo el sello de editorial Bluewater Productions, Zucker-berg tiene una historia fascinante. “A Mark le ofrecieron grandes sumas de dinero cuando era más joven. También tuvo varias ofertas de trabajo y las rechazó porque su meta no era trabajar para alguien más. Incluso Bill Gates intentó contratarlo cuando todavía estaba en la secundaria y Mark no aceptó su oferta”, dice Maida. El mundo creado por Zuckerberg es una especie de directorio mundial en el que cualquier persona puede tener una identidad pública. Una de cada 13 personas ya tiene cuenta Facebook y cualquiera puede registrarse y compartir cualquier información personal. Aunque las batallas legales de Zuckerberg con los hermanos Winclevoss y su ex amigo Eduardo Saverin son cosa del pasado, a seis años de la creación de Face-book todavía quedan batallas por librar. Y esta vez la lucha no está ligada a

La adicción a FB. De acuerdo con sus propias estadísticas, Face-book tiene 100 billones de hits al día. Esto significa que los 500 millones de usuarios de esta red social pasan diariamente miles de millones de minutos conectados a internet. Facebook es par-te de la vida cotidiana y, para muchos, es también una adicción. Así lo consideran en Italia, donde ya existen dos clínicas especia-lizadas en brindar tratamientos para combatir la dependencia a internet y a las redes sociales. La última de éstas abrió las puer-tas este año en el Hospital Molinette de Turín. En el Reino Unido el uso prolongado de internet también está provocando alarma. Y la preocupación es tal que el hospital Capio Nightingale de Londres acaba de poner en marcha una clínica especializada en adicción a la tecnología que invita, como fase inicial, a responder un largo cuestionario.

500 MillONES dE uSuariOS

aPUNTeS

acusaciones de robo y traición sino al creciente miedo de muchos de los usuarios de la red, quienes temen estar poniendo en ries-go su privacidad.De hecho, apenas en mayo pasado se hizo una invitación masiva a abandonar la red social debido al poco control que, según los organizadores de este movimiento, tienen los usuarios sobre su propia información. “Facebook debe esforzarse por hacer del sitio un lugar de confianza para compartir tanto en público como en privado”, rezaba el documento que circuló en internet lla-mando a un éxodo multitudinario. Aunque la participación no fue la que se esperaba, Zuckerberg hizo ajustes rápidos para que sea posible elegir qué y con quién compartir. Finalmente, aclaró, se trata de un proyecto que está madurando. Lo mismo sucede con el propio Mark, quien en una rara entrevista concedida a la revista New Yorker, se mostró arrepentido de sus errores de juventud. “Si voy a seguir construyendo un servicio que es influyente y del que depende una gran cantidad de personas hay que ser maduro… ¿verdad?”

¿UN OPORTUNISTA?Cuando se anunció la filmación de la cinta La red social, Mark Zuc-kerberg –el protagonista real de la película– aseguró que jamás acudiría a ver una historia que “distorsionaba” su imagen. Pero a unas semanas de su estreno en Estados Unidos, el fundador de Fa-cebook no pudo vencer la tentación y terminó comprando tickets para una función vespertina que, de acuerdo con un comunicado difundido por su empresa el 8 de octubre pasado, serviría para celebrar un periodo de intensa actividad en la compañía. “Pen-samos que sería una película divertida”, dijo Zuckerberg a través de un boletín. Cuál sería el impacto que la cinta tuvo sobre él que a los pocos días de haberla visto decidió alzar la voz para recha-zar personalmente la imagen de oportunista y raro que propone de él David Fincher, director de la cinta. Durante una conferencia que ofreció en la Universidad de Stanford, en California, negó que estuviera obsesionado con impresionar a las chicas, como lo muestra la película. De hecho, aclaró que ha vivido con su novia, Priscila Chan, desde antes de crear Facebook. También afirmó que el personaje femenino de la cinta, Erica Albright, es una invención. “Todo el marco de la película consiste en mostrarme obsesionado con una chica que no existe y en mostrar que mi única razón para crear Facebook fue mi deseo de conocer chicas y de ser aceptado en algún tipo de institución social. No pueden entender que al-guien construya algo por el simple gusto de construirlo”, dijo.La versión de David Fincher, director de La red social, muestra a Mark como un personaje extraño y egoísta que no tiene moral ni respeto por la amistad. Un tipo frío y traicionero. Aunque los representante legales de Zuckerberg aún no descartan del todo la idea de iniciar una demanda contra los productores de la cinta, la película no deja de causar revuelo en los países donde ya se ha estrenado. Particularmente en Estados Unidos, donde a poco más de una semana de proyección ya acumulaba casi 30 millones de dólares en taquilla.

