revista trabajadores

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Estado y democracia en la lucha por el siglo XXI La guerra entre el capitalismo y el socialismo por el control del siglo XXI se decide en dos frentes cru- ciales: el económico-científico y el estatal-demo- crático. El desenlace de esta guerra, cuyo campo de batalla principal es el Imperio Celeste, determi- nará el futuro civilizatorio de la humanidad. En el frente de guerra económico, los éxitos del Partido Comunista de China (PCC) le han ganado el apoyo de más del 70% de la población. En el frente de guerra de la democracia, el PCC se encuentra entre la espada de la democracia plutocrática burguesa y la roca de la antidemocracia estalinista del siglo XX. En tal teatro de operaciones, la superestructura del capital –la democracia parlamentaria y los de- rechos humanos burgueses– ha sido convertida por Occidente en el principal ariete ideológico de destrucción del socialismo chino. El ariete burgués en la batalla por China El movimiento de intelectuales de la Carta 08 es el principal sujeto social de la contrarrevolución “de- mocrática” burguesa. Encabezado por el Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, y el artista Ai Weiwei, dieron a conocer en 2008 un manifiesto que pide en diecinueve puntos reformas políticas, derechos humanos y “la democratización” de la República Popular de China. El Manifiesto pretende la resu- rrección de un régimen capitalista neoliberal, con superestructura parlamentaria y multipartidismo burgués. Exige que la de- mocracia sea “una demo- cracia parlamentaria”; por lo tanto, regida por múlti- ples partidos políticos. Esto significa el fin del pa- pel conductor y del mono- polio político constitucio- nal del PCC, “aboliendo(se) todos los comités políti- cos y legales que permitan hoy a los altos cargos del Partido Comunista decidir acerca de todas las cues- tiones sensibles fuera del marco judicial”. Los mi- litares, a su vez, “deben prestar juramento a la futura constitución” y “permanecer neutrales”. Destruir un sistema social físicamente desde aden- tro requiere su destrucción programática anterior. La Operación “Carta 08” cumple esa función. Es la repetición de la Operación 77 de Checoslovaquia que terminó en la “Revolución de Terciopelo” (1989) y la instalación de su principal intelectual, el escritor Václav Havel, como presidente de un ré- gimen burgués reaccionario. El ariete comunista en la batalla por China La reacción del PCC fue formulada con claridad en 2010, por el Standing Committee of the National People’s Congress (NPC), el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo. Dentro de la tarea de formar “un sistema legal socialista con caracte- rísticas chinas”, el Comité –que tiene amplias fun- ciones legislativas, ejecutivas y judiciales– resolvió * Vicepresidente de la Asociación Mundial de Políticas Eco- nómicas (WAPE). 53 julio-agosto 2011 | trabajadores El artista disidente chino Ai Weiwei.

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Estado y democracia en la lucha por el siglo XXI

La guerra entre el capitalismo y el socialismo porel control del siglo XXI se decide en dos frentes cru-ciales: el económico-científico y el estatal-demo-crático. El desenlace de esta guerra, cuyo campode batalla principal es el Imperio Celeste, determi-nará el futuro civilizatorio de la humanidad. En elfrente de guerra económico, los éxitos del PartidoComunista de China (PCC) le han ganado el apoyode más del 70% de la población. En el frente deguerra de la democracia, el PCC se encuentra entrela espada de la democracia plutocrática burguesay la roca de la antidemocracia estalinista del sigloXX. En tal teatro de operaciones, la superestructuradel capital –la democracia parlamentaria y los de-rechos humanos burgueses– ha sido convertidapor Occidente en el principal ariete ideológico dedestrucción del socialismo chino.

El ariete burgués en la batalla por ChinaEl movimiento de intelectuales de la Carta 08 es elprincipal sujeto social de la contrarrevolución “de-mocrática” burguesa. Encabezado por el PremioNobel de la Paz, Liu Xiaobo, y el artista Ai Weiwei,dieron a conocer en 2008 un manifiesto que pideen diecinueve puntos reformas políticas, derechoshumanos y “la democratización” de la RepúblicaPopular de China. El Manifiesto pretende la resu-rrección de un régimen capitalista neoliberal, consuperestructura parlamentaria y multipartidismo

burgués. Exige que la de-mocracia sea “una demo-cracia parlamentaria”; porlo tanto, regida por múlti-ples partidos políticos.Esto significa el fin del pa-pel conductor y del mono-polio político constitucio-nal del PCC, “aboliendo(se)todos los comités políti-cos y legales que permitanhoy a los altos cargos delPartido Comunista decidiracerca de todas las cues-tiones sensibles fuera del marco judicial”. Los mi-litares, a su vez, “deben prestar juramento a lafutura constitución” y “permanecer neutrales”.Destruir un sistema social físicamente desde aden-tro requiere su destrucción programática anterior.La Operación “Carta 08” cumple esa función. Es larepetición de la Operación 77 de Checoslovaquiaque terminó en la “Revolución de Terciopelo”(1989) y la instalación de su principal intelectual,el escritor Václav Havel, como presidente de un ré-gimen burgués reaccionario.

El ariete comunista en la batalla por ChinaLa reacción del PCC fue formulada con claridad en2010, por el Standing Committee of the NationalPeople’s Congress (NPC), el Comité Permanente delCongreso Nacional del Pueblo. Dentro de la tareade formar “un sistema legal socialista con caracte-rísticas chinas”, el Comité –que tiene amplias fun-ciones legislativas, ejecutivas y judiciales– resolvió

* Vicepresidente de la Asociación Mundial de Políticas Eco-nómicas (WAPE).

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El artista disidente chinoAi Weiwei.

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lo siguiente: “Bajo las condiciones de China, decla-ramos solemnemente que no emplearemos unsistema de partidos múltiples que de manera rota-tiva ejecuten el poder; que diversifique nuestropensamiento hegemónico (marxismo, leninismo,maoismo, etc. –HD–); que separe los poderes eje-cutivos, legislativos y judiciales; que use un sis-tema bicameral o federal o que lleve a cabo laprivatización”. (Wu Bangguo, chairman.)

Mao, Aristóteles y la democraciaEl rechazo del PCC a la introducción del sistema po-lítico del capital es absolutamente correcto. Lapolítica es “la expresión concentrada de lo econó-mico”, sentenciaba Mao Tse Tung en su célebreensayo “Sobre la nueva democracia” (1940). Deahí que la política de la democracia burguesa es la“expresión concentrada” de los intereses de la oli-garquía del gran capital. El transcurso de la crisiscapitalista mundial desde 2008 ilustra la verdad dela sentencia de Mao, tal como la ilustra el hechode que el 68% de los senadores estadounidenses yel 35% de sus parlamentarios son millonarios. Esaverdad, por supuesto, no es nueva. Ya Aristótelesdefinía a la democracia como el gobierno “conventaja de los pobres”, y a la oligarquía como go-bierno “con ventaja de los ricos”. Rechazar la de-mocracia plutocrática de la burguesía como formade gobierno en China es, por lo tanto, un acto delógica sistémica correcta por parte del PCC. Sinembargo, es un acto necesario para destruir elariete superestructural del imperialismo, pero noes suficiente.

Hegel en la Gran MurallaLa democracia formal burguesa es un eslabón su-perior en la evolución de los tipos y formas deEstados clasistas y, como tal, desarrolló algunasinstituciones progresistas frente a los sistemaspolíticos anteriores (feudales, esclavistas, modo deproducción asiático). Entre esas instituciones, quetrascienden el momento histórico de la burguesía,se encuentra la división de poderes, el Estado dederecho y el sufragio universal. Todo Estado futurode la democracia participativa puede modificar suforma histórica burguesa, pero tiene que institu-cionalizar su esencia. Negar el proceso objetivo deevolución de las relaciones sociales y formas de or-ganización de la humanidad, es quijotesco. Quiéntrata de hacerlo es destruido por la historia, comomostró la involución del socialismo del siglo XX haciael feudalismo político, y su posterior aniquilación.

La nueva democracia socialista nacede la dialéctica evolutivaLa nueva democracia socialista del siglo XXI y suEstado no pueden nacer de la negación abstractadel proceso de evolución, sino únicamente de lasuperación dialéctica de sus innovaciones. Sólomediante esa metodología dialéctica evolutiva quees característica del pensamiento de Marx, Engels,Lenin y Mao, se logrará la negación concreta dela democracia burguesa y de su Estado clasista enun paradigma de la democracia socialista partici-pativa, que convencerá a las mayorías y levantaráuna Gran Muralla de contención contra las preten-siones occidentales.

En una de las próximas entregas discutiremosel problema del nuevo Estado y de la democraciaparticipativa socialista a la luz de esa metodología.Adelantamos, que la dialéctica evolutiva no signi-fica pacifismo o reformismo. Comprende a la vio-lencia revolucionaria como la comprendieron lospróceres: como ultima ratio de la evolución. �

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Václav Havel principal dirigente de la llamada“Revolución de Terciopelo”.

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En su Autobiografía, elescritor húngaro ArthurKoestler escribió: “Un

cajón lleno de manuscritos sinpublicar produce el mismo efec-to que un cadáver en descom-posición puesto debajo de lastablas del piso”. Por suerte, eseno fue el caso del eminente filó-sofo marxista Adolfo SánchezVázquez, pues toda su obra re-cibió el oxígeno de la imprentay salió a la luz pública para be-neplácito de los estudiosos desu pensamiento, siempre abier-to a la crítica inteligente, exentade dogmatismo. Sólo resta depublicarse su libro de Memorias,que dictó en los últimos dosaños, cuando ya la vista le ha-cía malas pasadas, luego de 95prolíficos años utilizándola almáximo.

Dejó este mundo el viernes8 de julio, como consecuenciade una neumonía que fue másfuerte que su voluntad de se-guir con vida, pensando siem-

pre en la posibilidad de queel socialismo pueda algún díano muy lejano afincarse en elmundo, para iniciar la etapa delrescate de los grandes valoreséticos de la humanidad, los cua-les han sido casi aniquiladospor el egoísmo individualistadel sistema capitalista, alta-mente peligroso en la etapa queestamos viviendo, la del neoli-beralismo, “la fase del capita-lismo de dominación del capitalfinanciero”, como lo definió.Lúcido hasta el final de su vida,sostuvo que el capitalismo “hoymás que nunca pone en peligrola supervivencia de la humani-dad”.

Su obra filosófica está dedi-cada en buena medida a lademostración de los procesosdevastadores que tiene en elser la ausencia de ética del capi-talismo, de ahí que su estudioen la actualidad sea una necesi-dad imperativa. Son insustitui-bles sus libros clásicos: La filo-

sofía de la praxis, Ética, Estéticay marxismo y Ética y política.

Dejó un legado de más de30 libros y un incontable nú-mero de artículos periodísticosdonde exponía con claridad ynotable estilo clasicista susideas sobre el mundo que letocó vivir, sin nunca perder lafe en el ser humano, a pesar delas terribles experiencias vivi-das en la guerra de España, queperdieron los republicanos, mo-tivo por el que a los 24 años,en 1939, sale de la penínsulaibérica y llega a México a bordodel buque francés Sinaia, paraadoptar a nuestro país como susegunda patria.

Se podría decir que la de-rrota de la Segunda República amanos de las fuerzas fascistasdel dictador Francisco Franco,significó un triunfo para Méxicopor tanto exiliado español deprimerísimo nivel que encontrórefugio y solidaridad plena en-tre los mexicanos. Su presencia

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aquí como “transterrados”, se-gún el neologismo que acuñó eltambién eminente filósofo JoséGaos, vino a enriquecer el des-arrollo cultural del país en unaetapa crucial como fue la quedelineó el régimen del presi-dente Lázaro Cárdenas con sufirme impulso a las ideas y pra-xis sociales de la RevoluciónMexicana. Su contribución fuedeterminante para que nues-tro país se alzara como unaluminosa atalaya en el con-cierto mundial, y de maneraparticular en el subcontinenteamericano.

El mismo Sánchez Vázquezescribiría muchos años des-pués: “En verdad, la del Sinaiafue la primera expedición co-lectiva de exiliados, a la que si-guieron poco después las delIpanema y el Mexique. Las tres, adiferencia de la del grupo deeminentes intelectuales que lashabían precedido, no respon-dían a una rigurosa selectividadintelectual y reflejaban en sucomposición la diversidad so-cial, ideológica, política y pro-fesional del pueblo que habíahecho la guerra”.

La identificación de los“transterrados” con México fuecomo un “amor a primeravista”, como lo señalaron algu-nos de ellos. Aquí encontraronno sólo condiciones óptimaspara seguir creando su obra, losintelectuales que traían su al-forja llena de ideas y proyec-tos, sino para continuar su lu-cha libertaria quienes comoSánchez Vázquez estaban deci-didos a profundizar sus convic-ciones e ideales. Cabría decirque lo que más distinguió aleminente filósofo de origengaditano fue su congruencia in-doblegable a lo largo de su prolí-fica vida. Siempre fue un huma-

nista en el más amplio con-cepto del término, muy alejadode las posturas farisaicas dequienes se autonombran huma-nistas sólo por sostener una hi-pócrita actitud “altruista”.

Fue un humanista críticoque nunca perdió la fe en la ca-pacidad del hombre para sobre-ponerse a la deshumanización ala que lo está llevando un capi-talismo enfermo de soberbia yde una voracidad nunca satisfe-cha. Así, consideraba que elderrumbe de la Unión Soviéticano significó el fracaso o la de-rrota del socialismo. “Lo que hafracasado –decía– es un sis-tema social que pasaba por so-cialismo sin serlo”, como lo hanconfirmado los hechos. Murióteniendo una confianza plenaen que tendrá que llegar eldía en que el ser humano ac-ceda a un periodo civilizatorioque lo eleve a las alturas a quetiene derecho como la más aca-bada e inteligente criatura delmundo animal. Sólo basta quesepa y pueda dirigir sus poten-cialidades con una finalidadsocial, sin las cadenas de unsistema opresor que tiende a

minimizarlo para que no puedahacer uso de su inteligencia li-beradora.

Por eso es irreparable la pér-dida de un hombre como Adol-fo Sánchez Vázquez, pues consu ejemplo y su inteligenciamarcó rutas de liberación quetuvieron oportunidad de apro-vechar los miles de estudiantesque pasaron por sus clases, ylos miles más que han apren-dido a comprender en sus li-bros los mecanismos ideológi-cos y filosóficos de los procesosevolutivos de la cultura. Con élmurió una generación ejemplarque nos legó espléndidas mues-tras de la capacidad del ser hu-mano para saberse elevar delestercolero al que nos han que-rido conducir los dictadores detodos los tiempos, y que ahoralo hace el capitalismo en su fasemás salvaje. Por fortuna nosqueda muy viva su obra, queseguirá siendo un faro lumino-so para las nuevas generacionesdispuestas a luchar contra laenajenación y la barbarie a lasque nos quieren llevar los bene-ficiarios del salvajismo econó-mico en boga. �

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El 13 de julio arribó Sánchez Vázquez al Puerto de Veracruz, a bordodel emblemático barco Sinaia.

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México y Centroamérica:neocolonialismo y migraciónMéxico y Centroamérica comparten un mismopatrón de especialización productiva relacionadocon las maquiladoras y con la agricultura de ex-portación, tienen mayor grado de dependenciacon la economía estadounidense que los paísesde sur del continente y se subordinan más a laspolíticas económicas neoliberales. A casi tres dé-cadas de pretender basar el crecimiento de la eco-nomía en los mercados externos, el modelo ma-quilador se agotó debido a que los trabajadoresasiáticos resultaron ser más baratos. Las nacionesque aplicaron tal modelo perdieron su soberaníaalimentaria y sólo un pequeño sector exportadorse benefició.

La competitividad de dichas economías, fin-cada en el deterioro salarial de sus trabajadores yen la restricción de sus derechos laborales, con elpropósito de abaratar los costos de las empresas,junto con la cercanía geográfica, los incentivosfiscales, el escaso control sobre las empresasaltamente contaminantes, entre las ventajas com-parativas que ofrecen a la entrada de la InversiónExtranjera Directa (IED), tienden a desaparecer

frente a la creciente competencia externa, particu-larmente de China, la India y Singapur. La crisis delsector maquilador en la zona es muestra de ello:cientos de empresas maquiladoras de México yCentroamérica salieron rumbo al continente asiá-tico. Según datos del investigador Bossio Roton-do,1 para fines de 2000, en Centroamérica seperdieron entre 10.7% y 14.1% de los empleosexistentes en la maquila. Detalla que en Costa Ricahasta mediados de octubre de 2001 se habían per-dido 4 mil puestos de trabajo; en Guatemala, entre11 mil y 15 mil; en Honduras, 16 mil; y en Nicara-gua, mil 500. En el caso de las maquiladoras mexi-canas, entre octubre de 2000 y mayo de 2006 seperdieron 129 mil 756 puestos de trabajo.2 La pro-pia Comisión Económica para América Latina y elCaribe (CEPAL) reconoce que las políticas basadasen salarios bajos e incentivos fiscales no han de-mostrado ser sostenibles frente a la creciente com-petencia del continente asiático.3

Respecto a la apertura comercial agrícola deMéxico y Centroamérica con la Unión Americana,ésta fue una competencia perdida desde el princi-pio, debido a las enormes asimetrías entre dichasnaciones: Estados Unidos tiene excepcionales con-diciones de inversión en su sector agrícola, ya queprotege su sector de la competencia externa; des-tina uno de los subsidios más elevados del mundoa sus productores; es dueño de tecnología de pun-ta; dispone de mano de obra barata (en su mayoría“ilegal”) que reduce sus costos de producción yposee una de las mejores tierras del planeta. Esa

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* Ponencia presentada en la Universidad Autónoma deHonduras, en el II Congreso Nacional de Sociología PRE-ALAS

2011, Honduras. Sociología Crisis y Cambio Social, que se llevóa cabo del 3 al 6 de mayo de 2011.

** Investigadora de la Universidad Obrera de México “Vi-cente Lombardo Toledano”.

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nación, al producir más de tres cuartas partes delos alimentos industrializados, impone su patrónalimentario y tecnológico al resto del planeta.4 Mé-xico y Centroamérica, en tanto, se sometieron auna abrupta apertura comercial; retiraron los sub-sidios a su sector agropecuario; permitieron lasupervisión de sus políticas de liberalización co-mercial y de desregulación de sus sectores produc-tivos por parte de organismos internacionales;adoptaron progresivamente el patrón alimentarioy tecnológico estadounidense; dejaron de lado laproducción de alimentos para su población, alorientar su sector agropecuario a los productos deexportación; perdieron progresivamente su auto-suficiencia alimentaria y le dejaron al Imperio delnorte el mayor instrumento de dominio y control:la subordinación alimentaria.

La base productiva agrícola e industrial deMéxico y Centroamérica está desmantelada: mi-les de pequeñas y medianas empresas quebraronpor la inusitada apertura comercial y por el aban-dono de políticas agrícolas e industriales. El dina-mismo concentrado en el sector exportador, rela-cionado con las maquiladoras y la agricultura deexportación, se encuentran también en crisis porla mano de obra más barata que ofrecen otras na-ciones y debido a que la agroexportación neoba-nanera entró en crisis por el desplome de los pre-cios de los productos agrícolas de exportacióncomo el café y la caña de azúcar.

El saldo del modelo exportador aplicado en Mé-xico y Centroamérica fue el desmantelamiento dela base productiva agrícola e industrial, con la con-siguiente emigración masiva de mano de obra alas ciudades y a Estados Unidos. Las remesas fami-liares generadas por los exiliados económicos deMéxico y Centroamérica se convirtieron en la pri-mera fuente neta de divisas de dichas naciones yterminaron por financiar sus economías.

A continuación analizaremos el comporta-miento de las cuentas externas de Honduras, Gua-temala y El Salvador, particularmente sus flujos deremesas familiares, el saldo de sus balanzas co-merciales y la entrada de divisas por concepto deIED y turismo. Para comenzar, es importante sub-rayar que el saldo de la balanza comercial de unanación es el resultado de todo lo que un país ex-porta en bienes, como los productos agropecua-rios, extractivos y manufactureros, tanto maquila-dos, como no maquilados; menos todo lo que unanación importa, lo cual comprende la importaciónde bienes de consumo, de bienes intermedios y debienes de capital. Un breve análisis de las cuentasexternas de dichas naciones nos permitirá obser-var el saldo positivo que representan las remesasfamiliares.

Honduras. En los últimos diez años la balanzacomercial se mantuvo en déficit, el cual se multi-plicó por 4.4 veces entre 2000 y 2011, al pasar de644 millones de dólares a 2 mil 808 millones

de dólares, mostrando un au-mento de 335.7%. Dicho saldocontabilizó todo lo que Hondu-ras exportó en bienes, incluidaslas exportaciones maquiladorasy sus principales productos deexportación como el plátano, elcafé, el azúcar, el camarón, laplata, el zinc y el oro; menoslas importaciones de bienes deconsumo, intermedios y de ca-pital.

Mientras que entre 2000 y2010, los ingresos por remesasse multiplicaron por 5.9 veces,al pasar de 441 millones de dó-lares a 2 mil 594 millones dedólares, mostrando un aumen-to de 488.8%, la IED se multi-plicó por 2.1 veces, al pasar de382 millones de dólares a 797millones de dólares. Pero ade-

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Centroamérica y México siguen el mismo patrón de una economía orientadamayormente al mercado exterior, subordinada a la estadounidense.

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más, la IED se desplomó 20.8%entre 2008 y 2010, al pasarde mil 6 millones de dólares, a797 millones de dólares. Entanto, el sector turismo incre-mentó 2.5% sus divisas entre2000 y 2010, al pasar de 260millones de dólares a 650 millo-nes de dólares.5

No obstante que el BancoCentral de Honduras comparalas remesas familiares de ma-nera directa con la exporta-ción de mercancías sin tomaren cuenta las importaciones, enlas que se incluye la maquila, yque también las mide con lasdivisas generadas por el sectorturismo, dicho organismo reco-noce que las remesas “…son laprincipal fuente de moneda extranjera”.6 Segúnestimaciones del Banco Internacional de Desarro-llo (BID), en 1999 las remesas representaron 6.8%del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras.

Guatemala. Entre 2005 y 2008, la balanza co-mercial de este país también se mantuvo en défi-cit, el cual se multiplicó por 1.4 veces, al pasar demil 241 millones de dólares a mil 773 millonesde dólares, mostrando un aumento de 42.9%. Di-cho saldo contabilizó todo lo que Guatemalaexportó en bienes, incluidas las exportacionesmaquiladoras y los principales productos de ex-portación como el café, el cardamomo, la cebolla,el tabaco, la semilla de ajonjolí, la papa, el alumi-nio, el hierro y el acero; menos las importacionesde bienes de consumo, de bienes intermedios y debienes de capital.

Mientras que entre 2005 y 2008 las remesasaumentaron 44.2%, al pasar de 2 mil 993 millonesde dólares a 4 mil 315 millones de dólares, la IED

aumentó 48.3%, al pasar de 508 millones de dóla-res a 754 millones de dólares, en tanto los ingresosen el sector turismo aumentaron 46.6% al pasarde 870 millones de dólares a mil 276 millones dedólares. Respecto al lapso de 2005 y 2010, las re-mesas familiares aumentaron 37.9%, al pasar de2 mil 993 millones de dólares a 4 mil 127 millonesde dólares.7

Según estimaciones del BID, en 1999 las reme-sas representaron el 3% del PIB de Guatemala.

