riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIÓN PARA EL DESARROLLO INTEGRAL REGIONAL UNIDAD SINALOA Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba Callinectes bellicosus (Stimpson, 1859) contaminada con plaguicidas organoclorados, del complejo lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule, México TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN RECURSOS NATURALES Y MEDIO AMBIENTE PRESENTA: Marisol Castro Elenes GUASAVE, SINALOA, MEXICO DICIEMBRE DE 2015.

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Page 1: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIÓN

PARA EL DESARROLLO INTEGRAL REGIONAL UNIDAD SINALOA

Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba Callinectes bellicosus

(Stimpson, 1859) contaminada con plaguicidas organoclorados, del complejo lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule,

México

TESIS

QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN RECURSOS NATURALES Y

MEDIO AMBIENTE

PRESENTA:

Marisol Castro Elenes

GUASAVE, SINALOA, MEXICO DICIEMBRE DE 2015.

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V

El presente trabajo de tesis se llevó a cabo en el Departamento de Medio

Ambiente del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral

Regional (CIIDIR) Unidad Sinaloa del Instituto Politécnico Nacional (IPN), bajo la

dirección del Dr. Héctor Abelardo González Ocampo y la Dra. Guadalupe Durga

Rodríguez Meza.

Dicho trabajo fue apoyado con recursos económicos de los Proyectos SIP

20140036 y SIP 20150346.

La alumna Marisol Castro Elenes fue apoyada por el IPN como becario BEIFI, con

además del apoyo de CONACYT.

Page 6: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

VI

A Beatriz Elenes y

Francisco Castro por su amor y

apoyo incondicional.

Page 7: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

VII

AGRADECIMIENTOS

A la Dra. Guadalupe Durga Rodríguez Meza y al Dr. Héctor Abelardo

González Ocampo por su tiempo, paciencia y apoyo siempre, por sus consejos

tanto profesionales como personales. A mi comité tutorial integrado por el Dr.

Antonio Luna González por sus comentarios y aportaciones a este trabajo, a la

Dra. María Elena Santos Cervantes por sus consejos y sugerencias, así como

para el Dr. Cipriano García Gutiérrez por sus importantes contribuciones para

llegar a concluir este proyecto.

A todo el personal académico y administrativo de CIIDIR Sinaloa a Antonio

Cañedo, Dorín, Anahí, Janet, Fabiola, Nadia, Elvira, Don Gabriel; por su apoyo

con los trámites y gestiones para la realización de dicho proyecto. A Ernestina

Pérez por su paciencia y apoyo incondicional con el análisis de mis muestras, por

sus consejos y sugerencias que fueron enriquecedoras, sin ti nada de esto

hubiera sido posible. Al señor Gaspar por su ayuda incansable para los muestreos

realizados, por sus conocimientos y por estar siempre al pie del cañón cuando lo

necesitaba.

A mis amigas casi hermanas, con las que comparto sueños y metas

Gabriela y Patricia gracias por tantos años de amistad sincera, por celebrar cada

uno de mis logros; a mi Neto por su paciencia y su amor incondicional, por

aguantarme en mis peores días y por apoyarme en cada una de mis locuras; a los

amigos que conocí en el camino a mis sueños, a Cecy, Odette, Alba, Viri a

ustedes gracias. A mis compañeros de generación, por compartir desvelos

conmigo.

A mi Betty y a mi Panchito por apoyarme y amarme incondicionalmente,

por vivir mis sueños y hacerlos suyos; a ellos dedico cada logro, a Cheli por su

paciencia, por ser la inspiración y la cómplice de mis sueños, a Gaby por su

apoyo aún en la distancia y por haberme regalado lo más hermoso que tengo:

Sebastián. Y finalmente a mis abuelos, mi ma Chela y papá Julián por su apoyo

siempre desde que tengo razón; a ellos mi entero agradecimiento…

Page 8: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

VIII

INDICE

GLOSARIO ........................................................................................................ XI

INDICE DE FIGURAS ..................................................................................... XIII

INDICE DE TABLAS ....................................................................................... XV

ABREVIATURAS ........................................................................................... XVII

RESUMEN ................................................................................................... XVIII

ABSTRACT .................................................................................................... XIX

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................... 1

1.1. Plaguicidas .......................................................................................... 3

1.2. Clasificación de los plaguicidas .......................................................... 4

1.3. Plaguicidas organoclorados ................................................................ 5

1.4. Biología de la especie Callinectes bellicosus ..................................... 5

1.4.1. Distribución ...................................................................................... 5

1.4.2. Clasificación ..................................................................................... 6

1.4.3. Ciclo de vida .................................................................................... 7

1.5. Bioacumulación de contaminantes ..................................................... 7

1.6. Pesquería de jaiba .............................................................................. 7

2. ANTECEDENTES .......................................................................................... 9

2.1. Plaguicidas organoclorados en crustáceos ......................................... 9

2.2. Plaguicidas organoclorados en el alimento ....................................... 11

2.3. Plaguicidas organoclorados y lagunas costeras ............................... 12

2.4. Sedimento ......................................................................................... 13

2.5. Contaminación de pescados y mariscos por plaguicidas

organoclorados .................................................................................... 14

2.6. Potencial de riesgo humano causado por consumo de alimentos

contaminados por plaguicidas organoclorados .................................... 15

2.7. Legislación de los plaguicidas organoclorados ................................. 16

3. JUSTIFICACIÓN .......................................................................................... 17

4. HIPÓTESIS .................................................................................................. 18

5. OBJETIVO .................................................................................................... 18

5.1. Objetivos específicos ........................................................................ 18

6. METODOLOGÍA ........................................................................................... 18

6.1. Área de estudio ................................................................................. 18

6.1.1. Localización ................................................................................... 19

Page 9: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

IX

6.1.2. Características ambientales ........................................................... 19

6.1.3. Principales afectaciones ................................................................ 19

6.2. Recolecta de muestras de jaiba y sedimento .................................... 20

6.3. Parámetros físico-químicos del agua de mar .................................... 21

6.4. Caracterización biométrica................................................................ 21

6.5. Materia orgánica de sedimento ......................................................... 21

6.6. Plaguicidas en tejido de jaiba ............................................................ 22

6.6.1. Extracción de plaguicidas organoclorados de tejido de jaiba ......... 22

6.6.2. Purificación de las muestras de tejido muscular de jaiba ............... 23

6.6.3. Porcentaje de peso seco de las muestras de tejido de jaiba ........ 23

6.5.4. Determinación de plaguicidas organoclorados (OCs) .................... 25

6.7. Extracción de plaguicidas organoclorados en muestras de

sedimento ........................................................................................ ….26

6.8. Análisis estadístico ........................................................................... 27

6.9. Evaluación del riesgo por el consumo de carne de jaiba C.

bellicosus ......................................................................................... ….27

Determinación de promedio de exposición estimado ............................... 28

Dosis de referencia .................................................................................. 29

Efectos carcinogénicos ............................................................................ 29

Límite de consumo diario ........................................................................ 30

Límite de consumo por porciones ........................................................... 30

Efectos no carcinogénicos ....................................................................... 30

Límite de consumo diario ......................................................................... 30

7. RESULTADOS ............................................................................................. 31

7.1. Datos físico-químicos del agua de mar ............................................. 31

7.2. Datos biométricos ............................................................................. 33

7.2.1. Porcentaje de humedad en tejido muscular de jaiba ..................... 35

7.3 Plaguicidas en el tejido muscular de C. bellicosus y sedimento ........ 35

7.3.1. Validación de la técnica de extracción ........................................... 35

7.3.2. Curvas de calibración .................................................................... 36

7.3.3. Concentración de plaguicidas organoclorados en sedimento ....... 36

7.3.4. Concentración de plaguicidas organoclorados en tejido muscular de

Callinectes bellicosus .......................................................................... 38

7.4 Evaluación del riesgo potencial .......................................................... 42

Page 10: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

X

8. DISCUSIÓN ................................................................................................. 44

8.1 Datos físico-químicos del agua de mar .............................................. 44

8.2 Datos biométricos de la especie ........................................................ 45

8.3 Concentración de plaguicidas organoclorados en sedimento ............ 45

8.4. Concentración de plaguicidas organoclorados en tejido de jaiba C.

bellicosus ............................................................................................. 47

Determinación del riesgo potencial .......................................................... 51

Límites máximos de Residuos (LMRs) .................................................... 51

Estimación del promedio de exposición ................................................... 52

Cociente de riesgo (HR) .......................................................................... 53

9. CONCLUSIONES ......................................................................................... 53

10. RECOMENDACIONES .............................................................................. 54

11. REFERENCIAS .......................................................................................... 55

Page 11: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XI

GLOSARIO

Acumulación. Acumulación de elementos y compuestos de sustancias nocivas

en los tejidos de los organismos vivos.

Analito. Es una especie química que puede ser identificado y cuantificado, es

decir, determinar su cantidad y concentración en un proceso de medición química.

Bioacumulación. Efecto biológico pertinente con la capacidad que tiene un tejido

vivo para acumular contaminantes, estos pueden ser eliminados o magnificados.

Biomonitorización. La monitorización biológica o biomonitorización consiste en

la utilización de métodos que permiten evaluar la concentración de compuestos

químicos o de sus metabolitos en muestras de sangre, orina, grasa, pelo etc., es

decir, permite medir la dosis interna de dichos compuestos.

Cromatografía. Es un método físico de separación para la caracterización de

mezclas complejas, la cual tiene aplicación en todas las ramas de la ciencia.

Escorrentía. Agua excedente de las precipitaciones, que fluye directamente

desde la superficie del suelo a las corrientes, ríos y lagos.

Extracción. Es un procedimiento de separación de una sustancia que puede

disolverse en dos disolventes no miscibles entre sí, con distinto grado

de solubilidad y que están en contacto a través de una interface.

Fotólisis. Ruptura de enlaces químicos por causa de energía radiante.

Disociación de moléculas orgánicas complejas por efecto de la luz.

Hidrocarburos. Son compuestos orgánicos formados únicamente por átomos de

carbono e hidrógeno. La estructura molecular consiste en un armazón de átomos

de carbono y átomos de hidrógeno.

Page 12: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XII

Hidrofobicidad. Una sustancia es hidrofóbica si no es miscible con el agua.

Básicamente la hidrofobicidad ocurre cuando la molécula en cuestión no es capaz

de interaccionar con las moléculas de agua ni por interacciones ión-dipolo ni

mediante puentes de hidrógeno.

Intoxicación. Alteraciones provocadas por la penetración de una sustancia tóxica

capaz de alterar los procesos vitales en el organismo.

Lixiviación. Migración de materiales finos e hidrosolubles presentes en el suelo

que son arrastrados por líquidos percolados hacia niveles inferiores.

Organoclorados. Conforman un grupo de pesticidas artificiales desarrollados

principalmente para controlar las poblaciones de insectos plaga, son

hidrocarburos con alto contenido de átomos de cloro y fueron los insecticidas más

criticados por los grupos ecologistas.

Plaguicidas. Cualquier sustancia o mezcla de sustancias que se destine a

controlar una plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas y de

animales, así como las especies no deseadas que causen perjuicio o que

interfieran con la producción agropecuaria y forestal.

Page 13: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XIII

INDICE DE FIGURAS

Figura 1. Características sexuales del género Callinectes. ..................................... 7

Figura 2. Localización del área de estudio. .......................................................... 19

Figura 3. Mapa del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule donde se

muestran los puntos de muestreo establecidos y los drenes con aporte al sistema

lagunar. ................................................................................................................. 20

Figura 4. Pescador haciendo lance de las jaulas con carnada para captura de

jaiba. ...................................................................................................................... 20

Figura 5. Ancho del caparazón (AC) y longitud del caparazón (LC) ..................... 21

Figura 6. Metodología para la extracción y purificación de plaguicidas

organoclorados en tejido de jaiba. (a) limpieza del material, (b) macerado con

sulfato de sodio anhidro, (c) extracción ultrasónica, (d) concentración del extracto,

(e) purificación con ácido sulfúrico, (f) filtración con sulfato de sodio anhidro y lana

de vidrio, (g) concentración final, (h) análisis cromatográfico. ............................... 24

Figura 7. Equipo de extración Soxhlet ................................................................... 26

Figura 8. Valores de temperatura de los muestreos 1, 2, 3 y 4 correspondientes a

los meses abril, julio, noviembre de 2014 y enero de 2015. .................................. 31

Figura 9. Valores de pH durante las 4 fechas de muestreo. ................................. 32

Figura 10. Valores promedio de ph de los muestreos 1, 2, 3 y 4 correspondientes

a los meses de abril, julio, noviembre de 2014 y enero de 2015. .......................... 32

Figura 11. Valores de salinidad de los muestreos 1, 2, 3 y 4 correspondientes a

los meses de abril, julio, noviembre de 2014 y enero de 2015. ............................. 33

Figura 12. Valores promedio de salinidad de los 4 muestreos por estaciones del

sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule. ............................................. 33

Figura. 13. Peso promedio (± error) de los organismos colectados en los

muestreos 1, 2, 3 y 4 correspondientes al mes de abril, julio, noviembre de 2014 y

enero de 2015 ....................................................................................................... 34

Figura 14. Cromatograma de estándar de pesticida 8081 a 0.8 ug/ml, señalando

analitos y tiempos de retención ............................................................................. 36

Figura 15. Concentración media de ocps detectados en carne de jaiba. .............. 40

Figura 16. Concentración promedio de organoclorados (OCs) (ng/g) en tejido

muscular de jaiba, por período de colecta, de abril 2014 a enero 2015. ............... 41

Figura 17. Promedio de exposición estimado (ng/kg/d) por consumo de jaiba ..... 43

Page 14: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XIV

Figura 18. Cocientes de riesgo para efectos (a) no carcinogénicos y (b)

carcinogénicos por consumo de jaiba que contiene las concentraciones 50 y 95

percentil. ................................................................................................................ 43