en pleno auge inicial de Facebook, el joven de la eterna camiseta gris

decidió sacarlo del camino y quedarse con todo.

umberto Eco (Alessandria, Piamonte, 1932) ha rescatado el aristocrático placer de desagradar. “El cementerio de Praga” no es una obra políti-camente incorrecta. Simplemente es una novela que recupera el espíritu irreverente y provocador

de la gran literatura. La literatura apenas logra respirar en una época que ha impuesto silenciosamente la autocensura. Nun-ca se publicó tanto y nunca proliferó tanto la mediocridad. Es cierto que Umberto Eco escoge un género poco exigente. La novela histórica ha conquistado al público, repitiendo los es-quemas narrativos del folletín decimonónico. Umberto Eco ha resuelto esta limitación, adoptando la forma de un diario sin ninguna pretensión ejemplarizante. Ambien-tada en la Italia de la segunda mitad del siglo XIX, el prota-gonista es el capitán Simone Simonini, un personaje tan antipático como inolvidable. No es un héroe y carece in-cluso de la grandeza de los villanos. No es el infame y refinado conde Fosco de La dama de blanco (1860), de Wilkie Collins, pero en su destino también se cruzarán los carbonarios, los servicios secretos y las revoluciones románticas. El capitán Simone Simonini participa en todos los aconte-cimientos relevantes de su tiempo, asumiendo diferentes identidades. Umberto Eco juega con el desdoblamiento de la personalidad para mostrar la impostura y la confusión interior de Simonini. Simonini será alumno de los jesuitas, oficial del ejército, conspirador, falsificador, terrorista y convivirá con la sospecha de ser otro, el misterioso abate Dalla Piccola. Este recurso no evoca tanto la figura del Dr. Jekyll y Mr. Hyde como las alucinaciones de Wilkie Collins, adicto al opio y al

láudano, hasta el extremo de elaborar delirios paranoicos, que inventaron un doble imaginario: “Ghost Wilkie”. Umberto Eco recorre medio siglo de intrigas, conspiraciones, escándalos, revueltas políticas y estrepitosos fracasos. Nos habla del de-finitivo ascenso de la burguesía, la aparición del proletariado, la influencia de las logias masónicas, las peripecias de la co-munidad judía, la experiencia revolucionaria de la Comuna y el caso Dreyfus, los pogromos y la gestación de Los protocolos de los sabios de Sión, el panfleto que se publicaría por primera vez en la Rusia zarista en 1903, pero que sólo es una copia del Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Rousseau de Maurice Joly. Umberto Eco no juega a ser Stendhal ni Gustave Flaubert. Sus personajes carecen de la profundidad psicológica de Emma Bovary o Julien Sorel. En realidad, todos rebosan la persona-lidad de su autor. Y esto, lejos de ser un defecto, es un mérito

en una novela que ya no po-día discurrir con la inocencia de los grandes clásicos del XIX. Umberto Eco no disimu-la su flirteo con Eugène Sue o los Dumas, pero “El ce-menterio de Praga” no es un best-seller, sino una novela posmoderna. “El nombre de la rosa“ (1980) queda dema-siado lejos. Las referencias a

