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Rouhia Noomene, José M. Gil EL CONSUMIDOR ESPAÑOL Y LOS ALIMENTOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE Separata ITEA INFORMACIÓN TÉCNICA ECONÓMICA AGRARIA, VOL. 103 N.º 3 (127-155), 2007

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Rouhia Noomene, José M. Gil

EL CONSUMIDOR ESPAÑOL Y LOS ALIMENTOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE

Separata ITEA

INFORMACIÓN TÉCNICA ECONÓMICA AGRARIA, VOL. 103 N.º 3 (127-155), 2007

R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155 127

El consumidor español y los alimentos modificadosgenéticamente

Rouhia Noomene, José M. Gil*

Departamento de Estadística e Investigación Operativa - UPC (Barcelona), [email protected]* Corresponding autor, CREDA-UPC-IRTA (Barcelona), [email protected]

ResumenA pesar de que la aceptación entre los productores es notable, los consumidores, sobre todo en Europa,han mostrado tradicionalmente una posición clara en contra de los alimentos transgénicos. Una vezque se ha aprobado la regulación sobre el etiquetado de estos alimentos y, por tanto, que el consumi-dor va a disponer de cierta información sobre la naturaleza de los productos que va a comprar, parecerelevante medir el grado de aceptación por parte de los consumidores de los alimentos con organismosmodificados genéticamente y éste es el objetivo del presente trabajo. A partir de la información obte-nida de una encuesta administrada a nivel nacional, se analiza el grado de conocimiento, las actitudesy la intención de compra de los consumidores españoles hacia los alimentos transgénicos. Los resultadosobtenidos indican que el grado de conocimiento que los consumidores españoles tienen hacia los pro-ductos con OGM es muy inferior al existente en otros países europeos o en Estados Unidos. Por otraparte, solamente aquellos consumidores que tienen una información más objetiva y, por tanto, máscorrecta, de lo que implica la modificación genética, muestran una actitud más positiva hacia la mismay hacia los nuevos productos generados.

Palabras clave: OGM, comportamiento del consumidor, grado de conocimiento, actitudes, intencionesde compra.

SummaryGM food and the Spanish consumerIn spite of the general acceptance of GM technology among farmers, consumers, mainly in Europe,have traditionally shown more concern about biotechnology applied to food. The aim of this paper isto analyse the consumer behaviour in Spain in relation to GM food, taking into account the newlabelling regulation. From a telephone survey conducted all over Spain, we analyse the knowledgedegree, attitudes and purchasing intention of Spanish consumers towards GM food. Results indicatethat knowledge about Gm food in Spain is lower than in other European countries or in USA. More-over, only those consumers who show a higher objective knowledge about GM food are more likely tobuy such products.

Key words: GM, consumer behaviour, knowledge, attitudes, purchasing intention

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Introducción

La Real Academia de la Lengua Españoladefine la biotecnología como el “empleo decélulas vivas para la obtención y mejora deproductos útiles como los alimentos y losmedicamentos”. La rapidez de los cambiosintroducidos por los nuevos avances de labiotecnología, en general, y de la aplicada alas plantas, en particular, ha generado ciertasconfusiones desde el punto de vista concep-tual. Denominaciones tales como organismosgenéticamente modificados (OGMs), alimen-tos transgénicos, ingeniería genética, ADNrecombinante, transferencia génica, clona-ción, alimentos naturales, mejora genética e,incluso, biotecnología se vienen utilizandoen el lenguaje cotidiano de forma desorde-nada e inexacta, lo que incrementa la des-orientación del público en general (García-Olmedo, 2003).

La biotecnología se ha convertido en unadisciplina con múltiples aplicaciones que vandesde los productos farmacéuticos hasta laproducción de alimentos. En este últimocampo, sin embargo, los productores y con-sumidores han adoptado posturas radical-mente opuestas. Las ventajas de los nuevosproductos, en términos de productividad,enseguida convencieron a los productoresde tal forma que la tasa de adopción de lainnovación fue bastante importante, sobretodo en Estados Unidos. En efecto, mientrasque en 1996, la superficie cultivada en elmundo con OGMs ascendía a 1,7 millonesde hectáreas, en sólo nueve años, dichasuperficie se ha multiplicado por casi 50veces para alcanzar los 90 millones de hec-táreas, en 2005 (James, 2005). El número deproductores se estima en 9 millones. Ensiete países solamente, se concentra el99% de la superficie mundial dedicada alos productos que contienen OGMs: Esta-dos Unidos (59% de la superficie mundial),Argentina (20%), Canadá (6%), Brasil

(6%), China (5%), Paraguay (2%) e India(1%). Entre estos, China es, sin duda, elpaís que ha experimentado un crecimientomás espectacular. Otros ocho países mani-fiestan dedicar, aunque marginalmente enrelación con el resto de países menciona-dos, parte de su superficie agrícola a estetipo de cultivos: Australia, México, Bulga-ria, Uruguay, Rumanía, España, Indonesia yAlemania.

Las principales producciones se refieren asoja (60% de la superficie mundial de estetipo de productos), maíz (24%), algodón(11%) y colza (el 5%). Las variedades comer-cializadas se refieren a productos tolerantesa los herbicidas o resistentes a los insectici-das (James, 2005). Desde el punto de vistaempresarial, apenas diez empresas dominanel 43% del mercado mundial de semillas.Cinco de ellas (Cargill, Monsanto, Du Pont,Bunge y Bayer) son responsables del 99% delas transgénicas. Monsanto, que facturó 4,8billones de dólares en 2002, produce el 95%de las semillas modificadas en el mundo.

A pesar del éxito evidente que entre losagricultores han tenido los productos modi-ficados genéticamente, hoy en día la mani-pulación genética se ha convertido en untema polémico que ha generado muchacontroversia y opiniones enfrentadas y alque se le ha dado gran cobertura en losmedios de comunicación. Los eventualesriesgos para la salud humana y el perjuiciopara el medio ambiente son los dos princi-pales ejes sobre los que se ha centrado laresistencia frente a los transgénicos (Riech-man, 2000). Muchos de estos riesgos hansido relativizados por la ciencia pero ello noha hecho disminuir la controversia genera-da (Wal, 2001).

La preocupación de los consumidores porlos alimentos transgénicos se inició a media-dos de la década de los 90 cuando se cose-charon los primeros cultivos. En el centro de

las movilizaciones se situaron las principalesOrganizaciones No Gubernamentales (ONG)(Greenpeace, Amigos de la tierra, etc). Lasprimeras movilizaciones que tuvieron uncierto eco mediático se remontan a losdenominados “Días de Acción Global contralos alimentos transgénicos” celebrados en26 países de los cinco continentes entre el13 y el 27 de abril de 1997. En cada país losobjetivos de las diferentes movilizaciones seenfocaron hacia cuestiones tan diversascomo: la promoción del desarrollo sosteni-ble, la protección de los consumidores o laincorporación de cuestiones éticas en lainvestigación biotecnológica. Estos días deAcción Global se repitieron a finales de1997 y desde entonces las movilizaciones sehan vuelto a repetir con cierta regularidad.

La literatura no ha sido ajena a toda la pro-blemática relacionada con los productostransgénicos, sobre todo en lo referente a lacreciente preocupación existente entre losconsumidores, habiéndose generado múlti-ples estudios dedicados a comprender me-jor sus reacciones hacia los productos quecontienen organismos modificados genéti-camente, tal como recogeremos en un apar-tado posterior. En el caso de España, los tra-bajos que se han ocupado de estudiar elcomportamiento del consumidor en rela-ción con los alimentos transgénicos son muylimitados y se circunscriben a un ámbitogeográfico reducido, destacando los de:Martínez et al. (2004), para una muestra dela provincia de Alicante; Sánchez y Barrena(2004), para dos muestras de consumidoresde Navarra y Madrid, respectivamente; yRivera (2005), para una muestra de consu-midores de la ciudad de Valencia. Con estetrabajo, de ámbito nacional y naturalezaexploratoria, pretendemos cubrir un huecoexistente en la literatura y aportar algunosindicadores sobre el comportamiento delconsumidor español en relación con los ali-mentos trangénicos. A partir de una encues-

ta realizada a una muestra representativade la población española, el presente traba-jo pretende aportar información sobre elgrado de conocimiento, las actitudes y laintención de compra de los consumidoreshacia los alimentos trangénicos en España.En segundo lugar, y dado el ámbito nacio-nal del trabajo, se pretende determinarhasta qué punto pueden generalizarse losresultados de los trabajos que acabamos demencionar.