Page 15: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XV

INDICE DE TABLAS

Tabla 1. Clasificación de los plaguicidas, según la familia química ……………… 4

Tabla 2. Clasificación de los plaguicidas según su toxicidad, expresada en DL50

(mg/kg)……………………………………………………………………………….. 4

Tabla 3. Persistencia de algunos plaguicidas en suelos…………………………….. 5

Tabla 4. Clasificación científica (Stimpson, 1860)…………………………………… 6

Tabla 5. Clasificación de % materia orgánica de suelos…………………………… 22

Tabla 6. Condiciones de operación del cromátografo de gases para la

determinación de plaguicidas organoclorados en carne de jaiba C. bellicosus…. 25

Tabla 7. Tiempos de retención y orden de aparición de plaguicidas

organoclorados…………………………………………………………………………. 25

Tabla 8. Valores toxicológicos de referencia con efectos toxicológicos y no

toxicológicos…………………………………………………………………………….. 28

Tabla 9. Estadística descriptiva de medidas biométricas totales…………………. 34

Tabla 10. Valores de coeficiente de correlación de peso, ancho del caparazón y

largo del caparazón de las jaibas C. bellicosus…………………………………….. 35

Tabla 11. Materia orgánica de sedimentos de los muestreos 1, 2, 3 y 4 del

complejo lagunar san ignacio-navachiste-macapule……………………………….. 35

Tabla 12. Estadística descriptiva de los OCs (ng/g) presentes en las muestras de

sedimento del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule

correspondientes a los cuatro muestreos estacionales……………………………..37

Tabla 13. Concentración promedio de ocps (ng/g, peso húmedo) por periodo de

colecta en sedimento…………………………………………………………………… 38

Tabla 14. Estadística descriptiva de los analitos (ng/g) presentes en las muestras

de tejido de jaiba del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule………. 39

Tabla 1. Sumatorias de concentraciones por periodos de muestreo…………….40 Tabla 16. Valores de coeficiente de correlación de spearman de las

concentraciones de OCs en tejido muscular………………………………………… 42

Tabla 17. Comparación de concentraciones (ng/g) de OCs en sedimento en el

sistema lagunar…………………………………………………………………………. 46

Tabla 18. Concentraciones de estudios comparativos de plaguicidas

organoclorados en pescasdos y mariscos…………………………………………… 50

Page 16: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XVI

Tabla 19. Promedio de exposición estimado de OCs por consumo de alimentos

marinos en la población de varios paises……………………………………………. 52

Page 17: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XVII

ABREVIATURAS

μg/g: Unidad de concentración equivalente a ppm o mg/kg

ARL: Nivel de riesgo máximo aceptable, en probabilidad 1 en 100,000

BW: Peso corporal de referencia que corresponde a70 kg

CBC: Concentración de referencia de riesgo carcinogénico, expresado en ng/kg/d

CFS: Factor de referencia toxicológico carcinogénico, expresado en mg/kg/d

CHLs: Grupo de los clordanos, conformado por α-clordano y β-clordano

DDD: Diclorodifenildicloroetano

DDE: Diclorodifenildicloroetileno

DDT: Diclorodifeniltricloroetano

DDTs: grupo de compuesto por 4,4’-DDT, 4,4’-DDE y 4,4’-DDD

EDI: Concentración promedio de exposición estimado, expresado en ng/kg/d

end.: endosulfán

end. sulf.: endosulfán sulfato

EPA: Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de América.

HCH: Hexaclorociclohexano

hept. epox.: heptacloro epóxido

HR: Cociente de riesgo

ng/g: Unidad de concentración equivalente a ppb o μg/kg.

OCs: Plaguicidas organoclorados

ng/g: Unidad de concentración equivalente a ppb o μg/kg.

RfD: Valor de referencia toxicológico no carcinogénico expresado en mg/kg/d

Page 18: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XVIII

RESUMEN Sinaloa es un estado altamente agrícola, Guasave posee la mayor superficie de siembra donde constantemente se aplican plaguicidas, además cuenta con el sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule donde existen recursos de importancia económica (crustáceos, moluscos y peces), susceptibles a sobreexplotación y al aporte de contaminantes. Se analizaron 20 muestras de sedimento y 89 muestras de carne de jaiba del sistema en 5 puntos de muestreo durante 4 estaciones (primavera, verano, otoño e invierno). Se tomaron biometrías (peso, largo del caparazón y ancho del caparazón) de los organismos así como salinidad, pH y temperatura. La detección de los organoclorados en tejido y sedimento se realizó por cromatografía de gases además se determinó el promedio de exposición estimado y coeficientes de riesgo para efectos no carcinogénicos y carcnogénicos. Los valores promedio de las variables fisicoquímicas fueron; salinidad 34.6±1.35 ups, temperatura 25.01±4.16 °C y pH 8.12±0.20 con (p<0.05) en todas las variables. Se detectó la presencia de 3,4,5,6-Tetracloroxileno, γ-HCH, δ-HCH, Heptacloro, Aldrín, Heptacloro epóxido, γ-Clordano, α-Clordano, Endosulfán I, DDE, Dieldrín aldehído, DDD, Endosulfán II, Metoxicloro y Endrín cetona en tejido muscular y 3,4,5,6-Tetracloroxileno, α HCH, γ HCH, Aldrín, α Clordano, Endosulfán I, Dieldrín y Endosulfan sulfato en sedimento. El Aldrín fue el organoclorado presente en las 89 muestras con una concentración final de 0.74 ng/g seguido del 3,4,5,6-Tetracloroxileno con 0.38 ng/g y Dieldrín aldehído con 0.11 ng/g. El análisis de correlación presentó valores significativos solo para Dieldrín-temperatura, aldrín-LC, α-Clordano-pH y Endrín aldehído-pH. Como conclusiones tenemos que todas las variables físico-químicas presentaron diferencias significativas relacionadas a los meses del año. No se obtuvieron diferencias significativas en las concentraciones respecto a las fechas de muestreo. Al realizarse las estimaciones para la evaluación de riesgo se determinó que el consumo de carne de C. bellicosus (a una tasa de 0.20404 g/d) contaminada con OCPs del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule no presenta valores de riesgo no carcinogénico o carcinogénicos pues ambos coeficientes fueron inferiores a 1. Los niveles de plaguicidas en sedimentos y tejido se encuentran por debajo de lo reportado en otros estudios. Sin embargo la presencia de plaguicidas organoclorados es evidente; esto como resultado de la alta actividad agrícola de la zona, la aplicación de plaguicidas, descargas del distrito de riego 063 y 075 a la bahía y la utilización reciente de organoclorados que han sido prohibidos internacionalmente. Palabras clave: Callinectes spp,, plaguicidas organoclorados, riesgo. San Ignacio-Navachiste-Macapule.

Page 19: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

XIX

ABSTRACT

Sinaloa is a highly agricultural state, Guasave has the largest area under crops where pesticides are applied consistently, also has the San Ignacio-Navachiste-Macapule lagoon system where there are economically important resources (crustaceans, molluscs and fish), and susceptible to overexploitation the contribution of pollutants. Twenty sediment samples and 89 samples of crab meat system in five sampling points for 4 seasons (spring, summer, autumn and winter) were analyzed. Biometrics (weight, and carapace width) of organisms and salinity, pH and temperature were taken. Detecting organochlorine tissue and sediment was performed by gas chromatography also estimated the average exposure and hazard ratios for non-carcinogenic and carcinogenic effects were determined. The average values of the physico-chemical variables were; Salinity 34.6 ± 1.35 ups, 25.01 ± 4.16°C and pH 8.12 ± 0.20 with (p <0.05) in all variables. The presence of 2,4,5,6-Tetrachloro-m-xylene, γ-HCH, δ-HCH, heptachlor, aldrin, heptachlor epoxide, γ-chlordane, α-Chlordane, Endosulfan I, DDE, dieldrin aldehyde, DDD, Endosulfan II was detected , methoxychlor and endrin ketone in muscle tissue and 2,4,5,6-Tetrachloro-m-xylene, α-HCH, γ HCH, Aldrin, α-Chlordane, Endosulfan I, Dieldrin and Endosulfan sulfate in sediment. Aldrin was the most present organochlorine in all 89 samples with a final concentration of 0.74 ng/g followed by 2,4,5,6-Tetrachloro-m-xylene with 0.38 ng/g dieldrin aldehyde with 0.11 ng/g. Correlation analysis showed significant values only for dieldrin-temperature, carapace length -aldrin, chlordane-α-pH pH and endrin aldehyde. In conclusion we must all physicochemical variables showed significant differences related to the months of the year. No significant differences were obtained at concentrations about sampling dates. In arriving at estimates for the risk assessment it determined that eating meat C. bellicosus (at a rate of 0.20404 g/d) contaminated with OCPs of San Ignacio-Navachiste-Macapule lagoon system shows no values for no carcinogenic and carcinogenic risk they both coefficients were less than 1. The levels of pesticides in sediment and tissue are below those reported in other studies. However, the presence of organochlorine pesticides is evident; this as a result of high agricultural activity in the area, pesticide application, downloads the irrigation district 063 and 075 of the bay and the recent use of organochlorines which have been banned internationally. Keywords: Callinectes spp., organochlorine pesticides, risk, San Ignacio-Navachiste-Macapule.

Page 20: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

1

1. INTRODUCCIÓN

En México, la tierra disponible para la agricultura es de unos 23 millones

de hectáreas, o sea, cerca del 12 % de la superficie total del país; los cultivos más

importantes son maíz, frijol, sorgo, trigo, cebada, papa y hortalizas, sin embargo,

en las zonas noroeste y centro (Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Baja California,

Guanajuato y Jalisco) se consumen cantidades importantes de plaguicidas de

todo tipo (Albert, 2005) con el objeto de obtener mejor productividad del cultivo.

Como es bien conocido, la agricultura es una de las pocas actividades

donde se descargan deliberadamente en el medio ambiente productos químicos

para acabar con algunas formas de vida (FAO, 1997). Sin embargo, junto con este

intento por controlar las plagas, particularmente por medios químicos, un gran

número de procesos naturales, así como las especies que forman parte de ellos,

se han visto afectados. Existen amplias evidencias que muestran los daños

ocasionados a la fauna silvestre a partir de su exposición a sustancias tóxicas

(Baddi et al., 2006).

Aproximadamente, el 47% del producto aplicado se deposita en suelos y

aguas colindantes o se dispersa en la atmósfera. Esta situación depende de

condiciones climáticas, como la lluvia y la dirección e intensidad del viento, de

características geológicas como el tipo de suelo y la presencia de corrientes de

agua, así como de la técnica de aplicación (OMS, 1990). En los suelos, las

partículas inorgánicas permiten la acumulación y dispersión de los plaguicidas, no

solo en los campos agrícolas sino también en los medios acuáticos y los

organismos, los cuales dependerán de la persistencia y degradación de los

compuestos que se apliquen (García-Gutiérrez y Rodríguez-Meza, 2012).

El medio acuático es el destino final de muchos de los compuestos

organoclorados, y la fauna acuática, tanto vertebrados como invertebrados, está

inevitablemente expuesta (Porte et al., 2005), una vez que estos químicos entran

en los entornos acuáticos, se distribuyen en aguas, sedimentos y biota

Page 21: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

2

(Magdegela et al., 2009). Al llegar los organoclorados a la columna de agua se

absorben por las partículas en respuesta a su alta afinidad por la materia

orgánica, posteriormente éstas partículas se depositan y se acumulan en el

sedimento y así éstos contaminantes pueden acumularse en los organismos

habitantes de los sedimentos y ser transferidos a los niveles tróficos superiores a

través de la cadena alimentaria (Montes et al., 2012).

Es difícil determinar los efectos de los plaguicidas organoclorados sobre los

organismos acuáticos como cangrejos, peces, aves marinas (Ayas et al., 1997).

Es por ello, que se han realizado estudios no solo en organismos sino también en

fuentes de alimento como vegetales, cereales y frutas (Hong-Sheng, et al., 2011),

ya que la ingesta es una ruta importante de exposición humana a compuestos

organoclorados, por lo cual se ha investigado la exposición alimentaria y

evaluado los riesgos del consumo de alimentos contaminados con estos

compuestos para la población en general en diferentes países, siendo el consumo

de mariscos el principal contribuyente al total de la ingesta diaria de

organoclorados (Moon et al., 2009).

Además que, las repercusiones sobre los niveles de las cadenas tróficas y

el equilibrio de los ecosistemas acuáticos en general son muy graves. Los

diferentes estadíos de desarrollo de los invertebrados acuáticos son más

sensibles al DDT que los adultos y los efectos a largo plazo ocurren luego de

exponerse a concentraciones de 10 a 1000 veces más bajas de las que causan

efectos agudos en éstos invertebrados (Albert y Benítez, 2005).

La acumulación de productos químicos orgánicos hidrofóbicos en

invertebrados, como cangrejos y camarones, ha demostrado ser útil en el

monitoreo ambiental de los plaguicidas organoclorados (Smalling et al., 2010), es

por ello, que se han detectado residuos en peces, crustáceos y otros animales

por sus características de bioacumulación (Badii et al., 2005).

Page 22: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

3

1.1. Plaguicidas

De acuerdo con la FAO (1997), los plaguicidas se definen como: “cualquier

sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar

cualquier plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los

animales; las especies no deseadas de plantas y animales que causan perjuicio o

que interfieren de cualquier otra forma en la producción, elaboración,

almacenamiento, transporte o comercialización de alimentos, productos agrícolas,

madera y productos de madera o alimentos para animales, o que puedan

administrarse a los animales para combatir insectos, arácnidos u otras plagas en

o sobre sus cuerpos”.

La mayoría de los plaguicidas son sustancias químicas que se utilizan en la

agricultura, éstos productos químicos pueden ser extraídos de plantas o pueden

ser sintéticos (WHO, 1990).

Sinaloa es uno de los estados de la República Mexicana con mayor

producción agrícola, ya que aporta una tercera parte de la exportación

agropecuaria del país (Albert y Rendón-von, 1988). Sin embargo, su uso también

implica un daño al ambiente y a la población humana, se estima que la

intoxicación por plaguicidas en el mundo es de al menos 250,000-370,000

personas cada año (Dawson et al., 2010).

Las principales clases de compuestos que han sido utilizados como

plaguicidas son organoclorados, organofosforados, carbamatos y compuestos

piretroides, además de diversos compuestos inorgánicos (Wagida, 1994).

La mayoría de las preparaciones de plaguicidas incluyen sustancias

portadoras, además de los ingredientes activos también disolventes y compuestos

que mejoran la absorción. Estos ingredientes inertes no suelen incluirse en la

discusión de los efectos en la salud a pesar de que con frecuencia constituyen

una parte importante de un producto plaguicida comercial, y los efectos adversos

que se puede superar a la sustancia activa (WHO, 1990).