Jorge Luis Borges, Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, Guiller-mo de Ockham o los códices miniados han sido reemplazadas por una prosa que ha situado al propio Umberto Eco en el cen-tro de la narración. Al margen del aspecto policial de la trama, lo que prevalece es un egotismo autocomplaciente con unas notables dosis de terrorismo emocional e intelectual. Pero el narrador Umberto Eco no necesita excusarse. No pretende en-señar nada. Se halla en la cumbre y en el tramo final de una dilatada carrera académica y literaria. Esa privilegiada posición le permite hablar con una incontenible libertad. Incontenible e

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liTEraTura

Por Rafael Narbona

El cEMENTEriO

dE praga

la úlTiMa prOvOcaciÓN dE uMbErTO EcO

ambientada en la italia de la segunda mitad del siglo XiX, el protagonista es el capitán Simone Simonini, un personaje tan antipático como

inolvidable. No es un héroe y carece incluso de la grandeza de los villanos.

irritante, pues “El cementerio de Praga” aplica los principios estratégicos de la guerra total. No hay objetivos legítimos y daños colaterales. La literatura de Umberto Eco es un bombardeo indiscriminado que no respeta ningún protocolo de guerra. Los alemanes son “el más bajo ni-vel de humanidad concebible”; los franceses son “orgullosos más allá de todo límite y matan por aburrimiento”; los italianos son “arteros y taima-dos”; los curas “repiten que su reino no es de este mundo, pero ponen las manos encima de todo lo que pueden mangonear”; los jesuitas son “masones vestidos de mujer”; las mujeres “meretrices que propagan la sífilis”. Es preferible disfrutar de los placeres culinarios que chapotear en las aguas oscuras del sexo. De todos los agravios, los más intolerables están reservados a los judíos. El pueblo deicida “desprende un olor nauseabundo”. Es la misma fetidez que se aprecia en los pederastas y en pueblos salvajes que practican el canibalismo. Los judíos no enferman porque son los portadores de “una peste permanente que los defiende de la peste ordinaria”. Es falso que Jesús fuera judío. “Jesús era de raza céltica, rubio y de ojos azules”. Los

judíos son cada vez más peligrosos, pues se han convertido en “los agen-tes de la subversión anarquista y comunista”. La publicación de “El cementerio de Praga” ya ha levantado ampollas en la Iglesia Católica y la comunidad judía. ¿Se puede acusar a Umberto Eco de oportunismo, insensatez o insensibilidad? Detrás de la prosa erudita, cuidadosamente elaborada, pero sin filigranas estilísticas, asoman las orejas un niño que se ríe de los prejuicios de su tiempo. Los prejuicios de nuestro tiempo ya no son los del siglo XIX. La pasión nacionalista se ha desinflado y la Shoah ha liquidado el antisemitismo. Los prejuicios ahora se disfrazan de retórica democrática, escamoteando su peligroso lastre de intolerancia. ¿Se atreve alguien a decir en voz alta que la Lolita de Nabokov tenía 11 años o que Anaïs Nin vivió un apasionado idilio con su padre? Umberto Eco ha escrito una novela intempestiva y molesta, pero a fin de cuentas la función del escritor consiste en molestar e irritar. En “El cementerio de Praga” ya no está la sombra de Borges, sino una bilis que nos recuerda a Pío Baroja, complacido de ser a ojos de los niños “el hombre malo de Itzea”.

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paSajES dE la pOléMica NOvEla dE