El Salvador. La balanza comercial de estanación se mantuvo en déficit entre 2000 y 2010,

al pasar de mil 940 millones dedólares a 3 mil 613 millonesde dólares, mostrando un au-mento de 86.3%. Dicho saldocontabilizó todo lo que El Salva-dor exportó en bienes, incluidaslas exportaciones maquilado-ras y productos como azúcar,camarón, café, flores, hierro yacero, entre otros; menos lasimportaciones de bienes deconsumo, intermedios y de ca-pital.

Mientras que entre 2000 y2010, los ingresos por reme-sas se multiplicaron 2.1 veces,al pasar de mil 751 millones dedólares a 3 mil 431 millonesde dólares, mostrando un au-mento de 96%, la IED dismi-

nuyó 55%, al pasar de 173 millones de dólares a78 millones de dólares. El sector turismo aumentó230.9%, al pasar sus ingresos de 52 millones dedólares a 171 millones de dólares.

En 2010, las remesas familiares ascendieron a3 mil 431 millones de dólares, por lo que represen-taron 44 veces los recursos captados por la IED y20 veces los obtenidos por el turismo.8 Según esti-maciones del BID, en 1999 las remesas familiaresrepresentaron 12.6% del PIB de ese país.9

La exclusión económica y social producida porel neoliberalismo económico en Centroamérica,produjo inmensas oleadas humanas de migrantesa Estados Unidos y convirtieron las remesas fami-liares en la primera fuente neta de divisas de di-chas naciones. Los nuevos proyectos neocolonia-les como el Plan Puebla Panamá o las llamadas“Ciudades Modelo”, son en realidad enclaves pro-ductivos de maquila, de servicios turísticos o deplantaciones de exportación que se basan en la so-breexplotación de la mano de obra y de los recur-sos naturales de las naciones, los cuales sólo bene-fician a las Grandes Empresas Trasnacionales(GET). Las ciudades modelo, en particular las que seimpulsan en Honduras,10 significan la pérdida totalde la soberanía nacional, debido a que son mi-croestados ubicados en territorio hondureño endonde las autoridades han renunciado a gober-nar dicha región. Las ciudades modelo tendrían supropia moneda, su propio gobierno, su propiapolicía, sus propios tribunales y sus propias adua-nas. Las GET serían las encargadas de “diseñar” sus

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formas de gobierno, de tal manera que puedenelegir, por ejemplo, que no existan leyes laborales,que no haya salarios mínimos, que no imperen le-gislaciones de protección del medio ambiente oque éstas sean muy laxas. Estas nuevas formas deneocolonización excluyen y empobrecen todavíamás a la población y van más allá de la pérdida dela capacidad de los Estados de impulsar el desarro-llo económico y social de un país: atentan contra laexistencia misma de las naciones.

Las remesas familiares de México:primera fuente neta de divisasA casi tres décadas de la integración subordinadade la economía mexicana a los mercados de ex-portación, particularmente de los productos ma-nufacturados, el modelo económico se agota de-bido a que las bases sobre las cuáles se sustenta seerosionan:

1. La ventaja competitividad basada en la so-breexplotación de los trabajadores, que dismi-nuye el costo de la mano de obra a partir de lacontención deliberada de los salarios y la preca-rización de las condiciones de trabajo, tiende adesaparecer frente a la creciente competenciaexterna, particularmente de China, Indonesia, Tai-landia, India y los propios países centroamerica-nos. Por ejemplo, mientras China sitúa sus cos-tos laborales manufactureros entre cuatro y cincodólares por jornada laboral, en México se pagantres dólares por hora de trabajo. La mano de obrabarata, como principal ventaja comparativa queMéxico ofrece, junto con el control político de ella,los incentivos fiscales, los subsidios de bienes yservicios producidos por el Estado (agua, energéti-cos, infraestructura, entre otros), así como la cer-canía geográfica de Estados Unidos, comienzan aser insuficientes para retener a las maquiladorasde exportación.

2. México le apostó casi todo su comercio ex-terior al mercado estadounidense: realiza 80.1%de sus exportaciones y 50.4% de sus importacio-nes con la Unión Americana, y el 52.2% de la IED

proviene de Estados Unidos. Esta situación llevó alpaís a una drástica profundización de su depen-dencia con el vecino del norte y a una crecientevulnerabilidad en términos de sus ciclos económi-cos. Tal fue el caso de la recesión estadounidensede 2009, que originó el desplome de las exporta-ciones manufactureras, de IED, de las divisas porconcepto de turismo y las remesas familiares. Peroademás, China desplazó a México como primer

exportador de manufacturas en territorio estado-unidense.

3. Las exportaciones manufactureras son ensu mayoría de tipo maquilador: en 2006, las ex-portaciones manufactureras no maquiladas repre-sentaron el 44.8% del total, mientras que las demaquiladoras significaron el 55.2%. A esto hayque sumarle que las exportaciones manufacture-ras no maquiladas tienden a maquilizarse también,debido a la creciente dependencia que éstas tie-nen de las importaciones del exterior. No obstantede que México exporta autos, la inusitada aperturacomercial y la ausencia de una política industrialque obligara a la utilización de los insumos nacio-nales, derivó en el aumento de las importacionesde la industria, de tal manera que la cadena nacio-nal que enlazaba a la industria de autopartes conla industria automotriz terminal, es hoy definidadesde el exterior por las casas matrices, las cualesimpulsan el comercio intrafirma de las GET auto-motrices, que crea verdaderos enclaves naciona-les, con la consiguiente desarticulación productivade la industria de componentes y autopartes deMéxico.

4. Hay déficit permanente de la balanza co-mercial. Contrario a la expectativa de los gobier-nos neoliberales que esperaban que el modeloexportador convirtiera la IED y las exportacionesmanufactureras en las principales fuentes de fi-nanciamiento externo, la IED tiende a disminuir yel modelo secundario exportador no cambió elproblema estructural de una economía subdes-arrollada como la mexicana: el déficit permanentede la balanza comercial; ello debido a que las ex-portaciones manufactureras fueron incapaces definanciar sus propias importaciones.

Debido a que el saldo de la balanza comercialde México es deficitario, y dado a que éste es resul-tado de todo lo que el país exporta, incluidas lasexportaciones petroleras, agropecuarias, extracti-vas y manufactureras, tanto de maquiladoras,como no maquiladas; menos todo lo que la Repú-blica mexicana importa, lo cual comprende laimportación de bienes de consumo, bienes inter-medios y bienes de capital, entonces podemosasegurar que la primera fuente neta de divisas delpaís son las remesas familiares generadas por lostrabajadores migratorios de México.

Las remesas familiares no tienen contrapesopor salida de recursos (como en el caso de laexportación de mercancías, a las que hay querestarle la importación de bienes), es decir, son

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recursos netos que entran al país. Como referi-mos, las exportaciones petroleras forman partede la balanza comercial y ésta es deficitaria; porlo tanto, es inexacto comparar de manera directalas exportaciones petroleras con las remesas fami-liares.

La balanza comercial se mantuvo en déficitprácticamente desde 1970 hasta 2004, a excep-ción del llamado sexenio del crecimiento cero, co-rrespondiente a Miguel de la Madrid Hurtado(1982-1988); en dicho periodo, el PIB sólo creció0.2% y la balanza comercial mostró un superávitpor la recesión que sucedió a la crisis de la deudade 1982. Asimismo, después de la profunda rece-sión económica de 1995, el saldo de la balanzacomercial también fue superavitario, producto deldesplome del PIB en 6.2%. Después de 1998, elnuevo rasgo estructural de la economía es que labalanza comercial se mantiene en déficit conti-nuo: la economía no crece o aumenta de manerainsuficiente y errática. El saldo de la balanza co-mercial en los últimos cuatro años se ubicó en5 mil 238 millones de dólares en 2007; en 17 mil260 millones de dólares en 2008, en 5 mil 602 mi-llones de dólares en 2009 y en 3 mil 121 millonesde dólares en 2010.

Mientras que entre 1970 y 2010, los ingresospor remesas se multiplicaron por 116.9, al pasarde 182 millones de dólares a 21 mil 271 millones dedólares, mostrando un aumento de 11 mil 587.4%;la IED aumentó 95.8 veces, al pasar de 185 millo-nes de dólares a 17 mil 726 millones de dólares,mostrando un aumento del 9 mil 481.6%. No obs-tante, el flujo de la IED tiende a disminuir: decreció23.7% entre 2007 y 2010, al pasar de 23 mil 230millones de dólares a 17 mil 726 millones de dóla-

res. También el flujo de remesas disminuyó, peroen menor proporción: decreció 18.4% entre 2007y 2010, al pasar de 26 mil 76 millones de dólares a21 mil 271 millones de dólares.

En tanto, las divisas que entran por conceptode turismo aumentaron 8.1 veces entre 1970 y2010, al pasar de mil 465 millones de dólares a 11mil 872 millones de dólares. Sin embargo, desde2001 las remesas familiares superan los recursoscaptados por la “industria sin chimeneas”, al ubi-carse en 8 mil 895 millones de dólares en el 2001;en 9 mil 814 millones de dólares en 2002 y en 21mil 271 millones de dólares en 2010; mientras quelas divisas obtenidas por turismo se ubicaron en8 mil 401 millones de dólares en 2001; 8 mil 858en 2002 y en 11 mil 872 en 2010.

Mientras que las remesas familiares son de sólosobrevivencia para los migrantes y sus familias ylas cobran en pesos, con base en un costo humanoaltísimo, el aumento inusitado de estos ingresos esutilizado por el gobierno mexicano para el pago dela deuda externa; por las GET de base nacional yextranjera, para la importación de bienes interme-dios y de capital que utilizan en sus plantas pro-ductivas; por las clases ricas, que las emplean paraimportar bienes de consumo suntuario. Asimismo,las remesas permiten el fortalecimiento de la mo-neda nacional y contribuyen con la estabilidad delas divisas del Banco de México. Por último, es im-portante destacar que mientras los trabajadoresmás pobres ingresan al país las divisas que contri-buyen al mantenimiento de la economía nacional,los bancos, los particulares, las empresas y elgobierno sacan cuantiosos recursos para deposi-tarlos en el extranjero. Veamos algunas evidenciasempíricas al respecto:

25julio-agosto 2011 | trabajadores

Las exportaciones manufactureras del país son en su mayoría de tipo maquilador, en cuyas empresas los trabajadoresnacionales ven continuamente violentados sus derechos laborales.

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I) El Banco de México reconoció que entre losfactores que fortalecieron al peso en 2004 se en-contraron las altas tasas de interés nacionales, pro-ducto de la mayor restricción monetaria, así comolos ingresos de divisas por exportaciones petrole-ras y remesas familiares.11

II) Las remesas familiares que introdujeron alpaís los migrantes ascendieron a 75 mil 602 millo-nes de dólares entre 1982 y 2002;12 en tanto, lasalida de divisas colocadas en la banca estadouni-dense que hicieron los residentes de México (ban-cos, particulares, empresas y gobierno), ascendióa 41 mil 200 millones de dólares en 2002.13 Dichasalida de recursos equivalió al 54.5% de las reme-sas familiares introducidas por los trabajadoresmigratorios.

III) El Banco de México informó que durante elfoxismo los trabajadores mexicanos que labora-ban en Estados Unidos enviaron 41 mil 477.5millones de dólares a la economía mexicana hasta

julio de 2004, y que esa derra-ma económica fue suficientepara pagar 98% de la deuda ex-terna total del país, la cual as-cendió a 42 mil 302.7 millonesde dólares en el mismo lapso.14

IV) Según la Secretaría deHacienda y Crédito Público(SHCP), las salidas de divisas delpaís por concepto de la impor-tación de bienes de consumo,entre los que se encuentranlos bienes de lujo (vinos, co-ñacs, perlas, mármoles, puros,etc.), se ubicaron en casi 76mil millones de dólares durantela presente administración, yrepresentan 78% del ingresoalcanzado, tanto por la exporta-ción del petróleo, como por lasremesas familiares que envíanlos trabajadores de Méxicoque laboran en Estados Unidos.Las importaciones rebasaronen 33 mil millones de dólaresel monto acumulado de las re-mesas enviadas por los mexica-nos pobres que trabajan en Es-tados Unidos.15

El saldo del modelo econó-mico basado en los mercadosde exportación, particularmen-

te de los productos manufacturados, fue convertira México en un país petrolero, maquilador y ex-portador de mano de obra. El país se convirtió enel tercer receptor de remesas en el mundo y dichosrecursos se convirtieron en su primera fuente netade divisas, debido a que el modelo fracasó en suintentó por convertir la IED y las exportacionesmanufactureras en las principales fuentes de fi-nanciamiento externo: las divisas captadas por IED

y turismo tienden a disminuir y existe una incapa-cidad estructural del sector secundario exportadorpara financiar sus propias importaciones, por loque éste mantiene en déficit la balanza comer-cial. Las remesas familiares también tienden acaer, pero no en la misma proporción, y se empie-zan a recuperar más rápido que el turismo y laIED. El país terminó por especializarse en manode obra barata y abundante, tanto en territorionacional (empleada en la maquiladora de exporta-ción), como en el exterior (que emigra a los países

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desarrollados), debido a que el modelo tiene comobase fundamental el deterioro de los salarios y lageneración de empleos precarios, con el propósitode abaratar los costos de las empresas y darlecompetitividad a la economía.

Pero volvemos a insistir: el modelo económicose agota, a causa de que la competitividad basadaen la sobreexplotación de la mano de obra em-pieza a declinar ante los costos salariales menoresde países como China. En este contexto, la migra-ción por motivos económicos crece aún más, de-bido a que se sigue manteniendo y endureciendola contención salarial y la precarización de las con-diciones de trabajo de la población. Ello cuando laeconomía estadounidense no logra crecer y endu-rece su política migratoria. Pero además, el petró-leo, una de las principales fuentes de financia-miento del país, se agota y Petróleos Mexicanosestá descapitalizado y endeudado.

Consideraciones finalesDesde el punto de vista de las cuentas externas,las remesas familiares generadas por los exiliadoseconómicos de México, Honduras, El Salvador yGuatemala, son la primera fuente neta de divisas,es decir, no hay contrapeso por salida de recursosfinancieros; no obstante, sí hay contrapeso por sa-lida de una de las principales riquezas que tienendichas naciones: sus trabajadores, quienes se vanen plena edad productiva, suelen ser de los másemprendedores de sus comunidades de origen, seeducaron y formaron en su patria y constituyen elbono demográfico (el que la mayoría de su pobla-ción se encuentre en edad productiva) con quecuentan los países por única vez en su historia, convigencia ya de sólo dos décadas.16 La emigraciónpor motivos económicos de los campesinos signi-fica para las naciones la pérdida de su soberaníaalimentaria y de la transmisión de conocimientosa las nuevas generaciones sobre prácticas milena-rias de producción consistentes en seleccionar,guardar, intercambiar y adaptar sus semillas,como base de su sustento y de la preservación dela biodiversidad.

Es injusto para nuestros países que sus trabaja-dores más pobres, exiliados por razones económi-cas, generen la primera fuente neta de divisas ydichos recursos sean utilizados para el pago de ladeuda externa; para las importaciones de bienesintermedios y de capital que requiere la plantaproductiva; para la importación de bienes deconsumo, particularmente de bienes suntuarios,

y además fortalezcan las monedas nacionales.Dichos montos no pueden cambiar la condiciónde pobreza de quien los genera, porque para lostrabajadores migrantes y sus familias son sólo desobrevivencia.

México y Centroamérica comparten un mismopatrón de especialización productiva relacionadocon las maquiladoras de exportación y con la agri-cultura de exportación. A casi tres décadas deintentar basar el crecimiento de la economía endichos mercados externos, el modelo maquiladorse agotó debido a que los trabajadores asiáticos re-sultaron ser más baratos, y dichas naciones per-dieron su soberanía alimentaria. Sólo un pequeñosector exportador se benefició. Para decirlo entérminos de Armando Bartra, dichos países seconvirtieron en “Naciones que en la nueva globali-zación han perdido lo que les quedaba de seguri-dad alimentaria y de seguridad laboral. Paísesincapaces de garantizar a su población lo mínimo:comida y empleo.”17

1 Bossio, J., “Crisis y reestructuración de la maquila deexportación”, en trabajadores, n. 31, México, UOMVLT, julio-agosto de 2002.

2 Cálculos propios basados en datos del INEGI.3 CEPAL, Inversión Extranjera Directa en América Latina y el

Caribe. Informe 2002, Santiago de Chile, 2002.4 Barreda, Andrés; Nayshelly Ocampo y Gonzalo Flores, “El

proceso de subordinación alimentaria mundial”, en Producciónestratégica y hegemonía mundial, México, Ed. Siglo XXI, 1995.

5 Cálculos propios elaborados con datos de la balanza depagos de Honduras. Fuente: Banco Central de Honduras.

6 Banco Central de Honduras, Remesas familiares enviadaspor hondureños residentes en el exterior y gastos efectuados enel país durante su visita, Honduras, 2010, p. 1.

7 Cálculos propios elaborados con datos de la balanza depagos de Guatemala. Fuente: Banco de Guatemala.

8 Cálculos propios elaborados con datos de la balanza depagos de El Salvador. Banco Central de Reserva de El Salvador.

9 BID, Las remesas como instrumento de desarrollo: unaconferencia regional, 17 y 18 de mayo del 2000.

10 Ver República de Honduras, Visión de país 2010-2038y Plan de Nación 2010-2038, Honduras, enero de 2010.

11 El Financiero, México, 12 de octubre de 2004, pp. 1, 4 y6.

12 Cálculo propio con base en información del Banco deMéxico.

13 La Jornada, México, 3 de mayo de 2002.14 La Jornada, México, 2 de septiembre de 2004, p. 28.15 La Jornada, México, 18 de octubre del 2004, p. 24.16 La ONU refiere que en América Latina y el Caribe, la pro-

porción mayor de habitantes en edad productiva en relacióncon la población dependiente (el bono demográfico del subcon-tinente), comenzó a aumentar antes que en Asia Oriental yllegará a su máximo histórico en el lapso 2020-2030. Ver:ONU-UNFPA, Estado de la población mundial 2004, New York,2004.

17 Bartra, A., “Dislocados”, en La Jornada, México, 7 dejulio de 2008.

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El 9 de septiembre, haceciento veinticinco años[1828],1 nació el gran

escritor León Nicoláievich Tols-toi. En el mundo entero se harendido homenaje a su memo-ria. Yo lo he recordado en estosdías con la gratitud de un hom-bre que en su adolescencia des-cubrió a México, en parte, porlas obras del prodigioso escri-tor.

Fue en Teziutlán, en el pue-blo en que vi la luz por pri-mera vez, donde a mis catorceaños de edad llegaron a mis ma-nos las obras de Tolstoi. El grandrama ruso pintado magistral-mente con la alta elocuencia deun artista de genio, descubriópara mí no sólo el panoramadel imperio de los zares, sinotambién el escenario ilimitadoque forman los hombres quesufren, y los que viven en laopulencia, despreciando los do-lores, las necesidades y las es-peranzas del pueblo. Pensé en-tonces que el pequeño mundomío –el de la sierra poblana–,era en su esencia el mismo delvasto país de los mujiks. La dife-rencia entre ellos consistía en laraza, en el idioma, en el paisaje;

pero no en la existencia de lamayoría de sus hombres.

Más tarde, como estudianteuniversitario, pude situar a Tols-toi con exactitud dentro de lacorriente filosófica a la que per-

tenecía, y al releer sus obras dis-fruté, más que la primera vez,de la riqueza de su estilo y de laapreciación de las cosas huma-nas llevada hasta matices casiimperceptibles. Y me apasioné

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* Filósofo y político mexicano(1894-1968), fundador de la Universi-dad Obrera de México.

El gran escritor León Nicoláievich Tolstoi.

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de Tolstoi, lo difundí entre lasgentes de mi familia y entre miscompañeros de estudio.

Lo que tenía para mí unvalor extraordinario, no erasu doctrina filosófica. Tolstoifue un anarquista, es decir,un negador del Estado, comolo fueron Godwin, Prudhon,Stirner, Bakunin, Kropotkin yotros. Difería de ellos, sin em-bargo, en muchos aspectos. Eraun crítico idealista del Estadoburgués; negaba la supervi-vencia del Estado por razonesde la propia espontaneidaddel desarrollo histórico; negabael tránsito del Estado burguésal nuevo régimen social caren-te de normas jurídicas, por lavía de las reformas sistemáti-cas; creía que el orden socialfuturo debía ser el orden cris-tiano, entendido no como unadoctrina o una organizacióneclesiástica, sino como un sis-tema fundado en el amor entrelos hombres, la renuncia a todobienestar personal y en la ar-monía de los espíritus liberadosdel poder coercitivo de las leyesy de la violencia. Esta tesis esfalsa desde el punto de vista fi-losófico y falsa también desdeel punto de vista político. Pero,en cambio, pocos hombres hahabido como Tolstoi, tan super-dotados para expresar comoartistas la injusticia, la explota-ción del hombre por el hombrey los deseos profundos quecada ser abriga en su interior,de progreso sin retroceso y devida con libertad plena.

Tolstoi fue el verdadero re-presentante del pueblo ruso enel campo de las letras durantelargos años. Fue, como dijo Le-nin, el primer mujik en la gran li-teratura. Renunció a sus bienesnaturales y a la clase a la quepertenecía, para ofrecerle a su

pueblo uno de los más certerosy luminosos juicios críticos so-bre el sistema social que lo ago-biaba, y su altiva protesta per-sonal contra la injusticia. Tantoen sus grandes novelas, Laguerra y la paz y Ana Karenina,como en sus cuentos popularesy en los ensayos breves sobrediversos aspectos de la vida desu tiempo, la humanidad llenade angustia está presentadacon gran nitidez, con emociónque contagia y con dolor que sevuelve propio en quien lee suspáginas inmortales.

En poco tiempo Tolstoi seconvirtió para el mundo en-tero en un orgullo no sólo de lasletras, sino del humanismo.Siempre pasa así, cuando lo na-cional es expuesto de maneragenial. Individuos de este tiposon unos cuantos en el trayec-to de la cultura universal; peroesos pocos sobreviven parasiempre. Por eso a cada renaci-miento del hombre, en los mo-mentos críticos que busca nue-vas fuerzas en sí mismo, nuevasrutas para la vida y las alcanza,se liga de manera lógica el pen-samiento de los grandes huma-nistas de todas las épocas.

León Tolstoi es más rusohoy que cuando escribió sus li-bros, porque su dolor, reflejodel dolor inmenso de las ma-sas populares de su país, fuecompensado con creces. No a lamanera tolstoiana, sino a la ma-nera socialista. Esto es lo queexplica que en la Unión Sovié-tica se haya editado 56 millonesde ejemplares de sus obras en75 idiomas del gran estado mul-tinacional. Pero no es sólo másruso hoy que antes, sino que esmás universal que en el siglopasado. En los países que sehan liberado de la explotacióndel hombre por el hombre, en la

República Popular China y enlas democracias populares eu-ropeas, Tolstoi adquiere nuevaactualidad. Yo he visto muchasveces leer a los campesinos,en diversos países del mundosocialista, las obras del gran es-critor y apasionarse por ellascomo si estuvieran viviendo losproblemas de la época en quela imprenta las entregaba almercado. Y los he visto tambiénen diversos países del mundooccidental, porque para ellosla producción tolstoiana es elexamen de la vida que viven to-davía.