Page 23: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

4

1.2. Clasificación de los plaguicidas

Los plaguicidas son un conjunto de sustancias con características muy

diversas, entre los que se distinguen dos grandes grupos (Baddi et al., 2006). En

un grupo sus elementos están definidos por el tipo de uso del plaguicida, según el

organismo sobre el cual actúan, así tenemos: los insecticidas, los herbicidas, los

acaricidas, los fungicidas, los raticidas, etc. Otro grupo está determinado de

acuerdo a la estructura química de las sustancias con actividad plaguicida, así

tenemos los organoclorados, organofosforados, carbamatos, los ácidos

carboxílicos, los piretroides, las amidas, las anilinas, los derivados alquil de urea,

los compuestos heterocíclicos con nitrógeno, los fenóles, las imidas, los

compuestos inorgánicos.

Tabla 2. Clasificación de los plaguicidas, según la familia química (Ramírez y Lacasaña,

2001).

FAMILIA QUÍMICA EJEMPLOS

Organoclorados DDT, Aldrín, endosulfan, endrín.

Organofosforados Bromophos, diclorvos, malatión

Carbamatos Carbaryl, methomyl, propoxur

Piretroides Cypermetrin, fenvalerato, permetrín

Estos últimos difieren mucho en su modo de acción, la absorción por el

cuerpo, metabolismo, eliminación del cuerpo y la toxicidad para los seres

humanos (Tabla 2) (Wagida, 1994). En la actualidad, la mayor parte de las

decisiones regulatorias se basan en una clasificación de la toxicidad del

plaguicida en la rata como organismo de prueba determinando la LD50 (Dawson

et al., 2010).

Tabla 3. Clasificación de los plaguicidas según su toxicidad, expresada en DL50 (mg/kg)

(Ramírez y Lacasaña, 2001).

CLASE TOXICIDAD EJEMPLOS

CLASE IA Extremadamente peligrosos Paratión, dieldrín

CLASE IB Altamente peligrosos Eldrín, diclorvos

Page 24: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

5

CLASE II Moderamente peligrosos DDT, clordano

CLASE III Ligeramente peligrosos Malatión

1.3. Plaguicidas organoclorados

Los plaguicidas organoclorados son ampliamente utilizados. Su estructura

química corresponde a la de los hidrocarburos clorados, lo que les confiere una

alta estabilidad física y química, que los hace insolubles en agua, no volátiles y

altamente solubles en disolventes orgánicos. Su vida media es de 5 años (Tabla

3), aunque varía según el producto; por ejemplo, para el beta

hexaclorociclohexano es de 3 años, para el aldrín de 6 años y para el DDT es de

30 años (Ramirez y Lacasaña, 2001).

El grupo de plaguicidas organoclorados (OCP) está compuesto por: aldrín,

endosulfán, dieldrín, clordano, DDT, heptacloro, hexaclorobenceno, mirex,

toxafeno, lindano (Fernández, 2009).

Tabla 4. Persistencia de algunos plaguicidas en suelos (fuente: Ramírez y Lacasaña,

2001).

PERSISTENCIA* VIDA MEDIA‡ EJEMPLOS

No persistente De días hasta 12 semanas Malatión, Diazinón,

Carbarilo, Diametrín

Moderadamente

persistente

De 1 a 18 meses Paratión, Lannate

Persistente De varios meses a 20 años DDT, Aldrín, Dieldrín

Permanentes Indefinidamente Productos hechos a partir

de Hg, As, Pb.

1.4. Biología de la especie Callinectes bellicosus

1.4.1. Distribución

Page 25: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

6

La jaiba C. bellicosus presenta una distribución que incluye San Diego,

California (E.U.A.) hasta Bahía Almejas Baja California Sur, México, en la costa

occidental de Baja California. En el Golfo de California su distribución se extiende

hacia el sur de la bahía de La Paz en el lado peninsular y Topolobampo en el

lado contienental (Rodríguez-Rojero, 2004).

En nuestro país se les localiza en el Caribe, Golfo de México y Océano

Pacífico (Escamilla-Montes et al., 2013). La salinidad es el factor que ejerce

mayor influencia en la distribución del género Callinectes (Ortiz-León et al., 2007).

C. bellicosus es una especie estenohalina que tolera un intervalo de

salinidad de 31-38, se encuentra en un intervalo de temperatura de 4-18 ºC y

habita en profundidades de 0-30 m (Hernández y Arreola, 2007).

1.4.2. Clasificación

Entre los crustáceos, el orden Decápoda (clase Malacostrata) incluye a las

especies más grandes y mejor conocidas como camarones, langostas,

langostinos y cangrejos. Éstos últimos se incluyen en el Infraorden Brachyura, que

es el más especializado de los Decápoda, presentando aproximadamente unas

9,000 especies descritas (Escamilla-Montes et al., 1998).

Tabla 5. Clasificación científica (Stimpson, 1860)

Reino: Animalia

Filo: Arthropoda

Subfilo: Crustacea

Clase: Malacostraca

Orden: Decapoda

Infraorden: Brachyura

Familia: Portunidae

Género: Callinectes

Page 26: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

7

1.4.3. Ciclo de vida

Son organismos dependientes de los sistemas lagunarios, por lo que su ciclo de

vida es complejo, ya que comprende estadios planctónicos, nectónicos y

bentónicos, mismos que se llevan a cabo

entre los sistemas lagunarios y cerca de

la zona marina de los mismos en una

gran variedad de hábitats (Ramos-Cruz,

2008). Son omnívoros, detritívoros,

depredadores y carroñeros con hábitos

de alimentación diurnos (Reichmuth et

al., 2010).

Las jaibas exhiben dimorfismo

sexual. Los machos adultos presentan un

abdomen largo y delgado en forma de T invertida, en cambio, las hembras se

caracterizan por el abdomen triangular y sellado al cuerpo, en el caso de las

inmaduras y redondeado y ancho en el de las maduras (Figura 1).

1.5. Bioacumulación de contaminantes

En cuanto a sus características de bioacumulación las jaibas del género

Callinectes poseen tres sistemas de órganos en los que los crustáceos son los

más vulnerables a los efectos tóxicos de los contaminantes: las branquias,

hepatopáncreas, y las glándulas antenales (Reichmuth, et al., 2010). Es por ello

que los cangrejos tienen un gran potencial como una especie tropical de

biomonitorización, debido a su capacidad de bioacumular una amplia gama de

contaminantes tales como los plaguicidas organoclorados y metales pesados

(Negri et al., 2009).

1.6. Pesquería de jaiba

Los crustáceos tienen gran importancia para el hombre desde el punto de

vista alimenticio y económico, que aportan una cantidad considerable de divisas

para el país por su exportación. Las especies de este grupo son consideradas

Figura 1. Características sexuales del género Callinectes (Ramírez-Felix et al., 2003).

Page 27: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

8

como reguladores ecológicos, ya que forman parte de la dieta alimenticia de

muchas especies de peces y otras especies de importancia comercial (Arzola-

González et al., 2010).

El género Callinectes goza de una amplia aceptación comercial en México,

la textura y el sabor de su carne hacen de este recurso un producto de

exportación ya sea como jaiba blanda (los organismos recién mudados) o como

carne de jaiba, a granel o enlatada (Escamilla-Montes et al., 2013). En el 2011 se

exportaron más de 3 mil toneladas de jaiba en diferentes presentaciones teniendo

un valor en el mercado de 34 mdd. (CONAPESCA, 2011).

México se ubica entre los primeros 10 países por volumen de captura de

jaibas con por los menos 18 especies de las cuales 10 pertenecen al género

Callinectes (Ortiz-Sartorius, 2008). El Instituto Nacional de Pesca al 2000 describe

una explotación plena de 3 especies de jaiba en el Golfo de California que

requieren medidas de manejo para su recuperación.

Al 2011 la pesquería de jaiba en México fue de 20,212 ton (peso vivo),

produciendo Sinaloa 6 mil ton seguido por Sonora con 4 mil. La pesquería tuvo un

valor económico de más de 238 mdp y al nivel nacional su captura por volumen

se encuentra posicionada en el doceavo lugar y por su valor el quinceavo lugar

(CONAPESCA, 2013).

Estudios de pesquería de jaiba en Sonora y Sinaloa especulan que los

ejemplares de C. bellicosus se mantienen como una sola población debido a la

dispersión de los primeros estadíos de vida de estas especies. Las hembras

grávidas salen del sistema lagunar que habitan a liberar los huevos fertilizados en

mar abierto, en donde presumiblemente se mezclan con aquellos de otros

sistemas lagunares. Es muy posible que este mismo mecanismo tenga un efecto

similar en C. arcuatus (Huato et al., 2005).

Para las costas de Sinaloa se han identificado 13 especies y subespecies

de jaibas, de las cuales las más importantes en términos pesqueros son la jaiba

Page 28: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

9

azul Callinectes arcuatus, la guerrera C. bellicosus y la negra o guacho C. toxotes

(Ramos-Cruz, 2008).

El complejo Lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule está siendo

fuertemente utilizado por los pescadores locales para la pesca del camarón, jaiba

azul, pargo entre otros organismos. En los últimos 17 años la captura del camarón

y la jaiba ha sido la más representativa con un total del 90% de los reportes.

Sorpresivamente de 2006 al 2009 la pesca de jaiba azul superó significativamente

la del camarón (Carrasquilla-Henao et al., 2013).

Su captura es tradicionalmente de tipo artesanal, mediante el empleo de

artes de pesca muy sencillos, de bajo costo y fácil elaboración, tales como

ganchos, arpón o fisga manual, aros y trampas (Escamilla-Montes et al., 2013).

El precio del kilogramo de jaiba varía, de acuerdo con el Sistema de Investigación

Agroalimentaria y Pesquera, el precio de jaiba en pulpa en el Distrito Federal es

de $168.43 y para la jaiba entera de $47.76 teniendo un incremento en sus

precios desde 2001 (CONAPESCA, 2011).

2. ANTECEDENTES

2.1. Plaguicidas organoclorados en crustáceos

Se ha demostrado que altas concentraciones de metales que son tóxicos

para los crustáceos afectan el crecimiento, la reproducción, el ciclo de la muda, la

regeneración de extremidades, la bioquímica y la fisiología (Reichmuth et al.,

2010).

Los organismos expuestos a plaguicidas se ven afectados y de manera

general sufren reducciones y/o incrementos en las concentraciones de proteínas

totales, glucógeno, y triglicéridos en músculo lo cual pudiera estar relacionado

con mecanismos de compensación metabólica de los organismos en respuesta a

factores estresantes o disruptores endocrinos, tales como los plaguicidas (Osuna,

et al., 1998).

Page 29: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

10

Los plaguicidas organoclorados están presentes invariablemente en los

tejidos adiposos de organismos (Ayas et al., 1997) es por ello que se han

realizado estudios para conocer las concentraciones de plaguicidas en diferentes

crustáceos; Smalling et al., (2010) realizaron un estudio en la zona norte de

California en Estados Unidos, en el cual analizaron muestras de cangrejos

Hemigrapsus oregonensis y Pachygrapsus crassipes para observar la

acumulación de plaguicidas específicamente molinato en embriones.

En las costas de Europa y Norteamérica, se analizó tejido de Eriocheir

sinensis una especia invasiva. Se registraron concentraciones de plaguicidas

organoclorados entre otras toxinas, que representan un riesgo potencial para las

poblaciones de hombres y mujeres principalmente en edad fértil que se alimentan

de ellas, de acuerdo con los límites de ingesta diarias tolerables europeas (Clark

et al., 2009).

Mortimer (2010) analizó muestras de tejido del hepatopáncreas y de

músculo de Australoplax tridentata de la costa este de Australia encontrando de

DDT (principalmente metabolitos DDE y DDD), clordano, heptacloro, endosulfán,

hexaclorobenceno y dieldrín. Los valores de dieldrín rebasaron los límites

permitidos de acuerdo a las guías de calidad de aguas nacionales de Australia

para la protección de los ecosistemas acuáticos.

En zonas de manglar, cerca de Rio de Janeiro de Brasil, analizaron

muestras de sedimentos y huevos de cangrejo (Chasmagnathus granulata) para

detectar compuestos organoclorados y sus metabolitos (Santos et al., 2008)

siendo los valores más altos niveles de PCB totales y metabolitos de DDT en los

sedimentos y los huevos de cangrejo.

Otro estudio sobre plaguicidas organoclorados en Brasil por Magalhães et

al. (2012) analizó tejido blando de los cangrejos Hepatus pudibundus y Callinectes

danae mediante cromatografía de gases. El plaguicida organoclorado que se

encontró en menor concentración fue mirex y HCB y los cangrejos machos

mostraron concentraciones de organoclorados más altos que las hembras en las

dos especies.

Page 30: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

11

2.2. Plaguicidas organoclorados en el alimento

Un estudio realizado en el 2011 con mujeres embarazadas sanas de

Shangai (Cao et al., 2011) para conocer concentraciones de plaguicidas

organoclorados en sangre de cordón umbilical demostró que el hábito de

consumir alimentos marinos (pescado, camarones y cangrejos) contribuye a altos

niveles de DDE y β-HCH.

Hyo-Bang et al. (2009) publicaron un estudio realizado entre 2005 y 2007 en el

Sur de Corea donde se midieron concentraciones de plaguicidas organoclorados

en las principales especies de pescados y mariscos consumidos por la población.

Observaron que los PCBs y DDTs fueron los contaminantes predominantes.

Aunado a esto se evaluó el potencial de riesgo por el consumo de pescados y

mariscos siendo los niños menores de 2 años los que presentaban mayor

potencial.

Hong-Sheng y colaboradores en el 2011 evaluaron la bioaccesibilidad oral

de DDT y HCH en 20 especies de peces determinando concentraciones

relativamente altas de PhCH y PDDT en todos los peces del mercado. Las

correlaciones significativas (p< 0,05) entre las concentraciones organoclorados

digeribles en el músculo de pescado y sus correspondientes en tejidos humanos

de los residentes de Hong Kong en el mismo año determinaron los efectos a la

salud humana en tres zonas de Camboya siendo el DDT el organoclorado

dominante. Las concentraciones de plaguicidas organoclorados en las 3 zonas

variaron pero se determinó un riesgo de cáncer para los residentes locales por el

consumo de pescados y alimentos contaminados por organoclorados.

Se seleccionaron especies de pescados y mariscos del mar Adriático de

consumo regular por los italianos en los que las concentraciones más altas de

PPCBs y POC se encontraron en la sardina y las más bajas en los cefalópodos.

La anchoa, sardina y la caballa, resultaron ser los peces más contaminados por

su lugar dentro del nivel de la cadena trófica siendo predominante el DDE con

respecto al DDT (alta relación de DDE / DDT). La tasa de biotransformación de

contaminantes resultó ser eficaz en el pescado y en los crustáceos obteniéndose

Page 31: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

12

valores que no superaron los establecidos por la legislación italiana (Perugini,

2004).