uMbErTO EcO

aVaNCe

¿Quién soy? 24 de marzo de 1897 Siento cierto apuro, como si estuviera desnudando mi alma, en ponerme a escribir por orden -¡no, válgame Dios!, digamos por sugerencia- de un judío alemán (o austriaco, lo mismo da). ¿Quién soy? Quizá resulte más útil interrogarme sobre mis pasiones, de las que tal vez siga adoleciendo, que sobre los hechos de mi vida. ¿A quién amo? No me pasan por la cabeza rostros amados. Sé que amo la buena cocina: sólo con pronunciar el nombre de La Tour d’Argent experimento una suerte de escalofrío por todo el cuerpo. ¿Es amor? ¿A quién odio? A los judíos, se me antojaría contestar, pero el hecho de que esté cediendo tan servilmente a las incitaciones de ese doctor austriaco (o ale-mán) me dice que no tengo nada contra esos malditos judíos. De los judíos sé lo que me ha enseñado el abuelo: -Son el pueblo ateo por excelencia -me instruía-. Parten del concepto de que el bien debe realizarse aquí, y no más allá de la tumba. Por lo cual, obran sólo para la conquista de este mundo. Los años de mi infancia se vieron entristecidos por ese fantasma. El abuelo me describía esos ojos que te espían, tan falsos que te sobrecogen, esas sonrisas escurridizas, esos labios de hiena levantados sobre los dientes, esas miradas pesadas, infectas, embrutecidas, esos pliegues entre nariz y labios siempre in-quietos, excavados por el odio, esa nariz suya cual monstruoso pico de pájaro austral... Y el ojo, ah, el ojo... gira febril en la pupila color de pan tostado y revela enfermedades del híga-do, putrefacto por las secreciones producidas por un odio de dieciocho siglos, se pliega en mil pequeños surcos que se acen-túan con la edad, y ya a los veinte años, al judío se lo ve arru-gado como a un viejo. Cuando sonríe, los párpados hinchados se le entrecierran de tal manera que apenas dejan pasar una línea imperceptible, señal de astucia, dicen algunos, de lujuria, precisaba el abuelo... Y cuando yo estaba ya bastante crecido para entender, me re-cordaba que el judío, además de vanidoso como un español, ignorante como un croata, ávido como un levantino, ingrato como un maltés, insolente como un gitano, sucio como un in-glés, untuoso como un calmuco, imperioso como un prusiano y maldiciente como un astesano, es adúltero por celo irrefre-nable: depende de la circuncisión que lo vuelve más eréctil, con esa desproporción monstruosa entre el enanismo de su complexión y la dimensión cavernosa de esa excrecencia se-mimutilada que tiene. Yo, a los judíos, los he soñado todas las noches, durante años y años. Por suerte nunca he conocido a ninguno, excepto la putilla del gueto de Turín, cuando era mozalbete (pero no intercambié más de dos palabras), y el doctor austriaco (o alemán, lo mis-mo da). A los alemanes los he conocido, e incluso he trabajado para ellos: el más bajo nivel de humanidad concebible. [...]

irritante, pues “El cementerio de Praga” aplica los principios estratégicos de la guerra total. No hay objetivos legítimos y daños colaterales. La literatura de Umberto Eco es un bombardeo indiscriminado que no respeta ningún protocolo de guerra. Los alemanes son “el más bajo ni-vel de humanidad concebible”; los franceses son “orgullosos más allá de todo límite y matan por aburrimiento”; los italianos son “arteros y taima-dos”; los curas “repiten que su reino no es de este mundo, pero ponen las manos encima de todo lo que pueden mangonear”; los jesuitas son “masones vestidos de mujer”; las mujeres “meretrices que propagan la sífilis”. Es preferible disfrutar de los placeres culinarios que chapotear en las aguas oscuras del sexo. De todos los agravios, los más intolerables están reservados a los judíos. El pueblo deicida “desprende un olor nauseabundo”. Es la misma fetidez que se aprecia en los pederastas y en pueblos salvajes que practican el canibalismo. Los judíos no enferman porque son los portadores de “una peste permanente que los defiende de la peste ordinaria”. Es falso que Jesús fuera judío. “Jesús era de raza céltica, rubio y de ojos azules”. Los

