REVISTA SEMANA SANTAPuente Genil 2008

Edita y Coordina:Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas

Consejo de Redacción:Juan Fernando García ArroyoJesús Gálvez SilvaRafael Jiménez RoldánMarco A. García MartosFrancisco M. Pérez MárquezAntonio J. Maiz LópezCarlos Delgado Álvarez de Sotomayor

Fotografía:Manuel LunaJuan LeivaAgrupación de Cofradías

Portada: Cartel Semana Santa 2008

Gestión y Distribución:Agrupación de Cofradías

Diseño, Composición e Impresión:GAVE artes gráficasPlgno. Ind. Llanos de JarataC/ Isaac Peral esquina MarconiTlfno.: 957 650 56914550 MONTILLA (Córdoba)

La Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas no se responsabiliza del texto, de las opiniones y artículos de las colaboraciones publicadas.

Prohibida la reproducción total o parcial del texto o fotografías contenidas en esta revista.

La mirada del Nazareno 6Jesús Álvarez de Sotomayor

La Purísima Concepción 8Manuel Mendoza Carreño

Saluda del Arcipreste 11José Joaquín Cobos Rodríguez

Saluda del Alcalde 13Manuel Baena Cobos

Saluda del Presidente de la Agrupación de Cofradías 14Juan F. García Arroyo

Saluda Subdelegado del Gobierno 17Jesús Mª Ruiz García

Paisajes rotos 20Jesús Álvarez de Sotomayor Reina

Antonio Mora Exposito, Un romano ejemplar... 22Jesús Asensi Díaz

La Saeta cuartelera 26Álvaro de la Fuente Espejo

Agustín Aguilar y Tejera, Las raíces pontanas... 29Carlos Delgado Álvarez de Sotomayor

El “Crismón” de Los Arroyos 33Francisco Esojo Aguilar

Juan del Pino García Hidalgo 36A.C. Archivo del Imperio Romano

La Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno 39Fco. Javier Reina Jiménez

La Capilla de la Hermandad del Sepulcro 43Antonio Illanes Velasco

Sigamos de frente 45Antonio Jesús Maíz López

Iconografía de la Cofradía de la Veracruz 47Juan Ortega Chacón

Mi Calvario sea Moriles 56Santiago Reina López

La importancia de la música en nuestra Cuaresma... 59Rafael Sánchez Pérez

Exaltación a la Saeta Cuartelera 66Juan Miguel Granados Morillo

Viaje a la Semana Santa de Puente Genil 68Jesús María Ruiz García

Entrañables momentos 72Schola Cantorum Santa Cecilia

XXV Aniversario Asociación Manantera dePuente Genil en Madrid 75Lucas Ramírez Cobo

Inauguración de la nueva casa-cuartelde la Corporación Bíblica 76J.L.F.

450 Aniversario de nuestra S.S. 80

Carmelita Cofradía de Ntro. PadreJesús de la Humildad y Paciencia 83

25 Aniversario de la Corporación 86

Puente Genil por la Santa Cena 88Alfonso Jesús Morales García

Actividades en el XXV Aniversariode la Hdad. de la Santa Cena 94

Las Virtudes en su CXXV Aniversariode su fundación 96José Manuel Baena

A Óscar Reina Delgadomedalla de oro de la Agrupación 101Juan Fernando García Arroyo

En memoria de Manuel Gil Rivas 103Pedro B. Rivas Bachot

Un manantero ilicitano 105Rafael Fernández Reina

Adiós al romano Joseito Cejas 106Enrique Reina Carmona

Recuerdos de Rafa Chacón 110Corporación La Espina

Rafael Chacón, se nos fue un Maestro 111Juan José Cabezas Martínez

En recuerdo a un entrañable amigoy hermano en el Fe, MananteroEjemplar de 1997, Enrique Reina 112Manuel Bueno García

In Memoriam 115Francisco J. Sánchez Domínguez

Virtudes Cardinales y Sibila deCumas a nuestro Presidente HonorarioJulian Serrano Cantos 116Virtudes Cardinales

A mi hermano y amigoRubio Trenas 119

Carta al hermano Rafael Ruiz Ligero 120Luis Fernando Gómez de Cisneros

Otro cirio se enciende en el cielo 123Corporación Bíblica El Cirio

¿Donde me miraste que tanbien me retrataste? 127Julio Moreno Crespo

Enrique CosanoManantero Ejemplar 2007 128La Destrucción de Sodoma

SalutaciónManantero ejemplar 2007 129

Tesón e IlusiónLa Historia de Tobías 131

II Congreso Internacional deCofradías y Hermandades 132E.B.T.

Creación de la página webde las Virtudes Teologales 135Juan David Morón Rubio

Poesías 136

Memoria de actividades 142Rafael Jiménez Roldán

Manuel Palma Ruiz 147Carlos Delgado

Presentación del Pregonero 2008Andrés Gálvez Palos 150S.A.M.

Pregón de la Semana Santa 2007 154Máximo A. González Jurado

Miembros de la Junta Directiva 182

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ace la tradicional revista de la Semana Santa de Puente Genil en este 2008 como un reto. Un reto en varios aspectos: en el formato, en la distribución de los artículos y colaboraciones y en la gestión. Desde hace varios años, el presidente de la Agrupación de Cofradías. Juan F. García Arroyo, tenía el proyecto de dar un cambio a esta publicación que es, queramos o no, un escaparate al mundo exterior de nuestras fiestas. Por eso, era de la opinión de que había que cuidar al máximo aspectos literarios y de presentación. Por otra parte, durante los últimos años la gestión económica y editorial de la revista estaba en manos de una empresa privada que, creemos, ha cumplido con creces la misión que le fue encomendada. Pero corren nuevos tiempos en los que somos de la opinión de que la gestión directa reportará a la Agrupación y. por tanto, a la Semana Santa de Puente Genil, mayor beneficio económico que repercutirá en cofradías, hermandades y corporaciones bíblicas. Nuestro trabajo, en el que todo el consejo de redacción ha puesto la mayor ilusión, ha sido y será absolutamente desinteresado y altruista. Pedimos perdón por los fallos que tú, querido manantero o lector, puedas encontrar. Presentamos esta nueva revista con la seguridad de que el esfuerzo de todos aporta un granito de arena al engrandecimiento de nuestra Semana Santa.

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Dianas, cuando el alba despuntaba;

Súplicas y oraciones, todo el día,

De un pueblo que al mirarlo se rendía

Al AMOR que su rostro reflejaba.

Ni el peso de la cruz con que cargaba,

Ni la corona que su frente hería,

Ni el odio…, nada de eso conseguía

Apagar el DULZOR de su mirada.

No hay en sus ojos dolor ni quebranto.

TERNURA Y AMOR, tan sólo eso siente

Mientras camina por el Viernes Santo

Y se ve rodeado por la gente.

¡Bendice al pueblo que te quiere tanto,

Oh, Jesús Nazareno de la Puente!

La mirada del Nazareno

Jesús Álvarez de Sotomayor.Marzo de 2007.

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…Eres gloria y eres cruz,

Madre de Dios humanada,

De tierra y divinizada;

Para el Cielo, blanca luz;

Para el suelo, Inmaculada…

La Purísima

Manuel Mendoza Carreño.

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legó un momento en la vida de Jesús, nos los narra S. Lucas, en el que toma la decisión de ir a Jerusalén, a cumplir

a voluntad del Padre de ser sacrificado, cruci-ficado por amor a los hombres para salvarlos. La decisión es firme sin marcha atrás, pero va a ser un viaje largo: ir de pueblo en pueblo, predicando, enseñando, curando enfermos, implorando a los pobres... Pasó por última vez por Jericó, allí, fuera del camino, sentado, estaba un hombre pidiendo limosna: el ciego Bartimeo. Él oye un murmullo de gente des-acostumbrado y pregunta:

- ¿qué ocurre?

La gente le contesta:

- ES JESÚS QUE PASA.

Bartimeo se llenó de inmensa alegría y se

dijo: Jesús, el único que puede curarme y hacerme feliz, yo no puedo perder ésta ocasión... y el Señor lo curó

Hermanos: Estamos a las puertas de otra cuaresma, otra Semana Santa que nos regala nuestro Padre Jesús -ES JESÚS QUE PASA- que te da otra oportunidad, para que des el paso definitivo de una conversión sincera, que haga vivir como militante en Jesús de Nazaret.

Te aseguro que Jesús no es un aguafiestas, quiere por el con-trario hacerte feliz, para eso murió en la cruz, para eso ha ve-nido.

¿Vas a dejar perder esta nueva oportunidad que tanto amor te ofrece? ¿Y si fuera la última ?

Te repito una vez más: ES JESÚS QUE PASA.

Saludadel Arcipreste

Es Jesús que pasa

José Joaquín Cobos RodríguezPárroco-Arcipreste

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ño raro éste. Cuando aún no se nos ha ido de la boca el sabor de los mantecados, empezamos a degustar

las magdalenas. Es cierto que este amonto-namiento de acontecimientos no es muy co-rriente, pero estoy convencido de que gracias al buen hacer que siempre ha caracterizado a la Semana Santa de Puente Genil, ésta se podrá desarrollar con toda su plenitud.

Estoy convencido, por mis contactos con la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas, que todas las actividades previstas en nuestra Cuaresma y Semana Santa se van a celebrar de la mejor manera posible.

Sí quiero insistir en la necesidad de que se acentúe el trabajo de los mayores sobre los jóvenes en los cuarteles, para que la Semana Santa de Puente Genil no pierda el carácter de sociabilidad que siempre la caracterizó; los valores de hermandad, respeto y tolerancia de la que han hecho gala los grupos y cofradías, base de éxito de esta celebración, algo cuya transmisión corresponde a los mayores.

Por tanto, reitero el deseo de que entre todos seamos capaces de seguir manteniendo, como

característica de nuestra Semana Santa, lo que siempre fueron estos valores y que sepamos usar esos justos términos con los medios que esgrimimos para garantizar esa fraternidad dentro de los cuarteles.

Recordemos también la hospitalidad que este pueblo ha de-mostrado hacia los forasteros y seamos estos días los mejores guías, los mejores cicerones, los mejores acompañantes para todos aquellos que quieren disfrutar con nosotros estas fies-tas.

El Ayuntamiento está comprometido en el apoyo a la Agru-pación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas, y un año más pondremos todo nuestro empeño para garantizar el esplendor y la brillantez de todas las manifestaciones religiosas que se producen durante estos días.

Manuel Baena CobosAlcalde Presidente Excmo. Ayuntamiento de Puente Genil

Saludadel Alcalde dePuente Genil

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Saludadel Presidente dela Agrupación de Cofradíasy Corporaciones Bíblicas

ueridos hermanos:

Nos encontramos otro año más a las puertas de nues-tras Cuaresma y Semana

Santa. Y nunca tan lleno de nuevas ilusio-nes, en las que volcar el esfuerzo y el tra-bajo, después de haber tenido el inmenso honor de ser reelegido como presidente de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas el año pasado en junio para otros tres años más. Junto con la directiva las únicas pretensiones que nos mueven no son otras que coordinar, salvaguardar y mantener las costumbres y tradiciones que Puente Genil tiene tan arraigadas y adaptar la Semana Santa al paso del tiempo. Tenemos tres valores por los que velar en nuestra Semana Santa: que se en-

grandezca en lo posible la expresión plástica y pública que realizan nuestras cofradías y corporaciones en las procesio-nes representando el acontecimiento de la Muerte y Resu-rrección del Señor; fortalecer nuestra devoción mediante los cultos y lograr que la fe de unos reviva y la de otros cobre oxígeno, mediante una poderosa invitación a la inte-rioridad y a la comunión con los hermanos de las cofradías, hermandades y corporaciones que nos marque unas pautas para mejorar: la Semana Santa es religiosa, será más bella cuanto más auténtica y más auténtica cuanto más profunda. La relación entre cofradías e Iglesia debe ser cordial; debe-mos fomentar una Semana Santa articulada con la Liturgia, haciendo que las costumbres sean coherentes con el Mis-terio. Y por último, intentar no desvirtuar ninguna de las tradiciones que tantísimo tiempo y esfuerzo les costó a los que nos precedieron, dándoles cabida en nuestro tiempo, transmitiendo su razón de ser, su historia para conocimien-to de las generaciones venideras y así reafirmar la identidad de nuestra villa y su Semana Santa. Estoy convencido de que todos los hermanos de nuestras cofradías, hermandades y corporaciones tenéis presente los

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valores de la Semana Santa y trabajáis para mejorarla cada año. Por eso, la Agrupación lo único que intenta es coordi-nar esos esfuerzos e invitar a los cofrades y hermanos y a cuantos nos visiten en esas fechas a participar en la multitud de actos y cultos, y así engrandecer y entender en lo posible nuestra Semana Santa. Puente Genil vive intensamente estos días y ha sa-bido a lo largo de su historia encontrar en la estética de sus pasos, en la magnificencia de sus figuras, en la convivencia del cuartel y en el recogimiento de sus cultos la forma ideal y singular pontana de trasmitir a todo el que la conoce un sentimiento profundo y sincero cargado de religiosidad, de emotividad y de amor al prójimo, a Nuestro Padre Jesús y a su Madre María. Os invito a que viváis intensamente estos días tan im-portantes para la vida de nuestro pueblo, con la intensidad del afecto, del respeto, de la devoción, de la alegría, de la fe y la esperanza de la Resurrección. Pongamos lo mejor de no-sotros en nuestras conductas, para que el reflejo de nuestros actos sirva de ejemplo para los que seguirán nuestros pasos y heredarán las tradiciones que tanto esfuerzo y trabajo pusie-ron en ellas nuestros antecesores.

Hagamos del consenso entre todos el abrazo más sin-cero que nos deje ver a nuestra Semana Santa como el único objetivo e ilusión que nos une y nos permita olvidar los inte-reses particulares que no conducen a ningún sitio

Para terminar, quisiera manifestar mi agradecimiento a todos los que hacéis posible que nuestra Semana Santa se pueda llevar a cabo y sea una realidad de la que los pontanos nos sintamos orgullosos. Gracias a todos los que hicieron esta revista en los años anteriores y que han hecho posible que podamos, a par-tir de hoy, marcar una nueva línea de edición con un nuevo formato y un consejo de redacción que se encarga de ela-borarla y coordinarla para una mayor calidad en su edición y contenido. Gracias a las empresas colaboradoras, a todos los que de manera desinteresada participáis con vuestros ar-tículos, a las cofradías, corporaciones, grupos, bordadoras, sastres, plateros, orfebres, muñidores, etc.; en definitiva, a to-dos los mananteros y paisanos que abren sus puertas para los familiares y forasteros que nos visitan y con su presencia nos engrandecen. Gracias y buenas Cuaresma y Semana Santa de 2008.

Juan F. García ArroyoPresidente de la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas

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ueridos paisanos:

Un año más debo agradecer a la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas la

amable invitación para dirigir este saludo a cuantos conforman la familia manantera pon-tana.

Este año la Revista de Semana Santa inicia una nueva etapa que, de la mano de Carlos Delgado, va a suponer a buen seguro un enri-quecimiento de este fiel reflejo del devenir de la Semana Santa de Puente Genil. Felicidades por ello.

Tras el frio invierno, comienza la epoca más esperada por los pontanos, aquella en la que se producirá el milagro, la metamorfosis de un pueblo que enciende su mirada a cuantos le visitan, que gusta enamorar a las almas amigas, que busca la eterna amistad. Ahora, de la mano de nuestro río eterno, descubri-mos entre juncos y arroyos ese aroma manan-tero de inconfundible atracción.

Es el momento del reencuentro ante nuestros Titulares. De nuevo los cuarteles abrirán su alma a las vivencias más puras e intensas. De nuevo nuestro pueblo será un ejemplo de con-

vivencia, de esplendor y de sentimiento popular.

Pero todo cuanto acontece en Puente Genil durante estos días, es posible gracias al legado que nos regalaron quienes nos pre-cedieron y nos entregaron a lo largo de su vida su experien-cia, su cariño y sobre todo, su ejemplo. Son esos mananteros ejemplares los mayores acreedores de nuestra admiración y de nuestra deuda con ellos. Este año como tantos otros, hon-raremos a un hombre que desde su entrega, su sencillez, su generosidad, su bondad y su amor a Puente Genil y a nuestra Semana Santa ha sabido convertirse en un valioso eslabón de la cadena y enlazar la tradición más pura con el presente más rico. ¡Enhorabuena Manolo Palma! Todos tus amigos, los que pertenecemos a tu gran familia nos sentimos orgullos de ti.

Estoy convencido de que sabremos conservar y transmitir a nuestros jóvenes el ejemplo recibido, engrandeciéndolo e in-culcándoles el compromiso y la responsabilidad de mantener-lo. Disponemos de una cuaresma y una Semana Santa más para ello.

Jesús Mª Ruiz GarcíaSubdelegado del Gobierno en Córdoba

SaludaSubdelegadodel Gobierno

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e mi voracidad lectora juvenil recuerdo un libro al que su au-tor, Francisco Candel, por cier-

to, recientemente fallecido, tituló: Ha muerto un hombre, se ha roto un paisaje.

Y desde entonces, tal título, se ha conver-tido en lema que fluye espontánea y recurren-temente en mi interior cuando abandona esta vida cualquier persona con la que compartía comúnmente determinados espacios durante un plazo de tiempo más o menos prolonga-do.

Esto me ha ocurrido con perso-nas habituales en mis cafés ma-ñaneros, en la copa de mediodía o en los paseos playeros estivales. O con quien te vendía los cupones, o aquél que te pedía una ayudita cada viernes, ya que era el día concerta-do, tácitamente, para su limosna... y así en un número que va creciendo y creciendo en proporción directa al transcurso de la vida.

Y aunque sigas tomando el café o la copa en los mismos sitos, y pasees cada verano si-guiendo idéntico itinerario y pases por aquella esquina donde te vendían ilusión de fortuna o

reclamaban tu caridad, ya nada es igual. Son paisajes que han quedado –con cada ausencia- definitivamente rotos.

En esto, como todo en la vida, hay sus grados. Así, cuan-do quien falta es un ser querido, los paisajes rotos que gene-ran nos dejan un doloroso jirón en el lienzo del alma y en las fibras más profundas del sentimiento. Hemos dejado atrás la Navidad, fiesta entrañable, tiempo de nostalgias y recuerdos. ¿Cuántas escenas no habremos rememorado con añoranza donde abuelos, tíos, hermanos o padres, que ya no están, com-partían con nosotros su cariño y alegría?

Particularmente, en esta cuaresma que vivimos y en la próxima Semana Santa voy a afrontar, por la ausencia de dos personas muy queridas, la certeza de una serie de paisajes ro-tos y que conmueven mi alma de forma muy especial.

Empiezo con Óscar Reina, mi Osqui, mi Pachoncillo.

Lo que hubiera disfrutado este año en que, aún con regustillo a turrón y aguardiente se nos coló, sin avisar, la cuaresma y por ello, tendremos al invierno instalado hasta el mis-mísimo Viernes Santo.

Parece como si, en este caso, la flor de la Pasión de Cristo quisiera florecer y dar nacimiento a la Primavera (de Prima = primera; Vera = verdad, esto es, la vida que surge, la esperan-za).

Con qué regocijo habría celebrado Óscar esta pronta lle-gada de los cultos con su Coro, de sus sábados de Romanos...

Un primer paisaje, su felicitación de las Pascuas, cuando me decía: “- Primo, que ya ha nacío, que ya es nuestro; que se cree que se va a escapar-”. Todo ello acompañado con un vivo frotar de manos mientras, achicando, aún más, sus oji-llos, emitía un “uy, uy... jubiloso.

Paisajes rotosJesús Álvarez de Sotomayor Reina.Pregonero 1984

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Luego será el quinto sábado, el de Pan y Peces, cuando sienta un hueco irremplazable a mi lado en la mesa del cuartel, con saetas cuarteleras compartidas y su entrañable saber estar. También en la subida a Jesús, con escala en las Cien Luces y posterior bajada con el íntimo deleite de plegarias y saetas al Humilde y a las Angustias en las paradas del Convento y frente al azule-jo de la Purificación. Cómo vamos a añorar también, ya en la cena, sus sentidas y elocuentes palabras dirigidas a la Corporación.

Ya nunca volverá a marcar el ritmo, con el triángulo, en el rosario de la auro-ra de la Virgen de las Angustias, ni será ese “pachón” impasible que acompaña-ba a la Soledad – a Mama, como la lla-maba – en la noche del Viernes Santo, ni testigo fiel, desde la puerta de los “Cris-talitos”, del paso de todas las imágenes mananteras mientras repartía abrazos a tantos y tantos que nos acercábamos a saludarle.

Cambiando, ahora, el marco de las ausencias, lo dirijo a otra persona muy querida de todos en este su pueblo y que dedicó toda su existencia a la tarea de sembrar amistad, cariño y concordia. Y todo ello sin hacerse notar, sin buscar reconocimientos ni aplausos, con esa sencillez y humildad que eran esencia de su ca-rácter.

Me estoy refiriendo –naturalmente- a Rafa Chacón, nuestro querido Rafa, al que ya no volveré a sorprender trasteando en la cocina del Cuartel en esos sábados de cuaresma, cuando entraba a deshoras y confiando en-contrarlo vacío. Pero no, allí estaba él, corazón gene-roso y desbordante, en su afán de servir a los demás, dedicándonos su tiempo libre y preparando platos de la cena para que así, luego en la mesa, la magia del am-biente estuviera servida.

Me es difícil imaginar cómo viviremos desde aho-ra, sin su presencia, los desayunos de la Virgen de los Dolores, en el cocherón de la ermita de Jesús Naza-reno, cuando nos acogía - capilla y túnica oliendo a recién planchados- y nos ofrecía su cordialidad, su ale-gría y ... café calentito y magdalenas, a todos cuantos acudíamos cada año, aún sensibilizados por la infinita mirada de dolor de la Madre y la infinita mirada de Perdón de Nazareno, aún ebrios por la belleza de la alborada, romanos y Diana.

Tampoco estará, constante e im-pertérrito, junto a la Virgen Dolorosa, a lo largo y ancho de la procesión, ni en Miragenil (¡que hermoso pasaje!) ni despidiéndola en su encierro.

Son paisajes que físicamente no volverán a produ-cirse, pero que quedaron, a través de nuestras retinas, grabados para siempre en nuestros corazones. Por eso, interiormente, volveremos a sentir su presencia viva en cada uno de esos momentos. Y ellos, que ya han traspasado los límites de las tres dimensiones, desde su cuarta dimensión seguirán acudiendo a los mismos sitios, incorporándose a los paisajes que se plasmaron con su presencia. Y nosotros, estoy seguro, con los ojos del sentimiento, única cualidad del alma capaz de superar la barrera de lo físico, seguiremos sintiéndolos y compartiendo con ellos tantas y tantas cosas que nos unieron y nos unirán para siempre.

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Llegada a Puente Genil y acomodo en esta villa.

Antonio Mora Expósito nació el 8 de enero de 1929, en Alcaudete (Jaén) pueblo de gran tradición musical. Desde muy pequeño se inició en el mundo de la música guiado por el maestro Azaustre que fue el que lo trajo a Puente Genil, en 1944, para formar parte de la Banda Municipal. Tenía catorce-quince años y pronto destacó en tocar con precisión el ins-trumento que le haría célebre al pasar, más adelante, a la banda de música del Imperio Romano, la trompeta.

Al llegar a Puente Genil se hospedó en la fonda que re-gentaban los que después serían sus suegros, Pura y Mi-guel. Allí conoció a Felisa, la que sería su mujer (y madre de sus tres hijos, Antonio, Carlos y Blanca), durante cin-cuenta y tres años.

Fue funcionario del Ayuntamiento de Puente Genil, ingresando primero en la Banda Municipal para después, cuando se disolvió ésta, pasar a des-empeñar el puesto de auxiliar adminis-trativo, durante más de cuarenta años hasta su jubilación en 1989.

Era inevitable que contactara en-seguida con los grupos de música de las corporaciones. Estuvo, primero, en Los Ataos, en el cuartel que tuvieron en la calle Aguilar, y, después lo soli-citaron en el Imperio Romano cuando Joaquín Ruiz dejó de tocar La diana. También, formó parte de varias orques-

Antonio Mora Expósito

Jesús Asensi Díaz

Un romano ejemplar, intérprete de “La Diana” durante muchos años

El 4 de diciembre de 2006, circulaba por Madrid, entre los her-manos de la Asociación Manantera, la noticia terrible del falleci-miento de Antonio Mora Expósito. Su irreparable pérdida fue muy sentida porque era un hombre bueno, afable y servicial. Aquí, en Madrid, toda la Manantera acu-dió en bloque a testimoniar su pésame a la familia, sintiéndolo como algo propio. En el recordatorio que se repartió el día de su funeral había una nota que decía:”Las notas de TU DIANA nos acompañaran para siempre desde el cielo”. Ese era el sentir de todos los que estábamos allí.Cuando se cumple el primer aniversario de su ausencia, quere-mos recordar su calidad humana y profesional y la entrega que siempre demostró a todas las facetas de la Semana Santa de Puente Genil.

Antonio Mora, desfilando de romano por Santa Catalina, en 1962

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tas y conjuntos musicales de la época que eran los encargados de animar las verbenas y ferias de los pueblos de la comarca. La última en la que estuvo antes de retirarse fue en “Los de La Puente”.

Mora, un romano ejemplar.

La faceta más conocida de Antonio Mora fue la de ser mú-sico de los Romanos, tocando la trompeta que nos deleitó, du-rante muchísimos años, inter-pretando la inefable “Diana”.

Fue en los años 1947-1948, cuan-do el Jefe del Grupo de Música, Fran-cisco Tabares, lo citó en su casa para que se hiciera cargo de tocar la “Dia-na”, con el segundo trompeta Antonio Maíz. En aquella época, el Grupo de Música lo componían quince perso-nas y los ensayos se hacían en la casa de Tabares, en la calle Santos, donde actualmente se encuentra el cuartel de “El Pez”.

Los nombres de los compo-nentes de este pequeño grupo, los recordaba Antonio Mora, con toda claridad. Se los recitó de corrido a su hijo Carlos que es quien nos facilita la lista . Dice así: tres cajas, con el re-doblante Antolín; un bajo, José Baena “El Cofre”; un bombardino, Francis-co Tabares; dos trombones, José Al-magro y el Puñetero Hombre Pineda; dos trompetas, Antonio Mora y Anto-nio Maiz; dos saxofones, José López, padre y Francisco Gómez Hierro; dos clarinetes, José Aguilar y José Rivero; el bombo y los platillos, los hermanos Aguilar

-Un día -cuenta Mora- me citó el Sr. Tabares para que fuera con él a casa de Don José Arcos, en la Cuesta Baena. En la reunión que tuvimos nos

hizo entrega de la partitura de la marcha “Recuerdo” para que fuera montada por el Grupo de Música para el Imperio Romano. La razón por la que el Jefe del Grupo, Francisco Tabares, me invitó a acompañarle era que, por aquel entonces, yo ocupaba dentro del Grupo el cargo de copista. El Sr. Arcos me indicó los papeles que tenía que casar de esa partitura. Anteriormente me hizo la misma indicación de la partitura de la marcha “Enriquetilla” que ya los tenía casados.- Vemos aquí la im-portante labor que realizó Antonio Mora, desde el primer momento, en el Grupo de Música del Imperio Romano y que, a pesar de ser tan pocos, sacaron adelante la misión que se les encomendaba.

Otro hecho anecdótico -que nos lo recuerda su hijo Carlos- se refiere al día en que el Grupo de Música fue invitado por el Sr. Pino, romano, que vivía en Gilena.

Éste pidió a los más veteranos que iniciaran el pa-sodoble dedicado a él, en 1929. Como no había partitura el pasodoble salió como pudo. “Pero a las tres vueltas de tocarlo - recordaba Antonio Mora- me quedé con la melodía y enseguida la escribí en su correspondiente partitura.

De esta forma, el Grupo la incluyó en su repertorio sin ningún pro-blema, tocándose con el nombre de “1929. Pasodoble de Mora”.

Años más tarde, el Grupo iría ampliándose poco a poco. Los más antiguos, que tenían hijos que sabían música, los fueron metiendo y así se fue formando un Grupo mayor, más vistoso y con mejor sonido. En aquel tiempo, la parte más floja era el metal por lo que entraron los

De izq. a der. Antonio Mora, Juan Manuel Aguirre y los Hermanos López, un viernes santo, noche de 1964

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hijos de López, trompetas y Tomás Ureña, bombardino. También, en-grosaron el Grupo, Paco Cabello “Rebaña”, el bajo Rafael Morales y las cajas de Andrés Solís y su hermano Antonio. Desde entonces, cada dos o tres años, el Grupo de Música se iba ampliando y renovando hasta llegar a más de treinta componentes en 1987, año en el que Antonio Mora, que casi tenía los sesenta años , se dio de baja después de tocar en el Imperio Romano, unos cuarenta años.

Han sido, por tanto, muchos años de perma-nencia en el Grupo de Música y tocando, como solista, la pieza emblemática de la Semana Santa pontana, La dia-na a Jesús Nazareno en la amanecida del Viernes Santo.

Cuentan sus hijos que la tocaba mirando al pueblo que devotamente le rodeaba, que nunca pudo mirar a los ojos de Jesús, mientras tocaba.

Un recuerdo imborrable, que tenía Antonio, fue cuando le im-pusieron, un Lunes Santo de 1973, la Medalla de Plata por los 25 años de pertenencia ininterrumpida al Imperio Romano. La presentación la realizó Francisco Moyano Reina, quien con su verbo cálido y su ardor manantero hizo una semblanza magistral del homenajeado.

Sus hijos, Antonio y Carlos, me recuerdan que fue un gran lu-chador por los derechos de los músicos para que fueran considerados auténticos romanos puesto que antes no tenían la consideración de tales e, incluso, no comían con la Corporación de Los Romanos. También lo-gró, junto a otros compañeros, que los trajes de los músicos no fueran los desechos, ya usados, de los trajes de las distintas escuadras y se les hi-cieran unos de pana, pero nuevos, aunque seguían las distinciones. Hasta que, con el tiempo, lograron que se creara una nueva escuadra, de color tabaco, para los músicos.

Otro hecho para recordar es el empeño de mucha gente del Ba-rrio Bajo que querían que La “diana” se tocara en la calle la Plaza, la noche del Viernes Santo. Antonio mantenía que La “diana” sólo se debía tocar al Patrón Jesús Nazareno, al alba, para levantar al pueblo y recibirlo en la cumbre.

Su pertenencia a varias cofradías, su jubilación y su vida fami-liar.

Durante muchos años, aquellos en que la fa-milia Hervías Gallardo se ausentó de Puente Genil, fue junto a su esposa el vínculo y nexo de unión entre ellos y el pueblo, acogiendo en su casa a todos los que venían, sobre todo en Semana Santa.

Más tarde, cuando sus hijos se instalan en Madrid, y se jubila en 1989, viene a vivir junto a ellos y toda la familia de su mujer, Felisa

Hervías. Padre de Antonio, abogado que hasta hace dos años ha sido presi-dente de la Asociación Manantera, de Carlos, profesor, y de Blanca, les supo enseñar el amor a Jesús, a la Semana Santa y a su pueblo, Puente Genil.

A partir de su jubilación se quedó libre para dedicarse a su familia, a sus Hermandades y a sus amigos que tan-to lo apreciaban por lo que sus visitas al pueblo eran constantes. Pertenecía a la Hermandad del Preso de la que fue varios años secretario; a la de las Cien Luces, de Nuestro Padre Jesús Nazare-

Antonio Mora, con su hijo Carlos en la calle La Plaza, en 1969

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no; a la Hermandad de la Virgen de la Esperanza, de la que fue fundador de su primer grupo de picoruchos La Cepa; a la Hermandad de la Santa Cena y María Santísima del Amor, de la que fue fundador y tesorero. Era miembro honorario de la corpo-ración bíblica El Juicio de Salomón y las Tres Marías. Por tanto, su amor a Puente Genil y a su Semana Santa era una realidad que vivía intensa-mente a pesar de no residir allí todo el año.

En Madrid, era uno de los so-cios más activos de la Asociación Manantera en la que participaba de todos los actos pero, casi la mitad del año, lo pasaba en Puente Ge-nil donde seguía teniendo una vida

manantera que a él le reconfortaba mucho.

Este es nuestro recuerdo mere-cido, en el primer aniversario de su fallecimiento, de un hombre bueno, un profesional eficiente, un músico entregado, un esposo y un padre ad-mirables y de un manantero ejem-plar.

De él quedan muchos re-cuerdos gráficos en el cuar-tel de las Cien Luces y, sobre todo, en las paredes del cuar-tel del Imperio Romano don-de cuarenta años de su vida no se borran fácilmente.

También, en el libro de José Se-gundo Jiménez, sobre La Corpora-ción el Imperio Romano se le cita y hay testimonios gráficos de él, como la fotografía en que su esposa le está imponiendo la medalla de plata.

En nuestro recuerdo queda, pues, Antonio Mora Expósito, como un romano ejemplar y un hombre bueno y afectuoso que supo ganarse el aprecio de todos.

En el cuartel de los Romanos, el lunes santo de 1973, Antonio Mora recibe de manos de su esposa Felisa Hervías, la Medalla de Plata concedida al cumplir sus 25 años en la Corporación.

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l número de estudios rigurosos sobre el origen de la saeta es, en su acepción general, relativamente pobre -si lo comparamos con otros géneros musicales- dada la dificultad que entraña el análisis de cualquier forma de música popular. Con nuestra saeta

cuartelera ídem de lo mismo, así, los pocos -pero muy interesantes- que existen(que yo conozca, los de nuestros paisanos Luís Melgar, Juan Or-tega o Jerónimo Guillén), se basan en una perspectiva histórico-antropo-lógica, echándose en falta un análisis musicológico, es decir, una visión musical que los complete y enriquezca.

Pues bien, el objeto del presente artículo es analizar nuestra saeta cuartelera desde una perspectiva musical, para así aportar, con mis humil-des conocimientos musicales, un granito de arena que sirva para conocer más y mejor el género musical autóctono más genuino que tenemos los pontanenses. Antes, intentaré explicar de la manera más sencilla, didácti-ca y breve posible el concepto de “modalidad musical”, para que así se pueda entender mejor, sobre todo por los no iniciados en conocimientos musicales, lo que desarrollaré acerca de la música de la saeta cuartelera.

El Modo o Modalidad en música hace referencia a la manera de ser de por ejemplo una canción u obra musical, es decir, a su persona-lidad; así habrá canciones que oyéndolas nos transmitan alegría y otras tristeza. La música occidental se construye utilizando dos modos bási-cos (dos “personalidades”): el Modo Mayor que es alegre y vivaz, y el Modo Menor que es triste y melancólico. Por tanto, si una canción está construida utilizando el Modo Mayor, provocará alegría en los oyentes, y si lo está en Mmodo Menor, todo lo contrario. ¿En qué se diferencian técnica y estructuralmente ambos modos?, pues en la organización de los sonidos, me explico. Cuando un músico compone una obra musical, por insignificante que sea ésta, no lo hace al “libre albedrío”, sino que se rige, aunque no sea consciente de ello, por unas normas estructurales básicas; para ello se basará en una escala musical, es decir, en una suce-sión ordenada de sonidos diferentes, los cuáles serán su materia prima,

como por ejemplo y haciendo un símil comparativo, lo son los ladrillos para la construcción de una casa. Así, si pretende crear una canción alegre, uti-lizará una escala en Modo Mayor, por ejemplo: “do, re, mi, fa, sol, la, si, do” -escala de Do Mayor- caracterizándo-se ésta porque la distancia que existe entre cada unos de los sonidos que la componen es de _ tono entre el tercer/cuarto sonido y entre séptimo /octavo sonido, y de 1 tono entre el resto de sonidos conjuntos, es decir, entre do/re, fa/sol y la/si. En cambio si elige una escala Menor -sensación de triste-za-, como por ejemplo: “la, si, do, re, mi, fa, sol, la” -escala de La Menor-, la distribución de los medios tonos o semitonos será diferente, pues éstos se ubicarán entre el segundo/tercer sonido y entre el quinto/sexto sonido. Como se puede apreciar, la diferencia entre ambos modos está por lo tanto en la distribución de sus semitonos.

Ahora bien, aquellos que crea-ron la saeta cuartelera -según Juan Ortega procede de los cánticos que los monjes franciscanos interpretaban en sus Vía Crucis durante los siglos XVII y XVII-, que es un tipo de la de-nominada saeta antigua, ¿qué escala utilizaron, la escala Mayor o la escala Menor?, pues ninguna de las dos. Por propia experiencia, y gracias a mis es-tudios musicales así como a mi afición al análisis musical de la música popu-lar, puedo asegurar, coincidiendo por cierto con autores tan duchos en la materia como el folklorista y músico García Matos, el musicólogo Hipólito Rossy, el guitarrista Manolo Sanlúcar y la musicóloga Lola Fernández entre otros, que la escala que utilizaron, el

La Saeta cuartelera

Álvaro de la Fuente Espejo.Profesor de Educación Musical en el CEIP José María Pemán

Una visión musical

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modo musical que emplearon sin ser conscientes seguramente de ello, fue el antiguo Modo Griego Dórico -también denominado Frigio Medie-val-, el cual se basa en una escala, por ejemplo: “mi, fa, sol, la, si, do, re, mi” -escala de Mi o Andaluza-, en la que la distribución de los semito-nos, que es lo que determina como vimos antes la personalidad musical, no es la que aparece ni en la escala Mayor ni en la escala Menor, sino diferente. En la escala Dórica, los semitonos aparecen situados entre el primer/segundo sonido (mi/fa), y entre el quinto/sexto sonido (si/do), otorgándole esta circunstancia una particular personalidad auditiva que es la que hace totalmente genuina, inconfundible y diferente a buena par-te de la música popular andaluza -incluido nuestro Cante Jondo-, de las demás músicas occidentales basadas todas ellas en los ya mencionados modos Mayor y Menor. Veámoslo esquemáticamente:

ESCALA MAYOR 8º sonido DO (1/2 tono)7º sonido SI (1 tono)6º sonido LA (1 tono)5º sonido SOL (1 tono) 4º sonido FA (1/2 tono)3º sonido MI (1 tono)2º sonido RE (1 tono)1º sonido DO

ESCALA MENOR 8º sonido LA (1 tono)7º sonido SOL (1 tono)6º sonido FA (1/2 tono)5º sonido MI (1 tono) 4º sonido RE (1 tono)3º sonido DO (1/2 tono)2º sonido SI (1 tono)1º sonido LA

ESCALA DÓRICA (escala de nuestra “cuartelera”)

8º sonido MI (1 tono)7º sonido RE (1 tono)6º sonido DO (1/2 tono)5º sonido SI (1 tono)4º sonido LA (1 tono)3º sonido SOL (1 tono)2º sonido FA (1/2 tono)1º sonido MI

El Modo Griego Dórico, base musical por tanto de nuestra saeta cuar-telera, es muy anterior a los ya mencio-nados Mayor y Menor que surgieron en los siglos XVI y XVII. No existe una teoría absolutamente contrastada sobre el momento de su introducción o aparición en la Península Ibérica, todo son hipótesis. Yo destacaría la del prestigioso musicólogo Josep Cri-villé i Bargalló que, en su interesantí-sima obra Historia de la Música Espa-ñola, nos dice que “este modo musical entraría en la Península Ibérica con la colonización griega que se inició en el siglo VIII a de J.C., formando parte de los 5 modos griegos que se utilizaban en la Antigua Grecia para componer canciones y melodías”. ¿Cuántas ve-ces he oído a los estudiosos de la cuar-telera mencionar el carácter primitivo, arcaico y antiguo de su melodía?, pues aquí queda sobradamente justificada tal afirmación. Así mismo puedo decir sin temor a equivocarme, que la saeta cuartelera es una de las pocas formas musicales populares que quedan en Occidente, en donde el antiguo Modo Griego Dórico aparece recogido en su forma más pura, primitiva y sencilla.

Por último y para finalizar, re-saltar lo que el gran filósofo Aristóte-les dejó escrito sobre el Modo Dórico en su obra básica La Política: “otros modos, como el dorio, inspiran tierna dulzura”; y yo me pregunto: ¿no es lo que sentimos los pontanenses cuando algún hermano de corporación entona una cuartelera dirigiéndose a nuestro patrón El Terrible la madrugada del Viernes Santo? ¿No es lo que percibi-mos en el encierro de Nuestra Señora de la Soledad cuando una multitud de hermanos mananteros rezan cantando a través de nuestras saetas cuartele-ras?

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uchos han sido, a lo largo de los últimos lustros, los autores –de mayor o menor relevancia- que han escri-to acerca de la saeta, tanto en sus aspectos musicales como históricos. Más aún a partir del último cuarto

del siglo XX en que, debido al loable afán por recuperar el folklore y las raíces de los distintos pueblos andaluces, han proliferado los estu-dios sobre el tema. Pero quizás el precursor de los mismos se encuentra

más cercano a Puente Genil de lo que podríamos pensar. Se trata de Agustín Aguilar y Tejera, que en 1928 publicó un tratado al que denominó Saetas po-pulares. En este escrito pretendemos acercar al lector a la figura de Aguilar y Tejera y a la obra citada.

El entronque de este autor con Puente Genil le viene por lazos de san-gre. Era hijo de D. Antonio Aguilar y Cano -jurisconsulto y erudito, autor de varias obras sobre la historia de nues-tro pueblo- que fue, según los datos que poseemos, el primer Cronista Ofi-cial de la Villa1 . Debido a si profesión de Registrador de la Propiedad, Agui-lar y Cano recorrió diversos puntos de la geografía española. El Registro de la Propiedad de Estepa fue la plaza que ocupó durante más tiempo. Allí escri-bió gran parte de su obra –que abarca campos tan dispares como la poesía, el teatro, la novela, el ensayo jurídi-co, la historia o la crítica literaria-. En esa localidad nace, el nueve de marzo de 1890, su hijo Agustín. La vida de Tejera estará ligada al devenir profe-sional de su padre hasta la muerte de éste, acaecida en 1913. Nunca perderá el contacto con el pueblo familiar. Es más, el cariño que D. Antonio inculcó en su hijo hacia la Puente se vio refle-jado años después, en 1930, cuando se fundó la biblioteca pública Aguilar y Cano -que se instaló en la ermita de la Caridad-. Para la misma Tejera donó tres mil volúmenes que componían el legado cultural de Aguilar y Cano.

La actividad literaria de Agus-tín Aguilar es precoz. A los dieciséis años publica su primer libro de poe-mas, titulado Azahares2 (1906) que se

Agustín Aguilar y TejeraLas raíces pontanas en los estudios sobre la saeta

Carlos Delgado Álvarez de Sotomayor.Director de la revista El Pontón.

Foto aparecida en El Aviso (año 1911)

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edita en Estepa. Al año siguiente verá la luz otro poemario, Crisantemos3, editado en Sevilla. En 1908 Salterio4, también en Sevilla. Comienza a en-viar poemas a la revista Azul. Revista Hispano - Americana, fundada por el gaditano Eduardo de Ory. En esta época reside en Zaragoza, ya que su padre era Registrador en esa ciudad. Sus primeros libros apuntan un estilo cercano al Modernismo. Se instala en Sevilla en 1911 y entra en contac-to con la corriente de jóvenes poetas y escritores que colaboran en la revis-ta Andalucía, adscrita al movimiento modernista.

Ya residente en la región an-daluza definitivamente, publicará dos volúmenes en Puente Genil: Roman-cerillo del campo (1911)5 y Roman-cerillo sentimental (1913)6 , ambos editados por el recordado periodista local Baldomero Giménez Luque. En la revista El Aviso colabora durante esta etapa asiduamente. De hecho, los poemas que componen los dos libros se habían ido insertando en las pági-nas del semanario con anterioridad. La relación con Puente Genil es in-tensa. Participa en eventos literarios locales, visita nuestro pueblo durante los días de Semana Santa, colabora en diferentes publicaciones, etc. Su acti-vidad literaria continúa. A sus poemas modernistas se irá añadiendo el gusto por lo folklórico. Comienza a estu-diar aspectos de la cultura y costum-bres andaluzas. Así, en 1914 gana los juegos florales organizados en Utrera con su Romance a la Virgen de Con-solación7. En 1916 publica el ensayo titulado La musa popular y la Virgen de Consolación y un estudio que será la semilla de la que nacerá la obra que nos ocupa en este artículo. Se trata de Saetas recogidas de la tradición oral en Marchena. En él Tejera recoge las letras de las saetas que se cantaban en esta localidad sevillana, de la que su

padre había sido Registrador y en la que el autor pasó algunos años de la infancia.

A finales de la segunda década del siglo XX se traslada a Madrid. Aunque sigue componiendo poemas de estilo modernista –con rasgos de poetas como Juan Ramón Jiménez, en cuanto a temas y figuras literarias-, su actividad se encaminará también al campo del ensayo y la Filología. Escribe los poemarios Al pie de la reja (1917)8 , Epigrammata (1919)9 y Doloras. Poemas y humoradas, y la antología Curiosidades literarias: las poesías más extravagantes de la lengua castellana (1922). También realizó una incursión en la narrativa con la obra Raíces de sangre10 , no-vela de 1925. Edita varios textos de autores clásicos, como Verdades de paño y otros escritos (de Pedro Antonio de Alarcón), Óptica del cortejo y Los eruditos a la violeta (de José Cadalso), etc. También publica traduc-ciones a los clásicos griegos, Los poetas griegos: antología (1928)11.

En 1929 publica Saetas populares, estudio incluido en una co-lección de la Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, S.A., Curio-samente, el director de la colección era otro pontano, Rodolfo Gil Fer-nández, que en aquellos años ocupaba, además, el puesto de Director de

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la Escuela Central de Idiomas, en Madrid. La idea de recoger todas las saetas conocidas nació, como ya hemos indicado más arriba, de una pri-mera obra que catalogó las saetas de Marchena. Durante su estancia en la citada localidad, cayó en sus manos un manuscrito en muy mal estado que contenía estas saetas. Él amplió el repertorio y lo enriqueció con el estudio histórico. Posteriormente, se propuso la labor de ampliarlo aún más, englobando el total de las que se cantan en España. El resultado fue un libro compuesto por cuatro partes. La primera es un prólogo en el que Aguilar y Tejera realiza un estudio bastante detallado de los orígenes de la saeta, haciendo alusión a fuentes de información, cancioneros populares, manuscritos antiguos, etc., de los que sacó las conclusiones que refleja en sus páginas. A continuación ofrece 950 letras de saetas, ordenadas cronológicamente, es decir, por el momento de la Pasión que recoge cada una. Después, se inserta un apartado de notas en el que se estudian las peculiaridades de cada una de las letras ofrecidas en el apartado anterior, de forma que el lector puede encontrar las variantes locales, las fuentes o autor (si es que lo tiene) de donde provienen, las tradiciones en las que es-tán basadas, etc. En la última parte se transcriben las partituras de saetas de Sevilla, saetas de Marchena (de la Soledad, Quinta, Sexta y de Jesús), Stábat Máter y Miserere de Marchena y, por último, las de las saetas tra-dicionales de Cabra.