Waliszewski et al., (1997) analizaron en México muestras de leche de vaca

y mantequilla encontrando que los niveles medios de HCH fueron de 0.094 y

0.093 mg•kg-1 de materia grasa en la leche de vaca y en muestras de mantequilla,

respectivamente. Los niveles medios de DDT fueron de 0.159 y 0.049 mg•kg-1,

respectivamente. Concluyeron que la presencia de organoclorados en productos

lácteos se debe a las malas acciones sanitarias de la zona.

2.3. Plaguicidas organoclorados y lagunas costeras

En las últimas décadas los ecosistemas acuáticos han sido contaminados

por contaminantes persistentes, de origen agrícola e industrial. Los plaguicidas

organoclorados con sus propiedades químicas principalmente hidrofóbicas, se

comportan como contaminantes en sistemas de estuario (Ayas et al., 1997).

La costa de Sinaloa se extiende cientos de kilómetros a lo largo del Océano

Pacífico y a lo largo del Golfo de California, 11 ríos y varios arroyos atraviesan la

región que es intensamente cultivada (Galindo et al., 2002).

Un gran número de estudios han demostrado que las concentraciones más

altas se detectan a menudo en las zonas costeras. Como algunos de estos

productos químicos no son fácilmente degradados por procesos físicos, químicos

o biológicos, persisten en el medio ambiente durante largos períodos adsorbidos

a los sedimentos, en la superficie del agua y en el tejido de los organismos

marinos (Ferreira et al., 2004).

La Bahía de Navachiste es una laguna costera situada en el norte de

Sinaloa que recibe aportes de agua dulce de la escorrentía del suelo durante la

época de lluvias y aguas residuales domésticas de las ciudades de Guasave y

Juan José Ríos y descargas agrícolas (Orduña Rojas y Longoria Espinoza, 2006).

Esta laguna tiene una gran importancia ecológica y económica, ya que posee

gran variedad de organismos de importancia comercial como almejas, lisa,

Page 32: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

13

mojarra, pez globo, pargo, robalo. Además se practican actividades como

acuicultura intensiva de camarón (Montes et al., 2012). La CONANP (2013)

declaró éste sistema lagunar en febrero del 2008 como Humedal de Importancia

Internacional obteniendo la clasificación de sitio Ramsar.

Rosales y Escalona (1983) examinaron la concentración de

organoclorados en dos sistemas lagunares del norte de México (Yavaros en

Sonora y Huizache-Caimanero en Sinaloa) ambas lagunas de importancia

económica por la pesquería de camarón. El heptaclorohexano con sus isómeros

fue encontrado en todas las muestras al igual que el dieldrín el cual obtuvo los

valores más altos.

En el Golfo de México, Castañeda-Chávez et al. (2011) evaluaron los

niveles de DDT y sus metabolitos en Crassostrea virginica (Gmelin, 1791) de

cuatro lagunas costeras (Alvarado, La Mancha, Vega de Alatorre y Tamiahua).

Los niveles detectados en las ostras y en las lagunas costeras demostraron que

los sistemas de lagunas estudiadas están contaminados por el DDT.

2.4. Sedimento

En Sinaloa los plaguicidas son usados de forma extensiva, sus residuos son

transportados por vientos y ríos al ecosistema costero y muchos de ellos como el

malatión, lindano, aldrín, dieldrín, DDT y clordano han sido encontrados en

sedimentos de ecosistemas costeros (Galindo et al., 1996) dada su hidrofobicidad

y alta persistencia (Menone et al., 2006).

Galindo et al. (1999) analizaron 25 muestras de sedimento de la Bahía de

Ohuira en Sinaloa; encontrando concentraciones de endosulfán y heptacloro

epóxido y altas concentraciones de metil paration y DDD.

González-Farías et al. (2002) reportaron en la laguna de Agiabampo-

Bacorehuis-Jitzamuri la presencia de heptacloro, epóxido de heptacloro, α-

endosulfán, β-endosulfán, sulfato de endosulfán, α-HCH, β-HCH, lindano, δ-HCH,

Page 33: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

14

aldrín, dieldrín, p, p '-DDT, p, p'-DDE y p, p'-DDD en muestras de sedimento. Se

detectaron plaguicidas aceptados por el Catálogo de Plaguicidas de COFEPRIS,

además de plaguicidas con clasificación restringida y prohibidas. En el mismo

año el mismo grupo de investigadores en las costas de Altata-Ensenada El

Pabellón reportaron concentraciones de DDT’s, seguidos de endusulfán y lindano

en zonas de descargas de drenes agrícolas (Carvalho et al., 2002).

En el distrito de riego 063 adyacente a nuestra área de estudio, se

analizaron muestras de sedimento que contenían DDT y sus metabolitos (DDE y

DDD) así como lindano en muestras de sedimento (Hernández y Hansen, 2011).

Montes et al. (2012) evaluaron los niveles de plaguicidas organoclorados

en la Bahía de Navachiste-Macapule en el sector de descarga del Distrito de riego

063, el cual transporta aguas residuales de la actividad agrícola. En los

sedimentos se encontró Metoxicloro, Endrin y Heptacloro y sus concentraciones

sugieren un uso reciente en el sistema, a pesar de que están prohibidos en

México.

2.5. Contaminación de pescados y mariscos por plaguicidas organoclorados

Los océanos actúan como sumidero final para plaguicidas organoclorados,

y estos compuestos se pueden biomagnificar en las redes alimentarias marinas y

posteriormente inducir diversos efectos tóxicos en los seres humanos después del

consumo (Shuangxin et al,. 2011) la exposición alimentaria humana a los

plaguicidas organoclorados es atribuible en gran medida al consumo de éstos

productos acuáticos (Huan-Yun et al., 2010).

Al nivel mundial, México se ubica entre los primeros diez países en la

captura de jaibas y cangrejos como los más abundantes e importantes en los

sistemas costeros junto con los camarones. La jaiba es un recurso pesquero

artesanal que se explota con mayor intensidad en el litoral del océano Pacífico,

capturándose 18 especies, de las cuales 10 pertenecen al género Callinectes,

(Rosas-Correa et al., 2008).

Page 34: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

15

En el Golfo de California existía una explotación plena de 3 especies de

jaiba recomendándose medidas de manejo para su recuperación (INAPESCA,

2000).

2.6. Potencial de riesgo humano causado por consumo de alimentos

contaminados por plaguicidas organoclorados

El valor nutricional de los alimentos es de considerable interés público, y se

centran en los tipos y niveles de nutrientes tales como vitaminas, minerales y

ácidos grasos. el posible conflicto entre el valor nutricional de los mariscos y la

toxicidad de los contaminantes sigue siendo un problema (Haave, et al., 2011).

El uso intensivo de plaguicidas ocasiona daños a la salud a la población

expuesta a corto y largo plazo así como a la contaminación del aire, suelo y aguas

(Guerra et al., 2006). Los seres humanos, como parte de la cadena alimentaria,

están constantemente expuestos a estos productos a través del consumo de

animales, mariscos y verduras (Dhananjayan et al., 2012).

La exposición a los plaguicidas puede resultar en problemas de salud

agudos y crónicos que incluyen irritación de los ojos, trastornos del sistema

inmunológico, dificultad respiratoria, trastornos hormonales (Mokhele, 2011). Sin

embargo los efectos genotóxicos son considerados entre los más graves de los

posibles efectos secundarios de los productos químicos agrícolas. Si un producto

químico reacciona con el ADN nuclear, por lo general es mutagénico y

carcinogénico para los organismos expuestos. Los efectos incluyen enfermedades

hereditarias genéticas, carcinogénesis, problemas reproductivos y defectos de

nacimiento (Wagida, 1997).

Más del 90% de la exposición humana a plaguicidas organoclorados es a

través de alimentos de origen animal y la ingesta de líquidos (Campoy et al.,

2001). En general, los niveles de plaguicidas organoclorados en peces destinados

al consumo humano son bajos y probablemente por debajo de los niveles que

puedan afectar negativamente a la salud humana. En este sentido, las

poblaciones con mayor riesgo que la mayoría de las personas son las que

Page 35: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

16

subsisten en gran medida de los peces y otras especies marinas (Smith y

Gangolli, 2002).

Smith y Gangolli (2002) afirman que, en general, el pescado en la dieta

humana aporta una proporción significativa de la ingesta total de compuestos

organoclorados relacionados, sobre todo pescado con niveles más altos de grasa.

En comparación con los adultos, los niños pequeños son más susceptibles a la

exposición a los plaguicidas debido a sus actividades únicas y características

fisiológicas (Beamer et al., 2009).

2.7. Legislación de los plaguicidas organoclorados

A pesar de las prohibiciones reglamentarias o límites estrictos sobre el uso

que se impone a los plaguicidas organoclorados en la mayoría de los países,

estos compuestos se siguen detectando en cantidades mensurables en el

ecosistema, incluyendo la vida marina (Smith y Gangolli 2002).

Los crustáceos pueden acumular metales y plaguicidas en sus sistemas

por absorción del agua y/o sedimento a través de la ingestión de alimentos.

Estudios recientes sugieren que la dieta puede ser la principal fuente de toxinas

para muchos invertebrados estuarios (Reichmuth et al, 2010).

Al nivel internacional, existen límites máximos permisibles de plaguicidas

para la ingesta de alimentos; en este caso, pescados y mariscos contaminados

con organoclorados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura por sus

siglas en inglés FAO establecen en un código alimentario (CODEX

ALIMENTARIUS) los límites máximos de residuos establecidos solamente para

los alimentos básicos (FAO, 2013; OMS, 2013).

Por otro lado, la Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos

(USEPA) establece límites máximos de organoclorados (clordano, DDT, DDE,

DDD, dicofol, dieldrín, endosulfan I y II, endrín, heptacloro, hexaclorobenceno,

Page 36: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

17

lindano, toxafeno y mirex) específicamente en peces tomando en cuenta la

porción y la frecuencia del consumo (USEPA, 2000).

En México la reglamentación vigente en las Normas Oficiales Mexicanas en

las NOM-029-SSA1-1993 y NOM-030-SSA1-1993 establecen lo siguiente: los

productos objeto de éstas normas no deben contener residuos de plaguicidas

como: aldrín, dieldrín, endrín, heptacloro, kapone u otros prohibidos en el catálogo

oficial de plaguicidas editado por CICOPLAFEST (Comisión Intersecretarial para

el Control del proceso y uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas).

3. JUSTIFICACIÓN

Debido a que los plaguicidas organoclorados poseen la capacidad de

fijarse en el tejido adiposo animal les reviste características peligrosas por la

acumulación en las cadenas tróficas, este caso se relaciona con el consumo por

parte del ser humano de animales fuertemente contaminados. La contaminación

medio ambiental producida por los residuos de plaguicidas es problemática

también en cuanto que estos residuos pueden provocar daños a la salud humana,

(Abellán y García., 2006).De esta forma, la presencia de residuos químicos hace

necesario realizar una estimación de la probabilidad en la que un individuo o

población esté expuesto a un peligro a través de un medio (alimento, agua, aire,

etc.) (Páez et al., 2011).

El sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule recibe efluentes

agrícolas que contienen residuos de organoclorados que se agregan a los

sedimentos (Montes et al., 2012). Por sus hábitos alimenticios detritívoros, la jaiba

C. bellicosus ingiere éstos sedimentos. Por lo anterior, éste trabajo determinó si

la concentración de plaguicidas organoclorados en su tejido muscular representa

un riesgo a la salud humana debido a su consumo.

Page 37: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

18

4. HIPÓTESIS

La concentración de plaguicidas organoclorados en carne de jaiba C.

bellicosus capturada en el Sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule

representa un.

5. OBJETIVO

Determinar la concentración de plaguicidas organoclorados en la carne de

la jaiba C. bellicosus del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule y el

riesgo a la salud humana por su consumo.

5.1. Objetivos específicos

Determinar la concentración de plaguicidas organoclorados en el tejido

muscular de la jaiba C. bellicosus y sedimentos del Sistema Lagunar.

Determinar la variación espacial y temporal de la concentración de

plaguicidas organoclorados en el tejido muscular de C. bellicosus

capturado entre abril del 2014 a enero del 2015

Determinar la correlación del peso - talla de las jaibas C. bellicosus con

el contenido de plaguicidas.

Determinar el riesgo a la salud humana por el consumo de tejido

muscular de C. bellicosus contaminado con plaguicidas organoclorados

con base en los límites máximos permitidos por la normatividad

nacional e internacional.

6. METODOLOGÍA

6.1. Área de estudio

Page 38: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

19

Fig. 2. Localización del área de estudio.

6.1.1. Localización

El complejo largunar San Ignacio-Navachiste- Macapule se encuentra en el

sureste del Golfo de California, en el estado de Sinaloa, con una superficie de

24,000 ha y ubicada entre 25°22’ y 25°34’ N y 108°40’ y 109°02’ O (Fig. 2). La

principal actividad económica de la zona es la agricultura (Montes et al., 2012).

6.1.2. Características ambientales

La precipitación anual promedio es de 300 mm, con la temporada de lluvias

que ocurren al final del verano y principios del otoño. El complejo lagunar tiene

tres entradas: Ajoro, Vasiquilla y Bocanita. Las mareas en este sistema lagunar

tienen son semidiurnas con dos inundaciones desiguales y ciclos de reflujo cada

24,84 horas. La amplitud de las mareas es de aproximadamente 1,08 m, y la

velocidad de la corriente máxima durante la marea baja es de aproximadamente

2,1 m / s en la entrada Vasiquilla (Martínez-López et al., 2007).

6.1.3. Principales afectaciones

Las principales fuentes de contaminación del sistema lagunar San Ignacio-

Navachiste-Macapule son los drenes del Distrito de Riego (DR) 063 y DR-075

Page 39: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

20

que transportan residuos de plaguicidas organoclorados provenientes de los

campos agrícolas y de los drenes camaronícolas (Fig. 3). El DR-063 es una de las

regiones agrícolas más importantes de México, con más de 116,000 ha de tierras

agrícolas, de las cuales más de 107,000 ha están altamente tecnificadas con

riego artificial, que emplean grandes cantidades de agroquímicos que se aplican

en cada ciclo agrícola (Montes et al., 2012).

6.2. Recolecta de muestras de jaiba y sedimento

Los organismos fueron capturados en el

complejo lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule en

5 puntos de muestreo establecidos estratégicamente

(Fig. 3) los cuales abarcan las tres bahías, tomándose

el punto 1 ubicado en la boca como blanco pues no se

encuentra cercano a ninguna descarga.