Los que aman la literaturacomo una de las formas supe-riores del arte, independiente-mente de que participen o node los principios filosóficos ypolíticos de Tolstoi, admiran aeste hombre excepcional. Losque además del arte aman laverdad y la justicia, son devo-tos de Tolstoi, el flagelador delas injusticias humanas, el fis-cal implacable del mundo bur-gués, el defensor de los pueblospoco desarrollados que hansufrido la violencia del impe-rialismo, como la guerra anglo-bóer del Transvaal que él con-denó con verbo encendido.

Sólo en algunas regiones delos Estados Unidos de la Amé-rica del Norte no se ha rendidohomenaje a León Tolstoi. Porel contrario, sus obras formanparte de la lista de los “LibrosProhibidos”. Así ocurrió en laAlemania de Adolfo Hitler.

León Tolstoi no desapare-cerá nunca ni del arte ni de lagratitud de los hombres. Es deesas antorchas que se encen-dieron una vez para no apa-garse jamás. �

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1 Nota aparecida en la revista Siem-pre!, del 26 de septiembre de 1953.

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1) El capital ficticioSeguramente, Rudolf Hilferding no se imaginócuando describió el “capital de ficción”, refirién-dose a las bolsas, que su interpretación se adap-taría cien años después a lo que actualmente sedenominan “derivados”: documentos de inversiónfinanciera que se encuentran en el centro de la ac-tual crisis que aqueja al capitalismo mundial. Estoobliga a establecer las relaciones entre tales docu-mentos y el marco productivo de los últimos 25años. Por otra parte, no cabe analizar esta proble-mática sin atender la importancia de la crisis en elsistema capitalista; la cuestión radica en conside-rar la relevancia de la misma en función de un do-ble frente: el propiamente sistémico que procurala recuperación capitalista, y el que busca la trans-formación del sistema imperante.

En su momento, el auge financiero no se ex-plica por sí mismo sino en relación con la esferaproductiva; la declinación relativa de ésta no eli-mina el hecho de que el capitalismo se encuentreen una crisis de sobreproducción acumulada com-binada con niveles sociales de infraconsumo y conun impacto fortísimo en lo político, lo social y locultural, entre otras manifestaciones. Por lo tanto,reducir la dimensión de la crisis a lo estrictamente

financiero limita las posibilidades de análisis de lamisma. Corresponde decir que el sistema finan-ciero, en particular los derivados, actúan comouna suerte de mecanismo compensatorio de la de-clinación productiva mencionada. Por otro lado,cabe agregar que la revisión histórica del capita-lismo dominante no puede dejar de considerar ala economía de guerra como estructurante delmismo. El gobierno de Estados Unidos mantieneintacta dicha estructura, incluida la administraciónde Barack Obama. En realidad, la producción dearmas y la generación de guerras fuera de sus fron-teras es una constante en el siglo XX y en lo que vadel presente.

Otro aspecto de la crisis, no suficientementeconsiderado, es el hecho de que la proliferaciónde derivados, 600 billones de dólares a media-dos de 2008,1 vulnera un principio “sacro” delcapitalismo: la inviolabilidad de la propiedadprivada. Es cierto que el primer tenedor de un deri-vado tiene la posibilidad de recuperar su inversión,mientras que para los restantes tenedores tal posi-bilidad se debilita o se esfuma dada la carencia derespaldo; esto último fue lo que en realidad ocu-rrió. En un expediente financiero, cuando el riesgoes mayor que la certeza se contempla la comisiónde fraudes. Es también lo que ocurrió en la reali-dad con el caso Madoff. Un sistema económicoque se apoya en el lucro fraudulento debe ser cues-tionado éticamente.

* Profesor Titular, Economía, Universidad Autónoma Metro-politana-Iztapalapa.

36 trabajadores | julio-agosto 2011

Cuando el chino lloraba en el tejadoSin encontrar el desnudo de su mujer

y el director del banco observaba el manómetroque mide el cruel silencio de la moneda,

el mascarón llegaba a Wall Street.

Federico García Lorca

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2) Ética y capitalSegún Marx, el capitalismo como sistema político-económico está organizado para el lucro, no parael bienestar colectivo, y señala además que la con-currencia de diversos productores no establece unorden en el sistema sin que llegue a reinar el caos.La competencia monopólica es la mayor expre-sión de esto: la destrucción del pequeño competi-dor, con barreras y procedimientos que “la manoinvisible” del mercado no impide. La recurrenciade la crisis se inscribe en un sistema de estas ca-racterísticas. En consecuencia, resulta inaceptableque una actividad como la económica, productorade los satisfactores necesarios para el bienestar dela gente, se despliegue en ausencia de marcos va-lorativos, en especial los que se refieren al buen vi-vir; en otras palabras, la economía reñida con laética es inadmisible, aunque la cotidianidad con-temporánea diga lo contrario. Lo dicho obliga a di-mensionar el tema en términos éticos y en unaperspectiva histórica. Si uno se remonta al capita-lismo manchesteriano analizado por Marx y veri-fica los horrores cometidos en contra de niños,mujeres y trabajadores, la respuesta es negativa.Sin embargo, puede afirmarse que algo ha cam-biado en la dinámica capitalista; aspectos comolos referidos al horario de trabajo o a la incorpora-ción tecnológica materializan una relación quesin dejar de ser un intercambio de no equivalen-tes, ofrece algunos beneficios a los trabajadores.En este sentido, resulta central apreciar que elcapitalismo se modifica, mas en lo sustantivo con-serva una relación no equivalente entre capital ytrabajo.

Lo expuesto en líneas anteriores lleva a estable-cer que todo cuestionamiento al capitalismo ha deser, en principio, un cuestionamiento ético. De no

ser así, las pretensiones de “humanizar” al capitalson buenos deseos que sucumben en la inocuidad,empeño reformista que regularmente se traduceen el cambio que no cambia, lo que los politólogosllaman “gatopardismo”. Es posible concebir que elhombre fraccionado, reproductor de su sustentopero ajeno al resultado de su trabajo, goce de inte-gración natural y material; lo que se sabe con-forma el desarrollo humano.2 Alcanzar esta pleni-tud es el desafío que el capitalismo no puedesatisfacer. La superación de ello demanda la socia-lización productiva de la mercancía y eliminartodos los aspectos favorecedores del enriqueci-miento con base en el no trabajo, lo que posibilita-ría una oferta política suficiente de oportunidadessociales. En este punto es donde fracasa el refor-mismo burgués: lo radical consiste en eliminar laalienación humana en todos sus planos. Difícilpero alcanzable, es la empresa epónima del sigloXXI. Esto ya ha comenzado, es la cara oculta delas fuerzas anticrisis. Es un proceso histórico largo,sin claridad teórica ni un propósito político explí-cito; en todo caso, comienzos inciertos de nuevostiempos.

3) Capital y costo socialCuando se habla del costo de la crisis, la agrega-ción estadística no permite valorar en forma sufi-ciente los alcances e impactos que provoca; serequiere una desagregación de los datos a efectode poder precisar costos sociales menos genéricosque los dados por la formulación cuantitativa. Eldesplazamiento de la información hacia lo especí-fico permite ilustrar con mayor claridad la realidadsocial, sobre todo las vinculaciones con “planosinermes” afectados por la crisis; se trata de secto-res sociales ajenos a la debacle recesiva del capita-

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lismo, pero sí castigados seriamente por tal situa-ción. A este propósito, la carencia de pleno empleoes un indicador valiosísimo: en Estados Unidos, enoctubre de 2009, 15 millones 760 mil personasestán desempleadas,3 lo que significa que la cober-tura de bienestar es limitada; esto alienta la degra-dación social. Aquí es ilustrativo lo relacionado conla criminalidad: la gente no delinque motivada poruna inefable “naturaleza humana”; las crisis eco-nómicas potencian la criminalidad social, sin dejarde admitir la existencia de motivaciones personalespara el crimen. Al respecto hay datos sorprenden-tes: en Estados Unidos 7 millones 200 mil perso-nas se encuentran bajo custodia judicial, de lascuales 260 mil se encontraban en prisión en 2006y 5 millones con régimen de libertad vigilada.4 Sonlas cifras más altas del mundo en relación con lamasa poblacional. La valoración de los datos ofre-cidos indica que el paro forzoso de más de 15 mi-llones de personas en Estados Unidos golpea a45 millones de habitantes en una estimación a labaja. Lo que para la empresa es un registro en suscostos de producción, para las familias afectadasse materializa de entrada en carencias educativas,alimentarias y de salud. Por ello, leer la realidad esdescifrar la crisis, lo que permite ponderar vías al-ternativas para enfrentar “el otro derrumbe”, eldel capital.

Insistir en esta línea de análisis busca, por unlado, salir al paso de los inmediatistas, los “realis-

tas” que claman por un keynesianismo redivivo; ypor otro lado, elucidar las perspectivas de cambioque se abren en razón de la propia crisis. Es nece-sario en primer término señalar que no es posibleconcretar un keynesianismo universal como salva-mento de la crisis. La ilusión de un nuevo PlanMarshall como el aplicado en Europa después de laSegunda Guerra Mundial es sólo eso, una ilusióncarente de bases orgánicas económicas que pue-dan impulsarla. Estados Unidos no es la potenciavictoriosa de entonces; por el contrario, la gue-rra de Irak representa una derrota deshonrosa y laguerra de Afganistán es un empantamiento militarque vulnera la credibilidad del presidente Obamaal convertirse en un recrudecido frente bélico quese suma al postergado retiro de las tropas de Iraky al prorrogado cierre de la base de Guantánamo,en Cuba.

El problema que plantea la aplicación de medi-das anticrisis a la Keynes radica en determinarsi lo que se busca es lograr una regeneración delas fuerzas productivas con carácter sistémico; eneste caso, los fondos públicos se orientan hacia elsaneamiento financiero de los bancos y las empre-sas, causantes de la crisis. Tal orientación no signi-fica otra cosa que buscar una reanimación econó-mica que ha de durar, cabe reiterarlo, hasta lapróxima crisis; no es fatalismo, el sistema capita-lista agota sus vías de recuperación y el apoyo delEstado se logra a través de exacerbar la extracción

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“La gente no delinque motivada por unainefable naturaleza humana; las crisis potencianla criminalidad social...”

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de plusvalía absoluta, social, mediante el recor-te de recursos y la eliminación de servicios públi-cos, subsidios y gastos presupuestales en educa-ción y otros rubros (como el caso del Presupuestode Egresos 2010 en México). En paralelo, la con-tención salarial agrava la situación de todos aque-llos que reciben ingresos fijos. Todo ello lleva apronosticar perspectivas inciertas de recuperaciónen el corto y mediano plazos, un tránsito que ha degenerar costos y postraciones sociales significati-vos. En la siguiente tesis se aborda el tratamientoanticrisis.

4) Capitalismo y socialismoCuando Marx afirma que una sociedad sólo sepropone aquellas tareas sociales que está en con-diciones de realizar, y que una formación socialsólo desaparece cuando ha desarrollado a plenitudlas condiciones materiales que la sustentan, for-mula una de las ideas de más difícil comprensión,sobre todo cuando se vincula con las posibilidadesdel cambio histórico. Porque ciertamente es válidopreguntarse qué tareas ha de emprender la gentecon miras a un cambio económico-social y políticodel sistema capitalista. Lo que no puede ignorar-se es que el cambio debe ser cualitativamentedemocrático, lo que significa recuperar “el espírituigualitario” de la democracia, no necesariamentepresente en la realidad contemporánea. Se tratade no reducir la democracia a una renovaciónperiódica de autoridades mediante voto universal,sino más bien ampliar su dominio a las esferaspolítica, económica, social y cultural medianteprocesos democráticos directos. Ésta es la dimen-sión básica del cambio histórico contemporáneo,posibilidad que se desvanece si no se atienden loscondicionamientos materiales que establecenlos intereses económicos y, en la controversia, laconsiguiente factibilidad del conflicto social. Éstosno son otros que los términos sistémicos de lallamada gobernabilidad democrática; términosantitéticos pero funcionales con referencia al fac-tor orden –conservación del poder bajo aparien-cias democráticas– y su prevalencia institucionali-zante del statu quo.

Los factores mencionados son intrínsecos auna sociedad de clases; por lo mismo, también sonintrínsecos a un supuesto capitalismo regulado, dematriz keynesiana, que apuntaría en última ins-tancia a un reforzamiento sistémico. Cabe afirmarque sí es posible lograr avances económicos queatemperen la conflictividad social; lo que no puede

afirmarse es que se obtengan soluciones integralesfrente a las miserias y lacras provocadas por laopresión social en sus distintas manifestaciones.En consecuencia, el reformismo que no avizoreopciones estratégicas no capitalistas transita porun camino trunco. Las condiciones materiales delmundo contemporáneo ofrecen posibilidades detransformación; sin embargo, las condiciones polí-tico-subjetivas muestran señales titubeantes encuanto a los cambios transformadores.

Sorprende, en cierta medida, que existiendouna conciencia básica de que se vive una crisis ca-pitalista profunda, las propuestas de solución notengan alientos socializantes; tal vez esto le da ra-zón a Marx. Queda un debate que esta reflexiónno agota, y hay diversas explicaciones del fenó-meno. Se afirma y acepta que el socialismo exis-tente no es democrático y también que presenta li-mitaciones en la concreción de un bienestar enlibertad, lo que es relativamente cierto, en particu-lar lo concerniente al primer aspecto observado. Siesto es así, es obligado preguntar qué ruta de cam-bio seguir.

Algo más sobre la crisis del socialismo real: unfactor poco considerado, y que ya había sidoseñalado por el economista liberal Frederick A.Hayek, es la eliminación del riesgo en las activida-des económico-sociales de la gente; esto generóuna inconformidad sorda entre los habitantes delos países socialistas. Si a este hecho se le sumala falta de participación en la toma de decisionespolíticas, no resulta difícil admitir que dichas socie-dades estaban permeadas por una transversalidadestatal expropiatoria de las masas y, por lo tanto,reñida con los principios socialistas. Sin menos-cabo de los avances científicos logrados, la implo-sión de la Unión Soviética es una manifestaciónelocuente de que todo proceso de desarrollo deberealizarse en un régimen de libertad. Los largos

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plazos históricos demuestran que la transforma-ción de los valores socioculturales de una épocaes lenta pero sustantiva. Y esto es una cuestiónque transciende la mera racionalidad económica;invita a reflexionar en un amplio espectro discipli-nario.

5) Crisis civilizatoriaEl capitalismo ha perdurado en los últimos dos-cientos años con avances y retrocesos. Sería infan-til afirmar que se encuentra en fase terminal; loque sí puede decirse es que experimenta unafase decadente de largo plazo, y difícilmente se en-contrará un aliento económico que le insufle vidaesplendorosa. Afirmar lo expuesto en un momen-to de gran desarrollo científico-tecnológico puedeparecer un contrasentido. En todo caso, es posibleformular hipotéticamente límites tecnológicos enrelación con el desarrollo capitalista actual.5 Pue-den considerarse, a este respecto, componentescuyo sostén tecnológico es indudable, como losquebrantos alimentarios y la crisis energética.

Se sabe que en la estructura terrestre se hanproducido cambios naturales que alteran la fisono-mía del medio ambiente y del hombre mismo; unproceso de evolución permanente. En esta diná-mica la actitud humana desempeña un papel im-portante en diversos periodos: enfrentamiento,dominio y destrucción de la naturaleza.

Resulta difícil calificar en qué magnitud elmodo capitalista de producción ha contribuido atal destrucción. Lo cierto es que la producción in-dustrial gravita fuertemente en el deterioro me-dioambiental de nuestro tiempo.

Sin llegar a conformarse como conciencia so-cial, se sabe que el consumo energético no renova-ble es depredador; sin embargo, no existe unapolítica mundial preservativa del medio ambiente,lo que no deja de constituir un alerta sobre el pre-sente y el futuro próximo. Los necesarios acuerdosinternacionales son vulnerados o sencillamenteignorados, como en Kyoto. Se destruye bajo distin-tas lógicas: Estados Unidos destruye para hacerprevalecer un patrón de vida consumista y, a lavez, preservar la ganancia empresarial; China lohace para desarrollar su economía y alimentar asu inmensa población. No son semejantes los ca-sos, sí los efectos para las personas y para el me-dioambiente global. Es previsible pensar que ladestrucción medioambiental provocada por el cre-cimiento económico depredador ha de encontrarun límite; tal límite debe provenir de la acción hu-

mana con base en una decisión racional, cuyoscontenidos y objetivos corresponde explicitar.

¿Cuál es la decisión racional? Ciertamente noaquella que encierra la razón en marcos mera-mente organizacionales; por el contrario, unadecisionalidad social se despliega entre la políticay la economía, sin dejar de considerar factoresculturales, éticos y sociales, ejemplificación no li-mitativa. En lo inmediato esto significa desalentarel consumo energético de carbón, petróleo y gas,y sustituirlo por energías renovables de origeneólico, geodésico, marino y de biomasa, entreotras. Estos cambios requieren cierta gradualidaden función de la construcción de infraestructurarequerida por la energía sustitutiva; es posible rea-lizarla. Lo más difícil es tomar la decisión políticade hacerlo, anulando los intereses corporativostransnacionales que operan la energía no renova-ble. Por ello, toda iniciativa reformista que no en-tienda esta demanda es caduca. Manifestar preo-cupación por el cambio climático y no actuar enconsecuencia es incoherente, aspecto éste en elque la burguesía muestra sus límites de clase: prio-rizar la ganancia y trasladar los costos a la socie-dad. Límites a destruir socialmente cancelando elcontrol en la producción política de mercancías.Transformación a realizar con decisionalidad polí-tica, organización y movilización sociales. En otraspalabras, es imperativo construir otra legitimidadque cuestione la propiedad privada del gran capi-tal, ámbito de la exacción social.6 Esta actividaddebe orientarse, sobre todo, hacia los complejoseconómicos internacionales con gravitación sociale impacto económico, tales como los núcleos fi-nancieros, los laboratorios farmacéuticos y las em-presas energéticas y alimentarias. La construcciónde un nuevo orden no puede erigirse sobre las mis-mas bases que produjeron la crisis. Si la formula-ción de nuevas ideas y nuevos relacionamientossociales exigen desmontar los mecanismos frau-dulentos de la gobernabilidad democrática actual,no caben titubeos; la formulación de un nuevo or-den social comienza por eliminar la miseria econó-mica del viejo orden. Ponerle remiendos a la crisises cubrir con harapos la pobreza de la gente.

Presentar como uno de los problemas másimportantes de la actualidad la cuestión de la des-igualdad social es ignorar o pretender amortiguar,por un lado, qué es lo que genera la postergacióny, por el otro, atenuar efectos sociales sin removerlas causas originantes. Si la explotación socialfuera sólo una cuestión monetaria y no se conside-

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rase también una restricción de grados de libertad,bastaría con disminuir, vía salarios, la presión ex-tractiva de plusvalor y reconducir al sujeto al decla-rado equilibrio social. En la economía liberal, esclaro que el beneficio de un sector es la postraciónde otro sector. Si la idea es realizar los cambiosmediante la redistribución de ingresos, por ejem-plo, la imposición fiscal progresiva, la dificultad sepresenta al pretender ejercer la voluntad política.Si los concurrentes al mercado fueran neutros, noportadores de intereses, la abstracción redistribu-tiva se realizaría; el problema es, como se dijo, queel sujeto económico tiene intereses y la afectacióndel concreto real provoca la transformación del or-den; por ello la concurrencia de la política es nece-saria para la transformación de la economía y deotros factores. No es sólo una cuestión de Estado,es también la participación ciudadana informada;la horizontalidad política permeando la verticali-dad económica, la transformación posible.

Una propuesta de civilización que destruye elmedio ambiente y que no alimenta a una quintaparte de la población mundial no puede consi-derarse tal. Una propuesta política que no hacancelado la guerra como “estrategia econó-mica de desarrollo” es éticamente inaceptable. Elcaso de los alimentos es un baldón para el modode producción capitalista; la dis-tribución de alimentos registraotro fracaso del mercado. Exis-ten economías excedentariasen la producción de alimentos,como Argentina, que posee unaeconomía agrícola con posibili-dad de alimentar a 300 millo-nes de personas; sin embargo,con cerca de 40 millones dehabitantes, hay provincias delnoroeste argentino con déficitalimentario. Esta situación sereproduce con niveles alarman-tes en África; y en México, con16 millones de personas en estacondición, la lacerante realidadse denomina eufemísticamente“pobreza alimentaria”. Ver sóloen realidades de esta índoleproblemas de desigualdad es undiagnóstico sesgado; desde estaóptica la apelación al Estado esinexcusable, lo que lleva a unasistencialismo perpetuante de

la desigualdad; no así cuando las reformas apun-tan a remociones estructurales.

Con base en lo antes expuesto, cabe pregun-tarse cómo salir de la crisis sin que esto signifi-que abrir una puerta a su repetición. Lo realizadopor los gobiernos no resulta alentador. En EstadosUnidos Barak Obama entregó 81 mil millones dedólares de los contribuyentes a las empresas auto-motrices, en particular a General Motors; rescatesde este orden, de incierta recuperación, se repitie-ron en el capitalismo desarrollado. Se piensa queel Estado interviene para evitar quebrantos econó-micos mayores; es parcialmente cierto. En reali-dad el Estado interviene en una dinámica de sub-ordinación al capital, lo que desmiente que laintervención estatal sea lesiva a los intereses delcapitalismo; no deja de ser una ideologización quese maneja conforme sean los intereses en juego.Cuando se trata de privatizar bienes públicos eldiscurso cuestiona la presencia del Estado, tildán-dola de ineficiente.

Así las cosas, la gente no atina a reaccionarcon energía política frente a la crisis. Sea por con-formismo, pasividad ideologizada o desinterés, locierto es que la prolongación de la crisis afectaal bienestar cultural de la humanidad en el másamplio sentido del término. El deterioro del neoli-

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“Una propuesta de civilización que destruye el medio ambientey que no alimenta a una quinta parte de la población mundial nopuede considerarse como tal.”

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beralismo y de la financiarización del mundocomo su versión más acendrada, no pronostica elagotamiento del capitalismo. La estimación másrigurosa hace prever una decadencia de largoplazo. Mientras ayer ideólogos de Estado plantea-ban “el fin de la historia”, hoy, desde la inorganici-dad de la resistencia social, puede afirmarse que lahistoria recién comienza. Ser contemporáneo desu tiempo es una distinción política que el ciuda-dano ha de ganar en la disputa social.

6) ¿Qué hacer?Se vuelve un lugar común la afirmación de “apren-der de la crisis”, aprendizaje que si no se orientateóricamente se convierte en repetición de expe-riencias pasadas en condiciones históricas distin-tas. Apelar a Keynes en un contexto de crisis delcapitalismo “globalizado” revela una limitaciónconceptual profunda. Ver al Estado en abstractonos lleva a girar inversiones hacia la gran corpora-ción –700 mil millones de dólares en EstadosUnidos–, en busca de reactivar la producción y elconsumo; canalizar recursos a la reanimación pro-ductiva en un ámbito de desempleo no estimula lageneración de plusvalía, sustancia del capital, si-tuación que no se resuelve con la incorporacióntecnológica; a largo plazo la ganancia decrecienteabre de nuevo el horizonte de la crisis. La recurren-cia de éstas en el siglo pasado y en el presente vaacompañada de dos guerras mundiales y variasmás regionales –Corea, Vietnam, intervenciones

militares en América Latina, y en la actualidad Iraky Afganistán–, lo que muestra que la reproducciónampliada del capital requiere procesos de valoriza-ción ajenos al mercado, a pesar de que la retóricagobernante diga lo contrario.