Para llevar a cabo el trabajo recopilatorio contó con la colabo-ración de los eruditos y cronistas de las distintas localidades. En Puente Genil fue Miguel Álvarez Aguilar (pariente suyo) editor, además, de La Ilustración Pontanense12 , que publicó en 1925 y cuyo único ejemplar co-nocido salió en la Semana Santa. En la obra no se hace referencia a saetas cuarteleras, aunque sí a las coreadas, por lo que presumimos13 que -dada la riqueza de datos y detalles que tiene el estudio- en esa época (finales de los años veinte) la cuartelera debía estar en ciernes o, al menos, no debía haber traspasado el umbral de las reuniones íntimas de cuartel. También documenta la procedencia del rico repertorio de letras que hay en Puente Genil. Según él, el origen es un vía crucis de los franciscanos del que Agustín Aguilar y Cano (tío carnal suyo) poseía un ejemplar en muy mal estado de conservación.

La lectura de Saetas populares hace comprender al lector el por-qué de muchas tradiciones relacionadas con la Semana Santa que, debido a que se han transmitido de forma oral, no están documentadas. Es el caso de algunos dichos de nuestra Semana Santa que están explicados en el apartado de notas. Sus páginas nos transportan, en un viaje a través del

1 Fue nombrado en mayo de 1913, pocos meses antes de morir. 2 Aguilar y Tejera, A. Azahares, Estepa (Sevilla), Imp. De Antonio Hermoso. 1906. 3 “ “ . Crisantemos, Sevilla, Tip. de Francisco de P. Díaz, 1907. 4 “ “ . Salterio. Colección de versos amatorios. Sevilla, Est. Tip. de Juan Ramos, 1908. 5 “ “ . Romancerillo del campo, Puente Genil, Imp. de Baldomero Giménez, 1911. 6 “ “ . Romancerillo sentimental, Puente Genil, Imp. de Baldomero Giménez, 1913. 7 Aguilar y Tejera, A. A la Virgen de Consolación. Romance premiado en los Juegos Florales celebrados en la ciudad de Utrera (folleto), Sevilla, Imp. de Joaquín López, 1914. 8 De ésta y otras obras, de las que no conocemos nada más que el año de publicación, no se detallan los datos bibliográficos. 9 Aguilar y Tejera, A., Epigrammata, Madrid, Tip. de Regino Velasco, 1919. 10 “ “ ., Raíces de sangre, Madrid, Nuestra Novela, 1925. 11 “ “ ., Los poetas griegos, selección y traducción de, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones, s.f. 12 No sabemos si se siguió publicando. Sí hemos visto en la bibliografía la existencia de varias obras de este pontanés, en especial novelas. 13 Lo decimos con la cautela del desconocimiento, por no ser muy entendidos en la historia de la saeta cuartelera.

tiempo, a los orígenes de nuestra Se-mana Mayor. Hoy día, desgraciada-mente, es un libro casi inencontrable en las librerías o fondos editoriales. Tras la original, que sepamos, se hizo una reedición en Sevilla, en 1998. Quizás sería bueno que Puente Genil asumiera la labor de volver a ponerla a disposición del público. La memo-ria de este “hijo afectivo” de Puente Genil y la de su padre, el eximio pon-tanés Antonio Aguilar y Cano, bien merecen este pequeño homenaje.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

- Aguilar y Tejera, A., Saetas populares, Madrid, Compañía Ibero-Americana de Pu-blicaciones, s/f

- Álvarez Aguilar, M. La Ilustración Pontanense, Puente Genil, 1925.

- Correa Ramón, A., Poetas andaluces en la órbita del Modernismo. Diccionario, Se-villa, Ed. Alfar, 2001.

- Giménez Luque, B., El Aviso, Puente Genil, Imp. La Estrella. 1911 a 1931

- Velasco Estepa, F., Antonio Aguilar y Cano. Noticia biográfica, Madrid, Tip. de la Revista de Archivos y Museos, 1915.

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l Crismón (del griego “WP ungir) es desde la antigüedad el ana-grama de Cristo. XP. Se representa en su forma más antigua me-diante la superposición de las letras X (ji) y P (ro), abreviatura de XP(ISTOS) y la adición en los laterales de las letras alfa y

omega; primera y última del alfabeto griego, simbolizando principio y fin de todo.

Este símbolo comenzó a aparecer en monedas después del Edicto de Milán de 313 d. C, con el que se establecía la libertad de culto para los cristianos y según Eusebio de Cesarea fue puesto en los estandartes de su ejército por Constantino en la batalla contra Magencio de Puente Milvio. El anagrama de Cristo se ha perpetuado hasta nuestros días siendo habi-tual hallarlo en múltiples lugares y ornamentos religiosos como: puerta de acceso a los templos etc.

Desde Los Arroyos uno de los yacimientos arqueológicos de nuestro término municipal, en circunstancias y épocas diversas, distintos frag-mentos de ladrillos estampillados nos transmiten el mismo mensaje her-manados por la fe cristiana. Se trata de varias placas de barro cocido de forma rectangular de 37 x 27 cm, que muestran en relieve en el centro el anagrama de Cristo enmarcado por un sol formado con triángulos y en la parte superior e inferior del CRISMÓN la leyenda con el siguiente epígrafe latino:

SALVO IMERIO

FILIX ASELLA

Según Armin U. Stilow; especia-lista en Epigrafía Latina, que ha rea-lizado un estudio detallado de todas las placas del Museo de Puente Genil y uno de los coautores de la revisión del CIL II (Corpus de inscripciones la-tinas) su traducción sería:

Por la salud de Imerio Asella es feliz.

A juicio de este especialista en Epigrafía Latina se aprecia una dege-neración o cambio en la lengua (filix en lugar de felix). Todos los ladrillos estampillados aparecidos en este asen-tamiento son similares en dimensiones, características formales y posiblemen-te se trate de lápidas de época visigoda realizadas a partir del vaciado de un mismo molde.

El “Crismón” de Los Arroyos

Francisco Esojo Aguilar.Director del Museo Arqueológico Local

Primeras evidencias del cristianismo en la zona

Foto nº1 - Crismón

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La primera referencia de estas placas se remonta al 1.886 en la obra de Oliver y Hurtado Viaje arqueológi-co, quién relata que en Puente Genil había visto en casa de Juan Bautista del Pino y Padilla un ladrillo estampillado encontrado en el paraje de Los Arro-yos con el crismón y debajo de él la inscripción Filix asella. En 1.866 este mismo propietario había regalado una segunda placa al Museo Arqueológi-co Provincial de Córdoba. En aquellas fechas, otra tercera placa procedente del mismo lugar estaba en casa de A. Pérez de Siles y Prado, que la da a co-nocer en la obra. Apuntes Históricos de la Villa de Puente Genil y a finales del siglo XIX en las obra del cronis-ta local A. Aguilar y Cano El libro de Puente Genil, editado en 1874, hace la siguiente descripción:

<<...losa de barro cocido con relieve el monograma de Cris-to en medio de alfa y omega y la leyenda SALVO IMPERIOFILIX ASELLA>>.

Estas placas se perdieron, según cuenta el erudito Rodríguez de Ber-langa, en su visita a Puente Genil en 1.895, ya no pudo copiar directamente; sólo conoció las notas dejadas por A. Pérez de Síles y en base a ellas, este investigador comunicó la existencia de estas piezas a Emil Hübner, quién da conocimiento de éstas en varias de sus publicaciones haciendo alusión en su epigrafía como: salvo imperio consagrando de esta forma la lectura de Pérez de Siles, que posiblemente había interpretado la palabra Imperio más cercana a él que Imerio, en una población con una corporación bíblica de Semana Santa como la del Imperio Romano, a la que había dedicado un estudio

¿Quiénes eran las personas nombradas en las placas? Su respuesta no es fácil, ya que no han sido documentadas en excavaciones arqueo-lógicas, sin embargo un dato está claro las personas nombradas en más de una ocasión y en lugares alejados unos de otros, como: Amazonius, Bracarius o Marcianus eran personajes importantes de una esfera de ámbito suprarregional y si a ello unimos el simbolismo religioso que rodea a estos textos, existe la posibilidad, aunque sea por ahora hipó-tesis, de que si no en todas, al menos algunas se refieren a obispos, que en época visigoda habían asumido competencias, antes ejercidas por funcionarios de estado. En el caso de la placa del tipo de Bracarius, encontradas en Osuna, Carmona y Morón de la Frontera, ésta lleva la inscripción salvo episcopo Marciano.

La aparición de otros fragmentos en la década de los años 80, en-contrados por V. Estrada Beltrán y entregados generosamente al Museo de Puente Genil, mostraba en uno de ellos el campo epigráfico de la parte superior completo, que no reza SALVO IMPERIO, sino SALVO IMERIO.

¿Qué significa Imerio? Por el paralelo con otros ladrillos y placas cabe pensar, que después de salvo iría un nombre y en este caso Imerius es nombre conocido de origen griego y escrito normalmente con H ini-cial, pero la perdida de la H es frecuente en el latín tardío. Se ha recupe-rado un el nombre de HIMERIUS, que a juzgar por las semejanzas con otras placas, pudo ser un personaje relevante que pudo haber ocupado la sede astigitana en la segunda mitad del siglo VI d.C. o primera del VII d. C. En época romana el conventos astigitanus era una de las cua-tro divisiones administrativas de la provincia romana de la Bética y a la que pertenecían las tierras de la zona de Puente Genil.

Los Arroyos; leyenda epigráfica: SALVO IMERIO

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¿Qué nos dice el campo epigráfico de estas placas? Las placas de Los Arroyos nos dicen que en vida de este personaje Imerio, posiblemente obispo, una noble y rica señora llamada Asella “la dedicante”, ofrece la placa a un personaje de rango superior y habría hecho construir una iglesia en el paraje de Los Arroyos, asentamien-to situado a orillas del Genil, uno de los tres ya-cimientos con vestigios de época visigoda; los otros son Los Castellares y Fuente Álamo.

Desde los hallazgos realizados en el siglo XIX por Pérez de Siles y Agui-lar y Cano, que relatan la aparición de estos ladrillos estampillados así diversos objetos como: monedas, ce-rámica, algunos bustos, sin solución de continuidad se han ido produciendo nuevos hallazgos a lo largo del siglo XX en este yacimiento arqueológico y en otros como. Puertas, actualmente expuestos en la Sala II del Museo de Puente Genil.

¿Qué aportan estos materiales? Estos ma-teriales comienzan a ofrecer datos sobre la pro-sopografía de posibles obispos visigodos, citan nombres de personajes relevantes de la zona como Optata (en la placa de Puertas) o Asella (en las placas aparecidas en Los Arroyos) y co-mienzan a definir los límites entre las distintas diócesis en época visigoda (astigitana, hispa-lense…). Sin embargo serán prospecciones más sistemáticas de éste asentamiento y de otros, así como estudios más pormenorizados y comple-tos de los materiales aparecidos los que podrán ofrecer una mayor información sobre su crono-logía y alcance en cuanto a la implantación o relevancia del cristianismo en la zona. Todos estos problemas son los que debemos abordar para entender y hacer comprensible la cristiani-zación de las gentes, que habitaban el territorio donde nosotros ahora vivimos.

Pieza visigoda de oro y bronce)

Moneda de bronce con “crismón”

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l Imperio Romano en formación depende del Capitán, él orde-naba salir formados del cuartel no se podía incorporar en el re-corrido ni por supuesto abandonar la formación, los rostrillos debían ir calados durante los desfiles, al menos en los tramos

principales. Don Juan del Pino García Hidalgo nació el día 7 de septiembre de

1.891 en Puente Genil. Su casa estaba situada donde actualmente está el colegio de la Compañía de María, ya que dichos terrenos fueron vendidos en 1904 a dicha congregación religiosa. El año de su nacimiento el Im-perio Romano contaba desde su fusión entre Pajizos y Coloraos tan solo con veinte años y la corporación apenas tenía cincuenta miembros.

Se casó con Doña María Josefa Baena Castellanos con la que tuvo cuatro hijos: José Luis, Juan, Salud y Paco. De ellos su hijo Juan ha per-tenecido al Imperio Romano desde 1949-1999 siendo Medalla de Plata en 1974.

Don Juan ingresó en el Imperio Romano a la corta edad de 14 años en 1905, aunque tuvo una ausencia de seis años para recalar en la corpo-ración Los Dones, volvió al Imperio de donde nunca debía de haber salido para desempeñar cargos de gran responsabilidad dentro de la corporación como presidente en 1923, 1928, 1932 y 1944 vicepresidente 1930 y1931

jefe de abastos 1928, hasta que tuvo que dejar su intensa labor de servicio al Imperio Romano ya que por moti-vos de trabajo tuvo que trasladarse a la vecina localidad de Osuna, donde fue a desempeñar un alto cargo bancario desde 1927 hasta 1957 año en que se jubiló después de treinta años llenos de los mejores éxitos en su puesto.

En el año 1929 se le dedicó el pasodoble El memorable de Mariano San Miguel. Fue nombrado Capitán del Imperio Romano en el año 1935, tras cederle el puesto Agustín del Pino,

Juan del Pino García-Hidalgo

A.C. Archivo del Imperio Romano

Reglamento de 1.923 de la corporación Imperio Romano Articulo 45.- <<La Corporación, en la calle, estará regida por el Capitán y de-más Jefes, según el departamento que ocupen, estando formados en el orden siguiente:1º Escuadra de (gastadores, bajo el mando de un cabo) 2º Bandas de Tambores, Cajas y Música 3º Capitán 4º Escuadra de Centurias 5 º Bandera escoltada por cuatro Jefes 6º Cuerpo de Lanzas al mando de los Jefes restantes>>

Viernes Santo, 15 de abril de 1960

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cargo que desempeñaría hasta su fallecimiento en 1965, como él mismo decía en una entrevista que le concedió al recordado cronista oficial de la villa D. José Arroyo Morillo en 1959...

<<He sido y soy Capitán y lo seguiré siendo mien-tras mis piernas me lo permitan y un hálito de vida que-de en mi. Cuando el Jueves Santo entramos por la calle Contralmirante en nuestra primera salida de cada año y después cuando bajamos entre dos luces por la calle Aguilar; es tan grande mi emoción y mi alegría que qui-zás en estos dos momentos estribe la receta de la forta-leza física y salud a prueba de bombas que me asiste durante todo el año. Disfruto tanto al frente de mis Legiones que me considero el hombre más feliz de la Tierra en los días de la Semana Ma-yor y todo el resto del año al pensar en el si-guiente.>>

Su mandato como capitán estuvo significado por el orden y la puntualidad era un hombre con una personalidad muy fuerte muy seguro de sí mismo con un espíritu alegre, una figura esbelta y erguida con un porte distinguido de gran señor que hasta cuando no vestía el flamante traje ver-de bordado de capitán no podía desprenderse de su atributo de capitán, jamás faltó a una Diana, gran devoto de Jesús Nazareno.

Las visitas que el Imperio Romano hacía en aque-llos tiempos eran en Miragenil en casa de Juan Jiménez, después en las Bodegas Campos, ya en la otra orilla del Genil en su casa donde está el colegio de la Compañía de María hasta 1904, después en casa del gran manante-ro Agustín Beltrán que estaba donde actualmente están Los Caminos después al Verde Limón etc.

En 1961 la corporación acordó otorgarle la Medalla de Oro junto con Fernando Estrada García Hidalgo en una comida homenaje a celebrar el Lu-nes Santo de 1962 a la que asistieron las esposas de los hermanos romanos y en la cual se le dedicaron sendos pa-sodobles titulados El capitán decano y Presidente a Fernando Estrada, el ho-menaje fue todo un acontecimiento la Medalla de Oro del Imperio se la impu-sieron sus respectivas esposas ante una nutrida representación de Puente Genil, la presidencia la formaban además de los miembros de la junta directiva del

Imperio Romano, el párroco de San José Don Celes-tino Martínez Morante, capellán del Imperio el Rvdo. P. Andrés Orellana, presidente de la Cruz Roja local, don Juan Labrador Acosta miembro también de la cor-poración, el portavoz del Imperio don Calixto Doval Amarelle.

Falleció el día 26 de enero de 1966 en Puente Genil y su entierro fue todo un acontecimiento acompañado por prácticamente la totalidad de la corporación inclui-do el grupo de música los cuales a los sones de algunas marchas acompañaron la despedida del Capitán Triun-fal como lo definió Arroyo Morillo.

La huella que don Juan Pino García Hidalgo dejó a su paso por el Imperio fue tan profunda que la corpora-ción en pleno acordó elevar un escrito al Ilustre Ayunta-miento, solicitando que la calle Casares donde se ubica el cuartel del Imperio pasara denominarse Imperio Ro-mano: Capitán Juan Pino en recuerdo de su Capitán.

Entierro de Juan del Pino

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ue el 1 de diciembre último, festividad de san Eloy -y sábado por más señas- cuando a media mañana recibí una llamada por teléfono de Javier Marta López, nuestro cofrade mayor, para pedirme

escribiese, en nombre de la Cofradía, un artículo con el que colaborar en la revista de Semana Santa. Uno, que en esas fechas tiene el pensa-miento más puesto en la Pura y Limpia Concepción que en los dolores de María Santísima y más en Belén que en Jerusalén, acatando el supe-rior mandato, asumió el encargo y comenzó a hacer malabares mentales sopesando el escaso margen de tiempo que se me daba -¡siempre con las dichosas prisas!- ya que la colaboración era requerida para mediados del

Fco. Javier Reina Jiménez.Vicecofrade Mayor

otro óleo de nuestro Patrón fechado en 1861 e igualmente pintado por Juan Montilla? Realmente, con todo este material, ya veía solucionado el fondo del artículo… ¡y cumplido el compro-miso! -No se hable más –me dije. Para rematar la faena se buscan unas foto-grafías de estos cuadros que sirvan de acompañamiento al texto y listo.

Pero claro, la mente -que es muy puñetera- empieza a dar vueltas y hete ahí que surge la reflexión… ¿y no voy a acordarme de aquellos hermanos que

La Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno

mismo mes. Evidentemente, eso me obligaba a pensar de inmediato en el tema a desarrollar y, casi lo más importante, a sacar tiempo de donde no lo hay cuando andas metido en mil asuntos; tanto más, si tu mayor preocu-pación en ese momento se centraba en cómo enfocar la redacción de un cuento de Navidad, o pensar en la nueva distribución del Nacimiento que –no sé por qué diantre me meteré en tantos líos- debía comenzar a montar en la corporación a mis hermanitos de Las Negaciones.

En estas cábalas andaba yo entretenido, a ratos, ese primer sábado de diciembre en el que de vez en cuando pensaba… ¿debería reflejar en el ar-tículo –el que ahora estas leyendo- la labor de restauración y conservación que de su patrimonio histórico-artístico está llevando a cabo la Cofradía? No en vano, últimamente se habían acometido una serie de proyectos muy importantes de restauración como el de la pintura intitulada El Concilio que ya cuelga en el cuartel de las Cien Luces en perfecto estado, o los también iniciados -con el asesoramiento de nuestro paisano licenciado en Bellas Artes, José Manuel Cosano Cejas- expedientes de restauración tan-to del óleo de grandes dimensiones conocido como El Pasmo de Sicilia, pintado a encargo de la Cofradía por Juan (Ximénez de) Montilla y Mel-gar en 1869, como de la talla en madera estofada y policromada de San Cristóbal, de autor anónimo pero de muy buena hechura, ambas piezas ubicadas en la iglesia de Jesús Nazareno. Además ¿no se había incremen-tado recientemente este patrimonio con la importante donación realizada por el difunto pontanés afincado en Madrid, Manuel Chacón Melero, de

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ya han partido a la casa del Padre y nos animan y alien-tan desde el descanso de Dios? ¿Del gran Manantero Ejemplar que fue nuestro hermano Enrique Reina Del-gado, para mi tan querido y cercano por tantos lazos de unión creados durante los muchos años compartidos en la Cofradía de Jesús y en las Cien Luces, a las que tan bien supo servir? y ¿cómo no habría de recordar esa media vida junto a él en la Hermandad de Ntra. Sra. de los Desamparados, de la que durante 30 años fue su fiel y entregado tesorero? ¡Qué poco se ha llevado con su hermano José Reina Delgado, farmacéutico jubilado en Vélez-Málaga, falleci-do apenas unos meses antes! Y es que José Reina no sólo regaló a la Cofradía la edición completa de su libro de poemas Sonetos de Pasión y Saetas, sino que siempre se acordó de su Terrible a lo lar-go de la obra poética escrita durante su vida, expresándole en todo momento el amor y la devoción que sentía ha-cia la bendita imagen de Jesús que desde si-glos se venía veneran-do en el Puente Genil de sus amores y al que ya había dedicado en exclusiva el primero de sus libros, Sonetos a Jesús Nazareno. ¿Y cómo olvidarse de An-gelín García-Hidalgo, siempre atento y dis-puesto, desde la Villa y Corte, a servir a nues-tra Cofradía, con cuya túnica quiso ser amortajado? ¡Ay, benditos sean tantos pontanos nazarenos ausentes!

Pero llegado a esta altura, ahora sí que se me plan-teaba un gran dilema: ¿en cuál de los dos asuntos me centraba?

Por otro lado, una duda me atenazaba, ¿iba a dejar pasar la ocasión de hablar de la vida de hermandad? pues me acordaba de mis hermanos bastoneros y de los gratísimos momentos compartidos allá en el mes de

noviembre, en la tercera edición de esa magnífica cena que se celebró en compañía de las esposas en las Cien Luces, en donde pudimos escuchar tanto los pasodobles interpretados por los músicos del Imperio Romano, ca-pitaneados por la caja del venerable Andrés Solís, como las personalísimas saetas de nuestro hermano Juan Roa “Caneco”, que nos supieron a gloria, o la canción Gra-nada, del compositor Agustín Lara, en la cuidada y por-tentosa voz de María Elena Velasco. Además ¿cómo no hablar de nuestras juntas de bastonería o de las intensas emociones que vivimos cada Viernes Santo llevando

a Jesús por nuestras ca-lles? Y de cómo ese día, bajo el varal, el sacrifi-cio que uno le ofrece, la fraternidad que se res-pira, el valor de sentir el peso de la devoción sobre el hombro, serán experiencias únicas que nos acompañarán el res-to del año. La oración se transforma entonces en algo físico, tangible y se traduce en esfuer-zo humano cargando -¡qué gran paradoja!- a quien es Amo de todas las cargas y nuestra plegaria se vuelve dul-ce emoción al sentir la paz de su mirada y vernos convertidos en alfombra de sus pasos. Sí, -la verdad sea di-cha- la idea de hablar de los bastoneros me estaba gustando una “jartá” y quizá debería dedicarle a ellos todo el artículo...

¿Y por qué no resalto de camino la labor constan-te y callada de nuestra Camarera?, bueno, nuestra, sí, ¡pero ante todo de Jesús Nazareno!, que para ella Jesús es lo más grande y sólo tiene ojos para Él. Lo que pasa es que como se me ocurra poner aquí su nombre me ten-go que perder del mapa, así de prudente es, prefiriendo estar en el anonimato todo el tiempo. Y son personas como ella, como tantas hermanas y hermanos anónimos que trabajan, quieren y colaboran con la Cofradía y por

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su Nazareno, las que te hacen fuerte en la fe y te alientan en el servicio al Terrible, que ha de reflejarse, forzosa-mente, en la caridad con el prójimo.

¡Ufff…! Conforme las ideas se me iban acumulan-do en caótico revoltijo, me daba cuenta que cada vez tenía más complicado el escribir este artículo.

Para colmo, ¡el “Cofrade” había depositado su con-fianza en mi! ¿Cómo no nombrarlo en estas líneas? Tam-bién es casualidad que este año, precisamente, se haya producido en Jesús Nazareno una de las coincidencias más singulares que se hayan dado –que yo sepa- o pu-dieran darse en alguna de nuestras cofradías, pues los hermanos –de cofradía y de sangre- Ja-vier Marta, Pepe Marta y Manolo Marta López Jiménez, han resultado ser en 2008, el Cofrade Mayor, Hermano Ma-yor y Ayudante del Te-rrible, respectivamente. Todo un privilegio del que tan orgulloso debe estar sintiéndose el gran Cofrade Mayor de Jesús Nazareno que fue su recordado padre.

Bueno ¿y qué decir de Fray Arcángel Man-zano Rodríguez, reli-gioso franciscano muy querido desde los tiem-pos en que los frailes menores enriquecían espiritualmente la Villa con su presencia y en-señanzas? Fray Arcán-gel, recién nombrado guardián del convento de la vecina Lucena y capellán desde hace años de los pontanos que residen o laboramos en Sevilla, tan vinculado a esta tierra y a todo lo pontanés, será -a petición de Pepe Marta; nues-tro Hermano Mayor y flamante pregonero de la Tertulia de Cuaresma Pontana en Sevilla- el predicador del qui-nario y función de Jesús.

Desesperaba ante la avalancha de datos y posibili-dades que se cruzaban en mi cabeza y decidí consultar con la almohada a ver si un rayo de luz arrojaba un poco

de claridad y me permitía ordenar un poco mis ideas de manera que pudiera culminar con éxito la colaboración para la revista de la Agrupación de Cofradías.

Llegó la mañana siguiente del 2 de diciembre –do-mingo para más señas- y como día del Señor, hacia su casa en la alta cumbre del Calvario dirigí mis pasos.Como podéis suponer, yo estaba hecho un mar de du-das y vivía –como la santa abulense- sin vivir en mí. ¿Qué hacer? ¿Con qué tema me quedo? ¿Cómo enfoco el artículo? Postrado ya frente al altar de nuestro Patrón bendito y mirando el cuadro de San Paulino que ocupa

el testero derecho del presbiterio, recordé la valentía de la marque-sa viuda de la Puebla de Obando, doña Celia Méndez y Delgado, de la que en 2008 se cum-ple el centenario de su muerte y que fue la do-nante a la Cofradía del cuadro que ahora con-templaba. Celia Mén-dez, que estaba empa-rentada por vía materna con familias pontanas, tras la defunción de su esposo don Paulino Fernández de Córdoba y Vera de Aragón cuan-do ella contaba sólo 30 años, lo deja todo para seguir a Dios y fundar con ayuda del beato Marcelo Spínola, la Congregación de Escla-vas del Divino Corazón, adoptando el nombre de Madre Teresa del Divi-no Corazón y viviendo el resto de sus días de-

dicada a afianzar las diversas fundaciones realizadas. Sacado de estas reflexiones por el repicar de la

campana y mirando hacia el camarín de Jesús Nazare-no, sólo se me ocurrió pedirle al Hijo del Eterno Padre que nos haga hombres y mujeres valientes, consecuen-tes y comprometidos con su mensaje evangélico en la sociedad que nos ha tocado vivir, y si no era abusar mucho, que me echara un cable para cumplir con el encargo de este artículo.

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a Cofradía del Santo Sepulcro, dada su antigüedad e importancia den-tro de las cofradías de Puente Genil y de su relevancia dentro de la misma al pertenecer a ella las personas más relevantes de la Villa, es la primera cofradía que cuenta con casa propia para guardar los

enseres de la misma, no como casa - capilla, como actualmente se definen este tipo de edificaciones, más artísticas en su fachada, si bien para el uso que iban destinadas era guardar principalmente la hermosa urna procesional de madera tallada y dorada con inclusión de pequeños espejos y ángeles pasionistas en los extremos.

La urna dorada se encontraba durante todo el año expuesta en la sacristía del convento de la Victoria durante los primeros años del siglo XX, se puede observar perfectamente la puerta de salida a la calle Capitán de Corbeta Reina Carvajal en el arco de acceso tapiado donde hoy se encuentra una ventana dado que por aquellos años no había ninguna comunidad de religiosos en el edificio. Una vez instalados nuevamente los franciscanos en el edificio en el año 1922 tienen las molestias propias de tener la sacristía ocupada con la urna pero en los primeros meses del año 1925, el Superior de los Franciscanos manifiesta deseos de que se desalojara la sacristía y propone un cambio, para que se traslade la urna al final del edificio, en los patios que hacen ángulo a las calles Guerrero y Victoria ( actual Capitán de Corbeta ) por las dimensiones del lugar , altura, ventilación y decencia tal y como se encontraba no reunía las condiciones nece-sarias. La Cofradía había recurrido a las señoras de Ariza ( conocidas como las señoritas Ariza ), benefactoras de la Cofradía en unión del cofrade honorario D. José Estrada Muñoz y del secretario de la Hermandad D. Manuel Estepa Car-vajal para construir a sus expensas “ un local apropiado en esbeltez y anchura, para contener la urna del Sepulcro y accesorios del mismo, independiente del convento de los Frailes a fin de no causarles molestias en los días en que se arma y desarma el paso y a la salida y entrada de la procesión, como venia ocurrien-do desde su establecimiento en referida ermita, prometiéndoles que para que el proyecto resultara más económico y viable para su realización, la Cofradía cos-tearía las puertas para el edificio con las dimensiones necesarias para que el paso pudiera salir y entrar a hombros de los individuos que lo conducen “.

Las obras serán costeadas por las Sras. de Ariza, y realizadas por su maes-tro de obras José Rey Luque, las puertas fueron realizadas por los señores Cabe-llo y Pérez de la localidad de Puente Genil.

Durante ese año de 1925 fallece la señorita Carmen de Ariza y Estrada, y se hace constar en cabildo que había sido Presidenta fervorosa y constante benefac-tora de la Hermandad.

En el cabildo extraordinario del quin-ce de noviembre del año 1925, en el punto segundo del orden del día se propone que como gratitud de esta Cofradía del Sepul-cro, se dedicaran unas solemnes honras fúnebres a su memoria en la parroquia de Ntra. Sra. de la Purificación el día 29 de enero del año 1926.

El solar fue cedido para la construc-ción por el cuarto conde de Casa-Padilla D. Carlos Padilla y Fernández- Gallegos, no se realizó escritura pública en su tiem-po de la donación, por lo que ha sido el actual conde Carlos Ruiz Padilla quién ha otorgado la escritura de donación realiza-da por un antepasado suyo, con lo cual, la Cofradía en cuanto se lo permitan las per-misos necesarios, planos y demás y reúna los fondos necesarios comenzará la nueva remodelación de la nueva capilla, que per-mitirá conservar el rico ajuar que esta Co-fradía posee y que se ha ido incrementando en el transcurso del tiempo.

En algunas revistas de Industria y Co-mercio de los años cincuenta se reproduce una antigua fotografía, con muy poca cali-dad y que al principio me costó reconocer el lugar, representa la Urna del Sepulcro con el Señor, preparada para salir en pro-cesión, en una sala decorada con grandes cuadros, representa la sacristía de los Frai-les, los cuadros fueron destruidos duran-te la Guerra y la decoración de la misma cambió por completo, hasta que pude iden-tificar el lugar correctamente.

La Capilla de la Hermandad del SepulcroAntonio Illanes Velasco.Cronista Oficial de la Villa.

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Sigamos de frenteAntonio Jesús Maíz LópezSegundo capataz de la Hermandad del Calvario

iempre he dicho, desde que estoy en este mundo del “martillo y la trabajadera”, que tanto el capataz como el costalero y

también los contraguías, deben de presentar unas aptitudes y unas cualidades que no todo el mundo posee ni entiende. En mi cortísima experiencia de-bajo y delante de los pasos he podido comprobar la abundancia de buenos sentimientos y el derroche de facultades que muchos derraman entre los cuatro faldones, haciendo de ese espacio desconocido para tantos, un manantial abundante de verdadera hermandad y amistad. Un capataz debe exigir sin lugar a dudas unas ciertas cualidades a los hermanos costaleros que conformen su cuadrilla, responsa-bilidad, disciplina y capacidad de sacrificio por encima de todo, La fe y la devoción son los aspectos más importantes, pero son tan personales que el capataz debe de permanecer al margen de ellos y dejar que el mismo cos-talero los exprese de la forma que el crea más conveniente. Todos estos aspectos se refieren a normas nunca escritas que el capataz debe de hacer llegar a todos y cada uno de sus costaleros; el carisma, la cercanía, la amis-tad, la confianza, serán sus armas para que el costalero se sienta desde el primer momento íntimo amigo de su capataz, la complicidad entre el capa-taz y sus costaleros debe de ser máxima. El capataz, en el transcurrir de los ensayos, debe ir impregnando a su cuadrilla de unas maneras y un estilo, la forma de fajarse, de hacerse y colocarse el costal, de colocarse debajo del paso, el comportamiento fuera y dentro de él, y el estilo de levantar, de an-dar, de arriar, de interpretar la música y entenderla, y mientras tanto sin que el costalero lo perciba se irá fraguando una gran familia, se irán amarrando grandes lazos de amistad que harán una verdadera cuadrilla de HERMANOS COSTALEROS. Pero la labor de un capataz se queda incompleta o vana si al paso de unos años relaja su trabajo y sus objetivos, pues las cuadrillas son un ir y venir de nuevos hermanos que deben de ser integrados para que el estilo no se vea alterado en ningún momento.

Todo lo que hasta el momento he intentado explicar y aclarar es de suma importancia desde mi punto de vista, pero hay algo me lleva últimamente muy ocupado siendo ahora para mi una prioridad; la salud y la seguridad de los costaleros debajo de los pasos. En mi corta experiencia me he docu-mentado y he asistido a conferencias y congresos con la salud del costalero como tema principal, como el “PRIMER CONGRESO DE CAPACES Y COSTALEROS DE CORDOBA” celebrado en el Salón de Actos de la Di-putación de Córdoba en enero de 2004 y donde participaron médicos, capa-taces de muy dilatada experiencia, preparadores físicos, etc. El pasado año más concretamente el 24 de febrero en el IES Manuel Reina y gracias a la Hermandad de la Santa Cruz, se celebró también un Curso Teórico-practico para capataces y costaleros, en él intervinieron D. Antonio Manuel Santia-

go Muñoz, afamado capataz sevillano y Doctor en Medicina y Cirugía que nos presentó la conferencia Incidencias del Trabajo del Costalero en el Organismo. El arte de no lesionarse. Después la Fi-sioterapeuta. Master en Neurorehabilita-cion por la Brunel University, of London y creadora-coordinadora del “Centro de Atención al Costalero de Sevilla y Gra-nada”, Doña Montserrat Altemir Lara, nos dio una gran lección de anatomía y comportamiento postural bajo el paso con su ponencia titulada “¿Como Pre-venir Hormigueo ó Parestesias en los Costaleros?”. Ya por la tarde Javier Prie-to Moreno docente Ingeniero Técnico y miembro del equipo de Antonio Santia-go nos impresionó con su clase práctica.

Aunque fue una pena la escasa asis-tencia de costaleros, para los allí presen-tes fue un punto de partida en el tema de la previsión del riesgo bajo los pasos, conllevando esto a la misma vez un ma-yor disfrute del trabajo como costalero.

Desde aquí quisiera hacer un lla-mamiento a todos y cada uno de los que formamos el mundo del “martillo y la trabajadera” para que tengamos en cuenta los riegos que conlleva meterse debajo de un paso y para que de alguna forma empecemos a trabajar por dismi-nuir todos esos peligros y seguir así dis-frutando todos del maravilloso ambiente de una cuadrilla sana.

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n este año de 2008 se cumplen cien de la llega-da a Puente Genil de la imagen del Señor Ama-rrado a la Columna, efeméride que se ha hecho coincidir con la conmemoración del CUATRO-

CIENTOS CINCUENTA ANIVERSARIO de la primi-genia Cofradía de la Veracruz, cuya datación es anterior a la fecha de 1558.

Efectivamente, la hoy intitulada como Cofradía de Nuestro Padre Jesús Amarrado a la Columna y Nuestra Señora de la Veracruz es la legítima e ininterrumpida heredera de aquella legendaria Hermandad de los dis-ciplinantes que se denominó de la Sangre y que el pue-blo advocó con el nombre de “Valientes”. La del Jueves Santo de siempre. La del color morado. La que hunde sus raíces, históricas y devocionales, en los cimientos religiosos de La Puente.

Como en los diversos actos, que se viene celebran-do desde el pasado mes de septiembre, se han abordado aspectos históricos y documentales de la Cofradía desde su fundación, voy a tratar en este extenso artículo –en mi cita sagrada con la revista anual de la AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS- una aproximación, para general co-nocimiento, a la iconografía de sus imágenes titulares.

Para tener una panorámica más o menos correcta, voy a presentarlas de una manera cronológica haciendo constar que al carecer, en la mayoría de los casos, de una documentación precisa nos movemos en el terreno –siempre resbaladizo- de las hipótesis deductivas. En cualquier caso la fuente inagotable son los “APUNTES HISTÓRICOS DE LA VILLA DE PUENTE GENIL” (1874) de los insignes pontanenses Agustín Pérez de Si-les y Antonio Aguilar y Cano. (1)

Los dos testigos remotos sobrevivientes de los orí-genes de la Cofradía –conservados como oro en paño

en la ermita– son el cuadro de los Disciplinantes y la imagen del Cristo de la Sangre.

EL CUADRO DE LOS FLAGELANTES

Se trata de una auténtica reliquia que avala y acre-dita, enmarcándola en la historia, el origen de la Co-fradía de la Veracruz. De otra parte somos depositarios de uno de los escasísimos testimonios conservados en España de lo que fue práctica común en estas cofradías –denominadas de “sangre”– en base a la rigurosa peni-tencia de azotes que sus hermanos, públicamente, se au-toinferían tanto en la procesión del Jueves Santo como en otras de rogativas.

Expuesto en la ermita, se ubica en la nave de la epís-tola, frontal al altar mayor. Se sabe que, originariamen-te, fue de mayor tamaño mutilándose para enmarcarlo

Iconografía de la Cofradía de la VeracruzJuan Ortega Chacón.Pregonero 1994.

Foto I

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más suntuariamente (medidas actuales 1.73 x 1.18) tal como hoy lo encontramos. Por las actas de la Cofradía, sabemos que se salvó del expolio de la ermita en 1936, al ser trasladado, previsoramente, a lugar seguro.

De autor desconocido, representa y documenta la procesión de flagelantes de la Cofradía. Éstos aparecen tras la imagen central de un Crucificado identificable –aunque no iconográficamente- con el de la Sangre. Tan-to por el tema representado como por su sentido icono-lógico pudo ser obra de un fraile o hermano aventajado en las artes pictóricas. De rasgos arcaizantes pudiéramos encajarlo en el tardomanierismo por su acusada simetría y el canon alargado de algunas figuras. La composición se nuclea en torno al Crucificado –sobre cruz arbórea con nudos– en actitud agonizante y cabeza aureolada y de proporción muy superior a los flagelantes. Éstos aparecen en fila –con túnicas blancas y descubiertas las espaldas– encabezados por una cruz, sobre un paisaje idealizado en el que se aprecia una ermita o palacete en cuya puerta aparece un personaje principal, vestido a la usanza del siglo XVI. Se advierte una transposición ale-górica de personajes pasionistas como Longinos o las tres Marías. Por sus características pudo ser ejecutado a finales del siglo XVI o principios del XVII. (2)

Salvado providencialmente de la destrucción en 1936 se encontraba en muy avanzado estado de dete-rioro con ocultación pictórica y mutilaciones. La Aso-ciación “Amigos de Puente Genil” acometió en los años noventa del pasado siglo el firme propósito de restau-rarlo, recavando fondos para ello y encomendándoselo al excepcional artista y acreditado restaurador pontanés José Manuel Cosano el cual, tras realizar un minucioso estudio previo, realizó una rigurosa restauración para devolverlo a su estado primitivo, siendo devuelto a la ermita mediante acta notarial el veintisiete de Julio de 1995. Gratitud permanente deberemos a los “Amigos de Puente Genil” y a tan preclaro artista que nos permiten seguir contemplándolo. (Foto I)

EL CRISTO DE LA SANGRE

Se trata, probablemente, de la imagen más an-tigua de cuantas se exponen al culto en Puente Genil. Aunque pudo existir otra anterior –de menor tamaño- este crucificado fue el titular primigenio de la Cofradía de la Veracruz bajo la advocación de Cristo de la San-gre, tanto porque fue genérico en estas cofradías como por su significado alegórico: Cristo derrama su Sangre para redimir a la Humanidad. Por analogía, se identifi-caba, plenamente, con la cruenta penitencia de azotes hasta hacer brotar la sangre, que los hermanos efectua-ban en la procesión del Jueves Santo y otras rogativas. En el caso de nuestro pueblo tenemos datos históricos de que esta ceremonia tenía lugar en la Plaza de Lara manteniéndose hasta alrededor de 1780 al proscribirse por Real Decreto del Rey Carlos III.

Desde el punto de vista iconográfico se trata de una imagen de Cristo crucificado, ya muerto. Es profun-da y visible la llaga del costado derecho por la que mana abundante sangre como si quisiera reforzar su advoca-ción. El cuerpo presenta suave modelado, sin profusión de hematomas, cubriéndose con un tosco perizoma, claramente destinado para ser recubierto con faldellín. Frente al somero trazado del cuerpo contrasta la serena dulzura de cabeza y rostro, mucho más trabajados. En cualquier caso, se trata de una imagen piadosa en la que el sentido iconológico supera al iconográfico y el plano devocional al artístico. (Foto II)

Pudo ser realizado en el último tercio del siglo XVI y, por las características de su factura –asimilable a un manierismo muy en la austeridad de la Orden de San Francisco- no es descartable que fuera esculpido por alguno de los frailes aventajados artistas.

Foto II

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Una de las singularidades de esta imagen –que al tiempo certifica la época- es las características de los materiales de su hechura. Se trata del denominado pa-pelón, materia que la podemos encontrar en imágenes coetáneas como la del Cristo de la Humildad de Sevilla o el Jesús del Calvario de Montalbán con las que pre-senta similitudes. El “papelón” era una mezcla de colas, papel y otros aditamentos que se remodelaba con yeso, policromándose posteriormente.

Los “Apuntes Históricos” fijan la fecha de 1675 como la de su depósito en la ermita de la Caridad donde se veneraba en la fecha de la publicación (1874). En ellos se afirma que tuvo “luz perpetua” por memoria fundada en 1684 por el Li-cenciado Esteban Ximénez. También se describe su altar –calificándose como “escul-tura de pasta de poco mérito”- en el que oficiaban lo que se llamaba “memoria de misas” para los presos de la cárcel contigua. Este acendrado ca-rácter devocional explica el que fuera donada a la Caridad al sustituirla en el siglo XVII por el denominado “Cristo de los Valientes”.

Cuando se cerró al cul-to la ermita de la Caridad, imágenes, retablos y objetos de culto fueron repartidos, la mayoría a la parroquia de la Purificación. Este históri-co Crucificado, junto a una Dolorosa –la actual de la Ve-racruz- fueron llevados a la capilla del cementerio muni-cipal en el que se iniciaron las inhumaciones en 1929, trasladándose enterramientos del clausurado de Jesús Nazareno. Allí permanecieron. Tanto el que esto escribe como numerosos observadores lo pueden testificar.

A finales de los años sesenta se remodeló la capilla adquiriéndose un nuevo crucificado (que por cierto fue el primer titular de la Cofradía de la Buena Muerte al que le hemos perdido el rastro) arrumbándose en unas dependencias de la iglesia del Dulce Nombre.

En la Cuaresma de 1973 el Padre Luque Reque-rey –gran cofrade y experto en arte que predicaba el

Quinario de la Virgen de las Angustias- con un grupo de hermanos, en una visita coyuntural los descubrieron, siendo rescatados y devueltos al culto.

Con el apoyo de toda la Cofradía y especial empe-ño de su subcofrade –mi inolvidable padre, Juan Ortega Melgar- se procedió a una superficial restauración que realizó –reencarnándola de nuevo, lo que ocultó la po-licromía original- el pintor pontanés Domingo Bordas Esojo, en 1978, por un importe simbólico de veinticinco mil pesetas. Bajo un modesto dosel se repuso al culto en la Veracruz en la Cuaresma de 1979. (Foto III)

Este año de 2008, tras leve restauración e introni-zado en una nueva y artística cruz –diseñada por José

Manuel Cosano y tallada por los hermanos Esojo-– ten-dremos la ocasión, histórica, de poder contemplarlo en las calles cercanas a la ermita en devoto Vía crucis que tendrá el Viernes de “Pan y Peces”.

LAS IMÁGENES DEL ES-CULTOR FREILA: UNA INCÓGNITA

Introduzcamos una es-pecie de paréntesis en la se-cuencia temporal descriptiva de las imágenes titulares de la Cofradía.

Ya hace años, en 1993, en la revista “ALTO GUA-DALQUIVIR” que en Se-mana Santa edita Cajasur, me llamó poderosamente la atención un artículo titulado “Cordobeses en el recuer-

do. Imagineros de los siglos XVI y XVII”, firmado por Rafael Mariscal Martínez. Entre otras dataciones apa-recía un Pedro “Fraile” (sic) Ladrón de Guevara, escul-tor. Junto a un breve perfil biográfico documentaba, en 1635, un Cristo Amarrado a la Columna para el Pontón de Don Gonzalo. La fecha temprana de ejecución y la ausencia de noticias al respecto me llevaron a descar-tar –cosa en la que me ratifico- que fuera encargo de la Cofradía.

Más adelante, aleatoriamente, comprobé que el nombre era erróneo y que el verdadero era PEDRO

Foto III

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FREILA, escultor barroco y arquitecto, nacido hacia 1580 en Freila –cerca de Guadix, en Granada- pero asentado en Córdoba a partir de 1607, donde se casó y trabajó en multitud de obras, tanto en la retablística como en la imaginería, extendidas por toda la provincia y otras de Andalucía. Sus éxitos le llevaron a ser nom-brado Maestro Mayor de Obras y del Obispado en la S. I. Catedral.

En el flamante libro editado por la Cofradía de Je-sús Nazareno en 2003, un documentadísimo trabajo del catedrático de Arte, Villar Movellán, nos acerca a Pedro Freila en una relación estrecha con Puente Genil aso-ciado al pintor Andrés Fernández, a los que documen-ta la imagen del Santo Entierro en 1622. El profesor Villar formula la hipótesis de la posible autoría de Freila de Jesús Nazareno lo que resulta significativo, aunque clara-mente contradictorio respecto a otras opiniones.

En el mensuario local “El Pontón” de Marzo de 2007, mi buen amigo, ejemplar co-frade, experto en temas his-tórico-cofradieros y pontanés de pro, Emilio Reina Gimé-nez publicó un interesadísimo artículo –“Imágenes para La Puente”– en el que citando a D. José Valverde (Boletín de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla) aparecen, con toda precisión, los contratos de Pe-dro Freila para la ejecución de dos imágenes para el entonces Pontón de Don Gonzalo.

