rojas osorio carlos - la ética como subjetivación
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http://www.uprh.edu/humanidades/libromania/foucault/
FOUCAULT: LA ÉTICA COMO SUBJETIVACIÓN Carlos Rojas Osorio
Entre los años l976 y l984, Michel Foucault trabajó en sus dos últimos volúmenes
sobre Historia de la sexualidad, y otros ensayos y conferencias que giraron todos alrededor del
tema de la ética de la subjetivación. Pero para escribir esta obra reenfocó completamente su
trabajo como él mismo indica al comienzo del segundo volumen de la mencionada obra. ¿Qué
cambios se operaron en su pensamiento?
En primer lugar, Foucault aduce que el poder no es el objeto principal de sus investigaciones.
Declaración bastante sorprendente si se tiene en cuenta que desde Vigilar y castigar hasta el
primer volumen de la Historia de la sexualidad todos sus escritos, entrevistas y conferencias
habían girado en torno al tema de las relaciones de poder, siguiendo así, según sus propias
palabras, la genealogía nietzscheana. En este último período que suele denominarse "ético" del
pensamiento de Foucault él focaliza su objetivo en tres campos: 1) Los juegos de verdad, 2) los
juegos de poder, 3) las técnicas de subjetivación. Es este último aspecto el que le interesa en su
último período, y el que nos interesa resaltar en este artículo.
En segundo lugar, hay una autocrítica en la que cuestiona el estudio nietzscheano del poder
como enfrentamiento, como belicosidad. Esta autocrítica se encuentra en sus
lecciones Genealogía del racismo. "Está claro que todo lo que hice en el curso de los últimos
años se inscribía en el esquema de lucha-represión, y que es ésto lo que he tratado de hacer
funcionar hasta ahora, que me veo obligado a reconsiderar, ya porque en toda una serie de
puntos este esquema esté aún insuficientemente elaborado, ya porque creo que las mismas
nociones de represión y de guerra deben de ser considerablemente modificadas, o, en último
término abandonadas. En todo caso creo que se las debe reconsiderar mejor". (Foucault, l992, p.
31) Ahora va a atender al poder como "gobierno", y va a distinguir entre gobierno de cosas
(tecnología), gobierno de hombres (política de estado) y gobierno de sí mismo (la ética). Esta
triple división de los gobiernos aparece en el artículo La gouvernementalité. (La
gubernamentalidad).
En tercer lugar, hay también una nueva valoración de la Ilustración. Ello para cuestionar las
simplificación posmoderna de Lyotard y en respuesta, por adelantado, a las críticas de Habermas.
Desde luego, no se trata de los contenidos de la Ilustración sino de lo que Foucault denomina
una "ontología del presente". Nuestro autor piensa que Kant se planteó esta pregunta ¿Qué
somos nosotros en este momento? Pregunta que puede ser reiterada en cada presente y que
conduce a la ontología del presente. En la misma línea de pnesamiento iluminista, Foucault
destaca que no se puede criticar a la razón en términos absolutos, totalitariamente. En cambio, lo
que es necesario es cuestionar la racionalidad de los códigos dominantes de la cultura, la
racionalidad que sirve a efectos de dominación y sujeción de los seres humanos. Escribe
Foucault: "Caracterizaré el ethos filosófico propio de la ontología crítica de nosotros mismos
como un test histórico práctico de los límites que podemos superar y así como un trabajo que
efectuamos nosotros mismos sobre nosotros mismos como seres libres". (¿Qué es la ilustración?,
Poster, 1990, 311).
Estos tres cambios, son supuestos necesarios para entender el viraje foucaultiano hacia la ética de
la subjetivación.
Foucault comienza señalando que el "cuidado de sí" se convirtió en el principio básico de
razonabilidad ética y al mismo tiempo en una condición necesaria de la vida filosófica y en la
forma de acceso a la filosofía. Foucault se refiere a los filósofos griegos del siglo IV AC, y a los
estoicos. En su programa de investigación también estaba proyectado un estudio sobre la técnica
de subjetivación en el Cristianismo, la cual aparentemente llegó a escribir pero no a publicar. De
hecho el título de la obra era Las aventuras de la carne.