Resulta difícil entender cómo la gente que cre-yó en la ineficiencia del Estado, cuando se dio elauge neoliberal, deposita expectativas de recupe-ración mediante una intervención estatal anticí-clica; de nuevo la disociación de la economía y lapolítica. Es cierto que también se presentan signosde recuperación con la participación social, comoen Bolivia, Ecuador y Venezuela, a la par de retro-cesos políticos significativos, como en México yHonduras; también se dan fuertes procesos dere-chizantes en Europa: Alemania, Austria e Italia. Eneste contexto, lo que no parece entender la sedi-cente izquierda latinoamericana y europea esque no es suficiente ocupar el Estado si se quie-ren realizar transformaciones sociales profun-das; se requiere ejercer una voluntad de dominiopolítico que revierta el predominio de las clasesdominantes al interior del propio Estado, lo queequivale a cancelar la expresión de sus intereseseconómicos en políticas estatales; esto no se ha lo-grado en el actual manejo de la crisis.

La transformación de una sociedad es de las ta-reas más arduas que puedan encararse, sobre todoen lo concerniente a los valores que norman laconvivencia. Los cambios de época son lentos, tra-bajosos y no exentos de conflictividad; pareciera

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Frente a la decadencia capitalista en curso es preciso revalorar proyectos sociales cancelados por el neoliberalismo.

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que la evolución biológica es menos compleja quela transformación de las mentalidades. Éste es untema abordado por pensadores de fuste. Un refe-rente fundamental del pensamiento liberal afirmaque las motivaciones individuales referidas a laaceptación de valores carecen de importancia; lorelevante es la adhesión a un orden cuya valora-ción central es la propiedad privada, con el re-fuerzo de la ley.7 No deja de generar reservas talrelativización de las conductas sociales; sí es desta-cable el principio de utilidad que se sostiene: pro-piedad privada y consenso de valores. El reforza-miento del factor orden es lo que cuenta; unadespersonalización sistémica notable.

Éste es el punto medular del cambio histórico:la transformación del factor orden en intrínsecavinculación con el modo de producción. Y aquítiene un peso importante la forma estatal vigente,no otra que la democracia capitalista. Sin la califi-cación del modo de producción, la democraciacontemporánea es una confusa abstracción (léasegobernabilidad democrática) que oculta el caráctercapitalista de la misma. Como se adelantó, la am-pliación de la democracia a otras esferas de la vidada margen al cambio racional, factible de reali-zar con los menores costos sociales, sin garantíasy con muchos escollos por sortear en el enfrenta-miento de clases: la afectación de los interesesdominantes. Este proceso ya ha comenzado, demanera inorgánica, sin la necesaria articulaciónpolítica-económica-social. La resistencia de secto-res indígenas, obreros, campesinos y de núcleosurbanos desarrollada en América Latina ha de lo-grar un salto de calidad, en el marco del trípodeseñalado, que permita una visualización de poderque rebase una dominación de Estado sin cambiosestructurales. Una valoración diferencial de la de-mocracia contemporánea ha de apuntar a unatransformación cualitativa de la misma.

Con base en lo anterior, es permisible afirmarque la radicalización de las luchas sociales deman-da asumir propuestas anticapitalistas, en el enten-dido de que éstas no se van a traducir en espaciossocialistas, pero sí marcarán un rumbo diferente,una orientación que busca la confirmación de unnuevo orden. En este sentido es plausible revalo-rar proyectos sociales que el neoliberalismo pre-tendió cancelar históricamente, entre otros, la víacampesina, las autonomías indígenas, la ecologíasocial y sostenible, y las cooperativas de produc-ción, realizables con eficiencia y solidaridad orga-nizacional.

Lo propuesto no son ideas ilusorias, son plan-teos que orientan a una nueva cultura, a nuevosvalores que tienen viejas raíces: la cooperaciónsolidaria, el amor como potencia humana incon-mensurable, la igualdad en las diferencias, los par-ticulares universales, una irrenunciable voluntadde libertad; todo ello, si la idea lo concibe, la reali-dad lo permite.

Frente a la decadencia capitalista en curso,hay que formular una razón de vida, un nuevo Re-nacimiento que no sólo recupere la centralidadhumana sino también dignidad materializada enbienestar general. Lograrlo exige una voluntad po-lítica conjugada con energía social; una integra-ción que cuestione las propias bases del sistemaimperante. Se trata de forjar una perspectiva decambio histórico que no reproduzca vicios estatis-tas ni encumbramientos de liderazgos autocráti-cos que expropien las decisiones colectivas. Lo ne-cesario es dar aliento a una politicidad social quedesplace la “mercadotecnización” de la política ysea cauce para construir una ética rectora del bie-nestar humano en libertad. �

1 Beinstein, Jorge, Crónica de la decadencia. Argentina,Cártago, 2009, p. 11.

2 Tijerina Garza, Eliézer, Una nueva economía para la nuevaeconomía. México, UAM-Iztapalapa, 2008, p. 104.

3 La Jornada, México, octubre de 2009, p. 26.4 Beinstein, op. cit., p. 24.5 Ibid., p. 36.6 Martinelli, José María, “Legitimidad y cambio social”, en

Germán Vargas Larios (coord.), Políticas públicas de nuevageneración: Una visión crítica, México, UAM-Iztapalapa, 2009.

7 Hayek, Friedrich A., Derecho, legislación y libertad. Ma-drid, Unión Editorial, 1985, p. 212 y ss.

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nomía, México, UAM-Iztapalapa, 2008.

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PreliminarLa ecología de Marx: Materia-lismo y naturaleza, de John Be-llamy Foster, es un trabajo ca-racterizado por el rigor y laerudición. Abunda en fuentesfilosóficas localizables en distin-tas fases del desarrollo de lahistoria de la filosofía, desde losfilósofos clásicos griegos hastalos del siglo XIX, como Hegel.Además, examina tanto lasprincipales obras de los econo-mistas políticos del XVIII y el XIX,principalmente los británicos,como la evolución del pensa-miento científico y tecnológico del mismo periodo.En particular, este examen destaca la relación deMarx con las obras de Liebig, y expone aspectosde la historia de la tecnología agrícola empleadapara lograr la fertilidad de los suelos, desde el usode huesos, guano y salitre, hasta el desarrollo delos fertilizantes fabricados industrialmente.

En relación a la formación de las ciudades in-dustriales, Foster expone las críticas del británico

Chadwick, cuya obra antecedióa la de Engels, a propósito delas condiciones de vida de lostrabajadores en las ciudades in-dustriales británicas. Además,expone los desarrollos de urba-nistas norteamericanos comoWaring, quienes ya criticaban lainsalubridad y deterioro de lascondiciones de vida en las ciu-dades.

De este modo, el libro ofreceuna amplia perspectiva paraconstruir y explicar el desarro-llo del pensamiento de Marxsobre la relación hombre-natu-

raleza, tal como lo hace a lo largo de sus seiscapítulos: La concepción materialista de la natura-leza; La verdadera cuestión terrenal; Naturalistasclericales; La concepción materialista de la historia;El metabolismo de sociedad y naturaleza, y La basede nuestra visión de la historia natural. El estudiodel coeditor de Monthly Review permite, así, expli-car la influencia de las ideas de intelectuales comoDarwin en el pensamiento de Marx con una inte-gralidad no lograda en otros trabajos sobre la rela-ción hombre-naturaleza en el capitalismo en laobra de Marx, destinados a indagar.

El concepto medular examinado por Fosteres el de metabolismo, para cuya explicación debió

* Profesor-Investigador, Departamento de Sociología,UAM-Iztapalapa.

** Profesora-Investigadora, Departamento de Economía,UAM-Azcapotzalco.

La primera exigencia de la máquina de vapor y la necesidad principal de casitodas las ramas de la gran industria es contar con agua relativamente limpia.Pero la ciudad industrial convierte todas las aguas en un hediondo líquido.

Federico Engels, Anti-Dühring

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conocer los avances científicosde la época en campos como laquímica, la bioquímica, edafo-logía, fisiología, biología y gas-tronomía. De esta manera, elcapítulo El metabolismo de so-ciedad y naturaleza aborda di-versos aspectos sobre la vincu-lación –a la vez contradictoriay necesaria– entre la sociedad yla naturaleza, que en el desarro-llo capitalista asume la forma deuna desastrosa oposición entrecampo y ciudad. Esta contra-dicción persiste y se agrava, yconcita con ello un constanteflujo de análisis y proyectosdesarrollistas, cuyos pobres re-sultados no afectan su capaci-dad de inspirar una y otra vezpolíticas públicas y privadasdestinadas a suprimir tal anti-nomia. Así, la investigación de Foster ubica lacrítica ecológica al capitalismo en la perspectivade las tesis contenidas en Manifiesto del PartidoComunista, de 1848, que propuso como parte delproyecto comunista, la abolición de la separaciónentre campo y ciudad.

Desde América Latina, este abordaje puede servinculado –por ejemplo– a lo planteado por JaphyWilson, de la Universidad de Manchester, sobre elPlan Puebla Panamá –ahora conocido como Pro-yecto Mesoamérica–, a cuyo amparo se impulsa laconstrucción de ciudades rurales. Éstas constitu-yen un hito en el proceso histórico de urbanizacióndel campo, a cuyos orígenes se refirió Marx alseñalar cómo “La Edad Media (época germánica)surge de la tierra como sede de la historia, historiacuyo desarrollo posterior se convierte luego enuna contraposición entre ciudad y campo; la [his-toria] moderna es urbanización del campo, no, comoentre los antiguos, ruralización de la ciudad.” Al res-pecto, Wilson señala algunos rasgos característi-cos del proceso de urbanización de la vida agrariachiapaneca: “una eficiente organización territo-rial basada en la propiedad privada, mano de obrabarata, plantaciones agroindustriales, extracciónde recursos naturales y promoción del gran tu-rismo”. Mariela Zunino y Miguel Pickard, del Cen-tro de Investigaciones Económicas y Políticas deAcción Comunitaria (CIEPAC), explican cómo se ins-cribe en el Proyecto Mesoamérica la primera ciu-

dad rural construida en Chiapas, Nuevo Juan deGrijalva. De esta forma, plantean que a raíz de lareunión de los presidentes de México, las nacionesCentroamérica y Colombia, el Banco Mundialpublicó, en noviembre de 2008, su Informe sobreDesarrollo Mundial 2009. Una nueva geografíaeconómica, donde se explica que el propósito de lapolítica del Banco Mundial es impulsar el acerca-miento del campo a la ciudad. Wilson, Zunino yPickard coinciden en el contenido esencialmenteeconómico de este proyecto de ciudades rurales,que subordina los problemas sociales a la eficien-cia en el uso del territorio en función de los intere-ses de los inversionistas.

El proyecto, a cargo del Instituto de Poblacióny Ciudades Rurales de Chiapas, hace parte de lasacciones correspondientes al Plan Estatal de Des-arrollo 2006-2012. En el mismo participan Ba-norte, Maseca, Fundación Televisa, Fundación Tel-mex, Grupo Carso, Fondo Social Banamex, BBVABancomer, las fundaciones Río Arronte y Azteca,Techos Mexalite, Cementos Cruz Azul, Farma-cias del Ahorro, Ecoblock Internacional, y organis-mos como Natura y Ecosistemas Mexicanos.1 Losasesores de este proyecto incluyen al Programade las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Ban-co Interamericano de Desarrollo (BID), la Universi-dad Nacional Autónoma de México, el Instituto Po-litécnico Nacional y la Universidad Autónoma deChiapas. Entre las instituciones gubernamentales

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Nuevo Juan de Grijalva, en el estado de Chiapas, la primera “ciudad rural”, proyectoque subordina los problemas sociales a la eficiencia en el uso del territorio en función delos intereses de los inversionistas.

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federales participantes, destaca la participación deComisión Federal de Electricidad (CFE) y ComisiónNacional del Agua (Conagua).

Cabe pensar que el proyecto perfecciona elconcepto de las “aldeas estratégicas” implementa-das como parte de la estrategia norteamericanadurante la guerra de Vietnam, al cual se vincularontambién los “Nuevos Centros de Población” pro-movidos por el gobierno mexicano desde fines dela década de 1960,2 que estudiosos de la cuestiónagraria como Armando Bartra, han clasificadocomo “desarrollismo contrainsurgente”. Esto per-mite entender que la contradicción campo-ciudad,además de expresar una problemática ecológica yeconómica, tiene también un carácter político. Esecarácter explica el interés de los sectores domi-nantes en promover el vaciamiento del campomediante el traslado de los campesinos, indígenaso no, a las ciudades, para eliminar las condicionesde formación de sujetos agrarios rebeldes o revo-lucionarios; favorecer la apropiación citadina pri-vatizadora de recursos naturales una vez despoja-dos los propietarios o posesionarios originales–comuneros, ejidatarios, minifundistas–, y pro-mover la formación del proletariado urbano y delejército industrial de reserva necesarios para esta-blecer la contención salarial.

Ni Marx ni Engels pudieron imaginar el pro-yecto de creación de “ciudades rurales” para supe-rar la contradicción entre campo y ciudad. Sinembargo, este tipo de novísima urbanidad no escreación de los expertos nacionales, pues se re-monta a una amplia genealogía de estrategias con-trainsurgentes diseñadas en diversos lugares delmundo para sofocar los movimientos de libera-ción nacional, la mayoría de ellos de amplia baseagraria. Marx, en su tiempo y circunstancia, ex-plicó la relación en el capitalismo entre proceso detrabajo y separación-contradicción campo-ciudad.

Los escritos de Marx se caracterizan por man-tener una preocupación incesante por llevar sus

tesis a la realidad concreta mediante su historiza-ción. La experiencia de la urbanización británicaexaminada por Engels (Situación de la clase obreraen Inglaterra), le proporcionaron las fuentes histó-ricas, estructurales y coyunturales necesarias.

El planteamiento de Marx permite vincularconceptos como mercancía, valor de uso y divi-sión social del trabajo con el de metabolismo paracomprender el carácter natural del hombre y larelación dialéctica campo-ciudad. La comprensiónlógica e histórica de cada uno de estos concep-tos demanda vincularlos entre sí, pues implicanfunciones intersustentantes. El intercambio, elmetabolismo hombre-naturaleza y campo-ciudad,es posible porque están constituidos por elemen-tos semejantes entre los cuales existen flujos y re-flujos de energía, es decir, se trata de elementosnaturales.

El hombre es un ser natural y, como tal, paramantenerse vivo y reproducirse necesita de lassustancias y elementos contenidos en diversosfrutos y productos arraigados en la tierra. En con-secuencia, el primer intercambio metabólico des-arrollado por los homínidos, hasta convertirse enhombre, es aquel destinado a la apropiación de lanaturaleza para conseguir alimento, abrigo y pos-teriormente fuego. La fabricación de herramientasdesde el paleolítico fue una actividad destinada ala apropiación de la naturaleza mediante los albo-res del trabajo, de su organización y de su divisiónsocial. La consumación de estas etapas necesariaspara la reproducción de la vida biológica y la gene-ral de la vida material, es posible por la capacidadmetabólica contenida entre los elementos natura-les orgánicos e inorgánicos y la humanidad. Enconsecuencia, la prístina relación metabólica esta-blecida por el hombre es con la tierra.

Marx determinó distintos modos históricos derelación del hombre con la tierra, es decir, mane-ras diferentes de organizar la división social deltrabajo y los modos correspondientes de distribu-

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ción y apropiación de tierras y aguas. Sin embar-go, la distribución de elementos relativamentepasivos como el agua y la tierra requería de lamediación humana, del hombre organizado ensociedad. Así, la distribución de los elementos na-turales señalados bajo la égida de diversas for-mas de organización social, también implicó laarticulación de distintos modos de asentamientoshumanos y de distribución de la población, desdelas cavernas del paleolítico hasta los deslumbran-tes asentamientos humanos construidos en las ri-beras del Nilo o en la península de Yucatán. Sinembargo, en todos los casos el punto de partida hasido el mismo, la relación del género humano conla tierra, con la naturaleza toda.

Con el desarrollo del mercantilismo, el resurgi-miento urbano cobró inesperada importancia.Entonces viejas ciudades de raíz romana, comoLondres, cobraron inesperado ascenso, mientrasen América antiguas localidades indígenas resur-gieron como emporios mineros novohispanos,como ocurrió con Taxco, en Guerrero. Se fundaronnumerosos puertos atlánticos en América desdeNueva York hasta Buenos Aires y, de menor rele-vancia, en el Pacífico, donde se emprendieronconstrucciones portuarias, desde San Franciscohasta Valparaíso. Asentamientos mineros, pobla-ciones comerciales, centros manufactureros, puer-tos, ciudades financieras: todas estas formas deorganización de asentamientos humanos dieroncurso a la formación y al crecimiento de viejos ynuevos núcleos urbanos.

El mercantilismo es inseparable del procesodenominado acumulación originaria de capital, enrealidad constituye un aspecto del proceso de acu-

mulación originaria de capital. Por ello, desde el si-glo XIV en Europa inició el proceso de vaciamientodemográfico de la ruralidad. Desde inicios del sigloXVI los habitantes rurales de las Islas Británicasexperimentaron el proceso de evacuación demo-gráfica del campo hacia las nacientes ciudades.Por ello, Marx evoca la obra de Tomas Moro, Uto-pía (1516), donde el notable canciller, teólogo yabogado británico da cuenta de la destrucción dela economía campesina a través de la imposiciónde la ganadería ovina en gran escala: “[…] Unaley de 1533 se queja de que no pocos propietariosposean 24,000 ovejas, y restringe el número de és-tas a 2,000 […] En su Utopía, Tomás Moro escribiósobre el extraño país donde ‘las ovejas devoran alos hombres’”.

Pese a las rebeliones agrarias, la resistenciacampesina, las críticas de humanistas británicos yla promulgación de numerosas leyes, continuó du-rante tres siglos el proceso de despojo agrario y deexpulsión de las formas comunales de posesiónde la tierra en beneficio de la nobleza convertidaen burguesía agraria. El desalojo agrario decimo-nónico fue reseñado magistralmente por Marx.

Marx demostró cómo el proceso de urbaniza-ción del campo, es decir, de la implantación de losintereses urbanos sobre la vida agraria en las IslasBritánicas abarcó el periodo comprendido que vade los siglos XVI al XIX. La expulsión de la poblaciónrural llevó a una parte de los campesinos a emigrara ultramar, pero sobre todo a desplazarse a lasciudades británicas como Londres, Manchester yBirmingham. Las condiciones de quienes fuerontrasladados mediante distintos métodos compulsi-vos figuran en el libro Situación de la clase obrera

en Inglaterra, en el que Federico Engelsdescribió con gran detalle las condicio-nes de vida de los campesinos transfor-mados violentamente en un proletariadourbano hacinado en barrios y viviendaspestilentes.

El desarraigo masivo de los habitan-tes del mundo rural configuró un aspectode la fractura, de la ruptura de la relacióncampo-ciudad, de modo más preciso delintercambio orgánico hombre-naturaleza,del metabolismo entre campo y ciudad.Malthus expresó su preocupación porel creciente desequilibrio de la relaciónhombre-naturaleza, asumiéndolo comoun conflicto insoluble entre el crecimien-to desproporcionado de la población

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Marx demostró cómo el proceso de urbanización del campoen las Islas Británicas abarcó los siglos XVI al XIX.

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urbana y el lento crecimiento de la producción delos alimentos, en particular los cereales. El trasladocompulsivo de la población rural a las ciudades sig-nificó la aglomeración de seres humanos que noproducían ningún insumo natural para atendera su necesidad siempre creciente de bienes natu-rales para la reproducción de la vida biológica: ali-mentos, madera y otros productos vegetalesnecesarios para la producción de fibras, calor, gra-sas y múltiples derivados de la ganadería ovina yvacuna.

Este consumo de los bienes agropecuarios ynaturales, como el agua de ríos tan importantescomo el Támesis, convirtió a la industria urbana endeudora neta de la vida agraria. Malthus sintetizóesta desproporción explicando que el incrementode la producción de los bienes agrícolas ocurríaen proporción aritmética, en tanto que el de lapoblación urbana lo hacía en forma geométrica. Através de la preocupación demográfica, Malthusexpresó lo que durante los siglos XVIII y XIX consti-tuyó una tribulación permanente para los terrate-nientes, los economistas políticos y los agróno-mos: la creciente esterilidad y esterilización de lossuelos. Reportes británicos del siglo XIX explican eldesenvolvimiento del mercado de huesos huma-nos provenientes de antiguos campos de batallapara emplearlos como fertilizantes. Luego vendríael uso de guano peruano, cuya escasez crecientellevaría en la década de 1860 a recurrir al nitratochileno.

Desde fines del siglo XVIII los británicos y, ya enel siglo XIX, los alemanes y los franceses, avanza-ron en diversos aspectos de la tecnología necesa-ria para la producción de fertilizantes. Sobre cadauna de estas cuestiones existe información sufi-ciente para comprender el grado alcanzado por laobsesión de combatir el agotamiento de los suelos.

La fractura de la relación hombre-naturaleza apartir del desarrollo de las ciudades industriales seaprecia en la destrucción de las funciones natura-les de distintos bienes comunes, propios de la ru-ralidad, que no sólo no representaban interés paralos terratenientes, sino que obstaculizaban el des-arrollo de la agricultura y la ganadería extensivas.Sobre el tema, Marx escribió abundantes pasajes.

La crítica de Marx y Engels a la relación hom-bre-naturaleza puede apreciarse por lo menos endos niveles. En primer lugar, los fundadores delmaterialismo histórico valoran la medida en queel desarrollo capitalista genera procesos de des-trucción de la naturaleza, incluido el género hu-

mano, que a su vez ponen en peligro la reproduc-ción del propio sistema económico vigente. Ya enel siglo XIX se tenía conciencia clara del modo enque la moderna industria daña la reproducción delos bienes comunes: suelos, bosques, aguas, aire,etcétera.

Aspectos de esta crítica fueron inscritos en elmarco de la sociedad burguesa. En el tomo III de ElCapital, en el capítulo: “Economía en el empleo delcapital constante”, Marx analiza el aumento en laproducción mediante la explotación intensiva dela mano de obra con el objetivo de elevar la plusva-lía (relativa) y por tanto la ganancia capitalista.Esta necesidad, inherente al capitalismo, de incre-mentar la utilización del capital fijo –base para elaumento de la producción de plusvalía (relativa), através de un aumento en la productividad del tra-bajo (mismo número de obreros)– generalmenteva acompañada tanto de una mayor utilización demateria prima como de un mayor número de ma-quinaria, y de un incremento en todos los desem-bolsos relacionados con el capital constante. Por lotanto, se presentan dos fuerzas contrarias: por unlado, a través del aumento se incrementa la ganan-cia, pero por el otro disminuye. Esto, aunado a laexistencia de gastos que casi no varían –comopago de impuestos, alquileres, seguros, pago desalarios a trabajadores permanentes, etc.–, loscuales aumentan con respecto a la ganancia.

Lo anterior impone a la producción capitalistareducir al mínimo los costos y restaurar la tasa deganancia. El capital debe plantearse la necesidaddel ahorro en desembolsos para la adquisición decapital constante. Inmerso en esta problemática,Marx visualizó cómo empezaban a advertir algu-nos capitalistas la importancia de economizar enese sentido. Marx, en el capítulo señalado, expusolas economías articuladas por los capitalistaspara lograr ahorros en el capital constante: el re-uso de los desperdicios de la producción es una delas formas como se economiza en las “condicionesde la producción”. En tanto los desechos son con-vertidos de nuevo en mercancías intercambiablespara ser utilizadas en el proceso productivo, pro-vocan una reducción en los costos de una parte delcapital constante.