Para la consecución del mencionado objeti-vo, el trabajo se ha estructurado en cuatroapartados adicionales. En el siguiente apar-tado (apartado 2) realizamos una revisiónsobre los trabajos que, utilizando diferentesenfoques, han analizado el comportamientodel consumidor hacia los alimentos trangé-nicos. En el apartado 3 describimos la situa-ción de los alimentos trangénicos en Españadesde una doble perspectiva. En primerlugar, analizamos la importancia relativa deeste tipo de cultivos, teniendo en cuentaque, hasta el año 2004, España era el únicopaís de la UE en el que se cultivaban varieda-des modificadas genéticamente con finescomerciales. En segundo lugar, resumimos laregulación existente hasta la fecha. En elapartado 4 describimos la fuente de infor-mación utilizada en este estudio. Los princi-pales resultados se recogen el apartado 5. Elestudio finaliza con una serie de considera-ciones finales sobre las implicaciones de losresultados obtenidos y las posibles orienta-ciones de la investigación futura.

Alimentos transgénicos y comportamientodel consumidor

Los primeros estudios que analizan el com-portamiento del consumidor en relacióncon los alimentos modificados genética-mente se centraron en describir sus actitu-des y sus percepciones hacia los nuevos pro-

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ductos. Se trataban, en general, de trabajosde carácter cualitativo que se dedicaban amedir actitudes generales o hasta quépunto los consumidores estaban dispuestosa adquirir estos productos (Kelley, 1995;Hoban, 1999; Smith y Riethmuller, 1999;Wolf y Domegan, 2000; Spetsidis y Schamel,2001; Mendenhall y Evenson, 2002; Bouis etal., 2003, entre otros).

Entre todos los trabajos de carácter descrip-tivo, sin duda el que proporciona mayorinformación, ya que permite un estudiocomparativo entre diferentes países, es elEurobarometro, que en los años 1997 y2000 ha abordado esta problemática. Entrelos principales resultados que se obtuvierondel mencionado estudio, podemos destacarlos siguientes:

• Creciente preocupación hacia las conse-cuencias de la ingestión de alimentos trans-génicos: más del 60% de los encuestados,en 1997, manifestaban estar preocupadospor los riesgos asociados con los alimentostransgénicos, porcentaje que se reducía al40% en el caso de las aplicaciones médicasde la biotecnología. En la encuesta del 2000se profundizó en conocer las razones dedicha preocupación hacia los OGM. Entreestas, se destacaba el hecho de que la bio-tecnología iba en contra de la naturaleza oque simplemente no era necesaria. Por otrolado, el porcentaje de encuestados que pen-saba que la producción de alimentos erauna aplicación útil de la biotecnología seredujo desde el 54%, en 1997, al 43%, en2000.

• Conocimiento y percepción: un mejorgrado de conocimiento generaba una per-cepción más positiva del alimento modifica-do genéticamente. Según la encuesta del2000, el uso de la biotecnología en la pro-ducción de alimentos constituía la aplica-ción más conocida. Sin embargo, sólo el11% de los encuestados manifestaban estar

bien informados sobre la biotecnología. Entodo caso, se detectaba un incremento encuanto al grado de conocimiento entre1997 y 2000. Las principales fuentes deinformación en las que confiaban los consu-midores eran: las organizaciones de consu-midores (26%), los médicos (24%) y lasorganizaciones de protección del medioambiente (14%). Las organizaciones inter-nacionales y las autoridades públicas nacio-nales generaban escasa confianza (4% y3%, respectivamente).

• En aquellos casos en los que el grado deconocimiento no era una variable clavepara explicar las actitudes de los consumi-dores, los factores culturales parecían tenerun papel relevante en la formación dedichas actitudes hacia la nueva biotecnolo-gía. La fidelidad de los consumidores hacialos alimentos tradicionales propios de supaís constituía un factor muy importante enel proceso de aceptación de la tecnologíautilizada en la producción de alimentos(Menrad, 1999).

• Sólo el 18% de los encuestados considera-ba inútil la existencia de un etiquetadoespecifico para los OGM, un 8% no teníanopinión y el 74% restante reclamaba un eti-quetado claro (Eurobarometro, 1997). Asi-mismo, un 53% de los encuestados declara-ban estar dispuestos a pagar más por unproducto no modificado genéticamentemientras que un 36 % no estaba dispuesto apagar cantidad adicional alguna (Eurobaro-metro, 2000).

• Los consumidores alemanes, en su granmayoría (83%), aparecían menos dispuestosa comprar alimentos con OGM. Aunque laencuesta demostraba que los consumidoresalemanes eran los mejor informados deEuropa, la opinión sobre la existencia de unriesgo elevado jugaba un papel decisivo en laformación de las actitudes (Zechendorf,1994; Menrad et al., 1998). La producción del

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alimento GM se consideraba como inacepta-ble aunque, por otro lado, se apoyaba la uti-lización de la biotecnología en los produc-tos farmacéuticos.

A efectos comparativos, en el caso de Amé-rica del Norte, los principales estudios des-criptivos hacen referencia a las encuestasrealizadas por el Departamento de Agricul-tura (USDA) y otras organizaciones Cana-dienses. En todos estos estudios aparecendos ejes principales: 1) erosión de la con-fianza en los alimentos trangénicos; y 2)deseo de existencia de un etiquetado obli-gatorio.

Además de estos estudios pioneros, eminen-temente descriptivos, posteriormente lostrabajos que han analizado la aceptabilidadde los alimentos que contienen OGM hantenido un carácter más cuantitativo, tratan-do de analizar aquellos factores que podíanser determinantes en la elección final delconsumidor (Hallman et al., 2003). En rela-ción con las actitudes y el riesgo percibidohacia este tipo de productos, algunos auto-res han demostrado que vienen determina-dos por la actitud respecto a la tecnología ensí misma y por la incertidumbre que la rodea(Brendahl, 2000; Frewer et al., 1997; Ben-nett, 2003). De hecho, las diferencias queexisten entre los diferentes países en cuantoa las actitudes de los consumidores hacia losalimentos transgénicos tienen mucho quever con el valor o actitud manifestada encada país o continente hacia la biotecnolo-gía y con el grado de desarrollo de dichaactividad en cada territorio (Alteiri, 2002).

Además de los estudios mencionados, laliteratura reciente proporciona numerososejemplos tendentes a analizar los determi-nantes de las actitudes y a delimitar los fac-tores que afectan a la percepción de losbeneficios y los riesgos asociados a estosproductos y a su intención de compra (Gru-nert et al., 2000; Viaene et al., 2000). En

todo caso, los resultados obtenidos depen-den, en gran medida, del período de análi-sis y de la muestra utilizada.

Otro gran grupo de estudios han analizadola intención de compra por parte de los con-sumidores hacia los alimentos transgénicos.Normalmente, dichos estudios se han cen-trado en analizar bien la disponibilidad apagar una cantidad adicional por un produc-to convencional o bien la disponibilidad aaceptar una compensación por adquirir unalimento transgénico. Desde este punto devista, el método de la valoración contingen-te (Boccaletti y Moro, 2000; Moon y Balasu-bramanian, 2001) y los modelos de elección(Burton et al., 2001; Chern y Rickertsen,2002) han sido las herramientas más utiliza-das a la hora de analizar en qué medida losconsumidores están dispuestos a pagar máspor alimentos que no contengan OGM.Recientemente Lusk y Hudson (2004) utili-zan una subasta experimental para analizarla disponibilidad a aceptar una compensa-ción por adquirir un alimento transgénico.

La mayor parte de los estudios analizados secentran únicamente en algunos de losaspectos relacionados con el comporta-miento del consumidor: grado de conoci-miento, actitudes, etiquetado, disposición aadquirir este tipo de productos, etc. En estetrabajo pretendemos ofrecer un análisisintegral de las diferentes etapas en las quese divide el proceso de elección por partedel consumidor. A pesar de ser eminente-mente descriptivo, pretendemos ofrecerinformación sobre las relaciones existentesentre grado de conocimiento, fuentes deinformación utilizadas, actitudes (tantosobre los alimentos en sí como sobre lanecesidad de etiquetar este tipo de produc-tos) e intención de compra. En cada una delas etapas se considerará, asimismo, la exis-tencia de comportamientos diferenciadosatendiendo a las principales característicassocioeconómicas de los encuestados.

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Los cultivos transgénicos en España y suregulación

Evolución de la producción de variedadesmodificadas genéticamente

España es el único país de la Unión Europeaque viene sembrando, con fines comercia-les, una superficie relevante de cultivos bio-tecnológicos. Únicamente Alemania cultivauna parte muy marginal de maíz Bt mien-tras que en el caso de la Europa del Este lasituación es diferente, destacando Rumanía,en donde se cultivan más de 100.000 hectá-reas de soja transgénica. En el caso de Espa-ña, el maíz Bt comercializado es una varie-dad resistente a la plaga del taladro, uninsecto que puede producir hasta un 15%de pérdidas en las cosechas en zonas en lasque es muy persistente como en el caso delValle del Ebro (Brookes, 2002).