La primera de ellas se trata de un crucificado, con su cruz, de dos varas de largo (alrededor de 1.66 metros) y encarnado por Andrés Fernández. Se precisa su entrega para junio de 1622. Lo encargó Francisco López, regi-dor de la Villa, que aparece en el contrato de la imagen del Santo Entierro. De otra parte el año 1622 es en el que se afirma llega la de Jesús Nazareno y la del Sepul-cro. Al hilo de ello se nos ocurren estos interrogantes: ¿pudo ser el mismo autor en tan corto intervalo de tiem-po? Y otra, si aparecen estos contratos ¿por qué no el del Nazareno cuya autoría se presupone?

Y en relación al tema que tratamos, ¿fue éste el cru-cificado que sustituyó al de la Sangre como titular de la Cofradía de la Veracruz?

La segunda obra documentada de Pedro Freila para Puente Genil es más tardía, de 1635: el Cristo Amarra-do a la Columna que antes reseñaba. Lo contrata un tal Juan Guerrero, también con dos varas de alto con una columna de una vara y de color jaspe.

Nada sabemos de esta imagen ni tiene nada que ver con la que la Cofradía encargó más adelante como titular. Debió de tratarse de un encargo particular que incluso –así se determinaba en el contrato- pudo no ser del agrado de los contratantes.

EL DENOMINADO CRISTO DE LOS VALIENTES

Al avanzar el siglo XVII fue común en numero-sas cofradías –acentuado el dramatismo barroco en las procesiones de Semana San-ta- sustituir las imágenes de papelón –muy piadosas pero algo toscas- por otras de ma-dera, talladas, mucho más realistas y expresivas.

En esta línea la Cofradía de la Veracruz debió adoptar el acuerdo de retirar al culto interno al crucificado de la Sangre realzando el proce-sional con una nueva imagen de talla. Ignoramos la fecha, iconografía y si ha podido llegar a nosotros o, desgra-ciadamente, como parece, se ha perdido. En cualquier caso fue titular durante más de un siglo apareciendo con la ad-vocación popular de Cristo de

los Valientes en alusión a las duras penitencias de sus hermanos.

Tres hipótesis podemos abrir para, deductivamen-te, ir a su encuentro. En cualquier caso la sustitución parece claro que se efectuó con anterioridad a 1675 ya que en esta fecha sitúan los “Apuntes Históricos” la do-nación del crucificado de la Sangre a la Caridad. Hemos de suponer que para esta fecha –aunque siguiera vigente la devoción – ya había tomado cuerpo, en la Veracruz,

Foto IV

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la nueva talla.La primera sería de tipo especulativo: ¿fue éste el

crucificado de Freila que antes reseñábamos? Es una posibilidad remota al carecer de datación ni de prueba fotográfica (esculpió uno para Luque que se conserva aunque muy restaurado). En los Apuntes Históricos (1874), sus autores con datos –contrapuestos– lo sitúan en la sacristía de la Parroquia de la Purificación. Tex-tualmente: “Está colocado en el frente principal, sobre el lugar en que se custodian los ornamentos”. También afirman que se utilizó en la ceremonia del Descendi-miento de la Escuela de Cristo…

Ignoramos su destino pudiendo, incluso, haber-se perdido en la Guerra o exonerado como otras imágenes y cuadros perdi-dos. En cualquier caso no pudo llegar a la parroquia antes de 1784 en que se sustituyó por el de la Co-lumna.

La segunda hipótesis, pasaría por considerar que fuera el de los Valientes el actual Cristo del Calva-rio. Salvo que pasara de la sacristía al baptisterio, creo debe descartarse. Por varias razones. La princi-pal el considerarse obra documentada, realizada en 1642 por el Licencia-do Sebastián Venegas. Era éste seguidor de la escuela sevillana de Mesa, advir-tiéndose en ella resabios arcaizantes. (3)

Lo conocimos, des-de niños, en la capilla del baptisterio de la parro-quia. Llegó a procesionar el Jueves Santo –entre 1943 y 1946- con la advocación de Cristo de las aguas en alu-sión a ello, hasta su consolidación como hermandad en la noche del Viernes Santo… (FOTO IV hacia 1950)

En los Apuntes Históricos se dice que tuvo altar en la Concepción “antes de trasladarse a la Parroquia”, afirmándose que se utilizó en el Descendimiento. Esto es firme ya que nos consta que en la restauración rea-lizada por el imaginero Francisco Berlanga en Sevilla, en sus largos brazos, aparecieron marcas evidentes del mecanismo utilizado en la mencionada ceremonia.

La tercera sería tangencial a la “Escuela de Cristo”, que era la que realizaba este auto del Descendimien-to en la tarde-noche del Viernes Santo. Ésta se fundó, primitivamente en el Dulce Nombre en 1673 pasando a la Caridad en 1690. Se afirma que también llegaron a utilizar el crucificado de los Valientes “que estaba en la Parroquia”. Esto nos hace pensar que nunca tuvieron imagen propia y que pudo extinguirse a lo largo del si-glo XIX.

En definitiva es una imagen que parece no haber llegado a nosotros; sin testimonios gráficos ni referen-ciales, por lo que la podemos considerar perdida.

LA PRIMITIVA IMAGEN DEL SEÑOR DE LA CO-LUMNA

En 1784 –irrevoca-ble el Decreto de Carlos III (1777) y consiguiente proscripción de los flage-lantes – la Cofradía, para no perder el carisma iden-tificativo de los azotes, decide simbólicamente, cambiar la advocación por la de Jesús Amarrado a la Columna, orientando su secular advocación al momento pasionista de la flagelación del Señor. Esto ocurrió en numero-sas cofradías de la Vera-cruz pero, a diferencia de las que con un criterio realista optaron por una iconografía escénica con sayones –flagelantes– la nuestra quiso resaltar la

majestad de Cristo presentándolo en un singular y va-liosísimo templete que en origen pudo ser Sacramental. Debió realizarlo, alrededor de estas fechas, el extraor-dinario artista lucentino Pedro de Mena y Gutiérrez (1714-1794) tallista, arquitecto e imaginero al que de-dicaremos un trabajo por su decisiva intervención en el patrimonio local.

Él mismo, en su taller –incluido su propio hijo, también escultor– o algún allegado pudieron esculpir la imagen, sin descartar a los escultores de la escuela antequerana (sobre todo Andrés de Carvajal) que por

Foto V

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estas fechas realizaron numerosos trabajos en la zona (Señor de la Columna de Estepa) con los que presenta concomitancias.

Porque, a diferencia de la anterior, de éste sí que te-nemos un testimonio gráfico elocuente que nos permite emitir opiniones más sólidas. (FOTO V)

En la fotografía que adjuntamos lo podemos valo-rar perfectamente colocado en el templete para proce-sionar. Debe ser de principios de siglo. Observándolo detenidamente se pueden advertir apreciaciones de in-terés documental. Así, llama poderosamente la atención el sudario, ricamente bordado y con largo fleco, que, aparte de propio de época, parece corregir el forzado escorzo de la escultura. Destaca un rostro muy varonil y es llamativo el grueso cordón –con hermosa perla– que le liga desde la cabeza a la columna, que se cubre con un paño. Esta columna resulta la única sobreviviente de esta Imagen ya que, con buen criterio, se le reintegró a la actual tras su restauración. Es lisa, de las denomina-das de jaspe y de orden dórico.

Cuando en 1908 se trajo la nueva imagen fue re-tirado del culto y al erigirse, en 1926, la capilla anexa al Asilo de Santa Susana fue transformado en “Ecce Homo”, con clámide, venerándose en la misma hasta su destrucción en los terribles disturbios de 1936.

LA IMAGEN ACTUAL

Ignoramos – al perderse en 1936 el archivo de la Cofradía – las razones que llevaron a la Hermandad y especialmente a su inolvidable Cofrade Mayor –mi tío abuelo D. Francisco Ortega Montilla – a sustituir la imagen titular anteriormente descrita por otra. Se nos ocurren dos: su mal estado o por motivos puramente estéticos. Particularmente me inclino por lo segundo, en base a las tendencias predominantes a principios del siglo pasado.

A diferencia de las anteriores, la imagen actual apa-rece perfectamente documentada en el libro de Miguel Romero “Semana Santa de Puente Genil” (1911) que lo resalta como acontecimiento reciente: “Obra de los es-cultores de Valencia Bellido”… “Llegó a Puente Genil el veintitrés de Marzo de 1908, bendecida el nueve de Abril del mismo año en el Ex-Convento de San Francis-co de Asís y llevada procesionalmente el Domingo de Ramos a la Veracruz”. (4)

A finales del siglo XIX, agotados los gustos neoclá-sicos y neoexpresionistas con los que algunos escultores intentaron revitalizar la imaginería, se imponen, frente a la personalizada artesanía de encargo, los denomi-nados TALLERES DE ARTE RELIGIOSO, tendencia que se mantiene tras la Guerra Civil por una urgente labor de reposición y bajos costes. Estos talleres, de una parte, producían no sólo imágenes sino elementos complementarios (bordados, tallas, ornamentos…) y de otra acogían y englobaban a artistas polifacéticos y ver-sátiles tanto en las artes mayores como menores. Esto significa que escultores e imagineros –en el asunto que nos ocupa– se diluyen en el anonimato al ser artífices, a sueldo, que realizan en comandita las imágenes –semi-seriadas sobre un modelo común– que luego se ultiman con ciertos toques “personales” que las identifican y di-ferencian.

Tres núcleos principales de estos talleres se conso-lidan en España casi monopolizando el “mercado” en una época, modernista y de vanguardias, en las que las artesanías se consideraron obsoletas: Cataluña, sobre todo los de Berga y Boada en Olot (Gerona) que acaba-rían siendo omnipresentes y en Barcelona Domingo Es-pelta (que realizó numerosos trabajos para Puente Genil y en concreto para la Cofradía del Santo Sepulcro). En Madrid, brilló con luz propia el dirigido por el Padre Fé-lix Granda, en el que se realizaron numerosas imágenes y pasos procesionales. Y Valencia donde, además de las aportaciones de Benlliure, crearon escuela imagineros como Pío Mollar, integrándose otros en los numerosos

Foto VI

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talleres.Este fue el caso del acreditadísimo taller BELLIDO

HERMANOS (o Hermanos Bellido) en el que llegaron a trabajar un buen número de artesanos de diversa índole (escultores, tallistas, pintores, doradores,…). También bordadores (seda y oro) y realizadores de todo tipo de enseres y ornamentos litúrgicos y procesionales. Dispo-nían de un amplio taller de restauración y desarrollaban técnicas como el estofado que llamamos “valenciano” y el dorado “a fuego”. Por el libro de actas de la Cofradía (1937-1959) sabemos que habían restaurado el valioso templete del siglo XVIII y realizado un repisón que se conserva.

Por la investigación llevada a cabo en Valencia, sa-bemos que este taller al igual que otros muy acreditados, estaban ubicados en el típico barrio de “El Carmen”, en el que primitivamente –en edificios precarios hoy rehabilitados– se asentaron los gremios del floreciente comercio de la seda y cría del gusano. Concretamente el de los Hermanos Bellido, junto a otros de escultura, estaba en la céntrica calle de Caballeros.

Todo este emporio de tradición y arte quedaría dra-máticamente arrasado como consecuencia de las trági-cas inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Turia (los días trece y catorce de octubre de 1957 –se han cumplido cincuenta años– en los que llegó a sobrepasar los cuatro metros).

Todo el barrio quedó asolado, arruinando totalmen-te al gremio. La actividad se desplazó a otra zona de la ciudad, orientándose al sector fallero.

Esta fue la suerte que corrió el Taller Bellido Her-manos, lo que nos impide una documentación, inventa-riada y precisa, de esta Imagen y de las otras realizadas para Puente Genil al perderse totalmente y extinguirse la producción.

Sí nos consta, que D. Paco Ortega era el agente en la zona de la mencionada Casa Bellido, y que a su muer-te le sustituyó su hermano Manuel y, posteriormente, su hijo Carlos Ortega Melgar. También están documenta-das la ejecución en estos talleres del grupo escultórico de la Virgen de las Angustias (1926), los sayones de Je-sús Preso (1930) y otras piezas menores en todos los casos con la gestión directa de D. Paco. Incluso, con posterioridad a la Guerra Civil, se adquirieron (contrato a nombre de Enrique Bellido) en 1941 y 1942 una nueva columna (similar a la destruida en 1936) y unos cordo-nes de oro y potencias sobredoradas para el Señor.

Estos datos, junto a lo antes mencionado, nos au-torizan a establecer que la Imagen del Señor de la Co-lumna se esculpió en el Taller de los Hermanos Bellido

entre finales de 1907 y comienzos de 1908, aunque des-conozcamos el nombre concreto del artífice o artífices que la modelaron. También que debió ser muy del agra-do de los cofrades porque abrió camino a posteriores encargos.

Con las características propias de la imaginería le-vantina (menos dramática que la castellana y más rígida que la andaluza), incruenta y excesivamente idealizada, nos encontramos con una Imagen piadosa que transmite serenidad y ternura, más que estricto sufrimiento. Re-presenta a Cristo en el momento de la flagelación total-mente erguido, mirando a los Cielos, con gesto reden-tor, como pidiendo perdón por los que le torturan. De tamaño natural, correcto y suave modelado, destaca el rostro de dulce expresión; barba bífida y cabellos muy bien resueltos, que caen por la espalda en bellos y en-sortijados bucles.

Si la visión frontal resulta poco “sufriente” la de la espalda, acardenalada y abierta en profundos he-

Foto VII

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matomas por los flagelos, resulta impresionante y de un tremendo realismo. De excepcional calidad –ejecu-tado sobre la misma talla– resulta el sudario o paño de pureza, estofado con gran riqueza artística. Queriéndo-lo hacer acorde con el estilo rococó del templete, le ado-saron una artística columna, dorada a fuego, con elegante capitel corintio a la que, con cordones de oro, se amarran las manos del Señor. Esta imagen fue la única –por la intervención heroica de los santeros– que se salvó del in-cendio y expolio de la Ermita en 1936.

Por considerarlas del mayor interés acompañamos unos testimonios gráficos: En la fotografía VI podemos contemplarla recién llegada a Puente Genil. Aparece la co-lumna “barroca” de Bellido, que se restituyó en 1941. Se observa que conserva las potencias de la Imagen an-terior y el sudario de tonos más claros.

En la VII aparece una imagen del “Señor atado a la Columna”, del taller de Bellido, que se venera en la Pa-rroquia de San Juan Bautista de Arucas (Gran Canaria). Aún admitiendo el evidente parecido demuestra plena-mente cuanto hemos afirmado (gubiado tosco del pelo o austeridad del sudario) que revelan distintas facturas.

La VIII es de los años sesenta. Al término de la Guerra Civil –ya que hubo que seccionarle las piernas para salvarla– fue reencarnada por el hermano y artista D.Antonio Ortega y Montilla. Por último, entre el once de septiembre de 1993 y el dos de febrero de 1994 en que se repuso al culto, fue restaurada, con absoluto res-peto y una policromía más patinada que le favorece, por el escultor cordobés D. Miguel Arjona Navarro. (5)

LA VIRGEN DE LA VERACRUZ

En 1973, se incorporó como cotitular una imagen de Nuestra Señora, advocada con el nombre de VERA-CRUZ con lo que se recobraba el nombre primigenio de la Cofradía.

Su hallazgo, en condi-ciones deplorables de aban-dono en una dependencia de la ermita del Dulce Nombre, resultó providencial al per-mitirnos rescatar una exce-lente talla y, al mismo tiem-po, hacer realidad el sueño de la Cofradía de incardinar la advocación y completar con un nuevo paso la proce-sión del Jueves Santo.

Era la Cuaresma de 1973 cuando, como ya in-dicamos, fue, de manera fortuita, descubierta junto al Cristo de la Sangre. Desde el primer momento –tanto por su valoración artística como por el anhelado propósito que nos movía– se estimó, tras elevar la correspondien-te propuesta al Arciprestado, elevarla al rango de Coti-tular lo que se aprobó, por aclamación, en el Cabildo

celebrado en el cuartel de “La Judea” el uno de mayo del mismo año.

La procedencia de esta Dolorosa se puede docu-mentar –junto al Crucificado de la Sangre – en la ermita de la Caridad. En los tantas veces mencionados e im-prescindibles Apuntes Históricos se cita textualmente: “… en el lado de la izquierda otro altar con una Virgen de los Dolores”. Como sabemos, al cerrarse al culto la Caridad, se repartieron algunas imágenes (San Blas, a la Purificación; la Humildad al Convento…). El Cruci-ficado y esta Dolorosa fueron a parar a la capilla del Ce-menterio –donde la recordamos perfectamente – hasta recalar en el Dulce Nombre.

Desde el punto de vista artístico nos encontramos con una Dolorosa de tamaño natural, de las denomina-das de candelero. Aunque se encontraba bastante de-teriorada en su encarnadura, revelaba una buena talla, esculpida en madera de Flandes. De mirada frontal y modelado suave presentaba un rostro dulce, que trans-mitía un dolor sereno, sin rictus forzado. El perfecto y delicado gubiado de sus manos –juntas y entrecruzadas como las Dolorosas antiguas– delataban, acreditándolo, al anónimo artista que la realizó. Por sus característi-cas podríamos situarla a finales del siglo XVII o prin-

Foto VIII

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cipios del XVIII. Con rasgos cercanos a la denominada escuela granadina, al descubrirla, eufemísticamente, se quiso emparentar con la producción de José Risueño (1665-1730) lo que no deja de ser una mera conjetura.

Fue bendecida y puesta al culto en la Veracruz el veinticinco de marzo de 1974, tras una restauración de urgencia verificada por el gran pintor y hermano de la Cofradía D.Francisco Ortega Reina, procesionándose –de rodillas sobre un risco y ante una cruz tendida– el Jueves Santo del mismo año.

Al resultar polémica esta postura –María aparece en el Evangelio como “Stabat Mater” o sea “de pie”– y sobre todo antiestética, se acordó en Cabildo de 1984 devolverla a esa posición encargándole su restauración al insigne imaginero sevillano D.Antonio Dubé de Lu-que, que la llevó a cabo entre finales de ese año y co-mienzos de 1985. Este proceso fue amplio al realizar nuevo candelero para imprimirle un mayor movimien-to; una remodelación en el rostro para bajarle la mirada y reencarnarla con evidentes toques de su acreditada es-tilística. Con esa nueva impronta fue repuesta al culto el dos de febrero del mismo año y el Jueves Santo pro-cesionaba con corona imperial, manto y saya bordada (Ofrecemos las fotografías IX y X. En la primera con la factura primitiva y la siguiente tal y como la contempla-mos en la actualidad).

Al ser una de las pocas Dolorosas que procesiona sin palio nos permite admirar su exquisita belleza; su dolor

contenido en esas manos entrecruzadas; su majestad soberana de Madre y Reina. Como le canté en mi evo-cación lírica es la “Rosa de Pasión” de nuestra Semana Santa.

Agradezco a la AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS Y CORPORACIONES BÍBLICAS que me haya permi-tido la publicación de tan extenso trabajo. Quede como una modesta aportación histórica en el CDL Aniversa-rio de esta mi queridísima Cofradía, piedra angular de nuestras gloriosas tradiciones.

(1) En ésta y sucesivas citas “APUNTES HISTÓ-RICOS DE LA VILLA DE PUENTE GENIL”. Edición original. Sevilla 1874.

(2) Datos técnicos obtenidos del informe del res-taurador D. José Manuel Cosano. Puente Genil 1990.

(3) José Segundo Jiménez “Semana Santa en los pueblos cordobeses” -1990- “Alto Guadalquivir” – “El Crucificado” -Autores varios- 2005.

(4) “Semana Santa en Puente Genil”. Miguel Ro-mero. Imprenta Baldomero Jiménez, 1911. Edición ori-ginal.

(5) Tanto estos como otros datos, anteriores y pos-teriores, se han tomado de los Libros de Actas de la Co-fradía desde 1937. Foto IX

Foto X

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Santiago Reina López.Pregonero 1990.

Mi Calvario sea Moriles

cuartel, quizás el problema esté en el hermano o en el ambiente del cuartel.

En mi Pregón de 1990 definía la mesa de un cuartel como una Euca-ristía en la que se compartía el alimen-to y el vino, además de las vivencias de fe y de amor; así fue siempre y así, creo, debe seguir siendo, entre otras cosas porque, a nadie se le escapa, el amor fraterno que nos caracteriza se-cularmente nace, en gran medida, de la bondad de los caldos de nuestra tierra y no de los destilados escoceses.

Por otra parte, en una época en que las viñas Pedro Ximénez es-tán siendo sustituidas por olivar o por tintas en espaldera, y en la que las nu-merosas bodegas que caracterizaban a este pueblo han ido desapareciendo paulatinamente hasta reducirse a una (Dios nos la conserve con la perfecta salud que hoy tiene y con su genero-sidad de siempre), nos toca a los cuar-teles defender lo nuestro a ultranza y promover y consumir un producto, el vino natural de nuestra tierra, que, sin duda, forma parte de nuestros propios genes. Así lo pensaba Miguel Romero (que, por otra parte, y en las circuns-tancias apropiadas, también bebía ron) y así también lo cree el que suscribe (aunque muchas veces también caiga en la tentadora maldición del esco-cés).

Hace ya más de un siglo, Miguel Romero escribió a Alfre-do Rey, hermano de Corporación en Los Dones que cumplía su servicio militar, una carta en verso en la que le describía cómo se había desarrollado la Semana Santa de 1895. Releyéndola,

imaginé de qué manera el poeta vería la actual si su alma volviese por aquí y tuviese la oportunidad de escribir otra carta a su hermano. De esta ficción, y de mi admiración creciente por su figura, nació este poema que mezcla versos suyos, entresacados de varias de sus composiciones, con otros míos (la diferencia de calidad haría innecesario indicar en cursiva los de Romero, pero aún así hemos preferido remarcarlos).

Al mismo tiempo, he querido en ellos plantear un asunto que de un tiempo a esta parte me inquieta. No se trata de integrismo tradiciona-lista; de hecho, en nuestra Semana Santa se han producido innumerables innovaciones en el último siglo que han sido perfectamente asimiladas por ésta; pero a la que me refiero afecta a la vida interior de los cuarteles y a los ratos de convivencia en la mesa y, por tanto, es más delicada y merecedora de reflexión: la costumbre de beber combinados una vez ter-minada la comida.

Se puede comprender perfectamente que tras una comida de más de tres horas acompañada de vino y tomado el postre, el cuerpo te pida una bebida refrescante que cambie el paladar; pero eso ha sido así siem-pre y los mayores tenían otras alternativas como el “ligaíllo” frío (el de algunos cuarteles llegó a ser famoso). Además, si se tratase de hacer lo que te pide el cuerpo, muchas veces no nos vestiríamos de figura (es más cómodo quedarte tranquilo con los hermanos) o no asistiríamos, por ejemplo, a La Diana (cuántas veces, tras haberte acostado a las tantas, suena el despertador y cuesta un mundo dejar las sábanas y salir al frío amanecer). Creo que la Semana Santa no está ideada para darle gusto al cuerpo, sino al alma.

Es verdad que si los combinados no se permiten, se acortan los ratos de hermandad en el cuartel y muchos hermanos se van antes para buscarlos fuera; pero tampoco esta razón parece demasiado convincente: si un hermano prefiere tomar una bebida refrescante en un bar (cosa que puede hacer todos los días) antes de ampliar el rato de hermandad en su

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Mi querido Alfredo Rey: Transcurridos ya cien añosde aquella carta; es de leyte describa cómo hogañovive estos días nuestra grey.

Como no tengo una tumba,soy libre como la llama¿Qué te extraña que sucumbacuando abril en mi alma zumbay La Puente me reclama?

De aquel pueblo en que vivimosno quedan más de diez casas;las calles que recorrimos,los hombres que conocimos,son como niebla entre gasas.

Aquella Semana Santa,siendo igual, ya no es la misma;al tiempo nada lo aguanta:mientras el siglo adelantatodo en sus fauces se abisma.

Nuestros cincuenta romanoshoy no se pueden contar,ni llevan, al desfilar,ya sus lanzas en las manospor las calles del Lugar.

Muchos pasos diferentes,y las figuras, distintas;ya no marcha tanta genteel Jueves Santo dolientepara Santa Catalina.

Pero siguen los pontanosdando todo en cada abrazo;siguen llamándose hermanosy dan del alma un pedazoen cada apretón de manos.

La noche del Jueves Santoel templo está más vacío,y se ha perdido el encantode las capas como mantopara combatir el frío.

No existe ya el cementerioen la ermita de Jesús.Ni a las cuatro ya el Imperiopasa por la Veracruz.Ha triunfado otro criterio.

Pero siguen los pontanosdando todo en cada abrazo;siguen llamándose hermanosy dan del alma un pedazoen cada apretón de manos.

El Viernes no hay Santo Entie-rro,

lo han enviado en destierroal Sábado Santo noche,y lo llevan, aún me aterro,con ruedas como de coche.

La procesión que subíaahora marcha calle abajo;y aquella que descendía,cuando llega al barrio bajola tuercen por la alcaldía.

Pero siguen los pontanosdando todo en cada abrazo;siguen llamándose hermanosy dan del alma un pedazoen cada apretón de manos.

Un siglo ha, más o menos,te escribía a tu destino:“Bebe vino, mucho vino,y mejor cuanto más bueno”,No era ningún desatino.

Ya no existe la bota sagrada,fuente de la pura esencia,mas sigue habiendo alpatanasque por las encrucijadasfomentan la convivencia.

Pero he visto en los cuartelesque a determinada hora,más propia de los burdeles,les da por beber ahoradestilados por toneles.

Han olvidado, cerriles,de mis versos la corona:“Y si un sayón me pregonami calvario sea Morilesy mi muerte… una gran mona”.

Mas sigue habiendo cuartelque me sigue siendo fiel:su calvario es de Morilesy no beben “chiribiles”aun se les salte la hiel.

Otra cosa es en la calle:beben ginebras y rones;y disfrutan de este valle,aunque la fuerza les falle,pues les sudan … las razones.

“Yo os afirmo en conclusiónque el que nuestra tradiciónrompe en aquellos momentos,es mezquino en sentimientosy no tiene corazón”.Si lo expuesto no es verdad,si lo dicho no está bien,¡Prendedme…, sin caridad!.”

En abril, y desde el cielo,siempre entre vosotros: Miguel Romero

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La importancia de la música en nuestra Cuaresma y la Semana Santa de Puente Genil

El Jueves Lardero nos dispara el cohetazo de salida y mezclamos car-naval y cuaresma en un “batiburrillo” increíble de contradicción cristiana fundida entre cantos sacros y profanos que nos identifican de igual manera. De esta forma es fácil pensar que sin duda pasaremos en la gloria cuarenta días.

EL CARNAVAL

El viejo carnaval, tan desconocido para los jóvenes de hoy, poseía tal ri-queza musical, que compararlo con los nuevos estilos adoptados del carnaval gaditano, no tiene lógica. Y es que lo importante en las canciones de car-naval indudablemente, es la letra, por tanto cualquier musiquilla adaptada, tanto de canciones modernas como ori-ginales pero sin grandes complicacio-nes musicales, es suficiente para hacer críticas ingeniosas y contar, con senti-do del humor, sucesos acaecidos. Sin embargo Puente Genil, también cuidó la forma. Utilizando, el chotis, el vals, la habanera. Formas musicales que re-alzarían con más calidad las letrillas jocosas y los saludos a Puente Genil. Citaré algunas de ellas: Al pasar por la barrera, (vals), Una tertulia notable, La alambrera, El Gordo de Navidad,

He preparado una sencillas palabras como colaboración con esta revista, sobre algo tan entrañable, tan querido y tan nuestro como es la música de nuestras Cuaresma y Semana Santa.

Dios me libre de ser el más entendido en la materia. Creo que cualquiera de los mananteros de a pie puede sentir y transmitir al igual que yo lo que supone nuestra música en nuestras vidas, en nuestras vivencias mananteras, en nuestros momentos de recogimiento, tanto en los cultos cuaresmales, como portando una vela en la procesión, como dentro de un rostrillo o un picorucho.

Nuestra música nos acerca aún más a Cristo o a María. Nos acerca aún más al hermano de corporación. Nos acerca aún más a los hermanos de otras corporaciones. Nos une al pasado, nos hace mirar a la pared de enfrente, donde cuelgan cuadros de nuestros recuerdos mientras echamos el brazo por encima al hermanito que se sienta a nuestro lado, usando la otra mano como baqueta y la mesa como tambor, rubricando nuestro rostro con una lágrima que se escurre irremediablemente por nuestra me-jilla.

¿Sabéis por qué ocurre todo esto? ¿Sabéis por qué en todo momento hablo no de la música sino de Nuestra Música?..... Porque sale de nues-tros propios adentros. Porque nos sentimos identificados con ella. Porque en cuanto empezamos a amarla la convertimos en patrimonio personal de cada uno de nosotros.

No quiero hablar de músicos ni poetas. Estoy seguro de que a todos, les ha corrido la misma sangre por sus venas. Sangre manantera que ha hecho derramar sobre el papel y los pentagramas la misma dosis de amor a Jesús, a María y a Puente Genil, por eso creo que la música de nuestro pueblo, fluye y brota sin cesar a través de los tiempos, manteniéndose siempre fresca y a la vez rancia, siempre sencilla y siempre amena, siem-pre pura y siempre pontana.

Rafael Sánchez Pérez.Director de la Schola Cantorum Santa Cecilia

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Un pueblo muy especial etc. (chotis), Salud pueblo venturoso, (vals), Con las notas de una habanera, Salud en-sueño del Genil, etc. (habaneras).

Al restaurar el carnaval allá por el año 1.980, exceptuando al grupo Rondalla del Hogar del Pensionista, donde había miembros que habían participado en los antiguos carnava-les, solamente se conservó del antiguo estilo, la forma Habanera para hacer el saludo a Puente Genil.

La habanera es uno de los géneros que más se han cultivado en nuestro pueblo. Cosa extraña ya que tradicio-nalmente se relaciona la habanera con el mar, es decir ambientes marineros de pueblos de la costa. Sin embargo encontraron en ella los músicos y poe-tas de Puente Genil un extraordinario lienzo en el que pintarían magistral-mente las bellezas de nuestros rinco-nes, la admiración por la belleza de la mujer pontana, etc.

El compás de 2/4, las modalida-

des mayor y menor, generalmente estrofa en menor y estribillo en mayor, con una cadencia perfecta para terminar, pero sobre todo la dulce melo-día, hacen de la habanera una forma musical sencilla pero perfecta para saludar a Puente Genil y sus mujeres.

EL PASODOBLE

Comienza la cuaresma y con ella, el bullicio y el recogimiento. Bu-llicio en nuestros sábados de romanos y recogimiento en nuestros tem-plos con triduos y quinarios. En ambas situaciones, la música es prota-gonista.

Los Romanos, suben al pórtico de Jesús a ritmo de pasodoble. El pa-sodoble romano es algo con lo que vibra nuestro pueblo. Sones marciales que hacen desfilar a un ejército de romanos y a todo un pueblo que siente esa música como algo propio.

La introducción, alegre prepara la entrada el tema principal. Éste, a veces en modo mayor, a veces en modo menor, a veces en la dominante de cualquiera de ellos, poseerá también una sencilla melodía general-mente a dos voces que será acompañada con acordes por los trombones, y de forma contrapuntística por el bombardino que estará jugueteando dentro de la tonalidad con su peculiar y redondo sonido.

Después, el “tutti”. En él como si de una reivindicación se tratase, los instrumentos que siempre acompañan, (trombones, bajo, bombo y platos), adquieren el protagonismo melódico mientras que los actores principales, (trompetas, maderas, etc) pasan a hacer el acompañamiento.

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Finalmente y tras la tempestad,... la calma. El trío, suave en su pre-sentación a través de la noble familia de la madera, nos trae una nueva melodía dulcísima donde, por regla general, se produce una modulación bien al modo mayor si antecede el menor, o bien al cuarto grado o sub-dominante si el pasodoble está construído en modo mayor.

El final es la explosión de alegría que se produce cuando las trom-petas hacen la repetición del tema del trío, y de nuevo aparece el bom-bardino jugueteando como al principio. Es el momento en el que nos parece sentir una taquicardia, porque nuestro corazón henchido por la emoción, no nos cabe en el pecho. La armonía es totalmente conso-nante o sea biensonante y todo terminará con una cadencia perfecta: Dominante-Tónica.

Todo este proceso de composición, debe hacerse con mucho cuida-do. Es fácil pensar en la palabra pasodoble unida a la fiesta de los toros. Es fácil confundir una marcha militar con un pasodoble. El Levante es-pañol donde son tradicionales las fiestas de moros y cristianos, se cultiva el pasodoble con esmero y también está dotado de peculiaridad.

Sin embargo, ninguna de estas tres formas debe ser el soporte del pasodoble romano. El pasodoble romano se basa en la exquisita delica-deza y sencillez de su melodía y debe tener personalidad propia. Alegre pero no torero, arrogante pero no militar, formal, pero no tan serio como los levantinos.

A veces se han adaptado, marchas militares que no han conseguido la personalidad total del pasodoble romano. Al igual que la extraordi-naria pieza, que supone el himno del Imperio Romano (Legiones ro-manas), que siendo quizás la más rica en cuanto a armonía y calidad musical, tiene acento y carácter absolutamente levantino, lo cual la hace muy difícil de desfilar en la calle.

LAS COPLAS

He pensado muchas veces, que los que vivimos la cuaresma más intensamente, como es el caso de los miembros de la Schola Cantorum, anhelamos la Semana Santa con más intensidad que los demás. Y cual-quiera podría pensar lo contrario, ya que tras haber cantado la friolera cifra de alrededor de 90 misas desde dos meses y medio antes, podría pensarse, como digo, que llegamos cansados a la Semana Mayor. Sin embargo, no es así.

En el Coro se tiene muy claro lo que se hace y por qué se hace. Las viejas coplas fueron escritas al igual que los pasodobles romanos, para ser interpretados en su momento, ya que los escritores no tenían otro fin, que rendir culto a los sagrados titulares verdaderas musas de cada copla, y de paso influir sobre el ánimo de los fieles de la cofradía a través de ella. Relatando con exquisitos versos y dulce melodía, el pasaje de la Pasión que representa cada imagen. Las coplas deben ser como se hacen las cosas en Puente Genil. Sencillas pero dotadas de alma, porque los autores ponen verdadera alma en su obra.

Las coplas de nuestra Cuaresma, creadas para los cultos cuaresma-les, están construídas en forma de Canción popular, es decir estrofas y

estribillo, que se irán repitiendo con di-ferente letra en los tres padrenuestros, credos o avemarías según sean cultos a Cristo o a su bendita Madre. Tradición ésta, que se conserva de la antigüedad, aunque tras el Concilio Vaticano II, casi debía haber desaparecido.

En la época preconciliar, el culto consistía en: santo rosario, quinario, donde se interpretaban las coplas, y sermón, finalizando con el canto del Miserere y Stabat Mater.

Nuestras coplas están hechas para voces graves, generalmente a dos o a tres, disponiendo en la mayoría de es-trofa a solo de tenor o barítono y estri-billo a coro a dos voces, aunque tam-bién las hay a dúo de solistas e incluso completamente a coro, careciendo de solos.

Suele usarse también como proce-dimiento de composición, la estrofa en modo menor y el estribillo modulando a la modalidad mayor. Aunque existe también la estrofa y el estribillo en la misma modalidad.

Las mas antiguas que conserva-mos son las dedicadas a la Virgen de las Angustias y al Santo Sepulcro, todas de finales del s. XIX. Posteriores son las del Señor de la Humildad, de entre 1.920 y 1.940 y por último las nuevas composiciones de los años 90 hasta la actualidad.

LA MARCHA

Se asemejan las coplas a las mar-chas lentas de procesión. Y es que es así, las marchas y la coplas, tienen en común su construcción musical y su se-veridad en la forma. Al igual que el pa-sodoble, consta de introducción, tema principal, tutti y trío.

Aquí desaparece la alegría y predo-mina el dramatismo y la ternura. Crea-das generalmente para acompañar el llanto de María Stma. en el tema prin-cipal parece como que el autor quisiera

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compartir el dolor de la Virgen, en el tutti rebelarse contra la injusticia del martirio de Cristo y en el trío, donde reposará la melodía, dotada siempre de tranquilidad y serenidad como a modo de consuelo para la Madre.

También se repetirá el mismo organigrama armónico, Modo menor para el tema y el tutti, y Modo mayor para el trío, salvo en alguna excep-ción en donde se mantiene el modo mayor de principio a fin. Es el caso de una querida marcha que por sabe Dios qué motivos ha estado callada durante muchos años. La excusa era que no había papeles para tocarla, y yo me pregunto, ¿dónde están?

Parece que existe en este pueblo una especie de “protectorado pater-nalista” con el fin de proteger y con-servar, dejando partituras guardadas acumulando polvo. Esto ha ocurrido tanto con piezas musicales romanas como con coplas cuaresmales.

No hay mayor dolor para un autor, que el hecho de que releguen su obra al olvido, como ocurrió con La maga, aunque afortunadamente, el pasado año 99 fue reconstruida y sus notas pudieron volver a sonar en nuestras calles y en nuestra Semana Santa. Ojalá sirva de ejemplo para que no vuelva a ocurrir.

Tengo que apuntar, que los com-positores crearon sus obras en una determinada forma, para ser inter-pretadas de esa forma. Es muy triste escuchar que la extraordinaria mar-cha Recuerdo, es más conocida con el título Madre del Amor, que con el suyo, o La maga que acabamos de nombrar, con el título Como a luz. Puente Genil tiene tal riqueza de can-tos corales, que no hubiera necesitado de esa costumbre ya tan extendida de cantar marchas de procesión. Bien es verdad, que muchos de nosotros en nuestros comienzos mananteros, no

teníamos otro recurso para cantar a coro en nuestros cuarteles de niños, incluso que se hayan hecho montones de himnos de cuartel, adaptando una letra a una marcha. Pero esto quedaría como algo interno o íntimo de un cuartel. Creo que ya no es necesario popularizar canciones con música de marchas de procesión. Eso ya pasó. Desde hace tiempo, a través de las grabaciones discográficas, la Schola Cantorum está realizando una verdadera labor de divulgación y popularización de las coplas autóctonas de Puente Genil, además, creo que deberíamos fomentar en los jóvenes, la asistencia a los cultos cuaresmales, ya que el culto externo en la calle, carecería de sentido religioso si no profundizamos en el culto cuaresmal. El principal problema que se crea, es que las letras no están construidas a imagen y semejanza de la marcha, y para cantarlas hay que modificar las frases musicales originalmente escritas. Esto es un crimen, ya que nadie tiene derecho a modificarle a un autor su obra. Habrá algo más bello que cantar a María un Stábat Máter o una Alondra o un Batido. Dejemos que sea la banda la que interprete la marcha de procesión que para eso fue escrita.

LA SAETA

El canto popular por antonomasia de Semana Santa en Andalucía, es la saeta. Puente Genil es cuna de grandes saeteros, y nuestra variedad especial de saeta, es la cuartelera que también forma parte de ese gran acervo cultural-musical de Puente Genil. Construida con gran musicali-dad, a diferencia de otras de pueblos cercanos, donde la línea melódica es prácticamente plana. Nuestra cuartelera, se encuentra musicalmente en la escala melódica descendente, o escala andaluza. Cuatro o cinco versos. Si son cuatro se repite el tercero. Con final suspensivo en segundo cuarto, y conclusivo en los otros tres, haciendo una fermata más o menos florea-da en el quinto con escalas ascendentes y descendentes. Y dentro de la

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saeta, también tenemos la coreada. Pérez Carrascosa en Las fiestas de la Puente nos nombra las dos saetas coreadas: Alondras y Ruiseñores y La sangre pura brotaba. Las dos de similar construcción. A dos voces, silá-bica y pausada. La primera en Fa M y la segunda en Sol M. Tanto una como otra con reposos intermedios en semicadencia, parece como si las escalas descendentes, asemejaran los melismas del cantaor flamenco, pero desgranándolos nota por nota.

LA DIANA

Veterana Diana, con cerca de siglo y medio y tan vigente como siempre.

Amanecer del Viernes Santo. Un grupo de plumeros blancos, ocu-pan el centro de la plaza donde se levanta una nube de humo blanco que se va diluyendo entre las luces del alba que despunta. El Terrible, apare-ce bajo el arco con caminar sereno y tranquilo. Comienzan a escucharse los siseos de la gente y el silencio comienza a reinar.

Frases musicales que se repiten en un andante majestuoso. Tonali-dad Mayor que descansa en su dominante, pasa por la subdominante y vuelve a caer en la tónica, dominante y de nuevo tónica. No hay nada más sencillo ni tampoco más bello. Dos trompetas dobladas, se quedan solas en un dúo de sextas que hacen que la gente se enardezca y rompa en una gran ovación en el allegro con las notas de El sitio de Zaragoza que como una verdadera diana militar, se ofrece al Capitán General de los corazones de Puente Genil.

Al principio, os comentaba que nuestra música, sabe siempre rancia y siempre fresca. Y es que hay un estilo que ha perdurado a través del tiempo, de tal manera que una pieza compuesta en la actualidad, puede sonarnos igual que una compuesta hace un siglo.

Incluso, gusta homenajear a las viejas glorias introduciendo un mo-tivo que nos recuerda alguna pieza.

Por ejemplo: el pasodoble Gloria al Muerto de 1.916, introduce en el tutti, las notas de la introducción del In exitu, que como todo el mundo sabe, es la pieza que se interpreta exclusivamente al Santo Sepulcro.

La marcha La matraca en su tema principal, usa las primeras notas de la plegaria también del Santo Entierro Nuncio de paz y de amores.

Como coda final para este artículo, usaré las dos oraciones con las que finalizamos nuestros quinarios y con las que saludamos en la calle a través de las notas del Imperio Romano a Jesús y a su Madre.

Miserere y Stábat Máter. Oraciones con música. Transmitidos en el Grupo de Música del Imperio de forma generacional y de oído se basan en el unísono que al final de cada frase musical se abre en acorde tríada. Poseen una introducción que consiste en hacer el acorde arpegiado de la tonalidad a cargo del bombardino, al igual que In-exitu. Sigue el pe-culiar redoble de caja y enseguida, las familias del metal y de la madera abordan el tema principal que reposará frase por frase en los acordes más importantes de la tonalidad.

El Stábat Máter que interpreta la Schola Cantorum, o mejor dicho uno de los que interpreta, ya que tenemos tres o cuatro versiones distintas del Stábat Máter; el que llamamos El gran-de, está construido como una marcha lenta. Introducción a cargo del órgano. Tema solista para tenor. Un andante para coro a dos voces dotado de una gran serenidad al que sigue una especie de tutti en un fortísimo que irá dismi-nuyendo hasta llegar a un pequeño trío “Dum pendebat filius” que modula a la tonalidad mayor.

Todo lo expuesto y tantísimas co-sas más, forman parte de nosotros, son señas de identidad que jamás debería-mos perder. Por eso es importantísimo que cuidemos de todo ello; pero con amor. ¿Podríamos imaginar una cua-resma sin cantos o una Semana Santa sin música de Romanos? Mejor no lo pensemos.

Es una gran responsabilidad la que tienen los músicos y cantores de nues-tro pueblo, y habría que fomentar entre todos, la idea del compromiso altruista en pro del gran acervo cultural que po-seemos dentro del entorno de la música manantera.

Pienso que debemos testimoniar con su conservación el agradecimien-to a nuestros antepasados, músicos y poetas, por el precioso legado que nos entregaron y además es una obligación que tenemos contraída con Puente Ge-nil y su Cuaresma y Semana Santa.

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Juan Miguel Granados Morillo.Corporación Los Apóstoles

Exaltación a la SaetaCuartelera

Por tanto va tomando vida, este nuevo proyecto que surge dentro del seno de la Corporación de los Apóstoles. Y se designa como personas a homenajear a los hermanos Juan y Manuel García Ruiz (hermanos Hierro).

Tras un estudio sobre los hermanos Hierro y donde colaboraron de una ma-nera muy importante Antonio Illanes y Juan Ortega, pudimos contactar con Emilio Ildefonso García Criado, nieto de Juan Hierro y hermano de la Cor-poración “Los Lazaros”, que colabo-ró muy activamente en la preparación de todos los actos relacionados con su abuelo y tio abuelo.; al fin se pudo sacar datos importantes y algunos inéditos de estas dos personalidades.

Los actos se desarrollaron durante tres jornadas de la siguiente manera:

El primer acto, se desarrolló en el cuartel de las Cien Luces, donde Juan Miguel Granados como presidente de la corporación de los Apóstoles, para

l pasado año, la Corporación Bíblica “Los Apóstoles”, a través de la Asociación Ami-gos de la Saeta Cuartelera (asociación for-mada por todos los hermanos de esta cor-

poración), y con la coordinación y colaboración de la Agrupación de Cofradías, como órgano que diri-ge todos los actos relacionados con nuestra Sema-na Santa y sus tradiciones, organizó la Exaltación a la Saeta Cuartelera, con la intención de renovar, cuidar y mantener este tipo de saeta tan peculiar y único en nuestro pueblo.

Los fines de esa asociación, son:• La organización de la Exaltación a la Saeta Cuartelera.• La colaboración en las actividades que organicen otras asociaciones

e instituciones locales o provinciales.• Promover la participación de miembros de corporaciones y cofra-

días, mediante actos culturales dentro de la Cuaresma de Puente Genil.

Puestos en contacto con la Agrupación de Cofradías, se llega a la con-clusión de promover de nuevo, la Exaltación a la Saeta Cuartelera, pero con un fin distinto a las anteriores ediciones, sin menospreciar la labor de personas que la exaltaron, sino entendiendo que el mejor paisaje para de-sarrollar esta exaltación, debe ser nuestros cuarteles y cofradías.

No obstante se deja claro y así se expuso en la primera jornada que tenemos que estar agradecidos y debemos de dar las gracias a aquellos hermanos que realizaron esta tarea, como fueron los hermanos Faustino Rivas, Francisco Castillo, Pedro B. Rivas y el primer exaltador D. José Segundo Jiménez Rodríguez, con la colaboración de muchas personas que se mantuvieron en el anonimato.

Juan Fernando García, presidente de la Agrupación de Cofradías, se involucra totalmente en este nuevo proyecto y aporta una idea muy im-portante, y es la de dar un reconocimiento en cada exaltación a alguna persona que contribuyera de una manera importante en la saeta cuartelera.

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inaugurar el acto, al igual que el pre-sidente de la Agrupación de Cofradías, dando paso al secretario de Los Após-toles, José Luís Andújar Gil, que hizo una introducción a los actos de la Exal-tación, también se hizo una semblanza de la vida semanasantera de los her-manos Juan y Manuel García Ruiz. Y tomó la palabra Miguel Martín Flores, hermano de Los Apóstoles y gran sae-tero que disertó sobre la saeta cuartele-ra desde sus principios hasta nuestros días, acompañado de la inconfundible voz de su hermano Antonio Martín Flores y el bello recital de poesías que Pablo Carmona Franco realizó duran-te la mencionada disertación. Y como no resaltar la participación durante la exaltación esta noche por parte de la Schola Cantorum que volvieron a de-mostrar su calidad y cuidado esmero en las coplas de nuestro pueblo.

