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ROMA LA FUGACIDAD DE UN SUEÑO [email protected]

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ROMA

LA FUGACIDAD DE UN SUEÑO

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PRÓLOGO. NUMA POMPILIO RÓMULO, REMO Y LA LOBA VIRGILIO Y LA ENEIDA MARCO ANTONIO JULIO CESAR JUPITER SÉNECA AUGUSTO HORACIO MARTE ADRIANO CICERÓN MARCO AURELIO JUNO MINERVA TITO LOS RISHIS EXPLICAN EL SIGNIFICADO DE LA

DESTRUCCIÓN DE JERUSALEN CONSTANTINO NEPTUNO VENUS PONCIO PILATO EL DESTINO DE LOS DIOSES JESUS HABLA DE ROMA Y LE DA A LOS

HOMBRES SU MENSAJE SAN MARCOS LEÓN, MÁRTIR SANTA AGUEDA, VIRGEN Y MÁRTIR SAN IGNACIO, OBISPO Y MÁRTIR SAN VALENTÍN, PRESBÍTERO Y MÁRTIR SAN JORGE, MÁRTIR SANTA MARTINA, VIRGEN Y MÁRTIR LA PURIFICACIÓN DE LOS MÁRTIRES EPILOGO - LA ROMA QUE NO FUE

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PRÓLOGO

NUMA POMPILIO

(715-676 a. C.)

Numa Pompilio, el segundo rey legendario de Roma, cuya consorte y consejera, según

se creía, era la diosa romana de las fuentes y de los partos, Egeria La tradición lo considera el

fundador de las instituciones religiosas de Roma, dado que siguiendo el consejo de la ninfa

Egeria, abatió a las deidades salvajes Picco y Fauno y obtuvo de Júpiter que se aplacase sólo

con sacrificios simbólicos.

Aparece con grandes pompas, pero la escena es sólo una imagen proyectada como de

una película, y esta proyección la hacen los maestros.

YOGANANDA: ¿Quién eres?

NUMA POMPILIO: Soy el que ha de cambiar la historia.

YOGANANDA: ¿Cómo pretendes hacerlo?

NUMA POMPILIO: Dotando a Roma de poder, lo que la llevará a la gloria.

YOGANANDA: ¿Qué esperas obtener con ese poder?

NUMA POMPILIO: El dominio sobre otras civilizaciones.

YOGANANDA: ¿No te basta con lo que tienes?

NUMA POMPILIO: Si me conformara con lo que tengo no sería rey.

CHIDANANDA: ¿Quieres saber qué fue de tu fabulosa civilización?

NUMA POMPILIO: ¿Cómo qué fue, si está todo por hacerse?

CHIDANANDA: Esto es sólo una filmación, una película de lo que ya ocurrió.

NUMA POMPILIO: ¿Y cómo es que estoy de pie hablando contigo?

CHIDANANDA: Eres simplemente un actor congelado en el rol de esta película.

AUROBINDO: Es verdad, si quieres, podemos mostrarte qué fue de Roma.

NUMA POMPILIO: ¿Pero si esto ya ocurrió, yo qué hago aquí?

AUROBINDO: Pobre... tus proyectos fueron para tu corta existencia en el mundo material, y

no proyectaste para la eternidad.

NUMA POMPILIO: ¿Dónde estoy?

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LAHIRI MAHASAYA: Estás congelado en el astral de la que fue tu última reencarnación en la

Tierra.

NUMA POMPILIO: ¿Qué ha sido de mi amada Roma?

LAHIRI MAHASAYA: ¿Estás preparado para verlo?

NUMA POMPILIO: Tu advertencia no me es muy auspiciosa.

LAHIRI MAHASAYA: La elección es tuya.

NUMA POMPILIO: [Duda, no sabe qué hacer, ya que intuye que si está congelado es porque

no tuvo una trascendencia].

MANDALA DE MAESTROS: ¿Qué decides?

NUMA POMPILIO: Como buen rey, he de afrontarlo.

[Los maestros le piden que los acompañe y lo sacan afuera de la película.

Entonces le proyectan la continuación de Roma en el mundo occidental, y si bien el

estado de Numa Pompilio no es muy elevado, puede percibir la oscuridad que

predominó en toda la historia].

NUMA POMPILIO: [Profundamente sorprendido y abatido] ¿Entonces qué debía hacer?

JESÚS: La pregunta correcta no es qué debías hacer, sino que debías ser. Ese es el gran error

del hombre, preocuparse en hacer en vez de ser. Si no eres, nada de lo que hagas

tendrá trascendencia, y si eres, no necesitarás hacer nada.

NUMA POMPILIO: ¿Qué me propones?

JESÚS: La transformación se irá dando gradualmente en cada uno de los hombres, ahora

preocúpate por tu transformación.

NUMA POMPILIO: No puedo abandonar mi deseo de influir sobre los demás.

JESÚS: Si sometes tu voluntad a la Mía, puedes transformarte.

NUMA POMPILIO: Ya he hecho bastante mal valiéndome solo. Ayúdame.

JESÚS: Sígueme. [Lo protege en un círculo de luz y ambos desaparecen].

RÓMULO, REMO Y LA LOBA

En la mitología romana, Rómulo fue el fundador y primer rey de Roma. Él y su

hermano gemelo, Remo, eran hijos de Marte, dios de la guerra, y de Rea Silvia, también

llamada Ilia, una de las vírgenes vestales. Rea Silvia era hija de Numitor, rey de Alba Longa,

depuesto por su hermano menor Amulio que había hecho a Rea Silvia sacerdotisa para que no

tuviera hijos que le disputaran su trono. Después del nacimiento de los dos hijos de Rea, él los

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arrojó en una cesta al río Tíber para evitar cualquier amenaza a su poder. Los gemelos, sin

embargo, no se ahogaron. Fueron rescatados y alimentados por una loba en la falda del monte

Palatino, donde los descubrió el pastor Fáustulo y los crió la mujer de éste, Aca Larentia.

Cuando alcanzaron la madurez, los hermanos destituyeron a Amulio y pusieron a su abuelo

Numitor en el trono.

Los hermanos decidieron entonces construir una ciudad. Después de discutir sobre el

lugar de emplazamiento, se decidieron por el monte Palatinol. Rómulo construyó un muro pero

Remo, para demostrar que era inadecuado, saltó despectivamente sobre él; Remo murió

después en manos de Rómulo o de uno de sus compañeros, y éste se convirtió en el único

soberano de la ciudad. Dispuso un refugio sobre el monte Capitolino para los esclavos y

homicidas fugitivos y consiguió esposas para éstos raptando a las mujeres sabinas en un

festival al que las había invitado. Después de una serie de guerras entre las sabinas y Rómulo,

acabaron reconciliándose y éste fue su rey. De acuerdo con la leyenda, Rómulo fue llevado a

los cielos por su padre, y se le rindió culto después como dios Quirino.

Rómulo y Remo aparecen como dos adolescentes, a su lado una loba muy grande de

color amarronado con los pezones erguidos, preparados para amamantar.

YOGANANDA: ¿Han comprendido la gracia de haber sido amamantados por la loba? ¿Cuál

fue el símbolo?

RÓMULO: Nosotros habíamos sido abandonados por nuestra madre y una loba nos amamanta

pero nunca pudimos entender el significado, la simbología que expresaba la gracia se

perdió en la oscuridad, y fuimos tentados por el pacto.

YOGANANDA: ¿Estás arrepentido? ¿Qué crees que tendrían que haber hecho?

RÓMULO: Haber tenido una actitud de simpleza y de humildad, y en vez de ver en la loba sólo

un animal que nos amamantaba el cuerpo, poder contemplar en ella la transmisión de

la Gracia del Padre. Pero la experiencia la vivimos desde la denigración y el abandono

de que habíamos sido víctimas.

REMO: [A Yogananda] Yo sentí en mi interior el abandono como algo muy oscuro que me

generó mucho sufrimiento. Cuando encontramos a la loba sólo pudimos alimentarnos

desde lo físico y emocional, y el alma permaneció atrapada en el círculo de la

oscuridad.

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Pocos entienden el significado verdadero del símbolo, ver al Padre que nos

buscaba alimentar a través de la loba y que el contenido de esa leche era la sabiduría.

Atenazados por el odio del abandono, no pudimos recepcionar el alimento Divino.

[Yogananda purifica a los dos hermanos].

LA LOBA: Me han erigido estatuas y símbolos de oro, pero nadie ha entendido el mensaje del

Padre. Por instinto los alimenté, pero terminé oscurecida por la oscuridad de los

hombres. La humanidad fue degradando la experiencia a un simple hecho instintivo,

desvirtuando el sentido de la Gracia del Padre. Hasta la Iglesia me ha usado,

reduciendo todo al instinto y degradando a la mujer que los había abandonado.

[Yogananda los envuelve a los tres en la luz].

YUKTESWAR: ¿Cómo han vivido los años con la loba?

RÓMULO Y REMO: Mientras éramos alimentados solo sentíamos el mundo instintivo, pero

luego la oscuridad nos condicionó y ya no tuvimos elección propia.

[Los maestros van purificando los vínculos oscuros que se fueron constituyendo

en la continuidad de esta historia].

DEVOTO: ¿Quiénes fueron Rómulo y Remo?

YOGANANDA: Dos chicos campesinos, abandonados en el bosque por una mujer de origen

humilde que debió ocultar su relación con el padre, un hombre poderoso que se negó

al reconocimiento de sus hijos.

DEVOTO: ¿Por qué se los consideró los fundadores de Roma?

YOGANANDA: La leyenda de su origen sirvió para una manipulación posterior. Los adoraron

como dioses desvirtuando la verdadera y y liberadora adoración al Padre. Ni Rómulo,

ni Remo ni la loba tuvieron nada que ver con la construcción que se hizo de su

divinidad.

VIRGILIO Y LA ENEIDA

VIRGILIO

(70-19 a.C.),

Publio Virgilio Marón nació el 15 de octubre del año 70 a.C., en Andes, hijo de

campesinos, estudió las literaturas griega y romana, además de retórica y filosofía, en

Cremona, Mediolanum (hoy Milán), Roma y Nápoles. Gracias a la protección del político

romano Cayo Mecenas, Virgilio se vio libre de preocupaciones económicas. En el año 19 a.C.

emprendió un viaje por Grecia y Asia, con la intención de revisar su obra maestra, La Eneida,

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prácticamente terminada para entonces, y dedicar el resto de su vida al estudio de la filosofía.

En Atenas, se reunió con Augusto y regresó con él a Italia. Virgilio enfermó antes de embarcar

y murió poco después de su llegada a Brindes (hoy Brindisi). En su lecho de muerte, Virgilio

ordenó a Augusto que destruyera la Eneida; sin embargo, el poema fue revisado y publicado

por Vario Rufo y Plotio Tuca.

Virgilio presenta una imagen fría y dura, constantemente a la defensiva. Está cubierto

con un casco romano de metal y una armadura de guerra.

YUKTESWAR: ¿De que te proteges tanto?

VIRGILIO: Del enemigo. [Al hablar proyecta una gran oscuridad].

YUKTESWAR: El enemigo está dentro tuyo, en tu corazón y en tu mente, y no tiene existencia

propia.

[A lo lejos se puede ver la imagen de Roma, húmeda y fría con un destino muy

pesado. No supo utilizar la energía que le había sido dada, y quedó atada a un lazo que

también ata a todos los romanos. Aparecen Milarepa y Krishna rodeando el dibujo de

la ciudad y la van iluminando, limpiando de ese modo la oscuridad que cada habitante

trae de Roma].

VIRGILIO: [Comprende que su corazón está tomado y mira de afuera el proceso de

purificación de Roma].

YUKTESWAR: [Le extiende la mano]. Es tu oportunidad.

VIRGILIO: [Le pide la bendición y que lo ayude a liberarse del grillete que lo tiene atado. Él se

va purificando a medida que lo va haciendo la ciudad].

LA ENEIDA

Virgilio dedicó los últimos once años de su vida a componer La Eneida, una epopeya

mitológica en doce libros que relata las peripecias del héroe Eneas durante siete años, desde

la caída de Troya hasta su victoria militar en Italia. En esta obra, Virgilio se propone describir

su Roma ideal y, en cierto modo, prefigurar los acontecimientos de la historia romana.