Otra manera de ahorrar en los desembolsospara la adquisición de capital constante consisteen el “empleo común de los medios de producciónpor parte del obrero colectivo”, pues la “economíaen las condiciones de producción que caracterizala producción en gran escala surge principalmente

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del hecho de que tales condiciones operan comocondiciones de trabajo social, socialmente combi-nado… como condiciones sociales del trabajo”.Las mejoras o perfeccionamientos de la maquina-ria son también fuentes de economía en el capitalconstante. Éstas pueden ser en relación a:

• Material del que están construidas las má-quinas;

• Maquinaria más barata debido a una me-jora tecnológica en la producción general demáquinas;

• Mejoras en las condiciones de producciónque permiten producir más eficientementesin modificar el equipo de capital. Por ejem-plo, dice Marx, “mejoras especiales” comoson “el perfeccionamiento de las calderasde vapor, etcétera”;

• Mejoras en la tecnología que permitan dismi-nuir los desechos productivos.

Por otro lado, el progreso tecnológico en el sec-tor de la economía, productor de maquinaria, dis-minuye el valor del capital constante e incrementala tasa de ganancia, dada la plusvalía y la tasa deplusvalía.

Un modo de ahorrar el capital fijo, llevó al capi-tal a encontrar modos adecuados para atenuar losefectos destructivos de la producción capitalistasobre la naturaleza. Esta cuestión se puede ver conclaridad cuando Marx considera la posibilidad deaprovechar los desperdicios de la producción capi-talista, en el apartado “El aprovechamiento de lasdeyecciones de la producción”. Científicos de laépoca –como el edafólogo alemán, Liebig; el higie-nista británico Chadwick, y el agrónomo y urba-nista norteamericano Waring– escribieron suspreocupaciones sobre el destino de las aguas resi-duales. Por ello, las inquietudes externadas en ElCapital y, por Engels, en El problema de la vivienda,detuvieron la mirada en el aprovechamiento de losdesechos humanos como abono. Esta preocupa-ción se advierte incluso en una problemática lin-dante con la crematística, como la examinada enel capítulo “Economía en el empleo del capitalconstante”:

Con el modo capitalista de producción se amplíael aprovechamiento de las deyecciones de la pro-ducción y el consumo. Por las primeras entende-mos los desechos de la industria y de la agricul-tura, y por las últimas en parte las deyecciones

resultantes del metabolismo natural del hombre,y en parte la forma en que quedan como residuoslos objetivos de uso luego de su consumo. Porconsiguiente, en la industria química son deyec-ciones de la producción los subproductos que sepierden en la producción en pequeña escala; laslimaduras de hierro que quedan como desecho enla fabricación de máquinas, y que vuelven a en-trar como materia prima en la producción del hie-rro, etc. Son deyecciones del consumo los produc-tos de eliminación natural de los hombres, restosde vestimentas en forma de andrajos, etc. Lasdeyecciones del consumo son de máxima impor-tancia para la agricultura. En lo que se refiere a suutilización tiene lugar un despilfarro colosal en laeconomía capitalista; en Londres, por ejemplo, a di-cha economía no se le ocurre hacer nada mejor conel abono producido por 4½ millones de personas,que utilizarlo con ingentes costos para contaminarcon él el Támesis.3

Estas perspectivas pueden ser comprendidasen el horizonte cognoscitivo inherente a lo que ac-tualmente se considera como preocupaciones porimpulsar la sustentabilidad; en los pasajes transcri-tos no se apresta la crítica para señalar derroteroscomunistas. Por esto Marx orienta su análisis alestablecimiento de los límites ecológicos, escribi-ríamos ahora, de la producción capitalista.

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Las ciudades industriales, fenómeno producto de laindustrialización y el abandono de la población del campo.

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La segunda gran línea de reflexión sobre eltema, ya presente en el Manifiesto del PartidoComunista de 1848, se refiere a la supresión de laantítesis entre la ciudad y el campo. Así, en 1877,en textos destinados a la polémica, Engels explicólos efectos devastadores de la gran propiedadagraria capitalista, utilizando el caso de los gran-des terratenientes esclavistas del sur de EstadosUnidos de Norteamérica. La creciente demanda detextiles de algodón originada en las necesidadesurbanas, intensificó el monocultivo extensivo delalgodón y empobreció a tal punto los suelos, queoriginó la emigración de las plantaciones esclavis-tas algodoneras al oeste. Este tipo de agricultura,contradictoria en tanto capitalista y esclavista, de-mostró sus limitaciones históricas destruyendo elsuelo y esclavizando a los negros.

La ciudad burguesa también fue objeto de aná-lisis crítico por Engels:

La superación de la contraposición entre la ciudady el campo no es pues, según esto, sólo posible. Esya una inmediata necesidad de la producción in-dustrial misma, como lo es también de la produc-ción agrícola y, además, de la higiene pública.Sólo mediante la fusión de la ciudad y el campopuede eliminarse el actual envenenamiento delaire, el agua y la tierra; sólo con ella puede conse-guirse que las masas que hoy se pudren en las ciu-dades pongan su abono natural al servicio del cul-tivo de las plantas, en vez de al de la producciónde enfermedades…

La superación de la separación de la ciudad yel campo no es […] una utopía […] Cierto que lacivilización nos ha dejado en las grandes ciudadesuna gran herencia que costaría mucho tiempo y

esfuerzo eliminar. Pero las grandes ciudades tie-nen que ser suprimidas, y lo serán, aunque sea acosta de un proceso largo y difícil…4

La lectura del estudio de Foster permite com-prender nuevas perspectivas sobre la obra deMarx y de Engels. Foster, en efecto, expresa unavance conceptual que provee los medios teóricose históricos necesarios para profundizar la críticaal modo de producción capitalista mediante la crí-tica ecológica, que pone al descubierto los efectosdepredadores de la urbanización industrializadorasobre la naturaleza y la humanidad. Así, por ejem-plo, La ecología de Marx aborda la relación antagó-nica campo-ciudad en su significado histórico ysu notable actualidad. Hoy, el intento descrito de“resolver” la contradicción campo-ciudad me-diante las denominadas “ciudades rurales”, consti-tuye un planteamiento quimérico, incapaz de asi-milar una contradicción referida a una totalidadconstruida históricamente por el modo de produc-ción capitalista. �

1 Ángeles Mariscal, “Desarrollo, el objetivo de Ciudades Ru-rales: gobierno de Chiapas”, en La Jornada, 1º de septiembrede 2009, p. 29.

2 Fernando Yáñez Muñoz, “Los orígenes de la mística mili-tante: EZLN”, en Rebeldía, n. 3, enero de 2003, p. 63.

3 Karl Marx, El Capital, t. III, v. 6, pp. 123-124 (cursivasnuestras). Foster expone esta problemática del modo siguiente:“En el tomo III de El Capital hace la observación de que ‘En Lon-dres… no pueden hacer nada mejor con los excrementosque contaminar con ellos el Támesis, con un coste monstruo-so’”, citado por J. B. Foster, La Ecología de Marx, España, Elviejo topo, 2004, p. 252.

4 Federico Engels, Anti-Dühring, Grijalbo, México, 1964,pp. 293-294.

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Atravesamos por una profunda contrarrevo-lución industrial promovida por el neoli-beralismo a escala planetaria, que está

transformando el futuro del trabajo tal y como loconoció la clase obrera del siglo XX. Esta transfor-mación de nuestra civilización, será más profunday extensa que la ocurrida en Inglaterra durante elsiglo XIX; su carácter será global y cuestionará laexistencia misma del trabajo. Detonaron este pro-ceso los rendimientos decrecientes de las cada vezmás finas divisiones del trabajo en las empresasfordistas y los espectaculares avances logrados enmateria de productividad por Japón en pasadas dé-cadas, sin menospreciar el papel jugado por losacelerados avances en materia de digitalizacióny robotización. Los automatismos en las indus-trias han reducido la cantidad de personas necesa-rias en los procesos productivos.

Adam Schaff (1992: 30) identificó la tendenciahacia un futuro: “de escasez progresiva de trabajos,manifestada hoy día en el paro de 40 millonesde personas tan sólo en los países europeos”. Anteesta situación, el autor, preocupado por evitar cho-ques sociales que socaven nuestra convivencia, sepregunta: ¿qué podría asegurar la existencia deesos millones de personas que hasta ahora han vi-vido de sus salarios y que han quedado desem-pleadas, no en el antiguo sentido de la palabra,sino en calidad de innecesarias en cuanto mano deobra humana en la nueva era de la producción au-tomatizada? Y ¿cómo se podría dar a estas perso-

nas prescindibles una ocupación que le otorguesentido a sus vidas? Para Schaff una respuesta lapodemos encontrar en la doctrina de la “rentabásica sin trabajo” expuesta por Milton Friedmanen su libro Capitalism and Freedom (1962), dondepara abatir la pobreza propone que quien ganemenos que la suma exenta de impuestos, reciba loque resta para completar esa suma del Estado, o latotalidad de ella si no gana nada. André Gorz di-siente defendiendo el derecho humano básico detrabajar, pues una renta básica garantizada enfren-taría el primer problema, pero dejaría vigente alsegundo. En una sociedad donde los puestos detrabajo se asignen según la competitividad, estosserían acaparados por los más capaces o ambicio-sos, excluyendo a todos los demás. Los atrapadosen el desempleo llegarían a sentir que la sociedadno los necesita y que dependen de la buena volun-tad de los demás para vivir. Por ello propone unareducción general de las horas de trabajo sin que dis-minuya la renta real, como requisito previo a unadistribución equitativa del trabajo entre los ciuda-danos (Gorz, 1992: 30).

La anterior prospectiva corresponde al futuropara Europa y los países industrializados, sin em-bargo, para los subdesarrollados el panorama esdiferente. Ulf Himmelstrand, al comparar las im-plicaciones sociales de los cambios que están ocu-rriendo en la producción industrial en Occidente,se sorprendió al descubrir que en Europa y otrospaíses industrializados comienzan a emerger eco-nomías duales similares a las africanas y latino-americanas. El autor prevé una futura sociedadeuropea escindida, con dos tercios de la poblaciónempleada en ocupaciones industriales, adminis-

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* Área de Estudios del Trabajo, Universidad Autónoma Me-tropolitana-Xochimilco.

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trativas y de servicios avanzados, y con la terceraparte restante abandonada a la subsistencia y conuna escasa o nula seguridad social.

Sin embargo, para nuestros países subdesarro-llados se espera una relación inversa, con un terciode la población integrada al mundo tecnológico ylas otras dos terceras partes reducidas a las caren-cias de la economía informal. Estas proporcionespueden variar y tienen menos importancia que lasenormes diferencias que surgirán entre esos dostipos de economía y los tipos de trabajos y modosde vida que ya se están generando en América La-tina (Himmelstrand, 1992: 115).

Siendo tan escaso el trabajo, los obreros latino-americanos no pueden darse el lujo de rechazarun empleo de alto riesgo, pues más peligroso quealgún accidente es no tener un ingreso seguro. Poreso la industria mexicana es un molino de carnehumana, un modelo productivo donde se derrochala fuerza de trabajo por su abundancia, y se esca-tima la inversión, sobre todo en higiene y seguri-dad. En México los accidentes laborales resumentodas las sinrazones de una planta industrial queno termina de modernizarse ni prescinde de losviejos esquemas productivos. Si la investigacióntecnológica es insuficiente en nuestro país, la pes-quisa de la accidentalidad por el trabajo es menoraún, con el consiguiente déficit en el conocimientodel problema, dando lugar a mistificaciones y solu-ciones cosméticas.

Las industrias en México son una especie deratoneras para los trabajadores. En ellas pierdenalgún dedo o hasta la mano, sufren diversos gol-pes, se caen, se lastiman por sobreesfuerzos, se es-corian por abrasión, se queman a temperaturasextremas y sufren la penetración de cuerpos extra-ños en sus ojos.

En nuestro país, cada 50 segundos ocurre unaccidente laboral, situación favorecida por la des-nutrición asociada a los bajos salarios. En la dé-cada de los noventa, en un solo día la industria me-xicana generaba 4 muertos y 41 inválidos, debidoa los accidentes por el trabajo. En 1991 la sinies-tralidad agrupada del Instituto Mexicano del Se-guro Social (IMSS), Petróleos Mexicanos (PEMEX), laSecretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y elInstituto de Seguridad y Servicios Sociales para losTrabajadores del Estado (ISSSTE), sumó un total de525 mil 679 accidentes de trabajo. Que produje-ron una pérdida de 12 millones 742 mil jornadaslaborales diarias por incapacidad temporal.

En 1995, tan sólo entre los 9 millones 512 mil810 trabajadores afiliados al IMSS, hubo 13 millo-nes 427 mil 23 días de incapacidad temporal, 11millones 137 mil 130 accidentes y 36 mil 663 en-fermedades de trabajo. Aunque la Comisión Nacio-nal de Seguridad e Higiene en el Trabajo publicaun anuario con el fin de subsanar las deficienciasexistentes respecto a la información estadísticasobre los riesgos de trabajo en México, existe unsubregistro. Las empresas, para evadir obligacio-nes, sólo comunican los accidentes graves que nopueden ser atendidos en sus enfermerías; y los tra-bajadores, a fin de evitar represalias, únicamentedenuncian los accidentes que los incapacitan.

Las partes del cuerpo inmoladas con mayor fre-cuencia son, en primer lugar, las manos, que al-canzan 26% del total de lesiones ocurridas; per-derlas significa para el trabajador la angustia de nocontar con sus más preciados órganos, aquellosque le permiten sostener a su familia. Siguen enorden de importancia los accidentes en un miem-bro superior –excluyendo la mano– con 14.8%,después los miembros inferiores –sin incluir elpie– con 14.45%, los pies con una incidencia de9%, el tórax y sus órganos en un porcentaje similarque el anterior, la cabeza y la cara en 7.1% de loscasos, y las lesiones oculares con 6.12%. Bajolas letales condiciones de producción en nuestraindustria, los obreros son golpeados y atrapados(52.6%); se caen (15.9%); son dañados por radia-ciones o substancias cáusticas, tóxicas y nocivas(4%); chocan en vehículos (2.9%); reciben descar-gas eléctricas (0.4%); se queman (0.3%); sufrenescoriaciones por abrasión, y realizan sobreesfuer-zos y otros daños (22.9%). Sin embargo, la infor-mación sobre el tema es poco confiable por el im-presionante hermetismo en el manejo empresarialde la información sobre los problemas de salud

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que aquejan a los trabajadores en el interior de susfactorías.

En la tabla de Incapacidades Permanentes, Tra-bajadores bajo Riesgo de Trabajo e Indicadorespor Delegación según Tipo de Riesgo, el IMSS in-formó que en 2008 ocurrieron 13 mil 603 incapa-cidades por accidentes de trabajo en las empresasregistradas. En México ocurrieron mil 412 defun-ciones por riesgos laborales y 411 mil acciden-tes de trabajo (Sánchez, 2010). La doctora FridaMedina, jefa del Servicio de Fracturas del Hospi-tal de Traumatología en Magdalena de las Sali-nas, reportó que 8 de cada 10 accidentes detrabajo tienen como resultado lesiones músculo-esqueléticas.

En países donde existe un registro más confia-ble de los siniestros, las tasas de accidentalidadtambién son altas, pese a contar con normas deseguridad más exigentes que las nuestras; porejemplo, en España, según las Comisiones Obre-ras, ocurren 8 mil muertes al año por accidentesde trabajo. En México las empresas no cuentancon las condiciones mínimas de seguridad, los ins-pectores del trabajo generalmente son incapaces,toleran las violaciones a los reglamentos de seguri-dad industrial y reciben dádivas patronales. LasComisiones Mixtas de Higiene y Seguridad, res-ponsables de vigilar las condiciones de seguridadlaboral, tienden a acatar las directivas patronales.

Por la ausencia de información confiable, la so-ciedad civil percibe desde su sentido común a losaccidentes laborales como si fueran algo natural,un resultado de la fatalidad, ignorando las degra-dadas condiciones de producción en nuestra in-dustria.

Desde esa visión fetichizada de la inseguri-dad laboral, se culpa a la víctima por simularaccidentarse y se exonera a las empresas de todaresponsabilidad. Los analistas del sector privadoúnicamente reconocen tres causas de los acciden-tes: a) El ambiente hostil; b) El equipo inadecuado,y c) Un individuo que no puede, no quiere o nosabe trabajar. De esta manera individualizan unproblema social, pues consideran a los obrerosmexicanos como unos flojos por naturaleza. Irres-ponsables, que no desean, ni saben, ni pueden tra-bajar y padecen una marcada vocación por lamuerte.

Ilustremos ahora el problema con un accidentetípico de nuestra industria ocurrido en Real delMonte: “Nos podemos salvar del rayo, pero no dela raya”, comentan Leonardo y Benjamín, sobrevi-

vientes del accidente de la mina de San Juan Pa-chuca, burlándose de la raya que a diario les pintala muerte a los trabajadores mexicanos. Ésta es lavisión obrera inmediata del accidente: un resul-tado del destino, de la mala suerte, una obra de fa-talidad; el castigo a pagar por nuestras culpas eneste valle de lágrimas.

El 12 de octubre, Día de la Raza, 21 trabajado-res de la Compañía Minera Real del Monte termi-naron su jornada de trabajo, subieron la calesa quelos llevaría a la salida de la mina, pero el malacatese rompió. Cayeron al fondo de la mina unos 400metros y 19 mineros perecieron:

Pedro Mendoza Alemán, malacatero de la minahabía ya insistido varias veces ante seguridad in-dustrial con la queja de que el cable del malacatechisporroteaba y que había que revisarlo y reem-plazarlo o repararlo: con fecha 23 de septiembre,los expertos de seguridad habían inspeccionadoel winch y dieron el visto bueno. Como la crisisestá dura, el malacate seguía sirviendo.

El día 12, al cambio del segundo turno, se vi-vía en el fondo de la mina ese clima, mezcla dealegría e impaciencia que se produce al fin de unaagotadora jornada, y los mineros se arremolina-ban en espera de la jaula que los sacaría del tiro.El calecero dio la señal, y entre las burlas a quie-nes se quedaban para un siguiente viaje, se inició

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Por la ausencia de información confiable, la sociedad civilpercibe desde su sentido común a los accidentes laborales comosi fueran algo natural, un resultado de la fatalidad, ignorando lasdegradadas condiciones de producción en nuestra industria.

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el ascenso; habían subido sólo 60 de los 580 me-tros que los separaban de la tierra y el sol, cuandoel cable que sostenía la jaula, y que en teoría debe-ría resistir una carga de 22 toneladas, se tronchaviolentamente, precipitando al fondo del tiro y ala muerte a 20 productivas y prometedoras vi-das. A Pedro Mendoza, el malacatero, los deses-perados gritos de sus compañeros le producen unshock que le priva temporalmente del habla y talvez definitivamente de la razón (Punto Crítico,137: 16).

Lo ocurrido no es un hecho aislado, según laSección Uno del Sindicato Minero, forma parte yade la vida entre los mineros. En Real del Monte noha habido año –desde hace cuatrocientos– en queno ocurran muertes, ni mes en que no quede lesio-nado o inválido para toda la vida un minero. Por-que las tragedias de los mineros no se constriñena las grandes catástrofes; silenciosamente, poco apoco, van dejando la vida en el trabajo en miles deaccidentes que provocan heridas, mutilaciones, in-validez y muerte.

¿El accidente es un resultado de la fatalidad?No, el accidente es seguro, tan seguro como el des-censo cotidiano del salario: “Cada uno de esos mi-neros y todos los demás, sabían que ese malacateestaba en mal estado, que cualquier día se iba aromper, y que ojalá fuera cuando ellos no estuvie-ran ahí (Gilly, 1983).”

La tradición de lucha de los mineros de Real delMonte es larga. En 1776 estalló en estas minas laprimera huelga en el continente americano, ga-nada por los barroteros a don Pedro Romero deTerreros. En 1985, a más de dos siglos de la tras-cendental huelga, cuando los accidentes eran cada

vez más frecuentes, estalló un paro de 3 mil 500trabajadores, durante el cual los mineros desnu-dos, portando sólo el casco de seguridad, botas yalgunos cinturones raídos, protestaron por la pre-tensión de la empresa de reducirles prestaciones,entre ellas el reparto de ropa adecuada a sus fae-nas y equipo de seguridad.

A decir de los mineros, es sistemática la faltade ropa, botas y equipos de seguridad; en lugar demascarillas utilizan un paliacate o un pedazode franela amarrado a la cara, por lo que uno delos paristas declaró: “No nos apena estar encuera-dos, peor estamos en el infierno de allá abajo, en lamina, o mutilados y aplastados por derrumbe.”

La dirección sindical comentó:

Tuvimos que llegar a esto, nos pusieron contra lapared, no podíamos permitir que con pretextode abatir costos, sin importar la seguridad y el fu-turo de las familias mineras, la patronal regatearalas prestaciones y anulara las conquistas que hancostado la vida de miles de mineros en Real delMonte.

Jaime Mata, minero con 30 años de antigüedaden Real del Monte, desnudó la verdad: “Aquí laconstante es la muerte ya sea por accidente o porsilicosis.”

La singularidad e importancia de este paro laencontramos tanto en su contenido como en suforma. En cuanto al contenido es uno de los movi-mientos ejemplares en defensa de la salud obrera;y en cuanto a la forma, por su radical decisión dedesnudarse, antes de que la ahorrativa patronal los“encuerara” frente a los riesgos que se viven en eltrabajo.

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Protesta de los mineros de Real del Monte en 1985.

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Matriz de desgaste y reconstitución obreraEn la figura 1 presentamos la Matriz de Desgaste yReconstitución Obrera, un modelo analítico paracomprender la generación de los riesgos laborales.

En esta matriz tenemos por un lado al procesode trabajo y por el otro el modo de vida. Las doscaras del proceso de trabajo son la producción devalores mercancía y el desgaste de la fuerza de tra-bajo humana; y las del modo de vida son la repro-ducción humana y el consumo de los valores deuso de las mercancías.

En el proceso de trabajo no sólo se producenvalores mercancías, pues para ello es necesario eltrabajo obrero, que no es sino el desgaste de las ca-pacidades psicofísicas del trabajador. Así, las dosfacetas del proceso de trabajo son la producciónde valores mercancía y el desgaste humano con-cretado en fatiga, estrés, accidentes y enfermeda-des ocupacionales. El proceso de trabajo es demanera contradictoria, producción y consumo:producción de mercancías y consumo o desgastehumano.

Por otro lado, en el modo de vida es donde ocu-rre el consumo del valor de uso de las mercancías.Tal consumo es en última instancia la metaboliza-ción de la naturaleza por el hombre. Consumo conel que los trabajadores recobran su capacidad deproducción desgastada durante el proceso de tra-bajo, reconstituyen su materialidad orgánica; en élvuelven a elaborar su conciencia y reproducen enel seno familiar a los futuros obreros. El modo devida es, de manera contradictoria, consumo y pro-ducción, consumo del valor de uso de las mercan-cías y reproducción humana.

Los ciclos de valorización y reproducciónhumanaTanto al proceso de trabajo como al modo de vidalos atraviesan dos ciclos con sentidos opuestos,uno de ellos –el dominante– es el ciclo de valoriza-ción del capital, el otro –de carácter subsidiario–es el ciclo de reproducción humana. En la figura 1el ciclo dominante se representa por una líneagruesa y gira en el sentido de las manecillas delreloj; el subsidiario se simboliza con una flecha delínea delgada y gira en sentido contrario.