Foucault distingue entre una moral como código y una moral que tiende a una ética. En la moral
como código no es importante la práctica de la subjetivación. En cambio, en la ética lo decisivo
es la subjetivación. Paxti Lanceros cuestiona esto y afirma que en los códigos morales también se
suponen unas prácticas de subjetivación, y da como principal ejemplo el cristianismo. Parece, en
Foucault, más bien una cuestión de énfasis, esto es, le interesa destacar no los códigos morales,
que en realidad no cambian mucho, sino más bien las técnicas de subjetivación. De hecho
Foucault sabe que el cristianismo tiene una "práctica de sí" y la describe calificándola como
"hermenéutica del sujeto", que es una forma de dominio de sí mismo.
Aunque no se puede hablar de un tratado de ética en Foucault, como han hecho algunos
intérpretes, sin embargo, se pueden destacar varias proposiciones éticas importantes en su obra
tardía. Y entre ellas la primera y fundamental es la afirmación de la libertad como principio ético.
"La libertad es la condición ontológica de la ética, pero la ética es la forma reflexiva que adopta la
libertad". (HmS, l994, p. 11) O También "La ética es la forma deliberada que toma la libertad".
Este supuesto ético es importante no sólo por su valor ético intrínseco, sino también porque
Foucault responde a quienes veían en su teoría de las relaciones de poder un determinismo
donde la libertad brillaba por su ausencia.
La ética se convierte en el núcleo central de la filosofía, y tanto la una como la otra son definidas
como elucidación de las técnicas de subjetivación. "La filosofía es el conjunto de los principios y
las prácticas con los que uno cuenta y que se pueden poner a disposición de los demás para
ocuparse adecuadamente de uno mismo o del cuidado de los otros". (HmS, 1994, p. 61) Foucault
había criticado la moderna filosofía del sujeto, pero en este período ético va hablar y escribir
insistentemente de la subjetivación. Por eso escribe: "El sujeto no es una sustancia. Es una forma
y esa forma no es siempre la mismo..., lo que interesa es precisamente la constitución histórica de
esas formas diferentes del sujeto en relación con el juego de la verdad". (HmM, l994) En otras
palabras, el sujeto de la modernidad que Foucault criticaba era un sujeto ya constituido, un sujeto
estático, pero ahora de lo que se trata es del dinamismo por el cual el sujeto se constituye a sí
mismo, es decir, de un proceso de subjetivación. "De la idea de que el sujeto no nos es dado,
pienso que se deriva una consecuencia práctica: tenemos que crearnos a nosotros mismos como
una obra de arte". (Dreyfus, 1990)
Foucault habla de la sustancia de la ética en el sentido de aquello que en el ser del sujeto está
abierto a una transformación histórica. Y es la libertad práctica la que nos invita a esta
transformación. Es la posibilidad de dar un "nuevo impulso, lo más vasto posible, a la obra
inacabada de la libertad". (HmS, 1994, p. 213) Es, como comenta John Rachjman,la libertad
"como manera de escoger una manera de ser". (Rachjman, en: l990, p. 213) La sustancia ética
para los griegos son los placeres (aphrodisia), para el C ristianismo esa sustancia ética es el
deseo. Foucault explica esta sustancia ética ampliamente:
"El individuo circunscribe la parte de sí mismo que constituye el objeto de la esta práctica moral;
define su posición en relación con el presente que sigue, se fija cierto modo de ser que valdría
como realización moral de sí mismo y para hacerlo así obra sobre sí mismo, se empeña en
conocerse, se controla, se experimenta, se perfecciona, se transforma". (Usage des plaisirs, p.
35)
El "cuidado de sí" es una práctica permanente de toda la vida que tiende a "asegurar el ejercicio
continuo de la libertad". (James Bernauer, p. 254) Ello es así porque "La finalidad de esta ética es
ciertamente la libertad". (Ibid, p. 266) Se trata de liberarnos nosotros mismos de las tecnologías
de desarrollo de sí mismo que se nos imponen para acceder a la propia técnica de subjetivación,
al propio cuidado de sí mismo, al propio estilo de vida.