Se expusieron algunas imágenes de los hermanos Juan y Manuel, y se escucharon algunas saetas inéditas y perdidas en el tiempo, recuperadas gra-cias a la colaboración de algún que otro hermano, amante de conservar nuestras tradiciones.

Finalmente se ofrecieron unas ta-pas y copa de vino para todos los her-manos asistentes.

El segundo acto, se realizó en el cuartel del Imperio Romano, y su fina-lidad era la de contemplar las “diferen-tes” modalidades de saetas cuarteleras interpretadas por diferentes corpora-ciones. Para este acto el hermano de Los Apóstoles Rafael García Chaparro,

fue introduciendo antes de cada participación una breve historia de la cor-poración a participar.

Dichas corporaciones fueron las siguientes: El Viejo Pelícano, Primer Grupo de María Santísima de los Dolores (La reconstrucción de Jerusa-lén), Arca de la Alianza, El Pentateuco, La Judea y Los Apóstoles.

Cada corporación cantó dos saetas cuarteleras con temas alusivos a sus corporaciones o a sus hermandades, y para terminar con una tocata de Los Apóstoles, fueron intercalándose saetas cuarteleras entre todas las corporaciones participantes, siendo obsequiadas con un recuerdo alusivo a la Exaltación.

Tomando después unas copas y tapas para terminar este acto.El tercer acto se celebró en el Teatro Circo, donde la corporación de

Los Apóstoles, representó la Pasión según San Mateo en saetas cuartele-ras, con la intención de dar a conocer a todos los amantes de la Semana Santa, el acto tan entrañable que celebra todos los años durante el almuer-zo del Jueves Santo. Este acto fue presentado por el hermano Miguel Án-gel Martín Palos.

Una vez acabada la Pasión, y como colofón a todos los actos, hicieron acto de presencia en el Teatro Circo las figuras del Demonio y la Muerte y los tambores de Los Apóstoles, para dar un paseo por todo el Teatro Circo y acabar con una puesta sobre el escenario detrás de los herma-nos participantes para al ronco son de los tambores, cantar diversas saetas cuarteleras.

Para finalizar los actos de la Exaltación de la Saeta Cuartelera, la cor-poración de Los Apóstoles, entregó un presente a los descendientes de los hermanos Juan y Manuel García Ruiz, que fueron Emilio I. Cejas, por parte de Juan “Hierro” y a Rafael Peralta, por parte de Manuel “Hierro”.

Intervino el concejal de Cultura D. Juan Perales Torres, que recibió un cartel alusivo al acto, y agradeció estos actos, que engrandecen a nuestro pueblo.

Finalmente Juan Fernando García, cerró estos actos, y emplazando a todos los asistentes a la nueva edición del año que viene, que celebrará la Corporación Bíblica “El Pentateuco” y entregando un pergamino de agradecimiento a la Corporación de Los Apóstoles, en la persona de su presidente.

Agradecer en mi nombre y en el de todos mis hermanos de Los Após-toles, la respuesta obtenida por todos y en especial por la Agrupación de Cofradías para la recuperación de la desaparecida Exaltación a la Saeta Cuartelera.

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Jesús María Ruiz García.Presidente de La Espina

Viaje a la Semana Santa de Puente Genil

Ahora que pienso en cómo he llegado hasta aquí, se me agolpan los recuerdos de quienes bondadosamen-te cincelaron cada uno de los perfiles de mi ser, tal como ocurrió con todos mis hermanos: hombres, mujeres, fa-milias que mostraban en el brillo de sus rostros la felicidad de la entrega, la fe en un futuro mejor, la esperanza de quien siembra la mejor semilla, el goce de servir a los demás sin esperar nada a cambio. Seres para quienes nuestro único mérito era estar ante ellos, de la mano de alguien como ellos mismos; quienes hallaban la felicidad sólo en encontrar una sonrisa y una mirada inocente tras un rostro que contempla-ba, a veces atónito, un espejo multico-lor de ricas formas.

Así es el recuerdo de todos los pontanos; y cada vez en que los hom-bres de hoy miramos a aquellos niños de ayer, también los vemos a ellos; habitan entre nosotros y cada una de las huellas que el tiempo perfiló en sus rostros, representan un apunte en el libro de nuestra riqueza personal; cada vez que oímos su voz ya gasta-da de tanta enseñanza, encontramos el bálsamo que nos sitúa en la senda del aprendizaje; cada vez que los abraza-mos, sentimos el calor del tronco raíz que nos abriga y nos protege, cada vez que los recordamos, sentimos cerca

iempre he sostenido que quienes hemos pasado gran parte de nuestra vida fuera de Puente Genil, gozamos de una forma muy especial el reencuentro con nuestro pueblo, cada vez que lo visita-

mos, con una descarga de emoción que perturba todos nuestros sentidos.Sin embargo, resulta extraordinariamente difícil e incluso compro-

metido, explicar a cuantos nos preguntan en las distintas ciudades por donde la vida nos ha llevado, cuál es la causa de esa emoción y por qué se produce. El interés del interlocutor por conocer cómo es nuestra Semana Santa termina centrando la conversación.

El pasado mes de marzo, tuve la oportunidad de pregonar en Cór-doba, a Puente Genil y a nuestra Semana Santa, para lo que conté con la ayuda de la Schola Cantorum que ilustró musicalmente un texto cuya finalidad era acompañar a un hipotético viajero hasta nuestro pueblo e invitarle a compartir con nosotros la experiencia manantera.

Una selección de ese texto, aquella que hace alusión a los elementos más significativos de nuestra cuaresma y Semana Santa, se muestra a continuación:

LA INFANCIA - LOS COMIENZOS:

Es difícil permanecer al margen de la magia envolvente de la ense-ñanza y de la confianza que depositan los pontanos en la infancia, para perpetuar sus tradiciones.

Ser niño en Puente Genil es un auténtico privilegio.En Puente Genil, el encuentro entre generaciones, la fusión de la

experiencia y la vitalidad, la generosidad y la devoción hacia el niño y el joven, y la admiración, veneración y cariño de éste con los mayores, constituyen una ley querida y respetada por todos. El hombre de Puente Genil adora al niño, le dedica su atención, le ofrece su ayuda y experien-cia, cuida de él, le sirve, lo guía, lo acompaña y cuando éste encuentra su propio camino, lo ama y se proyecta en él, como el mejor de los maestros cuya meta es que el discípulo lo supere, para encontrar la felicidad del creador en la obra bien hecha. Puente Genil cuida su semillero para obte-ner la mejor germinación y perpetuar su memoria.

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nuestra guía y el camino que debemos seguir.

De esta forma, siempre estamos unidos a nuestros mayores: ellos nos dieron lo mejor que tenían, nos ense-ñaron a vivir, a amar, a llorar, a sen-tir… y nosotros sólo podemos cumplir nuestra misión: ejercer lo aprendido, venerar su memoria y su ejemplo y ser dignos herederos de ellos, constituyen-do otro eslabón de la cadena y velando por quienes nos continuarán.

De nuevo las manos y la respira-ción serena ajustarán el rostrillo y la túnica a una pequeña criatura que ha estado toda la noche casi en vela, es-perando el momento de sentir el casco entrar en su cabeza, el ajuste del bar-buquejo y la caída de la celada, para descubrir un mundo que le espera y al que quedará unido para siempre.

Es el Día de la Cruz, la Semana Santa chiquita, escuela de mananteros, espacio para la ilusión y lugar donde forjará el amor a su Semana Santa.

ALMA DE POETA:

Todo pontanés lleva un poeta en sus entrañas. El alma del poeta, co-habita en todos los hogares pontanos, allá donde se encuentren, cerca o lejos de nuestras fronteras; porque el hogar pontano acompaña la vida de las gen-tes de Puente Genil y lo regresa per-manentemente a su tierra.

El latir del corazón de mi pue-blo está lleno de rimas y ritmos que cantan y recrean el sentir de nuestros campos, nuestras casas, nuestro río, nuestros caminos, nuestras calles y aldeas, nuestras tradiciones y nuestro espíritu.

El pontanés vive para vivir su pue-blo, derrocha energía para compartirla con los demás, se alegra con la alegría de sus hermanos.

El poeta pontano es una fuente de luz, que aporta el color, el calor, el rit-mo, la medida, la descripción precisa; y un fluido que se propaga desde su voz y nos envuelve a todos, nos abraza

y nos transporta al centro de un remolino de pasiones, dentro de un si-lencio unísono, una quietud expectante, que fructifica en un sentimiento reposado, pero vivo; alegre, pero melancólico; una lágrima honda que asoma para participar de la evocación.

Rindamos un homenaje a los poetas de nuestro pueblo, a los de hoy y a los de siempre, porque son el cofre en el que vamos depositando nuestro tesoro más preciado. Su voz es la voz de todos, su expresión es generosa, compartida y patrimonio de los demás; su obra es la argamasa que fragua las sólidas bases de nuestra cultura.

Y su alma…, su alma tiene el peso de todas las almas pontanas.

LA CUARESMA:

Ahora que el frío huye de nuestros campos y regresan los lirios y las violetas; y los sotos se engalanan para recibir la primavera; cuando todavía resuenan los sones carnavaleros, el silbato del cohete anuncia el reencuentro con la cuaresma; los trinos de las cuerdas son relevados por el golpeo ronco del tambor acompasando una cuartelera; el ritmo y la cadencia de la habanera se convierten en melodía serena que interpreta una saeta coreada, herencia de antiguos cantos monacales. Y ambas de la mano, coplas y saetas, irrumpen alternativamente en la celebración del primer sábado de cuaresma: el Sábado de Carnaval.

La cuaresma pontana es un ensayo, medido, programado, ordenado en torno a nuestros santos tutelares y diseñado para ir encontrando el sen-dero que posteriormente se convertirá en camino de pasión y vida -pasión de vida- de la Semana Santa.

Es en la cuaresma cuando, tras el frío invierno, se templan las cuerdas vocales de la garganta pontana, se acoplan todos los resortes mananteros y comienza la cuenta atrás para el pórtico de nuestra Semana Mayor.

A lo largo de la cuaresma, se van haciendo presentes los sones ma-nanteros, se construye el edificio emocional que nos dará cobijo durante tanto tiempo: entre quinarios sermones y letanías pasamos en la gloria cuarenta días.

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çven+tos ----------------MIERCOLES SANTO:

Si el Domingo de Ramos constituye sin lugar a dudas el pórtico de nuestra Semana Santa, el momento en el que el Hombre-Dios entra en nuestro mundo de la forma más humilde posible, a lomos de una borri-quita; el Miércoles Santo es el punto de partida más intenso de la Semana Santa pontana, es el comienzo del crescendo que culminará el Viernes Santo; es el movimiento allegro de la sinfonía de la pasión pontana.

Es el día en el que el cuartel protagoniza los mejores momentos.El cuartel es el templo de la hermandad, la casa de cuantos confor-

man la corporación y el lugar que día a día, cuaresma a cuaresma, año a año nos cobija y contiene entre sus paredes, en su ambiente, momentos inolvidables, encuentros emocionantes y experiencias únicas que llenan nuestras vidas. El cuartel es un sagrario, que custodia el amor fraternal.

En él se desgrana el devenir de la Cuaresma y la Semana Santa. Cómo explicar cuanto acontece en el cuartel: cómo hablar de la emoción que se siente tan sólo al atravesar el umbral de su puerta, de atender a un universo de formas, recuerdos, objetos cargados de significado, con una estética y escenografía nada comunes, pero al mismo tiempo atrac-tivamente familiar. Acercarnos a cada uno de sus rincones, de sus salas; observar sus paredes, repletas de cuadros que representan la historia, el testimonio detenido en el tiempo, de cuanto aconteció entre sus muros; cada uno de ellos, cada detalle, cada objeto es una secuencia de nuestras vidas y una pincelada del paisaje manantero.

JUEVES SANTO:

El Jueves Santo irrumpe en la calle, entre sones musicales. Ya sabéis cómo vibra el alma pontana cuando escucha una marcha, percibe el humo de las bengalas, oye el repique de los tambores e inicia mentalmente ese desfile marcial al ritmo de un pasodoble romano.

Pero hay también otro sabor, un sabor muy especial: el aroma inde-leble de la nostalgia y la memoria; vayamos por tanto a donde el tiempo no existe, donde la vida pasa… y se detiene, donde el color sepia y el blanco y negro de los cuadros en las paredes, cobran el brillo más radian-te y se convierten en una acuarela ilimitada de encuentros con los me-jores momentos vividos e imaginados; donde la emoción traspasa y se percibe a lo largo de toda la piel, que como una enorme vela desplegada, movida por el viento de la hermandad, nos empuja dentro de un mar de vivencias. Venid y descubrid la brisa que transforma nuestros sentidos:

Entonces, cuando un estremecimiento recorre todo tu ser y una inten-sa emoción se apodera de ti, aparece la evocación más pura de la esencia pontana, el néctar de cuantas sensaciones han sido vividas y transmitidas a lo largo de la historia. Esa energía aflora y se convierte en lágrima, te hace revivir momentos que dormían latentes esperando el instante de la

llamada del corazón. Y de repente, los mundos se funden: el pasado le da la mano al presente, para recorrer juntos de nuevo el sabor manantero más puro; se oye el silencio de los pensamientos, mezclado con las notas que José Ar-cos pusiera sobre el pentagrama con la inspiración del Nazareno.

Sí, es el momento de recordar cuanto despierta un terremoto de vi-braciones, un hermoso libro con las mejores paginas de nuestras vidas y el tributo que rendimos a quienes nos regalaron nuestra existencia. Es una cita ineludible con el afecto y la emo-ción; en suma… con el recuerdo. Pero el recuerdo más vivo, el que hoy trae-mos aquí para compartirlo con todos vosotros: es un recuerdo presente y futuro, es una etapa más del camino, que asegura nuestro trayecto y nuestro destino, es el rumbo que nos dirige ha-cia la meta; ese horizonte que siempre estuvo ahí y siempre estará, enriqueci-do con la senda de cuantos asumieron la feliz idea de iniciar este maravillo-so recorrido por la tradición pontana. Ellos, nosotros, todos, formamos ya parte irremediable de esta vía, de este trayecto, de este recuerdo.

VIERNES SANTO:

La noche se resiste a abandonar el escenario y también quiere estar pre-sente, para acompañar a todo el pueblo en el día más grande. Miles de pon-tanos acuden como un reguero, desde todos los lugares a la Plaza del Cal-vario. Los más jóvenes no han podido esperar dormidos y su impaciencia ha retado al tiempo, contando todos los minutos de una larga noche de espera: el ansia en amores inflamada.

Los romanos acuden una vez más,

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como tantas noches en cuaresma; aho-ra van precedidos de la campanita que les abre paso anunciando que ha llega-do el gran día. Él estará allí.

Ya está la plaza al repleto y los plumeros blancos asoman de entre la negrura de la muchedumbre, como una mancha de color de paz que se va haciendo más intensa al clarear el día.

De pronto se abren las puertas de la ermita, se llena el pórtico de su presencia y se hace un silencio estre-mecedor.

Sale el Hijo del Eterno Padre, el Patrón, ese Cordero Inocente. Y todos los pontanos dirigen su mirada al ros-tro sereno, bondadoso, que muestra el peso del enorme sacrificio.

Un profundo silencio se hace de-finitivo: “El Terrible” nos espera. Y todas las almas pontanas funden su aliento con los primeros sones que rompen dulcemente el silencio del alba.

Una honda sacudida acompaña al enorme corazón pontano.

Recuerdo cuando mi padre des-cribía la fuerza suprema, el magnetis-mo de su presencia y su mirada dul-ce y penetrante, capaz de paralizar la

interpretación de La diana; cómo un nudo le enturbiaba la garganta y cómo tenía que dar la espalda para encontrar el aliento del abuelo, que serenaba con su presencia la tensión del momento.

Cuánto hubiera dado por oírte, por compartir contigo ese estreme-cimiento, por ser el báculo en quien apoyarte y descargar la emoción… Pero ahora el sonido de tu clarín está entre nosotros para siempre, más vibrante y nítido que nunca, para saludar al Padre que habita en nuestras vidas y anunciar al pueblo, que Jesús va a recorrer nuestras calles llevado por los “lirios moraos” y que viene a dejar al mundo una estela de amor, de gloria y de paz.

Y la noche del Viernes Santo, noche de noches eternas, que dijera Juan Rejano, va congregando al pueblo ante la ermita del Dulce Nombre y hasta allí las bengalas envuelven a la Virgen más chiquita que, tras des-pedirse del barrio de la Isla, camina dulcemente con el pecho destrozado de eterna soledad.

…Y ahora, que hemos llegado al final de este viaje, que hemos reco-rrido la vida y la pasión, estrecha mi mano y sigue tu itinerario viajero, que yo me quedo aquí, peregrino que alcanza su meta.

Regresa y di a todos que Puente Genil vive, que sus hombres los es-peran hasta siempre; que allá donde se encuentre un alma pontana, estará presente la hermandad, el amor entre los hombres y la amistad. Que aquí se conoce al Hijo del Hombre y se hace carne entre la unión de las almas; que este es el mejor destino para cualquier viajero que quiera conocer el mejor sentido de la palabra amor. Y si alguien te pregunta por mí, dile que me quedé con los míos en la cumbre de la que nunca quise alejarme, junto al Padre que me vio nacer. Y que aquí persigo y espero cumplir mi deseo y el de todos los pontanos, el de los que me precedieron y el de los que me sucederán: hacer posible mi ambición más intensa, reflejada en los inolvidables versos de Miguel Romero:

…ensueño de mi vida, mi ardiente y vivo anhelo, morir tierra queri-da, morir bajo tu cielo y al pie del Nazareno, la eternidad dormir.

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Schola Cantorum Santa Cecilia.

Entrañables momentosoctubre de 2006, tras varias reuniones, decidimos que comenzaran los ensa-yos para pulir los temas que tenían más dificultad. El once de noviembre de 2006, en el aula de Canto de la Escuela Municipal de Música se grabaron los coros que faltaban. En los días siguien-tes Javier Velasco reunió en su estudio a los solistas para que terminaran los fragmentos pendientes. Con nuestro organista, Daniel Matas, completó los fondos musicales con acompañamiento de cuerdas para que los cantos tuvieran el sabor de las antiguas coplas, cuando se interpretaban con capilla de violi-nes, contrabajo, flauta y órgano. Du-rante este tiempo, el secretario, Javier Aguilar, había gestionado una subven-ción de la Diputación Provincial. El hermanito Jesús Ruiz hacía a su vez lo mismo ante la Dirección General del Libro de Andalucía. Una vez termina-das las grabaciones, comenzó el traba-jo casi artesanal de Javier Velasco, que ha empleado cientos de horas en dar al disco calidad y calidez. Se habían re-cogido 36 temas en los que se incluían todas las coplas, plegarias y arias del repertorio pontano, además de las tres saetas coreadas que se siguen interpre-tando en los cuarteles y las calles, y los dos himnos de nuestros patrones: Jesús Nazareno y la Inmaculada.

Había que poner título a la obra. Pensamos que lo mejor era hacer referencia a los años que abarca. Va desde 1890 -fecha aproximada en que Miguel Romero vuelve a Puente Genil, tras terminar los estudios de Veterina-ria- hasta la actualidad. La vuelta de Romero a la Puente es, casi con toda seguridad, el momento en que éste comienza a componer coplas con Mi-guel Gant. Por eso, se puso el título de

l 24 de febrero de 2007, la Schola Cantorum presentó, en el cuartel de las Cien Luces, sus dos últimos proyectos: la página web y el CD que se ha titulado Schola Cantorum 1890 – 2007.

Antes de hacer un relato de lo acontecido, haremos una breve reseña del porqué de los mismos.

Desde abril de 2005, teníamos en mente el proyecto de grabar los cantos cuaresmales autóctonos de nuestro pueblo y alguno de los que, aún siendo de fuera, estaban incorporados al repertorio casi como locales. La idea era poder hacer llegar a las nuevas generaciones de mananteros el legado musical de Puente Genil, que corre el peligro de diluirse entre tan-tos y tantos cantos adaptados y foráneos que nos invaden al imponerse las nuevas tecnologías. Nuestra filosofía siempre se ha basado en incorporar al patrimonio musical que cantamos todo aquello que pueda enriquecerlo y, sin despreciar y respetando las ideas de los demás, evitar lo que, desde nuestro punto de vista, pueda poner en peligro la tradición. Así, se creó una comisión encargada de hacer las gestiones para llevar a buen puerto este proyecto. En el verano de 2005 se constituyó la misma. Estaba formada por Rafael Sánchez (director musical), Javier Velasco (encar-gado de grabación y edición del trabajo), Rafael Carmona y Pedro Rivas (encargados de asuntos económicos), Javier Sánchez y Carlos Delgado (encargados de documentación y archivos), con Carlos Delgado como coordinador. Los trabajos de grabación comenzaron en febrero de 2006. Así, el día 12 de febrero de 2006 se grabaron los coros en el Convento del Hospital. El ambiente que reinó esa tarde fue de gran alegría y joco-sidad, por lo que todo salió bastante bien. El hermanito Javier Velasco montó allí mismo su estudio. Por motivos varios, se abandonó la idea de presentar el disco ese mismo año. Se pospuso para la cuaresma de 2007. De esta forma dispondríamos de más tiempo para madurar el trabajo. En

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Schola Cantorum 1890 – 2007. Como había muchos cantos, hubo que hacer un CD doble. Al mismo se acompa-ña un librito en el que se han incluido las letras de los treinta y seis temas, una pequeña reseña histórica sobre la Schola Cantorum y una explicación del estilo musical de Puente Genil. El motivo es hacer llegar al que escuche el disco información adicional, ya que la colaboración de la D.G. del Libro supone que el mismo va a ser distri-buido en las bibliotecas públicas de los pueblos de la provincia de Córdoba y en los de otras localidades de Andalu-cía.

Casi al mismo tiempo que madurábamos la idea del CD, el pre-sidente, Antonio Ángel Pino Illanes, propuso en junta directiva la posibili-dad de crear una página web que acer-cara nuestro Coro al mundo a través de la red. Se pensó que la persona ideal para realizar la página era Francisco Gómez Gómez de Tejada, que ya ha-bía realizado las de su corporación El Prendimiento de Jesús, de la cofradía de Mª Santísima de la Soledad y de la Inmaculada, entre otras. Cuando se le comentó la idea, la acogió con la ilusión y generosidad que le caracteri-zan. Durante meses trabajó de forma altruista para crear un enlace en el que poder acceder a partituras, letras, fo-tos, grabaciones,… El resultado es un archivo vivo de lo que es el acontecer casi diario de la Schola Cantorum.

El acto de presentación estuvo cargado de emotividad. Al mismo asistieron las autoridades provinciales y locales (Subdelegado del Go-bierno, Diputado de Cultura, Concejal de Cultura, Presidente de la Agru-pación de Cofradías y Comandante de Puesto de la Guardia Civil), así como numerosos hermanos de las distintas corporaciones y cofradías. Comenzó con las palabras del Presidente del Coro, Antonio Ángel Pino, que recordó al hermanito Francisco Delgado Rodríguez, Nino, que había fallecido días antes. Después, hizo un apartado de agradecimientos en el que incluyó a todas las personas e instituciones que hicieron posible que el proyecto se convirtiera en realidad.

La presentación se hizo en dos partes. En la primera Francisco Gó-mez explicó la página web. En la segunda, a través de las voces de varios hermanos del Coro, se dio vida a los cinco estilos de canto que la Schola interpreta: coplas, saetas coreadas, plegarias, arias, salmos e himnos. El orden de estos estilos se había establecido en función de su antigüedad. Del mismo modo, los oradores serían representantes de las distintas “edades” del Coro: Manuel Gil Rivas –nuestro recordado y que-rido hermano recientemente fallecido- representó a los decanos con las coplas; José Pino Solís a los veteranos con las saetas coreadas; Manuel A. Delgado Álvarez de Sotomayor a los jóvenes con las plegarias; Jesús Mª Ruiz Carrasco al futuro del Coro, que son los nuevos hermanitos, con las arias; Rafael Sánchez, como Director, encarnó a los salmos e himnos. Fue una recreación en la que estos estilos contaban, en forma de relato corto, sus orígenes, anécdotas, etc., ilustrados con fragmentos musicales de los mismos. Los textos fueron escritos por Carlos Delgado. Nota des-tacable del disco y del acto es la participación en los mismos del coro del colegio Compañía de María, compuesto por niñas que pusieron sus voces a un fragmento coral del himno de Jesús Nazareno, que fue el broche de oro con que se cerró la presentación. Después compartimos con los asis-tentes unas uvitas aderezadas con cantos de nuestro repertorio.

Agradecemos a todos los que han colaborado y a los hermanos, cuarteles, cofradías y pontanos en general que han adquirido esta obra, su generosidad y el interés por tener en sus archivos un trozo de la historia musical de Puente Genil.

www.elcoro.es

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Lucas Ramírez CoboPresidente de la Asociación Manantera

Asociación Mananterade Puente Genil en Madrid

Debemos felicitarnos y enorgullecernos por todo lo que hemos disfrutado y conseguido desde el primer día de exis-tencia, pero nuestro brindis debe ser, por un futuro cierto e incuestionable de nuestra Asociación. Hemos de conseguir que todo lo alcanzado perdure, crezca y se derrame en cada vez más corazones pontanos en la ausencia.

Y para terminar, como creo que no puede ser de otra forma, el recuerdo para todos aquellos hermanos que duran-te estos años no han dejado, pero que siguen estando presen-tes en nuestros corazones.

Un saludo

ueridos Hermanos:Es para mí un honor, como presidente de

la Asociación Manantera de Puente Genil, po-derme dirigir a todos desde estas líneas.

Un cumpleaños, además de una celebración, puede ser también una buena oportunidad para reflexionar sobre el paso del tiempo, y en este tiempo después de 25 años, en los que la Manantera ha sabido man-tener unidos a los pontanos ausentes de su pueblo, ha llegado el tan esperado XXV Aniversario.

Desde el mes de octubre de 2007 hasta Noviembre de 2008 la Asociación Manantera celebramos de una forma muy especial el acto de refundación de nuestra Asociación, conmemorando el feliz acierto que hace ya 25 años tuvieron los hermanos promotores de la idea de unir a los pontanos ausentes en esta tierra adoptiva de nuestro Madrid. En con-secuencia, estos actos deben servirnos para vigorizar el espí-ritu pontano de los ausentes, manteniendo viva la llama que encendieron hace un cuarto de siglo aquellos que nos prece-dieron, con el objetivo de seguir divulgando las esencias de nuestras costumbres, de nuestras tradiciones, de nuestra par-ticular Semana Santa, perpetuando el significado del término “hermano” término hermoso donde los haya acentuado por el sentir pontano.

Si la celebración de esta efeméride es importante para todos los miembros de la Asociación, desde aquí os in-vito a participar a cuantos hermanos, corporaciones y cofra-días, de forma altruista, habéis hecho posible que la llamada de la campanita haya tenido siempre una respuesta pronta, alegre y con un derroche de ilusión, que hace que nuestra Asociación renueve nuestro sentido de ciudadanos de nues-tro pueblo en la distancia, contribuyendo también a que en este Madrid, ciudad abierta, siga coexistiendo una pequeña sombra de nuestro querido Puente Genil.

çven+tos ----------------XXV Aniversario

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J.L.F.

Inauguración de la nueva casa-cuartel de la Corporación Bíblica

cuartel enclavada en la castiza calle Pósito nº 3 de nuestra localidad y que sin duda pasará al recuerdo de todos los hermanos como uno de los días más entrañables de los re-cientemente vividos en el seno de nuestra corporación.

En nuestra nueva sede social se dieron cita numerosas persona-lidades invitadas al precitado acto como fueron el alcalde de la Villa D. Manuel Baena Cobos, el Rvdo. P. D. José Manuel Gordillo, párro-co de Ntra. Sra. de la Purificación, que ejerció de ministro del acto en sí con la solemne y cristiana bendi-ción de la nueva casa en patio cen-tral de la misma, estando igualmen-te acompañados con la asistencia del presidente de la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíbli-cas de nuestra localidad el hermano Juan Fernando García así como del cofrade mayor de nuestra Cofradía Titular del Santo Sepulcro y Mª Stma. de las Lágrimas D. Mariano Crespo Tafur amén de una nutrida representación de corporaciones y

El pasado año 2007 y en la fecha ya para todos imbo-rrable del sábado 10 de febrero nuestra corporación, Virtu-des Cardinales y Sibila de Cumas, vivió uno de sus even-

tos más emotivos en su reciente historia gracias (como siempre) al incansable esfuerzo y entrega de todos sus hermanos componentes y en donde tras casi cuatro años de intensa espera y sacrificio, el esfuerzo y la recompensa obtenida ha merecido la pena y por ello nuestra Corporación se vistió con sus mejores galas en este día para celebrar la tan ansiada inauguración oficial de nuestra nueva casa-

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Virtudes Cardinales

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cofradías hermanas y amigas que con su presencia quisieron estar acompañándonos en este día tan especial para todos nosotros y todo ello regado con las siempre emoti-vas notas del Grupo de Música de la Escuadra Tabaco de nuestro sin par Imperio Romano.

A continuación del protocolario acto en sí de la bendi-ción de la nueva casa-cuartel tuvo lugar el correspondiente almuerzo oficial de inauguración y en el que durante el mismo tuvieron lugar las numerosas intervenciones de todos los invitados y autoridades en este día elogiando la labor de nuestra corporación en los últimos años hasta llegar a la magnifica realidad presente con numerosos parabienes y felicitaciones que sin duda nos hicieron sentir tremendamente or-gullosos de nuestra humilde labor conjunta especialmente a lo largo de estos casi trece años desde la llegada de la nueva hornada de jó-venes hermanos a esta nuestra Cor-poración, concluyendo todas ellas con la entrega de varios presentes en nombre de los respectivos co-lectivos que nos honraban con su presencia y en recuerdo de este in-olvidable día.

Los cánticos coreados, la poe-sía, la saeta y la oratoria surgían es-pontáneamente sobre la gran mesa y todo ello acompañado con las embelesadoras notas del Grupo de Música dándole el empaque y es-plendor que todo acto de este tipo se merece. A su término, cerró el acto la intervención del presidente de nuestra Corporación el hermano Marco Antonio García el cual tuvo un sentido y emotivo recuerdo a todos nuestros mayores y antece-sores que formaron antaño parte de nuestra Corporación a lo largo de todos estos 133 años de historia ininterrumpida como verdaderos pioneros y baluartes de esta tradi-ción y que ahora, cual eslabón de

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tradiciones de nuestra Mananta, legamos con este nuevo reto que se nos presenta, concluyendo la misma con las vibrantes notas de la marcha Recuerdo y seguidamente y como broche de oro el siempre emotivo Gloria al Muerto.

Finalmente y para concluir nuestra Corporación no quiere dejar pasar esta ocasión que se nos brinda este año, queriendo agradecer en estas líneas las continuas muestras de cariño y feli-citaciones recibidas hacia nuestra Corporación desde entonces y especialmente a lo largo de nuestras pasadas Cuaresma y Sema-na Santa tras este día. A todos ellos GRACIAS y especialmente a aquellos que tuvieron la gran suerte de estar junto a nosotros en este inolvidable día, ¡gracias! de nuevo, por haber compartido todos los grandes momentos de aquella emotiva jornada ya que, con su presencia, hicieron más grande la historia viva de nuestras Virtudes. Un Fraternal Abrazo

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ta. Orígenes que gracias a la labor de investigadores e historiadores como Agustín Pérez de Siles, Anto-nio Aguilar y Cano o Julio Aranda Doncel dibujan aunque sea sólo un fugaz boceto de aquella chispa que encendió la Semana Santa y deno-tar que fueron las hermandades de la Veracruz las primeras que de la mano de los franciscanos dieron publico culto en Semana Santa en el antiguo Pontón de Don Gonzalo.

Este año la Cofradía de la Co-lumna, cierta y digna heredera de la Hermandad de la Veracruz ori-gen de la Semana Santa de Puente Genil, haciéndose eco de la fecha de 1558 que el historiador pontanes don Antonio Aguilar y Cano con-signa como fecha más antigua en la que se tiene constancia de su exis-tencia, celebra el 450 aniversario de vida de aquella tradición de flage-lantes y procesión del Cristo de la Sangre, germen de nuestra Semana Santa, primera tradición que de la mano de los franciscanos se fragua tanto en el Pontón de Don Gonzalo como en el resto de localidades de la provincia. Y para asentar nuestro conocimiento en aquel inicio, des-

n la actualidad la Semana Santa se nos muestra como un universo maravilloso lleno de matices, de colores, de vida, en la que el manantero puede adentrarse en un mundo de

sentimiento, tradición, fe y religiosidad y en la que el hombre terre-nal puede acercarse y tocar aunque sea sólo un instante la eternidad del cielo. Una Semana Santa de Puente Genil conformada por mil y una tradiciones que unidas en tejida amalgama conforman el sueño de nuestra Mananta. Tradiciones que al igual que los afluentes de un rio van completando su caudal, se han ido incorporando y que al discurrir de los siglos fueron engrandeciéndola, dotándola de riqueza cultural, espiritual y sentimental.

Pero como todo en esta vida, la Semana Santa tuvo un inicio, una tradición primigenia, una tradición vigorosa que supo arrai-garse en nuestro pueblo y que sirvió de punto de partida, de rica

simiente que al correr de los siglos pervive, crece y sigue dando frutos para que el ma-nantero pueda probar sus ca-chitos de Gloria.

Siempre al indagar en la historia pasada mientras más lejano es nuestro intento, su realidad se nos muestra más engañosa, difusa y sólo pe-queños rumores, solitarios documentos y algo de tradi-ción transmitida llegan a no-sotros. Igual ocurre cuando la búsqueda se centra en los inicios de la Semana San-

Anivçr+sarios Anivçr+sarios

Cofradía de la Columna

450Aniversariode nuestra

Semana Santa

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tacar esa verdadera joya pictórica, el cuadro de los flagelantes recien-temente restaurado y que se con-serva en la iglesia de la Veracruz, en la que cual ventana al pasado podemos contemplar como serían aquellas originarias procesiones.

Una efeméride como la que este año nos contempla debe de servir para hacer un alto en el cami-no y volver la vista atrás y rebuscar en nuestros orígenes la verdad de nuestras tradiciones, igualmente debe de servirnos para poner en valor lo que tenemos, desempol-vando documentos, fotografías, tradiciones escritas o transmitidas, rescatándolas antes de que el vien-to del olvido recaiga sobre ellas. Así en este año la Cofradía de la Columna va a editar el libro-revista Veracruz, que se presentará en cua-resma, donde se podrá dar respues-ta a muchas de las preguntas que la historia ha ido dejando sobre el origen de nuestra Semana Santa al respecto de la Hermandad de la Veracruz, que hacía su salida en la ya existente ermita de la Veracruz. También documenta cómo y porqué aquellas procesiones de flagelantes se reconvirtieron en cofradías de la

Anivçr+sarios Anivçr+sariosColumna, cambiando los crucificados como es el caso del Cristo de la Sangre, por Amarrados a la Columna, igualmente se hace un gran acopio de documentos inéditos, fotografías de época, se documentan antiguas tradiciones y se han datados los hitos más importantes de nuestra Cofradía.

También este año la efeméride llega a nuestra imagen del Se-ñor Amarrado a la Columna, ya centenaria. Viniendo de la mano de Don Francisco de Paula Ortega Montilla, mártir de la Semana Santa, Cofrade Mayor de la Cofradía desde 1900 hasta 1936 y re-presentante del taller de los Hermanos Bellido de Valencia, desde donde la trajo a Puente Genil el veintitrés de marzo de 1908, sien-do bendecida en el Convento (Hospital) el nueve de abril y llevada en procesión a la Veracruz el Domingo de Ramos.

Hacer referencia en primer lugar que con el motivo de los ac-tos que la Cofradía va realizar, se va ha procesionar al Cristo de la Sangre en un solemne Vía-crucis durante la semana de los cultos, una vez que se ha restaurado la cruz. Es la primera vez en la his-toria moderna de la Semana Santa que se procesiona por las calles de nuestro pueblo. Anterior al Vía-crucis la segunda semana de cuaresma nuestro paisano y hermano de la Cofradía Emilio Reina Giménez, va a disertar sobre la evolución de la imaginería proce-sional de la Columna desde sus inicios en el siglo XVI hasta el siglo XXI, en ese mis-mo acto la Cofradía de la Columna, pre-sentará el libro-revista antes mencionado.

Finalizar desta-cando que la Cofradía de la Columna si bien es la más antigua de cuantas participan en la Semana Santa de Puente Genil, sigue haciendo gala de los valores de sencillez y humildad que por su origen los franciscanos supieron inculcar. Valores que por des-gracia cada vez mas se alejan de nuestras tradiciones y procesio-nes. Permitidnos que desde estas páginas os animemos para que durante la cuaresma que nos aguarda busquéis un momento para acercaros a la ermita de la Veracruz reflexionéis sobre el origen de nuestras procesiones delante del cuadro de Los Flagelantes y sintáis como os envolverá la mirada de nuestro Padre Amarrado a la Columna y en Él veréis reflejada vuestra alma de mananteros, sintiendo como la fe vuelve a vosotros.

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Anivçr+sarios Anivçr+sarios

entro de los actos organizados por la Cofra-día de Nuestro padre Jesús de la Humildad y Paciencia de Puente Genil con motivo del 300 aniversario de la llegada del Señor a

Puente Genil y como colofón a tan intenso año, se celebró en Sevilla una jornada de convivencia en la que la Car-melitas habían recibido respuesta a su petición a su Casa Generalicia, en Roma, del hermanamiento del Carmelo, de las Carmelitas Descalzas de la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Carmelo, con la Cofradía del Señor de la Humildad y Paciencia de Puente Genil.

Por el que nos hermanábamos con la Orden Carmelita, 300 años después, el Humilde quiso que la Cofradía de Puente Genil y la Orden de donde procedió estrecharan lazos inquebrantables para siempre.

En dicho acto intervinieron Javier Villafranca Muñoz, tesorero de la Cofradía, Juan Ortega Chacón gran amigo de la Cofradía y artífice de este encuentro, continuó con la celebración de la santa misa oficiada por Fray Francisco José Berbell Sanblás, provincial de los Carmelitas Descal-zos de Andalucía, al finalizar la santa misa la Superiora del Convento hizo entrega de la Carta, después de unas emocionadas palabras a nuestro Cofrade Mayor. Fue un acto entrañable e inolvidable para todos los que tuvimos la suerte de haberlo vivido. El cofrade mayor José Antonio Torres Aguilar se dirigió a todos y dijo que a partir de aho-ra la Cofradía pasaría a llamarse:

Real Pontificia y Carmelita Cofradía de Nuestro Pa-dre Jesús de la Humildad y Paciencia.

Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad

Anivçr+sarios Anivçr+sariosCarmelita Cofradíade Ntro. Padre Jesúsde la Humildad y Paciencia

D

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Anivçr+sarios Anivçr+sarios“Carta de Hermandad de la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo”

AMOR FIEL Y UNA ESPERANZA DE SIGLOS

Carmelitas Descalzas de Sevilla

<<El Cristo de humildad y paciencia de Puente Genil es conocido popular y devocionalmente como “El Humilde”. Pero también se le podría llamar “El Paciente”. Porque “paciente” es quien soporta la adversidad o los sufrimientos con fortaleza y resignación, pero también quien sabe esperar algo con serenidad y constancia. Quienes veían al “Humilde” recorrer las calles de Puente Genil y le manifestaban -año tras año- su amor y devoción, admiraban su actitud serena frente a la humillación y el dolor, pero no imaginaban que “su Cristo” guardaba en su corazón fiel una esperanza de siglos.

Aquí, en nuestro convento de San José del Carmen de Sevilla, las carmelitas desconocíamos la existencia de esta imagen tan venerada en Puente Genil. Había, sí, memoria de la fundación -poste-riormente suprimida- de un monasterio en La Puente de Don Gonzalo a principios del siglo XVIII, a la que había ido en calidad de Maestra de Novicias la Madre Gregoria Francisca de Santa Teresa (1653 – 1736), sevillana, gran poetisa e hija insigne de esta casa. Un grande y magnífico lienzo ubicado en la escalera principal del convento reproduce una escena de la vida de esta venerable Madre a la que Sevilla honró imponiendo su nombre a una calle y cuya biografía fue escrita por Diego de Torres Vi-llarroel (1738).

Entre el Humilde Cristo de Puente Genil y el convento sevillano había una lejana y olvidada histo-ria, e iba a comenzar una nueva, secretamente guardada en el corazón fiel y esperanzado del Señor de Humildad y Paciencia. Pero entre el Genil y el Guadalquivir, entre las dos riberas, las de ayer y hoy, hacía falta un puente...

Fue D. Juan Ortega Chacón el designado para tenderlo, y hacernos descubrir un hecho descrito en el libro de la Vida de Madre Gregoria Francisca. El relato puede resumirse en la palabra “llévame” que la Venerable creyó escuchar de labios de su Señor cuando fue a despedirse de Él para marchar a la fundación de La Puente de Don Gonzalo. Fue así que, con la aprobación de la M. priora y Comuni-dad, Madre Gregoria partió hacia la villa cordobesa en compañía de la amada imagen de su Señor.

La venerable carmelita regresó a su convento sevillano, dejando al precioso Cristo en la Puente de Don Gonzalo donde, andando el tiempo, escribirá una hermosa página de intensa devoción popular que se mantiene con todo fervor en nuestros días.

Sin embargo, como si algo le faltara, el Señor se ha dado “trazas” para volver a vincularse a quienes en siglos pasados le regalaran con sus oraciones, súplicas y alabanzas, a quienes padecieran con su Pasión, a quienes le veneraran como a Dios humanado, paciente y humilde, a quienes le amaran como a Esposo.

Esta Comunidad rebosa gratitud al Señor por esta delicadeza de habernos mostrado una vez más la fidelidad inquebrantable de su Amor, y a las autoridades y miembros de esa maravillosa Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, por sus muchos detalles de caridad con nosotras y por el inmenso regalo de concedernos la Mayordomía de Honor de la venerada Imagen.

Hoy tenemos la alegría de poder corresponder a tanta bondad con la entrega de la Carta de Her-mandad con nuestra Orden, que a nuestra solicitud ha tenido a bien conceder el Prepósito General. De esta manera, además de los vínculos históricos y de afecto que le unen a nuestra Comunidad, quedan asociados a los bienes espirituales de toda nuestra Sagrada Orden de Carmelitas Descalzos.>>

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Anivçr+sarios Anivçr+sariosTodos los actos celebrados por la Cofradía por el

CCC Aniversario de la llegada del Humilde a Puente Genil, se han plasmado en un libro donde diversas plu-mas pontanas han querido rendir homenaje a tan signi-ficativa efeméride.

El libro fue presentado -dentro de un pack que está compuesto por el libro: Con la Mano en la Mejilla, un DVD de los actos celebrados durante todo el año, el libro del pregón de la Semana Santa de 2007 y el DVD del mismo- el pasado día 25 de enero en el cuartel del Imperio Romano ante una nutrida representación de hermanos de la Cofradía y de la Semana Santa y está compuesto por tres apartados

• Saludas• Historia, Arte, Iconografía y patrimonio de la Hu-

mildad y Paciencia en Puente Genil• Miscelánea

Entre los colaboradores de dicho libro se encuentran:

José Antonio Torres AguilarManuel Delgado Torres Julio González Jurado Máximo González JuradoJuan Ortega ChacónJesús Rivas CarmonaMariam Vizcaíno VillanuevaAntonio Illanes VelascoCarlos Delgado Álvarez de SotomayorCarlos Alberto Herrería GómezJosé Montesinos MorenoRafael Fernández ReinaJavier Villafranca MuñozRafael Jurado CarmonaAgustín Moyano CarmonaLuis Velasco FernándezJuan Leiva LópezJesús Gálvez SilvaEmilio García ArroyoJuan Fernando García ArroyoAntonio Carmona Ruiz

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auspicios nos aceptaron en la Agru-pación de Cofradías como corpora-ción de pleno derecho.

El tercer paso, tan fundamen-tal como los anteriores, era conse-guir una casa cuartel, casa cuartel que evidentemente y durante varios años tendría que ser de alquier, pues dada la posición económica de los componentes, estudiantes, trabaja-dores, parados, etc, no podía ser de otra forma.

Nos instalamos por primera vez en la Plazuela Lara esquina frente al cuartel de los Apóstoles, hermanitos que nos socorrieron como buenos mananteros en todo lo que nos fue haciendo falta, amen de darnos las primeras lecciones de hermandad y Corporación. Al año siguiente, nos instalamos en la calle Cosano, en los años 1985, 1986 y 1987 en la calle Santos, en el Molino de Zoí-lo Cabello, casa cuartel que acogió durante varios años a otros grupos y corporaciones y, por último adqui-rimos en propiedad el que hoy es nuestro cuartel, en la calle Posito, nº 17, cuartel que aún sigue en pie pese a haber tenido varios conatos de deslizamiento.

sta Corporación fue creada en el primer Sábado de Cua-resma del año de gracia 1983, siendo sus componentes de una edad media de 23 años. Sus raíces como corresponde

a cualquier corporación manantera, data desde que todos los com-ponentes comenzaban a vestirse en las diferentes corporaciones de Puente Genil en el Día de la Cruz y, posteriormente pasaron por di-versos “grupos” Mananteros, si bien la mayoría de los fundadores de esta Corporación pertenecían a la “Real Cofradía de Nuestra Señora de La Cruz y San Juan Evangelista” y al Grupo de penitentes que los acompañaba “Las Comparaciones”, Cofradía que, desgraciadamen-te en la actualidad ha dejado de realizar desfiles procesionales.

Efectivamente, llevaban los hermanitos de San Juan del barrio Alto y sus capiruchos, conviviendo desde los 14 años de edad, es decir desde 1969 hasta 1983, aproximadamente y, como en todos ellos brotaba el ambiente manantero, se unieron dos aspectos: que la Cofradía no pasaba por sus mejores momentos y que los hermanitos estaban deseosos de aportar más a la Semana Santa de Puente Genil pues no se conformaban tan solo con participar el Viernes Santo, decidiendo por tanto crear esta Corporación.

El primer paso sería darle un nombre, acudimos a Don Manuel Montero y, al abrir la Biblia nos dijo, “amigos” tan sencillo como el primero que aparece en la Biblia “El Pentateuco” y así de simple aceptamos la propuesta.

El segundo paso era conseguir lo que cualquier manantero an-hela de chiquitito, unas figuras bíblicas. Acudimos a la Agrupación de Cofradías y, como era lógico, nos dijeron que por el momento esa meta era imposible y que, en todo caso, la aprobación pasaría por nuestra incorporación de pleno derecho a una cofradía y, en un fututo, Dios proveerá.