La superficie sembrada se ha mantenido bas-tante estable entre 20.000 y 25.000 hectá-reas durante el periodo 1998-2003. La intro-

ducción de nuevas variedades, en 2003,supuso un crecimiento sustancial en torno al30% de la superficie cultivada, alcanzandolas 32.000 ha. Finalmente, en 2004, España seha convertido en uno de los países “mega-productores” al superar el umbral de las50.000 ha (en concreto, 58.000 ha), lo quesupuso, como se podrá apreciar, un incre-mento del 80% respecto al año anterior.

En la tabla 1 se recoge la distribución delcultivo del maíz Bt en las diferentes regionesespañolas, entre los años 1998 y 2003. Comose puede apreciar, existe una mayor concen-tración de la producción en las zonas en lasque la plaga del taladro es más persistente.Para describir mejor el panorama actual, enla tabla 2 se muestra la importancia relativadel Maíz Bt respecto a la superficie total cul-tivada de este producto en las diferentesregiones españolas. En el Valle del Ebro(Navarra, Aragón y Cataluña) junto con Cas-tilla La Mancha el cultivo transgénico sesitúa en torno al 15% de la superficie totalde maíz cultivada. Alcalde (1999) demuestra

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Tabla 1. Distribución y evolución del maíz Bt en EspañaTable 1. Evolution and geographical distribution of Bt corn in Spain

Regiones Años (Hectáreas )1998 1999 2000 2001 2002 2003

Andalucía 780 2.800 1.500 450 1.800 2.089Aragón 11.500 7.300 9.000 4.250 9.200 12.905Asturias - - - - - 6Baleares 2 2 26 - 30 2Castilla la Mancha 4.500 6.800 5.650 870 4.150 8.171Castilla y León 200 360 270 - - -Cataluña 1.700 3.000 4.500 3.260 5.300 5.278Extremadura 1.000 2.500 2.500 600 1.500 1.633La Rioja 25 30 30 - - -Madrid 660 1.560 1.970 1.940 780 678Navarra 1.760 300 220 80 500 1.401Valencia 190 300 150 100 20 1Total 22.317 24.952 25.816 11.550 23.280 32.164

Fuente: MAPA (2004).

que las ganancias medias en rendimientodel maíz modificado respecto al convencio-nal se sitúan en torno al 6,3%. En un estudiomás reciente circunscrito a Aragón (Brookes,2002), se estimaban mejoras del rendimien-to que podían alcanzar hasta el 30% en lazona de Sariñena. Además, se incluían en elestudio otra serie de beneficios en términosde reducciones de tiempo y mejoras para elmedioambiente.

Además de las variedades de cultivos trans-génicos comercializadas, ha surgido en Espa-

ña una intensa labor de investigación en estetipo de cultivos. Actualmente existen casi 200grupos de investigadores en todo el territo-rio español, distribuidos en unos 70 centrospúblicos de investigación. Los ensayos conplantas transgénicas en España se iniciaronen 1993. En 1997 y 1998, se realizaron 44 y 42ensayos, respectivamente, y hasta el año2003 se habían completado alrededor de 150ensayos. En la tabla 3 se recogen las especiesque han concentrado los mayores esfuerzosde investigación, mientras que en la tabla 4

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Tabla 2. Importancia relativa del maíz Bt sobre la producción de maíz en las diferentes regionesespañolas

Table 2. Relative importante of BT corn on total maize production in Spanish regions

Región % de maíz Bt sobre la superficie total % de maíz Bt sobre la superficie total (1998) (2003)

Andalucía 2 4Aragón 14 15Castilla La Mancha 9 17Cataluña 5 12Extremadura 2 3Madrid 6 8Navarra 10 12Total España (media) 5 7

Fuente: Alcalde y Peláez (2004).

Tabla 3. Número de ensayos por especie en EspañaTable 3. Number of GM research activities by agricultural product in Spain

Especie Número Especie Número Especie Número

Tomate 14 Colza 2 Maíz 27Remolacha 11 Tabaco 5 Algodón 7Melón 6 Patata 3 Calabacín 2Soja 2 Eucaliptos 1 Alfalfa 1Girasol 1 Trigo 2 Naranja 1Ciruelo 1 Fresa 2 Rhizobiuma 3

a Bacteria simbióticaFuente: García-Olmedo (2003).

se recogen las principales características estu-diadas. El maíz concentra alrededor del 30%de los ensayos realizados. Otro 30% se repar-te entre el tomate y la remolacha. En cuantoa las características estudiadas, la resistenciaa insectos y la tolerancia a herbicidas concen-tran la mayor parte de los esfuerzos de inves-tigación.

La regulación de los OGM en España

El marco legal para regular las actividadescon OGM en la Unión Europea (UE) se iniciaen 1990 con la publicación de la Directiva90/219/CEE relativa a la utilización confina-da de microorganismos modificados genéti-camente y la Directiva 90/220/CEE sobreliberación intencional en el medio ambientede organismos modificados genéticamente(tanto con fines experimentales como decomercialización). La existencia de un nuevomarco legal supuso la aparición de nuevosavances tecnológicos en el área de la biotec-nología. Este hecho, junto con la constata-ción de que algunos de los procedimientosestablecidos necesitaban mayor concreción,determinó la publicación de la Directiva2001/18/CE, que derogaba la directiva 90/220CEE y que constituye el marco legal de refe-rencia en el que se establece un procedi-

miento común de evaluación del riesgo parael medio ambiente, que se basa en el princi-pio de precaución. Según la mencionadadirectiva, la autorización para la comerciali-zación de un producto modificado genética-mente debería de cumplir, además de lalegislación horizontal que acabamos demencionar, la propia legislación vertical apli-cable para cada sector.

En mayo de 1997 entra en vigor el Regla-mento (CE) 258/97 sobre nuevos alimentos ynuevos ingredientes alimentarios que seconvirtió en una de las primeras legislacio-nes verticales (junto con la de medicamen-tos de uso humano) que al incorporar unprocedimiento de evaluación del riesgopara el medio ambiente análogo al prescri-to en la Directiva 90/220/CEE, permitía laautorización para la comercialización denuevos alimentos aplicando exclusivamentelos preceptos contenidos en el mismo.

Sin embargo, la estrategia comunitaria parael desarrollo normativo sobre OMGs se des-morona a partir de las crisis alimentariasdesencadenadas en la UE (fundamental-mente la Encefalopatía Espongiforme Bovi-na) que provocan un aumento de la sensibi-lidad hacia los temas relacionados con laseguridad alimentaría. Los alimentos modi-ficados genéticamente no son una excep-

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Tabla 4. Tipos de modificaciones genéticas de las plantas ensayadas en EspañaTable 4. Main GM trials in Spain

Tipo Número Tipo Número de modificación de ensayos de modificación de ensayos

Tolerancia a sequía 1 Terapia génica 1Expresión génica 10 Modificación Características biológicas 22

Androesterilidad /tol. Herbicida 3 Res. Insectos/ Tol. Herbicida 6Resistencia a virus 13 Resistencia a insectos 26

Tolerancia a herbicida 32 Androesterilidad 3

Fuente: García-Olmedo (2003).

ción y se empiezan a asociar a problemas deseguridad acentuándose las campañas encontra cuando empieza a llegar a la UEsoja modificada genéticamente. La princi-pal consecuencia de estas campañas es elestablecimiento de una moratoria que para-liza, desde octubre de 1998, la autorizaciónde nuevas modificaciones genéticas.

En julio de 2004 se suspendió la mencionadamoratoria de cinco años impuesta a los trans-génicos, aunque se establecieron reglas rígi-das para su comercialización, lo que provocóuna cierta oposición por parte del sector pro-ductor y del gobierno norteamericano quie-nes presionaron a favor de una liberaciónmayor (Peinado, 2004).

El “corpus” legislativo comunitario sobreOGMs ha sido incorporado al Ordenamien-to Jurídico Nacional mediante la Ley 9/2003de 25 de abril, por la que se establece elrégimen jurídico de la utilización confinada,liberación voluntaria y comercialización deorganismos genéticamente modificados(que deroga la Ley 15/1994 de 3 de junio) ypor el Real Decreto 178/2004 de 30 deenero, por el que se aprueba el Reglamentogeneral para el desarrollo y ejecución de lacitada Ley 9/2003.

