revista nacán # 27

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Marzo 2015 Año 4 Nº 27 Página nº 9 Crítica literaria a novela:

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Opniones desde el Centro de Cuba

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  • Marzo

    2015

    Ao 4

    N 27

    Pgina n 9

    Crtica literaria a novela:

  • DIRECTOR

    Guillermo Farias Hernndez.

    SUBDIRECTORES

    Rolando Ferrer Espinosa.

    Ramn Jimnez Arencibia.

    EDITOR

    Rafael Vilches Proenza

    DISEO, MONTAJE Y WEBMASTER

    Oscar Luis Milian Reinoso.

    CONSEJO EDITORIAL

    Jorge Luis Artiles Montiel.

    Ignacio Blanco Jimnez.

    Guillermo Farias Hernndez.

    Miguel Farias Quey.

    Rolando Ferrer Espinosa.

    Ramn Jimnez Arencibia.

    Jos Luis Len Prez.

    Oscar Luis Milian Reinoso.

    Brbara Viera Rodrguez.

    Todas las opiniones reflejadas en esta revista son responsabilidad

    exclusiva de cada uno de sus autores y no del Consejo Editorial.

  • Miguel Farias Quey.

    Ramn Arencibia Jimnez.

    Rafael Vilches Proenza.

    Ignacio Blanco Jimnez.

    Guillermo Farias Hernndez.

    Jos Luis Len Prez.

    Jos Luis Artiles Montiel.

    Rolando Ferrer Espinosa.

    Francisco Blanco Sanabria.

    Oscar Luis Milian Reinoso.

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    EditorialEditorial

    L a ya octogenaria generacin de dirigentes castristas que iniciaron la an denominada Revolucin Cubana, junto a sus sucesores familiares o amigos cercanos se enfrentan

    denodadamente a dos bloques poltico-econmicos. La disputa se dirime sobre las distintas percepciones respecto al concepto de lo que es la Democracia.

    Por cierto, estas dos agrupaciones son las de mayor podero en este inquieto, violento y cada vez ms peligroso mundo. S, porque el gobierno castrista lleva a cabo al unsono unas delicadas y controver-siales negociaciones con la Unin Europea (UE) por un lado, mientras que por el otro con los Estados Unidos de Amrica (USA).

    Con la Unin Europea se discute el levantamiento o no de la Posicin Comn hacia el gobierno totalita-rio de Cuba. La Posicin Comn es la exigencia de este bloque del Viejo Continente a las autoridades del Archipilago, de que todo tipo de crdito banca-rio o inversiones a gran escala estarn subordinadas a la no violacin de los Derechos Humanos.

    Los gobiernos de Europa se vieron obligados a asu-mir esta actitud estricta en relacin con los gober-nantes castristas, por la violacin masiva y descara-da de la Declaracin Universal de los Derechos Hu-manos. La cual fue tomada durante el clmax repre-sivo del 2003, conocido mediticamente como La Primavera Negra de Cuba.

    Mediante el uso de maniobras de manipulacin ha-cia la opinin pblica, unidas a la propaganda semi-verdica y cientficamente dirigida a los segmentos poblacionales ms susceptibles del continente euro-peo, han tenido algn xito sus mentiras en ciertas partes. Aqu el uso de las redes sociales para encu-brir y justificar sus crmenes ha pasado a ser la coti-dianeidad.

    Por lo que algunos partidos emergentes y minorita-rios en la geografa de Europa han logrado presentar al gobierno castrista como la Inocente Vctima ver-sus a los estados exigentes en cuanto a un correcto comportamiento democrtico cuales los Culpables Victimarios. Aunque la brutalidad y la intolerancia del castrismo es reconocida hasta por sus aliados.

    Todo esto viene trado por los desencuentros que se engendran, debido a la muy prolongada crisis econ-mica mundial que afecta a los europeos. Los analis-tas e historiadores aseguran unas interesantes tesis,

    que es precisamente durante las debacles econmi-cas cuando las doctrinas totalitarias se aprovechan de la frustracin para ganar adeptos.

    Aunque la Europa y los europeos en la prctica no son un terreno muy frtil para defender al totalitaris-mo castrista, pues ellos padecieron en carne propia del fascismo y del estalinismo. Incluso gran parte de Europa Central result ocupada y estalinizada tras la Segunda Guerra Mundial, por lo que las secuelas todava se padecen y se recuerdan bien.

    A la misma vez, existen unos entendimientos con l hasta ese momento archienemigo del rgimen de Fidel y Ral Castro, el gobierno de Estados Unidos de Amrica, de una manera pblica a partir del 17 de diciembre del 2014. Algo que an est muy fres-co para aventurarse a afirmar, si es un fracaso o por el contrario toda una victoria.

    Si desde ya resulta altamente desalentador para unos y esperanzador para otros, es que ambas partes, lase Cuba y Estados Unidos, ante los medios de prensa constantemente expresan abiertas contradic-ciones en cuanto a las temticas que discuten. Lo que podra conducir a estas negociaciones a un ca-llejn sin salida o a su suspensin temporal o defini-tiva.

    Aquellos tecncratas castristas aspirantes a detentar el poder ejecutivo tras la salida por causas naturales del escenario poltico cubano, de los simblicos re-presentantes de la generacin que ejecut y afianz al fidelismo en el gobierno ya estn preparados para asumir. Pero comprenden que deben buscar la com-plicidad de los yanquis en sus menesteres.

    Ellos se aferran a animar a las autoridades norteame-ricanas y sobre todo al empresariado de esa enorme nacin, para que echen a un lado la Democracia y los Derechos Humanos y no los exijan para otorgar crditos blandos e inversiones industriales. Lo esen-cial es entrar en cnico y exclusivo contubernio con el capital, y los capitalistas de Estados Unidos.

    Hasta ahora los gobernantes de los Estados Unidos de Amrica han puesto el cumplimiento irrestricto de los Derechos Humanos, como condicin sine qua nom para levantar el embargo econmico, comercial y financiero al gobierno de La Habana. Por lo que los prximos meses y aos sern testigos de la res-petabilidad o no de estas posiciones.

    Consejo Editorial.Consejo Editorial.

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    E n Venezuela se ha desatado una crisis

    econmica, poltica y social, nunca antes

    vista en la historia de ese pas, ni cuando

    las dictaduras de Juan Vicente Gmez o

    Marcos Prez Jimnez. Todo esto es producto del

    Socialismo del Siglo XXI, que fue exportado por los

    hermanos Castro, hacia esa nacin de Amrica Lati-

    na.

    El actual presidente Nicols Maduro Moro, el cual

    gan despus de unas turbias elecciones, es un in-

    condicional subordinado de los Castro. No se deja

    de informar ni de esconder, de que Maduro estudi

    en la Escuela Superior de Cuadros Sindicales

    Lzaro Pea de La Habana, por lo que El Hom-

    bre de Caraca es de los Castro.

    Estos trasnochados dirigentes no han pensado nunca

    que la rueda de la historia no se detiene, al igual que

    la Tierra. As lo afirman las sabias palabras de Gali-

    leo Galilei, cuando La Santa Inquisicin lo someti

    a juicio, expres: sin embargo se mueve. El popu-

    lismo surgido en Amrica Latina con Hugo Chvez

    afronta grandes dificultades para mantenerse en el

    poder.

    Bruno Gonzlez Parrilla, Ministro de Relaciones

    Exteriores de los hermanos Castro y del rgimen

    totalitario, quien no es nada ms que un corre, an-

    da, ve y dile. Se atrevi a afirmar a su llegada a Ve-

    nezuela, que el pueblo de Cuba y su gobierno respal-

    dan totalmente al gobierno chavista-madurista vene-

    zolano.

    Para nada se cont con el cubano de a pie, que vive

    en las ms pauprrimas condiciones de vida, para

    que este vive bien se expresara tan pomposamente

    a nombre de todos los cubanos. Pero nada nos debe

    sorprender, porque los hermanos Castro han asesina-

    do, esclavizado y empobrecido a miles de gente en

    este mundo, en nombre del pueblo de Cuba.

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    Cada vez que llegan los cubanos a su patria, dicen

    que son repudiados por los venezolanos, estos les

    aseguran que no quieren vivir como vivimos los cu-

    banos, que somos esclavos de un gobierno dinstico

    por 56 aos. Porque todos los hijos de ese pas sud-

    americano, sean pro chavistas o anti chavistas, saben

    que aqu tenemos una frrea dictadura.

    Luego dijo El Canciller de Pacotilla: los cola-

    boradores cubanos permanecern aqu bajo cual-

    quier circunstancia. Esto lo dice y repite un

    mayimbe (dirigente comunista), que no tiene que

    permanecer bajo ningn concepto en la caldera de

    presin llamada Venezuela, es muy fcil hacer patria

    a costa de la vida e integridad fsica de otros.

    Nuestros compatriotas, que hoy trabajan en distintas

    esferas econmicas o de servicios en la hermana Re-

    pblica de Venezuela, estn enfrentados a una dis-

    yuntiva muy peligrosa y hasta fatal para ellos. O

    permanecen en aquel lugar y reciben la posibilidad

    de obtener divisas libremente convertibles o regre-

    san a Cuba a vivir como profesionales miserables.

    Por ltimo, a nombre del rgimen totalitario que re-

    presenta, el funcionario cubano, culp a los Estados

    Unidos de Amrica de todo lo malo que ocurre en

    este mundo. Lo de los hermanos Castro es buscar a

    un culpable a toda costa, como nica forma de so-

    brevivir y los dueos de la culpa, bajo ningn con-

    cepto, pueden ser ellos.

    Pero lo que no dice Bruno Rodrguez Parrilla, es que

    en cualquier pas donde se implant el comunismo,

    al instante aparecen cuestiones de carencias bsicas.

    Porque el hambre, la miseria, la opresin y la dela-

    cin, son caldo de cultivo de esta nefasta y aberran-

    te ideologa y todos los cubanos la conocemos bien.

    Cun grande era la razn de Winston Churchill, Pri-

    mer Ministro del Reino Unido del Reino de la Gran

    Bretaa, cuando expres: El comunismo es el

    evangelio de la envidia, el credo de la ignorancia y

    la filosofa del fracaso. Su nica virtud inherente es

    repartir la miseria equitativamente.

    Miguel FARIAS Quey. (Santa Clara, Las Villas, 1947). Estudi Ingeniera Mecnica en la Universidad de Ca-

    magey hasta primer ao, carrera que tuvo que abandonar

    porque fue enviado a Angola a combatir en 1975. En su ado-

    lescencia entre 1957 y 1958, fue colaborador del Ejercito Re-

    belde en las montaas del Escambray contra la dictadura de

    Fulgencio Batista. Despus result el Primer Expediente Aca-

    dmico en la Primera Graduacin de Operadores de Calderas

    de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR), en el ao 1959.