Se realizaron trayectos a bordo de una lancha

Fig. 3. Mapa del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule donde se muestran los puntos de muestreo establecidos y los drenes con aporte al sistema lagunar.

Fig. 4 Pescador haciendo lance de las jaulas con carnada para captura de jaiba.

Page 40: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

21

con la ayuda de un pescador originario del campo pesquero el Tortugo. Las

Jaibas se capturaron utilizando aros y jaulas con carnada (Fig. 4).

Se registraron las biometrías a cada jaiba capturada, ancho del caparazón

AC y largo del caparazón LC y se obtuvo la carne de las tenazas y el caparazón

(Fig. 5). Se tomaron muestras de los primeros 10 cm de sedimento con una draga

y se depositaron en bolsas de aluminio para su transporte a las instalaciones de

CIIDIR SINALOA donde en el laboratorio de Contaminación se realizó el

procesamiento de las muestras.

6.3. Parámetros físico-químicos del agua de mar

Se registraron durante cuatro periodos de colecta (primavera, verano, otoño e

invierno) en cinco estaciones delimitadas en el sitio del pH, temperatura y

salinidad mediante multiparámetro marca Hanna® modelo HI 9628.

6.4. Caracterización biométrica

El ancho del caparazón (AC) es la

distancia entre las puntas de las espinas

anterolaterales y longitud del caparazón (LC)

lo cual se obtuvo mediante un vernier de 0.1

mm de precisión. El peso se registró en una balanza granataria.

6.5 Materia orgánica de sedimento

La materia orgánica del suelo se determinó mediante el método AS-07

(Walkley y Black, 1934) establecido en la NOM-021-SEMARNAT-2000. Este

método se refiere a la determinación de materia orgánica de suelos no volcánicos,

para la cual se pesaron 0.5 g de sedimento y se colocaron en un matraz de 500

ml al que se le agregó 10 ml de dicromato de potasio (K₂Cr₂O₇). Posteriormente

se agregaron 20 ml de ácido sulfúrico (H₂SO₄) al matraz con el sedimento y se

agitó por 1 minuto. Se dejó reposar 30 min, y se le agregaron 200 ml de agua

destilada y 5 ml de ácido fosfórico (H₃PO₄). Se añadieron de 5-10 gotas de

LC AC

Fig. 5 Ancho del caparazón (AC) y longitud del caparazón (LC) (Estrada-Valencia, 1999).

AC

LC

Page 41: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

22

indicador de difenilamina y se tituló con sulfato ferroso hasta que la muestra

cambiara de color a un verde esmeralda.

Cálculos

(

)

Dónde:

B = Volumen de sulfato ferroso gastado para valorar blanco de reactivos (ml).

T = Volumen de sulfato ferroso gastado para valorar la muestra (ml).

N = Normalidad del sulfato ferroso.

g = Peso de muestra empleada (g).

mcf = factor de corrección de humedad

Materia orgánica (%) = C orgánico (%) x 1.724

Los resultados se compararon con la tabla:

Tabla 6. Clasificación de % materia orgánica de suelos

según la NOM-021-SEMARNAT-2000

Nivel Materia organica (%)

muy bajo -0.5

bajo 0.6-1.5

medio 1.6-3.5

alto 3.6-6.0

muy alto >6.0

6.6 Plaguicidas en tejido de jaiba

Después de las biometrías se extrajeron de 20-30 g de carne del

caparazón y las tenazas de cada organismo colectado usando solamente 10 gr de

tejido para posteriormente analizarse.

6.6.1. Extracción de plaguicidas organoclorados de tejido de jaiba

Se siguió el método 3550C de extracción ultrasónica de bajas

concentraciones (menos de 20 mg/kg de analitos) con modificaciones. Este

Page 42: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

23

método describe el procedimiento de extracción de compuestos orgánicos no

volátiles y semivolátiles en sólidos. El material de laboratorio se lavó con jabón

neutro y se enjuagó con agua desionizada, acetona y se secó en un horno. Los 10

g de carne de cada jaiba se mezclaron con 20 g de sulfato de sodio activo

(calentado previamente a 400°C en una mufla durante 4 h para activar el sulfato)

(Karal®, grado A.C.S.) en un mortero de 100 ml homogeneizando y deshidratando

la carne, transfiriéndose posteriormente a un matraz Erlenmeyer de 250 ml.

Se agregaron 5 ml de hexano (Karal, grado HPLC) al mortero para

transferir los analitos, residuos de tejido y/o sulfato al matraz y evitar pérdidas. Se

añadieron 30 ml del mismo solvente al matraz. Las muestras se dejaron en un

baño ultrasónico por 15 min. El extracto se decantó y se repitió la extracción dos

veces más con dos porciones adicionales de 35 ml de hexano agregados al

matraz.

6.6.2. Purificación de las muestras de tejido muscular de jaiba

El método de purificación se realizó con base en el trabajo de Waliszewski

et al. (2008). Para ello, el extracto concentrado a 5 ml se transvasó a un vial de 10

ml y se le añadieron de 1 a 2 ml de ácido sulfúrico concentrado (Karal®, grado

HPLC), para precipitar las grasas y remover ésteres de ftalatos para evitar

interferencias en el análisis cromatográfico (Waliszewski y Szymczynski, 1991).

Posteriormente, el vial se agitó vigorosamente por 1 minuto y se dejó reposar 3

minutos para obtener la separación de fases.

El sobrenadante se colectó en un vaso de precipitado de 25 ml y se filtró a

través de un embudo que contenía fibra de vidrio y 2 g de sulfato de sodio

anhidro. La muestra se concentró en una parrilla, hasta obtener 0,5 ml de hexano

y se aforó 1 ml con el mismo solvente.

6.6.3. Porcentaje de peso seco de las muestras de tejido de jaiba

Se calculó el porcentaje de peso seco (AOAC, 1990), en la cual 2 g de la

muestra se colocaron en un crisol sometido previamente a peso constante, a una

Page 43: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

24

temperatura de 105 °C por 24 h y permitiendo el enfriamiento en un desecador

antes de la determinación del peso final.

El cálculo del porcentaje se realizó mediante la siguiente ecuación:

(a)

(b)

(b)

(c) (d)

(f) (e)

(g) (h)

Fig. 6. Metodología para la extracción y purificación de plaguicidas organoclorados en tejido de jaiba. (a) limpieza del material, (b) macerado con sulfato de sodio anhidro, (c) extracción ultrasónica, (d) concentración del extracto, (e) purificación con ácido sulfúrico, (f) filtración con sulfato de sodio anhidro y lana de vidrio/ columna con resinas (sulfato de sodio, florisil, sílica, lana de vidrio). (g) concentración final, (h) análisis cromatográfico.

Page 44: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

25

6.5.4. Determinación de plaguicidas organoclorados (OCs)

Se inyectó 1 μl de las muestras de plaguicidas para hacer la cuantificación

de los OCPs por cromatografía de gases. Se empleó un cromatógrafo de gases

AutoSystem marca Perkin Elmer® equipado con un detector de electrones,

acoplado al software TotalChrom Navigator© V. 6.3.1. Se utilizó una columna

capilar ELITE-CLP de 30 m de longitud y 0.32 mm de diámetro interno y 0,25 μm.

Se emplearon las condiciones de operación indicadas en la tabla 6.

Tabla 7. Condiciones de operación del Cromátografo de gases para la determinación de

plaguicidas organoclorados en carne de jaiba C. bellicosus.

Parámetro Condición del equipo

Volúmen de inyección de muestra 1 μl

Nitrógeno gas portador Flujo 8.7 ml/min

Temperatura del detector 300 °C

Temperatura del inyector 260 °C

Temperatura de la columna 150 °C (1 min), 4 °C/min hasta 240 °C (1

min).

Atenuación 16

La identificación de OCPs se basó en la comparación de los tiempos

(retención y aparición) y su cuantificación (mediciones altura del pico/área)

obtenidas por las muestras con la del estándar de referencia 48858-U (mezcla

de plaguicidas organoclorados 808) de Supelco® (Tabla 7).

Tabla 8. Tiempos de retención y orden de aparición de plaguicidas organoclorados

Compuesto Tiempo de

Retención (min)

Orden de Aparición

3,4,5,6 Tetracloroxileno 7.579 1

α-HCH 9.163 2

γ-HCH 9.911 3

β-HCH 10.336 4

δ-HCH 11.080 5

Page 45: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

26

Heptacloro 11.812 6

Aldrín 13.058 7

Heptacloro epóxido 13.511 8

γ-Clordano 13.860 9

α-Clordano 14.161 10

Endosulfán I 14.349 11

4, 4`- DDE 14.538 12

Dieldrín 15.206 13

Endrín 15.336 14

4, 4´- DDD 15.602 15

Endosulfán II 16.372 16

4, 4` - DDT 16.402 17

Endrín aldehido 16.612 18

Metoxicloro 17.079 19

Endosulfán sulfato 17.717 20

Endrín cetona 18.117 21

Decaclorobifenilo 20.727 22

6.7 Extracción de plaguicidas organoclorados en muestras de sedimento

La extracción de plaguicidas organoclorados en sedimento se llevó a cabo

con base en el método de extracción Soxhlet (Fig. 7) propuesto por la U.S.E.P.A.

Se decantó el agua del sedimento, se limpió de

cualquier desecho o sólido y se pesaron 10 gr de

sedimento en una balanza analítica añadiendo 10

gr de sulfato de sodio anhidro en un dedal de

extracción de celulosa.

Se colocaron 100 ml de hexano (grado

HPLC) en un matraz de fondo redondo de 125 ml. Se montó el material para la

extracción en un soporte donde se colocó la corneta (extractor) y el enfriador

sobre el matraz bola colocado en una plancha. El enfriador se conectó a la línea

de agua por medio de mangueras de látex.

Fig. 7 Equipo de extración Soxhlet

Page 46: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

27

Se dejó recirculando el equipo Soxhlet durante 8 h, para reposar el extracto

a temperatura ambiente y desmontar el equipo Sohxlet. Se traspasó el extracto a

un vaso de precipitado de 50 ml donde se concentró hasta obtener 0.5 ml y se

depositó con una pipeta Pasteur en un vial para su análisis cromatográfico.

6.8 Análisis estadístico

Se realizó un análisis estadístico mediante el software Statistica® Versión

7. Se determinó el valor de normalidad (considerándose con distribución normal

los valores de p>0.05, α=0.05 a través de la prueba Kolmogorov-Smirnov) y

homocedasticidad. En los casos en los que los datos no fueron normales se

realizó una prueba de medias de Kruskall-Wallis (p≤0.05, α=0.05) para determinar

las diferencias significativas de las concentraciones de OCPs en carne de jaiba C.

bellicosus entre las estaciones de los meses colectados y entre las estaciones.

Se realizó un análisis de correlación de Spearman entre los niveles de OCPs en

carne de C. bellicosus y los datos biométricos (peso y longitud) y datos

físicoquímicos del agua de mar (salinidad, temperatura, pH) (p≤0.05).

Los valores de concentración de OCPs en carne de jaiba C. bellicosus

fueron comparados con la normatividad nacional e internacional NOM-029-SSA1-

1993 (DOF, 1995) NOM-030-SSA1-1993 (DOF, 1995) Convenio de Rotterdam

(2011) y los valores carcinogénicos de la U.S.E.P.A. (USEPA, 2000) para

determinar el riesgo potencial del consumo de carne de C. bellicosus del complejo

lagunar.

6.9 Evaluación del riesgo por el consumo de carne de jaiba C. bellicosus

El análisis de riesgo se realizó mediante la estimación numérica y la evaluación

de la exposición para efectos carcinogénicos y no carcinogénicos para cada

residuo de plaguicida, considerando una persona adulta de 70 kg de peso

corporal, tomándose en cuenta el grado de peligrosidad, que varía entre cada

compuesto. Para ello, se compararon con los valores de referencia toxicológicos

para los efectos no carcinogénicos (RfD) y carcinogénicos (CFS) por ingesta oral

Page 47: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

28

de los compuestos de interés, para una persona con una expectativa de vida de

70 años (USEPA, 2000) (Tabla 8).

Se graficaron los porcentajes acumulados respecto a las concentraciones

reportadas para cada OCP, se determinó la ecuación lineal que describió la

relación entre estas variables y se dedujeron las concentraciones al 50 y 95

percentil de la población, que fueron utilizadas para determinar la concentración

promedio de exposición diaria, estimada y el cociente de riesgo (Jiang et al.,

2005)

Determinación de promedio de exposición estimado

El promedio de exposición estimado se determinó al multiplicar la tasa de

consumo por persona, por las concentraciones obtenidas (Moon et al., 2009).

Debido a que esta estimación no estaba considerada previamente se tomó como

base la tasa de consumo de jaiba de 0.20404 g/persona/d en los Estados Unidos

de América (USEPA, 2011), ya que no se encontraron reportes de consumo de

jaiba en México. El peso corporal de referencia fue 70 kg.

Tabla 9. Valores toxicológicos de referencia con efectos toxicológicos y no toxicológicos (USEPA, 2011).

Analito Valor de referencia carcinogénico (CSF)

(mg/kg/d)

Valor de referencia no carcinogénico RfD

(mg/kg/d)

Clordano total 0.35 5.0E-04

DDT total 0.34 5.0E-04

Endosulfán I y II NA 6.0E-04

Heptacloro epóxido 9.1 1.3E-05

Lindano 1.3 3.0E-04

Aldrín 17 3.0E-05

α-HCH 6.3 NA

β-HCH 1.8 NA

Heptacloro 4.5 5.0E-04

DDD 0.24 1.0E+04

DDE 0.34 2.0E+04

*NA= No aplica

Para evaluar el riesgo potencial de la población por estos plaguicidas se

compararon los promedios de exposición estimado respecto a las

concentraciones de referencia (CBC):

Page 48: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

29

(Eq, 1)

Donde:

HR = Cociente de riesgo

EDI = Promedio de exposición estimado (ng/kg/d)

CBC = Concentración de Referencia (ng/kg/d)

La concentración de referencia (CBC) indica la concentración máxima que

no representa o no genera efecto adverso a la salud humana (Jiang et al., 2005):

(Eq. 2)

Donde,

Riesgo = Probabilidad de desarrollar cáncer de 1 en 100,000

BW = Peso corporal 70 kg

EDI = Promedio de exposición estimado (ng/kg/d)

CFS = Factor de referencia toxicológico carcinogénico (ng/kg/d)

Los riesgos de efectos a salud por exposición carcinogénica y no

carcinogénica fueron considerados por separado (Tabla 8) y se consideró la

concentración de referencia para efectos no carcinogénicos (RfD) (USEPA, 2000).