Asimismo, en el sistema de seguridad ali-mentaria español, mediante la Ley 11/2001de 5 de julio, se creó la Agencia de la Segu-ridad Alimentaría con los objetivos de pro-mover la seguridad alimentaria y ofrecergarantías e información objetiva a los con-sumidores y agentes económicos del sectoragroalimentario español. La Agencia es unOrganismo Autónomo adscrito al Ministeriode Sanidad y Consumo que cuenta con laparticipación de otros Ministerios, Adminis-traciones, Organizaciones y Consumidores.Cuenta con un Comité Científico, que valorala seguridad alimentaria y un Comité Con-sultivo, que asegura la participación y trans-parencia.

Regulación del etiquetado

La enorme oposición que han encontrado losalimentos modificados genéticamente en laopinión pública ha determinado que en másde cuarenta países se regule el etiquetadode estos productos. La tabla 5 recoge lasituación existente en Abril de 2004. Comose puede apreciar, cada país ha adoptadoregulaciones diferentes en relación con eletiquetado (Sheldon, 2002; Philips y McNeill,2000). Por un lado, Estados Unidos, el pro-ductor más grande de cosechas GM, ha opta-do por el etiquetado voluntario para los ali-mentos no-GM. Por otro, la Unión Europeamantiene regulaciones obligatorias y estric-tas en relación al etiquetado, exigiéndolo enel caso del etiquetado de alimentos GM eingredientes GM con un nivel de toleranciadel 0,9%. Australia y Nueva Zelanda estable-cen normas de etiquetado obligatorias paraun nivel del 1%. Japón requiere el etiqueta-do obligatorio de los alimentos GM con unnivel del 5% para los tres ingredientes princi-pales del producto en cuestión. Asimismo, haadoptado un sistema de etiquetado volunta-rio para alimentos garantizados sin ingre-dientes GM. Corea del Sur establece el eti-quetado obligatorio para niveles superioresal 3% para los 5 ingredientes principales.Canadá, el tercer gran productor de cosechasGM ha adoptado pautas similares a los Esta-dos Unidos. En relación con los países en víasde desarrollo sus posiciones se encuentrandeterminadas por el principal destinatariode sus exportaciones (USA, UE o Japón). Con-cretando para algunos países, podemos decirque Argentina no tiene ninguna regulaciónespecífica sobre etiquetado.

Brasil, por el contrario, requiere de etiqueta-do obligatorio con un umbral del 1%. China,país que actualmente lidera la investigaciónpública sobre agricultura biotecnológica,también requiere el etiquetado obligatoriode los alimentos GM con un umbral del 1%.

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Los países de Europa del Este y Rusia hanadoptado una reglamentación sobre etique-tado parecida a la de la UE, ya que dependencomercialmente de dicha zona. Por otrolado, los países del Sudeste asiático (Vietnamo Indonesia) han adoptado regulacionessimilares a las de Japón.

Centrándonos en la regulación de la UE,recientemente han entrado en vigor elReglamento (CE) 1829/2003, sobre alimentosy piensos genéticamente modificados (queestá cimentado en los principios generalescontenidos en el Reglamento (CE) 178/2002)y el Reglamento (CE) 1830/2003, relativo a latrazabilidad y al etiquetado de organismos

modificados. Ambos reglamentos han su-puesto una profunda modificación del pro-cedimiento de autorización de los OGMs des-tinados a la alimentación, así como de losalimentos producidos “a partir de” un OGM.Asimismo, a través de este Reglamento seregula, igualmente, la autorización de OGMsdestinados al cultivo (semillas) y las varieda-des vegetales que contengan dicho OGM. Seexcluyen del ámbito de aplicación de lanueva regulación y, por consiguiente, de susdisposiciones sobre etiquetado, los produc-tos obtenidos de animales alimentados conpiensos GM. También quedan eximidos a-quellos alimentos con una presencia, acci-dental o técnicamente inevitable, de mate-

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Tabla 5. Situación sobre la regulación del etiquetado de los OGM en diferentes paísesTable 5. GM labelling regulation in different countries

Región Países con Países considerando Países etiquetado GM etiquetado GM sin etiquetado

África África del Sur, Camerún, Etiopia, Argelia, Angola, Benin, Botswana,Mauritania Costa de Marfil, Burkinafaso, África del Centro, Chad,

Namibia, Sudán, Congo D.R, Egipto, Gambia, Gana, Zambia Guinea, Kenia, Libia, Madagascar,

Malawi, Malí, Maruecos, Mozambique, Níger, Nigeria, Senegal, Siria, Tanzania,

Togo, Túnez, Uganda, ZimbabweAsia China, Japón, India, Malasia, Bangla Desh, Bhután, Cambodia,

Hong-Kong, Indonesia, Singapur Kazajstán, Myanmar, Nepal, Filipinas, Corea del Sur, Corea del Norte, Pakistán,

Taiwán, Tailandia, Vietnam Papua-Nueva Guinea, Sri-Lanka, Uzbekistán

Europa UE, Croacia, Georgia Albania, Bielorrusia, Bulgaria,Republica Checa, Alemania, Islandia, Macedonia, Rumania, Hungría, Polonia, Noruega, Turquía, UcraniaRusia, Serbia, España, Suiza

Medio Arabia Saudita Israel, Unión Irán, Jordania, Omán, Yemenoriente Emiratos ÁrabesAmérica del Norte Canadá, EE.UU. MéjicoAmérica del Sur Argentina, Brasil, Chile Bolivia, Ecuador. Colombia, Costa Rica, Cuba,

El Salvador, Guatemala, Honduras, PanamáParaguay, Perú, Uruguay, Venezuela

Oceanía Australia, Nueva Zelanda

Fuente: Comisión Europea (2002)

rial GM siempre que la misma no supere elumbral de 0,9% “...de los ingredientes consi-derados individualmente, o de los alimentosconsistentes en un sólo ingrediente...”.

Fuente de información y caracterización dela muestra

Los datos analizados en este estudio proce-den de una encuesta telefónica realizada alos responsables de la compra en los hoga-res1. La población objetivo de estudio abarcaa los mayores de 18 años residentes en latotalidad del territorio nacional, exceptuan-do las Comunidades Autónomas insulares ylas ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.Uno de los objetivos del trabajo era conocerlas similitudes y diferencias existentes en lasdiferentes regiones españolas en cuanto a lapercepción del consumidor sobre los aspec-

tos relacionados con la modificación genéti-ca. Para ello, tomando como punto de parti-da los datos censales del Instituto Nacionalde Estadística, la muestra se segmentó pre-viamente por áreas geográficas así como porgrupos de edad. En relación al primer aspec-to, las Comunidades Autónomas fueronagrupadas en unidades geográficas de lasiguiente forma: Noroeste (Asturias, Canta-bria y Galicia); Noreste: (Aragón, Navarra,País Vasco y La Rioja), Madrid (Madrid); Cen-tro (Castilla-León, Castilla-La Mancha yExtremadura); Este (Cataluña y ComunidadValenciana); y Sur (Andalucía y Murcia).

Para garantizar la representatividad de lamuestra se impusieron cuotas atendiendo ala edad del cabeza de familia y a la región deresidencia. Se realizaron un total de 3.245 lla-madas, obteniéndose un total de 656 res-puestas válidas, lo que equivale a un error del3,9% para el conjunto nacional. En la tabla 6se recoge la ficha técnica del muestreo.

R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155 137

1. Teniendo en cuenta que se pretendía que los resultados del trabajo fuesen representativos a nivel nacional, laelección de la alternativa de encuesta por teléfono se debió a motivos estrictamente presupuestarios ya que la rea-lización de una entrevista personal en toda España quintuplicaba el presupuesto de la entrevista telefónica. Encualquier caso, los autores son plenamente conscientes de las limitaciones de este tipo de encuesta, si bien se hatratado de reducir al máximo su posible incidencia en los resultados de este trabajo diseñando el cuestionario deacuerdo a las características específicas de este tipo de encuestas.

Tabla 6. Ficha técnica del muestreoTable 6. Sampling technical characteristics

Características

Universo Compradores habituales de alimentos mayores de 18 años residentes en España.