    Fue el escogido por el oscuro color de su piel para incursionar

    blicamente en el Congo Belga junto a Ernesto Che Guevara,

    en 1965. A su regreso decidi abandonar la vida militar y pas

    a la Empresa de Ferrocarriles de Cuba, donde llego a ser uno

    de los principales dirigentes de su divisin Centro-Este. En

    1992, entreg el carnet del Partido Comunista de Cuba (PCC),

    al solidarizarse con un cercano familiar suyo opositor no vio-

    lento. Actualmente esta jubilado y reside en Santa Clara, pro-

    vincia de Villa Clara.

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    N o es habitual encontrar en el lenguaje

    actual de la oposicin cubana, la pala-

    bra, inicio del periodo de transicin, s

    con ella se refleja el inminente paso del

    rgimen actual, a un proceso de transformaciones

    econmicas, polticas y sociales, dirigidas por un

    gobierno provisional integrado por las fuerzas que

    se han enfrentado al sistema totalitario, sin claudi-

    car, por ms de medio siglo.

    Es evidente que los nicos antecedentes histricos

    que existen en el planeta, de la transicin del sistema

    socialista de Planificacin Central, a una economa

    de Libre Empresa, los encontramos en la Europa del

    Este y en la antigua Unin Sovitica. Hacia el proce-

    so desarrollado en el viejo continente y a las valio-

    sas experiencias que brindan, debemos dirigir nues-

    tras miradas.

    Mucho se ha escrito sobre el estado actual de la eco-

    noma cubana y las tibias reformas emprendidas por

    el rgimen, las cuales ha bautizado con el nombre de

    actualizacin del Modelo Econmico cubano, cuyo

    nico objetivo es prolongar por ms tiempo la ago-

    na del sistema. No haremos un aburrido recuento de

    la situacin econmica, que ser el punto de partida

    para una transicin futura hacia otro sistema econ-

    mico.

    Entre los problemas actuales que confronta la eco-

    noma cubana y que deber ocupar la atencin de los

    futuros gobernantes se encuentran los siguientes:

    Niveles de produccin insuficientes.

    Subutilizacin de la capacidad instalada.

    Condiciones precarias en la alimentacin, el consu-

    mo y la vivienda.

    Predominio del Estado sobre la economa.

    Severas restricciones a la empresa privada.

    Ahorros insuficientes y baja actividad inversionista.

    Elevado endeudamiento externo.

    Insuficiente capacidad de respuesta a estmulos para

    crecer.

    Insuficiente capacidad generadora de ingresos exter-

    nos.

    Los niveles de produccin que Cuba logra

    actualmente con diversas empresas, no

    pueden mantener niveles de actividad

    econmica y ritmos de crecimiento com-

    patibles con los niveles de vida o de in-

    greso per cpita alcanzados hasta 1959.

    La economa cubana, a comienzos del Si-

    glo XXI, se mantiene precariamente, por

    los ingresos provenientes del turismo in-

    ternacional y de las remesas de los cuba-

    nos residentes en el exterior.

    Un nuevo gobierno no se va a enfrentar a un embar-

    go norteamericano, que ha sido siempre la justifica-

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    cin preferida por el gobierno cubano para tratar de

    explicar los constantes descalabros en la economa y

    su estado ruinoso. Este manido argumento es utiliza-

    do todos los aos en el plenario de las Naciones

    Unidas. Estados Unidos constituye un mercado na-

    tural para Cuba, por lo que la ausencia de intercam-

    bios econmicos representa realmente un obstculo

    para su desarrollo.

    Adems, hoy, a 90 millas de las costas de la Isla,

    est el pas ms desarrollado del Orbe, donde tiene

    lugar una permanente revolucin cientfico-tcnica

    en todos los campos del conocimiento humano, a la

    que la sociedad cubana carece de acceso por el anta-

    gonismo prevaleciente.

    Sin embargo, la causa central del calamitoso estado

    de la economa cubana y de los nefastos efectos so-

    bre todos los aspectos de la vida, reside en la persis-

    tencia de un irracional sistema totalitario.

    Las restricciones a la produccin tienen como pri-

    mera consecuencia, mantener a la poblacin con ni-

    veles precarios de alimentacin y consumo en gene-

    ral. Los niveles tan bajo de consumo tambin se ex-

    plican como una decisin expresa del gobierno des-

    de los mismos comienzos de la planificacin central

    en Cuba, en 1961, cuando predominaba la idea ema-

    nada de la poltica econmica preconizada por la

    URSS, de que el gasto militar y el gasto de inversin

    en industria pesada deban maximizarse compri-

    miendo los niveles de consumo.

    De ah, que se estableci el sistema de

    racionamiento del cual el pas no ha po-

    dido liberarse ms, despus de medio si-

    glo.

    Si buscamos una causa del enorme deterioro que an

    prevalece en el campo de la economa, la encontra-

    remos en la decisin tomada, a principios de 1960,

    de adoptar el modelo poltico econmico comunista.

    A partir de esa poca, la economa del pas se inte-

    gr a la del antiguo Consejo de Ayuda Mutua Eco-

    nmica (CAME), y especialmente a la economa de

    la URSS.

    Cuando en 1989, los pases de la Europa Oriental

    comenzaron a adoptar el modelo de orientacin de

    mercado y despus a fines de 1991, cuando la Unin

    Sovitica se disolvi, toda la asistencia econmica y

    los subsidios comerciales, que Cuba reciba, se aca-

    baron. A partir de 1990, la economa de la Isla se

    desplom, desembocando en la situacin actual.

    Es sumamente importante comprender claramente

    los problemas de la transicin, si la misma se inicia

    por la constitucin de un gobierno de unidad nacio-

    nal. Al producirse ese cambio, el nuevo equipo ten-

    dr que hacer frente a graves y complejos proble-

    mas, los ms importantes son los siguientes:

    Reconstruccin de una economa estatal a una eco-

    noma de mercado.

    Orientacin del comercio exterior.

    Bajo nivel de ingresos, dficit fiscal y desequilibro

    externo.

    Realineacin de precios para ajustarlo a los costos.

    Inflacin.

    Restablecimiento del espritu de trabajo.

    Creacin o reorganizacin de las instituciones re-

    queridas para el funcionamiento eficiente de un sis-

    tema de libre empresa.

    Atraccin de capital privado y extranjero.

    Reincorporacin a la economa cubana de los em-

    presarios, administradores, ingenieros y profesiona-

    les de toda clase, actualmente en el exilio.

    Estas son las tareas principales que debern empren-

    der un gobierno de transicin.

    Ramn JIMNEZ Arencibia. Licenciado en Econo-ma por la Universidad de La Habana, en 1985. Jefe de la Lucha Clan-

    destina por la Juventud Socialista Popular contra la dictadura de Ful-

    gencio Batista en Santa Clara, Las Villas. Fundador y Jefe del Cuerpo

    de Comisarios Polticos en el Ejercito del Centro. Expreso poltico en

    dos ocasiones, durante la primera fue el principal exponente de La

    Microfraccin en la regin central de Cuba, en 1968, despus conde-

    nado por su acercamiento a grupos trotskistas latinoamericanos, en

    1973. Ejerce como Periodista, Bibliotecario y Blogger Independiente.

    Naci y reside en Santa Clara, Villa Clara.

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    V an entrando poco a poco los ltimos li-

    bros de escritores independientes en Cu-

    ba, publicados por Neo Club Editores, y

    que comienzan a circular por la patria.

    Entre ellos se encuentra la novela El abismo por

    dentro, del connotado opositor al gobierno de los

    Castros, Guillermo Farias Coco. Naci en Santa

    Clara en 1962, es siclogo, activista y periodista.

    Reporteros sin Fronteras le concedi el Premio de

    Ciberlibertad 2006, y en 2007 la ciudad de Weimar,

    en Alemania, le otorg su Premio de Derechos Hu-

    manos. Fue director de la agencia independiente de

    noticias Cubanacn Press. En 2010 recibi de manos

    del Parlamento Europeo el Premio Sjarov a la liber-

    tad de conciencia. Reside en Cuba.

    Su novela va por los caminos poco trillados en la

    narrativa cubana referente a las guerras en frica

    por el ejrcito de los Castros. Un testimonio vivo

    por uno de sus contendientes. Entre realidad y fic-

    cin Guillermo nos conduce a un escenario de marti-

    rio, donde los sueos ya no existen por ms que se

    les acorrale.

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    Esta es la manera del autor poner en letra viva el

    padecimiento de todo un pueblo que perdi a sus

    hijos, hermanos, novios, amigos, padres, en una gue-

    rra que a la larga fue solo eso, una guerra. Un re-

    cuerdo que no pasar porque las heridas no sanan en

    los que quedaron en casa a la espera del soldado, del

    oficial, que no regres nunca de su tumba.

    Guillermo Farias sabe de qu habla, a l le toc

    vivir la contienda, y formar parte de ella. l es un

    testigo fehaciente del dolor humano.

    Toda guerra es una posibilidad de muerte, donde

    todas las calamidades se renen, y es esta una nove-

    la para poner sobre el tapete el rumbo de las mise-

    rias humanas con que los Estadistas, como buenos

    estrategas que son, mueven a sus mejores piezas,

    digo hombres, para lograr sus ambiciones de poder.

    Y aqu est esta novela para dar nos fe de ello.

    Y como ha dicho el escritor cubano en el exilio Luis

    Felipe Rojas: Va a ser una lectura larga y llena de

    Interacciones, qu ms podra pedir un autor?

    La novela del escritor y disidente Guillermo Coco

    Farias El abismo por dentro, forma parte de un pro-

    yecto de vertebracin cultural de la sociedad civil

    cubana, que trata de apoyar a escritores indepen-

    dientes residentes en Cuba, ya se encuentra circulan-

    do en la isla caribea en bibliotecas independientes,

    o a travs de amigos que la pasan de mano en mano

    para que el pblico lector se encuentre con su pasa-

    do en un relato que an no deja de sangrar en la me-

    moria del cubano, la guerra de frica.

    Rafael VILCHES Proenza. Naci en Vado de Ye-so, en el ao 1965, provincia Granma. Licenciado en Educa-

    cin, Especialidad Artes Plsticas, por el Instituto Superior

    Pedaggico Jos de la Luz y Caballero de su provincia natal.

    Ha recibidos sendos premios, Manuel Navarro Luna, en los

    aos 2004 y 2010. Le han sido publicados 8 libros dentro de

    Cuba como en el extranjero, entre ellos la novela ngeles

    desamparados y la obra de poesa Caf Amargo. Reside

    actualmente en la ciudad de Santa Clara.