La Eneida está considerada generalmente como la primera gran epopeya literaria, ya

que resulta un intento deliberado de glorificar a Roma, por encargo de Augusto, cantando el

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supuesto origen troyano de sus gentes y, en especial, los logros e ideales de Roma bajo su

nuevo emperador. La Eneida puede considerarse una obra universal, por su estructura

ambiciosa, su belleza estilística y su preocupación por las tribulaciones del individuo, fue una

obra muy apreciada en su época. Durante la Edad Media se encontró en ella un sentido

filosófico, y Virgilio fue considerado casi un vidente y un mago.

Aparece un salón con libros muy antiguos, entre los que se encuentra La Eneida

ALMA: ¿Porqué Virgilio imaginó este texto?

YOGANANDA: Se buscó legitimar una cultura, esto es un modo de pensar y de vivir, a partir

de su origen.

ALMA: ¿Qué influencia ejerció este libro en Roma?

YOGANANDA: Contiene elementos que hacen a la vida de esa ciudad y con el tiempo se fue

reconociendo la importancia de la obra por parte de los romanos, hasta que por último

adquirió una fama universal.

ALMA: ¿Quedaron muchas almas atrapadas en esta obra?

YOGANANDA: No, porque expresa conceptos filosóficos con los que la gente no se siente

demasiado identificada, y se termina desprendiendo porque aspira a una vida más

materialista.

ALMA: ¿Ejerció influencia la obra en tanto difusión y valoración?

YOGANANDA: En cierta época y nivel social fue considerada importante.

VIRGILIO

VIRGILIO: La inspiración de esta obra fue divina, los dioses me dieron la posibilidad de

imaginarla y de escribirla.

YOGANANDA: El origen de esta obra fue mágico. Buscabas un soporte para desarrollar las

ideas de expansión y de Imperio justificadas y mostradas como destino a partir de su

fundación.

¿La Eneida no pesa demasiado en tu alma? ¿Quieres desprenderte del libro?

VIRGILIO: Si ahora perdió interés para mí, ya pasó la época. Me quiero desprender de ese

libro que durante tanto tiempo he sostenido.

[Los maestros encienden un fuego, y Virgilio arroja el texto a sus llamas. Entonces el autor se

va purificando, su espíritu se ilumina, al salir de la oscuridad de la obra].

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MARCO ANTONIO

(c. 83-30 a.C.)

Marco Antonio nació en Roma y fue educado durante algún tiempo en Grecia, sirvió

como oficial de caballería en las campañas de Palestina y Egipto, y. luchó en la Galia bajo el

mando de Julio César. Posteriormente, con la ayuda del propio César consiguió el cargo de

cuestor, augur y tribuno del pueblo. Después del asesinato de César en el año 44 a.C., el

discurso fúnebre de Marco Antonio, puso al pueblo romano contra los conspiradores, dejando

a Marco Antonio prácticamente como soberano de Roma. Sin embargo, pronto apareció un

rival, Cayo Octavio, sobrino nieto de César y su heredero. Después de un tiempo se

reconciliaron y junto al general romano Marco Emilio Lépido, formaron el segundo

triunvirato, acordando repartirse el territorio romano entre los tres.

En el año 42 a.C., en Filipos, el triunvirato aplastó a las fuerzas de los dos asesinos de

César, Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, quienes intentaban restituir la República.

Más tarde, en el mismo año, Marco Antonio pidió a la reina de Egipto, Cleopatra, que se

reuniera con él en la ciudad de Tarso, en Cilicia (ahora Turquía) y ella le explicó su negativa a

ayudar al triunvirato en la guerra civil. Sin embargo, en lugar de castigar a Cleopatra, Marco

Antonio se enamoró y regresó con ella a Egipto en el 41 a.C. Un año después, Marco Antonio

recibió la parte oriental, desde el mar Adriático hasta el río Éufrates; ese mismo año, intentó

fortalecer sus relaciones con Octavio, casándose con su hermana Octavia. No obstante,

regresó pronto a Egipto y prosiguió su vida con Cleopatra, decisión que Octavio utilizó para

provocar la indignación del pueblo romano contra Marco Antonio, la cual se intensificó luego

de algunas derrotas militares.

En el 34 a.C. declaró a Cesarión (hijo de Cleopatra, supuestamente también de Julio

César) heredero de éste en lugar de Octavio, y dividió Oriente entre Cleopatra y sus hijos,

provocando una guerra, en la que fuera derrotado por Octavio en la batalla de Actium (Accio).

Cleopatra y Marco Antonio regresaron a Egipto, abandonados por la flota egipcia y dejando

detrás a la mayor parte de su ejército. En el 30 a.C., asediado por las tropas de Octavio en

Alejandría y creyendo que Cleopatra se había quitado la vida, Marco Antonio se suicidó

cayendo sobre su espada.

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Camina ufano, vestido de blanco y luciendo una corona, por su inmenso palacio. Recibe

a Yukteswar con mucha pompa dando muestras de su gran poder.

YUKTESWAR: [Se ríe con ganas].

MARCO ANTONIO: [Furioso, lo echa].

YUKTESWAR: Todavía no te has dado cuenta que todo esto no existe, que no hay de donde

echarme.

MARCO ANTONIO: [Se turba por el atrevimiento de las palabras del maestro y trata de

responder].

YUKTESWAR: Cállate y observa a tu alrededor.

MARCO ANTONIO: [Ve que todo empieza a derretirse, se siente aterrado, ha desaparecido su

firmeza, su seguridad].

YUKTESWAR: Jamás observaste tu desnudez. Es hora que dejes de buscarte afuera, de crearte

escenarios y una imagen para los otros y comenzar a verte a ti mismo, porque la

seguridad, la firmeza, la personalidad, el carácter no están en el traje o en la mirada

que puedas proyectar sino en la persona que eres. Y ésta es una persona aturdida,

temerosa, angustiada, insegura. Esto es lo que eres y con esto deberás conformarte.

MARCO ANTONIO: Yo solo no puedo estar, no me dejes solo.

YUKTESWAR: Nunca estuviste solo, pero hiciste de los demás tus esclavos. Los otros te

servían y temían, y sentías en su mirada el reflejo de tu poder, un poder que

evidentemente solo existió en la ilusión de esa mirada. Ahora no habrá quien te mire,

y por lo tanto deberás mirarte a ti mismo.

[Yukteswar se va alejando y Marco Antonio queda solo, desnudo y llorando].

JULIO CESAR

(100-44 a.C.),

General y político romano, creó los cimientos del futuro sistema imperial

romano al final de la República. Nació en Roma el 12 o 13 de julio del año 100 a.C.,

perteneció a la prestigiosa familia Julia; desde su más tierna infancia conoció la polémica

política ya que desde muy joven se identificó con la política extremista de su tío, Cayo Mario,

quien fue líder de los populares y cónsul. Una disputa con Lucio Cornelio Sila, líder de los

optimates, le obligó a abandonar Roma, yéndose a Rodas, donde estudió retórica;

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regresando en el 73 a.C. En su cargo de edil curul, obtuvo gran popularidad con sus

generosos juegos de gladiadores. Para pagarlos, pidió dinero prestado a Craso, con quien

formó posteriormente el primer triunvirato, incorporando a Pompeyo, alianza que le

permitió a César ser elegido cónsul en el 59 a.C. y, un año después, ser nombrado

gobernador de la Galia. Durante los siete años siguientes dirigió las campañas conocidas

como las guerras de las Galias, al final de las cuales el poder romano se estableció sobre el

centro y norte de Europa, al oeste del río Rin. Mientras César estaba en las Galias, sus

agentes intentaron dominar la política en Roma. Al morir Craso aumentaron las diferencias

entre César y Pompeyo, quien fue nombrado único cónsul. A principios del año 49 a.C.

César cruzó el Rubicón, un pequeño río que separaba su provincia gala cisalpina de Italia y

se dirigió rápidamente hacia el sur, en tres meses, César controló toda la península Itálica y

sus fuerzas tomaron Hispania y el puerto clave de Massilia (la actual Marsella, en Francia).

En Roma, César se convirtió en dictador hasta ser elegido cónsul en el 48 a.C. A

principios de ese año llegó a Grecia, cuando visitó Egipto, instaló a Cleopatra como reina.

En el 47 a.C. sometió a Asia Menor y regresó a Roma como dictador ‘vitalicio’ a pesar que

según la constitución tradicional republicana este cargo sólo podía desempeñarse durante

seis meses en una situación de gravedad extrema. También fue nombrado cónsul por diez

años en el año 45 a.C y recibió la inviolabilidad de los tribunos. Además obtuvo honores que

incrementaron su prestigio. Vistió la toga, la corona y el cetro de un general triunfante y usó

el título de imperator. Es más, como sumo sacerdote, fue jefe de la religión del Estado, pero

sobre todo tenía el mando de todos los ejércitos, lo cual continuó siendo la principal fuente

de su poder. César estableció un programa de reformas muy variado. Las familias

senatoriales comenzaron a temer que César quisiera ser rex (rey), un título que, como

republicanos, odiaban, por lo que un grupo de senadores conspiraron para llevar a cabo su

asesinato, el que tuvo lugar en los idus (el 15) de marzo del 44 a.C., cuando César entró en

el Senado.

Aparece con su armadura, vestido de guerrero, y portando una lanza. Está rodeado de

escombros en medio de una ciudad destruida.

YOGANANDA: ¿Qué estás haciendo en medio de toda esta destrucción?

JULIO CESAR: Todavía tengo la esperanza de poder reconstruir Roma.

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YOGANANDA: Te has quedado perdido en el tiempo. Roma ya no existe. Las ruinas que te

rodean más o menos simbolizan lo que actualmente sucede en el mundo, pero no serás

tu quien logre reconstruirlo.

JULIO CESAR: ¿Y entonces para qué soy César?

YOGANANDA: No sigas esperando por batallas imposibles, todo esto es una ilusión que

inutilmente persigues. Deja ya tu armadura y tu lanza.

YUKTESWAR: ¿Para qué querías ser emperador?

JULIO CESAR: [Furioso]. Quería cambiar las cosas y me lo impidieron. Sabían que yo quería

transformar a mi pueblo.

YUKTESWAR: Ya es tarde para eso, tu transformación ahora debe ser interna. No hay nada

que conquistar, no hay más Imperio, no hay más tronos.

JULIO CESAR: [Está desesperado, hace gestos enloquecidos].

VIVEKANANDA: Tranquilízate ¿Estás conforma con la vida que llevaste?

JULIO CESAR: Mi vida estuvo llena de frivolidades. En los pocos momentos de lucidez que

tuve me daba cuenta que todo era una locura, por eso viví perseguido.

VIVEKANANDA: Esa locura eran los demonios, y ahora que los puedes identificar, también te

puedes despojar de ellos mediante la renuncia.

JULIO CESAR: [Cae arrodillado y mirando a su alrededor observa como las imágenes de la

ciudad en ruinas se van desvaneciendo, y en la luz que aparece se manifiestan los

maestros que le muestran su camino].

JESÚS: Por ahí debes transitar y dejar atrás todo tu pasado, que ya de nada te sirve.

[Los maestros lo rodean y lo cubren de luz, para después conducirlo al fuego de

la purificación].

JUPITER

En la mitología romana, soberano de los dioses, hijo del dios Saturno, a quien

derrocó. Originalmente dios del cielo y rey del firmamento, Júpiter era venerado como dios

de la lluvia, el rayo y el relámpago. Como protector de Roma se lo llama Júpiter Optimus

Maximus (el mejor y más alto) y se lo veneraba en un templo sobre el monte Capitolino.

Como Júpiter Fidius era guardián de la ley, defensor de la verdad y protector de la justicia y

la virtud. Los romanos identificaban a Júpiter con Zeus, el dios supremo de los griegos, y

asignaban al dios romano los atributos y mitos de la divinidad griega; el Júpiter de la

literatura latina, por tanto, tiene muchas características griegas, pero el Júpiter del culto

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religioso romano se mantuvo esencialmente libre de la influencia griega. Con las diosas

Juno y Minerva, Júpiter formaba la tríada que constituía el culto central del Estado romano.

JUPITER: Los hombres no entendieron realmente la relación con los dioses, y la tergiversaron

al pedir satisfacer constantemente sus deseos materiales.

Les deseo a los humanos que encuentren su camino y dejen de vivir

erróneamente.

DEVOTO: ¿Quién fue Júpiter?

YUKTESWAR: En un principio fue un espíritu muy poderoso, que después se fue

transformando con la adoración que le rendían los hombres.

DEVOTO: ¿Cuál fue su misión original?

YUKTESWAR: Conducir a los hombres por el verdadero camino espiritual, misión que se fue

desvirtuando al ser complaciente con sus egos.