Ambito EspañaTamaño muestral 656 respuestas válidas (3.245 llamadas)

Error muestral final ± 3,9%Nivel de confianza 95,5% (k=2)

Diseño de la muestra Bietápico con estratificación por regiones y por edades, con afijación proporcional al número de personas por cada estrato

Medidas de control Prueba piloto (40 encuestas)Fecha del trabajo de campo Primavera 2003

El cuestionario utilizado se estructuraba encinco grandes apartados. En la primera partese valoraba el grado de conocimiento que losconsumidores tenían acerca de la tecnologíade manipulación genética en los alimentos.En la segunda parte se analizaban las actitu-des de la sociedad hacia la alimentación, engeneral, y hacia los alimentos transgénicos,en particular. En la tercera parte se les pre-guntaba acerca de su opinión sobre si debe-ría incluirse en el etiquetado de los produc-tos si el alimento en cuestión había sidogenerado mediante manipulación genética.En el cuarto apartado se proponía a los con-sumidores que eligiesen entre alimentosmodificados genéticamente, más baratos, ysu contrapartida no modificada en tresejemplos concretos: 1) carne de pollo que hapodido ser alimentado con soja o maíztransgénico; 2) cereales para desayuno; y 3)salmón. Finalmente, el cuestionario preten-día recoger información sobre las principalescaracterísticas socioeconómicas de los entre-vistados (sexo, edad, tamaño del hogar,nivel de educación y clase social)2.

Resultados

En este apartado, estructurado en tres sub-apartados, presentamos los principales re-sultados obtenidos del cuestionario admi-nistrado telefónicamente. El primero secentrará en el grado de conocimiento quetienen los entrevistados hacia los alimentostransgénicos. En el segundo, se analizarán

las diferentes actitudes de los encuestadoshacia los alimentos con OGM. Finalmente,en el tercero se presentarán las intencionesde compra de los encuestados hacia tresproductos transgénicos: el pollo, los cerea-les y el salmón.

Grado de conocimiento

En este apartado, distinguiremos entreconocimiento subjetivo y conocimientoobjetivo. El primero se midió preguntandoa los encuestados acerca del grado de cono-cimiento que los propios encuestados mani-festaban poseer antes de realizar la encues-ta En cuanto al conocimiento objetivo,como veremos más adelante, se preguntabaa los encuestados sobre la veracidad o false-dad de dos afirmaciones sobre lo que eranlos OMG3. A continuación analizamos lasfuentes de información a través de las cua-les los encuestados han tenido conocimien-to sobre los alimentos modificados genéti-camente.

Conocimiento subjetivo

En la tabla 7 recogemos los resultados acercadel grado de conocimiento subjetivo de losencuestados acerca de los alimentos trans-génicos. El 61% de los encuestados conside-ran antes de la encuesta que su nivel deinformación acerca de lo que son los alimen-tos transgénicos es bajo. Solamente un 3,5%de los encuestados afirma poseer un buengrado de conocimiento. Por zonas geográfi-cas, las personas que viven en Madrid y en el

138 R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155

2. Debido a las limitaciones de espacio no se han incluido las características de los encuestados en las diferentesáreas geográficas. La información puede solicitarse a los autores.

3. A continuación, e independientemente de lo que hubiesen respondido, con el fin de continuar con la encuesta,se proporcionaba a los entrevistados información objetiva sobre lo que eran los alimentos transgénicos. Esta infor-mación consistía en describir cuatro ventajas y cuatro inconvenientes procedentes de diferentes fuentes de infor-mación (revistas científicas, periódicos, expertos,...).

Noreste muestran un mayor nivel de conoci-miento subjetivo (7,6%) seguido por la zonaCentro, si bien es en esta zona donde mayores el porcentaje de personas que declarantener un conocimiento alto antes de realizarla encuesta. Además de las áreas geográfi-cas, otras dos variables sociodemográficasnos han permitido diferenciar entre el nivelde conocimiento subjetivo de diferentes

segmentos de población: el nivel de educa-ción y la edad del entrevistado. Los resulta-dos se recogen en la tabla 8.

A medida que aumenta la edad de los en-cuestados disminuye el conocimiento queacerca de los transgénicos tenían antes derealizarles la encuesta. Entre los segmentosde población más jóvenes, el segmento inter-

R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155 139

Tabla 7. Grado de conocimiento subjetivo hacia los alimentos trangénicos (%)Table 7. Subjective knowledge about GM food (%)

Nivel de información previo a la encuesta(*)

Región Alto Medio Bajo

Noroeste 1,4 18,9 79,7Noreste 4,5 46,1 49,4Madrid 4,4 46,7 48,9Centro 7,6 35,9 56,5Este 2,2 33,1 64,6Sur 2,2 32,8 65,0Total 3,5 35,5 61,0

Un (*) indica que existen diferencias significativas entre segmentos para un nivel del 5%.

Tabla 8. Influencia de la edad y el nivel de educación sobre el nivel de conocimiento subjetivo (%)Table 8. Influence of age and education level on subjective knowledge (%)

Nivel de información previo a la encuestaEdad(*) Alto Medio Bajo

20-34 años 3,4 40,6 56,035-49 años 6,4 40,4 53,250-65 años 2,5 31,8 65,6Más de 65 años 0,7 26,5 72,8

Nivel de educación(*)

Estudios primarios 2,0 24,2 73,8Bachillerato o FP 3,9 44,9 51,2Estudios superiores 3,8 57,4 38,8Total 3,5 35,5 61,0

Un (*) indica que existen diferencias significativas entre segmentos para un nivel del 5%.

medio (35 a 49 años) es el que muestra unmayor grado de conocimiento (el 6,4% mani-fiesta poseer un gran conocimiento sobre losalimentos transgénicos antes de la encuesta).

En cuanto al nivel de educación, conformeéste aumenta, el nivel de conocimiento pre-vio a la encuesta también es mayor (alrede-dor del 3,8% de los encuestados con nivelde estudios de secundaria o superior mani-fiestan conocer bien lo que son los alimen-tos transgénicos, frente al 2%, en el caso delos encuestados con estudios elementales).Las diferencias son todavía más evidentes siconsideramos conjuntamente a los que con-sideraban que tenían un conocimientomedio y alto.

En la tabla 9 analizamos las diferentes fuen-tes de información de donde los entrevista-dos han podido tener algún tipo de conoci-miento sobre los alimentos transgénicos. Latelevisión, la prensa escrita y la radio, hansido los medios a través de los cuales los con-sumidores han recibido principalmente lainformación sobre los transgénicos.

Sin embargo, la situación difiere en las dis-tintas áreas geográficas que se han consi-derado en este estudio. Así, es en el Sur

donde la influencia de la televisión es mayor(81,3% de los encuestados) seguido por lainformación escrita. En el extremo opuestose encuentra la zona del Noroeste, donde laprincipal fuente de información es la prensaescrita y las revistas, ocupando la televisiónuna posición más marginal. En la zona Cen-tro, además de la televisión, la radio ocupaun lugar importante como fuente de infor-mación en detrimento de prensa escrita yrevistas. Finalmente, mencionar que los ami-gos y familia ocupan un lugar marginal entodas las regiones así como Internet que sóloes mencionado en la zona Centro.

Conocimiento objetivo

Para medir el grado de conocimiento objeti-vo, se incluyeron en la encuesta dos afirma-ciones falsas para determinar hasta quépunto el conocimiento que los encuestadosposeían acerca de los alimentos transgénicosera correcto. La primera hacía referencia aque la soja transgénica poseía genes mien-tras que la no transgénica no (“Genes en lasoja GM”). La segunda mencionaba que losalimentos transgénicos podían modificar losgenes de las personas (“Genes de las perso-nas”). Casi dos terceras partes de las perso-

140 R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155

Tabla 9. Fuentes de información a través de las cuales los encuestados han tenido conocimientosobre los alimentos transgénicos (%)

Table 9. Main information sources consumers get knowledge about GM food (%)

Región Fuente de información(*)

TV Radio Internet Periódicos Revistas/Libros Amigos/Familia Otros

Noroeste 26,7 - - 40,0 33,3 - -Noreste 57,8 6,7 - 20,0 8,9 6,7 -Madrid 50,0 4,3 - 26,1 13,0 4,3 2,2Centro 71,4 19,0 2,4 4,8 2,4 - -Este 69,8 1,6 - 11,1 11,1 1,6 4,8Sur 81,3 - - 8,3 4,2 - 6,3Total 64,1 5,4 0,4 15,4 9,7 2,3 2,7

Un (*) indica que existen diferencias significativas entre segmentos para un nivel del 5%

nas encuestadas no sabían exactamente siun producto transgénico (la soja en estecaso) poseía genes mientras que el produc-to convencional no (tabla 10). Solamente un23,5% de la muestra respondió correcta-mente a esta cuestión. En relación con lasegunda cuestión, el 32% de los encuesta-dos contestaron correctamente.