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    L a regulacin del salario mnimo fue esta-

    blecida por primera vez en Australia y

    Nueva Zelanda en el estado australiano

    de Victoria, en 1894, y fue producto de

    los levantamientos obreros para recriminar y legali-

    zar un salario mnimo a percibir por un trabajo reali-

    zado. Desde entonces, diferentes movimientos obre-

    ros y sindicatos de trabajadores y otros colectivos

    han estado presentes en la legalizacin y estableci-

    miento del concepto salario mnimo en prcticamen-

    te todos los pases del mundo.

    En Cuba, este concepto no se ha podido materializar

    como logro alcanzado despus del advenimiento del

    castrismo en nuestra Isla, en 1959. Los asalariados

    cubanos perciben unos de los sueldos ms bajos del

    mundo.

    El salario mnimo es la remuneracin mnima esta-

    blecida legalmente para cada periodo laboral (hora,

    da o mes) que los empleadores (el gobierno) deben

    pagar a sus trabajadores por sus labores. Los costos

    y beneficios de los salarios mnimos legales son an

    objeto de debate. Generalmente se expresa en unida-

    des monetarias por jornada de trabajo; por ejemplo,

    que no se puede pagar menos de seis euros/dlares/

    libras a un trabajador por cada hora de trabajo. Cada

    pas suele establecer las normas legales que regulan

    el salario mnimo y los mecanismos para determinar

    peridicamente su monto, generalmente en forma

    anual.

    Cuba, es un pas en vas de desarrollo segn Fidel

    Castro y sus aclitos, pero no esclarecen en que ra-

    mos muestra el progreso la Isla para merecer ese

    status. Los salarios de los isleos no cubren las ne-

    cesidades bsicas para el sustento de la familia. An-

    tes de llamarlos obreros, analizaremos las mensuali-

    dades pagadas por el rgimen a sus ciudadanos, don-

    de el estipendio percibido es bajo, catalogndose por

    los talleres internacionales de salario mnimo,

    como salario esclavo.

    Los sindicatos en la mayora de los pases represen-

    tan la clase obrera en la Isla estos representan la

    administracin, no se preocupan por las necesidades

    de los obreros, tampoco por las mensualidades de

    estos, donde el salario se inicia en 225 de pesos cu-

    banos (CUP) el equivalente a 9 dlares estadouni-

    denses (USD), hasta 1500 CUP el ms remunerado,

    60 USD.

    La explotacin laboral se define como recibir un pa-

    go inferior al trabajo que se realiza, lo que incluye

    desde pequeos abusos, hasta los talleres de trabajo

    esclavo. Con base en la idea de explotacin laboral.

    Aunque un trabajo mal pagado para el que lo realiza

    suele ser lo que define como explotacin laboral, en

    sentido amplio puede abarcar diferentes situaciones,

    desde el abuso por parte del Gobierno hacia el traba-

    jador, hasta la precariedad laboral.

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    Ignacio Blanco Jimnez.Ignacio Blanco Jimnez.

    En pueblos como en hombres la vida se cimenta sobre la satisfaccin de las necesidades materiales (1875).

    Jos Mart

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    Se denomina precariedad laboral al estado de situa-

    cin que viven las personas trabajadoras que, por

    razones diversas, sufren procesos que conllevan in-

    seguridad, incertidumbre y falta de garanta en las

    condiciones de trabajo, ms all del lmite conside-

    rado como normal.

    La precariedad laboral tiene especial incidencia

    cuando los ingresos econmicos que se perciben por

    el trabajo no cubren las necesidades bsicas de una

    persona, ya que es la economa el factor con el que

    se cuenta para cubrir las necesidades de la gente.

    Los ingresos salariales no implican slo aquellas

    que estn relacionadas con la mera supervivencia

    biolgica (alimentos, cobijo, vestido, etc.) si no que

    incluyen un numeroso grupo de demandas relaciona-

    das con el hecho de nuestra naturaleza social: afec-

    tos, ocio, cuidados, cultura, educacin, comunica-

    cin.

    Otra percepcin de precariedad es la retribucin sa-

    larial que se obtenga por el trabajo realizado y en

    Cuba resulta insuficiente para cubrir las necesidades

    mnimas que permitan a una persona vivir de forma

    digna.

    Salarios mnimos en pases centroamericanos

    La precariedad laboral puede producir un aumento

    del sufrimiento psicolgico y empeoramiento de la

    salud y calidad de vida que dependen del trabajo o

    de la carencia del mismo. La incertidumbre sobre el

    futuro, que presenta el trabajo precario altera el

    comportamiento social del individuo, porque au-

    menta las dificultades para conformar y afianzar

    identidades individuales y colectivas en torno al tra-

    bajo.

    En la Isla las personas se sienten permanentemente

    inseguras, porque sienten la amenaza abstracta de

    prdida de empleo o las amenazas por parte del rgi-

    men con la prdida del trabajo que son valorados

    muy positivamente, como la carrera profesional, las

    retribuciones y el status.

    La poblacin de Cuba vive, con respecto a los traba-

    jadores del mundo desarrollado, a 500 aos de atra-

    so. Y respecto a los de Amrica Latina, se encuentra

    en un nivel muy por debajo. Los salarios que perci-

    ben los cubanos estn considerados por los talleres

    internacionales de salario mnimo, como un salario

    de esclavo.

    Entre 2008 y 2012, el salario mnimo interprofesio-

    nal en Marruecos (SMIG) aument de 9,66 DH/hora

    a 12,24 DH/h (+26,7 %) o sea 2428 DH/200 h (=

    219,92 euros, o 276,4 dlares estadounidenses). El

    salario mnimo Marroqu es el segundo ms alto del

    continente africano (despus del salario mnimo su-

    rafricano).

    El mismo, a partir del 1 de agosto del 2013, el con-

    sejo que fija el piso de haberes acord ese incremen-

    to en dos etapas y se elevar desde 2875 pesos a

    3300. En enero de 2014, aumentar a $ 3600. El sa-

    lario argentino es el mayor de Latinoamrica. El sa-

    lario mnimo en Brasil se fija para periodos de un

    ao y su periodicidad de pago es mensual 620

    reales, es decir, unos 388 dlares.

    El Gobierno de Bolivia dispuso como salario mni-

    mo 999,68 Bs (o sea unos 143,68 dlares estadouni-

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    denses; siendo 1 dlar es igual a 6,96 Bs. En Chile,

    el sueldo mnimo (193.000 CLP ($ 367 USD). Ade-

    ms, Chile es el primer pas sudamericano en ingre-

    sar a la Organizacin para la Cooperacin y Desa-

    rrollo Econmico (OCDE).

    La mensualidad mnima en Colombia es de 634.500

    pesos colombianos (330,00 US$). En Ecuador el

    salario mnimo en 371 US$/ al mes. En Paraguay, el

    salario mnimo actual: es de 1.658.232 guaranes

    (375 US$ segn cambio de noviembre, 2013).

    Asigna la Constitucin de Per, como salario mni-

    mo actual a 750 nuevos soles, 259 dlares estadou-

    nidenses). El mandatario peruano Ollanta Humala

    anunci el 28 de julio del 2011, que la remuneracin

    mnima de Per sera 750 soles, (291 dlares). En

    Uruguay, el salario mnimo nacional es de 7920 pe-

    sos uruguayos, equivalentes a 405 dlares estadou-

    nidenses

    A partir del mes septiembre del 2013 el Salario M-

    nimo Mensual en Venezuela es de 2.702,72 Bolva-

    res (Bs), equivalente (430,37 US$, al cambio oficial

    6,28 Bs, en noviembre aumentara un 10%, que en

    bolvares, es 2.972,97 Bs. F (471,9 US$. En Estados

    Unidos, la Fair Labor Sanders Act (FLSA) Acta de

    Normas Justas de Trabajo establece para el 2013, el

    salario mnimo federal es de US$ 7.25 por hora, sin

    embargo cada Estado se reserva el derecho a fijar su

    propio salario mnimo.

    Mxico establece en fecha de 2012, de acuerdo al

    Servicio de Administracin Tributaria, el salario m-

    nimo general diario es de 62.33 pesos en la zona A,

    60.57 en la zona B y 59.08 en la zona C, tomando

    como referencia el salario de la zona A, un tipo de

    cambio de 13.65 pesos por 1 dlar estadounidense y

    una jornada laboral de 8 horas, el sueldo es de 0.57

    USD por hora/hombre.

    La Repblica Dominicana pacto un aumento a los

    salarios mnimos para el sector privado no sectoriza-

    do de 14%. Este aumento fija el salario mnimo

    mensual para la primera categora en RD$11,298, el

    de la segunda categora en RD$7,765 y el de la ter-

    cera categora en RD$6,880. Adems, el salario m-

    nimo para trabajadores agrcolas por jornada de 10

    horas se fija en RD$234, mientras que el salario

    mensual de los vigilantes privados sube a

    RD$9,526.

    En Australia son USD $16,64 por hora, $632,72 por

    semana. Equivalente a USD $2.739,67 por mes.

    Alemania no cuenta con un salario mnimo unita-

    rio2.154, 38 euros por mes. El salario mnimo en

    Francia 1120,43 netos, sin impuestos, en Italia el

    salario mnimo se ubica en 5,50 /hora, 880 /mes,

    en Luxemburgo el salario mnimo 1682,76 , Reino

    Unido el salario mnimo es de 6,19 /hora 1179.81

    .

    Debido a que Suecia no tiene un salario mnimo es

    de 2.000 euros mensuales. Noruega paga 100 coro-

    nas noruegas por hora, que equivalen aproximada-

    mente a unos 20400 euros al mes. Aunque en Dina-

    marca no hay un salario mnimo es de 103,15 coro-

    nas danesas por hora, equivalente a 13,83 . En una

    jornada de 35 horas semanales esto corresponde a

    484,05 euros a la semana, o a unos 2000 al mes.

    Estonia el salario mnimo de una jornada de 40 ho-

    ras semanales son 320,00 euros al mes (bruto). Son

    1,9 euros la hora.

    Ante estos ejemplos de salario mnimo de los pases

    de Amrica y Europa, tomaremos el salario medio

    recibido por los obreros de la Isla por concepto de

    trabajo realizado. Y preguntaremos si en realidad

    esta es por lo que tantos cubanos hayan muerto. A

    Fidel y a Ral Castro les preguntamos, trabajadores

    o esclavos?

    Datos de la Oficina Nacional Estadsticas e Infor-

    macin de Cuba

    Salario medio mensual por provincias

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    A l arribar volv a ascender una solitaria

    escalera. No se me quitaban de la mente

    las miradas acusadoras de los profeso-

    res. Cada vez el ambiente era ms tur-

    bio. Las paredes me aprisionaban y sen-

    ta fatiga.