judíos son cada vez más peligrosos, pues se han convertido en “los agen-tes de la subversión anarquista y comunista”. La publicación de “El cementerio de Praga” ya ha levantado ampollas en la Iglesia Católica y la comunidad judía. ¿Se puede acusar a Umberto Eco de oportunismo, insensatez o insensibilidad? Detrás de la prosa erudita, cuidadosamente elaborada, pero sin filigranas estilísticas, asoman las orejas un niño que se ríe de los prejuicios de su tiempo. Los prejuicios de nuestro tiempo ya no son los del siglo XIX. La pasión nacionalista se ha desinflado y la Shoah ha liquidado el antisemitismo. Los prejuicios ahora se disfrazan de retórica democrática, escamoteando su peligroso lastre de intolerancia. ¿Se atreve alguien a decir en voz alta que la Lolita de Nabokov tenía 11 años o que Anaïs Nin vivió un apasionado idilio con su padre? Umberto Eco ha escrito una novela intempestiva y molesta, pero a fin de cuentas la función del escritor consiste en molestar e irritar. En “El cementerio de Praga” ya no está la sombra de Borges, sino una bilis que nos recuerda a Pío Baroja, complacido de ser a ojos de los niños “el hombre malo de Itzea”.

La novela ya ha levantado

ampollas en la iglesia Católica y la comunidad judía.

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ciNE

ha hecho una carrera más allá de la reinvención. Ahora debuta en el cine con “Burlesque” (Noches de encanto). En la siguiente entrevista habla de su nueva faceta en una película que captura la estética de los espectácu-los burlescos, los bailes, la belleza y la sensualidad femenina.“Es importante ser sexy”, dice Christina Aguilera al rastrear las coordena-

das que descubrieran el origen de su erotismo. “No se trata de poseer una imagen sen-sual para dominar a un hombre, se trata de tener un poder personal en la sexualidad. Me considero una mujer muy fuerte sexualmente”. Christina es una pieza de fascinantes y sugerentes matices, porque si esta mujer fuera una partitura, quizás sus sonoridades dejarían un susurro de provocación, un espasmo de éxtasis y un eco de encanto y devoción. Aguilera, de 30 años, nunca pierde lo sensual y provocador. Inspirada por el amor al soul antiguo y su gusto por el mundo del burlesque, la ex esposa del empresario de la industria discográfica Jordan Bratman, y madre de Max Liron, hace su debut cinematográfico con Burlesque, una cinta dirigida por Steve Antin.El escenario es el teatro The Burlesque Lounge (El Salón Burlesque), en el corazón de Hollywood; la propietaria es Tess (interpretada por Cher) y las bailarinas son la rubia Ali Rose (Christina Aguilera), la pelirroja Georgia (Julianne Hough) y la morena Nikki (Kristen Bell). La historia narra el vía crucis de la joven Ali en búsqueda de la fama y el éxito como cantante. “Burlesque captura los bailes y la estética de los espectáculos burlescos de los años cincuenta”, dice el director Steve Antin. Una cinta que se suma al renacimiento de los musicales en el cine, al estilo ‘Chicago’, ‘Dreamgirls’ y ‘Moulin Rouge’. En junio de 2010, Christina lanzó Bionic, su cuarto disco en estudio, pero ahora su aten-ción está en el cine: “El proceso creativo de Bionic ya pasó, hice lo que quería y estoy satisfecha. No me importa saber si vendió o si fue un éxito, yo estoy orgullosa de lo que hice. Con Burlesque es otro proceso que apoyaré hasta el final, pero tampoco me interesa saber si será un éxito en taquilla o no; lo que me estimula es crear. Veo al futuro,