Si analizamos los resultados por áreas geo-gráficas, podemos apreciar comportamien-tos diferenciales significativos. En el Centroy en el Sur el porcentaje de encuestados querechaza responder a la cuestión es menoren relación con la primera de las preguntasplanteadas. En efecto, en ambas regiones el60% de los encuestados responde afirmati-va o negativamente a esta cuestión. En estesentido, en el Sur casi el 50% de los encues-tados responde correctamente a la cuestiónplanteada, mientras que en el Centro, lasrespuestas correctas e incorrectas se repar-ten por igual. En el resto de regiones, elgrado de no respuesta es mayor, llegando al90% en el Noroeste Peninsular y al 83% enel Noreste. En dichas regiones, entre las que

responden verdadero o falso existe un ma-yor porcentaje de respuestas incorrectas. EnMadrid y en el Este, entre los que respon-den, las dos terceras partes eligen la opcióncorrecta.

En relación con la segunda cuestión, elgrado de desconocimiento es menor en elsentido de que el porcentaje de encuesta-dos que responde “No sé” disminuye desdeel 65%, en la pregunta anterior, al 45%, enésta. Únicamente en el Noroeste se mantie-ne un grado de desconocimiento muy supe-rior al resto de zonas geográficas (66%).También en este caso, el porcentaje de res-puestas correctas es superior al existente enla pregunta anterior, destacando el Centro yel Noreste. Por el contrario, en el Centro, enel Sur y, en menor medida, en el Este, seregistran un porcentaje de respuestas inco-rrectas por encima de la media nacional.

Al igual que en el caso del conocimientosubjetivo, hemos tratado de analizar la exis-tencia de diferencias significativas aten-diendo al nivel de educación y a la edad del

R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155 141

Tabla 10. Grado de conocimiento objetivo hacia los alimentos trangénicos (%)Table 10. Objective knowledge about GM food (%)

Región Genes en la soja GM1(*) Genes de las personas2(*)

No sé Verdadero Falso No sé Verdadero Falso

Noroeste 91,9 4,1 4,1 66,2 5,4 28,4Noreste 83,1 10,1 6,7 44,9 16,9 38,2Madrid 72,2 8,9 18,9 54,4 14,4 31,1Centro 39,1 28,3 32,6 25,0 29,3 45,7Este 71,9 10,1 18,0 49,4 26,4 24,2Sur 42,3 8,8 48,9 37,2 32,1 30,7Total 65,0 11,5 23,5 45,5 22,7 31,8

1. Las semillas de soja no-GM no contienen genes mientras que las modificadas genéticamente si2. Comiendo alimentos GM, los genes de una persona podrían ser alteradosUn (*) indica que existen diferencias significativas entre segmentos para un nivel del 5%

encuestado (tabla 11). En relación con lasdos afirmaciones planteadas, dos son lasprincipales conclusiones que se puedenobtener. La primera es que cuanto mayor esel nivel de educación de los encuestados dis-minuye el porcentaje de personas quemanifiestan desconocer la respuesta. Lasegunda conclusión que se puede obteneres que a menor edad mayor es el porcentajede respuestas correctas.

Actitudes hacia los productos transgénicos

Una vez analizado el grado de conocimien-to, en este apartado nos centraremos enanalizar los principales resultados obtenidos

en relación con las actitudes de los encuesta-dos hacia los alimentos transgénicos (tabla12)4. En primer lugar, hemos tratado dedeterminar hasta qué punto los alimentostransgénicos son percibidos como alimentosseguros o no. Como se puede observar, el43.6% de los encuestados declararon que losalimentos transgénicos podían generar ries-gos para su salud, mientras que sólo un7.9% los catalogó como seguros. Tambiénen este caso, el número de encuestados queno tenían una opinión muy clara, o simple-mente no querían responder, fue relativa-mente alto (48.4% del total de la muestra).Como se puede apreciar (tabla 12), en elCentro y en Este existe un mayor porcentajeque opina que los alimentos son muy peli-

142 R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155

Tabla 11. Influencia de la edad y el nivel de educación sobre el nivel de conocimiento objetivo (%)Table 11. Influence of age and education level on objective knowledge (%)

Edad Genes en la soja GM1(*) Genes de las personas2(*)

No sé Verdadero Falso No sé Verdadero Falso

20-34 años 60,0 13,1 26,9 34,9 18,3 46,935-49 años 58,0 13,3 28,7 45,7 21,8 32,450-65 años 66,9 10,2 22,9 45,2 28,0 26,8Más de 65 años 77,9 8,8 13,2 57,4 24,3 18,4

Nivel de educación

Estudios primarios 69,0 10,5 20,6 49,7 20,3 30,1Bachillerato o FP 63,4 9,8 26,8 42,5 25,6 31,9Estudios superiores 37,2 42,2 20,7 44,4 26,6 28,9Total 65,0 11,5 23,5 45,5 22,7 31,8

1. Las semillas de soja no-GM no contienen genes mientras que las modificadas genéticamente si2. Comiendo alimentos GM, los genes de una persona podrían ser alteradosUn (*) indica que existen diferencias significativas entre segmentos para un nivel del 5%

4. Las actitudes se han medido mediante ítems que los consumidores debían de valorar en una escala de 1 a 5. Aefectos de simplificar la presentación de los resultados, la escala original de 5 valores se ha reducido a una de 3,agrupando, en cada caso, los dos valores situados en los extremos superior e inferior de la escala. La definición delos ítems se recoge de forma literal en la primera columna de la tabla 12.

R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155 143

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grosos para la salud, mientras que en lazona Norte existe un mayor porcentaje deencuestados, respecto a la media nacional,que creen que son muy seguros.

Un menor grado de conocimiento y una ima-gen más negativa de los alimentos trangéni-cos determinan que sólo el 21% de losencuestados desearan consumir alimentostransgénicos (siendo, en este caso, sorpren-dentemente, el número de indecisos muybajo). En el extremo opuesto, un 50,4% de losencuestados manifestaba su deseo de no con-sumir nunca productos transgénicos. En el Sury en el Centro es donde se produce una mayorpredisposición a adquirir alimentos transgéni-cos, mientras que en el Este y en el Noreste esdonde se produce un mayor rechazo. Las acti-tudes de los entrevistados se atenuaron cuan-do en la pregunta sobre la predisposición aadquirir alimentos trangénicos se incluíanalgunas de sus “potenciales” ventajas. En elcuestionario se incluyeron dos tipos de bene-ficios: 1) la reducción de la utilización de pesti-cidas en la agricultura; y 2) la mejora del con-tenido nutricional de los alimentos. Bajo estosdos supuestos, se aprecia un cambio de acti-tud en favor de los alimentos trangénicos,siendo dicho cambio ligeramente mayorcuando se hace referencia a la mejora del con-tenido nutricional. En efecto, el porcentaje deencuestados que está dispuesto a adquirirproductos que contengan organismos modifi-cados genéticamente pasa del 21% mencio-nado al 39% y al 41% si el beneficio asociadose debiera a la reducción de pesticidas o alincremento del contenido nutricional, respec-tivamente. Este cambio de actitud manifesta-do a nivel nacional se mantiene en las dife-rentes áreas geográficas consideradas con lasorprendente reacción de los encuestadosresidentes en el Sur peninsular para quienes lamención de los posibles beneficios de los ali-mentos transgénicos genera un menor por-centaje de aceptación. También es cierto quedisminuye el porcentaje de rechazo, incre-mentándose sustancialmente el porcentaje de

indiferencia. Como hemos dicho, en el resto lasituación es similar a la experimentada para elconjunto nacional. Destaca, sobre todo, elcambio experimentado en Madrid y en lazona del Noroeste donde se pasa de porcen-tajes de aceptación del 8 y 11%, respectiva-mente, a porcentajes en torno al 40%. Final-mente, destacar que en la zona Centro seproduce el mayor porcentaje de aceptación.

A continuación se exploraron las principalesfuentes de preocupación de los consumido-res españoles en relación con los alimentostransgénicos. Cuando los encuestados seenfrentaban a la posibilidad de que el con-sumo de alimentos transgénicos pudieraocasionarles reacciones alérgicas, el 90,7%de los españoles declararon una disposiciónnula a adquirir este tipo de alimentos. En elextremo opuesto, un 3,1% de los españolesparecen aceptar el riesgo. Esta situación essimilar en todas las regiones, destacandoMadrid en donde se alcanza el 100%.

Las consideraciones éticas y religiosas no sonimportantes para los consumidores españolesa la hora de decidir si consumir o no alimen-tos transgénicos. En efecto, como se puedeobservar en la tabla 12, el 68,2% de los espa-ñoles declaran que dichas consideracionesson poco o nada importantes. En el Noreste,en el Centro y en Madrid se aprecia unamenor influencia de las cuestiones éticas en elcomportamiento de compra mientras que enel Noroeste la influencia de dichas cuestioneses significativamente más elevada (el 21,6%de los encuestados en el Noroeste otorgangran importancia a las cuestiones éticas mien-tras que dicho porcentaje desciende hasta el6,9 para el conjunto nacional).