    Le inform a la recepcionista que haba sido citado

    para ese lugar. Ella era mestiza, baja de estatura y

    cuerpo redondo. Su edad, mediana. Hablaba con pa-

    labras muy marcadas. A veces pareca tenerla pega-

    da al odo. Seseaba con la voz y dejaba escapar la

    saliva. Claro, sus labios eran prominentes y sensua-

    les, tal vez lo nico bello en ese rostro desptico y

    soberbio. Me pregunt mi nombre y apellidos. Al

    decrselo dio un respingo en su silla y se apresur en

    levantarse y encaminarse a la oficina del Partido Co-

    munista de Cuba (PCC), situada al lateral del recto-

    rado.

    Aquella reaccin me prepar para esperar lo peor.

    An me sudaban las manos y senta un vaco en el

    estmago. Las gotas de sudor comenzaron a correr

    desde mi cuello, a pesar de que estaba a la sombra.

    La sensacin de opresin de la construccin se man-

    tena latente. Pens: Bueno, que no te den deseos de

    ir al bao ahora!

    La recepcionista sali acompaada de la mismsima

    Secretaria del Rector, al que el alumnado le deca

    El pequeo Hitler, por lo drstico y extremista, y

    adems por su pequeo y ridculo bigote. Ella me

    mir como si fuera un paciente en fase terminal de

    una enfermedad y dijo: Pase, pase, que a usted lo

    esperan, es la puerta que dice PCC.

    Me choc el fro del aire acondicionado en pleno

    rostro. Al cerrar la puerta tras de m, me adapt a la

    nueva iluminacin. Distingu a tres hombres que es-

    taban frente a m, sentados a una mesa alargada. Pa-

    reca la ltima cena. Tal vez formaba parte de un

    complot de mesa buffet, pero no, slo era la mesa

    alargada con tres personajes de rostros rgidos que

    me miraban con ojillos acusadores. El rector, Lus

    Ignacio Gmez Gutirrez, era pequeo de estatura,

    de blancura impresionante, pero matizada con un

    rosa suave. Sus manos de ngeles, suaves no estaban

    acostumbradas al trabajo fuerte de los obreros. Luca

    bigote pequeo, cortado cuidadosamente que apenas

    comenzaba a clarear. El rector mir con ojos indefi-

    nidos mientras sostena y jugaba con un lpiz entre

    los dedos haciendo malabares y regresndolo a su

    posicin inicial, luego golpeaba suavemente la me-

    sa, me pareca que l jugaba con mi cuerpo. Era esa

    la sensacin que senta mientras lo vea jugueteando

    con aquel lpiz.

    Francisco Paco Rodrguez Alemn, era el otro,

    Secretario General del Partido Comunista en la Uni-

    versidad, organismo poltico con derechos munici-

    pales. Un antiguo y recalcitrante cuadro del desapa-

    recido Partido Socialista Popular. Gordo, calvo y

    encanecido usaba espejuelos de cristales gruesos que

    le acentuaban el aspecto del burcrata arribista que

    era.

    El tercer personaje estaba vestido de civil. El cuerpo

    lo tena atltico. Alto, pelo negro y piel tostada. Su

    rostro era de un artista de telenovela. No se me pre-

    sent, no haca falta, lo conoca bien como Coronel

    de la Seguridad del Estado, era Eddy Prez Martn,

    segundo jefe del Ministerio del Interior en la Provin-

    cia, que atenda la Direccin General de Contrainte-

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    Guillermo Farias Hernndez.Guillermo Farias Hernndez. Testimonio.Testimonio.

    (Libro es preparacin de los aos en que el autor estudi en la universidad)(Libro es preparacin de los aos en que el autor estudi en la universidad) El coronel, si tiene quien le escriba.

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    ligencia en el territorio central del pas, ese seor y

    no otro, era ahora mi mayor preocupacin.

    Eddy se dirigi a m. Sus palabras eran dulzonas y

    melosas, pero a la vez me imagin que escondan

    peligrosas intenciones. Se present con buena edu-

    cacin. El aire pareca estar estancado y el ruido del

    aparato acondicionador ronroneaba mascando el so-

    nido.

    Cmo ests muchacho? dijo sin prembulos.

    Tosi suavemente poniendo la mano en la boca. No

    mir a los que le acompaaban. Su vista me penetra-

    ba. Se dirigi a m mientras abanicaba la mano con

    desprecio Los compaeros aqu no te conocen

    bien, pero dije que no haba problemas contigo. Tu

    pap y yo fuimos por mucho tiempo compaeros de

    trabajo en la Seguridad y mi hija Alicita y t estu-

    diaron juntos en los Camilitos hizo una pausa

    larga e insoportable. Se arregl, meticulosamente, el

    cuello de la camisa y sonri enseando sus dienteci-

    llos amarillos parejos.

    Disclpeme Coronel interrump usted dijo que

    no haba problemas, a qu problemas se refiere?

    Segu sudando copiosamente. Apart la mirada del

    Coronel con sus labios mojados y rojos, labios de

    homosexuales. El ronroneo de la ventilacin me mo-

    lestaba. Escudri los rostros de los otros. Parecan

    preocupados. El rector no paraba de hacer malabares

    con el lpiz. En algn momento lo pas por la boca

    nervioso. En verdad el bigote luca ridculo.

    Bueno, vayamos al grano muchacho mastic las

    palabras y despus de una breve pausa las escupi

    me han escrito varios informes sobre lo que quiero

    conversar contigo mir los papeles que tena de-

    lante, dentro de un sobre amarillo, encima de la me-

    sa larga, semejando la de un gastronmico buffet.

    Un destello de luz interrumpi la conversacin. Ha-

    ban abierto la puerta. La secretaria traa, en una

    bandeja redonda de aluminio, vasos y una jarra su-

    dada con agua. El rector atin a mirar despectiva-

    mente a su secretaria.

    De la incertidumbre pas al pnico. No sudaba. Mi

    cuerpo se acostumbraba a la temperatura. El frescor

    me invada. Mi boca estaba mojada. Ahora notaba

    picadas en el cuerpo: En qu estoy metido con el

    G-2? pens. Perciba las miradas amenazadoras

    del rector y del secretario del partido, como entes

    ausentes.

    Mira, la cuestin es que ests involucrado en un

    asunto de diversionismo ideolgico dijo el de los

    labios rojos.

    No daba crdito a lo que oa. Cmo era posible que

    el Departamento de la Seguridad del Estado cono-

    ciera que oa Radio Mart?, lo que coma, lo que

    pensaba, dnde caminaba. Me recordaba el Gran

    Hermano, personaje de un libro que haba ledo a

    hurtadillas, su ttulo era 1984. A veces no daba im-

    portancia a cosas tan triviales como esas. Haba es-

    cuchado que estaba prohibido, pero me interesaba lo

    que decan. No le daba la ms mnima importancia.

    Tambin me gustaba el programa El arte de vivir

    del Doctor en Psicologa Roberto valos. Su voz de

    curtido profesional, su dejo oral pastoso como el de

    un tenor. Sera por vivir tanto tiempo en Miami. Te-

    na la voz adormecida y autosuficiente. A veces me

    aletargaba, pero tena programas y temas magnfi-

    cos.

    Dubitativo todava, atin a preguntarle al de rostro

    de telenovela: Diversionismo Ideolgico?, No te

    estars equivocando? me dirig al de rostro homo-

    sexual, irreverente.

    Bueno, que yo sepa no te han cambiado el nombre

    y te conozco desde nio. Crees que me equivoco,

    muchacho? me dijo con una mezcla de insolencia

    con prepotencia.

    Hizo un sonido apagado con la garganta. La luz

    mortecina de la lmpara apenas lo iluminaba. Lo

    mir con desdn, o tal vez ni me interesaba que estu-

    viese ah sentado mirando con su rostro de militar

    homosexual.

    No, no, coronel, lo s, usted me conoce bien le

    dije nervioso.

    Entonces, te dir que hace meses te estamos ha-

    ciendo un chequeo con seguimiento, tambin inclu-

    ye a otros compaeros tuyos de estudios de la carre-

    ra de Psicologa dijo prepotente.

    Agach la cabeza y mir en la mesa los papeles des-

    perdigados. Hizo mutis. Unos minutos. Respir co-

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    mo tragndose la densidad spera de la atmsfera.

    Mir con recelo.

    Cmo? Pero Me investigan? Por qu?

    pregunt sorprendido.

    Porque nos da la gana, porque estamos aqu para

    eso, que te quede bien claro muchacho dijo impe-

    rativo y sin apagar la voz que reson aparatosa.

    El rostro haba cambiado. Pareca spero y las co-

    yunturas de la mandbula se contrajeron. Solo se es-

    cuch la voz y el ronroneo del equipo de ventilacin

    que a rato paraba y tomaba tiempo para arrancar

    aparatosamente.

    S, s dije menos nervioso de lo que realmente

    estaba.

    Pens que las cosas en verdad estaban mal, sea lo

    que fuese de lo que se me acusaba.

    Bien, slo te preguntar algo: Estn recibiendo o

    no una asignatura llamada Personalidad? dijo con

    profesionalidad y picarda con voz de entrenado in-

    terrogador.

    S, claro dije.

    Dime con sinceridad muchacho. T, en compa-

    a de otros muchachos de tu especialidad, han bus-

    cado literatura referente a esa asignatura, en alguna

    biblioteca fuera de la universidad? expres.

    Bueno, si mal no recuerdo el semestre pasado

    creo que en estuve en varias ocasiones a la Bibliote-

    ca Municipal de Camajuan. Fue para consultar

    algunos libros sobre una teora psicolgica dije

    bajo y entrecortado, tartamudeando el sonido que

    era como suspiro tirado al aire de nadie.

    Record que Carlos Cabrera, un compaero de estu-

    dio, oriundo de la provincia occidental Pinar del

    Ro, rompi una pgina de un libro consultado, pen-

    s que nos estaran acusando de sabotaje a la Propie-

    dad Socialista, pero el Coronel de labios sensuales

    haba dejado bien claro de lo que se nos acusaba:

    Diversionismo Ideolgico, ley absurda establecida

    por el gobierno a partir de la proteccin de los valo-

    res ideolgicos del comunismo. Te acusaban de ello

    por or msica de Los Beatles, vestirse a lo punk,

    tener conducta freekee, escuchar en pblico emiso-

    ras en ingls o espaol del extranjero, escribir en

    contra del gobierno o pertenecer a alguna iglesia o

    secta religiosa.