nunca al pasado”.Christina habla con una voz tenue pero abierta. Rara vez hace contacto visual, su mirada suele perderse en la habitación. De facciones diminutas, llega a ser más atractiva y ele-gante en persona. Ella quiso hacer esta película por su gusto hacia el teatro de variedad: “Me cautivó el hermoso y mágico mundo del burlesque”, dice. “Me habían ofrecido otros papeles y leí muchos guiones, pero “Burlesque” me atrajo pues me agradó este personaje, sentí que me podría identificar con ella”, asegura. “Me sentí inspirada des-pués de mi primera reunión con el escritor y director Steve Antin, pues percibí que entiende la belleza de las mujeres, sabe cómo iluminarlas y sacar lo mejor de ellas. Sencillamente fue imposible decir ‘no’ ante esto. No sabía bien lo que debía esperar, así que llegué a la película con la mente abierta y vulnerable a la experiencia, tratando de absorber todo y aprender lo más posible”. Para la filmación, Christina tomó clases de baile supervisadas por el veterano Joey Pizzi, encargado de la coreografía de la cinta. “Había una escena de baile con un paso espe-cífico que no lograba hacer. Fue frustrante en el momento hasta que puse atención a la doble y le dije Steve (el director): ‘Yo quiero hacerla, tengo que hacerla’. Sólo así pude avanzar en las coreografías. Me puse en forma con ensayos de danza, comencé varios meses antes de filmar la película. En verdad sentí como si nunca hubiera bailado en mi vida antes de esta película, aunque he actuado desde que los 6 años”. Pero el reto no era lograr una buena coreografía, sino dar vida al personaje. “Tuve que encontrar un equilibro para cantar y bailar además de actuar. Para eso debía salirme de mí misma y entrar en Ali”.“Burlesque” es un homenaje al teatro de variedad de mediados del siglo pasado, para ello, Bojan Bazelli, director de fotografía (El aprendiz de mago, Kalifornia), filmó e ilumi-nó esta película dando un toque antiguo. “Me fascinan los aspectos teatrales y visuales, fue grandioso ver cómo ‘Noches de encanto’ cobraba vida de esta forma maravillosa”, asegura Aguilera. Las secuencias de baile toman un lugar protagónico en el filme.

christina Aguilera

ViaJe aL PaSaDOPara Aguilera, la música vintage blues ha sido parte importante en influencia musi-cal, como lo de-mostró en “Back to Basics”, uno de sus trabajos más maduros de tendencia blues, jazz y soul. “Desde niña escucho a Billie Holiday, Ray Charles, Duke Ellington, John Coltrane, Miles Davies y muchos otros que han influido en mi estilo”, dice. En esta ocasión, tuvo la oportunidad de interpretar a Etta James. “Etta es una de mis cantantes favoritas; interpretar can-ciones como ‘Living in that Moment’ y ‘I’m a Good Girl’, reinventándolas en mi estilo fue grandioso”. Pero no sólo inter-pretó, sino que pudo componer. “Escribí varias canciones para la cinta, entre ellas ‘Bound to You’, para el final, así como ‘Express’, interpretada cuando empiezo a modernizar el club. Fueron actos de malabarismo y equilibrio para mí, pero también los disfruté y me siento orgullo-sa”. Para apropiarse del personaje de Ali Rose, Christina tuvo que recurrir a su pasado con tal de brindar mayor emo-tividad. “Se trataba de convertirse en una persona distinta. Me resultó difícil al principio, pero me adapté, me di cuen-ta de que debía abrirme y ponerme en contacto incluso con experiencias pasa-das que me pudieran motivar e inspirar

En su debut cinematográfico, Aguilera compone un personaje creíble y lleno de energía.

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- ¿Cómo describirías a tu personaje?- Ali vive en Iowa y trabaja en un bar como mesera, pero su sueño es convertirse en cantante algún día. Cuando muere su abuela, que era su único vínculo con Iowa, decide viajar a Los Angeles y trabajar para lograr sus sueños. Ella es de mente abierta y espíritu libre, también un poco dura y vulnerable, como yo misma. Después ingresa al ambiente del burlesque.- ¿Cómo la afecta el nuevo ambiente?- Bueno, ella nunca había visto algo así, pero al mismo tiempo se siente completamente atraída.- Entonces, ¿qué tendrías en común con Ali?- Me relacioné con Ali por varias cosas que le ocurren y también por ser un alma sincera, con buenos instintos.- ¿Es una buena chica?- Sí, esencialmente, aunque cada chica buena tiene aspectos distintos…- ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Cher?- Trabajar con Cher fue grandioso, me recibió desde el primer día con los brazos abiertos. Leer sus correos electrónicos de ánimo y apoyo era como desenvolver peque-ños dulces para tener la mejor sensación de ellos. Para mí fue una mentora, y, cuando entrábamos juntas a una habitación, sentíamos como si fuéramos viejas amigas, podíamos hablar y hablar por horas. - Debió haber sido una gran lección.- Me gustan las mujeres fuertes, me inspiran. Así que no podría haber pedido una persona más adecuada para aprender de ella en mi pri-