Dosis de referencia

Se estableció el límite de consumo diario y de porciones de jaiba que

puedan provocar efectos carcinogénicos y no carcinogénicos en la salud humana,

por consumo de porción contaminada con OCPs a la concentración promedio, del

50 y 95 percentil. Para calcular el límite de consumo para efectos carcinogénicos,

se empleó como nivel de riesgo aceptable (ARL) una probabilidad de 1 en

1000,000 (10-5), asumiendo que una persona adulta de 70 kg ingiere una porción

de 0.227 g (USEPA, 2000), mediante las ecuaciones:

Efectos carcinogénicos

Page 49: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

30

Límite de consumo diario (Eq. 3)

(Eq. 3)

Donde:

CRlim = Tasa de ingesta máxima permitida (kg/d)

ARL = Nivel de riesgo máximo aceptable

BW = Peso corporal del consumidor (kg)

CFS = Factor de referencia toxicológico carcinogénico (mg/kg/d)

Cm = Concentración del plaguicida en el filete (mg/kg)

Límite de consumo por porciones (Eq. 4)

(Eq. 4)

Donde:

CRmm = Tasa de ingesta máxima permitida (porciones/mes)

CRlim = Tasa de ingesta máxima permitida (kg/d)

MS = Tamaño de porción (0.227 kg pescado/porción)

Tap = Período (365.25 d/12mes = 30.44 d/m)

Efectos no carcinogénicos

Límite de consumo diario

Los Efectos no carcinogénicos son causados por el consumo de pescado

contaminado que provoca efectos sistémicos al nivel hepático, renal, neurológico,

muscular, ocular, reproductivo, respiratorio, circulatorio u otros efectos por

exposición aguda y crónica (USEPA, 2000) (Eq. 5).

(Eq. 5)

Donde:

CRlim = Tasa de ingesta máxima permitida (kg/d)

Page 50: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

31

RfD = Valor de referencia toxicológico no carcinogénico (mg/kg/d)

BW = Peso corporal del consumidor (kg)

Cm = Concentración del plaguicida en la porción (mg/kg)

7. RESULTADOS

7.1. Datos físico-químicos del agua de mar

La temperatura más baja se registró en invierno (punto 1) localizado en la

boca de la laguna San Ignacio, manteniéndose estable en todos los puntos de

muestreo registrando valores entre los 18 °C y 19 °C mientras que la temperatura

más alta se obtuvo en verano en el punto 4 con una temperatura de 30.48 °C

localizado cercano al dren San Antonio (Fig. 8).

La temperatura promedio del sistema lagunar fue de 25.01 ± 4.16 °C. Los

datos presentaron diferencias significativas (p=0.0000) entre los periodos de

colecta.

Fig.8. Valores de temperatura de los muestreos 1, 2, 3 y 4

correspondientes a los meses abril, julio, noviembre de 2014 y enero de

2015.

15

17

19

21

23

25

27

29

31

33

1 2 3 4 5

Te

mp

era

tura

(°C

)

Puntos de muestreo

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

Page 51: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

32

7.2

7.4

7.6

7.8

8

8.2

8.4

8.6

Primavera Verano Otoño Invierno

pH

Fechas de muestreo

El valor medio de pH de todo el sistema lagunar durante los 4 muestreos

estacionales fue de 8.12 ± 0.20. Los resultados presentaron diferencias

significativas relacionadas a los meses del año (p=0.0093). (Fig. 9)

Fig. 10. Valores promedio de pH de los muestreos 1, 2, 3 y 4 corres-

pondientes a los meses de abril, julio, noviembre de 2014 y enero de

2015.

La salinidad osciló entre los 32 y 37 ups (Fig. 11). En primavera

(correspondiente al mes de abril) se registraron los valores más altos con 37 ups.

El más bajo fue en verano con 32 ups. La salinidad promedio de todo el sistema

7

7.2

7.4

7.6

7.8

8

8.2

8.4

8.6

8.8

9

Est 1 Est 2 Est 3 Est 4 Est 5

pH

Puntos de muestreo

Fig. 9. Valores de pH durante las 4 fechas de muestreo.

Page 52: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

33

fue de 34.6 ± 1.35 y presentó diferencias significativas (p=0.0009) por temporada

(Fig. 12).

Fig. 11. Valores de salinidad de los muestreos 1, 2, 3 y 4 corres-

pondientes a los meses de abril, julio, noviembre de 2014 y enero de

2015.

Fig. 12. Valores promedio de salinidad de los 4 muestreos por estaciones del

Sistema Lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule.

7.2. Datos biométricos

29

30

31

32

33

34

35

36

37

38

1 2 3 4 5

Sa

lin

ida

d

Puntos de muestreo

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

25

27

29

31

33

35

37

Est 1 Est 2 Est 3 Est 4 Est 5

Sa

lin

ida

d

Puntos de muestreo

Page 53: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

34

El peso de los organismos varió de 102-386 g con un promedio de 238.18 ±

76.68 g. El AC registró valores mínimos y máximos de 10.5 a 16.5 cm con un

promedio de 13.46 ± 1.31 cm; mientras que el LC osciló entre 5.5 a 9 cm y una

media de 6.96 ± 0.67 cm (Tabla 9).

Tabla 10. Estadística descriptiva de medidas biométricas totales.

Media± DE Min Max

Peso (g) 238.18±76.68 102 386 AC (cm) 13.46±1.31 10.5 16.5 LC (cm) 6.96±0.67 5.5 9

DE: Desviación estándar; Min: Valor mínimo; Max: Valor máximo

Se obtuvo el peso mayor de los organismos durante invierno (Fig. 13).

Hay una correlación positiva significativa entre el peso, AC y LC (p ˂ 0.05).

El peso y el AC obtuvieron la correlación más elevada con 0.91 mientras que con

el peso y el LC fue de 0.76; el LC y AC tuvieron una correlación de 0.82 (Tabla

10).

Fig. 13. Peso promedio (± error) de los organismos colectados en los

muestreos 1, 2, 3 y 4 correspondientes al mes de abril, julio, noviembre de

2014 y enero de 2015 (Nota: no se obtuvieron organismos en el punto 1 del

muestreo 4).

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

1 2 3 4 5

Pe

so

(g

)

Puntos de muestreo

abr-14 jul-14 nov-14 ene-15

Page 54: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

35

Tabla 11. Valores de coeficiente de correlación de

peso, ancho del caparazón y largo del caparazón

de las jaibas C. bellicosus.

Peso Ancho

caparazón

Largo

caparazón

Peso

Ancho

caparazón

0.91

Largo

caparazón

0.76 0.82

7.2.1. Porcentaje de humedad en tejido muscular de jaiba

El porcentaje de humedad tuvo un intervalo de 77.4% a 79.35% con una

media de 77.05% ± 1.97%.

7.3. Determinación de materia orgánica del sedimento

La materia orgánica del sedimento tuvo un promedio de 0.94% ± 0.80% lo

cual corresponde a porcentaje bajo (Tabla 11).

Tabla 12. Materia orgánica de sedimentos de los muestreos 1, 2, 3 y 4 del Complejo

lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule.

Punto de

muestreo

%

MO

1 0.56

2 2.09

3 0.39

4 0.78

5 0.89

*MO= Materia orgánica

7.3 Plaguicidas en el tejido muscular de C. bellicosus y sedimento

7.3.1. Validación de la técnica de extracción

Page 55: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

36

Se realizó una lectura del estándar a una concentración de 0.8 µg/ml en el

cual se observaron los 22 plaguicidas organoclorados a diferentes tiempos de

retención (Fig. 13).

7.3.2. Curvas de calibración

Las curvas de calibración se realizaron inyectando el estándar EPA 8081 a

0.025, 0.1, 0.2, 0.5 y 0.8 μg/ml (Fig. 14). Al realizar un análisis de regresión del

área del pico respecto a la concentración se determinó que todos los

componentes obtuvieron un coeficiente superior a 0.99 que indica una buena

correlación concentración del plaguicida/área del pico,

Fig. 14 Cromatograma de estándar de pesticida 8081 a 0.8 ug/ml, señalando analitos y tiempos de

retención

7.3.3. Concentración de plaguicidas organoclorados en sedimento

El OCP más frecuente en las 20 muestras de sedimento fue el aldrín,

presente en 16 muestras, seguido del α-clordano con 6, por otro lado β-HCH, δ-

Page 56: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

37

HCH, heptacloro, heptacloro epóxido, γ-clordano, 4,4'-DDE, endrín, 4,4'-DDD,

endosulfán II, 4,4'-DDT, endrín aldehído, metoxicloro, endrín cetona y

decaclorobifenilo no fueron detectados en ninguna muestra de sedimento (Tabla

12). Las concentraciones más altas de OC fue de Aldrín con una concentración

final de 0.0777 ng/g seguida del γ-HCH con 0.023637 ng/g. Por otro lado el α-

HCH registró las concentraciones más bajas con 0.001822 ng/g. La concentración

de OCPs por periodo no presentó diferencias significativas (Tabla 13).

Tabla 13. Estadística descriptiva de los OCPs (ng/g) presentes en las muestras de

sedimento del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule correspondientes a los

cuatro muestreos estacionales.

Analito N Media Ʃ Mín Máx DE

3,4,5,6

Tetracloroxileno

3 0.007922 0.023767 0.006038 0.009217 0.001670

α HCH 1 0.001822 0.001822 0.001822 0.001822

γ HCH 5 0.004727 0.023637 0.002999 0.007767 0.001799

β HCH ND

δ HCH ND

Heptacloro ND

Aldrín 16 0.004856 0.077702 0.001211 0.006684 0.001854

Heptacloro epóxido ND

γ Clordano ND

α Clordano 6 0.000912 0.005471 0.000551 0.001795 0.000453

Endosulfán I 4 0.001189 0.004755 0.000900 0.001390 0.000226

4,4'-DDE ND

Dieldrin 3 0.003724 0.011173 0.001021 0.005124 0.002341

Endrin ND

4,4'-DDD ND

Endosulfán II ND

4,4'-DDT ND

Endrín aldehído ND

Metoxicloro ND

Endosulfán sulfato 1 0.011119 0.011119 0.011119 0.011119

Endrín cetona ND

Decaclorobifenilo ND

Page 57: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

38

Ʃ= Sumatoria; Mín= Valor mínimo; Máx= Valor máximo; ND= No detectado; DE= Desviación

estándar

Tabla 14. Concentración promedio de OCPs (ng/g, peso húmedo) por periodo de colecta en sedimento.

Analito Abr-14 Jul-14 Nov-14 Ene-15 Conc. Media total (ng/g)

KW

3,4,5,6 Tetracloroxileno

0.00851 0.01525 0.007922

α-HCH 0.00182 0.001822

γ-HCH 0.00300 0.01231 0.00833 0.004727

β-HCH

δ-HCH

Heptacloro

Aldrín 0.0320 0.02416 0.01296 0.00854 0.004856 p=0.0545

Heptacloro epóxido

γ-Clordano

α-Clordano 0.0035 0.00196 0.000912

Endosulfán I 0.00112 0.00090 0.00273 0.001189

DDE

Dieldrín aldehído 0.00102 0.01015 0.003724

Endrín

DDD

Endosulfán II

DDT

Endrin aldehído

Metoxicloro

Endosulfan sulfato 0.01112 0.011119

Endrin cetona

Decaclorobifenilo

KW* Kruskal Wallis *Espacios en blanco indican OC no detectado. *(p≤0.05 es considerado

significativo).

7.3.4. Concentración de plaguicidas organoclorados en tejido muscular de

Callinectes bellicosus

Se detectó la presencia de OCPs en las 89 muestras de carne de jaiba C.

bellicosus. El OCP más frecuente fue el aldrín presente en las 89, seguido por α-

clordano en 23 y el 3,4,5,6-tetraclo-roxileno en 18 muestras. Las concentraciones

se detectaron en rangos de entre 0.0007 a 0.1216 ng/g (Fig. 15). Los

Page 58: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

39

organoclorados detectados con mayor concentración final fueron: aldrín, 3,4,5,6

tetracloroxileno, dieldrín aldehído con 0.7465, 0.3840 y 0.1131 ng/g

respectivamente (Tabla 14).

Tabla 15. Estadística descriptiva de los analitos (ng/g) presentes en las muestras de tejido de jaiba del Sistema Lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule.

Ʃ= Sumatoria; Min= Valor mínimo; Max= Valor máximo; DE= Desviación estándar

Al realizarse un análisis de Kruskal-Wallis por fechas de colecta (Tabla 15) se

mostró una variación considerada significativa (p≤0.05) para aldrín y dieldrín

aldehído; caso contrario de α-clordano con valores superiores a p=0.05 para los

demás organoclorados no se obtuvo resultado del análisis estadístico.

Analito N Media Ʃ Min Max DE Frec. Total

%

3,4,5,6 Tetracloroxileno

18 0.0213 0.3840 0.0011 0.1216 0.0257 20.22

α-HCH 0

γ-HCH 1 0.0020 0.0020 0.0020 0.0020 1.12

β-HCH 0

δ-HCH 3 0.0016 0.0048 0.0007 0.0032 0.0014 3.37

Heptacloro 6 0.0024 0.0145 0.0011 0.0041 0.0011 6.74

Aldrín 89 0.0084 0.7465 0.0010 0.0196 0.0035 100.0

Heptacloro epóxido

7 0.0008 0.0053 0.0002 0.0015 0.0004 7.86

γ-Clordano 10 0.0026 0.0257 0.0007 0.0126 0.0038 11.23

α-Clordano 23 0.0012 0.0276 0.0007 0.0068 0.0013 25.84

Endosulfán I 7 0.0044 0.0310 0.0011 0.0103 0.0034 7.86

DDE 1 0.0007 0.0007 0.0007 0.0007 1.12

Dieldrín aldehido 16 0.0071 0.1131 0.0009 0.0204 0.0052 17.97

Endrín 0

DDD 1 0.0029 0.0029 0.0029 0.0029 1.12

Endosulfán II 3 0.0181 0.0542 0.0039 0.0354 0.0160 3.37

DDT 0

Endrin aldehido 0

Metoxicloro 3 0.0078 0.0235 0.0045 0.0126 0.0043 3.37

Endosulfán sulfato

0

Endrín cetona 2 0.0113 0.0227 0.0095 0.0132 0.0027 2.24

Decaclorobifenilo 0

Page 59: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

40

Tabla 16. Sumatorias de concentraciones por periodos de muestreo

Analito Abr-14 Jul-14 Nov-14 Ene-15 Conc. Media total (ng/g)

KW muestreo

Tetracloro 0.0248 0.1694 0.0732 0.1166 0.0213

α-HCH

γ-HCH 0.0020 0.0020

β-HCH

δ-HCH 0.0016 0.0032 0.0016

Heptacloro 0.0041 0.0079 0.0024 0.0024

Aldrín 0.1685 0.2037 0.2119 0.2049 0.0086 p=0.0111

Heptacloro epoxido

0.0037 0.0009 0.0006 0.0008

γ-Clordano 0.0067 0.0191 0.0026

α-Clordano 0.0025 0.0108 0.0130 0.0352 0.0024 p=0.1712

Endosulfán I 0.0103 0.0025 0.2464 0.0044

DDE 0.0007 0.0007

Dieldrín aldehído 0.0461 0.0365 0.0195 0.0110 0.0071 p=0.0115

Endrín

DDD 0.0029 0.0029

Endosulfán II 0.0504 0.0039 0.0181 DDT

Endrín aldehído

KW* Kruskal Wallis *Espacios en blanco indican OC no detectado. *(p≤0.05 es considerado

significativo).