AUGUSTO

(63 a.C.-14 d.C.),

Primer emperador de Roma (27 a.C.-14 d.C.), restauró la unidad y puso en orden el

gobierno romano tras casi un siglo de guerras civiles. Reinó durante un periodo de paz,

prosperidad y desarrollo cultural conocido como la era Augusta.

Nació en Roma el 23 de septiembre del año 63 a.C.; era sobrino nieto de Julio César, a

quien sucedió como gobernante del Estado romano. Cuando César fue asesinado, Octavio

estaba en Iliria, donde servía en el Ejército; a su regreso a Italia, se enteró de que era el

heredero adoptivo de César. Posteriormente Octavio tomó el nombre de Cayo Julio César.

El asesinato de César sumió a Roma en la confusión. Octavio decidió vengar a su

padre adoptivo y asegurar su propio rango, y rivalizó con Marco Antonio. Octavio fue

nombrado senador y más tarde cónsul, y reconoció la necesidad de hacer las paces con su

rival. A finales del año 43 a.C. ambos, junto con el aliado de Marco Antonio, el general Marco

Emilio Lépido, formaron el conocido como segundo triunvirato para dirigir las provincias

romanas. Octavio dirigía la mayoría de las provincias occidentales, Marco Antonio las

orientales y Lépido África. Aunque Marco Antonio y Octavio estaban en conflicto por el

control de Italia, solucionaron sus diferencias y en el 37 a.C. Octavio entregó a su hermana

Octavia en matrimonio a Marco Antonio.

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Finalmente el triunvirato fue disuelto cuando Marco Antonio devolvió a Octavia a

Roma y poco después se casó con Cleopatra, a quien César había establecido como reina de

Egipto. Mediante el reconocimiento de Cesarión (Tolomeo XV), hijo de ésta y de César, como

su codirigente, Marco Antonio amenazó la posición de Octavio como sucesor único de César y

no se pudo evitar la guerra. Octavio derrotó al ejército conjunto de Marco Antonio y

Cleopatra en la batalla de Accio en el 31 a.C.; al año siguiente Marco Antonio y Cleopatra se

suicidaron. Cesarión fue asesinado. En el 29 a.C. Octavio regresó a Roma triunfalmente como

único dirigente del mundo romano.

En el 27 a.C. el Senado romano dio a Octavio el título de augusto (‘consagrado’ o

‘santo’), que más tarde se convirtió en sinónimo de ‘emperador’, más tarde le concedió

muchos otros títulos y poderes que ya habían disfrutado diferentes funcionarios de la

República, entre ellos, recibió los poderes de un tribuno, dándole de esta manera el veto y

control sobre las asambleas. El Senado también le concedió la máxima autoridad en las

provincias; esto junto con el consulado de Roma e Italia, que tuvo trece veces durante su

reinado, le confirió una autoridad suprema sobre todo el imperio, también se convirtió en

máximo pontífice con control sobre la religión.

Augusto se casó tres veces; su tercera esposa fue Livia Drusilla, quien ya tenía dos

hijos, Tiberio y Druso el Germánico, de un matrimonio anterior. Augusto a su vez tenía una

hija, Julia, también de un matrimonio anterior. Al haber fallecido antes que él Druso y Julia,

cuando Augusto murió en Nola (Italia) el 19 de agosto del 14 d.C., fue su hijastro y yerno

Tiberio quien le sucedió.

Está recostado sobre unos cojines delante de un banquete. Su expresión denota hastío.

RAMANA MAHARSHI: ¿Para qué necesitas tanto alimento?

AUGUSTO: Es señal del poder que detento, puedo poseer cuanto desee.

YUKTESWAR: ¿Sabes que hay gente que no tiene para comer?

AUGUSTO: Sí, pero a ellos no les ha tocado ser Augusto; cada uno debe cumplir su rol.

YOGANANDA: ¿Cuál ha sido tu rol?

AUGUSTO: El de todos los emperadores, mantener y exaltar la grandeza de Roma.

YOGANANDA: ¿Qué es lo que le da a Roma esa grandeza?

AUGUSTO: El poder que ejerce sobre los demás pueblos. Somos quienes dictamos las leyes.

YOGANANDA: ¿La ley es el gran símbolo del poder?

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AUGUSTO: ¿A quienes crees que benefician, sino a los que las formulan?

BABAJI: ¿Cuál es tu gloria personal?

AUGUSTO: El poder de hacer siempre lo que quiera. Nadie me da ordenes.

BABAJI: ¿Si supieras quién te dicta el argumento?

AUGUSTO: Nadie influye en mi mente. Escucho a mis consejeros, pero soy yo quien decide.

BABAJI: ¿Cómo sabes que eres tu quien decide?

AUGUSTO: ¿Quién más sería?

BABAJI: Aquel que tiene el control de tu mente.

AUGUSTO: ¿Cómo podría ser alguien ajeno a mi?

BABAJI: La mente opera adentro y afuera del cuerpo.

AUGUSTO: ¿Quién opera fuera del cuerpo?

BABAJI: El mismo que opera dentro de tu cuerpo.

AUGUSTO: Estás tratando de confundirme.

BABAJI: Nunca estuviste menos confundido.

AUGUSTO: ¿Eres acaso un filósofo?

BABAJI: He trascendido el estado del filósofo como tu lo entiendes.

AUGUSTO: ¿Qué prueba tengo de que lo que dices es cierto?

BABAJI: Las pruebas existen sólo para el hombre de fe.

AUGUSTO: Yo sólo creo en Roma.

BABAJI: Has muerto en ella, y ahí sigues después de tu desaparición.

AUGUSTO: El palabrerío va en contra del pragmatismo.

CHIDANANADA: No critiques a los únicos que se han acercado con intención de ayudarte.

AUGUSTO: Yo no he pedido ayuda.

CHIDANANDA: Pero aún así lo necesitas.

AUGUSTO: Ustedes lo han dicho, hay mucha gente que no tiene para comer, ayúdenlos a

ellos.

CHDANANADA: El mal que ellos pueden hacer es relativo. Tu has hecho mucho daño.

AUGUSTO: ¿Quién eres tu para juzgarme?

CHDANANDA: Tienes la oportunidad de juzgarte a ti mismo.

AUGUSTO: [Se levanta enfurecido e intenta atacar al maestro que permanece inmóvil y no

puede ser tocado].

CHIDANANDA: Por ahora, no ha llegado tu tiempo.

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SÉNECA

(c. 4 a.C.-65 d.C.)

Filósofo latino, dramaturgo, político y eminente escritor de la edad de plata de la

literatura latina. Lucio Anneo Séneca nació en Córdoba, hijo del retórico romano Marco

(Lucio) Anneo, más conocido como Séneca el Viejo. Tras estudiar retórica y filosofía en Roma,

Séneca el Joven, como hoy se le conoce, quedó profundamente influido por las enseñanzas de

los estoicos, cuya doctrina desarrollaría en lo sucesivo. En el año 49 d.C. Séneca se convirtió

en pretor y fue nombrado tutor de Nerón, hijo adoptivo del emperador Claudio. A la muerte de

Claudio, en el 54, Nerón se convirtió en emperador.

La honestidad y la moderación que caracterizaron los cinco primeros años de su

mandato fueron en gran medida resultado de la sana influencia de Séneca y Sexto Afranio

Burro (muerto en el año 62), jefe de la guardia pretoriana. Hacia el año 62, Séneca perdió

todo control sobre el emperador. La gran fortuna que Séneca había logrado acumular para

entonces despertó los celos de Nerón, que intentó infructuosamente envenenarlo. Retirado de

la vida pública, Séneca se dedicó plenamente a escribir y a estudiar filosofía. En el año 65 se

vio involucrado en una conspiración para asesinar a Nerón, liderada por el plebeyo Cayo

Calpurnio Pisón, que terminó suicidándose por orden del emperador.

Séneca figura entre los filósofos estoicos más destacados de Roma; su principal

preocupación era la ética, pero sus creencias eran más espirituales que las de los primeros

filósofos estoicos, tenía un estilo. Sus tragedias en verso ejercieron una influencia notable en la

posterior evolución del teatro clásico en Italia, por el estilo retórico y florido de Séneca, su

coherencia formal, su capacidad analítica e introspectiva, el fatalismo estoico de sus

personajes y la fuerza de los temas que abordaba: el asesinato, el horror y la venganza.

Luce ropas blancas a la usanza romana. Se encuentra dentro de una casa de piedra.

Recibe a Yogananda en la puerta y lo hace pasar al interior. Séneca se sienta frente a la mesa

donde está depositado un cuenco, entonces con una pequeña daga que tiene un rubí, se abre la

muñeca, cayendo la sangre en el recipiente. Entonces toma un cuenco y bebe la sangre,

dejando de sangrar y cerrándose la herida.

YOGANANDA: ¿Qué haces?

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SÉNECA: Trato de no morirme. [Continúa repitiendo el acto de cortarse las venas]. Me he

cortado las venas esta mañana y luego me arrepentí. Sólo beber mi propia sangre me

mantiene con vida.

YOGANANDA: Dame tu daga un momento y acompáñame afuera.

SÉNECA: Debe ser por un momento, pues no quiero morirme.

YOGANANDA: Tomará sólo un segundo.

[Salen de la casa y se proyecta un terrible mundo astral donde aparece la imagen

de Séneca cortándose las venas y bebiendo su propia sangre del cuenco].

SÉNECA: ¿Qué es esto?

YOGANANDA: Tu realidad.

SÉNECA: [Se da vuelta buscando la casa pero ésta ha desaparecido, y vuelve a aparecer en las

imágenes del mundo astral].

Entonces he muerto ¿Quién es el que en la imagen se está cortando las venas?

YOGANANDA: Un filósofo romano de la antigüedad que creía que podía manejar la muerte.

SÉNECA: [Su figura se va volviendo más etérea]. Pobre filósofo ¿Cuánto tiempo más

permanecerá así?

YOGANANDA: El tiempo que le tome a esta alma retomar el camino del Ser.

ALMA DE SÉNECA: ¿Debo hacer sacrificios? ¿Subir al monte?

YOGANANDA: No, debes hacer silencio y sumirte en profunda meditación, olvidando

absolutamente toda especulación.

[Mientras el alma se encamina hacia la Estrella Polar, un fuego purificador va

envolviendo las imágenes del principio y se va a Séneca cortándose las venas por

última vez, pero ya no vuelve a tomar del cuenco sino que abandona su cuerpo a las

llamas, aceptando finalmente que ese mundo ni quien lo habita existen más].

HORACIO

(65 a.C.-8 a.C.)

Poeta lírico y satírico romano, autor de obras maestras de la edad de oro de la

literatura latina, Quinto Horacio Flaco nació en diciembre del año 65 a.C., hijo de un liberto,

en Venusia (hoy Venosa Apulia, Italia). Estudió en Roma y Atenas filosofía griega y poesía en

la Academia. Fue nombrado tribuno militar por Marco Junio Bruto, uno de los asesinos de

Julio César. Luchó en el lado del ejército republicano que cayó derrotado por Marco Antonio

20

y Octavio (después Augusto) en Filipos. Gracias a una amnistía general volvió a Roma y

rechazó el cargo de secretario personal de Augusto para dedicarse a escribir poesía.

Cuando el poeta laureado Virgilio conoció sus poemas, hacia el año 38 a.C., le

presentó al estadista Cayo Mecenas, un patrocinador de las artes y amigo de Octavio, que le

introdujo en los círculos literarios y políticos de Roma, y en 33 a.C. le entregó una propiedad

en las colinas de Sabina donde se retiró a escribir y pensar.

Las Sátiras de Horacio abordan cuestiones éticas como el poder destructor de la

ambición, la estupidez de los extremismos y la codicia por la riqueza o la posición social. La

poesía más importante de Horacio se encuentra en las Odas, en las cuales predica la paz, el

patriotismo, el amor, la amistad, el vino, los placeres del campo y la sencillez. Estas obras no

eran totalmente políticas y de hecho incorporan bastante mitología griega y romana. Para

entonces su reputación era tal que, a la muerte de su amigo Virgilio el año 19 a.C., le sucedió

como poeta laureado. Dos años después volvió a escribir poesía lírica cuando Augusto le

encargó el himno Carmen saeculare para los juegos seculares de Roma. Ars poetica, su obra

más larga, ensalza a los maestros griegos, explica la dificultad y seriedad del arte de la poesía

y proporciona consejos técnicos a los poetas aspirantes. Horacio murió en Roma el 27 de

noviembre del año 8 a.C.

En una primera imagen aparece en una casa rodeado de amigos y admiradores. Esta se

disuelve, y ahora está solo vestido con una túnica de color oscuro.