    Para ser concreto, t en particular acudiste en 11

    ocasiones a la Biblioteca Municipal de Camajuan,

    donde consultaste los libros pedidos e indagaste en

    dos momentos por la misma literatura en la Bibliote-

    ca Provincial de Santa Clara dijo el Coronel con-

    sultando los papeles revueltos en la mesa con letras

    tecleadas en mquina y sealamientos de lapicero.

    Bueno, es cierto, pero lo que no recuerdo es la

    cantidad de visitas a las bibliotecas dije.

    Para qu tienes que recordarte? No hace falta.

    Para eso estamos nosotros aqu. dijo el de rostro

    de telenovela con irona.

    S, eso cualquiera lo entiende, pero personalmente

    y hasta donde s, todos bamos a consultar biblio-

    grafa para estudiar temas de nuestra carrera Qu

    tiene que ver todo esto con Diversionismo Ideolgi-

    co? le dije tratando de ser altanero.

    Sigmund Freud, anj, lo oste? Se dirigi a la na-

    da con un gesto, ladeando la cabeza donde se supo-

    na estaban atendiendo el Rector y el insignificante

    hombrecillo del partido Sigmund Freud. S, claro,

    qu tiene de malo? dijo agresivo y burlesco.

    Bueno, en verdad, no s si usted conoce que a

    Freud, lo estudiamos en nuestra carrera hice una

    pausa y tragu saliva incluso su propia hija, Alici-

    ta, tambin tiene que saber sobre este cientfico

    trat de ser condescendiente en mi exposicin indi-

    cando haca el lugar donde casi a la sombra, el resto

    me miraba sin tan siquiera pestaar.

    yeme bien, mi hija Alicita all en mi casa, aqu

    en esta universidad simplemente es la alumna Alicia

    Prez Casanova y hasta donde s. Bueno, qu te

    pasa?, involucras a otras personas que no aparecen

    en estos papeles. Te quieres hacer el chistoso o el

    chantajista? respondi agresivo. Not que a pesar

    del aire fro, yo ahora si sudaba.

    No, no, no Coronel, usted me ha entendido mal, yo

    solo quise decir, que todos los que pasen por la asig-

    natura de Personalidad, tenemos que conocer, de-

    bemos indagar teoras hice una pausa y respir

    profundo, se me dificultaba la respiracin.

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    El aire estaba horrible. Los olores de un cenicero

    lleno de colillas me llegaron. La mquina de aire no

    paraba de dar arpegios. Slo fue un instante, el sufi-

    ciente para estar alerta.

    Se me inform que ustedes los divisionistas han

    creado como una especie de Club de Seguidores

    de Freud, Es eso cierto? dijo hablando atropella-

    damente y mir desnudando mis entraas.

    Si eso es cierto, vaya, me vengo a enterar con us-

    ted Coronel dije devolvindole sus ironas, tratan-

    do de no perder la poca ecuanimidad que me queda-

    ba.

    Y no conoces de ninguno de los que iban a las

    bibliotecas contigo, que forme parte de ese magnfi-

    co club de freudianos? dijo sarcstico mientras se

    rascaba la barbilla y alcanzaba tomar un poco de

    agua que pase por todo su paladar antes de tragarla.

    Bueno, es la primera vez que oigo algo as, clubes

    de seguidores, locos no enterados de su existencia,

    de muchas cosas est hecho este mundo, pero lo que

    no entiendo, Cul es el problema con Freud, si los

    libros existen y son tan pblicos como todas las teo-

    ras marxistas? Hice una pausa, con los deseos de

    que acabara con el interrogatorio que estaba tedioso,

    cansado de los ojos muertos de los que me acusaban

    Todos los de la carrera hablamos de l abiertamen-

    te, en las clases y le digo que hasta cada uno de

    nuestros profesores, que son militantes comunistas y

    todo. Estaba agotado y ya se me notaba.

    Comenc a carambolear con los dedos. Mir luego

    haca los papeles tendidos en la mesa de forma arbi-

    traria, en rebelin, papeles que el Coronel haba ma-

    noseado tantas veces como si fuera el programa de

    la entrevista.

    Me vas a decir a mi qu no sabas que ese cabrn

    de Sigmund Freud escribi contra el socialismo?

    me dijo ponindose de pie con brusquedad y dando

    un golpe en la mesa desparramando an ms los pa-

    peles.

    Ante aquella descompostura del Coronel, sent te-

    rror. Estaba desvalido. Preso. Acusado. Detenido.

    Tirado como un bulto en la unidad de Operaciones

    del G-2, en Carretera de Camajuan esquina a Cir-

    cunvalacin, pens. El estmago me dio un vuelco.

    Mire Coronel, yo le todas las Obras Completas de

    Freud, salvo el ltimo tomo y all no vi nada contra

    el socialismo, ni contra el marxismo dije las pala-

    bras con miedo.

    El Rector que hasta el momento tena una presencia

    apagada, levant su mentn. Dej ver su bigotito

    ridculo. El lpiz par de hacer malabares. Se movi

    lento en el asiento hasta acomodar sus glteos. Su

    voz reson spera y a la vez faosa. Todos giraron

    los rostros.

    Pues las crticas de Freud al marxismo estn preci-

    samente en ese ltimo tomo, no digas que usted, tan

    buen lector, no se percat me dijo.

    En ese momento sent una puerta que se abri desde

    el lateral. Un hombrecillo de estatura pequea y de

    facciones asiticas asom la cabeza. Era el psiclo-

    go y profesor de la mismsima asignatura de Perso-

    nalidad, el recin titulado Candidato a Doctor en

    Ciencias Psicolgicas en la Unin Sovitica, el algo

    famoso Armando Prez Yera.

    l no vena solo, un grupo mucho ms numeroso lo

    segua de cerca. A los que se les llamaba a sotto-

    voce Estado Mayor para la Defensa de la Psicolo-

    ga Sovitica. Todos viejos o jvenes asiduos a la

    literatura ms reacia, todos educadores de mi facul-

    tad encabezados por la decana Digna Heredero junto

    a Armando Montero, Francisco Crbelo, Mara Lui-

    sa Gonzlez Ibarra, Mario Ura, Tomasa Hernndez

    y el hispano-sovitico Emilio Melgarejo.

    Guillermo FARIAS Hernndez. Licenciado en Psicologa por la Universidad Central Marta Abreu de Las

    Villas, en 1988. Combati en Angola y estudi en la Unin So-

    vitica una Ingeniera Militar, que no culmin por enferme-

    dad. Enfrent la corrupcin en el Hospital Infantil Pedro Bo-

    rrs Astorga de La Habana, donde trabajaba y por ello fue a

    prisin. Ejecut Huelga de Hambre en el 2006, por el libre

    acceso de los cubanos a Internet, premiado Ciberlibertad de

    Reporteros sin Fronteras y Derechos Humanos de Weimar,

    Alemania, en el 2007. Activista Poltico, Social, Periodista, Bi-

    bliotecario y Blogger Independiente. Preso Poltico en Tres

    Ocasiones. Protagoniz varias huelgas de hambre, en la ltima

    de ellas de 2010, contribuy a la liberacin de 116 presos pol-

    ticos. Obtuvo El Premio Andrei Sjarov del Parlamento Euro-

    peo a la Libertad de Conciencia del 2010. Naci y reside en

    Santa Clara, Villa Clara.

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    L a enseanza de la medicina en Cuba fue

    iniciada en 1726 por los frailes domini-

    cos, religiosos de la orden de predicado-

    res de San Juan de Letrn de La Habana,

    quienes haban solicitado la autorizacin real para

    fundar una universidad bajo el patrocinio de la igle-

    sia en 1670.

    Con la fundacin de la Facultad Mayor de Medicina,

    como una de las cinco que integraban la Real y Pon-

    tficia Universidad de La Habana, el 5 de enero de

    1728, se oficializaba la enseanza de la medicina en

    Cuba, que haba iniciado el doctor Francisco Gonz-

    lez del lamo y Martnez de Figueroa (1675-1728)

    en el propio convento en el que se fund la Univer-

    sidad, pero dos aos antes, el 12 de enero de 1726.

    Aunque esto constituye, en general, el ms impor-

    tante acontecimiento de la cultura cubana en sus

    inicios, la calidad de la enseanza estaba muy lejos

    de reflejar los progresos que las ciencias mdicas

    alcanzaban en Europa y en ello influa de manera

    determinante el abandono en que el gobierno de Es-

    paa tena sumida a su colonia.

    Con el despertar de la conciencia nacional en la cla-

    se de hacendados cubanos, a finales del siglo XVIII,

    se van a crear Sociedades Patriticas de Amigos del

    Pas, en Santiago de Cuba (1787) y La Habana

    (1793), las que van a luchar duramente, sobre todo

    la de La Habana, por el desarrollo econmico, co-

    mercial, educacional, cultural y cientfico de la Isla.

    Entre las figuras ms representativas de esta ltima

    estar el doctor Toms Romay, quien logr que se

    fundaran ctedras libres fuera de la Universidad, en

    el Hospital Militar de San Ambrosio principal-

    mente, que trataron de mejorar, extraoficialmente, la

    formacin de mdicos, impartidas por profesores de

    actualizados conocimientos.

    Pero eso no se va a lograr plenamente, hasta que se

    produce en 1842 la gran reforma universitaria que

    seculariz el alto centro de estudios habanero y en el

    caso de la Facultad de Medicina, la sac de la Edad

    Media en los conocimientos impartidos y la coloc a

    mediados del siglo XIX.

    No ajenos a la academia ya existan en el pas inten-

    tos de independencia y sobresalan grandes pensado-

    res con ideas abolicionistas y separatistas de la colo-

    nia.

    El proceso de liberacin nacional de Cuba, durante

    este tiempo, fue considerado por los patriotas como

    un factor decisivo para obtener la victoria.

    Para poder entender el carcter feroz y despiadado

    con que el gobierno espaol enfrentaba estas gestas,

    bastara leer la proclama que en abril del 1869 dicta-

    ra el Conde de Balmaseda:

    1. Todo hombre de 15 aos en adelante que se en-

    cuentre fuera de su finca, de no acreditar el motivo

    justificado ser pasado por las armas.

    2. Todo casero que no ondee un lienzo blanco en

    forma de bandera sern reducido a cenizas.

    3. Las mujeres que no estn en sus fincas o vivien-

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    das o casas de sus parientes, se reconcentrarn en los

    pueblos y las que as no lo hicieren, sern conduci-

    das por la fuerza. De esta forma no slo el odio se

    centr en los mambises, sino que se hizo caer el pe-

    so del odio ms reaccionario sobre sus familiares.