Fig. 15 Concentración media de OCPs detectados en carne de jaiba.

p=

0,0

1

p=

0,1

71

p=

0,0

11

0.000

0.005

0.010

0.015

0.020

0.025

Te

tra

clo

ro

γ-H

CH

δ-H

CH

He

pta

clo

ro

Ald

rín

He

pta

clo

ro e

poxid

o

γ-C

lord

ano

α-C

lord

ano

En

dosu

lfán

I

DD

E

Die

ldrí

n a

lde

híd

o

DD

D

En

dosu

lfán

II

Co

nc

en

tra

ció

n O

CP

s (

ng

●g

-1)

OCPs

Page 60: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

41

Los cambios en las concentraciones respecto a las fechas de muestreo se

pueden observar las diferencias en concentraciones y en aparición de COPs sin

embargo el análisis estadístico no mostró diferencias significativas (Fig. 16).

Algunos de los coeficientes de correlación entre los parámetros

físicoquímicos (salinidad) del agua de mar respecto a la concentración de

plaguicidas organoclorados fueron cercanos a 1; sin embargo, estos valores no

fueron estadísticamente significativos (p≥0.05); presentó valor significativo dieldrín

aldehído respecto a la temperatura con un valor de 0.63 y α-clordano con 0.47. De

la misma manera el aldrín obtuvo correlaciones positivas estadísticamente

significativas para el LC y AC con 0.32 y 0.27 respectivamente; no existieron

correlaciones significativas entre el peso y la concentración de OCs (p>0.05). Por

Fig. 16 Concentración promedio de organoclorados (OCPs) (ng/g) en tejido muscular de jaiba, por período de colecta, de abril 2014 a enero 2015.

Page 61: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

42

el contrario se obtuvo una correlación negativa estadísticamente significativa

(p≤0.05) para el α-Clordano respecto a la salinidad y pH (-0.49 en ambos casos),

así como para el dieldrín aldehído para el pH (-0.52) (Tabla 16).

Tabla 17. Valores de coeficiente de correlación de Spearman de las concentraciones de OC's en tejido muscular.

Analito Peso LC AC Salinidad pH Temperatura

Tetracloro -0.14 -0.37 -0.36 -0.48 -0.36 0.21

α-HCH

γ-HCH

β-HCH

δ-HCH 1.00 0.87 1.00 0.87 0.50 -0.50

Heptacloro 0.20 -0.36 -0.17 -0.06 0.09 0.09

Aldrín 0.20 0.32 0.27 0.08 -0.07 -0.09

Heptacloro epóxido

0.29 0.10 0.14 0.31 -0.36 0.33

γ-Clordano 0.03 0.23 -0.09 0.11 0.03 -0.21

α-Clordano -0.11 -0.17 -0.17 -0.49 -0.49 0.47

Endosulfán I 0.64 0.48 0.67 0.07 0.06 0.19

DDE

Dieldrín aldehído -0.42 -0.48 -0.39 0.09 -0.52 0.63

Endrín

DDD

Endosulfan II 0.50 -0.50 0.00 -0.50 -0.50 0.50

DDT

Endrín aldehído

Metoxicloro 1.00 1.00 0.87 0.00 -0.50 -0.50

Endosulfán s.

Endrín cetona

Decaclorobifenilo *Valores en negrita son considerados significativos (p≤0.05)

7.4 Evaluación del riesgo potencial

El promedio de exposición estimado para el percentil 95% fue mayor para

el tetracloro y endosulfán II (0.024 y 0.007 ng/kg/d, respectivamente). Los demás

analitos tuvieron un promedio de exposición inferior a 0.02 ng/kg/d para ambos

percentiles (Fig. 17).

Page 62: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

43

0

0.02

0.04

0.06

0.08

0.1

0.12

γ-H

CH

Hepta

clo

ro

Ald

rín

Hept.

epóxid

o

γ-C

lord

ano

α-C

lord

ano

50 Percentil

95 Percentil

0.00E+00

1.00E-06

2.00E-06

3.00E-06

4.00E-06

5.00E-06

6.00E-06

7.00E-06

8.00E-06

γ-H

CH

He

pta

clo

ro

Ald

rín

Hept.

epóxid

o

γ-C

lord

ano

α-C

lord

ano

DD

D

50 Percentil

95 Percentil

Fig. 17 Promedio de exposición estimado (ng/kg/d) por consumo de jaiba

Para determinar el riesgo de la población por la ingesta de pargo, lo

promedios de exposición (expresados como EDI), fueron comparados con las

concentraciones de referencia (CBC) para cada componente. Los efectos

carcinogénicos fueron calculados empleando el CSF, y los no carcinogénicos

basados en el RfD oral (USEPA, 2000). Los niveles de exposición fueron

determinados por los cocientes de riesgo. Los cocientes de riesgo no

carcinogénico (Fig. 18a), y carcinogénico (Fig. 18b) fueron inferiores a 1.

Por lo anterior no se determinaron dosis de referencia diaria y mensual de

pescado que podrían producir efectos carcinogénicos y no carcinogénicos en la

salud humana pues ambos coeficientes fueron menores a 1.

0

0.005

0.01

0.015

0.02

0.025

0.03

Te

tra

clo

roγ-H

CH

δ

-HC

H

He

pta

clo

roA

ldrí

nH

ep

taclo

ro e

póxid

oγ-C

lord

ano

α

-Clo

rda

no

E

nd

osu

lfán

ID

DE

Die

ldrí

nD

DD

En

dosu

lfán

II

Me

toxic

loro

En

drí

n c

eto

na

ng

/kg

/d 95 Percentil

50 Percentil

8x −6

7x −6

6x −6

5x −6

4x −6

3x −6

2x −6

1x −6

0

Fig. 18. Cocientes de riesgo para efectos (a) no carcinogénicos y (b) carcinogénicos por consumo de jaiba que contiene las concentraciones 50 y 95 percentil.

(a) (b)

Page 63: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

44

8. DISCUSIÓN

8.1 Datos físico-químicos del agua de mar

Montes et al. (2012), reportan para el mismo sistema lagunar una

temperatura promedio en la época fría seca (marzo) de 20°C similar a los 19°C

obtenidos en el mes de enero del presente estudio, en el mismo sentido para el

mes de junio (época cálida-seca). Los mismos autores reportan una temperatura

promedio de 30.6°C, el resultado para éste estudio fue de 29.76°C para el mes de

julio, siendo valores muy similares y con poca variación al igual que el trabajo de

Granados Galván et al. (2015) en el cual la temperatura tuvo valores de entre 20-

30°C.

Los valores fluctuantes de pH en todo el sistema lagunar se deben en gran

medida a la entrada de aguas residuales incorporadas a la zona (Escobedo-Urías,

2010) por los drenes de descarga que se encuentran adyacentes a algunos

puntos de muestreos.

Los bajos valores de pH podría deberse a la cercanía de éstos puntos con

los drenes donde hay una afluencia constante de agua dulce con materia orgánica

proveniente de los desechos del riego agrícola (Martínez-López et al., 2008) por

otro lado, los valores más altos se presentan en el punto de colecta más alejado a

éstas descargas y está influenciado por el flujo constante de agua oceánica. El

aporte de desechos puede modificar las condiciones de pH de las bahías costeras

pues produce una descomposición de la materia orgánica.

Los valores de salinidad del agua de mar obtenidos en el presente estudio

fueron similares a los reportados por Montes et al. (2012) en el cual reportan

salinidades para el sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule en la

época fría-seca (marzo) de 35.5. La salinidad promedio del sistema en el mes de

abril fue de 35.8 obteniéndose valores similares y de que en el Golfo de California

la evaporación es mayor que la lluvia.

Page 64: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

45

La estación de colecta más cercana a la boca de Ajoro (punto 1) presento

la salinidad más estable, ocasionado por la influencia constante de aguas

oceánicas (Escabelo-Urías, 2010) que por aguas continentales, comparado como

el resto de puntos de colecta que pueden ser influenciados por los drenes de

descargas agrícolas.

8.2 Datos biométricos de la especie

El peso y talla de las jaibas del género Callinectes registrados en el

presente estudio fueron similares a los valores obtenidos por Paul y Flores-

Verdugo, 1980 con ejemplares de C. bellicosus de 92 a 171 mm de AC yde 29 a

527 g de peso. Las tallas estuvieron por arriba de las mínimas de captura que

marca la normatividad con un ancho de caparazón (AC) de 70-160 mm. Las

biometrías del AC, largo del caparazón (LC) y peso de los organismos

dependerán de factores como el alimento y la salinidad (Escamilla-Montes et al.,

1998) ya que las temperaturas son semejantes en ambas regiones

8.3 Concentración de plaguicidas organoclorados en sedimento

Los organoclorados encontrados en las muestras de sedimento

concuerdan con algunos detectados por Menone et al., (2006) como α-HCH, γ-

HCH, endosulfán, α-clordano y dieldrín en muestras de sedimento de 2 bahías

costeras de Argentina; sin embargo, presentan concentraciones más altas de

todos los organoclorados antes mencionados (2.0 ± 2.7 ng/g, 6.3 ± 8.8 ng/g, 1.5 ±

1.9 ng/g, 1.4 ± 0.7 ng/g y 0.2 ± 0.4 ng/g respectivamente) que difieren a nuestras

concentraciones estando todas por debajo de 1 ng/g.

De igual forma en el sistema lagunar de Altata-Ensenada del Pabellón

Carvalho et al. (2002) encontraron concentraciones que se ajustan más a los

resultados obtenidos en este trabajo en muestras de sedimento. En este trabajo

se detectó α-HCH, γ-HCH, aldrín y dieldrín y endosulfán sulfato con una media de

0.5 ng/g, 0.3 ng/g, 0.1 ng/g 0.2 ng/g y 3.3 ng/g, respectivamente. Dichos autores

mencionan que las concentraciones encontradas de OCPs disminuían en relación

Page 65: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

46

a una mayor distancia de los drenes de descargas. Montes et al. (2012) sugieren

que la distribución de los OCs en el sistema es controlada por la proximidad y la

importancia de la fuente de contaminación reportando concentraciones arriba a

las de este estudio para la misma zona.

Tabla 18. Comparación de concentraciones (ng/g) de OCPs en sedimento en el Sistema lagunar

Analito Estudio actual S-N-M

Montes et al. (2012). S-N-M

González-Farías et al. (2002). Agiabampo Bacorehuis Jitzamuri

Carvalho et al. (2002). Altata Ensenada del Pabellón

3,4,5,6 Tetracloroxileno

0.023767

α-HCH 0.001822 210.23 5.55 0.5

γ-HCH 0.023637 48.95 1.13

β-HCH 611.20 30.36 1.1

δ-HCH 237.78 4.87 0.3

Heptacloro 56.69 49.08 0.004

Aldrín 0.077702 0.58 1.89 0.1

Heptacloro epóxido 1.91 64.5

γ-Clordano

α-Clordano 0.005471

Endosulfán I 0.004755 21.14 2.8 1.8

DDE 10.68 0.49

Dieldrín aldehido 0.011173 15.75 4.63 0.2

Endrín 152.91 0.7

DDD 2.46 12.95

Endosulfán II 8.92 0.55 0.3

DDT 7.39 51.56

Endrín aldehído 8.30

Endosulfán sulfato 0.011119 54.56 6.81 3.3

Metoxicloro 444.02

Endrín cetona 75.69

Decaclorobifenilo

*S-N-M= San Ignacio-Navachiste-Macapule

En ambientes acuáticos los OCs son removidos de la columna de agua y

se adhieren en las partículas orgánicas por su alta afinidad a la materia orgánica

(MO) pues tiende a depositarse y acumularse en el sedimento (Montes et al.

2012). La baja concentración de OCs podría deberse al bajo porcentaje de MO

Page 66: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

47

encontrada en el sedimento (solo en los puntos de recolecta) y su relación con la

alta energía que las corrientes de marea ejercen sobre el sistema lagunar

(Escobedo-Urías et al. 2006) donde OCPs contenidos en los sedimentos son

exportados al mar abierto. García-Ruelas et al., (2004) mencionan el tipo de

sedimentos en esta región, incluyendo el contenido de materia orgánica, es muy

variable y depende de las condiciones hidrológicas de los distintos sistemas

evaluados, así como sobre los diferentes tipos de la vegetación dominante y la

biota, dichos autores no encontraron correlación entre el contenido de

hidrocarburos aromáticos políclicos y el tipo de sedimento y la materia orgánica

de nuestra área de estudio.

8.4. Concentración de plaguicidas organoclorados en tejido de jaiba C. bellicosus

La concentración de algunos OCPs en tejido de jaiba C. bellicosus indican

el reciente uso de éstos agroquímicos en la bahía. Estas concentraciones se

consideran bajas respecto a otros estudios realizados con anterioridad en la zona

(Paez-Osuna et al., 2002; Reyes-Montiel et al, 2013; Granados-Galván et al,

2015) en peces marinos (Tabla 17).

Las concentraciones de OCPs detectados podrían explicarse a que la

entrada de un OCP en un organismo acuático como C. bellicosus es impedido por

un exoesqueleto impermeable y el músculo no es la principal fuente de

acumulación de plaguicidas organoclorados. Los OCPs se bioacumulan

principalmente en el hepatopáncreas seguidos de las gónadas (Sheridan, 1975).