El ciclo de valorización del capital se inicia en laproducción de mercancías durante el proceso detrabajo y continúa en el consumo del valor de usode dichas mercaderías en el modo de vida; es eltránsito de los productos de la fábrica a nuestramesa pasando por las compras en el almacén. Alconsumir las mercancías la familia obrera generauna demanda para volverlas a producir, de estamanera se cierra un ciclo que se amplía más y másen nuestra sociedad e incrementa las ganancias.Este ciclo dominante se representa en la matrizpor una línea gruesa y sus momentos aparecensombreados.

Consideremos ahora el ciclo de reproducciónhumana, que gira del área que representa el des-gaste humano, ocurrido durante el proceso detrabajo, hacia la reproducción humana en la vidacotidiana. Puesto que los obreros se consumenal trabajar, necesitan tanto nutrirse para regene-rar su capacidad productiva como descansar parareelaborar su conciencia, a fin de poder laborar aldía siguiente.

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En este ciclo vamos del fatigoso puesto de tra-bajo al abrigo del hogar; y después, de la viviendaa la fábrica a través del transporte. El ciclo existeporque el desgaste del obrero exige su reconstitu-ción para poder volver a consumir su fuerza en eltrabajo; el esfuerzo humano es lo único que generariqueza. Así se cierra el ciclo de la reproducción vi-tal cuyo fin es subsidiar de manera ampliada laacumulación de riqueza por el capital. Podemosdistinguir en la matriz el ciclo subsidiario por la lí-nea delgada, además sus momentos no estánsombreados.

Cuando el salario es insuficiente para adquirirlos medios de vida necesarios para subsistir, la re-constitución de la fuerza de trabajo es incompleta,pues el obrero no se alimenta bien ni descansaadecuadamente y regresa fatigado a laborar. Así,la fatiga se acumula a lo largo del tiempo y desen-cadena los accidentes.

La reproducción humana no es el fin de la pro-ducción de mercado. La razón de existir de lassociedades industriales es la producción y acumu-lación de ganancias sin importar que esto signifi-que mayor desgaste humano, accidentes y enfer-medades del trabajo.

La abstracción inicial en el estudio de losaccidentes laboralesEl germen de la accidentalidad laboral que propo-nemos se compone de dos polos: a) El ahorro tantoen capital constante a invertir en maquinaria y dis-

positivos de seguridad, como en capi-tal variable, escatimado al pagar ba-jos salarios a obreros descalificados, yb) El derroche en el consumo de fuerzade trabajo expresada como fatiga.

La producción de mercado procedecon un sentido exagerado del ahorrocuando se trata del trabajo ya reali-zado, materializado en mercancías.En cambio, es una dilapidadora dehombres, de trabajo vivo, una derro-chadora no nada más de carne y san-gre sino también de nervios y cerebro.En efecto, el derroche más espantosode desarrollo individual es lo único queasegura y lleva a cabo la acumulacióndel capital.

Este germen del riesgo es la cau-sa que posibilita, en última instanciay a través de diversas mediaciones,la ocurrencia de accidentes dentro delproceso laboral. El germen del riesgo

laboral es la abstracción inicial para explicar los ac-cidentes del trabajo. Tal abstracción sólo es unpunto de partida, pues no agota el campo causalde los accidentes. Es la contradicción entre la eco-nomía en inversión de capital y el derroche en eldesgaste de fuerza de trabajo, contradicción quese introduce en el seno del proceso de produccióncon el fin de aumentar las ganancias. �

Bibliohemerografía

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En muchas de las prácticas de los mineros mexicanos es común la falta decondiciones de seguridad adecuadas para realizar su trabajo.

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Desde 2006 se han tenido acciones solidariaspara evidenciar la situación en la que operan ymueren los mineros del carbón, ver los siniestrosno como casos aislados o casuales, sino como unmodus operandi de las empresas, las cuales gozande impunidad cuando ocurre un accidente. Seformó la Organización Familia Pasta de Conchos,la que, además de continuar con las demandas delrescate de los cuerpos de los mineros, ha dado se-guimiento y respuesta a los siniestros que han ocu-rrido posteriormente, mismos que han deterio-rado la imagen de las empresas ante la opiniónpública.

Durante 2009 se publicó y analizó el vacío jurí-dico que posibilita al Estado negarles a los sobrevi-vientes y a sus familias demandar justicia, adu-ciendo que en México los familiares directos de losmineros muertos (viudas, papás, hijos, hermanos)no tienen interés jurídico para hacer las reclama-ciones correspondientes.

Durante 2010, además de darle seguimiento alcaso Pasta de Conchos, se documentaron y de-nunciaron otros dos accidentes ocurridos, uno en

la Mina Lulú, y el otro caso en el Pocito Ferber. El6 de agosto de 2009 fallecieron en la Mina Lulúdos trabajadores: Alfredo Ríos Martínez y RogelioSoto Torres. La empresa Minera Siderúrgica deCoahuila informó que el accidente ocurrió a causade un desprendimiento instantáneo de carbón enel frente de trabajo, originado por una expansiónrepentina de aire comprimido.

El 11 de septiembre de 2009, en el Pocito Fer-ber, falleció Juan Ramón Flores Juárez. El certifi-cado de defunción y los testimonios de los trabaja-dores que estaban cerca de él y que lo rescataronaún con vida, indicaron que hubo un desprendi-miento de roca del techo de la mina.

En noviembre del año pasado se realizó la pri-mera audiencia pública del Capítulo México, de laOrganización Mundial de Parlamentarios Contrala Corrupción (GOPAC, por sus siglas en inglés), ce-lebrada en la Sala Isidoro Olvera del Senado de laRepública, convocada por el senador Ricardo Gar-cía Cervantes, a petición de nuestra organizaciónsocial, cuyo tema fue la minería del carbón enCoahuila.

Hacía seis décadas que no se conformaba unadelegación tan representativa de mineros y sus fa-milias de la región carbonífera del estado de Coa-huila, cuando un grupo fue a la ciudad de México

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* Coordinador de Centro de Reflexión y Acción Laboral(CEREAL).

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a denunciar las condiciones que imperan en la mi-nería del carbón. Al igual que la gesta de la Huelgade Hambre de Nueva Rosita, Coahuila, y la Cara-vana del Hambre de la década de los cincuenta delsiglo pasado, en que miles de mineros marcha-ron al Distrito Federal en defensa de sus derechos,durante el pasado 2010, 45 personas procedentesde los poblados de Palaú, Progreso, Barroterán,Nueva Rosita y La Florida, realizaron una jornadade tres días que incluyó su participación en unaaudiencia en el Senado de la República y una mar-cha del Ángel de la Independencia a Los Pinos.

Desprotección laboralEstá perfectamente documentado que la siniestra-lidad ocurrida en las minas de carbón es resultadode las malas condiciones en que trabajan los mine-ros. A esto se añade una serie de violaciones a susderechos humanos laborales: los mineros no cuen-tan con contratos de trabajo, salvo de palabra. Noestán registrados en el IMSS y cuando se les regis-tra, es con un salario menor al que perciben y “ter-cian” las inscripciones, es decir, los pueden repor-tar como trabajadores una semana sí y dos no. Enesta región, la mayoría de las minas no cumplencon las normas de seguridad e higiene. O sea, lospozos no cuentan con salida de emergencia;la entrada es la salida, lo cual está prohibido por laley. No tienen comedores ni sanitarios ni enferme-ría. No hay comisiones de seguridad e higiene. Seles descuentan cuotas por impuestos, pero no hayun contrato legalizado; por tanto, no deberían te-ner descuentos. No se les liquida o se les liquida enpromedio de entre 600 a mil 700 pesos por un añoo cuatro, no importa el tiempo trabajado. Es una“asignación aproximada” que va más de la manocon el “cómo le caen” al contratista o dueño.

No tienen capacitación para el trabajo ni equi-po de seguridad mínimo, como botas, lámparas,cascos, etc. Tienen que poner su propio equipa-miento, ya que la empresa o los contratistas no selos proporcionan. Tampoco les dan autorescatado-res. El minado de los pozos y de muchas minas sehace restringiendo los materiales para su construc-ción y forzándolos al máximo. En lugar de ponercuatro ademes (soportes), ponen dos y no empa-rrillan los techos de los túneles.

Análisis de actas de inspecciónLa investigación que se publicó en nuestro V In-forme: “Dime desde allá abajo”, presentado el 19de febrero de 2011, dio a conocer el análisis de las

Actas de Inspección de minas de carbón, pocitos,tajos y minas subterráneas, de la Secretaría delTrabajo y Previsión Social (STPS), de 2008 a 2010.Dichas actas son la memoria de tres años de Ins-pecciones de Seguridad e Higiene por parte de laSTPS. Remarcamos los resultados obtenidos deellas para el año 2010:

1) De 32 minas inspeccionadas, la STPS orde-nó en 17 restringir el acceso de los trabajadorespara extraer carbón debido a que las condicio-nes en que se está operando, ponen en riesgo suintegridad y su vida. Las 17 continúan operando yen tres de éstas han muerto tres mineros.

2) De 14 empresas a las que los inspectores lessolicitan exámenes médicos de inicio y de segui-miento a la salud de los mineros, 13 no los tienen;no los hacen.

3) De 25 empresas a las que se les solicitó queexhibieran los contratos, una tiene contrato colec-tivo de trabajo; nueve tienen contratos individua-les escritos por tiempo indefinido, temporal o porobra y 15 tienen contratos verbales.

4) De las 32 empresas, los trabajadores estánsindicalizados sólo en una.

5) De 19 empresas a las que se les solicitó lainformación sobre el reparto de utilidades, 13 nolo hacen y ocho de éstas no hacen declaracionesanuales.

6) De 14 empresas a las que se les solicitó la in-formación sobre pago de aguinaldos, vacaciones yprimas vacacionales, ocho no los tienen.

7) Ninguna de las 32 empresas “despidió”en todo este año a ningún trabajador; igual que en2009 todos renuncian voluntariamente, seis em-presas no pueden comprobar que pagan los fini-quitos y nueve pagan a destajo.

8) De las 21 empresas a las que les solicitaronmostrar sus medidores manuales de gas metano,19 no los tenían.

9) De 14 empresas a las que se les pidió quemostraran análisis de incombustibilidad (pruebaque debe hacerse mensualmente para determinarsi es suficiente la cantidad de polvo inerte para evi-tar explosiones de polvo de carbón), 12 no los tu-vieron.

10) De 21 empresas a las que se les pide quemuestren su análisis de riesgo para determinaráreas propensas a desprendimientos de carbón yde gas, 18 no lo tienen.

11) De 18 empresas en las que se investiga sientregan autorescatadores a los mineros, 16 no lohacen y las 2 restantes les entregan a los mineros

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autorescatadores que son insuficientes y no tienende reemplazo para que, en caso de emergencia,los trabajadores puedan salir a la superficie des-de los frentes de trabajo.

12) Por último, de 16 empresas, sólo una tienebaños, regaderas, comedores o áreas para que lostrabajadores puedan comer de forma higiénica.

13) Sólo en un centro de trabajo se identificó aun menor de edad.

En el mismo contexto, el hecho de que la Secre-taría de Economía no verifique la existencia de lasempresas a quienes entrega títulos de explotación,deja a los mineros del carbón en una situación deextrema vulnerabilidad. Por lo que no está exentade responsabilidad como pretende hacer creer sutitular, Bruno Ferrari. Al deliberado vacío jurídicoque sirve para favorecer a las empresas, se sumael hecho de que se propicia una competencia porla extracción del carbón que trae como consecuen-cia la alta siniestralidad en los centros de trabajo.

En el estado de Coahuila, la extracción de car-bón mineral la realizan 277 concesionarios; hastael tercer trimestre de 2010, solamente 24 estabanregistrados en el IMSS, es decir, menos de 8.66%están explotando alguno o todos sus yacimientos.El resto, más de 91% de los concesionarios, enmuy pocos casos tienen una empresa registradaen el IMSS, que no es la concesionaria, con la queextraen carbón de sus yacimientos y operan comocontratistas de otras empresas. Sin embargo, lagran mayoría los renta o ya han sido explotados yse sobreexplotan por medio de pocitos.

El hecho de que menos del 8.66% de las em-presas concesionarias estén registradas en el IMSS

(en el tercer trimestre del año 2010) significa quese están explotando las concesiones bajo el es-quema de subcontratación. Aunque algunas de las

empresas concesionarias tienen su propio contra-tista o subcontratan, la gran mayoría de los conce-sionarios no están explotando los yacimientos.

Quejas y recomendacionesEn menos de cinco años, la Comisión Nacional deDerechos Humanos (CNDH) ha emitido tres reco-mendaciones referidas a siniestros mortales en lasminas de carbón localizadas en el norte de Coa-huila. Dos, derivadas del siniestro ocurrido en2006, en la Mina 8, Unidad Pasta de Conchos (la26/2006, dirigida a la STPS, “aceptada, con incum-plimiento insatisfactorio”. 2; la 64/2008, dirigida ala PGR, rechazada por la misma instancia federal),y ésta última, a finales de 2010, que también hasido rechazada por la STPS.

El 21 de diciembre de 2010, la CNDH emitió larecomendación 85/2010 correspondiente, argu-mentando que se presentaron violaciones a losderechos humanos, a la legalidad y a la seguridadjurídica, en agravio de Juan Ramón y los demástrabajadores de la Mina Ferber, por actos consis-tentes en la prestación indebida del servicio pú-blico, atribuibles a servidores públicos de la STPS yde la Secretaría de Economía.

Existe la tendencia imparable de la proporciónde toneladas de carbón producidas/mineros falle-cidos; mientras existan toneladas de carbón porextraerse en las actuales condiciones, aún restanmiles de víctimas. El Estado mexicano no garan-tiza a los mineros del carbón y sus familias elderecho a la vida y a la integridad física, moral ypsicológica (Recomendación 85/2010, CNDH). Lassecretarías de Estado del Trabajo y Previsión So-cial, Economía, de Medio Ambiente y Recursos Na-turales y el IMSS, así como los empresarios delcarbón simulan, subcontratan, fingen y, a final decuentas, obligan directa o indirectamente a los mi-neros a trabajar insegura y arriesgadamente,mientras ellos se enriquecen con los recursos de lanación, indebidamente inspeccionados.

Organización Internacional del TrabajoSe interpusieron quejas ante la Organización Inter-nacional del Trabajo (OIT) en 2009, y el Consejo deAdministración del organismo, en su 304ª reu-nión, se pronunció sobre la Queja del Incumpli-miento por parte del gobierno de México de tresconvenios relativos al siniestro de Pasta de Con-chos, en donde concluye que el gobierno deMéxico no hizo todo lo que razonablemente po-día esperarse que hiciera para evitar o reducir al

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Las condiciones en que se trabaja en las minas de carbónatentan contra la condición humana de los obreros mineros.

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mínimo los efectos devastadores del accidenteque causó la muerte de 65 mineros.

Comisión Interamericana de Derechos HumanosAdemás, el 18 de febrero de 2010 se presentó unaqueja ante la Comisión Interamericana de Dere-chos Humanos (CIDH), en Washington, D.C. La CIDH

afirmó que el gobierno de México no está aca-tando la Recomendación aprobada por la OIT refe-rente a la indemnización y reparación de daños; aacciones preventivas para mejorar las condicionesde seguridad, higiene y salud de las minas en todoel país, en específico en Coahuila; a realizar las vi-sitas de inspección periódica por parte de la STPS; auna colaboración amplia con la Comisión Nacionalde Derechos Humanos en acciones para prevenirfuturos siniestros; y que no ha tomado las medidasnecesarias para la prevención de accidentes y en-fermedades de trabajo. Demandó a la STPS que es-tablezca un intercambio de información con la Se-cretaría de Economía para detectar los riesgos detrabajo y siniestros ocurridos.

ExigenciasComo lo venimos señalando desde hace años, exi-gimos:

1. Que de manera inmediata presente su re-nuncia Javier Lozano, actual secretario del Tra-bajo, por su sistemática negligencia y omisión enla tutela de los derechos de los trabajadores.

2. Se reinicien las labores de rescate de los res-tos de los mineros en la Mina 8, Unidad Pasta deConchos y se conozca la verdad histórica de lo su-cedido.

3. Se prohíba de forma definitiva la extracciónde carbón por medio de “pocitos”.

4. Desaparezca la PRODEMI (Promotora del Des-arrollo Minero) manejada por el estado de Coa-huila como intermediario para la compra y ventadel carbón de pequeños productores.

5. Que la Comisión Federal de Electricidad (CFE)

licite de manera pública los contratos de comprade carbón para cada mina –no por empresas niagrupaciones–, para evitar la extracción clandes-tina de carbón y el “coyotismo” en la región.

6. Que la Procuraduría General de la Repúblicaatraiga o abra investigaciones para todos los si-niestros registrados desde la explosión en la Mina8, Unidad Pasta de Conchos y se castigue a los res-ponsables, para lo cual, también es urgente la re-nuncia del secretario del Trabajo.

Y en este tributo al cinismo y la desvergüenzade los involucrados (la empresa, el Congreso, laPresidencia, la PGR, la SE y la STPS), lo que se omitede nueva cuenta son las condiciones infrahuma-nas en que trabajan y viven los mineros y sus fami-lias; se repiten de forma sistemática las desaten-ciones, la irresponsabilidad y la negligencia, y seenarbolan las nuevas y viejas mentiras de los res-ponsables de lesiones irreparables, de los sinies-tros y las muertes.

ConclusiónNo es casualidad que el 3 de mayo pasado haya ex-plotado otra mina en Sabinas, ni que la misma seaclandestina, ni que las autoridades local y federalhagan invisibles a los familiares, ni lo es el hechode que los titulares de la STPS y la Secretaría deEconomía nieguen sus responsabilidades y se lasimputen mutuamente. Lo que hoy estamos vi-viendo es resultado de la simulación e impunidaden las minas de carbón, porque quienes estánobligados a garantizar el respeto a los derechoshumanos de los mineros del carbón (el Estado, lasempresas y los sindicatos) elaboran las normas,como la NOM-032-STPS-2009 –para la seguridaden minas de carbón–, pero deliberadamente lasocultan a los trabajadores y sus familias para conti-nuar el sistemático incumplimiento de las normasestablecidas a nivel local e internacional. �

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Miguel Ángel Granados Chapa (MAGC):Está con nosotros, y le agradecemos supresencia en Plaza Pública, el maestro

Armando Dueñas, a quien le he pedido que hable-mos de la Red de Productores y Consumidores So-lidarios que se ha iniciado a partir de su cátedra enla Universidad Obrera de México. Gracias maestroDueñas porque está usted aquí.

Armando Dueñas (AD): Muchas gracias a ustedpor la invitación.

MAGC: Díganos, de qué se trata esta Red, qué sepropone, quiénes la integran, hacia dónde va.

AD: Bueno, es una vieja aspiración del campomexicano. Más que una situación urbana, origi-nalmente comienza con una necesidad del campode México. Tenemos un campo que está en un es-tado de devastación del que parece que ya no hu-biera salida. Nos han bombardeado terriblementedesde la época de la Revolución Verde, haciéndo-nos creer que necesitábamos gran tecnología, ne-cesitábamos grandes tractores y necesitábamosmucha química para poder hacer que el campoprodujera, pero eso fue un engaño. No tuvimosrealmente ninguna ventaja a partir de aquellas im-plementaciones.

MAGC: ¿No hubo incremento en la productivi-dad, por ejemplo, en la siembra del maíz?

AD: La hubo, notoria. Se explotó enormementeen términos estadísticos, pero en términos huma-nos fue haciendo pedazos a la sociedad rural. Lagente ya no producía para vivir, ya estaba dedi-cada a buscar dinero, a buscar ingresos. Ya no era

importante si nuestra producción nos iba a llevaralimentos a la mesa, sino cuánto dinero íbamos aproducir al final de la cosecha. Teníamos diversi-dad, México como uno de los países megadiversosbiológicamente en el mundo, tenía un enorme po-tencial. Perdimos mucho de esa diversidad debidoprecisamente a que comenzamos a producir sóloaquello que tenía importancia económica, decían,y eso fue muy lamentable. Nos hicieron perder lacapacidad de diversificar nuestra producción. Lacantidad de maíces, de chiles, de jitomates dispo-nibles en el país, era enorme. Hoy las mayorescolecciones de semillas de estos tipos ya no se en-cuentran en México; ya los encontramos en otrospaíses en el mundo. Jitomates que ya no conoce-mos en México, calabazas que ya no comemos enMéxico, chiles que tenemos que importar ahora deChina o de algún otro lado. Esto ha sido una trage-dia para el campo mexicano. Entonces, el origenfundamental de esta tarea se inicia en los ochenta,con un intento de buscarle viabilidad al campo, deno dejarnos caer. Ya para esos años teníamos enlos valles productivos de México la penetración detrasnacionales dedicadas exclusivamente a gene-rar ganancia. Estábamos dejando de producir ali-mento para producir fresas o sandías o melonespara exportar, y eso es una verdadera tragedia.

MAGC: Un perjuicio grande para los consumido-res…

AD: Terrible porque, además, si por lo menos elconsumidor mexicano tuviera la oportunidad decomer de lo mejor que producen estos monoculti-

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vos, tendríamos alguna ventaja. Pero la verdad esque no tenemos ninguna porque los mejores pro-ductos son para la exportación porque signi-fican dinero. Es lo único que significan. No signifi-can alimentación… Nuestros campesinos, al llegarmaquinaria con la que no podía competir el arado,tuvieron que ir abandonando las tierras gradual-mente, porque alguien que podía producir unahectárea de maíz ya no podía darle de comer a sufamilia. Ya era más importante ir por dólaresporque no podía encontrar un mercado. Los mer-cados ahora están controlados por trasnacionales.Nosotros no tenemos todavía suficiente organiza-ción como para poder decir que vamos a competiren la producción de alimentos. No podemos. Hoyestamos importando arroz asiático, cuando nos-otros tenemos una capacidad productiva de arrozimportante y arroz almacenado en las bodegasmexicanas que no se puede distribuir, esto ocurrelo mismo en Morelos que en Michoacán.

MAGC: Lo acaparan las grandes firmas…AD: De hecho porque a ellos les resulta más ne-

gocio pagarle unos centavos y hacer que vivan demiseria los productores asiáticos, y traerlo a pesarde lo que representa para el medio ambiente viajarcon un barco que transporta ese arroz, que llegahasta México en el que genera todavía más costosy que uno no puede explicarse por qué el arrozasiático es más barato que el arroz mexicano.Entonces, cuando vemos qué es lo que hay detrás,se trata de un esquema de explotación humana.Necesitan explotar a los asiáticos, pagarles unamiseria porque no tienen otra alternativa para tra-bajar, y después traernos esos productos a México.Estamos viviendo sólo para representarle ingresosa las grandes empresas trasnacionales y permi-tiendo que el campo se siga haciendo pedazos. Allíes donde nace realmente la necesidad de buscaruna alternativa que nos permita construir un mer-cado solidario, tener un mercado que sea nuestro,en el que nosotros podamos decidir qué nos va-mos a comer y por qué nos vamos a comer eso.

MAGC: ¿Cómo se organiza esta red?, ¿cuál es supunto de origen?