    Desde el estallido de la insurreccin en La Demaja-

    gua, las fuerzas espaolas se haban mantenido prc-

    ticamente a la defensiva, los poblados de Ciego de

    vila y Morn eran los nicos centros urbanos don-

    de flotaba la bandera de la metrpolis, la parte rural

    se hallaba en manos de los cubanos, sin interrumpir

    la molienda de los ingenios ni las actividades de la

    ganadera y labores agrcolas.

    La rebelin, provocada por la negativa Espaola de

    establecer ciertas reformas polticas en Cuba, estall

    el 10 de octubre de 1868, donde no todos los rebel-

    des estaban a favor de la independencia, algunos

    queran la anexin a Estados Unidos de Amrica,

    mientras otros reclamaban un gobierno y reformas

    sociales, pero preferan seguir bajo la soberana Es-

    paola.

    Durante la primera contienda el ejrcito y las accio-

    nes se centraban fundamentalmente en la regin

    oriental de la Isla y existan ya, para la contienda del

    1895, seis cuerpos del Ejrcito Libertador.

    1er Cuerpo: Zona ms oriental (Baracoa,

    Sagua de Tnamo, Jiguan y Santiago de

    Cuba).

    2do Cuerpo: Zona Oriental este

    (Manzanillo, Bayamo y Holgun).

    3er Cuerpo: Regin del Camagey.

    4to Cuerpo: Regin de Las Villas.

    5to Cuerpo: Regin de La Habana y Ma-

    tanzas.

    6to Cuerpo: Regin de Pinar del Ro.

    Era innegable que la nueva etapa de la guerra por la

    independencia, se abri paso con voz terrible y fuer-

    za libertadora. El pueblo cubano se hallaba en mu-

    chas mejores condiciones para emprender la batalla

    que en 1868.

    El Pacto del Zanjn, es decir el convenio firmado

    entre Arsenio Martnez Campos a nombre de Espaa

    y los representantes cubanos, no surgi de improvis-

    to, sino que estuvo en ciernes desde tiempos atrs.

    Valorarlo implica retomar las siguientes condiciones

    presentes en la manigua que incidieron de forma ne-

    gativa en el proceso libertador:

    1. El agotamiento producido por ms de

    nueve aos de incesante bregar.

    2. La enorme escasez de recursos.

    3. El apoyo nulo del exterior que tuvieron

    los combatientes cubanos.

    4. La sistemtica oposicin del gobierno

    de EE.UU a la lucha mambisa, mientras

    ayudaba a Espaa.

    5. La crisis interna de los aparatos de di-

    reccin revolucionaria, que puede resu-

    mirse en la expresin -quiebra la unidad

    - caracterstica del proceso del 68.

    6. La aplicacin, por parte de Martnez

    Campos, de una nueva poltica de guerra.

    El convenio del Zanjn es el punto final de la guerra

    de 1868, marc el trmino de una lucha que termina-

    ba sin haber conseguido su fin: la libertad de la Isla.

    El ejercicio de los derechos dados en el mismo, du-

    rante el periodo mediado del 1878 al 1895, permiti

    a los intelectuales del pas, dar a conocer desde la

    prensa, los libros y la tribuna de incapacidad de Es-

    paa para mejorar la situacin en Cuba y prepar la

    opinin de grandes grupos de cubanos, hasta enton-

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    ces indiferentes a la suerte poltica de Cuba, para la

    nueva contienda armada que comenz el 24 de fe-

    brero de 1895.

    BIBLIOGRAFA

    1.Prez Surez G, Alonso Pardo ME. Trabajo

    docente metodolgico: su utilidad en el desa-

    rrollo del proceso docente-educativo. Rev

    Cubana Enfermer. 1988; 4(1/2):101-9.

    2.La formacin de mdicos salubristas en

    Cuba. Algunos aspectos de inters. Historia

    de la Salud Pblica. 99. La Habana: Ciencias.

    Mdicas; 2005.

    3.Delgado Garca G. Historia de la enseanza

    superior de la Medicina en Cuba. 1726-

    1900. Historia de la Salud Pblica. 75. La

    habana: Ciencias Mdicas; 1990.

    4.Prez Guzmn F, Zulueta Zulueta R, Daz

    Martnez Y. Guerra de independencia 1895-

    1898. La Habana: Ciencias Sociales; 1998.

    Jos Luis LEN Prez. Graduado como Licenciado y Profesor General Integral en el Instituto Superior Pedaggico

    Flix Varela de Villa Clara en el ao lectivo 2007, durante la

    Batalla de Ideas. Labor en la Escuela Vocacional Ernesto

    Che Guevara como profesor de Secundaria Bsica, fungi

    como Asesor Metodolgico en la ESBU El Vaquerito y fue

    pedagogo en el Instituto Politcnico de Informtica Lzaro

    Crdenas. Posee una Maestra en Ciencias de la Educacin.

    Naci en Placetas, Villa Clara y reside actualmente en Santa

    Clara.

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    S eor Enrique Rojas, segn se pudo averi-

    guar ests considerado como uno de los

    mejores comentaristas deportivos de la te-

    levisin por cables y digital Entertainment

    and Sports Programming Network (ESPN) Depor-

    tes, de habla hispana. En su pas de nacimiento, la

    Repblica Dominicana, su gente lleva en la sangre

    el merengue y el Bisbol. Incluso en la ciudad de

    Santiago de Macors, a los jvenes se les exige para

    que jueguen bisbol y que lleguen a las Grandes Li-

    gas (MLB), por este motivo es la urbe que ms ha

    dado jugadores en las Ligas Mayores. En Cuba pasa

    parecido, pero se lleva en las venas, la rumba, la sal-

    sa y el Bisbol.

    Respetamos la opinin de cualquier persona amante

    del deporte y mucho ms del Bisbol, de un conoce-

    dor de las distintas Ligas latinoamericanas y hasta

    de los latinos en las MLB. En esta ocasin me refie-

    ro a una entrevista hecha a Usted, por el periodista

    gubernamental cubano, Joel Garca, del peridico

    Trabajadores, cuando se celebraba la 56 Serie del

    Caribe, en San Juan, Puerto Rico y salida a la luz

    pblica el pasado lunes 9 de marzo del 2015.

    Se agrega en la entrevista, dicho por usted, que es un

    gran conocedor de la Pelota Cubana, posee datos,

    estadsticas e incluso aade, que dos cubanos los

    hermanos Ignacio y Ubaldo Alom, llevaron el Bis-

    bol a Repblica Dominicana. Habl de la referencia

    de la Liga Profesional Cubana (LPC), que jugadores

    dominicanos jugaban con los clubes Habana, Al-

    mendares, Marianao y Cienfuegos, hasta que ellos

    se desarrollaron e hicieron la Liga Profesional Do-

    minicana.

    Esta Liga Dominicana comenz a desarrollarse y en

    estos momentos es una de las mejores Ligas en el

    Caribe y asisten jugadores de las MLB. Adems,

    desde hace ms de 20 aos, es la mayor cantera a la

    Mayor League Baseball o las Grandes Ligas, MLB,

    Ligas Menores (LM) y Ligas Profesionales, de M-

    xico, Venezuela, Puerto Rico, Japn y otras. Tanto

    es as, que ganaron el III Clsico Mundial de Bis-

    bol, en 2013.

    Tambin, tuvieron el pitcher latinoamericano con

    ms juegos ganados en las MLB, Orlando Marichal,

    quien est en el Saln de la Fama de Cooperstown, y

    a Samuel Sami Sosa, el latinoamericano con ma-

    yor slugger y lder en home run. Ahora est uno de

    los mayores slugger en las MLB, David Papi Or-

    tiz, y Robinson Can, quien est considerado entre

    los tres mejores peloteros de las MLB.

    Usted conoce el Bisbol Cubano Revolucionario,

    de lo que ha escuchado, pero no lo ha vivido, pues

    esas estrellas que ganaban todos los eventos, vivan

    en albergues en malas condiciones, viajaban en m-

    nibus regulares de mala calidad, (GMC, Skuodas,

    Leylands, Ikarus, Hinos, Girn, etc) recorran mi-

    les de kilmetros en cada temporada, y tenan que

    soportar las malas atenciones de los dirigentes de-

    portivos y gubernamentales. En una poca fue cono-

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    cida la Seleccin Nacional de Bisbol de Cuba, por

    la Maquinaria Cubana.

    Hablaste de que los peloteros cubanos emigran para

    jugar en las MLB, por su calidad. Esto es verdad,

    juegan a ese nivel porque son buenos y el talento les

    sobra, lo que les falta es oficio. Pero no te han dicho

    ni has odo hablar, por qu se van huyendo de Cuba,

    incluso a veces arriesgando sus vidas en frgiles em-

    barcaciones. Puedes preguntrselo a todos los que

    juegan y jugaron en las MLB, el por qu se fueron

    de Cuba?

    Afirmaste: Quiero en el Bisbol el Comunismo,

    para que todo sea igual para todos en una sola Am-

    rica. Usted no sabe lo que es el Comunismo, ni has

    vivido en l, ni te imaginas cmo es. Te recuerdo

    que los gobiernos que vivieron el comunismo, lo

    cambiaron por la economa de mercado y no quieren

    regresar a l. Puedes preguntarle a los rusos, pola-

    cos, alemanes, hngaros, checos, yugoslavos y a to-

    dos los que han vivido con la hoz y el martillo a

    cuesta. Pues si llevas el comunismo al bisbol, vas a

    llevarlo al derrumbe, como a El Muro de Berln.

    No se gue por las nuevas reglamentaciones en las

    MLB, que son para acortar el tiempo de duracin de

    los encuentros, para mejorarlo, para atraer a los ni-

    os y jvenes y para poder reinsertarlo al Programa

    de los Juegos Olmpicos. Pues no es fcil atraer per-

    sonas, que no le gusta un deporte y estar sentados

    ms de 3 horas presencindolo, que a veces es abu-

    rrido.

    Estoy de acuerdo con que el Bisbol tiene sus en-

    cantos, pero no se puede llevar al extremo. Deberan

    acortar los tiempos de duracin de los juegos, sin

    quitarle el atractivo del Bisbol. Las regulaciones en

    las MLB, creo que esto es para el bien del Bisbol.

    No obstante, esto se puede resolver exigindoles a

    los jugadores, manager, coach, comisionados, a las

    televisoras en sus anuncios entre inning y hasta a los

    rbitros la rapidez en el juego.

    Quisiera, como todos los amantes del Bisbol, que la

    Serie del Caribe llegue a donde naci, a Cuba. Pero

    todava falta que Cuba sea miembro oficial y no un

    invitado, como ocurri en las 12 primeras ediciones.