El cuidado de sí mismo es una actitud para consigo mismo,para con los otros e incluso una
relación con el mundo. Foucault estudió tres períodos o tres formas de subjetivación: la de los
griegos, la de los estoicos principalmente romanos y la del cristianismo.
Comencemos con los griegos del siglo cuarto AC. Para los griegos el sujeto debe transformarse
para tener acceso a la verdad. Necesita una especie de conversión. "La verdad es lo que ilumina
al sujeto y da tranquilidad al espíritu. "(HmS: 38) ¿Qué transformaciones son necesarias para
tener acceso a la verdad?
En el diálogo platónico Alcibíades, Sócrates trata de transformar a Alcibíades en el sentido de
acceder al gobierno de sí mismo. La necesidad de ocuparse de sí mismo está ligada al poder
(modelo griego). La verdad exige transformación de sí mismo. Alcibíades muestra debilidad al
someterse a los placeres y los deseos. El modelo platónico es el siguiente: me ocupo de mi
mismo para mejor gobernar la ciudad. Ocuparse de sí mismo significa ocuparse de la propia
alma. El alma se sirve del cuerpo. El alma es el sujeto que se sirve del cuerpo y del lenguaje. El
alma es el sujeto de la acción. Es necesario ocuparse del alma y no sólo del cuerpo. El maestro
sirve de guía en el cuidado de sí mismo. En el modelo griego el ocuparse de sí mismo se refiere a
una clase aristocrática. Para Platón el conocimiento de sí mismo encuentra su perfección en el
acceso a la verdad. También se trata para Platón de conocer lo divino que hay en uno mismo. El
cuidado de uno mismo es una especie de terapia. "El otro es indispensable en la relación con uno
mismo". (HmS, 57) En la Retórica uno actúa sobre los otros a través del discurso. En la filosofía
se trata de la práctica de sí mismo y de la disposición para que el otro también cuide de sí mismo.
El filósofo como guía de la existencia. El conocimiento de uno mismo conduce a la filosofía. El
conocimiento de uno mismo conduce a la catarsis, pero también conduce a la praxis política.
La "enkrateia" es un principio que aplica al dominio de sí mismo. "Forma activa de dominio de
sí mismo, que permite resistir o luchar, y asegurar su dominio en el campo de los desos y los
placeres". (HS, II, 62 trad.) Se trata de la posibilidad de que uno llegue a dominar sus placeres y
sus deseos, y no que uno sea dominado por ellos. Es, pues, un gobierno de sí mismo. Una batalla
de fuerzas en el interior de uno mismo, pero en la que uno mismo debe vencer. "La más
vergonzosa de las derrotas, la más ruin, dice Foucault citando a Platón, consiste en ser vencido
por uno mismo". (Leyes, I, 626). El hombre viril no se deja vencer.
Entre los griegos del siglo cuarto se trata de gobernarse a sí mismo para mejor gobernar a los
demás. El padre debe saber dominarse, para así gobernar a la esposa, a los hijos y a los esclavos.
Asimismo, quien gobierna la ciudad debe saber gobernarse a sí mismo para poder gobernar a los
otros. Este esquema se encuentra muy claramente en Aristóteles, especialmente en la Política. El
gobierno de sí mismo se verifica desde la razón, constituye una especie de
prudencia, 'sophrosyne'. Este gobierno es una soberanía de sí mismo y un ejercicio de libertad
frente a los placeres y los deseos. El dominio de sí mismo lo constituye en sujeto moral. Hay,
afirma Foucault, "Toda una forma de constituirse como sujeto que tiende el cuidado justo,
necesario y suficiente de su cuerpo". (HS, II, 102., trad.) El individuo configura su subjetividad
con criterios de belleza, verdad y soberanía. Foucault denomina e este modo de vivir como una
"estética de la existencia". El dominio de sí (epimeleia) se aplica a la relación con el cónyuge y al
amor intermasculino.