Dado que entre los componentes de la Corporación habían bas-tantes lazos de unión con la Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de Las Lagrimas, no nos fue difícil acudir a ellos y bajo sus

Anivçr+sarios Anivçr+sarios25Aniversariode la Corporación

El Pentateuco

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Ya con nuestro cuartel, en el año 1986 conseguimos de la Agrupación de Cofradías las tan deseadas figu-ras bíblicas para incorporarlas a los desfiles procesionales de Semana Santa, figuras que representan los cinco primeros libros del Antiguo Testamento (GENESIS, EXODO, LEVÍTICO, NÚMEROS Y DEU-TERONOMIO).

Recientemente, esta Corpo-ración ha tenido la suerte de proce-sionar las figuras del Nuevo Testa-mente “El Fariseo y el Publicano” figuras cedidas por la anterior Cor-poración y que nos llena en todos los sentidos, pues con ellas pode-mos realizar desfiles procesionales en penitencia con Nuestro Terrible y compartir otros desfiles con las distintas cofradías del Miércoles Santo, Jueves Santo y Viernes San-to.

Anivçr+sarios Anivçr+sarios Pero no sólo tenemos que destacar la celebración

de este XXV aniversario de la Corporación, este XXV aniversario se complementa con otro, los 25 años que llevamos acompañando a nuestros Titulares, 25 años sin faltar a ninguna cita. No es fácil estar ahí durante tantos años, y el Pentateuco, estuvo, con humildad, decoro, se-riedad, penitencia, hermandad. De igual forma, por parte de la Cofradía, tenemos que agradecer el calor recibido, calor que desde el primer Sábado de desfile procecional nos supieron dar acompañándonos a la comida herman-dad celebrada el Sábado Santo a medio día, comida de hermandad a la que nunca faltaron, si bien en el camino van quedando hermanos que nos dejan para unirse al Te-rrible, como nuestro hermano fundador, Manuel Berral, y recientemente los Hermanos Manuel Gil Rivas (Machu-ca) y Rafael Ruiz, (Rafalito) fallecido recientemente, que siempre nos apoyó en todos los sentidos y que jamás faltó a esta comida de hermandad, desde aquí reciban todos nuestro más sentido pésame.

Siendo muchos los ratos buenos en hermandad com-partidos, desgraciadamente, también hemos tenido que compartir momentos amargos, como los que sufrimos al ver como se nos iban nuestro hermano José Manuel Gon-zález Osuna (hermano fundador), nuestro hermano Juan Ramón Benítez Arjona y nuestro hermano Rafael Estepa Martínez, desde aquí reciban nuestro más querido abrazo,

pues saben que los tenemos cada día presentes en nuestros cora-zones, hermanos que descansan junto al Terrible y que velan por nosotros.

Así, al ser esta una corporación joven, y sin que se nos tache de vanidosos, resalta por la unión y hermandad que derrochamos, des-de sus inicios hasta estos días, unión y hermandad que mantenemos durante todo el año. Convivimos en nuestras tertulias, bautizadas con el nombre de “la tapaera” (que para aclarar el nombre de estas tertulias, se refiere a la tapaera de la olla de los guisos). Partici-pamos en los diferentes eventos socio culturales de Puente Genil, durante bastantes años hemos montado caseta de feria con bastante éxito a todos los niveles, hemos montado cruces de mayo, carrozas de Navidad, y carnaval. Participamos y colaboramos como corres-ponde al objetivo principal de toda corporación manantera a apoyar a las asociaciones benéficas, principalmente locales.

En definitiva GRAN HERMANDAD, hermandad que, como dice la Biblia le corresponde a todo hijo de Jesús, a todo el que tiene fe en su misión divina, pues, como decía San Pedro El lazo de fraternidad no se basa en el parentesco carnal, sino que se estable-ce de acuerdo con el Espíritu.

¡Viva El Terrible!

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de la procesión. Encontramos refe-rencias escritas también en multitud de publicaciones locales, pero don-

l próximo mes de junio, la Antigua Cofradía Sacramental de la Sagrada Cena de Jesús y Nuestra Señora del Amor conmemorará el XXV Aniversario de su refundación.

Con motivo de dicha efeméride se han organizado una serie de actos conmemorativos que tendrán su momento más brillante en la solemne Salida Procesional Extraordinaria que realizará Nues-tra Señora del Amor en la tarde noche del sábado treinta y uno de mayo en el día de la solemni-dad del Amor Hermoso de María –onomástica de nuestra cotitular-. Pero a la hora de celebrar una efeméride, por encima de cualquier hecho o acon-tecimiento presente, se hace necesario el echar la vista atrás y hacer un balance de realidades y acontecimientos que justifiquen algo más que un punto y seguido en una cuenta del tiempo que na-die puede detener y que seguirá aumentando sus cifras con el devenir de los años.

De la antigüedad de la Hermandad de la Cena que se veneraba en la ermita de la Veracruz y que formaba parte de la procesión del Jueves Santo en-contramos diversas referencias históricas, aunque ninguna cita de manera precisa el momento his-tórico en que pudiera tener su fundación, si bien, pudiera establecerse que fuera a mediados del si-glo XVII. Los “Apuntes Históricos de la Villa de Puente Genil” de Pérez de Siles y Aguilar y Cano (Sevilla 1.874) describen la ermita, el altar y paso de la Santa Cena e igualmente el orden y desfile

Anivçr+sarios Anivçr+sariosPuente Genil por la Santa CenaCofradía de la Santa Cena

Alfonso Jesús Morales GarcíaCapataz

A la memoria de Francisco Cabezas Cáceres, Juan Ortega Melgar, José Gálvez, Constancio del Val, Francisco Castilla, Antonio Mora… y cuantos con su ilusión y empeño pusieron los pilares materiales y sentimentales de nuestra cofradía en estos XXV años

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de encuentra su mayor descripción gráfica es, sin duda, en el Libro de Semana Santa de Puente Genil de Miguel Romero de 1.911: <<Her-mandad de la Santa Cena. Estan-darte de la misma, siguiéndole su numerosa y ferviente hermandad alumbrando, música y bengalas. El Paso de la Cena es muy bonito y artístico, llamando la atención la mesa rebosante de platos con dul-ces, pan, roscos de fideo, (. . .) vino selecto y en el centro de la misma, maniatado, un blanco y hermoso corderillo con primorosos lazos de seda (. . .) las esculturas son trece. El Divino Maestro y sus doce dis-cípulos sentados a la mesa en que tuvo lugar la Institución de la Eu-caristía...>>

De igual modo, han llega-do hasta nosotros alguna que otra cuartelera que describe o enumera la composición del Jueves Santo de aquella época:

“Jueves Santo en la tarde,salen de la VeracruzEl Preso, la Columna,la Cena y la Santa Cruz.”

Pero el destino quiso que se torcieran los renglones de la histo-ria y nuestro país se viera inmerso en una lucha fratricida que marcara

Anivçr+sarios Anivçr+sariosun antes y un después en las vidas de todas las familias españolas sesgando en todos los aspectos el panorama nacional, hecho del que nuestro pueblo no pudo quedar impasible… Dada mi condi-ción de hermano de la Cofradía de Jesús Preso y la responsabili-dad asumida con motivo del Cincuentenario de su Imagen Titular en 1.992 de confeccionar y coordinar la publicación conmemo-rativa como miembro -entonces- de su Junta de Gobierno; tuve la oportunidad de conocer, de primera mano, de boca de testigos supervivientes de aquella fecha la narración de los desagradables hechos acaecidos en la ermita en julio del año 1.936 que se sal-daron con la pérdida de las imágenes titulares de Jesús Preso y la Santa Cena. La crudeza, violencia e irreverencia sacrílega de los mismos me impiden -por respeto- que los reproduzca aunque representaría un documento digno de guardar en la tan de moda denominada últimamente “memoria histórica” que también afectó a nuestra Semana Santa. La ermita fue incendiada y destruidas la totalidad de la imágenes, atributos y enseres de la hermandad y presumiblemente el archivo y libros de actas, quedando ésta ex-tinguida. Pero estos hechos no solo sirvieron para privar a nuestra localidad de una representación iconográfica que mutilara una de nuestras procesiones más típicas, sino que sirvió para despertar un anhelo permanente en el corazón de muchos de nuestros manante-ros más castizos: restaurar para nuestra Semana Santa el paso de la Santa Cena; anhelo del que siempre se confesó lábaro y estandarte uno de nuestros fundadores y Manantero Ejemplar: Juan Ortega Melgar.

Comenzaban a afianzar sus pasos los ochenta, Puente Genil vivía inmerso en una época de bonanza desde el punto de vista socio-cultural que mantenía ilusionados a un sector importante de la población en el que también se encontraba el mundillo sema-nantero. Tomando como punto de análisis éste último, mencionar que la década había comenzado con la necesidad de restauración de Ntro. Padre Jesús Nazareno, restauración que fue sufragada mediante una suscripción popular en la que participó todo Puente Genil… En mi opinión, este hecho implicó un movimiento gene-

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Anivçr+sarios Anivçr+sarios

ralizado de acercamiento de público al ámbito de la Semana Santa que se tradujo en un incremento de hermanos en cofradías y cor-poraciones. Surgen nuevas corporaciones, grupos de picoruchos; la juventud siente la necesidad de incorporarse de manera activa; se incorporan nuevas imágenes (Virgen del Consuelo) y se recu-peran otras (Santa Cruz); se ocupa el Martes Santo y Puente Genil ambiciona completar su Semana Santa con el Lunes. El intento de completar este dia con la procesión del Silencio parece no terminar de convencer… Y Puente Genil siente el deseo y la necesidad de completar su Semana Santa con el único paso que le queda por restaurar: la Santa Cena.

Hacia finales de 1.982 un grupo de pontanenses tiene conoci-miento del deseo de la Cofradía Sacramental de la Sagrada Cena de Sevilla de renovar su apostolado por otro de nueva ejecución y se comienza un largo rosario de comunicaciones, laboriosas ges-tiones, viajes y entrevistas en aras de traer a Puente Genil el apos-tolado que, hasta esa fecha, procesionaba la hermandad sevillana. Los promotores artífices de dicho propósito y, por consiguiente, de la refundación de la Cofradía de la Santa Cena fueron Francisco Cabezas Cáceres, Francisco Luque Estrada, Juan Ortega Chacón, Rafael Quero Medina, Manuel Morales Solano y José Antonio Prieto González. La empresa no era fácil, pues consistía en hacer resurgir el ave fénix de sus propias cenizas. Levantar de la nada una cofradía que necesitaba de trece imágenes para concretarse, solo podía dejar de ser un sueño para hacerse realidad si se contaba con el apoyo de todo el pueblo. Antes era necesario posicionar-se de manera preferente ante otras peticiones de distintos lugares como Málaga, Jaén o Valladolid. En ese posicionamiento serían piezas fundamentales los dos hermanos citados en último lugar pues gozaban de la amistad y del conocimiento personal dada su

relación laboral en la empresa his-palense Abengoa con el entonces Hermano Mayor de la Cena Sevi-llana: Juan Palacios Ávila. La cate-goría, tradición y características de la Semana Santa pontanesa decantó la balanza a nuestro favor. Así pues el 28 de junio de 1.983, en el cuar-tel de “Las Cien Luces” se procede a constituir y sentar las bases de la actual Cofradía Sacramental de la Sagrada Cena de Jesús y Nuestra Señora del Amor:

<<Una cofradía nueva pero que continúa con una tradición vie-ja; una cofradía sacramental que al mismo tiempo que al culto se-manantero se compromete al culto y la vivencia Eucarística, con acti-vidades espirituales y sociales (…) una cofradía abierta a todos los pontanenses, hombres y mujeres; mananteros viejos, tradicionales y los que nunca han participado en la Semana Santa. En definitiva la cofradía de todo Puente Genil. (…) Establecer su sede canónica en la Parroquia de San José y realizar Estación de Penitencia en la tar-de noche del Lunes Santo –único hueco de nuestra Semana Santa- y así poderle prestar el mayor calor y atención por nuestras cofradías y corporaciones.>>

El 23 de septiembre una comi-sión de cofrades pontanos compues-ta por Juan Ortega Melgar, Manuel Morales Solano, Juan Ortega Cha-cón, José Antonio Prieto González, Francisco Cabezas Cáceres y Fran-cisco Luque Estrada, se reúnen en la Sala Capitular de la Hermandad de la Sagrada Cena de Sevilla, con sede en la Iglesia de los Terceros y cierran las condiciones de adquisi-ción de las imágenes de los doce apóstoles que en su conjunto fueron esculpidas en 1.939 por D. Antonio

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Anivçr+sarios Anivçr+sariosBidón Villar, a excepción de la de San Juan (1.959) de Rafael Barbe-ro, las de San Pedro y San Andrés anónimas del siglo XIX y la de San Judas Tadeo, atribuida a Gutiérrez Cano. La imagen de Cristo, de cuerpo entero, fue tallada el mis-mo año por el imaginero sevillano D. Antonio Dubé de Luque, siendo bendecido el grupo escultórico por el Rvmo. y Exmo. Sr. Obispo de la Diócesis D. José Antonio Infantes Florido, en ceremonia celebrada el 11 de marzo de 1.984, siendo pro-cesionada el Lunes Santo de ese mismo año.

La Cofradía rinde culto, asimismo, a una imagen de María Santísima, Dolorosa, bajo la ad-vocación de Nuestra Señora del Amor, obra igualmente de D. An-tonio Dubé, siendo bendecida tam-bién por D. José Antonio Infantes el 11 de noviembre de 1.984 y pro-cesionada por primera vez el Lunes Santo 1º de Abril de 1.985 (…)

La línea de la cofradía, es-tablecida en el párrafo suscrito del Acta Constitucional ha sido norma fundamental de estos veinticinco años y, por consiguiente, de manera corporativa se siente orgullosa de haber llevado al extremo el deseo de aquel puñado de hombres –por qué no decirlo- valientes que asu-mieron el reto de aupar la Semana Santa de Puente Genil a los más altos niveles de dicha celebración junto con ciudades de primera línea de la geografía española, haciendo una cofradía abierta y del pueblo.

En cuanto al carácter sa-cramental –eje de su identidad- se rellenó prácticamente el calenda-rio anual de actividades de acerca-miento espiritual de los hermanos al culto: cultos cuaresmales, estación penitencial con Eucaristía previa, ofrenda floral, función Eucarística,

cultos del Santo Rosario, recuperación del Rosario de la Aurora, misa de difuntos y misa navideña. Desde 1.987 la cofradía ha veni-do realizando, como mínimo, un viaje de índole religioso-cultural de peregrinación en el que han sido destinos los principales luga-res de devoción popular de la Península y sur de Francia (Fátima, Lourdes, Pilar, Santiago, Guadalupe, Rocío, Almudena, Covadon-ga, Montserrat, Javier, Silos, Ávila, Burgos, Toledo, Valvanera…)

Desde el punto de vista social, se hizo necesario rodearse de un número importante de hermanos para poder cumplir sus fi-nes y actividades; poder adquirir los enseres y elementos ornamen-tales necesarios y sufragar los gastos inherentes de una estación de penitencia con dos pasos. Dichas circunstancias han hecho que por el archivo de hermanos hayan pasado una masa social cerca-na a las tres mil personas, permaneciendo en activo durante estos veinticinco años una horquilla entre 1.600 y 1.200 hermanos. Un fenómeno social de esta magnitud lleva implícito un carácter po-pular por lo que siempre se ha mantenido una cuota anual que posibilitara la pertenencia y permanencia en la misma al mayor número de personas que así lo deseasen, contasen con el fervor a nuestros titulares y se sintieran identificados con nuestros fines y actividades.

La consonancia entre el espíritu cristiano de solidaridad y la injusticia social de una sociedad moderna en la que vivimos, requiere del compromiso con los más desfavorecidos, por ello en 1.985 se pone en marcha con carácter anual, cada Navidad, la cam-paña de ayuda a familias necesitadas “Santa Cena y Amor en Na-vidad” que a lo largo de estos años ha experimentado tres líneas distintas de actuación. En sus comienzos mediante ayuda alimen-taria asistiendo a cerca de 200 familias, posteriormente mediante

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Anivçr+sarios Anivçr+sariosayuda asistencial canalizada y en la actualidad mediante la organi-zación de un acto social de convivencia navideña cuyos beneficios son repartidos equitativamente a Cáritas y a nuestra Parroquia para que sean estas instituciones las que apliquen el mismo en función de su línea anual de actuación en materia caritativo-social.

La juventud siempre ha sido uno de los estandartes de la cofradía. En unos años en los que no existían salidas para la mis-ma, la cofradía de la Cena y el Amor asumió responsable y valien-temente el papel di-namizador de buena parte de la juventud de nuestra Semana Santa. La decisión de que nuestros pa-sos fuesen llevados por hermanos cos-taleros “al estilo se-villano” supuso un revulsivo sin pre-cedentes. Decisión, sin embargo, que no hizo esperar las críticas más radica-les de los sectores más castizos, lo que obligó que, aunque manteniendo el es-tilo, se imprimiera una idiosincrasia propia, desde la dis-creción, sin alardes ni expresiones im-propias al mundi-llo manantero local –más que las nece-sarias- y haciendo universales compo-siciones del acervo musical de Puente Genil en agrupaciones musicales de renombre andaluz. Desde el periodo 1.985-87 ambos pasos son portados por dos cuadrillas de hermanos costaleros de la cofradía aglutinando un colectivo de jóvenes que superó el segundo centenar en sus mejores años, ha-biendo participado en la estación de penitencia de 2.007 un total de 168 hermanos costaleros en ambos pasos.

Nuestros pasos chiquitos dieron pie a la semilla semanan-tera entre los años 89-91, haciendo estación de penitencia el día 30 de abril de cada año, siendo el primero que quedaba desocupado

en este momento, manteniéndose así en la actualidad a pesar de la co-incidencia con otras cofradías. En su momento se tomó la decisión de que fueran acompañados por una banda de música, siendo reconsi-derada en los últimos años en aras de buscar un aire menos ostentoso

y más acorde con los gustos y necesidades de los niños que organizan –bajo supervisión de los mayores- su procesión.

En 1.987 nace en el seno de la cofradía el coro “Virgen del Amor”, habiendo sido otro mo-tivo de incorporación y participación de la juventud en el seno de la cofradía. Desde sus comienzos se planteó como fines contribuir, con su participación, en el mayor esplendor de los actos de la cofradía. Independientemente de lo anterior, también ha mantenido una línea ar-tística que le ha lleva-do a actuar en un buen número de lugares de la geografía andaluza y na-cional, siendo el primer coro rociero en actuar en la Catedral de Burgos. Posee cuatro trabajos discográficos y ha sido acreedor en varias oca-

siones del primer premio regional de Villancicos y campanilleros del certamen organizado por la Asocia-ción de Belenistas de Sevilla.

En enero de este año se han dado por concluidas las obras de construcción de nuestra casa her-mandad sita en la calle Santos 8-10. Esta obra viene a cubrir las necesi-

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Anivçr+sarios Anivçr+sariosdades de habitabilidad propias de una cofradía como la nuestra. Un lugar de reunión de los distintos co-lectivos donde tengan lugar parte de las celebraciones y actividades que celebramos a lo largo del año. Ini-ciada en la cuaresma del año 2.000 ha sido posible, de una parte, gra-cias a la donación de los solares y, de otra, al esfuerzo de los hermanos de la cofradía que unos con su trabajo y otros con su colaboración han hecho posible la edificación de una obra de tal magnitud; esfuerzo y sacrificio que ha sido sopor-tado con cargo a un presupuesto anual de por sí ajustado y con la entrega y colabo-ración de todos. De igual modo es obli-gado el agradecer a cuantas empresas lo-cales y foráneas han dado su empujón en situaciones de “pasos perdidos” ofrecien-do su ayuda material tan indispensable para seguir adelante. Esta realidad viene a completar y ampliar las posibilidades so-ciales pues abre un espacio nuevo de participación y aper-tura al pueblo cuyo ejemplo más rele-vante lo encontramos estos últimos años en la organización de nuestra cruz de mayo, constituida en unas auténticas jornadas de participación y puertas abiertas en convivencia con el pueblo de Puente Genil.

Todo este entramado descrito tiene su máximo punto expo-nencial en la salida procesional del Lunes Santo. Valorar o evaluar desde dentro lo que esta cofradía ha aportado a la misma es más una labor crítica y valorativa del pueblo que acompaña, vitorea y vibra con nuestros pasos a lo largo de las seis horas y media que dura nuestra estación. No es nuestra intención –ni nunca lo ha sido- entrar o crear competencia alguna con nadie; es el pueblo sobera-no y la opinión pública quién tiene la capacidad objetiva de dar a cada uno lo que se merece en función de sus actos. No obstante,

hay quién ha mar-cado un antes y un después de nuestra Semana Santa con y sin el Lunes Santo. La innovación es-tética, ornamental, musical, artística y el importante nú-mero de nazarenos que participan en el mismo han impreso un sello de identi-dad propio que ha cumplido con creces las expectativas de ese nutrido grupo de pontanenses ilu-sionados que -ahora va a cumplirse XXV años- hicieron que todo un pueblo fue-ra partícipe de un sueño y un anhelo común. Veinticin-co años más tarde Puente Genil por la Santa Cena se con-vierte en una San-ta Cena de Puente Genil, una cofradía del y para el pueblo donde todo aquel

que quiera puede, tiene y debe encontrar su sitio. Desde el agrade-cimiento más sincero al pueblo de Puente Genil: gracias a cuántos con su colaboración, con su crítica, con su oración, con su apor-tación, con su aplauso… han dado un motivo por el que trabajar jueves tras jueves y año tras año en hacer cada vez más grande nuestra/vuestra cofradía.

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Días después se desarrollaba en el Instituto Manuel Reina el primer curso para capataces y costaleros, en el que se contó con la colabo-ración de la Agrupación de Cofra-días, y la presencia de costaleros y costaleras de distintas hermandades de Puente Genil. El curso fue teóri-co y práctico, y en él se profundizó sobre todo en los aspectos físicos y preventivos que deben tener los hermanos costaleros, fue impartido por Antonio Santiago, médico y ca-pataz de ocho cofradías de Sevilla, y Montserrat Altemir, doctora en Fisioterapia. Los asistentes al cur-so lo valoraron muy positivamente, pidiendo que en años sucesivos se siga realizando esta actividad for-mativa.

No podía faltar en la conmemo-ración de esta efeméride la Agrupa-ción Musical Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, que ofrecía un concierto el domingo 25 de febrero en el Instituto Manuel Reina, en el que presentó algunas de las nuevas marchas compuestas por Antonio Moreno Pozo.

También la Agrupación parti-cipó en el homenaje que la Cofra-día realizaba en la iglesia del Asilo a las Hermanitas de los Ancianos

l dos de mayo de 1982, en la casa hermandad de Nuestro Padre Jesús Resucitado, que fue solicitada al efecto, tenía lugar la junta refundacional y constitución de la que en

aquel entonces pasó a llamarse Muy Antigua Hermandad y Cofra-día de la Santa Cruz. Un grupo de doce hermanos –cual apósto-les- con edades comprendidas entre los 14 y los 19 años ponían la simiente de un nuevo proyecto semanantero de Puente Genil.

Han pasado ya 25 años y a lo largo de los cuales, han sido mu-chos los frutos que ha dado la Hermandad, escribiendo una historia llena de trabajo y esfuerzo, pero sobre todo de ilusiones, muchas cumplidas y otras frustradas, y todo ello con el firme propósito de cultivar la fe en el Señor y “anunciar su mensaje de amor entre los hombres”, tal y como se expresa en las reglas de la Hermandad.

Con motivo de la celebración de las bodas de plata de esta refundación, la Cofradía de la Santa Cruz, ha querido cubrir un año de actividades conmemorativas, pues la idea era celebrar el XXV aniversario desde la cuaresma de 2007 hasta la Semana Santa de 2008 (en la que se cumple los 25 años de la primera estación de penitencia tras la refundación). De esta manera una comisión constituida al efecto, por algunos hermanos de la junta de gobier-no, elaboró un programa de actos abierto, y que aún queda por concluir. Si bien algunas de las actividades propuestas en principio han sido modificadas o cambiadas por otras para adaptarlas a las circunstancias.

Así el 17 de febrero, primer sábado de romanos, tenía lugar la presentación del cartel conmemorativo del XXV aniversario, obra del pintor jienense Felipe Herreros. Se trata de una magnífica obra en la que se presentan los tres Titulares de la Hermandad en primer plano, con algunos esbozos de la sede canónica, la iglesia de los Frailes, y de un grupo de nazarenos, cerrando en base la leyenda In hoc Signo vinces. Cartel de bella ejecución que ha tenido un gran éxito entre los ambientes cofrades.

Anivçr+sarios Anivçr+sariosActividades en el XXV Aniversario dela Hermandad de la Santa CruzHermandad de la Santa Cruz

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Desamparadas, madrinas de honor y hermanas mayores honorarias de la Cofradía, en un acto que resultó entrañable.

El Miércoles de Ceniza, tenía lugar la presentación del Sexteto de Música de Capilla Lignum Crucis durante el Vía Crucis Penitencial que realiza la hermandad por las ca-lles del casco antiguo. La Cuares-ma del 2007 se completaba con los cultos, que por motivo de la restau-ración de la iglesia de la Victoria, se desarrollaron en la parroquia de la Purificación, y con el Pregón del costalero, que en esta ocasión fue promulgado por el hermano funda-dor y por entonces cofrade mayor, José Antonio Laguna.

El Martes Santo no acompañó en lo que a lo meteorología se refie-re, y la Cofradía tuvo que quedarse sin realizar la estación de peniten-cia a causa de la lluvia. Llegado el mes de agosto, un grupo de her-manos, viajaron durante unos días por tierras onubenses, recorriendo prácticamente toda la provincia, haciendo posada en la aldea del Rocío, donde tuvieron la ocasión de visitar a la Blanca Paloma.

En el mes de septiembre recibió culto la Santa Cruz, que fue nueva-mente procesionada en estación de gloria por las calles de Puente Ge-nil, desde la iglesia del Asilo. Así mismo se celebraban cultos y rosa-rio de la aurora en honor a Nuestra Señora del Rosario en la primera semana de octubre.

En el mes de noviembre, dedi-cado a recordar a los que se fueron con el Señor, la hermandad realiza-ba un acto de homenaje a todos los hermanos fallecidos, así se realiza-ba una ofrenda floral en el cemen-terio municipal y posteriormente se celebraba misa en sufragio de sus

Anivçr+sarios Anivçr+sarios

almas en la parroquia de la Purificación. La celebración de la solemnidad de Cristo Rey cerraron los

actos litúrgicos, mientras que para acabar el año, la hermandad, esta vez movida por los hermanos costaleros, quiso celebrar el nacimiento del Hijo de Dios con una colosal fiesta de Nochebue-na en las Naves de la Expo, con notable afluencia de hermanos y amigos.

Al cierre de esta pequeña crónica aún quedan algunos actos por celebrar, en espera de ajustar agenda, pero hay sobre todo uno, en el que todos los que somos hermanos de esta cofradía estamos entusiasmados, como es la solicitud realizada al Ilustre Ayunta-miento para que rotule una de las calles de nuestro pueblo con el nombre de “Cofrade Jesús Ángel Rodríguez”, en honor a nuestro cofrade mayor perpetuo, Chencho. En la esperanza de que esta petición sea atendida por nuestros ediles, entendemos que sería la mejor manera de cerrar nuestras bodas de plata.

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Según documentos históricos la fundaron un grupo de pontanos ar-tesanos en el año 1883, siendo apro-

bado su Reglamento por el Ilustre Ayunta-miento de la Villa uniéndose a la misma Las Potencias del Alma, y Justicia y Misericor-dia, celebrando solemnemente su primer centenario el 12 de marzo1983, con nutrida asistencia de representaciones de cofradías, hermandades, Imperio Romano y corpora-ciones bíblicas. Sus figuras simbólicas de la Santa Religión son las que siguen: AMOR: Mandamiento nuevo que nos dio el Señor para que nos amáramos todos como el nos amó. Lleva un Niño Jesús que representa el Amor de Dios. HUMILDAD: Se deriva de la Templan-za. Exhibe un castillo bastión de fortaleza. PACIENCIA: Anima a incorporarse sin tristeza de espíritu al sentimiento de coraza de los padecimientos físicos y morales. Por-ta palma y cruz. Triunfo y Gloria. CASTIDAD: Es la azucena de las Virtu-des. Ostenta escudo y espadín, que significa defensa y ataque. MANSEDUMBRE: Riqueza de vida. Lleva una paloma blanca viva, animal inge-nuo y sencillo que apareció en el Bautismo de Cristo. Acompañan a esta Corporación una escolta de cuatro romanos, incorporados en el año1986

Componen nuestra Corporación un total 36

Anivçr+sarios Anivçr+sariosLas Virtudes en suCXXV Aniversario de su fundación 1883/2008

José Manuel Baena

Año 1952

Virtudes Morales

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hermanos activos: Francisco Cha-cón, Francisco López, José M. Baena, Alfonso Luque, José P. Ra-mos, José Aguilar, José At. Muñoz, Antonio F. Ruiz, Francisco Gra-nados, Juan C. Serrano, Antonio Ortiz, Francisco Gutiérrez, Rafael Muñoz, Manuel Rivas, Manuel Ruiz, José L. Cabezas, José M. Rodríguez, Rafael Rivas, Manuel García, Antonio Ocaña, Antonio Merino, Juan A. Fernández, José A. García, Antonio Peinado, Antonio Serrano, Francisco Pallero, Emi-lio Rivas, José A. Puertos, Manuel García, Francisco Silva, Manuel Serrano, José Jiménez, J. Gregorio Navas, Manuel Calzado, José M. Baena e Isaac Muñoz.

Hermanos Pasivos: Águedo Lo-groño, Antonio Gutiérrez, Antonio Ortiz, Antonio Núñez, Aquilino Jiménez, Andrés del Río, Antonio Ocaña y Juan Umbría.

Hermanos Honorarios: Don Bar-tolomé Más Escribano Palma de Oro (fallecido RIPA.), Don Rafael González Cabello Palma de Oro; Don Francisco Baena Dieguez;

Corporaciones Hermanas: Las Vir-tudes Teologales y Cardinales, El Imperio Romano y Cofradía de Je-sús Resucitado.

La Palma de Oro el más preciado galardón, tienen concedida: Con-chita Mansilla y Maria Ruiz como Camareras de Honor, Los herma-nos: Antonio Gutiérrez Rodríguez, Francisco Luque Estrada, José Ruiz Mansilla, Manuel Delgado Delgado, Manuel Muñoz Montaño, Francisco Chacón Pérez, Francis-co López Navajas, Antonio Ocaña Figueroa, Antonio Ortiz Jiménez, José Manuel Baena Ruiz.

Anivçr+sarios Anivçr+sarios

Actos Conmemorativos:

Ceder nuestra casa cuartel a la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas para la Exposición de Pintura para Xll Concurso de Carteles para la Semana Santa 2008 durante los días 1 al 8 diciembre 07.

Presentación del libro CXXV aniversario de su Fundación 1883 – 2008 de la Corporación Bíblica Las Virtudes Mora-les. Acto que tendrá lugar D/M. el próximo día 26 de enero 08 en el cuartel de nuestra corporación hermana Imperio Romano.

Pregón del Jueves Lardero 31 de enero 2008 a cargo de los hermanos de nuestra corporación y pronunciado por nuestro Hermano José Antonio García Millán.

Domingo de Carnaval, actos en este día: misa de difuntos en el campo santo y se depositarán diversas coronas de laurel a los hermanos recientemente fallecidos y en el cen-tro para todos los difuntos. A continuación se visitara la ermita de nuestro Patrón Jesús Nazareno, todos los hermanos de la Corporación a ofrecerle nuestro más humilde respeto y cantar las prime-ras cuarteleras al Patrón. Seguidamente almuerzo de hermandad en nuestra casa cuartel sito en C/ Cuesta Vitas Nº- 7

Durante la Cuaresma habrá varios actos más de homenajes y varios sin confirmar fecha y hora de dichos actos.

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Obit+uario Obit+uario Obit+uario

haber encontrado entre nuestras amis-tades hermanos tan llenos de vida, de dulzura y de amor.

Ese es el recuerdo que nues-tra alma puede tener de Óscar pues no hay otra memoria que la amabilidad, la gentileza y la cortesía hacia quien nos dejó en un aciago mes de abril de 2007. Desde entonces, cientos de her-manos de nuestra Semana Santa sien-ten verdadera añoranza cada vez que el recuerdo nos evoca su persona y así será para siempre pues caló tan hondo en las raíces propias de la entrega y el esfuerzo por las tradiciones y los valo-res de Puente Genil que se quedó para vivir eternamente en nuestra memoria y por supuesto, en la historia de nues-tra Semana Santa. Descanse en Paz nuestro her-mano y Medalla de Oro Óscar Reina Delgado.

e nos fue Óscar Reina Delgado, Medalla de Oro de la Agrupa-ción de Cofradías, nos dejó satisfechos, llenos de él, calados hasta los huesos de su forma de ser, de su manera de compartir de sonreír y de querer.

Con qué dulzura y claridad se oye y se oirá siempre que el Coro cante la voz de nuestro hermano Óscar. Con qué temple y suavi-dad se aprecia y se apreciará su presencia entre las distintas voces de su querida Schola Cantorum. Con qué melancolía y ternura se nota y notará su vela junto a la Soledad eternamente. Hay hombres que se entregan en cuerpo y alma a los demás, hay personas que no saben más que querer, apreciando las pequeñas cosas tanto como las inmensas, saludando con la cálida sonrisa de la sinceridad más llana, básica y humana. Hay hombres, como Oscar, que durante toda su intensa vida solo saben amar, y él lo demostraba a diario. Desde que su padre de bien chiquito lo llevaba a los ensayos y cultos del Coro, aprendió a recibir esa agradable percepción de amistad y respeto profundo, serio y real que tienen entre ellos los hombres que participan, y el amor que ponen en lo que hacen. Y eso lo marcó para toda su vida. Tanto que no volvió a separarse ni por un instante del calor que desde entonces le dieron los hermanos de la Schola. Aprendió a ser feliz dando, su afecto, su saludo perpetuo a todo el que conoció. Supo estrujar de la vida el jugo que le satisfacía: la amistad, la hermandad, la humanidad y, sobre todo, su valor de afron-tar la vida de cara sin tapujos ni engaños. A Óscar se le concedió el honor de ostentar la Medalla de Oro de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíbli-cas de Puente Genil, por su prestancia para con la Semana Santa, por su inagotable colaboración en las cofradías de la Soledad y del Santo Entierro y por su incansable participación desde bien pequeño en la Schola Cantorum Santa Cecilia, méritos merecedores e incuestiona-bles para alcanzar tan alto honor. Pero Óscar la ostentaba por su cali-dad humana indiscutible, por su amor puro y sincero a Nuestro Padre Jesús y a su Madre María, a “Papa y a Mama” como él decía, valores que tenía, que sabía repartir y todos los que tuvimos la gran suerte de conocerlo lo degustamos con la más sorprendente alegría de poder

Juan Fernando García ArroyoPresidente de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas de Puente Genil

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioA Óscar Reina DelgadoMedalla de Oro de la Agrupación

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organización de las incorporaciones de las figuras, que es uno de los momentos de más tensión, ya que hay que bregar con gran cantidad de hermanos de las distintas corporaciones y cada una con sus peculiaridades que para cada mo-mento se le pueden ocurrir al hermanito de turno. Manolo no necesitaba librito para nombrar a las corporaciones sabía cómo se denominaban, en el sitio que iban y en la esquina que se paraban; los nombres de los presidentes o del herma-no, que dirigía ese día la corporación, y cuando llegaba la junta general daba pelos y señales de lo acontecido como si un vídeo lo estuviera reproduciendo, te-niendo que refrescarle la memoria a más de un olvidadizo.Y quiero terminar con la última y más apasionada de todas las maneras de vivir nuestra Semana Santa: desde muy joven se pego a Joaquín Ruiz y hasta su muer-te ha estado en la Schola Cantorum, o su Coro como a él le gustaba llamarlo. Para Manolo el Coro no era una reunión más a donde acudir, el Coro ha sido para él una prolongación de su familia, ya que la amistad que tenía con la mayoría de sus componentes era extrema y muy en especial con Andrés Linares Porcuna, al que consideraba como un hermano mayor. Como apasionado del bel canto, aparte del Coro, ha estado en las dos co-rales que ha habido en Puente Genil, en la que fundó Antonio Cuevas Núñez y en la que bajo los auspicios de los Amigos de Puente Genil dirige Rafael Sánchez Pérez, al que siempre lo tenía presente en sus alucociones.Merecedor de galardones mananteros, creo que lo mismo que cualquiera de los distinguidos, pasó desapercibido sien-do tan voluminoso, pero en el fondo de su alma iba un GRAN MANANTERO EJEMPLAR, y creo que si en vida no se tuvo tiempo de un reconocimiento, nun-ca es tarde para tenerlo a título póstumo, pues será un hermano que ha pasado ya a la historia de Puente Genil y con ello a la de la Semana Santa. Seamos gene-rosos a la postre.

l día nueve de junio del pasado año se nos marchó una perso-na que a lo largo de su vida ha llevado la Semana Santa en sus venas, en su voz y en toda su gran humanidad, la ha vivido de todas la maneras posibles; desde las corporaciones bíblicas,

pues desde chico se vistió de todo lo que en aquellos días se podía, llámese el Templo chiquito, Los Jetones de Montero o llevar la Cruz de Rodriguín. Ya de mayor perteneció al grupo del Cirio y más tarde a donde terminó su etapa de corporación: en el Primero de María Santí-sima de la Soledad. En las cofradías de toda la vida de su padre: Jesús Nazareno y el Santo Sepulcro, la Humildad y el Señor del Lavatorio, que en los veintisiete años de su refundación como cofradía no le faltó nada más que el año en que se nos ha ido. La figura de Manolo al lado derecho del paso sin despegarse en todo el recorrido era una estampa singular el Miércoles Santo.Pero no todo en la Semana Santa era vestir de figura o alumbrar una estación de penitencia, Manolo desde los tiempos de la fundación de la Agrupación de Cofradías hasta los tiempos de José Segundo Jimé-nez, creo sin equivocarme, fue vocal de la Agrupación de Cofradías y por lo menos hasta que terminó mi etapa de presidente no faltó a la

Pedro B. Rivas BachotEx-presidente de la Agrupación de Cofradías

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioEn memoria de Manuel Gil Rivas

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n el año 2007 en pleno verano día siete de agosto falleció un manantero en la distancia BARTOLOMÉ MÁS ESCRIBA-NO.

Bartolomé, llegó a Puente Genil de la mano Francisco Jiménez Carmo-na hace ya más de 35 años al ser vecino de la familia en Elche, donde montaron su primer almacén de materiales cerca de casa de Bartolomé haciéndose grandes amigos los dos hijos mayores de las dos familias, coincidiendo nuevamente en el mismo bloque donde veraneaban las dos familias en Santa Pola, por ello el destino les unió tanto que hasta llegaron a ser consuegros, ya que a los pocos años surgió el flechazo de su hija Mamen con Jesús Jiménez el cual ya unido sentimentalmente con nuestro pueblo no dejó de viajar para estar entre nosotros.Su cariño a nuestra Semana Santa lo bebe de las fuentes del Imperio Romano donde desde el principio se le consideró uno mas entre noso-tros, su forma de ser, su gran elocuencia y su don para hacer amigos lo hacen una persona querida entre nosotros. Muestra de su cariño al Imperio el busto de la Dama de Elche que después de haber pasado por diversos lugares en el salón del cuartel quedó establecido definiti-vamente en nuestro patio de entrada a la corporación, en un lugar de privilegio desde 1972. Como era un hombre inquieto, un año en una tertulia en la bodeguita de Iluminaciones Ximénez salió el tema del problema que el Imperio Romano tenía con las botas, ya que nuestro hermano Francisco “El Chango” había fallecido, a él se le ocurrió que el podría solucionar el problema ya que tenía un amigo en Elche que se dedicaba a la in-dustria del calzado, en pocos días recibimos la primera llamada para que le enviáramos una bota y el trozo de tela correspondiente para hacer una prueba la cual salió satisfactoriamente y desde entonces ese problema se solucionó por muchos años. Cada año en contacto con su amigo Jesús Gálvez, “Chafarri” para él, cuando venía a pasar la Navi-dad con su familia se llevaba la tela y el número de pares que cada año necesitábamos, una vez puesta en marcha la fabricación se han hecho botas para infinidad de corporaciones tanto de Puente Genil como de la comarca. También se especializó en hacer botas bordadas las cuales por un poco más de precio lucen maravillosamente en nuestros desfiles y porque no lo dejamos pero llegó a proponer en la corporación que todos los romanos fueran con traje bordado que él se comprometía a hacer los bordados a través de un amigo y que el precio sería mucho más caro que los actuales trajes de escuadra. Todo esto lo hacía desin-teresadamente constándome que él no se limitaba a llevar la tela y los

Rafael Fernández ReinaArchivero consultor Imperio Romano

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patrones al zapatero sino que el le cosía la gola le ponía los ojales, etc. y a las botas bordadas les cosía personalmente las perlas. Entabla gran amistad con Francisco Lu-que Estrada el que conociendo la proce-dencia ilicitana de Bartolomé, se lo gana cosa no muy difícil y se compromete a traer la palma que las Virtudes Mora-les procesionan cada año, por lo que en el año 1.994 lo galardonan con el mas alto honor como Hermano Honorario de la Corporación y Palma de Oro de las Virtudes. A la Cofradía de Nuestro Padre Jesús en su entrada en Jerusalén les trajo también las palmas con las que desfilan el Domingo de Ramos así como las de solapa que todos los años entrega en la función de María Santísima de la Soledad

En fin un hombre que sin ser de aquí echó raíces entre nosotros gracias a su amabilidad y cariño a la Semana San-ta de Puente Genil y que nos deja tres nietos que harán que su memoria no se pierda por el tiempo.

Un manantero ilicitano

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ranscurría un caluroso día veraniego, el 11 de julio de 2007, cuando una muy triste noticia nos heló el corazón de los hermanos del Imperio Romano: se nos acababa de ir uno de nuestros “decanos”,

nuestro querido hermano JOSÉ CEJAS LOZANO, o el her-mano Joseíto como nos gustaba llamarlo a aquellos que lo adorábamos.

José Cejas era uno de los pilares, una de nuestras más firmes referen-cias en el Imperio Romano que hemos heredado.

Fundador de una gran casta de romanos: padre de Luis Felipe y José Carlos Cejas Cabello; abuelo de Luis Felipe Cejas Estepa; familiar de otros muchos romanos; hermano de todos. Fue el hermano prudente y sabio que hemos tenido a nuestro lado cuando lo necesitábamos. Su recibimiento siempre cariñoso, siempre te recibía con un beso, su con-sejo en los momentos oportunos y su entrega desinteresada al Imperio, han sido un estímulo y un constante ejemplo para todos nosotros.

José Cejas ingresó en el Imperio Romano el 28 de febrero de 1949, siendo presidente Fernando Estrada García-Hidalgo, y capitán Juan Pino García-Hidalgo. Junto a él, ese mismo año, ingresaron Carlos Aguilar Ortega, Juan del Pino Baena, Antonio Delgado Moret y Joa-quín Velasco Arcos. Rodeado de estos hermanos no podía más que resultar un gran romano.

Pronto obtuvo la confianza de sus hermanos de corporación, ocupando desde 1950 y durante más de once años el cargo de secretario; poste-riormente lo desempeñaría también entre 1966 y 1970. Su corporación lo distinguiría dedicándole el pasodoble Secretario Cejas, más conoci-do por La Pata, y que se desfila cada sábado de cuaresma después de haber cumplido con la obligada visita a la ermita de Jesús Nazareno, ya en el cuartel, y tras quitarle la pata a la vieja cuaresmera. Más tarde, en 1974, se le dedicó otro pasodoble denominado El cafre. Ocupó nu-merosos cargos directivos a lo largo de su fructífera permanencia en el

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Enrique Reina CarmonaPresidente del Imperio Romano

Imperio Romano.

Fue fundador de la escuadra cardenal allá por 1950, a la que perteneció duran-te dos años; tras un periodo de tiempo en la escuadra grana, posteriormente desde 1958 lució su natural elegancia vistiendo su flamante traje bordado car-denal hasta que Jesús Nazareno lo llamó a desfilar en el Imperio Celestial junto a otros ilustres romanos de la escuadra cardenal que ya nos dejaron: Francisco Baena Jiménez, Antonio Delgado Mo-ret o Manuel Berral Morillo. Llegó a ser también nuestro decano dentro de los romanos con traje bordado. Su traje, cumpliendo su expreso deseo, lo vestirá este año y los venideros su nieto Luis Felipe Cejas Estepa.

El cariño imperecedero hacia todos los que le han rodeado a lo largo de su vida lo derrochó a raudales aquel año de 1982 en el que representando al Rey Gaspar en la cabalgata de la víspera de Reyes colmó las ilusiones de todo un pueblo, de las personas mayores y sobre todo de todos los niños de Puente Genil, a los

Adiós al romano Joseíto Cejas

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Obit+uario Obit+uario Obit+uarioaunque estaba dirigido a los romanos, desde aquí hago extensivo a todos y cada uno de los mananteros: <<honrar lo que nuestros antepa-sados nos han legado y ser portadores de una tradición que solo busca venerar a nuestros Patrones y disfrutar en Hermandad de lo mejor que hemos heredado: el Amor de Dios y a los Hermanos>>. A los que hemos tenido la suerte de convivir y compartir con él mesa y mantel, y también el amor al Humilde, a Mª Stma. de la Soledad, a nuestro Imperio, a nuestra Semana Santa y a nuestro pueblo, nos deja un gran vacío, pero también un GRAN EJEMPLO, como romano y como cristiano.

Descanse en paz.

que colmó de regalos y caramelos, y, como no, de esa elegante jovialidad que él siempre solía mostrar.

El Imperio Romano tiene a bien premiar a sus hermanos con diversas condecora-ciones; el hermano Joseíto fue distingui-do en 1974 con la Medalla de Plata, y posteriormente y en conmemoración de su permanencia ininterrumpida durante cincuenta años como hermano activo, la Corporación le distinguió con la Meda-lla de L Años, que recibió de manos de su amantísima esposa en la Comida de Homenaje a la Mujer Romana celebra-da ese año. Devoto de Mª Stma. de la Soledad, su amor a la Madre se vio recompensado en 1965 cuando rodeado de su familia y de los hermanos de la Cofradía acom-pañó a la Virgen por el barrio de la Isla como Hermano Mayor.

También el Humilde compartió junto a la Madre su devoción.

Gran seguidor de Cristo Sacramentado, encabezó el rezo que los hermanos del Imperio ofrecemos ante el Monumen-to expuesto a los fieles en la parroquia de Jesús Nazareno la noche del Jueves Santo. Su profundo sentimiento cristia-no lo demostraba con el amor a sus her-manos; solía decirnos sin tapujos “¿Tú sabes lo que yo te quiero a ti? ¿No?” Cuánto te echaremos de menos, ejem-plo de amor. Tu muerte, aunque dolo-rosa, es una suerte para nosotros; ya estás junto al más Grande, y junto a su Madre, y desde allí seguirás dirigiendo las oraciones de todos los romanos, e intercederás ante el Altísimo y velarás por nosotros. En la última carta que nos envió a la Corporación nos dejó un mensaje que

¡Arriba y no te canses, errante peregrino; subiendo del Calvario el áspero camino daremos a la tierra nuestro postrer adiós; abajo quedan, sólo, codicias y rencores, arriba el Nazareno que premia los dolores, abajo espera el mundo: arriba espera Dios!