HORACIO: ¿Qué es lo que ocurre? ¿Para qué he sido llamado?

YOGANANDA: Si me lo permites quisiera hablar contigo ¿Qué significó tu poesía?

HORACIO: Significó la búsqueda del camino hacia los dioses, encontrarme con mi espíritu y

con el espíritu del hombre.

YOGANANDA: ¿Lograste encontrar ese camino y esa realización?

HORACIO: No logré lo que buscaba, pero esa fue la forma más cercana que pude hacer del

camino. En realidad me sentí muy identificado con mi creación, pero no llegué a ese

conocimiento espiritual.

YOGANANDA: ¿Consideras un error haberte identificado con tu obra y creer que ahí estaba la

verdad?

21

HORACIO: Amaba mucho mi obra, pero no entiendo porque fracasé en mi búsqueda cuando

para mí en ésta estaba el camino. Además mi obra me deparó el éxito y el

reconocimiento de la gente.

YOGANANDA: ¿No advertiste que tu obra podía ser el camino pero no la meta?

HORACIO: Me di cuenta tarde que no era la meta.

YOGANANDA: ¿Te atreves a quemar tu obra para continuar el camino?

HORACIO: No se de que lugar viene la invitación.

YOGANANDA: De los maestros espirituales que quieren ayudarte a liberar tu alma, esto es,

que puedas realizar lo que intuiste en un principio.

HORACIO: Estoy asombrado de esta convocatoria de los maestros espirituales de los cuales no

tenía conocimiento en la época y lugar que me tocó vivir.

YOGANANDA: Tu camino está cerrado pero puede abrirse, si no vas a quedar congelado en tu

obra.

HORACIO: Estoy dispuesto.

[El mandala de maestros le otorga el fuego para purificar su alma y su obra.

Innumerables demonios se van quemando].

YOGANANDA: Has comenzado tu proceso de purificación.

HORACIO: Agradezco esta oportunidad de poder proseguir mi camino espiritual, porque no es

demasiado agradable quedar atrapado tanto tiempo en la realización terrestre. En este

planeta los beneficios son agradables en un comienzo pero después se transforman en

un peso insoportable. Gracias a esta purificación que me han posibilitando los

maestros, estoy mucho más aliviado.

[Los maestros lo llevan al mar de la purificación].

MARTE

En la mitología romana, dios de la guerra, hijo de Júpiter, rey de los dioses, y de su

mujer, Juno. Una de las deidades romanas más importantes, se consideraba a Marte el padre

del pueblo romano, porque era padre de Rómulo, el legendario fundador de Roma.

Originalmente un dios del año, especialmente de la primavera, los romanos identificaban a

Marte con el dios griego de la guerra, Ares. Los nombres del día martes y del mes de marzo

derivan del nombre de este dios. Artísticamente suele ser representado joven y vigoroso, con

coraza, casco, escudo y yelmo, aunque en ocasiones aparezca de forma poco convencional.

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La guerra en esa época era entendida en forma bastante diferente a la actual. Tenía sus

reglas y era incluso un arte saber guerrear, y había una exposición física más grande y un

mayor compromiso, por eso los soldados eran preparados física, psíquica y militarmente desde

muy pequeños. Asimismo, los romanos eran grandes estrategas y habían desarrollado un

riguroso conocimiento acerca de la organización de sus ejércitos, por lo tanto todas estas

circunstancias le dieron la posibilidad de expandir su Imperio.

Pero la guerra también participaba del contexto mágico de esa civilización, en

consecuencia antes de entrar en batalla se llevaban a cabo actos ceremonias e invocaciones al

dios Marte, quien en última instancia decidía quien sería en triunfador. Los romanos tenían el

convencimiento que dependían de los favores de los dioses para sus empresas, por eso tenían su

dios de la guerra.

[En la pantalla de manifestación aparece el imponente Templo de Marte, colmado de

guerreros que invocan el poder del dios. Los maestros envían un fuego purificador que

envuelve a todos los presentes].

DISCÍPULO: ¿Quién fue Marte?

YOGANANDA: Un mediador entre quienes lo invocaban y los demonios que les otorgaban el

poder de la destrucción y la muerte.

[Los maestros le envían al dios Marte energía para su purificación, y para que

no sea más invocado ese poder de la guerra, ya sea con su nombre o con todos los

nombres que tuvo].

YOGANANDA: Es necesario para el hombre que empiece a darse cuenta que la guerra, así

como la concibe en matar al supuesto enemigo, no trae solución a sus conflictos ni le

va a aportar la felicidad.

VENUS

En la mitología romana, originalmente diosa de los jardines y de los campos, pero

después identificada con Afrodita, la diosa griega del amor y la belleza. En la época

imperial, era venerada bajo diferentes aspectos: como Venus Genetrix, se identifica con la

madre del héroe Eneas, el fundador del pueblo romano; como Venus Felix, es la portadora

de buena fortuna; como Venus Victrix, la portadora de victoria; y como Venus Verticordia,

la protectora de la castidad femenina. Venus era la mujer de Vulcano, dios de la forja de los

metales, pero a menudo le era infiel. Entre sus muchos amantes estaba Marte, el dios de la

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guerra; el bello pastor Adonis, y Anquises, padre de Eneas. Era también la madre de Cupido,

dios del amor

Diosa del amor físico, muy invocada en la sociedad romana, que si bien por un lado

mantenía una rígida legislación, por otro era muy dada a las orgías de sexo y comida.

Venus era invocada para satisfacer los deseos egoicos de poseer al otro, ya que la diosa

tenía a su vez la posibilidad de convocar los demonios de la lujuria que pactaban con los

hombres.

VENUS: [Se ríe burlonamente de los hombres]. Los humanos nunca se sienten satisfechos con

su lujuria. La mayoría de los hombres no conocen lo que es el amor.

[Los maestros le envían a la diosa y a todos sus invocantes una energía

purificadora].

ADRIANO

(76-138 d.C.)

Emperador de Roma (117-138), su reinado marcó el fin de la expansión del Imperio

romano, retrocediendo a los límites establecidos por Augusto, pero ello acompañado de una

política de integración de todos los territorios. Uno de los emperadores más cultos, promotor y

mecenas de casi todas las artes.

Nació el 24 de enero del 76, bien en Itálica, cerca de Sevilla, o en Roma, descendiente

de una familia de la Bética. Cuando su padre murió, en el 85, se convirtió en pupilo de su

familiar, el futuro emperador Trajano. Estudió en Roma, ocupó varios cargos civiles y

militares, hasta que Trajano se convirtió en emperador en el 98. Después participó con él en

campañas militares en la frontera del Danubio, y fue nombrado cónsul varias veces. Como

arconte (magistrado con funciones de gobernador) de Atenas (112) se sumergió en la cultura

griega, por la que demostró un afecto duradero. En el 117, con el consentimiento del

moribundo Trajano, el Ejército le proclamó emperador y el Senado romano ratificó su

nombramiento.

En aquel momento, las sublevaciones reiteradas de los pueblos súbditos y las

invasiones de pueblos germanos amenazaban el Imperio. Adriano resolvió abandonar las

provincias lejanas para consolidar el Imperio. Estableció una serie de fortificaciones

defensivas, incluida la famosa muralla de Adriano, que marcaron el final histórico de la

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expansión territorial romana. En Roma, consolidó su posición a través de una política que

favoreció al pueblo, desarrolló instituciones humanitarias y tuvo una actitud considerada

hacia el Senado. En sus numerosos viajes visitó casi todas las provincias romanas, puso en

orden la política local, los asuntos militares y económicos y consolidó la lealtad hacia Roma.

Su favorito Antínoo, que viajaba con él, se ahogó y fue deificado por Adriano.

En los años 134 y 135 volvió a visitar Judea, donde acabó con la insurrección de los judíos

liderados por Barcokebas, iniciada en el 132, que les costó a éstos medio millón de vidas. Pasó

los últimos años de su vida en Roma y en su villa palaciega de Tibur (la actual Tívoli), la

espléndida y aún hoy conservada en gran manera Villa Adriana. Murió en la estación termal

de Baiae (Baia), el 10 de julio del 138, y le sucedió como emperador su hijo adoptivo Antonino

Pío.

Hombre muy culto, se rodeó de poetas, filósofos y eruditos. Escribió versos y prosa, en

latín y griego, con gran habilidad. Muy interesado en la arquitectura, construyó edificios

magníficos como el Ateneo (una academia para el fomento del estudio), el templo de Venus y

de Roma, el panteón de Agripa (reconstruido), y su mausoleo (actualmente el castillo de

Sant’Angelo). En Atenas levantó muchos otros edificios. Su villa en Tibur (Villa Adriana) era,

en realidad, una pequeña ciudad con edificios magníficos que recordaban lo mejor que había

visto en su viajes, e incluía algunas de las mejores estatuas de la antigüedad.

Aparece en su trono, rodeado de toda la magnificencia de lujo y poder imperial.

ADRIANO: [Al ver la presencia de los maestros los confunde con reyes poderosos y los saluda

con mucha reverencia] ¿Qué es lo que desean?

YOGANANDA: Nuestro poder no es el material, sino que somos maestros espirituales.

ADRIANO: Me cuesta entender que teniendo el poder que manifiestan, no estén en su reino

gobernando al pueblo.

YOGANANDA: [Le explica la historia de la India donde se manifestó un conocimiento

espiritual que fue transmitido a través de las eras por los grandes sabios. Asimismo le

dice que la esencia de ese conocimiento es el yoga y que a partir de éste los maestros

espirituales trabajan para la liberación del espíritu].

ADRIANO: ¿Qué puedo ofrecerles?

YOGANANDA: Tienes la posibilidad de renunciar a tu ego para liberar tu alma.

25

ADRIANO: Me cuesta entender de lo que me hablas, estoy acostumbrado a ese inmenso poder

terrenal que tenía como emperador de Roma. Sin embargo también soy consciente de

las limitaciones de los seres humanos y por más que me consideraban como un dios,

sabía que no era así.

Tampoco tuve tiempo de meditar, absorbido por los problemas de mi cargo,

siempre estuve dedicado a las cuestiones de poder. [Los maestros le otorgan la visión

para que observe el mundo actual]. Viendo a lo que llegó la humanidad, me doy

cuenta que ese Imperio de Roma tuvo que llegar a su fin.

YOGANANDA: Lo que no tiene fin es el reino espiritual, éste es lo eterno que buscó el

hombre en todas las civilizaciones, pero lo hizo erróneamente convocando la magia.

Sé que creías en la belleza física, pero eso también se termina y no tiene nada

que ver con el espíritu.

[El espíritu de Adriano está sumamente perplejo al reflexionar sobre lo que fue

su vida como emperador y las enseñanzas que le transmite Yogananda. El maestro le

envía el fuego de la purificación].

CICERÓN

(106-43 a.C.)

Escritor, político y orador romano. Aunque su carrera política fue notable, Cicerón es

especialmente conocido como el orador más elocuente de Roma y como hombre de letras.

Nació en Arpinum (actualmente Arpino, Italia) y en su juventud estudió derecho, oratoria,

literatura y filosofía en Roma. Tras una breve carrera militar y tres años de experiencia como

abogado que defendía a ciudadanos privados, viajó a Grecia y Asia, donde continuó sus

estudios. Regresó a Roma en el 77 a.C. y comenzó su carrera política. En el 74 a.C. fue elegido

miembro del Senado.

Aunque la familia de Cicerón no pertenecía a la aristocracia romana, los patricios más

ricos y poderosos de Roma le apoyaron en su candidatura al consulado en el 64 a.C. por el

gran desagrado que les producía el otro candidato, aristocrático pero menos respetable, Lucio

Sergio Catilina. Fue elegido Cicerón, y Catilina volvió a intentarlo al año siguiente con los

mismos resultado. Entonces, airado, organizó una conspiración para derribar el gobierno.

Cicerón controló la situación, detuvo y ejecutó a varios de los partidarios de Catilina y a éste

lo expulsó del Senado con una ardiente proclama conocida como Catilinarias. Julio César y

otros senadores romanos sostuvieron que Cicerón había obrado con excesiva dureza, sin

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proporcionar las debidas garantías legales a los conspiradores. Como resultado de esto, en el

58 a.C., Cicerón se vio obligado a exiliarse. Tras un año en Macedonia fue perdonado, y se

dedicó a la literatura hasta el 51 a.C., cuando aceptó el encargo de gobernar la provincia

romana de Cilicia como procónsul. Regresó a Roma en el 50 a.C. y se unió a Pompeyo, que se

había convertido en el mayor enemigo de Julio César. Cuando César derrotó a Pompeyo, en el

48 a.C., Cicerón comprendió que continuar con la resistencia a César era inútil, y aceptó su

amistad, aunque mientras César fue dictador de Roma, Cicerón vivió apartado de la vida

política dedicándose a escribir. Después del asesinato de César, en el 44 a.C., Cicerón retornó

a la política. Esperando ver la restauración de la República, apoyó al hijo adoptivo de César,

Octavio, más tarde el emperador Augusto, en sus luchas contra el cónsul romano Marco

Antonio. Sin embargo, Octavio y Marco Antonio se reconciliaron, y Cicerón fue ejecutado

como enemigo del Estado, el 7 de diciembre del 43 a.C.