Foucault recalca que en el caso de Platón, aunque se mantiene en el modelo del dominio de sí
mismo, sin embargo, acentúa mucho más la austeridad,la templanza, la abstinencia, en favor de la
búsqueda de la verdad. El individuo no puede acceder a la verdad sino por un proceso moral de
dominio de sí, de ascesis y así llegar al amor verdadero que es la sabiduría. En Grecia, nos dice
Foucault, se da una ética de la elección, no de la obediencia sumisa; es una ética más de la forma
que de la norma; no es una moral inscrita en un código de prohibiciones.
Pasemos a lo que Foucaut esribe acerca de los estoicos en la cuestión del gobierno de sí mismo y
lo que él denomina tecnologías del yo. Con los estoicos el cuidado de sí mismo se convierte en
unfin en sí mismo. El sí mismo se convierte en el objetivo del cuidado de sí mismo.
Autofinalidad. Actividad centrada en el sí mismo. Se entiende la filosofía como una forma de
espiritualidad. Se produce una cultura de uno mismo. Se trata de liberarse de lo que dependemos.
En el estoicismo se trata de la autoobjetivación, en el cristianismo de transubjetivación. En los
estoicos el conocimiento de la naturaleza era necesaria para el cuidado de sí mismo. Uno no
puede conocerse a sí mismo como es sino teniendo acerca de la naturaleza un punto de vista. Se
trataba de resituarnos en un mundo racional y tranquilizador. Un mundo como estructura de
causas y efectos que debemos captar primero si queremos liberarnos, pues esa liberación no es
sino el reconocimiento de la necesidad de ese encadenamiento causal.
La ascesis (Askesis) es la consideración progresiva del yo; es el proceso hacia una mayor
subjetivación. El alma virtuosa se halla en comunicación con todo el universo. El alma recorre
todas las cosas del mundo
La máxima del oráculo de Delfos "conócete a ti mismo" debe ir acompañada de otra: "ocúpate
de ti mismo". Como aclara Foucault: "El conocimiento de uno mismo es únicamente un caso
particular de la preocupación por uno mismo". (HmS, 1994)
Séneca nos dice que si queremos salir de la ignorancia es necesario el cuidado de sí mismo. La
ignorancia es mala para nuestra salud. El peor estado en que filosóficamente uno puede
encontrarse es un estado de estulticia. Esta estulticia implica una aceptación no crítica de las
representaciones. Estulto es el que se dispersa en el tiempo y que no pone su voluntad en alguna
finalidad importante. Esa voluntad volátil no puede ser libre. Querer libremente es querer sin
estar determinado por representaciones o inclinaciones. La voluntad justa no tiene otro objeto
que a sí mismo. Ahora bien, el estulto no se quiere a sí mismo. Salir de la estulticia es ponerse en
actitud tal que uno llegue a quererse a sí mismo. "La constitución de uno mismo en el objeto, en
el fin absoluto y permanente de la voluntad, no puede lograrse más que por mediación del otro.
(p. 60) El cuidado de uno mismo hace necesaria la presencia del otro. La filosofía es la guía para
el logro del gobierno de sí mismo.
La práctica de uno mismo entra en relación con la práctica social, nos dice Séneca. Los estoicos
hablan de conversión. La conversión consiste en liberarse de todas aquellas dependencias que
nos esclavizan; liberarnos de lo que no controlamos. Más que el conocimiento, lo crucial es el
ejercicio ascético.
Séneca distingue en la filosofía la parte que se refiere al ser humano, lo que se relaciona al
quehacer en la tierra y, finalmente, lo que se refiere a los dioses. La razón humana es de igual
naturaleza que la divina. La razón nos descubre como punto insignificante en el universo. La
razón revela la fuerza y presencia de la naturaleza y nos muestra la insignificancia. Este
conocimiento de la Naturaleza es, pues, de ayuda para el conocimiento de sí, nos ayuda a afinar
nuestra mirada. La virtud es contemplación del todo. No hay repliegue del alma con respecto al
mundo, sino saber ver en el presente las cosas del mundo. No perder de vista el mundo en el que
estamos.