AD: Tenemos algunos antecedentes. Hemoshecho algunas pruebas piloto. Hace algunos años,aquí, en el valle de México, en el municipio de Eca-tepec, corrimos una prueba para ver y demostrarcuál era el efecto. En aquel momento distribui-mos pescado exclusivamente. Nos proponían quecomenzáramos con productos no perecederos,nosotros dijimos que queríamos comenzar con

productos perecederos precisamente para que seviera la factibilidad técnica y social de este sis-tema. Entonces llevamos pescado en un momentoen el que en Semana Santa estaba, digamos, alre-dedor de 45 pesos al público, y nosotros lo hacía-mos llegar a un precio entre 20 y 25 pesos al con-sumidor; pero además, le aumentamos al triple losingresos al pescador. En aquel mismo momento,en aquel año, los intermediarios les daban 3 pesospor kilogramo mientras lo estaban vendiendo a45 en la ciudad de México. Nosotros estábamosgarantizándole al productor 13 pesos por cada ki-logramo. Eso era para ellos una fantasía.

MAGC: Sí, claro, cuadruplicándoles el ingreso.AD: Así es. ¿Cómo era posible que pudiéramos

hacer aquello? Bueno, a pesar de eso había la posi-bilidad de que le quedara algo de dinero a la genteque nos ayudaba a distribuir; había gente que po-día recibir perfectamente bien por trabajar sólo lamañana, cada semana, un día, entre 700 y 800pesos por ayudarnos a distribuir y sólo dejándonospocos centavos. Es decir, sin afán de lucro, benefi-ciando fundamentalmente al productor y despuésal consumidor; haciendo que el consumidor tu-viera un precio realmente accesible.

Estos pilotos han demostrado ya desde hacetiempo su factibilidad, y a partir de aquello, toma-mos la decisión de comenzar a estructurar ya, unllamado general a la población buscando obvia-mente que lleguen los que tengan interés de parti-cipar para que se integren con nosotros y sigamoshaciendo un llamado si no son cooperativas, a susvecinos, a sus compañeros de trabajo a toda lagente que conocen, a sus familiares, para que es-tructuremos una red en la que los productos lle-guen directamente del productor, pero tambiénsin comprarle al productor, porque esto desde laperspectiva de la economía solidaria sigue siendointermediarismo, y no queremos propiciar inter-mediarismo social tampoco. Esto, por muy buenoque parezca, sigue siendo una muleta, una muletasocial de la que no podemos depender.

MAGC: Entonces se trata de que haya trato di-recto entre productor y consumidor.

AD: Asociación directa. Estamos ya en el pro-ceso de construir una sola estructura cooperativa,una nada más, en la que sean socios los producto-res, produzcan lo que produzcan ahora. Sabemosde la dificultad que tenemos para producir porquela gente se nos fue al Norte. Ahora hay genteque nos dice, bueno, no tengo capital para comen-zar a producir tampoco. Pero alguien dice, bueno,

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puedo poner media hectárea de algo. Les estamospidiendo que se hagan socios de esta cooperativacon lo que puedan producir, con su tierra, con sutrabajo, con sus recursos, y que los consumidoresnos integremos como socios de la misma coopera-tiva. Es decir, no debe haber ni clientes ni provee-dores porque si no entonces sería una estructuramercantil y nosotros estamos hablando de una es-tructura solidaria basada en el cooperativismo yen la economía social y solidaria.

MAGC: ¿Materialmente está ya en marcha esteprocedimiento?

AD: Así es. Comenzamos ya con la última etapade preparación de la convocatoria en febrero deeste año. Dedicamos unos meses para que se for-mara un equipo de personas que entendieran elconcepto general, para que nos ayudaran a disper-sarlo al interior de otras organizaciones, y despuéscomenzamos con las reuniones de organización yconvocatoria. En estas reuniones hemos hechoya todos los preparativos necesarios para tenerun primer encuentro de productores y consumido-res solidarios, que se llevó a cabo del 16 al 20de agosto en la Universidad Obrera. En ese foro sediscutieron todos los aspectos que se consideraronde interés o de importancia, por ejemplo, cómo sevan a definir los precios, cómo garantizamos queel productor está efectivamente recibiendo uningreso mayor que le permita vivir con dignidad,cómo garantizamos la transparencia del proceso,y cómo nos aseguramos de que los productos ten-gan calidad, que esa es una de las inquietudesmayores que la gente tiene. Dicen que compranen los centros comerciales porque está bien enva-sado, se ve bonito y aparentemente es seguro, ytienen confianza… Aspectos como eso: cómo va-mos a hacer que nuestros productos tengan esaconfianza, en dónde vamos a distribuir, con quérecursos contamos, quién tiene un vehículo con elque pueda hacer distribución, quién tiene tiempoy no tiene trabajo, quién tiene algún otro recursoque pueda aportar. Todos los preparativos que es-tamos haciendo para integrarnos en una primeraetapa que comenzó en la semana del 16 al 20 deagosto.

MAGC: ¿Cómo se puede acercar el público quenos escucha a este proyecto?, ¿qué domicilio físicoo domicilio electrónico?

AD: Tenemos la oficina del Taller de EconomíaSocial y Solidaria de la Universidad Obrera de Mé-xico, en San Ildefonso No. 72, en el Centro Histó-rico. Estamos muy cerca del Templo Mayor, a un

lado del antiguo Colegio de San Ildefonso. Nosencontramos muy bien ubicados, de manera cén-trica, frente a la Plaza de Loreto; y en esta ofi-cina podemos estar informando a la gente conti-nuamente. Tenemos también algunos teléfonos alos que nos pueden llamar para concertar citas yque podamos hacer visitas para informar en suscolonias, en sus barrios o en donde sea necesario.Este teléfono es el 5702 5443, las extensiones sonla 113 y la 129. Tenemos un par de correos elec-trónicos a los que se pueden comunicar: [email protected], y el otro [email protected]. A través de los correos o deteléfonos podemos dar la información, podemosvisitar las organizaciones.

Tenemos algunas metas ya previstas paraesta primer etapa: nos proponemos reunir deaquí al 15 de agosto 150 organizaciones socialesentre cooperativas, sindicatos, organizaciones li-bres que no tengan ninguna personalidad jurídica,

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Del 16 al 20 de agosto se llevó a cabo en la UniversidadObrera la Expocooperativas, en cuyo marco se realizó el PrimerEncuentro de Productores y Consumidores Solidarios.

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vecinos que se quieran agrupar y que digan “nos-otros participamos”. Nuestra meta inicial es de150 organizaciones y también tenemos la metade integrar inicialmente 10 mil familias asociadasa esta nueva cooperativa, meta que se debería es-tar cumpliendo para el inicio de 2012. Éstas son ta-reas ya muy específicas, muy concretas, porqueuno de los proyectos que tiene esta red, con las 60organizaciones que ya están participando en estemomento, es la apertura de un centro comercialsolidario. Ya se está haciendo gestión con la Dele-gación Coyoacán, pero también se está haciendo

directamente con el gobierno central de la ciudadpor algunos espacios que están hoy sin uso y quepudieran perfectamente servir para abrir un cen-tro de distribución donde el producto llegue,donde se pueda pesar, desde donde puedan salirvehículos para distribuir a las colonias y hacer estaparte logística que es tan importante para el éxitodel proyecto.

MAGC: Muchas gracias al maestro ArmandoDueñas, profesor en la Universidad Obrera deMéxico e impulsor de esta Red de Productores yConsumidores Solidarios. �

20 trabajadores | julio-agosto 2011

El 16 de agosto se llevó a cabo en la Universi-dad Obrera de México “Vicente Lombardo Tole-dano” (UOMVLT) la inauguración de Expocoopera-tivas.

Este evento marca el inicio de un proceso decoordinación, enlace y capacitación auspiciadopor la UOMVLT con la participación de cooperati-vas, sindicatos, grupos de producción, comuni-dades indígenas, organizaciones sociales, conel apoyo de la Secretaría del Trabajo y Fomentoal Empleo del Distrito Federal. Tiene el objetivo devincular de manera más justa el intercambiode bienes y servicios entre la ciudad y el campo.

A este esfuerzo, que se generó desde el Tallerde Economía Solidaria que imparte el maestroArmando Dueñas en la Universidad Obrera, sehan sumado a la fecha 150 organizaciones paracrear una red de cooperativas de producción yde consumo a nivel nacional.

En la ceremonia conducida por representan-tes de los diversos grupos, se anunció el PrimerEncuentro de Productores y Consumidores Soli-darios en los días finales de esta Expocoopera-tiva, para empezar a trabajar en la construcciónde un Centro Comercial Cooperativo.

El secretario del Trabajo y Fomento al Empleodel GDF, Benito Mirón Lince, mencionó que laciudad de México podría convertirse en la ciudaddel cooperativismo y la economía solidaria,cuando las leyes, convenios y programas quese han creado para fomentar el cooperativismo

cuenten con un decidido apoyo económico delas instancias gubernamentales.

El secretario general de la UOMVLT, EmilianoSilva Prudkovsky afirmó que el proyecto tiene elpropósito de empezar a generar una nueva cul-tura de producción y de consumo.

Entre los asistentes estuvo el arquitecto LuisLópez Llera, destacado promotor del desarrollopopular a través de redes de economía alterna-tiva, quien comentó que si se impulsa un procesode reconstrucción desde la confianza, la recipro-cidad y la responsabilidad no habrá capital nicapitalismo que pueda vencer el cambio econó-mico y social que se hace cada día más necesa-rio para esta ciudad y para todo el país. �

Lic. Benito Mirón Lince, secretario del Trabajoy Fomento al Empleo del Gobierno del DF.

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Se acordó recientemente la formación de un“Sindicato Minero Global” encabezado poruna comisión de cinco miembros de los Uni-

ted Steelworkers (USW) y cinco del Sindicato Nacio-nal de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Simi-lares de la República Mexicana.

Este acuerdo es muy positivo, considerando lasituación que prevalece en países en vías de des-arrollo, con leyes laxas, flexibles y tratados comoel TLCAN, mediante los cuales nuestros gobiernosentregan en bandeja de oro y plata a las trasnacio-

nales nuestro territorio, nuestros recursos natura-les y humanos, nuestro medio ambiente, todo estocon un costo ambiental incalculable e irreversible.

En este proyecto no se está considerando a losmiles de obreros minero-metalúrgicos que enforma por demás precaria laboran en los cientosde proyectos mineros que a partir de 1995 haninvadido nuestro territorio, al grado que en la ac-tualidad el 30% del país está concesionado a di-chos proyectos de empresas trasnacionales, 85%de origen canadiense; obreros que carecen de fu-turo laboral, no son empleados en forma directapor las mineras sino a través de otras empresas,bajo el sistema del outsourcing.

Es bien sabido que este sistema de contrata-ción anula los derechos básicos de los trabajado-res; las mineras utilizan empresas prestadoras deservicios que hacen el trabajo sucio, mantienen alos obreros a base de contratos temporales, sinprestaciones ni seguridad laboral, no hay puestosde planta, se anula el ejercicio del derecho dehuelga como medio de defensa de los trabajado-res, son empleos sin futuro; algunas empresas losafilian a sindicatos blancos apoyados por la CTM,de allí sacan y entrenan sus grupos de choque parareprimir a los inconformes que se oponen a dichossistemas.

Es conveniente hacer un análisis y valoraciónde los daños y beneficios que van a incidir y afec-tar de alguna manera este tipo de proyectos en eldesarrollo económico y comunitario de nuestropaís respecto a la problemática minera; no sólo setrata de los crecientes conflictos resultantes de larelación obrero-patronal; no debemos pasar poralto que esta actividad se ha extendido en nuestropaís en forma alarmante, con el empleo de crimi-nales sistemas de explotación y beneficio, comoson los tajos a cielo abierto y la actual minería sub-terránea por el sistema de tumbe y relleno quenada tiene que ver con la anterior y que al final

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Un sindicato minero global debería considerar a losmiles de obreros minero-metalúrgicos que no tienenrepresentación sindical...

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deja confinamientos de millones de toneladas demateriales tóxicos y corrosivos.

El criminal uso de sustancias altamente conta-minantes, como el cianuro de sodio, que por lasgrandes cantidades que utilizan, contaminan dia-riamente a nivel nacional billones de litros de aguaen forma directa, que a su vez, contamina todasnuestras fuentes de agua superficiales y subterrá-neas; al final dejan las tierras incapacitadas paracualquier actividad productiva. Los 70 millones detoneladas anuales de gases contaminantes genera-dos por la industria minero-metalúrgica en Mé-xico, son casi el doble de lo que todos los paísesde Centroamérica producen, y el nivel más alto decontaminación de todos los países de América La-tina y el Caribe, lo que implica, insistimos, unaserie de impactos para el desarrollo de la vida eco-nómica, política y social del país, y ya en el marcoambiental un peligro para la existencia misma dela humanidad. Los primeros afectados en formadirecta, serían los núcleos de población donde seasientan los proyectos y las familias de los obrerosmineros que deberían estar protegidas por los sin-dicatos por estar incluidas en sus prestaciones.

Una de las tareas y propósitos del sistema neo-liberal, es la liquidación de toda organización dedefensa de los intereses colectivos, llámese Sindi-cato Mexicano de Electricistas (SME) o en el casoque nos ocupa Sindicatos Mineros. Lo que estápasando en Cananea, Taxco, Pasta de Conchos,Sombrerete, Zacatecas y en la mina Los Cubos, enGuanajuato, es consecuencia del proyecto de des-mantelamiento de lo que las empresas minerasconsideran sistemas caducos, inoperantes con elsistema de producción neoliberal. Cada vez se re-duce más el personal minero sindicalizado, y creceel no sindicalizado en la misma actividad. Los sis-temas minero-metalúrgicos actuales producen lomismo con sólo 20% de la planta laboral utilizadaanteriormente, pero a un costo ambiental, social yeconómico para el país que compromete el futurode las próximas generaciones.

Somos conscientes de que la actividad mineray sus derivados es necesaria como fuente de em-pleos y desarrollo, pero debe ser un desarrollo con-gruente, con respeto a la naturaleza, a la biodiver-sidad y los derechos humanos, considerando estoselementos como fuente de la preservación de lavida en el planeta. No está por demás señalar quelos sistemas actuales de extracción y beneficio uti-lizados por la industria minero-metalúrgica y ce-mentera son los grandes responsables de la crisis

climática, y que esas empresas son reacias a esta-blecer límites a sus emisiones de contaminantes,por lo cual es necesario un ordenamiento y controlde sus sistemas de operación.

Debemos hacer caso a la historia como fuentede experiencias; lo único que la minería ha dejadoa nuestro país desde sus albores, es la explotaciónhumana y el saqueo de nuestros recursos y rique-zas no renovables; la minería es una actividad in-termitente, cuando los cuerpos mineralizados su-jetos a explotación se agotan, termina la actividady se inicia el desempleo. A mediados del siglo pa-sado, con motivo de la depresión de los precios delos metales, decenas de centros mineros fueronabandonados y convertidos en pueblos fantasma,es irónico ver cómo pueblos tan ricos quedan su-midos en la pobreza, sacrificados para engordarlas grandes fortunas de unos cuantos extranjeros.

La lucha que nosotros desarrollamos no vacontra la abolición de la minería como actividadlaboral y productiva, es contra la minería depre-dadora, destructora y altamente contaminante, laque para poder operar destruye el tejido socialcorrompiendo, dividiendo y enfrentando a los po-bladores de las comunidades; contra esa que parasaquear nuestro recursos minerales, contamina elagua, la tierra y el aire; contra la que cancela enforma definitiva los recursos necesarios para la su-pervivencia, la que destruye y desaparece nues-tros pueblos, nuestras costumbres y formas devida, la que elimina el derecho de los obreros mi-neros a organizarse para exigir formas de trabajodignas y humanas, la que criminaliza las luchas so-ciales y provoca violencia del capital y del Estadomexicano, violando los más elementales derechoshumanos.

Nuestra intención, como organizaciones en-focadas en la problemática minera, es la de sensi-bilizar a las comisiones que forman el SindicatoGlobal, para que en su agenda no sólo se incluyaa la parte sindicalizada de los obreros mineros,para que asuma el compromiso en forma global,pensando en todos los hermanos mineros y susfamilias que viven esta riesgosa actividad, que in-volucra indiscutiblemente, por su diversidad deimpactos, a la sociedad en su conjunto.

Frente Amplio Opositor a MineraSan Xavier (FAO)

Red Mexicana de Afectadospor la Minería (REMA) �

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Crisis históricaLa sociedad mexicana vive una crisis general delarga duración, de las llamadas orgánicas o estruc-turales, cuyos desenlaces previsibles apuntanhacia transformaciones que hacen época; es decir,que suscitan reformas radicales o revoluciones. Lacrisis de la sociedad mexicana pone en cuestiónlas bases del Estado-nación perfiladas a lo largo de200 años de revoluciones, de hegemonías libera-les y criollas y de levantamientos populares.

Contemplados en el marco del proceso histó-rico del Estado-nación, los procesos de la crisisactual son comparables a los que dieron lugar ala Revolución de Independencia, a las Guerras deReforma y a la Revolución Mexicana. Los orígenesinmediatos de la crisis general se remontan a lasdepresiones y transformaciones económicas queabrieron paso al capitalismo neoliberal en los añossetenta, y a las luchas sociales y políticas quedesde fines de los años sesenta cuestionaron fron-talmente al sistema político mexicano. En nues-tros días, el país se debate entre el proceso de unarenovada dependencia colonial y la posibilidad deuna revolución democrática nacional o de libera-ción nacional que, para ser tal, habrá de avanzar ala segunda independencia de los pueblos y nacio-nes indoamericanas.

Crisis capitalistaAsí como las crisis económicas y políticas de finesde los años sesenta marcan el inicio del fin del ca-pitalismo bajo su forma o modelo bienestarista,

desarrollista o populista; la crisis histórica quehoy vive la sociedad mexicana, es la crisis de laforma o modelo neoliberal del capitalismo. Ex-presa el agotamiento de una forma o etapa histó-rica del capitalismo monopolista: la neoliberal. Setrata del desgaste extremo de sus sistemas de ex-plotación, de “regulación” financiera, de sus méto-dos crediticios, de su base natural, de los patronestécnicos y científicos basados en el uso de com-bustibles fósiles y de sus esquemas de poder ydominación a escala planetaria. Como otras detipo cíclico, la crisis económica actual se presen-ta como sobreacumulación de capital, pero igual-mente como sobreacumulación de valores de usoy de sus desechos que materialmente ya no cabenen los espacios a los que fueron destinados. Comoafirman algunos especialistas:

* Área de Investigación de la Universidad Obrera de México“Vicente Lombardo Toledano”.

La actual crisis que vive el mundo no es una reediciónde aquella de los años treinta del siglo pasado...

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[…] la conmoción que padecemos no es una re-edición del crack de 1929, el presente no es untropiezo productivo más entre los muchos de losque está empedrado el ciclo económico. La dehoy es una debacle civilizatoria por cuanto balco-nea la irracionalidad del modo de produccióncapitalista. [Exhibe el] antagonismo que existeentre la lógica que el lucro le impone a la produc-ción económica y la racionalidad propia de lareproducción social-natural del hombre y los eco-sistemas.

En este momento los mandos capitalistas care-cen de un modelo alternativo a la gestión neolibe-ral del capitalismo que sea capaz de construirnuevos “equilibrios” económicos y de dominaciónpolítica, a la vez que venza los límites impuestospor la disminución de la masa y la tasa de ganan-cias; por la crisis socioambiental y las resistenciasa la explotación y al despojo de bienes naturales,comunitarios y de los recursos públicos. Desde esaperspectiva, todos los modelos de regulación key-nesianos y neoliberales están agotados, las estra-tegias capitalistas para salir del atolladero son glo-balmente defensivas y el grado de incertidumbreen sus planes para dar lugar a un capitalismo lim-pio y autosustentable, con elevadas ganancias, esmuy alto, así como el contenido en los planes delas grandes potencias para mantener sus circuitosimperiales y sus “equilibrios” de poder “no” catas-tróficos.

Desde la perspectiva de los capitalistas, parasalir de la crisis histórica en que se mueve la socie-dad burguesa se requiere, entre otras medidas, deuna revolución en los usos de los bienes naturalesy humanos, y una revolución global de caráctertécnico, científico y filosófico. En ello trabajan amarchas forzadas, con la expectativa de que sus“descubrimientos” sean rentables. En tanto, los di-rigentes capitalistas intentan ganar tiempo, sobre-vivir es la primera condición para perpetuar-se. Para tal fin emplean simultáneamente todo loaprendido, todos los métodos de explotación ydominación posibles: represivos y reformistas,innovadores y arcaicos.

En un cierto sentido, la crisis del capitalismoneoliberal es también un paso hacia el fin de las so-ciedades basadas en el uso de combustibles fósilesy de muchos de los paradigmas filosóficos, científi-cos y técnicos que la vieron nacer. ¿Es el fracasodel productivismo el fin de una forma lineal deapropiarse de la naturaleza que ha conducido al

umbral de su agotamiento? ¿Es el fin del capita-lismo, la crisis terminal? Si hablamos propiamentede la fase neoliberal del capitalismo podemos res-ponder afirmativamente, aunque la liquidación osuperación del neoliberalismo no será automática.El otro asunto, el tema del fin del capitalismo engeneral, es una pregunta que no tiene respuestaslineales. A estas alturas resultan evidentes las difi-cultades para mantener en términos ascendentessus masas de plusvalor. El deterioro o la decaden-cia de la sociedad burguesa en muchos aspectostambién es manifiesta, pero sus fortalezas no sonpocas. Su apuesta por la ciencia y la técnica, ade-más de su capacidad de seducción sobre ampliasmasas sigue siendo portentosa. Sin embargo, lasclases populares tenemos poco tiempo. El planetacomo espacio de vida humana está sucumbiendo:si no se pone fin a la orgía depredadora del capitalnadie tiene futuro. La única alternativa que tene-mos es refundar el proceso civilizador sobre ba-ses realmente humanas; para tal fin, además de larevolución en los usos de los bienes naturales ysociales, es imprescindible la revolución social, lacrítica radical del capitalismo en toda la extensiónde la palabra.

La debacle de Estados UnidosEl fin de la hegemonía estadounidense tiene reper-cusiones globales, particularmente en México. Enun ambiente en el que las posibilidades de Esta-dos Unidos de mantenerse como el centro del“gobierno mundial” se han reducido vertiginosa-mente desde la invasión a Irak, su función regula-dora a nivel global tiende a generar efectos contra-rios y hasta catastróficos. El caos y la inestabilidadse extienden a las zonas de control estratégico delimperio yanqui y amenazan al conjunto de los paí-ses imperialistas. En tales circunstancias, los ries-

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gos o los costos de cada acción económica o polí-tico-militar del mayor imperio son muy altos. Noobstante, aún no existen condiciones para rempla-zar al centro capitalista por una nueva potenciao por un grupo de ellas. En tal escenario, el Estadoy el gobierno del vecino del norte acentúan losrasgos más reaccionarios de sus sistemas de domi-nación.

En todo el Medio Oriente, el Centro de Asia, elMediterráneo y el Norte de África, la guerra y elintervencionismo descarado son el rasgo predomi-nante de su diplomacia; sin embargo, los resulta-dos políticos dejan mucho que desear. En el casode Irak, Afganistán y aun Paquistán sus avancesson dudosos. Además, el gobierno estadounidenseno ha logrado aislar a Irán ni ha hecho retroceder ala dirigencia norcoreana a pesar del chantaje nu-clear. En Libia la invasión de los ejércitos de la Or-ganización del Atlántico Norte (OTAN) se les com-plicó, el tiempo de gracia para participar en unaguerra sin el aval del Congreso está a punto de ex-pirar y Gadafi no tiene para cuando rendirse o serasesinado. En Yemen están fracasando los planesestadounidenses y de sus aliados europeos, mien-tras los nuevos gobiernos militares de Egipto y Tú-nez siguen presionados por la persistencia de lamovilización social. El caos generado afecta a suscómplices, en particular a los europeos, a los je-ques burgueses de Arabia Saudita y al propioEstado israelí.