¡Ensueño de mi vida: mi ardiente y vivo anhelo morir tierra querida, morir bajo tu cielo, y al pié del Nazareno la Eternidad dormir!

(Miguel Romero)

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La Agrupación de Cofradías

agradece la colaboración

de todas las empresas

publicitadas en esta revista

sin cuya aportación hubiera sido

imposible la edición de la misma

Corporación La Espina

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioAlondras y Ruiseñores, y la petición de que la acompañemos en la subida que va muy sola).

Era tanto el trabajo que desarrolla-ba, andar, recorrer, pedir, rogar, invitar, “embarcar”, por su Virgen, que más de un Viernes Santo en la comida, al final de la mesa, recostaba su cabeza sobre el brazo y descansaba unos minutos, para recobrar las fuerzas gastadas y volver a estar al lado de su Virgen.

Un año, Viernes Santo por la tarde, después de las reverencias y del cup, bajá-bamos las figuras y los rebates de vuelta al cuartel y nos encontramos a Rafa al inicio de la calle Aguilar, prácticamente sólo. Sin que nadie lo determinara, nos colocamos a su lado y empezamos a entonar cuarteleras a la Madre y al Hijo, hasta volver al Cal-vario. Todavía recuerdo el abrazo que nos dio a todos y cada uno de los hermanitos que le habían acompañado en su Soledad, a pesar de ser la Virgen de los Dolores.

En sus años de Cofrade Mayor, con-siguió revitalizar la Cofradía, costeando de su propio bolsillo gastos y reformas o bien, “sableando” a parientes, herma-nitos y amigos. Ahora le están siguiendo los frutos de la siembra que realizó en los amigos de sus hijos.

Con su ilusión y fervor, consiguió in-yectar estas virtudes a un grupo de niños (amigos de su hijo Rafa), que hoy forman el 1º de los Dolores, y que a pesar de ser ya mayores (hay bastantes padres) conti-núan acompañando a la Virgen en su lento caminar, detrás del Hijo.

¡Madre mía yo quisiera consolarte en tu Dolor¡ Eso lo hizo Rafa en vida y ahora estará gozando de la recompensa de todo el bien que sembró en su estancia entre nosotros y que nos permite tomarlo como ejemplo de lo que es realmente un “Ma-nantero”, “Hermanito” y “Amigo”.

Gracias Rafa, por todo lo que nos has ayudado y enseñado. Te seguiremos llevando en nuestro corazón, hasta que el Hijo quiera que estemos contigo a su lado.

¡ Viva la Virgen de los Dolores ¡¡ Viva la Espina!

Recuerdos deRafa Chacón

uando el pasado día 6 de octubre en el cementerio de Puente Genil, la voz temblorosa de tus hermanos y amigos entonó el Batido, comenzamos a darnos cuenta de tu ausencia y de tu presencia al mismo tiempo.

Te has ido a otra parte, no por tu voluntad, si no por divino designio, y ahora estarás viendo todo lo que has dejado en este mundo, sintiéndote por una parte orgulloso y de otra, apesadumbrado de todo lo que no has podido culminar.

Tu presencia entre nosotros, familia, compañeros, hermanitos y ami-gos, ha dejado un sinfín de anécdotas, vivencias y recuerdos que nos hacen seguir pensando que estás a nuestro lado.

Entraste en La Espina, como amigo en el año 1.976, en ese mismo año ya te ganaste el “hermanito” y en estos 31 años que has cumplido en el Cuartel, has desempeñado los cargos más pesados y de responsabilidad, uno de ellos el de presidente durante dos años y de ecónomo, sino los 31, alguno más.

De ti partió la idea de un triunvirato en el año 80, año de escasez de medios, económicos y humanos, con Alfonso y Manolo Estepa, para ha-cerse cargo de la cocina y así salir adelante ese año. Fue un año de trabajo y de satisfacciones enormes. A la tardanza en la comida o en el no pleno acierto en la elaboración de alguno de los platos, respondías, vamos con otro plato y más copas, veréis como se pasa pronto, y efectivamente así fue, se cumplió el objetivo de pasar una Semana Santa más unidos que nunca y sin demasiadas trampas.

En la sombra, y para compensar los apuros de los que no dominába-mos la difícil tarea de servir a los demás y trabajar para que otros disfru-ten, nos echabas una mano para decidir el menú, el orden de los platos, la cantidad, y el colmo, como los que vivíamos fuera llegábamos el sábado a primera hora, por nuestro trabajo, nos encontrábamos con las compras hechas. Solo había que recogerlas de los almacenes o tiendas y llevarlas al cuartel. Y eso, lo sabían los que actuábamos por turnos de ecónomos en Cuaresma, y el servicio de cocina, el resto de hermanos pensaban que eso lo hacían los ecónomos de turno.

Con tu entrada en La Espina, se reavivó nuestro cariño hacia la Virgen de los Dolores. Comenzaste tu labor de entrega y de “embarque” (invi-tación en diversos cuarteles el Viernes de Dolores, desayuno en Jesús en la cochera de la Virgen después de La diana, “venga hermanitos vamos a cruzar el Puente con la Virgen, que es muy bonito”, vuelta al cuartel,

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oy mientras escribo estas líneas, como en el día de su muerte, mi cuerpo se paraliza incrédulo por un trágico pesar en mi corazón, no me acostumbro y pienso, que es un mal sueño, ya que al mismo tiempo

fluyen a mi cabeza, sentimientos y vivencias junto a él que difícilmente soy capaz de explicar ni comprender ahora que ya no está, pero que necesito plasmar aquí como agradecimiento eterno por todo cuanto nos enseñó.

Si tuviese que destacar algo de él sería muy difícil no resaltar su calidad humana como persona para nosotros Rafa Chacón fue un padre cofrade, un amigo y un gran maestro de la vida. Durante ya hace más de 20 años, él se encargó de enseñarnos a querer a María Santísima, como ya desde tiempo atrás lo hacía su familia, con igual pasión y cariño que un padre cuida y explica a su hijo, con la sencillez y paciencia necesaria para mostrarle el camino a seguir, siempre de la mano y observando como la vida pasaba haciendo de los niños, padres de familia y cogiendo el relevo generacional de un gran cofrade como fue él.

Durante estos primeros años tuvo la difícil tarea de fusionar juventud y empuje de “sus niños”, así se refería a nosotros de manera orgullosa, en el seno de una gran cofradía pero con una media de edad avanzada. Los comienzos no fueron un camino de rosas; mezcla explosiva con dos formas diferentes de pensar, ver y vivir nuestra Semana Santa que hizo que algunos de aquellos jóvenes rebeldes, entre los que me incluyo, no entendían el peso de la tradición y de esta cofradía, pretendiendo dar cambios sin sentido por querer ser de la noche a la mañana actores principales de una Semana Santa tan importante y señera como la nuestra….Allí, siempre estaba Rafa, con su tranquilidad, su gran sonrisa, su voz, capaz de calmar, transmitir y contagiar a todos con su vitalidad,

Juan José Cabezas Martínez1º de los Dolores

Rafael Chacón,se nos fue un Maestro

talante propio de un conciliador de la vida, sabedor de que todo pasa y convencido de que r e c o n d u c i r ese empuje transmitiría la fuerza y vitalidad necesaria para hacer brotar savia nueva reforzando unos pilares debilitados por la edad, puesto que sabía que mayores y jóvenes teníamos un enorme punto en común, el amor a María Santísima de los Dolores.

La Semana Santa ha perdido un gran manantero, de esos que desde las sombras mueven algunos hilos y engrandecen, nuestra Semana Mayor y Puente Genil ha perdido una mejor persona, todos cuantos lo conocimos y pudimos disfrutar de su compañía podemos dar fe de ello, su huella en nuestro corazones perdurará para siempre.

Vaya desde aquí nuestro más humilde homenaje de tu Primero de los Dolores a quien dejas huérfano y que tanto te debe. ¡Allá donde estés, un abrazo!

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En recuerdo a un entrañable amigo y hermano en la Fe, Manantero Ejemplar de 1997,Enrique Reina DelgadoManuel Bueno GarcíaEx-presidente de la Agrupación de Cofradías

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En el año 1963 me hago cargo de la lotería de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia, en todas las jugadas que se hacían al año y así permanezco hasta el 25 de abril del 2000. También en ese año compro la casa-cochera de la calle Agustín Espuny para tener un lugar donde poder ubicar el nuevo trono. En el año 1964 compro el Cristo Chiquito y las figuras de escayola par poder procesionar nuestro paso el día de la Cruz. En el año 1965 compro el trono para el Cristo chiquito que es tallado por Francisco Palos y construido por Paco Hernández. En el año 1966 soy nombrado Cofrade Mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, renovándose dicho nombramiento varias veces hasta el año 2000 en que presento mi dimisión. En este mismo año soy nombrado por segunda vez Hermano Mayor del Santísimo Cristo de la Misericordia, ya con el trono nuevo. También compro la casa para el cuartel del Santísimo Cristo de la Misericordia en la calle Amargura nº 8. En el año 1967 construimos la nave (Contigua a la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno) para la salida procesional de los pasos. En el año 1970 fui nombrado

esulta difícil poder expresar lo que se siente cuando se pierde a un amigo, y creo que no sería yo el más indicado para hacerlo pues me consta que Enrique tiene muchos amigos más íntimos y entrañables que yo, que seguro van a

sentir su pérdida con mayor dolor por las vivencias acumuladas durante muchos años de leal amistad y fraternidad compartidas en ese cuartel de la corporación bíblica Los Samaritanos donde, si queríamos, podíamos encontrar a Enrique y a estos amigos suyos a los que me refiero. Pero tal vez por la designación inconsciente que el propio Enrique hizo de mi persona, al querer hablar conmigo este otoño, unos días antes de irse al cuartel que los pontanos tenemos asignado en el cielo, y entregarme un escrito que él tituló “mi vida cofrade”, me veo en la obligación moral de resaltar a grandes rasgos y a modo de resumen esta vida cofrade y manantera de la que él se sentía orgulloso y que tal como él redacta dice: <<Nazco en el año 1933 en el seno de una familia cristiana formada por mis padres Manuel Reina y Concepción Delgado y ocho hermanos, siendo yo el séptimo. En el año 1942 fui retratado en el patio de Maricel con los hermanos pertenecientes, en aquella época, a la corporación bíblica Los Profetas. También ese mismo año salí en la portada de la revista Semana Santa y Comercio con mi padre y Antonio Rivas, en la calle Ancha. En el año 1954 ingreso en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y en la Hermandad de las Cien Luces. En el año 1958 contribuyo a la reorganización de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia, junto a los dependientes del comercio. En el año 1959 soy elegido hermano mayor del Santísimo Cristo de la Misericordia siendo mi ayudante el hermano Enrique Villén. En el año 1960 encargamos un nuevo trono del Santísimo Cristo de la Misericordia a Francisco Montilla, que posteriormente, en el año 1988, fue vendido a la Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, la Borriquita.

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Obit+uario Obit+uario Obit+uarioVicetesorero de la Hermandad de Las Cien Luces. También, en ese mismo año, renovamos el carrito con ruedas del paso del Santísimo Cristo de la Misericordia, el trabajo lo realizó Rafael Ruiz de Silva. En el año 1971 se hicieron las imágenes para vestir en madera el paso del Santísimo Cristo de la Misericordia. En el 1972 fui nombrado Tesorero de las Cien Luces, cargo que ostento hasta el año 2000. En el año 1974 fui nombrado tesorero de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas, cargo que ocupé durante al menos 10 años. En ese mismo año compramos madera de nogal a García Navas para hacer la nueva imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia. También en ese año derribo la casa cuartel de la calle Amargura nº 8 y construyo nuevo cuartel en la planta baja y dos pisos arriba. En el año 1975 Compro las figuras de la Corporación Bíblica “Los Samaritanos”. Encargo la talla de la nueva imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia al tallista D. Francisco Palos Chaparro. Y el día 4 de octubre se inaugura el nuevo cuartel del Santísimo Cristo de la Misericordia en la calle Amargura nº 8. En el año 1979 fui nombrado Tesorero de la Hermandad de la Virgen de los Desamparados, cargo que mantengo hasta la fecha. Hacemos la obra del altar para la ubicación de la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia en la nave derecha de la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno. En el año 1984 encargamos la saya para la Virgen del Mayor Dolor bordada en oro. Y en el 1986 encargamos nuevo trono para el Cristo de la Misericordia a D. Francisco Palos Chaparro. En el año 1992 compro una casa en la calle Sol nº 53 contigua al cuartel del Cristo de la Misericordia para la ampliación del mismo. En el año 1993, en el mes de abril, hago peregrinación a Roma con motivo de la beatificación de la Madre Paula Montal, una religiosa escolapia española, junto con otro hermano de la

Cofradía, Miguel Velasco Velasco, teniendo la suerte de ser fotografiado en la Plaza de San Pedro del Vaticano, junto a Su Santidad el Papa Juan Pablo II. En el año 1994 hago el paso de la Virgen de los Dolores Chiquita para procesionario el día de la Cruz, con varales y ánforas fabricadas en alpaca. El día 20 de junio de 1996 fui propuesto manantero ejemplar para el año 1997 gracias, en gran medida, a la gestión de mi amigo y hermano del Santísimo Cristo de la Misericordia Miguel Velasco Velasco. En junta de la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas celebrada en las Bodegas Delgado en la cuaresma del año 1997 fue presentado el cartel de Semana Santa para ese año y fui nombrado “Manantero Ejemplar” del año, siendo mi hermano del Santísimo Cristo de la Misericordia y Samaritano D. Francisco Sánchez Domínguez quien me presentó haciendo un resumen de mi vida manantera. En la junta comida de la Cofradía, el día de la Función del Cristo de la Misericordia, la Corporación Bíblica Los Samaritanos a la que pertenezco, me obsequió con una placa conmemorativa como Manantero Ejemplar del año. Fui Hermano Mayor de Nuestro Padre Jesús Nazareno y a la vez por la Asociación de las Cien Luces se me concedió una placa conmemorativa por cumplir 25 años como tesorero en la misma. Se me entregó placa como Manantero Ejemplar del año el Viernes de Dolores en la Peña Don Gonzalo. También se me otorgó la “Campanita de la Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid” por ser Manantero Ejemplar. En 1998 regalo la túnica de Jesús Nazareno para su imagen del día de la Cruz, bordada en oro por Lola Mendoza, por haber sido Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. En 1999 regalo las imágenes chiquitas del Cristo en madera para vestir, talladas por Pedro García Velasco. También ese mismo año se me concede un cuadro de la Virgen de los Desamparados. En el año 2000 hago remates del Santísimo Cristo de la Misericordia Chiquito con varales y bancada de aluminio. En el año 2001 se me concedió una placa conmemorativa de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia como “Cofrade Mayor Honorario Perpetuo” por mi dedicación a dicha Cofradía durante más de 40 años.>> Después de leído este resumen de su vida manantera, es indudable la aportación y dedicación de nuestro hermano Enrique Reina a sus cofradías, las de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen de los Desamparados y del Cristo de la Misericordia, así como a su corporación bíblica “Los Samaritanos”. También su colaboración con la Agrupación de Cofradías y con nuestra Semana Santa en general. Pero lo más admirable de él ha sido la entrega de su amistad y el carisma como persona trabajadora incansable por sus cofradías y su corporación y por todo lo relacionado con nuestras tradiciones. Esta próxima cuaresma, sobre todo los hermanitos del Cristo de la Misericordia y de los Samaritanos lo echaréis de menos, y muchos no lo podremos ver físicamente con sus amigos en el cuartel, ni animando a la Cofradía del Cristo de la Misericordia en sus emprendedoras reformas, pero seguro que estará entre nosotros en esos momentos entrañables de convivencia en el cuartel y sobre todo intercediendo ante el Eterno Padre por su Semana Santa, la de todos los pontanos. Sirva pues este escrito como un sencillo homenaje a la vida y la historia de un manantero ejemplar.

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Obit+uario Obit+uario Obit+uarioObit+uario Obit+uario Obit+uario

ti, querido hermano, Manantero Ejemplar y Cofrade Mayor Honorario Perpetuo de la Co-fradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima del Mayor Dolor.

¡Qué hermoso nombre! El Sembrador. Aquel artículo que te dedicó nuestro hermano Antonio Pérez y que se publicó en esta revista del año 1997 con motivo de tu nombramiento como Manantero Ejemplar.

¡Cuánto acierto en esta definición!

Ahora, con el paso de los años y próxima la celebración del L Aniversario de la reorganización de nuestra querida Cofra-día, aquella llama que tú encendiste es hoy una feliz realidad y gracias a ti son varias las generaciones de hermanos que se han ido integrando en nuestra Semana Santa, en el seno de la Cofradía que tanto amaste, a la que has dado tanto y por la que tanto has luchado.

Ese fruto, de quien ha sabido sembrar como tú, lo irán recogiendo generaciones futuras de mananteros y de nuevos hermanos cofrades, gracias al mensaje de amor a nuestras tradiciones que de tí hemos recibido.

TU HUELLA en la Corporación, en tu Cofradía y en la Se-mana Santa de nuestro pueblo será imborrable después de tan largo camino trabajando incansablemente en silencio, con la humildad y sencillez que te caracterizaron.

TU EJEMPLO estará presente siempre en todos tus herma-nos por haber sido el alma y el pilar fundamental de nuestra Cofradía durante casi cincuenta años.

TU PRESENCIA entre nosotros será aún mayor, cuando al amanecer de este próximo Viernes Santo, nuestro Cristo haga su aparición un año más en la Plaza del Calvario para realizar su estación de penitencia por las calles de nuestro pueblo.

Francisco J. Sánchez DomínguezCofrade Mayor del Cristo de la Misericordia

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioIn Memoriam

ENRIQUE, siempre estarás en nuestro recuerdo y en nuestro corazón. Hermano, cofrade, amigo.

Nos queda el consuelo de saber que desde ese cuartel del Cielo siempre velará por nosotros nuestro querido TITO ENRIQUE.

Descansa en la PAZ del Señor, en los brazos de tu amantísimo Cristo.

¡Vivan Los Samaritanos!¡Viva el Cristo de la Misericordia!

ti, querido hermano, Manantero Ejemplar y Cofrade Mayor Honorario Perpetuo de la Co-fradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima del Mayor Dolor.

¡Qué hermoso nombre! El Sembrador. Aquel artículo que te dedicó nuestro hermano Antonio Pérez y que se publicó en esta revista del año 1997 con motivo de tu nombramiento como Manantero Ejemplar.

¡Cuánto acierto en esta definición!

Ahora, con el paso de los años y próxima la celebración del L Aniversario de la reorganización de nuestra querida Cofra-día, aquella llama que tú encendiste es hoy una feliz realidad y gracias a ti son varias las generaciones de hermanos que se han ido integrando en nuestra Semana Santa, en el seno de la Cofradía que tanto amaste, a la que has dado tanto y por la que tanto has luchado.

Ese fruto, de quien ha sabido sembrar como tú, lo irán recogiendo generaciones futuras de mananteros y de nuevos hermanos cofrades, gracias al mensaje de amor a nuestras tradiciones que de tí hemos recibido.

TU HUELLA en la Corporación, en tu Cofradía y en la Se-mana Santa de nuestro pueblo será imborrable después de tan largo camino trabajando incansablemente en silencio, con la humildad y sencillez que te caracterizaron.

TU EJEMPLO estará presente siempre en todos tus herma-nos por haber sido el alma y el pilar fundamental de nuestra Cofradía durante casi cincuenta años.

TU PRESENCIA entre nosotros será aún mayor, cuando al amanecer de este próximo Viernes Santo, nuestro Cristo haga su aparición un año más en la Plaza del Calvario para realizar su estación de penitencia por las calles de nuestro pueblo.

Francisco J. Sánchez DomínguezCofrade Mayor del Cristo de la Misericordia

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioIn Memoriam

ENRIQUE, siempre estarás en nuestro recuerdo y en nuestro corazón. Hermano, cofrade, amigo.

Nos queda el consuelo de saber que desde ese cuartel del Cielo siempre velará por nosotros nuestro querido TITO ENRIQUE.

Descansa en la PAZ del Señor, en los brazos de tu amantísimo Cristo.

¡Vivan Los Samaritanos!¡Viva el Cristo de la Misericordia!

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tiva, ya que sería partícipe de la misma en el ejercicio 61/62 ocupando el cargo de segundo vocal. Desde ese año, fue desempeñando distintos cargos en los que se puede destacar los de vocal en los años, 63/64, 65/66, 67/68, 78/79, 82/83 y 73/84, tesorero 64/65 y vicepresidente en el ejercicio 71/72. Pero sería el 2 de noviembre de 1979 cuando es elegido presidente, para cubrir “un vacío de po-der”, siendo éste el único periodo en el que ejerció como presidente.Sería el 27 de marzo de 1986 (Jueves Santo) cuando se le rinde un merecido homenaje con la imposición de la “Me-dalla de Oro” por parte de D. Lorenzo Carmona Villafranca (Presidente Hono-rario de las tres Virtudes), y un pergami-

Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas a nuestro Presidente Honorario Julian Serrano Cantos (q.e.p.d.)

Son éstos, días tristes para toda la familia de las Virtudes Car-dinales. La Sibila de Cumas se viste aún más si cabe de luto, para despedir a un hermano que fue verdadero transmisor y maestro de la juventud venidera, que con su ejemplo y tesón

supo inculcar las tradiciones de nuestro pueblo.

Nuestro querido hermano, Julián Serrano Cantos, presidente honorario de la Corporación, falleció en la mañana del 23 de noviembre de 2007. Fue en la parroquia de la Purificación dónde se le dio el último adiós, declarándose tres días de luto en la Corporación como duelo de tan ilustre pérdida.

Todavía recuerdo, a poco de entrar en la Corporación, su humilde fi-gura sentada entre las nuevas generaciones alternando a pesar de la diferencia de edad, cuál si fuera uno de nosotros. ¡Qué sencillez! ¡Qué saber estar! transmitía con sólo su presencia…

El hermano Julián Serrano Cantos nació en Puente Genil, el día 15 de noviembre de 1930. Hijo de Julián y Matilde, se crió y vivió en la calle Padre Juan Lucena, que en la actualidad, se conoce como Avenida de Andalucía. Sin tiempo para el estudio, comenzó a trabajar desde muy pequeño habiendo hecho en su vida prácticamente de todo. Ya en sus tiempos de mozo, contrajo matrimonio con María y junto a ella, tuvo tres espléndidos hijos; Antonio, Matilde y Paco respectivamente.No fue hasta 1959, cuando empezaron sus inquietudes mananteras in-gresando el 3 de mayo de ese mismo año en las Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas, cuando por aquel entonces, era presidente de la misma el hermano Francisco Castillo Benítez, verdadero impulsor de la corporación en aquellos años, siendo afortunado en la votación de ingreso tal como los fueron los hermanos Miguel Muñoz Bejarano, Antonio Jiménez Jerón y Manuel Muñoz Toledano que ingresaron en la misma fecha. No tardaría mucho nuestro hermano Julián en ingresar en la junta direc-

Virtudes Cardinales

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Obit+uario Obit+uario Obit+uarioFue un acto sin precedentes para todos nosotros en el que, nuestra Corporación, acompañada de personas ilustres de nuestra Mananta, decidió ponerse sus mejores galas para rendir un cálido y emotivo ho-menaje a uno de los hermanos insigne de la misma, la culminación personal tal vez a toda una vida de entrega y lucha por nuestra Cor-poración unido por igual a la sabia experiencia que dan el paso de los años en estas cuestiones y conmemorar así a nuestro querido hermano decano. Fueron sin duda momentos de verdadera emotividad que se nos quedaran con toda seguridad grabados para siempre en lo más profundo de nuestros corazones.

De igual forma, fue motivo de orgullo y satisfacción para los inte-grantes de la Corporación, que nuestro hermano Julián, a pesar de su delicado estado, convaleciente y renqueante, visitará las dependencias de nuestra recién inaugurada casa cuartel y de esta forma, pudiera ver que las generaciones venideras hemos continuado su labor y su lucha por engrandecer a las que siempre serán sus “Virtudes del Alma”.

Dios tenga por tanto en su Gloria, a nuestro querido hermano y sirvan estas simples, pero sentidas palabras como pequeño reconocimiento en memoria a su continuo quehacer y cariño en el seno de las Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas.

“Siempre estarás presente...tus hermanos de las “Virtudes”

no conmemorativo por parte del presi-dente D. Julián Luna Muñoz, al cumplir “XXV” años de permanencia de forma activa en la Corporación, con la anéc-dota de que el ojal de la chaqueta donde debía de colocarse la medalla se encon-traba cerrado, teniendo que abrirse con un cuchillo y la ayuda de Miguel Salas y el Padre Fray Enrique Chacón Cabello que se encontraban entre los invitados a tal evento.Desde su homenaje en el año 1986, nuestro hermano ocupo el cargo de vo-cal de mantenimiento, hasta que se pro-dujo su baja como hermano el día 18 de febrero de 1989. Como señal de recono-cimiento a sus muchos años dedicados a su cuartel, el día 3 de mayo de 1990 se decidió por unanimidad que nuestro hermano Julián Serrano Cantos pasara a ser hermano honorario de la Corpo-ración.

Es digna de exaltación, su fervorosa devoción a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y Ntra. Sra. Del Mayor Dolor, que como incansable pontanés y manantero le mantuvo ínti-mamente ligado a lo largo de su vida. Del mismo modo, desde 1978 pertene-ció a la cofradía de Nuestro Padre Jesús en su Santísimo Entierro y Ntra. Sra. De las Lágrimas, conformando junto con los demás hermanos de la Corpora-ción, el 2º Grupo de María Santísima, y acompañando en la estación de peniten-cia a sus sagrados titulares en la noche del Sábado Santo.

Pero sin duda, el momento culminante de su trayectoria manantera fue el día 1 de abril de 2006 cuando, coincidien-do con el nacimiento de nuestra revista manantera “AMALTHEA”, fue procla-mado por unanimidad en asamblea ge-neral de 18 de febrero de 2006, como Presidente Honorario de la Corporación (nombramiento único hasta la fecha en la historia de la misma).

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Obit+uario Obit+uario Obit+uario

La Agrupación de Cofradías

agradece la colaboración

de todas las empresas

publicitadas en esta revista

sin cuya aportación hubiera sido

imposible la edición de la misma

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioA mi hermano y amigo Rubio Trenas

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ueridísimo Rafael: De nuevo, EL TERRIBLE, nos ha deparado

otro momento de dolor. Después de más de un año de anuncio, Te ha llamado a estar con ÉL hasta la consumación de los siglos.

Muchos amigos estarán escribiendo sobre ti, ¡eras tan conocido y tan querido en todos los estamentos sociales de nuestro pueblo y en las aledañas Aldeas de Sotogordo y el Palomar, que resulta imposible evocar tu nombre sin mencionarlas¡

Pero quiero ser yo, quien te escriba hoy, con la seguridad de que tu lo entenderás perfectamente, pues el afecto que nos ha unido desde que tenías catorce años, cuando dejaste el trabajo del Bar Central, para venir a ejecutar tu misión laboral en mi despacho, y tu buen hacer, en todos los asuntos nos hicieron intimar en la relación personal y profesional.

Hay multitud de anécdotas que contar de ti, pero lo haré en otro momento, pues esta carta está dirigida a través de la Agrupación de Cofradías y estimo que no es el lugar idóneo de tratar de temas inapropiados para nuestra Semana Santa.

No obstante, para mejor recordar tu alegre espíritu, contaré una.

¿Te acuerdas cuando haciendo un viaje a Madrid, Martín, tu y yo, una vez sentados, para coger un cigarrillo, no alcanzabas la chaqueta que habías colocado sobre la batea superior, y uno que ocupaba la plaza junto a la tuya, sin ni siguiera levantarse, alzó la mano y te la entregó, y tu, muy circunspecto, le dijiste, “muchas gracias,

Luis Fernando Gómez de Cisneros

Obit+uario Obit+uario Obit+uario“Carta al hermano Rafael Ruiz Ligero”

cuando usted quiera algo del suelo me lo pide a mi”, provocando una sonora carcajada de los que ocupábamos los dos departamentos colindantes, lo que creó una gran relación de amistad?

Así has sido tu en todos los momentos de tu vida. Así has sido en cualquier evento en que intervinieras, que fueron muchísimos a lo largo de tu existencia. Serio y amable en cuanto te comprometías, y caballero lleno de bondad para cuanto alguien necesitase de ti.

En Sotogordo has sido un todo, pues desde organizar las fiestas de San Pedro, de cuya Hermandad fuiste Hermano Mayor, hasta la procesión de la Virgen de Fátima, has realizado toda clase de actividades, así toda la Aldea de volcó al pedir al Ayuntamiento que el Hogar que se había construido llevara tu nombre, y, en un emotivo acto, se descubrió la placa que dice CENTRO SOCIOEDUCATIVO RAFAEL RUIZ LIGERO “BOTIJO”.

Por ello es lógico que tu familia decidiera que la Santa Misa de “corpore in sepulto” se celebrase en la Iglesia de Sotogordo y la presidiese tu buen amigo Rafael Pozo Bascón, fundador de PAZ Y BIEN, venido ex profeso de Sevilla para honrar su amistad contigo.

Toda tu vida la has llevado compartida entre muchas actividades, desde

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estudiante, de Graduado Social, al tiempo que trabajabas en mi despacho, a intervenir en la directiva del Club de Futbol, al ejercicio profesional, una vez obtenida la titulación Universitaria, y ya, desde muy niño como hermano de la COFRADÍA DEL SANTO SEPULCRO Y NUESTRA SEÑORA DE LAS LÁGRIMAS, alumbrando en su procesión del Sábado Santo, con un Grupo creado entre todos los compañeros de trabajo y, posteriormente, contribuyendo a la brillantez de la procesión, al intervenir muy activamente en conseguir el perfecto orden de la misma. Fuiste distinguido con ser su Hermano Mayor.

Has sido Hermano muy activo de la COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS EN LA ORACIÓN DEL HUERTO Y NUESTRA SEÑORA DE LA VICTORIA, de la que fuiste Hermano Mayor, así como Hermano de Luz de LA PONTIFICIA Y REAL COFRADÍA Y HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO y de LAS CIEN LUCES, y miembro, sin par, de la Corporación Bíblica Los Testigos Falsos. En todas echarán de menos tus intervenciones, siempre fundadas, simpáticas y dando el toque de gracia para recordar el amor que debe unir a todos los hermanos. Pero yo, además, como toda la Junta Directiva de la COFRADÍA DEL SANTO SEPULCRO Y NUESTRA SEÑORA DE LAS LÁGRIMAS, te recordamos por tu eficaz y brillante trayectoria procesional.

Pido AL TERRIBLE, en sus misterios de ORAR EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ y de permanecer inerte, con su CUERPO YERTO, en el SANTO SEPULCRO, que ayude a tu esposa, hijos y nieta, a poder sobrellevar tu marcha a su “Cuartel” en el Cielo, pues nos consta a todos que ya estás,

desde allí, pidiendo por ellos y por nosotros, así como atento y vigilante por todos los hermanos de nuestro pueblo amantes de la Semana Santa, pues permaneces, como deseaba el gran poeta pontanés, Miguel Romero, “...DURMIENDO LA ETERNIDAD A LOS PIES DEL NAZARENO”.

PUENTE-GENIL, 8 de Enero de 2.008

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioObit+uario Obit+uario Obit+uario

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Obit+uario Obit+uario Obit+uarioObit+uario Obit+uario Obit+uario

ti, querido hermano, Manantero Ejemplar y Cofrade Mayor Honorario Perpetuo de la Cofradía del Santísimo Cristo de la

Misericordia y María Santísima del Mayor Dolor.

¡Qué hermoso nombre! El Sembrador. Aquel artí-culo que te dedicó nuestro hermano Antonio Pérez

y que se publicó en esta revista del año 1997 con motivo de tu nombramiento como Manantero Ejemplar.

¡Cuánto acierto en esta definición!

Ahora, con el paso de los años y próxima la celebración del L Aniversario de la reorganización de nuestra querida Cofra-día, aquella llama que tú encendiste es hoy una feliz realidad y gracias a ti son varias las generaciones de hermanos que se han ido integrando en nuestra Semana Santa, en el seno de la Cofradía que tanto amaste, a la que has dado tanto y por la que tanto has luchado.

Ese fruto, de quien ha sabido sembrar como tú, lo irán recogiendo generaciones futuras de mananteros y de nuevos hermanos cofrades, gracias al mensaje de amor a nuestras tradiciones que de tí hemos recibido.

TU HUELLA en la Corporación, en tu Cofradía y en la Se-mana Santa de nuestro pueblo será imborrable después de tan largo camino trabajando incansablemente en silencio, con la humildad y sencillez que te caracterizaron.

TU EJEMPLO estará presente siempre en todos tus herma-nos por haber sido el alma y el pilar fundamental de nuestra Cofradía durante casi cincuenta años.

TU PRESENCIA entre nosotros será aún mayor, cuando al amanecer de este próximo Viernes Santo, nuestro Cristo haga su aparición un año más en la Plaza del Calvario para realizar su estación de penitencia por las calles de nuestro pueblo.

Francisco J. Sánchez DomínguezCofrade Mayor del Cristo de la Misericordia

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioIn Memoriam

ENRIQUE, siempre estarás en nuestro recuerdo y en nuestro corazón. Hermano, cofrade, amigo.

Nos queda el consuelo de saber que desde ese cuartel del Cielo siempre velará por nosotros nuestro querido TITO ENRIQUE.

Descansa en la PAZ del Señor, en los brazos de tu amantísimo Cristo.

¡Vivan Los Samaritanos!¡Viva el Cristo de la Misericordia!

l pasado día 6 de enero, llamado por el Señor de la Humildad, subió a los Cielos nuestro hermano Pa-blo Cabello Urbano, para acompañarle eternamente en su Gloria y sumarse a sus coros celestiales. A su

paso por la tierra dejó una estela de amor y bondad, pues fue un hombre eminentemente bueno. Se formó humanísticamente en las Escuelas Cris-tianas de los Hermanos de la Salle y creció en la vida a la luz de la integridad. Fue un hombre de claras ideas y sólidas convicciones, de conducta intachable, leal amigo, incansable trabajador, noble compañero, mejor esposo, padre y abuelo, cariñoso hermano. Amable, simpático, adornado por mil vir-tudes más, fue querido por todos los que tuvimos la suerte de conocerle. Elegido por El Cirio para servir de relevo a las pri-meras generaciones, ingresó en nuestra Corporación el 24 de febrero de 1979, aportando desde el principio, generosamen-te, todos sus valores humanos, siendo reconocido y apreciado por veteranos y novicios por su correcto comportamiento en el Grupo, con el que colaboró ejemplarmente en cuantas fun-ciones de responsabilidad le fueron asignadas. Músico por tradición familiar y por auténtica afición, conjugó a la perfec-ción este arte con el ambiente manantero, siendo uno de los soportes básicos en la celebración de las Jornadas Culturales organizadas por El Cirio, atrayendo a nuestro Cuartel a sus antiguos compañeros de escuela musical, hoy insignes maes-tros, para depararnos felicísimas veladas musicales. Su voz cálida y su amor por El Cirio le hicieron entonar y guiar en innumerables ocasiones el himno de la Corporación: Cante-mos tu gloria… y formó parte de la coral Miguel Gant donde también deja muchos amigos. Pablo tenía muchos proyectos e ilusiones, esperaba la jubilación dentro de poco, deseaba estar por tiempo indefi-nido con sus seres queridos, pronto conseguiría la Medalla de Oro de su Corporación, con la que se le premiaría su veterana y ejemplar entrega… Tenía mucha vida por delante, pero…

Corporación Bíblica El Cirio y los Pecados de David

Obit+uario Obit+uario Obit+uarioOtro cirio se enciende en el cielo

Como buen cristiano y cofrade del Señor de la Humildad siempre tuvo sincera y auténtica devoción por Nuestro Señor, en el que tenía de-positada toda su fe. Tenemos la seguridad de que en estos instantes estará junto al Humilde, com-partiendo cánticos de alabanza con los hermanos de El Cirio que le precedieron en la Gloria, y que posiblemente habrá sido recibido y guiado hasta el sitio de los elegidos por el anterior hermano en ascender, Francisco Delgado Rodríguez, “El Nino”, otro cantor, cirio encendido y cofrade de Nuestro Señor. Ante tan grande pérdida, este es el único consuelo que nos asiste: Que Dios los tiene en su Gloria.

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por los flagelos, para mayor apariencia de realidad ”van de corcho y sangre cua-jada”. Los ojos son de cristal, y los hilos de sangre que se deslizan por la espalda de Jesús son realmente impresionantes; su portentosa espalda es una llaga enor-me que mueve a la compasión.

Hasta tal extremo caló la expresión doliente de Jesús que de boca en boca, año tras año, se repitió esta leyenda: ”Una vez la escultura terminada, Cris-to habló al artista y le dijo ¿ Dónde me miraste que tan bien me retrataste?, y el autor de este prodigio artístico contestó: Señor en mi corazón”.

El Señor atado a la Columna, proce-siona el Martes Santo y sale de la iglesia de Vera-Cruz.

Este próximo Jueves Santo, nuestro Jesús Amarrado a la Columna procesio-nará por las calles pontanas, derraman-do como siempre, compasión, belleza y dulzura, y quién sabe si su autor o au-tores que estarán junto a Él recibirán la misma pregunta:¿Dónde me miraste que tan bien me retrataste?

urante el actual año 2.008 la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Amarrado a la Columna y María Santísima de Vera - Cruz, va a conmemorar dos hechos relevantes para ella: por una parte el 450 aniversario de la fundación de la Her-

mandad y por otra el I centenario de la llegada a la villa de la imagen titular de ésta.

Sobre la fecha de fundación de la Hermandad no existe seguridad absoluta de ella, ya que parece ser que fue con anterioridad; respecto a la talla del Cristo, sí se puede confirmar que su llegada tuvo lugar el 23 de marzo de 1.908. La imagen realizada en Valencia por el taller de Bellido Hermanos fue bendecida el día 9 de abril del mismo año en el ex convento de San Francisco de Asís y llevada en procesión el Domingo de Ramos a la ermita de Vera-Cruz. Diremos también que la imagen estuvo a punto de desaparecer en un incendio ocurrido en la ermita en el año 1.936.

Intentando ser lo más objetivo posible y vaya por delante la di-ficultad que entraña para un imaginero representar el momento de la flagelación, diremos que nuestro Señor Amarrado a la Columna es una bella imagen situada bajo un inigualable templete, pero quiero resaltar que quizás queda demasiado bella para el momento pasional que re-presenta. La postura erguida y su mirada perdida hacia el Padre, más bien pudiera interpretarse en el momento inmediatamente posterior a los azotes.

En contraste con lo que decimos de nuestra imagen, nos encontra-mos con la impresionante y dramática escultura nacida de la gubia del gran Gregorio Fernández para la Hermandad penitencial vallisoletana de Vera-Cruz.

En el compromiso firmado en 1.622 con la Hermandad, se advier-te que el autor talló siete figuras secundarias para este paso, aunque en la actualidad el mismo esté compuesto solo por Jesús atado a una Columna, desnudo, con un paño de castidad arrebujado a la cintura y como movido por el viento. Sus manos encadenadas se posan, mas que agarran a la Columna .Las huellas del suplicio, dejadas por los sayones en su espalda, son de una sobrecogedora realidad. Las llagas marcadas

Julio Moreno CrespoHermano Mayor 1974 - La Cofradía del Sr. de la Columna

¿Dónde me miraste que tan bien me retrataste?

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hora que se acaba el tiempo de haber disfruta-do del orgullo y satisfacción que ha supuesto ser el Manantero Ejemplar de este año que acaba, quisiéramos expresar desde nuestra Corporación, vinculada a esa Cofradía

que profesas, nuestra enorme satisfacción por este nombramiento que consideramos que no termina, sino que se hará eterno, ya que todos los Mananteros Ejem-plares, siempre lo serán.

Pensamos que los momentos llegan, muchos en su justo tiempo y otros algo tarde, tal consideramos el caso tuyo, ya que había propuestas de ello en años anteriores, pero claro está, esto lo decimos desde nuestro egoísmo cofradiero, desde nuestro conocimiento personal y desde nue-stro sentimiento interior, ya que al final, las cosas suelen llegar y como dice el refrán “El Señor y esta vida pone a cada uno en su sitio”, pues así se te ha puesto a ti, persona honorable, sincera, culta, apreciable, locuaz, sentimental y lleno de vitalidad para con tu Cofradía y la Semana Santa de Puente Genil, a pesar de tu edad y de los problemas de salud.

Fue ya hace tiempo cuando comenzaste a llevar el “bastón” de nuestra Cofradía, pero no quisiéramos en estos momentos olvidar a aquellos que te acompañaron y te precedieron en esa noble y altruista labor de guiar una Her-mandad y Cofradía por el sendero adecuado.

Ya sobre los años 40 hasta el 57-58 del pasado siglo, comenzaron una labor sombría y humilde dos hermanos Antonio Rivas y Manuel Carmona que llevaron a cabo la salida procesional de nuestra Cofradía durante esos años por la calles de nuestro pueblo. Fue posteriormente cuando un buen grupo de hombres jóvenes se hicieron cargo junto con los dos iniciadores, en ese grupo destacó una entidad bancaria como auténtica dinamizante de la Cofradía, el Banco Central ubicado en la calle de Don Gonzalo y en el que la mayoría de trabajadores se unieron para hacer más llevadera la carga y así sopesar el manejo de esta hermandad. Entre otros quisiéramos nombrar a Enrique Cosano, Luis Leiva, Miguel Quintero, Juan Gómez, Antonio Cantos, Pablo Sánchez, Laureano Carvajal, Alberto Gómez, Enrique Bracho, Jesús Ruiz, y algún otro que seguro se nos queda en el tintero. Pero junto a esta pléyade de hombres banqueros, también hubo otros que se unieron a este “nido” cofrade si bien sus profesiones no tenían relación con la banca, como Francisco Berral, Luis Pozo, Manolo Bordas, Antonio Cruces, Lorenzo Muñoz, Antonio Sebastianes, y otros muchos hasta un total de cerca de setenta que llevaron a cabo la refundación de la Cofradía y que pronto cumple el 50 Aniversario.

Prácticamente desde entonces, es decir, desde los años 60 hasta bien hace poco (últimos años del siglo XX) ha sido Enrique Cosano la persona esencial y capital en la que ha sustentado parte del buen llevar de nuestra Cofradía, haciéndose cargo prácticamente durante todo este tiempo de la figura de Cofrade Mayor.

Corporación Bíblica de Semana Santa de Puente Genil La Destrucción de Sodoma

Enrique CosanoManantero Ejemplar 2007

Persona abierta, concentrado en oca-siones en sí mismo, dialogante y sobre todo TRABAJADORA con nuestra Cofradía y con la Semana Santa de Puente Genil. Son muy pocas las personas que te pueden re-prochar algo y algunos de nosotros hemos comprobado como a raíz de alguna dis-cusión llevada a cabo con cofrades o perso-nas distinguidas de otras cofradías que pro-cesionan el Miércoles Santo sus Titulares, tu respuesta era el silencio y la sumisión, a pesar de posiblemente estar en posesión de la verdad.No eres una persona que le guste llamar la atención, de hecho nos acordamos que han sido más de uno y dos años los que has de-sistido o cedido tu capillo egipcio de mando central y bastón correspondiente para arri-marte a la cola lateral de los que íbamos ha-ciendo penitencia con nuestra lumbre.Es muy posible que si siguiéramos pensando nos saldrían muchas más vivencias de una persona llena de amor a sus Titulares y a los suyos, y es por ello por lo que no te deci-mos adiós como Manantero Ejemplar, sino un HASTA SIEMPRE, y agradeciéndote lo que has hecho por nuestra Cofradía hacemos tuya también la letra de esta Copla a Mª Santísima de la Victoria que se gestó y se canta tradicionalmente en nuestra Corpo-ración, con la letra de Francisco Márquez y música de José Miguel Fernández.Un fraternal abrazo.

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a Corporación Bíblica ·”Los Testigos Fal-sos de Jesús” quiere Saludar y Felicitar al Manantero Ejemplar ”2007“ Enrique

Cosano Logroño por haber disfrutado este año de tan merecido reconocimiento.

Por tu vida entregada a mantener nuestras tradiciones sin apartarlas de su religiosidad, por tu constancia, por tu seriedad, y por estar siempre en los momentos más importantes Felicidades.

Este año pasado estamos seguros que has dis-frutado con tu nombramiento, has estado en actos de Corporaciones, Cofradías y otros, donde tú pre-sencia ha brillado y era necesaria. Enhorabuena por tus Premios en “La Cofradía del Huerto” por la Medalla de Oro y nombramiento de Cofrade Ma-yor Honorario.

En cierta ocasión dijistes que los Testigos Falsos habían sido un regalo de la Virgen para la Cofradía, nosotros ahora los Testigos les pedimos a sus Titu-lares, Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y a Maria Santísima de la Victoria, que te cuiden y que te tengan muchos, muchos años más entre nosotros.

UN ABRAZO

Salutación “Manantero ejemplar 2007”

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uevamente ha sido reelegido como Presidente de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas nuestro hermano Juan Fernando García Arroyo, hecho que nos

alegra y llena de ilusión, ya que nuestro Presidente está ca-pacitado para proseguir guiando el timón de nuestra Sema-na Santa hacia el puerto que todos deseamos.

Cuando empezó la travesía, nosotros estábamos se-guros, por experiencia en nuestra Corporación, de que su trabajo iba a ser fructífero, pues como hemos podido apre-ciar, tiene una gran capacidad de trabajo, razón por la que está conservando y afianzando los valores más importantes de nuestra Semana Santa.

Pero también en toda navegación surgen olas que pueden alterar el curso normal de su llegada a buen puer-to, pero nuestro Presidente siempre ha mostrado su firmeza con el timón para que el barco de la Mananta no vaya a la deriva.

Queremos también felicitarlo por saber rodearse de personas capacitadas para que la ayuda sea una suma de es-fuerzo, de tal manera que, es acertado decir que la directiva que él preside ha estado a la altura de las circunstancias.

Finalmente, desde esta líneas, queremos nueva-mente felicitar a nuestro hermano Juan Fernando, a la vez que le animamos para que la continuidad de su trabajo, con-sistente en tesón e ilusión, dé los frutos soñados por él, y en definitiva es lo que queremos todos los que amamos nuestra Semana Santa.