Se encuentra subido a una tarima desde donde exhorta a un gran número de personas

sobre las que ejerce una sugestiva influencia.

YOGANANDA: ¿Qué haces?

CICERÓN: Estoy guiando a esta pobre gente.

YOGANANDA: ¿Qué es lo que las hace pobres?

CICERÓN: Su falta de entendimiento.

YOGANANDA: ¿Qué es lo que tu entiendes y ellos no?

CICERÓN: Que el mundo está manejado por aquellos que detentan el poder.

YOGANANDA: ¿En qué consiste tu poder?

CICERÓN: En poder influir con mis palabras sobre la vida de otros.

YUKTESWAR: ¿Qué sientes al tener esa influencia?

CICERÓN: Me hace sentir distinto.

YUKTESWAR: ¿Cuál es tu beneficio y el beneficio de ellos?

CICERÓN: Mi beneficio es el de demostrar capacidad de mando, y el de ellos el de poder

escuchar mis palabras.

YUKTESWAR: ¿Qué objetivo persigues con tu actuación?

CICERÓN: El de hacer un mundo mejor.

YUKTESWAR: ¿Cuáles son tus modelos?

CICERÓN: La rectitud griega.

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...................................................................................

LAHIRI MAHASAYA: No hay percepción interna en Cicerón, todavía no es su momento.

MARCO AURELIO

(121-180)

Emperador romano (161-180) y filósofo estoico, reforzó la autoridad imperial y

reformó la legislación. Marco Annio Vero, nació en Roma el 20 de abril del año 121, sobrino

por matrimonio de Antonino Pío, más tarde emperador. Después de que este último accediera

al poder, adoptó a su sobrino, le casó con su hija y le asoció al poder (145). Marco Aurelio

llegó a ser emperador a la muerte de aquél, en el 161, año en el que asoció al trono a su

hermano por adopción Lucio Aurelio Vero (fallecido en el 169).

Durante su reinado libró guerras defensivas en las fronteras del norte y del este del

Imperio. Sus legiones contuvieron la invasión parta de Siria en el 166, pero de nuevo Roma se

vio obligada a luchar en el 167 contra las tribus germanas en la frontera Rin-Danubio. Marco

Aurelio regresó a Roma, de forma intermitente, durante la campaña germana, para realizar

reformas legales y administrativas. Aunque estaba preocupado, en particular, por el bienestar

público e incluso vendió sus posesiones personales para mitigar los efectos del hambre y la

peste en el Imperio, persiguió a los cristianos, creyendo que eran una amenaza para el sistema.

Murió de peste en Vindobona (ahora Viena) el 17 de marzo del 180, antes de empezar la

invasión. Su hijo y sucesor, Cómodo, abandonó su plan.

Defendió a las clases menos pudientes, para quienes fundó escuelas, orfanatos y

hospitales, y alivió la carga de los impuestos. También intentó humanizar las leyes penales y el

trato que los amos daban a sus esclavos. Además, reforzó la centralización de la

administración imperial y, aunque devolvió la importancia al Senado, incrementó la autoridad

imperial.

Como filósofo, es recordado por su obra Pensamientos, preceptos morales escritos en

griego mientras desarrollaba sus últimas campañas militares. La obra es un manifiesto

importante de la filosofía del estoicismo, en el que revela su creencia de que la vida moral

conduce a la tranquilidad. Subraya las virtudes del saber, la justicia, la fortaleza y la

moderación.

Está sentado en su trono, como adherido al mismo.

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YOGANANDA: ¿Qué haces ahí sentado? ¿Qué es lo que esperas?

MARCO AURELIO: Me siento atado a este lugar. Siempre quise estar en este trono, y ahora

no sé cómo salir.

YOGANANDA: Tus ansias de poder fueron las que te llevaron a esto.

MARCO AURELIO: No me di cuenta. Quería formar un Imperio glorioso y ser el protagonista

de las alabanzas del pueblo.

YUKTESWAR: Pretendiste demasiado. Sólo debiste cumplir tu misión de gobernar sin esperar

nada a cambio.

MARCO AURELIO: [Asombrado] ¿Cómo lo hubiese logrado?

YUKTESWAR: Si hubieras estado atento al mandato Divino del Padre, hubieras tenido las

respuestas y la manera de actuar correcta. Pero como le ha sucedido a la mayoría, te

has alejado de Él cayendo en el poder material, olvidándote de lo esencial.

MARCO AURELIO: Me veía avasallado y necesitaba competir y ser el mejor, pero estaba

ciego. Ahora creo que todo fue negativo, que nada de lo que hice sirvió.

AUROBINDO: ¿Te quieres quedar donde estás?

MARCO AURELIO: No, quiero salir de la oscuridad.

AUROBINDO: Tienes que estar completamente arrepentido y entregarte por completo para

servir al Padre, debes abandonar tus batallas y tu guerra debe ser interna. Pelearás con

grandes monstruos y cuando logres vencerlos, esa será tu gran victoria.

MARCO AURELIO: [Mira a su alrededor y observa a los hombres ansiosos de poder, y esos

rostros empieza a reconocer el suyo. Se avergüenza y pide perdón por su arrogancia].

JESÚS: [Le muestra el planeta]. Aquí nada ha cambiado demasiado, todo permanece más o

menos igual, pero es purificando almas como la tuya que lograremos reestablecer el

equilibrio para que la energía divina pueda fluir en toda su naturalidad.

MARCO AURELIO: [Logra levantarse del trono, se quita la corona y los atributos de

emperador. Ahora con una actitud humilde se entrega a la voluntad de los maestros

para ser conducido por el sendero de la purificación].

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MINERVA

En la mitología romana, diosa de la sabiduría, hija de Júpiter, rey de los dioses,

equivalente de la diosa griega Atenea. Minerva nació de la cabeza de Júpiter, ya crecida y

vestida con una armadura. Cruel y belicosa, era la patrona de los guerreros, la defensora del

hogar y del Estado y la encarnación de la sabiduría, la pureza y la razón. Era también

patrona de las artes, de la artesanía y de los comerciantes. Con Júpiter y Juno, era una de

las tres deidades principales del Estado romano.

Se manifiesta vestida de celeste.

YUKTESWAR: La de los ojos de lechuza. Originalmente fue enviada para proteger a los

hombres de la soberbia, pero cuando éstos se la entregaron, ella se adueñó de la

misma para mantenerlos bajo su dependencia, convirtiéndose en protectora de la

ciudad.

Se presenta con colores celeste, lila o violeta para fascinar, proyectando una

imagen de belleza cautivadora. De este modo buscaba también que Roma cautivara.

DEVOTO: ¿Cuál es su situación actual?

YUKTESWAR: Es sólo una estatua. La soberbia se enquistó en ella y cumplió su deseo de ser

admirada. Pero su poder duró muy poco tiempo, y ya en su tiempo se convirtió en una

imagen vaciada.

DEVOTO: ¿Es posible sacarla de esa situación?

YUKTESWAR: [Accede y hace un gesto para darle vida a la estatua de Minerva].

MINERVA: [Baja del pedestal y mira desconcertada como buscando algo].

YUKTESWAR: ¿Qué buscas?

MINERVA: A mi pueblo.

YUKTESWAR: Lo que deberías buscar es la soberbia que ocultaste y deberías entregar.

MINERVA: ¿Quién eres?

YUKTESWAR: Quien Soy no importa ¿Mas, quien eres tú? Entrega tu soberbia o vuelve al

pedestal.

MINERVA: [Cae vencida] ¿Qué haré ahora? Ellos ya no me buscan y Dios no me recibirá.

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YUKTESWAR: Ve a entregar lo que guardas, que para Dios sólo será un pequeño retraso.

MINERVA: Te agradezco. [Busca elevarse hacia Dios].

JUNO

En la mitología romana, reina de los dioses, mujer y hermana del dios Júpiter. Era la

protectora de las mujeres y se la veneraba bajo diferentes nombres: como Juno Pronuba

presidía los casamientos, como Juno Lucina ayudaba a las mujeres en el parto, como Juno

Regina era la consejera y protectora especial del Estado romano. Las fiestas en su honor, las

matronalia, se celebraban el 1 de marzo. Juno es la equivalente latina de la reina griega de

los dioses, Hera. El nombre del mes de junio proviene del de la diosa Juno.

Se presenta con una imagen que espanta porque para ser mujer es muy masculina,

irascible, impredecible, colérica.

YUKTESWAR: Deseas lo mismo que destruyes, y esto es tu condición femenina. Deberías ser

la imagen de madre pero te convertiste en la imagen de la represora. Quieres ser esa

imagen de ternura, de amor, pero tu estado colérico lo destruye.

DEVOTO: ¿Qué la llevó a eso?

YUKTESWAR: Quizás no se conformó con lo que tenía por gracia divina y en un afán de

aparentar más amor maternal, más femineidad y ternura, perdió el don que le

correspondía, y al sentir esa perdida cayó en un estado de cólera e ira constante. Así lo

que más la encoleriza es lo que desea, la imagen que no puede tener. Es una gran

paradoja que se convirtió en un círculo del que no puede escapar.

[La diosa no es capaz de escuchar nada, está completamente enfurecida. Como

el perro que se muerde su propia cola, tendrá que consumirse a sí misma para poder

liberarse].

NEPTUNO

En la mitología romana, dios del mar, hijo del dios Saturno y hermano de Júpiter, rey

de los dioses, y de Plutón, dios de los muertos. Originariamente dios de fuentes y corrientes

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de agua, llegó a ser identificado con el dios griego del mar, Poseidón. Su festival se

celebraba el 23 de julio.

YUKTESWAR: Él cumplió con su cometido, que era hacerle sentir a los hombres su

protección cuando éstos se aventuraban a los mares, y que nunca les faltaría su

alimento.

Dios le dio una imagen de anciano sabio y él mantuvo esa sabiduría, pues no se

envaneció nunca ante la invocación de los marinos, por eso nunca fue una imagen

vacía.

DEVOTO: ¿Ahora dónde está?

YUKTESWAR: Con los sabios del Sol.

NEPTUNO: Tuve suerte porque me tocó guiar a gente sencilla y humilde. Aquellos que

entraban al mar para la batalla no era a mí a quien invocaban, ya que sólo era

convocado por los pescadores.

Roma fue para mí un lugar de tantos otros, un escalón más en el camino.

YUKTESWAR: Recibiste una buena cosecha de las semillas que sembraste protegiendo a esos

hombres.

TITO

(39-81)

Emperador romano (79-81). Nacido el 30 de diciembre del 39 d.C. en Roma, era el hijo

del emperador Vespasiano. Tito actuó como tribuno militar en Germania y Britania, y más

tarde luchó a las órdenes de su padre durante la rebelión judía en Palestina. Cuando

Vespasiano se convirtió en emperador, en el 69, Tito se quedó en Palestina al mando del

Ejército romano y terminó la guerra tras ocupar y destruir Jerusalén en el 70. Para

conmemorar esta victoria, su hermano, el emperador Domiciano, levantó años más tarde

(c. 81 d.C.) un arco del triunfo en su honor en Roma.

Al morir su padre en el 79, Tito se convirtió en emperador y con sus generosos regalos

y abundantes espectáculos pronto se hizo popular entre el pueblo romano. Estableció un

gobierno indulgente respetando los privilegios del Senado, suspendió todos los procesamientos

32

por laesa majestas (delitos de lesa majestad) y decretó fuertes castigos contra los confidentes.

En el 80 Tito completó y consagró el anfiteatro Flavio, más tarde llamado Coliseo, cuya

construcción comenzó su padre. En el 79 entró en erupción el volcán Vesubio, que destruyó las

ciudades de Pompeya y Herculano y en el 80 Roma sufrió un gran incendio y una plaga. Por su

preocupación y generosidad hacia las víctimas de estos desastres, Tito se ganó la gratitud de

la plebe. Murió el 13 de septiembre del 81.

TITO: [Levantando los brazos] ¡Soy el dueño del poder!