aguilEra EN El ciNE

uN ESpíriTu librE

eNTreViSTa

mera experiencia en cine. Adoré a Cher y sólo puedo decir cosas buenas de ella. La encuentro fascinante. - También trabajaste con Stanley Tucci...- Stanley es asombroso y aporta mucha calma y energía profesional al set, te hace sentir segura y deseas integrarte para alcanzar su mismo nivel. Es difícil trabajar junto a personas como Stanley Tucci y Cher, actores que han estado ahí y hecho tantas cosas, pero siempre fueron amables y me apoyaron. Me dieron ánimo y conse-jos, fue muy agradable escuchar que profesionales como ellos me dijeran que hacía un buen trabajo. - ¿Cómo fue la química que tuviste con ellos?- Intento no tener expectativas hasta que las cosas ocurren, pues no puedes saber cómo van a interactuar las dinámicas. Así que lo que tenga que pasar, pasa. Pero al final, nuestra relación superó todas mis expectativas.- Steven antin dijo que tú serás la próxima Babra Streisand.- Ésta es mi primera película y aunque realmente me integré y di lo mejor de mí, aún tengo mucho que aprender. ¡Me queda mucho por demostrar! ¡Pero estoy lista para el desafío!- ¿Eres una mujer de retos?- ¡Por supuesto! Como artista, la única forma de crecer es desafiarte a ti misma.- ¿“Burlesque” marca el inicio de tu carrera cinematográfica?- ¡Eso espero! La experiencia fue única y me encantaría explorar de nuevo la actuación.

para los momentos emotivos que vive mi personaje”.Christina creció en Pensilvania, Texas y Japón, país donde su padre, Fausto Wagner Xavier Aguilera, ciudadano ecuatoriano que fue sargento de la arma-da de Estados Unidos, fue trasladado por tres años. Fausto y su madre, Shelly, se divorciaron cuando ella tenía 7 años“Mi paso por la adolescencia fue duro. Sobreviví a situaciones difíciles que me ocurrieron cuando jovencita. Así que la música se convirtió en mi fe para so-breponerme a las cosas que viví en casa. Ahora creo que todo ese dolor me hizo una persona más fuerte y hasta creativa”.Tras el divorcio de sus padres, Christina, su hermana menor Rachel y su madre se mudaron con su abuela, Delcie Fidler, en Rochester, Pensilvania. “Mi abue-la fue la primera en darse cuenta de que cantaba todo el tiempo”, recuerda Christina. “Cantar siempre fue un escape para mí. La canción ‘Hurt’ [incluida en el álbum Back to Basics] fue escrita al momento en que murió mi abuela. Esa canción retrata el dolor y la pérdida”.

Cher interpreta a una empresaria que pone en duda el talento de Christina.

En su debut cinematográfico, Aguilera compone un personaje creíble y lleno de energía.

de no tomarse las acciones necesarias a nivel mundial para disminuir la emisión de gases de efecto inver-nadero, que causan el fenómeno del calentamiento global, las consecuencias serán irreversibles y catas-tróficas. Entre éstas, se perdería el Amazonas o se

provocaría un cambio del curso de los océanos, advirtió el científico mexicano Mario Molina, premio Nobel de Química 1995, uno de los descubridores del adelgazamiento de la capa de ozono de la at-mósfera, en la 16° Conferencia de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16) celebrada en Cancún hace unos días.Molina consideró que existen las condiciones a escala mundial para que en este siglo se dé el adiós a la era del petróleo; no obstante, dijo, no es necesario pasar de un solo tajo de las fuentes de energía tradicionales a las fuentes renovables.Recomendó que primeramente se comience a hacer un uso más óptimo y eficiente de los combustibles fósiles que tradicionalmente utilizamos antes de pasar a las fuentes renovables, incluyendo la nuclear.