20 de diciembre de 2007Festividad de Santo Domingo de Silos

Tesón e IlusiónLa Historia de Tobías

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Cora+zon de puçblo Cora+zon de puçbloII Congreso Internacional de Cofradías y Hermandades

l pasado mes de noviembre tuvo lugar en el Monasterio de los Jerónimos, donde se ubica la Universidad Católica San Antonio, de Murcia, el I I Congreso internacional de Cofradías y Hermandades con el título genérico de

La Imagen procesional, arte y devoción, interviniendo el mismo destacadas autoridades de la iglesia y del mundo cofrade, entre las que se pueden citar varios Cardenales y Obispos de España, como el presidente del Pontificio Consejo para los laicos, Stanislaw Rylko; el Arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, cuya ponencia se tituló Imagen y religiosidad popular; el Arzobispo de Toledo y Primado de España y actualmente vicepresidente de la Conferencia Episcopal española, Antonio Cañizares Llovera, que clausuró el Congreso con una Eucaristía celebrada en la Plaza del Cardenal Belluga, de la ciudad de Murcia; el Emmo y Rvdmo Cardenal Dario Castrillón, Presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei; el Arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín; el Arzobispo Emérito de Barcelona, Ricardo María Carles, entre otros.

Entre los ponentes laicos cabe destacar las intervenciones de Amilcare Barbero, director del Parco Naturale del Sacro Monte di Crea; Fausta Franchini Guelfi, profesora de la Universidad de Génova; Luis Luna Moreno, cofrade y ex director del Museo nacional de escultura de Valladolid, cuya ponencia trató sobre Pasión, Entierro y Resurrección de Cristo: rito y ceremonia en las cofradías españolas; José Sánchez Herrero, Catedrático de Historia medieval en la Universidad de Murcia, cuya ponencia la tituló: El origen histórico de la devoción a las imágenes de Cristo, María y los santos, entre otros destacados conferenciantes.

José-Lorenzo Aires Rey, asiduo asistente en numerosos Congresos y Encuentros de Semana Santa, presentó a este Congreso dos Comunicaciones tituladas, una, Las Cofradías

José Lorenzo Aires Rey, presentó dos comunicaciones

e Imaginería pasionistas de Puente-Genil, y otra, Las Corporaciones, figuras bíblicas y religiosidad popular en la Semana Santa de Puente-Genil, que serán publicadas (D.m.) en las Actas del Congreso. En las mismas hace alusión a la fundación de todas las Cofradías pasionistas pontanesas, con un sucinto recorrido histórico de las mismas a lo largo de los siglos hasta hoy; a las principales imágenes de Cristo y la Virgen; a la aparición de las figuras bíblicas; a la fundación de las Corporaciones bíblicas; a las Reverencias a Ntro. Padre Jesús Nazareno; a las Casas-Cuartel de las Corporaciones; a la Vieja Cuaresmera; a los Sermones que se decían en tiempos pretéritos el Viernes Santo; a la música, poesias, saetas y coplas genuinas de la Semana Santa pontanesa; etc.

Paralelamente a las sesiones académicas hubo numerosos Actos de un gran interés, como las visitas al Museo de la Sangre, al Museo de Jesús o al Museo de Artesanía. La magnífica

E.B.T.

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Cora+zon de puçblo Cora+zon de puçbloexposición de escultura denominada Stabat Mater, que hubo en el Convento San Antonio. La Exposición de arte sacro que tuvo lugar en el paseo Alfonso X el Sabio; el homenaje en el monumento al nazareno que tuvo lugar en la Plaza Martínez Toral, junto al Puente Viejo; el solemne Vía Crucis con procesión del Santísimo Cristo del Refugio; el concierto de la Agrupación de música de la Archicofradía de la Sangre, en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen; el homenaje al escultor Francisco Salzillo en la Plaza Santa Eulalia; el Concierto de música sacra de la Unidad de Música de la Academia General del Aire, de San Javier, en la parroquia de San Bartolomé, y sobre todo la extraordinaria procesión que tuvo lugar en la noche del sábado 17 de noviembre por las calles del centro de Murcia con participación de los principales Pasos de la Semana Santa murciana, entre los que se pudieron contemplar la Oración en el Huerto, el Prendimiento, la Flagelación, el Santísimo Cristo del Rescate, Ntro. Padre Jesús de las Mercedes, el Santísimo Cristo del Amparo, la Virgen de las Angustias, el Cristo del Santo Sepulcro, San Juan, la Virgen de la Misericordia y Jesús Resucitado. Dicha procesión concentró a miles de personas que llenaron las calles céntricas de Murcia partiendo desde la Plaza Santa Gertrudis y finalizando ante la Catedral en la Plaza del Cardenal Belluga, pasando, entre otras, por las Plazas Julián Romea, Santo Domingo y de la Cruz, y las calles Platería y Salzillo.

El domingo 18, en una mañana soleada y totalmente otoñal, tuvo lugar en la Plaza del Cardenal Belluga la celebración de la Eucaristía de clausura del Congreso, a donde fueron trasladas procesionalmente las imágenes del cristo de Santa Clara la Real, de la Cofradía del Santo Sepulcro, y la Santísima virgen de los Dolores.

La recepción de los congresistas fue en el Palacio Episcopal de Murcia, que estuvo presidida por el Obispo de la diócesis de Cartagena-Murcia, Mons. Juan-Antonio Reig, el alcalde de la ciudad, Miguel-Ángel Cámara, el presidente del Cabildo de Cofradías de

Murcia, Antonio Ayuso, y el Presidente de la UCAM, José-Luis Mendoza.

Este Congreso internacional ha sido sin duda un extraordinario acontecimiento de trascendencia mundial, de un gran éxito para la UCAM de Murcia y para todas las Cofradías y Hermandades murcianas que ciertamente se han visto fortalecidas gracias a la celebración de este trascendental evento, sirviendo, al mismo tiempo este simposio para mostrar al mundo la importancia de la religiosidad popular profundamente enraizada en la tradición y dentro de la sociedad española.

Desde luego, José-Lorenzo Aires resalta en sus dos Comunicaciones presentadas la importancia que tiene para Puente-Genil la celebración de la Semana Santa, como la más prístina seña de identidad, y del arraigo dentro de todos los pontanenses.

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Cora+zon de puçblo Cora+zon de puçblo

panita, que sepan lo que se siente al tomar una uvita tras cantar una cuartelera con un hermano, en fin, que sepan lo que es ser “manantero”, que no es lo mismo que ser capillita o semanasante-ro, ¿o acaso vosotros, hermanos, sentís lo mismo cuando os llaman capillita que cuando os llaman manantero? Pues no señores, claro que no se siente lo mismo, ya que ser capillita es más de esos lugares que describía nuestro paisano Pérez Carrascosa en “Las Fiestas de La Puente”.

Y con ese afán, el de que todo el mundo conozca el término manantero y lo identifique con Puente Genil, hemos creado esta página. Un grano de arena más, para una labor que otros ya comenza-ron mucho antes.

Para despedirme, me gustaría invitar a todos los lectores de esta revista a visitar nuestra página web, www.virtudesteologales.es, donde agra-deceremos que participéis dejando vuestra opi-nión.

stimados hermanos:

Aprovecho estas líneas que nuestra Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas tiene a bien con-

cederme, para anunciaros la creación de la página web de la Corporación Bíblica “LAS VIRTUDES TEOLOGALES” y su Foro, para debatir todo tipo de asuntos mananteros.

Los hermanos de Las Virtudes Teologales esperamos que este portal sirva para llevar a todos sus visitantes las vivencias de esta Corporación, y que sea un instrumento de difusión de nues-tra fiesta por antonomasia, la Semana Santa.

Hemos intentado que las personas que no han tenido la suerte de visitar nuestra localidad en estas fechas tan señaladas, co-nozcan esas peculiaridades que hacen tan especial a nuestra Se-mana Mayor. Hemos querido que conozcan al alpatana, al cam-

Creación de la página web de las Virtudes Teologales

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Juan David Morón RubioPresidente de las Virtudes Teologales

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Poesías Saeta a Jesús Esta poesía en forma de saeta está escrita unos pocos días antes de morir nuestro padre, es su última poesía. Cuando la escribió dijo: “Ya no escribo más”. En esa frase, como Jesús al exclamar “Todo está consumado”, entregó su vida a Dios quien se la había dado llena de amor para que la reflejara en her-mosos y encendidos versos.

Y cuando yo esté muertoa la ermita llevadmequiero ver al Nazarenoy una oración rezarleantes de subir al cielo.

Es el cantar de mi pueblola mañana del Viernes Santoviéndote con el Maderotus hijos te van llorando.

La familia Reina en recuerdo de José y Enrique Reina Delgado.

Madre DolorosaAhogada en desconsolado llanto,ante el cuerpo inerte del AfrentadoHijo, que con espinas coronado,clavado en vil madero, por el canto

proferido por la plebe en el mantoque cubrió Su muerte, abandonadoa Su suerte por calles ultrajadoSu desconsolada Madre entre tanto,

con ardiente amargura en su miraday con frío abrasador en su frente,comprender intenta el postrer momento

del Dios muerto en aquella cruz clavada,cuyo perdón derramó cual torrenteque desborda el amor en su tormento.

Justo A. Rodríguez Sánchez

Lejos de la PuentePor verte Jesús salir,daría mi vida enteracuanto más mayor me hago,Más me acuerdo de mi tierra.

Cuantas veces Nazareno,he llorado tu ausenciayo digo como decía mi madre,qué lejos estoy de tu presencia.

Cuando salí de la Puente,lloraba con mucha penaen esos momentos sabía,que no volvería a ella.

Fue como la noche y el día,fueron espinas en primaveradejaba un amor tan grande,que siempre ha estado a mi vera.

Yo creí que con el tiempo,llegaría otra primaverapero han pasado los añosy no ha llegado esa primavera.

Que bonito es recordar,a esta mi amada tierrami Puente Genil querido,y tu cara Nazareno tan bella.

En mi casa estás en todas partespor eso cierro los ojos,y te veo con la cruz a cuestasyo quisiera ser Cirineoy ayudarte a subir la cuesta.

Felisa Morales Tortosa 2008.

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Cora+zon de puçblo Cora+zon de puçbloLa Esperanza Con gran afecto al nuevo y activo Cofrade Mayor de María Santísima de la Esperanza, D. Gregorio Gómez Rubio.

Tu bendición se extasíaen la vega del Genilbeneficiosa y gentilque gran placer florecíaen su corazón sentíasu pasión con la miradapoblación muy estimadaen el jardín de las floresque se viste de colorestras sus verdes arboladas.

Cuan delicioso fervorcariño, amor y lealtadensanchan su gran bondadcon tan divino candoralivia el grato esplendorla devoción a la Virgen.Sus mil devotos se afligen.¡Oh! Madre de la Esperanzamás tu devoción se ensalzaen este tan bello origen.

Escucha Madre el clamorcon la devoción más sentidala Esperanza marcha afligidacon estimado candorilumina tu esplendorazucena primorosaesplendor de bella rosaaurora de flor temprana,manantial que gloría manasobre tu frente dichosa.

La noche del Jueves Santose anima tu cofradíacuán la Esperanza amor prendíaluciendo el mayor encantoarropa de amor su mantoen esta noche pontanacon gran devoción muy sanaPuente Genil, devociónadorna tu procesiónal filo de la mañana.

Promesa, gran sacrificioel paseo del Romeralgran devoción esencialen este primer iniciodigno y preclaro principiode este lugar tan divinocuán doloroso caminoGregorio Gómez presentegran activo presidentecumplidor de su destino.

C.O.F

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Cora+zon de puçblo Cora+zon de puçblo

PoesíasCora+zon de puçblo Cora+zon de puçblo

Liras al Señor de la Humildad en el tercer centenario de su llegada a nosotros Juguete a partir de un poema de San Juan de la Cruz)

Oh, llama de amor viva,ocaso candoroso,titilas casi, ahogada contra ley;subyugas aun cautivaen tu trono rocoso,trémulo fuego, crepúsculo de un rey.

De látigo vestidoen rosas te derramas,y atardeces en las aguas de Judea;Te apagas, ofendido,corona de retamas,el astro se vence a la marea.

Madera perfumadaeres, miel de monte,capricho de una gubia aventajada,crisálida sagrada-ah, que Tu luz tramonteen rota humanidad disimulada-.

¿De dónde has brotado?,¿espectro eres acaso?,¿es Tu perfección nebuloso engaño?Quizá has encarnado,como desde el Parnaso,los sueños de La Puente desde antaño.

Eres agua clara,flor -jardín arabesco-,Oriente donde el sol nunca se pone,obra suma y rarade un genio quijotesco,panal de paz que en la oración traspone.

-Me elevas, me dominas,me incendias, me traspasas,me afirmas, me sacudes, me cimbreas,me extingues, me germinas,me eriges y me arrasas,al ver que, ay, mis faltas acarreas-.

Tu belleza herida es de acantilado:por mar en tempestad titán mordido;fontana derruida,nenúfar deshojado,un ser angelical desasistido...

Polvo somos disperso,pero a la muerte oscuraquizá haya una brizna de victoria,si unido a Ti en un verso,despojo en sepultura,concédeme el olvido moratoria.

Pues sueño, yo yacente,si puedo ir a Tu lado,por tanta la dulzura que atesoras,desespinar Tu frente,dejando proclamadocuán delicadamente me enamoras.

Ernesto Cáceres Molina Abril de 2006

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gado, como apertura del año manantero de 2007 se celebró Asamblea General Extraordinaria presidida por el hermano Juan Fernando García Arroyo. Junto a la mesa presidencial, continuando con la novedad del año anterior, se colocaron en esta ocasión enseres de la Cofradía de la Santa Cena y Mª Santísima del Amor, destacando entre ellos el frontal de las bambalinas, el estandarte y la cruz de guía. Una vez iniciada la asamblea por el hermano Presidente, por ausencia del consiliario de la Agrupación, Don José Joaquín Cobos Rodríguez, realizó las preces el Rvdo. Padre don José Ma-nuel Gordillo Márquez, párroco de Ntra. Sra. de la Purificación. A continuación, el hermano secretario dio lectura al acta correspondiente a esta misma asamblea celebrada el año anterior.Como presentador del acto protocola-rio, el hermano Manuel Bueno García fue dando paso a los diversos reconoci-mientos que se hicieron en esta asam-blea. En primer lugar, se felicita y se le hace entrega del título acreditativo al Pregonero del Jueves Lardero. Se lleva a cabo un homenaje al hermano Andrés Solís Benjumea por su constancia y de-dicación a la Semana Santa durante más de cincuenta años como “caja redoblan-

Memoria de Actividades 2007

espués de la celebración del primer Día de las Corpora-ciones el 3 de febrero de 2007, y ultimados los prepara-tivos para comenzar la Cuaresma, se celebra en la iglesia del Hospital el Pregón de Exaltación del Jueves Lardero

y de la Cuaresma Pontana. Tras la apertura del acto por el Presidente y la presentación del pregonero por su hermano de Corporación Pedro Ramos González, comenzó el pregón a cargo del hermano Francisco Navas Ruiz, perteneciente a la corporación bíblica Las profecías de Jesús. A la finalización del mismo, acompañados por el tañido de la campanita y por el Grupo de Música del Imperio Romano, nos trasla-damos a la Plaza de la Mananta para, antes de retirarse cada uno a su respectivo cuartel, escuchar varios pasodobles y tomar unas copitas con las diferentes corporaciones que acudieron al este encuentro de confraternización. Al día siguiente, 16 de febrero, en las instalaciones de Bodegas Del-

Rafael Jiménez RoldánTesorero de la Agrupación de Cofradías

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los miembros de la Schola Cantorum, a quienes les agradecemos su esfuerzo y dedicación para engrandecer estos cultos y nuestra Sema-na Santa en general y les felicitamos por su buen hacer. El hermano presidente asistió a cuantas funciones pudo y acompañó a algunas de las cofradías en los almuerzos de hermandad, pues la coincidencia de varios en el mismo día le impide poder estar en todas ya que todavía no tiene el don de la ubicuidad.Además de asistir, durante la cuaresma, a diferentes actos organizados por cofradías, corporaciones y el Coro, esta Agrupación participó cono colaborador y patrocinador en el Curso de Capataces y Costaleros, así como en la recuperación de la Exaltación de la Saeta Cuartelera.El día 24 de febrero, en las instalaciones del IES Manuel Reina, se ce-lebró el curso de Capataces y Costaleros por iniciativa de la Cofradía del Cristo de los Afligidos y la colaboración de esta Agrupación de Cofradías. La parte teórica del curso estuvo a cargo de Dª. Montserrat Altemir Lara (fisioterapeuta) y de D. Antonio Santiago Muñoz (doctor en Medicina y capataz de varios pasos de Sevilla), quienes nos ilus-traron con dos magníficas e interesantes conferencias. En la sesión de la tarde D. Javier Prieto Moreno expuso de manera práctica cómo hacer y colocar un costal, así como las posturas idóneas dentro de la canastilla.Los días 8, 15 y 23 de marzo, en el cuartel de Las Cien Luces, cuar-

te” del Imperio Romano. Se presentó el cartel anunciador de la Semana Santa de 2007, montaje fotográfico de títu-lo Verónica realizado por el hermano Antonio Carmona Ruiz; esta fotografía fue la seleccionada por el jurado de en-tre las veintisiete que se expusieron en el cuartel de la corporación bíblica Los Defensores de Israel durante la primera semana de diciembre de 2006. El her-mano Rafael Carmona Estrada pronun-ció unas palabras de presentación del hermano Enrique Cosano Logroño, Ma-nantero Ejemplar de la Semana Santa de 2007, y el hermano Rafael Jurado Car-mona hizo lo propio respecto al herma-no Máximo Jurado González, quien en representación de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús de la Humildad y Paciencia sería el encargado de pregonar nuestra Semana Santa en la mañana del Domin-go de Ramos. Manantero y Pregonero se dirigieron a los presentes dando sus impresiones sobre estos nombramientos y la responsabilidad que sobre ellos ha-bía recaído.A continuación, el hermano presiden-te presentó la revista de Semana San-ta y, antes de cerrar la sesión, cedió la palabra a las autoridades siguientes: D. Manuel Baena Cobos, alcalde de la Villa de Puente Genil; D. Jesús María Ruiz García, subdelegado del Gobierno en Córdoba y D. Esteban Morales Sán-chez, delegado provincial de Justicia y Administraciones Públicas.El acto terminó con la entrega a home-najeados y autoridades de las botellas etiquetadas con el cartel de Semana Santa, la revista de Semana Santa a los representantes de las diferentes Cofra-días y corporaciones bíblicas y el cartel a todos los presentes. Posteriormente, se pasó a degustar el ágape preparado por gentileza de Bodegas Delgado.Durante la cuaresma se fueron desarro-llando los tradicionales triduos y qui-narios con la habitual participación de

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tel del Imperio Romano y Teatro Circo respectivamente, se celebra-ron tres actos de Exaltación a la Saeta Cuartelera organizados por la corporación bíblica Los Apóstoles y la Agrupación de Cofradías. El primer acto consistió en la exaltación de la cuartelera a cargo del her-mano Miguel Martín Flores y un homenaje a los hermanos Hierro. El segundo acto fue presentado y coordinado por el hermano Rafael García Chaparro y participaron cantando cuarteleras hermanos de las siguientes corporaciones: Judea, Viejo Pelícano, Apóstoles, Arca de la Alianza, Primero de los Dolores y Pentateuco. Como colofón, en el escenario del Teatro Circo, los hermanos de la corporación de Los Apóstoles representaron La Pasión según San Mateo.El día 28 de marzo, se celebra la Asamblea General preparatoria de la Semana Santa. En el transcurso de la misma, entre otros temas, se recuerdan los horarios e itinerarios definitivos y se entrega a todos los representantes de las diversas cofradías y corporaciones una copia del Reglamento de Régimen Interior que se había aprobado en la Asam-blea anterior. En la mañana del día 1 de abril, Domingo de Ramos, en la Iglesia del Hospital se celebró el pregón de apertura de nuestra Semana Santa a cargo del hermano Máximo González Jurado en representación de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, Cofradía

a la que se le había concedido tal honor. Por parte de la Agrupación de Cofradías el hermano Rafael Gómez López, secre-tario de la misma, dio la bienvenida a los presentes y realizó el acto de apertura de la Semana Santa. En segundo lugar, se hizo entrega de título y capilla al Prego-nero de la Semana Santa de 2006, la cor-poración bíblica Los Evangelistas repre-sentada por el hermano Manuel Ángel Borrego Moreno y al Manantero Ejem-plar del año 2007, el hermano Enrique Cosano Logroño. Por último, antes de comenzar el pregón, el hermano Rafael Jurado Carmona hizo la presentación del pregonero.El Jueves Santo a las doce y media de la mañana, en la parroquia de la Purifi-cación, el consiliario de la Agrupación, Don José Joaquín Cobos Rodríguez, ce-lebró la Eucaristía para las cofradías y corporaciones.Reseñar que este año no nos libramos de la lluvia y se produjeron las incidencias siguientes: se deslucieron las procesio-nes del Domingo de Ramos y del Sá-bado Santo, aunque pudieron continuar su itinerario; no se realizó la estación de penitencia del Martes Santo y en la tarde del Jueves Santo se retrasó la sali-da en una hora, por lo que para intentar cumplir el horario previsto se tomó la decisión de que en el primer tramo no desfilasen las figuras bíblicas.Respecto a la Semana Santa Chiquita y el Día de la Cruz, días de intensas viven-cias para los más pequeños, indicar que todo resultó según lo previsto y que con la colaboración y la buena voluntad de todos se cumplieron los horarios e itine-rarios previstos para cada procesión.Para finalizar el ejercicio manantero se celebran juntas con las corporaciones y con las cofradías, respectivamente los días 16 y 17 de mayo. Asimismo, se re-úne la comisión para el estudio del gra-do de cumplimiento del Reglamento y la junta directiva. Todas estas juntas son

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preparatorias de la Asamblea General Ordinaria que se celebra en el cuartel de los Romanos el día 5 de junio de 2007. En esta asamblea se ratifica el acuerdo tomado en junta directiva de entregar una aportación económica a todas las cofradías y, cumpliendo con los demás puntos del orden del día, se presentaron las cuentas del ejercicio por parte del tesorero, el hermano Rafael Jiménez Roldán, y en el informe del Presidente se realizó un análisis de lo acontecido durante la Semana Santa.Al término de asamblea anterior, al fina-lizar el periodo para el que fue nombra-do presidente el hermano Juan Fernando García, se lleva a cabo la Asamblea Ge-neral Extraordinaria de Elecciones. Tras componer la mesa electoral y la procla-mación de candidaturas, se realiza la votación en la que Juan Fernando Gar-cía Arroyo es reelegido por unanimidad como Presidente de la Agrupación de Cofradías para el trienio junio de 2007 – mayo de 2010. Asimismo, se realizó la votación para determinar los cuatro vo-cales representantes de las corporacio-nes, resultando elegidos los hermanos siguientes: Francisco Pérez Márquez (La Judea), Carlos López García de Abienzo (Los Jetones), Antonio García-Hidalgo Osuna (El Cirio) y Manuel Cerezo Pérez (Pretorio Romano). Una vez que el Presidente y el Consi-liario designan los miembros de la junta directiva de su libre elección, junto con los vocales natos que determinan los ac-tuales Estatutos se configura la nueva di-rectiva, que es ratificada por el Rvdmo. Señor Obispo de la Diócesis de Córdo-ba, Don Juan José Asenjo Peregrina, con fecha 14 de septiembre.Durante la primera semana del mes de diciembre, en el cuartel de la corpora-ción bíblica Virtudes Morales, tuvo lu-gar la exposición de las seis pinturas presentadas para la elección del cartel

de Semana Santa. Una vez reunido el jurado al efecto, la noche del día ocho, fue seleccionado como cartel anunciador de la Semana Santa de 2008 el titulado Sibila de Cumas, cuyo autor es el pintor pontanés Javier Aguilar Cejas. Durante esos mismos días se celebró la novena a la Purísima Con-cepción y en la celebración de la Eucaristía del día siete se realizó la tradicional ofrenda floral a la Patrona por parte de la Agrupación así como por muchas de las cofradías, hermandades y corporaciones. A la procesión del día ocho, al igual que a la del Corpus Cristi, asistieron el Presidente y una representación de cada cofradía con las insignias propias así como los característicos bastones. En los días previos a la Navidad, la Agrupación ha desarrollado una campaña de solidaridad con Disgenil, colaborando con dicha asocia-ción en la venta de felicitaciones navideñas entre las cofradías, corpo-raciones y otras entidades.Ya en año 2008, al igual que el año anterior y por segunda vez, el 19 de enero se celebró el Día de las Corporaciones; día en el que nuestros cuarteles abrieron sus puertas para recibir la visita de cuantos pontanos y foráneos quisieron conocer sus instalaciones, así como la historia y tradiciones de cada corporación. En esta ocasión el acto de inaugura-ción de la jornada se llevó a cabo en la Plaza de la Mananta y desde allí se comenzaron a recorrer las tres rutas en las que se distribuyeron a las 24 corporaciones participantes.Por último, dejar constancia de nuestro agradecimiento al Ayunta-miento de Puente Genil y a las diferentes personas y entidades que han colaborado con la Agrupación de Cofradías en la organización, desarrollo y patrocinio de las actividades realizadas.

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vivienda que había en el matadero. Allí pasé mi infancia y juventud. Por vivir en esa zona, estudié en el colegio de los Frailes. Mis compañeros fueron el P. Enrique Chacón, su hermano Paco, Rafael Reina Estrada, Joseíto Cejas, Antonio Velasco Suai, Juan Delgado Carvajal,… Posteriormente pasé a los Parroquiales que había frente al Hospital y de allí, a los quince años, comencé a trabajar con García Navas en la carpintería.

Manuel Palma Ruiz

P - Manolo, cuéntanos algo de tu infancia, de los primeros recuerdos.R. – Nací en Puente Genil, el día de Reyes de 1927. Tengo, por tanto, ochenta y un años recién cumplidos. Vi la luz en la calle Pósito. Esta era la casa en donde se establecieron mis padres al casarse. Mi padre, Manuel Palma Guerrero, fue militar –sargento- en la Guerra de África. Cuando lo licenciaron, volvió a Puente Genil. Como tenía experiencia con las letras y los números, pudo presentarse a unas oposiciones en el Ayuntamiento para el matadero. Sacó la plaza y, así, pudo casarse con su novia, mi madre, que se llamaba Concha Ruiz. Ella era de la calle Jesús de toda la vida. A los pocos meses de nacer yo –soy el mayor de cinco hermanos- nos trasladamos a la

Manantero Ejemplar 2008

ntre los cambios que hemos querido dar a la revista de Semana Santa, presentamos un nuevo formato para hablar del Manantero Ejemplar: la

entrevista. Pensamos que conversando con él podremos alcanzar un grado mayor de conocimiento de cuáles son los sentimientos del protagonista.

Manuel Palma Ruiz ha sido designado, en reunión celebrada el siete de enero de dos mil ocho, Manantero Ejemplar. Alcanza de esta forma el merecido puesto que le corresponde en el cuadro de honor de nuestra Semana Santa. Y en él se da una coincidencia sólo repetida en otro caso: que es hijo de Manantero Ejemplar. Le cabe, junto a los hermanos Gálvez Silva (Chifarri), el honor de poder ofrecer a la memoria de su padre el fruto de la semilla que éste sembrara un día lejano.

Para hablar con Manolo Palma paseamos por la Matallana en una tarde de enero gris y fría. La calle se apaga poco a poco en la hora crepuscular. Atrás han quedado los relucientes adornos navideños. Como el año es atípicamente rápido en lo que se refiere a Semana Santa, casi podemos decir que huele a cuaresma… La hermandad forjada durante quince años compartiendo cantos y sentimientos me acercan a él con la entrañable confianza del viejo amigo. Me cuenta mil historias sobre su vida. Tantas como para escribir una novela. En sus palabras, en sus gestos, hay una característica muy marcada: el humor. Su mirada viva, casi pícara, expresa complicidad. En este clima relajado se desarrolla nuestra conversación.

Carlos Delgado Director de la revista El Pontón

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sabido seguir su ejemplo. Cuando me comunicasteis la noticia, me emocioné al pensar que mi padre me estará viendo y estará contento al ver que sus enseñanzas han sido fructíferas.

P. - ¿Cuándo entraste en la Schola Cantorum?R. – Sobre 1948, de la mano de Manolo Soria, comencé a ir a los ensayos. Eran en la sacristía de la Purificación ya que el director, D. Isidro Toledano, era coadjutor de esa parroquia. Pero por diversos motivos no seguí. Posteriormente, en 1954, en una de las juntas de la Hermandad de la Amargura (todavía no era cofradía), me oyó cantar Joaquín Ruiz y me invitó a que entrara a formar parte de la Schola.

P. – Ya que lo comentas, ¿cuándo entraste en la Amargura?R. – Precisamente ese mismo año, de la mano del recordado Rafalito Esojo, el Practicante.

P. - ¿A qué otras cofradías perteneces? ¿Y a corporaciones?R. – A Jesús Nazareno y al Santo Sepulcro. Soy devoto de Jesús desde siempre, como ya he dicho. En el Sepulcro entré después, pero también le guardo gran devoción. No soy ni he sido nunca de ninguna corporación. Sí de la Camarilla de la Amargura durante muchos años.

P. – Ochenta y un años dan mucho de sí en cuanto a trabajo y entrega por la Semana Santa…R. – Sí. Pero a mi nunca me ha gustado tener grandes cargos. Prefiero ser un peón, alguien que está ahí, a disposición de los responsables de turno para echar una mano en lo que sea necesario. Todo el mundo me conoce por haber estado cobrando los recibos de mis tres cofradías. Esa es mi misión, la de auxiliar, ayudar en lo que humildemente pueda.

P. – Ese trabajo se habrá visto recompensado con algún homenaje, supongo.R. – De homenajes son merecedores otros. Yo no me creo digno de galardones. Pero el tiempo me ha ayudado en los reconocimientos que he recibido: Medalla de Oro en la Amargura (al cumplir los cincuenta años de permanencia) y Medalla de Oro de la Schola Cantorum, que me fue concedida el pasado mes de julio. Como digo, es más el reconocimiento al tiempo que a los méritos.

P. – En tu elección han pesado mucho tus cincuenta y cuatro años sirviendo a las cofradías a través del Coro. ¿Qué te impulsa a seguir al pie del cañón?R. – La devoción a nuestros Santos, el amor a nuestras tradiciones y el sentido de la responsabilidad. Tengo que decir que disfruto cantando, disfruto compartiendo con hermanos más jóvenes que

En agosto de 1955 me casé con Carmen Roldán Quintero y tengo tres hijos. Mi esposa falleció en enero de 2000. Durante mi vida he trabajado de carpintero. Primero, como ya he dicho, con García Navas y después en una cooperativa que hicimos entre varios artesanos de la madera. Lo que pasa que la cosa fue mal…

P.- ¿Fue en el colegio de los Frailes donde comenzó tu afición al canto?R. – No, yo no estuve en la escolanía, mi hermano Francisco sí. Mi afición a cantar vino después. Pero recuerdo que los niños mayores que yo (Joaquín Ruiz, Antonio Chacón y otros) sí ensayaban con los franciscanos. Años después me contaba Joaquín Ruiz que esa fue la semilla de donde nació la Schola Cantorum Santa Cecilia.

P. – ¿Qué aprendiste de tu padre, especialmente de Semana Santa?R. – Mi padre nos enseñó a todos respeto a los demás. Era un hombre de hondas convicciones religiosas. Todos los días subía a la ermita de Jesús a rezar. Nos inculcó el profundo amor que todos sentimos por El Terrible. Era del 1º de los Dolores y, por ello, también éramos muy devotos de esa Virgen. Posteriormente, cuando el 1º se disolvió, no volvió a corporaciones, pero siguió su devoción a los Dolores hasta que se fundó la hermandad de la Virgen de la Amargura por doña Emilia Reina. Entonces volcó sus cariños en esa Virgen. Y eso me lo transmitió a mi.

P. – Manolo, tu padre fue Manantero Ejemplar. ¿Qué has sentido al recibir la misma distinción?R. – Siento el orgullo de haber

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yo sentimientos, vivencias, alegrías y penas. Y es que en el Coro somos una gran familia. Somos hermanos y amigos, como dice el ritual del matrimonio “en la salud y en la enfermedad”. Todas estas razones me animan a seguir, a tener ilusión por ir a los ensayos, a las misas y a cuantos actos se organizan.

P. – ¿Qué evolución has visto en el Coro en este tiempo?R. – Como todo en nuestra Semana Santa, los cambios han sido importantes, especialmente en los últimos años. He vivido épocas de esplendor y otras de zozobra. Recuerdo con tristeza la crisis de mediados de los años sesenta del pasado siglo. Hoy día es época de pujanza, gracias a Dios, pero hay cosas que añoro de los viejos tiempos, especialmente a mis amigos que se fueron. Como ejemplo de los cambios os diré que antes los ensayos se hacían de otra forma. El director repartía las particelas y, al terminar, las recogía. No había tantos medios como ahora y había que cuidar el material. También recuerdo que se controlaban las asistencias de otra forma. Se iban poniendo puntos por asistencia y al final se recompensaba a los que más íbamos.

P. - ¿Y en la Semana Santa?R. – La evolución, por suerte, ha sido a mejor. Aunque haya defectos, creo que se ha ganado en seriedad y orden. Siempre ha habido una cierta anarquía ordenada que, como digo, creo que va a menos. De todas formas, no podemos pretender que nuestra Semana Santa sea como las del Norte de España, pues perderíamos nuestra esencia. Sí observo una cierta pérdida de devoción. Antes los templos se llenaban en los cultos cuaresmales. Hoy día hay algunos que da pena.

P. – ¿Qué te gustaría cambiar?R. – No, yo no creo que se deba cambiar nada de un plumazo. Las cosas, como las aguas, suelen volver a sus cauces. La Semana Santa ha pasado por etapas de pujanza y de crisis. De éstas últimas siempre ha vuelto a resurgir. Cuando haya malos tiempos, es mejor dejar las cosas estar y el tiempo dirá.

P. – Este año la Schola Cantorum estrena un nuevo canto a la Virgen de la Amargura que los autores te han dedicado…R. – Sí, yo tenía ilusión por que la Virgen de la Amargura tuviera una plegaria como las de la Virgen de las Angustias. Les insistía a los compositores del Coro que la crearan, no por mi interés particular, si no para mi Virgen. Quería ser la excusa para que la Amargura tuviera su plegaria. Y este año, si Dios quiere, se va a ver cumplido ese deseo para mayor gloria de la Madre de Dios.

P. – Al principio hablamos de tus sentimientos, con respecto a tu padre, al saberte Manantero Ejemplar. ¿Y personalmente, qué te hace sentir?R. – Es una gran responsabilidad. Primero pensé que me hacían una faena, pues no me gustan los protagonismos, ni hablar en público… Pero si se me concede ese honor, no puedo sino agradecer emocionado el que se hayan acordado de mi. Ya dije antes que mis méritos se limitan a tener tiempo de experiencia y a querer, a amar: a Dios y su Madre, a nuestras tradiciones, a la memoria de nuestros mayores. Eso es lo único que puede ofrecer y poner en la balanza Manolo Palma.

P. – Por último, qué le dirías a los más jóvenes, a los mananteros que empiezan, a los que quizás algún día sean mananteros ejemplares.R. – Que aprendan de los mayores todo lo bueno que tienen nuestras costumbres, que sigan la senda que los que ahora estamos hemos marcado y que, como hicieron nuestros padres con nosotros, sepan transmitir a sus descendientes la devoción y el amor a nuestra Semana Santa.

P. – Gracias por todo, Manolo, y enhorabuena por este nombramiento. Que el Terrible nos de salud a todos para que podamos disfrutar de ti muchos años.

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de Henares, finalizando más tarde la carrera de Ingeniero Técnico en la rama de Electrónica. Desde entonces reside en Madrid.

El destino hizo que conociera desde los trece años a la que más tarde sería su compañera de camino, nuestra amiga Tere Delgado. Buena yunta para labrar ambos, los caminos de la vida. Contrajeron matrimonio el veinte de septiembre de 1977 en nuestra querida parroquia del Carmen. Del fruto de su amor han llegado al mundo cuatro hijos. Tiene sus primeras vivencias mananteras en una corporación de picoruchos denominada El Grupo que junto con El Clavo, el 24 de junio de 1973 darían lugar a los Milagros de Jesús. Desde entonces somos además de hermanos de corporación, amigos. Y para nosotros esto de amigos ¿qué quiere decir?. Pues como bien dice nuestro

Andrés Gálvez Palosueridos amigos:

No creo que haya para ningún ser humano tarea más agradable, que el escribir y hacerlo bien de un hermano, que a lo

largo de su vida siempre ha llegado al pueblo con el zurrón lleno de generosidad para los que aquí le esperábamos. Qué sencillo resulta presentar a una persona con la que se comparten tantas vivencias y todas agradables.

Desde que se me encomendó esta tarea sabía que resultaría sencillo el presentar al pregonero de nuestra Semana Santa del 2008, en el nombre de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Amarrado a la Columna y Ntra. Señora de la Veracruz con motivo de su 450 Aniversario, que se dice pronto, y del Centenario de la actual imagen del Señor.

Aquí me dirijo a vosotros para presentaros a Andrés Gálvez Palos. Hermano mío de corporación y ausente al igual que yo y desde las mismas fechas, ambos salimos del pueblo en 1973; pero en cuanto tenemos ocasión volvemos por aquí.

A lo largo de su vida siempre ha ido pregonando nuestra Semana Santa por donde quiera que ha ido. Prácticamente desde que tuvo conocimiento de la Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid, pertenece a ella. Trabajado intensamente, como sabéis desde múltiples cargos directivos. Siendo su Presidente desde 1990 al 1997 y recibiendo el máximo galardón “la Campanita de oro” el 25 de abril de 1999.

Andrés nace el dos de diciembre de 1955, en la casa situada en la calle Horno, 79; en la misma habitación en la que luego dormiría en su juventud. Sus padres Concepción Palos y José Gálvez son un matrimonio muy querido por Los Milagros de Jesús; a José se le impuso la insignia de plata de nuestra Corporación en el año 1990. Hemos sido durante muchísimos años invitados a su casa, de hermoso patio de flores, todas las noches del Jueves Santo, al paso de nuestros Titulares por este lugar.

Nuestro hermano Andrés comienza su formación en el colegio de los Hermanos de la Salle, después la continúa en el de José María Pemán y más tarde en el instituto Manuel Reina. Lugar por el que tantos pontanos hemos pasado y del que tan gratos recuerdos conservamos en la memoria. Allí es donde le conocí, en el Instituto y en los ratos libres, en los que subían él y sus amigos por mi barrio, el de la Estación. Qué ambiente más bullicioso había entonces, cómo ha cambiado. En 1973 comienza los estudios superiores en la Universidad Laboral de Alcalá

Presentación del Pregonero 2008

S.A.M.

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paredes de un cuartel, lo demás vendrá de la mano. Algunas veces se consigue y ese momento, ese momento culmen, borra todos los demás sinsabores, que en alguna ocasión haya podido haber. Por ahí es por donde va nuestro hermano Andrés.

Cuando habla de nosotros, nos califica de corazones abiertos, siempre atentos, siempre alertas, devolviendo cien por uno, vibrando juntos al unísono.

En el libro de firmas de nuestra Corporación existe una hoja en la que se puede leer: “Gracias hermanos por hacer que mi hijo quiera cada vez más a su pueblo”. Firmado: José Gálvez Cejas. Su padre, ¿Qué más palabras se podrían añadir a estos sentimientos?

Termino mi presentación dedicándole a nuestro hermano Andrés unos versos, de dos paisanos ausentes:

Unos de Juan Rejano y los últimos del eterno ausente en nuestras mesas, Miguel Romero.

Aunque me sigue tu voz, siempre me sigue,

como música anclada en mis entrañas.

Genil, Genil, dime si todavía

recuerdas una sombra alucinada

que vagaba a tu orilla devanando

los sueños de una mañana que ya ha muerto.

Dímelo y sentiré que he renacido

sobre el dolor del tiempo y de la ausencia.

Las aguas que pasaron por mi vida

el sabor de la pena me dejaron.

____________________________________

Pedid al buen Jesús todo grandeza

nuestro bien, nuestro amor, nuestro tesoro,

pedidle que a mi pueblo que amo tanto

vuelva alegre a pisar el Jueves Santo.

Espero que estas letras os hayan servido para conocer algo más a nuestro pregonero y nos vemos del Domingo de Ramos, porque estoy seguro que del pregón saldremos todos rebosantes de sentimientos. Muchas Gracias.

hermano Rafael García, que a los cinco minutos de conversación parece que llevamos solo unas horas sin vernos.

Pertenece como casi todos nosotros a la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Amarrado a la Columna y Ntra. Señora de la Veracruz, trabajando incansablemente en los días previos a su salida procesional. Es hermano también de la Real y Pontificia Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno y de la Hermandad De Las Cien Luces, fundada en la Puente de Don Gonzalo el 14 de abril de 1664.

En los primeros días de Semana Santa no para, por un lado la Cofradía, por el otro el Cuartel y la Manantera. Quiero destacar también el trabajo desarrollado por su equipo desde abril del 93 hasta marzo del 94 cuando se restauró en Madrid, la sagrada imagen de Jesús Nazareno.

Es coleccionista de campanitas y asiduo espectador a la hora de escuchar el pregón de Semana Santa; el Viernes Santo por la tarde, se le puede ver visitando el paso de Jesús Nazareno en la Plaza de Santiago; sus invitados son siempre gente importante.

Manifestamos en la revista que conmemoró nuestro XXV Aniversario, que es persona seria y amante de mesas en las que se alimenta el espíritu. Le importan muy poco, como a este que os escribe, las viandas que se pongan sobre la mesa. Yo entiendo que la palabra mananta más que referirse a los días de la Semana Santa, tiene su origen primitivo como derivada de manantial, eclosión de impulsos del alma, que luego darán lugar a lo que se ve en la calle. Lo que de verdad interesa es el hacer florecer la espiritualidad en la mesa, llegar a los sentimientos que hicieron plasmar los versos de la ingente cantidad de poetas locales. Que salga de nosotros el ser humano que llevamos dentro, hacer en definitiva hablar al alma entre las cuatro

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I. INTRODUCCIÓN

Aquella inmensa luz que, iluminaba el atrio de aquel palacio, a la par que mi mismo corazón, un día de hace un cuarto de siglo, allá en Tierra Santa, ha quedado para siempre incrustada en mi corazón.

Visitaba por vez primera Jerusalén y me encontraba exactamente en el Palacio de Caifás, allí, donde dos mil años atrás, aquel Sumo Sacerdote, Príncipe Judío de los Sacerdotes, decidió la condena a muerte de Jesús.

Bajé al calabozo donde Jesús, con agua hasta las rodillas, estuvo preso; recorrí el atrio donde, amarrado a una columna, fue azotado; y, profundamente emocionado, sentí flaquear mis piernas.

Cuando quienes me acompañaban me preguntaron qué me pasaba, les manifesté que me había invadido la rememoración de aquellos dramáticos momentos de Cristo y que precisamente, venciéndose tiempo y espacio, todo ello, me trasladaba a lo más hondo de mis sentimientos, una saeta, que resonaba en mi mente desde niño y se cantaba en mi querido pueblo de Puente-Genil.

• Rvdo. Padre Arcipreste de la Villa de Puente-Genil.• Ilmo. Sr. Alcalde. • Ilmo. Sr. Subdelegado en Córdoba del Gobierno de España.• Sr. Presidente de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas.• Hermanos Mayores, Representantes y Miembros de las Cofradías y las Corporaciones.• Cofrade Mayor del Humilde. • Hermanos todos.• Pueblo de Puente-Genil.

Quisiera mostrar a la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas y, en su nombre a su Presidente, la gratitud de la Real y Pontificia Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, por haber sido designada para proclamar el Pregón de nuestra Semana Santa, en este año de gracia de 2007, año de la celebración del tercer centenario de la llegada a Puente-Genil de Nuestro Señor de la Humildad, de la mano de la Venerable Madre Sor Gregoria Francisca de Santa Teresa, que, cuando aquel diecinueve de

Pregón de la Semana Santa 2007

noviembre de 1706, se iba despidiendo de las imágenes de su Convento de las Carmelitas Descalzas de Sevilla, para venir a La Puente de Don Gonzalo, al arrodillarse ante la imagen del señor de la Humildad y Paciencia, ÉSTE, en milagroso suceso, le pidió venir a La Puente, con aquella divina palabra: “LLÉVAME”.

Deseo así mismo manifestar mi agradecimiento sin límite, a mi Cofradía del Humilde y de forma muy especial a nuestro Hermano Cofrade Mayor, José Antonio Torres, por delegar en mi persona, el más alto honor que puede tener un manantero, hijo del pueblo, y además, en un año con tanto significado religioso e histórico para nuestra Cofradía.

A mi hermanito de Cofradía y de sentimientos, Rafael Jurado Carmona, por el cariño puesto en sus palabras de presentación. Y de forma muy especial, a todos vosotros, hermanos y hermanas de Puente-Genil, que con la calidez de vuestra presencia, ilumináis de amor este Templo divino, que alberga profundos sentimientos cristianos.

Un imperioso dictado de sentimiento y sangre, me trae nuevamente a mi tierra pontana y, lo hace, -no podía ser de otra manera en esta singular ocasión-, al templo de mis más elevadas vivencias espirituales y religiosas desde mi mismo nacimiento, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del Ex Convento de San Francisco, donde fui bautizado, ante la imagen de nuestro titular -NUESTRO PADRE JESÚS DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA-.

Proclamar la Semana Santa de esta bendita tierra, en la que sentimientos y vivencias de siglos, se aúnan en tan solo unos días, para volver a tomar renovada realidad cuando, como es mi caso, somos ya cinco las generaciones que, con mi misma sangre hemos sido decididos partícipes de nuestra Semana Mayor, a través de nuestra Cofradía del Humilde; no es sólo una alta responsabilidad y un inmenso honor, sino que es el disponerse, en cuerpo y alma, a aflorar cuanto llevamos, desde antes de nuestro propio nacimiento, engarzado en lo mejor de nuestro corazón.

Cuando se siente de la forma que sentimos los

Máximo A. González JuradoCofradía de Ntro. Padre Jesús de la Humildad y Paciencia

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cada “Día de la Cruz”; precisamente el día de su santo, San Alejandro de la Cruz, recibía en su tienda “La Elegancia” de la calle Alcaide, la cumplida y muy sincera felicitación del Capitán, de la Directiva y de la Banda del Imperio Romano; no pudiendo olvidar jamás, cómo le cumplimentaban con sus marchas y misereres; cuya musicalidad quedó grabada en lo mejor de mis sentimientos.