Finalmente, dado que los cultivos transgéni-cos permiten obtener una mayor productivi-dad y una potencial reducción de los preciosde los alimentos, nos ha parecido interesan-te finalizar este apartado con una considera-ción sobre la influencia que podían tener losprecios en el comportamiento de compra en

144 R. Noomene, J.M. Gil ITEA (2007), Vol. 103 (3), 127-155

los hogares españoles. Como se puede apre-ciar en la tabla 12, cerca del 41% de los espa-ñoles afirman que los precios les influyen deforma importante a la hora de tomar deci-siones de compra. En el extremo opuesto, el27% de los encuestados declara una influen-cia nula o mínima. Si analizamos la situaciónpor áreas geográficas, destacamos la zonaCentro como aquella en la que la importan-cia del factor precio es más relevante (68%de los encuestados afirma que la influenciaes importante). Por el contrario, son laszonas Este y Madrid aquellas en las que elfactor precio juega un papel menos relevan-te en el proceso de decisión de compra.

Grado de conocimiento y actitudes

Una vez analizadas las actitudes globaleshacia los alimentos transgénicos, nos haparecido relevante analizar la relación exis-tente entre el grado de conocimiento ydichas actitudes. Nos centraremos en la rela-ción existente entre conocimiento subjetivoy actitud ya que creemos que es precisamen-te el conocimiento subjetivo el que influyede forma más determinante en las actitudes.

Como se puede apreciar en la tabla 13, elgrado de conocimiento genera actitudes signi-ficativamente diferentes en relación con la dis-posición general a adquirir alimentos transgé-nicos. En términos generales, los encuestadosque se manifiestan en los extremos (alto obajo grado de conocimiento), presentan acti-tudes similares. Los encuestados con un nivelde conocimiento medio son los que manifies-tan una actitud más positiva.

Si se mencionan los potenciales beneficios deeste tipo de productos (reducción en el usode pesticidas o aumento del valor nutritivo),se generan actitudes similares en los tres seg-mentos considerados, salvo en los que consi-deran tener un conocimiento subjetivo máselevado. Estas personas tienen una actitudmucho más negativa, que prácticamente no

varía aunque se les mencionen los potencia-les beneficios. De hecho, el 50% de los mis-mos manifiesta no tener ninguna disposicióna adquirir productos transgénicos ni aunpotenciando sus beneficios potenciales. Paraaquellos que declaran un nivel de conoci-miento bajo o medio, las actitudes se polari-zan hacia los extremos, siendo más evidenteen el caso de que el beneficio potencial sea elaumento del valor nutritivo de los alimentosen relación con la reducción de pesticidas. Silo que se resaltan son los peligros potencialesen forma de alergias, la totalidad de los seg-mentos muestra una actitud claramentenegativa, tal como ya habíamos comentadoen el caso de las áreas geográficas.

Los precios juegan un papel mucho más rele-vante que las cuestiones éticas en las decisio-nes de compra por parte de los encuestados.Las cuestiones éticas son relativamente másimportantes en aquellos que manifestarontener un nivel de conocimiento alto, mien-tras que la influencia de los precios es menorque en el resto de los grupos.

Actitudes hacia el etiquetado de losalimentos transgénicos

La seguridad alimentaría es un atributo deconfianza, es decir, ni antes ni después dehaber consumido un producto el consumidortiene conocimiento sobre si el alimento queha consumido es o no seguro. Y esto se aplicaespecialmente en el caso de los alimentostransgénicos. Ni por el aspecto exterior, nipor el sabor ni por el color una persona escapaz de distinguir si un alimento contiene ono organismos modificados genéticamente.En el caso de los atributos de confianza, lacertificación y el etiquetado se convierten enlos principales vehículos de transmisión de lainformación. De ahí que la importancia deletiquetado haya aumentado considerable-mente a lo largo de los últimos años. A travésde la etiqueta y de la información contenidaen ella, un atributo de confianza se puede

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En este apartado recogemos los principalesresultados obtenidos sobre las actitudes y opi-niones que los encuestados tienen acerca deletiquetado de los alimentos trangénicos. Enconcreto, se analiza hasta qué punto deberíaintroducirse el dato sobre el porcentaje que elOGM supone en el producto final, si está deacuerdo con que el etiquetado de los alimen-tos transgénicos sea obligatorio o prefiereque sea voluntario, como en Estados Unidos,si cree que la etiqueta va a suponer un incre-mento del precio del producto y, finalmente,si está de acuerdo con la actuación delGobierno Español y de la UE en esta materia.

Los principales resultados obtenidos se reco-gen en la tabla 14. Como se puede apreciar,casi tres cuartas partes de los encuestadoscreen que es muy importante que se incluyaen la etiqueta el porcentaje de semillas desoja o de maíz contenido en los alimentostransgénicos, mientras que un 12% cree queno es importante. En las zonas de Madrid,Este y Noroeste se da más importancia a esteaspecto mientras que en el Sur el porcentajede personas que considera que es importan-te incluir el porcentaje que el producto con-tiene de semillas de soja o maíz transgénicoes significativamente menor (55%), siendonotable el porcentaje de personas para losque esta cuestión es indiferente. En todocaso, recordemos que en la legislaciónvigente solamente se debe incluir en la eti-queta que el producto alimenticio contieneorganismos modificados genéticamente si sesupera el umbral del 0,9%, si bien no esnecesario indicar el porcentaje exacto.

En la relación con las preferencias acerca deletiquetado obligatorio o voluntario, prácti-camente la totalidad de los encuestadosmanifestó su deseo de un etiquetado obli-gatorio. Solamente en el Centro y en el Nor-oeste se aprecia un mayor porcentaje, en

relación a la media nacional, a favor del eti-quetado voluntario (8,7% y 8,1% de losencuestados, respectivamente, frente al3,9% de media nacional). El 80% de losencuestados cree que el etiquetado obliga-torio supondrá un incremento del precio delproducto y esta opinión es relativamentemás importante en la parte Este de la Penín-sula Ibérica. Sin embargo, salvo en el Sur, lagran mayoría piensa que la repercusión seráinferior al 5%. En efecto, el 46% afirma queno superará, el 5% mientras que el 35%piensa que sí lo superará. En el Sur este últi-mo porcentaje se eleva hasta el 70%.

Por último, tal como comentamos anterior-mente, se consultó a los entrevistados acercade cómo calificarían la actuación del Gobier-no Español y de la Comisión Europea enrelación con la regulación de los alimentostransgénicos. Casi una cuarta parte de losencuestados manifiesta no poder dar unaopinión. Mayoritariamente, el 34,6% de losencuestados califica la actuación como regu-lar, un 27,6% como buena y sólo un 15%como mala. Los habitantes de la zona Cen-tro y del Este valoran significativamentemejor la actuación de las autoridades públi-cas mientras que en el área de Madrid la opi-nión es significativamente más negativa.

Al igual que en las cuestiones anteriores, laedad y el nivel de estudios del encuestadohan sido las características socioeconómicasque nos han permitido diferenciar compor-tamientos (tabla 15). En general, las perso-nas de edad intermedia (35-49 años) asícomo las de mayor edad se manifiestan mása favor que el resto sobre la necesidad deincluir el porcentaje de semillas modificadasen el producto final. Sin embargo, desde elpunto de vista del nivel de educación, cuan-to mayor es el nivel de estudios menorimportancia relativa se da a este aspecto.No se han apreciado diferencias significati-vas ni por edad ni por nivel de educaciónsobre el deseo manifestado por los encues-

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Intenciones de compra

Una vez que se han analizado tanto el gradode conocimiento como las actitudes que los

consumidores tienen acerca de los alimentostransgénicos, en este último apartado noscentraremos en el estudio de la última etapadel proceso de decisión del consumidor: susintenciones de compra. En este trabajo sevan a considerar tres tipos de productos: loscereales para desayuno a base de maíz, lacarne de pollo susceptible de haber sido ali-mentado con piensos que contengan maíz osoja transgénicos; y, finalmente, el salmón.