YOGANANDA: ¿De qué poder estás hablando?

TITO: Yo puedo movilizar todas las fuerzas para construir o destruir algo.

YUKTESWAR: ¿Y qué es lo que pretendes construir y destruir?

TITO: Quiero construir la magnificencia del Imperio y destruir a los que se opongan a ella.

VIVEKANANDA: ¿Qué sabes tu de la magnificencia?

TITO: Es la elevación sobre los otros hombres.

RAMANA MAHARSHI: Pero si no siquiera sabes quien eres tu, ¿cómo puedes elevarte sobre

los demás?

TITO: ¿Cómo que no sé quién soy? Soy el emperador, el que tiene el faccio romano que lo

heredó del César.

CHIDANANDA: Justamente, lo has heredado. No eres tú. Indaga y verás.

TITO: [Permanece pensativo].

JESÚS: [Va caminando hacia él y le pone una mano en el hombro. El emperador se sobresalta

y lo mira]

¿Por qué quieres destruir a mi pueblo, Jerusalén?

TITO: Porque allí existe un poder que pretende ser superior al mio, un poder que no entiendo.

JESÚS: Deja de lado tu necedad y con humildad trata de abrazar lo que desconoces pero que te

hará inmortal.

TITO: ¿De qué inmortalidad me hablas?

EL PADRE Y LA MADRE DIVINA: De aquella que te hará trascender los tiempos, más allá

de cualquier hazaña o de cualquier locura. Embárcate en ella y tu salvación está

asegurada.

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[Tito desconoce esta advertencia e invoca a los dioses romanos para que le

digan lo que tiene que hacer. Éstos le ordenan la destrucción de Jerusalén y de

cualquier conexión con el Plan Divino].

LOS RISHIS EXPLICAN EL SIGNIFICADO DE LA

DESTRUCCIÓN DE JERUSALEN

Los diversos focos de luz que el Plan Divino instaló en el planeta para despertar la

intuición de los hombres que los llevase al discernimiento, fueron siempre atacados por las

fuerzas oscuras que trataron de destruir la conexión que llevase a la purificación de la

humanidad de su estado de gran densidad.

La destrucción de Jerusalén es parte de esa estrategia, pero los demonios no entienden

que cuando más se trata de oprimir u ocultar algo, más intensa será la reacción que provoque,

atrayendo más adeptos y abriendo la percepción a estados de conciencia superiores que

buscaran lograr esa conexión con lo divino.

Posteriormente a esta destrucción, quedó latente la energía que fue dispersada a los

cuatro puntos cardinales originando nuevos centros de transmisión de la enseñanza.

CONSTANTINO

(c. 274-337)

Emperador romano (306-337), el primero de ellos convertido al cristianismo.

Fundador de Constantinopla (la actual Estambul), capital del Imperio romano de Oriente (y

más tarde Imperio bizantino) hasta 1453.Nacido con el nombre de Flavio Valerio Constantino,

en Naissus (hoy, Nis, en la actual Serbia), hijo del prefecto del Pretorio (jefe militar de la

Guardia Pretoriana) Constancio Cloro (más tarde emperador Constancio I) y de Elena (que

llegó a ser canonizada como santa Elena). Luchó contra los sármatas y se unió a su padre en

Britania, en el 306. Fue tan popular entre sus tropas que le proclamaron augusto cuando

Constancio murió ese mismo año. Sin embargo, durante las dos siguientes décadas tuvo que

luchar contra sus rivales al trono, y no logró ser emperador único hasta el 324.

En el 312, en la víspera de una batalla contra Majencio, su rival en la península Itálica

e hijo de Maximiano, se dice que soñó como se le apareció Cristo y le dijo que grabara las dos

primeras letras de su nombre (XP en griego) en los escudos de sus tropas. El día siguiente, la

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leyenda dice que vio una cruz superpuesta en el sol y las palabras “con esta señal serás el

vencedor” (en latín, in hoc signo vinces). Derrotó a Majencio en la batalla del Puente Milvio,

cerca de Roma, en octubre de ese año (312). El Senado aclamó al vencedor como salvador del

pueblo romano y le tituló primus augustus. Constantino consideró que el Dios cristiano le

había proporcionado la victoria, por lo que abandonó sus anteriores creencias paganas.

Detuvo la persecución de los cristianos, y Licinio Liciniano, su coemperador, se le unió en la

proclamación del Edicto de Milán (313), que ordenó la tolerancia del cristianismo en el

Imperio romano y restituyó a la Iglesia los bienes confiscados.

Como emperador de Oriente y Occidente, comenzó a realizar reformas administrativas

importantes. Reorganizó el Ejército, y completó la separación de la autoridad civil y militar,

comenzada por su predecesor, Diocleciano. Dirigió el gobierno central, en compañía de un

consejo asesor. El Senado recuperó sus poderes, los cuales había perdido en el siglo III, y

comenzó a emitir el sueldo (solidus) de oro, que fue la moneda de uso hasta el final del Imperio

bizantino.

Intervino en los asuntos eclesiásticos procurando establecer la unidad de la Iglesia,

amenazada por el arrianismo; con este fin presidió el primer Concilio ecuménico de la Iglesia

en Nicea, en el 325. También comenzó la construcción de Constantinopla, en el 326, en el

emplazamiento del antiguo Bizancio griego. Además, construyó iglesias en Tierra Santa, donde

se supone que Elena, su madre, encontró la Vera Cruz en la que se crucificó a Jesús. El

emperador fue bautizado poco antes de su muerte, el 22 de mayo del 337, como primer

emperador que gobernó en el nombre de Cristo, fue una de las principales figuras en el inicio

de la Europa cristiana medieval.

Aparece en la oscuridad que sigue operando en el poder de la Iglesia.

YOGANANDA: ¿Piensas seguir gozando en el poder sobre los otros, en su constante

manipulación?

CONSTANTINO: Para mí lo que hago está bien. La Iglesia debe ejercer la disciplina y ser la

máxima autoridad sobre toda la humanidad.

YOGANANDA: En realidad, la disciplina se ha desvirtuado hacia el totalitarismo.

CONSTANTINO: Para mantener un poder como el de la Iglesia tiene que haber rigidez.

[Se visualizan mentes muy oscuras en una cúpula de poder muy fuerte en cuya

cima están los Papas y emperadores].

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YOGANANDA: ¿Y Dios dónde está en todo esto?

CONSTANTINO: Nosotros somos Dios.

El hombre tiene que estar sometido al sufrimiento, representado por Jesús y todos los

santos.

YOGANANDA: ¿Deseas purificarte y purificar toda la cultura cristiana?

CONSTANTINO: No... [Le resulta muy difícil soltar el poder al que se encuentra atrapado,

tanto él como las Iglesias Cristianas, pues sus raíces son muy profundas].

YOGANANDA: ¿No se han dado cuenta cómo han manipulado la necesidad de la gente

utilizando la palabra de Dios?

CONSTANTINO: La Iglesia tiene que acompañar a los procesos políticos.

YOGANANDA: ¿Adviertes la necesidad que tienes de purificarte?

[Todos los maestros tratan de ayudarlo en su purificación pero el demonio que

lo posee es muy poderoso y está enraizado en su interior con mucha fuerza, ligado a

demonios aún más poderosos. Yukteswar hace manifestarse a ese demonio que

aparece como un monstruo gigante en la imagen de un fuego oscuro, pero al que la

energía de los maestros y de los Rishis terminan disolviendo].

CONSTANTINO: [Se siente más aliviado y con otro grado de conciencia]. No pensaba que

habitaba en un proceso tan oscuro.

YUKTESWAR: ¿Quieres purificarte y revertir esta oscuridad en un proceso que ayude a la

evolución psíquica y espiritual del hombre?

CONSTANTINO: [Reflexionando] De no existir la intervención de los Rishis y maestros, el

rescate del hombre sería imposible.

YUKTESWAR: ¿Quiénes dirigen este poder autoritario?

CONSTANTINO: Todas las Iglesias están dominadas por la oscuridad.

AUROBINDO: ¿Vas a entablar tu batalla interna?

¿Eres consciente de que la oscuridad que ves afuera la tienes adentro? Todo lo

que afuera quieres revertir es lo diabólico que hay en ti. Ese demonio que viste salir,

fue la construcción de pactos realizados durante vidas y vidas, y lo continuaste

alimentando después de tu muerte.

CONSTANTINO: [Está horrorizado y aún hundido en la oscuridad a pesar del exorcismo de

ese gran demonio].

BUDA: ¿Vas a entrar en la Sabiduría Eterna?

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CONSTANTINO: Ya entré en la Sabiduría Eterna. [Ante la oscuridad que le revelan los

maestros comprende que realmente está sumido en la profunda ignorancia].

RAMAKRISHNA: [Lo va envolviendo en su luz].

CONSTANTINO: Nunca pensé que había un maestro tan elevado.

VIVEKANANDA: Debes renunciar a esos demonios y a los maestros oscuros que te

acompañan.

CONSTANTINO: Tengo que aprender todo de nuevo.

VIVEKANANDA: Es muy oscura la época que arrastras, es como un túnel sin luz ¿Cómo han

podido disfrazar de ese modo la fe, la liberación, el proceso de evolución humana?

CONSTANTINO: Los intereses eran muy grandes.

MANDALA DE MAESTROS: Esta purificación es para purificar todos los canales del Imperio

con sus posesiones.

YUKTESWAR: El Imperio Romano es la representación arquetípica del oscuro mundo del

poder.

[Los maestros y los Rishis con un gran manto de luz van envolviendo y

quemando los enormes demonios que habitan en el mundo astral de lo que fue el

Imperio Romano.

Esta oscuridad se representa por las imágenes de poder de los emperadores,

donde se ve el oro y la ambición desmedida.

Los maestros van descendiendo a las zonas subterráneas donde han tenido lugar

los pactos que alimentaron al Imperio. Así flamines y vestales van entrando en el

fuego sagrado de la purificación que portan los maestros. Estos también descienden a

las catacumbas, y junto con los Rishis reducen a cenizas los monstruos de los miedos

que poseyeron las mentes de los primeros cristianos. En la luz y el fuego cósmico el

Imperio Romano queda reducido a cenizas].

YUKTESWAR: Ahora realmente empezó el fin de Roma.

EL DESTINO DE LOS DIOSES

DEVOTO: ¿Dónde están actualmente los dioses?

VOZ DIVINA: En una porción del universo, ya inaccesible para los hombres.

DEVOTO: ¿Están congelados?

VOZ DIVINA: No, pero actualmente no tienen misión alguna

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[Los maestros van purificando a los dioses, que se van transformando en la vibración

luminosa, y pasan a militar en las fuerzas de la luz. Algunos ascienden a otros planos del

universo y otros se quedan colaborando en el Plan Divino de ayuda a la Tierra].

PONCIO PILATO

Desde la casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Pero ellos no

entraron en el pretorio, para no contaminarse y poder así participar en la comida de Pascua.

Pilato salió adonde estaban ellos y les preguntó: “¿Qué acusación traen contra este

hombre?”. Ellos respondieron: “Si no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado”.

Pilato les dijo: “Tómenlo y júzguenlo ustedes mismos, según la ley que tienen”. Los Judíos le

dijeron: “A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie”. Así debía cumplirse lo que

había dicho Jesús cuando indicó como iba a morir.

Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: “¿Eres tú el rey de

los Judíos?”. Jesús le respondió: “¿Dices eso por ti mismo u otros te lo han dicho por mí?”.

Pilato respondió: “¿Acaso soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto

en mis manos ¿Qué es lo que has hecho?”

Jesús respondió:

“Mi realeza no es de este mundo

Si mi realeza fuera de este mundo

Los que están a mi servicio habrían

Combatido para que yo no fuera

Entregado a los Judíos

Pero mi realeza no es de aquí”

Pilato le dijo:

“¿Entonces tú eres rey?”

Jesús respondió:

“Tu lo dices, yo soy rey.

Para esto he nacido y he venido al mundo,

Para dar testimonio de la Verdad.

El que es de la Verdad, escucha mi voz”

Pilato le preguntó:

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“¿Qué es la Verdad?”

Al decir esto, salió nuevamente adonde estaban los Judíos y les dijo: “Yo no encuentro

en él ningún motivo para condenarlo. Y ya que ustedes tienen la costumbre de que ponga en

libertad a alguien en ocasión de Pascua , ¿quieren que suelte a al rey de los Judíos?”. Ellos

comenzaron a gritar diciendo: “¡A él no, a Barrabás!” Barrabás era un bandido.