Y qué decir de aquellos momentos que con impaciencia esperaba la llegada del “Día de la Cruz”, la “Semana Santa Chiquita”; verdadera escuela y semillero de fe cristiana y de enseñanza de amor a los valores y a las tradiciones de nuestra tierra. Cuando sacábamos a hombros a nuestro Humilde Chiquito, de mi primo Leonardo Velasco, que con tanto cariño y esmero cuidaba la familia. Esos momentos, quedaron fijados en lo más profundo de mi ser y me han acompañado toda mi vida. La Semana Santa Chiquita, nos enseñó de niños, a llevar el peso de

nuestros pasos con Jesús y la Virgen y aprendimos a asumir desde entonces, el peso de nuestras responsabilidades de mayores; a convivir en hermandad, a estrechar en un abrazo al hermano, compartiendo sus sentimientos.

Todo esto, con mi primera comunión, que tuvo lugar un día de primavera en este mismo templo, y ante la imagen de Nuestro Venerado Humilde; dejó cincelados en mi alma, y para siempre, estos estilos de vida y de espíritu; como ya sucedió con quienes me precedieron y, sucederá, con los que me sucederán en el amor y la sangre. Por todo ello, hoy no puedo, y como está aconteciendo ya, -lo comprenderéis todos- tampoco lo quiero, dejar de pronunciar los nombres de quienes han grabado y esculpido, lo mejor de los sentimientos que me han acompañado a lo largo de toda mi existencia:

Salvador González Bordas, mi padre, manantero ejemplar; Antonio Jurado Gálvez, mi abuelo materno; Alejandro González Márquez, mi abuelo paterno; quienes; no tan solo me precedieron en el amor a Puente-Genil y a su Semana Santa, sino que, fueron ejemplo en ambas cosas.

Siempre se dio por parte de mi familia un interés especial para que, me vinculase cada vez más, no solo materialmente, sino espiritualmente, a la singularidad de las manifestaciones propias mananteras, como sé que ha venido sucediendo con todo ponteño. Así, en mi adolescencia, ni más ni menos que de la mano de quien fue su director, Joaquín Ruiz Millán, participé en la “Schola Cantorum”, aprendiendo y, teniendo el privilegio de recibir enseñanzas y escuchar, entre otros, a Antonio Cuevas, Antonio Chacón, Pepe Rivas, Mario Reina, Manuel Palma, Romualdo Cabello; grandes e inolvidables cantores; todos mananteros y amigos.

Cantos, que no sólo se quedaron grabados en mi corazón, sino que han tenido vivencia en mi, desde aquella ya lejana primera tarde, que yo recuerdo, en que participé en la procesión del Miércoles Santo, “la de los cuellos sucios”, con Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, alumbrando

pontanos, -como cada uno de los que nos encontramos aquí-, este profundo amor hacia el alto significado, y la excelsa singularidad de cuanto constituye la Semana Santa de Puente-Genil; pienso, que la mejor forma de expresarla, de volver a comunicárnosla entre nosotros mismos, -allí donde estemos, con el renovado sentir que nos ha unido y nos seguirá uniendo-; a cuantos vimos la primera luz en esta hermosa Villa; es, simple y llanamente, volver a dar vida, a aquellas vivencias que nos son propias y comunes a la vez, a todos, en relación a cada una de nuestras Semanas Santas pontanas, vividas a lo largo de nuestras vidas. Cualquiera de vosotros, en estos instantes, como me sucede a mí, sabe, que el pregonar esta Semana Santa es, revivir profundamente el recuerdo de cuantos nos abrieron los senderos de la vida; al mismo tiempo que abrir, de par en par, las puertas, a quienes nos sucederán en el mantenimiento de estos elevados fervores y tradiciones mananteras. Dicho sencillamente, somos un eslabón más, de algo tan especial y querido, como es, un sentimiento singular que, desde hace siglos, mantiene la expresión espiritual y humana de, tantas y tan buenas generaciones de pontanos.

II. LA FAMILIA Y NUESTROS MAESTROS

Para los que hemos nacido y vivido nuestra infancia y niñez en Puente-Genil, se encuentran permanentemente vivos en nuestra mente, como parte insustituible de la misma, los recuerdos de los días de Semana Santa. Cómo olvidar, a pesar de mis poquísimos años, aquella mañana de Viernes Santo en la que fui despertado por alguien vestido de rey, en este caso de Rey David, y asustado, comencé a llorar hasta que, inmediatamente, mi padre, se retiraba el rostrillo y, acariciándome y besándome, volvió a mí la calma. O como, no muchos años después, iba a la Diana, tiritando de frío con el pantalón corto, cogido de la afectiva y dulce mano de mi madre, crecido en mí un ánimo especial de melodía musical. Afecto inolvidable que palpaba, sentado en las piernas de mi abuelo Alejandro, siendo testigo en mi niñez, de cuando

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con un cirio y hondamente enternecido, al llevar la túnica, esa túnica que está aquí presente, con más de cien años de historia, que había sido de mi abuelo Antonio, primero, y, después, de mi padre; al lado de grandes e inolvidables hermanos y cofrades como José Villafranca y su hermano Lorenzo, Leonardo Velasco, Gregorio Aguilar, Antonio Pérez, Manolo Baena, Manolo Roldán. Pronto, tuve la suerte de aprender, sentir y disfrutar, lo que significaba ser Hermano Mayor de una cofradía de nuestra tierra ponteña; donde, dándose tanta ternura, lloré en tan diversas ocasiones; como cuando hace ya casi medio siglo, acompañé a mi padre, tanto en el momento singular en el que el Hermano Mayor saliente del Humilde le entregaba la campanita el Miércoles Santo, en nuestra misma casa, con aquel campanazo ya al alborear el Jueves Santo; como cuando, justamente un año después, con mayor emoción si era posible, una vez cumplido el alto mandato recibido, era él, quien la entregaba al nuevo Hermano Mayor, manteniendo una costumbre que por años y amor a esta Semana Santa ¡¡era mucho más que ley!! Vivencias, que se entrelazaban con haceres propios relacionados con nuestra Semana Santa, llegando a disfrutar junto a mi abuelo Alejandro, primero y, después, con mi padre, al observar, todo el proceso de preparación de la confección de las botas de los Romanos. Desde el corte del raso, el aparado, el cosido; hasta el momento final cuando, ya en la mañana del Jueves Santo, me correspondía a mí la responsabilidad de pintar de blanco los cerquillos y los tacones, a los que me veía obligado a soplar para su pronto secado; ya que tan sólo nos separaban unas pocas horas para la gloriosa salida del Imperio Romano por la calle Ancha.

III. EL RECUERDO A DON GERMÁN SANCHÍS

Comenzaron a correr los años y hube de salir de Puente-Genil, como tantos cientos de ponteños, que cada año, volvemos por estas mismas fechas, para vivir intensamente nuestra Semana Mayor. No es necesario que os diga a vosotros, cómo sentimos a nuestro pueblo y a nuestra Semana Santa, allí donde nos encontremos, sea a pocos o a miles de kilómetros. Las añoranzas y los recuerdos, nos hacen revivir emocionalmente todo esto; como me sucedió a mí, el primer Jueves Santo que no pude encontrarme en Puente-Genil, hace cuarenta años y que, embargado por cierta querencia, tuve la enorme fortuna, -como si me viniese dada por cierto designio divino-, de que una persona tan querida y entrañable para todo Puente-Genil, el que fue genial Director de la Banda de Música Municipal, Don Germán Sanchís Morell, a quien yo prestaba por aquel entonces cuidados de sus problemas de salud, me invitase muy insistentemente, a que acudiese aquel día de Jueves Santo a su domicilio malagueño, donde, como siempre, recibí la cordialidad de don Germán y la de su esposa, la entrañable Dª. María Esteban Vivanco. Era la hora exacta en la que en el Cuartel del Imperio Romano se estrenaba su “Marcha gloriosa”; y, había decidido en su casa, junto con el insigne maestro D. Perfecto Artola, entonces director de la Orquesta Municipal de Málaga, interpretar al piano, junto con Dª María, esta Marcha creada por él; la que se convertiría en el himno oficial del Imperio Romano. Así, pocos años después, tuvo para mí una emotividad sin precedentes, aquél momento en el que mi tío Alejandro González, como Presidente del Imperio Romano, hacía entrega a don Germán, -siempre acompañado de su amada esposa-, de la “Lira de Oro” del Imperio Romano. Música que, si ya me impresionó aquella tarde malagueña de Jueves Santo, en ésta de Puente-Genil quedó para siempre en lo mejor de mi corazón, con los inconfundibles sones de “Legiones Romanas”.

IV. VIVENCIAS COFRADIERAS INOLVIDABLES

Queridos hermanos; como observaréis, como sentís; en un solo instante, nuestros sentimientos, superando tiempo y espacio, se funden y se hacen honda y hermosamente presentes.

Me llevaría después el tiempo a vivir un año especial y fundamental con la Cofradía del Humilde; cuando hace veintidós años, tuve la suerte de seguir los pasos de mi abuelo y de mi padre; al desempeñar el cargo de Hermano Mayor del Humilde. Nunca podré olvidar aquel maravilloso año, en el que me propuse cumplir con mis responsabilidades; con el fervor, la dedicación y la ortodoxia que me habían enseñado mis mayores; recuperando algunas tradiciones que se habían ido perdiendo.

Jamás podré olvidar cuando, ya en nuestra tradicional comida de hermandad cofradiera, el “domingo de pan y peces”, culminados nuestros cultos del quinario y función religiosa, inesperadamente, la “Schola Chantorum”, pilar musical fundamental de nuestra Cuaresma y Semana Santa, y a quienes tanto tenemos que agradecer, entró, interpretando el himno del Humilde, “Cantemos tu Gloria”; y nuestro querido Pepe Rivas; él, que desde algún lugar excepcional en el cielo estará escuchando estas palabras; manifestó en nombre del Coro, que la presencia del mismo allí, era consecuencia del respeto, consideración y rescate de valores que se habían producido aquel año.

Entendí entonces, -de ahí mi satisfacción y sano orgullo-, que aquel Hermano Mayor, hoy pregonero; única y sencillamente lo que había hecho era, aplicar lo que desde niño se le había enseñando; en el Coro, junto a personas tan entrañables como Joaquín Ruiz o Antonio Cuevas, entre tantos otros; así como lo que había aprendido en nuestra Cofradía del Humilde, siguiendo las enseñanzas de mis mayores; siendo una de las primeras de éstas, el ser profundamente respetuoso con los principios, los valores y las tradiciones que me habían sido inculcados desde la misma cuna; lo que permanece y permanecerá en mí hasta mi último día.

Si, creo que fue fecundo, y sin duda, inolvidable, aquel año de Hermano Mayor, qué deciros a todos vosotros, de aquellos cuatro, en los que el afecto de mis hermanos en el Humilde me llevaron a ser Cofrade Mayor, trasformándose ello, en los años más importantes de mi vida manantera.

Fueron tiempos, en los que manteniéndose la esencia y lo fundamental de toda una realidad de siglos, contándose con el ejemplo de entrega y acierto de personas como, D. Eduardo Moyano, D. José Villafranca o D. Antonio Pérez, Cofrades Mayores que tuve el honor de que me precediesen; los entonces hermanos de Cabildo, dimos respuesta a las nuevas necesidades, comenzando con la aprobación de nuevos Estatutos, que contemplaban la elección de Cofrade Mayor y Junta Directiva. Trescientos años de historia de la Cofradía y de hermanos cofrades de tanta sapiencia, veteranía y categoría humana, cayeron sobre mis espaldas cuando acababa de cumplir tan solo treinta y siete años.

Me encomendé al Señor de la Humildad; constituimos una excelente Junta Directiva, con hermanos de verdadera experiencia y sabiduría como Antonio Pérez, Rafa Fernández, Manolo Roldán, Pepe Hernández, y mi propio padre; aportándonos estos mayores; templanza y sabiduría; dándonos testimonio de amor a nuestros valores y tradiciones, a los que

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profesaremos gratitud imperecedera. Contamos también con otros más jóvenes, que iban convirtiendo el futuro en buen presente, como Juan Villafranca, Cristóbal Beato o Rafa Estrada, entre otros; quienes aportaron su dinamismo e ilusión, así como una entrega absoluta. Tampoco nunca olvidaré, cómo jamás faltaba a ninguna Junta Directiva, a pesar de su avanzada edad y estado de salud, nuestro Cofrade de Honor, José Villafranca, quien siempre apoyó con su inteligencia y bondad nuestras iniciativas, dando testimonio vivo y permanente de amor manantero.

Nos propusimos recuperar y recuperamos, para nuestra Cofradía, para nuestra Semana Santa y, para nuestro pueblo, las tradiciones que habíamos vivido en nuestra niñez. Así, sin dejar pasar ni una Semana Santa más, el Humilde, volvió a procesionarse sobre los hombros de jóvenes bastoneros; siendo ello una experiencia que muchos de los aquí presentes jamás podremos olvidar; a la par que, al Primer Grupo del Humilde, “El Cirio, Los Pecados de David”, se sumaron el segundo, “La Historia de Tobías, el Pez”, y el tercero “El Silencio”.

Fueron cuatro años que, me permito rememorar sinceramente emocionado, por que fueron años de una vivencia y sentimiento común, de muchos hermanos que, también por medio de nuestra Cofradía, demostraron y siguen haciéndolo, su inequívoco amor a Puente-Genil y a sus más hermosas tradiciones; a la par que, el fundamento de su fe cristiana, basada ésta, en los principios humanistas de la persona y en los valores y tradiciones, que hemos venido recibiendo, generación tras generación.

V. PROCLAMACIÓN DE LA SEMANA SANTA

Queridos hermanos; con esta suma de emociones, de vivencias y de pensamiento; el corazón de este pregonero, se siente elevado en sublime emoción, fundida en entrañable abrazo, con la grandeza de vuestros buenos sentimientos; de forma que, todos somos uno en este momento del tiempo y del espacio, en el que Nuestro Padre Jesús, como Buen Pastor, nos ha unido en fraternal abrazo de humildad, para sentir lo hermoso y bello de nuestra Semana Santa, que proclamo, en este día de gracia de primero de abril. Invadiendo el ambiente y los sentimientos, el olor a incienso y a azahar; el repicar de la campanita, abre de par en par la Semana Santa de Puente-Genil. Ya han llegado de todas partes, de muchas regiones y países, de continentes; pontanos que, como cada año, volvemos a ésta nuestra tierra, a éste nuestro pueblo, a recibir el aliento inigualable de unos días de fervor y convivencia manantera que, nos será vital para, precisamente, pasar un año más, en espera del retorno a esta tierra que nos vio nacer y a la que nos vinculamos de por vida, y por sentimientos.

VI. SABADO DE PASIÓN

Y este primer reencuentro, lo ha sido, esperado y hermoso, una vez más, en el día de ayer, con Nuestra Señora de la Guía, en su azul del manto, en el oro del atardecer y en el blanco de las azucenas; constituyendo todo ello, en la recoleta iglesia de la Concepción, una visión que, a todos atrae e ilumina, abriendo los sentimientos de, par en par, a la nueva Semana Santa de este pueblo, corazón de Andalucía y esencia de tantos y tan mantenidos fervores, que es Puente-Genil.

Hemos comenzado todos a vivir nuestra Semana Mayor. Nuevamente, volvemos a sentir en lo más profundo de nuestro corazón, los sones de la marcha de Barrabás ante el cuartel de los Ataos; y Nuestra Madre, Nuestra Guía, se alegra una vez más, de que sus portadores la vitoreen y la eleven al cielo con ternura. Puente-Genil, con sus buenas gentes, está ya con su Virgen de la Guía, viviendo intensamente el tiempo de fervor y de recuerdos, de sentimientos y de vivencias, de inolvidables afectos, y, de decidida voluntad; para que los que nos sucedan, se incorporen plenamente a esta inigualable manifestación de fe y de vida, que es nuestra Semana Santa; la que yo tengo el honor de proclamar desde este templo que, como he dicho, llevo en los sentimientos y devociones que me legaron mis mayores, y haciéndolo ante todos vosotros, entrañables y buenos hermanos.

VII. DOMINGO DE RAMOS

Ha llegado el Domingo de Ramos y Olivos, Nuestro Padre Jesús de las Penas, con Nuestra Sra. Reina de los Ángeles, acompañados de San Juan Evangelista, Santa María Magdalena y el aventurado Padre San Francisco de Asís; desde la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, han vuelto a pasar por nuestros corazones, hace tan solo unas horas, transformando las calles de Puente-Genil en un fervoroso Jerusalén, donde todos, camino del Calvario, buscamos la redención que Jesús nos enseña, mostrándonos la cruz que, va a pasar; de ser suplicio de criminales a símbolo de resurrección y de vida eterna. Hoy, esta misma tarde, va a volver a repetirse la historia. Aquí, en nuestro Puente-Genil, convirtiéndose en Ciudad Santa, se iniciarán los pasos procesionales, con la Triunfal entrada de Nuestro Padre Jesús, acompañándole, -como no podía ser de otra forma-, María Santísima, en este caso de la Estrella, al atardecer andaluz y pontano, inconfundibles en sus formas de expresar ternura, partiendo desde la parroquia de San José. Los Defensores de Israel; acompañarán a Jesús en su entrada triunfal, como custodios de las tradiciones. Los niños; con sus túnicas blancas y las palmas, volverán otra vez a dar la bienvenida al Salvador que va a ser condenado, trasladándonos a nuestros años de la infancia y la niñez y, de alguna forma; volverán a hacer que, sintamos la cálida mano de aquellos seres queridos, que un día, nos introdujeron en esta procesión y, con ello, en la misma Semana Santa de Puente-Genil, para que ya jamás la abandónasenos a lo largo de toda nuestra existencia; bien con nuestra presencia anual, bien con nuestro anual retorno, bien, -cuando ello no es posible-, con nuestro siempre emocionado recuerdo, desde cualquier lugar donde nos encontremos.

VIII. LUNES SANTO

A la caída del sol del Lunes Santo, nuevamente desde San José, la Sagrada Cena, en su transcurrir por las calles de Puente-Genil, vuelve a instituir la Sagrada Eucaristía. Los costaleros; con pausado caminar, dan solemnidad a la revivencia de aquella Última Cena, en la que, junto con la Eucaristía, se expresó el mensaje divino de fraternidad más trascendental, que los humanos hemos tenido a lo largo de los tiempos.

María Santísima del Amor, mimada por sus muchos nazarenos, con su portentoso paso y abrazando las estrechas calles por las que pasa; siendo inmensa en su expresión de amor; vuelve a crear un hermoso y ancho puente de sentimientos, entre la parte moderna del pueblo con la ancestral; sobre todo

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por Adriana Morales, y ascendiendo por la Cuesta Baena, escoltada, por la escuadra de romanos de los “Los Testigos Falsos”.

IX. MARTES SANTO

También aquí, el Martes Santo, como en el ancho mundo del sentir cristiano, de buenas a primeras se conjugan, hermanan y manifiestan, -de una forma maravillosa e inigualable-, la grandiosidad y multitud de símbolos y sentimientos que; en definitiva, constituyen nuestra Semana Mayor.

Desde su Casa de Hermandad, irrumpirá en zahonda afectividad pontana; la esperada presencia en sus calles, de la Santa Cruz, de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos con Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos. A la par, que en este atardecer, se abrirán las puertas de la Casa de Hermandad en la calle Lemoniez; y el Santísimo Cristo del Calvario con Nuestra Señora del Consuelo, cruzará el umbral, en el inicio de la estación de penitencia: Disciplina emocional y oración fervorosa en la Exaltación Penitencial. La Santa Cruz, una vez más; del Calvario a la Universalidad por toda la Humanidad. La singularidad en su caminar del Señor de los Afligidos, y la participación presencial, de la mujer.

Y del Carmen al Gólgota, la devoción y recogimiento del penitencial Vía Crucis del Santísimo Cristo del Silencio, con la oscuridad como escolta, y; el fervor, como expresión del turbamiento de todo un pueblo, el de Puente-Genil. Cristo iluminado, se convierte en una sobrecogedora estética, que se queda, honda y emocionalmente grabada, en cuantas pupilas la contemplan. Es Cristo, amparado por la sorprendente luz de las antorchas, que, en el temblar de las llamas, en la cerrada noche, vuelven a exclamar, la tremenda injusticia, que se está cometiendo con un inocente.

X. LA MUJER PONTANA

La mujer pontana, siempre ha estado presente en nuestra Semana Santa. Sus manos primorosas, han cuidado y arreglado a nuestras Vírgenes. Cuando el invierno va dando paso a la primavera; siempre atentas; preparan túnicas, capillos, ropas, utensilios y enseres mananteros. Hemos recibido por la sangre del claustro materno, el amor a nuestra Semana Santa, y desde nuestra más tierna infancia, asistimos a los desfiles, cogidos de la mano de nuestras madres, las que han sabido inculcarnos el amor a nuestras tradiciones.

¡¡Amor eterno a quienes nos dieron la vida y nos enseñaron el sendero de la Gloria!!,

¡¡A nuestras madres!!

XI. MIÉRCOLES SANTO

Aún se oye el eco de las saetas del martes santo, que como dardos hirientes buscan los corazones pontanos, para herirlos de generosos sentimientos, cuando, el sol se retira, buscando refugio en el horizonte, y la campanita anuncia el Miércoles Santo.

¡Qué confluencia de emociones y sentimientos también en el Miércoles Santo!

Partiendo desde el templo del Santuario de la Purísima Concepción, Jesús, en el Lavatorio de los Pies, en la Oración del Huerto y Nuestra Señora de la Victoria; y a pocos pasos, desde la entrañable plazuela del pórtico de entrada a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del ExConvento de San Francisco, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia con, María Santísima de la Amargura. La tarde de este día es majestuosa, sublime. Adán y Eva, abriendo el desfile procesional nos recordarán la pérdida del paraíso; mientras los Doctores de la Ley, Defensores de Israel, Santos Varones, Coraceros del Cirio, Judas y La Chusma, serán partícipes de la grandiosidad de la noche del Miércoles Santo; y El Humilde, nuestro Humilde, con el anochecer, volverá a inundar de bondad y fervor, todo Puente-Genil.

Permitidme que, junto a todos vosotros, vuelva a revivir, como lo he hecho en tantos momentos de mi vida, uno de los momentos de Puente-Genil que más hondo llevo en mis sentimientos, como es la salida de nuestro Humilde. Veo, y lo siento en la viveza de un atardecer primaveral, la plaza del Convento convertida en una multicolor visión, en la que toda clase de personas y de nazarenos con sus picoruchos, esperan la salida de Cristo y de la Virgen, llenando de granate y de blanco el mismo ambiente, al tiempo que el incienso penetra por todas partes.

Es para mí, lo ha sido siempre, una vivencia entre lo humano y lo espiritual, presenciar al Humilde sobre los claveles rojos, flanqueado por los lirios morados; conformando todo ello no sólo una estética colorista, -luminosa si se quiere-, sino un mensaje en el que la belleza de lo estético, lleva a la grandeza de lo ético. Y todo esto, nos convulsiona aún más, cuando la armoniosa música, melancólica pero elevada, del “Miserere”, llega, hasta lo más hondo de nuestros corazones, no dejando de estar acompasada sorprendentemente con el repiqueteo incesante del tambor.

¡¡Siempre, el Humilde, como ejemplo y camino, el que, siéndolo todo y pudiéndolo todo, acepta el sacrificio de su propia vida, con humildad divina y con paciencia eterna!!

XII. JUEVES SANTO

Volverá a ser en la calle Ancha, y como desde tiempos inmemoriales; donde inundándose ésta, con sonidos musicales, hará su presencia, siempre esperada y deseada, el Imperio Romano, en este Jueves Santo que, en el corazón de los pontanos, seguirá siempre reluciendo, más que el Sol.

Nuestra Semana Mayor pontana, es singular y, llena de peculiaridades, única entre cuantas se celebran y, por lo tanto, tiene notas y momentos de vida y dinamismo, que sólo a ella la caracterizan y distinguen. Una de estas notas esenciales, Nuestras Corporaciones Bíblicas y, entre tantas, la del Imperio Romano; la que tras hacer su primer acto de presencia, como uno de los pilares esenciales de nuestro acontecer manantero; se hace imprescindible en la realidad que es -para propios y extraños- esta conmemoración de la Semana Santa, inundando pueblo y sentimientos, en una insólita conjugación de sones, de colores y de simbolismos, junto al fervor de las Cofradías, con sus hermanos nazarenos y, los Grupos de Hermandad, que mantienen viva la tradición en el seno cofradiero.

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Se acentúa la emotividad; la campanita, comienza su llamada al atardecer del Jueves Santo desde la Ermita de la Veracruz, -la calle en la que tuve el privilegio de nacer-. Jesús Preso, -el del aceite, el de los agricultores-, con Nuestra Señora de la Veracruz, joya indiscutible de la Semana Mayor pontana, y el elemento más antiguo que se conserva de un paso en Puente-Genil; junto con Jesús Amarrado a la Columna y María Santísima de la Esperanza. El verde raso de, esperanza, y el negro encaje de, dolor de, las mantillas de la mujer pontana, acompañarán a nuestra Madre. Cera, incienso, amor y esperanza se fundirán en la calle Aguilar, con las notas musicales del “Recuerdo” que, amorosamente le brindará el Imperio. Las Corporaciones del Antiguo Testamento -veinte- rinden pleitesía, a todas estas devociones y advocaciones, en la inmensa noche del amor fraterno; siendo ello, una conjugación de la fe y el vivir manantero de Puente-Genil. Durante toda la tarde y noche del Jueves Santo, las Corporaciones Bíblicas y Grupos de Hermandad; cumpliendo y renovando la tradición, recorrerán, en silencio, las “Estaciones” o Monumentos, levantados en las Iglesias, en Honor al Santísimo Sacramento, en este día de oración y vela, ante el suplicio, que ya está padeciendo el Salvador.

XIII. VIERNES SANTO

Al hacerse la luz del día, en el que Dios hecho Hombre va a encontrar la muerte terrena. En medio del sobrecogedor silencio de la inmensa multitud, y tras una larga noche en la que se han condensado infinitas sensaciones pontanas. Cuando la cobardía, la mentira y el engaño, han decidido ya la muerte del Hijo de Dios. Cuando se palpa el latido al unísono de los sentimientos generosos. Cuando es llegado el momento de la unión de todo un pueblo, que ha sabido situar, en la historia del tiempo, el instante sublime e inequívoco en el que, todos los corazones pontanos -se encuentren donde se encuentren- sientan las notas suaves, melancólicas y, a la par, llenas de vida de la inconfundible Diana, -por la escuadra tabaco de música del Imperio Romano-, se repite el día doloroso y tremendo por medio de Nuestro Padre Jesús Nazareno, EL TERRIBLE.

El Patrón de esta villa; el que acoge y protege a todos los pontanos, estén donde estén. A lo lejos, ya se escucha el redoblar de los tambores romanos. Llega hasta la plaza el tenue sonido deslizante de sus botas subiendo la calle Aguilar.

El Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Mayor Dolor brillan como estrellas matutinas, en el horizonte del día que va naciendo. San Juan, María Magdalena y un Centurión Romano, son testigos de la grandiosidad del momento y del tremendo drama que está aconteciendo. El dolor, alcanza su inmenso cenit, con los seis puñales que atraviesan el corazón de María Santísima de los Dolores, y en Puente-Genil, al amanecer el día

Alondras y ruiseñorescantan al venir el día,y en el cáliz de las floresbeben, las lágrimas que envíala Virgen de los Dolores.

Jesús Nazareno, nuestro Patrón, ¡El Terrible!, el que calma todas las penas, cruza el pórtico de la Ermita, y

su bondad infinita ilumina la plaza; calvario viviente de corazones pontanos que esperan a su Cristo, a su Maestro. Al Terrible, Amor de su vida: Jesús.

Y en ese momento, bajo la dulce mirada de Jesús, el pueblo, se une con la melodía sublime de la Diana. Sus notas, cruzan el viento y, en cualquier parte del planeta, un corazón pontano, habrá sentido la vibración de los sonidos de, las trompetas del Imperio y habrá recibido la flecha de amor de Jesús, El Terrible, en la diana de su alma, en la profundidad de su corazón. ¡¡Amor divino del Maestro y música celestial, engarzados en el tiempo y en el espacio, por la fuerza espiritual de la sangre y de la tradición!! Jesús Nazareno, camina por las calles de nuestro pueblo, ayudado por los hermanos bastoneros, los que, meciéndolo suavemente, alivian su dolor. Será en la calle Santa Catalina donde, una vez más, las figuras de las Corporaciones Bíblicas le rindan su tributo de reverencial amor, acatando y sometiéndose al mandato de amor que ha dado.

El Imperio Romano enarbolará su bandera y estandartes por la Calle Santa Catalina, custodiando y protegiendo las reverencias. Todas, hermanadas en un sentimiento ponteño común y en una devoción de siglos, que, como este nuestro pueblo, es, genuino e inconfundible. Y pasado el mediodía, oirá nuevamente su injusta sentencia y, con el dolor de la injusticia sobre sus hombros, llegará a Miragenil.

Y al atardecer, cuando todo se ha consumado, volverán las andantes figuras, portadoras de los eternos símbolos, del Antiguo y del Nuevo Testamento, a renovar, en el pórtico del Calvario, su compromiso, con reverencial fervor, al Maestro de Maestros, Jesús, Nuestro Terrible, hermanándose de este modo las tradiciones y los afectos, gracias, a los irrenunciables mandatos de la sangre y del amor.

Y con gestos rituales de acatamiento, ceremoniosos y reverenciales, aprendidos en las enseñanzas de nuestros mayores, desfilarán ante el Pórtico de la Ermita del Calvario, ante Nuestro Padre Jesús, los Reyes de Israel y Reyes de Judá, Jueces de Israel, Patriarcas de Israel, Los Levitas, Fundadores y Libertadores de Israel, El Clan de Quehat, La Destrucción de Sodoma, Los Babilonios, La Historia de Saúl, Los Pecados de David, El Juicio de Salomón, El Reinado de Yosafat, El Reinado de Yoas, La Coronación de Jehú, La Salvación de Jonás, La Reconstrucción de Jerusalén, La Historia de Tobías, El Reinado de Esther, Los Defensores de Israel, Los Siete Hermanos Macabeos, Los Profetas, Simón Cirineo y el Pregonero, Los Ataos con Judas y escuadra romana, Pedro y Pablo, Los Apóstoles, Los Evangelistas, Las Parábolas de Jesús, Las Tentaciones de Jesús, Las Profecías de Jesús, La Transfiguración de Jesús, Los Milagros de Jesús, El Centurión, Los Samaritanos, La Resurrección de Lázaro, Los Doctores de la Ley, Las Sectas Judaicas, los Discípulos de Emaús, Judit y la Degollación de San Juan Bautista, El Pretorio Romano, las Autoridades Judaicas, Los Testigos Falsos, El Prendimiento de Jesús, Los Judíos de Azote y Defensores de Jesús, Los Mitigadores de Jesús, Los Santos Varones, Las Tres Marías, El Sudario de Cristo, Las Apariciones de Jesús, Los Siete Diáconos, Los Coraceros y Las Potencias del Alma, Los Fundadores del Templo y los Dones del Espíritu Santo, Las Virtudes Teologales, Las Virtudes Cardinales, Las Virtudes Morales, Paz, Conciencia y Bondad, Las Postrimerías del Hombre, El Arca de Noé, El Arca de la Alianza, y El Pentateuco.

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Todas las Corporaciones Bíblicas con sus reverencias, ayudarán a Jesús en su dolor.

XIV. VIERNES SANTO NOCHE

Las puertas de la ermita de Jesús se han cerrado. En su interior han quedado, abrazando al Maestro todos los generosos sentimientos de su pueblo. El último suspiro de Jesús, entregando su espíritu, ha herido, profundamente, el corazón de todos los pontanos. La muerte, se ha apoderado de la noche, sumergida en la mayor profundidad de la tristeza, embargando todo el Viernes Santo. Tras la hora nona, Cristo ha muerto. Los sones de la Chusma, campean, como auténticos señores de la oscuridad. En la plaza del Dulce Nombre, se apiña en silencio la multitud, aguardando, la presencia del Cristo de la Buena Muerte, resonando aún en nuestros oídos el “PADRE PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN” y sabiendo que, Jesús, ha encomendado su espíritu al Padre Supremo.

Y reunidos en hermandad, subyugados por el enternecimiento y la nostalgia, sintiendo a los que desde la distancia, jamás se olvidan de este querido pueblo, volverá a resonar en los aires y en los corazones, el himno de los ausentes, el que, recordando a todos, nos une a cada uno, con esta tierra de ternura y de afectos, bajo el amparo y el inmenso amor de nuestra Madre, María Santísima de las Angustias.

San Juan Evangelista, “el patrón de las mocitas”, -al que antiguamente se le echaban piedras pequeñas para encontrar novio-, quizás, por ser el más joven de los apóstoles; junto a María Santísima de la Soledad; la madre de la Isla; con su suave y delicado rostro. Será, la que, precisamente, en el día de la mayor soledad y desamparo, venga a darnos a los ponteños, el mensaje del amor inconmensurable de la Madre hacia el Hijo.

XV. SABADO SANTO

Muriendo la tarde del Sábado Santo y desde la Iglesia de San José, Nuestra Señora de las Lágrimas, agotada ya en su llanto y, serena en su dolor, recorrerá las calles de nuestro Puente-Genil, presidiendo el cortejo fúnebre, del Hijo de Dios hecho Hombre. ¡A quien nos dio vida, le dimos muerte!

Cristo, yace en su Santo Sepulcro, y recogiéndose fervorosamente en su acompañamiento, las Corporaciones: Santos Varones y San Juan, Romanos de los Ataos con la Túnica de Jesús, Judas, Pedro y Pablo, Los Evangelistas, Las Virtudes Cardinales, Cibila de Cumas, Las Tres Marías, Paz Conciencia y Bondad, Las Postrimerías del Hombre y los Enemigos del Alma y, cómo no, el Imperio Romano, que en signo de duelo, sus plumeros se han tornado negros de luto y de silencio.

XVI. DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Y al tercer día, luz, brillantez, emoción y satisfacción. El

triunfo de Cristo con su Resurrección. Nuestro Padre Jesús Resucitado, desde el Carmen, en la mañana triunfante del domingo, desde el barrio de la Estación, tras la misa solemne de Pascua, radiará su luz triunfante por las calles del pueblo, hasta la ermita de la Veracruz; para manifestar todo su poder y gloria, para enseñar al mundo su resurrección, ¡que el amor ha vencido a la muerte!

Todo el pueblo se une y afianza aún más su hermandad para vivirlo, conmemorarlo y celebrarlo como hermanos, en una tierra y en una fe que, desde hace siglos, nos une a todos.

La Matallana presenciará una vez más el desfile procesional. Todas las Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento, cerrarán el ciclo regenerador de nuestras almas y, serán testigos, de que “Cristo Jesús ha resucitado, de que ha vencido a la muerte y abre la puerta de la vida eterna para todos, absolutamente para todos”.

XVII. CIERRE

Cuantos sentimientos se han ido desgranando hoy desde mi corazón, cantando y proclamando nuestra Semana Santa, quedaron especialmente reflejados en mi alma, aquel día en el que definitivamente se reafirmó en mí la fe cristiana y manantera a través del Humilde, en mi primera visita al centroamericano país de Guatemala, donde el setenta por ciento de la población es indígena, de origen Maya.

En un pequeño pueblo indígena montañés, llamado XIXICASTENANGO, descubrí su iglesia. Su arquitectura exterior es piramidal de estructura maya. Su interior es una basílica católica. Los indígenas Mayas practican el sincretismo, es decir, la fusión de la religión maya y de la católica.

Me quedé sorprendido cuando vi que entraban a la iglesia de rodillas, con un enorme fervor y, todo el tiempo en el interior seguían de rodillas rezando. Pero cuando me quedé perplejo y también me arrodillé y recé, fue cuando vi que una de las imágenes principales del templo, ante el que se arrodillaban y oraban, era el Señor de la Humildad, idéntico al Nuestro, pero más pequeño y, cubiertas la cabeza y la espalda con ropas indianas Mayas, de gran colorido.

No podía creerlo. Me pregunté a mí mismo, como era posible el amor tan grande del pueblo de Puente-Genil a “Nuestro Humilde”, y a miles de kilómetros de distancia, en medio de la selva centroamericana, otro pueblo, indígena, maya, primitivo, amaba con profundísimo fervor, y no sabemos desde cuándo, a “Su Humilde”.

En ese momento, me invadió una enorme ternura y un profundo cariño hacia nuestros hermanos indígenas, que en su estado primitivo, tanto fervor manifestaban al Humilde, a Su Humilde. Me sentí pequeño, insignificante y, di gracias a Dios, por haberme dado la oportunidad de reafirmarme en mi fe cristiana, a través de los valores aprendidos en mi pueblo de Puente-Genil, a través de nuestra Semana Santa y de nuestros cultos a nuestras imágenes. Estuve varias horas en el interior del Templo. Yo, quería transmitirles mi amor por el Humilde de mi pueblo, pero me era difícil, porque casi no entendían el español. Sólo hablaban en maya. Entonces, les enseñé mi estampa de

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Nuestro Humilde, la que siempre me acompaña junto a mi corazón. Me sonrieron, con sus dientes adornados con oro y, rezamos juntos al mismo Dios, en el mismo idioma universal que es el que sale del alma.

En esos momentos, me sentí profundamente feliz y profundamente orgulloso de mi condición de cristiano y de mi origen pontano.

He vuelto varias veces a ese lugar, en el corazón de la selva maya centroamericana, XIXICASTENANGO, a su iglesia maya y católica, y he rezado con sus gentes humildes ante Su Humilde, Nuestro Humilde, y cada vez que lo he hecho, más me he reafirmado en mi amor a mi pueblo, a mi Puente-Genil, a nuestros hermanos y a nuestros valores y tradiciones.

Evidentemente, Dios, utiliza instrumentos increíblemente maravillosos para fortalecer nuestra fe y nuestros valores, como volví a percibir profundamente cuando, hace unos meses, teniendo el alto honor de ser recibido en audiencia en el Vaticano, por el Santo Padre, Benedicto XVI; le entregué, con el mayor enternecimiento, profundamente emocionado y, con lágrimas en mis ojos; una bella estampa de Nuestro Humilde; permitiéndome manifestarle que, era la imagen de Nuestro Señor, que me acompañaba desde niño, y que era venerada en un cristiano pueblo andaluz que se llama Puente-Genil.

En la enseñanza que recibí de mis padres, en las vivencias de toda mi vida, con mi familia, con mi Cofradía, he comprendido siempre, que es necesario, que nuestra existencia tenga lazos que nos unan por encima de todo y que nos hagan volver a nuestras raíces, a nuestras tradiciones, a nuestros inconfundibles amores de siempre, para que nuestro caminar por los senderos de la vida no se confunda, con lo absurdo o lo innecesario.

La Semana Santa pontana es, en esencia, la unión fraternal de todo un pueblo, de presentes y de ausentes, de los que nos dejaron y de los que vendrán. Es enseñanza viva y teológica del sublime misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo; lo que se conjuga, en un singular y sorprendente conjunto, original y propio de esta tierra, de símbolos que expresan y representan en sí, la forma de ver y entender lo divino, en combinación con lo humano, -como debe de ser-, puesto que somos espíritu y cuerpo de un singular pueblo que, junto al Genil, ha sabido y sabe, año tras año, Semana Santa tras Semana Santa, levantar un magnífico e inigualable puente, con lo mejor de sus valores, de sus sentimientos y, de sus tradiciones.

Así, aquella inmensa luz que dominaba el atrio del Palacio de Caifás en Tierra Santa, y que dejó destellos inconfundibles en lo mejor de mi corazón, ha vuelto hoy, un cuarto de siglo después, a iluminar lo mejor de mi voluntad para, con todo mi sentimiento, venir hasta aquí, hasta mi pueblo, hasta Puente-Genil, para pregonar y proclamar a todos los vientos; que aquel Hombre bueno, que estuvo preso, que fue azotado y condenado a muerte entre aquellas piedras de Jerusalén, ¡ERA EL HIJO DE DIOS HECHO HOMBRE! y que, ante el gran martirio que iba a sufrir, condensando todo el amor y la inmensa bondad divina, nos dio un definitivo mandato:

“AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO”.

Desde el sentimiento de cuantos me precedieron en este caminar; hermanos, gritad conmigo:

¡Viva Puente-Genil!¡Viva Nuestra Semana Santa!y¡Vivan Nuestras Sagradas Tradiciones!

Muchas gracias desde lo más profundo de mi corazón.

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Miembros de la Junta Directiva de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas de Semana Santa de Puente Genil

Trienio Junio-2007 – Mayo-2010

Juan Fernando García Arroyo ..............................................................................................PresidenteJesús Gálvez Silva ..........................................(Cofr. Guía) .....................................Vice-Presidente 1ºAntonio José Ortega Cáceres .........................(Presidencia) ...................................Vice-Presidente 2ºRafael Carmona Estrada ................................(Consiliario) ....................................Vice-Presidente 3ºRafael Gómez López ......................................(Presidencia) ................................................ SecretarioFrancisco Navas Ruiz ....................................(Presidencia) ........................................Vice-SecretarioRafael Jiménez Roldan ..................................(Presidencia) ...................................................TesoreroMarco Antonio García Martos .......................(Presidencia) ..........................................Vice-TesoreroAntonio Manuel Guerra Pradas .....................(Consiliario) ........................................................ VocalFrancisco Navajas Rueda ...............................(Consiliario) ........................................................ VocalCarlos López García de Abienzo ...................(Corporaciones) .................................................. VocalManuel Cerezo Pérez .....................................(Corporaciones) .................................................. VocalAntonio García Hidalgo Osuna ......................(Corporaciones) .................................................. VocalFrancisco Manuel Pérez Márquez ..................(Corporaciones) .................................................. VocalPedro Rivas Bachot ........................................(Nato Ex-Presidente) ........................................... VocalManuel Bueno García ....................................(Nato Ex-Presidente) ........................................... VocalEnrique Reina Carmona .................................(Presidente Imperio Romano) ............................. VocalManuel Reina Gómez ....................................(Capitán Imperio Romano) ................................. VocalCarlos Delgado Álvarez de Sotomayor ..........(Schola Cantorum) .............................................. VocalPlacido Pérez Ruiz .........................................(Cfr. Penas - Ángeles) ......................................... VocalAntonio Jesús Ruiz Carmona .........................(Cfr. Borriquita) .................................................. VocalJosé Miguel Sánchez Baena ...........................(Cfr. Santa Cena - Amor) .................................... VocalFrancisco José Jiménez Arrebola ..................(Cfr. Calvario - Consuelo) .................................. VocalMiguel Ángel Martín Palos ...........................(Cfr. Silencio) ...................................................... VocalJosé Antonio Bascón Gutiérrez ......................(Cfr. Huerto - Victoria) ....................................... VocalJosé Antonio Torres Aguilar ...........................(Cfr. Humildad) ................................................... VocalFederico Abaúrre Morales ..............................(Cfr. Columna - Veracruz) ................................... VocalJavier Marta López Jiménez ..........................(Cfr. Jesús Nazareno) .......................................... VocalJosé Pino Solís ...............................................(Cfr. Soledad) ...................................................... VocalMariano Crespo Tafur ....................................(Cfr. Sepulcro y V. Lágrimas) .............................. VocalAntonio Santacruz López ...............................(Cfr. Resucitado) ................................................. Vocal

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B A S E SXIII CONCURSO DE CARTELES PARA LA

SEMANA SANTA DE 2009 DE PUENTE GENIL

PARTICIPANTES: Todas las personas que lo deseen y cumplan las bases que a continuación se establecen.TEMÁTICA: El tema será obligatoriamente un motivo de la Semana Santa de Puente Genil.TÉCNICA: Para este año el concurso será únicamente de FOTOGRAFÍAS, admitiéndose fotomontajes y tratamiento por ordenador. (El próximo año será únicamente de pinturas y sucesivamente el concurso será un año de fotografía y al siguiente de pintura).OBRAS: Cada concursante podrá presentar el número de obras que desee.FORMATO: Las obras deberán presentarse sobre soporte blanco de cartón o similar, en sentido vertical. Las fotografías tendrán un tamaño de 36 X 54 centímetros, y el soporte de 40 X 60 centímetros.ENVIOS: Las obras se entregarán al actual Presidente de la Agrupación de Cofradías y en la siguiente dirección: C/ Inmaculada Concepción, 4 - 2º de Puente Genil (Córdoba), indicando XIII Concurso de Carteles de Semana Santa. Las obras han de estar en poder de la Entidad Organizadora antes de las 20 horas del día 30 de noviembre de 2008, fecha en la que finalizará el plazo de admisión.IDENTIFICACIÓN: Los originales, sin firma ni seudónimo, llevarán un lema o título escrito al dorso el cual se escribirá también en la cubierta de un sobre cerrado en cuyo interior se harán costar los datos de identificación del autor: nombre, apellidos, dirección y teléfono de contacto. En el motivo de la obra no deberá figurar ningún tipo de texto ni distintivo del autor, siendo ello causa de descalificación.JURADO: Se designará por la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas y estará compuesto por miembros pertenecientes a la junta directiva de la misma, al Ilustre Ayuntamiento, a las cofradías, hermandades y corporaciones, así como a personas de reconocido prestigio vinculadas a la cultura, al arte, a la pintura y a la fotografía, actuando de secretario el que lo sea de la Agrupación de Cofradías o a quien esta denomine para tal fin.PREMIO: A criterio del jurado, y si lo considera oportuno, se concederá un solo premio de 900 euros a la obra que por su valor artístico, simbólico y promocional resulte más idónea para ser el cartel anunciador de la Semana Santa del año 2009. Es condición indispensable que las obras presentadas sean inéditas y no hayan sido presentadas ni premiadas en ningún otro certamen ni concurso.CONSIDERACIONES: 1ª. El hecho de presentarse a este concurso implica la aceptación de estas bases, quedando facultada la Entidad Organizadora para resolver los casos no previstos. 2ª. Las obras premiadas quedarán en propiedad de la Entidad Organizadora, reservándose el derecho de publicación y reproducción con indicación del nombre del autor de conformidad con la Ley de Propiedad Intelectual. Las no premiadas podrán ser retiradas en el plazo de 30 días a partir de la publicación del fallo. 3ª. El jurado podrá declarar desiertos los premios si lo considerase oportuno, en cuyo caso la Agrupación de Cofradías Hermandades y Corporaciones Bíblicas encargará directamente el cartel a un artista. 4ª. El fallo del jurado será público tras la exposición a realizar y una vez sea conocido en la primera junta directiva de la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas a celebrar tras la misma. ACCÉSIT ESPECIAL PARA ESTE CONCURSO PARA EL CARTEL DE 2009Accésit de 300 € para la fotografía ó montaje fotográfico (tamaño cartel) elegido, que tenga como referencia principal las figuras de la Espina (Libertadores y Patriarcas de Israel) ó montaje fotográfico de dichas figuras con la Virgen de las Angustias, el Señor de la Humildad o Jesús Nazareno (Santos Titulares de la Corporación de La Espina).

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La Agrupación de Cofradías

agradece la colaboración

de todas las empresas

publicitadas en esta revista

sin cuya aportación hubiera sido

imposible la edición de la misma