En América Latina, la Casa Blanca sigue empe-ñada en derrotar a los gobiernos que se han decla-rado partidarios del socialismo o moderadamente

antineoliberales. Los mediosensayados para ello son vastos:la promoción del separatismo,el golpismo, el chantaje y laocupación militar, los fraudeselectorales, las campañas de te-rror mediático, el bloqueo eco-nómico, el soborno y todo loimaginable.

En algunos países o regio-nes, la opción por el caos y elterror tiene un papel privilegia-do, como sucede en México,Haití y Colombia. Se trata demantener el esquema neolibe-ral a la espera de una coyun-tura favorable que dé cauce auna reforma del capitalismoneoliberal. En tal expectativa,

abandonan los planes golpistas en Paraguay, Ecua-dor, Bolivia, Venezuela y Nicaragua. Honduras yEcuador son dos ejemplos de tal estrategia.

El relanzamiento de la IV Flota, las bases milita-res en Colombia, Perú, Costa Rica, los sobrevuelosy las bases policíacas en México, el Plan Colombiao Patriota, la Iniciativa Mérida, la Alianza para laSeguridad y Prosperidad de América del Norte ylos tratados económicos que profundizan el carác-ter antinacional de las burguesías nativas y ladependencia hacia el Imperio, constituyen el prin-cipal soporte del “nuevo” colonialismo ensayadopor la Casa Blanca con la complicidad de la Organi-zación de las Naciones Unidas (ONU), la OTAN, Is-rael, las oligarquías criollas de Latinoamérica y losgobiernos de Europa Occidental, entre otros.

En ese esquema, la manipulación mediática, la“democracia” restringida, la administración dela miseria y el terror de Estado acabarían de susti-tuir lo que resta de los viejos “pactos” nacional-po-pulares y los sistemas de derechos sociales. El tra-bajo informal, el exterminio de la población rural yde los miserables urbanos, el saqueo de los bie-nes naturales, la proliferación del narcotráfico, lainstalación plena del Estado mafioso y, en caso ex-tremo, la ocupación militar estadounidense, ma-siva y directa, son el corolario del proyecto paramantener la hegemonía yanqui.

Las tensiones internas provocadas por la deca-dencia del principal imperio del planeta explican ladiversidad de intereses de los grupos sociales y po-líticos que llevaron a Barak Obama a la presiden-cia. Mientras un sector de las elites espera restañar

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La crisis del capitalismo neoliberal ha alcanzado a nacionestradicionalmente hegemónicas como Estados Unidos.

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el deterioro ético y político del gobierno y delEstado, recuperar la esperanza en su modo de viday el liderazgo global de Estados Unidos; otros gru-pos no oligárquicos, provenientes de sectores me-dios y capas populares, abrigan la ilusión de uncambio que humanice a su país desde la gestióngubernamental y la acción cívica. Intereses amboscontradictorios y potencialmente irreconciliables.Los hechos del Imperio y del propio Obama noshacen recordar la fábula del alacrán. Más allá de labuena voluntad y de las ilusiones, se ha impuestola lógica de los intereses del Imperio y sus tradicio-nes criminales y genocidas. La quiebra ética de lasoligarquías yanquis, europeas y asiáticas revela lairracionalidad del capitalismo. Se hace evidenteque el enemigo principal de los grandes burgue-ses, de sus Estados, del Banco Mundial, del FondoMonetario Internacional (FMI), de la Organizaciónpara la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), la OTAN y la ONU, no son la liberación nacio-nal y el socialismo, sino la vida misma, el ser hu-mano y la naturaleza que le vio nacer.

Crisis de hegemonía de las oligarquíascriollas, nuevo sujeto democrático nacionaly contraofensiva imperialistaLas crisis de hegemonía y de dominio de las elitesyanquis está conectada a las crisis de legitimidad ya las derrotas políticas vividas por buena parte delos partidos y pandillas oligárquicas en varios paí-ses del continente. Por más contradictorio que pa-rezca, los efectos combinados del autoritarismo,del terrorismo de Estado y el agravamiento de laspenurias económicas de las grandes mayorías enAmérica Latina, que propalaron el miedo, el indife-rentismo político o el conservadurismo entre im-portantes sectores de la población, no fueron sufi-cientes para hacer retroceder la irrupción deamplios contingentes sociales que aspiraban a uncambio político y económico. Desde inicios de losaños sesenta o setenta, las tendencias democráti-cas de corte antiimperialista, anticolonialistas yanticapitalistas, han marcado las luchas de los pue-blos indoamericanos.

Ni los golpes militares en el Cono Sur o las de-rrotas políticas o militares en México, Centroamé-rica y los países del Este, detuvieron el proceso.Así, en escenarios desoladores, se fueron abriendopaulatinamente las condiciones para la derrotaelectoral de las oligarquías tradicionales y, conellas, la erosión del dominio y la hegemonía esta-dounidense en la región.

La insurgencia electoral y social de 1988-89 enel caso de México, y el “Caracazo” de 1989 en lacircunstancia de América Latina y el Caribe, abrie-ron un nuevo ciclo de luchas por la emancipaciónnacional y social. Apareció un nuevo sujeto histó-rico, una especie de movimiento democrático na-cional que, dependiendo de las circunstancias decada país, se mantuvo en el horizonte del libera-lismo progresista o evolucionó hacia posturas na-cionalistas populares, indianistas y socialistas.

Iniciativas como la Alianza Bolivariana para losPueblos de Nuestra América (ALBA) o esfuerzos porlevantar bloques regionales como la Unión de Na-ciones Suramericanas (UNASUR), a modo de contra-pesos del poder estadounidense, resultan de lasnuevas correlaciones de fuerzas que alteran y mo-difican el viejo esquema de la dominación oligár-quica en América Latina y el Caribe. A la modifica-ción sustancial del panorama político de la regiónhan contribuido decisivamente la permanencia dela Revolución Cubana y las insurgencias cívico-po-pulares que llevaron a la presidencia a Hugo Chá-vez, Rafael Correa, Evo Morales, Daniel Ortega,Fernando Lugo y Pepe Mújica y a otros opositoresliberal-progresistas o socialdemócratas en Argen-tina, Brasil, El Salvador, Chile y Honduras. El resul-tado electoral en Perú, los acuerdos suscritos entreel movimiento que encabeza Manuel Zelaya y Por-firio Lobo en Honduras y el creciente descreditodel derechista Sebastián Piñera, actual presidentede Chile, expresan ese fermento popular antiimpe-rialista, a pesar de las derrotas parciales.

El avance de las fuerzas liberal progresistasy de tendencias abiertamente antiimperialistas ysocialistas que expulsaron del gobierno a fuerzasoligárquicas y antinacionales o que moderaron suinfluencia, ha motivado una contraofensiva globalde las derechas criollas y la Casa Blanca.

Los países del Medio Oriente viven en carne propia el descaradointervencionismo de Estados Unidos disfrazado de diplomacia,particularmente agudizado por la crisis que vive ese país.

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La salida burguesa a la crisis económica entoda la región y la superación de las crisis de hege-monía de las oligarquías criollas y de su par esta-dounidense, únicamente puede lograrse con la re-gresión generalizada de las condiciones de vida delas clases populares y de las capas bajas de la bur-guesía. La precarización laboral, el empobreci-miento de las masas populares y la destrucción ydecadencia de amplias franjas de pequeños y me-dianos propietarios, junto a la depredación de losbienes naturales, son la otra cara del capitalismo“limpio” y de la nueva regulación financiera dise-ñados por el equipo de Obama, que seguramentepretenderá llevar a un nivel superior proyectoscomo el Área de Libre Comercio de las Américas(ALCA) o el Tratado de Libre Comercio para Amé-rica del Norte (TLCAN).

Un retroceso nacional y social de tal magnitudúnicamente puede instrumentarse con la reduc-ción de las libertades civiles y los márgenes desoberanía de nuestros países y naciones; con elaniquilamiento o desarticulación de los sujetos de-mocrático-nacionales y revolucionarios que encada país libran la lucha por la liberación nacionaly social. La puesta en marcha de dictaduras civilesmilitarizadas y mafiosas como particularmenteocurre en México y Colombia, o con otras varian-tes en Honduras, por citar algunos casos, tienepor finalidad la destrucción de los sujetos revolu-cionarios y la contención de las insurgencias de-mocrático-nacionales. Las estrategias de “UnidadNacional” con los partidos oligárquicos y los pla-nes político-militares, son algunos de los tantosvehículos de la nueva cruzada colonial.

Crisis del régimen político oligárquico yemergencia del bloque nacional-democráticoEl fraude electoral al que recurrió la oligarquía en1988 para imponer a su candidato, abre un nuevociclo de luchas nacionales y de clases en nuestropaís. El triunfo en las urnas del bloque democrá-tico nacional encabezado por un sector de la clasepolítica liberal progresista, interrumpió el reflujo yla desarticulación del movimiento social.

El Paro Cívico Nacional de 1983 había sido laúltima acción relevante de una etapa de insurgen-cias obreras, campesinas, populares y guerrillerasiniciada en 1968. La crisis económica de 1981 ylas estrategias adoptadas por el Estado y los oligar-cas, a sugerencia de Washington, vía el FMI de“ajuste y reconversión industrial”, se orientaron adesmantelar la base productiva, financiera y de

servicios articulada alrededor de la propiedad pú-blica y social de empresas y bienes naturalesestratégicos. Amplios sectores de la clase trabaja-dora fueron eliminados. Los golpes más duros losresintieron sectores ligados a la insurgencia social,pero también contingentes con direcciones oficia-listas fueron agredidos o colocados en la mira. Sinpresión de los de abajo, sin grandes movilizacio-nes de por medio, las contradicciones dentro delas elites priístas, de los monetaristas o neolibera-les contra los nacionalistas revolucionarios o libe-ral progresistas, no fueron del todo notorias sinohasta 1987, año en que apareció la Corriente De-mocrática liderada por Cuauhtémoc Cárdenas.

Fue así como, en un ambiente de reflujo ape-nas interrumpido por las luchas del movimientourbano y estudiantil de la ciudad de México y elamago de huelga del Sindicato Mexicano de Elec-tricistas (SME), un bloque político y social formadopor liberal-progresistas, socialdemócratas, comu-nistas y una amplia gama de grupos populares,que hasta ese momento se habían encuadrado enel PRI y otros partidos electorales, derrotó a la oli-garquía y a las elites priístas. El fraude electoral, lacooptación y la represión, además de las vacilacio-nes y errores de los opositores, impidieron eltriunfo del Frente Democrático Nacional.

De nueva cuenta, en enero de 1994, la hege-monía de las elites oligárquicas fue puesta en cues-tión. En un ambiente de retraimiento de la movili-zación y de extravío, irrumpió el Ejercito Zapatistade Liberación Nacional (EZLN) modificando la iner-cia derechista que se había adueñado del país.Además, con la insurrección campesino-indígenase abrió el camino para disputar la conducción dela nación desde un posible bloque social dirigidopor sectores populares, por los plebeyos radica-les, los herederos de Hidalgo, Morelos, Guerrero,Flores Magón, Villa y Zapata.

A pesar de las contradicciones y disputas entrelos liderazgos más visibles, estas dos tendenciaspropias de lo que aquí llamamos movimientodemocrático nacional, bloque opositor o antineoli-beral, han entreverado sus caminos y contingen-tes, diversificando y enriqueciendo la gama de ac-tores que ya no se limitan a los representadospor el neocardenismo o el neozapatismo. Las lu-chas del SME, la Coordinadora Nacional de Trabaja-dores de la Educación (CNTE), la Unión Nacional deTrabajadores (UNT), la huelga de 1999 en la Univer-sidad Nacional, los levantamientos cívicos en SanSalvador Atenco, en Lázaro Cárdenas y las movili-

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zaciones de los afectados ambientales, de gruposde mujeres, de indígenas y campesinos, organis-mos civiles y de derechos humanos, han creado unacumulado histórico favorable para disputar el go-bierno y el poder a la oligarquía, con todo y dere-chización del Estado y de segmentos de la socie-dad civil.

Contraofensiva burguesa y desarticulacióndel movimiento social civil y políticoEn México, la contraofensiva de las oligarquías na-tivas y extranjeras propinó una serie consecutivade descalabros a las resistencias antineoliberales.Entre 2006, 2009 y 2010, se acumularon una seriede derrotas que debilitaron y fragmentaron a losprincipales núcleos de movilización social y polí-tica. Una a una las resistencias fueron vencidas,derrotadas por los golpes del enemigo y los errorespolíticos de las fuerzas antineoliberales. Al fracasode la lucha contra el controvertido resultado elec-toral de 2006, le siguieron el naufragio de la OtraCampaña, las derrotas de la Asamblea Popularde los Pueblos de Oaxaca (APPO), de los trabajado-res públicos y de los docentes que no pudierondetener la reforma a la Ley delISSSTE y la reforma educativapresentada como Alianza por laCalidad de la Educación. Algo si-milar ocurrió con el movimien-to en defensa del petróleo.

En los años del gobierno cal-deronista, el número de pobrescreció en 10 millones, los ingre-sos de trabajadores y capasmedias disminuyeron en casiun tercio y aumentaron en 3 mi-llones los nuevos desemplea-dos; una porción de ellos formaparte de los 7 o más millones dejóvenes que ni trabajan ni tie-nen escuela. Al mismo tiempo,las bases naturales, económi-cas, jurídicas y culturales en quese sustentan las posibilidadesde desarrollo nacional conti-núan involucionando. La de-pendencia alimentaria, el des-pojo de los bienes nacionalesy la desarticulación sistemáti-ca de todo proyecto o propuestade soberanía económica, polí-tica y cultural, condenan a las

mayorías a vivir en situaciones de pobreza, insegu-ridad, discriminación y explotación, semejantes alas vividas en épocas de servidumbre y dictaduraabierta.

Todos estos procesos, junto al declive de laizquierda institucional en las elecciones de julio de2009, prepararon el golpe al SME y a los trabajado-res mineros de Cananea y Pasta de Conchos, entreotros.

El tamaño de la agresión cometida el 11 de oc-tubre pasado por el gobierno federal en contra delSME, nos habla de la profundidad de la crisis econó-mica y de la disposición de la oligarquía mexi-cana, el Imperio y el grueso de la clase política pararadicalizar las políticas neoliberales que llevan a ladesarticulación de las bases jurídicas, económicasy los derechos sociales sobre los que se levanta lamenguada soberanía nacional. Pero también daidea del grado de desarticulación y retraimientodel movimiento social y político: las divisiones pro-ducidas por las derrotas, los sectarismos y la laborsistemática del enemigo, se extendieron a todo elespectro de la resistencia neoliberal, salvo conta-das excepciones. El desgaste y la división se vivió

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en los territorios zapatistas y la Otra Campaña, elsindicato minero, la CNTE, la UNT, el Dialogo Nacio-nal, el SME, el PRD y el PT.

Los principales liderazgos políticos se desgasta-ron de manera aguda y con ello la capacidad de re-presentación ética de personas y movimientos. Elgobierno federal y los grupos de poder económicoy político aprovecharon el momento para desataruna nueva ofensiva en el marco de un plan estraté-gico que persigue: 1) Crear las condiciones máspropicias para ganar las elecciones presidencia-les con un priísta o un panista, o si es el caso, conuna candidatura “ciudadana”, evitando la repeti-ción de un escándalo del tamaño del de 1988 o de2006; 2) Desactivar los procesos insurrecciona-les o, en su caso, aprovecharlos para justificaruna campaña represiva de grandes proporciones;3) Avanzar sus propuestas de reforma política con-servadora, de privatización del sector energético,las comunicaciones, la educación, los fondos depensión, la salud, de reforma laboral; 4) Legalizarla participación del ejército en la vida política delpaís y la injerencia político-militar de los EstadosUnidos en todo tipo de asuntos internos, incluidosla introducción masiva de transgénicos y desperdi-cios; 4) Aprovechar los efectos de la crisis econó-mica para generalizar la precarización laboral yaprobar la reforma laboral de corte neoliberal;5) Proseguir por la vía del hecho la guerra contralos grupos del narcotráfico que potencialmentese hallan fuera del control del gobierno de Calde-rón, del Departamento de Estado o de la CIA; y6) Desatar una campaña permanente para impe-dir la rearticulación de las resistencias y, sobretodo, evitar el desarrollo de un gran bloque opo-sitor, que en el contexto del agravamiento de lacrisis social pueda disputarle con posibilidades deéxito la conducción del gobierno a la oligarquíamexicana y sus asociados trasnacionales.

Las agresiones del enemigo han sacado a relu-cir en toda su crudeza las limitaciones del campoantineoliberal. El extravió ideológico y la pérdidade perspectiva estratégica es notoria. El ejemplomás escandaloso ha sido la política de alianzas dela izquierda electoral con el PAN y con Calderón.Pero ése es uno de los tantos datos que hablan desus debilidades.

Frente a la dimensión de la ofensiva capitalistay las formas que adquiere, se hace evidente el ago-tamiento o el envejecimiento de muchos de losproyectos populares, de sus esquemas y formasde acción política. Incluso podemos hablar de una

crisis general de todas las propuestas hasta ahoraensayadas, de su imposibilidad para catalizar yconducir el acumulado histórico producido en losúltimos 22 años de gigantescas movilizaciones.

Disputar la hegemonía, el gobierno y el poderUna vez que se ha vuelto imposible detener lasreformas neoliberales y los procesos de ocupaciónneocolonial y de implantación de una dictadura ci-vil, recurriendo a las puras resistencias gremiales oa las estrategias que separan lucha electoral e in-surgencia civil, el movimiento social debe evolu-cionar para asumir como tarea principal la disputapor la hegemonía, por la representación ética y po-lítica de nación, por el gobierno de la República yel poder.

El capitalismo neoliberal exacerbó las tenden-cias a la lucha por la democracia, la soberanía, laslibertades civiles y las demandas y derechos socia-les del pueblo de México, modificando la composi-ción del bloque social en que se asentó la domina-ción burguesa a raíz de las reformas cardenistas de1934-1940. La relativa estabilidad de la domina-ción oligárquica de los años posteriores radicó,hasta fines de los años ochenta, en su capacidadde ostentar la representación nacional, de mani-pular la esperanza popular y de incluir de formasubordinada algunas de las necesidades de secto-res medios, obreros y campesinos.

En la actualidad esa capacidad ha mermado,los nuevos sistemas de manipulación electoral ymediática, al lado del asistencialismo y los incenti-vos cada vez más reducidos que brinda el trabajoformal, no han bastado para compensar los viejossistemas de regulación populista o bienestarista,ni para sustituir eficazmente a las viejas identida-des, valores y símbolos progresistas y democráti-cos del nacionalismo revolucionario y de otrasideologías populares. Ahí reside, tal vez, la fuentedel estado de rebelión y resistencia que se hamanifestado a lo largo de los pasados 21 años, enque se han sucedido dos fraudes electorales en laselecciones presidenciales en 1988 y 2006, una in-surrección en 1994 y una gran variedad de levan-tamientos civiles sin faltar el desarrollo de movi-mientos armados, que en la coyuntura introducenpara bien o para mal, un elemento más en el des-gaste de la hegemonía y la dominación burguesa.

Las pugnas y divisiones en el bloque bur-gués, las discrepancias en el ejército, el desgateextremo de los aparatos legislativos, de justicia, ladescomposición de la clase política y la ilegitimi-

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dad e ilegalidad del régimen ha llegado a situacio-nes extremas. La pelea por la hegemonía, el go-bierno y el poder emergen como necesidadinmediata del bloque democrático nacional. A laoligarquía y el Imperio le quedan aún reservaspara la mediatización, pero sobre todo tienen laopción de la violencia, ahí radica su fuerza perotambién su debilidad. Profundizar esa debilidad ala vez que desarrollamos una propuesta para la sal-vación nacional, la emancipación social y un pro-yecto estratégico que supere el practicismo, el in-fantilismo izquierdista y los gremialismos.

La recomposición de los movimientos y las re-sistencias antineoliberales en el momento actual,debe resolver varios problemas que no se solucio-nan con una simple suma de fuerzas o con la reedi-ción de los viejos compromisos políticos.

Un ingrediente básico es la reanimación de lamovilización social. La resistencia motivada por elgolpe al SME catalizó temporalmente los procesosde recomposición de la izquierda institucional ydel movimiento social. Mantener la movilizacióny la tendencia a la unidad es clave. La AsambleaNacional de la Resistencia Popular, la Unidad delas Izquierdas, la recomposición de la izquierdaelectoral, la confluencia con los movimientos deafectados ambientales por la defensa de los dere-chos humanos, con el Movimiento en Defensa dela Economía y el Movimiento por la SoberaníaAlimentaria, entre otros, resulta crucial. Todo in-tento de profundizar el trabajo de bases y de su-mar a sectores no movilizados sin la expectativade la unidad, de la creación de un bloque populary de una coalición opositora tiene nulas posibilida-des de convertirse en factor de disputa hegemó-nica, en fuerza que contienda exitosamente por elgobierno y el poder desde abajo y desde arriba, enmovimiento de insurgencia civil y popular.

Otra tarea o ingrediente necesario del pro-ceso de rearticulación, es la reconstitución deuno o varios liderazgos con posibilidades de re-presentación ética, con la fuerza cultural y políticasuficiente para alimentar la esperanza en la victo-ria, en la valía de pelear, de no rendirse, porque laconfianza en el proyecto y en quienes lo vivennace de la posibilidad de congruencia y entrega demuchos, entre ellos, de los dirigentes; si no de to-dos, de los necesarios. Este paso es uno de los másdifíciles, porque los liderazgos y las representacio-nes éticas y políticas no se inventan, residen enmovimientos y personas concretas, en procedi-mientos que para ser democráticos deben trans-

cender los procesos de representación liberal tantípicos de sindicatos, organizaciones gremiales ypartidos tradicionales.

El tema de quiénes habrán de encabezar las lu-chas, movimientos y personas es polémico, perodebe ser resuelto con el criterio de quiénes repre-sentan los intereses más generales. En particularlos temas relativos a la lucha por la presidenciade la República, entre otros asuntos de la represen-tación general, deberán abrirse a la discusión ge-neral, a la construcción de consensos colectivosy a la explicitación de compromisos. El horno noestá para cheques en blanco. Quien encabece lalucha por el poder deberá asumir compromisospúblicamente con todos los que participen en ladisputa y no sólo con sus partidarios o consigomismo. Un solo candidato del bloque democrá-tico nacional a la presidencia, producto de “un” de-bate nacional y de la movilización general es lamejor manera de legitimar a quien ocupe esa posi-ción y a la insurgencia civil que hará realidad eltriunfo popular en 2012.

En ese contexto debemos continuar con la de-nuncia de las causas de la crisis económica y de lairracionalidad del sistema capitalista, además deperseverar en la defensa de los legítimos dere-chos de los trabajadores del SME, de los mine-ros, de los maestros, de las comunidades indíge-nas y de grupos campesinos que luchan por lasoberanía alimentaria y la defensa del agua, el airey la tierra, entre otros muchos. Incluso apoyar lasiniciativas de grupos y organizaciones socialesque directamente construyan movimientos políti-cos y sociales para disputar el gobierno y el po-der desde posiciones de izquierda, ya sean libe-ral-progresistas, socialdemócratas o abiertamenterevolucionarias. �

35julio-agosto 2011 | trabajadores