    Se espera en La Habana, prximamente, al Comisio-

    nado de la Liga Profesional del Caribe, el domini-

    cano, seor Jos Francisco Puello, para conversacio-

    nes con funcionarios gubernamentales y deportivos,

    para que en el 2019 la Isla, sea la sede. Recuerde

    seor Enrique Rojas, que fue Fidel Castro quien les

    prohibi a los peloteros cubanos, asistir a las Series

    del Caribe, a partir de 1961.

    En los tres ltimos juegos donde Cuba gan en la

    Serie del Caribe, los protagonistas fueron los cuatro

    que jugaron en las Grandes Ligas de Japn, y Roel

    Santos, que decidi con hits frente a Puerto Rico,

    este tiene talento de sobra. Por su actuacin all, su

    camisa se la llevaron para el Saln de la Fama de

    Cooperstown.

    La diferencia de un pelotero cubano y un pelotero de

    cualquier nacin, es que el cubano est bajo un rgi-

    men totalitario comunista, y en las otras naciones

    son pases con democracia representativa, incluso el

    presidente es elegido democrticamente. Ejemplos:

    Venezuela, tiene un gobierno constitucional, y sus

    jugadores juegan en las MLB y posee una Liga Pro-

    fesional muy buena y esos jugadores vienen y jue-

    gan en la Liga Invernal. Al igual que Repblica Do-

    minicana, Mxico y Puerto Rico, aunque este ahora

    se est recuperando. Por qu los peloteros cubanos

    que juegan en las MLB, no lo pueden hacer? Porque

    no se lo permiten las autoridades gubernamentales.

    Dijiste que Frederich Cepeda es el mejor pelotero

    que juega en Series Nacionales, dentro y fuera de

    Cuba, que no tiene historia altisonante en ningn

    sentido. Pues s las tuvo, cuando estuvo excluido de

    la Seleccin Nacional, para la Copa Intercontinental

    de Taipi de China, en 2010, y comenz tardo en la

    49 Serie Nacional, por una dudosa salida nocturna

    junto a Pedro Luis Lazo, en San Juan, Puerto Rico,

    cuando los invit a ambos, el salsero boricua, Gil-

    berto Santa Rosa.

    En mi opinin, Yulieski Gourriel Castillo, es el me-

    jor y ms completo de los peloteros cubanos, que

    juega en Series Nacionales, dentro y fuera de Cuba.

    Aunque Cepeda es un gran bateador a las dos ma-

    nos. Para Usted, en las MLB, el cubano Yasiel Puig,

    es su favorito. En esto estoy de acuerdo con Usted,

    pero el dominicano y compatriota Robinson Can,

    es mejor y ms completo. Tambin, los venezolanos

    Miguel Cabrera y Pablo Sandoval El Panda e in-

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    cluso el estadounidense Joancarlos Stantions.

    Yo lo invito a Cuba, a la cual llamo, la Isla del En-

    gao, para que la conozca de cerca y en detalles,

    desde la base, que es donde se desarrollan los pelo-

    teros, donde comienza la conocida Pirmide Depor-

    tiva, desde infantil, escolar, juvenil, Sub 23, des-

    pus para que vea la Serie Provincial de Primera Ca-

    tegoras, la Serie Nacional y los team Cuba. Para

    que percibas las diferencias de las categoras, la

    atencin y hasta la interrelacin entrenadores-

    alumnos-padres. Pues en los Campos de Entrena-

    miento Profesional y las Academias, donde no existe

    el comunismo, no ocurre lo que sucede con los ta-

    lentos cubanos, pues los tutores tienen que comprar

    todo el complemento deportivo, sobornar a los pro-

    fesores, para que el nio pueda asistir a una compe-

    ticin.

    Las barreras a los peloteros cubanos las pone el rgi-

    men totalitario de los hermanos Fidel y Ral Castro,

    pues desde la pasada temporada autorizaron a cuatro

    jugadores a jugar en las Grandes Ligas de Japn,

    Yulieski Gourriel, Frederich Cepeda, Alfredo Des-

    paigne y el pitcher Hctor Mendoza, en esta se in-

    cluy Lourdes Yulieski Gourriel, y otros salieron a

    otros destinos sin muchas exigencias. Los que ha-

    ban jugados en la Liga Profesional de Mxico, fue-

    ron retirados su contrato, y regresados a Cuba, por

    pertenecer la Liga Mexicana a las MLB.

    El Bisbol Cubano, tiene ms de 151 aos de tradi-

    cin, historia, hazaas y avatares. Aqu se jug el

    primer juego de bisbol organizado, con reglas ofi-

    ciales, rbitros, line up, el 28 de diciembre de 1874,

    en el Estadio Palmar de Junco, en Matanzas. Tam-

    bin, fue el primer pas de Latinoamrica, en que se

    jug, despus de Inglaterra (el inventor), y los Esta-

    dos Unidos de Amrica (EE.UU), quien lo disemin

    por el mundo, adems en Norteamrica, alcanz el

    mayor auge hasta hoy.

    Se puede agregar que Cuba tuvo Saln de la Fama

    del Bisbol, en el 1936, primero que el Saln de los

    Inmortales de Cooperstown, en Virginia, USA, el

    ms famoso. Este Saln de Cuba, fue reabierto des-

    pus de 53 aos de espera, el pasado 28 de diciem-

    bre del 2014. Pues haba sido cerrado en el 1961,

    por rdenes de Fidel Castro.

    Adems, nativos de esta Isla del Caribe, llevaron el

    Bisbol a Mxico, Panam, Venezuela, Repblica

    Dominicana y otros pueblos. Incluso varios de sus

    mejores peloteros, estn en sus Saln de la Fama, de

    estas naciones. El primer negro, latinoamericano y

    afrolatinoamericano en ingresar en el Saln de los

    Inmortales de Cooperstown, fue el cubano Martn

    Magdaleno Dihigo Llanos El Inmortal o El

    Maestro, quien tambin est en el de Repblica

    Dominicana, Mxico, Venezuela y Cuba.

    Cuba, fue la mayor cantera a la MLB, antes de que

    el dictador cubano Fidel Castro aboliera el profesio-

    nalismo en 1961. Antes de esta fecha, particip en

    12 Series del Caribe, de las cuales gan en siete. A

    partir de 1962, se comenz a llamar el Bisbol Cu-

    bano Revolucionario, donde alcanz la mayora

    de los ttulos en 19 Campeonatos Mundiales, de los

    25 que ganaron, en 14 Copas Intercontinentales, en

    12 Juegos Deportivos Centroamericanos, en 10 Jue-

    gos Deportivos Panamericanos, as como en tres

    Juegos Olmpicos, 1992, 1996 y 2004, y dos sub-

    campeonatos, 2000 y 2008.

    En los tres Clsicos Mundiales de Bisbol (CWB),

    del 2006 y 2009, alcanzaron el segundo lugar, y en

    el III CWB 2013, el quinto. Adems, en Topes de

    Confrontacin contra Profesionales, de Mxico, los

    Diablos Rojos del DF, se les gan cinco all en 1978

    y en Cuba, en 1998, se perdieron tres. Tambin, se

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    perdi un juego contra los Senadores de San Juan de

    Puerto Rico, all. Contra los profesionales de Japn,

    se ganaron tres y se han perdido en dos, contra los

    de Venezuela, estn parejos en las dos topes, tres a

    tres. Se gan un juego all y se perdi otro aqu vs

    Orioles de Baltimore, equipo de las MLB, en 1999.

    No obstante versus los Universitarios de USA, des-

    pus de reiniciado los encuentros en 2011, se ha ga-

    nado 12 juegos y perdidos ocho. Pues Cuba siempre

    ha jugado con su Seleccin Nacional.

    Se suma el triunfo, increblemente, de la 56 Serie

    del Caribe, celebrada en San Juan, Puerto Rico, en

    2015. Pues desde el 2005, no se ganaba ningn tor-

    neo internacional de envergadura. Ganaron, los Jue-

    gos Panamericano del 2007 en Rio de Janeiro. La

    Copa Intercontinental de Thai Pei de China en el

    2009. El Torneo de Harlem 2010, 2012 y 2014, y el

    de Rotterdam 2011 y 2013 en Holanda. En el 2012,

    2013 y 2014 ganaron el torneo Challanger de Cana-

    d.

    La Pelota en Cuba, forma parte de la idiosincrasia,

    es el mayor acontecimiento socio-cultural del pas,

    mueve a miles de fanticos a los estadios, aunque

    llevan varias temporadas a gradas vacas, salvo en

    los Play Off semi final y final. Los estadios a buta-

    cas vacantes, son por la falta de calidad del Bisbol

    Cubano Revolucionario, tambin, se ha perdido la

    asistencia, debido a las huidas de algunas estrellas,

    para jugar en las MLB, adems, por la falta de moti-

    vaciones de los peloteros.

    Es verdad que el team Cuba, asista a los eventos y

    torneos internacionales convocados por la Asocia-

    cin Internacional de Bisbol Amateurs (AIBA),

    despus la Federacin Internacional de Bisbol Aso-

    ciado (IBAF) y ahora la Federacin Internacional de

    Bisbol Asociado y Softbol (IBAF-S), con los mejo-

    res peloteros de cada posicin, verdaderas Estrellas

    del Bisbol Cubano. Las dems naciones asistan

    con Peloteros Amateurs, trabajadores, estudiantes de

    bachillerato y universitarios e incluso con sus Fuer-

    zas Armadas, ya que sus mejores jugadores jugaban

    en las MLB, y no los autorizaban a representar a su

    pas en los CWB, donde asisten algunas Estrellas de

    las MLB, con restriccin, pero asisten.

    Hasta que en el 1999, autorizaron a jugar a los Pro-

    fesionales en los torneos, primero de la AIBA y des-

    pus de IBAF-S. Desde el 1999, comenz el declive

    de Cuba en los eventos extrafronteras, debido a: Pri-

    mero, por el retiro forzoso de 45 peloteros en 1995,

    la mayora miembros de la Preseleccin Nacional de

    Cuba, al cual no se haba buscado el relevo. Segun-

    do, por la baja calidad de sus Series Nacionales, de-

    bido a la cantidad de equipos participantes (16), y no

    existe los torneos de Bases y mucho menos de Cate-

    goras (Primera y Segunda). Tercero, las huidas de

    los casi mejores peloteros del momento, por cual-

    quier motivo, personales, econmicos y por ser ex-

    cluido de la Seleccin Nacional. Esto ha cont ribui-

    do a la prdida del desarrollo de los jugadores. Cuar-

    to, las motivaciones de jugar y sacrificarse por su

    bandera, para que despus los engaen, ha sido el

    punto neurlgico del Bisbol Cubano

    Revolucionario. Quinto, quienes dirigan y dirigen

    el Bisbol Cubano Revolucionario, no lo aman ni

    lo llevan en el corazn.