Otra razón para determinar estas concentraciones bajas se puede deber al bajo

contenido de lípidos en músculo (Moon et al., 2009). Debido a que no se

colectaron hembras ovadas y que solo se tomó el tejido del organismo para su

análisis, el porcentaje de lípidos asociados pudo ser bajo. Por lo mismo, se deben

realizar estudio enfocados a determinar la concentración lipídica en C. bellicosus

y otros organismos marinos para poder correlacionar si la concentración de lípidos

en la carne intervinen en la bioacumulación de OCPs.

.

En el caso del Aldrín se muestra una concentración ligeramente más baja

en las muestras de abril, por lo cual los valores de las concentraciones de OCPs

Page 67: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

48

deben estar influidos por los ciclos de lluvia y la movilización de partículas

suspendidas determinados en la zona de estudio (Orduña-Rojas y Longoria-

Espinoza, 2006).

La solubilidad, polaridad, estructura, tamaño molecular de los OCPs, así

como las variaciones de los parámetros físico-químicos del ambiente y el

contenido de lípidos están relacionados con su disponibilidad en el agua, el

sedimento y en los tejidos (Mdegela et al., 2009: Reyes-Montiel, et al., 2013). En

nuestras muestras de sedimento y tejido no se mostraron comportamientos que

muestren una influencia de los parámetros fisicoquímicos hacia la concentración

de organoclorados presentes ya que la concentración en tejido podría estar

influenciada por otros factores como el porcentaje de lípidos como se observó

anteriormente.

La no correlación entre los OCPs y talla o con las variables fisicoquímicas

del agua medidas concuerdan con otros trabajos como el Ueno et al. (2003).

La presencia de organoclorados en muestras de tejido independientemente

de las bajas concentraciones detectadas reafirman la presencia de éstos

contaminantes en el sistema lagunar en el cual se han realizado estudios

anteriormente en otras especies (Reyes-Montiel et al., 2013; Granados-Galván et

al., 2015) donde se han detectado los mismos contaminantes presentes en las

muestras de tejido de jaiba; los cuales se desarrollan a continuación.

Tetracloro. Debido a la alta resistencia a la degradación (biológica

química y física) y la eficiente acumulación por organismos de la vida marina y

toxicidad severa (Danis, et al., 2006) éste OCP se detectó en 18 de las 89

muestras analizadas. Este dato difiere con los estudios en la zona ya que no hay

reportes previos sobre su presencia en la biota marina por lo cual no se puede

establecer si la concentración en el área ha disminuido o aumentado en los

últimos años.

HCH’s. Distintos autores señalan al lindano e isómeros como los OCPs

más frecuentes en organismos y sedimentos en las costas de Golfo de California

Page 68: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

49

(Galindo-Reyes et al., 1999; Carvalho et al., 2002; González-Farias et al., 2002;

Osuna-Flores y Riva, 2002). No obstante, este grupo no fue de los más frecuentes

ni el de las mayores concentraciones en el tejido de jaiba C. bellicosus. Trabajos

como el de Reyes-Montiel et al. (2013) y Granados-Galván et al. (2015) reportan

valores por arriba de nuestras concentraciones detectadas en pargos y lisas,

respectivamente y en este caso, la proporción más alta de α-HCH sugiere una

contaminación reciente por aplicaciones comerciales de lindano (Montes et al.,

2012), además de la ausencia de β-HCH la forma degradada del α-HCH y más

persistente y la presencia de δ-HCH, la forma más degradada de los HCH’s, en la

carne de C. bellicosus.

Heptacloro y heptacloro epóxido. En la zona se han reportado niveles

muy bajos de heptacloro en peces (Reyes-Montiel et al., 2013; Granados-Galván

et al., 2015) (Tabla 18), al igual que el presente trabajo, sin embargo esto

indicaría un uso reciente, a pesar de estar registrado en el apéndice III de la

convención de Rotterdam (PIC, 2011).

Aldrín. En los últimos años el uso de plaguicidas organoclorados ha

disminuido, sin embargo el aldrín se sigue utilizando de forma doméstica y

agrícola (Kannan et al., 1994) como se aprecia con la mayor concentración

(0.7465 ng/g) y frecuencia en las muestras de carne de C. bellicosus, aunque por

debajo de las registradas para pargos y lisas (Reyes-Montiel et al., 2013;

Granados-Galván et al., 2015) (Tabla 18). Esta presencia y frecuencia del aldrín

se puede deber a su uso como insecticida contra gusanos de la raíz del maíz el

principal cultivo del valle adyacente agrícola (SIAP, 2014).

Clordano α y γ. Su detección en tejido de lisa y pargo (Granados-Galván

et al., 2015; Reyes-Montiel et al., 2013) y en sedimentos y C. bellicosus en este

trabajo, indica el uso frecuente de este OCP en la zona de estudio,a pesar de

haber salido del mercado y de ser parte del grupo de contaminantes orgánicos

persistentes del convenio de Estocolmo (Lallas, 2001; UNEP. 2009).

Endosulfán I y II. El endosulfán técnico es usado para el cultivo de frijol y

maíz los que se siembra en grandes extensiones aledañas al área de estudio

Page 69: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

50

(García- de la Parra, et al., 2012). Sus dos isómeros (β y α) tienen efectos

insecticidas similares pero diferentes propiedades físico-químicas que se

degradan rápidamente en sistemas acuáticos entre ocho y 22 días,

respetivamente (Carvalho et al., 2009). Su presencia en la carne de C. bellicosus

del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule demuestra que a pesar de

estar restringida su importación en el 2013 y su comercialización en el 2014 de

acuerdo al convenio de Estocolmo (Lallas, 2001; UNEP, 2015) su uso es muy

reciente. El principal producto de degradación es el sulfato de endosulfán, y se

considera que, en el agua, el endosulfán no se bioacumula en los organismos

acuáticos (FAO, 2000) aunque se ha detectado en músculo de peces de la misma

zona de estudio.

Como se indicó arriba, el contenido de lípido o la bioacumulación entre

especies puede influenciar la concentración de OCPs, estos contaminantes no

poseen una distribución normal y muestran discrepancias entre individuos de la

misma talla, peso y género (Granados-Galván, et al., 2015) igual que en las

muestras analizadas.

Tabla 19. Concentraciones de estudios comparativos de plaguicidas organoclorados en pescados y mariscos.

Analito

Estudio actual (ng/g)

Argentina1 S-N-M 2 Ohuira 3 S-N-M 4 EPA (2000) ng/g

Tetracloroxileno 0.3840

α-HCH 17.7 0.0037 81

γ-HCH 0.0020 15.1 2.25 Dld-0.132 9 1300

β-HCH 36.3 2.92

δ-HCH 0.0048 17.6 27.68 0.0488-0.127 6

Heptacloro 0.0144 2.9 4.45 0.018-0.027

Aldrín 0.7465 3.30 4

Heptacloro epóxido

0.0053 165.7 3.64 Dld-0.058 8 9100

γ-Clordano 0.0257 23.3 12.48 350

α-Clordano 0.0276 19.4 10.12

Endosulfán I 0.0310 5.2 2.26 0.047-2.005 ND 6**

DDE 0.0007 124.4 3.86 0.019-0.029 ND

Dieldrín aldehído 0.1131 31.0 16000

Page 70: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

51

Endrin 7

DDD 0.0029 6.1 2.86 8

Endosulfán II 0.0542 0.5 5.56 11

DDT 27.8 3.77 ND 340

Endrín aldehído 0.3*

Endosulfán sulfato

10.0 7.32

Metoxicloro 8.0 224

Endrín cetona 0.0226

Decaclorobifenilo 1

Menone et al. (2006) (ng/g), 2

Granados-Galván et al. (2015) (ng/g), 3

Osuna-Flores y Riva (2002)

(μg/g), 4

Reyes-Montiel et al. (2013) (μg/g). ND= No detectado * dld= valores por debajo del límite de detección * *Valores toxicidad crónica

Determinación del riesgo potencial

Límites máximos de Residuos (LMRs)

Las concentraciones de OCPs reportadas para C. bellicosus fueron muy

bajas en comparación a estudios en otras especies reportadas por otros autores

para la misma zona (Tabla 18).

Los organoclorados son compuestos de riesgo potencial a la salud debido

a que la ingesta es una ruta importante para la exposición a estos (Moon et al.,

2009). Varias agencias ambientales han recomendado los LMRs para consumo

humano y en éste trabajo ninguno de los plaguicidas analizados excedió los

límites establecidos por estas agencias como la Comisión Europea y se

mantuvieron a niveles inferiores con relación a lo descrito en el Codex

Alimentarius.

Sin embargo en México la reglamentación vigente en las Normas Oficiales

Mexicanas (NOM-029-SSA1-1993 y NOM-030-SSA1-1993) establece las

especificaciones para crustáceos frescos, congelados, refrigerados y en conserva.

Ésta determina que los productos objeto de esta norma no deben contener

residuos de plaguicidas como: aldrín, dieldrin, endrin, heptacloro, u otros

prohibidos en el Catálogo Oficial de Plaguicidas editado por COFEPRIS. A pesar

Page 71: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

52

de esto, las concentraciones encontradas en tejido de C. bellicosus no cumplen

con sus especificaciones normativas.

La FDA (2000) limita el contenido máximo de OCPs en una porción

comestible de pescado de DDT en 5000 μg/g y para aldrín, clordano, heptacloro y

heptacloro epóxido en 300 μg/g. Las concentraciones de pesticidas en C.

bellicosus en este estudio se encuentran en valores muy inferiores a éstos,

aunque éste producto se consume crudo y en cantidades mayores en las zonas

costeras, existe un riesgo potencial de ingerir una cantidad de OCPs mayor.

Estimación del promedio de exposición

El riesgo potencial para la salud humana muestra una concentración

promedio de exposición estimada (EDI) (Figura 16) así como valores observados

de OCPs en músculo en diferentes especies de peces y alimentos marinos

provenientes de otros estudios (Tabla 19). Las concentraciones en C. bellicosus

fueron menores a los resultados obtenidos por (Jiang et al., 2005). Los valores de

EDI fueron superiores a las concentraciones o factores de referencia

carcinogénico (CFS sugeridos por U.S.E.P.A (2000), los cuales fueron analizados

mediante el cociente de riesgo.

Tabla 20. Promedio de exposición estimado de OCs por consumo de alimentos marinos en la población de varios paises

Analito Este estudio

Sinaloa1 Sur de Corea2

Australia3 CSF4 RfD4

Tetracloro 0.0248

γ-HCH 0.0004 0.009 0.004 0.25 1.3 3.0E-04

δ-HCH 0.0006 0.004 1.5

Heptacloro 0.0008 0.018 1.1 4.5 5.0E-04

Aldrín 0.0031 0.01 3.7 17 3.0E-05

Heptacloro epóxido

0.0002 0.017 1.1 4.5 5.0E-04

γ-Clordano 0.0025 0.075 0.03 3.3

α-Clordano 0.0005 0.075 0.03 3.3

Endosulfán I 0.0020 0.056

DDE 0.0001 0.013 1.31 5.4 0.34 2.0E+04

Dieldrín 0.0041 3.7

Page 72: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

53

DDD 0.0005 0.011 1.31 5.4 0.24 1.0E+04

Endosulfán II 0.0072 0.056

Metoxicloro 0.0025

Endrín cetona 0.0026 1Granados-Galván et al. (2015) ng/kg/d

2Moon et al. (2009) ng/kg/semana,

3Kanna, et al. (1994)

μg/kg/d 4 EPA (2000).

Cociente de riesgo (HR)

Los valores de riesgo no carcinogénico para la población fueron inferiores a

1 (Figura 17a), indicando que la presencia de estos en el tejido muscular de C.

bellicosus no generan efectos adversos. Por otro lado, los cocientes de riesgo

calculados para efectos carcinogénicos fueron inferiores a 1 (Figura 17b)

determinándose que el consumo de C. bellicosus del sistema lagunar San

Ignacio-Navachiste-Macapule a una tasa de 0.20404 g/d no provoca riesgo por la

presencia de los OCPs detectados. Debido a lo anterior no se determinaron dosis

de referencia para ninguno de los coeficientes de riesgo.

Es importante señalar que estos valores pueden variar si se modifica la

tasa de consumo, siendo las poblaciones costeras cuyo sustento principal es la

pesca y son por tanto más susceptibles a dichos riesgos. Es de suma importancia

establecer una tasa de consumo oficial y específica para jaiba en México para

realizar este tipo de análisis con mayor precisión, puesto que las tasas de

consumo fueron obtenidas de la EPA y los hábitos alimenticios varían

enormemente en cada país, estado e incluso ciudad.

9. CONCLUSIONES

El consumo de carne de C. bellicosus (a una tasa de 0.20404 g/d)

contaminada con OCPs del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-

Macapule no presenta valores de riesgo no carcinogénico o

carcinogénicos.

Page 73: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

54

Las concentraciones de plaguicidas organoclorados analizados no difieren

significativamente respecto al peso o talla del organismo así como la fecha

de colecta o los puntos de muestreos dentro del sistema lagunar San

Ignacio-Navachiste-Macapule.

Las concentraciones de organoclorados en C. bellicosus no están

relacionadas con las variaciones físico-químicas del agua de mar, pudiendo

depender de las mismas propiedades físico-químicas de los OCPs o

factores fisiológicos de los organismos analizados.

Los plaguicidas de mayor concentración y frecuencia presentes en la carne

de C. bellicosus son OCPs de degradación rápida constatando su

utilización muy reciente en las zonas adyacentes al sistema lagunar pese a

la prohibición que se inició hace unos treinta años.

La concentración promedio de exposición estimada de plaguicidas

organoclorados, para una persona que consume jaiba proveniente del

sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule, se calculó entre 0.0001

y 0.0248 ng/kg/d.

El consumo de jaiba del sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule

en una tasa mayor de 0.20404 g/persona/d no representa riesgo de cáncer

con la presencia de los OCPs detectados.

10. RECOMENDACIONES

Realizar una comparación de la concentración de OCs en sedimentos

provenientes de los drenes adyacentes al sistema y los sedimentos dentro del

sistema lagunar.

Page 74: Riesgo potencial a la salud humana por consumo de la jaiba

55

Analizar la concentración de organoclorados en hepatopáncreas, gónadas y

branquias de Callinectes bellicosus para comparar la concentración bioacumulada

en cada órgano con la detectada en músculo.

Ampliar la detección de OCs a otras especies de importancia comercial de la

región para determinar el riesgo potencial hacia la población por su consumo.

Establecer una tasa de ingesta diaria específica para jaiba que sea única y

exclusivamente para México.

Exhortar a las autoridades a que se realicen monitoreos periódicos en el sistema

para determinar las concentraciones temporales de OCs y así regular el uso de

plaguicidas que se encuentran prohibidos para México.

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