A Foucault se le pregunta: "¿Se debería actualizar esta noción del cuidado de sí, en sentido
clásico, frente a este pensamiento moderno? "
Y responde: "No, en absoluto, no se trata de de decir: desgraciadamente se ha olvidado el
cuidado de uno mismo, y el cuidado de sí es la clave de todo. Nada me resulta más ajeno que la
idea de que la filosofía se ha extraviado en un momento determinado, que ha olvidado algo, y
que existe en alguna parte de su historia un principio, un fundamento que es preciso redescubir".
(Foucault, HmS, p. 131)
Pierre Hadot cuestiona en la presentación que hace Foucault de la ética helenística que no hace
referencia a unas instancias trascendentes al sujeto como la naturaleza y la razón ínsita en esa
naturaleza. Hemos visto que en realidad Foucault sí hace referencia a la Naturaleza. El cuidado
de sí presupone el conocimiento causal de la naturaleza porque ello nos da serenidad. Sin
embargo, Hadot puede tener razón en cuanto alhecho de que Foucault destaca el lado subjetivo
de esta ética helenística,la técnica de subjetivación, y le interesa menos la instancia trascendente a
que ella obedece. No obstante, Hadot reconoce la pertinencia de la ética de subjetivación.
A mi modo de ver el mensaje de Foucault es que cada uno puede adoptar su propio estilo de vida, es
decir, su propia técnica de subjetivación, y que para ello no hay recetas. Por eso él se limita a dar ejemplos
históricos, y podía haber dado muchos otros, y así planeaba hacerlo, pero de esos ejemplos
históricos no se deriva una normmativa actual, ni una ejemplaridad fuera de contexto. Esto es
coherente con su filosofía de toda la vida que evita toda normatividad. Las ideas éticas de
Foucault no constituyen una normatividad, a lo más un llamado, una invitación a que usemos de
nuestra libertad para dar un estilo a nuestra propia vida.
REFERENCIAS
Michel Foucault, Historia de la sexualidad II. El uso de los placeres. (HS, II)
México, Siglo XXI, l986.
_____ Historia de la sexualidad III. la inquietud de sí. México, Siglo XXI, 1986.
_____ Tecnologías del yo, (TY) Paidós, l990.
_____ Genealogía del racismo, La Piqueta, 1992
_____Hermenéutica del sujeto (HmS), Madrid, La Piqueta, l994.
______ Dits et écrits, Paris, Gallimard, 1994. Especialmente el volumen IV está casi todo
dedicado a las conferencias y otros ensayos que Foucault dictó y escribió sobre el tema del
cuidado de sí en los últimos años de su vida.
_____ "La gouvernementalité", en: Dits et écrits, vol. III,
COMENTARIOS
Jorge Alvarez Yagüez, Michel foucault, verdad,poder, subjetividad. La modernidad
cuestionada. Madrid, Ediciones Pedagógicas, l996.
James Bernauer, "Más allá de la vida y de la muerte. Foucault y la ética después de Auschwitz",
en: Michel Foucault, filósofo, Gedisa, l990
Hubert Dreyfus, "Sobre el ordenamiento de las cosas. El Ser y el Poder en Heidegger y en
Foucault. En: Michel Foucault, Filósofo, l990
Fréderic Gros, Michel Foucault, Presses Universitaires de France, 1996.
Pierre Hadot, ""Reflexiones sobre la noción de "cultivo de sí mismo", en: Michel Foucault,
filósofo, Gedisa, l990
Paxti Lanceros, "Dominio de sí, tecnologías del yo y hermenéutica del sujeto",
Diálogos, (núm. 68, l996)
Jorge Larrosa, "Tecnologías del yo y educación", en: Larrosa (ed.) Poder,
escuela. subjetivación, Madrid, La Piqueta, 1995.
Mark Poster, "Foucault, el presente y la historia", en: Michel Foucault, filósofo, 1990
John Rachjman, "Foucault, la ética y la obra", en: Michel Foucault, Filósofo.
Gedisa, l990
Carlos Rojas Osorio, Foucault y el pensamiento contemporáneo, Río Piedras, Editorial de la
Universidad de Puerto Rico, l995.
Varios, Michel Foucault, Filósofo, Madrid, Gedisa, 1990.
Varios, ' Ethique de l'individualisme, número especial dedicado a la ética de Foucault, Le
Magazine littéraire, juin, l996.