Pilato mandó entonces a azotar a Jesús. Los soldados tejieron una corona de espinas y

se la pusieron en la cabeza. Lo revistieron con un manto rojo. Pilato les dijo: “¡Aquí tienen al

hombre!” Cuando los sumos sacerdotes y los guardias lo vieron, gritaron: “¡Crucificadlo!

¡Crucificadlo!”. Pilato les dijo: “Tómenlo ustedes y crucifíquenlo. Yo no encuentro en él

ningún motivo para condenarlo”. Los Judíos respondieron: “Nosotros tenemos una Ley, y

según esa Ley debe morir porque él pretende ser Hijo de Dios”.

Al oír estas palabras, Pilato se alarmó más todavía. Volvió a entrar en el pretorio y le

preguntó a Jesús: “¿De dónde eres tu?” Pero Jesús no le respondió nada. Pilato le dijo: “¿No

quieres hablarme? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y también para crucificarte?”

Jesús le respondió: “Tu no tendrías sobre mí ninguna autoridad, sino la que hubieras recibido

de lo Alto. Por eso, el que me ha entregado a ti, ha cometido un pecado más grave.”

Desde ese momento Pilato trataba de ponerlo en libertad. Pero los Judíos gritaban: “Si

lo sueltas, no eres amigo del César, porque el que se hace rey se opone al César”. Al oír esto

Pilato sacó afuera a Jesús y lo hizo sentar sobre un estrado llamado el empedrado. Era el día

de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los Judíos: “Aquí tienen

a su rey”. Ellos vociferaban: “¡Qué muera! ¡Qué muera! ¡Qué muera! ¡Crucificadlo!”. Pilato

les dijo: “¿Voy a crucificar a su rey?” Los sumos sacerdotes respondieron: “No tenemos otro

rey que el César”.

Entonces Pilato se los entregó para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron (...)

Pilato redactó una inscripción que decía: “Jesús, el Nazareno, rey de los Judíos” y la hizo

poner sobre la luz. Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue

crucificado quedaba cerca de la ciudad, y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego. Los

sumos sacerdotes de los Judíos dijeron a Pilato: “No escribas “El rey de los Judíos” sino “

Este ha dicho: ‘ Yo soy el rey de los Judíos’”. Pilato respondió: “Lo escrito, escrito está” (Ev.

Juan, 18, 28-38)

Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua

y se lavó las manos delante de la multitud diciendo: “Yo no soy responsable de la sangre de

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este justo. Es asunto de ustedes”. Y todo el pueblo respondió: “Que su sangre caiga sobre

nosotros y sobre nuestros hijos”.

(Ev. Mateo 26; 69-75).

Está en un lugar muy oscuro y sin manos. Parece que recién se diera cuenta de esta

situación.

YUKTESWAR: En vez de lavarte las manos tenías que haber actuado con lo que dictaba tu

conciencia.

PONCIO PILATO: No sabía qué hacer.

YUKTESWAR: Sí sabías, pero fuiste un cobarde. En tus manos estaba el poder y la autoridad

para la solución, pero renunciaste a ella en el mismo instante en que no te atreviste a

usarlas. Pasará mucho tiempo antes que vuelvas a tener manos, porque la sangre que

hiciste derramar era divina, y una eternidad no bastaría como castigo. No eras digno

entonces de tus manos, y no lo eres todavía. [El maestro le explica a los hombres la

actitud de Pilato] Dios puso en él la opción. La vida divina de Jesús estaba en manos

de Dios, pero la humana lo estaba en las de Pilato, la decisión final era suya, y él no

fue digno. Con esa actitud rechazó la Gracia, y en ese acto eligió el abismo. Su

ignorancia no era mayor que su comodidad; le habían sido dados todos los

conocimientos necesarios para tomar una decisión correcta.

DEVOTO: ¿Cuál es su destino?

YUKTESWAR: Va a tener que estar en las sombras hasta que entienda.

DEVOTO: [A Jesús] ¿Qué te liga a Pilato?

JESÚS: Me mantengo ajeno y alejado del proceso que me rodeó. Mi trayectoria estuvo más allá

de los personajes que actuaron y prefiero no tener contacto. Con Pilato nos cruzamos

en un momento de la historia, luego cada uno siguió su camino.

[Poncio Pilato queda privado de la palabra].

YUKTESWAR: Hemos congelado su palabra porque de éstas sólo puede salir la oscuridad. Su

alma está totalmente tomada y no es dueño de lo que diga.

YOGANANDA: La trayectoria de una vida es responsabilidad de sí mismo, y nadie puede dar

ni quitar, todos los pasos dados a lo largo del camino son necesariamente propios,

ninguna influencia externa ni perturba, ni contamina, ni tampoco ayuda.

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Nada tuvieron que ver las presiones externas con la decisión de Pilato. Él fue su

propia víctima.

JESÚS HABLA DE ROMA Y LE DA A LOS HOMBRES SU MENSAJE

Jesús está sentado en una piedra envuelto en un aura radiante con destellos brillantes de

un color amarillo-blancuzco, transmitiendo una profunda paz y serenidad. Se dirige a los

hombres y comienza a contar la experiencia de su paso por esta Tierra.

JESUS: Quiero que entiendan que me inserté en una sociedad totalmente estructurada en base

al Pater Familia, que no tiene absolutamente nada que ver con el Padre Divino, porque todo

estaba concebido desde el poder.

Si bien la mujer era considerada como un eje importante dentro de esa estructura, a su

vez era desvalorizada por su carácter intuitivo y su posibilidad de conexión con otros planos.

Por ende era sojuzgada y mantenida a un costado.

Estaban abocados al placer puramente sensual, y a pesar que quienes dirigieron esta

sociedad habían recibido instrucciones de acompañar y guiar al pueblo hacia una etapa más

evolutiva, fueron encantados por el deseo y la pasión, que se transformó en las posesiones de

las conquistas y la creación del más grande Imperio.

En medio de este tumulto y esta lujuria fui enviado como avatar, como Hijo de Dios,

para transmitir la bienaventuranza y la salvación a los hombres. Los que se conectaban a través

mío con El Padre, lograban su inmediata liberación y el cese absoluto de sus penurias, tanto

físicas como espirituales. A eso se lo llamó milagros, pero no fue nada más que haber visto en

Mí la imagen Del Que Es.

Di testimonio de las enseñanzas que recibí del desierto y en Oriente a través de los

maestros que me precedieron, y que me transmitieron esas verdades para generar un nuevo

estado de conciencia.

Aún hoy la técnica es la misma: Ama al otro como a ti mismo, y a Dios sobre todas las

cosas. Mantén tu conexión con lo Divino y tu camino se verá allanado recibiendo en cada una

de tus acciones la guía del Padre.

Están alertas al que volverá para guiarlos a la liberación, pero no se dejen engañar por

los falsos avatares que invocan Mi Nombre y se dicen Hijos de Dios.

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Os bendigo e invoco para ustedes la Luz Divina y la Sabiduría anidada en vuestra

mente y en vuestro corazón emergerá en toda su pureza.

Seguid transitando la senda de la Luz que es una sola, tanto en el tiempo en que Yo

estuve encarnado, como en vuestro presente y en el mañana de todos los hombres.

Estén gozosos porque se encuentran en el camino del Padre, y para llegar a Él entren en

la luz y purifíquense.

[Se despide, desaparece pero queda la Luz].

SAN MARCOS LEÓN, MÁRTIR

Mártir de la primera época del cristianismo, murió devorado por los leones.

Una devota se acerca a una gruta en la montaña, que está custodiada por un león.

DEVOTA: Quiero ver al santo. [El león la recorre con su mirada en forma inquieta, después

entra en la cueva para consultar con el santo y al salir le indica que la siga].

UNA VOZ DIVINA: Esta cueva no existe, era sólo una representación gráfica de una cueva

que está en tu corazón. Busca ahí al santo.

DEVOTA: [Entre en la caverna y ve un hombre mayor sentado en una piedra, el león está a sus

pies y el santo lo acaricia]. ¿Eres San Marcos?

SAN MARCOS LEÓN: No digas el San, simplemente Marcos. La palabra San o Santo ha sido

muy vapuleada, se la usó mal.

DEVOTA: ¿Te puedo llamar maestro?

SAN MARCOS LEÓN: Llámame guía, soy un simple guía y sirviente del Señor.

DEVOTA: ¿Qué hiciste como hombre?

SAN MARCOS LEÓN: Fui un hombre común que peleé en busca de una libertad superior,

interior. Un día escuché la Palabra de Dios, y aunque no sabía de donde venía, a partir

de ahí empecé mi búsqueda.

DEVOTA: ¿Porqué tu martirio?

SAN MARCOS LEÓN: Fui muy perseguido, y hubo una traición interna, me atraparon y fui

condenado a morir. Lo acepté, entendí que era parte de la experiencia. Me arrojaron a

los leones, por eso en agradecimiento, y porque ese animal me recuerda la fuerza y la

perseverancia hacia un ideal, lo incorporé como mi compañía.

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YOGANANDA: [Entra en la cueva y es reverenciado por el santo]. Te quedaste en esta cueva

sin volver a entrar en la lucha.

SAN MARCOS LEÓN: Son pocas las personas que me invocan, que me llaman, pero estoy

dispuesto a servir en esta cueva. Es muy difícil despertar el Amor en los corazones de

los hombres.

YOGANANDA: Sólo con una energía en común y bien dirigida, se podrá producir la ruptura

de la oscuridad. Los métodos han cambiado, ya no son útiles ni el martirio ni la

prédica, hay un único camino que es la entrega incondicional al Padre.

Todos estos años estuviste congelado en el tiempo, ahora te pedimos que

aportes tu energía, que formes parte de la cadena de energías y permanezcas quieto,

sin hacer nada.

Eres un justiciero con mucha fuerza, y el león la representa de alguna manera

por eso es necesario que entregues esa energía en forma constante junto al grupo en

que te incorporemos en este Plan Divino.

DEVOTA: ¿Quieres darnos un mensaje?

SAN MARCOS LEÓN: He comprendido que toda experiencia es interior, en quietud, sin

movimiento exterior, entonces la experiencia será real. Haber dejado ser devorado es

un acto exterior impresionante pero inútil, es una energía que se pierde porque está

mal canalizada.

Todas las épocas han sido iguales de complicadas, pero siempre se puede

encontrar la quietud en la búsqueda interior, entonces será posible el anonimato. Dios

no quiere seres públicos que actúen en la exterioridad invocando su nombre, sino solo

almas que lo veneren armoniosamente en el silencio.

Ser santo es ser anónimo, y saber guardar silencio, porque sólo en el silencio se

puede escuchar la Verdad Divina.

Todo lo que ves ahora es una ilusión, como lo fue el circo romano y todo

aquello que el hombre considera como real. Hasta el dolor es ilusión, la única Verdad

es la Luz y cuando ésta se hace presente todo lo que creemos que es real porque lo

percibimos con los ojos o lo experimentamos con la mente y los sentimientos,

desaparecerá.

Sólo cuando puedas sentir la Luz en tu corazón, podrás decir que sentiste a

Dios.

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Recuerda siempre al león como símbolo de la fuerza y la voracidad con que el

hombre debe buscar a Dios.

[El santo se despide y bendice a la devota, pidiéndole a su vez a Yogananda la

bendición].

SANTA AGUEDA, VIRGEN Y MÁRTIR

Fue martirizada en Carania de Sicilia. Después de haber sido abofeteada y

descoyuntada en el potro, cortándole los pechos y la revolcaron sobre pedazos de vidrio y

ascuas. Finalmente, por defender su fe y su castidad, murió en la cárcel, haciendo oración al

Señor, en el año 251.

En la imagen está vestida con una túnica blanca, mirando hacia el cielo suplicante,

mientras que de su rostro caen lágrimas de sangre. Rodeándola se ven figuras oscuras de

cuerpos lacerados.

YOGANANDA: ¿Por qué lloras?

SANTA AGUEDA: Dirijo mi mirada al Padre y lloro porque ya nada puedo hacer por mis

hermanos.

JESÚS: ¿Qué le sucede a tus hermanos?

SANTA AGUEDA: Míralos, estás sumidos en la ignorancia y en la agresión de hermano contra

hermano. Siento que nada puedo hacer por ellos, no pueden percibir mi ayuda, no

pueden recibir el Amor del Padre. [Sigue llorando].

HAYDÉE: [Se acerca con un paño blanco y le seca las lágrimas de sangre]. Reconfórtate

hermana en la Gracia del Padre, y tranquilízate, porque los seres de luz que tienes

frente a ti calmarán tus heridas.