    Lo esperamos por aqu, muy pronto, seor Enrique

    Rojas, para que compare el Bisbol Cubano

    Revolucionario, el Comunismo y las Grandes Li-

    gas. O el rgimen cubano con la democracia.

    Jorge Lus ARTILES Montiel. Estudi hasta cuarto ao en la Licenciatura en Cultura Fsica del Instituto de

    Educacin Fsica Comandante Manuel Piti Fajardo Rivero, en

    Santa Clara, Villa Clara. Fue masajista del equipo de Villa Clara

    en Series Nacionales y Las Villas en Selectivas de Bisbol, des-

    de el 1980 hasta 1992, de donde result expulsado por falta

    de confiabilidad poltica. Estuvo en nueve entrenamientos de

    los Equipos Cuba, cinco con La Seleccin Nacional de Nicara-

    gua, una con Repblica Dominicana, dos con Panam y otra

    con Italia. Expreso Poltico en cuatro ocasiones, Opositor Pac-

    fico, Periodista, Bibliotecario y Blogger Independiente. Naci y

    reside en Santa Clara, Villa Clara.

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    L a mal llamada revolucin cubana, que

    obtuvo la victoria contra Fulgencio Batis-

    ta Saldivar, el 1ro de enero de 1959, lleva

    ms de 56 aos engaando y explotando

    al pueblo. Es real que tuvo una poca de aceptable

    situacin econmica, cuando era abastecida por el

    ex Campo Socialista de Europa del Este y su pa-

    drino poltico, la Unin de Repblicas Socialistas

    Soviticas (URSS). Los que tuvieron la posibilidad

    de vivir estos aos, recordarn del sistema, el pro-

    nunciado derroche de recursos y el cacareo perma-

    nente de palabras claves (Patria o Muerte, sacrificio,

    seremos como el Che, para los pobres y por los po-

    bres, Imperialismo Yanqui, Internacionalismo Prole-

    tario, Paz y Guerra), entre otras.

    El lazo se ha ido cerrando en el propio cuello de los

    autotitulados revolucionarios. Ahora la palabrera

    sobra y constituye un agravante en la identificacin

    de la falsedad con que han manipulado a los cuba-

    nos de a pe. Imperialismo Yanqui? Para los po-

    bres y por los pobres? Sacrificio? Seremos como

    el Che? La muerte ha estado presente como posibili-

    dad real para los ciudadanos, a favor o en contra del

    castrismo; y la patria, objeto de vituperios en boca

    de los usurpadores de la libertad. Los hijos de la pa-

    tria de Mart, engaados, regaron con su sangre el

    suelo de otras naciones, en casi todos los continen-

    tes. Muchas son las familias enlutadas, por satisfacer

    el titular gubernamental de Internacionalismo Pro-

    letario, cuando en realidad se negoci guerra por

    recursos econmicos. En nombre de la paz, hasta

    con palomas blancas y otros smbolos alegricos a la

    armona, los comunistas gestan las campaas bli-

    cas.

    Con el paso del tiempo, se le est llenando de heces

    fecales la corraleta al burro, y apesta. La ciudadana

    est despertando del letargo en que la hacen vivir.

    Poco a poco se van sumando los atrevidos a contra-

    riar las rdenes del dictador, la necesidad copa los

    lmites en los hogares cubanos, lo que no se hace

    por uno mismo, s es posible por el bienestar de la

    familia y el rgimen tiene prcticamente asfixiados a

    la pobladores, a los cuales no les queda otro camino

    que revelarse.

    Los vecinos del Camino a Vegas Nuevas, Santa Cla-

    ra, tienen oficios que les hace estar en pie desde ho-

    ras tempanas de la madrugada. Por eso, siendo las

    04:00 horas del da 19 de marzo, ya la ciudadana

    del lugar haba detectado a extraos, que rpidamen-

    te identificaron como policas. Entonces comenz la

    incertidumbre sobre el motivo de aquella vigilia, con

    las correspondientes versiones de operativos contra

    las peleas de gallos, algn registro que iran a efec-

    tuar, o que tenan la informacin de un delito a con-

    sumarse e iban a detener infraganti, al autor o los

    autores.

    La expectativa vecinal se extendi hasta las 8 y 40

    horas de la maana, en que de la vivienda marcada

    con el nmero 43, sali el opositor no violento Ro-

    lando Ferrer Espinosa. Los castristas le salieron al

    paso con la imposicin de que no poda salir de su

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    casa, pues se dispona a participar en una protesta

    cvica en contra de la forma en que se realizan las

    elecciones en Cuba, y por una Ley Electoral justa

    donde los cubanos puedan elegir directamente a sus

    gobernantes, incluyendo al Presidente de la Repbli-

    ca. En el transcurso del intercambio de palabras y

    criterios, opositor versus castristas, los pobladores

    fueron comprendiendo el verdadero motivo de la

    presencia de aquellos militares de civil y se ubicaron

    al lado del litigante, escuchando, por parte, sus razo-

    nes.

    Al declarar, sin apelacin, la ilegal Prisin Domici-

    liaria contra Ferrer Espinosa, ste interpel a sus

    contrarios a detenerlo, pues l iba a salir de su casa,

    en uso de las libertades constitucionales, as como

    las dadas por la Declaracin Universal de Derechos

    Humanos de la Organizacin de Naciones Unidas

    (ONU), de la cual Cuba es firmante. Ante la expec-

    tativa policial contra el pacfico opositor, los vecinos

    en masa expresaron a los antidemocrticos que si

    procedan a la detencin, tendran que detenerlos a

    ellos tambin. Los marciales alarmados y temerosos,

    le dijeron a los all presentes que se trataba de un

    contrarrevolucionario que se diriga a una provoca-

    cin.

    No obstante a las implicaciones expresadas contra el

    defensor de los Derechos Humanos, los vecinos

    mantuvieron su postura y refutaron al decir que:

    este hombre es una persona pacfica que no se mete

    con nadie y se dedica a ayudar a los dems, por lo

    que todos correremos su suerte. Continuaron

    agrupndose otros y otros moradores del lugar, par-

    cializados con el pacifista. Hubo quienes aprovecha-

    ron la ocasin y bajo la euforia, dando riendas suel-

    tas a las opiniones reprimidas en sus pechos, expre-

    saron: lo que tienen es que ocuparse del camino

    que est bien malo y las condiciones de las vivien-

    das, coger preso a los verdaderos delincuentes, en-

    vs de estar detrs de esta gente que no hacen

    mal Otros realizaron expresiones ms fuertes

    contra el gobierno.

    Estos oficiales de la Seguridad del Estado recibieron

    la orden, por sus medios de comunicacin, de reti-

    rarse del lugar y dejar sin efecto la detencin. Los

    valientes residentes en el Camino a Vegas Nuevas,

    vieron como los castristas se retiraron sin cumpli-

    mentar la misin, en la retirada eran objeto de crti-

    cas y frases enrgicas de descontento. Posteriormen-

    te existi un armonioso debate del opositor al rgi-

    men con sus vecinos, el cual les explic los verdade-

    ros motivos para la detencin y la implicacin de la

    poblacin en el marco del acontecer nacional e inter-

    nacional, estrechando los lazos de amistad y simpa-

    ta.

    Qued claro que la decisin popular es inapelable,

    que no existe rgimen, por fuerte que este sea, que

    pueda contra todo un pueblo unido. Aqu se marc

    un antes y un despus, los vecinos saben que unin-

    dose podrn impedir nuevas arbitrariedades guber-

    namentales y que su camino est al lado de la oposi-

    cin no violenta contra la dictadura castrista. El

    mensaje es claro, la dictadura tiene sus das marca-

    dos y se acerca el fin de la maldad.

    [email protected]

    Rolando FERRER Espinosa. Licenciado en De-recho por el Instituto Superior del Ministerio del Interior

    General de Brigada Lus Felipe Denis Daz, en el ao 1996.

    Ejerci como Oficial Operativo de la Direccin General de Con-

    tra Inteligencia (DGCI) en Villa Clara, donde alcanz el grado

    de Primer Teniente. Al manifestar contradicciones polticas en

    ese organismo represivo se le dio la Baja por Conveniencia del

    Servicio. Al intentar emigrar clandestinamente hacia Estados

    unidos de Amrica fue secuestrado por el gobierno cubano

    con la complicidad de las autoridades de Bahamas. En 1999

    result condenado 8 aos de crcel por un supuesto delito de

    Revelacin de Secretos Concernientes a la Seguridad del Esta-

    do. Actualmente encabeza la Consultora Jurdica Alternativa

    al gobierno castrista Las Villas-Ley. Naci y reside en Santa

    Clara, provincia de Villa Clara.

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    P ara cubrir toda una panormica general y

    actual de este mulo del 7mo Arte en una

    de sus antpodas por antonomasia de ese

    otro Hollywood del Nuevo Mundo, el ci-

    nema indio tiene ciertas similitudes y paralelismos

    en cuanto a la cotizacin y publicidad de su sistema

    de es- trellas y de estudios, que lo hace una especie

    de copia fiel o un copyright exportado de su antece-

    sor de la Meca de los Oscars.

    Bollywood ha tomado de Hollywood los mejores

    cnones y parmetros de codificacin y manu- fac-

    turas del drama y la comedia musical. Lo ha injerta-

    do en su contexto de explotacin en la produccin,

    al heredar la facturacin y venta al marketing de los

    estilos creativos y los aportes de directores de cine,

    compositores, arreglistas y productores; divulgando

    subjetivamente en su gnero musical, la gentica de

    la obra de Max Steiner, Miklos Rozsas, Dmitri

    Tiomkin; Busby Berkeley, Vincent Minelli, Stanley

    Donen, Charles Vidor, Charles Walters, George Cu-

    kor, J. Lee Thompson, Richard Attenborough, Gene

    Kelly; los George Gershwin, Cole Porter, Irving

    Berlin, agregndole los talentos interpretativos de

    Judy Garland, Rita Hayworth, Frank Sinatra, Esther

    Williams, Debbie Reynolds, Gene Kelly, Bing

    Crosby, Ginger Rogers, Fred Astaire, Leslie Caron,

    Oscar Levant, Shirley Temple, Cyd Charisse, Mitzi

    Gaynor, Shirley McLaine,

    Los guionistas, productores y directores hindes,

    excesivamente fans y deudores de la opereta musi-

    cal, el ballet y la pera de Broadway, han logrado la

    extrapolacin y la resurreccin de este mega-

    espectculo en una frmula/variable de remake ren-

    table de ese producto Made in USA. Es el nico

    mrito que obtienen con autenticidad y los identifica

    de genuinos continuadores y evitan que los etiqueten

    en Occidente de burdos imitadores, radica dicho c-

    digo en que el sistema de estrellas y de produccin