En el cuestionario, el planteamiento era simi-lar en los tres casos. En primer lugar, se solici-taba a los encuestados que eligiesen entre elalimento modificado y el no modificado,suponiendo que ambos tenían el mismo pre-cio. El precio que se ofrecía como referenciaera una media simple del precio real del mer-cado de dos o tres marcas o tipos de produc-tos en 25 establecimientos detallistas detodo tipo. Los resultados se recogen en latabla 16. En el caso de los cereales para des-ayuno, el 75% de los encuestados elegirían elproducto convencional, el 5% indicaron queambos productos les eran indiferentes y que

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Tabla 15. Relación entre la edad y el nivel de estudios de los encuestados y las opiniones sobre eletiquetado

Table 15. Relationship between respondents’ age and education level and their opinions about GMfood labelling (%)

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Nivel de educación(*)

Estudios primarios 11,8% 17,8% 70,3% 25,8% 10,8% 33% 30,4%Bachillerato o FP 11,8% 16,5% 71,7% 20,6% 17,4% 35,6% 26,5%Estudios superiores 29,8% 6,8% 63,4% 11,2% 10,1% 51,6% 27,1%

1. Importancia en el etiquetado del porcentaje de soja y maíz para los alimentos MG2. ¿Cómo calificaría la actuación del gobierno en el área de seguridad alimentaria?Un (*) indica que existen diferencias significativas entre segmentos para un nivel del 5%

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adquirirían cualquiera de los dos, el 18% noelegirían ni el transgénico ni el convencionaly, finalmente, sólo el 1,8% seleccionaría elalimento transgénico. En el caso del pollo,los resultados fueron los siguientes: un82,1% del total elegirían el producto con-vencional; un 4,6% eran indiferentes, y un3,2% elegirían el transgénico. Finalmente,en el caso del salmón, un 91,7% elegirían elconvencional; un 7,5% eran indiferentes alos dos; y el 0,8% restante no consumiría nin-guno de los dos. Es importante destacar queen este caso ningún encuestado elegiría eltransgénico, si bien el número de respuestasválidas, en este caso, es muy inferior.

Si ahora analizamos los resultados por regio-nes geográficas, los resultados son muy pare-cidos a la media nacional. En términos gene-rales, en la zona centro se está más a favordel alimento transgénico. En efecto, algomás del 6% de los encuestados estaría dis-puesto a adquirir el alimento transgénico(pollo y cereales), mientras que en el caso deMadrid el porcentaje de indiferentes es rela-tivamente mayor para esos dos productos (yahemos comentado que en el caso del salmónningún encuestado se mostró partidario dealimento transgénico).

A continuación, para aquellos que habíanelegido el producto convencional, se volvíana ofrecer los dos productos, pero en este

caso, el producto GM se ofrecía con un des-cuento del 10, 20 y 30%. Los resultados dela decisión de los consumidores se recogenen la tabla 17. Como se puede apreciar, lasdecisiones son totalmente inamovibles. Enel caso del pollo, más del 95% no cambiaríasu decisión mientras que en los dos produc-tos restantes el porcentaje rondaría el 90%.Estos resultados implican que la connota-ción negativa que tiene el alimento trans-génico en la mente del consumidor estáfuertemente arraigada y no se modificamediante reducciones de precio.

Consideraciones finales

Los escándalos alimenticios, por un lado, y elconsiguiente crecimiento de la preocupa-ción por parte del consumidor por los temasrelacionados con la seguridad alimentaria,por otro, ha situado a los OGM en el centrode una acalorada controversia en el que semezclan, de forma indiferenciada, argumen-tos éticos, científicos, sociales, políticos yeconómicos. En efecto, si bien parece haber-se producido una buena acogida por partedel sector productor, las organizaciones eco-logistas y determinadas asociaciones de con-sumidores han alertado sobre las posiblesconsecuencias de los cultivos transgénicos en

Tabla 17. Intención de compra de un alimento trangénico y uno convencional ofreciendo unareducción de precio del producto transgénico del 30%

Table 17. Respondents’ purchasing intention of GM food when offering a 30% price discount for theGM product (%)

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No sé 11 6,7 3 2,2 8 6,6No-GM 148 90,2 173 96,1 109 89,3GM 5 3,0 3 1,7 5 4,1Total 164 100 179 100 122 100

la salud humana y en el medioambiente. Enocasiones, muchas de las informaciones su-ministradas se han magnificado por losmedios de comunicación social, generandouna preocupación creciente en el sector dela demanda final.

A partir de la información suministrada poruna encuesta administrada a una muestrarepresentativa de la población española,este trabajo ha pretendido aportar informa-ción sobre el comportamiento del consumi-dor español en relación con los alimentostransgénicos. En concreto, hemos valoradosu grado de conocimiento, sus actitudeshacia los productos transgénicos y su eti-quetado y, finalmente, sus intenciones decompra. De los resultados obtenidos, parecedesprenderse que el grado de conocimientoque los consumidores españoles tienenhacia los productos con OGM es muy infe-rior al existente en otros países europeos oen Estados Unidos, teniendo en cuenta losresultados obtenidos en trabajos similares.Sin embargo, sí parece existir un cierto con-senso con los resultados obtenidos en Espa-ña, si bien en ámbitos geográficos más redu-cidos. Este trabajo, por tanto, permite, porun lado, generalizar al conjunto nacionaldichos resultados y, por otro, aportar nuevasevidencias basadas en la diferenciación en-tre conocimiento objetivo y subjetivo.

Por otra parte, los consumidores españolestienen una actitud pasiva ante la búsquedade información en el sentido de que son losmedios de comunicación social las principa-les vías a través de las cuales se recibe lainformación. No hay una búsqueda deinformación adicional. Dado que las infor-maciones facilitadas a través de estas víasestán en cierto modo “sesgadas” hacia elsensacionalismo, la actitud que de partidatienen los consumidores hacia estos produc-tos es mucho más negativa que la existenteen otros países, quizás debido precisamentea esa desinformación. Solamente aquellos

consumidores que tiene una informaciónmás objetiva y, por tanto, más correcta, delo que implica la modificación genética,muestran una actitud más positiva hacia lamisma y hacia los nuevos productos genera-dos. De estos resultados se desprende lanecesidad de aportar información “objeti-va” a la ciudadanía, no tanto sobre alimen-tos transgénicos específicos sino, en gene-ral, sobre las ventajas y limitaciones de lasnuevas tecnologías. A partir de dicha infor-mación, el consumidor debe adoptar ladecisión que estime más oportuna teniendoen cuenta sus condicionantes socioeconómi-cos y sus estilos de vida. En este aspecto resi-de, desde nuestro punto de vista, la respon-sabilidad de las autoridades públicas y de losmedios de comunicación, principales trans-misores de información a los ciudadanos.

Una actitud más negativa lleva a una menorpropensión compradora, siendo éste el prin-cipal factor determinante de la decisiónfinal del individuo. En todo caso, los resulta-dos que hemos obtenido en este trabajodeben de circunscribirse a la muestra utili-zada y, sobre todo, al año de realización dela encuesta. La derogación de la moratoriaen 2004 ha abierto la posibilidad para laaparición en el mercado de nuevos produc-tos que busquen beneficios diferentes de latolerancia a herbicidas y de la resistencia ainsecticidas, que son los que actualmenteexisten en el mercado. Por otro lado, inde-pendientemente del fondo de las opinionesenfrentadas que se han generado hasta lafecha, lo que no cabe ninguna duda es que,al menos, dicha polémica ha hecho extre-mar a los responsables políticos las medidastendentes a reducir los potenciales riesgosde esta nueva generación de productos y aempezar a regular su co-existencia con losproductos convencionales. La conjunción deestos dos factores y el incremento de lainvestigación pública puede generar en laconciencia de los consumidores una menor

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aversión al riesgo hacia este tipo de produc-tos. La búsqueda de atributos más relacio-nados con las características intrínsecas delos productos y con los potenciales benefi-cios para la salud humana (funcionalidad)puede abrir nuevos horizontes a estos pro-ductos, lo que demandará nuevas necesida-des de investigación.

Finalmente, es necesario seguir investigan-do acerca del proceso de toma de decisionespor parte del consumidor. Como comenta-mos en la introducción, este trabajo, decarácter meramente exploratorio, simple-mente ha pretendido poner de manifiestola relación existente entre grado de conoci-miento, actitudes e intenciones de comprade los consumidores hacia los alimentostrangénicos. Asimismo, se han consideradolas posibles diferencias existentes atendien-do a las características socioeconómicas dela población. La construcción de modeloscapaces de recoger de forma simultánea lasdiversas etapas del comportamiento delconsumidor constituye, sin duda alguna,una de las necesidades más evidentes deinvestigación en el futuro, lo que permitiráarrojar luz tanto sobre la naturaleza dedicho proceso de toma de decisiones comosobre los factores determinantes de cadaetapa.

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(Aceptado para publicación el 7 de mayo de2007)

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