JESÚS: Tu visión es cierta, esto ha sucedido y sucede entre los hombres, y como tu dices,

siguen sumidos en la ignorancia porque no pueden percibir la Energía y el Amor del

Padre.

Te pedimos que nos acompañes hasta un lugar donde El Padre hablará contigo , y

desde donde podrás ayudar a tus hermanos.

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SANTA AGUEDA: ¿Pero qué hago con estos hermanos que están aquí, alrededor mío, que me

necesitan?

JESÚS: [Extiende su mano moviéndola en un semicírculo, y entonces las imágenes oscuras se

quiebran y desaparecen].

SANTA AGUEDA: ¿Pero, tu quién eres?

JESÚS: Yo Soy el Hijo del Padre, igual que tu. El servicio que hiciste en la Tierra fue muy

importante, por eso El Padre te necesita y te pide que colabores con su proyecto. Para

poder seguir ayudando a tus hermanos necesitas creer ante todo que ese mundo no es

real, que el dolor y el sufrimiento no son reales. Sólo así, viviendo esta comprensión a

través tuyo podrá ser transmitida la Verdad del Padre.

[Jesús la toma de la mano y junto con Yogananda la llevan al Mar de la Purificación

donde una inmensa luz lo envuelve todo].

SAN IGNACIO, OBISPO Y MÁRTIR

Este Santo fue el tercero que gobernó la Iglesia de Antioquia después de San Pedro

Apóstol. Conducido preso a Roma, fue cruelmente atormentado y echado a las fieras,

aceptando esta muerte para hacerse pan vivo delante de Dios. Este acontecimiento ocurrió

hacia el año 107.

Está con sus atuendos de Obispo, que parecen gastados. Su rostro trasmuta mucho

sufrimiento.

YOGANANDA: ¿Dónde estás?

SAN IGNACIO: Estoy en un sitio que desconozco, pero ya de tanto estar aquí me fui

acostumbrando y tengo la sensación de sentirme como cuando estaba vivo, aunque me

doy cuenta que ya no lo estoy, que pasé a otro estado, pero tampoco aquí he

encontrado la paz.

A este lugar llegan muchas almas, pero son pocas las que logran seguir ascendiendo.

No tengo respuestas del porqué, yo tampoco puedo despegar.

YOGANANDA: Tan vez has perdido la conexión con El Padre.

SAN IGNACIO: En un tiempo me sentí tan unido al Padre que cada acto de mi vida era para Él

y por Él. Ahora me doy cuenta que no tenía demasiado sentido hacer ciertos

sacrificios en nombre de Dios.

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YOGANANDA: ¿Estás arrepentido de haberte dejado morir como lo hiciste?

SAN IGNACIO: Éramos perseguidos, y era el modo que en ese momento uno se entregaba.

Pero de todas manera no encontré con ese acto ni la paz no la gloria que me habían

prometido.

YOGANANDA: ¿Entonces obraste para lograr obtener el fruto de la acción? Ahí fue donde

cometiste el error.

YUKTESWAR: Sabes que El Padre tiene la Bondad de darle oportunidad a todas las almas que

como la tuya se han equivocado. Entrega todo, despójate de tus títulos, y encontrarás

la Paz y la Gloria junto al Padre.

SAN IGNACIO: ¿De qué modo puedo salir del lugar dónde me encuentro?

YUKTESWAR: Solo la fuerza de tu fe y tu profundo amor, harán que te desprendas de este

lugar y encuentres el verdadero camino donde te irás limpiando hasta purificar por

completo tu alma.

SAN IGNACIO: [Va perdiendo sus vestiduras de Obispo, quedando solo con una sencilla

túnica] Entrego mi corazón al Señor.

SAN VALENTÍN, PRESBÍTERO Y MÁRTIR

En la época del Emperador Claudio, hacia el año 271, el presbítero Valentín, de quien

se afirmaba tenía la gracia de curar enfermedades, por su prédica cristiana fue azotado y

degollado, siendo luego sepultado en una catacumba.

Aparece como un hombre de mediana edad, vistiendo una rústica túnica marrón y un

misal en la mano. Muy cerca suyo se encuentra Jesús. La expresión de Valentín es de cansancio

y de una profunda tristeza, sus ojos están cerrados y se van inundando de lágrimas. En silencio

Jesús le transmite su energía, y cuando experimenta una mayor vitalización, arroja el misal al

suelo, y entonces el maestro lo toma entre sus brazos. Valentín siente un gran alivio, se

tranquiliza y abre los ojos.

JESÚS: ¿Me conoces?

SAN VALENTÍN: [Como no puede hablar se limita a asentir con la cabeza y esbozar una

suave sonrisa].

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JESÚS: Tu fuerza volverá, ahora estás libre. Esa Iglesia que te ataba con sus misas y oraciones,

debía ser sólo un medio para que vinieras a mi lado y no una prisión como se terminó

convirtiendo en tu vida. No te olvides nunca que no le debes nada, que no son tus

dueños, estás conmigo para servirme y liberar tu alma, saliendo de tu gran confusión.

Te equivocas con tus hijos caprichosos, a los que crees que tienes que

concederles hasta el último deseo cuando son almas ciegas que ignoran cual es

realmente su necesidad. Ya no los escuches, simplemente deja que mi energía fluya a

través tuyo cuando invoquen tu nombre.

Ya no sentirás dolor, y estarás totalmente curado.

YUKTESWAR: [Le pone la mano en la frente]. Corto en este momento todo tu sentimental

apego. [Ahora la mano del maestro está en la cabeza de Valentín]. Vuelve al Padre.

[Jesús y Yukteswar lo toman en sus brazos sumergiéndolo en el Mar de la

Purificación].

YUKTESWAR: [A Jesús] Quédate con él hasta que despierte.

SAN JORGE, MÁRTIR

Los griegos llaman a San Jorge el gran mártir. Su culto es antiquísimo en la Iglesia,

tanto de Oriente como de Occidente. Fue martirizado en el año 303.

Su presencia es la de un joven alto, de barba y pelo ensortijado, vestido con una túnica

blanca y celeste. Muestra una gran vitalidad y cuando lo ve a Jesús, se arrodilla y le tiende la

mano con respeto. El maestro le pude que se levante y entonces lo abraza.

JESÚS: Querido amigo haces un magnífico trabajo guardando mi fuego de Pentecostés, y si

alguna alma cristiana encontró consuelo fue gracias a tu nombre y al de otros santos

que se mantuvieron al margen de todo dogma.

SAN JORGE: Más allá de toda regla, siempre vi tus ojos que me acompañaron en el camino, y

que son los mismos que me acompañan ahora.

JESÚS: Amigo, necesito encargarte un nuevo trabajo, y éste consiste en que repartas el fuego

en cada invocación que se haga de algún santo. No importa a quien se invoque, tan

solo cuando escuches “San...” o “Santa...” ahí llegas tu con mi fuego de Pentecostés.

Tomate ese atrevimiento, es necesario hacerlo porque la gente ha puesto su devoción

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en seres confusos a quienes le atribuyen la santidad. Hay nombres nuevos que ni te

imaginas, y si llaman a Rodrigo o a Gilda, incluso a los jefes de macumbas o cualquier

ser oscuro venerado como santo, llegas tu y tu aparición cortará la oscuridad invocada.

En cada invocación que se haga envía tu energía.

SAN JORGE: Nunca creí amigo que pudiera negarme a algo que me pidieras, y aquí me

encuentro diciéndole a mi Señor que me pide lo imposible. Aunque quisiera

sinceramente repartir tu fuego de Pentecostés, hace ya bastante que me he quedado sin

suficiente energía. Solo he priorizado en los últimos tiempos las invocaciones sinceras

y de grado elevado, autorizadas por el Padre, como has podido observar en mi ultima

rendición de cuentas

JESÚS: Lo que te pido está previsto en el Plan Divino. Te llevaré a un lugar donde la energía es

suficiente y podrás abastecerte cuando quieras. No te preocupes, solo con llegar ahí y

estar un tiempo bastará para que tu misión tenga un completo éxito.

[Jesús y San Jorge se elevan juntos].

SANTA MARTINA, VIRGEN Y MÁRTIR

Esta Santa sufrió el martirio por defender y pureza y su fe hacia el año 228, en tiempo

de Alejandro Severo. Tal como se encontró su cabeza en 1634, parece que Martina era una

doncella de pocos años.

Se ve una niña de aspecto muy puro, que corre desesperada en una actitud de estar

escapando.

YUKTESWAR: ¿De qué huyes?

SANTA MARTINA: Estoy escapando de todos, siento que este no es mi lugar, me quieren

hacer daño.

YOGANANDA: ¿Acaso tu fe no te sirve de protección?

SANTA MARTINA: Solamente me sirve para estar conectada con El Padre, pero no para

habitar este sitio tan acosado por la maldad y la persecución de mis ideales.

YOGANANDA: Con más razón debes aceptar lo que te tocó vivir, sin lamentarte por ello.

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Si realmente tienes fe, no debes temer. Si es tanta tu devoción, no deberías

sentir persecución alguna. Aun no debes haber conocido el sitio donde moran las

almas liberadas, y por eso es que todavía sientes pesar.

SANTA MARTINA: ¿Qué debo hacer?

AUROBINDO: Deberás emprender el viaje hacia un lugar más elevado para ir purificándote y

realmente entrar en comunión con El Padre.

SANTA MARTINA: [Siente que sus pies son despegados del lugar donde se encuentra y

empieza a elevarse ayudada por La Madre Divina].

LA MADRE DIVINA: Acompáñame niña, yo custodiaré tu ascenso mientras vas purificándote,

y cuando lo logres, podrás recién ayudar a muchas almas que como la tuya

experimentan el encierro, la persecución. Solo en ese momento estarás preparada para

hacerlo.

LA PURIFICACIÓN DE LOS MÁRTIRES

JESÚS: Ellos ya danzan en el gran banquete del Señor.

EPILOGO

LA ROMA QUE NO FUE

JESÚS: Roma, en el proyecto original representaba la consolidación de toda la estructura de la

sociedad, e iba a representar el orden en el plano externo. Todo iba a ser guiado por

las energías superiores que le permitían su purificación y evolución.

El cristianismo implicaba la unificación de la evolución interna con el desarrollo

externo de esa civilización, esto significaba la posibilidad de manifestar en este plano

las experiencias de la realidad superior.

Era un proyecto novedoso, ya que en Oriente en el Plan Divino no estaba

contemplada la unificación de ambos planos. En Roma se corta la experiencia interna,

y solo quedó una desmesurada proyección exterior.

Observada la experiencia desde una mirada más allá del plano binario, todo no

es más que un juego de ensayo y error, pero al final el resultado es único: Todo debe

volver al Padre.

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INDICE

PRÓLOGO. NUMA POMPILIO......................................................................................................5 RÓMULO, REMO Y LA LOBA......................................................................................................6 VIRGILIO Y LA ENEIDA...............................................................................................................8 MARCO ANTONIO........................................................................................................................11 JULIO CESAR.................................................................................................................................12 JUPITER...........................................................................................................................................14 AUGUSTO.......................................................................................................................................15 SÉNECA.......................................................................................................................................... 18 HORACIO........................................................................................................................................19 MARTE............................................................................................................................................21 VENUS............................................................................................................................................ 22 ADRIANO........................................................................................................................................23 CICERÓN.........................................................................................................................................25 MARCO AURELIO.........................................................................................................................27 MINERVA.......................................................................................................................................29 JUNO................................................................................................................................................30 NEPTUNO.......................................................................................................................................30 TITO................................................................................................................................................ .31 LOS RISHIS EXPLICAN EL SIGNIFICADO DE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALEN.........33 CONSTANTINO............................................................................................................................. .33 EL DESTINO DE LOS DIOSES...................................................................................................... 36 PONCIO PILATO..............................................................................................................................37 JESUS HABLA DE ROMA Y LE DA A LOS HOMBRES SU MENSAJE....................................40 SAN MARCOS LEÓN, MÁRTIR.....................................................................................................41 SANTA AGUEDA, VIRGEN Y MÁRTIR.......................................................................................43 SAN IGNACIO, OBISPO Y MÁRTIR.............................................................................................44 SAN VALENTÍN, PRESBÍTERO Y MÁRTIR................................................................................45 SAN JORGE, MÁRTIR.....................................................................................................................46 SANTA MARTINA, VIRGEN Y MÁRTIR.....................................................................................47 LA PURIFICACIÓN DE LOS MÁRTIRES.....................................................................................48 EPILOGO - LA ROMA QUE NO FUE............................................................................................48