reDUCiDO imPaCTO eCONómiCO De meDiDaSEl científico descartó que esta transición traiga un impacto en la vida de las personas o en el desarrollo de las economías.“Realmente no hay que hacer sacrificios, subiría el costo de la ener-gía, subiría el costo de los productos, pero no de una manera muy

“adiÓS al pETrÓlEO”

significativa”, aseguró.El científico consideró que la solución a este problema global es com-plejo pero no imposible, sólo es cuestión de que haya voluntad, y puso como ejemplo el Protocolo de Montreal, a través del cual prác-ticamente quedó resuelto el deterioro que se venía presentando en la capa de ozono por el uso indiscriminado de aerosoles y gases refri-gerantes.El costo para revertir los efectos del calentamiento global sería del uno al dos por ciento del Producto Interno Bruto de todos los países que conforman el planeta “que es relativamente barato”, dijo.El doctor Mario Molina explicó que, desde el punto de vista científi-co, la probabilidad de que el hombre incida en el cambio climático es de más del 90 por ciento, y aunque no descartó que lo que estamos viviendo sea un proceso natural, la emisión de contaminantes a la at-mósfera debe tener consecuencias.El premio Nobel de Química confirmó que la emisión de metano, cloro-fluorocarbonos (CFCs) y óxido nitroso a la atmósfera traerá como con-secuencia un aumento de la temperatura ambiental de tres a cuatro grados centígrados para finales de este siglo, lo que traería efectos para miles de millones de habitantes que se prolongarían por miles de años.

TraSFONDO POLíTiCONo obstante, lamentó que por razones políticas, más que económi-cas, los países que emiten la mayor cantidad de gases de efecto inver-nadero, entre ellos China y Estados Unidos, no suscriban compromi-

sos serios y contundentes para modificar y eficientar el uso de los combustibles que dañan a la atmósfera.Molina reconoció que China está cambiando muchísimo, está in-virtiendo importantes recursos en energías renovables porque pre-tende ser el líder de ese nuevo camino, pero, dijo, son muy quisqui-llosos, todavía no quieren comprometerse abiertamente a suscribir el Protocolo de Kyoto porque primero quieren asegurarse de que su desarrollo económico no se vea amenazado y por otro lado aún está construyendo plantas de carbón, aunque ya están prohibidas.En el caso de Estados Unidos, el científico mexicano explicó que las razones son puramente políticas, “porque desgraciadamente se identificó con el Partido Republicano la idea de no creer en el cam-bio climático y eso no es aceptable porque no es racional”, acotó.En este sentido, afirmó que los premios Nobel de Economía coinci-den en que “nos va a salir mucho más caro pagar por los daños del cambio climático, así que no hay justificación económica, y si lo ha-cemos bien, con creatividad, no estamos hablando de sacrificios”.Otra fuente de contaminación importante a nivel mundial se está dando por la emisión de metano, que en mayor proporción se ge-nera por el crecimiento que ha tenido el ganado vacuno. En este sentido, el premio Nobel de Química indicó que, por un lado, el au-mento de la población mundial, y por otro, el hecho de que varios países han modificado su cultura gastronómica al consumir más carne, han disparado los niveles de este gas en la atmósfera a partir de la mitad del siglo pasado.

prEMiO NObEl dE quíMica adviErTE:

De no tomar acciones, desaparecerá el amazonas y cambiará el curso de los océanos. “el costo de la inacción es elevado. Todos los países del planeta saben de esto, no subestimemos el reto.

No podemos esperar otra década”

Ya es hora de que la humanidad piense en serio en la necesidad de fuentes de energia no contaminantes, como es la energía solar y eólica.